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Anatomía Clínica Del Perro y El Gato
Anatomía Clínica Del Perro y El Gato
CLÍNICA
DEL
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PERRO
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GATO
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José L. Morales
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TERCERA EDICIÓN.
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I.S.B.N.: 84-609-1839-4
Reservados todos los derechos. El contenido de este libro, tanto fotográfico como tex-
tual, no puede ser reproducido, ni parcial ni totalmente, de forma mecánica, informática,
electrónica o de cualquier otra forma sin permiso del autor.
Prefacio
Esta realidad profesional ha exigido adecuar los textos clínicos, considerando independiente-
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mente los grupos de especies que demandan la atención del veterinario especialista en ellos, y
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relegando, por consiguiente, el punto de vista u organización comparativa del contenido, válido
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Con esta finalidad ha sido concebida la presente obra. No cabe duda que el conocimiento
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anatómico es imprescindible para el clínico; sin embargo, este conocimiento no debe ser sólo el
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general o básico, sino que debe estar orientado hacia las actuaciones concretas que realice sobre
el animal enfermo; precisamente, en este objetivo de proporcionar los datos anatómicos utilitarios
se fundamenta el cuerpo doctrinal de la Anatomía Clínica. Ésta no parte de la anatomía, sino de la
patología específica, ofreciendo los datos concretos (anatomoclínicos) para su comprensión
(patogenia, sintomatología), diagnóstico y tratamiento.
Esta obra responde en realidad a una exigencia de los alumnos de veterinaria y de los profesio-
nales clínicos especialistas en pequeños animales, deseosos de poseer libros que sean realmente
prácticos y útiles para su proceder profesional. Desde que publiqué en 1998 el manual ‘Anatomía
clínica de los pequeños animales’, me han indicado reiteradamente la idoneidad de generar imá-
genes que mostraran los conocimientos que desarrolla ese texto. Una vez superadas las dificulta-
des que este proyecto entrañaba me decidí por la publicación de la presente obra, que espero
cumpla con los objetivos pretendidos y satisfaga las espectativas mencionadas.
Por lo tanto, esta obra aspira a que pueda servir no sólo de base para los alumnos que cursen
las asignaturas de Anatomía Veterinaria (Sistemática, Topográfica, Aplicada) o propiamente clíni-
cas (Medicina Interna, Patología Quirúrgica, Reproducción) sino también como referencia de con-
sulta del profesional en los aspectos concretos de su proceder clínico. Por ello, en la recogida de
datos he empleado tanto tratados anatómicos específicos como múltiples textos clínicos en los que
de una forma introductoria o dispersa aparecen las consideraciones anatómicas de interés. La
propia experiencia clínica ha modulado y tamizado todos estos datos, procurando ofrecerlos en su
dimensión real.
En la mayor parte de los casos he estructurado el contenido en relación con las partes y regio-
nes corporales, agrupándolas en 16 capítulos. Cada uno de ellos se inicia –como dato preliminar–
con la descripción de las regiones naturales y de las referencias que proporciona la superficie del
animal; a continuación nos adentramos de lleno en los fundamentos que presiden la exploración
clínica, las punciones o/y las intervenciones quirúrgicas. Mi experiencia docente ha determinado
que el criterio topográfico en la organización del contenido de este Atlas-Texto no fuera riguroso,
de forma que cuando el acto clínico lo requería he empleado criterios sistemáticos o considerado
regiones topográficas enclavadas en otras partes corporales.
Como disciplina clínica, en la que principalmente se exponen razonamientos y procedimientos
médicos o quirúrgicos, no se puede concebir una obra de Anatomía Clínica sin un texto que acom-
pañe a las figuras, y en el que se remarque o indique secuencialmente los aspectos anatómicos
que deben ser destacados en las mismas. En todo momento he pretendido utilizar un lenguaje
directo y esquematizado, con las mínimas concesiones a la literatura u ornamentos que pudieran
menoscabar la agilidad perseguida.
Un total de 237 figuras —la mayoría de ellas compuestas— ilustran y ofrecen la imprescindible
visualización de los datos que aporta el texto. En su obtención y elaboración he procurado que los
procedimientos clínicos que simulan se asemejen lo máximo a la realidad de una intervención
concreta, por lo que las disecciones se han realizado en cadáveres frescos, enfocando el campo
de actuación, plasmando los diversos planos o fases de que consta y resaltando las estructuras
anatómicas que deben ser reconocidas para realizar el acto clínico con solvencia. Dada las dificul-
tades de comprensión que este enfoque –tan circunscrito– pudiera producir, en algunos casos he
creído conveniente que estén precedidas de esquemas –dibujos o imágenes estáticas de
disecciones– que ofrezcan una visión más general de las estructuras anatómicas o de la región en
cuestión. Finalmente, y dado que la radiografía y ecografía han terminado por ser métodos de
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diagnóstico rutinarios en la clínica del perro y gato, en los capítulos pertinentes se han incorporado
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imágenes generadas por estos medios procedentes de animales sanos en las que se indican los
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Desde que se publicó la primera edición, este libro ha sido sometido a la consideración crítica de
los profesionales clínicos veterinarios, y sobre todo a la inevitable revisión exhaustiva ejercida por los
estudiantes de veterinaria, que han acogido con satisfacción este libro como manual de referencia.
Fruto de las recomendaciones realizadas he procedido a revisar la obra, aunque he manteniendo su
estructuración y contenido básico.
Para esta edición se han incorporado nuevas imágenes que explicitaran y a la vez que
esquematizaran los procedimientos clínicos que muestran. Asimismo, se ha retocado el texto de
prácticamente todos los capítulos, ya sea para añadir nueva información o para profundizar o aclarar
lo contenido en ediciones anteriores.
Septiembre 2004
Contenido
Regiones Naturales 11
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OJO 45
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INDICE 227
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Introducción
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Prof. José Luis Morales López
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Introducción. Piel
(W.A.V.A.) en 1971. Cinco años más tarde, a pro- técnica y postclínica o postmortem), es el objetivo
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pósito de la renovación del Plan de Estudios de clínico (médico-quirúrgico) el que tiene verdadero
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Veterinaria en España, se crea la asignatura Ana- interés, dado que éste suele ser el motivo de ac-
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tomía Aplicada, incorporada al segundo ciclo de la tuación veterinaria en estas especies; además, es
e
Con la nueva renovación de los planes de estu- de conocimientos anatómicos. Por lo tanto, en es-
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dio, se abre, desde 1990, la discusión de cómo tas especies la Anatomía Aplicada es una Anato-
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Pr
porque constituyen un único campo de especiali- que se pretende explicar. Por consiguiente la ana-
zación profesional y por formar parte del mismo tomía clínica es una Anatomía del vivo. El utilizar
ámbito sociocultural, las consideramos conjunta- como sujeto de conocimiento el animal vivo con-
mente. Además, presentan similares procesos lleva importantes cambios en la visión que se debe
patológicos y parecidas actuaciones clínicas. En tener de las estructuras anatómicas, pues dado que
la presente obra se tratarán ambas especies con- el animal debe mantener la integridad anatomo-
juntamente, aunque las imágenes de los aspectos funcional tras el acto clínico, se debe de actuar o
comunes están referidas al perro; cuando las par- acceder sobres las mismas por el lugar o de la
ticularidades anatómicas en alguna de ellas deter- forma que provoque el mínimo trauma, a la vez
minen diferencias en las actuaciones médico-qui- que conduzca al objetivo perseguido de la forma
rúrgicas, se tratarán por separado. más eficaz. Este simple hecho hace que las imá-
La clínica de los pequeños animales, sobre todo genes que se proporcionan en la mayoría de los
del perro, ha sufrido un cambio radical en los últi- Atlas Anatómicos disten en muchos casos de ser
mos años, de tal forma que, hoy en día, la aten- con las que realmente se enfrenta o persigue el
ción y los métodos diagnósticos y terapéuticos al- clínico.
canzan niveles equiparables a los de la especie Por otro lado, y también debido su finalidad
humana. Esto es así porque estos animales -cada médico-quirúrgica, la Anatomía Clínica se funda-
vez más- han pasado de vivir en las inmediacio- menta en la Anatomía Topográfica, entendiendo
nes de la casa del hombre a convivir directamente a ésta como el estudio de las estructuras anatómi-
con ellos, en el interior de su casa. Esta mayor cas presentes en un área determinada, prestando
cercanía de estos carnívoros -junto con el aumen- especial atención a las relaciones que mantienen
to del nivel económico y del tiempo libre- ha pro- entre ellas. Sin embargo, la anatomía clínica no es
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vocado el lógico incremento del interés por ellos, una anatomía topográfica en las que se analicen
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de forma que han perdido en gran parte su función todas y cada una de las partes y regiones del pe-
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primaria (caza, guarda, protección) adquiriendo un rro y gato, sino que sólo hace referencias a aque-
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valor sentimental: el animal es un miembro más llas regiones o estructuras donde se practique ac-
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de la familia. Estas circunstancias sociales han tos clínicos; además, como se ha indicado ante-
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mientos largos, caros o de resultados inciertos o preciando a estas estructuras según el objetivo que
que daban lugar a secuelas -y que se soluciona- se persiga y de las consecuencias de su manipu-
ban con el sacrificio del animal-, requieran ahora lación. Aunque teóricamente toda la anatomía pue-
la actuación del veterinario. El gato, escasamente de llegar a ser utilitaria, en la presente obra única-
considerado hasta la fecha, está adquiriendo cada mente hemos estimado la que es necesario cono-
vez más importancia, perfilándose como el animal cer para practicar los actos clínicos más frecuen-
de compañía del futuro; sus hábitos de aseo, su tes, aunque en algunos casos, hemos selecciona-
independencia y los escasos cuidados o ´moles- do el acto clínico del que se pudiera derivar con
tias´ que ocasionan lo hacen un animal ´cómodo´ facilidad otros. Finalmente, en la Anatomía Clínica
para la sociedad en la que nos desenvolvemos. se exponen exclusivamente los conocimientos
Atendiendo a la finalidad médico-quirúrgica de anatómicos necesarios para practicar un solo acto
la Anatomía Clínica, los datos anatómicos utilita- clínico, sin describir la anatomía circundante; esta
rios deben ser siempre proporcionados por el ani- visión tan circunscrita de la anatomía requiere que
mal vivo, ya sea consciente o anestesiado, ya que el que se adentre en esta disciplina posea sólidos
es en esta situación –y no en otra (muerto, fijado)- conocimientos anatómicos. Dada esta dificultad,
Introducción. Piel
como el clínico actúa o/y accede sobre las estruc- el inicio de los capítulos correspondientes a cada
turas anatómicas. Aunque en otras disciplinas ana- parte corporal lo dedicamos a realizar una escue-
tómicas –sistemática, topográfica- es posible el ta descripción de su anatomía topográfica gene-
conocimiento anatómico a partir de animales fija- ral, iniciada con la enumeración de las regiones
dos –aunque como mal menor-, en la anatomía naturales que se consideran en las mismas. A con-
clínica no es así, pues la fijación imprime impor- tinuación tratamos los datos anatomoclínicos en-
tantes modificaciones en las características de los cuadrados en cada una de las regiones; lógica-
órganos que hacen que se desvirtúe la realidad mente el espacio que dedicamos a cada una es
muy variable, al depender de su importancia clíni- cemos las bases anatómicas de la explora-
ca y de la complejidad anatómica que posea. En ción física de los mismos, ya sea mediante la
algunos casos ha sido necesario emplear el crite- palpación o –de menos aplicación en los pe-
rio sistemático, dado que, independientemente de queños animales– la percusión. En este apar-
la ubicación de los órganos, la actuación clínica se tado se tratan igualmente los lugares idóneos
ve abocada a considerar al aparato o sistema en para la realización de las trepanaciones o de
su conjunto. las punciones de los órganos con finalidad
biópsica o terapéutica, o la demarcación de
Las diferentes facetas que se pueden conside- los campos quirúrgicos.
rar en la Anatomía Clínica se derivan de los diver- -Anatomía quirúrgica. Esta faceta de la anato-
sos métodos de intervención médico-quirúrgicos. mía clínica constituye el segundo gran apar-
Así, en cada parte o región consideramos los si- tado de la misma; si en las facetas anteriores
guientes aspectos: no se ha practicado agresión tisular o ésta ha
-Anatomía de superficie. Esta sección conside- sido mínima, pudiéndose realizar con el ani-
ra las estructuras anatómicas situadas bajo la mal consciente o sedado, los datos aportados
piel susceptibles de ser observadas o palpa- en la anatomía quirúrgica implican la realiza-
das, como músculos, arterias, venas, nódu- ción de disección para conseguir el objetivo
los linfáticos y otros órganos. Especial interés clínico, lo que requiere que el animal o la zona
tiene la identificación de accidentes óseos vi- de actuación esté anestesiada. Considera las
sibles o palpables pues constituyen referen- estructuras anatómicas a tener en cuenta en
cias claras (referencias de superficie) que los diferentes procedimientos quirúrgicos:
permiten deducir la situación o el trayecto de estratigrafía parietal, trayectos vasculares o
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otras estructuras anatómicas. Dado el objeti- nerviosos interesados, situación y relaciones
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te instrumentos más o menos complejos (en- micas tridimensionales, puede ser parte cons-
doscopios) de las aperturas y cavidades na- tituyente de la anatomía fundamental. De cual-
turales del animal. La endoscopia bucal y fa- quier forma, esta faceta de la anatomía se
ríngea es la más directa; sin embargo, para la encarga de la interpretación de las imágenes
visualización de cavidades o conductos me- que aparecen en las placas radiográficas tras
nos accesibles es necesario la utilización de incidir sobre ellas rayos X e interponer un cuer-
separadores que amplíen el canal o cavidad po entre la placa y el foco emisor de rayos. La Anatomía Clínica del Perro y Gato
(vaginoscopia, rectoscopia), de artilugios que mayor o menor radiolucidez o radiopacidad
iluminen, enfoquen o lleven el campo de vi- de los tejidos depende de su radiodensidad y
sión a lugares más recónditos (otoscopia, of- de su grosor; sin embargo su aspecto puede
talmoscopia) o de otros instrumentos aún más variar dependiendo de la programación apli-
sofisticados que sean capaces de discurrir y cada (kilovoltios, miliamperios). También hay
de ser dirigidos por conductos o espacios más que tener en cuenta que el tamaño de la ima-
o menos angostos o largos (laringotraqueo- gen está magnificado en mayor o menor me-
broncoscopia, esofagogastroscopia, colonos- dida (según la distancia foco-placa y la dis-
copia, laparoscopia, artroscopia). En la ana- tancia objeto-placa) y que la divergencia de
tomía endoscópica se consideran tanto los los rayos ocasiona un cambio en la posición y
aspectos netamente anatómicos de los cam- en el tamaño de las partes que no están com-
pos de visualización como el acceso o trayec- pletamente perpendiculares. La introducción
to que deben seguir las sondas. de medios de contraste (radiolúcidos o radio-
-Anatomía de proyección. Esta faceta de la ana- pacos) en cavidades o conductos permite dis-
tomía trata de la proyección en superficie de tinguir o perfilar con mayor facilidad el contor-
los órganos internos; de esta forma estable- no o trayecto de los mismos, inapreciables o
punto).
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estrato subyacente, en los labios, párpados, es- anestesia epidural (depositando el anestésico
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cafa auricular o en los pezones debe igualmente en los nervios espinales antes que abandonen la
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En las incisiones quirúrgicas en la piel intere- o bloqueo nervioso (alrededor del nervio periféri-
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sa precisar que la hipodermis diferencia en de- co), anestesia por infiltración (infiltrando el
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en el hombre, que no deben ser confundidos con de incisión o alrededor de ella -bloqueo de cam-
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el estrato muscular subyacente. Estos músculos po-) y anestesia tópica (depositando el anesté-
cubren las porciones laterales del tronco y abdo- sico en la superficie). El segundo dato aplicativo
men (músculo cutáneo del tronco), porciones la- se refiere a la utilización de la sensibilidad cutá-
teroventrales del tránsito cervicocefálico (múscu- nea para analizar la integridad de las vías nervio-
lo esfínter del cuello) y las porciones laterales de sas. En los capítulos correspondientes se realiza
la cabeza y laterales y dorsales del cuello (mús- un detenido estudio de estos aspectos.
culo platisma). Otro aspecto de la piel de gran interés aplica- Anatomía Clínica del Perro y Gato
Igualmente, en estos procedimiento quirúrgi- tivo se refiere a su vascularización. Su conoci-
cos sobre la piel (incisiones, suturas) deben ser miento tiene especial interés en cirugía plástica y
tenidas en cuenta las líneas de tensión cutá- reconstructiva. En el perro y gato, el riego cutá-
nea; éstas representan la dirección predominan- neo (Fig. 1-1) procede de vasos que atraviesan
te de las fuerzas creadas por el tejido fibroso cu- la musculatura (sin apenas desprender ramas
táneo. Las incisiones quirúrgicas deberán practi- musculares) y que caminan paralelos a la piel, bajo
carse preferentemente paralelas a estas líneas los músculos cutáneos. Estas arterias cutáneas
para una menor tirantez de la herida, favorecién- directas terminan ramificándose en el tejido hipo-
dose así la cicatrización. dérmico (plexo hipodérmico), de donde se des-
La rica inervación de la piel la hace una es- prenden los ramos que vascularizan la piel adya-
tructura muy sensible. Los nervios espinales des- cente. En el hombre, sin embargo, los vasos cu-
prenden los nervios periféricos que discurren du- táneos están constituidos por múltiples ramas pro-
rante un mayor o menor trayecto para inervar un cedentes de los ramos musculares, que atravie-
área cutánea más o menos extensa y circunscri- san la superficie muscular y riegan la piel inme-
ta. Los nervios terminan formando redes en la der- diatamente adyacente.
mis, de donde se dispersan hacia los distintos re- La disposición del riego cutáneo a base de
dorsalmente al hombro, a nivel del lugar de externa en las proximidades del anillo inguinal
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perficiales; discurre en sentido dorsal, vascu- límite medial del colgajo se corresponde con
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larizando la piel extendida desde las porcio- la línea media ventral; el límite lateral es una
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nes craneales de la espina de la escápula hasta línea paralela a la anterior que dista de las
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craneal al lugar por donde emerge la arteria; papilas mamarias la misma distancia que exis-
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el colgajo desprendido tiene que quedar vin- tente entre estas papilas y la incisión medial.
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culado a nivel de la depresión señalada; lógi- El colgajo puede incluir las cuatro últimas pa-
camente, la piel separada debe ir acompaña- pilas mamarias.
da del músculo cutáneo (m. esfínter superfi-
cial del cuello). Este colgajo axial puede ser Otros colgajos cutáneos axiales son los de-
usado para reconstruir defectos cutáneos en terminados por el ramo cutáneo de la a. tem-
la región cervical, hombro o región axilar. poral superficial, la a. torácica lateral, la a. epi-
•ramo cutáneo de la arteria toracodorsal; riega gástrica craneal superficial, la a. caudal late-
a una extensa área de piel, entre la espalda y ral y el ramo articular genicular de la a. safe-
la región costal. La arteria cutánea emerge al na.
nivel de la depresión palpable presente inme-
diatamente caudal al hombro, discurriendo en La piel del gato está menos vascularizada
sentido ascendente. El área cutánea regada que la del perro, lo que explica -junto con otras
por esta arteria -límites del colgajo- está de- particularidades- la relativamente menor ca-
terminada cranealmente por la espina de la pacidad de cicatrización cutánea de esta es-
escápula, y caudalmente por la línea paralela pecie.
Introducción. Piel
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Prof. José Luis Morales López
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Regiones naturales y referencias
de superficie de la cabeza
• Región occipital. Se corresponde al área Figura 2-1. Regiones naturales de la cabeza y cuello. 1-5: regio-
nes del cráneo. 6-18: regiones de la cara. 19-25: regiones del cue-
de la superficie cefálica situada entre am- llo. 1: auricular. 2: occipital. 3: parietal. 4: temporal. 5: frontal. 6:
bos pabellones auriculares. nasal. 6´: de la nariz. 7, 7’: orbitaria. 7: parpebral superior. 7’
• Región parietal. Continuación rostral de la parpebral inferior. 8: infraorbitaria. 9: maxilar. 10, 10’: oral. 10: la-
región anterior, es pequeña y queda poco bial superior. 10’: labial inferior. 11: bucal. 12: mandibular. 13:
mentoniana. 14: cigomática. 15: masetérica. 16: de la articulación
delimitada. temporomandibular. 17: intermandibular. 18: subhioidea. 19:
• Región temporal. Se extiende desde el ojo parotídea. 20: faríngea. 21: laríngea. 22: retroauricular. 23: dorsal
a la oreja. Su base anatómica es la fosa y del cuello. 24: media del cuello. 24: ventral del cuello.
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Cabeza: Regiones y referencias
Figura 2-3. Radiografía laterolateral de la cabeza del perro. 1: protuberancia occipital externa. 2: cresta sagital externa.
3: cresta nucal. 4: tentorio óseo. 5: apófisis mastoidea. 6: apófisis yugular. 6’: cóndilos del occipital. 7: bulla timpánica.
8: poro acústico externo. 9: apófisis retroauricular. 10: arco cigomático. 11: base del cráneo. 12: apófisis terigoides. 13:
senos frontales. 14: bordes orbitarios. 15: laberinto etmoidal. 15’: fosa etmoidal. 16: concha nasal dorsal. 17: concha
nasal ventral. 18: cresta conchal. 19: canal infraorbitario. 20: agujero infaorbitario. 21: dientes incisivos superiores. 22:
dientes caninos superiores. 23: cuarto diente premolar superior. 24: segundo diente molar superior. 25: apófisis
coronoidea de la mandíbula. 26: apófisis condilar de la mandíbula. 27: apófisis angular de la mandíbula. 28: canal
mandibular. 29: agujero mentoniano caudal. 30: agujero mentoniano rostral. 31: dientes incisivos inferiores. 32: dientes
caninos inferiores. 33: primer molar inferior. 34: paladar duro. 35: paladar blando. 36: porción nasal de la faringe. 37:
porción oral de la faringe. 38: basihioides. 39: tirohioides. 40: queratohioides. 41: epihioides. 42: estilohioides. 43:
catílago tiroides. 44: cartílago cricoides. 45: cartílago epiglótico. 46: alas del atlas. 47: agujero vertebral lateral. 48: arco
dorsal del atlas. 49: arco ventral del atlas. 50: apófisis espinosa del axis. 51: vetrículo laríngeo.
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y dorsalmente al labio superior; se extiende des- -Apófisis mastoides del Hueso temporal.
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-Agujeros mentonianos.
setérica a la región oral; su base anatómica la -Hueso incisivo.
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Exploración neurológica y
Bloqueos anestésicos de los
nervios de la cabeza
Los nervios craneales se distribuyen por los te- vios sensitivos periféricos, los núcleos sensiti-
rritorios cefálicos, controlando su musculatura (ner- vos del encéfalo, el tálamo o corteza somato-
vios III, IV, V, VI, VII, IX, X, XI, XII) y recogiendo la sensorial, y los núcleos o vías que controlan a
sensibilidad de la piel, mucosa y sentidos espe- los músculos.
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ciales (nervios I, II, V, VII, VIII, IX, X). Asimismo, b) conocimiento de los músculos que inervan; la
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algunos de estos nervios participan en la inerva- alteración nerviosa provoca pérdida de la fun-
or
ción parasimpáticas (nervios III, VII, IX y X) de es- cionalidad que determinen los músculos, flaci-
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tivos que pretende desarrollar son: c) conocimiento de las vías involucradas en los re-
os
1º-Establecer las bases anatómicas de la ex- otras partes del encéfalo; de esta forma es po-
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ploración neurológica de los nervios cranea- sible comprender estos reflejos, pudiéndose
les y sus ramos. El examen de los nervios cra- concretar el lugar y extensión de la lesión. Por
neales es una parte importante de la exploración lo tanto, se hace necesario conocer el método
neurológica, sobre todo cuando se sospecha una de exploración de estos reflejos.
enfermedad del encéfalo; excepto el par craneal I
(olfatorio) y II (óptico), los núcleos de los nervios 2º-Establecer las bases anatómicas de los blo-
craneales se localizan en el tronco del encéfalo. queos anestésicos de los nervios de la cabeza. Anatomía Clínica del Perro y Gato
Normalmente, las lesiones del tronco del encéfalo La anestesia troncular de ciertos nervios tiene fun-
involucran a varios núcleos de los nervios cranea- damentalmente un interés quirúrgico, dado que se
les y, además, se afectan las vías que controlan el pretende insensibilizar determinadas regiones so-
resto del cuerpo (paresia, ataxia). Una anormali- bre las que va a actuar el cirujano. Los datos ana-
dad de sólo un nervio craneal constituye una evi- tómicos necesarios para la realización de estos
dencia de enfermedad en un área específica. bloqueos son:
La localización de posibles lesiones que afec- a) conocimiento de las áreas de inervación tributa-
ten a la funcionalidad de estos nervios se basa en: ria de cada uno de los nervios.
a) conocimiento de las áreas de inervación cutá- b) conocimiento de las referencias de la superficie
nea tributarias de cada uno de los nervios; me- cefálica que ayuden a la localización del trayecto
diante la observación de respuesta ante un es- nervioso sobre el que se va a depositar el anes-
tímulo doloroso, es posible determinar el ner- tésico.
vio lesionado. Ante el estímulo, el animal res- En este capitulo no realizaremos un estudio por-
ponde retirando la cabeza o con vocalización; menorizado de los trayectos de estos nervios, dado
suele ser una respuesta consciente, y por lo que éstos serán considerados cuando se traten
tanto, compleja, en la que participan los ner- cada una de las regiones cefálicas. Sin embargo,
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meato acústico externo, membrana del tím- cisivos, canino y primeros premolares inferiores y
pano (nervios de igual nombre) y pabellón au- sus respectivas encías (dado que se afectan los
ricular (nn. auriculares rostrales); mediante el nervios alveolares medios y rostrales del nervio
nervio transverso de la cara recoge la sensi- alveolar inferior). Al igual que en el caso anterior,
bilidad cutánea de la mayor parte de la región esta anestesia puede realizarse a través de la piel
masetérica y bucal, y de las porciones cauda- o vía bucal (retirando el labio inferior).
les de las regiones cigomática y temporal.
-n. alveolar inferior; este nervio se introduce por EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
el agujero mandibular, discurriendo por el ca- La lesión se puede localizar en alguno de sus
nal mandibular; recoge la sensibilidad de to- ramos o en el tronco mandibular. En el primer caso
dos los dientes inferiores y su correspondien- se producirá ausencia o disminución de respuesta
tes encías. (anestesia, hipoestesia) del área de sensibilidad
-nn. mentonianos; estos dos nervios emergen tributaria del ramo nervioso afectado ante un estí-
por los agujeros mentonianos y representan mulo doloroso (Fig. 3-2). En el segundo caso se
la continuación del n. alveolar inferior; reco- producirá anestesia de todas las áreas tributarias
gen la sensibilidad del labio inferior y de la de inervación cutánea y parálisis de la musculatu-
región mentoniana. ra masticadora; si la lesión es bilateral se produci-
rá caída permanente de la mandíbula; si es unila-
BLOQUEOS ANESTÉSICOS teral se producirá una disminución del tono man-
Los ramos de interés son el nervio alveolar in- dibular; si el proceso se prolonga durante más de
ferior y los nervios mentonianos. una semana será evidente la atrofia de los múscu-
los palpables (masetero, temporal).
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Nervio alveolar inferior. Su bloqueo anestésico
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por lo que se realiza en actuaciones sobre estas Es un nervio exclusivamente sensitivo, que re-
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estructuras (extracciones dentarias, endodoncias, coge la sensibilidad de las porciones cefálicas dor-
L.
etc.). El anestésico hay que depositarlo en las in- sales a la rima de la boca y rostrales a la órbita
e
mediaciones del agujero mandibular, situado en la (Fig. 3-2). El nervio emerge del endocráneo por el
os
cara medial de la rama de la mandíbula. Este blo- fondo de la órbita (agujero redondo); en su curso
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queo puede hacerse a través de la piel o vía bucal: emite los siguientes ramos (Fig. 3-3):
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-percutáneo (Fig. 3-4, A): la aguja se inserta me- -n. cigomático; este nervio emite dos ramos que
dialmente a la mandíbula, a nivel de la depre- salen de la órbita: r. cigomatico-temporal y r. ci-
sión que existe por delante de la apófisis angu- gomático-facial. Estos ramos inervan la piel de
lar; se dirige ascendente hasta la línea imagi- las porciones rostrales de la región cigomática y
naria que une la apófisis angular y el último temporal, y del párpado inferior y zonas adya-
molar. centes.
-intrabucal (Fig. 3-4, B): con la boca abierta, la -n. terigopalatino; este nervio discurre por la fosa
aguja se inserta inmediatamente caudal al re- terigopalatina dividiéndose rápidamente en los
lieve que determina el músculo terigoideo, cau- nervios palatino menor, palatino mayor y nasal
do-medialmente al último molar inferior; la aguja caudal; estos dós últimos se introducen por los
se dirige hacia la apófisis angular, y el anesté- agujeros palatino caudal y esfenopalatino, res-
sico se deposita a nivel de una depresión pal- pectivamente. Recoge la sensibilidad de la mu-
pable (agujero mandibular), a escasa profundi- cosa del suelo de la cavidad nasal y del paladar
dad. duro y blando.
Neurología cefálica
es
al
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M
L.
e
os
.J
of
Pr
canino opuesto (la aguja atravesará la glándula Tronco oftálmico: ANESTESIA RETROBULBAR
or
salivar cigomática). (Fig. 3-4, J). Dado que este nervio es el que reco-
M
-vía bucal (Fig. 3-4, F): con la boca abierta, la ge la mayor parte de la sensibilidad del ojo, en in-
L.
aguja se introduce en la mucosa que existe de- tervenciones sobre el mismo está justificada la
e
trás del último molar superior, dirigiéndola cau- realización del bloqueo de este nervio cuando
os
dodorsomedialmente, a unos 2 cm de profundi- emerge por el fondo de órbita. Las bases anatómi-
.J
nervio empleamos las siguientes pruebas: (junto con el bloqueo del nervio infraorbitario). Este
-respuesta ante el estímulo doloroso en las zonas nervio emerge por el borde supraorbitario; se blo-
de la piel tributaria de este nervio (Fig. 3-2). quea mediante línea de infiltración subcutánea en
-respuesta ante la estimulación de la mucosa del el borde supraorbitario a nivel del ángulo medial
vestíbulo nasal (n. infraorbitario) del ojo (Fig. 3-4, H).
-reflejo parpebral: se estimula la piel del párpado
inferior o ángulo lateral del ojo; el animal respon- EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
de cerrando los párpados. La vía aferente es el Para la exploración de la integridad de este
nervio maxilar (n. cigomático) y la vía eferente nervio empleamos las siguientes pruebas:
-respuesta ante el estímulo doloroso en las zo- Este nervio (Figs. 3-3, 3-5) se introduce ini-
nas de la piel (Fig. 3-2). cialmente por el meato acústico interno, y des-
-reflejo parpebral; se estimula la piel del párpado pués por el canal facial de la porción petrosa del
superior o ángulo medial del ojo; el animal res- hueso temporal; en este trayecto desprende el
ponde cerrando los párpados. La vía aferente es nervio petroso mayor (inervación parasimpática
el nervio oftálmico y la vía eferente el nervio fa- de la glándula lagrimal) y el nervio cuerda del tím-
cial (n. auriculoparpebral). pano (inervación gustativa; inervación parasim-
-reflejo corneal; se estimula la córnea y el animal pática de las glándulas salivares); el resto del
responde cerrando los ojos. La vía aferente es el nervio (motor) y el ramo auricular interno (sensi-
nervio oftálmico y la vía eferente el nervio facial bilidad cutánea de la escafa de la oreja) emergen
(n. auriculoparpebral). por el agujero estilomastoideo. Este trayecto ini-
cial del nervio facial hace que las enfermedades
del oído interno puedan extenderse y afectar al
NERVIO FACIAL (VII) nervio facial.
Figura 3-5. Esquema de la distribución del nervio facial. 1: médula oblongada. 2: núcleo del n. abducente.
3: núcleo del n. facial. 4: n. facial. 5: ganglio geniculado. 6: n. petroso mayor. 7: n. cuerda del tímpano. 8.
ramo auricular interno. 9: glándula lagrimal. 10: glándulas salivares mandibular y sublingual. 11: papilas
gustativas. 12: músculos faciales. 13: piel de la escafa de la oreja. 14: n. vestibulococlear. 15: meato
acústico interno. 16: agujero estilomastoideo. 17: hueso petroso.
trayecto inicial (otitis interna) o cuando cursa por parasimpático (vísceras, excepto las de la cabeza
la cara (traumatismos). La sintomatología (asi- y cavidad pelviana).
metría facial) se explica por la flacidez de los La exploración neurológica de este nervio se
músculos a los que inerva: caída de la oreja (mm. basa en la provocación del reflejo faríngeo ( tam-
auriculares), caída de saliva por un lado de la bién participa el nervio glosofaríngeo) y en la ob-
boca (m. orbicular de la boca), fisura parpebral servación de asimetría en paladar y laringe y de la
amplia (m. orbicular del ojo), etc. La afuncionali- existencia de alteraciones digestivas, cardíacas y
dad de la glándula lagrimal (comprobable me- respiratorias.
diante el test de Schirmer) puede provocar que-
ratitis seca, aunque a veces puede ser evidente
un lagrimeo (paradójico) debido a que la paráli- NERVIO ACCESORIO (XI)
sis del músculo orbicular dificulta el drenaje na-
tural de la lágrima. El nervio accesorio es motor del músculo tra-
-reflejo corneal, dado que la vía eferente es el ner- pecio y de parte de los músculos esternocefálico y
vio auriculoparpebral. braquiocefálico.
-reflejo parpebral, dado que la vía eferente es el La detección de una anormalidad en este ner-
nervio auriculoparpebral. vio es difícil, excepto cuando ya se ha producido
-prueba del sentido del gusto; consiste en tocar la atrofia de los músculos afectados, detectable por
parte rostral de la lengua con un algodón impreg- palpación.
nado con una sustancia amarga (atropina); la
prueba se realiza primero sobre el lado afectado.
-sensibilidad en la piel de la escafa del pabellón NERVIO HIPOGLOSO (XII)
es
auricular.
al
vio.
e
tercio caudal de la lengua y de la faringe) y para- animal responde lamiéndola. El tono múscular se
of
Pr
4
Superficie facial
Este capítulo se dedica a considerar las estruc- FORMACIONES VASCULARES. En relación a la glán-
turas anatómicas implicadas en los procedimien- dula parótida discurren formaciones vasculares a
tos de exploración o intervención de determinadas tener en cuenta en intervenciones en la zona. Así,
regiones de la cara, excepto las que afectan a la la vena maxilar camina por el borde ventral de la
es
cavidad nasal y senos paranasales que serán ob- glándula, atravesándola en el caso del gato. Me-
al
REGIÓN DE LA ARTICULACIÓN
e
Las estructuras anatómicas implicadas en pro- cubierto por el borde rostral de la glándula paróti-
of
Pr
cedimientos de exploración o intervención son las da. Drena de las estructuras superficiales de la
siguientes (Figs 4-1, 4-2, 4-3, 4-4, 9-5, 9-6). mitad dorsal de la cabeza, ojo, oído y de la glándu-
la parótida. Se explora presionando con los dedos
GLÁNDULA PARÓTIDA. Esta glándula salivar es la entre la base de la oreja y la apófisis angular de la
estructura anatómica más superficial. Se proyecta mandíbula; se distingue como un nódulo más con-
principalmente en la región parotídea (ventralmente sistente que el tejido glandular adyacente; en el
a la base de la oreja), aunque sus porciones ros- gato, dado su pequeño tamaño, es muy dificil su Anatomía Clínica del Perro y Gato
trales cubren parcialmente la articulación tempo- identificación.
romandibular; el músculo parotideoauricular, que
discurre ventrocaudalmente, cubre en parte a esta FORMACIONES NERVIOSAS. Medialmente a la pa-
glándula. Se explora en el espacio existente entre rótida, el nervio facial emerge tras contornear el
la base de la oreja, el ala del atlas y el borde cau- borde caudal de la mandíbula; a este nivel, el ner-
dal de la mandíbula, aunque, debido a su consis- vio se divide en sus principales ramos muscula-
tencia, en condiciones normales sus bordes son res: nervio auriculoparpebral (que camina ascen-
difíciles de distinguir por palpación. Tiene forma dente hacia los músculos auriculares y orbicular
de V, y en el perro es relativamente pequeña, abar- del ojo) y ramos bucal dorsal y ventral (que emer-
cando únicamente las zonas adyacentes de la base gen bajo la glándula parótida, dirigiéndose a los
de la oreja; en el gato es más extensa, prolongán- músculos de la cara). Todos estos ramos muscu-
dose más ventralmente. Por causas traumáticas lares están expuestos a lesionarse por traumatis-
puede inflamarse, siendo en este caso evidente; mos en este nivel, lo que provoca una parálisis
en cualquier caso, no es frecuente que se produz- facial unilateral, más grave que la provocada por
can derrames subcutáneos o que se formen acú- traumatismos en otros territorios faciales, en don-
mulos quísticos de saliva. de estos ramos nerviosos caminan distanciados.
es
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Figura 4-1. Superficie facial del perro. Los músculos cutáneos han sido eliminados. 1: m. cigomático. 2: m.
.J
parietal. 3: m. temporal. 4: m. masetero. 6, 6’, 6’’: músculo elevador nasolabial (seccionado). 7: m. digástrico.
of
8: n. facial. 8’: ramo marginal de la mandíbula del n. facial. 8’’: ramo cigomático del n. auriculopalpebral (del n.
Pr
facial). 9, 9’: ramos bucales dorsal y ventral del n. facial. 10: a., v. y n. infraorbitario. 11: a., v. y n. transverso de la
cara. 12: conducto parotídeo. 13: linfonódulo parotídeo. 14: glándula parótida. 15: glándula mandibular. 16:
linfonódulos mandibulares. 17: v. facial. 17’: a. facial. 18: v. del ángulo del ojo. 19: vena nasal dorsal. 20:
linfonódulo facial.
casos de anquilosis- requiere seccionar el origen tarias; en las maloclusiones, el cóndilo de la man-
del músculo masetero y la cápsula articular; hay díbula no rota completamente en la fosa mandibu-
que tener presentes a la arteria y vena transversa lar y la palanca que ejercen los dientes que no
de la cara (ramos de la arteria y vena temporal coaptan puede sacar el cóndilo de la fosa. Algu-
superficial, respectivamente) -que emergen de la nas maloclusiones pueden provocar espasmos de
cara medial de la glándula parótida y se dirigen la musculatura masticadora; estos espasmos y los
rostralmente próximo al borde ventral del arco ci- movimientos limitados de la articulación pueden
gomática- y al nervio masetero (ramo del nervio desencadenar la anquilosis de la misma.
REGIÓN CIGOMÁTICA
• la exposición de la glándula requiere seccionar Figura 4-2. Situación y relaciones de las glándulas
cigomática y lagrimal. El arco cigomático, el ligamento
el ligamento orbitario y resecar la mitad dorsal
orbitario y el músculo masetero, así como la apófisis
del arco cigomático rostral al ligamento orbita- coronoides de la mandíbula en B, han sido eliminados. 1:
rio. glándula lagrimal. 2: glándula cigomática. 3, 3’: apófisis
• la arteria y vena temporal superficial caminan coronoidea de la mandíbula. 4: v. facial. 5: v. profunda de
la cara. 6: m. temporal (parcialmente resecado). 7:
próximos al borde dorsal del arco cigomático.
periórbita (seccionada y plegada dorsalmente). 8: mm.
• medialmente a la glándula (ventralmente en el extraoculares. 9: a. y n. maxilar. 10: m. terigoideo. 11:
gato) transita el nervio y la arteria maxilar. arco cigomático (extremos). 12: ligamento oribitario.
neando el borde ventral del músculo masetero. La 2: arco cigomético. 3: apófisis retroarticular. 4: disco arti-
vena facial discurre en sentido rostrodorsal por el cular. 5: cápsula articular.
borde rostral del mismo músculo, y bajo los ramos
del nervio facial.
cinador. Tras atravesar este músculo, termina des-
CONDUCTO PAROTÍDEO. Este conducto camina en embocando hacia el vestíbulo bucal. Este conduc-
dirección rostral sobre la aponeurosis del músculo to merece las siguientes consideraciones aplicati-
masetero y sobre el borde dorsal del músculo bu- vas:
5), y conlleva la eliminación de la porción monos- cies articulares, ya sea uniendo ambos caninos o
or
tomática de la glándula sublingual. Esta interven- rodeando ambos cuerpos mandibulares a nivel de
M
ción requiere la resección simultánea de la glán- los caninos. En cualquier caso, hay que asegurar-
L.
dula mandibular, dado que ambas glándulas es- se de que no den lugar a distorsión en el ángulo de
e
tán envueltas por una misma cápsula conectiva. los dientes caninos que causen una posterior ma-
os
mandíbula; en el perro limitada por la vena maxi- NERVIOS ALVEOLAR INFERIOR Y MENTONIANOS (Fig.
lar y linguofacial, en el entronque de estas dos ve- 3-3). El nervio alveolar inferior discurre por el ca-
nas en la vena yugular externa; en el gato, la vena nal mandibular; fracturas que afecten al cuerpo de
maxilar se dispone sobre la glándula. Se diseca la mandíbula pueden lesionar este nervio con la
cuidadosamente la glándula a la vez que se trac- subsiguiente pérdida de sensibilidad de sus zonas
ciona de ella, provocando que la glándula sublin- tributarias. Por este motivo, las intervenciones de
gual (adherida a sus porciones rostrales) se exte- alargamiento o acortamiento de la mandíbula re-
riorice; hay que tener presente que la arteria facial quieren respetar las estructuras que transitan el
discurre sobre la cara lateral de la glándula sublin- canal mandibular.
gual monostomática, lo que exige que su disec-
ción se realice lo más próxima posible a ella. En el Las bases anatómicas para el bloqueo anes-
caso de que no haya sido posible resecar la por- tésico del nervio alveolar inferior y de los nervios
ción rostral de la glándula sublingual, se elimina mentonianos quedaron concretadas en el capítulo
vía bucal: se realiza una incisión en la mucosa anterior.
Superficie facial
5
Nariz. Cavidad nasal
Senos paranasales
riz, es una zona sin pelos ni glándulas, soportada ciones dorsales del vestíbulo nasal). En caso de
or
por cartílagos; los orificios nasales se encuentran fiebre -excepto si existe rinitis- esta superficie na-
M
(impresión nasal). En el gato su superficie presen- El vestíbulo nasal (Fig. 5-3) es la parte más ros-
ta finos tubérculos. tral de la cavidad nasal y está limitada por un epi-
telio escamoso estratificado. Tres estructuras in-
teresan en este vestíbulo:
es
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M
5: tubérculos.
.J
of
Pr
del perro a nivel del diente P2 superior (A) y entre los mucosa puedan provocar obstrucción nasal total.
dientes P4 y M1 superiores (B). 1: concha nasal dorsal. 2: La mucosa se caracteriza por ser delicada y
concha nasal ventral. 3: cresta conchal. 4: conducto estar muy vascularizada; estas circunstancias ha-
nasolarimal. 5: septo nasal. 6: receso maxilar 7: canal cen que mínimos traumas (rinoscopio, cuerpos
infraorbitario.
extraños) provoquen roturas de la mucosa que
dan lugar a profusas hemorragias. Igualmente,
esta mucosa es muy sensible, por lo que los trau- Anatomía Clínica del Perro y Gato
CAVIDAD NASAL matismos suelen ser muy dolorosos. La estimula-
ción de la mitad rostral de la mucosa nasal
La cavidad nasal de los carnívoros (Figs. 5-4, provoca estornudo, por lo que la rinoscopia, o
5-5, 5-6) es muy irregular; la mayor parte está cualquier otra manipulación sobre ella, requiere
ocupada por las conchas (nasal dorsal, nasal anestesia local o general. El estornudo es un me-
ventral y etmoidales) que se proyectan hacia el canismo de defensa para la expulsión de los
septo nasal desde las paredes laterales, dejando cuerpos extraños que puedan penetrar en la
un meato nasal común muy estrecho. cavidad.
Los meatos nasales existentes entre las con- Dado que parte del conducto nasolagrimal
chas nasales (meato nasal dorsal, medio y ven- camina bajo la mucosa de la pared lateral de la
tral) son igualmente estrechos. El más amplio es cavidad, los procesos riníticos pueden provocar
el meato nasal ventral, que es el único que comu- obstrucción del mismo con la consiguiente epífo-
nica directamente con la nasofaringe; de cualquier ra.
forma, este meato es pequeño, por lo que la ri- En el acceso quirúrgico a la cavidad nasal
noscopia requiere endoscopios de pequeño diá- -para eliminar cuerpos extraños, masas tumora-
metro. Un método alternativo para la inspección les o restos de turbinados fracturados por trau-
es
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M
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Nariz. Cavidad nasal. Senos paranasales
Figura 5-8. Acceso ventral a la cavidad nasal. 1: paladar blando. 2: paladar duro. 3: pliegue
mucoperióstico. 4: paladar duro óseo. 5: septo nasal. 6 concha nasal ventral.
matismos- hay que prever abundante hemorragia, te la osteotomía se extiende más caudalmente
dado que la mucosa nasal está muy vasculariza- para inspeccionar los senos frontales. La inci-
da; esta hemorragia se puede reducir durante la sión lateral debe respetar el conducto nasola-
intervención intranasal mediante la ligadura tem- grimal y el canal infraorbitario, por lo que se rea-
poral de ambas arterias carótidas comunes. liza medial a la línea que une el ángulo medial
A la cavidad nasal se puede acceder vía dorsal del ojo y la raíz del diente canino superior.
o ventral: • acceso ventral (Fig. 5-9). Este acceso requiere
• acceso dorsal (Fig. 5-8). Consiste en la realiza- la osteotomía del paladar duro; ésta debe de
ción de una osteotomía de las paredes dorsales realizarse rostral a la situación del agujero pala-
de la cavidad. El límite caudal de la cavidad lo tino mayor, para preservar las estructuras vas-
establece la línea imaginaria que une ambos án- culonerviosas que emergen por él; este orificio
gulos mediales de los ojos, aunque normalmen- se sitúa a nivel del cuarto (perro) o tercer (gato)
6
Cavidad bucal
La cavidad bucal (Fig. 6-1) se extiende desde (junto con lobúlos la glándula sublingual
los labios al istmo de las fauces, cuyo límite lateral polistomática), en el perro, un pliegue visible
lo define los arcos palatoglosos. De la cavidad (pliegue sublingual) próximo al cuerpo mandibular
bucal interesa como zonas de exploración la ter- extendido desde la carúncula sublingual al primer
es
minación de los conductos de las glándulas sali- molar inferior. El conducto sublingual mayor (de
al
vares, el paladar duro, la lengua y los dientes. la glándula sublingual monostomática), debido a
or
VESTÍBULO BUCAL Y
e
RECESOS SUBLINGUALES
os
.J
Figura 6-2. Receso subligual del perro. 1: cárúncula Figura 6-4. Receso sublingual del gato: 1: carúncula
sublingual. 2: frenillo de la lengua. 3: pliegue sublingual sublingual 2: frenillo de la lengua. 3: v. sublingual.
(conductos de las glándulas mandibular y sublingual
monostomática).
caudal a la carúncula. Para visualizar mejor estas muy hemorrágicas, por lo que en determina-
or
aperturas se eleva con unas pinzas el pliegue dos casos, en los que se tenga que evitar la
M
caruncular, con lo que los orificios se estiran y se pérdida de sangre, se aconseja realizar una
L.
manifiestan más escotados. Los conductos ligadura temporal de ambas carótidas comu-
e
receso sublingual lateral. En el gato, la glándula b) las inyecciones intralinguales son muy útiles,
.J
sublingual polistomática puede estar ausente. sobre todo cuando se produce un colapso
of
Pr
VASCULARIZACIÓN (Figs. 6-6, 6-7). La lengua está Figura 6-3. Mucosa del carrillo del perro mostrando (fle-
muy vascularizada, con alrededor de 30.000 cha) la papíla parotídea.
anestesiado (Fig.6-7).
or
de la lengua.
Pr
ERUPCIÓN Y DESGASTE DENTARIO pués del nacimiento; ésto tiene interés pues ex-
L.
El conocimiento de estos datos nos permite plican que enfermedades o injurias antes de los
e
os
determinar la edad del animal, así como compren- tres meses de vida puedan afectar al desarrollo
der determinadas patologías dentarias. del diente, especialmente al esmalte.
.J
necesario previamente conocer la dentición nor- perro se basa en los siguientes modificaciones:
mal. En el perro (Fig. 6-9) la dentición decídua es a) Erupción de los dientes de leche. Primero erup-
2(i3/3, c1/1, p3/3)=28 y la permanente 2(I3/3, cionan los caninos y luego, en sucesión rápida,
C1/1, P4/4, M2/3)=42. los incisivos y los otros dientes; excepto cau-
El gato (Fig. 6-10) presenta una dentición mar- dalmente, erupcionan antes los dientes supe-
cadamente reducida (30 dientes) comparada con riores de cada serie.
la dentadura carnívora original; la fórmula denta- c) Desgaste de los dientes de leche.
ria decídua es 2(i3/3, c1/1, p3/2)=26 y la perma- d) Erupción de los dientes permanentes. Este pe-
nente 2(I3/3, C1/1, P3/2, M1/1)=30. El P1 supe- riodo difiere con la raza en algunas semanas;
rior y el P1 y P2 inferiores han desaparecido. Sin las razas grandes suelen cambiar su dentición
embargo, conviene recordar que la denominación antes que las pequeñas. El P1, tanto inferior
de los dientes presentes sigue la secuencia nu- como superior, carecen de precursor decíduo
mérica original, siendo el P2 superior y el P3 infe- en el perro, al igual que los molares en ambas
rior los primeros premolares que aparecen en cada especies.
arcada dentaria respectiva. e) Desgaste de los dientes. Nos valemos funda-
Las variaciones en el número de dientes son mentalmente de los incisivos (Fig. 6-11). Los
Cavidad bucal
frecuentes, aunque normalmente esto no conlleva incisivos superiores presentan en su corona tres
ninguna consecuencia. Alrededor de la mitad de lóbulos (flor de lis); los inferiores presentan dos.
los perros presentan alguna anodontia; los dien- El desgaste comienza siempre antes en el ló-
tes ausentes más frecuentes suelen ser los pri- bulo central. Una vez desgastado (rasamien-
meros o segundos premolares, tanto superiores to), la superficie de rozamiento de los pares de
como inferiores. En el gato, el diente más frecuen- incisivos sufre un proceso de “ovalización” cuya
temente ausente (30%) es el P2 superior. secuencia también presenta cierta cronología.
Erupción dientes decíduos: 20-30 días Desgaste dientes permanentes: 1.5-12 años
20-24 días Erupción caninos 1.5-2 años Rasamiento pinzas inferiores
25-27 “ Erupción de extremos 2.5-3 “ “ medianos inferiores
28-29 “ Erupción de medianos 3.5-4 “ “ pinzas superiores
30 “ Erupción de pinzas 4.5-5 “ “ medianos superiores
Desgaste dientes decíduos: 2- 4 meses 5.5 “ “ extremos inferiores
2-2.5 meses Rasamiento pinzas inferiores 6.5 “ “ extremos superiores
3-3.5 “ Rasamiento medianos inferiores 7-9 “ Ovalización pinzas inferiores
4 “ Rasamiento extremos inferiores 9-10 “ “ medianos inferiores
Erupción dientes permanentes: 4-12 meses 10-12 “ “ pinzas superiores
4-4.5 meses Erupción pinzas Caída dientes permanentes:>12 años
4.5-5 “ Erupción medianos 12-16 años Caída pinzas y medianos
5-7 “ Erupción extremos y de caninos inferiores >16 “ Caída de todos los incisivos y
7-12 “ Erupción caninos superiores de los caninos
es
f) Caída de los dientes. Su regularidad cronológi- dientes P4 y M1 superiores se disponen laterales
al
En la apreciación de la edad por el desgaste cie palatal del P4 superior ocluye con la superfi-
M
dentario se debe considerar la dureza de los dien- cie bucal de la parte mesial del M1 inferior; la su-
L.
tes en las distintas razas. Así, en la mayoría de perficie oclusal que posee la parte distal del M1
e
las razas grandes el desgaste es menor, por lo inferior ocluye con la superficie oclusal del M1 su-
os
razas son un poco más viejos, y los de las razas La patología más frecuente provocada por al-
of
Pr
pequeñas un poco más jóvenes; asimismo, hay teración en la posición de los dientes es la malo-
que tener en cuenta la aptitud del perro, régimen clusión. Esta puede ser debida a que la mandíbula
de vida (perros de caza, caseros) y elrégimen de sea más corta de lo normal (braquignatismo) o a
alimentación. que el maxilar sea más corto que la mandíbula
(braquignatismo maxilar, prognatismo mandibular),
POSICIÓN DE LOS DIENTES lo que es frecuente en razas braquicéfalas (trata-
La correcta posición relativa de los diente de- miento: mandibulectomía o extracción de los dien- Anatomía Clínica del Perro y Gato
termina que la coaptación de las arcadas denta- tes que no coapten). Otra causa –también frecuen-
rias superior e inferior sea la idónea en la masti- te– de maloclusión es por una distorsión en la po-
cación. Así, los incisivos se disponen en línea cur- sición de los dientes, normalmente motivado por
va en razas dolicocéfalas y en línea recta en bra- la retención de algún diente de leche durante el
quicéfalas; las cúspides de los incisivos inferiores cambio de dentición que hace desituar a los res-
ocluyen a la altura del cíngulo (perro) o tubérculo tantes. La retención más habitual es la del diente
(gato) presente en la cara lingual de los superio- canino; en este caso ambos dientes –decíduo y
res; en el perro, los tubérculos centrales de los permanente– están presentes simultáneamente
superiores interdigitan con los inferiores externa- durante varias semanas; el canino permanente
mente. El canino superior es más lateral y caudal suele emerger medial y rostral al decíduo. La re-
que el inferior; éste engrana en el diastema exis- tención del diente canino –o de algún incisivo– es
tente entre los dientes superiores incisivo 3º y frecuente sobre todo en razas toy y pueden cau-
canino. Los premolares superiores e inferiores se sar distorsión en la posición o dirección del diente
interdigitan en los espacios interdentales, estan- que provoquen la malaoclusión. Por esta razón,
do situado cada premolar inferior en una posi- los dientes decíduos retenidos deben extraerse.
ción mesial respecto al premolar superior. Los La maloclusión ocasionada por las alteraciones
es
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Pr
de posición de algún diente se resuelve mediante puede desencadenar, sobre todo en razas peque-
su extración o por ortodoncia. En este último caso, ñas de perros o en gatos, fractura del hueso co-
a través de aparatos se aplican fuerzas sosteni- rrespondiente. Los dientes con mayor raíz esta-
das que ocasionan un estímulo sobre los tejidos rán más firmemente adheridos por lo que su ex-
de sostén del diente (ligamento periodontal) que tracción será más dificultosa; éste es el caso de
desencadenan procesos osteoclásticos y osteo- los dientes caninos y carniceros.
blásticos en el hueso alveolar que terminarán pro- El número de raíces que posee cada diente
vocando la movilización del diente. hay que tenerla igualmente presente pues a mayor
número de raíces mayor superficie de adherencia;
además, las raíces suelen tener direcciones diver-
BASES ANATÓMICAS DE LA EXODONCIA Y LA ENDO- gentes, lo que contribuye aún más a la fijación. En
Cavidad bucal
saco conjuntival.
M
Figura 6-10. Alvéolos dentarios y dientes superiores e in- tituída por vasos, nervios y tejido conjuntivo. La
of
animales viejos la cavidad llega a estar oblitera- ancho, pero a medida que el animal crece se cie-
da. Los odontoblastos juegan un papel muy im- rra como consecuencia de la dentinogénesis y
portante en la protección de la pulpa y en la re- cementogénesis (apexogénesis). En dientes per-
construcción del propio diente, pues es capaz de manenetes inmaduros no debe practicarse el
producir dentina como consecuencia de estímu- método endodóncico rutinario (pulpectomía) sino
los externos como caries, traumas que produz- la apexificación (que provoca la maduración y
can fractura del diente u otros procesos que pro- cierre del ápex) pues al estar el ápex abierto se
voquen irritación de la pulpa. carece de asiento sobre el que comprimir el
En los diferentes procedimientos endodónci- material de relleno. En la endodoncia de dientes
cos (pulpectomía, pulpotomía o pulpectomía permanentes maduros, principalmente de los ca-
parcial, apexificación, apicectomía) es necesario ninos, hay que tener presente que a diferencia
poseer un preciso conocimiento de las de los humanos –que presentamos un agujero
características morfológicas de cada uno de los apical principal y algunos pequeños agujeros ac-
dientes, especialmente de la dirección y número cesorios- en el perro y gato suelen existir entre
de raíces; de estos datos se deriva el patrón 10 y 20 orificios (delta apical), lo que puede llegar
morfológico de la cavidad dentaria; ésta sigue a provocar el fracaso de la endodoncia, pues la
normalmente la forma externa del diente. Así, la imposibilidad de eliminar la pulpa necrótica de los
cavidad de la corona se continúa con la de la raíz múltiples foramina hace que se puedan formar
o canal radicular, que se comunica con el exterior abscesos periapicales que nos obligarán finalmen-
del diente a través de foraminas situadas en el te a practicar una apicectomía.
vértice o ápex de la raíz dentaria. El orificio apical Las bases anatómicas de las anestesias den-
de los dientes permanentes inmaduros es único y tales quedaron precisadas en el capítulo 3.
es
al
or
M
L.
e
os
.J
of
Pr
Cavidad bucal
7
Globo ocular. Órganos
accesorios del ojo
Al párpado superior llega el músculo elevador Normalmente estos cilios ectópicos emergen por
M
del párpado superior; adyacente a este músculo la aperturas de las glándulas tarsianas.
L.
se sitúan las fibras musculares lisas del músculo Las glándulas tarsianas segregan un mate-
e
tarsiano (o músculo de Müller, perteneciente al rial sebáceo que forma el estrato lipídico superfi-
os
músculo orbital), controladas por el sistema ner- cial de la película lagrimal. Evertiendo el párpado
.J
vioso simpático, lo que permite que el párpado se pueden ver bajo la conjuntiva como cordones
of
Pr
superior esté elevado sin control consciente; por blanquecinos que se extienden 2-4 mm desde el
ello, las alteraciones del simpático provocan pto- borde parpebral. Las aperturas de estas glándu-
sis parpebral. las (20-40 por párpado), que pueden ser vistas
Los bordes parpebrales se disponen adapta-
dos al globo ocular. Los defectos en esta disposi-
ción (entropión, ectropión) dan lugar a conjuntivi-
tis; el tratamiento de estas alteraciones es sólo Anatomía Clínica del Perro y Gato
quirúrgico: dermoplastia.
El espacio que forman ambos párpados cons-
tituye la fisura parpebral. En el tratamiento de al-
teraciones de esta fisura (blefarofimosis) o en in-
tervenciones en la que se requiera una mayor ex-
posición del globo ocular (enucleación, prolapso
del globo ocular) hay que tener presente que la
cantotomía debe de realizarse siempre a nivel de
la comisura parpebral lateral, dado que en la me-
dial se sitúan elementos del aparato lagrimal (pun-
tos, canalículos y saco lagrimales); además, a este
nivel la piel es menos extensible y en su proximi-
dad camina la vena del ángulo del ojo, rama de la
vena facial (Fig. 7-2).
Los cilios (pestañas) son formaciones protec- Figura 7-1. Ojo del gato. 1: pupila. 2: iris. 3: esclerótica.
toras presentes sólo en el párpado superior en el 4: tercer párpado. 5, 5’: puntos lagrimales.
en la porción posterior del borde parpebral, Figura 7-3. Inspección de la conjuntiva parpebral.
constituyen puntos de referencia en cirugía
parpebral. Si el conducto de una o varias glándulas
se obstruye, se produce un acúmulo quístico de
la secreción (chalación), que es relativamente
es
frecuente en el perro, y que es observado como
al
glándulas (orzuelo).
e
os
.J
CONJUNTIVA
of
Pr
clerótica y la vaina existe un espacio virtual -es- ocular -por atonía de la porción periorbital del
pacio episcleral- ocupada únicamente por una músculo orbital, por acción (espasmos) del m.
red conjuntiva muy laxa, que comienza a 2 mm retractor del globo ocular (como sucede en ca-
del limbo corneal. sos de úlceras corneales o cuerpos extraños)
d) A nivel del ángulo medial del ojo, la conjuntiva o por la presión de los dedos (exploración)- pro-
diferencia la carúncula lagrimal, que es apre- voca igualmente protrusión del tercer párpado
ciable a modo de una pequeña elevación. (Fig. 7-5).
Presenta folículos pilosos y glándulas c) El tercer párpado está sostenido por un cartíla-
sudoríferas y lagrimales, por lo que debe ser go en forma de “T”, con la parte horizontal si-
eliminada cuando se practique una enuclea- tuada hacia el borde libre. Debido a curvamien-
ción del globo ocular seguida de tarsorrafia tos de la parte vertical del cartílago, se pueden
permanente. Si los pelos son muy largos pue- producir eversiones o inversiones del borde li-
den provocar conjuntivitis. En su escisión para bre del tercer párpado -a los cuales están pre-
solucionar el proceso hay que tener en cuenta dispuestas determinadas razas- que desenca-
que los canalículos lagrimales se sitúan muy denan queratitis o conjuntivitis. El tratamiento
próximos, por lo que es necesario canalizarlos es quirúrgico y consiste en descubrir el cartíla-
previamente para que no se afecten. go -incidiendo por su cara posterior- y resecar
la parte del cartílago anormal (Fig. 7-8).
d) Alrededor del extremo libre de la parte vertical
TERCER PÁRPADO del cartílago se sitúa la glándula superficial. Ésta
es una glándula lagrimal accesoria (produce el
El tercer párpado es un pliegue de la conjuntiva 30% de la lágrima) y está fijada al tejido perior-
es
que se localiza en el ángulo medial del ojo. Los bitario. Esta glándula puede prolapsarse o su-
al
datos anatomoclínicos de mayor interés son los frir procesos de hiperplasia, observándose en
or
a) Su posición normal de retracción se debe al tono tercer párpado que se proyecta lateralmente. El
e
Por ello, las alteraciones del simpático provo- ventromediales del borde orbitario, o en la eli-
of
Pr
can prolapso del tercer párpado por atonía de minación de la glándula; en este último caso, la
estas fibras. Además, toda retracción del globo glándula se expone incidiendo la cara interna
Figura 7-5. Exploración del tercer párpado. Figura 7-6. Pequeñas nodulaciones linfáticas en la cara
interna del tercer párpado.
Figura 7-7. Utilización del tercer párpado como vendaje natural de la córnea.
f) El tercer párpado puede igualmente ser utiliza- en la transposición del conducto parotídeo; esta
M
do como vendaje natural para cubrir y proteger intervención se basa en trasladar la papila
L.
la córnea; para ello, el borde libre es tracciona- parotídea desde la cavidad bucal al saco
e
GLÁNDULA LAGRIMAL. Esta glándula es la en- DRENAJE. El exceso de lágrima es evacuado por
cargada de producir la mayor parte de la lágrima. un sistema canalicular hacia la cavidad nasal. Este
Se localiza entre el globo ocular y el ligamento sistema de drenaje está constituido por los puntos
orbitario y apófisis cigomática del frontal, en el in- lagrimales, los canalículos lagrimales, el saco la-
terior de la periórbita (Fig. 4-2). Durante la enu- grimal y por el conducto nasolagrimal. La obstruc-
cleación del globo ocular es necesario asegurar ción de alguno de estos de estos elementos pro-
que esta glándula es eliminada: la glándula puede vocará epífora.
quedar adherida a la periórbita o al globo ocular.
La disminución o ausencia de producción lagri- a) Puntos lagrimales: se sitúan en la conjuntiva
mal conduce a la queratoconjuntivitis seca. Para palpebral, dentro de la unión mucocutánea del
el diagnóstico y pronóstico de este proceso intere- párpado superior e inferior, a 2-5 mm del án-
sa conocer el lugar de la lesión. La secreción lagri- gulo medial del ojo, frecuentemente en el
mal está bajo control del parasimpático; por tanto, tránsito entre el epitelio pigmentado y no
si la aplicación local de fármacos parasimpatico- pigmentado; en estos puntos se inician los
miméticos provoca producción lagrimal abundan- canalículos lagrimales. La canalización de los
te, indica que la lesión no se sitúa en la glándula canalículos (y del conducto nasolagrimal) a
4 a 7 milímetros.
L.
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parotídeo.
M
CÓRNEA
L.
FORMACIONES RETROBULBARES
os
es
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Pr
Figura 7-11. Momentos clave en la enucleación del globo ocular (técnica subconjuntival lateral). 1: cantotomía. 2:
obtención de un colgajo subconjuntival mediante incisión perilimbal. 3: sección de los mm. extraoculares. 4:
extirpación de la glándula lagrimal. 5: extirpación del tercer párpado junto con su glándula.
opacidad de la córnea, dado que este estrato ac- penetra en el iris en las posiciones horarias de las
túa como una bomba que extrae el agua que pe- 3 y 9 en punto; estas ramas emiten ramos dorsa-
netra en la córnea desde la cámara anterior, man- les y ventrales en la zona periférica del iris (borde
teniéndola en un estado de relativa deshidratación. ciliar), determinando el círculo arterioso mayor, el
Por otra parte, la córnea se caracteriza por ser cual es incompleto dorsal y ventralmente; de este
una estructura avascular; la córnea se nutre a par- círculo se desprenden ramos radiales que se diri-
tir de los vasos de la conjuntiva a nivel del limbo gen hacia el borde pupilar. En actuaciones quirúr-
corneal, del humor acuoso y del fluido lagrimal. gicas sobre el iris (iridotomía, iridectomía) la ma-
Sólo en casos de queratitis crónicas se produce yor parte de la hemorragia se evita si el circulo
una invasión de vasos procedentes de la circula- arterioso mayor no es seccionado.
ción conjuntival (vasos superficiales) y ciliar (va- Durante la fase embrionaria, la pupila está cu-
sos profundos). Esta naturaleza avascular de la bierta por una membrana vascular (membrana
córnea hace que en las actuaciones quirúrgicas pupilar) formada por los vasos que riegan al cris-
sobre la misma (punción de la cámara anterior, talino durante su desarrollo. Comienza a involu-
queratotomía) sea aconsejable realizarlas a nivel cionar alrededor de las dos semanas antes del
del limbo corneal (límite entre córnea y escleró- nacimiento, desapareciendo completamente en-
tica), donde la vascularización es abundante, lo tre la 2ª y 4ª semana de vida. Es relativamente
que favorece la cicatrización (Fig. 7-10). frecuente la persistencia de pequeños restos de
esta membrana -apreciable a modo de hilos o fi-
IRIS nas hebras situadas sobre el iris o desprendidas
El iris actúa a modo de un diafragma permi- del mismo- sin que ello ocasiones ninguna con-
tiendo el paso de mayor o menor cantidad de luz secuencia; sin embargo, la persistencia de zonas
es
a través de la pupila. Esta función está ejercida más amplias puede provocar pérdida parcial de
al
lo que debe ser tenido en cuenta en la interpreta- El humor acuoso es la sustancia líquida trans-
e
del músculo esfínter. En el caso del gato, la forma tan a 3-5 mm posteriores al limbo corneal. El án-
fusiforme vertical de la pupila (Fig. 7-1) está deter- gulo iridocorneal es la región donde el iris se une a
minada por la disposición vertical de las fibras de la córnea y esclerótica; a este nivel se sitúa el liga-
este músculo; sólo en caso de midriasis la pupila mento pectinado; este ligamento está compuesto
aparece circular, a consecuencia del predominio por fibras que dejan amplios espacios. De aquí
en la contracción del músculo dilatador. parten pequeños canales vasculares que terminan
El color de los ojos depende del color del iris; en venas colectoras más grandes, y éstas en el
éste está determinado por el número de células plexo venoso esclerótico; finalmente, este plexo
pigmentadas presentes en el estroma y del tipo de comunica con el sistema venoso vorticoso y con
pigmento. El rango de color se extiende desde el las venas episclerales y conjuntivales.
azul (sin melanina), pasando por el verde, al dora-
do (fenomelanina). Los cachorros suelen nacer con CRISTALINO
los ojos azules, cambiando después su tonalidad. El cristalino actúa como una lente biconvexa
La vascularización del iris corre a cargo princi- cuyo ecuador está fijado mediante las fibras zonu-
palmente de las arterias ciliares posteriores lar- lares al cuerpo ciliar; éste posee el músculo ciliar,
gas. Estas arterias siguen un ruta transescleral e de cuyo grado de contracción depende la esferici-
intracoroidal hacia el iris. Cada arteria termina di- dad del cristalino y, por lo tanto, la capacidad de
vidiéndose en un ramo lateral y otro medial que acomodación visual. La reducida capacidad de
te un proceso de esclerosis que conduce a su opa- ser a través del cristalino o a través de la escleró-
or
cidad (catarata senil) y que tiene cierta utilidad en tica. Este segundo (Fig. 7-10) acceso es más ade-
M
la apreciación de la edad. La catarata senil se ini- cuado pues evita el prolapso vítreo, y consiste en
L.
cia a los 7-8.5 años como reflejo senil, apreciable su punción y aspiración. La punción debe de rea-
e
mienza a instaurarse desde los 8.5 años, aprecián- dimiento de retina. Este punto se localiza 6-8 mm
of
Pr
Figura 7-12. Fondo de ojo del perro (A) y gato (B). tos dorsal, ventral y medial, así como al obli-
cuo ventral y elevador del párpado superior,
por lo que su parálisis provoca estrabismo ven-
trolateral y ptosis parpebral. Este nervio tam-
bién posee fibras parasimpáticas que contro-
BASES NEUROANATÓMICAS DE LA EXPLO- lan al músculo esfínter de la pupila (ver reflejo
RACIÓN E INTERPRETACIÓN DE LOS pupilar).
REFLEJOS OCULARES • el n. troclear es motor sólo del músculo obli-
cuo dorsal; su parálisis provoca una ligera ro-
La correcta interpretación de los datos sumi- tación dorsolateral del globo ocular que única-
nistrados mediante la provocación de los reflejos mente es evaluable en el gato, dado que la pu-
diagnósticos oftálmicos requiere un conocimiento pila de esta especie no es circular.
preciso de las vías implicadas en los mismos. Ade- • el n. abducente inerva a los músculos recto
más, de la ausencia de algunos de estos reflejos lateral y retractor del globo; su parálisis provo-
se deduce el lugar de la posible lesión y su exten- ca estrabismo medial.
sión o gravedad. Así, estos reflejos se investigan
no sólo para diagnosticar posibles lesiones loca- Mediante la observación de estrabismo (Fig.
les (ceguera) sino también para analizar la posi- 7-14) y la prueba de respuesta de fijación se ex-
Tabla 7-1. Signos de las lesiones en las vías visuales (D: ojo derecho; I: ojo izquierdo).
1 Retina o n. óptico - + - + + -
2 N. óptico y oculomotor - + - + - -
3 Quiasma óptico - - - - - -
4 Tracto óptico, núcleo geniulado lateral,
radiación óptica o corteza visual + +- + + + +
5 N. oculomotor + + - + - +
6 Núcleo parasimpático de III
(bilateral) + + - - - -
timular las pestañas o córnea con el aire; el ani- retina se decusan, mientras que las procedentes
mal responde cerrando los ojos (una prueba al- de la mitad medial se decusan en su totalidad.
ternativa es interponer un obstáculo mientras que Dada la existencia de decusación, una lesión uni-
el animal camina). La vía eferente es el nervio lateral provocará ceguera total si se localiza en
es
facial; las vías aferentes son: retina, nervio óptico o quiasma, y ceguera parcial
al
ópticaDcorteza occipital.
L.
las fibras del nervio óptico. En el perro y gato, el de este reflejo es muy útil para concretar el lugar
os
bajo grado de decusación (75% en el perro, y 66% de la lesión. El reflejo se provoca iluminando un
.J
en el gato) está relacionado con la capacidad de ojo; la respuesta es la miosis del ojo iluminado
of
Pr
visión estereoscópica (tridimensional). La mitad (respuesta directa) y del ojo no iluminado (res-
de las fibras procedentes de la mitad lateral de la puesta consensual). Las vías aferentes implica-
Globo ocular. Órganos accesorios del ojo
Figura 7-16. Vías simpáticas del ojo. 1: neurona central. 2, 2’, 2’’: mielómeros torácicos 1 a 3. 3: neurona preganglionar
(plexo braquial, tronco vagosimpático). 4: ganglio cervical craneal. 5: bulla timpánica. 6: neurona postganglionar.
lados por el sistema simpático, por lo que las re- un simpaticomimético como la fenilefrina, ayuda
or
talmos, y las lesiones de las vías simpáticas (ver Las bases anatómicas del bloqueo anestésico
L.
CAPÍTULOS 8 y 10) desencadenan miosis, ptosis del ojo quedaron precisadas en el CAPÍTULO 3.
e
8
Oído externo, medio e interno
Sistema vestibular
clear.
M
L.
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OREJA
os
.J
La INERVACIÓN sensitiva de la oreja de los carnívo- Anatomía Clínica del Perro y Gato
ros tiene una procedencia muy diversa. Los ner-
vios involucrados en la inervación auricular (y su
distribución) son:
• n. auricular magno (ramo ventral del nervio C2):
dorso de la oreja.
• r. auricular interno (n. facial): escafa.
• r. auricular (n. vago): escafa.
• nn. auriculares rostrales (n. mandibular): por-
ciones rostrales de la oreja.
Ésta es la razón que dificulta una anestesia lo- Figura 8-1. Vista rostral de la oreja izquierda del perro. 1:
cal perfecta de la oreja, y que obliga, en la prácti- trago. 2: apófisis lateral del antitrago. 3: apófisis medial
ca, a la narcosis general en la otectomía. del antitrago. 4: saco cutáneo marginal. 5: borde
antitrágico. 6: vértice auricular. 7: borde trágico. 8: espina
del hélix. 9: pilar medial del hélix. 10: pilar lateral del hélix.
El RIEGO SANGUÍNEO de la oreja (Fig. 8-2) corre a 11: antihélix. 12, 12’: pliegues de la escafa. 13: escotadu-
cargo de la arteria auricular rostral (rama de la ar- ra pretrágica. 14: escotadura intertrágica.
es
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Figura 8-2. Esquema de la distribución y procedencia de Figura 8-3. Corte transversal de la cabeza a nivel del meato
las arterias auriculares. 1: a. carótida externa. 2: a. auri- acústico externo. 1: pabellón auricular. 2, 2’: porciones
.J
cular caudal. 3: a. temporal superficial. 4: a. auricular cra- vertical y horizontal del meato acústico externo. 3: cavidad
of
neal. 5: a. auricular profunda. 6, 7, 8: ramos auriculares timpánica (mesotímpano), 3’: epitímpano. 3’’: hipotím-
Pr
teria temporal superficial) y, sobre todo, de la arte- e incluso recidivantes- por roturas vasculares a
ria auricular caudal; ésta se desprende de la arte- nivel de los estrechos orificios de tránsito; la san-
ria carótida externa, y contornea las porciones cau- gre se acumula bajo la piel o/y entre los intersti-
dales de la base de la oreja, por donde emite los cios del cartílago (entre el cartílago y pericondrio),
ramos auriculares lateral, intermedio y medial, que normalmente de la parte cóncava de la oreja, aun-
caminan subcutáneos por el dorso de la oreja, por que en el gato también es frecuente el otohemato-
las lugares de referencia, ascendiendo hacia el ma aparezca en la parte convexa. En los hemato-
vértice. Durante la otectomía es preciso tener en mas grandes, severos o crónicos, el coágulo debe
cuenta que se afectan estos vasos, y que la mayor ser eliminado, procediendo a continuación a obli-
parte de la hemorragia procede del ramo auricular terar la cavidad del hematoma con suturas que de-
lateral, dado que esta arteria se secciona más ben de disponerse siempre verticalmente, dado
próxima a su origen, donde posee mayor calibre. que así no se ocluyen los vasos auriculares que
Las venas son satélites y presentan análoga dis- discurren en este sentido.
tribución.
Por otro lado, es importante saber que nume-
rosas arteriolas y vénulas procedentes de las co- MEATO ACÚSTICO EXTERNO
rrespondientes ramas auriculares perforan el car-
tílago auricular, emergiendo a la superficie cónca- El meato acústico externo es el conducto que
va. Debido a traumatismos, se pueden producir comunica el pabellón auricular con el oído medio;
hematomas (otohematoma) -de difícil involución, se inicia en la concha auricular y termina en la
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Pr
Figura 8-4. Resección de la porción vertical del conducto auditivo. La introducción de unas pinza o
sonda botonada permite situar externamente (flecha) el comienzo de la porción horizontal del conduc-
to. 1: m. cigomaticoauricular. 2: glándula parótida. 2’: glándula parótida resecada parcialmente. 3: v. Anatomía Clínica del Perro y Gato
auricular rostral. 4: v. temporal superficial. 5, 5’, 5’’: pared lateral de la porción vertical del conducto
auditivo.
membrana del tímpano. Las consideraciones lix. Caudalmente al trago se sitúa la escotadura
anatomoclínicas sobre el meato acústico externo intertrágica, punto de referencia quirúrgico en la
se derivan de la práctica otoscópica y de las inter- incisión del conducto con fines de drenaje. La
venciones quirúrgicas sobre el mismo para facili- concha auricular es irregular debido a la presen-
tar el drenaje en casos de otitis externas. cia de pliegues del cartílago (pliegues de la es-
En la OTOSCOPIA interesa conocer los relieves cafa, pliegue antitrágico, pilares medial y lateral
cartilaginosos presentes a nivel de la concha auri- del hélix y apófisis lateral y medial del antitrago).
cular y el trayecto característico del conducto auri- • la trayectoria del conducto no es rectilínea (Fig.
cular: 8-3), sino que presenta forma de “L”, con un án-
• la concha auricular (Fig. 8-1) queda limitada la- gulo de giro de 110 grados. Por lo tanto, en el
terorrostralmente por el trago, laterocaudalmen- conducto podemos considerar dos partes: una
te por el antitrago, y medialmente por el antihe- primera vertical -más ancha-, y una segunda parte
y prominencias de la concha auricular, introduc- Figura 8-6. Radiografía rostrocaudal de la cabeza con la
or
poder introducirlo en la porción horizontal del con- un año- la membrana timpánica debe ofrecer a
os
ducto. En cualquier caso, el estudio otoscópico la otoscopia como rasgos morfoestructurales tí-
.J
detallado requiere en la mayoría de los casos la picos una porción tensa amplia y transparente,
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Pr
anestesia del animal, dado que este conducto es excepto dorsocranealmente, donde el mango del
Oído externo, medio e interno. Sistema vestibular
es
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Pr
mediante otoscopia las características de la mem- otitis medias pueden provocar parális proximal
brana timpánica (hiperemia, edema, hemorra- de este nervio (ver CAPÍTULo 3).
• El drenaje del exudado se puede realizar me-
Anatomía Clínica del Perro y Gato
gia, erosión, exudado) y en palpar la bulla tim-
pánica a través de la pared dorsolateral de la diante:
cavidad faríngea (rugosidad, reblandecimiento) -cateterización de la trompa auditiva a través del
(ver CAPÍTULO 9). ostium timpánico; el orificio -situado en la pa-
• las fibras simpáticas procedentes del ganglio red rostral de la cavidad timpánica- se localiza
cervical craneal pasan a través de la bulla tim- mediante el otoscopio, insertándose un caté-
pánica, por lo que pueden verse afectadas; en- ter a través del mismo. Esta técnica es difícil;
tre otras estructuras, estas fibras inervan al mús- además, la gravitación del exudado a través
culo dilatador de la pupila y músculo orbital; la de la trompa auditiva es ineficiente.
parálisis de estos músculos producen los sínto- -punción de la membrana timpánica: miringoto-
mas característicos del síndrome de Horner: mía.
miosis, enoftalmos, ptosis parpebral y protrusión -osteotomía de la bulla timpánica. Esta interven-
del tercer párpado (ver CAPÍTULOS 7 y 10). ción puede realizarse vía faríngea (en desuso)
• El nervio facial camina expuesto por las o vía transcutánea. La técnicas transcutáneas
porciones dorsales de la cavidad timpánica, más usuales son la osteotomía ventral y la
donde el canal facial es incompleto. Por ello, las osteotomía lateral.
OÍDO INTERNO
of
Pr
se conecta con los núcleos de los nervios de los los músculos antigravedad de los miembros y tron-
músculos extraoculares y con el núcleo del n. fa- co -músculos extensores-) (Fig. 8-9).
cial: La lesión en alguna de las partes del sistema
-Reflejo acústico oculogiro: ante el estímulo so- vestibular da lugar al SÍNDROME VESTIBULAR
noro el animal responde orientando la mirada (ataxia vestibular). Esta afección se diferencia de
hacia el lugar de procedencia del sonido. La otros tipos de ataxia (sensorial, cerebelar) por la
vía aferente es la desviación hacia los núcleos clara involucración de la cabeza (ver CAPÍTULO 11).
de los nervios oculomotores, y la vía eferente La sintomatología se deduce de las conexiones
son los nervios desprendidos de los mismos. de este sistema:
-Reflejo acústico parpebral: ante el estímulo so- -caída y torcimiento lateral de la cabeza hacia el
noro el animal responde cerrando los párpa- lado de la lesión y marcha en círculos, dado
dos. La vía aferentes es la desviación hacia el que el tono extensor de los músculos contrala-
núcleo facial; la vía eferente es el nervio auri- terales a la lesión no son antagonizados por el
culoparpebral del nervio facial. tono extensor ipsilateral.
La ausencia de estos reflejos indicaría lesión -incoordinación de movimientos, dado que el
en las porciones inferiores de las vías auditivas. cerebelo no recibe, o lo hace indebidamente,
Si la lesión se localiza en los niveles superiores, los informes posturales procedentes de los re-
existe sordera pero estos reflejos se siguen pro- ceptores.
duciendo. -nistagmo anormal (oscilaciones rítmicas del glo-
bo ocular) y estrabismo posicional (el globo
PORCIÓN VESTIBULAR. La porción vestibular del ocular queda en posición ventral al elevar la
oído interno forma parte del SISTEMA VESTIBULAR. El cabeza), dado que el movimiento de los ojos
es
sistema vestibular es el encargado de detectar la no está coordinado con los movimientos de la
al
la cabeza, así como la posición de la cabeza res- Según la localización de la lesión, la ataxia ves-
M
pecto a la gravedad. Este sistema no inicia la ac- tibular puede ser central (tronco del encéfalo) o
L.
tividad motora; sin embargo, sus aferencias sen- periférica (oído interno); es importante determi-
e
soriales son usadas para modificar y coordinar nar el origen de la lesión pues el tratamiento y
os
control primario de los músculos involucrados en -en la ataxia vestibular periférica, el nistagmo es
of
Oído externo, medio e interno. Sistema vestibular
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Cuello
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Prof. José Luis Morales López
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Tránsito cervicocefálico
Cuello
• Faríngea.
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• Laríngea.
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• Parotídea.
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• Retroauricular.
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es
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les (C2-C7).
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o nuez).
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Pr
• 1º PLANO:
-piel y subcutis.
-músculos cutáneos; de superficie a profundidad
se suceden tres músculos cutáneos: m. esfín-
ter superficial del cuello (ventralmente), m. pla-
es
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L.
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os
Figura 9-5. Planos superficial (A) y medio (B) del tránsito cervicocefálico del perro. 1: v. yugular externa. 2: v. maxilar. 3:
v. linguofacial. 4: v. facial. 5: v. lingual. 6: arco venoso hioideo. 7: v. temporal superficial. 8: v. auricular rostral. 9: v.
.J
auricular caudal. 10: v. faríngea ascendente. 11: a. carótida común. 12: asa cervical. 13: ramo interno del n. laríngeo
of
craneal. 14: ramo marginal de la mandíbula del n. facial. 15: n. facial. 16: ramo cigomático del nervio aurículopalpebral
Pr
(del n. facial). 17: n. transverso de la cara (del n. mandibular). 18: linfonódulo retrofaríngeo medial. 19, 19’: glándula
parótida. 20: conducto parotídeo. 21: m. esternocefálico. 22: m. cleidocefálico. 23: m. esternohioideo. 24: m. milohioideo.
25: m. tirohioideo. 26: m. hiofaríngeo. 27: m. digástrico. 28: m. parotideoauricular. 29: glándula mandibular. 30, 30’, 30’’:
linfonódulos mandibulares. 31: linfonódulo parotídeo.
domastoideo (dorsalmente).
• 2º PLANO: -medialmente a los músculos anteriores: ramo
-músculo parotideoauricular. ventral del C1, n. accesorio y linfonódulo retro-
-fascia parotídea y glándula parótida (dorsal- faríngeo medial.
mente). Linfonódulos retrofaríngeos laterales -medialmente al linfonódulo retrofaríngeo: pa-
(único e inconstante en el perro). quete vasculonervioso (arteria carótida común
-glándula mandibular (ventralmente). y sus ramos terminales, tronco vagosimpático,
-ramos cutáneos del C2. nervio laríngeo recurrente y vena yugular in-
-venas maxilar, linguofacial y yugular externa. terna).
-linfonódulos mandibulares: situados rostroven-
trales a la glándula mandibular, y dorsal y ven- • 4º PLANO:
tralmente a la vena linguofacial. -nervio hipogloso y arteria y vena lingual.
-musculatura faríngea y laríngea; músculo ester-
• 3º PLANO: notiroideo; glándula tiroides.
-músculos digástrico y terminación de los mm.
sido retirados.. 1: glándula parótida. 2: glándula perro. La vena yugular externa y sus afluentes no han
or
mandibular. 3: linfonódulos mandibulares. 4: linfonódulo sido eliminados para que sirvan de referencia. 1: músculo
M
parotideo. 5: linfonódulo retrofaríngeo lateral. 6: v. yugu- estilogloso. 2: músculo tirohioideo. 3: músculo tirofaríngeo.
lar externa. 7: v. maxilar. 8: v. linguofacial. 9: v. auricular
L.
GLÁNDULA MANDIBULAR (Figs. 9-4, 9-5, 9-6). Esta ramo interno del nervio laríngeo craneal. 11: asa cervical.
of
LINFONÓDULOS MANDIBULARES (Figs. 9-5, 9-7). Son GANGLIO DISTAL DEL VAGO. Este ganglio nervioso
dos o tres pequeños nódulos, fácilmente palpables, (también denominado ganglio nodoso o plexifor-
situados a nivel del ángulo de la mandíbula, por me) tiene interés para el diagnóstico de la rabia en
delante de la glándula mandibular. Se exploran pe- animales muertos. Para acceder a él en la ne-
es
Figura 9-8. Estructura palpables de la faringe vía
al
bucal.
or
M
L.
e
os
En la PORCIÓN ORAL de la faringe son estructu- la misma -junto con el acceso a través de la mem-
of
Pr
ras de interés clínico las tonsilas palatinas; éstas brana del tímpano- para efectuar drenaje en ca-
se sitúan en las paredes laterales de la orofaringe, sos de otitis media.
en el límite con el paladar blando e inmediatamen- En la PORCIÓN LARÍNGEA de la faringe se locali-
te caudales a los pliegues palatoglosos. Están in- za el aditus laríngeo y el vestíbulo esofágico. Aun-
cluidas en una depresión -fosa tonsilar- y práctica- que la primera estructura será tratada más deta-
mente cubiertas por un pliegue de la mucosa -plie- lladamente, procede en este momento referir las
gue semilunar-, que es necesario desplazar para consideraciones anatómicas en la realización del Anatomía Clínica del Perro y Gato
visualizarlas (Fig. 9-10). Estas tonsilas son asien- sondaje traqueal y esofágico. En el sondaje tra-
to y vía de entrada de numerosas infecciones (he- queal (Fig. 9-14) hay que tener presente que la
patitis canina, moquillo, panleucopenia felina; éste epiglotis suele estar situada sobre el paladar blan-
es el lugar de replicación inicial, a partir del cual se do y que esta epiglotis actúa como una “puerta”
extiende vía hematógena o linfática), por lo que su que cierra o abre la laringe; por lo tanto, para in-
exploración se realiza rutinariamente. En la tonsi- troducir la sonda en la cavidad laríngea es preci-
lectomía es necesario traccionar de la tonsila y so, en primer lugar, elevar el paladar blando y, en
resecar toda la mucosa comprendida en la inci- segundo lugar desplazar ventralmente la epiglo-
sión practicada alrededor de la fosa tonsilar. tis. En el sondaje esofágico, la sonda debe ser
Por palpación, y caudodorsalmente a la fosa introducida por el vestíbulo esofágico situado dor-
tonsilar, se detecta la bulla timpánica y el epihioi- salmente al aditus laríngeo; para llegar hasta aquí,
des y estilohioides (Fig. 9-8). Es precisamente por es conveniente desplazar la sonda lateralmente
vía bucal como se explora la bulla timpánica ante al aditus laríngeo, y deslizarla por el receso piri-
la sospecha de otitis media; en este caso se podrá forme -canal que contornea al aditus laríngeo- que
apreciar un reblandecimiento de la misma. Ade- conduce directamente al vestíbulo esofágico (Fig.
más, esta proyección de la bulla timpánica hace 9-15).
es
al
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Figura 9-11. Acceso a la musculatura faríngea y lateral a la laringe. Lado izquierdo. 1: v. yugular externa. 2: v.
M
(replegado). 9: m. esternocefálico (elevado). 10: m. esternohioideo. 11: m. esternotiroideo. 12: m. tirohioideo. 13: m.
cricotiroideo. 14: m. tirofaríngeo. 15: lámina del cartílago tiroides (visibles tras desinsertar y elevar el m. tirofaríngeo).
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16: a. carótida común y n. vago. 17, 17’: ramos externo e interno del n. laríngeo craneal.
.J
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Pr
El ACCESO QUIRÚRGICO A LA CAVIDAD FARÍNGEA (fa- se secciona longitudinalmente los músculos cutá-
ringostomía) es una práctica utilizada para el son- neos y el músculo esternocefálico; a este nivel dis-
daje esofágico o traqueal evitando la boca. En curren el paquete vasculonervioso y el nervio la-
esta intervención -con la boca bien abierta- se ríngeo caudal, que deben ser respetados. Poste-
introduce el dedo en faringe y, próximo a la base riormente, se procede a la miotomía de las porcio-
de la lengua, se palpa el epihioides y el borde nes caudales del músculo tirofaríngeo, de todo el
posterior de la mandíbula; entre estas dos últi- músculo cricofaríngeo y de las primeras porcio-
mas estructuras existe un espacio (fosa pirifor- nes de los músculos esofágicos longitudinales;
Tránsito cervicocefálico. Cuello
me) a cuyo nivel se realiza la intervención: se pre- estos músculos se identifican fácilmente atendien-
siona lateralmente y se desplaza la glándula man- do al cartílago laríngeo que le sirve de fijación.
dibular. La incisión externa se realiza en dirección
al dedo introducido en faringe, caudal al músculo
digastrico y paralela a la vena facial; de esta for- LARINGE
ma se evita lesionar el nervio hipogloso y la arte-
ria lingual, que quedan ventral al lugar de la farin- SITUACIÓN. La laringe se sitúa en pleno tránsito
gostomía. cervicocefálico, en sus porciones más ventrales.
El ACCESO QUIRÚRGICO A LA MUSCULATURA FARÍNGEA Es fácilmente palpable a modo de una prominen-
(Fig. 9-11) tiene interés para corregir la estenosis cia entre la faringe y la tráquea.
o acalasia cricofaríngea, que provoca alteraciones
en la deglución (disfagia). Para poder acceder a ACCESO QUIRÚRGICO A LA LARINGE. Dependiendo
las porciones dorsolaterales y caudales de las pa- del tamaño del animal y de la patología concreta,
redes de la faringe, se realiza una incisión a nivel el acceso quirúrgico puede ser per os o mediante
de la laringe, justo ventral a la vena linguofacial; incisión ventral:
es
al
or
M
Figura 9-12. Imágenes secuenciadas en la endoscopia Figura 9-13. Imágenes secuenciadas en la endoscopia
esofagogástrica. 1: paladar blando. 2: epiglotis. 3: plie- laringotraqueobronquial. 1: techo de la faringe. 2: vestí-
L.
gue glosoepilótico. 4: plegue semilunar. 5: base de la len- bulo esofágico. 3: tubérculo corniculado. 4: escotadura
e
gua y papilas cónicas. 6: receso piriforme. 7: techo de la interaritenoidea. 5: epiglotis. 6: tubérculo cuneiforme. 7:
os
faringe. 8: tubérculo corniculado. 9: vestíbulo esofágico. pliegue vocal. 8: ventrículo laríngeo. 9: pared traqueal.
.J
10: prominencia dorsal determinada por la tráquea. 11: 10: luz traqueal. 11: pared membranácea. 12. carina
of
pared esofágica. 12: luz esofágica. 13: cardias. 14: plie- traqueal. 13: bronquio principal derecho. 14: bronquio prin-
Pr
gues gástricos. cipal izquierdo. 15: bronquio lobular caudal. 16: bronquio
lobular craneal.
a) per os: con la boca bien abierta y la lengua rias carótidas y tiroideas, que discurren sobre las
traccionada rostralmente se puede acceder a porciones dorsolaterales de la laringe.
las estructuras del aditus laríngeo y glotis (ve- Anatomía Clínica del Perro y Gato
trículos, pliegues vocales y vestibulares). PUNCIÓN LARÍNGEA. Las punciones intralaríngeas
b) incisión ventral; la incisión puede ser mediana (Fig. 9-15) se realizan a través de la membrana
o paramediana. En el acceso ventral mediano cricotiroidea; esta membrana se localiza fácilmente
es (Fig. 9-17) necesario separar los músculos a modo de una depresión palpable ventralmente,
esternohioideos de cada lado para poder des- entre los cartílagos de referencia.
cubrir la laringe; hay que tener presente que el
arco venoso hioideo (que une ambas venas lin- ADITUS LARÍNGEO. El aditus laríngeo (Figs. 9-13,
guofaciales) se sitúa justo craneal al cartílago 9-14, 9-15) no es más que la entrada a la cavidad
tiroides. En el acceso ventral paramediano, la laríngea. Interesa conocer su disposición normal
incisión se realiza a nivel del borde dorsal del para poder diagnosticar determinados procesos
músculo esternohioideo, ventralmente a la vena patológicos o para realizar el sondaje traqueal. Para
linguofacial. visualizar el aditus es necesario abrir ampliamen-
te la boca y traccionar rostralmente de la lengua,
Una vez aislada la laringe, hay que tener cuida- así como elevar el paladar blando. Esta entrada a
do de no dañar al nervio laríngeo recurrente, al la laringe puede estar abierta o cerrada, pues la
nervio laríngeo craneal, al nervio vago y a las arte- epiglotis actúa como una “válvula” que cierra la
laringe para evitar la entrada de sustancias du- gos aritenoides, ampliándose así la apertura la-
rante la deglución. ríngea; al no actuar el músculo, los cartílago ari-
Los limites de la entrada laríngea son: tenoides caen, cerrando la entrada a la laringe.
es
a) dorsalmente: tubérculos corniculados (ausen- El COLAPSO LARÍNGEO es relativamente frecuen-
al
estos tubérculos dejan entre si un espacio cundario a otras alteraciones de las vías respira-
M
triangular alargado denominado escotadura in- torias (estenosis nasal, paladar blando alargado),
L.
tubérculo corniculado con el cartílago epiglóti- ta, pues, debido a la selección, los pasajes nasal
of
co. En el perro -no en el gato- el pliegue pre- y faríngeo son muy cortos y aplanados dorsoven-
Pr
senta el tubérculo cuneiforme, con forma de “V” tralmente, lo que provoca una mayor resistencia
de vértice dorsal. al paso del aire. Estas circunstancias conforma-
cionales -obstructivas- provocan una tensión anor-
En la PARÁLISIS LARÍNGEA se evidencia una clara mal (presión negativa) en la laringe durante la ins-
alteración de la disposición normal del aditus; esta piración, que termina desencadenando distorsión
alteración es motivada fundamentalmente a la pa- progresiva y, finalmente, colapso de los cartíla-
rálisis del músculo cricoaritenoideo dorsal; este gos aritenoides; en el colapso laríngeo se verá el
Tránsito cervicocefálico. Cuello
músculo actúa elevando y separando los cartíla- aditus prácticamente cerrado: escotadura intera-
los)- son la principal fuente de emisión de sonido seccionando la membrana cricotiroidea y cuerpo
or
(fonación). La DEVOCALIZACIÓN es una intervención del tiroides; posteriormente se eliminan los plie-
M
quirúrgica que pretende que el perro o gato sea gues vocales y vestibulares, la mucosa del ventrí-
L.
incapaz de ladrar o maullar. Se puede realizar per culo y las proyecciones ventrales del cartílago ari-
e
Figura 9-17. Acceso mediano a la laringe. 1: m. esfínter del cuello (seccionado). 2: m. esternohioideo. 3: arco
venoso hioideo. 4: v. laríngea impar. 5: m. milohioideo. 6: m. cricotiroideo. 7: cartílago tiroides. 8: membrana
cricotiroidea. 9: cricoides. 10: ventrículo laríngeo. 11: pliegue vocal.
(ausente en el gato) (Fig. 9-14, 9-15) es una con- sa laríngea y al músculo cricotiroideo; el segundo
cavidad del tamaño de una almendra situada justo inerva a todos los demás músculos. El nervio la-
rostral al pliegue vocal; se prolonga caudalmente ríngeo recurrente se desprende del tronco vago-
lateral al pliegue vocal, existiendo así el espacio simpático en la cavidad torácica, ascendiendo has-
necesario para que puedan vibrar los pliegues vo- ta la laringe a lo largo del cuello; por lo tanto, los
cales durante el ladrido. El perro Basenji, al no pre- procesos patológicos en el mediastino craneal o
sentar o ser muy reducidos los ventrículos larín- cuello pueden afectar a este nervio y desencade-
geos, nunca ladra. nar parálisis laríngea.
En el síndrome de las vías aéreas de las razas De todos los músculos laríngeos, únicamente
braquicéfalas, debido a los fenómenos estenóti- el cricoaritenoideo dorsal es dilatador de la larin-
cos (estenosis nasal, paladar blando alargado, ge (elevador y lateralizador del aritenoides), por
etc.), se produce un aumento de la presión negati- lo que la sintomatología de este proceso se debe
va en la cavidad laríngea puede provocar la ever- a la parálisis y atrofia de este músculo; los
sión de los ventrículos, con la consiguiente obs- aritenoides caen y se desplazan medialmente
trucción parcial de la rima de la glotis; el problema provocando dificultad respiratoria por estrecha-
se resuelve con la resección de los sáculos everti- miento de la cavidad laríngea, y silbido o estridor
dos vía oral. por la desituación y falta de tensión de los pliegues
vocales.
INERVACIÓN Y MÚSCULOS. Para comprender la sin- El tratamiento es quirúrgico, y pretende am-
tomatología y el tratamiento quirúrgico de la PARÁ- pliar la luz laríngea. Las técnicas más usuales son:
LISIS LARÍNGEAes necesario conocer los músculos • lateralización de cartílago aritenoides; esta in-
y nervios de la laringe. tervención consiste en suturar los cartílagos ari-
es
La inervación corre a cargo de los nervios larín- tenoides y cricoides, conformando una prótesis
al
geos craneal y caudal (ramo terminal del nervio sustitutiva del músculo. Para ello es necesario
or
es
al
or
M
L.
e
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Pr
Tránsito cervicocefálico. Cuello
Figura 9-20. Acceso ventral al raquis cervical y las formaciones viscerales del cuello
del perro. 1: tejido sucutáneo y m. esfínter del cuello. 2: m. esternocefálico. 3: m.
esternohioideo. 4: tráquea. 5: esófago. 6: vaina carotídea (a. carótida común, v.
yugular interna, tronco vagosimpático). 7: m. largo de la cabeza. 8: m. largo del
cuello.
gular externa, proxima a la confluencia con la vena todo en el perro. En animales de piel fina o/y bien
cervical superficial. Drenan de la estructuras su- adherida se distingue fácilmente presionando so-
perficiales del cuello y espalda y del miembro to- bre ella antes de que penetre en el tórax. De cual-
rácico. quier forma, y en caso necesario, se puede acce-
der al torrente circulatorio por esta vía, incidien-
VENA YUGULAR EXTERNA (Fig. 9-18). Esta vena ca- do la piel y visualizando la vena.
mina subcutánea por la superficie del músculo es-
ternocefálico, sin que exista surco que la aloje, ACCESO QUIRÚRGICO A LAS FORMACIONES VISCE-
por lo que su venipuntura está dificultada, sobre RALES DEL CUELLO (Figs. 9-20, 9-21). La mayoría
es
Figura 9-21. Vista ventral de las formaciones viscerales
al
m. tirohioideo. 9: m. esternotiroideo. 10: m. esternohioideo. Figura 9-22. Glándula tiroides (A) y paratiroides externa
e
(B).
.J
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Pr
de las formaciones viscerales del cuello (tráquea, derecha se sitúa sobre las porciones dorsola-
esófago, tiroides, paquete vasculonervioso) se ex- terales de la tráquea; la izquierda se sitúa entre
ponen mediante incisión en la línea ventral me- el esófago y la tráquea, y caudalmente, sobre
dia. La tráquea es la estructura más ventral, y es la pared dorsolateral izquierda del esófago.
fácilmente palpable; está cubierta por la piel, mús-
culo esfínter superficial del cuello y músculos es- TRÁQUEA. La tráquea está constituida a base de
ternohioideos (caudalmente también por el mús- una serie de cartílagos unidos por los ligamentos
Anatomía Clínica del Perro y Gato
culo esternocefálico), estructuras que habrá que anulares. Tienen forma anular, abiertos dorsalmen-
separar para descubrir la tráquea. El esófago se te; en esta abertura dorsal se sitúa una membra-
sitúa sobre la tráquea inicialmente, y luego hacia na. Si la membrana es débil o demasiado exten-
su lado izquierdo. sa, puede penetrar en la luz traqueal durante la
En relación a la tráquea y esófago se sitúan inspiración, provocando estenosis.
importantes formaciones vasculares y nerviosas a En las inyecciones intratraqueales, la aguja
tener en cuenta: debe ser introducida entre dos cartílagos traquea-
• nervio laríngeo recurrente: camina sobre las les y atravesar el ligamento anular.
porciones dorsolaterales de la tráquea; es ne- La traqueostomía temporal es una práctica que
cesario evitarlo dado que su lesión produce se utiliza en casos de urgencia (edema laríngeo) o
parálisis laríngea. durante las intervenciones sobre laringe. El tra-
• vaina carotídea: esta vaina fibrosa engloba a la queotubo se introduce entre dos cartílagos, sec-
arteria carótida común, tronco vagosimpático y cionando el ligamento anular, o seccionando trans-
vena yugular interna, esta última de considera- versalmente las porciones ventrales de tres cartí-
ble mayor calibre en el gato. La vaina carotídea lagos.
Figura 9-23. Traqueostomía permanente. A: tráquea tras incidir piel y separar los mm. esternohioideos. B: mucosa
traqueal una vez eliminadas las porciones ventrales de tres cartílagos traqueales; asimismo se indica las posibles
incisiones (líneas azul y verde) que pueden practicarse en esta mucosa. 1: cartílago traqueal. 2: ligamento anular. 3:
mucosa traqueal. 4, 4’: mm esternohioideos.
ESÓFAGO. La porción cervical del esófago camina incluido en el espesor del parénquima tiroideo, a
inicialmente dorsal a la tráquea, desplazándose nivel de su polo caudal).
es
progresivamente hacia su izquierda, donde es
al
explorable. A nivel de la entrada del tórax, el esó- FORMACIONES MUSCULARES. Las formaciones mus-
or
fago presenta una constricción que predispone a culares del cuello hay que considerarlas en rela-
M
que se produzcan obstrucciones a este nivel. La ción a la miotomía en el ACCESO AL RAQUIS CERVICAL.
L.
TIROIDES. La glándula endocrina tiroides (Fig. 9- de las aponeurosis de los músculos platisma,
22, A) se sitúa sobre las paredes dorsolaterales cleidocervical, trapecio, romboides cervical,
de la tráquea, a nivel de los 3-5 primeros cartíla- esplenio y semiespinal de la cabeza hasta ha-
gos traqueales. Está cubierta por los músculos es- llar el ligamento de la nuca (ausente en el gato).
ternomastoideo y cleidomastoideo, por lo que nor- Posteriormente, se separan los músculos es-
malmente no es palpable. pinales de cada lado; finalmente se acceden a
El acceso quirúrgico se realiza mediante inci- los músculos multífidos y espinal del cuello, que
sión en la línea ventral media; hay que tener pre- igualmente son desplazados hacia una lado.
Tránsito cervicocefálico. Cuello
sente que las formaciones vasculonerviosas de Cerca de cada apófisis articular discurren ra-
la vaina carotídea y el nervio laríngeo recurrente mas de la arteria vertebral, que si se seccio-
transitan en sus inmediaciones. En el gato, el muy nan provocan profusa hemorragia.
voluminoso y aparente linfonódulo cervical pro- b) Acceso ventral (Fig. 9-20). Una vez que se ac-
fundo medio no debe ser confundido con la glán- cede a las formaciones viscerales del cuello (ver
dula; el linfonódulo se sitúa caudolateralmente a más arriba), la disección continúa por el lado
la misma. derecho de la tráquea para evitar al esófago;
También es necesario tener presente las estre- las formaciones vasculonerviosas (arteria ca-
chas relaciones que mantiene con el paratiroides. rótida común, tronco vagosimpático, etc.) de-
La paratiroides externa (Fig. 9-22, B) deberá ser ben ser aisladas y respetadas. A continuación
preservada, así como su vascularización; se sue- se desplaza la tráquea hacia la izquierda, apa-
le encontrar sobre la cara lateral de las porciones reciendo el músculo largo del cuello; mediante
craneales del tiroides, aunque, a veces, se locali- disección se separa el lado derecho e izquier-
za en la cara medial, incluido en la cápsula que do, apareciendo la cresta ventral media de las
rodea al tiroides (la paratiroides interna se sitúa vértebras y los discos intervertebrales.
10
Anatomía Clínica del
Sistema Nervioso
Cuando el clínico sospecha que un animal pue- de su evolución. Los procesos patológicos pueden
de presentar una lesión nerviosa, es muy impor- ser de tipo degenerativo, neoplásico, inflamatorio
tante someterlo a un pormenorizado examen neu- (infección), traumático, vascular, metabólico, nu-
rológico mediante el que evaluará la integridad tricional, tóxico, autoinmune, idiopático y causados
es
anatómica y funcional de los diversos componen- por una anormalidad congénita.
al
tes del sistema nervioso, es decir, que establezca Finalmente, para que la fase 2º pueda ser aco-
or
un diagnóstico neuroanatómico. Mediante éste, el metida con solvencia y sin mecanicismos es im-
M
clínico determina el lugar y la extensión de la le- prescindible tener conocimientos sobre la anato-
L.
sión nerviosa, y deriva otros aspectos del proceso mía funcional del sistema nervioso. Es el conoci-
e
como el pronóstico o tratamiento. Ante la sospe- miento de esta anatomía funcional lo que permite
os
cha de lesión nerviosa es necesario ser ordenado engranar correctamente los diversos datos obte-
.J
y meticuloso en la toma de datos; del correcto en- nidos durante la exploración neurológica. La ma-
of
Pr
garzamiento de estos datos depende en buena yoría de los problemas neurológicos en la práctica
medida el éxito. Las fases a cumplir ante un pa- clínica pueden ser diagnosticados y manejados
ciente con problemas relacionados con el sistema teniendo conocimientos de la organización del sis-
nervioso son: tema nervioso.
de la médula (sustancia gris: asta ventral e inter- Neurona motora superior (NMS)
media) y en el tronco del encéfalo (núcleos de los NMS es un término colectivo para designar a
nervios craneales). Los axones que desprende los los sistemas motores del encéfalo que controlan a
cuerpos neuronales se incorporan al nervio espi- las NMI. Las NMS son las responsables de la ini-
nal a través de la raíz ventral, terminando en el ciación y mantenimiento de los movimientos nor-
órgano efector [el nervio espinal es mixto (sensi- males; asimismo, estas NMS actúan inhibiendo a
ble y motor); por la raíz dorsal llegan hasta la mé- las NMI responsables de controlar a la musculatu-
dula los estímulos sensitivos]. ra antigravedad.
El sistema nervioso está estructurado en seg- Los cuerpos neuronales se localizan en la cor-
mentos. En la médula, un segmento espinal (mie- teza cerebral, en los núcleos basales, en el cere-
lómero) está definido por el par de nervios espina- belo y en el tronco del encéfalo. Las vías están
les que desprende. En el encéfalo la segmenta- constituidas por sistemas primarios corticoespina-
ción es menos uniforme, aunque se pueden dis- les y multisinápticas procedentes de muchas par-
tinguir varias secciones funcionalmente. El mús- tes del encéfalo, y que contralateralmente se co-
culo o grupo de músculos inervados por un nervio nectan con las NMI.
espinal se denomina miotomo. Los miotomos se La lesión de NMS sólo se puede localizar en el
disponen segmentalmente en los músculos axia- sistema nervioso central (encéfalo o/y médula). La
les y paraaxiales, pero su disposición es más irre- lesión de NMS produce una serie de signos carac-
gular en los miembros. terísticos caudal al lugar de la lesión:
Las NMI gozan de cierta autonomía; así, ante • parálisis/paresia: el animal no puede mover vo-
estímulos propioceptivos [como son el estiramiento luntariamente el/los músculo/s.
de los músculos, tendones y ligamentos, o ante un • hipertonía de la musculatura extensora: pues
es
estímulo mecánico externo (golpear con un marti- se ha perdido el control (inhibición) sobre la
al
llo: arco reflejo)] son capaces de generar de forma NMI que controlan la musculatura antigrave-
or
controlan los músculos extensores de los cuatro • hiperreflexia: por la misma razón.
os
miembros actúan coordinadamente y de forma re- • pueden aparecer reflejos anormales dado que
.J
fleja, sin apenan intervención de las porciones su- se ha perdido el control sobre la NMI.
of
Pr
periores del sistema nervioso: es decir, las neuro- Al conjunto de estos síntomas se denominan
nas generan impulsos positivos de forma autóno- parálisis espástica
ma.
La lesión de NMI puede localizarse en el cuer-
po neuronal (médula espinal), en la raíz ventral o SISTEMA SENSITIVO
en el nervio periférico. Los síntomas de esta le-
sión son muy característicos: En este sistema podemos distinguir las neuro-
• parálisis: no puede mover voluntariamente el/ nas sensoriales segmentarias y las vías sensoria-
los músculo/s. les.
• atonía: pérdida de tono muscular.
• arreflexia: aunque pueda existir integridad de Neuronas sensoriales segmentarias
la vía aferente del arco reflejo, la vía eferente Los cuerpos de estas neuronas se localizan en
está interrumpida. los ganglios espinales de la raíz dorsal de los ner-
Esta triada de síntomas se denomina en con- vios espinales (a lo largo de la médula espinal) y
junto parálisis flácida. Hay que tener en cuenta que en los ganglios de algunos nervios craneales. El
Sistema nervioso
la mayoría de los músculos están inervados por área de piel inervada por un nervio espinal se de-
nervios procedentes de más de un segmento es- nomina dermotomo.
pinal (ej: m. cuádriceps del muslo: L4-L6) por lo Los dermotomos, al igual que los miotomos, tie-
que si la lesión afecta a un solo segmento o a una nen una disposición segmental, excepto con algu-
sola raíz (o parcialmente al nervio periférico) los na variación en los miembros (Fig. 10-1). Las alte-
signos serán parciales: paresia, hipotonía, hipo- raciones en la sensación de un dermotomo nos
rreflexia. sirve para localizar la lesión, que podrá estar en el
el nervio periférico o en la raíz dorsal. Los nervios náptico (vías propioespinales, espinorreticulares
espinales tienen el componente sensitivo y motor, y espinocervicotalámico) que se proyecta a la for-
por lo que su lesión provocará signos de NMI y mación reticular, tálamo y corteza cerebral. Por ello,
alteración de la sensibilidad de su dermotomo (área el dolor profundo es la última función que se pier-
de inervación cutánea). Los signos de lesión de de tras una compresión medular y es de muy mal
las neuronas sensoriales son: pronóstico.
• anestesia/hipoestesia (según el grado de lesión) Las vías del dolor se exploran provocando un
del dermotomo dependiente. Las lesiones de estímulo algésico; normalmente la sensibilidad está
una única raíz dorsal no causa hipoestesia disminuida caudal a una lesión medular, aumenta-
clínica dado el patrón de solapamiento de iner- da al nivel de la lesión y es normal cranealmente.
vación cutánea; debe de afectarse más de dos
raíces dorsales para que la hipoestesia sea
evidenciable. BASES ANATÓMICAS DE LA
• hiperestesia: sensación incrementada; suele ser EXPLORACIÓN NEUROLÓGICA
debido a una lesión irritativa.
• arreflexia/hiporreflexia: dado que la vía aferen- Durante la exploración neurológica, el clínico
te del arco reflejo está alterada. emplea una serie de métodos que le informan de
la integridad de cada una de las partes del sistema
Vías sensoriales nervioso, dado que cada una de estas partes asu-
Los cuerpos neuronales de estas vías se loca- me una función más o menos específica. Clásica-
lizan en el asta dorsal de la sustancia gris de la mente, el examen neurológico ha consistido en las
médula (las neuronas sensitivas segmentarias si- siguientes partes: observación, palpación, examen
es
naptizan en estas neuronas). Las vías sensoriales de las reacciones posturales, reflejos espinales y
al
de interés clínico incluyen las responsables de la respuestas de los pares craneales y evaluación
or
propiocepción (sentido de la posición y del grado sensorial (tabla 10-1). La mayor parte de la explo-
M
de tensión de los diferentes componentes del apa- ración neurológica debe hacerse como una parte
L.
rato locomotor) y las del dolor. de la exploración física rutinaria; solo si el examen
e
Reflejo del músculo cutáneo del tronco cia de los viejos o la retracción en los gatos. Las
M
Extensor cruzado
V. Nervios craneales
mor, retracción y desorientación (también boste-
e
Oftálmico
Las alteraciones de la conducta son normalmente
.J
Óptico *
Oculomotor * funcionales, relacionadas con el ambiente y el
of
Troclear
Pr
de NMI o NMS] y “desigual distribución del peso vías propioceptivas en la médula espinal se locali-
or
corporal sobre los miembros” [que también puede zan en las columnas dorsal y dorsolateral y se pro-
M
involuntarios, aunque algunas de estas situacio- Dado que estas reacciones son complejas, las
nes pueden estar asociadas a la ataxia. La ataxia anormalidades no nos proveen una información
puede ser exagerada elevando la cabeza o hacien- precisa del lugar de la lesión. Sin embargo, la va-
do caminar al animal sobre una pendiente. La loración de las reacciones posturales es una parte
ataxia puede ser causada por lesiones en el cere- muy importante del examen neurológico, dado que
belo, el sistema vestibular o en las vías propio- mínimas lesiones pueden causar significantes al-
ceptivas. teraciones en la reacción postural, y que pasan
La dismetria se caracteriza por movimientos desapercibidas durante la observación del animal
demasiado largos (hipermetría) o demasiado cor- en la marcha.
tos (hipometría). Las dismetrías esta normalmente La sensibilidad propioceptiva es procesada en
causada por lesiones en cerebelo o en las vías el tronco del encéfalo, cerebelo y cerebro.
cerebelosas, y puede estar asociada con ataxia o Las reacciones posturales se exploran básica-
intención de tremor. mente con pruebas que fuerzan al animal a mo-
verse con uno o dos miembros; estas pruebas son:
Movimientos anormales involuntarios • Prueba del de posicionamiento propioceptivo.
Son dos fundamentalmente: tremor y mioclo- Consiste en mover un miembro pasivamente
nos. traccionando de un cartón sobre el que se apo-
El tremor son pequeñas y rápidas contraccio- ya el animal o en hacer tocar la mesa con el
nes alternativas de grupos musculares opuestos. dorso de los dedos (el animal responde apo-
Un tremor continuo se debe normalmente a alte- yando correctamente el miembro).
raciones en el sistema motor. La intención de tre- • Prueba de la carretilla (m. torácico).
mor se produce cuando el tremor es más pronun- • Prueba del empuje en la posición de extensión
es
ciado cuando se inicia el movimiento, y es un sig- (m. pelviano). Consiste en elevar al animal
al
El mioclono es una brusca sacudida de gru- miembros pelvianos; estos se extenderán para
M
pos musculares. El mioclono en el perro suele es- evitar el desplome del animal.
L.
tar asociado con la encefalomielitis del moquillo; • Prueba de andar a pata coja: esta prueba es
e
animal.
PALPACIÓN • Prueba de la hemiestación y hemimarcha.
• Prueba del reflejo de posición (visual y táctil):
La palpación de la piel, esqueleto y músculos consiste en hacer tocar el dorso de la mano
nos puede ofrecer una valiosa información sobre con la arista de un bordillo; de forma refleja el
la causa de una alteración neuromusculoesquelé- animal tiende a situar el miembro sobre el bor-
tica, e incluso poder discriminar entre un proceso dillo.
neural y otro musculoesquelético (fracturas, artri- En general, las deficiencias propioceptivas pro-
tis, luxaciones, miositis, traumatismos, tono mus- vocan un lento inicio del movimiento.
cular..).
REFLEJOS ESPINALES
REACCIONES POSTURALES
El examen de los reflejos espinales evalúa la
El complejo de respuestas que mantienen al integridad del componente motor y sensorial de un
animal en posición correcta se conoce como reac- arco reflejo, y la influencia de las vías motoras des-
Sistema nervioso
ciones posturales; así, si el animal desplaza su cendentes sobre el reflejo. Ante el estímulo, se
peso corporal hacia algunos de sus miembros, éste pueden producir tres tipos de respuestas:
debe aumentar su tono extensor para evitar el co- • ausencia o depresión (arreflexia, hiporreflexia):
lapso; aunque estas variaciones en el tono exten- indica una pérdida completa o parcial del com-
sor son realizadas por reflejos espinales, para que ponente sensorial o motor (NMI) del arco reflejo.
los cambios sean suaves y coordinados debe de La lesión puede estar localizada en el nervio pe-
participar el sistema sensorial y motor del encéfa- riférico (normalmente la arreflexia sería unilate-
lo. ral) o en el nivel medular correspondiente (bila-
teral). Para diferenciar una lesión de un nervio las cuales inhiben las neuronas motoras de los
periférico de una lesión medular es necesario músculos antagonistas (inervación recíproca), e
realizar un examen sensorial u observar la pre- informan al encéfalo de la actividad de los múscu-
sencia o ausencia de otros signos neurológicos. los mediante las vías ascendentes.
• normal: ambos componentes están intactos.
• aumento (hiperreflexia): indica una anormalidad Reflejo del cuádriceps (reflejo patelar o rotu-
del sistema motor superior (NMS), dado que liano): consiste en golpear levemente el ligamen-
estas tienen normalmente una influencia inhibi- to rotuliano con el miembro en semiflexión. La
toria sobre los reflejos. La lesión se situaría cra- respuesta normal es una rápida extensión de la
neal a los segmentos medulares de los que pro- articulación de la rodilla. Se valora la integridad
cede el nervio. del nervio femoral y de los segmentos medula-
res L3, L4, L5 y L6.
En la tabla 10-2 se indican los nervios periféri- Reflejo del tibial craneal: consiste en golpear
cos que intervienen en cada reflejo, así como el en las porciones proximales del músculo tibial
nivel medular de procedencia de estos nervios. craneal. La respuesta normal es una flexión del
tarso. Se valora la integridad del peroneo (ciáti-
Reflejos miotáticos co) y de los segmentos medulares L6, L7 y S1.
Los reflejos miotáticos son la base de la regu- Reflejo del gastronemio: se golpea el tendón
lación de la postura y movimientos. El arco reflejo calcáneo común, con el tarso ligeramente flexio-
es muy simple y en el mismo participan únicamente nado. La respuesta normal será la extensión del
dos neuronas (sensible y motora) y por lo tanto tarso. Se valora la integridad del tibial (ciático) y
solo interviene una sinapsis (monosináptica). de los segmentos medulares L6, L7 y S1 (igual
es
Los receptores sensoriales están constituidos que en el reflejo del tibial craneal).
al
por el huso muscular; el huso muscular es, por lo Reflejo del extensor carporradial: se golpea
or
tanto, un receptor de la tensión del músculo. Se sobre el músculo extensor carporradial inmedia-
M
sitúa entre las fibras musculares (fibras extrafusa- tamente distal al codo, con el codo y carpo flexio-
L.
les) y está compuesto por 3-5 fibras musculares nados. La respuesta es una ligera extensión del
e
fibras intrafusales. Ante el estiramiento del mús- del músculo tríceps del brazo, justo proximal al
culo se produce estimulación del nervio sensitivo, olécranon. La respuesta normal consiste en una
que monosinápticamente activa a una neurona ligera extensión del codo, aunque este reflejo es
motora alfa en la médula espinal, la cual provoca difícil de provocar, por lo que su ausencia o dis-
contracción de las fibras extrafusales del mismo minución no se considera como anormal. Se va-
músculo. Las estiramientos lentos causan una lora la integridad del radial y de los segmentos
menor descarga de la actividad sensorial y una más medulares C7, C8, T1 y T2 (igual que el reflejo Anatomía Clínica del Perro y Gato
lenta y sostenida contracción muscular. del extensor carporradial).
Dado que la contracción de las fibras extrafu- Reflejo del bíceps: se realiza golpeando so-
sales causan relajación de las fibras intrafusales bre el dedo del examinador, que se ha dispuesto
(lo cual hace que no se estimulen las fibras sensi- sobre el músculo braquial, craneal y proximal-
bles), fibras motoras gamma ajustan la longitud mente al codo; el codo se dispone ligeramente
de las fibras intrafusales, para que la tensión del extendido. La respuesta es una ligera flexión del
huso sea mantenida durante el movimiento del codo, aunque este reflejo es difícil de provocar,
miembro. Estas fibras motoras gammas pueden por lo que su ausencia o disminución no se con-
también provocar directamente un estiramiento del sidera como anormal. Se valora la integridad del
uso, lo cual provocará una activación indirecta de nervio musculocutáneo y de los segmentos me-
la fibra motora alfa. Las neuronas alfa y gamma dulares C6, C7, C8 y T1.
son activadas o inhibidas tanto a nivel segmental
como superior. De hecho, la actividad de estas Reflejos flexores
neuronas es el resultado de las influencias facilita- En el miembro pelviano, consiste en aplicar un
doras e inhibidoras. Las fibras sensoriales del huso estímulo doloroso en el pie, la respuesta normal
también actúan sobre interneuronas de la medula, es una flexión completa del miembro, incluyendo
la cadera, rodilla y tarso, y una relajación de los En el miembro torácico, el reflejo flexor se eva-
músculos extensores. lúa de forma similar al pelviano; se estimulan las
es
El reflejo flexor está menos estereotipado que superficies dorsal, palmar, medial y lateral de los
al
los miotáticos. La respuesta involucra a todos los dedos. El nervio radial inerva la superficie dorsal
or
músculos flexores del miembro, lo que requiere la de la mano y se origina en los segmentos C7-T1.
M
activación de las neuronas motoras de muchos La superficie palmar medial es inervada por ra-
L.
segmentos medulares. Los nervios sensoriales de mos del nervio mediano y cubital, que se originan
e
los dedos son los ramos primarios del nervio ciáti- en los segmentos C8-T1. La superficie palmar la-
os
co, originado de los segmentos L6-S1; el nervio teral y la mayor parte del dedo lateral (dedo V) está
.J
peroneo superficial se distribuye sobre la superfi- inervada por ramos del nervio cubital. Los múscu-
of
Pr
cie dorsal y el nervio tibial sobre la superficie plan- los flexores están inervados por los nervios axilar,
tar; el dedo I está parcialmente inervado por el musculocutáneo, mediano y cubital, y con parte
nervio safeno, originado de los segmentos L4-L6. del nervio radial. Estos nervios proceden funda-
Los nervios sensibles activan a interneuronas lo- mentalmente de los segmentos C6-T1. La depre-
calizadas en estos segmentos y en los segmentos sión del reflejo indica alteración de los segmentos
adyacentes, tanto craneal como caudalmente. Las C6-T1 o en los nervios periféricos; la hiperreflexia
interneuronas activan a las motoneuronas del ner- indica lesión craneal a C6.
vio ciático, provocando la contracción de los mús-
culos flexores. El nervio sensible también activa a Reflejo extensor cruzado
interneuronas que inhiben a las motoneuronas de Este reflejo se explora a la vez que el reflejo
los músculos extensores. flexor. Ante el estímulo doloroso en un lado, el ani-
Dado que este reflejo es complejo, la hiperre- mal reacciona flexionando el miembro del lado del
flexia (causada por lesión de NMS) no es normal estímulo (reflejo flexor), mientras que el otro miem-
en lesiones agudas de las vías descendentes; las bro permanece inmóvil (reflejo extensor cruzado
lesiones crónicas o severas de estas vías sí pro- negativo); simultáneamente, el animal mirará ha-
Sistema nervioso
vocan hiperreflexia; la hiperreflexia se manifiesta cia el lugar del estímulo (percepción consciente
por una flexión continuada tras cesar el estímulo; del dolor).
en cualquier caso, indicaría una lesión craneal al Este reflejo es parte del mecanismo de soporte
segmento L6. La ausencia o depresión del reflejo normal del animal. El peso de un animal en esta-
puede ser causada por alteración del nervio ciáti- ción es distribuido entre los miembros. Si un miem-
co o por lesión de los segmentos medulares L6- bro es flexionado, se requiere un incremento del
S1 (siendo normalmente bilateral en este último soporte (extensión) del miembro opuesto. Para ello,
caso). las fibras sensoriales que provocan el reflejo flexor
se conectan con interneuronas del lado opuesto, doloroso. También se puede provocar el reflejo
que excitan a las motoneuronas extensoras. Sin comprimiendo el pene o la vulva. La respuesta es
embargo, este reflejo es considerado como anor- una contracción del esfínter anal y una flexión de
mal (excepto en la posición de estación), dado que la cola.
cuando el animal esta recostado, la actividad de La inervación sensorial procede del nervio pu-
estas motoneuronas extensoras está inhibidas por dendo y de los segmentos medulares S1, S2 y S3.
vías descendentes (NMS). La presencia de este La inervación motora de músculo esfínter del ano
reflejo (extensión del miembro contralateral) indi- discurre igualmente por el nervio pudendo; la
ca lesiones de las vías descendentes, y por lo tan- flexión de la cola es mediatizada por los nervios
to es un signo de enfermedad de NMS. Además, caudales. Por lo tanto, con este reflejo se valora la
el animal no mira hacia el lugar donde se le ha integridad de los segmentos medulares sacros, de
producido el dolor, dado que las vías ascendente las raíces de los nervios sacros y del nervio pu-
que informan a los niveles superiores del sistema dendo.
nervioso estarán también comprometidas.
NERVIOS CRANEALES
Reflejo del empuje extensor
Este reflejo se explora con el animal recostado, La exploración de los pares craneales es una
aplicando una presión proximal entre los pulpejos. parte importante de la examen neurológico, espe-
La respuesta debería ser la extensión rígida de cialmente cuando se sospecha una enfermedad
todo el miembro, dado que existe un predominio del encéfalo. Si la anormalidad neurológica solo
extensor ante los estímulos; sin embargo, cuando afecta a un nervio craneal es evidencia de enfer-
el animal está recostado este reflejo está inhibido medad de una área localizada.
es
por los centros superiores. Las fibras sensoriales El examen de los pares craneales se consideró
al
encuentra en decúbito lateral; su presencia indica El examen sensorial provee información relati-
os
Reflejo del músculo cutáneo del tronco men neurológico, ya hemos evaluado la sensibili-
Este reflejo es de gran valor y utilidad. Básica- dad propioceptiva (posicionamiento propioceptivo)
mente consiste en que tras el estímulo en la piel y la correspondiente a los reflejos espinales. Por
se produce una rápida contracción de este mús- lo tanto, en este punto lo que valoramos es el tacto
culo cutáneo. Este reflejo es más aparente al esti- y el dolor superficial y profundo. La respuesta al
mular las áreas dorsales y dorsolaterales de la re- estímulo algésico es consciente, por lo que inter-
gión vertebral del tórax y lumbar; no puede ser pro- vienen las porciones superiores del sistema ner- Anatomía Clínica del Perro y Gato
vocado estimulando el sacro o cuello. Por lo tanto, vioso.
los nervios sensibles de estos dermotomos llegan Para el examen sensorial realizamos la explo-
a la médula espinal; la vía ascendente medular es ración de caudal a craneal (Fig. 10-1). La severi-
la misma que las del dolor superficial; estas vías dad del estímulo lo iremos incrementando desde
sinaptizan en los segmentos C8 y T1 con neuro- un ligero tacto, a la palpación profunda (para bus-
nas del nervio torácico lateral, que es el que inerva car zonas de hiperestesia). Si no existe respuesta
al músculo cutáneo del tronco. repetiremos la operación pinzando la piel con un
La respuesta estará ausente cuando se estimu- hemostato; ante este estímulo doloroso, el animal
len los dermotomos caudales al lugar de una le- reaccionará con movimientos de la cabeza, voca-
sión medular, dado que estará alterada la vía del lización, dorsiflexión o contracción de la muscula-
dolor superficial. tura abdominal.
Como ya hemos mencionado, la inervación de
Reflejo perineal la piel está organizada en dermotomos, dispues-
Este reflejo se provoca estimulando ligeramente tos secuencialmente de forma vertical en tronco y
el periné con unas pinzas de presión continua; no cuello, y más irregularmente en los miembros. Un
es necesario normalmente provocar un estímulo dermotomo es el área de piel inervada por un por
es
al
or
M
L.
e
una raíz nerviosa espinal. A causa del “solapamien- alteración de su nervio, su segmento o de sus
Pr
Lesiones medulares
Para poder localizar una lesión en la médula es
necesario conocer los grandes segmentos medu-
lares y el significado funcional de cada uno de ellos:
• C1-C5: encargado del control del cuello.
• C6-T2: nervios del plexo braquialDmiembro to-
Figura 10-2. Tamaño y situación de las distintas fibras rácico.
nerviosas en la médula. • T3-L3: control de las paredes toracolumbares.
• L4-S2: nervios del plexo lumbosacroDmiembro
pelviano.
• S1-S3: plexo pélvico, nervio pudendo: esfínter
la sensación dolorosa profunda indica un daño anal, vejiga.
medular grave y un mal pronóstico. • Cd1-Cd5: control de la cola.
es
Mediante el examen motor y de la sensibilidad
al
La localización de las lesiones en el Sistema La localización se basa en los signos de NMI o/y
e
Nervioso se basa en la metodología de explora- NMS en los dos pares de miembros (tabla 10-3).
os
den clasificar en: igual que los signos de NMS [ej: una pérdida de la
of
• según su localización:
Pr
es
al
or
M
L.
e
os
.J
Figura 10-3. Correlación vértebro-medular en el perro y regiones de la médula espinal que dan lugar a signos clínicos
característicos cuando se lesionan.
of
Pr
de este nivel los nervios desprendidos se proyec- parálisis es evidente tanto en la marcha como en
tan caudalmente (buscando su salida por el aguje- las reacciones posturales (las lesiones del cere-
ro intervertebral que le corresponde) determinan- bro afectan a las reacciones posturales con míni-
do la “cola de caballo”. mo cambio en la marcha).
Dado que los núcleos de los nervios craneales
Tronco del encéfalo III a XII se sitúan en el tronco del encéfalo, apare-
El tronco del encéfalo está constituido por el cerán signos de alteración de estos nervios; los
mesencéfalo, puente y medula oblongada. Las le- signos de los nervios craneales son ipsilaterales a
siones del tronco del encéfalo dan lugar a signos la lesión, y su exploración es muy útil para locali-
de NMS, al igual que las lesiones en el segmento zar el nivel de la lesión.
medular C1-C5, dado que están comprometidas Si la lesión se localiza en las porciones rostra-
las vías motoras descendentes; habrá tetrapare- les del tronco del encéfalo (puente o mesencéfalo)
sia si es bilateral, o hemiparesia (parálisis de los el estado mental estará alterado (depresión, estu-
Sistema nervioso
miembros de un lado) si la lesión se sitúa sólo en por o coma), pues estará interrumpida el sistema
un lado; la hemiparesia puede ser ipsilateral o con- de activación reticular ascendente. Sin embargo,
tralateral, dependiendo del nivel o vías involucra- si la lesión se sitúa en las porciones caudales de
das; así, si la lesión se sitúa en las porciones cra- la formación reticular provocarán incontinencia uri-
neales (mesencéfalo) será contralateral, mientras naria y signos de disfunción respiratoria.
que si se sitúa en las porciones más caudales (mé-
dula oblongada) será ipsilateral, dado que a este Sistema Vestibular
nivel las vías ya se han decusado. La paresia o El sistema vestibular es el encargado de notifi-
car modificaciones en la posición de la cabeza en ferencia las lesiones cerebelares de las lesiones
relación a la gravedad y detectar aceleración. Por de las vías sensitivas ascendentes, las cuales pue-
lo tanto, de este sistema depende la orientación den producir similares signos en los miembros.
del animal en el espacio. El sistema vestibular esta
constituido por los núcleos vestibulares situados Diencéfalo
en el puente y medula oblongada (sistema vesti- En general, las lesiones del diencéfalo no se
bular central) y por el nervio y órgano vestibuloco- pueden diferenciar de las de la corteza cerebral, a
clear (sistema vestibular periférico). Por lo tanto, no ser que la lesión afecte al hipotálamo y sus co-
los signos vestibulares pueden estar originados por nexiones con la hipófisis. El hipotálamo es el cen-
una enfermedad central o periférica; es muy im- tro de control del sistema nervioso autónomo y de
portante diferenciar su origen pues el pronostico y la mayor parte del sistema endocrino
tratamiento es diferente. Las lesiones del diencéfalo provocarán signos
Normalmente, la aparición de signos de lesión de NMS, contralateral a la lesión, en los cuatro
en el tronco del encéfalo, indican que está involu- miembros (tetraparesia) o en dos (hemiparesia)
crado la porción central de este sistema. Así, una según la extensión de la lesión. La marcha no es-
enfermedad vestibular periférica no causa paresia tará gravemente alterada, pero sí las reacciones
o deficiencias en las reacciones posturales. posturales (pues dependen más de la corteza ce-
El estudio de la alteración de este sistema fue rebral).
considerado en el CAPÍTULO 8. El nervio craneal afectado es el nervio óptico,
aunque también pueden estar alterados los ner-
Cerebelo vios oculomotor, troclear y abducente. Los signos
La función del cerebelo es la de coordinar los de los nervios craneales son ipsilaterales a la le-
es
movimientos; controla la cantidad y rango de mo- sión.
al
vimientos, pero no inicia la actividad motora. Los Dado que todas las vías sensoriales (excepto
or
son ataxia, apoyo de amplia base, dismetria e in- tes de dirigirse a la corteza cerebral, se producirá
L.
Igualmente habrá alteración del estado de con- los movimientos voluntarios, pero no es necesa-
ciencia (estupor, coma) a causa de la interferencia ria para la marcha normal y la postura. Por ello,
en el sistema activador reticular ascendente. los animales con lesiones en este área pueden
levantarse, caminar y correr con mínimos deficien-
Cerebro cias. Sin embargo, la habilidad para la fina discri-
Las lesiones cerebrales causan normalmente minación está perdida, por lo que le es imposible
alteraciones en el comportamiento o en el estado salvar obstáculos de una forma limpia o realizar
mental, epilepsia, perdida de la visión con pupilas movimientos finos. Es frecuente hallar reacciones
intactas y hemiparesia con deficiencia en las reac- posturales marcadamente anormales.
ciones posturales. Normalmente aparecen uno o
dos de estos signos dado que el cerebro es una
estructura relativamente grande y con áreas fun- MONOPARESIA
cionales bien localizadas. Los signos generalmente
son contralaterales a la lesión. El término monoparesia o monoparálisis indica
Los cambios en la conducta reflejan una lesión una pérdida parcial o total de la función motora de
en el sistema límbico o en el lóbulo frontal de la un miembro causada por una disfunción neuroló-
corteza; las lesiones en el lóbulo frontal causan gica. Cuando los desórdenes en el movimiento
una desinhibición que provocan una excesiva acti- afectan a un solo miembro, el primer paso en el
vidad. Si la lesión es unilateral o asimétrica el ani- diagnóstico es localizar el problema en el sistema
mal tiende a realizar grandes círculos que normal- musculoesquelético o en el sistema nervioso, dado
mente son hacia el lado de la lesión. La marcha es que las alteraciones musculoesqueléticas (miosi-
razonablemente normal aunque los obstáculos no tis, artritis, luxaciones, fracturas) provocan deficien-
es
son percibidos. cias locomotoras. Además, es frecuente que las
al
Los cambios en el nivel de conciencia (depre- injurias en los nervios o en el sistema nervioso
or
sión, estupor, coma) se deben a la separación en- central sean secundarios a alteraciones en este
M
tre la corteza cerebral del sistema activador reti- sistema musculoesquelético. Por consiguiente, es
L.
de ambos sistemas.
pérdida de la visión consciente (ceguera) con re- La monoparesia está normalmente causada por
.J
flejos pupilares intactos. una lesión en la NMI que inerva al músculo o mús-
of
Pr
La corteza sensoromotora es importante para culos afectados, por lo que será característico sig-
nos de NMI. Según el lugar de la lesión la mono-
paresia puede ser:
• central: la lesión afecta a los cuerpos neuronales
Tabla 10-4. Correlación entre la proyección de los extre-
mos de las apófisis espinosas torácicas y lumbares y los que se localizan en el asta ventral de las sustan-
segmentos medulares en el perro. cia gris de la médula. La lesión debe ser unilate-
ral. Estas circunstancias son muy poco frecuen-
tes.
Apófisis espinosa Segmento • periférico:
(vértice) medular -axón: la lesión se puede localizar en la raíz ven-
tral, nervios espinales o en los nervios periféri-
T1-T5 4T-8T cos. Es la causa más común.
T6-T9 8T-11T -placa neuromuscular.
T10-T11 11T-12T
Dado que los nervios espinales y periféricos son
T12-L1 12T-1L
Sistema nervioso
cro, plexo braquial); por el contrario, si sólo afecta Normalmente las lesiones de estos nervios son
a algunas zonas, indicará lesión del nervio tributa- secundarias a una compresión o contusión, o
rio de esa área cutánea; por ello, tiene gran impor- por la inyección intramuscular de fármacos.
tancia para el diagnóstico el conocimiento de las −polineuropatía: cuando la lesión afecta a muchos
áreas de inervación cutánea de cada nervio. nervios periféricos (o sus raíces nerviosas), esto
Para los miembros pelvianos, cabe la posibili- es, al plexo braquial, lumbosacro o a la cola de
dad de monoparesia por lesión unilateral de los caballo. Al igual que en el caso anterior, su cau-
segmentos medulares T3-S2. Si la lesión se loca- sa más frecuente es por injurias físicas. Oca-
liza en los segmentos T3-L3, la monoparesia se sionalmente, se puede deber también a neo-
caracteriza por signos de NMS y normoestesia (a plasia .
causa de la disposición bilateral de las vías sensi-
tivas). Si la lesión unilateral se sitúa en los seg- El diagnóstico de las monoparesias periféricas
mentos L4-S2, producirán signos de NMI en todo se basa en:
el miembro y disminución de la sensibilidad (dado • conocer la función primaria y situación de los
que las neuronas sensitivas de este nivel están músculos inervados por el nervio periférico con-
alteradas). Si una lesión unilateral se sitúa en los creto: se producirá alteración de la función lo-
segmentos medulares C1-C5 o C6-T2, se produ- comotora que regulen; estos músculos estarán
cirá hemiparesia. atónicos, y si la lesión perdura se atrofiarán.
• conocer las vías involucradas en los reflejos es-
En lesiones en la sustancia gris de los segmen- pinales.
tos T1-T3 o en las raíces del plexo braquial, se • conocer el área de inervación cutánea de cada
pueden afectar las NMI de las fibras nerviosas sim- nervio periférico (Fig. 10-4). Dado que gran
es
páticas que forman el tronco simpático. Estas fi- parte de la piel está inervada conjuntamente por
al
bras simpáticas (preganglionares) atraviesan los más de un nervio periférico, es necesario sa-
or
ganglios del tronco simpático craneal (ganglio cer- ber las “zonas autónomas de inervación”, es
M
vicotorácico y cervical medio), ascienden por el decir, las zonas cutáneas en las que sólo parti-
L.
nervio vago (tronco vagosimpático), al que aban- cipa un nervio periférico concreto, así como el
e
donan en la cabeza para dirigirse al ganglio cervi- punto más idóneo de aplicación del estímulo
os
cal craneal, donde sinaptizan con una neurona en cada zona autónoma.
.J
es
al
or
M
L.
e
os
.J
of
Pr
Figura 10-4. Zonas autónomas de inervación cutánea en los miembros y puntos idóneos de exploración de las mismas.
interrupción de las vías dolorosas que se diri- Las lesiones agudas severas (traumatismos) en
gen al encéfalo; la exploración de los dermoto- este segmento pueden originar signos de NMS en
mos toracolumbares es útil para localizar el los miembros torácicos (signo de Schiff-Sherring-
segmento espinal lesionado. El dolor profundo ton); esto es debido a la brusca interrupción de
solamente estará perdido si las lesiones son interneuronas ascendentes que, procedentes del
bilaterales y severas. segmento lumbosacro, actúan inhibiendo a las
-hiperestesia al nivel de la lesión. motoneuronas del segmento cervicotorácico (C6-
-las funciones viscerales voluntarias (micción) T2).
Nervio Músculos Función Distribución Área autónoma de Punto/s de exploración Signos de disfunción
sensorial cutánea inervación
Torácico lateral cutáneo del tronco movimiento de ninguna - - ausencia del reflejo del m.
(C8-T1) la piel del tronco. cutáneo del tronco.
Supraescapular supraespinoso extensión y soporte ninguna - - marcha anormal leve,
(C6-C7) infraespinoso lateral del hombro. pronunciada atrofia de
los músculos supra e
infraespinoso.
Axilar deltoideo flexión del hombro. cara lateral del brazo. tercio medio del brazo. extremo distal de la marcha anormal leve, atrofia
(C6-C7-C8) redondo mayor tuberosidad deltoidea deltoidea, disminución del reflejo
redondo menor del húmero. flexor del hombro, anestesia
en la caea lateral del brazo.
Musculocutáneo biceps del brazo flexión del codo región medial del
Pr cara medial del codo epicóndilo medial del marcha anormal leve, flexión del
(C6-C7-C8) braquial antebrazo. y del antebrazo. húmero codo reducida, pérdida del reflejo
coracobraquial del biceps, anestesia en su área
of
de exploración.
.J
os
Radial triceps del brazo, extesión del codo región lat. y craneal
e porciones laterales del centro de la cara dorsal incapacidad para soportar el
(C7-T1, T2) ext. carporradial, carpo y dedos. del antebrazo; dorso Lantebrazo del metracarpo; lig. peso (poliflexión); ausencia del
cubital lateral, y cara dorsomedial de
. Mla mano.y dorsales colateral lateral de la reflejo extensor del extensor
ext. dig. lateral, y dorsolateral de la articlación del codo. carporradial y del triceps;
ext. dig. común mano. or anestesia en su area de
al exploración.
Cubital flex. carpocubital flexión del carpo y región caudolateral y porciones caudales del caudalmente, a nivel de la marcha ligeramente anormal;
es
(C8-T1) flex. dig. profundo dedos. caudomedial del codo y antebrazo, y base del olécranon; disminución de la flexión del carpo
antebrazo y codo, y lateropalmares de la lateropalmarmente, en el y falanges; disminución de flexión
lateropalmar de la mano. origen del dedo V. del carpo en el reflejo flexor;
mano. anestesia en su área de exploración.
Mediano flex. carporradial flexión del carpo y porciones palmo- ninguna - marcha ligeramente anormal;
(C8-T1) flex. dig. superficial dedos mediales de la mano disminución de la flexión del carpo
flex. dig. profundo y falanges; disminución de flexión
del carpo en el reflejo flexor.
Supraclavicular Es un nervio cutáneo que se distribuye por la base del cuello y porciones adyacentes de la espalda,
(C4-C6) hombro y brazo. Es útil para localizar lesiones que afecten al al segmento C6.
Intercostobraquial Es un nervio cutáneo que recoge la sensibilidad de la región tricipital y espalda. El nervio T2 presenta
(C8-T2) una zona autónoma de inervación situada justo craneal a la línea tricipital a modo de banda que se extiende
desde la escápula al olécranon; su punto de exploración se sitúa lateralmente, justo proximal a la tuberosidad
del olécranon.
103
Anatomía Clínica del Perro y Gato
Sistema nervioso
104
Nervio Músculos Función Distribución Área autónoma de Punto/s de exploración Signos de disfunción
sensorial cutánea inervación
Femoral cuádriceps del muslo extensión de la el nervio safeno se cara medial de la, cóndilo medial de la marcha anormal severa; incapacidad
(L3, L4, L5, L6) iliopsoas rodilla y distribuye po la cara rodilla pierna y pie tibia. para soportar el peso corporal;
sartorio flexión de la cadera. medial del muslo, (hasta dedo I). reflejo patelar ausente; enestesia en
rodilla, pierna y pie. el área cutánea tributaria del nervio
safeno.
Obturador gracilis adducción del ninguna - - marcha anormal leve; incapacidad
(L4, L5, L6) pectíneo miembro pelviano. para adducir el miembro.
obturador externo
Ciático bíceps del muslo extensión de cadera región poplitea y cara caudal y lateral de centro de la cara lateral marcha anormal severa; incapacidad
(L6, L7, S1, S2) semimembranoso flexión y extensión zonas adyacentes la región poplítea (y de la región poplítea para extender la cadera y de
semitendinoso (y los de rodilla (y la (y la correspondiente las correspondientes (y los correspondientes a flexionar la rodilla; ausencia del
correspondientes a correspondiente a a los nn. tibial y a los nn. tibial y los nn. tibial y peroneo). reflejo flexor; anestesia en el área
Pr
los nn. tibial y los nn. tibial y peroneo). peroneo). cutánea tributaria (y las correspon-
of
peroneo). peroneo). dientes a los nn. tibial y peroneo).
.J
os
Tibial gastronemio extensión del tarso porciones caudolate-e cara plantar del pie justo proximal al pulpejo incapacidad para extender el tarso
(L6, L7, S1, S2) poplíteo y flexión de los rales y caudomedia- L. metatarsiano. y de flexionar los dedos; anestesia
flex. dig. profundo. dedos. les de la pierna, y M en el área cutánea tributaria.
plantolaterales y plan-
tomediales del pie.
or
al
Peroneo común tibial craneal flexión del tarso y cara lateral de la rodi- cara lateral de la pierna, cara dorsal del metatarso incapacidad de flexionar el tarso
es
(L6, L7, S1, S2) ext. dig. largo y extensión de los lla y pierna; cara dorsal y dorsal y lateral del pie. y de extender los dedos; escasa
lateral dedos. y lateral del pie. flexión del tarso en el reflejo;
peroneo largo. flexor anestesia en el área
cutánea tributaria.
Cutáneo latera del Es un nervio cutáneo que recoge la sensibilidad de la mitad craneal de la cara lateral del muslo,
muslo (L3-L5) cadera y parte de la región glútea; su exploración se realiza cranealmente al trocánter mayor del fémur.
Cutáneo caudal del Es un nervio cutáneo que recoge la sensibilidad de la mitad caudal de la cara lateral del muslo; su
muslo (L7, S1, S2) exploración se realiza lateralmente, en las porciones caudales del tercio proximal del muslo.
Genitofemoral Es un nervio cutáneo que recoge la sensibilidad de las porciones próximo-mediales del muslo; se
(L2-L4) explora en las porciones más proximales del muslo, en el centro de la cara medial.
En casos de traumas espinales agudos seve- sia se puede manifestar como marcha anormal o
ros, las alteraciones vasculares que se desarro- como deficiencias en las reacciones posturales.
llan pueden desencadenar una grave isquemia que El término hemiparesia indica una disfunción mo-
ocasiona la progresiva degeneración (mielomala- tora de dos miembros de un mismo lado, e implica
cia) de los segmentos medulares craneales y/o una lesión unilateral.
caudales a la lesión. Así, progresivamente se irán Normalmente la tetraparesia está causada por
instaurando signos de NMI craneal y/o caudal a la una enfermedad neurológica, aunque algunas en-
lesión y una analgesia ascendente. La paraparáli- fermedades difusas de los músculos o esqueleto,
sis espástica se convierte en flácida y/o aparecen o enfermedades metabólicas (insuficiencia adre-
signos de NMI en los miembros torácicos, que nal, hipoglucemia, hipocalcemia) también pueden
pueden ir precedidos del signos de Shiff-Sherring- provocarla. Por lo tanto, cuando al clínico se le pre-
ton. Esta evolución tiene un fatal pronóstico al con- senta un animal con tetraparesia, lo primero que
ducir al fallo respiratorio a los 2-4 días, una vez debe decidir es el sistema involucrado (nervioso,
que la necrosis ha ascendido al 5º y 6º mielómero musculo-esquelético, o desorden metabólico ge-
cervical, donde se sitúan las neuronas del nervio neralizado).
frénico. Las lesiones que provocan tetraparesia pueden
estar localizadas en diferentes niveles: corteza
• L4-S2: se producirá: cerebral, tronco del encéfalo, médula cervical o las
-signos de NMI (parálisis, atonía), dado que en NMI.
estos segmentos se hallan las motoneuronas
que forman el plexo lumbosacro. Si la lesión • Corteza cerebral. Aunque la corteza motora es
perdura, se producirá atrofia muscular. importante para la realización de las reacciones
es
-arreflexia. aprendidas, estas áreas no mantienen la locomo-
al
-ataxia y anestesia, dado que están afectadas las ción; son los centros difusos del tronco del encéfa-
or
-funciones viscerales voluntarias alteradas (no corteza cerebral; así, los animales con enferme-
L.
micción, esfínter anal atónico, si está lesionado dad difusa (bilateral) de la corteza cerebral pre-
e
• Ataxia cerebelar. El cerebelo funciona como el Sin embargo, la disfunción cerebelar aguda tie-
L.
inicia la actividad motora, sino que actúa a nivel control motor desaparece. Este proceso se deno-
os
inconsciente controlando los movimientos muscu- mina rigidez descerebelada, y se caracteriza por
.J
lares correctamente, asistiendo al mantenimiento opistotonos, extensión tónica de los miembros to-
of
Pr
del equilibrio y controlando la postura. El cerebelo rácicos, movimientos clónicos o extensión tónica
compara la intención de actividad motora con el de los miembros pelvianos e hiperreflexia. Este
rendimiento necesario que se requiere para com- estadío disminuye progresivamente, de tal forma
Sistema nervioso
que a los pocos días se instauran los signos de la sustancia gris medular (raro), en las raíces ven-
las lesiones crónicas descritas anteriormente. trales, en los nervios periféricos o en la unión neu-
Las enfermedades que afectan a las porciones romuscular; en el segundo y último caso será ob-
caudales del tronco del encéfalo causan signos via la tetraparesia con signos de NMI, pero la sen-
vestibulares centrales y cerebelares, debido a la sibilidad dolorosa será normal. Ejemplos de estas
estrecha localización anatómica de las vías cere- enfermedades son la intoxicación botulínica, la
belosas en el área del puente. parálisis por garrapata y la mistenia gravis. El bo-
El lóbulo flóculo-nodular del cerebelo es impor- tulismo y la parálisis por garrapata son procesos
tante en las reacciones vestibulares, por lo que agudos progresivos en los que se produce una ato-
lesiones en este lóbulo causan signos vestibula- nía continuada de los músculos; en ambos casos,
res. el tóxico actúa a nivel de la placa neuromuscular,
bloqueando la liberación del neurotransmisor (ace-
tilcolina); en el caso de la parálisis por garrapata
DESÓRDENES MULTIFOCALES el neurotóxico también inhibe la depolarización,
tanto a nivel de las de los nervios motores como
Como se mencionó al inicio de este capítulo, el sensibles. La miastenia gravis es una enfermedad
primer problema a resolver ante una enfermedad autoinmune en la que se produce la progresiva
neurológica es la localización anatómica del pro- destrucción de los receptores colinérgicos de la
ceso. Hasta ahora se ha discutido procesos locali- placa neuromusular, y caracterizada por debilidad
zados en sólo un área determinada del sistema episódica.
nervioso; sin embargo, existen enfermedades que Sin embargo, es mucho más frecuente la debi-
afectan a más de una parte del sistema nervioso o lidad continua o episódica causada por problemas
es
a otros sistemas simultáneamente. Estos desór- cardiovasculares o endocrinos y metabólicos. Este
al
difusos. En estos casos, el examen neurológico nutrición, parasitismo, estrés, alteración gastroin-
M
indicará que está involucrado dos o más partes testinal), arritmias cardíacas, dirofilariosis, hi-
L.
del sistema, no estrechamente relacionadas ana- pocalcemia crónica (eclampsia puerperal, hipopa-
e
por paresia y epilepsia; una de corteza cerebral y nico), diabetes mellitus, hipotiroidismo, hiperadre-
of
Pr
tronco del encéfalo por epilepsia, ceguera con pu- nocorticismo, hipercalemia (insuficiencia adrenal)
pilas intactas, tetraparesia, anormalidad del los y hipocalemia (vómitos, diarreas).
pares craneales o/y ataxia vestibular. Los procesos generalizados caracterizados por
Estos procesos multifocales se clasifican en incremento del tono muscular o por movimientos
degenerativos (enfermedades de almacenamien- repetitivos pueden encuadrarse dentro de las con-
to, abiotrofias), metabólicos, neoplásicos, nutricio- vulsiones. Las convulsiones de origen intracra-
nales, inflamatorios y tóxicos. La lista de los posi- neal constituyen la epilepsia en su sentido estric- Anatomía Clínica del Perro y Gato
bles desórdenes es demasiado larga, por lo que to; ésta denota una alteración a nivel de la corteza
sólo nos referiremos a los más característicos. cerebral, caracterizada básicamente por la apari-
Desde un punto de vista clínico, estas enfer- ción paroxística y transitoria de pérdida de la con-
medades se pueden clasificar en: a) aquellas que ciencia, contracciones musculares tónico/clónicas
producen una debilidad o atonía muscular, y b) las y alteración del sistema nervioso autónomo (sali-
que se caracterizan por un incremento del tono vación, micción, defecación) como consecuencia
muscular o por movimientos repetidos. de una descarga excesiva de grupos neuronales
Los procesos que ocasionan debilidad o atonía (foco epiléptico) que se extiende a otras partes del
muscular generalizada, ya sean de forma conti- encéfalo. Puede tener una causa funcional (epi-
nuada o episódica, pueden estar originas por le- lepsia idiopática) u orgánica (secundaria). La etio-
siones difusas de NMI o por alteraciones endocri- logía más frecuente de epilepsia en el perro es el
nas y metabólicas o desórdenes cardiovasculares. moquillo; otras causas son la toxoplasmosis, trau-
Las enfermedades difusas de NMI se caracteri- matismos craneoencefálicos, accidente vascular
zan por flacidez muscular que afecta de una for- central y neoplasia.
ma aguda, progresiva o episódica a la mayoría de Las convulsiones de origen extracraneal sue-
los músculos. Las lesiones se pueden localizar en len estar causadas por intoxicaciones o alteracio-
La hipocalcemia puede estar precedida por fe- ronas que actúan sobre las neuronas del puente,
M
por contracciones tónico/clónicas intermitentes (te- cia de micción en la casa) la contracción del mús-
e
tania). La causa más frecuente es la pérdida del culo detrusor. Por consiguiente, las lesiones de la
os
calcio por la leche (tetania puerperal). corteza cerebral pueden causar una pérdida del
.J
Hasta ahora nos hemos referido a las alteracio- CONTROL SOMÁTICO: MÚSCULO URETRAL. El múscu-
nes somáticas provocadas por lesiones en el sis- lo uretral, que rodea a la uretra pelviana, posee
tema nervioso. Sin embargo, estas lesiones pue- receptores de estiramiento; las fibras sensoriales
den provocar alteraciones de las funciones visce- caminan por el nervio pudendo, terminando en los
rales. Entre éstas destacan los problemas asocia- segmentos sacros, donde sinaptizan con las mo-
dos a la micción. La micción es un reflejo comple- toneuronas pudendas uretrales (segmentos S1-S2-
jo, perfecto ejemplo de la coordinación entre el sis- S3); la activación monosináptica de estas neuro-
tema nervioso somático, parasimpático y simpáti- nas es transmitida por el nervio pudendo hasta el
co, en la que intervienen la médula, encéfalo y los músculo. Estas vías producen contracción del
nervios periféricos. Del conocimiento de las vías músculo uretral ante su repentino estiramiento (es-
implicadas en este reflejo se puede deducir el lu- tornudo, tos).
gar de la lesión, así como su control farmacológi- Las neuronas sensoriales de los nervios pélvi-
Sistema nervioso
La activación simpática provoca la relajación de a) Ausencia del reflejo detrusor e hipertonía del
or
las fibras lisas de todo el músculo detrusor (recep- músculo uretral. Este caso es el desorden de
M
las fibras musculares situadas a nivel del trígono y la retención urinaria (iscuria) neurógena: el ani-
e
ción retrógrada. sible o difícil que salga orina, aunque este últi-
Figura 10-6. Organización anatómica de la micción. A: neuronas corticales para el control voluntario del músculo
detrusor. B: neuronas corticales para el control voluntario del músculo uretral. C: neuronas cerebelares (inhibidoras). D:
neuronas de la formación reticular pontina. E: vía aferente del reflejo detrusor. F: neuronas preganglionares
(parasimpáticas). G: neuronas postganglionares (parasimpáticas). H: neuronas aferentes desde el músculo uretral (ner-
vio pudendo). I: neuronas eferentes hacia el músculo uretral (nervio pudendo).
mo dato es menos significativo en las hembras, salga orina. La causa más frecuente son los
ya que al tener una uretra más corta, el múscu- cálculos uretrales o los espasmos del músculo
lo uretral ofrece menos resistencia. Las causas uretral ante una lesión irritativa (uretritis); estas
más frecuente son lesiones entre el tronco del alteraciones pueden provocar la lesión del mús-
encéfalo y el mielómero L7. El reflejo perineal culo detrusor [ver punto b)].
(dependiente de los mielómeros sacros y de los e) Reflejo detrusor normal e hipotonía del mús-
nervios pudendos) está intacto. culo uretral. Se produce incontinencia urina-
b) Ausencia del reflejo detrusor y normotonía ria. El animal micciona normalmente, pero con-
del músculo uretral. También provoca reten- forme la vejiga se va llenando se produce el
ción urinaria. El animal no micciona ni realiza escape de orina. Cuando la vejiga está llena,
intentos para realizarlo. A la palpación la vejiga se vacía con gran facilidad al presionarla ma-
aparece llena pero al comprimirla la orina sale, nualmente. El reflejo perineal puede o no ser
aunque con una ligera resistencia puesto que provocado. Esta patología puede estar motiva-
el músculo uretral está normal. Las causas que da por alteración hormonal (hembras ovarioec-
motivan estos signos son: lesiones entre el tron- tomizadas), anormalidad estructural de la ure-
co del encéfalo y mielómero L7, lesiones del tra, lesión en el nervio pudendo o pérdida de la
plexo pélvico por traumatismos en la pelvis y inervación simpática de la uretra.
lesiones en el músculo detrusor. En este últi- f) Hiperreflexia del músculo detrusor. En este
mo caso, la lesión suele estar motivada por la caso se emite pequeñas cantidades de orina
previa sobredistención de la vejiga, causada por pero frecuentemente (polaquiuria). El reflejo
un cálculo uretral o por el síndrome urológico perineal está intacto. La causa más frecuente
felino (retención urinaria mecánica); la sobre- es la cistitis, aunque también puede estar moti-
es
distención vesical provoca la pérdida de la ca- vada por lesiones parciales de las vías medu-
al
detrusor.
M
c) Ausencia del reflejo detrusor e hipotonía del En los casos de retención urinaria neurógena,
L.
músculo uretral. En este caso también se pro- el tratamiento farmacológico pretende la evacua-
e
duce retención urinaria. El animal no micciona ción de la orina: los bloqueantes α-adrenérgicos
os
con el movimiento del animal o escapa conti- los miorrelajantes centrales (diazepan) disminuyen
of
Pr
nuamente; a la palpación la vejiga aparece lle- el tono del músculo uretral; los parasimpaticomi-
na, y al comprimirla la orina fluye con gran faci- méticos -colinérgicos- (betanecol) estimulan la
lidad. El reflejo perineal está ausente. La causa contracción de la vejiga urinaria.
suele ser lesión en los segmentos sacros y cola En los casos de incontinencia urinaria se pre-
de caballo. tende evitar la salida de orina: los estimulantes
d) Reflejo detrusor normal e hipertonía del α-adrenérgicos (fenilpropanolamina) aumentan el
músculo uretral. Se produce retención urina- tono uretral; los parasimpaticolíticos -anticolinér-
ria; el animal no micciona pero intenta hacerlo gicos- (propantelina, oxibutinina) inhiben la con-
(disuria), fluyendo a veces pequeñas cantida- tracción vesical. Estos últimos fármacos son los
des de orina; la vejiga aparece llena y distendi- empleados en el tratamiento farmacológico de la
da, y al comprimirla es difícil o imposible que hiperreflexia neurógena del músculo detrusor.
Sistema nervioso
11
Dorso. Cola
cervical.
e
os
REGIONES NATURALES
.J
(Fig. 11-1)
of
Pr
-apófisis transversas de las vértebras lumbares y seccionando la piel y la fascia toracolumbar. A con-
de las vértebras caudales 3ª a 5ª. tinuación, se profundiza, seccionando la unión de
los músculos mutífidos e interespinales a las vér-
tebras. Si se pretende acceder a las láminas (la-
MÚSCULOS DEL DORSO minectomía), la disección continúa por la cara la-
teral y ventrolateral de las apófisis articulares, te-
es
La musculatura del dorso se extiende de cau- niendo la precaución de no seccionar el ramo dor-
al
dal a craneal, ocupando el ángulo vertebrocostal; sal del nervio espinal que emerge justo craneal y
or
está constituida -de medial a lateral- básicamente ventral a la inserción del músculo longísimo en las
M
por los músculos múltífidos, longísimo (lumbar y apófisis accesorias de las vértebras.
L.
torácico), e iliocostal (lumbar y torácico); a nivel El acceso paramediano (Fig. 11-3) se suele
e
de la región vertebral del tórax, los dos primeros realizar en intervenciones sobre el disco interver-
os
quedan cubiertos por el músculo semiespinal-es- tebral para el tratamiento de la hernia discal (fe-
.J
pinal del tórax. Más internamente se encuentran nestración); por lo tanto se pretende buscar la cara
of
Pr
los músculos interespinosos e intertransversos. lateral del cuerpo vertebral. La incisión se realiza
Estos músculos están englobados por la fascia un centímetro lateral de las apófisis espinosas, a
toracolumbar, cuyas láminas superficiales sirven nivel del surco existente entre los músculos multí-
de origen a diversos músculos (latísimo del dorso, fidos y longísimo; a nivel torácico, es necesario
serrato dorsal, oblicuo externo del abdomen). Esta seccionar previamente el músculo semiespinal-
musculatura del dorso merece principalmente dos espinal para poder acceder al surco. Conforme se
consideraciones clínicas: profundiza en el surco, son observables los pe-
queños tendones del músculo longísimo que se
Inyecciones intramusculares. La musculatura de dirigen craneomedialmente para fijarse a las apó-
la región lumbar es un lugar idóneo para realizar fisis accesorias (cranealmente también a las cos-
este tipo de inyecciones, que suelen resultar me- tillas) y los ramos dorsales de los nervios espina-
nos dolorosas que las que se aplican en la muscu- les, que se localizan justo ventral a estas insercio-
latura caudal del muslo. nes. El disco intervertebral se sitúa en el espacio
que existe entre el tendón muscular y el ramo ner-
Acceso al raquis toracolumbar. Estos accesos vioso que le precede. Durante la fenestración, este
se utilizan para solventar fracturas o luxaciones último es desplazado cranealmente.
vertebrales y para la fenestración o descompre- El acceso lateral permite abordar más direc-
sión medular en casos de hernias discales. De- tamente el disco intervertebral. Tras incidir la piel
Dorso. Cola
pendiendo de la zona vertebral a la que queramos y la fascia toracolumbar a nivel de las cabezas
acceder, la incisión puede ser mediana o parame- costales y apófisis transversas lumbares se iden-
diana. tifican y separan los músculos longisimo e iliocos-
En el acceso mediano, la incisión se realiza tal lumbares: el disco intervertebral aparece en-
inmediatamente lateral a las apófisis espinosas, tre las apófisis transversas contiguas.
Figura 11-3. Acceso paramediano al raquis toracolumbar. 1: fascia toracolumbar. 2: m. semiespinal del tórax. 3: vértice
de las apófisis espinosas. 4: m. longísimo lumbar y torácico. 4’: inserciones del m. longísimo. 5: m. multífido. 6: ramo
dorsal de un nervio lumbar y vasos lumbares. 7: disco intervertebral. 8, 8’: apófisis transversas lumbares.
es
al
or
interior del canal vertebral, sin comprometer a la noidea, ocupada por líquido cefalorraquídeo y
os
Entre el periostio del canal vertebral y la mé- intradural) puede tener un fin anestésico, diag-
of
Pr
es
Figura 11-4. Estructuras del canal vertebral. 1: espacio
epidural. 2: duramadre. 3: espacio subdural. 4: aracnoides.
al
subaracnoideo.
M
L.
e
d) La médula espinal termina caudalmente a ni- primera apófisis espinosa del sacro. 3: espina ilíaca
vel de la 6ª-7ª vértebra lumbar en el perro, aun- dorsocraneal.
que en razas pequeñas puede llegar hasta el
sacro; en el gato finaliza entre la primera y ter-
cera vértebra sacra. El saco dural (y por lo la línea media dorsal, en el punto equidistante si-
tanto el espacio subaracnoideo) termina a ni- tuado entre los planos transversales trazados a
vel de la primera vértebra sacra en el perro, y nivel de la protuberancia occipital externa, y la unión
entre la tercera vértebra sacra y primera cau- de la parte más saliente de las alas del atlas; la
dal en el gato. aguja se introduce perpendicular al plano dorsal
Las punciones intrarraquídeas que se realizan del cuello, hacia el ángulo de la mándíbula.
en los carnívoros son las siguientes:
Punción lumbar. Se puede emplear para acce-
Punción de la cisterna cerebelo-medular (Fig. der al espacio epidural (anestesia epidural lum-
11-6). Esta punción es la más idónea para acce- bar), aunque su uso más frecuente es para llegar
der a la cavidad subaracnoidea para extraer líqui- al espacio subaracnoideo. La aguja se introduce
do cefalorraquídeo o introducir medicamentos o perpendicular en la líneal dorsal media, inmedia-
medios de contraste (mielografía). La cisterna se tamente por delante de las vértebras lumbares
localiza en el endocráneo, entre el cerebelo y la séptima, sexta o quinta (Fig. 11-2).
Dorso. Cola
(anestesia epidural caudal). La punción se realiza Figura 11-6. Referencias anatómicas en la punción de la
e
cisterna cerebelomedular.
entre el sacro y 1ª vértebra caudal, entre la 1ª y 2ª
os
intervertebral. 5’, 5’’: anillo fibroso y núcleo pulposo. 6: Figura 11-8. Músculos superficiales de la región lumbar y
or
ligamento longitudinal dorsal. 7: ligamento radiado de la sacra. Vista dorsal. 1: cresta ilíaca. 2: espina ilíaca
M
cola.
.J
of
Pr
rezca entre las vértebras T1 a T11, dado que a cervical, la descompresión se puede realizar re-
este nivel el ligamento intercapital -que une cada secando parcialmente el cuerpo de las vérte-
par de costillas y que camina por el suelo del ca- bras implicadas, mediante el acceso ventral al
nal vertebral- impide que el núcleo pulposo se raquis (ver CAPITULO 9).
adentre en el canal vertebral (Fig. 11-7); este li- En las intervenciones de descompresión es
gamento está ausente en los niveles T11-T12 y necesario tener en cuenta que sobre el suelo del
T12-T13. Los discos más afectados son los T11- canal vertebral camina el plexo venoso vertebral
T12 a L1-L2, es decir, los situados en el límite ventral, que está constituido principalmente por
entre una parte móvil y otra menos móvil del ra- dos vasos; en la región cervical, estas venas son
quis; además, el ligamento longitudinal dorsal es grandes y caminan próximas a los pedículos; a
muy débil en las regiones torácica caudal y lum- nivel toracolumbar, se sitúan más medialmente,
bar, siendo ineficaz para impedir la herniación divergiendo a nivel de cada uno de los espacios
nuclear. del disco intervertebral. Las hemorragias produ-
En el tratamiento quirúrgico, la técnica a em- cidas desde este plexo durante la intervención qui-
plear depende de la gravedad y situación del pro- rúrgica es el principal problema técnico.
ceso: En las actuaciones sobre el disco interverte-
-fenestración del disco intervertebral; consiste en bral, interesa conocer la situación precisa del mis-
seccionar ventral (a nivel cervical) o dorsolate- mo en relación a otras estructuras. Así, a nivel
Dorso. Cola
ralmente (a nivel toracolumbar) el anillo fibroso y cervical se utiliza como referencia el tubérculo
extraer el núcleo pulposo. dorsal de la apófisis transversa; este tubérculo
-descompresión; consiste resecar las láminas (la- proyecta aproximadamente el agujero interverte-
minectomía, hemilaminectomía) de las dos vér- bral de la vértebra palpada con la siguiente. A ni-
tebras dependientes del disco herniado; a nivel vel torácico, sirven de referencia las apófisis es-
COLA
tando de edad, los vasos son cada vez de ma- b) Musculatura. Las vértebras caudales están
e
los vasos. Son 7 los vasos arteriales que discu- y ventral) (Figs. 11-8, 11-9). De todos estos
rren a lo largo de la cola (Fig. 11-9): músculos únicamente interesa el músculo sa-
• a. caudal media: es impar, y discurre por la crocaudal dorsal lateral; este músculo repre-
cara ventral de las vértebras caudales. Es la senta la continuación caudal del músculo lon-
arteria más caudalosa. gísimo y es extensor de la cola. Su vientre mus-
• a. caudal lateral: es par, y discurre a ambos cular se sitúa principalmente en la región sa-
lados de la cola, superficialmente; su calibre cra, mientras que a nivel de la cola es tendino- Anatomía Clínica del Perro y Gato
también es importante. so; este tendón camina a lo largo de la cola
• a. caudal ventrolateral y a. caudal dorsolate- por sus porciones dorsolaterales, fijándose a
ral: estas arterias son pares, y discurren en las vértebras caudales. El tratamiento de la “cola
profundidad por los lugares de referencia; su enroscada” consiste en la miectomía de este
calibre es pequeño. tendón en varios puntos.
es
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Tórax
-Articulación costocondral. la rodea; hay que tener presente este periostio está
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VÍSCERAS TORÁCICAS
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pone el límite más craneal de inserción del dia- Entre esta línea y el borde basal del pulmón
fragma en las paredes costales, por lo que (ver más adelante) se sitúa el receso costodiafrag-
establece de una forma precisa las porciones más mático; este espacio virtual de la cavidad pleural
es ocupado por el pulmón durante la inspiración; diatamente dorsal a la unión costocondral a nivel Anatomía Clínica del Perro y Gato
sin embargo, ni en casos de inspiración forzada, del 7º o 8º espacio intercostal.
lo ocupa completamente. Por consiguiente, el in-
terés de este receso radica en que en las puncio- PULMONES
nes pleurales o en los accesos transtorácicos a la PROYECCIÓN PARIETAL. La proyección parietal de los
cavidad u órganos abdominales no se afectan los pulmones sirve de base para establecer el área
pulmones. Este receso tiene una anchura aproxi- de exploración pulmonar y los lugares idóneos de
mada de 4 centímetros en el perro de talla media, punción.
y discurre paralelo y craneal al arco costal. El área de exploración pulmonar (Fig. 12-8)
La toracocentesis o punción de la cavidad pleu- es relativamente pequeña, dado que lateralmente
ral (Fig. 12-8), puede realizarse en cualquier pun- la espalda se superpone a la pared costal; ventral-
to a lo largo del receso costodiafragmático. Sin mente, el grosor de la musculatura pectoral impi-
embargo, dado que esta punción suele realizarse de igualmente la exploración. El área de explora-
para la evacuación de líquidos (piotórax, hemotó- ción está limitada cranealmente por la línea an-
rax, quilotórax), es aconsejable realizarla en los cónea (o 5ª costilla), dorsalmente por el límite
lugares más declives para facilitar la salida del flui- lateral de la musculatura del dorso (o línea que
do por gravedad. Así, la punción se realiza inme- une la tuberosidad coxal con el ángulo caudal de
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la escápula), y caudalmente (borde basal) por la A la auscultación, se puede percibir dos tipos
línea oblicua que pasa por la 6ª costilla a nivel de de sonidos. El murmullo vesicular, corresponde al
la articulación costocondral, 8ª costilla a nivel de sonido provocado por la entrada (y salida) de aire
su centro y del 11ª espacio intercostal a nivel de en los sáculos alveolares desde los bronquiolos
la musculatura del dorso. Dado que basalmente respiratorios; es detectable en toda el área de ex-
el grosor pulmonar es fino, el límite basal de ex- ploración. El sonido bronquial es debido al paso
ploración pulmonar no se corresponde del aire por los bronquios y sólo es detectable en
exactamente con el borde basal anatómico del la región axilar, a no ser que se trate de un animal
pulmón; éste se extiende 1-2 centímetros caudal soñoliento o dormido.
al límite basal de exploración. Las punciones intrapulmonares tienen por
A la percusión, debido a que el tejido pulmonar objeto fundamentalmente la introducción directa de
es una fina mezcla de estructuras sólidas y aire, medicamentos en el espesor del parénquima pul-
emite una resonancia típica pulmonar (sonido cla- monar. La punción se debe de realizar en aquellas
Tórax
ro pulmonar). Caudalmente, este sonido cambia zonas donde este parénquima tiene mayor espe-
bruscamente a mate, debido a la presencia del sor: tercio dorsal de los espacios intercostales 5º
hígado o del contenido gástrico o intestinal. a 8º.
Figura 12-8. Proyección de algunas formaciones de la cavidad torácica y sus aplicaciones clínicas. Las costillas 3, 7, 10
están marcadas con el número que les corresponde. 1, 2 y 3: lugares de máxima audibilidad de las válvulas pulmonar,
es
aórtica y atrioventricular izquierda, respectivamente. 4: lugar de máxima audibilidad de la válvula atrioventricular dere-
al
cha y de punción cardíaca (por el lado derecho). 5: lugar de palpación del choque de la punta. 6: lugares idóneos de
or
toracocentesis. 7: lugares idóneos de punción pulmonar. 8: proyección del corazón. 9: proyección del diafragma. 10:
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borde basal del pulmón en situación de reposo. 11: línea de refleje plural costodiafragmática.
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última característica hace que estas especies es- comprobación se realiza simplemente introducien-
tén predispuestas a padecer torsiones lobulares, do solución salina estéril en la cavidad torácica y
normalmente consecuentes a traumatismos. En la sumergiendo los lugares de sutura; simultánea-
lobectomía conviene en primer lugar realizar la mente se aumenta la presión en el sistema de ven-
doble ligadura del vaso arterial lobular, para pre- tilación.
venir la congestión y hemorragias, dado el colap- Por otra parte, es característico de los pul-
so microvascular que conlleva. En el pulmón iz- mones el no presentar anastomosis
quierdo, la arteria pulmonar lobular se sitúa dorsal arteriovenosas, es decir, que todos los ramos
a cada bronquio lobular; en el pulmón derecho, se arteriales terminan capilarizándose. Esta
sitúa ventrolateralmente. Posteriormente se pro- circunstancia hace que los pulmones actúen como
cede al aislamiento y ligadura de los vasos veno- un filtro, en donde trombos, células tumorales o
sos del lóbulo a resecar; finalmente se secciona y larvas de parásitos quedan atrapadas; este hecho
sutura el bronquio lobular explica la frecuencia con que se produce
La neumonectomía, o resección completa de alteraciones pulmonares, a veces como
un pulmón, supone la ligadura cada una de las consecuencia de enfermedades en otros órganos.
venas pulmonares y arteria pulmonar del lado co-
rrespondiente; previamente a la ligadura, es nece- CORAZÓN Y PERICARDIO
sario aislar cada uno de los vasos. PROYECCIÓN PARIETAL. El corazón ocupa una buena
En cualquier caso, estas intervenciones requie- parte de la cavidad torácica. Se sitúa entre la 3ª
Tórax
ren comprobar la perfecta clausura de los bron- costilla y el 6º espacio intercostal en el perro, y
quios o bronquiolos seccionados; el escape de entre la 4ª costilla y el 7º espacio intercostal en el
aire a través de ellos provocaría neumotórax. Esta gato. Llas porciones dorsales se proyecta a nivel
Figura 12-10. Vista lateral de las estructuras de la raíz pulmonar derecha tras traccionar dorsalmente los lóbulos
pulmonares. Vasos ocupados por látex coloreado. En B se han seccionado las venas pulmonares derechas y la arteria
del lóbulo accesorio. 1: lóbulo craneal. 2: lóbulo medio. 3: lóbulo caudal. 4: lóbulo accesorio. 5, 5’: vv. pulmonares de
lóbulo craneal. 6, 6’: aa. del lóbulo craneal. 7: bronquio lobular craneal. 8: v. del lóbulo medio. 9: a. del lóbulo medio. 10:
bronquio lobular medio. 11: v. del lóbulo caudal. 12: a. del lóbulo caudal. 13: bronquio lobular caudal. 14: v. del lóbulo
accesorio. 15: a. del lóbulo accesorio. 16: bronquio lobular accesorio. 17: v. cava craneal. 18: v. ácigos. 19: v. cava
caudal. 20: tráquea. 21: corazón. 22: n. frénico derecho.
es
de la línea imaginaria que une el acromion con el lo cual es percibido por los dedos. Dada la des-
al
extremo ventral de la última costilla (Fig. 12-8). Sin viación del vértice cardíaco hacia el lado izquier-
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embargo, su área de exploración a la percusión do, el choque de la punta es más fácil detectarlo
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es más estrecha, pues la matidez sólo es aprecia- por este lado, y a nivel del 5º espacio intercostal,
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ble a nivel del su contacto con la pared. Así, dentro próximo al esternón.
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de esta área de proyección cardíaca podemos dis- La auscultación es una técnica exploratoria ru-
os
• zona de contacto directo del corazón (pericar- se detectan básicamente dos sonidos o tonos:
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Figura 12-11. Acceso al ligamento (conducto) arterioso. Estructuras anatómicas a considerar tras la toracotomía en el
4º espacio intercostal izquierdo (A), tras la elevación de los lóbulos pulmonares (B) y tras incidir en el saco pericárdico
dorsal al nervio frénico. 1: corazón. 2, 2’: porciones craneal y caudal del lóbulo pulmonar izquierdo. 3: aurícula izquierda.
4: n. frénico izquierdo. 5: aorta. 6: tronco pulmonar. 7: n. vago. 8: sección del saco pericárdico. 9: ligamento arterioso.
es
10: tronco braquiocefálico.
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interesa detectar el sonido producido por cada una rrente circulatorio. El punto más idóneo para rea-
M
de las válvulas por separado. Estos puntos de lizar esta punción corresponde al 4º (o 5º) espacio
L.
máxima audibilidad valvular (Fig. 12-8) no coinci- intercostal derecho, a nivel de la articulación cos-
e
den con los lugares de proyección parietal de cada tocondral (Fig. 12-8); la aguja se introduce con una
os
válvula, dado que la propagación del sonido des- ligera inclinación dorsocraneal. Con esta técnica
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de las zonas cardíacas cubiertas por pulmón se conseguimos evitar que se perforaren los pulmo-
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Pr
distorsiona y desvía más o menos hacia la escota- nes (dado que a este nivel se sitúa la escotadura
dura cardíaca de los pulmones. Los puntos de cardíaca, más amplia en el pulmón derecho), y
máxima audibilidad valvular en el perro se sitúan acceder al ventrículo derecho, de mayor amplitud
en: y paredes más delgadas; además, en este punto
• Válvula pulmonar: 3ª espacio intercostal izquier- no existen arterias coronarias sobre el corazón.
do, junto al borde del esternón. La punción pericárdica o pericardiocentesis
• Válvula aórtica: 4º espacio intercostal izquierdo se realiza a través de la escotadura cardíaca del
a nivel de la línea horizontal trazada desde el pulmón, que se encuentra por el lado derecho ven-
hombro. tralmente a la unión costocondral, a nivel de los
• Válvula atrioventricular izquierda (mitral): 5º es- espacios intercostales 4ª-6ª.
pacio intercostal izquierdo a nivel de la unión
costocondral. ACCESO QUIRÚRGICO. El éxito de la cirugía cardiovas-
• Válvula atrioventricular derecha (tricúspide): 4º cular depende en gran medida del conocimiento
espacio intercostal derecho a nivel de la unión anatómico del tórax y de las estructuras cardio-
costocondral. vasculares. La mayoría de las estructuras de inte-
En el gato, la válvula pulmonar y aórtica se ex- rés en los procedimientos quirúrgicos cardíacos
ploran en el 4º espacio intercostal izquierdo, dor- se revelan mediante toracotomía lateral en el 4º
salmente; la válvula atrioventricular izquierda a ni- espacio intercostal; sin embargo, si se quiere ex-
vel del 6º cartílago costal izquierdo; y la válvula poner el ventrículo izquierdo, la toracotomía debe-
atrioventricular derecha en el 5º espacio intercos- rá realizarse en el 5º o 6º espacio intercostal; si se
Tórax
tal derecho a nivel de la articulación costocondral pretende acceder a las venas cavas, ácigos o atrio
La punción cardíaca se realiza con fines euta- derecho, es preferible realizar la toracotomía por
násicos o como vía de urgencia de acceso al to- el lado derecho.
es
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Figura 12-12. Secciones ecográficas del corazón (4º espacio intercostal izquierdo). 1: ventrículo izquierdo
(diástole). 2: ventrículo derecho (diástole). 2: septo interventricular. 4: músculo papilar. 5: atrio izquierdo. 6:
L.
ostium atrioventricular izquierdo. 7: cúspide de la válvula atrioventricular izquierda (abierta). 8: atrio derecho.
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Tras la toracotomía, y para visualizar comple- tral a la aorta, dorsal al tronco pulmonar, a nivel
tamente el corazón, el lóbulo craneal del pulmón donde el nervio vago pasa entre los dos vasos y
debe ser rotado a nivel de su base y desplazado medialmente a este nervio. Para acceder al mis-
caudalmente. El corazón aparecerá cubierto por mo es necesario seccionar el pericardio paralelo y
el pericardio. Por el lado izquierdo se sitúa la aorta dorsal al nervio frénico (Fig. 12-11).
ascendente, arco aórtico y el tronco pulmonar; es-
tos dos últimos quedan vinculados por el ligamen- CARDIOPATÍAS CONGÉNITAS. Finalmente, interesa es- Anatomía Clínica del Perro y Gato
to arterioso. Por el derecho se apreciarán las ve- tablecer las bases anatómicas de ciertas cardio-
nas cava craneal, cava caudal y ácigos. El nervio patías congénitas, motivadas por malformación del
vago izquierdo se sitúa próximo a la base del co- corazón. Como muestra de estas cardiopatías con-
razón, cursando por la cara lateral del arco aórtico; génitas trataremos el conducto arterioso persis-
el nervio laríngeo recurrente izquierdo se despren- tente y agujero oval persistente.
de del nervio vago a este nivel, prosiguiendo con- Para comprender estas patologías, es necesa-
torneando caudalmente el arco aórtico. Por el lado rio conocer la circulación fetal y los cambios que
derecho, el nervio vago discurre sobre la vena cava se producen al nacimiento. La circulación fetal vie-
craneal, continuando medialmente a la vena áci- ne determinada por el hecho de que la sangre oxi-
gos; sobre la base cardíaca se divide en el ramo genada procede de la placenta, y que los pulmo-
dorsal y ventral. Hay que tener en cuenta que la nes son afuncionales; estas circunstancias hacen
manipulación del nervio vago provoca vagotonía innecesarias la compartimentación del corazón
(bradicardia, hiperperistaltismo intestinal). El ner- para separar la circulación pulmonar (corazón de-
vio frénico, situado más ventralmente, es fácilmen- recho) de la sistémica (corazón izquierdo), a la vez
te identificable (Fig. 12-13). que debe estar preparado para separarlas en el
El ligamento (conducto) arterioso se sitúa ven- momento del nacimiento. Existen dos vías de co-
que conduce a congestión pulmonar; al atrio iz- -nervios laríngeos recurrentes y frénicos.
M
quierdo llega más sangre de la debida, por lo que -terminación del conducto torácico.
L.
que se percibe con regularidad y máxima intensi- filtrado entre los lóbulos caudal y accesorio del
dad por el lado derecho. pulmón derecho. El corazón y sus troncos vascu-
Otras anormalidades congénitas frecuentes son lares, y el pericardio, aunque situados en el me-
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Figura 12-13. Vistas lateral izquierda (A) y derecha (B) del mediastino del perro. 1, 2, 3, 4, 5: costillas 1, 3, 6, 9
y 12, respectivamente. 6: arco costal 7, 7’: diafragma. 8, 8’: lóbulos craneal y accesorio del pulmón derecho. 9:
esófago. 10: corazón (cubierto por el pericardio). 11: ventrículo derecho. 12: ventrículo izquierdo. 13: ligamento
frenicopericárdico. 14: a. pulmonar izquierda. 15: vv. pulmonares. 16: tronco braquiocefálico. 17: aorta torácica.
18, 18’: n. frénico. 19, 19’: n. vago. 20, 20’, 21, 21’: troncos vagales dorsal y ventral. 22: conducto torácico. 23:
hígado. 24: tráquea. 25: v. cava craneal. 26: v. costocervical. 27: v. ácigos. 28: v. cava caudal. 29: a. y v. torácica
interna. 30: pliegue de la v. cava caudal. 31: tronco simpático. 32. ganglio cervicotorácico.
diastino, han sido tratados con anterioridad. animales jóvenes. El interés de estas perforacio-
En el perro y gato existen PERFORACIONES MEDIAS- nes radica en que determinadas patologías uni-
TÍNICAS que hacen que ambas cavidades pleurales laterales (neumotórax, pleuritis, hidrotórax) pue-
estén comunicadas. Estas aperturas suelen ser den hacerse bilaterales, con fatales consecuen-
microscópicas y no las presentan normalmente los cias. A pesar de estas comunicaciones, los carní-
voros pueden soportar un neumotórax agudo uni- base del corazón, entre la vena ácigos y el arco
lateral, siempre que no esté afectado el mediasti- aórtico; la segunda se sitúa próxima al diafragma.
no. La obstrucción desencadena una dilatación eso-
fágica craneal al lugar de la obstrucción. La difi-
ESÓFAGO cultad o imposibilidad de introducir una sonda
La porción torácica del esófago transita a lo lar- esofágica en el estómago sirve de prueba
go de la cavidad por el mediastino, terminando por diagnóstica.
perforar al diafragma. En el mediastino craneal se El megaesófago congénito normalmente se
sitúa a la izquierda de la tráquea; en el mediastino produce al destete, cuando los animales empie-
medio camina dorsalmente a la tráquea, entre el zan a tomar alimentos sólidos. Puede tener un ori-
arco aórtico -por la izquierda- y la vena ácigos -por gen nervioso (megaesófago idiopático) o ser mo-
la derecha-; en el mediastino caudal se dispone tivado por malformaciones de los arcos aórticos.
ventralmente a la aorta torácica. Esta trayectoria Tanto en el megaesófago idiopático como en
es necesario tenerla presente en el acceso qui- la acalasia, se produce una falta de sincronismo
rúrgico al esófago; la exposición de las porcio- entre las contracciones del esófago y la apertura
nes craneales suele realizarse por el lado izquier- del cardias o a una falta de motilidad del esófago.
do, al transitar el órgano a la izquierda de la trá- A este respecto, es necesario mencionar que, en
quea y dorsal al tronco braquiocefálico, aunque se el perro, la mayor parte de la musculatura esofá-
deberá tener especial cuidado para que no resulte gica es estriada, estando controlada por el nú-
seccionado el conducto torácico, que discurre so- cleo ambiguo; únicamente los últimos 1-2 centí-
bre la cara izquierda del esófago en sentido cra- metros del esófago presenta musculatura lisa, con-
neoventral; para exponer las porciones medias del trolada por el núcleo parasimpático del nervio
es
esófago, la toracotomía normalmente se suele rea- vago; en el gato, es el último tercio del esófago el
al
lizar por el lado derecho, dado que por este lado la que posee musculatura lisa. En estas patologías,
or
mayoría de los grandes vasos quedan situados a a pesar de la presencia de regurgitación, la son-
M
órgano, aunque este vaso puede ser ligado sin que el estómago. El carácter estriado de la mayor parte
e
es conveniente que el acceso se realice por el lado tamiento de ciertas patologías de este órgano sean
of
Pr
izquierdo, dado que por este lado -salvo la aorta, de dudosa utilidad en los carnívoros.
que transita dorsalmente- no existen vasos impor- En cualquier caso, tanto en un caso como en el
tantes; la necesaria reclinación craneal del lóbulo otro, el tratamiento definitivo es quirúrgico; éste se
caudal del pulmón para acceder a estas porciones basa en realizar incisiones longitudinales a nivel a
del esófago conlleva la rotura del ligamento pul- de la unión gastroesofágica -que lleguen hasta
monar, que vincula la cara medial de este lóbulo al submucosa-, para que el esfínter del cardias ac-
mediastino. En cualquier caso, dada la estrecha túe en menor medida (miotomía gastroesofágica),
relación que mantiene con el nervio vago y sus facilitándose la entrada del alimento al estómago.
ramos, es conveniente previamente identificarlos La intervención se realiza mediante toracotomía
y aislarlos, para evitar su posible lesión accidental lateral izquierda en el 9º espacio intercostal; una
(Fig. 12-14). vez eliminadas las fijaciones del diafragma con el
Una de las patologías más frecuente del esófa- esófago, se tracciona de éste para exponer las
go es el megaesófago o dilatación del mismo, cuya primeras porciones del estómago; los troncos va-
sintomatología más característica es la regurgita- gales, que caminan dorsal y ventralmente al esó-
ción postprandial. El megaesófago adquirido tie- fago, deben ser aislados para que no resulten da-
ne lugar en perros jóvenes o adultos, y puede ser ñados; finalmente se realiza la miotomía. En caso
causado por obstrucciones o tener un origen ner- necesario también se puede realizar una cardio-
vioso (acalasia). En el megaesófago obstructivo, plastia, consistente en eliminar la unión gastroeso-
actúa como factor anatómico predisponente el fágica, suturando posteriormente el estómago al
hecho de que el esófago torácico presente dos esófago.
Tórax
Figura 12-14. Acceso a las porciones caudales del esófago torácico. Lado izquierdo. 1: ligamento pulmonar. 2: lóbulo
caudal (reclinado cranealmente). 3: pulmón derecho (lóbulo accesorio). 4: aorta. 5: corazón. 6: diafragma. 7, 7’: troncos
vagales. 8: n. frénico. 9: esófago.
15). Recordemos que, inicialmente, de la aorta transitar de izquierda a derecha sobre el esófa-
ventral se desprenden cinco pares de arcos aór- go, al que comprime.
ticos (del 1º al 6ª; el 5º arco no llega a desarrollar-
es
se), que terminan en las raíces aórticas dorsales
al
aórtico izquierdo y de la porción la raíz aórtica que cisterna del quilo y del conducto torácico es muy
L.
la continúa se forma el arco aórtico; el conducto útil para la comprensión y tratamiento del quilotó-
e
arterioso, que une el arco aórtico con el tronco rax. Esta patología no es más que un acúmulo de
os
pulmonar, procede de las porciones finales del 6º linfa, procedente del conducto torácico, en el es-
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arco aórtico izquierdo. El 4ª arco aórtico derecho pacio pleural. Suele estar causada por traumatis-
of
Pr
y la primera porción de la raíz aórtica derecha for- mos penetrantes que afectan al conducto torácico
ma la arteria subclavia derecha. y, sobre todo, por la sección accidental del mismo
En la persistencia del 4º arco aórtico derecho, durante actos quirúrgicos en la cavidad torácica.
el arco aórtico se forma por el 4º arco aórtico dere- Por consiguiente, conviene conocer con precisión
cho y de la porción de la raíz dorsal que le conti- su situación.
núa. El 4º arco izquierdo evoluciona a arteria sub- El conducto torácico parte de la cisterna del
clavia izquierda; sin embargo, el conducto arterio- quilo, que no es más que un reservorio sacular Anatomía Clínica del Perro y Gato
so se sigue formando de las formaciones arteria- que recoge la linfa procedente de los troncos me-
les izquierdas; así, el 6º arco aórtico y las porcio- sentérico y lumbar; se sitúa sublumbarmente, en-
nes que le continúan de la raíz dorsal hasta la aor- tre la primera y cuarta vértebra lumbar, dorsal y a
ta, formarán este conducto; la consecuencia es que la derecha de la aorta, bordeado lateralmente por
el ligamento arterioso que se forme comprime al los pilares del diafragma. En el gato se sitúa entre
esófago (situado ahora a la izquierda del arco aór- la vértebra T13 y L3 y está dividida en una porción
tico) entre el tronco pulmonar y la aorta. En este sacular grande, dorsal a la aorta, y una porción
caso el tratamiento es quirúrgico, y consiste en plexiforme, ventral a este vaso arterial.
seccionar el ligamento arterioso mediante toraco- El conducto torácico se desprende cranealmen-
tomía a nivel del 4º espacio intercostal izquierdo. te de la cisterna, adentrándose en la cavidad torá-
Otra anormalidad, aunque menos frecuente, cica a través del hiato aórtico del diafragma. En el
consiste en que la arteria subclavia derecha se perro, el conducto camina por las porciones dor-
forma a partir las porciones finales de la raíz aórti- solaterales derechas de la aorta, lateralmente a las
ca derecha (las porciones iniciales y el 4º arco de- arterias intercostales dorsales, y ventralmente a la
recho involucionan); en este caso, la arteria se vena ácigos; a nivel de la vértebra T5 gira hacia el
desprende más dorsal y caudalmente, teniendo que lado izquierdo, dorsalmente a la aorta, continuán-
GANGLIO CERVICOTORÁCICO
Aunque poco frecuente en la práctica, a veces
puede interesar el bloqueo anestésico del gan-
glio cervicotorácico (o ganglio estrellado). De este
ganglio parten las fibras simpáticas que inervan
la musculatura lisa de las arterias del miembro to- Figura 12-15. Esquema de la evolución de los arcos aórticos
es
4º y 6º en un animal normal (A) y en la persistensia del 4º
rácico y de la cabeza, por lo que su bloqueo con-
arco aórtico derecho (B). Vista dorsal. En la figura de origen
al
duce a una vasodilatación, que a su vez provoca se indica los segmentos que darán lugar a los vasos defi-
or
una hipertermia periférica, que en determinadas nitivos en el animal normal. I, II, II, IV, VI: arcos aórticos. 1:
M
circunstancias se busca para solventar inflama- aorta ventral. 2: raíz aórtica dorsal. 3: aorta dorsal. 4: esófa-
L.
ciones crónicas en estas partes corporales. go. 5: arco aórtico izquierdo. 5’: arco aórtico derecho (per-
e
yecta hacia el centro del 8º espacio intercostal cierre de los pliegues pleuroperitoneales; en este
derecho-; el hiato esofágico se halla más dorsal- caso se produce comunicación entre las cavida-
mente y hacia la izquierda, en la vertical trazada des peritoneal y pleural, dorsalmente.
13
Abdomen
mente y que se extiende entre las líneas verti- cas que se realizan sobre la pared abdominal para
cales trazadas a nivel de la última costilla y de acceder a los órganos que aloja.
la tuberosidad coxal. Los estratos parietales a seccionar depende-
-región umbilical, situada ventralmente y cuya rán del tipo de laparotomía que se realice. Las la-
es
referencia central es la cicatriz umbilical. En las parotomías se clasifican en: mediana, paramedia-
al
hembras está ocupada por las mamas abdo- na, iliolateral, paracostal y combinaciones de las
or
• Región abdominal caudal. Se sitúa ventralmen- mica depende de la situación del órgano o estruc-
L.
te, entre ambos pliegues laterales, y extendida tura sobre la que se vaya a intervenir, dado que se
e
-región púbica, situada cranealmente al pubis. En LAPAROTOMÍA MEDIANA. Este tipo de laparotomía
of
Pr
el macho esta región constituye la región pre- es la que se realiza con mayor frecuencia, dado
pucial y en la hembra la región mamaria ingui- que permite el acceso a la mayoría de las vísceras
nal. abdominales. La sección parietal se realiza en la
-región inguinal, situada a ambos lados de la re- línea ventral media; a este nivel no existen múscu-
gión púbica. los, nervios ni vasos que provoquen hemorragia
(Fig. 13-6); además, el peritoneo parietal no se
retracta de los bordes de la herida quirúrgica como
REFERENCIAS DE SUPERFICIE (Fig. 13-2) ocurre en otros lugares. Tomando como referen-
cia la cicatriz umbilical, se clasifican en preumbili-
-tuberosidad coxal. cales, umbilicales y retroumbilicales.
-apófisis transversas lumbares. Una vez seccionada la piel y subcutáneo, la lí-
-últimas costillas. nea alba (Fig. 13-3) es visualizada e incidida lon-
-arco costal. gitudinalmente. La línea alba es una estructura fi-
-apófisis xifoides del esternón. brosa que se conforma por la unión de las vainas
del músculo recto del abdomen de ambos lados
(la vaina está constituida por la aponeurosis de
PAREDES DEL ABDOMEN inserción de los músculos de las paredes laterales
del abdomen); se extiende desde la apófisis xifoi-
LAPAROTOMÍAS des al pubis. Cranealmente al ombligo es ancha y
Abdomen
El conocimiento de la ESTRATIGRAFÍA de las pare- bien aparente (1 cm), mientras que caudalmente
des del abdomen sirve para establecer las bases se estrecha progresivamente hasta convertirse en
anatómicas de las laparotomías; las laparoto- una línea apenas visible en su tercio caudal. Pre-
mías (o celiotomías) son las incisiones quirúrgi- cisamente, las hernias umbilicales están asocia-
Figura 13-3. Laparotomía mediana. Línea alba tras inci- grasa subperitoneal (Fig. 13-5) que es necesario
e
dir piel y subcutáneo. 1: tejido subcutáneo (glándula resecar para acceder a la cavidad; conviene que
os
placa umbilical.
cicatrización. Caudalmente al ombligo se sitúa el
of
Pr
es
Figura 13-6. Esquemas de secciones transversales de la
al
Figura 13-5. Laparotomía mediana preumbilical. Grasa terno del abdomen. 2: m. oblicuo interno del abdomen. 3:
L.
subperitoneal rodeando a los ligamentos redondo y falci- m. transverso del abdomen. 4: m. recto del abdomen. 5:
forme del hígado.
e
v. epigástrica caudal.
dal superficiales, que se disponen subcutáneamen- • piel, subcutáneo y músculo cutáneo del tronco.
te a lo largo de la línea que une las papilas mama- • músculo oblicuo externo; las fibras de este mús-
rias, y los vasos epigástricos craneal y caudal, que culo se disponen casi horizontalmente, con una
discurren paralelos a los anteriores pero en pro- ligera orientación caudoventral; sus porciones
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Pr
Figura 13-8. Vistas lateral izquierda (A) y derecha (B) de las vísceras abdominales del perro in
situ. 1: diafragma (seccionado). 2: hígado. 3: estómago. 4: bazo. 5, 5’: riñones. 6: colon descen-
dente. 7: yeyuno. 8: grasa del ligamento falciforme. 9: omento mayor (seccionado). 10: ligamen-
to gastroesplénico. 11, 11’: cuernos uterinos. 12, 12’: ovarios. 13: a. ilíaca externa. 14: mesente-
rio. 15: a. y v. circunfleja ilíaca profunda. 16: pulmón izquierdo (retraído). 17: duodeno descen-
Abdomen
dente. 18: ciego. 19: páncreas. 20: m. longísimo lumbar. 21: m. iliopsoas. Línea azul: situación
del borde basal del pulmón en el animal vivo. Línea roja: línea de refleje pleural costodiafragmática.
es
VÍSCERAS ABDOMINALES
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Figura 13-12. Vista ventral del bloque visceral abdominal tras una laparotomía mediana. En B el omento mayor ha sido
e
reclinado cranealmente. 1: hígado. 2: bazo. 3: omento mayor. 3’: omento mayor reclinado cranealmente. 4: vejiga
os
urinaria. 5: yeyuno.
.J
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Pr
este omento actúa como un eje sobre el que rota hígado y asas yeyunales. El cardias se pro-
el estómago cuando se llena. A la curvatura ma- yecta a nivel del 9º espacio intercostal, el fon-
yor se une la hoja superficial del omento mayor. El do y cuerpo entre el 9º-11º espacio intercostal
bazo se posiciona a lo largo de las porciones iz- izquierdo y la porción pilórica entre el 9º y 10
quierdas de la curvatura mayor, donde queda vin- espacios intercostales derechos.
culado por el ligamento gastroesplénico. • Estómago moderadamente lleno. Al distender- Anatomía Clínica del Perro y Gato
se el fondo y cuerpo, el estómago se convierte
PROYECCIÓN PARIETAL. Debido a la conducta ingesti- en un saco común. La expansión se realiza en
va, el estómago se caracteriza por tener una topo- sentido caudoventral, por lo que llega a contac-
grafía muy variable, dependiendo del estado de tar ampliamente con el suelo de la cavidad y
repleción en que se encuentre. El estómago tiene arco costal izquierdo.
una enorme capacidad de distensión, que afecta • Estómago completamente lleno. En este caso,
sobre todo al fondo y cuerpo, y en mucha menor llega a ocupar la mitad izquierda de la cavidad
medida a la porción pilórica. Así, según la canti- abdominal, sobre todo a expensas de la cara
dad de ingesta que contenga, será más o menos visceral del cuerpo y porción pilórica; en estas
accesible a la exploración. circunstancias el estómago puede proyectarse
• Estómago vacío. En esta situación es inaccesi- entre las verticales trazadas a nivel de 6ª costi-
ble a la exploración, pues queda completamente lla y de la 3ª o 4ª vértebra lumbar. El bazo -uni-
alojado en la porción intratorácica del abdomen, do a la curvatura mayor por el ligamento gas-
sin contactar con las paredes costales; tampo- troesplénico- se desplaza caudalmente, aproxi-
co llega a contactar con el suelo de la cavidad mando su extremo ventral a la borde craneal
abdominal, pues a este nivel se intercalan el del pubis.
craneales tras una laparotomía mediana. 1: hígado. 2: es de gran interés conocer con precisión la vascu-
or
estómago. 3: curvatura mayor del estómago. 4: omento larización del estómago. Así, los principales va-
M
mayor. 5: duodeno descendente. 6: grasa subperitoneal sos sanguíneos discurren a lo largo de ambas cur-
L.
seccionada.
vaturas. Por la curvatura mayor caminan las arte-
e
CARDIAS Y PÍLORO. El cardias de los carnívoros es teria gastroduodenal (rama de la arteria hepática),
.J
amplio, lo que está relacionado con la facilidad para y la izquierda de la arteria esplénica; las porciones
of
Pr
el vómito en estas especies. Las consideraciones iniciales de la curvatura mayor (fondo) están irri-
anatomoquirúrgicas sobre el cardias quedaron pre- gadas por las arterias gástricas cortas, proceden-
cisadas a propósito del megaesófago idiopático y tes de la arteria esplénica. Por la curvatura menor
la acalasia (ver CAPÍTULO 12). discurren las arterias gástricas derecha (proceden-
El píloro, al contrario que el cardias, es estre- te de la arteria hepática) e izquierda (procedente
cho, lo que predispone a la estenosis pilórica. La directamente de la arteria celiaca).
estenosis pilórica congénita es motivada normal- De esta disposición vascular se desprende que
mente por una hipertrofia del esfínter pilórico. Es en la gastrotomía la incisión debe practicarse equi-
asintomática hasta que el animal empieza a inge- distante entre ambas curvaturas, dado que aquí la
rir alimentos sólidos, y se caracteriza por vómitos vascularización es menor. La cara directamente
en proyectil poco después de la ingestión. El trata- accesible es la parietal; si la gastrotomía se efec-
miento quirúrgico pretende ensanchar el canal pi- túa en la cara visceral del estómago es necesario
lórico mediante una piloromiotomía (consistente en -tras una laparotomía mediana- la previa realiza-
realizar una incisión longitudinal en la parte ven- ción de una apertura en la hoja superficial del
tral del píloro que afecte a las túnicas serosa y omento mayor, próxima a la curvatura mayor (Fig.
muscular) (Fig. 13-15) o una piloroplastia (consis- 13-13).
tente en suturar transversalmente una pilorotomía Igualmente, en las gastrectomías parciales es
longitudinal -técnica de Heineke-Mikulicz-). De necesario tener presente la trayectoria vascular y
cualquier forma, la intervención requiere la previa la parte del estómago irrigada por cada uno de
Abdomen
movilización del píloro para su mejor exposición; ellos. Así, los vasos gástricos derechos discurren
para ello, se secciona el ligamento hepatogástrico por la curvatura menor -ocultos por el omento
(omento menor) a este nivel; previamente, es con- menor- de derecha a izquierda desde el píloro; su
veniente identificar al conducto colédoco, el cual ligadura debe de realizarse próxima al estómago
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Figura 13-14. Secciones ecográficas del estómago del gato. Las flechas indican los límites del órgano.
L.
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y duodeno para evitar dañar las arterias hepática y píloro. La dilatación implica un torcimiento del
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gastroduodenal. La arteria gástrica izquierda se fondo que permite que el píloro y duodeno se
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Pr
incorpora a la curvatura menor próximo al cardias, desplacen en sentido craneal y dorsal, y que la
emitiendo ramos que se dirigen hacia la escotadu- curvatura mayor rote en sentido ventral; estos
ra angular y el cardias. Los vasos gastroepiploi- cambios hacen que el retorno venoso del estó-
cos discurren por la curvatura mayor, ocultos por mago esté comprometido, lo que provoca una
el omento mayor, emitiendo ramas para el estó- situación de hipoxia, acidosis y edema; el incre-
mago y el omento. Las arterias gastroepiploica iz- mento de la presión intragástrica terminará pro-
quierda y gástricas cortas son ramas de la arteria vocando la atonía del estómago. La dilatación Anatomía Clínica del Perro y Gato
esplénica, por lo que la ligadura de estos vasos gástrica provoca, igualmente, la compresión par-
deberá hacerse lo más próximo posible al estó- cial de los vasos venosos del bazo, lo lleva a su
mago -y tras traccionar del ligamento gastroesplé- congestión y aumento de tamaño (esplenome-
nico- para no comprometer el riego del bazo. Fi- galia). Sin embargo, la gravedad de la dilatación
nalmente, la arteria gastroepiploica derecha se in- aguda radica en los efectos respiratorios y car-
corpora a la curvatura mayor próximo a la porción diovasculares que induce. Así, el tremendo ta-
craneal del duodeno y cuerpo del páncreas. maño que adquiere el estómago hace que inva-
La vascularización del estómago y la trayecto- da el espacio torácico, comprometiendo la fun-
ria de otros vasos inciden directamente en la pato- ción respiratoria. El choque (hipovolémico) so-
genia de la Dilatación/Vólvulo del estómago. La breviene por la disminución del retorno venoso
dilatación aguda simple tiene lugar tanto en ani- al corazón: la vena cava caudal es comprimida,
males jóvenes (tras la sobreingestión de alimen- con el consiguiente secuestro sanguíneo y dis-
to) como en animales más viejos (aerofagia); cuan- minución del rendimiento cardíaco (que hace dis-
do el estómago se dilata sufre una serie de cam- minuir la perfusión tisular); si la dilatación conti-
bios anatómicos que si no se resuelven mediante núa también se comprime la vena porta -situada
el vómito provocan la obstrucción del esófago y sobre la curvatura menor del estómago- con lo
vejiga urinaria.
Pr
ción gástrica: compresión de los vasos venosos nos es variable dado que estas vísceras gozan de
gástricos (congestión gástrica) y de las venas cava gran movilidad; esta movilidad es motivada no sólo
caudal y porta (choque hipovolémico), de fatales por los propios movimientos digestivos sino tam-
consecuencia si no se actúa en las 4-5 primeras bién por las variaciones de la capacidad abdomi-
tiflectomía. 1: ciego. 2: colon ascendente. 3: íleon. 4: va- Finalmente, del resto del intestino grueso, el
sos cecales. 5: pliegue ileocecal. 6: vasos ileales colon descendente (Fig. 13-16, 13-17) es espe-
antimesentéricos. cialmente fácil de identificar al situarse en las por-
ciones más dorsales e izquierdas, y al estar sus-
pendido por un mesocolon corto (al igual que el
El duodeno descendente está irrigado por las duodeno descendente).
arterias pancreaticoduodenales craneal y caudal. Esta irrigado por las arterias cólica izquierda
Estos vasos discurren por el mesoduodeno próxi- (rama de la arteria mesentérica caudal) y cólica
mas y paralelas al órgano, y como su nombre indi- media (rama de la arteria mesentérica craneal),
ca, también se encargan del riego del páncreas. que se anastomosan (Fig. 13-21). Estos vasos dis-
Estas circunstancias hacen que en las reseccio- curren por el mesocolon cerca y paralelos al co-
nes parciales del duodeno se deban ligar los ra- lon, por lo que en las colectomías, las ligaduras
mos duodenales que se desprenden de estas ar- vasculares deben realizarse próximos al órgano
terias, lo más próximo al duodeno -lo que requiere para no comprometer el riego de otras partes del
tensar previamente el mesoduodeno- para preser- mismo.
var el riego del páncreas.
El yeyuno es la parte más extensa del intesti- PÁNCREAS
no; el estar suspendido por un mesenterio largo El páncreas se PROYECTA entre los planos trans-
hace que sea fácilmente accesible al cirujano o versales correspondientes a la 12ª vértebra torá-
Abdomen
que pueda ser movilizado para exponer otras par- cica y 4ª vértebra lumbar. El lóbulo izquierdo, el
tes intestinales situadas más dorsalmente. Para cuerpo y las porciones craneales del lóbulo dere-
localizar los extremos oral y aboral de una asa cho se sitúan en las porciones intratorácicas del
yeyunal se deslizan los dedos por el mesenterio abdomen por lo que son inaccesibles a la explo-
13-18).
or
Figura 13-23. La apertura de un ojal en la hoja superficial del omento mayor próximo a la curvatura mayor del estómago
permite acceder al lóbulo izquierdo del páncreas y a la cara visceral del estómago, así como inspeccionar la vena
esplénica. 1: estómago. 2: lóbulo izquierdo del páncreas. 3: omento mayor. 4: duodeno descendente. 5: v. esplénica. 6:
hígado. 7: bazo. 8: colon transverso.
es
tener en cuenta las variaciones que presentan los En la punción esplénica se aprovecha esta
al
conductos pancreáticos, lo que exige su visualiza- situación; una vez palpado el bazo, la aguja bióp-
or
ción antes de realizar la sección para preservar el sica se inserta ventralmente al arco costal izquier-
M
drenaje del otro lóbulo. En el perro, el conducto do a nivel de la vertical trazada desde el último
L.
nal mayor -junto con el conducto colédoco-, situa- mica más importante se refiere a la vasculariza-
.J
da a unos 5 centímetros del píloro) puede estar ción (Fig. 13-25). La arteria y vena esplénica ca-
of
Pr
ausente, por lo que es necesario preservar el con- minan a lo largo del hilio, emitiendo ramos para el
ducto pancreático accesorio (que drena sobre todo bazo; dorsalmente desprenden los vasos gástri-
del lóbulo derecho, terminando en la papila duo- cos cortos, hacia la mitad del hilio los vasos gas-
denal menor, situada a unos dos centímetros de la troepiploicos izquierdos y, algo más proximalmen-
papila mayor). En el gato ocurre lo contrario, es te, los vasos pancreáticos para el lóbulo izquierdo
decir, que el conducto constante es el principal, del páncreas. De estas ramificaciones se despren-
mientras que el accesorio está presente en el 20% de que el cirujano debe ligar todas y cada una de
de los animales. las ramas arteriales esplénicas lo más próximo
posible al órgano para no comprometer el riego
BAZO del estómago y páncreas.
La topografía del bazo es variable dado que, En la dilatación o vólvulo gástrico es de interés
al estar vinculado a la curvatura mayor del estó- inspeccionar la arteria y vena esplénica, pues la
mago por el ligamento gastroesplénico, su posi- existencia de trombosis aconseja realizar la esple-
ción depende de la que presente el estómago; nectomía; para ello -y tras la laparotomía media-
además, al actuar como un reservorio de sangre, na- se abre un ojal en la hoja superficial del omen-
su tamaño varía ampliamente; su extremo ventral to mayor, ligeramente a la izquierda de la línea
puede cruzar la línea ventral media y situarse a media; estos vasos se sitúan adyacentes al lóbulo
nivel del arco costal derecho. En cualquier caso, izquierdo del páncreas, en la hoja profunda del
se dispone verticalmente y en contacto con la pa- omento mayor.
Abdomen
red toracoabdominal izquierda. En casos de mo- En la torsión esplénica -que puede ser una com-
derada repleción gástrica, el órgano es accesible plicación de una dilatación o de un vólvulo gástri-
a la exploración palpatoria caudoventralmente al co-, la patogenia es consecuencia de la distribu-
arco costal izquierdo (Figs. 13-8, 13-10). ción vascular: secuestro de sangre por el bazo (es-
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Figura 13-24. Secciones ecográficas del hígado y bazo. 1: bazo. 2: vesícula biliar. 3: hígado. 4: diafragma. Anatomía Clínica del Perro y Gato
5: estómago. 6: v. cava caudal. 7: riñón. Flechas rojas: vv. hepáticas. Flechas verdes: sistema porta. Flechas
amarillas: límites del bazo. Flechas rosas: límites del riñón.
plenomegalia, hipovolemia) e isquemia del estó- procesos que cursan con hepatomegalia, puede
mago y páncreas. ser palpado caudalmente al arco costal derecho.
Sin embargo, en el gato (Fig. 13-10) es fácilmente
HÍGADO palpable a través de las paredes abdominales de-
La mayor parte del hígado de los carnívoros se rechas, dado que el lóbulo medial derecho se ex-
sitúa intratorácico, algo desviado hacia el lado de- tiende muy caudalmente, llegando hasta la prolon-
recho, en contacto con las paredes costales. En el gación vertical de la última costilla.
caso del perro (Fig. 13-8), la exploración palpato- A la percusión, la matidez hepática se percibe,
ria está impedida dado que sólo las porciones ven- por el lado derecho, entre el arco costal y el límite
trales sobrepasan el arco costal; la palpación a este basal de exploración pulmonar, y ventralmente al
nivel resulta difícil debida a la masa carnosa del arco costal entre la 7º y 9º costilla. Por el lado iz-
músculo recto del abdomen; únicamente, en los quierdo existe una pequeña área de matidez entre
pone inmediatamente caudal al esternón, ligera- bares y arco costal. El riñón derecho se topografía
mente desplazado a la derecha, o bien en los es- entre las vértebras lumbares 1ª a 3ª, y el izquierdo
pacios intercostales 11 o 12. En estos niveles se entre las vértebras 2ª a 4ª.
identifican fácilmente la vesícula biliar, los conduc- En el perro, el éxito en la localización de los
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M
Figura 13-27. Secciones ecógráficas transversales (A, B) y longitudinales (C, D) del riñón del perro (A, B) y
del gato (C, D). Flechas rojas: corteza renal. Flechas verdes: médula renal. Flechas amarillas: pelvis renal.
L.
riñones (Fig. 13-8) es imprevisible; lo más frecuen- se localizan lateral al mesocolon descendente (el
te es que del riñón izquierdo solo pueda ser identi- izquierdo) o mesoduodeno (el derecho); los riño-
ficable su polo caudal en el ángulo lumbocostal; el nes aparecen subperitonealmente cubiertos por
riñón derecho normalmente no es accesible; en abundante grasa (cápsula adiposa). Una vez eli-
algunos perros -generalmente de razas grandes- minadas las fijaciones, se procede a aislar, ligar y
el riñón izquierdo se sitúa más ventralmente (ri- seccionar los elementos de la raíz (Fig. 13-27):
ñón flotante). En el gato (Fig. 13-10), ambos riño- arteria renal (que puede ser doble en el perro, so- Anatomía Clínica del Perro y Gato
nes son fácilmente palpables; el riñón izquierdo bre todo la izquierda), vena renal (que puede ser
siempre es flotante. En un el riñón flotante puede múltiple en el gato) y uréter. La vena ovárica/testi-
ser palpada toda su superficie, incluyendo el hilio, cular izquierda desemboca en la vena renal del
situado dorsalmente. mismo lado, por lo que es necesario identificarla y
La punción renal se realiza mediante control aislarla para que no resulte seccionada.
digital. Así, se practica una laparotomía paralum- Los URÉTERES son los conductos que llevan la
bar -a nivel del polo caudal del riñón- de un tama- orina desde la pelvis renal a la vejiga urinaria; ca-
ño que permita la introducción del dedo índice; una minan en sentido caudal por el techo de la cavidad
vez alcanzada la cavidad peritoneal, con el dedo abdominal, retroperitonealmente; al llegar a la ca-
se palpa el órgano, fijándolo contra la pared; la vidad pelviana giran medialmente, incorporándo-
aguja biópsica se introduce inmediatamente cra- se al pliegue genital en el macho o al ligamento
neal y se dirige hacia el polo caudal del riñón, lejos ancho en la hembra; finalmente perforan la pared
del hilio. dorsal de la vejiga, próximo al cuello. Traumatis-
Las nefrectomías se suelen realizar mediante mos o ureterolitiasis pueden ocasionar la rotura
laparotomía mediana, dado que esta técnica per- ureteral, provocando la caída de orina en la cavi-
mite una mejor exposición de los riñones. Éstos dad peritoneal; el tratamiento consiste en realizar
es
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izquierda.
Figura 13-29. Acceso a la glándula adrenal izquierda (A,
of
la vena cava caudal, entre el polo craneal y hilio bre la cara ventral de la glándula, debe ser identi-
renal. En ambos casos la arteria frenicoabdominal ficada y ligada; la arteria homónima discurre so-
discurre lateralmente sobre la cara dorsal a la bre la cara dorsal.
14
Pelvis
Órganos genitales
Mamas
sacrotuberoso.
or
la prominencia de igual nombre del hueso ilion. • Región perineal, situada caudalmente y que com-
M
• Región glútea; su base anatómica es el músculo prende a las regiones anal y urogenital.
L.
-Cresta sacra media. Figura 14-3. Fosa isquiorrectal derecha del perro. Hem-
or
ano. El contenido de la hernia puede estar forma- fínter externo del ano, coccígeo y obturador
do por grasa retroperitoneal, órganos pelvianos interno -que deberá ser elevado de la tabla
(saculación del recto, vejiga, próstata) o abdomi- isquiática seccionando sus fijaciones a la misma-
nales (colon, yeyuno). El proceso cursa con tenes- (herniorrafia simple). Si es necesario, el anillo her-
es
mo, constipación o/y disquezia; perianalmente será niario puede clausurarse utilizando el m. glúteo
al
la fosa isquiorrectal, reintroducir órgano prolapsa- finter externo del ano (herniorrafia con
L.
Figura 14-5. Sección dorsal a través del ano. 1: fosa isquiorrectal. 2: m. glúteo superficial. 3: m. piriforme. 4:
m. glúteo medio. 5: m. glúteo profundo. 6: m. coxígeo. 7: m. elevador del ano. 8: m. esfínter externo del ano.
9: recto. 10: zona columnar del ano. 11: zona cutánea del ano. 12: ilion. 13: seno paranal. 14: v. vaginal/
prostática. 15: a.y v. glútea caudal. 16: n. ciático. 17: ligamento sacrotuberoso.
CANAL ANAL
reflujo vesicoureteral.
es
Figura 14-9. Genitales externos del perro. Vista ventral. La URETRA tiene diferente desarrollo según se
1: escroto. 2: m. pectíneo. 3: vasos femorales. 4: prepu-
al
omento mayor no la cubre. Dado el riesgo de le- tática, que es muy larga, se sitúa en cavidad ab-
os
sionarla -sobre todo si está llena-, conviene que dominal) contorneada al principio por la próstata
.J
sea vaciada antes de realizar una laparotomía. En (en el gato sólo situada dorsalmente) y luego por
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Pr
la cistotomía, el lugar más idóneo para la incisión el músculo uretral. La luz uretral es amplia
es el polo anterior, ya que aquí la pared está me- -aunque progresivamente se va estrechando-, lo
nos vascularizada, aunque puede realizarse en que explica que no sea frecuente que los cálculos
otros lugares. En cualquier caso, hay que tener provoquen obstrucción a este nivel.
presente que el aporte sanguíneo es suministrado En la hembra la uretra es relativamente larga,
principalmente por la arteria vesical caudal (rama terminando en el suelo del vestíbulo vaginal, in-
de la arteria vaginal/prostática), que aborda a la mediatamente caudal a la unión vaginovestibular
vejiga cerca de su cuello (Fig. 14-13). (ver más adelante vestíbulo vaginal). Camina cau-
Los URÉTERES caminan a este nivel dorsales a la dalmente en contacto con la pared vaginal, por lo
vejiga, englobados en los ligamentos vesicales la- que enfermedades genitales (vaginitis, neoplasia
terales, por lo que deberán ser identificados y ais- vaginal) pueden involucrar a la uretra. Su luz pue-
lados durante las intervenciones quirúrgicas en la de expandirse considerablemente, por lo que es
Pelvis. Genitales. Mamas
zona (Fig. 14-13). Terminan perforando oblicua- infrecuente que los cálculos queden retenidos en
mente la pared dorsal de la vejiga, en las proximi- ella.
dades del cuello, discurriendo bajo la mucosa du-
rante un trayecto. Este trayecto submucoso evita
el reflujo vesicoureteral, puesto que al llenarse la ÓRGANOS GENITALES MASCULINOS
vejiga, la presión ejercida por la orina hace que se
ocluyan los uréteres a este nivel. Cuando se pre- ENVOLTURA TESTICULAR Y DEL
tenda obtener orina comprimiendo externamente CORDÓN ESPERMÁTICO
la vejiga de la orina, hay que tener en cuenta -so- A efectos de exploración, conviene recordar
bre todo si el animal padece una infección urinaria que en el perro la envoltura testicular es péndula
baja- que en el 50% de los animales se produce y se localiza en una posición intermedia entre el
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Figura 14-12. Orquiectomía abierta. 1: testículo. 2: cola del epidídimo. 3: conducto deferente. 4: cordón
espermático. 5: túnica vaginal parietal (seccionada). 6: ligamento de la cola del epidídimo. 7: mesofunículo.
periné y la región inguinal; en el gato es de últimos estratos están íntimamente adheridos, de Anatomía Clínica del Perro y Gato
situación perineal (Figs. 14-8, 14-9, 14-10) y está forma que podemos considerar en la misma dos
abundantemente cubierta de pelos. planos quirúrgicos:
Desde el exterior hasta el testículo o cordón -plano superficial: formado por la piel y la fascia
espermático se suceden los siguientes estratos espermática externa.
anatómicos: escroto, fascia espermática externa, -plano profundo: formado por la fascia espermá-
fascia espermática interna, lámina parietal de la tica interna y la túnica vaginal parietal.
túnica vaginal, cavidad vaginal (que se comunica
directamente con la cavidad peritoneal) y lámina De la existencia de estos dos planos y de su
visceral de la túnica vaginal (firmemente adherida fácil separación se deduce las dos modalidades
al testículo). Los cuatro primeros estratos (hasta de orquiectomía: cerrada y abierta. En el primer
cavidad vaginal) constituyen la envoltura testicular caso (Fig. 14-11), se secciona sólo el plano su-
y del cordón espermático propiamente dicha o perficial, separándose ambos planos por disec-
bolsa escrotal. Pues bien, en las intervenciones ción roma hasta alcanzar el nivel donde se sitúa
quirúrgicas en las que se requiera seccionar esta la porción proximal del cordón espermático. Para
envoltura (orquiectomía, vasectomía, hernia ingui- conseguir la separación de ambos planos, pre-
nal) interesa saber que los dos primeros y los dos viamente es necesario cortar con tijera el ligamen-
En el gato, se puede utilizar el conducto deferen- vasos vesicales caudales. 3: ligamento vesical lateral
or
te para realizar la ligadura; para ello, se secciona (uréter). 4: conducto deferente. 5: colon descendente.
M
que deberá tenerse en cuenta en la eventual anes- hay que tener en cuenta que los linfáticos de los
tesia local, esto es, una infiltración anestésica en testículos, epidídimo y cordón, no drenan a los lin-
el escroto no comporta el bloqueo de la sensibili- fónódulos escrotales sino a los del linfocentro lum-
dad testicular o del cordón. bar. Las implicaciones clínicas de las fijaciones de
Igualmente, el drenaje linfático es independien- estas estructuras (ligamento de la cola del epidídi-
te. Así, los linfáticos de la piel que cubre estas es- mo y mesofunículo) ya han sido consideradas a
tructuras drenan la linfa a los linfonódulos inguina- propósito de la orquiectomía.
les superficiales (escrotales), mientras que los pro- El TESTÍCULO -incluido en el interior de la bolsa
cedentes del testículo y cordón espermático lo ha- escrotal- se dispone prácticamente horizontal en
cen a los nódulos del linfocentro lumbar. Los nó- el perro, y con una clara inclinación caudodorsal
dulos linfáticos escrotales son susceptibles de ex- en el gato. Son ovales, firmes y lisos. El escroto
testículo comienza alrededor del tercer día de vida, patoria de la bolsa escrotal y de la región inguinal;
or
completándose a las 5 semanas (descenso lento), en la palpación de esta región con estos fines hay
M
aunque a los cinco días ya se encuentra en el ca- que tener en cuenta que los nódulos linfáticos in-
L.
nal inguinal. Dado que es normal que en algunos guinales superficiales se ubican subcutáneos cra-
e
individuos el descenso se produzca más tardía- neoventralmente al anillo inguinal superficial (Fig.
os
mente, es conveniente esperar hasta los seis me- 14-17), por lo que no deberán de ser confundidos
.J
ses de vida para confirmar el diagnóstico de crip- con el testículo ectópico, máxime al ser éstos de
of
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mesorquio.
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CANAL INGUINAL
El canal inguinal no es más que una apertura
of
ligadura de los vasos testiculares en la castración del gato. presente en los estratos musculares de la pared
abdominal por el que pasan:
-proceso vaginal; por su interior discurre el cordón
El CORDÓN ESPERMÁTICO es igualmente suscepti- espermático.
ble de palpación a través de la piel desde su ini- -vasos pudendos externos; éstos riegan al escroto
cio hasta su finalización en el canal inguinal. Sus (ramo escrotal ventral) y a las porciones ventra-
elementos constituyentes son el conducto defe- les de la pared del abdomen y prepucio (vasos
rente, la arteria testicular, el plexo pampiniforme epigástricos caudales superficiales).
(vena testicular), vasos linfáticos y nervios; estas -nervio genitofemoral; inerva a las porciones cau-
formaciones quedan envueltas por el mesorquio, doventrales de las paredes del abdomen y pre-
exceptuando al conducto deferente; éste tiene su pucio.
propia envuelta serosa (mesoducto deferente),
Pelvis. Genitales. Mamas
que se fija al mesorquio; el cordón espermático El canal inguinal se forma entre el anillo pro-
se mantiene unido a la túnica vaginal parietal por fundo y superficial. El anillo inguinal profundo es
el mesofunículo. muy amplio y está limitado por el borde lateral del
La vasectomía es una práctica simple que pre- músculo recto del abdomen (medialmente), borde
tende la esterilización mediante la doble ligadura y caudal del músculo oblicuo interno del abdomen
transección del conducto deferente (Fig. 14-14). (cranealmente) y ligamento inguinal (lateral y cau-
Para ello, se palpa externamente el cordón y se dalmente), refuerzo fibroelástico a este nivel de
realiza una pequeña incisión (entre escroto y ani- la fascia del músculo oblicuo externo y extendido
llo inguinal superficial) hasta identificar la túnica desde la tuberosidad coxal al borde púbico. El ani-
vaginal parietal (el músculo cremáster aparece si- llo inguinal superficial (Fig. 14-18) es simplemen-
tuado lateral a la túnica); una vez que se ha acce- te una apertura fusiforme en la aponeurosis del
es
Figura 14-17. Estructuras superficiales de la región Figura 14-18. Anillo inguinal superficial y estructuras re-
al
inguinal. Perro macho. Vista ventral. Lado izquierdo. 1, 1’: lacionadas. Perro macho. Vista ventral. Lado izquierdo.
or
El anillo inguinal superficial puede ser palpado La única glándula genital accesoria que pre-
of
Pr
desde el exterior inmediatamente craneal al pubis senta el perro es la PRÓSTATA. Consta de una masa
y al origen del músculo pectíneo (fácilmente iden- grande y compacta (cuerpo) situada alrededor del
tificable manteniendo el miembro en abducción), cuello de la vejiga y en las primeras porciones de
medialmente al ligamento inguinal. la uretra pelviana y una pequeña porción disemi-
Pues bien, lo característico de los carnívoros nada ubicada en la pared uretral (Fig. 14-19).
es que los anillos inguinales profundo y superficial Esta glándula puede sufrir procesos hiperplá-
están superpuestos, por lo que no se forma un sicos o neoplásicos que hacen aumentar su tama- Anatomía Clínica del Perro y Gato
verdadero canal, sino un simple orificio. Esta dis- ño, lo que provoca constipación y dificultad en la
posición predispone a que estas especies padez- defecación; al contrario que en el hombre, es in-
can hernia inguinal. usual que interfiera en la micción.
En la hernia inguinal indirecta (escrotal), for- Su situación y tamaño varía con la edad. Así,
maciones abdominales (asas intestinales, epiplón, en el animal prepúber es pequeña y de clara situa-
vejiga urinaria) se adentran en la cavidad vaginal. ción intrapélvica, pero con la madurez sexual va
La resolución quirúrgica de estas hernias se basa aumentando de tamaño y desplazándose craneal-
en acceder a la cavidad vaginal mediante incisión mente hacia el borde del pubis (hacia los cuatro
a nivel del anillo inguinal superficial, en la intro- años de edad) para hacerse completamente ab-
ducción hacia cavidad abdominal de las forma- dominal en animales de mayor edad.
ciones herniadas y en cerrar parcialmente, De estas variaciones de situación se deduce
mediante sutura, el anillo inguinal superficial, que la exploración palpatoria pueda realizarse
teniendo cuidado de no estrangular al cordón mediante tacto rectal, a través de la pared abdo-
espermático ni a los vasos pudendos externos; minal o utilizando ambos métodos, es decir, intro-
estos últimos discurren por las porciones duciendo el dedo índice por recto a la vez que
caudomediales del anillo. con la otra mano se presiona caudalmente la vejiga
es
al
or
M
vejiga urinaria.
.J
minal o transperineal. Este último método es el situación similar a la del perro) y las glándulas
más usual; para ello, se realiza una pequeña bulbouretrales (al nivel de arco isquiático), que
incisión 2-4 cm lateral al ano; la próstata se normalmente no suelen requerir la intervención
mantiene desplazada caudalmente presionando del veterinario.
hacia atrás las paredes del abdomen; vía rectal
se palpa y fija la glándula, introduciendo la aguja PREPUCIO Y PENE
por la incisión practicada y haciéndola discurrir El pene del perro y gato se corresponde con el
paralela al recto hasta alcanzar la próstata. tipo osteovascular, es decir, que está constituido
La hiperplasia prostática se trata normalmen- por un predominio de tejido eréctil, parte del mis-
te por castración. En las prostatectomías parcia- mo transformado en hueso. La erección se produ-
les o totales es importante preservar las porcio- ce al llenarse de sangre las cavernas del tejido
nes dorsales y dorsolaterales de la cápsula de la eréctil.
Pelvis. Genitales. Mamas
glándula, así como los ligamentos vesicales late- La mayor parte del pene está formado por el
rales a este nievel, dado que por estas estructu- cuerpo cavernoso; este tejido eréctil se origina por
ras discurren vasos sanguíneos (arteria prostáti- la convergencia de los dos pilares del pene, fija-
ca) y nervios autónomos (plexo prostático) que dos al arco isquiático y cubiertos por el músculo
se continúan hacia la uretra y vejiga. Al incidir en isquiocavernoso. La porción distal se osifica, for-
la glándula hay que preveer abundate hemorra- mando el hueso del pene, escasamente desarro-
gia dada la presencia de abundantes venas sub- llado en el gato.
capsulares. También conviene tener en cuenta La uretra peneana está rodeada por tejido
que las porciones caudodorsales son retroperito- eréctil (cuerpo esponjoso); éste se origina en una
neales. expansión (bulbo del pene) a nivel del arco is-
El gato presenta dos glándulas, la próstata (de quiático; su extremo distal también se expansiona
uretra; este hecho hace que la uretra no pueda dis- estando claramente dividido en dos partes:
or
tenderse a este nivel, lo que predispone a la obs- a) porción larga del glande; constituye la parte dis-
M
trucción uretral; el lugar donde más frecuentemente tal; es cilíndrica y en su extremo libre se abre la
L.
mo caudal del hueso peneano. Si el cálculo no b) bulbo del glande; es la parte proximal; incluso
os
puede ser movilizado por cateterización, es nece- en estado de reposo, es muy prominente.
.J
sario recurrir a la uretrotomía o uretrostomía. Am- Pues bien, el interés anatomoclínico de estas
of
Pr
bas técnicas quirúrgicas se basan en realizar una partes del glande reside en la cateterización ure-
incisión sobre la obstrucción; así, una vez seccio- tral y en la masturbación. La cateterización ure-
nada la piel y subcutáneo, se aísla y retira el mús- tral es una práctica fácil en esta especie; para
culo retractor del pene para exponer la cara ven- ello basta con traccionar caudalmente el prepu-
tral de la uretra, que es incidida longitudinalmen- cio hasta que aparezcan las primeras porciones
(0.1-2 cc).
e
3 cc).
3ª fase: dura 30 minutos; el líquido es transparen-
te y constituye la secreción prostática (2-20 cc).
es
al
or
M
L.
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of
Pr
Figura 14-25. Uretrostomía perineal en el gato. Vista caudal. 1: incisiones en escroto (orquiectomía). 2: ano. 3: incisión
cutánea alrededor del prepucio y escroto. 4: m. bulboesponjoso. 5: m. isquiocavernoso. 5’: seccionado. 6: m. obturador
interno. 7: glándulas bulbouretrales (m. bulboglandular) 8: m. retractor del pene. 8’: desvinculado de la cara ventral del
pene. 9: adherencias fibrosas del pene en el arco isquiático. 10: cuerpo del pene. 11: uretra peneana. 11’: incidida
longitudinalmente. 12: catéter.
Anatomía Clínica del Perro y Gato
superior a la presión sistólica arterial; de esta for- ción de determinados músculos, sino por la carac-
ma afluye sangre a las cavernas. El riego arterial terística forma de copulación de esta especie (pri-
procede de la arteria del pene (continuación de la mero en posición usual y luego enfrentándose cau-
arteria pudenda interna); esta arteria se divide en dalmente ambos individuos) que supone una
tres ramas (arterias del bulbo, profunda y dorsal flexión caudal del pene y un retorcimiento del pre-
del pene) que se dirigen a las diferentes partes del pucio. Así, los músculos implicados en esta obs-
tejido eréctil. trucción vascular durante la cópula son el bulboes-
Sin embargo, para que se produzca la erec- ponjoso (sobre la vena del pene), el isquiouretral
ción es necesario que el retorno sanguíneo esté (sobre la vena dorsal del pene) y el prepucial (so-
impedido. Los vasos que drenan del pene son las bre los vasos que drenan a la vena pudenda exter-
venas del pene (drena de las porciones proxima- na).
les), pudenda externa (drena de la porción larga El caso del GATO, el pene y prepucio se sitúan
del glande) y dorsal del pene (es la más caudalosa perinealmente, presentado el pene una dirección
y drena del glande y cuerpo cavernoso). La oclu- caudoventral; esta disposición implica que estos
sión de estos vasos no sólo se produce por la ac- animales miccionen hacia atrás y que la superficie
uretral esté localizada dorsalmente. Es muy corto, cos escrotales (uno o dos), situados subcutáneos
pero su constitución estructural es similar a la del craneoventralmente al anillo inguinal superficial,
perro, incluyendo la transformación de la parte dis- a ambos lados del cuerpo del pene en el caso del
tal del pene en hueso, aunque más rudimentario. perro; deben explorarse sistemáticamente en caso
El glande -pequeño y cónico- presenta múlti- de sospechar postitis o balanitis.
ples papilas cornificadas (Fig. 14-24) dirigidas ha-
cia la base del pene; la función de estas papilas es
la de raspar la mucosa vaginal durante el coito; ÓRGANOS GENITALES FEMENINOS
esta estimulación induce la ovulación. Las papilas
son andrógeno-dependientes, por lo que carecen GENITALES EXTERNOS. VESTÍBULO
de ellas los animales prepúberes y castrados. VAGINAL Y VAGINA. CUELLO UTERINO
Los principales problemas en los que se ve Estas porciones del tracto genital femenino
implicado el pene o prepucio son el trauma y la merecen su consideración conjunta al estar impli-
obstrucción uretral producida en el síndrome uro- cadas en similares procedimientos clínicos.
lógico felino (SUF). En este último caso, la elimi- En la perra, los LABIOS VULVARES se localizan ven-
nación del urolito se realiza mediante la cateteri- tralmente al arco isquiático, son bastantes promi-
zación uretral; a veces, la reintroducción del cál- nentes y sufren importantes cambios morfológicos
culo a la vejiga no resulta posible por la presión durante el ciclo estral (Fig. 14-26). Así, en el anes-
ejercida por la vejiga repleta, por lo que puede re- tro son relativamente pequeños, mientras que en
sultar eficaz realizar la cistocentesis previamente el proestro y estro se vuelven edematosos y volu-
a la cateterización. Cuando estos procedimientos minosos. Inmediatamente craneal a la comisura
no consigan desobstruir la uretra, procede -como labial ventral se encuentra el CLÍTORIS -bien desa-
es
última medida- realizar la uretrostomía perineal. rrollado-, que emerge de una fosa clitoral profun-
al
Esta intervención pretende crear un nuevo orificio da (Fig. 14-28); la existencia de esta fosa aconse-
or
a nivel de la porción final de la uretra pelviana y ja a la hora de introducir el dedo o cualquier instru-
M
conlleva la castración y amputación del pene. Su mento (vaginoscopio, proctoscopio, catéter uretral,
L.
realización requiere un pormenorizado conoci- hisopo) evitar la comisura ventral, dado que pue-
e
miento anatómico del pene y de las estructuras de quedar atrapado en dicha fosa.
os
con las que se relaciona. Pues bien, en primer El hecho de que la vulva esté situada ventral-
.J
lugar se procede a la exéresis del escroto, testí- mente al arco isquiático, hace que el VESTÍBULO VA-
of
Pr
culos y prepucio; una vez liberado el cuerpo del GINAL esté orientado craneodorsalmente (unos 60º
pene, se expone el músculo isquiocavernoso (en respecto a la horizontal) (Fig. 14-27). Esta dispo-
arco isquiático), que se secciona bilateralmente; sición inclinada del vestíbulo vaginal, junto con la
igualmente se seccionan las fijaciones fibrosas de existencia de la fosa del clítoris, hace que cuando
la raíz del pene al suelo de la pelvis. Posterior- introduzcamos cualquier instrumento en vagina,
mente, se exponen los músculos re-
tractor del pene (sobre la superficie
dorsal del pene) y bulboesponjoso (so-
bre el bulbo del pene y primeras por-
ciones de la uretra peneana); estos
músculos son eliminados para expo-
ner la uretra peneana. La uretra es
Pelvis. Genitales. Mamas
porciones caudales de la
vagina. 9: pliegue longitudi-
L.
En cualquier caso, al igual que la vulva y vestí- 3: cuerpo uterino. 4, 4’: cuernos uterinos. 5: colon des-
M
bulo, la vagina sufre importantes modificaciones cendente. 6, 6’, 6’’: asas yeyunales.
L.
telio vaginal y la diapedesis eritrocítica (ausente más ventral y caudalmente; el ovario derecho es
.J
en la gata); así, a medida que se aproxima el es- encontrado normalmente dorsal o dorsolateral al
of
Pr
ras que deben practicarse en la ovariohisterectomía (jun- En las hembras gestantes, las vesículas em-
os
caudal. 8: ligamento vesical lateral. 9: uréter. 10: tación mediante palpación abdominal es rutinario
mesometrio. en la clínica; el momento óptimo de la gestación
(desde la monta) para palpar las vesículas em-
brionarias está entre los 25 y 36 días en la perra, y
El ovario está fijado a las paredes dorsolate- entre los 21 y 28 días en la gata; en estos momen-
rales del abdomen por el mesovario, y a los cuer- tos las vesículas son percibidas como nodulacio-
nos uterinos por el ligamento propio del ovario. El nes duras y esféricas, que no habrá que confun-
mesovario de la gata es más laxo que el de la dirlas con bolos fecales o los riñones, sobre todo
perra, lo que hace más fácil la exteriorización del en la gata o en caso de una camada reducida.
ovario. Por el mesovario caminan los vasos ovári- Después, resulta más difícil la palpación de los
cos en dirección al órgano. En el mesovario, la fetos dado que las vesículas se tornan blandas y
arteria ovárica desprende la rama tubárica y la confluyen, agrandándose el útero uniformemente
Pelvis. Genitales. Mamas
otras especies.
.J
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Pr
MAMAS
superficial. 13: ramos perforantes de la a. torácica interna. mama 2, se extirpará esta mama, la 1 y los nódu-
los del linfocentro axilar. Si se inicia en la mama 4,
la metástasis afectará a la mama 5 y a los linfonó-
dulos inguinales superficiales. Si se inicia en la
Según los objetivos clínicos apuntados inicial- mama 3, la metástasis afectará al linfocentro axi-
mente, dos grupos de datos anatómicos son ne- lar, a la mama 2 (y 1) y muy raras veces a la 4 y 5
cesarios considerar: riego sanguíneo y drenaje y los linfonódulos inguinales, aunque estas posibi-
linfático (Fig. 14-36). lidades no debe descartarse.
En la gata, o en la perra que posea cuatro pa-
RIEGO SANGUÍNEO. El riego arterial de las mamas res de mamas, no se producen conexiones linfáti-
1, 2 y 3 procede lateralmente de la arteria toráci- cas entre la segunda y tercera mama.
Miembros
Pr
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al
es
Prof. José Luis Morales López
15
Miembro torácico
REGIONES NATURALES
(Fig. 15-1)
-espina.
-acromion.
• HÚMERO:
-tubérculos mayor y menor.
-cresta del tubérculo mayor.
-tuberosidad deltoidea.
-epicóndilos lateral y medial.
• RADIO:
-cara lateral de la cabeza.
-cara medial del cuerpo.
-apófisis estiloides lateral.
• CÚBITO:
-olécranon del cúbito y del radio.
-apófisis estiloides medial.
• CARPIANOS:
-hueso accesorio.
• METACARPIANOS:
-base del 5º metacarpiano.
es ESPALDA
esta región:
M
L.
Figura 15-2. Referencias de superficie del miem- do como referencia a la espina de la escápula. Así,
Pr
bro torácico. Vistas lateral y craneal. tras realizar una incisión cutánea a lo largo de este
accidente palpable, se reflejan los músculos que
se fijan en ella: caudalmente la porción escapular
Puede ser subdividida en dorsal, lateral, pal- del músculo deltoideo, y cranealmente a los mús-
mar y medial. culos trapecio y omotransverso; una vez que apa-
• Región metacarpiana y metacarpofalangiana. recen los músculos supra- e infraespinoso, se les
Su base anatómica son los huesos y articula- libera de su fijación a la superficie ósea de la espi-
ciones de igual nombre. La cara palmar está na de la escápula y de las fosas de igual nombre.
ocupada el torus o pulpejo metacarpiano. El atornillamiento de una placa de osteosíntesis a
• Regiones falangiana proximal, interfalangiana la espina facilita la estabilización de la fractura.
y falangiana media. Su cara palmar presenta
un torus o pulpejo digital para cada uno de los MÚSCULO INFRAESPINOSO. Este músculo ocupa la
dedos. fosa de igual nombre de la escápula, insertándose
• Región unguicular. Constituida por el órgano mediante un tendón en el tubérculo mayor del hú-
digital (unguícula o garra) y la falange distal mero; su función primaria es la de estabilizar la
Miembro torácico
HOMBRO
sora (antigravedad) del codo, carpo y falan- so. 2: m. cutáneo del tronco (seccionado). 3: m. trapecio
e
ges, por lo que la poliflexión es el signo más (porción torácica). 4: m. trapecio (porción cervical). 5: m.
os
húmero.
M
L.
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of
Pr
desinsertado y elevado. 4: m.
M
omotransverso. 5: m.
L.
con la consiguiente paresia o parálisis de los mús- músculos flexores -no afectados- hacia lugares
culos que inerva (ver CAPÍTULO 10). Normalmente, donde ejerzan una función extensora. Las posi-
la fractura lesiona la porción distal del nervio, es bles medidas a realizar son:
decir, una vez que ha desprendido los ramos mus- -transposición del tendón del músculo braquial
culares para el tríceps, por lo que el déficit motor o del bíceps hacia el olécranon.
afecta sólo a los músculos extensores del carpo y -anastomosis del tendón flexor carporradial con
falanges; en este caso, la presencia del reflejo el extensor digital común.
Miembro torácico
del músculo cutáneo del tronco y la ausencia del -artrodesis del carpo.
signo del Horner (junto con la exploración de las
zonas cutáneas de inervación autónoma y de los NERVIO MEDIANO. En el caso del gato, el epicóndilo
reflejos) confirman el diagnóstico y lo diferencia medial es muy prominente, estando, además, per-
de una avulsión parcial del plexo braquial. forado por el agujero supracondilar -específico de
El tratamiento quirúrgico paliativo pretende re- esta especie- (Fig. 15-10); por este orificio discu-
cuperar la capacidad extensora o de soporte cor- rre el nervio mediano, por lo que traumatismos o
poral mediante la transposición de tendones de accesos quirúrgicos en esta zona pueden lesio-
Figura 15-8. Acceso lateral distal al húmero izquierdo. Vista lateral. 1: m. tríceps (cabeza lateral). 2: m. braquial. 3: m.
deltoideo (porción acromial). 4: m. braquiocefálico. 5, 5’: m. pectoral. 5’: su aponeurosos de inserción. 6: m. bíceps. 7:
húmero. 8: v. cefálica. 9: v. axilobraquial. 10: v. omobraquial. 11: ramo superficial del n. radial. 12: ramo profundo del n.
radial. es
al
nar el nervio, provocando una ligera cojera por el tercio proximal del brazo. Posteriormente se
or
parálisis o paresia de los músculos flexor carpo- incide sobre la fascia que existe
M
solución de fracturas que afecten a las porcio- continuación, se incide sobre el borde craneal
of
Pr
nes proximales del húmero. La incisión cutá- del músculo, reflejándolo caudalmente, a la vez
nea se realiza en la cara craneolateral del hú- que se seccionan las inserciones de los
mero, comenzando en el tubérculo mayor y músculos pectoral superficial y braquiocefálico.
continuando a lo largo de la tuberosidad del- Para descubrir la cara craneal del hueso solo
toidea. Posteriormente se identifican y sepa- resta reclinar en sentido craneal al músculo
ran los músculos braquiocefálico y deltoideo bíceps del brazo que cubre esta cara del
en sentido craneal y caudal respectivamente. hueso. Anatomía Clínica del Perro y Gato
Especial cuidado se tendrá con las venas ce-
fálica y axilobraquial que, en superficie, se dis- C. ACCESO MEDIAL. Este acceso es el de elección
ponen respectivamente contorneando los bor- para la reducción abierta de fracturas del ex-
des craneal y caudal de la porción acromial tremo distal -las más frecuentes de este hue-
del músculo deltoideo. so- dado que resulta menos comprometido que
el lateral, al evitar el riesgo de seccionar la
B. ACCESO LATERAL DISTAL (Fig. 15-8). Este acceso vena axilobraquial o el nervio radial o de com-
puede utilizarse en la resolución de fracturas prometer a los músculos extensores origina-
en el cuerpo o extremo distal del húmero o para dos en el epicóndilo lateral. En este acceso
la transposición del tendón del músculo medial, la incisión se extiende desde inmedia-
braquial. La incisión cutánea se extiende por tamente distal a la unión de las venas braquial
el borde craneolateral del brazo desde la mitad y colateral del codo al cóndilo medial. A conti-
de la región al epicóndilo lateral; proximalmente nuación los músculos bíceps y tríceps se recli-
hay que tener cuidado de no seccionar la vena nan craneal y caudalmente junto con los va-
axilobraquial que, desprendida de la vena sos y nervios relacionados, es decir, la arteria
cefálica, discurre en sentido proximocaudal por y vena braquiales y el nervio mediano con el
Figura 15-9. Estructuras superficiales del codo izquierdo. Vista lateral y medial. Los puntos rojo, azul y verde indican los
lugares de punción anestésica de los nervios radial, cubital y mediano. 1, 1´, 1´´: cabezas larga, lateral y medial del m.
tríceps del brazo. 2: m. braquiocefálico. 3: m. braquial. 4: m. extensor carporradial. 5: m. extensor digital común. 6: m.
extensor digital lateral. 7: m. extensor carpocubital (cubital lateral). 8: m. flexor carpocubital. 9: m. ancóneo. 10: m.
es
pectoral ascendente. 11, 11´: ramos superficial y profundo del nervio radial. 12: v. cefálica. 13: ligamento colateral lateral
al
del codo. 14: v. mediana del codo. 15: m. flexor digital superficial. 16: m. flexor digital profundo (cabeza humeral). 17: m.
or
flexor carporradial. 18: m. pronador redondo. 19: arteria y vena braquiales. 20: n. mediano. 21: n. cubital. 22: vasos
M
colaterales cubitales. 23: m. tensor de la fascia antebraquial. 24. m. bíceps del brazo.
L.
e
El gato posee marcadas diferencias en esta ARTROCENTESIS. Con la articulación flexionada 45º,
of
Pr
área, pues por el agujero supracondilar que pre- la aguja debe ser dispuesta entre el epicóndilo
senta el epicóndilo medial de esta especie se in- lateral y el borde craneolateral del olécranon, di-
troduce la arteria braquial y el nervio mediano; rigiéndola en sentido distal y algo medial. Otra
además, la cabeza medial del tríceps diferencia posibilidad es, con la articulación ligeramente
el músculo epitrocleoancóneo, que se origina pre- flexionada, introducir la aguja perpendicularmen-
cisamente alrededor de dicho orificio, discurrien- te e inmediatamente craneal al ligamento colate-
do la arteria y el nervio bajo dicho músculo (Figs. ral lateral, algo por debajo del epicóndilo lateral.
15-10, 15-12).
Si el objetivo es movilizar el tendón de inser- LUXACIONES. El conocimiento de los elementos de
ción del bíceps o acceder a la cara medial del esta articulación compuesta es útil para explicar
extremo proximal del radio, la incisión debe pro- las características de su luxación, así como para
longase más distalmente; el tendón se sitúa entre comprender el diagnóstico y tratamiento de este
los músculos extensor carporradial (cranealmen- proceso. Así, la luxación más frecuente de esta
te) y pronador redondo (caudalmente). Se debe- articulación es la lateral, debido a que es más di-
rá tener gran cuidado de no comprometer al ner- fícil que la apófisis ancónea del cúbito rebase el
Miembro torácico
vio mediano ni a la arteria y vena mediana, que epicóndilo medial del húmero, más prominente que
se sitúan caudalmente al tendón, disponiéndose el lateral. Además, tras un desplazamiento lateral
después bajo el músculo pronador redondo; igual- del antebrazo, la luxación es más fácil si la articu-
mente, es necesario evitar la vena mediana del lación se encuentra flexionada, dado que en esta
codo -extendida entre la vena mediana y cefáli- posición la apófisis ancónea del cúbito esta más
ca- que discurre por el borde craneal de las por- retirada de la fosa del olécranon del húmero. De
ciones distales del bíceps en sentido craneoproxi- estos datos se desprende la luxación lateral se
mal. reduce más fácilmente si la articulación es prime-
ro flexionada para destrabar la apófisis ancónea nal de la mano como referencia de giro puede
(Fig. 15-15). notarse que, en circunstancias normales, la pro-
La rotura o desinserción de los ligamentos co- nación no suele rebasar los 45º, pero con rotura
laterales se diagnostica atendiendo al grado de del ligamento colateral medial del codo dicha por-
pronación o supinación de la mano (Fig. 15-14). ción suele alcanzar los 95-100º. Por otro lado, el
es
Así, manteniendo el codo y carpo flexionados 90º giro de supinación de la mano, cuya normalidad
al
los dos huesos del antebrazo se cruzan, pudién- es de unos 65º, puede alcanzar los 130-140º con
or
dose palpar la cabeza del radio en la cara lateral la rotura o desinserción del ligamento colateral
M
Figura 15-11. Radiografías mediolateral y craneocaudal del codo izquierdo del perro. 1: epicóndilo medial. 1’: epicóndilo
lateral. 2: cresta supracondilar lateral. 3: fosa del olécranon. 4: fosa radial. 5: cóndilos del húmero. 6: olécranon. 7:
apófisis ancónea. 8: escotadura troclear. 9: apófisis coronoides lateral. 9’: apófisis coronoides medial. 10: radio.
es
al
ACCESOS QUIRÚRGICOS
A. ACCESO CAUDAL (Fig. 15-13). Este acceso es el
más habitualmente practicado. Se aplica, so-
bre todo, en la reducción abierta de fracturas
del extremo distal del húmero y en la resolu-
ción de luxaciones crónicas de la misma arti-
culación. Requiere la osteotomía del olécra-
non. y su elevación proximal con las insercio-
nes del tríceps; el nervio cubital y los vasos
colaterales cubitales -que discurren por el epi-
cóndilo medial, adyacentes al borde craneal
de la cabeza medial del tríceps- se protegen
desplazándolos distalmente.
ducción abierta de fracturas del cóndilo hume- Figura 15-13. Acceso caudal al codo izquierdo. A: vista
caudomedial de las estructuras superficiales tras incidir y
ral y en la extracción de la apófisis ancónea separar piel. B: vista caudal tras practicar la osteotomía
desprendida o no consolidada. Para ello, se re- del olécranon y seccionar la cápsula articular. 1: m. tensor
trae caudolateralmente la cabeza lateral del trí- de la fascia antebraquial. 2: cabeza medial del m. tríceps.
ceps mediante disección roma y se transeccio- 3: tendón del m. tríceps. 4: olécranon. 4’: olécranon sec-
cionado. 5: n. cubital. 6: vasos colaterales cubitales. 7:
na totalmente el músculo ancóneo, paralela- epicóndilo medial del húmero. 8: epicóndilo lateral del
mente al humero. húmero. 9: apófisis ancónea del cúbito.
es
Figura 15-14. Grados de pronación y supinación de la mano, con el codo y
al
Figura 15-15. Tracciones que se deben practicar en la resolución cerrada de la luxación de la articulación del codo
basándose en los accidentes de las superficies articulares.
es
al
or
M
L.
Figura 15-16. Estructuras superficiales del antebrazo izquierdo del perro. Vistas lateral (A) y medial
e
os
humeral del m. flexor carpocubital. 9: m. extensor oblicuo del carpo. 10: m. braquiocefálico. 11: ramo
of
superficial del n. radial. 12: v. cefálica. 13: v. cefálica accesoria. 14: m. flexor digital superficial. 15: m.
Pr
flexor carporradial. 16: m. pronador redondo. 17: m. flexor digital profundo. 18: v. mediana del codo.
19: v. mediana. 20: a. y v. braquial. 21: n. cubital y a. y v. colateral cubital. 22: m. bíceps.
BLOQUESOS ANESTÉSICOS. En los casos en que esté Anatomía Clínica del Perro y Gato
contraindicada la anestesia general, la insensibi-
lización de la mano puede realizarse mediante el
bloqueo anestésico de los tres nervios que reco-
gen la sensibilidad del extremo distal del miem-
bro:
Figura 15-17. Esquemas de secciones transversales del miembro torácico inmediatamente distal al codo (A), proximal
al carpo (B) y a nivel de la fila proximal de los huesos del carpo (C). 1: radio. 2: cúbito. 3: carpiano intermediorradial. 4:
carpiano cubital. 5: carpiano accesorio. 6: v. cefálica. 7: v. cefálica accesoria. 8, 8’: ramos lateral y medial del ramo
superficial del n. radial. 9,9’: ramos de la a. superficial craneal del antebrazo. 10: ramos carpianos palmares de la a. y
v. cubital. 11: a., v. y n. mediano. 12: a., v. y n. cubital. 12’: ramo dorsal del n. cubital. 12’’: ramo palmar del n. cubital, y a.
y v. cubital. 12’’’: ramo palmar del n. cubital y a. y v. interósea caudal. 13: a. y v. inteósea caudal. 14: m. extensor
carporradial. 15: m. extensor digital común. 15’: m. extensor de los dedos I y II. 16: m. extensor digital lateral. 17: m.
extensor oblicuo del carpo. 18: m. cubital lateral. 19: tendón del m. flexor digitral profundo. 19’, 19’’, 19’’’: cabezas
humeral, radial y cubital del m. flexor digital profundo. 20, 20’: cabezas humeral y cubital del m. flexor carpocubital. 21:
m. flexor digital superficial. 22: m. flexor carporradial. 23: m. pronador cuadrado. 24: m. pronador redondo.
Figura 15-18. Acceso lateral al radio izquierdo. Estructuras tras seccionar piel (A), separar los mm. extensores digitales
común y lateral (B) y desinsertar el m. supinador (C). 1: m. extensor carporradial. 2: m. extensor digital común. 3: m.
extensor digital lateral. 4: m. cubital lateral. 5: epicóndilo lateral del húmero. 6: m. supinador. 7: m. extensor oblicuo del
carpo. 8: n. radial. 9: ramos musculares del nervio radial. 10: radio.
es
al
or
M
L.
e
os
.J
of
Pr
Miembro torácico
Figura 15-19. Estructuras superficiales del tercio distal del antebrazo izquierdo. Vistas lateral (A) y
medial (B). Los puntos rojos y verde indican los lugares de punción anestésica de los nervios
cubital (ramos dorsal y palmar) y mediano. 1: m. flexor carpocubital. 2: m. cubital lateral. 3: m.
extensor digital lateral. 4: m. extensor digital común. 5: tendón del m. flexor digital profundo. 6, 6´:
ramos dorsal y palmar del n. cubital. 7: hueso accesorio. 8: pulpejo carpiano. 9: m. flexor digital
superficial. 10: m. flexor carporradial. 11: m. flexor digital profundo (cabeza radial). 12: n. mediano.
13: a. mediana. 14: v. cefálica. 15: v. cefálica accesoria.
es
al
es
al
or
M
L.
e
os
Figura 15-22. Radiografías dorsopalmar y mediolateral de la mano izquierda del perro. 1: radio. 2:
.J
I, II, III y IV. 10: hueso sesamoideo del m. abductor largo del dedo I (m. extensor oblicuo del carpo).
Pr
11: metacarpiano I. 12: metacarpiano V. 13: falange proximal I. 14: falange proximal V. 17: falange
distal I. 18: falange distal V. 19: huesos sesamoideos palmares. 20: huesos sesamoideos dorsales.
ARTROCENTESIS. La punción de la articulación an- carpianos II y III; quedan englobados por una
tebraquiocarpiana se realiza en plena cara dorsal vaina sinovial común. El tendón del extensor
de la región, con el carpo flexionado; en concreto, digital común se dispone lateralmente a los
la aguja se inserta a nivel de la línea articular (pal- anteriores e inicia aquí su cuadrifurcación en
pable) y en la depresión fácilmente identificable cuerdas tendinosas para los dedos 2º a 5º, bien
determinada por los tendones del extensor digital protegidos por si correspondiente vaina sino-
común y extensor carporradial. Esta articulación vial y perfectamente independizado de los ten-
no comunica con las otras del carpo. dones extensores carporradiales por el corres-
Figura 15-24. Acceso dorsal al carpo izquierdo. 1, 1’: v. cefálica accesoria y ramo superficial del n. radial. 2: vv. y nn.
digitales dorsales comunes. 3: m. extensor carporradial largo. 3’: m. extensor carporradial corto. 4: m. extensor oblicuo
es
del carpo. 5: m. extensor digital común. 6: m. extensor digital lateral. 7, 7’: cápsula articular. 8, 9: huesos carpianos
intermediorradial y cubital. 10, 11, 12: huesos carpianos II, III y IV.
al
or
M
L.
e
pondiente retináculo.
os
es
al
incidida entre los tendones extensor digital común C. ACCESO PALMAR (Fig. 15-25). Este acceso es el
y extensores carporradiales. más difícil, dado el gran número de formaciones
tendinosas, vasculares y nerviosas que deben ser
B. ACCESO LATERAL. Es utilizado para exponer el disecadas y reflejadas. Por la cara palmar, la prin-
hueso accesorio. La incisión se extiende lateral- cipal referencia es el hueso accesorio, que reci-
Miembro torácico
mente desde el hueso accesorio al extremo proxi- be la inserción del prominente tendón flexor car-
molateral del metacarpiano V. Tras identificar al pocubital; medialmente a este hueso, por el canal
músculo abductor del dedo V (extendido desde el carpiano, discurren los tendones flexor carporra-
hueso accesorio a la cara abaxial de la falange dial y flexor digital superficial (palpables) y, más
proximal del dedo V), se realiza una incisión sobre en profundidad, el tendón flexor digital profundo.
su borde craneal; una vez disecado y retraído el Entre las formaciones vasculonerviosas que tran-
músculo caudalmente, aparece el hueso acceso- sitan la zona destacamos la vena cefálica, la arte-
rio. ria mediana y los nervios mediano y cubital (ramo
Figura 15-28. Cara lateral del dedo del gato con la garra retraída y protruída, mostrando (línea verde) el lugar
de escisión en la oniquectomía. 1: falange proximal. 2: falange media. 3: falange distal. 4: tendón del m. flexor
digital profundo. 5: tendón del m. extensor digital común. 6: ligamento elástico dorsal largo. 7: ligamento
elástico dorsal corto.
principal arteria de cada dedo, por lo que deberá mentos dorsales -de diferente longitud- y a la obli-
respetarse. Como su nombre indica, discurre por cuidad de la articulación interfalangiana distal, que
la cara axial de cada dedo. permiten que la base de la falange distal sea trac-
es
La garra constituye le revestimiento córneo de cionada hacia una posición lateral a la correspon-
al
la apófisis o proceso unguicular de la falange dis- diente falange media; la protrución -para agarrar-
or
M
tal. El corte de uña no debe afectar nunca al co- se a objetos o atrapar una presa- se produce por
rion, altamente sensible y vascularizado, que re- la acción conjunta de los músculos extensor digi-
L.
viste a esta apófisis, evitándose así el dolor y el tal común y flexor digital profundo. La extirpación
e
os
riesgo de hemorragias recurrentes así como de- de la uña en los gatos (oniquectomía) es una prác-
.J
jar abierta una vía a la infección; ello se consigue tica solicitada para evitar la destrucción de obje-
of
fácilmente por transiluminación previa de la garra tos (que el gato efectúa para marcar a éstos con
Pr
en las razas donde ésta no está pigmentada (Fig. las secreciones de las glándulas presentes en los
15-27), o bien -en el perro- seccionándola a nivel pulpejos) y supone la exéresis completa de la fa-
de la superficie de apoyo. lange distal; para ello, se protrae manualmente la
La garra del perro puede permanecer en relati- garra presionando en la superficie palmar del dedo
va retracción por la acción de los ligamentos dor- y se identifica dorsalmente la línea articular inter-
sales elásticos, que se oponen a la acción protrac- falangiana distal; a este nivel se realiza la tran-
tora del músculo flexor digital profundo. En el gato, sección (Fig. 15-28); la hemorragia se evita me-
la garra puede retraerse completamente, impidién- diante un torniquete dispuesto proximalmente al
dose su contacto con el suelo (marcha silenciosa), carpo durante la intervención.
merced a la característica disposición de los liga-
Miembro torácico
Tabla 15-1.Maduración de los núcleos de osificación de los huesos del miembro torácico.
Perro Gato
Escápula
Cuerpo nacimiento
Tubérculo supraglenoideo 4-8 3-7 3.5-4
Húmero
Epífisis proximal 1-2 10-15 18-24
Diáfisis nacimiento
Epífisis distal
Porción lateral del cóndilo 2-3 1.5-2.5 3.5
Porción medial del cóndilo 2-4 6-8 3.5
Epicóndilo medial 6-8 3-6 4
Epicóndilo lateral - nacimiento 3.5
Radio
Epífisis proximal 3-5 5-11 5-7
Diáfisis nacimiento
Epífisis distal 2-4 6-12 14-22
Cúbito
Tuberosidad del olécranon 6-8 5-10 9-13
Diáfisis nacimiento
Apófisis ancónea 12 3-5
es
Epífisis distal 5-9 6-12 14-25
al
Carpo
or
Accesorio
L.
Núcleo principal 3
Núcleo secundario 7 3-6 4
e
os
Metacarpo
of
Metacarpiano I
Pr
es
al
or
M
L.
e
os
.J
of
Pr
16
Miembro pelviano
REGIONES NATURALES
(Fig. 16-1)
REGIÓN GLÚTEA
es
al
or
Figura 16-3. Vista lateral y medial del muslo izquierdo del perro. Estructuras superficiales. 1: m. glúteo medio. 2, 2´:
M
porciones craneal y caudal del m. tensor de la fascia lata. 3: m. glúteo superficial. 4, 4´: porciones craneal y caudal del
m. sartorio. 5: m. bíceps del muslo. 6: m. semitendinoso. 7: m. semimembranoso. 8: m. vasto lateral 9: linfonódulo
L.
poplíteo. 10: fascia lata (seccionada). 11: cresta ilíaca. 12: m. gracilis. 13: m. aductor. 14: m. elevador del ano. 15: m.
e
pectíneo. 16: a. safena, v. safena medial y n. safeno. 17: a. y v. femoral y n. safeno. 18: a. y v. caudal proximal del muslo.
os
19: a. y v. circunfleja medial del muslo. 20: a. profunda del muslo. 21: m. obturador interno. 22: v. ilíaca interna. 23: a.
.J
glútea caudal. 24: a. pudenda interna. 25: n.obturador. 26: a. y v. pudendoepigástrica. 27: ramo craneal del n. obturador.
of
Pr
dorsal media hasta las proximidades de la arti- lateral- el nervio y vasos glúteos craneales para
culación de la cadera; a continuación se sec- penetrar en el músculo glúteo medio.
ciona la fascia glútea (Fig. 11-8).
B. ACCESO LATERAL AL ILION (Fig. 16-6). Este método
Si la finalidad es exponer las alas del ilion, se es el adecuado para exponer el cuerpo y ala
incide sobre el periostio de la cara lateral de la del ilion. La incisión cutánea se realiza ligera- Anatomía Clínica del Perro y Gato
cresta iliaca; después, se procede a desvincular mente curvada ventralmente y extendida des-
subperiósticamente el músculo glúteo medio, que de el centro de la cresta iliaca a la porción dis-
es replegado caudalmente. tal del trocánter mayor del fémur; de esta for-
En el acceso a la articulación sacroiliaca, la ma accedemos al límite entre los músculos
incisión perióstica se realiza sobre la cara medial glúteo medio y tensor de la fascia lata. Una
de la cresta iliaca, desinsertando los músculos vez seccionada la aponeurosis que une am-
sacrocaudales que son apartados medialmente bos músculos desde la tuberosidad coxal al
para exponer la articulación; la desinserción no borde craneal del músculo bíceps, se eleva el
debe prolongarse muy medialmente ante el peli- músculo glúteo medio, separándolo del glúteo
gro de comprometer a los ramos dorsales de los profundo y de su fijación al cuerpo y ala del
nervios sacros. La superficie articular del ilion se ilion. Si es necesario, se procede a desinser-
sitúa a nivel de la mitad caudal de la cresta iliaca. tar el glúteo profundo, lo que supone sacrifi-
En ambos casos, la desvinculación subperiós- car a los ramos de la arteria, vena y nervio
tica de los músculos no debe prolongarse más glúteo craneal que caminan sobre este mús-
allá de la espina iliaca dorso caudal, dado que culo para dirigirse al músculo tensor de la fas-
sobre este accidente óseo discurren -de medial a cia lata.
rado.
M
L.
Figura 16-4. Radiografía dorsoventral de la pelvis del pe- D. ACCESO AL PUBIS. La ostectomía de la rama cra-
e
tico. 12: escotadura isquiática menor. 13: agujero obtura- nectomía del origen del músculo pectíneo y
do. 14: espina isquiática. 15: cabeza del fémur. 16: trocán-
su reclinamiento distal, teniendo en cuenta que
ter mayor. 17: fosa trocantérica. 18: trocánter menor. 19:
cuerpo del fémur. 20: colon descendente. los vasos circunflejos mediales del muslo dis-
curren bajo el mismo. Posteriormen-
te se aíslan los bordes craneal y cau-
dal de la rama craneal del pubis te-
niendo especial cuidado en este úl-
timo punto, dado que por aquí dis-
curren el nervio obturador y la rama
obturadora de la arteria y vena cir-
cunfleja medial del muslo.
CADERA
Miembro pelviano
dedo hacia afuera; cuando existe luxación, esta fascia lata. 7: m. glúteo profundo. 8: alas del ilion. 9: ra-
movilización no se produce. La reducción cerra- mas de los vasos y del n. glúteo craneal.
da de la luxación (Fig. 16-7) se basa en girar el
fémur hacia afuera a la vez que se tracciona de él
distalmente y se abduce; una vez situada la ca- músculos), las articulaciones cuya estabilidad de-
beza del fémur inmediatamente craneal al acetá- pende de la acción muscular -cadera- se ven com-
bulo, el fémur es girado internamente y adducido, prometidas; la separación continuada de las dos Anatomía Clínica del Perro y Gato
penetrando así la cabeza en el acetábulo, lo que superficies articulares terminan generando la dis-
es percibido por un sonido característico. plasia. El diagnóstico se basa en medir en la placa
La displasia de cadera es el defecto del de- radiográfica el ángulo formado por el extremo cra-
sarrollo esquelético más frecuente; se presenta neal del acetábulo, el centro de la cabeza del fé-
en perros de gran talla. Es de etiología multifac- mur, y el centro de la cabeza del fémur del lado
torial, en la que al menos participan factores ge- opuesto; en caso de displasia este ángulo es infe-
néticos y nutricionales; al contrario que en la es- rior a 105º.
pecie humana, no es congénita, iniciando su de-
sarrollo en los primeros seis meses de vida. Se ACCESOS QUIRÚRGICOS
caracteriza por subluxaciones recurrentes o ines- A. ACCESO CRANEOLATERAL (Fig. 16-8). Este acceso
tabilidad de la articulación, debidas a una falta de es el más adecuado para la reducción abierta
congruencia entre la cabeza del fémur y el acetá- de luxaciones o fracturas de la cabeza o cuello
bulo. La displasia de cadera es un ejemplo de del fémur; además, puede extenderse para ex-
enfermedad biomecánica: debido a una falta de poner el cuerpo del fémur o las alas del ilion o
sincronía en el desarrollo muscular y esquelético transformarse en un acceso dorsal. La inter-
(el esqueleto crece más rápidamente que los vención comprende las siguientes fases:
Figura 16-7. Manipulaciones que deben practicarse en la reducción cerrada de la luxación dorsocraneal de la cadera
basándose en los accidentes óseos.
es
al
or
M
L.
e
os
.J
of
Pr
es
al
or
M
L.
Figura 16-9. Acceso dorsal a la articulación de la cadera. En A. se muestran las estructuras tras la incisión
e
cutánea y la eliminación parcial de la fascia glútea. En B los músculos bíceps y glúteo superficial han sido
os
reclinados. En C se ha introducido unas pinzas bajo el trocánter mayor, marcándose así el nivel donde debe
.J
practicarse la osteotomía del trocánter mayor. En D se muestra la cabeza del fémur tras practicar la osteotomía
of
y elevar los músculos glúteos. 1, 1’: trocánter mayor. 2, 2’: m. bíceps. 3, 3’: m. glúteo superficial. 4: m.
Pr
glúteo medio. 5: m. tensor de la fascia lata. 6: m. recto del muslo. 7: n. ciático. 8: a. glútea caudal. 9:
cápsula articular seccionada. 10: cabeza del fémur. 11: mm. glúteos medio y profundo reclinados dorsalmente
junto con el trocánter mayor.
a) Incisión cutánea vertical inmediatamente cra- (caudalmente) y recto del muslo (cranealmen-
neal al trocánter mayor. te). Debe tenerse especial cuidado con los va- Anatomía Clínica del Perro y Gato
b) Una vez identificado el bíceps, se incide sobre sos circunflejos laterales del muslo y con el ner-
la fascia lata a lo largo del borde craneal de vio femoral, que emergen entre el recto del
este músculo, que es posteriormente replega- muslo y vasto intermedio.
do en sentido caudal. De esta forma quedan e) Si se desea una mayor exposición de la articu-
expuestos los músculos vasto lateral (cubierto lación, se puede seccionar parcialmente el ten-
por la fascia lata), glúteo medio, glúteo superfi- dón del glúteo profundo o/y desvincular subpe-
cial y tensor de la fascia lata. riosticamente del extremo proximal del fémur a
c) Se secciona verticalmente la fascia lata que cu- los vastos lateral e intermedio.
bre el vasto lateral, prolongando la incisión
proximalmente, separando los músculos tensor B. ACCESO DORSAL (Fig. 16-9). Este acceso es el
de la fascia lata y glúteo superficial. que permite la máxima exposición de la articu-
d) Una vez replegados caudalmente el vasto late- lación de la cadera; se emplea en la reducción
ral, cranealmente el tensor de la fascia y dor- abierta de luxaciones o fracturas de la mitad
salmente el glúteo medio, la cápsula articular caudal del cuerpo del ilion, del acetábulo, del
aparece en el triángulo formado por los múscu- isquion y de la cabeza y cuello del fémur. La
los glúteo medio (dorsalmente), vasto lateral incisión cutánea -ligeramente curvada en sen-
es
al
or
M
L.
e
os
Figura 16-10. Acceso medial a la articulación de la cadera derecha (A-D). Pectinectomía (A y B). 1, 1’: m.
pectíneo. 2: m. sartorio. 3: m. gracilis. 4: ligamento inguinal. 5: a. y v. pudenda externa y n. genitofemoral.
.J
6: n. obturador (ramo externo). 7: a. femoral. 8: v. femoral. 9, 9’: a. y v. circunfleja medial del muslo. 10: a.
of
y v. caudales proximales del muslo. 11, 11’: m. iliopsoas. 12: cabeza del fémur.
Pr
tido caudal- se realiza sobre el trocánter ma- culos glúteos medio y profundo; finalmente tras
yor. Una vez disociados el bíceps y tensor de contornear caudalmente la articulación de la ca-
la fascia lata [ver fase b) del acceso craneola- dera, se incorpora al muslo. En este trayecto, el
teral], se secciona el tendón de inserción del nervio ciático camina acompañado por los vasos
músculo glúteo superficial, que es replegado glúteos caudales, que igualmente debe ser iden-
dorsalmente. A continuación, mediante una li- tificados y protegidos.
gera elevación del glúteo medio, se identifica
el glúteo profundo, y se pasa un hemóstato C. ACCESO MEDIAL (Fig. 16-10). Tras realizar una
entre este último músculo y el cuello del fémur, incisión cutánea vertical sobre el músculo pec-
abarcándose así los tendones de inserción de tíneo, es necesario practicar la miotomía de
los músculos glúteos medio y profundo y piri- este músculo, lo que requiere la previa identi-
forme. Finalmente, ya sea por osteotomía del ficación y protección de los importantes vasos
Miembro pelviano
trocánter mayor o por tenotomía de los mús- femorales, que discurren por el borde craneal
culos glúteos, éstos son reclinados dorsalmen- del músculo, así como el nervio obturador, que
te, descubriéndose así la cara dorsal de la ar- emerge entre este músculo y el aductor. Una
ticulación. vez reflejados los dos extremos del pectíneo
En todo momento es necesario identificar y pro- proximal y distalmente, la cápsula articular apa-
teger al nervio ciático; éste inicialmente camina rece tras retirar el músculo iliopsoas y los va-
sobre la escotadura ciática mayor del coxal, diri- sos circunflejos mediales del muslo en sentido
giéndose en sentido caudoventral entre los mús- distal y proximal respectivamente.
Figura 16-12. Acceso al fémur izquierdo. A: estructuras superficiales tras incidir piel. B: incisión longitudinal de la fascia
lata justo craneal al m. bíceps. C: la separación de los mm. bíceps y vasto lateral permite visualizar el fémur. 1: m.
bíceps. 2, 2’: fascia lata. 3: m. vasto lateral. 4: m. aductor. 5: fémur.
es
al
Figura 16-13. Cara lateral de la rodilla izquierda una vez Figura 16-14. Cara medial de la rodilla izquierda del pe-
es
eliminado el m. bíceps. El punto verde indica el lugar de rro. Estructuras superficiales. El punto rojo indica el lugar
punción anestésica del nervio peroneo común. 1: m. vas- de punción anestésica del nervio safeno. 1: m. gracilis. 2,
al
or
to lateral. 2: fascia lata (seccionada). 3: m. aductor. 4: m. 2’: porciones caudal y craneal del m. sartorio. 3: m. vasto
M
digital profundo lateral. 9: m. peroneo largo. 10: m. tibial y n. safeno. 9: ramo articular de la rodilla. 10: ramas de la
e
craneal. 11: ligamento colateral lateral. 12: n. ciático. 13: a. y v. descendentes de la rodilla. 11: ramo craneal de la
os
n. tibial: 14: n. peroneo común. 15: a. y v. femoral. 16: a. a. safena, ramo craneal de la v. safena medial y n. safeno.
.J
y v. poplítea. 17: a. y v. caudal distal del muslo. 18: v. 12: ramo caudal de la a. safena y ramo caudal de la v.
of
el miembro se puede salvar transponiendo el ori- de pulso en estas especies. La vena femoral
gen del extensor digital largo al tendón de inser- puede ser utilizada -sobre todo en el gato- para
ción del vasto lateral, y realizando la artrodesis las inyecciones endovenosas; su posición cons-
tarsocrural. tante caudal a la arteria facilita la punción.
MÚSCULOS CAUDALES DEL MUSLO. Estos músculos MÚSCULO PECTÍNEO. Aunque la miectomía del pec-
son utilizados en las inyecciones intramusculares. tíneo (pectinectomía) no tiene efecto sobre la
La principal consideración anatómica de estas in- evolución de la displasia de cadera, se puede rea-
yecciones es la presencia del nervio ciático (Fig. lizar para aliviar el dolor asociado a la contractura
16-11), que como se ha mencionado camina bajo o estrés que sufre este músculo; hay que tener
el bíceps, próximo al fémur. en cuenta que en muchos casos, la enfermedad
se cura con la edad.
TRIÁNGULO FEMORAL. Este triángulo -limitado por El músculo se identifica fácilmente inmediata-
Miembro pelviano
el músculo sartorio cranealmente y por el múscu- mente caudal al triángulo femoral; los vasos fe-
lo pectíneo caudalmente- se localiza en las por- morales y el nervio safeno deben ser identifica-
ciones proximales de la cara medial del muslo y dos y replegados cranealmente; los vasos circun-
es fácilmente palpable (Figs. 16-3, 16-10). Por él flejos mediales y laterales del muslo (que cursan
discurren subcutáneos la arteria y vena femoral y de la cara lateral de las porciones proximales y
el nervio safeno antes de que sean cubiertos por medias, respectivamente, del músculo), así como
el músculo sartorio. La arteria femoral es palpa- los vasos caudales proximales del muslo (que
ble, siendo este vaso el de elección para la toma cursan por la cara medial de las porciones dista-
Figura 16-17. Vistas lateral (A) craneal (B) y medial (C) de la rodilla izquierda del perro. En A la cápsula articular ha sido
seccionada y reclinada cranealmente, una vez separados la fascia lata y el m. bíceps. En B el ligamento rotuliano ha
sido seccionado y apartado medialmente junto con la rótula; el cuerpo adiposo infrarrotuliano ha sido eliminado. En C la
cápsula articular ha sido seccionada y reclinada cranealmente, una vez seccionado longitudinalmente el m. sartorio y
apartado caudalmente. 1: fascia lata (seccionada). 2: m. vasto lateral. 3: m. biceps del muslo. (reclinado caudalmente).
4: rótula. 5: ligamento femororrotuliano lateral. 6, 6’: huesos sesamoideos del m. gastronemio, lateral y medial. 7:
ligamento colateral lateral. 8: cápsula articular (seccionada). 9: tendón de origen del m. extensor digital largo. 10:
es
menisco lateral. 11: menisco medial. 12: cuerpo adiposo infrarrotuliano. 13: m. gastronemio. 14: m. tibial craneal. 15: m.
peroneo largo. 16, 16’: ligamento rotuliano (seccionado). 17: tróclea del fémur. 18, 18’: cóndilos del fémur. 19: ligamento
al
cruzado caudal. 20: ligamento cruzado craneal. 21: ligamento transverso de la rodilla. 22: m. vasto medial. 23: m.
or
semimembranoso. 24: m. poplíteo. 25: m. colateral medial. 26: tuberosidad tibial. 27: m. sartorio (reclinado caudalmente).
M
L.
e
os
les del muslo, en el tránsito entre el muslo y la ARTICULACIÓN FEMORORROTULIANA. Esta articula-
pierna (región poplítea) y entre los músculos bí- ción está caracterizada por presentar como único
ceps y semitendinoso (Fig.16-13). Esta situación vínculo entre la rótula y la tibia el ligamento rotulia-
lo hace fácilmente explorable, así como que sea no; bajo éste existe una pequeña bolsa sinovial
el nódulo linfático de elección en la toma biópsica infrarrotuliana distal. Además, los ligamentos fe-
de tejido linfático. mororrotulianos son tenues condensaciones de la
fascia profunda y conectan el extremo proximal de
la rótula con los correspondientes huesos sesamoi-
RODILLA deos del músculo gastronemio. A la palpación son
identificables la rótula, los labios de la tróclea y
ARTROCENTESIS. Los tres sacos de la cápsula arti- cóndilos del fémur, los huesos sesamoideos del
cular de la rodilla -femororrotuliana y los dos fe- gastronemio, el ligamento rotuliano y la tuberosi-
morotibiales, parcialmente divididos por los me- dad y surco extensor de la tibia.
niscos- se comunican entre si, por lo que sólo es La anormalidad más frecuente de esta articula-
necesario una punción para acceder a todos ellos ción es la luxación rotuliana; el hecho de que
Miembro pelviano
(Fig. 16-15). La punción es más fácil a nivel del en estas especies la rótula aparezca excesiva-
saco proximal de la articulación femorotibial, tan- mente elevada en relación a la tróclea femoral y
to lateral como medialmente. Así, la aguja se in- que los labios de ésta (sobre todo el medial) sean
serta a uno u otro lado del ligamento rotuliano, poco prominentes resta estabilidad, lo que pre-
manteniendo la articulación ligeramente flexiona- dispone a sufrir luxaciones a causa de traumatis-
da, y se introduce en dirección proximal; la aguja mos. Las luxaciones mediales son las más frecuen-
debe atravesar el cuerpo adiposo infrarrotuliano, tes, sobre todo en razas caninas pequeñas; se
interpuesto entre la membrana sinovial y fibrosa caracterizan por ser recurrentes y estar asocia-
Figura 16-18. Reconstrucción intracapsular en la insuficiencia del ligamento cruzado craneal. 1: tercio lateral del
ligamento rotuliano y fascia lata. 2: hueso sesamoideo lateral del m. gastronemio. 3: rótula. 4: ligamento rotuliano, 5, 5’:
meniscos, lateral y medial. 6: ligamento transverso de la rodilla (intermeniscal). 7: m. gastronemio. 8: m. bíceps (recli-
nado caudalmente). 9: m. vasto lateral. 10: tendón de origen del m. extensor digital largo. 11: m. tibial craneal. 12:
tróclea del fémur.
es
das a deformaciones genéticas del tercio distal -reforzamiento del retináculo lateral. Para ello
al
del fémur o proximal de la tibia (rodillas arquea- se utiliza hilo de sutura no absorbible o una
or
das: genu varo); así, la tracción proximal de la ró- banda de fascia lata obtenida de la cara cra-
M
tula ejercida por el cuádriceps provoca que ésta neal del cuádriceps (que queda vinculada a la
L.
realiza una (o más) de las siguientes medidas: te cabeza del gastronemio y posteriormente
of
-transposición de la tuberosidad tibial. Consiste anidado o suturado (Fig. 16-18). Esta técnica
Pr
en transplantar la tuberosidad tibial (junto con suele acompañarse del refuerzo de la cápsula
el ligamento rotuliano) más lateralmente; pre- articular lateral.
viamente es necesario separar parcialmente -profundización del surco troclear (trocleoplastia,
el músculo tibial craneal de la tibia. condroplastia).
es
al
or
M
L.
e
os
.J
Figura 16-20. Vistas lateral y medial de la pierna izquierda. Estructuras superficiales. 1: m. sartorio. 2: m.
of
gracilis. 3: m. semitendinoso. 4: m. gastronemio. 5: m. flexor digital superficial. 6: tendón accesorio del tendón
Pr
calcáneo común. 7: m. flexor digital profundo medial. 8: m. flexor digital profundo lateral. 9: n. tibial. 10: m.
poplíteo. 11: tendón calcáneo común. 12: a. safena, v. safena medial y n. safeno. 13: ramos caudales de la v.
safena medial y de la a. safena. 14: ramos craneales de la v. safena medial y de la a. safena, y n. safeno 15: a.
y v. peronea. 16: m. tibial craneal. 17: a. tibial craneal (junto con el n. peroneo profundo) [el m. tibial craneal ha
sido elevado para permitir su visualización]. 18: m. bíceps del muslo. 19: m. extensor digital largo. 20: ligamen-
to colateral lateral de la rodilla. 21: m. peroneo largo. 22: n. peroneo común. 23: n. peroneo superficial. 24: v.
safena lateral. 25: su ramo craneal. 26: su ramo caudal.
-capsulotomía o/y tenotomía parcial medial; de dilla ocurre normalmente en razas caninas con
esta forma se consigue disminuir la tensión miembros pelvianos relativamente rectilíneos. Casi
medial ejercida por la cápsula articular o por siempre la rotura afecta al ligamento cruzado cra-
los músculos vasto medial y sartorio. neal y suele ser a consecuencia de traumas que
-osteotomía del fémur o tibia, para que la rodilla provocan hiperextensión de esta articulación (in-
quede alineada respecto a estos huesos. capaz de extenderse más de 150º en el caso del
perro) o rotación interna de la tibia: este ligamen-
Miembro pelviano
ARTICULACIÓN FEMOROTIBIAL. Esta articulación de to se extiende desde la cara axial de las porcio-
la rodilla se establece entre los cóndilos del fémur nes caudales del cóndilo lateral del fémur al área
y de la tibia; dada la incongruencia de las superfi- intercondilar craneal de la tibia; discurre lateral al
cies articulares se interponen los meniscos. Los ligamento cruzado caudal.
ligamentos cruzados craneal y caudal y colatera- El diagnóstico se basa en la comprensión de
les lateral y medial son los encargados de dar es- la peculiar disposición anatómica e inserciones de
tabilidad a la rodilla (Figs. 16-15, 16-17). cada uno de los ligamentos cruzados. Si mante-
La rotura de los ligamentos cruzados de la ro- niendo la articulación en posición de flexión mo-
rrespondiente (disección periférica de la cápsula jos y verde muestran los lugares de punción anestésica
or
previamente a la extracción del menisco). de los nervios peroneos (superficial y profundo) y tibial. 1:
M
cial. 10: n. tibial. 11: v. safena lateral, 11´, 11´´: sus ramos
las porciones craneolaterales de la rodilla, que- caudal y craneal.
of
Pr
dan resultado, la transposición del ten- tuberosidad del calcáneo. 7: sustentáculo. 8: apófisis coracoidea. 9: ca-
dón flexor digital lateral hacia el ten- beza del talo. 10: trócea. 11: hueso central del tarso. 12, 13, 14, 15:
dón extensor digital largo, puede pa- huesos tarsianos I, II, II y IV. 16: hueso metatarsiano I. 17: falange
liar la sintomatología. proximal I. 19: falange distal I. 20: hueso sesamoideo plantar. 21: hueso
sesamoideo dorsal.
ACCESOS QUIRÚRGICOS
A. ACCESO MEDIAL. Este es el acceso
más fácil, pues por esta cara el hue-
so únicamente está cubierto por la piel y la fas- dola distalmente por el borde medial del tibial
cia profunda de la pierna (Fig. 16-20); la tibia craneal, teniendo en cuenta que hacia el ter-
queda marginada por los músculos tibial cra- cio distal de la pierna transita el ramo craneal
neal y flexor digital medial. Un paquete vascu- de la vena safena lateral, y algo más medial-
lonervioso constituido por el ramo craneal de mente el ramo anastomótico que une ésta con
la vena safena medial, el nervio safeno y el el ramo craneal de la vena safena medial. Una
ramo craneal de la arteria safena cursa sub- vez replegado caudolateralmente el tibial cra-
Miembro pelviano
cutáneo en sentido caudoproximal; estas for- neal, aparece el extensor digital largo, que es
maciones deben ser respetadas. Igualmente, desvinculado del hueso para poder exponer la
se debe tener presente que los vasos perone- cara lateral de la tibia. Especial cuidado debe
os caminan a lo largo del músculo flexor digital de tenerse con la arteria y vena tibial craneal,
medial, entre éste y la tibia. así como con el nervio peroneo profundo, que
discurren en sentido distal adyacentes al hue-
B. ACCESO LATERAL. La incisión cutánea se realiza so y asociados a la cara interna del músculo
a lo largo de la tuberosidad tibial, prolongán- extensor digital largo (Fig. 16-20).
Tabla 16-1. Maduración de los núcleos de osificación de los huesos del miembro
pelviano.
Perro Gato
Coxal
Ilion nacimiento
Isquion nacimiento
Pubis nacimiento
Hueso acetabular 6-7 4-7
Cresta iliaca 16 12-24
Tuberosisdad isquiática 12 8-10
Arco isquiático 24 6-12
Sínfisis púbica (caudal) 28 2-5 años
Fémur
Trocánter mayor 7-8 6-11 7-10
Trocánter menor 7-8 8-13 8-11
Cabeza 1-3 6-11 7-10
Diáfisis nacimiento
Epífisis distal 2-4 6-12 13-19
Tróclea 3 3
Rótula 9
Tibia
Tuberosidad tibial 6-11 6-10
es
Epífisis proximal 2-4 6-15 12-18
al
Diáfisis nacimiento
or
Peroné
Epífisis proximal 6-11 6-12 13-18
e
os
Diáfisis nacimiento
Epífisis distal 2-7 5-13 10-14
.J
Tarso
Calcáneo
Tuberosidad 5-9 3-8 7-13
Diáfisis nacimiento
Otros huesos del tarso
Un centro cada uno 2-5
Metatarso
Diáfisis nacimiento Anatomía Clínica del Perro y Gato
Epífisis distal 3-6 5-7 8-11
Dedo: similar a miembro torácico
PUNCIONES ANESTÉSICAS. Estas punciones troncu- dido del nervio ciático, se incorpora a la pierna
lares sólo son empleadas cuando las circunstan- discurriendo sobre la cabeza lateral del gas-
cias desaconsejen realizar la anestesia general. tronemio, próximo a la cabeza del peroné; pos-
Únicamente son aplicables para intervenciones teriormente se introduce entre los músculos pe-
sobre el pie, e implican bloquear los tres nervios roneo largo y flexor digital lateral, dividiéndose
que recogen la sensibilidad del extremo distal del en los nervios peroneos profundo y superfi-
miembro. cial.
1. Nervio peroneo. Como ya se ha menciona- a) Bloqueo anestésico del nervio peroneo común
do, el nervio peroneo común, una vez despren- (Fig. 16-13). La anestesia de este nervio es
es
Figura 16-23. Radiografía dorsoplantar del pie del gato. Figura 16-24. Estructuras superficiales de la cara dorsal
al
poco frecuente en la práctica clínica de los pe- lateral. 5: m. extensor digital corto. 6: a. tibial craneal y n.
L.
queños animales; se realiza inyectando subfas- peroneo profundo (en profundidad; visibles al haber se-
e
dos; precisamente, a este nivel es posible pal- ciones médico-quirúrgicas que se realicen sobre
parlo acompañado por el ramo caudal de la la cara dorsal del tarso (resolución de luxaciones
arteria safena. La punción se realiza insertan- del tarso, colocación de férulas, artrodesis), pues
do la aguja subfascialmente en la depresión su compresión puede provocar isquemias. Igual-
cutánea que queda cranealmente al tendón mente, deberán ser tenidos en cuenta a las cau-
calcáneo común. dalosas ramas craneales de las venas safenas
lateral y medial, que discurren subcutáneas en
3. Nervio safeno (Fig. 16-14). La punción se rea- sentido proximal en plena cara dorsal del tarso y
liza mediante una línea de infiltración subcutá- metatarso.
nea en la cara medial de la pierna, caudalmente
al saliente óseo del extremo proximal de la ti- ARTROCENTESIS DEL TARSO. En la punción de la ar-
bia, donde el nervio camina subcutáneo y ticulación tarsocrural hay que tener en cuenta que
acompañado por la arteria safena y la vena ésta no suele comunicar con las otras articulacio-
safena medial. nes más distales, pero sí con la talocalcánea
proximal y con la vaina sinovial tendinosa del mús-
TENDÓN CALCÁNEO COMÚN. Este tendón (Fig. 16- culo flexor digital lateral. La aguja se inserta en la
21) está constituido principalmente por los ten- cara lateral del tarso, inmediatamente distal al
dones del gastronemio y flexor digital superficial maleolo lateral, entre éste y el labio lateral de la
(identificables separadamente por palpación), tróclea, y se introduce en dirección distoplantar.
aunque también participan los músculos bíceps,
gracilis y semitendinoso; su función es la de ex-
tender el tarso y flexionar la rodilla y dedos. Dada
es
su situación superficial en las porciones caudo-
al
tendida.
os
.J
of
Pr
PIE
incisión se realiza justo medial al ramo craneal de Figura 16-27. Estructuras a considerar en el acceso qui-
L.
ria dorsal del pie, que caminan próximos al borde acceder a la articulación.
lateral del tendón tibial craneal.
Miembro pelviano
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L.
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Pr
Índice
Bulbo del pene 169 Ciático, nervio 94, 95, 105, 211 Cubital, nervio 103, 187, 193, 198
os
Enucleación 45, 49, 50 Femoral, nervio 94, 95, 105 - diafragmáticas 136
os
101
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