Está en la página 1de 24

VERSOS AL MASOQUISMO

(LAS VOCES DE LOS AMANTES CLANDESTINOS SON) PECADO DE VERDAD

Voz versada

Calla,
estréchate a mi costa.

Calla,
estréllate en mi cuerpo.

Siénteme
al desnudar tu cuerpo,
vestirlo de agua.

Soy náufrago
de los latidos huracán
que explotan en tu escama.

Calla
cuando te bese.

Calla
cuando secuestre
tu voz grafito,
tu esencia acuosa.

Calla y omite.
Calla antes de morir.

Dame estancia
entre tus sombras,
que las paredes
callen mi deseo.

Roba mi alma
con violencia,
haz que extrañe
tu silueta
y procura mis misterios.

Calla,
escúchame cuando callo.

Calla,
quiero quererte
antes de partir.

Voz en carta

Te pedí silencio y me vendiste ausencia; por amor compré tu huida en alto precio, encallaste en otros brazos.
Te pedí un último beso, despedida merecida de poeta y me ignoraste, aplazaste mi agonía y en el día de
aniversario ni tu eco me asistió.
Me pediste esclavitud y masoquismo, heme aquí plasmando vida y derramando letras como lágrimas. Me
pediste mi cariño y de ingenuo te di mi alma; omitiste tus palabras, me silenció tu estancia en tierras pardas y
lejanas.

Hoy somos silencios, notas vagas. Hoy somos perdidos, extraños en un mismo invierno. Hoy somos lo que
nunca fuimos juntos y debimos ser; debimos morir en simultáneo homicidio. No bastó nuestro sadismo.

Los secretos vagan, se esconden de los labios y juegan a vivir. Los secretos son nuestro tormento, pecado
compartido. Su carácter de furtivos nos inflama las miradas y la verdad, clandestina, no conoce nuestra piel
desnuda.

Las voces nuestras de amantes clandestinos son pecado de verdad. Omisión. Furtivo amor.

AFIRMACIONES
Dicen que te huyo,
que me escapo
o me diluyo.

Gritan que muero lento,


con gusto masoquista,
como queriendo morir.

Murmuran que te amo,


que no duermo
y me desvelo
haciendo historias
entres versos
y entre notas.

Creo que me detengo,


que me esclavizo
a tu existencia.

Aseguro vivir despacio,


con deleite sublimado,
como degustando vivir.

Confío en que me amas,


que me esperas
y me extrañas
mientras velo
tu descanso
y tu alegría.

AMOR CLANDESTINO
(Que lo digan tus labios)

Deja que lo digan tus labios,


que lo calle tu boca,
que se estanque en la mía;
deja que lo digan tus labios
con un beso tocando los míos.
Deja que sea clandestino,
yo, el romance, el amor;
deja que sea clandestino
el sentimiento del corazón,
que sea un secreto de los dos.

Deja que lo digan tus labios,


los te quiero y los te extraño,
los te necesito y los te amo;
deja que lo digan tus labios
cubiertos de mutismo.

Deja que sea clandestino,


el abrazo, el beso, el amor;
deja que sea clandestino
lo que vivimos y sufrimos,
que sea pasión de dos.

Deja que lo digan tus labios,


que se quede en mi boca,
que lo guarde la tuya,
que sea mutismo y secreto,
que se grite en el corazón.

Deja que lo digan tus labios,


que se despida en el abrazo,
que se alimente del te extraño,
que sea clandestino, el amor,
que sea sólo de los dos.

BESOS FURTIVOS
Morí en tus labios
en aquel último beso,
efímero al tiempo
y eterno al amor.

Fue en el momento
en que nuestras bocas
se despidieron,
que nuestras almas
se tocaron profundamente.

En ese breve instante


me embriagué de tristeza
al pensar que no volvería
a ser de nuevo tu poeta.

Y pensar que cada beso


siempre tuvo como sello
el adjetivo de furtivo,
como un requisito indispensable
para que nuestro amor
fuese clandestino.
No te miento,
yo aún extraño
ese carácter de furtivo
en nuestros besos
y ese efímero momento
en que nuestros labios
eran cómplices
del amor de nuestras almas.

CONTINUACIÓN
(El amor en segundas partes)

Si pausaste mi pasión,
¿cómo no amarte
hasta el exilio?
Acaso el miedo
me lo impida,
albergarte en segundas
muy adentro de mí,
rozándome el alma.

Si hoy descubriste
que me robaste el corazón,
¿cómo no amarte
hasta el hastío?

Si es que vuelves
y careces de razón,
si no hay motivo
para regresar
y respondes a mi voz
sin haber hecho petición,
si atiendes al eco
invisible, fantasmal,
¿cómo no amarte
como te amé
en primeras,
con fuerza homicida,
con ansia suicida?

Te amo y amaré
hasta el exilio,
hasta el hastío.

DECIR NADA
Quiero que tus labios
lo provoquen, lo generen.
Quiero de tus labios
el elixir mortal y divino del amor.

Quiero que digas nada


con esos besos brutales y asesinos,
letales, clandestinos.
Dime nada y calla todo
en los suspiros ahogados
entre tus labios y los míos, amor.

Quiero ser el culpable


de tu delirio romance,
de tu demencia fantástica
por ser hada, musa y princesa,
acosada por este ogro y juglar.

Quiero que me digas nada


y desates mi locura
por descubrir los secretos
del mutismo en tus labios, amor mío.

DESPÍDETE, SIRENA
Despídete, sirena,
despídete del sueño
que el sol saluda
la belleza de tu cuerpo.

Despídete, sirena,
despídete del mar
y las aguas que cantan
tus hechizos dorados.

Saluda, sirena,
al alba y al amor,
saluda al marinero
en su navío de ilusión.

Saluda, sirena,
con un beso a mis labios
y despídete, sirena,
de la soledad.

DESTINO CORAZÓN
(Dos palabras)

Te quiero,
verso fácil y asesino
de ilusiones,
corazón.
Te quiero,
Luna suave y menguante
a la lógica,
razón.

Te necesito,
Canto dulce de enamorado
huidizo y tonto.
Te extraño,
sutileza y rudeza
para seguir a tu lado.
Dos palabras
y dos mundos.
Dos extraños
en estos cuerpos.
Dos almas
atadas al sonoro
te amo
que se estanca
en los labios,
en los brazos,
en todos lados
donde hay dos,
como tú y yo.

Te quiero,
camino a la razón.
Te amo,
destino
corazón.

ENAMORADOS
Si yo corro, tú caminas,
me detengo y te adelantas,
te persigo y te me escapas.

Si lloro, tú me callas,
me río y me delatas,
te abrazo y me apartas.

Si jugamos a querernos
tú te aburres y yo muero.
Mejor juguemos a amarnos
y quedarnos quietos y sentados,
sudoroso y agotados
como dos enamorados.

ENTRE TANTO
Ignoro si en verdad
tu camino se unirá
otra vez al mío.

Ese es mi anhelo,
un deseo de verso cantado.

Esperarte es mi consuelo,
labor clandestina de romántico;
amaré musas y ninfas,
comeré sus sueños
y me embriagaré en su sexo.

Moriré,
es posible,
en el trayecto.
Tú me emularás...
entre tanto,
te olvidas de mí.

ESPERO Y DESESPERO
Hoy es lunes y te extraño
aún sabiendo que mañana será igual.
La verdad es que no importa
si es domingo o si es sábado,
lo que importa es que te amo
y te idolatro
y que esperarte dos semanas
es demasiado.

Hoy es lunes y te extraño


y gasto versos
para evitar sentirme solo.
La verdad es que con todo
sigues a mi lado,
pegadita al corazón
y bien metida en mi razón,
para amarte y extrañarte
y esperarte dos semanas
aunque sean tiempo malgastado.

ESTRELLA
Sucede a veces que tiro mi vida
entre tantos versos sin sentido;
sucede que en esos momentos
estoy amándote aunque sea un sueño.

Y no me gusta despertarme,
creo que nunca en realidad lo hago,
pues paso mucho tiempo en ti pensando,
en ti estancado y moribundo.

Sucede a veces que te amo


y se me olvida vivir,
entonces miro alto
para saber que sigues ahí.

FORMA DE BARRO
Soy las alas y tú el viento;
Eres quien me eleva,
quien me mueve.

Soy la sangre y tú el corazón;


Eres quien bombea,
quien me transporta.

Soy la tinta y tú la pluma;


Eres quien me plasma,
quien me escribe.

Soy lo que tú quieres que yo sea;


eres lo que yo hago bajo tu mandato.

Soy apenas una estrella,


tú el universo;
eres la inmensidad
y en ti me pierdo.

Soy arcilla en tus manos,


tú la artista;
eres quien me forma,
quien me inventa.

Soy quien te persigue,


te busca,
te caza;
eres lo quiero,
lo que anhelo,
lo que tengo.

Soy el ogro y tú el hada;


eres la princesa
que espera a su caballero.

Soy el blanco y tú el color;


eres la pintura,
quien me da vida.

Soy arcilla todo el tiempo,


mi artista;
eres la creadora
y yo toda tu obra.

INTERMEDIO
La besé,
la amé apasionado...
y usurpó tu reino.

Me embriagué de sus ojos


y probé su cuerpo.
Te extrañaba en su piel.

Se fue.
Regresé a ti.
Adoro tu sombra
infinita.

MISTERIOS
(Miseria afirmativa o el saludo al masoquismo)

Sí,
fácil fue quererte,
más fácil
enamorarme.
Tú,
cisne de lava,
prendiste fuego
en mi alma.
Te marchaste.

¿Has mirado
alguna vez el cielo
una tarde de jueves
mientras llueve?
De repente
una nube,
pecando de extravío,
blanquea la lluvia
y se hace tarde.
¿Me lloras?

Sí,
fácil fue perderte,
qué difícil
enamorarte.
Yo besaba tu silueta,
pálido reflejo
en la ventana.
Nunca te tuve.

¿Qué me dicen
tus silencios?

Efímero y voraz,
el tiempo;
añejado en olvido
un beso...
sin sazón
tocó mis labios,
sin razón
es suspendido;
tú despedías
mis sueños,
yo saludaba
al masoquismo.

¿Acaso
aquellos kamikazes
que entre rimas
me disfrazan
no te han dicho
que te amo?

Sigues dándome
misterios.

Sí,
confirmo tu mutismo,
el delirio
esclavizante.
Jaula
que apresura muerte,
sádico testigo
de mis letras.
Existencia omitente.

¿Descifraré quizá
por error
eso que ocultas
con afán
y con celo homicida?
Náufrago de bosque,
errante niebla
en un diamante;
mísero romance
es mi fiel acompañante
en anhelos.
Negra sangre.

¿Amas mi misterio?

MUSA DE PAPEL
Te lloré cuando me amaste,
te lloré cuando te fuiste,
pero ahora que no estás
ya no me quedan lágrimas,
sólo la gris tristeza.

Lo que me hace pensar en ti


es que extraño algo tuyo,
algo que no son tus labios,
algo que no es tu cuerpo;
extraño ese dejo de amor y de cariño
que jamás me diste,
que dejaste oculto tras el silencio;
extraño que me mientas al besar,
que me esclavices al mirar,
que finjas que me quieres.

Te lloré como tres veces,


te lloré porque te amé,
pero de poco sirvió enamorarme
pues fuiste musa de papel,
espejismo de la eternidad.

MUTISMO DE SIRENA
Dime, mutismo,
si te escondes para enfurecerme,
para impacientarme
y así ya no esperar
que otra vez me abrace el amor.
Dime, sirena,
si ese canto delicioso
se transmuta en tu cuerpo,
porque me tienes envenenado
de tu belleza misteriosa,
de tu silueta tentadora.

Dime, mutismo,
si me amaste para que naciera
entre tus labios
y muriera del deseo
de arrancarte el corazón para mí.

SI TAN SÓLO
¡Ay, si tan sólo
estos versos alcanzaran
para ser felices!

Si en ellos
pudiera olvidar
y mitigar dolores,
las discusiones
de los domingos
o los malentendidos
incidentales.

¡Ay, si tan sólo


pusieras el amor
antes que el orgullo!

Si ese orgullo
no fuera compartido
ni nos envenenara el corazón
o nos llenara de mentiras
la razón tan frágil.

¡Ay, si tan sólo


me quisieras
más de lo normal!

¡Ay, si tan sólo


te supiera perdonar!

SUSPENDIDO EN EL VACÍO
(Tonto enamorado)

El que muere
de esperar
es un tonto
enamorado
malgastando tinta
en un papel.
El que vive
de esperar
es poeta
enamorado,
masoquista ilusionado
en el versar.

Soy tu tonto
enamorado,
a veces viento,
a veces agua.
No soy poeta
ni romántico,
sólo un triste ogro
que le gusta
esperar.

Suspendido
en el vacío,
largo y mísero
martirio,
espero sin sentido;
sin razón
vivo adormecido.

No sé
por qué espero
o si te espero.
Ignoro identidad
de ti o de tu sueño.
Anhelo cauteloso
lo que sé
no me darás,
sádico deleite tuyo
en mi esperar.

Prolongas el espacio,
demoras en venir
y ambiciono
demente
que la eternidad
me conceda
tu latir.

THE ONE
You, the one who made me cry;
you turn my laugh in tears
and my smile in sadness.

You, the one who makes me cry;


you write with blood the verses
and my poetry is a lament.

You, the one who made cry;


you hurt the wind with your absence
and my spirit with cold kisses.

You, the one who makes cry;


you are the radiant star in the lonely
and dark night sky.

You, the one who makes cry;


you stuck my soul in slavery,
you keep on pain my heart.

You, the one who made me cry;


you don’t leave my mind and thoughts,
you chain my body in love.

You, the one who makes me cry,


always be a golden poem,
a red blooded rose;
you are the one I love,
the one who will make me cry.

TU NOMBRE
Canto primero, de la bastedad

Baste ya con recordarte,


a ti y tu sonrisa,
ese pedazo de ilusión
que a veces regalabas sin querer;
que eso baste por ahora
y deje ya de atormentarme,
de dibujar siluetas tuyas en el aire
o de sonreírle a la nada
cada vez que despierto de soñarte.

Baste ya con cada verso kamikaze


que te di simplemente por amor;
baste verlos suicidarse
cuando en turbias tardes de enero
los leo para mentirme
y engañar al tiempo,
decirle que no te has ido
y que no te irás jamás
si dejo que él te bese el alma
y yo te robe un par de sueños.

Baste y sobre por ahora


este amor desperdiciado,
de estos besos que guardados
se han cubierto de polvo
y de estos labios anhelantes
que repiten sin cesar tu nombre.

Canto segundo, del hastío


Se durmieron las sombras,
se cansaron de esperar,
se aburrieron de danzar.

Ya no canta la lechuza,
no la escucho al despertar
ni me arrulla al dormir.

Todo lo demás,
los versos y canciones,
las prosas moribundas,
las cartas sin fortuna,
está harto de tu nombre
y su reflejo fantasmal.

El silencio pide a gritos


que le deje respirar,
harto está de mis gemidos
y mi constante suspirar,
harto está de mis murmullos
de que no vas a regresar.

Por si acaso algún día


este poema llegas a leer,
sabe entonces una cosa:
que el hastío de tu amor
sólo viene a recordarme
que estoy harto de esperar.

UNA MUJER COMO TÚ


Contigo me derroto,
pierdo todo;
adiós sol,
adiós luna,
se van los sentidos,
la razón,
se extravía el corazón.

Contigo soy absurdo,


soy confuso,
como un cordero
sin defensa
ni auxilio;
así soy entre nieve
de dolor.

Ya no tengo argumentos
ni palabras,
me desarmas,
desbaratas.
Y te quiero,
sí, te quiero.
Y tengo miedo...
de perderte,
de matarte
en mis delirios
o de que te ame
tanto, tanto,
que te ate
fuertemente
a mi existencia
y a mis demencias
a veces homicidas.

Contigo es un sueño
y despertar duele;
la realidad
es muy tirana,
muy adversa
y no tengo
tanta fuerza.

Contigo soy más débil,


un gigante de arena;
tú te eriges
como una estatua
que me obligo
a idolatrar
todo cuanto eres.

VERSITOS KAMIKAZE
Mira este versito kamikaze
que se muere por amarte;
míralo aventarse
de peñascos y de cumbres
con sonrisa delatora
del placer de morir para alcanzarte.

Mira este delirio de amarte


mientras piensas que te lloro,
que lloro a cada instante;
y es verdad,
hay canciones kamikaze
de versitos que se ahogan
muy adentro de mi voz,
muy adentro de mi boca.

Mira estos besos kamikaze


como versos agridulces en tus labios;
míralos danzar entre las llamas
de esta hoguera apasionada
que arde en mi interior,
muy profundo en el corazón.

Mira este versito kamikaze


con orgullo de morir por ti,
por tu amor y por tu cuerpo,
porque sabe que te adoro;
míralo clavarse las espinas de la rosa
y desangrarse para que vivas
y me sueñes
y me extrañes
y al final me necesites
y me quieras
y me ames
y me escribas un poema
con versitos kamikaze.

DE CARÁCTER ASESINO
En momentos breves
de carácter asesino,
en los que te veo
compartir tu presencia
y trozos de sonrisa,
soy de nuevo guardián celoso
de tu amor y de ti;
y soy más celoso que guardián
por el simple hecho de saber
y recordar en la piel
que en un tiempo
esos pétalos carmín
que son tus labios
me besaron hasta ser esclavo.

En momentos largos
de carácter asesino,
en los que te miro
ser feliz con extraños
errabundos y groseros a mi mundo,
a este mundo construido
con el altar de tu corazón,
olvido ser poeta u ángel,
olvido ser cantante
o trovador de tus misterios,
envejezco la guitarra,
desperdicio la armonía
de las notas del amor,
del amor tuyo tan perfecto
en la fantasía del silencio,
en lo incierto del futuro.

En momentos breves
de carácter asesino
te amo cual demente,
te celo cual fantasma
que devora el resto de tu sombra,
que captura tus pasos y huellas,
que vigila tu sueño
y te espía por la ventana
para volverme tu enemigo,
enemigo de tus ojos y de ti,
de tus labios y anhelos;
enemigo celoso de tu amor.

LLANTO CLANDESTINO
Me hubiese gustado ser
testigo de tu llanto
si es que alguna vez
por mí lo derramaste
en la soledad de tu cuarto.

Habría sido exquisito,


no lo dudo,
ver morir tus lágrimas
al chocar en tus labios
y dejar tristeza salada
en cada uno de tus besos.

Como un sádico disfruto


el suponer que por mi causa
derramaste llanto azul
y la pena te ató a la almohada
al menos un día a la semana.

Pero hasta de eso me privaste,


me hiciste esperar inútilmente.
Me escondiste tu llanto,
clandestino como nuestros sueños,
furtivo como nuestros besos
y fugaz como este amor.

MORIR DE OLVIDO
Moriré de olvido,
de tu negativa a extrañarme,
de tu rechazo a recordarme
y de tu esquiva mirada
a mi existir.

Moriré de olvido
por tu ignorar mis versos,
abandonarlos a su suerte
en el papel que se deshace
con el pasar del tiempo.

Moriré de olvido
porque haces enmudecer mi llanto
y mis lágrimas son cristales
sin valor alguno para ti;
por eso moriré de olvido
y ni de mi nombre te acordarás,
aunque esté plasmado en prosas
y cartas de amor
o la tinta que fue cupido
sólo sea un mancha más en la pared
o un fantasma de ventana.
Moriré de olvido
porque sólo la soledad me acompaña
y ni ella sabe que existo.

REPROCHE
El reproche
es mi venganza,
mi forma de herirte,
mi modo de tortura...
propia.
Me arrepiento.

Luego lloro,
te suplico,
te reprocho.

El silencio
es un traidor,
me delata,
yo te pienso,
amo tu recuerdo...
odio tu omisión.
Me ignoras.

Luego lloro.
Quiero que me llores.
Te reprocho.

Me suicido
con mis letras,
de algunas eres dueña,
reina tirana...
te reprocho.
Ámame.

Luego lloro
el llanto de tus ojos,
su salina existencia
en mi cabeza.
Te reprocho.

Luego lloro,
me arrepiento,
te suplico,
te reprocho.

Luego lloro.

RIMAS ABURRIDAS
No le veo sentido
esperarte aquí sentado,
aburrido y desconsolado,
tirando tiempo y suspirando.

Te necesito tanto
que ahora los poemas
tienen rima y dan risa,
tienen ritmo y tienen prisa.

No le veo sentido
a que me esperes y me llores
mientras esas reflexiones
sólo quieren unas flores.

Tú me necesitas mucho,
pero callas y yo dudo,
pongo ojos como búho
si descubro tu amor mudo.

Y va otra vez,
otro intento por rimar
para poder justificar
el hecho de poderte amar.

Porque al fin de cuentas,


si escribo está de más,
tú ya sabes que detrás
de todo esto te amo más.

Y por ello, no veo razón


para esperarte aquí sentado,
sin sentido, corazón,
alimentando desazón.

RINCONES
¿Sirve de algo
quererte en un rincón?
Hacerlo así
me condena a ser olvido,
a formar polvo de pasado
y de nostalgia.

¿Sirve de algo
amarte en un rincón?
Aumentaría la pasión,
el deseo
y la tragedia innecesaria
de no compartir.

Yo no quiero hacer
cualquier intento
parecido a lo anterior,
no me sirve amarte así.

Yo quiero siempre
gritar al viento
que te quiero
sin tapujos o mentiras.

Los rincones son tan crueles,


amor mío,
que toda miel es rechazada.
Es tan triste,
amor mío,
que sólo rincones
tengo en mi existencia.

Sirve de nada
quererte en un rincón.
De nulo valor
es amarte en un rincón.
Sirve de poco
que tú estés en mi rincón.

FALACIAS DE AMOR
Róbame aunque sea un beso.
Regálame aunque sea una mentira.
Átame la voluntad
a tus caricias seductoras
tan llenas de mentiras
y tan faltas de amor.

Miénteme, yo me hago el ciego.


Engáñame, yo me hago esclavo.
Provócame el delirio
con tus caricias seductoras
tan faltas de calor
y tan frías como el hielo.

Mátame aunque sea los sueños.


Asesíname aunque sea el desvelo.
Derríteme las fuerzas
con tus caricias seductoras
tan faltas de latidos
y tan vacías como tu voz.

Miénteme, yo me hago el sordo.


Engáñame, yo te sigo amando.
Invítame al pecado
de tus caricias seductoras
tan llenas de ilusiones
y tan faltas de verdad.

HIÉREME
Hiéreme
como cuando heriste al viento
con tus besos llenos de ambición.
Sángrame el corazón con tu ausencia,
amarrándome la fe quizá te olvide.
Hiéreme
como hieres el cuerpo
de todo aquel que te ama.
Dame razones para estas rimas
que desesperan de tu deseo.

Hiéreme
como cuando tu abrazo
se sentía a la par de tus labios.
Castiga mis desvelos con tu indiferencia
para no alimentar esperanzas tontas.

Hiéreme, amor mío,


con una mentira
y que sea dulce como tus caricias.
Hiéreme
que quiero enfermar de ti
y dormir por siempre entre tus pechos.

HOLA, AMOR
Hola, amor, estos labios míos
te extrañan y reclaman.
Saludan el recuerdo
de tus besos extraviados
y anhelan regalarte otros tantos
aun más dulces.

Hola, amor, estos brazos míos


te extrañan y reclaman.
Aferran el fantasma inerte
de tu cuerpo y su calor.
Abrazan el vacío que un día
ocupaste con devoción.

Hola, amor, estos ojos míos


te extrañan y reclaman.
Miran tristes tu silueta de princesa
reflejada en la ventana;
miran tiernos el perdón soñado
tanto tiempo.

Hola, amor, estas manos mías


te extrañan y reclaman.
Tocan desesperadas
el olor de tu piel,
desean tu desnudez.
Palpan el olvido
que se acerca hacía mi ser.

Hola, amor, este rojo corazón


te ama y te idolatra.
Sangra penas y pecados
y ojala fuesen como rosas.
Sangra oxidada pasión
por volverte a tener.

Hola, amor, simplemente hola,


te amo tanto, te extraño.
Lloro la utopía y el absurdo
de ser nada sin tu amor,
de ser sólo un ángel triste
en melancólica canción.

Hola, amor, no digas adiós


y quédate en el silencio.
Pretende que no sabes despedirte
y regálame mutismo
para esperarte eternamente,
siempre saludando a tu ausencia.

NO HACE FALTA DECIR ADIÓS


No hace falta despedirse,
ya te fuiste corazón;
no hace falta que te llore
o que te extrañe,
eres pasado, eres adiós.

Lo que falta es andar


por el camino del recuerdo
y borrar las huellas
para olvidar que eres fantasma
y en el presente
eres nada, sólo nada.

No hace falta que te diga adiós


si ya dejé que te fueras;
creo que incluso te corrí
o te aventé de piedras,
lapidando tu memoria
y tu enseñanza.

Hace falta que ahora llore


y no por lo de ayer;
tengo que llorarle al amor nuevo
que ha quedado herido
y medio muerto
por mis ogros infelices y miedosos.

No hace falta despedirse


porque ni siquiera saludamos,
ni hace falta que te llore
o que te diga adiós.
Sólo quiero que seas todo
y haga falta saludarte, corazón.

SI ME QUIERES
(Latidos)
Si me quieres ya me basta,
pues es suficiente para vivir
y si me amas,
basta y sobra
porque me faltaría vida
para gozar
la eternidad de ti.

Y si me regalas
un latido cada día,
podría encender
el recuerdo tuyo
y no olvidarte nunca
mientras duermo.
Pero sí me dieras dos latidos,
entonces podría morir
con sólo un beso.

Si me quieres ya me basta
para ser tu esclavo y prisionero
y si me amas,
basta y sobra,
sería tu caballero
valiente y gallardo,
tu príncipe soñado
de los tempranos veranos.

Y si me dieras
un latido cada noche,
viviría por siempre
velando tu descanso
como un ángel de tu cielo
plagado de belleza.
Pero su me regalas dos latidos,
entonces sería un poeta divino,
tu poeta.

Si me quieres ya me basta,
aunque nunca dejo de ambicionar
y si me amas,
basta y sobra
para calmar mi sed
y hambre de ti,
esas ganas
de que jamás te vayas.

Si me quieres,
ámame también
y si me amas,
entiérrame en tu alma,
déjame vivir
en lo profundo de tu ser.

UTOPÍA
Vienes a mí,
liberando tiempo,
liberando amor.

Otra vez soy adicto


a esa droga y veneno;
te hago altares nuevos
de ilusión y fantasía.

Voy directo a ti,


aprisionando futuro,
reteniendo amor.

Quiero tenerte dentro,


necesitarte a diario;
te llevaré a los cielos
cuando muramos juntos.

También podría gustarte