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LOS MISIONEROS QUE DIOS TIENE PARA SU PROPOSITO

En Hechos 13:1-14 se registra el llamado y el envío de dos misioneros,


Bernabé hec.4:36 quien era Bernabé? y Saulo. De hecho, estos versículos
describen el inicio de un gran movimiento misionero; la iglesia en Antioquía
fue la cuna de las misiones. Entonces surge una pregunta interesante,
¿cuáles eran las cualidades que estos hombres tenían que tener para hacer
la obra a cual habían sido llamados y enviados?
Se debe hacer una distinción entre aquellos que dan sus vidas al ministerio
y cada creyente que es llamado a ser un testigo de Dios, y no todo creyente
tiene el llamado para ejercer un ministerio. Este capítulo muestra principios
de la obra misionera. Uno de estos principios es tener un entendimiento de
las cualidades que debe tener el misionero o cualquier otro que esté en el
servicio misionero del evangelio.
Un misionero debe estar activo en una iglesia local
La iglesia debe requerir que todo miembro allá alcanzado la salvación.
El envolverse en la iglesia local da experiencia valiosa; enseñar una clase
de escuela dominical requiere el estudio de la Biblia; en la visitación de la
iglesia requiere testificar en el servicio dentro de la iglesia, sin Ud. No tiene
esta experiencia en servir no va a saber cómo Dios lo quiere utilizar, si
nunca ha ido a una obra nueva no tiene la experiencia del gozo de compartir
la palabra de Dios a otros, Si una persona no es un testigo en su hogar, el ir
de un lugar a otro o salir de su país o cruzar un océano no hará que esta
persona sea un ganador de almas.
La experiencia valiosa para un posible ministerio del evangelio se gana
trabajando con otros creyentes en su iglesia local, y esa experiencia no se
puede obtener de ninguna otra manera.
Bernabé y Saulo no eran los únicos miembros de la iglesia en Antioquía,
pero sí eran miembros activos de algún ministerio. (No lo dice la biblia, pero
me hace suponer que así pudo ser).
Los misioneros más exitosos son aquellos que pueden ayudar a establecer
iglesias locales usando su experiencia personal adquirida en una iglesia
local. El no aprender a hacer algo hasta que se esté en el campo misionero
requiere mucho tiempo y también arrastra muchas dificultades.
Un misionero debe probar que tiene un don espiritual
En el v. 1 se nos habla acerca de los “profetas y maestros”; se mencionan
cinco hombres que predicaban y enseñaban.
A los que el Señor llama a Su servicio, pero el Espíritu Santo dota con un
don espiritual, especial y los prepara ejercer dicha labor y es allí que se
manifiesta este don de misionero
Un misionero debe ser una persona completamente dedicada
En el v. 2, se nos habla de tres cosas importantes acerca de los profetas y
maestros en la iglesia de Antioquía:
1. Ministraban al Señor. 2.-Ayunaban. 3.-Estaban listos para el llamado,
para la obra; estaban disponibles para que el Espíritu Santo los usara.
El hecho de que ellos ministraban al Señor nos muestra que eran hombres
de gran devoción y fervor en la palabra de Dios.
El hecho de que ayunaban nos dice que estaban dispuestos a sacrificar
tiempo, delicias, goces, placeres y aún necesidades para cumplir la
voluntad de Dios.
El hecho de que el Espíritu Santo dijera, “Apartadme a…” nos dice que Él
vio bueno seleccionarlos y separarlos para una tarea especial y espiritual.
Aquellos que se rinden al llamado de Dios a través del Espíritu Santo son
los mejores misioneros pues son guiados por él.
Un misionero debe estar consciente de su llamado y estar
dispuesto para hacer la obra
En el v. 2, “dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo…” Este
llamado era determinado, rotundo, ya que se mencionan los nombres de
estos dos hombres.
Notemos además, “para la obra a que los he llamado.” ¿De qué otra manera
ellos hubiera sabido dónde ir y qué hacer si el Espíritu Santo no se los
hubiese hecho ver claramente su llamado?
Es una jactancia, o vanidad, entrar en el campo misionero sin una indicación
de que el Señor lo está guiando. Ningún misionero puede ser un obrero
efectivo sin tener disposición, pero esto no constituye el llamado de Dios
para el servicio misionero.
El llamado del Espíritu Santo es claro, definitivo e infalible, aunque a veces
es inexplicable, ya en que no somos capaces de hablar del evangelio a
otros fácilmente. ¿Cómo sabemos con seguridad que Dios nos ha llamado?
Hay dos cosas que nos ayudan a conocer el llamado de Dios para nosotros:
1) él nos da Una paz interior que nos lo asegura que estamos preparados y
2) La manera en que Dios desenvuelve los eventos en nuestra vida. Él abre
y cierra puertas. Él tiene los tiempos para usado para su obra, Él Tiene una
manera tanto interna como externa de mostrarlo. Veamos algunos
ejemplos. Todos los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del
Nuevo Testamento estaban profundamente conscientes de tener una
vocación espiritual (que ellos eran llamados por Dios, separados para una
tarea especial o una misión específica) y también estaban conscientes de la
divina autoridad de su mensaje y Ellos eran los enviados de Dios: Abram
(Gén.12:1) demoró su llamado; Moisés (Éxodo 3:2) se sintió inadecuado;
Gedeón (Jueces 6:11) dudó del Señor; Samuel (1º Samuel 3:4) tomó
equivocadamente el consejo humano; En el Nuevo Testamento, Pablo
estaba convencido de que él había sido llamado por Dios como apóstol
(Gál.1:1). De hecho, empezó ocho de sus epístolas declarando su llamado
de Dios. Pedro, de la misma manera, se refiere a su llamado al principio de
sus dos cartas. Cuando uno estudia cuidadosamente las vidas de los
hombres de la Biblia y lee las biografías de misioneros modernos, parece
haber tres elementos en el llamado: 1) El que es llamado está convencido
que el espíritu santo de Dios lo está llamando para esa tarea o misión
especial y desea poner en práctica el deseo de Dios en cuanto a la
salvación de los hombres. Y esto se convierte en una “carga” en ellos, 2)
Hay un sentimiento de insuficiencia, de incapacidad o de un obstáculo o
dificultad en el camino, lo cual impide seguir el llamado de Dios, 3) Hay la
eliminación de ese impedimento a través de la ayuda divina a través del
Espíritu Santo. Estos tres elementos se encuentran en el llamado de
Moisés, Gedeón, Isaías y Jeremías, así como también en algunos hombres
del Nuevo Testamento. Hay demasiadas dificultades y problemas en la obra
misionera para entrar en ella sólo para ver si ése es el llamado de cierta
persona.
Un misionero debe estar dispuesto a trabajar en armonía con
otros
, esto se exagera mucho. Note lo significativo de la palabra “ellos” en el v. 4,
“ellos…descendieron”. Hace referencia, por supuesto, a Bernabé y Saulo.
Ellos eran hombres de personalidades diferentes, pero fueron llamados a
trabajar juntos en la obra del Señor.
Es bien conocido que uno de los problemas en la obra misionera son los
mismos hombres en su llamado pues muchas veces hay fricción entre ellos
y se hace notar; es cierto que ocurre. 1) Si la obra del ministerio se afecta
cuando hay fricción entre obreros en el país de origen, mucho más se afecta
la obra del ministerio en el campo extranjero; 2) La razón principal de
fricción entre misioneros es la falta de madurez espiritual y emocional.
Madurez es el poder resolver los problemas sin perjudicar el trabajo y el
compañerismo entre los misioneros; 3) La mayoría de los misioneros, a
causa de la naturaleza de su trabajo y las circunstancias tienen la tendencia
de ser independientes que trabar con otros. 4) La madurez espiritual y
emocional ayuda a cualquier creyente a superar los pecados desagradables
tales como la envidia, el orgullo, los celos, la compasión, las discrepancias y
la proyección de la adversidad del “yo” en los problemas de la vida y
actividades cristianas; 5) Quizás sea necesario separarse de otros para el
bien de la obra. Pablo y Bernabé acabaron su problema con Marcos. Sin
embargo, no tuvieron amargura por ello, ni permitieron que afectara su
compañerismo y la obra misionera 6) Es muy importante que los misioneros
aprendan a ejercitar el amor cristiano y el entendimiento en cualquier asunto
o dificultad del momento. 7) Un misionero debe ser enviado al campo
misionero por la iglesia local después de:
Hechos 13:3 dice, “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las
manos y los despidieron.” Esto significa que la iglesia de Antioquía
reconoció el llamado de Bernabé y Pablo, y sintió la obligación de
identificarse con ellos en la obra, y de asumir la responsabilidad de orar por
ellos y de suplir sus necesidades económicas, ya que eran de los suyos.
Un misionero es enviado por Dios a través de una iglesia local. Este
procedimiento no es contrario a las Escrituras y tiene algunas ventajas. Tal
vez alguna iglesia local quiera ayudar apoyando al misionero,
Transporte, enseres, en su economía y supervisión de la obra,
Un misionero debe conocer por experiencia la llenura y el trabajo
del Espíritu Santo
En el v. 4. No sólo los cristianos de Antioquía se identificaron con Bernabé y
Pablo y los comisionaron imponiéndoles las manos, sino que añade, “Ellos,
entonces, enviados por el Espíritu Santo” Esto significa varias cosas:
El Espíritu Santo es el Director Administrativo de la actividad misionera y por
eso hubo cuatro resultados de la obediencia de estos hombres a la voluntad
de Dios. 1) Ellos entonces fueron capaces de discernir la voluntad del Señor
en cuanto a su labor en su servicio. Note los lugares mencionados en el v.
4, Seleucia y Chipre, y en el v. 6, Pafos. El llamado a las misiones no es
sólo por la vocación, sino también por la localización. 2) Se les dio poder
para predicar el evangelio. En el v. 5 dice, “anunciaban la palabra de Dios
en las sinagogas de los judíos.” Éste era el propósito de su viaje misionero.
3) Ellos fueron victoriosos sobre los poderes de las tinieblas. Note el
significado de los vv. 6-12. Los gobernadores de las tinieblas se encuentran
en los campos misioneros, y cada misionero debe depender del poder
sobrenatural del Espíritu Santo para su ayuda. 4) Ellos fueron capaces de
superar los fracasos humanos, el desánimo, las decepciones y los temores.
Cada misionero es confrontado con la realidad de esto y necesita la guía y
ayuda divina. Un trabajo sobrenatural requiere un poder sobrenatural.
Bernabé y Pablo, prosiguieron a pesar que Juan Marcos, dejo de ir con ellos
(vv. 13-14).
Para resumir las cualidades de Bernabé y Pablo, se puede decir que ellos
estaban calificados en cuatro áreas:
1. Espiritualmente (salvo)
2. Físicamente (disponible)
3. Académicamente (estudioso de su palabra)
4. Socialmente (interactuar con otros)
Pero déjeme decirle mi hermano, que cuando Dios lo quiere utilizar él va
hacer que todas estas cualidades Ud. lo poseerá pues el Espíritu Santo lo
prepara para que Ud. sea preparado para su obra.

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