colaborativa – Identidad cultural – Intervenciones Urbanas
El proyecto de investigación Fortalecimiento de la resiliencia de los sistemas alimentarios
alternativos mediante iniciativas locales en entornos informales de América Latina y el Caribe, iniciativa de Sustento, busca entender soluciones informales y locales generadas en comunidades periféricas en respuesta a los problemas ambientales, de alimentación y de vulnerabilidad, transformando el espacio público, la vivienda y las condiciones urbanas al margen de la influencia y los planes de las autoridades. Como parte de este proyecto, se encuentra el Taller de Barrio de la Universidad del Bío-Bío, que funciona bajo el alero de la alianza tripartita entre academia, gobierno regional y sociedad civil, con impacto en la Región desde el 2015.
Sustento financia y plantea la realización de microproyectos de tipo A y B como forma de
apoyar a las comunidades e incentivar la preservación de prácticas autóctonas. Cuando corresponde al tipo A, la universidad desempeña un papel de liderazgo o de apoyo en las actividades con los dirigentes locales. En los proyectos de B, se supone que las universidades sólo deben hacer un seguimiento de las actividades dirigidas por los dirigentes locales. Éste último tipo lamentablemente, no siempre llegan a concretarse, posiblemente por la falta de asesoría constante en el proceso en las comunidades.
Entendiendo que entre A y B hay una diferencia drástica en lo que a la participación de la
academia refiere ¿Podría existir un tipo C? La relación entre academia (profesionales) y sociedad civil (beneficiarios) puede mutar en este tipo de microproyectos, concibiendo a ambas partes como “socios proyectistas”, eliminando la relación profesional-cliente y potenciando la “conversación disciplinada”. Así, se plantea realizar un caso de investigación que decante en una obra construida en Nonguén, localidad con la que ya existe un lazo con la universidad precisamente en el taller de Barrio, cuya metodología proyectual, más que un prototipo, podría conllevar a brindarle herramientas arquitectónicas de calidad al beneficiario, en primera instancia, respondiendo a necesidades alimentarias, entendiendo la iniciativa de Sustento, lo que conllevaría soluciones de carácter efímero, económicas y replicables, con materiales y tradiciones locales.