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Curso de Astronomía

Prof. Roberto O. J. Venero


Dr. en Astronomía
Fac. de Cs. Astronómicas y Geofísicas (UNLP)

Apuntes de la asignatura optativa Astronomía de 6◦ año.

13 - La temperatura de las estrellas

Universidad Nacional de La Plata


Colegio Nacional Rafael Hernández
La Plata, Argentina
- 2020 -

Gráficos realizados con Geogebra.


Curso de Astronomía: Prof. R. Venero Colegio Nacional (UNLP)

R.
c Venero ii
Capítulo 13

LA TEMPERATURA DE LAS
ESTRELLAS

Si miramos con atención las estrellas en el cielo o en una fotografía, notaremos que,
además de tener diferentes brillos, también presentan distintos colores. Por ejemplo, en
la figura 13.1 se muestran las dos estrellas más brillantes de la constelación de Géminis.
Claramente hay una gran diferencia en el color de cada estrella aunque, en brillo, ambas
parecen ser muy semejantes. En este apunte mostraremos que el color de una estrella
está íntimamente relacionado con su temperatura. Pero, para comprender estas ideas,
primero necesitamos saber un poco más sobre la naturaleza de la luz.

Figura 13.1. Fotografía de las dos estrellas más brillantes de la constelación de Géminis,
que corresponden a las cabezas de los Gemelos mitológicos. A la izquierda está la rojiza
Pollux y a la derecha la azulada Castor. ¿Por qué estas estrellas tienen colores tan
diferentes? Fotografía de Rogelio Bernal Andreo (Deep Sky Colors).

13.1. La naturaleza de la luz


Cuando los astrónomos estudiamos a las estrellas, estamos en gran desventaja res-
pecto a otras ciencias que pueden llevar a cabo sus investigaciones en laboratorios. Por

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ejemplo, si deseáramos estudiar a las hormigas, podríamos observarlas de cerca, hacer


pruebas con ellas (pobres), armar un hormiguero en el laboratorio, etc. Por el contrario,
con las estrellas tenemos muchos problemas. Primero, están muy lejos. Segundo, no hay
modo de acercarse a ellas. No podemos manipularlas. Si nos acercáramos demasiado,
la energía intensa que irradian simplemente nos evaporaría.1 Entonces, ¿qué es lo único
con que contamos para estudiar a las estrellas?

La respuesta es simple: solamente contamos con su luz. Por esa razón, tenemos que
ser expertos en la luz y en entender cómo funciona. La luz de las estrellas trae un
montón de información sobre el cuerpo que la irradió y sobre su entorno. La idea es,
entonces, comprender la naturaleza de la luz para tratar de extraer de ella, los secretos
de las estrellas.

¿Qué es la luz? Es radiación electromagnética. ¡De acuerdo! Entonces... ¿qué es


“radiación” y qué es “electromagnética”? La palabra “radiación” se refiere a “energía”
en movimiento. Por ejemplo, nos ponemos a tomar Sol y, rápidamente, percibimos
esa energía. Esa es la radiación (luz) que viene del Sol y que, al ser absorbida por
nuestro cuerpo y por las cosas que lo rodean, se transforma en calor. Por otro lado,
la palabra “electromagnética” se refiere a dos cosas: “electricidad” y “magnetismo”.
Son dos propiedades básicas de la naturaleza (como la gravedad) que se manifiestan
mediante fuerzas. Por ejemplo, un motorcito eléctrico hace fuerzas que mueven un
ventilador. Un pequeño imán de la heladera hace fuerzas para sostener una lista de
compras.

Si juntamos “electricidad” y “magnetismo” tenemos algo “electromagnético”, una


cosa que usa esas dos propiedades de la naturaleza. En el caso de la luz, podemos
suponer que es radiación que se desplaza como una onda electromagnética. Traducido
sería: “es energía que va viajando por el espacio, en oscilaciones (o vibraciones) de las
propiedades eléctricas y magnéticas del mismo espacio”.

Entonces podemos definir a la luz como una onda electromagnética. Una onda es
una perturbación que viaja por el espacio-tiempo y que lleva energía y capacidad de
movimiento. Por ejemplo, si tiramos una piedra cerca de un barquito de papel que flota
en un estanque tranquilo, veremos que se forman ondas circulares en la superficie del
agua. Cuando esas ondas llegan al barquito, este se agitará de arriba a abajo, producto
de la energía y el movimiento que le entrega la onda. No tocamos directamente al
barquito, sin embargo, lo hicimos mover mediante ondas. Además, adquirió energía al
entrar en oscilación.

La luz es, entonces una onda que lleva energía y cantidad de movimiento. Existe
otra descripción posible de la luz y es la de pequeños paquetitos de ondas que actúan
como partículas. Se llaman fotones. Ambas interpretaciones de la luz son correctas.
A veces, la luz se comporta como si fuera una onda y, otras veces, lo hace como si
1
Esto se ve bastante claro en la película Sunshine, de 2007, dirigida por Danny Boyle. Más allá
de algunas ideas piradas que propone la película, el efecto sobre los materiales (y humanos) de la
radiación solar está muy bien presentado.

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fuera un copiosa lluvia de partículas o fotones. Depende del experimento que hagamos
con la luz. Así de rara es la luz: onda o partícula, según cómo la estudiemos. Como
tantas cosas del mundo microscópico (los átomos, por ejemplo) no se parece en nada
de lo que tenemos en nuestro entorno. No hay nada con lo que podamos compararla
correctamente.

13.1.1. La longitud de onda


Como es una onda, la luz puede dibujarse, aproximadamente, como una sinusoide.
Una sinusoide representa a algo que sube y baja (en este caso, la intensidad de las
propiedades eléctricas o magnéticas en un dado lugar). La figura 13.2(a) muestra una
onda. Como toda onda, está formada por una sucesión de “valles” y “crestas”. La
separación entre dos crestas sucesivas (o dos valles sucesivos) se llama “longitud de
onda”. La indicamos con la letra griega “lambda” o λ.

(a) (b)

Figura 13.2. a) Una onda tiene forma sinusoidal, es decir, es como una sucesión de
subidas y bajadas de una cierta cantidad (por ejemplo, la intensidad de las propiedades
eléctricas y magnéticas). La separación entre dos máximos sucesivos (o dos mínimos,
es decir, cada vez que la onda vuelve a repetirse), se llama longitud de onda y la indi-
camos con la letra griega λ.
b) La longitud de onda de la luz determina su color. Las longitudes de onda más cortas
corresponden a los colores violeta y azul. Las longitudes de onda más largas correspon-
den al color rojo. Los colores intermedios se ordenan como en el arcoíris.

En la figura 13.2(a), la onda representada se mueve hacia la derecha o hacia la


izquierda (la oscilación es perpendicular a la dirección de movimiento de la onda). Si
hay un observador parado en algún lugar y lo alcanza la onda, percibirá la sucesión
de “crestas” y “valles”. Si pudiera contar cuántos valles (o cuántas crestas) le llegan en
un segundo, tendría una medida de lo que se llama la “frecuencia” de la onda. Si la
onda tiene una longitud de onda larga, le van a llegar menos crestas en un segundo que
si la onda fuera corta. Por eso, la longitud de onda es inversa a la frecuencia: a mayor
longitud de onda, menor será su frecuencia.

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En una onda de sonido, la longitud de onda determina si el sonido es agudo o grave.


Si la longitud de onda es corta, lo percibimos como un sonido agudo. Si la longitud de
onda es larga, lo percibimos como un sonido grave.

En una onda luminosa, la longitud de onda determina el color de la luz.


Las ondas con longitud de onda más larga son percibidas por nuestros ojos como el
color rojo. Las ondas con longitud de onda más corta corresponden al color violeta. Los
colores intermedios se van ordenando como en el arcoíris: Rojo - anaranjado - amarillo
- verde - azul - violeta. Pueden ver una representación de esta idea en la figura 13.2(b).

La longitud de onda de la luz expresa distancias extremadamente cortas. Habitual-


mente medimos la longitud de onda en una unidad de longitud llamada “ángstrom”
y que se indica con una “A” con un simpático “circulito” arriba: Å. Un ángstrom es la
diez millonésima parte del centímetro. Es decir: 1 Å equivale a 10−8 cm.

¿Cuál es la longitud de onda de la luz de color rojo? La sensación que percibimos


como color rojo corresponde a luz con longitud de onda entre 6.300 Å y 7.000 Å. Hay
toda una gama de tonos que juntamos bajo el nombre de “color rojo”. Lo mismo sucede
con los otros colores. La luz violeta está entre 3.800 y 4.500 Å. Por lo tanto, la longitud
de onda de la luz que puede ver el ojo humano está entre 3.800 y 7.000 Å.

Pero más allá de ese rango de longitudes de onda, existe una cantidad enorme de
longitudes de onda que nuestro ojo no puede detectar.

13.1.2. Los colores invisibles


Nuestro ojo es un detector muy limitado. Sólo puede ver algunos colores de la
luz. Existen innumerables colores que no podemos detectar (aunque sí pueden hacerlo
algunos animales como los insectos o las aves de presa). En la figura 13.3 se representan
todos los colores posibles de la luz.

Un concepto muy importante a tener en cuenta es que, cuanto más corta sea la
longitud de onda, más energía va a llevar la luz.

La luz con λ más corta que el violeta es el ultravioleta (UV). La luz UV es la


que cambia la coloración de nuestra piel cuando tomamos Sol. Es una radiación con
mucha energía, por lo cual puede ser peligrosa si nos exponemos demasiado a ella. Es
una buena idea usar filtros solares que la reducen considerablemente.

La luz con λ aún más corta que en el rango UV, está formada por los conocidos
rayos X. Es una luz muy energética y penetrante que puede ser bloqueada por los
huesos pero, ante la cual, los tejidos blandos de nuestro cuerpo son casi transparentes.
Eso permite tomar radiografías. La dosis de una radiografía debe ser pequeña y la
exposición de nuestros órganos a la misma debe ser lo más breve posible.

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Figura 13.3. Todos los colores posibles de la luz según su longitud de onda λ (lambda).
La luz con λ más corta corresponde a los rayos gamma (γ), luego le siguen los rayos X,
la luz ultravioleta (UV) y finalmente la luz visible (detectable por el ojo). Para el lado de
λ más largas, se encuentran la luz infrarroja (IR), la luz de microondas y las ondas de
radio. La atmósfera terrestre bloquea la luz que viene del espacio en muchas longitudes
de onda. Por eso, para observar a los astros en rayos γ, rayos X y UV necesitamos
usar detectores en satélites. Por el otro lado, una parte del infrarrojo y de microondas
también se debe observar mediante satélites. La luz visible de los astros puede verse
con telescopios, ya que la atmósfera no la bloquea. Las ondas de radio, a las cuales la
atmósfera no detiene, deben ser registradas mediante radiotelescopios, grandes antenas
parabólicas.

En el extremo de las longitudes de onda más cortas están los rayos γ (rayos gam-
ma). Esta luz sólo es emitida cuando se producen eventos muy energéticos que involu-
cran, por ejemplo, a los núcleos atómicos (la mayor parte de la luz puede ser absorbida
o emitida por los electrones de los átomos, sin involucrar a los núcleos). En la vida
cotidiana, se producen rayos γ muy efímeros, en los rayos de las tormentas eléctricas.
También se emiten rayos γ en las explosiones nucleares, las que (esperemos) no sean
cotidianas.

Más allá del rojo se encuentra el infrarrojo (IR). Es la luz que emiten los cuerpos
por estar calientes. Por ejemplo, si miramos una estufa desde lejos y no vemos sus que-
madores, no podríamos decir si está encendida o apagada. Pero si tuviéramos visión
IR, la distinguiríamos como una mancha brillante, por estar más caliente que el am-
biente que la rodea. Como nuestros cuerpos están calientes, los seres vivos irradiamos
luz infrarroja (somos “seres de luz” jaja ,). Normalmente usamos luz infrarroja en los
controles remotos, o para el mouse inalámbrico que tengo a la derecha de mi compu.

Ejercicio 1 ¡Un experimento perturbador! Tomen prestado el control remoto del te-

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levisor de sus casas. Enciendan la cámara de sus celulares y apunten hacia ella, la
parte delantera del control remoto (vean que tiene una especie de lamparita o ventanita
oscura). Notarán que, al pulsar algún botón del control remoto, la cámara del celular
detectará algo... ¡Cuenten qué ven!

La luz con longitudes de onda más largas que el IR está formada por las micro-
ondas. En la vida cotidiana, cocinamos con luz en el horno a microondas. El tamaño
de la longitud de onda para la luz con la que funcionan los hornos de microondas de
sus casas, es igual al de la trama del enrejado que recubre la parte interna de la puerta
del horno. Ese enrejado tiene como función evitar la fuga de las microondas (aunque
se suelen escapar bastantes y no son muy saludables tenerlos cerca cuando funcionan).

Figura 13.4. Fotos con colores falsos que representan el brillo luminoso en λ invisibles a los ojos.
A) Una persona (mientras está viva y calentita) irradia luz infrarroja. Las partes del cuerpo que están
más calientes emiten más luz IR, por lo que están “pintadas” con color rojo. Las partes más frías se
representan con tonos verdes y azulados.
B) Podemos comparar la visión de la galaxia de Andrómeda en luz visible (arriba) y en IR (abajo). La
luz IR muestra detalles no detectables en luz visible, ayudando a estudiar la estructura de la galaxia.
C) Una flor es mostrada en luz visible (izquierda) y (con falso color) en ultravioleta (derecha). Las
marcas oscuras en UV de los pétalos guían a los insectos que las perciben, hacia dónde está el néctar.
¡Yum!
D) La luz de rayos X se usa para ver la estructura interna del cuerpo, mediante radiografías.
A) Imagen de metamorworks/iStockPhoto. B) Imagen de NASA’s Spitzer Space Telescope. C) https: // www. cambridgeincolour. com/ . D) https:

// evanluriegallery. com/ artists/ nick-veasey/

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Finalmente, la luz con longitudes de onda más largas son las ondas de radio.
Estas ondas son muy conocidas, ya que las usamos en la radio o la televisión (por aire).
No deben confundirlas con las ondas de sonido que produce la radio, por ejemplo.
Las ondas de radio son detectadas con antenas (¡no con oídos!). Las ondas de radio
no son tan peligrosas como las ondas muy cortas, pero son muy penetrantes. Pueden
atravesar las paredes de nuestra casa para ir, por ejemplo, desde el wifi que está en
la otra habitación, hasta la compu en la que estoy escribiendo este apunte. (¡Gracias,
“ondas de radio”!).

El mundo que nos rodea luciría muy diferente si pudiéramos verlo con los colores
que no son parte de la luz visible (figura 13.4).

La energía de las ondas luminosas depende de la longitud de onda. Cuanto más


corta sea λ, más energía llevará la onda. Por eso son muy peligrosos los rayos γ,
los rayos X y la radiación ultravioleta producidos, por ejemplo, en un reactor nuclear.

13.1.3. La luz blanca


Las fuentes de luz como el Sol no brillan en una sola longitud de onda, es decir, en
un solo color. Lo hacen en muchos colores simultáneamente. Cuando muchos fotones
de distintos colores viajan juntos, la luz total tiene color blanco. Esto significa que el
color blanco es la suma de luz de todos los colores. Por el contrario, el “color negro”
es, simplemente, la ausencia de luz.

La luz interactúa con la materia. La materia puede absorber, transmitir o rebotar


la luz. ¿Por qué una cosa, por ejemplo un pantalón, es de color azul? La razón está en
la luz que absorbe o rebota su tela. La luz blanca (conteniendo todos los colores) llega
del Sol (o de una lámpara), alcanza la superficie del pantalón, la tela con sus pigmentos
absorbe todos los colores con excepción del azul, color que rebota. Entonces, el color
azul no es del pantalón. ¡Es del Sol! Cuando pintamos un cuadro estamos eligiendo qué
colores se rebotarán, pero los colores los da la fuente de luz.

Un objeto es blanco si no absorbe, prácticamente, ningún color. Los rebota a todos.


Por el contrario, un objeto es negro si absorbe todos los colores y no rebota ninguno.

En general, salvo casos muy concretos (vean el ejercicio del final de la sección), la
luz que circula entre nosotros tiene casi todos los colores visibles. Que veamos un buzo
azul no significa que la luz que nos llegó de él no tenga una parte de luz roja, por
ejemplo. La tiene, pero en menor intensidad. De hecho, si miramos un pantalón azul
con un filtro que sólo deje pasar el color rojo, lo seguiremos viendo. Entonces, el color
de una cosa es, en realidad, el color que más destaca en la luz que ese objeto
emite (como una estrella o una lámpara) o que rebota (como el pantalón). Es el que
más intensidad tiene, que domina por sobre los otros.

Un ejemplo interesante sobre la luz blanca y la luz de colores lo constituye el cielo.


¿Por qué el cielo es azul? Recuerdo un diálogo que mantuve con unos adorables niños

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pequeños (tenían 17 años):

Yo: ¿Por qué el cielo es azul?


Niños: “¡Porque hay mucho aire! El aire es transparente, pero si hay mucho, se ve azul.
¡Interesante respuesta! Entonces les pregunté:
Yo: ¿Y de qué color es el cielo durante la noche?
Con cara de darse cuenta de que yo era un tonto, me contestaron:
Niños: ¡Negro!
Yo: Entonces, ¿de noche no hay aire...? ¿Por qué no se ve el aire de noche...?
Para que el cielo sea azul, se necesita un ingrediente esencial: el Sol. La respuesta
es que la luz del Sol, que llega viajando a través del espacio, es blanca (tiene todos
los colores). Al llegar a la atmósfera terrestre, el aire deja pasar, casi sin cambios, a la
mayoría de los colores; pero hay un color que a las moléculas les gusta absorber: el color
azul. Entonces, los fotones rojos, verdes, violetas, amarillos, atraviesan la atmósfera,
pero los azules son retenidos una fracción ínfima de segundo para ser, luego, liberados
en cualquier otra dirección. Ese proceso ocurre enormes cantidades de veces. Entonces,
cuando miramos hacia cualquier parte del cielo donde no se encuentra el Sol, vemos los
fotones azules que se han desparramado por toda la atmósfera. ¡Vemos la parte azul
de la luz del Sol! Esta idea está representada en la figura 13.5.

Ejercicio 2 ¿Existirá alguna luz que usemos a veces, que sólo tenga un color (es decir,
una única longitud de onda)? Ayuda: ¡no lo apunten a los ojos!

Figura 13.5. El color azul del cielo es luz del mismo Sol dispersada en diferentes direc-
ciones por las moléculas que forman el aire. Estas moléculas están representadas por
puntos azules y los fotones como flechitas onduladas.

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13.2. Descomponiendo la luz blanca


¿Cómo podemos hacer para ver los colores componentes que forman la luz blanca?
Simplemente hacemos pasar la luz blanca por un prisma de vidrio y, al atravesarlo,
cada color se desviará con un ángulo diferente (figura 13.6). Si ponemos una pantalla
a continuación (un cartón, por ejemplo), como resultado tendremos un bonito arcoíris.

Figura 13.6. Un prisma de vidrio tiene la capacidad de desviar a la luz de cada color en
un ángulo diferente. El color más desviado es el violeta. El color que menos se desvía
es el rojo. Este experimento lo hizo Isaac Newton (1643-1727) por primera vez.Imagen
de Creative Commons.

Si queremos descomponer la luz de una estrella, tenemos que mejorar ese experi-
mento. Para eso agregamos dos elementos: un telescopio (ya que la luz de las estrellas
es tan débil que resulta difícil “apuntarla” a un prisma) y una tapa con una ranura
(figura 13.7). La ranura tiene una función muy interesante. Si no pusiéramos la ranura,
la imagen de la estrella sobre la pantalla sería redonda, un círculo de luz de cada color,
ligeramente desplazados uno respecto al otro. Cada círculo luminoso sería la imagen
de la estrella en cada longitud de onda. Si el prisma no los separa lo suficiente, se
superpondrían en su mayor parte, resultando en un manchón confuso de colores. Para
evitarlo, hacemos pasar la luz de la estrella por una ranura, de modo que cada imagen
de color de la estrella sea una “rayita” horizontal.

De este modo, nos quedará un instrumento como el que se representa en la figura


13.7. En la pantalla, al final del camino de la luz, obtendremos un arcoíris de la luz de
la estrella, que llamaremos: “espectro”.2

2
Profe, una pregunta: ¿todo este asunto del espectro... tiene algo que ver con la bandera LGBT?
Bueno, la comunidad LGBT ha adoptado la bandera del arcoíris para representar la diversidad.
“Profe, profe, ’espectro’ ¿tiene que ver con los fantasmas?” Eh... no.

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Figura 13.7. Con un telescopio concentramos la luz de una estrella, luego la hacemos
pasar por una ranura muy angosta. A la salida, colocamos el prisma que va a separar
la luz en cada uno de sus colores componentes. El arcoíris resultante podrá verse sobre
una pantalla (por ejemplo, un cartón blanco y liso). Ese arcoíris se llama “espectro” y
el aparato, en conjunto, se llama “espectrógrafo”.

El espectro es una sucesión de imágenes alargadas de la luz de la estrella, debidas a


la forma de la ranura. Cada imagen es de un color diferente. La imagen de más arriba
es roja, la que le sigue es anaranjada, luego le sigue la amarilla, y así, hasta llegar a la
imagen violeta.

De esta manera, hemos podido separar los colores que formaban la luz blanca pro-
veniente de una estrella.

13.3. Midiendo los colores


Ya tenemos el espectro de la estrella. ¿Y ahora qué hacemos?

Como dijimos antes, la luz blanca de un objeto luminoso puede tener distintas
proporciones de cada color. Por ejemplo, si es un astro que nos da la impresión de ser
rojo, su color preponderante será el rojo. Los otros colores también estarán presentes,
pero serán más débiles. Podemos medir la cantidad de luz que nos llega en cada color,
para encontrar cuál es el color preponderante, el color más “polenta”.

¿Qué se entiende por “medir la cantidad de luz”? Recordemos que la luz es energía
en movimiento. Por eso, podemos poner un detector que mida cuánta energía nos llega,
por ejemplo, durante un segundo. La cámara de un celular hace eso. Cuando queremos
sacar una foto, la cámara mide cuánta luz le está llegando, y ajusta apropiadamente
el tiempo que tiene que exponer el detector de luz para que la foto salga “más o

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menos” bien. Si no tuviera ese detector, habría que regular ese tiempo a mano (como
las máquinas de foto antiguas) y sacar fotos sería un proceso mucho más lento.3

Entonces, a nuestro aparato de la figura 13.7, sumémosle un medidor de luz (fotó-


metro). Con este medidor, registremos primero cuánta luz roja llega de la estrella, por
ejemplo. Luego, midamos la cantidad de luz amarilla, luego la luz azul y así. Entonces,
podemos ir armando un gráfico como el que se ve en la figura 13.8.

Figura 13.8. En un gráfico ponemos la longitud de onda en el eje x (en unidades de


ángstroms) y la cantidad de energía que medimos para cada color, en el eje y. Para
que sea más fácil de entender, pintamos aproximadamente los rangos de longitudes de
onda con el color que le corresponde. Recordemos que, más allá del rojo y antes del
violeta, hay colores invisibles que también podemos medir con un detector adecuado.
En el gráfico de la izquierda, vemos algunos puntos que vamos colocando al medir la
energía en cada color.
En el gráfico de la derecha, unimos esos puntos mediante una línea negra, con lo que
nos queda una curva continua parecida a una montañita.

En el eje “x” ponemos la longitud de onda (en unidades de ángstrom o Å). Pa-
ra hacer más clara la figura, pintamos con colores los rangos de longitudes de onda
correspondientes. Las regiones grises representan los colores que no vemos. En el eje
“y” del gráfico ponemos la cantidad de energía registrada para cada color.4 De este
modo, elegimos un color y medimos su energía. Primero medimos en el rojo, luego en
el amarillo, azul, violeta, verde, etc. Las cruces que ponemos en el gráfico las podemos
unir con una línea negra, como se muestra en el panel derecho de la figura 13.8.

De este modo, obtenemos una curva que muestra la energía emitida por la estrella,
en cada color del espectro. Podemos hacerlo tanto para los colores visibles como para
los invisibles (IR, UV, rayos X, etc). Esta clase de curvas fueron muy estudiadas por los
3
Gratamente, no habría tantas “selfies”.
4
La energía se puede medir en una unidad llamada “ergio.” El ergio es una medida de energía muy
chiquita (pueden imaginar que no nos llega mucha energía de una estrella). Para este gráfico, medimos
los ergios que llegan a un cuadrito de 1 cm2 en cada segundo. Esa cantidad de energía dividida por el
área y por el tiempo, se llama flujo y sus unidades son [ergios/(s cm2 )].

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científicos a principios del siglo XX, especialmente por un físico alemán muy importante
que se llamaba Max Planck (1858-1947). Estas curvas se denominan curvas de “cuerpo
negro”. El nombre de cuerpo negro5 se le da a un cuerpo teórico semejante a un
horno perfecto. Imaginen un horno caliente perfectamente cerrado, con paredes que no
absorben calor, algo así es un cuerpo negro. Si se le hiciera un pequeño orificio a las
paredes que rodean a un cuerpo negro, veríamos que su luz tendría una distribución de
colores como la mostrada en el panel derecho de la figura 13.8. Un cuerpo negro tiene
una única temperatura en todo su interior que determina su producción de luz.

El espectro de las estrellas tiene una forma muy parecida a la de un cuerpo negro,
como la dibujada en la figura 13.8. Por lo tanto, las estrellas pueden ser consideradas,
en buena aproximación, como cuerpos negros. Lo interesante es que esto nos permite
medir en las estrellas, las propiedades conocidas de los cuerpos negros. Veremos que
ese parecido entre las estrellas y los cuerpos negros, nos posibilita la medición de la
temperatura de estos astros.

13.4. Las escalas de temperatura


Hagamos un paréntesis en nuestro estudio del espectro de las estrellas para hablar,
brevemente, de las escalas de temperatura. La temperatura de las estrellas las medi-
mos como “temperaturas absolutas”. Eso significa que no usamos los “grados Celsius”
(grados centígrados o ◦ C), como unidad de temperatura. En su lugar vamos a usar el
“grado Kelvin” o, simplemente, K.

¿Por qué no usamos la escala habitual de temperaturas? La razón es que la escala


Celsius se basa en las propiedades del agua. A 0◦ C el agua se congela. A 100◦ C el agua
entra en ebullición. Si hace más frío que 0◦ C, decimos que la temperatura está por
debajo de cero o que es negativa. Por ejemplo, la temperatura más baja registrada en
la superficie terrestre se midió en la Antártida y fue de -89◦ C.

La escala Kelvin no se basa en las propiedades del agua, sino de la materia en


general. Esta escala tiene un valor cero que corresponde a la temperatura para la
cual todas las partículas se quedan quietas (átomos, electrones, etc.), todo “frizado”
como cuando jugábamos a ser estatuas. Es el cero absoluto. En escala Celsius, 0 K
corresponde a -273◦ C.

El grado Celsius tiene el mismo tamaño que el grado Kelvin. Para pasar una tem-
peratura de Celsius a Kelvin hay que sumarle 273◦ .

T[K] = T[◦ C] + 273◦

Por ejemplo, si queremos expresar en grados Kelvin la temperatura más baja que
mencionamos antes (-89◦ C), hacemos:
5
No confundan “cuerpo negro” con “agujero negro”. Son dos cosas completamente diferentes. Un
agujero negro es un cuerpo con tanta masa que su gravedad no deja escapar la luz. No tiene ninguna
relación con el cuerpo negro del que estamos hablando.

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T[K] = T[◦ C] + 273◦ = -89◦ C + 273◦ = 184 K

De todos modos, veremos que las temperaturas de las estrellas son tan altas que
sumarles 273◦ no las cambia para nada.

13.5. Las propiedades de los cuerpos negros


Las estrellas se parecen mucho a esos hornos perfectos, los cuerpos negros. Entonces
es conveniente conocer las propiedades de los cuerpos negros, para entender mejor a
las estrellas. Estas propiedades son:

(a) Los cuerpos negros tienen una temperatura única. Si se compara una estrella
con un cuerpo negro, esa temperatura sería la de sus capas más externas (hacia
adentro de una estrella, la temperatura crece muchísimo).

(b) Las curvas de cuerpo negro son diferentes para distintas temperaturas. Vean la fi-
gura 13.9, donde se superponen curvas de cuerpos negros de distinta temperatura.
Las curvas no se cruzan entre sí.

(c) Cuanto más caliente esté un cuerpo negro, su pico o máximo de emisión de energía
va a estar ubicado hacia longitudes de onda más cortas (más hacia el azul). Vean
el punto blanco que marca este máximo en cada curva de cuerpo negro de la
figura 13.9. Claramente, a mayor temperatura del cuerpo negro, más alta es la
curva y más hacia el azul está su máximo.

Esta última propiedad es la que nos permite estimar la temperatura de las estrellas.
Si la curva tiene su pico en un color, la mayor parte de la luz emitida por esa estrella
será de ese color. Por ejemplo, en la figura 13.9, una estrella de temperatura igual a
5.000 K tiene su pico de emisión en el amarillo. Aunque su luz blanca contenga también
a los otros colores, estos colores van a ser menos intensos. Entonces vamos a ver a la
estrella de un color amarillo, su color predominante.

Si miramos las curvas de la figura 13.9, comprenderemos que, cuando la luz de


una estrella está dominada por luz azul, esa estrella será muy caliente.
Cuando la luz de la estrella esté dominada por luz roja, esa estrella será más
fría6 . Entonces, el color de una estrella nos dice si esa estrella es caliente, intermedia
o fría.

Volvamos a mirar la figura 13.1, que muestra a las estrellas Pollux y Castor. La
primera es rojiza-anaranjada, la segunda es intensamente azul. Esa diferencia de color se
debe a que tienen distinta temperatura. Concluimos que Castor es mucho más caliente
que Pollux.
6
La palabra “fría” está usada en comparación con otras estrellas. En términos humanos, la tem-
peratura de la superficie de una estrella “fría” como las que estamos mencionando, es suficientemente
alta como para vaporizar instantáneamente cualquier material sólido.

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Figura 13.9. Curvas de energía para cuerpos negros con diferentes temperaturas. Pueden
ver que, para cuerpos más fríos, el pico más alto de la curva (marcado con un pequeño
círculo blanco) se alcanza para colores más rojos (mayores valores de λ). Los cuerpos
negros más calientes tienen el pico de emisión en colores más azulados.

Ejercicio 3 A ojo y de manera aproximada, separen a las estrellas de la figura 13.10


en tres grupos: estrellas muy calientes (azules) - estrellas intermedias (amarillo - blan-
cuzco) - estrellas frías (rojizas).

13.6. La ley de Wien


La propiedad de que la máxima emisión de luz en un cuerpo negro está determinada
por su temperatura, fue descubierta por el físico Wilhem Carl Werner Otto Fritz Franz
Wien7 (1864 - 1928). Wien8 pudo calcular el valor de la temperatura de un cuerpo
negro, observando en qué longitud de onda caía su máximo de emisión de la luz.

De este modo, no sólo podemos saber si una estrella es más caliente o más fría
observando su color preponderante, sino que también podemos encontrar el valor de su
temperatura. Es la ley de Wien:

3 × 107
T =
λmax

En esta fórmula, λmax es la longitud de onda donde se da el máximo o pico de


emisión de luz (color exacto donde hay más fotones). Ese valor se puede medir en
curvas como las que vimos en la figura 13.9.
7
“Tito”, para los amigos.
8
Pronuncien Wien como “vin”.

R.
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Figura 13.10. Composición de las 25 estrellas más brillantes del cielo. Tragoolchitr Jittasaiyapan

También, es importante mencionar que esa fórmula funciona sólo si ponemos la


longitud de onda en ángstroms (Å), y que la temperatura resultante va a estar en
grados Kelvin (temperatura absoluta).

Hagamos un ejemplo: La estrella Pollux (figura 13.1) tiene su pico de emisión en el


color amarillo. El valor de la longitud de onda de su máximo puede medirse en su curva
de cuerpo negro. En este caso, vale λmax = 6.500 Å. Calculemos su temperatura:

3 × 107 3 × 107
TP ollux = = ≈ 4.600 K
λmax(P ollux) 6.500

Esa es la temperatura de la estrella Pollux, T = 4.600 K. Calculemos ahora la


temperatura de Castor (figura 13.1). Su pico de emisión se da más allá del violeta
(UV), en λmax = 2.900 Å. Nosotros la percibimos como una estrella azul porque no
vemos su color preponderante, que está en el UV.9 . Entonces calculemos para Castor:
9
Tampoco la vemos violeta porque la gama de longitudes de onda que dan sensación de violeta es
muy corta y nos cuesta distinguirla del azul.

R.
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3 × 107 3 × 107
TCastor = = ≈ 10.300 K
λmax(Castor) 2.900

¡Guau! ¡Castor es más del doble de caliente que Pollux! ¡Por algo son tan diferentes
sus colores!

Ejercicio 4 ¿Se animan a calcular la temperatura de la estrella Betelgeuse? Su λmax =


8.600 Å, que está en el infrarrojo. ¿Es una estrella fría o caliente? ¿De qué color
preponderante la veremos (recuerden que no vemos el IR, al menos yo no puedo)?

13.7. El Sol es verde


Si a mi nene le pido que me dibuje el Sol, seguramente lo va a hacer de color
amarillo. De hecho, yo también lo hago amarillo. Es que todo el mundo dice que el Sol
es amarillo, y hasta la bandera tiene un Sol amarillo. Pero el Sol... tiene su pico de
emisión en el color verde.

Para la emisión de luz del Sol, el valor de λmax(Sol) = 5.200 Å. Eso es el color
verde verde verde y verde. Es decir, el grueso de la luz del Sol es verde, pero nosotros
lo vemos amarillo. ¿Por qué? Porque nuestros ojos no ven todos los colores por igual.
Nuestros detectores en la retina son más sensibles a los fotones amarillos, así que,
definitivamente, de entre todos los colores de la luz del Sol, nosotros lo percibimos
como más amarillento. Con más criterio, podemos decir que, en realidad, luce bastante
blanco.10

Pero hagamos la cuenta. ¿Qué temperatura le corresponde al Sol, de acuerdo a su


“hermoso” color verde?

3 × 107 3 × 107
TSol = = ≈ 5.770 K
λmax(Sol) 5.200

Esa es la temperatura de la capa que vemos del Sol, la llamada fotósfera: T = 5.770
K.

13.8. La temperatura de las estrellas


Podemos comparar al Sol con Pollux, cuya temperatura es más baja, 4.600 K. O
podemos compararlo con Castor, cuya temperatura es el doble: 10.300 K. Si seguimos
midiendo temperaturas de las estrellas podríamos armar la tabla 13.1.

Nuevamente, vemos que nuestro Sol es una estrella que no se destaca por ser la
más caliente ni la más fría. Es una estrella de temperatura intermedia. Justo para que
vivamos nosotros.
10
Salvo cuando está cerca del horizonte y la capa de la atmósfera que tiene que atravesar su luz es
más extensa, por lo que no sólo dispersa su luz azul, sino también su luz verde, amarilla, etc, y el que
menos se dispersa es el color rojo. Entonces, vemos un Sol rojo en el ocaso.

R.
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Temperatura Color λmax


40.000 K Ultravioletas 750 Å
10.000 K Ultravioletas 3.000 Å
7.000 K Violetas-Azules 4.300 Å
6.000 K Verdes (Sol) 5.000 Å
5.000 K Amarillos 6.000 Å
4.000 K Rojas 7.500 Å
2.000 K Infrarrojas 15.000 Å

Tabla 13.1. Relación entre la temperatura y el color de las estrellas normales.

Ejercicio 5 Respondan las siguientes preguntas:

(a) ¿De qué color se ve una estrella “fría”?

(b) ¿De qué color se ve una estrella “caliente”?

(c) ¿Cuál es el color preponderante en la luz del Sol?

(d) En base a lo respondido en el ítem anterior, el Sol ¿es una estrella “caliente” o
“fría”?

R.
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R.
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