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SISTEMA DE RESPONSABILIDAD PENAL PARA ADOLESCENTES1

LISETH JOHANA BOHÓRQUEZ PRADA2

SANTIAGO RODRÍGUEZ CORTÉS3

RESUMEN

El presente trabajo tiene como objetivo mostrar las diferencias que existen en las
etapas procesales, tanto en el Sistema Penal Ordinario como en el Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescentes en Colombia, en concreto a lo referente
a la Ley 906 de 2004 y a la Ley 1098 de 2006, respectivamente. Esto con el fin de
dar a conocer a cabalidad el sistema especializado para el trato del menor infractor.
Para este objetivo en primer lugar, se realizará un recuento histórico sobre las
diferentes disposiciones legales que han influenciado el modelo actual del Sistema
de Responsabilidad Penal para Adolescentes “SRPA”. Mostrando cómo en un
principio dentro del proceso el juzgamiento era más importante frente a los menores
que se encontraban en una situación irregular, siendo reconocidos como sujetos
objeto de protección; mientras que en nuestra actualidad los niños, niñas y
adolescentes son reconocidos como sujetos sociales con derechos y deberes, lo
que implica una mayor responsabilidad estatal. En segundo lugar, se realiza una
descripción de la Ley 1098 de 2006, sin perder de vista la Constitución Política de
1991, los tratados internacionales sobre los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, como, por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño y la
Ley 906 de 2004. Posteriormente, se enunciarán los diferentes agentes
establecidos en el Código de Infancia y Adolescencia y el Código de Procedimiento
Penal Colombiano; así como también se precisan las actuaciones de interés en

1
Artículo de investigación mediante el cual se cumple el requisito de grado con el fin de obtener el título de
abogados, realizado en razón al semillero de investigación del Sistema de Responsabilidad Penal para
Adolescentes de la Universidad Santo Tomás – Bogotá
2
Estudiante de Decimo semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás.
3
Estudiante de Decimo semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás.
cada audiencia, esto es; audiencia de legalización de aprehensión, audiencia de
formulación de imputación, audiencia de formulación de acusación, audiencia
preparatoria y audiencia de juicio oral.

PALABRAS CLAVE

Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes (SRPA), derechos


fundamentales, situación irregular, protección integral, Código de Infancia y
Adolescencia, Código de Procedimiento Penal, derechos de los niños, niños niñas
y adolescentes, pedagógico y diferenciado.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad, es normal encontrar personas que no conocen del proceso penal,


que no saben los casos que ameritan la interposición de una denuncia o una
querella y más aún, personas que no tienen claridad acerca del procedimiento a
seguir en el caso de los menores de edad que incurren en actuaciones delictivas en
el Estado Colombiano. Por esto, se busca establecer cuáles son las directrices que
tiene la Ley 906 de 2004 en cada una de las actuaciones que consagra, lo cual nos
permitirá desarrollar el proceso para los menores infractores según los criterios de
la Ley 1098 de 2006.

Para esto se va a entablar una comparación en cada una de las etapas, estas
entendidas como la etapa de indagación, investigación y juzgamiento, desarrollando
cuáles son sus diferencias y cómo cambian las mismas cuando se trata de un menor
de edad.

Así mismo, se estudiará a partir de los principios del derecho penal y los derechos
constitucionales que tiene cada persona; desde el desarrollo internacional que se
ha hecho y cómo empiezan a ser parte del bloque de constitucionalidad según lo
dispuesto en el artículo 93 de la Constitución Política y el artículo 2 del Código Penal
Colombiano.

Lo anterior con la finalidad de responder e identificar ¿qué diferencias hay entre el


proceso penal ordinario y el proceso penal para adolescentes?
Para dar respuesta al planteamiento anterior es menester abordar las siguientes
normas, que serán la base para dar solución a la pregunta planteada anteriormente;
la Ley 906 de 2004, las directrices para los menores de edad juzgados por
conductas delictivas, dentro de la Ley 1098 de 2006 conocida como el Código de la
Infancia y Adolescencia, la Constitución Política de Colombia y los tratados
internacionales vinculantes.

DESARROLLO

ANTECEDENTES DEL SRPA.

Para estudiar cómo está integrado el Sistema de Responsabilidad Penal para


Adolescentes, es importante tener en cuenta los precedentes históricos que nos han
traído hasta este punto.

Es así como iniciamos nuestro estudio. El 20 de noviembre de 1989, cuando


Colombia realizó la firma de la Convención sobre los Derechos del Niño, con el fin
de hacer efectivas las garantías de los menores que se encontraban desprotegidos;
pues el Estado, si bien tenía los derechos de los menores consagrados en su
ordenamiento, no contaba con políticas y estrategias adecuadas ni coherentes para
la protección de estas garantías. Siendo este mismo año cuando se expidió
mediante Decreto presidencial número 2737 el Código del Menor el 27 de
noviembre.

El objeto de este código, entre otros, era definir las situaciones irregulares bajo las
cuales podían encontrarse los menores, con la finalidad de determinar medidas para
protegerlos. Encontrando como una situación irregular “que el menor haya sido
autor o partícipe de una infracción penal.” (Decreto 2737, 1989)

En el capítulo quinto dicho decreto, en su artículo 166 se consagró que “el menor
infractor de doce (12) a dieciocho (18) años deberá estar asistido durante el proceso
por el defensor de familia y por su apoderado (si lo tuviere). Los padres del menor
podrán intervenir en el proceso” (Decreto 2737, 1989) Siendo este decreto llamado
a regular el proceso penal que se adelantaba en contra de los menores en ese
momento. En contraposición, actualmente la edad del menor infractor fue
modificada y ahora es de catorce (14) a dieciocho (18) años.

Posteriormente, el 22 de enero de 1991 fue ratificada y aprobada la Convención


sobre los Derechos Del Niño por medio de la Ley 12 de 1991, la cual buscó la
protección integral de los menores, haciendo referencia a

...el conjunto de acciones, políticas, planes y Programas que con Prioridad


Absoluta se dictan y ejecutan desde el Estado, con la firme participación y
solidaridad de la Familia y la sociedad para garantizar que todos los Niños y
Niñas gocen de manera efectiva y sin discriminación de los derechos
humanos a la Supervivencia, al Desarrollo y a la Participación, al tiempo que
atienda las situaciones especiales en que se encuentran los niños
individualmente considerados o determinado grupo de niños que han sido
vulnerados en sus derechos. (Ministerio de Salud, 2003, p. 2)

Reconociendo a los menores como sujetos sociales con derechos y deberes, y no


simplemente como sujetos, objeto de protección. Haciendo que estos lineamientos
internacionales tuvieran que respetarse dentro del SRPA.

Este reconocimiento de los menores como sujetos de derechos fue reiterado el 20


de julio de 1991 gracias a la expedición de la Constitución Política, donde se reiteró
en el artículo 44 de la misma que a este grupo poblacional le asistían derechos y se
impuso el deber al Estado de protegerlos y salvaguardarlos prevalentemente, la
redacción de la normatividad fue la siguiente

Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud


y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad,
tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación
y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos
contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta,
abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán
también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes
y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. (C.P, 1991, art. 44)

Finalmente, el Código del menor, Decreto 2737 de 1989, que rigió desde 1991, fue
derogado por la Ley 1098 de 2006 la cual entró en vigor el 8 de noviembre de ese
mismo año. Generando un vuelco en el procedimiento aplicable, ya que además de
integrar los tratados internacionales y los derechos reconocidos por la Carta Política
a los menores, tomó como procedimiento base el consagrado en la Ley 906 de
2004, con ciertas consideraciones especiales para cuando el menor es el infractor.

Vale la pena resaltar que el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes


no es una jurisdicción especial, sino que hace parte del sistema penal ordinario. Así
mismo, hubo cambios significativos entre el Decreto 2737 de 1989 y la Ley 1098 de
2006, pues aquel se regía por un modelo con tendencia inquisitiva, similar al
contenido en la Ley 600 de 2000 y Decreto 2700 de 1991, mientras que la (Ley 1098
de 2006 se basó en un modelo de tendencia adversarial) fundado en el interés
superior del niño, su protección integral, y los principios de legalidad, presunción de
inocencia, reserva judicial de las libertades públicas, oportunidad,
corresponsabilidad, entre otros.

Dicho esto, dentro del Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006)
podemos encontrar las normas que consagran el Sistema de Responsabilidad
Penal para Adolescentes, siendo este un mecanismo encaminado a la protección
de los niños y adolescentes que por una u otra situación son considerados como
autores o partícipes de conductas delictivas. Dicha normativa se creó con el fin de
garantizar los derechos de un grupo poblacional que estaba en formación y que
debe ser respetado, esto lo podemos evidenciar en su artículo 140 que consagra
que el sistema de responsabilidad penal para adolescentes deberá ser “pedagógico,
específico y diferenciado respecto del sistema de adultos, conforme a la protección
integral…” (C.I.A, 2006, art. 140). A esto se suma que dentro de este procedimiento
se deberá realizar un tratamiento psicológico y diferenciado que garantice el interés
superior del menor.
En resumen, de lo anterior, podemos concluir que las principales normas que rigen
el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes son:

• Ley 1098 de 2006 - Código de Infancia y Adolescencia.

• Ley 906 de 2004 - Código de Procedimiento Penal Colombiano.

• Ley 599 de 2000 - Código Penal Colombiano.

• La Constitución Política de Colombia de 1991

• Tratados internacionales sobre los derechos de los niños niñas y


adolescentes, como, por ejemplo, La Convención sobre los Derechos de los
Niños.

Hecho este breve recuento histórico, procederemos a realizar un análisis de las


distintas etapas y audiencias que se adelantan en el Sistema de Responsabilidad
Penal para Adolescentes, señalando sus particulares diferencias con la Ley 906 de
2004. Lo cual nos permitirá determinar sus criterios diferenciadores debido a sus
fines.

LEY 1098 del 2006 – SRPA

La Ley 1098 del 8 de noviembre de 2006, en su libro segundo desarrolla el Sistema


de Responsabilidad Penal para Adolescentes y los procedimientos para cuando los
niños, niñas o adolescentes son autores o partícipes de delitos, siendo esta
eventualidad donde se va a dar aplicación al SRPA (Sistema de responsabilidad
penal para adolescentes) de la siguiente forma:

El sistema de responsabilidad penal para adolescentes es el conjunto de


principios, normas, procedimientos, autoridades judiciales especializadas y
entes administrativos que rigen o intervienen en la investigación y
juzgamiento de delitos cometidos por personas que tengan entre catorce (14)
y dieciocho (18) años al momento de cometer el hecho punible. (Rama
judicial, 2021)
Es importante explicar que los menores de 14 años van a estar excluidos de la
responsabilidad penal para adolescentes ya que deberán ser puestos a disposición
de la autoridad competente para que se hagan efectivos sus derechos.

Al respecto, el artículo 143 del Código de Infancia y Adolescencia prevé que a los
menores de 14 años:

sólo se le aplicarán medidas de verificación de la garantía de derechos, de


su restablecimiento y deberán vincularse a procesos de educación y de
protección dentro del Sistema Nacional de Bienestar Familiar, los cuales
observarán todas las garantías propias del debido proceso y el derecho de
defensa. (C.I.A, 2006, art. 143)

Tomando esto como punto de partida, procederemos a exponer quienes son los
intervinientes dentro del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes,
explicando cada uno de sus roles, para posteriormente exponer las diferentes
etapas procesales en general y pasar al análisis de las audiencias más comunes en
particular.

SUJETOS DE LA LEY 1098 DE 2006 Y LA LEY 906 DE 2004

Basados en la intención de hacer valer la protección integral y con el fin de cumplir


con los derechos de los niños, niñas y adolescentes plasmados en la Constitución
Política de Colombia y en los tratados internacionales. Las autoridades y entidades
del SRPA encontrados en el artículo 163 de la Ley 1098 de 2006 son las siguientes:

• Los Fiscales Delegados ante los Jueces Penales para adolescentes

• Los Jueces Penales para adolescentes, Promiscuos de Familia y los


Municipales

• Las Salas Penales y de Familia de los Tribunales Superiores de


Distrito Judicial

• La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal


• La Policía Judicial y el Cuerpo Técnico Especializados adscritos a la
Fiscalía delegada ante los jueces Penales para adolescentes y
Promiscuos de Familia.

• La Policía Nacional con su personal especializado

• Los Defensores Públicos del Sistema Nacional de Defensoría Pública


de la Defensoría del Pueblo

• Las Defensorías de Familia del Instituto Colombiano de Bienestar


Familiar, y las Comisarías de Familia, o los Inspectores de Policía,
cuando deban tomar las medidas para la verificación de la garantía de
derechos, y las medidas para su restablecimiento.

• El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar

• Las demás Instituciones que formen parte del Sistema Nacional de


Bienestar Familiar (C.I.A, 2006, art. 163)

Es importante aclarar, cuáles son los roles de estas autoridades, ya que, en el


proceso penal (Ley 906 de 2004) cada una tiene una labor distinta y unos principios
por los que debe regirse.

Dentro del SRPA dichas autoridades deben también cumplir con las funciones de
formación, rehabilitación e integración de las personas que se encuentren
sometidas a este tipo de proceso. Cada norma o principio que vaya en contravía de
esto debe ser reemplazado para cumplir con los objetivos del SRPA, es decir, en un
proceso como este se va a preferir lo que persiga el interés superior del menor,
desarrollando políticas que incentiven el tratamiento psicológico a los menores
infractores, haciendo la diferencia con el procedimiento aplicable para adultos.

Es importante tener en cuenta que el objetivo del procedimiento penal ordinario (Ley
906 de 2004) es la verdad, para de esta forma impartir justicia. (Sentencia C-473,
2016) Mientras que, la finalidad de la sanción en este tipo de proceso es la
resocialización del adulto que ha cometido un delito, a fin de que al momento en
que cumpla su pena le sea fácil volver a vivir en sociedad.
Estos actores resultan importantes para el SRPA, ya que, de esta manera, al ser
personas calificadas y con una formación especial en materia de responsabilidad
penal, pueden llegar a proteger los diferentes derechos de los menores que en la
Ley 906 de 2004 por regla general no son considerados.

Teniendo de presente esto, se debe aclarar que la finalidad de la sanción del SRPA
no es una retribución justa, tampoco lo es un castigo ejemplarizante, mucho menos
una resocialización para el menor infractor, sino que, su objetivo es precisamente
educarlo y garantizarle un entorno saludable para su desarrollo en la sociedad de
manera armónica, con el acompañamiento de su familia orientado hacia la felicidad.

Es importante tener en cuenta el rol de las diferentes figuras que intervienen en el


juzgamiento bajo las directrices del SRPA. A continuación, se dividirán las entidades
anteriormente enunciadas según sus diferentes funciones dentro del proceso de
juzgamiento de las conductas delictivas cometidas por menores de edad; así, (I)
función acusatoria, (II) funciones jurisdiccionales, (III) defensa y (IV) salvaguarda de
las garantías adicionales de los menores

(I) El Fiscal delegado ante los jueces penales para adolescentes: Cumple
con la función acusatoria de recolectar el material probatorio y las
evidencias físicas, que pretenda hacer valer para el enjuiciamiento del
menor, esto mediante el desarrollo de un plan metodológico y con la
ayuda de la policía.
(II) La función jurisdiccional esta a cargo de los jueces penales para
adolescentes, promiscuos de familia y municipales en primera instancia;
las salas de familia y penales de los tribunales superiores del distrito en
segunda instancia y la sala de casación penal cuando haya lugar a este
recurso extraordinario.
(III) El abogado defensor ya sea de confianza o asignado por la defensoría
del pueblo garantiza la defensa técnica del menor acusado.
(IV) Al ser un proceso en el cual los involucrados son menores de edad, es
decir sujetos de especial protección actúan también como intervinientes
el ICBF, la defensoría de familia y la comisaria de familia en salvaguarda
de los derechos del adolescente.

Si bien, la función principal de este ultimo grupo de entidades es procurar el respeto


de los derechos y garantías del menor, a todos los intervinientes dentro del proceso
de SRPA les asiste el deber constitucional y legal de proteger al menor, en lo
referente al artículo 8 de la Ley 906 de 2004.

ETAPAS PROCESALES DE LA LEY 906 DE 2004 Y LA LEY 1098 DE 2006

Analizados los diferentes sujetos procesales, procederemos a estudiar cada una de


las etapas propias del trámite en el SRPA; siendo fundamental para este propósito
señalar las contempladas en la Ley 906 de 2004 como norma referente al
procedimiento, junto con las directrices de la Ley 1098 de 2006 que modifica dicho
trámite cuando se aplica a los menores infractores.

En consecuencia, para comenzar con cada momento procesal, se debe explicar


cuál es el procedimiento que se tiene en la Ley 906 de 2004, o lo que es lo mismo
las etapas del proceso penal con tendencia acusatoria; esto es indagación,
investigación y juzgamiento.

En Colombia, el proceso penal puede iniciar de distintas formas, así como lo


expresa nuestra Constitución Política en su artículo 250

La Fiscalía General de la Nación está obligada a adelantar el ejercicio de la


acción penal y realizar la investigación de los hechos que revistan las
características de un delito que lleguen a su conocimiento por medio de
denuncia, petición especial, querella o de oficio, siempre y cuando medien
suficientes motivos y circunstancias fácticas que indiquen la posible
existencia de este. (C.P, 1991, art. 250)

Donde nos encontramos con la primera instancia entendida como aquel trámite
ordinario en el cual se pretende buscar los elementos que sustenten la existencia
de los hechos, la autoría o participación de quienes los realizaron y que estos
constituyen una conducta punible. Frente a este punto no existe mayor distinción
entre los dos sistemas, siendo estos los mismos instrumentos con que puede darse
inicio al proceso guiado por el SRPA.

Así las cosas, inicia la etapa de indagación, momento donde los Fiscales delegados
según la asignación interna del ente acusador, realizarán una investigación,
apoyados por quienes cuentan con función de policía judicial, a través de la creación
de un programa metodológico, el cual según los elementos materiales probatorios,
evidencia física e información que se obtenga de manera lícita y legal, ello para
inferir razonablemente la ocurrencia de esa conducta penal, al igual que demostrar
que persona o personas la cometieron, según las diversas formas de autoría o
participación (art. 29 y 30 Ley 599 de 2000), ello en atención al artículo 200 y
siguientes de la Ley 906 de 2004. En el SRPA, como ya se mencionó, la
competencia de los juzgados no sigue los criterios de la Ley 906 de 2004, pudiendo
realizar las audiencias los mismos juzgadores ante cualquiera de las conductas
delictivas tipificadas en la Ley 599 del 2000, razón por la cual frente a este punto los
Fiscales de infancia y adolescencia tienen su propia organización. (Fiscalía General
de la Nación, 2007)

En esta confluyen tres autoridades; La Fiscalía, junto con su cuerpo de


investigación, La Defensoría del Pueblo y el Juez penal para adolescentes con
función de garantías, pudiendo desempeñar este rol cualquiera de las autoridades
señaladas en el capítulo anterior. De aquí surge una primera diferencia entre los
dos sistemas, en cuanto el Juez y el Fiscal, junto con su equipo son autoridades
especializadas, que cuentan con un conocimiento adicional en materia de
responsabilidad penal para adolescentes.

Algunas especificaciones atribuidas a los agentes estatales que van a manejar los
procesos para los menores de edad derivan de los principios y la protección especial
que se debe tener para el manejo de las infracciones a la ley por parte de los niños
niñas y adolescentes, todo esto basado en la protección integral.

En primera medida, es preciso explicar cuál es la importancia de los jueces


promiscuos de familia en materia penal, ya que estos de manera excepcional
cumplirán las funciones de los jueces penales para adolescentes, donde no se
encuentre un juez de este tipo para resolver los procesos de los menores,
cumpliendo tanto la función de juez de control de garantías como la de juez con
función de conocimiento.

También es claro que la policía judicial debe estar entrenada y especializada para
poder hacer las veces de este ente, en el proceso de SRPA ya que es necesario
que entiendan y comprendan a cabalidad cuales son los derechos objeto de
protección de este sistema.

Al igual que en la Ley 906 de 2004, esta etapa culmina con la audiencia de
imputación, donde el menor adquiere la calidad de imputado y se da comienzo a la
etapa de investigación. Debiéndose resaltar que frente a los términos procesales
existen grandes diferencias, esperando desde lo normativo que sea más corto en
duración del trámite, como se puede apreciar en lo que al termino de duración de
medidas de aseguramiento se refiere, se prohíbe también el juzgamiento en
ausencia, por lo que si bien estas etapas pueden adelantarse con el defensor, no
se podrá proceder de la misma manera en la etapa de juzgamiento ya que se da
prevalencia a la aplicación del principio de oportunidad y la publicidad se ve limitada.
Es importante aclarar que para que una audiencia tenga validez debe estar presente
el defensor de familia, quien cumple una función importante dentro del proceso del
SRPA, la protección integral y la garantía de todos los derechos de los niños es la
parte fundamental del proceso, ya que, debe haber una figura que vele por el
cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 1098 de 2006, con el fin de garantizar el
respeto de los derechos fundamentales, legales y constitucionales del menor
infractor.

La etapa de investigación en el SRPA sigue los mismos criterios que en la Ley 906
de 2004, debiéndose garantizar los derechos de los menores en todos los actos de
investigación y debiéndose tener de presente siempre el interés superior del menor,
las cuales deben desarrollarse por un equipo técnico especializado. De igual forma
en lo referente a la medida de aseguramiento la misma solo se considera
excepcionalmente como privativa de la libertad y tiene que ser impuesta siguiendo
los presupuestos esenciales para la sanción de adolescentes señalados en la Ley
906 de 2004. Esta etapa termina con la realización de la audiencia de acusación
que da paso a la etapa de juicio.

En cuanto a la solicitud, decreto y práctica de pruebas, este sigue los criterios de la


Ley 906 de 2004, pero con ciertas limitaciones al principio de publicidad y una mayor
rigurosidad frente al principio de concentración. Por otro lado, en el juicio, a
diferencia de la ley ordinaria, el defensor de familia debe rendir un informe donde
se hará referencia a aspectos sociales y familiares que le permitirán al juez fallar
positiva o negativamente. Siendo a través de todas las etapas del proceso prohibida
la realización de acuerdos entre la Fiscalía y la defensa, la sentencia no constituye
un antecedente judicial y la aceptación de cargos en cualquier etapa solo se
considera como un criterio a valorar en el momento en que el fallador tome la
decisión.

Igual que en la Ley 906 de 2004, para garantizar la igualdad e imparcialidad, se


tendrá una división de los jueces, en la etapa de indagación y las audiencias
preliminares se desarrollarán por el juez penal con función de control de garantías
para adolescentes mientras que las audiencias de acusación, preparatoria y de
juzgamiento se llevarán a cabo bajo la competencia del juez penal con función de
conocimiento.

La decisión de primera instancia puede ser recurrida por cualquiera de las partes
del proceso, los competentes para pronunciarse al respecto de la impugnación son
los Tribunales Superiores del Distrito Judicial, específicamente las salas penales
para adolescentes y de familia que estarán integradas por, un magistrado penal,
dos civiles, en dado caso de que no se puedan encontrar dos de familia, buscando
con esto, garantizar los derechos y las finalidades que consagra la Ley 1098 de
2006 en cuanto a la protección integral de los menores. Lo anterior denominado
segunda instancia.

Eventualmente, habrá lugar a los recursos extraordinarios, referentes a la casación


y revisión, los cuales conocerán la Corte suprema de justicia en la sala de casación
penal, que, si bien no son propiamente una etapa del proceso, son una posibilidad
dentro del marco de la actuación penal en el SRPA.
AUDIENCIAS DE LA LEY 1098 DE 2006 Y LA LEY 906 DE 2004

Visto lo anterior, es importante precisar que, si bien el Código de Infancia y


Adolescencia es un sistema autónomo, su fundamento deviene de las disposiciones
contenidas en el procedimiento de la Ley 906 de 2004. Luego entonces, en aquellas
situaciones no reguladas por la Ley 1098 de 2006, será aplicable el procedimiento
consagrado en la Ley 906 de 2004.

A continuación, se explicarán las audiencias que se llevan a cabo en la Ley 1098 de


2006 las cuales son: Legalización de aprehensión, formulación de imputación,
formulación de acusación, preparatoria y juicio oral. Explicando las particularidades
a considerar en el SRPA.

• LEGALIZACIÓN DE LA APREHENSIÓN

La legalización de la aprehensión es una audiencia preliminar en la que se va a


examinar que el procedimiento hecho por la autoridad competente sea el apropiado
y cumpla con los requisitos establecidos por las normas predispuestas por el estado.

“Para la captura se requerirá orden escrita proferida por un juez de control de


garantías con las formalidades legales y por motivos razonablemente fundados”
(C.P.P, 2004, art. 297) cuando el artículo 297 del Código de Procedimiento Penal
menciona los motivos razonablemente fundados, se refiere a inferencias lógicas que
lleven tanto al Fiscal como al juez de control de garantías a creer que la persona
sobre la cual versa la orden de captura es autor o partícipe del delito sujeto a
investigación.

“El objeto central de la audiencia de legalización de captura es solicitar al juez de


control que le imparta legalidad, porque se ha realizado dentro de una de las formas
de restricción legítima de la libertad, como son: (i) por orden autoridad judicial
competente21, (ii) por situación de flagrancia, y (iii) la administrativa.” (Fiscalía
General de la Nación, 2007, pág. 34)
El procedimiento en la captura en flagrancia no requiere orden judicial previa, pues
es una situación excepcional que según el artículo 301 del Código de Procedimiento
Penal (Ley 906 de 2004) se define:

Se entiende que hay flagrancia cuando:

1. La persona es sorprendida y aprehendida durante la comisión del delito.


2. La persona es sorprendida o individualizada durante la comisión del delito
y aprehendida inmediatamente después por persecución o cuando fuere
señalado por la víctima u otra persona como autor o cómplice del delito
inmediatamente después de su perpetración.

3. La persona es sorprendida y capturada con objetos, instrumentos o


huellas, de los cuales aparezca fundadamente que acaba de cometer un
delito o de haber participado en él.

4. La persona es sorprendida o individualizada en la comisión de un delito en


un sitio abierto al público a través de la grabación de un dispositivo de video
y aprehendida inmediatamente después.
La misma regla operará si la grabación del dispositivo de video se realiza en
un lugar privado con consentimiento de la persona o personas que residan
en el mismo.

5. La persona se encuentre en un vehículo utilizado momentos antes para


huir del lugar de la comisión de un delito, salvo que aparezca fundadamente
que el sujeto no tenga conocimiento de la conducta punible. (C.P.P, 2004,
art. 301)

En caso de encontrarse el menor en flagrancia y ser aprendido por un particular,


según lo dispuesto en la Ley 1098 de 2006, deberá ser llevado ante las autoridades
competentes lo más rápido posible. En el evento de que la captura la efectué un
policía, deberá ser presentado ante el fiscal delegado (para asuntos de menores)
dentro de las 36 horas siguientes al igual que en el proceso de la Ley 906 de 2004.
Durante este procedimiento, deberán atenderse las especificaciones que giran en
torno a la protección de sus derechos como, por ejemplo, el hecho de no utilizar
esposas, comoquiera que debe siempre primar el interés superior del menor.

De otro lado, hay que dejar en claro, que el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar (ICBF), tal como se estipula en el artículo 143 de la Ley 1098 de 2006 va a
ser “el encargado de establecer los parámetros para los programas especiales de
protección y así mismo el restablecimiento de derechos para los niños y
adolescentes.” (C.I.A, 2006, art. 143)

En el SRPA a diferencia de la Ley 906 de 2004, se encuentra la posibilidad para el


menor infractor de aceptar cargos incluso desde esta audiencia en virtud del articulo
157 de la Ley 1098 de 2006.

En esta audiencia se examina el procedimiento realizado por la policía judicial


cumpliendo los lineamientos establecidos en el Código de Infancia y Adolescencia,
realizado en respeto de los derechos fundamentales del menor. Dicha aprehensión
se puede presentar en dos situaciones específicas, la primera, cuando exista una
orden de aprehensión expedida por el Juez Penal para Adolescentes, y la segunda,
en caso de presentarse flagrancia. (Sentencia C-237, 2005)

Se debe respetar la integridad física y psicológica del adolescente, se le debe


permitir comunicarse con sus padres o representantes, así mismo debe ser
acompañado por el Defensor de Familia y garantizarse la asistencia de un defensor
Público o de un abogado privado si sus padres o representantes pueden acceder a
dicho profesional. El artículo 94 de la Ley 1098 de 2006 prohíbe la conducción de
los niños, niñas y adolescentes mediante la utilización de esposas, así como
también se prohíbe el uso de armas para impedir o conjurar su evasión, salvo que
sea necesario para proteger la integridad física del encargado de su conducción
ante la amenaza de un peligro grave e inminente. El ICBF ha dispuesto Centros de
Atención Transitoria, ubicados algunos, en los Centros de Servicios Judiciales para
Adolescentes, donde el joven ha de recibir protección (incluye aspectos básicos de
aseo, alimentación, descanso), así como asistencia por parte de los Defensores
Públicos y de Familia, y contacto con su familia. Inmediatamente, o más tardar
dentro de las 36 horas siguientes a la captura, debe ser presentado ante el juez con
función de control de garantías.

• AUDIENCIA DE FORMULACIÓN DE IMPUTACIÓN

Esta audiencia es un acto de mera comunicación según el artículo 288 de la Ley


906 de 2004, mismo dentro del cual habrá una individualización e identificación de
los autores o partícipes y una imputación tanto fáctica como jurídica, la cual no
admite recursos. Sin embargo, eso no implica que no pueda ser sujeta a un control
formal por parte del juez que ejerza función de control de garantías, entendida que
debe contener los requisitos que exige la Ley 906 de 2004, donde los hechos
jurídicamente relevantes se encuentren en un lenguaje comprensible para el menor,
se determinen los delitos que se imputan, se individualice correctamente y se de al
menor la oportunidad de allanarse.

En este entendido, en SRPA encontramos que la aceptación de cargos procede


tanto en la legalización de la aprehensión como en la formulación de imputación,
siendo esta decisión un criterio a valorar por parte del juez para llegar a una decisión
en relación con la sanción a imponer.

• AUDIENCIA DE FORMULACIÓN DE ACUSACIÓN

De acuerdo con el artículo 339 del Código de Procedimiento Penal, como requisito
de validez de la audiencia de acusación se contará con la presencia del juez, Fiscal
y defensor, pudiendo el procesado comparecer si así lo desea, siendo potestativa
la presencia de las víctimas y del ministerio público a cargo de la Procuraduría
General de la Nación. En el SRPA en cambio como mínimo tendrán que comparecer
a las audiencias el defensor de familia, la Fiscalía, la defensoría publica y el juez
penal para adolescentes bien sea con función de control de garantías o de
conocimiento.

En este momento procesal, los intervinientes deberán aclarar si conocen causales


de nulidad, incompetencia o recusaciones, ello como saneamiento de lo actuado, y
posteriormente, manifestar las observaciones que existieren sobre el escrito de
acusación. Sin embargo, de no cumplirse con dicha carga, el fiscal lo aclarará,
adicionará o corregirá. Hecho lo anterior se verbalizará el escrito de acusación o lo
que es lo mismo el fiscal lo sustentará en debida forma, y, el juez decidirá si el
mismo se encuentra debidamente sustentado o no. posteriormente, fijará fecha y
hora para la iniciación del juicio, no sin antes requerir al fiscal para que en el término
de 3 días siguientes haga traslado de todos los elementos materiales probatorios,
evidencia física e información legalmente obtenida y relacionada en ese escrito de
acusación.

El Código de Infancia y Adolescencia establece una prohibición de juzgamiento en


ausencia del menor infractor, debido a que el SRPA pretende brindarle un
aprendizaje al adolescente. En este sentido, si el procesado no llegase a
comparecer el defensor público continuará con el proceso hasta la audiencia de
acusación que será suspendida mientras se logra la presencia del menor, de esta
manera, el termino de prescripción de la acción penal aumentará en una tercera
parte. Diferente a lo establecido en la Ley 906 de 2004 donde el juez tiene la facultad
de declarar a la persona en contumacia en los casos en los que la persona sea
notificada, pero se niegue a comparecer o como persona ausente cuando
definitivamente no se logre conocer el domicilio de la persona.

• AUDIENCIA PREPARATORIA

Para la audiencia preparatoria que se desarrolla en el artículo 356 de la Ley 906 de


2004, inicialmente el juez dará el uso de la palabra a las partes para que manifiesten
las observaciones frente al descubrimiento probatorio, y de no haberse hecho por
la fiscalía, cualquier prueba solicitada por esta entidad o que intente ser incorporada
con posterioridad será rechazada por el juez. (C.P.P, 2004, art 356)

La defensa deberá descubrir los elementos materiales probatorios que pretenda


hacer valer dentro del proceso y cumplido ello tanto fiscalía como defensa deben
hacer una simple enunciación del acervo probatorio con el que cuente cada uno
según su rol. (Sentencia SP154, 2017)
A renglón seguido se deben mencionar las estipulaciones probatorias, mismas que
se traducen en los acuerdos a los que han llegado fiscalía y defensa para entender
hechos como probados y que por tanto no sean objeto de debate probatorio en el
juicio. Se aclara que la defensa no podrá estipular hechos que comprometan la
responsabilidad del acusado, pues esto configuraría una violación al derecho de la
defensa técnica.

Seguidamente tanto Fiscalía como defensa deberán realizar las solicitudes


probatorias; estas serán las pruebas que se practicarán en el juicio oral. Siendo un
requisito indispensable demostrar en primer lugar, la admisibilidad de las
pruebas, esto seguido por su conducencia, pertinencia y utilidad, entendiendo
admisibilidad en primer lugar como la demostración de que la obtención de los
materiales probatorios y evidencia física se realizó de forma legal y lícita; en
segundo lugar que sea el momento procesal adecuado para la solicitud de práctica
de dichas pruebas; Por otro lado, la conducencia como el tipo de prueba más idóneo
para demostrar determinado hecho, pertinencia como la relación directa o
indirectamente que tengan que ver con los hechos objeto de juicio y la utilidad que
se sustentará para poder demostrar no solo la materialidad sino la responsabilidad
en cabeza del acusado, ello en los términos del art. 381 de la ley 906 de 2004 y
desvirtuar la presunción de inocencia de que trata el art. 7 de la misma ley, o en
caso de la defensa crear una duda razonable o llegar a demostrar la inocencia del
acusado y así obtener una sentencia absolutoria.

Finalizada esa sustentación cada interviniente podrá solicitar la exclusión, rechazo


o inadmisión de las pruebas solicitadas por su contraparte (art. 359 Ley 906 de
2004).

Escuchado lo anterior por el juez, procederá al decreto rechazo, exclusión o


inadmisión de esa práctica probatoria, en caso de no encontrarse conforme con la
decisión del juez, las partes pueden acudir al recurso.

Así las cosas, para la Sala respecto del auto que admite pruebas (numeral 4°
del artículo 177 de la Ley 906 de 2004), únicamente procede el recurso de
reposición, mientras que contra el que deniega o imposibilita la práctica de
estas, sí es dable promover el de apelación. (C.P.P, 2004, art. 177)

El Defensor de Familia al advertir una posible vulneración de los derechos del


procesado tiene el deber de intervenir para que no se realice determinada
estipulación probatoria, así como está en la facultad de presentar recursos frente al
auto que decreta o deniega pruebas, en observancia de las reglas enunciadas
anteriormente. (Ministerio de Educación, 2016)

En esta audiencia también habrá lugar a la aceptación de cargos y como se


mencionó con anterioridad, al ser la sanción privativa de la libertad la última medida
a tomar, a diferencia del allanamiento contemplado en la Ley 906, esto no
representará una reducción en el tiempo de la privación, sólo le dará al fallador
motivos para optar por una sanción diferente.

Si no existen recursos o fueron decretadas todas las pruebas, el juez señalará fecha
y hora para la iniciación del juicio oral.

• JUICIO ORAL

El juicio oral se iniciará en los términos descritos en el art. 366 (Código de


Procedimiento Penal) y siguientes, y para ello como se dijo antes se hace necesario
la presencia del juez, fiscal y defensa y el defensor de familia tal y como lo establece
el SRPA de estar privado de la libertad el acusado también, si así lo desea. Es de
destacar que en atención a la finalidad pedagógica que tiene el SRPA la
comparecencia del menor es indispensable para que el juez pueda imponer la
sanción correspondiente.

En principio, el juez le preguntará al acusado como se declara ¿inocente o


culpable?; de declararse culpable se procederá a solicitar los elementos materiales
probatorios al fiscal, y dará sentido del fallo donde se reconocerá una rebaja
autorizada por la ley y se correrá traslado del art. 447 de la ley 906 de 2004, así
como también fijará fecha y hora para lectura del fallo. A Diferencia de la Ley 1098
de 2006 donde habrá lugar a la intervención del defensor de familia, pues deberá
rendir un informe relacionado con las condiciones sociales y familiares en las que
se encuentre el menor para proporcionar al fallador una visión más clara al momento
de tomar su decisión.

De declararse inocente el juez dará el uso de la palabra al Fiscal para que exponga
su teoría del caso la cual es obligatoria y donde expondrá a que se compromete, es
decir a demostrar más allá de toda duda razonable; no solo la materialidad sino la
responsabilidad del acusado aclarando los medios de prueba con los que cumplirá
esa promesa. (Sentencia C-463, 2016)

Para la defensa no es obligatoria la teoría del caso, será opcional si lo quiere o no


realizar.

Acto seguido se incorporarán las estipulaciones probatorias acordadas en audiencia


preparatoria; esto es los hechos que se acordaron dar como probados y que no
serán objeto de controversia y el juez así lo incorporará dando número a cada uno
como evidencia 1, 2, etc., según el caso.

Según lo dispone la corte en su sentencia de casación SP5336 – 2019 de radicado


50696, las estipulaciones probatorias no pueden desvirtuar la acusación, así como
tampoco confirmar la responsabilidad penal del acusado. (Sentencia SP5336, 2019)

Hecho lo anterior se practicarán las pruebas de la fiscalía y de la defensa con las


reglas propias de cada clase de prueba decretada.

Terminada la practica probatoria, la fiscalía y la defensa, en su orden, realizarán sus


alegatos de conclusión; esto es, cada parte desarrollará un análisis de los hechos
que, mediante la práctica de pruebas, consideran que lograron probarse o
desvirtuarse. Acto seguido, procederán a realizar al juez, la solicitud de
conveniencia para su causa, dependiendo si es fiscal o defensor.

Por su parte el defensor de familia tiene la obligación de garantizar que los derechos
del menor no sean violentados y es por esto por lo que, deberá rendir un informe en
los términos del artículo 189 del Código de Infancia y Adolescencia

La Defensoría de Familia para presentar un estudio que contendrá por lo


menos los siguientes aspectos: Situación familiar, económica, social,
psicológica y cultural del adolescente y cualquier otra materia que a juicio del
funcionario sea de relevancia para imposición de la sanción. Escuchada la
Defensoría de Familia el juez impondrá la sanción que corresponda. (C.I.A,
2006, art. 189)

Concluido lo anterior el juez debe emitir el sentido del fallo, para lo cual hará el
análisis probatorio pertinente donde señalará que se demostró y que no, y según el
caso, dará el sentido bien sea condenatorio o absolutorio. Por otro lado, en la Ley
1098 de 2006, el juez interpondrá la sanción correspondiente en caso de
encontrarse culpable al menor.

En cuanto a las audiencias que se surten en el SRPA, se puede destacar que son
de carácter reservado en favor del principio de reserva legal, evitando de esta
manera alguna afectación psicológica que se pueda ocasionar en el niño, niña o
adolescentes.

TERMINACIÓN ANTICIPADA DEL PROCESO

Es importante tener en cuenta que en el SRPA existen diferentes formas para que
se proceda a dar una terminación anticipada del proceso. Para comenzar
explicaremos la aceptación de cargos, luego lo referente a los principios de
oportunidad, seguido a esto el desistimiento y la conciliación y finalmente los
acuerdos.

Así las cosas, la aceptación de cargos en la Ley 1098 de 2006 procede en la


legalización de la aprehensión y en la audiencia de imputación. Esta deberá ser
tenida en cuenta para que el juez pueda decidir qué tipo de sanción será aplicable
al menor infractor. A diferencia de la Ley 906 de 2004 Es importante no confundir la
aceptación de cargos con la de allanamiento, toda vez que, dentro de esta, la
persona puede acceder a una rebaja en la pena privativa de la liberta.

En segundo lugar, el principio de oportunidad dentro del procedimiento ordinario es


una facultad que le asiste al Fiscal ya que, a través del articulo 250 de la
Constitución Política se establece como única excepción que tienen para impulsar
la acción penal. Mientras que en la Ley 1098 de 2006 este principio de oportunidad
debe preferirse y tenerse en cuenta puesto que la finalidad del SRPA es educar al
menor infractor para su vida en sociedad y procurar la no repetición de estas
conductas al crear en el menor una conciencia sobre las consecuencias de sus
actos.

En tercer lugar, el desistimiento contemplado en el SRPA opera al igual que en la


Ley 906 de 2004, cuando el delito es querellable según lo dispuesto en su artículo
74; sin embargo, cuando la víctima del delito es otro menor de edad, se hará un
estudio riguroso en relación con la razón y procedencia de dicho desistimiento.

Por otro lado, para la conciliación se seguirán las normas del procedimiento penal
ordinario en cuanto a su procedencia (el delito debe ser querellable) y realización.
Adicionalmente el artículo 174 del Código de Infancia y Adolescencia establece un
punto que destaca la importancia de este tipo de terminación anticipada, y esto es,
que el adolescente tenga la oportunidad de responsabilizarse por sus actos al
entender la gravedad de estos y de esta manera llegar a un acuerdo con la víctima.

Es importante tener en cuenta que, tanto para la conciliación como el desistimiento


y todos los tipos de terminación anticipada del proceso, cuando la víctima es un
menor de edad, el juez debe procurar el respeto de los derechos especiales del
menor afectado, razón por la cual la procedencia de estas terminaciones no sólo
está sujetas a que el delito sea querellable, ya que, si el juez advierte una afectación
a la víctima en este sentido, no permitirá que el proceso termine anticipadamente.

Para finalizar, las negociaciones no están permitidas en este tipo de procesos,


debido a que vulnera lo referente a la formación para evitar la comisión de conductas
de este tipo.

ESPECIFICACIONES IMPORTANTES DEL SRPA - LEY 1098 DE 2006

En el SRPA hay prohibiciones importantes que vale la pena resaltar, las cuales
están basadas en la protección integral del menor y los derechos inherentes a los
niños, niñas y adolescentes, donde no es posible realizar preacuerdos entre la
Fiscalía y la defensa, pero prevalece la aplicación del principio de oportunidad.
Por otro lado, las sentencias derivadas del SRPA no generarán antecedentes, estos
procesos, gozan de una protección especial y tienen reserva legal, como se expresó
anteriormente. Debido a esto, las sentencias son reservadas y sólo podrán ser
utilizadas por las autoridades competentes para el desarrollo e imposición de las
medidas aplicables a un menor.

En consecuencia, de una conducta punible que llegue a convertirse en delito, se va


a tener que resolver y reparar el daño causado, el incidente de reparación integral,
se expresa taxativamente en el artículo 170 de la Ley 1098 de 2006 que

Los padres o representantes legales son solidariamente responsables, y en


tal calidad, deberán ser citados o acudir al incidente de reparación a solicitud
de la víctima del condenado o su defensor. Esta citación deberá realizarse
en la audiencia que abra el trámite del incidente. (C.I.A, 2006, art. 170)

CONCLUSIONES

Después de realizar una exhaustiva investigación en relación con los antecedentes


de la Ley 1098 de 2006, nos permitimos afirmar que son meros fundamentos de lo
que hoy en día es el SRPA. Esto debido a que en el Código de Infancia y
Adolescencia se crearon verdaderas figuras asistenciales que procuraron el
bienestar de todos los menores en situación de criminalidad. En concordancia con
lo anterior es menester mencionar las funciones que con la Ley 1098 se le otorgaron
a diferentes órganos que si bien existían con anterioridad a la promulgación y
entrada en vigencia de dicha disposición legal, adquirieron diferentes funciones
asistenciales; como lo es el caso de la Defensoría de Familia, que durante todo el
proceso, incluso desde la aprehensión, actúa en procura de la protección de los
derechos fundamentales del menor; también la policía nacional que se instruye de
mejor manera para el tratamiento del menor de una forma adecuada sin perder de
vista la protección constitucional reforzada que les asiste a los niños, niñas y
adolescentes.
Adicionalmente y ahora en el contexto del procedimiento penal en materia de crimen
adolescente, se deben reconocer las grandes similitudes que existen con el
procedimiento penal ordinario, pues en su mayoría el procedimiento en el SRPA se
corresponde con el consagrado en la Ley 906 de 2004, sin embargo, los factores
diferenciadores permiten visualizar las finalidades pedagógicas y asistenciales del
sistema exclusivo para menores. Desde el momento de la aprehensión se toman
medidas de protección al menor, tales como la prohibición del uso de las esposas y
la importancia de permitirle al menor la comunicación con su familia; luego, con la
reserva a la que están sujetas todas las audiencias en las que son parte menores
de edad, lo que en el procedimiento penal ordinario se consideraría una falta al
principio de publicidad, en el SRPA se convierte en una garantía que le asiste al
procesado; a su vez que la pena privativa de la libertad no sea considerada como
la primera opción aun cuando el Código Penal en su parte especial así lo establece,
hace que la aceptación de cargos, a diferencia de lo contemplado en la ley 906, se
convierta en una forma de reconocimiento de responsabilidad y creación de
conciencia en el menor, pues aun cuando puede tener cierto valor para el fallador,
no se corresponde con ningún tipo de rebaja en la sanción a imponer; es tan
importante para el SRPA la educación del adolescente en situación de criminalidad
que considera el juicio oral como una forma de crear el sentimiento de
responsabilidad del menor, por lo cual su presencia es indispensable para la
realización de esta audiencia, cuando en el sistema penal ordinario podría
sencillamente declararse a la persona en contumacia; en todo momento, el
Defensor de Familia puede acudir en protección de los derechos del menor cuando
considere que no están siendo respetados, lo que guarda una gran similitud con la
figura del Ministerio Público en el procedimiento de la ley 906 del 2004, sin embargo,
en el procedimiento ordinario su asistencia no es obligatoria sino facultativa.

Por otro lado, el juicio oral y la imposición de la sanción son los momentos en los
cuales todo el trabajo que se ha realizado por parte de las diferentes entidades se
ve reflejado, aun cuando al menor se le está dando la posibilidad de asistir a juicio
como lo haría un mayor de edad. El menor infractor, continúa protegido por las
disposiciones de la ley 1098, lo que es un ejercicio pedagógico enriquecedor, le
permite al adolescente asumir la consecuencia de sus actos, conteniendo la fuerza
con la cual el Estado ejerce su función jurisdiccional. Justo es decir que, el momento
previo a la imposición de la sanción es de los logros más significativos que ha tenido
el actual Código de Infancia y Adolescencia, la obligación del Defensor de Familia
de rendir un informe de los aspectos más importantes e influyentes en la vida del
procesado es para lo que se ha creado el SRPA completo, pues es la oportunidad
para demostrar que el adolescente merece un trato especial, no sólo por ser
adolescente, sino por la realidad social a la cual ha estado sometido en su vida y
que pudo haber influido en su comportamiento, es en ese momento en el cual se
reconoce que el victimario también puede ser una víctima y por ello el Estado debe
tratarlo de manera que no lo revictimice, lo anterior debido a que dicho informe es
una de las herramientas que utiliza el fallador para decidir la sanción aplicable al
menor.

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