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LOS ERRORES DE CONCEPTO: Definición, síntomas, causas y consecuencias.

Definición y síntomas:
Es un hecho que en la actual sociedad existen muchas personas que no se sienten cómodas
consigo mismas al entregarse sexualmente a sus parejas de manera libre y activa, pues viven
dominadas por los llamados "errores de concepto" (ideas inadecuadas, creencias irracionales,
pensamientos contraproducentes) en lo concerniente al sexo y la función sexual.

Vale decir, que dichos criterios errados se encuentran tan anclados en sus pensamientos que
aun cuando lleguen a disfrutar placenteramente de una determinada experiencia sexual,
tienden a sentirse culpables, indignos y hasta deprimidos, lo que les produce, inevitablemente,
una constante impresión de que jamás serán felices, lo cual les resulta horrible, terrible,
espantoso, por cuanto perciben que la vida es corta y que no les gustaría vivirla de manera
insatisfecha y amargada.
También es un hecho que estos auto-cuestionamientos (irracionales) relacionados con el sexo y
la función sexual, son una tendencia humana generalizada, aprendida social y culturalmente, y
potencialmente auto-destructiva, pues generan (por su naturaleza irracional) más pena que
placer, más tristeza que felicidad, y ya sabemos que todo aquello que tenga su arraigo en la
tristeza resulta ser nefasto para la potencia humana (Spinoza).
Con estos elementos en mente, se puede afirmar que, indiscutiblemente, según sea la calidad
del pensamiento de una persona (creencias racionales, operativas, reales) así será su modo de
conducirse en la vida, pero además, su modo de interactuar con sus congéneres (seguridad,
confianza, asertividad), y de manera significativa, en el plano de las relaciones de tipo amoroso-
afectivo y en la expresión de su función sexual.
En este sentido, a mayor número de ideas y creencias inadecuadas, sembradas e impulsadas
por los entornos religiosos, mayor será la probabilidad que la persona padezca algún tipo de
trastorno emocional, que se ven expresadas en depresión, ansiedad, culpa, ira o desesperación,
y que consecuentemente se manifiestan en conductas no operativas, hacia sí misma, hacia su
pareja, hacia el entorno y hacia el futuro.

Causas:
Hablando de los errores de razonamiento, se hace preciso señalar que estos se instalan, se
mantienen y propagan a través de un proceso de enseñanza – aprendizaje y/o modelamiento
cognitivo – conductual, es decir, se reciben de otros individuos que actúan como agentes
socializantes (familia, sociedad, religión), y sobre la base de estas premisas aprendidas el
individuo hace una construcción representativa de las cosas que le resultan significativas, y así
las interpreta, evalúa y juzga, en especial, todo lo concerniente al sexo y la función sexual,
concluyendo para sí y para los demás lo que cree es la realidad absoluta, y sin considerar otras
alternativas de interpretación (por cuanto está cegado), no hace ningún esfuerzo (o no el
suficiente) para desentrañar las otras caras del asunto que son de su incumbencia.
Así, por ejemplo, algunas personas, impactadas por el carisma de un mensajero (maestro,
profeta, iluminado) reciben determinada información (mensaje, doctrina, enseñanza) que
vinculan inexpugnablemente a la fuente divina, aceptándola como ciertísima, y aplicándolas a
sus vidas sin evaluar si son adecuadas, racionales o, por el contrario, proceden de
irracionalidades e inmoderaciones de sistemas religiosos (aparatos de sometimiento y
obediencia) que buscan perpetuar en sus seguidores sus caprichosos dogmas y vanas
moralidades.
En este sentido, Moles (2011), ejemplifica de manera contundente los llamados procesos
cognitivos-afectivos-conductuales, expuestos por Ellis (1990) y Beck (1998), y en los que se dan
lugar los errores de concepto, bajo los siguientes términos:
…las creencias se traducen en auto-verbalizaciones manifiestas o encubiertas y de acuerdo a lo
racional o irracional de las mismas, se alterará el aparato emocional facilitando la aparición de
conductas no operativas, es decir, acciones que lejos de contribuir a la adaptación del sujeto
con su entorno, contribuyen a retroalimentarlas, reforzando el esquema cognitivo rígido y
estereotipado (pp. 59-60).

Queda evidenciado, pues, que es a través de la estructura mental que un individuo procesa la
información que le viene dada del exterior y de sus fueros internos, y es precisamente esta
manera de procesar la información la que determinará su actitud frente a determinados
escenarios, que se expresarán luego en emociones y conductas, ya sean operativos o
contraproducentes, los cuales, a su vez, influirán en su forma de pensar y sentir.
Consecuencias:
De acuerdo a los planteamientos teóricos descritos, las personas atrapadas en estructuras
mentales irracionales y moralmente severas son rígidas y dogmáticas en muchos aspectos de la
vida, pero en especial en el ámbito de la función sexual, a causa de la sacralidad con la que la
han revestido, por lo que suelen tener más alteraciones sexuales que la mayoría de las
personas, inhibiendo, por ejemplo, deseos naturales que le resultan gratificantes, por
considerarlos impúdicos, vergonzosos y condenables por la ley divina. Estas creencias
irracionales (errores de concepto) son las que en definitiva suelen generarles altos niveles de
depresión, ansiedad, vergüenza, culpa y profundos sentimientos de indignidad e
desmerecimiento.
De esta manera, las personas susceptibles de emociones no operativas terminan evitando y
desdeñando ciertos actos que son naturales, y esto a pesar de la gratificación que pudieran
recibir de ellos en el marco del ejercicio de la función sexual, pues temen deshonrar a un Dios
justiciero que no detendrá su castigo contra aquellos que contravienen su voluntad. Es así como
estas personas, terminan doblegando sus propios deseos naturales (reprimiéndolos,
condenándolos, extinguiéndolos), lo que los lleva a centrarse en otras formas de actividades
más "espirituales" en las que se sienten más "cómodos" y "seguros", confiados de conseguir la
aprobación divina.
Vale decir, por lo antes señalado, que la percepción que una persona tenga de sí misma y de su
propio desempeño sexual, así como su predisposición hacia una determinada actuación erótica,
estará supeditada a los razonamientos, criterios valorativos, esquemas mentales y nociones que
esta tenga al respecto, con inevitables repercusiones en su satisfacción sexual, por cuanto llega
a incidir, innegablemente, en la disposición emocional de entrega, que pudiera ser favorable o
desfavorable, de agrado o desagrado, según sea la efectividad de la respuesta dada ante cada
Situación/Estímulo.
En consecuencia, si se profundiza un poco más en la incidencia que tienen estas percepciones y
creencias erradas en la vida de una persona, se puede aseverar que las deficiencias cognitivas
tienden a causar serios y profundos trastornos emocionales, que provocan, a su vez,
perturbaciones en el ámbito de la función sexual, generando complejas e intensas
insatisfacciones en los demás ámbitos de la existencia, especialmente, en la relación de pareja.
Lea AQUÍ la segunda parte: Fisiopatología de los errores de concepto y algunas estrategias
terapéuticas para abordarlos.

Con cariño,

MSc. Alfredo Zambrano G.


Orientador en Sexología

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
BECK, A. (1998). Con El Amor No Basta. “Cómo Superar Malentendidos, Resolver Conflictos Y
Enfrentarse A Los Problemas De Las Parejas”. España: Editorial Paidós.
BIANCO, F. (1991). Sexología: Definición Y Concepto. Teoría De La Variante Fisiológica Del Sexo
Y Su Función. Propuesta. 2da.
ELLIS, ALBERT, GREIGER, R. (1990). Manual De Terapia Racional – Emotiva. Volumen 2. España:
Editorial Desclée de Braouwer, S.A.
ELLIS, ALBERT, GREIGER, R. (1990). Manual De Terapia Racional – Emotiva. Volumen 2. España:
Editorial Desclée de Braouwer, S.A.
MOLES, J. (2011). Asesoramiento Clínico. 3ra. Edición. Venezuela: Editorial Miranda.

LOS ERRORES DE CONCEPTO: Fisiopatología y Tratamiento.


Lea antes la Parte I: LOS ERRORES DE CONCEPTO: Definición, síntomas, causas y consecuencias.
Fisiopatología:
En cuanto a los procesos patológicos, físicos y químicos que tienen lugar en los organismos
vivos durante la realización de sus funciones vitales, y sobre la base de sus estructuras mentales
o modelos de pensamiento, Ángel (citado por Ilacot, 2015) señala que:
Neurológicamente, las creencias se forman en el sistema límbico (SL). El SL está relacionado con
las emociones y la memoria a largo plazo y –aunque es una estructura más primitiva que el neo-
córtex del cerebro-, sirve para integrar la información procedente de éste y para regular el
sistema nervioso autónomo, que controla funciones corporales básicas tales como ritmo
cardíaco, sudoración y frío corporales, rabia, miedo, etc. Como son producidas por las
estructuras más profundas del cerebro, las creencias provocan cambios en las funciones
fisiológicas fundamentales del cuerpo y por ello son responsables por muchas de mis
respuestas inconscientes. De hecho, sabemos que creemos realmente en algo porque activa en
nosotros reacciones fisiológicas: el corazón "me late aceleradamente"; las creencias hacen que
me "hierva la sangre"; o que sienta un "escalofrío" en situaciones particulares, o "me tiemblen
las manos cuando hablo en público", o "sienta mariposas cuando hablo en público", efectos
todos que no podríamos provocar conscientemente (p.s/n).

De aquí se desprende, que ningún provecho surge de los errores de concepto y, menos aún, de
las auto-condenas, ya sea que se miren desde el punto de vista personal, conyugal o familiar.
Por tal razón, cuando un individuo hace juicios negativos de sí y de su propia capacidad erótica-
sexual, su ánimo se paraliza y aminora, su mente se ofusca, sus bríos se debilitan, dando lugar a
un sinnúmero de actitudes y conductas inoperantes, que acentúan más la tenue precepción
que tiene de sí mismo, agravando de esta manera su auto-aceptación incondicional y su
disposición hacia el ejercicio de la función sexual.

Tratamiento:
Ya hemos dejado claro que las ideas irracionales en el ámbito de la función sexual son las que
están perturbando desempeño sexual de muchas personas, pero también es verdad que este
estilo de vida no operativo puede ser modificado y cambiado para mejor, como lo plantea Beck
(1998) en su Terapia del Comportamiento Cognitivo: “Esa clase de pensamientos retorcidos
pueden ser desenredados si se emplea un orden más elevado de razonamiento” (p.13). No
obstante, para poner en práctica este elevado razonamiento, la persona debe trabajar
decididamente en los principios terapéuticos que distinguen el referido enfoque, hasta que
pueda: “llegar a conclusiones más precisas y razonables y prevenir así el ciclo de
malentendidos, que conduce a los conflictos y hostilidades matrimoniales” (p. 27).
Para Beck, entonces, la solución a esta problemática cognitiva-conductual consiste en erradicar
creencias y frases inadecuadas, eliminando y reemplazando los pensamientos negativos,
distorsionados y automáticos a fin de modificar el modo de pensar y conducirse de la pareja, a
través de un procedimiento cognitivo que ha sido llamado: “reestructuración del pensamiento”,
siendo una de las áreas fundamentales la afectivo-erótica (aceptación – rechazo).
Igualmente, Ellis (1990), basado en el rol de las cogniciones en los problemas humanos, esto es,
sobre sus estados de ánimo y conductas, llegó a diseñar una Terapia Racional, Emotiva y
Conductual (TREC) que sintetizó de la manera siguiente: A →B→C→D→E, siendo esta la
conceptualización teórica: “A” el Acontecimiento Activador, identificándolo con un suceso o
situación, pudiendo ser: pensamientos, imágenes, fantasías, conductas, sensaciones,
emociones, es decir, las experiencias pasadas del sujeto. “B” tiene que ver con el sistema de
cogniciones, creencias o ideas que tiene la persona, en su gran mayoría, irracionales y auto-
acusatorias, es decir, la manera cognoscitiva como responde el sujeto y que utiliza como “R”
(respuestas). “C” representa las consecuencias cognitivas, emocionales y conductuales de “A”,
como por ejemplo: miedo, depresión, ira, en otras palabras, reacciones emocionales del sujeto
que se originan como consecuencia de “B”. “D” es la confrontación terapéutica de las creencias
irracionales, que no buscan convencer al sujeto, sino sugerirle que demuestre la veracidad de
dichas creencias, esto es, su basamento lógico. “E” son las ideas racionales efectivas que el
sujeto adquiere, con cambios emocionales y conductuales igualmente efectivos, como
consecuencia de la reprogramación cognitiva (pp. 26-34).
Sobre la base de dichos planteamientos teóricos, y ajustándolos al plano de los errores de
concepto en el ejercicio de la función sexual, Ellis (2000) demuestra que si la persona en
conflicto toma conciencia de las propias creencias irracionales disfuncionales, y las cuestionan
objetivamente desde los planos cognitivo-emotivo-conductual, con realismo, lógica y sentido
práctico, se dará lugar a nuevas filosofías eficaces y filosofías de afrontamiento racional (p. 14).
Ahora bien, ¿cómo se llega a este nivel filosófico cognitivo-emotivo-conductual? A través de la
puesta en marcha de la TREC (Terapia Racional Emotiva Conductual) diseñada por Ellis, la cual,
según el mismo Ellis: “...es altamente activa-directiva. Llega al corazón del trastorno rápida y
eficazmente, y presenta procedimientos de autoayuda que pueden darnos resultados
excepcionalmente buenos en un corto período de tiempo” (p. 20). Con ella se logrará un estilo
de vida, no perfectamente feliz, pero sí operativo en gran medida, pues al reducirse las causas
que generan dichos comportamientos no operativos o ineficaces, en ese mismo nivel se
reducirá la infelicidad que estos generan (p. 19).
Este efecto positivo y gratificante en el ámbito del ejercicio de la función sexual de la pareja
queda fehacientemente explicado en el concepto de “disposición emocional de entrega” (p.
251) presentado por Moles (2011), ya que se activa en una buena medida, de acuerdo a la
Variante Fisiológica Del Sexo Y Su Función presentada por Bianco (1991), “la Unidad
Situación/Estímulo sexual = Respuesta sexual” (p. 12), tanto en el hombre como en la mujer, lo
cual viene a influir gratamente en la evaluación referida a su propio desempeño sexual.

Con cariño,

MSc. Alfredo Zambrano G.


Orientador en Sexología

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
BECK, A. (1998). Con El Amor No Basta. “Cómo Superar Malentendidos, Resolver Conflictos Y
Enfrentarse A Los Problemas De Las Parejas”. España: Editorial Paidós.
BIANCO, F. (1991). Sexología: Definición Y Concepto. Teoría De La Variante Fisiológica Del Sexo
Y Su Función. Propuesta. 2da.
ELLIS, ALBERT, GREIGER, R. (1990). Manual De Terapia Racional – Emotiva. Volumen 2. España:
Editorial Desclée de Braouwer, S.A.
ELLIS, A. (2000). Usted Puede Ser Feliz. “Terapia Racional Emotiva Para Superar La Ansiedad Y
Depresión”. 1ra. Edición. España: Editorial Paidos.
ELLIS, ALBERT, GREIGER, R. (1990). Manual De Terapia Racional – Emotiva. Volumen 2. España:
Editorial Desclée de Braouwer, S.A.
ILACOT (2015). Creencias Personales: Concepto Y Contenido. [Información en línea]. Disponible:
http://www.ilacot.com/pnl/creencias-personales-concepto-y-contenido/ [Consulta: 2015,
diciembre 8].
MOLES, J. (2011). Asesoramiento Clínico. 3ra. Edición. Venezuela: Editorial Miranda.
Cinco factores diferentes que pueden afectar a la satisfacción sexual de las parejas
heterosexuales

Parish Et Al. (2007) señalan cinco factores diferentes que pueden afectar a la satisfacción sexual
de las parejas heterosexuales, a saber:
Prácticas Sexuales: como una mayor variedad de técnicas sexuales, mayor frecuencia de
intercambio y orgasmo y la participación en actividades sexuales no coitales…
Aspectos Socio-Emocionales De La Relación Con La Pareja: la satisfacción sexual se relacionaría
de forma directa con el deseo sexual y con la satisfacción global en la pareja y el bienestar
marital…
Conocimientos, Actitudes Y Valores Hacia La Sexualidad: como fuertes valores religiosos,
escasos conocimientos acerca de la sexualidad y poca asertividad sexual se asocian con baja
satisfacción…
Salud Física Y Vitalidad: como las enfermedades coronarias o la depresión, así como una baja
salud física y escasa vitalidad también se relacionan con baja satisfacción sexual…
Barreras Ambientales: como la falta de intimidad disminuyen la satisfacción sexual…
Con cariño,

MSc. Alfredo Zambrano García


Orientador en Sexología

Fuente:
Obtenido de: PARISH WL, LUO Y, STOLZENBERG R, LAUMANN EO, FARRER G Y PAN S (2007).
Sexual practices and sexual satisfaction: A population based study of Chinese urban adults.
Archives of Sexual Behavior, 36, 5-20.
En la actualidad se conocen muchas adicciones químicas que normalmente adquieren las
personas, entre estas el consumo de tabaco alcohol y drogas, aunque también se
encuentras adicciones psicológicas como la hipersexualidad, también llamado “adicción al
sexo”. La adicción al sexo es un de las adicciones mas negadas en nuestra cultura.
Muchas veces se racionaliza la conducta compulsiva sexual, esperando con esto
minimizarla o diluir el sufrimiento que se produce en una persona donde existe la adicción
sexual. El interés de investigar acerca de dicho tema es porque se considera que este tipo
de adicción es un problema que puede originar serios problemas de relaciones
interpersonales en la UPNFM, de Tegucigalpa, en modalidad presencial. Puesto que con el
fácil acceso a la información y nuevas costumbres que adopta la sociedad, las la practica
de relaciones sexuales cada vez va tomando más importancia, hasta llegar al punto de
convertirse en adicción.
Por esta razón se origino el interés de investigar este fenómeno entre los estudiantes de la
UPNFM, con el fin de reconocer a la hipersexualidad en un problema tanto físico,
psicológico y principalmente social, puesto que es un factor que afecta las relaciones
interpersonales de los estudiantes dentro del aula de clases, y que a causa de esto se
origine falta de atención e interés en su desarrollo académico.
El pensamiento obsesivo sexual y las fantasías sexuales se hacen cada vez más
necesarias para lidiar con los problemas de la vida diaria. Los cambios en el estado de
ánimo son frecuentes en el adicto sexual y esto hace cada vez más difícil la comunicación
con los que lo rodean dentro del campo de la educación.
La presente investigación puede beneficiar a los estudiantes de la universidad y también a
los docentes que pertenecen a dicha entidad. De igual manera se abre como punto de
partida para trabajar con jóvenes estudiantes y así prevenir problemas de salud y
problemas sociales entre otros.

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