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¿Cómo se traduce la sensación en percepción? (tratar de explicar desde los 5 sentidos).

Llamamos percepción a la sensación interior procedente de estímulos materiales a


través de los órganos de los sentidos (Quijano, 2001). Es algo complejo, está presente
en otros animales, incluye sensaciones presentes o pasadas y, a veces, conecta imágenes
de múltiples sentidos. La percepción, en cambio, constituye algo así como hipótesis que
luego serán probadas, modificadas o abandonadas. Son como complejos entre ideas
experienciales, sensaciones y las sensaciones a partir de las cuales crea el ego. Esto
parece claro, pero no podemos negar que tenemos otras percepciones, incluso cosas
materiales, que no llegan a través de la vista, el oído, el tacto, el gusto o el olfato.

• Percepción visual: Según CogniFit. La percepción visual se puede definir como


la interpretación de información en donde la luz es el espectro visible que envía
a nuestros ojos. Dicha interpretación hace que nuestro cerebro interprete como
percepción visual o visión. De esta manera, la percepción visual es un proceso
que comienza con nuestros ojos:
o Fotorrecepción: La luz entra por nuestra pupila y excita las células
receptoras de nuestra retina.
o Transmisión y procesamiento básico: las señales producidas por estas
células se transmiten al cerebro a través del nervio óptico. Primero pasa a
través del quiasma óptico (la información del campo visual derecho irá al
hemisferio izquierdo y la información del campo visual izquierdo irá al
hemisferio derecho), y luego la información pasa al núcleo geniculado
lateral del tálamo.
o Procesamiento de la información y percepción: Finalmente, la
información visual captada por nuestros ojos es enviada a la corteza
visual en el lóbulo occipital. En estas estructuras cerebrales, la
información se procesa y se envía a otras partes del cerebro para que
interactuemos con ellas.
• Percepción auditiva: La percepción auditiva surge desde los primeros días de
vida y es un requisito previo para la comunicación. Nos permite identificar,
diferenciar e interpretar los estímulos auditivos que se nos entregan, y
relacionarlos con experiencias previas. El desarrollo de la audición es muy
importante porque nos permite relacionarnos con las cosas que nos rodean y se
convierte en una herramienta para el desarrollo del lenguaje. Las tres partes
anatómicas principales del oído humano son el oído externo, el oído medio y el
oído interno (Kolb y Whishaw, 2017). El oído externo consiste en el pabellón
auricular, una estructura que capta las ondas de presión del aire y las dirige hacia
el canal auditivo externo, que las amplifica un poco y las dirige hacia el tímpano
en el extremo interno.
o Frecuencia y percepción del tono: Se mide las frecuencias en Hertz
(Hz) (Kolb y Whishaw, 2017).
o Amplitud y percepción de la intensidad: La intensidad se mide en
Decibeles (dB) (Kolb y Whishaw, 2017).
o Complejidad y timbre (percepción de la calidad del sonido): Es la
mezcla de todas las frecuencias. El sonido determina su timbre, lo cual
nos permite distinguir un trombón con un violín. (Kolb y Whishaw,
2017)
• Percepción táctil: La percepción táctil nos transmite las primeras impresiones
sensoriales que experimentamos los humanos, incluso antes de nacer. Nos ayuda
a orientarnos en el entorno e interactuar con él de forma segura. Numerosos
receptores hacen de la piel el órgano más grande (se estima que hay
aproximadamente 17.000 en una mano).
o Nocicepción: La nocicepción (percepción nociva) es la percepción del
dolor, la temperatura y la picazón. La mayoría de los nociceptores
constan de tres terminaciones nerviosas libres. Cuando se dañan o
estimulan, estos extremos secretan sustancias químicas, generalmente
péptidos, que estimulan los nervios y generan potenciales de acción que
luego transmiten información sobre el dolor, la temperatura o la picazón
al sistema nervioso central. (Kolb y Whishaw, 2017).
o Propiocepción: La propiocepción es la percepción de la posición y el
movimiento del cuerpo. Los propioceptores son terminaciones nerviosas
que son sensibles al estiramiento de los músculos y tendones y al
movimiento de las articulaciones. A menudo, no sabemos cómo afecta la
propiocepción a nuestro movimiento, pero somos testigos de lo que
sucede cuando perdemos este sentido. (Kolb y Whishaw, 2017).
• Percepción del gusto: En los modelos "computacionales", por el contrario, una
sola célula receptora gustativa detecta uno o más patrones gustativos básicos, y
una sola fibra nerviosa transmite señales de múltiples patrones gustativos, es
decir, se forman patrones complejos de actividad a lo largo de varias líneas. Los
receptores del gusto generalmente se dividen en receptores ionotrópicos, en los
que la proteína receptora es esencialmente un canal iónico, y receptores
metabotrópicos, en los que la proteína receptora está asociada con una proteína
G. En el último grupo encontramos los receptores TR (Taste Receptor). Se
dividen en diferentes gustos:
o Gusto dulce
o Gusto amargo
o Gusto ácido
o Gusto umami
o Gusto salado
• Percepción olfato: La percepción del olfato involucra tres aspectos importantes:
la intensidad del aroma, la descripción cualitativa y la apreciación del aroma. La
relación entre la concentración de olor y la intensidad percibida es bien conocida
y sigue una distribución logarítmica común, al igual que otros sistemas
sensoriales. El umbral de detección de olores (definido como la concentración
más baja de un estímulo percibido) puede ser tan bajo como partes por billón
para algunos olores, pero esta estimación varía según el olor en un factor de 50 o
más.
Hay miles de olores conocidos, sin embargo, la apreciación del olor es subjetiva,
ya que está influenciada por un aspecto cultural o emocional particular, es decir,
cada tema; de hecho, para algunas personas, una misma fragancia puede ser
agradable, desagradable o indiferente. Sin embargo, la investigación fisiológica
en esta área basada en evidencia psicológica sugiere que muchas sensaciones
olfativas dependen de unas pocas emociones primarias. Se ha propuesto una
clasificación simple, asumiendo siete aromas principales: etéreo, alcanfor,
almizcle, floral, menta, especiado y rancio.

Referencias bibliográficas:

• Quijano, M. “La percepción y los órganos de los sentidos”. Revista de la


Facultad de Medicina de la UNAM.
• Kolb, B., Whishaw, I. (2015). “Neuropsicología humana”. Editorial Medica
Panamericana. Universidad de Lethbridge.

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