La iglesia doméstica, comunidad

de oración y evangelización
Encuentros matrimoniales de
Evangelización Digital
P. Miguel Paz, LC
 La iglesia doméstica, reflejo de la
Iglesia entera

En el seno del apostolado evangelizador de los

seglares, es imposible dejar de subrayar la acción
Esto significa que en cada familia cristiana
evangelizadora de la familia. Ella ha merecido muy
deberían reflejarse los diversos aspectos de la
bien, en los diferentes momentos de la historia y
Iglesia entera
en el Concilio Vaticano II, el hermoso nombre de
"Iglesia doméstica“
• (Const. dogm. Lumen gentium, 11) • (Pablo VI, ex. Ap. Evangelii nuntiandi, n. 71)
• Cumplir la voluntad de Dios:
• Vida moral, eclesial y social
Regir:
• Conocimiento de Dios:
• Evangelización, catequesis y predicación.
Enseñar:
• Unión con Dios:
• Oración y sacramentos.
Santificar:
Las funciones de la Iglesia
 Las funciones de la iglesia doméstica
Santificar: oración en familia y participación en familia en los sacramentos

Enseñar: catequesis y evangelización en familia, hacia dentro y hacia fuera

Regir: vivir según la moral matrimonial, familiar y social

La iglesia doméstica,
Santificar: comunidad de
oración
Aquí trataremos los
dos primeros puntos
La iglesia doméstica,
Enseñar: comunidad de
evangelización
La iglesia doméstica, comunidad de
oración
1) Los Padres
• Maestros de oración

2) Características de la
oración
• En la iglesia doméstica
1) Los Padres, maestros de oración

La familia cristiana es el
primer lugar de la educación
en la oración. Fundada en el
sacramento del Matrimonio,
es la “iglesia doméstica”
donde los hijos de Dios
aprenden a orar “como
Iglesia” y a perseverar en la
oración.

Particularmente para los niños

pequeños, la oración diaria familiar
es el primer testimonio de la
• (Catecismo de la
Iglesia Católica, n.
memoria viva de la Iglesia que es
2685) despertada pacientemente por el
Espíritu Santo.
 2) Características de la oración en la
iglesia doméstica
a.
• Ejercicio del sacerdocio bautismal
b.
• Oración en común
c.
• Contenido y momentos de la oración
d.
• Introducción a la vida litúrgica
e.
• Tipos de oración en la familia
f.
• Fuente la fecundidad del servicio
 a. Ejercicio del sacerdocio bautismal
• Aquí es donde se ejercita de
manera privilegiada el sacerdocio
bautismal del padre de familia,
de la madre, de los hijos, de
todos los miembros de la familia,
en la recepción de los
sacramentos, en la oración y en la
acción de gracias, con el
testimonio de una vida santa, con
la renuncia y el amor que se
traduce en obras
– (Catecismo de la Iglesia
Católica, n. 1657)
 b. Oración en común
Es una oración hecha en común,
marido y mujer juntos, padres e
hijos juntos.
La comunión en la plegaria es a la
vez fruto y exigencia de esa
comunión que deriva de los
sacramentos del bautismo y del
matrimonio.
A los miembros de la familia
cristiana pueden aplicarse de
modo particular las palabras con • (Juan Pablo II, Familiaris Consortio n. 59)
las cuales el Señor Jesús promete
su presencia:
«Os digo en verdad que si
dos de vosotros conviniereis sobre
la tierra en pedir cualquier cosa,
os lo otorgará mi Padre que está
en los cielos. Porque donde están
dos o tres congregados en mi
nombre, allí estoy yo en medio de
ellos»
c. Contenido y momentos de la oración

Esta plegaria tiene como contenido original la misma vida de alegrías y dolores, esperanzas y tristezas, nacimientos y
familia que en las diversas circunstancias es interpretada como cumpleaños, aniversarios de la boda de los padres, partidas,
vocación de Dios y es actuada como respuesta filial a su llamada: alejamientos y regresos, elecciones importantes y decisivas,
muerte de personas queridas, etc.,

señalan la intervención del amor de Dios en la historia de la

familia, como deben también señalar el momento favorable de
acción de gracias, de imploración, de abandono confiado de la
familia al Padre común que está en los cielos. 
 d. Introducción a la vida litúrgica
Una finalidad importante
de la plegaria de la Iglesia
doméstica es la de
constituir para los hijos la
introducción natural a la
oración litúrgica propia de
toda la Iglesia, en el
sentido de preparar a ella
y de extenderla al ámbito
de la vida personal,
familiar y social.
De aquí deriva la
necesidad de una
progresiva participación
de todos los miembros de
la familia cristiana en la
Eucaristía, sobre todo los
domingos y días festivos, y
en los otros sacramentos,
de modo particular en los
de la iniciación cristiana
de los hijos.
Pondrán asimismo
Las directrices conciliares cuidado las familias
han abierto una nueva cristianas en celebrar,
posibilidad a la familia incluso en casa y de
cristiana, que ha sido manera adecuada a sus
colocada entre los grupos
miembros, los tiempos y
a los que se recomienda la festividades del año
celebración comunitaria litúrgico.
del Oficio divino. • (Juan Pablo II, Familiaris
Consortio n. 61)
 e. Tipos de oración en la familia

Para preparar y prolongar en casa el culto celebrado en la iglesia, la

familia cristiana recurre a la oración privada, que presenta gran variedad
de formas.

Esta variedad, mientras testimonia la riqueza extraordinaria con la que

el Espíritu anima la plegaria cristiana, se adapta a las diversas
exigencias y situaciones de vida de quien recurre al Señor.

Además de las oraciones de la mañana y de la noche, hay que

recomendar explícitamente
 f. Fuente la fecundidad del servicio
La plegaria no es una evasión que
desvía del compromiso cotidiano,
sino que constituye el empuje
más fuerte para que la familia
cristiana asuma y ponga en
práctica plenamente sus
responsabilidades como célula
primera y fundamental de la
sociedad humana.
De la unión vital con Cristo,
alimentada por la liturgia, de la
ofrenda de sí mismo y de la oración
deriva también la fecundidad de la
familia cristiana en su servicio
específico de promoción humana,
que no puede menos de llevar a la
transformación del mundo.
• (Juan Pablo II, Familiaris Consortio
n. 62)
 La iglesia doméstica, comunidad de
evangelización

1. 2.

• El ministerio de los • Características de la

padres dentro de la evangelización en la
Iglesia doméstica. Iglesia doméstica.
 1. El ministerio de los padres dentro
de la Iglesia doméstica. Dentro, pues, de una familia
consciente de esta misión, todos los
miembros de la misma evangelizan y
La familia, al igual que la Iglesia, son evangelizados.
debe ser un espacio donde el • Los padres no sólo comunican
Evangelio es transmitido y desde a los hijos el Evangelio, sino
donde éste se irradia. que pueden a su vez recibir de
ellos este mismo Evangelio
profundamente vivido.
• (Pablo VI, Evangelii
nuntiandi, n. 71).

El deber educativo recibe del

sacramento del matrimonio la
dignidad y la llamada a ser un
verdadero y propio «ministerio» de
la Iglesia al servicio de la edificación
de sus miembros.

Tal es la grandeza y el esplendor del

ministerio educativo de los padres
cristianos, que santo Tomás no duda
en compararlo con el ministerio de
los sacerdotes.
• (Juan Pablo II, Familiarias
Consortio , n. 38. )
 2. Características de la evangelización
en la Iglesia doméstica.

a. La escuela primigenia de formación en la fe.

b. Escuela de virtudes cristianas.

c. El cometido profético de la familia.

d. Cuna de vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada.

e. Armonía con la vida diocesana y parroquial

a. La escuela primigenia de formación
en la fe.
También la familia cristiana, en cuanto «Iglesia doméstica»,
constituye la escuela primigenia y fundamental para la formación
de la fe.
•La misma vida cotidiana de una familia auténticamente cristiana
constituye la primera «experiencia de Iglesia», destinada a ser
corroborada y desarrollada en la gradual inserción activa y
responsable de los hijos en la más amplia comunidad eclesial y en
la sociedad civil
•(Juan Pablo II, Christifideles laici, n. 62).

En los lugares donde una legislación antirreligiosa pretende

incluso impedir la educación en la fe, o donde ha cundido la
incredulidad o ha penetrado el secularismo hasta el punto
de resultar prácticamente imposible una verdadera creencia
religiosa, la Iglesia doméstica es el único ámbito donde los
niños y los jóvenes pueden recibir una auténtica catequesis
•(Juan Pablo II, Familiarias Consortio , n. 52 )
b. Escuela de virtudes cristianas.

El padre y la madre reciben en el sacramento del

Matrimonio la gracia y la responsabilidad de la
educación cristiana en relación con los hijos, a los
que testifican y transmiten a la vez los valores
humanos y religiosos.
•(Juan Pablo II, Christifideles laici, n. 62).

La comunión familiar puede ser conservada y

perfeccionada sólo con un gran espíritu de sacrificio.
Exige, en efecto, una pronta y generosa disponibilidad
de todos y cada uno a la comprensión, a la tolerancia,
al perdón, a la reconciliación
•(Juan Pablo II, Familiarias Consortio , n. 21)
c. El cometido profético de la familia.

La familia cristiana vive su cometido profético

acogiendo y anunciando la Palabra de Dios. Se
hace así, cada día más, una comunidad creyente
y evangelizadora

(Juan Pablo II, Familiarias Consortio , n. 21)

La familia cristiana proclama en voz muy alta tanto

las presentes virtudes del reino de Dios como la
esperanza de la vida bienaventurada. De tal manera,
con su ejemplo y su testimonio arguye al mundo de
pecado e ilumina a los que buscan la verdad.

(Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogmática sobre la Iglesia

“Lumen gentium”, n. 35. )
 d. Cuna de vocaciones a la vida
sacerdotal y consagrada.

La familia que está

abierta a los valores
transcendentes, que
sirve a los hermanos en
la alegría, que cumple
con generosa fidelidad
sus obligaciones y es
consciente de su ( Juan Pablo II, Familiarias
cotidiana participación Consortio , n. 52)
en el misterio de la cruz
gloriosa de Cristo, se
convierte en el primero
y mejor seminario de
vocaciones a la vida
consagrada al Reino de
Dios
 e. Armonía con la vida diocesana y
parroquial
En cuanto enraizado y
derivado de la única misión de
la Iglesia y en cuanto
ordenado a la edificación del
único Cuerpo de Cristo, el
ministerio de evangelización y
de catequesis de la Iglesia
doméstica ha de quedar en • (Juan Pablo II, Familiarias Consortio , n. 52)
íntima comunión y ha de
armonizarse
responsablemente con los
otros servicios de
evangelización y de catequesis
presentes y operantes en la
comunidad eclesial, tanto
diocesana como parroquial.
Han colaborado en la realización de esta
presentación:

P. Carlos Proal, L.C.

P. Miguel Paz, L.C.

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