Antes de nada, quiero diferenciar los términos culpa y culpabilidad que son
habituales y están bien definidos en el ámbito de la jurisprudencia, con el concepto
utilizado en el campo de las emociones y la Psicología. En este artículo voy a hablar
de la culpa en relación a nuestra especialidad, la Salud Emocional.
El sentimiento de culpa está, en general, acompañado de emociones displacenteras
como tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento, entre otras, y de
pensamientos reiterativos e improductivos; y funciona de un modo diferente según
su origen temporal. Así, podemos sentir culpa por:
Algo que hicimos o no hicimos (pasado)
Algo que no estamos o estamos haciendo (presente)
Algo que vamos o no vamos a hacer (futuro)
La culpa es un mecanismo en el que, a partir de un acto u omisión, realizamos un
“juicio moral” de nuestra conducta (incluso de nuestros pensamientos) y
“dictaminamos” que hemos cometido un error y deberíamos tener un castigo.
En esta definición que propongo, hay varias cuestiones que son esenciales para
comprender cómo funciona el mecanismo de la culpa.
Este conjunto de normas es uno de los mecanismos que tienen las sociedades para
guiar nuestro comportamiento y evitar que se rebasen unos límites predefinidos.
Cada cultura establece esos límites de un modo distinto y con diferente nivel de
exigencia. Aun hoy, nos sorprenden las normas de algunas culturas y sociedades.
El mecanismo de la culpa
A corto plazo, la persona se arrepiente de cosas que hizo. Pero a largo plazo, cuando se
les pide que miren hacia atrás, lo cierto es que se arrepienten más de las cosas que no
hicieron” (Thomas Gilovich, profesor de Psicología de la Universidad de Cornell, Estados
Unidos).
Aspectos psicológicos que potencian o generan el sentimiento de culpa
La culpa vs la responsabilidad
Aunque, tal y como comentaba en el principio del artículo, la culpa, como el resto
de las emociones cumple una función adaptativa, en este artículo me he centrado
en la culpa que se manifiesta con intensidad, con frecuencia y que afecta a nuestra
vida; esta es la culpa desadaptativa. En la siguiente tabla se propone sustituir la
culpa desadaptativa que nos genera angustia, nos bloquea y no facilita el cambio y
la búsqueda de soluciones, por una conducta responsable, que facilita la acción,
genera aprendizaje y está enfocada a la resolución.
TUITEAR
CULPA RESPONSABILIDAD
Es general, te globaliza como persona Es particular, facilita la concreción. Se es
responsable de algo concreto
Es inamovible, inmodificable. Facilita la acción
Imposibilidad de cambio.Bloquea,
paraliza
Ejemplo: Te vas de viaje. Estás en la estación esperando a que salga tu tren.
Quieres ver desde que andén sale, así que te acercas un momento a la taquilla, y
cuando vuelves te han robado la maleta con la cartera, los papeles y el dinero.
Mira lo que he hecho, como se me Vaya, he tenido un despiste y mira lo que
ocurre, soy un inútil, todo lo hago mal , ha ocurrido. En las estaciones hay que
no sirvo para nada estar muy atento porque si te descuidas,
te pueden robar
Ahora que voy a hacer, esto me pasa Voy a denunciarlo a la policía, y voy a ver
por imbécil, a quién se le ocurre, no como resuelvo esto para irme lo antes
soy capaz ni de cuidar una maleta posible
Pues nada, por tonto te has quedado Bueno esto ya no se puede cambiar pero
sin viaje y encima te ha salido por un de ahora en adelante tengo que poner
ojo de la cara más atención para que intentar que no
vuelva a suceder
He tratado en este artículo uno de los temas importantes en Psicología. El
sentimiento de culpa nos limita y condiciona; genera emociones que nos mantienen
en la inactividad y el bloqueo; dificulta avanzar hacia nuestras metas y
aspiraciones; y perjudica nuestras relaciones sociales, laborales, afectivas y
familiares.
Pero hay muy buenas noticias, la culpa es una mecanismo que depende de aspectos
psicológicos sobre los que podemos actuar. Podemos aprender y mejorar recursos y
capacidades que definitivamente nos liberen de la culpa desadaptativa y en cambio nos
hagan personas responsables.