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REVISTA LATINOAMERICANA DE LECTURA

ISSN 0325/8637 CODEN LVIDDG

AÑO 24
junio 2003

2
BERTA BRASLAVSKY

¿Qué se entiende
por alfabetización?

Se podría aceptar que la escritura culminó su


propia expansión –aunque siempre inacabada–,
en la cultura de la modernidad asociada a la re-
volución industrial, y que las nuevas tecnolo-
gías de la comunicación han conquistado su
hegemonía en la cultura globalizada de la “era
electrónica”, en la posmodernidad.
No es extraño que se ponga en tela de jui-
cio la hegemonía que ha tenido la alfabetiza-
ción por medio de la escritura impresa en la es-
cuela, que en épocas remotas nació para poner-
se al servicio de la cultura escrita. Las tecnolo-
gías y, en particular, la informática no sólo han
participado en los cambios geopolíticos y eco-
nómicos, sino que también han producido y
producen cambios culturales tan profundos que
ponen en duda el futuro de la escuela misma y
del maestro.
A este respecto, Leu y Kinzer (2000:111)
Profesora Honoraria de las universidades consideran que
nacionales de Buenos Aires y La Plata. Asesora “en el futuro, las fuerzas culturales van a se-
Pedagógica en el Programa de Acción Prioritaria guir definiendo las formas y funciones de la al-
de la Secretaria de Educación del Gobierno de la fabetización tanto como la naturaleza esencial
Ciudad de Buenos Aires. de su enseñanza”.
Y si bien resulta imposible predecir lo que tización científica”, “ecológica’’, “informática,
sucederá dentro de 200 o de 600 años, sí se pue- “tele-alfabetización”. Se generan confusiones
de prever que en el tiempo más inmediato pre- que pueden deberse a la inmadurez de los con-
valecerá la convergencia entre la enseñanza de ceptos o, simplemente, a malentendidos en la
la lectura y la escritura y las técnicas de la in- equivalencia entre las lenguas, especialmente a
formación y la comunicación. Mientras tanto, la partir de su uso como traducción del término in-
escuela sigue todavía sin resolver los problemas glés “literacy”.
que siempre ha tenido con la alfabetización, y
Su definición no es una cuestión meramen-
surgen nuevas investigaciones y reflexiones so-
te académica sino que tiene otros alcances
bre esta última, cada vez más complicada ante
cuando se reconoce que la política afecta a la
los cambios acelerados de la informática.
definición de la alfabetización y que, a su vez,
Por de pronto, se generaliza una nueva no- la definición afecta a la política. Algunos auto-
ción del tiempo que ocupará la alfabetización res creen que
en la vida humana. Antes se entendía que ese
“la definición de alfabetización determina el ni-
proceso debía iniciarse deliberadamente en de- vel de involucramiento y, en consecuencia, el
terminado momento del desarrollo individual y nivel de financiamiento de la educación básica”
los sistemas formales regularon normas para su (Venezky, 1990: 2).
comienzo a los 6 ó 7 años con una duración va-
riable de 3, 4 ó 6 años de escolarización persi- Si bien es cierto que ni la política ni la cu -
guiendo un modelo de alfabetización basado en rricula del sistema formal se hallan general-
la escritura manuscrita e impresa al que se que- mente orientadas por un concepto previo y for-
ría llegar. mal de la alfabetización, este concepto está im-
plícito tanto en la enseñanza como en la evalua-
No en vano la Década de la Alfabetización ción y en la promoción de los alumnos. Si se lo-
(2003-2012), que se lanza por iniciativa de las grara explicitarlo y reformularlo, tal vez se am-
Naciones Unidas, se presenta con “una visión pliarían las políticas más generales de la alfabe-
renovada”. Ahora la alfabetización se entiende tización para facilitar la elaboración y reelabo-
como un largo proceso que comprende todo el ración de las orientaciones y adaptaciones curri-
desarrollo humano, que cambia en las culturas y culares en todos los niveles, con sus consecuen-
en la historia; que, efectivamente, mucho tiene cias para la alfabetización real.
que ver con la escuela, sobre todo si dicha alfa-
betización se contextualiza en el entorno esco-
lar; pero que también depende de la sociedad y Definiciones
de la política. Surgen nuevos modelos que ex-
plican su naturaleza y ayudan a comprender las Por motivos similares a los que ahora nos
discusiones sobre su desescolarización, hecho preocupan, en el año 1987 tuvo lugar en la
que ha preocupado a los educadores desde hace Universidad de Pennsylvania un simposio
algunas décadas y que tanto tiene que ver con la donde Richard Venezky decía que el vocablo
validez de la educación formal en la sociedad “literacy” (equivalente a “alfabetización’’ en
organizada. castellano) es
“una de esas clases de términos autopositivos,
como ‘libertad’, ‘justicia’, ‘felicidad’, que asu-
¿Qué se entiende mimos por su contenido y cualidades necesarias
por alfabetización? y sus deseables atributos en nuestra cultura. Pe -
ro que bajo una indagación más profunda se ha-
La palabra “alfabetización”, que parece haberse ce vastamente más compleja y a menudo elusi-
va sin producir una caracterización simple o una
formulado por primera vez a fines del siglo
definición” ( Venezky, 1990: 2).
XIX, se ha generalizado en los tiempos recien-
tes: se la utiliza en una acepción original gene- Por su parte, en el Diccionario de Alfabeti-
ralmente ambigua y sin consenso, pero también zación de la Asociación Internacional de Lectu-
se la emplea con un sentido metafórico en muy ra (Harris y Hodges, 1995:140) donde se enu-
diversas expresiones tales como “alfabetización meran treinta y ocho “tipos de alfabetización”,
tecnológica”, “alfabetización musical” “alfabe- se dice que 3
“un consenso sobre una definición única de al- embargo, a partir de la definición más general
fabetización es casi imposible”. que se ha presentado en último término, convie-
Prefiriendo el uso plural de “alfabetizacio- ne despejar la noción de “metáfora de la alfa -
nes”, enumera varias definiciones que se refie- betización’’ para desglosarla de las que se re-
ren a habilidades de leer, niveles de lectura y fieren, en sentido directo, a la lectura y la escri-
escritura, niveles de comprensión, dimensiones tura.
funcionales sociales y culturales, la extensión
del término para nuevas competencias y más
aún, como estrategia de liberación en la “capa- Metáforas de la alfabetización
cidad de leer el mundo’’, como lo propone Pau-
lo Freire. La explicación del sentido figurado de la alfa-
betización que se expresa en las metáforas pue-
Advertida la ambigüedad del término “lite - de encontrarse a partir del epígrafe del primer
racy”, tanto o más ambigua resulta su traduc- capítulo del importante ensayo sobre alfabeti-
ción a nuestro idioma por el vocablo “alfabeti- zación científica y tecnológica de Gérard Fou-
zación”, que se encuentra en los diccionarios de rez (1997), que dice:
lengua castellana, incluido el de la Real Acade-
“Desde hace algunos años, sobre todo en los
mia, como “acción y efecto de alfabetizar”, y países anglosajones y en los países del norte de
“alfabetizar”, como “poner por orden las le - Europa, la expresión alfabetización científica y
tras” o “enseñar a leer”, y “analfabeto” ( del tecnológica (Scientific and Technological Lite -
griego “an”: sin y “alphabetos”) como el que racy) está de moda. Se trata de una metáfora
“no sabe leer”. También se encuentra la díada que alude a la importancia que ha tenido la
“letrado/ iletrado”, equivalente al “literate/ illi - alfabetización a fines del siglo pasado; la ex-
terate”, más cercano al vocablo “literacy” que presión designa un tipo de saberes, de capacida-
se vincula al adjetivo “ilustrado”, derivado del des o de competencias que, en nuestro mundo
latín “litteratus” que significa sabio, docto, técnico-científico, corresponderá a lo que fue la
instruido. alfabetización en el siglo pasado’’ (Fourez,
1997: 15, el subrayado es nuestro).
En el diccionario publicado por el diario
Clarín (1997) y asesorado por la Academia Ar- Con el propósito de cambiar esa perspecti-
gentina de Letras se encuentra el sustantivo “al- va, explica las razones del movimiento que se
fabetización” con dos acepciones: 1) “enseñan- titula “Ciencia, Tecnología y Sociedad’’ (CTS)
za de las primeras letras”, 2) “acción para com- con la tentativa de renovar la enseñanza de las
batir el analfabetismo”. ciencias y relacionarlas con su contexto huma -
no a través de la combinación de tres ejes: eco-
Son definiciones que podrían responder a la nómico-político, social y humanista, siguiendo
idea surgida empíricamente de la experiencia la dirección de los movimientos emancipadores
del siglo XX, que se expresaría desde el punto del siglo XVIII.
de vista de una práctica elemental de la lectu -
ra y la escritura adquirida por las grandes ma - Son señaladas sus diferencias con el con-
yorías. Es la experiencia de la promoción de las cepto original que tiene solamente sentido para
“campañas de alfabetización” realizadas en al- la lengua escrita. Por su parte, Oliveira y Valsi-
gunos países en ocasión de revoluciones o ner (1998) reconocen lo que todas tienen en co-
grandes cambios sociales (URSS o Cuba) e mún observando que, si bien se habla de “alfa-
igualmente por agencias internacionales como betización en computación’’, “alfabetización
la UNESCO o la OEA. Y, también, del empeño- matemática’’, “alfabetización científica’’, no se
so esfuerzo de quienes, en las jóvenes naciones habla de alfabetización en cocina, en manejo de
de Latinoamérica, enseñaron la lectura y la es- vehículos o en jardinería. En esas actividades
critura a las generaciones que, desde los finales cotidianas, la diferencia interindividual está re-
del siglo XIX, se incorporaron al sistema for- conocida por el lenguaje a través de expresio-
mal naciente. nes como “es una buena cocinera’’ o “un mejor
conductor que otro’’. Pero el reconocimiento de
La precedente revisión confirma la opinión esas cualidades y diferencias no conduce a una
de los autores que consideran imposible emitir construcción esencialmente alfabetizada. De
4 una definición única de la alfabetización. Sin ese modo, consideran que la
“alfabetización es un concepto selectivamente La dicotomía alfabetización/
aplicado a los dominios de nuestra actividad so- analfabetismo
cio mental” (op.cit:1).
Al mismo tiempo integran esta concepción Para definir mejor la alfabetización conviene
individual a la dimensión más amplia de la mis- analizar el término igualmente relativo de su
ma como opuesto, el analfabetismo.
“un fenómeno histórico, vinculado a la historia Los términos asimétricos de “letrado/iletra-
particular de las sociedades y a la transforma- do’’ (o alfabetizado/analfabeto), que datan de la
ción dentro de esas sociedades” (op.cit.:2). segunda mitad del siglo XVI, se anticipan en
varios siglos al término “literacy’’ (alfabetiza-
No se puede concluir el tratamiento de las
ción) aparecido en el léxico inglés casi al final
metáforas sin considerar el uso que suele hacer-
del siglo XIX.
se de ellas en la curricula escolar, especialmen-
te en el nivel inicial, donde a veces se encubren En la Edad Media, ser letrado significaba sa-
inseguridades bajo la presión de antiguas con- ber leer, mínimamente, latín. No comprendía la
cepciones sobre la maduración biológica, orien- escritura, que entonces era una técnica compleja
tadas por el paradigma biológico del positivis- y ardua reservada a los “copistas’’. Téngase en
mo. cuenta que esa técnica, que incluía el procesa-
miento del pergamino y las plumas, requería ins-
Así, se manifiestan a favor de una defini-
trumentos especiales y esfuerzos corporales.
ción de la alfabetización como a la que alude
Joyce Manny (2000:65): “construcción del co- A partir de los cambios tecnológicos que
nocimiento del mundo”, o bien como produjo el uso del papel y de los renovados ins-
trumentos de escritura y sus consiguientes cam-
“el proceso cognitivo-creativo de comprensión
y reelaboración del universo perceptivo simbó- bios, pero sobre todo gracias a la introducción
lico-lógico-imaginativo, producto de la cultura de la lengua vernácula por la Reforma, se con-
de una determinada etapa histórica’’; sideraba letrada a una persona que podía leer –o
mejor dicho descifrar– la lengua nativa.
tal como aparece en el Marco General del
Pre Diseño Curricular del Nivel Inicial de la Se reconoce que el término moderno “alfa-
Ciudad de Buenos Aires (1999:23 ) porque, se betizado” o “letrado” (“literate” en inglés) con-
dice, nota un nivel bajo del conocimiento y uso de la
lectura y la escritura. Cuando se hace referencia
“es necesario hacer un uso no convencional y a los que ponen en juego las habilidades supe-
metafórico (del término alfabetización) de ma- riores que intervienen en la lectura –por ejem-
nera de iluminar más claramente un campo que
plo, para leer a los grandes autores de la litera-
ha estado en penumbras durante demasiado
tiempo” (Frabboni, 1985). tura–, se agrega modificadores como “alfabeti-
zados avanzados” o “altamente alfabetizados’’.
En deliberada oposición a estas definicio- Algunos diferenciaron la “alfabetización prag -
nes, la declaración conjunta de dos asociaciones mática” de la “alfabetización cultural” (Ve-
científicas de gran trascendencia (IRA y NAE- nezky, 1990: 3).
YC, 1998:11) propone
Nuevas investigaciones históricas, con en-
“centrarse en la lectura y foques originales, sobre las “revoluciones de la
la escritura más bien que lectura” (Cavallo y Chartier, 1998:52) conside-
en una posible defini- ran la importancia de
ción más amplia de
alfabetización”. “la identificación de las grandes dife-
rencias que, a largo plazo, se fue-
Despejado el con- ron ahondando entre los lecto-
cepto metafórico, para- res y las lectoras”.
sitario, de la alfabetización,
se puede volver al original, no Estas investigacio-
menos complejo. nes han reconocido las
diferencias entre modelos
como el cortesano, el mo- 5
nástico, el escolástico, el moderno y, aunque Para ser “alfabetizado funcional” debía ser
más preocupados por los usos y sus formas, no capaz de
deja de tener presencia la asimetría entre las dos
tendencias de la alfabetización: una selectiva y “intervenir en todas las actividades en las cuales
otra popular. la alfabetización es requerida para el efectivo
funcionamiento de su grupo en la comunidad y
La diferencia se hace más explícita en los también para capacitarlo en la continuidad del
niveles de alfabetización del siglo XX cuando uso de la lectura, la escritura y el cálculo para sí
se define la alfabetización funcional. mismo y para el desarrollo de la comunidad”.

Era una definición esencialmente relativa,


La alfabetización y sus niveles ya que depende del contexto social al incluir
dos condiciones: 1) la habilidad de la lectura
Durante la primera guerra mundial, cuando se y la escritura, y que 2) ese dominio permita
comprueba que los reclutas podían leer y escribir cumplir con las exigencias de la comunidad.
pero en un nivel que no les permitía cumplir sus
funciones como soldados efectivos, se origina en No se trata de la importancia que tiene la al-
Estados Unidos el concepto de alfabetización fabetización en cuanto a la relación personal,
funcional. subjetiva, del alfabetizado con el texto, sino en
cuanto le sirve a la persona para ser eficaz en el
Más tarde, con motivo del programa de la trabajo, consciente en el voto, responsable en
UNESCO para eliminar el analfabetismo en el todos sus comportamientos y en las transaccio-
mundo, con la colaboración de la OEA para nes con su medio. Es decir, en todas las activi-
América Latina, William Gray (1957) publicó dades que se relacionan con la vida pública en
una primera clasificación de los niveles de alfa- la adultez. Por eso corresponde hacer algunas
betización en su clásico libro “La enseñanza reflexiones con respecto a la edad en que un in -
de la lectura y de la escritura”. dividuo puede considerarse “alfabetizado” y
con respecto a la extensión que, para serlo, re -
Normas mínimas y quiere la educación.
“alfabetización funcional”
Antes de determinada edad, una persona no
En función de las campañas de alfabetización, está en condiciones de demostrar su capacidad
con recursos limitados, en regiones con grandes de usar funcionalmente la lectura y la escritura.
carencias económicas y atraso social, con ma- A este respecto, se destaca que las agencias que
yor frecuencia en zonas rurales, Gray diferen- se ocupan de los censos han ido variando los lí-
ciaba entre: 1) las normas mínimas de alfabe- mites de edad para evaluar la alfabetización.
tización y 2) la alfabetización funcional. Así, en los Estados Unidos, desde 1870 hasta
1930 se registraban a partir de 10 años; en 1959
Las normas mínimas comprendían técni- y 1969, a los de 14 años y más. La UNESCO en
cas rudimentarias para leer un pasaje fácil y fir- 1957 fijaba como límite los 15 años o más (Ve-
mar con su propio nombre para resolver algunas nezky, 1990: 5).
necesidades de la vida cotidiana, ejercer los de-
rechos cívicos y adquirir algún prestigio en las En cuanto a la extensión de la educación
comunidades con mayoría de iletrados. La alfa- formal obligatoria –de “educación común” o,
betización funcional se proponía que el alum- más recientemente de ”Educación General Bá-
no fuera capaz de leer y escribir un párrafo en sica”–, históricamente, de hecho, ha variado de
su lengua vernácula y escribir una carta con to- acuerdo con las necesidades de la vida pública
dos los requisitos formales. Para lograrla, se ne- o, más concretamente, con las necesidades de
cesitarían tres años de educación formal. que el alumno estuviera preparado para el traba-
Ese concepto evolucionó, y en el año 1978 jo. Así, por ejemplo, mientras que con tres años
la UNESCO definió al “alfabetizado’’ como de escolaridad una persona podía haber estado
alfabetizada para su desempeño en el área rural,
“alguien que puede comprender o escribir un no pudo haberlo estado después de la tecnifica-
texto corto y breve de su vida diaria” (Ryan, ción de la agricultura.
6 1995).
Nuevos niveles des mayorías, que en un principio participó de
y “alfabetización avanzada” los proyectos emancipadores de la modernidad
y de las utopías igualitarias, en realidad, y espe-
En las cuatro décadas transcurridas desde esa cialmente a partir de la segunda mitad del siglo
categorización se han producido cambios dra- XX, se adaptó formalmente a las características
máticos en cuanto a las expectativas en la alfa- heterogéneas de la sociedad que la construyó.
betización y han variado los criterios para defi- En los sistemas formales, los grados termi-
nir los niveles, debido a la gran complejidad nales de la educación básica se correspondieron
ocupacional en la sociedad post-industrial; los con los niveles de la alfabetización funcional de
materiales ocupacionales (manuales, instructi- acuerdo con las exigencias del trabajo. Su evo-
vos, memos, etc.), que están escritos en un nivel lución, impulsada por las nuevas tecnologías,
más alto que el requerido por la alfabetización implicaba la necesidad de tener nuevas habili-
funcional; la acumulación de información y la dades para leer los materiales más complejos
dificultad para su procesamiento; la renovación que se generaban. En efecto, la alfabetización
de información que requiere ese procesamiento; “avanzada’’, tal como la define Chall, no deja
los cambios en los textos y su lecturabilidad ca- de ser un grado más alto de la alfabetización
da vez más difícil. funcional.
Mientras aumentan las dificultades, se com-
prueban grandes falencias en la comprensión de
los textos escritos, aún entre los jóvenes que Analfabetismo versus
han cursado el nivel medio. En los Estados Uni- alfabetización
dos, por ejemplo, hace poco tiempo se ha com-
probado que el 70% no puede comprender un En los países desarrollados se considera virtual-
editorial del New York Times. En nuestro país, mente eliminado el analfabetismo, en los cua-
dos investigaciones dirigidas por la Dra. Ko- les, según los datos de 1990 (Greaney, 1996), la
vacci demostraron que los alumnos que ingre- tasa del analfabetismo era del 3.3 % con una
san a la carrera de Letras en la UBA muestran proyección del 1.4% para el año 2000. Pero en
grandes falencias en la producción de textos es- el mundo era del 26.5% (con una proyección
critos y en la comprensión de la lectura1. del 21.8% para el 2000). Además, estaba distri-
buido del siguiente modo: 52.7% en el Sub-Sa-
Ante estos hechos se propician cambios en hara; 52.7% en África; 48.7% en los Estados
los alcances de la alfabetización y sus equiva- Árabes; 53.9% en Sudáfrica; 23.8% en el Este
lencias escolares. La pregunta principal es ¿cuál asiático; 15.3% en Latinoamérica y el Caribe.
es la alfabetización requerida para vivir en una
sociedad post-industrial compleja?, desde su la-
boratorio en la Universidad de Harvard, J. S.
Chall (1990) sugiere los siguientes niveles: El analfabetismo en los países
“en desarrollo”
1) por debajo del nivel funcional, que com-
prende desde el completamente iletrado Las cifras ponen de manifiesto la heterogenei-
hasta el que sólo lee etiquetas y signos; dad que existe en el mundo globalizado con res-
2) nivel funcional, que permite leer textos pecto al alcance de la alfabetización, teniendo
simples, tales como artículos fáciles de re- en cuenta que ésta se toma como uno de los in-
vistas y el “periódico local”; dicadores del desarrollo de los países, junto con
el de la mortalidad infantil, la expectativa de vi-
3) lectura avanzada, que permite leer textos da, el nivel de ingreso de la familia.
escritos de manera abstracta, con capacidad
de resolver problemas procesando una in- En 1990, siguiendo a Greaney (1996), se
formación compleja. Debería corresponder- puede afirmar que la gran mayoría del total de
se con diez años de escolarización. los analfabetos por encima de los 15 años de
edad se encontraba en tres regiones: Sudasiáti-
Se puede advertir que la alfabetización, re- ca, Este asiática y Sub Sahara africana. Varios
conocida y virtualmente definida como práctica de los países comprendidos alcanzaban entre el
elemental de la lectura y la escritura de las gran- 73% del analfabetismo (Gambia) y el 82% 7
(Burkina Faso). Sin embargo, las estadísticas en el desarrollo de la alfabetización” (Lundberg
demuestran que, cuando se compara el analfa- y Linnakyla, 1993).
betismo por grupos de edad, las tasas son mu- La alfabetización femenina es especial-
cho mayores para los que superan los 44 años. mente relevante en este aspecto. Numerosos es-
La diferencia con el grupo de 15-19 años es tudios consideran que la alfabetización de la
muy notable en todos los casos, especialmente madre es, para estos efectos, más importante
en el Este asiático, donde es más de ocho veces que la del padre (Greaney, 1996).
menor (grupo de 44 + años representa el 51.8%
y el de 15 -19, el 6.3%).
La diferencia entre esas franjas de edad de- El analfabetismo en las sociedades
muestra el éxito en la educación a pesar de la letradas
subsistencia del analfabetismo cuyos problemas
son polifacéticos y comprenden dimensiones Otros son los problemas que surgen cuando se
culturales, económicas y políticas íntimamente trata del analfabetismo en las sociedades letra-
relacionadas con las condiciones de vida y el ni- das, ya sea en los países desarrollados o en los
vel de escolaridad de la mayoría de la pobla- medios urbanos extensamente alfabetizados de
ción. los países periféricos. En primer lugar, se trata
de resolver el problema de los límites entre el
Antes de alfabetizarse, los niños y niñas de- alfabetizado –o letrado– y el analfabeto.
ben pasar por la prueba del hambre y la desnu-
trición de los críticos primeros años y sobrevi- Aunque comúnmente se reserva el término
vir a las enfermedades que resultan de condicio- de analfabetismo para la situación más extrema
nes sanitarias deplorables, que determinan mi- del analfabetismo absoluto, usado en las esta-
llones de muertes antes de los cinco años de dísticas, se considera que el concepto ya trata-
edad. Se agrega a las dificultades, la escasez de do de funcionalidad que introdujo la UNESCO
escuelas para la educación básica, de personal tuvo la intención de resolver las dificultades
docente capacitado, de bibliotecas y materiales que genera la posibilidad de establecer un cor-
escritos en general. te entre los términos de la dicotomía alfabetiza-
do/analfabeto. En las sociedades letradas, rara-
Un dato muy importante, dada sus conse- mente se aplica el concepto de analfabetismo y
cuencias, es el de las diferencias de género en el alfabetización en sus respectivos extremos, ya
analfabetismo, tanto en los países centrales co- que dependen del quantum que se define según
mo en los periféricos. En los totales, en los paí- los niveles en cada país y cada época. Es fre-
ses desarrollados se enmascara esa diferencia, cuente el uso de “lectores pobres” en oposición
ya que la tasa promedio de los analfabetos de a “buenos lectores”.
género masculino y femenino es, respectiva-
mente, del 19.4% y del 33.6%. Por su parte, en Pero el concepto de funcionalidad cambia
los países emergentes la diferencia promedio es según la evolución de la cultura del trabajo. Se-
del 25.1% para los hombres y 45% para las mu- gún el concepto de alfabetización funcional del
jeres, pero se distribuye de manera diferente se- año 1978, los requerimientos para “intervenir
gún las regiones. Con excepción de Latinoamé- en todas las actividades en que la alfabetización
rica y el Caribe, la tasa femenina de analfabetis- es requerida’’, en la sociedad industrial y post-
mo es más del 50% mayor que la masculina. industrial, pueden ser inaccesibles para mu-
Entre los países donde el analfabetismo femeni- chos, aunque hubieran logrado la capacidad de
no es el 80% más alto se cuentan: Afganistán, interpretar el simbolismo de la lengua escrita y
Benin, Burkina Faso, Chad, Gambia, Nepal, Ní- producir escritura con significación.
ger, Sierra Leona, Sudan (Greaney,1996: 9-10). En la sociedad post-industrial muchos de
Se destaca especialmente el estudio sobre la los que estaban alfabetizados se transforman en
alfabetización en países periféricos realizado en analfabetos funcionales. Si consideramos más
1992 por la Asociación para la Evaluación so- profundamente esta cuestión, dice Ryan
bre los Logros Educacionales, en el cual se (1995), “nos damos cuenta de que todos somos
identificó analfabetos de una u otra manera’’, podemos
leer la página de un libro pero no podemos
8 “al entorno familiar como el factor más crítico comprender una página con estadísticas; pode-
mos leer un mapa pero no comprender el dia- origen orgánico (según las estadísticas en la re-
grama de un circuito de electricidad. lación de 1:10, en comparación con la ceguera
de 1:2500).
“La dicotomía alfabetizado versus analfabeto
no es suficiente para manejarnos con los niveles Estos autores analizan objetivamente, en la
de habilidades que van desde cero hasta Shakes- sociedad letrada, cómo se manejan los adultos
peare’’ (Ryan, 1995:90). analfabetos o los “lectores pobres”, que están
en el difuso límite de la alfabetización/ analfa-
Reacciones individuales de los betismo. Sus datos dan cuenta de diversas res-
analfabetos en la sociedad ilustrada puestas de evasión, negación, ocultamiento.
Eligen porciones de la cultura que ponen poco
Walter Ong (1993) ha sintetizado los métodos énfasis en la lectura y se concentran en la prác-
utilizados en investigaciones cuyos resultados tica de su funcionamiento; optimizan las activi-
conducen a la conclusión de que existe una dades manuales más que el uso de papel y lápiz;
marcada diferencia entre las características del explícitamente aceptan restricciones ocupacio-
pensamiento contextualizado en el ambiente in- nales y se conforman con una menor movilidad
mediato con respuestas concretas en el caso de social: ”yo sé que no soy muy inteligente, así
los analfabetos y las características abstractas, que me limito a lo que puedo hacer para ganar -
generalizadoras, del pensamiento de los alfabe- me la vida”. Otros opinan que “en nuestros
tizados. días se puede obtener información sin tener que
Son más recientes las publicaciones de es- leer, gracias a la televisión y a la radio”, o que
tudios acerca de las consecuencias que tiene so- no han aprendido su oficio por los libros sino
bre un individuo su condición de iletrado y sus “a través del contacto y la interacción con per -
reacciones ante las actitudes que la sociedad le- sonas experimentadas”.
trada asume ante los analfabetos (Hagell y Tud-
ge, 1998).
La “oralidad alfabetizada” en los
Mientras la alfabetización ha sido conside- grupos urbanos
rada como una necesidad para acelerar el pro-
greso, como un mérito y una virtud que le Más allá de los estudios que revelan las
confiere poder a quien la adquiere, reacciones individuales de los anal-
el analfabetismo ha sido con- fabetos en la sociedad letrada, se
templado como un oprobio dispone de informes sobre
social y como un estigma nuevos estudios que se rea-
individual. En esas con- lizan en Brasil sobre el
diciones, el analfabeto “letramento”, que enfo-
no sólo padece las con- can el impacto social de
secuencias de su inha- la escritura según la
bilidad para manejarse tradición que en ese
en el mundo letrado y país fue iniciada por
las consecuencias prác- Paulo Freire (A. B.
ticas de esa “minusva- Kleiman, 1998). Tén-
lía” social, sino que gase en cuenta que en
además recibe los efec- Brasil el 25% de la po-
tos del estigma de la rotu - blación no puede leer y
lación. Se trata de averiguar que en el Noreste llega al
de qué modo se internalizan 68%.
en el individuo rotulado las re-
Ángela B. Kleiman se ocupa de
presentaciones sociales descalifican-
los grupos urbanos que, habiendo sido
tes del analfabetismo y cómo se hace conscien-
excluidos de la escuela, realizan una variedad
te de esa doble limitación.
de estrategias para desenvolverse en las institu-
Hagell y Tudge (1998) consideran que es un ciones que demandan el manejo de la lengua es-
estigma mucho más frecuente que los que se crita. En ese contexto, los estudios se vinculan,
han generado históricamente por falencias de en particular, a las necesidades prácticas de los 9
grupos comprometidos en la transformación de ridad intelectual de los analfabetos”. Procura
sus condiciones sociales. demostrar que en estos líderes sociales se ha
desarrollado una capacidad discursiva sin apo-
Resulta sumamente interesante el análisis
yo del sistema alfabético que permite desmitifi-
del discurso de los líderes de movimientos po-
car el extendido concepto de la relación de cau-
pulares o sindicales que permite descubrir un
sa a efecto entre el dominio de la escritura, tal
nuevo tipo de “oralidad alfabetizada”. Compa-
como se plantea en el sistema formal, y la capa-
rada con la “segunda oralidad” que describió
cidad reflexiva de los individuos. Por lo que,
Walter Ong (1993:133-136) en las sociedades
dice,
tecnificadas –mediante el uso del teléfono, la
radio, la televisión–, ésta es una oralidad secun- “existe evidencia de que el uso y la adquisición
daria de cuño popular. formal del sistema de escritura no puede seguir
siendo el criterio que defina la inclusión o ex-
“El concepto de oralidad aquí propuesto se vin- clusión en una comunidad letrada” (Kleiman,
cula fuertemente con la noción de popular ver- 1998:210).
sus las formas académicas y culturales” (Klei-
man, 1998: 210).
El discurso alfabetizado, en ese caso, no es Modelos de la naturaleza
el producto del aprendizaje con los libros sino a de la alfabetización
través de la práctica discursiva, caracterizado
por el poder creciente de verbalizar los temas Con respecto a los enfoques que se aplican pa-
que se relacionan con el mundo social. Su aná- ra investigar e interpretar la alfabetización se
lisis demuestra que existen diferencias entre reconocen los modelos que Street (1984) iden-
los aspectos estructurales y retóricos de su tifica como “autónomo” e “ideológico”. Más
discurso; que los primeros –fonológicos, mor- recientemente, Hagell y Tudge (1998) han ela-
fológicos, sintácticos– todavía pueden ser fuen- borado el modelo: co-constructivo que, de ma-
te de estigmatización aunque incorporan estra- nera expresa, también incluye al analfabetismo,
tegias –hesitaciones, muletillas, hipercorreccio- como ya se ha visto.
nes– como sistemáticos esfuerzos para reprodu-
cir las formas “correctas del habla”. Pero que en
el nivel retórico tienen un impacto equivalente Modelo autónomo
a los textos altamente alfabetizados por su con-
sistencia interna, por la descentración y distan- El modelo autónomo trata a la escritura como
cia del sujeto inmediato (“los derechos de los una variable independiente, y considera a la al-
trabajadores”, en lugar de “mis derechos”) pro- fabetización asociada al progreso, la civiliza-
duciendo un efecto de objetividad y neutralidad ción, la libertad individual, la movilidad social.
típico de los discursos académicos. La analiza per se, ignorando el contexto e inte-
Así se “constituyen en autores de textos resándose solamente por los principios lógicos
completos en toda su relevante intersubjetivi- de su coherencia interna.
dad” (Kleiman, 1998:212) con la misma efica- Es el modelo comúnmente asociado a la
cia de los discursos de quienes han adquirido práctica escolar que, tradicionalmente, se ha
una alfabetización académica de alto nivel. ocupado con preferencia de los aspectos forma-
Sin embargo, manifiestan su inhabilidad pa- les, a veces mecánicos de la escritura y de los
ra el uso del sistema alfabético, que cumplen a métodos y que, en todo caso, ha cedido ante las
través del uso de secretarias, es decir, adoptan- influencias de una psicología y una lingüística
do las prácticas del mundo de los negocios. Las sin compromisos con los problemas sociales y
secretarias registran los textos dictados de culturales.
acuerdo con las reglas de la escritura. Así se es-
tablece una negociación entre ambas partes, pe- Modelo ideológico
ro quien produce los contenidos tiene el poder
de las decisiones. El modelo ideológico, por el contrario, recono-
Con estos argumentos, Kleiman se rebela ce explícitamente que la práctica de la alfabeti-
10 contra lo que considera “el mito de la inferio- zación no es neutral sino que, en todos los ca-
sos, es producto de una cultura, de las estructu- Esa ley, “de educación común”, obligatoria,
ras de poder de una sociedad y de las institucio- gratuita, no confesional, estuvo formulada con
nes en que se adquiere: la familia, la escuela, la tanta sencillez que a veces dificulta explicar por
iglesia, las organizaciones populares. qué fue tan atacada y a la vez tan defendida du-
rante todo el siglo XX. Su gran mérito consistió
Este modelo se halla implícito en la apre- en que su implementación dio como resultado
ciación de los historiadores que reconocen que una alfabetización que ya alcanzó altos porcen-
“cualquiera que sea la definición, la extensión tajes en la década del 30.
de la alfabetización y del analfabetismo refleja Pero no pudo evitar el fracaso de numero-
condiciones sociales, económicas y educaciona-
sos alumnos que repetían y/o desertaban. Las
les” (E. Radwin, 1993).
relaciones de poder, basadas a la vez en causas
Oliveira y Valsiner (1988) consideran tam- económicas y sociales están, sin duda, en la ba-
bién que se de la explicación que puede ofrecer el mode-
lo ideológico. Sin embargo, también jugó su
“al cubrir todo el desarrollo humano y no sola- parte la limitación que se tenía en el conoci-
mente la infancia, el desarrollo de la alfabetiza-
miento de los alumnos y sus relaciones e inte-
ción (y el correspondiente discurso sobre letra-
do/analfabeto) es tomado como un fenómeno
rrelaciones con la familia, la comunidad, la cul-
histórico, vinculado a la historia particular de tura y la escuela. Las ciencias humanas –la psi-
las sociedades y a las transformaciones dentro cología, la sociología, la antropología– recién
de las sociedades” (1998: 2). comenzaban a esbozarse a comienzos del siglo
XX, y los científicos no podían dar el asesora-
Sugieren, como ejemplo, entre otros, la al- miento adecuado. Por el contrario, a veces sus
fabetización universal iniciada por la Reforma recomendaciones, impensadamente, dieron lu-
Protestante en Europa en el siglo XVI a través gar a discriminación y exclusiones como fue el
de la lectura personal de la Biblia, que en el fon- caso de la aplicación de tests para diferenciar en
do respondía a los objetivos sociopolíticos de la sistemas paralelos a los que supuestamente no
internalización de los mecanismos sociales de podían aprender.
control político de la moral individual.
Ahora es el momento en que se plantea co-
Este enfoque permitiría comprender cómo mo responsabilidad del poder político, la obli-
han actuado universalmente, por lo menos en gación de prestarle atención a los avances que
Occidente, las relaciones de poder en la alfa- el conocimiento puede ejercer sobre la política
betización del sistema formal, a través de una educacional, para impulsar la equidad de la
curricula destinada a la educación básica de las educación.
grandes mayorías limitada a la alfabetización También aplica Kleiman (1998) el modelo
“funcional y pragmática”, con poco espacio pa- ideológico en el ensayo que aquí se comenta,
ra la alfabetización “cultural”. confrontando la alfabetización que se adquiere
Con este modelo también podrían explicar- en los movimientos populares con la que ofrece
se las diferencias a favor de América Latina en el sistema formal.
las tasas de la alfabetización (a la vez con gran- Como se ha dicho, esta autora sigue la tra-
des distinciones entre sus países). Tomando en dición brasileña iniciada por Paulo Freire en su
particular el caso argentino, su primera ley de “pedagogía de la liberación” o “pedagogía del
educación, la ley 1420, surgió en 1884 como re- oprimido” y su práctica con las poblaciones
sultado de tormentosas discusiones que culmi- marginales de ese país y de América Latina.
naron en el Congreso Pedagógico más célebre Considera que Freire
de la historia del país y quizás de América Lati- “ya hace 30 años le dio un nuevo significado a
na. En dicho Congreso finalmente triunfó el la práctica de la alfabetización, acentuando la
modelo educacional de la modernidad ilustrada necesidad de desarrollar los programas de alfa-
que había orientado a los mejores líderes de la betización de adultos”
revolución por la independencia, quienes, desde
sus prolegómenos, habían luchado contra la po- con el objeto de desarrollar
lítica educacional de la Colonia, que no era otra “la conciencia crítica de los sujetos para su libe-
que la de la Europa feudal. ración de los límites del confinamiento impues- 11
to por la sociedad letrada a sus miembros no le- En el caso de los analfabetos, se considera
trados” (Kleiman, 1998: 183). lo individual y lo social en la “representación
Pero, además, adopta expresamente los en- social” conjunta o ideas comunes sobre el anal -
foques de Bourdieu y Passeron sobre la teoría fabetismo que se traducen en la estigmatiza -
de la reproducción para demostrar de qué ma- ción. Como se ha visto en las descripciones an-
nera la ideología dominante se reproduce en la teriores, los individuos emplean estrategias al-
ideología de la alfabetización, el conflicto que ternativas. Algunas veces las consecuencias son
se puede generar en las clases oprimidas cuan- psicológicamente positivas como es el caso de
do esas ideologías dominantes son trasladadas a los que se sienten o dicen sentirse tan informa-
las actitudes y a la práctica de los maestros y, fi- dos como los letrados, gracias a la radio o la TV
nalmente, cómo ese conflicto construye paso a y que consiguen trabajo mediante sus contactos
paso el fracaso escolar. personales sin recurrir a los avisos ni al uso de
formularios. En otros casos, por el contrario, las
interacciones de los analfabetos con la sociedad
letrada tienen consecuencias negativas ya que
Modelo co-constructivista se sienten culpables al aceptar la propia respon-
sabilidad por su falencia. Los “lectores pobres”
En relación con las nuevas investigaciones so- suelen expresar que fueron “perezosos”, que no
bre el analfabetismo, Hagell y Tudge sugieren tuvieron voluntad para concentrarse y que, por
“un modelo basado en el enfoque histórico cul- eso, es mucho lo que han perdido.
tural vigotskiano”. Al respecto, dicen: Después del análisis de esos modelos, se
“El analfabetismo, tanto como la alfabetiza- puede considerar como síntesis que la alfabeti -
ción, es una co-construcción formada en el cur- zación, originalmente referida a la adquisición
so de las transacciones entre la cultura y el indi- de la lectura y la escritura, es un proceso cam -
viduo, a menudo mediada por aquellos (padres, biante en la evolución cultural e histórica que
maestros, medios) que ayudan a hacer la cultu- se co-construye socialmente en el continuo de
ra más comprensible” (1998:179).
la evolución individual del ser humano.
A diferencia de otros modelos que conside-
ran el desarrollo individual con independencia
del contexto sociocultural, el modelo de desa- Desescolarización y
rrollo de Vigotsky explica el desarrollo indivi- alfabetización crítica
dual en términos complejos de interacción de
factores individuales, culturales, sociales e his- Volviendo al estudio de Kleiman, ella considera
tóricos. A partir de su ley de internalización, que las prácticas dominantes en la escuela
Hagell y Tudge ensayan algunas hipótesis sobre
la manera en que se internalizan las representa- “pueden ser consideradas como prácticas cuyos
ciones sociales del analfabetismo. A propósito efectos contribuyen a la separación de dos dife-
de los sentimientos de frustración o de vergüen- rentes grupos sociales: los que han sido alfabe-
za, el que es estigmatizado como “analfabeto” tizados y los que no lo han logrado” (Kleiman,
1998:188).
se contempla a sí mismo en el espejo de la vi-
sión que tienen los demás sobre su persona. Al Y que la alfabetización tradicionalmente
internalizar el punto de vista del “otro” puede asociada con la escuela ha ayudado a perpetuar
comprender cuáles son los valores dominantes la línea indeleble de la sociedad dividida en cla-
y puede responder a sus expectativas. ses. Pone en duda la hipótesis general de los
Sin embargo, ni los factores puramente in- efectos cognitivos de la alfabetización, espe-
dividuales ni los puramente culturales pueden cialmente cuando esa alfabetización ha sido ad-
ejercer un rol independiente en las definiciones quirida en la escuela. Sugiere rebelarse contra el
o en las experiencias de la alfabetización y del “mito de la alfabetización” que estigmatiza a los
analfabetismo. Desde esa perspectiva, un logro analfabetos.
individual, tal como el de aprender a leer, es si - Entre sus conclusiones, al identificar los
multáneamente individual, cultural, social e puntos críticos causantes de la violencia simbó-
12 histórico. lica en la escuela, destaca su descontextualiza-
ción con respecto a la identidad de los partici- su institucionalización en los sistemas formales
pantes en sus relaciones sociales. Y, les reco- a partir de las leyes de educación pública de fi-
mienda a aquellos que enseñan a leer y escribir nes del siglo XIX. Para su enseñanza estaban
pero que bien demarcados los límites entre la educación
informal –”difusa”, “cósmica”, “natural” “es-
“no están comprometidos con los movimientos
populares”, “crear contextos donde la escritura pontánea”– y la educación formal –organizada,
sea la respuesta a una necesidad práctica y ma- graduada, sistemática, sometida a fines–. Su
terial: en otras palabras, donde el aprendizaje de aprendizaje empezaba y se perfeccionaba en la
la lectura y la escritura no sea una cosa en sí” escuela.
(1988: 213-215).
Cuando aparecen las postulaciones de Frei-
La contextualización de la escuela sería, re sobre una “alfabetización concientizadora”
así, el complemento de la alfabetización deses- para la liberación de los marginados en sus pro-
colarizada, como único medio de abandonar sus pias organizaciones populares, fuera de las es-
objetivos estrechos y pasar al examen crítico de cuelas sometidas al poder político, “los trabajos
las implicaciones sociales y de las necesidades educativos“ que propone son considerados co-
y propósitos de los alumnos como miembros de mo representativos del creciente movimiento de
una sociedad letrada. la “desescolarización”, entendida como crítica
radical de la educación escolarizada. Eran cues-
tionamientos corrientes –de distinto signo– en
Nuevo sentido de la desescolarización la década del 70. Además de Freire, la “con -
traescolarización” tuvo como principal intér-
La alfabetización parecía ser patrimonio exclu- prete a Ivan Illich en América Latina, que susti-
sivo de la escuela, dado que fue el motivo de su tuía la escuela por una “convivialidad” más o
más remoto origen y, más específicamente, de menos incidental.

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13
Su crítica a la escuela fue mal recibida por es la contribución del hogar para desarrollar las
quienes –siempre en estado de alerta contra los primeras etapas de la alfabetización (1996:13).
enemigos en acecho–, la defendían como una
Más cercanos a nuestro trabajo, los estudios
institución destinada a la “educación popular”,
de alfabetización temprana realizados a partir
según su proyecto original definido por Sar-
de la década del ‘50 en hogares letrados y los
miento, en su libro Educación Popular
que se extendieron en medios muy diversos a
(1849)2.
partir de los ‘90, demuestran la importancia y la
No se trata de remover los enfrentamientos variabilidad del proceso de alfabetización fuera
de los partidarios de la escuela pública con los de la escuela. Son investigaciones que han su-
que propiciaban la “desescolarización” a favor gerido cambios en los criterios sobre el cuándo
de una alfabetización en movimientos popula- y el cómo de la iniciación en la lectura y la es-
res o la posición aún más extrema de la “con- critura (Braslavsky, 2000).
traescolarización”. Tampoco de renovar las po-
Por otra parte, investigaciones de la Organi-
lémicas acerca de la escuela como dominio de
zación para la Cooperación y el Desarrollo de
la violencia simbólica. Grande y extendida ha
Europa (OCDE) comprueban una alta correla-
sido la discusión a través de la cual se desple-
ción entre el nivel de escolaridad de los padres
garon nuevas posiciones, a veces muy contra-
y el fracaso escolar. Son datos que pudieron co-
puestas, que enriquecieron la teoría de la educa-
rroborarse en el estudio que se realizó en escue-
ción.
las de la periferia de la ciudad de Buenos Aires
Corresponde reconocer la importancia de la que tienen las tasas más elevadas de repetición
alfabetización que también se adquiere fuera de en primer grado (GCBA, 2000). Esta correla-
la institución escolar como un hecho de la rea - ción permite suponer que el crecimiento de la
lidad sociocultural, sin que se debilite la defen- alfabetización en la sociedad tiene como valor
sa de la escuela y de la educación sistemática agregado una alfabetización más fácil de las
como una necesidad de la cultura organizada, nuevas generaciones y, con ello, los legítimos
que ha persistido a través de la historia con ras- avances de la educación informal como alivio
gos que le son propios aunque se adaptan a las para la escuela que por ahora asume toda la res-
variaciones culturales que ocurren en el espacio ponsabilidad.
y en el tiempo. Y sin eludir, a la vez, las respon-
Nuevas reflexiones sobre los límites entre
sabilidades del Estado a través de la instrucción
la educación, en su sentido amplio, y sus “for-
pública en la alfabetización de las grandes ma-
mas escolares”, reconocen sus diferencias pero,
yorías. En este caso, el término de “desescola -
al mismo tiempo, la comunicación entre “la ex-
rización” no significa lo mismo.
traterritorialidad de la acción educativa” y la
“especificidad del territorio escolar” (G. Frige-
rio, 2001).
Extraterritorialidad y especificidad
de la alfabetización El modelo co-constructivista, que interpreta
el aprendizaje individual como un fenómeno
que es a la vez individual, cultural, social e his-
Anticipando sus hipótesis sobre la alfabetiza-
tórico permite comprender también el papel que
ción de adultos –y sobre la oralidad alfabetiza-
juega la escuela en ese aprendizaje. Papel que
da–, Kleiman destaca el mérito de algunas in-
fue destacado por Vigotsky al establecer los
vestigaciones que han demostrado la diferencia
vínculos entre la prehistoria del lenguaje escri-
que existe entre los niños que en su primera
to en el desarrollo cultural que recorre el niño
edad han sido socializados solamente mediante
desde que inicia sus primeros aprendizajes en la
el lenguaje oral, cuando los padres tienen un
familia, y la historia que se inicia en la escuela
bajo nivel de escolaridad y los que, por el con-
como lugar privilegiado para la adquisición de
trario, tuvieron la oportunidad de interactuar
los procesos psicológicos superiores. Fue un
con el lenguaje escrito gracias a la mediación
ideal de escuela que encontró grandes obstácu-
de los padres, ya fueran universitarios, maes-
los externos e internos en la realidad.
tros o intelectuales en general. Por su parte, co-
mo ya se ha dicho, Greaney menciona varias in- Siguiendo las orientaciones del socio-cons-
14 vestigaciones que demuestran cuán importante tructivismo o co-constructivismo se ensayan
múltiples estrategias para entretejer las de los Derechos Humanos y la conven-
experiencias del aprendizaje cotidiano en ción de los Derechos del Niño y en
el medio social con el aprendizaje siste- gran medida por los esfuerzos del
mático y organizado de la escuela don- Sistema de Naciones Unidas– se
de el maestro, en sus transacciones inicia un importante decreci-
con el niño, participa activamente miento del analfabetismo.
para co-construir su alfabetización
En 1970 se registran me-
(Moll, 1995). Pero toda la historia
jores cifras de matriculación
de la alfabetización y su varia-
escolar, pero en la “Decla-
bilidad –por influencias his-
ración Mundial de la Edu-
tóricas, de la evolución de
cación para Todos” que tie-
la misma lengua escrita y
ne lugar en 1990, en Jom-
de los actos de leer y escri-
tiem, Tailandia, se mani-
bir–, permite suponer que
fiesta que todavía existen
su co-construcción deberá
más de 100 millones de ni-
sortear nuevas dificultades
ños y niñas que no tienen
en la era electrónica.
acceso a la enseñanza pri-
maria; que más de 960 mi-
llones de adultos –dos ter-
Alfabetización crítica y cios de ellos mujeres–, son
poder analfabetos y que el analfabetismo funcional es
un problema importante en todos los países,
Kleinman, cuya pertenencia a la pedagogía crí-
tanto industrializados como en desarrollo.
tica se anticipa en el título del ensayo que aquí
se comenta, es fiel a su antecesor, reconocido En el Foro Mundial de Educación que tuvo
como uno de los más conspicuos fundadores de lugar en Dakar, se elaboraron los lineamientos
ese movimiento y, más específicamente, de la de la Década de Alfabetización de las Naciones
alfabetización crítica (Green, 2001:9). Pero al- Unidas que fue aprobada en diciembre de 2001
gunos de los exegetas actuales de la obra de y se desarrollará entre los años 2003 y 2012. Se
Freire comentan las relaciones entre la alfabeti- basa en una “visión renovada de la alfabetiza -
zación y el poder que él formuló, diciendo que ción” que comprende a Todos, gobiernos, co-
la alfabetización no ofrece ninguna garantía de munidades, agencias internacionales; es para
poder: Todos y trasciende las edades; incluye a Todos,
“Es una condición necesaria pero no suficiente.
niños, adultos; implica asegurar niveles efecti-
Tenerla, no garantiza nada pero no tenerla signi- vos y sustentables y oportunidades en la fami-
fica estar sistemáticamente excluido del poder lia, la comunidad, el lugar de trabajo, los me-
económico y cultural”. dios de comunicación. La “Alfabetización para
Todos” implica políticas activas y esfuerzos co-
Se trata, entonces, de tenerla. lectivos para que las personas y grupos alfabe-
tizados hagan uso efectivo de ese conocimiento
(Naciones Unidas, 2000).
La Década de Alfabetización Como se dice en el “Editorial” de Lectura
y Vida del año 24, 1, este lanzamiento, realiza-
Con una visión renovada do por iniciativa de las Naciones Unidas –que
ha hecho tantos esfuerzos para impedir una gue-
Si bien es cierto que la “alfabetizacion” adqui- rra de consecuencias imprevisibles para toda la
rió su identidad a fines del siglo XIX junto con humanidad– “a pesar del clima altamente béli-
las primeras leyes de educación pública, en el co en que nos hallamos”, “permite sustentar la
año 1950 se estimaba que la mitad o más de la esperanza de que otro mundo es posible” (Ro-
mitad de la población mundial era analfabeta. dríguez, 2003: 4). Ante los horrores de la guerra
Cuando, según los historiadores, se inicia la ya desatada, es una perspectiva iluminada por el
“edad de oro” después de la segunda guerra clamor universal que se eleva a favor de la paz
mundial –a partir de la Declaración Universal y la legalidad en la convivencia internacional. 15
Notas Fourez, Gérard (1997) Alfabetización científica y
tecnológica. Acerca de las finalidades de la
1. Proyecto UBACyT F1-024/1991-1994, “Estudio enseñanza de las ciencias. Buenos Aires,
de la comprensión y producción lingüística de es- Colihue.
tudiantes que ingresan a la Universidad (Letras)”
y Proyecto UBACyT F1-078/1997, “La comuni- Frabboni, F. (1985) “Jardín de Infantes y
cación académica en la Universidad”, bajo la di- pedagogía. Este matrimonio no se ha hecho.”
rección de la Dra. Ofelia Kovacci, y con la inter- En Revista Infanzia, 8, Firenze, citado en el
vención de las siguientes investigadoras: Isabel “Marco General” del Pre- Diseño Curricular
de Santa Catalina, Hilda Albano, Mabel Giam- para la Educación Inicial, 1999, 23.
matteo, Laura Ferrai y Dorotea Liberman.
Frigerio, Graciela (2001) “Los bordes de lo escolar.”
2. Recuérdese lo que Sarmiento decía sobre la insti- En S. Duschatzky y A. Birgin ¿Dónde está la
tución de la instrucción pública en el año 1849: escuela? Buenos Aires, Flacso-Manantial,
“El lento progreso de las sociedades humanas ha 109-126.
creado en estos últimos tiempos una instrucción
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (1999) Pre
desconocida en los siglos pasados: la instrucción
Diseño Curricular para la Educación Inicial.
pública. Tiene por objeto preparar las nuevas ge-
Marco general. Secretaría de Educación,
neraciones en masa para el uso de la inteligencia
Dirección de Planeamiento, Dirección de
individual, por el conocimiento, aunque rudimen-
Curricula, Buenos Aires, Argentina.
tario de las ciencias y hechos necesarios para for-
mar la razón, es una institución puramente mo- Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2000)
derna, nacida de las disensiones del cristianismo Proyecto MAESTRO + MAESTRO. Programa
y convertida en derecho por el espíritu democrá- de la Zona de Acción Prioritaria (ZAP) de la
tico de la asociación actual. Hasta ahora había Secretaría de Educación de la Ciudad de Buenos
educación para las clases gobernantes, para el sa- Aires. Módulo de lectura y escritura. Informes
cerdocio, para la aristocracia; pero el pueblo, la de los años 1999 y 2000.
plebe, no formaba, propiamente hablando, parte
activa de las naciones... Cada proceso de las ins- Gray, W. S. (1957) La enseñanza de la lectura y
tituciones ha tenido ese objeto primordial y con- la escritura, un estudio internacional.
tribuido poderosamente a preparar a las naciones “Monografías sobre Educación”, UNESCO.
en masa para el uso de los derechos que hoy no Greaney, V. (ed.) (1996) Promoting Reading in
pertenecen ya a tal o cual clase de la sociedad, si- Developing Countries. Newark, DE,
no simplemente a la condición de hombre”. International Reading Association.
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educación. Connotaciones y aplicaciones de International Reading Association, 2-16.
la psicología sociohistórica en la educación.
Buenos Aires, Aique.
Este artículo fue presentado a la Redacción de
Oliveira M. K. y J. Valsiner (ed.) (1998) Literacy LECTURA Y VIDA en octubre de 2002 y aceptado para
in Human Development. Londres, Ablex. su publicación en noviembre del mismo año.

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