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Consagrada
P. JAVIER ALVAREZ OMI
La vida consagrada, enraizada profundamente en los
ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor, es un don
de Dios Padre a su Iglesia por medio del Espíritu.
(Juan Pablo II – Vita Consecrata 1)
Los esenios eran una secta judía, establecida desde
mediados del siglo II a.C. tras la Revuelta Macabea
(198 a 142 a. C.). Se retiraron al desierto para
«preparar el camino del Señor», bajo el mando de un
nuevo líder, el Maestro de Justicia.
Si alguien deseaba ser miembro debía ser instruido,
aceptado y luego pasar tres años de prueba para
ingresar definitivamente. A los que entraban en la
comunidad se les exigía una vida entera de estudio
de la Ley, humildad y disciplina. Sus bienes pasaban a
ser parte de la comunidad y se distribuían según las
necesidades. Se imponía la observancia de un estricto
código de disciplina, cuya base era la corrección
fraterna mutua. Las mujeres eran aceptadas dentro de
la comunidad, y los hombres practicaban el celibato,
aunque permitían el matrimonio
El monacato fue introducido desde los
comienzos de la historia del budismo.
La ordenación no es inmediata, es
preciso pasar por un periodo de
noviciado. Un bhikkhu que ha hecho
los votos para unirse a la sangha debe
guardar las reglas de conducta (227
para los varones) del Vinaya, aunque
hay importantes diferencias según las
interpretaciones. La edad mínima para
hacer los votos es de 21 años, pero
esto también puede cambiar según las
distintas tradiciones.
* En Egipto, Sérapis:
- Los enclaustrados: Los reclusos eran personas que se encerraban en el templo para
recibir de su dios un oráculo.
* En Grecia y Roma:
- Los pitagóricos: Practicaban el silencio, la abstinencia y el examen de conciencia.
- Los empedoclianos: Orientación al vegetarianismo.
- Los cínicos: Apuestan por el desprecio de las cosas.(Relativismo)
- El Estoicismo: El bien del hombre consiste en vivir conforme a la naturaleza. Gobierna
la razón y el deber.
- El Neoplatonismo: Utilizaban palabras como ascetismo, vida común, monasterio ya
antes de Cristo. Vivían la castidad. Consideraban su cuerpo como una cárcel del alma.
Eran grandes ascetas.
* También existieron en Escocia y Alemania las Comunidades DRUIDAS. Que más tarde
se insertarían en el Cristianismo.
Carta a Diogneto
Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por el país, ni por
el lenguaje, ni por la forma de vestir. No viven en ciudades que les sean
propias, ni se sirven de ningún dialecto extraordinario; su género de vida
no tiene nada de singular /.../. Se distribuyen por las ciudades griegas y
bárbaras según el lote que le ha correspondido a cada uno; se conforman a
las costumbres locales en cuestión de vestidos, de alimentación y de
manera de vivir, al mismo tiempo que manifiestan las leyes
extraordinarias y realmente paradójicas de su república espiritual.
Cada uno reside en su propia patria, pero como extranjeros en un
domicilio. Cumplen con todas sus obligaciones cívicas y soportan todas las
cargas como extranjeros. Cualquier tierra extraña es patria suya y
cualquier patria es para ellos una tierra extraña. Se casan como todo el
mundo, tienen hijos, pero no abandonan a los recién nacidos. Comparten
todos la misma mesa, pero no la misma cama.
Carta a Diogneto
San Benito otorga una importante posición al Abad: representa al Cristo dentro del monasterio.
También exige de él una sabiduría y doctrina ejemplares. San Benito advierte al Abad que él es
responsable de la obediencia de sus discípulos. Debe hacer, por tanto, todo lo que esté en su
mano para conducir a sus discípulos a la santidad y hacerse « querer más que temer »
El Monacato en Europa
CAPÍTULO LVIII - EL MODO DE RECIBIR A LOS HERMANOS
1 No se reciba fácilmente al que recién llega para ingresar a la vida monástica, 2 sino que,como dice el Apóstol,
"prueben los espíritus para ver si son de Dios" (1 Jn 4,1).
3 Por lo tanto, si el que viene persevera llamando, y parece soportar con paciencia, durante cuatro o cinco días,
las injurias que se le hacen y la dilación de su ingreso, y persiste en su petición, 4 permítasele entrar, y esté en la
hospedería unos pocos días. 5 Después de esto, viva en la residencia de los novicios, donde éstos meditan,
comen y duermen. 6 Asígneseles a éstos un anciano que sea apto para ganar almas, para que vele sobre ellos
con todo cuidado.7 Debe estar atento para ver si el novicio busca verdaderamente a Dios, si es pronto para la
Obra de Dios, para la obediencia y las humillaciones. 8 Prevénganlo de todas las cosas duras y ásperas por las
cuales se va a Dios.
9 Si promete perseverar en la estabilidad, al cabo de dos meses léasele por orden esta Regla, 10 y dígasele: He
aquí la ley bajo la cual quieres militar. Si puedes observarla, entra; pero si no puedes, vete libremente.
11 Si todavía se mantiene firme, lléveselo a la sobredicha residencia de los novicios, y pruébeselo de nuevo en
toda paciencia. 12 Al cabo de seis meses, léasele la Regla para que sepa a qué entra. 13 Y si sigue firme,
después de cuatro meses reléasele de nuevo la misma Regla.
14 Y si después de haberlo deliberado consigo, promete guardar todos sus puntos, y cumplir cuanto se le mande,
sea recibido en la comunidad, 15 sabiendo que, según lo establecido por la ley de la Regla, desde aquel día no le
será lícito irse del monasterio, 16 ni sacudir el cuello del yugo de la Regla, que después de tan morosa
deliberación pudo rehusar o aceptar.
El Monacato en Europa
CAPÍTULO LX - LOS SACERDOTES QUE QUIEREN VIVIR EN EL MONASTERIO
1 Si algún sacerdote pide ser admitido en el monasterio, no se lo acepte demasiado
pronto. 2 Pero si insiste firmemente en este pedido, sepa que tendrá que observar
toda la disciplina de esta Regla, 3 y que no se le mitigará nada, para que se cumpla
lo que está escrito: "Amigo, )a qué has venido?" (Mt 26,50).
4 Permítasele, sin embargo, colocarse después del abad, y si éste se lo concede,
puede bendecir y celebrar la Misa. 5 En caso contrario, de ningún modo se atreva a
hacerlo, sabiendo que está sometido a la disciplina regular; antes bien, dé a todos
ejemplos de humildad.
6 Si se trata de ocupar un cargo en el monasterio, o de cualquier otra cosa, 7 ocupe
el lugar que le corresponde por su entrada al monasterio, y no el que se le concedió
en atención al sacerdocio.
8 Si algún clérigo, animado del mismo deseo, quiere incorporarse al monasterio,
colóqueselo en un lugar intermedio, 9 con tal que prometa también observar la Regla
y la propia estabilidad.
Del Siglo X al Siglo XV
Canónigos Regulares
Son un grupo de canónigos de
catedrales de las ciudades:
sacerdotes, obispos, cardenales...
que hacen vida común siguiendo
una regla monástica.
Las investiduras laicales las intentó solucionar Gregorio
VII, procurando que los reyes ya no se eligieran a sus
obispos sino el Papa. Esto se solucionó mediante el
concordato de Worns 1122.
En Lumen Gentium se habla de la profesión de los consejos evangélicos en la Iglesia. Los votos son un don divino
que se conserva en la Iglesia a través de los religiosos. Es vivir el seguimiento radical de Jesucristo.
Además la vida religiosa: 1º Nos deja más libres frente a los cuidados terrenos. 2º Manifiesta mejor a todos los
creyentes los bienes celestiales y 3º Da testimonio de la vida nueva y eterna anunciada por Cristo preanunciando la
resurrección futura y la gloria del reino celestial.
El segundo documento nos habla de la renovación acomodada a los tiempos de la vida religiosa. El concilio dio tres
claves en las que hay que fijarse: Jesucristo, el fundador y la situación actual.