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ciencias Sociales Y arte
DOCUMENTO DE TRABAJO
N°4
BRECHAS Y OBSTÁCULOS RELATIVOS
AL GÉNERO EN LA CREACIÓN Y
TRANSMISIÓN DEL CONOCIMIENTO
EN LA UNIVERSIDAD DE CHILE
SANTIAGO, ABRIL 2021
Proyecto UCH-1899:
Plan de Fortalecimiento de la Universidad de Chile: Compromiso con la calidad y la Equidad de
la Educación Pública.
Objetivo general:
Fortalecer transversalmente las capacidades institucionales de la Universidad de Chile para
el cumplimiento de su misión en la próxima década, asegurando altos niveles de calidad,
pluralismo, equidad social y de género como lo demanda su carácter estatal y público.
4 Reflexiones 35
5 Referencias Bibliográficas 36
6 Anexos 41
Gráfico Nº3: Composición por sexo y carrera académica de las personas 25 GRÁFICOS
que participan en Fondos de Cultura, 2004-2019
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Considerando los diversos estudios y literatura nacional e internacional, el amplio trabajo de muchas
académicas e investigadoras de la Universidad de Chile referido a brechas, perspectiva y dimensión
de género, y el escenario actual que demanda insumos y medidas para hacer frente a distintas pro-
blemáticas relativas al género, es que la VID tomó la decisión de formalizar la Unidad de Género VI-
DGEN y con ello, el establecimiento de sus objetivos estratégicos para corto, mediano y largo plazo:
1 Creación y Transmisión del Conocimiento: Producción académica que involucra el diseño, gestión, desarrollo,
vinculación y comunicación de, principalmente, la investigación, innovación, creación artística y docencia.
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
El presente documento se encuentra enmarcado en el primer objetivo señalado, y ha sido fruto del
proceso de levantamiento y análisis de información teórica, cuantitativa y cualitativa sobre bre-
chas y obstáculos relativos al género, que pretende poner a disposición de la comunidad universi-
taria elementos que permitan evaluar y diseñar con pertinencia medidas para hacer frente a una
problemática que no sólo cruza nuestra Universidad, sino también a la sociedad en su conjunto.
El género es una construcción histórica que ha configurado sistemáticamente los distintos espa-
cios de la vida social de las personas. La brecha de género y los obstáculos relativos al género en
la CyTC responden, por tanto, a una construcción simbólica y material que ha situado a la mujer
y el hombre en distintos lugares del quehacer universitario: ya sea en el acceso, permanencia y
movilidad (Buquet, 2016). En esa línea la Universidad produce y reproduce la estructura de do-
minación masculina que está insertada y legitimada en la sociedad (Berríos, 2007). Estructura de
dominación denominada por Buquet (2016) como sistema de orden de género; condiciones de
desventaja que responden a una estructura social que subordina a las mujeres “como colectivo
frente al colectivo de los hombres y que construye diferencias arbitrarias cuyo resultado es el des-
empeño de papeles sociales diferenciados y jerarquizados que se reproducen en todos los ámbitos
del ser y del quehacer humano” (p. 28). En aquel sistema de orden, el género se constituye como
una de las formas primarias de relaciones de poder (Scott, 2008); la piedra angular que sostiene
las inequidades en los distintos ámbitos de la sociedad y que comprende no sólo una diferencia
simbólica, sino también una jerarquía y subordinación en los distintos ámbitos de la vida, a través
de múltiples interacciones sociales (Buquet, 2016).
La categorización que establece Buquet en torno al “sistema de orden de género” está inmersa en
una larga y extensa discusión desde los Estudios de Género y las Teorías Feministas, que abarcan
las reflexiones sobre las inequidades que han atravesado a las mujeres a lo largo de la historia y
sus luchas por superarlas. En esa línea, Teresita de Barbieri (1993) indica que el género se consti-
tuye como “los conjuntos, prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las
sociedades elaboran a partir de la diferencia sexual anátomo-fisiológica” (p. 149). Una reflexión
que Butler (2007) tensiona, ya que según su perspectiva, el cuerpo no es una realidad en sí misma,
sino una elaboración que se constituye mediante lo discursivo/cultural. El género en la perspectiva
de Butler, no es ni debe entenderse únicamente como la inscripción cultural del significado de un
sexo determinado, sino también debe indicar el aparato mismo de producción mediante el cual se
relacionan los sexos entre sí.
El principal concepto al cual remiten la mayoría de las reflexiones en torno a las inequidades de gé-
nero, ha sido nombrado por las feministas como patriarcado; un concepto con una carga histórica
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
y política, que permite nombrar las relaciones de género en una sociedad en donde el paradigma
es el hombre. Paradigma que se ha sostenido asegurando la supremacía de lo masculino, en con-
traposición a la inferiorización de las mujeres y lo femenino (Lagarde, 1997), una hegemonía en la
cual lo masculino es la norma y todo lo demás se ajusta o compara.
Según Lagarde (1997), aquellas diferencias asignadas se “asemejan a los órdenes raciales y de
edad que clasifican y organizan a las personas y definen sus modos de vida al otorgar sentido, va-
lor y poder a características corporales” (p. 55). Para Buquet (2016), el funcionamiento del sistema
de orden de género está estrechamente vinculado a las diferencias que se originan en aquellas
marcas corpóreas. Diferencia que, a posteriori, funda intereses, responsabilidades sociales, ca-
pacidades intelectuales, entre otros, que se asignan a hombres y mujeres en diversos espacios
sociales con distintas valoraciones. Tales diferencias de género están sujetas a construcciones
discursivas que han asignado identidades, subjetividades y roles a las mujeres. El discurso de la
domesticidad -predominante en la época contemporánea-, se constituyó como un relato hegemó-
nico, producido por un tránsito desde las ideas religiosas del discurso tradicional de género, a otro
centrado en explicaciones naturales de la diferencia sexual. Para Nash (2006), la nueva autoridad
detrás de este discurso eran las ciencias: “esta autoridad moderna acordó una cobertura de obje-
tividad científica a las posiciones fundamentalmente ideológicas, que justificaban las diferencias
humanas en términos de desigualdad” (p. 41). Para Scott (2013), los sistemas simbólicos, es decir,
las formas en que las sociedades representan el género -entre otras distinciones-, son sumamente
importantes al momento de dimensionar las experiencias de desigualdad históricas, ya que en
estas representaciones es donde se configuran las normas de las relaciones sociales y donde se
construye el significado de la experiencia.
Nash (2006) indica que el discurso de género da cuenta de las diversas valoraciones y formas
en las cuales hombres y mujeres se desempeñan en los distintos ámbitos de la vida; en tanto la
construcción del pensamiento bio-social de una diferencia sexual natural, ha justificado la predo-
minancia masculina. Para Nash (2006) estos discursos científicos/médicos modernos, redujeron el
cuerpo de las mujeres a simples órganos reproductores, marcando una diferencia sustancial entre
sexos. Así, la mujer ha sido construida como un “otro subalterno”; sujeto a una identidad femenina
que deriva del marco de la naturaleza, la maternidad y la capacidad biológica de reproducción. Lo
anterior, se materializa en la idea asociada al liderazgo y género según la naturalización de las
capacidades y las actividades entre hombres y mujeres.
Lamadrid y Baeza (2019) analizando las barreras externas que tienen las mujeres al momento de
ascender en puestos de mayor jerarquía, indican que detrás de esas barreras subyace la idea de
que los hombres son competitivos y que, por consecuencia, buscan más estatus y remuneraciones,
por contraparte, las mujeres preferirían la estabilidad en el trabajo. Para Buquet (2016), la cons-
trucción de esas diferencias basadas en la naturaleza, es un poderoso vehículo de desigualdades,
por lo tanto, los esfuerzos deben dotar perspectivas históricas y culturales a aquellas diferencias
emanadas de la construcción cultural del género. Siguiendo la línea de lo enunciado por Bourdieu,
existe la necesidad de “denunciar los procesos responsables de la transformación de la historia en
naturaleza, y de la arbitrariedad cultural en natural” (citado por Buquet, 2016, p. 31).
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
social de la humanidad con hincapié en la opresión de las mujeres y otras subjetividades por fuera
del binarismo, sin negar su dimensión filosófica y política (Lagarde, 1997). En esa línea, debemos
rebasar la idea homogeneizadora y unitaria “de las mujeres” y con ello, del binarismo de género. En
este contexto, existe la posibilidad política y cultural de pensar, desde una perspectiva feminista,
la necesidad de construir un “sujeto del feminismo” replanteándose las construcciones en torno a
la identidad; remover los binarismos que niegan las múltiples intersecciones culturales, sociales y
políticas de las personas a partir de una matriz heterosexual (Butler, 2007).
La división sexual del trabajo está directamente relacionada con la construcción del género. His-
tóricamente, las mujeres han estado marcadas por actitudes, habilidades, tareas, roles y espacios
que han limitado el libre ejercicio de sus actividades en distintos ámbitos de la vida. La división
primaria que se ha sostenido en el tiempo, a partir de la cual se han fundado estas inequidades, es
la noción dicotómica de espacio público versus espacio privado. Para Amorós (2001), “el espacio
público, al ser el espacio del reconocimiento, es el de los grados de competencia, por lo tanto, del
más y del menos, por contraparte el espacio privado -de las actividades femeninas- son menos
valoradas socialmente” (p. 2). Históricamente, la mujer ha sido relegada al ámbito privado, por
considerársele su espacio natural en su función de madre y encargada de las tareas del hogar.
Aquel espacio, denominado por Amorós (2001) como de las idénticas y de la indiscernibilidad,
constituye un lugar en donde no hay nada sustantivo que repartir: ni poder, ni prestigio ni recono-
cimiento. El espacio privado y, por ende, las tareas del trabajo no remunerado, han sido cuestiones
y discursos tensionados, entre otras feministas, por Federici (2018), principalmente en lo relativo a
las tensiones de dicho trabajo y el trabajo remunerado. Esta autora indica que el segundo empleo
nunca ha liberado a la mujer del primero -el doméstico-, y que el doble empleo tan sólo ha supues-
to a las mujeres tener menos tiempo y energía para poder enfrentarse a ambos y las priorizaciones
a consecuencia. Cuestiones que en la actualidad siguen siendo parte importante del debate, sobre
todo en línea del reconocimiento económico y social del trabajo no remunerado. Poner en cuestión
dichas categorías, permite desnaturalizar tanto las funciones como la continuidad de su ejecución
por parte de las mujeres (Esteban, 2003).
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
interactúan entre sí: el primero consiste en procedimientos y actividades necesarias para organizar
la institución, así como oportunidades, beneficios y evaluaciones, que permanecen segregadas en
base al género, traduciéndose en sobrerrepresentación de ellas en las tareas menos valoradas
y sobrecarga laboral. El segundo término, se basa en la producción de imágenes y símbolos que
explican y refuerzan dichas divisiones, ya sean símbolos e ideologías de ‘éxito’ y ‘excelencia’ del
trabajador incorporal (disembodied) que solo existe para su trabajo (Acker, 1990; 1999 citada en
Lühe, 2014). Mientras que, por un lado, es más fácil para los hombres encarnar estos ideales, para
las mujeres se vuelve más difícil, debido a que dicha carga recae en ellas con más frecuencia por
las tareas que desempeñan fuera del trabajo formal. Lo anterior, constatado por un estudio es-
tadounidense (Zimmer et al., 2004 citado en Lühe, 2014) que mostró que mientras dos tercios de
los académicos respondieron que sus hijos preescolares eran cuidados por sus esposas o parejas,
solo un 8% de las académicas respondieron lo mismo. En consecuencia, las académicas contaban
con menos tiempo para sus obligaciones profesionales y para invertir en sus investigaciones y per-
feccionamiento. El tercer fenómeno refiere a la interacción entre hombres y mujeres en sus lugares
de trabajo que (re)producen relaciones sociales sexistas, ampliamente descritas en numerosos
estudios sobre cómo el género se hace presente en encuentros cotidianos que inciden al momento
de decidir pauta o dirección en la organización (Acker, 1990; 1999 citada en Lühe, 2014). El cuarto
fenómeno son los modelos mentales de las personas con relación a expectativas sobre oportuni-
dades (Acker, 1999 citada en Lühe, 2014). A partir de una interacción entre dichos fenómenos se
van estructurando aspectos claves para la carrera académica; los requisitos, las prospecciones y
conductas laborales están medidas y regidas por el modelo “masculino” a partir del cual se mide
todo lo demás (Lühe, 2014; Roth, 2004 citado en Monroe & Chiu, 2010).
Las mujeres sin duda han salido del espacio privado -de manera paulatina- al cual fueron asig-
nadas, han roto el esquema patriarcal moderno que las remitió a lo íntimo. El nudo crítico aparece
cuando las mujeres entran al mercado laboral, pero siguen manteniendo las cargas del trabajo
doméstico y de los cuidados (Brunet & Santamaría, 2016). Desde la economía feminista2 se han
replanteado conceptos fundamentales del trabajo, problematizando el trabajo no remunerado. A
su vez, se ha realizado un análisis crítico de la división sexual del trabajo, relevando la subordina-
ción económica de las mujeres, una peor participación en el mercado laboral, un menor acceso a
recursos económicos y, en consecuencia, menor autonomía económica (Rodríguez Enríquez, 2010,
p. 8). Junto con ello, se ha desnaturalizado la idea de que el trabajo doméstico es inherente a las
mujeres, sino más bien una actividad obligatoria sin remuneración dentro de la propia econo-
mía capitalista (Brunet & Santamaría, 2016, p. 66). Picchio (1992 citado en Brunet & Santamaría,
2016) plantea que para comprender las características del trabajo asalariado, es necesario in-
vestigar el trabajo de reproducción definido comúnmente como trabajo doméstico. En torno a las
tensiones entre trabajo remunerado y no remunerado, la doble presencia ha permitido dimensionar
hasta qué punto la inserción de la mujer en el mercado laboral posibilitó un grado de emancipa-
ción. Dicho concepto fue acuñado por Laura Balbo (socióloga italiana), que en su problematización
cuestiona la incorporación de la mujer al mercado laboral y la supuesta autonomía, pues en lugar
de cambiar las estructuras familiares, ha implicado una doble carga para las mujeres. En esa lí-
nea “caracteriza la vida de la mayoría de las mujeres en las actuales sociedades industrializadas,
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
evidenciando la vida cotidiana de aquellas mujeres que deben afrontar la actividad laboral y el
trabajo doméstico-familiar como único panorama viable e ineludible” (Ruiz et al., 2017, p. 32).
La doble presencia tiene consecuencias prácticas, y una de las más profundas, es la relativa al
desigual uso del tiempo: las mujeres en promedio dedican el doble de horas a actividades domésti-
cas y de cuidado que los hombres (INE, 2016b). Lamadrid y Baeza (2019) concluyen que la relación
conflictiva entre trabajo remunerado y no remunerado produce una afectación negativa sobre la
producción académica, cuestión crucial en el desarrollo de la carrera académica, si se considera
que los ámbitos de desempeño son el elemento sustancial de evaluación para la promoción en di-
cha carrera (Baeza & Lamadrid, 2019; Fernández, 2010). En esa línea, las altas exigencias labora-
les provocan en muchas oportunidades un “alargue en la jornada involucrando incluso tiempos de
ocio o descanso para poder acumular los méritos en el menor tiempo posible” (Baeza & Lamadrid,
2019, p. 9).
La ciencia y lo que se considera ‘conocimiento científico’ son conceptos siempre sujetos a una
discusión ontológica y epistemológica. A la perspectiva objetivista del conocimiento real obtenido
mediante el método científico tradicional, que define al Hombre como aquel que racionalmente
contiene y domina las pasiones y la naturaleza (Esposito, 2011) se contrapone otra que reconoce
que la producción de conocimiento y los saberes dependen de contextos situados, dentro de una
compleja trama de relaciones de poder (Carvalho et al., 2013; Foucault, 2002).
Estos nuevos paradigmas cuestionan y establecen como falsos “los supuestos de neutralidad y
objetividad del «Hombre universal» de las ciencias, y se proponen los conocimientos situados: sa-
beres siempre parciales y encarnados” (Troncoso et al., 2019, p. 7). Así, se diluyen las distinciones
binarias planteadas anteriormente: el sujeto no es independiente de su entorno, la razón es inse-
parable de la emoción y los afectos, la cultura no se independiza de la naturaleza. En este sentido,
afirmaciones como “el académico/a ideal es aquel que reúne –a juicio de la comunidad universita-
ria, avalado por el grupo de pares– las mejores cualidades encarnadas en la figura del investigador
que produce conocimiento” (Berrios, 2008, p. 45), deben complementarse con que, tras el consenso
de las comunidades científicas, también hay relaciones de fuerzas que históricamente pugnan,
cuya contienda decanta en esos saberes (Agamben, 2010).
Desde ese punto de vista, las lógicas de reproducción de lo masculino (Bourdieu, 1997) excluyen el
aporte, talento, creatividad y conocimientos que mujeres y otras subjetividades pueden construir.
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Todo esto, bajo el pretexto de que lo femenino se encuentra del lado de la emoción/afectos, y lo
masculino desde la razón/objetividad. En otras palabras, la supuesta objetividad que defiende la
ciencia masculinizada pasa por alto que la observación y el análisis pueden ser parciales y de-
penden de quien observa, quien, a su vez, está fuertemente influenciado por sus intereses, gusto
y posición social específica.
Las tensiones en torno a lo científico y no científico han sido una de las múltiples discusiones que
se han levantado desde el feminismo. Las críticas principales no sólo apuntan a cuestionar los
límites propios de la producción científica, sino también quiénes están detrás de dichas produc-
ciones. Dicha discusión está relacionada con cómo se percibe a la mujer y su rol como creadora
y transmisora de conocimiento. En la construcción de la ciencia y sus paradigmas de validez, las
mujeres no han tenido voz: “los hablantes de las frases científicas nunca eran mujeres” indica
Harding (2010). Para la misma autora (Harding, 2016), definir los problemas desde el paradig-
ma dominante del hombre blanco burgués, trae como consecuencia una visión parcial de la vida
social. Dar importancia a las experiencias de las mujeres puede ser un recurso que permita nutrir
cualquier análisis social (Harding, 2016). En esa línea, desde el feminismo se ha demandado por
la ruptura de espacios convencionales en la producción del conocimiento; las ya casi inseparables
dimensiones políticas/producción de conocimientos, han sido una de las formas por las cuales se
han tensionado aquellos límites de lo que es legítimo conocer y estudiar. Para Donna Haraway
(1995) los “conocimientos situados” constituyen la posibilidad de construir una objetividad encar-
nada que se acomode a proyectos de ciencia feministas, paradójicos y críticos (p. 322). En línea
con lo anterior, está lo denominado por Harding (2010) como la “teoría del punto de vista”: “un
paradigma que permite ambiciosamente trazar el mapa de las prácticas del poder, de las maneras
en que las instituciones dominantes y sus marcos conceptuales crean y mantienen relaciones so-
ciales opresivas” (p. 51). De acuerdo con lo indicado por Maffía (2007, citado en Fernández, 2010),
los científicos y científicas están determinados socioculturalmente y dentro de aquellas determi-
naciones, se encuentra el género. Cuestionar los límites de la producción científica y los espacios
mismos de legitimación permite desmontar aquellos discursos de ciencia neutral y libre de valores.
Segregación Horizontal.
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
(trabajo asalariado) se concentran en siete ramas3 de la actividad económica y que existen bre-
chas en la calidad del empleo en dichas actividades. Las mujeres se concentran en los trabajos
menos estables, de jornada parcial y con menores ingresos. Las ramas particularmente feminiza-
das son “Hogares como Empleadores”, “Enseñanza”, “Salud” y “Alojamiento y Servicios de Comi-
da”. Además, para cada una de las ramas analizadas, las mujeres acceden en menor medida que
los hombres a posiciones de jerarquías mayores (cargos de jefaturas o como empleadores).
A nivel internacional, se han desarrollado estudios comparativos que han constatado la segrega-
ción horizontal en la academia, demostrando que existen áreas del conocimiento masculinizadas
y feminizadas (Lühe, 2014; Ranga et al., 2012; Silander et al., 2013; van den Brink & Benschop,
2012). Las mujeres se encuentran, con mayor frecuencia, mejor representadas en áreas como las
ciencias biomédicas, pero siguen siendo sub-representadas en las ciencias físicas e ingenierías
(Ranga et al., 2012). Análisis comparativos han mostrado que la segregación horizontal es una
brecha aún más significativa que la segregación vertical (Silander et al., 2013; van den Brink &
Benschop, 2012) y, cruzando sexo, posición y área disciplinar, las brechas son las más sustantivas
(Silander et al., 2013)
Cabe destacar que las IES no son espacios homogéneos, y las prácticas de género no operan
siempre de la misma forma (Kekäle, 1999; Musselin, 2002, citados en van den Brink & Benschop,
2012). Asimismo, existen amplias distinciones entre los campos disciplinares, por ejemplo, con res-
pecto a sus actividades principales, finanzas, diseños de carreras, fundamentos epistemológicos
y estrategias de publicación (Becher & Trowler, 2001; Cownie, 1998; Knorr, 1999, citados en van
den Brink & Benschop, 2012). En 2010, la segregación horizontal fue constatada en un estudio
comparativo de los 27 países de la Unión Europea (UE). Dicho estudio mostró que un tercio de to-
dos los/as estudiantes en la educación superior se concentraba en las ciencias sociales, negocios o
leyes, siendo áreas mayoritariamente compuestas por mujeres (3,9 millones versus 2,8 millones de
hombres). En cambio, en las áreas que seguían en tamaño -ingenierías, producción y construcción-
dos tercios de sus estudiantes eran hombres. En las áreas de matemáticas, ingenierías, ciencias
naturales y tecnologías las estudiantes eran minoría. Para el mismo periodo, las académicas cons-
tituían en promedio el 20% de las jerarquías más altas del profesorado, siendo su participación
más alta en las humanidades, las ciencias sociales y mucho menor en las ingenierías y tecnologías
y, como profesoras titulares en las ciencias naturales, una minoría muy baja, representando, por
ejemplo, solo un 9% en Francia y un ínfimo 1% en Austria (Klein, 2016).
En 2009, un estudio comparativo realizado por un equipo alemán, del Instituto Fraunhofer y de
la Universidad de Karlsruhe, analizó las brechas de género en las publicaciones y patentes en 14
países anglosajones y europeos. El estudio mostró significativas brechas tanto en publicaciones
como en el patentamiento entre 1991 y 2005, siendo dichas brechas mayores en el ámbito de las
patentes y existiendo, además, significativas diferencias entre países con una producción feme-
nina de varios puntos porcentuales más en España y Francia, en comparación con Alemania e
Irlanda (Frietsch et al., 2009).
3 Comercio, Enseñanza, Hogares como Empleadores, Salud, Industria Manufacturera, Alojamiento y Servicios de
Comidas y Administración Pública.
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
desde aproximadamente 6,2 millones de registros de 182 países. Los resultados indican que existe
un desequilibrio de género, aunque la proporción de mujeres inventoras mejora con el tiempo; de
1995 a 2015, las mujeres han incrementado su participación de 17% a 29%. Este “progreso” se ob-
serva en la mayoría de los países, en todos los campos, en instituciones académicas y privadas, en
distintos niveles (Lax Martinez et al., 2016). En esa línea, los datos actuales referidos a la brecha
de género respecto a patentes entregados por el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI)
indican que, en el año 2019 el porcentaje de mujeres inventoras chilenas alcanza el 22% (INAPI,
2020). Se identifica una brecha importante, si además se aterriza en las entidades solicitantes. Allí,
en las universidades las mujeres representan un 33% entre los años 2013 y 2019, siendo mucho
mayor en otras entidades como las PYMES, la Gran Empresa, entre otros.
Desde los estudios de género, se ha invitado a problematizar sobre las razones subyacentes a
tales segregaciones. Por ejemplo, en relación con la necesidad de considerar diferencias entre
científicos hombres y mujeres en relación a acceso a infraestructura y recursos (Xie Shauman,
2003, citados en Frietsch et al., 2009). Este tipo de condiciones ha conllevado a desarrollar la
hipótesis que, al ser incorporadas como variables, las brechas de productividad por sexo podrían
ser mucho menos significativas (Frietsch et al., 2009). Silander, Haake y Lindberg (2013) aborda-
ron datos sobre segregación horizontal y vertical en países europeos, pudiendo constatar tanto
sub-representación de las mujeres en puestos avanzados en la academia, como áreas femini-
zadas y masculinizadas del conocimiento. Al analizar la composición académica en Suecia, las
brechas horizontales de género resultaron ser más significativas que las brechas verticales, por
lo que proponen analizar la segregación vertical y la segregación horizontal como segregaciones
imbricadas. Junto con lo anterior, citando estudios previos sobre comprensiones esencialistas de
los géneros en espacios segregados (Bourdieu, 2002; Moi, 2002, citada en Silander et al., 2013),
proponen cuestionar estrategias para la disminución de brechas de género, si éstas surgen o son
alimentadas por informantes que provienen de disciplinas masculinizadas o feminizadas en pos
de evitar soluciones o abordajes reduccionistas (Silander et al., 2013).
Segregación Vertical.
La segregación vertical de género refiere a todas aquellas dinámicas de exclusión que conllevan
a que mujeres accedan, en menor medida que los hombres, a posiciones de mayor jerarquía. A
nivel global, las mujeres concentran menos recursos de poder y, por ende, posiciones formales de
liderazgo. En ese sentido, los roles de género se representan en un continuo vertical, cuya cúspide
queda generalmente reservada para los hombres. Esta dinámica constituye un condicionante para
la participación de la mujer en la producción del conocimiento, considerando que ellas se sitúan
en una persistente desventaja a lo largo de sus trayectorias y de forma particular al momento de
acercarse a las jerarquías universitarias altas. El acceso a dichos espacios, mantiene una estre-
cha relación con procesos de poder traducidos en esquemas y criterios de legitimidad, autoridad,
prestigio y dominio (Del Pino et al., 2018; Rojo et al., 2015). Sin embargo, la limitada presencia de
mujeres en los cargos altos, mantiene baja relación con los niveles de calificaciones y méritos que
han adquirido en los últimos años (Castro & Tomás, 2010; Jackson & O’Callaghan, 2009; Saracostti,
2006; Tomàs & Guillamón, 2009; Wylie et al., 2007, citados en Del Pino et al., 2018).
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Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
y prejuicios sobre los géneros. El concepto comenzó a ser empleado a finales de los años ochen-
ta y ha sido ampliamente trabajado y perfeccionado desde entonces en publicaciones, que han
apuntado tanto a describir el fenómeno como a proponer soluciones (Del Pino et al., 2018). Entre
los hallazgos, se ha observado, incluso cuando las mujeres llegan a ocupar puestos de liderazgo,
que las posiciones suelen ser las más precarias o menos atractivas, careciendo de reales opor-
tunidades de expansión, lo que constituye un fenómeno complejo y entrelazado con otros tipos
de segregación que remiten a la división sexual del trabajo (Ranga et al., 2012; Rojo et al., 2015).
Otras conceptualizaciones utilizadas para referirse a las barreras que frenan las carreras acadé-
micas de las mujeres, se basan en conceptos utilizados en construcción y/o arquitectura, analogías
interesantes si se considera que las condicionantes que sufren las mujeres para avanzar en sus
carreras están mediadas por elementos estructurales. Estos son:
• Tubería, según esta teoría interactúan distintas condicionantes que explican la baja participa-
ción de mujeres en puestos de las jerarquías superiores. Es decir, una vez que las mujeres han
ingresado a los peldaños más bajos de la carrera académica, es una cuestión de tiempo que
se vean obligadas a atravesar una ‘tubería’ (paso estrecho) para lograr trabajos de alto nivel
(Bagues et al., 2017).
• Muros de concreto, que engloba a los factores que impiden avances en el ámbito laboral,
incluso en la medida que las mujeres van logrando más oportunidades y derechos. A su vez,
se refiere a las barreras que se manifiestan y se construyen como parte de una cultura orga-
nizacional caracterizada por estructuras jerárquicas rígidas y regidas por prototipos ‘mascu-
linizados’, que favorecen la segregación y el surgimiento de la discriminación y el acoso (Del
Pino et al., 2018).
• Suelo pegajoso, se utiliza para describir los pasos de las mujeres sobre la base de una pirá-
mide que las sujeta y no les permite desprenderse para acceder a posiciones de nivel superior
(Tòmas & Guillamón, 2009, citados en Del Pino et al., 2018).
• El laberinto, propone conceptualizar los tantos caminos alternativos y estrategias de salida
que utilizan las mujeres en sus carreras, dejando de manifiesto los numerosos obstáculos que
enfrentan en el ascenso. Esto, puede significar que se vean obligadas a renunciar o retrasar
metas o responsabilidades (Eagly & Carli, 2007, citados en Del Pino et al., 2018).
En esta línea, Monroe y Chiu (2010) cuestionan la tesis de que la equidad de género se logra exclu-
sivamente con el aumento de mujeres calificadas en la academia. Al analizar datos del American
Association of University Professors, se mostró que un número global más elevado de mujeres
calificadas y una mayor cantidad de egresadas, no había conllevado a un alza equivalente en los
puestos académicos. En cambio, se pudo constatar que las mujeres estaban sobrerrepresentadas
en los puestos peor pagados y que ganaban menos que sus colegas hombres en puestos equiva-
lentes. A su vez, se identificó sobrerrepresentación de mujeres en puestos inferiores, evidenciando
la existencia de techos de cristal no sólo en los puestos de mayor jerarquía, sino en todos los nive-
les de la academia estadounidense. En base a su revisión bibliográfica, concluyen que los prejui-
cios de género prevalecen en el ámbito académico y que estructuran, por ejemplo, frecuencias de
citas y la evaluación entre pares (Monroe & Chiu, 2010).
Lo anterior, ha sido confirmado por un importante estudio de la UE, PROMETEA 2010, que analizó
el financiamiento a proyectos de investigación de los 27 estados miembros, más Serbia, Rusia y
Chile para el período 2005-2007. Dicho estudio, identificó que sólo unas pocas mujeres disponían
de una posición superior en las cinco áreas exploradas: financiamiento de investigación, publica-
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
ción científica, conferencias, premios y patentes. En ningún país donde se obtuvieron datos sobre
evaluadores/as, la proporción de mujeres entre los evaluadores excedió el 30%. Así también, no se
detectaron diferencias sustantivas entre mujeres y hombres en el éxito en las solicitudes de finan-
ciación, excepto en Chile, donde los hombres tenían una tasa de éxito significativamente mayor
que las mujeres (Husu & Koskinen, 2010, citadas en Ranga et al., 2012).
La realidad de las universidades chilenas, se ha descrito como un campo atravesado por el recono-
cimiento simbólico y material de la producción del conocimiento (Baeza & Lamadrid, 2019). Al igual
que en muchos otros lugares, el desempeño académico se evalúa con procesos de jerarquización
que valoran y ponderan logros y producciones individuales, generando comúnmente tensiones e
incluso conflictos entre investigadores/as debido a que deben competir para acceder a cuotas de
reconocimiento, influencia (Becher, 2011; Bourdieu, 2008; Weber, 2009, citados en Gaete-Queza-
da, 2015) y recursos.
En el caso de las universidades del Estado chilenas, Gaete-Quezada (2015) observa la clara exis-
tencia de techos de cristal, 5 de ellas (de un total de 16) no contaba con una sola decana mujer, y
ninguna institución tenía una composición paritaria de su profesorado. La participación de las mu-
jeres constituye entre el 31% y 47% del global y es, en promedio, un 36,75%. En base a sus resulta-
dos, el autor propone más investigación sobre la segregación vertical en el sistema de educación
chileno, tanto desde abordajes cuantitativos como cualitativos, con el propósito de analizar cuáles
factores explican dicho fenómeno, profundizar en el desarrollo de las carreras de las académicas y,
potencialmente, identificar estrategias y acciones que permitirían corregir la segregación.
Es pertinente la caracterización de al menos tres conceptos que han sido recurrentemente utili-
zados en documentos institucionales y desde los estudios de género: brechas, dimensión y pers-
pectiva de género. En primer término, brecha puede definirse como la distancia persistente entre
distintos grupos de la sociedad en accesos a servicios, alcance de beneficios y/o logro de determi-
nadas metas. Considerando que, el diagnóstico releva el género como una variable que articula las
inequidades en la CyTC al interior de la Universidad, es pertinente utilizar el concepto brecha de
género a partir de la definición trazada por Hausmann, Tyson y Zahidi (2012); definido como aque-
llas diferencias variables y significativas entre hombres y mujeres, que pueden estar relacionadas
con el acceso a múltiples bienes, servicios, recursos económicos, culturales y sociales, derechos
políticos, entre otros. La importancia de lo anterior radica en la posibilidad de comparar cuantita-
tivamente o cualitativamente diversas situaciones que pueden impactar a hombres y mujeres en
situaciones o contextos similares.
Finalmente, la perspectiva de género para Lagarde (1997) está basada en la teoría de género y se
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
inscribe en el paradigma teórico histórico-crítico y cultural del feminismo. Contiene una perspec-
tiva crítica y una carga política, ya que plantea que existe en la sociedad una dominación de un
género sobre otros, dificultando la construcción de una humanidad diversa y democrática. Desde
la academia se ha adoptado para trazar los cuestionamientos sustanciales a las inequidades de
género, en diversos ámbitos del quehacer de la producción y transmisión de conocimiento. So-
brepasa, por tanto, los cuestionamientos a las inequidades materiales, y plantea una postura de
producción científica desde el feminismo. Para Lagarde (1997) la perspectiva de género “permite
analizar y comprender las características que definen a las mujeres y a los hombres de manera
específica, así como sus semejanzas y diferencias” (p. 15).
Respecto del presente diagnóstico, se plantea la perspectiva de género según lo planteado por
Lagarde (1997): reconocer la diferencia social, económica y política, considerando particularmente
la realidad de la CyTC en la Universidad de Chile. Se trata entonces de adoptar la perspectiva de
género como eje analítico que integre las condicionantes culturales, económicas y sociopolíticas
que favorecen la discriminación a las mujeres. Los diagnósticos permiten, por lo tanto, identificar
las inequidades y levantar medidas específicas para corregirlas; avanzando hacia condiciones de
igualdad en el acceso a recursos materiales y simbólicos.
16
Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
2
Es pertinente para el presente diagnóstico, caracterizar los instrumentos de financiamiento para
la investigación. Para Berríos (2008) el ejercicio de la carrera académica en el contexto actual se
desarrolla desde la competencia individual: cada académico/a compite consigo mismo, pero el
éxito se mide y disputa dentro de la cultura de las instituciones y las disciplinas hace que tanto los
objetivos individuales como los institucionales está asociada a la investigación. Según lo anterior,
lo que prevalece en la búsqueda de los académicos es una alta publicación en revistas científicas,
adjudicación y participación en proyectos, un número mínimo de horas de dedicación a docencia
de pre y posgrado, entre otros (Berríos, 2008). Para Ríos, Mandiola y Varas (2017) la prevalencia
de la investigación versus la docencia -y el trabajo administrativo- tiene que ver con que el reco-
nocimiento mayor y definitorio que se obtiene en la producción investigativa.
4 Según Ranking Iberoamericano SIR 2011 realizado por Scimago Institutions Rankings en un periodo de cinco
años (Theurillat & Gareca, 2018).
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Lo anterior resulta importante para dimensionar la relevancia que dichas instituciones les otorgan
a los diversos ámbitos de desempeño en la carrera académica, las formas en las cuales establecen
su promoción y los incentivos correspondientes. Respecto a las ‘universidades de investigación’,
consideran dentro de dichas instituciones, la carrera ordinaria como la más relevante con las je-
rarquías respectivas. En segundo lugar, en todas las instituciones de investigación existe desde
el nivel central, al menos, un incentivo fuerte a la investigación, siendo éste mucho más cuantioso
que los incentivos a la docencia. En lo relativo a los criterios de evaluación, establecen un dato
interesante sobre las consideraciones que se realizan según la disciplina; en las ciencias naturales
tendieron a ponderar las publicaciones en revistas ISI o SciELO “considerando ponderadores de
impacto y de citación, o bien cantidad de fondos nacionales y/o locales adjudicados, dando mayor
relevancia a proyectos Fondecyt” (Theurillat & Gareca, 2018, p. 125). En el caso de las ciencias
sociales, se valoran también la cantidad de publicaciones en revistas más importantes del área,
considerando además el ranking. Adicionalmente, en las humanidades se resaltó la importancia
de la producción de libros o capítulos de éstos.
Nacionales
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Bicentenario en Ciencia y
Centros de Investigación en Educación, Inserción Postdoctoral
Tecnología
Programa De Investigación Anillos, Apoyo a proyectos e infraestructura, Centros Científicos,
Asociativa Investigación Conjunta
Programa Regional
Internacionales
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
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¿Quiénes estudian género en las Ciencias Sociales y las Humanidades?
Para diagnosticar la participación de académicos y académicas en la CyTC en temas relacionados
al género, definimos un abordaje amplio: desde la dimensión sexo-género, hasta la perspectiva
y epistemologías de género y feministas5. En base a ello, se creó una pauta de palabras clave
relacionadas a este espectro, para diagnosticar la dimensión de género en las autorías de publi-
caciones indexadas y en la adjudicación de proyectos. Se realizó una selección de títulos en base
a 28 palabras (tanto en inglés como en español): ‘género’, ‘juventud’, ‘feminismo’ y ‘desigualdad’
en las categorías: Socio-Físico, Ciclo de vida, Epistemologías Feministas y Justicia Social (lo que
se encuentra en Anexos, tabla 9). Además, cruzamos papers y proyectos seleccionados en base a
palabras clave con áreas disciplinares y unidades académicas de interés del proyecto UCH-1899,
es decir, para los campos de ciencias sociales, humanidades y artes (tabla 10, anexos).
Iniciamos el presente diagnóstico para los datos del último año con el que se cuenta información:
2019. Así, se constatan brechas de género en las autorías de las publicaciones: del total de 31
personas, solo 9 son mujeres. Con respecto a los proyectos de investigación vemos que hay más
académicas (16) que académicos (10) en la adjudicación de proyectos. Finalmente, para estable-
cer si los y las académicos/as se basan realmente en una perspectiva de género, en coherencia con
las epistemologías de género y feminismos, cabe desarrollar un análisis de contenido de cada uno
de los papers revisados, lo que excede este diagnóstico.
5 Para otras áreas, menos inmersas en el ámbito social, así como las ciencias naturales y físicas, proponemos
una pauta más restringida con conceptos propios de los estudios de género y feministas. Esto, para disminuir la
probabilidad de que los estudios solamente aborden la dimensión biológica de los sexos obviando estructuras
sociales que impactan en la condición social y humana.
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
• Dimensión de género en Creación Artística. Fondos internos y externos: Este apartado fue
construido en conjunto con la Dirección de Creación Artística de la VID y se compone de dos
elementos principales. El primero, es la información sobre las postulaciones adjudicadas a los
Fondos del Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio, por académicos/as de la Univer-
sidad de Chile, desde 2004 a 2019. El segundo, de las adjudicaciones anuales a los fondos
internos de la Universidad para el Foro de las Artes y el Fondo de Creación Artística (CreArt ),
todos administrados por la VID, considerando periodos temporales desde 2015 a 2018 para
el fondo Foro de las Artes y 2014 a 2019 para el fondo CreArt.
Al observar los fondos administrados por la Universidad y su Fondo Central de Investigación (Grá-
fico 3), es posible notar que en la adjudicación de proyectos se visualiza una amplia presencia
masculina, a excepción de los fondos relativos a las Ciencias Sociales, Humanidades, Arte y Edu-
cación, el antiguo Programa Domeyko y “U-Redes: Incentivo a la generación de red”, donde la
participación es relativamente equitativa entre los géneros. Lo anterior, a excepción del fondo
“U-Apoya: Creación Artística” donde domina la presencia masculina en un 89%.
Por una parte, ha sido constatada la feminización de áreas como Ciencias Sociales y Humanidades
(Berríos, 2007; Klein, 2016), lo que coincide con el porcentaje mayor de participación de mujeres
en estos espacios. Por otra parte, si bien existe una participación relativamente igualitaria en los
incentivos a la “generación de red” del fondo U-Redes, no sucede lo mismo en la adjudicación de
fondos del programa “U-Redes: Incentivo a la consolidación de red”, donde la presencia femenina
es solamente del 34%. Lo anterior, indica que las dificultades son mayores para mujeres a enfrentar
la tarea de consolidar equipos de trabajo a mediano-largo plazo. Esto podría deberse a brechas de
género en dedicación temporal, responsabilidades domésticas y discriminación (Buquet et al., 2013).
MUJER HOMBRE
Gráficos N°1: Distribución por sexo de la adjudicación de proyectos del Fondo Central de Investigación de la Universidad de
Chile, 2007-2018
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
De ese modo, tal como muestra el Gráfico 4, es posible que los imaginarios en torno al “valor” y a
la “productividad” académica sigan estando de lado de los académicos en la Universidad de Chi-
le, dada su participación mayoritaria (entre el 64% y 86%) en todos los concursos de CONICYT y
CORFO, destacándose cuatro grandes hallazgos:
i. Nuevamente los fondos relativos a Ciencias Sociales tienden a tener una participación feme-
nina más alta, sin embargo, no es paritaria pues se encuentra por debajo del 40%.
ii. “Fondecyt de Iniciación” también concentra a un grupo mayor de académicas que el resto de
los concursos. Aun así, es amplia la brecha al comienzo de la carrera académica, y sabemos
que se incrementa a medida que se progresa en sus tramos (Teichler et al., 2013).
iii. En algunas áreas la exclusión de las académicas es prácticamente total: campos de investiga-
ción aplicada, tecnología o ligada a las ciencias naturales e ingenieriles, como Iniciativas Milenio,
Financiamiento Basal, Anillos en Ciencia y Tecnología, Fondef y Explora. Sin embargo, en el caso
de este último, existe un programa específico para incentivar la participación de mujeres.
iv. La participación de mujeres en el concurso de Cooperación Internacional es considerablemen-
te baja. Lo que indica una exclusión a priori de mujeres por aspectos estructurales de género
(discutidos en el marco teórico) relacionados, por ejemplo, con la falta de redes de apoyo y
las posibles marginaciones, debido a demandas familiares y domésticas, que entorpecen la
capacidad de viajar por parte de las académicas.
Explora
Cooperación Internacional
FONDECYT Postdoctorado
FONDECYT Regular
FONDEF
FONDEQUIP
MUJER HOMBRE
Gráficos N°2: Distribución por sexo de la adjudicación de proyectos de CONICYT-ANID y CORFO, 2007-2018
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Estos hallazgos reafirman la idea de la alta segregación horizontal de género que existe en
la generación de proyectos en la Universidad de Chile, sustentando el argumento de que es
necesario establecer políticas que incentiven el cambio cultural y la participación femenina, en
unidades como ingeniería que además son grandes y “productivas”, a fin de integrar nuevas ex-
periencias y conocimientos. En ese sentido, es necesario cuestionar la noción de productividad sin
sustentabilidad (Fardella et al., 2015; Pfeffer, 2010), ya que es problemático valorar únicamente
el tamaño de la productividad de modo agregado y abstracto. Para casos como el anterior, que
la producción sea “mayor” puede deberse a elementos estructurantes como el financiamiento, la
valoración de un modo de producir conocimiento y/o exclusión de grupos.
Tabla N°2: Organismo de la Universidad de Chile al cual adscriben los/as académicos/as en proyectos, 2007-2018
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
La Tabla 3 muestra la unidad académica u organismo al cual adscriben los/as académicos/as que
publican. Por un lado, unidades como Economía y Negocios (7%), Ciencias Físicas y Matemáticas
(14,1%) y el Instituto de Estudios Internacionales (IEI) (11,1%) presentan alta segregación en térmi-
nos de publicaciones. Por otro lado, organismos como el Instituto de Nutrición y Tecnología de los
Alimentos (INTA) presenta paridad de género y otras tienden a ella, como el Instituto de la Comuni-
cación e Imagen (48,3%), Odontología (41,1%) y Ciencias Sociales (38,9%). Finalmente, la facultad
que concentra el mayor volumen de publicaciones, Medicina (alrededor del 30% del total), muestra
que existe una participación que tiende a la paridad, lo que -sin dejar de lado los determinantes
de la lógica social del cuidado-, permite apoyar la idea de que es posible una mayor productividad
con criterios de mayor democracia e inclusión.
Tabla N°3: Organismo de la Universidad de Chile al cual adscriben los/as académicos/as en publicaciones, 2007-2018.
Respecto de las adjudicaciones a los Fondos de Cultura (administrados por el Ministerio de Cultu-
ra, las Artes y el Patrimonio), la Universidad de Chile contó con 240 proyectos de este tipo entre
2004 a 2019. De estos proyectos, la gran mayoría (223 que equivalen al 92,9%) son liderados
por personas que actualmente pertenecen a la carrera académica de la Universidad de Chile, tal
como lo muestra el Gráfico 5, que además indica la distribución por género a dichos fondos, entre
quienes adscriben a la carrera académica. A este respecto, es notable que la categoría académica
que concentra mayor cantidad de casos, la “Carrera Ordinaria - Prof. Asistente”, también es la que
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
tiende a tener una participación más igualitaria en torno al género. No así, las otras categorías de
esta carrera: “Prof. Asociado/a” y “Prof. Titular” donde para la primera, la presencia femenina es el
orden del 25%, y en la segunda, la segregación es absoluta.
Gráfico N°3: Composición por sexo y carrera académica de las personas que participan en Fondos de Cultura, 2004-2019
Nota: el gráfico excluye carrera Adjunta (0,8%), Docente-P. Asociado (1,3%), Docente-P. Titular (0,4%), Ordinaria-Ayudante (0%)
y Ordinaria-Instructor (0,9%)
La Tabla 4 muestra la distribución por sexo de los fondos adjudicados. Se observa paridad en la
adjudicación de Fondos de Fomento Audiovisual, asimismo, que Fondart (Nacional y Regional) y
el Fondo de Libro tienen tasas de participación femenina por sobre 20%. Sin embargo, el Fondo de
la Música presenta alta segregación, con una participación femenina de 5,4%. Esto último, puede
explicarse por una serie de teorizaciones en torno a la organización disciplinaria masculina en el
ámbito musical (Buscatto, 2003; Coulangeon et al., 2005).
Hombre Mujer
Total
N N
Fondart Nacional 56 (69,1%) 25 (30,9%) 81 (33,8%)
Fondo de Fomento Audiovisual 26 (50,0%) 26 (50,0%) 52 (21,7%)
Fondo del Libro 28 (63,6%) 16 (36,4%) 44 (18,3%)
Fondo de la Música 35 (94,6%) 2 (5,4%) 37 (15,4%)
Fondart Regional 20 (76,9%) 6 (23,1%) 26 (10,8%)
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Para las adjudicaciones anuales a los fondos del Foro de las Artes y de Creación Artística (CreArt ),
se consideran los espacios temporales de 2015 a 2018 para el Foro y 2014 a 2019 para CreArt.
Así, hay 223 “proyectos internos” de creación artística, de los cuales, 200 (90%) cuentan con in-
formación sobre personas que actualmente adscriben a la carrera académica en la Universidad
de Chile. El Gráfico 6 muestra la distribución por sexo de los/as adjudicatarios/as de estos Fondos.
Por un lado, la participación en el Foro de las Artes a nivel global es equitativa: 43 proyectos de
mujeres y 44 de hombres. En las distintas categorías, se observan variaciones que no permiten
establecer tendencias en torno a la adjudicación de estos fondos mediante el género. Por otro lado,
en el caso del Fondo CreArt, existe una brecha de género a nivel global, desfavoreciendo la repre-
sentación de mujeres que bordea el 32% de las adjudicaciones de este fondo. La mayor cantidad
de adjudicaciones se realiza en la carrera Ordinaria, con una participación de 40% en la categoría
Prof. Asistente, descendiendo a 15% en Prof. Titular. También resalta la brecha en la categoría
“Carrera Docente - Prof. Asistente”, donde la superioridad numérica masculina es de 65%.
Cabe destacar que en las bases del CreArt está incluido un descriptor sobre género: “La evalua-
ción será coordinada por una Comisión Académica Interna [...] Al momento de evaluar un proyecto
se considera la dimensión de género de manera transversal, con el objetivo de fomentar la equidad
de género, la igualdad de oportunidades y la diversidad” (VID Universidad de Chile, 2020, p. 4). Por
lo tanto, la comisión evaluadora considera la perspectiva de género como criterio de evaluación.
Para el caso del Foro de las Artes, tal criterio no se especifica en la convocatoria, pero se considera
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
por el comité académico que revisa las postulaciones. En ese contexto, las posibles diferencias de
género en estos fondos también responden a disparidades en la postulación. De ese modo, es im-
perativo construir instancias que promuevan la participación de mujeres en la postulación a fondos.
Ordinaria-P. Ordinaria-P.
Docente-P. Asistente Ordinaria-P. Titular
Asistemte Asociado
Hombre
Mujer
Gráfico N°4: Composición por sexo y carrera académica de las personas que participan en el Foro de las Artes (2015-2018) y
Fondo CreArt (2014-2019)
Nota: el gráfico excluye carrera Adjunta (1,8%), Docente-Asociado (9,1%) y Titular (0%), Ordinaria-Ayudante (0,1%) y Ordinaria-
Instructor (7%)
Considerando que los GF involucran actorías claves en la CyTC, y teniendo en cuenta las distintas
perspectivas del fenómeno que se está estudiando, es que se utilizó una muestra mixta: en primer
lugar, “muestra diversa o de máxima variación; de esta forma documentamos la diversidad para
localizar diferencias y coincidencias, patrones y particularidades” (Hernández et al., 2014, p. 388).
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Se decidió establecer áreas del conocimiento a partir del marco referencial de diversas entidades
nacionales e internacionales (OCDE, CNED, ESI, entre otros). Dichas áreas no son pensadas como
una categoría fija, sino más bien como una posibilidad de potenciar el análisis de las dimensiones
del diagnóstico.
Para objeto de este diagnóstico y el análisis cualitativo de los GF, hemos trabajado con dos áreas:
Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, en donde se han ubicado las unidades académicas res-
pectivas (ver tabla 6).
Facultad de Artes
Área V:
Facultad de Filosofía y Humanidades
8 participantes 7/10/2020
Artes y Instituto de Estudios Avanzados de Educación
Humanidades
Instituto de Comunicación e Imagen
A partir del análisis de datos secundarios que maneja VIDGEN, se identificaron nudos críticos,
desde los cuales se realizó una batería de preguntas presentadas en la pauta (ver tabla 7)7. La
modalidad de análisis siguió una estructura que va desde un análisis general (ver tabla 6), de
6 Según el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); Essential Science
Indicators (ESI); UNESCO y la Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE); La Comisión Na-
cional de Acreditación (CNA) clasifica las áreas del conocimiento según el marco referencial de CINE (UNESCO);
La Consejo Nacional de Educación Superior (CNED), se han identificado las siguientes áreas del conocimiento
que han enmarcado el proceso de levantamiento de información cualitativa: Área 1: Ciencias Médicas y de la
Salud; Área 2: Ciencias Agrícolas y Naturales; Área 3: Ingeniería y Tecnología; Área IV: Ciencias Sociales; Área
V: Humanidades; Área VI: Inter y Transdisciplina y Área VII: Estudios de Género.
7 La presente pauta muestra dos temas atingentes a los objetivos del diagnóstico del proyecto Fortalecimiento
Ciencias Sociales, Artes y Humanidades UCH-1899. Como VIDGEN, establecimos una pauta más amplia que
va en línea con nuestro objetivo de realizar un levantamiento de información y posterior diagnóstico respecto a
las brechas de género en la CyTC.
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Tema Preguntas
¿Qué obstáculos y/o brechas relativas al género ha identificado en la gestión,
creación y transmisión del conocimiento?
Brecha de género ¿Ha identificado la existencia de áreas y/o disciplinas feminizadas o
masculinizadas?
Obstáculos relativos al género
¿Qué obstáculos relativos al género ha identificado en el acceso a cargos de
mayor jerarquía?
¿Cómo valora la perspectiva y dimensión de género en la creación del
Valoración y promoción de la conocimiento?
dimensión y perspectiva de
género. ¿Considera relevante la instalación de herramientas que promuevan la
investigación con perspectiva y dimensión de género?
T1. Brechas y obstáculos relativos al género en la Creación y Transmisión del Conocimiento: Este
tema guarda relación con las percepciones, dada la experiencia que cada participante tiene en
su unidad académica respectiva. A partir de este gran tema, se agruparon las siguientes 11 ca-
tegorías. Dentro de ellas, las más referenciadas fueron el “trabajo no remunerado”, las “tareas
feminizadas y/o masculinizadas”, el “acceso a cargos de mayor jerarquía” y las “disciplinas-áreas
feminizadas o masculinizadas”
Nº de C Categorías Referencias
C1 Tareas, disciplinas-áreas feminizadas y/o masculinizadas 9
C2 Trabajo no remunerado 7
C3 Acceso a cargos de mayor jerarquía 4
C5 Uso del tiempo 2
C6 Dificultades en acceso a fondos 2
C9 Género e ideal de excelencia 1
C10 Trabajo doméstico en la academia 1
C11 Conductas machistas 1
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
C1. Tareas, disciplinas-áreas feminizadas y/o masculinizadas: Las personas respondieron en ma-
yor medida sobre esta categoría, indicando que existen tareas feminizadas que han sido históri-
camente asignadas a las mujeres. En consonancia con lo caracterizado anteriormente, la segre-
gación horizontal aparece como una de las mayores problemáticas en el quehacer de la CyTC.
Para Berríos (2007), las mujeres están representadas en el imaginario colectivo patriarcal como
mandadas: sujetas que no ejercen poder, por lo tanto “no hay un espacio social y colectivo donde
se reconozca y legitime su capacidad de ejercerlo” (p. 42). En dicho caso, la gestión aparece histó-
ricamente como una tarea asignada a las mujeres, que por naturaleza deben realizar:
Académica (48 años, Prof. Asociada, FACSO): “Yo creo que ahí hay diferencias claras
respecto de quién hace más o menos gestión, y que también lo han planteado aquí las
colegas. Debajo de eso, o sustentando eso, está la idea de que las mujeres hacemos
mucho mejor gestión que los hombres; que los hombres no saben hacer gestión, no han
aprendido a hacer gestión, y que nosotras lo hacemos mucho mejor”.
La Universidad es una institución que replica los patrones sociales; existen funciones que se asig-
nan -nuevamente como naturales- a las mujeres, en esa línea tendrían “mejores habilidades para
el trabajo de archivar y ordenar, mientras que los varones más en pensar y analizar” (Berríos,
2007, p. 43). Dicho campo, cruza las disciplinas y/o áreas del conocimiento. En el caso de las Ar-
tes, Humanidades y las Ciencias Sociales, se producen patrones de segregación horizontal hacia
ciertas disciplinas que han sido y siguen en su mayoría, desarrolladas por hombres. En la primera
cita, una académica de la Facultad de Derecho indica que, en dicha unidad existen ciertas sub-
áreas que son dominadas por hombres y, a su vez, en Sociología, un académico indica que dichas
segregaciones horizontales operan desde la formación de pregrado, en donde los hombres se
encaminan por cursos más teóricos dentro de la disciplina. Cursos que, en definitiva, tienen mayor
valoración social.
Académica (48 años, Prof. Asociada, FDER): “Por ejemplo, en derecho comercial no hay
ni una sola profesora mujer, son puros hombres. Y eso es grave para nosotros, porque
tampoco se compatibiliza; son como un último bastión, que de alguna manera se resiste
a los cambios generacionales que están habiendo”.
Académico (38 años, Prof. Asistente, FACSO): “Si uno lo ve, por lo menos mi experiencia
en sociología, los estudiantes hombres se tienden a inclinar por los cursos más teóricos
-que además son los cursos que la propia disciplina tiende a validar más como los ramos
que son más serios o importantes-, y muchas veces pasa que las mujeres se tienden a
inclinar más por los ramos metodológicos”.
C2. Trabajo no remunerado: Entendemos por trabajo no remunerado, las tareas que involucran los
cuidados y las labores domésticas asignadas históricamente a las mujeres, que, según lo estable-
cido por la Encuesta Nacional de Usos del Tiempo (ENUT) (INE, 2016a): un trabajo que se encuen-
tra fuera de la producción económica; es aquel trabajo que no es pagado ni transado por un bien
en el mercado. Dicho trabajo, marcado por los mandatos de género, ha sido mencionado por las/
los participantes como uno de los principales obstáculos relativos al género en la CyTC.
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Académica (55 años, Prof. Asistente): “Y aquí quería indiciar -yo no tengo hijos, decidí
no tener hijos- que hay un trabajo invisible, que es ese que hacemos las mujeres, y
que existe, que es el trabajo doméstico. Y son estas dimensiones, este choque entre la
dimensión pública y privada: generalmente el trabajo masculino es visto como trabajo
siempre y fuera, pero el trabajo de las mujeres tiene componentes que se invisibilizan,
y esos son horas y es trabajo. Entonces esa es una dimensión que yo creo que siempre
hay que tener en cuenta”.
Académica (63 años, Prof. Asociada): “Yo sí tengo hijos, pero conozco colegas que no
tienen hijos y tienen adultos mayores, u otras realidades a su cargo, y que a la larga es:
tú te haces cargo. Puedes compartir las funciones, pero eres tú la que estás haciendo de
productora general permanente, para poder levantar la atención de todo lo que tienes
que cumplir. Y eso, aunque se reconoce -porque ocurre-, no está en la práctica siendo
valorado, considerado, ni tampoco hay espacios protegidos para eso”.
Se puede observar que el reconocimiento del trabajo no remunerado, como un obstáculo relativo al
género, es mencionado por las académicas, independiente de si son madres. En esa línea, el traba-
jo de cuidados no está asociado directamente al cuidado de hijos/as; como se menciona en la cita,
dicha tarea puede estar asociada al cuidado de familiares y/o personas cercanas al núcleo familiar.
C4. Acceso a cargos de mayor jerarquía: implica para las mujeres menores posibilidades de estar
en espacios de poder. Espacios que se delimitan, en el caso de la Universidad, en torno a políticas,
reglamentación, evaluación, entre otros. Dicha categoría, denominada en el marco teórico como
segregación vertical, está cruzada por múltiples factores de exclusión; no es una dinámica aislada,
interfieren en ella la capacidad de establecer redes, consolidación de equipos, entre otros. Las
personas que referenciaron dicha categoría lo hicieron considerando su rol dentro del cuerpo aca-
démico, su carrera y rango respectivo. Es así como en la Universidad de Chile, el acceso a cargos
de poder está cruzado necesariamente con la jerarquía académica. En el caso de la presente cita,
se puede identificar la brecha en los distintos escalafones y, además, cómo se está evaluando el
desempeño de cada académico/a.
Académica (52 años, Prof. Asociada, FDER): “En cuanto al acceso a cargos de mayor
jerarquía, en nuestro caso, en Derecho, por ejemplo, [destaca] la poca cantidad de profe-
soras titulares, y eso porque no se puede ir avanzando en la carrera académica. También
hay pocas profesoras asociadas, entonces hay un tema ahí con la Comisión Superior de
Evaluación, con la forma en la que se están realizando las jerarquizaciones, y si se están
o no allí considerando brechas de género”.
Es por esto que resulta necesario entender que en muchos casos hay dinámicas de segregación,
que se imbrican de acuerdo con la realidad de cada persona: una mujer que ha vivido segregación
horizontal puede estar afectada por dinámicas propias de la segregación vertical. En esa línea, la
gestión al estar marcadamente asignada a las mujeres y no evaluada en la carrera académica,
puede estar afectando su desempeño y por tanto su capacidad para ascender en la jerarquía
académica.
T2. Perspectiva de género en la CyTC: Este tema tiene relación con la valoración que las personas
realizan de la perspectiva de género en la CyTC. En las respuestas identificamos: cuestiones ge-
néricas de valoración positiva de la perspectiva de género, y la relevancia de la interseccionalidad
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
dentro de la CyTC. No se identificaron respuestas sobre las herramientas que la Universidad de-
biese establecer para la promoción de la perspectiva de género.
Nº de C Categorías Referencias
C1 Valoración de perspectiva de género en la CyTC 10
C2 Incluir la perspectiva interseccional en la CyTC 4
C3 Herramientas que promuevan la perspectiva de género en la CyTC 3
C4 Incluir la perspectiva Interdisciplinar en la CyTC 1
C1. Valoración de perspectiva de género en la CyTC: La perspectiva de género, como una forma de
problematizar las relaciones entre géneros, considerando variables culturales, socioeconómicas y
políticas, fue bien valorada por las personas que participaron de los GF en las áreas Ciencias So-
ciales y Artes, y Humanidades. Una de las cuestiones que pueden explicar la valoración positiva,
tendría relación con el rol de la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Filosofía y Humani-
dades, como espacios pioneros en la fundación de centros de Estudios de Género8 en Chile y Lati-
noamérica. En la actualidad cuentan con espacios de formación y un cuerpo docente especializado
que ha levantado y disputado desde distintos lugares el valor de la perspectiva de género, como
también de las teorías feministas.
De la cita anterior podemos remarcar que, para la mayoría de los/as participantes, no está sola-
mente relacionada con la investigación, sino también con el ejercicio de la docencia:
Académico (43 años, Prof. Asistente): “vuelvo sobre el punto fuerte, que es la docencia. Me
parece que ahí es donde la naturaleza de la carrera nos enfrenta a una diversidad con la
cual tenemos que trabajar y conducir los problemas que cada uno de los alumnos lleva,
que se desarrollan en obra posteriormente, son problemas de carácter subjetivo, y por lo
tanto nos metemos en temas de carácter biográfico y, muy fundamentalmente, político”.
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
C2. Incluir la perspectiva interseccional en la CyTC: Junto con valorar la perspectiva de género, la
interseccionalidad aparece como una dimensión necesaria de posicionar en la CyTC. Para los/as
participantes de los GF de estas áreas, la perspectiva de género por sí sola no explica las desigual-
dades que cruzan la vida de múltiples mujeres y otras subjetividades.
Académica (48 años, Prof. Asociada): “Y estoy de acuerdo en que, claro, hablamos de
género, y en general el género debiera incorporar la perspectiva interseccional, pero no
necesariamente la incorpora. Entonces me parece que es indispensable, cuando hable-
mos de género, lo hablemos pensando también en que tiene que incorporar esas distin-
tas dimensiones, porque no todas las mujeres somos iguales, claramente”.
T3. Medidas a implementar: Esta categoría aparece como un emergente en las respuestas de los/
as participantes, y tiene relación con menciones espontáneas a medidas que se han implementa-
do o podrían implementarse para disminuir la brecha de género. Se considera relevante su inclu-
sión más allá de la cantidad de referencias, por cuanto fue referenciada en el proceso de GF de
otras áreas, y junto con ello, porque atiende directamente a discursos y experiencias que remiten
a la corregir las brechas de género en la CyTC.
Nº de C Categorías Referencias
C1 Discriminación positiva 2
C4 Cuotas de género 1
C1. Discriminación positiva: Refiere a las acciones afirmativas que se toman para reducir situa-
ciones o prácticas discriminatorias por cuestiones de género. Dos personas que participaron de
los GF, mencionaron que la discriminación positiva puede resultar efectiva para corregir la brecha
de género, sobre todo en el mundo académico, y como indica la cita textual, en el ingreso, para
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
así disminuir la brecha de género en ese estamento. De acuerdo con lo mencionado por la acadé-
mica, una discriminación positiva sería posible, sobre todo focalizada en ciertas áreas en donde
las brechas de género marcadas por la división sexual del trabajo son mayores. De esta forma, la
discriminación positiva, operaría de modo que, en igualdad de condiciones, la elección fuese de
una mujer, como una forma de remediar la desigualdad histórica en ciertas áreas y disciplinas del
conocimiento.
Académica (63 años, Prof. Asociada): “Yo creo que hay que hacer algo de acción positi-
va dentro del mundo académico en el sentido del ingreso. O sea, si hay que contratar a
académicos o académicas en ciertas áreas donde haya más diferencia en términos de
la división sexual del trabajo, yo creo que perfectamente se puede hacer. Yo creo que en
esto que se llama “recursos humanos”, hay que evaluar los criterios de incorporación, en
dos sentidos: a igual currículum, ¿a quién eliges? ¿a quién seleccionas?, o ciertas discipli-
nas subrepresentadas por mujeres; cómo incorporas este tema en la selección”.
C2. Cuotas de género: Respecto a las cuotas de género, son mencionadas por una de las personas
participantes en los GF, como la posibilidad de asegurar participación de mujeres en ciertas áreas,
actualmente masculinizadas:
En este tema, y más allá de las reflexiones en torno al cambio cultural que debe existir en cada
espacio, las personas instan a la institución a profundizar medidas que han tenido un impacto
positivo en la disminución de las brechas de género en la CyTC.
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Reflexiones
4
Las presentes reflexiones, datos e información entregada, han sido fruto de un largo proceso que la
VIDGEN viene desarrollando desde 2019, con el objetivo de diagnosticar las brechas y obstáculos
relativos al género en la Creación y Transmisión del Conocimiento en la Universidad de Chile. Enten-
demos que, para aportar al diseño de políticas, se requiere de un acercamiento lo más fiel posible
a la realidad, contando con la activa y vinculante participación de las personas que habitan y viven
las desigualdades de género que se producen no sólo internamente, sino también en la sociedad.
Los datos presentados dan cuenta de un escenario conocido: existen brechas significativas de gé-
nero en la adjudicación de fondos externos de Investigación y Creación Artística y, a su vez, en pu-
blicaciones. Junto con ello, identificamos obstáculos que han situado a la mujer en ciertas tareas y
disciplinas (segregación horizontal) y, asimismo, dificultades al momento de ascender en la jerarquía
académica y optar a puestos de poder (segregación vertical). En el caso de las Ciencias Sociales, Ar-
tes y Humanidades la realidad no es distinta: los datos demuestran importantes brechas de género
en áreas indispensables para el quehacer académico. Realidad que fue confirmada en el proceso de
levantamiento de información cualitativa; más allá de que son áreas en donde la participación de las
mujeres es mucho mayor, versus áreas históricamente masculinizadas, se observan segregaciones
que se imbrican en las distintas disciplinas, cargos y tareas, en las distintas unidades académicas.
La mayoría de las personas que participaron de este proceso, tiene claridad de que sin duda las
cuestiones asociadas al trabajo no remunerado, golpean fuertemente la posibilidad de las mujeres
de desempeñarse bajo las mismas condiciones que sus pares hombres. Junto con ello, se visibiliza-
ron discursos y realidades de mujeres que no necesariamente viven obstáculos relativos al género,
relacionados con la maternidad o roles de género históricos. En esa línea, consideramos que las
medidas deben pensarse siempre atendiendo a la realidad local de cada unidad académica.
Por otro lado, resulta necesario reflexionar sobre cómo la perspectiva de género y el conocimien-
to con pertinencia social tienen una alta valoración dentro de estas áreas, a través de proyectos
asociativos que no sólo se piensen desde la investigación, sino también en otras áreas igual de
importantes en la Creación y Transmisión del conocimiento, como la docencia y la vinculación con
el medio, entre otras. Los Estudios de Género y las Teorías Feministas habitan fuertemente en las
Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, por lo tanto, fortalecer esas áreas es también valorizar
y potenciar un conocimiento que contiene un valor epistemológico, metodológico y teórico, que en
la actualidad constituye un enorme aporte a nivel interno y nacional, dado el contexto que exige
cambios políticos y sociales urgentes. Hablamos en definitiva de un conocimiento con sentido y
pertinencia social, que refuerza el rol público de la Universidad de Chile.
En último lugar, creemos necesario re-pensar a nivel estructural las lógicas de financiamiento na-
cionales y abrir preguntas sobre cómo evaluamos, qué financiamos, qué conocimiento queremos
y quiénes son parte de la creación de conocimiento, entre otras cosas. En definitiva, visibilizar las
brechas de género no es un fin en sí mismo, sino un medio que nos permite establecer reflexiones
y diálogos más profundos respecto al corazón y rol de la Universidad del Estado.
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Documento de Trabajo N°4
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
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Proyecto [ UCH1899 ]
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Proyecto [ UCH1899 ]
Brechas y obstáculos relativos al género en la creación y transmisión del conocimiento en la Universidad de Chile
Anexos
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Unidades Académicas Área ESI
Facultad de Ciencias Sociales SOCIAL SCIENCES, GENERAL
Facultad de Filosofía y Humanidades PSYCHIATRY/PSYCHOLOGY
Facultad de Economía y Negocios ART y HUMANITIES
Facultad de Artes ECONOMICS y BUSINESS
Facultad de Derecho
Instituto de Asuntos Públicos
Instituto de Estudios Internacionales
Instituto de la Comunicación e Imagen
Instituto de Estudios Avanzados en Educación
N/A
Tabla N°9: Unidades académicas y áreas disciplinarias. Dimensión y perspectiva de género en productividad académica.
Proyecto UCH1899.
Tabla N°10: Palabras Clave. Dimensión y perspectiva de género en productividad académica. Proyecto UCH1899.
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1899 O B J E T I V O
H u m a n i d a d e s
ciencias Sociales Y arte