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Yo Robot

Robbie (cuento)
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Robbie

de Isaac Asimov

Género Cuento

Subgénero Ciencia ficción

Ambientada en Estados Unidos

Idioma Inglés

Título original Robbie

Publicado en Super Science Stories

Editorial Popular Publications

País Estados Unidos

Fecha de publicación Septiembre de 1940

Formato Revista (Super Science Stories)

Los robots
Robbie Razón

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Robbie es un cuento de Ciencia ficción de Isaac Asimov. Fue publicado en el ejemplar de septiembre de 1940 de la revista Super Science Stories con el
nombre de Extraño Compañero de Juegos, título elegido por el editor Frederik Pohl y descrito como "desagradable" por Asimov. Una versión revisada
de "Robbie" fue reimpresa bajo el título original de Asimov, en las colecciones de Yo, Robot (1950), The Complete Robot (1982), y Visiones de robot
✍ (1990). "Robbie" fue la decimocuarta historia escrita por Asimov, y la novena en ser publicada. La Historia es también parte de La Serie de los
Robots, y fue la primera historia de robots positrónicos en ser publicada.

Historia

En el año 1996, la compañía Robots fabricaba robots sin voz, pues hasta ese momento no se habían desarrollado robots parlantes con inteligencia.
Gloria, una encantadora, lista y muy activa niñita de 8 años, se divierte jugando y charlando con su robot niñera Robbie, un obediente robot programado
para cuidarla, y que tiene sentimientos dulces por ella. Sin embargo, la madre de Gloria, Grace Weston, está dispuesta a separar para siempre a su hija
de su amigo, pues está llena de prejuicios, y piensa que Gloria debe jugar con niños normales y no con una "terrible y espantosa máquina", y además no
soporta que la gente la vea y sepa que su hija es criada por un robot, debido a la intolerancia que las personas sienten hacia estos. El papá de Gloria no
está de acuerdo de ningún modo, pero su débil carácter le hace ceder ante su dominante esposa, y termina alejando a Robbie de Gloria, dejando a esta
última triste y desolada. Para hacerla olvidarse de Robbie, la señora Weston convence a su esposo de llevársela a la ciudad de Nueva York, pero este
intento fracasa, pues a todos los lugares donde la llevan, Gloria solo piensa en robots, y busca a cualquiera que pueda decirle dónde está su
desaparecido Robbie. Un día, George, (el padre de Gloria) le sugiere a su esposa llevar a Gloria a la fábrica de U.S. Robots, para que Gloria vea cómo
estos son fabricados, y se dé cuenta de que los robots no son humanos.

Luego, durante la visita, George sugiere al guía que los lleve a la zona de montaje y, entre los robots que trabajan, Gloria ve a Robbie, y se lanza para
abrazarlo, sin percatarse de que un tractor está por atropellarla. Sus padres se quedan quietos de espanto, y todos los guardias son muy lentos para
actuar, pero Robbie no lo es. El robot salva la vida de Gloria, y ella termina entre sus brazos, mientras el robot la mira con ojos brillantes. Al fin, la
señora Weston accede, y Gloria se queda con su amigo.
La historia se centra en la tecnofobia que rodea a los robots, y cómo es cambiada y olvidada. Casi todas las historias de ciencia ficción anteriores
protagonizando robots seguían el concepto de el robot se rebela contra su creador; Asimov había mantenido la creencia consecuente de que el
complejo Frankenstein era un miedo desplazado, y la mayoría de sus trabajos intentaban proveer ejemplos de la ayuda que los robots podían acarrear a
la humanidad.

Círculo vicioso (Runaround en inglés) es un cuento o relato corto de ciencia ficción escrito por Isaac Asimov en
1941.

El cuento fue publicado por primera vez en el ejemplar del marzo de 1942 de la revista Astounding Science
Fiction. Aparece en las Colecciones Yo, Robot (1950), The Complete Robot (1982), y Visiones de robot (1990).

Muchas de las historias de Asimov acerca de Robots exploran las implicaciones de las Tres leyes de la robótica,
y aunque en "Círculo Vicioso" el robot está en realidad siguiendo las leyes estrictamente, se plantea un
problema de vida o muerte que debe ser resuelto con creatividad humana. Ambigüedades en el lenguaje son
usadas para obtener el mismo efecto: que el robot haga lo que se le dice, pero no lo que se desea o necesita.

Ese es el leit motiv de Asimov: cómo la creatividad humana debe ser utilizada para resolver problemas extraños,
que aparecen incluso con leyes -en apariencia- "perfectas".

Historia
En el 2015, Powell, Donovan (dos científicos de la US Robotics) y el robot SPD-13 (apodado "Speedy"- veloz por su similitud fonética en
inglés) son enviados a reiniciar operaciones en una estación minera en Mercurio que fue abandonada diez años antes. Como la radiación
solar en Mercurio es miles de veces más alta que en la Tierra, sería tarea de Speedy el trabajar bajo los intensos rayos.

Los técnicos descubren que los bancos de fotocélulas que proveen vida a la base tienen poco selenio, y si no consiguen más, pronto
morirán por falta de energía. El pozo de selenio más cercano está a 17 millas y como Speedy puede soportar las altas temperaturas de
Mercurio, es enviado por Donovan para recogerla. Los astronautas empiezan a preocuparse cuando se dan cuenta que Speedy no ha
regresado desde las últimas 5 horas, y descubren que está corriendo en un enorme círculo alrededor de un pozo de selenio. Como están a
una considerable distancia, no pueden acercarse, y menos aún considerando la intensa radiación solar. Hurgando en la estación,descubren
robots más primitivos que aún funcionan, por lo que los usan para ir a recuperar a Speedy, y tratar de analizar sobre lo que le había pasado.
Los robots primitivos funcionan bien, pero no pueden actuar solos, siempre tienen que tener a un humano "montado" sobre ellos.

Se calzan sus insotrajes (trajes espaciales que resisten unos minutos la radiación solar mercuriana) pero se movilizan por túneles para
minimizar su exposición a la intensa radiación solar. Cuando finalmente divisan a Speedy, "se dan cuenta de que la forma de caminar de
Speedy incluía un movimiento giratorio inestable, un movimiento de lado-a-lado" (Asimov 49). Los astronautas le piden a Speedy que
regrese, pero éste empieza a decir cosas incoherentes como: "Hot dog, juguemos algo. Tu me atrapas y yo te atrapo; ningún amor puede
cortar nuestro cuchillo en dos" (Asimov 49) citando a Gilbert y a Sullivan, y continúa alejándose de los técnicos. Speedy continúa
mostrando síntomas que, si fuera humano, serían interpretadas como ebriedad. Los insotrajes no permiten a los técnicos acercarse al robot,
pues éste es muy veloz, y para lograrlo demorarían más de lo que resisten los trajes.

Powell deduce que la fuente de selenio contiene algún tipo de peligro inesperado para el robot, que lo hace alejarse de ella. Bajo
circunstancias normales, Speedy observaría la segunda ley ("un robot debe obedecer órdenes"), pero Speedy fue caro de fabricar y "no es
algo para ser destruido como si nada... La regla tres ha sido fortalecida... así que su sensibilidad al peligro es inusualmente alta" (Asimov
51). Debido a que la orden de recoger el selenio fue dicha sin un énfasis en particular, Speedy no puede decidir si obedecerla (Segunda
Ley) o protegerse a sí mismo del peligro (la fortalecida Tercera Ley). Por lo que da vueltas al pozo de selenio, en el punto de equilibrio
entre las dos reglas. Las duras condiciones y el conflicto de reglas lo lastimaron a tal grado que comienza a comportarse "ebrio" y a mostrar
signos de desgaste mecánico.
Los intentos de ordenar a Speedy a regresar (Segunda Regla) fallaron porque el confundido cerebro positrónico no puede aceptar nuevas
órdenes. Intentos de cambiar el peligro del robot (Tercera Regla) arrojándole sustancias químicas con los robots antiguos sólo causan que
Speedy cambie de ruta hasta encontrar un nuevo punto de equilibrio. La situación se vuelve desesperante.

Por supuesto, la única cosa que se encuentra sobre la Segunda y Tercera Regla es la Primera Regla ("un robot no debe permitir que sus
amos humanos reciban daño"). Por consiguiente, Powell decide arriesgar su vida acercándose a Speedy y exponiéndose al sol con su
insotraje, que sólo soporta unos minutos el intenso calor, pues en definitiva ya no había otra opción. Su truco funciona: al ver a Powell en
peligro, la primera regla obliga a Speedy a salvarlo y a reponerse de su estado de "ebriedad", con lo cual todo vuelve a la normalidad:
Speedy recupera su "cordura", obtiene el selenio necesario, con él se reparan los bancos de fotoceldas y los técnicos salvan sus vidas.

Powell finaliza el tema alegrándose de su siguiente misión, que se desarrollará en otra estación donde la temperatura estará cercana al cero
absoluto.

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