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Ayer fue el final de Roseti como lo conozco.

Fue el final
porque se muda a un nuevo barrio. Roseti es una escuela o
un teatro, una banda de gente que sigue a otra banda de
gente que deambula como manada la jungla del teatro ander.
De chacarita al abasto. Si fuese de Chacarita a la paternal
sería la sonrisa de Gardel pero es el abasto. cosa que me hace
pensar en la sonrisa de Luca prodan. Otro europeo que al
igual que Gardel llegó a la ciudad para revolucionar
evolucionar la música. En este caso el teatro. Rosetti en mí
revolucionó el sentido, amplió la periferia de lo abstracto y
me puso en situaciones de incomodidad. Me reestructuró
partes del cuerpo que no entendía. Las clases me hicieron
soñar despierto, embriagarme sin alcohol, olvidar el
confinamiento, abrazar a la disidencia y escribir. Escribir más
de lo que ya escribía. Roseti cierra sus puertas y se va para el
abasto. Roseti 722 se va para gallo 760. Hay algo de
psicomágico en conservar el 700. La psicomagia que nos
ofrece lo incontrolable de la realidad me hace pensar que
más allá de todo el vuelo que rosetti tiene y que seguirá
teniendo se pierde un lugar pero se gana una esencia. Lo
abstracto del alma que roseti tiene. Retener parte de la
nomenclatura me recuerda eso. Se qué todo va a hacer lo
mismo pero se que va a ser mejor. Un poco más grande y más
amable para lo necesario. Se conserva el estar ligado a los
majestuoso de una arquitectura imponente como el panteón
de Itala Fulvia Pero de ahora en adelante ligado a un mercado
de frutas y verduras que la destrucción resignificó. Es
imposible no darse cuenta que esta mudanza no es la última
Por que quedarse quieta nunca fue la voluntad de esta gente.
Siempre salir al barrio y hacer del mundo real el imaginario
menos pensado deja en claro que
lo real es la ficción que creó el humano y que si hacemos
teatro es para salir un ratito de esto, para ver el espectáculo.
Ahora en este preciso instante me gustaría tener acceso a
todo lo que vi en 3 años un martes, un miércoles o un jueves
pero no puedo. No hay forma de recuperar una realidad que
ya ha transcurrido desde el registro del ojo humano y creo
que por eso se logra el arte. La Facultad de componer una
pieza sensible que condensa la emoción de una experiencia
para ponerla en el sentir de un otro. Algo de metafísica
probablemente interactue en este hecho. Hayer expresaba lo
mucho que me sorprende como en el teatro todo funciona
cuando se deja de pensar. Ahora comprendo que eso sucede
porque el teatro es puro sentir y fluir de la emoción. El
pensamiento retiene. El pensamiento es un acto individual
que si no es traducido al sentimiento se queda en uno
impidiendo que la forma llegue
porque el teatro es colectivo partiendo de la base que se
necesita un observador luego un otro en escena y luego el
mundo. Entrar Para salir apagando el pensamiento. Con la
forma alcanzada teniendo en marcha el sistema que conecta
las partes de la creación el teatro puede traer a los seres lo
perdido en el pasado pero no en su completitud y aquí está lo
interesante. No hay forma de hacer llegar al presente la
materia del pasado pero sí se puede hacer llegar por un ratito
la emoción de aquello que pasó en este paréntesis de la
realidad que es el teatro. Roseti 722 va a volver incontables
veces en las innumerables prácticas que le esperan a gallo
760. Cuando el antiguo recinto de alquimia y piedras
preciosas albergue a la manada de parlanchines que somos
nosotres y se logre el momento de calma donde actores y
actrices nos hagan brillar los ojos frente a la ausencia de sus
personas voy a esforzarme
para hacer volver a mi memoria la resonancia líquida que me
recuerda que todo sigue cayendo; la gotera del baño.

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