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Resúmenes de los 14 capítulos de todas las

sangres

CAPITULO I.- Se inicia con la existencia del viejo don Andrés de


Aragón y Peralta, quien anuncia su suicidio a partir de la torre del
templo del poblado de San Pedro de Lahuaymarca. Clasifica de
ladrones a sus hijos, don Fermín y don Bruno, por tomar posesión de
sus tierras, Regresa a su vivienda y cumple su amenaza: se envenena
y fallece. Don Fermín y don Bruno se odian mutuamente; el primero
tiene una mina llamada Aparcora, y el segundo es propietario de la
hacienda «La Providencia», que hace laborar a indios siervos. Surge
además en escena Rendón Wilka, un indio comunero que ha vivido en
Lima donde asimiló ideas novedosas.

CAPITULO II.- Don Fermin desea explotar su mina y solicita a su


hermano don Bruno que le conceda sus indios. Don Bruno acepta y
llama al primer capataz, don Nemesio Carhuamayo, para que reúna a
todos los indios. Demetrio Rendón Wilka comienza a laborar como
capataz de la mina de don Fermín, de quien se hace hombre de
confianza. Se cuenta la vida de Demetrio, quien siendo un indio
comunero de Lahuaymarca pasó a Lima, donde laboró en varios
oficios, vivió en barriadas y aprendió a leer y redactar,
intelectualmente asimiló las ideologías revolucionarias, aunque sin
abandonar su identidad andina.
CAPÍTULO III.- Hernán Cabrejos es el ingeniero líder de la mina de
Apar'cora, sin embargo, actúa como mánager encubierto del
consorcio mundial Wisther-Bozart para boicotear las tareas y
imponer de esta forma a que don Fermin venda la mina a dicho
consorcio. Cabrejos habla secretamente con Demetrio confiándole sus
planes y pidiéndole que se sume a él, empero Rendón no acepta.
Cabrejos es llevado por su chofer Gregorio al poblado para que visite
a la adolescente Asunta de La torre a quien la explica como una
aventurera, sin embargo, Cabrejos halla que Asunta es virtuosa y se
percata que Gregorio está enamorada de ella. Cabrejos promete a
Gregorio edas ayudarlo a conquistar a la adolescente, empero a
cambio le exige sumarse a sus planes para boicotear las tareas de la
mina. Gregorio acepta.

CAPITULO IV.- Los 500 indios de don Bruno comienzan a trabajar en


la mina de don Fermin, destinados a llegar a la veta primordial, Don
Bruno visita a su hermano don Fermin y a su cuñada Matilde; conversa
además con Demetrio, a quien exige que cuide a sus indios. A medida
que tanto, Gregorio, en conveniencia con Cabrejos, ingresa al fondo
de la mina, a partir de donde hace ruidos simulando al Amaru o
serpiente de la mitologia andina; lo hace para alejar a los trabajadores
indios y en aquel sentido hacer fallar las tareas. Sin embargo, solo
unos pocos se asustan; para calamidad de Gregorio, justo en ese
instante explota una carga de dinamita en la mina y fallece
despedazado. Sus restos son sepultados, a medida que Demetrio
piensa del ingeniero Cabrejos como promotor de dicha muerte.
CAPITULO V.- Una de las participantes del cabildo, la joven Asunta de La
Torre recibe un papelito donde alguien secretamente le informa que el
ingeniero Cabrejos es responsable del deceso del músico Gregorio.
Mientras tanto, a partir del entierro de Gregorio, Cabrejos sigue a don
Fermín y doña Matilde hasta la casa patronal; allí don Fermin interroga a
Cabrejos y le pide que confiese que envió a Gregorio a la mina para simular
al Amaru; le pregunta además bajo qué intereses actuaba. Cabrejos se
muestra burlón y evasivo, y entonces don Fermín llama a Demetrio, quien
informa todo lo que sabe. Cabrejos admite finalmente estar al servicio de un
consorcio mundial, la Whistert Bozart, y le informa a don Fermín que dicho
consorcio compraría el 80% de la mina dejándolo solo el resto, que ya todo
estaba planificado, pues don Fermin no llegaría a juntar jamás el dinero
necesario para explotar la mina industrialmente.

CAPITULO VI. - Don Bruno obtiene la visita de 3 hacendados: don Adalberto


Cisneros. de procedencia indio, don Aquiles Monteagudo y Ganosa, blanco
empero de familia empobrecida; y don Lucas, abusivo dueño que poseía a
sus indios hambrientos y famélicos. Dichos patrones reclaman a Bruno el
haber comerciado con los colonos indios de sus haciendas. Don Bruno les
responde diciéndoles que cada señor es independiente de hacer lo cual
desee y que no realizaría nada para cambiar el caso. Los visitantes se
sienten ofendidos frente a tal contestación y amenazan desatar una guerra
de hacendados; entonces don Bruno los expulsa de su hacienda. Estos
realizan dados estaban al tanto del caso de los hermanos Aragón y confían
en que don Bruno sucumba absorbido por la voracidad del consorcio que
explotaría la mina. En otra escena surge la Vicenta, una mestiza amante de
don Bruno que espera un hijo suyo; sin embargo, otra amante del jefe,
Felisa, llena de celos ataca a Vicenta con un cuchillo, frente a lo que don
Bruno la dispara, matándola. Desde entonces don Bruno cambiará, dejando
de lado su historia disipada y tratando contribuir a los indios.

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