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El Poder de La Pasion y La Perseverancia 1656609130
El Poder de La Pasion y La Perseverancia 1656609130
21. La escuela en la que yo daba clases fue fundada por Daniel Oscar, un
exalumno de Teach For America. En mi opinión, Neil Dorosin era el mejor
profesor. Tanto Daniel como Neil siguen hoy en la vanguardia de la reforma
educativa.
22. David Luong, en una entrevista con la autora, 8 de mayo, 2015.
23. Karl Pearson, The Life, Letters and Labours of Francis Galton, vol.
1, Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido, 1930, pág. 66.
24. Francis Galton, Hereditary Genius, Macmillan, Londres, 1869, pág.
38. Es importante advertir que la fascinación que Galton sentía por la herencia
era desacertada. Aunque sus conclusiones sobre la importancia del celo, la
laboriosidad y la aptitud estén respaldadas por investigaciones modernas, sus
conclusiones equivocadas sobre la herencia y la raza no han sido
corroboradas por ningún estudio.
25. Charles Darwin, carta dirigida a Francis Galton, 23 de diciembre,
1869. Frederick Burkhardt et al., ed., The Correspondence of Charles
Darwin, vol. 17, 1869, Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido,
2009, pág. 530.
26. Véase Leonard Mlodinow, The Upright Thinkers: The Human Journey
from Living in Trees to Understanding the Cosmos, Pantheon Books, Nueva
York, 2015, pág. 195. Catharine Morris Cox, «The Early Mental Traits of
Three Hundred Geniuses», en Genetic Studies of Genius, vol. 2, ed. Lewis M.
Terman, Stanford University Press, Stanford, California, 1926, pág. 399.
27. Charles Darwin, The Autobiography of Charles Darwin, Collins
Clear-Type Press, Londres, 1958, págs. 140-141.
28. Adam S. Wilkins, «Charles Darwin: Genius or Plodder?», Genetics
183, 2009, págs. 773-777.
29. William James, «The Energies of Men», Science 25, 1907, págs. 321–
332.
30. El talento es, por supuesto, plural. Para el lector que esté interesado en
el tema, véase Howard Gardner, Frames of Mind: The Theory of Multiple
Intelligences, Basic Books, Nueva York, 1983. Véase también Ellen Winner,
Gifted Children: Myths and Realities, Basic Books, Nueva York, 1996.
Robert J. Sternberg y James C. Kaufman, «Human Abilities», Annual Review
of Psychology 49, 1998, págs. 479-502.
31. Encuesta de America’s Inner Financial Life, Worth Magazine,
noviembre, 1993.
32. «CBS News Poll: Does Practice Make Perfect in Sports?», página web
de noticias de la CBS, 6 de abril, 2014, www.cbsnews.com/news/cbs-news-
poll-does-practice-make-perfect-in-sports.
33. The 60 Minutes/Vanity Fair Poll, Vanity Fair, enero, 2010.
34. Chia-Jung Tsay y Mahzarin R. Banaji, «Naturals and Strivers:
Preferences and Beliefs About Sources of Achievement», Journal of
Experimental Social Psychology 47, 2011, págs. 460-465.
35. Chia-Jung Tsay, «Privileging Naturals Over Strivers: The Costs of the
Naturalness Bias», Personality and Social Psychology Bulletin, 2015.
36. Ibíd.
37. «Juilliard Pre-College», The Juilliard School, consultado el 10 de
agosto, 2015, www.juilliard.edu/youth-adult-programs/juilliard-pre-college.
38. Robert Rosenthal, «Pygmalion Effect», en The Corsini Encyclopedia
of Psychology, ed. Irving B. Weiner y W. Edward Craighead, John Wiley &
Sons, Inc., Hoboken, Nueva Jersey, 2010.
39. Chia-Jung Tsay, profesora adjunta en la Escuela Universitaria de
Ciencias Empresariales de Londres, en una entrevista con la autora, 8 de abril,
2015.
40. Elizabeth Chambers et al., «The War for Talent», McKinsey Quarterly
3, 1998, págs. 44-57.
41. Ed Michaels, Helen Handfield-Jones y Beth Axelrod, The War for
Talent, Harvard Business School Press, Boston, 2001.
42. Ibíd., pág. xii.
43. John Huey, «How McKinsey Does It», Fortune, noviembre de 1993,
págs. 56-81.
44. Ibíd., pág. 56.
45. Duff McDonald, «McKinsey’s Dirty War: Bogus “War for Talent” Was
Self-Serving (and Failed)», New York Observer, 5 de noviembre, 2013.
46. Malcolm Gladwell, «The Talent Myth», New Yorker, 22 de julio, 2002.
47. Clinton Free, Norman Macintosh y Mitchell Stein, «Management
Controls: The Organizational Fraud Triangle of Leadership, Culture, and
Control in Enron», Ivey Business Journal, julio, 2007,
http://iveybusinessjournal.com/publication/management-controls-the-
organizational-fraud-triangle-of-leadership-culture-and-control-in-enron/.
48. Ibíd.
49. Scott Barry Kaufman, director del Imagination Institute, en una
entrevista con la autora, 3 de mayo, 2015. Véase también
www.scottbarrykaufman.com.
50. Scott Barry Kaufman, «From Evaluation to Inspiration: Scott Barry
Kaufman at TEDxManhattanBeach», vídeo de YouTube, publicado el 6 de
enero, 2014, https://youtu.be/HQ6fW_GDEpA.
51. Ibíd.
52. Kaufman, entrevista.
53. Sé de otras dos personas cuyos test de aptitud no pronosticaban lo
lejos que llegarían en la vida. La primera es Darrin McMahon, un eminente
historiador del Dartmouth College. En el libro de Darrin, Divine Fury: A
History of Genius, Basic Books, Nueva York, 2013, recalca que la genialidad
incita a la ambivalencia. Por un lado, a los humanos siempre nos ha atraído la
idea de que unos pocos estén por encima del resto por los dones que Dios les
ha dado. Por el otro, nos encanta la idea de la igualdad, nos gusta creer que
todos tenemos las mismas oportunidades para triunfar en la vida. En una
conversación reciente sobre este tema, Darrin me dijo: «Lo que está
ocurriendo es la democratización de los genios. Hay una parte en nosotros que
quiere creer que cualquiera puede ser un genio». Yo nunca fui una estudiante
de historia demasiado buena y en algunas ocasiones llegué a ser una alumna
mediocre. Por eso me sorprendí bastante al ver que el libro de Darrin, escrito
con insólita maestría, me había atrapado desde la primera página. La
meticulosa investigación y el minucioso razonamiento del libro no le han
restado amenidad a su contenido. Y de pronto al final, en la página 243, al
llegar a los agradecimientos, descubrí que decía: «En mi vida he tenido
muchas falsas ilusiones y desde luego seguiré teniendo muchas más. Pero ser
un genio no es una de ellas». Después Darrin apunta, con humor y cariño, que
mientras crecía sus padres constataron que a su hijo «nunca se le subieron los
humos a la cabeza». E incluso recuerda que le hicieron un test para ver si
podía hacer el curso para niños superdotados. Le mostraron «formas,
imágenes y otras cosas por el estilo», pero lo único que recuerda con certeza
es «haberlo suspendido». Darrin se acuerda de haber contemplado a sus
compañeros de clase «encaminándose lentamente a las clases especiales para
niños con un talento especial». Y a continuación reflexiona sobre si ser
catalogado de niño no superdotado fue al final una suerte o una desgracia: «A
una edad temprana me dijeron, con toda la objetividad de la ciencia, que no
era un niño superdotado. En aquel momento podía haber tirado la toalla, pero
soy muy testarudo y durante los años siguientes estuve intentando rebatir su
veredicto, esforzándome para demostrarme a mí mismo y a los demás que no
«había nacido con una capacidad intelectual limitada». De igual modo,
Michael Lomax no fue reconocido como niño prodigio. Sin embargo, tiene un
currículo excepcional: es el presidente y director ejecutivo del United Negro
College Fund, cargo que lleva desempeñando durante más de una década. En
el pasado Michael fue rector de la Universidad de Dillard. Ha sido profesor
de inglés en la Universidad Emory, en el Spelman College y en el Morehouse
College, y se presentó en dos ocasiones como candidato a alcalde de la ciudad
de Atlanta. «Francamente, no me consideraban el chico más inteligente», me
confesó Michael recientemente. A los dieciséis años, su madre escribió sin
embargo al rector del Morehouse College para pedirle si podía admitir a su
hijo en los cursos preuniversitarios. «Por supuesto, en Morehouse ¡no había
cursos preuniversitarios!», aclaró Michael riendo entre dientes. El rector de
Morehouse decidió, en vista de las impresionantes notas de Michael, admitirlo
en el primer curso de la universidad. «Entré en esa universidad. La detesté.
Quería irme de allí. Era el primero de la clase, pero quería cambiar a otra
universidad. Se me metió la idea en la cabeza de que el Williams College era
más adecuado para mí y solicité matricularme en él. Hice los trámites
requeridos y cuando estaban a punto de aceptarme, el encargado de las
admisiones me dijo: “¡Ah!, por cierto, necesitamos tus notas de la prueba de
acceso a la universidad”». Como le habían admitido en Morehouse sin
solicitarlo formalmente, Michael no la había hecho. «Esta prueba era decisiva
para mí. Decidí hacerla. Y no saqué una buena nota. No me admitieron en el
Williams College.» Michael siguió estudiando en el Morehouse y fue un
alumno brillante. Obtuvo la licenciatura en Inglés. Más tarde, obtuvo el máster
en Inglés en la Universidad de Columbia y el doctorado en Literatura
Americana y Afroamericana en la Universidad Emory. Ahora, a los sesenta y
ocho años, Michael me señaló: «A mi edad, creo que es más una cuestión de
carácter que de genialidad. Conozco a todo tipo de lumbreras que
desaprovechan su gran talento o que se sienten insatisfechos e infelices al
creer que basta con tenerlo. Lo que les digo a mis hijos, lo que intento decirles
a mis nietos y a cualquier alumno al que tenga la oportunidad de tutelar, es lo
siguiente: “Lo que cuenta es el esfuerzo, el trabajo duro, la persistencia, la
determinación. Levantarte del suelo sacudiéndote el polvo de encima. Esto es
lo más importante”». Para evitar recibir por correo electrónico invectivas
sobre este pasaje relacionado con los cursos para niños superdotados y
talentosos, me gustaría aclarar que soy una ferviente partidaria de ofrecerles a
los niños todos los estímulos intelectuales que puedan manejar. Al mismo
tiempo, pido vivamente que todos los que se puedan beneficiar de esta clase
de cursos puedan acceder a ellos. Hace treinta años, Benjamin Bloom afirmó
con toda la razón: «En este país hemos acabado creyendo que podemos saber
quién será un gran músico guiándonos por los test de aptitudes musicales,
quién será un gran matemático guiándonos por los test de aptitudes
matemáticas. Incluimos a unos y excluimos a otros demasiado temprano en la
vida… Todos los niños deberían tener la oportunidad de explorar las áreas
que les interesen». Ronald S. Brandt, «On Talent Development»: una
conversación con Benjamin Bloom», Educational Leadership 43, 1985, págs.
33-35.
3
El esfuerzo cuenta el doble
No transcurre un día sin que lea u oiga la palabra talento. En cada sección
del periódico —desde la página de los deportes hasta la sección de negocios,
desde las reseñas sobre actores y músicos del suplemento del fin de semana,
hasta las noticias de primera plana de políticos que saltan a la fama— abundan
las alusiones al talento. Por lo visto, cuando alguien realiza una hazaña sobre
la que vale la pena escribir, lo calificamos al instante de «sumamente
talentoso».
Cuando le damos demasiada importancia al talento, estamos
infravalorando todo lo demás. Es como si en el fondo creyéramos que lo
siguiente es cierto:
O tener varias jerarquías de metas sin ninguna conexión que compiten entre
sí.
420. Pete Carroll, entrevistado por Eric Wayne Davis, NFL AM, publicado
por los Seahawks de Seattle, «Pete Carroll: “We’re Looking for Grit”», 3 de
febrero de 2014, www.seahawks.com/video/2014/02/03/pete-carroll-were-
looking-grit.
421. Pete Carroll, entrenador principal de los Seahawks de Seattle, en una
conversación telefónica mantenida con la autora, 13 de mayo, 2013.
422. Chambliss, entrevista.
423. Lee Ross y Richard E. Nisbett, The Person and the Situation:
Perspectives of Social Psychology, McGraw-Hill, Londres, 1991. Este libro
resume de forma extraordinaria la investigación.
424. James G. March, «How Decisions Happen in Organizations»,
Human-Computer Interaction 6, 1991, págs. 95-117.
425. Tom Deierlein, cofundador y director ejecutivo de ThunderCat
Technology, en un correo electrónico con la autora, 29 de octubre, 2011.
426. Deierlein, en un correo electrónico con la autora, 17 de septiembre,
2015.
427. Hudson Strode, «Sisu: A Word That Explains Finland», New York
Times, 14 de enero, 1940.
428. Hudson Strode, «Sisu: A Word That Explains Finland», New York
Times, 14 de enero, 1940.
429. Emilia Lahti, «Above and Beyond Perseverance: An Exploration of
Sisu», Masters Capstone, Universidad de Pensilvania, Masters Capstone,
2013.
430. Betty Liu, Work Smarts: What CEOs Say You Need to Know to Get
Ahead, John Wiley & Sons, Hoboken, Nueva Jersey, 2014, pág. 7.
431. Thomas II, reseña de Amazon «Last Man Standing: The Ascent of
Jamie Dimon and JP Morgan Chase», 8 de octubre, 2009,
www.amazon.com/Last-Man-Standing-Ascent-JPMorgan/dp/B003STCKN0.
432. Ben Smith, «Master Howard Dean», Observer, 8 de diciembre, 2003,
http://observer.com/2003/12/master-howard-dean.
433. Duff McDonald, Last Man Standing: The Ascent of Jamie Dimon,
Simon and Schuster, Nueva York, 2009, pág. 5.
434. Jamie Dimon, presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, en
una conversación con la autora, 14 de abril, 2015.
435. Dimon, entrevista.
436. Nick Summers y Max Abelson, «Why JPMorgan’s Jamie Dimon is
Wall Street’s Indispensable Man», Bloomberg Businessweek, 16 de mayo,
2013.
437. Dimon, entrevista.
438. Theodore Roosevelt, «The Man in the Arena. Citizenship in a
Republic», discurso impartido en la Sorbona, París, 1910.
439. JPMorgan Chase & Co., How We Do Business, 2014,
www.jpmorganchase.com/corporate/About-
JPMC/document/20140711_Website_PDF_FINAL.pdf.
440. Tim Crothers, The Man Watching: Anson Dorrance and the
University of North Carolina Women’s Soccer Dynasty, Thomas Dunne,
Nueva York, 2006, pág. 37.
441. Ibíd., pág. 106.
442. Anson Dorrance, entrenador principal del equipo femenino de fútbol
americano de la Universidad de Carolina del Norte, en una entrevista con la
autora, 21 de agosto, 2015.
443. Luc A. Léger, D. Mercier, C. Gadoury y J. Lambert, «The Multistage
20 Metre Shuttle Run Test for Aerobic Fitness», Journal of Sports Sciences 6,
1988, págs. 93-101.
444. Dorrance, en una entrevista con la autora, 30 de septiembre, 2015.
445. Dimon, entrevista.
446. George Bernard Shaw, Man and Superman: A Comedy and a
Philosophy, Penguin, Nueva York, 1903), pág. 32. El pasaje original dice lo
siguiente: «Esta es la verdadera alegría de la vida, ser usado para un designio
que uno reconoce como algo poderoso… ser una fuerza de la Naturaleza en
lugar de un pobre desgraciado desasosegado y egoísta lleno de achaques y
quejas que no cesa de lamentarse de que el mundo no se consagre a la tarea de
hacerle feliz».
447. West-Point.org, «Bugle Notes», consultado el 10 de febrero, 2015,
www.west-point.org/academy/malo-wa/inspirations/buglenotes.html.
448. Discurso del comandante mayor John M. Schofield, exsuperintendente
de la Academia Militar estadounidense, dirigido a los cadetes, 11 de agosto,
1879.
449. Teniente general Robert L. Caslen, superintendente de la Academia
Militar estadounidense, en una entrevista con la autora, 4 de septiembre, 2015.
450. Información ofrecida por la Academia Militar de Estados Unidos.
451. Carroll, Win Forever, pág. 183.
452. «Pete Carroll Returns to USC, entrevista completa, 2014», vídeo de
YouTube, 1:57:42, publicado el 20 de marzo, 2014,
https://youtube/jSizvISegnE.
453. Earl Thomas, «Take Nothing for Granted», Earl Thomas’s blog, 25 de
enero, 2014, www.earlthomas.com/2014/01/25/take-nothing-granted.
454. Don Banks, «The Worst Play Call in NFL History Will Continue to
Haunt Seahawks in 2015», Sports Illustrated, 21 de julio, 2015.
455. «The Wizard’s Wisdom: “Woodenism!”», ESPN, 5 de junio, 2010.
456. Greg Bishop, «Pete Carroll, NFL’s Eternal Optimist, Is Ready to Turn
Heartbreak into Triumph», Sports Illustrated, 3 de agosto, 2015,
www.si.com/nfl/2015/07/28/pete-carroll-seattle-seahawks-2015-season-
super-bowl-xlix.
13
Conclusión
En este libro he hablado del poder del grit para ayudarte a desarrollar tu
potencial. Lo he escrito porque lo que alcancemos en la maratón de la vida
dependerá enormemente de nuestro grit: de nuestra pasión y perseverancia ante
las metas a largo plazo. Obsesionarnos con el talento nos impide ver esta
sencilla verdad.
Este libro ha sido mi forma de invitarte a tomarte un café conmigo para
contarte lo que sé.
Casi he terminado.
Me gustaría concluir con unas ideas a modo de colofón. La primera es que
tu grit puede aumentar.
Veo dos formas de conseguirlo. Una consiste en hacerlo por ti mismo, «de
dentro a fuera», al cultivar tus intereses. Adquiere la costumbre de ponerte
retos a diario para sobresalir en alguna habilidad. Puedes vincular tu trabajo
con un propósito que vaya más allá de ti. Y aprender a tener esperanza cuando
la situación parezca no tener remedio.
Y la otra es aumentar tu grit «de fuera a dentro», con la ayuda de los
padres, los entrenadores, los profesores, los jefes, los mentores, los amigos…
Para desarrollar tu grit es fundamental la ayuda de otras personas.
Mi segunda idea a modo de conclusión es sobre la felicidad. El éxito —
tanto si se evalúa por quién gana el National Spelling Bee, quién se gradúa en
West Point o quién encabeza el departamento en ventas anuales— no es lo
único que importa. No cabe duda de que también queremos ser felices. Y
aunque la felicidad y el éxito estén relacionados, no son lo mismo.
Tal vez te preguntes: «Si tengo más grit y triunfo más en la vida, ¿seré
mucho menos feliz?»
Hace varios años intenté responder a esta pregunta encuestando a dos mil
adultos estadounidenses. El gráfico que figura más abajo muestra cómo el grit
se vincula con la satisfacción en la vida, evaluado en una escala que oscila del
7 al 35 y que incluye afirmaciones como: «Si pudiera vivir mi vida otra vez,
no cambiaría casi nada». En el mismo estudio, evalué emociones positivas
como el entusiasmo y emociones negativas como la vergüenza. Descubrí que
cuanto más grit tiene una persona, más tiende a gozar de una vida sana
emocionalmente. Incluso en la cima de la Escala del Grit, el grit está
estrechamente vinculado con el bienestar,457 independientemente de cómo se
evalúe.