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“Este es el mejor y más equilibrado estudio del Día del

Señor que he leído. Michael Seewald sostiene que el Día


del Señor es algo deleitoso, encantador y hermoso. Lo más
importante es que Michael despierta en el lector el afecto,
aprecio y agradecimiento por el reposo que tenemos en
Cristo. Su equilibrada exposición del Día del Señor hará
que aquellos que aman a Cristo no solo esperen con ansias
la adoración del domingo, sino el gran Día del Señor en
el que descansaremos de nuestras labores para siempre”.
― Jeffrey D. Johnson,
pastor de la Grace Bible Church
y decano académico del
Grace Bible Theological Seminary,
Conway, Arkansas, EE. UU.

“La cuestión de la vigencia permanente de un reposo


sagrado semanal para el cristiano ha sido un tema
acaloradamente debatido. Lamentablemente, muchos
cristianos presuponen que el cuarto mandamiento ya no
es aplicable en el sentido de un día específico de la semana
para su observancia externa. Michael Seewald argumenta
lo contrario y su contribución es muy útil, amable,
sucinta, popular y equilibrada. Es lo suficientemente
exhaustiva como para ser convincente sin ser demasiado
académica o extensa para el cristiano común. Esta es,
quizás, su mayor fuerza y utilidad. Este es un gran libro
para dar a aquellos que están confundidos o inseguros y
también fortalecerá la convicción de aquellos que llaman
al Día del Señor una delicia. Este libro le ayudará a
entender la importante distinción {que existe} entre el
reposo sagrado administrado por el Antiguo Pacto con sus
leyes positivas Mosaicas acompañantes y el reposo
sagrado como ley natural ―y por tanto incluido en el
Decálogo— y también como ordenanza de la creación y
símbolo escatológico de nuestro descanso final. También
le ayudará a entender la base {el fundamento} para
observar el primer día de la semana, el Día del Señor,
como la aplicación que hace el Nuevo Pacto del cuarto
mandamiento”.
― Jeffery Smith,
pastor de la Emmanuel Baptist Church
en Coconut Creek, Florida, EE. UU.,
y autor de The Rich Man and Lazarus
{trad. no oficial: El rico y Lázaro}
y Preaching for Conversions
{trad. no oficial: Predicando para las conversiones}
www.legadobautistaconfesional.com
Anticipando el Reposo de Dios: Teología y Celebración del Día del Señor
Título original: Anticipating God´s Rest:
Subtítulo original: Theology and Celebration of the Lord’s Day
Autor: Michael Seewald
Copyright © 2020 por Michael Seewald. Todos los derechos
reservados.
Traducción al español por Taylor E. Walls.
Revisión (inglés-español) por Alaín J. Torres Hernández.
Revisión (uso del español) por Javier H. Martínez Pinto.
Lectura de prueba por Jorge A. Rodríguez Vega.
Diseño de portada por Jorge A. Rodríguez Vega.
Traducido y publicado por © Editorial Legado Bautista Confesional
(Santo Domingo – Ecuador, 2020)
Todos los derechos reservados. Debe obtenerse permiso escrito del
autor para usar o reproducir cualquier parte de este libro, excepto
breves citas en reseñas críticas o artículos.
Traducción de las Sagradas Escrituras: LA BIBLIA DE LAS
AMÉRICAS. Copyright ©1986, 1995, 1997. La Habra, CA: Editorial
Fundación, Casa Editorial para La Fundación Bíblica Lockman; a
menos que se indique otra versión.

ISBN 978-9942-8860-0-2
Clasificación Decimal Dewey: 230
Cristianismo Teología cristiana

Versión Digital / E-Book.


CONTENIDO

Introducción 9

1. La ley moral y la ley positiva 13

2. El Antiguo Pacto y el Nuevo Pacto 31

3. Una ordenanza de la creación 41

4. El reposo escatológico 53

5. Jesús es mejor 65

6. ¿Un día santo? 78

7. Un día deleitoso... 95

Apéndice: El camino del reposo 105

Bibliografía 135
INTRODUCCIÓN

El aprecio y la celebración del Día del Señor ha sido parte


del cristianismo desde sus primeros días. No solo unas
pocas sectas oscuras aquí y allá, sino que la gran mayoría
de los cristianos e iglesias han honrado el primer día de la
semana como un día particularmente reservado para la
adoración a Dios. Esta observancia del Día del Señor ha
permeado todas las ramas del cristianismo histórico.
Desde los días de los apóstoles, pasando por los padres de
la iglesia en sus primeros siglos, hasta el desarrollo de las
iglesias católica romana, ortodoxa y protestante, todas
han puesto énfasis en el primer día de la semana como un
día especial de adoración corporativa y actividad
espiritual. Esta creencia se encuentra en sus escritos,
tradiciones, declaraciones de fe y catecismos.
Pero en los tiempos modernos ha habido un declive en
la celebración del día del Señor entre los creyentes
profesos. Aunque la mayoría de los cristianos evangélicos
siguen yendo a la iglesia los domingos, la teología que
informa {instruye y regula} la práctica se ha perdido en
gran parte. Los nuevos principios de interpretación
bíblica que sostienen una marcada discontinuidad entre
el Antiguo y el Nuevo Testamento han jugado un papel

9
10 Introducción

en el declive del Día del Señor. La reunión de la Iglesia


los domingos es ahora una cuestión de conveniencia más
que de convicción. Esto ha llevado a muchos cristianos a
devaluar el día hasta tal punto que a menudo, las
compras, los deportes y la recreación desplazan la
adoración a Dios. Lo que los puritanos llamaban “el día
de mercado del alma” se ha convertido para muchos en
un simple día de mercado.
Sin embargo, en años más recientes, ha habido un
redescubrimiento y resurgimiento de la teología de la
Reforma Protestante entre los evangélicos, y los principios
de interpretación protestantes y reformados están
volviendo a ejercer influencia sobre muchos cristianos. Ha
habido un renovado interés en las antiguas normas
teológicas, como la Confesión de fe de Westminster o la
Confesión bautista de fe de Londres de 1689, las cuales contienen
fuertes declaraciones sobre la vigencia y aplicación del
reposo sagrado para los cristianos. Estas confesiones
enseñan una mayor continuidad entre el Antiguo y el
Nuevo Testamento en comparación con aquella a la que
la mayoría de los evangélicos se aferran, y el marco
interpretativo de la misma supone una continuación de la
ley moral desde el principio de la creación hasta el final
de la historia. Esto ha llevado a un mayor interés en el día
del Señor como el reposo sagrado cristiano entre muchos
en estas iglesias, pero también a mucho desacuerdo y
Anticipando el reposo de Dios 11

confusión sobre su vigencia permanente. Este desacuerdo


y confusión son comprensibles. Casi todos los cristianos
que reconocen el reposo sagrado estarían de acuerdo en
que como se expone en la ley de Moisés, con su rigurosa
aplicación externa que llega hasta prohibir la recolección
de leña y encender un fuego, hasta requerir la pena de
muerte para los transgresores, ha cambiado de alguna
manera. Incluso el día que se guarda es diferente, pasando
del séptimo día de la semana al primero en la observancia
cristiana, lo que es evidencia de un cambio consciente en
la aplicación del reposo sagrado del Antiguo Testamento
al Nuevo. Pero, cómo explicar el fundamento bíblico de
por qué hubo un cambio en el reposo sagrado, o incluso
{cómo explicar}1 si este sigue aplicándose, es una cuestión
teológica de enormes proporciones.

1 Nota del traductor: Los textos y/o caracteres {entre llaves}

son traducciones o aclaraciones para preservar la fidelidad al


significado del texto original. La etiqueta {trad. no oficial} indica
que la traducción que sigue a continuación pertenece a una
fuente que aún no está disponible en español; por tanto, puede
aparecer oficialmente con otro título o como parte de otras
obras en el futuro. En cambio, si el material citado ya ha sido
publicado en español en el momento en que se hace esta
traducción, se usará el título oficial precedido de la etiqueta
{título oficial}; y {nombre oficial} si se trata de una entidad. Por lo
general, la traducción del título de una fuente bibliográfica
aparecerá solo la primera vez que el autor la cite.
12 Introducción

Este breve libro es un esfuerzo para exponer una


teología bíblica de la vigencia permanente del reposo
sagrado y la aplicación que el Nuevo Pacto hace de dicha
teología como el Día del Señor para el pueblo de Dios.
Está pensado como un manual para introducir el tema
con la esperanza de que sea inducido a estudiar más a
fondo. Se alienta al lector a considerar cuidadosamente
cada capítulo en sucesión, ya que cada uno es la base de
los que le siguen para desarrollar esta tesis, aunque al
principio pueda parecer que no es particularmente
relevante para el tema. La doctrina del Día del Señor
abarca toda la Biblia, desde la creación hasta la
consumación, y espero que después de leer esto, sean
movidos a celebrarlo, ¡con entusiasmo y gozo!
1
LA LEY MORAL Y LA LEY POSITIVA

Para comenzar a dar sentido a la cuestión del reposo


sagrado, será útil empezar por examinar de manera
general el tema de la ley en las Escrituras. Si algo está
claro al leer la Biblia, es que la ley es un tema importante
en la Sagrada Escritura. Es un tema a lo largo del Antiguo
Testamento con los Diez Mandamientos siendo el
principio central del Pacto Mosaico.1 Además de los Diez
Mandamientos, hay muchas otras leyes dadas para casi
todos los detalles concebibles de la vida. Hay leyes
relativas a los sacrificios y festivales, leyes para el lavado y
la limpieza ceremonial, leyes relativas a lo que no se debe
comer, leyes sobre la vestimenta, el corte del vello facial,
la marcación del cuerpo, leyes que especifican los castigos
por delitos criminales, y muchas más.
Cuando llegamos al Nuevo Testamento, se hace
evidente que la venida de Cristo trajo un cambio en la
forma en que el pueblo de Dios se relaciona con Él.2
Vemos que el Antiguo Pacto o Pacto Mosaico fue

1 Pacto Mosaico y Antiguo Pacto se utilizan como sinónimos en


todo el libro.
2 Véase Gálatas, capítulos 3-5.

13
14 La ley moral y la ley positiva

reemplazado por el Nuevo Pacto instituido por Cristo. El


escritor de Hebreos nos dice claramente que el Antiguo
Pacto desaparece con la venida del Nuevo: “Cuando Él
dijo: Un nuevo pacto, hizo anticuado al primero; y lo que
se hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer”
(Heb. 8:13).
Allí dice que el Antiguo Pacto está caducando,
envejeciendo y desapareciendo. Esto nos deja con la
siguiente pregunta: ¿Qué debemos hacer con las leyes
dadas en el Antiguo Pacto? ¿Se desvanecen también?
Esta cuestión de cómo entender la ley tal como fue
dada en el Antiguo Pacto es una cuestión desconcertante.
Algunos creen que una ley debe ser repetida en el Nuevo
Testamento para que tenga vigencia para el pueblo de
Dios hoy en día. Otros parecen escoger aquí y allá qué
leyes son aplicables en la actualidad de manera arbitraria,
sin ninguna razón teológica aparente de por qué una ley
se aplica y otra no. Sin embargo, otros ven poca diferencia
entre el Antiguo y el Nuevo Pacto y tratan de aplicar todo
el código mosaico menos los sacrificios y las ceremonias.
Aunque muchos cristianos estarían de acuerdo en que
todavía tenemos una relación con la ley divina dada en el
Antiguo Testamento, cómo entender esa relación ha
resultado ser difícil. Lo que sigue es un argumento que
aboga por otra forma de entender la ley de Dios, y cómo
Anticipando el reposo de Dios 15

se aplica al cristiano. Esto nos ayudará a discernir cómo


tratar la cuestión del reposo sagrado.
Entonces, ¿cómo damos sentido a todas las diferentes
leyes, mandamientos, castigos y ceremonias que vemos en
las Escrituras del Antiguo Testamento? ¿Existen
principios por los que podamos discernir cómo las leyes
dadas en el Antiguo Testamento se aplican en esta edad
del Nuevo Testamento, o cuáles {de estas leyes} se
aplican, si es que hay alguna que se aplique?

La Ley Moral basada en el carácter de Dios


Volver al principio será fructífero para nuestra
comprensión. Es importante darse cuenta de que cuando
Dios creó a Adán y Eva, los hizo buenos. El bien, entre
otras cosas, se refiere al bien moral. Fueron creados a
imagen de Dios, y parte de lo que significa estar hecho a
imagen de Dios es que tenían una naturaleza moral, y esta
naturaleza moral era justa porque Dios es justo. Por lo
tanto, a Adán no se le tenía que ordenar todos los detalles
de la moralidad, porque él sabía instintivamente lo que
era justo. La Caída de Adán en el pecado no borró este
conocimiento de la justicia y los hombres todavía
reconocen el conocimiento de lo que es bueno incluso
después de la Caída.3 Aunque nuestra naturaleza ha sido

3 Louis Berkhof, Systematic Theology {título oficial: Teología


Sistemática} (Grand Rapids: Eerdmans, 1996), 204.
16 La ley moral y la ley positiva

corrompida, nuestra conciencia todavía da testimonio de


la justicia, pero no perfectamente a causa de nuestro
estado caído. El apóstol Pablo deja claro que incluso los
gentiles que no tenían la ley escrita que Dios dio a Israel
todavía conservan un conocimiento de la moralidad en
sus conciencias:
Porque cuando los gentiles, que no tienen la ley,
cumplen por instinto los [dictados] de la ley, ellos, no
teniendo la ley, son una ley para sí mismos, ya que
muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, su
conciencia dando testimonio, y sus pensamientos
acusándolos unas veces y otras defendiéndolos…
(Rom. 2:14, 15)

Esta naturaleza moral que todos poseemos es testigo de


esta ley moral universal a la que todos los hombres están
sujetos. Como la conciencia es natural para todos los
hombres, la moral que atestigua se conoce también como
ley natural, que es solo otra forma de decir ley moral. Pero
Dios no dejó a los hombres caídos andando solo con la ley
natural basada en la revelación general en sus conciencias.
Puesto que la Caída en el pecado afectó al hombre en todo
su ser, incluida su conciencia, Dios se ha revelado a sí
mismo y ha revelado Su voluntad para con los hombres
mediante una revelación especial y la ha registrado
infaliblemente para todas las generaciones en las Santas
Anticipando el reposo de Dios 17

Escrituras.4 Así que la Biblia deja claro lo que ha sido


nublado por el pecado. Ahora tenemos un doble
testimonio de moralidad: la conciencia y la Escritura.
Ahora bien, estas leyes morales no están sujetas a
cambios porque tienen como base el carácter y los
atributos mismos de Dios. Como Dios no cambia, lo que
es correcto no cambia. El apóstol Pablo, al escribir a Tito,
se refirió al carácter inmutable de Dios en cuanto a la
veracidad:
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo,
conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno
conocimiento de la verdad que es según la piedad,
con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que
no miente, prometió desde los tiempos eternos...
(Tit. 1:1, 2)
Quiero llamar la atención sobre la frase “Dios, que no
miente”. Vemos que la mentira es algo que se opone a la
naturaleza misma de Dios. Entonces, las leyes de Dios
sobre la veracidad, basadas en su carácter inmutable, no
pueden cambiar sin un cambio en Dios, lo cual es
imposible.5 Por lo tanto, todas las leyes que Dios da en
cualquier parte de las Escrituras, en cualquiera de Sus

4 Salmo 12:6, 7, Confesión bautista de Londres de 1689,


Capítulo 1, Sección 1.
5 Malaquías 3:6, Hebreos 1:11,12, Santiago 1:17.
18 La ley moral y la ley positiva

pactos con los hombres que se basan en Su carácter


inmutable, en lo que se refiere a Sus propósitos para este
mundo, son leyes morales y no están sujetas a cambio.6

¿Qué es la ley positiva?


Si prestamos atención a los mandamientos de Dios en las
Escrituras, vemos otro tipo de ley que no es intrínseca a la
justicia y solo sirve para un propósito temporal en el plan
de Dios en este mundo. Estas leyes no son naturales para
nosotros. En otras palabras, no podríamos tener
conocimiento de ellas sin la revelación especial de Dios. A
menudo, la teología se refiere a este tipo de ley como ley
positiva7. El primer ejemplo de ley positiva que vemos en
la Biblia es cuando Dios ordenó a Adán que no comiera
de un árbol en particular en el Huerto del Edén. Era un
árbol frutal y tenía buenos frutos. La fruta era una de las
cosas que Dios había creado para que Adán comiera. No
había nada en la naturaleza de Adán que le informara que
no debía comer de este árbol. Lo que hizo que comer de
este árbol fuera un pecado fue solo el hecho de que Dios
dio a Adán una orden positiva de no comer de dicho árbol.

6 Louis Berkhof, Systematic Theology (Grand Rapids: Eerdmans,

1996), 614.
7 Richard C. Barcellos, Getting the Garden Right: The work of

Adam and the Rest of God in light of Christ {trad. no oficial:


Entendiendo el huerto correctamente: La obra de Adán y el reposo de Dios a
la luz de Cristo} (Cape Coral, FL: Founder's Press, 2017), 104.
Anticipando el reposo de Dios 19

Sin embargo, Adán habría sabido en su conciencia que


cometer violencia contra Eva y asesinarla estaría mal. Este
ejemplo resalta la diferencia entre la ley moral y la ley
positiva.
Estas categorías no son arbitrarias, ya que la propia
Escritura hace esta distinción muchas veces. Tenemos un
claro ejemplo de esto cuando el escritor de Hebreos, al
explicar cómo Cristo puede ser nuestro sumo sacerdote
aunque provenga de una tribu de la cual nadie podía ser
sacerdote en el Pacto Mosaico, habló de un cambio de la
ley: “Porque cuando se cambia el sacerdocio,
necesariamente ocurre también un cambio de la ley”
(Heb. 7:12) ―y continúa diciendo— “Porque
ciertamente, queda anulado el mandamiento anterior por
ser débil e inútil” (Heb. 7:18).
Para nuestros propósitos, lo que es importante notar en
este texto es que algunos mandamientos que Dios dio no
tenían la intención de ser permanentes, sino que fueron
dados en un contexto específico y estaban sujetos a
cambios a discreción de Dios. Pueden cambiar porque no
son de naturaleza moral. Cuando el propósito de Dios
para estos se cumplió, abrogó la obligación de guardarlos.
Ejemplos de estas leyes que cumplieron su propósito y que
ahora han sido abrogadas son las leyes positivas que
pertenecen específicamente al Pacto Mosaico. Algunas de
estas son el sacerdocio levítico y el sistema de adoración
20 La ley moral y la ley positiva

que Moisés estableció para Israel bajo la dirección de


Dios, incluyendo el sistema de sacrificios, los días festivos,
la limpieza ceremonial, la mezcla de telas y semillas, etc.
Hay otros mandamientos contenidos en el Pacto Mosaico
que sí contienen instrucción moral y, sin embargo, no son
vinculantes en la forma en que se dan. Por ejemplo, las
leyes civiles o judiciales que regulaban la vida del israelita
en la tierra de Canaán, aunque contienen muchas
instrucciones morales, han pasado como código civil
porque muchas de sus instrucciones solo se aplican
específicamente a su situación y relación como pueblo de
Dios, y formaba parte de un pacto que tenía un propósito
diferente del que tenemos ahora. No obstante, la equidad
general o los principios morales contenidos en el código
civil y en cualquiera de las leyes Mosaicas son
abarcadores, instructivos y, en la medida en que son de
naturaleza moral, siguen teniendo una aplicación legítima
y autoritativa.8

8 1 Corintios 9:8-14 y 1 Timoteo 5:17, 18 son un ejemplo de

cómo Pablo extrae el principio moral de una de las leyes civiles


de Israel, y lo aplica con autoridad a la situación de ellos en
aquel momento. Véase también la Confesión de fe de
Westminster, Capítulo 19, Sección 4.
Anticipando el reposo de Dios 21

El Pacto Mosaico fue anulado, pero la Ley Moral


sigue vigente
Una verdad vital que la Escritura enseña es que todo el
sistema mediado por Moisés ha pasado como pacto desde la
muerte de Cristo, y ya no tiene que ver con el pueblo de
Dios que ahora está sujeto al Nuevo Pacto. El propio
Antiguo Testamento profetiza sobre esto mismo:
He aquí, vienen días ―declara el SEÑOR— en que
haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un
nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus
padres el día que los tomé de la mano para sacarlos
de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron,
aunque fui un esposo para ellos ―declara el
SEÑOR; porque este es el pacto que haré con la casa
de Israel después de aquellos días ―declara el
SEÑOR—. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus
corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán
mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno
a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo:
“Conoce al SEÑOR”, porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande ―
declara el SEÑOR— pues perdonaré su maldad, y
no recordaré más su pecado. (Jer. 31:31-34)

Esta profecía enseña que vendría un día en el que se


establecería un nuevo pacto con el pueblo de Dios en
22 La ley moral y la ley positiva

lugar del antiguo. La naturaleza de este nuevo pacto sería


diferente de la del antiguo. Observe cómo Jeremías dice
que este nuevo pacto no sería “como el pacto que hice
[Dios] con sus padres” (Corchetes añadidos). Se
caracteriza por ser un pacto marcado por la gracia y el
perdón, y en el que todos sus miembros conocen al Señor.
La membresía en el Pacto Mosaico fue en virtud del
nacimiento físico en la nación de Israel y la circuncisión.
Muchos, si no la mayoría de los israelitas, no conocían al
Señor, pero aun así eran considerados como el pueblo de
Dios como nación. Pero al Nuevo Pacto se entra por el
renacimiento sobrenatural y la fe. Solo los verdaderos
creyentes son contados entre sus miembros. Cito de nuevo
Hebreos 8:13 donde el escritor, comentando este pasaje
de Jeremías, declaró: “Cuando Él dijo: Un nuevo [pacto],
hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y
envejece, está próximo a desaparecer” (Heb. 8:13).
Sin embargo, lo que hay que reconocer es que
mientras el Pacto Mosaico se ha desvanecido con todas
sus leyes positivas, la ley moral sigue siendo tan
autoritativa como siempre. De hecho, Jeremías 33:33 dice
que Dios pondrá su ley en los corazones de los miembros
del Nuevo Pacto. No como si todos los hombres no
tuvieran ya conocimiento de la ley de Dios en su
conciencia, sino que Su ley estará en sus corazones como
algo que desean porque su propia naturaleza ha
Anticipando el reposo de Dios 23

cambiado. Conocerán al Señor y se orientarán hacia Él.


Por eso es importante distinguir entre la ley moral y la ley
positiva; si no distinguiéramos, y la ley moral
desapareciera con el Antiguo Pacto, entonces nos
quedaríamos sin toda la dirección moral contenida en el
Antiguo Testamento. No solo eso, sino que haría que Dios
tuviera doble ánimo si prometiera poner Su ley en
nuestros corazones solo para despojarnos de ella después.
¡Qué tragedia si se nos negara tan rico tesoro de sabiduría
e instrucción!

¿Es el reposo sagrado una ley moral o una ley


positiva?
Ahora, esta es la pregunta que surge naturalmente: ¿es el
reposo sagrado un mandamiento moral o un
mandamiento positivo? Propongo que el reposo sagrado
es un mandamiento moral, con estipulaciones positivas
que difieren según el pacto al que se refiera. Esta idea de
que el reposo es moral con estipulaciones positivas no es
una postura sui géneris, sino una que es articulada en las
grandes confesiones del siglo XVII, la Confesión de Fe de
Westminster, la Declaración de Saboya, y la Confesión
bautista de fe de Londres de 1689, mostrando la unidad
de los presbiterianos, congregacionalistas y bautistas
particulares de la época en relación con este asunto. El
texto fue tomado de la Confesión de Westminster y
aparece en la Confesión Bautista de Londres de 1689:
24 La ley moral y la ley positiva

Así como es la ley de la naturaleza que, en general,


una proporción de tiempo, por designio de Dios, sea
apartada para la adoración a Dios, así por Su
Palabra, con un mandamiento positivo, moral y
perpetuo que obliga a todos los hombres en todas las
edades {épocas}, Dios ha señalado particularmente
un día de cada siete para un reposo {sagrado}, para
que sea guardado santo para Él; el cual, desde el
principio del mundo hasta la resurrección de Cristo,
fue el último día de la semana, y desde la resurrección
de Cristo fue cambiado al primer día de la semana,
que es llamado el Día del Señor; y debe continuar
{siendo guardado} hasta el fin del mundo como el
Reposo Sagrado cristiano, habiéndose abolido la
observancia del último día de la semana.9

Nótese que llaman al reposo sagrado una ley de la


naturaleza indicando que creen que es parte de la ley
moral. Podemos esperar que si los artífices de esta
confesión están en lo correcto, y el reposo sagrado es una
ley moral, entonces habrá algún conocimiento de esto en
la conciencia que debería evidenciarse por la forma en
que la gente ordena sus vidas. Lo que se puede saber

9 Confesión Bautista de Londres de 1689, Capítulo 22,

Párrafo 7. Nota del traductor: Cursivas en los originales de la


Confesión.
Anticipando el reposo de Dios 25

naturalmente sobre el reposo sagrado es que hay que


apartar tiempo para el descanso y la adoración a Dios.
Hay abundante evidencia histórica de que muchas
culturas antiguas observaban algún tipo de ciclo semanal
con días festivos {lit. días santos} para la adoración y el
descanso. Entre ellos están los babilonios, griegos y
romanos de la antigüedad. Esta es la confirmación de que
el principio del reposo sagrado está en la conciencia, y
estas culturas se conformaron de alguna manera a ese
conocimiento. Considere esta cita tomada de {trad. no
oficial} El anticuario estadounidense y revista académica oriental10
sobre el reposo sagrado babilónico:
Al parecer, no hay duda de que los días 7 y 15 del
mes eran períodos lunares y se referían a la historia
semítico–babilónica de la creación. La quinta tabla
describe cómo Merodac {Jer. 50:2} ordenó los
cuerpos celestes y fijó la trayectoria y las fases de la
Luna. La razón de la selección del decimoquinto día
como el reposo sagrado de los babilonios puede
explicarse porque la Luna “reposa” como luna llena
a mediados del mes, y el “Día de reposo del corazón”
habría sido un “día de reposo a mediados del mes”.
La palabra asirio–babilónica para reposo sagrado (a
saber: Sabattu), es conocida; y la explicación “dio

10 Nota del traductor: El título original es The American


Antiquarian and Oriental Journal.
26 La ley moral y la ley positiva

descanso {reposo} al corazón”, ha sido


frecuentemente citada. El Sr. Theopholis G. Pinches
tiene un artículo en las {trad. no oficial} “Actas de la
Sociedad de Arqueología Bíblica”,11 del 10 de
febrero de 1904, sobre este tema. Dice que se ha
suscitado un debate considerable como consecuencia
de ello. De los comentarios del Prof. Delitzsch sobre
el reposo sagrado en Babilonia, parecerá que los
sumeroacadios contaron sus días de uno a treinta de
forma lineal, como también lo hicieron los babilonios
después de ellos. “El séptimo, el decimocuarto, el
vigésimo primero y el vigésimo octavo día eran días
de ayuno de Merodac. El pastor del gran pueblo no
comerá carne cocida al fuego, no cambiará la
vestimenta de su cuerpo, no se vestirá de blanco, no
hará ofrendas. El rey no montará en su carro, la
sacerdotisa no declarará una decisión divina, un
vidente no hará un oráculo en un lugar secreto. El
médico no pondrá su mano sobre un enfermo: el día
no es apropiado para hacer negocios. El rey traerá su
ofrenda por la noche, hará un sacrificio ante
Merodac e Istar: su oración es aceptable para Dios.12

11 Nota del traductor: El título original es “Proceedings of

the Society of Biblical Archeology”.


12 Kinnaman, J. O., Peet, S. D. (Stephen Denison) The

American Antiquarian and Oriental Journal {trad. no oficial: El


anticuario estadounidense y revista académica oriental}. (Chicago:
Jameson & Morse, 1908), 181.
Anticipando el reposo de Dios 27

Aunque no podemos saber con certeza cómo o cuándo


comenzó esta práctica entre los antiguos babilonios, no
hay duda de que su reposo sagrado incluía tanto el
concepto de descanso como el de adoración, lo cual da
crédito a la idea de que este principio del reposo sagrado
da testimonio en la conciencia de los hombres y da
evidencia en sí mismo de ser parte de la ley natural o
moral.
Volvamos a la cita de la Confesión bautista de Londres
de 1689. Prosigue diciendo que este principio del reposo
sagrado fue específicamente enunciado en las Escrituras
como “un mandamiento positivo, moral y perpetuo”. Los
escritores de la Confesión creían que era una ley natural
y moral, en parte porque es incorporada en la creación
por el propio modelo de Dios de trabajar seis días y
reposar uno; por lo tanto, es una ordenanza de la creación;13
y por el lugar que ocupa entre los Diez Mandamientos,
los cuales ―creían los autores de la Confesión que— eran
una expresión de la ley moral. Creían que era una ley
positiva en la cual Dios especificaba un día y una manera
particular en la que este debía ser guardado en el Pacto
Mosaico, y que Dios había cambiado el día de reposo

13 El concepto de ordenanzas de la creación es analizado en el


capítulo 3.
28 La ley moral y la ley positiva

sagrado y la manera de guardarlo para el pueblo de Dios


en el Nuevo Pacto.14
Ahora, volvamos nuestra atención a los Diez
Mandamientos y su lugar en la ley de Dios. El reposo
sagrado aparece en los Diez Mandamientos como el
cuarto mandamiento, y estos fueron grabados en piedra
por el mismo dedo de Dios y entregados a Moisés como
la ley fundacional del Antiguo Pacto. Es significativo que
Dios distinguiera estos Diez Mandamientos
escribiéndolos personalmente, a diferencia de todas las
demás revelaciones que dio a los hombres. Aunque dio
estos mandamientos como el documento principal del
Pacto Mosaico, está claro al leerlos que estos Diez
Mandamientos se destacan como un resumen cohesivo de
toda la ley.
Incluso las leyes positivas, tanto del Antiguo como del
Nuevo Testamento, encuentran lugar bajo estos grandes
mandamientos como aplicaciones o respuestas a las
transgresiones. Por ejemplo, el segundo mandamiento de
no hacerse imágenes esculpidas o talladas ni adorar a Dios
por medio de estas enseña cómo no debemos adorar a
Dios.15 Este mandamiento está enunciado en forma

14 Samuel E. Waldron A Modern Exposition of the 1689 Baptist

Confession of Faith {título oficial: Exposición de la Confesión bautista


de fe de 1689} (Darlington: Evangelical Press, 2013), 336-337.
15 Éxodo 20:4, 5.
Anticipando el reposo de Dios 29

negativa, pero implica un deber moral de adorar a Dios y


solo en la forma que Él mismo especifica.16 La forma de
adoración bajo el Antiguo Pacto parece diferente de la
forma de adoración bajo el Nuevo Pacto, pero este
mandamiento se aplica a ambas {formas de adoración}.
Las leyes positivas de la adoración del Antiguo
Testamento, como son: el sacerdocio levítico, los
sacrificios de animales, los lavados especiales, etc. miran
hacia atrás al segundo mandamiento como su base, al
igual que el bautismo y la cena del Señor son leyes
positivas del Nuevo Pacto que también tienen el segundo
mandamiento como su base moral. El segundo
mandamiento implica el principio regulador de la
adoración, y la forma de adoración en cada Testamento
luce diferente conforme al propio designio de Dios.
Lo mismo ocurre con el cuarto mandamiento. El
principio del reposo sagrado es una ley moral. Hay que
apartar tiempo para descansar de nuestro trabajo y
adorar a Dios. Aunque los mandamientos positivos del día
de reposo y la manera de honrarlo difieren bajo el Pacto
Mosaico y bajo el Nuevo Pacto, aun así, hay un requisito
moral en el que ambos encuentran su origen.
Analizaremos la base moral del reposo sagrado con más
detalle posteriormente, pero vale la pena señalar ahora,

16 Levítico10:1, 2. Este pasaje ilustra el principio de que


aquello que no se ordena en la adoración a Dios, está prohibido.
30 La ley moral y la ley positiva

que el principio del reposo sagrado fue introducido por el


ejemplo divino en la misma creación del mundo como
una verdad fundamental, y solo porque Dios añadió
mandamientos positivos y un castigo en el Pacto Mosaico
no significa que el principio del reposo sagrado
desaparezca bajo el Nuevo Pacto.
En resumen, los dos principios que nos ayudan a
discernir qué hacer con las leyes dadas en el Antiguo
Pacto son: (1) que el Pacto Mosaico ha pasado y los
cristianos están ahora bajo el Nuevo Pacto, y (2) porque el
Pacto de Moisés ha pasado, solo las leyes morales del
Antiguo Pacto (que no cambian) son vinculantes para los
miembros del Nuevo Pacto. En el próximo capítulo,
desarrollaré las diferencias {que existen} entre los pactos.
2
EL ANTIGUO PACTO Y
EL NUEVO PACTO

Será útil entender qué es el reposo sagrado en el Nuevo


Pacto, contrastando la naturaleza del Antiguo Pacto o
Pacto Mosaico con el Nuevo Pacto que mencioné
brevemente en el primer capítulo. Cité Jeremías 31:31-34
para establecer que el Nuevo Pacto tenía un carácter
diferente del Antiguo Pacto. Hice hincapié en que el
Nuevo Pacto era, en palabras de Jeremías: “no como el
pacto que hice [dice Dios] con sus padres” (corchetes
añadidos).
Veamos cómo la Escritura caracteriza los principales
atributos y el propósito de los respectivos pactos. El
Antiguo tenía la intención de enfatizar la santidad y el
juicio de Dios sobre el pecado, y el Nuevo enfatizar la
gracia de Dios en el perdón por medio de Cristo.
Podríamos decir que la ley era la idea central del Pacto
Mosaico.1 Reiteraba lo que Dios había hecho saber a

1 Jeffrey D. Johnson, The Fatal Flaw of the Theology Behind Infant


Baptism {título oficial: El defecto fatal de la teología que está detrás del
bautismo de infantes} (Conway, AR: Free Grace Press, 2010), 78.
31
32 El Antiguo y el Nuevo Pacto

Adán en el Huerto del Edén, que la violación de la ley


significaba la muerte.2 Juan testifica de esta diferencia
entre los pactos cuando dijo, “Porque la ley fue dada por
medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas
realidad por medio de Jesucristo”.3 El apóstol Pablo
también resalta esta diferencia cuando compara los dos
pactos:
Y si el ministerio de muerte grabado con letras en
piedras fue con gloria [...] ¿cómo no será aún con más
gloria el ministerio del Espíritu? Porque si el
ministerio de condenación tiene gloria, mucho más
abunda en gloria el ministerio de justicia.
(2 Cor. 3:7a-9)

Note que el Pacto Mosaico es representado como un


“ministerio de muerte” y de “condenación”. El hecho de
que sea un ministerio de muerte se debe solo al hecho de
que el pacto fue quebrantado. No hay ningún defecto en
el Antiguo Pacto en sí, solo en el pueblo del pacto que no
pudo guardarlo, y se vio sujeto a su maldición. El escritor
de Hebreos señala que el defecto del Antiguo Testamento
consistía en el pueblo del pacto:
Pero ahora Él ha obtenido un ministerio tanto
mejor, por cuanto es también el mediador de un

2 Ibid. 70.
3 Juan 1:17.
Anticipando el reposo de Dios 33

mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.


Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto,
no se hubiera buscado lugar para el segundo.
Porque reprochándolos, Él dice: MIRAD QUE
VIENEN DÍAS, DICE EL SEÑOR, EN QUE
ESTABLECERÉ UN NUEVO PACTO CON
LA CASA DE ISRAEL Y CON LA CASA DE
JUDÁ. (Heb. 8:6-8)

Pero Dios no se equivocó al instituir el Pacto Mosaico.


Uno de sus propósitos centrales era hacer que la gente
viera claramente su pecado y su culpabilidad para que
perdieran toda esperanza de justificación por la
observancia de estas regulaciones.4 Los sacrificios de
animales estaban destinados a mostrar la naturaleza de la
expiación sustitutiva, que si iban a vivir delante de Dios
necesitaban que un inocente tomara su pecado y sufriera
su castigo para morir en su lugar. La ley enfatiza la
necesidad de expiación y muestra de qué manera se
lograría dicha expiación. Era para preparar al pueblo
para el verdadero Sacrificio, el Cordero de Dios que debía
quitar el pecado del mundo. Debía llevarlos de la mano a
Cristo, quien fue el único que cumplió la ley en todos sus
detalles, para que Él pudiera liberarlos vicariamente de su

4 John Calvin, Institutes of the Christian Religion {título oficial:

Institución de la religión cristiana} (Louisville, Londres: Westminster


John Knox Press, 2006), 353-358.
34 El Antiguo y el Nuevo Pacto

maldición. Mire cómo Pablo enseña este propósito de la


ley:
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, lo dice a
los que están bajo la ley, para que toda boca se calle
y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios;
porque por las obras de la ley ningún ser humano
será justificado delante de Él; pues por medio de la
ley viene el conocimiento del pecado. Pero ahora,
aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido
manifestada, atestiguada por la ley y los profetas; es
decir, la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay
distinción. (Rom. 3:19-22)

Pablo dice a los gálatas que el Antiguo Pacto estaba


destinado a llevarlos a Cristo donde podrían encontrar la
expiación que la ley no podía dar, pero era la expiación a
la que la ley apuntaba:
Y antes de venir la fe [el Nuevo Pacto], estábamos
encerrados bajo la ley [el Antiguo Pacto], confinados
para la fe que había de ser revelada. De manera que
la ley ha venido a ser nuestro ayo para conducirnos a
Cristo, a fin de que seamos justificados por la fe. Pero
ahora que ha venido la fe, ya no estamos bajo ayo.
(Gál. 3:23-25)5

5 Corchetes añadidos.
Anticipando el reposo de Dios 35

Y así vemos la naturaleza temporal y didáctica del


Pacto Mosaico. Esta naturaleza temporal del Antiguo
Pacto es resaltada de nuevo por Pablo en su carta a los
Gálatas:
Digo, pues: Mientras el heredero es menor de
edad, en nada es diferente del siervo, aunque sea el
dueño de todo, sino que está bajo guardianes y
tutores hasta la edad señalada por el padre. Así
también nosotros, mientras éramos niños,
estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas
elementales del mundo. Pero cuando vino la
plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido
de mujer, nacido bajo la ley, a fin de que redimiera
a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos
la adopción de hijos. Y porque sois hijos, Dios ha
enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones,
clamando: ¡Abba! ¡Padre! Por tanto, ya no eres
siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por
medio de Dios. (Gál. 4:1-7)
Aquí Pablo caracteriza al pueblo del Antiguo Pacto
como niños que están bajo tutores y gobernantes, que
están en esclavitud como servidores de los elementos o
principios elementales del mundo. Él intenta comunicar
que la servidumbre con la que estaban sometidos a la ley,
con sus amenazas de muerte, y la detallada y estricta
observancia de las cosas elementales, era apropiada para
ellos porque eran como niños que necesitaban disciplina.
36 El Antiguo y el Nuevo Pacto

La libertad del Nuevo Pacto


Es vital que entendamos que, bajo el Nuevo Pacto, ya no
somos niños y ya no estamos atados a las restricciones de
la ley positiva del Antiguo Pacto. Note que el versículo 3
dice: “...mientras éramos niños, [el pueblo del Antiguo
Pacto] estábamos sujetos a servidumbre bajo las cosas
elementales del mundo”. Esto implica que ya no son niños
en este sentido y ya no están en esclavitud
{lit. servidumbre} a las cosas elementales. Lea el
comentario de John Gill acerca de Gálatas 4:3 con
respecto a lo que significa estar en servidumbre:
...no obstante, mientras estaban bajo las instrucciones
y la disciplina de la ley como ayo, estaban en servidumbre;
no refiriéndose a su servidumbre en Egipto, ni en los
varios cautiverios a los que fueron llevados por sus
vecinos; ni a la servidumbre {esclavitud} del pecado y
de Satanás, común a todos los hombres en estado
natural; sino a la servidumbre que la ley generaba
naturalmente, a la cual los condujo, los indujo, y en la
cual los mantuvo, a través de sus sanciones y castigos;
pues, por temor a la muerte, estaban bajo una
disposición servil, y estuvieron toda su vida sujetos a la
servidumbre; llevaban un yugo de servidumbre sobre
sus cuellos, y estaban bajo un espíritu de servidumbre
al temor; eran como niños estrechamente vinculados
a la escuela para aprender sus letras, tomar sus
Anticipando el reposo de Dios 37

lecciones, y realizar sus tareas; y, si no, recibir la


debida corrección, lo que los mantenía en continuo
temor y servidumbre.6

Así que la disciplina y la forma del Antiguo Pacto tenía


un propósito instructivo y preparatorio bajo aquella
dispensación; pero, bajo el Nuevo Pacto entramos en las
realidades de esas sombras, y el yugo de servidumbre ha
sido quitado. Debemos tener cuidado para diferenciar la
cáscara del grano. ¿Cuál era la servidumbre del Antiguo
Pacto? Fueron las formas externas erigidas para ellos, las
que finalmente señalaron la fe que había de venir. La
circuncisión, los lavados, los sacrificios y todos los
minuciosos detalles externos para significar la santidad
eran una gran carga. Estas cosas no podían hacer santos
a quienes las guardaban, simplemente significaban que la
santidad perfecta era el único camino hacia la presencia
de Dios. El pueblo de Israel se halló incapaz de alcanzar
esta santidad y fue finalmente expulsado de la tierra
prometida. En última instancia, todas estas leyes positivas
externas debían encontrar su cumplimiento en Jesucristo
como el antitipo al que todas apuntaban.

6 John Gill, Exposition of the Old and New Testaments {trad. no

oficial: Exposición del Antiguo y Nuevo Testamento}Vol. 9 (Paris


{París}, AR {Arkansas}: The Baptist Standard Bearer, Inc.
2006), 27.
38 El Antiguo y el Nuevo Pacto

Lo que esto significa con respecto al reposo sagrado es


que no estamos bajo dicho reposo en la forma Mosaica
con sus minuciosas prohibiciones, incluso de la
recolección de palos y el encendido de un fuego. Su
amenaza de muerte era apropiada para ellos mientras
estaban en servidumbre a las cosas elementales, pero
hemos sido introducidos en la libertad de los hijos de Dios.
Pedro advirtió a los judaizantes que no pusieran el yugo
del Pacto Mosaico en los cuellos de los creyentes
cristianos: “¿por qué tentáis a Dios poniendo sobre el
cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni
nosotros hemos podido llevar?” (Hch. 15:10).
Pablo nos instruye: “Para libertad fue que Cristo nos
hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os
sometáis otra vez al yugo de esclavitud” (Gál. 5:1).
La esclavitud del Antiguo Pacto encontró su máxima
expresión en sus maldiciones y la amenaza de muerte para
los transgresores.7 Se puede resumir en las palabras de
Moisés: “‘Maldito el que no confirme las palabras de esta
ley, poniéndolas por obra’...” (Deu. 27:26).
Pero Cristo ha abolido la maldición de la ley para los
creyentes: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley,
habiéndose hecho maldición por nosotros (porque escrito

7 Jeffrey
D. Johnson, The Fatal Flaw of the Theology Behind Infant
Baptism (Conway: Free Grace Press, 2010), 71-73.
Anticipando el reposo de Dios 39

está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN


MADERO)” (Gál. 3:13).
Ahora tenemos acceso a Dios por medio de Cristo,
quien llevó todas las maldiciones de la ley en nuestro
lugar, colocándonos en un nuevo pacto con Dios marcado
por la gracia, el perdón y el poder. El escritor de Hebreos
enfatiza la ventaja del Nuevo Pacto, mediante el cual
podemos acercarnos a Dios con confianza porque la
maldición es quitada por la muerte de Cristo, y Él está
ahora como nuestro Sumo Sacerdote intercediendo por
nosotros:
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza
para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de
Jesús, por un camino nuevo y vivo que El inauguró
para nosotros por medio del velo, es decir, su carne,
y puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la
casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero,
en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro
corazón purificado de mala conciencia y nuestro
cuerpo lavado con agua pura. Mantengamos firme
la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque
fiel es el que prometió. (Heb. 10:19-23)
Es esta diferenciación entre el Antiguo y el Nuevo
Pacto y sus distintos propósitos lo que ayuda a
comprender adecuadamente el reposo sagrado, tal como
40 El Antiguo y el Nuevo Pacto

se aplica en esta edad de cumplimiento bajo Cristo en


lugar de Moisés. Esto será especialmente relevante
cuando apliquemos la doctrina del reposo sagrado en el
capítulo 7.
3
UNA ORDENANZA DE LA CREACIÓN

En este capítulo, deseo enfocarme en la evidencia bíblica


de que el reposo sagrado es una ley moral. Desde el
principio, Dios estableció ciertas verdades fundamentales
que deben ser recordadas y guardadas por todos los
hombres ―verdades que sirven de estándares o normas
autoritativas, en virtud del propio propósito de Dios en la
creación del mundo.
Por ejemplo, una de estas verdades establecida en la
creación del mundo como un estándar y principio
permanente fue el matrimonio. Es una institución creada
por Dios desde el principio cuando creó a Eva de Adán y
los unió como marido y mujer. Solo en los lazos de esta
unión Dios bendice la unión física del hombre y la mujer,
y a partir de esta {unión} se propuso bendecir a los niños.
El matrimonio fue santificado por el propio acto de Dios
de unir a Adán y Eva, y este primer matrimonio es el
ejemplo de todos los demás en el futuro. Se mantiene
{vigente} como una ordenanza que obliga a todas las
generaciones en virtud de este hecho. Unió a Adán y Eva
en matrimonio y ese es el prototipo que todas las

41
42 Una ordenanza de la creación

generaciones futuras estaban obligadas a imitar. Este es


un ejemplo de una prescripción autoritativa basada en las
propias obras de Dios en la creación del hombre y la
mujer. Es una norma prescriptiva que continúa hasta la
consumación de todas las cosas. El matrimonio es un
ejemplo de lo que se llama una ordenanza de la creación.
En Mateo 19:3-9 Jesús cita esta ordenanza de la
creación en particular como un ejemplo autoritativo del
patrón para la monogamia y el pecado del divorcio (por
causas ilícitas). De esta ordenanza divina también
podemos aprender que la fornicación, la poligamia, la
poliandria, el adulterio, la homosexualidad, etc. son todas
perversiones del orden natural que Dios estableció y por
lo tanto son pecaminosas.
Otro principio con vigencia permanente que Dios
estableció en la creación son las respectivas funciones
{roles} de los hombres y las mujeres en su relación mutua.
Adán fue creado por Dios para liderar el trabajo que Él le
había encomendado, y Eva fue creada para Adán, para
ayudarlo a cumplir con su tarea. Después de la Caída en
el pecado, estos roles se enfrentaron a una maldición que
dio lugar a una lucha entre hombres y mujeres en la que
las mujeres tratarían de gobernar, y los hombres
dominarían por la fuerza (Gén. 3:16). Sin embargo,
incluso cuando Cristo nos libera de la pecaminosa
exhibición de la forma en que hombres y mujeres se
Anticipando el reposo de Dios 43

relacionan en un mundo maldito por el pecado, el


ejemplo divino del liderazgo masculino es una realidad
permanente que debemos seguir observando.
El apóstol Pablo nos llama la atención sobre esto en
1 Timoteo 2:12, 13, cuando cita la secuencia de la
creación (que Adán fue creado primero) para demostrar
quién debe dirigir en la iglesia: “Yo no permito que la
mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre,
sino que permanezca callada. Porque Adán fue creado
primero, después Eva”. Pablo está viendo el patrón de
Dios para los roles de ambos sexos como algo inherente a
la creación y como tal debe ser seguido en la iglesia. Por
lo tanto, la jefatura {lit. cabezaduría} masculina es una
ordenanza de la creación, y proporciona la norma de
cómo los hombres y las mujeres deben relacionarse. Así
como el matrimonio es una ordenanza de la creación,
también el liderazgo masculino fue diseñado como el
patrón que Dios estableció en este mundo.

El reposo sagrado es una ordenanza de la


creación
Esto nos lleva ahora al reposo sagrado. La mayor
evidencia de que el reposo sagrado es un principio vigente
es el hecho de que también es una ordenanza de la
creación. El ritmo de nuestras vidas de trabajar y luego
reposar basado en el ciclo semanal tiene su origen en el
44 Una ordenanza de la creación

ejemplo divino de Dios, Quien creó en seis días y luego


reposó el séptimo (Gén. 2:1-3). Este patrón ha persistido
en muchas culturas, desde tiempos muy antiguos, lo que
indica25 que los hombres entienden inherentemente este
principio, aunque hayan olvidado su origen. La
perdurabilidad del ciclo semanal en sí mismo sirve como
evidencia de que el principio del reposo sagrado es
intrínseco a nuestra naturaleza como portadores de la
imagen de Dios, por muy oscurecido que esté por el
pecado.26
La evidencia de que el reposo de Dios en el séptimo día
es una ordenanza de la creación y establece el patrón para
todos los hombres está contenida en el cuarto
mandamiento mismo:
Acuérdate del día de reposo para santificarlo [...]
Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la
tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el

25 Véase el capítulo 1.
26 Los meses se basan en el ciclo lunar, y los años en la
rotación de la tierra alrededor del sol, pero las semanas no
tienen base en ningún fenómeno natural. Algunos plantean que
las semanas se basan en la división del mes en cuartos; sin
embargo, las semanas no encajan perfectamente en {la
duración de} los meses, y una explicación más plausible es que
el ciclo semanal comenzó como resultado de la semana de la
creación y de que Adán siguiera el patrón de trabajo y reposo
de Dios.
Anticipando el reposo de Dios 45

séptimo día; por tanto, el SEÑOR bendijo el día de


reposo y lo santificó. (Éxo. 20:8, 11)
Hagamos algunas observaciones de este pasaje. Dios
dice a los israelitas que se acordaran del día de reposo, lo
que indica que tenían conocimiento previo del reposo
sagrado, y si retrocedemos podemos ver que lo tenían. Si
retrocedemos cuatro capítulos hasta Éxodo 16, cuando
Dios les envió el maná para comer, Dios reguló cómo
debían guardar el reposo sagrado en referencia a su
recolección y preparación para comer:
él [Moisés] les respondió: Esto es lo que ha dicho el
SEÑOR: “Mañana es día de reposo, día de reposo
consagrado al SEÑOR. Coced lo que habéis de cocer
y hervid lo que habéis de hervir, y todo lo que sobre
guardadlo para mañana”. (Éxo. 16:23)
Note que habla del reposo como algo con lo que ya
están familiarizados. Dios afirma el hecho del reposo
sagrado y luego da instrucciones sobre cómo deben
guardarlo. No introduce algo nuevo allí, sino que les
ordena cómo deben guardarlo. Llama a prestar atención
al séptimo día de la semana, recordándoles que es el
descanso del santo reposo, e instruyéndoles sobre la forma
en que deben observarlo.27

27 Joseph A. Pipa, The Lord's Day {trad. no oficial: El día del


Señor} (Fearn, UK: Christian Focus Publications, 2008), 42-43.
46 Una ordenanza de la creación

Pero, incluso antes de estos eventos en Éxodo 16, hay


algunas pruebas de que Caín y Abel observaban un
reposo sagrado, posiblemente indicando que los hombres
siempre han observado el reposo sagrado de alguna
manera: “Y aconteció que al transcurrir el tiempo, Caín
trajo al SEÑOR una ofrenda del fruto de la tierra”
(Gén. 4:3).
Lo que allí se traduce al español como “al transcurrir
el tiempo” es literalmente “al fin de los días”. Aunque esto
podría estar refiriéndose al fin del mes, o de la estación, o
del año, posiblemente esté hablando del fin de la semana,
cuyo ciclo fue establecido por Dios en la creación con el
reposo sagrado al fin de los días, o al fin de la semana.28
Fue ese día, al fin de los días, que trajeron sus sacrificios.
Aunque yo no pondría demasiado peso en esta
interpretación, vale la pena señalar que esto puede indicar
que la observancia del reposo sagrado no comenzó con
Moisés, sino que se practicó desde el principio.
Sin embargo, en el cuarto mandamiento dado en
Éxodo 20:8-11, Dios no se refiere al suceso de Éxodo 16
ni a los sacrificios de Caín o Abel cuando dijo: “Acuérdate
del día de reposo”. El suceso al que Dios se refiere para
que recuerden el reposo sagrado es Su propio ejemplo en
la creación del mundo: “Porque en seis días hizo el

28 Ibid., 38-39.
Anticipando el reposo de Dios 47

SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos


hay, y reposó en el séptimo día...”.29 Este es un punto
clave sobre cuándo se estableció el reposo sagrado. La
ocasión en la que Dios lo bendijo y lo santificó fue cuando
Él mismo lo guardó en la semana de la creación y no en
el Monte Sinaí cuando dio los mandamientos. En el
cuarto mandamiento, Dios ordena a los israelitas cómo
quiere que guarden el reposo sagrado, pero el verdadero
establecimiento y santificación del mismo ocurrió en el
séptimo día de la creación, como dice en Éxodo 20:11.
Dios reguló el matrimonio para los israelitas en la Ley de
Moisés, pero estableció el matrimonio al unir a Adán y Eva
y bendecirlos. Así, Dios reguló el reposo sagrado para ellos
en la Ley de Moisés, pero su establecimiento fue desde el
principio.
Ahora bien, muchos dicen que el reposo sagrado era
solo para los israelitas. Una evidencia que podría ser citada
para {apoyar} esto es que las Escrituras dicen que el
reposo sagrado es una señal del pacto que Dios hizo con
Israel:
Los hijos de Israel guardarán, pues, el día de reposo,
celebrándolo por todas sus generaciones como pacto

29 Richard C. Barcellos, Getting the Garden Right: Adam’s Work


and God’s Rest in Light of Christ (Cape Coral: Founder's Press,
2017), 187-190.
48 Una ordenanza de la creación

perpetuo. Es una señal entre yo y los hijos de Israel para


siempre. (Éxo. 31:16, 17a)
Por consiguiente, es cierto que el reposo sagrado, como
señal del Pacto Mosaico, diseñado exclusivamente para
reflejar la naturaleza de este pacto, en particular en lo que
respecta a sus rigurosas prohibiciones y la pena de muerte,
solo estaba destinado a los israelitas, y no a todos los
hombres. Debía ser un pacto perpetuo para Israel
mientras durara el Antiguo Pacto. No obstante, si
contemplamos el hecho de que la situación de Israel bajo
el Pacto Mosaico nunca tuvo la intención de ser
permanente, y que el pueblo de Dios se define bajo el
Nuevo Pacto como el Israel de Dios, debemos preguntarnos
si aún está vigente una expresión del reposo sagrado para
el pueblo de Dios. En otras palabras, ¿el fin del Pacto
Mosaico significa el fin del reposo sagrado como
ordenanza de la creación que encuentra una expresión
continua en el Nuevo Pacto?
Anticipando el reposo de Dios 49

Abrogación y continuación
Para ser claros, cuando nosotros como cristianos bajo el
Nuevo Pacto nos enfrentamos al reposo sagrado en su
forma mosaica, con sus estrictas regulaciones externas y la
maldición de la muerte, nos resistimos con razón a ser
sometidos otra vez al viejo “yugo de esclavitud”. El
Antiguo Pacto como sistema ha pasado incluyendo todas
sus leyes positivas relativas a los días de reposo y días
festivos {lit. días santos} y todas las maldiciones asociadas
a estos. Pablo amonesta a los colosenses con respecto al
Pacto Mosaico: “Por tanto, que nadie se constituya en
vuestro juez con respecto a carne30 o bebida, o en cuanto
a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; cosas que
sólo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo
pertenece a Cristo” (Col. 2:16, 17).
Cabe destacar que mientras Pablo reitera la abolición
del Antiguo Pacto con sus mandamientos positivos, y
como ya no están obligados a guardarlos, no está
aboliendo lo que no pertenece al Pacto Mosaico. Tomemos
como ejemplo la carne que se mencionó en este pasaje. El
consumo de carne se estableció después del diluvio de
Noé: “Todo lo que se mueve y tiene vida os será para

30 Nota del traductor: carne ―LBLA y muchas otras

traducciones hispanas traducen “comida”, pero la versión


inglesa que cita el autor dice “meat” (carne de animal).
50 Una ordenanza de la creación

alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde”


(Gén. 9:3).
Las leyes del Pacto Mosaico que prohibían comer
ciertas carnes era una modificación de esta concesión que
Dios había dado a Noé como bendición. La eliminación
de las restricciones del Pacto Mosaico simplemente
devolvió a los israelitas la bendición original de Dios de
permitir que comieran todo tipo de carnes de animales.
Así sucede con el reposo sagrado. Las restricciones
mosaicas relativas al reposo sagrado fueron eliminadas,
pero la ordenanza de la creación del reposo sagrado sigue
vigente.
Otra evidencia de que el ejemplo divino de seis días de
trabajo y un día de reposo en la creación estaba destinado
a que todos los hombres lo observaran es cuando Jesús
habla del reposo sagrado en Marcos 2:27 ―“Y Él les
decía: El día de reposo se hizo para el hombre, y no el
hombre para el día de reposo”.
Lo que se muestra allí es que Jesús no ve el principio
del reposo sagrado solo para Israel. Observe que Él
regresa al origen del reposo para establecer el propósito
que este tenía. ¿Cuándo fue hecho el reposo sagrado? Ya
hemos visto que fue bendecido y santificado en el séptimo
día cuando Dios mismo reposó. Además, no dijo que el
reposo había sido hecho para Israel, sino que había sido
Anticipando el reposo de Dios 51

hecho para el hombre31. Esto sugiere que el patrón de seis


días de trabajo y un día de reposo fue hecho para todos
los hombres desde el principio como una ordenanza de la
creación.

31 Ibid., 205, 206.


4
EL REPOSO ESCATOLÓGICO32

Consideremos ahora el reposo sagrado en relación con


toda la historia de las Escrituras. El concepto bíblico de la
historia es lineal. Es decir, la historia tiene un punto de
partida y se mueve hacia un final. La escatología se define
como el estudio de las últimas cosas. Su área de interés es
el fin de la historia y el destino de la humanidad. Incluso
antes de la Caída del hombre, Dios creó el mundo con
una escatología.33 En otras palabras, Dios tenía un fin o
propósito a la vista desde el principio.

32 Gran parte del contenido de este capítulo se lo debo a la


obra de Richard Barcellos, tanto su libro Getting the Garden Right:
Adam’s Work and God’s Rest in Light of Christ {trad. no oficial:
Entendiendo el huerto correctamente: La obra de Adán y el reposo de Dios a
la luz de Cristo} como sus sermones sobre este tema.
Recomendaría el estudio de su trabajo para una presentación
académica de este tema.
33 Richard C. Barcellos, Getting the Garden Right: Adam’s Work

and God’s Rest in Light of Christ (Cape Coral: Founder's Press,


2017), 70-74, 112-114.
53
54 El Reposo escatológico

El final estuvo en mente desde el principio


Puesto que el hombre está hecho a imagen de Dios, el
hombre refleja a Dios. Antes de que la imagen de Dios en
el hombre se estropeara en la Caída, Adán reflejaba los
atributos comunicables de Dios. Además, no fue solo en
sus atributos que Adán reflejó a Dios, sino que fue hecho
para reflejar las obras de Dios y luego entrar en Su reposo,
lo que se evidencia por el hecho de que Dios dio a Adán
una obra para terminar. Había una expectativa de
finalización. En esta obra, la intención era que Adán
reflejara a Dios; es decir, que hiciera las obras de Dios
siguiendo Su ejemplo.34 Así como Dios trabajó al crear el
mundo en seis días y luego reposó, también Adán debía
terminar su trabajo, y entrar en el reposo o la gloria de
Dios.35 Este reposo escatológico era la meta de la labor de
Adán en la tierra.
Se preguntarán cómo uno llega a esa interpretación al
leer el Génesis. Puede parecer una interpretación
extravagante o alegórica de una simple narración
histórica. En ninguna parte del Génesis se hace
explícitamente la conexión de que las obras y el reposo de
Dios son un paradigma de la escatología del hombre, que
el reposo de Dios es un tipo de reposo futuro del hombre

34 Ibid., 137-141.
35 Ibid., 67-78.
Anticipando el reposo de Dios 55

en la gloria. Pero, en defensa de esta exégesis, cuando se


interpreta la Escritura, es crucial entender que las
implicaciones o la interpretación completa de un suceso
histórico muchas veces no son comprendidas por aquellos
que lo presencian o están involucrados en este. Incluso
Moisés, cuando describió la creación del mundo y la
Caída de la humanidad, no entendió a cabalidad la
importancia de todo lo que ocurrió. A los profetas
posteriores se les daría una idea del significado de lo que
ocurrió y esta revelación posterior arroja luz sobre el
verdadero significado de los acontecimientos, incluso si los
implicados no entendían su significado. Dios reveló a
Moisés que el reposo sagrado semanal se estableció sobre
Sus obras y Su reposo, pero el escritor de Hebreos añade
a esa revelación que el reposo sagrado de Dios en la
creación anticipa nuestro reposo en la gloria. Si Adán
entendió esto o no, no tiene relación con el significado.
Ese es el significado que Dios le da. Por tanto, cuando
leemos el relato en el Génesis acerca de la creación, el
reposo de Dios, el hombre y su trabajo y propósito, solo
podemos interpretar correctamente el significado de estos
sucesos a través de la lente del propio comentario del
Espíritu Santo sobre su significado.36

36 Confesión Bautista de Londres de 1689, Capítulo 1,


Sección 9.
56 El Reposo escatológico

Además, a medida que se desarrolla la narración de la


Escritura, vemos el trabajo y la búsqueda del reposo como
un tema recurrente en todo el Canon sagrado. El trabajo
fallido de Adán introdujo el pecado en el mundo, y en
lugar de reposo trajo la maldición del afán y la muerte a
todos los hombres. Siglos después, el pueblo de Israel, que
se encontraba en dura servidumbre bajo los egipcios,
buscó reposo de su esclavitud en la tierra prometida. Pero,
debido a la incredulidad, nunca alcanzaron el reposo de
Dios, sino que murieron en el desierto. Aunque Josué
llevó a sus hijos a Canaán, y obtuvieron el reposo de sus
enemigos, el reposo de Dios aún no se podía encontrar en
Canaán. Ni Saúl, ni David, ni Salomón, ni ninguno de los
reyes de Israel pudieron traer el reposo deseado al pueblo
de Dios. Finalmente, en el punto focal de toda la Biblia,
descubrimos que es Jesús el único que hizo las obras de
Dios y entró en el reposo que Adán no pudo obtener.

El Pacto de Obras
Teniendo en mente este tema del trabajo y el reposo,
contemplemos este concepto con un poco más de
profundidad. Muchos teólogos han reconocido el arreglo
de que Adán estaba bajo un pacto ante Dios. Este pacto
se conoce normalmente como el Pacto de Obras.37 Esto

37 Louis Berkhof, Systematic Theology (Grand Rapids:


Eerdmans, 1996), 211-217.
Anticipando el reposo de Dios 57

designa la provisión a la que Adán estaba sujeto en cuanto


a los términos de su relación con Dios. La obediencia a la
voluntad de Dios era el requisito al que estaba obligado.
A Adán se le dio la tarea de someter y llenar la tierra.
Esencialmente, la tarea de Adán era replicar el Edén, que
era la obra de Dios y el lugar especial de Su presencia en
la tierra, y expandirlo hasta que el mundo entero fuera
sometido y llenado con su descendencia para la gloria de
Dios.38 Pero se le dio una prohibición: no debía comer del
árbol del conocimiento del bien y del mal. El pacto de
Dios con Adán implicaba la obtención de un reposo o una
existencia más gloriosa cuando los términos se
cumplieran. El propio ejemplo del reposo de Dios ofrecía
la promesa de gloria después de que el período de prueba
fuera cumplido.39 Es interesante notar que el árbol de la
vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal estaban
ambos en medio del huerto. Esto puso a Adán y Eva ante
una elección. Tenían ante ellos la vida y la muerte; confiar
en Dios o dudar de Dios; el camino de Dios, o su propio
camino. Podían buscar alcanzar la gloria de Dios
confiando en Su provisión, pero en su lugar eligieron el
camino de la desobediencia que los condujo a la muerte.

38 Richard C. Barcellos, Getting the Garden Right: Adam’s Work

and God’s Rest in Light of Christ (Cape Coral, FL: Founder’s Press,
2017), 127.
39 Ibid. 169-171.
58 El Reposo escatológico

Ahora bien, Moisés no llama pacto a este arreglo con


Adán, pero solo porque la palabra pacto no se utiliza en la
narración no significa que un pacto no fue promulgado.
Sabemos que es un pacto en virtud del hecho de que
contiene los elementos de un pacto. Explica los términos
de la relación de Adán con Dios con la bendición implícita
por la obediencia y la maldición por la desobediencia.
Tenemos más pruebas de que esto fue un pacto porque el
profeta Oseas, al condenar a Israel por su falta de fe en
Dios, los compara con Adán y su transgresión del “pacto”:
“Pero ellos, como Adán, han transgredido el pacto; allí me
han traicionado” (Ose. 6:7).
Así que Adán transgredió un pacto que no se describe
con la palabra pacto en la narración del Génesis.

Dos cabezas federales: Adán y Cristo


Obtenemos una mayor comprensión de lo que implicaba
el Pacto de Obras al considerar como Pablo describe a
Adán y a Cristo con un lenguaje pactual, como dos
cabezas federales,40 y sus obras siendo imputadas a
aquellos a quienes representan. Establece un paralelismo
entre Adán y Cristo en Romanos 5:12-20 y
1 Corintios 15:22. Adán es descrito como “figura del que
había de venir”, siendo Cristo el que había de venir. Vemos

40Una cabeza federal es un representante legal de un grupo {de


personas} en particular.
Anticipando el reposo de Dios 59

en estos pasajes que estas dos personas son representantes


de sus respectivas descendencias (entendiendo que la
descendencia de Adán es por generación natural y la de
Cristo es por regeneración sobrenatural) y que sus
{respectivas} obras fueron imputadas a los que
representaban. Adán transgredió el pacto y trajo la
maldición del pecado y la muerte sobre toda la
humanidad. Cristo, por otra parte, guardó fielmente
todos los términos del pacto, haciendo siempre la
voluntad de Dios, obteniendo así como recompensa las
bendiciones de la justicia, la vida y el reposo para Su
descendencia espiritual. Comparando estas dos cabezas
pactuales podemos ver lo que estaba en juego en la obra
de Adán y lo que él perdió, pero Cristo obtuvo. Cristo
ganó lo que se describe como gloria después de que Su
obra fue terminada. Jesús explicó esto a dos de Sus
discípulos en el camino a Emaús: “Entonces Jesús les dijo:
¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que
los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo
padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?”
(Luc. 24:25, 26).
El profeta Daniel tuvo una visión de esta escena de
Cristo ascendiendo al trono de Dios y recibiendo la
recompensa por Su labor:
Seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí,
con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de
60 El Reposo escatológico

Hombre, que se dirigió al Anciano de Días y fue


presentado ante El. Y le fue dado dominio, gloria y
reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas
le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que
nunca pasará, y su reino uno que no será destruido.
(Dan. 7:13, 14)

Daniel describe la recompensa que Cristo recibe en


términos de dominio, gloria, reino y pueblo. Además, lo
describe como eterno. Esta era la recompensa y el reposo
que había al final del trabajo de Adán si él hubiera tenido
éxito.
Al observar el paralelismo entre Adán y Cristo,
podemos ver que el propósito de Dios en la obra que le
había dado a Adán era que Adán y, por extensión, toda
su simiente terminaran en la gloria. En otras palabras, la
obra de Adán, una vez completada, estaba destinada a
obtener la recompensa de una calidad de vida y un poder
que eran superiores a aquellos con los que él había sido
creado.

La gloria del reposo escatológico


Ahora podría preguntarse: ―¿Qué tiene esto que ver con
el reposo sagrado?— El punto es mostrar que entrar en la
gloria siempre ha sido la meta de la escatología. La historia
se mueve hacia un final. Pero como hemos visto, ese fin
también se describe con la palabra reposo. El reposo se usa
Anticipando el reposo de Dios 61

a menudo en las Escrituras para hablar del descanso físico


o de la paz resultante de no haber guerra, pero el reposo
de Dios es más elevado y duradero como ya hemos visto.
Escuche las palabras de Jesús:
Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados,
y yo os haré descansar {reposar}. Tomad mi yugo
sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y
humilde de corazón, y HALLARÉIS DESCANSO
{REPOSO} PARA VUESTRAS ALMAS. Porque
mi yugo es fácil y mi carga ligera. (Mat. 11:28-30
{Llaves añadidas})

Este es el reposo para nuestras almas en el que


entramos cuando encontramos la salvación en Cristo,
pero no se lleva a cabo plenamente hasta la resurrección
en el último día cuando el Reino de Dios se consuma.
Isaías profetiza sobre el reposo que se obtendrá a través
del Mesías y lo describe como “glorios[o]”: “Acontecerá
en aquel día que las naciones acudirán a la raíz de Isaí,
que estará puesta como señal para los pueblos, y será
gloriosa su morada” (Isa. 11:10).
El escritor de Hebreos está de acuerdo en que el reposo
de Dios es mucho más que el descanso físico que Israel
obtuvo a través de Josué. Es el reposo escatológico, aquel
que fue ofrecido en el acto mismo de la propia obra y el
propio reposo de Dios en el séptimo día, siendo finalmente
consumado en la gloria:
62 El Reposo escatológico

Porque los que hemos creído entramos en ese reposo,


tal como Él ha dicho: COMO JURÉ EN MI IRA:
“NO ENTRARÁN EN MI REPOSO”, aunque las
obras de Él estaban acabadas desde la fundación del
mundo. Porque así ha dicho en cierto lugar acerca del
séptimo día: Y DIOS REPOSÓ EN EL SÉPTIMO
DÍA DE TODAS SUS OBRAS. (Heb. 4:3, 4)

El autor está vinculando allí el reposo de Dios en el


séptimo día con el reposo en el que los creyentes entran
por la fe. Estos versículos demuestran que el reposo de
Dios en la creación es el paradigma de nuestro propio
reposo. Tipifica el reposo que Adán no pudo obtener a
través del Pacto de Obras, pero que Cristo ganó mediante
obras de obediencia perfectas, y {tipifica} aquel reposo en
el que podemos entrar al estar unidos a Cristo por la fe.
Podemos ver cómo luce este reposo escatológico en el
último libro de la Biblia. En dicho reposo vemos el
propósito para el que Adán fue creado, en el cual entraron
los creyentes en Cristo. Al mirar estos pasajes podemos
ver más claramente la asociación entre la obra de Adán y
lo que él no obtuvo, y la obra de Cristo y lo que Él sí
consiguió. Note la conexión que el Espíritu Santo hace
entre los cielos nuevos y la tierra nueva y el huerto del
Edén. Cristo ha entrado en Su reposo y ahí está una
imagen de lo que se obtuvo para nosotros:
Anticipando el reposo de Dios 63

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer


cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía
del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada
para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía
desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está
entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán
su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
(Apo. 21:1-3)

En este texto vemos el efecto de la obra de Aquel que


guardó {lit. el guardador de} el pacto. La presencia
especial de Dios ha llegado a toda la tierra. La tierra se ha
transformado en el tabernáculo de Dios. Dios ha llegado
para estar en constante comunión con los hombres. Los
hombres habrán entrado en el reposo de Dios. Juan
continúa describiendo la gloria de la vida en la nueva
tierra:
Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero,
en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río
estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de
fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol
eran para sanidad de las naciones. Y ya no habrá más
maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará allí,
y sus siervos le servirán. Ellos verán su rostro, y su
nombre estará en sus frentes. Y ya no habrá más
noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de
64 El Reposo escatológico

luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y


reinarán por los siglos de los siglos. (Apo. 22:1-5)
Note que este lugar es una reminiscencia del Huerto
del Edén con un río puro, y que el árbol de la vida está
allí. Lo que se ve aquí es que la gloria es el fin o propósito
para el que Adán y, en él, toda la humanidad fueron
creados. Aunque Adán trajo la muerte a la humanidad; el
segundo Adán, Cristo, lleva a todos Sus hijos a la gloria.
Esta gloria es el reposo de Dios y está tipificada por el
reposo sagrado. Fuimos hechos para glorificar a Dios y
gozar de Él, y en ese propósito, fuimos hechos para la
gloria, o para entrar en el reposo de Dios. ¡El reposo de
Dios es verdaderamente glorioso!
Por lo tanto, hay un significado teológico para el
trabajo y reposo de Dios que va mucho más allá del simple
hecho histórico. El trabajo y reposo de Dios fueron un
patrón a seguir. Le ofrecía al que guardara {lit. al
guardador de} el pacto la promesa del reposo. Hemos
visto como este tema se repite en las Escrituras. En última
instancia, solo Cristo guardó {lit. fue el guardador de} el
Pacto de Obras y obtuvo el reposo que acompaña su
cumplimiento.
5
JESÚS ES MEJOR

En este capítulo, para desarrollar más la teología del


reposo sagrado en el Nuevo Pacto, dirigimos nuestra
atención al libro de Hebreos que fue escrito para animar
a los cristianos hebreos a continuar siguiendo a Cristo, y
no volver al Antiguo Pacto. Se hará un énfasis particular
en la correcta interpretación de Hebreos 3 y 4. Es allí
donde el Espíritu Santo da instrucciones sobre el reposo
de Dios y cómo Su pueblo debe participar en el mismo.
Entender este pasaje es vital para discernir cómo debemos
ver el reposo sagrado.
El libro de Hebreos fue escrito para los cristianos
hebreos a quienes el escritor animaba a mantenerse firmes
en la fe de Cristo y les advertía que no volvieran al
Antiguo Pacto. Cristo es presentado preeminentemente
como el gran Sumo Sacerdote, y como el mediador de un
mejor pacto, comparándolo con el que fue mediado por
Moisés. Su posición exaltada se expone en dicho libro,
comparándolo y mostrando Su superioridad sobre todo lo
más grande en el Antiguo Pacto. Se muestra que Cristo es
más grande que los ángeles, más grande que Moisés y que
Josué, {se muestra} que Su sacerdocio es más grande que
65
66 Jesús es mejor

el de Aarón, que Su sacrificio es mejor que el de toros y


cabras, que es el mediador de un nuevo pacto con mejores
promesas y mayor acceso a Dios. Cristo les muestra el
significado de las ceremonias del Antiguo Pacto y la
naturaleza temporal de estas, que el Antiguo Pacto había
envejecido y estaba pasando. Su propósito es que vean la
supremacía de Cristo y el pacto que Él medió, y
advertirles que no se vuelvan de la fe al Antiguo Pacto.
Podemos verlo en los primeros seis versículos del
capítulo 3:
(1)Por tanto, hermanos santos, participantes del
llamamiento celestial, considerad a Jesús, el Apóstol y
Sumo Sacerdote de nuestra fe. (2)El cual fue fiel al que
le designó, como también lo fue Moisés en toda la casa
de Dios. (3)Porque Él ha sido considerado digno de más
gloria que Moisés, así como el constructor de la casa
tiene más honra que la casa. (4)Porque toda casa es
hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es
Dios. (5)Y Moisés fue fiel en toda la casa de Dios como
siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más
tarde; (6)pero Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de
Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme
hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra
esperanza. (Heb. 3:1-6 [se incluyen los números de los
versículos para mayor claridad])

Los dos primeros versículos indican a estos cristianos


{que deben} considerar a Jesucristo como el Sumo
Anticipando el reposo de Dios 67

Sacerdote de su profesión. Jesucristo es el gran objeto de


atención y se les anima a mirarlo fijamente mientras
observan la comparación que se hace entre Cristo y
Moisés. Después de notar la fidelidad a Dios por parte de
Cristo y Moisés, el escritor compara sus respectivas casas.
“[C]asa” es una metáfora que se refiere al pueblo de Dios;
note que se mencionan dos casas: la casa de Moisés y la
casa de Cristo. No es que haya dos pueblos de Dios, sino
que estas casas son representaciones del pueblo de Dios
bajo el Antiguo y el Nuevo Pacto. La primera
comparación que se hace es que Cristo es el constructor
de la casa y que Moisés es parte de la casa, el punto es que
el constructor es más grande que la casa. En el versículo 4
vemos al escritor conectando a Cristo, el constructor de la
casa, con Dios (quien construyó todas las cosas). Esta es
una referencia a la deidad de Cristo, demostrando que Él
es infinitamente más grande que Moisés, al igualar a
Cristo con Dios (quien hizo todas las cosas).
La siguiente comparación que hace el escritor
inspirado es entre un sirviente y un hijo en los versículos 5
y 6. Moisés es descrito como un siervo fiel en su casa, y
{se dice} que su casa es “para testimonio de lo que se iba
a decir más tarde”. Aquí se muestra la naturaleza
tipológica del Antiguo Pacto en el sentido de que da
testimonio de lo que se iba a decir después de dicho pacto,
es decir, lo que fue dicho por el Hijo (Heb. 1:1). “Lo que
68 Jesús es mejor

se iba a decir más tarde” es una referencia a la casa de


Cristo o al pueblo de Dios bajo el Nuevo Pacto, según lo
declara el versículo 6 explícitamente con la advertencia de
que deben perseverar en la fe. Es importante tomar nota
del hecho de que existe una analogía intencionada entre
el pueblo del Antiguo Pacto y el pueblo del Nuevo Pacto,
el pueblo bajo el Antiguo Pacto con sus símbolos externos
que enseñan algo sobre las realidades del Nuevo Pacto. La
casa de Moisés era una casa tipológica que apuntaba a
algo más grande. Aquí vemos nuevamente la superioridad
de Cristo porque el antitipo es mayor que el tipo. En el
versículo 6 se dice que Cristo es un Hijo sobre Su casa,
mostrando que la casa es de Su propiedad, en lugar de un
mero sirviente de la casa, como lo fue Moisés.

El reposo se obtiene por la fe


Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: SI OÍS HOY
SU VOZ, NO ENDUREZCÁIS VUESTROS
CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACIÓN,
COMO EN EL DÍA DE LA PRUEBA EN EL
DESIERTO, DONDE VUESTROS PADRES [me]
TENTARON AL PONER[me] A PRUEBA, Y
VIERON MIS OBRAS POR CUARENTA AÑOS.
POR LO CUAL ME DISGUSTÉ CON AQUELLA
GENERACIÓN, Y DIJE: “SIEMPRE SE DESVÍAN
EN SU CORAZÓN, Y NO HAN CONOCIDO MIS
CAMINOS”; COMO JURÉ EN MI IRA: “NO
Anticipando el reposo de Dios 69

ENTRARÁN EN MI REPOSO”. Tened cuidado,


hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un
corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios
vivo. Antes exhortaos los unos a los otros cada día,
mientras [todavía] se dice: Hoy; no sea que alguno de
vosotros sea endurecido por el engaño del pecado.
Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que
retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra
seguridad, en cuanto se dice: SI OÍS HOY SU VOZ,
NO ENDUREZCÁIS VUESTROS CORAZONES,
COMO EN LA PROVOCACIÓN. Porque ¿quiénes,
habiendo oído, le provocaron? ¿Acaso no [fueron]
todos los que salieron de Egipto [guiados] por Moisés?
¿Y con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue
con aquellos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el
desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su
reposo, sino a los que fueron desobedientes? Vemos,
pues, que no pudieron entrar a causa de [su]
incredulidad. (Heb. 3:7-19)
En esta sección, el Espíritu Santo hace uso de la
analogía entre el pueblo del Antiguo Pacto y el pueblo del
Nuevo Pacto para demostrar que la incredulidad fue la
razón por la que el pueblo bajo Moisés no pudo entrar en
el reposo de Dios en Canaán, y que los destinatarios de la
carta de Hebreos deben prestar atención para perseverar
en la fe, y no volverse atrás, no sea que tampoco puedan
entrar en el reposo de Dios. El reposo que los israelitas
70 Jesús es mejor

estaban anticipando era la tierra de Canaán, pero es obvio


que allí se utiliza como un símbolo del reposo del pueblo
de Dios en el cielo, y esto se torna muy evidente en la
siguiente sección. Así que el reposo escatológico es lo que
en última instancia se tiene en mente en este texto, y la fe
es el requisito para obtenerlo.

Entrar en el reposo de Dios ahora y después


Veamos ahora el capítulo 4, versículos del 1 al 8:
Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la
promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros
parezca no haberlo alcanzado. Porque en verdad, a
nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como
también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les
aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que
[la] oyeron. Porque los que hemos creído entramos en
ese reposo, tal como Él ha dicho: COMO JURÉ EN
MI IRA: “NO ENTRARÁN EN MI REPOSO”,
aunque las obras de Él estaban acabadas desde la
fundación del mundo. Porque así ha dicho en cierto
lugar acerca del séptimo [día]: Y DIOS REPOSÓ EN
EL SÉPTIMO DÍA DE TODAS SUS OBRAS; y otra
vez en este [pasaje]: NO ENTRARÁN EN MI
REPOSO. Por tanto, puesto que todavía falta que
algunos entren en él, y aquellos a quienes antes se les
anunció la buena nueva no entraron por causa de [su]
desobediencia, [Dios] otra vez fija un día: Hoy.
Anticipando el reposo de Dios 71

Diciendo por medio de David después de mucho


tiempo, como se ha dicho antes: SI OÍS HOY SU
VOZ, NO ENDUREZCÁIS VUESTROS
CORAZONES. Porque si Josué les hubiera dado
reposo, [Dios] no habría hablado de otro día después
de ese. (Heb. 4:1-8)

Si hay alguna duda de que el reposo de Dios se refiere


a la salvación y ―en última instancia— al cielo, este
pasaje lo aclara. El versículo 2 afirma que la fe en el
evangelio es el medio por el cual entramos en el reposo, y
que las buenas nuevas fueron predicadas tanto a los
israelitas bajo Moisés como a estos hebreos a quienes esta
carta está dirigida. El escritor subraya que la incredulidad
fue la razón por la que los israelitas no pudieron obtener
el reposo en Canaán, y continúa advirtiendo a los hebreos
acerca de la falta de fe, no sea que ellos tampoco entren
en el reposo de Dios. El versículo 3 aclara que se puede
entrar en el reposo de Dios ahora, pero los versículos del
9 al 11 indican que todavía hay un componente de ese
reposo que está en el futuro. Quienes reciben la salvación,
todavía esperan la plenitud del reposo de Dios, aunque ya
experimentan la gloria de este en parte.
El versículo 8 reitera que el reposo del pueblo de Israel
en Canaán no era el que estaba en mente, sino que el
reposo de Dios era algo mejor, era aquello a lo que su
reposo en Canaán apuntaba. Vimos esto también en el
72 Jesús es mejor

versículo 4, donde el escritor menciona que el proceder de


Dios al crear el mundo y después reposar el séptimo día
era otro símbolo del reposo que es ofrecido a los creyentes.

Katapausis y sabbatismos
Esto nos lleva a los versículos 9 y 10: “Queda, por tanto,
un reposo sagrado {sabbatismos} para el pueblo de Dios.
Pues el que ha entrado a su reposo {katapausis}, él mismo
ha reposado {katapauo} de sus obras, como Dios reposó
de las suyas” (Heb. 4:9-10 {Llaves añadidas})1
Hasta este punto del pasaje, la palabra griega
traducida como “reposo” {descanso} ha sido katapausis,
pero en el versículo 9 el escritor usa una palabra diferente
que se traduce como reposo sagrado en esta traducción. La
palabra griega aquí es sabbatismos. Es la única vez que esta
palabra aparece en el Nuevo Testamento, pero podemos
ganar mayor comprensión de su significado observando
cómo se usa (en sus diversas formas) en la Septuaginta. La
Septuaginta es la antigua traducción griega del Antiguo
Testamento, y utiliza derivados de la palabra sabbatismos
cuatro veces. En cada uno de estos casos se refiere a guardar

1 Comentario del traductor: LBLA traduce estas palabras

como “reposo” (y sus formas verbales “ha reposado” y


“reposó”), pero el autor explica la diferencia. Él entiende que
sabbatismos se puede traducir como reposo, pero katapausis debe
traducirse como descanso.
Anticipando el reposo de Dios 73

u observar un reposo.2 Designa una acción más que un


estado. Muchas traducciones inglesas de este versículo, de
hecho, traducen sabbatismos como sabbath rest {reposo
sabático}. Por lo tanto, la pregunta que debe hacerse es,
¿a qué se refiere este reposo sabático {reposo sagrado}?
(1) ¿Está hablando de un reposo que nos aguarda
completamente en el futuro? (2) ¿Se refiere a un reposo en
el que se entra ahora espiritualmente, pero que no se hace
realidad plenamente hasta la gloria?; o, (3) ¿acaso se aplica
a la observancia actual de un reposo que sigue teniendo un
significado escatológico relativo a la gloria? Puesto que el
Espíritu Santo escogió la palabra sabbatismos para denotar
la observancia de un reposo, creo que el tercer punto de
vista expresado es el correcto. Si se hubiera referido
únicamente a nuestro futuro reposo en la gloria, o a un
reposo espiritual en el “ya/todavía no”, no habría
escogido {la palabra} sabbatismos, pues esta designa la
observancia de un reposo sagrado; en cambio, habría
continuado usando {la palabra} katapausis {descanso}.

El caso curioso del “él”


El versículo 10 sienta la base para esta observancia de un
reposo sagrado que queda {sigue vigente} para el pueblo de
Dios. Comienza con la conjunción “pues” que indica la
razón o una explicación de por qué queda {sigue vigente}

2 Barcellos, Getting the Garden Right, 245-247.


74 Jesús es mejor

la observancia de un reposo sagrado. Este sabbatismos


vigente para el pueblo de Dios está establecido por la
entrada en el reposo de aquel al que se está haciendo
referencia. El reposo de esta persona está siendo
comparado con el reposo de Dios en la creación; el cual
ya ha sido citado por el autor de Hebreos en el versículo 4
como paradigma del reposo de Dios para que podamos
entrar en el mismo: “Pues el que ha entrado a su reposo,
él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de
las suyas”. (Heb. 4:10).
Entonces, la entrada en el reposo por parte de esta
persona en el versículo 10 constituye el paradigma de la
observancia del reposo sagrado que queda {sigue vigente}
para el pueblo de Dios en el versículo 9. Este no es un
concepto nuevo en este versículo. Éxodo 20:11 basa la
observancia del reposo sagrado en el reposo de Dios
después de haber creado el mundo, y Deuteronomio 5:15
recuerda otro evento que hizo época y sirvió de base al
reposo sagrado en el Antiguo Pacto, a saber, la liberación
de los hijos de Israel de Egipto. En cada uno de estos
eventos vemos a Dios haciendo maravillas y luego
reposando cuando la obra ha sido completada.
Esto despierta nuestra curiosidad. ¿Quién es el que ha
reposado de sus obras y ha entrado en su reposo en el
versículo 10? Muchos comentaristas piensan que esto se
refiere al creyente. La explicación que dan es que el
Anticipando el reposo de Dios 75

creyente ha reposado de sus propias obras pecaminosas o


de justicia propia y ha entrado en el reposo de Dios.3
El problema de esta interpretación es que este versículo
establece un paralelo directo entre las obras y el reposo de
la misma persona, y las obras y el reposo de Dios en la
creación. Es impropio comparar las obras y el reposo del
creyente con las obras y el reposo de Dios. Es impropio
por la incongruencia de las obras. El reposo de Dios de
Sus obras era un reposo de satisfacción y gozo en el buen
mundo que había hecho. Si esto se refiere al creyente, no
tiene sentido que este último encuentre satisfacción y
deleite en sus obras pecaminosas o que haga una
comparación entre estas obras y las de Dios. Además, es
muy improbable que “él”, en el versículo 10, se refiera al
creyente porque, en el contexto inmediato de esta sección,
los creyentes están siendo considerados en su conjunto, y
el escritor usa los pronombres plurales “nosotros”, “nos”,
“ellos”, “les” y “vosotros” al referirse a los creyentes,
mientras que el versículo 10 está hablando de una sola
persona: “él”.4
La única persona que tiene obras comparables a las de
Dios que justifican la comparación con las buenas obras

3 John Calvin {Juan Calvino}, Commentaries on the Epistle of Paul

the Apostle to the Hebrews {título oficial: Comentario a la Epístola a los


Hebreos (Grand Rapids: Baker Books, 2009), 98-99.
4 Barcellos, Getting the Garden Right, 252-253.
76 Jesús es mejor

de Dios y Su entrada en el reposo es Cristo. En la


encarnación, Cristo hizo las obras de Dios y consumó la
obra de redención en la cruz, y entró en Su reposo en la
resurrección.
Note que el versículo 10 dice que aquel que es
mencionado ya ha entrado en su reposo: “Pues el que ha
entrado a su reposo...”. El creyente todavía no ha entrado
plenamente en el reposo de Dios porque aún estamos
esperando entrar en el reposo escatológico o la gloria, por
lo que el versículo 11 nos exhorta: “esforcémonos por
entrar en ese reposo”, mientras que Cristo ya ha entrado
en el reposo de Dios y está sentado a la diestra del Padre
en la gloria.
Otra evidencia de que el versículo 10 se refiere a Cristo
y no al creyente es que las obras y el reposo de esta
persona son la razón que el escritor inspirado da para
fundamentar que queda {sigue vigente} una observancia
del reposo sagrado para el pueblo de Dios en el
versículo 9. Debemos ver las obras y el reposo de Cristo
como la base de nuestro sabbatismos. Tal como el reposo
sagrado mosaico se basó en las obras y el reposo de Dios
en la creación, así esta observancia del nuevo reposo
sagrado encuentra su modelo en las obras y el reposo de
Cristo.
Anticipando el reposo de Dios 77

Dos creaciones y dos humanidades


Si retrocedemos y damos una mirada panorámica a la
historia bíblica, hay dos creaciones de las que se habla en
las Escrituras. El capítulo 1 del Génesis detalla la primera
creación, y el capítulo 21 del Apocalipsis habla de la
nueva creación. Nacemos naturalmente en la primera
creación, pero debemos nacer de nuevo para entrar en la
nueva creación. La antigua creación está sujeta al Pacto
de Obras, pero la nueva creación se rige por el Pacto de
Gracia. Adán es la cabeza de la antigua humanidad, y
Cristo es la cabeza de la nueva humanidad. El reposo de
Dios en el séptimo día de la creación es el patrón para la
observancia del reposo sagrado bajo el primer pacto; pero
las obras de redención de Cristo y Su resurrección en el
primer día, es el patrón establecido para el sabbatismos
restante, hasta que finalmente entremos en la plenitud del
reposo prometido a aquellos que están unidos a Cristo por
la fe. El pueblo de Dios entra en el reposo sagrado de la
gloria ahora en parte, pero su cumplimiento es en el
futuro. Es porque aún no hemos alcanzado ese reposo
futuro, que queda una muestra de ese reposo en el día que
el Señor apartó para Su adoración y nuestro reposo en Él.
6
¿UN DÍA SANTO?

Si Hebreos 4:9 realmente indica un reposo sagrado


restante para que los cristianos observen, como la palabra
sabbatismos implica, mientras buscamos entrar en el reposo
escatológico de Dios, esperaríamos encontrar evidencia
corroborante en el Nuevo Testamento que lo demuestre.
Algo que está explícitamente claro es que el reposo
sagrado, tal como fue mediado por Moisés, ha pasado con
el Pacto Mosaico (Col. 2:16). Sin embargo, en este
capítulo, quiero centrarme en la práctica apostólica de
apartar un día específico para la adoración a Dios, y en el
hecho de que este día fuera considerado como un día
santo en la vida de la iglesia del Nuevo Testamento por el
ejemplo de Cristo y los apóstoles.
El primer día de la semana tiene un significado especial
en el Nuevo Testamento. Es el día en que Cristo resucitó
de entre los muertos. Es tan importante que el Espíritu
Santo movió a cada uno de los escritores de los evangelios
a especificar el día de la semana exacto en que Cristo
resucitó de entre los muertos. Es notable porque solo y
únicamente el séptimo día y el primer día son mencionados

78
Anticipando el reposo de Dios 79

en la Biblia en relación con días de la semana específicos


(aparte de los días de la creación en el Génesis).
El séptimo día de la semana es el día del reposo sagrado
del Antiguo Pacto, y encontramos a los judíos del Nuevo
Testamento reposando y reuniéndose para adorar en el
templo y las sinagogas ese día. Lo significativo es que,
aunque al principio casi todos los cristianos eran judíos y
continuaban reuniéndose en el templo y las sinagogas el
séptimo día, finalmente el día de su reunión para adorar
cambió al primer día de la semana. No debe restarse
importancia al hecho de que el Espíritu Santo movió a
Lucas a incluir el día de la semana en que los discípulos se
reunían para partir el pan en Hechos 20:7 cuando Pablo
vino a Troas: “Y el primer día de la semana, cuando
estábamos reunidos para partir el pan, Pablo les hablaba,
pensando partir al día siguiente, y prolongó su discurso
hasta la medianoche” (Hch. 20:7).
Observe que el primer día de la semana se menciona
como el día en que los discípulos se reunían. Está escrito
allí no como si fuera algo nuevo por la ocasión, sino como
algo que ya era su costumbre. Si prestamos atención al
versículo anterior, este muestra que Pablo y sus
compañeros permanecieron en Troas siete días, y el
versículo 7 revela que debían irse el día después de esta
reunión de la iglesia. Así que el día de la reunión de la
iglesia fue seis días después de que Pablo llegara. El
80 ¿Un día santo?

significado de esto es que no fue una reunión improvisada;


antes bien, era su reunión semanal regular y era en el
primer día de la semana.
Un par de años antes, cuando escribió la carta de 1
Corintios,1 Pablo les había instruido específicamente que
recogieran sus ofrendas el primer día de la semana, como
ya había ordenado a las iglesias de Galacia:
Ahora bien, en cuanto a la ofrenda para los santos,
haced vosotros también como instruí a las iglesias de
Galacia. Que el primer día de la semana, cada uno de
vosotros aparte y guarde según haya prosperado, para
que cuando yo vaya no se recojan entonces ofrendas.
(1 Cor. 16:1, 2)

Allí, como vimos era la práctica en Troas unos años


más tarde, el hábito de reunirse el primer día de la semana
ya estaba establecido en Corinto. El momento oportuno
para recoger las ofrendas para los santos necesitados era
cuando la iglesia se reunía los domingos y esto es
precisamente lo que Pablo les instruye que hagan. Esta
práctica de recoger las ofrendas el primer día de la semana
indica positivamente que el hábito de estos primeros
cristianos era reunirse para adorar ese día. Esta tradición

1 Pablo escribió la carta de 1 Corintios c. 54 d. C., y visitó


Troas en esta ocasión c. 56 d. C. Como vemos, la práctica de la
adoración dominical ya era costumbre en este tiempo.
Anticipando el reposo de Dios 81

se solidifica como una orden positiva cuando Pablo


instruye que el día para recoger sus ofrendas debía ser el
primer día de la semana. Desde estos primeros días de la
iglesia cristiana hasta el día de hoy, el domingo ha sido el
día de la adoración cristiana.

Las cosas santas en el Nuevo Pacto


Pero, ¿podemos caracterizar el primer día de la semana
como un día especial, un día de reposo sagrado, un día
santo? Parece que Pablo en Romanos 14 dice que son los
hermanos más débiles los que estiman un día más que otro:
Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar
sus opiniones. Uno tiene fe en que puede comer de
todo, pero el que es débil sólo come legumbres. El que
come no menosprecie al que no come, y el que no
come no juzgue al que come, porque Dios lo ha
aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro?
Para su propio amo está en pie o cae, y en pie se
mantendrá, porque poderoso es el Señor para
sostenerlo en pie. Uno juzga que un día es superior a
otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté
plenamente convencido según su propio sentir. El que
guarda cierto día, para el Señor lo guarda; y el que
come, para el Señor come, pues da gracias a Dios.
(Rom. 14:1-6a)
Muchos interpretan este pasaje para descartar
cualquier reposo sagrado restante para los cristianos. En
82 ¿Un día santo?

este texto, es el cristiano débil el que da importancia a no


comer carne o a observar los días. Sin embargo, no creo
que sea una interpretación adecuada concluir que ya no
hay distinciones entre lo santo y lo común en la práctica
del Nuevo Pacto, ya sea con respecto a cosas o a días. El
punto en conflicto que Pablo aborda en este pasaje es la
controversia que surgió en torno a la observancia de la ley
mosaica. Algunos cristianos judíos no eran libres en sus
conciencias para comer lo que se había considerado
inmundo, o para abstenerse de celebrar ciertos días
festivos {lit. días santos} bajo el Antiguo Pacto,
incluyendo el reposo sagrado, tal como había sido
instituido bajo Moisés. Pablo estaba exhortando a los
romanos a que fueran tolerantes con los cristianos que
aún no habían llegado a la plena comprensión de la
libertad que tenemos con respecto a la observancia del
Antiguo Pacto. Note que Pablo dice: “Aceptad al que es
débil en la fe”. Esta persona aún no está bien establecida
en la doctrina y práctica cristiana. Todavía se aferra a las
reliquias de la observancia mosaica.
Pero, la doctrina y la práctica cristianas contienen
cosas santas, así como la observancia mosaica las tenía.
Obviamente, Dios es santo (Apo. 4:8), los cristianos son
santos (1 Tes. 5:27), nuestros cuerpos son santos
(1 Cor. 3:17), la Iglesia es santa (Efe. 2:21), las Escrituras
son santas (2 Tim. 3:15), etc. Pero más particularmente,
Anticipando el reposo de Dios 83

en relación con las observancias del Nuevo Testamento,


el Bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas santas
del Nuevo Pacto.
El bautismo no es una inmersión ordinaria en el agua.
Es un rito santo de obediencia y simbolismo cristiano que
representa la unión del creyente con Cristo en Su muerte,
sepultura y resurrección. Tratar el bautismo como
cualquier otra inmersión en el agua sería profanar lo
santo. Es distinto, singular, especial, y no debe
confundirse con lo común. Se hace por orden de Cristo
mismo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, a todos los que profesan fe en Su nombre.
Lo mismo ocurre con la Cena del Señor. Es una santa
cena. La iglesia de Corinto estaba abusando de esta
ordenanza de Cristo, así que Pablo corrigió su práctica en
1 Corintios 11:20-33. Estaban participando de la Cena
del Señor según sus costumbres, como parte de una
comida ordinaria para satisfacer su apetito e incluso
permitirse beber de más y andar en glotonerías. Pero la
Cena del Señor no es como una cena ordinaria. No debe
ser practicada de la misma manera, ni con el mismo
propósito. Es hacer memoria de la muerte de Cristo y de
nuestra identificación con Él. Participamos
espiritualmente de Cristo y juntos tenemos comunión con
Él, y mientras comemos el pan y tomamos la copa, Él
alimenta nuestras almas.
84 ¿Un día santo?

Esto nos lleva a considerar el punto de este análisis


acerca de las cosas santas en el Nuevo Pacto. La pregunta
que se hizo fue: ¿podemos caracterizar el primer día de la
semana como un día especial, un día de reposo sagrado,
un día santo a la luz de Romanos 14:1-6? Creo que lo que
ha sido presentado hasta ahora es razón suficiente para
responder afirmativamente, pero hay una evidencia más
que añade un gran peso al argumento. Se encuentra en
una referencia aparentemente insignificante hecha por el
apóstol Juan en el libro de Apocalipsis: “Estaba yo en el
Espíritu en el día del Señor...” (Apo. 1:10). Allí, Juan está
identificando un día específico en el que estuvo en el
Espíritu, un día llamado “el día del Señor”.
Lo primero que hay que señalar sobre esta referencia
al día del Señor es que Juan no explica lo que quiere decir
con “el día del Señor”. Esperaba que su audiencia ya
estuviera familiarizada con el término y el día al que se
estaba refiriendo. Y sí lo conocían. Incluso casi dos
milenios después, la mayoría de los cristianos todavía
están familiarizados con “el día del Señor”. El domingo es
el día del Señor. Se han referido a este como el día del
Señor incluso antes de que Juan escribiera el Apocalipsis,
y desde entonces. Como evidencia adicional de esto
tenemos el testimonio de {título oficial} La Didaché, uno
de los primeros escritos cristianos existentes además del
Nuevo Testamento. La Didaché es un manual de la iglesia
Anticipando el reposo de Dios 85

y contiene una referencia al día del Señor, y muestra que


{el domingo} era el día de la adoración corporativa: “Y
en el día del Señor, reuníos, partid el pan y dad gracias,
confesando primero vuestras transgresiones, para que
vuestro sacrificio sea puro” (La Didaché 14:1).2
La Didaché fue escrita a finales del primer siglo o
principios del segundo. Allí, instruye positivamente que el
día del Señor era el día de la reunión del pueblo de Dios
para la adoración.
Otra fuente de los primeros siglos que describe el culto
cristiano es la {título oficial} Primera Apología de Justino
Mártir, fechada a mediados del siglo II. Él identifica el día
en que adoraban como el domingo:
Y en el día llamado domingo, todos los que viven en las
ciudades o en el campo se reúnen en un mismo lugar, y
se leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los
profetas, siempre que el tiempo lo permita; luego,
cuando el lector ha cesado, el presidente3 instruye
verbalmente, y exhorta a la imitación de estas cosas

2 Joseph Barber Lightfoot y J. R. Harmer, The Apostolic


Fathers {trad. no oficial: Los Padres apostólicos} (London:
Macmillan and Co., 1912), 234. Nota del traductor: El
fragmento citado fue traducido directamente de la cita textual
que provee el autor.
3 Nota del traductor: presidente ―o sea, el que preside.
86 ¿Un día santo?

buenas. Entonces nos levantamos todos juntos y


oramos, y, como dijimos antes, cuando nuestra oración
ha terminado, se trae el pan, el vino y el agua, y el
presidente de la misma manera ofrece oraciones y
acciones de gracias, según su capacidad, y el pueblo
asiente, diciendo “Amén” {comillas añadidas}; y hay
una distribución para cada uno, y una participación de
aquello por lo que se ha dado gracias; y a los que están
ausentes, una porción es enviada por los diáconos. Y los
que tienen una posición acomodada, y están dispuestos,
dan lo que cada uno crea conveniente; y lo que se
recauda se deposita en {manos de} el presidente, quien
socorre a los huérfanos y viudas, y a los que ―por
enfermedad o cualquier otra causa— están en
necesidad, y a los que están en cadenas, y a los
extranjeros que están haciendo estancia entre nosotros;
y, en una palabra, cuida de todos los que están en
necesidad. Pero el domingo es el día en el que todos
celebramos nuestra asamblea común, porque es el
primer día en el que Dios, habiendo hecho un cambio
en las tinieblas y la materia, hizo el mundo; y Jesucristo
nuestro Salvador en el mismo día resucitó de entre los
muertos. Porque fue crucificado el día anterior al de
Saturno {sábado}; y el día siguiente al de Saturno, que
es el día del Sol, habiéndose aparecido a Sus apóstoles
Anticipando el reposo de Dios 87

y discípulos, les enseñó estas cosas, que también hemos


presentado a vosotros para vuestra consideración.4

Obviamente, La Didaché y la Primera Apología de Justino


Mártir no son obras inspiradas. Sin embargo,
proporcionan una evidencia muy temprana de que la
Iglesia practicaba la adoración dominical tal como vemos
en el Nuevo Testamento.
Una segunda cosa que hay que notar sobre la
referencia de Juan al día del Señor es el hecho de que
estaba “en el Espíritu”. Cuando Juan escribió el
Apocalipsis, estaba exiliado en Patmos, pero aun así, se
dedicaba a la adoración a Dios en el día del Señor. Sin
duda, el domingo era el día en que estaba acostumbrado a
reunirse para la adoración, e incluso en el exilio estaba en
comunión con Dios, aunque no podía reunirse con el
pueblo de Dios.
Un tercer factor a considerar es el significado de la
frase “el día del Señor”. La palabra traducida como “del

4 Justino Mártir, “The First Apology of Justin” {título oficial:


“Primera Apología de Justino Mártir”}, en The Apostolic Fathers
with Justin Martyr and Irenaeus {trad. no oficial: Los Padres
apostólicos con Justino Mártir e Ireneo}, ed. Alexander Roberts,
James Donaldson y A. Cleveland Coxe, vol. 1, The Ante-Nicene
Fathers {trad. no oficial: Los Padres antenicenos}, (Buffalo, NY:
Christian Literature Company, 1885), 186.
88 ¿Un día santo?

Señor” es “kuriakos” en el idioma original. La otra y única


vez que esta palabra se usa en el Nuevo Testamento es en
1 Corintios 11:20, cuando se refiere a la Cena del Señor.
El significado de la palabra es perteneciente al Señor. En
1 Corintios 11:20 se refiere a una cena que pertenece
particularmente al Señor, y en Apocalipsis 1:10 tenemos
un día que pertenece particularmente al Señor. Ninguna
de estas son cosas comunes y corrientes. Tenemos una
santa cena, y tenemos un día santo.

¿El día del Señor es el reposo sagrado cristiano?


Pero, ¿podemos justificar que llamemos al día del Señor
un día de reposo sagrado, o el reposo cristiano? Debe ser
apropiado porque el autor de Hebreos utiliza la
terminología del reposo sagrado en referencia a la
observancia de un reposo, y hay una continuidad de la
teología del reposo sagrado desde el reposo de Dios en la
creación, al cuarto mandamiento, al día del Señor. Todos
estos apuntan a nuestro reposo con Dios en la gloria, y
aunque ahora entramos en Su reposo en parte, el reposo
escatológico todavía no ha llegado. El tipo permanece
hasta que el antitipo ha llegado. Considere el matrimonio
como otra ordenanza de la creación que tiene un
significado escatológico. El matrimonio es un cuadro de
la relación que Cristo tiene con Su Iglesia (Efe. 5:22-32).
La relación matrimonial entre el hombre y la mujer
continuará hasta que aquello que representa haya llegado
Anticipando el reposo de Dios 89

plenamente, cuando el pueblo de Cristo habite en su


presencia para siempre, en el lugar que Él ha preparado.
Entonces, para responder a la pregunta: “¿Podemos
caracterizar el primer día de la semana como un día
especial, un día de reposo sagrado, un día santo?”;
debemos responder que sí. También debemos sacar una
conclusión sobre Romanos 14:5 ―“Uno juzga que un día
es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada
cual esté plenamente convencido según su propio sentir”.
Sin duda, lo que se puede deducir de esto es que Pablo solo
se refiere a las observancias mosaicas, y no a la práctica del
Nuevo Testamento de guardar el día del Señor. No está
enseñando que se puede ser indiferente al día del Señor,
ni está haciendo notar que los hermanos más débiles son
los que observan el día del Señor. Los hermanos más
débiles en ese texto todavía se aferraban a la observancia
del Antiguo Pacto, y Pablo no está hablando de la práctica
del Nuevo Testamento en absoluto. La fe en la que son
débiles (Rom. 14:1), es la fe del Nuevo Testamento, la fe que
guarda el día del Señor como un día santo. Si insistimos
en que el día del Señor no es un día santo, entonces
también debemos sostener que la Cena del Señor es solo
una cena común y corriente.
Algunos objetan toda esta idea del reposo sagrado
cristiano porque, en su opinión, no hay un mandato
expreso que lo justifique particularmente. Me gustaría
90 ¿Un día santo?

señalar que los mandatos expresos no son siempre la


forma en la que Dios comunica Su voluntad para los
hombres. La buena y necesaria consecuencia de la
revelación bíblica es tan autoritativa como un mandato
expreso y explícito. Muchas veces un texto de la Escritura
implica necesariamente otras cosas relacionadas. Por
ejemplo, el séptimo mandamiento de no cometer
adulterio implica que todos los pecados que violan los
propósitos de Dios para el matrimonio y las relaciones
sexuales también están prohibidos. Jesús señaló que
incluso se aplica a los pensamientos del corazón. Como
dije anteriormente, los roles de los hombres y mujeres en
la iglesia están implícitos en el orden de la creación, como
enseña Pablo en 1 Timoteo 2:13, Adán habiendo sido
formado primero y luego Eva. Esta es una implicación
autoritativa, que las mujeres no deben usurpar la
autoridad masculina. En referencia a que el día del Señor
es el reposo sagrado cristiano, tenemos mucha enseñanza
bíblica de peso que se relaciona directamente con esta
cuestión. Lo siguiente es un resumen de la enseñanza
bíblica presentada en este libro, y tomada en su conjunto,
forma una fuerte defensa a favor de la observancia del
reposo sagrado en el Nuevo Testamento.

Resumen de los argumentos


En el capítulo 1, diferencié entre los dos tipos de ley que
encontramos en la Escritura ―la ley moral y la ley
Anticipando el reposo de Dios 91

positiva. La ley moral es la que refleja el carácter


inmutable de Dios y la forma en que debemos
comportarnos en relación con Dios como portadores de
Su imagen. La ley positiva, por otra parte, son preceptos
positivos de Dios que no son intrínsecos de Dios ni de los
portadores de Su imagen, sino que son dados por razones
específicas y pueden ser rescindidos sin violar el carácter
santo de Dios. Concluí el capítulo 1 afirmando que el
reposo sagrado es una ley moral, pero que el Pacto
Mosaico le añadió estipulaciones positivas, estipulaciones
que han desaparecido bajo el Nuevo Pacto.
En el capítulo 2, comparé la naturaleza del Pacto
Mosaico con el Nuevo Pacto. Vimos que el Nuevo
Testamento caracteriza el Pacto Mosaico como un “yugo
de esclavitud”, y como un “ministerio de muerte” y
“condenación”. El pueblo de Dios del Antiguo Pacto
estaba bajo “guardianes y tutores”, y bajo “ayo” para
conducirlos a Cristo, mientras que el Nuevo Pacto
describe a sus miembros como libres de este yugo de
esclavitud, y no como siervos, sino como hijos. El
propósito de este contraste era mostrar que el reposo
sagrado, como fue mediado por Moisés, asumía la
naturaleza de ese pacto con estipulaciones positivas que se
centraban en esta estricta disciplina y severo castigo; pero,
bajo el Nuevo Pacto, adquiere un carácter diferente, uno
que se centra en entrar en el reposo de Dios por la fe.
92 ¿Un día santo?

En el capítulo 3, observamos el aspecto moral del


reposo sagrado desde el principio y destacamos la
naturaleza fundamental del reposo de Dios en la creación,
que es una ordenanza de la creación y que el reposo de
Dios era paradigmático para nuestro reposo. Aprendimos
de esto que Dios estableció un reposo semanal desde el
mismo principio que estaba destinado a los hombres.
Vimos como la semana fue establecida por Dios con
trabajo y luego reposo, y que este patrón a menudo ha
sido preservado por los humanos a lo largo de la historia.
Señalé que el reposo sagrado estaba destinado a todos los
hombres en esta forma básica, pero que la forma del
reposo sagrado bajo Moisés solo se aplicaba a los
israelitas.
En el capítulo 4 vimos el reposo sagrado como un tipo,
apuntando a una realidad mayor al final del trabajo a
realizar. Ver el reposo sagrado desde esta perspectiva es
una imagen del Pacto de Obras. Aprendimos que a Adán
se le dio una obra que, al ser completada, terminaría en
la recompensa de “vida” o “reposo”, y como vimos, este
reposo representaba la gloria. Adán falló en su trabajo y
fue maldecido con toda su posteridad, pero Dios envió un
segundo Adán que guardó el Pacto de Obras y alcanzó el
reposo que fue ofrecido desde el principio. El punto de
esto era resaltar el propósito escatológico del reposo
Anticipando el reposo de Dios 93

sagrado, que la gloria es la meta de la historia del hombre


y que esta gloria es tipificada en el reposo sagrado.
En el capítulo 5, comenté sobre Hebreos 3:1-4:11 para
entender el reposo sagrado en el Nuevo Pacto.
Observamos cómo se muestra que Cristo es superior a
Moisés, y por implicación, cómo el Nuevo Pacto es
superior al Antiguo. Aprendimos que el Pacto Mosaico
era tipológico, y que este nos enseña verdades que
debemos usar en el Nuevo Pacto. Este pasaje nos muestra
que la fe es el medio por el cual entramos en el reposo de
Dios, y que la razón por la que el pueblo de Israel murió
en el desierto fue por incredulidad. Vimos que queda un
“reposo sagrado” para el pueblo de Dios que en última
instancia apunta al cielo, pero que la palabra escogida,
sabbatismos, indica que este reposo futuro debe ser
anticipado por una observancia del reposo sagrado que
está basada en las obras y el reposo de Cristo. Vimos que
Cristo entró en Su reposo en la resurrección, y que Sus
obras y Su reposo fueron comparados con las obras y el
reposo de Dios, constituyendo un paradigma de la
observancia del Nuevo Testamento. Este es el
fundamento teológico para el cambio del día de reposo
sagrado semanal, del séptimo día al primer día.
En el capítulo 6, vimos la evidencia que corrobora el
reposo sagrado cristiano. Vimos que el primer día de la
semana se convirtió en el día de adoración cristiana en la
94 ¿Un día santo?

iglesia apostólica y que los cristianos han seguido este


patrón desde entonces. Señalé que el primer día de la
semana recibió una atención especial como el día de la
resurrección de Cristo, y que este día continuó siendo
señalado como el día de la adoración corporativa por el
ejemplo y el mandato de Pablo. Consideramos si es
correcto ver el domingo como un día especial o como un
día santo. Identifiqué las cosas santas en el Nuevo Pacto,
incluyendo el bautismo y la cena del Señor, y luego
consideré lo que Juan quiso decir con la frase “el día del
Señor”. Vimos que el día del Señor se refería a un día que
pertenecía particularmente al Señor, así como la cena del
Señor pertenece particularmente al Señor, y concluí que
el día del Señor es un día santo. Luego mencioné que el
reposo sagrado es un tipo o símbolo de algo aún por venir,
y que lo que representa todavía no ha llegado plenamente.
Como el antitipo está por venir, el tipo permanece como
un símbolo, precisamente como el matrimonio es un tipo
de la relación de Cristo con la Iglesia, relación que será
consumada en el mundo venidero, así el matrimonio
permanece como un símbolo hasta que la realidad llegue.
En el próximo capítulo, voy a aplicar esta doctrina del
día del Señor a nuestras vidas bajo el Nuevo Pacto.
7
UN DÍA DELEITOSO...

El Nuevo Testamento deja claro que el “yugo de


esclavitud” de la observancia mosaica ha sido quitado de
los creyentes en Cristo,49 y que la ley como pacto ha sido
reemplazada por un mejor pacto con mejores promesas.50
A la luz de este hecho, ¿a qué principio rector debemos
referirnos para informar nuestra propia observancia del
día del Señor en esta edad del Nuevo Pacto? Como queda
un sabbatismos para el pueblo de Dios, y el día del Señor
no puede ser caracterizado como nada menos que un día
santo, y como el cuarto mandamiento establece un
imperativo moral para guardar el reposo sagrado de Dios
basado en el reposo de Dios en la creación, ¿cómo se
aplica esto de forma práctica en la vida del pueblo de
Dios?

49 John Gill, Exposition of the Old and New Testaments Vol. 9 (Paris,

AR: The Baptist Standard Bearer, 2006), 40-41.


50 Nehemiah Coxe, John Owen, Covenant Theology from Adam to

Christ {trad. no oficial: La teología del pacto de Adán a Cristo}


(Palmdale, CA: Reformed Baptist Academic Press, 2005),
155-156.
95
96 Un día deleitoso...

La clave para encontrar la aplicación adecuada del


reposo sagrado para los cristianos es darse cuenta de que
la observancia del Antiguo Pacto tipifica una realidad en la
que podemos entrar, incluso ahora, espiritualmente.
Consideremos la Pascua como un ejemplo de cómo el
Nuevo Pacto utiliza los tipos del Antiguo Testamento para
nuestra instrucción y beneficio. Mire cómo Pablo, en
1 Corintios 5:7-8, aplica las realidades espirituales de la
Pascua a un caso de disciplina eclesiástica, y veremos que
las realidades espirituales de las formas del Antiguo Pacto
son instructivas para nosotros:
Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva,
así como lo sois, sin levadura. Porque aun Cristo,
nuestra Pascua, ha sido sacrificado. Por tanto,
celebremos la fiesta no con la levadura vieja, ni con la
levadura de malicia y maldad, sino con panes sin
levadura de sinceridad y de verdad. (1 Cor. 5:7, 8)
¿Cómo es que la iglesia de Corinto iba a celebrar la
Pascua? No estaban bajo la observancia de la Pascua del
Antiguo Pacto, pero como el pan leudado simbolizaba
“malicia y maldad”, se les instruyó que quitaran al
pecador no arrepentido de entre ellos: “...EXPULSAD
DE ENTRE VOSOTROS AL MALVADO”
(1 Cor. 5:13b). En este caso, limpiar la levadura vieja era
quitar el pecado de la iglesia disciplinando al fornicario no
Anticipando el reposo de Dios 97

arrepentido por medio de la excomunión, para que fueran


una nueva masa, sin levadura.
A la luz de este principio, ¿qué tipifican las
regulaciones mosaicas del reposo sagrado? El énfasis del
cuarto mandamiento está en el descanso físico. Pero,
incluso bajo el Antiguo Pacto, como vimos en los
capítulos 4 y 5, la implicación era el reposo espiritual. Las
estrictas regulaciones que prohibían el trabajo, incluso
hasta el punto de no recoger leña para encender un fuego,
no eran el fin en sí mismas, sino el medio para un fin. El
profeta Isaías nos anuncia el propósito más pleno del
reposo sagrado:
Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no
hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día
de reposo delicia, al día santo del SEÑOR, honorable,
y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu
placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te
deleitarás en el SEÑOR, y yo te haré cabalgar sobre las
alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu
padre Jacob; porque la boca del SEÑOR ha hablado.
(Isa. 58:13, 14)

Por lo tanto, vemos que la verdadera esencia del


reposo sagrado nunca fue un mero descanso físico, sino
deleitarse en el Señor y ser levantado y alimentado por Él.
El descanso físico no solo simbolizaba el reposo espiritual,
sino que ―a nivel práctico— hacía tiempo para la
98 Un día deleitoso...

comunión con Dios. Despejaba la agenda {semanal} para


que pudieran contar con una amplia oportunidad de
tener comunión con Dios sin las trabas de la rutina normal
de trabajo. La pena de muerte por quebrantar el reposo
sagrado tenía la intención de comunicar el hecho de que
aquellos que no honraran al Señor ni encontraran su
reposo en Él, serían finalmente separados de Dios para
siempre.

Consideraciones prácticas
Entonces, el reposo del trabajo se trata de ser liberado de
todo lo que nos impide deleitarnos en Dios. Puesto que
nosotros, bajo el Nuevo Pacto, también somos propensos
a dejar que el afán de este mundo desplace la adoración a
Dios, la aplicación de este principio sigue siendo
importante para nosotros. Dejar a un lado nuestras
ocupaciones y cargas terrenales es necesario a fin de poder
ser libres para enfocarnos en Dios sin que los cuidados de
este mundo nos lo impidan. Por lo tanto, tanto como esté
en nuestro poder, deberíamos guardar el día del Señor
libre de nuestras carreras, y todos los demás trabajos que
podamos posponer para los otros seis días. Es una muestra
de honor al Señor valorar Su adoración lo suficiente como
para hacer tiempo para esta cada semana.
Por supuesto, hay algunos tipos de trabajo que deben
hacerse los siete días de la semana, como el de la policía,
Anticipando el reposo de Dios 99

los bomberos y los médicos, entre otros. Estos son trabajos


de necesidad y misericordia, y como tales, no pueden ser
descuidados ni siquiera en el día del Señor.51 Si sucede
que nos encontramos con un llamado que requiere que
cumplamos con nuestras responsabilidades en el día del
Señor, no estamos violando el reposo sagrado. Sin
embargo, por nuestro propio bien y por la debida
observancia del día santo de Dios, sería bueno encontrar
maneras, si es posible, de minimizar esos tiempos para que
podamos enfocarnos en el Señor sin que el trabajo nos
impida hacerlo. Si empleamos a otros, y nuestro trabajo
no es una necesidad en el día del Señor, deberíamos dar
a nuestros empleados los domingos libres para que ellos
también sean libres para reposar en el Señor.
Si olvidamos el propósito del reposo sagrado, también
permitiremos que otras cosas además del trabajo nos
desvíen de nuestro enfoque en el Señor. Los deportes
organizados y otras recreaciones también pueden ser un
obstáculo. En nuestros días, los deportes y la recreación
han reemplazado la adoración corporativa de los
domingos, incluso en el caso de muchos cristianos
profesos. Los padres a menudo faltan a la reunión de la
iglesia para llevar a sus hijos a jugar en juegos y torneos
programados. Muchos abandonan la asamblea semanal
para llevar su bote al lago o jugar al golf con sus amigos.

51 Lucas 14:1-6.
100 Un día deleitoso...

Esto indica que tales recreaciones son más importantes


que la adoración dominical a Dios en la iglesia. No, no
estamos bajo el yugo del Antiguo Pacto con sus amenazas
y maldiciones, ni deberíamos ser legalistas en nuestra
observancia del Día del Señor, preocupándonos solo por
lo externo; pero, tanto como esté en nuestro poder,
deberíamos buscar apartar el domingo para disfrutar del
Señor junto con Su pueblo.

La adoración corporativa es esencial para


guardar el reposo de Dios
Es de vital importancia darse cuenta de que nuestro
deleite en Dios no es solo un esfuerzo individual.
Nosotros, como iglesia, somos un cuerpo, y como cuerpo
estamos llamados a adorar al Señor juntos. El día del Señor
es un día de adoración corporativa. El escritor de Hebreos
nos exhorta a no dejar de congregarnos como iglesia:
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza
para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
por un camino nuevo y vivo que El inauguró para
nosotros por medio del velo, es decir, su carne, y
puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de
Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón
purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado
con agua pura. Mantengamos firme la profesión de
nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que
Anticipando el reposo de Dios 101

prometió; y consideremos cómo estimularnos unos a


otros al amor y a las buenas obras, no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos unos a otros , y mucho más al ver
que el día se acerca. (Heb. 10:19-25)

Vimos en el capítulo 6 que el domingo es el día


prescrito para la adoración corporativa y que deberíamos
ser celosos para proteger la asamblea del día del Señor de
la invasión de trabajo y recreaciones innecesarias. Así que,
fundamentalmente, la observancia del Día del Señor
requiere la asistencia regular a la reunión dominical de la
iglesia.
Pero, más que nuestra mera presencia física en la
asamblea de los santos, la observancia del Día del Señor
es en realidad entrar en la adoración a Dios y deleitarse en
Él. Incluso si nos aparecemos en la asamblea, realmente
no estaríamos guardando el Día del Señor como se
concibe que lo hagamos si no llegamos a deleitarnos en el
Señor. Recuerde que en Apocalipsis 1:10, Juan estaba “en
el Espíritu” en el Día del Señor. Estaba entrando
verdaderamente en lo que el reposo sagrado se supone
que sea cuando, en lo más profundo de su ser, encontraba
su placer en Dios.
102 Un día deleitoso...

Un día de cielo en la Tierra


Lo próximo que hay que recalcar es que el domingo es
llamado “el día del Señor”. Esto designa el período de
tiempo que debemos reservar para esta actividad de
deleite en el Señor. No es la hora del Señor, sino que Dios
quiere que apartemos un día entero para la actividad
espiritual, el servicio y la comunión con Él y Su pueblo.
Las Escrituras ordenan al pueblo de Dios que se sirvan
unos a otros de varias maneras, y el día del Señor nos da
tiempo cada semana para servirle a Él y a los demás.
¿Cuántas veces en la semana desearíamos poder atender
{lit. ministrar a} las necesidades de alguien, pero no
tenemos tiempo? Los domingos son una gran oportunidad
para atender {lit. ministrar a} las necesidades tanto
espirituales como físicas de los demás. ¡No desperdiciemos
el día en la inactividad, antes bien celebremos el día del
Señor en la adoración, el servicio, la comunión y el
regocijo! Observe cómo Ignacio de Antioquía, a
principios del siglo II, exhorta a los magnesianos a
celebrar el día del Señor:
Por lo tanto, no guardemos más el reposo sagrado a la
manera judía, ni nos regocijemos más en los días de
ocio [...] sino que cada uno de vosotros guarde el
reposo sagrado de manera espiritual, regocijándose en
la meditación de la ley, no en la relajación del cuerpo
[...] y no comiendo cosas preparadas desde el día
Anticipando el reposo de Dios 103

anterior, ni usando bebidas tibias, ni caminando


dentro de un espacio prescrito [...] Y después de la
observancia del reposo sagrado, que cada amigo de
Cristo guarde el día del Señor como un festival, el día
de la resurrección, el rey y cabeza de todos los días [de
la semana]. Esperando esto, el profeta declaró: “Hasta
el fin, para el octavo día”, en el que nuestra vida
resurgió y también la victoria sobre la muerte fue
obtenida en Cristo.52

En esta cita, vemos el peligro que hay que evitar en


nuestra práctica del día del Señor. Podemos caer en una
observancia legalista como los judíos al poner nuestro
enfoque en las cosas externas que deben evitarse, en lugar
de ponerlo en el gozo y la bendición de la comunión y la
celebración con el Señor y Su pueblo. Podemos guardar
el reposo sagrado con todo el cuidado externo de los
fariseos, pero nuestros corazones pueden estar lejos del
Señor. Si hallamos el día del Señor exigente y riguroso,
una carga a soportar, hemos perdido el punto por completo.
El día del Señor es un anticipo del cielo, un tiempo de

52 Ignatius of Antioch {Ignacio de Antioquía}, “The Epistle


of Ignatius to the Magnesians” {trad. no oficial: “La epístola de
Ignacio a los magnesianos”}, en The Apostolic Fathers with Justin
Martyr and Irenaeus {trad. no oficial: Los Padres apostólicos con Justino
Mártir e Ireneo}, ed. Alexander Roberts, James Donaldson, y A.
Cleveland Coxe, vol. 1, The Ante–Nicene Fathers (Buffalo, NY:
Christian Literature Company, 1885), 62-63.
104 Un día deleitoso...

comunión y gozo, un tiempo de triunfo y júbilo en la


victoria de Jesús sobre el sepulcro. Dejar a un lado nuestro
trabajo normal es solo un medio para este glorioso fin. No
debemos centrarnos tanto en los medios como en el fin, y
hallaremos este día santo como el punto culminante de
nuestra semana. Es solo cuando encontramos nuestro
placer en el Señor que hemos entrado verdaderamente en
el reposo de Dios. Amén.
Se sacian de la abundancia de tu casa, y les das a beber
del río de tus delicias. Porque en ti está la fuente de la
vida; en tu luz vemos la luz. (Sal. 36:8, 9)
...en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra,
deleites para siempre. (Sal. 16:11b)
APÉNDICE:
EL CAMINO DEL REPOSO

Puede que algunos hayan leído este libro, pero ven la idea
de deleitarse en el Señor como un concepto extraño.
¿Cómo se puede tener compañerismo con alguien que no
se puede ver? El placer, el deleite, el gozo y la relación no
son cosas que le vienen a la mente cuando contempla a
Dios. Tal vez el día del Señor no le atraiga porque el
Señor parece distante e inaccesible. Puede que se sienta
incómodo contemplando a Dios por una inquietud en su
corazón a causa de los pecados pasados, o incluso por su
estilo de vida actual. Juicio, condenación, tormento,
culpabilidad y vergüenza son cosas que vienen más
fácilmente a la mente, cosas en las que preferiría evitar
pensar.
Puede que haya otros que vean al Señor más como un
“genio de la lámpara” personal. Usted es el centro del
universo y Dios existe para gratificarlo. Puede intentar
servir a Dios por lo que puede obtener de Él suponiendo:
―Si doy algo de dinero o voy a la iglesia entonces Dios
me dará las cosas que quiero—. Sin embargo, en esto
todavía no tiene usted el deseo de glorificar a Dios

105
106 Apéndice: El camino del reposo

simplemente porque Él es digno y merece nuestra


adoración y devoción por Su propio nombre. Incluso
otros van diligentemente a la iglesia y participan en la
adoración, pero su servicio a Dios está muerto. Ven la
iglesia como una obligación cultural, o un lugar para la
comunión con sus amigos, y simplemente hacen lo que
tengan que hacer por inercia, solo porque es lo que hace
la gente buena. O, tal vez su situación es diferente. Nunca
ha considerado seriamente su condición espiritual. Está
demasiado ocupado con los cuidados de esta vida, y no se
ha detenido lo suficiente para pensar profundamente en
la eternidad.
Puede que no haya descrito su situación; sin embargo,
se da cuenta de que, al igual que estos que he descrito,
usted no conoce al Señor. No es que no sepa acerca de
Dios, o no crea que existe, sino que no conoce al Señor
personalmente. Si se da cuenta de que este es su caso, hay
buenas noticias. Dios, en Su palabra, ha revelado todo lo
que necesitamos para tener una buena relación con Él.
Pero estas buenas noticias son precedidas por otras muy
malas. Se nos describe en las Escrituras como una raza
caída, depravada, extremadamente malvada, y sujeta a la
eterna ira de Dios por nuestros pecados. Instintivamente
sabemos que hay algo terriblemente malo, pero no
sabemos exactamente lo que todo esto significa o cómo
podemos ser hechos justos nuevamente. Exploremos
Anticipando el reposo de Dios 107

nuestra difícil situación un poco más profundamente y


descubramos qué es lo que Dios hizo para liberarnos, y
conceder el reposo eterno que nuestras almas anhelan.

Todos tenemos un conocimiento de Dios


A pesar de lo que muchos afirman, no es necesario
convencernos de que Dios existe. Todos sabemos que
Dios existe de forma natural. Este conocimiento de Dios
está en nosotros y es reafirmado por lo que está fuera de
nosotros. No hay ningún lugar en el que podamos escapar
del conocimiento de Dios. Nuestra mente da testimonio de
la realidad de Dios de la misma manera que da testimonio
de la realidad de nosotros mismos. Somos conscientes de
nosotros mismos. Nadie tiene que decirnos que existimos.
Nos contemplamos de forma natural. Se nos ha dado el
don de la sensibilidad. Lo mismo ocurre con nuestro
conocimiento de Dios. Nadie tiene que decirnos que Dios
existe. Somos conscientes de Dios.1 Es cierto que muchos
niegan que Dios existe, pero esto requiere un esfuerzo
para suprimir nuestro conocimiento innato de Dios. El
ateo presenta muchos argumentos para justificar su
ateísmo, pero lo hace más por causa de sí mismo que por
causa de los demás. Negar el conocimiento de Dios es
como sostener una pelota de playa bajo el agua. El agua
siempre está presionando la pelota hacia arriba y tan

1 Calvin, Institutes, 43.


108 Apéndice: El camino del reposo

pronto como el esfuerzo por mantenerla bajo el agua


disminuye, la pelota sale a la superficie con energía
violenta.
Pero el conocimiento de Dios no solo se afirma en
nuestro interior, sino que también se reafirma con lo que
está fuera de nosotros. Con nuestros sentidos percibimos
lo externo, y es a través de esta ventana que observamos
el universo. A través de nuestra observación y experiencia
del mundo, nuevas gotas2 del conocimiento de Dios se
derraman en nuestros corazones de tal manera que nadie
puede legítimamente reclamar la ignorancia {acerca} de
Dios como creador y sustentador de todas las cosas
(Sal. 19:1-6).

La pecaminosidad del pecado


Sin embargo, saber que Dios existe no es lo mismo que
conocer a Dios. Partiendo de la creación, podemos deducir
que Dios es infinito, eterno, sabio, poderoso y lleno de
gloria; pero también somos conscientes de que estamos
alejados de Dios a causa de nuestros pecados. El pecado
es otra cosa con la que estamos íntimamente
familiarizados. Vea, fuimos creados a imagen de Dios, y
parte de lo que eso significa es que somos seres morales.
Tenemos la huella de la justicia estampada en nuestras
conciencias, lo cual refleja la verdad de Dios. Aunque la

2 Calvin, Institutes, 44.


Anticipando el reposo de Dios 109

imagen de Dios en nosotros fue corrompida por la Caída


de Adán en el pecado, todavía permanece intacta. Tanto
es así, que incluso el peor de los hombres aún conserva la
capacidad de conocer el bien y el mal. Y esta es la
pecaminosidad del pecado, que sabemos lo que es
correcto, pero elegimos hacer el mal de todos modos
(Rom. 1:32). Este hecho pone de relieve nuestro estado
miserable, que estamos profundamente depravados y
contaminados hasta la médula de nuestro ser; sin
embargo, debido a que estamos hechos a imagen de Dios,
sabemos que estamos sujetos a la ira de Dios. Tenemos un
sentido de terror y de juicio inminente que se explica por
nuestra conciencia que da testimonio de que somos
realmente malos y estamos expuestos al desagrado de
Dios.

Religión para lidiar con la culpa


Además, esta culpa que acecha en nuestros corazones
clama por la expiación. Aunque puede ser reprimida, no
puede ser completamente olvidada, y esta compulsión por
la expiación es la fuente de la religión. El hombre es
culpable y, naturalmente, va en busca de alivio. Este alivio
se busca de varias maneras. Algunos persiguen las buenas
obras con la esperanza de que la balanza de la justicia
divina se incline a su favor: ―Solo tengo que lograr hacer
suficiente bien y Dios pasará por alto mi mal—. Otros
saben que la violación de la justicia de Dios requiere una
110 Apéndice: El camino del reposo

retribución: ―Tal vez, si puedo sufrir lo suficiente por mis


pecados, Dios no me castigará por estos—. Llevan a cabo
acciones de compensación sobre sí mismos, esperando
que, a través de varios medios, Dios esté satisfecho.
Pueden privarse de alimento o agua, practicar el
autoaborrecimiento y el desprecio de sí mismos, infligirse
dolor físico, cortar sus cuerpos, sangrar, permitir que otros
abusen de ellos, sufrir miserias de todo tipo, por si Dios tal
vez se apacigua. Hay aun otros que saben que la pena por
sus delitos es la muerte, y aun así tienen la esperanza de
que Dios acepte un sustituto: ―Si sacrifico una criatura
viviente a Dios, tal vez Él aleje su ira de mí—. Y así,
mediante el derramamiento de sangre buscan encontrar
alivio para su conciencia culpable, pero su pecado aún
permanece (Heb. 10:4; Isa. 1:11). La religión organizada
invariablemente contiene uno o más de estos elementos:
buenas obras, retribución, o sustitución, porque nuestra
culpabilidad es real y existe la esperanza de que la
conciencia pueda ser apaciguada a través de estos medios.
No estoy diciendo que todos entienden las razones por las
que hacen estas cosas, sin embargo, hay una compulsión
interna para hacerlas debido a la realidad de la culpa y el
conocimiento acechante de Dios.
Anticipando el reposo de Dios 111

Irreligión para lidiar con la culpa


Sin embargo, en el mundo actual muchas personas se han
alejado de la religión para hacer frente a la culpa, y en
lugar de buscar conscientemente la expiación a través de
las buenas obras, la retribución, o la sustitución, lo que
hacen es negar que Dios exista en absoluto. Promueven el
ateísmo, o algún tipo de dios distante, desconocido y que
no muestra interés. Pero la existencia de Dios es intuitiva,
y el sentido de culpa omnipresente, de tal manera que
muchas de estas personas intentan ahogar los gritos de su
conciencia. Pueden tratar de silenciar el clamor por la
expiación con un ruido constante, el estar muy ocupados,
el alcohol o las drogas. El costo de este tipo de negación
de Dios es inmenso. La tensión de reprimir {lit. mantener
abajo} la verdad de Dios está constantemente pasando
cuenta a sus mentes. Sus cuerpos están afligidos por los
efectos del exceso del alcohol y las drogas. En su aflicción
y falta de paz, algunos se vuelven adictos, mientras que
otros colapsan a raíz de la tensión. Muchos más
simplemente tratan de lidiar con la culpa que los corroe,
aceptando su miseria como un hecho, entregándose a la
búsqueda de placer, dinero o estatus. Pueden ser capaces
de olvidar su miseria y vivir en relativa paz mientras
buscan todo lo que este mundo tiene para ofrecer. Van a
la iglesia de vez en cuando y dan para la obra benéfica, y
esto parece ser suficiente para aplacar los últimos vestigios
112 Apéndice: El camino del reposo

de culpa en sus corazones. Y luego están aquellos que se


entregan completamente al mal. Se deleitan en sus
pecados, y amenazan con el puño a Dios. Saben que sus
malas acciones merecen la muerte, pero se complacen en
las mismas cosas que Dios odia (Rom. 1:32).

Jesús nació para salvarnos de nuestros pecados


En contraste con todos los esfuerzos inútiles de los
hombres para hacer frente al pecado y la culpabilidad
consiguiente, Dios ha provisto la solución en Jesucristo.
Jesús dijo: “Venid a mí, todos los que estáis cansados y
cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre
vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón, y HALLARÉIS DESCANSO PARA
VUESTRAS ALMAS. Porque mi yugo es fácil y mi carga
ligera”. (Mat. 11:28-30).
Miremos a Jesucristo, y veamos cómo Él es la respuesta
a nuestra miserable condición.
Cuando Adán y Eva escucharon a la serpiente y se
rebelaron contra Dios en el Huerto del Edén, Dios
maldijo al mundo entero como resultado. No obstante,
Dios prometió que un día enviaría un libertador, una
Simiente de la mujer que aplastaría la cabeza de Satanás,
y nos libraría de la maldición del pecado (Gén. 3:15). En
todo el Antiguo Testamento, el pueblo de Dios esperó a
que viniera el libertador. Se les recordaba constantemente
Anticipando el reposo de Dios 113

cuál era la pena por el pecado mediante las exigencias de


la ley, y los castigos que esta requería, así como la
necesidad de expiación mediante los sufrimientos y la
muerte de incontables miles de sacrificios de animales.
Finalmente, el tiempo se cumplió y el ángel Gabriel
anunció a una joven virgen llamada María que concebiría
por obra del Espíritu Santo y daría a luz un hijo por el
poder milagroso de Dios (Luc. 1:26-35). Debía ser
llamado Jesús, que significa Salvador, y este niño era
realmente especial.

Jesús es Dios y hombre en una sola persona


gloriosa
Jesús, al nacer de María, fue verdaderamente humano
como los demás hombres. Nació de mujer. Tenía ADN
humano, y poseía un cuerpo y alma verdaderos como
todos los hombres. Creció de infante a adulto, y progresó
en su entendimiento como el resto de la humanidad
(Luc. 2:40); pero, a diferencia de los otros hombres, Jesús
no era un simple hombre. El apóstol Juan registra que Jesús
era, de hecho, Dios en la carne. Dios existe eternamente
como Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres Personas distintas,
compartiendo una misma esencia: un Dios
incomprensible que subsiste en tres Personas gloriosas.
Aunque las Personas de la Trinidad son distintas entre Sí,
no están separadas. Comparten por igual todo lo que es
114 Apéndice: El camino del reposo

ser Dios, la infinitud, eternidad, inmutabilidad,


omnipotencia, etc. Juan revela que es la segunda Persona
de la Trinidad, el Hijo, a quien llama el Verbo, quien
asumió la humanidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne,
y habitó entre nosotros, (y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”
(Jua. 1:14).
El Hijo no se hizo carne por sustracción; es decir, no se
despojó de la divinidad para convertirse en hombre. Por
el contrario, fue por adición (Heb. 10:5). Cristo, entonces,
es tanto Dios como hombre en una sola Persona; o sea,
dos naturalezas distintas, una sola Persona gloriosa. Su
divinidad no se ve comprometida por su humanidad, y su
humanidad no se ve comprometida por su divinidad;
pero, estas dos naturalezas están unidas en una sola
Persona que es Cristo. Él es el Dios–hombre, y es Él, y
solo Él, quien puede salvarnos de nuestros pecados
(Jua. 14:6).

Jesús vino a ser nuestra justicia


¿Recuerda las formas en que los hombres tratan de expiar
sus pecados, los elementos de la religión, las buenas obras,
la retribución y la sustitución? La buena noticia del
evangelio es que Jesucristo vino a hacer y ser todas estas
cosas que necesitamos para la salvación. A diferencia del
resto de la humanidad, Jesús vivió una vida perfecta y sin
Anticipando el reposo de Dios 115

pecado. Él hizo todas las buenas obras que Dios demanda.


Vino a hacer la voluntad del Padre, y Su vida demostró
que cumplió esta misión (Jua. 6:38). En Su bautismo, el
Padre dio testimonio de la justicia de Cristo con una voz
del cielo que declaraba: “Este es mi Hijo amado en quien
me he complacido” (Mat. 3:17). Pero ¿cómo pueden las
buenas obras de Jesús hacernos algún bien? La respuesta
es que Cristo vino, no para cumplir la justicia de la ley por
causa de Sí mismo, sino por los pecadores (2 Cor. 5:21).
Él vino a la tierra para ser el representante (Rom. 5:19) de
todos los que son llamados y escogidos en Él, de aquellos
que lo invocarán (Rom. 10:13) en arrepentimiento y fe.
Como ve, debido a que Jesús vino para ser un
representante, Sus buenas obras pueden ser imputadas a
nuestra cuenta. Así como llegamos a ser partícipes del
pecado de Adán porque nacemos de él, llegamos a ser
partícipes de la justicia de Cristo cuando hemos nacido de
nuevo del Espíritu (Jua. 3:3-8).

Jesús vino para llevar nuestra maldición


Pero una justicia perfecta no es todo lo que los pecadores
necesitan. Hemos cometido crímenes contra Dios, y la
justicia debe ser impartida. Dios es justo, y la espada de
Su justicia clama por la sangre de los malhechores. Debe
castigar la iniquidad (Rom. 2:8-9). Si Dios simplemente
pasara por alto incluso el más mínimo pecado, esto
116 Apéndice: El camino del reposo

significaría que es un juez injusto (Pro. 17:15), y esto es


imposible ya que la propia naturaleza de Dios es justa. Por
lo tanto, Cristo no vino meramente a ser nuestra justicia
sustituta; pues, si este hubiera sido el caso, todavía
estaríamos bajo la ira de Dios porque la pena por el pecado
debe ser pagada. Esta es la razón por la que Jesús fue
crucificado. Vino para llevar la maldición de nuestros
pecados en Su propio cuerpo (1 Ped. 2:24). Jesús debía
tomar sobre Sí mismo la retribución de la ira de Dios
sobre los pecadores (Isa. 53:4-12). Vino a ser lo que todos
los sacrificios de animales representaban. Eran ofrendas
de sustitución ―Dios aceptaría la sangre de los inocentes
en lugar de los culpables. Esto fue lo que Juan el Bautista
quiso decir cuando señaló a Jesús y dijo: “He aquí el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”
(Jua. 1:29).

Caminando con Jesús hacia la cruz3


Nuestros corazones deberían estar llenos de asombro y
nuestros ojos nublados por las lágrimas, mientras
presenciamos los eventos inmediatos que conducen a los
sufrimientos y la muerte de Jesús. Allí está Él acercándose
al huerto de Getsemaní, justo a las afueras de Jerusalén,
en el Monte de los Olivos. El sol se ha puesto, comienza a

3 Esta sección es un recuento de la historia de la muerte de


Jesús, extraída eclécticamente de los cuatro Evangelios.
Anticipando el reposo de Dios 117

oscurecer, y la tarde es fresca y húmeda. Le siguen once


de Sus discípulos, y al entrar en el huerto, les advierte que
vigilen y oren para no caer en tentación. Judas, el
duodécimo, los había dejado más temprano esa misma
noche y había hecho un vil trato con los jefes de los
sacerdotes para traicionar a Jesús por treinta piezas de
plata. Jesús sabe que vienen por Él, y que Él, el eterno
Hijo de Dios, en su humanidad, debe sufrir y morir. El
profundo conocimiento de lo que enfrentará pesa mucho
sobre Él. Los deja atrás, camina una corta distancia para
orar. La agonía de Su alma es grande. Se postra en tierra
orando al Padre si es posible que esta copa de la ira de
Dios pase de Él. Lucha en la oración, pero resigna Su
voluntad a la de Su Padre. Cuando regresa a los discípulos
los encuentra durmiendo. Ni siquiera Sus compañeros
más cercanos son capaces de velar con Él en la hora de Su
angustia. Los amonesta y vuelve a su lugar a orar: “Abba,
Padre, todo te es posible; aparta de mí esta copa; pero no
lo que yo quiera, sino lo que tú quieras” (Mar. 14:36).
Aunque el aire es fresco, el fervor de Su oración es tan
grande que está sudando profundamente. Su sudor cae al
suelo como gruesas gotas de sangre (Luc. 22:44). Tres
veces derrama Su alma al Padre y tres veces se somete a
la voluntad de Su Padre.
Cuando regresa a los discípulos y los despierta por
última vez, son encontrados por una turba de judíos,
118 Apéndice: El camino del reposo

armados con espadas y palos, enviados a arrestarlo. En la


oscuridad de la noche, con la trémula luz de la antorcha
iluminando sus rostros, Judas los lleva a Jesús
traicionándolo con un beso. Mientras lo arrestan,
intentando defender a Jesús, Pedro desenvaina su espada,
blandiéndola con fuerza mortal sobre la cabeza de un
sirviente del sumo sacerdote. El golpe de refilón le corta
la oreja, y Jesús, reprendiendo a Pedro, le sana la oreja al
sirviente. Sabiendo que ellos también pueden ser
arrestados, todos los discípulos lo abandonan y huyen con
miedo, dejando a Jesús para que fuera juzgado solo.
Obsérvelos ahora, mientras escoltan a Jesús de vuelta
a Jerusalén para ser juzgado ante el sumo sacerdote y los
líderes de los judíos. Muchos testigos falsos testifican
contra Él, pero como cordero que es llevado al matadero,
no dice una palabra para defenderse (Isa. 53:7).
Finalmente lo condenan por blasfemia cuando se atribuye
a sí mismo la profecía de Daniel que describe al Hijo del
Hombre “SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER y
VINIENDO CON LAS NUBES DEL CIELO”
(Mar. 14:62; cf. Dan. 7:13-14). Escupen Su cara y lo
golpean con las manos mientras se burlan de Él. Como los
judíos están bajo la ocupación romana, no se les permite
llevar a cabo la pena capital, y por eso al amanecer, lo
atan y lo llevan al gobernador romano Poncio Pilato,
exigiendo que maten a Jesús. Mientras está frente al
Anticipando el reposo de Dios 119

gobernador, los líderes de los judíos lo acusan de muchas


cosas. Pilato, viendo Su inocencia, y conociendo la
envidia de los jefes de los sacerdotes y gobernantes, no
encuentra ninguna culpa en Él. Cuando Pilato se entera
de que es galileo y que Galilea es la jurisdicción del rey
Herodes, le envía a Jesús, ya que también Herodes está en
Jerusalén en este momento. Herodes se alegra de verlo
porque ha oído hablar de Sus milagros, pero Jesús no
responde a sus muchas preguntas. Enfurecidos porque
Jesús no coopera con su deseo de ver un milagro, y con
los judíos acusándolo con rabia, Herodes y sus soldados se
burlan de Jesús poniéndole una túnica de rey,
ridiculizándolo como el supuesto rey de los judíos,
mientras Jesús silenciosamente absorbe como una esponja
el escarnio de ellos. Pero la curiosidad de Herodes no se
satisface, lo envía de vuelta a Pilato, quien, sabiendo que
es inocente, busca liberarlo, pero la multitud exige que sea
crucificado. Para que no ocurriera un motín, el injusto
gobernador romano se rinde a sus gritos pidiendo Su
ejecución. Se lava las manos de la sangre inocente y
entrega al Señor de la Gloria a un centurión para ser
crucificado.
Véalo allí, rodeado de soldados mientras lo atan y lo
golpean. Mientras el látigo cruel le muerde la carne, los
soldados tejen una corona hecha de espinas. Lo desatan,
y otra vez le ponen una túnica real mientras rompen a
120 Apéndice: El camino del reposo

palos la corona de espinas puesta sobre Su cabeza sin


pecado. Inclinan sus rodillas y dicen en tono de burla:
“Salve, rey de los judíos”. Contémplelo ahora, mientras lo
escupen y golpean Su ensangrentada cabeza con una
caña. En este punto, Su rostro está tan brutalmente
desfigurado que es irreconocible (Isa. 52:14). Los soldados
colocan ahora una cruz de madera sobre Su espalda y lo
llevan fuera de la ciudad para ser crucificado. Debilitado
por el abuso, se tambalea bajo el peso de la cruz. Reclutan
a un hombre llamado Simón para que lleve el instrumento
de tortura tras Él mientras se dirigen al lugar de la
ejecución.
Sígalos mientras lo conducen fuera de la ciudad al
lugar llamado Gólgota, que se traduce como “Lugar de la
Calavera”. La cruz es puesta en el suelo, le quitan la ropa,
y Jesús coopera mientras los soldados comienzan el
horrible acto de clavar Su golpeado y ensangrentado
cuerpo en la cruz: primero una mano, luego la otra, y
luego Sus pies. El dolor atraviesa Su cuerpo partido
cuando los gruesos y fríos clavos atraviesan Su carne.
Cuando está bien sujeto a la madera implacable, lo
levantan entre el cielo y la tierra, y encajan el extremo
inferior de la cruz en un hueco en el suelo. La gravedad
atrae al malvado artefacto al fondo del agujero y produce
un golpe seco atormentador.
Anticipando el reposo de Dios 121

¡Fije sus ojos en Él ahora! El Hijo de Dios, santo y sin


mancha, suspendido en el aire, empapado en sangre, y
jadeando para respirar mientras sufre en una agonía
agotadora. No es solo la masa de Su cuerpo sobre Sus
manos y pies heridos lo que está soportando, sino que la
carga de nuestros pecados es lo que constituye el mayor
peso que le oprime (1 Ped. 2:24). ¡Oh, no mire a otro lado!
¡Sea testigo de que Jesucristo carga con el castigo que
merecemos! (Isa. 53:5-6). Mírelo allí. ¿No está su corazón
contrito {lit. aplastado} al ver a Dios derramando Su ira
sobre Aquel que no conoció pecado para poder perdonar
justamente nuestros pecados? (2 Cor. 5:21). El sol se ha
oscurecido, la tierra está temblando, la justicia está siendo
satisfecha. Dios, el juez justo, está siendo apaciguado por
el sacrificio de Su Hijo (Isa. 53:10-11). Jesús siente la
indignación de Dios por el pecado, ya que Él mismo se ha
hecho pecado en nuestro lugar. Grita con horror: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
Ahora los sufrimientos de Cristo están completos, y ha
cumplido la obra que había venido a hacer. Mientras
cuelga de la cruz, reúne todas las fuerzas que le quedan y
grita: “¡Consumado es!”. El Hijo de Dios se somete a la
muerte mientras ora a Su Padre: “En tus manos
encomiendo mi espíritu”, y muere. El centurión y los que
están a su lado, siendo testigos de la impresionante muerte
de Jesús, sacudidos por el extraordinario terremoto que
122 Apéndice: El camino del reposo

desgarra el suelo, y sintiendo las tinieblas que se apoderan


de la tierra, siendo invadidos por el miedo, confiesan: “En
verdad este era Hijo de Dios” (Mat. 27:54).

El alto costo de la expiación


¿Ve el terrible precio que hay que pagar por el pecado?
Podemos juzgar la enormidad de nuestro pecado
observando lo que se requiere para satisfacer la justicia
divina. Nada más funcionaría aparte del sacrificio del
propio Hijo de Dios. El sacrificio expiatorio por los
pecados debe ser perfecto para que tenga algún valor ante
la santidad de Dios, (Lev. 1:1-4), y debe ser sin medida
porque nuestras ofensas son contra Dios, quien es infinito.
Una persona finita no tiene la capacidad de pagar un
precio infinito. Hemos violado Su justicia eterna y no
podemos deshacerlo. Solo Jesús, que es una Persona
infinita y es completamente justo, tiene la capacidad de
pagar la pena que merecemos. Si intentáramos cargar con
el costo de nuestros propios pecados, la deuda nunca sería
remitida. Se requiere una justicia perfecta, pero somos
depravados. Una persona malvada no tiene nada que
ofrecer a Dios (Isa. 64:6). Si tuviéramos que sufrir por
nuestros propios pecados, nuestro castigo debe continuar
para siempre porque no tenemos ninguna justicia para
encomendarnos a Dios. No tenemos ni un solo centavo, y
el precio de la justicia es infinito (Job 15:14-16). Por eso el
infierno es eterno. Dios no puede aceptar menos que la
Anticipando el reposo de Dios 123

justicia perfecta. Cuando Jesús oró en el Huerto de


Getsemaní: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa”
(Mat. 26:39 {cursivas añadidas}), vemos que, debido a
que la copa de Su sufrimiento no fue quitada, no había
otra forma posible de obtener la salvación del hombre. El
Cordero de Dios sin pecado tuvo que beber hasta la
última gota de la copa de la ira de Dios. Los sufrimientos
y la muerte de Cristo serían en vano si hubiera otra
manera de reconciliarse con Dios (Gál. 2:21). ¡Pensar que
hay alguna otra posibilidad de salvación aparte de Su
perfecta obra de expiación en nuestro lugar es como si
escupiéramos el rostro de Jesús mientras colgaba de la
cruz!

¡Victoria sobre la muerte!


El cuerpo sin vida de Jesús fue bajado de la cruz,
preparado, y luego puesto en un sepulcro que fue sellado
y custodiado por un grupo de soldados romanos. Sus
discípulos estaban abatidos, y sus esperanzas se
desvanecieron. Aún no entendían el propósito de la
muerte de Jesús. Pero, el sepulcro no iría a obtener la
victoria. ¡El gran enemigo del hombre, la justa paga de su
tiempo pecaminoso en la tierra, fue devorado en victoria
cuando Jesús rompió las ataduras de la muerte, y resucitó
corporalmente al tercer día! La muerte no pudo retenerlo.
Dios había aceptado Su sacrificio y la prueba era que lo
había resucitado de entre los muertos. Al aceptar el
124 Apéndice: El camino del reposo

sacrificio de Su Hijo, Dios estaba recibiendo a todos


aquellos que vino a salvar. Después de probar Su
resurrección entre muchos testigos durante el lapso de
cuarenta días, Jesús comisionó a Sus discípulos para que
fueran a todo el mundo y llevaran este evangelio de
salvación a todos los hombres (Mat. 28:18-20). En el
Monte de los Olivos, Jesús los bendijo y ascendió al cielo
para reclamar el trono y la recompensa por Su obra en la
tierra. Él sigue allí, siendo el Señor del cielo y de la tierra,
a la diestra del Padre, esperando para volver en el último
día para juzgar la tierra con justicia (Hch. 17:31), e
inaugurar los nuevos cielos y la tierra nueva (Apo. 21:1-4).

¿Qué debo hacer para ser salvo?


Tal vez, al leer estas palabras, su corazón se ha humillado
al ver el triste estado de la humanidad, y el amor sacrificial
de Dios hacia nosotros por medio de Jesucristo. Puede que
usted finalmente vea que se puede acercar a Dios y
obtener la reconciliación por medio del Salvador que ha
sido designado para el hombre. Tal vez usted esté cansado
de sus propios esfuerzos para aliviar la culpabilidad que
lleva, o esté cansado de huir del Dios que ha negado.
Puede que usted hubiera profesado fe en Jesucristo, pero
nunca había entendido realmente la verdad sobre su
propia condición y lo que Jesús hizo exactamente para
salvarlo. Esta pregunta puede ser apremiante para usted:
“¿Qué debo hacer para ser salvo?”.
Anticipando el reposo de Dios 125

Las Escrituras ofrecen la respuesta a esta pregunta de


suma importancia. Hay un requerimiento que debe
cumplir para obtener el perdón de los pecados y la
reconciliación con Dios. Puede ser resumido en las
palabras de Pablo y Silas cuando respondieron
precisamente a esta pregunta hecha por un hombre muy
angustiado. Le instruyeron: “Cree en el Señor Jesucristo,
y serás salvo” (Hch. 16:29-31).
Pero ¿qué significa creer en el Señor Jesucristo? ¿Es
simplemente reconocer la verdad sobre Él? ¿Debo creer
los hechos históricos concernientes a Jesús, que era Dios
encarnado, nacido de una virgen, vivió una vida sin
pecado, murió en una cruz como pago por el pecado,
resucitó de entre los muertos, ascendió al cielo, y vendrá
de nuevo para juzgar al mundo? Sí, es necesario conocer
y creer lo que la Escritura dice sobre Jesús, pero eso no es
todo. Santiago nos dice que los demonios tienen este tipo
de creencia, y como resultado tiemblan de miedo
(Stg. 2:19). La creencia que salva, o la fe salvadora, tiene
otro elemento además de asentir a los hechos históricos
veraces sobre Jesús. Este tercer elemento de la fe
salvadora, además del conocimiento y el asentimiento, es
la confianza. Quien viene a Cristo tiene que haber
perdido las esperanzas de salvarse de cualquier otra forma
y debe lanzarse completamente sobre Cristo, creyendo
que solo Él lo salvará. Venir a Cristo implica renunciar al
126 Apéndice: El camino del reposo

pecado, a sí mismo y a todos los demás salvadores


(Luc. 14:26-27). Es confiar únicamente en Jesús como su
salvador personal.
Hay quienes pasan por alto un punto importante en
relación con la salvación que debe ser subrayado. La idea
misma de que necesitamos ser salvados presupone el
hecho de nuestra pecaminosidad y culpabilidad. La
salvación no es para aquellos que se creen moralmente
rectos, o básicamente buenas personas. Jesús dijo a los
fariseos que se tenían por justos: “Los que están sanos no
tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos;
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”
(Mar. 2:17b). El pecado es nuestro problema, así como el
juicio eterno de Dios que el pecado acarrea. Cualquier
intento de llegar a Él sin un reconocimiento de nuestro
pecado y culpabilidad personales, es en vano. Hablamos
de la fe salvadora incluyendo tres elementos: el
conocimiento, el asentimiento y la confianza. No es solo
conocimiento de los hechos sobre Jesús y Su obra
expiatoria, así como un asentimiento a estos, sino que
también debemos tener un verdadero conocimiento de
nosotros mismos y del pecado. La obra redentora de Jesús
no tiene sentido desligada del hecho de nuestros pecados
y la necesidad de salvación. Esto nos lleva al importante
punto que muchos pasan por alto: que el arrepentimiento es
parte de la fe salvadora. El arrepentimiento, en esencia, es
Anticipando el reposo de Dios 127

cambiar de opinión sobre el pecado. Mientras que antes


íbamos tras el pecado y teníamos placer en el mismo, el
arrepentimiento es un cambio en nuestra actitud hacia
este. Ya no amamos el pecado ni andamos tras este, sino
que ahora lo odiamos, nos lamentamos por su causa, y
buscamos ser librados del mismo. Esta actitud de
arrepentimiento es tan importante que Jesús dijo a los
judíos: “si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente”.4
Por otro lado, el arrepentimiento no es una obra que
nos encomienda a Dios. Algunos piensan que debemos
mejorar nuestra moral o hacer algún tipo de penitencia
solo para poder acudir a Dios a fin de obtener el perdón:
―Tengo que demostrarle a Dios que voy en serio
haciendo esta buena obra o este acto religioso antes de
acudir a Él—. Esta actitud es condenable.5 No hay nada
que podamos ofrecer a Dios que sea digno de Su perdón.
Esa es la verdadera razón por la que Jesús vino a sufrir y
morir. Debemos venir a Cristo con las manos vacías de
todas nuestras obras muertas. Solo Jesús es el Salvador y
solo Él vino a salvar a los pecadores. Como escribió el
compositor de himnos:

4 Lucas 13:5b.
5 Romanos 4:4-8.
128 Apéndice: El camino del reposo

LETRA TRADUCCIÓN TRADUCCIÓN


ORIGINAL LITERAL LITERARIA

“Roca de las “Roca de la


“Rock of Ages”
edades” eternidad”

Nothing in my Nada en mis manos Nada traigo para


hand I bring, traigo, Ti,
simply to Thy simplemente a Tu mas tu cruz es mi
cross I cling; cruz me aferro; sostén,
naked come to desnudo acudo a Ti Desprovisto y en
Thee for dress, por vestido, escasez,
Helpless, look to Desvalido, miro a hallo en Ti la
Thee for grace; Ti en busca de paz y el bien;
gracia;
Foul, I to the Sucio, a la Fuente Sucio y vil acudo a
Fountain fly; vuelo; Ti,
“Wash Me, “Lávame, Salvador, a ser puro y
Saviour, or I o muero”.7 limpio al fin.8
die.” 6

6 “Rock of Ages”, Hymn by {himno compuesto por}

Augustus Toplady, 1763.


7 Nota del traductor: Esta es una traducción más literal o fiel

a la letra del himno original, que se esfuerza por preservar mejor


tanto el significado como los recursos literarios que no
dependan de la musicalidad.
8 Nota de los traductores: Esta es una traducción literaria

oficialmente publicada como “Himno #134: Roca de la


Anticipando el reposo de Dios 129

Entonces, querido amigo, ¿qué va a hacer con Cristo? ¿Se


contenta usted con seguir en sus pecados, pronto a morir,
culpable de violar la santidad de Dios?; o ¿se humillará e
invocará al Señor para que lo salve por medio de la obra
expiatoria de Jesús? Él está listo para recibir a todos los
que lo invocan con fe. Como dijo el apóstol: “porque:
TODO AQUEL QUE INVOQUE EL NOMBRE DEL
SEÑOR SERÁ SALVO”.9 ¡Lo invito a invocarlo ahora!

TRADUCCIÓN TRADUCCIÓN
LETRA ORIGINAL
LITERAL LITERARIA

“Venid,
“Come Ye
pecadores, “Ven, oh pobre
Sinners, Poor
pobres y descarriado”
and Needy”
necesitados”

Come, ye sinners, ¡Venid, pecadores, Ven, oh pobre


poor and needy, pobres y descarriado,
Weak and necesitados, pecadores con
wounded, sick Débiles y temor,
and sore! heridos, enfermos
y adoloridos!

eternidad” en El himnario bautista de la gracia (Alamance, NC:


Publicaciones Faro de Gracia, 2000), s. p.
9 Romanos 10:13.
130 Apéndice: El camino del reposo

Jesus ready stands Jesús listo está Cristo por salvarte


to save you, para salvarles, espera con poder
Full of pity, love Lleno de y compasión;
and power. compasión, amor
y poder.
He is able, He is ¡Él puede, Él Cristo puede,
able, He is able, puede, Él puede, Cristo puede,
He is willing, Dispuesto está, Cristo puede,
doubt no more! no duden más! Y te salva con
amor [y te salva
con amor].
Let not conscience No dejen que la Tu conciencia no
let you linger, consciencia les te impida,
Nor of fitness detenga, prepararte no
fondly dream; Ni sueñen podrás,
ingenuamente
con ser aptos;

All the fitness he Toda la aptitud Todo lo que se


requireth que {de requiere se halla
Is to feel your ustedes} Él en Cristo, en Él
need of him. demanda confiad,
Es que sientan
vuestra
necesidad de Él.
Anticipando el reposo de Dios 131

This he gives you, Esto Él se los da, Esta gracia, esta


This he gives esto Él se los da, gracia, esta
you, esto Él se los da: gracia,
This he gives Es el Jesucristo te la
you: resplandeciente da [Jesucristo te
‘Tis the Spirit's rayo de luz del la da].
glimmering Espíritu.
beam.
Come ye weary, Venid, cansados, Venid, tristes y
heavy laden, cargados, heridos, los que
Bruised and Magullados y sufren del pecar,
mangled by the estropeados por
fall; la Caída;

If you tarry till Si tardan hasta Los que esperan a


you're better, que estén mejor, ser buenos nunca
You will never jamás y nunca lo alcanzarán.
come at all. vendrán.

Not the righteous, No a los justos, Pecadores,


Not the No los justos, pecadores,
righteous, Not No a los justos; pecadores,
the righteous; A pecadores, Cristo vino a
Sinners Jesus Jesús vino a rescatar [Cristo
came to call. llamar. vino a rescatar].
132 Apéndice: El camino del reposo

Agonizing in the Agonizando en el Vedle en el


garden, huerto, {huerto}
Lo! your Maker ¡Mirad! humilde, el
prostrate lies! ¡Vuestro Creador
Hacedor postrado está,
postrado está!
On the bloody tree Sobre el En la cruz
behold Him: ensangrentado sangrienta vedle,
Hear Him cry, madero, al morir, oídlo
before He dies: contempladlo; clamar{:}
Oídle gritar,
antes de morir:

“It is finished!” “¡Consumado es!” ¡Consumado es!


“It is finished!” “¡Consumado ¡Consumado es!
“It is finished!” es!” ¡Consumado es!
Sinner, will this “¡Consumado ¿Qué más
not suffice? es!” necesitarás?
Pecador, ¿esto [¿Qué más
no bastará? necesitarás?]
Anticipando el reposo de Dios 133

Lo! The incarnate ¡Mirad! El Dios Ved al Cristo en


God ascending, encarnado {Su} gloria,
Pleads the merit ascendiendo, por {Su} sangre
of His blood; Invocando los y {Su} poder;
méritos de Su
sangre;

Venture on Him, Láncense sobre Él, Descansad en


venture freely; láncense {Su} justicia, y
Let no other libremente; en Él solo ya
trust intrude. No permitan que confiad,
vuestra
confianza en
cualquier otra
cosa se
interponga.
134 Apéndice: El camino del reposo

None but Jesus, Solo Jesús, Solo Solo Cristo, Solo


None but Jesus, Jesús, Solo Cristo, Solo
None but Jesus Jesús Cristo,
Can do helpless Puede a los Por ti puede
sinners good.10 desvalidos interceder [Por ti
pecadores hacer puede
bien. interceder].11

10 “Come Ye Sinners, Poor and Needy”, Hymn by {himno

compuesto por} Joseph Hart, 1759.


11 Nota de los traductores: Esta es una traducción literaria

oficialmente publicada como “Himno #284: Ven, oh pobre


descarriado” en El himnario bautista de la gracia (Alamance, NC:
Publicaciones Faro de Gracia, 2000), s. p.
BIBLIOGRAFÍA

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