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Automotive Environmental Management, the commitment with the Global Compact from
the Corporate Social Responsibility: the Ford Hermosillo Case of study
Resumen: El propósito de esta investigación es analizar el papel de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de
la automotriz Ford Hermosillo y su gestión ambiental en pro de la sustentabilidad de Hermosillo. Este concepto
surgió con el compromiso de las empresas con el desarrollo sustentable. A partir de éste entendemos a las ciudades
como sistemas donde conviven el ser humano y la naturaleza, en las dimensiones social, ambiental, económica y
política. Dentro de un escenario ideal esta dinámica debería ayudar a proteger al entorno de sus actividades
económicas.
Abstract: This research studies the role of Corporate Social Responsibility (CSR) within Ford Hermosillo and its
Environmental management for sustainability in Hermosillo. The concept originated with the commitment of the
companies towards sustainable development. From here we understand cities as systems where human beings and
nature coexist in the social, environmental, economic and political dimensions. Within an ideal scenario, this
dynamic should help protect the environment from its economic activities.
Palabras clave: Responsabilidad Social Corporativa; Gestión Ambiental; ISO 14001; sustentabilidad
Introducción
El mundo cada vez se cada vez más influenciado por las corporaciones multinacionales. Las
reglas de dichas organizaciones parecen estar por encima de cualquier control democrático,
incluso de la reconstrucción del Estado de Bienestar.
La sociedad se enfrenta a una mercantilización de los derechos básicos del ser humano
que no permiten el goce de una vida digna: la ética corporativa parece ubicarse fuera del mismo
1
Candidata a Doctor en Ciencias Sociales por El Colegio de San Luis A.C., relaciones internacionales, líneas de
investigación: responsabilidad social corporativa, gestión ambiental industrial, mercado chino, correo:
beag2716@gmail.com, beatriz.gomez@colsan.edu.mx
sistema capitalista y su influencia termina perfilándose como una especie de “poder blando” a
través de sus códigos de conducta y autorregulación. La moral de la compañía se reduce a
estatutos que buscan crear nuevos equilibrios entre mercado y democracia, desde la convicción y
no el derecho. (Hernández Zubizarreta, 2008).
Diversos autores han planteado que el único vínculo entre empresa y sociedad se
encuentra en la filantropía, esto es, además del contrato económico de la firma con la colectividad
existe otro implícito de tipo social. De aquí surge la denominación a las compañías como “Razón
Social”, (Roitter, 1996); por tanto, se supone como parte de su gestión el capital económico,
humano, medioambiental y social, (Hernández Zubizarreta, 2008).
En la década de 1980 se abre un modelo nuevo de empresa que se responsabiliza más con
la sociedad a través de la satisfacción de las necesidades humanas y el servicio a la comunidad,
(Hernández Zubizarreta, 2008). Se vuelven parte de los objetivos sociales de la corporación el
compromiso frente a la sustentabilidad, el codesarrollo y los derechos humanos.
A lo largo de esta década, la figura de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC en
adelante) suple los procesos normativos, tornándose en una tiranía “laxa”, (Hernández
Zubizarreta, 2008:36).
Las trasnacionales adoptan voluntaria y unilateralmente el discurso de la RSC durante la
década de los noventa. Las legislaciones de los países receptores de inversión, así como los
códigos internacionales, se ven inmersas también dentro de esta dinámica, (Hernández
Zubizarreta, 2008).
El investigador mexicano Luis Montaño ve a la RSC como una herramienta
administrativa de confrontación eficiente ante la crítica social originada por la indignación en los
excesos de las multinacionales. La RSC se enmarca como una “mera moda gerencial”, donde las
corporaciones la practican para proyectar una buena imagen que facilite la obtención de
ganancias, (Montaño, 2016:18).
Es así como las empresas trasnacionales convierten a la autorregulación, la voluntariedad
y la no exigibilidad jurídica en elementos centrales restrictivos de la RSC, consolidándola como
su referente de control. La verdadera dimensión de la RSC no puede aislarse del poder que le
confiere el Derecho Comercial Internacional a las trasnacionales, el cual emana del Derecho
Privado y fija los principios legales aplicables a las relaciones comerciales que superan al
Derecho Interno.
Dentro de este contexto, el dominio normativo por parte de los Estados y las
organizaciones internacionales hacia las trasnacionales no es considerado factible. La dualidad
entre la pérdida de soberanía de los Estados y la debilidad de las instituciones globales dominadas
por la lógica de la voluntariedad llegan a ser incapaces de sujetar a las corporaciones económicas,
(Hernández Zubizarreta, 2008).
Las trasnacionales emprenden acciones compensatorias para neutralizar sus efectos en el
medio ambiente, (reforestación, reducción de emisiones de gases y reciclaje de agua y residuos,
entre otras), que van de acuerdo al cumplimiento de las regulaciones locales y nacionales 1. No
obstante la mayoría no van más allá, dado que no sufren penalizaciones mayores por parte de
organismos internacionales ante esta “voluntariedad” y “retroacción”.
Uno de los principales incentivos que tienen las transnacionales en México, para adherirse
a los principios de la RSC es acreditarse como Empresa Socialmente Responsable (ESR). En este
sentido, la propuesta es en teoría un componente fundamental dentro de la compañía para
resolver la preocupación por la ética, las personas, la comunidad y el medio ambiente.
La relevancia de estudiar la aplicación que las automotrices hacen de la RSC radica en
que parte fundamental del problema medioambiental se origina por la contaminación del aire que
generan los procesos de producción de dicho sector, cómo se aprecia en el gráfico 1.
Gráfico 1. Emisiones de CO2, toneladas métricas por actividad manufacturera (incluido ramo automotriz)
Esto cobra aún más importancia ya que el ramo automotriz en el país representa el 3.6%
del PIB nacional y el 20.3% del PIB manufacturero. Su participación en las exportaciones lo
coloca como la industria más importante con aproximadamente 37.500 millones de dólares
mensuales (automóviles, camionetas, camiones y autopartes).
México ocupa el octavo lugar mundial por unidades producidas y el sexto en unidades
exportadas. La capacidad productiva del sector automotriz en México se sustenta principalmente
en exiguos costos de operación derivados de su ubicación geográfica y bajos niveles salariales.
(INEGI, 2015).
El sector automotriz en México contribuye con el 20.4% del total de emisiones de Gases
Efecto Invernadero 2. Esto demuestra que la inversión realizada en innovaciones tecnológicas para
cumplir con las regulaciones gubernamentales y al mismo tiempo satisfacer la demanda, desde el
surgimiento del protocolo de Kioto 3 en 1997 4, han resultado insuficientes.
Este trabajo de investigación se enfoca en la participación de la industria automotriz
trasnacional establecida en México, específicamente Ford Motor Company Hermosillo, dentro de
iniciativas de RSC. Considera desde el análisis de su proceso de gestión ambiental hasta la
relación de dichos procesos con los principios de organizaciones como el Pacto Mundial.
3. Gestión Ambiental
Se entiende por Gestión Ambiental al conjunto de actos normativos y materiales que buscan la
ordenación del ambiente; van desde la formulación de la política ambiental hasta la realización de
acciones materiales con ese propósito, (Hernández, 2006). En la gestión ambiental se incluyen
actos tanto de las autoridades gubernamentales, como de la sociedad civil; integrada por
personas, grupos y organizaciones sociales y privadas (entiéndase empresas).
Es una forma de ajustar la conducta de todas las personas para alcanzar el desarrollo
sustentable, detener y revertir procesos de deterioro ambiental y alcanzar una mejor calidad de
vida, (Hernández, 2006).
Como se ha mencionado, un mal rendimiento medioambiental de la empresa puede
impactar negativamente a los beneficios de la misma: las instituciones financieras pueden retirar
su apoyo a la empresa por el riesgo que supone una mala gestión medioambiental y los
proveedores pueden verse presionados a dejar de suministrar recursos a empresas que contaminan
el medio ambiente ya que afectaría a la huella ambiental de los productos tras su venta.
Es clara entonces la relevancia, exigencia y participación de los stakeholders en el plano
de la gestión ambiental de una empresa. La presión de dichos grupos, provoca la puesta en
marcha de medidas de protección ambiental en la empresa y hace muy conveniente la
colaboración con éstos. La proactividad estratégica se manifiesta entonces tanto en la adopción
de medidas de protección ambiental, como en el desarrollo de las relaciones con los stakeholder,
y la satisfacción de éstos se ve condicionada por el comportamiento ambiental de la organización,
(Plaza Úbeda, Burgos Jiménez, & Belmonte Ureña, 2011). Esta integración de los grupos de
interés, supone realizar cambios en la empresa, y éstos pueden implicar un costo agregado, que
no siempre se ve compensado con una mejora de resultados.
Sin embargo, la importante conexión de la gestión ambiental en la empresa y de los
grupos de interés permite observar la existencia de sinergias en términos de mejora de imagen de
la empresa y aportación de conocimientos de los grupos de interés; razón por la que podemos
concluir que la integración de dichos grupos y el desarrollo de prácticas de protección ambiental
son actividades complementarias en la gestión empresarial y su desarrollo conjunto favorece el
logro de los objetivos empresariales de la RSC.
Competitivas, 2015).
La falta de agua en la ciudad es un problema que surge por una sequía prolongada de
aproximadamente 15 años en el Estado, la cual provoca que se sequé la presa Abelardo L.
Rodríguez, fuente principal de abasto de la capital. Para junio de 2010 se construyen tres obras de
captación que buscan reabastecer de agua a los hogares:
1. Realito: 2 pozos (150 LPS)
2. Willard: 3 pozos (170 LPS)
3. Bagotes: 2 pozos (180 LPS)
Cabe señalar que los pozos de la captación Willard fueron comprometidos a la actividad
de la compañía Ford desde sus inicios, como una fuente alternativa de agua. Tras la sequía operan
exclusivamente para la empresa, (Informe Técnico Agua, 2011). Con esto se demuestra que por
la actividad automotriz se ha acaparado la tercera parte del recurso hídrico destinado al
abastecimiento de la población, perjudicando la sostenibilidad de Hermosillo al afectar el
suministro necesario del líquido vital, lo cual complica los importantes esfuerzos por reducir el
déficit en el servicio de 100,000 m³ por día para el abasto de la ciudad.
En agosto de 2010, se comienzan obras para el reabastecimiento, (véase mapa 6):
equipamiento e interconexión de 3 pozos en Bagotes (220 LPS) y 2 pozos en Willard más la
construcción de líneas de conducción y reforzamiento (100 LPS). Perforación y equipamiento de
1 pozo en el Realito (50 LPS)e interconexión de acueducto Bagotes sur al rebombeo
Constitución.
Mapa 6. Obras de agua para reabastecimiento de Hermosillo
Estas acciones más la distribución por turnos a las colonias, han subsanado más no
desaparecido el problema de provisión a los hogares, como es el caso de las zonas altas que
enfrentan una carencia mayor de agua, por lo que es necesario distribuirla a través de 30 pipas
del ayuntamiento. Asimismo, el riego de parques se ha visto beneficiado con el uso de aguas
recicladas, esto es un punto a favor para el perfilamiento de la ciudad hacia la sustentabilidad,
(véase mapa 7).
Otro dato arrojado por el ICCS 2015, es el casi nulo nivel de tratamiento de aguas
residuales. Hermosillo presta el servicio de agua potable a alrededor del 98% de la población y
los servicios de alcantarillado sanitario al 97%. Sin embargo, la cobertura de saneamiento se
estima en sólo 11%, (CONAGUA, 2008). Las aguas negras no tratadas se descargan en arroyos al
poniente de la ciudad que desembocan al cauce del río Sonora. Asimismo, una porción de las
aguas negras se utiliza para propósitos agrícolas en las zonas de riego de los ejidos Villa de Seris,
La Yesca y La Manga.
Es importante reconocer, los pequeños esfuerzos que hace la compañía automotriz en pro
de la sustentabilidad de la ciudad, ya que de estos se van modificando los valores hacia una
sostenibilidad alcanzable. La Planta cuenta desde sus inicios con sistemas de administración de
agua, manejo de residuos no tóxicos, así como por su control de emisiones contaminantes, entre
otras acciones en este sentido, es un referente a nivel mundial.
Desde 1985, cuenta con una planta tratadora de agua, con una capacidad de tratamiento de
100 metros cúbicos por hora, (Galicia Bretón & Sánchez, 2011). Más de 115 metros cúbicos de
agua dejan de consumirse al municipio cada año, garantizando su aprovechamiento para otros
sectores de la ciudad.
Los resultados con respecto a la actividad de la planta Ford y sus efectos en la ciudad, nos
demuestran que la planta no afecta de forma significativa en la disminución de la sostenibilidad
de la urbe, al contrario, en menor proporción, hay áreas donde también contribuye en la defensa
de los derechos de trabajadores, búsqueda de disminución de GEI y mejora de la calidad de vida
de la población en general. Sin embargo, apropiamiento del agua que hacen de pozos destinados a
la población es una externalidad negativa, por lo cual, podemos apreciar que su presencia no es
clave pero sí factor en la sustentabilidad de Hermosillo.
Como se observa en el esquema superior, esta es la base de todos los sistemas de gestión
ambiental de las plantas Ford. Dentro del reporte de sustentabilidad de Ford matriz, se aclara sin
embargo, que la aplicación varía según la relevancia de las regulaciones y las restricciones a la
producción de cada filial. Esto significa que, la “estandarización” de la gestión no se encuentra
tan normalizada como se asumiría.
Después de una revisión exhaustiva al reporte de sustentabilidad de Ford, encontramos
que se describen muchas metas, sistemas y formas de encauzar la producción de vehículos hacia
la sustentabilidad, sin embargo, no se muestran resultados concretos a cada una de las
implementaciones que se supone generan las plantas, sino a manera de números (estadísticos y
gráficos), sin detallar con más los procesos por los que se pasó para llegar a estas metas.
Los procesos más concretos que observamos, es con respecto a la medición del uso de
recursos, para lo cual todas las plantas al menos de Norteamérica utilizan la base de datos de
emisiones globales GEM (por sus siglas en inglés) que monitorea y mide consumo de agua, uso
de energía, emisiones de dióxido de carbono y GEI, y la cantidad de desperdicio que se manda al
vertedero de residuos, (SRF, 2015).
En el código de conducta, se especifican más a detalle las acciones a seguir para la
sustentabilidad de la empresa. En primer lugar, en la reunión anual de planeación de los gerentes
regionales, las métricas de sustentabilidad junto con las financieras y productivas, son evaluadas
y premiadas a través de compensaciones tanto a los gerentes como a las filiales ganadoras.
Si revisamos el instrumento ISO 14001 al detalle, encontramos que aunque Ford sigue
algunos de los pasos, la auditoria que implementan aludiendo a este instrumento, parece
incompleta. La norma se basa en la metodología conocida como Planificar-Hacer-Verificar-
Actuar (PHVA). La metodología PHVA se puede describir brevemente como:
1) Planificar: establecer metas y procesos necesarios para conseguir resultados de
acuerdo con la política ambiental de la organización
2) Hacer: implementar los procesos
3) Verificar: seguimiento y revisión de los procesos respecto a la política ambiental,
los objetivos, requisitos legales y otros requisitos, e informar sobre los resultados.
4) Actuar: Tomar acciones para la mejora del desempeño del sistema de gestión
ambiental.
En materia de planificación y verificación, contamos con datos del informe de
sustentabilidad que permiten conocer la política ambiental de Ford a detalle, y a su vez
estadísticos que nos reflejan que estos se siguieron, sin embargo, encontramos una laguna en la
forma de implementar procesos y actuar después de verificados los resultados. Esta poca claridad
deja a reflexionar sobre la validez de los resultados positivos en todas las áreas de
sustentabilidad.
En la misma definición de la norma, se encuentran espacios para actuar lo menos
“sostenibles” posible y aun así aparecer como ambientalmente responsables. En el esquema 3
podemos observar la subjetividad permitida a las organizaciones para decidir que impactos son
significativos, que serán sobre los que se aplicará un sistema de gestión ambiental, dejando en el
olvido aquéllos que se consideren “no significativos”, (Reyes, 2007).
En cuanto al control operacional y la falta de información que encontramos sobre Ford
con respecto a este, la ISO establece que “deben presentarse varios procedimientos
documentados para controlar situaciones en las que su ausencia podría llevar a desviaciones de
la política, los objetivos y metas ambientales...”, (Reyes, 2007:15). Ford al menos en la
información pública, no ofrece este tipo de manuales donde se muestra la implementación de
gestión sustentable en sus procesos de producción.
Además, las acciones que se tomen deben solucionar la magnitud de los problemas e
impactos ambientales encontrados; y la empresa debe asegurarse de que cualquier cambio
necesario se incorpore a la documentación del sistema de gestión ambiental.
Conclusiones
Los desafíos de la adopción y regulación de la Responsabilidad Social Corporativa Ambiental de
Ford en un entorno multi-iniciativas
Analizado el estudio de la RSC desde la Gestión Ambiental de la planta Armadora y de
Estampado Ford Hermosillo, bajo el marco del neo institucionalismo sociológico y el
transnacionalismo, se revisará a manera de cierre el papel de las APPD en la promoción,
aplicación y regulación de la RSC de compañías como Ford en su dimensión ambiental.
Concluir que Ford ha impulsado exitosamente la cooperación empresarial en pro de la
RSC, a pesar de la desarticulación entre OSC promotoras como el Pacto Mundial, es hablar de un
logro reticente. La investigación arrojó que la compañía a través de regulaciones privadas (ISO
14001 y SGA propios), y de accionistas, institucionalizó a su interior los mecanismos de la RSC;
pero al ser supervisada únicamente por instancias auto-seleccionadas, las recomendaciones
emitidas no son coercitivas. Las compañías no pueden ser juez y parte de su responsabilidad
social ambiental.
Con base en la parte cognitiva que enfatiza el NIS, se ha demostrado que el progreso que
ha tenido Ford en cuanto a RSC (ISOS, diversos tipos de certificaciones y evaluaciones
voluntarias) es consecuencia de la presión ejercida por grupos de interés en aras del prestigio que
conlleva.
Se encontró un problema central en el concepto mismo de la RSC, relativo a la poca
claridad al designar la mejor forma organizativa derivada de su carácter de imitación, que es
empleado por la percepción de que genera buenos resultados y aumenta la legitimidad al
adaptarse en otros competidores.
Las Alianzas Público-Privadas para el Desarrollo se han vuelto una estrategia de
intervención a las que han volteado las compañías, pues permiten agregar voluntades de
Gobierno, empresas y de las OSC, en la consecución de metas que propicien mejorar la vida de
las personas. Actualmente ningún actor de la Sociedad Internacional tiene la capacidad individual
de afrontar efectivamente los problemas en un mundo globalizado. La forma más poderosa para
el logro de objetivos comunes es con dichas alianzas (Serrano, 2003:88).
Se observó también que un gran inconveniente al que se enfrenta la RSC es que evidencia
lo social y deja de lado el tema ambiental, lo cual distintas compañías usan a su ventaja. No es así
el caso de Ford, que a través del SGA matriz y la ISO 14001, promueve desde su cadena de valor
(proveedores, accionistas, empleados y clientes) la protección ambiental a lo largo de su ciclo de
producción, (pero con las omisiones también señaladas de la aplicación del instrumento en el
apartado tres).
Hoy se exige a las compañías mayor empatía respecto del grado de interdependencia y
corresponsabilidad de sus acciones con la sociedad. A esta demanda se suma el reconocimiento
empresarial de la existencia de accionistas que contribuyen al éxito de la organización. Firmas
como Ford comienzan a atender dichas peticiones y hacen a estos grupos de interés parte de su
toma de decisiones.
Tras la creación del Pacto Mundial, como respuesta a la inequidad socio-económica
mundial y los desafíos de la globalización, nace un importante vínculo estratégico involucrado
con los diez principios fundamentales 10, entre sociedad y empresas.
La RSC se definió como la responsabilidad ética a asumir de toda organización frente a
las afectaciones que causa su actividad dentro y fuera de su entorno. Este acuerdo debe ser común
y procurar el beneficio social, la protección del medio ambiente, los derechos humanos, la salud y
la seguridad.
Ford cumple con los señalamientos en su proceso productivo, ya que según datos
arrojados del último informe de sustentabilidad Ford 2015-2016, se señala que las armadoras de
Hermosillo y Cuautitlán, a partir del año 2014 se unieron a los estándares de uso de combustible
que disminuya la emisión de CO2. Otra acción clave en los últimos años es la creación en 2015
de la iniciativa “Partnership for a Cleaner Environment (PACE)”, un programa que busca
reducir la huella ecológica de la cadena de suministros de la firma. En 2016, el programa se
amplió, ya que en un inicio solo se enfocaba en la conservación de agua y energía, y ahora busca
a través de más de 1,100 proveedores en todo el mundo, entre ellos México, mejorar las prácticas
para reducción de desperdicios y emisión de dióxido de carbono de cada armadora desde los
materiales de proveeduría, como ejemplo las más significativas son: la optimización del
funcionamiento de las torres de refrigeración de las plantas y la reducción del uso de aire
comprimido en operaciones de fabricación.
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Notas
invernadero
5 Fue propuesta por Michael Porter en su libro “la ventaja competitiva”, es una forma de análisis de la
actividad empresarial que busca identificar fuentes de ventaja competitiva en aquellas actividades
generadoras de valor. Esa ventaja competitiva se logra cuando la empresa desarrolla e integra las
actividades de su cadena de valor de forma menos costosa o mejor diferenciada que sus rivales. Por
consiguiente la cadena de valor de una empresa está conformada por todas sus actividades generadoras de
valor agregado y por los márgenes que éstas aportan.
6 Esta Norma Mexicana especifica los requisitos relativos a un sistema de gestión ambiental para permitir
que una organización formule una política y objetivos, teniendo en cuenta los requisitos legales y la
información relativa a los impactos ambientales significativos.
7 http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=733533&fecha=20/05/2002
medio ambiente