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CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS


CAMPUS COLIMA

ESTRÓGENOS Y CEREBRO

ALUMNO: IVAN DIAZ EUFRACIO


DOCENTE: Q.F.B. OCAÑA ALONSO HEIDI
ASIGNATURA: PSICOENDOCRINOLOGÍA
GRUPO: PSM6A

COLIMA, COL. 11 DE JULIO DE 2022


Estrógenos y Cerebro

Cuando escuchamos el termino estrógenos por lo general lo relacionamos con el sexo,


porque sabemos que los estrógenos participan en el control de todos los procesos
necesarios para la reproducción femenina, controlan el ciclo menstrual, maduran los
ovocitos, propician la ovulación y preparan el útero para la anidación del embrión, además
que el incremento de los valores plasmáticos de este mensajero durante la pubertad explica
las formas femeninas y la maduración sexual. Sin embargo, se sabe que la función de los
estrógenos va más allá. Las investigaciones han demostrado que los estrógenos ejercen
acciones cerebrales y modifican ciertas capacidades cognitivas como el aprendizaje y la
memoria; controlan el uso de las estrategias de comportamiento y solución de problemas.

Desde los comienzos de los años 70 se obtuvieron indicios de la participación de los


estrógenos en el funcionamiento de la masa gris, por ejemplo, en la microglía, importante
para la defensa inmunitaria, los estrógenos refuerzan a la microglía, lo cual es provechoso
para la esclerosis múltiple o para la enfermedad del Alzheimer. Cada vez que aprendemos se
multiplica el numero de espinas dendritas en el cerebro, sin embargo, las cifras elevadas de
estrógenos también fomentan una proliferación de estas espinas. Por consiguiente, debe
existir una relación entre los estrógenos y la actividad del centro de aprendizaje hipocampo.
Las neuronas del hipocampo propenden a los contactos; una sola neurona puede establecer
sinapsis hasta con 20.000 neuronas diferentes esto gracias a la plasticidad del cerebro. Los
estrógenos estimulan la formación de nuevos contactos entre las espinas dendritas y
determinadas neuronas del hipocampo. Las espinas adicionales no solo reforzaran las
comunicaciones, sino que realizan nuevos contactos con otras gracias a la plasticidad del
cerebro ya mencionada.

Los estrógenos se podrían convertir en un medicamento nuevo contra las demencias como el
Alzheimer, pues las espinas dendritas del hipocampo van desapareciendo en el transcurso
de la enfermedad, con esta hormona sexual se podría detener o, al menos, decelerar la
progresión de la enfermedad.

Algo muy interesante es lo mencionado tras un experimento en ratas por la Psicóloga Donna
Korol, “Los estrógenos propician algunas formas del aprendizaje, pero, con ello, impiden
otras. “Y lo que reviste mayor importancia: “Sin este mensajero, el cerebro trabaja de otra
manera, pero sigue haciéndolo correctamente”.

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