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El poder de la

APROBACIÓN

William H. Brown

con Victory Bassey


EL PODER DE LA APROBACIÓN
© Copyright 2020 por William H. Brown
Todos los derechos son reservados.

Originally published in English under the title:


The Power of Approval by William H. Brown and Victory Bassey
Copyright © 2020 by William H. Brown
Published by CLIP
26 Laderoute Place
St. Albert, AB Canada T8N 7V9

Spanish edition © 2021 CLIP


26 Laderoute Place
St. Albert, AB Canada T8N 7V9

El texto bíblico sin otra indicación ha sido tomado de la Santa Biblia,


Nueva Traducción Viviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usado
con permiso de Tyndale House Publishers, Inc., Carol Stream, IL 60188,
Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados.

Diseño de la portada por Victory Bassey


Traducción al español por Anna Raquel Lont Licona
Edición en español por David Lont

Se necesita permiso por escrito para usar o reproducir en cualquier forma


partes de este libro, con la excepción de citas breves en artículos o reseñas.
Índice general [*]

Índice general

Índice general

1 Un vacío por llenar 1


Comprendiendo la aprobación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

2 Tu conciencia descuidada 7
El secreto es amor perfecto, y el amor perfecto echa fuera
todo temor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
A Su imagen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Elegido, destinado y perfeccionado . . . . . . . . . . . . . . . . 13

3 ¿Buscas respuestas a las preguntas equivocadas? 17


Comprendiendo el corazón del padre . . . . . . . . . . . . . . 18
Vive por encima y más allá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

4 Guiado al lugar de la promesa 25


Un golpe de suerte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
¿Qué es exactamente el lugar de la promesa? . . . . . . . . . . 27
Aunque se tarde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Mantén esta confianza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
¿No eres suficientemente adecuado? . . . . . . . . . . . . . . . 33
Divinamente guiado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

5 El poder de la afirmación 35
Índice general [*]

La práctica de la afirmación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
La práctica de la afirmación en tres sencillos pasos . . . . . . 38

6 La sonrisa de Dios, el sello de aprobación 45


Complacer al Señor: ¿Qué significa, por qué debemos ha-
cerlo y cómo podemos hacerlo? . . . . . . . . . . . . . . 45
La gran pregunta es: ¿cómo podemos complacer al Señor? . 48
Vivir para otros agrada a Dios y trae Su sonrisa de aprobación 50

7 El testigo interior 53
Sé capacitado por Su Espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Camina en el Espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

8 Una mano de ayuda y un corazón cariñoso 61

9 ¿En qué tierra estás plantando? 65


Peligros de una tierra equivocada . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Bendiciones de ser plantado en una tierra correcta . . . . . . 67

10 Permanece en la Palabra de Dios 71


Aumenta tu fe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Recomendaciones

En la transparencia abierta y la vulnerabilidad audaz, William Brown


y Victory Bassey tocan un nervio que nos atraviesa a todos: la nece-
sidad fundamental de aceptación, aprobación y afirmación. Ya sea
por parte de la familia, amigos, o Dios, como los sensores de esta-
cionamiento de un coche, estamos diseñados con la necesidad de
saber que estamos en el camino correcto, diciendo las palabras co-
rrectas, y haciendo los movimientos correctos. Al escribir El Poder
de la Aprobación, William y Victory han modelado maravillosamen-
te cómo vencer por el poder de nuestro testimonio. Al hacerlo, nos
proporcionan herramientas para superar las inseguridades y darnos
cuenta de que estamos diseñados con un propósito. Podemos abra-
zarnos de verdad tal y como somos y, en última instancia, sentirnos
con gratitud hacia nuestro Creador y cómodos en nuestra propia
piel.
Marc y Susan Estes
Pastores principales
Mannahouse
Portland, Oregón

El poder de la afirmación — realmente no había otro título para una


obra tan extraordinaria. He sido discípulo del pastor y apóstol Bill
Brown y desde el principio de nuestra relación la afirmación está en
Índice general [*]

sus labios. A causa de la vivencia de este principio lo he visto levan-


tar a uno y a otro donde parece que no había nada y ha ayudado
a muchos a encontrar su propósito en el maravilloso plan de Dios.
Era necesario plasmar en un libro que pueda ser usado como ma-
nual para romper el cascarón de muchos y sacar lo mejor a través
de el poder de la afirmación. Es un gran privilegio recomendar este
libro que viene de alguien que lo ha vivido totalmente. Felicidades,
Pastor Bill.

Jacobo Mondragón
Pastor fundador
Centro Cristiano
Cuernavaca, Morelos, México

Recibir la aprobación de nuestro Dios es lo mejor que ha sucedido


en nuestras vidas. Pero he aprendido que Dios usa gente importante
para nosotros para que nos den aprobación, pues esto nos subraya
la obra de Dios en nuestra vida.

El pastor Bill Brown, no sólo escribe de manera bíblica sobre el tema,


él ha sido alguien que ha bendecido a otros con aprobación. Muchos
pueden escribir pero no todos viven lo escrito. Es un libro práctico
que estoy segura le bendecirá.

Marjorie Corrales de Mondragón


Pastor fundador
Centro Cristiano Cuernavaca
Cuernavaca, Morelos, México
Índice general [*]

Este es el estándar de oro de las ideas de un líder apostólico maduro


de clase mundial que ha probado este material en la vida y el mi-
nisterio. ¡Bill es también mi amigo! Recomiendo encarecidamente
a este hombre y a este libro.
Dr. Frank Damazio

El Poder de la Aprobación es un libro de 10 capítulos cargado con las


Escrituras e ideas positivas sobre el tema de la aprobación. Todos
reconocemos la necesidad de aprobación, pero Bill Brown y Victory
Bassey dan más de lo necesario: dan muchas escrituras y pensamien-
tos lógicos que muestran que la aprobación es un valor fundamental.
Ernest Gentile

Hay una profunda necesidad humana de aprobación y validación


en nuestras vidas. Bill y Victory extraen las escrituras para propor-
cionar una imagen clara de cómo todos nosotros podemos vivir en
abundancia con la aprobación de Dios. El libro nos anima que una
vez que hemos experimentado la aprobación de Dios, estamos lla-
mados a formar relaciones de afirmación con los demás. Este libro
te involucrará con las escrituras de una manera que te anima a vivir
con el sello de la aprobación de Dios.
John Brown, Pastor principal
Calahoo Alliance Church
Alberta, Canadá

Conozco a Bill Brown desde hace más de 60 años. Es uno de mis


amigos personales más antiguos en el ministerio. Prediqué en su
iglesia cuando mi hijo de 64 años tenía 3 años. Puedo decir honesta-
mente que todas las verdades en este libro, Bill Brown las ha vivido y
Índice general [*]

practicado. Si uno estudia e incorpora estas verdades, transformarán


su actitud y carácter para ser como Cristo.

Gracias, mi viejo amigo y fiel ministro de Jesucristo, por poner estas


maravillosas verdades a disposición del Cuerpo de Cristo.

Obispo Bill Hamon


Obispo: Christian International Apostolic-Global Network

Esta libro es muy bueno en contenido y presentación, lo felicito por


la autoría de este libro (yo sé que es compartida con Victory) pero
particularmente el capítulo 5 es muy rico y recomendable. Todo el
libro es un placer leerlo.

Homero Ríos
Pastor principal,
Dios es Amor
Monterrey, N.L., México

El libro que tiene en sus manos tiene el potencial de cambiar las re-
glas del juego para muchos de los que lo lean. En una época en la que
la gente busca introspectivamente la razón de su vacío, Bill Brown
y Victory Bassey han sacado a la luz preguntas relevantes junto con
soluciones. Muchos de nuestros foros para la vida y el ministerio son
relaciones basadas en el rendimiento. En este libro usted aprenderá
a discernir entre un deseo saludable y uno no saludable de aproba-
ción. Este es un libro que está a tiempo y en el blanco para ayudar a
muchos a tratar con las raíces de la inseguridad e identificar algunas
piezas que faltan para hallar plenitud. Recomiendo este libro a todos
los buscadores serios del amor de Dios y de su aprobación.

Kerry Kirkwood, Pastor Principal


Trinity Worship Center, Tyler, Texas
Índice general [*]

Todos somos buscadores de aprobación durante toda la vida. En El


Poder de la Aprobación, Bill Brown y Victory Bassey nos indican de
forma clara y práctica cómo podemos vivir una vida por encima de
las dudas y los miedos que nos impiden conocer la paz real y la ver-
dadera plenitud en nuestra vida. El libro nos muestra cómo al buscar
la aprobación de Dios, recibimos a cambio su poderosa instrucción
y apoyo mientras buscamos navegar por los muchos pasos que de-
bemos dar en nuestra vida.
Bill Brown, que ha vivido muchos años en muchas tierras diferentes,
celebrando muchos éxitos como pastor y misionero, se presenta co-
mo alguien experimentado para enseñarnos el valor del poder de la
aprobación. Este libro beneficiará a aquellos que deseen posicionar
mejor su vida para conocer y experimentar a Dios.
Mark Royall, Pastor Principal
The Gate Alliance Church, Niagara Falls, Canada

Te felicito por tu pasión por registrar para la posteridad lo que Dios


te ha revelado a lo largo de su ilustre vida.
Dr. Fred Wantate

Este año se cumplen cincuenta años que Bill Brown ha estado en mi


vida; conocí a Bill y Gerda Brown como misioneros en África con
nuestra iglesia. Tenía diecinueve años, era nuevo en el Señor, y me
sentí muy privilegiado al apoyarlo.
No sabia que Bill iba a jugar un papel importante en mi propio via-
je y destino con el Señor. A los 26 años, mi esposa Jacki y yo nos
convertimos en miembros del equipo de Bill en México y Bill nos
ayudó a lanzar nuestro propio ministerio. Conozco a Bill como un
hombre de fe, amor y compromiso con Dios y con la visión del es-
tablecimiento del Reino de Dios en la tierra. Tiene frutos que han
Índice general [*]

perdurado en muchas partes del mundo. Miles de personas en el


ministerio lo llaman hoy “padre” en el Señor. Este libro es, en mi
opinión, una lectura obligada: no importa cuánto tiempo hayas co-
nocido al Señor, te añadirá personalmente y te equipará mientras
buscas ministrar en el nuevo mundo que nos espera a todos. Ace-
lerará tu viaje de comprensión de Dios, de lo que es caminar en el
Éspíritu, cómo funciona la vida en el espíritu, cómo no vivir una vi-
da que nunca accedió a todos los beneficios que Dios tiene para sus
hijos e hijas.
No tengo ninguna duda de que este libro y su contenido es la mayor
contribución de Bill hasta ahora.
Gracias, Bill.
Mike Poulin
Director Internacional
Global Priority Solutions
Dedicatoria

Hay cientos de personas que han hablado a mi vida ya sea por


palabra o por ejemplo. Quisiera dedicar este libro a todos aquellos
cristianos fieles y temerosos de Dios que han sido grandes ejemplos
de Cristo para mí. Muchos son de mi propia familia y otros provie-
nen de todo el mundo, incluyendo China, África, América Latina y
Canadá, además de los nativos americanos. Gracias por su piadosa y
sabia aportación a mi vida.
Prólogo

Este libro, El Poder de la Aprobación, surgió en mi corazón como


resultado de aconsejar y ministrar a la gente durante años. Muchos
están desanimados porque sienten que no están a la altura de lo que
creen que deberían ser, no se aprueban a sí mismos y no creen que
nadie más lo haga, ni siquiera Dios. Tenemos un deseo innato de
sentirnos realizados en nuestras vidas y anhelamos la aprobación.
Este libro ayudará a todos los que lo lean y actúen tomándolo en
serio.
No tuve tiempo de escribir todo el libro y, gracias a las circuns-
tancias que Dios me dio, entré en contacto con un joven piadoso de
Nigeria llamado Victory Bassey. Le pedí que me ayudara y cierta-
mente necesita crédito por todo el trabajo que hizo y las grandes
ideas que tuvo con respecto a esta obra. Lo estoy patrocinando en
el Colegio Bíblico de Portland Bible College, y está realizando sus
estudios en línea.
Victory está muy por encima del joven promedio y para su edad
es un hombre muy maduro. Debo darle el crédito y honrarlo, ya
que tuvo una gran participación en la autoría de este libro. Gracias
Victory: eres un joven asombroso con una profundidad de sabiduría
dada por Dios más allá de tus años, un verdadero siervo del Señor.
Capítulo 1

Un vacío por llenar

Siempre me ha fascinado la vida de un joven que llegué a conocer


a través de registros verídicos de su historia de vida y experiencias.
Este joven vivió una vida de derrotas y triunfos. Tenía sus altibajos.
Vivió el más alto de los altos y el más bajo de los bajos. Hubo mo-
mentos en que tenía amigos en quiénes confiaba y hubo momentos
en que sufrió ataques de los que llamó amigos e incluso de seres
queridos. Tomó buenas decisiones, pero también tomó algunas de-
cisiones muy malas.
El joven es David de la Biblia. David, aunque era guerrero, era un
joven gentil en su interior. Su vida habla volúmenes y refleja el vacío
con el que muchos de nosotros también hemos conocido. Cuando
era un adolescente, rara vez era escuchado en discusiones familiares
e incluso fue excluido de eventos importantes. A pesar de que David
tenía hermanos, nunca sintió el amor de ser un hermano. Tenía una
familia, pero nunca experimentó ni participó en la unidad y el amor
que una familia debería tener. En el infalible registro de la Palabra
de Dios, en el libro de Samuel, somos informados respecto a la vida
de David como adolescente hasta su último aliento.
Mi enfoque en la vida y la historia de David no es simplemente

1
2 Capítulo 1. Un vacío por llenar [*]

relatar sus errores o sus pérdidas, sino ayudarte a darte cuenta de que
el camino entre ser un niño pastor hasta ser un rey fue influenciado
significativamente por la muestra de aprobación y amor que recibió
de Samuel y Jonathan, respectivamente.
David es un ejemplo de cómo somos tú y yo: En un momento u
otro de nuestras vidas, todos hemos buscado una voz afirmativa, una
mano de ayuda, un corazón alentador, y un amigo para animarnos.
La aprobación, en cualquier forma que esté vestida, es lo que nues-
tros corazones siempre buscan. A pesar de que tal vez no estemos
en el mismo nivel en nuestra necesidad de aprobación, todos aún
seguimos buscando la aprobación de Dios.
Al igual que con este joven — y de hecho como cualquier otra
persona — nuestras propias vidas llevan cicatrices de momentos en
los que nos dimos por vencidos en nuestra esperanza, fe, confianza
e incluso en Dios. Si hay algo que he encontrado que sea cierto, es
esto: Todos tenemos nuestra historia que contar. No mucha gente
cuenta su historia antes de morir. Hay algunos, sin embargo, que
pueden contar a sus hijos o amigos parte del viaje de su vida, luchas,
tribulaciones y victorias.
Hay otros que cuentan su historia a través de escribir y el mun-
do sigue aprendiendo de sus jornadas de la vida, fe y experiencias.
Mientras lees esto, tienes una historia que contar. La pregunta, y mi
preocupación, no es si contarás tu historia, sino más bien ¿qué parte
de tu historia compartirás con tus hijos?
La historia que cuentas, ya sea por palabras habladas o por ac-
ciones, se imprime en los corazones de tus hijos, quienes pasan a
vivir los principios que consiente e inconscientemente derivan de
escucharte y observarte. Lo que aprendan, pasarán a sus hijos y así
sucesivamente. Tu historia no termina contigo ni con tus hijos.
Tu vida es tu historia. Tu historia no es solo tu experiencia sino
también tu interpretación de tus experiencias. Sé que la mayoría de
3

la gente ha encontrado que la vida no siempre ha sido de color de


rosa. Posiblemente seas uno de ellos. Te has reído y a veces llorado.
Has orado y a veces susurrado. Has tenido amigos que te apoyan, y
en algún momento, algunos incluso pueden haber planeado tu caí-
da. Estos giros alternos en nuestras experiencias inspiraron la noción
de “la vida tiene sus altibajos”.
Más allá de toda duda razonable, todos experimentamos retos.
No obstante, en lugar de aceptar francamente que la vida es una lu-
cha, alcemos nuestra conciencia para reconocer que nuestros retos
no están destinados a hacernos víctimas sino a fortalecer al vencedor
en nosotros.
Son numerosas las personas que han muerto de auto-sabotaje.
Muchos otros siguen respirando pero están al borde de perder todo
lo que Dios tiene reservado para ellos porque parecen estar solos,
perdidos en el mundo. Cuando tienes sueños y metas que nadie ha
creído ni apoyado, tiendes a perder tu vigor, felicidad y paz. Esto
demuestra que hay un vacío en ti que busca la aprobación.

La esperanza postergada aflige al corazón, pero un sueño cum-


plido es un árbol de vida. (Proverbios 13:12)

¿Con qué estás luchando por lo cual culpas a alguien más? ¿Qué
limitaciones crees que te han frenado, que estás seguro podrían ha-
berse evitado? ¿De qué cosas altas has soñado pero no puedes alcan-
zar? Cualquiera que sean los retos específicos que hayas tenido o to-
davía estés experimentando, lo más probable es que hayas culpado
a otros porque nadie llenó la necesidad que tenías de aprobación.
¿No es desgarrador leer tan a menudo d la cantidad de personas
que se quitan sus propias vidas? Adolescentes, jóvenes, e incluso an-
cianos no están exentos de esta lucha por creer que lo que buscas
vale la pena perseguir. Hay una lucha por creer que de verdad eres
amado. Hay una lucha por ser escuchado, entendido y aprobado.
4 Capítulo 1. Un vacío por llenar [*]

Cuando una persona duda, le da miedo. Cuando el miedo echa


raíces en el corazón, te abre a opciones de suicidio, pérdida de espe-
ranza, pérdida de fe, depresión, aislamiento y odio.
Esta no es la voluntad de Dios para ti ni para ninguno de Sus
hijos. Es la voluntad de Dios que tengas paz. Es la voluntad de Dios
que vivas, tengas esperanza, estés lleno de fe, y vivas en gozo, unidad
y amor.

Pues el reino de Dios no se trata de lo que comemos o bebemos,


sino de llevar una vida de bondad, paz y alegría en el Espíritu
Santo. (Romanos 14:17)

Obviamente hay una necesidad de aprobación hoy más que nun-


ca. Ese vacío en ti que clama, pidiendo ayuda en medio de la noche,
puede llenarse. Dios siempre ha estado en el negocio de fortalecer,
aprobar y sostener a Sus hijos. La fe de Pedro se encendió cuando
Jesús dio su aprobación para caminar sobre el agua. A pesar de que
comenzó a hundirse unos pasos después, Jesús sostuvo la mano de
Pedro y lo levantó.
Quiero que sepas que puedes llenar ese vacío y tu necesidad de
aprobación. No tienes que buscar la aprobación de los hombres. La
aprobación de Dios puede levantar tu corazón deprimido, reavivar
tu fe y guiarte a través de tiempos difíciles.

Comprendiendo la aprobación
En tu búsqueda y desesperada necesidad de aprobación, puede
ser que te hayas equivocado al creer que la aprobación se resume en
estas palabras: “Tú puedes hacerlo”. Puede ser una buena forma de
ánimo, pero no es la aprobación en su verdadera esencia. El tipo de
aprobación que te trae confianza duradera, fe y fortaleza es aquella
que capacita, instruye y protege.
Comprendiendo la aprobación [*] 5

Antes de llegar a la fe, Pablo, el apóstol, luchó contra los primeros


cristianos y se encargó del asesinato de algunos y el encarcelamiento
de muchos. Después de su conversión y encuentro con Dios, pudo
haber tenido todas las razones para temer la muerte y morir en la
culpa de su pecado. Sin embargo, su confianza se estableció en la
aprobación de Dios (instrucción, capacitación y protección) hacia él.

En los últimos años de su vida, pronunció estas palabras con con-


fianza y entendimiento claro:

»Y ahora los encomiendo a Dios y al mensaje de su gracia, que


tiene poder para edificarlos y darles una herencia junto con todos
los que él ha consagrado para sí mismo. (Hechos 20:32)

Cualquier cosa que hayas pasado o que estés pasando no es sufi-


ciente para separarte del amor de Dios. A veces somos rápidos para
olvidar que el amor de Dios es una gran manera en que Dios nos
aprueba (instruye, capacita y protege). Anímate: eres amado y apro-
bado.

El modo en que Pablo (aunque era un asesino, pero perdonado,


amado y aprobado) lo escribe es notablemente interesante y cierto.

35 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la


angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la
violencia? . . . 37 Sin embargo, en todo esto somos más que vence-
dores por medio de aquel que nos amó. 38 Pues estoy convencido
de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni
lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo pro-
fundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del
amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
(Romanos 8:35, 37-39)
6 Capítulo 1. Un vacío por llenar [*]

Cuando Jesús estaba a punto de dejar la tierra, dijo esto a sus dis-
cípulos:

No los abandonaré como a huérfanos; vendré a ustedes. ( Juan


14:18)

Todavía no respires tu último aliento. Todavía no pierdas la es-


peranza. El hecho de que aún estés respirando es una señal que Dios
no te ha abandonado, ni te dejará ir.

15 "¿Puedeuna madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar


al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no
te olvidaré! 16 Grabada te llevo en las palmas de mis manos; tus
muros siempre los tengo presentes. (Isaías 49:15-16, NVI)

No pierdas tu fe porque ahora sabes que eres amado y que eres


aprobado por nada menos que el Señor mismo.
Capítulo 2

Tu conciencia descuidada

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de


poder, amor y autodisciplina. (2 Timoteo 1:7)

El miedo no es sólo un sentimiento. El miedo es un ladrón, el


miedo es engañoso, y el miedo es una ilusión. Muchas veces, nos
hemos perdido de lograr avances significativos de acuerdo con la
voluntad de Dios para nuestras vidas porque estábamos atados por
el miedo.
El miedo ha privado a muchas persons de aprovecharse de opor-
tunidades que pudieron haber transformado sus vidas y las hubieran
llevado aún más allá en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Tu
destino se puede alcanzar, pero el miedo como un enemigo debe ser
disipado.

El secreto es amor perfecto, y el amor perfecto echa


fuera todo temor
El apóstol Pablo, en su carta a Timoteo, le amonestó con el buen
consejo que Dios no nos ha dado el espíritu de temor sino de poder,

7
8 Capítulo 2. Tu conciencia descuidada [*]

de amor, y de dominio propio.

El motivo por el cual tu fe pudo haber vacilado ante las promesas


de Dios es que el temor encontró una morada en tu corazón. Como
vemos a través de las Escrituras, hay un espíritu de temor, y cuando
ese espíritu te controla, ya no estás siendo guiado por el Espíritu de
Dios. Cuando el espíritu de temor se arraiga en tu corazón, todo lo
que verás es la enormidad de los retos. Muy a menudo, el espíritu de
temor también plantará semillas de duda en ti en cuanto a si real-
mente eres un hijo de Dios. El miedo también puede ser una voz
ficticia.

El espíritu de temor aleja a sus víctimas de la conciencia de su


herencia en Cristo. Si vives diariamente con miedo, el espíritu de
temor te privará de la conciencia de que has nacido de Dios y de
que todo el que nace de Dios vence al mundo.

La fe y el miedo no pueden habitar uno junto al otro en tu co-


razón. A pesar de que hay momentos en los que tendrás miedo por
ciertas situaciones, no tienes que dejar que el miedo domine tus pen-
samientos o habite en tu corazón. Tanto el miedo como la fe están
determinados por lo que nos alimenta o lo que constantemente pen-
samos.

¿En qué piensas consistentemente? Si piensas en lo difíciles que


son tus retos de superar, siempre estarás con miedo. Si por otro lado,
piensas en la supremacía y el poder de Dios, si enfocas tu mente, tus
pensamientos y tu imaginación en el poder y el amor infalibles de
Dios, entonces comenzarás a alimentar tu fe y tu miedo comenzará
a desaparecer.

¿En qué pensamientos debes pensar?

Y ahora, amados hermanos, una cosa más para terminar. Con-


céntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo
El secreto es amor perfecto, y el amor perfecto echa fuera todo temor [*] 9

justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en


cosas excelentes y dignas de alabanza. (Filipenses 4:8)

Hasta que tus pensamientos e imaginación estén de acuerdo con


la voluntad de Dios para tu vida, serás conquistado por el espíritu
temor.
No superarás el temor con solo decir que tienes que superarlo.
Vencerás el temor y su espíritu llenando tu mente, corazón y espíritu
de fe y la Palabra de Dios.

Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca
de Cristo. (Romanos 10:17)

porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Ésta es la


victoria que vence al mundo: nuestra fe. (1 Juan 5:4, NVI)

Quiero que siempre recuerdes que Dios no te ha dado el espíritu


temor, sino de poder, y de amor, y de dominio propio.
Ante la oposición no hay duda de que muchas veces se prueba
nuestra fe. Es posible que hayas experimentado presión social, abu-
so verbal o sexual, o desafíos paralizantes que te hicieron renunciar
a un futuro de bendición. Estas y muchas más experiencias pueden
haber intentado quitarte la confianza, el amor propio, la tolerancia,
la paz y la fe. Es ante la oposición que se experimentan diversos gra-
dos de temor.
El miedo al fracaso, el miedo a ser inadecuado, el miedo a sentirse
inseguro, el miedo a vivir, y el miedo al dolor duradero o incluso a
la derrota, son grados de temor que surgen ante la oposición.
Es ante la oposición con sus retos que debes mantenerte firme en
la conciencia de quién eres y a quién perteneces.
10 Capítulo 2. Tu conciencia descuidada [*]

Debes entender y aferrarte a la conciencia de “quién eres” y “a


quién perteneces”. Estos son constructores de fe que ahuyentan el
miedo. Es el espíritu de temor el que te impide ser todo lo que Dios
desea que tú seas.
Cuando parece que ya no puedes aguantar más o cuando pare-
ce que nadie ve la lucha por la que atraviesas o con que has tenido
que lidiar, cuando todo lo que parece que te queda es un pequeño
destello de esperanza, recuerda que Dios prometió nunca dejarte ni
abandonarte — y ese es un fuerte nivel de aprobación sabiendo que
nunca estás solo.

Pues yo te sostengo de tu mano derecha; yo, el Señor tu Dios. Y te


digo: “No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte. (Isaías 41:13)

Si has aceptado a Cristo Jesús como tu Señor y Salvador, eres hijo


de Dios y eso es realmente quien eres. Perteneces a Dios Todopode-
roso y eso es de quien eres; eres Suyo.

Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama
sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no
reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él. (1
Juan 3:1)

Aférrate a esta conciencia, aférrate a esta confesión, y aférrate a


esta verdad. Ante la oposición y los retos, no descuides de la con-
ciencia de “quién eres” y “a quién perteneces”.
Lee y medita en las siguientes escrituras mientras piensas más a
fondo sobre “quién eres” y “a quién perteneces”.

Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma


firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces
A Su imagen [*] 11

tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo. (Hebreos


3:14)

Como participantes de Cristo, somos participantes de todo el pa-


quete, eso es, de todo lo que Cristo tiene y es. No hay nada más es-
pectacular que eso.

Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cris-


to Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para
nosotros tiempo atrás. (Efesios 2:10)

Ante la oposición y los retos, recuerda que eres aprobado, estás


seguro, eres amado, eres guiado, y eres aceptado porque eres un hijo
de Dios.

Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es ab-
soluta por medio de Cristo, quien nos amó. (Romanos 8:37)

A Su imagen
No basta con conocer a Cristo como tu Salvador y que has nacido
de Dios quien te da la aprobación y guía divina para cada fase de tu
vida. Debes conocer la medida en la que eres como Dios.
No hay mejor lugar para hacer este descubrimiento que estudiar
el relato más antiguo y verdadero de la creación del hombre.

26 Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra


imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los
peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos
los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que co-
rren por el suelo». 27 Así que Dios creó a los seres humanos a su
12 Capítulo 2. Tu conciencia descuidada [*]

propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los


creó. (Génesis 1:26-27)

Esos dos versículos de las Escrituras tienen tanta verdad y revela-


ción que si los recibes, serás levantado más allá de toda duda y serás
liberado de las cadenas del espíritu de temor.
Dios te creó en Su propia imagen y según Su semejanza. En pa-
labras más sencillas, Dios te creó para ser como Él, es decir, para
reflejar Su naturaleza. El motivo por el cual puedes haber sido tor-
turado por el espíritu de temor es que te ha faltado la conciencia de
que reflejas la naturaleza de Dios.
“¿Cuál es la naturaleza de Dios?” te puedes preguntar. La respues-
ta a esa pregunta es todo un estudio propio, pero se habla de la natu-
raleza de Dios en toda la Biblia. La carta de Pablo a Timoteo también
refleja la naturaleza de Dios.

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,


de amor y de dominio propio. (2 Timoteo 1:7 RVR1960)

La naturaleza de Dios es amor, poder:y dominio propio. Esto de-


bería ayudarte a entender que cada vez que te enfrentas a situacio-
nes difíciles, no es la naturaleza de Dios dudar y estar en temor. La
naturaleza de Dios habla del amor, el poder y dominio propio.

Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. (Filipenses 2:5)

Esta mentalidad es la humildad. Imagina a Jesús lavando los pies


de los discípulos.
Fuiste creado a la imagen y semejanza de Dios. Debes vivir en
esta conciencia y caminar y tomar decisiones en este conocimiento
Elegido, destinado y perfeccionado [*] 13

diariamente. Las cosas que tienden a impedirte a través del espíri-


tu de temor perderán su control cuando continuamente declaras y
sostienes la conciencia de que fuiste creado a la imagen y semejanza
de Dios para reflejar Su naturaleza.
Dios te aprobó, creándote a su imagen y semejanza. Tal vez no
recibas toda la aprobación que necesitas de los demás, pero no de-
jes que el miedo obstaculice tu fe porque has nacido de Dios; es Su
palabra concerniente a ti lo que importa.

Mantengámonos firmes sin titubear en la esperanza que afirma-


mos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.
(Hebreos 10:23)

Elegido, destinado y perfeccionado


Dios piensa en ti. Dios tiene planes perfectos para ti. Dios desea
que tengas un futuro glorioso.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son
planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y
una esperanza. ( Jeremías 29:11)

El dolor que acompaña a la esclavitud del temor se esconde en la


conciencia cuando descuidas de lo que Dios piensa de ti. ¿Has toma-
do una buena cantidad de tiempo para meditar en los pensamientos
que Dios tiene acerca de ti?
La presencia de paz en tu vida te permitirá tener una mente sana.
Esta paz no se trata de una vida sin problemas. Es la voluntad de Dios
que vivas en paz aun en medio de la tormenta. El miedo y la preo-
cupación son descendientes del mismo padre llamado incredulidad.
Pero la paz y la fe son tuyos en el reino de Cristo.
14 Capítulo 2. Tu conciencia descuidada [*]

Muchas veces, hay una brecha entre dónde estás ahora y dónde
deseas estar. El puente por el que pasarás de aquí para allá debe estar
basado únicamente en la voluntad de Dios para ti.
Gran seguridad y aprobación vienen cuando tomas decisiones
y pasos de acuerdo con la voluntad de Dios para tu vida, familia,
negocios, carrera, y todo lo que haces.

5 Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio

entendimiento. 6 Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te


mostrará cuál camino tomar. (Proverbios 3:5-6)

Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien
de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene
para ellos. (Romanos 8:28)

Debes darte cuenta que la voluntad de Dios para ti siempre está


en tu mejor interés. Sus pensamientos de ti nunca son de mal sino
de paz, esperanza, y un futuro glorioso. El modo en que Dios puede
decidir guiarte en ciertas situaciones puede que no sea como espe-
rabas o planeaste, pero debes aprender a confiar en Él lo suficiente
como para obedecerlo porque Sus planes para ti son perfectos.

12 Sévivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el


secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno
o vacío, con mucho o con poco. 13 Pues todo lo puedo hacer por
medio de Cristo, quien me da las fuerzas. (Filipenses 4:12-13)

5 Diosdecidió de antemano adoptarnos como miembros de su fa-


milia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es
precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.
6 De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que

derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.


(Efesios 1:5-6)
Elegido, destinado y perfeccionado [*] 15

No dejes que nadie ni ninguna circunstancia te robe de la con-


ciencia de que eres hijo de Dios y la voluntad de Dios para ti es buena
y perfecta.

7 En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de


nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia 8 que Dios
nos dio en abundancia con toda sabiduría y entendimiento. 9 Él
nos hizo conocer el misterio de su voluntad conforme al buen pro-
pósito que de antemano estableció en Cristo, (Efesios 1:7-9, NVI)

Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una


herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y
hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan. (Efesios
1:11)
Capítulo 3

¿Buscas respuestas a las


preguntas equivocadas?

Por lo tanto, amados hermanos, no están obligados a hacer lo que


su naturaleza pecaminosa los incita a hacer; (Romanos 8:12)

Todos hacemos preguntas a diario, ya sea consciente o incons-


cientemente. A menudo, hacemos preguntas para apoyar una idea
en la que creemos. Otras veces, hacemos preguntas para defender
una decisión que hemos tomado. Pocas veces, hacemos preguntas
para buscar instrucción. En cada uno de estos escenarios, se está ha-
ciendo una pregunta.
La aprobación que buscamos para decisiones no debe ser úni-
camente para apoyar nuestra postura. Cuando busques consejo o
aprobación, primero entiende que la aprobación en su forma más
pura es instructiva antes de que sea de apoyo.
La verdadera aprobación primero te guiará a alejarte del camino
del mal, pero las decisiones apresuradas a menudo conducen hacia
la dirección equivocada. Las decisiones buenas y sabias traerán jus-
ticia, paz y gozo. El Espíritu Santo y la Palabra trabajando juntos en

17
18 Capítulo 3. ¿Buscas respuestas a las preguntas equivocadas? [*]

nosotros nos ayudarán a tomar decisiones correctas y la aprobación


de Dios estará ahí.
La voluntad de Dios para cada uno de nosotros exige que nos cen-
tremos en la instrucción. De nada sirve buscar consejo para aproba-
ción si no deseas ser instruido en el camino correcto a tomar.
No somos deudores de la carne, para vivir conforme a la carne.
Esto implica que no debemos tomar decisiones para satisfacer nues-
tros deseos carnales a expensas de la voluntad e instrucción de Dios.
La voluntad y la instrucción de Dios deben guiar las decisiones que
tomamos, las preguntas que hacemos y los caminos por los que ele-
gimos caminar.
¿Qué preguntas estás haciendo? ¿Estás buscando aprobación o es-
tás buscando primero una verdadera orientación? Los motivos son
considerados por el Señor.

La gente puede considerarse pura según su propia opinión, pero


el Señor examina sus intenciones. (Proverbios 16:2)

Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos
de Dios. (Romanos 8:14)

Dios te aprueba cuando te sometes para ser guiado por su Espí-


ritu. Cuando surgen situaciones difíciles, lo que te salir adelante son
las palabras afirmativas de otros — pero lo más importante, las ins-
trucciones, orientación, apoyo y aprobación que recibes del Espíritu
Santo.

Comprendiendo el corazón del padre


A través de muchas generaciones hasta el tiempo presente, una
de las cosas que la humanidad realmente ha buscado es una com-
Comprendiendo el corazón del padre [*] 19

prensión del corazón de Dios, a quien me gusta llamar Padre. Mu-


chos han buscado este entendimiento pero no han tenido éxito en
llegar a una explicación lógica. Es esta dificultad la que ha llevado a
muchos a un final incrédulo donde ahora dicen: “no hay Dios”.
Tan triste como es ver y saber que hay personas que no creen
en la existencia de Dios, es de máxima importancia explicar que el
corazón de Dios no puede ser analizado plena o lógicamente porque
Dios es Espíritu y sólo un entendimiento espiritual puede revelar el
corazón de Dios a un individuo que lo busca.
Es especialmente importante señalar que los deseos de Dios para
todos Sus hijos son perfectos. Él es Dios pero también es un Padre.
Es el Rey de Reyes, pero también es un amigo. No hay manera de
que tú, yo, ni nadie más pueda caminar en la plenitud del amor de
Dios si no entendemos su corazón hacia cada uno de nosotros.
Como compartí antes, como consta en el libro de Jeremías, el
plan de Dios para nosotros es perfecto.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son
planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y
una esperanza. ( Jeremías 29:11)

Quizás ya te estés preguntando en tu corazón: “Sé que Dios tiene


pensamientos de paz y no de mal hacia mí, pero, ¿eso es todo lo
que hay?” Bueno, la respuesta es no, y eso es lo que deseo que este
capítulo te ayude a entender.

2 Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les den gracia y


paz.3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor
Jesucristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendicio-
nes espirituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos
a Cristo. 4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó
20 Capítulo 3. ¿Buscas respuestas a las preguntas equivocadas? [*]

y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus


ojos. 5 Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su
familia al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es
precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo.
6 De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que

derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.


(Efesios 1:2-6)

El pasaje anterior que acabas de leer fue la carta de Pablo a la igle-


sia de Éfeso. ¿Te das cuenta que Pablo, como lo hizo Jeremías, habló
de paz de parte de Dios nuestro Padre? Puede que tengas todo el di-
nero y las posesiones del mundo pero aún te falte paz. Las cosas para
las que buscas aprobación simplemente pueden no ser la voluntad
de Dios para ti. ¿Tienes la paz de Dios en las decisiones que ya has
tomado?

Todo lo que hagas debe ser pesado por la paz de Dios. La paz de
Dios no se trata sólo de estar libre de preocupaciones sino también
de tener confianza en cuánto Dios te ama y Su voluntad por ti. Es
a través de Su voluntad que en tiempos de caos viene la paz y pue-
de guiarte a tomar decisiones cruciales en tiempos de prueba. Es a
través de confiar en la paz de Dios que puedes experimentar la di-
rección divina del Espíritu Santo que te instruye, luego te apoya en
todo lo que haces. Jesús dijo: “Te basta con mi gracia.” (2 Corintios 12:9,
NVI)

La paz de Dios es una clave importante a la que debes aferrarte


tenazmente, pues la paz de Dios es fuente de dirección.

Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues,


como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir
en paz. Y sean siempre agradecidos. (Colosenses 3:15)
Comprendiendo el corazón del padre [*] 21

Si estás buscando respuestas a las preguntas equivocadas, puede


significar que estés deseando lograr cosas que no están en la voluntad
de Dios para ti. Si estás lo suficientemente dispuesto a confesar la
verdad, hay cosas que te gustaría perseguir pero la paz de Dios no
está presente, así que debes gobernar tus pensamientos y acciones
por la presencia de la paz de Dios o la falta de ella.
Siempre es muy recomendable que humildemente dejes que la
paz de Dios sature tu corazón, y al tomar decisiones, permite que el
Espíritu Santo te guíe hacia toda la verdad.
Hay decisiones que tomas hoy que tendrán un impacto duradero
en tu vida, también en la de tus hijos, y muy a menudo en la de los
hijos de tus hijos. Es por esto que nunca debes apresurarte a tomar
decisiones, ni buscar la aprobación de las fuentes equivocadas para
satisfacer tus deseos carnales cuando sabes en el fondo de tu corazón
que la paz de Dios no te está acompañando en ese camino.
El Espíritu Santo guía y la paz de Dios refleja el corazón de Dios.

Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesu-


cristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espi-
rituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.
(Efesios 1:3)

Dios nuestro Padre nos ha bendecido con todas las bendiciones


espirituales en lugares celestiales en Cristo. ¿No te sorprende que la
Escritura no dijera “nos bendecirá” sino “nos ha bendecido”?
¡Esta es otra revelación clave por la cual emocionarse! El cora-
zón del Padre ya ha preparado para nosotros más de lo que jamás
necesitemos incluso antes de que deseemos pedir.

Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mu-
cho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante
su gran poder, que actúa en nosotros. (Efesios 3:20)
22 Capítulo 3. ¿Buscas respuestas a las preguntas equivocadas? [*]

Dios nuestro Padre nos ha dado todo lo que pertenece a la vida


y a la piedad. Tengo ganas de escribir eso más de veinte veces solo
para que puedas hacerte una idea de la profundidad de esa verdad.

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos


han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento
de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, (2 Pedro 1:3
RVR1960)

Dios nuestro Padre nos ha dado todas las cosas que pertenecen a
la vida y a la piedad. Sí, ¡seguro que lo ha hecho! ¿Eso significa que
no tendremos necesidad algunas veces? Al leer esto, puede que te
falte tanto que de lo que deseas tener. No obstante, la promesa a la
que debemos aferrarnos es: “Dios nuestro Padre está siempre con
nosotros y Él suplirá todas nuestras necesidades según sus riquezas
en gloria por Cristo Jesús”.

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas


en gloria en Cristo Jesús. (Filipenses 4:19, RVR1960)

He descubierto en mi relación personal con Dios que hay veces


en las que Dios proveyó para mí, pero he fallado en reconocerlo por-
que erróneamente creí que mis esfuerzos lo hicieron posible. Otras
veces caminamos en bendiciones pero simplemente nunca nos da-
mos cuenta de que lo que tenemos es una bendición que muchos
otros no tienen.
El corazón del Padre para ti, para mí, y para todos los demás es
perfecto y bueno. Con este entendimiento, siempre debes apren-
der a confiar lo suficiente en Dios para escuchar Su instrucción y
guía. Cuando buscas aprobación para tomar pasos o decisiones en el
camino equivocado, estás ignorando el amor vital indiscutible que
Vive por encima y más allá [*] 23

Dios tiene por ti. El amor de Dios es el que hace que él actúe siempre
en tu mejor interés. ¿Qué tienes que perder?
Deja de buscar respuestas a las preguntas equivocadas, más bien
camina en la conciencia del amor que Dios el Padre tiene por ti.
Ese amor, tal como se expresa en tu corazón por medio del Espíritu
Santo, te guiará, te instruirá, te animará, te capacitará y te aprobará
caminando por el camino correcto. El deseo de Dios para ti es siem-
pre perfecto y bueno y siempre te dará una esperanza y un futuro.
¡Aprende a confiar más en Él!

Vive por encima y más allá


38 Y estoy convencido de que nada podrá jamás separarnos del
amor de Dios. Ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni demonios, ni
nuestros temores de hoy ni nuestras preocupaciones de mañana.
Ni siquiera los poderes del infierno pueden separarnos del amor
de Dios. 39 Ningún poder en las alturas ni en las profundidades,
de hecho, nada en toda la creación podrá jamás separarnos del
amor de Dios, que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor.
(Romanos 8:38-39)

Nada puede separarte del amor de Dios si eliges permanecer en


su amor. Aun cuando te alejas de vivir en el abrazo del amor de Dios,
Dios busca expresar su amor hacia ti. Ese es el corazón del Padre. To-
do lo que necesitas hacer es depender continuamente por completo
del Señor, no sólo como tu Salvador sino también como tu Padre.
Depende, confía y obedece Su liderazgo. Aprecia su paz y perma-
nece en su amor.
¿Cómo permaneces en el amor de Dios?

10 Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor,


así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanez-
24 Capítulo 3. ¿Buscas respuestas a las preguntas equivocadas? [*]

co en su amor. 11 Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi


gozo; así es, desbordarán de gozo. ( Juan 15:10-11)

De nuevo, recuerda en lo que debes pensar cuando estés perdido


o confundido.

. . . todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, to-


do lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas
excelentes y dignas de alabanza. (Filipenses 4:8)

Antes de tomar la siguiente decisión o buscar aprobación para


cualquier cosa, tómate el tiempo para hacerte la pregunta: “Esta de-
cisión que estoy a punto de tomar, ¿es verdad, es de un deseo ho-
nesto, es moralmente correcta y recta ( justa)? ¿Está libre de conduc-
tas inmorales? ¿Son puras sus cualidades, es digna de ser elogiada, y
traerá un buen informe? Si no puedes responder sinceramente con
sí a todas esas preguntas, entonces revisa de nuevo: puede que estés
siguiendo el camino equivocado.
La verdadera aprobación siempre es primeramente instructiva y
luego alentadora. Ese es exactamente el corazón del Padre hacia ti. Él
te guiará y luego te capacitará para que hagas las preguntas correctas
a las cuales recibirás respuestas correctas que te guiarán a tu destino
divino.
Capítulo 4

Guiado al lugar de la
promesa

Un golpe de suerte
En nuestra sociedad actual, el acceso a la información es tan fácil
como hacer clic en un botón. Con el aumento de la facilidad para
encontrar nueva información, el razonamiento humano también se
eleva como un valor de intercambio en las conversaciones humanas.
No es sorprendente observar que aunque es admirable tener un alto
nivel de intelecto, todavía hay tanto que no puede ser medido con
el indicador del razonamiento ni del intelecto humano.
Es triste que mucha gente ignore el valor de la sabiduría espiri-
tual, pero es una virtud necesaria que no puede simplemente ha-
cerse a un lado. Pablo, en su carta a los Corintios, les informó que
aunque podía enseñar en la sabiduría de los hombres y de los prín-
cipes, preferiría enseñar en la sabiduría de Dios.

4Y mi mensaje y mi predicación fueron muy sencillos. En lugar


de usar discursos ingeniosos y persuasivos, confié solamente en el

25
26 Capítulo 4. Guiado al lugar de la promesa [*]

poder del Espíritu Santo. 5 Lo hice así para que ustedes no con-
fiaran en la sabiduría humana sino en el poder de Dios. 6 Sin
embargo, cuando estoy con creyentes maduros, sí hablo con pa-
labras de sabiduría, pero no la clase de sabiduría que pertenece
a este mundo o a los gobernantes de este mundo, quienes pronto
son olvidados. 7 No, la sabiduría de la que hablamos es el miste-
rio de Dios, su plan que antes estaba escondido, aunque él lo hizo
para nuestra gloria final aún antes que comenzara el mundo; (1
Corintios 2:4-7)

Hay algo vital más allá de la sabiduría y el intelecto humanos que


debemos tener en cuenta. La medida de aprobación divina y paz
que experimentarás en la vida, y los deseos de tu corazón para ti y
tu familia o seres queridos dependerá en gran medida de tu fuen-
te de apoyo. ¿Te apoyas mayormente en tu intelecto, o te apoyas
en la sabiduría divina de Dios que dirige, inspira, instruye, capacita,
aprueba y eleva?

Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio,


fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas
que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que
no podemos ver permanecerán para siempre. (2 Corintios 4:18)

Es posible que hayas atribuido a la suerte un nivel de éxito que lo-


graste. Pero hay un mayor nivel de comprensión que necesitas tener
para darte cuenta de que las bendiciones, provisiones, y seguridad
que has experimentado y disfrutado no te llegaron por un golpe de
suerte sino por la divina providencia.
La orientación divina te ha traído a la herencia de muchas ben-
diciones y eso es lo que llamo “ser guiado al lugar de la promesa”.
Como se señaló anteriormente, con el aumento del acceso fácil a
la información, se está volviendo más normal que todos hagamos
¿Qué es exactamente el lugar de la promesa? [*] 27

intentos de explicarlo todo (tanto las cosas que entendemos como


las que no entendemos). La gente intenta diariamente explicar una
bendición o un dolor. Hacen intentos de explicar la muerte de un
ser querido y el nacimiento de un niño.
Si bien es claro más allá de toda duda que hay muchas cosas que
se pueden explicar, también está claro para una mente espiritual-
mente sana que todavía hay muchas otras cosas que no se pueden
explicar con la mente humana, ni con el razonamiento humano o el
intelecto.
El enfoque de este capítulo es entender aquellas cosas que no se
pueden explicar fácilmente y ayudarte a entender que hay una guía
divina que nos lleva a un lugar de promesa.

¿Qué es exactamente el lugar de la promesa?


Puede que te apresures en encontrar fallas con la pregunta an-
terior y además podrías sugerir que debería haber sido redactada,
“¿Dónde está exactamente el lugar de la promesa?”. No, eso no es un
error tipográfico, es una declaración intencional, aunque una que
puede no honrar todas las leyes del idioma.
Por qué la pregunta comienza con “qué” y no “dónde” es porque
“el lugar de la promesa” no es literalmente un lugar, es una experien-
cia de toda una vida en la voluntad de Dios. El lugar de la promesa
es una frase que elijo usar para referirme a “vivir en el deseo perfec-
to de Dios”. Dios tiene un deseo para ti. Él tiene un deseo para mí
y tiene un deseo para todos. El problema al que a menudo nos en-
frentamos es cómo descubrir cuál es la voluntad y el deseo de Dios
para nosotros. Es en esta búsqueda que muchos se rinden y recurren
a una vida muy por debajo de lo que Dios desea para ellos.
Quiero tomarme este tiempo para preguntart: ¿sabes con certeza
cuál es el deseo de Dios para ti? Esto es importante porque cuando no
28 Capítulo 4. Guiado al lugar de la promesa [*]

sabes cuál es el deseo de Dios para ti, serás fácilmente víctima de la


duda, el miedo, la tristeza, la preocupación, la culpa y la abnegación.
Hay tanto que una persona pierde cuando no sabe cuál es el deseo
de Dios para él o ella. Vivir con confianza es vivir en abundancia.

La aprobación, que es algo que todos buscan, no surge de una


conciencia de que eres un hombre afortunado, sino del claro enten-
dimiento de que eres bendecido, favorecido, amado de Dios, y divi-
namente guiado a su perfecto deseo para ti como persona y para tu
hogar. Me encanta cómo lo explica el apóstol Pablo.

3 Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesu-

cristo, quien nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espi-


rituales en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo.
4 Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió

en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. 5 Dios


decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia
al acercarnos a sí mismo por medio de Jesucristo. Eso es preci-
samente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo. 6 De
manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que derra-
mó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado. 7 Dios
es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con
la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. 8 Él desbordó su
bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendi-
miento. 9 Ahora Dios nos ha dado a conocer su misterioso plan
acerca de Cristo, un plan ideado para cumplir el buen propósito
de Dios. (Efesios 1:3-9)

La paz, la alegría, la felicidad, la realización, la alegría duradera, la


valentía divina, y la aprobación nunca te llegarán si estás esperando
un golpe de suerte; tienes que creer que eres divinamente guiado al
lugar de la promesa. Alimenta tu fe con la Palabra.
Aunque se tarde [*] 29

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más


bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cam-
biarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la
voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y per-
fecta. (Romanos 12:2)

Aunque se tarde
Cuando me tomo el tiempo para analizar nuestra sociedad por lo
que realmente es hoy, me asombra cuánto hemos descuidado mu-
chos valores y virtudes centrales de las que no podemos prescindir.
Contamos con restaurantes de comida rápida, conexiones de Inter-
net de alta velocidad, autos rápidos, la competencia de carreras de
Fórmula Uno, y mucho que habla por sí solo sobre cómo aparente-
mente estamos apresurados a hacer las cosas para lograr o llegar a un
destino. No seré irrazonablemente parcial al decir que este no es el
mejor progreso para una sociedad en rápido desarrollo. Con cuida-
dosa observación, he descubierto que estamos dejando que nuestro
mundo acelerado robe las virtudes de la paciencia y la perseveran-
cia.

Con la mentalidad de que podemos conseguir cualquier cosa que


queramos en el momento en que lo queramos, muchos individuos
están empezando a desviarse del ideal de obtener lo mejor atreves
de ser pacientes con el proceso que conlleva. Esto ha dado lugar a
que muchas personas tomen atajos de maneras innobles y también
ha dado lugar a un mayor nivel de arrogancia y egoísmo que están en
contra de los ideales de la empatía humana y de los valores morales
y espirituales.

Cuando te enfocas intensamente en lo que estás persiguiendo en


tu jornada de vida y prestas menos atención a lo que Dios tiene guar-
dado para ti, comienzas a participar en la carrera de nuestra sociedad
30 Capítulo 4. Guiado al lugar de la promesa [*]

actual y, eventualmente, terminas deprimido, agonizado, confundi-


do y en busca de una mejor realidad.
En cambio, lo que tienes que hacer es vivir, caminar, trabajar,
respirar, pensar, y hacer todo en línea con el deseo de Dios para ti.
Algunos pasos que tomarás pueden ser rápidos y otros pueden ser
pequeños saltos de vez en cuando, pero en cada caso, no te rindas
de creer lo que Dios ha planeado para ti.

A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha vis-


to, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo
que Dios tiene preparado para quienes lo aman». (1 Corintios
2:9)

2 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo


de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mu-
cho 3 porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la
fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. 4 Así
que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desa-
rrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará
nada. (Santiago 1:2-4)

Anteriormente en este capítulo, compartí contigo por qué el me-


jor tipo de vida que puedes tener no te vendrá por un golpe de suerte
sino por guía divina. Creyendo que has aceptado la verdad de que
necesitas ser guiado divinamente y no depender de la suerte, quiero
que sepas que tendrás que luchar contra la adrenalina de resultados
rápidos y al mismo tiempo ceder al tirón interno para ser paciente
mientras caminas y trabajas diariamente en lo que Dios ha puesto a
tu cuidado.
Nuestro deseo de obtener resultados rápidos a menudo es causa-
do por el factor raíz del miedo. ¿Cuáles son tus miedos? ¿Cuáles son
Aunque se tarde [*] 31

esas cosas que te hacen preocuparte en el día y llorar de noche? ¿En


qué puntos has tomado decisiones equivocadas porque sentías que
nada mejor estaba por delante? Yo quiero que siempre recuerdes y
te fortalezcas en la fe con estas palabras.

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de


poder, amor y autodisciplina. (2 Timoteo 1:7)

Sí, las promesas que pudiste haber recibido de la Palabra de Dios


se pueden haber tardado. Sí, aún no has experimentado todo lo que
esperabas que ocurriera a estas alturas, incluso después de haber
orado durante tanto tiempo por ellas. Sí, todavía hay una meta que
intentas alcanzar por fe. Sí, está tomando más tiempo de lo que pa-
rece necesario. Oh sí, se ha tardado. Quieres llamarlo como es: un
retraso. En esos momentos donde esta puede ser tu realidad, te trai-
go la seguridad de que Dios es más que capaz. El horario de Dios y
el nuestro a veces son diferentes.

3 Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y este se


cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con pa-
ciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará. 4 »¡Mira
a los orgullosos! Confían en sí mismos y sus vidas están torcidas.
Pero el justo vivirá por su fidelidad a Dios. (Habacuc 2:3-4)

Tal vez no lo entiendas plenamente todavía, quizás no puedas


explicarlo, pero eres divinamente guiado por el Espíritu de Dios y
Su Palabra. A pesar de que puede demorarse, tomando más tiempo
de lo que pudiste haber anticipado, hay aprobación, certeza, y una
confianza que Dios quiere que tengas y es esto: Él es realmente más
que capaz.

16 Pidoen oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los


fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu.
32 Capítulo 4. Guiado al lugar de la promesa [*]

17 Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que

confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas


los mantendrán fuertes. 18 Espero que puedan comprender, como
corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo,
cuán alto y cuán profundo es su amor. 19 Es mi deseo que experi-
menten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para
comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la pleni-
tud de la vida y el poder que proviene de Dios. 20 Y ahora, que
toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo
que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran po-
der, que actúa en nosotros. 21 ¡Gloria a él en la iglesia y en Cristo
Jesús por todas las generaciones desde hoy y para siempre! Amén.
(Efesios 3:16-21)

Mantén esta confianza


Por lo tanto, no desechen la firme confianza que tienen en el Se-
ñor. ¡Tengan presente la gran recompensa que les traerá! (He-
breos 10:35)

Hasta ahora, a través de las páginas de este libro, has descubierto


la verdad y el deseo de Dios para ti. También te ha alentado espiri-
tualmente, fortalecido y capacitado para vivir con la inmensa clari-
dad que Dios guía, instruye y aprueba a quienes buscan andar y vivir
de acuerdo a Su voluntad.

No tengo ninguna duda en mi espíritu de que tu fe se está ele-


vando mientras buscas depender más de Dios y caminar consciente-
mente en Su aprobación no merecida de ti. Sostén firme la confianza
de fe que has recibido. Aférrate a las promesas de Dios. Mantén fir-
me Sus instrucciones para ti porque tienen una gran recompensa.
¿No eres suficientemente adecuado? [*] 33

Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en us-


tedes, la continuará hasta que quede completamente terminada
el día que Cristo Jesús vuelva. (Filipenses 1:6)

¿No eres suficientemente adecuado?


Para aferrarte a la confianza de la fe de las promesas que Dios te
hizo, Su guía, y Su aprobación, debes dejar de prestar atención a la
voz que grita: “No eres lo suficientemente adecuado”. Todo pensa-
miento que te empuja a la duda, el odio a ti mismo, y al miedo, no
es la voz de Dios ni la de Su Espíritu.
Deja a un lado la carga de la preocupación con respecto a quién
eres, y de quién eres. Pues quien eres se ve en Cristo y a través de
Cristo.

Pues Dios trabaja en ustedes y les da el deseo y el poder para que


hagan lo que a él le agrada. (Filipenses 2:13)

Eres nacido de Dios. Si vuelves a nacer, Dios vive en ti y Su po-


der, como nos ha sido dado por el Espíritu Santo, nos capacita para
vencer y mantenernos firmes en Su palabra, instrucción y prome-
sas. Mantén una gran confianza en todo lo que Cristo ha puesto a tu
disposición como hijo de Dios. Date cuenta que Dios trabaja pode-
rosamente en ti.
Tu fuerza y habilidad concerniente a cuanto puedes aferrarte en
fe a las promesas, instrucciones y aprobación de Dios no dependen
de tu físico ni intelecto sino del poder de Dios que obra en ti a través
del Espíritu Santo.
El esfuerzo humano falla pero el poder de Dios nunca falla. No
dejes que el enemigo te hunda en el lodo de la incredulidad. Leván-
tate en la fe porque Dios es quien obra en ti.
34 Capítulo 4. Guiado al lugar de la promesa [*]

Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mu-
cho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante
su gran poder, que actúa en nosotros. (Efesios 3:20)

Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es ab-
soluta por medio de Cristo, quien nos amó. (Romanos 8:37)

Divinamente guiado
Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que
esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la
gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo. (2 Corintios
4:6)

Eres divinamente guiado. Ese ha sido el tema de este capítulo. Es


mi oración para ti que al seguir leyendo, esta conciencia se quede
contigo — que eres divinamente guiado. Tu vida es demasiado es-
pecial para Dios para ser colocada en una montaña rusa de suerte
y azar. Dios desea guiar y dirigir tu vida para que puedas experi-
mentar lo mejor que Él tiene para ti. Todo lo que necesitas hacer es
escucharlo y obedecerlo. Encontrarás la aprobación de Dios en esto.

28 Luego dijo Jesús: «Vengan a mí todos los que están cansados


y llevan cargas pesadas, y yo les daré descanso. 29 Pónganse mi
yugo. Déjenme enseñarles, porque yo soy humilde y tierno de co-
razón, y encontrarán descanso para el alma. (Mateo 11:28-29)
Capítulo 5

El poder de la afirmación

La práctica de la afirmación
Un joven se presentó un poco temprano para su cita. Cuando su
novia abrió la puerta, su cabello estaba disparado en cien direcciones
diferentes. Para sacar lo incómodo de la situación, preguntó: “¿Qué
opinas de mi cabello?” El chico vaciló y luego dijo: “¡Parece que es-
tá a punto de convertirse en algo maravilloso!” (Citado de “Lasting
Legacy: Making a Difference with My Life”, Life Connections [Legado
duradero: Marcando la diferencia con mi vida, Conexiones de vida,
Guía del líder, pg. 71]).
El punto de esta historia es claro: los cristianos necesitan ver más
allá del lío en el que está la gente a lo que puede llegar a ser en Cristo.
Aquí es donde entra la práctica de la afirmación. Afirmar a alguien
es declarar positiva o firmemente algo sobre ellos, apoyar o sostener
la validez de una persona, confirmarla. La afirmación proviene de la
raíz de una palabra latina que significa fortalecer, capacitar.
Con el amor como nuestro motivador, debemos ser utilizados
por el Señor para fortalecer a nuestros hermanos y hermanas en
Cristo. Jesús no mira nuestra imperfección; lo que ve es nuestro po-

35
36 Capítulo 5. El poder de la afirmación [*]

tencial. Y deberíamos estar en el hábito de hacer lo mismo. Después


de todo, es Dios el que obra en nosotros el querer y hacer su buena
voluntad. Por lo tanto, hay mucha verdad en la frase: “¡No me juz-
gues, Dios no ha terminado conmigo todavía!” No seas crítico; ¡sé
como Cristo! ¡Mira el potencial, no las imperfecciones! El apóstol
Pablo nos da la razón de esto en Filipenses 1:6:

Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en us-


tedes, la continuará hasta que quede completamente terminada
el día que Cristo Jesús vuelva. (Filipenses 1:6)

Escucha estas palabras alentadoras de afirmación de 1 Tesaloni-


censes 1:2-10 como si Pablo mismo las dijera:

2 Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes y continuamen-

te los tenemos presentes en nuestras oraciones. 3 Al orar a nuestro


Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen,
las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que
tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo. 4 Sabemos, amados
hermanos, que Dios los ama y los ha elegido para que sean su
pueblo. 5 Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo
con palabras sino también con poder, porque el Espíritu Santo
les dio plena certeza de que lo que decíamos era verdad. Y ya sa-
ben de nuestra preocupación por ustedes por la forma en que nos
comportamos entre ustedes. 6 Así que recibieron el mensaje con la
alegría del Espíritu Santo, a pesar del gran sufrimiento que les
trajo. De este modo nos imitaron a nosotros y también al Señor.
7 Como resultado, han llegado a ser un ejemplo para todos los cre-

yentes de Grecia, es decir, por toda Macedonia y Acaya. 8 Y ahora,


la palabra del Señor está siendo anunciada, partiendo de ustedes
a gente de todas partes, aun más allá de Macedonia y Acaya, pues
adondequiera que vamos, encontramos personas que nos hablan
La práctica de la afirmación [*] 37

de la fe que ustedes tienen en Dios. No hace falta que se la men-


cionemos, 9 pues no dejan de hablar de la maravillosa bienvenida
que ustedes nos dieron y de cómo se apartaron de los ídolos para
servir al Dios vivo y verdadero. 10 También comentan cómo uste-
des esperan con ansias la venida, desde el cielo, del Hijo de Dios,
Jesús, a quien Dios levantó de los muertos. Él es quien nos rescató
de los horrores del juicio venidero. (1 Tesalonicenses 1:2-10)

A muchas personas de la generación Boomer se les enseñó que


decir algo que los afirmara a sí mismos era egoísta y decir cualquier
cosa que afirmara a alguien más podría inflarle la cabeza a esa per-
sona. Sin embargo, estas actitudes no son bíblicas. En este pasaje y
en cada carta que Pablo escribe, con la excepción de Gálatas, inicia
la carta afirmando al pueblo de la iglesia a la que está escribiendo
(ver Romanos 1:8; 1 Corintios 1:4; Efesios 1:15 -16; Filipenses 1:3; Co-
losenses 1:3; 2 Tesalonicenses 1:3). Pablo parecía darse cuenta que las
personas trabajan mejor cuando se sienten bien consigo mismas y lo
que han logrado. Y esta creencia sigue siendo verdad el día de hoy.
Las personas trabajan mejor cuando se sienten bien consigo mismas.
¿Te sientes bien contigo mismo y lo que has logrado para el Señor?
George Barna, fundador de una empresa cristiana de investiga-
ción de marketing, ha estudiado lo que él llama “iglesias giratorias”
— iglesias que habían estado yendo cuesta abajo en ministerio y asis-
tencia pero dieron la vuelta a las cosas y prosperaron. Encontró una
variedad de factores que ayudaron a estas iglesias a dar la vuelta.
Un principio que sacó de este estudio fue: “Cuando la gente realiza
un verdadero ministerio, se les debe aplaudir”. Más específicamente,
escribe:
“Un ministerio exitoso es aquel en el que se reconoce a las per-
sonas por sus logros, no para colocar a alguien en un pedestal, sino
porque los seres humanos necesitan ser reconocidos por sus buenas
obras”.
38 Capítulo 5. El poder de la afirmación [*]

“Poniéndolo en una perspectiva adecuada, un poco de celebra-


ción y aprecio respecto al verdadero ministerio puede ayudar a man-
tener una congregación activa y feliz”. (George Barna, Turn-Around
Churches [Iglesias giratorias] [Ventura, CA: Regal Books, 1993], p. 104.)
Es importante que aprendamos la práctica de la afirmación como se
describe en las Escrituras. Recobremos el ministerio de afirmación
de Pablo y ejerzámoslo continuamente en nuestra vida cotidiana.

La práctica de la afirmación en tres sencillos pasos


Hay tres prácticas que Pablo señala en este pasaje (1 Tesalonicen-
ses 1:2-10) para que vivamos vidas afirmadoras.

La primera práctica:

La práctica de la afirmación implica NUESTRA RELACIÓN AFIR-


MADORA CON DIOS (vs. 2-4; 9-10). ¿Cómo afirmas a Dios quien lo
tiene todo? Después de todo, Dios permanece completamente Dios
sin nuestras palabras de afirmación y no depende de ellas. Pero el
Señor recibe nuestra afirmación. ¿No le gusta a un padre escuchar
a sus hijos afirmarlo con palabras como “Te amo” o “Eres la mejor
mamá o papá del mundo”? Es lo mismo con nuestro Padre celestial.

Entendiendo esto, Pablo afirma primero que Dios es FIEL a lo


que fue llamado a hacer. ¿No se sienten afirmados los padres cuan-
do sus hijos son fieles al obedecer y afligidos cuando no lo son? Me
pregunto si somos tan fieles a nuestro alto llamado del Señor. Dice
la Escritura: Ahora bien, alguien que recibe el cargo de administrador debe
ser fiel. (1 Corintios 4:2) Pablo pudo decir al final de su vida: He peleado
la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. (2 Timoteo
4:7) Nuestra oración debe ser que nosotros también podamos hacer
lo mismo.
La práctica de la afirmación en tres sencillos pasos [*] 39

Segundo, Pablo afirma su relación con Dios al ser AGRADECI-


DO. ¿Tienes una actitud de agradecimiento? Esta semana leí en el
devocional Nuestro pan diario una historia de un ministro escocés con
el nombre de Alexander Whyte, quien pudo mirar la situación más
sombría y sin embargo encontrar algo por lo cual ser agradecido. En
una oscura mañana un día domingo cuando el clima estaba helado,
húmedo y tormentoso, uno de sus diáconos susurró: “Estoy seguro
que el predicador no podrá agradecer nada a Dios en un día como
este. ¡Está absolutamente horrible afuera!” El pastor comenzó el ser-
vicio orando: “Te agradecemos, oh Dios, que el clima no siempre es
así”. Observa las palabras de Pablo: “Siempre damos gracias a Dios
por todos ustedes. . . continuamente los tenemos presentes. . . ”
Pablo no sólo fue fiel a su llamado de parte del Señor, sino tam-
bién AGRADECIDO por aquellas personas y ministerios confiados a
su cuidado. Pablo fue fiel al recordar que todo regalo bueno y perfec-
to proviene de lo alto del Padre de las Luces. Pablo, con un corazón
de agradecimiento, aprendió a estar contento en todas las circuns-
tancias en las que se encontraba.
Dijo a los tesalonicenses: “Siempre damos gracias a Dios por to-
dos ustedes. . . ”
Pablo no dijo: “Les doy las gracias por ustedes”, sino “Doy gra-
cias al Señor por ustedes”. Pablo iba constantemente a la fuente y
agradecía al Señor por el pueblo y las oportunidades de ministerio
enviadas a su vida. Pablo, más adelante en esta misma carta, afirmó
a los tesalonicenses: “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta
es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.” (1
Tesalonicenses 5:18)
Observa que la afirmación de Pablo es de una naturaleza especí-
fica. Agradece primero al Señor por Su elección de los tesalonicen-
ses y utiliza esta misma verdad para afirmarlos (fortalecerlos). Pablo
agradece al Señor por “el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor
40 Capítulo 5. El poder de la afirmación [*]

que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro


Señor Jesucristo”.
Pablo se da cuenta de que uno puede plantar y otro puede regar,
pero Dios causa el crecimiento. Pablo agradece al Señor por cómo
la obra de fe en los tesalonicenses les hizo volverse a Dios de los
ídolos. Pablo alaba al Señor por el trabajo de amor que hizo que los
tesalonicenses sirvieran al Dios vivo y verdadero. Y Pablo expresa
gratitud al Señor por la firmeza de la esperanza de los tesalonicenses
en nuestro Señor Jesucristo quien les dio la fuerza y la perseverancia
para esperar desde el cielo a su Hijo, a quien resucitó de entre los
muertos, es decir Jesús, que nos rescata de la ira venidera.
Esto me lleva a preguntar, ¿has agradecido últimamente al Se-
ñor por tu crecimiento en Él o el crecimiento de otros en el Señor?
Al igual que la respuesta del novio a la novia cuyo cabello estaba
disparado en cien direcciones diferentes, todos estamos a punto de
convertirnos en algo maravilloso.

. . . seremos como él. . . (1 Juan 3:2)

Pablo también afirmó al Señor por su constante VIDA DE ORA-


CIÓN. ¿Qué tipo de vida de oración tienes? Pablo fue fiel al orar por
los tesalonicenses y hacer que otros oraran también. Pablo sabía que
no puedes afirmar genuinamente tu amor por Dios sin expresar tu
amor por los demás en oración. Pablo dijo: “Siempre agradecemos
a Dios por todos ustedes, mencionándolos en nuestras oraciones. . .
continuamente recordamos ante nuestro Dios y Padre. . . ” ¿No dice
la Escritura que debemos orar sin cesar? (1 Tesalonicenses 5:17)
Joseph M. Scriven escribió estas palabras: “Oh cuánta paz sole-
mos perdemos, oh cuánto dolor innecesario soportamos, todo por-
que no llevamos todo a Dios en oración”. ¿Dónde está la oración en
tu lista de prioridades esta mañana?
La práctica de la afirmación en tres sencillos pasos [*] 41

La segunda práctica:

Segundo, la práctica de la afirmación implica NUESTRA RELA-


CIÓN AFIRMADORA CON LA PALABRA DE DIOS (vs. 5).
Escucha de nuevo el versículo 5 de 1 Tesalonicenses 1:

Pues, cuando les llevamos la Buena Noticia, no fue solo con pa-
labras sino también con poder, porque el Espíritu Santo les dio
plena certeza de que lo que decíamos era verdad. Y ya saben de
nuestra preocupación por ustedes por la forma en que nos com-
portamos entre ustedes. (1 Tesalonicenses 1:5)

¿Das la bienvenida hoy a la Palabra de Dios? Esto significa “es-


cuchar con el corazón”. Recuerdo de mis años de ministerio en la
cárcel cuántos de los hombres dieron la bienvenida a la Palabra de
Dios con los ojos llenos de lágrimas mientras que muchos en la igle-
sia, oyendo la misma Palabra, la recibieron con ojos llenos de sueño
y desinterés.
¿Desea tu corazón escuchar hoy la Palabra de Dios? ¿Pasa la Pa-
labra por tu mente a tu corazón para que la puedas vivir a través de
las plantas de tus pies?
¿Recibes la Palabra de Dios por lo que es, así como lo hicieron los
tesalonicenses — como el poder de Dios? El Señor dijo por medio
del profeta Isaías: “Así será mi palabra, no volverá a mí vacía sino
que prosperará donde la envío y cumplirá lo que me plazca”. (Para-
fraseado)
¿Le das no solo la bienvenida sino también la ACEPTAS como lo
hicieron los tesalonicenses, con plena convicción?

De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee


acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los
que lo buscan con sinceridad. (Hebreos 11:6)
42 Capítulo 5. El poder de la afirmación [*]

Recuerdo la historia de un contratista que no tenía hijos quien a


menudo hablando con un hombre con hijos acerca de cuánto amaba
a los niños. Un día en su obra notó que varios niños caminaban en su
concreto mojado. Se enojó y les gritó para que salieran del concreto
mojado mientras el hombre con niños observaba. Al ver la reacción
del contratista, el hombre con hijos respondió: “Pensé que me habías
dicho que amabas a los niños”. El contratista respondió: “Me gustan
en lo abstracto pero no en el concreto”.
El punto de esta historia humorística es claro: Si das la BIENVE-
NIDA a la Palabra de Dios y ACEPTAS la Palabra de Dios, entonces
necesitas VIVIR la Palabra de Dios en lo concreto no sólo en lo abs-
tracto.

La tercera práctica:

Tercero, la práctica de la afirmación implica NUESTRA RELA-


CIÓN AFIRMADORA A OTROS.

6 Así que recibieron el mensaje con la alegría del Espíritu San-


to, a pesar del gran sufrimiento que les trajo. De este modo nos
imitaron a nosotros y también al Señor. 7 Como resultado, han
llegado a ser un ejemplo para todos los creyentes de Grecia, es
decir, por toda Macedonia y Acaya. 8 Y ahora, la palabra del Se-
ñor está siendo anunciada, partiendo de ustedes a gente de todas
partes, aun más allá de Macedonia y Acaya, pues adondequie-
ra que vamos, encontramos personas que nos hablan de la fe que
ustedes tienen en Dios. No hace falta que se la mencionemos, (1
Tesalonicenses 1:6-8)

Pablo entendía “el poder de un buen ejemplo” y se esforzó por ser


ejemplo en su propia vida para los demás al ser consistente en PALA-
BRAS, HECHOS, Y TESTIMONIO. Sabía que su relación afirmadora
La práctica de la afirmación en tres sencillos pasos [*] 43

con los demás implicaba tanto “hablar la palabra” como “caminar el


camino”. Pablo dijo en 1 Corintios 11:1: "Y ustedes deberían imitarme a
mí, así como yo imito a Cristo.) (1 Corintios 11:1)

Los tesalonicenses, a través de la relación afirmadora de Pablo, se


convirtieron en imitadores de Pablo y del Señor. ¿Estás afirmando tu
relación con otros por medio de “el poder del buen ejemplo”? ¿Eres
entregado y sumiso a los líderes de la iglesia y del Señor? ¿Te tomas
el tiempo para animar a los demás?

Al igual que el chico viendo a su novia con el pelo disparado en


cien direcciones diferentes, ¿dices: “Parece que estás a punto de con-
vertirte en algo hermoso en el Señor”?

Hebreos 10:24-25 dice:

24 Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar


actos de amor y buenas acciones. 25 Y no dejemos de congregarnos,
como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo
ahora que el día de su regreso se acerca. (Hebreos 10:24-25)

Por último, ¿estás afirmando tu relación con los demás ganando


almas? No hay mayor manera de afirmar a una persona perdida que
conducirla a la seguridad en Jesucristo.

Los tesalonicenses, como Pablo, estaban motivados para ganar al-


mas. Tenían una mentalidad misionera. Se ha dicho: “La fe es el mo-
vimiento exterior de una obra interior”. Los tesalonicenses no per-
manecieron en su círculo interior. Se extendieron de manera afir-
madora a su mundo. El mensaje del Señor literalmente salió de ellos
como el sonido de una trompeta. Estudios han demostrado que el
contacto personal trae la cosecha: Probablemente del 70 al 80 por
ciento del crecimiento de la iglesia es el resultado de amigos que
testifican a amigos.
44 Capítulo 5. El poder de la afirmación [*]

Entonces, aquí está, la práctica de la afirmación en tres sencillos


pasos:

1. Nuestra relación afirmadora con Dios al ser FIELES, AGRADE-


CIDOS y GENTE DE ORACIÓN.

2. Nuestra relación afirmadora con la Palabra de Dios al RECIBIR


LA PALABRA, ACEPTAR LA PALABRA, y VIVIR LA PALABRA
para que el mundo la vea.

3. Nuestra relación afirmadora con los demás al ser CONSTAN-


TES EN PALABRAS, HECHOS y TESTIMONIO.

A medida que eres usado por el Señor para ayudar a los demás
a convertirse en algo hermoso, ten la seguridad de que también te
conviertes en algo hermoso.
Capítulo 6

La sonrisa de Dios, el sello


de aprobación

Finalmente, amados hermanos, les rogamos en el nombre del Se-


ñor Jesús que vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como
les enseñamos. Ustedes ya viven de esta manera, y los animamos
a que lo sigan haciendo aún más. (1 Tesalonicenses 4:1)

Y el que me envió está conmigo, no me ha abandonado. Pues siem-


pre hago lo que a él le agrada». ( Juan 8:29)

Complacer al Señor: ¿Qué significa, por qué debe-


mos hacerlo y cómo podemos hacerlo?
Agradar al Señor implica vivir a la luz de la Palabra, descubriendo
y haciendo lo que le agrada, y comienza con el corazón o nuestro
“hombre interior”.
Complacer al Señor significa hacer su voluntad y esto debe ha-
cerse como un deseo delicioso y no como una obligación. Cuando
hagamos esto tendremos la maravillosa sonrisa de su aprobación.

45
46 Capítulo 6. La sonrisa de Dios, el sello de aprobación [*]

A veces el complacer al Señor nos pone en oposición a los cami-


nos del mundo. Esto significa que si puede traer fricción con otros
incluyendo la familia y amigos y definitivamente con el mundo hu-
manista en general.

Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes


se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a
Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de
nuestro corazón. (1 Tesalonicenses 2:4)

Queda claro que no es mi intención ganarme el favor de la gente,


sino el de Dios. Si mi objetivo fuera agradar a la gente, no sería
un siervo de Cristo. (Gálatas 1:10)

Complacer a Dios es más que lo que hacemos externamente;


comienza con una actitud correcta del corazón hacia Él y Su Palabra,
pero se evidenciará externamente.

Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para


el Señor y no para la gente. (Colosenses 3:23)

. . . La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el co-


razón. (1 Samuel 16:7b)

Él no mira tanto lo que hacemos, sino que mira por qué lo hace-
mos. La actitud juega un papel importante y será notada por otros y
definitivamente por el Señor. Necesitamos revisar constantemente
nuestros motivos.
Recuerda a la viuda que dio sólo dos monedas pequeñas. Lucas
21:3
¿Recuerdas al pecador que oró? (Lucas 18:13)
Complacer al Señor: ¿Qué significa, por qué debemos hacerlo y cómo
podemos hacerlo? [*] 47

Hay razones válidas por las que debemos querer agradar a Dios.

La primera y más importante razón es que amamos a Jesús por-


que él nos amó primero y se entregó para morir en la cruz por nues-
tros pecados y ahora somos aceptados en el Amado.

¿Sabías que no agradamos al Señor porque queremos ser acepta-


dos por Él? ¿Por qué? Porque ya somos aceptados en Cristo.

De manera que alabamos a Dios por la abundante gracia que


derramó sobre nosotros, los que pertenecemos a su Hijo amado.
(Efesios 1:6, NTV)

Debemos buscar agradar a Dios porque lo amamos. Nuestro amor


por Jesús será evidenciado por nuestra obediencia a Él.

En Juan 14:15, la Biblia dice: “Si me aman, obedezcan mis man-


damientos”. Nota que Jesús dijo: “Si”. Podemos expresar el amor a
Jesús expresando este amor a otros por palabra y obra.

Desafortunadamente algunos que han sido bendecidos más allá


de toda medida todavía no lo aman lo suficiente como para obe-
decerlo sino que están consumidos por ellos mismos y sus deseos
egoístas.

Otra razón para querer agradar a Dios es porque él puede y


quiere hacernos abundar.

Dios quiere bendecir nuestras vidas. Una y otra vez en la Palabra


de Dios se nos recuerda que Dios sólo busca lo mejor para nosotros
y una vida que agrada a Dios es una vida que está llena y abunda.

. . . mi propósito es darles una vida plena y abundante. ( Juan


10:10b)
48 Capítulo 6. La sonrisa de Dios, el sello de aprobación [*]

Finalmente, amados hermanos, les rogamos en el nombre del Se-


ñor Jesús que vivan de una manera que le agrada a Dios, tal como
les enseñamos. Ustedes ya viven de esta manera, y los animamos
a que lo sigan haciendo aún más. (1 Tesalonicenses 4:1)

La última razón para obedecer a Dios es que sabemos que un


día nos presentaremos ante Cristo y entregaremos cuentas, y esto
debería ser otra motivación para que vivamos para agradarle.

Es cierto, cada uno de nosotros tendrá que responder por sí mismo


ante Dios. (Romanos 14:12)

9 Asíque, ya sea que estemos aquí en este cuerpo o ausentes de este


cuerpo, nuestro objetivo es agradarlo a él. 10 Pues todos tendre-
mos que estar delante de Cristo para ser juzgados. Cada uno de
nosotros recibirá lo que merezca por lo bueno o lo malo que ha-
ya hecho mientras estaba en este cuerpo terrenal. (2 Corintios
5:9-10)

Algunos creyentes viven sus vidas como si nunca fueran a ren-


dir cuentas. Aunque podamos racionalizar lo que hacemos y poner
excusas ahora, pero un día estaremos ante Él.
Darnos cuenta del juicio que viene debería motivarnos a hacer
aquellas cosas que le agradan a Él, pero eso no es lo más importan-
te. . .

La gran pregunta es: ¿cómo podemos complacer al


Señor?
La capacidad de agradar al Señor no está en nosotros mismos,
sino que es el resultado de Su obra en nuestras vidas por el Espíritu
Santo.
La gran pregunta es: ¿cómo podemos complacer al Señor? [*] 49

Por eso, los que todavía viven bajo el dominio de la naturaleza


pecaminosa nunca pueden agradar a Dios. (Romanos 8:8)

20 Y ahora, que el Dios de paz . . . 21 los capacite con todo lo que


necesiten para hacer su voluntad. Que él produzca en ustedes,
mediante el poder de Jesucristo, todo lo bueno que a él le agra-
da. ¡A él sea toda la gloria por siempre y para siempre! Amén.
(Hebreos 13:20-21)

Nota esta cita de Jerry Lee Lewis:

“Fui criado como un buen cristiano, pero no pude lograrlo. Era dema-
siado débil, supongo. . . No quiero morir e ir al infierno, pero no creo que
vaya en la dirección correcta. . . Estoy perdido y deshecho, sin Dios. . . Debe-
ría haber sido cristiano, pero era demasiado débil para el evangelio. . . todos
tenemos que responder ante Dios en el Día del Juicio”.

¿No es triste? Esa afirmación viene de alguien que fue criado bajo
una teología basada en las obras. Ninguno de nosotros puede hacerlo
por sí mismo, pero Dios, en su gracia, puede capacitarnos para vivir
una vida que le sea “agradable”. Sólo el Espíritu Santo hace posible
lograrlo.

Ciertamente es una batalla para evitar ser enredados con los cui-
dados de la vida y las cosas del mundo. Podemos agradar a Dios no
dejándonos atar por las cosas de este mundo.

No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más


bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cam-
biarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la
voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y per-
fecta. (Romanos 12:2)
50 Capítulo 6. La sonrisa de Dios, el sello de aprobación [*]

Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque


de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó. (2 Timoteo
2:4)

Un soldado puede llevar una pesada mochila con provisiones en


su espalda. Pero cuando comienza la batalla, deja caer la mochila
para poder participar en la batalla sin obstáculos ni cargas.
Lo mismo ocurre con nosotros: si nos dejamos enredar por esta
vida, no podremos agradar a Dios.
La fe es otra clave necesaria para agradar a Dios.

Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca
de Cristo. (Romanos 10:17)

De hecho, sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee


acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los
que lo buscan con sinceridad. (Hebreos 11:6)

La palabra de Dios no dice que es bueno tener fe. . . ¡dice que es


“imposible agradarle” sin ella! Pablo escribió que todo lo que no es
de fe es pecado (Romanos 14:23). No vivir por la fe es vivir por nues-
tra propia razón y el impulso de la carne, y ya sabemos que no po-
demos agradarle en la carne.

Vivir para otros agrada a Dios y trae Su sonrisa de


aprobación
Vivir realmente para el Señor se evidenciará en que nos llevemos
bien con los demás. Las disputas y la envidia son el resultado de los
deseos egoístas de alguien que no busca el bien de los demás.
Vivir para otros agrada a Dios y trae Su sonrisa de aprobación [*] 51

Si permitimos que el enemigo influya en nuestras vidas para que


murmuremos, chismorreemos y nos quejemos unos de otros, no
podremos agradar a Dios. Exigir nuestros derechos por encima de
todo, revela la superficialidad de nuestro propio carácter.
El viejo dicho “Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti”
puede describirse como la Ley del Amor.

Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al hon-


rarse mutuamente. (Romanos 12:10)

La pregunta es: ¿En realidad le agradamos en todas las áreas de


nuestra vida? Si no es así, ¿por qué no? Determina que a partir de este
momento, con Su ayuda, vivirás para complacerlo viviendo por fe
y no por sentimientos. Vive para los demás y no para ti mismo. Vive
para la eternidad, no para esta vida. El resultado glorioso de esto es
la aprobación de Dios.
Capítulo 7

El testigo interior

El hombre es un espíritu con un alma en un cuerpo. El espíritu,


el alma y el cuerpo son todos importantes y desempeñan diferentes
papeles en la composición de los humanos. No obstante, muchas
personas prestan más atención a su cuerpo, a cuidarlo y a prevenir
infecciones y enfermedades, entre muchas otras cosas. Entre los tres
(espíritu, alma y cuerpo), el más descuidado para muchos individuos
es el espíritu.
Puede que no sea demasiado sorprendente que muchas personas
presten menos atención al cuidado de su espíritu porque somos más
propensos a enfocarnos en lo que podemos ver, sentir y tocar. No
podemos tocar nuestro espíritu con nuestras manos como podemos
nuestro cuerpo, pero el espíritu es tan real como nuestro cuerpo y
alma.

Sin embargo, hay un espíritu dentro de las personas, el aliento


del Todopoderoso en ellas, que las hace inteligentes. ( Job 32:8)

Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y
que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta
que nuestro Señor Jesucristo vuelva. (1 Tesalonicenses 5:23)

53
54 Capítulo 7. El testigo interior [*]

Mientras que nuestro cuerpo parece ser lo más evidente, es más


importante prestar atención a nuestro espíritu porque es a través de
nuestro espíritu que entendemos las cosas del Espíritu de Dios.
Es a través de nuestro espíritu que escuchamos la voz de Dios,
confiando así en Su aprobación de nosotros. Por medio del Espíritu
Santo conocemos Su voluntad para con nosotros individualmente
y la dirección que debemos tomar en cada momento de nuestras
vidas.

Pues su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que


somos hijos de Dios. (Romanos 8:16)

Es a través de nuestro espíritu que adoramos a Dios. Es a través


de nuestro espíritu que nos conectamos con el Espíritu de Dios y
vivimos y experimentamos la plenitud de nuestra herencia como
hijos de Dios en rectitud y santidad.

23 Pero se acerca el tiempo —de hecho, ya ha llegado— cuando los

verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en ver-


dad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. 24 Pues
Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en
espíritu y en verdad. ( Juan 4:23-24)

Sé capacitado por Su Espíritu


Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor,
allí hay libertad. (2 Corintios 3:17)

Hay niveles de fuerza que no tendrás al menos que seas capaci-


tado por el Espíritu Santo. El complacer a Dios, como se explicó en
el capítulo anterior, sólo es posible a través de la fuerza del Espíritu
Sé capacitado por Su Espíritu [*] 55

Santo. La verdadera instrucción, guía, apoyo y aprobación de Dios


vienen por medio del Espíritu Santo. El apóstol Pablo escribió a la
iglesia de los corintios, explicándoles que donde está el Espíritu del
Señor, hay libertad. ¿Habita el Espíritu del Señor en tu corazón? Si
es el caso, puedes estar seguro de que experimentarás la libertad (la
cual incluye paz y dirección divina). Si no lo has hecho, puedes cam-
biar eso hoy aceptando a Jesucristo como tu Salvador y Señor de tu
vida.

Si el Espíritu del Señor no ha encontrado un espacio en tu co-


razón, ahora sería un buen momento para hacerle lugar. ¿Con qué
has estado luchando que ha estado ocupando el lugar de la paz y el
descanso divino que sólo el Espíritu Santo puede dar? ¿Es un pasa-
do lleno de heridas? ¿Es una ofensa que no estás dispuesto a soltar?
¿Es el dolor de perder a un ser querido? Sea lo que sea el objeto de
tus luchas durante meses o años, el Espíritu Santo es quien necesitas
para calmar tus turbulentos mares, sanar tu corazón roto, fortalecer
tu espíritu débil, y levantar tus rodillas y manos débiles.

El Espíritu Santo nos trae la capacidad divina de Dios. Él nos ca-


pacita porque Él es Dios y Dios desea que seamos capacitados en
cada desafío, momento difícil, y temporada de duda. Donde está el
Espíritu del Señor, hay libertad. ¿Esa libertad está establecida en tu
corazón y Espíritu? Debería ser así porque es tuya.

Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, po-
demos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Es-
píritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos
transformados a su gloriosa imagen. (2 Corintios 3:18)

Siempre estoy perdido en mis pensamientos y muchas veces en


la afirmación profundamente arraigada en mi espíritu de quienes
somos en Cristo Jesús como hijos de Dios. ¿Recuerdas que la Palabra
56 Capítulo 7. El testigo interior [*]

de Dios dice: “. . . porque vivimos como vivió Jesús en este mundo?” (1 Juan
4:17b)

La única manera de experimentar la medida plena de la guía divi-


na, la paz, la libertad y la aprobación es ser capacitado por el Espíritu
Santo. Es a través de Él (el Espíritu Santo) que somos transformados
a la misma imagen de Dios de gloria en gloria. Somos creados a la
imagen de Dios, para ser como Él, para vivir como Él, y para cami-
nar en la conciencia y plenitud de quienes somos por naturaleza y
poder divino.

El Espíritu Santo nos capacita al enseñarnos las cosas de Dios.

Sin embargo, cuando el Padre envíe al Abogado Defensor como


mi representante —es decir, al Espíritu Santo—, él les enseñará
todo y les recordará cada cosa que les he dicho. ( Juan 14:26)

El Espíritu Santo nos capacita por medio de revelarnos lo que


Dios ha planeado para nosotros y nos ha ofrecido libremente a no-
sotros, sus hijos.

Se cree ampliamente que la información es poder. Algunas per-


sonas han modificado eso diciendo: “la información correcta es po-
der”. Otros lo han modificado aún más diciendo: “la aplicación de la
información correcta es lo que da poder”. Sin importar cuál de estas
declaraciones más te guste, mi interés es que te des cuenta de que el
Espíritu Santo es quien revela lo que Dios ha planeado para ti y te
ha ofrecido como su hijo. Esa revelación trae capacitación cuando
actúas sobre lo que el Espíritu Santo te revela.

Ese conocimiento puede traer un crecimiento a tu fe. Ese cono-


cimiento puede aportar claridad a situaciones en las que estás con-
fundido y tienes dudas. Conocer lo que Dios ha planeado y te ha
Camina en el Espíritu [*] 57

ofrecido como su hijo es una revelación tan grande de conocimien-


to que tiene el poder de transformar tu vida y darte la aprobación
que buscas de acuerdo con la voluntad divina de Dios para tu vida.

Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del


mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas
que Dios nos ha regalado. (1 Corintios 2:12)

El Espíritu Santo no sólo desea habitar en ti, sino también desea


capacitarte. ¿Le permitirás hacerlo?

Camina en el Espíritu
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cris-
to Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu. (Romanos 8:1, RVR1960)

Caminar en el Espíritu es vivir siendo guiados por el Espíritu San-


to. Aun como creyentes en Cristo, hay momentos en los cuales pode-
mos haber tomado decisiones que afligen al Espíritu Santo. Siempre
tendremos que decidir vivir ya sea sometiéndonos a los deseos del
Espíritu o a los deseos de la carne.

La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamen-


te lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da
deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Es-
tas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes
no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones, (Gálatas
5:17)

Vivir o caminar en el Espíritu se trata en gran medida de hacer


las cosas a la manera de Dios mientras vivir o caminar en la carne
58 Capítulo 7. El testigo interior [*]

se trata de hacer las cosas a nuestro modo en contraposición de la


manera de Dios. Cuando dejamos que nuestras decisiones anulen la
instrucción que Dios nos dio, estamos viviendo o caminando en la
carne.

Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos
de Dios. (Romanos 8:14)

Diariamente, debes decidir conscientemente caminar en el Es-


píritu. La guerra que todos debemos enfrentar entre el Espíritu y la
carne es una a la que no podemos cerrar los ojos ni ignorar. Siempre
debemos elegir al Espíritu sobre la carne. El apóstol Pablo amonestó
a la Iglesia de los gálatas en este sentido y las palabras que habló son
un gran consejo para nosotros aún hoy.

Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida.
Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza
pecaminosa. (Gálatas 5:16)

Aquí está cómo ese consejo se relata en La Biblia Viviente: “Te


aconsejo que obedezcas sólo las instrucciones del Espíritu Santo. Él
te dirá a dónde ir y qué hacer, y entonces no siempre estarás ha-
ciendo las cosas equivocadas que tu malvada naturaleza quiere que
hagas”.
¿Cómo sabes si estás caminando en el Espíritu? Consulta el fruto
que produces. Un árbol es conocido por su fruto. El fruto que pro-
duces (tu carácter y disposición) es resultado de las semillas que has
plantado ya sea en el suelo de la carne o del Espíritu. ¿Qué fruto
muestra que estás caminando en el Espíritu?

22 Encambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en


nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad,
Camina en el Espíritu [*] 59

fidelidad, 23 humildad y control propio. ¡No existen leyes contra


esas cosas! (Gálatas 5:22-23)

Obtienes la fuerza divina, la instrucción, la paz, la claridad, la es-


tabilidad y la aprobación cuando caminas en el Espíritu. El testigo
interior en nosotros que es el Espíritu Santo, no es un “sistema” que
te guía, como algunos lo consideran. No es una fuerza en la natura-
leza, ni simplemente “la unción”. El Espíritu Santo es una persona,
un amigo, un maestro, y un consolador. Él nos guía y nos lleva a toda
la verdad ( Juan 16:13).

15 Yustedes no han recibido un espíritu que los esclavice al miedo.


En cambio, recibieron el Espíritu de Dios cuando él los adoptó
como sus propios hijos. Ahora lo llamamos «Abba, Padre». 16 Pues
su Espíritu se une a nuestro espíritu para confirmar que somos
hijos de Dios. . . 26 Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra
debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que
le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros
con gemidos que no pueden expresarse con palabras. 27 Y el Padre,
quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el
Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la
voluntad de Dios. (Romanos 8:15-16, 26-27)

Como escribió el apóstol Pablo hace siglos, en las mismas pala-


bras te escribo hoy: “Obedece solamente las instrucciones del Espí-
ritu Santo. Él te dirá a dónde ir y qué hacer. . . ”
Capítulo 8

Una mano de ayuda y un


corazón cariñoso

De una u otra manera has sido alentado, guiado, y aprobado por


muchas cosas importantes en un momento u otro de tu vida. Mucha
gente todavía no se da cuenta de que al plantar las semillas de apro-
bación para otros, establecemos la conciencia de la aprobación que
necesitamos para nosotros mismos y para el trabajo que hacemos.
He compartido numerosas veces con personas jóvenes y mayo-
res acerca de la relevancia de cambiar el narrativo para los demás.
Construyo este énfasis explicando que cada uno de nosotros ha teni-
do ciertas experiencias que probablemente otros puedan enfrentar
o ya están enfrentando mientras caminan por la vida. Continuo ex-
plicando que una manera importante de ayudar a esas personas a
sobrevivir y aún a prosperar a través de situaciones que casi destro-
zan nuestra fe, esperanza y resiliencia es ser para ellos lo que desea-
ríamos que alguien hubiera sido para nosotros.
La ayuda que alguien te ofreció hace meses o años marcó la di-
ferencia y hoy estás en una mejor posición. ¿Estás ofreciendo esa
misma medida de ayuda o incluso mayor ayuda a alguien más con

61
62 Capítulo 8. Una mano de ayuda y un corazón cariñoso [*]

necesidad? Las oraciones hechas a tu favor de parte de otros en tiem-


pos pasados deberían estimularte a llenar ese vacío para otras perso-
nas. En esta etapa de tu vida, ¿estás siendo realmente la persona que
desearías que alguien fuera para ti cuando tú estabas con necesidad?
La vida no se trata de “dar y tomar” y eso nunca debe ser el motivo
de tus acciones o el principio guía que forma tu decisión de ser una
bendición para los demás en la manera que puedas. Aunque tengas
retos personales que exigen tu atención de vez en cuando, todavía
encontrarás oportunidades para ser una mano de ayuda y un cora-
zón cariñoso para los demás. Una gran pregunta no es si esas opor-
tunidades existen, porque sí existen, sino cómo respondes a ellas.

Siempre damos gracias a Dios por todos ustedes y continuamente


los tenemos presentes en nuestras oraciones. (1 Tesalonicenses
1:2)

¿Tienes una lista de oración de personas por las que oras a me-
nudo o a diario? El apóstol Pablo señaló en su carta que él, junto con
otros creyentes, oraba constantemente por la iglesia de los tesalo-
nicenses. Orar por los demás es una gran manera de establecer la
aprobación porque muestra tu corazón y espíritu de amor, compa-
sión y deseo de lo mejor para los demás.
¿Das una mano de ayuda y ofreces un corazón cariñoso a los de-
más? A través de la Escritura, es evidente que grandes obras fueron
realizadas por aquellos que se apartaron de su camino para asegu-
rar que otros fueran bendecidos y divinamente capacitados. Como
compartí con ustedes en el capítulo anterior, incluso el Espíritu San-
to es un ayudante.
Planta las semillas de aprobación para otros con la mayor fre-
cuencia posible. Sé una luz para los demás y soporta la carga de los
demás. Todo esto puede parecer como una responsabilidad dema-
siado grande, pero recuerda que tú también has tenido cargas que
63

alguien soportó para ti; lo menos que puedes hacer hoy y por el resto
de tu vida es ser una bendición para los demás también.

Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de


esa manera la ley de Cristo. (Gálatas 6:2)

Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, co-


secharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.
(Gálatas 6:9)
Capítulo 9

¿En qué tierra estás


plantando?

Las condiciones climáticas necesarias para cultivar una semilla


de pimiento no son las mismas condiciones necesarias para cultivar
una semilla de manzana. Todo humano sobre la faz de la tierra es
una semilla. Nacer de nuevo da vitalidad a nuestra semilla pero es
nuestra asociación la que determina qué tan rápido y qué tan bien
crecemos.

¿En qué tierra estás plantado? ¿Quiénes son tus conocidos, ami-
gos y consejeros? No lograrás avances significativos en tu caminar
espiritual y relación con Dios, tampoco lograrás avances significati-
vos hacia una vida plena, si no estás plantado en la tierra adecuada.

Mientras que la tierra es el suelo en el que se plantan las semillas


de hortalizas, tu asociación es la tierra en el que eres plantado.

Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te mete-


rás en dificultades. (Proverbios 13:20)

65
66 Capítulo 9. ¿En qué tierra estás plantando? [*]

Nunca es una decisión sabia colocar una semilla vegetal sobre


una roca o sobre madera y esperar que crezca, florezca y dé fru-
to. Aunque una semilla puede ser potente, nunca crecerá en la tierra
equivocada. De la misma manera, nunca experimentarás un creci-
miento significativo, consejo positivo, apoyo piadoso, o aprobación
si te quedas en la tierra equivocada (asociación). Recuerda: “La mala
compañía corrompe los buenos modales”. (1 Corintios 15:33 Parafra-
seado)

Peligros de una tierra equivocada


Eres una semilla y así lo es todo ser humano sobre la faz de la
tierra. ¿De qué sirve una semilla si nunca florece y da fruto? Y ¿qué
oportunidad tiene una semilla de florecer y dar fruto si nunca se
siembra en la tierra adecuada?

Al igual que una semilla, tu tierra es tu asociación. Como hijo


de Dios, la Palabra de Dios es como el agua que se vierte sobre una
semilla, pero si esa semilla no está en la tierra correcta (ambiente y
asociación), le será difícil florecer y dar fruto.

Una tierra equivocada retrasa la habilidad de dar fruto.


Una tierra equivocada retiene el verdadero potencial de una se-
milla.
Una tierra equivocada resulta en desperdicio.
Una tierra equivocada causa frustración a largo plazo.
Proverbios 1:31 nos recuerda que comeremos el fruto de nues-
tros caminos.

Cuando estás en la tierra equivocada, estás en la asociación equi-


vocada. Cuando estás en la tierra equivocada, estás en el ambiente
equivocado. Si te quedas en la tierra equivocada, te sobrevendrán
Bendiciones de ser plantado en una tierra correcta [*] 67

todos los peligros de la tierra equivocada. Esta no debería ser tu des-


tino porque fuiste creado para florecer y dar fruto.

1 Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan


con pecadores, ni se juntan con burlones; 2 sino que se deleitan
en la ley del Señor meditando en ella día y noche. 3 Son como
árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en
su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo
que hacen. (Salmos 1:1-3)

Bendiciones de ser plantado en una tierra correcta


Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y cons-
tantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque
ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil. (1
Corintios 15:58)

Las bendiciones de ser plantado en una tierra correcta son nu-


merosas, pero enumeraré sólo algunas:

Ser fructífero
Abundancia
Apoyo piadoso
Realización o sentirse pleno
Capacidad creativa

Sólo se puede obtener la aprobación, el aliento, la dirección y el


apoyo adecuados cuando te colocas en la asociación correcta (tierra).
Cuando estés en la asociación correcta, experimentarás la capacidad
de dar fruto, la abundancia, el apoyo piadoso, el sentirte pleno y la
capacidad de ser creativo.
68 Capítulo 9. ¿En qué tierra estás plantando? [*]

19 Yeste mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que necesiten,


de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo
Jesús. 20 ¡Toda la gloria sea a Dios nuestro Padre por siempre y
para siempre! Amén. (Filipenses 4:19-20)

8 Nos contó del amor por los demás que el Espíritu Santo les ha
dado. 9 Así que, desde que supimos de ustedes, no dejamos de te-
nerlos presentes en nuestras oraciones. Le pedimos a Dios que les
dé pleno conocimiento de su voluntad y que les conceda sabidu-
ría y comprensión espiritual. 10 Entonces la forma en que vivan
siempre honrará y agradará al Señor, y sus vidas producirán toda
clase de buenos frutos. Mientras tanto, irán creciendo a medida
que aprendan a conocer a Dios más y más. (Colosenses 1:8-10)

Cuando se coloca una semilla en tierra que nutre el crecimiento,


incluso en condiciones climáticas adversas, es probable que la se-
milla crezca y encuentre su potencial. El mismo principio se aplica
en gran medida a nuestras vidas. Colócate en ambientes y rodéate
de personas que permitirán que el potencial de Dios en ti crezca,
florezca y dé fruto que le dará gloria a Dios.

6 No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Dígan-


le a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha
hecho. 7 Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo
que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su
mente mientras vivan en Cristo Jesús. 8 Y ahora, amados herma-
nos, una cosa más para terminar. Concéntrense en todo lo que es
verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de
alabanza. 9 No dejen de poner en práctica todo lo que aprendie-
ron y recibieron de mí, todo lo que oyeron de mis labios y vieron
que hice. Entonces el Dios de paz estará con ustedes. (Filipenses
4:6-9)
Bendiciones de ser plantado en una tierra correcta [*] 69

En la mayoría de los casos, la aprobación que buscas siempre está


a solo “una-tierra-correcta” de distancia. El círculo de amigos en el
que te sumerges determina en gran medida qué tan bien encontrarás
aliento, apoyo, dirección y aprobación en tiempos de necesidad.
Capítulo 10

Permanece en la Palabra de
Dios

No hay ninguna manera duradera de sentir la aprobación fuera


de la Palabra de Dios la cual nunca falla. La Palabra de Dios no es
sólo un libro para leer, es una fuente de entendimiento y de vida
porque la Palabra de Dios es Dios.

En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios,


y la Palabra era Dios. ( Juan 1:1)

La Palabra de Dios también es Espíritu y vida. Es a través de la


Palabra de Dios que podemos descubrir nuestra verdadera heren-
cia como Hijos de Dios. Sea lo que sea por lo que has estado orando,
buscando claridad y esperando lograr, la Palabra de Dios tiene el po-
der de capacitarte con la sabiduría y revelación correcta de la verdad
de Dios. Puedes obtener respuestas a tus oraciones, claridad donde
estás confundido, y gracia para lograr lo que esperas.

La enseñanza de tu palabra da luz, de modo que hasta los simples


pueden entender. (Salmos 119:130)

71
72 Capítulo 10. Permanece en la Palabra de Dios [*]

Solo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran


nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida,
( Juan 6:63)

Cuando vienen tiempos de prueba, ¿con qué perseverarás? Cuan-


do pareces estar perdido y confundido sobre qué decisiones tomar
en puntos críticos de tu vida, ¿a qué recurres? Cuando necesitas sa-
biduría para navegar por situaciones complejas y momentos difíci-
les, ¿en qué canales de conocimiento dependes totalmente? ¿Por qué
principios vives? ¿La instrucción de quién significa el mundo para ti?
La Palabra de Dios es una poderosa herramienta para la victoria si
aprendes a utilizar su poder.

La Palabra de Dios es Dios en forma escrita. Puede fortalecer tu


espíritu, llevar salud a tu cuerpo, llenarte de sabiduría, y mantener-
te preparado para el rapto. La Palabra de Dios es la espada de todo
creyente para atravesar situaciones oscuras, dudas, oposición espiri-
tual, depresión emocional, y todo lo que está en contra de la perfecta
voluntad de Dios para ti.

10 Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran po-


der.11 Pónganse toda la armadura de Dios para poder mante-
nerse firmes contra todas las estrategias del diablo. . . Pónganse
la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es
la palabra de Dios. (Efesios 6:10-11, 17)

La Palabra de Dios es la fuente más válida de aprobación y guía


porque refleja la perfecta voluntad de Dios para ti en cualquier si-
tuación. Esto explica por qué necesitas al Espíritu Santo guiándote
y dirigiéndote. Esto explica por qué es necesario caminar en el Es-
píritu, porque el Espíritu Santo es quien abre la Palabra de Dios a
nuestro entendimiento.
Aumenta tu fe [*] 73

Aumenta tu fe
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Roma-
nos 10:17, RVR1960)

Cuando el enemigo quiera atacarte, puede tocar tus finanzas, tu


salud, la salud de tus seres queridos, o tu trabajo. Todos estos son
desafíos dolorosos y pueden convertirse en pérdidas, pero lo que
realmente busca el enemigo es tu fe. Cuando todo a tu alrededor pa-
rece moverse y de alguna manera comienzas a albergar pensamien-
tos de que a Dios no le importa y no existe, eso es lo que deseaba el
enemigo.

Piensa en tu cuerpo. Sabemos que comer saludable y hacer ejer-


cicio son actividades beneficiosas para nuestro cuerpo. ¿Te has to-
mado el tiempo para pensar en tu espíritu? ¿Qué tan bien has estado
fortaleciendo tu Espíritu?

El alimento para el espíritu es la Palabra de Dios. Cuanto más lees


y meditas sobre la Palabra de Dios, más se fortalece tu fe. A medida
que tu fe se fortalece repetidamente en mayores medidas, estás más
capacitado para resistir desafíos.

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñán-


doos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando
con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y
cánticos espirituales. (Colosenses 3:16, RVR1960)

La medida de paz que tienes es igual a la medida de fe que tienes.


Dios da paz a Sus hijos, pero ¿cómo puedes vivir en esa paz cuando
tu fe es débil y amenazada por desafíos? Permanecer en la Palabra
de Dios es la respuesta.
74 Capítulo 10. Permanece en la Palabra de Dios [*]

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (Roma-


nos 10:17, RVR1960)

No solo leas la Biblia como una novela, ni la leas como un libro


de historia. Aunque la Biblia tiene registros de hechos históricos, es
la vida de Dios en palabras la cual puede elevarte de un nivel de fe
al siguiente.
No solo leas versículos de la Biblia y luego continuar con tu día,
sino deja que las palabras que leas permanezcan en ti mientras oras
sobre ellas, reflexionas sobre ellas, y las aplicas a tu vida diaria.

22 No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en


práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. 23 Pues,
si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara
en un espejo; 24 te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo
eres. 25 Pero si miras atentamente en la ley perfecta que te hace li-
bre y la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces
Dios te bendecirá por tu obediencia. (Santiago 1:22-25)

Tu fe crecerá en saltos cuando te comprometas no sólo a escuchar


y leer la Palabra de Dios (la Biblia) sino también a vivir la Palabra de
Dios.
La fe influye en nuestra actitud, en nuestra respuesta a las situa-
ciones y en cualquier otra cosa de nuestras vidas. Lee la Biblia, escu-
cha enseñanzas basadas en la Biblia y medita en la Palabra de Dios
que lees y escuchas. Ora sobre lo que lees y escucha la Palabra de
Dios y aplica lo que aprendes a tu vida y acciones cotidianas. Todo
es posible si uno cree. (Marcos 9:23) Creer es una función de la fe, así
que recuerda permanecer en la Palabra de Dios porque es a través
de ella que tu fe crecerá.
A medida que crece tu fe, comenzarás a encontrar claridad, di-
rección y guía divina, enfoque, apoyo y aprobación porque todas las
Aumenta tu fe [*] 75

cosas fueron y son hechas por la Palabra de Dios ( Juan 1:1-3 Parafra-
seado)
La mayor aprobación es la de Dios mismo — pero eso sólo puede
suceder cuando obedecemos la Palabra de Dios.

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