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2. Meditación ¿Qué nos dice el texto? Líder, permita que los asistentes vuelvan a leer el texto
personalmente, luego pregunte:
¿Qué le llama más la atención del texto?
¿Qué le dice Dios a usted personalmente a través de este texto?
¿Hay cosas que de pronto lo identifiquen con Gedeón?
3. Explicación. ¿Qué significa el texto? Líder, De forma magistral en unos 10 minutos exponga la
explicación del texto.
“Debemos servir al Señor”
De la misma manera Dios tiene un propósito con nuestra vida, por eso él nos buscó, algunos
estábamos estudiando. Otros trabajando, en nuestra vida cotidiana, nada que ver con el Señor,
como Gedeón, pero un día él se nos apareció allá donde estábamos, a través de alguien que nos
habló, por medio de una crisis tremenda… Él nos llamó personalmente para darnos salvación, y para
convertirnos en sus servidores.
Todos los que hemos tenido un encuentro personal con el Señor, ha sido para que seamos sus
siervos, y tú que todavía no has tenido ese encuentro con el Señor, hoy estas aquí para eso, para
que te encuentres con él y te conviertas en siervo de Dios.
Como Gedeón muchos tenemos crisis de pesimismo, de fe en el Señor, pero si estamos aquí es
porque el Señor nos ha llamado, y él ve en nosotros la capacidad de que podemos hacer algo por
esta sociedad, por los jóvenes, por los niños…él es el que nos envía.
Además de su pesimismo y crisis de fe, Gedeón tiene muy mal su autoestima; V. 15, pero el Señor le
responde; V. 16. No es por lo que nosotros somos, es por el GRAN SEÑOR QUE ESTA CON
NOSOTROS. ALELUYA. Vamos a servirle que él nos respalda, él tiene el control.
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Culto de domingo, 7:00 y 9:00 am, la invitación para que todos asistan.
Congreso juvenil 16 y 17 de junio en Acacias, inscripciones hasta el 31 de mayo 20.000 pesos,
después del primero de junio 30.000 pesos, solo incluye el derecho a participar del evento.
Jueces 6: 11 - 21
11 Luego vino el ángel de Dios y se sentó bajo el roble que está en Ofrá. Ese árbol pertenecía a
Joás, que era descendiente de Abiézer. En ese momento, Gedeón hijo de Joás, estaba limpiando
trigo, a escondidas de los madianitas, en el lugar donde se pisaban las uvas para hacer vino. 12 El
ángel de Dios se le apareció a Gedeón y le dijo: ¡Qué fuerte y valiente eres! ¡Por eso Dios está
contigo! 13 Gedeón le respondió: Perdón, señor, pero si Dios está con nosotros, ¿por qué nos pasa
todo esto? ¿Por qué no hace milagros como cuando nos libró de Egipto? Nuestros antepasados nos
han contado las maravillas que Dios hizo antes; pero ahora nos ha abandonado, nos ha dejado caer
en manos de los madianitas. 14 Entonces Dios mismo miró a Gedeón y le dijo: —Pues eres tú quien
va a salvar a Israel del poder de los madianitas. Además de tus propias fuerzas, cuentas con mi
apoyo. 15 Gedeón le preguntó a Dios: Pero mi Dios, ¿cómo podré librar a los israelitas? Mi grupo
familiar es el más pobre de la tribu de Manasés, y yo soy el menos importante de toda mi familia. 16
Y Dios le contestó: —Podrás hacerlo porque yo estaré contigo para ayudarte. Derrotarás a los
madianitas como si derrotaras a un solo hombre. 17 Entonces Gedeón se dirigió al ángel y le dijo: —
Si cuento con la aprobación de Dios, dame una señal de que realmente es él quien me ha hablado.
18 Por favor, no te vayas de aquí hasta que yo vuelva. Quiero ofrecerte de comer. El ángel de Dios
le aseguró: Esperaré aquí hasta que regreses. 19 Gedeón se fue a su casa. Preparó un cabrito, y
con diez kilogramos de harina hizo panes sin levadura. Luego puso la carne en una canasta y el
caldo en una olla. Lo llevó todo hasta el roble y se lo ofrendó a Dios. 20 El ángel le ordenó que
pusiera la carne y los panes sobre una piedra, y que echara el caldo encima. Y Gedeón obedeció.
21 Por su parte, el ángel, con la punta del bastón que tenía en la mano, tocó la carne y los panes sin
levadura. Enseguida salió fuego de la piedra y quemó toda la carne y los panes; luego el ángel de
Dios desapareció.