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¡NO TE DEJES

ENGANCHAR!

¡Un pescado joven encuentra


que el pecado viene con un precio alto!

Aletita nadó lentamente al


pasar el bocado que colgaba a varios
centímetros de su boca. Ya casi podía
probar la deliciosa delicadeza. El
pescado joven quería comerse la
lombriz pero sabía que no debía
hacerlo. Todas las voces de los pescados
más grandes entraban en su cabeza y
decidió no hacerlo. Aletita tenía dudas
acerca del consejo de los pescados más
grandes.

El no podía ver porque algo


tan delicioso podría ser tan peligroso.
Los pescados más grandes han de
haberle dicho esto a los pescados más
pequeños esta historia de terror para
que no hubiera competición por la
comida.

1
CUENTO ¡NO TE DEJES ENGANCHAR!
¿Eran verdaderas las
historias? Aletita iba a decidir por sí
mismo. El dio la vuelta y empezó a nada
hacia la lombriz. El no podía ver nada de
acero ni unos ganchos; solo vio la
lombriz. El abrió su boca y luego sintió
un dolor en su lado. El tío de Aletita se
pegó en su lado y lo movió de la lombriz.
“¿Qué está mal contigo?” le preguntó su
tío Corky. “¿Crees que te decimos todos
esto por diversión?” Aletita no sabe que
decir, “No lo sé, a veces pienso que las
historias no son verdaderas”.
Tío Corky cerró sus ojos y
dijo con tristeza, “Sígueme. Ahora es
tiempo que veas lo que un gancho puede
hacer”. Aletita siguó a su tío cerca de la
orilla. Enfrente de ellos vieron a muchos
pescados que estaban nadando en sus
lados y casi ni estaban vivos. Otros
tenían cortadas gruesas en sus
mandíbulas y no podían comer. Era algo
brutal para ver y Aletita nunca lo iba a
olvidar.

2
TEMAS: Creer, Orgullo, Pecado y Tentación.
De repente, un pájaro se bajó
cerca del agua y agarró a uno de los
pescados que estaba en su lado. Tío
Corky le explicó que el gancho había
causado esta carnicería. Puedes ver que
las historias son verdaderas, yo quisiera
haber creído que nos hubieras creído sin
que te hubiera tenido que traer a la
superficie.
Aun cuando nadaban lejos de
la superficie, Aletita recordó las
historias de algunos de los pescados
listos que pudieron agarrar a la lombriz
sin ser enganchados. Un pensamiento
orgulloso entró en su mente. Talvez
estos pescados rotos no era tan listo ni
tan rápido como él.
Día tras día, Aletita
observaba los bocados que estaban
flotando en el agua. Venían en muchas
formas y colores. Aletita nadaba más
cerca cada vez y cada vez iba más y más
lento. Un día el cayó en la tentación y él
se comió la lombriz.

3
CUENTO ¡NO TE DEJES ENGANCHAR!
No sabía bien para nada.
¡Sabía a plástico!
Antes de que Aletita pudiera
escupir la lombriz, el sintió un dolor en
su mandíbula y sintió ser arrastrado por
el agua. El pescado joven no se quería
dar por vencido, pero ya no tenía fuerza.
El sabía que había perdido.
Niños y niñas, Satanás trata
de tentarnos cada día. El diablo quiere
arrastrarnos lejos de Dios. Satanás
nunca se cansa de poner más cosas en
frente de nosotros, más tipos de
tentaciones para hacernos caer. A
Satanás no le importa lo que usa o abusa
para tentarnos. El es el padre de las
mentiras y quiere destruir a los que
aman a Dios. Ponte la armadura de
Dios (Efesios 6:10-18); así puedes
resistir al diablo y todos sus planes
destructivos.
Iglesia Alianza Cristiana y Misionera.
El Encuentro Bíblico.
Ministerio de Niños y Familia.
San Diego - Estado Carabobo.

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TEMAS: Creer, Orgullo, Pecado y Tentación.

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