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RESUMEN
El presente trabajo tiene como objetivo mostrar las diferencias que existen en las
etapas procesales, tanto en el Sistema Penal Ordinario como en el Sistema de
Responsabilidad Penal para Adolescentes en Colombia, en concreto a lo referente
a la Ley 906 de 2004 y a la Ley 1098 de 2006, respectivamente. Esto con el fin de
dar a conocer a cabalidad el sistema especializado para el trato del menor infractor.
Para este objetivo en primer lugar, se realizará un recuento histórico sobre las
diferentes disposiciones legales que han influenciado el modelo actual del Sistema
de Responsabilidad Penal para Adolescentes “SRPA”. Mostrando cómo en un
principio dentro del proceso el juzgamiento era más importante frente a los menores
que se encontraban en una situación irregular, siendo reconocidos como sujetos
objeto de protección; mientras que en nuestra actualidad los niños, niñas y
adolescentes son reconocidos como sujetos sociales con derechos y deberes, lo
que implica una mayor responsabilidad estatal. En segundo lugar, se realiza una
descripción de la Ley 1098 de 2006, sin perder de vista la Constitución Política de
1991, los tratados internacionales sobre los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, como, por ejemplo, la Convención sobre los Derechos del Niño y la
Ley 906 de 2004. Posteriormente, se enunciarán los diferentes agentes
establecidos en el Código de Infancia y Adolescencia y el Código de Procedimiento
Penal Colombiano; así como también se precisan las actuaciones de interés en
1
Artículo de investigación mediante el cual se cumple el requisito de grado con el fin de obtener el título de
abogados, realizado en razón al semillero de investigación del Sistema de Responsabilidad Penal para
Adolescentes de la Universidad Santo Tomás – Bogotá
2
Estudiante de Decimo semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás.
3
Estudiante de Decimo semestre de la Facultad de Derecho de la Universidad Santo Tomás.
cada audiencia, esto es; audiencia de legalización de aprehensión, audiencia de
formulación de imputación, audiencia de formulación de acusación, audiencia
preparatoria y audiencia de juicio oral.
PALABRAS CLAVE
INTRODUCCIÓN
Para esto se va a entablar una comparación en cada una de las etapas, estas
entendidas como la etapa de indagación, investigación y juzgamiento, desarrollando
cuáles son sus diferencias y cómo cambian las mismas cuando se trata de un menor
de edad.
Así mismo, se estudiará a partir de los principios del derecho penal y los derechos
constitucionales que tiene cada persona; desde el desarrollo internacional que se
ha hecho y cómo empiezan a ser parte del bloque de constitucionalidad según lo
dispuesto en el artículo 93 de la Constitución Política y el artículo 2 del Código Penal
Colombiano.
DESARROLLO
El objeto de este código, entre otros, era definir las situaciones irregulares bajo las
cuales podían encontrarse los menores, con la finalidad de determinar medidas para
protegerlos. Encontrando como una situación irregular “que el menor haya sido
autor o partícipe de una infracción penal.” (Decreto 2737, 1989)
En el capítulo quinto dicho decreto, en su artículo 166 se consagró que “el menor
infractor de doce (12) a dieciocho (18) años deberá estar asistido durante el proceso
por el defensor de familia y por su apoderado (si lo tuviere). Los padres del menor
podrán intervenir en el proceso” (Decreto 2737, 1989) Siendo este decreto llamado
a regular el proceso penal que se adelantaba en contra de los menores en ese
momento. En contraposición, actualmente la edad del menor infractor fue
modificada y ahora es de catorce (14) a dieciocho (18) años.
Finalmente, el Código del menor, Decreto 2737 de 1989, que rigió desde 1991, fue
derogado por la Ley 1098 de 2006 la cual entró en vigor el 8 de noviembre de ese
mismo año. Generando un vuelco en el procedimiento aplicable, ya que además de
integrar los tratados internacionales y los derechos reconocidos por la Carta Política
a los menores, tomó como procedimiento base el consagrado en la Ley 906 de
2004, con ciertas consideraciones especiales para cuando el menor es el infractor.
Dicho esto, dentro del Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 de 2006)
podemos encontrar las normas que consagran el Sistema de Responsabilidad
Penal para Adolescentes, siendo este un mecanismo encaminado a la protección
de los niños y adolescentes que por una u otra situación son considerados como
autores o partícipes de conductas delictivas. Dicha normativa se creó con el fin de
garantizar los derechos de un grupo poblacional que estaba en formación y que
debe ser respetado, esto lo podemos evidenciar en su artículo 140 que consagra
que el sistema de responsabilidad penal para adolescentes deberá ser “pedagógico,
específico y diferenciado respecto del sistema de adultos, conforme a la protección
integral…” (C.I.A, 2006, art. 140). A esto se suma que dentro de este procedimiento
se deberá realizar un tratamiento psicológico y diferenciado que garantice el interés
superior del menor.
En resumen, de lo anterior, podemos concluir que las principales normas que rigen
el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes son:
Al respecto, el artículo 143 del Código de Infancia y Adolescencia prevé que a los
menores de 14 años:
Tomando esto como punto de partida, procederemos a exponer quienes son los
intervinientes dentro del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes,
explicando cada uno de sus roles, para posteriormente exponer las diferentes
etapas procesales en general y pasar al análisis de las audiencias más comunes en
particular.
Dentro del SRPA dichas autoridades deben también cumplir con las funciones de
formación, rehabilitación e integración de las personas que se encuentren
sometidas a este tipo de proceso. Cada norma o principio que vaya en contravía de
esto debe ser reemplazado para cumplir con los objetivos del SRPA, es decir, en un
proceso como este se va a preferir lo que persiga el interés superior del menor,
desarrollando políticas que incentiven el tratamiento psicológico a los menores
infractores, haciendo la diferencia con el procedimiento aplicable para adultos.
Es importante tener en cuenta que el objetivo del procedimiento penal ordinario (Ley
906 de 2004) es la verdad, para de esta forma impartir justicia. (Sentencia C-473,
2016) Mientras que, la finalidad de la sanción en este tipo de proceso es la
resocialización del adulto que ha cometido un delito, a fin de que al momento en
que cumpla su pena le sea fácil volver a vivir en sociedad.
Estos actores resultan importantes para el SRPA, ya que, de esta manera, al ser
personas calificadas y con una formación especial en materia de responsabilidad
penal, pueden llegar a proteger los diferentes derechos de los menores que en la
Ley 906 de 2004 por regla general no son considerados.
Teniendo de presente esto, se debe aclarar que la finalidad de la sanción del SRPA
no es una retribución justa, tampoco lo es un castigo ejemplarizante, mucho menos
una resocialización para el menor infractor, sino que, su objetivo es precisamente
educarlo y garantizarle un entorno saludable para su desarrollo en la sociedad de
manera armónica, con el acompañamiento de su familia orientado hacia la felicidad.
(I) El Fiscal delegado ante los jueces penales para adolescentes: Cumple
con la función acusatoria de recolectar el material probatorio y las
evidencias físicas, que pretenda hacer valer para el enjuiciamiento del
menor, esto mediante el desarrollo de un plan metodológico y con la
ayuda de la policía.
(II) La función jurisdiccional esta a cargo de los jueces penales para
adolescentes, promiscuos de familia y municipales en primera instancia;
las salas de familia y penales de los tribunales superiores del distrito en
segunda instancia y la sala de casación penal cuando haya lugar a este
recurso extraordinario.
(III) El abogado defensor ya sea de confianza o asignado por la defensoría
del pueblo garantiza la defensa técnica del menor acusado.
(IV) Al ser un proceso en el cual los involucrados son menores de edad, es
decir sujetos de especial protección actúan también como intervinientes
el ICBF, la defensoría de familia y la comisaria de familia en salvaguarda
de los derechos del adolescente.
Donde nos encontramos con la primera instancia entendida como aquel trámite
ordinario en el cual se pretende buscar los elementos que sustenten la existencia
de los hechos, la autoría o participación de quienes los realizaron y que estos
constituyen una conducta punible. Frente a este punto no existe mayor distinción
entre los dos sistemas, siendo estos los mismos instrumentos con que puede darse
inicio al proceso guiado por el SRPA.
Así las cosas, inicia la etapa de indagación, momento donde los Fiscales delegados
según la asignación interna del ente acusador, realizarán una investigación,
apoyados por quienes cuentan con función de policía judicial, a través de la creación
de un programa metodológico, el cual según los elementos materiales probatorios,
evidencia física e información que se obtenga de manera lícita y legal, ello para
inferir razonablemente la ocurrencia de esa conducta penal, al igual que demostrar
que persona o personas la cometieron, según las diversas formas de autoría o
participación (art. 29 y 30 Ley 599 de 2000), ello en atención al artículo 200 y
siguientes de la Ley 906 de 2004. En el SRPA, como ya se mencionó, la
competencia de los juzgados no sigue los criterios de la Ley 906 de 2004, pudiendo
realizar las audiencias los mismos juzgadores ante cualquiera de las conductas
delictivas tipificadas en la Ley 599 del 2000, razón por la cual frente a este punto los
Fiscales de infancia y adolescencia tienen su propia organización. (Fiscalía General
de la Nación, 2007)
Algunas especificaciones atribuidas a los agentes estatales que van a manejar los
procesos para los menores de edad derivan de los principios y la protección especial
que se debe tener para el manejo de las infracciones a la ley por parte de los niños
niñas y adolescentes, todo esto basado en la protección integral.
También es claro que la policía judicial debe estar entrenada y especializada para
poder hacer las veces de este ente, en el proceso de SRPA ya que es necesario
que entiendan y comprendan a cabalidad cuales son los derechos objeto de
protección de este sistema.
Al igual que en la Ley 906 de 2004, esta etapa culmina con la audiencia de
imputación, donde el menor adquiere la calidad de imputado y se da comienzo a la
etapa de investigación. Debiéndose resaltar que frente a los términos procesales
existen grandes diferencias, esperando desde lo normativo que sea más corto en
duración del trámite, como se puede apreciar en lo que al termino de duración de
medidas de aseguramiento se refiere, se prohíbe también el juzgamiento en
ausencia, por lo que si bien estas etapas pueden adelantarse con el defensor, no
se podrá proceder de la misma manera en la etapa de juzgamiento ya que se da
prevalencia a la aplicación del principio de oportunidad y la publicidad se ve limitada.
Es importante aclarar que para que una audiencia tenga validez debe estar presente
el defensor de familia, quien cumple una función importante dentro del proceso del
SRPA, la protección integral y la garantía de todos los derechos de los niños es la
parte fundamental del proceso, ya que, debe haber una figura que vele por el
cumplimiento de lo dispuesto en la Ley 1098 de 2006, con el fin de garantizar el
respeto de los derechos fundamentales, legales y constitucionales del menor
infractor.
La etapa de investigación en el SRPA sigue los mismos criterios que en la Ley 906
de 2004, debiéndose garantizar los derechos de los menores en todos los actos de
investigación y debiéndose tener de presente siempre el interés superior del menor,
las cuales deben desarrollarse por un equipo técnico especializado. De igual forma
en lo referente a la medida de aseguramiento la misma solo se considera
excepcionalmente como privativa de la libertad y tiene que ser impuesta siguiendo
los presupuestos esenciales para la sanción de adolescentes señalados en la Ley
906 de 2004. Esta etapa termina con la realización de la audiencia de acusación
que da paso a la etapa de juicio.
La decisión de primera instancia puede ser recurrida por cualquiera de las partes
del proceso, los competentes para pronunciarse al respecto de la impugnación son
los Tribunales Superiores del Distrito Judicial, específicamente las salas penales
para adolescentes y de familia que estarán integradas por, un magistrado penal,
dos civiles, en dado caso de que no se puedan encontrar dos de familia, buscando
con esto, garantizar los derechos y las finalidades que consagra la Ley 1098 de
2006 en cuanto a la protección integral de los menores. Lo anterior denominado
segunda instancia.
• LEGALIZACIÓN DE LA APREHENSIÓN
De otro lado, hay que dejar en claro, que el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar (ICBF), tal como se estipula en el artículo 143 de la Ley 1098 de 2006 va a
ser “el encargado de establecer los parámetros para los programas especiales de
protección y así mismo el restablecimiento de derechos para los niños y
adolescentes.” (C.I.A, 2006, art. 143)
De acuerdo con el artículo 339 del Código de Procedimiento Penal, como requisito
de validez de la audiencia de acusación se contará con la presencia del juez, Fiscal
y defensor, pudiendo el procesado comparecer si así lo desea, siendo potestativa
la presencia de las víctimas y del ministerio público a cargo de la Procuraduría
General de la Nación. En el SRPA en cambio como mínimo tendrán que comparecer
a las audiencias el defensor de familia, la Fiscalía, la defensoría publica y el juez
penal para adolescentes bien sea con función de control de garantías o de
conocimiento.
• AUDIENCIA PREPARATORIA
Así las cosas, para la Sala respecto del auto que admite pruebas (numeral 4°
del artículo 177 de la Ley 906 de 2004), únicamente procede el recurso de
reposición, mientras que contra el que deniega o imposibilita la práctica de
estas, sí es dable promover el de apelación. (C.P.P, 2004, art. 177)
Si no existen recursos o fueron decretadas todas las pruebas, el juez señalará fecha
y hora para la iniciación del juicio oral.
• JUICIO ORAL
De declararse inocente el juez dará el uso de la palabra al Fiscal para que exponga
su teoría del caso la cual es obligatoria y donde expondrá a que se compromete, es
decir a demostrar más allá de toda duda razonable; no solo la materialidad sino la
responsabilidad del acusado aclarando los medios de prueba con los que cumplirá
esa promesa. (Sentencia C-463, 2016)
Por su parte el defensor de familia tiene la obligación de garantizar que los derechos
del menor no sean violentados y es por esto por lo que, deberá rendir un informe en
los términos del artículo 189 del Código de Infancia y Adolescencia
Concluido lo anterior el juez debe emitir el sentido del fallo, para lo cual hará el
análisis probatorio pertinente donde señalará que se demostró y que no, y según el
caso, dará el sentido bien sea condenatorio o absolutorio. Por otro lado, en la Ley
1098 de 2006, el juez interpondrá la sanción correspondiente en caso de
encontrarse culpable al menor.
En cuanto a las audiencias que se surten en el SRPA, se puede destacar que son
de carácter reservado en favor del principio de reserva legal, evitando de esta
manera alguna afectación psicológica que se pueda ocasionar en el niño, niña o
adolescentes.
Es importante tener en cuenta que en el SRPA existen diferentes formas para que
se proceda a dar una terminación anticipada del proceso. Para comenzar
explicaremos la aceptación de cargos, luego lo referente a los principios de
oportunidad, seguido a esto el desistimiento y la conciliación y finalmente los
acuerdos.
Por otro lado, para la conciliación se seguirán las normas del procedimiento penal
ordinario en cuanto a su procedencia (el delito debe ser querellable) y realización.
Adicionalmente el artículo 174 del Código de Infancia y Adolescencia establece un
punto que destaca la importancia de este tipo de terminación anticipada, y esto es,
que el adolescente tenga la oportunidad de responsabilizarse por sus actos al
entender la gravedad de estos y de esta manera llegar a un acuerdo con la víctima.
En el SRPA hay prohibiciones importantes que vale la pena resaltar, las cuales
están basadas en la protección integral del menor y los derechos inherentes a los
niños, niñas y adolescentes, donde no es posible realizar preacuerdos entre la
Fiscalía y la defensa, pero prevalece la aplicación del principio de oportunidad.
Por otro lado, las sentencias derivadas del SRPA no generarán antecedentes, estos
procesos, gozan de una protección especial y tienen reserva legal, como se expresó
anteriormente. Debido a esto, las sentencias son reservadas y sólo podrán ser
utilizadas por las autoridades competentes para el desarrollo e imposición de las
medidas aplicables a un menor.
CONCLUSIONES
Por otro lado, el juicio oral y la imposición de la sanción son los momentos en los
cuales todo el trabajo que se ha realizado por parte de las diferentes entidades se
ve reflejado, aun cuando al menor se le está dando la posibilidad de asistir a juicio
como lo haría un mayor de edad. El menor infractor, continúa protegido por las
disposiciones de la ley 1098, lo que es un ejercicio pedagógico enriquecedor, le
permite al adolescente asumir la consecuencia de sus actos, conteniendo la fuerza
con la cual el Estado ejerce su función jurisdiccional. Justo es decir que, el momento
previo a la imposición de la sanción es de los logros más significativos que ha tenido
el actual Código de Infancia y Adolescencia, la obligación del Defensor de Familia
de rendir un informe de los aspectos más importantes e influyentes en la vida del
procesado es para lo que se ha creado el SRPA completo, pues es la oportunidad
para demostrar que el adolescente merece un trato especial, no sólo por ser
adolescente, sino por la realidad social a la cual ha estado sometido en su vida y
que pudo haber influido en su comportamiento, es en ese momento en el cual se
reconoce que el victimario también puede ser una víctima y por ello el Estado debe
tratarlo de manera que no lo revictimice, lo anterior debido a que dicho informe es
una de las herramientas que utiliza el fallador para decidir la sanción aplicable al
menor.
REFERENCIAS
Decreto 2737 de 1989. Por el cual se expide el Código del Menor. 27 de noviembre
de 1989. D.O. 39.080.
https://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/codigo_menor.htm
Ley 599 de 2000. Por la cual se expide el Código Penal Colombiano. 24 de julio del
2000. D.O. 44.097.
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_0599_2000.html
Parra Macías, F.A. (2015). La sanción a los menores infractores de la ley penal en
un Estado social y democrático de derecho. [Tesis de maestría en Derecho
Penal]. Universidad Libre de Colombia.
https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/9264/%E2%80%9
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