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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas The piezometric level and


its technical implications

Conference Paper · July 2014

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José Nespereira Serafín Monterrubio Pérez


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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas
The piezometric level and its technical implications

José Nespereira (1), Serafín Monterrubio (1), Begoña Fernández (1), Mariano Yenes (1) y José Ángel
Alonso (2)

1 Departamento de Geología. Escuela Politécnica Superior de Zamora. Universidad de Salamanca. Avenida Cardenal
Cisneros 34, 49022 Zamora. jnj@usal.es
2 Escuela Politécnica Superior de Zamora. Universidad de Salamanca. Avenida Cardenal Cisneros 34, 49022 Zamora.
jnj@usal.es

RESUMEN
En este trabajo se presenta un modelo analógico del terreno para simular diferentes formaciones hidrogeológicas, a partir de
las cuales poder explicar el concepto de nivel piezométrico y de nivel freático, y poder visualizarlo conjuntamente con algunas de
sus implicaciones geomecánicas principales. Actualmente, se emplean como recurso didáctico en el Grado de Arquitectura Técnica
—asignatura Mecánica de Suelos y Cimentaciones— y en el de Ingeniería Civil —Geotecnia I y Geotecnia II—.
Se ha utilizado una urna de metacrilato y, en ella y con la ayuda de arcillas, gravas y arenas, se ha representado un depósito
de agua en reposo, un acuífero libre, el efecto de la subpresión que genera un acuífero confinado en su capa suprayacente, y un
perfil en el que coexisten niveles con distintas alturas piezométricas.
Los modelos son sencillos de construir y demuestran la importancia de valorar adecuadamente los niveles piezométricos en
el terreno.

Palabras clave: Modelo, nivel freático, nivel piezométrico, acuífero confinado, hidrogeología.

ABSTRACT
In this work an analog terrain model is presented to simulate different hydrogeological formations. It is useful to explain the
concepts of piezometric and phreatic level, and with it It is posible to visualise some of its main geomechanical implications.
We used a methacrylate urn and in it and with the aid of clays, sand and gravel, we modelized a water tank at rest, a free
aquifer, the effect of the pore water pressure generated by a confined aquifer in the overlying layer, and a profile in which coexist
with different piezometric levels.
The models are simple to construct, and they implement properly the importance of the piezometric levels in the terrain.

Key words: Model, phreatic level, piezometric level, confined aquifer, hidrogeology.

INTRODUCción
A partir de nuestra experiencia docente en asignaturas pertenecientes al campo de la geología aplicada,
podemos afirmar que entre los conceptos fundamentales que más cuesta comprender y asumir a los
alumnos están los de nivel freático y nivel piezométrico. Ambos se confunden habitualmente y llegan
a considerarse como términos sinónimos, un hecho éste que ya se advertía en González de Vallejo et
al. (2002). Esta confusión puede tener una importancia capital debido a las implicaciones técnicas que
conlleva, y en más ocasiones de las deseadas se observa en algunos documentos técnicos.
Generalmente, los textos en los que se tratan estos aspectos incluyen el clásico desarrollo conceptual
del nivel piezométrico a partir del desarrollo matemático del teorema de Bernouilli, simplificado para el
caso del movimiento de un fluido en el terreno. Quizás este sencillo y claro enfoque puede oscurecer ante
los ojos de los alumnos las importantes implicaciones técnicas que de él se desprenden.

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

Los contextos hidrogeológicos en los que se desarrolla una determinada actuación en el terreno pueden
ser muy diversos. Quizás el más sencillo sea el formado por un acuífero libre, en donde el nivel freático (NF)
coincide con el nivel piezométrico (NP). De entre los complejos, se destaca aquí por su interés didáctico
el formado por la superposición en la vertical de un acuífero libre en superficie y de otro confinado en
profundidad. En este caso existen dos NP, uno para cada acuífero, coincidiendo el del acuífero libre con
el NF. La experiencia de los autores de este estudio indica que los alumnos tienen grandes dificultades
para asimilar la desconexión hidráulica existente entre ambos, y por ello, han buscado complementar las
explicaciones teóricas con modelos que permitan visualizar estas circunstancias.
Por otro lado, la adecuada estimación de la presión intersticial del fluido existente en el terreno es
clave para poder hacer cualquier modelo o hipótesis de cálculo relacionada con la estabilidad de un talud,
carga de hundimiento de un terreno o deformación del mismo. Para calcular esta presión, lo principal es
definir desde el inicio una campaña de investigación adecuada que permita verificar la existencia de uno
o varios NP en el terreno; si en ese momento existe una confusión entre NF y NP, esta campaña puede
definirse de manera inadecuada, lo que a su vez desemboca en la imposibilidad de discernir entre ambos.
Este error pasa más tarde a las hipótesis de cálculos e invalida las conclusiones que de ellos se derivan,
frecuentemente relacionados con la resistencia al corte del terreno o con el levantamiento de fondos de
excavación. Sirva de ejemplo el famosísimo desastre de la presa del Vajont, en Italia; como es sabido, la
complejidad de este triste episodio es tal que todavía hoy existen diversas teorías en relación a su génesis.
No obstante, lo que parece claro es que se produjo un error en el diseño de los piezómetros, que llevó
a enmascarar la verdadera posición del NP en algunas capas próximas a la superficie del deslizamiento
(Belloni y Stefani, 1987; Hendron y Patton, 1987).
Para acompañar la explicación convencional de pizarra y tratar de hacer más sencillos e intuitivos
los conceptos presentados, se ha elaborado un modelo analógico que, a través de distintas etapas,
pretende (1) demostrar la validez del teorema de Bernouilli en un sistema ideal sin pérdida de carga ni
gradiente hidráulico, (2) comprobar el valor de la altura piezométrica en un terreno granular, (3) simular el
levantamiento del terreno debido a la subpresión y (4) simular un perfil del terreno con un acuífero libre
en superficie, un acuicludo debajo, y un acuífero confinado en la base, en el que coexistan dos niveles
piezométricos distintos. Este trabajo explica el proceso de construcción del modelo diseñado, construido
y aplicado por los autores para introducir los conceptos anteriormente expuestos a sus alumnos de los
Grados de Ingeniería Civil y Arquitectura Técnica.

CONSTRUCCIÓN DEL MODELO


Como requisito de partida, se ha impuesto la versatilidad del modelo, de manera que pueda ser
montado con rapidez y en prácticamente cualquier lugar. El material necesario para su construcción puede
verse en la Fotografía 1, siendo lo principal un recipiente estanco que actúa de continente, y en el que
se realizan una serie de actuaciones, que se describen en este apartado, para que las distintas fases del
modelo puedan llevarse a cabo.

El continente del modelo y los piezómetros


El modelo se ha construido en el interior de una urna de metacrilato perfectamente estanca, con unas
dimensiones en planta de 350 x 120 mm, y una altura de 200 mm, con un espesor de paredes de 8 mm.
Para instalar diversos piezómetros a lo largo de la urna se replantearon y perforaron nueve taladros pa-
santes de 2,5 mm de diámetro, empleando para ello una taladradora de columna modelo IBARMIA SX-32

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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas

Fotografía 1. Materiales empleados para la construcción del modelo.

Fotografía 2. Proceso de elaboración de la Fotografía 3. Detalle de los piezómetros: racores y filtros


conexión para los piezómetros: taladros. de malla.

(Fotografía 2). Estas nueve perforaciones se emplazaron a las siguientes alturas, medidas desde el fondo
interior de la urna: 13,7 mm (P1 y P2), 31,5 mm (P3, P4 y P5); 74,3 (P6 y P7); y 134,9 mm (P8 y P9). Pos-
teriormente, sobre ellas se perforaron taladros ciegos de 3,5 mm de diámetro y 6,26 mm de profundidad,
que se roscaron después con la ayuda de un macho de roscar. Una vez concluidas estas operaciones se
instaló en cada perforación un racor de métrica 5 (M5) y diámetro interior de 3,89 mm. Entre el racor y
el fondo de cada perforación se colocó un pequeño fragmento de filtro de malla metálica (Fotografía 3).
Finalmente, a cada racor se le acopló un tubo de goma flexible de 2 mm de diámetro interior y 4 mm de
diámetro exterior, para su posterior acople a un panel multimanómetro equipado con diez tubos verticales

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

para tomar lecturas de los niveles piezométricos. La resolución del panel es de 1 mm. Todo el conjunto de
perforaciones, racores, tubos flexibles y panel multimanómetro conforma el sistema de piezómetros del
modelo (P1 a P9).
En la explicación y cálculos de altura piezométrica y presión de poros se ha considerado que en la mesa
en la que se apoya todo el modelo la cota es 0. Las alturas de posición de los piezómetros se pueden
consultar en la Tabla I.

PIEZÓMETRO ALTURA DE POSICIÓN


Distancia entre la
Distancia
superficie de la Total (mm)
interior
mesa y la base de Grosor de la base de
base urna-
la urna colocada la urna (mm)
piezómetro Valor
sobre el pedestal Notación
(mm) (mm)
(mm)
P1 y P2 260 8 13,7 zP1=zP2 281,7

P3, P4 y P5 260 8 31,5 zP3=…=zP5 299,5

P6 y P7 260 8 74,3 zP6=zP7 342,3

P8 y P9 260 8 134,9 zP8=zP9 402,9

Tabla I. Altura de posición para cada uno de los puntos en los que están instalados los piezómetros.

El contenido
Para modelizar el terreno se han seleccionado tres tipos de materiales, todos ellos naturales. Para el
nivel de acuífero se han utilizado 2,5 kilogramos de una arena gruesa, 0,6<D1<2 mm, proveniente del
tamizado de un suelo arenoso y algo limoso recogido en las inmediaciones de la localidad de Arroyo de
la Encomienda (Valladolid). También del mismo lugar proceden las arcillas de color verde y alta plasticidad
empleadas para simular una capa arcillosa e impermeable; éstas, antes de incorporarse a los modelos, se
secaron al aire, se machacaron con mazo de goma y se mezclaron con agua en una proporción ligeramente
superior a la de su límite líquido. Una vez preparada, la pasta debe pesar en torno a 3,0 kilogramos. El tercer
y último material empleado han sido gravas medias (20>D>10 mm) redondeadas – aproximadamente 3,0
kilogramos - procedentes del tamizado de una muestra recogida en un nivel de terraza del río Duero en el
término municipal de Boecillo (Valladolid).
Como material auxiliar se ha empleado un filtro de malla metálica muy tupida que, colocado entre
las superficies de contacto de las distintas capas, evita la mezcla de materiales. Asimismo, la urna se ha
emplazado sobre un pedestal de madera contrachapada que, al elevar el nivel de base de la urna, permite
que todas las lecturas de alturas piezométricas se registren en el panel multimanómetro (Fotografía 1).

Simulación de la carga hidráulica


Con la excepción de las dos primeras fases que se describen en los apartados siguientes, este modelo
precisa de un depósito de agua en altura con el que controlar la carga hidráulica en el nivel del acuífero

1  D, diámetro de partículas.

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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas

confinado. Para ello se ha empleado un embudo de decantación de 500 ml, que se ha acoplado a un
soporte de laboratorio con la ayuda de una doble nuez (Fotografía 1). Este depósito se puede alimentar
manualmente, o en el caso de que se requiera una carga hidráulica constante, a través de una toma de
agua del laboratorio. Al poder variar la posición del embudo y su altura de lámina de agua, se puede variar
la carga hidráulica a transmitir al modelo, y con ello la presión en el agua intersticial del acuífero inferior.

Fases del modelo


La construcción por fases de este modelo permite demostrar paso a paso los conceptos de altura
piezométrica, acuífero libre, subpresión y acuífero confinado, estimándose una duración de dos horas para
su montaje y explicación ante los alumnos. A continuación se describe todo su proceso de elaboración.

Altura piezométrica en depósito de agua aislado


Se coloca la urna sobre el pedestal y, con los piezómetros cerrados – para lo que se pueden emplear
clips pinzando los tubos de gomas flexibles –, se llena de agua. A continuación se conectan los nueve
piezómetros al panel multimanómetro (Fotografía 4) y se van abriendo paulatinamente, de abajo hacia
arriba, para que se vaya viendo hasta donde asciende realmente el agua. La cota del nivel del agua en el
panel multimanómetro marca el NP (h) de cualquier gota de agua del interior de la urna (Fotografía 5);
sin embargo, la altura de posición (z) y la altura de presión (u/γw, siendo γw el producto de la gravedad por
la densidad del agua o peso específico del agua) sí que difieren. Resulta evidente que una gota de agua
sobre la misma lámina de agua estará a la presión atmosférica, y por lo tanto, su altura de presión será
nula; por el contrario, una gota situada en el fondo de la urna estará sometida a una presión equivalente
al peso del agua que está por encima de ella dividida entre la superficie. Matemáticamente, todo ello se
puede expresar a partir de la aplicación del teorema de Bernouilli. A modo de ejemplo, a continuación se
muestra como resultaría:

Determinación de la altura piezométrica respecto a la base del mesado:

hP1 = hP 2 = (...) = hP 9 = Lpanel + 50 + 195 = 176 + 50 + 195 = 421mm 2

Cálculo de la presión de poros a partir del teorema de Bernouilli, y teniendo en cuenta las alturas de
posición incluidas en la Tabla I:

hP1 = hP 2
zP1 = zP 2
uP1
hP1 = 421mm = zP1 + ⇒ uP1 = (hP1 − zP1 )⋅ γ w = uP 2  
γw
⎡ m ⎤ kN kN
uP1 = ⎢(421− 281, 7)mm ⋅10 −3 ⋅10 3 = 1, 39 2 = 1, 39kPa
⎣ mm ⎦
⎥ m m

2  El papel aparece graduado desde -50 hasta 450 mm. La h se calcula respecto a la superficie del mesado en el que se
apoya el panel y el pedestal de madera del modelo. La marca que se corresponde con una lectura de panel de -50 mm
está a 195 mm de la superficie del mesado.

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

De manera análoga se procede para el segundo (P3, P4, y P5), tercero (P6, P7) y cuarto nivel de
piezómetros (P8 y P9).
Para la superficie de la lámina de agua, el razonamiento es análogo:

usup
hsup = 421mm = zsup + ⇒ usup = (hsup − zsup )⋅ γ w
γw
 
⎡ m ⎤ kN kN
usup = ⎢(421− 421)mm ⋅10 −3 ⋅10 3 = 0 2 = 0kPa
⎣ mm ⎦
⎥ m m

Por lo tanto, se demuestra que aunque la altura de posición – zPi – y de presión varíen entre unos
piezómetros y otros, su altura piezométrica – h – es la misma (Tabla II) (Fotografía 5).

Altura lámina de agua por


PIEZÓMETRO h (mm) zPi (mm) ui
encima de piezómetro (mm)

P1 y P2 421 281,7 u1=u2=1,39kPa 139,3

P3, P4 y P5 421 299,5 u3=…=u5=1,2kPa 121,5

P6 y P7 421 342,3 u6=u7=0,79kPa 78,7

P8 y P9 421 402,9 u8=u9=0,18kPa 18,1

Lámina de agua 421 421 0 kPa 0

Tabla II. Comparativa entre la altura piezométrica, la altura de posición, la presión de poros y la altura de la lámina de agua
para cada nivel de piezómetros.

Altura piezométrica en un terreno granular


Tras llevar a cabo la fase anterior, con la ayuda de una cuchara de laboratorio se introduce en la urna
un espesor de arena gruesa de unos 6 cm, de modo que el techo de esta capa quede subhorizontal y por
encima de la cota en la que se emplazan los piezómetros inferiores P1, …, P5 (Fotografía 6).
A continuación se anota la lectura de panel en los piezómetros, comprobándose que en todos ellos se
alcanza el mismo nivel (Fotografía 7).
Es posible en este momento evacuar algo de agua de la urna para comprobar como todos los
piezómetros responden de la misma manera, disminuyendo sus lecturas en el panel. Así se demuestra el
comportamiento hidráulico de un acuífero libre en el que no existe gradiente hidráulico.
Los cálculos que se pueden hacer para determinar la presión de poros son análogos a los empleados en
el apartado anterior, pero teniendo en cuenta la variación de las lecturas de panel (es decir, del cambio en
la altura piezométrica). La presión de poros en este caso, calculada a partir de los datos del modelo que se
representa en la Fotografía 7, es la siguiente:

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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas

h = h = (...) = h = Lpanel + 50 +195 = 196 + 50 +195 = 441mm  


⇒P1hP1 =P2hP 2 = (⋅⋅⋅) P9
= hP 9 = Lpanel + 50 + 19, 5 = 196 + 50 + 195 = 441mm
u
hP1 = 441mm = zP1 + P1 ⇒ uP1 = (hP1 − zP1 ) ⋅ γ w  
γw
⎡ m ⎤ kN kN
u P1 = ⎢ (441 − 281, 7)mm ⋅10 −3 ⋅10 3 = 1, 59 2 = 1, 59kPa
⎣ mm ⎥
⎦ m m

Fotografía 4. Urna sobre pedestal de madera, llena de agua Fotografía 5. Las lecturas en el panel multimanómetro son
y con los nueve piezómetros cerrados y conectados iguales para todos los piezómetros, y para el nivel de la
al multimanómetro. lámina de agua en la urna. NP y NF coinciden.

Fotografía 6. Urna con un nivel de arenas en la base, Fotografía 7. El agua ha ascendido lo mismo en todos los
sumergido en agua. El panel de control está aislado de los piezómetros, hasta una cota que coincide con el nivel de la
piezómetros y no se registran las alturas hidráulicas. lámina de agua en la urna. NP y NF coinciden.

Se demuestra que aunque la altura de posición – zPi – y de presión varíen entre unos piezómetros y
otros, su altura piezométrica – h – es la misma.

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

A continuación, y para poder presentar la siguiente fase del modelo, se retira agua de la urna3 hasta
que ésta quede por debajo del techo de la capa de arenas.

Levantamiento del fondo de una excavación por efecto de la subpresión


Con todos los piezómetros desconectados y con el nivel del agua en las arenas por debajo de la salidas
de las perforaciones inferiores, se pesa la urna. A continuación se extiende por encima de ésta una capa
de filtro de malla metálica, previamente tarada, y sobre ésta se coloca cuidadosamente una capa de arcilla
previamente amasada de acuerdo a lo indicado en apartados previos. Es muy importante que se preste
especial atención a las zonas de contacto entre las paredes de la urna y la arcilla, ya que son puntos por
los que pueden producirse filtraciones en el momento de crear un gradiente hidráulico. El espesor de
esta capa, que debe ser aproximadamente constante - 2,5 cm en el modelo empleado como ejemplo -
permitirá que su punto medio quede a la altura de los piezómetros P6 y P7 (Fotografía 8). Pesando de
nuevo la urna, y por diferencia entre las pesadas anteriores, se puede determinar la masa total de la capa
arcillosa y por lo tanto también su densidad.
Al concluir este paso el modelo consta de una capa superior arcillosa, impermeable, bajo la que existe
un nivel con agua que en este momento está a presión atmosférica. No hay gradiente hidráulico, y si se
abren los piezómetros inferiores (P1, …, P5), en el panel de control el agua alcanzará la misma cota.
Pero para que se generen subpresiones, es decir, presiones verticales ascendentes debidas a la filtración
del agua hacia capas más someras, es necesario crear un gradiente hidráulico que a su vez haga aumentar
la presión del agua en los poros de la capa de arena. Con este fin, se conecta el piezómetro P1 al embudo,
que debe estar con su salida cerrada y con el nivel del agua que contiene aproximadamente a la misma cota
que la superficie de contacto entre la arena y la arcilla. Al abrir P1, el agua entra en las arenas, haciendo
que poco a poco la altura piezométrica en éstas vaya aumentando, llegando a superar en poco tiempo
la cota del techo de la arena y también la del techo de la arcilla - siempre que la altura relativa entre el
depósito y el techo de la capa de arena sea suficiente -. El nivel o lecturas en el panel multimanómetro para
P3, P4 y P5 nos está dando en todo momento la altura piezométrica – h – en la capa de arena. Y además,
si el gradiente hidráulico es suficientemente elevado - lo que se consigue o bien aumentado la altura del
depósito de agua, o bien disminuyendo el espesor de la capa de arcilla - poco a poco comenzará a verse
que la interfase arcilla-arena comienza a separarse, y la superficie de la arcilla comienza a abombarse por
efecto de la presión de poros tan elevada que se genera en las arenas (Fotografía 9). Las grietas que se
van formando terminan por atravesar la capa de arcilla, momento en el que los piezómetros comienzan
a disminuir su altura (Fotografía 10). Cuando se observa esto, esta fase del modelo se da por concluida,
cerrando la comunicación entre el depósito de agua y la arena gruesa, y dejando el agua contenida en este
último nivel a la presión atmosférica.
Las lecturas de P6 y P7 sirven para comprobar que en las arcillas la circulación de agua es inapreciable.
Este modelo es análogo al de una excavación en un contexto geológico con un acuífero confinado
en profundidad y en el que se realiza una excavación para un aparcamiento, para los sótanos de un
edificio, etc.
Matemáticamente, el equilibrio límite en el fondo de la arcilla en el momento en el que se produce su
levantamiento se expresa del siguiente modo:

3  Puede hacerse con la ayuda de un vaso, o bien desconectando los piezómetros de los dos niveles superiores de la urna
del panel multimanómetro y dejándolos libres dentro de un recipiente contenedor. Este último procedimiento es mucho
más lento que el primero.

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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas

σ´: tensión efectiva.


 ´   u  0 
 σ: tensión total.
  d   CL   u  d   CL  (h  z p ) W  0 u: presión de poros o intersticial.
u  (h  z p ) W  zp: altura de posición en el punto P.
d   CL  (h  z p ) W γCL: peso específico de las arcillas, esto es, su
densidad por la gravedad.
d   CL
(h  z p )  d: espesor de la capa de arcilla por encima del
W techo de las arenas.
γw: peso específico del agua.

Por lo tanto, para conseguir que se levante el fondo de la excavación, asumiendo que la relación entre
el peso específico de las arcillas y el del agua está entre 1,5 y 2, la separación entre h y zP debe ser de
1,5 a 2 veces el espesor de la capa de arcilla. No obstante, el modelo introduce una fuerza adicional, la
adherencia entre las paredes de la urna y la arcilla, que hace que en realidad se necesite una separación
algo mayor. También por eso, lo habitual es que el levantamiento se produzca en las zonas centrales del
modelo.
En el modelo, los datos obtenidos han sido:

hP 3  hP 4  hP 5  Lpanel  50  195  282  50  195  527mm


zP 3  zP 4  zP 5
u
hP 3  527mm  zP 3  P 3  uP 3  (hP 3  zP 3 )  w  uP 4  uP 5
w
 m  kN kN
uP 3  (527  299,5)mm 10 3 10 3  2,28 2  2,28kPa
 mm 
 m m

Dos alturas piezométricas, un nivel freático


Tras la fase anterior, es necesario retirar el agua que se haya filtrado hacia la superficie de las arcillas y
sellar las grietas mediante un reamasado de la arcilla, tarea que puede hacerse en el interior de la propia
urna. Al terminar, se coloca una nueva malla de filtro sobre el techo de las arcillas y, por encima de la
misma, una capa de gravas gruesas cuyo espesor sea tal que su techo no llegue a la cota del nivel de
piezómetros superiores. Con las tres capas de material colocadas, se conectan todos los piezómetros al
panel y, con la ayuda de un recipiente, se vierte agua sobre la capa de gravas hasta que su nivel supere al
menos en un centímetro el de los piezómetros superiores (Fotografía 11). En éstos la altura que se refleja
en el panel coincide con la lámina de agua; por el contrario, los piezómetros P3, P4 y P5, emplazados en el
nivel de arenas, indican una altura piezométrica inferior, que coincide con la cota de la lámina de agua en
el embudo. En este momento, en el perfil del terreno el nivel freático coincide con el nivel piezométrico de
la capa de gravas (Fotografía 12) y se emplaza por encima del nivel piezométrico de las arenas.
A continuación, el embudo de agua se eleva por encima de la cota de la lámina de agua en la urna,
de modo que en el panel poco a poco se va observando como el nivel piezométrico de la capa de arena
aumenta llegando a superar el nivel freático o piezométrico de las gravas (Fotografía 13), que coincide a su
vez con la cota de la lámina de agua en la urna. Así se está visualizando la coexistencia en un mismo perfil

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

de dos niveles piezométricos distintos, en un contexto en el que existe un acuífero confinado – las arenas
gruesas – y un acuífero libre, representado este último por la capa de gravas. Entre ambos, las arcillas
muestran su carácter de acuicludo, aislando ambos niveles.

Problemas a resolver numéricamente y comprobar con el modelo


A la vez que se explica sobre el modelo, al alumno se le pueden plantear varias cuestiones para ir
resolviendo previa o posteriormente de manera analítica con los conocimientos que ya tiene.
La primera es que con la ayuda del modelo haga un esquema de los valores de la altura de presión y de
posición para cada una de las dos primeras fases que se acaban de explicar. Y la segunda sería el cálculo
numérico de la altura mínima a la que tiene que estar situado el depósito de agua que alimenta al acuífero
confinado para que comience a producirse levantamiento del fondo.
Posteriormente se debe comprobar la bondad del modelo, tratando de explicar las causas que puedan
haber provocado la diferencia entre ambos métodos de cálculo.

PRINCIPALES PROBLEMAS del modelo


Este modelo funciona adecuadamente tal y como demuestran las medidas que se toman en los
piezómetros y el levantamiento que se observa en las arcillas en la fase de subpresión. No obstante,
durante la realización del mismo se producen o pueden producir pequeñas incoherencias o aparentes
errores que, pese a lo que podría pensarse en un primer momento, enriquecen aún más si cabe el modelo.
El primero de los problemas surge con el funcionamiento de los piezómetros. Cuando éstos se conectan
al panel, puede quedar aire atrapado en el interior de los mismos, lo que hace que el nivel piezométrico
sea incoherente con el contexto hidráulico. Cuando esto ocurre, hay que desconectar el piezómetro del
panel, dejar que salga agua por él –por lo que se expulsa el aire causante del fallo - y volverlo a conectar.
Como hemos dicho, esta circunstancia no es realmente un problema, ya que ayuda a demostrar al alumno
la importancia de la correcta ejecución de los trabajos de instalación de las medidas de auscultación: no
basta con instalar instrumentos que miden, hay que asegurarse de que lo que miden es coherente y, por
lo tanto, que funcionan bien.

Fotografía 8. Urna sobre pedestal de madera, con una capa Fotografía 9. Inicio del levantamiento de la capa de arcilla
inferior de arena gruesa de 6 cm de espesor y otra de arcilla debido a la subpresión que ejerce el agua sobre su base.
de 2,5 cm. La arena no está saturada en el momento inicial.

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El nivel piezométrico y sus implicaciones técnicas

Fotografía 10. Rotura de la capa de arcilla. Fotografía 11. Urna sobre pedestal de madera, con una
capa inferior de arena gruesa de 6 cm de espesor, otra
intermedia de arcilla de 2,5 cm, y finalmente, ya en con-
tacto con la superficie, otra de grava gruesa de 6,5 cm. A
la izquierda de la urna puede verse el embudo, conectado
a la urna a través de P1, y con la lámina de agua marcando
la posición del nivel piezométrico en P3, P4 y P5.

Fotografía 12. Altura piezométrica en las gravas -P8 y P9 - Fotografía 13. Altura piezométrica en las arenas (cota de
coincidiendo con el nivel de la lámina de agua en la urna. la lámina de agua en el embudo) por encima de la de las
Altura piezométrica en las arenas confinadas – P3, P4 y P5 gravas (cota de la lámina de agua en la urna). El peso del
– por debajo de la de las gravas y coincidente con la cota de agua y las gravas evitan el levantamiento de la capa de
la lámina de agua en el embudo. arcillas por efecto de la subpresión en las arenas.

Por otro lado, respecto al levantamiento del terreno por efecto de la subpresión, en el cálculo teórico se
comprueba que la altura necesaria para que se produzca debe ser aproximadamente el doble del espesor
de la capa de arcilla que esté sobre el acuífero confinado; sin embargo, en el modelo se necesita una altura
mayor por la resistencia adicional que ofrece la adherencia entre la pared de la urna y la arcilla. Aunque casi
siempre a la hora de calcular una excavación como la modelizada esta adherencia no se tiene en cuenta,
en la ejecución real esta fuerza sí que está presente y juega a favor de la seguridad de la obra.

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XVIII Simposio sobre la enseñanza de la geología. Bilbao 2014 Libro de Comunicaciones

conclusioneS
El modelo creado sirve para explicar la diferencia entre el nivel freático y el nivel piezométrico, y se
complementa muy bien con las explicaciones teóricas.
La fase de subpresión se puede asimilar a situaciones constructivas tales como la excavación de
unos sótanos, con lo cual el alumno percibe mucho mejor la importancia de los conceptos que se están
manejando.
Los problemas que se producen en el modelo –piezómetros que inicialmente no marcan, desfase entre
los cálculos numéricos y el modelo- son también muy instructivos, ya que refuerzan la importancia de
una buena ejecución de todas las tareas del modelo (no basta con conectar los piezómetros, hay que
asegurarse de que funcionan bien, lo cual es extrapolable a la instalación real de métodos de control de
niveles piezométricos) y explican de manera práctica que las simplificaciones que se hacen en los cálculos
quedan del lado de la seguridad.

AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado a través del Proyecto de Innovación Docente de la Universidad de Salamanca ID2012/0264
“Creación de modelos a escala de situaciones reales en distintas obras para estudiar el comportamiento geomecánico de materiales
granulares y cohesivos”.

REFERENCIAS

Belloni, L.G. y Stefani, R., 1987. The Vajont slide: Instrumentation—Past experience and the modern approach. Engineering
Geology, 24(1), 445–474.
Lambe, T.W. y Whitman, R.V. (1981). Mecánica de Suelos. Editorial Limusa. México.
González de Vallejo, L.I., Ferrer, M., Ortuño, L. y Oteo, C. (2002). Ingeniería Geológica. Pearson Educación, Madrid 2002. 744.
I.S.B.N. 84-205-3104-9
Hendron, A.J.Jr. y Patton, F.D. (1987). The Vaiont slide—a geotechnical analysis based on new geologic observations of the failure
surface. Engineering Geology, 24(1), 475–491.

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