UNIDAD V

¿Cómo estudiamos? Nuestra organización y armado de Agenda

El estudio diario, no consiste en estar delante del material dos o tres horas por día, sino en
poder ver en qué materias tenemos más dificultad, cuáles son nuestras prioridades, y ahí poder
confeccionar un horario de sesiones de trabajo. Es importante recordar que se está iniciando
esta etapa por propia decisión.

También es importante poder organizarnos antes de empezar, es fundamental tener en cuenta

todo lo que se hace a lo largo del día, y confeccionar un horario realista y que pueda ser
cumplido. Hay que reservar tiempo para el descanso y el ocio, y no olvidar contabilizar los
períodos de transporte, alimentación, salidas con los amigos, etc. Ese horario debe ser como la
agenda de trabajo diario. Puede ser confeccionado el domingo a la noche para el resto de la
semana, y si es necesario variarlo a lo largo de los días.

Es interesante tener en cuenta que se debería estudiar todos los días, o por lo menos mirar los
temas del día siguiente. Así, convertir nuestro horario en algo que debe ser cumplido por rutina.
Al cabo de un tiempo tendremos más tiempo para todo, pero bien organizado.

¿Por qué podríamos estar estudiando mal?

 Falta de concentración
 Dificultad para memorizar
 Fatiga
 Poca eficacia en la lectura
 Aburrimiento
 Alta auto exigencia frente a los exámenes
 Frustración
 Inadecuado descanso
 Sensación de incapacidad

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Atención y concentración: ¿cómo lograrla?

La atención es una capacidad limitada a través de la cual seleccionamos algún estímulo de

nuestro ambiente, es decir, nos centramos en un estímulo de entre todos los que hay a nuestro
alrededor e ignoramos todos los demás. Solemos prestar atención a aquello que nos interesa,
ya sea por las propias características del estímulo (tamaño, color, forma, movimiento), o por
nuestras propias motivaciones. Así pues, la atención y el interés están íntimamente
relacionados, al igual que la atención y la concentración.
Algunos factores que favorecen la atención-concentración:

• Interés y voluntad a la hora de estudiar.

• Planificar el estudio de un capítulo o del desarrollo de un problema de forma muy
concreta, para un espacio de tiempo corto, no más de 30 minutos.
• Descansar brevemente luego de 45/50 minutos de estudio para relajarse de la
concentración mantenida hasta ese momento.
• Cambiar la materia de estudio: así se puede mantener por más tiempo la concentración.
Si se dedica una hora a una asignatura haciendo dos descansos de 5 minutos, se
pueden dedicar otras dos horas a asignaturas distintas, con descansos un poco más
prolongados de 8-10 minutos (sin que descienda la concentración).
• Tomar apuntes: si durante las explicaciones del profesor se está atento a sintetizar
mentalmente y por escrito en frases cortas los detalles de interés, se ejercitará la
atención.

Los invitamos a leer y a reflexionar sobre estas breves historias

La sorpresa de Andrés

Andrés es un alumno universitario. Hasta ahora su vida académica ha sido normal, sin
sobresalientes, aunque sin aplazos. Sin embargo, en la primera evaluación de un curso ha
sacado notas bajas, y la verdad es que no se lo esperaba. En casa estudia cuando quiere,
no tiene horario fijo; unos días se engancha con la T.V., o con la Play, otras se queda

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 estudiando hasta altas horas de la noche, sobre todo cuando tiene un examen o cuando hay
que entregar un trabajo al día siguiente. No tiene un lugar concreto para estudiar. Unas
veces estudia con la T.V. encendida, otras veces tumbado en la cama, y hay días que
estudia en su habitación, la cual aparece como desordenada; hay de todo: desde un skate
hasta raquetas, una consola de juegos, etc. En clases presenciales suele elegir las últimas
filas, para pasar desapercibido, en las virtuales sincrónicas, se conecta para que le pongan
presente, pero no conecta la cam, y suele inhabilitar el mic. Inclusive a veces se va a otro
lado, o se pone a hacer otra cosa.
Cuando le anuncian un examen control, o actividad práctica, manguea los apuntes de los
compañeros, y así va tirando. Se queja de que el estudio no le interesa mucho: dedica
demasiado tiempo a los temas, y no termina de aprenderlos bien. Piensa que subrayar,
hacer esquemas o resúmenes, es muy trabajoso, y prefiere estudiar simplemente leyendo
varias veces el tema de corrido para aprenderlo todo de memoria. Andrés no quiere que en
la segunda evaluación se repitan las notas bajas.

¿Qué puede estar pasando con Andrés?

El juego de las piedras1

Un experto en gestión del tiempo que estaba dando una conferencia, puso sobre la mesa de la
sala un frasco de cristal y un montón de piedras del tamaño de un puño. “¿Cuántas piedras
caben en el frasco?”, preguntó. Mientras el público hacía sus conjeturas, fue introduciendo
piedras en el frasco hasta llenarlo. Luego preguntó: “¿Está lleno?” Todos asintieron. Entonces
sacó de debajo de la mesa un cubo con gravilla, puso parte de ella en el frasco y lo agitó. Las
piedrecitas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El experto volvió a
preguntar: “¿Está lleno?” Esta vez, los asistentes dudaron. “Tal vez no”, dijo uno, y, acto
seguido, el conferenciante extrajo un saquito de arena y la metió dentro del frasco. “¿Y
ahora?”, inquirió. “¡No!”, exclamó el público, y tomó un jarro de agua que empezó a verter
dentro del recipiente. Éste aún no rebosaba.

1
Fuente: https://alcgestionempresarial.wordpress.com/2011/08/07/el-juego-de-las-piedras/
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Terminada la demostración, preguntó: “¿Qué acabo de demostrar?” Uno de los asistentes
respondió: “Que no importa lo llena que esté tu agenda; si lo intentas, siempre puedes hacer
que quepan más cosas”. “¡No!”, repuso el experto, y concluyó: “Si no pones las piedras
grandes al principio, luego ya no cabrán”.

Dónde estudiar y cómo estudiar:

• Es preferible disponer de una habitación de uso exclusivo, sin malos olores, bien ventilada,
ni con mucho calor ni con frío, sin molestias de ruidos, ni otro tipo de distracciones
(televisión, juegos, radio, etc.).
• Es deseable contar con una mesa de trabajo amplia, en la que se pueda tener encima todo
el material con el que se va a trabajar, sin otros objetos de distracción como revistas,
juegos, adornos móviles, etc.
• La luz debe ser preferiblemente natural, y si no es así, que sea blanca o azul y que proceda
del lado contrario a la mano con la que se escribe (a un zurdo la luz tendrá que provenirle
de la derecha).
• Tanto la mesa como la silla deberán estar en consonancia con tu altura, ser cómodas pero
no en exceso. La silla tiene que tener respaldo y ser dura. La excesiva comodidad llevará a
rendir menos e incluso a dejar de estudiar, pero con la incomodidad ocurrirá lo mismo.
• Se debe cuidar mucho la postura. Con el tronco estirado y la espalda apoyada en el
respaldo de la silla. A una distancia alrededor de 30 cm. del libro o apuntes y si es posible
que se encuentre inclinado por un atril u otro objeto, esto hace que la vista y los ojos no se
cansen tan pronto.
• Es muy importante estar decidido a la hora de ponerse a estudiar, no titubear, mentalizarse
que el trabajo debe ser hecho. Es mejor hacerlo con alegría y distensión, que enfadado y
sin ganas.
• Es muy importante que antes de ponerse a estudiar se haga una reflexión sobre todo lo que
va a necesitarse, y que dichos implementos sean colocados en la mesa, o al alcance de la
mano (computadora, diccionarios, libros de consulta, bolígrafos, reglas, enciclopedias, etc.).

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• También es muy importante que se sepa qué es lo que se va a hacer cada día, y tenerlo
todo planificado (pero con flexibilidad). Por eso es muy conveniente que se haga un horario
de estudio diario (que tiene que ser realista), teniendo en cuenta las capacidades, que sea
realizable, factible, flexible, y preparado para los imprevistos, donde no solo esté reflejado el
tiempo de estudio sino también el tiempo de ocio y descanso. Hay que recordar que por
cada hora de estudio se debe descansar por un lapso de 10 minutos.
• A la hora de hacer el horario hay que pensar cuál es el mejor momento para estudiar, según
las propias condiciones, y siempre empezar por las asignaturas más fáciles para pasar
posteriormente a las más difíciles, y terminar con otras también fáciles.
• Las horas de ocio también son importantes, no hay que olvidarse de ellas.
• Se deben dormir entre 8/10 horas, es fundamental para rendir bien.

Planificar el estudio:

Leyes para organizar el tiempo:

1) Autonomía: se puede pedir ayuda para organizarse, pero quien debe decidir y cumplir
es uno mismo.
2) Regularidad: dedicar alrededor de una hora diaria es más eficaz que “matarse”
estudiando de vez en cuando.
3) Dosificación: por cada hora dedicada a estudiar, se debe descansar un lapso de diez
(10) minutos (aunque no se sienta cansancio).
4) Exclusividad: durante el tiempo de trabajo, hay que evitar todo aquello que pueda
distraer de la tarea.
5) Prioridad: hay que asignar a cada área el tiempo de forma proporcional a su dificultad.
6) Orden: es preciso empezar a trabajar por las áreas que se consideren de dificultad
media, seguir con las difíciles, y finalizar con aquellas que también resulten más fáciles.
7) Agenda: hay que dejar todo escrito. Conseguir una agenda que acompañe a todas
partes. Escribir en ella los proyectos y todo lo que se tiene que hacer. La agenda
indicará lo que debe ser realizado.

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Ventajas de planificar el estudio:

 Se ahorra tiempo y energías, dosificando el esfuerzo en función de las leyes del

aprendizaje.
 Se crea un hábito o costumbre y de esta manera cuesta menos ponerse a estudiar, ya
que se logra concentración con mayor facilidad.
 Se aumenta la motivación, pues al terminar el horario diario de trabajo se sentirá la
satisfacción del deber cumplido, redundando en más ánimo para la vez siguiente.
 Si se racionaliza el tiempo, no habrá necesidad de recurrir a las sesiones “heroicas”
antes del examen.

Para planificar una sesión de estudio:

• Procurar tener un horario fijo de estudio empezando todos los días a la misma hora.
• Procurar tener un horario continuo, evitando los saltos (un rato por la tarde y otro por la
noche). Si se hace en dos veces resultará más difícil concentrarse y se perderá mucho
tiempo preparando los materiales.
• Introducir descansos para evitar la fatiga y la interferencia en la memoria entre los
conocimientos de asignaturas diferentes.

Ejemplo:
ASIGNATURA Estudio Descanso
Primera 40 minutos 5 minutos
Segunda 30 minutos 10 minutos
Tercera 20 minutos 15 minutos

• No es conveniente hacer descansos de más de 15 minutos porque se perderá la

concentración y costará más motivarse para comenzar a estudiar de nuevo.

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• Hay que planificar todo lo que se vaya a hacer:
o Ejercicios y tareas.
o Pasar apuntes.
o Lectura.
o Resolver cuestionarios y preguntas.
o Elaborar esquemas.
o Hacer un resumen.
o Memorizar.
o Repasar.

Vamos a hacer una prueba:

Consignar en el siguiente cuadro horario, cómo organizar la próxima sesión de estudio.

ORGANIZACIÓN DE UNA SESIÓN DE ESTUDIO

FECHA: HORA DE COMIENZO:
Tareas / Descansos Hora Inicio Hora Final Tiempo Total
Tarea:

Descanso
Tarea:
Descanso
Tarea:

Descanso
Tarea:

Descanso

HORA DE FINALIZACIÓN:

Saber estudiar… ¿cómo?

Saber estudiar empieza por marcarse un PLAN DE ESTUDIOS que permita llevar adelante las
clases, los trabajos, el estudio y otras actividades, mediante un horario, cuyo cumplimiento hará
que se adquiera el hábito de estudio, tan necesario y útil para obtener buenos resultados.

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Ordenar el trabajo de cada día supone programar no solamente el tiempo que se va a dedicar a
realizar deberes, sino también el tiempo que se va a dedicar a lo que propiamente es el estudio
y los períodos de descanso y ocio.
Hay que señalar las fechas de los exámenes y marcar los días en lo que se va a
estudiar para distribuir de forma estratégica el tiempo que se destinará a las distintas
asignaturas.
Es aconsejable que el plan de estudios se encuentre visible, ya que aunque el estudiante tenga
el calendario en la cabeza, el hecho de organizarlo en papel o en Google Calendar, permite
disminuir la ansiedad de la falta de tiempo y fomenta un análisis de la situación más realista.

Para reflexionar sobre el tiempo semanal de estudio:

¿Cuánto tiempo se cree que se debe dedicar semanalmente al estudio (sin incluir los trabajos
prácticos)?

De lunes a viernes:
Fin de semana:
Total:

Ahora debe repartirse el tiempo semanal de estudio entre las distintas materias que se piensan
cursar, según el grado de dificultad e importancia que tienen para el interesado (el grado de
importancia y de dificultad se puede armar del 1 al 5, siendo el 5 el puntaje más alto).
Una vez que se ha determinado el tiempo que se va a dedicar al estudio semanal, y
comprendiendo que se deben trabajar todas las materias, es imprescindible elaborar el horario
semanal, indicando el tiempo que se va a ocupar diariamente con cada actividad (tareas o
estudio), y las asignaturas que de acuerdo con el horario de clases, se van a trabajar cada día.
Debe recordarse que además de hacer los cuestionarios y trabajos que se soliciten en cada
asignatura, se deberá dedicar todos los días un tiempo al estudio.
El estudio puede consistir en leer, comprender y memorizar el contenido de los temas
correspondientes, subrayar y elaborar un esquema o un resumen, volver a hacer los ejercicios
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o preguntas que se han resuelto en el cuaderno (para comprobar la comprensión y el recuerdo
de la información), completar las notas que se han tomado en clase con información del libro (o
de otras fuentes de consulta), tratar de responder a preguntas que uno mismo se plantea (y
que podría formular el profesor en un examen), etc.

Algunos tips para la elaboración de la agenda:

 Las horas que estarán destinadas a la cursada.

 Las horas dedicadas a la actividad laboral.
 Las horas de estudio fuera del horario universitario.
 Actividades libres y deportivas.
 Tiempo de viaje para cada actividad.

Armado de la propia agenda:

HORA LUNES MARTES MIÉRCOLES JUEVES VIERNES SÁBADO DOMINGO

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PARA RECORDAR:

1. Llevar al día los estudios para evitar agobio los días previos a las evaluaciones.
2. Procurar empezar por las asignaturas que resultan más difíciles. Si se dejan para el final, el rendimiento será
peor, y se perderá la motivación.
3. Procurar disponer un horario fijo de estudio, comenzando todos los días a la misma hora. Se convertirá en una
costumbre y costará menos esfuerzo.
4. Es recomendable repartir el tiempo de forma equilibrada a lo largo de la semana, estudiando todos los días un
poco para no romper el hábito.
5. Aprovechar también un rato del sábado o del domingo.
6. Los días que se tengan pocas actividades aprovechar para repasar o para avanzar en trabajos que se han
programado para el fin de semana.
7. Introducir descansos para evitar la fatiga y la interferencia en la memoria entre los conocimientos de
asignaturas diferentes.
8. No olvidar que el lugar de estudio debe estar aireado, iluminado de manera correcta, y con todos los
materiales a mano.
9. Terminar la sesión de estudio antes de ponerse a hacer otras actividades más agradables como ver la TV,
practicar deporte, etc.

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