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Algo pasa

Los aborígenes eran sabios, organizados y autónomos; pero no sabían que estaban
cubiertos hasta que les dijeron que los habían descubierto.
Los que llegaron descubrieron todo; primero las armas y con ellas provocaron
abrimientos en los cuerpos y en el espíritu de los dueños del lugar; descubrieron la
extraordinaria belleza de sus mujeres y las violaron; descubrieron la fortaleza de los
hombres y los esclavizaron; descubrieron la feracidad de sus tierras y se las quitaron;
todo lo descubrieron y de todo se apropiaron.
Sus reyes se declararon – en nombre de Dios - dueños de lo que no era suyo; en los
instantes anteriores inventaron a Dios.
En otro lugar lejano, sus lugareños también eran sabios, organizados y autónomos; los
que llegaron los apresaron, esclavizaron y desarraigaron; los invasores cambiaron el
orden de las cosas.
Los malvados descendientes de los malvados invasores continuaron esclavizando y
despojando de todo a los descendientes de los verdaderos dueños; los continuaron
asesinando, aterrorizando y humillando.
Los malvados descendientes de los malvados invasores tenían unos sirvientes bien
pagados que cumplían muy bien la tarea de matar, reprimir, esclavizar y exprimir a los
descendientes de los verdaderos dueños.
Los descendientes de los verdaderos dueños eran ingenuos e influenciables; pero
conservaron la inteligencia y la herencia guerrera e indomable de sus ancestros.
Muchos fueron muertos y muchos viven aunque humillados y despojados; pero la
dignidad es propia del ser humano y es un bien superior a la libertad y a la vida. La
libertad no es posible, sino está acompañada de dignidad; el ser humano prefiere la
muerte a una vida indigna y sin libertad.
Ese dolor se siente en el ambiente, se siente en el aire, se siente en el corazón, se siente
en el alma.
También se siente en el colectivo algo que tiene mas fuerza que todos los rayos del
firmamento juntos y mas fuerza que todas las aguas del mar juntas; es la fuerza de la
conciencia social de los verdaderos dueños y es incontenible.
Los oprimidos, los verdaderos dueños de este país, ya están actuando conscientemente.
Es un camino largo y peligroso. Habrá muertos, desaparecidos, encarcelados y
torturados.
Los opresores ya se dieron cuenta que “algo pasa” y ahora son ellos los que están
aterrorizados; ahora saben que no tendrán más el poder que usurpan.
Se defenderán. Usarán armas, terror, mentiras y toda clase de violencia para impedirlo.
Algo pasa.

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