Nombre:
Matricula:
2020-02786
Tema:
Trabajo Final
Asignatura:
Filosofia General
Grupo: 127
Facilitador/a:
Amalio Alcéquiez
9 de Junio de 2020
Introducción
El mito de la caverna, que presenta Platón en uno de los diálogos del libro VII
de La República, puede ser visto como una explicación metafísica de cómo se llega
todas la cosas que le rodean y que se encuentran en el mundo. Describe cual sería
el método que debe seguirse y cómo debe actuar el sujeto utilizando tal método
ante sus congéneres para poder, primero, hacerles comprender que hay una
verdad que no es la cotidiana, y segundo, que hay que recorrer un camino largo
para llegar a ella, al conocimiento real de las cosas. Entonces, cabría establecer las
para alcanzar el conocimiento real de las cosas y que está plasmado de alguna
-Piensa ahora que a lo largo de este muro unos hombres llevan objetos de todas
clases, figuras de hombres y de animales de madera o de piedra, y de mil formas
distintas, de manera que aparecen por encima del muro. Y naturalmente entre los
hombres que pasan, unos hablan y otros no dicen nada.
-Se parecen a nosotros, respondí. Y ante todo, ¿crees que en esta situación verán
otra cosa de sí mismos y de los que están a su lado que unas sombras proyectadas
por la luz del fuego sobre el fondo de la caverna que está frente a ellos.
-No, puesto que se ven forzados a mantener toda su vida la cabeza inmóvil.
-¿Y no ocurre lo mismo con los objetos que pasan por detrás de ellos?
-Sin duda.
-Y si estos hombres pudiesen conversar entre sí, ¿no crees que creerían nombrar a
las cosas en sí nombrando las sombras que ven pasar?
-Necesariamente.
-y si hubiese un eco que devolviese los sonidos desde el fondo de la prisión, cada
vez que hablase uno de los que pasan, ¿no creerían que oyen hablar a la sombra
misma que pasa ante sus ojos?
-En resumen, ¿estos prisioneros no atribuirán realidad más que a estas sombras?
-Es inevitable.
-Supongamos ahora que se les libre de sus cadenas y se les cure de su error; mira lo
que resultaría naturalmente de la nueva situación en que vamos a colocarlos.
Liberamos a uno de estos prisioneros. Le obligamos a levantarse, a volver la cabeza,
a andar y a mirar hacia el lado de la luz: no podrá hacer nada de esto sin sufrir, y el
deslumbramiento le impedirá distinguir los objetos cuyas sombras antes veía. Te
pregunto qué podrá responder si alguien le dice que hasta entonces sólo había
contemplado sombras vanas, pero que ahora, más cerca de la realidad y vuelto
hacia objetos más reales, ve con más perfección; y si por último, mostrándole cada
objeto a medida que pasa, se le obligase a fuerza de preguntas a decir qué es, ¿no
crees que se encontrará en un apuro, y que le parecerá más verdadero lo que veía
antes que lo que ahora le muestran?
-y si se le obliga a mirar la misma luz, ¿no se le dañarían los ojos? ¿No apartará su
mirada de ella para dirigirla a esas sombras que mira sin esfuerzo? ¿No creerá que
estas sombras son realmente más visibles que los objetos que le enseñan?
-Seguramente.
-Sus ojos deberán acostumbrarse poco a poco a esta región superior. Lo que más
fácilmente verá al principio serán las sombras, después las imágenes de los
hombres y de los demás objetos reflejadas en las aguas, y por último los objetos
mismos. De ahí dirigirá sus miradas al cielo, y soportará más fácilmente la vista del
cielo durante la noche, cuando contemple la luna y las estrellas, que durante el día
el sol y su resplandor.
-Así lo creo.
-Y creo que al fin podrá no sólo ver al sol reflejado en las aguas o en cualquier otra
parte, sino contemplarlo a él mismo en su verdadero asiento.
-Indudablemente.
-Ciertamente.
-No dudo que estaría dispuesto a sufrirlo todo antes que vivir como anteriormente.
-Imagina ahora que este hombre vuelva a la caverna y se siente en su antiguo lugar.
¿No se le quedarían los ojos como cegados por este paso súbito a la obscuridad?
-y si, mientras su vista aún está confusa, antes de que sus ojos se hayan acomodado
de nuevo a la obscuridad, tuviese que dar su opinión sobre estas sombras y discutir
sobre ellas con sus compañeros que no han abandonado el cautiverio, ¿no les daría
que reír? ¿No dirán que por haber subido al exterior ha perdido la vista, y no vale la
pena intentar la ascensión? Y si alguien intentase desatados y llevarlos allí, ¿no lo
matarían, si pudiesen cogerlo y matado?
Platón
1. Nombre las barreras que ha tenido que romper para estar en la posición que se
encuentras en el día de hoy.
Mundo Inteligible
Mundo Sensible
5. Describa los aspectos que considera nos mantienen encerrados como sociedad.
Estos personajes son en realidad las personas que no tienen el conocimiento de las
cosas y que se dejan guiar por la opinión y no por la razón.
de los sentidos, sino aquella que conocemos por la razón. En el desarrollo de esta
conocimiento, que podemos entender como otros tantos pasos hacia la purificación
Para lograr nuestras metas necesitamos descubrir el motivo de lo que nos detiene:
creencias subconscientes, pensamientos, miedos, hábitos, desorden. Si no
eliminamos esas creencias ni cambiamos esos hábitos, entonces no vamos a lograr
nuestras metas.
10. Compare la idea planteada en el texto con las actuaciones del hombre hoy en día.
Es curioso como esta visión que nos ofrece el mito de la caverna puede trasladarse
a la actualidad. Ese patrón que todos seguimos y por el que, si nos salimos de lo
dictado, empiezan a juzgarnos y a criticarnos.
Piensa que a muchas de nuestras verdades absolutas las hemos hecho nuestras
sin pararnos a cuestionarlas, sin plantearnos si de verdad el mundo está muy
cerca o muy lejos de ser así.
Por ejemplo, pensar que el error es un fracaso puede influir en que abandonemos
cualquier proyecto al primer contratiempo. Sin embargo, si no nos dejamos llevar
por esta idea, cultivaremos nuestra curiosidad y el error dejará de ser un demonio
cargado completamente de negatividad. Así, el cambio de perspectiva no solo
conseguirá que dejemos de temerlo, sino que cuando lo cometamos estaremos en
disposición de aprender de él.
El mito de la caverna nos presenta a la ignorancia como esa realidad que se vuelve
incómoda cuando empezamos a ser conscientes de su presencia. Ante la más
mínima posibilidad de que haya otra posible visión del mundo, la historia nos dice
que nuestra inercia nos empuja a derribarla por considerarla una amenaza para el
orden establecido.
Por nuestra condición humana quizá no podamos prescindir de ese mundo de las
sombras, pero sí podemos hacer un esfuerzo porque esas sombras cada vez
sean más nítidas. Quizás el mundo perfecto e icónico de las ideas sea una utopía
para nuestra naturaleza, sin embargo, eso no quiere decir que renunciar a nuestra
curiosidad sea mejor que rendirnos a la comodidad de quedarnos instalados en lo
que hoy sabemos (o pensamos que sabemos).
A medida que crecemos, las dudas, las incoherencias, las preguntas nos ayudan a
quitarnos esas vendas de los ojos que, en ocasiones, nos hacían la vida mucho
más difícil de lo que en realidad es.
Conclusión
Había leído el relato anterior hace un buen tiempo y Luego de leerlo varias veces
constantemente me cuestiono: ¿Es posible salir de la caverna?, ¿nos alejamos de
una para pasar a otra?, ¿puedo convertirme en mi propia caverna?, ¿puede qué, si
me aferro a una idea, signifique que esté también en una especie de gruta?,
¿aferrarme a un pensador o pensadora, es también estar encerrada?
Recuerdo que un profesor decía, y con mucha razón, que en filosofía hay que
aprender “el arte” de entrar en un filósofo o filósofa, pero también de escapar.
Pienso que, quizás, porque no estoy segura, en el único momento que podemos
sentirnos en el exterior es ese instante en que salimos para entrar a otra.
Platón con esta alegoría nos invita a escapar de nuestras creencias, de dejar de
aceptar que las cosas son así porque sí. Urge comenzar a salir de la de la caverna,
por ejemplo, del mal ejercicio político para empezar a exigir una nueva forma de
gobierno, sin corrupción, donde las autoridades estén comprometidas con el
bienestar general.