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Departamento de Sociología
Magister en Sociología
En las presentes líneas deseo expresar mi más profundo y sincero agradecimiento a todas las
personas que con su ayuda han colaborado en la realización del presente trabajo, en especial al
Doctor en Sociología, Luis Campos Medina, profesor guía de la presente investigación, quien
me oriento y motivó en todo momento para la realización del proyecto.
Especial reconocimiento merece el “Liceo Puente Alto”, lugar que acogió de buena forma mi
investigación, en especial al jefe de UTP de dicho establecimiento escolar, el Doctor en
Historia, Eduardo Cebrian, el cual facilito mi inmersión en dicha institución, teniendo un
absoluto compromiso con mi trabajo en todo momento.
Así mismo quisiera dar un agradecimiento muy especial a toda mi familia y círculo más
cercano, por su comprensión, paciencia y apoyo en este proceso.
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INDICE
Pág.
INTRODUCCION………………………………………………………………………….......... 7
CAPITULO I: ANTECEDENTES GENERALES……………………………………………… 9
1. Planteamiento del problema………………………………………............................ 9
2. Hipótesis y objetivos de investigación…………………………...………………... 17
a. Objetivo General………………………………………................................... 17
b. Objetivos Específicos……………………………………………………… 17
3. Relevancias……………………………………………………………………….. 18
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………........... 117
BIBLIOGRAFIA………………………………………………………………………………… 122
ANEXO Nº1……………………………………………………………………………………... 125
ANEXO Nº2……………………………………………………………………………………... 126
ANEXO Nº3…………………………………………………………………………………….. 127
ANEXO Nº4……………………………………………………………………………………... 128
ANEXO Nº5……………………………………………………………………………………... 129
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INDICE DE IMÁGENES
Pág.
1.1. Ubicación del Establecimiento. ……………………………………………………………. 58
1.2. Manual de Convivencia Interna……………………………………………………………. 68
1.3. Entrada principal exterior………………………………………….………………………. 78
1.4. Delimitación para acceso a inspectoría……………………………………………………… 79
1.5. Hall central…………………………………………………………………………………. 80
1.6. Zona delimitada……………………………………………………………………………. 81
1.7. Inspectoría…………………………………………………………………………………. 82
1.8. Biblioteca…………………………………………………………………………………… 83
1.9. Sala de inspector de patio marcada en rojo………………………………………………….. 84
1.10. Zonas demarcadas………………………………………………………………………… 86
1.11. Delimitación cancha………………………………………………………………………. 86
1.12. Movilidad de inspectores en dicho espacio………………………………………………… 88
1.13. Interior de la Cancha techada……………………………………………………………… 89
1.14. Movimiento de inspectores al interior del espacio…………………………………………. 90
1.15. Escaleras con candados…………………………………………………………………… 91
1.16. Lugar de trabajo adaptado por inspector………………………………………………….. 93
1.17. Organización de inspectores de patio. …………………………………………………… 100
1.18. Credencial de identificación………………………………………………………………. 101
1.19. Zonas resistentes…………………………………………………………………………. 107
1.20. Zonas resistentes en los pisos superiores………………………………………………….. 108
1.21. Lugar de la fuga…………………………………………………………………………… 109
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RESUMEN
La disciplina aparece en casi todo tipo de orden social que tiene por finalidad generar sujetos
de control. En el contexto educacional, la forma en que la disciplina interviene en sus sujetos
de control es por medio de sutiles dispositivos disciplinadores los cuales son desplegados al
interior de los establecimientos escolares (Foucault, 1998), y tienen como una de sus
finalidades que estos adquieran ciertas prácticas y comportamientos.
Esta investigación se adentra en una institución escolar con la finalidad de caracterizar sus
dispositivos disciplinadores y determinar la forma en que estos intervienen en sus sujetos de
control a través del uso del cuerpo y disposición de las materialidades. Esta relación posibilitará
el surgimiento de conductas disciplinadas como también resistentes. A su vez, tales respuestas
al dispositivo disciplinador por parte de los sujetos de control, en muchos casos serán
adquiridas, aportando al proceso dinámico de construcción de una cultura interna heterogénea.
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INTRODUCCION
La disciplina en la educación actual, como señala Foucault, no es algo que se pueda forzar de
ninguna manera o que se pueda conseguir mediante la amenaza, el castigo o cualquier otra
forma de presión, sino que responde a la inserción de diversas conductas hacia el agente
(Foucault, 1998).
Para entender el proceso de disciplinamiento desarrollado en la escuela, no sólo hay que mirar
las acciones de la institución frente a los hechos disruptivos, sino más bien, los fenómenos que
componen la cotidianeidad del lugar, es decir los momentos y los espacios de supuesta
tranquilidad o normalidad. Es allí, cuando el poder disciplinario se ejerce con más fuerza, pues
su efectividad aumenta cuando es más discreto e invisible para los diferentes actores que lo
ejercen y lo sufren.
En este estudio indagamos y nos adentramos en uno de los espacios sociales en los que el
control social opera y despliega sus estrategias de acción, la “Escuela”. En esta institución
social, detectamos la intervención de sutiles dispositivos, los que están destinados a producir
disciplina y adecuación en sus sujetos de control, mediante un mecanismo de naturalización de
la realidad social. Uno de los propósitos dentro de esta investigación fue abordar de manera
empírica la relación entre los dispositivos y sus sujetos de control.
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Nos abocamos al estudio de aquel espacio en el que los actores y los dispositivos de control
social se cruzan, interactúan y generan relaciones de disciplinamiento y resistencia. Estos
dispositivos tienen como objetivo producir disciplina y promover en los sujetos de control una
visión naturalizada de la realidad social.
El papel empírico del estudio es importante, puesto que logra demostrar la existencia de
diversas formas de expresión que demuestran la existencia de una norma social en donde la
desobediencia puede responder a un acto de resistencia.
En el tipo de normas que se expresan dentro del establecimiento escolar, la realidad social
aparece un tanto naturalizada. Más que un producto de la interacción de los actores
educacionales, se revela ante el alumno como el resultado de un designio que se encuentra más
allá de su propio control. Uno de los objetivos de nuestra tesis, fue estudiar la relación
existente entre los dispositivos de control interno y sus sujetos de control.
Esta relación puede adquirir dos formas básicas de expresión, por un lado la reproducción del
contenido ideológico de los dispositivos disciplinadores internos, mediante la afirmación
acrítica de la norma y por otro lado la resistencia o ruptura ante las normas y dispositivos
destinados para el control social. En dicha lógica también pueden surgir categorías mixtas o
variables.
Si bien esta imagen del mundo social escolar puede resultar alarmantemente negativa, no es
nuestra intención dar al lector un sabor amargo respecto a nuestro trabajo. Introducirse en el
mundo social de los estudiantes es en sí mismo un desafío sorprendente y enormemente
enriquecedor.
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CAPITULO I: ANTECEDENTES GENERALES
En Chile los temas relacionados con la disciplina al interior de los establecimientos escolares,
anterior a la dictadura militar no tenían mayores cuestionamientos. Desde la colonia hasta
mediados de 1980 la educación escolar no era vista como una situación problemática, en
primer lugar porque la educación no era tan masiva, y en segundo lugar puesto que habían
ciertas prácticas que las instituciones legitimaban y reproducían, tales prácticas eran ligadas al
uso de violencia física en muchos casos lo cual era aprobado por los padres y la sociedad en
general. (Madriaza, 2004)
Posterior a la dictadura militar ocurrida en Chile entre 1973 y 1990, se genera un quiebre,
puesto que se produce un proceso de democratización de la escuelas desde la educación
misma, en donde la disciplina no quedaría ajena a esta revolución (Madriaza, 2004), Foucault
en algunos aspectos de Vigilar y Castigar, nos habla de que los métodos disciplinarios vistos en
la actualidad son más sutiles, por ende ya no se necesitaba recurrir estrictamente a la violencia
física. Basándonos en Madriaza y lo que señala en la Conferencia sobre “Convivencia escolar
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sin violencia” correspondiente a la UNESCO1 en 2009, pareciera que la transición de los
métodos educativos conductistas a constructivistas iría más allá de ser una transición
meramente curricular, sino más bien un cambio global en el cual las normas disciplinarias
comprendidas por los agentes no quedarían ajenas.
Una de las investigaciones más sobresalientes es la de Oliveros, M. (2007), quien realizó una
investigación para la UGMA3, titulada “Factores incidentes en la violencia escolar y su relación
con el clima organizacional de la E. B. El Blanquero NER 344. Municipio Maturín, Estado
Monagas”, La autora señala que la indisciplina escolar es un fenómeno social que repercute de
modo negativo en las relaciones humanas de esa organización educativa, y por ende, forja
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la cultura de la violencia, la intolerancia, la desmotivación, el aislamiento social y un constante
quebrantamiento a las normas disciplinarias potenciando conductas resistente a la norma al
interior de las aulas.
Además, afirma que una escuela que no se dimensione en función de los requerimientos de la
realidad en que está inmersa, debiendo satisfacer como ente socializador, entonces no está
cumpliendo su función dinamizadora, integradora y forjadora de individuos que vayan en
función de las pautas que la sociedad, y el establecimiento educacional dicta para conformarse
como ciudadanos productivos y útiles a ella.
Ante los presentes antecedentes, el estado comenzó a regular los temas referidos a la
indisciplina asumiendo una obligatoriedad por parte de los establecimientos educacionales en la
creación de normas para regular la disciplina al interior de los establecimientos escolares.
A comienzos del año 2001, el mismo MINEDUC 4, inició la elaboración de dicha política,
como una forma de dar una respuesta a la demanda social por fortalecer la convivencia social
dentro de las escuelas, de esta forma se quería lograr desarrollar ambientes armónicos en un
contexto de pacifismo escolar.
Dicha política, se crea como marco orientador para las acciones que se implemente en el
sistema escolar, sin duda que a favor de la formación de valores y principios que están
orientadas al convivir con otros y otras. Dicho objetivo se centraría en orientar las acciones de
los alumnos para prevenir la indisciplina y de esta forma generar condiciones aptas para una
adecuada convivencia, asignando responsabilidades a cada miembro del establecimiento
incluido alumnos.
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normas que preserven el actuar moral y el respeto de los estudiantes hacia su comunidad
educativa. Un tipo de disciplinamiento más sutil.
5 Ley 20536, Ministerio de educación, Sobre Violencia Escolar, Promulgada el 09/09/2011, publicada
el 17/09/2011. Link: :
http://www.mineduc.cl/usuarios/convivencia_escolar/doc/201109221119290.ley_violencia_escolar.p
df
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La adopción del Panóptico6 implica la adhesión a un determinado esquema de relaciones de
poder basado en la estricta vigilancia y en la sectorización diferencial (por sexo y por edad).
Además regula los tiempos, en el caso de la “Escuela elemental de Fagnano Olona, Italia”,
proyectada por Aldo Rossi en 1972, perdura el panóptico como organización de los espacios y
los flujos en relación a un espacio central. Este esquema de relaciones, que en la prisión no se
ha modificado, en la escuela ha sido objeto de cambios que, necesariamente, no han podido ser
debidamente acompañados por una arquitectura que carece, precisamente, de la flexibilidad
necesaria para adaptarse al cambio derivado de la fragmentación del poder, consecuencia de las
teorías críticas y autogestionarias, que han entendido al docente y al alumno como hombres y
mujeres capacitados para cumplir con responsabilidad y libertad con sus respectivas
obligaciones escolares, lo que implica abandonar la búsqueda del efecto inhibidor que produce
el Panóptico, pues ya no resulta necesario.
Por otra parte, tanto en la institución escolar como en la carcelaria, la base organizacional es el
modelo Taylorista7 de división del trabajo, y este a su vez se basa en la creencia de que los seres
humanos, en general, deben y prefieren ser dirigidos, e inclusive rehúyen a la responsabilidad
que implica la libertad, y que solo buscan la seguridad, de donde la arquitectura para el control
encuentra su fundamento organizacional y su vinculación con la didáctica conductista. Pero
desde el constructivismo se postula que la organización debe constituir el ámbito, en que el
hombre asuma la responsabilidad por su trabajo sin necesidad de control ni sanción. Y esto
tiene obvias implicancias en la arquitectura.
Lo que antecede no ha sido más que una exposición, una descripción del estado de situación
percibido a partir de la experimentación del espacio escolar desde una perspectiva diferente, en
el sentido de que el haber pasado por la escuela no significa que la conozcamos, es decir,
pasamos por ella a una edad en la que nuestra percepción de los hechos es obviamente
producción para generar un control del tiempo, metas y labores que generaba el trabajador en la época
de la Revolución Industrial.
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diferente. Una visión posterior, enriquecida no solamente por el tiempo transcurrido sino,
fundamentalmente, por la perspectiva que proporciona la filosofía de la educación, no implica
que pueda inferirse cómo debería ser la arquitectura escolar, pero genera asombro. El asombro
que produce advertir que muchas prácticas que se han naturalizado podrían ser diferentes y
que de hecho no siempre fueron tal como aparecen en el presente. La arquitectura no es la
institución, solo la alberga, pero es pertinente recordar que el desarrollo de las potencialidades
humanas requiere de un contexto de relaciones humanas positivas, y que la arquitectura tiene
en ese sentido un rol fundamental, porque la arquitectura es un recurso educativo así como
también la disposición de objetos y elementos al interior de esta.
El discurso médico penetró en la institución escolar por diferentes vías. Por un lado, la
creación del médico escolar y del Cuerpo Médico Escolar con un mandato autorizado a la hora
de definir normalidades corporales. Por el otro, a través de los planes y programas escolares y
de los manuales y textos obligatorios.
Este discurso ingresó en la escuela gracias a la biopolítica8 , la cual a partir del siglo XIX se
desplegó sobre las poblaciones acrecentando el valor de la vida. En nombre del cuerpo-
especie, el biopoder intervino para mejorar la vida, gestionar los procesos biológicos y
asegurar no tanto su disciplina sino su regulación. Pero su instalación llevó consigo todo un
conjunto de procedimientos en donde el mismo concepto de vida abarcó no sólo a la salud,
Estos elementos están relacionados desde un enfoque directo a la convivencia escolar, ya que
esta ha tratado el tema de la disciplina potenciando la generación de estrategias disciplinarias
las cuales dentro de este documento serán caracterizadas y hasta cierto punto analizadas en
base a sus efectos y acciones que generan en una institución escolar.
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2. HIPOTESIS Y OBJETIVOS DE INVESTIGACION.
a. Objetivo General.
b. Objetivos Específicos.
2- Determinar las formas de acción que tienen los dispositivos disciplinadores al interior del
establecimiento escolar.
3- Describir las formas específicas de expresión que adoptan los procesos de disciplinamiento
y resistencia en los agentes al interior del establecimiento escolar.
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3. RELEVANCIAS.
La presente tesis contribuye a la discusión sobre la disciplina y los mecanismos que esta
despliega en ciertas instituciones con fines disciplinadores. La especificidad de este estudio dice
relación con la posibilidad de indagar en la estructura disciplinar interna que tiene un
establecimiento escolar y los eventuales efectos que se generen en la relación: Dispositivo –
Agente.
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Por lo tanto, la relevancia práctica del estudio sobre la caracterización de dispositivos
disciplinadores al interior de un establecimiento escolar radica principalmente en la posibilidad
de generar conocimiento relevante para el entendimiento de la cultura particular que desarrolla
cada establecimiento escolar en función de sus normas internas, puesto que la generalidad de
las escuelas, al ser espacios profundamente sociales, también son espacios profundamente
diversos.
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CAPITULO II: PANORAMA CONCEPTUAL
El presente capitulo tiene por finalidad dar cuenta de la perspectiva teórica que sustenta la
investigación.
En el mundo encontramos diversidad de poblaciones con rasgos físicos variados, con distintas
formas de comportamiento y con diferentes dominios del conocimiento; todos ellos han sido
formados con cierta disciplina en los hogares, base de formación de la sociedad y en donde se
trata de inculcar principios “positivos”, valores y el sentido del respeto hacia sí mismo, hacia el
otro y hacia la naturaleza misma. El colegio es uno de los sitios donde se aprende a través de la
disyuntiva entre el castigo y la recompensa. En la prisión, la disciplina actúa de diferentes
maneras, ya no es la tortura contra el cuerpo sino la búsqueda por mejorar y encausar al
hombre por medio de mecanismos de vigilancia que advierten a los individuos a aprender a
comportarse. Estos son lugares donde se ejerce un sistema de castigo, control y vigilancia
sobre los individuos, el cual rige desde el desarrollo del cuerpo formándolo en todo el proceso
de crecimiento, moldeándolo hasta tal punto que se ve obligado a realizar diferentes tipos de
actividades cotidianas, que contribuyen con su formación.
Se señala, “A estos métodos que permiten el control minucioso de las operaciones del cuerpo,
que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les imponen una relación de docilidad-
utilidad, es a lo que se puede llamar 'disciplinas”. (Foucault, 1998: 141)
Obtener hombres que sean dóciles, es decir fáciles de conducir, fáciles para dejarse enseñar,
ése es el objetivo de las disciplinas. Un ejemplo claro es el soldado, como producto de la
implementación de una disciplina, en este caso la disciplina militar: es un hombre con un porte
vigoroso debido a que ha sido formado y ejercitado con una rutina diaria de ejercicios, con una
actitud de valentía frente al peligro, su oficio idóneo es estar siempre listo para el combate,
pues para ello se le ha entrenado, debe mantenerse siempre erguido, despierto, alineado y dócil
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hacia sus superiores, quienes siempre están pendientes evaluando todos sus movimientos que
sean coordinados y disciplinados.
“La disciplina aumenta las fuerzas del cuerpo (en términos económicos de utilidad) y disminuye
esas mismas fuerzas (en términos políticos de obediencia). En una palabra: disocia el poder del
cuerpo; de una parte, hace de este poder una "aptitud", una "capacidad" que trata de aumentar,
y cambia por otra parte la energía, la potencia que de ello podría resultar, y la convierte en una
relación de sujeción estricta.”. (Foucault, 1998: 142)
La principal dificultad para analizar las disciplinas desde adentro y sin dejarse llevar por
valoraciones morales, es la razón que Foucault expone en la anterior cita. En efecto, un
hombre disciplinado es un cuerpo útil y dócil, en términos económicos, pero en términos
políticos, es un hombre que ha cedido su capacidad de poder a la voluntad de otros. Deja de
ser un hombre autónomo para ser heterónomo, hablando en términos Kantianos.
No resulta fácil adentrarnos en aquello que forma parte tan constituyente de nuestra vida,
como signaturas que abren toda condición de posibilidad para la significación y articulación de
lo que llamamos experiencia, como la disciplina. Si hay algo que decir de ellas es que
pertenecen a ese extraño universo de conceptos que se presentan a través de múltiples
ejemplos, de forma casi absoluta, al punto que alguien pueda decir que “si todo es
disciplinamiento nada es disciplinamiento”.
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Cuando Foucault utiliza el paradigma benthamiano para designar el desarrollo del panoptismo
que, de alguna manera se extiende a otros ámbitos de la vida, no busca explicar que el
panóptico carcelario es la representación total de nuestra vida moderna, sino más bien
evidenciar cómo nuestras experiencias, articuladas a partir de las relaciones de poder que les
dan forma (las signan), se vuelven posibles sólo en tanto partes fundamentales de un tinglado
de repeticiones, de prácticas constantes, que en el lenguaje de Judith Butler serían
performatividades.
Esto quiere decir, que el ejemplo (o paradigma, que para los griegos era exactamente lo mismo)
del disciplinamiento se constituye a partir de la repetición incesante de múltiples prácticas que
son la condición de posibilidad de la vida moderna. Y he ahí donde adquiere sentido el
concepto de disciplinamiento, puesto que la modernidad se articula preferentemente a partir de
la circulación constante (repetitiva) de las formas de disciplinamiento, de modo que todo acto
de indisciplina se encuentra anormalizado.
Para ello ha sido necesario que la repetición haya dado cabida a la institucionalización, es decir,
a la creación de instituciones como por ejemplo los establecimientos educacionales, cuya
organización y función se encuentran orientadas a la persistencia de la repetición, lo que de
alguna manera da a nuestras vidas un contenido tautológico y no por ello menos dinámico.
Cada una de las instituciones creadas expresamente para normalizar a través de la disciplina,
debe su existencia también a la repetición y por tanto está en la repetición la posibilidad misma
de su continuidad. Si de alguna manera el ejemplo lo que hace es ligar a lo particular con lo
particular, permitiendo la existencia de la multiplicidad, por cierto, el ejemplo del
disciplinamiento apunta precisamente a lo contrario, es decir, a la normalización y uniformidad.
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Que la excepción sea la regla no es un fenómeno moderno en sí mismo, ni menos permite
definir a la modernidad, pero sí debemos considerar que es la modernidad la que extrapola el
disciplinamiento para la normalización a todos los ámbitos de la vida, haciendo de esta un
simple modelo cronológico que no termina hasta la muerte. Podemos utilizar como
paradigmas la cárcel y el colegio, pero otros espacios en los que nos creemos más libres (el
trabajo, la calle, el hogar) se encuentran también integrados a la repetibilidad constante.
Desde esta perspectiva, parece relevante conocer de qué manera se ha podido articular un
dispositivo de disciplinamiento en una institución determinada, por ejemplo en la escuela ,
foco central dentro de la presente tesis.
a. LA SOCIEDAD DISCIPLINARIA.
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El sujeto está limitado en su movilidad, debido a que ha perdido la libertad por estar vigilado
constantemente, en consecuencia a ello su expresión corporal y desarrollo mental se ha visto
coartado, en cierto modo, la necesidad de sentir y pensar libremente.
Si manifiesta sus ideales será etiquetado y enajenado de sus derechos, el sujeto será cercado o
encerrado en una prisión material o simbólica, es decir puede ir a una cárcel o a un hospital
siquiátrico, o simplemente será aislado y censurado por una sociedad que constantemente lo
está observando. Pero es necesario aclarar que la sociedad y el poder no se pueden seguir
viendo desde afuera, y en tal sentido, ese cuerpo que es censurado sufre una especie de
autocensura, porque el cuerpo no es totalmente ajeno a lo censurado por la sociedad
disciplinaria. Podríamos decir que ahora somos nosotros mismos los que nos observamos en
todo momento, hasta en lo más íntimo. En nuestra sociedad, muchas personas se cuidan de
contratar en sus empresas a personas que han sido condenadas, sindicadas o simplemente se ha
tejido la sospecha de estar vinculado a la ejecución de un delito.
Entonces no es tanto que una sociedad desde afuera coarte la libertad, sino que nosotros
mismos estamos sirviendo de mecanismos de vigilancia de la sociedad en la que nos
encontramos. La escuela es un sistema amplio en la que todos sus agentes favorecen los
procesos en el cual los dispositivos disciplinadores intentan generar control por sobre cuerpos
y materialidades definiendo criterios homogéneos. En la perspectiva práctica se puede entender
que el proceso social de la conformación de una sociedad disciplinaria es la materialización
misma que generan ciertas instituciones con fines de control, como en la misma escuela.
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La disciplina es considerada como un tipo de poder, que se practica sobre los cuerpos y
espacios determinados formándolos con técnicas rigurosas como la vigilancia, la sanción, el
examen, las cuales son aplicadas desde distintas instituciones, esto implica todo un conjunto de
discursos donde a la persona se le enseña qué debe pensar y cómo debe actuar, de esta forma
se está controlando y seleccionando individuos, con el objetivo de conjurar poderes. Pero lo
que Foucault advierte es que la disciplina no es de exclusividad de una institución, ni mucho
menos de ella misma, es una forma de ejercer poder, por ese motivo la disciplina la ubica
dentro de una “anatomía del poder”.
“La “disciplina" no puede identificarse ni con una institución ni con un aparato. Es un tipo de
poder, una modalidad para ejercerlo, implicando todo un conjunto de instrumentos, de técnicas, de
procedimientos, de niveles de aplicación, de metas; es una "Física" o una "anatomía" del poder,
una tecnología". (Foucault, 1998: 218)
La disciplina forma individuos, los orienta hacia el conocimiento de sí mismo, para determinar
sus potencialidades y poder así desenvolverse y obtener beneficios de su medio. La disciplina
se transforma en una técnica que particulariza el poder y en cuanto que tal al individuo para
luego colocarlo en una esfera de circulación.
La disciplina es empleada como tipo de poder para guiar a los cuerpos y organizar
materialidades en un espacio físico, forjando una manera de actuar ante diversas situaciones,
siendo así que el agente percibe influencias de todo lo que le rodea, tanto positivo como
negativo. En el proceso de formación el sujeto adquiere autonomía, poder y un saber, el que
emplea para interrelacionarse con la sociedad. Tanto el cuerpo como las materialidades en todo
momento están involucrados en un sistema disciplinario que se ve reflejado permanentemente,
en el hogar, en la universidad, un hospital, la prisión o en cualquier lugar donde exista
relaciones de poder y sistemas de control, a lo largo de su formación se ve sometido a una
especie de laboratorio de poder que lo forma, lo instruye en la casa o en la escuela, lugares
donde el individuo es evaluado constantemente y confrontado con las normas que rigen en la
sociedad.
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2. LA DISCIPLINA EN EL CONTEXTO EDUCATIVO.
Dentro del presente segmento del marco teórico se ahondará progresivamente en los procesos
que influyen y legitiman el actuar de la disciplina como proceso fundamental para propiciar los
fines tanto pedagógicos como morales que tienen las instituciones educativas, a través de lo
que la educación determina como “Convivencia Escolar”. Se pretende describir el rol de dicha
convivencia en donde las normas disciplinares juegan un rol muy importante en la constitución
de los fines prácticos de las instituciones educativas.
La educación disciplinaria forma parte del desarrollo integral del individuo (Ortega Mondaca,
2002), es decir, potencia sus habilidades, destrezas y conocimientos individuales. Por otro
lado, desde una perspectiva global, permite mantener y reproducir el orden social imperante al
interior de un colegio y de la sociedad en general, por medio de la integración de una
determinada conducta disciplinaria en los sujetos, convirtiéndolos en seres funcionales al
sistema de sociedad donde han nacido.
Si bien ambas ideas son complementarias, poner el énfasis en una u otra, conlleva
consecuencias diferenciadas en las características que adquieren el sistema educativo y la
convivencia escolar que allí se desarrolla. Pues, al ejercer esta coacción preventiva, también se
ejerce el poder de organizar y disciplinar a los individuos. (Foucault, 2001)
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entendiendo a la educación y la disciplina como un proceso necesario de renovar y fortalecer
continuamente de acuerdo a las expectativas e intereses individuales y las necesidades sociales
La convivencia en las escuelas adquiere gran importancia pues no sólo es entendida como el
contexto donde se desencadenan los aprendizajes, sino como una parte fundamental de dichos
aprendizajes en base a una disciplina y sistema de normas que debe regir y ser respetado en una
institución. En otras palabras, las relaciones sociales entre estudiantes, docentes, directivos y
demás miembros de la comunidad educativa, se verán determinados por un sistema de normas
anteriormente generado.
Existen muchos tipos de convivencia disciplinaria escolar y cada uno de éstos repercute de
forma diferente en los actores escolares, ya sea en la construcción de sujeto de las y los
estudiantes, las condiciones laborales y profesionales de docentes, directivos y asistentes de la
educación, cercanía de las apoderada, inserción en la comunidad, entre otros. Desde esta
perspectiva, la convivencia escolar es concebida como un fin en sí misma, pues sería un pilar
importante del desarrollo personal del sujeto y parte relevante del proceso disciplinar
educativo.
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Emile Durkheim planteó la educación como “la acción ejercida por las generaciones
adultas sobre las que no están maduras para la vida social. Tiene por finalidad desarrollar en el
niño ciertos estados físicos, intelectuales y morales que necesita la sociedad en su conjunto y el
medio especial al que está particularmente destinado”. (Durkheim, 1990)
La meta de una comunidad es la construcción de un modo de operar que permita cumplir con
los objetivos que ésta posee. Esto implica la construcción de reglas básicas de funcionamiento
y la asignación de roles complementarios para que la comunidad alcance sus metas. Cuando
hablamos de disciplina, una de las cosas a las cuales nos podemos referir, es al cumplimiento
del rol que cada uno de los actores tiene en el contexto de una comunidad organizada. Cada
actor, en el marco de su adhesión a los objetivos de la comunidad, tiene responsabilidades que
cumplir y dar cuenta frente a los demás.
28
de los que parten responsabilizándose en la escuela. Como se trasluce de los planteamientos
anteriormente enunciados, no se puede pensar en los procesos educativos sin tener en vista
una mirada de la sociedad que se construye y del sujeto que deseamos habite esta sociedad. En
ese sentido, el acto educativo no es neutro si no que influenciado por dispositivos
disciplinadores. La disciplina que requieren hoy las escuelas para formar sujetos para el siglo
XXI no es la misma disciplina que se requería para formar sujetos que integrasen la sociedad
industrial.
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Es posible afirmar que “…las dinámicas donde interactúan los individuos para construir la
normatividad de los establecimientos más participativa o más autoritaria; metodologías de
enseñanza centradas en el docente o en las capacidades y habilidades de los estudiantes;
organización estamental de los actores educativos; hechos de violencia y situaciones de crisis, junto
con las formas más o menos punitivas o pedagógicas para abordarlas son procesos en los cuales los
aprendizajes desarrollados poseen implicancias significativas para la construcción de sujetos en sus
quehaceres políticos y laborales” (Ñancupil, 2010: 150), en los cuales existe una
mediación basada en la norma, la norma impone y determina.
En este sentido, cabe señalar que el concepto de disciplina, bajo la perspectiva de Michel
Foucault, es bastante complejo, ya que este poder disciplinario influye en diferentes
dimensiones del espectro social y de los sujetos, generando realidades y efectos tanto en las
materialidades (espacios y objetos) así como también como en los cuerpos, sus discursos y
tiempos que conviven dentro de la institución.
Frente a esto, es interesante la observación de los efectos y respuestas que se generan respecto
de la distribución de estos dispositivos de disciplinamiento dentro del espacio escolar que esta
tesis analizará.
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3. EN EL CAMPO DE LA ACCION DISCIPLINAR. DISPOSITIVOS DE
DISCIPLINAMIENTO ESCOLAR.
Foucault determinara que el dispositivo se entiende como cualquier cosa que tenga de algún
modo la capacidad de capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar
los gestos, conductas, opiniones y los discursos de los seres vivientes, de modo tal que “no
solamente las prisiones, los manicomios, el panóptico, las escuelas, la confesión, las fábricas,
las disciplinas sino también la lapicera, la escritura, el cigarrillo, el teléfono celular, las
computadoras, y por qué no el lenguaje mismo” (Foucault, 1998), serían dispositivos, pero no
en sí mismos sino en tanto conforman o forman parte de una red de saber y poder.
Para definir el concepto de “dispositivo” nos serviremos del análisis realizado por Giorgio
Agamben, en donde entiende el dispositivo como un conjunto heterogéneo de características,
en donde se encuentran el discurso, las instituciones, los edificios, normas, leyes, filosofías,
entre otras. Representan redes al igual que Foucault, las que se establecen entre diversos
elementos, en donde el dispositivo tiene una función estratégica concreta y siempre se inscribe
en relaciones de poder. Los dispositivos constituyen redes que en determinadas sociedades
permiten distinguir lo que es aceptado y lo que no es aceptado.
Sin embargo, cuando Agamben hace un análisis histórico de este término, el cual tiene su
origen en Hegel, y después lo retoma Foucault, afirma que en los diccionarios franceses se
distinguen en tres sentidos el dispositivo, sentido jurídico, tecnológico y militar. En el primero
se define como la parte de un juicio que contiene la decisión por oposición a los motivos, esto
es de la sentencia que decide y dispone; en el segundo es la manera que se disponen las piezas
de las máquinas y por último el conjunto de medios dispuestos de acuerdo a un plan.
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Agamben determinara el dispositivo “a cualquier cosa que tenga algún modo la capacidad de
capturar, orientar, determinar, interceptar, modelar, controlar y asegurar los gestos, las
conductas, las opiniones y discursos de los seres vivientes” (Reberendo, F, 2011: 13). Es decir,
en sentido que estos dispositivos controlan, modelan y contaminan la vida de los individuos,
pero están presentes en todo momento.
Para la presente investigación, hemos categorizado el actuar de estos dispositivos en dos áreas,
por un lado desde el cuerpo, y por otro desde las materialidades, lo cual incluye todo tipo de
objetos y espacio físico propiamente tal del establecimiento educacional, tales categorías serán
detalladas a continuación.
a. DESDE EL CUERPO.
De esta manera el autor destaca el carácter socio-cultural, histórico y simbólico del cuerpo:
“El cuerpo no existe en „estado natural‟; siempre está inserto en una trama de sentido y
significación. Vale decir, es materia simbólica, objeto de representación y producto de
imaginarios sociales. Siempre se manifiesta como un terreno de disputa en el que se aloja un
conjunto de sistemas simbólicos entre los que se destacan cuestiones vinculadas al género, a la
orientación sexual, a la clase, a la etnia o a la religión” (Scharagrodsky, S. f: 2)
32
En consecuencia, no existe nada natural en un movimiento, una postura, un gesto, un
desplazamiento, una mirada o una sensación. Ni la biología ni la fisiología determinan los
comportamientos corporales. Son las lógicas sociales, culturales y familiares, en el marco de
singulares tramas institucionales, las que modelan el cuerpo, lo atraviesan y definen un
repertorio particular de actividades perceptivas, expresiones de sentimientos y emociones, ritos
de interacción corporal, entre otras. (Scharagrodsky, S. f)
Cabe recordar, que el discurso pedagógico moderno supuso la distribución rigurosa de los
cuerpos. De hecho, en el siglo XVII surgió el concepto de salón de clases, aspecto que diseñó
una cuadrícula en la que cada celda le correspondió a un cuerpo al interior de la sala, además
especificó, quiénes eran los portadores del conocimiento, y quienes no.
Entre los procedimientos de control corporal se destacaron las disciplinas. Esta particular
forma de dominación sobre el cuerpo individual no fue exclusividad de la institución escolar.
Sin embargo, en su interior adquirió una eficacia enorme. Según Foucault (1986), desde el siglo
XVII hubo todo un descubrimiento del cuerpo como objeto y blanco de poder, Foucault
analiza la importancia del cuerpo como objeto y blanco de poder, con este énfasis:
“…el momento histórico de las disciplinas es el momento en que nace un arte del cuerpo humano,
que no tiende únicamente al aumento de sus habilidades, ni tampoco a hacer más pesada su
sujeción, sino a la formación de un vínculo que, en el mismo mecanismo, lo hace tanto más
obediente cuanto más útil y al revés”. (Recio C, 2009: 141)
Por otro lado, el disciplinamiento del cuerpo en el tiempo, logró también encauzar las fuerzas
con el objetivo de producción, a través del control de la actividad escolar definida por las
siguientes funciones: establecer ritmos, obligar a ocupaciones determinadas, regular los ciclos
de repetición, definir horarios y utilizar en forma exhaustiva el tiempo.
33
Desde esta perspectiva, la tarea escolar se convirtió en un exquisito mecanismo de
capitalización temporal cuyo máximo soberano fue el ejercicio graduado y metódico.
Scharagrodsky explica que para generar este tipo de cultura corporal, esta técnica de poder se
valió de instrumentos simples como:
- La vigilancia jerárquica (se trata de hacer posible un poder del ver sin ser visto).
- La sanción normalizadora (se trata de referir las conductas del individuo a un conjunto
comparativo, de diferenciar a los individuos, medir capacidades, imponer una "medida", trazar
la frontera entre lo normal y lo anormal).
- El examen (técnica que combina la mirada jerárquica que vigila con la sanción normalizadora:
en el examen se invierte la economía de la visibilidad en el ejercicio del poder, “el individuo
ingresa en un campo documental, cada individuo se convierte en un caso”).
Ahora bien, es importante señalar que este disciplinamiento escolar, se vio legitimado desde
diversos discursos, uno de los más significativos fue el discurso médico, o si se quiere, el de la
higiene. En efecto desde fines del siglo XIX y principios del XX el poder de la práctica y el
lenguaje médico en la trama escolar se manifestó muy claramente.
Por el otro, a través de los planes y programas escolares y de los manuales y textos
obligatorios. Según lo señalado por Michel Foucault, este discurso ingresó en la escuela gracias
a la biopolítica, la cual a partir del siglo XIX se desplegó sobre las poblaciones. En nombre del
cuerpo-especie, el biopoder intervino para mejorar la vida, gestionar los procesos biológicos y
asegurar no tanto su disciplina sino su regulación. Pero su instalación llevó consigo todo un
conjunto de procedimientos en donde el mismo concepto de vida abarcó no sólo a la salud,
sino también a la higiene, a la natalidad, a la longevidad y a la raza.
El biopoder, a través de la medicina, no sólo garantizó la salud sino que impuso un estilo de
vida “moralmente saludable”. (Scharagrodsky, S. f: 8)
34
La relación Cuerpo-poder, es una relación importante en el planteamiento filosófico de Michel
Foucault. Dicha relación que se torna intrínseca, representa en este autor una de sus tesis
fundamentales en su concepción del poder. Para Foucault, el cuerpo se encuentra sumergido
en un campo político en donde establece relaciones con otros cuerpos, relaciones que reciben
el nombre de “Relaciones de poder”.
“Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder
operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo
fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos”. (Foucault,
1998:32)
El cuerpo está imbuido en las relaciones de poder, no puede escapar a ellas, solo puede actuar
dentro de las relaciones de poder, se podría llegar a decir que el cuerpo se convierte en una
presa inmediata del poder en sus múltiples dimensiones, desempeñándose como autor
principal de las relaciones de poder.
Para Foucault, el cuerpo desde lo más individual representa un pequeño poder, el cual lo
denomina como micro-poder; este micro-poder entra en relación con otros micropoderes, los
cuales se manifiestan en diversos campos, como por ejemplo: en el campo social, económico,
político, religioso, cultural entre otros. De tales relaciones de los micropoderes, resulta la
creación de normas, contratos, convenios, acuerdos, formas de propiedad, en fin, diversas
relaciones que involucran al cuerpo.
El cuerpo ha sido utilizado como objeto y blanco de poder; objeto en el sentido que ha sido
visto y valorado como instrumento productivo, exigiendo algunos ejercicios y maniobras para
tal fin, y como blanco de poder, porque se ha visto inmerso en un campo político, el cual lo
rodea en relaciones de dominio y sumisión. El cuerpo se encuentra involucrado como principal
autor de las relaciones de poder, como las establecidas en el seno de un hogar, en donde se
observa las relaciones de poder de los padres hacia los hijos y de éstos hacia los padres
mismos. En esa misma dinámica tenemos al jefe y al obrero y viceversa; al profesor y al
estudiante y viceversa.
35
El cuerpo se encuentra en una sociedad que ha limitado el espacio para moverse, ha
organizado el área, trazando fronteras para demarcar su territorio y así tener el control de él,
para conservarlo siempre localizado, vigilado para mantener efectivamente la estructura de lo
que Foucault considera es una “sociedad disciplinaria”, cuya norma de rendimiento está trazada
por la observación del cuerpo. En efecto, en “Vigilar y Castigar” demuestra como el
“panoptismo” propio de la arquitectura carcelaria no solamente opera en ese espacio para
observar los movimientos de los presos desde cualquier ángulo sino que fundamentalmente el
panoptismo es una arquitectura de control social que se reproduce no solo en la planta de
producción sino en una progresiva cuadriculación y compartimentación de los espacios
sociales.
36
En esa mecánica del poder se desenvuelve la obra de Michel Foucault, Vigilar y Castigar; en
ella se muestra la profunda investigación que el autor realizó sobre el cuerpo y el poder; ahí se
expone ampliamente la metamorfosis que sufrió "el acto de castigar" en contra de aquellos
seres humanos que violan la ley. En un comienzo el castigo se realizaba con una fuerte
agresión física sobre el cuerpo del infractor, hasta ocasionarle lentamente la muerte, se hacía en
un acto ceremonial y público, con el objetivo de generar escarmiento en la sociedad y así
mismo, demostrar que existía un poder más fuerte que podía castigar. Este espectáculo
grotesco poco a poco fue cambiando, el castigo horroroso sobre el cuerpo fue disminuyendo,
o mejor aún, se fue refinando y tecnificando el arte de castigar, al mismo tiempo que se
universalizó. Un proceso muy similar al vivido en el avance de la educación hasta el día de hoy.
El cuerpo en la escuela es considerado como un objeto al que hay qué domar y hacerlo dócil.
“Es dócil un cuerpo que puede ser sometido, que puede ser utilizado, que puede ser
transformado y perfeccionado…” (Foucault, 2002). La concepción instrumental del cuerpo
valora en un gran porcentaje criterios orgánicos-biológicos, que dejan de lado la esencia
individual y colectiva de todo ser humano, bloqueando el curso de los diferentes canales
expresivos, los cuales están dados por las sensaciones cenestésicas, sensoriales y perceptivas.
Es así como las instituciones y en particular la escuela, han generado una serie de dispositivos
de control los cuales tienen como fin domeñar el cuerpo a través de prácticas corporales cuya
tendencia es la de generar modelos hegemónicos, que tienen como fin último la dominación, el
control, la transformación y el mercantilismo del cuerpo, todo ello con miras a la perfección, lo
cual conlleva a la pérdida progresiva de la identidad del ser humano y de su propia imagen
corporal.
Entre los dispositivos de control utilizados por la escuela para domeñar el cuerpo, es
importante mencionar los rangos, los cuales son definidos por Foucault (2002), “como el lugar
que ocupa cada individuo en una serie y la distancia que hay entre cada uno de ellos que
37
ocupan la misma serie”, entre ellos se cuenta la edad cronológica, el aprendizaje por niveles y la
jerarquía en las tareas que se asignan, es decir, organizar todo el aprendizaje por secciones,
donde el manejo de la disciplina permita el control minucioso del cuerpo.
Todas estas prácticas reguladoras del cuerpo orientadas prioritariamente hacia la estética, la
elegancia y el perfeccionamiento del cuerpo, recurren a artificios que traen en última instancia
perjuicios y van dejando huellas profundas que aparecen continuamente en todos los espacios
y cuyo fin último, hemos señalado, es educar el cuerpo desde el disciplinamiento y el control,
entorpeciendo en cierta medida la necesidad de preguntarse cómo somos, qué cuerpo tenemos
y qué cuerpo vivimos, lo cual da pié a los llamados mecanismos o prácticas de control, que en
muchas ocasiones están revestidas de violencia y agresividad y su único objetivo es acallar el
cuerpo.
38
b. DESDE LAS MATERIALIDADES (ESPACIOS Y OBJETOS)
Dentro del presente segmento tendremos por finalidad hacer ver al lector la importancia de las
materialidades como espacio de conflicto, puesto que es objeto de las relaciones que generan
los agentes con los dispositivos disciplinadores al interior del espacio educativo, y un lugar en
donde los cuerpos se desenvuelven y generan interacciones.
“El panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una torre en el
centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y al exterior y en cada
una de esas pequeñas celdas había, según los objetivos de la institución, un niño aprendiendo a
escribir, un obrero trabajando, un prisionero expiando sus culpas, un loco actualizando su locura,
etc. En la torre central había un vigilante y como cada celda daba al mismo tiempo al exterior y
al interior, la mirada del vigilante podía atravesar toda la celda, en ella no había ningún punto de
sombra y por consiguiente, todo lo que el individuo hacía estaba expuesto a la mirada de un
vigilante que observaba…”. (Foucault, 1978: 99)
39
En nuestra cultura somos vigilados y corregidos por nuestros padres o cónyuges, en la oficina
por los jefes, en el colegio por las directivas, en hospitales por médicos o enfermeras, en la
calle por la fuerza pública y por cámaras de video, en fin, estamos siendo objeto de una
constante observación. En las múltiples instituciones o espacios públicos, somos observados
por personas destinadas a tal fin. El diseño arquitectónico de las construcciones asume el
sistema panóptico para un mayor control de los cuerpos.
La distribución espacial que existe al interior de un salón de clase, también adopta el sistema
panóptico: El profesor se encuentra situado en la parte de adelante y frente a todos los
estudiantes, garantizando el control visual de sus aprendices. Así mismo en la iglesia, en la
empresa, en la cárcel, entre otras.
La prisión lugar de aislamiento y vigilancia para las personas que han cometido una falta contra
la ley, es un recinto que reúne todas las características arquitectónicas del sistema panóptico, las
cuales permiten la observación de los cuerpos, es especial porque tiene la capacidad de que un
mínimo de personas ejerzan el poder sobre un numero amplio de internos, cuenta con todas
las medidas de seguridad para evitar fugas, se apoya en una gran cantidad de sanciones
disciplinarias, con un seguimiento del tiempo que obligan a los presos a unas disciplinas diarias
como lo es el levantarse a determinada hora, realizar los ejercicios cotidianos, estudiar, trabajar,
en fin están pendientes de todos los movimientos de los individuos, ellos son los que se
encargan de mantenerlos aislados del espacio moral, psicológico y público.
El cuerpo en la prisión es corregido, o al menos ese es el objetivo formal, el de transformar y
encausar a la buena conducta, se le enseña a trabajar, se le educa con el propósito de cambiar
su actitud destructora y malévola. Se dice que el objetivo de las instituciones carcelarias en el
mundo occidental era tener el pleno dominio del alma y de la conducta.
40
“En la conferencia anterior intenté definir el panoptismo que, en mi opinión, es uno de los rasgos
característicos de nuestra sociedad: una forma que se ejerce sobre los individuos a la manera de
vigilancia individual y continua, como control de castigo y recompensa y como corrección, es decir,
como método de formación y transformación de los individuos en función de ciertas normas. Estos
tres aspectos del panoptismo -vigilancia, control y corrección- constituyen una dimensión
fundamental y característica de las relaciones de poder que existen en nuestra sociedad”.
(Foucault, 1978:117)
Este segmento nos ayuda a comprender y reflexionar más allá del propio concepto
determinado como panoptismo, nos guía al campo relacionado con que toda estructura física
puede tener fines disciplinadores tanto consientes como inconscientes, el cuerpo y las
materialidades inmersas en un espacio no pueden ser vistas de forma independiente, si no que
por el contrario deben ser entendidas como un proceso dual, es por aquello la trascendental de
la problematización de este segmento del capítulo.
Michel Foucault define las disciplinas como los “métodos que permiten el control minucioso
de las operaciones del cuerpo, que garantizan la sujeción constante de sus fuerzas y les
imponen una relación de docilidad-utilidad” (Foucault, 1984), dicha utilidad y docilidad debe
verse sumergida en un espacio físico de control determinado.
Foucault, mediante su investigación, pudo observar que desde la edad clásica existía “todo un
descubrimiento del cuerpo como objeto de poder. Podrían encontrarse fácilmente signos de
esta gran atención que se dedicaba entonces al cuerpo que se manipula, al que se da forma, que
se educa, que obedece, que responde, que se vuelve hábil o cuyas fuerzas se multiplican”
(Foucault, 1984), dicho cuerpo está inmerso en un espacio el cual componen materialidades,
formas y tipos que encauzan al cuerpo en un actuar determinado, el espacio surge como
importante puesto que es el lugar físico en donde el cuerpo va a tener sus relaciones, tanto con
las materialidades inmersas en este espacio, como con otros cuerpos.
41
Basándonos en Foucault entendemos la diferencia entre el poder disciplinario en la época
clásica y el de la presente, esta divergencia existe en primer lugar en la escala del control, ya no
son objeto del control los elementos significantes de la conducta o el lenguaje del cuerpo, sino
que la economía y la eficacia de los movimientos, su organización interna, la coacción sobre las
fuerzas más que sobre los signos internos, un concepto que es bien trabajo por Foucault al
comprender el Panóptico en su estructura física como un sistema disciplinador.
En este sentido, Michel Foucault indica que la organización de un espacio serial fue una de las
grandes mutaciones técnicas de la enseñanza elemental: “Ya que permitió sobrepasar el sistema
tradicional (un alumno que trabaja unos minutos con un maestro, mientras el resto permanece
sin vigilancia). Al asignar lugares individuales, ha hecho posible el control de cada cual y el
trabajo simultáneo de todos” (Foucault, 1984). Con esto se devela otra dimensión importante
de los efectos de las disciplinas, porque se organiza una nueva economía del tiempo de
aprendizaje. El espacio escolar se convierte en una máquina de aprender, también de vigilar, de
jerarquizar y de recompensar.
También C. Recio (2009), indica que en cuanto al espacio y a la disposición de los cuerpos en
el mismo, se trata de todo un “arte de las distribuciones” que plantea una individualización de
los espacios y una distribución por zonas, en donde se asigna un lugar para cada individuo y a
cada individuo le corresponde un lugar, con lo cual se busca, además, evitar las distribuciones
por grupos, la desaparición de los individuos y su circulación difusa. (Recio, 2009)
Se trata de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, instaurar comunicaciones útiles,
poder en cada instante vigilar la conducta de cada cual para sancionarla, medir las cualidades o
los méritos.
42
Carlos M. Recio señala también que como característica de las instituciones disciplinarias, el
encierro cumple la función de contención, con lo cual busca concentrar el tiempo y las fuerzas
productivas, obtener el máximo de rendimiento y, a la vez, poder dominar y vigilar a esas
fuerzas, “…ya que las fija a un aparato de normalización y liga al individuo a un proceso de
producción, de formación y de corrección”. (Recio, 2009: 144)
En un línea similar, Foucault considera que el panoptismo es uno de los rasgos característicos
de nuestra sociedad, es un tipo de poder que se ejerce bajo la forma de vigilancia individual y
continua, bajo la forma de control, de castigo y de recompensa, y bajo la forma de corrección,
es decir de formación y de transformación de los individuos en función de determinadas
normas. (Foucault, 1999: 239 en Carlos M. Recio, 2009: 133)
El autor también señala que la escuela se configura como un aparato, un saber y un campo de
visibilidad. Estas funciones se refieren a la enseñanza y a los sujetos que en ésta confluyen y al
control sobre los mismos. Este aparato disciplinario de la escuela se despliega interna y
externamente mediante la distribución de los individuos en el espacio La finalidad de generar
dispositivos disciplinadores que organicen el espacio, tiene como evidente finalidad disciplinar
el cuerpo.
De esta forma, para Carlos M. Recio la distribución del espacio escolar, en relación con lo
disciplinario, es la implementación de un pensamiento, de una concepción pedagógica, que no
trata solamente de espacios, de cálculos, distribución y orden, sino que en éste confluye un
pensamiento psicológico y social, plasmado en los manuales y las guías sobre pedagogía, que,
en la práctica, es toda una serie de disposiciones disciplinarias, relacionadas con la sanción y
con el control. (Recio, 2009)
Ya anteriormente, Michel Foucault había señalado que el espacio disciplinario de los seres
naturales, tenía como función caracterizar (y por ende reducir las singularidades individuales) y
constituir clases (por lo tanto, excluir las consideraciones de número). (Foucault, 1984)
43
Edgar Pineda realiza una lectura respecto al entendimiento del objeto como signo, su
contextualización nos ayuda a comprender que los objetos no son meros elementos estáticos,
sino que son fuentes concretas y significantes que aportan en el proceso de transformaciones
culturales. Los objetos toman mayor significancia puesto que en la perspectiva de Pineda
entendemos que los objetos parecen sufrir de una paradoja, “…a la vez que la esfera de acción
de los individuos está poblada de objetos, no deja de ser intrigante que nuestra relación con
ellos es tan cotidiana que difícilmente nos percatamos de su presencia y menos de sus efectos”.
(Pineda, 2009)
El poder disciplinario también se manifiesta desde los objetos, la distribución del espacio en
cuadro, como lo denominó Foucault, tenía como fin servir de base para una microfísica de un
poder que se podría llamar “celular” y que busca tener el control de las actividades de los
sujetos, mediante la exactitud, la aplicación y la regularidad.
En efecto, los bancos escolares no sólo respondieron a una prevención de la enfermedad física,
sino también de lo intelectual y moral.
Según el autor Pablo Scharagrodsky, fijar los cuerpos al suelo fue muy importante. Los bancos
se convirtieron en artefactos ideados con el fin de producir, y a la vez limitar, los movimientos
de los niños facilitando los rituales corporales, e impidiendo las deformaciones físicas y
mentales. (Scharagrodsky, S. f)
De esta manera, controlar las distancias entre los cuerpos y los contactos corporales permitidos
fueron tareas escolares esenciales. Como señala Sennet, “en la modernidad el orden significa
falta de contacto” (Scharagrodsk, S. f) y la institución escolar probablemente haya sido el lugar
más eficaz para la concreción de dicho objetivo.
44
En consecuencia, los bancos garantizaron toda una ortopedia corporal. Es importante señalar
el efecto que esto tuvo en las nociones y diferenciaciones de género, “como señala Palamidessi,
a comienzos de los setenta la preocupación por distinguir, separar y diferenciar las actividades
de los niños y niñas fue perdiendo importancia en la normativa curricular”. (Scharagrodsky, S.
f)
También, es interesante observar las prácticas de resistencia que se generan en el ámbito de los
objetos, por ejemplo, el uso de la estética. En este sentido, los jóvenes se mueven entre
prácticas vinculadas a la sumisión y la obediencia, o la resistencia y la subversión, frente a
cierto orden escolar establecido.
Se considera oportuno asumir una postura que vincule tanto el análisis del objeto propio de la
disciplina educacional, de modo que sea posible dar cuenta del objeto de uso como una entidad
significante y comunicativa de valores sociales y culturales de un grupo humano.
Foucault trabajó los espacios de una manera más flexible y más fina. En primer lugar, por
división de las zonas. A cada individuo su lugar; y en cada emplazamiento un individuo. Evitar
las distribuciones por grupos, descomponer las implantaciones colectivas, analizar las
pluralidades confusas. El espacio disciplinario tiende a dividirse en tantas parcelas como
cuerpos o elementos que repartir.
Se fijan unos lugares determinados para responder no solo a la necesidad de vigilar, sino de
crear un espacio útil. El cuerpo se convierte en un elemento que se puede colocar, mover,
articular sobre otros.
45
En la disciplina, cada uno se define por el lugar que ocupa en una serie. Individualiza los
cuerpos y los distribuye. El espacio escolar se despliega, la clase se torna homogénea, está
compuesta de elementos individuales que vienen a disponerse unos al lado de los otros bajo la
mirada del maestro. En el conjunto de alineamientos obligatorios (filas, cursos por grupos de
edad, calificaciones), cada alumno de acuerdo con su edad, sus adelantos y su conducta, ocupa
ya un orden ya otro. Se desplaza sin cesar por esa serie de casillas que marcan una jerarquía del
saber o de la capacidad. La escuela moderna, al asignar lugares individuales, ha hecho posible el
control de cada cual y el trabajo simultáneo de todos. Ha organizado una nueva economía del
tiempo de aprendizaje. Ha hecho funcionar el espacio escolar como una máquina de aprender,
pero también de vigilar, de jerarquizar, de recompensar. Garantizan la obediencia de los
individuos pero también una mejor economía del tiempo y de los gestos (por ejemplo agarrar
el lápiz).
La articulación cuerpo-objeto: la disciplina define cada una de las relaciones que el cuerpo debe
mantener con el objeto que manipula.
En esta perspectiva las materialidades insertas en el contexto educativo, en donde tanto los
objetos que están insertos en este, como a su vez los espacios cumplen una función
trascendental en el campo de la disciplina, la escuela dispone dispositivos con reales fines
disciplinadores, tales espacios de interacción que la institución tiene con el agente para
imponerle la norma se facilitan cuando su acción se realiza por medio de los espacios, puesto
que el agente al interior de una institución educativa tiene contacto en todo momento con
estos elementos.
46
4. EN EL CAMPO DEL EFECTO DISCIPLINAR. ENTRE LA DISCIPLINA Y
LA RESISTENCIA.
El disciplinamiento escolar y las formas de control son un aspecto muy importante del control
social, pero del que tenemos muy pocos estudios y análisis en Chile. “Desde hace un par de
décadas vivimos lo que genéricamente podríamos llamar el deterioro de las condiciones
sociales e institucionales”, (B. Costa, F Hotyat, 1975), referentes al necesario orden con que se
imparten los conocimientos en nuestras escuelas, lo que ha traído como consecuencia el
deterioro de los vínculos que posibilitan el quehacer educativo entre docentes y alumnos, en
cierto tipo de escuelas, y el acrecentamiento de rígidos esquemas disciplinarios.
Parte de las razones para este deterioro están en los acelerados cambios culturales, sociales e
institucionales que ha estado viviendo el país al modernizarse, con el objetivo de acercarse a los
niveles de vida de los países avanzados del orbe. Esta situación de cambio generalizado en
nuestra composición como país nos conduce a ciertos grados de desorganización de las
instituciones educativas, en que la familia le entrega a la escuela la total responsabilidad en la
formación de normas de vida cotidiana y en la conducta de sus hijos, desconociendo
generalmente la importancia que tienen los demás agentes socializadores en la formación de
esta conducta; al mismo tiempo que se han desarrollado épocas de deterioro o cambio muy
profundo en las condiciones del trabajo docente, carencias presupuestarias, obsolescencia de
paradigmas y programas educativos y cambios en las políticas educativas, que han trastocado
completamente los métodos y observancias de disciplinamiento escolar.
47
Foucault (1988) plantea que la práctica discursiva, lejos de constituir un hacer ingenuo,
obedece a estrategias. La disciplina, con sus prescripciones sobre qué se puede hacer y qué no,
se entiende como el encauzamiento de la conducta y a pesar de que hoy, en el ámbito
educativo, este término prácticamente ha dejado de usarse, existen múltiples y variados
procedimientos que continúan “disciplinando” y produciendo sujetos que responden a
prácticas normalizadas que son funcionales al sistema socio económico en que nos
encontramos. Pues como indica Foucault (1984) el poder disciplinario es un poder que en
lugar de sacar y retirar, tiene como función principal la de enderezar conductas. No encadena
las fuerzas para reducirlas, sino que para multiplicarlas y usarlas.
9Actualmente el Gobierno de Chile difunde sus políticas de convivencia escolar en el siguiente link:
http: //www.convivenciaescolar.cl.
48
Annoni M.E. y Ponce M.F, en la misma línea, identifican la existencia de documentos que
intentan actualizar la imagen de “la escuela” a partir de expresiones que la representan como
un espacio libre de conflicto (Annoni, 2004), siendo que en la realidad, la escuela resume
todas las potencialidades democráticas y emancipadoras, así como también los más perversos
mecanismos reproductores de la desigualdad y la exclusión que han definido y definen los
tiempos modernos.
Sin duda que las estrategias que tiene la escuela para producir disciplinamiento escolar se
adecuan bajo normativas determinadas en los criterios de convivencia escolar.
La mayoría de las teorías de la resistencia (Appel, 1979, Willis, 1978, Giroux, 1983), han
reivindicado la noción de la posibilidad de que los individuos actúen como sujetos activos
capaces de oponerse a imperativos estructurales como la coerción normativa. La resistencia se
convierte de alguna manera en sabotaje social, en negativa a aceptar las normas, en una
verdadera metodología que incluye todo tipo de estrategias, para manejar el sistema. “Es
también una forma de comunicación, las conductas de resistencia tienen valor de mensaje y
como tal influyen en el resto de los actores”. (Llana Escudero, 2000:21)
En el caso de los estudiantes, es posible que estos detecten múltiples formas de resistencia, que
constituyen a nuestro juicio un verdadero entramado de estrategias y simulaciones, que podrían
rotularse incluso, como parte de una verdadera cultura de la resistencia, manifestada en
innumerables pautas de rechazo al sistema escolar, compartida por muchos estudiantes y
expresada en ruidos, modales exagerados, indiferencia, utilización de espacios determinados,
49
actitudes provocativas y que por su carácter de oposición reiterada estarían afectando la
armazón institucional, sus metas y proyectos educativos.
Normalmente, las prácticas de resistencia que desarrollan los estudiantes, son consideradas
actos de indisciplina o simple faltas por parte del mundo adulto de la escuela, es decir, son
abordadas desde una perspectiva individual y punitiva (en términos de “casos” puntuales diría
Foucault). Estas acciones serían sancionadas puntualmente de acuerdo a los procedimientos y
normas establecidas, sin que se advierta o considere sus posibles significados.
El autor Henri Giroux en variados artículos ha analizado diversas teorías de la resistencia, y por
tanto, ha compartido sus conclusiones que para estos efectos resultan muy útiles, ya que
reconoce en el concepto de resistencia la posibilidad de cambios culturales y sociales, en
contraste con la percepción de la escuela, como espacio de simple reproducción de un
determinado sistema social basado en la repetición de normas disciplinarias. (Giroux, 1983)
Giroux, al hacer una comparación entre las teorías de la reproducción y las de la resistencia,
indica que las primeras subvaloran la importancia de la acción humana y con ello la noción de
resistencia, en esta perspectiva entendemos por tanto, las teorías de la reproducción ofrecen
50
poca esperanza para criticar y cambiar los rasgos represivos de la escolarización, ya que ignoran
la heterogeneidad existente dentro de la escuela.
Más bien, “…las escuelas representan espacios marcados no sólo por contradicciones
estructurales e ideológicas sino también por resistencia estudiantil colectivamente formada. En
otras palabras, las escuelas son sitios sociales caracterizados por currículos abiertos y ocultos,
culturas subordinadas y dominantes, e ideologías de clase en competencia, espacios de tremenda
amplitud respecto a los conductas que podemos encontrar, pero el punto esencial es que hay
complejos y creativos campos de resistencia a través de los cuales las prácticas niegan, rechazan y
expulsan los mensajes centrales de las escuelas”. (Giroux, 2006: 156)
Un tema clave planteado por esta noción de dominación, según el autor, es la cuestión de
cómo la lógica que promueve variadas formas de resistencia se vuelve implicada en la lógica de
la reproducción. (Giroux, 2006)
Ahora bien, un interesante alcance sobre las teorías de la resistencia, es que hace falta el análisis
de esos factores mediados cultural e históricamente, que producen una gama de conductas de
oposición, ya que algunas constituyen resistencias y otros no. Dicho en forma simple, no toda
conducta de oposición tiene una “significación radical”, ni es toda conducta de oposición una
respuesta bien definida al disciplinamiento.
En el mismo sentido, no toda conducta en contra de la norma puede ser resistencia o ir contra
la lógica de la ideología social dominante. En un nivel, la resistencia puede ser la simple
apropiación y muestra de poder, y puede manifestarse a través de los intereses y discurso de los
peores aspectos de la racionalidad capitalista. Por ejemplo, los estudiantes pueden violar las
reglas escolares, pero la lógica que informa tal conducta puede tener sus raíces en formas de
hegemonías ideológicas tales como racismo y discriminación sexual.
51
“Cada tipo de conducta puede indicar una forma de resistencia si surge de una condena ideológica
latente o abierta de las ideologías represivas subyacentes que caracterizan a las escuelas en
general”. (Giroux, 2006)
En otro nivel, es igualmente importante sostener que todas las formas de conducta de
oposición representan un punto focal para el análisis crítico y deben ser analizadas para ver si
representan una forma de resistencia.
52
5. HACIA LA CONSTRUCCION DE UNA CULTURA ESCOLAR
HETEROGENEA.
Diversos autores plantean que la cultura de una organización se estructura en diferentes capas,
desde las más profundas (más invisibles) hasta las más superficiales y evidentes. Así, la cultura
de la escuela, como organización, puede entenderse desde tres niveles. (Kugelmass y Schein,
2004)
1. Patrones de conducta.
2. Los valores declarados.
3. Las creencias implícitas.
El nivel más superficial, más visible y tangible en cierto modo, sería el de los patrones de
conducta. En él se incluirían, los símbolos, estandartes, eslóganes, uniforme, himnos, entre
otros.
Un nivel un poco más profundo sería el de los valores que se declaran y propugnan. Aquí
destaca el discurso formal escolar: las declaraciones hechas en documentos, en actos oficiales, y
en el discurso oficial de los directivos y representantes de la escuela.
En el nivel más profundo (o implícito) se ubicarían las creencias y supuestos más básicos que
dan sentido al quehacer cotidiano tanto de profesores como de alumnos y familias y donde,
exclusivamente, se dan las actitudes de resistencia y de cambio.
53
En este sentido, el concepto de cultura interna escolar, es útil para observar las diferencias
entre lo que una escuela dice que es, y lo que realmente sucede al incorporar el elemento de las
creencias y de la forma en que los sujetos dan significado a los fenómenos, pudiendo otorgar
diferentes sentidos a una misma acción y también, considerando la existencia de diversas sub
culturas dentro de la misma institución.
El real cumplimiento a una norma disciplinadora está por sobre la organización normativa
escrita que pueda tener un organismo determinado. Solo los procesos de cotidianidad internos
son los que determinan las reales “normas internas” de un sistema social heterogéneo.
a. CONVIVENCIA ESCOLAR.
Antiguamente el énfasis de la cultura interna estaba puesto en, por ejemplo, la higiene, el
orden, la diferenciación social, entre otras. En la actualidad, sin embargo, el eje del discurso
educativo, se centra en el mejoramiento de la “convivencia escolar” por el gran nivel de
indisciplina existentes los establecimientos educativos. (MINEDUC, 2012)
La convivencia escolar está constituida por el conjunto de relaciones humanas que se establece
entre todos los actores que forman parte de una institución educativa (alumnos, docentes,
directiva, padres, entre otros) en un plano de igualdad y respeto a sus derechos y diferencias,
además, se señala que la calidad de la convivencia es responsabilidad de todos los miembros de
la comunidad educativa, sin excepción.
54
Hernández Prados (2007) señala que convivir significa vivir con otros sobre la base de unas
determinadas relaciones sociales y unos códigos valorativos en el marco de un contexto social
determinado.
Se reconoce que la convivencia escolar no sólo es un requisito, o condición mínima sin la cual
no sería posible llevar a cabo el acto educativo, sino que además, constituye un fin educativo
en sí mismo. Por lo tanto, la convivencia escolar, inspirada en valores y principios
democráticos, se erige en el mundo como uno de los pilares fundamentales del proceso
educativo.
55
En este sentido, es interesante observar cómo se mezclan los conceptos de disciplinamiento
escolar y convivencia escolar, ya que el nuevo discurso versa sobre seguir implementando
distintos mecanismos de disciplinamiento con el fin de mejorar la “convivencia” y, por otro
lado, anular cualquier conducta reivindicatoria.
Dentro de la presente tesis el lector podrá notar que dicha convivencia escolar es un fenómeno
evidentemente adaptativo, pareciera ser que por medio de la adquisición de ciertas prácticas,
una vez legitimadas por gran parte de los agentes internos al sistema educacional, van forjando
normas de convivencia.
Son sistemas adaptativos en donde la heterogeneidad y respuesta que tengan los agentes hacia
la norma escrita determinaran cierta cultura. La norma se intenta imponer a los agentes por
medio de dispositivos internos que se destinan con fines disciplinadores, esta respuesta al
dispositivo será uno de los puntos de enfoque dentro del análisis que se encontrará en los
próximos capítulos del presente documento.
56
CAPITULO III: ESTRATEGIA METODOLOGICA
En este apartado haré referencia al enfoque, al tipo de investigación, al diseño y las técnicas,
que utilicé en esta investigación
1. CRITERIOS GENERALES.
Esta investigación se enmarca dentro del área de la Sociología Educacional, está basada en el
paradigma interpretativo ya que desde la teoría de Farid Kahhat, en el enfoque interpretativo
el agente y la sociedad construyen su acción ante toda situación, interpretando y
comprendiendo las cosas que lo rodean dentro de su entorno.
La investigación considera importante el rol del agente como intérprete de su realidad cotidiana
y todo acto de relaciones que se generen dentro del contexto educacional, en el que pueden ser
vistos desde el foco interpretativo. El objetivo del método fue profundizar y generalizar el
conocimiento acerca de por qué el agente, actúa como actúa, en base a una lectura
interpretativa de sus acciones y relaciones tanto de tipo corporal como material.
57
El lugar en donde realicé la presente investigación será descrito a continuación.
Fase N°1: Dentro de esta fase es relevante mencionar la entrega de documentos formales a
la institución educativa con la finalidad de que esta investigación fuera aprobada, los
documentos entregados a don Eduardo Cebrian (Jefe de Unidad Técnico Pedagógica al
interior de Liceo Puente Alto) el día viernes 22 de junio del 2012 a las 9:30 horas,
comprendieron una carta de carácter personal12 y una de carácter institucional (UAH)13.
En esta fase además generé una exhaustiva observación abierta y toma de fotografías. La
finalidad de aquello, fue tomar una primera impresión general del contexto a investigar, además
realicé un plano del establecimiento educacional el cual se encuentra adjunto en el Anexo
Nº414. La organización del trabajo la propuse en una Carta Gantt la que puede ser encontrada
en el Anexo Nº315.
Posterior a la creación del plano generé la segmentación de este en zonas delimitadas, con la
finalidad de favorecer el proceso de organización de las observaciones.
60
Dicho plano segmentado puede ser observado en el Anexo Nº516. Las zonas delimitadas son:
Esta fase la desarrollé desde el jueves 27 de septiembre del 2012 hasta el viernes 28 de
noviembre del mismo año. Los días que destiné a trabajo en terreno dentro del establecimiento
escolar son detallados a continuación (tabla 1.1). Cabe destacar que los días seleccionados a lo
largo de la investigación fueron acordados en consenso de forma semanal con don Eduardo
Cebrián (Jefe de UTP).
62
3. ASPECTOS TECNICOS DE LA METODOLOGIA DE TRABAJO.
a. ESTRATEGIAS DE OBSERVACION.
Las estrategias de observación que utilicé en este proyecto son descritas a continuación.
63
b. ESTRATEGIA DE REGISTRO DE INFORMACION.
Registro escrito: Basándome en lo que señala John Lofland, las bitácoras de campo y
registros escritos son fundamentales para la organización de la información. En mi trabajo yo
hice uso de este recurso como modo de organizar todo tipo de información recolectada a lo
largo de las observaciones participantes.
Registro Visual: Este tipo de registro lo utilicé para retratar la realidad física del
establecimiento en fotografías. Generé planos del establecimiento escolar para organizar la
observación por segmentos al interior de la institución. El uso de fotografías fue importante
puesto que me sirvió para potenciar el análisis de contenidos.
64
CAPITULO IV: ANALISIS DE LA INFORMACION
En este capítulo se presentan los resultados del análisis de contenido realizado a las
observaciones y registros recabados al sumergirnos en la institución educativa con la finalidad
de resolver las interrogantes planteadas dentro del campo de la disciplina educacional.
El análisis se divide en cuatro secciones, la primera de ellas titulada “En el campo disciplinar”,
es un capítulo de tipo introductorio al análisis específico, que da cuenta de la percepción y
datos generales que nos hacen adentrarnos en el campo del disciplinamiento escolar, los
factores que definen y determinan la estructura disciplinaria de la presente institución. Se
centra en el “Manual de buena convivencia”, puesto que es el único registro escrito en donde
el establecimiento deposita los perfiles que desea desarrollar.
El segundo acápite lleva por nombre “La disciplina y su acción ¿Cómo actúa la disciplina?”,
analiza los discursos, observaciones y fotografías del establecimiento escolar en donde
podremos determinar y clasificar los diversos mecanismos discplinadores que utiliza el
establecimiento escolar. Para este análisis se generarán dos categorías fundamentas. Cuerpo y
materialidades en razón de comprender los divergentes tipos de expresión de la disciplina que
se puedan llevar a cabo al interior de la escuela.
El tercer segmento de este análisis lleva por nombre “¿Disciplinados o resistentes?”, indaga en
el tipo de respuestas que tienen los agentes a los diversos dispositivos disciplinadores
dispuestos al interior del establecimiento escolar. Se reflexionará en torno a la idea de agentes
disciplinados pero también resistentes en cuanto a entender que son procesos totalmente
diversos y que un alumno que puede ser resistente a un dispositivo determinado, también
puede estar siendo disciplinado por otro. Se abordará el tema de los efectos que tienen los
dispositivos en los agentes entendiendo que estos procesos fortalecen el actuar interno en que
cada establecimiento escolar por separado conserva una cultura única y diversa.
Como cuarto y último segmento del presente análisis, el cual lleva por título “La convivencia
escolar ¿un espacio disciplinador?, se indagara en la estrecha relación existente entre los
65
mecanismos de convivencia escolar internos del establecimiento que toman como antecedente
los marcos ministeriales y la disciplina interna al establecimiento escolar, entendemos que la
convivencia escolar es el medio por el cual la institución intenta reformar al alumno pero
creemos que el real funcionamiento de la convivencia escolar al interior de las escuelas como
marco de acción se verá desvirtuado, puesto que las instituciones reforman sus sistemas
internos en razón a la interpretación de su cotidianidad interna que desarrollan sus agentes, por
este motivo es que dentro de esta parte del análisis se generará una reflexión intentando
comprender el fenómeno de construcción de cultura interna heterogénea.
1. EN EL CAMPO DISCIPLINAR.
Las instituciones que tienen fines de control por lo general concentran una serie de
características en donde se pueden ver concretizados sus mecanismos de dominación. La
disciplina ha llegado a transformarse a lo largo de la historia, en una de las fórmulas generales
de dominación, muy diferente de la esclavitud, dado que no se funda sobre la apropiación de
cuerpos o encarcelamiento, si no que a través del disciplinamiento del cuerpo y disposición de
espacios y materialidades. De hecho, la disciplina en la educación educativa que se ha
investigado en este trabajo prescinde de esta relación violenta obteniendo un efecto distinto,
también es distinta de la domesticidad, ya que esta es una relación de dominación constante,
global, masiva y establecida bajo la forma de la voluntad del amo.
66
acción disciplinar. La disciplina necesita de elementos para llevarse a cabo, las materialidades o
este mismo cuerpo, será dócil, fácil de educar y será además el medio para hacer a estas
personas disciplinadas.
La disciplina tiene como pretensión generar una utilidad, siempre ser benéfica para aquellos
que reciben la disciplina o disciplinados, para lograr esto, en términos generales, se vale de
métodos, programas o tácticas, que deben siempre ser minuciosos. Las tácticas desplegadas al
interior del establecimiento escolar las vemos en dos categorías. Cuerpo y Materialidades.
Nos podemos dar cuenta que el Liceo Alto tiene una normativa clara, la cual está dispuesta en
un documento, este corresponde al manual de convivencia interna, el cual determina las
normas de comportamiento, deberes y derechos que deben cumplir tanto los alumnos como
las personas que trabajan al interior del establecimiento. En torno a este manual podemos
señalar algunos aspectos, en primer lugar es un manual que tiene claros fines disciplinadores
puesto que impone límites de acción para el alumno y los trabajadores. Un punto importante
que nos hace diferenciar este elemento como dispositivo disciplinador concretamente es que
según nuestra investigación los alumnos y personal laboral jamás tienen directo contacto con
este documento, inclusive al momento de la investigación solo existía una copia de dicho
documento, por lo que podemos ver que su difusión no representa un elemento trascendental
en el campo de acción de los dispositivos disciplinadores, pero que evidentemente refleja la
finalidad de la institución.
El control y disciplinamiento son una manifestación que podemos notar se presenta en todo
el proceso de enseñanza y aprendizaje como es descrito en el “Manual de convivencia interna”.
El establecimiento busca enseñar en base a normas sociales que permiten disciplinar a los
sujetos para que puedan lograr una conducta “normal” que les permita ser parte integral de la
sociedad. Este documento toma relevancia puesto que es la única forma tangible en que
podemos ver las pretensiones y elementos que nos hacen ver al liceo Puente Alto, como una
institución con fines de control. Los elementos que puedan desprenderse de esta visión, serán
los puntos a analizar en los próximos segmentos de este análisis.
67
Imagen 1.2: Manual de Convivencia Interna
“Este manual de convivencia, tiene como finalidad regular y promover el proyecto educativo
institucional”, para esto señala que es importante “Reflexionar sobre las prácticas cotidianas,
para que así de manera participativa se logre potenciar o modificar aquellas acciones de la
convivencia escolar, que no están contribuyendo al fortalecimiento de procesos educativos de
calidad”, resaltando el rol importante de la constitución de un clima educativo, que desde el
punto de vista del manual de buena convivencia pueda ser considerado como bueno.
68
La organización del manual, plantea apartados donde se especifica la “Misión” del liceo,
perfiles de los actores educativos, marcos de referencia legales sobre el tema de la convivencia
escolar, derechos y responsabilidades de los alumnos y delimita las “Funciones que deben
cumplir los diversos actores de la comunidad educativa”, para toda la escala jerárquica al
interior del liceo, delimita labores, tareas, y concretiza el rol de lo correcto e incorrecto en base
a presupuestos morales, tales como “No robar”, “No insultar”, entre otros.
Este manual estipula lo que debe hacer un docente en relación a una falta de cualquier tipo, y
también recomienda la forma de regular dichas faltas, asumiendo que los alumnos pueden
fallar, pero que deben ser reformados en base a una gradualidad en los castigos o llamados de
atención.
El estudiante es visto como el agente a intervenir y moldear por parte de la institución escolar
tanto en el campo del cuerpo y lenguaje de tipo verbal y no verbal), como el rol que cumplirán
las materialidades al interior del establecimiento.
Es importante mencionar que este manual no genera una relación constante y única con los
sujetos de control, así como tampoco con el personal laboral, muy pocas veces se cita para
expresar el cumplimiento a la norma, pero como mencionamos en la introducción a este
análisis, es el elemento más claro en donde podemos ver de forma objetiva una de las tantas
finalidades que puede proponer el Liceo Puente Alto como institución formadora y
reformadora.
69
2. LA DISCIPLINA Y SU ACCION, ¿COMO ACTÚAN LOS DISPOSITIVOS?
El actuar de los dispositivos se puede reconocer en las acciones y discursos de los alumnos que
nos hacen ver que la escuela desde la perspectiva Foucaultiana tiene una funcionalidad que en
algunos casos puede ser similar a la prisión, donde el alumno solo debe seguir normas
naturalizando sus comportamientos. Esto se ve, por ejemplo, cuando los alumnos desisten de
escapar del colegio aunque la reja está abierta, puesto que saben que pueden estarlos vigilando
y que esto puede traerles consecuencias. Lo mismo a nivel macro, en las sociedades, es posible
en las puertas de las casas por ejemplo.
Por lo general, aunque la casa tenga la puerta abierta las personas han aprendido a no entrar a
menos que les den la autorización. En este segmento, el análisis de la forma en que son
desplegados ciertos dispositivos disciplinadores al interior del establecimiento escolar será el
núcleo de esta parte del trabajo, tales dispositivos serán categorizados en dos elementos:
Cuerpo y Materialidades.
El liceo Puente Alto, su actuar en torno al cuerpo lo podemos entender en categorías, según
se trate de un saber teórico o práctico, según se trate de un saber prescriptivo o informativo y
finalmente ese saber se sistematiza, convirtiéndose en objeto de estudio de diversas asignaturas
específicas. Higiene, Anatomía, Fisiología van a comenzar a definirse como disciplinas en las
que se habla sobre el cuerpo, y la Educación Física y el Trabajo manual quedarán definidas
70
como aquellas disciplina en las que se hace con y sobre el cuerpo y paulatinamente irán
restringiendo o dejando en segundo plano su componente teórico. El análisis que generamos
queda expresado en la siguiente tabla.
En este segmento identificaremos los elementos que utiliza la escuela como medio de
dominación directamente al cuerpo. El efecto disciplinador en el cuerpo se puede expresar de
las siguientes formas.
Disposición de los cuerpos: Durante el recreo se marcan las diferencias entre actividades
de hombres y mujeres, y existe gran pluralidad en cuanto a creencias y formas de actuar, según
diferencias de sexo, vivencias, personalidad, entre otras. Los hombres se apropian de los sitios
de recreación a diferencia de las mujeres que desarrollan actividades de otro tipo, pasean por el
patio de un lugar a otro sin destinos definidos, de vez en cuando acuden al baño o a los
quioscos. Los hombres desarrollan actividades más estáticas en los lugares destinados como
sitios de recreación.
71
Esta parte del análisis hace referencia a los mandatos que se presentan al interior de las
escuelas, en donde algunos elementos como las filas, el silencio refleja la búsqueda de una
eficacia por parte del establecimiento escolar. Se promueve el orden y la separación por sexo
para no tocarse ni mezclarse. No hay un sujeto concreto, considera a todos los agentes como
iguales ante la tarea. Dentro del Liceo Puente Alto podemos observar la disposición de los
cuerpos alineados en torno a un orden, notamos que en el patio principal del establecimiento
escolar existen marcas que denotan usos de la cancha, y posicionamiento de los cursos en caso
de que deban evacuar las salas y formarse en el patio.
Las líneas y marcas que se expresan en el suelo no significan nada sin un cuerpo que haga uso y
cumplimiento de estas. Es como el baño, la señalética dispuesta en los baños, en que dividen el
uso entre hombres y mujeres toma sentido cuando una mujer ingresa al baño dispuesto para
mujer, y viceversa.
72
vestimenta no era respetado, los alumnos utilizaban gran variedad de colores, zapatillas,
polerones, los hombres en muchos casos tenían pelos largos y caras sin afeitar.
Los inspectores o docentes al ver tales conductas mayoritariamente no generaban ningún tipo
de llamada de atención, excepto cuando los colores eran muy llamativos, sin embargo no se le
quitaba el polerón al alumno si no que solo se le señalaba que al próximo día no podía venir
con el mismo elemento.
Lenguaje oral y gestual: El tipo de lenguaje que se genera al interior del establecimiento
escolar y que emana de los cuerpos ante situaciones específicas es disciplinado en variados
aspectos, primero en un aspecto formal, en donde dentro del manual de buena convivencia se
señala “Los alumnos no deben utilizar palabras indebidas en contra de ellos y menos en su
relación con los docentes, directivos, paradocentes, inspectores y cualquier otro miembro de la
comunidad escolar”. Dentro de nuestras observaciones vimos muchas veces uso de lenguaje
informal o grosero, si bien el manual de buena convivencia no especifica que palabras no
deben usarse.
Pudimos observar situaciones en que dicho lenguaje informar era utilizado, se regulaba en
algunos casos por los inspectores al momento de escuchar tal palabra, en el caso de que ningún
docente o inspector estuviera en el lugar en donde se emitía esa palabra, tal situación no era
controlada. No existía presencia de ningún dispositivo automático que reprimiera dicha acción
más bien la presencia de un directivo o docente regulaba dicho lenguaje.
73
control por parte del docente estaba en todo momento, ya sea para controlar la distribución de
los alumnos en sus ejercicios físicos como en la calidad de los ejercicios.
Se presenta la categoría de división entre hombres y mujeres en donde el trabajo mixto no está
contemplado, se asume que el cuerpo del hombre es más fuerte que el de la mujer y por esto
no pueden competir entre sexos. Por ende se asienta un sistema de menores expectativas sobre
el rendimiento físico de la mujer en la educación física.
Existen contenidos a enseñar: los deportes como hechos u objetos cerrados, que se transmiten
acríticamente trasladando las modelos vigentes en el ámbito institucional mediante propuestas
didácticas tecnicistas. No es capaz de criticar los aspectos negativos del deporte. Los sujetos
poco importan, importa la transmisión y el aprendizaje de las prácticas corporales dominantes.
En el manual de buena convivencia se expresa:
“…Educación física, moral e intelectual. No se puede prescindir de ninguna de estas partes sin
peligro para la sociedad. Educación Física. Su objeto y trascendencia. Aseo. Diferencia entre el
aseo y el lujo en la persona del individuo. El pobre no tiene derecho a estar sucio. El maestro tiene
la culpa cuando los niños de su escuela están desaseados (...) Proceder del maestro para conseguir
y mantener el aseo en sus alumnos. Influencia del aire y el agua. Baños. Gimnástica (...)”
Dentro del contexto educativo podemos ver que lo que se busca, es que el cuerpo el disfrute
del momento y la descarga. No hay aprendizajes pautados. No hay contenidos explícitos
puestos en juego. La planificación es formal. La Educación no es importante ya que sólo hay
aprendizaje si los chicos hacen circular saberes durante los juegos. La educación física se
trabaja de este modo para generar más interés por parte de los alumnos.
74
Según nos señalaba un docente de educación física en una conversación de patio,
“…la educación física supone un cuerpo que siente y expresa en la actividad motriz. Un sujeto
que se construye aprendiendo elementos de la cultura (particularmente de la rica cultura actual de
movimientos) y a la vez desarrolla su personalidad. Un niño-cuerpo que aprende, entiende el
cuerpo propio y el de los otros como asiento de un conjunto amplio de saberes y ve en el otro a un
colaborador o un modelo antes que a un adversario, aún en actividades competitivas. Aprende de
sí mismo en su experiencia a actuar con su cuerpo en el mundo, con los elementos y los demás.
Los contenidos son las cosas que se aprenden mientras realiza actividades motrices diversas y esas
mismas actividades motrices. Las prácticas motrices posibilitan y estimulan la adquisición de los
contenidos que tendrán que ver con ideas (conceptos), procedimientos de acción y valoraciones de sí
mismo, los otros y las acciones. Construye saberes centrados en el saber ser, saber hacer y saber
aprender (meta cogniciones) con la cultura de movimientos para toda la vida”, apuntan a la
naturalización de prácticas individualizadas, las cuales componen los fines estéticos
adaptados a la corporalidad en la sociedad.
Notamos que existe un sujeto que debe ser observado, interpretado por el maestro en sus
reales necesidades. No es un cuerpo completamente producido externamente, se construye en
la propia experiencia significativa. Las tareas planteadas no pierden sentido pues están
integradas siempre al juego y a la resolución de situaciones problemáticas. Las propuestas no
están totalmente codificadas o establecidas por el profesor. Por el contrario, existe un margen
de establecimiento propio de las reglas que rigen la propuesta y la interacción entre sus
protagonistas.
75
¿Escuela sin Cuerpos?: Probablemente el cuerpo sea un elemento central en la educación,
es muy complejo pensar un proceso formativo e integral no teniendo cuerpos a quienes
entregar dichos valores. El Liceo Puente Alto, no queda ajeno a dicha realidad, el acceso de
corporalidades al entenderlas como números e identificarlas en una lista en donde cada alumno
es individualizado según su rendimiento académico, e inclusive la hoja de anotaciones personal
de cada alumno, nos señala la importancia del discurso pedagógico entendiendo el rol del
cuerpo como un activo constante en el proceso educacional.
Pareciera ser que la escuela a priori está más preparada para recibir alumnos indisciplinados
que disciplinados, el liceo puente alto despliega sus dispositivos relacionados con el control del
cuerpo en un rol de contención más que de reformación, el establecimiento investigado
podemos notar que en ningún momento busca intervenir directamente en el cuerpo del
alumno, en el segmento en que hablamos sobre el uso de vestimentas al interior del
establecimiento, o del rol de la educación física como moldeadora del cuerpo es el hecho más
evidente en que la práctica no se condice con la norma escrita. La cultura interna del cuerpo
sufre proceso de adaptación, en donde la homogenización de los cuerpos se prolonga como
una visión idílica de la educación ideal. Con esto no estamos señalando que los cuerpos y sus
disposiciones de todo tipo al interior del establecimiento escolar no cumplan efectos
disciplinadores, en otros segmentos de este análisis nos dedicaremos a ver hasta qué punto
existe una disciplina o resistencia por parte de los agentes hacia los dispositivos disciplinadores.
76
b. LA FUNCIONALIDAD DE LAS MATERIALIDADES EN EL
DISCIPLINAMIENTO ESCOLAR.
Dentro del establecimiento escolar las materialidades son un elemento importante puesto que
contemplan el escenario físico en donde se llevan a cabo todo tipo de relaciones que tienen los
agentes en su interior. En dicho lugar se dispone una serie de materialidades, que a través de
nuestra investigación podremos demostrar que tienen como fin generar sujetos de control.
Es importante mencionar que tanto los objetos como los espacios, son integrados en la misma
categoría de las materialidades ya que en base a nuestra investigación hemos podido constatar
que estos medios actúan en base a una uniformidad, ya que si bien cumplen funciones
específicas distintas, aportan de forma similar al proceso de generación de una disciplina.
Al interior del liceo puente alto notamos la presencia de diversos espacios que pasaremos a
describir a continuación.
Los límites: El establecimiento escolar se encuentra limitado por rejas en todo su entorno.
La entrada principal del establecimiento escolar es una zona articulada puesto que delimita
claramente sus espacios, la limitan dos rejas para evitar que los alumnos salgan o que personas
externas ingresen. Esta zona presenta un guardia que realiza el control de acceso y salida de
agentes, al momento de ingresar al establecimiento se debe tocar el timbre para que abran la
77
puerta ya que se encuentra con candado de modo de controlar el acceso de personas al
establecimiento. El guardia posterior a permitir el acceso al establecimiento dirige a la persona
hacia la inspectoría, la inspectoría es una especie de “aduana”, puesto que es el lugar al cual
toda persona que ingresa es dirigida. La siguiente imagen muestra las distintas puertas que
delimitan el acceso al establecimiento escolar.
78
Imagen 1.4: Delimitación para acceso a inspectoría.
En una breve conversación que sostuvimos con el guardia el día 09/10/12, le preguntamos
¿por qué se había generado dicha estructura un tanto precaria?, nos responde “Es porque así
los papas no pasan a las salas, a veces los padres entraban directo a la misma sala a dejarle
almuerzo a sus hijos”, tal conducta nos ayuda a poder entender el fenómeno de la íntima
relación que puede existir entre agente – espacio, y cómo estas pueden complementar sus roles
para generar disciplina en un ambiente determinado. Dentro de la investigación destacamos la
importancia que tienen los espacios en su concepto autónomo, y como la regulación de un
agente de control, como es el caso de un guardia en dicho espacio puede tornarse fundamental
para los fines disciplinadores de la institución regulando el actuar determinado límites.
El “Pabellón Tarapacá”, ese es el nombre con el cual se determina el Hall Central. En tal zona,
estructuralmente se encuentran asientos, uno de aquellos se puede observar en la siguiente
fotografía.
79
Imagen 1.5: Hall central.
Dentro del patio trasero vemos una puerta de ingreso la cual usan los basureros cuando van a
retirar basura, esta zona se encuentra altamente delimitada muy similar a la puerta de acceso
principal impidiendo la salida de cualquier tipo de agente de este lugar, solo los auxiliares
tienen las llaves.
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Imagen 1.6: Zona delimitada.
81
Imagen 1.7: Inspectoría.
La puerta de la inspectoría tiene un afiche que dice “Mantener puerta cerrada”, aun así vemos
que las puertas están constantemente abiertas, probablemente se debe a la gran cantidad de
personas que están saliendo y entrando de dicho lugar. Los ventanales que limitan la
inspectoría y dan al acceso principal y patio podría tener un fin “vigilante”, tal efecto mermaría
en cierto grado la lógica de querer escapar del establecimiento por la zona del Hall Central, ya
que pueden estar siendo observados en todo momento desde el interior de la inspectoría..
La biblioteca: La biblioteca, posee una ventana bloqueada por cortinas, una puerta naranja
con algunos afiches y un diario mural por delante de la ventana el cual expone información de
todo tipo. En el acceso a la biblioteca podemos ver que es regulado, los alumnos pueden
acceder a esta o sacar libros pero esto es regulado por un software computacional que va
alojando los retiros de libros y que es controlado por un “Bibliotecario”. Respecto a la
biblioteca vemos dos momentos distintos que operan de forma distinta según un criterio de
acción temporal.
82
La biblioteca en el recreo compone una unidad democrática, en donde el libre acceso a esta es
permitido, como mencionábamos anteriormente solo se controla el hecho de sacar material. Es
una zona muy transitada, fue sorpresivo ver la gran cantidad de alumnos que accedían a la
biblioteca en la hora de recreo. La biblioteca y su cara exterior puede ser apreciada en la
siguiente imagen.
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Zona de inspectores de patio: En los pasillos donde existe la presencia de aulas de
alumnos vemos pequeñas salas destinadas para los inspectores de patio tales inspectores
realizan rondas dentro de sus zonas en donde cumplen roles de vigilancia. Se pueden ver en la
siguiente imagen.
En el segundo piso de una de las zonas en donde existen salas de clases está absolutamente
prohibido su acceso, a excepción de la “Sala de taller” que corresponde a laboratorio de
computación. El inspector controla el acceso al segundo piso, ya que la escalera principal para
acceder al lugar se encuentra al lado de la caseta principal del inspector. Dicha zona no
ahondaremos mucho, ya que consiste en un espacio restringido por lo cual no tiene mayor
movimiento.
Baños: Los baños están determinados para su uso, en cuanto a mujeres y hombres,
representan una forma de disciplinamiento en cuanto al uso de un lugar determinado en todo
momento. Además vemos la existencia demarcada de los baños que son de uso exclusivo para
los docentes o inspectores. Al interior del establecimiento escolar se presentan dos baños para
alumnos, uno se mantiene cerrado con finales de disciplinamiento puesto que es más fácil
84
controlar lo que sucede en un baño y no en dos. El marco de la buena convivencia señala que
los alumnos “no pueden acceder al baño en horario de clases, solo en los recreos”. Los
inspectores son los encargados de verificar que durante las clases nadie ingrese a dicha zona.
En algunos casos los baños durante la hora de clases eran cerrados, el 17/10/12 pudimos ver
que alumnos que esperaban que abrieran baño masculino luego de realizar educación física van
a buscar a la persona que tiene las llaves, este con muy buena disposición les abre el baño. En
los pisos superiores los baños se encuentran con llave, solo los inspectores tienen acceso a
estos.
El patio: El establecimiento escolar presenta dos patios, el patio principal es utilizado para
múltiples fines, por ejemplo educación física u otras actividades, mide aproximadamente 15
metros de ancho por 20 metros de largo. El patio esta hecho de cemento por lo que a
diferencia de las otras zonas posee ciertas delimitaciones con los pasillos y pabellones los
cuales son de cerámicas. Dentro del patio podemos observar dos arcos de futbol y dos aros de
básquetbol que están fijados al suelo, los arcos en cambio son movibles. Corresponde a una
zona articulada puesto que los fines para los cuales fue creado determinan su uso.
En la parte ESTE del patio podemos observar una base de cemento la cual sostiene dos
mástiles que sirven para colocar banderas, tres Basureros, bajada para discapacitados desde la
un pasillo al patio. Podemos observar que los bordes que delimitan el patio, los cuales tienen
una altura de aproximadamente 7 cm. Aparecen escritos los nombres de los cursos con pintura
amarilla por lo que son bastante visibles, podemos inferir que tales marcas y delimitaciones son
para formaciones o actos en donde se requiera tal organización determinada, por ende vemos
claramente un sistema de organización que busca generar un orden. La siguiente imagen
expresa dicha elemento.
85
Imagen 1.10: Zonas demarcadas.
El piso del patio posee gran cantidad de marcas que delimitan ciertos usos para deportes o
acciones determinadas con la cancha determinando ciertos usos.
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Los alumnos se ubican más en la periferia de la cancha, se sientan en los bordes o pasean por
los pasillos, en donde gran cantidad de alumnos se queda fuera de sus salas.
El patio posee un uso básicamente pasajero, en su zona central, los alumnos pasan por este
para ir a baños u otros lugares. Los alumnos que se quedan la mayor parte del tiempo
posicionados en el centro del patio corresponden a grupos de alumnos reducidos y las
personas que están haciendo uso de la cancha para deportes, como por ejemplo Básquetbol,
volleyball o futbol. Podemos ver presencia de inspectores por los pasillos que rodean la cancha
generando roles de control.
Hemos notado que los directores que utilizan puestos en el segundo, tercer y cuarto piso, se
ponen a mirar para el patio central en el recreo, podemos observarlos todos los días vigilando
desde esas zonas de altura, muchos alumnos no se percatan de su presencia y al percatarse y
estar realizando acciones indebidas por ejemplo golpearse entre ellos, se detienen, muchas
veces el inspector grita, desde el segundo o tercer piso al alumno que está generando
problemas. Al momento del timbre los pisos superiores son los principales “aliados” de los
inspectores para comenzar a enviar a la gente a sus salas de clases, es muy común en este
establecimiento el hecho de que al momento en que se toca el timbre para que los alumnos
accedan a sus salas, el desplazamiento se produce muy lentamente. Pudimos notar algunos
inspectores de los pisos superiores con binoculares para regular el acceso a las salas, haciendo
un tipo de vigilancia a distancia, al notar que un grupo de alumnos se quedaba fuera de la sala
sin acceder, llamaban por radio a un inspector del primer piso avisándole de dicha situación, y
este inspector que se encontraba en el primer piso iba a regular la situación. El patio durante la
hora de clases es un espacio altamente articulado y controlado en donde cualquier alumno que
se presente en esa zona es consultado del por qué se encuentra ahí y no en su sala de clases. El
patio al estar al medio favorece la visibilidad de casi todas las zonas del establecimiento para los
inspectores.
87
Las rondas de vigilancia por parte de los inspectores correspondientes a dicha zona serán
expuestas en la siguiente imagen.
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Imagen 1.13: Interior de la Cancha techada.
En los pisos superiores existen zonas que tienen menor uso, las rondas que desarrollan los
inspectores para supervisar son expuestas a continuación, estas conductas son repetitivas en los
pisos superiores.
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Imagen 1.14: Movimiento de inspectores al interior del segundo piso, dicha conducta
también se presenta en el tercer y cuarto piso.
Tal dato puede ser visto como un acto disciplinador, en donde la sala no es vista en ningún
caso como un espacio seguro, por lo que muchos agentes adoptan una postura más
conservadora, evadiendo el robo y tomando sus cosas para llevarlas con ellos. Los
antecedentes que nos menciona un inspector respecto al establecimiento escolar nos hacen ver
que los casos de robos son muy recurrentes, por lo cual a los alumnos se les permite salir con
sus cosas en los recreos.
Los recorridos de vigilancia del inspector en el piso, condicionan los usos de este, las escaleras
del fondo, al igual que el piso anterior comprender un espacio similar, con el mismo efecto.
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Los pisos superiores sirven de espacios de vigilancia para los docentes e inspectores que desde
los balcones tienen visibilidad al patio central y pisos inferiores.
Los pisos superiores presentan escaleras aisladas las cuales en muchos casos se encuentran
cerradas, esto inferimos puede deberse a que las rutas de vigilancia de los inspectores no
cubren estas zonas, por lo cual prefieren cerrarlas con llave como lo muestra la siguiente
imagen. Estas zonas pueden ser aisladas y cerradas para no posibilitar el tránsito de alumnos
por ese lugar, centrando la atención del inspector en una zona específica. Las desventajas de
estas practican pueden ser vistas en el caso de que sea requerida una evacuación, puesto que al
ser los pisos superiores y tener más alumnos, estos se demorarían mucho en bajar.
Las salas de clases: Espacios altamente delimitados y con mucho control, no presentan
ventanas que dan a la zona del patio, en los pisos superiores las ventanas se encuentran altas
por lo que no existe ninguna forma por la cual los alumnos puedan mirar al patio, esto puede
servir para evitar mecanismos de desconcentración y los docentes poder efectuar de mejor
manera sus clases.
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Quiosco: Este lugar abre sus puertas para atender exclusivamente al momento en que
suena el timbre, las personas son atendidas sin orden de llegada, sin embargo desarrollan
sistemas de filas naturalizados y automáticamente, no existe ningún norma, ningún afiche, ni
ningún inspector sin embargo en este lugar vemos presencia de ese tipo de organización
espontanea.
Casino: Los alumnos para ingresar al casino deben realizar una fila, esta fila está tan
naturalizada en los alumnos que al momento del toque de timbre los alumnos corren a la zona,
formándose en fila para obtener su almuerzo o colación. Esta fila es supervisada por un
docente, el cual está coordinando la entrega de alimentos. Pudimos notar que en el caso de que
un alumno quiera avanzar en la fila sin que le corresponda es inmediatamente denunciado por
la mayoría de agentes en tal sistema. Consideramos que es un sistema altamente organizado y
de igual forma naturalizada en los alumnos sin presencia de ningún tipo de indicación en
específico, o señalética, se podría decir que corresponde a la creación de “cultura interna”.
En uno de los segundos pisos vemos la presencia de una sala que se denomina como
“TAVEC”, tiene escrito en su puerta “Peligro, material inflamable”, la sala se encuentra
cerrada con candado, por lo que su acceso está absolutamente restringido. Tal zona
corresponde al laboratorio de Química del establecimiento. Una bodega Sur, una sala de
música, dos salas cerradas, una caseta, escalera, sala TAVEC, diario mural, segunda puerta de
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sala de orientación cerrada, sala final “Departamento de orientación”. Esta Zona no posee
mayor uso, más que el departamento de orientación, el personal se ve reducido a dos personas,
una orientadora y don Carlos Chacón, quien es director del departamento de orientación. Su
nombre además está señalado en la puerta de la sala destinada para la orientación.
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Limites virtuales: Dentro de variados lugares del establecimiento escolar vemos zonas que
no están destinadas para una función específica o que por lo menos dentro de lo que pudimos
observar no representan elementos claros que determinen ciertas aptitudes sin embargo logran
materializar ciertos fines de control en sus estudiantes. La zona de acceso principal al
establecimiento al estar al lado de la inspectoría representa una zona de control con un valor
agregado, puesto que la inspectoría al tener ventanales transparentes esto favorece el proceso
de vigilancia desde la inspectoría hasta este y otros lugares.
En la zona del patio muchos alumnos se quedan en la puerta de sus salas, generando una
apropiación del espacio o sentido de pertenencia a este, a pesar de que tienen permitido salir de
la sala. El inspector genera rondas por su zona durante el recreo. Al terminar el recreo, los
alumnos que habían tomado el “taca taca” lo devuelven a su zona y se vuelven a vivir las
mismas situaciones ya cotidianas en el establecimiento, alumnos que no ingresan a sus salas,
que van al baño a última hora o que realizan cualquier actividad, el inspector debe ir alumno
por alumno enviándolos a sus salas, además de cuidar que los alumnos que ya están en la sala
de clases no salgan antes de que los docentes lleguen a las salas.
La sala de UTP al igual que la sala de profesores no poseen ningún tipo de señalización que
niegue el acceso, o que genere un instructivo para acceder a la sala, sin embargo los alumnos
que van a estos lugares, generan protocolos de acción para acceder a esta, no ingresando
directamente a la zona.
La estructura interna del establecimiento escolar es muy variable puesto que es una
construcción extensa, sin embargo según el análisis y descripción recientemente realizada
podemos notar elementos fundamentales para entender que el proceso de disciplinamiento
visto desde la disposición de materialidades y espacios son elementos claves para las finalidades
que pretende la institución.
Basureros: Los basureros también representan un objeto disciplinador ya que organizan las
conductas en torno al orden y limpieza del establecimiento escolar. Cada basurero corresponde
a una zona específica, si un basurero está fuera de su zona predeterminada, por ejemplo en
otro patio del establecimiento, se va a buscar y se devuelve a su zona inmediatamente.
94
Se intenta imponer estructuras de limpieza, desde una perspectiva condicionante hacia los
alumnos y agentes internos. La limpieza corresponde a una categoría Estética Moral,
imprescindible en la educación, ya que desde la perspectiva interna del establecimiento,
expresado en su manual de buena convivencia “para generar una buena educación se necesitan
Espacios limpios”.
Asientos: En cuanto a los asientos, deben tener a disposición de estos en variadas zonas del
establecimiento escolar. Los asientos poseen una doble funcionalidad, por un lado sirven de
elementos para sentarse y por otro como instrumento de comunicación a través de rayados.
Este lugar también sirve para que los alumnos se junten entre ellos y crear comunidades en
torno a ellos, lo que conlleva a adaptaciones de territorios y se delimiten los grupos de
alumnado. Son para el control social, donde si bien no es obligación sentarse, está ahí con esa
función. No todos se encuentran bien distribuidos, lo que hace que no solo sirvan para
sentarse y descansar en el recreo, sino también para esconderse a rayar y fumar.
Diarios Murales: Los diarios murales podemos ver que son muy utilizados dentro del
establecimiento escolar para exponer todo tipo de información referente a la comunidad
interna del establecimiento, como a eventos externos de tipo social básicamente, como
pastorales, deportes y otro tipo de disciplinas.
Se puede considerar que dichos elementos generan disciplina desde la perspectiva que son
elementos que tienen como finalidad agrupar una gran cantidad de información en un mismo
lugar, generando espacios destinados para ver información. En este sentido la comunidad y los
docentes e inspectores naturalizan el hecho de que se encuentren la información en un lugar
específico.
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Rejas, Puertas y Escaleras: Los alumnos saben que no deben pasar más allá de la reja,
esté abierta o cerrada porque son observados y pueden ser castigados. Aun así, los lugares que
no tienen rejas siempre son vistos como libres de cruzar. “Nos protegemos, nos perpetramos.
Las puertas paran y separan. La puerta rompe el espacio, lo escinde, impide la osmosis, impone
los tabiques…por un lado…el espacio recargado con…propiedades…por otro lado están los
demás, el mundo…”. (Perec, 2001)
Objetos recreativos: Claro está, que los elementos o la mayoría de los elementos
dispuestos en el patio, como por ejemplo el juego de “taca taca”, se encuentran ahí para evitar
que los alumnos hagan desorden, falten a las normas, quieran evadir el colegio, entre otras,
intentando generar una cultura interna naturalizando acciones moralmente correctas que
facilitan el control de los alumnos.
Timbre: El timbre corresponde a un objeto que tiene por principal finalidad la distribución
de tiempos dentro del colegio, señala cuándo se debe entrar a clases, cuándo se debe salir,
cuándo es horario de recreo, o cuándo se realizan evacuaciones por motivos específicos.
Un establecimiento escolar promedio debe hacer sonar ocho timbres obligados a lo largo del
día. Estos son 3 recreos (inicio y fin), salida y entrada de alumnos a clases.
Consideramos que el timbre marca una categoría disciplinadora dado que es un elemento que
marca normas, pautas y organización de los tiempos internos dentro del establecimiento.
Ansiado por los alumnos para salir de clases, pero odiado por estos mismos a la hora de
ingreso a la sala de clases. Marca un dualismo que se ve reflejado en las observaciones
generadas día a día. Cuando el timbre suena para que los alumnos salgan a recreo, muchos
salen raudos y veloces de sus salas, y de hecho los últimos momentos de la clase se ubican
cerca de las puertas de las salas, para salir apenas el timbre suene, algunos salen al baño, otros a
hacer fila para comer en el casino, otros se apuran para ser los primeros en comprar en el
quiosco, y otros simplemente salen a tomar aire o hablar con sus amigos. Si bien no es una
conducta generalizada, ya que alumnos se quedan en la puerta de sus salas de clases, o dentro
de estas, la mayor cantidad de estudiantes realiza este quehacer.
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El timbre, para la comunidad educativa interna y alumnos representa un momento sumamente
importante, ya que condiciona conductas, está establecido, marca el cierre de un contenido
para un profesor, o las alertas en los espacios de vigilancia para un inspector de patio.
Además, el timbre, muestra la dualidad vivida en el día a día de los establecimientos escolares.
Los alumnos viven el momento de recreo, como libertad, espacios posibles para generar
resistencias, socializar y generar todo tipo de actos que salen de la normalidad, que es
delimitada por la institución. Paradigmáticamente dichos momentos de libertad que son
marcados y detonados por el timbre, son breves, es por esto que el dispositivo de carácter
social, cuando es activado al momento de que los alumnos deben volver a sus salas de clase,
este no es respetado de igual forma que al momento de la salida. Los docentes y alumnos
demoran gran cantidad de tiempo en volver a sus aulas, perdiendo una importante cantidad de
tiempo de clase.
Este fenómeno afecta a la fluidez de las clases en cuanto a su curso normal, pero sin embargo
podemos ver que son conductas aprendidas y reproducidas día a día, tanto por alumnos como
por los docentes e inspectores, han adquirido “la pérdida de tiempo” como normal, puesto que
justifican dicho acto señalando que “son alumnos difíciles, por lo que esto cada docente debe
contemplarlo a la hora de generar sus planificaciones, imagínate que este es de los Liceos en
todo Santiago, en donde según un estudio, es de los más difíciles de hacer clases”, nos señala
una docente durante una conversación de patio.
El timbre establece y organiza la realidad interna del establecimiento, si por alguna razón el
timbre no suena, y la hora de clases ya ha comenzado, ningún alumno se inmuta o preocupa,
esperan el sonido del tiempo para generar suposiciones de que están volviendo a clases, es por
esto que muchas veces al momento de que el timbre ha sonado una vez, y aun así sigue gran
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cantidad de alumnos en el patio, este vuelve a sonar repetidas veces, hasta que la mayoría de
alumnos ha ingresados a sus salas de clase.
Señalética Las señaléticas, si bien no son objetos propiamente tal, son elementos
insertados en una zona determinada, por ejemplo escalera, red húmeda, entre otros. Dichas
señaléticas deberían tener un rol disciplinador, pero en un grado menor, la cotidianidad aplica
de cierta forma en que al habituar conductas, como bajar la escalera sin sujetarse de los lados,
se vuelve común, y se ejecuta sin tomar en cuenta la señalética imperante.
Se comprende entonces que el aprendizaje está controlado por elementos reforzantes como lo
son los dispositivos de control. Finalmente la conducta observable y medible es aquella que
sienta las bases para explicar y controlar la conducta. En base a esto es probable encontrar
vínculos entre el comportamiento y aquello que lo origina, como los impulsos por ejemplo.
Nuestra conducta, de forma similar está determinada por los aspectos que se han vivido y
aprendido.
Para el caso de los dispositivos de control en la escuela se puede entrenar, preparar, instruir, y
aprender, dando nuevas técnicas y mejores propuestas que dejarán en claro que existen
métodos semejantes a la enseñanza y adoctrinamiento, y que son ayudantes alternos de esta,
que permiten por tanto, una colaboración en la adquisición de las habilidades sociales.
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3. ¿DISCIPLINADOS O RESISTENTES?
La categorización de los actos que tendrán los dispositivos disciplinadores dispuestos a lo largo
del establecimiento escolar, tendrá respuestas necesarias por parte de sus agentes de control, en
este segmento del análisis se mostrara como opera tanto la disciplina como la resistencia al
interior del Liceo Puente Alto.
a. LOS DISCIPLINADOS.
Vocabulario oral, escrito y gestual: El uso de lenguaje por parte de los alumnos está
definido y determinada por la disciplina que se ejerza sobre espacios en donde el control social
y la disciplina es más evidente puesto que existe la presencia de un inspector por ejemplo.
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En la siguiente imagen podemos observar la distribución por patio que tenía cada inspector
para sus roles de control asignados en una zona específica del establecimiento escolar.
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investigador, sí señalaba un tipo de diferenciación por parte de las demás personas al interior
del establecimiento escolar, por ende genera categorías determinadas que el alumno y la
comunidad reconocen de una forma determinada.
Uso de espacios: Los espacios en donde el control y la disciplina son más evidentes tienen
funcionalidades disciplinarias muy notorias. Los límites del establecimiento escolar están
señalados en todo momento, los inspectores promueven la idea de que un alumno que intente
salir de los límites del establecimiento escolar en el horario de clases será severamente
castigado. Posiblemente muchas de las conductas naturalizadas en los alumnos en relación al
respeto a los limites escolares puedan deberse a la “Sanción disciplinaria”. También
entendemos que el rol que desarrolla el alumno en su cotidianidad lo hacen sentirse propio del
espacio educativo por lo cual concibe naturalizada mente que ese es su espacio y que algunos
límites no deben ser sobrepasados.
101
Durante nuestras observaciones pudimos constatar que los espacios de disciplinamiento
señalados, en donde los dispositivos operan evidentemente tienen una función disciplinadora
que se ve fraccionada por el acto que desarrollan ciertos agentes al momento de promover y
potenciar el cumplimiento a una norma.
Las salas de clases son el elemento más notorio de control social en la escuela, por muchos
alumnos son vistas como cárceles, y el patio como liberación, siendo que en ambos lugares
existe el control disciplinar, los alumnos no pueden salir de sus aulas en horario de clases, si un
alumno llega a salir, es fielmente controlado desde pisos superiores por sus inspectores los
cuales visualmente siguen el trayecto hasta que este se devuelve a la sala.
En este sentido una categoría importante de analizar son los efectos que un determinado
espacio pueda tener en sus sujetos de control.
El control y disciplinamiento escolar constituye una herramienta muy necesaria para dar
cumplimiento a los parámetros que se esperan de la educación, para ello se exige un marco de
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acción con referentes apropiados. Es importante recalcar que es un proceso continuo, que se
está bajo la mirada constante del “otro”. No hay referencia a un acto o hecho originario, sino
que se refiere a un “estado terminal u óptimo”. (Foucault, 2013)
Todo funciona por sí solo al alero de la vigilancia, al punto de convertirse en hábito es por este
sentido que la regulación de ciertos agentes le da mayor significancia a espacios determinados.
Una zona donde el control inicialmente no era tan evidente es la correspondiente a los
laboratorios de Química y Biología, el día 18/10/12 intenté subir a aquella zona, pero tuve que
pedir autorización del inspector el cual al verme acercar a esa zona me preguntó para qué
necesitaba subir. Estando arriba, salió un agente directivo desde la zona de orientación a
preguntarme si estaba esperando a alguien, luego de explicarle mi situación de “observador”
comprendió el por qué me encontraba en dicha zona, de otra forma ella me explicaba que
debía bajar ya que en este piso solo se entraba para situaciones de carácter específica, además
de autorización previa.
El uso de baños preferenciales para profesores e inspectores fue un punto de observación para
determinar el cumplimiento de aquella exclusividad en su uso. En los días en que se generaron
observaciones pertinentes no accedió ningún alumno a dichos baños, las puertas no se
encontraban con llave, sin embargo, el día 16/10/12 en el recreo correspondiente al segundo
bloque, un alumno quiso ingresar, ya que señalaba que el otro baño estaba cerrado, justo en el
lugar había un docente, el cual no lo dejó acceder a este exigiéndole que fuera al baño para
alumnos. Hemos notado, que la sala de UTP, oficina de sub director, sala administrativa y el
espacio para las fotocopias, no poseen ventanas que den hacia el interior del establecimiento
b. LOS RESISTENTES.
El uso del pelo largo no es permitido, muchos alumnos varones que tenían el pelo largo se lo
escondían, dejando poca notoriedad, sin embargo el inspector al percatarse de dicho acto se
acercaba al alumno y le señalaba que debía ir con pelo corto al siguiente día. En las mujeres se
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logra distinguir gran cantidad de accesorios o elementos que nos denotan grados de resistencia
naturalizados, uñas pintadas, pelo pintado, ropas que no corresponden al uniforme escolar. El
moldeamiento de normas corporales en dicho establecimiento no es regularizado en plenitud.
En las clases de educación física notamos que no todos los alumnos realizan tales fines, existen
grupos de alumnos que se resisten a realizar ejercicios, esto por parte del docente en los casos
que pudimos observar no tuvo mayor regulación, puesto que dejaba que dichas conductas se
reprodujeran, se produce un efecto de división sexual, en donde los hombres son quienes
desarrollan mayormente las actividades físicas, esta fue una conducta bastante repetitiva que
pudimos observar en varios días de observaciones, las mujeres por lo general se apropian de
espacios en donde se sientan a conversar.
El uso de espacios también tiene relación con el tema de la corporalidad puesto que el cuerpo
es el elemento esencial que da el sentido a determinados espacios de resistencia, ya que el
espacio o materialidad no tiene una significancia por sí solo, hasta que el cuerpo en el terreno
de la acción cotidiana, le da sentido a este espacio y la re significa como zona resistente, pero
resistente a la normativa interna del establecimiento escolar, puesto que rechaza algunas
conductas. La zona resistente, lo es, porque tanto el alumno como el inspector de patio
comprende que se generan acciones disruptivas, como fumar, rayar, o generar otro tipo de
acciones contrarias a la norma disciplinadora.
Vocabulario oral, escrito y gestual: Muchas veces los jóvenes al interior del
establecimiento escolar buscan métodos de resistencia, vinculados a elementos sexuales.
Pudimos encontrar algunos grafitis relacionados a lenguaje de tipo sexual, y diversos elementos
que nos hacen ver que temas como el aborto, homosexualidad, placer, son elementos que no
están presentes en el currículum formal, pero que sin embargo representan un elemento
importante en el tipo de lenguaje escrito que usan los alumnos.
Esto se puede observar en los baños del establecimiento educativo, como una manera de
expresar su desagrado por medio de insultos, siendo la manera en que se revelan los escolares.
Es así como observamos que se muestra la disciplina en los planteles educativos, todo esto
105
desde el punto de vista corporal. Estas expresiones de grafitis se dan en zonas aisladas o que
no tienen control por parte de los inspectores, como pueden ser las zonas de resistencia
anteriormente mencionadas, o bancas o cualquier elemento que sea posible, siempre que nadie
esté vigilando.
Uso de espacios: Las expresiones de tipo resistentes asociadas al uso de espacio pueden
ser representadas en las diversas disposiciones que los agentes hacen del espacio.
A lo largo del inmueble podemos encontrar ciertas zonas de resistencias puesto que son
lugares que tienen un grado de apropiación por parte de los alumnos, en donde realizan actos
contrarios a la norma, este hecho según nuestro análisis se puede deber a dos elementos
fundamentales, el primer elemento es que los alumnos naturalizan y entienden que la
regulación de dicho espacio por parte del inspector no cubre esa zona, ya que el inspector que
debería ir a ese lugar no va comúnmente, al generar una repetición en el acto, el alumno
entiende que en dicho puede evadir el control.
Las zonas de resistencia por lo general están ubicadas en los rincones del establecimiento en
donde no hay una normalización. En estas zonas se realiza todo tipo de acto indisciplinar,
desde fumar cigarrillos, hasta rallar las paredes creando grafitis u otro tipo de expresión de
carácter físico.
En la siguiente imagen (1.19) podemos observar uno de los pisos superiores en donde existen
aulas, estos pisos se encuentran sobre la zona de acceso al establecimiento, y tanto el segundo,
como tercer y cuarto piso presentan una estructura similar. En la zona demarcada en rojo se
presentan gran parte de las conductas resistentes, los alumnos se van a ese lugar puesto que las
distintas rutinas realizadas por los inspectores de piso no llegan a esa zona, es por este motivo
que al ser conductas recurrentes y repetidas todos los días de observación, los alumnos han
entendido naturalmente que pueden generar actos de evasión o indisciplina ya que no se
presenta un control recurrente.
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Imagen 1.19: Zonas resistentes.
Tal espacio además es utilizado por los alumnos para esconderse al momento en que toca el
timbre, pudimos ver en reiteradas ocasiones alumnos dirigiéndose a aquella zona al momento
de tocar el timbre para ingresar a clases. Cerca de media hora después llegó un inspector
alertado por otro alumno que “acusó” a los jóvenes que estaban escondidos ahí.
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Imagen 1.20: Zonas resistentes en los pisos superiores.
Un punto importante que está relacionado a los espacios resistentes o lugares en donde el
control se genera de menor forma, es el concepto de “fuga”.
Un ejemplo de dicho tipo de resistencia fue expuesto el día 18/10/12 notamos una situación
particular: alumnos simulan que van al baño de varones para engañar a los inspectores del
tercer piso y sin embargo se quedan escondidos en la puerta del laboratorio de historia en
donde se encuentra una puerta que generalmente se encuentra cerrada (dicha puerta ya había
sido utilizada por otros alumnas para esconderse), pero que en este preciso instante se
encuentra abierta debido a que personal que está pintando el colegio la ha dejado abierta.
Los alumnos al ver que no había ningún inspector ni personal observando ingresan a esa zona,
en su primer intento fallan, la persona encargada de regular la fotocopia los alcanza a divisar y
los manda para otro lado. Este se va y los alumnos continúan con su plan de escaparse. Los
alumnos, al ver que ya no hay vigilancia, lo intentan por segunda vez lográndolo, ingresan al
pasillo, pasado 5 minutos desde que los alumnos ingresaron al pasillo la persona encargada de
la fotocopia va a la zona al parecer a buscarlos producto de que alguna persona de aseo le
habría señalado que ingresaron alumnos al pasillo. Pasado 10 minutos la persona de fotocopia
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sale de la zona pero sin los alumnos, podemos ver que acude un inspector a la zona, ingresa
por el casino y comienza a ver por las ventanas si están los alumnos, al parecer estos se
escaparon del colegio.
Uno de los días de observación 15/10/12, pudimos notar un grupo de alumnas que al tocar el
timbre para ingresar a sus salas, se quedaron en dicha zona, las alumnas estaban a simple vista
desde mi perspectiva de observación, pero para los inspectores tanto de la zona del pasillo de
salas y de segundo, tercer y cuarto piso no había buena visibilidad de su escondite, por lo que
estuvieron un buen rato sin ser descubiertas, hasta que un docente que pasaba por la zona las
envió a sus salas, aquí más que un tipo de disciplinamiento vemos un síntoma de resistencia en
base al uso de un espacio, dado que el espacio constituye la forma de evasión al control al
conocer ciertos “puntos ciegos”.
En esta zona existe una pequeña puerta que da al exterior del establecimiento, generalmente
está con llave, dentro de nuestros observaciones fuimos testigos de una fuga, un auxiliar estaba
trasladando unos elementos, por lo que dejó la zona descubierta y la puerta fue dejada abierta,
bastó solo un minuto de descuido de la zona para que dos alumnos escaparan del
establecimiento escolar, el lugar por donde se realizó la fuga puede ser visto en la imagen que
viene a continuación, específicamente por la puerta azul.
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Las conductas resistentes relacionadas al uso de espacios por lo general pueden ser entendidas
en dos contextos, conductas más naturalizadas que el alumno internaliza el uso de aquel
espacio como evasión de control, y conductas creadas, que se basan en el oportunismo que
puede generar la falta de control en una zona específica.
Posterior a los recreos es muy común encontrar por los patios alumnos que generan conductas
resistentes, escondiéndose en determinados espacios intentando evadir el control para ir a sus
salas. En muchos casos cuando los docentes salen de las salas a buscar elementos a la sala de
profesores los alumnos aprovechan inmediatamente para salir, en muchos casos se esconden
adentro de los mismos baños.
Uno de los días en que realizamos nuestras observaciones (12/10/12), vivimos una situación
específica, un profesor de una sala correspondiente a la zona de las salas ubicadas a un costado
del patio principal, no vino a clases ese día, por lo que la sala se encontraba sin docente, por
consecuencia los alumnos están todos afuera de la sala y el patio, el timbre de recreo había
sonado hace 20 minutos. El inspector al cual le corresponde a aquel pasillo se percata de dicha
situación, y comienza a generar una función de vigilancia con respecto a los alumnos de esa
sala desde el pasillo.
Muchas veces en que el inspector entraba a su oficina, los alumnos salían de inmediato, al
volver este inspector se percataba de los alumnos y los volvía a mandar adentro de la sala, sin
embargo estos se quedaban en la puerta esperando el menor descuido del inspector para salir,
era una situación de tensión en el sentido de que los alumnos buscaban la forma de salir de la
sala en los momentos en que no había vigilancia.
La sala puede ser vista como un espacio de control reducido y agrupación de agentes, en este
caso estudiantes.
El inspector al notar las complicaciones del curso, con respecto a sus intenciones de no
permanecer en su sala, toma como medida estar fuera de la misma sala. Estando el inspector
en dicho lugar, si bien reduce la cantidad de alumnos que salen de la sala o que se encuentran
en la puerta, algunos aun no entienden las órdenes del inspector.
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El inspector en ningún momento los amenaza con algún tipo de castigo, simplemente les pide
una y otra vez que ingresen a la sala, los alumnos que están en la puerta se les solicita que se
salgan de ese lugar, pero ellos responden al inspector señalando “Pero profe, si estamos en la
puerta pero dentro de la sala”, en dicha acepción vemos una clara delimitación del espacio,
además un entendimiento por parte del alumno a la construcción del espacio disciplinado, en
dicho sentido, “Si el docente me pide que me gane adentro de la sala, me gano adentro, si bien
estoy en la puerta, pero estoy adentro de la sala que es lo que el inspector quiere”, me señala un
alumno de dicho curso luego de que posterior a todo el episodio me acerqué a consultarle.
El docente comienza a ponerse más rígido en el tono de voz que aplica a las órdenes, y
definitivamente hace que entren los alumnos, junto con quedarse en la puerta de la sala.
Notamos continuas rondas por parte del inspector de dicha zona, regulando que todos los
alumnos se encuentren dentro de sus salas, pero prestando atención al curso que no tiene
docente. Apenas el docente sale de la puerta de la sala, estos vuelven a ubicarse en la entrada,
cuando el inspector se dirige a otra sala de la zona C1, los alumnos vuelven a salir de la sala.
111
han naturalizado sus conductas resistentes de dirigirse lentamente a sus salas o hacer todo tipo
de acción que ralentice el inicio de la clase. Dicha conducta es aún más reforzada puesto que
los docentes también demoran una cantidad de tiempo larga en llegar a sus salas ya que van a
buscar los libros de alumnos a la sala de profesores.
Una conducta resistente puede ser reflejada en las bancas dispuestas al interior del
establecimiento, estos elementos son rallados constantemente por los alumnos, ya sea con
grafitis o con otro tipo de elementos, esto es una conducta indebida según la normativa del
establecimiento escolar pero que sin embargo es bastante común, dichos rallados se realizan en
momentos en que no hay control en dichas zonas.
Los lugares de recreación que tiene destinado el establecimiento escolar para que los alumnos
desarrollen actividades en sus recreos no son utilizadas por los alumnos, en su defecto la
mayoría de dichos elementos están destruidos y notoriamente descuidados, pudimos notar en
una de nuestras observaciones que un grupo de alumnos que se había apropiado de el “taca
taca” por motivos de uso de fuerza desmedida destruyen una parte del juego, se acerca a ellos
un inspector señalándole que deben repararlo, para aquello le pide a los alumnos que se dirijan
a donde el auxiliar y que le pidan materiales para martillar dicho juego reparándolo.
A modo de análisis general los procesos de resistencia pueden verse facultados y potenciados
por la flexibilidad que existe al momento de que un agente corrompa una norma o presente un
acto indisciplinado. Muestra de esto lo podemos ver reflejado en la conceptualización que
generó un docente en la biblioteca el día 10/10/12, sostuvimos una conversación breve con
una profesora, en donde señala que “la calidad se maquilla, que las normas son soterradas, que
no hay un cumplimiento de las normas, ya que algunos alumnos pasan de curso sin merecerlo
112
o no son expulsados mereciéndolo”. En dicho sentido ella señala que existe un
quebrantamiento de la lógica disciplinadora, producto de una suavización institucional de la
aplicación de normas dentro del establecimiento, una suerte de adquisición de criterios de
exigencia y de comportamiento que serán ahondados en el próximo segmento del presente
análisis.
113
4. LA CONVIVENCIA ESCOLAR, ¿UN ESPACIO DISCPLINADOR?
En el campo del análisis planteamos el presente capitulo como final puesto que el proceso de
convivencia escolar al interior del Liceo Puente Alto puede ser entendido como la
conformación de normas culturales heterogéneas y divergentes a partir de los procesos
disciplinarios que se dan al interior de la institución educativa.
Tal es el caso de las relaciones entre el profesorado y el alumnado, y entre cada uno de ellos, y
su conjunto, con otros grupos sociales, como la familia, la administración educativa o la
sociedad en general.
En base a esta investigación notamos que una estructura educacional y organizada que sea
eficiente, es imprescindible para mantener un ambiente ordenado de aprendizaje.
Bajo estos dos puntos, hay un marco viable de posibilidades para prevenir los problemas de
disciplina, consiguiendo un ambiente de orden en el aula, optimizando el proceso de
enseñanza-aprendizaje, pero siempre en base a un profesorado consiente respecto de los
114
factores y elementos que quebrantan este orden y que deben ser plenamente identificados para
atenderlos en base a todas las herramientas adquiridas para ello.
La reforma educacional tiene como meta: “Ofrecer a todos los chilenos la posibilidad de
desarrollar plenamente todas las potencialidades y su capacidad para aprender a lo largo de la
vida dotándolos de un carácter moral cifrado en el desarrollo personal de la libertad; en la
conciencia de la dignidad humana y de los derechos y deberes esenciales que emanan de la
naturaleza humana”. (Gómez, 2005: 34)
Dar libertades estableciendo límites convierte al alumno en una persona autónoma, capaz de
asumir sus responsabilidades y tomar las mejores decisiones. Por ejemplo la limpieza
corresponde a una categoría Estética Moral, fundamental en la educación, ya que desde la
perspectiva interna del establecimiento, para generar una buena educación se necesitan
“Espacios limpios”.
115
No debemos pensar que el Liceo Puente Alto, es un elemento de desborde en el cual cada
alumno hace lo que quiere. Por el contrario, debemos pensar que la configuración de la
realidad cotidiana del establecimiento escolar irá directamente relacionada con la forma en que
los agentes al interior de la institución interpretan ciertos dispositivos normalizadores.
Foucault nos habla de los mecanismos de disciplinamiento invisibles a los ojos del agente que
se pretende controlar, esta investigación nos habla de que muchas veces ciertos dispositivos
disciplinadores no son tan ocultos, sino que son bastantes evidentes, lo que no es evidente es la
finalidad moral que está detrás del dispositivos, puesto que tiene una relevancia teórica que
solo puede respaldarse en torno a las metas institucionales del establecimiento escolar.
El entendimiento y análisis de una realidad cotidiana nos hace comprender que el proceso de
construcción cultural en instituciones, como puede significar el Liceo Puente Alto, es producto
de una relación y multitud de elementos que están en constante relación.
El agente, y no tan solo estudiante, sino que también el inspector, el docente, la persona que
hace el aseo, el vendedor del quiosco, los padres que ingresan al establecimiento escolar para
fines determinados constituyen una serie de influencias en un escenario determinado.
La ramificación y causalidad que generan las diversas relaciones sociales al interior del Liceo
Puente Alto dan un peso total a la posible adquisición, con que todos los agentes mencionados
anteriormente, logran asumir ciertos roles al interior del espacio educativo.
116
CONCLUSIONES
Todo esto fue finalmente visto desde el interior de la educación, en base a un modelo de
inmersión etnográfico, puesto que consideramos que este tipo de problemáticas pueden lograr
ser respondidas desde adentro, comprendiendo los procesos cotidianos que se manifiestan al
interior del Liceo Puente Alto. En este sentido se concluye que la metodología de investigación
utilizada es importante puesto que ayuda a caracterizar los procesos sociales que ocurren al
interior de la escuela.
El Liceo Puente Alto representa un espacio disciplinario, puesto que en su base interna,
genera estructuras que jerarquizan y seleccionan roles de acción, entregando a cada actor
particular al interior de la institución, un rol y un espacio determinado.
Una adecuada convivencia escolar, sostiene un respeto a las normas y fines de la institución,
con la finalidad de entregar al alumno los valores, conceptos y procedimientos, que desde la
óptica del establecimiento escolar aportan al crecimiento personal de este. Los procesos de
normalización en la institución escolar responden en gran medida a un sentido de
reproducción de condiciones morales que plantea la institución.
117
Las ideologías educativas que están enfocadas de una u otra manera en la forma de mantener el
control sobre las sociedades, comprenden que una de las maneras más básicas para reproducir
este orden, es por medio de la búsqueda de medidas disciplinarias que puedan ser adoptadas
desde el comienzo de la educación, para con ello lograr una mayor interiorización de estas
normas a los alumnos. El Liceo Puente Alto, en base al análisis realizado podemos sostener
que busca fines determinados, en donde los dispositivos disciplinadores tienen por pretensión
fundamental cumplir un rol de orden y vigilancia, independiente esto sea cumplido o no.
Al interior del Liceo Puente podemos concluir que existen dispositivos de disciplinamiento
escolar los que son activados con fines de control y poder disciplinar, pero debemos hacer la
diferenciación, en que muchos de estos dispositivos inconscientemente también cumplen
finalidades de control, como señala Foucault, “Todo es un dispositivo”. Se hizo hincapié en la
estructuración y presencia de dichos dispositivos integrados en la categorización de cuerpo y
materialidades.
En este sentido entendemos que los dispositivos de control y disciplinamiento social al interior
de la escuela, son partes de una cultura interna heterogénea, que se presenta dentro del Liceo
Puente Alto y actúan bajo el concepto de la convivencia escolar, dando así explicación a
aquellos fenómenos que señalan que la educación no está basada solo en fines disciplinadores,
si no que por el contrario, van forjando en cada individuo mecánicas internas que le permitirán
una pertenencia adecuada al medio.
118
El cuerpo disciplinado.
Los procesos de disciplina, afectan y se relación en gran medida con el cuerpo, puesto que este
elemento es el foco de acción del disciplinamiento, no debemos considerar al cuerpo solo
como un elemento físico, sino que debemos ampliar dicha mirada, cuerpo es lo que hace, lo
que piensa, lo que genera, lo que crea, lo que opina, lo que es y quiere ser.
Desde pequeños nos enseñan a que el cuerpo debe ser agrupado en base a estructuras
predeterminadas, la educación no hace más que potenciar dichas estructuras generando
moldeamiento en muchos casos de las formas corporales, pero no tan solo físicas, sino que
también en los discursos e interacciones que este cuerpo valla a generar en razón de su función
cotidiana.
En esta perspectiva podemos concluir que el cuerpo es la herramienta central a moldear dentro
del proceso pedagógico, puesto que nuestras observaciones y acceso a documentos tales como
el manual de convivencia interna dejan en evidencia la finalidad de la educación y su relación
con el cuerpo, tanto desde un punto de vista curricular, como no curricular. La escuela genera
dispositivos de acción disciplinar, con fin de regular la acción del cuerpo en el espacio
educativo.
El espacio escolar, y las materialidades (como lo hemos determinado para este estudio), son la
escenificación teatral en la que se disponen los dispositivos disciplinadores de carácter físico,
generando las limitaciones y espacios de acción al interior de la institución.
Concluimos que dichas materialidades si tienen por finalidad generar control de los cuerpos,
puesto que en muchos casos pudimos notar un grado de intencionalidad en razón de
administrar la movilidad, los tiempos y las formas en que se despliegan los alumnos al interior
de la institución educativo.
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En un sentido metafórico, la escuela representa un espacio teatral en el cual se determina la
escenografía en que los actores serán inducidos a asumir roles independientes y determinados
en función de una finalidad, el carácter institucional y los fines perseguidos por esta institución.
El Liceo Puente Alto representa un espacio altamente diverso. Los agentes en su totalidad
generan respuestas heterogéneas hacia la norma, no existe una uniformidad ni menos una
linealidad. La escuela es un ambiente tremendamente dinámico, en el cual logran coexistir,
tanto procesos resistentes como de disciplinamiento.
La normativa escrita, en muchos casos fue pasada a llevar, pero no tan solo por los estudiantes,
que son el foco central de esta investigación, sino que también por otros agentes, que al estar
inmersos en este proceso cotidiano, adquieren adaptación a modos de funcionamiento
internos, adquiriendo ciertas prácticas y posibilitando el surgimiento por ejemplo de normas no
escritas, limites no determinados y procesos disciplinares no estipulados, pero que asumen un
rol de orden y organización interna “nuevo”.
Los procesos que se viven al interior del establecimiento educacional, en cuanto a la enseñanza
y el aprendizaje, serán sin duda mucho más efectivos en un ambiente adecuado y cómodo para
los estudiantes. Concluimos que para la institución escolar es fundamental crear y sostener
medidas y mecanismos disciplinarios que se integren a los procesos educativos y que permitan
introducir y reproducir conciencia en todos los actores, manejando de esta manera actos y
límites en beneficio del propio proceso educativo.
120
Concluimos que la disciplina no se puede forzar, no hay espacio para la amenaza, el castigo o
ningún otro medio de presión, la disciplina debe forjarse a través del proceso educativo, a lo
largo de todo su desarrollo, formando espacios, logrando objetivos, aprendiendo modos de
acción y relación entre otros. Los fenómenos cotidianos al interior del Liceo Puente Alto,
permiten lograr momentos y espacios de gran tranquilidad y normalidad, lo que incide
plenamente en el poder disciplinario, ya que es en este momento cuando se ejerce con mas
fuerza, demostrando su gran efectividad, ya que se logra como un factor invisible que sea
ejercido, y se mantenga, notando mayormente su presencia.
Las formas de convivencia internas que tiene el establecimiento escolar no son necesariamente
producto de un cumplimiento rígido a la norma, sino más bien la manifestación de
interpretaciones heterogéneas que tienen los agentes hacia los dispositivos disciplinadores.
La observación etnográfica, nos ha ayudado a entender que los procesos cotidianos al interior
del Liceo Puente Alto, pueden generar agentes resistentes y disciplinados, la cultura de
disciplina interna está presente en todo momento, pero su cumplimiento y aplicación es
heterogénea, favoreciendo el proceso de individualismo del alumno y por consecuencia que sea
entendido como un espacio social heterogéneo y variable.
Es por esto que creemos que al interior del establecimiento escolar no basta con entender el
proceso escolar en base a particularidades, sino más bien, debe ser entendido en su conjunto,
comprendiendo los modelos de cultura interna en razón de las necesidades sociales y tipo de
agentes que el establecimiento seleccione para llevar a cabo su proceso educativo.
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ANEXO Nº1
125
ANEXO Nº2
126
ANEXO Nº3
Se expone la Carta Gantt, la que genera la división de los tiempos en esta investigación.
Análisis de información
Conclusiones y Hallazgos.
Correcciones.
127
ANEXO Nº4
Plano del establecimiento escolar.
128
ANEXO Nº5
Plano con la selección de zonas que se utilizó para desglosar el trabajo en terreno.
129