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LECCIONARIO

Misal de 1962
Texto en lengua vernácula de la Epístola y el Evangelio para la santa misa según el misal de 1962 tomado
de la Biblia de la Conferencia Episcopal Española 2010 para el cumplimiento del Artículo 3. § 3. del
Motu Proprio «Traditionis Custodes»: “En estas celebraciones las lecturas se proclamarán en lengua
vernácula, utilizando las traducciones de la Sagrada Escritura para uso litúrgico, aprobadas por las
respectivas Conferencias Episcopales.”

V DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

II clase, verde
EPÍSTOLA
Lección de la carta del Apóstol San Pedro.
1 Pedro 3, 8-15
Carísimos: Tened todos el mismo sentir, sed solidarios en el
sufrimiento, quereos como hermanos, tened un corazón
compasivo y sed humildes. No devolváis mal por mal, ni insulto
por insulto, sino al contrario, responded con una bendición,
porque para esto habéis sido llamados, para heredar una
bendición. Pues quien desee amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios de pronunciar falsedad;
apártese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella,
pues los ojos del Señor se fijan en los justos y sus oídos atienden
a sus ruegos; pero el Señor hace frente a los que practican el mal.
¿Quién os va a tratar mal si vuestro empeño es el bien? Pero si,
además, tuvierais que sufrir por causa de la justicia,
bienaventurados vosotros. Ahora bien, no les tengáis miedo ni os
amedrentéis. Más bien, glorificad a Cristo el Señor en vuestros
corazones.
EVANGELIO
Continuación del Santo Evangelio según San Mateo
Mateo 5, 20-24
En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: Os digo que si
vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no
entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los
antiguos: “No matarás”, y el que mate será reo de juicio. Pero yo
os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano
será procesado. Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá
que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “necio”, merece la
condena de la gehenna del fuego. Por tanto, si cuando vas a
presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que
tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar
y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve
a presentar tu ofrenda.
NOTA DEL EDITOR

Modos de proceder en la proclamación de las Lecciones del Misal de 1962

El Artículo 3. § 3. del Motu Proprio «Traditionis Custodes» dice: “En estas celebraciones las
lecturas se proclamarán en lengua vernácula, utilizando las traducciones de la Sagrada Escritura
para uso litúrgico, aprobadas por las respectivas Conferencias Episcopales.”

Antes es necesario recordar que:


1. En la misa solemne, la Epístola y el Evangelio cantados respectivamente por el
subdiácono y el diácono, ha de mantenerse en lengua latina y con las melodías propias
del Graduale Romanum.
2. En la misa cantada, no es obligatorio que el sacerdote cante la Epístola y el Evangelio.
3. En la misa rezada, el sacerdote lee la epístola y el evangelio como de costumbre.

Mientras no haya otra aclaración por la Sede Apostólica, puede procederse de los siguientes
modos, para el cumplimiento del actual Motu Proprio.
1. Como es costumbre en muchos lugares, hacer la lectura de las lecciones antes de
comenzar la homilía. Este modo es el más apropiado para guardar la identidad del Rito.
2. Leer o cantar las lecciones en latín como se describe en Ritus Servandus del Missale
Romanum, e inmediatamente “versus Deo” o “versus populum” proclamarlas en
castellano tanto en la misa rezada, como cantada como solemne. Sobre la orientación, es
necesario recordar que la primera función de la lección de la Palabra de Dios en la
liturgia no es la instrucción sino el culto de adoración y alabanza a Dios, por eso se hace
orientados hacia el altar y el Evangelio particularmente hacia el norte.
3. Leer el cuerpo del texto directamente en castellano “versus Deo” o “versus populum”,
leyendo antes el título en latín. Leer el título en latín sería lo más adecuado en el caso
del Evangelio, por el rito de la signación, de la incensación del libro y el ósculo.

Los ministros de las lecturas


1. En las misas solemnes, los ministros ordinarios son el subdiácono y el diácono;
2. En las misas cantadas y rezadas, el sacerdote celebrante.
3. Se permite en la misa cantada que un lector revestido de sotana y sobrepelliz cante la
Epístola.
4. Se permite que en las misas rezadas, un lector, preferiblemente revestido de sotana y
sobrepelliz pues es una acción litúrgica, lea el texto de la Epístola en lengua vernácula,
mientras el sacerdote la reza en latín o posteriormente a que este la haya rezado en latín
en voz clara.
5. Se permite que otro sacerdote asistente lea el Evangelio en lengua vernácula, mientras
el sacerdote la reza en latín o posteriormente a que este la haya rezado en latín en voz
clara.

Es importante impregnarse del sentido sacro que el misal de 1962 expresa en todas sus
ceremonias y rúbricas, y vigilar con cuidado la tentación del “activismo” litúrgico siempre
presente, teniendo en cuenta “la liturgia se "hace" para Dios y no para nosotros mismos.”

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