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Capítulo 9.

Pesquerías mexicanas de tiburón en el Océano Pacifico


Leonardo Castillo Geniz 1, Sandra R. Soriano Veláquez 2 y Raúl Villaseñor Talavera 3
1- Centro Regional de Investigación Pesquera de Ensenada. Carr. Tijuana-Ensenada Km. 97.5, C.P. 22760
Ensenada, B.C.
2- Instituto Nacional de la Pesca. Pitágoras 1320 Col. Santa Cruz Atoyac, Delegaciòn Benito Juárez, C.P.
03310 México, D.F.
3- Director General Adjunto, Dirección General de Ordenamiento Pesquero y Acuícola. CONAPESCA.
Camarón Sábalo s/n esq.Tiburón, Fracc. Sábalo Country Club. C.P. 82100, Mazatlán, Sinaloa.

Resumen
La pesca de tiburones en aguas marinas y oceánicas del Océano Pacífico en la Zona Económica
Exclusiva de México, constituye varias unidades de pesquería con grados de desarrollo diferenciados,
que coinciden casi permanentemente en al aprovechamiento de una docena de especies principales y
de otras que se capturan temporal y geográficamente. Existe tanto pesca dirigida como no dirigida,
encontrándose dichas pesquerías en niveles de máximo aprovechamiento, lo que ha dado lugar a
mayores medidas de ordenación. Los mayores trabajos técnicos y de ordenación para la pesca
responsable se iniciaron en los años 90’s existiendo un marco regulatorio y operacional de las flotas,
que facilita el control y permite disminuir la mortalidad por pesca sobre especies más vulnerables,
mantener rendimientos y empleo, así como dar seguimiento a la captura incidental de otras especies.

1. Introducción

Los peces cartilaginosos, que incluyen a los tiburones, rayas y quimeras, son un grupo extenso y diverso de
vertebrados acuáticos que han sido aprovechado por el género humano ancestralmente y a través de pesquerías
dirigidas desde el siglo pasado. Sin embargo su aprovechamiento está limitado respecto a otros recursos
biológicos , debido a su abundancia relativamente limitada y al menor valor de sus productos y subproductos
en el mercado. A pesar de su aparentemente limitada explotación, en algunas regiones del mundo, como en
las costas de mares tropicales y subtropicales, los tiburones son recursos de primera importancia, desarrollándose
pesquerías masivas y pesca no dirigida, que proporciona proteína barata para millones de personas que
dependen de pesquerías de subsistencia (Bonfil, 1994).

De los tiburones se obtienen productos como la carne, piel, hígado y aletas, único producto altamente cotizado
mundialmente debido su alta demanda por el mercado oriental (Kreuzer y Ahmed, 1978). Sin embargo
tradicionalmente los productos se ubican entre los de menor valor en las pesquerías comerciales marinas, lo
cual se refleja en un menor interés por la información de las capturas y el esfuerzo aplicado sobre ellos. Rose
(1996) señala que el incremento en el comercio mundial de los productos derivados de los tiburones, juega un
papel importante en el aumento de los desembarcos en algunas regiones del mundo. Esta situación implica que
numerosas especies sean altamente vulnerables a la sobreexplotación, pero aquellas que son ecológicamente
sensibles o más vulnerables a la combinación de factores negativos de la pesca, disturbio de sus hábitats y
otros factores, son difíciles de identificar.

La disminución de las especies marinas tradicionales en las pesquerías marinas en el mundo, la facilidad con
que se pueden modificar los equipos de pesca y en el aumento del valor de algunos productos, particularmente
las aletas, detonó el crecimiento de sus pesquerías. Aún considerando que en el mundo se siguiera reportando
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solo el 50% de las capturas de tiburones, estos recursos junto con otros peces cartilaginosos contribuyen con
el 1% de la producción mundial (Bonfil, 1994). En los últimos 15 años la producción de estos recursos
aumentó en un 10%, ya para el año 2004, los desembarques de tiburones y rayas alcanzaron los 810,000 t,
representando el 0.8% de la producción mundial (FAO, 2007). Sin embargo, el valor desproporcionado de
las aletas de tiburón en el mercado oriental ha sido la fuerza económica que ha detonado la expansión de sus
pesquerías a escala global (Clarke et al. 2005).

Las historias de vida de los tiburones y rayas que se caracterizan por crecimiento lento, tardía edad de primera
madurez, bajo potencial reproductivo y extensa longevidad, reflejan la vulnerabilidad biológica de este grupo
de peces a intensos y prolongados regimenes de pesca (Holden, 1974) . La mayoría de los tiburones y sus
especies afines poseen estrategias de vida tipo “K” , esto a influido que durante el siglo XX varias pesquerías
dirigidas a tiburones se colapsaran.

Considerando el incremento en las capturas mundiales de tiburones y su posible impacto negativo en sus
poblaciones, el Comité de Pesca de la FAO en 1997 propuso organizar una consulta de expertos con el
objetivo de desarrollar Guías Generales, con el fin de mejorar la conservación y el manejo pesquero de los
tiburones. El Plan de Acción Internacional para la Conservación y Manejo de los Tiburones fue gestado
durante la reunión del Grupo de Trabajo Técnico sobre Conservación y Manejo de Tiburones en Tokio, Japón
(23 al 27 de abril de 1998) y aprobado por la FAO, el 30 de octubre de 1998. La aplicación y desarrollo de
este Plan de Acción (IPOA-SHARKS por sus siglas en inglés) es de índole voluntaria para los países miembros
de la FAO.

En México, el Plan de Acción Nacional data de fines del 2003 (CONAPESCA-INP, 2004). En este Plan se
enlistan las especies de elasmobranquios identificadas para aguas mexicanas coincidiendo en general con lo
señalado por Applegate et al. (1979) y Castro y Espinosa (2004), reconociéndose alrededor de 104 especies,
de las cuales cerca de 40 son capturadas con fines comerciales, las cuales pertenecen a las familias Alopiidae,
Carcharhinidae, Squatinidae, Sphyrnidae y Triakidae (Applegate et al. 1979, Castillo 1992). Esta importante
diversidad de tiburones ha permitido el desarrollo de pesquerías artesanales e industriales desde finales del
siglo XIX, aunque existen evidencias arqueológicas de que los Olmecas y Aztecas ya los utilizaban como
fuente de alimento (Applegate et al. 1979).

2. Pesquerías artesanales de tiburón del Pacífico Mexicano

2.1 Golfo de California

En el Golfo de California (GDC) se desembarca la mayor producción de elasmobranquios de México. Los


desembarques de los cuatro estados que bordean el Golfo de California (Baja California, Baja California Sur,
Sonora y Sinaloa) promediaron en su conjunto, 15,367 t por año durante el periodo 1986-2003, contabilizando
el 41.7% de la producción nacional total (CONAPESCA, datos no publ.). La gran mayoría de estos
desembarques de tiburones y rayas provinieron del Golfo de California, región en la cual se han desarrollado
importantes pesquerías artesanales dedicadas a la captura de tiburones y rayas.

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Figura. 1. Ubicación de los campamentos pesqueros artesanales (n= 147) documentados a lo largo
del Golfo de California durante 1998-1999. Simbología: círculos cerrados = pesquerías
dirigidas elasmobranquios (tiburones y rayas), círculos abiertos = sin pesquerías dirigidas
a elasmobranquios, círculos grises = objetivo de la pesca desconocido
(figura tomada de Bizarro et al., 2007).

De un total de 147 campamentos pesqueros temporales, estacionales y permanentes localizados en el Golfo


de California, el 85.7% de ellos capturan tiburones y rayas en algún momento del año (Bizarro et al. 2007)
(Figura 1). El equipo de pesca más representativo en el Golfo son las redes agalleras de fondo, aunque
durante las temporadas de pesca de verano y otoño también es común el uso de los palangres de superficie.
Esta pesquería puede caracterizarse de altamente oportunista. Se emplean diversos artes de pesca con el fin
de incrementar la probabilidad de captura, lo que se refleja en un significativo dinamismo en el uso y cambio de
equipos de acuerdo a las condiciones y temporadas de pesca en los campamentos artesanales pesqueros de
la región. Se ha documentado en los desembarques de las flotas artesanales del Golfo de California al menos
27 especies de tiburones y 21 especies de rayas, incluyendo dos especies de rayas espinosas (Rajidae). Las
especies más abundantes son: Alopias pelagicus, Carcharhinus limbatus, C. obscurus, Prionace glauca,
Rhizoprionodon longurio, Sphyrna lewini, S. zyganena (Bizarro et al. 2007).

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Tabla 1. Tallas de captura de las principales especies de tiburones capturados en la pesca artesanal
en el Golfo de California, durante el periodo 1998-1999 (Bizzarro et al. 2007).

Los desembarques de tiburones en el GDC están constituidos principalmente por pequeñas especies (p. ej.:
Mustelus spp, R. longurio, S. californica) y por pequeñas clases de talla de especies de tiburones más
grandes. Por ejemplo, las tallas promedio de S. lewini, no exceden 89 cm LTE (Tabla 1). Con tallas de
nacimiento de aproximadamente 39.5 cm LTE (Clarke, 1971), una talla máxima de 371 cm LTE (Klimley,
1983), y una primera madurez reportada que se presenta a los 223 cm y 170 cm LTE para hembras y machos,
respectivamente (Anislado y Robinson, 2001). Es evidente que los desembarques de S. lewini consisten
principalmente de juveniles. Las capturas de S. zygaena y C. limbatus también están constituidas en gran
parte por especimenes inmaduros, la mayoría de los cuales fueron < 130 cm LTE (Tabla 1). Las tallas promedio
de captura de C. falciformis son mayores a las de Sphyrna spp, pero de igual forma la mayoría de los
individuos son inmaduros, midiendo menos que la talla de primera madurez reportada por Branstetter y
McEachran, (1986) para el Golfo de México (hembras: 220 cm LTE, machos: 210 cm LTE). La composición
por tallas de individuos de A. pelagicus desembarcados capturados en la región norte del GDC, sin embargo,
generalmente consiste de individuos más grandes. Las tallas promedio de A. pelagicus observadas se acercan
o exceden la talla mediana estimada de madurez de 145-150 cm LPC y de 140-145 cm LPC de las poblaciones
del Pacífico noroccidental (Liu et al. 1999).

2.2 Golfo de Tehuantepec

En el Golfo de Tehuantepec el principal puerto de desembarco de tiburones es Puerto Madero, Chiapas, en el


cual se concentra la flota de embarcaciones menores. El máximo volumen de captura registrado en la historia
de la pesquería, fue de 5,022 t en 1988, siendo el puerto de mayor descarga de tiburón en el país, lo que
promovió el desarrollo urbano y crecimiento de la economía interna (Soriano et al. 2006). Debido a su
posición geográfica, el Golfo de Tehuantepec cuenta con una alta diversidad de especies de tiburones que
pertenecen a los ordenes Carcharhiniformes, Lamniformes y Orectolobiformes que incluyen a las familias
Carcharhinidae, Alopiidae, Lamnidae, Sphyrnidae, Triakidae y Ginglymostomatidae. Los géneros son:
Carcharhinus, Nasolamia, Galeocerdo, Prionace, Alopias, Isurus, Sphyrna, Mustelus, y Ginglymostoma;
de las cuales se han documentado hasta 21 especies (Tabla 2).
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Tabla 2. Tallas de captura de las principales especies de tiburones capturados en la pesca artesanal
en el Golfo de Tehuantepec, durante el periodo 1998-2005 (Soriano et al. 2006).

Especie Sexo 1 n Medida Mínima Máxima Promedio Error


Carcharhinus falciformis Ambos 35617 LT 408 128.0 0.0
Sphyrna lewini Ambos 13098 LT 30 495 82.0 0.0
Carcharhinus limbatus Ambos 1490 LT 405 155.0 0.0
Nasolamia velox Ambos 1488 LT 295 135.0 0.0
Mustelus lunulatus Ambos 623 LT 36 140 59.0 0.0
Alopias superciliosus Ambos 555 LT 70 341 219.0 0.0
Sphyrna zygaena Ambos 323 LT 46 360 130.0 0.2
Carcharhinus leucas Ambos 235 LT 73 405 227.0 0.2
Alopias pelagicus Ambos 160 LT 105 290 215.0 0.2
Galeocerdo cuvier Ambos 69 LT 87 410 204.0 1.1
Sphyrna mokarran Ambos 58 LT 45 380 163.0 1.5
Rhizoprionodon longurio Ambos 50 LT 30 97 57.0 0.3
Carcharhinus obscurus Ambos 48 LT 196 380 296.0 1.0
Ginglymostoma cirratum Ambos 48 LT 130 259 231.0 0.4
1
Sumatoria de hembras y machos.

Los estudios realizados por el INAPESCA en la pesca artesanal de tiburones de Puerto Chiapas, Chiapas
iniciados desde 1996, han permitido caracterizar esta pesquería artesanal, como multiespecífica, que opera
según la disponibilidad estacional del recurso. Se utilizan embarcaciones menores con motor fuera de borda
de 75 CF, y las artes de pesca utilizadas en la pesquería artesanal de tiburón son los palangres de deriva o de
fondo, éstos últimos son llamados cimbras. El uso de estas artes de pesca se refleja en la composición de la
captura, ya que esta abarca una variedad de tallas y estadios de desarrollo (desde organismos recién nacidos,
juveniles y adultos además de hembras preñadas; con diferentes estadios embrionarios). Por lo general realizan
un viaje por día y en promedio salen 270 días al año, los lances son nocturnos con una red de 400 m de
longitud, de 2–12 brazas, capturando diversas especies o con frecuencia una sola especie según la abundancia
con respecto a la estación del año (Castillo et al. 1998; Castillo et al. 1999; Soriano et al. 2006).

El tiburón aleta de cartón (C. falciformis) y la cornuda (S. lewini) son las especies principales en la captura
comercial desembarcada en Puerto Chiapas, Chiapas y sostienen la pesquería artesanal de tiburón en el Golfo
de Tehuantepec con cerca del 90% de las capturas totales. En el grupo de tiburones, la gran mayoría de los
individuos (por arriba del 80%) son sexualmente inmaduros tanto en hembras como en machos, predominando
los juveniles en el tiburón aleta de cartón y los recién nacidos (neonatos) en la cornuda. El Golfo de Tehuantepec
tiene gran importancia como área de crianza y alimentación para tiburones, esto se confirma por la alta proporción
de neonatos y juveniles, sobre todo de las especies mencionadas como las mas abundantes en la captura
comercial en los últimos años. Para el tiburón aleta de cartón (C. falciformis), el área de crianza y alimentación
se ubica rumbo a mar abierto, al norte del Estado (desde Pijijiapan hasta Boca de Cielo), en las costas de
Chiapas. Mientras que para la cornuda (S. lewini) la zona de crianza se encuentra en zonas cercanas a la costa
desde la barra de San Simón hasta Pijijiapan (Las Palmas), Chiapas. La Captura por Unidad de Esfuerzo
(CPUE), o Índice de Abundancia relativo indica que si se continua incrementando el esfuerzo (número de
viajes y/o número e lanchas) para la explotación del recurso tiburón, sus poblaciones difícilmente podrán
recuperarse en esta región. Asimismo, ante la notable baja en la captura, se corre un alto riesgo de que la
pesquería artesanal de tiburones en el Golfo de Tehuantepec deje de ser económicamente rentable si la
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producción por embarcación se mantiene por abajo de los 200 kilos por viaje, no habrá ganancias y los costos
por viaje no se podrán recuperar (Soriano et al. 2006).

3. Biología Pesquera de las principales especies de tiburones

3.1. Carcharhinus falciformis

Nombre común: Español: tiburón tunero, aleta de cartón, sedoso


Ingles: Silky shark

Figura 2. Carcharhinus falciformis, según Castro (1983).

3.1.1 Zonas de pesca

El tiburón tunero Carcharhinus falciformis también conocido como aleta de cartón, sedoso o marrajo,
pertenece al orden Carcharhiniformes y a la familia Carcharhinidae (Compagno, 1984) (Figura 2). Esta
familia es una de las más numerosas y de mayor distribución a nivel mundial y comúnmente se le conoce como
la de los tiburones grises. Es una especie vivípara, tropical y subtropical de distribución cosmopolita que habita
en los trópicos cerca del borde de la plataforma de las islas y los continentes y en mar abierto, desde la
superficie hasta profundidades de 500 m. Posee hábitos costeros y oceánicos con una distribución circumtropical.
Presenta migraciones de norte-sur en el Golfo de México de marzo-abril y en Veracruz de agosto-septiembre.
Al menos una de las dos posibles poblaciones es compartida con los E.U.A., la del sur y la del noroeste del
Golfo de México (Compagno, 1984; Castro, 1983; Bonfil et al. 1993).

En México, se distribuye en el Pacifico Mexicano, incluyendo Golfo de California, así como en el litoral del
Golfo de México y Mar Caribe. El tiburón tunero es una de las 10 principales especies de importancia
comercial, destacando en algunas regiones del Pacifico Mexicano ya que sostiene pesquerías, como es el
caso de la región del Golfo de Tehuantepec (Soriano et al. 2006) (Figura 3). En cambio para el Golfo de
México, si bien esta especie forma parte de las capturas, para Veracruz, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo no
ocupa un lugar preponderante, ya que se ubica entre la tercera y sexta especie de importancia dentro de la
pesca de tiburones en estas entidades, tanto para la flota menor como para la flota de mediana altura y de
altura.

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Figura 3. Distribución del tiburón aleta de cartón C. falciformis en el Océano Pacifico
(Cruz, 2007).

3.1.2 Pesquerías que inciden en ella o que la explotan: artesanal, con redes y palangres, de mediana
altura agallera o de palangre, de altura palangrera.

La pesca para el tiburón tunero es de tres modalidades: Pesca artesanal, pesca de mediana altura y de altura.
Para la captura de esta especie se utiliza principalmente como arte de pesca el palangre de deriva para
organismos juveniles (tallas menores a los 140 cm LT en promedio); el palangre de fondo o cimbra para
organismos adultos (mayor de 200 cm LT). Cada palangre tiene de 300 a 500 anzuelos, los cuales pueden ser
de tipo recto o circular (garra de águila) de 15/0 y 16/0, el tamaño y número de anzuelos depende de la región.
También utilizan redes agalleras hasta trasmallos, sin embargo con este tipo de redes, la pesca esta dirigida a
organismos recién nacidos (neonatos).

Las embarcaciones que utilizan en la pesca artesanal son menores (por abajo de los 10 m de eslora) de
material de fibra de vidrio con motor fuera de borda de 75 hasta y 115 cf, en algunas ocasiones llevan un motor
auxiliar de 45 cf. La pesca en embarcaciones de mediana altura tienen una dimensión mayor a los 10 m pero
menor a los 25 m de eslora, es el caso de la flota palangrera de Manzanillo que incide principalmente en los
tiburones oceánicos. La flota de altura opera en la parte norte del Pacifico Mexicano (Ensenada, B.C.S.)
(Soriano et al. 2002; Soriano et al. 2006; Cruz, 2007).

3.1.3 Intervalo de tallas de captura por sexos separados

La captura se conforma regularmente por cuatro grupos de edad (en talla), presentes todos los años con un
porcentaje elevado de juveniles, sin embargo el grupo de adultos por arriba de los 240 cm LT no esta bien
representado, probablemente a que esta fracción de la población se encuentra principalmente en la zona
oceánica, lo que hace que no este disponible y/o accesible a las operaciones de pesca de la flota artesanal
(Fig. 4). El intervalo de tallas para ambos sexos ha sido de 50 a 340 cm de longitud total (LT), con una talla
media de 131.07 cm; las hembras de tallas más grandes que los machos fueron de 50 a 340 cm, promedio de
131.07 y de 50 a 338 cm con un promedio130.38 cm. La proporción sexual es de una hembra por cada
macho (1:1) en adultos juveniles y neonatos. La estructura de talla esta constituida principalmente por organismos

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juveniles (80-90%), mientras que los adultos (5-20%) y neonatos (abajo del 1%) en menor proporción
(Soriano et al. 2003; Soriano et al. 2006).

Figura 4. Estructura de tallas del tiburón tunero (C. falciformis) en el Golfo de Tehuantepec.

3.1.4 Intervalo de pesos de captura por sexos separados

Los pesos registrados presentan un intervalo de 1-198 Kg. Se han estimado los factores de conversión,
como se observa en la Tabla 3.

Tabla 3. Parámetros de Longitud Total y Peso para el tiburón tunero C. falciformis.

Relación LT-Peso a b r2
Ambos sexos 7.95 x10-6 2.91 0.91
Hembras 9.86 x10-5 2.85 0.93
Machos 7.64 x10-6 2.92 0.90

3.1.5 Talla y Edad de Primera madurez

La talla de primera madurez (Tm) del tiburón tunero (C. falciformis) varía dependiendo de la región, se ha
observado que en las zonas más cálidas esta talla llega ser menor respecto a los organismos que se distribuyen
en zonas templadas.

Para el Pacífico Mexicano, se ha estimado de 140-220 cm de longitud total (LT). En el Golfo de California, la
talla de primera madurez sexual estimada para machos y machos fue de 178 cm LT (Cadena y Villavicencio,
2000); en la región del Golfo de Tehuantepec se ha estimado de 177 cm LT con edad 6-7 años para hembras
y para los machos en 168 cm LT y edad de 6 años. La edad máxima teórica que puede alcanzar esta especie
para hembras es de 24 años y para los machos de 23 años muy similares a las obtenidas para Manzanillo, Col.
(Soriano et al. 2006; Cruz, 2007).

Para el noroeste del Golfo de México se estimo la talla de madurez sexual y edad del tiburón tunero, C.
falciformis de 225 cm LT para las hembras con una edad estimada entre 7-9 años, mientras que los machos
maduran sexualmente entre los 210-220 cm LT con una edad estimada entre los 6-7 años (Branstetter y
Stiles, 1987). En el Banco de Campeche, se estimo a los 225 cm para ambos sexos, mientras que Marín-
Osorno (2001) la estimo para las hembras en 273 cm LT y 251 cm LT para machos. En la península de
Yucatán, México, las hembras del tiburón tunero alcanzan su madurez sexual de 232-245 cm LT con una
edad aproximada de 12 años, y los machos son maduros a los 225 cm LT con una edad aproximada de 10
218
años. La edad máxima que puede alcanzar esta especie es de 22 años y 20 años para hembras y machos
respectivamente (Bonfil et al. 1993).

3.1.6 Fecundidad-Periodo de Gestación

En el Pacífico mexicano se han documentado hembras preñadas desde los 128 cm hasta 322 cm. La mayor
abundancia de hembras preñadas se presenta en los meses de marzo, mayo, julio, agosto y septiembre, por lo
que los neonatos presentan su mayor abundancia en julio, agosto, septiembre y octubre (Soriano et al. 2003;
Soriano et al. 2006).

El número de crías de 2 a 7 (promedio de 6.36 + 0.18); la proporción de sexos (hembras-machos) de las crías
es de 1:1 El periodo de gestación es de 11 a 12 meses y el apareamiento posiblemente se efectúa después de
que las hembras han alumbrado ((Cadena y Villavicencio, 2000); Bonfil et al. 1993, Soriano et al. 2006).

3.I.7 Talla de nacimiento y Época de nacimiento

El tamaño de las crías al nacer es de 50-64 cm LT en aguas del Pacifico Mexicano, pero se tienen registros
hasta de 77 cm LT (Cadena y Villavicencio, 2000); Soriano et al. 2006). En estudios realizados en aguas de
la península de Yucatán, México, se observo que nace con una longitud de 76 cm LT (Bonfil et al. 1993).

En el Golfo de Tehuantepec, se ha observado que esta especie presenta alumbramientos durante todo el año,
sin embargo, la abundancia de hembras grávidas y neonatos muestran que los periodos mas intensos de
alumbramiento es en verano (julio a septiembre), y periodos menores de alumbramiento en primavera (marzo
y abril) (Marín-Osorno, 1992); Soriano et al. 2006; Hinojosa, 2007). Para el Golfo de México, la época de
nacimiento se presenta de junio a agosto.

Su longevidad estimada es superior a los 14 años con talla y peso máximo observado a los 210 cm de LF de
101 Kg. (Mendizábal y Oriza, 1995; Soriano et al. 2002).

3.1.8 Zonas de Crianza

Especies como el tiburón tunero, tiburón chato y tintorera, en la época de reproducción presentan una conducta
particular en el que los machos y hembras adultos de tallas grandes se separan del resto del grupo (juveniles)
debido al comportamiento reproductivo (apareamiento y alumbramiento), y permanecen en zonas costeras
para alumbrar. Se ha documentado que el tiburón tunero se reproduce y alumbra durante todo el año, pero
hay dos temporadas: una de julio a septiembre y la otra de marzo-abril en la zona centro-sur del Pacifico
Mexicano. En el Golfo de México se tienen evidencias que las principales áreas de crianza se encuentran en
aguas costeras abiertas no protegidas (Tabasco y Veracruz) (Castillo et al. 1998).

3.1.9 Hábitos alimenticios

Su principal alimento lo constituyen los peces 54%, los cefalópodos 31% y los crustáceos 15% (Mendizábal
y Oriza, 1995; Cabrera-Chávez Acosta, 2000).

219
3.1.10 Movimientos migratorios

El tiburón tunero es altamente migratorio y además tranzonal que presenta dos movimientos estacionales al
año en el Pacífico Mexicano: el primero de norte a sur (del Golfo de California hacia aguas de Centroamérica)
en los meses de marzo-abril, periodo en el cual se presenta un lapso intenso de captura; el segundo movimiento
se realiza de sur a norte en los meses de julio a septiembre con un pico en agosto-septiembre. Ambos
movimientos coinciden con los equinoccios de primavera y otoño, dirigiéndose hacia el sur en las postrimerías
de invierno y la primavera, y hacia al norte en el verano, por lo que sus migraciones obedecen a los cambios de
temperatura de las masas de agua, en busca de las mejores condiciones de disponibilidad de áreas de alimento,
además de regresar a sus áreas habituales de alumbramiento para protección de sus crías como son las aguas
del Golfo de Tehuantepec. Las migraciones de los tiburones pueden ser cortas o largas, ya que su distribución
y abundancia está fuertemente influida por sus adaptaciones morfológicas y de comportamiento a su medio
físico (temperatura, oxígeno, solubilidad y corrientes oceánicas), a sus ciclos reproductivos y a sus presas (ej.
migraciones verticales diarias, en áreas cercanas a la costa). Algunas especies de tiburones llegan a sitios
específicos para apareamiento, frecuentemente en grandes cardúmenes compuestos de individuos de la misma
talla y sexo. Las hembras de muchas especies migran a áreas de crianza específicas para depositar sus huevos
o alumbrar a sus crías. Estas áreas se caracterizan por ser altamente productivas (aguas estuarinas o costeras)
donde la abundancia de peces pequeños y crustáceos proveen suficiente alimento para el crecimiento de las
crías, como es el caso de la cornuda (Sphyrna lewini), el tiburón volador (C. limbatus), la tintorera
(Galeocerdo cuvier y el zorrito (Nasolamia velox), que se acercan al litoral de Oaxaca y Chiapas en la
temporada de lluvia (verano) (Soriano et al. 2003, Soriano et al. 2006).

En general para todas las especies de tiburones sus migraciones pueden ser: verticales, horizontales, diurnas y
estacional debido a diferentes comportamientos por búsqueda de la disponibilidad de alimento, ciclos
reproductivos de las mismas especies y por cambios ambientales estacionales que se presentan en su hábitat.

3.2 Sphyrna lewini

3.2.1 Nombre común: Español: Cornuda, tiburón martillo (Figura 5)


Ingles: Scalloped hammerhead shark

Figura 5. Sphyrna lewini, según Castro (1983).

3.2.2 Zonas de pesca

La cornuda Sphyrna lewini también conocido como la cornuda pertenece al orden Carcharhiniformes y a la
familia Sphyrnidae (Compagno, 1984). Esta especie es circunglobal que habita aguas templadas cálidas hasta
tropicales. En el Océano Atlántico Occidental se distribuye de Nueva Jersey hasta Brasil, ,incluyendo el Golfo
220
de México y Mar Caribe (Bigelow y Schroeder 1948; Compagno 1984). Se le ha clasificado como una de las
especies grandes de tiburones costeros que posee hábitos costeros y oceánicos.

En México, se distribuye en el Pacifico Mexicano, incluyendo Golfo de California, así como en el litoral del
Golfo de México y Mar Caribe. La cornuda es una de las 10 principales especies de importancia comercial en
el Pacifico Centro-Sur de México ya que sostiene pesquerías, como es el caso de la región del Golfo de
Tehuantepec (Soriano et al. 2006) (Figura 6). Para el litoral del Golfo de México representa menor importancia
respecto otras especies que son mas abundantes (Rhizorionodon terraenovae, Sphyrna tiburo). En este
litoral la pesca es de tipo artesanal (Castillo et al. 1998).

Figura 6. Zona de captura de la cornuda común S. lewini en el Golfo de Tehuantepec


(Soriano et al, 2006).

3.2.3 Pesquerías que inciden en ella o que la explotan: artesanal, con redes y palangres, de mediana
altura agallera o de palangre, de altura palangrera.

La pesca para la cornuda en el Pacifico Mexicano es de tipo artesanal, pesca de mediana altura y de altura;
mientras que en el Golfo de México la actividad solo se realiza con embarcaciones menores (pesca artesanal).
El arte de pesca utilizado para la pesca de estos organismos es principalmente el palangre de deriva o de fondo
(cimbra), siendo este ultimo el que pesca organismos mayores a los 250 cm de longitud total. Cada palangre
tiene de 300 a 500 anzuelos, los cuales pueden ser de tipo recto o circular (garra de águila) de 15/0 y 16/0, el
tamaño y numero de anzuelos depende de la región. Las redes de enmalle, agalleras son utilizadas cerca de las
costas que muchas veces son áreas de crianza y alumbramiento de esta especie, por lo que la incidencia de
organismos recién nacidos (neonatos) es muy alta (90%).

Las embarcaciones que utilizan en la pesca artesanal son menores (por abajo de los 10 m de eslora) de
material de fibra de vidrio con motor fuera de borda de 75 hasta y 115 cf, en algunas ocasiones llevan un motor
auxiliar de 45 cf. La pesca en embarcaciones de mediana altura tienen una dimensión mayor a los 10 m pero
menor a los 25 m de eslora, es el caso de la flota palangrera de Manzanillo que incide principalmente en los
tiburones oceánicos. La flota de altura opera en la parte norte del Pacifico Mexicano (Ensenada, B.C.S.)
(Soriano et al. 2006).
221
3.2.4 Intervalo de tallas de captura por sexos separados

Se han registrado organismos en un intervalo de 30 a 495 cm LT con promedio de 81.23 cm + 0.0045. En


hembras se han presentado desde 30 hasta 495 cm LT y promedio de 77.41 cm y para machos de 34 a 330
cm LT con promedio de 85.41cm . La mayor captura incide sobre organismos recién nacidos (Soriano et al.
2006). (Figura 7).

Figura 7 . Estructura de tallas de la cornuda común (S. lewini) en el Golfo de Tehuantepec.

3.2.5 Intervalo de pesos de captura por sexos separados

Los pesos registrados presentan un intervalo de 1-74 Kg. Se han estimado los factores de conversión,
como se observa en la Tabla 4.

Tabla 4. Parámetros de Longitud Total y Peso para la cornuda S. lewini

Relación LT-Peso a b r2
Ambos sexos 4.0 x10-6 2.99 0.99
Hembras 1.0 x10-5 2.83 0.93
Machos 4.0 x10-6 3.00 0.99

3.2.6 Talla y Edad de Primera madurez

La talla de primera madurez (Tpm) de S. lewini estimada al 50% de los organismos que han alcanzado la
madurez sexual, fue de 169 cm LT para hembras, registrando el 8.99% a hembras maduras y el 91.01% a
hembras inmaduras. En los machos se calculó la Tpm de 154 cm de LT; correspondiendo el 14.62 % a
machos adultos y el 85.38 % a organismos inmaduros. Los individuos inmaduros de esta especie fueron los
neonatos (56.45 %) y los juveniles (28.72 %) (Soriano et al. 2006).

222
Se ha estimado que una hembra de 280cm TL tendría 12.5 años de edad y un macho de 281 cm, le
correspondería una edad promedio de 11 años (Anislado-Tolentino, 2001).

3.2.7 Fecundidad-Periodo de Gestación

El intervalo de tallas de hembras preñadas que se ha registrado en el Pacífico Mexicano ha sido de 207-380
cm LT. La mayor abundancia se presenta en mayo, junio y julio, aunque si las condiciones climáticas se dan
mas cálidas de lo habitual se registran a partir de abril. Los meses de mayor abundancia de neonatos ocurren
en junio, julio, agosto (Soriano et al. 2006).

La fecundidad para esta especie registrada ha sido de 3-48 crías (promedio 19.30+0.21); la proporción
sexual (hembras-machos) de las crías es de 1:1 El periodo de gestación es de 10 a 12 meses con un ciclo de
reproducción consecutivo anual y el apareamiento posiblemente se efectúa después de que las hembras han
alumbrado (Compagno, 1984; Chen et al. 1988; Castro et al. 1999; Soriano et al. 2006).

3.2.8 Talla de nacimiento y Época de nacimiento

La talla de nacimiento registrada para la cornuda es de 35 a 52 cm LT con un promedio de 47.6 cm y la época


de nacimiento ocurre a partir de mayo a julio (finales de primavera y en el verano) (Soriano et al. 2006).

3.2.9 Zonas de Crianza

Las áreas de pesca coinciden con las zonas de crianza de la cornuda (Sphyrna lewini), las cuales son cercanas
a la costa en aguas someras. En el Pacifico Mexicano Sur se han identificado zonas de crianza y alumbramiento
en aguas del litoral de Michoacán y en el Golfo de Tehuantepec. Las áreas se caracterizan por ser altamente
productivas (aguas estuarinas o costeras) donde la abundancia de peces pequeños y crustáceos proveen
suficiente alimento para el crecimiento de las crías (Soriano et al. 2006).

3.2.10 Hábitos alimenticios

Su principal alimento lo constituyen los peces (sardinas, carangidos, etc.), calamares, pulpos y crustáceos
(langostas, cangrejos, camarones) (Cabrera, 2000).

3.2.11 Movimientos migratorios

La cornuda es una especie altamente migratoria y tranzonal que presenta movimientos estacionales al año en el
Pacífico Mexicano por comportamiento de reproducción y alimentación principalmente (Soriano et al. 2006).

4. Estadística de la producción

Los primeros informes con que se cuenta sobre la pesquería del tiburón en México datan de fines del siglo
antepasado (1890-1900), cuando se llevaron a cabo las primeras exportaciones de aletas de tiburón hacia el
mercado oriental. Dichas exportaciones fueron realizadas desde la Ciudad de La Paz, B.C.S. (Hernández,
1971). Para junio de 1939 se efectuó la primera exportación de hígados de tiburón del Puerto de Guaymas,
Son. a la Ciudad de Los Ángeles, California, E.U.A.

223
En 1942 en la zona del Noroeste de México, se obtuvieron 1,087 toneladas de hígado de tiburón que se
exportó directamente a los E.U. y que representó el 81% de la producción nacional. A partir de esa demanda
de hígados, originada fundamentalmente para obtener fuentes de vitamina “A” durante la Segunda Guerra
Mundial, varios industriales mexicanos establecieron las primeras plantas procesadoras de tiburón en el Pacífico
Mexicano (Guaymas, Sonora; Mazatlán, Sinaloa, San Blas, Nayarit, y en Guadalajara, Jalisco). En esa época
la pesca de tiburón en México llegó a su máximo auge, sin embargo, en 1949 al iniciarse la fabricación sintética
de la vitamina “A”, a menores costos, produjo una disminución considerable en los volúmenes de captura
debido al desplome del mercado internacional de dicha vitamina. La producción nacional de tiburón nuevamente
volvió a sus niveles mínimos (no mayor a las 1,000 toneladas) que eran aprovechado localmente para consumo
humano. A partir de los años 60’s se inició un nuevo incremento paulatino en la captura de este recurso como
consecuencia de un crecimiento en la demanda mundial de algunos productos derivados del tiburón, como
aletas y pieles, lo que vendría siendo la etapa de inicio formal de la pesquería. Este aumento se consolidó en
México al extenderse la demanda doméstica de carne de tiburón en estado fresco y seco salado. En la década
de los 70’s los volúmenes de producción se incrementaron en casi 15,000 toneladas.

Para 1981, la pesquería alcanzó su primera captura récord a nivel nacional con 35,264 t. Durante dicha
década las capturas anuales de tiburón y cazón promediaron las 28,000 t. Básicamente, la fuerza que ha
impulsado a la pesquería durante estos últimos años, ha sido la demanda de aletas de tiburón, debido a los
altos precios que estas alcanzan en el mercado oriental y la comercialización de la carne de tiburón, cuya
demanda ha aumentado a la par con el crecimiento demográfico del país.

En la actualidad la presencia de tiburones y de rayas en aguas mexicanas ha dado origen a varias pesquerías
multiespecíficas en las que participan embarcaciones menores y de mediana altura, principalmente, en la se
emplean una diversidad de equipos de pesca, y que operan de acuerdo a las abundancias estacionales de las
principales especies de tiburones de importancia comercial. Estas pesquerías representan para el país valiosas
fuentes de alimento, empleo y divisas para las comunidades pesqueras de ambos litorales. Recientemente la
producción de rayas ha registrado un crecimiento importante en la región del Noroeste de México, principalmente
en el estado de Sonora. En el 2000 la producción de rayas en el Pacífico Mexicano alcanzo la cifra de cerca
de 5 mil toneladas (Márquez, 2002).La mayor parte de la producción esta destinada al consumo humano
directo, destacando la comercialización de su carne y de sus aletas como los principales productos derivados
de este grupo de peces. En 1999 la producción fue de 26,164 t (peso vivo) lo que representó al 2.03% de la
producción pesquera nacional, con un consumo per cápita estimado de 0.23kg anual y el valor de la producción
de tiburóncazón (producción en peso desembarcado 21,370 t) fue de $224,991,000.00 pesos (SEMARNAP,
2000).

En los últimos años de 2000 a 2003 el promedio anual fue de 32,796.5 ton. Sin embargo, para 2002 la
tendencia muestra una disminución de 5.4% con respecto al 2000 (Figura 8) (SEPESCA, 1981-1994;
SEMARNAP, 1995-2001; SAGARPA, 2002-2004).

224
Figura 8. Producción nacional y por litoral de pesca de elasmobranquios
durante el periodo de 1980-2003
Fuente: Anuarios Estadísticos de Pesca. SEPESCA, SEMARNAP y SAGARPA

La producción de tiburón se ubica en la octava posición, aportando el 1.6% de la producción nacional, con
alrededor de 24,000 t anuales, de las cuales el Océano Pacífico registró aproximadamente 76%. La producción
se ha mantenido estable en los últimos años aunque desde hace una década esta no alcanza las 30 mil toneladas
anuales. El monitoreo de las capturas de tiburones, principalmente de la pesca artesanal, realizado por el
Instituto Nacional de la Pesca, en el Golfo de California y el Golfo de Tehuantepec, en el litoral Pácifico ha
permitido documentar la disminución en las capturas de las especies grandes de tiburones, que hace 40 años
eran comunes en ambos litorales. Especies como el tiburón toro, Carcharhinus leucas, la tintorera, Galeocerdo
cuvier, el tiburón limón, Negaprion brevirostris, el tiburón prieto, C. obscurus, la cornuda gigante, Sphyrna
mokarran, han dejado de ser parte importante de los volúmenes de capturas de tiburones realizadas en las
aguas costeras del país. Estas especies consideradas como de baja productividad biológica, por sus
caracterísitcas demógraficas, pudieran estar experimentando una disminución en sus abundancias debido a la
sobrepesca y a otros factores como la degradación de sus hábitas esenciales por efecto de la contaminación
producida por el desarrollo costero.

5. Sistemas de captura

5.1 Régimen de pesca, métodos y técnicas de captura.

El aprovechamiento de tiburones se realiza en modalidades de pesca dirigida y no dirigida, tanto por la flota
menor (embarcaciones sin motor estacionario, sin cubierta y sin caseta) como por la flota mayor (embarcaciones
de mediana altura y de altura, con cubierta, caseta y con motor estacionario). La pesca ribereña con
embarcaciones menores es ancestral (Applegate, 1979), en tanto que el aprovechamiento sistemático data de
los años 40’s en el siglo XX, conformándose las pesquerías como tales entre los 70’s y 90’s (Castillo, 1992;
Márquez y Castillo, 1998; Márquez y González, 2000). Aproximadamente una tercera de la producción total
de elasmobranquios corresponde a rayas, cuya captura es efectuada básicamente por embarcaciones menores
(SAGARPA, 2003, 2005). En cuanto a tiburones, cerca del 40 % es aportado por la flota menor con una
225
cobertura geográfica es limitada, en tanto que el 60% corresponde a la flota mayor (embarcaciones de mediana
altura y altura).

Desde los años 70’s en siglo pasado, la flota mayor está constituida mayormente por embarcaciones camaroneras
que se dedican a la pesca de tiburón durante la veda de camarón en el Océano Pacífico entre los meses de
marzo a septiembre de cada año, empleando para ello tanto redes de enmalle como palangres. A partir del
proceso de elaboración de regulaciones específicas en esta pesquería en 1996, las redes enmalle de deriva
empezaron a caer en desuso, especialmente en el Golfo de California. También existe una flota palangrera con
puerto base en Ensenada B.C., dirigida a la pesca de tiburón frente a la costa occidental de la península de
Baja California; algunos de cuyos barcos pescan también pez espada. Otros pocos barcos palabreros
especializados se ubican en puertos como Guaymas y Puerto Peñasco en el estado de Sonora y Mazatlán en
Sinaloa. En el Golfo de México existen pocas unidades de pesca especializadas, pero la captura de tiburones
y rayas es importante en las aguas frente al estado de Tamaulipas en los límites con EUA, en Campeche,
Yucatán y Quintana Roo.
Existen unidades de pesca dirigida a tiburones en el Golfo de México y Mar Caribe y otras flotas lo capturan
de manera incidental con volúmenes superiores al 20%, por lo que se consideran pesquerías no dirigidas. En
la Figura 9 se presentan las unidades de pesquería identificadas entre los años 2000 y 2007.

Figura 9. Esquema de Unidades de Pesquerìas de tiburones en México. (Modificado de Villaseñor,


R., Igartúa, L.E., Bermudez R., E.A. y Morales, M. 1998.)

226
Independientemente de las embarcaciones, el sistema de captura (Figura 10), se basa en el uso de dos tipos
principales de artes de pesca: palangres y redes de enmalle. El buque de altura tiene autonomía para la pesca
de tres a cinco o seis semanas. En general presentan más de 27 m de eslora (hasta 45 m), tonelaje bruto de
299.6 t y tonelaje neto de 83.6 a 110 t, con capacidad de bodega de hasta 210 m3; motores diesel de 350 a
900 HP, uno o dos motores auxiliares de 170 HP que le permiten desarrollar velocidades de hasta 5 m/s
(nudos); autonomía de 12 a 25 días operando con una tripulación variable desde 15 hasta 23. En esta flota se
utilizan exclusivamente palangre de deriva que tienen una línea madre de hasta 120 km de longitud, reinales de
18 a 22 m de longitud, distancia entre reinales de 45 a 55 m, 300 boyas; hasta 1,500 anzuelos (atunero
números 3.6 a 3.8) utilizando en promedio 1,385/lance y como carnada la lisa o macarela fresco-congelada
(Vélez et al., 1989, Márquez, 1991, Santana, 1997, Vélez et al. 2000).

Figura 10. Sistemas de Captura por tipo de Embarcación mayor (mediana altura y altura) y artes
de pesca en pesquerías de tiburón. (Modificado de Villaseñor, R., Igartúa, L.E.,
Bermudez R., E.A. y Morales, M. 1998.)

Las embarcaciones de mediana altura con redes de enmalle presentan esloras de 18 a 30 m; motores de 170
a 600 HP, instalación para hielo y refrigeración con capacidad de bodega de 50 a 80 t, autonomía de 12 a 25
días y tripulación de 5 a 8. Las “redes de enmalle de deriva” (Figura 11) han registrado cambios pasando de
una longitud de 1,800 a 3,500 m a un máximo de 1,800 m conforme a la regulación actual, considerando una
altura o caída de 45 a 82 m y tamaño de malla de 30 a 56 cm,. Los lances de pesca son de 8 a 18 lances por
viaje.
227
228
Figura 11. Red de Enmalle de deriva usada en el océano Pacifico. (Modificado de Murillo y Pacheco, 2007). (las redes de más de 1,800 m
de longitud, se prohibieron a partir del 2009).
Figura 12. Palangre superficial de deriva utilizado por la flota de mediana altura. (Modificado de Murillo y Pacheco, 2007)

229
Los buques de mediana altura con palangre tienen esloras de 18 hasta a 26.5 m, motor estacionario de 165 a
360 HP, enfriamiento a base de hielo o refrigeración mecánica; bodega de 38 a 60 t, autonomía de una a tres
semanas, tripulación de 5 a 10 y utilizan palangres de deriva (Figura 12) con las siguientes características:
longitud de 26 a 50 km de línea madre, 1,300 anzuelos del número 3.6 a 3.8, calando entre 550 a 1,300
anzuelos por lance.

Debido al desarrollo tecnológico y a una serie de medidas de ordenación, la captura incidental y la mortalidad
de delfines se ha reducido a niveles que los hacen tanto poco significativos para sus poblaciones, como
estadísticamente no representativos. La tecnología desarrollada en el uso del paño de protección, maniobras
de liberación (maniobra de retroceso, uso de lanchas rescatadoras y acciones de nado para liberación), uso
de artefactos (reflectores, bengalas, etc.) han permitido la reducción de la mortalidad de delfines por lance de
pesca, lo cual constituye un gran éxito en la pesca responsable.

6. Procesamiento

6.1 Productos derivados de su pesca o productos comercializados: carne, aletas, piel, cartílago,
mandíbulas, etc.

La importancia económica para este especie reside principalmente en sus aletas ya que la demanda por su
carne en el mercado es baja por ser una especie que tiene como característica que su carne sea oscura y por
lo tanto su consumo es menor en comparación con otras especies de tiburones como el tiburón tunero (C.
falciformis). Se comercializa en fresco para su venta local; en algunas regiones se le hace un proceso de seco-
salado utilizando técnicas muy rusticas. Las aletas son para el mercado de exportación principalmente a los
países orientales; las mandíbulas y dientes son subproductos que se aprecian como artesanías. Poco se utilizan
los hígados para la obtención de aceite ya que en México no hay infraestructura para procesos a nivel indus-
trial. En uno de los principales puertos del estado de Chiapas, Puerto Chiapas, se realiza la venta de vértebras
a particulares que llegan a esta localidad con el objetivo de obtener cartílago a partir de las vértebras de
tiburones y procesarlo para manufacturarlo en cápsulas para prevención de algunas enfermedades como la
artritis.

7. Comercialización y exportación

El rápido crecimiento económico de China se ha traducido también en una enorme demanda de aletas de
tiburón procedentes de los océanos Pacífico e Indico principalmente. Dependiendo de la especie, del tipo de
aleta, tamaño, posición, y corte con el cual se extirpo, éstas pueden poseen precios que van desde los $4.25
US dólares hasta los $744.00 por kg. Los comerciantes de aleta de tiburón distinguen entre 30-45 tipos
distintos de aletas, que producen radios de aleta que pueden usarse en la cocina china (Yeung, et al. 2000).
Según la FAO la producción mundial de aleta de tiburón seca en el periodo 1985-2000 fue de 72,781 t. El
valor de las exportaciones de aletas de tiburón en el 2000 fue de más de 116.2 millones de dólares (Clarke, et
al. 2005). En un conjunto de estudios sin paralelo Clarke et al. (2006) lograron estimar el volumen total del
comercio de aletas por especies de tiburón a partir de monitorear las subastas de aletas realizas en Hong
Kong, durante 1999-2001, considerado el centro de acopio de aletas de tiburón más grande del mundo. A
partir de los pesos promedio calculados para cada una de las aletas subastadas, estos autores estimaron que
el número total de tiburones capturados anualmente es de entre 26 y 73 millones de individuos, con una
mediana total de 38 millones por año. Extrapolando este número a la producción mundial que reporta la FAO,
encontraron que esta es casi 4 veces más grande que la registrada oficialmente. También se ha expandido el
230
consumo de la carne fresca y congelada de tiburones y la carne de las rayas (“alas”) que han sido sustitutos de
las abundantes especies de peces óseos, que ahora también enfrentan problemas de sobreexplotación. La
carne de tiburón es de gran valor en países como la India, Pakistán, Sri Lanka, y por supuesto los países
latinoamericanos y africanos (Rose, 1996).

De la producción nacional de tiburón y cazón, más del 90% es utilizada como alimento para consumo humano
directo, el cual es uno de los más accesibles para las clases populares de bajos recursos de nuestro país. El
resto de la producción en exportado principalmente por la industria que soporta la flota de altura y mediana
altura.

El principal punto de acopio y comercialización de tiburón en México se encuentra en la Cd. de México, en la


llamada “Nueva Central de Abastos y Mariscos”, a donde llega la mayor parte de la producción nacional. De
la producción de tiburones que se comercializa en el mercado interno, los organismos de tallas menores a los
130 cm, tienen alta demanda por su carne blanca y textura suave, mientras que los adultos se cotizan por las
aletas ya que alcanzan, en el mercado nacional y asiático, valores altos y se clasifican de primera y extra. El
precio es mayor en las aletas secas ($800-$900/Kg) que el de las aletas “verdes” o frescas ($600.00 /Kg).
Las mandíbulas, dientes y vértebras forman parte de la artesanía en el país, ya que de los dientes y vértebras
se fabrican collares, pulseras, llaveros. Los hígados de mayor volumen son utilizados para elaborar aceite (de
manera rustica) por los mismos lugareños de la región.

8. Manejo Pesquero

Hasta los años 90’s el manejo pesquero estuvo basado en disposiciones administrativas. Durante los periodos
de desarrollo de las pesquerías regionales, no había medidas de ordenación pesquera, salvo las especificaciones
de los permisos de pesca comercial. Fue a partir de 1993 que se estableció una moratoria a la expedición de
dichos permisos para las embarcaciones menores y en 1998 para embarcaciones mayores.Hasta el año 2001
además de las disposiciones administrativas de control de permisos de pesca, había algunas especificaciones
técnicas, siendo a partir de 1996 que por iniciativa de los productores pesqueros (Confederación Nacional de
Cooperativas Pesqueras y Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola) se gestaron medidas
regulatorias de mayor alcance, considerando las condiciones biológicas de algunas de las principales especies
que soportan la producción pesquera, así la incorporación de enfoques de manejo en función de las tendencias
mundiales. Algunas de esas medidas se han venido aplicando paulatinamente desde 1998.

8.1 Elaboración e implementación de la NOM-029 para regular el aprovechamiento de tiburón y


rayas

El conjunto de medidas de manejo quedaron integradas en una Norma Oficial Mexicana, cuyo diseño e
integración basado en acuerdos entre diversos sectores que le dieron sentido y alcance, ha sido laborioso,
estando sujeto a cambios motivados por intereses, presiones de carácter económico y competencia entre
algunos sectores que confluyeron en confrontación entre criterios de aprovechamiento y conservación. Los
principales temas controversiales han sido el establecimiento de zonas de pesca, la captura incidental y la
prohibición de las redes de enmalle en la flota mayor, ya que implicó reducir zonas tradicionales de pesca y
propiciar un cambio de tecnología para el uso de palangres en una parte de la flota.

El proceso de regulación pesquera implicó un amplio el trabajo técnico y de consenso, involucrando la


participación de investigadores de instituciones académicas, agentes productivos y organizaciones no
gubernamentales (ONG) en el marco del Comité Consultivo Nacional de Normalización de Pesca Responsable
(CCNNPR) especialmente entre los años 2003 y 2007 para concluir la Norma Oficial Mexicana NOM-029.
231
La actual NOM-029 incluye disposiciones para el aprovechamiento sustentable y la conservación de tiburones
y rayas considerando los criterios de manejo aplicables a estos grupos biológicos, principalmente su carácter
de organismos tope en la cadena trófica, su longevidad, segregación de sexos y tallas, fecundidad, longevidad
y su respuesta poblacional a los efectos de disminución de abundancia. También contempla medidas para la
protección de tortugas marinas, mamíferos marinos y otros recursos no objetivo que comparten el ambiente
con los elasmobranquios. En la Tabla 6 se enuncian algunas de las medidas de manejo y regulatorias, tanto
obligatorias como voluntarias.

Tabla 5. Pricipales medidas de regulación contenidas en la NOM-29

232
Este marco normativo forma parte de un instrumento de planeación de mayor alcance: el Plan de Acción
Nacional para el Manejo y Conservación de Tiburones, Rayas y Especies Afines en México (CONAPESCA-
INP,2004) mismo que es acorde con el Plan de acción Internacional de la FAO (IPOA-Shark – FAO, 1998).
El plan nacional contiene un Programa de Regulación enfocado a la NOM-029 (publicada en febrero de 2007
y en vigor desde mayo del mismo año), a su modificación y a la elaboración de otros acuerdos regulatorios y
vedas complementarios.

8.2 Elementos del Plan de Acción Nacional para el Manejo y Conservación de Tiburones y Rayas
en México (PANMCT, 2004)

El PANMCT fue elaborado con las contribuciones de especialistas de diversas instituciones y sectores
productivos entre agosto y diciembre de 2002, constituyendo un “conjunto de directrices y programas
permanentes de investigación, regulación, vigilancia y educación, para ordenar y optimizar las
modalidades de aprovechamiento y conservación de estos recursos en aguas de jurisdicción federal de
México “ Tiene como características ser un instrumento adaptativo, transparente, público, permanente, flex-
ible, que considera la participación de diversos sectores, así como la difusión del conocimiento y las
reglamentaciones implementadas.

El plan contiene entre otros, el diagnóstico sobre el estado actual de las pesquerías y sus recursos y las
directrices y programas de aprovechamiento y conservación. Dos componentes específicos son el Sistema de
Información Nacional de Tiburones y Rayas y las “Estrategias y Procedimientos de Manejo y Regulación” en
donde se especifican los procedimientos de elaboración y/o modificación de NOM, así como la elaboración
de acuerdos regulatorios como las vedas y otros referentes a la captura incidental y especificaciones de
sistemas de pesca. Asimismo, contiene especificaciones sobre el seguimiento y control del propio plan.

Se identifican las siguientes regiones con base en condiciones ambientales, climáticas, sistemas de captura,
distribución y predominancia de especies y aspectos socioeconómicos:

1. Aguas marinas frente a la costa Occidental de la Península de Baja California desde la frontera con
Estados Unidos de América hasta el paralelo 22.5° N
2. Golfo de California, hasta el paralelo 22.5° N.
3. Aguas marinas y costeras frente a las costas de los estados de Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y
Guerrero.
4. Golfo de Tehuantepec, comprendida por las aguas marinas y oceánicas frente a los estados de Oaxaca
y Chiapas.
5. Aguas marinas del Golfo de México, frente a los litorales de los Estados de Tamaulipas, Veracruz, y
Tabasco.
6. Sonda de Campeche y Mar Caribe, comprendiendo las aguas marinas frente a los Estados de
Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

En la Figura 13 se presentan las principales medidas de ordenación por región geográfica, destacando las
aguas del Océano Pacífico en donde existen mayores medidas aplicadas entre 1996 y 2008.

233
234
Figura 13. Regionalización de la pesquerías de tiurones.
Tabla 6. Cronología de la elaboración e implementación de las principales acciones de ordenacion pesquera

235
Tabla 6. (Continiación)

236
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