Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Crisis de Berlín
En la Conferencia de Yalta (4 al 11 de febrero de 1945) se decidió que Alemania y
Berlín serían repartidos entre los vencedores de la guerra. Francia no participaba al
principio en la conferencia, pero finalmente, gracias a Churchill, Roosevelt y Stalin
participó y le correspondía una parte del reparto del territorio. Churchill tenía la
intención de darle una parte a Francia, que posteriormente sería ocupada por Estados
Unidos y Reino Unido; Stalin desaprobó la idea, pero más tarde aceptó cuando
Roosevelt apoyó la propuesta de Churchill.
A principios de agosto de 1961, los alemanes orientales controlados por los soviéticos
empezaron a cerrar todas las avenidas de escape al Berlín occidental-- las 97 millas
alrededor de la ciudad y las 27 millas que llevaban hasta el centro de la ciudad. Los
soviéticos y alemanes orientales marcharon y entraron con una gran muestra de
fuerza y Kennedy llamó a 148,000 guardias nacionales y reservistas a servicio activo.
Un informe del 11 de agosto indica que el embajador George F. Kennan pensaba que
había llegado el momento indicado para llegar a un acuerdo común sobre Berlín. Kennan
sentía que los EEUU estaba malinterpretando la intensa postura de Kruschev y creía
que el líder sovietico respetaba la fuerza de los EEUU, entonces buscó una salida. Una
entrevista con los embajadores Kennan y Thompson, 11 de agosto, 1961; Berlín
Germany Group 1961; Policy Planning Council; archivos, 1954—1962; Records generales
del Departamento de Estado; grupo de récord 59.
Un reporte confidencial sobre la información sobre los “posibles refugiados” tratando
de escapar durante los primeros meses del muro de Berlín informa sobre la ayuda de
guardias de Alemania oriental, el uso de pasaportes prestados en puntos de control, y
una orden de disparar a cualquier fugitivo. Resumen de informes por los refugiados
durante el periodo entre 28 septiembre-- 5 octubre, 1961; Oficina de Asuntos
Europeos, Director Nacional de Alemania, Récords sobre Berlín y los asuntos de
Alemania oriental. 1957-1968, Lote 70D4, Records generales del Departamento del
Estado; Grupo de récord 59.
Entre 1940 y 1945 las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Gran Bretaña, con
una pequeña y tardía colaboración francesa, bombardearon 363 veces la capital
de la Alemania nazi. Setenta mil toneladas de bombas, veinte mil muertos, más
de millón y medio de refugiados y un tercio de la ciudad reducida a escombros
humeantes fueron el resultado de las operaciones de los tres países aliados
entre 1940 y 1945, sobre todo en los últimos doce meses antes del final de la
guerra. Tres años después de esa fecha cientos de aviones de las fuerzas
aéreas de los mismos tres países que arrasaron sistemáticamente Berlín
aterrizaban diariamente en la ciudad y eran recibidos como héroes salvadores
por la población civil, la misma población civil que había sufrido durante un
lustro la dureza despiadada de los bombardeos. Este hecho por si solo es ya
sorprendente, pero el por qué de ese repentino afecto a los aliados
occidentales es todavía más asombroso; se trató de un milagro de la logística,
la planificación y sobre todo la voluntad. Un milagro que conocemos como el
Puente Aéreo de Berlín.
Estados Unidos y Gran Bretaña unificaron sus zonas en 1947 en lo que se llamó
“Bizonia“, que pasó a ser “Trizonia” un año más tarde al unirse Francia. Para
entonces las relaciones entre la Unión Soviética y los poderes que controlaban
el resto de Alemania se habían ya enrarecido notablemente, y empezaron a
producirse incidentes de forma regular. Uno de ellos fue el desastre aéreo de
Gatow; un caza soviético que había invadido el espacio aéreo occidental chocó
en el aire contra un avión de pasajeros, matando a todos sus ocupantes. Este
hecho, además, se produjo después de varias semanas de acoso de cazas
soviéticos a aviones civiles norteamericanos y británicos por orden del mando
ruso en Berlín Oriental. La tensión fue creciendo y la colaboración entre ambas
zonas, soviética y occidental, se hizo cada vez más difícil.