El perro del pelaje dorado

Habia una vez un matrimonio joven. Ellos vivían en una comunidad cerca a la playa.
Deseaban tener un hijo. Pasaba y pasaba el tiempo, la mujer no quedaba en estado. El
hombre y la mujer para no sentirse solos decidieron adoptar una perrita. La alimentaban
dándole toda clase de comida: sopa de hígado o verduras y legumbres. Su criansa
siempre fue dentro de la casa. Nunca la llevaron fuera de ella y no se cruzó con macho
alguno. Sin embargo, con el tiempo, apareció preñada. Y parió un perro con el pelaje de
color dorado, de piel suave y brillante. Apenas salio y ladro enérgicamente como un perro
adulto.

El cachorro aprendió a seguir a su dueña; iba tras ella, por todas partes y a todos lados. Y
ninguno solía caminar solo; ambos estaban juntos siempre. El cachorro olvidaba ah su
madre; sólo iba donde ella para mamar. Apenas la mujer salía de la casa, el cachorro la
seguía.

Cierto día, la mujer fue a la orilla de la playa a mirar los barcos como zarpan a lo lejos
junto al hombre. El cachorro los acompaño. El hombre se puso a recoger piedras bonitas
que encontró en una ladera próxima; se echó algunas al bolsillo y luego se dirigió a su
casa junto a ella. No se acordó de llamar al cachorro. Este se quedó en la orilla de la
playa mirando a las gaviotas como volaban y se sumergían atrapando peces.
Cuando estaba mirando a los alrededores, salió un lobo negro de un callejón. Estaba
encantado, era el demonio que tomaba esa figura. Entre ambos concertaron una pelea. El
lobo negro le dijo al cachorro.

-Ahora mismo tienes que decidir. Luchar y ganarme o huir para salvar al niño que lleva
esa mujer.
-¡Decide ahora mismo! Si no te arrastraré a lo mas profundo del mar cuando te atrape.
-¡Mi dueña nooo! –contesto el cachorro

El cachorro huyo buscando a su dueña por todas partes, sin dar con su paradero o su
casa, perdido y exhausto en un parque, el cachorro cae en el pasto del cansancio hasta
quedarse dormido.
Cuando el hombre llegó a su casa junto a su mujer, ella le preguntó:
-¿Dónde está nuestro cachorro?
-¿Dónde estará que no a venido con nosotros?
Sólo llegando a casa se dieron cuenta que el cachorro no había vuelto con ellos.
El Hombre salió de la casa a buscarlo por el camino que vinieron, por la playa y el parque.
Lo encontró en el parque acostado .
-¿Qué fue lo que hiciste, porque estas todo lastimado? ¡Tú dueña esta preocupada!
-Debiste regresar con nosotros y no quedarte mirando el mar – le dijo el hombre, muy
enojado.
El torito contestó:
¡Ay! ¿Por qué no me llevaste, dueño mío? ¡No sé qué va ah suceder con mi dueña,
tenemos que protegerla!
-¿Qué es lo que ha ocurrido? ¿Qué puede sucederle? – preguntó el hombre.
-Hasta hoy nomás caminaremos juntos dueño mío. Nuestro comun se va a separar.
-¿Por qué? ¿Por qué causa? –volvió a preguntar el hombre.
-Me he encontrado con un lobo, un demonio. Mañana no se que sucederá, proteger a mi
dueña debo y si es de encontrármelo de nuevo, tendré que luchar con el. Mis fuerzas no
pueden con las suyas. Hoy, él tiene un gran aliento a olor a sangre. ¡Dare mi vida para
protegerlos! –dijo el cachorro.
Al oír esto, el hombre lloró. Y cuando llegaron a casa, lloraron ambos, el hombre y su
mujer.
¡Ay mi cachorro! ¡Ay criatura! ¿Con qué vida, con qué alma nos vas ah de dejar, si eres
como el hijo que nunca pudimos tener?
Y de tanto llorar se quedaron dormidos.
Y así, al amanecer, salían los primeros rayos de sol al compás del sonido de las gaviotas
y olas chocando en las orillas, se levantó el cachorro, y se dirigió hacia la puerta del
cuarto de sus dueños, y les habló:

-Debo buscarlo y vencerlo.

¡No, no! ¡No te vayas! –le contestaron llorando
-tengo que hacer algo -contesto el cachorro

El cachorro salio en busca del lobo hacia al parque.

El hombre corrió, le dio alcance y se colgó de su cuello, lo abrazó fuertemente y dijo:

-¡Quedate nosotros nos protegeremos juntos como la familia que somos!

-No, mi dueño. Sería peor, les podría pasar algo, Quizás, de algún modo pueda vencerlo.
-¿Y cómo va ah ser nuestras vidas si tú no estas? –Decía y lloraba el dueño-.

En ese instante la dueña se acercaba cada vez mas ah donde estaban ellos.

-llegara alguien a remplazar mi lugar, algo que ustedes anelaban antes de mi llegada -dijo
el cachorro-
-Estas decidido, entonces ya no hay nada que hacer –dijo el hombre entre lagrimas- y se
quedó en el camino. El cachorro se marchó.

El dueño miró a lo lejos. El cachorro llegó al callejón; empezó a ladrar poderosamente;

pisaba fuerte el suelo y sus ladridos levantaban polvo en el aire. Así estuvo largo rato
ladrando y aventando tierra; solo en la entrada del callejon oscuro.
Y de la oscuridad salia una imponente figura; con cada paso estremecía el callejon, se
agitaba de un extremo a otro; hasta que salió hacia la luz, un lobo negro, grande, alto y
fuerte como las rocas. Con su imponente parada, se abalanzo velozmente hacia el
cachorro de pelaje dorado. Se encontraron y empezó la lucha.

Ya arriba, ya abajo, ya hacia el parque, ya hacia la pista, el cachorro luchaba; su pelaje

dorado se agitaba por la brisa de la playa. Pero el lobo negro lo empujaba, poco a poco, lo
empujaba hacia la orilla del mar.
El cachorro con sus pocas fuerzas resistía y un grito se escucha a lo lejos, que el
cachorro logra reconocer. Cuando el lobo iba a dar el golpe final, el cachorro logra ver a
su dueña acercándose, se percata que un carro iba a velocidad por donde iba a pasar. El
cachorro saca sus ultimas fuerzas para correr donde esta ella, llegando justo en el
momento, empujándola, llegando la a salvar. La mujer llora a gritos al ver a su pobre
cachorro.

Pasan los dias. El hombre y mujer, tristes siguieron criando a la madre del cachorro del
pelaje dorado con grandes cuidados, amándola mucho, con la esperanza de que
apareciera un cachorro igual al que perdieron, pasaron meses y la perrita permaneció
estéril, pero llego una noticia ya dicha por el cachorro.
Que llegaría alguien mas a la familia, que llenaría ese vacío que dejo el cachorro, pues la
mujer llega con buenas noticias, radiando una felicidad en su rosto dándole la nuevas al
hombre de que esta embarazada.