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Este documento describe las reflexiones de la autora sobre su situación y estilo de vida. Reconoce que idealizó las relaciones perfectas y la amistad inquebrantable que se muestran en las películas, pero se dio cuenta de que la vida es más compleja y existe un amplio espectro de grises entre lo blanco y negro. Aprendió que no puede controlar todo y que a veces las mejores intenciones pueden salir mal. También se dio cuenta de sus propias limitaciones y debilidades a pesar de considerarse inteligente.
Descripción original:
Escritora amateur, poesia
Título original
Quién dijo que la vida tenía que ser blanco o negro
Este documento describe las reflexiones de la autora sobre su situación y estilo de vida. Reconoce que idealizó las relaciones perfectas y la amistad inquebrantable que se muestran en las películas, pero se dio cuenta de que la vida es más compleja y existe un amplio espectro de grises entre lo blanco y negro. Aprendió que no puede controlar todo y que a veces las mejores intenciones pueden salir mal. También se dio cuenta de sus propias limitaciones y debilidades a pesar de considerarse inteligente.
Este documento describe las reflexiones de la autora sobre su situación y estilo de vida. Reconoce que idealizó las relaciones perfectas y la amistad inquebrantable que se muestran en las películas, pero se dio cuenta de que la vida es más compleja y existe un amplio espectro de grises entre lo blanco y negro. Aprendió que no puede controlar todo y que a veces las mejores intenciones pueden salir mal. También se dio cuenta de sus propias limitaciones y debilidades a pesar de considerarse inteligente.
¿Quién dijo que la vida tenía que ser blanco o negro…?
Después de una larga semana analizando de sobre manera mi situació n y estilo de
vida, me di cuenta de unas cuantas cosas. 1.- Soy una romá ntica empedernida. 2.- No importa cuá nto des por una persona, probablemente jamá s lo logren valorar. 3.- Existen un montó n de escalas del gris. 4.- Sin importar que tengas las mejores intenciones, puedes terminar cagá ndola. Crecí viendo todas estas películas increíblemente ESTÚ PIDAS (a mi parecer) y es que juraba que los personajes tenían un dilema tan simple que resolver, que siempre terminaban haciendo cosas que era obvio que arruinaría todo. Quedé envuelta en todo este supuesto drama innecesario (aunque satisfactorio) creyendo que era simple ficció n, juraba que siendo directa los problemas jamá s aparecerían, por el otro lado, las películas me mostraban amistades inquebrantables y relaciones perfectas, me aferré a creerlo, me sentía tan afortunada por decir que tenía amistades tan fuertes, confiables y sinceras. También creía que el amor podía afrontarlo todo. La verdad es que nada de esto es cierto, la vida no es blanco o negro, las personas no son buenas o malas, no podemos equilibrar todo en la vida, no es una balanza. Conforme iba adentrá ndome má s en mis experiencias, me di cuenta de má s cosas, suelo alardear con que soy una persona bastante inteligente, que sé leer muy bien a las personas, ademá s de ser manipuladora, por lo cual, creía imposible cegarme ante alguien má s pero lo hacía, porque a pesar de realmente ser todo aquello, también soy increíblemente noble (Y algo egocéntrica) lo cual me vuelve pendeja, soy demasiado inocente en ciertos aspectos, me niego a creer que las personas son malas o que si te esfuerzas por alguien será n incapaces de lastimarte, ERROR. Creo que todos somos algo ciegos a nuestros propios errores, también somos algo egoístas, incapaces de ver lo que los demá s hacen. Aprendí que pasar tiempo conmigo me hace feliz, que puedo bailar, gritar, cantar, también llorar, que me hace bien ser débil, no está mal sentirse triste, tampoco ser un poco egoísta de vez en cuando, también valoré poder sentarme a escribir en silencio. No soy perfecta, pero estoy creciendo, he cometido errores, pero puedo jurar que nunca he tenido malas intenciones. Aprendí a seguir mis instintos y dejé de subestimarme, no siempre tengo la razón, pero soy acertada en la mayoría, no puedo seguir aferrá ndome a las personas que no darían lo mismo que yo y debo dejar de dar todo lo que tengo a los demá s. Esto no quiere decir que en esta historia sea yo la víctima, no siempre los opuestos se atraen y sí, soy una romá ntica hasta los huesos.