Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
disfrazada de positivismo"
-VENECIA-
19/02/2018
Cuento las monedas, los sueños, malas noches y sentimientos que invertía en ti pero cuento
también las historias, caricias,
besos y abrazos
que me diste, qué ironía, no?
28/04/2018
Piensan que tú sombra es algo simple pero viéndolo de otra perspectiva esta se convierte en
la parte más profunda y oscura de ti.
-Venecia-
29/04/2018
Tener amor propio está bien, pero no al punto de llegar a amar tu egoísmo, orgullo y falta
de escrúpulos.
-Venecia-
08/10/2018
Alguna vez se han preguntado: ¿Por qué la mayoría ama la vida y no la muerte?
Yo me cuestiono aquello desde hace mucho y no encontré respuesta hasta el día de hoy.
La simple razón es que en la vida todos pueden crear felicidad, tal vez un positivismo
excesivo al tener miedo a enfrentar la vil realidad de la muerte, mientras otros la esperan
con ansias.
-Venecia-
10/10/2018
Hoy en la mañana el cielo lloró, pero al notar mis lágrimas al sol mandó. Son las siete
pasado el meridiano y a la luna llamó, así el ser lúgubre sin hacerse rogar mi colchón
hundió.
Mi cuerpo temblaba de miedo y emoción producto de eso nos levantamos al mismo son. Su
mirada conectada con la mía, su cuerpo y mi cuerpo eran cubiertos por una mentira, la
noche era larga y grande la herida. Sin esperar, sus manos me recorrían desnudando lo
tangible y su mirada lo intangible, en ese momento el pasado ya no existía, ya no dolía, ya
no ahogaba, ya no mataba. Solo éramos el mal y yo, sus labios contra mi cuerpo llenando el
vacío. La oscuridad me amaba y el pasado ya no importaba.
-venecia-
21/12/2019
Un mandado del mal regresar a la tierra me pedía. El encuentro se produjo; dolías, sí dolías.
La tarde solitaria se convirtió en una de dos. Los días pasaron, nos amamos y pintamos con
el rojo de nuestros labios la desnudez del contrario cerrando por fin el paso a la decepción.
-venecia-
12/01/2020
Han pasado dos años ya. Mis quince abriles ya no existen y de mi don, queda poco.
Setecientos treinta días separados. Días, en los que escribirte cartas dejó de ser habitual.
¿Sigues aquí? No lo sé, pero tus blancos cabellos y ojos amarillos no han dejado de ser mi
sueño llevándome a la locura pensando en si todavía seré su dueño.
¿Estarás atormentado a otra persona? Tampoco lo sé, pero te aseguro que yo no puedo
deshacerme de ti, ni tú de mí. Ya que nos encontraremos hundidos en el mar, donde las
almas sufren y retuercen; donde los gritos son cantos y las lágrimas son súplicas. ¿No estás
de acuerdo… mi amor?
-Venecia-
20/05/2021
Sigo atrapada aquí durante tantos años ¿Crees poder salvarme? Cada mano que toca mi
cuerpo sosteniéndome no es suficiente; son manos débiles, sin piel, frías, ásperas, llenas de
dolor injustificado que llevan nuestros recuerdos a un mar oscuro como peces
insignificantes, peces sin rumbo. Tus cabellos negros y largos siguen iluminando cada parte
de mi alma; ojos pardos y brillantes que perforaban cada centímetro de mi ser, tanto los
necesito ahora ¿Cómo no lo pude ver? Con cada lágrima te ruego y con cada grito te suplico
¿crees que estoy lista? ¿Crees… querer volver?
-Venecia-
02/06/2021
Día de agonía
La pantalla malditamente encendida daba anuncio a la despedida. Con indiferencia leo tus
palabras ya sin tratar de comprenderlas, mucho menos aceptarlas. Los días transcurren con
total normalidad una mentira llega y una verdad se va, la probabilidad crece y la decepción
no se queda atrás.
Nuevamente descansando en mi habitación aquel alado se posó en mi ventana ¿pueden
imaginarse aquel encuentro? Un cuervo negro totalmente magistral un ser totalmente sabio.
En su pico una dalia roja, conocía por demás su significado. A pesar de que su tallo era
suave tal terciopelo al tocarla estas se convertían en espinas. Espinas que se clavaban sin
aviso en mis dedos, manos, brazos, piernas y por último mi pecho donde ya las ansias se
encontraban consumiendo el alma.
Llegada la media noche la decisión fue tomada sin avisar para así por segunda vez el alma
asesinar.
-Venecia-
09/09/2021