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ORIENTACIÓ N PASTORAL

Lic. Juan José Ajú

INTRODUCCIÓ N:
Estas notas de estudios es una combinació n con las notas del Dr. Miguel Lecaro
Tobar de la academia Cristiana del Aire de Quito ecuador. Coincidiendo con
algunos puntos de mis notas de Reflexió n Pastoral del añ o 1.990. En muchos
puntos coincidimos en la orientació n pastoral, por lo que doy crédito a sus notas
como él a las mías. Se espera que los estudiantes de la Biblia y que aspiran al
ministerio pastoral encuentren en este estudio alguna orientació n só lida para su
futuro ministerio. He aquí pues alguna experiencia como producto de los añ os en
el ministerio pastoral y bases bíblico para ese santo ministerio.

Aunque sobre el tema se ha escrito muchos libros como el sostén pastoral, el

pastor líder, el pastor debe ser teó logo y el teó logo debe ser pastor etc. El
enfoque de este estudio es mas como el pastor es un siervo de Dios y no siervo
pastoreado. Porque en la actualidad abundan pastores que dicen, ¿haber qué
dicen los ancianos o diá conos? Automá ticamente él no es quién dirige sino no es
dirigido. Porque cabe las preguntar, ¿quién es el llamado? ¿el pastor o los
ancianos o diá conos. ¿Quién se preparó bíblicamente? ¿el pastor o los ancianos?
Bueno, sobre el tema hay muchos que decir y qué discutir; vamos al estudio.

1. ¿CON QUE QUIERE SER PASTOR?

¿Qué es un pastor para usted?

¿ Qué le llama la atenció n de ser pastor?

¿Qué lo que le gusta de los pastores?

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¿Qué lo que no gusta de los pastores?
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¿ Qué quiere lograr con ser pastor?
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2. LO FELICITO CON QUE DESEA SER PASTOR.

Si tiene ese deseo de ser pastor evangélico, buena obra desea ( 1. Timoteo 3:1). Por
cierto el desear no lo hace todo, pero es el primer paso como señ al de un buen deseo
como impulso de la voz del Señ or llamando maravillosamente como él sabe hacerlo.
Dios tiene grandes propó sitos. Quiero contarle algo antes de seguir con nuestra
informació n; fui al Instituto Bíblico no para ser pastor, sino má s bien para estudiar
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mú sica sacra que había carencia en las iglesias en aquellos y así lo hice, trabajé algunos
añ os como director de coros en las iglesias. Pero en el camino Dios cambió mi
ministerio, con una pasió n grande por las almas colocá ndome en el pastorado y así fui al
Seminario para prepararme y servir mejor a él con esa preparacíon. Por ese deseo que
palpita en su corazó n. Permítame estrechar su mano y decirle le felicito¨.

2.1 LO FELICITO PORQUE CREO QUE ES UNO DE LOS MINISTERIOS MÁ S IMPORTANTE EN

LA IGLESIA Y EN EL MUNDO..

Criar a un niñ o, mecer a un niñ o en la cuna, proporcionarle los alimentos que necesita,
el educarle y enseñ arle los rudimentos de la vida, educarle en cuanto a las amistades
con el mundo que le rodea para favorecer su desarrollo normal y positivo, son trabajos
aparentemente sencillos, pero si se mira con atenció n, no solo son difíciles sino que, no
cualquiera lo puede hacer.

Criar, he allí el ministerio del pastor evangélico. Los que han sido regenerados por el
poder del evangelio, los que han venido a ser una nueva creació n en Cristo, los que han
nacido de nuevo, son hombres y mujeres con los que tiene que trabajar el pastor.
Cuidar esas nuevas vidas y ayudarles en su crecimiento y desarrollo, proporcioná ndoles
todo el alimento que necesitan. Este es el trabajo má s importante del pastor porque de
él dependerá el futuro de esas vidas y el futuro de la iglesia ( De tal pastor, tal iglesia).

2.2 LO FELICITO PORQUE ES VALIENTE Y AMA A LA OBRA,

No le digo que el pastorado es fá cil o sin problemas, eso sería no decirle la verdad y
sería engañ arle. Muchos desean este ministerio y cuando se les preguntan por qué
quieren este ministerio, contestan: ¨Me imagino que el pastor tiene una vida quieta y
sosegada, sin problemas y yo amo esa clase de vida¨. La verdad es que el pastorado es la
primera línea que está siempre expuesto a todo. Expuesto a las críticas, a la envidia, al
menosprecio, al maltrato de los hermanos, a la mala paga o nada, es un trabajo a tiempo
completo. No puede aparecer un anuncio en la puerta de la casa del pastor; se atiende
de lunes a viernes de 8: A. M hasta las 4: P. M. Eso no pasa en el pastorado, si le llaman a
media noche, el pastor dirá voy y va.

Parezca raro, pero las críticas son una especie de termó metro espiritual que marca el
grado de crecimiento que tiene una persona (en este caso el pastor). Mientras má s
críticas recibe una persona, má s adelante va dentro de su carrera y precisamente es por
esto va superá ndose y supera a otros que no le pueden alcanzar. Mientras unos lo
critican para detenerlo, éste va má s allá porque no lo toma todo aquello como negativo
sino como positivo para su bien.

El pastor es blanco de muchas ofensas. Basta con solo recordar el pueblo de Israel
cuando ofendía al gran siervo de Dios, Moisés. En distintas ocasiones, señ alá ndolo
como un líder desconsiderado que había sacado al pueblo para sufrir y morir en el
desierto. El pastor es también está expuesto a las ofensas de su congregació n. Se
requiere un corazó n dispuesto a sufrir y reconfirmar su llamado mediante las preguntas
que Jesú s le hizo a Pedro (Juan 21). ¿Me amas má s que estos?

2.3 LO FELICITO PORQUE TAMBIEN ES PASTOR EL SEÑ OR JESÚ S.

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Ser lo que él fue, debiera ser el má s ferviente anhelo de todo cristiano.

Aprender y practicar todo los oficios que Jesú s ejecutó en este mundo,
debiera ser una satisfacció n grata para todo hijo de Dios.

Jesú s fue pastor, no de nombre sino lo fue en verdad. ¡ Que pastor tan
admirable es el Señ or! (Luc.15). Allí está el cuerpo entero de lo que él es: El
buen pastor buscando a la oveja perdida, no se cansa ni se fatiga, no se
detiene frente a obstá culos o peligros. A todos los encara, y a todos los
supera. Su objetivo es la Oveja perdida y descarriada hasta encontrarla. No su
sueldo a ver qué fecha le pasan el cheque.

Pero, qué le parece si en este mismo momento, en actitud humilde le dice al

Señ or directamente, ¨Dios, quisiera ser pastor, no solo porque Jesú s lo fue,
sino má s bien quisiera ser pastor como Jesú s lo fue¨.

3. PERO, TENGA PRESENTE LO SIGUIENTE

No quiero asustarle ni desanimarle. Después de todo, sería absurdo que después

de animarle y le digo lo siguiente. Una vez un niñ o estaba aprendiendo a nadar y
empezó a flotar, pero muy cerca de la playa donde podía afirmar sus pies en el
momento que quería. Alguien al verlo al niñ o muy alegre le dijo: ¨’¿Ya saber
nadar? Y él le dijo, ¨creo que sí. ¨Y el señ or le dijo: No, aú n no sabes nadar¨.
Cuando sepas nadar lo demostrará s donde las aguas son profundas, donde hay
peligros de que te hundas, pero allí donde está s no corres ningú n peligro.
Estando allí donde te encuentras nunca aprenderá s a nadar y nunca sabrá s lo
que eso significa¨.

Eso es lo mismo se dice de este caso de conocer lo que es ser pastor. Tiene que
meterse y no en la orilla. Todavía se requiere saber lo siguiente:

3.1 NO ES PASTOR EL QUE QUIERE SERLO.

El ministerio pastoral no basta quererlo y desearlo. Aunque segú n la Biblia se

tiene que desearlo ( 1. Timoteo 3:1). Si alguno quiere ser abogado, tiene que
tener el cará cter para eso. Capaz de hacer frente a los problemas y
dificultades que conlleva esa profesió n.

¿Usted quiere ser pastor? Está bien, pero tiene que saber lo que demanda
este ministerio. Lo primero que debe tener presente es que para ser pastor
no basta con querer serlo. Si no tiene que examinar (1. Timoteo3), analice
bien estos principios y si se anima, adelante.

a. NO ES UN EMPLEO COMO OTRO CUALQUIERA.

No es como las publicaciones de los perió dicos que dicen, ¨tal empresa
necesita trabajadores¨. El pastorado no es así. No, el pastorado no es un
empleo como cualquiera, porque en el desempeñ o de este ministerio no
entra en juego factores econó micos como sueldos, ventajas, o comodidades
que se ofrezcan. Sino que es un llamamiento Divino para un lugar
determinado, donde Dios quiere usar a sus siervos. Tampoco como algunos
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dicen: ¨Tengo planes de cambiarme de Iglesia, porque donde estoy no me

ofrece un futuro mejor ni para los míos¨. ¿Có mo es eso? ¨Es que hay otra
iglesia que nos ha ofrecido una remuneració n mejor y algunas otras ventajas
que la donde estamos ni remotamente podría dar¨. Esta expresió n, es una
equivocació n de la mayoría de pastores hoy. Hasta demandan iglesias que no
les pagan el tiempo de servicio como el caso de nuestro país. Si de los
hermanos les nace darle algo, alabe a Dios y recíbelo. Pero nunca pedirles o
condicionarles de un sueldo

Algunos se basan en Juan 4:36. Pero deben ver bien lo que dice: ...el que
siembra. El pastor tiene que sembrar primero para poder cosechar. Pero
algunos colegas de entrada ya quieren cobrar. En 1ª. Tim.5:18 la palabra
clave es Digno, un pastor, un obrero tiene dignidad por su llamado divino.
Pero a la vez esa dignidad se tiene que ganar a través del tiempo de
ministerio. En mi entorno hay un pastor que trabajó 30 añ os en una sola
iglesia que la fundó . Inició un trabajo sin devengar un salario y con familia
que sostener tuvo que trabajar en lo material para comer sin descuidar la
obra. Ahora que ya es ancianito, donde quiera que lo ve le dan sus centavos y
merece después de tantos añ os en la obra. Hay quienes trabajan por contrato,
son los que dice ya terminé mi contrato como que fueran contratista de un
trabajo secular como de una obra de construcció n secular. También piden
aumento de salario y al no recibirlo se van de esa iglesia.

b) El verdadero pastor se capacita continuamente.

Quiero decirle que dentro del ministerio la capacidad física o mental que
una persona tiene, engañ a a muchos hermanos de las iglesias.

c) De esta manera si busca el pastorado o estudia Biblia para ganar

dinero ya está equivocado. La carrera del estudio de la Biblia es la má s
cara y se requiere una buena preparació n ademá s del llamado pero es
donde se gana casi nada.

4. NO HAY QUE CONFUNDIR AL VERDADERO PASTOR.

En la viñ a del Señ or se ha dado muchas situaciones en el pastorado que

deja mucho que desear. Hay personas que está n trabajando en el pastorado
como pastores al frente de una congragació n pero realmente no son pastores,
les llaman como pastores pero no lo son. No tienen alma de pastor; no siente
en su sangre el pastorado, de esas personas no se espera mayor avance. No
hay que confundir al verdadero pastor.

a) DEBE TENER CAPACIDAD DE PASTOR.

La capacidad física o mental que una persona posee para facilitarle hablar
en pú blico engañ a a muchas personas y en muchas oportunidades. En lo
anotado anterior que una persona pueda tener una excelente
preparació n intelectual o que posea un físico notable y destacado no
necesariamente quiere decir que esa persona pueda ser un buen pastor.
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Aunque todo aquello viene a ser una ayuda, pero só lo para quién tenga la
vocació n y el llamado divino.

El plan divino para este ministerio él escoge y llama como a él le place. Y

él se encarga de darle lo que éste necesita y capacitarlo en la forma que la
gloria sea para él. La capacidad y la educació n que uno pueda obtener es
importante pero eso no es todo. No se me olvida un compañ ero de
estudios en el Seminario que sacaba buenos punteos en sus notas, pero
siempre decía; yo no soy pastor, no tengo paciencia para trabajar con
gente de baja educació n. De manera que si usted está pensando por su
capacidad y por su notable carrera como estudiante podría ser un pastor
notable y distinguido desde ya está equivocado. Si Dios le llama para ser
su siervo él le dotará de lo que necesita en el ministerio como sus
palabras a Moisés y los profetas.

b) HABILIDAD PARA SER PASTOR.

Otro engañ o en el que caen muchos hermanos cuando piensan en el
pastorado, es el asunto de habilidad natural que tiene ciertas personas
para realizar éste trabajo. Bueno, en realidad todo lo que vengo hablando
es una gran ventaja, porque cuando una persona posee estas capacidades
ya tienen una base para realizar el trabajo a realizar. El problema es, una
persona que puede hablar con facilidad, que tiene don de gente, que actú a
con mucho sentido comú n, que sabe tratar los problemas y buscarles
soluciones. Cuando se ve a una persona así, se dice, allí alguien que bien
podría ser un excelente pastor.

Sin embargo en la obra del Señ or estos aparentes privilegios no

determina la realidad de un pastor. Todavía hay diferencia, por supuesto
cualquiera persona puede engañ arse como el caso de Samuel ante a los
hijos de Isaí. La verdad es que si una persona es llamada por Dios para ser
pastor y tiene el sello de él en su vida, Dios se encargará en dotarle de
aquellas cualidades que le falten.

C) CON OPORTUNIDADES PARA SER PASTOR.

Se han dado casos cuando una persona, egresada de un Instituto Bíblico o
Seminario, sin saber exactamente qué hacer, oye alguien por ahí le
sugiere que hay una congregació n sin pastor. É ste va y entonces habla con
ese grupo de hermanos, arregla el tipo de remuneració n que va a recibir y
el pró ximo mes queda instalada como pastor de esa iglesia.

En esta misma relació n puede darse otro caso. Hay un pastor que no tiene
iglesia que pastorear. Este caso para mí es algo raro porque no creo que
haya pastor sin Iglesia. Sin embargo, como hoy se otorga este privilegio
como un título cualquiera. Se sabe de muchas personas que siendo
pastores no tienen ninguna congregació n. En estas circunstancias, se
presenta una gran oportunidad de trabajar en cierta iglesia donde la
congregació n ofrece un sueldo respetable. Entonces que una de estas
personas que tienen el título de pastor, acepta ese empleo y por ese hecho
se convierte en pastor de esa iglesia.
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Se podría citar otros casos, pero creo que es suficiente para que se tome
la idea de que sí es posible llegar a trabajar como pastor en una iglesia
aprovechando de una oportunidad.

Con todo eso no le hace pastor a nadie, ésta es una de las causas por la
que muchas iglesias se estanca y no progresan. Sencillamente porque
quienes está n al frente de ellas trabajan como pastores pero no son
pastores. Desde luego ese hombre recibe todos los honores como
ministro evangélico, pero un buen observador podría darse cuenta que el
trabajo que rinde, el fruto que produce su ministerio, no armoniza con la
realidad de un verdadero pastor como es el plan y propó sito divino.

5. SI TIENE ESTE DON DE DIOS, RECUERDA:

Así como el poeta no se hace sino que nace, también el pastor no se hace sino
Dios quien lo hace y le da la capacidad para serlo. El don de pastor viene
directamente de él y de nadie má s. Por cierto, este don no ha repartido a
todos los cristianos, por eso no todos son pastores. Por otro lado, si todos
fuéramos pastores quedaría otras á reas de la iglesia sin atenció n y cuidado.
Por el mismo Dios que ha repartido este don, ha repartido también a otros
para el crecimiento y desarrollo de su Iglesia (Efesios 4:11,12).

Ahora, si usted se da cuenta que el Señ or le llama o le ha llamado para ser

pastor, si tiene las evidencias irrefutables que la mano del Señ or está sobre
su persona y le ha preparado para este ministerio, tenga presente siempre lo
siguiente.

a) EL PASTORADO ES UN MINISTERIO QUE ABSORBE TODO EL TIEMPO.

Un pastor es una persona que no puede disponer siempre de su tiempo

como lo haría otro cualquiera. Todas sus horas está n dedicadas al
cuidado, a la protecció n, a la alimentació n y al crecimiento del rebañ o que
a él confiado. (Con toda razó n dijo Pablo: sería bueno quedarse como yo),
por causa del ministerio.

Es posible que le dé risa al leer esto y probablemente que diga, qué estoy
tratando de decir que este ministerio una especie de esclavitud o como
una cá rcel de la que no se puede salir por la serie de obligaciones que se
impone. Bueno, en cierto modo así lo es, el que no lo ve como un gran
privilegio divino este ministerio le da pá nico al ver esto, pero si es su
pasió n, es su vocació n se divierte en servir al Señ or de este modo.

A un pastor puede ser llamado a cualquiera hora de la noche (lo hemos

hechos así con mi amada esposa, salimos a media noche a ver la ovejas
del Señ or cuando fuere necesario) y cualquiera hora del día, su respuesta
tiene que ser VOY. No hay negativa en un pastor cuando de su tiempo se
trata, el pastorado absorbe todo el tiempo.

b) EL PASTORADO IMPONE COMO IMPERATIVO EL ESTUDIO.

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A mi modo de observar, una de las pruebas equivocadas de una persona

que no ha sido llamado al pastorado es que esa persona no tenga ningú n
interés en el estudio. El llamá ndose pastor y no tiene deseo de estudiar o
no le agrada hacerlo. Tiene ya en sus manos la prueba de que Dios no lo
ha llamado para ser pastor y puede con toda seguridad dedicarse a otra
tarea que Dios no lo necesita como pastor.

¿Para qué debe estudiar un pastor? Esta pregunta hacen algunos que se
hacen pastores, y dice para ese fui al seminario para estudiar y no se dan
cuenta de muchas cosas que no vimos en los Seminarios las descubrimos
en el campo de acció n. El estudio diario de la vida pastoral es una señ al
que uno es pastor, la teología bíblica es diná mica, cada día se descubren
nuevas cosas y las ovejas se nutren de ella. Por ahí anda un libro que se
titula: Lo que no nos dijeron en los Seminarios. Otros dice: para qué
estudiar la Biblia para eso está el Espíritu Santo, un maestro de Bíblia nos
decía en su clase que el Espíritu Santo está dispuesto a ayudar pero no
para ayudar a los haraganes. Esa clase de hombres metidos en el
pastorado hacen má s dañ o que bien. Pastores que con leer un solo
versículo hacen su teología cuando sabemos que a la bendita palabra de
Dios hay que verlo con una buena exégesis. Otro profesor nos decía en su
clase de lectura, que la carrera de teología es muy cara y mal pagada, uno
casi duerme en medio de los libros, cada pastor por lo menos debe tener
1,000. Libros para leerlos. Un pastor debe tener má s libros que cualquier
profesional.

6. SI ES JOVEN Y DIOS LE LLAMA A SER PASTOR PREPÁ RESE.

ELIGE UNA ESPOSA IDÓ NEA.

Si alguien le ha dicho que todo el trabajo pastoral gira alrededor del
pastor y nada que ver con la esposa, ese alguien está totalmente
equivocado. Casi todo el trabajo humano nada que ver con la esposa o
mujer del individuo. En el pastorado la esposa del pastor juega un papel
sobresaliente con relació n al pastor evangélico. De manera que si siente
el llamado para ser ministro suyo al frente de una iglesia debe tener muy
en cuenta los siguientes factores para la elecció n de la que ha de ser su
compañ era en el pastorado de una congregació n.

No basta que la señ orita sea cristiana o convertida al Señ or. Tiene que
tener un llamamiento y convicció n ministerial para servir a la causa de
Cristo. Debe ser una mujer con aptitud para tratar con la gente y alcanzar
el favor y benevolencia de todos.
Debe ser una mujer que pueda reemplazar a su esposo, si no en el pú lpito,
por lo menos en la consejería y trato con la gente. Debe ser una mujer con
gran á nimo para guiar y conducir; en una palabra, una mujer líder.

Ya me imagino lo que piensa en lo está leyendo estas palabras. ¿Pero a

caso existe en el mundo una mujer perfecta?, buscar una mujer así es casi
imposible. Tal vez ya ha puesto sus ojos en estos momento en alguien o le
toca formarla antes de casarse con ella. Pero tome en cuenta que el barro
es duro para darle forma y no se alcanza lo que uno quisiera alcanzar.
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Conozco algunos pastores cuyos ministerios no brilla, reconoce

sinceramente que la causa es la conducta de sus esposas que no es la
mujer idó nea para ese ministerio. Muchos está n fuera del ministerio por
causa de sus esposas, alguien dijo en una reunió n de pastores que
orá ramos muchos por ellos porque se había equivocado de esposa.

EL PASTORADO IMPONE UNA ESTRECHA AMISTAD CON JESÚ S.

La amistad con Jesú s resulta una necesidad. Cuando uno escoge amigos
tiene que tener algo en comú n lo que a nosotros nos interesa
fundamentalmente y sobre todo aquellos que nos ayudan con lo que
hacemos.

¿Qué clase de amigos elegiría un pastor? Sin duda a todos aquellos que
está seguro que está n a su lado en las buenas y en las malas. A una
amistad se cultiva y tiene que ser incondicional a todo momento.

7. A TODO PASTOR TIENE POR IMPERATIVO LA FORMACIÓ N DE SU PROPIA

BIBLIOTECA.

Tener una biblioteca no es una colecció n y motones de libros para que sea
pastos de las polillas; esto sería el síndrome de la bibliomanía en que mucha
gente ha caído. Esos libros deben ser leídos, analizados y cuestionados por un
buen lector. La biblioteca de un pastor no tiene que ver solamente de libros
religiosos o tenga que ver con la Biblia. Estos es por ley tienen que estar ahí,
pero debe haber otros libros científicos, de historia universal, legislació n de
su país para conocer los derechos y no cometer errores contra la ley de sus
país.

8. SUS MÁ XIMAS ASPIRACIONES.

Ninguna persona normal en este mundo deja de tener aspiraciones.

Naturalmente que hay aspiraciones que no se justifican, porque no guardan
relació n con el propó sito de la vida que se ha trazado previamente. Por
ejemplo; una persona que estudia para ser médico, sus aspiraciones
correctas debe llegar a ser un galeno notable, que se destaque por su
capacidad, para diagnosticar y hacer intervenciones quirú rgicas. Mas si las
aspiraciones de un médico son las de tener una gran hacienda con muchas
vacas, tenemos que señ alar que sus aspiraciones como fuera del lugar, pues
no armoniza con el objetivo de sus vida.

Entonces aquí las má ximas aspiraciones que no solo se justifican sino que se
imponen que todo pastor evangélico sus aspiraciones ser pastor al má s alto
ministerio que recibimos del Señ or.

A) Debe llegar a ser un excelente predicador.

Bienaventurada la iglesia cuyo pastor es un excelente predicador del

evangelio. Hay ciertos factores que son indispensables para que una
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persona llegue a destacarse en el pulpito. Si quieres ser pastor uno de sus

mayores aspiraciones es ser un excelente predicador del evangelio.

Predicar no es siempre gritar, algunas veces los gritos de un predicador

no es otra cosa que es incapacidad que se quiere confesar.

Procure pronunciar bien las palabras, para la cual necesita hablar

despacio. Yo sé que impresionan los predicadores que hablan
rá pidamente, pero no siempre convence. No descuide la homilética,
predique la palabra, era el consejo de Pablo a Timoteo, y es el mío
también.

B) Debe llegar a ser un excelente maestro de la Biblia.

Para llegar a ser un maestro de la Biblia, tiene que conocer bien la y para
conocerla debe estudiarla constantemente. Hay una equivocació n que por
desgracia caen algunos es comprar muchos comentarios bíblicos,
diccionarios y hasta bosquejos de otros autores, leyendo esos libros y con
lo que digan de la Biblia creen eso es entender la Biblia. Conocer la Biblia
es leyéndola meditá ndola hacerle muchas preguntas a los sagrados
textos. Los libros sobre la Biblia y diccionarios tienen su lugar.

La Biblia es un libro que se interpreta a sí mismo. Acercarse a la Biblia con

la seguridad que va al encuentro de la palabra de Dios y no de un libro
cualquiera. Pide la iluminació n del bendito Espíritu Santo.

Tenga presente que si quiere enseñ ar en una congregació n, debe

conocerla mejor que cualquier otro que se siente frete a usted. Esta es una
autentica verdad. Procurando descubrir las necesidades de la iglesia e
inicie por cubrir esas necesidades con la palabra de Dios.

9. ¿Y LAS RECOMPENSAS?

Con la remuneració n de algo que uno hace es lo que va pegado a la mente de

uno con lo que hace. El apó stol Pedro preguntó a Jesú s de eso. (Marcos 10:
28_30), humanamente quisiera ver de los hermanos algo grade, pero no pasa
eso. Es como un soldado que ha expuestos siempre su vida en el campo de la
batalla y regresa a su país herido pero con vida. Sus hazañ as se cuenta de
boca a boca y por ú ltimo el presidente lo llama para indemnizarlo o dale un
premio.

La Biblia dice que el obrero es digno de su salario ( 1ª. Timoteo 5: 18), esto es
cierto. Pero esa dignidad hay que ganarla primero, no pedir algo de entrada.
Alguien me dirá ; ¿Acaso usted no sabe que muchos obreros no reciben lo
indispensable para vivir?. Es cierto, lo sé. Pero también sé que muchos
obreros no son dignos de recibir má s de lo que reciben.

Algo de la experiencia personal, durante los 53 añ os de ministerios jamá s he

pedido algo a alguien. Todo lo que ahora recibo, me lo dan voluntariamente,
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pero jamá s nos ha dejado el Señ or sin nada, salieron mis cuatro hijos con sus
carreras y servimos a nuestro Dios, todo vino de él.

A. NO ESPERE NADA DE LOS HOMBRES.

Ninguno que sirve a nuestro Señ or Jesú s, espere recompensa de los hombres
ni siquiera sentirse digno de recibir algo. Si le dan voluntariamente esto es
otro asunto. Se acuerdan de la vida de José en Egipto que a él se debía la
seguridad y la economía de Egipto, pero cuando murió Faraó n que conocía a
José no le dieron ya má s poder a él sino otro lo sucedió sin saber mayor cosa
e hizo lo malo. El hombre tiene mala memoria para agradecer a quién le
había hecho bien hasta olvidar a sus progenitores y esto ocurre con los
ministros de Dios.

Es mejor esperar del Príncipe de los pastores es el nombre que Pedro le da a

nuestro gran Señ or. Creo que esa será la remuneració n gloriosa. Es posible
que un hombre mediante una só lida preparació n intelectual alcance un sitial
de honor en este mundo y en consecuencia gane mucho dinero. No discuto
eso, no obstante insisto en decir, que no hay mejor remuneració n que
nuestro Señ or. La fortuna que tengo, las riquezas que he adquirido, los
tesoros que he acumulado en el cielo, jamá s los hubiera tenido separado de
mi Cristo.

Acordémonos de Moisés. Abandonó el palacio de Faraó n para unir su suerte

con el pueblo hebreo. ¿Por qué miraba la remuneració n? no. El estaba seguro
de quién lo había llamado y se guiaba por lo que su Señ or le decía. Cuando
leemos la historia de su muerte, da ganas de llorar. Cuando el Señ or le dijo,
que viera de lejos, eso era la promesa, mas él no entró ahí. Por una sola falla,
pues con Dios no se juega.

B. COMO ORIENTACIÓ N PATORAL LE VA ESTAS Ú LTIMAS PALABRAS.

Tristemente muchos pastores actuales tienen envidia cuando otro nuevo va

caminando hacia el ministerio. Las iglesias quieren pastores con experiencias
y no quieren dar experiencias, no ayuda al nuevo que es novato (novicio)

a) No haga acepció n de personas.

Creo que ninguna persona como es el ser pastor evangélico está má s

expuesto a caer en esto de la acepció n de personas. La idea de hacerse
amigo de las personas que parece estar en mejores condiciones
econó micas y dejar en segundo plano a los hermanos de humildes
condiciones. Es má s, se dan casos que el pastor visita má s los hogares de
miembros má s acomodadas econó micamente, mientras los zapateros,
carpinteros nunca tienen el gozo de ver el rostro de su pastor en casa.

b) Cuide su dinero.

El dinero es lo má s ingrato que existe en el mundo. En el momento menos

pensado el dinero se nos va y nos dejas con planes y proyectos truncados.
Entonces hay que saber controlarlo y la mejor manera de hacer esto, es
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elaborando un presupuesto sencillo. Hay gastos fijos como la luz, el agua,

la comida Etc. A la iglesia a donde va a servir le dará alguna ayuda
econó mica, pero hasta para el fin de mes. Usted presenta necesidades de
ú ltima hora ¿qué hará ?. Algunos van a los hermanos a prestar dinero,
estos es muy riesgoso mejor si no los hace aunque le ofrecen. Evite eso
mejor.

c) Huye de las disputas y discusiones.

Ejemplo; peinados, vestuarios, o la forma de bautismo Etc. Hebreos 6:1.

Busque siempre la sabiduría de lo alto que nunca le faltará .

d) Huye de las pasiones.

Pablo vez tras veces le dijo a Timoteo que huyera de las trampas
satá nicas. No entre en una casa si la mujer está sola en casa, aunque le
diga: pase adelante hermano, mi esposo ya pronto vendrá . No lo haga, no
visite solo, al menos que si la familia completa está en casa o algú n
familiar..

No haga chistes con hermanas o señ oritas aun cuando estén solas.
Cuídese de las viudas, estas está n urgidas y el obrero o pastor no tiene
experiencia para hacer frente a esas situaciones.

Solamente nuestro gran Dios les dé sabiduría en todo el caminar pastoral.

El pastor a toda costa tiene que tener solvencia moral posible y con la
entrega total de él y cumple su ministerio hasta que él venga o nos lleve.
Hasta luego amado consiervo.