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HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA

Nuestra historia empieza el s. IV a.C. con Aristóteles (384 - 322 a.C.). Nació en Estargia,
al norte de Grecia. Su padre fue el médico de Filipo de Macedonia (padre de Alejandro
Magno). Desde los 18 años hasta los 38 estuvo en la escuela de Platón. Con la muerte de
Platón en el 347 a.C., decidió seguir sus estudios biológicos y filosóficos en Asia Menor.
En el 342 a.C. regresó a Macedonia como tutor de Alejandro Magno, relación que duró dos
o tres años. Hacia el 335 a.C. Aristóteles había regresado a Atenas, donde se ocupó de
estudiar y explicar lógica, epistemología, física, biología, ética política y estética. Fue el
primer filósofo de la ciencia. Creó la disciplina al analizar ciertos problemas que surgen en
conexión con la explicación científica.
Aristóteles En esa época se creía que existían dos mundos: el
mundo de las ideas (un mundo perfecto, irreal) y el mundo de la materia
(el real, el imperfecto). Pero Aristóteles creyó que solamente existía un
mundo, el real, consideraba la naturaleza como algo sagrado, en donde
todas las cosas podían estar de dos formas posibles: en acto, cuando se
tiene todas las propiedades en ese mismo momento y en potencia,
cuando todavía no han desarrollado las propiedades, pero las tendrán en
un futuro. Por ejemplo, un niño es un adulto en potencia, pero un niño
en acto.
Para Aristóteles la mente o psique es el acto primero de todas las
cosas, es lo que hace posible que sintamos y percibamos. Existen además, tres tipos de
psique: vegetativa (de las plantas), sensitiva (de los animales) y racional (del hombre). La
psicología humana se basa en los cinco sentidos.
Creía que los procesos de conocimiento se producen a través de los sentidos. Sostenía
que la mente en el momento del nacimiento es como una tabla rasa, carece de ideas innatas
y todo depende del aprendizaje. Aprender depende directamente de la memoria, que trabaja
en base a la semejanza (relacionando cosas parecidas), el contraste (observando
diferencias) y la contigüidad (recordamos cosas que están juntas en espacio y tiempo).
Aristóteles afirmaba que los procesos de motivación estaban guiados por dos polos:
agrado y desagrado. Nuestra mente nos guía hacia el agrado y rechaza o nos separa del
desagrado. El fin último de cualquier motivación es la felicidad y ésta se consigue con la
búsqueda del autoperfeccionamiento; ser más perfectos y completos.
Hemos de dar un gran salto en la historia para encontrar otra gran
aportación a lo que se considera la base de la psicología filosófica, de
la mano de René Descartes (1596-1650), considerado el primer
hombre moderno por su pensamiento. Pertenecía a la nobleza
francesa. Estaba muy interesado en las matemáticas, la ciencia y la
filosofía, y decidió combinar sus propósitos intelectuales con los
viajes. Pasó varios años viajando por Europa, frecuentemente como
caballero voluntario en diversos ejércitos. En 1649 Descartes aceptó
una invitación para convertirse en profesor de filosofía en la corte de
la Reina Cristina de Suecia. Murió al año siguiente en Estocolmo.
Descartes postuló la doctrina del interaccionismo, según la cual el cuerpo y la mente se
influyen entre sí en alguna medida, y que el punto de interacción entre ambos se halla en la
glándula pineal.
También argumentó que debía existir un universo externo al Yo pensante, un universo
no opaco a las facultades cognoscitivas del hombre. Escribe el famoso libro "Discurso del
método" (1637), donde expone que podemos dudar de todo (de lo que percibimos), pero de
una cosa no podemos dudar, de que estoy dudando; y si estoy dudando es que pienso, y si
pienso es que existo. De aquí su famosa frase "pienso, luego existo" (cogito ergo sum).
Para Descartes hay tres cosas de las que no podemos dudar: del Yo o del Pensamiento, del
Mundo por su extensión y de Dios por su infinitud. Para él lo psíquico es lo consciente, o
sea todo lo que existe en nuestra conciencia: la imaginación, la fantasía, los sueños, los
recuerdos...
Sostuvo que cualquier idea que se presente a la mente a la vez de un modo claro y
distinto debía ser verdadera. lo claro es lo que se presenta de modo inmediato a la mente y
lo distinto es lo que a la vez es claro e incondicionado. Descartes decía que lo distinto se
conoce per se, su evidencia es independiente de cualquier condición limitadora.

BIOGRAFÍA DE SOCRATES
(Atenas, 470 a.C.-id., 399 a.C) Filósofo griego. Fue hijo de una
comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado
con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la
biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de
infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424)
y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó
la vida.
La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres
contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo
Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como
un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la
virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares.
Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le
identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.
Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos,
en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones
excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.
Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le
dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva
ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez.
En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con
un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye
también un aspecto desaliñado. Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y
los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o
artesanos) como interlocutores para someterlas a largos interrogatorios.
Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza,
la mayéutica, que él comparaba al arte que ejerció su madre: se trataba de llevar a un
interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma,
por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus
reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las
opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero
conocimiento.
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de
Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al
prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. El primer paso para
alcanzar el conocimiento, y por ende la virtud (pues conocer el bien y practicarlo era, para
Sócrates, una misma cosa), consistía en la aceptación de la propia ignorancia.
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte que
corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo. No dejó
doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra
la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas, pese a lo cual
fue considerado en su tiempo como uno de ellos.
Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que
se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad
era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente
acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después
de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le
imputaban. Según relata Platón en la apología que dejó de su maestro, éste pudo haber
eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y
morir, pues como ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en
algún caso, como el suyo, fuera injusta. Peor habría sido la ausencia de ley.

BIOGRAFÍA DE PLATÓN
Platón, que realmente se llamaba Aristocles Podros, y cuyo
seudónimo Platón significa el de la espalda ancha, era hijo de
una familia que pertenecía a la aristocracia ateniense,
concretamente a la familia denominada Glaucón. Su
nacimiento habría ocurrido en el séptimo día del mes
Targelión, equivalente a nuestro actual 7 de mayo [cita
requerida]. Su padre se llamaba Aristón, descendiente de
Codro, ultimo Rey de Atenas, y su madre Perictione,
descendiente del legislador Solón, prima de Critias. Durante su
juventud vivió las consecuencias de la guerra del Peloponeso.
A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el
cual produjo un gran cambio en sus orientaciones filosóficas.
Tras la muerte de Sócrates en el 399 adC, Platón se refugió en
Megara durante un breve espacio de tiempo, donde comenzó a
escribir sus diálogos filosóficos.
Sus conocimientos y habilidades eran tales que los griegos lo consideraron como hijo de
Apolo y decían que en su infancia las abejas habían anidado en sus labios como profecía de
las palabras melosas que salían de ellos.
Platón fue discípulo de Sócrates en su juventud y de acuerdo a sus propias palabras, estuvo
presente durante su juicio, pero no en su ejecución. El trato que Atenas dio a Sócrates
afectó profundamente a Platón y mucho de sus primeros trabajos registran la memoria de
su maestro. Se dice que muchos de sus escritos sobre la ética estaban dirigidos a evitar que
injusticias como la sufrida por Sócrates volvieran a ocurrir. Después de la muerte de
Sócrates, Platón viajó extensamente por Italia, Sicilia, Egipto y Cirene en busca de
conocimientos.
En el 396 adC emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e
Italia. En Cirene conoció a Aristipo y al matemático Teodoro. En Magna Grecia se hizo
amigo de Arquites de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides.
En el 388 adC viajó a Sicilia y en Siracusa, donde quiso influir en la política de Dionisio I
y aprendió mucho de las formas de gobierno que plasmaría después en La República (en
griego politeia que significa ciudadanía o forma de gobierno). Sus manifestaciones
políticas, que en algunos casos eran irreverentes con la clase dominante, lo llevaron a
prisión. De regreso a Grecia, su barco se detiene en Egina, que estaba en guerra contra
Atenas, en donde él es vendido como esclavo, sin embargo Anníceris de Círene reconoció
a Platón en la venta de esclavos y le compró para devolverle la libertad.
En el 361 adC, tras recobrar su libertad, Platón compró una finca en las afueras de Atenas,
donde fundó un centro especializado en la actividad filosófica y cultural, al cual llamó
Academia. El nombre procede de que en dicha finca existía un templo dedicado al antiguo
héroe llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente hasta su clausura
por Justiniano I en el 529 dc, pues veía en esta una amenaza para la propagación del
cristianismo. Muchos filósofos e intelectuales estudiaron en esta academia, incluyendo a
Aristóteles.
Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de
armonía numérica se hacen eco en la noción de Platón sobre las Formas; también
Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra
o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien
influyó sobre el concepto de Platón acerca del alma.
Platón murió en el 347 adC, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas
en la academia de su ciudad natal

OBRAS:
La obra de Platón está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas:
Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud. Se caracterizan por sus
preocupaciones éticas. Están plenamente influidos por Sócrates. Las más destacadas son:
Apología, Ion, Critón, Protágoras, Laques, Trasímaco, Lisis, Cármides y Eutifrón.
Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además,
aparece un primer esbozo de la Teoría de la reminiscencia y trata sobre la filosofía del
lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor, Crátilo, Hipias Mayor y
Menéxeno.
Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las
Ideas recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la reminiscencia. Igualmente se
trata de distintos mitos. Destacan: El Banquete, Fedón, República y Fedro.
Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce
temas sobre la naturaleza y la medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político,
Filebo, Timeo, Critias, Leyes y Epínomis.

APORTES:
Durante su juventud luchó como soldado en las guerras del Peloponeso de las cuales
Atenas salió derrotada, y el poder y la economía que ostentaba sobre el mundo griego cayó
en las manos de Esparta. Entre sus obras más importantes se cuentan los Diálogos y La
República (en griego Πολιτεια, politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual elabora
la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e
influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmología racional
influida por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre
filosofía de la ciencia.

BIOGRAFÍA DE ARISTÓTELES

Aristóteles nació en Estagira (Macedonia) en el año 385/4.


Nicómaco, su padre, oficiaba como médico del padre de Filipo
de Macedonia, el rey Amintas III, que se decía descendiente
de la familia de los Asclepíades, una de las dinastías médicas
supuestamente descendientes de Asclepios. En su infancia
debió Aristóteles estar ligado a la corte macedonia y a la vida
palaciega.
En el 367/6, cuando tenía diecisiete años, se trasladó a Atenas sin perder la ciudadanía de
Estagira, donde ingresó en la Academia platónica para estudiar. Platón debía tener unos
cincuenta años por aquel entonces, y Aristóteles debió ser uno de sus discípulos más
brillantes ("el lector" le llamaba Platón).
Allí colaboró en la enseñanza y escribió algunos diálogos a la manera platónica, de los que
quedan unos pocos fragmentos: Gryllos o De la Retórica.
En el 347 muere Platón, que había designado a su sobrino Espeusipo como sucesor en la
dirección de la Academia y Aristóteles deja la Academia para dirigirse a Asso (Eólida)
acompañado de Jenócrates y Teofrasto. Allí, donde trabajaban algunos platónicos, se
convierte en consejero político y amigo del tirano Hermias de Atarnea, con cuya sobrina,
Pitia, se casará más tarde.
Bajo su influencia, Hermias suavizó su política reformando su constitución. Paralelamente,
Aristóteles fundó una escuela de carácter marcadamente científico, sobre todo en el campo
de la investigación biológica.
Tres años más tarde se traslada a Mytilene de Lesbos, inducido por el mismo Teofrasto,
donde enseñó hasta el año 343/2, momento en el que es invitado por Filipo de Macedonia a
aceptar el cargo de preceptor de su hijo Alejandro, el heredero del trono. Trató Aristóteles
de convertir al futuro rey en un verdadero griego, pero Alejandro tendrá una visión política
imperialista al modo oriental, incompatible con los ideales griegos de libertad, autonomía y
ciudadanía.
En Pela, corte del rey de macedonia, Aristóteles tiene noticias del trágico fin de Hermias,
sometido a tortura y luego crucificado por haber conspirado con Filipo II de Macedonia
contra los persas. La aflición que le causó queda de manifiesto en la inscripción y el bello
himno que compuso Aristóteles a su muerte. Cuando muere Filipo (335-334), Alejandro
sube al trono y Aristóteles regresa a Atenas donde funda El Liceo o Perípatos (especie de
peristilo o galeria cubierta donde se discutía y se paseaba, que estaba situado cerca del
santuario de Apolo Licio). Allí ejerció sus propias enseñanzas durante trece años separado
ya del platonismo de la Academia.
En el Liceo se creará por primera vez una de las más importantes bibliotecas en las que se
recopilaban los más diversos temas: investigación histórica, historiografía filosófica, obras
científicas sobre biología, física, etc.
A la muerte de Alejandro, en el 323, en Atenas se produce una reacción antimacedónica, y
como Aristóteles estaba ligado con la monarquía de Macedonia, se le amenaza con un
proceso de impiedad, acusándole de haber inmortalizado a Hernias en el himno que le
compuso a su muerte. Temiendo correr la misma suerte que Sócrates, Aristóteles huyó de
Atenas para refugiarse en Calcis de Eubea, lugar de nacimiento de su madre y donde se
hallaba su propiedad familiar. Allí, una supuesta afección estomacal puso fin a su vida al
año siguiente, cuando tenía sesenta y tres años de edad.
Consciente de su muerte, dejó un testamento (conservado por Diógenes Laercio) en el que
deja a su familia (su hija Pytias, su hijo Nicómaco y su segunda mujer Herpillis) bajo la
protección de Antipáter, lugarteniente de Alejandro, y a Teofrasto la dirección del Liceo. A
la hija de su primer matrimonio la entrega en nupcias a su ahijado Nicanor, hijo del tutor
que tuvo (Próxeno) cuando murieron sus padres. Aristóteles pide también que no se venda
a sus esclavos y que se los libere en la edad adulta.

LA OBRA DE ARISTÓTELES

Los escritos de Aristóteles pueden ser divididos en dos grupos:

1. Las "obras exotéricas"


Perdidas en los primeros siglos de la era cristiana, fueron publicadas por Aristóteles y
literariamente eran diálogos similares a los de Platón. Tenemos constancia de alguno de los
títulos de estas obras: Eudemo o Del Alma; Protréptico; Gryllos o De la Retórica (contra
Isócrates); Sobre la Justicia.

2. Los "escritos esotéricos"


Se trata de una serie de manuscritos, notas que probablemente Aristóteles utilizaba en sus
cursos en el Liceo. Son los únicos que se han conservado y fueron ordenados y publicados
por el último escolarca, Andrónico de Rodas. En la actualidad seguimos la ordenación y
los títulos que les dió este último y listamos, a continuación, las obras según el sistema
seguido por Bekker.

BIOGRAFÍA DE HIPÓCRATES DE COS

(Llamado el Grande; Isla de Cos, actual Grecia, 460 a.C.-


Larisa, id., 370 a.C.) Médico griego. Según la tradición,
Hipócrates descendía de una estirpe de magos de la isla de
Cos y estaba directamente emparentado con Esculapio, el dios
griego de la medicina. Contemporáneo de Sócrates y Platón,
éste lo cita en diversas ocasiones en sus obras. Al parecer,
durante su juventud Hipócrates visitó Egipto, donde se
familiarizó con los trabajos médicos que la tradición atribuye
a Imhotep.
Aunque sin base cierta, se considera a Hipócrates autor de una
especie de enciclopedia médica de la Antigüedad constituida
por varias decenas de libros (entre 60 y 70). En sus textos, que en general se aceptan como
pertenecientes a su escuela, se defiende la concepción de la enfermedad como la
consecuencia de un desequilibrio entre los llamados humores líquidos del cuerpo, es decir,
la sangre, la flema y la bilis amarilla o cólera y la bilis negra o melancolía, teoría que
desarrollaría más tarde Galeno y que dominaría la medicina hasta la Ilustración.
Para luchar contra estas afecciones, el corpus hipocrático recurre al cauterio o bisturí,
propone el empleo de plantas medicinales y recomienda aire puro y una alimentación sana
y equilibrada. Entre las aportaciones de la medicina hipocrática destacan la consideración
del cuerpo como un todo, el énfasis puesto en la realización de observaciones minuciosas
de los síntomas y la toma en consideración del historial clínico de los enfermos.
En el campo de la ética de la profesión médica se le atribuye el célebre juramento que lleva
su nombre, que se convertirá más adelante en una declaración deontológica tradicional en
la práctica médica, que obliga a quien lo pronuncia, entre otras cosas, a «entrar en las casas
con el único fin de cuidar y curar a los enfermos», «evitar toda sospecha de haber abusado
de la confianza de los pacientes, en especial de las mujeres» y «mantener el secreto de lo
que crea que debe mantenerse reservado».
La llamada «Antigua medicina» es uno de los tratados más antiguos y más célebres y en él
sugiere el autor, entre otras propuestas, investigar el origen del arte que practica, origen
que halla en el deseo de ofrecer al ser humano un régimen de vida y, en especial, una
forma de alimentación que se adapte de una manera completamente racional a la
satisfacción de sus necesidades más inmediatas. Por este motivo, considera por ejemplo el
aprendizaje de la correcta cocción de los alimentos como una primera manifestación de la
búsqueda de una existencia mejor.
Por otro lado, los textos de la colección hipocrática demuestran sin lugar a dudas que la
práctica de la observación precisa no era en el conjunto de la medicina griega una
conquista de la época clásica, sino que más bien constituía una tradición sólidamente
afianzada en el pasado y que a mediados del siglo V había alcanzado ya un notable nivel
de desarrollo.

BIOGRAFÍA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO

(Llamado Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224-


Fossanuova, id., 1274) Teólogo y filósofo italiano. Hijo de
una de las familias aristócratas más influyentes de la Italia
meridional, estudió en Montecassino, en cuyo monasterio
benedictino sus padres quisieron que siguiera la carrera
eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles, donde
cursó estudios de artes y teología y entró en contacto con la
Orden de los Hermanos Predicadores.
En 1243 manifestó su deseo de ingresar en dicha Orden,
pero su familia se opuso firmemente, e incluso su madre consiguió el permiso de Federico
II para que sus dos hermanos, miembros del ejército imperial, detuvieran a Tomás. Ello
ocurrió en Acquapendente en mayo de 1244 y el santo permaneció retenido en el castillo
de Santo Giovanni durante un año. Tras una queja de Juan el Teutónico, general de los
dominicos, a Federico II, éste accedió a que Tomás fuera puesto en libertad. Luego, se le
permitió trasladarse a París, donde permaneció desde 1245 hasta 1256, fecha en que
obtuvo el título de maestro en teología.
Durante estos años estuvo al cuidado de Alberto Magno, con quien entabló una duradera
amistad. Les unía -además del hecho de pertenecer ambos a la Orden dominica- una visión
abierta y tolerante, aunque no exenta de crítica, del nuevo saber grecoárabe, que por
aquellas fechas llegaba masivamente a las universidades y centros de cultura occidentales.
Tras doctorarse, ocupó una de las cátedras reservadas a los dominicos, tarea que
compatibilizó con la redacción de sus primeras obras, en las cuales empezó a alejarse de la
corriente teológica mayoritaria, derivada de las enseñanzas de san Agustín.
En 1259 regresó a Italia, donde permaneció hasta 1268 al servicio de la corte pontificia en
calidad de instructor y consultor del Papa, a quien acompañaba en sus viajes. Durante estos
años redactó varios comentarios al Pseudo-Dionisio y a Aristóteles, finalizó la Suma contra
los gentiles, obra en la cual repasaba críticamente las filosofías y teologías presentes a lo
largo de la historia, e inició la redacción de su obra capital, la Suma Teológica, en la que
estuvo ocupado entre 1267 y 1274 y que representa el compendio último de todo su
pensamiento.
Tomás de Aquino supo resolver la crisis producida en el pensamiento cristiano por el
averroísmo, interpretación del pensamiento aristotélico que resaltaba la independencia del
entendimiento guiado por los sentidos y planteaba el problema de la doble verdad, es decir,
la contradicción de las verdades del entendimiento y las de la revelación. En oposición a
esta tesis, defendida en la Universidad de París por Siger de Brabante, afirmó la necesidad
de que ambas fueran compatibles, pues, procediendo de Dios, no podrían entrar en
contradicción; ambas verdades debían ser, además, complementarias, de modo que las de
orden sobrenatural debían ser conocidas por revelación, mientras que las de orden natural
serían accesibles por el entendimiento; filosofía y teología son, por tanto, distintas y
complementarias, siendo ambas racionales, pues la teología deduce racionalmente a partir
de las premisas reveladas.
A medio camino entre el espiritualismo agustiniano y el naturalismo emergente del
averroísmo, defendió un realismo moderado, para el cual los universales (los conceptos
abstractos) existen fundamentalmente in re (en las cosas) y sólo formalmente post rem (en
el entendimiento). En último término, Tomás de Aquino encontró una vía para conciliar la
revalorización del mundo material que se vivía en Occidente con los dogmas del
cristianismo, a través de una inteligente y bien trabada interpretación de Aristóteles.

BIOGRAFÍA DE JUAN LUIS VIVES

Pensador español (Valencia, 1492 - Brujas, Flandes, 1540). Nacido en


una familia de judíos conversos, estudió en las universidades de
Valencia y París. Desde 1512 se estableció en Flandes, donde fue
profesor de la Universidad de Lovaina y entabló una estrecha relación
con Erasmo de Rotterdam. También mantuvo amistad intelectual con
Tomás Moro, que le llevó a enseñar en la Universidad de Oxford desde
1523.
Al igual que Moro, se opuso al divorcio de Enrique VIII, motivo por el
que fue arrestado y hubo de dejar Inglaterra y regresar a Flandes en
1528. Su influencia sobre la Europa del Renacimiento fue enorme, pues
no sólo acudieron a consultarle los más influyentes artífices de la
Reforma protestante y de la Contrarreforma católica, sino que fue tutor
y educador de muchos nobles que ocuparon puestos de responsabilidad
en la monarquía de Carlos V.
Su pensamiento es uno de los máximos exponentes del humanismo
renacentista: trató de rescatar el pensamiento de Aristóteles, descargándolo de las
interpretaciones escolásticas medievales; sustentó una ética inspirada en Platón y en los
estoicos. Pero, más que plantear teorías de altos vuelos, Vives fue un hombre ecléctico y
universalista, que avanzó ideas innovadoras en múltiples materias filosóficas, teológicas,
pedagógicas y políticas, y propuso acciones en favor de la paz internacional, la unidad de
los europeos y la atención a los pobres. Entre sus abundantes obras cabe destacar los
tratados Sobre el alma y la vida (1538) y Sobre la verdadera fe cristiana (1543).

BIOGRAFÍA DE REINALDO DESCARTES

(La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y


matemático francés. René Descartes se educó en el colegio
jesuita de La Flèche (1604-1612), donde gozó de un cierto trato
de favor en atención a su delicada salud.
Obtuvo el título de bachiller y de licenciado en derecho por la
facultad de Poitiers (1616), y a los veintidós años partió hacia
los Países Bajos, donde sirvió como soldado en el ejército de
Mauricio de Nassau. En 1619 se enroló en las filas del duque de
Baviera; el 10 de noviembre, en el curso de tres sueños
sucesivos, René Descartes experimentó la famosa «revelación» que lo condujo a la
elaboración de su método.
Tras renunciar a la vida militar, Descartes viajó por Alemania y los Países Bajos y regresó
a Francia en 1622, para vender sus posesiones y asegurarse así una vida independiente;
pasó una temporada en Italia (1623-1625) y se afincó luego en París, donde se relacionó
con la mayoría de científicos de la época. En 1628 decidió instalarse en los Países Bajos
lugar que consideró más favorable para cumplir los objetivos filosóficos y científicos que
se había fijado, y residió allí hasta 1649.
Los cinco primeros años los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del mundo
y su concepción del hombre y del cuerpo humano, que estaba a punto de completar en
1633 cuando, al tener noticia de la condena de Galileo, renunció a la publicación de su
obra, que tendría lugar póstumamente.
En 1637 apareció su famoso Discurso del método, presentado como prólogo a tres ensayos
científicos. Descartes proponía una duda metódica, que sometiese a juicio todos los
conocimientos de la época, aunque, a diferencia de los escépticos, la suya era una duda
orientada a la búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el
saber.
Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, en su famosa
formulación «pienso, luego existo». Sobre la base de esta primera evidencia, pudo
desandar en parte el camino de su escepticismo, hallando en Dios el garante último de la
verdad de las evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras y distintas».
El método cartesiano, que Descartes propuso para todas las ciencias y disciplinas, consiste
en descomponer los problemas complejos en partes progresivamente más sencillas hasta
hallar sus elementos básicos, las ideas simples, que se presentan a la razón de un modo
evidente, y proceder a partir de ellas, por síntesis, a reconstruir todo el complejo, exigiendo
a cada nueva relación establecida entre ideas simples la misma evidencia de éstas.
Los ensayos científicos que seguían, ofrecían un compendio de sus teorías físicas, entre las
que destaca su formulación de la ley de inercia y una especificación de su método para las
matemáticas. Los fundamentos de su física mecanicista, que hacía de la extensión la
principal propiedad de los cuerpos materiales, los situó en la metafísica que expuso en
1641, donde enunció así mismo su demostración de la existencia y la perfección de Dios y
de la inmortalidad del alma. El mecanicismo radical de las teorías físicas de Descartes, sin
embargo, determinó que fuesen superadas más adelante.
Pronto su filosofía empezó a ser conocida y comenzó a hacerse famoso, lo cual le acarreó
amenazas de persecución religiosa por parte de algunas autoridades académicas y
eclesiásticas, tanto en los Países Bajos como en Francia. En 1649 aceptó la invitación de la
reina Cristina de Suecia y se desplazó a Estocolmo, donde murió cinco meses después de
su llegada a consecuencia de una neumonía.
Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna por su
planteamiento y resolución del problema de hallar un fundamento del conocimiento que
garantice la certeza de éste, y como el filósofo que supone el punto de ruptura definitivo
con la escolástica.

BIOGRAFÍA DE BARUCH ESPINOZA


(Amsterdam, 1632-La Haya, 1677) Filósofo neerlandés, nacido en el
seno de una familia de judíos españoles (su apellido originario era
Espinosa) emigrada a los Países Bajos. Estudió teología y comercio en
la escuela judía, donde aprendió hebreo y conoció el «Talmud».
Después, en la escuela latina de Van den Enden descubrió la filosofía.
Excomulgado por los rabinos (1656), se le prohibió dedicarse a los
negocios, por lo que aprendió a pulimentar el vidrio, oficio que ejerció
hasta su muerte. Estando en Rinjsburg dio a conocer su «Breve tratado
acerca de Dios, el hombre y la felicidad», y, ya en la Haya, redactó
(1661) el «Tratado sobre la reforma del entendimiento» y editó los «Principios de la
filosofía de Descartes» (1663), seguidos de los «Pensamientos metafísicos».
Anónimamente publicó luego el «Tratado teológico-político» (1670), muy crítico con los
rabinos y calvinistas. En 1673 rechazó la cátedra de Heidelberg, que le ofreció el elector
palatino, y dos años después intentó publicar su gran «Ética demostrada según método
geométrico» (empezada en 1661), pero hubo de renunciar a ello. Dedicó los dos últimos
años de su vida a un «Tratado político» que nunca acabó.
Cartesiano más por retórica que por pensamiento, su sistema filosófico parte de la
identidad entre Dios y la naturaleza, con lo que se suprime la idea de finalidad y a la vez se
afirma la trascendencia de la Providencia. Por lo primero, paradójicamente, el spinozismo
puede ser mal entendido como un ateísmo naturalista; por lo segundo, es una de las más
osadas racionalizaciones de la fe más radical (de manera que puede ser también visto como
ateísmo, por más que Spinoza subraya la infinita diferencia que existe entre Dios y su
creación). Finito, el entendimiento humano sólo percibe dos de los infinitos atributos de
Dios: el pensamiento (del que el espíritu humano es un modo o una modificación) y la
extensión (de la que lo es el cuerpo). Si en lo teológico Spinoza desvela la ilusión de la
finalidad (someter a Dios a teleologías no es sino proyección antropomórfica), en lo
antropológico desenmascara asimismo la ilusión de la libertad (creemos actuar libremente
por desconocer las causas que producen nuestras acciones).
Importancia peculiar tiene, por lo demás, la teoría spinozista de las pasiones, que no es
ajena a la doctrina política, en la que el autor considera a Maquiavelo el único político
lúcido. Spinoza libera la política tanto de la teología como de la moral (por cuanto ambas
desvalorizan lo real en nombre de un ideal trascendente); y equipara, por tanto, la ética a
una ciencia de los afectos del alma, que define lo bueno y lo malo (como aquello que
conviene y no conviene a la naturaleza humana). Rechaza el bien y el mal como absolutos,
y afirma que la moral es refugio para la ignorancia y que la ley es un sustituto de la
inteligencia. Pero como la esencia humana no es la razón, sino el deseo, el estado ha de
regirse por la ley, basando su poder en suscitar pasiones tristes (temor, seguridad),
corriendo el riesgo de caer en la tiranía (cuya religión es la muerte) y consiguiendo que los
ciudadanos mueran y se maten por él, es decir, por defender su situación de esclavos (el ser
humano parece preferir las pasiones tristes: esperanza, seguridad, miedo, a la libertad del
conocer). En cambio, la democracia es el mejor régimen político, ya que fomenta el amor
de la libertad y favorece el acceso al estado de razón (la salvación), siendo el único sistema
garante de la libertad religiosa (cuya ausencia tanto hizo sufrir a Spinoza). Pero, más allá
aún, sólo el individuo (en su privacidad) puede llegar al grado supremo de conocimiento y,
así, de felicidad.

BIOGRAFÍA DE GOTTFRIED WILHELM VON LEIBNIZ


Gottfried Wilhelm von Leibniz (1646-1716). Filósofo nacido en
Leipzig en una familia protestante de juristas. Extraordinariamente
precoz, se convirtió en gran erudito en la filosofía escolástica y en el
cartesianismo y el atomismo moderno. Trabajó como embajador en
París, época en la que descubre el cálculo infinitesimal. Fundó la
Academia de Ciencias de Berlín e intentó la unión de todas las
religiones cristianas, sin éxito. Sus principales obras son Nuevos
ensayos sobre el entendimiento humano, Discurso sobre la Metafísica
(1686), Teodicea (1710) y la Monadología (1714).
La filosofía de Leibniz supone una crítica al empirismo de Juan Locke y al mecanicismo
cartesiano. En su Gnoseología distingue dos tipos de verdades irreductibles entre sí:
verdades de razón, propias de las matemáticas, que están enunciadas de forma necesaria, y
verdades de hecho, basadas en la contingencia (Por ejemplo: «César pasó el Rubicón»).
Para superar la infinita distancia entre ambos tipos de verdades y negar el empirismo,
diseña como fundamento de su filosofía la mónada o sustancia espiritual, extraída de la
escolástica de Francisco Suárez. La mónada estaría presente en todos los cuerpos vivos y
también en las relaciones físicas donde las nociones de fuerza o infinito no serían
explicables en función de puros mecanismos. La mónada suprema sería Dios, en tanto que
se encarga de producir la Armonía preestablecida o ajuste universal entre todas las
mónadas para producir su acción. Este artificio no supera el ocasionalismo de Nicolás
Malebranche, y supone la eliminación de la Idea de Causa por una coordinación puramente
metafísica. Las obras de Leibniz están escritas en francés y latín.
Godofredo Guillermo Leibniz, filósofo y matemático alemán, descubrió al mismo tiempo
que Isaac Newton el cálculo infinitesimal. A su ingenio se debió también una máquina de
multiplicar y preconcebir la Ley de Conservación de la Energía. Al mismo tiempo era
geólogo, biólogo e historiador. En el campo de la filosofía figuró entre los idealistas
objetivos. Leibniz intentó sintetizar las ideas del materialismo mecanicista. Es uno de los
fundadores de la dialéctica idealista alemana y de la lógica matemática. Fue el primer
presidente de la Academia de Ciencias de Berlín.

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