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CARLITOS EL RATON

La clase de los ratones estaba alborotada: iba a venir un nuevo alumno.

- ¿Quién es? - preguntó el forzudo Juan.

- ¿No lo sabes? - se sorprendió María - ¡No se habla de otra cosa! Es Carlitos, el


hijo del inspector de la escuela. 

- ¿El mismo inspector que nos prohibió ir a la montaña de queso? 

- Sí, el mismo.

Los ratoncillos estuvieron cuchicheando hasta que Carlitos entró en clase. 


Entonces, se quedaron en silencio, observándolo. Era pequeño y muy delgado,
con unas gafas enormes de montura azul.

Carlitos se puso en la mesa de al lado del forzudo Juan, quien nada más sentarse
le dijo:

- En esta clase no eres bienvenido.

El ratoncito se sintió fatal pero no dijo nada.

Después, en el patio, ningún compañero se acercó a Carlitos ni le incluyeron en el


partido de fútbol. Se tuvo que conformar con verlos jugar desde un rincón.

Los días siguientes, la cosa fue a peor.  Juan trataba muy mal a Carlitos. Como
era mucho más fuerte, le obligaba a darle el sándwich de queso que el ratoncillo
llevaba para el almuerzo. 

Después, le empezó a exigir que le hiciera las tareas, le soplara en los exámenes
o le encubriera cuando hacía alguna travesura. Si Carlitos se negaba a algo, Juan
le enseñaba sus músculos y le hacía temblar de miedo. 

 Una mañana, María encontró a Carlitos por el pasillo, cabizbajo y muy triste. 

- ¿Qué te pasa? - preguntó María.

 Carlitos se sinceró con ella. Le contó la situación con Juan y lo injusto que era
que todos le rechazaran por ser hijo del inspector. 

Después de la conversación, María y Carlitos se hicieron muy amigos.  La


ratoncita buscó aliados para poner fin a los abusos de Juan. Uno a uno les fue
diciendo: “hay que parar al matón con tu colaboración”.

  La clase se dio cuenta de que debían apoyar a Carlitos y no permitir que


nadie más se aprovechara de ningún compañero, ni le hiciera sentir inferior.
MORALEJA: Nunca debes humillar ni agredir a alguien por ser diferente, las
diferencias nos hacen únicos .Un mundo mejor comienza con respeto hacia el
otro.
Ejercicios de comprensión lectora

Cuando un niño tiene la capacidad de entender bien lo que ha leído, decimos que tiene
buena comprensión lectora. Pero hay veces que no saben explicar lo que han leído porque
no lo han entendido.

Con estas sencillas preguntas podrás averiguar si tu hijo ha entendido la fábula y si tiene
una buena comprensión lectora.

- ¿Por qué no querían estar cerca de Trapito los demás alumnos?

- ¿Quién se metía con él?

- ¿Por qué crees que los demás no hacían nada para defenderle?

- ¿Te ha pasado a ti o a algún compañero alguna vez esto? 

- ¿Qué crees que deberían hacer los demás compañeros?

Qué es el acoso escolar o bullying


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