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Bogotá D.

C, Agosto 19 de 2021

SEÑOR
JUEZ DEL CIRCUITO DE BOGOTÁ (REPARTO)
E.S.D

REFERENCIA: Acción de Tutela para proteger el derecho al debido


Proceso Administrativo, a la Educación, a la
Seguridad Social en conexidad con el Derecho a la
Educación y Mínimo Vital y Vida Digna.

ACCIONANTE: VALENTINA SOLANO HERNÁNDEZ


CC. 1.193.212.981

ACCIONADA: - UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE


PENSIÓN Y CONTRIBUCIONES PARAFISCALES
UGPP NIT: 900373913-4

VALENTINA SOLANO HERNÁNDEZ, identificada con cédula de ciudadanía No


1.193.212.981 de Bogotá, a usted respetuosamente acudo para promover Acción de Tutela
de conformidad con el artículo 86 de la Constitución Política de Colombia y el Decreto
Reglamentario 2591 de 1991 con el objeto de que se ampare los derechos constitucionales
fundamentales que considero amenazados y vulnerados por derecho al debido proceso
administrativo, a la educación, a la seguridad social en conexidad con el derecho a la
educación y mínimo vital y vida digna, vulnerados por la UNIDAD DE GESTIÓN
PENSIONAL, Y PARAFISCAL - UGPP- U.G.P.P. NIT: 900373913-4 contra quien se dirige la
presente acción.

Esta petición se fundamenta en los siguientes:


HECHOS

 Mediante la Resolución No. 20387 del 26 de julio de 2002 la UNIDAD DE GESTIÓN


PENSIONAL, Y PARAFISCAL - UGPP- U.G.P.P reconoció una pensión de Jubilación
Gracia a favor del señor SOLANO VILLAMIZAR SAUL, quien en vida se identificó con
cedula de ciudadanía No. 13,245,096 de Cúcuta, en cuantía de $1,111,910.98, efectiva
a partir del 3 de febrero de 2002.

 Mediante Resolución No. 26374 del 29 de diciembre de 2003, la UNIDAD DE


GESTIÓN PENSIONAL, Y PARAFISCAL - UGPP- U.G.P.P reliquidó la pensión de
jubilación Gracia del causante, elevando la cuantía de esta a la suma de $1.501.079.89
M/CTE., efectiva a partir del 03 de febrero de 2002.

 Por medio de la Resolución No 21690 del 22 de mayo de 2008 se reliquidó la


prestación reconocida en cuantía de $1.659.402.95 efectiva a partir del 03 de febrero
de 2002.

 Mi padre, el señor (a) SOLANO VILLAMIZAR SAUL, quien en vida se identificó con
CC No. 13,245,096 de Cúcuta, falleció el 24 de diciembre de 2012.

 Mediante Resolución No. RDP 19074 del 25 de abril de 2013 se reconoció la pensión
de sobrevivientes a favor de la menor Valentina Solano Hernández, identificada con
registro civil de nacimiento No. 33.631.083, en cuantía del 50% de la pensión
devengada por el causante, efectiva a partir del 25 de diciembre de 2012 y hasta que
llegue a la mayoría de edad, o cumpla 25 años de edad, siempre que acreditara
incapacidad para laborar en razón a sus estudios y el 50% restante que les pudiere
corresponder a las señora ALCIRA VILLAMIZAR DE SOLANO Y LUZ GRACIELA
ESTALANTE, fue dejado en suspenso, hasta que la justicia ordinaria emitiera
pronunciamiento al respecto.
 Mediante Resolución No RDP 041642 del 19 de octubre de 2018, por la cual se da
cumplimiento a un fallo judicial proferido por el TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO
JUDICIAL DE CÚCUTA SALA LABORAL, se estipuló en lo pertinente:

“ARTÍCULO PRIMERO: Dar cumplimiento al fallo judicial proferido por


TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE CUCUTA SALA LABORAL del
13 de diciembre de 2017 y en consecuencia levantar el suspenso del 50% dejado
en el articulo quinto de la resolución 19074 del 25 de abril de 2013, reconocer y
ordenar el pago de una pensión de sobrevivientes con ocasión del fallecimiento de
SOLANO VILLAMIZAR SAUL, en la misma cuantia devengada por el causante a
partir de 24 de diciembre de 2012 dia del fallecimiento del causante, de
conformidad con el fallo judicial objeto de cumplimiento conforme la siguiente
distribución:

ESCALANTE LUZ GRACIELA ya identificado(a), en calidad de Cónyuge o


Compañera(o) con un porcentaje de 34.00 %.La pensión reconocida es de O
carácter vitalicio.

VILLAMIZAR DE SOLANO ALCIRA ya identificado(a), en calidad de Cónyuge o


Compañera(o) con un porcentaje de 16.00 %.La pensión reconocida es de carácter
vitalicio.

Que el porcentaje de 50.00 %. seguirá correspondiendo a favor de la menor


SOLANO HERNANDEZ VALENTINA ya identificado(a), en calidad de Hijo(a)
Menor de Edad con un La pensión reconocida es de carácter temporal, y será
pagada hasta el dia 14 de marzo de 2019, día anterior al mplimiento de la mayoría
de edad y hasta el 14 de marzo de 2026, dia anterior al cumplimiento de 25 años
de edad, siempre y cuando acredite escolaridad conforme las normas vigentes.

REPRESENTANTE LEGAL: VILLAMIZAR DE SOLANO ALCIRA. IDENTIFICACIÓN:


CC NO. 27787627. (..)”
 Que en la actualidad me encuentro cursando en el Instituto de Lengua y Cultura
Francesas de la Universidad Católica de Lyon con el fin de aprobar un diploma de
lengua y cultura francesas., con una intensidad de 20 horas semanales de enseñanza,
NO TRABAJO y dependo económicamente de los ingresos que provenían de la
sustitución pensional de mi difunto padre para subsistir, mi fuente de sustento esta
representada en el porcentaje reconocido de las pensiones de jubilación y gracia sobre
las que me referí en párrafos precedentes, debiendo precisar adicionalmente que en
este país con la visa de estudiante no se me permite trabajar.

 En los términos de la Ley 1574 de 2012, aporté mi Certificación de Estudios de


EDUCACIÓN FORMAL, expedida por la UNIVERDIDAD CATOLICA DE LYON de
fecha 25 de mayo de 2021, en cuyo contenido se encuentra la intensidad horaria, los
datos del programa cursado, valor cancelado por concepto de matrícula e incluso
aporte la traducción oficial del documento.

 La UNIDAD ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE PENSIÓN Y CONTRIBUCIONES


PARAFISCALES UGPP, mediante comunicación fechada del 10 de junio de 2021 con
número de radicado 2021140001729101 me informa :
 Al solicitar la Apostilla del documento tal y como lo solicitó la UGPP, me dirigí al
Consulado, aquí en Lyon Francia, ciudad en la que actualmente resido, Entidad que
respondió a mi petición, mediante escrito el día 18 de junio de 2021, en cuyo
contenido señala lo establecido por la Convención de la HAYA del 05 de octubre de
1961 respecto a lo establecido en materia de Apostillas, y a su vez me indicaron que
NO era posible APOSTILLAR el certificado de estudios en la medida en que la firma
del documento no corresponde a ningún funcionario público, ni corresponde a un
documento público, sino por el contrario corresponde a un documento expedido por
una entidad privada. En su lugar me indicaron que podía autenticarlo.

 De la respuesta anterior procedí a dirigirme autenticar el documento y el día 25 de


junio de 2021, obtuve el sello de autenticidad del Ayuntamiento es el de Meximieux.

 Acorde con lo anterior el día 16 de julio de 2021, elevé una nueva petición a la UGPP
solicitando me restablezcan el pago de mi mesada pensional, y aporté la totalidad de
los documentos requeridos, en razón a que estoy acreditando mis estudios tal y como
lo establece la Ley 1574 de 2012.

 A mi solicitud la UGPP nuevamente me dio respuesta negativa el pasado 29 de julio


de 2029, mediante comunicación emitida con radicado 2021140002161671,
indicando:

“Si bien es cierto bajo el radicado ida por el 2021200501624602 aporta


educación certificado de escolar de la UNIVERSIDAD CATÓLICA DE LYON, este
no cumple con los requisitos establecidos por la Unidad para el reconocimiento
de estos, ya que, por tratarse de estudios realizados en el exterior, se requieren
que sean apostillados.”

 Al revisar detenidamente lo establecido por la Ley 1574 de 2012 parágrafo segundo


indica:

“PARÁGRAFO 2. Para programas que se estén cursando en el exterior se deberán allegar los
documentos expedidos por la institución educativa en que se cursa el programa, donde conste la
dedicación de la persona a las actividades académicas curriculares con una intensidad académica
no inferior a 20 horas semanales. Igualmente se allegará la constancia de que la institución
educativa deberá estar certificada por la autoridad competente para operar en ese país.”

 En las mismas condiciones en que me fue reconocida la sustitución pensional con


ocasión al fallecimiento de mi padre por parte de la UNIDAD ADMINISTRATIVA
ESPECIAL DE PENSIÓN Y CONTRIBUCIONES PARAFISCALES UGPP - . Mediante
Resolución 03434 del 14 de Agosto de 2014 obtuve el reconocimiento de la sustitución
pensional del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio de la pensión
de Jubilación que devengaba mi padre como docente, cuyo pagador actual es la
FIDUPREVISORA.

 Mediante oficio 20210931363571 de fecha 16 de junio de 2021, la Fidruprevisora me


indicó que para continuar con el pago de la prestación económica debía aportar:

“REQUISITOS MÍNIMOS QUE DEBE CONTENER LA ESCOLARIDAD

• -Papel membretado, sello y firma de quien expide el certificado de la


Universidad o Instituto en el que estudie.
• -Datos claros y completos del estudiante
• -Que semestre está certificando, Periodo que certifica (fecha de inicio y
finalidad)
• -Intensidad horaria mínima de 20 horas semanales
• -Carnet de la institución y/o universidad “

 Para mi sorpresa y aportando los mismos documentos que he aportado a la UGPP, la


FIDUPREVISORA, continuó con el pago de mi prestación y tuvo como válidos los
certificados que dan cuenta de mi condición de estudiante en la Universidad Católica
de LYON, mientras que la UGPP se niega a continuar con el pago de mi prestación a
pesar de cumplir con todos los requisitos de la Ley 1574 de 2012.

 En el link https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-389095_galeria_12.pdf del


Ministerio de Educación en Colombia se señala cual es el PASO A PASO PARA
VERIFICAR ACREDITACIÓN O RECONOCIMIENTO DE ALTA CALIDAD DE
PROGRAMAS FRANCESES DE EDUCACIÓN SUPERIOR. En este documento expedido
por la autoridad Colombiana como lo es el Ministerio de Educación, se indica que en
Francia el sistema de evaluación y calidad de la educación superior está a cargo del
Alto Consejo para la Evaluación de la Investigación y la Educación Superior -Hcéres-
(original en francés Le Haut Conseil de l’évaluation de la recherche et de
l’enseignement supérieur).

 En el instructivo señalado, que se encuentra dispuesto para consulta en la página del


Ministerio de Educación de Colombia, se indica que las entidades Francesas
reconocidas para impartir educación formal, deben estar inscritas en el
https://www.hceres.fr/fr.

 En ese orden de ideas, al efectuar la consulta que es a través de una plataforma pública
y del Gobierno Colombiano, se evidencia que la UNIVERSIDAD CATOLICA DE LYON,
es una entidad reconocida y acreditada no sólo en Francia sino también en Colombia
conforme al instructivo señalado por el Ministerio de Educación.

 He aportado los documentos solicitados de conformidad la normatividad pertinente,


me encuentro en este país desconocido, SOLA, lejos de mi familia, No estoy
trabajando, no tengo más medios para garantizar mi educación y mi subsistencia, y me
parece completamente arbitrario y salido de contexto que la UNIDAD
ADMINISTRATIVA ESPECIAL DE PENSIÓN Y CONTRIBUCIONES PARAFISCALES
UGPP, se DÉ a TAREA DE CREAR requisitos que no se encuentran consagrados en la
norma, para entorpecer el pago de la prestación económica cuando claramente en 3
oportunidades he podido comprobar que es IMPOSIBLE poder apostillar el
documento como la entidad injustamente lo requiere.

 Nótese que la norma en ningún momento contempla la APOSTILLA como un requisito


para validar el certificado de estudios aportado.

 Señor Juez, al hacer el cambio a euros, mis gastos mensuales mínimos para sostenerme
son de 700 euros, (TRES MILLONES CIENTO CINCUENTA MIL PESOS
COLOMBIANOS ) y como se prueba en la certificación el año de escolaridad tiene un
costo de $4.642 euros, que al cambio son $20.889.000 (VEINTE MILLONES
OCHOCIENTOS OCHENTA Y NUEVE MIL PESOS M/CTE). En razón a que mi visa de
estudiante me impide trabajar. En Consecuencia, la posibilidad de continuar con mi
educación aquí en Francia depende en 100% de las mesadas pensionales que percibía
por la sustitución pensional de mi padre.

 Con la negación de por parte de la UNIDAD DE GESTIÓN PENSIONAL Y


PARAFISCAL- UGPP-, para continuar pagando la mesada pensional, se están
menoscabando mis derechos fundamentales como lo son el derecho al debido
proceso, al mínimo vital, a la educación.

 En la actualidad no gozo de la suma económica que garantice mi subsistencia y mis


necesidades vitales no dan espera a ser reconocidas mediante un proceso judicial que
puede durar lo suficiente para que mis derechos fundamentales continúen afectados.

 He desplegado las actividades administrativas necesarias para que la UGPP reactive el


pago de la prestación pensional a través de diferentes solicitudes.

DERECHOS AMENAZADOS Y/O VULNERADOS

Considero que con el actuar arbitrario de la UNIDAD DE GESTIÓN PENSIONAL, Y PARAFISCAL


- UGPP- al suspenderme el pago de la mesada pensional a la que tengo derecho vulnerando:

1. Mi DERECHO AL DEBIDO PROCESO ADMINISTRATIVO en razón a que la UGPP


no está reconociendo el requisito de escolaridad conforme a leyes preexistentes que
lo regulan como lo es la Ley 1574 de 2012, sino que por el contrario a su propio
arbitrio modifica lo establecido por el legislador, y en contravía de la norma, exigió
requisitos que no se encuentran contemplados en ella.

El artículo 29 de la Constitución Política colombiana establece que el debido proceso


debe observarse en toda clase de actuaciones judiciales y administrativas. En lo que
tiene que ver con el debido proceso administrativo, es de tener en cuenta que los
actos y las actuaciones de las autoridades administrativas deben estar sujetas tanto al
ordenamiento jurídico legal como a los mandatos constitucionales.

El desconocimiento en cualquier forma del derecho al debido proceso en un trámite


administrativo, no sólo quebranta los elementos esenciales que lo conforman, sino
que igualmente comporta una vulneración del derecho de acceso a la administración
de justicia, del cual son titulares todas las personas naturales y jurídicas (C.P., art. 229),
que en calidad de administrados deben someterse a la decisión de la administración,
por conducto de sus servidores públicos competentes(Sentencia C-540 de 1997).

2. Mi DERECHO A LA EDUCACION puesto que del dinero que percibo por concepto
de pensión, yo pago mis estudios en la Universidad Católica de Lyon. No poseo bienes
inmuebles, como tampoco muebles como carros o acciones o elementos que me
generen algún tipo de renta. Mis gastos de alimentación, arriendo, educación salud,
vestuario y recreación los cubro en 100% con los dineros que provienen de la pensión
tanto de jubilación pagada por la FIDUPREVISORA, como la de pensión gracia
pagada por la UGPP.
3. Mi DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL por mi condición de estudiante, me
encuentro en situación de debilidad manifiesta puesto dependo social y
económicamente de los recursos de la mesada pensional que percibía , estoy en el
extranjero en condición de vulnerabilidad, que no puede superarse pues no hay
mercado laboral activo que me permita encontrar otra fuente de sustento mi visa de
estudiante no me permite trabajar, y por lo mismo requiero que mi estado de
vulnerabilidad sea considerado para levantar la suspensión del pago de mi mesada
pensional, porque he acreditado todos los requisitos exigidos por el legislador para
estos efectos conforme a la Ley 1574 de 2012.

Estimo que la entidad accionada con la omisión en reconocerme y pagarme el derecho


a sustitución pensional por el fallecimiento de mi padre, está violando otros de mis
derechos fundamentales, los consagrados en los artículos 48 de la Carta, consagra: "
La Seguridad Social es un servicio público de carácter obligatorio que se prestará bajo
la dirección, coordinación y control del Estado en sujeción a los principios de
eficiencia, universalidad y solidaridad, en los términos que establezca la ley. Se
garantiza a todos los habitantes el derecho irrenunciable a la Seguridad Social". Por su
parte el artículo 53 de la misma Carta consagra: "El Estado garantiza el derecho al
pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones legales". El derecho a la
sustitución pensional es una especie de derecho a la Seguridad Social que, cuando se
verifican los supuestos legales para que se cause, permite a una persona entrar a gozar
de los beneficios de la prestación económica antes percibida por la otra. El derecho a
la sustitución pensional no supone el reconocimiento del derecho a una pensión, sino
la legitimación para reemplazar a la persona que venía gozando de este derecho. El
derecho a la seguridad social a pesar de no estar expresamente consagrado en la Carta
como un derecho fundamental teniendo en cuenta que es derivación directa e
inmediata del derecho fundamental al trabajo ha sido elevado al carácter de derecho
fundamental cuando según las circunstancias del caso, su no reconocimiento tiene la
no potencialidad de poner en peligro otros derechos fundamentales y en este caso se
hace necesario su amparo para salvaguardar mi derecho a la educación, al mínimo
vital y la vida digna . Esto es lo que se denomina un derecho fundamental por
conexidad, es decir, aquél que, no siendo catalogado como tal en el texto
constitucional, sin embargo, le es comunicada esta calificación, en virtud de la íntima
e inescindible relación con otros derechos fundamentales. De forma que si no fueran
protegidos en forma inmediata los primeros se ocasionaría la vulneración o amenaza
de los segundos.

La Honorable Corte Constitucional se ha pronunciado en repetidas ocasiones a través


de sentencias provenientes de las diferentes Salas de Revisión de Tutelas, entre otras,
en las Sentencias T-426 del 24 de junio de 1.992, T-526 del 18 de septiembre de 1.992
y T-135 del 1 ° de abril de 1.993 y de las cuales se desprende una clara y contundente
afirmación sobre el carácter fundamental del derecho a la seguridad social cuando se
reclama el derecho a una pensión y así ha sostenido: "El derecho a la Seguridad Social
no está consagrado expresamente en la Constitución como un derecho fundamental.
Sin embargo este derecho es establecido en forma genérica en el artículo 48 de la
Constitución, adquiere el carácter de fundamental cuando, según las circunstancias del
caso su reconocimiento tiene la potencialidad de poner en peligro otros derechos y
principios fundamentales como la vida (art. 11) y la dignidad humana (Constitución
Política art. 1), Ia integridad física y moral (Constitución Política art. 12) o el libre
desarrollo de la personalidad (Constitución Política art. 16) de las personas de la
tercera edad (Constitución Política art. 46)." De todo lo anteriormente expuesto se
concluye que el no reconocimiento y pago oportuno de una sustitución pensional a
favor de quien ha satisfecho o cumplido con los requisitos de ley para acceder a ella
constituye grave violación de los derechos fundamentales tanto de la seguridad social,
como del pago oportuno de las pensiones, pues el goce de las pensiones legales fue
elevado a nivel de derecho constitucional.

MI DERECHO Al MINIMO VITAL Teniendo en cuenta que me encuentro en otro


país y que la variación del valor del peso colombiano frente al Euro es bastante
significativa, y que por encontrarme en este país en condición de estudiante y no
poder laborar, la suspensión de la mesada pensional afecta de manera directa mi
capacidad de subsistencia, situándome en una condición de vulnerabilidad que atenta
contra mi derecho al mínimo vital pues no tengo fuente económica que no sea la
mesada pensional de la que era beneficiaria, y no existe una razón fundada para su
suspensión cuando he cumplido a cabalidad con los requisitos que exige la norma.

¿Como puedo tener una vida digna aquí, si no tengo recursos que me permitan
soportar mis necesidades básicas? ¿Como puedo soportar una carga de no contar con
el derecho que me asiste a recibir la mesada pensional que me fuera reconocida para
poder solventar la vida en otro país donde la hacer la conversión de pesos a euros la
vida es mucho más costosa?

PRETENSIONES

Con fundamento en los hechos relacionados, y en las consideraciones expuestas,


respetuosamente solicito al señor(a) Juez disponer y ordenar a favor mío lo siguiente:

PRIMERO: Tutelar el amparo constitucional del derecho fundamental al Debido Proceso, a


la Educación, a la Seguridad Social y al Mínimo vital y Vida Digna de VALENTINA SOLANO
HERNÁNDEZ identificada con cédula de ciudadanía N° 1.193.212.981.

SEGUNDO. Ordenar a la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y


Contribuciones Parafiscales de la Protección Social —UGPP NIT: 900373913-4 levantar la
suspensión del pago de la mesada pensional que venía disfrutando como beneficiaria de la
sustitución pensional de mi padre el señor SOLANO VILLAMIZAR SAUL, quien en vida se
identificó con cedula de ciudadanía No. 13,245,096 de Cúcuta ,en un término no superior a
cuarenta y ocho horas (48), contados a partir de la notificación del fallo,

CUARTO: Ordenar a Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones


Parafiscales de la Protección Social —UGPP , que en un término no superior a cuarenta y
ocho horas (48) me pague las mesadas pensionales dejadas de percibir desde el momento de
la suspensión de las mismas hasta cuando sea efectivamente reintegrada.

QUINTO: Ordenar a la Unidad Administrativa Especial de Gestión Pensional y


Contribuciones el reconocimiento y pago de las mesadas pensionales suspendidas y de las que
se generen hasta la edad de 25 años, siempre y cuando subsistan las mismas causas legales
para su pago.

PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA

Fundo la presente acción en lo preceptuado por el artículo 86 de la Constitución Política, en


concordancia con los artículos 13, 23, 29, 43, 48, y 53 del texto constitucional y los decretos
2591 de 1991 y 306 de 1992 y demás normas concordantes y pertinentes.

Resulta procedente señalar que me encuentro legitimada para promover la presente acción
constitucional, que promuevo la acción dentro del término oportuno tras la ocurrencia de los
hechos que suscitaron la infracción iusfundamental denunciada. Si bien pudiese pensarse que
cuento con otros medios judiciales de defensa, como la acción de nulidad y restablecimiento
del derecho para controvertir la actuación que hoy reprocho mediante la acción de tutela,
también lo es que ante la vulneración inminente de mis derechos fundamentales dicha acción
no sería oportuna para salvaguardar mis derechos con la finalidad de evitar un perjuicio
irremediable .
La Corte Constitucional1 al respecto señaló: En ese sentido, (ii) resulta desproporcionado que
el actor, Fabián Alejandro, acuda a las vías ordinarias para reclamar el derecho pensional. En
la actualidad no goza de la suma económica que garantiza su subsistencia y sus necesidades
vitales no dan espera a ser reconocidas mediante un proceso judicial que puede durar lo
suficiente para que sus derechos fundamentales se vean afectados. Dada la inminente afectación
del derecho fundamental al mínimo vital del actor y la situación económica de su familia, se
puede concluir que es ineficaz el medio ordinario judicial para que el actor reclame la
sustitución pensional. En consecuencia, la acción de tutela se configura como el mecanismo
principal y definitivo mediante el cual el demandante puede reclamar sus derechos
fundamentales alegados.

Según lo dispone el artículo 86 de la Constitución Política, la acción de tutela procede cuando


alguien, ante situaciones concretas y particularizadas, siente vulnerados sus derechos
fundamentales y demanda su protección; porque, de una u otra manera, ésta violación será
atribuida al Estado por ser a éste a quien compete, con acciones positivas de sus entes, asegurar
la realización real y efectiva del nivel mínimo de libertad, participación y realización personal,
garantizado en la Constitución Política.

Frente al tema pensional, la Honorable Corte Constitucional en sentencia C-367 de agosto 16


de 1995, con ponencia del magistrado Dr. José Gregorio Hernández, entre otros apartes
dispuso: “ Los pensionados que al fin y al cabo gozan de especial protección en cuanto su
situación jurídica tiene por base el trabajo (C.P. art. 25), son titulares de un derecho de rango
constitucional (C. P. art. 53) a recibir puntualmente las mesadas que les corresponde (el
subrayado es personal) y que el valor de éstas se actualice periódicamente según el ritmo del
aumento en el costo de la vida, teniendo en cuenta que todo pago efectuado en Colombia, al
menos en las circunstancias actuales, debe adaptarse a las exigencias propias de una economía
inflacionaria. Ello es consustancial al Estado Social de derecho que se ha constituido como
característica sobresaliente de la organización política y como objetivo prioritario del orden
jurídico fundado en la Constitución, por lo cual no cabe duda de la responsabilidad en que
incurren los funcionarios y Entidades que desatiendan tan perentorios mandamientos”.

1
T-464 de 2017
La Corte Constitucional2 ha sostenido que la procedencia de la acción de tutela para reclamar
un derecho pensional se contrae a que (i) su falta de pago o disminución genere un alto grado
de afectación a derechos fundamentales como el mínimo vital; (ii) el accionante haya
desplegado cierta actividad administrativa y judicial para que le sea reconocida la prestación;
(iii) se acreditan, siquiera sumariamente, las razones para concluir que el medio judicial
ordinario es ineficaz y; (iv) exista mediana certeza sobre el cumplimiento de los requisitos
establecidos para que sea reconocido el derecho pensional.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS SOBRE LA SUSTITUCIÓN PENSIONAL Y LOS REQUSIITOS


LEGALES PARA ACCEDER A ELLA

La naturaleza jurídica del derecho a la pensión de sobrevivientes y la sustitución pensional

El artículo 48 de la Constitución Política establece que la seguridad social es un servicio público


y un derecho de carácter irrenunciable. Igualmente, señala que dicho derecho constitucional
está a cargo del Estado y su prestación se debe dar con sujeción a los principios de eficiencia,
universalidad, solidaridad, integralidad, unidad y participación. Por su parte, la Ley 100 de
1993 desarrolla el derecho a la seguridad social y prevé el Sistema General de Seguridad Social
conformado por los regímenes generales para pensiones, salud, riesgos laborales y riegos
sociales complementarios.
A su turno, el Sistema General de Seguridad Social en Pensiones contempla diferentes
prestaciones asistenciales y económicas para proteger los riesgos de vejez, invalidez o muerte.
También contempla los derechos a la indemnización sustitutiva, a la sustitución pensional y a
la pensión de sobrevivientes.

La pensión de sobrevivientes se encuentra consagrada en los artículos 46 y 73 de la Ley 100


de 1993, e implican una garantía en favor del grupo familiar de una persona que fallece estando
afiliada al sistema pensional, para reclamar la prestación que se causa con ocasión al deceso.
Mientras tanto, la sustitución pensional le asiste al grupo familiar del pensionado por vejez o

2
Ibidem
por invalidez, para reclamar en su nombre la pensión que venía gozando el causante. El objeto
de las precitadas prestaciones es la protección del núcleo familiar cuyo sustento económico
queda desprotegido con el fallecimiento del afiliado o del pensionado que se encargaba de
proveerlo.

Por su parte, el literal c) de los artículos 47 y 74 de la Ley 100 de 1993, consagra como
beneficiarios de tales prestaciones pensionales a los hijos estudiantes entre 18 y 25, en los
siguientes términos:
“(…) los hijos mayores de 18 años y hasta los 25 años, incapacitados para trabajar por razón
de sus estudios y si dependían económicamente del causante al momento de su muerte, siempre
y cuando acrediten debidamente su condición de estudiantes (…)”

Para demostrar la condición de estudiante, el artículo 2º de la Ley 1574 de 2012[17] establece


los siguientes requisitos:

“Certificación expedida por el establecimiento de educación formal de preescolar, básica,


media o superior, autorizado por el Ministerio de Educación Nacional para el caso de las
instituciones de educación superior y por las Secretarías de Educación de las entidades
territoriales certificadas para el caso de los establecimientos de educación preescolar, básica y
media, donde se cursen los respectivos estudios, en la cual conste que el estudiante cumplió
con la dedicación a las actividades académicas curriculares con una intensidad académica no
inferior a veinte (20) horas semanales

PRECEDENTE JURISPRUDENCIAL SOBRE LA PENSIÓN DE SOBREVIVIENTES Y LA


SUSTITUCIÓN PENSIONAL, CUYOS BENEFICIARIOS SEAN LOS HIJOS ENTRE 18 Y 25 AÑOS
QUE CERTIFIQUEN LA CONDICIÓN DE ESTUDIANTES.

La H Corte Constitucional en sentencia T- 464 de 2017 precisó:


Diferentes Salas de Revisión de Tutela han señalado que exigir un certificado de
educación formal a los hijos entre 18 y 25 años de edad, para ser beneficiarios de la
pensión de sobrevivientes o de la sustitución pensional, (i) impide el acceso y la
permanencia al sistema educativo. En tal circunstancia, negar el reconocimiento
pensional conlleva (ii) dejar desprovisto al beneficiario de su medio de subsistencia,
(iii) negar la opción de elegir una institución educativa acorde con la condición
socioeconómica, y (iv) una discriminación sobre la persona que estudia en una
institución de educación no formal.

27. Por ello, la Corte ha ordenado reanudar el pago de la mesada pensional, hasta
tanto los hijos beneficiarios cumplan 25 años de edad, siempre que acrediten que
cursan estudios o se configure alguna de las causales establecidas en la ley para
extinguir el derecho pensional. Lo anterior, se evidencia en los precedentes
jurisprudenciales que se pasan a explicar:

28. En Sentencia T-903 de 2003[19], la Sala Quinta de Revisión de este Tribunal,


estudió la vulneración de los derechos fundamentales a la educación y al mínimo vital,
alegados por una accionante a quien le reconocieron la sustitución de la pensión de
su progenitora, tras demostrar su calidad de estudiante. La actora aportó un certificado
en el que constataba sus estudios de auxiliar de enfermería. Pese a ello, le dejaron de
pagar la prestación debido a que la institución en la que se encontraba estudiando no
era una universidad, atendiendo que el artículo 15 del Decreto 1889 de 1994 exige
que la certificación de estudios sea expedida por un establecimiento de educación
formal.

29. Esta Corporación concluyó que para continuar gozando de la pensión, a la


accionante se le impuso cursar estudios en una institución de educación formal, pese
a no tener los recursos económicos para tal fin. Con ello, se le generó una prohibición
tácita de hacer parte de una institución de educación no formal. En ese sentido, se
trasgredió el derecho fundamental a la educación, pues le impedían acceder y
permanecer en el sistema educativo, el cual no está compuesto exclusivamente por la
educación formal. Igualmente, se definió que la actora fue puesta en condición de
debilidad manifiesta tras dejarla sin los recursos para su subsistencia, se le
desconocieron los derechos al libre de desarrollo de la personalidad, pues le negaron
la opción de elegir una institución educativa acorde con sus condiciones
socioeconómicas, y el de la igualdad, debido al trato discriminatorio dado por estudiar
en una institución de educación no formal.

30. En consecuencia, se estableció que la aplicación del artículo 15 del Decreto


1889 de 1994, era inconstitucional a la luz del derecho fundamental a la educación.
Por ello, se ordenó reanudar el pago de las mesadas pensionales, reponer las dejadas
de pagar y abstenerse de suspenderlas mientras subsistan las condiciones académicas
del caso, y hasta tanto se configure alguna de las causales establecidas en la ley para
extinguir el derecho pensional.
31. Mediante la Sentencia T-1242 de 2004[20], la Sala Quinta de Revisión se
encargó de definir la vulneración de los derechos fundamentales a la educación, a la
seguridad social y al mínimo vital del demandante, a quien, una vez cumplió 18 años
de edad, le suspendieron el pago del 50% de la pensión que le correspondía con
ocasión al fallecimiento de su padre pensionado. La entidad demandada manifestó
que el peticionario debía estar inscrito en una institución de educación formal para
continuar gozando de la prestación, según se prevé en el Decreto 1889 de 1994. Sin
embargo, el actor se estaba preparando para obtener el título de Diagnosticador,
reparador de sistemas eléctricos y controles electrónicos automotriz, dispuesto por el
SENA.

32. La Corte amparó los derechos fundamentales del actor, para lo cual reiteró el
precedente establecido en la Sentencia T-903 de 2003, argumentando que la calidad
de estudiante para efectos de acceder a la pensión de sobrevivientes no se predicaba
únicamente de aquellos estudiantes matriculados en instituciones de educación formal.

33. En la Sentencia T-1037 de 2007[21] se estudiaron los derechos constitucionales


a la educación y a la seguridad social de un accionante que se apoyaba en la pensión
de su padre para acompañarlo en la enfermedad, llevar una existencia digna y cursar
estudios en el SENA. Una vez fallecido su progenitor, solicitó el reconocimiento y pago
de la pensión sustitutiva, la cual fue negada por ser mayor de 18 años de edad y por
no cursar estudios formales sino técnicos.

34. En esa oportunidad, la Corte definió que el alcance del derecho fundamental
a la educación genera igual respeto y protección para la educación formal y para la
educación no formal. Por esa razón, se indicó que no resulta factible generar barreras
para la obtención de las prestaciones derivadas de la seguridad social a quienes
optaron por la educación no formal. También sostuvo que la negación de la pensión
sustitutiva implica el despojo del sustento que se derivaba del pensionado mientras se
encontraba con vida. En ese sentido, la restricción de la entidad demandada no solo
desconocía el derecho fundamental al acceso y a la permanencia al sistema educativo,
sino que vulneraba los derechos constitucionales a la seguridad social y a la vida digna.
35. Finalmente, este Tribunal explicó que al negarse el reconocimiento y pago de
la pensión se colocó al accionante en una situación de debilidad manifiesta, si se tiene
en cuenta que este último carecía de los recursos necesarios y no podía acceder por sí
solo a los mismos para atender su existencia digna. Además de negarse el derecho a
optar por la institución más acorde con las posibilidades socio económicas.

36. En Sentencia T-917 de 2009[22], la Sala Cuarta de Revisión de la Corte analizó


los derechos fundamentales al mínimo vital y al debido proceso de dos accionantes, a
quienes les fue reconocida la pensión de sobrevivientes luego del fallecimiento de su
padre. Pese a ello, el pago de la prestación se condicionó hasta tanto no se aportaran
los certificados de estudio expedidos por un establecimiento de educación formal,
aprobado por el Ministerio de Educación, en donde se señalara que las demandantes
cursan estudios con una intensidad horaria de 20 horas semanales. Ello, en atención a
que el Decreto 1889 de 1994, así lo exige a los beneficiarios que tengan entre 18 y 25
años de edad.

37. Se concluyó que la entidad demandada exigió unos requisitos sin tener en
cuenta que habían sido declarados nulos por el Consejo de Estado. Este último Alto
tribunal concluyó que el Ejecutivo se había extralimitado en el ejercicio de la potestad
reglamentaria al exigir que el beneficiario de la pensión de sobrevivientes cursara
específicamente un nivel de educación formal, con una intensidad de por lo menos 20
horas semanales[23]. En consecuencia, la Sala de Revisión ordenó incluir en la nómina
de pensionados a las demandantes hasta que cumplieran 25 años de edad, siempre
que acreditaran estudios, según se establece en el artículo 47 de la Ley 100 de 1993.

Sentencia SU543/19

El hecho de que el legislador haya contemplado al hijo estudiante como posible


beneficiario de la prestación, encuentra sustento también, como ya lo ha señalado la
Corte desde tempranos pronunciamientos, en (i) el deber del Estado de, entre otras
cosas, promover la formación integral del adolescente[66], (ii) el derecho de escoger
una profesión u oficio, (iii) el derecho al libre desarrollo de la personalidad y (iv) el
derecho a la igualdad de oportunidades en materia educativa[67].

(…) El hecho de que el legislador haya contemplado al hijo estudiante como posible
beneficiario de la prestación, encuentra sustento también, como ya lo ha señalado la
Corte desde tempranos pronunciamientos, en (i) el deber del Estado de, entre otras
cosas, promover la formación integral del adolescente[66], (ii) el derecho de escoger
una profesión u oficio, (iii) el derecho al libre desarrollo de la personalidad y (iv) el
derecho a la igualdad de oportunidades en materia educativa[67]. Las condiciones
segunda y tercera están, necesariamente, ligadas. Acreditar solo una de ellas y no
ambas en su conjunto es suficiente para negar el reconocimiento y pago de la
prestación. Esto porque la dependencia económica que se le exige a esta clase de
peticionarios solo podrá ser tenida en cuenta si se da en razón de los estudios que
adelantan aquellos y que, en consecuencia, los sitúan en la imposibilidad de trabajar.
Así como ocurre con los hijos inválidos o los menores de edad, a quienes se les
reconoce la prestación debido a su imposibilidad de proveerse un sustento económico
por sus propios medios, la razón última que orienta el reconocimiento de la pensión
a los hijos mayores de 18 años, menores de 25, es que se encuentren vinculados a un
programa académico que por sus complejidades propias y por el tiempo que deben
destinarle, haga inviable la posibilidad de vincularse laboralmente. Dado que el
estudio se ha convertido en una exigencia imprescindible para recibir la prestación
pensional[68], históricamente ha existido la intención de establecer qué condiciones
entonces debe cumplir una persona para ser tomado por estudiante. Sobre el asunto
podrían advertirse dos perspectivas de análisis: una legal y otra que surge con ocasión
de la resolución de casos concretos efectuado por esta Corte.

5.5. Perspectiva legal de la condición de estudiante. El texto original de la Ley 797 de


2003 contemplaba un enunciado según el cual correspondía al Gobierno Nacional
establecer las condiciones académicas que debían cumplir los hijos estudiantes a efectos
de ser beneficiarios de la pensión. Al tiempo, el asunto ya había sido desarrollado
desde el Decreto 1889 de 1994 al prescribir, en su artículo 15, que “para los efectos de
la pensión de sobrevivientes, los hijos estudiantes (…), deberán acreditar la calidad de
tales, mediante certificación auténtica expedida por el establecimiento de educación
formal básica, media o superior, aprobado por el Ministerio de Educación, en el cual
se cursen los estudios, con una intensidad de por lo menos 20 horas semanales”.

Sin embargo, la suerte de esta última norma, así como del extracto de la Ley 797 de
2003 sobre el particular, fue la misma: ambos desaparecieron del ordenamiento
jurídico. En primer lugar, la Corte Constitucional, a través de la Sentencia C-1094 de
2003, estimó que, en apego al artículo 48 de la Constitución, no podía dejarse en
manos del Gobierno Nacional la regulación de un asunto ínsito del Régimen de la
Seguridad Social, pues ello era competencia exclusiva del Congreso de la República,
de manera que declaró la inexequibilidad de la expresión “y cumplan con el mínimo
de condiciones académicas que establezca el Gobierno”.

En segundo lugar, el artículo 15 del Decreto 1889 de 1994 fue modificado y luego
derogado en su totalidad. Modificado por la Sección Segunda del Consejo de Estado
en Sentencia del 11 de octubre de 2007[69], tras considerar que por restringir
excesivamente los derechos a la educación y al libre desarrollo de la personalidad, los
apartes “formal básica, media o superior” y “con una intensidad de por lo menos 20
horas semanales” debían ser declarados nulos. Y derogado en su totalidad tras la
sanción de la Ley 1574 de 2012 “por la cual se regula la condición de estudiante para
el reconocimiento de la pensión de sobrevivientes”.

Esta última norma, vigente en la actualidad, contempla reglas mucho más precisas
sobre el particular. Su objeto fue el de regular las condiciones mínimas para acreditar
la calidad de estudiante por parte del hijo que, además, dependía económicamente
del causante al momento de su fallecimiento[70]. La Ley contempla los siguientes
requisitos, a saber: (i) en educación formal, media o superior, el estudiante debe
dedicarse a las actividades académicas no menos de 20 horas a la semana[71] (esta
regla aplica también para quien adelante sus estudios en el exterior[72]), (ii) en
educación informal o educación para el trabajo, el estudiante tendrá que dedicar a
cada periodo académico del programa al que esté matriculado, como mínimo, una
intensidad de 160 horas[73], (iii) si el sistema académico se diseña con base en créditos,
deben tenerse en cuenta las horas no presenciales[74] y las prácticas (como las ad
honorem[75]) siempre que hagan parte del plan de estudios[76], y (iv) el cambio de
programa acaecido luego de finalizado un ciclo académico no traerá como
consecuencia la pérdida del derecho prestacional[77].

5.6. Perspectiva jurisprudencial de la condición de estudiante. Las reglas


antedichas recogieron, en gran parte, los avances jurisprudenciales de los años previos
a su promulgación. En efecto, la Corte, para ese momento, ya había (i) declarado que
las horas no presenciales, características de los sistemas educativos basados en créditos,
tales como las empleadas en actividades independientes de estudio necesarias para
lograr metas de aprendizaje, debían ser tenidas en consideración al momento de
verificar si había de pagarse la sustitución pensional a un hijo estudiante[78]; (ii)
advertido sobre la inconveniencia de discriminar a quien se encontraba vinculado a
un programa de educación no formal frente a quien recibía educación formal,
atentando contra su autonomía y libre desarrollo de la personalidad[79]; (iii) alertado
sobre la imposibilidad de suspender una mesada pensional acudiendo al único
argumento del cambio de carrera o profesión por parte del estudiante[80]; y (iv)
manifestado que una persona que se encuentre adelantando la judicatura ad honorem
también tiene derecho al pago de la prestación en tanto esa actividad hace parte de
su proceso formativo y es esencial para obtener el grado[81].
Para llegar a las conclusiones indicadas, la Corte, en esos casos concretos, tuvo que
inaplicar algunas previsiones del Decreto 1889 de 1994, norma vigente al momento
de resolver la mayoría de ellos. Se crearon, sobre la marcha, excepciones a las reglas
fijadas por esa norma sobre la base de que acudir a su literalidad podía suponer la
puesta en riesgo de principios y derechos constitucionales tales como el libre desarrollo
de la personalidad o la libertad de escoger profesión u oficio. Asimismo, la Corte ha
interpretado, caso a caso, algunas reglas de la Ley 1574 de 2012, aun a pesar de que
es más completa en el sentido de que comprende situaciones que el Decreto 1889 de
1994 no había previsto.

En el ejercicio del control concreto de constitucionalidad, el Tribunal se ha referido de


fondo a las previsiones de la Ley 1574 de 2012, por lo menos, en cinco ocasiones. En
cuatro de ellas estableció excepciones a lo previsto por la norma con base en
argumentos diversos y, en consecuencia, inaplicó parte de sus enunciados normativos
a fin de que el pago de la prestación se realizara en favor de los accionantes (Sentencias
T-150 de 2014[82], T-664 de 2015[83], T-366 de 2017[84] y T-464 de 2017[85]).

JURAMENTO

Para los efectos de que tratan los artículos 37 y 38 del Decreto 2591 de 1.991, manifiesto bajo
juramento que con anterioridad a esta acción no he promovido acción similar por los mismos
hechos.

ANEXOS

 Registro civil de Nacimiento


 Cédula de ciudadanía
 Visa Francesa N° 600415696
 Resolución mediante la cual se reconoce el derecho a la sustitución pensional No RDP
041642 del 19 de octubre de 2018
 Respuesta por parte de la entidad demanda a los requerimientos efectuados para
restablecer el pago de la mesada pensional.
 Certificado de estudios de la Universidad Católica de Lyon.
 Resolución 03434 de 2014 emitida por el Fondo de Prestaciones Sociales del
Magisterio
 Desprendible de nómina de julio de 2021 de la Fiduprevisora en el que consta que
ellos no me suspendieron el pago de la mesada pensional contrario al accionar
arbitrario de la UGPP.
 Recibo de pago de Matricula a la UCLY de fecha Marzo 23 de 2021.
 Carnet estudiantil Valentina Solano en la Universidad Catolica de Lyon.
 Constancia y traducción oficial del Ministerio de Justicia que niega el trámite de
Apostilla.
 Certificado de acreditación de la Universidad Católica de Lyon como entidad de
educación Superior reconocida por el Alto Consejo para la Evaluación de la
Investigación y la Educación Superior -Hcéres- (original en francés Le Haut Conseil de
l’évaluation de la recherche et de l’enseignement supérieur).
 Documento expedido por el Ministerio de Educación de Colombia donde permite
verificar que la Universidad Católica de Lyon es una entidad de educación superior
reconocida y acreditada en Francia.

NOTIFICACIONES

LA ACCIONANTE EN el correo de notificaciones : lymajustoylegal@gmail.com,


abogadalilianabarajas@gmail.com

LA ACCIONADA EN LA al correo de notificaciones judiciales


notificacionesjudicialesugpp@ugpp.gov.co

Respetuosamente,

VALENTINA SOLANO HERNÁNDEZ


1.193.212.981

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