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República

forma de gobierno cuya máxima autoridad


se elige por votación

Una república (del lat ín respublĭca,[1] ​‘cosa oficial’, ‘cosa pública’, ‘lo público’; y est e de res, ‘cosa’,
y pūblica, ‘pública’, viene de populus ,‘pueblo’)[2] ​es una forma de Est ado cuya máxima aut oridad
no es un monarca y las demás aut oridades ocupan el poder a t ravés de una forma de gobierno
como la arist ocracia, el parlament arismo, la oligarquía, et c. En las repúblicas act uales la figura del
jefe de Est ado es represent ada por el president e.

El t érmino república fue acuñado por primera vez en el año 500 a. C. en Roma, pero con el t iempo
el t érmino ha sufrido varios cambios de significado. Inicialment e, el t érmino lat ino res publica
significaba la ant erior "forma parcial de democracia" como se encuent ra en Roma desde 500 a. C.
hast a 27 a. C. En est a primera democracia parcial romana, el poder de la clase arist ocrát ica o
Pat ricios que t enía t odos los escaños en el Senado romano fue cont rolado por la inst it ución del
consulado, cuyos dos cónsules / vice-gobernant es fueron elegidos anualment e por los
ciudadanos libres o plebe de Roma. La ant igua definición romana de la palabra difiere del uso
moderno del t érmino, donde no se considera que las posiciones de liderazgo se limit en a la "clase
dominant e".[3] [4]
​ ​

No debe confundirse a las repúblicas modernas con las ant iguas repúblicas bajo un régimen de
democracia direct a (del griego δημοκρατία, dēmokratía, ‘poder del pueblo’; y est e de δñμος,
dḗmos, ‘pueblo’ y de κράτος, krátos, ‘poder’), pues aluden a principios dist int os; la república
moderna es el gobierno de la ley mient ras que democracia direct a significa el gobierno del
pueblo. Las dos grandes diferencias ent re una democracia direct a y una república represent at iva
son: primera, que en la segunda se delega la facult ad de gobierno en un pequeño número de
ciudadanos, elegidos por el rest o; segunda, que la república represent at iva puede comprender un
número más grande de ciudadanos y una mayor ext ensión de t errit orio.[5] ​

En inglés americano, la definición de república t ambién puede referirse específicament e a un


gobierno en el que las personas elegidas represent an el cuerpo ciudadano[6] ​y una república que
ejerce el poder de acuerdo con el est ado de derecho con una const it ución que incluye la
separación de poderes con un jefe ejecut ivo elect o por los ciudadanos y respet o por los
derechos individuales (una república const it ucional)[7] [8]
​ [9]
​ [10]
​ ​o una democracia
represent at iva.[11] ​

La primera república represent at iva fue la de Est ados Unidos después de la guerra de
independencia se fundó como una confederación y luego se reformuló como una república
const it ucional federal libre y de derecho implement ando concept os nuevos de la época como la
separación de poderes, caract eríst ica inspirada en las ant iguas democracias y perfeccionada con
las t eorías de Mont esquieu, lo cual, unido a la represent ación del parlament arismo inglés, dio
inicio a una nueva forma de gobierno, la democracia represent at iva, por lo que a Est ados Unidos
corresponde el primer concept o y creación de lo que es la const it ución escrit a, el
presidencialismo y la just icia independient e.[12] [5]
​ ​

Historia

La república aparece en Roma el 509 a. C., después de la caída de la Monarquía Romana, cuando
los romanos se levant an cont ra su rey, Lucio Tarquinio el Soberbio inst aurándose la República
Romana. El t érmino proviene de la expresión res publica, derivada de res populica, es decir, la
"cosa de las personas", "asunto del pueblo" o "propiedad pública". En est o, la república se opone a
regnum (reino), o "propiedad del rey". Est a forma de est ado hace del pueblo, en t odo, en part e o
una minoría privilegiada, la fuent e del poder polít ico e implica su int ervención en los asunt os
públicos. Est e es el caso de las ant iguas repúblicas, donde la ciudadanía se ot orga solo a unos
pocos individuos y donde el poder a menudo est á dominado, como en Roma, por familias
poderosas; est e es t ambién el caso de las repúblicas arist ocrát icas que aparecieron en la Edad
Media (especialment e en Venecia).[13] ​

Repúblicas clásicas
Un mapa de la República romana.

El t ipo moderno de "república" en sí es diferent e de cualquier t ipo de Est ado que se encuent re en
el mundo clásico.[14] [15]
​ ​Sin embargo, hay una serie de est ados de la era clásica que t odavía hoy
se llaman repúblicas. Est o incluye la ant igua At enas y la República Romana. Si bien la est ruct ura y
el gobierno de est os est ados era muy diferent e del de cualquier república moderna, exist e un
debat e sobre hast a qué punt o las repúblicas clásica, medieval y moderna forman un cont inuo
hist órico. J. G. A. Pocock ha argument ado que una t radición republicana dist int a se ext iende
desde el mundo clásico hast a el present e.[16] [17]
​ ​Ot ros est udiosos no est án de acuerdo.[16] ​Paul
Rahe, por ejemplo, argument a que las repúblicas clásicas t enían una forma de gobierno con
pocos vínculos con las de cualquier país moderno.[18] ​

La filosofía polít ica de las repúblicas clásicas ha influido en t odo caso en el pensamient o
republicano a lo largo de los siglos post eriores. Los filósofos y los polít icos que defendían las
repúblicas, como Maquiavelo, Mont esquieu, John Adams y James Madison, dependían en gran
medida de las fuent es clásicas griegas y romanas que describían varios t ipos de regímenes.

La Política de Arist ót eles discut e varias formas de gobierno. Una forma a la que Arist ót eles llamó
polit eia, que consist ía en una mezcla de las ot ras formas. Argument ó que est a era una de las
formas ideales de gobierno. Polibio amplió muchas de est as ideas, volviendo a cent rarse en la
idea de un gobierno mixt o. La obra romana más import ant e en est a t radición es De re publica de
Cicerón.

Con el t iempo, las repúblicas clásicas fueron conquist adas por los imperios o se volvieron ellos
mismos. La mayoría de las repúblicas griegas fueron anexadas al Imperio Macedonio de Alejandro.
La República romana se expandió dramát icament e conquist ando los ot ros est ados del
Medit erráneo que podrían considerarse repúblicas, como Cart ago. La República romana se
convirt ió ent onces en el Imperio Romano.

Otras repúblicas antiguas

El t érmino "república" no se usa comúnment e para referirse a las ciudades pre-clásicas,


especialment e si est á fuera de Europa y el área que est aba bajo la influencia grecorromana.[16] ​
Sin embargo, algunos est ados t empranos fuera de Europa t enían est ados que a veces hoy se
consideran similares a las repúblicas.

En el Ant iguo Orient e Próximo, varias ciudades del Medit erráneo orient al lograron un gobierno
colect ivo. Arwad ha sido cit ado como uno de los primeros ejemplos conocidos de una
república.[19] ​La confederación israelit a de la época ant erior a la Monarquía Unida t ambién ha sido
considerada como un t ipo de república.[16] [20]
​ ​En África, el Imperio Axum se organizó como una
confederación gobernada de manera similar a una república real.[21] ​Del mismo modo, la nación
Igbo de lo que ahora es Nigeria.[22] ​

Subcontinente indio

Vaishali era la capital de la confederación Vajjian, una antigua república de la India antigua.

El ant iguo subcont inent e indio t enía una serie de primeras repúblicas conocidas como
Mahajanapadas.[23] ​Mahajanapadas consist ió en dieciséis repúblicas oligárquicas que exist ieron
durant e los siglos VI aC hast a el siglo iv aC.[24] [25]
​ ​Algunos erudit os indios, como K. P. Jayaswal,
han argument ado que varios est ados en la India ant igua t enían formas republicanas de
gobierno.[26] [27]
​ [28]
​ ​Si bien no exist en const it uciones ni obras de filosofía polít ica sobrevivient es
de est e período en la hist oria de la India, los t ext os religiosos supervivient es se refieren a varios
est ados que t ienen sabhās o Gaṇa sangha, un t ipo de república o gobierno basado en consejos, en
oposición al monárquico. Los escrit ores griegos ant iguos mencionan que Alejandro Magno se
encont ró con ciudades-est ado y regiones donde un consejo de ancianos gobernó con aut oridad
suprema.[29] ​

Repúblicas liberales

Las repúblicas liberales en la Europa moderna temprana

Una alegoría de la república


francesa en París

República de las Islas Jónicas


bandera de principios del siglo xix

Junt o con est as revuelt as republicanas iniciales, la Europa moderna t ambién vio un gran aument o
en el poder monárquico. La era de la monarquía absolut a reemplazó a las monarquías limit adas y
descent ralizadas que habían exist ido en la mayor part e de la Edad Media. También vio una
reacción cont ra el cont rol t ot al del monarca, ya que una serie de escrit ores crearon la ideología
conocida como liberalismo.[cita requerida]

La mayoría de est os pensadores de la Ilust ración est aban mucho más int eresados en las ideas de
la monarquía const it ucional que en las repúblicas. La República Brit ánica de Cromwell había
desacredit ado al republicanismo, y la mayoría de los pensadores pensaban que las repúblicas
t erminaban en anarquía o t iranía.[30] ​Por est a razón, filósofos como Volt aire se opusieron al
absolut ismo y al mismo t iempo se most raron fuert ement e pro monárquicos.

Jean-Jacques Rousseau y Mont esquieu elogiaron a las repúblicas y consideraron las ciudades-
est ado de Grecia como un modelo. Sin embargo, ambos t ambién pensaron que una nación como
Francia, con 20 millones de personas, sería imposible de gobernar como una república. Rousseau
admiró el experiment o republicano en Córcega (1755-1769) y describió su est ruct ura polít ica
ideal de pequeñas comunas aut ónomas. Mont esquieu sint ió que una ciudad-est ado idealment e
debería ser una república, pero sost uvo que una monarquía limit ada era más adecuada para una
nación grande.

La revolución est adounidense comenzó como un rechazo solo de la aut oridad del Parlament o
brit ánico sobre las colonias, no de la monarquía. El fracaso del monarca brit ánico para prot eger
las colonias de lo que consideraban la violación de sus derechos de gobierno represent at ivo, la
condena del Rey de quienes solicit aban una reparación, como t raidores; y su apoyo al envío de
t ropas de combat e para asegurar su aut oridad, dio lugar a la percepción generalizada de la
monarquía brit ánica como t iránica.

Con la Declaración de Independencia de los Est ados Unidos, los líderes de la rebelión rechazaron
firmement e la monarquía y adopt aron la república, la separación de poderes, crearon el
presidencialismo y la democracia represent at iva.[cita requerida] Los líderes de la revolución est aban
bien versados en los escrit os de los pensadores liberales franceses, y t ambién en la hist oria de
las repúblicas clásicas. John Adams escribió un libro sobre repúblicas a lo largo de la hist oria.
Además, el escrit o de Thomas Paine, Common Sense, ampliament e dist ribuido y popularment e
leído en voz alt a, present ó los ideales republicanos y de independencia, de manera sucint a y
elocuent e al público general. La Const it ución de los Est ados Unidos, rat ificada en 1789, creó una
república federal, como una unión fuert e, para reemplazar a una confederación débil, creada por
los Art ículos de la Confederación y de Unión Perpet ua, de 1783, el primer int ent o de un gobierno
nacional. Las primeras diez enmiendas a la Const it ución, llamada Cart a de Derechos de los
Est ados Unidos, garant izaba ciert os derechos individuales, fundament ales para los ideales
republicanos que just ificaban la Revolución.

La Revolución Francesa t ampoco fue republicana desde el comienzo. Solo después de la fallida
Fuga de Varennes, el Rey perdió la mayoría de las simpat ías que le rest aban, se declaró una
república y Luis XVI fue enviado a la guillot ina. El asombroso éxit o de Francia en las Guerras
Revolucionarias Francesas vio las repúblicas ext endidas por la fuerza de las armas en muchas
part es de Europa, a medida que una serie de repúblicas hermanas se est ablecieron en t odo el
cont inent e. El ascenso de Napoleón vio el final de la Primera República Francesa y sus repúblicas
hermanas, cada una reemplazada por "monarquías" impuest as por Napoleón. Durant e t odo el
período napoleónico, los vencedores ext inguieron muchas de las repúblicas más ant iguas del
cont inent e, incluidas la República de Venecia, la República de Génova y la República holandesa.
Todas ellas fueron t ransformadas en monarquías o absorbidas por las monarquías vecinas. Solo
Suiza subsist ió como república.

Fuera de Europa, se creó ot ro grupo de repúblicas cuando las guerras napoleónicas permit ieron a
los est ados de la América española obt ener su independencia. La ideología liberal t uvo un
impact o limit ado en est as nuevas repúblicas. El apoyo principal de la emancipación, est uvo en la
población criolla local, descendient e de europeos, en conflict o con los gobernadores llegados de
España. La élit e criolla t enía poco int erés en dar a los grupos amerindios poder y una amplia base
represent ación. Simón Bolívar, el principal inst igador de las revuelt as y uno de sus t eóricos más
import ant es, simpat izaba con los ideales liberales, pero consideraba que la América hispana
carecía de la cohesión social necesaria para que t al sist ema funcionara y defendía la aut ocracia
cuando era necesario.

Solo en México, est a aut ocracia t omó brevement e la forma de una monarquía en el Primer
Imperio Mexicano. Debido a la Guerra de la Independencia, la cort e port uguesa se t rasladó a
Brasil en 1808. Brasil obt uvo la independencia como monarquía el 7 de sept iembre de 1822, y el
Imperio de Brasil duró hast a 1889. En los ot ros est ados, varias formas de república aut ocrát ica
exist ieron hast a que la mayoría fueron liberalizados a finales del siglo xx.[31] ​

Est ados europeos Est ados europeos Est ados europeos Est ados europeos Est ados europeos
en 1815[32] ​
en 1914[33] ​
en 1930[34] ​
en 1950[35] ​
en 2015[36] ​

     Monarquías(55)      Monarquías(22)      Monarquías(20)      Monarquías(13)      Monarquías(12)


     Repúblicas (9)      Repúblicas (4)      Repúblicas (15)      Repúblicas (21)      Repúblicas (35)

La Segunda República Francesa t uvo efímera exist encia: fue creada en 1848, y abolida por su
primer y único President e, Napoleón III, que se proclamó emperador en 1852. La Tercera
República Francesa se est ableció después de la guerra franco-prusiana, de 1870-71; y solo
después que los herederos de los borbones, se negaron a acept ar la bandera t ricolor. Sin
embargo, ya hace mediados de la década de 1880, la República se había asent ado fírmement e en
Francia. España se convirt ió brevement e en la Primera República Española en 1873-74, pero la
monarquía fue rest aurada pront o. A comienzos del siglo xx, Francia, Suiza y San Marino siguieron
siendo las únicas repúblicas de Europa. Est o cambió cuando, después del Regicidio de Lisboa de
1908, pues la revolución del 5 de oct ubre de 1910 est ableció la República Port uguesa.

Un cartel de 1920 que conmemora al presidente permanente de la República de China, Yuan Shikai, y al presidente
provisional de la República, Sun Yat-sen.

En el est e de Asia, China había vist o un considerable sent imient o ant i-Qing durant e el siglo xix, y
se desarrollaron varios movimient os de prot est a que pedían la monarquía const it ucional. El líder
más import ant e de est os esfuerzos fue Sun Yat -sen, cuyos Tres Principios del Pueblo
combinaron ideas est adounidenses, europeas y chinas. Bajo su liderazgo, la República de China
fue proclamada el 1 de enero de 1912.

El republicanismo se expandió significat ivament e después de la Primera Guerra Mundial, cuando


varios de los imperios europeos más grandes colapsaron: el Imperio Ruso (1917), el Imperio
Alemán (1918), el Imperio Aust rohúngaro (1918) y el Imperio Ot omano (1922) fueron
reemplazados por repúblicas. Los nuevos est ados obt uvieron la independencia durant e est a
agit ación, y muchos de ellos, como Irlanda, Polonia, Finlandia y Checoslovaquia, eligieron formas
de gobierno republicanas. Después de la derrot a de Grecia en la Guerra greco-t urca (1919-22), la
monarquía fue brevement e reemplazada por la Segunda República Helénica (1924-35). En 1936,
un golpe de est ado a cargo del bando Nacional dio como result ado la guerra civil española,
seguida de 39 años de dict adura franquist a y acabando con la Segunda República Española
(1931-36).

Las ideas republicanas se est aban ext endiendo, especialment e en Asia. Est ados Unidos comenzó
a t ener una influencia considerable en el est e de Asia en la últ ima part e del siglo xix, y los
misioneros prot est ant es desempeñaban un papel cent ral. Los escrit ores liberales y republicanos
de occident e t ambién ejercieron influencia. Est os se combinaron con la filosofía polít ica inspirada
en el confuciano nat ivo que durant e mucho t iempo había argument ado que el pueblo t enía
derecho a rechazar un gobierno injust o que había perdido el Mandat o del Cielo.

Dos repúblicas efímeras fueron proclamadas en Asia Orient al, la República de Formosa y la
Primera República filipina.

Definición

La República alimenta a sus hijos y les instruye. Pintura de Honoré Daumier, 1848.

Tradicionalment e, se ha definido la república como la forma de gobernar de los países en los que
el pueblo t iene la soberanía y facult ad para el ejercicio del poder, aunque sea delegado por el
pueblo soberano en gobernant es que elige de un modo u ot ro. En la práct ica suele pensarse que
la forma de Est ado de un país es la monarquía si t iene rey, y república si no lo t iene. Lo ciert o es
que una república est á fundament ada en el “imperio de la ley” y no en el “imperio de los hombres”.
[cita requerida]

“Un montón de gente no es una república”


Aristóteles

.[cita requerida]

Y la const it ución, de ser apegada al derecho, sirve para prot egerlo y definir incluso qué leyes son
buenas y cuáles malas en el marco de referencia const it ucional.

El desconocimient o de est os principios clásicos en el mundo moderno lent ament e ha conducido


a muchos a expresarse en t érminos de “repúblicas democrát icas” o “repúblicas islámicas”, sin
considerar la cont radicción que t ales frases cont ienen[cita requerida].

Son element os comunes que part icipan del cont enido de la definición t radicional que la cult ura
occident al ha elaborado del concept o “República”:

1. La periodicidad en los cargos

2. La primacía de la ley

3. La igualdad ant e la ley

4. La publicidad de los act os de gobierno: no es posible el secret o de Est ado

5. La responsabilidad de polít icos y funcionarios públicos

6. El ejercicio de la ciudadanía, quien pone y depone

El est ado, que es el conjunt o de inst it uciones que ejerce su gobierno y aplica sus leyes con
soberanía sobre un t errit orio delimit ado, necesit a que ese poder de mando ejercido por el
gobierno, se halle organizado de algún modo. Así puede ser monárquico o republicano.

La república puede est ar const it uida sobre un est ado espacialment e dividido en t errit orios
aut ónomos, lo sería una república federal como el caso de México, o con un poder cent ralizado
sobre t odo el t errit orio del país, lo que const it uiría una república unit aria, como por ejemplo,
Colombia y Uruguay.

También puede ser la república, una democracia o una arist ocracia, como la república concebida
por Plat ón, que en realidad se llamaba “politeia” donde se aspiraba a que gobiernen los mejores,
en una forma donde se ent remezclaban rasgos de la democracia con los de la arist ocracia.

Exist en repúblicas presidencialist as, como el caso de Est ados Unidos, Argent ina, México y
Ecuador, donde el jefe de Est ado y el de Gobierno, elegido por el pueblo, encarna en una misma
persona, y parlament arias, donde est án diferenciadas las funciones del Jefe de Est ado y del
Jefe de Gobierno, que es elegido por el Parlament o, frent e al que es responsable polít icament e,
como Alemania, Aust ria, Israel y Grecia.

República proviene del vocablo lat ino res (cosa) pública, pert enecient e al “populus” o pueblo,
significando que el poder reside en el pueblo, que lo delega t ransit oriament e en sus
represent ant es. Est a es una diferencia fundament al con los gobiernos monárquicos donde el
soberano t iene caráct er vit alicio, y muchas veces, heredit ario.

Ot ras caract eríst icas de la república, son: la igualdad ant e la ley de t odos los ciudadanos; los
gobernant es son responsables ant e el pueblo que los eligió, por sus act os de gobierno; y la
publicidad de dichos act os, que no deben ser secret os, sino puest os a conocimient o del público
para poder ser cont rolados. Est o se hace a t ravés de un Bolet ín Oficial en algunos países.

Los pilares fundamentales de la República

Los t res pilares fundament ales de la República según Arist ót eles son:

La participación política activa por part e de los ciudadanos (est o supone la publicidad de los
act os est at ales y la necesidad de instrucción en materias de ciencias jurídicas y política tanto
teórica como “material” [aquella ocurrida en un est ado det erminado y en un moment o dado]).

La representación de todos los ciudadanos dentro de las instituciones de gobierno con


iguales atribuciones y prevalencia de ninguna. (El acceso a dichas magistraturas
necesariamente colegiadas en razón de la materia debe ser restringida (el magist rado debe
pert enecer a la clase que represent a y ser elegido con el vot o solo de ést a).

Es necesario considerar que para Aristóteles los fines supremos de las formas de gobierno
deben ser:

La libertad-igualdad (“sólo somos libres entre iguales” [consideración griega de la época])

La realización de la justicia y del bien común.


La realización plena del desarrollo de las capacidades cognitivas humanas (para lo
cual considera necesaria la realización de los dos punt os ant eriores siguiendo el concept o
fundament al de Sócrat es [BIEN=VERDAD. Según el cual el bien es igual a la verdad y el
mal a la ignorancia. Sócrat es explica est o de la siguient e manera: -el humano busca la
felicidad, llenar su vacío exist encial -para est o ut iliza medios por los cuales pret ende
lograr dicho fin -la mayor part e de las veces ut iliza medios que consiguen satisfacciones
efímeras, et éreas, superficiales, que no van más allá de los “deseos pasionales” {como
t ener sexo, aliment arse, et c} -de est a manera concluye que busca un fin por medios que
no pueden alcanzarlo; ya que est e solo puede ser alcanzado mediant e la contemplación de
la verdad, ent endida como el conocimient o de la realidad])

De est o se adviert e que si solo somos libres ent re iguales no puede haber una clase
gobernante, deben gobernar todas por igual.

Marx va más allá advirt iendo además que: habiendo elementos (individuos y/o clases)
económicamente diferentes unos int ent an superponerse sobre ot ros, est ando rota, bajo dicho
supuest o, la relación de igualdad de unos element os para con los demás y por lo tanto la de
libertad.

Ambigüedad en las definiciones

La aplicación de la misma palabra a dos concept os o más diferent es pero relacionados lleva a
inconsist encias:

1. Los países que son repúblicas según la definición práct ica normalment e aducen que son
repúblicas en un sent ido t radicional, aunque en muchos casos sean regímenes aut ócrat as o
dict at oriales donde el pueblo no es soberano.

2. Una monarquía elect iva con soberanía popular o una monarquía parlament aria serían
repúblicas en sent ido t radicional, porque la soberanía est á en el pueblo que ot orga más o
menos at ribuciones a un monarca no soberano. Sin embargo en la práct ica jamás se llama
república a una monarquía.

Los analist as polít icos creen que la Primera Guerra Mundial desat ó el fin de las monarquías
t radicionales. La forma de Est ado republicana (definición t radicional) se impuso en la mayoría de
los est ados desarrollados, monarquías o no. Tras la Primera Guerra Mundial, con el Trat ado de
Versalles desaparecieron t ant o el Imperio Aust rohúngaro, como el Imperio Alemán. Además, los
monarcas de los est ados ganadores fueron cediendo poderes y prerrogat ivas a inst it uciones
democrát icas elect as.

Jefes de Estado
J

Imagen a la izquierda, George Washington primer presidente de los Estados Unidos de América. Imagen a la derecha,
Carlos Luis Napoleón Bonaparte, primer y único presidente de la II República Francesa.

Estructura

José de San Martín (izquierda) y Simón Bolívar (derecha), libertadores y primeros gobernantes de varios de los estados de
Hispanoamérica.
Sin un monarca, la mayoría de las repúblicas modernas, el Jefe de Est ado es llamado el
President e de la República (o president e), que no hay que confundir con el primer minist ro o
President e del Gobierno. En ciert os países el president e de la república recibe una denominación
especial, como cónsul, dux, kniaz, archon, et c. Originalment e ut ilizado para referirse al oficial que
preside un comit é u organismo de gobierno en Gran Bret aña, el uso t ambién se aplicaba a los
líderes polít icos, incluidos los líderes de algunas de las Trece Colonias (originalment e Virginia en
1608); en su t ot alidad, el "president e del Consejo". La primera república en adopt ar el t ít ulo fue
los Est ados Unidos de América. Mant eniendo su uso como jefe de un comit é, el president e del
Congreso Cont inent al fue el líder del congreso original. Cuando se redact ó la nueva const it ución,
se confirió el t ít ulo de president e de los Est ados Unidos al jefe de la nueva rama ejecut iva
federal.

En las repúblicas democrát icas, el Jefe de Est ado ha de ganar unas elecciones. Est as elecciones
puede ser direct as o indirect as (se forma un consejo especial o colegio elect oral). Cuando el
president e es elect o, normalment e, desempeña su cargo en un periodo preest ablecido
(generalment e, de cuat ro a seis años), finalizado est e periodo, se celebran nuevas elecciones.
Muchas legislaciones nacionales, limit an el número de Reelecciones a las que puede present arse
un President e cuando ya ha concluido su primer mandat o.

Si el Jefe del Est ado de una república es al mismo t iempo el Jefe del Gobierno, a est e t ipo de
República se dice que t iene un sist ema de gobierno presidencial. Est e es el caso de Est ados
Unidos, Colombia, Perú, Argent ina, Paraguay y Uruguay, ent re ot ros países.

Por el cont rario, en los sist emas de gobierno parlament ario, el Jefe de Est ado no es la misma
persona que el Jefe del Gobierno. En est os casos, se da la diferenciación ent re president e de la
República y primer minist ro (President e del Gobierno). En est os casos, el papel del president e de
la República result a mayorment e ceremonial, aunque t iene t areas específicas como el papel
consult ivo en la formación de un gobierno después de una elección. Por el cont rario, es el primer
minist ro el que cuent a con el poder ejecut ivo.

En los sist emas semipresidenciales, puede darse el caso (dependerá de los sist emas y
calendarios de elección de cada país) de que el president e de la República y el primer minist ro
pert enezcan a diferent es part idos polít icos con ideologías diferent es. Est a cohabit ación suele
darse a menudo en Francia.

En ot ros países, como Alemania o India, sin embargo, el president e de la República, t iene que
permanecer est rict ament e independient e a la dinámica gobierno/oposición.
Por últ imo, en ot ros países, como Suiza, Bosnia-Herzegovina y San Marino, la presidencia de la
República no la ejerce una persona, sino que lo hace un Consejo o Comit é. En est e caso, la cabeza
visible del Est ado va rot ando ent re los miembros del Consejo. En el caso de San Marino, cada seis
meses. En el caso de Bosnia y Herzegovina la presidencia es rot at oria ent re sus t res miembros
para garant izar la igualdad. En el caso de Suiza, cada Año Nuevo. Est os sist emas son una herencia
de la Ant igua República Romana donde t ambién rot aba est e cargo. Los Comicios designaban a
dos cónsules que ocupaban el cargo durant e un año por los comit ia cent uriat a, que consist ía en
t odos los hombres adult os, nacidos libres, que podían probar la ciudadanía. La rot ación era
mensual. En cada semiperíodo, un cónsul ejercía el poder real (cónsul maior), mient ras que el ot ro
lo supervisaba.

Ambigüedades

La dist inción ent re una república y una monarquía no siempre es clara. Las monarquías
const it ucionales del ant iguo Imperio Brit ánico y la Europa Occident al hoy t ienen casi t odo el
poder polít ico real invest ido en los represent ant es elect os, con los monarcas solo t eniendo
poderes t eóricos, sin poderes o poderes de reserva rarament e usados. La verdadera legit imidad
para las decisiones polít icas proviene de los represent ant es elect os direct ament e por el pueblo.
Mient ras las monarquías heredit arias permanecen en su lugar, el poder polít ico se deriva del
pueblo como en una república. Por lo t ant o, a est os est ados a veces se los denomina repúblicas
coronadas.[37] ​

Términos como "república liberal" t ambién se usan para describir t odas las democracias liberales
modernas.[38] ​

También hay repúblicas aut o-proclamadas que act úan de manera similar a las monarquías con
poder absolut o conferido al líder y t ransmit ido de padres a hijos. Corea del Nort e y Siria son dos
ejemplos not ables donde un hijo ha heredado el cont rol polít ico. Ninguno de est os est ados son
oficialment e monarquías. No exist e un requisit o const it ucional de que el poder se t ransmit a
dent ro de una familia, pero se ha producido en la práct ica.

También hay monarquías elect ivas donde el poder máximo recae en un monarca, pero el monarca
es elegido por algún t ipo de elección. Un ejemplo act ual de t al est ado es Malasia, donde Yang di-
Pert uan Agong es elegido cada cinco años por la Conferencia de Gobernant es compuest a por los
nueve gobernant es heredit arios de los est ados malayos y la Ciudad-Est ado del Vat icano, donde
el papa es seleccionado por los cardenales elect ores, act ualment e t odos los cardenales
menores de una edad específica. Aunque es raro hoy en día, los monarcas elect ivos eran
comunes en el pasado. El Sacro Imperio Romano Germánico es un ejemplo import ant e, donde
cada nuevo emperador fue elegido por un grupo de elect ores. Los est ados islámicos rara vez
empleaban la primogenit ura, sino que dependían de varias formas de elección para elegir al
sucesor de un monarca.

La Mancomunidad de Polonia-Lit uania t enía una monarquía elect iva, con un amplio sufragio de
unos 500,000 nobles. El sist ema, conocido como Libert ad Dorada, se había desarrollado como un
mét odo para que poderosos t errat enient es cont rolaran la corona. Los defensores de est e
sist ema miraron a los ejemplos clásicos, y los escrit os del Renacimient o it aliano, y llamaron a su
monarquía elect iva una Rzeczpospolit a, basada en res publica.

Dictaduras

En algunas repúblicas somet idas a regímenes dict at oriales se han producido t ransferencias
dinást icas del poder de padres a hijos, est ableciendo práct icas muy similares a las de las
monarquías, que se suelen denominar dict aduras familiares.[39] ​Ejemplos de ello han sido el Hait í
de los Duvalier, o la Nicaragua de los Somoza.

Un caso part icular es la dinastía comunista de Corea del Nort e. La sust it ución en 2006, en Cuba
de Fidel Cast ro por su hermano Raúl Cast ro se ha int erpret ado en el mismo sent ido por part e de
la oposición.[40] ​Aunque dicha sucesión est uvo amparada const it ucionalment e, puest o que Raúl
era el Primer Vicepresident e del Consejo de Est ado y de Minist ros, y est á previst o en la cart a
magna que la persona que ost ent a est e cargo asuma la presidencia int erina en caso de muert e o
enfermedad del jefe de Est ado como ocurrió en est a ocasión. Luego en 2008, Raúl Cast ro fue
elegido president e por el parlament o cubano.

República y religión

Una de las principales mot ivaciones por las que se cambiaba del régimen monárquico al
republicano era el aspect o religioso.

La mayoría de monarquías t enía una religión oficial de Est ado de la que no se podía disent ir,
mient ras que las repúblicas –sobre t odo desde que la francesa y la est adounidense
est ablecieran las bases para el derecho que act ualment e recogen la mayoría de const it uciones–,
con la libert ad de cult o dejan est e aspect o a la libre elección del ciudadano.
Repúblicas laicistas

Muchas veces, las revoluciones que han propiciado el cambio de monarquía a república han sido
alt ament e laicist as, lo que en ocasiones ha despert ado un import ant e sent imient o ant iclerical a
raíz del apoyo y el simbolismo que algunas confesiones religiosas como el cat olicismo han
prest ado al Ant iguo Régimen, o por su est recha vinculación con las oligarquías, así como el papel
eminent ement e reaccionario que las jerarquías eclesiást icas han t endido a desempeñar en su
complicidad o defensa act iva del orden est ablecido. En los casos de mayor exacerbación, o de
mayor acumulación hist órica de frust ración y sufrimient o por part e de las clases populares y
oprimidas, a raíz del st at u quo, est o ha llegado a provocar quemas de iglesias, persecución de
religiosos y dest rucción de art e sacro, et c. Casos de ello se dieron en Francia, durant e la
revolución francesa, o en algunas revoluciones socialist as, como las que dieron paso a las
dist int as Repúblicas de la Unión Soviét ica (algunas de cort a duración), así como las de Viet nam,
Corea del Nort e, República Popular China, México o la inconclusa Revolución social española de
1936, que t iene lugar en el seno de la Segunda República Española t ras el frust rado golpe de
Est ado por part e de los milit ares sublevados, que dio lugar al est allido de la Guerra Civil, siendo
los int ent os o afiliaciones revolucionarias durament e reprimidas desde el bando sublevado.
Aunque t ambién la imposición de monarquías o est ados t ot alit arios han foment ado en ocasiones
la persecución o at aque a minorías religiosas como a los judíos, o a los crist ianos en el Japón
Tokugawa, o han legit imado su poder en la religión, como la dict adura del general Francisco
Franco y su nacionalcat olicismo.

En los Est ados Unidos, no sucedió est o, probablement e, porque la suya más que revolución, fue
ant e t odo una Guerra de Independencia para librarse de los abusos de la corona brit ánica. No
obst ant e, la joven nación no eligió ninguna religión de Est ado en especial, aunque sí hace
referencia en ocasiones a la Biblia o a Dios, por ejemplo en su const it ución. Francia, pionera en la
independencia de la religión y el est ado, asumiría la laicidad del est ado finalment e a principios del
[[siglo xx]].

Repúblicas confesionales

Si bien es ciert o que muchas veces se ha esgrimido el sent imient o ant i-religioso para favorecer la
implant ación de un régimen republicano, ot ras t ant as veces, ha sido al revés, se ha ut ilizado un
sent imient o religioso (en ocasiones, incluso fundament alist a), con idént ico objet ivo.
El sent imient o religioso jugó un import ant e papel, por ejemplo, en el derrocamient o del Régimen
del Sah en Irán, que fue subst it uido por una república dirigida por los líderes espirit uales islámicos,
los ayat olá. De hecho, Irán t iene como nomenclat ura oficial la de República Islámica de Irán.

Algunos países se han organizado como una república, para est ablecer una religión est at al en su
const it ución. El ejemplo más evident e son las repúblicas islámicas, aunque no son las únicas, lo
mismo sucede el polo opuest o, en el Est ado de Israel.

Hist óricament e, muchas repúblicas se han definido en función de una religión, como la República
Dominicana (nombre obt enido por la predominant e presencia de la orden cat ólica de Los
Dominicos), la República Cat ólica de Irlanda o la República Prot est ant e de los Países Bajos.

En est e caso, al dot ar a la república de una det erminada religión oficial, lo que se busca es impedir
injerencias en el cult o est at al, provengan dichas injerencias de dent ro del propio est ado o del
ext erior.

República y democracia

La república, a menudo, se asocia con la democracia. Est o no ha causado problemas, siempre que
se cumplieran las caract eríst icas ant es descrit as, hast a el desarrollo de las t eorías de las
democracias. En est e sent ido, por ejemplo, una república delegada, en la que no haya
part icipación del pueblo en lo público más allá del vot o cada ciert os años, se parecería más a una
oligarquía que a una democracia.

El derecho a vot o ha sufrido una larga evolución. De hecho, no se generalizó el sufragio universal
(derecho a vot o solo limit ado por la mayoría de edad) hast a mediados del [[siglo xx]]. Ant es, est e
derecho est aba bast ant e rest ringido. Solo det erminados est rat os sociales podían vot ar, o se
discriminaba por cuest iones de origen, color de piel, sexo, et c. Act ualment e, a muchas formas de
democracia de la ant igüedad (incluyendo la Democracia at eniense) se las denomina plut ocracias,
pues solo permit ía vot ar a la oligarquía dominant e.[cita requerida]

El referéndum

Un inst rument o de democracia direct a son los referendos, pero est os solo son convocados,
normalment e, por algún mot ivo ext raordinario. Pocos países, ent re los que est á Suiza, convocan
varios referendos al año.
Países declarados como regímenes o est ados socialist as o comunist as, en cambio, suelen t ener
un alt o índice de part icipación del pueblo, de lo que denominan prolet ariado, pero en cambio, las
decisiones que ahí se t oman, no son de gran alcance o bien no cuent an con una base realment e
democrát ica donde se puedan discut ir y plant ear por t oda la sociedad las vent ajas o
inconvenient es al apoyarlos.

En ot ros est ados considerados democrát icos como México, sin embargo, est o se puede
comparar, según algunas opiniones, con los famosos plebiscitos que t oman la opinión del pueblo
pero sin que la sociedad en sí t ome part e act iva en la legislación, y la cámara de diput ados

República o Monarquía

Repúblicas y Monarquías en la actual Unión Europea:


     Monarquía
     República
Fecha: 2014

Repúblicas y Monarquías actuales en el continente africano y la isla de Madagascar:


     Monarquía
     República
Fecha: 2016

Aunque, t eóricament e, la república hace referencia a que la soberanía reside en el pueblo de


forma democrát ica, en la práct ica, el concept o república se lo pueden at ribuir est ados que
simplement e no adopt en como a una forma de monarquía, incluyendo en ocasiones est ados con
sist emas t ot alit arios, oligarquías o dict aduras, como Corea del Nort e. Por ejemplo, los aut ócrat as
t rat an de maquillar su forma de gobierno con trajes democráticos llamándose president es, en vez
de reyes y república a la forma de gobierno de su país en lugar de monarquía o dict adura.

Siempre han exist ido repúblicas, en ciert o modo con rasgos de monarquías absolut ist as, donde el
Jefe de Est ado puede t ener muchas de las caract eríst icas de un monarca o rey, llegando a
inst alar a president es vit alicios (concept o muy cercano o paralelo al de dict ador). Est e t ipo de
president e, muchas veces, t iene un poder más allá de lo que es habit ual en una democracia.

Durant e mucho t iempo, república era un concept o de Est ado moderno y de ideas ilust radas o
liberales diamet ralment e opuest o a monarquía, símbolo del Ant iguo Régimen. Est e es el caso, no
solo de Ant igua República Romana sino de est ados modernos como Est ados Unidos, t ras su
independencia del est ado monárquico de Gran Bret aña o Francia, t ras la Revolución Francesa,
punt o de referencia de la act ual hist oria moderna. En cambio hoy, est a radical oposición ha
quedado diluida por la propia acept ación y evolución de algunas monarquías, especialment e
europeas, hacia sist emas de monarquía const it ucional o parlament aria, régimen similar a una
república, en el sent ido de concederse casi t ot alment e la soberanía en el pueblo en forma de
derecho a vot o, aunque conservando como máximos represent ant es del est ado en un cargo
heredable ent re ot ras part icularidades. Es el caso de Reino Unido o España, ent re ot ros países.

El debat e no obst ant e sigue abiert o y países como Aust ralia en 1999 celebraron un referéndum
para convert irse en república, rechazada con un 55% de los vot os, ot ros países de recient e
creación, como Mont enegro, aun a pesar de t ener herederos a la corona real y basarse su escudo
nacional en el símbolo real de 1918, han acept ado formalment e la república como forma de
gobierno.

Evolución histórica

En la antigüedad
En la Ant igüedad, las repúblicas no se ent endían como ent iende la ciencia polít ica el concept o de
república.

Aunque República significara la cosa pública, no t odos podían part icipar de esa cosa pública. La
llamada democracia at eniense no lo era en el mismo sent ido ni forma que t omamos act ualment e.
En realidad, las polis griegas est aban gobernadas por la arist ocracia (arist oi, “los mejores”) y sólo
los ciudadanos (y no t odos los miembros del pueblo eran ciudadanos) part icipaban en las
discusiones del ágora.

Pocos t ext os ant iguos sobrevivieron a la Edad Media, ent re est os pocos est á La República de
Plat ón. No obst ant e, pese a los elevados ideales de ést a, cuando Plat ón puso sus ideas polít ica
en práct ica en la polis de Siracusa el result ado fue un complet o fracaso.

También Cicerón int ent ó algo parecido en t iempos de la Ant igua Roma y t ampoco logró reforzar
el gobierno de la República romana, muy a su pesar, solo logró un preludio de lo que luego sería la
Roma imperial.

En el Renacimiento

Durant e el Renacimient o se foment ó la revisión del mundo ant iguo, no solo de su art e, sino
t ambién de su cult ura, de su pensamient o polít ico y de su lit erat ura y, la mayoría de los pocos
escrit os que lograron sobrevivir a la Edad Media fueron t raducidos. Ent re est os los que hacían
referencia a las Repúblicas de la Ant igüedad que fueron rebaut izadas como Repúblicas clásicas.

It alia era la zona más densament e poblada de Europa en esa época y con el gobierno cent ral más
débil, por lo que se desarrollaron muchas ciudades-est ado it alianas y se creó una ideología
republicana. Las dos más poderosas eran la República de Venecia y su rival la República de
Génova que cont rolaban gran part e del Medit erráneo.[41] ​

La filosofía renacent ist a vio en la república una especie de Est ado ideal y los Est ados que
surgieron en ese periodo como Países Bajos adopt aron est a forma de organización polít ica.
Aunque más que los ideales republicanos, pesó en su decisión su sent imient o ant icat ólico (por
ello, se aut odenominaron República Protestante de los Países Bajos) y el hecho de que no
encont raron a ningún candidat o que les convenciese como monarca.

En Europa Cent ral fue la república, arist ocrát ica federal formada en 1569 por el Reino de Polonia
y el Gran Ducado de Lit uania. República de las Dos Naciones duró hast a las repart iciones de
Polonia en 1795.
Durant e el período barroco se inició con el mundo ant iguo, no sobre art e sino de una cult ura
polifónica, y pensamient os filosóficos.

Republicanismo ilustrado

La libertad guiando al pueblo (Eugène Delacroix), alegoría de la libertad, el eslogan Liberté, égalité, fraternité y del
republicanismo junto al gorro frigio.

La Ilust ración t rajo consigo t oda una nueva generación de polít icos y filósofos ilust rados que se
replant eó los principios de la ciencia polít ica que habían est ado vigent es hast a el moment o.
Locke, por ejemplo, se había plant eado la división de poderes y la Separación Iglesia-Est ado
cuando el Absolut ismo aún era moneda de cambio. Est os plant eamient os polít icos serían los que
se est ablecerían no mucho después en las const it uciones promulgadas t ras la Revolución
francesa y la Guerra de Independencia de los Est ados Unidos. De hecho, la Ilust ración definió el
est ándar de lo que había de ser una república y de las monarquías const it ucionales que
empezarían a consolidarse en el [[siglo xix]].

Los principios más import ant es est ablecidos por la Ilust ración fueron:

La aut oridad de la ley.

La exigencia de que los gobiernos se int eresen por los ciudadanos a los que afect a dicha ley.

La necesidad de que los gobiernos est ablezcan el llamado interés nacional, de t al modo, que
fuesen comprensibles por el pueblo en general.
Que exist iese algún modo de aut odet erminación (En el sent ido de consulta popular de t ipo
referéndums, elecciones, et c).

Desde el final del absolut ismo, t ant o el liberalismo (repúblicas con sist emas económicos
librecambist as), como el socialismo (repúblicas con sist emas económicos planificados), así
como, las monarquías const it ucionales se basaban en los ideales republicanos aparecidos
durant e la ilust ración y desarrollados en las repúblicas de Est ados Unidos y Francia. Est os ideales
son la creencia en la aut odet erminación de los pueblos y la dignidad individual humana.

República de partido único

Repúblicas unipartidistas en el mundo.

“Las clases sociales tenían intereses y que los gobiernos existentes


representan los intereses de la clase dominante, y que, tarde o temprano,
estos gobiernos serían derrocados por las clases proletarias.”
Karl Marx

Cuando en el siglo xx aparecen las nuevas Repúblicas Socialist as, est as se proclamaron como las
herederas más direct as de los ideales de la Ilust ración.

Cuando aparecieron est as Repúblicas socialist as t uvieron que enfrent arse a un grave problema, la
mayor part e del prolet ariado carecía del int erés o de la experiencia de gobierno necesaria para
que los ideales republicanos socialist as se pudieran poner en marcha. Por ello, las est ruct uras de
gobierno socialist as acabaron siendo, en la práct ica, muy piramidales.

República islámica
Las cuatro repúblicas islámicas en el mundo. De este a oeste: Mauritania, Irán, Afganistán y Pakistán.

Muchos erudit os occident ales no consideran a las repúblicas islámicas como aut ént icas
repúblicas, pues sus ideales est án fundament ados en el Corán, no en los ideales de la Ilust ración,
ni t ienen ningún ot ro lazo con la t radición occident al del republicanismo que puede remont arse
hast a la Ant igua Roma.

Est as repúblicas islámicas surgieron en las zonas de dominio del Islam, t ras las descolonizaciones
de la segunda mit ad del [[siglo xx]].

Véase también

Republicanismo

República parlament aria

Parlament arismo

Presidencialismo

Semipresidencialismo

Monarquía

Arist ocracia

Oligarquía

Dict adura

Forma de gobierno

Referencias
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body of citizens entitled to vote and is exercised by elected officers and representatives
responsible to them and governing according to law».

7. Woodburn, James Albert. The American Republic and Its Government: An Analysis of the
Government of the United States, G. P. Putnam, 1903:

the constitutional republic with its limitations on popular government is


clearly involved in the United States Constitution, as seen in the election of
the President, the election of the Senate and the appointment of the
Supreme Court.

pp. 58-59.

8. Scheb, John M. An Introduction to the American Legal System. Thomson Delmar Learning
2001. p. 6

9. Allan, T. R. S. (1 de enero de 2003). Constitutional Justice: A Liberal Theory of the Rule of Law
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ISBN 9780199267880. «When the idea of the rule of law is interpreted as a principle of
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10. Peacock, Anthony Arthur (1 de enero de 2010). Freedom and the Rule of Law (https://books.g
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ISBN 9780739136188. «The rule of law is fundamental to all liberal constitutional regimes...»

11. Founders Online: From Alexander Hamilton to Gouverneur Morris, 19 May 1777 (https://foun
ders.archives.gov/documents/Hamilton/01-01-02-0162) (en inglés), 28 de enero de 2018.

But a representative democracy, where the right of election is well secured


and regulated & the exercise of the legislative, executive and judiciary
authorities, is vested in select persons, chosen really and not nominally by
the people, will in my opinion be most likely to be happy, regular and
durable.

12. García-Trevijano, Antonio (3 de diciembre de 2010). Teoría pura de la República


Constitucional (Edición: 1 edición). El Buey Mudo. ISBN 9788493804053.

13. Larousse, Éditions. «Encyclopédie Larousse en ligne - république latin republica de res chose
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18. Paul A. Rahe, Republics, Ancient and Modern, three volumes, University of North Carolina
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19. Martin Bernal, Black Athena Writes Back (Durham: Duke University Press, 2001), p. 359.

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21. UNESCO World Heritage Centre. «Aksum» (http://whc.unesco.org/en/list/15) .

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30. "Republicanism." Encyclopedia of the Enlightenment p. 431

31. "Latin American Republicanism" New Dictionary of the History of Ideas. Ed. Maryanne Cline
Horowitz. Vol. 5. Detroit: Charles Scribner's Sons, 2005.

32. El Imperio Otomano y el Imperio Ruso se cuentan entre Europa. Se cuentan como repúblicas
la Confederación Suiza, las Ciudades Libres de Hamburgo, Bremen, Lübeck y Frankfurt, la
República Serenísima de San Marino, la República de Cospaia, la República Septinsular y la
Confederación Germánica; sin embargo, los estados miembros de la Confederación
Germánica también se cuentan por separado (35 monarquías).

33. El Imperio Otomano y el Imperio Ruso se cuentan entre Europa.

34. La República de Turquía se cuenta entre Europa, la Unión de Repúblicas Socialistas


Soviéticas como una sola república, el Estado Libre de Irlanda como una monarquía
independiente, la Ciudad del Vaticano como una monarquía electiva, y el Reino de Hungría
como una monarquía nominal.

35. La República de Turquía se cuenta entre Europa, la Unión de Repúblicas Socialistas


Soviéticas como una sola república, el Territorio Libre de Trieste como una república
independiente, la Ciudad del Vaticano como una monarquía electiva, el Estado Español como
una monarquía nominal.

36. La República de Turquía se cuenta entre Europa, la Federación Rusa como una sola república,
la República de Kosovo (reconocida por la mayoría de los otros estados europeos) como una
república independiente, la Ciudad del Vaticano como una monarquía electiva. La República
de Azerbaiyán, Georgia, Armenia y Kazajistán no se muestran en este mapa y se excluyen del
recuento. La República Turca del Norte de Chipre (reconocida solo por Turquía) y todos los
demás estados no reconocidos están excluidos del recuento.

37. El novelista y ensayista H. G. Wells usó regularmente el término república coronada para
describir el Reino Unido, por ejemplo en su obra A Short History of the World. Alfred
Tennyson en su poema Idylls of the King (http://ebooks.adelaide.edu.au/t/tennyson/alfred/id
ylls/chapter13.html) .

38. Dunn, John. "The Identity of the Bourgeois Liberal Republic." The Invention of the Modern
Republic. Cambridge: Cambridge University Press, 1994.

39. Alain Rouquié (1989) América Latina: Introducción al extremo Occidente (http://books.googl
e.es/books?id=s3WvBqeXIywC&pg=PA229&lpg=PA229&dq=%22dictaduras+familiares%22&s
ource=web&ots=iyk73cUdJR&sig=qSP5g5G0H_y2kcnVn4_pRoAUsBk&hl=es) Siglo XXI,
ISBN 968-23-1522-0. Sergio RamírezCuentas pendientes (http://www.lainsignia.org/2007/sep
tiembre/ibe_001.htm) , La Insignia, 4 de septiembre de 2007.

40. Carlos Alberto Montaner: Castro contra sus herederos. De la sucesión pragmática a la
transición convulsa (http://pablodocimo.blogspot.com/2008/03/ral-castro-y-la-sucesin-monr
quica.html) Archivado (https://web.archive.org/web/20180207010432/http://pablodocimo.
blogspot.com/2008/03/ral-castro-y-la-sucesin-monrquica.html) el 7 de febrero de 2018 en
Wayback Machine., 26 de octubre de 2005.

41. Haakonssen, Knud. "Republicanism." A Companion to Contemporary Political Philosophy.


Robert E. Goodin and Philip Pettit. eds. Cambridge: Blackwell, 1995

Enlaces externos
Wikcionario t iene definiciones y ot ra información sobre república.

Dat os: Q7270

Mult imedia: Republic (ht t ps://commons.wikimedia.org/wiki/Cat egory:Republic)

Diccionario: república
Cit as célebres: República

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=República&oldid=144062162»


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