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PRADERAS Y FORRAJES
ALFALFA
¿Qué es alfalfa?
Llega a alcanzar una altura de un metro Es una leguminosa forrajera que se utiliza
fundamentalmente para aportar proteína de gran calidad, macronutrientes, micro,
minerales y vitaminas de forma natural en la ración del ganado. Además, es una fuente
importante de fibra efectiva, muy necesaria para animales rumiantes.
La Alfalfa se utiliza como alimento de ganado vacuno, ovino, porcino, caballos y aves
de corral, la alfalfa es utilizada como heno en regiones que tienen elevadas horas de
radiación solar, escasas precipitaciones y temperaturas elevadas durante el periodo de
producción.
Es una planta que se utiliza ampliamente como pasto y con este propósito se cultiva
intensivamente en el mundo entero. Tiene un ciclo vital de entre cinco a doce años
dependiendo de la variedad utilizada, así como del clima, en condiciones benignas puede
llegar a veinte años, desarrollando densas agrupaciones de pequeñas flores purpuras. Sus
raíces suelen ser muy profundas, pudiendo medir hasta 4,5 metros.
USOS
La Alfalfa como todas las leguminosas poseen nódulos que contienen las bacterias
Sinorhizobium meliloti, con habilidad de fijar nitrógeno, incrementando el N del suelo,
incluso las personas pueden ingerirlas en ensaladas y jugos, pues se ha demostrado que
contiene cantidades de nutrientes; sales minerales, en especial calcio, potasio, hierro y
fosforo, vitaminas (C, D, E y K).
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SIEMRA DENSIDAD
REQUERIMIENTOS CLIMATICOS
Se produce en áreas irrigadas, cálidas, áridas o semiáridas y con una larga estación de
crecimiento. Estas condiciones son óptimas para la floración y polinización de la alfalfa
y permite una cosecha en tiempo.
Por ello, las condiciones edafológicas de un ambiente particular, determinan los patrones
de crecimiento estacional de las especies forrajeras predominantes; en igualdad de
condiciones de manejo, las diferencias de producción total y estacional, dependerán de
la especie y de su integración con los elementos climáticos, tales como la precipitación,
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tasa de evaporación, temperatura, viento, horas e intensidad luminosa (Hernández-
Garay y Martínez, 1997).
Hay diversos factores que determinan la magnitud del crecimiento de una pradera, tales
como las prácticas de fertilización, frecuencia y severidad de la cosecha, crecimiento
vegetativo y reproductivo de la planta, variedades utilizadas y tipos de suelo y clima
(Tablada 1998).
Horrocks y Vallentine (1999) mencionan que la capacidad que posee una pradera para
producir materia seca, depende de la disponibilidad de nutrientes, agua y principalmente
del grado de intercepción de la radiación solas por las hojas. Con el aumento de la
cantidad de hojas se tiene una mayor intercepción de luz, pero las hojas de los estratos
inferiores reciben menor intensidad y calidad de luz, por lo que provocan la reducción
del crecimiento o de la tasa de asimilación neta; por ello el mayor rendimiento de los
forrajes, coincide con el mayor índice de área foliar y la mayor masa foliar verde.
Así también el estudio consigna que el utilizar abonos orgánicos como fuentes de
nutrientes, ayudan a mejorar las propiedades físicas del suelo y por tanto se obtiene
mayores rendimientos de materia seca. La semilla de alfalfa comienza a germinar a
temperaturas de dos a tres grados, siempre que los factores restantes (humedad,
fertilizantes) no actúan como limitantes.
La germinación es más rápida cuando más alta sea la temperatura, hasta alcanzar el
óptimo, distintos son los requerimientos en temperaturas para las plantas en crecimiento
y producción forrajera como son registrados en el estudio realizados por los
profesionales en el área.
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Durante los meses fríos, la alfalfa detiene su crecimiento. Al iniciarse la elevación de la
temperatura, las cuales son propias de primavera y verano. La alfalfa, especialmente
algunas variedades toleran temperaturas muy bajas, con la temperatura media la
producción ya es importante.
REQUERIMIENTOS DE AGUA
SUELOS
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La salinidad en los suelos es consecuencia de distintas causas, al realizar riegos con mal
drenaje, puede producirse acumulación de sales por dificultad de eliminación de las
mismas.
Los problemas se complican cuando se utiliza agua con altos niveles de sales, aunque
solo sea temporalmente. En condiciones de cierta aridez, cuando a la escasez de
precipitación se una la intensa evapotranspiración, las sales llevadas a la superficie por
capilaridad no son obligadas a descender por lavado de las lluvias y la capa arable del
terreno va elevando el contenido de sales, por último, cuando la presencia de una capa
de agua salada próxima a la superficie permite la ascensión de las sales por capilaridad.
El efecto que ocasiona la salinidad es que limita la absorción de agua por la planta,
probablemente por diferencias en la presión osmótica entre la raíz y las partes aéreas. El
aumento de salinidad en el suelo produce disturbios en el equilibrio entre la raíz y la
parte aérea y por ello, aquellas plantas con mayor desarrollo radical aparecen con mas
resistentes a la salinidad ya que las raíces alcanzan niveles del suelo donde la salinidad
no es ya tan extrema y resulta mas tolerable.
Existe una cierta incompatibilidad, en relación a su absorción por las raíces de la alfalfa,
entre los iones calcio, por un lado y el aluminio y magnesio, por el otro, ya que la acidez
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del suelo se encarga de acentuar a favor de estos últimos, los cuales son tóxicos para la
planta.
Las raíces por la falta de oxigeno se asfixian, si el drenaje mejora, el agua de riego o
lluvia se renueva con frecuencia en el suelo y ella trae disuelto el oxígeno, puesto de esta
manera al alcance de las raíces de la planta.
SIEMBRA
En cada uno de los ambientes, la siembra se realizará en hileras, separadas unas de las
otras a una distancia aproximada de 80 cm, respetando los linderos con las otras
subparcelas, para un total de 20 hileras en toda la parcela.
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RECOMENDACIONES DE FERTILIZACION
Los requerimientos de nutrientes para la alfalfa son relativamente altos comparados con
otros cultivos. Cada tonelada de MS de alfalfa retira cerca de 25-30 kg de nitrógeno (N)
por hectárea, 18-25 kg de potasio (K), 12 kg de calcio (CA), 3 kg de fosforo (p) y entre
4-8 kg de sodio (S) y magnesio (MG) por hectárea. Los requerimientos de fosforo y de
azufre son muchos mas altos que para potasio, Magnesio (MN), Zinc (Zn), hierro (FE) y
boro (B).
NITROGENO
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gramínea anual junto con la siembra de alfalfa, ese N aplicado sería probablemente muy
necesario para la producción y eventual aprovechamiento siguiente del grano o del
residuo que se vuelve al suelo.
Dosis de N utilizado en mayores cantidades pueden inhibir la nodulación, disminuir la
fijación simbiótica de N y favorecer la profusión de malezas, resultando en una
reducción de crecimiento o de calidad de la alfalfa cuando se la coseche.
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ANEXOS
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BIBLIOGRAFIA
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