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PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD
El principio de proporcionalidad dibuja los límites del derecho penal, busca fijar una base de lo que puede
considerarse delito y con cuanto se puede penar el mismo. Este principio es fundamental porque nos
permite tener un parámetro claro de la legitimidad de toda intervención penal. El autor español, Luis
Arroyo Zapatero, explica el principio de la proporcionalidad bajo tres sub-principios: idoneidad,
necesidad y proporcionalidad en sentido estricto.
El sub-principio de idoneidad evalúa la relación entre los medios y el fin, en otras palabras, se evalúa la
adecuación de una norma con su finalidad. Considerando que toda norma penal debe brindar protección a
un bien jurídico, una buena pregunta para verificar si existe idoneidad es: ¿la tipificación de X conducta
brinda protección alguna al bien jurídico Y? Si la respuesta es positiva, se puede hablar de que el tipo
penal es idóneo, en el caso que la respuesta sea negativa podríamos estar frente a un tipo penal
inadecuado.
El sub-principio de necesidad busca reforzar la idea de la mínima intervención del derecho penal, en este
sentido, el sub-principio de necesidad apunta a que la intervención del derecho penal sancionador se de en
los casos más graves y cuando otras medidas no hayan resultado eficaces para lograr un resultado
determinado; está estrechamente relacionado con el principio ultima ratio que, explica que, las normas
penales deben utilizarse como último recurso y preferencialmente se debe acudir a medidas menos
lesivas.
Dada la tendencia a disminuir los medios represivos e incrementar las medidas preventivas en el derecho
penal en general, Arroyo Zapatero comenta que se debe ponderar si “la sóla amenaza de pena consigue
evitar conductas lesivas para un bien jurídico, con un coste menor para la libertad de los ciudadanos que
la creación de medios preventivos alternativos al Derecho Penal” 1. De esta manera el autor nos plantea
que, a pesar de la tendencia general para disminuir los medios represivos por medidas preventivas,
1
Arroyo Zapatero, Luis. Derecho penal económico y Constitución. Pág. 5
siempre se debe evaluar qué medida –sea represiva o preventiva- tiene menor coste o afecta en menor
grado la libertad de los ciudadanos desde una perspectiva colectiva. Y, si las medidas preventivas –sean
administrativas o civiles- se están aplicando para conductas que abarcan lo tipificado en el ordenamiento
penal, debe buscarse que estas medidas preventivas sean tratadas como penas y que se dé al ciudadano las
efectivas garantías que asegura un proceso penal.
El autor Arroyo Zapatero, explica que la creación de sanciones en el ámbito del derecho penal económico
puede colaborar a la implementación de una determinada política económica de gobierno. Y considerando
que la sanción penal, por los bienes jurídicos tan importantes que protege, debe mantener su legitimidad y
no funcionar como herramienta política coactiva; es de crucial importancia ser muy exigentes con la
directriz de fragmentariedad en el derecho penal económico.
De esta manera, la proporcionalidad en sentido estricto busca que se sancionen –por el derecho penal- las
conductas más graves que pongan en peligro el bien jurídico protegido –orden económico-. Una buena
manera de determinar si una sanción es proporcional, en el derecho penal económico, es evaluar que
tantos requisitos del tipo subjetivo se exigen para que se configure la pena; a mayor cantidad de
requisitos, muy probablemente, mayor proporcionalidad.
NOTA AL PROFESOR3
2
Arroyo Zapatero, Luis. Derecho penal económico y Constitución. Pág. 6
3
Muy poco didáctico como Arroyo Zapatero explica el principio de proporcionalidad.