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Este documento discute la importancia de la educación en el hogar y la escuela adventista. Argumenta que la educación debe comenzar en el hogar, donde los padres son los primeros maestros y deben enseñar lecciones de obediencia, respeto y dominio propio. Luego, la escuela adventista ayuda a continuar brindando una educación basada en principios cristianos. El documento también proporciona ejemplos bíblicos como Moisés y Jesús que recibieron una educación en el hogar.
Este documento discute la importancia de la educación en el hogar y la escuela adventista. Argumenta que la educación debe comenzar en el hogar, donde los padres son los primeros maestros y deben enseñar lecciones de obediencia, respeto y dominio propio. Luego, la escuela adventista ayuda a continuar brindando una educación basada en principios cristianos. El documento también proporciona ejemplos bíblicos como Moisés y Jesús que recibieron una educación en el hogar.
Este documento discute la importancia de la educación en el hogar y la escuela adventista. Argumenta que la educación debe comenzar en el hogar, donde los padres son los primeros maestros y deben enseñar lecciones de obediencia, respeto y dominio propio. Luego, la escuela adventista ayuda a continuar brindando una educación basada en principios cristianos. El documento también proporciona ejemplos bíblicos como Moisés y Jesús que recibieron una educación en el hogar.
Prov. 22: 6. Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se
apartará de él. ¿A quién se instruye? Al niño… ¿Dónde creen que comienza la educación de los hijos? Seguramente todos estarán pensando, en el hogar, obviamente, ¿pero es una realidad en nuestras vidas? El camino de Dios no se puede conocer por intuición. Uno debe sentarse a los pies de Dios para poder aprender las lecciones que la vida le ofrece. (Comentario bíblico, tomo 3, Salmos 86:11) La educación comienza en el hogar. En el hogar es donde ha de empezar la educación del niño. Allí está su primera escuela. Allí, con sus padres como maestros, debe aprender las lecciones que han de guiarlo a través de la vida: lecciones de respeto, obediencia, reverencia, dominio propio. Las influencias educativas del hogar son un poder decidido para el bien o el mal. Son, en muchos respectos, silenciosas y graduales, pero si se ejercen de la debida manera, llegan a ser un poder abarcante para la verdad y la justicia. Si no se instruye correctamente al niño en el hogar, Satanás lo educará por instrumentos elegidos por él. ¡Cuán importante es, pues, la escuela del hogar! (Consejos para los Maestros. pág. 83). ¿Por qué al niño? Los niños a esa edad son como una esponja, absorben todo lo que está a su alrededor, aprender a caminar, adquieren la manera de hablar, la manera de relacionarse con los demás, el vocabulario, los gestos, los chicos van a ser lo que nosotros le pongamos adelante. Los niños son como una semilla, que debemos plantar, y cada día ir regando y cuidando, en el caso que sea necesario colocar un palo al lado de tal forma que pueda crecer derecho, porque si no lo hacemos en ese momento difícilmente lo podamos lograr más adelante, luego del arduo trabajo durante los primeros años, podremos disfrutar de los frutos. Los chicos son el reflejo de la familia. Muchas veces nos ponemos tristes porque vemos cómo actúan los hijos e hijas, escuchamos las cosas que dicen y lamentablemente nos preguntamos ¿de dónde aprenden eso? y la respuesta es más triste aún porque es en el hogar. A los padres se les encomienda la gran tarea de educar y enseñar a sus hijos para la vida futura e inmortal. Muchos padres y madres parecen pensar que, si alimentan y visten a sus pequeños, y los educan de acuerdo con las normas del mundo, ya han cumplido su deber. Están demasiado ocupados con los negocios o el placer para hacer que la educación de sus hijos sea el objeto de estudio de sus vidas. No procuran educarlos para que empleen sus talentos para honra de su Redentor. Salomón no dijo: «Di al niño su camino, y aun cuando fuere viejo no se, apartará de él». Sino que dijo: «Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él» (Review and Herald, 24-6-1890). Esto requiere de un compromiso, el enseñar no es solo decir sino mostrar, dar el ejemplo, el niño debe ver para poder imitar, así como lo hace para hablar y caminar. Padres, recordad que vuestro hogar es una escuela en la cual vuestros hijos han de ser preparados para las moradas de arriba. No les permitáis manifestar su enojo. Enseñadles a ser bondadosos y pacientes. Enseñadles a ser considerados con otros. Así los prepararéis para un ministerio superior en las cosas de la religión (Manuscrito 102, 1903). El hogar debería ser una escuela preparatoria donde los niños y los jóvenes se capaciten para el servicio del Maestro, el cual los ha de preparar para unirse con la escuela superior en el reino de Dios (Manuscrito 7, 1899). Tenemos muchos ejemplos en la Biblia de padres que instruyeron a sus hijos: MOISES: Éxodo 2:1-10 Jocabed madre de moisés, desde muy temprana edad, enseñó a Moisés a postrarse y orar al Dios viviente, el único que podía oírle y ayudarle en toda emergencia. Aquí vemos como la educación de Jocabed quedó profundamente grabada en la mente de Moisés, y sabemos el gran instrumento que fue Moisés en las manos de Dios. JESUS: Lucas 2:40 y Lucas 2:52 Jesús recibió su educación en el hogar. Su madre fue su primer maestro humano. De los labios de ella, y de los escritos de los profetas, aprendió las cosas del cielo. Vivió en un hogar de aldeanos y con fidelidad y buen ánimo llevó su parte de las cargas de la casa. El que había sido el comandante del cielo, consintió en ser un siervo voluntario, un hijo amante y obediente. Aprendió un oficio, y con sus propias manos trabajó en la carpintería con José (El Ministerio de Curación, págs. 310, 311). 21 ¿En dónde continuaremos la educación de nuestros hijos? Dios bendijo a nuestra iglesia con la educación adventista para continuar la educación de los hogares cristiano. La educación adventista (EA) ofrece preparación académica, humana y espiritual conforme a los principios bíblicos y cristianos. Se inició en 1872, con la fundación del colegio de Battle Creek (Batel Crik), en Míchigan, Estados Unidos, con un pequeño grupo de niños. La Red de Educación Adventista es administrada por la Iglesia Adventista del Séptimo Día y está presente en más de 150 países con cerca de 1,5 millones de estudiantes. En América del Sur, hay más de 270.000 estudiantes en 871 instituciones educativas (escuelas, colegios y universidades) y más de 18 mil profesores. Llamado Dios va preparando a su pueblo en varias iglesias vestida de colegios. Te invito a que nos comprometamos y apoyemos a la Educación Adventista llevando a los hijos e hijas para una formación con rumbo hacia la eternidad.