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Empezaremos hoy una nueva clase de sermones… sí ya sé que en Facebook dije “sermones
expositivos”… (no soy arcángel, me equivoco).
Empecemos con la definición de este tipo de sermones:
Un sermón temático es aquel que expone un asunto o tema bíblico (obvio), pero tiene la
característica de que NO SIGUE linealmente el texto bíblico en la forma textual. Sino más bien,
la enseñanza o conjunto de doctrina, se encuentra alrededor de toda la Biblia, y el tema puede
ser encontrado en diferentes pasajes del texto sagrado: Ejemplos de esto pueden ser temas
como: “El Pecado”; “La Divinidad”; “El Arrepentimiento”; “La Salvación”; etc.
Una vez elegido el tema el cual desea enseñar o predicar, se debe escoger cuidadosamente la
porción escritural desde donde comenzará el desarrollo del sermón, este texto será la “base”,
de ninguna manera el “esqueleto” del sermón, como en los ejemplos que hemos visto hasta
ahora.
En honor a que NO estoy escribiendo temas doctrinales, y que estas lecciones están siendo
enviadas a diferentes corrientes doctrinales, no tocaré temas que puedan afectar
susceptibilidades (entiéndase Bautismo, Unicidad/Trinidad, etc. si desean saber mi opinión
sobre estos temas, basta que me pregunten al correo público que tengo).
Para empezar con nuestros ejemplos, imaginémonos que los hermanos NO están yendo a
predicar a las calles (en los lugares que todavía nos es permitido), y el encargado del punto de
predicación a la calle tenga la necesidad de predicar sobre esto. Podrá tomar como base
Marcos 16:16 o bien Romanos 1:16, pero, aunque podrá usar y citar más de una vez estos
textos, no se ceñirá sólo a estos dos versículos. Veamos un bosquejo:
2. Es el beneficio mayor que se puede hacer a individuos y naciones. (Pueden citarse aquí
muchos ejemplos como prueba e ilustración.)
3. Es el único medio para lograr la salvación eterna de las almas.
Para este tipo de sermones, se debe tomar la idea principal, o doctrina bíblica y sintetizarla o
resumirla. El aporte de los textos bíblicos debe ser diverso, pero NO todos los textos que se
utilizan hablan directamente del asunto que bosquejamos, tampoco se debe abusar de textos
sobre textos sobre textos.
Hay predicadores que lo único que dicen son textos y más textos sin exhortar nada al respecto.
Yo conozco a algunos cuantos, y (perdónenme algunos ancianos que les gusta este tipo de
sermón [en mi congregación se les ha tachado de super-conocedores de la Biblia, pero para
mí, la mera repetición de textos aunque estén bien “hilados” bajo un tema, no necesariamente
es comprender las Sagradas Escrituras]).
A los cristianos, en general, nos gusta ver que las exhortaciones de los predicadores están bien
fundados en la Palabra de Dios, pero nos gusta la exhortación. Cuando Pablo el apóstol, cita
una y otra vez las Escrituras del Antiguo Testamento, por ejemplo cuando habla de la
justificación por la fe en Romanos y/o Gálatas, no tan sólo cita Escrituras, sino que
encontramos pensamientos originales, es decir, propios de Pablo, que forman la carne de sus
disertaciones.
Un consejo vital, para cualquier tipo de sermón, ya sea como el anterior ejemplo, o el que daré
ahora en adelante, debieran emplear más de dos a lo sumo tres textos bíblicos como máximo,
como apoyo de los pensamientos de las partes que se subdivide el bosquejo. UN SOLO texto
bien escogido, es suficiente, y allí encontramos la pericia y la dedicación de un buen
escudriñador de la Palabra de Dios.
EJEMPLO 1
EL PROMETIDO MESÍAS
Conclusión. — Cristo ha demostrado ser el Mesías prometido y como tal debe ser aceptado.
Como les comenté con anterioridad, el predicador puede encontrar y llenar de textos su
predicación para cualquiera de los puntos que tratamos en el ejemplo 1, pero basta uno bien
escogido y bien explicado que muchos textos mal explicados. En general, todos los sermones
son sintéticos, porque sintetizan o resumen alguna verdad bíblica o doctrina que se haya
distribuida por todas las páginas de la Biblia.
Otras veces el bosquejo puede ser desarrollado sobre un tema apoyado de las Escrituras
correspondientes y de la experiencia propia o de los demás:
EJEMPLO 2
Proverbios 15:29
I. Dios no escucha las oraciones de:
1. Los que miran la iniquidad en sus corazones: Salmo 66:18.
2. Los altivos y orgullosos: Lucas 18:11.
3. Los faltos de caridad: Proverbios 21:13. 4.° Los que no atienden a la Palabra de Dios:
Proverbios 28:9. 5.° Los egoístas: Santiago 4:3.
Aquí otro ejemplo de bosquejo para sermón doctrinal basado en enseñanzas de la Biblia y de la
experiencia conjuntamente.
EJEMPLO 3
Tema: EL PECADO
I. Qué es el pecado.
3. De obra. Es todo acto prohibido por la ley divina, y las acciones conducentes a los mismos:
a. Crimen y otras relaciones favorables al mismo: Éxodo 20:13.
b. Adulterio y actos de lascivia: Éxodo 20:14.
c. Violencia de obra: Isaías 3:12.
1. Remedios ineficaces. Todos los que proceden de nosotros mismos o de invención humana:
a. Arrepentimiento sin fe en el Redentor.
b. Sacrificios y penitencias.
c. Dinero y ofrendas: Hebreos 8:20.
2. El remedio eficaz: LA OBRA DE CRISTO. Por ser infinito su Autor y el mismo Hijo de Dios.
¿Notó la diferencia de este bosquejo?... Es demasiado largo, por lo tanto, cada parte está
obligada a ser explicada muy concisamente. Cuando ocurre esto, (y por lo general sucede con
temas tan extensos como “la fe”, “el arrepentimiento”, “el bautismo”, etc. conviene definir un
título al cual nos ceñiremos para evitar desorientar a la congregación y que NO se olvide de lo
que se dijo al comienzo, y sólo recuerden lo final.
¿Cómo solucionar este problema? Para que la hermandad saque el mejor provecho al sermón,
recordando la gran mayoría del mensaje, podemos desarrollar los temas, de una forma “menos
completa”, pero que sea más expresiva. Pongamos el ejemplo del “pecado”. Basados en el
texto de Hebreos 3:13, y asociando la idea del “pecado” a la idea del “engaño”.
EJEMPLO 4
Puede buscar, si desea textos bíblicos para cada uno de los puntos, y agregarle anécdotas que
ilustren las ideas del bosquejo, y obtendrá un tema breve y que todos podrán recordar con más
facilidad que los anteriores.
En el caso de temas tan extensos como la “el arrepentimiento”, “la fe”, “la divinidad”, etc.
sugiero que se tomen diferentes bosquejos para diferentes ocasiones, por ejemplo, bosquejar
“el bautismo de Juan”, “el bautismo en el Nombre de Jesús”, “los bautismos descritos en el
Libro de Hechos”, etc. Así en diferentes ocasiones, hablar de los diferentes aspectos, y no
tratar el tema “el bautismo” como una generalidad intentando abarcar todo los ámbitos del
mensaje doctrinal del bautismo.
Ya tenemos dos tipos de sermones aprendidos, el textual (lección 2) y el temático (lección 3),
ahora, uniendo ambos, vemos nacer el sermón textual-temático. En la Palabra de Dios
veremos cómo algunos pasajes bíblicos pueden ser construcciones especialmente hechas para
mezclar estos dos tipos de sermones, que siendo temáticos, pueden ser tratados con el orden
de desarrollo de los textuales.
Un extremo cuidado, debe tenerse con el uso de textos excesivos. No deben tomarse textos
sólo porque la “idea principal” o la “palabra principal” del mensaje aparezca en el texto bíblico.
Nuevamente les repito, que un sermón, no es tomar concordancias y repetir textos como
“papagayos”. Favor, téngalo como una premisa en la construcción de sermones. Para no caer
en este tipo de problemas. Es de mucha ayuda el formular las divisiones y subdivisiones del
bosquejo, y luego de eso, ocupar los textos de apoyo que expondrá en el mensaje. Veamos un
ejemplo:
EJEMPLO 5
BUSCANDO AL SEÑOR
Isaías 55:6
1.° Es buscar el conocimiento de Él: Juan 1:18, 2.a Corintios 4:6, Juan 17:25-26 y Mateo 11:27.
2.° Es buscar su favor: Efesios 2:3 y 1:6.
3.° Es buscar su imagen: Génesis 1:27, Efesios 4:22-24.
4.° Es buscar su comunión: Colosenses 1:21, 2.a Corintios 6:16 y Juan 14:23.
5.° Es buscar su presencia y goce por la eternidad: Mateo 5:8, 1.a Juan 3:2, Apocalipsis 21:3-7
y 22:3-4.
Si observa bien, algunas de las subdivisiones tienen textos de apoyo, pero otras no. El ejemplo
anterior es tan amplio en la Biblia, que fácilmente podríamos encontrar varios textos para cada
uno de los puntos tratados, pero los temas tratados en los puntos III y IV son tan sencillos de
entender, que no requieren (aunque existan muchos) textos de apoyo. El poner un texto para
cada uno de los puntos y explicarlos haría del mensaje demasiado largo y tal vez tediosos.
Sin embargo, en la primera parte ya tenemos muchos textos (incluso, demasiados), otra idea
entonces, es eliminar algunos de la primera sección y ponerlos en la segunda
EJERCICIO: Pondré citas a continuación, acomódelas en las divisiones que no tienen textos de
apoyo según estime conveniente: Isaías 55:7. Eclesiastés 12:1. Isaías 65:6. Job 7:4-6.
Eclesiastés 7:2. Salmo 111:2. Lucas 11:9.
Otra observación que debo hacer a esta altura (desde ahora me pongo exigente en estas
lecciones), es que cuando un punto tiene más de un texto de apoyo, estos textos NO están
puestos desordenadamente, sino que tienen un orden lógico también:
Podemos empezar diciendo, de acuerdo con Juan 1:18, que la búsqueda del Desconocido
Invisible ha sido la gran incógnita de la Humanidad; pero no es tanto porque Dios se haya
ocultado como porque el diablo ha cegado las mentes de los hombres para no ver a Dios en
sus obras. Aquellos que reciben a Cristo son los que verdaderamente descubren a Dios según
Juan 17:25-26, ya que Dios tiene que ser buscado más con el corazón que con la mente. Por
esto son las personas más sencillas y sinceras, y no los sabios de este mundo, quienes le
encuentran más fácilmente (Mateo 11:27). Quien busque este supremo conocimiento lo hallará,
por muy humilde e ignorante que sea.
Cuando realizamos esta relación, se introduce con suavidad a la argumentación lógica del
predicador. Una de las cosas más terribles en una predicación es tomar una cadena de textos
descontextualizados y sin conexión como textos de apoyo. Los textos que debe utilizar son
textos que estén “hilados”, que caigan justo en el molde que hemos hecho (no hay peor cosa
que un postre todo desarmado en el plato… wakatela)
Otro error común es explicar eternamente textos, que cada uno de ellos parecen sermones por
separados. Nunca se debe olvidar el norte del sermón. Las subdivisiones son eso!!... no son el
sermón en sí. Nunca debe emplear muchos minutos a explicar las subdivisiones, deben
presentarse de forma concisa, precisa y lo más claro posible.
Si una subdivisión le causa un raudal de pensamientos, es mejor que los anote y luego haga
otro sermón.
EJEMPLO 6
EL ARREPENTIMIENTO
Isaías 55:7
I. Necesidad de la conversión.
Algunas personas dudan de tal necesidad, pero ésta resulta evidente teniendo en cuenta:
1.° La naturaleza de Dios. — ¿Cómo puede un Dios Santo consentir el pecado o perdonar a
pecadores que continúen en su iniquidad?
2.° La naturaleza del Evangelio. — Las Buenas Nuevas no son una proclamación de tolerancia
del pecado, sino una liberación de él.
3.° Los antecedentes del Evangelio. — Tenemos muchos ejemplos de perdón en la Sagrada
Escritura otorgado a personas que cambiaron de vida, pero ninguno de perdón concedido a
quienes persistieron en el mal camino.
4.° El propio beneficio del pecador requiere que abandone el pecado, ya que de otro modo éste
dejaría sentir sus efectos.
Esta amplitud proviene del Calvario, donde todo el pecado fue expiado. En virtud de tal obra
Dios puede ser extraordinariamente generoso para con el pecador de conciencia despierta, sin
faltar a su justicia.
Conclusión. — Oh, que el pecador considere la necesidad de un cambio total de pensamiento
en lo interior, y de conducta exterior. Si no es completo y radical sería vano. Total y terrible
ruina será la consecuencia de seguir en el mal. Que sea ésta la hora crucial de tu vida. Dios
dice "vuélvete". ¿Qué te impide hacerlo?
(Adaptado de C. H. Spurgeon.)