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Acelerar la investigación mundial.

Examinar el cómo y el por qué de


Antropomorfismo
chad gonnerman

Metaciencia

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amanda reyes
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Metaciencia (2008) 17:419–423 Primavera 2008


DOI 10.1007/s11016-008-9231-0

REVISIÓN

EXAMINANDO EL CÓMO Y EL POR QUÉ DEL ANTROPOMORFISMO

Lorraine Daston y Gregg Mitman (eds), Thinking with Animals: New


Perspectives on Anthropomorphism. Nueva York: Columbia
University Press, 2005. Págs. 230. US$25.00 PB

Por Chad Gonnerman

Esta colección de nueve ensayos más una introducción comenzó como


un taller en el Instituto Max Planck para la Historia de la Ciencia en
2001. Pero la colección no está dirigida exclusivamente a los
historiadores de la ciencia. Abarca desde los usos literarios del
antropomorfismo y el zoomorfismo en los antiguos textos sánscritos
de la India (contribución de Wendy Doniger) hasta la naturaleza
epistémica de las justificaciones necesarias para el antropomorfismo
literal en las ciencias contemporáneas del comportamiento animal
(contribución de Sandra Mitchell), una gama que abarca diferentes antropomorfismos c
Dado que mi espacio es limitado, me centraré en aquellas contribuciones
que creo que coincidirán con los intereses de la comunidad de estudios
científicos, lo que aún nos deja siete excelentes ensayos.
La primera sección del libro analiza parte de la historia de los
problemas entre humanos y animales. Aquí encontramos el examen
matizado de Paul White de los debates victorianos sobre la vivisección.
A diferencia de muchas historias clásicas de la época, como la de
Harriet Ritvo, que tienden a reforzar la idea de que el sentimentalismo
antropomórfico afectaba solo a los antiviviseccionistas, una respuesta
que sentían por todos los animales de laboratorio, White señala que el
registro histórico es en realidad mucho más complicado. . Primero, no
todos los animales provocaron una respuesta emocional. Las ranas,
por ejemplo, tenían pocos defensores. En segundo lugar, los científicos
a menudo tenían que luchar contra sus propias efusiones emocionales
en nombre de los animales de laboratorio, un fenómeno bien conocido
por ambos lados del debate, como lo demuestran sus disputas sobre
los efectos que tal represión puede tener para el carácter moral de uno. Esta sección ta
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angelólogos medievales, especialmente Tomás de Aquino, y los primeros


psicólogos comparativos posdarwinianos como George Romanes. Ella
El objetivo principal es argumentar que en algún momento de la historia de las
investigaciones sobre mentes no humanas hubo un cambio notable en los objetivos.
Mientras que la angelología no se preocupaba por la subjetividad angelical,
La psicología comparada temprana, argumenta, buscaba una comprensión del
carácter subjetivo de la mentalidad animal. Su ensayo definitivamente merece un
estudio detenido. El lector podría preguntarse si ella
ocasionalmente confunde un interés en estados que son subjetivos con
un interés en su naturaleza subjetiva. Los dos no son lo mismo.
Por ejemplo, preguntarse, como lo hizo Romanes, si los perros experimentan
simpatía es diferente a preguntar cómo es esa experiencia para
el perro. Entonces, en la medida en que estas personas permanecieron enfocadas en el
distribución de estados subjetivos entre especies, no tiene por qué ser cierto
que para ellos ''La pregunta ¿Cómo es ser un animal? tuvo
se vuelven inevitables…” (p. 47). Sus objetivos pueden haber sido mucho
más próximas a las de los teólogos.
La segunda sección contiene dos excelentes ensayos sobre el
antropomorfismo desde la perspectiva de la biología evolutiva. Elliott sobrio
comienza señalando una asimetría peculiar que se encuentra entre los científicos de
Comportamiento animal: mientras se preocupan por el antropomorfismo
equivocado, la antroponegación equivocada (negaciones de la mentalidad animal)
apenas atrae su atención, y mucho menos su preocupación. Quizás
la fuente de esta asimetría es una presunción a favor de hipótesis
antiantropomorfas, como la famosa de Lloyd Morgan
canon'. Sober argumenta que no se puede defender tal presunción
por motivos evolutivos. Ni las expectativas antecedentes sobre
patrones generales de distribuciones de características psicológicas ni
razonamiento basado en los principios de la parsimonia cladística apoyan la
afirmar que debemos comenzar con la suposición de que los animales son
diferente a nosotros. Curiosamente, sus argumentos van en ambos sentidos. Allá
tampoco hay una presunción general justificable a favor del antropomorfismo.
Sólo observaciones empíricas cuidadosas llegan a determinar
el ganador en casos específicos. Encontramos un tema similar en Mitchell.
contribución. Ella observa que la ciencia hecha demasiado fácil tiene que ser
mal, y tanto el antiantropomorfismo de sillón como el informal
pro-antropomorfismo son demasiado fáciles. Especialmente destacable es ella
crítica de los argumentos analógicos impulsados por la proximidad filogenética
a las atribuciones de estados mentales particulares. Incluso si compartimos muchos
características con nuestros parientes más cercanos, tenemos muchas características distintas
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así como. Estos argumentos analógicos, por sí mismos, no hacen nada para
evitar que el crítico use una de estas diferencias para negar la
inferencia. Vale la pena señalar que más adelante, en el ensayo de Sarita Siegel,
ver a la primatóloga Anne Russon ofreciendo exactamente este tipo de
argumento problemático para el antropomorfismo hacia los orangutanes.
Como señala Mitchell, se crean mejores argumentos, al menos en teoría.
cuando buscamos experimentalmente las similitudes relevantes.
En la tercera sección, muchos en la comunidad de estudios científicos
Considero que la contribución de James Serpell invita a la reflexión. Su primera
La tesis es que la tenencia de mascotas persiste hasta el día de hoy debido a su
capacidad para brindar a los dueños el apoyo social necesario, lo que a su vez
mejora la salud humana, tanto emocional como física. pero ninguno de
estos beneficios se obtienen, argumenta, sin antropomorfismo.
Tenemos que ver a la mascota, por ejemplo, como cariñosa y afectuosa, dos
características paradigmáticamente humanas, si es que nos va a proporcionar una relación social.
apoyo. La segunda tesis de Serpell es que al antropomorfizar
mascotas ha sido principalmente beneficiosa para los humanos, los resultados son mixtos
para los animales Por ejemplo, la cría selectiva ha tenido muchos
consecuencias desafortunadas para la salud del bulldog inglés moderno. Creo
que el lector se beneficiará de una cuidadosa consideración de
El contundente argumento de Serpell aquí. Ella podría preguntar si tiene razón al
interpretar la reproducción selectiva y otras formas de alteración física.
prácticas, como el corte de cola, como resultado del antropomorfismo, y
no su pariente cercano, el antropocentrismo. Los dos a menudo se equiparan.
La sección final del volumen contiene dos ensayos que tratan
animales en el cine. Gregg Mitman, entre otras cosas, analiza la
papel que juegan los materiales visuales cuidadosamente elaborados tanto en la
producción como en el consumo de información científica sobre África
elefantes Por el lado de la producción, explica cómo los estudios longitudinales
de Ian Douglas Hamilton alrededor del lago Manyara no pudieron
haber tenido éxito sin fotografías íntimas de los elefantes individuales, lo
suficientemente detalladas como para revelar características distintivas que permitan
su identificación en el campo. Por el lado del consumo explica
cómo científicos-activistas como Douglas-Hamilton y Cynthia Moss
utilizar materiales visuales antropomórficos para provocar respuestas emocionales
en espectadores, creando así lo que las estadísticas y fotografías aéreas
por sí solo no podría, a saber, una preocupación por la disminución del número
de elefantes. Vemos un punto similar sobre los materiales visuales antropomórficos
en la contribución de Siegel, una reflexión sobre la producción de su
documental El bosque desencantado, una película principalmente sobre el
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rehabilitación de orangutanes recuperados del comercio ilegal de mascotas.


Siegel relata cómo las imágenes visuales cuidadosamente
seleccionadas, combinadas adecuadamente con la narración, pueden
provocar en la audiencia respuestas emocionales enfáticas y, por lo
tanto, antropomórficas, en nombre de los animales. Desde la
perspectiva de un cineasta, tales respuestas pueden ser bastante
deseables, sobre todo porque ayudan a atraer a los espectadores.
Además, Siegel analiza cómo el antropomorfismo puede ayudar a los
espectadores a dar sentido a la historia misma. Vemos esto, por
ejemplo, cuando cierta comunidad de orangutanes en rehabilitación
se compara con el mundo de El señor de las moscas de William
Golding. Entendemos de inmediato cómo es su mundo: los orangutanes
luchan por sobrevivir en un entorno salvaje sin el conocimiento y el apoyo de person
Entonces, como el lector ya puede apreciar, este volumen es de
hecho una colección expansiva. Daston y Mitman, sus editores,
intentan valientemente poner orden al señalar en su introducción que
los nueve ensayos hablan del cómo o el por qué del antropomorfismo
(y las discusiones sobre su valor reciben poca atención).
Aunque tienen razón (se puede entender que cada colaborador aborda
al menos una de estas dos preguntas en algún momento de su
ensayo), al final no estoy tan seguro de que logren producir mucha
coherencia general para el volumen. El cómo del antropomorfismo
tiene mucho que hacer cuando, por ejemplo, debe cubrir tanto la
discusión de Cheryce Kramer sobre los esfuerzos que Tim Flach se
toma para crear su hermosa fotografía de animales, aunque a veces
antropomórfica, como la discusión del propio Daston sobre el
antropomorfismo estructural' que Aquinas usa cuando investiga las
mentes angelicales. Sabiendo que cada autor puede entenderse
respondiendo, en algún sentido, a la pregunta ¿Cómo?' hace poco
para unir los dos temas aparentemente dispares. Por otra parte, esta
falta de integración general no es demasiado sorprendente. Los
colaboradores del volumen provienen de una rica variedad de
disciplinas, que incluyen estudios literarios, historia y filosofía de la
ciencia, medicina veterinaria y teoría de los medios.
Pero todo eso no es un inconveniente. La rica variedad del volumen
en perspectiva y tema es su gran ventaja, diferenciándolo de muchos
otros volúmenes sobre este tema. Significativamente, refleja
apropiadamente la naturaleza multifacética del antropomorfismo. La
práctica de atribuir características humanas paradigmáticas a los no
humanos sin duda varía a medida que cambian el tiempo, el lugar y el propósito. Com
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va a tomar muchas perspectivas para entenderlo completamente. Esta colección


es sin duda un paso en esa dirección, uno que creo que el lector encontrará que
vale la pena.

Departamento de Filosofía
Universidad de Indiana
Bloomington, Estados Unidos

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