TELETRABAJO DECENTE PARA TODAS Y TODOS
herramientas relacionadas con la transmisión, hombres y mujeres podrá contribuir a mejorar las
¡AUTÉNTICO DIÁLOGO SOCIAL!
A LA SECRETARÍA DEL TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL
AL CONGRESO DE LA UNIÓN
PRESENTE.
L
as trabajadoras y los trabajadores afiliados al
Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional
Autónoma de México (STUNAM) nos permitimos
presentar a ustedes nuestras consideraciones y propuestas
con el objetivo de construir, a partir de la deliberación plural
y democrática con todos los sectores de la sociedad, una
regulación enfocada en garantizar los plenos derechos
laborales a todos los trabajadores sin excepción en materia
del Teletrabajo.
Que, al mismo tiempo, impida la propagación de
fenómenos altamente lesivos para los trabajadores y
sus organizaciones sindicales como son las modernas
formas de precarización, explotación y dominación; está
demostrado que este no es el camino para conseguir
la justicia social ni el empleo digno. Asimismo, dicha
regulación debe garantizar el respeto pleno a los derechos
adquiridos por los trabajadores mexicanos y construir una
nueva generación de reformas, normas y derechos para
profundizar la modernización y democratización del mundo
del trabajo, en las que se anticipen los cambios de los
procesos de trabajo vinculados con el uso de las nuevas
tecnologías.
Toda vez que el mundo del trabajo está en constante
transformación, pero su regulación jurídica no camina al
mismo paso, en México, la Ley Federal del Trabajo hace
una remisión al teletrabajo dentro del Título Sexto de los
Trabajos Especiales, específicamente en el Capítulo XII
del trabajo a domicilio; sin embargo, aunque ambas son
dos modalidades del trabajo a distancia que comparten la
posibilidad de ejecutar los servicios en lugares distintos a
los establecimientos de la empresa, mantienen elementos
jurídicos independientes por las funciones y la organización
propia del trabajo, siendo la más importante la prestación
del servicio a través del uso de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC).
En septiembre de 2019 se turnó a la Comisión de
Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados, la
minuta que reforma el artículo 311 y adiciona el Capítulo XII
Bis de la Ley Federal del Trabajo, en materia de teletrabajo,
la cual fue aprobada de acuerdo con el proceso legislativo
en la Cámara de Senadores el 19 de junio de 2019. En este
momento, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad
Nacional Autónoma de México, demanda reformar la Ley
Federal del Trabajo en materia de trabajo a distancia y
particularmente por cuanto hace al Teletrabajo, siempre y
cuando la misma tenga como centro la garantía, protección,
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respeto y promoción de los derechos individuales, colectivos
y de seguridad social de las personas teletrabajadoras;
también hace notar la obligación inexcusable que tiene la
Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de
Diputados, de celebrar consultas tripartitas a través de
un auténtico diálogo social institucional y permanente
en las que exista participación real y efectiva de todos los
interlocutores sociales y no sólo de algunos designados,
por lo que nuestro Sindicato exige el cumplimiento efectivo
de estas consultas tripartitas, pues únicamente a través
del diálogo social es posible generar crecimiento, igualdad
y sostenibilidad para las generaciones de trabajadores
presentes y futuras.
La pandemia COVID-19 ha acelerado radicalmente la
transformación del mundo del trabajo trayendo consigo
millones de empleos perdidos y una intensificación del
llamado teletrabajo, cuya práctica ha sido alentada desde
la Secretaría del Trabajo y Previsión Social como una
medida urgente de conservación de empleos, aún sin una
debida regulación en la legislación laboral. Al respecto, las
TIC brindan una oportunidad excepcional para afrontar la
crisis existente, coadyuvando a que la fuerza económica
productiva no se detenga por completo, además de que
se trata de herramientas que han incursionado en la
vida habitual de las personas. El teletrabajo en México
ha significado múltiples violaciones a los derechos
laborales, de intimidad y privacidad, en donde las
personas trabajadoras aceptan cualquier condición con
tal de mantener su empleo, razón por la que se vuelve
impostergable el abordaje integral de esta “nueva” forma
de trabajo.
El proyecto de decreto resulta insuficiente, pues si bien
es oportuna la propuesta de establecer un capítulo especial
correspondiente al Teletrabajo, así como los esfuerzos
por brindar definiciones que perfilen el marco jurídico
conceptual, el objetivo principal es tener una regulación
eficaz y garantista, que permita el acceso y goce efectivo
de los derechos que involucra el trabajo decente, por lo
que es indispensable definir con mayor detalle cada uno
de los elementos, principios, derechos y obligaciones
propias de una relación de trabajo sujeta a esta modalidad.
En este sentido el STUNAM propone definir el
teletrabajo como una forma de trabajo a distancia por
el que se presta un servicio personal y subordinado
a través del uso de las tecnologías de la información
y la comunicación, siendo éstas, todas aquellas
procesamiento y almacenamiento digitalizado de
la información, que pueden y son utilizadas para
trabajar fuera de las instalaciones de la empresa o
establecimiento del patrón. Además, reconocer a la
persona como teletrabajadora con el propósito de utilizar
un lenguaje incluyente y no sexista. En consecuencia, los
derechos y principios mínimos que deben estar presentes
en la pretendida reforma son los siguientes:
1. Voluntariedad: Transitar de la modalidad presencial
al teletrabajo debe ser elección voluntaria de la persona
trabajadora y del patrón, por lo que la negativa no podrá
considerarse causal de rescisión de la relación de trabajo ni
implicar modificación alguna a las condiciones de trabajo.
2. Reversibilidad: Derecho de la persona
teletrabajadora para regresar a su puesto de trabajo
presencial en la empresa o establecimiento, debiendo el
patrón mantener disponible dicho puesto.
3. Igualdad de trato y no discriminación: La persona
trabajadora presencial y la teletrabajadora, gozarán de
iguales derechos respecto de: remuneración, formación,
capacitación y adiestramiento, derechos escalafonarios,
acceso y permanencia en el empleo, prevención y
erradicación de cualquier forma de violencia o acoso,
seguridad y salud en el trabajo, seguridad social; así como
de libertad sindical, negociación colectiva y aplicación
de lo estipulado en el contrato colectivo de trabajo en
términos del artículo 396 de la Ley Federal del Trabajo.
4. Tiempo de trabajo: Derecho a la definición de los
tiempos de trabajo o jornada, la disponibilidad horaria, la
supervisión, y las modalidades y horarios para la entrega
de resultados, pudiendo quedar incluido el teletrabajo
parcial. Las condiciones generales de trabajo deberán
establecerse por escrito en términos del artículo 25 de
la Ley Federal del Trabajo con las características propias
del teletrabajo, donde cada una de las partes conserve un
ejemplar del convenio y otro sea entregado a la Inspección
del Trabajo.
5. Fuerza mayor: Forma de trabajo de excepción
al que el patrón podrá recurrir cuando resulte técnica y
razonablemente posible sin afectación de derechos.
6. Compensación por gastos de servicios y
conectividad por parte del patrón: Monto adicional
al salario por la implementación del trabajo en un lugar
diverso a la empresa o establecimiento que cubra el
aumento en el consumo de servicios como energía
eléctrica, conexión a internet y costos de mantenimiento
de los equipos. Así como los potenciales riesgos de
siniestralidad según el equipo instalado; el mismo deberá
incrementarse de manera proporcional en el caso de que
las personas teletrabajadoras acuerden con el patrón que,
para el desempeño del servicio contratado, utilizarán su
propio equipo personal.
7. Desconexión digital fuera de la jornada de trabajo:
Garantía del derecho humano, básico y fundamental del
respeto a la vida privada y tiempo efectivo de descanso
en una sociedad digital.
8. Conciliación de la actividad laboral y la vida
personal y familiar: La ejecución del teletrabajo por
condiciones de igualdad de género, tanto en el ámbito
laboral como en la vida personal.
9. Libertad sindical, negociación colectiva y
cobertura del contrato colectivo de trabajo: Los
teletrabajadores serán sujetos de Derechos de asociación,
participación sindical, negociación colectiva, y deberán
ser consultados en términos de los artículos 390 Bis y 390
Ter, con base en la aplicación del pacto colectivo al ser
empleados de la empresa.
10. Protección de datos personales, privacidad
e intimidad de las personas teletrabajadoras,
confidencialidad de la información: Responsabilidades,
restricciones y sanciones relacionados con la debida
diligencia en la utilización de equipos y programas
proporcionados por el patrón. Los sistemas de monitoreo
sólo podrán ser instalados en los equipos cuando sean
estrictamente necesarios; deberán ser proporcionales y
acordes con los objetivos de supervisión, además, deberá
informarse previamente a los trabajadores, garantizando en
todo momento la protección de su privacidad e intimidad y
no podrán utilizarse para ejecutar actos de violencia y acoso
en el trabajo. Resulta conveniente la emisión de criterios
sobre estos derechos por parte del Instituto Nacional de
Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales, en el marco de lo establecido por la Ley
Federal de Protección de Datos Personales en Posesión
de los Particulares.
11. Seguridad y Salud en el trabajo: Deben
precisarse y actualizarse los riesgos de trabajo en su
mayoría ergonómicos y psicosociales, asociados con
la disposición ininterrumpida y una mayor intensidad
en el ritmo de trabajo; así como establecer medidas de
prevención y procedimientos de inspección del lugar
de trabajo, acordes con la protección de la privacidad e
intimidad de las personas teletrabajadoras, para lo cual
los patrones que utilicen el teletrabajo deberán inscribirse
previamente en el Registro de Patrones de Trabajo a
Domicilio a cargo de la Inspección del Trabajo.
12. Capacitación y adiestramiento: Se requiere
formación permanente y accesible que permita mejorar
las habilidades, aptitudes y competencias para el uso del
equipo y software, así como para la conciliación trabajo-
familia y la prevención de riesgos de trabajo.
Consecuentemente, la reforma pretendida debe
garantizar, desde todas las aristas, los ejes rectores del
Trabajo Decente establecidos por la OIT, partiendo del
principio: el trabajo no es una mercancía, el teletrabajo
también es un derecho fundamental que no debe ser
tratado como un producto más, al que se le asigna un
valor de mercado. Sí a una nueva realidad, pero sólo si es
con trabajo digno para todos y todas.
A T E N T A M E N TE
“UNIDOS VENCEREMOS”
Ciudad de México, 20 de agosto de 2020.
Ing. Agustín Rodríguez Fuentes
Secretario General del STUNAM
20/08/20 19:14