Está en la página 1de 2

Colegio Provincial Nº 728 “Alfonsina Storni”

Escuela Secundaria – Economía y Gestión de las Organizaciones


Itinerario Formativo “Prestación y Distribución de Servicios para el Tiempo Libre”
Módulo: Interpretación
Sexto Año – División EGO

Dónde, Qué y Cómo Interpretar1


Por Jorge Morales Miranda

¿DÓNDE INTERPRETAR?
El arte de interpretar no puede ser reducido a una simple fórmula, por lo tanto no todos los sitios pueden ser interpretados,
aunque las apariencias y o los dictámenes técnicos así lo indiquen (Aldridge, comunicación personal en 1981 2). Cada lugar
requiere un minucioso análisis, motivado por un interés general o particular, y o por la necesidad de controlar u ordenar de
alguna forma el uso que ese interés produce en la zona. Posterior a este análisis se verá si conviene o no interpretar los
recursos de un lugar específico.
El rasgo con potencial interpretativo es todo objeto, proceso o fenómeno que merece ser interpretado o que tiene
importancia interpretativa. Los rasgos con potencial interpretativo se definen en las primeras etapas del proceso de pla-
nificación, (Spangle y Putney, 1974; Badaracco y Scull, 1978; Stansfield, 1981; y Morales y Varela. 1986), y el ideal es que su
presentación en forma interpretada se realice en el mismo lugar en que se encuentran)
Una interpretación fuera del lugar puede tener éxito despertando en el público el deseo de conservar el área, pero con toda
seguridad despertará también el deseo de “ir y ver”, y esto sería contraproducente si con ello aumentase la presión sobre
lugares vulnerables (Aldridge, 1975).
Se debe interpretar sólo donde sea preciso, puesto que muchos sitios no requieren ningún tipo de interpretación. Tal es el
caso de ciertos paisajes cuyos componentes estéticos hablan por si solos. Donde el emplazar algún tipo de interpretación
puede resultar estéticamente muy impactante. Tampoco habría que interpretar —al menos in situ— lugares ecológicamente
muy frágiles, o delicados desde el punto de vista histórico o arqueológico: esto podría fomentar el aumento de las visitas y de
ese modo acelerar su degradación.
Es un hecho que el público continuará visitando lugares sin tener en cuenta su fragilidad o resistencia, por lo que si se
considera con anticipación; la planificación interpretativa puede servir para solucionar problemas bastante serios y agudos
de presión humana en un área (Aldridge, 1975).
Aunque la interpretación ha surgido en los espacios naturales protegidos (parques nacionales, principalmente), distintos
centros de naturaleza, museos, yacimientos arqueológicos y sitios históricos, son lugares donde hoy en día se incorpora esta
disciplina en el diseño del sitio y en la programación general (Vander Stoep y Gramann. 1988). Y lo que parece ser una
cuestión fuera de duda es que estos entornos de “aprendizaje no formal” requieren cumplir dos puntos indispensables
(Brown, 1979):
Un elemento de libre elección, tanto para asistir o no, y para decidir el grado de implicación por parte del participante. Él
establece sus propias metas.
Ausencia de evaluación o competición. Aunque se evalúe el proceso, no se califica a los participantes.
En el cuadro 2, Peart (1986a) establece una comparación entre el aprendizaje formal y el no formal. (En inglés se refiere a él
como informal learning.)
El dónde queda también enunciado en una de las tantas definiciones de interpretación: “el arte de revelar el significado e
interrelaciones en entornos naturales, culturales y recreativos” (Association of Interpreters Naturalists/Western Interpreters
Association Consolidation Committee, 1987).

Cuadro 2
Comparación entre las situaciones de Aprendizaje Formal y No Formal, según Peart (1985a)
Situación Formal. Situación No Formal.
Transcurre mayormente en el aula En museos, parques, zoológicos, etc.
Las condiciones están predeterminadas Elección libre de las condiciones
Las motivaciones viene de afuera Motivación interna, propia del sujeto
Los contenidos están predeterminados Contenidos variables y cambienates
Contenidos organizados y secuenciados Contenidos no necesariamente organizados ni en secuencia
La asistencia es obligatoria Asistencia voluntaria
El tiempo esta preestablecido El propio visitante decide el tiempo a emplear
Todos los estudiantes reciben todo el contenido Hay algo para cada tipo de público, y es de elección libre
Estan agrupados por edades Todas las edades
En nivel de experiencia entre los educandos es similar Niveles diversos de experiencias y conocimientos,

¿QUÉ INTERPRETAR?
En un parque nacional la respuesta al qué ya está bien aclarada: se interpretan los valores naturales y culturales del mismo
(Miller, 1980). Sin embargo, en otros espacios -y también en parques nacionales- el recurso a interpretar puede consistir en
estructuras humanas in situ (construcciones y sitios históricos o prehistóricos, transformaciones paisajísticas); rasgos
naturales in situ (unidades ambientales, formaciones geológicas, vegetación y ejemplares de la fauna); objetos naturales o
construidos por el ser humano que han sido sacados de su contexto original por motivos de preservación o seguridad;

1 En MORALES MIRANDA, JORGE: Guía Práctica para la Interpretación del Patrimonio. Junta de Andalucía. 2001.
2 Don Aldridge. Assistant Director, Countryside Commission for Scotland, Battleby, Pertly Gran Bretaña.
1
Colegio Provincial Nº 728 “Alfonsina Storni”
Escuela Secundaria – Economía y Gestión de las Organizaciones
Itinerario Formativo “Prestación y Distribución de Servicios para el Tiempo Libre”
Módulo: Interpretación
Sexto Año – División EGO

modelos y réplicas; información impresa (libros, documentos, archivos); gráficos y fotografías; e, incluso, información y
experiencias acumuladas por individuos fStansfield, 1981).
Estos valores (rasgos) naturales y culturales se identifican y con ellos se construyen los temas del lugar. Aunque sean muchas
las materias potenciales, conviene elegir sólo las más representativas para el área, con un desarrollo de los contenidos de
forma imaginativa e inspiradora, siendo para Aldridge (.1975) estas dos últimas características elementos de gran relevancia
en interpretación, pues serán los más memorables en la experiencia del visitante.
Las formas en que se entregan estos contenidos son: a) desarrollo de temas y b) historias o relatos. Son las modalidades más
empleadas en interpretación; en la primera se utilizan conceptos englobados en una frase general y sugerente —la frase-
tema— y en la segunda se unen los conceptos en un argumento o guión (en otras palabras, contar un cuento). Ambas
aproximaciones favorecen la captación del mensaje por parte del público, y lo mantienen en conexión a una idea central, con
un todo en torno al cual giran los contenidos que se les quiere entregar
Indudablemente, ciertas materias son más “interpretables” que otras. Algunos rasgos demuestran claramente el efecto de las
interrelaciones, otros son más gráficos en mostrar procesos o cambios, y los hay que ilustran cómo el ser humano produce
diversos impactos en el entorno.
Sin embargo, independientemente de que existan temas más o menos comunes y generales, tenemos que considerar los
valores propios de cada lugar, por tanto, resultaría bastante inútil hacer una relación de todos los aspectos a interpretar. Cada
lugar requiere un proceso específico de análisis de su inventario en la planificación interpretativa. y cada uno de estos
procesos arrojará diferentes aproximaciones para cada contexto particular.
Para el caso de otras culturas, los intérpretes deben poseer cierta sensibilidad para diferenciar las perspectivas culturales; de
igual forma han desarrollado compromiso ideológico para trabajar junto con las personas de esa otra cultura, y tendrían que
poseer las habilidades para interrelacionar- se adecuadamente (Upits, 1989). “Otra cultura” no significa necesariamente un
mundo exótico; pensemos sólo en un pueblo de cualquiera de las sierras españolas, o en una aldea del entorno de algún
yacimiento arqueológico propuesto para gestionarlo como parque.
Lippman (1977) sugiere que estos programas deberían cumplir tres premisas básicas:
Mantener un reconocimiento de la dignidad humana y el derecho de los otros a sostener creencias y valores diferentes a los
nuestros.
Fomentar actitudes que incluyan respeto por los sentimientos y estimular la empatia y la amistad hacia la gente de otras
culturas.
Aprender a aceptar las diferencias con agrado e interés, como una forma de enriquecer nuestra propia vida y nuestra
concepción del mundo, en lugar de suponer un grado de inferioridad por parte de la cultura diferente.
Para Upits (1989), interpretar otras culturas implica una comprensión de la gente: sus necesidades, valores y aspiraciones, y
entender cómo perciben su papel en el entorno.

¿CÓMO INTERPRETAR?
Asumimos que la forma más efectiva de interpretar el patrimonio es a través del contacto directo del visitante con el rasgo,
donde el intérprete es el mediador que traduce los contenidos inherentes a aquél; y es más efectiva aún si ese intérprete o
guía está presente ante el visitante y el recurso. Todo lo demás es sólo un acercamiento a esa interpretación.
El intérprete es, en esencia, el agente catalizador que consigue que el visitante se sienta virtualmente transportado en el
tiempo merced al poder de la imaginación para experimentar, por ejemplo, un momento de la historia (Craig, 1989).
En este proceso tenemos que llegar a un amplio espectro de destinatarios, teniendo en cuenta los distintos intereses, niveles y
necesidades que presenten. (Por este motivo el planificador de la interpretación debe considerar el diseño y adecuación de
una variada gama de medios y programas (Veverka, 1978 y 1994).
Muchos de estos servicios contienen el error de presentar su mensaje sólo al nivel de quienes lo han diseñado o, por el
contrario, el mensaje llega a ser tan simple que se torna aburridojy pueril. Es conveniente, por tanto, escoger a grupos
específicos y derivarlos a la utilización de determinados programas y, al mismo tiempo, estructurar la interpretación en
varios “niveles de lectura”, de forma que la experiencia pueda ir desde la captación de ideas generales (temas y subte mas, o
lo que puede ser lo mismo, títulos y subtítulos) para unos, hasta el estudio realizado con mayor profundidad (textos, debates)
para otros.
Corno regla general, debemos evitar toda alusión técnica y el uso de conceptos científicos, a menos que sea imprescindible y
expliquemos su significado. No olvidemos tampoco que la brevedad, la simplicidad y claridad son esenciales para la
transmisión de un mensaje interpretativo y en palabras de Paskowsky (1983). en interpretación es mejor hacer poco que
demasiado. Además, en todo momento hay que evitar una sobreinterpretación del recurso.
Finalmente, queremos compartir una reflexión de Cuillard (1988), quien advierte cierto riesgo en la transferencia de
esquemas y técnicas interpretativas del ámbito anglosajón a otras culturas, pues fácilmente podemos caer en otro tipo de
imperialismo; y —añade este autor— debemos ser conscientes que lo que se hace en los Estados Unidos o en otros países
puede no ser apropiado para regiones con culturas e idiomas diferentes. El mismo autor cree que la interpretación es
transferible como concepto, pero salvando una serie de obstáculos relacionados con el lenguaje y la aplicación de ciertas
técnicas.

También podría gustarte