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DIAGNÓSTICO AMBIENTAL DE LA CONSERVACIÓN E IDENTIFICACIÓN DE ÁREAS

POTENCIALES PARA LA RESTAURACIÓN DE LOS MANGLARES DEL GOLFO DE FONSECA

San Francisco de Campeche, a 28 de junio de 2020


PARTICIPANTES

Juan Osti Sáenz


Claudia Agraz Hernández
Jordán Efrén Reyes Castellanos
Antonio Álvarez Torres
Leonardo May Colli
Julio Chávez Barrera
Gilberto Martínez
Gustavo Orizaga Osti
Carlos Armando Chan Keb
Adriana Gregorio Cortés
Héctor Manzanilla
CONTENIDO

RESUMEN

1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 1

2. MATERIALES Y MÉTODOS ................................................................................... 2

2.1. ÁREA DE ESTUDIO ............................................................................................ 2


2.2. PARÁMETROS FISICOS Y QUÍMICOS ......................................................................... 4
2.3. SUELO ..................................................................................................................... 6
2.4. ESTRUCTURA FORESTAL, FISONOMÍA Y DOMINANCIA DE LAS ESPECIES ............... 7
2.5. BIOINDICADORES.................................................................................................... 9
2.6. PRUEBAS ESTADÍSTICAS ........................................................................................ 10

3. PERMISOS DE IMPORTACIÓN .......................................................................... 11

4. RESULTADOS .......................................................................................................... 11

4.1. PARÁMETROS FÍSICOS Y QUÍMICOS DEL AGUA INTERSTICIAL .............................. 11


4.2. SUELO ................................................................................................................... 25
4.3. CARACTERIZACIÓN Y FISONOMÍA DE LOS BOSQUES DE MANGLE ........................ 30
4.4. BIOINDICADORES.................................................................................................. 41
4.5. CONSERVACIÓN Y VULNERABILIDAD .................................................................. 42

5. DISCUSIÓN .............................................................................................................. 51

5.1. GRADO DE CONSERVACIÓN Y VULNERABILIDAD ................................................ 58


5.2. ÁREAS POTENCIALES DE RESTAURACIÓN ............................................................ 63

6. CONCLUSIONES ..................................................................................................... 65

7. AGRADECIMIENTOS ............................................................................................ 68

8. REFERENCIAS.......................................................................................................... 71

I
RESUMEN
A pesar de la considerable atención que han recibido los ecosistemas de manglar,
estos siguen desapareciendo como consecuencia de diversas actividades
socioeconómicas llevadas a cabo en zonas circundantes a los bosques de mangle;
estas pueden generar, en mayor o menor grado, estrés e impacto en el desarrollo,
evolución y conservación de estos ecosistemas. La siguiente investigación evalúa la
pérdida de la estructura y función de los ecosistemas de mangle que bordean el
Golfo de Fonseca, como consecuencia del estrés ocasionado por el desarrollo de las
actividades antrópicas y los efectos de eventos hidrometereológicos. Esto basado en
el diagnóstico ambiental de las condiciones fisicoquímicas del agua intersticial y
suelo, así como variables biológicas. Para este fin, se definió la similitud de las
características ambientales del agua intersticial y suelo, además de los atributos
forestales, mediante un análisis de conglomerado jerárquico (clúster), a partir de la
información generada en campo y análisis en laboratorio. Los resultados exhiben
como factor determinante de los atributos forestales (área basal y altura) a la
concentración de la salinidad, compuestos nitrogenados oxidados y fosfatos de tipo
antrópico en el agua intersticial. Se definen diferencias significativas entre El
Salvador, Honduras y Nicaragua, con respecto a la salinidad y potencial redox del
agua intersticial; las cuales presentaron cambios en la distribución de especies,
siendo Laguncularia racemosa y Avicennia germinans quienes se vieran beneficiadas a
lo largo de la costa del Golfo de Fonseca y baja tasa de regeneración natural; como
respuesta a los parámetros físicos y químicos del agua intersticial, estableciéndose
condiciones ambientales en general en el ecosistema de manglar, de tipo óxicas a
hipóxicas y en algunos bosques de mangle de Nicaragua hasta anóxicas (-300 mV);
con condiciones más reducidas a una profundidad de 15 a 45 cm en el suelo en
Honduras y Nicaragua (hasta -400 mV); propiciando inhibiciones enzimáticas y
fotosintéticas, cambiando con ello la dominancia de las especies y estableciéndose
bosques secundarios, con dominancia de las especies más resistentes y capacidad de
invasión de hábitat con tiempos de residencia del agua altos y menor inundación,
así como concentraciones altas de salinidad y nutrientes. Esto último, al registrar

II
altas concentraciones de compuestos nitrogenados, desde 6.9 a 10.3 mgL-1 (NO2-) y
fosfatos desde 0.27 a 4.0 mgL-1 (PO4-3) en el agua intersticial; condiciones de tipo
eutróficas hasta hipertróficas. Condiciones ambientales generadas por las extensas
hectáreas de salineras y granjas camaroneras, altas tasas de crecimiento poblacional
y limitadas oportunidades económicas, fragmentación del hábitat y cambios
hidrológicos, deforestación derivada de la extracción de la madera para uso como
leña y aprovechamiento de taninos, descargas de agua residual con altos niveles de
nitrógeno y aporte constante de sedimentos; causantes de azolvamiento, acreción y
eutrofización. Derivado de los escenarios antes descritos, se establece en general
como conservados y conservación media, los bosques de mangle de El Salvador, con
baja a mediana vulnerabilidad y baja. Para el manglar de Honduras se definió como
conservados y baja conservación, presentando mediana y baja vulnerabilidad. En el
caso de Nicaragua los manglares exhibieron mediana a baja conservación y baja, con
vulnerabilidades bajas y altas. Con base en el grado de conservación y
vulnerabilidad se establece que las políticas ambientales— para restaurar, preservar
y conservar — a los manglares del Golfo de Fonseca deberán ser planeadas a partir
de la información generada por cada sitio, considerando la presión y las posibles
acciones para mitigar el estrés que ocasionan las diversas actividades antrópicas de
la cuenca alta y baja— visión integral, a gran escala y “justo a la medida” (por sitio)
—; y por ende los servicios ecosistémicos que estos proveen. En conjunto de la
actualización de la legislación ambiental vigente que permita preservar, conserva y
restaurar los humedales de mangle a partir del estado actual, derivado de su
fragilidad y fuerte presión antrópica que se ha registrado históricamente, los
manglares de El Salvador, Honduras y Nicaragua deberán ser zonificados de
acuerdo con los usos potenciales que posean. Al zonificarse, se deberá incluir, en
todos los casos, un área núcleo de protección imperiosa. Donde en ella se deberán
mantener muchos de los servicios y funciones que de forma natural proveen como
ecosistema de mangle; mediante un programa de vigilancia a nivel federal y en
colaboración entre los países que componen el Golfo de Fonseca. La extensión de las
zonas núcleo deberán estar delimitadas a partir de la presión de uso que esta posea.
Con la finalidad de potencializar la capacidad de fitorremediador que se le atribuye
al manglar y con ello disminuir el impacto en la calidad del agua por efluentes de
los estanques para camarones y en la misma permanencia de la cobertura y grado
de salud. Así como, considerando las proyecciones que indica la FAO para los años
III
2020 y 2080 sobre el aumento de más de 4°C en la temperatura y déficit de la
precipitación para las costas del Pacífico y costas del Golfo de Fonseca.

IV
1. INTRODUCCIÓN

El Golfo de Fonseca, es un entrante protegido del océano Pacífico, con una extensión
de 3,200 km2, aproximadamente, localizado al oeste de Centroamérica, con límite al
noroeste con El Salvador, al noreste y este con Honduras y al sur con Nicaragua.
Estos humedales están representados por los bosques de manglares, con una
extensión total en toda la costa del Golfo de Fonseca de 75,589 ha, distribuidas
principalmente en las costas de Honduras, con 62%; Nicaragua del 32%, y para El
Salvador en un 6% (Ellison, 2004). Derivado de su importancia ecológica, en la
Ecorregión Central y del Caribe, es considerado, a nivel internacional, como uno de
los 25 sitios prioritarios para la conservación marina y costera. Debido a que, se
distribuyen gran cantidad y variedad de humedales, los cuales proveen fuentes
importantes de nutrientes para el mantenimiento de la producción pesquera y la
exportación de estos nutrientes a ecosistemas adyacentes.

A pesar de la importancia ecológica, económica y social que presentan los manglares


del Golfo de Fonseca, diversos autores mencionan su rápida transformación desde
1960 al 2006, donde refieren importante deterioro e incluso se señalan escenarios de
baja productividad y biodiversidad en gran parte de los manglares, con pérdidas de
cobertura de al menos 50% (Suman 1994; Spalding, 1997; GEF, 2007).

Gran parte de esa pérdida se ha asociado a los impactos directos de las actividades
económicas como: camaronicultura, extracción de sal, expansión poblacional,
movilidad para el ingreso de buques abastecedores de combustible, productos de
exportación e importación, desarrollo turístico, construcción de carreteras,
producción ganadera, aportes de aguas residuales, contaminación de las cuencas
hidrográficas, agricultura de la llanura costera, entre otras. Además de los usos
comunes de la madera como: leña, material de construcción de casas, así como el
arte de pesca artesanal (peces, moluscos, etc). Destacándose que estas
transformaciones ocurrieron sin mantener la integridad del ecosistema o tomar en
cuenta las alteraciones al caudal de ríos y cauces naturales como los cambios hídricos
(Ellison, 2004; MARENA, 2008). Aunado a la fuerte presión que reciben los
manglares por la frecuencia de los eventos climáticos extremos; como los huracanes,
tormentas tropicales, lluvias y sequías extremas (PNUD, 2010). Por la falta de
lineamientos específicos que contribuyan al mantenimiento o recuperación de los
1
bienes y servicios ecológicos, así como socioeconómicos que proveen los manglares.
Al respecto, Rivera Monroy et al. (2002) indican que aproximadamente el 77% del
área cubierta por estanques para la producción del camarón en el Golfo de Fonseca,
se ubicó en Honduras en 1999 del total del territorio costero del Golfo de Fonseca.

Lo antes mencionado, no obstante al marco jurídico que se ha venido


implementando desde 1942 a la fecha en El Salvador, Honduras y Nicaragua. Puesto
que este, no ha permitido mitigar la magnitud e intensidad de la destrucción de los
manglares del Golfo de Fonseca y mucho menos se considera eficiente para
administrar y ordenar el uso de los mismos (Abrego Funes, 1994). Razón por la cual,
resulta fundamental e indispensable generar información que permita: conocer
detalladamente la naturaleza dinámica del ecosistema de manglar, desarrollar
medidas de mitigación y establecer criterios sólidos para concretar las estrategias de
manejo y restauración más adecuadas por país e incluso por región en los mismos,
tomando como base y fundamento la vocación de los manglares. Es por ello que,
esta investigación, estableció como objetivo el determinar el grado de conservación
y vulnerabilidad actual de los bosques de mangle en el Corredor del Manglar, a
partir de la determinación de los atributos forestales (densidad, área basal y altura),
parámetros fisicoquímicos del agua intersticial (nitritos, nitratos, fosfatos, amonio y
sulfatos) y del suelo (pH, densidad aparente, potencial redox) en bosques ubicados
en la orilla del litoral y zona interna según fue el caso.

2. MATERIALES Y MÉTODOS

2.1. ÁREA DE ESTUDIO

El área de estudio se localiza en el Pacífico, al oeste de Centroamérica, limitando al


noroeste con El Salvador, al noreste y este con Honduras y al sur con Nicaragua en
los márgenes del Golfo de Fonseca (Figura 1). El Golfo está bordeado casi
completamente por un extenso ecosistema de manglar, dominado por Rhizophora
mangle L., Rhizophora racemosa G. Mey, Avicennia germinans (L.) L., Avicennia bicolor
Standl, Laguncularia racemosa (L.) Gaerth f., Pelliciera rhizophoraceae Leechm,
Conocarpus erectus L. y Conocarpus erectus var. sericeius J.R.Forst. ex G.Don.

2
Figura 1. Ecosistema de mangle que bordea el Golfo de Fonseca en Centroamérica
Estaciones de muestreo.

El diseño de muestreo comprendió la selección de 29 sitios, en los márgenes del


Golfo de Fonseca; concentrando 35 bosques de mangle, con diferente fisonomía (área
basal, densidad, altura y número de especies).

En cada sitio se analizó el bosque que bordea la línea costera, además de investigar
4 perfiles de vegetación; uno en El Salvador, otro en Honduras y dos más en
Nicaragua, donde se consideró la actividad antrópica que se desarrolla adyacente a
los bosques.

En el campo, se reconocieron y referenciaron geográficamente los sitios y las franjas


propuestas en el diseño de muestreo (Figura 1). Por cada bosque y franja se
seleccionaron al menos dos sub unidades de muestreo (parcelas) para determinar
3
los parámetros fisicoquímicos del agua intersticial y suelo, además de las variables
biológicas. Las parcelas fueron establecidas con diferentes dimensiones
dependiendo de los atributos forestales; esto con base en los criterios establecidos
por Moreno-Casasola y López Rosas (2009).

En los bosques que bordean El Salvador (ELS#), se establecieron cinco sitios, donde
se incluye en ELS5 el análisis de un perfil de vegetación; con dos franjas (Figura 1).
En Honduras se registraron 16 sitios (HND#), donde se incluye en HND18 un perfil
de vegetación; con dos franjas (Figura 1). En Nicaragua se registraron 7 sitios
(NIC#), con perfiles de vegetación de tres franjas en NIC27 y NIC28 (Figura 1). #:
número de estación.

2.2. Parámetros físicos y químicos

Agua intersticial

Se efectuaron 269 mediciones in situ de los parámetros físicos y químicos de agua


intersticial (temperatura, pH, potencial redox y salinidad); en un solo muestreo
durante la temporada de estiaje. Para ello, se colocaron piezómetros en cada bosque,
uno por parcela, a una profundidad entre 50 y 60 cm (correspondiente a la mayor
biomasa radicular); sin considerar los puntos de transición entre los tipos
fisonómicos (Figura 2).

4
Figura 2. Colecta de datos in situ de los parámetros fisicoquímicos del agua
intersticial en bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca en El Salvador,
Honduras y Nicaragua.

Las concentraciones de salinidad y potencial redox del agua intersticial, se


clasificaron de acuerdo con Cronk y Siobhan Fennessy (2001) y Agraz Hernández et
al. (2007).

Se colectaron 380 muestras del agua intersticial en frascos de 50 ml, en los 35


bosques, donde incluyen los perfiles de vegetación (Figura 2). Esto se realizó para
determinar las concentraciones de los nitritos, nitratos, fosfatos, sulfatos y amonio;
nutrientes disueltos en el agua intersticial, los cuales fueron procesados mediante
cromatografía iónica; procedimiento donde se generaron 632 datos. Esto basado en
los criterios de Chan Keb et al. (2018).

5
2.3. Suelo

Se colectaron 70 núcleos de suelo a una profundidad máxima de 60 cm,


determinando in situ en cada núcleo el pH, temperatura y potencial redox, mediante
un equipo multiparamétrico IQ150, generando 580 datos en total (Figura 3).

Figura 3. Determinación in situ del pH, temperatura y potencial redox en núcleos


del suelo en los bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca en El Salvador,
Honduras y Nicaragua.

6
De los 70 núcleos colectados, se evaluó la densidad aparente del suelo, como un
indicador indirecto del comportamiento del hidroperiodo de los bosques de mangle,
generándose 204 datos en total en los 35 bosques.

Cabe destacar que las determinaciones de suelo antes citadas no están


comprometidas en el convenio, son realizadas de manera adicional. Pues durante
la colecta de los datos in situ, se generó la necesidad de incluirlos para incrementar
la precisión durante la evaluación de la conservación y vulnerabilidad de los
ecosistemas de mangle del Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y
Nicaragua.

2.4. Estructura forestal, fisonomía y dominancia de las especies

Una vez identificadas las sub unidades de muestreo (parcelas) en cada sitio y franja
según fue el caso, se procedió a contar e identificar la especie de cada uno de los
árboles. Para árboles adultos de A. germinans, A. bicolor y Laguncularia racemosa se
midió el diámetro a 1.30 m de altura y en el caso de Rhizophora mangle y R. racemosa
la medición se llevó a cabo 30 cm, después de la última raíz. Se obtuvieron las alturas
aproximadas y se contó el número de fustes, según fue el caso (Figura 4).

Figura 4. Determinación de la estructura forestal de bosques de mangle que bordean


el Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Se establecieron parcelas de 4 m2, 2 m2 y 1 m2 en los bosques que presentaron árboles


con diámetros menores a 2.5 cm, según la densidad del bosque, con la finalidad de

7
incrementar la precisión en la toma de datos dasométricos en campo (Figura 5). Todo
lo anterior, considerando los criterios citados en Agraz Hernández et al. (2007).

Figura 5. Determinación de la estructura forestal de bosques de mangle de tipo


matorral en el Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua.

La dominancia de las especies fue determinada, con base en la frecuencia de


aparición de cada especie en los dos cuadrantes instalados en cada bosque,
expresándose los resultados en porciento a partir del total de árboles registrados en
el cuadrante (Figura 6).

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Figura 6. Identificación de las especies in situ de acuerdo a las características en
hojas, flores y tallo. Bosque mixto de Avicennia germinans y Avicennia bicolor.

2.5. Bioindicadores

En los bosques con Avicennia germinans, A. bicolor y Laguncularia racemosa se trazaron,


de forma aleatoria, dos cuadrantes de 0.25 m2 (50 x 50 cm); donde se contabilizó el
número y altura de los neumatóforos (Figura 7). Esto como indicador del nivel
máximo de inundación, así como un método indirecto para determinar la
oxigenación de cada sitio en estudio, con base en la densidad de los neumatóforos.
Además de registrar la presencia de plantas invasoras u organismos indicadores de
calidad de hábitat (Agraz Hernández et al., 2007) (Figura 7).

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Figura 7. Bioindicadores de cambios en la calidad del agua, comportamiento del
hidroperiodo y establecimiento de especies derivado de las descargas de agua
residual rica en nutrientes (e.i. nitrógeno y fosfatos). Neumatoforos;
Enteromorpha sp.; arbustos de Laguncularia racemosa.

2.6. Pruebas estadísticas

Se elaboró una base de datos con los atributos forestales (diámetro, altura, densidad)
y los parámetros fisicoquímicos del agua intersticial (pH, potencial redox,
temperatura, salinidad, nitritos, nitratos, amonio, sulfatos y fosfatos) y suelo
(potencial redox, pH y densidad aparente) en los bosques de mangle que bordean
El Salvador, Honduras y Nicaragua en el Golfo de Fonseca.

Se aplicó un análisis de varianza de una vía para determinar las diferencias entre los
sitios (áreas de manglares en estudio). Para este análisis se validó la normalidad de
las variables fisicoquímicas y atributos forestales por el método de Shapiro y Wilk
(1965) con un nivel de significancia de α = 0.05, al no cumplir con el supuesto de
distribución normal, se transformaron los datos usando el método de Box-Cox como
recomienda Zar (2010). Con la finalidad de determinar los parámetros ambientales
de mayor importancia del agua intersticial y variables biológicas (atributos
forestales) en los bosques de manglar, se aplicó un análisis de componentes
principales (ACP). Posteriormente, se realizaron análisis de correlación de Pearson
para establecer la relación entre los parámetros fisicoquímicos del agua intersticial

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con respecto a los atributos forestales. Los análisis estadísticos se realizaron con un
nivel de significancia de α = 0.05, utilizando el programa Statgraphics Centurion
XVII software (Statpoint, 2014).

3. Permisos de importación

Se gestionaron los permisos de importación para el agua intersticial por la


CONAGUA, mismo que fue aprobado el 30 de junio de 2019 para los tres países con
No. de oficio: BOO.904.-033/000599. Los permisos de importación fueron expedidos
por la Secretaría de Medio Ambiente el 27 de noviembre de 2019, con No. de folio:
09/2019-00760; 09/201900759; 09/201900758; 09/201900757.

4. RESULTADOS

4.1. Parámetros físicos y químicos del agua intersticial

Los valores y concentraciones del potencial redox, temperatura, pH y salinidad,


obtenidos in situ del agua intersticial en los bosques de manglar, están representados
en la figura 5, conservando el criterio de ubicación espacial propuesto en el capítulo
de estructura forestal de esta investigación.

El comportamiento general de los parámetros físicos y químicos del agua intersticial


en los manglares del Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua
sugieren, que existen importantes variaciones espaciales en las condiciones de
oxigenación, salinidad y temperatura de los manglares; tipificándose como
mesohalinas tendientes a euhalinas (39.2 ±13.8 g Kg-1), óxicas a hipóxicas (-194.3±67.8
mV), ligeramente ácidas a neutras (6.6±0.4) (Figura 8 a,b,c).

Las condiciones ambientales prevalecientes del agua intersticial en los bosques de


mangle de El Salvador, fueron de tipo neutro, hipóxico y mesohalino (Figura 8 a).
En particular en el sitio ELS3, en la zona norte, registró la mayor temperatura, con
29.8oC e incremento de la salinidad de 7.5 g Kg-1, comparado con ELS1, ELS2 y ELS4
(Figura 1 y 8); validándose esta diferencia mediante la prueba post hoc de Fisher
(F5,11= 7.02; p=0.017). En ELS5 se registró la mayor salinidad, superior en 22.3 g Kg-1
al promedio medido (53.8 g Kg-1) (Figura 1 y 8). Al aplicar una prueba post hoc de

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Fisher se ratifican estas diferencias significativas entre los bosques muestreados
(F5,11= 5.73; p=0.028).

Figura 8a. Parámetros físicos y químicos del agua intersticial, por estaciones en los
bosques de mangle que bordean El Salvador en el Golfo de Fonseca. *Piezómetro sin
agua.
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Por otra parte, se establecen a su vez diferencias significativas, en las
concentraciones de las salinidades del agua intersticial de El Salvador entre los
bosques muestreados de Honduras y Nicaragua (F2,59= 2.56; p=0.05).

Con respecto a los parámetros físicos y químicos del agua intersticial en los
manglares ubicados en Honduras se exhibieron, en general, condiciones de tipo
ácidas en un 59% y neutras de 41%, con dominancia óxicas en un 62% e hipóxicas
del 31%; el 7% restante fueron anóxicas (Figura 8b). La salinidad de tipo mesohalina
dominó en un 93% y euhalina en un 6.3% (HND18). Definiéndose tres
comportamientos: a) zona noroeste de tipo neutra, hipóxica y mesohalina, con
25.3oC; b) zona sur: ligeramente neutra, óxica y mesohalina, con temperaturas de
26.8oC y, c) zona noreste: ácida, óxica y euhalina, con 28.9oC (Figura 1 y 8b).

13
Figura 8b.Parámetros físicos y químicos del agua intersticial, por estaciones en los
bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca en Honduras ubicados en el
Golfo de Fonseca.. *Piezómetro sin agua.

14
En los bosques de mangle de Nicaragua, se registraron condiciones ácidas, óxicas
tendientes a hipóxicas, así como euhalinas tendientes a mesohalinas, con
temperaturas de 27.4±2.0oC (Figura 1 y 8c). Estableciéndose diferencias significativas
entre los sitios en estudio, con respecto a la temperatura, al registrar las máximas en
NIC28, posterior NIC33 (F4,14=5.04, p=0.017).

Figura 8c. Parámetros físicos y químicos del agua intersticial, por estaciones en los
bosques de mangle que bordean en Nicaragua ubicados en el Golfo de Fonseca.
*Piezómetro sin agua.
15
Las condiciones antes citadas, fueron sustentadas mediante una ANOVA de una vía;
al definirse diferencias significativas entre El Salvador y Nicaragua, con respecto a
la concentración de la salinidad del agua intersticial (p≤0.05). Caso contrario a
algunas estaciones cercanas entre sí de El Salvador y Honduras (intersección)
(Figura 9). Así mismo, por las diferencias significativas a su vez, definidas con la
salinidad entre Honduras y Nicaragua (F2,59= 2.56; p=0.05), esto validado aplicar la
prueba post hoc de Fisher (Figura 9). Caracterizándose en general la salinidad en El
Salvador (40.5 ±14.3 g Kg-1; figura 8a) y Honduras (36.1±8.1 g Kg-1; figura 8b) como
mesohalina; caso contrario en Nicaragua, al registrar condiciones euhalinas
tendientes a mesohalinas (45.0 ±19.5 g Kg-1; figura 8c).

Gráfica de intervalos de Salinidad (g/ kg) vs. País


95% IC para la media
55

50
CB
Salinidad (g/ kg)

45
A
40
A B
35

30
El Salvador Honduras Nicaragua
País
La desviación estándar agrupada se utilizó para calcular los intervalos.

Figura 9. ANOVA de una vía aplicada con las concentraciones de la salinidad del
agua intersticial de 35 bosques de mangle distribuidos en el Golfo de Fonseca en El
Salvador, Honduras y Nicaragua.

En el caso de las condiciones de óxido reducción del agua intersticial, se


establecieron diferencias significativas en los bosques de El Salvador, al presentar
condiciones óxicas, de -124.9±74.4 mV. Esto con respecto a las condiciones de tipo
óxico tendiente a hipóxico en Honduras y Nicaragua de -206.8±60.9 a -212.4 ±50.8
mV, respectivamente (F2,59= 8.39; p=0.001). Donde la prueba post hoc de Fisher valida

16
estas la diferencia de El Salvador, con respecto a Honduras y Nicaragua, así como la
similitudes de estos dos últimos países (Figura 10).

Gráfica de intervalos de Redox (mV) vs. País


95% IC para la media

-100

-120
A
-140
Redox (mV)

-160

-180 B B
-200

-220

-240

-260
El Salvador Honduras Nicaragua
País
La desviación estándar agrupada se utilizó para calcular los intervalos.

Figura 10. ANOVA de una vía aplicada con los valores del potencial redox en el
agua intersticial de 35 bosques mangle distribuidos en el Golfo de Fonseca en El
Salvador, Honduras y Nicaragua.

El pH tipificó al agua intersticial en los manglares como ácida tendiente a neutra en


los tres países, sin establecer diferencias (Figura 8, F2,58= 1.39; p≤0.257). Caso
contrario a la temperatura, pues a pesar de no presentar diferencias significativas
entre los tres países (F2,59= 0.29; p=0.751), algunos sitios superaron más de 2oC del
promedio general (Figura 8).

Nivel trófico en el agua intersticial

En general el nivel trófico que presentó el agua intersticial a partir de la


concentración de los compuestos nitrogenados oxidados (nitritos y nitratos = NOx)
en los bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca, fue de tipo eutrófico, de
3.72 ± 1.86 mg L-1 en NOx (Figura 11 a,b,c). Registrando sitios críticos en la calidad

17
del agua en cada país, al detectarse mayores concentraciones de NOx, con
acumulación de fosfatos por país (Figura 11 a,b,c).

Los bosques de mangle estudiados en El Salvador, registraron en un 80%


condiciones mesotróficas, de 2.14 ± 0.41 mg L-1 en NOx y 0.12 ± 0.16 mg L-1 en PO4-3.
El 20% restante fue hipertrófico en los tres bosques que componen el perfil de
vegetación de ELS5, con 3.76 ± 2.33 mg L-1 en NOx y 0.03 ± 0.02 mg L-1 en PO4-3 (Figura
11 a). En el caso de los sulfatos estos se establecieron en general, 1.2 veces mayor que
la concentración del agua de mar, con 207483 ± 475.12 mg L-1, con excepción del sitio
ELS5 que presentó 2.5 veces más concentración que el agua de mar, de 4270.86±
2206.26 mg L-1 (Figura 12 a).

18
Figura 11a. Concentración de los nutrientes en el agua intersticial en los bosques de
mangle que bordean El Salvador ubicados en el Golfo de Fonseca.

19
Figura 12a. Concentración de los sulfatos en el agua intersticial en los bosques de
mangle que bordean El Salvador ubicados en el Golfo de Fonseca. * Piezómetro sin
agua.

En el caso de Honduras, el agua intersticial presentó la más baja calidad ambiental,


comparado con El Salvador y Nicaragua, con un 50.1% de tipo mesotrófico en los
sitios HND6 a HND10 y HND19 a HND24, de 2.69 ± 0.59 mg L-1 en NOx y 0.06 ± 0.05
mg L-1 en PO4-3 (Figura 11b). El 41.6% como eutrófico-mesotrófico de HND11 a
HND16, 4.36 ± 0.62 mg L-1 en NOx y 0.07 ± 0.08 mg L-1 en PO4-3 y el 8.3% restante,
eutrófico-hipertrófico, de HND17 a HND18, de 7.53 ± 2.62 mg L-1 en NOx y 0.01 ±
0.02 mg L-1 en PO4-3 (Figura 11b). Este comportamiento en los compuestos
nitrogenados oxidados, establecieron diferencias significativas, con respecto a la
concentración de los nitritos (F3,31= 3.21, p=0.012). En general las concentraciones de
los sulfatos en los bosques de mangle en estudio superaron 1.4 veces más la
concentración del agua de mar, con 2343.46±322.6 mgL-1. Sin embargo, en el sitio
HND17, fue 2.6 veces más, con 4416.85±1552.29 mgL-1 (Figura 12b).

20
Figura 11b. Concentración de los nutrientes en el agua intersticial en los bosques
de mangle que bordean en Honduras ubicados en el Golfo de Fonseca.

21
Figura 12b. Concentración de los sulfatos en el agua intersticial en los bosques de
mangle que bordean Honduras ubicados en el Golfo de Fonseca.

En el caso de Nicaragua se presentaron cuatro niveles tróficos; 86.4% mesotróficos


en NIC27, NIC31 y NIC33, con 2.19 ± 0.66 mg L-1 de NOx y 0.21±0.22 mg L-1 en PO4-
3
. El 4.3% como eutrófico-hipertrófico y eutrófico mesotrófico en los bosques en los
sitios E28 y E32 los bosques de la orilla, con 5.84 y 5.60 mg L-1 de NOx y 0.88 y 0.86
mg L-1 en PO4-3 , respectivamente (Figura 11c). El 4.4% restante presentó condiciones
hipertróficas en NIC31 en el bosque de la orilla, con 2.51 mg L-1 y 3.88 mg L-1 en PO4-
3
(Figura 11c). Esto validado mediante las diferencias significativas que se
establecieron, con base en la concentración del fosfato del agua intersticial en los
bosques de mangle en estudio (F4,9=15.73, p=0.005). En general la concentración de
los sulfatos en el agua intersticial, fue 1.3 veces más que la concentración del agua
de mar en los manglares en estudio (2306.22±668.39 mgL-1), con excepción del sitio
NIC28, que superó 2 veces más (3409.18 ±1194.58 mg L-1) (Figura 12c).

22
Figura 11c. Concentración de los nutrientes en el agua intersticial en los bosques de
mangle que bordean en Nicaragua ubicados en el Golfo de Fonseca.

23
Figura 12c. Concentración de los sulfatos en el agua intersticial en los bosques de
mangle que bordean Nicaragua ubicados en el Golfo de Fonseca.

24
4.2. Suelo

En general las condiciones fisicoquímicas del suelo en los bosques de mangle que
bordean el Golfo de Fonseca se caracterizaron como ácidos ligeramente neutros, con
condiciones óxicas al noroeste, hipóxicas con tendencia anóxicas hacia el noroeste
(Figura 13) y conservando el criterio de ubicación espacial propuesto en el capítulo
de estructura forestal de esta investigación.

Las condiciones ambientales prevalecientes en el suelo del bosque de mangle en El


Salvador, fueron de tipo neutras (4.4±1.5), y óxicas (192.4±108.2 mV) (Figura 13a),
con excepción de la ELS1 y ELS3 que presentaron condiciones de alta alcalinidad e
hipoxia, con 10.5±0.5 y -233.1±33.2 mV, respectivamente (Figura 13a). La densidad
aparente fue registrada baja, con 0.43±0.12 gcm-3.

25
Figura 13a. Comportamiento de los parámetros fisicos y químicos del suelo en los
bosques de mangle que bordean El Salvador ubicados en el Golfo de Fonseca.

26
Los parámetros físicos y químicos del suelo en los manglares ubicados en Honduras
exhibieron dos comportamientos; en un 68.5% de los sitios HND6 a HND 18
condiciones ácidas (6.5±1.40) e hipóxicas-anóxicas (-263.91±129.19 mV) y el 31.3%
restante de tipo ácido (6.23±0.46) e hipóxico-óxico de HND19 a HND24 (-62±219.75
mV). En particular el bosque ubicado en HND16 registró condiciones de alta
alcalinidad (10.13±0.89) e hipoxia (-185.8±52.3 mV) (Figura 13b). La densidad
aparente del suelo fue registrada como media, de 1.03±1.10 g cm-3., comparada con
lo evaluado en El Salvador y Nicaragua.

27
Figura 13b. Comportamiento de los parámetros fisicos y químicos del suelo en los bosques de mangle que bordean
Honduras ubicados en el Golfo de Fonseca.

28
En los bosques de mangle de Nicaragua, se registraron condiciones ácidas (6.3±0.6)
y óxicas tendientes a hipóxicas (-59.9±224.9 mV), con densidad aparente alta, de
3.53±1.1 g cm-3 (Figura 13c).

Figura 13c. Comportamiento de los parámetros fisicos y químicos del suelo en los
bosques de mangle que bordean Nicaragua ubicados en el Golfo de Fonseca.

29
4.3. Caracterización y fisonomía de los bosques de mangle

El comportamiento de los atributos forestales (área basal, densidad y altura) y tipos


fisonómicos de los bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca, se
definieron con base en la ubicación espacial por país (Figura 1).

La fisonomía de los manglares que bordean el Golfo de Fonseca está representada


en un 20% por bosques tipo ribereño, 16.6% borde, 13.3% borde con tendencia
ribereño, con un 16.6% como cuenca, y el resto se tipifican como matorral-cuenca
(10%) y cuenca matorral (23.5%). Esta tendencia en la fisonomía de los bosques se
valida mediante los resultados del ACP, considerando los parámetros físicos y
químicos del agua intersticial y las variables dasométricas de los 35 bosques de
mangle en estudio. Este análisis, explica que el 68.4% del total de la varianza
establece como factores regulatorios para el desarrollo de la altura de los árboles: la
temperatura, salinidad y potencial redox del agua intersticial. Puesto que, el primer
componente explica en un 35.7% el comportamiento de las condiciones ambientales,
definiendo a la temperatura y salinidad como factores de mayor importancia,
correlacionado de manera inversa con la altura y área basal de los árboles. El
segundo componente define en un 17.4%, estableciendo al potencial redox del agua
intersticial, como el factor de mayor importancia, caracterizando las condiciones
prevalecientes en el agua intersticial, relacionándose este de manera inversa con la
salinidad. El tercer componente (15.4%) sustenta la condición ambiental en el agua
intersticial de los manglares del Golfo de Fonseca, al relacionarse de manera directa
entre la salinidad y el pH, e inversa con el área basal (Tabla 1).

30
Tabla 1. Análisis de Componentes Principales (ACP), aplicado en parámetros
químicos en suelos de bosques de mangle. Con una acumulación del 68.4% de la
varianza total en los primeros 3 factores en los bosques de mangle del Golfo de
Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua. AI: agua intersticial.

PARÁMETRO COMPONENTE COMPONENTE COMPONENTE


I (35.7 %) II (17.3 %) III (15.4 %)
AI
Salinidad (g Kg-1) -0.299 0.481 0.488
AI
pH 0.323 0.057 0.723
AI
Potencial redox (mv) 0.500 -0.791 0.221
AI
Temperatura (oC) -0.321 0.166 -0.179
Densidad (indv. ha-1) -0.411 -0.222 -0.104
Área basal (m ha )
2 -1
0.440 0.248 -0.384
Altura (m) 0.584 -0.036 -0.032

Lo antes citado, valida a su vez que los factores que determinan en forma general
los atributos forestales, y por ende la fisonomía de los manglares del Golfo de
Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua, son la salinidad y la temperatura
del agua intersticial. Esto sustentado con los resultados de las correlaciones de
Pearson aplicadas entre las condiciones ambientales y los atributos forestales (Tabla
2).

31
Tabla 2. Correlaciones de Pearson en variables de importancia ambiental, con
respecto a los atributos forestales en el Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras
y Nicaragua.

Variables de importancia r P
Altura vs. salinidad -0.47 0.006
Altura vs. temperatura -0.40 0.031

Altura vs. densidad -0.34 0.060


Altura vs. área basal 0.70 0.001

Se establecen bosques con mayor desarrollo forestal en El Salvador y Nicaragua, y


los menores en Honduras en las costas del Golfo; con presencia de Rhizophora mangle,
Rhizophora racemosa, Avicennia germinans, Avicennia bicolor y Laguncularia racemosa
(Figura 14 y 15). Donde A. germinans, R. mangle y L. racemosa se distribuyen a lo largo
del Golfo de Fonseca; A. bicolor se registró sólo en El Salvador y Nicaragua, y R.
racemosa únicamente se detectó en El Salvador. Esta fisonomía, presencia y
dominancia de las especies se encuentra estrechamente correlacionada con las
condiciones ambientales del agua intersticial.

32
En el caso de la fisonomía de los bosques de mangle de El Salvador, esta se
caracteriza como ribereños; borde con tendencia ribereño, y borde y cuenca con un
25% cada uno (Figura 14). Las especies dominantes son A. germinans (30%), R. mangle
(30%) y L. racemosa (20%), con presencia de R. racemosa (10%) y A. bicolor (10%)
(Figura 15). Esta fisonomía y dominancia de las especies están inversamente
relacionadas con la concentración de la salinidad y el nivel trófico del agua
intersticial, que a su vez este último establece el grado de disponibilidad de oxígeno
disuelto en el agua intersticial. Esto validado al aplicar una prueba de ACP con los
parámetros fisicoquímicos del agua intersticial, pues los factores regulatorios del
área basal y la altura de los árboles se establecieron en un 67.2% del total de la
varianza a partir de la concentración de la salinidad, sulfatos y nitritos. Así como el
grado de óxido reducción en el suelo (potencial redox); definido lo anterior en los
componentes 1 y 2, donde explican el 51.9% de la tendencia fisonómica de los
bosques y dominancia de las especies (Tabla 3). El tercer componente explica en un
15.4%, las condiciones externas que los bosques de mangle de El Salvador enfrentan
actualmente, esto al definir como factores determinantes a la temperatura del agua
intersticial y la densidad aparente del suelo; además del potencial redox y la
concentración del amonio en el agua intersticial (Tabla 3).

33
Tabla 3. Análisis de Componentes Principales (ACP), aplicado en parámetros
químicos en suelos de bosques de mangle. Con una acumulación del 67.2% de la
varianza total en los primeros 3 factores en los bosques de mangle en El Salvador
del Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua. s: suelo; AI: agua
intersticial.

COMPONENTE COMPONENTE COMPONENTE


I II III
Variable (32.9 %) (18.9 %) (15.4 %)
pH 0.316 -0.088 -0.054
AI
Temperatura (°C) 0.074 -0.394 0.429
AI
Potencial redox (mV) -0.207 -0.026 -0.434
AI
Salinidad (g Kg-1) -0.283 0.237 0.273
AI
NO2- (mgL-1) -0.284 0.192 -0.002
AI
NO3- (mgL-1) 0.126 0.414 0.122
AI
PO4 (mgL )
-3 -1
0.128 -0.125 0.063
AI
SO4-2 (mgL-1) -0.333 0.174 0.035
AI
NH4 (mgL )
+ -1
-0.043 -0.007 -0.422
s
Potencial redox (mV) -0.329 -0.305 0.068
s
pH 0.356 0.250 -0.060
s
Temperatura (°C) 0.128 -0.208 0.441
s
Densidad aparente (g -0.081 -0.321 -0.296
cm-3)
Densidad (indiv. ha-1) 0.075 0.440 0.082
Área basal (m2 ha-1) 0.396 0.076 -0.049
Altura (m) 0.355 -0.161 -0.229

Los manglares que bordean las costas de Honduras se tipificaron como ribereño en
tan solo un 6.1%, borde con tendencia ribereño y borde con 31.3%, cuenca en un
18.8%, el restante se establece como matorral y matorral con tendencia cuenca, con
25% y 18.8%, respectivamente (Figura 14). Se registró como especie dominante R.
mangle, seguido por L. racemosa y con presencia de A. germinans (13.8%) (Figura 15).
Estos parámetros dasométricos y dominancia de las especies se encuentran
regulados por la temperatura, la concentración de la salinidad y nitritos del agua

34
intersticial (factores determinantes). Lo anterior, validado mediante los resultados
de la prueba de ACP al definir en un 53.9% los como factores regulatorios, el
comportamiento del área basal y la altura de los árboles (Tabla 4). Donde en un
23.4% la concentración de la salinidad y el nivel trófico está influenciando el
comportamiento de los atributos forestales, el 17.2% la relación inversa entre el
potencial redox del suelo, la concentración de la salinidad, sulfatos y amonio del
agua intersticial. El 12.4% restante define la disponibilidad de los nitritos en el agua
intersticial, derivado de la relación indirecta con el potencial redox en el agua
intersticial (Tabla 4).

35
Tabla 4. Análisis de Componentes Principales (ACP), aplicado en parámetros
químicos en suelos de bosques de mangle. Con una acumulación del 53.9% de la
varianza total en los primeros 3 factores en los bosques de mangle en Honduras del
Golfo de Fonseca. AI: agua intersticial; s: suelo.

Variable COMPONENTE COMPONENTE COMPONENTE


I II III
(24.3 %) (17.2 %) (12.4 %)
AI
pH -0.173 -0.317 -0.202
AI
Temperatura (°C) 0.293 0.070 0.072
AI
Potencial redox (mV) 0.022 0.168 -0.562
AI
Salinidad (g Kg-1) 0.336 -0.340 0.117
AI
NO2- (mgL-1) 0.434 -0.226 0.212
AI
NO3- (mgL-1) 0.175 -0.035 -0.451
AI
PO4-3 (mgL-1) -0.136 -0.092 -0.126
AI
SO4-2 (mgL-1) 0.396 -0.259 0.059
AI
NH4+ (mgL-1) 0.111 -0.318 -0.245
s
Potencial redox(mV) 0.126 0.487 0.055
s
pH -0.125 0.135 0.452
s
Densidad aparente (g cm- 0.006 0.311 -0.004
3
)
Densidad (indiv.ha-1) 0.230 0.241 -0.299
Área basal (m2 ha-1) -0.308 -0.285 -0.026
Altura (m) -0.431 -0.173 -0.004

Para Nicaragua los bosques de mangle se exhiben como ribereños en un 44.4%,


borde con tendencia ribereño de 11.0%, borde y borde cuenca, con 11.2% cada uno.
El resto de los manglares se caracterizó como matorral, con 22.2% (Figura 14). Se
registraron dos especies dominantes, R. mangle (42.9%) y A. germinans (35.7%), y con
presencia de A. bicolor (14.3%) y L. racemosa (7.1%) (Figura 15). Lo anterior, derivado
de las condiciones fisicoquímicas del agua intersticial y suelo. Esto validado
mediante los resultados de la prueba de ACP, al explicar en un 74.8% tres
condiciones ambientales que definen los atributos forestales, dominancia y
36
distribución de las especies. El primer componente exhibe en un 34.1%, el
comportamiento inverso que presentan las variables biológicas antes citadas, en
relación inversa a la densidad aparente del suelo, concentración de nitratos y
salinidad del agua intersticial. El segundo componente explica el 24.8% de la
condición que define la relación inversa entre el valor del pH y la concentración de
los nitritos y el amonio en el agua intersticial. El 15.9% restante (componente 3),
específica la condición directa del pH del suelo e inversa con respecto a la
concentración de los fosfatos y temperatura del agua intersticial (Tabla 5).

Tabla 5. Análisis de Componentes Principales (ACP), aplicado en parámetros


químicos en suelos de bosques de mangle. Con una acumulación del 74.8% de la
varianza total en los primeros 3 factores en los bosques de mangle en Honduras del
Golfo de Fonseca. AI: agua intersticial; s: suelo.

Variable COMPONENTE COMPONENTE COMPONENTE


I II III
(34.1 %) (24.8 %) (15.9 %)
AI
pH 0.066 0.446 0.088
AI
Temperatura (°C) 0.198 0.099 -0.472
AI
Potencial redox (mV) -0.109 0.312 0.293
AI
Salinidad (g Kg-1) 0.406 -0.064 -0.200
AI
NO2- (mg L-1) -0.025 -0.420 0.284
AI
NO3- (mg L-1) 0.274 0.192 0.094
AI
PO4-3 (mg L-1) 0.030 -0.312 -0.404
AI
SO4-2 (mg L-1) -0.188 -0.246 -0.288
AI
NH4 (mg L )
+ -1
-0.067 -0.347 -0.018
s
Potencial redox (mV) 0.324 -0.325 -0.041
s
pH -0.133 0.012 0.456
s
Densidad aparente (g cm-3) 0.381 -0.077 0.214
Densidad (indiv ha-1) 0.299 -0.233 -0.043
Área basal (m2ha-1) -0.366 -0.163 -0.192
Altura (m) -0.415 -0.081 -0.119

37
A través de los resultados obtenidos de las correlaciones de Pearson, se valida a su
vez como la fisonomía (atributos forestales) en los bosques de mangle de Nicaragua
se encuentran reguladas por la temperatura y salinidad del agua intersticial (Tabla
6).

Tabla 6. Correlaciones de Pearson en variables de importancia ambiental con


respecto a los atributos forestales en los manglares de Nicaragua ubicados en el
Golfo de Fonseca.

Variables de importancia r P

Temperatura vs. salinidad 0.773 0.015

Altura vs. salinidad -0.77 0.016

Altura vs. temperatura -0.70 0.039

Altura vs. área basal 0.93 0.001

Altura vs. densidad -0.50 0.100

38
Figura 14. Atributos forestales y tipos fisonómicos en el ecosistema de manglar que bordean el Golfo de Fonseca. E#: Sitio de muestreo;
F#: número de franja; F1: bosque ubicado en la orilla del agua; F2, F3: bosque interno.

39
Figura 15. Dominancia de las especies de mangle que bordean el Golfo de Fonseca. E#: sitio de muestreo.

40
4.4. Bioindicadores

La mayor densidad de neumatóforos de Avicennia germinans, Avicennia bicolor y


Laguncularia racemosa en el Golfo de Fonseca se localizó en Nicaragua, ante la mayor
dominancia de A. germinans y A. bicolor con respecto a El Salvador; así como mayor
altura (Figura 16).

Figura 16. Densidad y altura de los neumatóforos de Avicennia germinans, Avicennia


bicolor y Laguncularia racemosa en el Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y
Nicaragua. E#: sitio en estudio.

Por otra parte, se determinó la densidad de juveniles y plántulas en el sotobosque,


con la finalidad de correlacionar el grado de conservación de los 35 bosques de
mangle evaluados en esta investigación, basado en el criterio de la capacidad de
regeneración que tienen los bosques (Figura 11). A lo largo de la costa, en los 35
sitios estudiados para ambas fases de desarrollo, en general se registró en Nicaragua,

41
con 44% para juveniles y 89% para plántulas. En el caso de Honduras, las plántulas
se presentaron en un 47.1% de los sitios analizados y en el caso de El Salvador se
registraron plántulas y juveniles en el 40% del total del territorio analizado. En
particular la mayor densidad de plántulas de mangle se definió en Honduras, con
3491±355 plántulas ha-1, seguido de Nicaragua, de 2731±1799 plántulas ha-1 (Figura
17a). Así mismo, los juveniles se registraron con la mayor densidad en Honduras,
con 1543±609 juveniles ha-1, seguido de El Salvador, de 950±212 juveniles ha-1 (Figura
17b).

42
Figura 17a. Comportamiento de juveniles en el sotobosque de los bosques de mangle que bordean el Golfo de Fonseca en
El Salvador, Honduras y Nicaragua.

43
Figura 17b. Densidad y altura de plántulas en sotobosque en bosques que mangle que bordean el Golfo de Fonseca
en El Salvador, Honduras y Nicaragua.

44
4.5. Conservación y vulnerabilidad

Con base en los resultados de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo,
así como las actividades antrópicas que ejercen un grado de estrés por bosque en estudio, se generaron las siguientes tablas
de ponderación para determinar el grado de conservación y vulnerabilidad.

Tabla 7 . Grado de conservación de los manglares que bordean El Salvador en el Golfo de Fonseca, con base en los resultados
de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las actividades
antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, aplicando ponderaciones.

Nutrientes del
Potencial redox del agua

agua intersticial Amenazas


Especie dominante

Salinidad (g Kg-1)

Desechos hospitalarios

Tipo fisonómico
urbanos adyacentes al

Cambios hidrológicos

Granjas camaroneras
borde por canales de

Producción de caña

Clasificación
Descargas de agua
residual urbana e
Construcción del

Suma total
intersticial

Construcción de

construcción de
Asentamientos

Asentamientos
Agroindustria

Azolvamiento
Nivel trófico

(Dragados o
Sitios

Ganadería

carreteras

industrial
humedal

urbanos
diques)
Salinas

riego
PO4-³

NO3-

SO4-²

Tala
ELS1 4 2.5 1.5 2.5 1.5 2 0 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 1 4 28 C
ELS2 1 2.5 3 3 2 1 0 0 1 0 1 1 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 2 26 C
ELS3 3 1.5 2.5 2 3 0 1 0 1 0 1 0 1 1 1 0 1 1 1 1 0 1 2 25 CM
ELS4 0 2.5 2.5 1.5 1.5 1.5 1 0 1 0 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0 3.5 23 CM
1.7
0 1 1 0 1 0 25
ELS5 3 2.5 2.3 5 1.5 2 1 0 1 0 1 0 1 1 1 1 2 CM
1.7
1 1 0 0 1 1 1 1 1 28
ELS6 3 2.5 2.3 5 1.5 2 0 0 1 0 1 1 1 4 C

C: conservado; CM: conservación media.

45
Tabla 8. Grado de vulnerabilidad de los manglares que bordean El Salvador en el Golfo de Fonseca, con base en los
resultados de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las
actividades antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, se generaron las siguientes tablas de ponderación para
determinar el grado de conservación, aplicando ponderaciones.

Nutrientes del
Amenazas
agua intersticial
Potencial redox (mV) AI

(Dragados o construcción de

Descargas de agua residual


Construcción del borde por
Construcción de carreteras
Especie dominante
Sitios Ambientales

Salinidad (g Kg-1)

Asentamientos urbanos

Asentamientos urbanos
adyacentes al humedal
Desechos hospitalarios

Tipo fisonómico
Cambios hidrológicos

Granjas camaroneras
Producción de caña

Clasificación
urbana e industrial

Suma total
canales de riego
Agroindustria

Azolvamiento
Nivel trófico
Ganadería

diques)
Salinas
PO4-³

NO3-

SO4-²

Tala
ELS1 4 1 1 0.5 1.5 1 1 1 3 1 1 1 4 21 VA
ELS2 1 0.5 0.5 0 1 2 1 1 3 1 1 2 14 VB-M
ELS3 3 1 0.5 1 0.5 2 1 3 2 1 1 4 20 VA
ELS4 0 1 0.5 1 1.5 1 1 3 1 1 1 1 3.5 17 VM
ELS5 3 0.75 0.75 1.25 1 1 5 4 3 1 1 1 2.5 25 VA
ELS6 3 0.75 0.75 1.25 1 1 1 2 3 1 1 4 20 VA

VA: vulnerabilidad alta; VB-M: vulnerabilidad baja a media; VM: vulnerabilidad media

46
Tabla 9 . Grado de conservación de los manglares que bordean Honduras en el Golfo de Fonseca, con base en los resultados
de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las actividades
antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, aplicando ponderaciones.

Nutrientes del

Potencial redox del agua


Amenazas
agua intersticial
Especie dominante

Salinidad (g Kg-1)

Tipo fisonómico
urbanos adyacentes

Producción de caña
borde por canales
Construcción del
Construcción de

Suma total
construcción de
intersticial

Asentamientos

Asentamientos
Agroindustria

Azolvamiento

camaroneras

Clasificación
Nivel trófico

hidrológicos

(Dragados o
al humedal
Sitios

Ganadería

carreteras

Cambios
de riego

urbanos
Granjas
diques)
Salinas
PO4-³

NO3-

SO4-²

HND6 4 3 1.5 3 3 2 0 0 1 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 3.5 28 C


HND7 4 2.5 2 3 2 2.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 4 30 C
HND8 4 2 3 3 3 0.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 3.5 29 C
HND9 4 1.5 2.5 3 3 2.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 2 29 C
HND10 4 3 2.5 3 2.5 2.5 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0 1 0 1 1.5 26 CM
HND11 1 1.5 2.5 1.5 3 2.5 0 1 1 1 1 1 0 1 0 1 1 0 1 1 22 CM-B
HND12 1 1.5 3 1.5 3 1 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 2 23 CM
HND14 4 2.5 2 2.5 2.5 2 0 1 0 1 1 1 0 1 0 1 0 0 1 23 CM-B
HND15 3 3 2.5 3 3 0.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 25 CM
HND16 4 3 2.5 2.5 3 0.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 3 29 C
HND17 4 2.5 0.5 1.5 3 2.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 3 27 CM
HND18 1 2 2 1.25 1.3 2 0 1 1 1 1 1 0 1 0 1 1 0 1 1 20 CB
HND19 1 3 2.5 3 3 2.5 0 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 1.5 27 C
HND20 1 2 2 0 3 2.5 0 1 1 0 1 1 1 1 0 1 1 0 1 1.5 21 CB
HND21 4 2.5 2.5 3 3 2.5 0 1 1 0 1 1 1 0 0 1 1 0 1 3 29 CM
HND24 4 2 2.5 3 1 2 0 1 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 0 2 26 CM

C: conservado; CM: conservación media; CM-B: conservación media a baja; CB: conservación baja;

47
Tabla 10. Grado de vulnerabilidad de los manglares que bordean Honduras en el Golfo de Fonseca, con base en los
resultados de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las
actividades antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, aplicando ponderaciones.

Nutrientes del agua


Amenazas

Potencial redox (mV)


Salinidad (g Kg-1) AI
intersticial
Especie dominante

Suma de impactos
Tipo fisonómico

Clasificación
borde por canales
Construcción del
Construcción de

construcción de
Asentamientos

Asentamientos
Producción de
Agroindustria

Azolvamiento

adyacentes al

camaroneras
Nivel trófico

hidrológicos

(Dragados o
Sitios

Ganadería

carreteras

humedal
Cambios
de riego

urbanos

urbanos
AI

Granjas
diques)
Salinas
PO4-³

NO3-

SO4-²

caña
HND6 4 0.5 1 0 0.5 1 1 1 1 1 1 3.5 16 VB
HND7 4 0.5 1 0.5 1 0.5 1 1 2 4 16 VB
HND8 4 1 0.5 0 0 2 1 1 2 3.5 15 VB
HND9 4 1 1 1 0 1 1 1 2 2 14 VB
HND10 4 0.5 1 0 1 0.5 1 2 1 1 3 3 1.5 20 VM
HND11 1 0.5 0.5 1 0 0.5 2.5 1 1 3 1 12 VB
HND12 1 1 0.5 1 0 1.5 2.5 1 3 2 14 VB
HND14 4 0.5 1 0.5 1 1 2.5 1 1 1 2 1 1 18 VM
HND15 3 1 0.5 0 1 2 2.5 1 1 1 13 VB
HND16 4 0 1 1 0 2 2.5 1 2 3 17 VB
HND17 4 0.5 2 0 0.5 0.5 5 1 3 3 20 VM
HND18 1 1 0.5 1 0.3 0.8 5 1 1 3 1 16 VB
HND19 1 0.5 1 0 0 1 1 1 2 1.5 9 VB
HND20 1 1 1 2 0.5 1 1 1 1 3 1.5 14 VB
HND21 4 0.5 1 0 0 0.5 1 1 2 1 2 3 16 VB
HND24 4 1 1 0 1.5 1 1 1 1 1 1 2 16 VB

VB: vulnerabilidad baja; VM: vulnerabilidad media

48
Tabla 11. Grado de conservación de los manglares que bordean Nicaragua en el Golfo de Fonseca, con base en los resultados
de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las actividades
antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, se generaron las siguientesaplicando ponderaciones.

Nutrientes del
agua intersticial Amenazas

Potencial redox del agua

Promedio del gran Total


Especie dominante
Sitios Ambientales

Salinidad (g Kg-1)

construcción de diques)
Construcción carreteras

Asentamientos urbanos

Asentamientos urbanos
Construcción del borde

Tipo fisonómico
adyacentes al humedal

Granjas camaroneras
Cambios hidrológico
por canales de riego

Clasificación
intersticial

Agroindustria

Azolvamiento
Nivel trófico

(Dragados o
Ganadería
PO4-³

NO3-

SO4-²

NIC27 1.2 0.7 0.7 0.8 0.7 0.0 1.0 0.0 1.0 1 0 1 0 5 3 16 CB
NIC28 1.7 1.8 1.0 1.5 2.0 0.0 1.0 1.0 1.0 1 0 1 0 6 3.5 23 CM
NIC31 3.0 2.0 1.0 1.5 0.5 0.0 1.0 1.0 1.0 1 0 1 0 3 4 20 CB
NIC32 0.0 2.5 3.0 2.5 3.0 0.0 1.0 1.0 0.0 1 0 1 0 2 4 21 CB
NIC33 2.5 1.5 2.0 2.0 1.5 0.0 1.0 1.0 1.0 1 0 0 0 2 4 3 23 CM

CM: conservación media; CB: conservación baja;

49
Tabla 12. Grado de vulnerabilidad de los manglares que bordean Nicaragua en el Golfo de Fonseca, con base en los
resultados de los modelos estocásticos utilizando los valores y concentraciones del agua intersticial y suelo, así como las
actividades antrópicas que ejercen un grado de estrés en el humedal, se generaron las siguientesaplicando ponderaciones

Nutrientes del agua


Amenazas
intersticial

Construcción del borde por canales de

Asentamientos urbanos adyacentes al

(Dragados o construcción de diques)


Potencial redox (mV)
Especie dominante
Sitios Ambientales

Suma de impactos
Salinidad (g Kg-1)

Construcción de carreteras

Tipo fisonómico
Asentamientos urbanos

Clasificación
Cambios hidrológicos

Granjas camaroneras
Agroindustria

Azolvamiento
Nivel trófico

Ganadería

humedal
riego
PO4-³

NO3-

SO4-²

NIC27 3 1.8 2.0 0.5 1.5 1.2 1.0 0.0 3.0 0.0 0 2 0 1 5 3 25 VA
NIC28 1 1.3 1.3 0.8 1.3 0.8 4.0 0.0 0.0 0.0 0 2 0 1 6 3.5 23 VA
NIC31 4 0.5 1.0 1.5 1.5 2.0 1.0 0.0 0.0 0.0 0 2 0 1 3 4 22 VM
NIC32 4 2.0 0.5 0.0 1.0 0.0 2.5 0.0 0.0 4.0 0 2 0 1 2 4 23 VA
NIC33 4 0.5 1.5 1.0 1.0 1.5 1.0 0.0 0.0 0.0 0 2 2 1 2 4 3 25 VA

VA: vulnerabilidad alta; VM: vulnerabilidad media.

50
5. DISCUSIÓN

A pesar de la considerable atención que han recibido los ecosistemas de manglar en


el Golfo de Fonseca a través del marco jurídico que se ha venido implementando
desde 1942 a la fecha en El Salvador, Honduras y Nicaragua. Este no ha permitido
mitigar la magnitud e intensidad de la destrucción de los manglares del Golfo de
Fonseca y mucho menos son considerados eficientes, la administración y
ordenamiento en el uso de los mismos (Abrego Funes, 1994). Puesto que los
manglares siguen desapareciendo como consecuencia de diversas actividades
socioeconómicas llevadas a cabo en ellos y sus zonas circundantes; que generan, en
mayor o menor grado, estrés e impacto en el desarrollo, evolución y conservación
de estos ecosistemas. Ante estos escenarios ambientales, los manglares del Golfo de
Fonseca responden a más de dos décadas de estrés ocasionado por diversas
actividades antrópicas y eventos hidrometereológicos.

En general, las variaciones espaciales en las condiciones ambientales del agua


intersticial, nivel trófico y suelo de los manglares del Golfo de Fonseca, son definidas
por los factores hidrográficos presentes en este. Asimismo, al estar en el sistema
insular, se ve influenciado por los procesos hidrológicos que comparten El Salvador,
Honduras y Nicaragua desde la cuenca media hacia la baja, y por ende comparte
impactos derivados de las actividades antrópicas que se desarrollan en cada uno de
estos países, en la cuenca alta y media (GEF, 2007; DIGESTYC, 1992; Jiménez, 1994).
Respuesta de ello, la fisonomía de los bosques de mangle se encuentra regulados por
tres factores de manera directa entre sí, la temperatura y salinidad del agua
intersticial e inversa en ambos con el potencial redox del agua intersticial en gran
parte en el Golfo de Fonseca. Definiéndose por su fisonomía actual, como bosques
secundarios, al no representar el estado original de los mismos; exhibiéndose sólo
en algunas áreas relictos de la fisonomía de los bosques de mangle originales.
Similares resultados fueron registrados por Agraz Hernández et al. (2012 y 2018)
derivado de las actividades antropicas desarrolladas adyacente a los manglares,
generando a lo largo del tiempo bosques secundarios y cambios en la especie
dominante.

51
En algunos bosques de mangle analizados en El Salvador y Nicaragua se presentan
mayor desarrollo forestal, sin embargo en su mayoría, exhiben pérdida en estructura
y función. En el caso de Nicaragua, los tiempos de residencia del agua son
determinados por mareas diurnas, lo cual explica el por qué, pese a un nivel general
de deterioro ambiental alto, aún existe biota suficiente para mantener las actividades
de explotación del recurso (Carvajar Juárez y Soto Valdivia, 2005). En el caso de los
manglares de Honduras, estos registran bajo desarrollo en términos de área basal y
altura. De igual forma, se puede observar la presencia y dominancia de Laguncularia
racemosa y Avicennia germinans, debido a que su distribución y crecimiento se ha
favorecido con los cambios ambientales, mismos que son causa de la presión ejercida
negativamente por más de dos décadas por agentes alóctonos al ecosistema. Esto se
validó al establecerse como factores determinantes del área basal y altura de los
árboles, la concentración de la salinidad (mesohalinas e hipersalinas) y de los
compuestos nitrogenados (mesotróficas y eutróficas). Además, al definirse las
correlaciones significativas que se expresaron en esta investigación entre la altura de
los árboles, con respecto a la temperatura, salinidad y potencial redox (hipóxicas y
anóxicas) del agua intersticial en los bosques de mangle.

Por otra parte, los árboles de L. racemosa se ven beneficiados por las condiciones
actuales del ecosistema; a pesar de que debería dominar Rhizophora mangle en los
bosques que bordean el Golfo de Fonseca. Estos incrementos en la dominancia y
distribución de L. racemosa pueden ser atribuidos, a las condiciones mesotróficas
hasta eutróficas, por las descargas y escorrentías provenientes de asentamientos
urbanos, actividad ganadera y agricultura (i.e. cultivos de la caña de azúcar); con
mayor intensidad para los manglares de Honduras. Al respecto, Agraz-Hernández
(pers. commun.) menciona que L. racemosa es utilizada como bioindicador de estrés
antropogénico, tolerante a tiempos de residencia altos, y mayores concentraciones
de salinidad que R. mangle, por poseer glándulas desalinizadoras en el pecíolo de la
hoja. Esto validado nuevamente con la presencia de gran cantidad de Enteromorpha
sp. (bioindicador) en bosque de mangle de Honduras (HND20 y HND24—área del
estero Dorado y Tanisal; HND21—Guapinol); ya que es una macroalga considerada
como indicadora del grado de eutrofización antropogénico (por descargas durante

52
periodos prolongados, que provocan incrementos en la concentración del nitrógeno
y fosfatos). Asimismo, ante el aporte continuo de los sedimentos por la descarga de
agua residual de origen antrópico, se favorecen los procesos de acreción y
azolvamiento, y por ende, la generación de playones en el Golfo (i.e. en áreas de
Honduras), debido al aumento del tiempo de residencia del agua, incremento de
topografía, evaporación del agua y aumento de la salinidad. Este último parámetro
es considerado, para esta investigación, como el factor más importante que ayuda a
explicar los patrones de distribución vegetal, razón por la cual, se beneficia el
establecimiento y desarrollo A. germinans e incluso en las zonas más altas con poca
influencia de mareas Avicennia bicolor; tal como se observa en Honduras y
Nicaragua. Esto en conjunto de los efectos negativos que la producción salinera
ocasiona en el humedal de mangle, la deforestación, el incremento en la salinidad,
la pérdida de la estructura y función de los bosques adyacentes, así como el
desplazamiento de las especies, de Rhizophora mangle a Avicennia germinans. Autores
como Thom (1967; 1982) mencionan que existe una gran dependencia entre el nivel
de inundación, salinidad y geomorfología con la estructura y composición de los
bosques de mangle.

En particular, las condiciones ambientales prevalecientes del agua intersticial en los


bosques de mangle de El Salvador, son derivadas de los cambios hidrológicos
suscitados a través de dos décadas en el río Goascorán; como consecuencia de las
tasas de crecimiento aceleradas de la población (DIGESTYC, 1992) y la necesidad del
uso del agua por estos, en conjunto de la presencia de sequías periódicas (Vargas
Ulate, 2004; Ribalaygua et al., 2016); exhibiendo disminuciones importantes en el
tirante del cauce del río (pers. commun. comunidad ribereña). La tipificación de la
salinidad es tendiente a euhalino con alcalinidad en el agua; esta se deriva del mayor
tiempo de residencia, como consecuencia del incremento en el aporte de sedimentos
al Golfo ante la deforestación en la cuenca media y los mangles (i.e. Esterón y Caserío
El Icacal. Castillo Ondina et al., 2002), actividad ganadera que ha propiciado la
deforestación (i.e. ELS1, ELS2 ), erosión del suelo y aporte de sedimentos derivados
de la actividad agrícola (i.e. ELS1, ELS2) y de granjas camaroneras que han
ocasionado condiciones mesotróficas en el agua intersticial (i.e. ELS3, ELS4 ), además

53
de la construcción de las salinas, aportes de agua residual urbana que ha propiciado
condiciones hipertróficas e incremento en el humedal, en 2.5 veces más la
concentración de los sulfatos presentes en el agua de mar (< 150 ha) (i.e. ELS5). Así
como, por los procesos de génesis del mismo Golfo de Fonseca (disminución de la
profundidad) y la continua influencia marina por las mareas. Escenarios validados
por los factores regulatorios que explican el 51.9% de la condición ambiental
prevaleciente; donde se genera a partir de la concentración de la salinidad, sulfatos
y nitritos, en relación inversa al potencial redox del agua intersticial.

Todos estos escenarios originan la fisonomía actual de los bosques en El Salvador y


explican la dominancia en un 60% de especies excretoras y tolerantes a menor
frecuencia de inundación; pues se encuentran estrechamente correlacionadas con las
condiciones ambientales del agua intersticial; registrándose como un factor
regulador de la altura y área basal de los árboles, la salinidad del agua intersticial.
Es por ello, que los bosques de mangle que bordean la línea de costa de El Salvador
pueden ser considerados como secundarios; sustentado con la disminución del área
basal y altura de los árboles. Aunado a la fuerte presión que ocasiona la tala para
venta de leña, desde inicios de 1985. Asimismo, es relevante mencionar que los
esfuerzos que se han realizado por recuperar la cobertura de mangle en algunos
sitios, con reforestación R. mangle, han sido sustituidas de manera dominante por
plántulas A. germinans, seguido de L. racemosa, escenarios que ratifican las
condiciones prevalecientes; mayor topografía, menor frecuencia de inundación y
baja calidad del agua. Al respecto, Amaya Orellana y Flores-Salmeron (2006) indican
para el año 1996 que el Golfo de Fonseca recibía cada año 2.7 millones de m3año-1 de
sedimentos provenientes de los ríos de la zona del Golfo y del río Goascorán (sitios
de este estudio ubicados en ELS5, ELS3).

En particular en los bosques de mangle analizados aledaños al municipio de


Intipucá (ELS1 y ELS2), las principales actividades económicas (v.g. agricultura,
siembra de maíz y caña de azúcar, ganadería y pesca artesanal) han impactado de
manera importante a los manglares; al reducir la calidad del agua, ante las descargas
de aguas residuales, aportes de desechos sólidos, la tala intensiva en el Esterón y

54
Caserío El Icacal, así como el cambio de uso de suelo derivado de los asentamientos
humanos a orillas de calle hacia el Esterón específicamente en el caserío el Cerique.

Ante lo citado, diversos autores mencionan que de la cobertura de mangle de El


Salvador se ha perdido aproximadamente 58.2% de 1989 al 2017 ( MARN, 2018); con
pérdidas importantes en el humedal del Tamarindo y Bahía de la Unión, muchas
veces a expensas del cambio de uso de suelo en beneficio de espacios para granjas
de camarón y salinas.

En el caso de los bosques de mangle de Honduras, registran deterioro importante en


la calidad del agua en gran parte de los humedales de tipo eutrófico e incluso
hipertrópico y cambios en el comportamiento del hidroperiodo; que origina en un
68.5% condiciones hipóxicas-anóxicas y ácidas en el suelo de toda la cobertura del
mangle; esto concordante con otras referencias (GEF, 2007) e incluso en algunos
sitios las salinidades en al agua intersticial se registran como euhalinas. Esto
atribuido a la fragmentación del humedal por la construcción de carreteras (i.e. El
Relleno: HND11 y HD12), deforestación y erosión del suelo ante este impacto,
acarreo del sedimento en áreas afectadas hacia humedales del agua dulce y salobre
ypor ende, generación de procesos de azolvamiento, mayor tiempo de residencia del
agua y condición anóxica; así como por el desarrollo explosivo que tuvo la industria
de las granjas camaroneras durante las últimas décadas en Honduras. Rivera
Monroy et al. (2002) indican que aproximadamente el 77% del área cubierta por
estanques para la producción del camarón en el Golfo de Fonseca, se ubicó en
Honduras en 1999. Aunado a esto, los manglares de Honduras, reciben gran
cantidad de sedimento rico en nitrógeno y fosfatos, derivado del desarrollo de las
granjas camaroneras (cifra descrita 1980 al 2000. GEF, 2007; Rivera Monroy et al.,
2002).

Razón por la cual, se registra aumento principalmente en la dominancia de L.


racemosa, y posteriormente A. germinans; desplazando a R. mangle. Información
relevante, pues este escenario es generado y provocado por el azolvamiento ante el
aporte constante de sedimentos durante las descargas de las granjas camaroneras,
55
actividades agrícolas (i.e. HND20 y HND21); condiciones que están limitando la
navegación y desplazamiento de muchas especies de importancia comercial y
ecológica en fase larval. Jameson et al. (2019) atribuyen la disminución de la
biodiversidad y cambios en la distribución de las especies, debido a lasmiles de
toneladas de sedimento y contaminantes que son acarreados por los ríos Choluteca,
Nacaome, Goascorán y Negro, que descargan en el Golfo de Fonseca.

Asimismo, la gran cantidad de granjas camaroneras que se desarrollan en las costas


de Honduras en el Golfo de Fonseca, aportan gran cantidad de sedimento a los
manglares, rico en nitrógeno, fosfatos y materia orgánica; generado a su vez el
azolvamiento, acreción y eutrofización en los humedales de mangle y el Golfo de
Fonseca (sitios críticos HND11 al HND18). Sevilla Rueda y Hernández Jiménez
(2014) mencionan que del 100% de alimento proporcionado a los camarones, 20% es
descargado como heces fecales al ecosistema; ya que el camarón debe ser alimentado
de tal forma que tenga oportunidad de consumir tanta comida que sea posible,
proporcionando alimento en pellets de 4 a 6 hrs. Donde la mayor parte de este
alimento es utilizado como estrategia de alimentación en la etapa de engorda del
camarón (Martínez Cordova et al., 2008). Por su parte, Green et al. (1999) indica que
el río Choluteca descargaba las mayores cantidades de nitrógeno y fósforo al Golfo
de Fonseca, proveniente de 11,000 hectáreas de estanques de camarones que se
encontraban activos; registrando eutrofización en el área de influencia de la descarga
en el Golfo (Green et al. 1999). Escenarios detectados en el área con influencia del río
Choluteca, con respecto al nivel trófico y grado de anoxia en el agua intersticial y del
suelo, en los sitios HND20,HND21 y HND24. Así como, el humedal de mangle en
El Relleno, Carretera al Relleno y área adyacente (HND11 a la HND16). Escenarios
generados actualmente y que se explican en un 40.6%, por la relación directa entre
la salinidad, nitritos, sulfatos y amonio e inversa con el potencial redox del suelo y
agua intersticial; factores regulatorios de la condición ambiental actual.

Condición ambiental que valida la disminución de los atributos forestales, y la


formación de bosques secundarios en los manglares de Honduras, en conjunto de la
tala generada para la venta de leña y extracción del tanino, acciones realizadas

56
durante dos décadas. Con la finalidad de dimensionar la magnitud e intensidad del
impacto en los manglares por estas dos últimas actividades, se tomaron datos de
extracción de 4,200 m3 de madera para el uso de taninos, equivalente a la pérdida de
2,800 árboles de Rhizophora sp., así como 4,363 m3 de madera extraída para venta de
leña, considerando una deforestación de 3,037 ha (Suma, 1994) y tomando los
valores de los atributos forestales de un bosque ribereño. Los resultados definen
pérdidas de 8,667,598 árboles en 3037 ha, aproximadamente; situación preocupante,
pues la productividad de estos bosques generaban más de 2,429,600 kg ha-1 año-1 de
pesca; tomando en cuenta capturas de 767 kg ha-1 año-1, por cada hectárea manglar
(Turner, 1991).

Con referencia a los bosques de mangle de Nicaragua, estos registran mayor acidez
e hipóxia, así como condiciones euhalinas tendientes a mesohalinas, esto comparado
con El Salvador y Honduras. Condiciones que caracterizan sólo a los manglares que
bordean el Estero Real, debido al incremento de las granjas camaroneras aledañas a
este, con un 27.8% (6,233 ha) más que en Honduras. Registrándose con ello, el
desplazamiento de R. mangle por A. germinans y disminución del ancho de la franja
del humedal a menos de 30 m. Esto debido a la mayor magnitud e intensidad de
estrés; principalmente por el incremento en la salinidad, azolvamiento (por aportes
de sedimentos) y mayor tiempo de residencia del agua, propiciando hipoxia y en
algunas áreas del humedal en el Estero Real, anoxia por el aporte constante de
nitrógeno y fosfatos provenientes de los efluentes de las granjas camaroneras. A
pesar de haberse declarado como Reserva Natural Protegida, en el año 1983
(DECRETO-LEY No. 1320, 1983). Por la cual, se define en esta investigación que la
fisonomía y la dominancia de los manglares que bordean el Estero Real están
regulados por la temperatura, la concentración de la salinidad y nitritos del agua
intersticial; siendo estos factores de estrés lo que genera mayor densidad aparente
en el suelo, y por ende aumento de la acidez del suelo. Al comparar la fisonomía
entre los bosques del Estero Real y los del Estero Padre Ramos (sitios NIC31, NIC32
y NIC33, de esta investigación), se puede definir que la fisonomía original de los
manglares en el Estero Real era de tipo ribereño, ribereño con tendencia borde o
borde, con distribución y dominancia Rhizophora mangle, seguida por R. racemosa,

57
Laguncularia racemosa y Avicennia germinans (Carvajar Juárez y Soto Valdivia, 2005).
Siendo relevante indicar que la mayor cantidad de L. racemosa, es reflejo de los
cambios ambientales que han ocasionado las granjas camaroneras, al aumentar el
tiempo de residencia del agua y salinidad, ante el mayor aporte de sedimentos ricos
en fosfatos provenientes de los efluentes de las granjas camaroneras y la población
aledaña al manglar, provocando el establecimiento de esta especie, en áreas
adyacentes a las granjas y principalmente en los bordos de los estanques. Estos
escenarios ratifican los resultados descritos en el documento denominado Estrategia
para el Desarrollo y la Conservación del Estero Real, Nicaragua del año 2000 y Perez
et al. (2001); donde indican niveles de degradación medio de los manglares de
Nicaragua ubicados en el Golfo de Fonseca, con una tendencia a incrementar su
deterioro. Esto por el azolvamiento derivado de la presión a causa de la agricultura
presente en la cuenca media y por las extensas hectáreas que abarcan las granjas
camaroneras.

5.1. Grado de conservación y vulnerabilidad

El ecosistema de mangle que bordea el Golfo de Fonseca en la actualidad presenta


en general gran heterogeneidad en el grado de conservación y vulnerabilidad, con
15% del total de los bosques en estudio, como conservado; 35% con conservación
media y 25% con conservación media a baja y baja, cada uno (Figura 18). Esto
derivado de las diferencias ambientales de El Salvador, Honduras y Nicaragua, asi
como la diversidad de impactos acumulativos por actividades antrópicas en cada
país, por más de dos décadas. Así como, por el aumento en la frecuencia de eventos
hidrometereológicos, incrementado la magnitud, al recibir los desechos de los países
que lo comparten; y por sus características geomorfológicas e hidrológicas.
Estimando que el 25% de estos bosques presentan alta vulnerabilidad, 31% una
vulnerabilidad media, 6% expresa vulnerabilidad de baja a media y el 38% es baja la
vulnerabilidad (Figura 19).

58
Figura 18. Grado de conservación de los bosques de mangle que bordean el Golfo
de Fonseca, en El Salvador, Honduras y Nicaragua.

59
Figura 19. Grado de vulnerabilidad de los bosques de mangle que bordean el Golfo
de Fonseca, en El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Los manglares que bordean el Golfo de Fonseca en El Salvador han sufrido la


presión antrópica desde 1969 al 2019, por la falta de planeación y estudios de
impacto ambiental para la construcción de las salinas y granjas de camarón, así como
por la gran cantidad de lixiviados que recibe la zona costera (manglares) durante la
época de lluvias; aportando gran cantidad de fertilizantes. Al recibir desde 1996 gran
cantidad de sedimento proveniente de los ríos del Golfo y Goascorán. Razón por la
cual, los bosques se registran como conservados, tan solo en un 50%, pero con alta
vulnerabilidad (Figura 18 y 19). El restante de los bosques presenta conservación de
media a baja, y responden a una vulnerabilidad alta del 66.66% y baja con tendencia
media de 33.33%.
60
En el caso de los manglares ubicados en Honduras, estos exhiben baja calidad del
agua como consecuencia del impacto acumulativo de más de 50 años, que ha
ocasionado la industria del camarón en la zona costera, principalmente en El Jicarito,
municipio de Namasigüe, Choluteca (Martínez López (2010); aportando grandes
cantidades de nitrógeno y fosfatos, sedimento, materia orgánica y contaminantes;
alterando a su vez, el comportamiento hidrológico y la topografía. Por las
actividades agroindustriales al sobre utilizar las zonas productivas alterando las
condiciones ambientales por años, y generando aporte constante y con alta
concentración de agroquímicos y materia orgánica a través de la lixiviación,
aportadas por el río Choluteca con gran cantidad de nitrógeno y fósforo. Resultado
de ello, se han generado áreas de alta vulnerabilidad a los fenómenos naturales;
causando daños a los ecosistemas costeros, zonas productivas y poblaciones
asentadas en la costa. Generando bosques secundarios al perder la estructural
forestal y las funciones del mismo, caracterizándose tan solo el 37.5% del total de los
bosques, como conservado. El resto de los bosques exhibieron mediana, mediana
con baja o baja conservación, desde 37.5%, 12.5% y 12.5%, respectivamente (Figura
18). A pesar de presentar tan bajo grado de conservación, la vulnerabilidad se
clasificó en un 75% como baja y 25% con media (Figura 19). Lo anterior valida la
formación de bosques secundarios, invadiendo especies de mangle más resistentes
(Laguncularia racemosa, Avicennia germinans y A. bicolor) tolerantes a las condiciones
ambientales actuales, y estresantes para Rhizophora mangle (especie endémica).

Los registros obtenidos del grado de conservación y vulnerabilidad para los


manglares ubicados en Nicaragua, debido a la fuerte presión que ejerce
ambientalmente la industria camaronera, cambios drásticos en las condiciones
fisicoquímicas del agua intersticial y suelo (alta concentración de nitrógeno y
fosfatos), topografía e hidrología, generando altas concentraciones de salinidad y
sulfatos. Además, por la fragmentación del humedal ante el cambio de uso de suelo
para el desarrollo urbano, aportes de agua residual por el mismo (consecuencias ya
citadas en este documento), el grado de conservación es bajo en el 60% de los
bosques estudiados, el resto registro conservación media (Figura 18). Situación
preocupante, pues la vulnerabilidad de estos bosques es alta, proyectándose con ello

61
la pérdida de los manglares, de no tomarse medidas en un futuro cercano (Figura
19).

Por lo referido, el ecosistema de manglar que bordea el Golfo de Fonseca


actualmente presenta una situación de riesgo derivada de factores antropogénicos,
principalmente por la falta de aplicación y seguimiento eficiente de las medidas o
acciones de ordenamiento y manejo de sus recursos. Asimismo, al recibir desechos
de los tres países que lo comparten y al ser un ecosistema semi-cerrado con baja
circulación y renovación de sus aguas, convirtiéndolo en un ecosistema sumamente
frágil por su poca capacidad para efectuar la auto depuración de los desechos que
recibe (Amaya-Orellana y Flores Salmeron, 2006). Siendo evidente la vulnerabilidad
que exhiben actualmente los manglares del Golfo de Fonseca, derivado del
desarrollo territorial desproporcionado y desequilibrado, por la actividad de la
camaronicultura ante sus efectos negativos en la calidad del agua, comportamiento
del hidroperiodo y la dinámica de los sedimentos. Como consecuencia de las
actividades de las salinas y agricultura, ante los aportes del agua residual industrial
y urbana, fragmentación del hábitat, deforestación, cambio de uso del suelo,
salinización, azolvamiento, tala, entre otros. Perez et al. (2001) mencionan al respecto
que, la zona costera y cuerpos fluviales se establecen con gran vulnerabilidad
ambiental, causado por la deforestación del manglar en el área más extensa del
Pacífico Centroamericano y debido a la erosión en las partes altas de las cuencas; la
calificación del suelo para actividades económicas y asentamientos poblacionales; y
la mala gestión de los recursos hídricos, con elevada contaminación y desperdicio
potencial del riego.

Aunado a lo antes descrito, el deterioro de los bosques de mangle en el Golfo de


Fonseca, ha venido en aumento; debido a la disminución de la precipitación, como
consecuencia de los efectos del cambio climático. Escenarios que complican la
permanencia y restauración de los manglares, al proyectar la FAO (2011) para el año
2020 en el Golfo de Fonseca el aumento de 2°C en la zona costera de Nicaragua y
Honduras y para las costas del Pacífico y costas del Golfo de Fonseca de El Salvador
en 4°C. Asimismo, esta institución proyecta en el año 2080, el mismo fenómeno, en

62
las costas del Golfo de Honduras y Nicaragua, con un aumento de 4°C y en El
Salvador de 4.8°C. Chan Keb et al. (2018) demostraron como la variación climática
en un periodo de 5 años, establece cambios significativos de la salinidad y potencial
redox del agua intersticial entre los años, y entre las épocas del año. Como
consecuencia de estas variaciones, estos autores indican registros significativos en la
producción de hojarasca, propágulos, flores y hojas en los bosques a lo largo del
litoral del Estado de Campeche, México entre años y sus épocas del año. E incluso
estos autores sugieren con base en sus resultados que R. mangle y A. germinans
expresan cierta habilidad resiliente ante los cambios ambientales.

5.2. Áreas potenciales de restauración

Al considerar los factores de estrés —naturales y antrópicos— para los humedales


de manglar, este instrumento permitió conocer el grado de conservación del
ecosistema del Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua. Así como,
identificar zonas potenciales para desarrollar programas de restauración ecológica e
ingeniería ecológica: a) las salinas inactivas en El Salvador (ELS6, ELS5); b) sitios
HND10, HND18 y HND20 en Honduras (Figura 20) y c) en el caso de Nicaragua, se
recomienda realizar un censo de las granjas camaroneras inactivas, y definir con ello
el potencial de restauración. Es relevante mencionar que los sitios o áreas potenciales
para la restauración deberá considerarse cuando se desee desarrollar, el estatus de
la concesión de la tierra que se tenga en el momento (vigencia). Así como, proyectar
el desarrollo urbano en por lo menos 15 años, con la finalidad de garantizar la
permanencia del bosque que se desee restaurar.

63
HND10

EL
S6
,E
LS
HND18

5
HND20

Figura 20. Sitios potenciales de restauración ubicados en el Golfo de Fonseca en El


Salvador, Honduras y Nicaragua.

64
6. CONCLUSIONES

Los manglares resultan esenciales para las comunidades ribereñas que cohabitan
con estos, debido a los servicios ecosistémicos que brindan; es por esto que la
industria pesquera resulta ser una fuente de economía fundamental para los tres
países que comparten el Golfo de Fonseca. Sin embargo, esta actividad exhibe
conflictos con el desarrollo de otras actividades en zona costera, i.e. la producción de
sal, que propicia la remoción de los manglares, su utilización en forma irracional
como combustible, las granjas de camarón y la industria de curtido de pieles, que
provocan la disminución de la productividad, de los atributos forestales en el
tiempo, así como la pérdida de la cobertura vegetal para obtener su corteza y extraer
tanino.

Las instituciones gubernamentales responsables de estos ecosistemas se consideran


fragmentadas, ya que ninguna de ellas cuenta con personal suficiente, ni con el
presupuesto adecuado para realizar el manejo integrado de los bosques de mangle.
A pesar de los esfuerzos realizados por las instituciones, estos se consideran
mínimos para administrar las actividades humanas en el Golfo de Fonseca. El uso
de instrumentos legales obsoletos, las necesidades económicas y la problemática
ambiental y social actual resulta en el bajo nivel de conservación de los manglares.

Ante la problemática planteada; los manglares de El Salvador, Honduras y


Nicaragua deberán ser zonificados de acuerdo con los usos potenciales que posean.
Al zonificarse, se deberá incluir, en todos los casos, un área núcleo de protección
imperiosa. Donde en ella se deberán mantener muchos de los servicios y funciones
que de forma natural proveen como ecosistema de mangle; mediante un programa
de vigilancia a nivel federal y en colaboración entre los países que componen el
Golfo de Fonseca. La extensión de las zonas núcleo deberá estar delimitadas a partir
de la presión de uso que está posea.

65
Deberán establecerse lineamientos específicos que permitan el mantenimiento y/o
recuperación de los bienes y servicios ecológicos, así como socioeconómicos que nos
proveen los manglares; pues a la fecha no se cuentan con ellos.

En respuesta de las transformaciones de los bosques de mangle en el Golfo de


Fonseca, surge la necesidad de establecer, analizar y actualizar la legislación
ambiental vigente que permita preservar, conservar y restaurar los humedales de
mangle a partir del estado actual, derivado de su fragilidad y la fuerte presión
antrópica que se ha registrado históricamente. Esto a partir del conocimiento en la
estructura y función diferencial de los fenotipos de cada especie y plasticidad de
estas y grado de tolerancia a las condiciones ambientales, exhibidas en cada región
y considerando los factores regulatorios que en esta investigación se ha generado
por país. Asimismo, y no menos importante; el mitigar los agentes estresores para
los manglares, que vienen por el mal manejo y planeación de la cuenca alta y media
(i.e. manejo del recurso hídrico, lixiviación y aportes de contaminantes hacia la zona
costera, del aporte de sedimentos y descargas de aguas residuales urbanas e
industriales).

Es fundamental establecer investigaciones donde se evalúe la respuesta de


asimilación de los fosfatos y el nitrógeno por las especies de mangle que se
distribuyen en el Golfo de Fonseca, para conocer la capacidad de asimilación y punto
de saturación. Con la finalidad de potencializar la capacidad de fitorremediador
que se le atribuye al manglar y con ello disminuir el impacto en la calidad del agua
por efluentes de los estanques de camarones y en la misma permanencia de la
cobertura y grado de salud; tal como recomienda Moroyoqui Rojo et al. (2012) y
Agraz Hernández et al. (2018).

Se recomienda establecer programas de restauración con una visión integral y a gran


escala, con el fin de definir los principales factores de estrés en los sitios de
restauración. Estableciendo antes de la restauración acciones que mitiguen los
factores de estrés a nivel de la cuenca media, como mínimo. Que se considere la
proyección del desarrollo urbano para la selección de los sitios de restauración, las
66
especies más resistentes a las condiciones prevalecientes del sitio que se desea
restaurar “Justo a la medida”, basado todo ello en un diagnóstico ambiental anual.

Al considerar los factores de estrés —naturales y antrópicos— para los humedales


de manglar, este instrumento permitió conocer el grado de conservación del
ecosistema del Golfo de Fonseca en El Salvador, Honduras y Nicaragua. Así como,
identificar zonas potenciales para desarrollar programas de restauración ecológica e
ingeniería ecológica: a) las salinas inactivas en El Salvador; b) sitios HND10, HND18
y HND20 en Honduras y c) en el caso de Nicaragua, se recomienda realizar un censo
de las granjas camaroneras inactivas, y definir con ello el potencial de restauración.

67
7. AGRADECIMIENTOS

Por este medio se agradece todo el apoyo incondicional que se recibió por parte de
El Salvador al Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales Fernando Andrés
López Larreynaga/Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Javier
Magaña/MARN, Raúl Artiga/CCAD, Salvador Nieto/CCAD, Melany
Machado/CCAD,Rosalba Álvarenga Parada/MAR, Catalino Alcides Sorto
Rosa/MAR, Manuel Hernández/ FUNSALPRODESE, José Herbert
Alvarado/FUNSALPRODESE. En Honduras al Ministro Elvis Yovanni Rodas /
Ministro de MiAmbiente+ Luis Rosaly Turcios/ Mi Ambiente+, Lorenzo Martín
Turcios Rodríguez/ DIGEPESCA-SAG, Olga Díaz/ ICF, José Luis Matamoros /ICF,
Felipe Antonio Maradiaga/ Mi Ambiente+, Ramón Gabriel Sánchez/CESCCO,
Anaun Teruel/ Base Naval de Amapala, Jorge Hernández / URPAGOLF, Omar
Rivera/ Guía Eco-tourístico, Lorenzo Oliva / Prestador de Servicios. Para
Nicaragua a la Ministra de Medio Ambiente-MARENA Fanny Sumaya Castillo
Lara/ Dr. Rene Catellón/Patrimonio Natural del MARENA, Francisco Joel
Martínez Carrasco/MARENA, Ana Julia Vargas/MARENA, José Quiroz
Martínez/Universidad de Léon, Nohemi Uriarte Blake/ Universidad de Léon,
Oscar Gonzaléz Quiroz/Universidad de Managua, Yanerlin Olivia
Artola/Universidad de Managua; para realizar los trabajos de campo, laboratorio y
gestiones en cada país. Gracias al apoyo otorgado se concluyó de manera
satisfactoria con el objetivo planteado para esta investigación. Cabe destacar que
derivado de la colaboración respetuosa, entusiasta, tenaz y de gran hermandad
entre los investigadores, estudiantes y funcionarios de El Salvador, Honduras,
Nicaragua y México; se han establecido lazos fuertes de colaboración, que
permitirán en un futuro próximo, continuar generando información de calidad para
mitigar los efectos del cambio climático e impactos derivados de las actividades
antrópicas en los manglares de todo Latinoamérica.

68
69
*El orden de los nombres y fotografías no refieren a un estatus.

70
8. REFERENCIAS

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