Está en la página 1de 25

Las Rúbricas Generales de Salamanca (1772)

Emilio Vicente de Paz

Presentación

La liturgia hoy llamada “hispano-mozárabe” o “hispánica” es la


forma peculiar como los primeros cristianos de la provincia romana de
la Hispania celebraron su fe, por medio de ritos y palabras, en las accio-
nes litúrgicas más comunes como la eucaristía, los demás sacramentos
y el oficio divino. Esta liturgia creció, tuvo su auge durante el periodo
visigótico, y sobrevivió a la invasión musulmana, hasta que en el siglo
XI fue suprimida oficialmente por mandato del Papa Gregorio VII. Sin
embargo, varias parroquias de la ciudad de Toledo obtuvieron el privile-
gio de poder seguir celebrando en ese rito, y en el siglo XVI Salamanca
se les une en la conservación de tan venerable liturgia, al fundarse una
capellanía mozárabe en la catedral. En un ambiente totalmente romano
litúrgicamente, era necesario instruir a los sacerdotes que debían man-
tener el culto hispano-mozárabe acerca del modo de celebrar la misa.
Para satisfacer esta demanda, en el año 1772 se publica en Salamanca
un libro titulado Rúbricas Generales de la Missa Góthica-Muzárabe y
el Omnium Offerentium (RG). Su autor es Francisco Jacobo Hernández
de Viera, capellán mozárabe de la misma ciudad. El objeto del presen-
te trabajo es describir dicho libro, analizarlo desde distintos puntos de
vista y ofrecer su texto para un estudio más detallado. Así se pretende
alcanzar dos objetivos: dirigir la atención hacia la historia pasada y el
momento presente de la celebración del rito hispánico en Salamanca, y

Universidad Pontificia de Salamanca


284 EMILIO VICENTE DE PAZ

rescatar del Archivo Catedral de Salamanca un libro valioso para la ciencia


litúrgica, las Rúbricas Generales, y darlo a conocer.1
La importancia de RG ha de ser valorada teniendo en cuenta los
siguientes factores:
– Se trata de un libro de rúbricas, género escasamente estudiado
en la ciencia litúrgica reciente.
– Es un libro publicado en Salamanca, en el ámbito del rito his-
pánico, y a través del cual podemos conocer cómo ha sido su
celebración en esta ciudad.
– Es un libro que refleja bien una época –el siglo XVIII– en que
se suscita el interés científico por la liturgia y nace la ciencia
litúrgica.
– Finalmente, es un libro conocido parcialmente por haber
prestado sus páginas más bellas a folletos litúrgicos utiliza-
dos en algunas misas en rito hispano-mozárabe celebradas en
Salamanca2.
El artículo se divide en dos partes: introducción y edición de RG.
La introducción se limita a los aspectos histórico, codicológico, paleo-
gráfico y filológico de RG, y puede ser la base para un análisis ulterior
–en el que aquí no entramos, ya que rebasaría nuestas pretensiones– de
la eucología y de las rúbricas, desde el punto de vista teológico y li-
túrgico. En la introducción histórica ofrecemos un pequeño esbozo de

1 
El trabajo que aquí presentamos sirvió originalmente al autor como tesis para obtener en
el año 2005 la licenciatura en Sagrada Liturgia en el Pontificio Istituto Liturgico Sant’Anselmo de
Roma. Desde entonces ha sido corregido y ampliado en algunos puntos y continúa en proceso de
enriquecimiento con nuevos datos.
El título completo de la tesina de licenciatura es: “Rúbricas Generales de la Missa Góthica-
Muzárabe y el Omnium Offerentium de Francisco Jacobo Hernández de Viera, Salamanca 1772. Edi-
ción comparada con el Missale Mixtum de A. Lesley, Romae 1755 y aproximación a su estudio”.
2 
La portada, la dedicatoria y la página LXXVI, que reproduce la forma de colocar las frac-
ciones de la hostia sobre la patena, han sido reproducidas en: Concelebración en Rito Mozárabe.
Fiesta del Santísimo Sacramento de esta Universidad. 20 de junio de 1976, ed. L. de Echeverría,
Salamanca 1976, 25.29.78; Concelebratio Eucharistica, ed. L. de Echeverría, Salamanca 1976,
25.29.82; Triduo Sacro en rito hispánico antiguo o mozárabe, ed. L. de Echeverría, Salamanca
1980, 41.43.214; Nuevo orden de la misa hispano-mozárabe, ed. M. F. Sánchez Jiménez, Sala-
manca 1987, 1.2; Misa en Rito Mozárabe. Primer Domingo de Cuaresma, ed. Cabildo de la S. I.
B. Catedral de Salamanca, Salamanca 1993, 36.
L. de Echeverría toma algunas citas de RG para sus ediciones de folletos litúrgicos: Con-
celebración en Rito Mozárabe, 8-9 y Triduo Sacro en rito hispánico antiguo o mozárabe, 14.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 285

la historia del rito en Salamanca, suficiente para contextualizar RG y


conscientes de que es un capítulo todavía poco explorado.
La parte que da sentido al conjunto es la segunda, la edición com-
parada de RG con el Missale Mixtum (MM) de Lesley (1755). Este úl-
timo libro no es un misal propiamente dicho, sino la edición preten-
didamente científica que el sabio escocés Alexander Lesley hizo del
primer misal hispano-mozárabe impreso: el de Cisneros de 1500. El
primer aparato crítico de nuestra edición indica los lugares paralelos,
y el segundo las variantes, tanto en relación con MM como entre los
diversos ejemplares de RG. Un análisis detallado y sistemático de dicho
aparato arrojaría mucha luz sobre la adaptación en Salamanca del rito
traído de Toledo con el Misal de Cisneros, pero la tarea rebasa amplia-
mente nuestras pretensiones. Asimismo hemos renunciado a la indaga-
ción completa de las fuentes y al estudio genético exhaustivo del libro,
que cristalizaría en un tercer aparato crítico. De la edición, que consta
de 504 fórmulas, en este artículo publicamos sólo la primera parte, las
primeras 219 fórmulas, con su aparato crítico, que comprenden las sec-
ciones Prelim, Rubgen y PraeMis. Ofrecemos además una selección de
las láminas, que reproducen varias páginas del libro e ilustran algunos
de los datos ofrecidos en este artículo.

1. Estado de la cuestión

La bibliografía existente actualmente sobre la liturgia hispano-


mozárabe no menciona ningún estudio acerca del libro de Rúbricas Ge-
nerales de Salamanca o sobre la práctica de este rito en Salamanca3.
3 
Cf. F. Cabrol, «Mozarabe (la liturgie)», en Dictionnaire d’Archeologie Chrétienne et
de Liturgie 12/1, ed. F. Cabrol-H. Leclercq, Paris 1935, 489-491; L. Brou, «Bulletin de litur-
gie mozarabe, 1936-1948», Hispania Sacra 2 (1949), 459-484; J. Pinell, «Boletín de liturgia
hispano-visigótica (1949-1956)», Hispania Sacra 9 (1956), 405-428; J. M. de Mora Ontalva,
«Bibliografía», en Estudios sobre la liturgia mozárabe, ed. J. F. Rivera Recio, Toledo 1965, 165-
187; A. Roche, «Bibliografía sobre la antigua liturgia hispana», Archivos Leoneses 25 (1971),
323-369; J. Pinell, «Liturgia. A. Liturgia Hispánica», en Diccionario de Historia Eclesiástica de
España 2, ed. Q. Aldea-T. Marín-J. Vives, Madrid 1972, 1318-1320; J. M. de Mora Ontalva,
«Nuevo boletín de liturgia hispánica antigua», Hispania Sacra 26 (1973), 209-237; M. S. Gros,
«Estado actual de los estudios sobre la liturgia hispánica», Phase 93 (1973), 227-241; G. Ramis,
«Liturgia Hispano-Mozárabe. Boletín bibliográfico (1972-1992)», Ecclesia Orans 11 (1994), 107-
120; Id., «Liturgia Hispano-Mozárabe. Boletín bibliográfico. (1972-1992). Suplemento», Ecclesia
Orans 13 (1996), 323-326; Id., «Liturgia Hispano-Mozárabe. Boletín bibliográfico (1993-1998)»,
Ecclesia Orans 16 (1999), 123-131.

Universidad Pontificia de Salamanca


286 EMILIO VICENTE DE PAZ

Es tal la riqueza e importancia –no tanto la abundancia– de las fuentes


manuscritas de la liturgia hispano-mozárabe, que la atención de los es-
tudiosos se ha centrado principalmente en ellas, olvidando un tanto los
libros litúrgicos impresos. Así ha sucedido con RG, que sólo aparece
citado por tres autores –G. Prado, A. Roche y un autor anónimo– como
uno de los libros litúrgicos del rito hispánico4. En otras dos obras RG
viene citado casi de pasada: A. A. King lo cita una sola vez en Litur-
gies of the Primatial Sees, para explicar una rúbrica5, y P. Fernández
Rodríguez afirma, en un excelente artículo del año 1978, que existe
un ejemplar del libro en Salamanca, en poder de Constancio Palomo6.
Recientemente, la tesis doctoral de M. González López-Corps ha tenido
en cuenta RG en su estudio del ordo missae hispánico7. En definitiva,
hasta ahora ningún estudioso ha considerado RG como objeto de aná-
lisis para esclarecer su génesis, su contexto histórico, sus fuentes o las
repercusiones que tuvo. Por tanto, existe una laguna en la investigación
sobre la historia de la liturgia hispánica, y con este artículo queremos
abrir brecha en esta tarea.

4 
En la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana, el artículo «Liturgia», del
año 1916, incluye RG en la breve bibliografía que ofrece sobre la liturgia mozárabe (Cf. Enciclo-
pedia Universal Ilustrada Europeo-Americana 30, Barcelona s. a., 1158).
Unos años después, al repasar la bibliografía mozárabe moderna, Germán Prado dice escue-
tamente: “Tampoco pasaremos por alto [...] las Rúbricas generales de la Misa Góthica Muzárabe
de Hernández de Viera (Salamanca, 1772)” (Cf. G. Prado, «Historia y estado actual de la Liturgia
toledana, con relación a la Liturgia general de la Iglesia», Boletín de la Real Academia de Bellas
Artes y Ciencias Históricas de Toledo 32-33 [1927], 219).
Finalmente, en la gran bibliografía de A. Roche, con 747 entradas ordenadas por temas, se
encuentra RG en la categoría de Estudios sobre la Misa, ignorando su carácter de libro litúrgico. Cf.
A. Roche, «Bibliografía sobre la antigua liturgia hispana», Archivos Leoneses 25 (1971), 353.
5 
“Lebrun says that there was in fact an alternative use, and Hernández de Viera: that, as in
certain monastic and diocesan uses, the chalice was prepared during the epistle at a solemn Mass
and before the officium (introit) at a private Mass” y en nota: “In missis solemnibus calix dum
prophetia canitur, cum vino, et aqua praeparatur, et hostia in patena apponitur: at vero in privatis,
primum calix praeparatur, et in patena hostia collocatur, ac deinceps Officium inchoatur ad mis-
sam. F. J. Hernández de Viera, Rubricas generales de la Missa Gothica-Muzárabe (Salamanca,
1772), p. LXXIV”, en A. A. King, Liturgies of the Primatial Sees, London 1957, 572.
6 
P. Fernández Rodríguez, «La capilla mozárabe de la Catedral Vieja de Salamanca»,
en Historia Mozárabe. I Congreso Internacional de Estudios Mozárabes 1978, Toledo 1978, 265.
7 
M. González López-Corps, «Ordo missae hispano-mozarabicus. Orígenes y fases de
desarrollo. Una contribución histórico-litúrgica al estudio y renovación del rito» (tesis doctoral
inédita), Pontificium Athenaeum S. Anselmi de Urbe, Romae 2000.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 287

2. Presentación del libro de Rúbricas Generales

Las Rúbricas Generales de la Missa Góthica-Muzárabe es con


gran probabilidad el único libro litúrgico de la liturgia hispánica edita-
do antes del siglo XX en la diócesis de Salamanca. En los últimos cien
años se han publicado, ciertamente, numerosos y dignísimos folletos
litúrgicos para celebraciones ocasionales e incluso periódicas, pero ha-
bría que encuadrarlos en la categoría de libelli. También es verdad que
la industria editorial de Salamanca ha estado entre las más productivas
en el área de los libros litúrgicos durante los primeros siglos de exis-
tencia de la imprenta, pero la liturgia romana ha acaparado las edicio-
nes8. En lo que se refiere a la liturgia hispánica, Toledo ha sido desde
la restauración cisneriana la “capital del rito hispánico”, produciendo
no sólo misales y breviarios sino también libros de carácter científico9.
Por todas estas razones, RG es un libro de singular importancia y a su
presentación vamos a dedicar las páginas que siguen.
Las Rúbricas Generales de Salamanca son, en primer lugar, un
libro de rúbricas. Pertenece a un género de libro litúrgico que tiene sus
raíces en los ordines pre-tridentinos y sus hermanos mayores en los
caeremoniali post-tridentinos10. En los siglos posteriores al Concilio de
Trento se extendieron los libros de ceremonias y libros de rúbricas que
completaban y explicaban los preámbulos del misal conocidos como
rubricae generales missalis y ritus servandus11. La ausencia de un ca-
pítulo de rubricae generales en el Missale Mixtum de Cisneros y en el
homónimo de Lesley debió suponer cierta dificultad para los capellanes

8 
Casi un centenar de libros litúrgicos aparecen como editados en Salamanca en el célebre
catálogo de A. Odriozola (Cf. A. Odriozola, Catálogo de libros litúrgicos, españoles y portugue-
ses, impresos en los siglos XV y XVI, ed. J. Martín-F. J. Altés, Pontevedra 1996, 547-548).
9 
Como ejemplo, cf. el catálogo de libros litúrgicos existentes en el Archivo de la Capilla
Mozárabe o del Corpus Christi de Toledo, en M. Arellano García, La capilla mozárabe o del
Corpus Christi, Toledo 1990, 253-257, números 50 a 67.
10 
Cf. A. Nocent, «Storia dei libri liturgici romani», en Anàmnesis 2, ed. S. Marsili, Ge-
nova 1978, 163-165.177.
11 
“Las rúbricas puestas al principio del misal se llaman generales, porque prescriben los
ritos y ceremonias que en todo género de misas se han de observar, y también por distinguirse de
las rúbricas propias y particulares, que se hallan esparcidas en el misal”, en F. Irayzos, Instrucción
sobre las rúbricas generales del misal. Ceremonias de la misa rezada y cantada, oficios de Sema-
na Santa, y de otros días especiales del año, con un índice copiosísimo de Decretos de la Sagrada
Congregación de Ritos hasta el año 1850, y algunas notas para su mejor inteligencia, Valladolid
1853, 1. Cf. también «Rúbrica», en Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana 52,
Bilbao-Madrid-Barcelona 1926, 648.

Universidad Pontificia de Salamanca


288 EMILIO VICENTE DE PAZ

mozárabes de Salamanca, acostumbrados a los libros litúrgicos post-


tridentinos, donde estaban resueltas de antemano la mayor parte de las
dudas del sacerdote acerca de los ritos y ceremonias.
Por estas razones, Hernández compuso las Rúbricas Generales, un
libro didáctico y manejable, que sirviese de ayuda a los capellanes no-
veles durante la celebración de la misa mozárabe12. Debía ser usado en
la misa al mismo tiempo que el misal, al modo del Omnium offerentium,
usual en la capilla del Corpus Christi de Toledo13. En él se explican las
rúbricas y algunos detalles no explicitados en el misal, con el fin de
que las ceremonias “se practiquen, sin añadir ni quitar, sino como están
escritas, y que ninguno introduzca ceremonias arbitrarias, que ninguno
las ignore ni sea omisso en su práctica”, como afirma en la Aprobación
de RG el dominico F. Vicente14.
Antes de afrontar el estudio material del libro, necesitamos situar-
lo en el contexto de la historia precedente del rito hispano-mozárabe
en Salamanca y en las circunstancias del momento histórico en que
aparece. También merecen atención la persona del autor, a pesar de los
pocos datos de que disponemos sobre él, y la imprenta en cuyos talleres
se imprimió.

2.1. Breve historia de la liturgia hispánica en Salamanca.


Estudio diacrónico

Después de la abolición oficial de la liturgia hispánica en el año


1080 en el Concilio de Burgos a petición del papa Gregorio VII, seis
parroquias toledanas obtienen por mediación del rey Alfonso VI el pri-
vilegio de mantener su rito tal como lo habían celebrado bajo la domi-

12 
Ya lo indican el autor, en el título: “con algunas notas, con las que se concilian unas rú-
bricas, y otras se explican, su antigüedad, y variación” (RG 1), y el maestro de ceremonias Miguel
Ramón de Armenteros en la censura, cuando escribe: “la utilidad de la obra la conocerá el que
quisiere reconocerla, por que hallará facilitada la execución del rito muzárabe” (RG 15).
13 
Este libro en forma de libelo manuscrito, que contenía lo que hoy llamaríamos el ordina-
rio de la misa, era copiado por los capellanes toledanos a partir de los textos comunes o invariables
del misal “para no tener que estar continuamente girando las páginas del misal, de los textos pro-
pios y variables de cada misa, a los del Ordinario”, J. Pinell, «El problema de las dos tradiciones
del antiguo rito hispánico», en Liturgia y Música Mozárabes, Toledo 1978, 17.
14 
RG 26.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 289

nación musulmana15. Sin embargo, con el paso de los años, el culto en


rito hispánico languidecía y sólo a finales del siglo XV el cardenal Cis-
neros emprende con decisión la ardua tarea de restaurarlo, mandando
editar e imprimir nuevos libros litúrgicos16. El canónigo Alfonso Ortiz
es el encargado de dirigir los trabajos, que tienen como resultado más
notable las ediciones del misal y del breviario17.
Pero Toledo no es la única diócesis española donde se reconoció el
valor del rito hispánico en aquel tiempo18. También en Salamanca tuvo
lugar una restauración que ha logrado sobrevivir hasta nuestros días.
Fue gracias a Don Rodrigo Arias Maldonado, el “doctor Talavera”,
Señor de Babilafuente y Avedillo, consejero de los Reyes Católicos,

15 
Cf. R. García Villoslada, Historia de la Iglesia Católica II. Edad Media (800-1303),
Madrid 1958, 392-395; J. Pinell, «Le liturgie occidentali. La liturgia ispanica», en Anàmnesis 2,
ed. S. Marsili, Genova 1978, 87. No tenemos noticias sobre la liturgia hispánica en Salamanca en
los tiempos anteriores a la invasión musulmana de la península ibérica. Entre los siglos VIII y XV
las noticias son escasas. Consta en algunos documentos medievales la existencia, al menos desde
el siglo XII, de once parroquias mozárabes en los aledaños del río Tormes, de las cuales se conser-
van actualmente la de Santiago y la de la Santísima Trinidad. Cf. M. Villar y Macías, Historia
de Salamanca 1, Salamanca 1887 (Salamanca 1973), 76.195-200; P. Fernández Rodríguez,
«La capilla mozárabe», 247-251. Fernández es uno de los autores que mejor conocen la historia
de la liturgia hispánica en Salamanca y su artículo reúne en forma resumida los datos esenciales
sobre esta cuestión.
16 
En 1436 hubo un intento de restauración en la iglesia de Santa María en Aniago, dióce-
sis de Segovia, pero se perdió a los pocos años por falta de fondos. Cf. B. Dorado, Compendio
Histórico de la Ciudad de Salamanca, Salamanca 1776, 350; J. Tejada y Ramiro, Colección de
Cánones y de todos los Concilios de la Iglesia Española. Parte segunda. Concilios del siglo IX en
adelante 3, Madrid 1851, 208.
17 
Missale mixtum secundum regulam beati Isidori, dictum mozarabes, Toledo 1500 y Bre-
viarium secundum regulam beati Isidori, Toledo 1502. Cf. J. Pinell, «Storia dei libri liturgici
latini non romani» en Anàmnesis 2, ed. S. Marsili, Genova 1978, 199.
Entre la abundante bibliografía sobre la restauración cisneriana de la liturgia hispánica de-
stacamos: J. Pinell, «Liturgia. A. Liturgia Hispánica», en Diccionario de Historia Eclesiástica de
España 2, ed. Q. Aldea-T. Marín-J. Vives, Madrid 1972, 1306-1307; J. Aldazábal, «La liturgia
hispánica», en Historia de la Iglesia 5, ed. A. Fliche-V. Martin, Valencia 1974, 641-642; J. Pinell,
«Le liturgie occidentali. La liturgia ispanica» en Anàmnesis 2, ed. S. Marsili, Genova 1978, 87-88;
M. Arellano García, La capilla mozárabe; J. M. Ferrer, «Liturgia y arte hispano-mozárabes»
en Curso de liturgia Hispano-Mozárabe, ed. J. M. Ferrer, Toledo 1995, 11-34; J. Pinell, «Storia
delle liturgie occidentali non romane», en Scientia Liturgica 1, ed. A. Chupungco, Casale Mon-
ferrato 21999, 212-213.
18 
Otra tentativa de restauración fue protagonizada por el obispo de Sigüenza Don Pedro
Gasca, que en 1567 creó una fundación en la parroquia de la Magdalena de Valladolid para perpe-
tuar el rito, mandando celebrar dos misas mozárabes mensuales, pero la fundación no sobrevivió
más de doscientos años. Cf. H. Flórez, España sagrada. Theatro Geographico-Historico de la
Iglesia de España 3, Madrid 1748, 337; B. Dorado, Compendio Histórico, 350; P. Fernández
Rodríguez, “La capilla mozárabe”, 252.

Universidad Pontificia de Salamanca


290 EMILIO VICENTE DE PAZ

oriundo de Salamanca y nacido en Talavera de la Reina19. En el año


1489, Arias compra al cabildo catedralicio la Capilla del Salvador, si-
tuada en el claustro de la Catedral Vieja de Salamanca20. Esta capilla
había sido construida entre 1177 –fecha de la construcción del claus-
tro– y 1297, año en que una escritura ya atestigua su existencia y su
utilización como sala capitular21. La capilla del Salvador será denomi-
nada posteriormente “capilla de Talavera” en memoria de su patrono y
“capilla mozárabe” por su peculiar uso litúrgico22.

19 
Cf. inscripción en el lado del Evangelio de la capilla Talavera de la Catedral Vieja de
Salamanca; H. Flórez, España sagrada 3, 337; M. Villar y Macías, Historia de Salamanca
2, Salamanca 1887 (Salamanca 1973), 90; F. Marcos, «Salamanca», en Diccionario de Historia
Eclesiástica de España 4, ed. Q. Aldea-T. Marín-J. Vives, Madrid 1975, 2140; M. de Santiago
Cividanes, Salmantinos ilustres, Salamanca 21983, 27-31.
20 
Según las Actas Capitulares, “[...] entre ellos y el señor doctor de Talavera Rodrigo Arias
Maldonado, del Consejo del Rey e Reina nuestros señores estaba fablado de dar la capilla de san
Salvador que es en la Claostra de la dicha iglesia para siempre jamas para sí y su linaje e que les
daba por ella setecientos florines de oro para la fabrica [...]”, «Actas Capitulares de la Catedral de
Salamanca. Años 1488-1489», ACS, f. 45r.
21 
Cf. F. Araújo, La Reina del Tórmes. Guía histórico-descriptiva de la Ciudad de Sala-
manca, Salamanca 1884 (Salamanca 1994), 118; M. Gómez Moreno, Catálogo Monumental de
España. Provincia de Salamanca, Madrid 1967 (Salamanca 2003), 109; F. Marcos, «Salamanca»,
2139 y P. Fernández Rodríguez, “La capilla mozárabe”, 252.
22 
Varios autores describen la forma arquitectónica de la capilla: “Esta capilla, bastante
reducida, se halla alumbrada por dos ventanas gemelas y cubiertas por una cúpula o cimborrio
partida por diez y seis variados y caprichosos aristones de molduras bizantinas que irradian del
escudo polícromo de la nave, apoyándose en columnas enanas que se asientan en salientes repisas
adornadas con extraños mascarones y carantoñas dejando en los entrepaños tabicadas ventanas de
medio punto. En el centro de la capilla, rodeado de una verja, se encuentra el sepulcro del Doctor
de Talavera, y en el retablo principal luce sus bellezas, entre otros cuadros, la pintura del De-
scendimiento, no sin razón atribuida a Gallego; al lado del Evangelio hay una larga inscripción.”,
F. Araújo, La Reina del Tórmes, 208; “Forma su bóveda un cimborrio octogonal muy semejante
al del templo, cuyos arcos irradian desde la clave adornados de molduras bizantinas buscando el
apoyo de las gruesas columnas de los ángulos suspendidas sobre unos mascarones, y pareadas
ventanas de medio punto perforan sus ocho lienzos”, J. M. Quadrado, España: Sus monumentos
y artes, su naturaleza e historia. Salamanca, Ávila y Segovia, Barcelona 1884, 58; “Hay en el
claustro cuatro notables capillas. De igual estilo que la Iglesia es la de San Salvador: su cúpula
que tiene alguna semejanza con la de esta, la forma octogono cimborrio, cuyos nervios o aristas,
que arrancan de gruesas columnitas sostenidas por mascarones, se repliegan en la clave; se hallaba
alumbrado por ventanas pareadas de escasa luz, tapiadas después; hoy está iluminada por dos lar-
gas ventanas gemelas […] Tiene la capilla un bello retablo del renacimiento. En el centro de ella
hay una tumba, y al lado de la epístola la sillería del coro de los antiguos capellanes”, M. Villar y
Macías, Historia de Salamanca 2, 90. Cf. también A. Ponz, Viage de España en que se da noticia
de las cosas más apreciables, y dignas de saberse, que hay en ella 12, Madrid 21788, 190-191; M.
Falcón, Salamanca artística y Monumental, Salamanca 1867 (J. A. Bonilla, Salamanca 2000), 90
y M. Gómez Moreno, Catálogo Monumental de España, 109-111.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 291

Don Rodrigo Arias desea secundar la iniciativa de Cisneros y en


1510 crea una fundación bajo su patrocinio con el encargo de celebrar
la misa en el rito mozárabe en los días establecidos, habiendo obtenido
el indulto apostólico preceptivo23. La constitución de la fundación es
confirmada por el vicario de la diócesis, Pedro Imperial, el 11 de sep-
tiembre de 1517, poco después de la muerte del fundador24. A partir de
este momento, en la capilla del Salvador se celebrará la misa en rito
hispánico cincuenta y seis días al año25, en cuarenta y cuatro fiestas y
doce misas de difuntos, según atestigua el calendario pintado sobre la
pared de la capilla, al lado derecho del altar. Doce capellanes atenderán
el culto, que no se limita al rito mozárabe, sino que cotidianamente se
celebrarán una misa cantada y cinco rezadas en rito romano26.

23 
“Item [...] ego habeo devotionem, ut in dicto meo sacello, quolibet mense, et in ali-
is festis (prout per me et per dicti sacelli patronum fuerit ordinatum) dicatur una Missa Officii
Mozarabici, quod dicitur in sancta ecclesia civitatis Toletanae, in capella, quam reverendissimus
dominus Cardinalis D. Fr. Franciscus de Ximenez de Zisneros, archiepiscopus Toletanus instituit,
atque ordinavit ac dotavit; mandavitque, ut dicta Missa Mozarabica et alia Officia in dicta capella
mea dicantur, utque illa sit auctioris stipendii, quam aliae Missae et Officiae, quae debent dici;
secundum quod in ista institutione continetur. Et patronus et capellanus major ordinent, quomodo
dicatur, et quomodo factum sit satis capellanis, qui illam dixerint, ex reditu annuo dicti sacelli,
et fabrica: unde adimpleri debent aliae res, ad dictum sacellum attinentes.”, J. Pien, «Tractatus
Historico-chronologicus de liturgia antiqua hispanica, gothica, isidoriana, mozarabica, toletana»,
en Acta sanctorum, julii VI, Antverpiae 1729, 67, § 356.
Araújo, historiador de Salamanca, confirma el dato fechando la fundación de la capilla de
Talavera por Rodrigo Arias Maldonado en el año 1510, en F. Araújo, La Reina del Tormes, 127.
24 
“inde enim habemus, quod xi Septembris anno 1517 reverendus Dominus Petrus Ympe-
rial, Canonicus Salmanticensis, provisor, et officialis, ac vicarius generalis istius episcopatus, pro
admodum magnifico domino D. Francisco de Bobadilla, episcopo Salmanticensi confirmaverit
fundationem, quam egregius et nobilis dominus doctor Rodericus Maldonado de Talavera, incola
dictae civitatis, et consiliarius suarum Celsitudinum, dominus villarum de Babilafuente et Avedil-
lo, fecit in sua capella sancti Salvatoris”, J. Pien, «Tractatus Historico-chronologicus», 66-67, §
355; cf. también H. Flórez, España sagrada 3, 337.
De la muerte de don Rodrigo Arias queda constancia en la misma capilla Talavera, “obiit
anno 1517”, en la inscripción situada en el lado del evangelio, dedicada a él por su sucesor Fran-
cisco Pimentel Maldonado.
25 
Cf. E. Flórez, España Sagrada 3, 337.
26 
Así reza la inscripción colocada en 1562 en la pared de la capilla: “XII SACERDOTES
SCHOLARESQUE DIVINIS QUOTIDIE PREEISENT”. Algunos autores confirman este dato:
“[...] cargándoles la asistencia quotidiana de la Misa cantada a la hora de Prima, y otras cinco re-
zadas a distintas horas, y al Oficio Canónico”, B. Dorado, Compendio Histórico, 347; cf. también
J. M. Quadrado, España: Sus monumentos y artes, 58; F. Araújo, La Reina del Tórmes, 208; F.
Marcos, «Salamanca», 2140 y P. Fernández Rodríguez, “La capilla mozárabe”, 257.

Universidad Pontificia de Salamanca


292 EMILIO VICENTE DE PAZ

Desde la fundación hasta 1773 se mantiene en doce el número de


capellanes27, pero con el paso del tiempo y la sucesión de los patronaz-
gos, en el siglo y medio siguiente la fundación pierde el empuje de los
inicios28. En el siglo XIX se produce una disminución tanto del número
de capellanes como del número de días en que se celebra la misa en
rito hispánico en la capilla, hasta el punto que en 1887 existe un solo
capellán29. A finales del siglo XIX el cabildo de la Catedral se tiene que
hacer cargo de la capilla30. Desaparecida la fundación, en el siglo XX
el culto mozárabe en Salamanca no cuenta con capellanes encargados
expresamente de su mantenimiento pero sí con hombres ilustres que
promueven por su cuenta tanto el estudio como la celebración de la
liturgia hispánica, como José Artero (1890-1961) y Constancio Palo-
mo (1912-1982). El primero fue prefecto de música de la catedral y

27 
En 1773 son: “Pedro Mangas de Villafuerte, capellán mayor, D. Francisco García Álva-
rez, D. Juan Miguel Fuentes, D. Enrique Beascochea y Celis, D. Francisco Barcenilla, D. Franci-
sco Jacobo Hernández, D. Thomas Bazán, D. Juan Polo y D. Manuel Pereira, nueve de los doce
capellanes que tiene la expresada capilla”, «Acta de Lectura del 26 de julio de 1773 del “Arregla-
miento sobre los capítulos que deben observar los capellanes”», ACS-FT, caj. 1/5, f. 17.
De la documentación consultada se desprende que los doce capellanes tenían la obligación
de saber celebrar la misa en rito mozárabe (cf. Arreglamiento transcrito más adelante). Sin embar-
go, dos autores afirman que sólo cuatro de los capellanes celebraban la misa mozárabe, Dorado:
“Los capellanes que celebran estas misas son cuatro, que alternan sucesivamente todo el año”, en
B. Dorado, Compendio histórico, Salamanca 1776, 348 y Falcón: “cuatro capellanes celebraban
con dicho rito”, en M. Falcón, Salamanca artística y Monumental, 90.
28 
El conde de Santa Coloma sucedió a la casa Arias Maldonado. Cf. M. Villar y Macías,
Historia de Salamanca 2, 148.
Causas remotas de la decadencia fueron probablemente los acontecimientos de orden po-
lítico que sacudieron España a lo largo del siglo XIX y que dañaron las estructuras visibles de la
Iglesia: con la Revolución Francesa y la invasión de España por las tropas napoleónicas, “en 1811
quedan bloqueados los nombramientos para provisores eclesiásticos de dignidades, canonjías, ra-
ciones, capellanías, prebendas o beneficios”, M. Revuelta González, «La Iglesia española ante
la crisis del Antiguo Régimen (1803-33)», en Historia de la Iglesia en España, V. La Iglesia en la
España Contemporánea (1808-1975), ed. R. García-Villoslada, Madrid 1979, 19; también pudie-
ron influir la crisis de vocaciones y la legislación anticlerical del periodo liberal (1833 a 1868), cf.
V. Cárcel Ortí, «El liberalismo en el poder (1833-1868)», en Historia de la Iglesia en España,
V. La Iglesia en la España Contemporánea (1808-1975), ed. R. García-Villoslada, Madrid 1979,
128-131. Finalmente, tras la revolución de 1868, la Iglesia de Salamanca tuvo problemas con los
revolucionarios por las usurpaciones de las juntas y se produjeron acciones violentas de estas,
además de medidas anticlericales. Cf. V. Cárcel Ortí, «La revolución burguesa (1868-1874)»,
ibíd, 231.235-237.
29 
La reducción en 1831 del número de capellanes a diez es atestiguada por la lista escrita
por uno de ellos, Juan Manuel Vidal, en el interior de la tapa posterior del ejemplar Ac5. En 1887,
la capilla Talavera “sólo tiene un capellán” (M. Villar y Macías, Historia de Salamanca 2, 148) y
en 1888, “de las 12 capellanías fundadas, se conservaba una” (F. Marcos, «Salamanca», 2140).
30 
Nuevo orden, 6.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 293

elegido en 1940 como primer rector de la Universidad Pontificia de


Salamanca. Artero trabajó durante el primer cuarto del siglo XX para la
restauración en Salamanca del canto mozárabe en su pureza y esplendor
primitivos31. Constancio Palomo fue profesor de música en el seminario
de Salamanca, vicario general de la diócesis y deán de la catedral. Gran
compositor de música litúrgica, Palomo se ocupó con pasión del culto
mozárabe desde 1948 hasta su muerte32.
A lo largo del siglo XIX, paralelamente al descenso en el número
de capellanes se reduce asimismo el número de días anuales en que se
celebra la misa mozárabe: de los cincuenta y seis de los comienzos se
pasa a sólo seis días, las grandes festividades33. Entre 1916 y 1920 ya
sólo se celebra una o dos veces al año34. Quienes se hicieron cargo del
culto mozárabe a mediados del siglo XX mantuvieron algunas celebra-
ciones, unas en ocasiones especiales (asambleas eucarísticas, congre-
sos, bodas de oro, misas “universitarias”) y otras con cierta periodicidad
(Semana de la Unidad, primeros domingos de Adviento y de Cuaresma,
Triduo Pascual)35. Empiezan a celebrarse misas mozárabes también en

31 
Cf. su propio artículo «El canto de la Misa Mozárabe», La Basílica Teresiana 70 (1920),
3ª época, 6 (1921), 121-126. De Artero escribió el obispo de Pamplona, don Marcelino Olaechea:
“no es sólo un gran pensador y un eximio teólogo y un musicólogo de fuste, sino un mago de la
palabra”, en el prólogo a J. Artero, Vida de la venerable Madre Vicenta María, fundadora de las
Hijas de María Inmaculada, Madrid 1943, 8.
32 
Según el amable testimonio directo de su discípulo y amigo Marciano Recio Escribano,
cuando era canónigo de la catedral de Salamanca. Cf. su biografía y nota necrológica por M. F.
Sánchez Jiménez en BOOS 133 (1982), 159-164.
33 
Se celebran las grandes festividades de la “Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Nati-
vidad de San Juan Bautista, Transfiguración del Señor, titular de la Capilla y Natividad de Jesucri-
sto”, F. Araújo, La Reina del Tórmes, 208, nota 1. Un papel suelto encontrado en el Fondo Talave-
ra, con escritura del siglo XIX –según el archivero– reza así: “Misas Muzarabes que se aplican en
el trascurso del año en la capilla de Talavera. 1ª. Natividad del Señor. 2ª. Pascua de Resurrección.
3ª. Pascua de Pentecostés. 4ª. Ascensión del Señor. 5ª. San Juan Bautista. 6ª. Transfiguración del
Señor”, ACS-FT, caj. 3/6. Cf. también M. Falcón, Salamanca artística y Monumental, 90; J. B.
Ferreres, «El impedimento de clandestinidad. VII. El párroco propio en las parroquias persona-
les. B) Las parroquias mozárabes de Toledo», Razón y fe 7 (1903), 250.
34 
Cf. «Liturgia», en Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana 30, Barcelona
s. a., 1157; J. Artero, «El canto», 121.
King va más allá al afirmar que “in actual practice, [...], the old liturgy is but rarely, if ever,
celebrated” y añade en nota el testimonio de Augusto Ferreira confirmando el hecho: “Augusto Fer-
reira (Estudos Historico-Liturgicos (Coimbra, 1924), part I, p. 92, n. I) says that the Mozarabic Mass
is celebrated today on the four principal feasts, but the writer was told in Salamanca in 1929 and
again in 1954 that it is only on rare and exceptional occasions”, en A. A. King, Liturgies, 520.
35 
Es digno de recordar el celo con que promovieron en Salamanca la liturgia hispánica
Lamberto de Echevarría (1918-1987), catedrático de derecho canónico en las dos universidades de
Salamanca, y Manuel Francisco Sánchez (1927-1992), Prefecto de Sagrada Liturgia y delegado de

Universidad Pontificia de Salamanca


294 EMILIO VICENTE DE PAZ

castellano, sin excluir totalmente el latín. En 1978 el Cabildo de la Ca-


tedral decide establecer “la fiesta de Santiago Apóstol como uno de los
días para celebrar la Eucaristía en rito mozárabe”36. Esta práctica dura
al menos hasta 1987, en que el Cabildo editó un folleto para la celebra-
ción37. En estos últimos años se ha celebrado con regularidad el primer
domingo de Adviento y el primer domingo de Cuaresma In carnes to-
llendas38. Mientras fue obispo de Salamanca, Braulio Rodríguez (1995-
2002) fomentó la liturgia hispánica, celebrando entre los años 1998 y
2001 todo el Triduo Pascual en este rito en la Catedral Vieja.
Como acabamos de ver, el rito hispano-mozárabe en Salamanca,
desde su restauración en 1517 hasta hoy, ha escrito una historia ininte-
rrumpida, entrelazada con el devenir de los acontecimientos políticos,
sociales y académicos sucedidos en la ciudad. En el ecuador de esta
historia se sitúa la publicación de las Rúbricas Generales. Estudiemos
ahora este momento histórico particular.

liturgia de la diócesis. Ambos fueron sucesivamente, a la muerte de Constancio Palomo, miembros


de la Comisión de Revisión y Edición del Misal del Rito Mozárabe Hispánico. Cf. M. F. Sánchez Ji-
ménez, «El papa celebra en rito mozárabe en la basílica de San Pedro en Roma», BOOS 145 (1992),
214-218; M. González López-Corps, «La liturgia hispano-mozárabe», BOOS (1999), 155.
En 1976 se celebran varias misas mozárabes para las cuales se editan folletos: Concelebra-
tio Eucharistica, ed. L. de Echeverría, Salamanca 1976; Concelebración en Rito Mozárabe. Fiesta
del Santísimo Sacramento de esta Universidad. 20 de junio de 1976, ed. L. de Echeverría, Sala-
manca 1976. En 1980 se celebra el Triduo Pascual completo: Triduo Sacro en rito hispánico anti-
guo o mozárabe, ed. L. de Echeverría, Salamanca 1980, y en 1984 la misa del sábado santo: Misa
del Sábado Santo en rito hispano antiguo o mozárabe, ed. L. de Echeverría, Salamanca 1984.
La noticia de la “solemne celebración de una misa en rito mozárabe en la catedral el se-
gundo domingo de Cuaresma” se publica en BOOS 137 (1985), pero con el tiempo será el primer
domingo de Cuaresma el día en que la celebración en rito hispano arraigue con más fuerza. Cf.
M. Cuesta Palomero, «Necrología de don Manuel Francisco Sánchez», BOOS 145 (1992), 350-
351; Misa en Rito Mozárabe. Primer Domingo de Cuaresma, ed. Cabildo de la S. I. B. Catedral
de Salamanca, Salamanca 1993; BOOS 149 (1996), 123; BOOS 150 (1997), 214; BOOS (1998),
241. Más datos sobre otras celebraciones en el siglo XX se encuentran recogidos en P. Fernández
Rodríguez, “La capilla mozárabe”, 264-265.
36 
Cf. Nuevo orden, 6. El dato ha quedado reflejado en los cabildos de 4 de diciembre de
1977 («Actas Capitulares de la Catedral de Salamanca. Años 1975-1990», ACS, ff. 381v-382r),
4 de junio de 1978 (ibid., f. 385r) y 2 de julio de 1978 (ibid., f. 386r). Era la única misa en rito
hispano celebrada en todo el año. Poco después, el cabildo observó un descenso paulatino en la
asistencia de fieles a esta misa del 25 de julio, por ser tiempo vacacional y eligió otras fechas más
favorables.
37 
Santa Iglesia Basílica Catedral de Salamanca, Misa de la festividad de Santiago
Apóstol en rito antiguo hispano o mozárabe, ed. M. F. Sánchez Jiménez, Salamanca 1987.
38 
El cabildo de la Catedral editó los correspondientes folletos litúrgicos que, precedidos
de una introducción explicativa del rito, ofrecen una detallada descripción de todo el orden de la
misa, con los textos eucológicos y rubricales completos. Cf. nota 35.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 295

2.2. Contexto en que aparecen las Rúbricas Generales


de Salamanca (RG)

Cuando en 1772 sale a la luz RG, la ciencia litúrgica ha dado


sus primeros pasos decididos, tras la estela de los pioneros J. Mabi-
llon (1622-1707) y G. Tomasi (1659-1713). Es el siglo de E. Martè-
ne (1654-1739) y P. Le Brun (1661-1729) en Francia y G. Bianchini
(1704-1764), G. L. Assemani (1710-1782) y el gran L. A. Muratori
(1672-1750) en Italia39. En esta época de la Ilustración, a pesar del
nacimiento de ideologías contrarias a la religión y de revoluciones y
convulsiones sociales que atacan directamente a la Iglesia, se crean
las condiciones para una sana renovación de algunos aspectos de la
vida eclesial, pastoral y litúrgica40.
En estas circunstancias gobierna la diócesis salmantina uno de
los obispos ilustrados más señalados de España, don Felipe Bertrán
(1763-1783), célebre por sus escritos pastorales, por la fundación del
Seminario Conciliar de Salamanca y por las importantes reformas que
aplicó en el seno de la diócesis41. En este siglo Salamanca es una ciu-
dad configurada por dos ambientes superpuestos: el universitario y el
eclesiástico.
Por un lado, el carácter de ciudad universitaria que tiene Salaman-
ca desde el siglo XIII ha consolidado una industria editorial potente42.
Tras un siglo XVI en que la decadencia de la cultura española es nota-
ble, hay que esperar al siglo XVIII, cuando se abre una época de “rena-
cimiento” de la imprenta salmantina. En aquellos momentos existen al
menos cuatro familias de impresores cuya producción es considerable,
además de otras imprentas menores43.
Por otro lado, Salamanca es una ciudad eclesiástica singular, que
cuenta con veintisiete templos parroquiales, además de numerosos clé-

39 
Cf. E. Cattaneo, Il culto cristiano in occidente. Note storiche, Roma 21983, 352-359 y
B. Neunheuser, Storia della liturgia attraverso le epoche culturali, Roma 1999, 143-145.
40 
Cf. B. Neunheuser, Storia della liturgia, 147-151.
41 
Cf. J. A. Vicente Bajo, Episcopologio Salmantino, Salamanca 1901, 199-204.
42 
No por casualidad se llama calle de Libreros la que atraviesa la zona universitaria anti-
gua de Salamanca.
43 
Las imprentas más importantes en Salamanca en el siglo XVIII son la de los García
Honorato, la de los Ortiz Gallardo, la de los Villagordo y la de la Cofradía de la Santa Cruz. Cf. L.
Cuesta, La imprenta en Salamanca. Avance al estudio de la tipografía salmantina (1480-1944),
Salamanca 1960, 61-65; Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria, Salaman-
ca, 1753. Según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada, Madrid 1991, 76.

Universidad Pontificia de Salamanca


296 EMILIO VICENTE DE PAZ

rigos y personal dedicado al culto catedralicio44. Por ello no es de ex-


trañar que la liturgia hispánica, a más de 250 años de la restauración
promovida por Arias Maldonado, viva todavía momentos de esplendor,
al menos en apariencia: se mantiene en la capilla de Talavera el número
de doce capellanes y continúan celebrándose las cincuenta y seis misas
anuales establecidas por el fundador45. En la capilla mozárabe se utiliza
el misal original de Cisneros, pero también son conocidos los recién
aparecidos de A. Lesley y de F. A. Lorenzana46. Además se han com-
puesto para la capilla nuevos libros litúrgicos: el Missale Defunctorum
y el Omnium Fidelium, manuscritos que se conservan aún hoy en el
archivo47.
En la época de la publicación de RG, el patronazgo de la capilla está
en manos de Doña Ana Catalina de Villacís, condesa de las Amayuelas,
a quien el autor dedica el libro de Rúbricas Generales de Salamanca48.
La condesa desea fervorosamente promover y fomentar el culto divino
en rito mozárabe y manda se celebre observando escrupulosamente las
ceremonias prescritas, para lo cual pide sean instruidos conveniente-
mente los capellanes, como queda reflejado en 1773 en el Arreglamien-
to sobre los capítulos que deben observar los capellanes49:

44 
La catedral empleaba a “14 músicos y otros seglares con ocupaciones que ahora resultan
tan extrañas como la de caniculario, encargado de arrojar del templo a los perros que pudieran
entrar en él; la de silenciero; la de entonador, ocupado en mover los fuelles del órgano para que pu-
diera sonar; la de cerero; la de pertiguero, que acompañaba las ceremonias portando una larga vara
guarnecida de plata; etc.”, Á. Cabo Alonso, «Salamanca en el siglo XVIII», en Actas I Congreso
Historia de Salamanca 1, Salamanca 1992, 75.
45 
El historiador Flórez escribe en 1748: “Las misas que actualmente se dicen son cincuen-
ta y seis cada año, según me certifica quien lo debe saber”, E. Flórez, España Sagrada 3, 337.
Cf. también notas 26 y 27.
46 
El maestro de ceremonias M. R. de Armenteros da a entender que estos tres libros exi-
stían en la catedral (cf. RG 14). El misal que llama “del padre Alexandro Lesleo” es A. Lesley,
Missale Mixtum secundum regulam beati Isidori dictum mozarabes. Prefatione, notis, et appen-
dice ab Alexandro Lesleo. S. I. sacerdote ornatum, Pars Prima. Romae, 1755, del cual aún se
conservan en el archivo tres ejemplares: ACS 2910, ACS 3954 y ACS 3957.
El misal “del señor Lorenzana” no puede ser otro que MGot, editado en Puebla de los
Ángeles poco antes, en 1770.
Todavía en 1867 se tiene noticia de la existencia en la capilla mozárabe de un misal ante-
rior al de A. Lesley, que podría ser el de Cisneros, y que hoy está desaparecido, según refiere M.
Falcón: “como recuerdo de aquellos tiempos [de la fundación de la capilla] consérvase únicamente
un misal antiguo, que contiene el primitivo y verdadero rezo contemporáneo de San Isidoro, y que
usaron los prelados de la iglesia gótica”, M. Falcón, Salamanca artística y Monumental, 90.
47 
ACS-FT, caj. 4/1 y ACS-FT, caj. 4/2, respectivamente.
48 
Cf. RG 6 - 8.
49 
ACS-FT, caj. 1/5.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 297

“[...] por cuanto, como actual unica Patrona de dicha capilla


y capellanías, me pertenece la dirección y gobierno de ella, sus
capellanes, ministros y sirvientes, en desempeño de la confianza
del Señor Fundador, y celosa voluntad con que aspiró al maior
lustre y promoción del Culto divino, considerando haber sido uno
de sus principales objetos, la más puntual asistencia de los Cape-
llanes a las misas, oficios y demas ministerios que le encargo”,
Proemio, f. 2r.
“Autorizo a todos desde el primero al último, para que me
representen cuanto hallen conducente al mayor esplendor de
la Capilla, promoción del Culto divino, y cumplimiento de los
Encargos de la Fundación, asegurándoles recibiré un Particular
obsequio, en que todos contribuian a tan santa obra, y que virtuosa
y armoniosamente conformes en tributar al Todo-Poderoso, cultos
y sacrificios, florezcan mi Capilla, y Capellanes en perfecciones y
ejemplos de religiosidad.”, Capítulo 19, f. 6r.
“una de las cosas, que con mas encarecimiento dejó encar-
gado el Señor Fundador, ha sido, la de que se celebrase en la
citada Capilla el Santo Sacrificio de la misa, segun el rito muza-
rabe, deseando que en cuanto sea posible que la observancia de
esta particular regalia no decaiga, encargo al citado Capellan
maior, y demas Capellanes, se instruyan en las oraciones y cere-
monias, celebrando cada uno por si, y sin cumplir por medio
de otro las que por turno les corresponda, y se repartan por el
Capellan Contador segun la mente del fundador; al que no supiese
dichas Ceremonias, y lo mismo a los que entrasen de nuebo, y
no se hallen con la instruccion competente, les llamará el Cape-
llan maior, y haciendoles saber esta obligacion, les señalará por
termino peremptorio el de 6 meses, para que en este termino se
impongan, y haviliten en dichas Ceremonias, previniendoles, que
en defecto se les despedira de su destino, confiando del Celo de
el Capellan mayor actual, y de los que le sucedieren, pondrán en
execucion este mandato, sin el menor disimulo, dandome cuenta
dello, para las oportunas providencias en caso de contrabencion.”
Capítulo 18, folio 5v.

El deseo de la condesa se vió cumplido con la publicación en Sa-


lamanca del libro de Rúbricas Generales, escrito por un capellán mo-
zárabe e impreso en uno de los talleres tipográficos que abundaban en
la zona universitaria.

Universidad Pontificia de Salamanca


298 EMILIO VICENTE DE PAZ

Según la documentación y los estudios consultados, la publica-


ción de RG no tuvo apenas repercusiones fuera del estricto ámbito de
la capilla mozárabe salmantina. El Cabildo de la Catedral menciona el
hecho escuetamente en uno de sus capítulos ordinarios, según consta en
las Actas Capitulares del año 1772, en que se pide que un ejemplar sea
guardado en el archivo y que se le den las gracias al autor50.

2.3. El autor de RG

Nuestro libro fue escrito por uno de los doce capellanes de la capi-
lla del Salvador, llamado Francisco Jacobo Hernández de Viera. La me-
jor fuente de información sobre él es precisamente las Rúbricas Gene-
rales, su única obra conocida. Sabemos que, para realizarla, tomó como
referencia el misal de Cisneros, el de A. Lesley, el de F. A. Lorenzana
y la Breve Suma y relación del modo del Rezo y Misa del Oficio Santo
Gótico Mozárabe de E. de Robles51. Pero Hernández cita además mu-
chas otras obras, tanto en el Prefacio (ff. 8r-14v) como en las NotRub
(pp. LXLIII a CVIII), y corrige errores del latín de MM, demostrando
cierta erudición y un deseo patente de ofrecer no sólo un libro para la
celebración sino también para el estudio.
El maestro de ceremonias de la catedral de Salamanca, M. R. de
Armenteros, afirma de Hernández que “tiene admirable facilidad en ce-
lebrar la missa conforme a este rito”52. El maestro dominico F. Vicente
alaba de Hernández la pretensión “de que la missa muzárabe se celebre
en su capilla de esta santa iglesia cathedral con la mayor devoción, con
todas las ceremonias que les prescribe su rito” y añade “celoso don
Francisco de que Dios sea alabado en espíritu y verdad, desea que se
practiquen sin añadir ni quitar, sino como están escritas”53. Hernández
nos dice sobre sí mismo en el Prefacio: “he procurado aplicarme con

50 
“El Señor Medio Razionero Don Miguel Ramon de Armenteros Maestro de Zeremonias
dixo: que Don Francisco Jacobo Hernandez, Presbitero Capellan de la de Talavera intra Claustra
de esta Iglesia le avia dado la obra, que avia trabajado, e impresso de las Rubricas generales de la
missa Gothica muzarabe, para presentarla al Cabildo, como lo executaba. Y el Cabildo la admitio,
y determino se pusiesse en el Archivo, y que el citado Señor Maestro de Zeremonias le diese las
gracias.”, Cabildo Ordinario de 12 de junio de 1772, en «Registro de actas 1770-1774», ACS-FT,
f. 307r.
51 
Cf. RG 14.
52 
RG 15.
53 
RG 24 y 26.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 299

todo cuidado al conocimiento y estudio de la antigua liturgia española,


especialmente desde que se me hizo el encargo de celebrar la missa con
el rito mozárabe”54.
Aparte de otros datos sobre Hernández que podríamos deducir de
un estudio más pormenorizado de RG, apenas hay más datos biográfi-
cos en las fuentes consultadas. Únicamente consta que en el año 1802
aún vivía y que era capellán de un convento de monjas55.

2.4. La impresión de RG

El encargado de imprimir RG fue Tomás García Honorato de la


Cruz, perteneciente a una de las grandes familias de impresores salman-
tinos, pero de él apenas se tienen noticias56. La impresión de RG costó
al patronazgo 1.755 reales y 23 maravedíes, incluida una gratificación
o “agasajo” para el autor57. No sabemos cuántos ejemplares fueron im-
presos. De hecho, sólo tenemos constancia de que actualmente existen
catorce ejemplares, localizados actualemente en varias bibliotecas y ar-
chivos de España58.
La edición salió con pequeños errores que se intentó corregir pos-
teriormente, en unos ejemplares escribiendo con tinta y en otros pegan-

54 
RG 41.
55 
Por la documentación conservada en el Archivo Diocesano de Salamanca, sabemos que
el 11 de diciembre de 1801, treinta años después de la publicación de RG, Hernández aún ejerce el
ministerio sacerdotal. Atiende la capellanía de las religiosas de San Pedro de la Paz, según consta
en la solicitud, firmada por él mismo, para que se le conceda la reducción en el número de misas
a que estaba obligado (cf. Archivo Diocesano de Salamanca, legajo 101, 215, sección ‘Obispos’,
año 1801). El 26 de julio de 1802, Hernández pide la dimisión de la misma capilla (cf. Archivo
Diocesano de Salamanca, legajo 3,45).
56 
Cf. nota 43. El libro RG será el último trabajo de este impresor, último de la saga de los
Honorato, que había comenzado su efímera vida en 1771 con el segundo tomo de la Colección de
Reales Decretos, Ordenes, y Cedulas de su Magestad […] dirigidas á esta Universidad de Sala-
manca […] desde 1770 […] hasta […] 1771. Plan General de estudios dirigido a la Universidad
de Salamanca por el Real y Supremo Consejo de Castilla y mandado imprimir de su orden, Sala-
manca, 1771, en colaboración con la imprenta de Antonio Villagordo y Alcaraz.
57 
Protocolo notarial n. 4517 (año 1772), del oficio nº 12 (José de Astola), años 1772-75,
Archivo Provincial de Salamanca, f. 190v.
58 
Hay cinco ejemplares en el Archivo Catedral de Salamanca, dos en el Archivo Histórico
de la Universidad de Salamanca, y uno en cada uno de los siguientes lugares: Biblioteca Diocesa-
na de Salamanca, Biblioteca Diocesana de Zamora, Biblioteca del Seminario Mayor de Cuenca,
Biblioteca de la Universidad Pontificia Comillas, Biblioteca del Seminario Conciliar de Madrid,
Biblioteca Nacional de España y Biblioteca del Conservatorio Superior de Música de Madrid.

Universidad Pontificia de Salamanca


300 EMILIO VICENTE DE PAZ

do un trozo de papel encima del folio, pero la tarea de corrección fue


deficiente en muchos casos, tanto en completitud como en acierto59.

3. Estudio paleográfico y lingüístico

Dirigimos ahora la atención hacia todo aquello que encontramos


impreso en el papel, tanto texto como gráficos. Describimos la escritura
desde el punto de vista de la forma, en todos sus aspectos y analizamos
las abreviaturas, los errores, las correcciones de manos posteriores, la
puntuación, las notas a pie de página y los rasgos más llamativos del
lenguaje empleado, tanto castellano como latino.

3.1. Escritura

En RG se utilizan letras de tamaños muy variados: desde las más


pequeñas, en las notas a pie de página, hasta las más grandes en los títu-
los y en algunas partes de las secciones PraeMis y OmOff. Se pretende
facilitar la lectura de aquellos textos que deben ser leídos en la misa.
La mayor parte del texto está escrito con letras minúsculas. El
empleo de mayúsculas, sin embargo, es también muy frecuente, in-
cluso donde lo normal serían las minúsculas. Se utilizan mayúscu-
las en los títulos de las secciones del libro: “PREFACIO” (f. 8r),
“PRAEPARATIO MISSAE” (p. XXI), etc.; en los títulos de apar-
tados dentro de las secciones: “NOTA” (f. 14v), “DE MISSIS VO-
TIVIS” (p. XIX), “DE SABBATO SANCTO” (p. CVII), etc.; en el
apartado Prefacio de la sección Prelim, en frases que el autor quie-
re resaltar como apoyo a su argumentación: “ANTE NON MULTA
TEMPORA” (f. 11r), etc. Dentro de las secciones PraeMis y OmOff:
en todas las rúbricas, como “INCENSANDO, DICAT SACERDOS”
(p. LI), etc.; en los nombres de las oraciones, cantos y otras piezas:
“ANTIPHONA” (p. XXXV), “ORATIO” (p. LXXXV), “EPISTO-
LA” (p. XLIV), “INLATIO” (p. LXIII), etc., pero excepcionalmente
se escriben con minúscula la rúbrica “Hic incipit Sacer Canon” (p.
LXVII) y los títulos de algunas oraciones: “Ad confractionem pa-
nis” (p. LXXI), “Ad orationem dominicam” (p. LXXVII), etc. In-

59 
Cf. apartado 3.4 Correcciones.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 301

versamente, dentro de estas mismas dos secciones, se escriben en


minúsculas todas las fórmulas no rubricales, excepto la invocación
‘OREMUS’ (pp. XXVII, XXXIV, etc.). En todas las secciones van
en mayúsculas la letra, palabra o línea que siguen a las letras capita-
les: ‘Quando praeparatus sit’ (p. I).
Muchos sustantivos de uso corriente son escritos con la inicial en
mayúscula por respeto u otros motivos: Ceremonias (f. 13v), Calicem
(p. XII), Altare (p. VII), etc.60. En ocasiones se emplea minúscula en
lugares en que, por comenzar una frase, se esperaría mayúscula, por 27

ejemplo: «patris,  et Filii, etc. deinde, accepto calice» (p. IV).


Ps., N. (para indicar un nombre genérico), Los números ordinales los
Los caracteres son de tipo elzevir61,convertimos a la vez en palabrassencillos, cuando se refieren elegantes 27
a las ferias de la semana y legi- 27 27
litúrgica o a los
domingos de un tiempo litúrgico, por ejemplo, fer. 4. como feria quarta y dominicae V.
bles cómodamente. Fuera de los cambios 27 como de tamaño,
dominicae quintae. hay poca variabilidad,
Desarrollamos todas las demás abreviaturas, sin indicar nada en el aparato de
Ps., N. (para indicar un Ps.,Ps.,N. N.
nombre(para
(para
genérico),
indicar
indicarun un nombre
nombre genérico),
genérico),
Los números ordinalesLos los
Los números
números ordinales
ordinales
los los
no hay texto en negrilla, peroen palabras
convertimos sí mucho convertimos
cuando
convertimosseen en
refieren
en
palabras
las acursiva.
palabraslas
cuando
abreviaturas, ferias
cuando sederefieren Un
selarefieren
encerrándo semanaa las
dichas
caso
alitúrgica
las
ferias
letras ferias
de
o ade
entre lalosespecial
variantes. Tan sólo se indica en el textus receptus con qué letras han sido completadas
los
semana
lasignos
semana litúrgica o es
 .litúrgica aolos el
a los
Ps., N. (para indicar un nombre genérico), Los domingos de un tiempo
números ordinales losdomingos
litúrgico,
domingos de
porun
deejemplo,
tiempo
un tiempo fer.litúrgico,
4. como
litúrgico, porpor feria
ejemplo,quarta
ejemplo, fer.yfer.
4.dominicae
4. como
como feria feria
V.quarta quartay dominicae
y dominicaeV. V.
convertimosde las cuando
en palabras dosse grafías dedela
refieren a las ferias letra
como
la semana s
dominicae
litúrgica
Desarrollamos
minúscula:
quintae.
o a los
todas
como comodominicae
dominicae la
quintae.
quintae.
Unificamos actual en la grafíass las y la
tres antigua
formas consonánticas , , ſ y que en
s, que corresponden a un
domingos de un tiempo litúrgico, por ejemplo, fer. 4. como feria quarta y dominicae V. Desarrollamos
las Desarrollamos
demás abreviaturas,
mismo todastodaslas las
fonema. sin
demás demás
indicarabreviaturas,
abreviaturas,
nada en el sin aparato
sin
indicar
indicar de nada nada
en en el aparato
el aparatode de
cursiva
como dominicae quintae. adopta la forma
Desarrollamos todas las demás abreviaturas, sin indicar nada
∫. La
las abreviaturas,
grafía
variantes. Tan sólo se variantes.
encerrándo
en el aparato
indica
delas las
s
variantes.
en Tan
se
el textus
abreviaturas,
dichas
Tan
abreviaturas,
letras
emplea
receptus
sóloRegularizamos
sólo
se indica
losencerrándo
entre
se indica
encerrándo
textos los
con
en el
en signos
dichas
en
qué
dichas
castellano,
en
lostextus
letras
textus
elacentos,
letras
. letras
dos
receptus
entre
porque
receptus
hanpero
entre
los los
casos:
sidomantenemos
con completadas
signos
reflejan
con
quéqué
signos
letras letras
en
hanhan
todas final
sidopeculiaridades
las sido
completadas
completadas
de
ortográficas de
 .  .de escribir de la época y no dificultan la
el modo

palabra y en la doble s, que unas veces seformas


en escribe ,s ylatinas
otras .s,ſ yúltima
En todos los
98
variantes. Tan sólo se indica en el textus receptus con qué letras han sido completadas comprensión del texto .
Unificamos en la grafía s las
Unificamos
Unificamos
tres la
en grafía
Unificamos s lasslas
consonánticas
la grafía las
tres tres ſ yformas
formas
grafías s, que i y j, ya que, ſésta
corresponden
consonánticas
consonánticas ay, un s, que
que corresponden
escorresponden a una un gráfica.
sólo una variante
las abreviaturas, encerrándo dichas letras entre los signos  .
mismo fonema. mismomismo fonema.
fonema.Rectificamos las formas latinas menos aceptables e indicamos el cambio en el
Unificamosdemás casos se usa . La
en la grafía s las tres formas consonánticas , ſ y s, que mayúscula
Regularizamos
corresponden los
a acentos,
un
los textos en castellano,los porque
los
textos
siempre
Regularizamos
Regularizamos
pero
textos
mantenemos
reflejan
los
aparato:
en castellano,
encoelicolis
los
acentos,
castellano,
el modoporque
se
acentos,
todas
cambiamos
deporque
por
pero
escribir
escribe
las
pero
reflejan
mantenemos
peculiaridades
reflejan
caelicolis,
mantenemos
adiubo
de el
por
lacoelum
modo
época
el modode
ypor
como
todas
ortográficas
no
todas
adiuvo, las
escribir
las
peculiaridades
caeterus
dedificultan
escribir
caelum, de la de
S.
peculiaridades
de por
laépoca
coena la época
ortográficas
ceterus,ortográficas
y noycena,
por dificultan
de
coelestis
no dificultan
eumdem
de
por caelestis,
la lapor eundem,
mismo fonema. 98 98 98
comprensión
Regularizamos los acentos, pero mantenemos todas las peculiaridades ortográficas . comprensión
del textodecomprensión delmichi
del
texto texto
por. mihi,
. nuncio por nuntio, poenitentes por paenitentes, profetia por prophetia,
En la sección Prelim se escriben en cursiva las citas, los títulos de
Unificamos las grafías Unificamos
los textos en castellano, porque reflejan el modo de escribir de la época y no dificultan la
comprensión del texto .
98 Rectificamos las formas
latinas
Rectificamos
i y j,las
Unificamos
Rectificamos
latinas
ya las
menos
las
grafías
quegrafías
pronuncio
5.1.3
las
éstalatinas
formas
porúltima
aceptables
formas
latinas
latinas
i yesj,
pronuntio, i sólo
latinas
yyaj, quatuor
e indicamos
Ortografía y errores
menos
que
ya
unaque
menos
ésta
variante
ésta
última
por
aceptables
el
última
aceptables
gráfica.
cambio
es sólo
quattuor es ysólo
e indicamos
en
una
e indicamos
el
una
variante
tradictio variante
por gráfica.
el cambio
el cambio
gráfica.
traditio.
en en el el
aparato: gráfica. adiubo
cambiamos aparato:
aparato: adiuvo,
porcambiamos
cambiamos caeterus
adiuboadiubo porpor ceterus,
adiuvo,adiuvo, caeterus
coelestis
caeterus por
porpor ceterus,
caelestis,
ceterus, coelestis
coelestis porpor caelestis,
caelestis,
obras, las palabras en latín y las palabras que deberían ir entrecomilla-
Unificamos las grafías latinas i y j, ya que ésta última es sólo una variante
coelicolis
Rectificamos las formas latinas menos aceptables e indicamos el cambio en el por caelicolis,coelicolis
coelicolis
coelum porporpor
En la sección Prelim acentuamos las vocales y ponemos la diéresis donde corresponda,
caelicolis,
caelum,
caelicolis, coena
coelumcoelumpor por cena,
caelum,
por caelum,
eumdem coena coena
99porpor eundem,
porcena,
según las reglas ortográficas actuales . En los textos en latín prescindimos de todos los
cena,eumdemeumdem por eundem,
por eundem,
aparato: cambiamos adiubo por adiuvo, caeterus por ceterus, michi mihi,
por por nunciomichipormichi
nuntio,
porpor mihi,poenitentes
mihi,nuncio nuncio por
por nuntio,
por paenitentes,
nuntio, poenitentes
poenitentes
profetia porpor paenitentes,
prophetia,
paenitentes, profetia
profetia porporprophetia,
prophetia,
das, como Liturgia (f. 8r). En la sección RubGen se escriben en cursiva
coelestis
coelicolis por caelicolis, coelum por caelum, coena por cena, eumdem por eundem,
michi por mihi, nuncio por nuntio, poenitentes por paenitentes, profetia
caelestis,
pronuncio por pronuntio,
5.1.3 porOrtografía
pronuncio
quatuor
pronuncio
prophetia,y errores
5.1.3
por
porpor
5.1.3 Ortografía
acentos,
pronuntio,
quattuor
pronuntio,
Ortografía
teniendo
yquatuor
tradictio
y errores
quatuor
y errores
enpor cuenta
por quattuor
por que MM
traditio.
quattuor ytampoco
y tradictio
tradictio porhace
En cuanto a las letras mayúsculas, aplicamos, tanto en castellano como en latín, las
uso
traditio.
por de ellos.
traditio.
reglas actuales de uso: después de punto y al inicio de frase, de nombres propios de
las palabras que no son rúbricas, esto es, la eucología y todos los textos
pronuncio por pronuntio, quatuor por quattuor y tradictio por traditio.
5.1.3 Ortografía y errores
En la sección Prelim acentuamos
según las reglas ortográficas según
En En
según
la sección
las
la sección
actuales
las
reglas
99
Prelim
laspersona,
vocalesPrelim
.ortográficas
reglas
acentuamos
Enortográficas
Además,
yincluidas
ponemos
los algunas
acentuamos
textos en
actuales
la
lasdiéresis
las
latín
actuales
frases
las
vocales
.del
vocales
personas
99 99
prescindimos
En. Prefacio
En
donde
y ponemos
los los
y ponemos
divinas,
textos
corresponda,
textosde
las
la diéresis
de
enmantenemos
todos
latín
en latín
la diéresis
lugares, donde
prescindimos
dedonde
losprescindimos
con todas
corresponda,
fiestascorresponda,
de las
y tiempos litúrgicos.
todos
de todos los los
letras en mayúsculas

que deben ser pronunciados por el sacerdote, los ministros o el pueblo.


En la sección Prelim acentuamos las vocales y ponemos la diéresis
99
acentos,
donde teniendo
según las reglas ortográficas actuales . En los textos en latín prescindimos de todos los
en cuenta
corresponda,
En cuanto a las letras En
acentos,
acentos, MMteniendo
que teniendo
mayúsculas,
En
cuanto
cuanto
tampoco
a las
en cuenta
puesto enque
aplicamos,
aEn las
hace
letras
cuenta
letras
caso
elque
usoautor
mayúsculas,
detanto
MM
que
mayúsculas,
erratas
MM
de ellos.
lastampoco
tampoco
escribió
en castellano
de aplicamos,
hace
así
aplicamos,
imprenta,
hace
como
uso
tanto
uso
errorestanto
enen
de ellos. 100.
de ellos.
intencionadamente
latín,
castellano
en castellano
las
involuntarios, como como en latín,
incorreccionesen latín,
las lastexto latino o
del
reglas actuales de uso:reglas después
reglas actuales
actuales
de punto de de
faltas uso:
yortográficas
uso:
aldespués
inicio
después de
de
delfrase,
de
punto punto
autor, deycorregimos
nombres
aly inicio
al inicio de
propios
el de
frase,
texto frase,
dedeemendatio,
por de
nombres
nombres propios
propios
indicando de en
deel aparato la
En las secciones PraeMis y OmOff, las rúbricas se escriben en cursiva,
acentos, teniendo en cuenta que MM tampoco hace uso de ellos.
En cuanto a las letras mayúsculas, aplicamos, tanto en castellanopersona,
Además,
como incluidas
en latín,las
algunas
laspersona,
frases
personas
persona,
Además,
del
Además,
incluidas
Prefacio
divinas,
incluidas
algunas
lección
algunas
las
sólofrases
las
de del
mantenemos
las
personas
lugares,
frases
las del
personas
textus
Prefacio
del
erratas con
y
de
divinas,
fiestas
divinas,
receptus.
Prefacio todas
los las las
dey de
mantenemos
erroreslas
lugares,
tiempos
Señalamos
mantenemos
letras
lugares,
en
involuntarios.con
de
litúrgicos.
como de
fiestas
mayúsculas
con
todas
fiestas
error
todas
En las
las
y tiempos
–con
las
y latiempos
letras
letras
en
omisiones
litúrgicos.
abreviatura litúrgicos.
mayúsculas
en
err en el aparato–
mayúsculas
involuntarias de texto
reglas actuales de uso: después de punto y al inicio de frase, de nombres propios de
excepto en las pp. LXIV, LXX, LXXI, LXXII, LXXXVII, LXXXVIII,
100 100 100
persona, incluidas las personas divinas, de lugares, de fiestaspuesto que el litúrgicos.
y tiempos autor las puesto
escribió
puesto que
así que
elintencionadamente
autor
elindicamos
autor las las
escribió
escribió
en así. así
el textus intencionadamente
intencionadamente
receptus las letras .omitidas . encerrándolas entre los signos  .
En caso de erratas de imprenta, En Encasocaso de
errores
erratas
de erratas involuntarios,
de imprenta,
de imprenta, incorrecciones
errores
errores involuntarios,
involuntarios,
del textoincorrecciones
latino
incorrecciones
o del del
textotexto
latino
latino
o o
Además, algunas frases del Prefacio las mantenemos con todas las letras en mayúsculas 5.1.4 Signos, figuras, notas, glosas y correcciones
faltas ortográficas del autor, faltas
faltas
corregimos
ortográficas
ortográficas eldel texto
del
autor,
autor, emendatio,
porcorregimoscorregimos elindicando
texto
el texto poren emendatio,
por elemendatio,
aparatoindicando
la indicando en elenaparato
el aparato la la
en que, inexplicablemente, todas las rúbricas se escriben en caracteres
100
puesto que el autor las escribió así intencionadamente . Losreceptus.
cuatro signos
leccióndel
En caso de erratas de imprenta, errores involuntarios, incorrecciones textuslatino
deltexto receptus.
olección
lección
Señalamos textus
del del textusreceptus.
como error Señalamos
–con la gráficos
Señalamos abreviatura
como comolos
errorrepresentamos
err
error
–con
en–con
ellaaparato– con caracteres
abreviatura
la abreviatura err errensemejantes:
el
en aparato–
el aparato–
sólo las en erratas y loslasólo
errores
sólolas las
involuntarios.
erratas
erratas y los y los En
errores
errores
las involuntarios.
omisiones
involuntarios. ? En
involuntarias
En las las * de
omisiones
omisiones = involuntarias
texto 
involuntarias de de textotexto
faltas ortográficas del autor, corregimos el texto por emendatio, indicando el aparato Insertamos la indicación [fig.] allí donde existan figuras ligadas  .  . precisando en
al texto,
rectos, y en las pp. LXXIX, LXXXIV y XC, en que sólo una parte de
lección del textus receptus. Señalamos como error –con la abreviaturaindicamos
5.1.4
sólo las erratas y los errores involuntarios. En las omisiones involuntarias Signos,
textus indicamos
err enenelelaparato– receptus
figuras,
de texto
indicamos
5.1.4notas,
5.1.4 Signos,
entextus
lasenletras
el textus
elomitidas receptus
receptus
encerrándolas
las lasletrasletrasomitidas
entre
el aparato crítico cuáles son su naturaleza y función101.
glosas
Signos, yfiguras,
correcciones
figuras, notas,notas, glosasglosas
omitidas
losencerrándolas
y correcciones
signos
y correcciones
encerrándolas
 . entre entre
los los
signos
signos

las rúbricas está en cursiva. Además hay algunas palabras aisladas que
indicamos en el textus receptus las letras omitidas encerrándolas entre
5.1.4 Signos, figuras, notas, glosas y correcciones
Loslos signos
cuatro  . gráficos
signos LosLos
los
cuatro
?
representamos
cuatrosignossignos
98
gráficos
gráficos
con caracteres
los los
*99 Cf. el=apartado?3.7.1.
Cf. nota 97.
representamos
representamos
? Tipo
semejantes:
* de
concon
* lenguaje.
caracteres
= = Textos
caracteres semejantes:
 en castellano.
semejantes:

Insertamos la indicación Insertamos


[fig.]
Insertamos
allí la
donde
indicación
la100indicación
existan [fig.]
figuras
[fig.]
allí ligadas
allí
dondedonde existan
al texto,
existan figuras
precisando
figuras ligadas
ligadas
en al texto,
al texto,
precisando
precisando en en
van en cursiva y no deberían: inclusive (f. 14r) y otras.
Los cuatro signos gráficos los representamos con caracteres semejantes:
? * = 
el aparato crítico cuáleselson aparato
elsuaparato
naturaleza
crítico
crítico
cuáles
Cf. RG 45.48.
y101función
cuáles
Es el son 101
son
casosudel.naturaleza
sucrucifijo
naturaleza y función
que y función
precede
101 101
. . de la institución y de las figuras que explican la forma de
al relato
Insertamos la indicación [fig.] allí donde existan figuras ligadas al texto, precisando en fraccionar la hostia.
el aparato crítico cuáles son su naturaleza y función101.
La edición de Hernández no tuvo gran cuidado en situar los espa-
98
Cf. el apartado 3.7.1. Tipo de
99
100
Cf. nota 97 .
98 98
Cf.lenguaje.
el
Cf.apartado Textos
el apartado
99 99
Cf. nota
100 100
3.7.1.
Cf. nota
3.7.1.
enTipo
97 . 97 .
castellano.
Tipo
de lenguaje.
de lenguaje. Textos Textos
en castellano.
en castellano.

Cf. RG 45.48. Cf. RG


Cf. RG
45.48.
45.48.
98
99
100
cios en los lugares correspondientes. En algunos casos falta el espacio
Cf. el apartado 3.7.1. Tipo de lenguaje. Textos en castellano.
Cf. nota 97 .
101

fraccionar la hostia.
101 101
Es el caso del crucifijo que precede
Es elEscaso
fraccionar
fraccionar
elalcaso
del
relato
la hostia.
crucifijo
deldecrucifijo
la hostia.
la institución
que que
precede
precede
y de
al las
relato
al figuras
relato
de lade
que
institución
la explican
institución
y la
deyforma
las
de figuras
lasdefiguras
que que
explican
explican
la forma
la forma
de de

Cf. RG 45.48.
101
entre un signo de puntuación y la letra siguiente: publicacion,porque
Es el caso del crucifijo que precede al relato de la institución y de las figuras que explican la forma de
fraccionar la hostia.

(f. 4v), ornamentos;que (f. 14r), o entre dos palabras consecutivas:

60 
Existe una larga lista de palabras que, sin ser nombres propios ni nombres divinos, son
escritos con la primera letra en mayúscula. Estos son algunos de ellos: Galeam, Justitiae, Cingulo,
Fidei, Manipulum, Parentis, Pontifex, Ministrum, Fidelium, Gratia, Fratres, Sanctos, Sanctas y
Triumphum.
61 
Los tipos elzevir datan del siglo XV y fueron creados en Italia. Cf. C. Millares, Intro-
ducción a la historia del libro, 181.

Universidad Pontificia de Salamanca


302 EMILIO VICENTE DE PAZ

SeriesMuzarabica (p. CV). En otros casos se intercala un espacio entre


un signo de puntuación y la palabra anterior Oficio: su (f. 4r), Ecle-
siastica, inquiriendo (f. 4v). Esta anarquía era habitual en los primeros
siglos de la imprenta. Algunas palabras están formadas por dos partes
unidas por un guión: Dei-Genitrix (p. LXXXIX), Iesus-Christus (p.
LXVII), gotho-gala (f. 13r) gotho-muzarabica (p. CII) y otras, pero no
siempre se escriben con guión. 27

Los trazos que ligan unas letras y otras, tan frecuentes en las escrituras
Ps., N. (para indicar un nombre genérico), Los números ordinales los
semiuncial y minúscula
convertimos en palabras cuando secursiva delde laprimer
refieren a las ferias milenio,
semana litúrgica o a los casi habían desapare-
domingos de un tiempo litúrgico, por ejemplo, fer. 4. como feria quarta y dominicae V.
cido en elcomo
siglo XVquintae.con la letra humanista . El texto de RG mantiene úni-
dominicae
62
Desarrollamos todas las demás abreviaturas, sin indicar nada en el aparato de
camente cuatro de estas ligaduras, dos en todos los textos y dos sólo en el
variantes. Tan sólo se indica en el textus receptus con qué letras han sido completadas
las abreviaturas, encerrándo dichas letras entre los signos  .

latín. Las primeras son


Unificamos en la grafía ctformas
s las tres y t) y , tſ y (s
(c consonánticas s, quey t), y las
corresponden a un encontramos en palabras
mismo fonema.
como actual (f. 4r), doctor (f. 3v), Sancti (p. XXII),
Regularizamos los acentos, pero mantenemos todas las peculiaridades ortográficas
los textos en castellano, porque reflejan el modo de escribir de la época y no dificultan la
de dilecti (p. XXXVII),
eclesia∫ticaUnificamos
(f. 3r), polatinas
∫tea i y j, (p. XIII), aduna∫tatis (p. LXI), etc. En casos excep-
98
comprensión del texto .
las grafías ya que ésta última es sólo variante gráfica.
Rectificamos las formas latinas menos aceptables e indicamos el cambio en el
cionales el grupo
aparato: cambiamos ctadiubo
seporescribe
adiuvo, caeterus ceterus, coelestis portradictio
sinpor ligadura:
coelicolis por caelicolis, coelum por caelum, coena por cena, eumdem por eundem,
caelestis, (p. LXIX).
michi por mihi, nuncio por nuntio, poenitentes por paenitentes, profetia por prophetia,
pronuncio por pronuntio, quatuor por quattuor y tradictio por traditio.
5.1.3 Ortografía y errores
En la sección Prelim acentuamos las vocales y ponemos la diéresis donde corresponda,
99
  
según las reglas ortográficas actuales . En los textos en latín prescindimos de todos los
acentos, teniendo en cuenta que MM tampoco hace uso de ellos.
En cuanto a las letras mayúsculas, aplicamos, tanto en castellano como en latín, las

La otras dos ligaduras se dan exclusivamente en los textos latinos.


reglas actuales de uso: después de punto y al inicio de frase, de nombres propios de
persona, incluidas las personas divinas, de lugares, de fiestas y tiempos litúrgicos.
Además, algunas frases del Prefacio las mantenemos con todas las letras en mayúsculas
La primera ocurre en el diptongo ae, que se escribe como æ. En algunos
puesto que el autor las escribió así intencionadamente .
100

En caso de erratas de imprenta, errores involuntarios, incorrecciones del texto latino o

casos, no obstante, dicho diptongo viene escrito como e caudada63. En


faltas ortográficas del autor, corregimos el texto por emendatio, indicando en el aparato la
lección del textus receptus. Señalamos como error –con la abreviatura err en el aparato–
sólo las erratas y los errores involuntarios. En las omisiones involuntarias de texto
algunas palabras no se forma diptongo, como en aere (p. VII) e Israel
indicamos en el textus receptus las letras omitidas encerrándolas entre los signos  .
5.1.4 Signos, figuras, notas, glosas y correcciones
(p. XIX). La segunda
Los cuatro signos gráficos los ligadura latina
representamos con caracteres
? * = 
se produce en el diptongo oe, es-
semejantes:

crito como œ.crítico cuáles son su naturaleza y función .


Insertamos la indicación [fig.] allí donde existan figuras ligadas al texto, precisando en
el aparato 101

98
Cf. el apartado 3.7.1. Tipo de lenguaje. Textos en castellano.
99
Cf. nota 97 .

     
100
Cf. RG 45.48.
101
Es el caso del crucifijo que precede al relato de la institución y de las figuras que explican la forma de
fraccionar la hostia.

El signo interrogativo ? es poco frecuente (pp. XXXI, XXXVIII),


así como el asterisco * (p. LIV) y el signo = para indicar el guión de pa-
labra compuesta (f. 1r). En cambio encontramos muchas veces la cruz
 que indica al sacerdote en qué momento debe trazar este signo (pp.
VIII, LIV, LXVII, LXXI, etc.).
En los textos castellanos muchas palabras llevan acento agudo o,
con más frecuencia, acento grave. En los textos latinos apenas se utili-
zan acentos.

62 
Cf. G. Battelli, Lezioni di paleografia, Roma 41999, 87.91-95.228.
63 
Cf. apartado 3.7.2. Tipo de lenguaje. Textos en latín.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 303

3.2. Abreviaturas

El uso de las abreviaturas en RG se caracteriza por dos notas: la


irregularidad y la tendencia arcaizante. Hay palabras que en unos casos
se escriben enteras y en otros se abrevian, y no siempre del mismo
modo. Veamos qué abreviaturas aparecen y de qué tipo son64:
Abreviaturas por truncamiento: archiep. por archiepiscopus
(p. C), b. por beatus (p. XXVIII), can. por canon (f. 8v), fer. por feria
(p. CIV), hym. o hymn. por hymnum (p. XIV y XVIII), n. por nomine
(p. XIII), ps. por psalmus (p. XXX), s. por san (f. 11v) o por sanctus
(p. LXLVII), etc. También son por truncamiento las abreviaturas de los
libros bíblicos, de los autores y sus obras, citados en las notas al pie del
Prefacio y de las NotRub. Algunas abreviaturas por truncamiento llevan
además signos abreviativos, como la línea sobreescrita o tilde: orationē
Dominicā por orationem Dominicam (p. X), extendendũ por extenden-
dum (p. XXXVIII), etc., y la línea trasversal: ℞ por respondetur y ℣ por
versiculus65.
Abreviaturas por contracción pura: en la parte castellana se utili-
zan títulos de tratamiento abreviados, como nro. por nuestro (f. 2v), Sr.
por Señor (f. 5v), Illmo. por Ilustrísimo (f. 3r), Mro. por Maestro (ff. 5r,
6r y 6v), etc. En latín también encontramos este tipo de abreviaturas:
alla. por alleluia (pp. LXXXI y LXXXII), am. por amen (p. L) y D. N.
I. C. por Dominus noster Iesus Christus (p. CVIII). En la p. CVIII el
autor escribió una frase en forma abreviada con sólo las iniciales: O. S.
A. L. E. G. D. E. B. M. V., que podría significar Omnia sint ad laudem
et gloriam Dei et Beatae Mariae Virginis 66. Se combina la contracción
pura con la línea sobrepuesta en: Dñe por Domine (p. III) o con letras
sobrepuestas: EXCMA. por Excelentísima (ff. 2r y 2v), Illmo. por Ilustrísi-
mo (f. 3r), Mando. por mandado (f. 5v), y MR por minister (p. XXXIX).

64 
Para la clasificación de las abreviaturas seguimos la propuesta en G. Battelli, Lezioni
di paleografia, 101-111.
65 
Cf. A. Cappelli, Dizionario di abbreviature latine ed italiane usate nelle carte e codici
specialmente nel medio-evo riprodotte con oltre 14000 segni incisi, con l’aggiunta di uno studio
sulla brachigrafia medioevale, un prontuario di Sigle Epigrafiche, l’antica numerazione romana ed
arabica ed i segni indicanti monete, pesi, misure, etc., Milano 31929 (Milano 2001), 318 y 383.
66 
En la página que precede a las notas finales del Missale Mixtum de A. Lesley, la que cer-
raría el Missale Mixtum de Cisneros, encontramos una frase del género, no abreviada: “Ad laudem
omnipotentis Dei: necnon Virginis Mariae matris eius: omnium Sanctorum: Sanctarumque. ������ Exple-
tum est Missale Mixtum […]”, MM, 474. Cf. M. Arellano García, La capilla mozárabe, 255.

Universidad Pontificia de Salamanca


304 EMILIO VICENTE DE PAZ

Hay un caso de contracción mixta, en medio y final de palabra: SS. por


Sanctissimae (p. VI).
Pero sin duda la abreviatura más utilizada es el signo tironiano: &
por et. La conjunción latina se escribe siempre abreviada de este modo,
salvo en las pocas ocasiones en que comienza una frase, en cuyo caso
se escribe extendida: Et (p. XXXIII).
También es frecuente la combinación &c., por et cetera, especial-
mente en la sección RubGen, donde las fórmulas no se escriben enteras
sino sólo las primeras palabras.

3.3. Errores

Una parte de los errores que encontramos en RG se deben a un uso


incorrecto del lenguaje por parte del autor. El resto son erratas o errores
involuntarios cometidos por el autor o, más probablemente, por la im-
prenta. Los errores involuntarios son los siguientes:
Omisión de una letra: union por uncion (f. 4v) y volueit por voluerit (p. LII).
Sustitución de una letra, vee por lee (f. 8v), Nicer por Nicea (f. 8v),
autiguo por antiguo (f. 13v), Aguia. por Aguir. (p. CII) y nat. por
not (p. CVI).
Ditografías: nuestrra por nuestra (f. 5r) y vobis vobis por vobis (pp.
LXVIII y LXIX). Este último error fue corregido después de im-
preso el libro67.
Haplografías: ter por noster (p. XXIX).
Trasposición de letras: proudcat por producat (p. L).
Con respecto a los errores no involuntarios, no consideraremos
como tales las irregularidades de los textos en castellano, puesto que
las normas ortográficas actuales no existían. En los textos latinos, en
cambio, tenemos como referencia el latín actual.
Simplificación de consonantes: goto-muzarabicae por gotho-muzarabi-
cae (p. LXLIII), ingresus por ingressus (p. XXI), inocentes por in-
nocentes (p. LII) y quatuor por quattuor (pp. I, IX, XXII, LXXV,
LXLIII y CV).

67 
Cf. apartado 3.4 Correcciones.

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 305

Monoptongación: prebe por praebe (p. LXXVIII).


Alteración de vocales: coeco por caeco (p. CV), coelestem por caeles-
tem (pp. XI, LXXXII y LXLIX), coelestis por caelestis (pp. XLII,
LXXXIV), coelicolis por caelicolis (f. 11v), coeli por caeli (pp.
LXIII, LXXII), coelis por caelis (pp. XI, LXIII, LXX, LXXIII,
LXXVII), coelo por caelo (pp. LXXIII, LXXVII), coelos por cae-
los (p. LXXIV) coelum por caelum (pp. XXVI, XLI, LXLV), y
patina por patena (p. LXLV).
Errores de naturaleza fonética68: adiubate por adiuvate (p. LI), adiubet
por adiuvet (p. LI), lababo por lavabo (p. LII), manabit por ma-
navit (p. XXXIX), michi por mihi (p. LI), nunciandum por nun-
tiandum (p. LXLV), profetia por prophetia (p. XV), pronuncian-
dum por pronuntiandum (p. XLV), pronunciari por pronuntiari (p.
LXLVI), psalendum por psallendum (p. III), vursa por bursa (pp.
II y XII).
Hipercorrecciones: caetera por cetera (pp. II, XIX y CIII), caeteras
por ceteras (p. XII), caeteris por ceteris (p. LXLVII), caeterasque
por ceterasque (p. C), coena por cena (tres veces en p. CV), es-
suriales por esuriales (p. CIV), menbris por membris (p. XXXV)
y tradictio por traditio (p. LXIX). Posible hipercorrección o error
involuntario es voluntarietem por voluntarie (p. CI).
Errores gramaticales: por confusión de persona verbal, es por est (p.
XXXVIII); por desinencia incorrecta del caso, filii por fili (p. XX-
VIII) y ieiunis por ieiuniis (p. LXLVI); por confusión de número,
vitas por vitam (p. LII).

3.4. Correcciones

En la mayoría de los ejemplares de RG se observan modificaciones


efectuadas en el texto una vez impreso. Por su naturaleza y por su gran uni-
formidad, es probable que fueran realizadas al poco tiempo de salir el libro
de la imprenta. Algunas de estas modificaciones consistieron en pegar en el
folio un trozo de papel, bien en blanco, bien con texto previamente impreso.
Otras modificaciones se realizaron escribiendo directamente en el folio con

68 
La mayoría de estos errores fonéticos se deben a una lectura castellanizante del texto
latino.

Universidad Pontificia de Salamanca


306 EMILIO VICENTE DE PAZ

tinta negra. Si el corrector no fue el mismo autor, al menos parece probable


que siguió sus instrucciones, puesto que varias correcciones no enmiendan
un error, sino que simplemente cambian una palabra por otra mejor (correc-
ciones nº 1 y 2 en la tabla siguiente). Esta labor de corrección no fue ex-
haustiva, ya que al menos el ejemplar Us2 quedó intacto y es para nosotros
testigo de cómo salió el libro de la imprenta. En los otros diez ejemplares
se hizo un número variable de correcciones, sin que ningún ejemplar fuese
corregido completamente. Las correcciones son las siguientes:

# Lugar Decía: Dice: Nº de ej.

1 f. 9r, lin. 19 parecenos parece 9

2 f. 10r, lin. 8 arideces materias 9


f. 11r, not. u,
3 Fructuoso Isid. Fructuoso 10
lin. 7
cap. ad orationem
orationem Dominicam
4 p. X, lin. 5 Dominicam versus 9
versus Missale
Missale
5 p. XI, lin. 28 Ave, Verbum Divinum Ave in aevum 1
p. LIII, Hucusque perdurabat Missa
6 9
lin.3-4 Cathecumenorum
p. LXVIII,
7 vobis vobis vobis 6
lin. 17
Hucusque perdurabat Missa
8 p. LXLVI 1
Cathecumenorum
p. LXLVII,
9 (g) S. Isidor. ibi 9
not. g
(a) Con. Brac.
(a) Lesl. in Praef. p. 6. & 7.
can. 9
(b) S. Isidor. Offic. Ls. Is
p. CIV, not. (b) S. Isid. de off.
10 Caps. 27. 9
a, b y c L. 1. cap 36.
(c) S. Isid. de off. L. 1. cap.
(c) Con. Tol. 8.
36.
can. 9.
11 p. CVI, not. b Tolet. 4. Tolet. 4
p. CVIII, lin. O. S. A. L. E. G. D.
12 O. S. I. L. E. G. D. E. B. M. V. 2
25 E. B. M. V.

Las correcciones nº 1 y 2 son simples cambios. Se encuentran en


nueve de los doce ejemplares estudiados. Aquellas otras correcciones
que se hallan también en nueve o diez ejemplares (nº 3, 4, 6, 9 y 10) se

Universidad Pontificia de Salamanca


LAS RÚBRICAS GENERALES DE SALAMANCA (1772) 307

justifican, además de por encontrarse en la mayoría de los ejemplares,


por otras razones particulares, que son las siguientes: la corrección nº
3 corrige acertadamente una omisión, la nº 4 corrige un error litúrgico,
la nº 6 suprime un texto que era informativo o explicativo y que, por su
género, no tiene cabida en la parte del libro donde se encontraba, la nº 9
elimina una nota sin referencia en el texto y la nº 10 corrige unas notas
erróneas. La corrección nº 7 está en seis ejemplares y corrige acertada-
mente un error tipográfico. La corrección nº 11 enmienda una omisión
en un texto citado69. La corrección nº 5, aunque sólo se encuentra en un
ejemplar, rectifica un error litúrgico claro. La corrección nº 12 puede
parecer arbitraria y de ella únicamente hay dos testimonios, pero ya
hemos justificado su validez al estudiar las abreviaturas70. Finalmente,
la corrección nº 8 es improcedente.
¿Por qué hubo tal falta de uniformidad en la tarea correctora? Pro-
bablemente porque la revisión de los libros no fue obra de una sola
mano, cada corrector conocía sólo algunos de los errores existentes y
valoraba diversamente la importancia de unos u otros errores71.

3.5. Signos de puntuación

El uso de los signos de puntuación sigue las costumbres de la épo-


ca, pero no difieren mucho de las nuestras72. Como más llamativo, se-
ñalamos que la coma precede a las conjunciones, tanto en latín como en
castellano. Los dos puntos equivalen a nuestro punto y coma. No faltan
los errores de puntuación, como la omisión del punto: “unigenitum ℞.
Et” (p. LXXII) y “dulcedo Hic” (p. LXXXIII).

3.6. Notas a pie de página

Sólo dos de las secciones del libro contienen notas a pie de página:
Prelim –en el Prefacio– y NotRub. Las notas a pie de página vienen in-

69 
Cf. MM 516, nota a p. 167, lín. 23.
70 
Cf. el apartado 3.2. Abreviaturas y la nota 66.
71 
Se da el caso de al menos un ejemplar, Ac3, en el que hay dos correcciones desacertadas:
‘Ave Verum’ es sustituido por ‘Ave Verbum Divinum’ (p. XI) y ‘Hucusque perdurabat Missa Cathecu-
menorum’ es eliminado en la sección NotRub pegando un trozo de papel blanco encima (p. LXLVI).
72 
Cf. A. Blecua, Manual de crítica textual, Madrid 1983, 142-143.

Universidad Pontificia de Salamanca

También podría gustarte