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VargasZardoya2012rboldelaVida Final
VargasZardoya2012rboldelaVida Final
Madrid, 2012
Para citar esta publicación
El árbol de la vida: sistemática y evolución de los seres vivos. Pablo Vargas y Rafael Zardoya (Eds.) Madrid, 2012.
Agradecimientos
Para la edición del libro se ha contado con la inestimable ayuda técnica de Julio Bueno, José Fernández e Inma Reverté
en la maquetación; los árboles al comienzo de cada capítulo fueron ilustrados por Jesús Romero y la cubierta y contra-
cubierta por Laura Díez.Algunos capítulos cuyo texto original era en inglés fueron traducidos por Xavier Eekhout.
2ª Impresión
La publicación de este libro ha sido posible gracias a la ayuda de los siguientes organismos:
International Union of Biological Sciences (http://www.iubs.org/)
Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (http://www.cyted.org/)
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (http://www.csic.es)
Ministerio de Economía y Competitividad. Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación
(http://www.idi.mineco.gob.es/portal/site/MICINN)
Red Española de Diversidad Biológica, Evolución y Sistemática (http://www.biodiversidadmolecular.org/)
DIVERSITAS-bioGENESIS (http://www.diversitas-international.org/activities/research/biogenesis)
«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la
autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si
necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».
Hace ya algunos años, en la segunda mitad de 2006, los Dres. Pablo Vargas Gómez y Rafael Zardoya San Se-
bastián, ambos investigadores de prestigio en el Real Jardín Botánico y el Museo Nacional de Ciencias Natu-
rales respectivamente, institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se acercaron a la sede de
la Secretaría General del Programa CYTED, Ciencia y Tecnología para el Desarrollo en Iberoamérica, para
plantear al Programa una idea que creían de mucha importancia para el mundo de habla hispana y en relación
a los nuevos descubrimientos sobre biodiversidad y la investigación acerca del árbol de la vida.
Por aquel entonces yo era el Director Científico y Tecnológico de CYTED y trabajaba bajo el mandato
del Secretario General del mismo, Fernando Aldana Mayor. La propuesta que nos presentaron tenía que ver
con la publicación de un libro de texto de riguroso contenido científico, colaborado por prestigiosos inves-
tigadores a nivel internacional en el campo de la biodiversidad, la evolución y la filogenia y que además es-
taría escrito en español. El libro, que denominarían ‘El libro de la vida’ parafraseando al mismísimo Charles
Darwin en el ‘Origen de las especies’, llenaría el hueco en lo que se refiere a los nuevos descubrimientos
que habían posibilitado la aplicación de las nuevas técnicas moleculares al estudio de las relaciones de pa-
rentesco entre organismos vivos, plantas y animales.Además facilitaría la difusión de estas ideas muy ligadas
a las teorías actuales de la evolución y contribuiría en gran medida a la divulgación de los nuevos concep-
tos en un mundo de habla mayoritariamente hispana.
Desde el Programa CYTED vimos rápidamente la oportunidad que supondría para el mundo iberoameri-
cano el que se pudiera disponer de esta herramienta que aclarase de forma accesible pero científica, todos
aquellos nuevos términos y conceptos, y que además diera a conocer los nuevos descubrimientos que sobre
la diversidad biológica se estaban llevando a cabo en el mundo.
Además, esto tenía una especial importancia ya que Iberoamérica es una de las regiones más biodiversas del
mundo, megadiversas, lo que confería a la publicación otro elemento más de oportunidad.
Han pasado varios años desde entonces.Yo dejé la dirección científico tecnológica de CYTED, pero el Pro-
grama ha continuado su marcha imparable y ambos investigadores, sin prisa, pero sin pausa, han llevado a cabo
la misión comprometida. El tiempo transcurrido desde ese primer momento en el que CYTED apoyó el pro-
yecto, hasta ahora dicen mucho de la dificultad del compromiso contraído. El contacto con cada uno de los
participantes en la redacción de cada capítulo, y su coordinación, teniendo en cuenta que muchos de ellos son
extranjeros, además de científicos en activo y con poco tiempo disponible, ha hecho de este libro una obra de
mucho esfuerzo personal de los dos editores.
Ahora, estando yo como director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, y coincidiendo con la inau-
guración de una exposición permanente del Museo titulada ‘Biodiversidad’, viene muy a cuento, y acepté en-
cantado realizar esta introducción al libro. En ambos casos, el libro y la exposición, la temática central es la
diversidad biológica, la evolución, las relaciones filogenéticas (el árbol de la vida) y la conservación.Abarcar en
un libro, por muchas páginas que éste tenga, al igual que en una exposición por muy amplia que ésta sea, todo
lo referente al árbol de la vida es imposible.Todos lo sabemos. Pero la aproximación a través de ejemplos muy
concretos y muy bien escogidos, tratados por auténticos especialistas en cada uno de los 53 capítulos, consi-
gue una visión global completa. Nada, o casi nada, se queda en el tintero.
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Quiero animar desde estas palabras a la lectura de este libro por parte de aquellas personas que quieren
formarse o incrementar su formación en temas relacionados con la evolución de la vida en La Tierra. Deseo
a los editores todo el éxito que se merece el enorme esfuerzo traducido en el conocimiento acopiado en estos
53 capítulos. Muchas felicidades por el trabajo bien hecho.
PREFACIO
Aristóteles (384-322 a.C.), el gran filósofo de la Grecia Clásica, fue el primer autor que desarrolló un sistema
de clasificación de los animales, estableciendo dos categorías superiores: animales con sangre y animales sin san-
gre. Clasificó los animales con sangre en cinco grupos: mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces. Dividió los
animales sin sangre en cefalópodos, crustáceos, insectos y un cuarto grupo, testaceanos, que incluía el resto
de los animales.Aristóteles rechazó la clasificación de los animales basada solo en estructuras externas (por
ejemplo, con alas o sin alas), basando su clasificación en el principio de organización, consistente de estructura
y función (incluyendo el modo de reproducción).Aristóteles introduce el método de nomenclatura binomial.
Para definir cada animal,Aristóteles utilizaba el ‘genero’ (que abarcaba animales o, en general, entes relaciona-
dos entre sí) y su ‘diferencia’ (las características distintivas de la especie o del ente particular).Aristóteles men-
ciona un total de unos 550 tipos de animales.
Aristóteles es sin duda el biólogo más importante de la antigüedad. En particular, estudió con intensidad los
organismos marinos y lacustres durante su estancia de tres años (345-342 a.C.) en la isla de Lesbos. Entre sus
estudios experimentales cuenta la investigación del desarrollo del embrión en el huevo hasta que se convierte
en pollo. Entre los muchos escritos de Aristóteles que han sobrevivido, ninguno trata de lo que ahora llama-
mos ‘botánica’, aunque es comúnmente aceptado que escribió por lo menos dos tratados sobre plantas. Los
conocimientos sobre plantas de Aristóteles y sus contemporáneos griegos, se conocen por los escritos de Te-
ofrasto, discípulo de Aristóteles, particularmente un tratado dedicado a la morfología, historia natural y uso te-
rapéutico de las plantas.
El método aristotélico de definición por género y diferencia dominó los estudios medievales y modernos,
no solo de organismos sino también otros sistemas de clasificación, hasta llegar a los siglos dieciocho y dieci-
nueve, cuando nos encontramos con los dos gigantes Carl Linneo (1707-1778) y Charles Darwin (1809-1882).
Hitos intermedios importantes incluyen a Porfirio y San Alberto Magno.
Porfirio (234-305), discípulo de Plotino, frecuentemente considerado como iniciador del neoplatonismo
en Roma, fue un autor prolífico, principalmente de tratados filosóficos, pero es quien introduce el uso de la
categoría ‘especie’ combinada con ‘género’ para identificar a organismos, haciendo así específica la combina-
ción ‘género y diferencia’, usada por Aristóteles. Otra consideración importante es que Porfirio usa la imagen
de árbol para representar las relaciones de semejanza entre diversas entidades u organismos, lo conocido
como el ‘Árbol de Porfirio’. Por coincidencia, un género (Porphyrio) de aves rojizas, de la familia Rallidae y uno
(Porphyra) de algas rojas del orden Bangiales, tienen nombres aparentemente relacionados con Porfirio, pero
su origen no deriva del filósofo Porfirio, sino de la piedra rojiza pórfido (porphyry, en inglés; porphyre, en fran-
cés), de donde viene también el nombre de la enfermedad hereditaria ‘porfiria’.
San Alberto Magno (1193-1280), además de ser reconocido como gran teólogo y maestro de Santo Tomás
de Aquino, es sin duda el mayor naturalista de la Edad Media. Escribió siete libros sobre botánica (De vegetabi-
libus) y 26 sobre zoología (De animalibus), que recogen conocimientos derivados de otros autores, incluso
Aristóteles, pero también incluyen muchas observaciones y estudios originales, como la descripción precisa de
la anatomía de las hojas de las plantas estudiadas y sus sistemas de propagación y reproducción, incluyendo la
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sexualidad de los animales. De consecuencia importante es que Alberto Magno contribuyó notablemente al
rechazo de muchas supersticiones aceptadas por sus contemporáneos, con lo cual abre el camino para la cien-
cia europea por venir.
Carl Linneo (1707-1778) es considerado como el ‘padre de la taxonomía’ y lo es, ciertamente, con respecto
a la taxonomía moderna. Linneo adoptó un sistema de taxonomía jerárquica que inicialmente identificaba den-
tro de cada reino cuatro niveles de categorías: clase, orden, género y especie; y un sistema de nomenclatura
en que cada organismo estaba definido por dos términos, el género y la especie. Linneo no fue el primero en
usar una taxonomía jerárquica ni una definición por dos términos, pero fue quien consignó, debido a su reco-
nocimiento general como autoridad, que ambas, tanto la taxonomía jerárquica como la nomenclatura binomial,
fueran generalmente aceptadas a partir de entonces, por los taxonomistas y demás biólogos. En 1753, cuando
publica su Species plantarum, Linneo conocía solamente unas 6.000 especies de plantas y creía que el total pu-
diera llegar hasta 10.000 especies. En 1758, en la décima edición de su Systema naturae, Linneo incluye unas
4.000 especies de animales, y supone que el total pudieran ser 10.000, como en el caso de las plantas. Como
Ernst Mayr hace notar (The Structure of Biological Thought, 1982, p. 172) Zimmerman, contemporáneo de Lin-
neo, estimaba, mucho más razonablemente, en 1778 que el número de especies de plantas sería 150.000 y que
hasta siete millones de especies animales serían eventualmente descubiertas.
Linneo, como esencialista aristotélico que era, creía en la inmutabilidad de las especies y fue menos correcto
que Aristóteles en su clasificación de animales. Linneo dividía los animales en solo seis clases: mamíferos, aves,
reptiles, peces, insectos y gusanos. Las cuatro clases primeras son semejantes a las de Aristóteles, aunque fal-
tan los anfibios, pero las dos últimas corresponden a cuatro de las categorías aristotélicas. Muy superior como
taxonomista fue Jean-Baptiste Lamarck (1744-1829), a pesar de su teoría errónea sobre la evolución. Lamarck
establece la distinción entre animales vertebrados e invertebrados. Estos últimos, definidos por una caracte-
rística que les falta en vez de una que poseen, incluyen de hecho más del 90 por ciento de las especies anima-
les. Ejemplos de la competencia de Lamarck como taxonomista es su afirmación de que los percebes no son
moluscos (como otros taxonomistas afirmaban), sino artrópodos, entre los que incluye crustáceos y arácni-
dos, aunque inicialmente no incluye en ellos a los insectos.
Uno de los grandes taxonomistas del siglo XIX, es el alemán Ernst Haeckel (1834-1919), quien propone en
1866 el reino Protista para incluir a todos los organismos unicelulares, arguyendo que al nivel de solo una cé-
lula no es posible distinguir claramente entre plantas y animales. Muy importante desde el punto de vista del
libro presente es que Haeckel construye en 1866 un Árbol de la Vida, de cuyo tronco salen tres ramas prin-
cipales, que representan, respectivamente, plantas, protistas y animales (véase Fig. 1 en Cap. 2). Cada una de las
ramas a su vez se divide sucesivamente en otras ramas, que a su vez también se dividen. Entre las ramas ani-
males por ejemplo, encontramos ramas representando celenterados, equinodermos, artrópodos, moluscos y
amniotas, cada una con ramas adicionales. Otra versión de este árbol publicada en 1874 (véase figura adjunta)
muestra la relación del hombre con el resto de seres vivos.
Un refinamiento importante del árbol se debe a Edouard Caton, quien en 1937 divide los seres vivos en
dos grupos, procariotas y eucariotas, en función de si tienen núcleo o no. En 1959, Robert Whittaker pro-
pone el árbol de cinco reinos, que añade a los hongos y consiste de tres niveles de organización: procariotas
(reino Monera), eucariotas unicelulares (reino Protista) y eucariotas multicelulares (reinos Plantas, Hongos y
Animales).
El avance siguiente más importante ocurre una vez que las técnicas de biología molecular se comienzan a
usar en taxonomía. Carl Woese y sus colaboradores descubren en los años 1970s que hay un grupo impor-
tante de organismos microscópicos,Archaea, de tamaños semejantes a los de las bacterias, que al nivel mole-
cular son tan diferentes de ellas como son los eucariotas. Con este descubrimiento se distinguen en el Árbol
de la Vida, tres ‘Dominios’: Bacteria, Archaea y Eucariota, en el último de los cuales se incluyen tanto los eu-
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cariotas unicelulares (protistas) como los multicelulares (plantas, hongos y animales). Pero estos avances re-
cientes se tratan excelentemente y con mucho más detalle en el presente libro, donde se discuten también los
avances de la taxonomía, tanto teóricos y metodológicos (por ejemplo, las taxonomías fenética, evolucionista
y cladista), como empíricos, con los detalles, moleculares o no, que caracterizan y distinguen a las especies, gé-
neros y demás categorías taxonómicas.
Estimado lector: lee este libro por su autoridad científica, de la que hay mucho que aprender, pero también
por su presentación didáctica y elegante, de la que hay mucho que disfrutar.
Francisco J. AYALA
Donald Bren Professor of Biological Sciences,
University of California, Irvine (USA)
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PRÓLOGO
En el Origen de las Especies, publicado por primera vez en 1859, Charles Darwin definió lo que él tan acerta-
damente llamó ‘el gran Árbol de la Vida’. De hecho, la única figura, solitaria, en el Origen ilustraba el concepto
de un árbol filogenético, con especies ancestrales situadas en los intersticios y múltiples descendientes vivos
en las puntas. Darwin imaginó que algún día entenderíamos, en detalle, las relaciones de ancestro común entre
todas las especies –existentes y extintas– y que esta sería la base no sólo para un nuevo sistema de clasifica-
ción, sino un marco evolutivo que orientaría por siempre el estudio de la vida. Este fue un sueño maravilloso,
pero no ha resultado fácil hacerlo realidad. Primero, transcurrieron unos 70 años antes de que los conceptos
fundamentales que sustentan la inferencia de relaciones filogenéticas se consolidasen en las manos de cientí-
ficos, principalmente alemanes, como Walter Zimmerman, y, especialmente,Willi Hennig, el padre de la ‘siste-
mática filogenética’. En segundo lugar, hasta hace muy poco los filogenetistas carecían del acceso a las enormes
«...so by generation I believe it has been with the great Tree of Life, which fills with its dead and broken branches the crust of the earth,
and covers its surface with ever-branching and beautiful ramifications» Charles Darwin, 1859
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cantidades de datos que tenemos hoy en día a nuestro alcance, especialmente en forma de secuencias de
DNA, por no hablar de la potencia de cálculo computacional necesario para analizar conjuntos de datos ex-
tremadamente grandes y complejos.
De pronto, en las últimas dos décadas, todo ha encajado en su lugar y se ha realizado un progreso sin pre-
cedentes en la reconstrucción del árbol de la vida, con confianza cada vez mayor. La combinación de una teo-
ría mejorada, el desarrollo de software muy accesible y hardware infinitamente mejor, y sobre todo la
disponibilidad de los datos genómicos, ha provocado nada menos que una revolución en nuestra capacidad de
inferir con precisión las relaciones filogenéticas. Hoy en día, podemos visualizar el contorno marcado de todo
el árbol de la vida como nunca hasta ahora, y no sólo es imponente, sino también mucho más útil que lo que
Darwin nunca podría haber supuesto.
En muchos sentidos, los análisis filogenéticos recientes han confirmado fuertemente las viejas ideas sobre
quién está relacionado con quién, pero también ha habido muchas sorpresas impresionantes. Por ejemplo, a
gran escala, ahora entendemos que la mayor parte de la diversidad filogenética de la vida es microbiana, y que
los linajes tan familiares de macro-eucariotas –animales, plantas y hongos– surgieron más tarde y son consi-
derablemente menos diversos metabólica y genéticamente que las bacterias y arqueas que se habían sepa-
rado antes. Pero las sorpresas están esparcidas por todas partes. En las plantas con flores, por ejemplo,
encontramos que el loto del agua está más estrechamente relacionado con el sicómoro de lo que está a los
lirios de agua, a pesar de las evidentes (aunque superficiales) semejanzas entre estas conocidas plantas acuáti-
cas.Y, se han hecho descubrimientos sorprendentes incluso entre los organismos más conocidos, como son
los mamíferos, donde por ejemplo, ahora reconocemos un clado denominado Afrotheria que incluye a la pe-
queña musaraña elefante justo al lado de los elefantes gigantes.
Estos no son simplemente resultados inesperados y amenos –han estimulado nuevas ideas en campos que
van desde la genómica, a la biología del desarrollo, la biogeografía, la paleontología, e incluso la ecología de eco-
sistemas y la ciencia emergente del cambio global.Apenas hay un área dentro de la biología que no haya sido
influenciada por el progreso en la reconstrucción del árbol de la vida. Una medida obvia del impacto es sim-
plemente la amplitud de revistas científicas en las que ahora los árboles filogenéticos aparecen en todos sus
números. Otra medida es el desarrollo de métodos comparativos cuantitativos que utilizan los árboles filoge-
néticos para estudiar fenómenos como la adaptación y la diversificación– estas aproximaciones han transfor-
mado por completo el modo de resolver estos problemas.
Ha habido algunos intentos en la última década para hacer balance de esta gran cantidad de nuevo cono-
cimiento filogenético, y para demostrar su importancia científica y práctica, pero ha sido difícil mantener el
ritmo dado el flujo masivo de datos y puntos de vista. Pero, necesitamos desesperadamente este tipo de com-
pendio, para hacer que las numerosas nuevas perspectivas sean accesibles a los estudiantes de biología e in-
cluso al público en general, donde el interés por los organismos continúa floreciendo. Hace unos pocos años,
la estructura del árbol era todavía demasiado fluida, pero ahora nuestro conocimiento de las relaciones filo-
genéticas entre y dentro de las líneas principales de la vida se ha consolidado hasta el punto que dicha sínte-
sis es probable que perdure.
El libro que tiene en frente el lector atiende perfectamente a esta necesidad, proporcionando suficiente de-
talle como para comprender muchos de los nuevos descubrimientos filogenéticos y su importancia, pero no
tanto detalle como para que los temas principales se pierdan en los detalles mínimos. Será especialmente útil
para los estudiantes universitarios y de posgrado, pero también servirá a las necesidades de los profesionales,
que simplemente estén tratando de mantenerse al tanto de la información más reciente, e incluso a los no cien-
tíficos, curiosos sobre la evolución de la diversidad biológica en nuestro planeta. Un aspecto clave de la pre-
sentación es el estilo consistente, dando tratamientos comparables de los clados principales, y completando
con árboles de resumen, las definiciones de los términos clave, las narraciones sobre los principales eventos
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evolutivos, y la referencia a la literatura de revisión. El que los capítulos estén tan ricamente ilustrados, permi-
tirá a la vez cautivar a los lectores y mejorar la comprensión de las materias.Además, varios capítulos descri-
ben los árboles filogenéticos y cómo se reconstruyen, y otros sintetizan las perspectivas filogenéticas sobre
temas de interés general, tales como la especiación, la biogeografía, el comportamiento, la simbiosis y la evo-
lución de los sistemas de desarrollo.
Es totalmente adecuado que un libro de este tipo aparezca por primera vez en español. Por supuesto, los
países de habla hispana albergan gran parte de la biodiversidad del mundo, y los representantes de muchos de
los linajes más característicos en el árbol de la vida. Pero, más importante aún, se está realizando un excelente
trabajo filogenético por parte de los científicos de habla hispana que, como demuestra este libro, están a la van-
guardia en la investigación de muchos clados principales. La publicación de este libro en este momento crítico
sin duda impulsará los intereses de los estudiantes de habla hispana, y estamos obligados a ver los efectos de
este compromiso en los años por venir. Lo ideal sería que pronto se tradujese a otros varios idiomas, pero de
forma inmediata será valioso para los que trabajamos en otros idiomas, sobre todo por sus árboles sintéticos
e ilustraciones de las características clave. No hay nada parecido a este libro en ningún lugar, aunque la nece-
sidad es obvia para una obra que recoge no sólo la grandeza del árbol de la vida, sino también el enorme des-
afío científico y la emoción de desentrañar sus millones de ramas.
Michael J. DONOGHUE
G. Evelyn Hutchinson Professor of Ecology and Evolutionary Biology
Yale University, New Haven (USA)
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INTRODUCCIÓN
Hace unos 10 años empezamos la aventura de publicar un libro sobre el árbol de la vida. Superado el reto ini-
cial de asegurar dinero para su financiación, nos pusimos en contacto con investigadores de prestigio que nos
ayudaran en esta empresa. Éramos conscientes de que un libro de numerosos autores requeriría una fluida co-
ordinación entre los más de 40 capítulos que representan las principales ramas del árbol. De esta manera in-
tentamos conseguir una obra lo más homogénea posible. Por ello, en el año 2007 formalizamos una lista de
correo electrónico (arbolvida07@gmail.com) que sirvió de foro y comunicación entre editores y autores, y
que aun sigue activa. No obstante, la tarea de coordinación ha resultado mucho más compleja de lo que po-
díamos esperar y nuestra idea inicial de publicar el libro en 2009 (año internacional de Darwin) o 2010 (año
internacional de la Biodiversidad) ha resultado inalcanzable.A pesar de todo ello, y después de solucionar pro-
blemas asociados al ritmo vertiginoso al que está cambiando el mundo editorial, conseguimos en 2012 com-
pletar el presente libro.
El concepto moderno de árbol de la vida se remonta al siglo XIX –para conocer conceptos previos véase
el Prefacio– cuando Charles Darwin (1859) y especialmente Ernst Haeckel (1866) interpretaron e ilustraron
en forma de árbol las relaciones de parentesco entre los seres vivos. Ambos entendían que la biodiversidad
de la Tierra se había generado según el principio de antepasado-descendiente con modificación, tal y como se
expresaba en árboles donde unas ramas derivaban de otras.Ya en el siglo XX quedó firmemente consolidada
la idea de que la mejor forma de entender y clasificar la biodiversidad es mediante un árbol que refleje los prin-
cipales eventos (divergencias) evolutivos. Las ideas de Willi Hennig (1950) fueron decisivas a la hora de enten-
der que la clasificación de los seres vivos debe seguir un principio filogenético de ascendencia-descendencia
directa (principio de monofilia) y así ofrecer una sistemática que integre la diversidad morfológica (taxonomía)
y la evolución (filogenia). Los grupos monofiléticos se definen a partir de estados de carácter derivados y com-
partidos por todos los descendientes de un antepasado común, es decir, en términos filogenéticos, mediante
sinapomorfías. Los caracteres únicos (sinapomorfías) en concierto con el principio de monofilia han servido
precisamente para estructurar el árbol de la vida y elegir nombres adecuados que reflejen las agrupaciones de
las filogenias. Por ejemplo, las sinapomorfías más conspicuas y evidentes de las angiospermas (cap. 12) son la
presencia de flor y de semilla encerrada en un fruto, y en el caso de los quelicerados (cap. 26) todos compar-
ten la presencia de quelíceros, cuatro pares de patas y cuerpo dividido en prosoma y opistoma. Las sinapomor-
fías de los diferentes grupos se exponen en cada capítulo del libro en el recuadro 1 de caracteres morfológicos
únicos.
Cualquier reconstrucción filogenética sobre la base de la divergencia acumulada en el DNA supone un
gran avance en el conocimiento de la historia evolutiva del árbol de la vida al reflejar la separación de dos li-
najes a partir de un antepasado común. Este conocimiento ha ido avanzando desde los años 1960 particular-
mente con el refinamiento de los análisis filogenéticos y un mayor conocimiento del registro fósil, que sirve
para datar los árboles resultantes. Por todos es aceptado hoy día que hay más especies y linajes extintos que
vivos, de manera que los grandes grupos con numerosos linajes y especies vivas han surgido de ramas otrora
menores que en otros tiempos se libraron de la extinción. Después de más de 20 años de investigación inter-
nacional, el árbol de la vida ha resultado tener, en términos filogenéticos, una estructura imbricada (véase árbol
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un producto no solo escrito en español y dirigido a estudiantes universitarios y profesionales de otras disci-
plinas.También realizamos un gran esfuerzo para aportar una estructura sólida y unos contenidos homogéneos
inexistentes en otros libros. En concreto se hizo un esfuerzo para que los 42 capítulos que constituyen el
mismo árbol de la vida representen la biodiversidad actual del planeta. Lógicamente todos los grupos de or-
ganismos no están igualmente investigados, por lo que hay desigualdades difíciles de salvar. Sin embargo hemos
sido capaces de conseguir un libro en el que todos los capítulos comparten la misma estructura. Cada capí-
tulo comienza en página par con un árbol filogenético del grupo tratado en el que las ramas no siempre con-
ducen a nombres taxonómicos (a veces conducen a un nuevo nombre para el linaje). En cualquier caso las ramas
de los subgrupos bien apoyados se muestran con líneas gruesas, aquellas de apoyo filogenético medio con lí-
neas finas y los grupos que tienen conflicto según los análisis filogenéticos se muestran sin resolver (polito-
mías). La estructura de cada capítulo es la siguiente: Resumen, Summary, ¿Qué es un GRUPO DE ORGANISMOS DEL
CAPITULO?, Introducción, Características de sus genomas, Resultados filogenéticos contrastados con clasifica-
ciones previas, Evolución de caracteres,Tendencias evolutivas, Biogeografía y biodiversidad, Diferenciación y es-
peciación, Cuestiones pendientes de mayor interés, Recuadro 1 Caracteres morfológicos únicos de GRUPO,
Recuadro 2 El GRUPO en cifras y recuadro de Términos básicos.Además se incluyen otros recuadros con temas
evolutivos de especial interés para cada grupo de organismos. De esta manera intentamos que los lectores en-
cuentren los mismos temas en los mismos sitios de cada capítulo. Se han aplicado las siguientes abreviaturas:
c. (cerca de), Cap. (capítulo), Fig. (figura), Ma (millones de años).Además del valor clasificador, las filogenias pro-
porcionan el marco evolutivo sobre el que interpretar los resultados de biología comparada. Por ello, se ha
completado el libro con otros capítulos que tratan aspectos evolutivos en los que las filogenias son especial-
mente imprescindibles. Finalmente, se explican los métodos actuales de reconstrucción filogenética.
Esperamos que este libro permita al lector conocer e interpretar los grandes grupos del árbol de la vida y
que, en definitiva, hayamos conseguido proporcionar una publicación útil que recorra la evolución de los seres
vivos desde su origen hace más de 3.000 millones de años hasta la impresionante diversidad que podemos dis-
frutar hoy día.
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A continuación se resumen los avances más significativos desde un punto de vista evolutivo para cada capítulo
del árbol de la vida. En negrita se marca el título del capítulo y entre “comillas” los grupos que han resul-
tado no ser monofiléticos.
• Capítulo 1. El componente evolutivo de la sistemática lo aporta la filogenia.
• Capítulo 2. Se reconocen tres grandes dominios (arqueas, bacterias y eucariotas) que agrupan a todos
los seres vivos.
• Capítulo 3. Los “procariotas” (arqueas y bacterias) no son un grupo natural ya que están formados por
dos linajes (arqueas y bacterias) independientes.
• Capítulo 4. Los eucariotas (con células nucleadas) necesitaron de los “procariotas” para tener éxito evo-
lutivo en su amplia diversificación mediante varios procesos de endosimbiosis.
• Capítulo 5. Los “protistas” no forman un grupo evolutivo natural (monofilético), pero utilizamos el tér-
mino en este libro por insuficiente información filogenética de las relaciones de los Amoebozoa, Rhizaria, Ex-
cavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata con respecto a grupos próximos.
• Capítulo 6. El término planta se reserva para un grupo natural de algas rojas (rodófitas), algas glaucófitas
(glaucófitos) y una línea verde (clorobiontes) de organismos de la que surgieron las plantas terrestres.
• Capítulo 7. Los clorobiontes (plantas verdes) incluyen un linaje de algas verdes (clorófitas), un pequeño
grupo de algas prasinofitas y el grupo de las streptofitas que incluye las plantas terrestres (embriófitos).
• Capítulo 8. Los embriófitos surgieron con formas similares a los actuales musgos y evolucionaron hacia es-
tructuras más complejas (traqueófitos) que con gran éxito se expandieron por toda la Tierra.
• Capítulo 9. Los traqueófitos están compuestos por tres linajes (licopodiofitinas, helechos y espermató-
fitos) que consiguieron vasos vasculares fundamentales para su éxito evolutivo en el medio terrestre.
• Capítulo 10. Los helechos son el grupo hermano de las plantas con semillas (espermatófitos) y ambos sur-
gieron de un antepasado terrestre más reciente común con las licopodiofitinas (antiguamente éstas eran
consideradas también helechos).
• Capítulo 11.A pesar de su antiguo origen, las coníferas tuvieron gran éxito gracias a la adquisición de la
semilla y siguen dominando la vida terrestre en muchos continentes debido a sus continuos procesos de
diferenciación.
• Capítulo 12. Después de la adquisición de semillas, las plantas terrestres consiguieron una flor completa
(angiospermas) una sola vez en la evolución, y con un éxito tal que se produjeron radiaciones posterio-
res de angiospermas asociadas a la creciente diversidad de insectos polinizadores.
• Capítulo 13. Las monocotiledóneas se originaron una sola vez, pero contrariamente a consideraciones
históricas su linaje surgió dentro del grupo de las “dicotiledóneas”.
• Capítulo 14. Las “dicotiledóneas” no son un grupo natural, si bien la mayor parte de ellas forman un linaje
no basal bien definido (eudicotiledóneas) por sus características florales.
• Capítulo 15. Los antiguos “hongos” forman parte de cuatro de los seis reinos de eucariotas, pero en nin-
gún caso junto a las plantas; de hecho el término hongos se ha reservado para las setas, levaduras, etc.,
que son más próximas a los animales que a las plantas.
• Capítulo 16. Los animales (metazoos) forman una línea evolutiva que tuvo éxito una sola vez en el paso
de agrupaciones unicelulares eucariotas a organismos eucariotas multicelulares.
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• Capítulo 17. Los animales con tejidos verdaderos (eumetazoos) ensayaron inicialmente un plan de des-
arrollo radiado (Cnidaria, Ctenophora) para después alcanzar la bilateralidad (bilaterados).
• Capítulos 18. La bilateralidad de ciertos animales (bilaterados) dio origen a dos linajes fundamentales
(protóstomos y deuteróstomos) de complejas relaciones de parentesco debido a su rápida diversificación
durante la denominada explosión del cámbrico.
• Capítulo 19. Los protóstomos adquirieron un nuevo tipo de desarrollo en el que el primer orificio em-
brionario se transforma en boca. Se reconocen dos grandes linajes: espiralados y ecdisozoos.
• Capítulo 20. Los espiralados (= lofotrocozoos) son un grupo de reciente creación con base solo en
datos moleculares, por lo que aun no se ha encontrado ningún carácter morfológico único, aunque predo-
mina el desarrollo en espiral.
• Capítulo 21. Los moluscos constituyen uno de los grupos de animales mejor definidos y más diversos en
número de especies, pero las relaciones entre sus ocho linajes principales necesita ser investigada en más
profundidad.
• Capítulo 22. Los platelmintos forman un grupo bien definido en la filogenia, si bien son en su mayoría
parásitos y con reducción de caracteres morfológicos, lo que dificulta su clasificación interna.
• Capítulo 23. Los ecdisozoos son otro grupo de reciente creación y quedan bien definidos en la filogenia
por su capacidad de mudar la cutícula al menos una vez durante su ciclo de vida.
• Capítulo 24. Los nematodos son otro grupo de especies de parasitismo bien extendido, reducción de
caracteres en su desarrollo y problemas taxonómicos para encontrar caracteres clasificadores, especial-
mente para los grupos más amplios.
• Capítulo 25. Los panartrópodos son otro grupo de reciente creación que incluye a los escasos onicó-
foros y tardígrados (basales), y a los megadiversos artrópodos, que superan más de un millón de especies
descritas.
• Capítulo 26. Los quelicerados (arácnidos y pequeños grupos basales marinos) fueron exitosos desde su
colonización del medio terrestre gracias a las antenas transformadas en un par de apéndices bucales en
forma de pinza (quelíceros).
• Capítulo 27. Los mandibulados (hexápodos, miriápodos y “crustáceos”) poseen dos piezas bucales a los
lados de la boca que les permitieron diferenciarse rápidamente desde su origen.
• Capítulo 28. Los hexápodos (insectos y ciertos grupos basales poco diversos) proceden de un linaje de
los antiguamente denominados “crustáceos” (que son parafiléticos) y se han ido diferenciando a un ritmo
mucho mayor que el del resto de los metazoos.
• Capítulo 29. Los odonatos forman el primer linaje diverso de hexápodos, que divergió en medios prin-
cipalmente acuáticos, si bien el número de especies y sublinajes vivos es mucho menor que el de otros in-
sectos.
• Capítulo 30. Los hemípteros también modificaron exitosamente su estructura bucal en forma de pico suc-
cionador, que les permitió diversificarse rápidamente al explotar recursos alimentarios en animales y plantas.
• Capítulo 31. Los coleópteros constituyen el filo de metazoos con mayor diversidad en especies y lina-
jes, debido, entre otras innovaciones evolutivas, a la transformación del primer par de alas en una estruc-
tura que protege al segundo par de alas y resto del cuerpo.
• Capítulo 32. Los himenópteros se diversificaron a una gran velocidad probablemente debido a sus meca-
nismos de ovoposición, cuidados parentales, determinación haplodiploide del sexo y la versatilidad de una
mandíbula masticadora ante una creciente diversidad de fuentes de alimento (flores, semillas, parasitismo,
etc.).
xxii
• Capítulo 33. Los dípteros se diferenciaron en numerosos linajes que gracias a la temprana reducción del
segundo par de alas como balancín y transformación de la mandíbula como aparato succionador pudieron
explotar numerosos recursos alimentarios.
• Capítulo 34. Los lepidópteros nocturnos (45 linajes de polillas) y diurnos (tan solo dos linajes de mari-
posas) se diversificaron en muchas especies, diferenciación que está estrechamente relacionada con la di-
versidad de plantas con flor que explotan tanto las larvas como los adultos.
• Capítulo 35. Los deuteróstomos evolucionaron hacia un desarrollo alternativo al de los protóstomos en el
que el primer orificio embrionario se transforma en ano y la boca es de nueva formación.
• Capítulo 36. Los equinodermos, con tan sólo cinco linajes vivos, representan claramente el retorno de
los adultos a la radialidad, mientras que las larvas manifiestan el antiguo origen bilaterado del grupo.
• Capítulo 37. Los cordados explotaron los medios acuáticos y terrestres hasta alcanzar los tamaños cor-
porales mayores en metazoos, probablemente gracias a la aparición de la función esquelética de la noto-
corda, y a una evolución hacia una mayor complejidad cefálica y nerviosa. Los urocordados, y no los
cefalocordados, son el grupo hermano de los vertebrados.
• Capítulo 38. Los actinopterigios son los peces de aletas radiadas y muestran una difícil clasificación en
órdenes taxonómicos debido a sus numerosas estructuras convergentes.
• Capítulo 39. Los sarcopterigios están formados por los “peces” de aletas lobuladas y un linaje de cor-
dados tetrápodos que conquistó el medio terrestre, de manera que el término “peces” no tiene sentido
desde un punto de vista evolutivo por falta de monofilia.
• Capítulo 40. Los anfibios modernos presentan tres linajes principales (ranas y sapos, salamandras y ceci-
lias) y la filogenia deja claro que estos primeros tetrápodos se originaron a partir de un antepasado común
de anfibios primitivos que a su vez habían surgido a partir de los “peces” de aletas lobuladas.
• Capítulo 41. Los mamíferos presentan tres linajes principales (monotremas, metaterios y euterios) bien
definidos, si bien la filogenia no es capaz de resolver la posición de los xenartros dentro de los euterios.
• Capítulo 42. Los saurópsidos (aves + “reptiles”) forman un nuevo grupo que es necesario reconocer en
el árbol de la vida porque las aves son un linaje dentro de los antiguamente denominados “reptiles”, y en
concreto uno de los linajes más relacionados con los dinosaurios.
• Capítulo 43. La filogenia de aves muestra numerosas convergencias, como los voladores tinamúes dentro
del linaje de las rátidas (ratites) o las rapaces con varios orígenes independientes, entre otros.
Índice temático
Presentación .................................................................................................................................................................. vii-viii
Prefacio ............................................................................................................................................................................ ix-xii
Prólogo .......................................................................................................................................................................... xiii-xv
Introducción .............................................................................................................................................................. xvii-xxii
Capítulo 1. Sistemática: reconstruir el árbol de la vida .................................................................................... 1-11
Fredrik Ronquist, Department of Biodiversity Informatics, Swedish Museum of Natural History, Stockholm, Sweden
Capítulo 2. Los grandes dominios ........................................................................................................................ 12-19
David Moreira, Unité d’Ecologie, Systématique et Evolution, CNRS, Université Paris-Sud, Orsay, France
Capítulo 3. “Procariotas”: arqueas y bacterias .................................................................................................. 20-33
Ramón Roselló-Mora, Institut Mediterrani d’Estudis Avançats, IMEDEA (CSIC-UIB), Esporles, Islas Baleares, España
Josefa Antón, Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología, Universidad de Alicante, San Vicente del Raspeig,
Alicante, España
Capítulo 4. Eucariotas ............................................................................................................................................ 34-41
Iñaki Ruiz-Trillo, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 5. “Protistas”:Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata ................ 42-55
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, Plataforma de Análisis Genómico, CIC bioGUNE, Derio,Vizcaya, España
David Moreira, Unité d’Ecologie, Systématique et Evolution, CNRS, Université Paris-Sud, Orsay, France
Iñaki Ruiz-Trillo, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 6. Plantas .................................................................................................................................................... 56-65
Adrián Reyes-Prieto, Biology Department, University of New Brunswick, Fredericton, Canada
Capítulo 7. Clorobiontes ...................................................................................................................................... 66-73
Francisco F. Pedroche, Departamento de Hidrobiología, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Iztapalapa),
México D.F., México
Capítulo 8. Embriófitos .......................................................................................................................................... 74-83
Josep A. Rosselló, Jardín Botánico, Universidad de Valencia,Valencia, España; Jardín Botánico Marimurtra,
Fundación Carl Faust, Blanes, Girona, España
Capítulo 9. Traqueófitos ........................................................................................................................................ 84-95
Virginia Valcárcel, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Universidad Autónoma de Madrid, España
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 10. Helechos .......................................................................................................................................... 96-105
Santiago Pajarón, Departamento de Biología Vegetal I, Facultad de Biología, Universidad Complutense, Madrid, España
Emilia Pangua, Departamento de Biología Vegetal I, Facultad de Biología, Universidad Complutense, Madrid, España
Capítulo 11. Coníferas ...................................................................................................................................... 106-113
David S. Gernandt, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, México D.F., México.
Alejandra Vázquez Lobo, Department of Plant Sciences, Univeristy of California, Davis, USA
Capítulo 12. Angiospermas ................................................................................................................................114-123
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 13. Monocotiledóneas ...................................................................................................................... 124-133
Modesto Luceño, Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica, Universidad Pablo de Olavide,
Sevilla, España
Santiago Martín-Bravo, Departamento de Biología Molecular e Ingeniería Bioquímica, Universidad Pablo de Olavide,
Sevilla, España
Capítulo 14. Eudicotiledóneas ........................................................................................................................ 134-143
Susana Magallón, Departamento de Botánica, Instituto de Biología, México D.F., México
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 15. Hongos .......................................................................................................................................... 144-157
Ana Crespo, Departamento de Biología Vegetal II, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense, Madrid, España
Pradeep K. Divakar, Departamento de Biología Vegetal II, Facultad de Farmacia, Universidad Complutense,
Madrid, España
H.Thorsten Lumbsch, Department of Botany Field Museum of Natural History, Chicago, IL, USA
Capítulo 16. Metazoos ...................................................................................................................................... 158-177
Manuel Maldonado, Departamento de Ecología Marina, Centro de Estudios Avanzados de Blanes, CEAB-CSIC,
Girona, España
Capítulo 17. Eumetazoos .................................................................................................................................. 178-187
André C. Morandini, Departamento de Zoologia, Instituto de Biociências, Universidade de São Paulo, São Paulo, Brasil
Mónica Medina, School of Natural Sciences, University of California, Merced, CA, USA
Capítulo 18. Bilaterados .................................................................................................................................... 188-195
Marta Riutort, Departament de Genètica i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio), Universitat de Barcelona,
Barcelona, España
Jordi Paps, Department of Zoology, University of Oxford, Oxford, UK
Iñaki Ruiz-Trillo, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 19. Protóstomos ................................................................................................................................ 196-201
Gonzalo Giribet, Invertebrate Zoology Department, Museum of Comparative Zoology, Harvard University,
Cambridge, MA, USA
Capítulo 20. Espiralados .................................................................................................................................... 202-209
Gonzalo Giribet, Invertebrate Zoology Department, Museum of Comparative Zoology, Harvard University,
Cambridge, MA, USA
Capítulo 21. Moluscos ...................................................................................................................................... 210-221
Cristina Grande, Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, CBM (CSIC-UAM), Madrid, España
Rafael Zardoya, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Capítulo 22. Platelmintos .................................................................................................................................. 222-231
Marta Riutort, Departament de Genètica i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio), Universitat de Barcelona,
Barcelona, España
Capítulo 23. Ecdisozoos .................................................................................................................................... 232-239
Noemi Guil, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Gonzalo Giribet, Invertebrate Zoology Department, Museum of Comparative Zoology, Harvard University,
Cambridge, MA, USA
Capítulo 24. Nematodos .................................................................................................................................. 240-251
Alfonso Navas, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Capítulo 25. Panartrópodos ............................................................................................................................ 252-261
Gustavo Hormiga, Department of Biological Sciences, George Washington University,Washington, D.C., USA
Capítulo 26. Quelicerados ................................................................................................................................ 262-271
Miquel A.Arnedo, Departament de Biologia Animal i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio),
Universitat de Barcelona, Barcelona, España
Carles Ribera, Departament de Biologia Animal i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio),
Universitat de Barcelona, Barcelona, España
Capítulo 27. Mandibulados .............................................................................................................................. 272-279
Marcos Pérez-Losada, Centro de Investigaçao emn Biodiversidade e Recursos Genéticos (CIBIO),Vairão, Portugal
Capítulo 28. Hexápodos .................................................................................................................................. 280-291
Ignacio Ribera, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Rolf. G. Beutel, Institut für Spezielle Zoologie und Evolutionsbiologie mit Phyletischem Museum,
Friedrich-Schiller-Universität Jena, Jena, Deutschland
Capítulo 29. Odonatos ...................................................................................................................................... 292-301
Olalla Lorenzo Carballa, Departamento de Ecología y Biología Animal, Universidad de Vigo, EUE Forestal,
Pontevedra, España
Adolfo Cordero Rivera, Departamento de Ecología y Biología Animal, Universidad de Vigo, EUE Forestal,
Pontevedra, España
Capítulo 30. Hemípteros .................................................................................................................................. 302-311
Dora Aguin-Pombo, Universidade da Madeira, Funchal; Centro de Investigaçao em Biodiversidade e Recursos
Genéticos (CIBIO),Vairão, Portugal
Thierry Bourgoin, Laboratoire d’Entomologie & ESA, Museum National d’Histoire Naturelle, Paris, France
Capítulo 31. Coleópteros ................................................................................................................................ 312-321
Ignacio Ribera, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Rolf. G. Beutel, Institut für Spezielle Zoologie und Evolutionsbiologie mit Phyletischem Museum,
Friedrich-Schiller-Universität Jena, Jena, Deutschland
Capítulo 32. Himenópteros .............................................................................................................................. 322-333
Jose L. Nieves Aldrey, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Mike Sharkey, Department of Entomology, North University of Kentucky, Lexington, Ky, USA
Capítulo 33. Dípteros ........................................................................................................................................ 334-341
David Yeates, CSIRO Ecosystem Sciences, Black Mountain Laboratories, Black Mountain,Australia
Dalton de Souza Amorim, Departamento de Biologia, Faculdade de Filosofia Ciências e Letras,
Universidade de São Paulo, Ribeirao Preto, Brasil
Capítulo 34. Lepidópteros ................................................................................................................................ 342-351
Roger Vila, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 35. Deuteróstomos .......................................................................................................................... 352-359
José Castresana, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 36. Equinodermos .............................................................................................................................. 360-371
Samuel Zamora, Department of Palaeontology,The Natural History Museum, London, UK
Patricio Domínguez, Departamento de Paleontología, Facultad de Geología, Universidad Complutense, Madrid, España
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 37. Cordados ...................................................................................................................................... 372-379
Stéphanie Bertrand, Observatoire Océanologique de Banyuls sur Mer, Université Pierre et Marie Curie, CNRS,
Banyuls sur Mer, France
Héctor Escrivá, Observatoire Océanologique de Banyuls sur Mer, Université Pierre et Marie Curie, CNRS,
Banyuls sur Mer, France
Capítulo 38. Actinopterigios ............................................................................................................................ 380-391
Ignacio Doadrio, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Omar Domínguez-Domínguez, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Michoacán, México
Capítulo 39. Sarcopterigios .............................................................................................................................. 392-399
Rafael Zardoya, Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Capítulo 40. Anfibios .......................................................................................................................................... 400-407
Diego San Mauro, Departament de Biologia Animal i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio),
Universitat de Barcelona, Barcelona, España
Capítulo 41. Mamíferos .................................................................................................................................... 408-423
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 42. Saurópsidos .................................................................................................................................. 424-433
Salvador Carranza, Institut de Biologia Evolutiva, IBE (CSIC-UPF), Barcelona, España
Capítulo 43. Aves ................................................................................................................................................ 434-443
Per G. P. Ericson, Department of Vertebrate Zoology, Swedish Museum of Natural History, Stockholm, Sweden
Capítulo 44. Especiación .................................................................................................................................. 445-456
Antonio Fontdevila, Departamento de Genética y Microbiología, Universidad Autónoma de Barcelona,
Bellaterra, España
Capítulo 45. Biogeografía .................................................................................................................................. 457-474
Isabel Sanmartín, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 46. Evolución en islas ........................................................................................................................ 476-492
Pablo Vargas, Real Jardín Botánico, RJB-CSIC, Madrid, España
Capítulo 47. Ecología evolutiva ........................................................................................................................ 493-508
Patrick S. Fitze, Instituto Pirenaico de Ecología, IPE-CSIC, Jaca, España; Fundación ARAID, Zaragoza, España;
Université de Lausanne, Département d’Écologie et d’Evolution (DEE), Biophore, Lausanne, Switzerland;
Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Capítulo 48. Evolución del comportamiento ................................................................................................ 509-515
Patrick S. Fitze, Instituto Pirenaico de Ecología, IPE-CSIC, Jaca, España; Fundación ARAID, Zaragoza, España;
Université de Lausanne, Département d’Écologie et d’Evolution (DEE), Biophore, Lausanne, Switzerland;
Museo Nacional de Ciencias Naturales, MNCN-CSIC, Madrid, España
Capítulo 49. Filogenias y evolución del desarrollo ...................................................................................... 517-523
Ehab Abouheif, Department of Biology, McGill University, Montreal, Canada
Capítulo 50. Simbiosis ........................................................................................................................................ 525-532
Andrés Moya, Departamento de Genética, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva,
Universidad de Valencia. Unidad Mixta de Investigación en Genómica y Salud del Centro Superior de Investigación
en Salud Pública (CSISP).Valencia, España
Amparo Latorre, Departamento de Genética, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva,
Universidad de Valencia,Valencia, España
Capítulo 51. Técnicas y marcadores filogenéticos ...................................................................................... 533-542
Pilar Catalán, Departamento de Agricultura y Economía Agraria, Escuela Politécnica Superior,
Universidad de Zaragoza, Huesca, España
Fernando González-Candelas, Departamento de Genética, Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología
Evolutiva, Universidad de Valencia; Unidad Mixta de Investigación en Genómica y Salud del Centro Superior de
Investigación en Salud Pública (CSIP),Valencia, España
Capítulo 52. Reconstrucción de árboles filogenéticos .............................................................................. 543-552
David Posada, Departamento de Bioquímica, Genética e Inmunología, Facultad de Biología, Universidad de Vigo,
Vigo, España
Capítulo 53. Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraespecíficas ........................................ 553-561
Julio Rozas, Departament de Genètica i Institut de Recerca de la Biodiversitat (IRBio), Universitat de Barcelona,
Barcelona, España
Glosario ...................................................................................................................................................................... 563-585
Créditos y agradecimientos .................................................................................................................................. 587-589
Índice alfabético ........................................................................................................................................................ 591-597
Sistemática: reconstruir
el árbol de la vida
Fredrik Ronquist
1
Resumen: La sistemática biológica ha sufrido drásticos cambios en los últimos 60 años. Darwin ya utilizó la metáfora del árbol
de la vida para describir su teoría de la evolución en su obra El origen de las especies, pero no fue hasta que se introdujeron las
primeras técnicas rigurosas de reconstrucción de árboles filogenéticos (1950-1960) cuando los biólogos aceptaron la idea de or-
ganizar la clasificación de los seres vivos sobre la base de relaciones filogenéticas, en la ramificación de los linajes evolutivos. A
esto siguió una serie de avances científicos revolucionarios en la secuenciación del DNA y en las técnicas de computación apli-
cadas a los métodos filogenéticos, en las décadas de 1980 y 1990, que propiciaron numerosos estudios empíricos sobre el ár-
bol de la vida. Por otro lado, se descubrió el valor de las filogenias para responder a preguntas sobre biología comparada en un
amplio número de disciplinas, de manera que las inferencias filogenéticas se han convertido en una herramienta básica para to-
das las ciencias de la vida. En la actualidad aún quedan por realizar numerosos estudios empíricos en la mayoría de los grupos
biológicos, pero en aquellos mejor estudiados los expertos pueden pasar de un estudio de las relaciones filogenéticas a datacio-
nes en las divergencias de las ramas. Los métodos informáticos se están desarrollando enormemente, y hoy en día es posible ha-
cer reconstrucciones evolutivas más precisas y manejar un gran volumen de datos genómicos. Además, en paralelo a estos avan-
ces, algunos sistemáticos ya se están preparando para otro cambio de enfoque, por el que se puedan centrar en las ramificaciones
más finas del árbol de la vida. Se están explorando nuevas herramientas informáticas y de secuenciación con el objeto de acele-
rar el inventariado de la vida en el planeta y poder reconstruir en su totalidad el árbol de la vida a tiempo de salvaguardar para
el futuro la diversidad biológica de la Tierra. En consecuencia, se puede interpretar que cada vez más sociedades se están dando
cuenta de que, más que una cuestión ética, podemos estar hablando de nuestra supervivencia como especie.
Summary: Biological systematics has undergone dramatic changes in the last 60 years. Darwin used the tree of life metaphor
to describe evolution already in his Origin of Species but it was not until the first rigorous tree reconstruction techniques were
introduced in the 1950's and 1960's that biologists accepted the idea of basing classifications strictly on phylogenetic relationship,
the branching of evolutionary lineages. This was followed by a series of ground-breaking advances in DNA sequencing and
computational methods for phylogeny reconstruction in the 1980's and 1990's, spurring a flood of empirical studies of the tree of
life. At the same time, the power of phylogenies in addressing questions in comparative biology was discovered in a wide range of
disciplines, making phylogenetic inference an essential tool across the life sciences. A lot of empirical work still remains in most
organism groups before the major branches in the tree of life are accurately characterized, but in the more well-studied groups
biologists are now shifting their focus from phylogenetic relationships to the dating of the splits in the tree. Computationalapproaches
are also developing rapidly, allowing more accurate evolutionary reconstruction on one hand and the mining of huge genomic data
sets on the other. In parallel with these developments, some systematists are preparing for another transformational change,
focusing on the systematic charting of the finest twigs and leaves in the tree of life. Advances in information technology and DNA
sequencing are both explored in attempts to accelerate the inventory of life on the planet, with the hope of completing our charting
of the tree of life in time to save biological diversity for the future. Increasingly, people are becoming aware that this is not merely
a question of ethics but that, ultimately, the survival of mankind may be on the line.
L
a sistemática biológica, ciencia que clasifica los orga- 1950. Este debate llevó a una aceptación generalizada de que
nismos, ha evolucionado enormemente en los últi- la clasificación de los organismos debía basarse exclusiva-
mos 60 años. Ello se ha debido a un gran número de mente en relaciones filogenéticas, y no en parecidos morfo-
sucesos complejos e interrelacionados que se podrían agru- lógicos tal y como se había hecho hasta entonces. Tal
par en tres acontecimientos principales. El primero de ellos aceptación implicó que la clasificación biológica pasara de
es el debate sobre los principios biológicos de clasificación ser un arte a convertirse en una ciencia pura, permitiendo
que suscitó el entomólogo alemán Willi Hennig en los años que se sentarán las bases para los cambios que siguieron.
1
2 Cap. 1, Sistemática: reconstruir el árbol de la vida
Ya en El origen de las especies Darwin introdujo la jetivo alcanzable, pero aún existen grandes fragmentos del
metáfora del árbol de la vida para describir la evolución: árbol que apenas han sido explorados. En los grupos más
«Las afinidades de todos los seres de una misma clase conocidos, los sistemáticos están ahora cambiando el estu-
han sido representadas en ocasiones como un gran árbol. dio de las relaciones filogenéticas por la datación de las ra-
Estoy convencido de que este símil es cierto. Los verdes y mificaciones, que es una tarea fundamental cuando se
tiernos brotes representan a las especies, y los que se pro- quiere reconstruir cómo interactuaban los diferentes linajes
dujeron en años anteriores representan la larga sucesión entre sí y con el medio ambiente del pasado. A la vez, se si-
de especies extintas. En cada periodo de crecimiento, los guen haciendo avances muy importantes, tanto computa-
brotes han intentado ramificarse hacia todos los lados, su- cionales como de secuenciación, que están permitiendo
perando y matando al resto de brotes y ramas, de igual hacer análisis evolutivos cada vez más sofisticados y ex-
manera que unas especies y grupos de especies han conse- traer información de enormes conjuntos de datos.
guido siempre superar a otras en la gran batalla de la vida. El tercer acontecimiento fundamental en el desarrollo
Los troncos más grandes que se dividen en ramas y éstas de la sistemática está todavía en sus inicios y se trata de un
a su vez en ramas cada vez menores, fueron también en un cambio de objeto de estudio, desde las ramas principales
momento dado, cuando el árbol era joven, tan sólo brotes; hacia las ramitas menores y las hojas del árbol de la vida.
de esta forma, las conexiones pasadas y presentes entre Teniendo en cuenta que en los últimos 250 años, desde el
los brotes en las ramificaciones pueden perfectamente re- inicio de la taxonomía, tal vez se ha descrito menos del
presentar la clasificación de todas las especies extintas o 20% de las especies del planeta, el desafío de reconstruir
vivas en grupos subordinados a otros grupos […] A me- los detalles más finos del árbol de la vida es formidable.
dida que los brotes se desarrollan dando otros brotes fres- De hecho, ya a finales del siglo XIX y principios del XX se
cos que, si son vigorosos, superan por todos lados a las hizo evidente que la descripción de todas las formas de
ramas más débiles, generándose el Árbol de la Vida que vida del planeta sería imposible en un futuro cercano, por
llena con sus ramas muertas y quebradas la corteza de la lo que la mayoría de los biólogos cejaron en el intento para
Tierra y recubre la superficie con sus hermosas ramifica- centrarse en el estudio de organismos modelo y de princi-
ciones que continúan eternamente ramificándose.» pios biológicos fundamentales. No fue hasta los años 1990,
Después de la revolución del pensamiento evolutivo im- cuando el ‘Convenio de diversidad biológica’ volvió a si-
pulsada por Hennig, los sistemáticos finalmente decidieron tuar la diversidad en lo alto de las agendas políticas, y en-
lanzarse a la tarea de reconstruir el árbol de la vida de tonces se revigorizaron los esfuerzos de inventariado. En la
Darwin. Esto implicaba hacer inferencias sobre las relacio- actualidad hay grandes esperanzas de poder hacer mucho
nes evolutivas de los organismos, lo que Hennig definió más eficiente los inventarios de biodiversidad y la investi-
como filogenias. Sin embargo, el avance en este campo fue gación taxonómica que en el pasado, gracias a los desa-
muy lento, pues la información se obtenía de meticulosos rrollos modernos de la tecnología de la información y los
estudios de morfología comparada. Además, el proceso de métodos de secuenciación de alto rendimiento.
reconstrucción implicaba un tedioso trabajo de ponderación Gracias a los tres acontecimientos mencionados, la
carácter a carácter para poder encontrar el patrón correcto sistemática ha pasado de ser una organización que permi-
de ramificación y resolver inconsistencias en lo que se ha tieron clasificaciones más bien intuitivas a ser una recons-
llamado la argumentación hennigiana. trucción sistemática del árbol de la vida basada en la teoría
El segundo acontecimiento fue de tipo técnico, tanto en de la evolución. A continuación se examinarán con mayor
la obtención de caracteres moleculares como en el análisis detenimiento cada uno de estos acontecimientos.
de los mismos. La aparición, en las décadas de 1980 y
1990, de técnicas que permitían llevar a cabo inferencias fi- Los fundamentos
logenéticas con una precisión y eficacia sin precedentes, y
que fueron recibidas con los brazos abiertos por los siste-
de la clasificación biológica
máticos. Los avances conceptuales, computacionales y mo- A Linneo y sus contemporáneos ya les resultó evidente que
leculares fueron la causa de este desarrollo, que se tradujo los organismos pertenecían a un limitado número de tipos
en la obtención de ingentes cantidades de datos del árbol de (especies) —como el cuervo, la corneja y el grajo— y que
la vida. Al mismo tiempo, el potencial que proporcionan existía un ‘sistema natural’ para poder clasificarlos, un sis-
las filogenias para abordar cuestiones de biología compa- tema que era jerárquico o en forma de árbol (véase el re-
rada fue descubierta por muchas disciplinas, desde la con- cuadro Taxonomía linneana). Linneo fue el primero en
servación de la naturaleza a la epidemiología, lo que hizo utilizar un sistema de nombramiento coherente, y también
que la inferencia filogenética se convirtiera en una herra- tuvo buen ojo para identificar caracteres diferenciales en
mienta esencial para todas las ciencias de la vida. los grupos naturales. Por ejemplo, su sistema para clasifi-
Esta tendencia sigue en vigor en la actualidad. Un gran car plantas basándose en las estructuras sexuales fue una
número de sistemáticos todavía se dedican a resolver la es- mejora sustancial sobre cualquiera de los sistemas de cla-
tructura principal del árbol de la vida con datos principal- sificación previos. También fue Linneo el primero en per-
mente moleculares. Se han conseguido importantes avances catarse de que los mamíferos formaban un grupo natural
para completar esta tarea, y en la actualidad parece un ob- basándose en la existencia de glándulas mamarias. Sin em-
Fredrik Ronquist 3
bargo, nunca llegó a entender el proceso por el cual se for- pueden clasificarse en depredadores y presas desde un
maban estos grupos naturales que él estaba intentando des- punto de vista ecológico, o las plantas pueden agruparse
cribir. Mientras la naturaleza fundamental del sistema en las que tienen flores rojas, azules, blancas o amarillas
permaneció oculta, la clasificación era más bien un arte. como clave de identificación. Pero sólo existe una clasi-
En la segunda mitad del siglo XIX, para muchos biólo- ficación que realmente sirva como sistema de referencia
gos fue evidente que la teoría de la evolución de Darwin general en biología, y es la que se basa en relaciones evo-
era la que por fin permitiría asentar sobre principios cien- lutivas. La razón de ello es que la mayoría de los caracte-
tíficos firmes la clasificación biológica. Como parte de la res de los organismos están sujetos al proceso darwiniano
‘síntesis moderna’ de los años 1930, biólogos de gran re- de descendencia con modificaciones, es decir, son here-
nombre como Julian Huxley y Ernst Mayr comenzaron a dados de padres a hijos a través de líneas genealógicas
elaborar una teoría de la sistemática basada en la evolu- (líneas de sangre). Aún hoy se sigue creyendo que la des-
ción. Pero no fue hasta la llegada del entomólogo alemán cendencia con modificaciones es el proceso más impor-
Willi Hennig, quien describió los principios de la recons- tante en la evolución de los caracteres biológicos.
trucción de las relaciones entre organismos en la década de Las relaciones evolutivas generalmente se representan
1950, cuando empezara a calar la idea de una clasifica- como un árbol filogenético o filogenia, lo que en esencia es
ción enteramente basada en afinidades evolutivas. una representación formal del árbol de la vida de Darwin
Hennig diferenciaba entre clasificación general y espe- (véase el recuadro Árboles filogenéticos). El árbol consta de
cial. Muchos tipos de clasificaciones de organismos son una raíz, ramas principales, ramitas y hojas. La raíz repre-
útiles en un contexto particular. Por ejemplo, los animales senta el antepasado común, mientras que las ramas y rami-
Taxonomía linneana
Linneo clasificó a los organismos en especies. La especies se agrupaban en géneros, los géneros en órdenes y los órdenes
en clases dentro de cada reino, el animal y el vegetal. Cada grupo superior (género, orden o clase) se nombraba utilizando
una única palabra en latín, con mayúscula, mientras que las especies se nombraban siempre con dos palabras, un binomio,
que consistía en el género con mayúscula seguido de un epíteto específico en minúscula. Posteriormente los biólogos aña-
dieron otras tres categorías superiores –dominio, filo y familia–, así como un número de categorías inferiores que incluían
superfamilia (justo por encima de familia), subfamilia (justo por debajo de familia) y tribu (entre subfamilia y género).
Finalmente, la práctica de la clasificación biológica fue codificada en el Código Internacional de Nomenclatura Zoológica
(IZCN) y el Código Internacional de Nomenclatura Botánica (ICBN). Existe además un Código Internacional de Nomencla-
tura de Plantas Cultivadas, que puede utilizarse «de forma adicional e independiente para designar categorías especiales de plan-
tas usadas en agricultura, reforestación y horticultura»según el ICBN. Los bacteriólogos finalmente decidieron que el ICBN no
era adecuado para sus objetivos, así que en 1958 prepararon también por separado el Código Internacional de Nomencla-
tura de Bacterias (ICNB). Los virus, al no ser parte natural del árbol de la vida como el resto de organismos independien-
tes, se nombran según principios distintos que son controlados por el Comité Internacional de Taxonomía de Virus.
En total, pues, hay cinco códigos diferentes utilizados en biología. En años recientes ha habido cierta discusión sobre si
fusionar el código zoológico y el botánico, ya que mantienen una división de la parte del árbol de la vida de los eucariotas
completamente artificial, lo que provoca serios problemas a la hora de clasificar a muchos organismos unicelulares. En cual-
quier caso, aunque no llegue a haber una fusión completa de los dos códigos, muchos botánicos y zoólogos están a favor
de hacer que ambos códigos sean más parecidos.
Salvo algunas excepciones, ambos códigos, el zoológico y el botánico, se basan fundamentalmente en trabajos de refe-
rencia de Linneo. Para los nombres de animales está la décima edición del Systema Naturae que apareció en 1758; para los
nombres de plantas es la primera edición del Species Plantarum, que apareció en 1753. Los bacteriólogos finalmente deci-
dieron que todos los nombres antiguos de bacterias eran inservibles, así que optaron por comenzar de cero el 1 de enero
de 1980, con la publicación del documento fundacional Lista Aprobada de Nombres Bacterianos. Los nombres más antiguos
que no estén incluidos en esta lista no tienen valor alguno en la nomenclatura bacteriana.
Los principios más importantes de los códigos zoológico, botánico y bacteriano son los de prioridad y tipificación. La prio-
ridad asegura que, en circunstancias normales, el nombre más antiguo sea el único válido para un taxon. La tipificación se
refiere a que debe depositarse un espécimen (holotipo) en una colección pública en un museo (en ocasiones especiales pue-
den ser ilustraciones o muestras del espécimen), que se usará para garantizar la estabilidad al aplicar el nombre. Además,
todos los códigos tienen las bases para determinar cómo es una publicación válida del nuevo nombre. Por ejemplo, todo
nuevo nombre de bacteria debe ser publicado en una única revista, la International Journal of Systematic and Evolutionary Bac-
teriology, y debe estar asociado a un cultivo tipo. En botánica y zoología, los nombres deben publicarse en un medio impreso
que goce de suficiente distribución.
Curiosamente, los códigos zoológicos y botánicos se preocupan sobre todo de los niveles inferiores de la clasificación.
El código zoológico sólo contempla los nombres desde superfamilia hasta subespecie. El código botánico sí da recomen-
daciones sobre cómo nombrar táxones por encima del nivel de familia, pero no da reglas estrictas.
4 Cap. 1, Sistemática: reconstruir el árbol de la vida
Árboles filogenéticos
tas son los linajes evolutivos que se ramifican en distintas di- un número arbitrario de niveles se utilizarían cuando y
recciones. Algunas de las ramitas terminan en un punto donde fuera necesario.
muerto y representan linajes ya extintos, mientras que Por supuesto, una dificultad añadida es cómo determi-
las hojas verdes se refieren a especies que existen en la ac- nar la categoría de un grupo monofilético en particular.
tualidad. Las especies pueden estar agrupadas en táxones Hennig sugirió que la categoría se estableciera por la anti-
superiores. Si un taxon incluye a todas las especies descen- güedad. Una familia siempre sería un clado que se originó
dientes de un mismo antepasado común, y sólo a esas espe- en un intervalo de tiempo concreto, mientras que los géne-
cies, se le denomina monofilético. Un taxon monofilético, ros se referirían a clados más modernos (Fig. 1). Esto per-
también conocido como clado, es el equivalente a la rama de mitiría que las decisiones al otorgar categorías fueran
un árbol. Este grupo incluiría todas las hojas que perderían objetivas y comparables para todos los seres vivos. Pero
la conexión con la raíz si se cortara esa rama en particular. en la práctica este sistema nunca llegó a adoptarse, en parte
Hennig insistía en que sólo los grupos monofiléticos de- debido a la dificultad para datar los clados y en parte por
bían reconocerse como clasificaciones biológicas. Esta afir- los considerables cambios que se requieren para adaptar el
mación, en principio, es muy controvertida. Un famosa sistema actual a esta línea de pensamiento. Por ejemplo, el
discusión entre Mayr y Hennig se refería al grupo Reptilia, orden Primates, al cual pertenecen los humanos, tiene apro-
que incluye serpientes, lagartos, tortugas y cocodrilos. ximadamente la mitad de edad que el género Drosophila,
Ambos reconocían que los cocodrilos estaban más empa- y las diferencias se vuelven incluso mayores si también in-
rentados con los pájaros que el resto de los miembros del cluimos a las bacterias en el panorama. Éste es el motivo
grupo Reptilia, pero Mayr argumentaba que los cocodrilos de que muchos biólogos prefieran una visión más pragmá-
debían mantenerse dentro del grupo para indicar la diferen- tica, en la cual el principio fundamental sea introducir el
cia con los pájaros y la similitud entre los reptiles. Por otro menor número de cambios de categoría y nombres al ajus-
lado, Hennig argumentaba que los cocodrilos debían ser tar la clasificación tradicional al principio de monofilia.
agrupados con los pájaros debido a su relación genética, de Otro principio tradicional es restringir los grupos formal-
forma que el grupo “Reptilia” debía dejar de existir. mente bautizados y categorizados a aquellos que son bio-
A medida que los biólogos se fueron fijando más y más lógicamente significativos, o bien fáciles de identificar.
en los caracteres anatómicos, fisiológicos y genéticos de Algunos sistemáticos creen que estas soluciones ad hoc
los organismos, tendieron a ser menos influenciables por son insuficientes y que es necesario adoptar nuevas reglas
las propiedades que resultaban llamativas para el observa- de clasificación que estén mejor adaptadas al reconoci-
dor casual, como ocurre con la similitud superficial que miento de las relaciones evolutivas. Bajo la denominación
presentan los reptiles. Esto ha contribuido a que la mono- de phylocode, estas reglas se basan en dos ideas importan-
filia se convierta en un principio universal de la clasifica- tes. La primera es que se deshacen completamente de las
ción biológica. A pesar de ello, muchos grupos no categorías, y se elimina el problema del bajo número de ca-
naturales, como los “reptiles”, los “invertebrados”, los tegorías linneanas; además, también elimina de forma efec-
“briófitos” y los “protistas”, continúan siendo usados por tiva la idea de que una categoría en concreto, por ejemplo
los biólogos profesionales. Cuando un biólogo se comu- una familia, es comparable entre diferentes linajes. La se-
nica con el gran público es importante que señale el hecho
de que estos grupos no existen en el árbol de la vida. Lo
más probable es que estos grupos nunca lleguen a desapa- Familia
recer del todo, ya que pueden ser útiles en muchas situacio- Géneros
nes desde un punto de vista práctico, del mismo modo que
T
‘depredadores’ o ‘flores amarillas’ son conceptos útiles. I
En su mayor parte fue fácil adaptar la taxonomía lin- E Límite para
neana al principio de la monofilia, pero surgieron dos se- M géneros
rios problemas. El más complicado era el limitado número P
O
de rangos que incluye el sistema linneano (filo, clase,
orden, etc.). El árbol de la vida es tan grande y contiene Límite para familias
agrupaciones a tantos niveles, que los rangos linneanos re-
sultaban tristemente escasos. Desde los tiempos de Lin- Figura 1. Adaptar el sistema linneano al principio de monofi-
neo, los biólogos habían añadido un cierto número de lia es difícil porque puede haber muchos grupos monofiléticos
categorías menores, pero esto apenas ayudaba. Aunque al- que podrían ser nombrados, y porque es difícil decidir qué ca-
tegoría linneana (orden, familia, género, etc.) tendrán los grupos
gunos han abogado por soluciones drásticas, por ejemplo
al final. Hennig sugirió que ambos problemas podrían resolverse
varios esquemas numerarios, muchos sistemáticos han lle- adoptando líneas de tiempo específicas, identificando grupos a
gado a aceptar que sólo unos cuantos clados significati- diferentes niveles en el sistema linneano. Por ejemplo, los cla-
vos en el árbol de la vida serán bautizados formalmente y dos cuyos antepasados (nodos) cruzaran el horizonte temporal
tendrán categoría en el sistema linneano, mientras que de género se debieran identificar como géneros, mientras que
otros serán asociados a nombres informales sin categoría aquellos que cruzaran el horizonte temporal de familia se debie-
alguna, suponiendo que se llegaran a bautizar. Así, sólo ran identificar como familias.
6 Cap. 1, Sistemática: reconstruir el árbol de la vida
gunda idea es que el phylocode asigna los nombres de los es ‘especiación’ el que utilizan más habitualmente los bió-
clados de forma diferente al actual sistema. Mientras que el logos evolutivos. Muchos estudios sobre especiación pa-
nombre de cada taxon en el sistema actual está definido en recen apoyar la idea de Mayr de que un periodo de
última instancia por un único espécimen tipo, un nombre aislamiento geográfico (o una separación temporal o de mi-
del phylocode se define listando dos o más táxones inclui- crohábitat) es importante para que se produzca suficiente
dos (‘el clado más pequeño que incluya A y B’), o bien lis- diferenciación genética entre poblaciones que asegure que
tando un taxon incluido y otro excluido (‘el clado más no se vuelven a juntar. En un contacto secundario, estas di-
pequeño que contenga A, pero no B’). De esta manera, las ferencias genéticas entre las poblaciones producirían híbri-
definiciones del phylocode ofrecen un método sin ambi- dos con menor fitness, que serían a su vez retirados por el
güedades para circunscribir los clados que sean bautizados. efecto de la selección natural (refuerzo). Aun así, se ha pu-
Aunque puede que todavía sea un poco pronto para en- blicado un enorme número de trabajos, tanto teóricos como
trar en este debate, lo cierto es que los partidarios del empíricos, sobre mecanismos alternativos de especiación.
phylocode se enfrentan a una dura batalla. Las ventajas Entre ellos se incluyen situaciones genéticas particulares,
que ofrece simplemente no superan el coste de abandonar como son los conflictos entre elementos ‘egoístas’ que,
el sistema que se ha venido utilizando desde hace producen barreras inmediatas que impiden el intercambio
250 años. Nombrar clados de forma informal ofrece, por genético.
lo pronto, muchas ventajas sobre los sistemas sin catego- Siempre ha existido un agitado debate sobre hasta qué
rías, sin que se necesite hacer cambios en los códigos de punto la hibridación y otros procesos de intercambio ge-
nomenclatura actuales. Es más, la falta de rigurosidad al nético entre linajes afectan al patrón ramificado (tipo
circunscribir clados superiores permite, aunque de una árbol) que genera la especiación. Concretamente, algunos
manera imprecisa, cierta flexibilidad para modificar las bacteriólogos parecen creer que el intercambio genético
clasificaciones antiguas de modo que reflejen los nuevos horizontal ha sido tan grande que incluso cuestionan a pro-
resultados filogenéticos, y esto puede entenderse como pia metáfora del árbol de la vida en sí. En la actualidad se
una gran ventaja. Por último, muchos biólogos no llegan sabe que la mayoría de los genomas bacterianos están
a involucrarse en este debate porque es obvio que una cla- compuestos por un mosaico de material genético con dis-
sificación verbal formal nunca será más que una represen- tinto origen evolutivo, pero queda por comprobar si esto
tación imperfecta de la verdadera referencia del sistema: es el resultado de tan sólo un pequeño número de transfe-
el árbol de la vida. rencias horizontales que pueden identificarse frente al
La unidad básica de la clasificación biológica es la es- fondo que son las relaciones tipo árbol.
pecie, es decir, las hojas del árbol. Pero algunos sistemá- Se sabe bien que en el caso de los organismos con re-
ticos ven a las especies simplemente como otro grupo de producción sexual los genes individuales pueden tener una
clados equivalente a los táxones superiores. Esto implica historia que difiera de la historia general de la especie a
que las ramificaciones del árbol de la vida se extenderían que pertenecen, un fenómeno que se conoce como des-
hasta el nivel de organismos individuales. De todos ajuste entre el árbol génico y el árbol de especies (véase el
modos, la visión más aceptada es que la especie es una en- recuadro Árboles de especies y árboles génicos).
tidad biológica diferenciada fundamental. Aunque los bió- Con frecuencia, artefactos en la reconstrucción como
logos evolutivos hayan propuesto y discutido un mareante el ordenamiento de linajes (lineage sorting) producen
número de conceptos de especie diferentes, la mayoría in- desajustes ente el árbol génico y el árbol de especies
cluye algún tipo de noción sobre el aislamiento genético o cuando el tiempo de especiación ha sido corto. Los genes
reproductivo entre especies, basándose en el concepto de nucleares son más susceptibles a verse afectados que los
especie planteado por Ernst Mayr. Una idea relacionada, genes de los orgánulos (mitocondriales y plásmidos), de-
que además da una perspectiva histórica, es que la especie bido a que esos últimos son generalmente heredados de
define el límite entre linajes filogenéticos ramificados y uno solo de los progenitores, lo que implica un tamaño
la retícula de intercambio genético dentro de un mismo li- de población efectiva menor y una menor heterogenei-
naje (véase el recuadro Concepto de especie y el árbol de dad en las muestras. Sin embargo, los genomas organu-
la vida). Si se considera un determinado linaje evolutivo lares también pueden ser intercambiados con más
en un momento del tiempo concreto, éste aparece incluido facilidad entre linajes mediante hibridaciones, lo que au-
en un buen número de subgrupos a diferentes escalas tem- menta a su vez la frecuencia de desajustes para estos
porales (subespecies, poblaciones, demes, grupos familia- marcadores.
res), que en el futuro podrían evolucionar en linajes Otro grupo de procesos que también producen desajus-
separados. Es imposible determinar con certeza cuál de tes entre los árboles génicos y los árboles de especies in-
ellos llegará a extinguirse, mezclarse de nuevo con otros cluyen la duplicación o la pérdida de genes (véase el
subgrupos o evolucionar en nuevos linajes. Sólo mirando recuadro Árboles de especies y árboles génicos). Algunos
hacia atrás se pueden identificar de forma segura los lina- estudios recientes sugieren que la duplicación o la pérdida
jes separados que se denominarían especies. de genes individuales, o de pequeños grupos de genes, ha
Los sistemáticos a veces usan el término ‘cladogéne- sido de lo más común en la evolución de los organismos.
sis’ para describir el momento de origen de los linajes, pero Además, cada vez hay más pruebas que sugieren que la
Fredrik Ronquist 7
cuenta de que generalmente los organismos relacionados Suponga el lector, por ejemplo, que se quiere recons-
eran similares entre sí, con lo cual el método obvio para truir las relaciones entre cuatro especies: hombre, chim-
inferir filogenias era cuantificar el grado de similitud. Tam- pancé, perro y canguro (Fig. 2). Se podría observar que
bién se aceptaba que las similitudes adquiridas independien- el perro y el canguro tienen cola, mientras que el hombre
temente, las convergencias, debían ser cribadas en lo y el chimpancé carecen de ella. Se puede decir entonces
posible. Por ejemplo, las alas de los murciélagos y los pá- que el carácter ‘cola’ presenta dos estados: presente y
jaros evolucionaron de forma independiente, por lo que la ausente. Ya que el antepasado más común de estas cua-
presencia de alas no debe utilizarse para agruparlos. Sólo tro especies tenía cola, ‘presente’ (primitivo) es una ple-
las similitudes heredadas de un antepasado común, los ca- siomorfía y ‘ausencia’ es una apomorfía (derivada). Por
racteres homólogos, deben tenerse en cuenta. Hennig lo tanto, compartir la ausencia de cola es un buen indica-
ahondó en este análisis y apuntó que también algunas simi- dor de relaciones filogenéticas, lo que sugiere que el
litudes homólogas podían generar confusión. Dentro de un hombre y el chimpancé están más emparentados entre sí
determinado grupo de estudio, Hennig diferenciaba entre que con el perro o el canguro. El hecho de que tanto el
similitudes homólogas primitivas (plesiomórficas) y deri- canguro como el perro tengan cola no da ninguna infor-
vadas (apomórficas), y por tanto sólo estas últimas reflejan mación del grado de parentesco entre ellos.
verdaderas relaciones filogenéticas.
Avances recientes en las técnicas de secuenciación de son los que se realizaron en las Great Smoky Mountains de
DNA, incluida la utilización de técnicas de secuenciación Estados Unidos y en algunas partes de Costa Rica.
masiva (como los secuenciadores 454 e Illumina), han Tal vez el ATBI más ambicioso sea la Swedish Taxo-
hecho posible que se puedan obtener genomas completos nomy Initiative. Iniciado en 2002 y completamente finan-
o parciales de forma rápida y barata. Mediante la disponi- ciado desde 2005, el proyecto tiene como objeto completar
bilidad de genomas de un amplio número de organismos, el inventario de flora y fauna de organismos multicelula-
los métodos filogenéticos han proporcionado nuevas apli- res de Suecia en un plazo de 20 años. Era una creencia ge-
caciones. Por ejemplo, los análisis filogenéticos han de- neral que la fauna y la flora de Suecia eran de las mejor
mostrado que la mayoría de los genomas incluyen grandes conocidas del mundo, por lo que la biota sueca parecía un
familias de genes relacionados que se originaron en genes objetivo sencillo. Sin embargo, tras siete años de proyecto
individuales ancestrales mediante duplicación. La técnicas ha quedado claro que no va a ser una tarea fácil. El mayor
filogenéticas aplicadas a grupos de genomas también pue- desafío lo representan los insectos, que suponen alrededor
den utilizarse para caracterizar la firma evolutiva de mu- de la mitad de la diversidad macroscópica sueca. Al prin-
chos genes. Por ejemplo, este método puede utilizarse para cipio del proyecto se conocían alrededor de 24 700 espe-
identificar genes o regiones de genes que están sometidos cies en el país, y 5 años después se habían añadido 1900
a selección positiva, es decir, secciones que están someti- especies más, de las cuales un tercio eran completamente
das a cambios muy rápidos. En el caso de los patógenos nuevas para la ciencia. Ahora se estima que el total de in-
humanos, estos fragmentos del DNA de los genes corres- sectos suecos asciende a unas 31 000 especies.
ponden muy a menudo a los objetivos del sistema inmuni- Completar el inventario de biodiversidad de una área
tario, mientras que en los animales domésticos la selección geográfica significativa no sólo es importante desde un
positiva se asocia a los genes que expresan caracteres favo- punto de vista social. Además, permite afrontar cuestio-
recidos por los criadores. En ambos casos, los análisis com- nes científicas fundamentales que antes difícilmente se
parados pueden apuntar a las regiones de interés para podía. En muchos aspectos, los ATBI pueden compararse
estudios futuros. La aplicación de la filogenética a genomas con los esfuerzos de secuenciar genomas. Una vez cono-
completos se denomina ‘filogenómica’. cidas todas las especies de una zona (un bioma) se puede
estudiar la composición del bioma, su estructura y su fun-
Reconstruir las ramitas y las hojas ción de un modo en que antes no era posible. Puede que
La mayoría de los biólogos coinciden en que el número esté naciendo una nueva ciencia: la biómica.
de especies descritas (menos de dos millones) representa Por ejemplo, la mayoría de los insectos suecos conoci-
una pequeña fracción de la diversidad biológica real del dos son himenópteros (avispas, hormigas y abejas) o dípte-
planeta, que habitualmente se estima entre 5 y 30 millones ros (mosquitos, mosquitas y moscas), y alrededor de un
de especies. Con la actual velocidad de descubrimiento de tercio de ellos son parasitoides, lo que significa que los es-
nuevas especies, se tardaría aún entre 200 y 1800 años más tadios juveniles se alimentan de un único hospedador, gene-
en inventariar por completo la vida en la Tierra. En las úl- ralmente otro insecto, que finalmente muere (Fig. 3). A
timas décadas, cada vez más biólogos ilustres han argu- juzgar por las nuevas especies que se han añadido hasta el
mentado que esto es totalmente inaceptable. Se quiere momento en el ATBI sueco, el porcentaje de parasitoides
acelerar significativamente los esfuerzos si se desea afron- parece que es mayor, así como la proporción de himenóp-
tar de forma efectiva la rápida pérdida de diversidad bio- teros y dípteros. Estos patrones contrastan con la fauna de
lógica causada por nuestra propia especie. En los últimos insectos tropicales, en la cual los escarabajos (coleópteros)
años, el cambio climático y la sobrexplotación pesquera son el grupo dominante y los parasitoides son mucho menos
han puesto dolorosamente de manifiesto que la conserva- frecuentes. Hay varias explicaciones para este fenómeno,
ción de la diversidad para el futuro no está sólo justificada pero la discusión aún es precipitada. Las faunas de insectos
por cuestiones éticas y de sostenibilidad a largo plazo; los simplemente no se conocen con el suficiente detalle, en es-
cambios en la diversidad biológica también pueden tener pecial en los trópicos, como para poder asumir que estas di-
un grave impacto social a corto plazo. ferencias son reales y no sesgadas debido al muestreo.
Básicamente hay dos formas de acelerar el inventariado Cuestiones como éstas no podrán ser respondidas hasta que
del planeta. Desde un punto de vista científico, quizá la se reconstruyan con mayor detalle las ramitas más finas y
mejor forma sea crear consorcios internacionales de cientí- las hojas del árbol de la vida por todo el mundo.
ficos que se centren en la flora y la fauna del mundo me- Para acelerar con éxito el inventariado del planeta, es
diante grupos concretos de organismos. La National necesario que el proceso de descubrimiento y descripción
Science Foundation en Estados Unidos ha optado por este de nuevas especies se haga más eficaz. Aunque es cierto
planteamiento con su reciente iniciativa Planetary Biodi- que el llamado ‘código de barras’ de DNA de las especies
versity Inventories (PBI), y el ya tradicional programa Part- (secuenciar unos pocos marcadores moleculares que sean
nerships for Enhacing Expertise in Taxonomy (PEET). El particularmente informativos sobre la identidad de las espe-
método alternativo sería inventariar todos los grupos de una cies) y la secuenciación de alto rendimiento están teniendo
misma localización geográfica de una vez. Estos esfuerzos cada vez un papel más importante, el trabajo taxonómico
se agrupan bajo la denominación All Taxa Biological morfológico difícilmente dejará de ser necesario. Una razón
Inventories (ATBI). Algunos de los ATBI más conocidos importante de esto es que la monitorización de la biodiver-
Fredrik Ronquist 11
otros
más a menudo, también están depositando sus descripcio-
A
Hemípteros nes de nuevos táxones en publicaciones online de acceso
abierto, y además están investigando la forma de hacer estos
Coleópteros datos legibles por máquinas, de manera que varios forma-
tos de compilaciones, como por ejemplo claves de identifi-
Himenópteros cación dinámicas o páginas web de especies, puedan ser
generadas automáticamente. Hoy es muy habitual que las
Lepidópteros
descripciones aparezcan en recursos de Internet, tales como
repositorios de imágenes (MorphBank, http://morphbank.
net;DigiMorph, http://digimorph.org) y bases de datos de
especímenes a las cuales se puede acceder desde el portal de
GBIF (http://gbif.org). Una muestra es el espectacular éxito
Dípteros que tiene la revista Zootaxa (http://mapress.com/zootaxa),
que publicó casi 8000 nuevas especies entre los años 2001
y 2007. En total, el 14% de los nombres de animales inde-
B otros
xados por Zoological Record en 2007 aparecen en Zootaxa.
predadores
saprófagos Previsión
Los últimos 50 años han sido testigos de un avance sin
precedentes en sistemática, pero no será hasta dentro de
al menos otro medio siglo que el polvo se asiente y los
fitófagos
parasitoides biólogos comiencen a sentirse cómodos con su sistema de
saprófagos referencia general, el árbol de la vida. Muchas de las
otros parásitos
ramas principales del árbol aún no han sido resueltas de
forma satisfactoria, y el cálculo de los tiempos de diver-
gencia, que es mucho más complicado que la inferencia
parasitoides fitófagos
filogenética, todavía está en su infancia. Los análisis esta-
dísticos filogenéticos siguen dependiendo en gran medida
Figura 3. Composición de la fauna de insectos sueca conocida
de modelos evolutivos muy simples, y aún pasará tiempo
en 2009 con respecto a los órdenes (A) y a los nichos alimen-
tarios de las larvas o ninfas (B). A pesar de que esta fauna está antes de que puedan considerarse modelos más realistas y
muy bien investigada, gracias al ATBI sueco hoy se sabe que las se conviertan en un nuevo grupo de herramientas disponi-
cifras están significativamente sesgadas. Sólo cuando se comple- bles para investigar. A la vez, las técnicas de secuencia-
ten los inventarios de las distintas biotas, en las próximas déca- ción de DNA permiten usar genomas completos para
das, se podrán realizar análisis científicos rigurosos sobre los pa- realizar inferencias filogenéticas, lo que implica nuevos
trones de composición de la flora y la fauna. desafíos informáticos que todavía no se han abordado de
manera satisfactoria. Finalmente, incluso con el rápido au-
sidad la llevan a cabo muy eficientemente los naturalistas mento de herramientas cibertaxonómicas, es probable que
aficionados. Hay una buena disponibilidad de ellos, traba- la reconstrucción de las ramitas y las hojas del árbol de la
jan gratis y sus identificaciones pueden ser muy fiables si vida mantenga ocupados a los sistemáticos durante las
tienen acceso a claves de identificación en su propio idioma. próximas décadas.
Incluso, en ocasiones, los naturalistas aficionados son los Resumiendo, este es un buen momento para conver-
principales defensores de la conservación biológica. Los tirse en sistemático. Todavía quedan partes enormes del
portales web que recogen datos observacionales, por ejem- árbol de la vida por rellenar, y a la vez se puede ver clara-
plo el portal sueco Artportalen (http://www.artportalen.se), mente el nacimiento de una nueva era en biología compa-
han demostrado su potencial para autorizar a los naturalis- rada, una era en la cual los biólogos tendrán la oportunidad,
tas aficionados. En la actualidad, más de la mitad de los re- que ninguna otra generación anterior ha tenido, de basarse
gistros de GBIF (Global Biodiversity Information Facility) en toda la diversidad de la vida para intentar responder a las
son observaciones, y esta proporción está aumentando. preguntas fundamentales de la biología.
Dado que todavía se sigue necesitando el trabajo taxo-
nómico tradicional, en la actualidad hay diversas activida- Bibliografía
des orientadas a facilitar y acelerar el flujo de trabajo – Felsenstein, J. 2003. Inferring phylogenies. Sinauer Associates.
taxonómico. En la mayoría de los casos, los esfuerzos están – Hennig, W. 1966. Phylogenetic Systematics. University of Illinois
orientados hacia el uso de Internet y de las ciencias de la Press.
información modernas para desarrollar la ‘cibertaxonomía’. – Wiley, 1981. Phylogenetics: The principles and practice of phylogene-
Por ejemplo, entre los taxónomos de animales hay una pro- tic systematics. Wiley-Liss.
puesta que contempla la posibilidad de hacer obligatorio el – Winston, J. 1999. Describing Species. Columbia University Press.
registro de nuevos nombres científicos en la base de datos – Yang, Z. 2006. Computational Evolutionary Biology. Oxford Univer-
Zoobank (http://zoobank.org). Los taxónomos, cada vez sity Press.
Árbol de los tres dominios de los seres vivos. Los tres dominios, Bacteria, Archaea y Eucarya, se han definido a partir del
análisis filogenético de marcadores muy conservados (como el RNA ribosómico). Estudios recientes han identificado muchos gru-
pos de microorganismos “procariotas” (bacterias y arqueas) y eucariotas de los que aún no se dispone de ninguna especie culti-
vada en el laboratorio (grupos representados en rojo en la figura).
Los grandes dominios
David Moreira
2
Resumen: A finales de los años 1970, las primeras filogenias moleculares, basadas en la comparación de secuencias de RNA
ribosómico 16S/18S, mostraron que los seres vivos se dividen en tres grandes grupos o dominios: Bacteria, Archaea y Eucarya.
Así, hay dos dominios de organismos “procariotas” (Bacteria y Archaea) y uno de organismos eucariotas (Eucarya). Dentro del
dominio Bacteria se conocen más de 50 linajes o clases derivadas de una radiación masiva; una gran parte de estas clases ca-
recen hoy día de representantes cultivados. Por el contrario, dentro del dominio Archaea sólo se encuentran dos grupos: los
reinos Euryarchaeota y Crenarchaeota. La filogenia del dominio Eucarya aún no está bien resuelta, pero es probable que los
eucariotas se dividan en alrededor de una decena de grandes grupos que, como en el caso de las bacterias, parecen derivar de
una gran radiación.
Summary: In the late 70s, the first molecular phylogenies based on the analysis of 16S/18S ribosomal RNA sequences showed
that living beings are divided into three major groups or domains: Bacteria, Archaea and Eucarya. Thus, there are two domains of
“prokaryotic” organisms (Bacteria and Archaea) and only one of eukaryotic organisms (Eucarya). Within the domain Bacteria more
than 50 lineages or classes derived from a massive radiation event have been identified, many of them still lacking cultured
representatives. In contrast, there are only two major groups within the domain Archaea, the kingdoms Euryarchaeota and
Crenarchaeota. The phylogeny of the domain Eucarya is still unresolved, but it seems likely that the eukaryotes are divided in about
10 supergroups that, as in the case of bacteria, appear to have originated from a massive radiation.
L
a elaboración de una clasificación unificada de los Los primeros intentos en ese sentido fueron muy some-
seres vivos ha sido una aspiración constante de los ros. Así, Carl Linneo (1707-1778) mantiene los dos gran-
naturalistas. Obviamente, los fundamentos de este des reinos, Animalia y Vegetabilia, como clasificación
tipo de clasificación han evolucionado a lo largo de la his- fundamental, limitándose a agrupar todos los microorga-
toria en función de la acumulación de nuevos conocimien- nismos dentro de una única especie, Chaos infusorium, de
tos científicos, tanto sobre la diversidad de los seres vivos características y posición taxonómica indefinidas. Sin em-
como sobre los mecanismos creadores de esta diversidad. bargo, a partir de ese momento, un número creciente de
En gran medida, estos avances han sido consecuencia del microbiólogos se dedicarán a describir una gran variedad
desarrollo de nuevas técnicas. Uno de los más antiguos in- de especies microbianas tratando de adoptar los criterios
tentos de clasificación en grandes grupos se debe a Aris- jerárquicos de clasificación de Linnaeus y su nomencla-
tóteles (384-322 a. de C.), quien propuso que todos los tura binomial.
seres vivos eran animales o plantas. Aristóteles y sus su- El siglo XIX asiste a una revolución conceptual gracias
cesores ignoraban la existencia de microorganismos, cuyo al trabajo de Charles Darwin (1809-1882) y otros evolucio-
descubrimiento tuvo que esperar varios siglos, hasta el nistas. Darwin propone que las clasificaciones han de ba-
desarrollo de los primeros microscopios. Robert Hooke sarse en criterios genealógicos que expliquen las relaciones
(1635-1703) y Antonie van Leeuwenhoek (1632-1723) evolutivas entre las diferentes especies, las cuales pueden
fueron figuras fundamentales en los inicios de la microbio- representarse en forma de árbol filogenético. Por otra parte,
logía, al describir por vez primera un gran número de mi- propone que todos los seres vivos descienden de un único
croorganismos (‘animálculos’ en su terminología). La antepasado común. La combinación de ambas ideas supone
dicotomía animales-plantas aún vigente debía transfor- que las relaciones evolutivas entre todas las especies pue-
marse, ya que a partir de entonces fue necesario incorpo- den representarse como un único árbol filogenético global,
rar a los microorganismos en las clasificaciones globales. del cual puede inferirse una clasificación. El primer ‘árbol
13
14 Cap. 2, Los grandes dominios
de la vida’ derivado de estas premisas fue publicado en arrollo de la microscopía electrónica que permitía estudiar
1866 por Ernst Haeckel (1834-1919) en su Generelle Mor- los complejos caracteres ultraestructurales presentes en las
phologie der Organismen (Fig. 1). Utilizando criterios células eucariotas, habían conseguido definir aproximada-
morfológicos, Haeckel mantiene en este árbol los dos gran- mente 70 grupos monofiléticos de eucariotas. Sin embargo,
des reinos tradicionales, Plantae y Animalia, pero incorpora como en el caso de los procariotas, la ausencia de caracte-
un tercero, Protista, que agrupa a la mayor parte de los mi- res informativos comunes a todos estos grupos impedía la
croorganismos junto con las esponjas. reconstrucción de filogenias globales para estos organismos.
Pese a ello, basándose en el consenso general entre los bió-
logos de que los “procariotas” probablemente precedieron
Hacia una nueva dicotomía:
a los eucariotas en la historia de los seres vivos, y de que los
procariotas-eucariotas eucariotas unicelulares precedieron a los multicelulares, al-
El esquema tripartito de Haeckel no llegó a alcanzar una gunos autores trataron de elaborar esquemas evolutivos
gran difusión frente al inmovilismo de una gran parte de globales. Es el caso de los famosos ‘cinco reinos’ de Robert
la comunidad científica, ajena a los progresos de la micro- Whittaker, que añade un nuevo reino para contener los hon-
biología y adepta de la división tradicional entre animales gos. En este esquema el reino Monera ocupa la posición ba-
y plantas. En efecto, el aislamiento y la descripción cada sal, y de él deriva el reino Protista, a partir del cual se ori-
vez más detallada de un gran número de microorganismos ginan los tres reinos multicelulares: Plantae, Fungi y
aportaba datos en franca contradicción con los esquemas Animalia. Sin embargo, no se trata de una auténtica filoge-
taxonómicos tradicionales. Así, en 1937, Edouard Chatton nia, sino de un esquema basado en conjeturas no probadas
(1883-1947), basándose en gran medida en observaciones científicamente. La reconstrucción de un verdadero árbol fi-
previas de Ferdinand Cohn (1828-1898) y otros microbió- logenético de la vida se antojaba completamente utópica.
logos, propuso la existencia de dos grandes tipos celulares
que se reflejaban por la identificación de dos grandes lina-
jes de seres vivos: los procariotas y los eucariotas. Los pro-
La revolución molecular: los tres dominios
cariotas, organismos de estructura celular simple carente A mediados de los años 1960, Emil Zuckerkandl y Linus
de núcleo, agrupaban a las bacterias, junto a organismos Pauling propusieron que la secuencia de macromoléculas
que tradicionalmente habían estado ligados a grupos de eu- biológicas (proteínas y ácidos nucleicos) contenía informa-
cariotas, como las cianobacterias (las algas verde-azuladas ción evolutiva. La comparación de secuencias de estas ma-
de las antiguas clasificaciones botánicas). Los eucariotas cromoléculas provenientes de distintas especies podría
agrupaban a los macroorganismos tradicionales (animales, servir para inferir sus relaciones evolutivas. La aplicación
plantas, hongos) junto a un gran número de microorganis- de esta idea revolucionaria a la reconstrucción de una fi-
mos clasificados como protistas (o protozoos). Se estable- logenia molecular de los seres vivos tuvo que esperar más
cía así un sistema de clasificación basado en dos superrei- de una década. Las razones de esta demora fueron de ín-
nos, Prokaryota (o Monera según algunos autores) y dole técnica (puesta a punto de nuevas técnicas de se-
Eukaryota (dividido a su vez en tres reinos: Protista, Plan- cuenciación), pero también científica, pues era indispen-
tae y Animalia). sable identificar una macromolécula que cumpliera los
Mientras que la clasificación de los eucariotas multice- requisitos necesarios para servir como marcador universal:
lulares había alcanzado un gran detalle tras una larga histo- estar presente en todos los seres vivos, desarrollar en ellos
ria de elaboración, la de los procariotas, y en cierta medida funciones similares y tener una tasa de evolución no dema-
también la de los protistas, parecía plantear problemas im- siado elevada para que la señal filogenética no hubiera des-
posibles de resolver. En efecto, dado su pequeño tamaño, y aparecido por completo. Pese a que las primeras filogenias
sobre todo en el caso de los procariotas por la ausencia de moleculares, restringidas a grupos de especies relativa-
características morfológicas o estructurales complejas, resul- mente próximas, se elaboraron utilizando la comparación
taba imposible identificar caracteres comunes a todas las es- de secuencias de proteínas, el marcador que finalmente se
pecies que pudieran servir para compararlas, algo indispen- impuso fue el RNA ribosómico 16S (18S en eucariotas).
sable para inferir sus relaciones filogenéticas y establecer El uso del rRNA 16S/18S permitió reconstruir filogenias
una clasificación natural. Hace unas pocas décadas, la ma- que incorporaban especies “procariotas” y eucariotas uti-
yoría de los microbiólogos habían aceptado la conclusión de lizando caracteres moleculares homólogos analizados con
que obtener una clasificación natural de los procariotas era criterios objetivos.
una utopía. Roger Stanier (1916-1982) lo expresa elocuen- Las primeras filogenias globales de este tipo fueron pu-
temente en la primera edición de su célebre El mundo mi- blicadas a finales de los años 1970 por el grupo de Carl
crobiano: «... Es una perdida de tiempo intentar un sistema Woese, mostrando resultados completamente inespera-
natural de clasificación para las bacterias, y en cambio los dos. La topología de los árboles filogenéticos basados en
bacteriólogos deben concentrarse en la más modesta y el rRNA 16S/18S no presentaba la separación entre “pro-
práctica tarea de idear claves de determinación que permi- cariotas” y eucariotas que todos esperaban, sino una divi-
tan la identificación más sencilla posible de especies y gé- sión profunda en tres grandes grupos. Por una parte, los eu-
neros». En paralelo, los protistólogos, apoyados en el des- cariotas formaban un único linaje, mientras que los
David Moreira 15
proponen que podría ser el resultado de un artefacto de re- Biodiversidad y patrones macroevolutivos
construcción filogenética (no se debe olvidar que se trata
en los tres grandes dominios
de inferir eventos evolutivos que ocurrieron hace miles de
millones de años, por lo que la señal filogenética que ha Más del 99% de las especies descritas son eucariotas mul-
perdurado puede estar muy distorsionada). En cualquier ticelulares, lo cual refleja en realidad la facilidad con que
caso, la genómica comparativa ha revelado una clara seme- estos organismos pueden observarse y su riqueza en carac-
janza entre arqueas y eucariotas en cuanto a los mecanis- teres morfológicos que permiten su identificación y clasi-
mos informativos (aquellos que se refieren a la transmisión ficación. Como se ha mencionado anteriormente, la ausen-
y la expresión de la información genética: transcripción, cia de este tipo de caracteres en gran parte de las especies
traducción y replicación), lo cual parece corroborar la po- microbianas, en particular en bacterias y arqueas, ha con-
sición de la raíz entre las bacterias y las arqueas/eucario- ducido a la situación opuesta. Así, actualmente sólo hay
tas. Sin embargo, los mismos análisis de genómica com- unas 5000 especies de bacterias y las arqueas con una des-
parativa muestran una mayor proximidad entre eucariotas cripción lo suficientemente completa como para otorgarles
y bacterias para los genes implicados en los mecanismos nombres binomiales e incorporarlas en el esquema taxonó-
operativos (metabolismo energético e intermediario, seña- mico de estos dos dominios. En el caso de los eucariotas mi-
lización, etc.). Con el fin de explicar esta naturaleza mixta crobianos, la situación es diferente ya que el número de es-
del genoma eucariota, en los últimos años se han publicado pecies descritas y clasificadas es muy superior, en torno a
varias hipótesis que proponen un origen quimérico de los las 30 000. Sin embargo, tanto para los eucariotas unicelu-
eucariotas a partir de la combinación de una arquea y de lares como para las bacterias y arqueas, lo más probable es
una o varias bacterias. Todas ellas se inspiran en el hecho, que el número de especies conocidas no represente más que
ya probado, de que tanto las mitocondrias como los cloro- una ínfima fracción del número real de especies. La secuen-
plastos derivan de bacterias endosimbióticas (alfaproteo- ciación de genes de rRNA 16S/18S amplificados por PCR
bacterias y cianobacterias, respectivamente) que han su- directamente a partir del DNA extraído de muestras am-
frido un importante proceso de reducción para dar lugar a bientales ha mostrado una enorme diversidad de especies
las mitocondrias y los cloroplastos que se conocen hoy día. de bacterias y arqueas, de las que en general menos del 1%
Una parte esencial de ese proceso de reducción ha consis- es cultivable en el laboratorio. Estudios más recientes su-
tido en la transferencia masiva de genes hacia el genoma gieren que la situación es semejante en el caso de los euca-
nuclear, lo que explica en parte la presencia de genes de riotas unicelulares. Dejando de lado los problemas en torno
tipo bacteriano en los genomas eucariotas. Así, las hipó- a la definición de especie y hasta qué punto las secuencias
tesis más simples sobre el origen de los eucariotas propo- de rRNA 16S/18S constituyen o no un criterio válido para
nen que éstos derivan de la endosimbiosis de una bacteria identificar las especies de bacterias y arqueas, varias extra-
dentro de una arquea, que dicha bacteria daría lugar a la polaciones basadas en la aplicación de índices de diversi-
mitocondria y que el conjunto de los dos simbiontes ori- dad al conjunto de estas secuencias ambientales (o filotipos)
ginaría el primer eucariota. Según esta idea, el origen de sugieren que el número real de especies de bacterias y ar-
los eucariotas y de la mitocondria sería un mismo evento. queas alcanza probablemente varios millones, superando el
Sin embargo, estudios recientes han mostrado que un número de especies de macroorganismos. Estos resultados
cierto número de genes de tipo bacteriano presentes en los se complementan con el hecho de que la diversificación de
genomas eucariotas no presentan la afinidad filogenética los grupos actuales de eucariotas es mucho más reciente que
por las alfaproteobacterias (Alphaproteobacteria) que se- la de los “procariotas”. En efecto, hoy se sabe que las cé-
ría de esperar en caso de que estas hipótesis fueran ciertas. lulas de todos los filos eucariotas tienen (o han tenido) mi-
Para explicar tal resultado, otros autores han propuesto que tocondrias, lo cual demuestra que estos filos se diversifica-
los eucariotas derivarían de dos eventos simbióticos suce- ron después de la aparición de la división bacteriana de las
sivos entre una arquea y dos bacterias diferentes. La pri- alphaproteobacterias, ya que la mitocondria deriva de una
mera simbiosis entre una arquea y una bacteria conduciría bacteria endosimbionte perteneciente a ese grupo. De este
a la aparición de un proteoeucariota amitocondriado, que modo, en términos evolutivos, la diversificación de los eu-
establecería una segunda simbiosis con una alfaproteobac- cariotas actuales no representa más que una parte relativa-
teria, y ésta se transformaría en una mitocondria, dando lu- mente pequeña del tiempo de diversificación de los “pro-
gar así a los eucariotas que se conocen actualmente. La cariotas”. Citando a Stephen J. Gould, «Ahora vivimos en
controversia entre estas diferentes hipótesis sigue viva, en la Era de las Bacterias. Nuestro planeta siempre ha estado
espera de suficientes datos genómicos que permitan com- en la Era de las Bacterias», aunque sin duda sería más acer-
probarlas de manera rigurosa. En cualquier caso, es inte- tado hablar de Era de los Microorganismos. En cualquier
resante señalar que, de verificarse alguna de ellas, ello im- caso, los biólogos tienen ante sí una formidable tarea en el
plicaría que la primera gran diversificación de los seres empeño de describir la diversidad de especies microbianas
vivos fue la separación entre bacterias y arqueas, que se- que pueblan los distintos ecosistemas de nuestro planeta.
rían así los dos únicos dominios primarios, mientras que Aparte de estas consideraciones sobre la diversidad de
los eucariotas representarían un grupo secundario de apa- especies pertenecientes a cada uno de los dominios, los ár-
rición más reciente. boles filogenéticos, inicialmente basados en el rRNA
18 Cap. 2, Los grandes dominios
16S/18S y más recientemente en datos de genómica com- La filogenia del dominio Archaea es completamente di-
parativa, muestran diferencias significativas en determina- ferente, pues se halla dividido en dos grandes grupos, los
dos patrones macroevolutivos puestos de manifiesto por la reinos Euryarchaeota y Crenarchaeota (recientemente se ha
topología de estos árboles. El dominio Bacteria se divide en propuesto un tercer reino, las Korarchaeota, pero su posi-
un gran número de grupos, que según el sistema taxonó- ción filogenética es muy discutida). A su vez, la ramifica-
mico que se utilice pueden definirse como reinos, subrei- ción interna de cada uno de estos reinos de arqueas no es
nos o clases. Las últimas estimaciones sitúan este número explosiva como en el caso de las bacterias, sino que refleja
en torno a 50, de los cuales alrededor de la mitad aún ca- la aparición progresiva de las distintas clases. En ocasiones
rece de representantes cultivados, por lo que están a la es- es posible correlacionar este patrón con la evolución de ca-
pera de recibir un rango taxonómico oficial (son las deno- racteres fenotípicos particulares. El caso del reino Euryar-
minadas divisiones o clases candidatas). Todos estos grupos chaeota es el más notable: los grupos de emergencia más
están separados por distancias muy cortas y con un orden basal, como los Thermococcales, albergan especies en ge-
de aparición no resuelto y muy difícil de inferir. Esto su- neral hipertermófilas, varios de los grupos intermedios al-
giere que se diversificaron rápidamente, es decir, que fue- bergan especies metanogénicas, y los grupos apicales co-
ron el resultado de una radiación evolutiva, aunque es muy rresponden a especies halófilas, con fenotipos intermedios
probable que el número de grupos esté exagerado y que en todos los casos. La topología del dominio Eucarya pre-
parte de ellos sean simplemente el resultado de artefactos senta la situación más compleja. Los primeros análisis fi-
de reconstrucción filogenética. Un problema adicional que logenéticos basados en el rRNA 18S mostraban la aparición
dificulta enormemente la reconstrucción de una filogenia de varias decenas de filos eucariotas distribuidos en una to-
robusta de las bacterias es la transferencia horizontal de ge- pología dividida en dos regiones: una larga rama basal de
nes entre especies más o menos alejadas (véase el recuadro la cual emergía un gran número de grupos de eucariotas
Transferencia horizontal de genes…). A pesar de estas di- unicelulares, y una región apical donde se mezclaban gru-
ficultades, los resultados de la aplicación de diferentes téc- pos de eucariotas unicelulares y de eucariotas multicelula-
nicas de reconstrucción filogenética coinciden en sugerir res en un orden difícil de resolver. Hoy se sabe que esa to-
que probablemente haya varias decenas de grandes filos pología era incorrecta, resultado de la combinación de
bacterianos. diversos artefactos (en particular de la atracción de ramas
Bacteroidetes
10%
Actinobacteria
Firmicutes
Gemmatimonadetes
Deferribacteres
Thermomicrobia
Chrysiogenetes Chlorobi
Chloroflexi
Fusobactería
Proteobacteria
OP11
OP5
Deinococcus-Thermus
OP10 WS1
Dictyoglomi Spirochaetes
Thermotogae
Fibrobacteres
OP2 OPB7
TM6
Thermodesulfobacteria
OP8
Aquificae WS3
Korarchaeota EM19 Nitrospira
OP1
OPB46
Crenarchaeota
OP3
Acidobacteria
Chlamydiales
Euryarchaeota Eukarya
Verrucomicrobia
Planctomycetes
Reconstrucción filogenética basada en el análisis de las secuencias del RNA ribosómico 16S de los dos dominios que con-
forman los “procariotas”: Archaea (en rojo) y Bacteria (en verde). En azul se indican todos aquellos filos que están representa-
dos sólo por secuencias que se han obtenido a partir de genotecas medioambientales. Se trata de nuevos filos putativos, pero
que todavía no tienen ni un solo representante en cultivo puro en el laboratorio. Si exceptuamos el orden de ramas correspon-
diente a los filos de imbricación más profunda (por ejemplo Aquificae, Thermodesulfobacteria, Thermotogae y Dictyoglomi), el orden
de ramas en el resto de los filos no se ha podido resolver todavía con ninguno de los conjuntos de marcadores filogenéticos en
uso (rRNA 16S, rRNA 23S, gyr B, ATPasa, factor de elongación TU, etc.). La barra indica un 10% de divergencia en la secuencia.
“Procariotas”:
arqueas y bacterias
Ramón Rosselló y Josefa Antón
3
Resumen: Archaea y Bacteria son los dos dominios que albergan a todos los organismos unicelulares anucleados, que también
se conocen como “procariotas”. Estos microorganismos representan el grupo de seres vivos más abundante de la biosfera, cuya
biomasa global sería equivalente a la de todos los vegetales. Sin embargo, el número de especies de “procariotas” no llega a
7500, con un valor inferior al 0,5% del total de las descritas hasta el momento en el cómputo global de seres vivos. Por su ubi-
cuidad y diversidad filogenética y metabólica, se especula que en realidad hay más de 10 millones de especies. Los “procario-
tas” colonizan todo nicho que permita la vida, llevan aproximadamente 3500 millones de años desarrollándose y modificando
el planeta, y es probable que sean los organismos más importantes en el mantenimiento de la homeostasis de la biosfera. El
mayor problema en la descripción de especies nuevas es la necesidad de disponer de cultivos puros en el laboratorio para ser
investigados. No obstante, las nuevas metodologías moleculares están ayudando a distinguir especies y permitiendo obtener
mucha información sobre el potencial genético y la verdadera diversidad escondida en los ambientes naturales.
Summary: Archaea and Bacteria are the two domains that embrace all unicellular organisms without nucleus, also called
“Prokaryotes”. They represent the most abundant group of organisms on the biosphere, and their global biomass may be equivalent
to that generated by plants. In contrast, there are less than 7500 “prokaryotic” species hitherto described, that account for less
than 0,5% of the total of species of living organisms. According to their ubiquity, and phylogenetic and metabolic diversity, ht e amount
of expected species could be high above 10 million. The “prokaryotes” colonize any niche that permits life. They appeared about
3500 million years ago, and since then they are modifying the planet and are probably the most relevant organisms keeping the
biosphere homeostasis. The most important problem hampering the description of new species is the need of pure laboratory
cultures. However, new molecular techniques applied to microbial ecology are allowing the access to new information on the real
diversity and the genetic potential of microorganisms in natural ecosystems.
E
l término “procariota” se refiere a las células u orga- las y orgánulos autorreplicativos independientes de la
nismos que carecen de núcleo. Los “procariotas” son membrana plasmática son relativamente raros. Las funcio-
un grupo parafilético, es decir, incluyen organismos nes respiratoria y fotosintética están asociadas a la mem-
de muy distinta historia evolutiva y sin un único origen brana plasmática (con la excepción de las cianobacterias,
común. Como se muestra en la reconstrucción filogenética en las cuales lo están a tilacoides). Los ribosomas de ar-
que inicia el capítulo, de los tres dominios en que se pueden queas y bacterias son en general del tipo 70S y están dis-
clasificar los seres vivos (Eukarya, Archaea y Bacteria), hay persos en el citoplasma (no hay un retículo endoplasmático
dos (Archaea y Bacteria) formados exclusivamente por mi- donde se anclen los ribosomas). Los “procariotas” captan
croorganismos “procariotas”. Estos dos grupos filogenéti- los nutrientes disueltos en el medio a través de sus envol-
cos son también las dos categorías taxonómicas de mayor turas celulares, lo que se denomina osmotrofía, sin que se
rango que albergan a todos los “procariotas” conocidos. conozcan fenómenos de fagotrofía ni captación de nutrien-
Con frecuencia se utilizan indistintamente los términos tes particulados mediante la formación de pseudópodos y
“procariota” y bacteria, si bien esto no es correcto desde el vacuolas digestivas. Normalmente la célula está incluida
punto de vista filogenético. en una pared celular rígida, aunque éste no es un rasgo uni-
Las arqueas y bacterias normalmente son, aunque con versal ya que se conocen ejemplos tanto de Archaea como
importantes excepciones, organismos unicelulares, de pe- de Bacteria que carecen de pared celular. Las células pue-
queño tamaño (entre 2 y 10 µm), cuyo nucleoplasma (o ge- den ser inmóviles o bien presentar movimiento natatorio
nóforo) no está separado físicamente del citoplasma por un por flagelos de tipo bacteriano o por deslizamiento sobre
sistema de membranas. Con frecuencia la membrana plas- superficies. La mayoría son organismos unicelulares, pero
mática presenta una topología compleja, con intrusiones en ocasiones pueden formar estructuras filamentosas, mi-
vesiculares, lamelares o tubulares en el citoplasma. Vacuo- celiares o coloniales, aunque con algunas excepciones las
21
22 Cap. 3, “Procariotas”: arqueas y bacterias
¿Qué es un “procariota”?
Se denomina “procariota” (del griego pro [antes] y karyon [nuez o núcleo]) a toda célula que se caracteriza por la ausen-
cia de núcleo diferenciado que separa el genoma del citoplasma por una envuelta membranosa, y que en general no forma
tejidos diferenciados. Sin embargo, en algunos casos presentan estructuras que pueden recordar al núcleo eucariota (por
ejemplo Planctomycetes). Este grupo está definido, por tanto, en función de la ausencia (y no de la presencia) de un carác-
ter, y alberga dos líneas de desarrollo independientes, siendo parafilético. El término “procariota” no denomina una ca-
tegoría taxonómica válida, pero agrupa dos dominios (Bacteria y Archaea) que junto con Eukarya representarían el total
de la diversidad celular en la biosfera.
posibilidades de diferenciación morfológica son escasas y monofilético. Aparecen, sin embargo, algunos géneros y
se limitan a estructuras de anclaje, estadios de reposo y mo- especies que están constituidos por agrupaciones parafilé-
dificaciones en las características morfológicas celulares. ticas o polifiléticas de organismos. Antes del desarrollo de
Hay mecanismos de transferencia de genes y recombina- la filogenia molecular estos táxones se habrían clasificado
ción, pero nunca conllevan gametogénesis ni formación de muy probablemente como “procariotas”, y es posible que
zigotos. La diferenciación morfológica entre eucariotas y en un futuro próximo se reclasifiquen.
“procariotas” es, pues, sencilla, aunque en algunos casos Cuando en 1977 se llevó a cabo la primera reconstruc-
puede verse dificultada por la presencia de atributos tales ción filogenética basada en la comparación de los genes
como la formación de hifas en Actinomicetes que los ase- que codifican la subunidad pequeña del RNA ribosómico
mejan a hongos filamentosos, o los penachos flagelares de de las bacterias y las arqueas (16S) y los eucariotas (18S),
algunas bacterias que pueden confundirse con el flagelo se observó que los organismos celulares se separaban en
eucariota. tres líneas distintas, denominadas dominios. Según esta
Desde sus inicios a finales del siglo XIX, hasta las pri- reconstrucción, el conjunto de “procariotas” se dividiría
meras filogenias moleculares a finales de los años 70 del en dos líneas filogenéticas (Fig. 1): la que englobaría las
siglo XX, la clasificación de los “procariotas” se basaba verdaderas bacterias, o dominio Bacteria (inicialmente de-
esencialmente en la observación de similitudes fenotípicas nominado Eubacteria), y el dominio Archaea (inicialmente
por comparación de caracteres metabólicos y en similitu- denominado Archaebacteria). La conclusión más inespe-
des genómicas mediante técnicas de hibridación DNA- rada de este estudio fue que Archaea, al menos desde el
DNA (DDH) y determinación del contenido de G+C punto de vista de la maquinaria replicativa, podría tener
(Recuadro 1). Ambos parámetros compensan la poca in- un origen monofilético con los eucariotas (o Eukarya). Es
formación que aportan, en el caso de los “procariotas”, los por ello que la categoría de “procariotas” se considera
aspectos morfológicos y ontogénicos (por ejemplo fases de como un grupo parafilético.
desarrollo o ciclos celulares), que han sido útiles para con- Los miembros de Archaea y Bacteria comparten un im-
figurar el esquema de la clasificación de los eucariotas. En portante número de caracteres genéticos, como albergar el
especial, la circunscripción de las categorías superiores a DNA en forma circular covalentemente cerrada, presencia
especie y género se ha visto dificultada por la falta de cri- de plásmidos, ribosomas de semejante tamaño y organiza-
terios objetivos de aplicación universal para todos los “pro- ción de genes en operones, entre otros; y fisiológicos, como
cariotas”. El desarrollo de la metodología de manipulación, la capacidad de respiración anaerobia, la fijación de nitró-
secuenciación y comparación de la secuencia del RNA ri- geno, la quimiolitoautotrofía, la fotosíntesis basada en ro-
bosómico (originalmente el 5S y posteriormente el 16S, o dopsinas y la termofilia, entre otros. Sin embargo, Archaea
su gen codificador) permitió establecer un criterio de apli- y Eukarya también comparten características genéticas re-
cación general y, con ello, una mayor objetividad en la cir- levantes, como la presencia de histonas, el iniciador de
cunscripción de categorías jerárquicas superiores a especie. tRNA como metionina, la similitud en las RNA polimera-
De hecho, la década de 1990 se caracterizó por una activi- sas y una estructura de promotor en forma de caja TATA.
dad importante en la reclasificación de táxones. Géneros Estos últimos datos refuerzan la hipótesis de que, al menos
como el de Pseudomonas se reclasificaron en varios órde- desde el punto de vista de la maquinaria genética, Eukarya
nes, con sus respectivas familias y géneros. Actualmente, y Archaea comparten un antepasado común.
la taxonomía de las arqueas y las bacterias se ha conse-
guido consolidar gracias al uso de éste y otros marcadores Abundancia de arqueas y bacterias
filogenéticos. Las nuevas clasificaciones se basan esencial-
mente en reconstrucciones filogenéticas que, en general,
y su diversidad
parece que se correlacionan con los estudios comparativos Las arqueas y las bacterias son ubicuas, ya que se ha detec-
entre genomas (Fig. 1). A excepción de algunos casos es- tado su presencia en multitud de ambientes naturales y ar-
porádicos de géneros y especies, la filogenia molecular ba- tificiales, desde el aire a varios miles de metros de altura en
sada en el RNA 16S ha permitido clasificar las arqueas y la atmósfera hasta las capas más profundas de la corteza
las bacterias en táxones formados por organismos de origen terrestre en donde la vida aún es posible. Se estima que su
Ramón Rosselló y Josefa Antón 23
Como ocurre con los eucariotas, la especie es la unidad básica con la cual se ha construido todo el esquema taxonó-
mico de los “procariotas”. La clasificación de estos organismos unicelulares se estableció tomando como modelo el sis-
tema jerárquico concebido por Linneo para las plantas y los animales. Sin embargo, debido a sus características
intrínsecas, tanto genéticas como fisiológicas y ecológicas, los parámetros útiles para circunscribir especies en animales
y plantas no lo son en las arqueas y las bacterias. En general, los “procariotas” tienen una reproducción asexual y clo-
nal, así como una distribución aparentemente cosmopolita. Por tanto, el concepto de aislamiento sexual, útil en plantas
y animales, no es aplicable a las arqueas y las bacterias. Una especie se considera como aquella unidad formada por or-
ganismos con origen monofilético que muestran una coherencia, tanto genómica como fenotípica, que los hace distin-
guibles de otras unidades semejantes. La mayor limitación para clasificar las especies de “procariotas” es que hay que
partir de cultivos puros, ya que hoy día es casi imposible obtener información suficiente para clasificar un “procariota”
directamente de una muestra ambiental.
A B Tm híbrido a
Tm híbrido b
Tm DNA homólogo
100
mezcla 50
extracción
DNA
genómico desnatura- hibridación
lización Cálculo 25
RBR
ΔTm
0
50 60 70 80 90 100
Temperatura °C
C D
Porcentaje de similitud DNA-DNA
120 100
100 98
80 96
60 94
40 92
fronteras
20 90 generalmente
2 aceptadas
y = –5,0501x + 90,329 R = 0,7994
0 88
0 2 4 6 8 10 0 20 40 60 80 100
ΔTm ºC
Porcentaje de similitud DNA-DNA
La coherencia filogenética de los miembros de una especie se demuestra mediante la comparación y el análisis de ge-
nes esenciales, universales entre las arqueas y las bacterias, y en especial mediante el gen que codifica el RNA ribosó-
mico 16S. La coherencia genómica se verifica analizando parámetros como el contenido en G+C y la hibridación entre
genomas (DDH, DNA-DNA hybridization). Se trata de cuantificar, tras la hibridación entre dos DNA (A), el porcentaje de
cadenas híbridas formadas (RBR, relative binding ratio) o la estabilidad térmica del híbrido en comparación con el DNA
homólogo (∆Tm; B). Ambos parámetros están correlacionados (C) y, en general, un elevado RBR (>75%) se correlacio-
na con pequeñas diferencias en la temperatura de fusión entre híbridos y homólogos (∆Tm < 4 ºC). Ello significa que cuan-
to más se parecen dos genomas, más genes compartidos tienen y su secuencia es más parecida, por lo que se forman
más hibridos que en el caso contrario. De la misma forma, cuanto más se parecen los genes más térmicamente estable
es el híbrido que se forma, por lo que dos genomas semejantes generarán híbridos con temperaturas de fusión muy pa-
recidas. También existe una correlación entre la DDH y la identidad de la secuencia de rRNA (D). Stackebrandt y Go-
ebel propusieron establecer un valor del 97% en la identidad de esta secuencia como frontera para la circunscripción
de especies. Sin embargo, debido a la enorme diversidad en grupos filogenéticos y nichos ecológicos, la tasa de muta-
ción de este gen no es sincrónica en las arqueas y las bacterias y, por lo tanto, no siempre se cumple esta regla (D). Ac-
tualmente se está intentando sustituir la DDH por el análisis multilocus de secuencias (MLSA), que trata de secuenciar
y concatenar varios genes esenciales y de copia única en el genoma. Los alineamiento resultantes contienen muchas más
posiciones homólogas que los basados en un único gen. Se pretende así minimizar los sesgos en la elección de un úni-
co gen para verificar la homogeneidad filogenética. Sin embargo, está técnica aún está en fase de desarrollo y todavía no
se utiliza con mucha frecuencia para la descripción de nuevas especies. La coherencia fenotípica se observa mediante la
aplicación de tests metabólicos y enzimáticos, y con la medida de parámetros quimiotaxonómicos tales como los perfi-
les de ácidos grasos, las poliaminas, la composición en quinonas respiratorias, los lípidos polares, etc.
24 Cap. 3, “Procariotas”: arqueas y bacterias
110 110
A B
100 100
Identidad genética de secuencias 16S
80 80
70 70
A nivel A nivel
de género de especie
60 60
50 50
30 40 50 60 70 80 90 100 110 0 20 40 60 80 100
Identidad media de los genes ortólogos (AAI) Porcentaje de genes compartidos
Figura 1. Comparación entre la identidad de la secuencia del gen que codifica el rRNA 16S con la identidad media de los genes or-
tólogos (acrónimo en inglés, AAI) compartidos entre genomas (A), o el porcentaje de genes ortólogos compartidos (B). Se puede ob-
servar que hay una correlación entre las variaciones en estos dos parámetros genómicos y las del rRNA 16S. En general, organismos
pertenecientes a distintos filos o clases tienen AAI inferiores al 50%.
recuperar en cultivo los microorganismos presentes en la na- rias, ni tampoco una clasificación oficial, sí se usa una no-
turaleza, ya que en la mayoría de los casos se consigue hacer menclatura oficial con sus reglas y normas. Las arqueas y
crecer en el laboratorio menos del 1% del total de los orga- las bacterias se han ido clasificando mediante publicacio-
nismos presentes en una muestra. Por tanto, uno de los retos nes en distintas revistas científicas, cuyos criterios de cla-
más importantes en microbiología es cultivar nuevos micro- sificación se establecían a partir de la experiencia y de los
organismos (Fig. 3). La aplicación de técnicas de biología generados por los investigadores pioneros. Sin embargo,
molecular al estudio de las comunidades microbianas está hay dos entidades que de una manera consensuada entre
permitiendo no sólo entender la diversidad que esconden, microbiólogos se han encargado de organizar y objetivar la
sino también poder dirigir el cultivo en el laboratorio y así clasificación de las arqueas y las bacterias. Una es la re-
explotar sus posibilidades biotecnológicas. vista International Journal of Systematic and Evolutionary
Una vez se ha conseguido aislar el microorganismo en Microbiology, en la cual se publican la mayoría de las nue-
el laboratorio, de forma que sea posible cultivarlo y mante- vas clasificaciones y se validan en forma de lista las clasi-
nerlo, tanto la identificación como la caracterización tienen
que hacerse mediante la observación del metabolismo y el Tabla 2. Número total de especies descritas al final del si-
análisis de los caracteres genéticos. La tarea de obtener in- glo xx. Los valores mostrados son en miles de unidades.
formación de las arqueas y las bacterias requiere la aplica-
ción de técnicas moleculares y bioquímicas que, en algunos
casos, precisan un equipamiento relativamente complejo. Grupo Especies Porcentaje Especies
A diferencia de muchos tipos de organismos eucariotas, los descritas del estimadas
requerimientos, tanto de tiempo como de material e infraes- (x 1000) total (x 1000)
tructura, para poder describir con exhaustividad un taxon Plantas 270 15,4 300-500
son costosos. Obviamente, un requisito esencial para descri- Cordados 45 2,6 50-55
bir una nueva especie de arqueas y bacterias es disponer de Artrópodos 1065 60,8 2375-101 200
material biológico vivo, a diferencia de lo que ocurre con Moluscos 70 4 100-200
muchos organismos eucariotas, que simplemente pueden Nematodos 25 1,5 100-1000
describirse a partir de material conservado en formol o seco. “Protistas” 40 2,3 60-200
“Algas” 40 2,3 150-1000
Hongos 75 4,3 200-9900
La clasificación y las colecciones Arqueas y bacterias 4,9 0,3 50-3000
de cultivo Virus 4 0,2 50-1000
Aunque no hay una sociedad de microbiología dedicada Otros 115 6,6 200-800
específicamente a la taxonomía de las arqueas y las bacte- Total 1753 100 3635-111 655
26 Cap. 3, “Procariotas”: arqueas y bacterias
Bacteroidetes(10%) Proteobacteria (44%) Figura 2. Las formas de arqueas y bacterias proporcionan muy
Actinobacteria (15%) poca diversidad. En general, la mayoría de los microorganismos
Fimicutes (18%) presentan forma de bacilos (estructuras alargadas de distinta lon-
gitud y diámetro) o cocos (esferas de distinto tamaño). En algu-
nos casos se observan formas más complejas, como espirales, hi-
fas o pedúnculos. De todos modos, la simple observación de un
organismo no reporta ninguna garantía en su identificación.
Ramón Rosselló y Josefa Antón 27
mamíferos, especialmente de los rumiantes. También se sidian Pool, en el parque de Yellowstone. A pesar de estar
encuentran metanógenos entre los habitantes del tracto in- conformada sólo por secuencias ambientales, se han con-
testinal de algunos humanos. seguido obtener cultivos mixtos en el laboratorio, donde
Uno de los grupos más intrigantes dentro de Euryar- Korarchaeota coexiste con otros termófilos anaeróbicos.
chaeota son los Thermoplasmatales. Este orden contiene
organismos termófilos sin pared celular, como Ferro- El dominio Bacteria
plasma y Thermoplasma, o acidófilos como Picrophilus,
que puede crecer en ambientes extremadamente ácidos, Bacteria es el dominio más amplio y el que alberga la
con pH de hasta 0,06. Igualmente, dentro del mismo filo se mayor parte de las especies (6855, el 96%) y los géneros
encuentran órdenes de microorganismos hipertermófilos (1552, el 95%) de todos los “procariotas” conocidos. En
importantes, como Thermococcales y Archaeoglobales, de estos momentos Bacteria cuenta con 26 filos reconocidos
metabolismo en general quimiolitoautótrofo anaeróbico. taxonómicamente. Sin embargo, se han podido observar
Por último, al igual que ocurría con Crenarchaeota, me- al menos 13 filos adicionales que sólo están representados
diante técnicas independientes de cultivo también se han por secuencias ambientales que no se corresponden con la
encontrado organismos del filo Euryarchaeota amplia- de ningún microorganismo cultivado en el laboratorio. En
mente distribuidos en ambientes marinos. estos momentos, en la base de datos de la secuencia del
El filo Korarchaeota está formado sólo por secuencias gen del rRNA 16S aparecen 368 054 entradas distintas
ambientales obtenidas de genotecas del gen del rRNA 16S correspondientes a miembros de este dominio. Éstas su-
obtenidas a partir de DNA extraído de la fuente termal Ob- ponen el 95% de las secuencias de “procariotas” y el 80%
Muestra ambiental
Técnicas de
electroforesis,
discriminación
de filotipos,
DGGE; RT-DGGE;
TGGE; ARISA;
Escisión de bandas Amplificación de
SSCP …
genes de ARNM6S
Secuenciación Secuenciación de
e identificación genes funcionales
Técnicas de clon 12393
Salinibacter ruber
observación clon 17547
Rhodothermus marinus
cuantificación e clon DG103 Clonación Potencial genético
identificación de e identidad de
Hibridación
células individuales: organismos no
FISH; CARD-FISH; cultivados
MAR-FISH; RING-FISH;
citometría de flujo
… Diseño de sondas
Estructura de comunidades,
autoecología, Aislamiento dirigido de organismos de interés
metabolismo y función Cultivo en el laboratorio
Figura 3. Estrategia de análisis de comunidades microbianas. Para cuantificar e identificar poblaciones en su ambiente natural se ha
tenido que recurrir al desarrollo de técnicas moleculares que combinan la secuenciación de genes con el diseño de sondas. Uno de
los objetivos finales de estos estudios es conseguir llevar al laboratorio organismos con capacidades metabólicas, genéticas o ecoló-
gicas de interés.
Ramón Rosselló y Josefa Antón 29
Alphaproteobacteria
e
cea
Sphingom
era
act
Ric itoc
ym
dob
ke ond
ceae
tts
ceae
Rho
onadace
iac rias
Ace
Caulobacteraceae
izobia
ea
bacteria
toba spirilla
e
Rho
ae
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cter
ace
r
ae
ae
do
y
Brad
lce
Bd
d
ace
Methlylo
ello My Cyst
ona
Neisseriaceae
ila
Nit ellacea
vib xo ob
ph
ae e
ia
om
ion cco ac on
no
c
ace ca ter t
Az
ae
ais m
ros
ge
eriu
a
ae cea ine
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os
dro
De act
ion
e ae R
ae bia
pir
sul D ob Betaproteobacteria
Hy
esu thin
Gall
fob
illu
Rh
era ob
cea ulba iacea
e
Deltaproteobacteria Geo e cea older
bac e Burlh
l
uga yc
Desulf tera
la
Do odoc
uromo ceae Alcaligenaceae
Syntroph n ada
obactera ceae
Rh
e
ceae onadacea
Syntrophus Pseudom Coma
monad
eae aceae
Desulfuromonadac Alcanivoraceae
Vib
rio
na
ce
Enterobacteria
ae
Alte
Gammaproteobacteria
rom
ona
dac
ceae
eae
Paste
u
rella
eaec
Figura 5. Reconstrucción filogenética basada en el análisis de las secuencias del rRNA 16S de algunas de las familias más representativasdel
filo Proteobacteria. Se indican las ramas filogenéticas correspondientes a algunos géneros relevantes (por ejemploArcobacter, Campylobacter,
Syntrophus, Janthinobacterium, Azospirillum, Ralstonia, Dunganella, Shewanella y Marinobacter) que se encuentran fuera de la rama filogenética de
su correspondiente familia, y por tanto conforman táxones no monofiléticos. La barra indica un 10% de divergencia en la secuencia.
tinobacteria que presentan un alto contenido de G+C en nes incorrectamente denominado ántrax, conocido como
sus genomas. Se trata de un grupo muy diverso de orga- potencial arma bacteriológica). Sin embargo, también
nismos, también ubicuos y especialmente relevantes en entre ellos hay organismos con alto interés biotecnoló-
suelos y ambientes anaeróbicos. Muchos de ellos son fer- gico, como Bacillus thuringiensis y Bacillus sphaericus,
mentadores y algunos anaerobios obligados (como Clos- que sintetizan compuestos insecticidas que se están utili-
tridium y Heliobacterium). Se incluyen en este grupo la zando como plaguicidas biológicos en cultivos extensi-
mayor parte de los formadores de endosporas, que son vos. Dentro de este filo se encuentra el orden de los
unas formas de resistencia capaces de soportar condicio- Mollicutes, que se caracteriza por carecer de pared celu-
nes ambientales extremadamente adversas, tales como de- lar. Éstos se consideran los organismos más pequeños con
secación o altas temperaturas. Los firmicutes incluyen capacidad de crecimiento autónomo dentro del dominio.
organismos importantes en la industria alimentaria, como Además, su genoma es más pequeño que el de la mayo-
las bacterias lácticas (Lactobacillus y Leuconostoc son ría de los “procariotas” (0,58 Mb en el caso de Myco-
muy importantes en la transformación y la conservación plasma genitalium), más pequeño incluso que el de
de productos, tanto de industrias cárnicas como de encur- organismos parásitos o simbiontes obligados como
tidos, entre otras). Sin embargo, el mismo filo contiene Chlamydia y Rickettsia. Mollicutes se encuentran espe-
también organismos patógenos muy relevantes, como cialmente distribuidos como patógenos, comensales e in-
Streptococcus (causante de la escarlatina y de las angi- cluso simbiontes de plantas y animales, y algunos, como
nas), Clostridium (causante del tétanos y del botulinismo) Spiroplasma, parece que presentan coespeciación con los
y Bacillus anthracis (causante del carbunco, en ocasio- insectos que los albergan.
32 Cap. 3, “Procariotas”: arqueas y bacterias
novedosas ha permitido poner de manifiesto característi- Uno de los factores más importantes que pueden enmas-
cas morfológicas, ecológicas y en algunos casos metabó- carar los procesos de especiación debidos al aislamiento geo-
licas de organismos no cultivados. Para estos organismos, gráfico es la capacidad de intercambio genético entre los
de los que se puede obtener un mínimo de caracteres que “procariotas”. Los mecanismos de transferencia horizontal
garantizan su identificación, se ha establecido un estatus de genes son conocidos desde hace décadas. En las bacte-
provisional dentro del esquema taxonómico de los “proca- rias se ha demostrado que la adquisición de genes de origen
riotas”. Se les asigna un estatus de ‘candidatus’, con un exógeno se puede llevar a cabo mediante intercambio de
nombre provisional que se validaría en caso de obtenerse plásmidos (conjugación), por incorporación activa de DNA
en cultivo puro. Con este estatus se han clasificado provi- libre (transformación natural) o mediante infección por
sionalmente los microorganismos unicelulares de mayor fagos (transducción). Estos procesos pueden ocurrir entre
tamaño hasta ahora conocidos (por ejemplo Thiomarga- organismos de muy distintas categorías y, a diferencia de
rita namibiensis) con metabolismo quimiolitoautótrofo lo que ocurre en los eucariotas, no están restringidos a los
anaeróbico, o parásitos intracelulares patógenos (por miembros de una misma especie. El cambio de siglo ha ve-
ejemplo Rhabdochlamydia porcellionis). También el ha- nido acompañado por un importante esfuerzo en la secuen-
lófilo extremo Salinibacter ruber se consiguio aislar en ciación de genomas completos de “procariotas”. Se ha
cultivo puro en el laboratorio debido al conocimiento de pretendido que en el año 2011 se hayan secuenciado y
algunas de sus particularidades metabólicas reveladas por anotado 1800 genomas de “procariotas”, de los que más de
estudios de ecología molecular. la mitad serán de Bacteria (http://www.ncbi.nlm.nih.gov/
genomes/lproks.cgi). A pesar de que la elección está ses-
gada hacia la secuenciación de organismos patógenos, con
Biogeografía y especiación
una relativa baja proporción de organismos de origen am-
Las arqueas y las bacterias son ubicuas y se encuentran biental, las primeras observaciones han suscitado cuestiones
colonizando cualquier ambiente que permita la vida. Una importantes sobre los procesos de especiación. Basándose
de las cuestiones más intrigantes en ecología microbiana en la comparación de la composición y en las similitudes
radica en esclarecer si se producen mecanismos de aisla- de genes ortólogos entre genomas, algunos investigadores
miento geográfico que permitan una especiación alopá- especulan que el proceso de intercambio génico puede
trida de estos microorganismos. Baas Becking formuló en haber transgredido incluso las fronteras entre dominios, y
1936 su famoso «Todo está en todas partes, pero el am- que la genealogía de los “procariotas” puede estar desdibu-
biente lo selecciona», una afirmación que ha condicionado jada por una transferencia de genes considerable. Sin em-
la visión de la diversidad microbiana en un entorno global. bargo, otros investigadores consideran que se está
De hecho, no es infrecuente aislar miembros de una misma sobrevalorando su importancia debido a una base de datos
especie en muestras procedentes de ambientes lejanos. todavía parca, y que muy probablemente el modelo darwi-
Desde hace unos años se vienen utilizando herramientas niano clásico de linajes con base en la deriva genética, du-
genéticas para saber si realmente los organismos que se plicaciones genéticas y deleciones, sea el modo dominante
encuentran en lugares geográficamente distantes deben de evolución en las arqueas y las bacterias. Con el fin de
sus diferencias a mecanismos de especiación ligada a la acomodar las incongruencias genómicas intraespecíficas
distancia y el aislamiento geográfico. Estas técnicas com- con la identidad de una especie, se ha propuesto que dicha
paran la diversidad entre genomas de forma indirecta, por identidad vendría conferida por un grupo de genes (core)
métodos como la electroforesis en campo pulsado (PFGE) invariables en el taxon, que irían acompañados de un grupo
o amplificaciones al azar (RAPD). También se han reali- de genes auxiliares cuya presencia no sería necesaria para
zado estudios de diversidad en la secuencia del espaciador la identidad del organismo. Muy probablemente habrá que
(ITS) entre los genes que codifican los rRNA 16S y 23S. esperar a la secuenciación de muchos más genomas para
Actualmente se combinan la secuenciación y la concate- estimar la importancia de la transferencia horizontal de
nación de los alineamientos de genes esenciales (el deno- genes en la evolución microbiana.
minado MLSA). Sin embargo, sólo se ha podido
demostrar una clara segregación genética ligada a un ais- Bibliografía básica
lamiento geográfico para organismos extremófilos, como
Sulfolobus, y para algunas cianobacterias termófilas. Estos – Amann R, Ludwig W, Schleifer KH. 1995. Phylogenetic identification
and in situ detection of individual microbial cells without cultivation.
“procariotas” habitan en ambientes muy restringidos en
Microbiol Rev 59:143-69.
cuanto a características ambientales, que en general son
– Dworkin M, Falkow S, Rosenberg E, Schleifer KH, Stackebrandt E.
geográficamente distantes. Hace falta conocer si los meca- 2007. The prokaryotes, 3rd ed. New York: Springer-Verlag.
nismos de dispersión de los microorganismos son tan rá- – Garrity GM. 2001. Bergey’s manual of systematic bacteriology, 2nd ed.
pidos que no permiten que se establezca una divergencia New York: Springer-Verlag.
genética ligada al aislamiento geográfico, o si los paráme- – Sneath PHA. 1992. International code of nomenclature of bacteria
tros genéticos que se miden no son suficientemente reso- (1990, revision). Washington: ASM Press.
lutivos como para poder detectar una especiación – Whitman WB, Coleman DC, Wiebe WJ. 1998. Prokaryotes: the unseen
alopátrida. majority. Proc Natl Acad Sci USA 9:6578-83.
1
Ichthyosporea
Choanoflagellata 1
Opisthokonta
16 Metazoa (metazoos) 2 2
UNICONTOS
Nucleariidae
15 Fungi (hongos) 3 3
Conosea 4
Amoebozoa 5
(amebozoos)
Lobosea 4
Glaucophyta
6
(plantas)
Plantae
7 Clorobionta (clorobiontes) 5
2 5
5 Alveolata (alveolados) 6
6
5 Heterokonta = Stramenopiles 7 Chromalveolata
(heterocontos)
Haptophyta
Hacrobia 5 7
(hacrobia)
Cryptophyta
BICONTOS
Radiolaria
5 8
Cercozoa
Rhizaria
(rizarios)
Foraminifera 8
9
Jakobida
Discicristata 9 5
(excavados)
Excavata
10
Malawimonada
Metamonada 10
Árbol filogenético de los Eucariotas que muestra los linajes más importantes de cada uno de los seis reinos, que a su vez
se reúnen en unicontos y bicontos. Los números en círculos verdes indican el capítulo donde se une la rama. Las fotografías re-
presentan grandes linajes (números en recuadros).
Eucariotas
Iñaki Ruiz-Trillo
4
Resumen: La diferenciación entre “procariotas” y eucariotas probablemente es la división estructural más importante de la
historia de la vida. Entre los eucariotas hay una gran diversidad biológica que engloba linajes unicelulares y multicelulares, autó-
trofos y heterótrofos. De hecho, gran parte de la diversidad eucariótica, especialmente la de los microbios (“protistas”), está
aún por descubrir. La sistemática y la taxonomía de los Eukaryota han sufrido grandes cambios desde la aparición de las técni-
cas de biología molecular, especialmente con la secuenciación automática del DNA. Gracias a estas nuevas tecnologías se han
descubierto diversos linajes de eucariotas y se han creado nuevos clados y agrupaciones. Entre los cambios más importantes
se encuentran la agrupación de hongos (Fungi) y animales (Metazoa) dentro de un mismo clado, los opistocontos (Opisthokonta),
y lejos de las plantas. El antiguo grupo “Protista” ha dejado de ser válido y, en su lugar, se han erigido nuevas y complejas agru-
paciones filogenéticas. La filogenia de los Eukaryota es, sin duda, un campo vivo, en continuo proceso de reestructuración y con
muchas cuestiones por resolver, entre ellas el origen de la célula eucariótica y la raíz del árbol de los eucariotas, que son ob-
jeto de intensos debates científicos. Nuevos datos moleculares sugieren que la raíz de los eucariotas podría encontrarse entre
Unikonta y Bikonta (dos agrupaciones recientemente creadas), pero son necesarios más datos genómicos para responder a esta
pregunta. Lo que sí parece claro es que el proceso de simbiosis entre una arquea y una bacteria, que daría lugar a la mitocon-
dria, constituyó un elemento clave para el origen de los eucariotas.
Summary: The division between “procaryotes” and eukaryotes is probably one of the most important structural divisions of life’s
history.Among eukaryotes we can find both unicellular and complex multicellular forms; autotrophs and heterotrophs. In fact, most
of the eurkaryotic diversity, particularly that of microbes ("protists") awaits discovery. Since the arrival of molecular biology,specifically
the automatic DNA sequencing technology, the old systematics of Eucaryota has been shattered.Thanks to these new technologies
diverse eurkaryotic lineages have been discovered and new clades and groupings have been created. One of the most notable
changes is the grouping of Fungi and Metazoa in the same clade (Opisthokonta), far away from plants.The old group known as
“Protista” is not valid anymore; instead several new grouping have been constructed.Actually, the systematics of Eukatyota is indeed
a very lively field of research, and many fundamental questions remain open.The origin of the eukaryotic cell and the root of the
Eukaryota exemplify two of these on-going debates. Recent molecular data suggest that most probably the root falls between
Unikonta and Bikonta, two recently created groupings, but more genomic data is needed.What seems to be clearer is that the
simbiosis between an archaea and a bacteria, which gave rise to the mitocondria, was a crucial step on the origin of eukaryotes.
E
l origen de los eucariotas es uno de los grandes se sabe que ese orgánulo es de origen “procariota”, más
misterios por resolver de la biología actual. Los concretamente proteobacteriano, con lo cual es lógico pen-
datos morfológicos y genómicos, aunque significa- sar que los “procariotas” ya existían cuando aparecieron
tivos, no son determinantes a la hora de explicar cómo los eucariotas. De hecho, el registro fósil así lo avala. Por
aparecieron los eucariotas. Lógicamente, las teorías sobre otro lado estarían las hipótesis (la mayoría) que proponen
este hecho evolutivo abundan y en la literatura se encuen- que los eucariotas derivan de los “procariotas”; es decir,
tran hipótesis de muy diversa índole. Por ejemplo, hay au- primero habrían aparecido las bacterias y las arqueas y
tores que argumentan que, de los tres grandes dominios, luego los eucariotas. ¿Pero de qué dominio “procariota”
los eucariotas habrían sido los primeros en aparecer, y que derivaron los eucariotas? La mayoría de las hipótesis
los “procariotas” derivarían de ellos. Sin embargo, hay ra- actuales concuerdan en que el simbionte era de origen bac-
zones de peso para pensar que esto no es así. Todos los teriano (proteobacteriano), pero la identidad del hospeda-
eucariotas actuales tienen mitocondria o un derivado de dor continúa siendo objeto de intenso debate. De hecho,
mitocondria, por lo que muy probablemente el antepasado algunos autores argumentan que los primeros eucariotas
de todos los eucariotas actuales poseía ya un orgánulo, y eran ya nucleados (con núcleo), pero amitocondriales (sin
35
36 Cap. 4, Eucariotas
¿Qué es un eucariota?
Los eucariotas (del griego eu [bueno o verdadero] y karion [nuez o núcleo]) están caracterizados por células nucleadas
de estructura compleja. Sin duda, la diferencia morfológica más clara entre los eucariotas y los dos dominios de “proca-
riotas” (Archaea y Bacteria) es la presencia del núcleo celular que envuelve y protege el DNA. Pero no es la única. Por
ejemplo, el DNA, a diferencia de lo que ocurre en los “procariotas”, se encuentra en forma de complejas estructuras de-
nominadas cromosomas. Finalmente, los eucariotas contienen una serie de elementos citoesqueléticos diferenciales (Fig.
1), como son el nucléolo, los centriolos, el retículo endoplasmático, el aparato de Golgi, flagelos con una estructura de ‘9+2’
microtúbulos y algún tipo de orgánulo de doble membrana (mitocondria, hidrogenosoma o mitosoma; en los eu-
cariotas fototróficos también se encuentran plastidios). La diferencia estructural entre una célula “procariota” y una eu-
cariota es tanta, y tan clara, que no sería desventurado decir que el paso de “procariotas” a eucariotas es el mayor salto
estructural dentro del árbol de la vida. Pero lo más sorprendente no es que los eucariotas posean esta compleja estruc-
tura celular; lo que sorprende es que no exista ninguna estructura “procariota” actual que se pueda considerar precur-
sora de alguna de las estructuras celulares exclusivamente eucarióticas.Tampoco se tiene constancia de ningún tipo celular
intermedio (o ‘eslabón perdido’) entre “procariotas” y eucariotas. Sin embargo, aunque desde el punto de vista celular o
estructural la diferencia entre “procariotas” y eucariotas es enorme, genómicamente la historia es diferente. Los eucario-
tas se hallan, por su genética, tan lejos de las bacterias o de las arqueas como estas dos entre sí. O dicho de otro modo:
una bacteria es tan distante genéticamente de una arquea como de un eucariota. Las sorpresas no acaban aquí: genómi-
camente los eucariotas son una mezcla no azarosa entre genes nucleares de ascendencia claramente bacteriana y genes
nucleares de ascendencia claramente arqueana. Es curioso, además, que los genes de origen arqueano son básicamente los
encargados de las funciones nucleares (maquinaria genética o genes informativos). Por el contrario, los genes de ascen-
dencia bacteriana son aquellos con funciones más citoplasmáticas (genes metabólicos u operacionales). La clave del cómo
y el porqué de esta mezcla genómica se tendría que buscar en el origen mismo de la célula eucariótica.
mitocondria). La mitocondria, pues, se habría incorporado Actualmente, al disponer de más datos moleculares, se
más tarde mediante un proceso de simbiosis (véase el re- sabe que los eucariotas se dividen en unos seis u ocho
cuadro El reino de los Archezoa...). Por otra parte, hay au- grupos monofiléticos, que difieren bastante de los reinos
tores que suponen que los primeros eucariotas ya poseían clásicos. A continuación se describe uno de los esquemas
orgánulo (mitocondria). Con los datos moleculares actua-
les, las teorías más convincentes y aceptadas son estas úl-
timas, las que suponen que el hospedador que recibió la Mitocondria
alfa-proteobacteria que daría lugar a la mitocondria era
probablemente una arquea. Bajo este proceso evolutivo,
el papel de la simbiosis entre una alfa-proteobacteria y la
arquea se presenta como un suceso crucial para el origen
de los eucariotas. Esta simbiosis, además, podría estar ín- Núcleo
timamente ligada a una fusión genómica entre la proteo-
bacteria y la arquea, que explicaría en parte la mezcla de
genes de ascendencia bacteriana que hay en el genoma de
los eucariotas. Nucléolo
Sin duda, la personalidad del hospedador que adquirió el endosimbionte (mitocondria) ha dado lugar a acalorados debates
en la comunidad científica. Esta búsqueda ha dejado también en los anales de la historia de la ciencia la creación, el auge y
la fulgurante caída de un reino de eucariotas:Archezoa.
La pregunta clave es si el hospedador original que adquirió el endosimbionte (mitocondria) era un “procariota”, un eucariota
o algo intermedio.Y la pregunta no es trivial. Si el hospedador era un “procariota”, entonces el origen de los eucariotas esta-
ría en el instante en que se produjo la endosimbiosis o posteriormente, y por tanto estaría íntimamente ligado al proceso de
la endosimbiosis. Si el hospedador era ya un eucariota (con núcleo) o un protoeucariota (sin núcleo, pero con algunas de las
características típicas de los eucariotas), entonces el proceso de la simbiosis fue clave para adquirir la mitocondria, pero no
para el origen de los eucariotas. Fue en los años 1980 cuando Cavalier-Smith propuso que el hospedador era ya un eucariota,
basándose en el hecho de que existían “protistas” que no tenían simbionte, es decir, ni mitocondria ni cloroplasto, y fue a este
grupo de “protistas” sin orgánulo al que clasificó den-
tro del nuevo reino denominado Archezoa, enfati-
zando así su estructura celular ‘primitiva’. El nuevo EUCARIOTAS
grupo fue relativamente bien recibido, y de hecho las
Opistocontos
primeras filogenias moleculares, basadas en genes ri- Animales
bosómicos, corroboraron esta hipótesis, pues situa- BACTERIAS Microsporidios
ban a los eucariotas amitocondriales (Microsporidia, Quitridiomicetos
Parabasalida, Diplomonadida) en una posición filoge-
Hongos
nética basal a los linajes de eucariotas mitocondria-
les. Más tarde, durante la década de 1990, nuevos Amebozoos
datos genéticos, celulares y filogenéticos abolieron Pelobiontes
la hipótesis de los Archezoa. Para empezar, algunas Entamebas
filogenias, también ribosómicas, mostraban que el pe- Hongos mucilaginosos y amebas
lobionto Entamoeba (que no tiene mitocondria) de-
rivaba de grupos de eucariotas con mitocondria. Plantas
Después, filogenias basadas en proteínas mostraron Plantas, algas verdes
y linajes afines
convincentemente que los microsporidios (que son
amitocondriales) no son un grupo basal, sino hongos
derivados. Por último, la puntilla vino con los resul- Eucariota Cromalveolados
tados moleculares, que indican que el genoma de ancestral Stramenopiles
muchos grupos considerados Archezoa contienen Blastocystis
Cryptosporidium
genes de origen mitocondrial. Más tarde se descu- Ciliados anaeróbicos
brirían e identificarían diversos tipos de orgánulos Alveolados
de claro origen mitocondrial en estos Archezoa, tam- Rizarios
bién de doble membrana y conocidos como hidro- Rizarios
genosomas y mitosomas, que no son sino reliquias
de la mitocondria (véase Figura). Sin embargo, debe Jakóbidos Excavados
quedar claro que el hecho de que no queden Arche- Euglenozoos
Heteroloboseos
zoa entre los eucariotas actuales no significa que no
Malawimonas
existan. Cabe la posibilidad (aunque remota) de que
Parabasálidos
existan, pero que todavía no se hayan descubierto, o ARQUEAS Diplomonádidos
de que hubiera eucariotas intermedios (Archezoa) Carpediemonas
en el pasado, pero que se hayan extinguido. En cual-
quier caso, todos los datos actuales apoyarían que Esquema filogenético del árbol de la vida que muestra los grupos de “protistas” (eu-
los eucariotas se originaron mediante la fusión de cariotas unicelulares) que no contienen una mitocondria clásica sino un orgánulo de-
una arquea, el hospedador, y una proteobacteria, el rivado. H: hidrogenosoma; M: mitocondria; ?: desconocido.
simbionte, que dio lugar a la mitocondria.
filogenéticos de más de un centenar de proteínas con- taxonómico mayor para ver qué queda de estas agrupa-
catenadas muestran que los Rhizaria derivarían de un ciones.
grupo de Chromalveolata (concretamente de los Stra-
menopiles). Este nuevo esquema tendría implicaciones Excavata
respecto al origen del plastidio en los eucariotas. Habrá El de los excavados es otro grupo controvertido. Está dé-
que esperar a disponer de nuevos datos y a un muestreo bilmente sustentado por algunos caracteres morfológicos,
Iñaki Ruiz-Trillo 39
y las filogenias moleculares no acaban de corroborar esta- grupos: los bicontos (grupos derivados de un antepasado con
dísticamente su monofilia. Lo que sí muestran claramente dos cilios) y los unicontos (grupos derivados de un antepa-
estas filogenias moleculares son cuatro clados de linajes sado con un único cilio). Los unicontos estarían formados
de excavados, pero que estos cuatro grupos formen un por Amoebozoa y Opisthokonta, y estos dos grupos compar-
único clado o supergrupo aún está por demostrar. Así pues, ten una sinapomorfía molecular clara que los diferencia de
la composición final de los excavados deberá esperar a los bicontos: la fusión múltiple de tres enzimas de la vía de
que se disponga de más datos moleculares que permitan la pirimidina sintetasa. Los bicontos, por su parte, engloban
inferir filogenias más robustas. Todos los organismos con- el resto de reinos eucariotas: Plantae, Chromalveolata, Rhi-
siderados excavados son unicelulares, la mayoría flagela- zaria y Excavata. Todos ellos comparten una fusión de los
dos y heterótrofos, y entre ellos hay muchos de gran genes de la dihidrofolato reductasa (DHFR) y la timidilata
importancia médica. Así, los agentes causales de la enfer- sintetasa (TS), que en los unicontos no aparece. Aunque esta
medad del sueño (el euglenozoo Trypanosoma), de la giar- teoría fue recibida con cierto escepticismo, el análisis reciente
diasis (el diplomonádido Giardia) y de la tricomoniasis de las estructuras proteicas de las diferentes miosinas corro-
(el parabasálido Trichomonas) son todos “excavados” y bora claramente esta división de los eucariotas en unicontos
están filogenéticamente relacionados con otros eucariotas y bicontos. ¿Y qué conclusiones se pueden extraer de este
unicelulares de vida libre. Cabe mencionar que dentro de nuevo marco filogenético? Pues que si los unicontos son mo-
los excavados está el grupo Heterolobosea, que contiene nofiléticos, la raíz de los eucariotas no se puede encontrar
organismos con formas amebiales y linajes de hongos mu- dentro de los unicontos. Igualmente, si los bicontos son cla-
cilaginosos (ambos independientes de los encontrados ramente monofiléticos, el antepasado de los eucariotas no
dentro de los Amoebozoa). Los euglenozoos, además de puede situarse dentro de los bicontos. Por tanto, sólo se puede
los flagelados Trypanosoma, contienen también “algas” colocar la raíz de los eucariotas en un único punto: entre los
secundarias, como Euglena, de origen independiente del bicontos y los unicontos. Esto implica, entre otras cosas, que
de las “algas” del grupo de los cromalveolados. no hay eucariotas actuales de origen anterior a la divergen-
cia entre animales y plantas, y que los opistocontos (que en-
globan animales y hongos) son un grupo que divergió
La gran división de los eucariotas:
relativamente rápido del antepasado eucariota. Además, se
unicontos frente a bicontos puede inferir que el antepasado de los eucariotas muy proba-
La división de los eucariotas en seis reinos no explica nada blemente tuvo que tener un cilio, pseudópodos y mitocon-
sobre un tema crucial: ¿qué grupos son los más cercanos al dria (pues tanto bicontos como unicontos la poseen).
antepasado de los eucariotas y cuáles son más derivados? O
dicho de otro modo: ¿dónde se sitúa la raíz del árbol de los La importancia de los “protistas”
eucariotas? Las filogenias moleculares clásicas no son capa- en el árbol de la vida
ces de situar la raíz del árbol de los eucariotas. Sin embargo,
mediante el análisis de estructuras genómicas, Cavalier- Los “protistas”, entendiendo como tales aquellos orga-
Smith propuso dividir los eucariotas en dos grandes super- nismos eucariotas unicelulares, coloniales o filamento-
La transición de organismos unicelulares a organismos multicelulares es, sin duda, uno de los procesos evolutivos más im-
portantes de la historia de la vida; no en vano la adquisición de la multicelularidad por los diferentes grupos de eucariotas
cambió radicalmente la vida en la Tierra.Aunque las bacterias muestran algún tipo de multicelularidad y división del trabajo,
es en los eucariotas donde estas características se han hecho más complejas y donde más éxito evolutivo han tenido. Cu-
riosamente, y en contraste con otras grandes transiciones evolutivas (como el origen de la vida o el origen de la célula eu-
cariótica), la multicelularidad se ha ‘inventado’ (adquirido) varias veces de manera independiente dentro de los eucariotas.
Así, tanto plantas como diferentes linajes de “algas”, hongos y animales, han adquirido su multicelularidad de manera inde-
pendiente. En cualquier caso, el grupo Opisthokonta es un grupo clave para entender cómo se adquirió esta multicelulari-
dad. ¿Por qué? Pues porque los opistocontos engloban dos de los grupos multicelulares más complejos (hongos y animales),
y una serie de linajes unicelulares (como Choanoflagellata, Nucleariidae, Capsaspora, Ichthyosporea) que comparten un an-
tepasado común con hongos y animales. El estudio comparado de los genomas de animales, hongos y algunos de estos li-
najes unicelulares (con los cuales comparten un antepasado común) debería, por tanto, ser clave para determinar los
mecanismos genéticos de la transición de unicelular a multicelular. De hecho, se está desarrollando un proyecto genoma de
varios de estos linajes unicelulares cercanos a animales y hongos. Es de esperar que los datos generados por estos proyec-
tos arrojen luz sobre este vital proceso evolutivo.
40 Cap. 4, Eucariotas
Tabla 1. Clasificación esquemática de los “protistas” con el número aproximado de especies descritas hasta la fecha para al-
gunos rangos. El número real de especies posiblemente es entre tres y seis veces mayor.
Grupos taxonómicos Algunos géneros que incluyen Nº de especies conocidas
Amebozoos 3000-3500
Loboseos Hartmanella, Vanella 180
Micetozoos Protostelium, Physarum, Physarella, Dictyostelium 655
Pelobiontes Mastigamoeba, Mastigella, Pelomyxa >2000
Entamebas Entamoeba
Acantamebas Acanthamoeba, Protocanthamoeba
Excavados 2326
Parabasálidos Trichomonas 466
Jakóbidos Jakoba, Reclinomonas 10
Heteroloboseos Naegleria, Sawyeria 80
Euglenozoos Diplonema, Trypanosoma, Leishmania 1520
Diplomonádidos y otros Giardia, Carpediemonas, Malawimonas 250
sos que no poseen diferenciación celular, representan vas técnicas de microscopía y a los estudios de DNA (in-
una parte muy importante, y por desgracia terriblemente cluidos los estudios de metagenómica, donde se mues-
olvidada, de la diversidad biológica actual. De hecho, el trea DNA del ambiente), en los últimos años se han
número de especies de “protistas” descritas sólo es una descubierto, y se continúan descubriendo, muchas espe-
pequeña fracción de la diversidad real (Tabla 1). Este cies nuevas de “protistas”. Cabe destacar que entre los
profundo desconocimiento de la diversidad biológica de “protistas” se encuentran los agentes causales de algu-
los “protistas” posiblemente provenga de su considera- nas de las enfermedades con más mortalidad, como la
ción como poco importantes y de su crónica omisión en malaria, e importantes patógenos de animales, hongos y
los libros de texto y en los planes de estudio de biología. plantas, como Phytophthora, causante de la gran ham-
A consecuencia de ello, pocos son los sistemáticos con bruna irlandesa. Afortunadamente son cada vez más los
conocimientos de protistología. Además, los muestreos grupos de investigación dedicados a esta parte del árbol
de “protistas” han sido históricamente escasos. Muchas de la vida (Tabla 2), y es que el conocimiento de la di-
regiones geográficas permanecen sin muestrear y mu- versidad de los “protistas” no sólo es importante para
chas otras lo han sido sólo vagamente, por lo que la dis- comprender muchos aspectos de la historia de la vida
tribución geográfica de la mayoría de los “protistas” es (como el origen de la célula eucariótica), sino también
totalmente desconocida. No obstante, gracias a las nue- para la clínica y la economía.
Iñaki Ruiz-Trillo 41
Tabla 2. Listado de los eucariotas unicelulares cuyo genoma ha sido secuenciado por completo (hasta 2007). Se muestra su re-
levancia, tamaño del genoma en kilobases (kb) y número de cromosomas.Actualmente se está secuenciando el genoma nuclear de
muchos otros “protistas”, entre ellos organismos considerados “hongos” antiguamente, pero no se han incluido en esta lista.
Organismo Taxon Relevancia Tamaño (en kb) Cromosomas
Amebozoos
Acanthamoeba castellanii Acanthamoebidae Evolutiva, médica (contiene simbiontes patógenos) 45 000 ?
Entamoeba histolytica Archamoeba Médica: patógeno humano (amebiasis) 20 772 14
Dictyostelium discoideum Eumycetozoa Organismo modelo 34 000 6
Opistocontos
Monosiga brevicollis Choanoflagellatea Evolutiva 42 000
Encephalitozoon cuniculi Microsporidia Médica: patógeno humano 2900
Cromalveolados
Babesia bovis Apicomplexa — 8200 4
Theileria annulata Apicomplexa Médica: patógeno animal (teileriosis tropical) 8351 4
Theileria parva Apicomplexa Médica: patógeno animal 8308 4
Cryptosporidium hominis Apicomplexa Médica: patógeno humano (gastroenteritis, diarrea) y 9160 8
animal
Plasmodium yoelii Apicomplexa Médica: patógeno humano (malaria) 23 100 14
Plasmodium falciparum Apicomplexa Médica: patógeno humano (malaria) 22 900 14
Paramecium tetraurelia Ciliophora Organismo modelo 200 000 -
Tetrahymena thermophila Ciliophora Evolutiva, biotecnología 103 927 235
Phytophthora sojae Stramenopiles Agricultura (patógeno de plantas) 62 000 -
Phytophthora ramorum Stramenopiles Agricultura (muerte súbita del roble) 65 000 -
Thalassiosira pseudonana Stramenopiles Ambiental 25 000 24
Guillardia theta Cryptophyta Organismo modelo 551 3
Plantas
Chlamydomonas reinhardtii Chlorophyta Evolutiva 100 000 17
Ostreococcus tauri Chlorophyta Evolutiva 12 560 20
Cyanidioschyzon merolae Rhodophyta Evolutiva 16 520 20
Excavados
Trypanosoma cruzi Euglenozoa Médica: patógeno humano (tripanosomiasis ameri- 34 000 -
cana, enfermedad de Chagas)
Trypanosoma brucei Euglenozoa Médica: patógeno humano (tripanosomiasis, enfer- 26 000 11
medad del sueño)
Leishmania major Euglenozoa Médica: patógeno humano (leismaniasis) 32 800 36
Leishmania infantum Euglenozoa Médica: patógeno humano (leismaniasis) 31 760 36
Giardia intestinalis Diplomonadida Médica: patógeno humano (giardiasis) 11 192 5
Trichomonas vaginalis Pasabasálido Médica: patógeno humano (tricomoniasis) 160 000 6
Bibliografía básica – Roger AJ. 1999. Reconstructing early events in eukaryotic evolution.
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nelles amongst eukaryotic microbes. En: Martin WF, Müller M, edito-
res. Origin of mitochondria and hydrogenosomes. Heidelberg Springer-
Verlag; pp. 239-75.
Textulariida
Hartmannellidae
Monothalamida 1
Amoebidae Miliolida
Spirillinida
Arcellinida Monothalamida 2
Athalamida
Leptomyxida Nasselharia
Collodaria
Echinamoeba
Acantharea
Vanellidae Spumellaria
Taxopodida
Dactylopodia Thecofilosea
Imbricatea
Acanthamoebidae Phaeodarea
Sarcomonadea
Myxogastrida
Proteomyxidea
Dictyostelida Spongomonadea
Chlorarachnea
Pelobionta Haplosporidia
Plasmodiophorida
Entamoebidae Gromiidea
Chrysophyceae
Xanthophyceae
Phaeophyceae
Bacillariophyceae
Atinochrysophyceae
Parabasalia Raphidophyceae
Eustigmatophyceae
Oomycota Pseudofungi
Hypochytridiomycota
Carpediemonads Opalozoa
Bigyra
Bicoecea
Labyrinthulea
Perkinsozoa Perkinsozoa
Diplomonadida Ellobiopsida
Syndiniales
Oxyrrhinales
Noctinucales
Retortamonadida Gymnodiniales
Peridiniales
Suessiales
Gonyaulacales
Prorocentrales
Oxymonadida Dinophysiales
Blastodiniales
Colpodelidae
Chromera
Trimastix Aconoidasida
Blastocystea
Conoidasida
Karyorelictea
Jakobida Heterotrichea
Spirotrichea
Litostomatea
Phylopharyngea
Heterolobosea Nassophorea
Colpodea
Prostomatea
Oligohymenophorea
Euglenozoa Plagiopylea
Criptomonadales Cryptophyta
Goniomonadales
Pavlovales
Malawimonada Prymnesiales
Phaeocystales
Isochrysidales
Coccolithiales
Phaeocystales
Árboles filogenéticos de los seis grupos de “protistas”, que se muestran por separado debido a sus incier-
tas relaciones de parentesco: Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata. Las ramas
con líneas gruesas indican clados robustos; con líneas finas, clados poco apoyados. Las fotografías representan grandes linajes.
“Protistas”: Amoebozoa, Rhizaria,
5
Excavata, Hacrobia, Heterokonta y
Alveolata
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo
Resumen: Además de los organismos multicelulares, como animales, hongos y plantas, el dominio Eucarya incluye una gran
diversidad de especies, en su mayoría unicelulares, que no pertenecen a ninguno de estos tres grupos: los “protistas”. El grupo
“Protista” no es monofilético y muchos de sus miembros están estrechamente emparentados con alguno de los tres supergru-
pos de eucariotas multicelulares: Metazoa, Fungi y Plantae. Algunos linajes, sin embargo, forman parte de supergrupos indepen-
dientes como son los Amebozoa, los Rhizaria, los Excavata, los Hacrobia y los Chromalveolata. Debido a la gran heterogenei-
dad en cuanto a formas, estructura, hábitat, nutrición, reproducción y desarrollo dentro de cada grupo, la mayoría de las
asociaciones evolutivas entre “protistas” han sido reconstruidas gracias a las filogenias moleculares, siendo las otras caracte-
rísticas insuficientes para esclarecer los orígenes de cada linaje. El estudio de los “protistas” es clave para esclarecer cuestio-
nes como el origen de la multicelularidad, del cloroplasto y de la mitocondria.
Summary: Besides multicellular organisms such as animals, fungi and plants, the kingdom Eucarya includes a great diversity of
species, mostly unicellular, that do not belong to any of these groups: the “protists”. “Protista” are not monophyletic and a handful
of their members are tightly related to one of the three eukaryotic multicellular super-groups, Metazoa, Fungi or Plantae. On the
other hand, some lineages form independent super-groups such as Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia and Chromalveolata.
Due to the large heterogeneity with respect to morphology, structure, habitat, nutrition, reproduction and development inside each
group, most of the evolutionary associations among protists have been inferred thanks to molecular phylogenetics; other kind of
data being insufficient to clarify the origins of each lineage. The study of the “protists” plays also a key role for the understanding
of the origins of multicelularity, chloroplasts and mitochondria.
L
os organismos eucariotas unicelulares han sido tra- relevancia clínica, pues son varios los linajes simbiontes pa-
dicionalmente clasificados como “protistas”, un tógenos humanos, la mayor importancia de los Amoebozoa
grupo que ha resultado ser no natural (véase el Cap. es evolutiva, ya que muy probablemente representan una
4, Eucariotas). Dentro de los antiguos “protistas” se distin- de las ramas más basales de los eucariotas. Además, la ad-
guen varios grupos monofiléticos de relaciones filogené- quisición de multicelularidad en algunos linajes (indepen-
ticas inciertas y que se describen a continuación. diente de la de plantas, hongos o animales) y la pérdida de
la mitocondria en otros hacen que el estudio de los amebo-
zoos sea clave para entender los orígenes y la evolución de
Amebozoos (Amoebozoa)
los eucariotas en general. La importancia evolutiva de los
Introducción amebozoos ha sido reconocida recientemente y son ya va-
El supergrupo eucariota de los amebozoos es un clado cre- rios los linajes de los cuales se ha secuenciado, o se está se-
ado únicamente a partir de datos moleculares y que presenta cuenciando, el genoma nuclear completo (véase Tabla 2 del
una gran diversidad morfológica y metabólica. Entre los Cap. 4, Eucariotas). También se ha obtenido bastante infor-
amebozoos se encuentran las amebas clásicas, como Amo- mación genómica parcial (a partir de secuencias de EST)
eba, los ‘hongos mucilaginosos’ como Dictyostelium, y al- de varios de estos y otros linajes, que muestra una gran va-
gunos otros organismos amitocondriales, como los riedad genética y metabólica entre los diferentes grupos de
pelobiontos y las entamoebas. La mayoría de los amebo- amebozoos, lo cual concuerda con el hecho de que divergie-
zoos son heterótrofos de vida libre que se alimentan de otras sen tempranamente dentro de los eucariotas. El número de
células con ayuda de pseudópodos, aunque hay varios lina- especies conocidas de amebozoos se sitúa en torno a las
jes parásitos. Los amebozoos incluyen también algunas es- 3000 o 3500 (véase Tabla 1 del Cap. 4, Eucariotas), pero
pecies, los hongos mucilaginosos, que tienen la capacidad posiblemente haya muchas más por identificar. Las filoge-
de agregarse formando un ‘superindividuo’. Aunque tienen nias moleculares parecen mostrar que los amebozoos son
43
44 Cap. 5, “Protistas”: Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata
el grupo hermano de los opistocontos (grupo que incluye principales de amoebozoos, pero sin entrar en detalles sobre
hongos, animales y sus parientes unicelulares), formando sus filogenias internas: los loboseos (incluyendo tubulíneos,
los unicontos (véase Cap. 4, Eucariotas). Aunque algunos fabelíneos y acantamebas), los micetozoos y las arqueame-
análisis filogenómicos apoyan un origen monofilético de bas (estos dos últimos, miembros del grupo Conosea).
los amebozoos, otros parecen sugerir una cierta parafilia en
este grupo. Lógicamente, nuevos datos genómicos y mole- Grupos principales
culares serán clave para resolver este aparente conflicto.
Loboseos
El grupo de los loboseos está compuesto por amebas ase-
Reconstrucciones filogenéticas xuales que producen lobópodos. Sus formas y ultraestruc-
La filogenia interna de los amebozoos es extremadamente
compleja, ya que ni los datos morfológicos, ni de mo-
mento los moleculares, acaban de resolverla. No hay, LOBOSEA
pues, consenso sobre la estructura taxonómica de este TUBULINEA
clado, y son varias las hipótesis acerca de los linajes que Hartmannellidae
lo componen. No obstante, la mayoría de los estudios se-
paran los amebozoos en tres grandes linajes (véase Árbol Amoebidae
de los Amoebozoa): 1) los loboseos o Lobosa, que englo-
Arcellinida
ban una gran diversidad de amebas fagotróficas; 2) los mi-
cetozoos o Mycetozoa, entre los que están los
Leptomyxida
dictiostélidos y los mixogástridos; y 3) las arqueamebas o
Archamoebae, grupo que engloba entamebas y pelobion-
Echinamoeba
tes. Algunos estudios sugieren que los micetozoos y las
arqueamebas provienen de un antepasado común for- FLABELLINEA
Vanellidae
mando el grupo de los conoseos o Conosea.
No obstante, algunas filogenias moleculares recientes
Dactylopodia
basadas, sobre todo, en secuencias del rRNA 18S, mues-
tran que los micetozoos y los loboseos podrían no ser mo- Acanthamoebidae
nofiléticos. Los amebozoos se dividirían entonces en hasta
CONOSEA
seis clados diferentes: 1) los tubulíneos o Tubulinea; 2) los
Myxogastrida MYCETOZOA
flabelíneos o Flabellinea; 3) las acantamebas o Acanthamo-
ebidae más el género Balamuthia; 4) los mixogástridos o
Dictyostelida
Myxogastria; 5) los dictiostélidos o Dictyosteliida; y 6) las
arqueamebas o Archamoebae. Cabe recalcar, sin embargo, Pelobionta ARCHAMOEBAE
que la robustez estadística de las filogenias moleculares es
tan baja que tanto las relaciones filogenéticas entre estos Entamoebidae
seis grupos como su monofilia quedan por resolver. Esto se
debe en gran parte a que la mayoría de los amebozoos son
‘fast-clock taxa’, es decir, organismos con una tasa de sus-
Árbol de Amoebozoa que muestra las relaciones entre los
titución muy elevada que dificulta las inferencias filogené-
distintos grupos de amoebozoos, basado en los resultados de di-
ticas. Es por ello que a continuación se describen tres grupos ferentes filogenias moleculares.
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo 45
A B C D E F
Figura 1. Diversidad de los Rhizaria. A: Reticulomyxa filosa, un foraminífero desnudo (Athalamida). B: Hyrrokkin sarcophaga, un fora-
minífero multilocular (Textulariida). C: especie no determinada de radiolario (Polycystinea). D: Cercomonas parapronucleatus (Cerco-
zoa, Sarcomonadea). E: Euglypha sp. (Cercozoa, Imbricatea). F: Bigellowiella natans (Cercozoa, Chlorarachnea).
tres grupos forman un supergrupo monofilético, los Rhi- bonato cálcico o materiales detríticos. Como los demás ri-
zaria. Como se ha comentado anteriormente, apenas se zarios, los foraminíferos presentan pseudópodos muy
dispone de información genética para una gran parte de finos, que tienen la particularidad de poseer un tráfico de
los rizarios, ya que se trata de especies que hasta ahora no vesículas en los dos sentidos a lo largo del pseudópodo.
han podido ser cultivadas. Una consecuencia de este pro- Las formas de estos organismos, en gran medida determi-
blema es que la relación filogenética entre los tres grupos nadas por sus exoesqueletos, son muy variadas, aunque en
de rizarios todavía no ha sido resuelta de manera robusta. general se caracterizan por la acumulación más o menos
La única información disponible a este respecto se basa ordenada de una serie de cámaras. Tradicionalmente se
en el análisis combinado de secuencias de los genes de creía que los foraminíferos eran organismos exclusiva-
rRNA las dos subunidades ribosómicas, que sugiere que mente marinos, hasta que hace unos años se descubrieron
Foraminifera y Radiolaria son grupos hermanos, de unas pocas especies de agua dulce, aún muy mal caracte-
acuerdo con la hipótesis que propone que ambos grupos rizadas. Desde un punto de vista filogenético y atendiendo
forman un clado denominado Retaria. a características morfológicas, los foraminíferos se han di-
vidido tradicionalmente en dos grandes grupos: “Unilocu-
Grupos principales lares” o “Monothalamida”, con esqueletos formados por
Foraminíferos (Foraminifera) una única cámara, y “Multiloculares” o “Foraminiferida”,
con esqueletos presentando varias cámaras, a menudo or-
La casi totalidad de los foraminíferos se caracterizan por
denadas en espiral. Recientemente, el descubrimiento de
sus llamativos exoesqueletos, inicialmente de carácter glu-
especies de foraminíferos carentes de esqueleto (foraminí-
coproteico, sobre el que posteriormente se deposita car-
feros desnudos) ha motivado la propuesta de un tercer
grupo, los “Athalamida”. Por ahora, las únicas filogenias
moleculares más o menos exhaustivas incluyendo estos
FORAMINIFERA
Miliolida tres grupos son las basadas en secuencias del rRNA 18S.
Estas filogenias muestran un importante desacuerdo con el
Spirillinida
esquema taxonómico tradicional (véase Árbol de los Rhi-
Monothalamida 1 zaria). Los “Athalamida” y “Monothalamida” no forman
Textulariida grupos monofiléticos; las especies representativas de estas
dos familias aparecen dispersas en una topología mal re-
Monothalamida 2
suelta, pero claramente parafilética. De la misma manera,
Athalamida las especies que utilizan distintos materiales para la cons-
RADIOLARIA trucción de sus esqueletos (compuestos orgánicos, carbo-
Nassellaria nato de calcio o material detrítico) no forman grupos
monofiléticos. Sorprendentemente, los “foraminíferos
Collodaria multiloculares” (cuyos principales representantes son los
Spumellaria Textulariida, Miliolida y Spirillinida) tampoco parecen ser
Taxopodida monofiléticos dado que algunas especies de “Monothala-
mida” se entremezclan con ellos (véase Árbol de los Rhi-
Acantharea
zaria). Esto indica que la compleja organización de sus
CERCOZOA esqueletos multiloculares ha evolucionado independien-
Thecofilosea FILOSA temente en distintos grupos a partir de anteapasados de
Imbricatea tipo “Athalamida” y “Monothalamida”.
Phaeodarea
Radiolarios (Radiolaria)
Sarcomonadea
Como ocurre con los foraminíferos, los radiolarios se ca-
Proteomyxidea racterizan por sus esqueletos complejos, aunque a diferen-
Spongomonadea cia de los primeros, los radiolarios construyen esqueletos
de silicio (o de sulfato de estroncio en el caso de los acan-
Chlorarachnea
tarios) con un cierto aporte de materia orgánica. Las for-
Haplosporidia ENDOMYXA mas de estos esqueletos suelen ser muy diferentes de las de
los foraminíferos. En la mayoría de los radiolarios se or-
Plasmodiophorida
ganizan de manera radial con espículas minerales que par-
Gromiidea ten del centro de la célula, lo que hace que suelan tener
simetría esférica en forma de estrella, aunque en ocasiones
se adoptan otras formas, como los esqueletos cónicos de
Árbol de Rhizaria que muestra las relaciones entre los dis- la familia de los naselarios. La mayor parte de los radio-
tintos grupos rizarios, en su mayor parte derivado de análisis larios son unicelulares, pero hay un cierto número de es-
basados en secuencias del rRNA 18S. pecies coloniales, en ocasiones bastante sofisticadas ya
48 Cap. 5, “Protistas”: Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata
que muestran una especialización de distintos tipos celu- tas”, en análisis en base a secuencias de genes ribosómicos
lares para llevar a cabo las diferentes tareas necesarias (véase Árbol de los Rhizaria). Estos análisis muestran que
para la vida de la colonia. Otra característica estructural los Cercozoa se dividen en dos grandes subgrupos: En-
reseñable es la presencia de una cápsula central de natura- domyxa y Filosa. Los Endomyxa contienen fundamental-
leza orgánica. Se trata de una cápsula con un número va- mente una gran variedad de especies parásitas
riable de perforaciones, que divide el citoplasma en dos (plasmodiofóridos y haplosporidios), así como las especies
zonas, el exocitoplasma y el endocitoplasma. Este último de vida libre del género Gromia, que tradicionalmente se
contiene el núcleo. Tal característica fue fundamental para habían considerado como parientes de los foraminíferos.
que Haeckel propusiera la monofilia de los radiolarios en Dentro de los Filosa se encuentra la mayor variedad de cer-
el siglo XIX. Según este autor, los radiolarios constarían cozoos, tanto flagelados típicos como especies ameboides,
de tres grupos: “Polycystinea” (con los subgrupos Nasse- incluyendo los cercozoos fotosintéticos pertenecientes al
llaria, Collodaria y Spumellaria), Phaeodarea y Acantha- grupo de los Chlorarachnea. Sorprendentemente, como ya
rea. La filogenia molecular ha confirmado recientemente se ha comentado, la filogenia del rRNA 18S sugiere que
que “Polycystinea” y Acantharea son grupos hermanos, un grupo de radiolarios, los Phaeodarea, pertenecen a los
pero sorprendentemente, de acuerdo con los resultados de cercozoos. Si este resultado se confirma mediante el aná-
filogenias basadas en el rRNA 18S, los Phaeodarea no per- lisis de otros marcadores indicará que la complejidad mor-
tenecerían a los radiolarios sino a los cercozoos. Este re- fológica de los radiolarios (incluyendo los esqueletos
sultado es sorprendente, pero puesto que se basa en un radiales y la presencia de una cápsula central) ha evolucio-
único marcador, es necesaria la confirmación basada en el nado al menos dos veces de manera independiente.
análisis de otros marcadores. Otro resultado sorprendente,
de nuevo basado en el análisis de secuencias ribosómicas
Excavados (Excavata)
(véase Árbol de los Rhizaria), ha sido la observación de
que los “Polycystinea” no son monofiléticos, ya que los Introducción
Spumellaria están más próximos de los Acantharea que
El grupo de los excavados o Excavata incluye una varie-
del resto de “Polycystinea”. La filogenia del rRNA 18S
dad de organismos morfológica y metabólicamente dispa-
también ha mostrado que un grupo minoritario de euca-
res, y presenta una importancia considerable a la hora de
riotas, los Taxopodida, que poseen largas espículas móvi-
estudiar la diversidad, la ecología y la evolución de los eu-
les de silicio que utilizan para desplazarse en el agua a
cariotas (Recuadro 1). Entre los organismos que compo-
modo de remos, encuentran su posición filogenética en el
nen el grupo los hay aeróbicos, anaeróbicos, simbiontes,
interior de los radiolarios.
parásitos, de vida libre, bacteriófagos e incluso “algas” fo-
tosintéticas. Algunos de ellos, como Trypanosoma, Giar-
Cercozoos (Cercozoa) dia y Trichomonas, tienen gran importancia clínica porque
Los Cercozoa son uno de los grandes grupos de eucariotas
de más reciente formación, lo que contrasta con el hecho de
A B C
que agrupan a un gran número de “protistas” conocidos
desde hace muchas décadas. Esto se explica porque los cer-
cozoos forman el grupo de eucariotas unicelulares con la
mayor diversidad morfológica, lo que inicialmente impi-
dió reconocer su monofilia antes de la llegada de las técni-
cas de filogenia molecular. En efecto, entre los cercozoos
se encuentran muchos flagelados típicos, en general de
muy pequeño tamaño, pero también amebas unicelulares
y multicelulares, algunas de ellas fotosintéticas, organis-
mos con esqueletos internos o externos, y un gran número D
de especies parásitas de otros “protistas” y de organismos
multicelulares. Estudios recientes han mostrado que gran
parte de los “protistas” incertae sedis son en realidad cer-
cozoos. Estos organismos son comunes en todo tipo de am-
bientes y, junto con los ciliados, parecen ser los “protistas”
más frecuentes en los suelos. Pese a su disparidad morfo-
lógica, la mayor parte de los cercozoos, incluso los que son
flagelados típicos, muestran cierta tendencia a la forma-
ción de pseudópodos, al menos en algún momento de su
ciclo vital. Estos pseudópodos suelen ser de tipo filópodo
más o menos anastomosado, al igual que en el resto de los Figura 2. Diversidad de los Excavata. A: Carpediemonas mem-
rizarios. El conocimiento de la filogenia de los cercozoos branifera. B: Malawimonas sp. C: Trimastix marina. D: Rhyncho-
se basa, como ocurre en general para todo tipo de “protis- pus euleeides (Euglenozoa).
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo 49
causan enfermedades en los seres humanos. Una de las ca- retortamonádidos no poseen mitocondria clásica sino un
racterísticas más sorprendentes del grupo es la diversidad orgánulo de doble membrana potencialmente homólogo,
morfológica y metabólica de sus mitocondrias y deriva- y viven en medios pobres en oxígeno. Además de un apa-
dos, que incluyen hidrogenosomas, mitosomas y orgánu- rato ventral apoyado por microtúbulos destinado a la in-
los de doble membrana cuya función se desconoce. Entre gestión de partículas (cuya forma de surco o excavación da
los excavados que poseen una mitocondria clásica hay dos nombre a todo el grupo), estos cinco grupos comparten al
extremos: los jakóbidos, cuyo genoma mitocondrial es, de menos otras siete características morfológicas únicas de
los secuenciados hasta el momento, el más parecido al de ellos asociadas al aparato flagelar (Tabla 1). Los diplomo-
sus antepasados alfaproteobacterianos, y los euglenozoos, nádidos (Giardia), que incluyen organismos amitocon-
cuyo genoma mitocondrial (cinetoplasto) está dividido en driales que habitan el tracto digestivo de algunos animales,
numerosos fragmentos que necesitan ser editados o reu- y los heteroloboseos o percolozoarios (Percolomonas,
nidos para poder codificar proteínas funcionales. A me- Naegleria), organismos mayoritariamente ameboideos,
nudo se hace referencia a los excavados que carecen de poseen los dos un aparato ventral, pero carecen de la ma-
mitocondria clásica como amitocondriales, y algunos de yoría de las demás características únicas de los excavados
éstos han sido considerados en el pasado los antepasados típicos (Tabla 1). Al contrario, los oximonádidos (Oxymo-
de todos los demás eucariotas. Los excavados tienen, pues, nas), habitantes del tracto digestivo de varios insectos,
una posición crucial en la comprensión de la evolución de comparten más características morfológicas con los exca-
los eucariotas y de su mitocondria. La reunión de los diez vados típicos, pero carecen del aparato ventral. Final-
grupos actualmente reconocidos como excavados se basa mente, los dos grupos que no poseen ninguna de las
en características morfológicas comunes a algunos de ellos características morfológicas únicas de los excavados son
y en varios análisis filogenéticos que, globalmente, apoyan los parabasálidos (Trichomonas) y los euglenozoos, que
una serie de conjuntos que se solapan y forman una red incluyen organismos fotosintéticos como Euglena y pató-
que reúne todo el grupo. genos humanos como Leishmania y Trypanosoma.
tificados. Por ejemplo, los análisis basados en el rRNA estos análisis apoyan la relación entre los Discicristata y
18S apoyan el grupo Fornicata, es decir, la relación entre los jakóbidos. Curiosamente, Malawimonas es el único
los Eopharyngia (diplomonádidos y retortamonádidos) y excavado al cual no se puede asignar un grupo hermano
Carpediemonas, y el grupo Preaxostyla, es decir, la rela- con confianza. Según estudios recientes, esto podría de-
ción entre Trimastix y los oximonádidos. Otros análisis, berse a artefactos de reconstrucción filogenética. Por
basados esta vez en la concatenación de cuatro o seis pro- ejemplo, debido a su gran tasa evolutiva, los euglenozoos,
teínas nucleares apoyan, además de las relaciones antes los diplomonádidos y los parabasálidos tienden a ser atra-
mencionadas, los grupos Trichozoa, es decir, la relación ídos hacia las ramas más largas del árbol, característica
entre los Fornicata y los parabasálidos, y Discicristata, es que impide así su agrupación con Malawimonas, cuya tasa
decir, la agrupación de los Heteroloboseos con los Eugle- evolutiva es mucho menor. Para fortalecer esta hipótesis,
nozoos. la eliminación de los táxones con las ramas más largas au-
Aunque el número de secuencias genómicas, bien pro- menta el apoyo estadístico para posicionar Malawimonas
vengan de genomas completos o de proyectos de secuen- con los demás excavados. En resumen, los análisis filoge-
ciación de DNA complementario, de los diferentes grupos néticos junto con las características morfológicas únicas
de excavados va en considerable aumento, los análisis fi- de los excavados consideradas homólogas (por ejemplo el
logenómicos basados en la concatenación de más de un aparato ventral) parecen apoyar la monofilia de este grupo
centenar de proteínas realizados hasta la fecha sólo inclu- (véase Árbol de los Excavata), aunque la cuestión todavía
yen seis de los diez grupos existentes. Como novedad, queda abierta.
METAMONADA
TRICHOZOA
FORNICATA
Hacrobia
EOPHARYNGIA
Retortamonadida Los Hacrobia estarían formados por los criptófitos
(Cryptophyta) y los haptófitos (Haptophyta). Los criptófi-
Diplomonadida tos o Cryptophyta son “algas” unicelulares relativamente
Carpediemonads pequeñas, la mayoría de 2 a 10 micras de diámetro, que
viven en aguas frías y profundas, aunque también son muy
Parabasalia frecuentes en lagos de agua dulce. En total se conocen
PREAXOSTYLA
unas 70 especies y su monofilia no se discute. Sin duda, la
Oximonadida característica principal de los criptófitos es la presencia de
Trimastix un nucleomorfo, es decir, el núcleo vestigial del alga roja
endosimbionte. Así, en los criptófitos hay cuatro genomas
DISCICRISTATA diferentes: el genoma nuclear, el genoma mitocondrial, el
? Heterolobosea
genoma plastidial y el del nucleomorfo. Una excepción es
Euglenozoa el género no fotosintético denominado Goniomonas, cuyo
Jakobida nucleomorfo, curiosamente, expresa tanto proteínas nece-
sarias para mantenerse a sí mismo como proteínas impor-
Malawimonas tantes para la funcionalidad del plasto. Los criptófitos se
dividen en dos grupos: los criptomonadales, organismos
Árbol de Excavata que muestra las relaciones entre los prin-
cipales grupos según varios análisis publicados. En negrita se in- biflagelados con eyectisomas (tricocistos), y los goniomo-
dican los excavados típicos, es decir, los que muestran las ocho nadales, que no poseen plasto (véase Árbol de los Criptó-
características distintivas del grupo. fitos y Haptófitos).
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo 51
unicelulares de vida libre; algunos géneros se caracterizan nas coloniales y otras de agua dulce. Aproximadamente
por estar protegidos por una lórica. Los Labyrinthulea for- la mitad de las especies son fotosintéticas, y constituyen
man colonias y una red de filamentos o tubos que les sirven uno de los grupos más diversos de “algas” fitoplanctóni-
como pistas para que las células se deslicen sobre ellos y cas. Algunas de estas especies fotosintéticas viven como
absorban los nutrientes. La mayoría es de origen marino, y endosimbiontes de animales (corales, anémonas y bival-
se pueden encontrar comúnmente como parásitos de “algas” vos) y de otros “protistas” (radiolarios y foraminíferos).
o descomponiendo materia vegetal. Finalmente, los Opalo- Otros dinoflagelados son parásitos, aunque la mayor parte
zoa son endosimbiontes en el intestino de anfibios, sauróp- de las especies son de vida libre, ya sea como “algas” fo-
sidos y mamíferos. Los géneros más conocidos son Opalina tosintéticas o como predadores de otros “protistas”. Algu-
y Protoopalina. nas especies, causantes de las famosas mareas rojas,
secretan sustancias tóxicas mortales para una gran varie-
Alveolados (Alveolata) dad de peces actinopterigios y moluscos. La mayoría de
los dinoflagelados comparten un rasgo morfológico carac-
Los alveolados son uno de los grupos de “protistas” mejor terístico: la posesión de dos flagelos desiguales, orientados
conocidos, que agrupa miles de especies, algunas de ellas perpendicularmente entre sí y más o menos insertos en dos
descritas en los albores de la microbiología hace varios surcos que recorren la superficie de la célula (el cíngulo
siglos. Los alveolados se dividen en tres grandes subgrupos: ecuatorial y el sulco perpendicular). En muchas especies,
dinoflagelados (Dinoflagellata), apicomplejos (Apicom- los alvéolos corticales están asociados a placas de celu-
plexa) y ciliados (Ciliophora), que inicialmente se conside- losa que forman una teca rígida, aunque también hay es-
raron como linajes independientes. El descubrimiento de la pecies atecadas. Los dinoflagelados típicos poseen un
relación entre los tres data de finales de los años 1980, a par- núcleo muy característico, denominado dinocarión.
tir de criterios ultraestructurales. En efecto, los tres grupos El estudio de los plastos de los dinoflagelados fotosin-
comparten la posesión de alvéolos corticales, que consisten téticos ha revelado una historia evolutiva muy compleja.
en una serie de vesículas aplanadas que forman una capa casi En la mayoría de las especies los plastos están rodeados
continua bajo la membrana celular. Esta característica por tres membranas, lo que sugiere un origen por endosim-
común condujo a Cavalier-Smith a dar al grupo el nombre biosis secundaria, es decir, por endosimbiosis de un euca-
de Alveolata. Poco después, los primeros análisis filogené- riota fotosintético dentro de un eucariota heterotrófico.
ticos basados en la comparación de secuencias del rRNA Varios estudios de la pigmentación característica de estos
18S demostraron la monofilia de los Alveolata. Posterior- plastos y análisis filogenéticos de genes contenidos en su
mente, gracias a análisis filogenéticos más completos se les genoma sugieren fuertemente que el antepasado de estos
han unido otros pequeños grupos no clasificados anterior- plastos fue un alga roja. Los dinoflagelados pertenecen, por
mente como alveolados, como los Perkinsozoa y los Ello- tanto, a lo que se ha denominado el ‘linaje rojo’ eucarió-
biopsida, ambos formados por organismos parásitos. tico. Sin embargo, en algunas especies de dinoflagelados la
historia de sus plastos es mucho más compleja. Por ejem-
Dinoflagelados (Dinoflagellata) plo, en el género Lepidodinium, el plasto original ha sido
Introducción remplazado por un plasto de cuatro membranas con pig-
Casi todos los dinoflagelados son especies unicelulares mentación verde, derivado de la endosimbiosis de un alga
planctónicas, en general marinas, aunque se conocen algu- verde unicelular. En otras especies se conocen casos de en-
A B C D
Figura 3. Diversidad de los Alveolata. A: Ceratium platycorne (Dinoflagellata, Gonyaulacales). B y C: Gregarina sp. (Apicomplexa, Co-
noidasida). D: Paramecium caudatum (Ciliophora, Oligohymenophorea).
Naiara Rodríguez-Ezpeleta, David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo 53
dosimbiosis terciaria, es decir, adquisición de plastos por Los apicomplejos se caracterizan por poseer una estructura
endosimbiosis con eucariotas derivados a su vez de endo- intracelular compleja en uno de los polos de la célula, el
simbiosis secundarias. Es el caso del género Karenia, con complejo apical, que da nombre al grupo. Esta estructura
plastos derivados de haptófitas; de Kryptoperidinium, con está formada por un citoesqueleto complejo y un sistema de
plastos derivados de diatomeas; y de Dinophysis, con plas- vesículas dispuestas en torno a un poro apical. El ciclo vital
tos derivados de criptófitas. En todos estos dinoflagelados, de estos organismos suele ser complejo, a menudo impli-
los plastos poseen al menos cuatro membranas. cando más de un hospedador. Una de las etapas del ciclo
consiste en la reproducción sexual, que conduce a la forma-
Reconstrucciones filogenéticas ción de quistes, cuya ingestión por un nuevo hospedador
Como para la mayor parte de los grupos de “protistas”, la inicia un nuevo ciclo de infección. Dentro del hospedador,
filogenia de los dinoflagelados se ha estudiado por medio la división es mayoritariamente asexual y produce esporas
de secuencias del rRNA 18S, aunque los caracteres morfo- capaces de infectar nuevas células del hospedador.
lógicos, en particular la disposición de los flagelos, y en Una característica sorprendente de los apicomplejos es
las especies tecadas el número y la disposición de las pla- que en un gran número de especies se ha descrito la presen-
cas de celulosa, también han servido como criterio para de- cia de un orgánulo complejo rodeado por tres o cuatro mem-
finir varios subgrupos de dinoflagelados. Sin embargo, los branas: el apicoplasto. El análisis de sus genes ha
estudios de filogenia molecular han demostrado que un demostrado que se trata de un plasto relacionado con el que
gran número de géneros establecidos a partir de estos ca- se encuentra en los dinoflagelados, aunque en los apicomple-
racteres morfológicos son en realidad polifiléticos, lo que jos ha perdido la actividad fotosintética. Pese a que ha exis-
demuestra la necesidad de los análisis moleculares para ob- tido cierta controversia en torno a su origen, hoy parece claro
tener una filogenia correcta de este grupo de “protistas”. que este plasto deriva de una endosimbiosis secundaria con
Hoy se acepta un número relativamente amplio de li- un alga roja, muy probablemente la misma endosimbiosis
najes (con el rango de órdenes y familias) dentro de los que también dio lugar a los plastos de dinoflagelados. Re-
dinoflagelados. Pese al gran esfuerzo de secuenciación de cientemente, la hipótesis de un antepasado fotosintético de
genes de rRNA 18S y análisis filogenéticos realizados los apicomplejos ha ganado un fuerte respaldo gracias al des-
para un gran número de dinoflagelados, las relaciones fi- cubrimiento de un “alga” unicelular, Chromera velia, que
logenéticas entre los diferentes linajes siguen lejos de estar
claras. Esto se debe a que el rRNA 18S es particularmente
poco informativo en el caso de los nodos más profundos Perkinsozoa PERKINSOZOA
del árbol de los dinoflagelados. Pese a ello, algunos gru- Ellobiopsida
pos parecen ocupar una posición basal bien apoyada Syndiniales
DINOFLAGELATA
Oxyrrhinales
(véase Árbol de los Alveolata), en particular los Syndinia-
Noctinucales
les, organismos parásitos de animales y de diversos “pro- Gymnodiniales
tistas”, incluyendo otros dinoflagelados. Algunos linajes Peridiniales
con unas formas no tan complejas como la de los di- Suessiales
noglagelados típicos, como los Oxyrrhinales, con dos fla- Gonyaulacales
gelos no desiguales, y los Noctilucales, podrían tratarse Prorocentrales
de ramas basales. Sin embargo, en general son grupos que Dinophysiales
muestran secuencias muy divergentes y, en consecuencia, Blastodiniales
ramas muy largas, por lo que su posición basal en los ár- Colpodelidae
APICOMPLEXA
Introducción Litostomatea
Phylopharyngea
Los apicomplejos presentan la característica inusual de ser
Nassophorea
un grupo en el cual todas las especies conocidas son pará- Colpodea
sitos de animales y son causa de enfermedades como la Prostomatea
malaria (Plasmodium) y la toxoplasmosis (Toxoplasma). Oligohymenophorea
Una gran especificidad, por la que un gran número de me- Plagiopylea
tazoos contienen un apicomplejo específico, y a menudo
varios, hace que los apicomplejos sean probablemente el Árbol de Alveolata que muestra las relaciones entre los prin-
grupo de “protistas” con el mayor número de especies, aun- cipales grupos según los resultados de diferentes filogenias mo-
que la inmensa mayoría de ellas aún no han sido descritas. leculares.
54 Cap. 5, “Protistas”: Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Hacrobia, Heterokonta y Alveolata
Coccidiasina y Gregarinasina, que aparecen separadas en al funcionamiento de la célula durante la fase vegetativa.
las filogenias basadas en el rRNA 18S. Sin embargo, puede Este núcleo contiene cromosomas de pequeño tamaño, en
tratarse de un artefacto, ya que los Gregarisina muestran se- general con un único gen unido a secuencias teloméricas.
cuencias extremadamente divergentes y ramas muy largas. Estos minicromosomas se generan gracias a un proceso
Además del género Chromera, ya citado, la filogenia muy complejo a partir de los cromosomas del micronúcleo,
molecular ha mostrado otras especies relacionadas con los los cuales tienen una estructura clásica, y contienen un gran
apicomplejos, que no pertenecen a ninguna de las tres cla- número de genes. En muchas especies, los genes del micro-
ses mencionadas. Los Colpodelidae forman un grupo de núcleo pueden estar fragmentados y dispersos en el ge-
emergencia basal respecto a los apicomplejos. Estos or- noma, y es necesario reunir los distintos fragmentos a la
ganismos presentan unas formas unicelulares biflageladas hora de reconstruir el gen funcional que formará parte de
típicas, probablemente similares a la del antepasado del un minicromosoma activo en el macronúcleo. Se desconoce
conjunto de los alveolados. Los colpodélidos son predado- el origen evolutivo de la diferenciación entre estos dos tipos
res de vida libre y constituyen un excelente grupo exterior de núcleos.
para el estudio de la filogenia y la evolución de los api- No se conoce ningún ciliado estrictamente fotosinté-
complejos. Al contrario que en Chromera, nunca se ha ob- tico, aunque algunas especies, como Paramecium viride,
servado un plasto funcional en este grupo. poseen la facultad de ingerir “algas” unicelulares y realizar
una digestión parcial de la presa, de manera que se captu-
Ciliados (Ciliophora) ran y mantienen cloroplastos activos durante un tiempo que
Introducción puede llegar a ser de varias semanas (fenómeno conocido
Si se exceptúan algunas especies coloniales, los ciliados son como cleptoplastidia). Al contrario que en los otros grupos
en general unicelulares y constituyen uno de los grupos más de alveolados (dinoflagelados y apicomplejos), no se han
comunes de “protistas”, pues se encuentran con frecuencia encontrado pruebas claras de un origen fotosintético (es
en todo tipo de ambientes acuáticos y terrestres. El nombre decir, de la presencia de un plasto en el antepasado de los
del grupo hace referencia a la presencia, en la mayoría de las ciliados). Únicamente se ha detectado en algunas especies
especies, de un gran número de flagelos muy cortos, deno- un pequeño número de genes con cierta semejanza con
minados cilios, en la superficie de la célula. Los ciliados, genes homólogos de “algas”, aunque en general las rela-
junto con los dinoflagelados, constituyen los “protistas” con ciones filogenéticas no están bien resueltas.
la organización celular más compleja conocida, hasta el
punto de que durante varios siglos fueron considerados ani- Reconstrucciones filogenéticas
males multicelulares microscópicos. Parte de esta comple- Las filogenias basadas en secuencias del rRNA 18S han
jidad se debe a la posesión de un citoesqueleto muy corroborado la monofilia de la mayor parte de las clases
desarrollado, causante de la disposición regular y de la co- definidas a partir de criterios morfológicos. Asimismo,
ordinación del movimiento de los cilios. Entre los miles de estas filogenias sugieren la emergencia de dos de estas cla-
especies descritas, un gran número presenta una región ce- ses como grupo hermano del resto: Karyorelictea y Hete-
lular claramente diferenciada, el citostoma o ‘boca celular’, rotrichea (véase Árbol de los Alveolata), dos grupos en
destinada a la fagocitosis. En efecto, los ciliados suelen ser los cuales el dimorfismo nuclear (presencia de micronú-
predadores, en ocasiones de presas de mucho mayor tamaño cleo y macronúcleo) no está tan marcado como en el resto.
que ellos. Los restos de la digestión celular son expulsados Las otras clases muestran unas relaciones filogenéticas
a través de otra región especializada, un poro denominado mal resueltas, lo que sugiere una diversificación rápida a
citoprocto. El citoesqueleto infraciliar, sobre todo en la re- partir de su último antepasado común.
gión oral, es extremadamente complejo, y junto con el pa-
trón de disposición de los cilios en la superficie celular
supone el criterio morfológico más comúnmente utilizado
Bibliografía básica
para la clasificación tradicional de los ciliados. Muchos ci- – Adl, S.M., et al. 2005. The new higher level classification of eukary-
liados poseen vacuolas contráctiles, encargadas del mante- otes with emphasis on the taxonomy of protists. J Eukaryot Microbiol
nimiento de la presión osmótica gracias a la expulsión del 52: 399-451.
exceso de agua presente en la célula. Otra característica dis- – Burki, F., Shalchian-Tabrizi, K., Minge, M., Skjæveland, A., Nikolaev,
tintiva de los ciliados es la posesión de dos núcleos clara- S. I., Jakobsen, K. S., Pawlowski, J. 2007. Phylogenomics reshuffles
mente diferenciados, el macronúcleo y el micronúcleo. Este the Eukaryotic supergroups. PLoS ONE 2(8): e790.
último se muestra inactivo durante la mayor parte del ciclo – Keeling, P.J., Burger, G., Durnford, D.G., Lang, B.F., Lee, R.W.,
Pearlman, R.E., Roger, A.J. y Gray, M.W. 2005. The tree of eukary-
celular y está destinado a la reproducción sexual, que en
otes. Trends Ecol Evol 20:670-676.
muchas especies se realiza por unión de dos células o con- – Lee, J.J., Leedale, G.F. y Bradbury, P. 2000. An illustrated guide to the
jugación, acompañada del intercambio de uno de los micro- Protozoa, 2nd ed. Society of Protozoologists. Lawrence, Kansas, USA.
núcleos una vez que éstos se han dividido en dos por – Rodríguez-Ezpeleta, N., Brinkmann, H., Burger, G., Roger, A.J., Gray,
meiosis. Cada célula recibe un micronúcleo haploide de la M.W., Philippe, H., Lang, B.F. 2007. Toward resolving the eukaryotic
otra, que se fusiona con el micronúcleo restante y da lugar tree: the phylogenetic positions of jakobids and cercozoans. Current Bio-
logy 17: 1420-1425.
a un nuevo micronúcleo diploide. El macronúcleo se destina
1
Chlorophyta (algas verdes) 1 7
Streptophyta 2 2
Florideophyceae 3
3
Bangiophyceae
3
Rhodellophyceae 4
Stylonematophyceae
3
Porphyridiophyceae
4
c.1100 Ma 4
Compsopogonophyceae
Cyanidiophyceae 5 5
Cyanophorales 6
6
Glaucocystales 7
7
Gloeochaetales
Árbol de Plantas donde se muestran las relaciones filogenéticas de las clases y los órdenes taxonómicos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. Los números en círculos verdes indican el capítulo donde
se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números enrecuadros).
Plantas
Adrián Reyes-Prieto
6
Resumen: Un número considerable de análisis filogenéticos moleculares sugiere que los clorobiontes (algas verdes y plantas
terrestres), las rodófitas (algas rojas) y las glaucófitas son un grupo que desciende de un antepasado común. Este grupo mo-
nofilético, que es conocido en general como plantas y denominado formalmente Plantae o Archaeplastida, posiblemente des-
ciende de los primeros eucariotas que adquirieron plastos (también llamados plástidos) fotosintéticos por endosimbiosis con
cianobacterias hace unos 1500 millones de años. Las glaucófitas forman la rama menos diversa del grupo Plantae, con sólo 13
especies descritas, y aún menos reconocidas, y una presencia escasa en la naturaleza, pero resultan relevantes para el enten-
dimiento de la historia evolutiva de las plantas, dado que conservan características plastídicas consideradas como rasgos an-
cestrales comunes a todos los eucariotas fotosintéticos. Sin embargo, diversos estudios recientes han obtenido resultados con-
tradictorios respecto a las relaciones filogenéticas entre los tres grupos de plantas, y no se ha esclarecido si en efecto las
glaucófitas son la rama de divergencia más antigua del grupo Plantae. En contraste con las glaucófitas, las rodófitas muestran
una extraordinaria diversidad morfológica, desde unicélulas hasta organismos con talos ramificados y ciclos sexuales sumamente
complejos. Numerosos especialistas han sugerido que los esquemas de clasificación clásicos de las rodófitas empañan la enorme
diversidad en las cerca de 6000 especies estimadas. Es por ello que en los últimos años han surgido nuevas propuestas taxo-
nómicas. El esquema tradicional que reconoce dos clases, Florideophyceae y “Bangiophyceae”, no es concordante con las re-
cientes filogenias moleculares. Los resultados moleculares más importantes indican que “Bangiophyceae” es en realidad un grupo
parafilético, ya que la clase Florideophyceae constituye un inserto dentro de lo que originalmente se consideraba la clase “Ban-
giophyceae”. Por otro lado, el orden “Porphyridiales” del esquema clásico es polifilético y comprende tres subgrupos que no
comparten un antepasado común. Las rodófitas son un grupo taxonómico que manifiesta eventos significativos de radiación evo-
lutiva, y en la actualidad, uno de los retos más importantes de los especialistas es elaborar un sistema de clasificación robusto
por medio de herramientas moleculares al mismo tiempo que se avanza en los estudios sobre ecología y diversidad.
Summary: Several phylogenetic analyses with concatenated genes support the common origin of the glaucophytes, red algae and
green algae. This monophyleitc group, called Plantae or Archaeplastida, likely evolved from the first photosynthetic eukaryotes that
acquired plastids by endosymbiois with cyanobacteria circa 1500 million years ago. Glaucophytes are rare in nature with only 13
species described so far (and a lower number recognised). However, given their plastid ancestral characteristics, gluacophytes are
crucial to understand the evolutionary history of Plantae. Recent molecular analyses have produced contradictory results regarding
the relationships between the three Plantae lineages, and the presumed early divergence of glaucophytes still a contentious
hypothesis. In contrast with glaucophytes, the rodophytes show an extraordinary morphological diversity, from unicellular to ramified
thallus organisms and extremely complex sexual cycles.There are about 6000 red algal species described, however, it is clear that
classical taxonomic schemes blur the extraordinary diversity of the group. The traditional taxonomic scheme of two classes,
Florideophyceae and “Bangiophyceae”, is inconsistent with recent molecular phylogenies. A relevant result is the class
“Bangiophyceae” is a paraphyletic group, with the Floridiophyceae nested within the “Bangiophyceae”. Another significant result
from molecular phylogenetics is the putative polyphyly of the order “Porphyridiales”, comprising three non-related groups, that not
share a recent common ancestor. The rodophytes is a taxonomic group that shows significant evolutionary radiative events, and
at present one of the most important challenges faced by experts is producing a robust classification system using molecular tools
while advancing in the study of their ecology and diversity.
L
a historia evolutiva de las plantas tiene como plastida) –este grupo contiene las algas verdes (clorófi-
marco más aceptado la hipótesis de que las glaucó- tas) y las plantas terrestres (embriófitos)– constituyen un
fitas, las rodófitas (algas rojas) y los clorobiontes grupo natural. Un amplio número de pruebas moleculares
(formalmente Chlorobionta, Viridiplantae o Chloro- y bioquímicas sugiere que las glaucófitas, las rodófitas y
57
58 Cap. 6, Plantas
los clorobiontes constituyen un grupo monofilético ances- Archaeplastida o Primoplantae. Una idea fundamental de
tral (Fig. 1) que colectivamente ha sido denominado plan- esta hipótesis de monofilia es que el antepasado común de
tas, Plantae en sentido laxo, o recientemente los tres linajes evolucionó directamente del suceso endo-
simbiótico que dio origen a los primeros eucariotas foto-
sintéticos. En otras palabras, el origen de los plastos
primarios por endosimbiosis probablemente esté asociado
estrechamente al origen del linaje Plantae (Fig. 1). Análi-
sis filogenéticos recientes a escala genómica respaldan la
monofilia del grupo Plantae, pero es importante señalar
que aunque en este texto se asume la visión predominante
del origen único del linaje Plantae, otros datos molecula-
res contradictorios han sido interpretados por algunos in-
vestigadores como reflejo de orígenes independientes.
Por lo tanto, las plantas serían los miembros de los tres
grupos de eucariotas fotosintéticos con plastos primarios:
las glaucófitas, las rodófitas y los clorobiontes. La carac-
Figura 1. El origen único de los plastos primarios y la monofi- terística básica que comparten estos tres grupos es la pre-
lia del grupo Plantae. La hipótesis sobre el origen endosimbiótico sencia de plastos rodeados por dos membranas (Recuadro
de los plastos está ampliamente apoyada por un número consi- 1), un rasgo que sugiere un origen directo a partir de “pro-
derable de datos bioquímicos y moleculares. El modelo general cariotas” endosimbiontes y que los define como plastos
propone que un “protista” fagótrofo estableció una relación
simbiótica particular con cianobacterias fotosintéticas que solían
ser sus presas. Un paso esencial en esta hipótesis posiblemente Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de
fue cuando el antiguo “protista” fagótrofo se tornó totalmente
las plantas.
dependiente de los productos fotosintéticos proveídos por el en-
dosimbionte cianobacteriano. Durante este destacable proceso
evolutivo, las cianobacterias endosimbiontes evolucionaron a
Es importante señalar que las siguientes características
los modernos plastos primarios; el genoma cianobacteriano ha su- compartidas entre glaucófitas, rodófitas y clorobiontes
frido un proceso de reducción desde un valor medio de 4000 ge- no son exclusivas, y algunas de ellas se presentan alterna-
nes en cianobacterias de vida libre hasta como mucho 250 genes tivamente en otros grupos de “algas” que poseen plastos
en los genomas plastídicos actuales. Las reconstrucciones filoge- secundarios adquiridos de eucariotas endosimbiontes.
néticas moleculares de genes plastídicos y nucleares provenien- • Plastos rodeados por dos membranas. La presencia de
tes de los tres linajes del grupo Plantae sugieren que los plastos dos membranas sugiere que en este grupo los plastos
primarios, llamados así por provenir de una asociación primor- evolucionaron a partir de un evento endosimbiotico
dial eucariota-cianobacteria, son producto de un evento simbió- entre un antepasado eucariota y cianobacterias foto-
tico único ocurrido hace unos 1500 millones de años. Datos mo- sintéticas.
leculares recientes permiten apoyar no sólo el origen único del • Los plastos contienen clorofila a.
plasto primario, sino también la consolidación de una población
• Los tres grupos acumulan almidón como hidrato de
primordial que dio origen a los primeros eucariotas fotosintéti-
carbono de reserva.
cos (¡las primeras “algas” verdaderas!) y la evolución y la diver-
sificación en los tres grupos de “algas” primarias: glaucófitas, ro- • Las mitocondrias habitualmente poseen crestas aplana-
dófitas y clorobiontes. Los grupos de “algas” no relacionadas con das.
Plantae adquirieron sus plastos en eventos simbióticos distintos • Las paredes celulares, cuando hay, están constituidas
que involucraron endosimbiosis entre diferentes eucariotas, por generalmente por celulosa.
lo que se denominan endosimbiosis de tipo secundario.
Adrián Reyes-Prieto 59
Términos básicos
“Algas”: Eucariotas fotosintéticos distintos de las plantas acidez, osmolaridad, etc., en las cuales la mayoría de los
terrestres terrestres que han resultado ser polifiléticos. demás organismos difícilmente subsisten. Son ejemplos las
“Algas” primarias: Eucariotas con plastos rodeados por bacterias hipertermotolerantes que viven a más de 80 ºC o
dos membranas (glaucófitas, rodófitas y clorobiontes). halotolerantes que pueden vivir en concentraciones salinas
Grupo parafiletico debido a que las plantas terrestres for- de más de 2 moles por litro.
man parte de los clorobiontes Ficobilisomas: Complejos proteicos constituidos por pro-
Almidón florideano: Polímero de glucosa ramificado simi- teínas y ficobilinas involucrados en la captación de luz para
lar al glicógeno y que se encuentra como material de re- el fotosistema II. Los ficobilisomas están presentes en los ti-
serva en las algas rojas. lacoides de cianobacterias, glaucófitas y algas rojas.
Carboxisomas: Inclusiones semicristalinas de la enzima Ru- Fotopigmentos: Compuestos coloreados que en presen-
BisCO presentes en el citoplasma de algunas bacterias autó- cia de energía luminosa sufren modificaciones fisicoquími-
trofas y en el estroma de los plástidos de las glaucófitas. cas. Los fotopigmentos involucrados en la fotosíntesis son
Centríolo: Estructura celular eucariota formada por mi- las clorofilas, los carotenos y las ficobilinas.
crotúbulos proteicos. Los centríolos son importantes du- Grupo parafilético: Grupo no monofilético (sin un solo
rante los procesos de división celular, meiosis y mitosis. origen) que incluye a todos los organismos considerados a
Chlorobionta (Viridiplantae, Chloroplastida): Grupo bio- priori (antes de realizar un análisis filogenético) en el grupo
lógico que comprende las algas verdes y las plantas terrestres. interno, más algún otro organismo del grupo externo.
Cianelo: Nombre histórico asignado al plasto de las algas Grupo polifilético: grupo no monofilético (sin un solo ori-
glaucófitas por su parecido morfológico con las cianobacte- gen) que incluye a algunos organismos considerados a priori
rias. (antes de realizar un análisis filogenético) en el grupo in-
Cianobacterias: El único grupo de “procariotas” con me- terno, más algún otro organismo del grupo externo.
tabolismo fotosintético que liberan oxígeno molecular Mesófilo: Organismo que habita entre los 20º y 40º C.
como subproducto. Peptidoglicano: Polímero de N-acetil-glucosamina y ácido
Ciclo de Calvin: Serie de reacciones químicas catalizadas por N-acetilmurámico que confiere rigidez a la pared celular
once enzimas diferentes del estroma plastídico para la fijación bacteriana.
del carbono ambiental (CO2) en compuestos orgánicos. Plantas (Plantae o Archaeplastida): Grupo monofilé-
Citocinesis: Separación del citoplasma y de la membrana tico que incluye a las plantas terrestres y a los tres grupos
de una célula eucariota posterior a la divisón nuclear y que de algas primaras: glaucófitas, algas rojas y algas verdes.
origina dos células hijas distintas. Plastos (plástidos): Orgánulos endosimbióticos de origen
Endomembrana: Cualquiera de las membranas internas de cianobacteriano.
una célula eucariota, tales como el retículo endoplásmico, el RuBisCo: Acrónimo de ribulosa-1,5-bisfosfato carboxi-
aparato de Golgi o la envoltura nuclear. lasa/oxidasa (rbc), una de las enzimas clave en el ciclo de
Endosimbiosis: Asociación interespecífica en la cual uno Calvin para la fijación de CO2 durante las reacciones oscu-
de los simbiontes reside en el interior (endosimbionte) del ras de la fotosíntesis. La subunidad más conocida en filoge-
otro (hospedador). nias es la grande (rbcL).
Especiación alopátrida: Especiación por aislamiento geo- Shikimato: Precursor biosintético del triptófano y los ami-
gráfico. noácidos aromáticos.
Estroma: Compartimento limitado por la membrana in- Tilacoides: Vesículas aplanadas derivadas de la membrana
terna del plasto. interna del plasto, donde se disponen los complejos de pro-
Extremófilo: Organismos de vida libre que toleran, o re- teínas y fotopigmetos encargados de las reacciones lumi-
quiren, condiciones ambientales de temperatura, salinidad, nosas de la fotosíntesis.
primarios. La hipótesis más aceptada sugiere un origen Las glaucófitas son organismos unicelulares o colonia-
monofilético del grupo Plantae a partir de un antepasado les (Fig. 2) que han sido documentados y descritos for-
común que reclutó cianobacterias endosimbiontes como malmente en pocas ocasiones (Tabla 1). Aparentemente
orgánulos fotosintéticos. Este escenario implicaría que la están distribuidos de forma amplia en aguas dulces de tem-
fotosíntesis tiene un origen único en los eucariotas, y que peraturas entre 1 y 9 ºC y pH entre 4 y 5. No obstante, las
la evolución de otros grupos eucariotas fotosintéticos glaucófitas son organismos muy poco abundantes y no se
(como las diatomeas, las algas pardas y los euglénidos) tienen referencias de poblaciones grandes. Es destacable
distintos del linaje Plantae ocurrió por sucesos endosim- que dos rasgos importantes de las glaucófitas, como son la
bióticos secundarios independientes. El grupo Plantae es presencia de ficobilisomas y tilacoides concéntricos en
tremendamente diverso y la mayoría de las especies co- los plastos y la acumulación de hidratos de carbono de re-
nocidas pertenecen a la rama de los clorobiontes (Recua- serva en el citoplasma, son compartidos con las rodófitas
dro 2), que se trata detalladamente en el Capítulo 7. Aquí pero no con los clorobiontes. Por estas características, las
se abordarán en detalle las glaucófitas y las algas rojas. glaucófitas y las rodófitas se han agrupado (“Biliphyta”)
60 Cap. 6, Plantas
A B
Tabla 1. Las glaucófitas y su escasa diversidad. Se muestran nerales son bastante similares a los propios de rodófitas y
los géneros y especies mejor reconocidos. clorobiontes, y apoya la hipótesis de un origen común de
Phylum Glaucophyta (Glaucocystophyta) los tres grupos de “algas” primarias (Fig. 1). Una carac-
Clase Glaucocystophyceae terística distintiva de los genes plastídicos de las glaucó-
Orden Cyanophorales fitas es que presentan una tasa de sustitución relativamente
Cyanophora paradoxa
lenta en comparación con los genes homólogos de las ro-
Cyanophora tetracyanea
Cyanophora biloba
dófitas y los clorobiontes. La mayoría de los estudios fi-
Orden Glaucocystales logenéticos en las glaucófitas han empleado genes del
Glaucocystis nostochinearum plasto; sin embargo, la muestra se restringe únicamente a
Orden Gloeochaetales las secuencias de Cyanophora paradoxa y de Glaucocys-
Gloeochaete wittrockiana tis nostichinearum. El genoma nuclear de Cyanophora pa-
Cyanoptyche gloeocystis radoxa está en proceso de ser totalmente secuenciado. En
términos de tamaño, el genoma de C. paradoxa se ubica
con los esquemas de clasificación de las algas verdes. Al- en el intervalo del de otras “algas” unicelulares de vida
gunos análisis cuantitativos de las tasas relativas de susti- libre, como el alga verde Chlamydomonas reinhardtii
tución nucleotídica en RNA ribosómico revelan que (cerca de 150 megabases). Por supuesto, el mayor interés
algunos grupos de rodófitas presentan una divergencia in- de estudiar a fondo el genoma de una glaucófita radica en
terna mayor que la estimada dentro de otros grupos euca- la posibilidad de identificar procesos evolutivos primarios
riotas como los hongos y los clorobiontes. en el origen y la diversificación de las primeras plantas,
Aunque algunos indicios sugieren la existencia de ro- que en sí mismas constituyen el punto de partida de los
dófitas hace cerca de 2000 millones de años, el fósil más grupos eucariotas que consiguieron dominar ecológica-
antiguo considerado como un alga roja procede de se- mente el planeta.
dimentos depositados hace 1200 millones de años. Los En contraste con los datos disponibles para los cloro-
detalles morfológicos del espécimen llamado Bangiomor- biontes, sólo se conocen cinco genomas plastídicos y seis
pha pubesencs indican que tenía estructuras reproducto- mitocondriales de rodófitas. Los genomas plastídicos en
ras características del orden Bangiales. Se han utilizado las rodófitas contienen alrededor de 250 genes, lo que
filogenias moleculares y las fechas de datación de Ban- constituye el mayor número de genes codificados en geno-
giomorpha pubesencs para estimar los tiempos mínimos mas plastídicos. Los genomas mitocondriales, de modo si-
de aparición de los primeros eucariotas fotosintéticos milar a lo que ocurre en los plastos, mantienen un
(entre 1500 y 1600 millones de años), así como la sepa- contenido y un orden génico extremadamente conserva-
ración temprana de Cyanidiales del grupo troncal de ro- dos. Los genomas nucleares de dos rodófitas del orden
dófitas y la diversificación de los grupos mayores de Cyanidiales (Cyanidioschyzon merolae y Galdieria sul-
rodófitas hace unos 1200 millones de años. Con las mis- phuraria) son los únicos completamente secuenciados
mas herramientas filogéneticas y utilizando fósiles más hasta la fecha. Los genes de Cyanidioschyzon se han usado
recientes que muestran las estructuras reproductoras típi- ampliamente en estudios filogenómicos y comparativos
cas de las algas rojas coralinas (Florideophyceae), se ha que en general sustentan la idea de un origen común del
propuesto que el antepasado común del orden Bangiales grupo Plantae. Sin embargo, es importante destacar que
y la clase Floridiophyceae apareció hace unos 600 millo- Cyanidioschyzon y Galdieria son unicelulares y de hábi-
nes de años. tos extremos (véase el recuadro Biodiversidad oculta en
eucariotas extremófilos). Como en otros organismos que
Características de sus genomas viven en ambientes extremos, su genoma presenta un ex-
traordinario fenómeno de reducción, con solamente unos
Los estudios genómicos en las glaucófitas son muy esca- 5000 genes codificados y con tasas de sustitución nucleo-
sos. Los genomas plastídicos y mitocondriales de Cyano- tídica considerablemente elevadas. Los escasos estudios
phora paardoxa y Glaucocystis nostochinearum son los genómicos en rodófitas no corresponden a la enorme di-
únicos completamente sequenciados para glaucófitas hasta versidad que representan, y es fundamental que en el fu-
la fecha (mayo 2011). El contenido de los genomas plas- turo se avance en las investigaciones genómicas de
tídicos de ambas glaucófitas muestra que en términos ge-
A B C D E F G
Figura 3. Algas rojas o rodófitas. A: Campylaephora crassa. B: Corallina pilulifera. C: Griffithsia monilis. D: Palmaria palmata. E: Psilo-
thalia dentata. F: Ceramium kondoi. G: Rhodella maculata.
62 Cap. 6, Plantas
Tabla 2. Esquema de clasificación clásico de las rodófitas compa- actualidad los especialistas reconocen sin dudas solamente
rado con una propuesta reciente basada en resultados filogenéticos. seis especies de glaucófitas depositadas en colecciones
Clasificación tradicional Clasificación alternativa científicas (Tabla 1) y se sabe muy poco de la ecología, la
(Yoon et al. 2006) biología del grupo y las relaciones filogenéticas entre las
Phylum Rhodophyta Phylum Rhodophyta pocas especies reconocidas.
Subphylum Rhodophytina La mayor parte de los esquemas taxonómicos clásicos
Clase Florideophyceae Clase Florideophyceae de las rodófitas se elaboraron basándose en estudios ex-
Clase “Bangiophyceae” haustivos de las estructuras reproductoras femeninas y del
Orden Bangiales Clase “Bangiophyceae” desarrollo celular tras la fertilización. Posteriormente, la
Clase “Rhodellophyceae”
Orden “Porphyridiales” Clase Stylonematophyceae
descripción ultraestructural de las conexiones intercelula-
Clase Porphyridiophyceae res (poro y tapones del poro) que resultan de la citocine-
Orden Compsopogonales Clase Compsopogonophyceae sis incompleta, típica de algunos grupos de rodófitas, se
empleó con éxito en los estudios de sistemática. Numero-
Subphylum Cyanidiophytina sas filogenias moleculares de genes de origen nuclear
Orden Cyanidiales Clase Cyanidiophyceae (RNA de la subunidad menor del ribosoma o RNA ribo-
sómico), mitocondrial (cox1) y plastídico (rbcL, psaA)
especies multicelulares, ya que tales datos son esenciales apoyan sin ambigüedades la monofilia de las rodófitas; sin
para esclarecer las hipótesis filogenéticas sobre la evolu- embargo, las relaciones internas entre las diversas ramas
ción interna del grupo y del mismo linaje Plantae. En de algas rojas sólo se han estudiado molecularmente de
fechas próximas, los genomas nucleares de las rodófitas manera exhaustiva desde hace pocos años. Las propuestas
multicelulares Chondrus (clase Florideophyceae) y taxonómicas clásicas para las rodófitas consideraban sólo
Porphyra (clase “Bangiophyceae”) serán conocidos con las dos clases (o subclases) “Bangiophyceae”, un grupo
detalle. con formas relativamente simples, y Floridiophyceae, que
comprende organismos con formas muy diversas y ciclos
Resultados filogenéticos contrastados de vida complejos. No obstante, numerosas filogenias mo-
con clasificaciones previas leculares estimadas con genes diversos no son entera-
mente concordantes con los esquemas taxonómicos
En años recientes, el uso de filogenias moleculares ha ge-
clásicos. Uno de los puntos de mayor discrepancia es que
nerado nuevos hallazgos sobre la evolución y la diversifi-
la clase Floridiophyceae constituye un grupo monofilético
cacion del grupo Plantae. Análisis filogenéticos con más
junto con Bangiales, que es uno de los seis órdenes previa-
de 140 proteínas codificadas en el núcleo indican sólida-
mente sugeridos dentro de la clase “Bangiophyceae”.
mente el origen monofilético de las glaucófitas, las rodó-
Otros resultados de filogenias moleculares indican que la
fitas y los clorobiontes (véase Árbol de Plantas). Otros
clase “Bangiophyceae” comprende grupos muy diversos
estudios, previos y posteriores, con proteínas codificadas
que reflejan sucesos de radiación temprana dentro del
en el plasto y vías metabólicas completas (como el ciclo
grupo, y que difícilmente pueden considerarse como un
de Calvin y la biosíntesis del shikimato y el almidón),
grupo homogéneo a nivel de clase. En general, numerosos
apoyan también la monofilia del grupo Plantae. Sin em-
análisis de genes plastídicos y nucleares no son concor-
bargo, estos mismos análisis filogenéticos moleculares
dantes con la monofilia de la clase “Bangiophyceae”, y
han arrojado resultados contradictorios respecto a las re-
desvelan una enorme diversidad en las rodófitas que debe
laciones que tienen entre sí los tres grupos de plantas. En
ser reconsiderada para elaborar esquemas de clasificación
cualquier caso, los resultados sugieren que las glaucófitas
modernos. En contraste, los resultados de filogenias mo-
son el grupo de divergencia más temprana dentro de las
leculares de algas rojas muestran congruencia con esque-
plantas, y que las rodófitas y los clorobiontes constituyen
mas derivados de estudios recientes sobre la
una rama monofilética hermana de las glaucófitas. En con-
ultraestructura del plasto y la anatomía de las estructuras
traste, otros estudios moleculares apuntan a que son los
vegetativas y reproductoras. De acuerdo con la filogené-
clorobiontes la rama más antigua, y sugieren que las rodó-
tica molecular y los caracteres ultraestructurales del sis-
fitas y las glaucófitas podrían ser ramas hermanas. Final-
tema de endomembranas (aparato de Golgi y retículo
mente otros estudios recientes apuntan a que son las
endoplásmico), se propuso recientemente el subreino Rho-
glaucófitas y clorobiontes los que constituyen ramas her-
doplantae para reconocer la diversidad del grupo. Se pos-
manas. Es evidente entonces que se requiere un muestreo
tulan los phyla Cyanidiophyta, que sólo incluye el grupo
taxonómico mayor, sobre todo en el caso de glaucófitas y
de Cyanidiales (Tabla 2), y Rodophyta, que comprende
rodófitas, para contrastar robustamente las hipótesis filo-
las cuatro clases Floridophyceae, “Bangiophyceae”, “Rho-
genéticas alternativas y mutualmente excluyentes. Las
dellophyceae” y Comsopongonophyceae. Sin embargo,
glaucófitas son el linaje menos diverso y menos conocido
este esquema reconoce que la clase “Rhodellophyceae” es
dentro del grupo Plantae, y la tipificación más reciente
un grupo polifilético. Otra propuesta más reciente esta-
data de 1986. En este esquema se propone la división
blece un esquema taxonómico del phylum Rhodophyta ba-
Glaucocystophyta, integrada por tres clases en las cuales
sado en la filogenia de varios genes plastídicos (rbcL,
se distribuyen los 10 géneros descritos hasta ahora. En la
Adrián Reyes-Prieto 63
A B
Cyanidiales en tapetes de fuentes termales (A) y viviendo incrustados dentro de formaciones rocosas porosas expuestas constantemente a vapor de
agua (B). Ambas imágenes provienen de la localidad de Dragon Spring, en Yellowstone, Montana, Estados Unidos.
psaA, psaB, psbA, psbC, psbD, tufA) y RNA ribosómico. dophytina con seis clases. En la Tabla 2 se muestra el es-
El esquema conserva un solo phylum (Rodophyta) y su- quema taxonómico clásico contrastado con sugerencias
giere dos nuevos subphyla: Cyanidiophytina, con una recientes para la clasificación de las algas rojas.
única clase para el grupo Cyanidiales (Tabla 2), y Rho-
64 Cap. 6, Plantas
Algunos resultados de filogenias moleculares relevan- “Porphyridiales” (véase más arriba). Dentro de los grupos
tes que contrastan con el esquema taxonómico clásico de de “Porphyridiales” sensu lato también hay miembros co-
las rodófitas sugieren que: 1) el orden Cyanidiales es apa- loniales y pseudofilamentosos. Esto sugiere que posible-
rentemente el grupo de divergencia más temprana dentro mente la evolución hacia talos pseudofilamentosos ha
de las rodófitas; 2) la clase Floridophyceae y el orden ocurrido más de una vez de forma independiente. No se
Bangiales son grupos hermanos (en este sentido, la clase han descrito sistemas de reproducción sexual en estos li-
“Bangiophycea”, que incluiría el orden Bangiales, resul- najes. Características únicas de las algas rojas multicelu-
taría un grupo parafilético); y 3) que el orden “Porphyri- lares son la presencia de conexiones intercelulares,
diales” sensu lato, también incluido en “Bangiophyceae”, llamadas poros de conexión, y las estructuras a manera de
es un linaje polifilético. Los tres grupos incluidos en tapón asociadas a los poros de conexión. Las conexiones
“Porphyridiales” aparentemente no tienen un origen se forman durante la meiosis al no completarse la citoci-
único. nesis. Posteriormente a la formación de la conexión, ésta
es obstruida con el tapón de naturaleza glucoproteica.
Como ya se ha mencionado, la formación, la composición
Evolución de los caracteres
y la ultraestructura del tapón han sido un carácter útil para
Considerando la limitada información que se tiene sobre la sistemática de los grupos con talos multicelulares, espe-
las glaucófitas, resulta paradójico que las algas de este cialmente en el caso de Florideophyceae, que muestran
grupo posean de manera exclusiva dos características que una extraordinaria diversidad morfológica en sus talos. En
podrían ser fundamentales para comprender la evolución términos generales, las filogenias moleculares de RNA ri-
temprana del grupo Plantae. Como ya se ha mencionado, bosómico y otros genes concuerdan con los resultados del
en la mayoría de las glaucófitas los plastos conservan ves- análisis de las conexiones y los tapones, pero no resuelven
tigios claros de una pared celular de peptidoglicano entre enteramente las relaciones entre los grupos internos.
las membranas externa e interna, y además los plastos con-
tienen acumulaciones cristalinas de la enzima RuBisCo Tendencias evolutivas
similares a los carboxisomas. Ambos rasgos se consideran
como ancestrales dentro del grupo Plantae, pues son carac- Por la escasa diversidad y la ausencia de estudios filoge-
teres típicos de cianobacterias y ofrecen datos valiosos néticos detallados de las pocas especies conocidas de
para entender los estadios tempranos del origen y la evo- glaucófitas, no se han distinguido patrones evolutivos di-
lución del plasto. Sobre la base de esas características ul- reccionales en este grupo de algas. En el caso de las rodó-
traestructurales del plasto, las glaucófitas se propusieron fitas, los pigmentos accesorios podrían reflejar ciertas
por algunos especialistas, ya antes de la era molecular, tendencias en la evolución del grupo. La ficoeritrina, el
como un linaje primitivo dentro de Plantae, e incluso se pigmento que confiere su color a las algas rojas, absorbe
han calificado coloquialmente como el ‘celacanto del eficientemente la luz azul que penetra a mayor profundi-
mundo de las algas’ o como un caso de ‘fósil viviente’. dad en la columna de agua. Esta propiedad permite que
No obstante, otro tipo de caracteres plastídicos comparti- las rodófitas sean fotosintéticamente activas en zonas pro-
dos alternativamente con las rodófitas o con los clorobion- fundas (más de 250 m en casos extremos), donde otros
tes ofrece más complicaciones que respuestas para tipos de “algas”, como las algas verdes, no pueden sub-
resolver sin ambigüedades las relaciones entre los tres gru- sistir. La ausencia de estadios flagelados en las algas rojas
pos de “algas” primarias. se ve reflejada en los complejos ciclos sexuales presentes
Los cuatro géneros conocidos de glaucófitas presen- en los grupos multicelulares. Las historias de vida con tres
tan formas palmeloides, monadoides o cocoides, y com- estadios morfológicamente distintos (trifásicos) –el game-
parten los caracteres tipicos ya mencionados. Las especies tófito haploide, el tetrasporofito diploide y el carpoespo-
del genero Cyanophora poseen dos flagelos heterodiná- rofito diploide– son características únicas entre las “algas”
micos y no tienen pared celular (Fig. 2). El género Glau- primarias.
cocystis comprende células usualmente coloniales, sin
motilidad, con dos flagelos vestigiales y pared de celulosa. Biogeografía y biodiversidad
Por su parte, el género Gloeochaete presenta alternativa-
mente estadios celulares móviles e inmóviles, y la pared La escasa abundancia y la rareza de las glaucófitas, junto
celular no está compuesta de celulosa. Finalmente, el gé- con la carencia de detalles sobre su distribución geográ-
nero Cyanoptyche incluye organismos coloniales, cuyas fica, tienen como consecuencia que se conozca realmente
células presentan flagelos rudimentarios y pared celular. muy poco la ecología del grupo. La información disponi-
El estudio molecular y ecológico detallado de las glaucó- ble se restringe únicamente a los datos de colecta ocasio-
fitas es una asignatura pendiente de la investigación sobre nales provenientes de diversos ambientes dulceacuícolas
plantas. ricos en materia orgánica. Las rodófitas son en su gran ma-
En las rodófitas, las formas unicelulares están disper- yoría marinas y se distribuyen a lo largo de las líneas cos-
sas en Cyanidales y en los diferentes grupos incluidos en teras prácticamente en cualquier tipo de clima, aunque son
mucho más comunes en aguas templadas y tropicales. Las
Adrián Reyes-Prieto 65
Chlamydomonales 1
Sphaeropleales
Oedogoniales 2
Chaetopeltidales
Chaetophorales
Bryopsidales 3
Siphonocladales
Dasycladales
Ulvales 2 4
Ulotrichales
6 Pleurastrophyceae 3
Chara 5
Lamprothamnium 6 6
Lychnothamnus
Nitellopsis
Tolypella 7 7
Nitella
Coleochaetales 8
Zygnemataceae 8
Mesotaeniaceae
Gonatozygaceae
9
Closteriaceae 9
Peniaceae
Desmidiaceae
10
Klebsormidiales
Árbol de Clorobiontes donde se muestran las relaciones filogenéticas de los grandes grupos (órdenes, clases y divisiones ta-
xonómicas). Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. Los núme-
ros en círculos verdes indican el capítulo donde se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fo-
tografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Clorobiontes
Francisco F. Pedroche
7
Resumen: Las plantas verdes (Chlorobionta o Viridiplantae), reconocidas como un grupo que posee un antepasado común,
son organismos eucariotas y autótrofos caracterizados por la presencia de plastos de un solo tipo (clorofilas a, b; dos mem-
branas envolventes; tilacoides compactos) con almidón intraplastidial y un carácter propio en los flagelos: la zona de transición
entre los axonemas y los cuerpos basales tiene una configuración estrellada. En este grupo se pueden distinguir tres grandes
linajes: las clorófitas (Chlorophyta) y las estreptofitas (Streptophyta) –las primeras son las algas verdes y las segundas mayori-
tariamente las plantas terrestres–, y una agrupación probablemente no monofilética de organismos conocida como “prasino-
fitas” (“Prasinophyta”), muy parecidas a Mesostigma viridae, una de las especies más basales de las estreptofitas. La división Strep-
tophyta incluye a las plantas terrestres (Embryophyta) y a ciertos organismos que aún se consideran “algas” (antiguas
“carófitas”), que parecen tener mayor afinidad con las plantas terrestres que con el resto de las algas verdes. Los clorobion-
tes, sin tener en cuenta los embriófitos, presentan una gran diversidad de patrones estructurales, desde las formas unicelula-
res, flageladas o no, hasta talos macroscópicos que llegan alcanzar 10 m de longitud, y un número de especies entre 9000 y 15
000. Dichos talos se encuentran fijos al sustrato o flotando en ambientes acuáticos, terrestres o subaéreos; desde las zonas
polares hasta las tropicales, desde fondos someros hasta profundidades que alcanzan los 150 m. Las filogenias moleculares in-
dican que los caracteres morfológicos externos de los talos no permiten recuperar las relaciones de parentesco, dentro de las
algas verdes; la ultraestructura del aparato flagelar y las características de la mitosis y la citocinesis son, sin embargo, más in-
formativas. En cuanto a las secuencias del DNA, las regiones conservadas del núcleo han servido para elucidar relaciones pro-
fundas, mientras que a niveles terminales se han incluido genes del núcleo, el plasto y la mitocondria. Las regiones de los espa-
ciadores nucleares ITS, con sus altas tasas de variabilidad, parecen resolver las relaciones de parentesco a nivel de especie o
incluso por debajo de esta categoría taxonómica. Los relojes moleculares que emplean secuencias nucleotídicas señalan el ori-
gen de Chlorobionta en el precámbrico, hace alrededor de 1000 millones de años, aunque algunos fósiles muy anteriores (c.
1400 millones de años) podrían ser atribuidos a Chlorobionta.
Summary: Green plants, a monophyletic group named Chlorobionta, are eukaryotic, autotrophic organisms with only one type of
chloroplast (chlorophyll a and b, two surrounding membranes, and compact thylakoids) with intraplastidal starch and a singular
character: a stellate pattern in the so called transition region, between the flagellum and the basal body. This group has three main
lineages, two of them monophyletic: Chlorophyta (green algae) and Streptophyta. On the other hand, “Prasinophyta” are similar
to Mesostigma viridae, one of the early divergent species of streptophytes. Land plants (Embryophyta) and other kind of organisms,
considered for a long time “algae” (vg. “charophyceans”), have a very close relationship and form the Streptophyta. Chlorobionta,
excluding embryophytes, shows a great diversity of forms from unicells with or without flagella to macroscopic thalli that can reach
10 m long. There are between 9000 and 15 000 species which grow in aquatic environments, attached to a hard substratum or
floating in the water, besides they can be present in subaereal or terrestrial places. We can find these organisms from the poles
to tropical zones, in shallow waters or in deep waters (below 150 m). Phylogenetic studies have shown that external morphology
of the thallus does not allow recovery of phylogenetic relationships within green algae. In contrast, ultrastructure, mitosis and
cytokinesis features offer important data. About DNA, conservative regions from the nucleus have been used to recover phylogenetic
relationships at deep levels of the tree; whereas, for derived clades the studies have incorporated chloroplast and mitochondrial
genes. ITS regions from the rDNA have showed enough variation to answer questions at the level of species or even so below this
rank. Data from all these sources indicate that the origin of this group was close to 1000 million years ago in the Precambrian,
however there are some fossils 1400 million years old that could be Chlorobionta ancestors.
C
on el advenimiento de la microscopía electrónica, el ofreció nuevas vías en la interpretación evolutiva del mundo
número de caracteres informativos (morfológicos, vivo. Estos atributos se han utilizado recientemente, en con-
reproductivos o bioquímicos) para comparar distin- junción con datos moleculares, para formular hipótesis filo-
tos grupos de organismos aumentó considerablemente, y así genéticas que ofrecen un panorama muy distinto del de los
67
68 Cap. 7, Clorobiontes
¿Qué es un clorobionte?
Los clorobiontes (del griego khlôros [verde claro] y bion [vivir]) son seres con núcleo (eucariotas), autótrofos con foto-
síntesis en la cual, además de la clorofila a, el pigmento principal es la clorofila b. Dentro de este grupo se encuentran las
algas verdes (clorófitas), "prasinofitas", y las estreptofitas que incluyen varios grupos menores de "algas" y las plantas te-
rrestres (embriófitos). Las algas verdes son en su mayoría acuáticas y se encuentran ampliamente distribuidas en la ma-
yoría de las masas de agua del mundo entero, mientras que los embriofitos dominan fundamentalmente el paisaje terrestre.
La información disponible hasta el día de hoy favorece la hipótesis de que los clorobiontes posiblemente se originaron
por endosimbiosis eucariota, entre organismos fotosintéticos sin núcleo (“procariotas”), hoy conocidos como cianobac-
terias, y una célula eucariota posiblemente con undilipodios (‘flagelos’). Los estudios más recientes de reconstrucción no
llegan a concluir qué tipo de organismo fue éste. Otros eucariotas fotosintéticos originados por este evento son las algas
rojas (rodofitas) y las blancas (glaucofitas), razón por la cual se las considera linajes emparentados. Por tanto, la línea
verde está formada por estos dos grupos y los clorobiontes.
años 1970 y principios de los 1980. Las plantas verdes, con- interpretar qué grupos han evolucionado recientemente y
sideradas como un grupo monofilético por Bremer (1985) y qué conjuntos de organismos poseen antepasados mucho
denominadas Chlorobionta, incluyen a las prasinofitas (Pra- más antiguos. En el caso de las algas verdes, el genoma
sinophyta), clorófitas (Chlorophyta) y estreptofitas (Strep- que aporta mayores particularidades es el plasto, el cual
tophyta). Los embriófitos (plantas terrestres) forman un puede incluso variar en estructura y composición dentro de
linaje dentro de Streptophyta. De hecho, algunos de los clo- un mismo género. En las plantas terrestres este orgánulo
robiontes tienen mayor afinidad filogenética con las plantas se muestra más homogéneo. El plasto de las algas verdes
terrestres, como es el caso de los órdenes conocidos como posee regiones repetidas e invertidas, características de este
Chlorokybales, Klebsormidiales, Zygnematales, Coleochae- grupo y de las consideradas plantas terrestres primitivas.
tales y Charales, tal como se puede apreciar en el Árbol de Por el contrario, los genes que codifican las subunidades
Clorobiontes. Según datos moleculares, las antiguas “prasi- pequeñas de rbcL han sido transferidos al núcleo. Estos
nofitas” no forman un grupo natural y posiblemente tienen cambios en la estructura molecular, a los que hay que
orígenes diversos, lo cual las ubica como un grupo polifilé- sumar la inserción de intrones, pueden resultar útiles para
tico o parafilético, condición que por la simplicidad del entender la historia de este grupo. Por ejemplo, el gen tufA
Árbol de Clorobiontes no se muestra (se asigna Prasinophyta se encuentra en la mayoría de las algas verdes, pero está
al grupo monofilético de las Prasinophyceae). Algunas espe- ausente en el genoma nuclear de las plantas terrestres y en
cies de “prasinofitas” son muy parecidas a los miembros del la mayoría de los otros miembros de las estreptofitas. Esta
género Mesostigma, uno de los linajes más basales de las es- pérdida se encuentra en contraposición con la ganancia de
treptofitas. Así, se puede decir que las algas verdes (sensu algunos intrones en los genes plastidiales de las plantas te-
stricto) quedan ceñidas a Chlorophyta. En este capítulo se rrestres (trnA, trnL), pero ausentes en las “algas”. Para la fi-
presentan los resultados filogenéticos más concluyentes en logenia de los linajes principales de las algas verdes se han
Chlorobionta y se profundiza en el grupo de algas verdes. empleado principalmente secuencias de los genes rbcL,
psb, rps y tufA del plasto, de las subunidades SSU, LSU y
COXI de la mitocondria y de la región 18S, mientras que
Características de sus genomas para analizar relaciones intraespecie e interespecies se han
La información nucleotídica necesaria para reconstruir la empleado secuencias de los espaciadores ITS del rDNA
filogenia de las plantas verdes (Chlorobionta) se encuentra del núcleo. Recientemente también se utilizan microsatéli-
en el DNA de los tres genomas presentes en las células de tes nucleares en estudios poblacionales e interespecíficos.
todos estos organismos fotosintéticos: el núcleo, la mito-
condria y el plasto. Cada uno de ellos tiene características Resultados filogenéticos contrastados
estructurales y evolutivas particulares, que permiten obte- con clasificaciones previas
ner información diversa. La tasa de sustitución silenciosa
(sinónima) de los nucleótidos es distinta para cada uno de La división Chlorophyta fue concebida durante mucho
ellos. Así, el genoma de la mitocondria evoluciona por lo tiempo como el grupo de algas verdes que estaba formado
menos cinco veces más despacio que los genes nucleares, por tres líneas evolutivas: a) volvocina o serie colonial;
y dos o tres veces más despacio que el DNA del plasto. Si b) tetrasporina (serie uninucleada); y c) la línea sifonal.
a esto se le suma que el plasto y la mitocondria no recom- Cada una de estas líneas mostraba formas muy variadas y
binan y se heredan generalmente de manera uniparental, similares entre sí, pero con la idea de que estas manifes-
entonces se tiene muchas posibilidades para resolver cues- taciones morfológicas presentaban una escala ascendente,
tiones sobre relaciones a niveles distintos (ramas profundas desde el nivel de organización unicelular hasta la forma-
frente a terminales). Es decir, la comparación de filogenias ción de pseudotejidos. Esto se basaba en interpretaciones
basadas en los numerosos genes de tres genomas ayudan a de principios del siglo XX reforzadas en las obras de Smith
Francisco F. Pedroche 69
(1955) y de Fritsch (1935). Así, durante casi 70 años varió • Streptophyta: entre las estreptofitas se encuentran orga-
muy poco la concepción de las relaciones entre los gran- nismos que presentan células móviles (vegetativas o re-
des grupos de algas verdes. La revolución empezó con al- productivas) con escamas, biflageladas con inserción la-
gunos datos aislados sobre la reproducción y la anatomía teral, y cuerpos basales paralelos asociados en una
de los gametos, empleando la microscopía electrónica. estructura de capas múltiples de microtúbulos denomi-
Estos resultados se integraron con una orientación filoge- nada MLS (del inglés multilayered structure), que ha sido
nética en los trabajos de Pickett-Heaps (1975) y Stewart y considerada por algunos como la sinapomorfía de este
Mattox (1978), por mencionar algunos de los más impor- grupo. La división celular es por fragmoplasto y la mi-
tantes. A partir de la década de 1980 se multiplicaron el tosis es abierta, es decir, que la membrana nuclear no se
número de caracteres filogenéticamente informativos y los mantiene y el huso acromático persiste durante la telo-
intentos de integración. Para conocer las relaciones de pa- fase. Estas características son compartidas por los táxo-
rentesco de las algas verdes se han incorporado datos ul- nes de Streptophyta (sensu Bremer, 1985), que ha reci-
traestructurales, morfológicos y moleculares, que en bido muchísima atención pues en ella se encuentran los
general muestran congruencia. Las principales conclusio- grupos que dieron origen a las plantas terrestres. Más aún,
nes de estos trabajos, aunque con algunas contradicciones se ha propuesto que dentro de las antiguas “carófitas”
menores, confirman el ‘sentimiento’, generalizado hace (“Charophyceae”) aparecen miembros con mayor afini-
algunos años, de que las plantas verdes conforman un dad con las plantas vasculares que con los otros integran-
grupo monofilético (Chlorobionta sensu Bremer, 1985) tes de Streptophyta.
caracterizado por la presencia de cloroplastos de un solo
• Chlorophyta: son las algas verdes (clorófitas), en las que
tipo (clorofilas a, b; dos membranas envolventes; tilacoi-
la inserción de los flagelos en las células móviles es di-
des compactos) con almidón intraplastidial y una autapo-
ferente. En concreto, esta inserción es anterior, con
morfía singular: la zona de transición entre los axonemas
cuerpos basales perpendiculares formando una cruz y
flagelares y los cuerpos basales tiene una configuración
con un sistema microtubular de cuatro ‘raíces’, consi-
estrellada.
derado como sinapomorfía (Bremer, 1985), junto con la
Los clorobiontes, cuyos posibles antepasados se en-
presencia de unas fibras estriadas asociadas a los micro-
cuentran entre los flagelados verdes cubiertos de escamas,
túbulos (SMAC, por sus siglas en inglés) y la pérdida
son un grupo natural constituido por tres linajes: Strep-
de MLS. La mitosis es cerrada, pueden o no presentar
tophyta, Chlorophyta y “Prasinophyta”.
Términos básicos
Axonema: Estructura interna de los flagelos en los euca- yen de manera paralela al plano de la citocinesis, lo cual ser-
riotas, constituida por un par de microtúbulos centrales y virá de orientación a la formación de la pared que separará
nueve pares alrededor de ellos. a las dos células hijas.
Bentónico: Organismo que se encuentra relacionado con Fragmoplasto: Estructura citológica en la que durante la
el fondo de un lago, río o mar. mitosis los microtúbulos se disponen de manera perpendi-
“Carófitas”: Antiguo grupo de “algas” próximo a las clo- cular al plano de la citocinesis, que servirá de orientación
rófitas y que forma un grupo no natural ya que algunos a la formación de una pared que separará a las dos células
miembros están más próximos a las plantas terrestres. hijas.
Cenócito (sifón): Masa protoplasmática multinucleada Gametos estefanocontos: Aquellos que tienen numero-
como consecuencia de divisiones celulares no seguidas de sos flagelos dispuestos en forma de corona.
divisiones citoplasmáticas. Haplóntica: Historia de vida en la cual los organismos de la
Colonia: Número definido de células que se mantienen jun- fase dominante son haploides (n).
tas, con formas diferenciadas, y que por lo general poseen Mesomareal: En la costa, zona entre los límites máximo y
sectores especializados en alguna función, por ejemplo la mínimo de la marea.
reproducción. Mixohalino: Ambiente donde se han mezclado aguas sali-
Diplóntica: Historia de vida en la cual los organismos de la nas y dulces.
fase dominante son diploides (2n). Oligotrófico: Masa de agua pobre en nutrientes y con pro-
Diplohaplóntica: Historia de vida en la cual los estadios di- ductividad reducida.
ploides y haploides se alternan como organismos dominan- Planctónico: Organismo acuático flotante o con escasa ca-
tes de vida libre. pacidad natatoria.
Ficobilisomas: Estructuras hemisféricas o discoidales dis- Subaéreo: Organismo que vive sobre rocas, hojas, tallos o
puestas en la superficie de los tilacoides que en las cianobac- cortezas, expuestos al aire.
terias, las glaucofitas y las rodofitas contienen las ficobilinas Teca: Envoltura o armadura presente en algunas “algas”
(pigmentos tetrapirrólicos). unicelulares.
Ficoplasto: Estructura citológica típica de las algas verdes Tilacoides: Vesículas discoidales o aplanadas que contienen
en la que, durante la mitosis, los microtúbulos se distribu- los pigmentos fotosintéticos.
70 Cap. 7, Clorobiontes
Núcleo
Placa o tabique celular
Microtúbulos que dividirá la célula de
adentro hacia afuera
Canal o surco
que dividirá la
célula de fuera
1 2 hacia dentro 3 4
Figura 1. Disposición de las estructuras microtubulares durante la mitosis de las células en los clorobiontes. 1 y 2 estadios en la for-
mación de ficoplasto; 3 y 4 estadios en la formación de fragmoplasto.
Francisco F. Pedroche 71
otro (11/5); 3) un tercero con movimiento de uno de los rias de las llamadas tendencias evolutivas podrían estar re-
cuerpos basales hacia la derecha, pero sin sobreponerse lacionadas con convergencias o paralelismos resultado de
(1/7); y 4) una organización presumiblemente derivada en las presiones selectivas, y derivarían en algunos caracteres
que las raíces son asimétricas. En lo que respecta a la cito- con valor adaptativo. Sin embargo, es necesario un estu-
cinesis, la condición ancestral parece ser la división mitó- dio más detallado para evaluar las posibles homoplasias
tica sencilla en su evolución hacia el ficoplasto y el moleculares, ultraestructurales y bioquímicas.
fragmoplasto.
Biogeografía y biodiversidad
Tendencias evolutivas Las algas verdes crecen en ambientes acuáticos con di-
versa salinidad, desde cuerpos oligotróficos hasta aque-
El concepto de tendencia evolutiva fue acuñado para ex- llos sobresaturados, como lagunas costeras o lagos
plicar de manera retrospectiva el camino, en términos hipersalinos, pasando por supuesto por las zonas mixo-
morfológicos, que un grupo había mostrado en su evolu- halinas y los mares y océanos del mundo. Algunos órde-
ción. De esta manera, algunos autores propusieron la pre- nes son exclusivamente marinos (principalmente dentro
sencia de células flageladas en las “algas” como los del clado Ulvophyceae) o principalmente dulceacuícolas
estadios primarios o ancestrales de que partían varios ca- (el clado de Charophyceae o la mayoría del clado Chlo-
minos evolutivos: hacia la pérdida de movilidad, hacia la rophyceae), grupos donde se encuentran especies planc-
agrupación multicelular y hacia la reducción del gametó- tónicas y bentónicas. Un número reducido ocupa incluso
fito, entre otros. Basándose en estas tendencias se esta- los espacios subaéreos (representantes del clado Trebou-
blecieron clasificaciones o esquemas filéticos en los xiophyceae).
cuales dominaba el concepto de progresión hacia la com- En términos de distribución horizontal, los factores
plejidad morfológica. que limitan la presencia de macroalgas bentónicas son el
Con la perspectiva actual y bajo la óptica filogenética, sustrato y la temperatura del agua. Las microalgas, que
este concepto de progesión y de cambios siempre dirigi- son planctónicas, están sujetas a la cantidad de luz solar
dos ha sido superado para dar paso a una interpretación que pueden captar, dependiendo de la profundidad a que
fundada en sinapomorfías (caracteres derivados de un an- floten y también de la temperatura de las corrientes oceá-
tepasado y compartidos) y homoplasias (caracteres que son nicas que las transportan.
resultado de convergencias y paralelismos entre antepasa- El patrón más divulgado de que hay un incremento en
dos diferentes). Así, por ejemplo, las formas más elabora- la diversidad biológica de los polos hacia el ecuador parece
das entre las clorófitas parecen haber evolucionado muchas no cumplirse en el caso de las “algas” marinas en general.
veces de forma paralela en los principales clados a nivel Algunos de los casos más notables son las “algas estrepto-
de clase. Como muestra, el filamento no ramificado consi- fitas” (antiguas “carófitas”), que no muestran una gran ri-
derado estadio en la tendencia hacia la ramificación y la queza en los trópicos. Un patrón similar ocurre con algunas
formación de láminas o de pseudoparénquima se encuen- algas pardas (Pheophyceae; véase Cap. 6, Plantas), que son
tra ampliamente distribuido en tres linajes: Ulvophyceae, abundantes en especies y en biomasa en aguas templadas y
Chlorophyceae y Klebsormidiophyceae. De este modo, va- no en las cálidas tropicales. Sin embargo, las clorófitas, de-
bido al tipo de pigmentos accesorios que poseen (principal-
mente clorofila b), abundan en las zonas de alta incidencia
solar típicas de los trópicos, por lo que son dominantes en
Recuadro 2. Los clorobiontes en cifras.
el área mesomareal alta de la zona costera en términos de
(En este recuadro se excluyen datos de los embriófitos.)
distribución vertical y, por ende, en las áreas geográficas
que reciben gran cantidad de luz a lo largo del año. Así, el
• Número de especies: 9000-15 000 número de representantes de este grupo es mayor en las
• Número de géneros: 560 aguas cálidas de los océanos, y aumenta aún más en aque-
• Número de familias: 75 llos de aguas transparentes, que facilitan la penetración pro-
• Número de órdenes: 22 funda de los rayos solares y permiten que se lleve a cabo el
• Orden con mayor número de géneros: Clorococcales. proceso de fotosíntesis. Un ejemplo de esto se encuentra en
• Origen: precámbrico, al menos 1500 millones de años. el Atlántico mejicano, que presenta alrededor de 30 especies
• Fósil más antiguo: 1200 millones de años, Tasmanites
de clorófitas en la porción norte y el doble (60 especies) en
(Prasinophyta). el mar Caribe. Esta última región es reconocida por algunos
• Principal radiación de clorobiontes multicelulares: autores como el paraíso de las algas verdes. Por tanto, las
750 millones de años. áreas tropicales poseen la mayor diversidad de especies y
• Género más pequeño: Ostreacoccus, <2 µm. categorías taxonómicas supraespecíficas. Estos patrones na-
• Género más grande: Codium, 10 m.
turales también pueden ser modificados por factores exter-
nos, en particular por la acción directa o indirecta del ser
• Máxima profundidad registrada: Halimeda (150 m,
humano, como es el caso de las algas verdes que tienden a
Hawái).
aumentar en aguas contaminadas.
72 Cap. 7, Clorobiontes
Gametos Meiosis
mitosis
mitosis mitosis 2
1
Fase Fase
Cigoto Singamia
dominante dominante
Gametos (2 n)
(n)
mitosis
Meiosis Cigoto
Gametangia Singamia
mitosis
3
Fase
Cigoto
multicelular
(n)
mitosis
Fase
Meiosis multicelular
(2n)
Figura 2. Modalidades en la reproducción sexual de los clorobiontes. 1) Historia de vida haplóntica; 2) historia de vida diplóntica y
3) historia de vida diplohaplóntica (alternancia de generaciones). Las flechas gruesas indican estadios 2n, las delgadas condición n.
Francisco F. Pedroche 73
Summary: Embryophytes are land plant lineages derived from algal ancestors (Zygnematales and closely related groups) and
showing an impressive morphological, structural and taxonomic diversification. There is evidence concerning the order of evolutionary
apparition of the earliest terrestrial plants: first were the liverworts (Marchantiophytina), later the hornworts (Antocerophyta), and then
the mosses (Bryophytina). Liverworts, hornworts, and mosses have been commonly referred as "briophytes" and shared a similar life
cycle, with a conspicuous and dominant gametophytic phase. Despite this, and their well known overall similarity, they are very likely
a non-monophyletic group because they evolved another group (tracheophytes). Morphological and ultraestructural features, and
molecular phylogenies strongly suggest that hornworts are sister group to tracheophytes, and both to mosses and liverworts. The
splitting of liverworts in two monophyletic groups has been consistently supported, but their taxonomic limits have been refined. Thus,
Treubiaceae and Haplomitraceae, previously included within Jungermanniopsida, are placed within Marchantiopsida (as a class
Treubiopsida). In a similar way, Blasiaceae is also better accommodated within Marchantiopsida. The genus Takakia, originally
described as a liverwort and believed to be an old lineage, is firmly included within the mosses, near Sphagnopsida. Takakiales and
Sphagnales occupy a basal position within Bryophytina, and some analysis have hypothesized that they are sister taxa. Acrocarpous
mosses are a non-monophyletic group (paraphyletic) because pleurocarpous lineages are nested within them. The monospecific
Oedipodiopsida is placed basal to all peristomate mosses, and do not show a close relationship with Bryopsida (Funariaceae), within
which it was previously included.
L
a conquista del medio terrestre a partir de antepasa- no emparentados filogenéticamente. Charales y Coleochae-
dos de la línea verde, hace aproximadamente unos tales han sido los grupos “algales” que tradicionalmente se
470 millones de años, supuso un acontecimiento muy han considerado más próximos a las plantas terrestres o em-
destacado en la historia de la vida, pues cambió de modo briófitos. Ello se basa en que comparten un crecimiento fi-
sustancial la composición de la biosfera y es probable que in- lamentoso ramificado, reproducción sexual por oogamia y
fluyera en la evolución de diversos grupos de organismos división celular con formación del fragmoplasto, entre otros
75
76 Cap. 8, Embriófitos
¿Qué es un embriófito?
Un embriófito es cualquier planta terrestre o acuática que se caracterice por presentar embriones (del griego émbryon
[que brota dentro] y fitos [planta]) en las fases posteriores a la fertilización. Los embriones presentan diferente comple-
jidad estructural según el grupo vegetal, desde estructuras poco diferenciadas que crecen sobre los gametófitos hasta otras
más complejas (incluidas en las semillas) en las cuales se observan precursores de tallos, hojas y raíces, así como de co-
tiledones. Además, presentan gametangios pluricelulares, esporangios, producción meiótica de las esporas en tétradas,
una sustancia muy resistente (esporopoleína) en las paredes esporales, un esporofito pluricelular y embrión. Las hepáti-
cas, los antoceros y los musgos (los “briófitos”, en sentido tradicional) son los embriófitos que divergieron antes y fue-
ron los primeros grupos de plantas verdes que exitosamente se diversificaron en nichos terrestres. Estos tres grupos
comparten un ciclo de vida similar e isosporia, pero presentan tendencias evolutivas independientes y se observa que
sus integrantes componen un grado parafilético al surgir el linaje de los traqueófitos de un antepasado común más reciente
compartido con los antoceros.
A B C D E F
Figura 1. El grupo de los “briófitos” está formado por tres grandes grupos monofiléticos. Fotografías de hepáticas (Marchantiophytina)
(A-C), los antoceros (Antocerophytina) (D) y los musgos (Bryophytina) (E-F). A: Lunularia cruciata; B: Fosombronia caespitiformis; C: Sca-
pania sp.; D: Phaeoceros laevis; E: Polytrichum juniperinum; F: Orthotrichum anomalum.
Josep A. Rosselló 77
Términos básicos
“Acrocárpico”: En musgos, se dice de aquellos organis- Heterosporia: Condición por la cual un organismo produce
mos que presentan los arquegonios en el extremo supe- dos tipos diferentes de esporas, micrósporas y megásporas
rior de los ‘caulidios’. (que suelen difieren en tamaño, aperturas y ornamentación),
Anteridio: Gametangio, u órgano pluricelular de la fase ga- en dos tipos de esporangios, microesporangios y macroespo-
metofítica en algunos grupos de embriófitos, que produce rangios o megaesporangios. No se encuentra presente en
gametos flagelados o anterozoides. musgos, hepáticas, antoceros y equisetos, y sí en helechos.
Arquegonio: Gametangio, presente en la fase gametofítica Isosporia (= homosporia): Condición por la cual un orga-
en musgos, hepáticas, antoceros, licofitos, equisetos, hele- nismo produce un solo tipo de esporangios y esporas,
chos y algunas gimnospermas, que contiene un único ga- como en embriófitos no vasculares.
meto no flagelado u ovocélula. Macróspora: Espora produclida en los macroesporangios
Arquegonióforo: Estructura pedunculada, propia de las que desarrolla un gametófito femenino.
hepáticas de talo complejo, que lleva los gametangios feme- Micróspora: Espora producida en los microesporangios
ninos. que desarrolla un gametófito masculino.
Caliptra: Parte del arquegonio que protege al esporofito Peristoma: Estructura presente en la cápsula de los mus-
en sus fases iniciales del desarrollo. gos que regula la apertura de ésta y la salida de las esporas
Cápsula: Estructura producida durante la fase esporofítica mediante movimientos higroscópicos de sus dientes.
en musgos, hepáticas y antoceros, que contiene las esporas
Pleurocárpico: En musgos, aquellas especies que presen-
producidas por divisiones meióticas.
tan los arquegonios en cortas ramitas laterales.
Caulidio: En musgos y hepáticas foliosas, eje principal del
Pseudopodio: En musgos, prolongación del gametófito
gametófito que crece por medio de una sola célula apical y
que sustenta la cápsula.
no presenta diferenciación de tejidos.
Rizoide: En hepáticas, antoceros y musgos, órganos unice-
Embrión: Estructura pluricelular producida en las etapas
iniciales de la fase esporofítica, como resultado de la ferti- lulares o pluricelulares, hialinos o coloreados, que fija (a
lización de una ovocélula, que se encuentra en el interior de modo una pequeña raíz) la parte basal de la fase gametofí-
los arquegonios o semillas. tica al sustrato.
Filidio: En los musgos y las hepáticas foliosas, órgano de la Seta: Parte del esporofito que en su extremo sustenta la
fase gametofítica, generalmente laminar y fotosintético, que cápsula.
se inserta sobre los caulidios. Talo: Estructura pluricelular, aplanada, dorsiventral, pre-
Gametangio: En embriófitos, órgano de la fase gametofí- sente en la fase gametofítica de algunas hepáticas.
tica encargado de la producción de gametos por divisiones Traqueofitos: Plantas provistas de un sistema vascular
mitóticas. desarrollado.
78 Cap. 8, Embriófitos
versos géneros de antoceros (Megaceros, Nototylas, primeros estadios, en los cuales superar la sequía terrestre
Anthoceros), igual que en diversos grupos “algales”. fue el gran reto, antepasados como los actuales “briófitos”
• Del mismo modo, la pérdida de estomas en el esporofito tuvieron que modificar sus estructuras más profundas. El
de diversos linajes de antoceros ha ocurrido de manera ciclo haplo-diploide (n-2n), es decir, con alternancia de ge-
independiente, y encuentra aparentemente asociada neraciones y predominio de la fase gametofítica (n), que
a modificaciones en el desarrollo de los esporangios y ahora se observan en los tres grupos de “briófitos”, segura-
a la adaptación de hábitats especializados. mente fue predominante. Este ciclo biológico tendería más
tarde a una dominancia de la fase esporofítica (2n), tal y
• La cladocarpia parece ser un carácter homoplásico que como se observa en los grupos de embriófitos que aparecie-
ha evolucionado independientemente en los musgos. ron con posterioridad (licopodios, helechos, espermatofitos).
• En las hepáticas, los filidios han evolucionado inde- Los cambios en las estructuras reproductoras tardarían
pendientemente en cada gran linaje. mucho más en producirse. Mientras la fase esporofítica es
• La reducción de la complejidad esporofítica y gameto- definitivamente predominante desde los helechos (que ade-
fítica es un carácter derivado en las hepáticas de talos más presenta una vascularización completa), éstos aún se re-
complejos. producen exclusivamente por esporas. Habría que esperar
hasta los espermatofitos para observar un paso más en la
• La presencia de poros, cámaras aeríferas y arquego- conquista terrestre, como es la protección del embrión por
nióforos en especies basales de hepáticas de talos com- encapsulamiento en una estructura que dio lugar a la semi-
plejos sugieren que dichos caracteres evolucionaron lla (véase Cap. 10, Traqueófitos). A su vez, habría que espe-
tempranamente en Marchantiopsida (Fig. 6). rar hasta las angiospermas para que tanto el embrión como
la semilla fueran encerrados en otra estructura más externa
Tendencias evolutivas llamada fruto (véase Cap. 12, Angiospermas).
La conquista del medio terrestre a partir de antepasados “al-
gales” (Zygnematales y parientes próximos) supuso una evo- Biogeografía y biodiversidad
lución drástica sin precedentes en los vegetales. En unos El primer registro de la emergencia de plantas terrestres con-
siste en tétradas de esporas pertenecientes al ordovícico
A (hace aproximadamente 475 millones de años), que han sido
identificadas como hepáticas, pero no se encuentran asocia-
das a macrofósiles de ningún grupo taxonómico concreto.
Recientemente se ha reinterpretado un enigmático grupo
fósil de plantas terrestres, los nematofitos (Nematophytales),
procedentes del silúrico y devónico de Gran Bretaña, y se
ha postulado que tales microfósiles pueden corresponder en
realidad a fragmentos de epidermis inferiores, incluyendo
rizoides, de hepáticas talosas (Marchantiales) resistentes a
procesos degradativos, en particular los restos designados
como Cosmochlaina, Prototaxites y Nematothallus. Tales
interpretaciones sugieren que las hepáticas talosas comple-
jas estuvieron presentes al menos desde el Silúrico, cientos
de millones de años antes que en el mesozoico medio, tal y
B como tradicionalmente se había defendido.
La diversidad de hepáticas, antoceros y musgos que ha
llegado hasta nuestros días después de estos cientos de mi-
llones de años de evolución es moderada. Así, los antoceros
A B C D E
Figura 10. Los musgos (Bryophytina) son un grupo monofilético que muestra una extraordinaria divergencia morfológica en las ca-
racterísticas del gametófito y del esporofito (A: Sphagnum sp.; B: Grimmia sp.; C: Batramia pomiformis; D: Syntrichia montana; E: Pseu-
doscleropodium purum).
de la especie dioica Conocephalum conicum, de amplia dis- • ¿Cuáles son los mecanismos evolutivos subyacentes
tribución holártica, que consta de linajes alopátridos y sim- que permiten un alto grado de divergencia genética y
pátridos (revelados mediante electroforesis de isoenzimas y una baja diferenciación morfológica intraespecífica en
secuenciación de algunos loci cloroplásticos) con una dis- diversos grupos de hepáticas talosas?
tancia genética superior a 0,5. • ¿Hay un mayor predominio de procesos de vicarianza o
Los datos de que se dispone indican que la hibridación de dispersión a larga distancia que expliquen las distri-
interespecífica en los musgos y las hepáticas no es rara, y buciones intercontinentales disyuntas de los “briófitos”?
que puede haber tenido un papel significativo en la evolu-
ción de muchos más linajes de los que se intuía. De hecho,
se han documentado fenómenos de alopoliploidía en géne- Bibliografía básica
ros de hepáticas (Porella, Pellia, Plagiochila, Targionia,
– Goffinet, B. y Buch, W.R. 2004. Systematics of the Bryophyta (Mos-
Reboulia) y musgos (Polytrichum, Polytrichastrum, Sphag- ses): from molecules to a revised classification. En: Molecular syste-
num, Mnium, Plagiomnium). matics of bryophytes Goffinet, B., Hollowell, V.C. y Magill, R.E.
(eds.). Missouri Botanical Garden Press, St Louis; 205-239.
Principales cuestiones pendientes – He-Nygren, X., Ahonen, I., Juslén, A., Glenny, D. y Piipo, S. 2004.
Phylogeny of liverworts - beyond a leaf and a thallus. En: Molecular
• ¿Por qué son contradictorios los análisis filogenéticos systematics of bryophytes Goffinet, B., Hollowell, V.C. y Magill,
basados en distintos genomas, y regiones distintas de R.E.(eds.). Missouri Botanical Garden Press, St Louis; 87-118.
éstos, en lo que concierne al grado de aparición de las – He-Nygren, X., Juslén, A., Ahonen, I., Glenny, D. y Piipo, S. 2006.
plantas terrestres más antiguas? Illuminating the evolutionary history of liverworts (Marchantiophyta)
• ¿Es definitivo el resultado de considerar a los antoce- - towards a natural classification. Cladistics 22: 1-31.
ros grupo hermano de las plantas vasculares? – Karol, K.G., McCourt, R.M., Cimino, M.T. y Delwiche, C.F. 2001.
The closest living relatives of land plants. Science 294: 2351-2353.
• ¿Han tenido la hibridación y la poliploidía un papel re-
– Shaw, A. y Renzaglia, K. 2004. Phylogeny and diversification of
levante en la evolución de las hepáticas, los antoceros bryophytes. American Journal of Botany 91: 1557-1581.
y los musgos?
1
12 Angiospermas (plantas con flores) 1
11 Pinophyta (coníferas) 2
Ephedra 3 2
c.350 Ma Gnetum
Weltwitschia 4
3
Ginkgo 5 Ginkgopsida
Cycas 6
4
Dioon
Bowenia
Stangeria 5
c.440 Ma
Ceratozamia
Zamia
6
Microcycas
Macrozamia
7
8
Encephalartos 7
Lepidozamia
8
10 Pteridophytina (helechos) 8
Isoetes
Selaginella 9 9
c.400 Ma
Lycopodiella
Lycopodium 10
10
Huperzia
Phylloglossum
Árbol de Traqueófitos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los géneros y grandes grupos. Las ramas con líneas
gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. Los números en círculos verdes indican el ca-
pítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías re-
presentan grandes linajes (números en recuadros).
Traqueófitos
Virginia Valcárcel y Pablo Vargas
9
Resumen: La incorporación de resultados filogenéticos a partir de secuencias nucleotídicas a la sistemática de las plantas vas-
culares (traqueófitos) ha supuesto cierta revolución en las clasificaciones tradicionales basadas en caracteres morfológicos. Si
bien numerosas relaciones de parentesco reveladas por las filogenias moleculares son congruentes con las basadas en carac-
teres morfológicos, otras están en desacuerdo con las clasificaciones tradicionalmente más aceptadas. Un resultado inesperado
ha sido la temprana separación de Lycopodiophytina, que es un linaje independiente y hermano del resto de las plantas vascu-
lares (helechos y plantas con semilla). Ello supone la parafilia de los helechos tal y como se había considerado tradicionalmente.
Por otro lado, las relaciones filogenéticas de los grandes linajes de las numerosas plantas con semilla (espermatófitos) siguesiendo
uno de los grandes enigmas de la sistemática vegetal. La falta de consenso, tanto entre las diferentes filogenias al emplear mar-
cadores moleculares de distinta naturaleza, como entre las distintas clasificaciones morfológicas y entre ambas fuentes de da-
tos, no permite dilucidar ni qué grupo se sitúa en la base del árbol de los espermatófitos ni cuál es el grupo hermano de las an-
giospermas, así como tampoco si las gimnospermas constituyen un grupo monofilético. Sin embargo, a pesar de que muchas
de las cuestiones sobre la filogenia de los traqueófitos permanecen abiertas, las reconstrucciones filogenéticas han aportado
una valiosa información sobre la evolución de los caracteres a los cuales tradicionalmente se atribuía una gran importancia ta-
xonómica. Así, estas reconstrucciones han permitido discriminar aquellos caracteres con una clara señal filogenética (por ejem-
plo, predominancia e independencia del esporófito, traqueidas, lignina, semillas) frente a aquellos sujetos a elevados grados de
homoplasia (por ejemplo, tráqueas, megáfilos y micrófilos, origen de las raíces).
Summary: The use of nucleotide sequences in phylogenetics has implied certain ‘revolution’ in the systematics of vascular plants,
(tracheophytes) particularly as contrasted to traditional classifications based on morphological characters. While numerous
relationships provided by molecular phylogenies coincide with those based on morphological characters, there is a considerable
number of disagreements with traditional classifications. An unexpected result has been the early split of the lycopsids. This is an
independent lineage sister to the rest of vascular plants (ferns and seed plants) and implies that ferns, a well-recognised group
traditionally considered, are paraphyletic. In contrast, phylogenetic relationships of the large lineages of the numerous seed plants
(spermatophytes) are, to date, one of the most enigmatic questions in plant systematics. Lack of consistent phylogenies as using
different molecular markers, as well as using different classifications based on morphological data and these two sources of data
combined, do not provide clarification related to the basal lineage of spermatophytes, the sister group to the angiosperms and
whether the gymnosperms are monophyletic or not. However, phylogenetic relationships have provided unique information about
evolution of characters historically considered in taxonomy, in spite of the many questions still unresolved about the phylogenetics
of the tracheophytes. For instance, phylogenetic reconstructions allowed discriminating between characters displaying clear
phylogenetic signals (e.g. sporophyte dominance and independence, vessels, lignin, seeds) vs. those characters subject to high levels
of homoplasy (e.g. trachieds, macrophylls and microphylls, root origin).
L
os traqueófitos constituyen, con alrededor de terrestres y convertirse en poco tiempo en el grupo domi-
273 000 especies, el diverso grupo de las plantas nante en todos sus ecosistemas, condición que mantienen
vasculares. Se caracterizan por presentar un tejido en la actualidad. Las filogenias moleculares desvelan tres
vascular especializado en funciones de sostén y transporte grandes linajes dentro de las plantas vasculares (véase
de sustancias a larga distancia, así como por la dominan- Árbol de Traqueófitos): licopodiofitinas, helechos (véase
cia y la independencia del esporófito frente al gametófito Cap. 10, Helechos) y espermatófitos (plantas con semi-
(Recuadro 1). Estas características, entre otras, les permi- lla). Este esquema filogenético ha revolucionado las pro-
tieron colonizar con gran éxito los diferentes ambientes puestas tradicionales que agrupaban licopodiofitinas y
85
86 Cap. 9, Traqueófitos
¿Qué es un traqueófito?
Un traqueófito (del griego trakhys [áspero, desigual] y fito [planta]) es cualquier planta, generalmente terrestre, con te-
jido conductor plenamente desarrollado. En similitud con las tráqueas pulmonares, los traqueófitos tienen un sistema vas-
cular formado por vasos verdaderos o tráqueas (células tubulares alineadas sin pared en los puntos de contacto) y/o
traqueidas (células tubulares alineadas con pared y punteadas en los lugares de contacto), por donde fluyen el agua y las
sales minerales. Tráqueas y traqueidas forman el tejido conductor denominado xilema. Por tanto, un traqueófito
es equivalente a una planta vascular. Este término se ha ido imponiendo frente al de cormófito, que hacía referencia al
desarollo de un cormo (raíz, tallo y hojas).
helechos en el mismo grupo: “pteridófitos” (véase Cap. nocido como gimnospermas, cuya monofilia no ha podido
10, Helechos). Dentro de este esquema general, la mayo- ser probada debido a las incongruencias detectadas entre
ría de las filogenias sitúan a Licopodiofitina en la base del las diferentes filogenias moleculares (véase Árbol de Tra-
árbol, mientras los helechos se resuelven como el grupo queófitos). Las angiospermas, con unas 250 000 especies
hermano de las plantas con semilla en el linaje denomi- (véase Cap. 12, Angiospermas), son con diferencia las
nado eufilófitos (véase Árbol de Traqueófitos). Hay gran- plantas que más contribuyen tanto a la diversidad total de
des diferencias en la diversidad taxonómica de los grupos los traqueófitos (c. 95%) como a la de espermatófitos
vivos de traqueófitos. Así, Licopodiofitina representa, con (99%). Los restantes cuatro grandes linajes de espermató-
alrededor de 1340 especies agrupadas en seis géneros y fitos engloban alrededor de 15 familias con cerca de 80
tres familias, menos del 1% de la diversidad actual de las géneros y aproximadamente 850 especies, lo que tan sólo
plantas vasculares (véase Recuadro 2 y el recuadro Las li- supone alrededor del 1% de la diversidad de traqueófitos
copodiofitinas...). El siguiente grupo en diversidad son los y espermatófitos. Sin embargo, esto no ha sido siempre
helechos, que con alrededor de 12 400 especies constitu- así. Estos cuatro grupos, ahora reducidos en número, do-
yen cerca del 4% (véase Cap. 10, Helechos). Por último, minaron la vegetación en la Tierra en algún momento de
los espermatófitos representan, con algo más de 250 000 la historia, según demuestran datos paleobotánicos. La
especies, el linaje más diverso dentro de las plantas vascu- huella del registro fósil permite seguir el rastro de los tra-
lares (95%) ya que, además de una amplia diversidad de queófitos hasta el devónico inferior (c. 420 millones de
formas, albergan una gran diferenciación genética. Así, años), época de la cual datan los primeros fósiles con ca-
dentro de los espermatófitos pueden identificarse cinco racterísticas de plantas vasculares muy básicas identifica-
grandes grupos monofiléticos (véase Árbol de Traqueófi- dos como antepasados de las licopodiofitinas actuales. La
tos) muy divergentes entre sí: cicadópsidas, ginkgópsidas, presencia de estructuras reconocidas claramente como tra-
gnetópsidas, coníferas (véase Cap. 11, Coníferas) y an- queidas hace que la identificación de estos fósiles sea fia-
giospermas (véase Cap. 12, Angiospermas). Los cuatro ble, por lo que a menudo este nodo filogenético de los
primeros linajes pertenecen al grupo tradicionalmente co- traqueófitos es utilizado como punto fijo para calibrar las
estimaciones moleculares de los tiempos de divergencia
en el árbol de la vida de las plantas vasculares. No obs-
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de los tante, algunas de las dataciones moleculares realizadas
traqueófitos. para este grupo revelan un origen más antiguo, incluso en
el cámbrico superior (entre 503 y 496 millones de años).
1. Desarrollo de traqueidas: células especializadas que
Independientemente de la edad que se atribuya al origen
forman parte del tejido especializado en funciones de
de las plantas vasculares, todas las pruebas parecen indi-
transporte de sustancias denominado xilema.
car que tras su origen debió acontecer rápidamente la se-
2. Producción de lignina en las paredes celulares de las
células de los tejidos especializados en funciones de
paración de los dos linajes que han dado lugar a los
soporte (esclerénquima y colénquima) y trans- actuales licopodiofitinas y eufilófitos (helechos y esper-
porte de sustancias (xilema). También están asociadas matófitos). Así mismo, el linaje de los helechos debió di-
otras células (esclereidas) con función de sostén. vergir rápidamente tras el origen de los eufilófitos. El
3. Predominancia e independencia del esporófito frente origen antiguo de los traqueófitos, junto con el desequili-
al gametófito. brio histórico y actual en el número de clados de los dife-
4. Capacidad de proliferación del meristemo del espo- rentes grupos, supone la coexistencia en la actualidad de
rófito, permitiendo un crecimiento ramificado que, linajes afectados por una gran tasa de extinción pasada y
junto con el desarrollo de un tejido de sostén, pro- reciente (licopodiofitinas, helechos, espermatófitos no an-
porciona a las plantas vasculares la capacidad de alcan- giospermas), junto con otros linajes de elevada tasa actual
zar grandes portes. de especiación (angiospermas). Todo ello dificulta en gran
5. Producción de endodermis celular en las raíces y medida la reconstrucción de historias filogenéticas resuel-
algunos tallos subterráneos. tas y fiables (véase el recuadro El misterio de los esperma-
tófitos).
Virginia Valcárcel y Pablo Vargas 87
Seis hipótesis filogenéticas alternativas de las relaciones de parentesco entre los seis grandes linajes de espermatófitos basándose en las diferentes
ubicaciones del linaje de Gnetopsida (señalado en negrita).
Las relaciones filogenéticas estables de los grandes linajes de espermatófitos siguen siendo un gran enigma para el árbol de
la vida de las plantas vasculares (véase Árbol de Traqueófitos). Ello se debe en parte a las incongruencias topológicas de-
tectadas al comparar las filogenias moleculares obtenidas a partir de diferentes métodos de inferencia, distintos genomas y
regiones de DNA, o incluso diferentes posiciones dentro de la misma región. Otra fuente de discordancia son las incon-
gruencias entre estas hipótesis moleculares y las diferentes clasificaciones tradicionales basadas en datos morfológicos y ana-
tómicos. Las incongruencias moleculares afectan sobre todo a la topología interna del árbol de los espermatófitos y se
deben generalmente a la ubicación de Gnetopsida en diferentes posiciones (véase figura). Una de las propuestas tradicio-
nalmente más consolidada es la denominada hipótesis de los “antófitos”, que asocia Gnetopsida con angiospermas basán-
dose en las similitudes encontradas entre los grupos de esporófilos presentes en Gnetopsida y las flores completas de las
angiospermas. Sin embargo, casi ninguna filogenia molecular corrobora esta hipótesis. De hecho, tan sólo unos pocos aná-
lisis de regiones de DNA nuclear y de RNA, así como un análisis del gen plastidial rbcL, corroboran esta hipótesis que, en
cualquier caso, presenta siempre un débil apoyo estadístico. En su lugar, la mayoría de las filogenias moleculares parecen si-
tuar a los Gnetopsida lejos de las angiospermas y estrechamente relacionados o bien con coníferas (hipótesisGnetifer, GF),
pináceas (hipótesis Gnepine, GP), Cupressaceae (todas las coníferas menos Pinaceae; hipótesisGnecupr; GC; Mathews 2009),
resto de gimnospermas (GSG), o bien como hermano de los restantes espermatófitos (hipótesisGnesister; GS). No obstante,
la mayoría de estas nuevas hipótesis filogenéticas son rechazadas por numerosos autores dada su falta de congruencia con
otras fuentes de información. De hecho, la hipótesis que asocia Gnetopsida y pináceas (GP) se ha considerado como la agru-
pación más sorprendente dentro de las plantas revelada por los datos moleculares. Esta hipótesis es rechazada radical-
(Continúa en la página siguiente)
Virginia Valcárcel y Pablo Vargas 91
mente por la mayoría de los autores, debido a las numerosas sinapomorfías de las Coníferas y, sobre todo, a las escasas si-
napomorfías morfológicas entre pináceas y Gnetopsida. Sin embargo, los árboles obtenidos en análisis cladísticos basados
en caracteres morfológicos en los que se restringe el clado Gnepine tan sólo suponen un único paso más que los obtenidos
al constreñir la hipótesis de los “antófitos” (Doyle 2006). La filogenia molecular más congruente con otras fuentes de datos
(morfológicos y anatómicos, Doyle 2006) es la que sitúa a Gnetopsida como grupo hermano de todas las Coníferas (GF).
Sin embargo, esta hipótesis apenas se obtiene en las filogenias moleculares (véanse refs. en Mathews, 2009). Otra ubicación
de Gnetopsida que resulta concordante con los caracteres morfológicos es la que los sitúa como grupo hermano de todos
los demás espermatófitos (GS). Sin embargo, molecularmente sólo se obtiene cuando se analizan matrices combinadas de
genes bajo el criterio de máxima parsimonia y excluyendo las posiciones con elevada tasa de cambio (Mathews 2009). Re-
cientemente, un análisis con un muestreo taxonómico y genómico exhaustivo (recogido en Mathews 2009) ha desvelado
una nueva hipótesis filogenética que sitúa Gnetopsida dentro de Coníferas, pero como grupo hermano de Cupressaceae.
Sin embargo, la ausencia de un buen número de secuencias para construir la supermatriz a partir de la cual se obtuvieron
estos resultados podría estar condicionando la topología de la reconstrucción obtenida. Resolver la filogenia de los esper-
matófitos se ha convertido, pues, en todo un reto en el cual se mantienen abiertas cuestiones clave como cuál es el grupo
hermano de las angiospermas o qué linaje se sitúa en la base del árbol. Los planteamientos tradicionales que rellenan hue-
cos en el muestreo taxonómico, o los filogenómicos que incrementan el número de regiones de DNA analizadas, no sólo
no parecen ayudar a esclarecer su historia evolutiva sino que, al contrario, añaden nuevas fuentes de discrepancia. Todo este
conflicto filogenético puede deberse, en parte, al hecho de que los linajes vivos de espermatófitos representan una pequeña
parte de los grandes linajes que este grupo parece haber tenido a lo largo de su historia y además grupos claves de diferen-
ciación morfológica parecen haberse extinguido, lo que supone dos grandes obstáculos para los métodos de reconstruc-
ción filogenética. Además, la antigüedad de este grupo, junto con la gran divergencia de los linajes actuales, se traduce en
una elevada heterogeneidad en las tasas de sustitución entre genes y en las longitudes de las ramas (véase cap. 52, Recons-
trucción de árboles filogenéticos), así como cambios en posiciones concretas dentro de regiones de DNA a lo largo del
tiempo (heterotaquia), lo que dificulta la obtención de una señal filogenética robusta y fiable. No obstante, todas estas in-
congruencias no son meros artefactos derivados de las debilidades de los métodos de análisis moleculares, ya que el estu-
dio morfológico también revela múltiples clasificaciones incongruentes. La resolución de este complejo misterio pasa
entonces por completar la información biológica del grupo, aumentar el conocimiento del registro fósil, además, mejorar
los métodos de análisis y estudiar morfológicamente un mayor número de táxones.
• A pesar de la falta de resolución de los linajes basales lotum, Tmesepteris (helechos) y algunas plantas acuáticas
en los árboles de los espermatófitos, la posición relati- (por ejemplo: Utricularia, angiosperma), mientras que
vamente terminal de Cycadopsida (véase Árbol de Tra- otros han propuesto al menos dos orígenes independientes
queófitos) parece incongruente con su consideración de la raíz en los traqueófitos. En cualquier caso, este carác-
como el grupo vivo más antiguo de las plantas con se- ter tiene una compleja reconstrucción dada la definición
millas, propuesta tradicional sobre la base del registro poco precisa de la estructura de la raíz por los distintos au-
fósil y caracteres morfológicos. tores. Del mismo modo, tanto los megáfilos como los mi-
crófilos parecen haber surgido de manera independiente
Evolución de los caracteres en múltiples ocasiones a lo largo de los diferentes linajes
de traqueófitos. Además de estos hallazgos de relevancia
El desarrollo tecnológico y los avances metodológicos de evolutiva y ecológica, la mayor parte de los caracteres con
las últimas décadas han proporcionado las herramientas importancia taxonómica parecen haber surgido de manera
necesarias para evaluar la carga filogenética de caracteres independiente en más de una ocasión. Así, por ejemplo:
clave tradicionalmente usados en sistemática. Ello ha per-
• Las tráqueas se han originado varias veces a lo largo de
mitido identificar aquellos caracteres sujetos a una gran
los linajes de helechos, Gnetopsida y angiospermas.
homoplasia y por tanto cuestionar su homología y la im-
portancia taxonómica de algunos de los tradicionalmente • La doble fecundación, que se consideraba sinapomór-
considerados como puntos clave en la evolución de los ca- fica en las angiospermas, también se ha documentado
racteres de los traqueófitos. Un ejemplo es el desarrollo en Ephedra, Gnetum y algunas coníferas (por ejemplo,
de la raíz como órgano especializado e independiente que Thuja, Abies).
está directamente implicado en el gran éxito y la expan- • Al menos cinco orígenes independientes se han detec-
sión de los traqueófitos en los ecosistemas terrestres. La tado para los granos de polen multiflagelados de tra-
presencia de raíz ha sufrido algunos cambios, de modo queófitos presentes en dos géneros de licopodiofitinas
que unos autores consideran que constituye una sinapo- (véase el recuadro Las licopodiofitinas...), la mayoría
morfía, aunque se haya perdido secundariamente en Psi- de los helechos, Ginkgo (Fig. 3) y Cycas.
92 Cap. 9, Traqueófitos
las que dominan la diversidad de las plantas terrestres, en el bién pueden ocultar fenómenos antiguos de vicarianza. Así,
pasado fueron los helechos y las licopodiofitinas los que algunos ejemplos bien documentados parecen apelar a com-
constituyeron, junto con los espermatófitos no angiosper- binaciones de vicarianza y dispersión para explicar algunas
mas y los “briófitos” (véase Cap. 8, Embriófitos), los ele- disyunciones intercontinentales clásicas.
mentos fundamentales de todos los ecosistemas.
En la actualidad, los traqueófitos reflejan un interesante
patrón de disminución de la diversidad taxonómica desde
Diferenciación y especiación
los trópicos hacia latitudes mayores, con una menor diver- El fenómeno de especiación requiere necesariamente de
sidad en el hemisferio norte. Este patrón, si bien es una ten- aislamiento reproductivo y divergencia genética. Ambos
dencia general común incluso con otros organismos, no es procesos pueden alcanzarse por mera separación física y
generalizable para todos los linajes de traqueófitos. Así, tiempo (especiación alopátrida), que será mayor o menor
mientras las licopodiofitinas, los helechos, algunos esper- en función de la distancia y de las características biológi-
matófitos no angiospermas (Cycadopsida y Gnetum) y mu- cas del grupo de plantas implicado. No en vano, el aisla-
chas angiospermas concuerdan con este patrón; las miento geográfico es uno de los principales motores de es-
coníferas, Ephedra y algunas familias de angiospermas peciación en los traqueófitos (por ejemplo, Cycas). Sin
presentan sus centros de máxima diversidad en latitudes embargo, los procesos de especiación en una misma área
temperadas, ya sea en el hemisferio norte o en el sur. Se geográfica son más difíciles de documentar (véase Cap.
han descrito diferentes teorías para explicar este patrón de 44, Especiación). No obstante, el mecanismo por excelen-
diversidad. Parece que los modelos que combinan necesi- cia que promueve la especiación simpátrida en plantas es
dades de disponibilidad de agua, temperatura y heteroge- la hibridación con aumento del nivel de ploidía, que puede
neidad de hábitat, junto con factores históricos (climáticos producir aislamiento genético en una sola generación.
y geológicos), son los que mejor explican la distribución Este mecanismo genético, que lógicamente los naturalis-
actual de las plantas vasculares. tas del siglo XIX no conocieron, reta claramente la expli-
En el árbol de traqueófitos nos encontramos con nume- cación de Darwin al ‘misterio abominable’ de la gran di-
rosos táxones que presentan disyunciones intercontinenta- versidad de formas entre las angiospermas por medio
les similares. La antigüedad estimada a partir de las huellas únicamente de una acumulación de pequeños cambios
del registro fósil para muchos de estos linajes disyuntos, acaecidos durante millones de años. En concreto, los dos
junto con la relativa similitud morfológica entre sus formas procesos evolutivos más comunes en las plantas (poliploi-
vivas y fósiles, ha servido para proponer un patrón biogeo- día e hibridación) coinciden en el mecanismo evolutivo
gráfico general. Según la deriva de placas, la fragmentación conocido como alopoliploidía, que se ha documentado tra-
de los grandes continentes de Laurasia y Gondwana expli- dicionalmente como el principal motor de especiación
caría las actuales disyunciones intercontinentales de fami- en helechos y angiospermas (véanse Caps. 10, Helechos,
lias y órdenes en los hemisferios norte y sur, que sería el y 12, Angiospermas, respectivamente). Recientemente, se
resultado de antiguos procesos de vicarianza. Sin embargo, ha detectado alopoliploidía también en otros grupos de
la aparición de las técnicas moleculares parece estar revo- plantas vasculares, como Gnetopsida (Ephedra, Gentum).
lucionando los esquemas biogeográficos clásicos (véase el Además de estos mecanismos, la adaptación (selección
recuadro Grandes disyunciones geográficas en las cicadóp- natural) a nuevos ambientes ha desempeñado un papel im-
sidas y Cap. 45, Biogeografía). En concreto, la aplicación portante como causante de especiación en algunos grupos
de métodos de reconstrucciones de áreas ancestrales, y (Gnetum, Isoetes).
sobre todo los métodos de estimaciones moleculares de Se asume que durante el proceso de cladogénesis se pro-
tiempos de divergencia, están cuestionando no sólo la uni- duce la diferenciación morfológica y la divergencia mole-
versalidad de estos patrones de vicarianza, sino también la cular en paralelo. Sin embargo, hay numerosos ejemplos en
ya clásica confrontación entre vicarianza y dispersión. Para que se produce una aceleración de alguno de los dos proce-
algunas de las disyunciones clásicas de los traqueófitos, la sos, lo que provoca un desequilibrio que dificulta en gran
aplicación de técnicas moleculares indica tiempos de diver- medida la identificación y la delimitación de las especies.
gencia congruentes con las diferentes hipótesis de vica- Incluso en algunos casos se ha podido interpretar un escasí-
rianza propuestas para Licopodiofitina, helechos, coníferas simo cambio morfológico (estasis morfológica) acompañado
y angiospermas. Sin embargo, el origen reciente calculado de una gran diversidad genética. Notable diversidad gené-
para la divergencia molecular de la mayoría de las disyun- tica se relaciona con antiguos procesos de divergencia. En
ciones ha llevado a proponer la dispersión como la explica- concreto, se ha propuesto estasis morfológica para Metase-
ción más plausible en muchos casos (helechos y quoia glyptostroboides (espermatófito) por ser considerada
licopodiofitinas, Cycadopsida, coníferas y angiospermas). una de las cuatro especies extintas del género durante el mio-
No obstante, algunas dificultades metodológicas en los tra- ceno. Curiosamente este árbol se describió en 1941 a partir
queófitos, como la presencia de ramas largas entre linajes de material fósil ¡y fue encontrado vivo 7 años después!
basales (stem groups) y linajes terminales (crown groups), Aquí, si bien la diferenciación genética es grande con res-
junto con la escasez de fósiles, pueden estar indicando tiem- pecto a los géneros más próximos, la bajísima diversidad ge-
pos de divergencia recientes y enmascarando fenómenos de nética de sus poblaciones puede deberse a procesos más
vicarianza. Además, eventos antiguos de dispersión tam- recientes de endogamia.
94 Cap. 9, Traqueófitos
Biogeografía: esquemas filogenéticos basados en datos moleculares de dos linajes de traqueófitos que han sido empleados para estudios biogeográ-
ficos. A: Filogenia de Cycadopsida; debajo y encima de las ramas se especifican las estimaciones moleculares y fósiles de los tiempos de divergencia
de los linajes, respctivamente. B: Filogenia de Gnetum (Gnetopsida, espermatófitos no angiospermas), que no sirve para reconstruir la deriva de
placas en el hemisferio sur (se especifican con guiones las estimaciones moleculares bajo dos métodos de inferencia diferentes).
Los géneros vivos de cicadópsidas presentan una interesante distribución disyunta a lo largo de las latitudes tropicales de
todos los continentes (Ceratozamia, Dioon, Microcycas y Zamia, en América; Encephalartos y Stangeria en África continental; Cycas
en Asia y Madagascar; y Bowenia, Lepidozamia y Macrozamia en Australia). Esta distribución disyunta, junto con la edad atri-
buida al linaje según el registro fósil (pérmico, 290-265 millones de años), ha hecho de las cicadópsidas uno de los ejemplos
de plantas con distribución vicariante atribuida a la fragmentación del gran continente de Gondwana. Sin embargo, los estu-
dios moleculares no parecen apoyar esta hipótesis. Las filogenias moleculares no revelan una estructura geográfica clara de-
bido a las incongruencias en las ubicaciones de algunos de sus géneros (Dioon, Stangeria y Bowenia). No obstante, todas las
filogenias revelan al género Cycas como grupo hermano del resto de cicadópsidas, así como la identificación de un linaje me-
soamericano y otro australo-africano en este género (Figura A). A pesar de esta distribución geográfica de los linajes, las es-
timaciones del reloj molecular y los grados de divergencia molecular calculados no concuerdan con la hipótesis de vicarianza.
Así, las estimaciones moleculares sitúan la separación de Cycas respecto del resto de cicadópsidas en el paleógeno (50,2 ± 21
millones de años; Figura A), época en que Gondwana ya se había fragmentado casi por completo. Además, las estimaciones
moleculares de los tiempos de divergencia parecen revelar un escenario reciente para la diversificación de las especies deCycas,
lo que concordaría con una separación antigua de este linaje, pero con eventos recientes de dispersión y rápida diversifica-
ción en Asia y Madagascar. El grado de divergencia molecular detectado en el linaje mesoamericano es considerablemente
menor que los encontrados entre éste y los restantes linajes, resultado que no cabría esperar si la divergencia datase de la se-
paración del gran continente de Gondwana. Sin embargo, estos resultados moleculares son altamente incongruentes con los
inferidos del registro fósil, tanto con las dataciones directas de los fósiles como con la aplicación de métodos de inferencia
basados en edades de macrofósiles (Minimum age mapping). Estos últimos sitúan la separación inicial de Cycas respecto al resto
en el pérmico (290-265 millones de años), la de los géneros mesoamericanos en el paleoceno (65-55 millones de años) y la
de los australo-africanos no más tarde del eoceno (55-33 millones de años; Figura A). El hecho de que Cicadopsida, junto con
Ginkgopsida, presenten las tasas de sustitución más bajas de las plantas con semilla, además de un gran desequilibrio en las
tasa de sustitución entre sitios de las secuencias, podría estar interfiriendo en las estimaciones moleculares que calculan tiem-
pos de divergencia menores de los esperados. Estas incógnitas se explican tanto por la escasez de registro fósil como por cier-
tas dificultades en la datación molecular. Otro ejemplo de distribución pantropical atribuida a fenómenos de vicarianza asociados
a la fragmentación de Gondwana es el del género Gnetum, actualmente representado por alrededor de 33 especies de distri-
bución pantropical ampliamente disyunta (c. 22 especies en Asia tropical, 10 en regiones tropicales de Sudamérica y una en el
oeste de África). Aunque no se ha encontrado ningún fósil que se pueda adscribir con certidumbre aGnetum, las formas fósi-
les asociadas a Gnetopsida proporcionan un marco temporal para este género que sería concordante con la hipótesis de vi-
carianza. Las filogenias moleculares de Gnetum revelan tres grandes linajes geográficos (Sudamérica, África y Asia; Figura B)
En otros ejemplos, es la diferenciación morfológica la cies actuales y los fósiles descritos del cretácico. Esto im-
que se acelera respecto a la divergencia genética, condu- plicaría que no se ha producido ninguna innovación morfo-
ciendo a organismos muy diferentes morfológicamente, pero lógica notable asociada a los eventos de especiación que han
muy parecidos molecularmente (por ejemplo, radiación dado lugar a las especies actuales. Una hipótesis plausible
adaptativa en islas; véase Cap. 46, Evolución en islas). La documentada en Europa sugiere que la especiación en dife-
aplicación de técnicas moleculares al estudio de algunos gru- rentes grupos de traqueófitos presentes en medios xéricos
pos de traqueófitos ha revelado tiempos de divergencia re- mediterráneos (Ephedra, Gnetopsida; Juniperus, Coníferas)
cientes para la diversidad actual de linajes paradójicamente parece estar relacionada con una preadaptación a ambientes
de origen antiguo a cuyas especies vivas se atribuía tradicio- xéricos en el terciario.
nalmente un carácter relicto; es decir, linajes muy antiguos
pero de especiación reciente (por ejemplo, Cycas; véase el Principales cuestiones pendientes
recuadro Grandes disyunciones en las cicadópsidas). En la
• ¿Forma Ginkgopsida un grupo hermano estable de Cica-
mayoría de los grandes grupos de traqueófitos considerados
dopsida?
de origen antiguo, la diversidad actual parece ser fruto de
eventos recientes de diferenciación (Ephedra, Lyocopodium • ¿Podrán los nuevos descubrimientos paleobotánicos
y Huperzia, Encephalartos y Dioon). A menudo, estos ha- aumentar o reducir el porcentaje (50%) de grandes li-
llazgos son congruentes con otras fuentes de información. najes de traqueófitos extintos (fósiles) en comparación
Así, Encephalartos presenta, además de una escasa diver- con el porcentaje de linajes vivos?
gencia molecular, una baja diferenciación morfológica, y sus • ¿Obedece el escaso apoyo encontrado para algunas ramas
especies crecen en ambientes de origen reciente. Ephedra de la filogenia de los traqueófitos (por ejemplo esperma-
cuenta con 50-65 especies distribuidas por zonas semidesér- tófitos) a una diversificación rápida (radiación) en ciertos
ticas mediterráneas en las regiones temperadas y subtropica- periodos del paleozoico o a artefactos metodológicos?
les de Eurasia, norte de África, sudoeste de Norteamérica y
• ¿Qué gobierna la herencia materna o paterna de los ge-
oeste de Sudamérica. Las filogenias moleculares agrupan a
nomas organulares de traqueófitos?
todas las especies actuales del Nuevo Mundo en un mismo
linaje embebido dentro de un gran linaje asiático, fuera del • ¿Cuál es la relación genética entre evolución y desarro-
cual se sitúan las especies norteafricanas como grupo her- llo (‘evo-devo’) que responde al progresivo incremento
mano del resto. El análisis conjunto de la distribución geo- de estructuras especializadas de los traqueófitos en la
gráfica y de la información disponible del registro fósil ha conquista terrestre?
llevado a algunos autores a proponer fenómenos de vica-
rianza, debidos a la fragmentación definitiva de Gondwana, Bibliografía básica
para explicar la disyunción de Ephedra entre el Nuevo y el – Doyle, J.A. 2006. Seed ferns and the origin of angiosperms. J Torrey
Viejo Mundo. Sin embargo, los bajos grados de divergencia Bot Soc 133: 169-209.
genética detectados entre los linajes del Nuevo y el Viejo – Friedman, W.E., Moore R.C. y Purugganan, M.D. 2004. The evolu-
Mundo, así como las estimaciones moleculares, sugieren un tion of plant development. Am J Bot 91: 1726-1741.
tiempo de divergencia mucho más reciente (8-32 millones de – Judd, W.S., Campell, C.S., Kellogg, E.A., Stevens, P.F. y Donoghue
años). Estos resultados parecen apuntar a una dispersión re- M.J. 2008. Plant systematics: A phylogenetic approach. 3rd ed. Sin-
lativamente reciente como hipótesis más plausible para ex- nauer Associates, Inc. Sunderland, Massachussets, USA.
plicar la actual disyunción intercontinental de Ephedra, – Mathews, S. 2009. Phylogenetic relationships among seed plants: Persis-
tent questions and the limitis of molecular data. Am J Bot 96: 228-236.
seguida de una rápida diversificación de las especies actua-
– Soltis, P.S., Soltis, D.E., Savolainen, V., Crane, P. y Barraclough, T.
les. Sin embargo, si bien el origen reciente de los hábitats
2002. Rate heterogeneity among lineages of tracheophytes: Integra-
xéricos colonizados por sus especies parece apoyar este re- tion of molecular and fossil data and evidence for molecular living fos-
sultado, apenas hay diferencias morfológicas entre las espe- sils. Proc Nat Acad Sci 99: 4430-4435.
Oleandraceae 1 1
Polypodiaceae
Davalliaceae
Tectariaceae
2
Lomariopsidaceae
Dryopteridaceae
Blechnaceae
Onocleaceae
3
Woodsiaceae
Thelypteridceae
Aspleniaceae 2
Pteridophyceae 4
Dennstaedtiaceae
Saccolomataceae
Lindsaeaceae
Cibotiaceae 5
Cyatheaceae 3
Dicksoniaceae
Metaxyaceae
220-240 Ma 6
Loxomataceae
Culcitaceae
Plagiogyriaceae
Thyrsopteridaceae
7
Salviniaceae Salviniales
Marsileaceae (helechos acuáticos)
Lygodiaceae 4
Anemiaceae 8
Schizaeaceae
Gleicheniaceae
Dipteridaceae
9
Matoniaceae
Hymenophyllaceae - Hymenophyllales 5
Osmundaceae - Osmundales 6
9 Marattiaceae 7 10
Equisetaceae 8
Ophiglossaceae 9
PSILOTOPSIDA
Psilotaceae 10
Árbol de Helechos donde se muestran las relaciones filogenéticas de las familias y órdenes taxonómicos. Las ramas con líneas
gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan grandes
linajes (números en recuadros).
Helechos
Santiago Pajarón y Emilia Pangua
10
Resumen: Los helechos son plantas vasculares que se reproducen por esporas. Hasta hace relativamente poco, se conside-
raba que todas las plantas vasculares que no producen semillas formaban un grupo monofilético al cual se denominaba “Pteri-
dophyta”. En él estaban incluidos diversos linajes con características morfológicas bien diferentes, como licopodios (Lycopodium,
Selaginella, Isoetes), psilotos (Psilotum), ofioglosos (Ophioglossum, Botrychium), colas de caballo o equisetos (Equisetum), los hele-
chos maratioides (Marattia y géneros relacionados) y los helechos polipodioides, los más numerosos, a los que se consideraba
helechos en sentido estricto. El uso de técnicas moleculares diferenció desde un principio el grupo de los licopodios como un
linaje basal respecto al resto de las plantas vasculares, y demostró además que todos los linajes restantes forman un grupo mo-
nofilético, en el cual estarían incluidos el resto de los antiguos “pteridófitos” más las plantas con semilla (eufilófitos). Entre los
caracteres morfológicos que acompañan esta separación estarían la presencia de licófilos en los licopodios, y la de eúfilos en el
resto de las plantas vasculares. Entre los eufilófitos sin semilla, psilotos y ofioglosos representan el linaje basal. Helechos mara-
tioides y colas de caballo o equisetos serían basales respecto a los helechos leptosporangiados. A todos estos (sin incluir lico-
podios) se les aplica hoy día el nombre de helechos simplemente (Pteridophytina) o helechos monilófitos (Monilophyta). Las fi-
logenias moleculares han servido también para establecer las relaciones entre las principales familias de helechos
leptosporangiados, entre los que se encuentran los helechos arborescentes y los ‘helechos delicados’, los acuáticos heterospó-
ricos, y los polipodioides como linajes principales, aunque todavía se tienen algunas dudas sobre las relaciones entre ellos.
Summary: Ferns are vascular plants reproducing by spores. Until a few years ago, all vascular plants without seeds were grouped
under the name “Pteridophyta” that was considered a monophyletic group. This included several lineages with very different
morphological features, i.e. lycopods (Licopodium, Selaginella, Isoetes), whisk ferns (Psilotum), adder’s tongues ferns
(Ophioglossum, Botrychium), horsetails (Equisetum), the marattioid ferns (Marattia and related genera), and the polypods, in a
broad sense, the largest group, that were considered ferns in a strict sense.The use of molecular techniques differentiated since the
beginning the lycopods as a basal lineage to all other vascular plants, and showed that all these vascular plants lineages were
monophyletic.This group gathered together all the rest of old “pteridophytes” and the seed plants (euphyllophytes).The presence
of lycophylls in the Lycophytes, and euphylls in the rest of the lineages, would be one of the morphological characters supporting
this separation. Among the seed lacking euphyllophytes, whisk ferns and adder’s tongues represent the basal lineage, whereas
marattioids and horsetails are basal to leptosporangiate ferns. All these euphyllophytes without seeds (not including lycopods) are
nowadays called ferns (Pteridophytina) or monilophyte ferns (Monilophyta). Molecular phylogenies have established also the
relationships among the families of leptosporangiated ferns, like tree ferns and filmy ferns, heterosporous and aquatic ferns, and
the polypods as the main lineages, although there are still some knolewdge gaps that must be completed with further analyses.
T
(Lycopodium, Isoetes y Selaginella), que ahora son consi-
de “Pteridophyta” a los helechos y sus allegados o derados Lycopodiophytina (véase Árbol de Traqueófitos,
parientes próximos, considerando como propia- Cap. 9). “Pteridophyta”, por tanto, designaría un grupo pa-
mente helechos a los miembros de los grupos Polypodia- rafilético. Además, los licopodios se caracterizan por pre-
les, Marattiales y Ophioglossales. Los más allegados sentar licófilos, hojas sencillas sin ventana foliar, y carecer
serían Psilotales, Equisetales y Lycopodiopsida. Las filo- de la inversión de un segmento del DNA cloroplástico que
genias recientes han mostrado que los parientes más pró- presentan el resto de las plantas vasculares. Por tanto, se
ximos de los helechos son las plantas con semilla hace necesario un nombre para todos los demás antiguos
(espermatofitos) y que los psilotos se sitúan basalmente “pteridófitos”, que presentan eúfilos, hojas verdaderas.
junto a los Ophioglossum. Todos estos helechos forman Hoy día se conoce este grupo como helechos, y para ellos
un grupo monofilético separado claramente de licopodios se ha propuesto el nombre de Monilophyta (infradivisión
97
98 Cap. 10, Helechos
¿Qué es un helecho?
Cualquier helecho (del latín filictum [lugar poblado de helechos]) es una planta vascular con hojas verdaderas (eúfilos) que
se reproduce por esporas. En los helechos más típicos, las hojas forman la parte principal y aparente de la planta, y con fre-
cuencia son divididas y se desarrollan espiralmente. El tallo en general se hace subterráneo (rizoma) y nunca presenta cre-
cimiento secundario. Esto puede caracterizar al grupo más numeroso, los helechos en sentido estricto, aunque hay muchas
excepciones. Pero además, hoy día el término helecho se aplica a otros grupos de plantas relacionados filogenéticamente,
como son los psilotos (Psilotum y Tmesipteris) y los ofioglosos (Ophioglossum y Botrychium), que representan los linajes más
antiguos, y los marattioides (Marattia) y los equisetos o colas de caballo (Equisetum). A todos estos linajes se les ha dado el
nombre de moniloformopses (del neologismo latino moniliformis, derivado de monile, -is, collar), e incluso, aunque de forma
provisional, Monilophyta o Pteridophytina. Filogenéticamente están más relacionados con las plantas con semilla, las gimnos-
permas y las angiospermas, que con los licopodios, junto a los que se clasificaban antiguamente como “pteridófitos”.
Términos básicos
Alopoliploide: Organismo que presenta más de dos juegos Leptosporangio: Esporangio originado de una sola célula
de cromosomas, derivados de dos o más especies por hibri- inicial; sus paredes tienen una sola célula de grosor; suelen
dación. tener anillo.
Anteridio: Gametangio masculino originado en el protalo Lesura: Línea de dehiscencia de una espora.
que produce espermatozoides. Licófilos (o micrófilos): Hojas sin intersticio foliar aso-
Anteridiógeno: Feromona producida por gametófitos fe- ciado a la traza, y con un meristema intercalar.
meninos que inducen a la formación precoz de anteridios en Mesarco: Modo de diferenciación del xilema primario, en
gametófitos inmaduros situados cerca del protalo que los el cual el metaxilema se desarrolla tanto de forma centrífuga
produce. como centrípeta, con respecto al protoxilema.
Arquegonio: Gametangio femenino originado en el pro- Moniliforme: Estructura con estrechamientos distribuidos
talo que contiene la ovocélula. regularmente que le dan un aspecto de ristra de salchichas.
Autopoliploidía: Duplicación cromosómica originada por Monoletas: Esporas con una línea de deshiscencia o lesura
la formación de diplósporas o esporas no reducidas, que simple.
darán lugar a organismos poliploides. Prefoliación circinada: Modo de desarrollarse las hojas
Endodermis: Capa más interna del córtex de la raíz primaria. jóvenes, enrolladas en forma de cayado.
Estípula: Apéndice escamoso o folioso a cada lado de la Protalo: Véase gametófito.
base del pecíolo de la hoja. Protoxilema: Xilema diferenciado en primer lugar, general-
Estróbilo: Conjunto de esporófilos dispuestos sobre un eje. mente en una región donde el órgano está creciendo en
Eúfilos (o megáfilos): Hojas vascularizadas cuyo rastro longitud.
deja un intersticio foliar, y con meristema marginal o apical. Pseudoendosporio: Capa de esporopolenina situada entre
Eusporangio: Esporangio originado a partir de varias célu- el exosporio y el endosporio en la pared de las esporas.
las iniciales; sus paredes tienen varias células de espesor; sin Rizoma: Tallo más o menos horizontal que produce raíces
mecanismo específico de apertura. y frondes.
Exosporio: Capa de esporopolenina interna respecto al pe- Sifonostela: Tipo de estela que contiene un cilindro hueco
risporio en la pared de las esporas. de tejido vascular rodeando una médula parenquimática.
Fase gametofítica: Véase gametófito. Sinangio: Grupo de esporangios fusionados.
Gametófito: Individuo que produce gametos, protalo por- Soro: Grupo de esporangios situados en el envés o en el
tador de anteridios y arquegonios. margen de la hoja; puede estar protegido por un indusio, y
Heterospóricos: Individuos que producen dos tipos de es- su forma con frecuencia es característica de cada género.
poras, micrósporas y megásporas. Tapete plasmodial: Tejido nutricio presente en el esporan-
Homospóricos: Individuos que producen un solo tipo de gio entre la pared y las esporas, cuyas células están fusionadas.
esporas. Triletas: Esporas tetraédricas o globosas con una lesura
Indusio: Prolongación de la epidermis que cubre el soro. trirradiada.
100 Cap. 10, Helechos
parte, a los del análisis del gen rbcL, aunque con un mayor
Recuadro 2. Los helechos en cifras. apoyo estadístico.
Recientemente se han conseguido secuencias de ceba-
• Número de especies: c. 10 000 dores para la amplificación del gen atpA y se ha podido va-
• Número de géneros: c. 300 lorar su potencial filogenético. Estas secuencias se
• Géneros con mayor número de especies: Asplenium, diseñaron por comparación de las dos secuencias conoci-
Cyathea, Elaphoglossum. das del genoma plastidial de helechos, Psilotum y Adian-
• Número de familias: 37
tum (GenBank), y varios de los genomas plastidiales de
plantas con semilla existentes. Los datos del gen atpA pro-
• Familias con mayor número de especies: Dryopterida-
porcionan más caracteres variables que rbcL y atpB, y han
ceae, Polypodiaceae, Pteridaceae.
dado como resultado una filogenia con un apoyo mucho
• Origen: carbonífero, hace alrededor de 345 millones más robusto que cualquiera de los genes analizados ante-
de años. riormente por separado. De hecho, la filogenia resultante
• Hoja más grande: >20 m, algunas especies de Gleiche- del análisis de las secuencias de este gen aislado fue casi
nia. tan robusta como la del análisis de los cuatro genes comen-
• Hoja más pequeña: 1 mm, Azolla. tados anteriormente combinados: rbcL, atpB, rps4 y 18S.
• Mayor altura de un helecho arborescente: >20 m, es- Para establecer relaciones entre géneros o especies se
pecies de Cyathea. han utilizado también otras secuencias, como los espacia-
• Mayor anchura de un helecho arborescente: c. 2 m,
dores intergénicos rbcL-accD, rbcL-atpB, rps4-trnS, trnG-
Dicksonia antarctica, D. fibrosa. trnR, trnF-trnL, trnS-trnG, el intrón trnG, o los ITS del
ribosoma nuclear.
• Mayor número de esporas producidas por una fronde:
c. 6 000 000 000 en Cyathea delgadii (estimación).
• Número de géneros y especies en los cuatro grupos
Resultados filogenéticos contrastados
principales: con clasificaciones previas
– Psilotopsida: seis géneros, más de 90 especies. Los análisis combinados de datos morfológicos y de secuen-
– Equisetopsida: un género, 15 especies. cias de cuatro genes han proporcionado apoyo inequívoco a
– Marattiopsida: seis géneros, aproximadamente 150 la monofilia de todos los linajes de este grupo de eufilófitos
especies. dispersados por esporas. Además, Equisetopsida, Psilotop-
sida (incl. Ophioglossidae), Marattiopsida y Polypodiopsida,
– Polypodiopsida: unos 250 géneros, aproximada-
forman todos juntos el grupo hermano de las plantas con se-
mente 9000 especies.
milla (véase Árbol de Helechos y Árbol de Traqueófitos,
Cap. 9). Son destacables los siguientes hechos frente a cla-
Estos análisis proporcionaron nuevas interpretaciones de sificaciones anteriores:
la filogenia de los helechos, pero la resolución de las re- • El clado que incluye Psilotidae y Ophioglossidae se ha
laciones basales fue muy pobre y no mejoró con el au- resuelto como el linaje más basal de los helechos (mo-
mento del número de táxones. nilófitos).
La amplificación del gen atpB en los helechos no se • Los tres grupos que forman el llamado núcleo de hele-
consiguió hasta que se usaron fragmentos clonados del chos leptosporangiados, helechos heterospóricos, he-
DNA del cloroplasto de Adiantum. Este gen se localiza lechos arborescentes y helechos polypodioides, se
en la región larga de copia simple del genoma del plasto. muestran cada uno claramente monofiléticos, aunque
Se ha mostrado de gran utilidad para estudios compara- las relaciones entre ellos están sin aclarar por completo.
tivos de secuencias a niveles taxonómicos altos. Ade-
• El grupo de los equisetos o colas de caballo formaría un
más, las secuencias atpB se parecen a las de rbcL en tasa
linaje antiguo, aunque no el más basal.
de evolución y carencia de inserciones, deleciones e in-
trones. • Los helechos marattioides se muestran como el grupo
Entre los genes del plasto también se ha utilizado la hermano del gran grupo de los helechos leptosporan-
secuencia del gen rps4. Su análisis ha dado buenos resul- giados.
tados para establecer relaciones entre grandes grupos, así Los nuevos datos obtenidos de los resultados filogenéticos
como en la construcción de filogenias generales de los he- han aportado el conocimiento de nuevas relaciones de pa-
lechos usado en combinación con otros genes. rentesco entre los grupos, incluyendo alguna que parecía
En cuanto al DNA nuclear, la subunidad pequeña del poco probable. Todavía quedan por resolver relaciones que
ribosoma, 18S, se ha mostrado útil para examinar las re- se vislumbran pero que necesitan un mayor apoyo, y ade-
laciones entre los grupos principales de helechos, e incluso más han aparecido ciertas controversias al considerar los
para examinar la base del clado de los helechos leptospo- caracteres morfológicos aportados por los fósiles. En la
rangiados. Los resultados obtenidos han sido similares, en Tabla 1 se presenta la nueva clasificación propuesta que
Santiago Pajarón y Emilia Pangua 101
refleja las nuevas relaciones de parentesco, algunas en bién en tamaño, aunque los actuales parecen haberse di-
consonancia con las ya intuidas anteriormente. versificado mucho más recientemente, en el cenozoico,
hace unos 40 millones de años. Los helechos marattioides
Evolución de los caracteres presentan un registro fósil algo más moderno, del carbo-
nífero medio, hace 320 millones de años, pero la diversi-
Los helechos son plantas terrestres diversificadas desde ficación debió producirse en el triásico, hace unos 220
muy antiguo, aunque no todos los grupos que los forman millones de años. El linaje basal del grupo es una excep-
han seguido la misma historia evolutiva ni están igual- ción, ya que aunque los relojes moleculares datan su apa-
mente representados en el registro fósil. Entre los princi- rición en el carbonífero tardío, hace unos 310 millones de
pales linajes de los helechos, los que divergen en primer años, el registro fósil es contradictorio, pues no se han
lugar presentan también registros fósiles antiguos; por encontrado en el caso de los psilotos y sólo se conocen fó-
ejemplo los equisetos, con un gran desarrollo desde el siles del terciario, de hace unos 50 millones de años, en
principio del carbonífero, no sólo en diversidad sino tam- los ofioglosos.
Tabla 1. Comparación de la nueva clasificación de los grupos de helechos (Monilophyta) propuesta a la luz de los resultados filoge-
néticos más sólidos, con una de las clasificaciones más aceptadas anteriormente.
Div. “Pteridophyta” Div. Monilophyta
• Cl. Filicopsida • I. Cl. Psilotopsida
- Subcl. Polypodiidae *O. Ophioglossales 1. Fam. Ophioglossaceae
* O. Ophioglossales 1. Fam. Ophioglossaceae * O. Psilotales 2. Fam. Psilotaceae
* O. Marattiales 2. Fam. Marattiaceae • II. Cl. Equisetopsida (= Sphenopsida)
* O. Polypodiales 3. Fam. Osmundaceae *O. Equisetales 3. Fam. Equisetaceae
4. Fam. Schizaeaceae • III. Cl. Marattiopsida
5. Fam. Gleicheniaceae
*O. Marattiales 4. Fam. Marattiaceae
Fam. Stromatopteridaceae
Fam. Matoniaceae • IV. Cl. Polypodiopsida (= Filicopsida)
Fam. Dipteridaceae *O. Osmundales 5. Fam. Osmundaceae
Fam. Cheiropleuriaceae *O. Hymenophyllales 6. Fam. Hymenophyllaceae
6. Fam. Hymenophyllaceae *O. Gleicheniales 7, Fam. Gleicheniaceae
7. Fam. Loxomataceae 8. Fam. Dipteridaceae
8. Fam. Hymenophyllopsidaceae 9. Fam. Matoniaceae
9. Fam. Plagiogyriaceae
*O. Schizaeales 10. Fam. Lygodiaceae
10. Fam. Dicksoniaceae
11. Fam. Anemiaceae
11. Fam. Lophosoriaceae
12. Fam. Schizaeaceae
12. Fam. Metaxyaceae *O. Salviniales 13. Fam. Marsileaceae
13. Fam. Cyatheaceae 14. Fam. Salviniaceae (incl. Azollaceae)
14. Fam. Pteridaceae
15. Fam.Vittariaceae
*O. Cyatheales 15. Fam.Thyrsopteridaceae
16. Fam. Loxomataceae
16. Fam. Dennstaedtiaceae
17. Fam. Culcitaceae
17. Fam.Thelypteridaceae
18. Fam. Plagiogyriaceae
18. Fam. Dryopteridaceae 19. Fam. Cibotiaceae
19. Fam. Aspleniaceae 20. Fam. Cyatheaceae
20. Fam. Davalliaceae 21. Fam. Dicksoniaceae
21. Fam. Blechnaceae 22. Fam. Metaxyaceae
22. Fam. Polypodiaceae
*O. Polypodiales 23. Fam. Lindsaeaceae
* SubO. Marsileineae 23. Fam. Marsileaceae 24. Fam. Saccolomataceae
* SubO. Salviniinae 24. Fam. Salviniaceae 25. Fam. Dennstaedtiaceae
26. Fam. Pteridaceae
- Subcl. Psilotidae 27. Fam. Aspleniaceae
* O. Psilotales 25. Fam. Psilotaceae 28. Fam.Thelypteridaceae
• Cl. Equisetopsida 29. Fam.Woodsiaceae
* O. Equisetales 26. Fam. Equisetaceae 30. Fam. Blechnaceae
31. Fam. Onocleaceae
• Cl. Lycopodiopsida 32. Fam. Dryopteridaceae
* O. Lycopodiales 27. Fam. Lycopodiaceae 33. Fam. Lomariopsidaceae
* O. Selaginellales 28. Fam. Selaginellaceae 34. Fam.Tectariaceae
35. Fam. Oleandraceae
* O. Isoetales 29. Fam. Isoetaceae 36. Fam. Davalliaceae
37. Fam. Polypodiaceae
102 Cap. 10, Helechos
Los primeros entre los leptosporangiados, los osmun- helechos son plantas morfológicamente simples, que no
dáceos, debieron divergir en el carbonífero medio, y apare- presentan un órgano con la capacidad de variar como las
cen en el registro fósil desde el pérmico, si bien el núcleo de flores de las angiospermas. Sus protalos son, en la mayoría
los leptosporangiados aparece en el triásico, pero su gran de los casos, láminas pequeñas, generalmente acorazona-
diversificación se produce mucho más recientemente, a par- das, que presentan anteridios y arquegonios, sin que esto
tir del cretácico. Contrariamente a lo que se interpretaba en signifique que necesariamente se autofecunden. A lo largo
cuanto a su relación con la expansión de las angiospermas, de su evolución han desarrollado mecanismos que favore-
los helechos leptosporangiados no quedaron relegados por cen la fecundación cruzada, como la producción de anteri-
aquéllas en un callejón sin salida evolutivo, sino que se di- diógeno, o las diferentes secuencias de producción de los
versificaron aprovechando las nuevas oportunidades, en gametangios que pueden favorecer uno u otro sistema de
cuanto a la aparición de nuevos nichos ecológicos, que pro- fecundación. En cualquier caso, se diferencian los linajes
porcionó la rápida expansión de las plantas con flores. Los de helechos en cuanto a caracteres morfológicos y estruc-
Tabla 2. Resumen de algunos caracteres del esporófito, del gametófito y de la espora de las familias de las cuatro líneas
principales de los helechos.
Tipo esporangio
Gametófito***
Apertura del
esporangio
Tipo de esporas**
Leptosporangio
tipo de anillo*
Eusporangio
Presencia y
Presencia
Situación
clorofila
Psilotos y ofioglosos Ophioglossaceae + - - T Sb -
Psilotaceae + - - M Sb -
Equisetos o colas de caballo Equisetaceae + - - A Sp +
Maratioides Marattiaceae + - - M Sp +
Osmundáceos Osmundaceae - + R T Sp +
Helechos delicados Hymenophyllaceae - + O T Sp +
Dipteridaceae - + O M Sp +
Gleichenioides Matoniaceae - + O T Sp +
Gleicheniaceae - + O TyM Sp +
Lygodiaceae - + A T Sp +
Schizaeoides Schizaeaceae - + A M Sp +
Anemiaceae - + A T Sp +
Heterospóricos Salviniaceae - + T T R -
y acuáticos Marsileaceae - + T T* R -
Thyrsopteridaceae - + O T Sp +
Culcitaceae - + O T Sp +
Plagiogyriaceae - + O T Sp +
Helechos Loxomataceae - + O T Sp +
Leptosporangiados
arborescentes Metaxyaceae - + O T Sp +
Dicksoniaceae - + O T Sp +
Núcleo leptosporangiado
Cibotiaceae - + O T Sp +
Cyatheaceae - + O T Sp +
Saccolomataceae - + V T Sp +
Lindsaeaceae - + V TyM Sp +
Dennstaedtiaceae - + V TyM Sp +
Pteridaceae - + V T Sp +
Dryopteridaceae - + V M Sp +
Lomariopsidaceae - + V M Sp +
Tectariaceae - + V M Sp +
Polipodioides Oleandraceae - + V M Sp +
Davalliaceae - + V M Sp +
Polypodiaceae - + V M Sp +
Woodsiaceae - + V M Sp +
Aspleniaceae - + V M Sp +
Thelypteridaceae - + V M Sp +
Onocleaceae - + V M Sp +
Blechnaceae - + V M Sp +
*Anillo: + = presencia; - = ausencia; R = rudimentario; O = oblicuo y completo;A = apical y completo;V = vertical e interrumpido por el estomio; T = transformado.
**Esporas: A = aletas; T = triletas; M = Monoletas; T* = micrósporas triletas, megásporas con apertura papilada.
***Gametófito: Sb = subterráneo; Sp = Superficial; R = reducido y endospórico.
Santiago Pajarón y Emilia Pangua 103
tura de sus gametófitos (Tabla 2). La generación esporofí- de la historia evolutiva con criterios filogenéticos. En los ga-
tica sigue líneas diferentes según los linajes. La diferencia metófitos se observa una tendencia a la reducción en gene-
evolutiva más notable es el desarrollo del esporangio. Los ral, en tamaño y complejidad, y a la aparición de gametófitos
tres linajes más basales, psilotos y ofioglosos (Psilotum + autótrofos. En los grupos basales, psilotos y ofioglosos, los
Ophioglossum), colas de caballo (equisetos) y marattioides, protalos son subterráneos, sin clorofila y micorrícicos, alar-
presentan eusporangios, el mismo tipo de esporangio que gados y ramificados en los primeros, y carnosos y gruesos en
tienen los licófitos y las plantas con semilla. En estos espo- los segundos; en los equisetos o colas de caballo, aunque son
rangios se produce un número elevado de esporas, pero no gruesos e irregularmente talosos, son clorofílicos. Tanto en
hay un mecanismo específico de apertura ni ningún otro que Marattia como en el grupo del helecho rey, Osmunda, los
favorezca la dispersión. La mayor diversidad dentro del protalos son epígeos, verdes y con una zona central gruesa
grupo se encuentra en los helechos leptosporangiados. Ya en con márgenes más delgados; incluso en el helecho rey son
los grupos más basales dentro de este linaje, los osmunda- más o menos obcordados. En el grupo de los polipodios apa-
les, aparece un grupo de células especializado en la aper- recen los típicos gametófitos acorazonados, con alas bien
tura de los esporangios, que en general presentan un número desarrolladas. En el gametófito de este último grupo, los ca-
determinado y bajo de esporas. A lo largo de la evolución, racteres útiles son sobre todo los referidos a los órganos re-
este grupo de células toma la forma de un anillo, en posición productores, y así se considera la reducción del número de
apical o subapical, completo en los grupos más primitivos, células en las paredes del anteridio como un carácter espe-
que se sitúa en posición vertical, e incompleto en los grupos cializado, al igual que el hecho de que los cuellos de los ar-
más desarrollados, polipodioides, que proporciona no sólo quegonios estén formados por un número reducido de filas
un mecanismo de apertura sino también un sistema que fa- de células, y cada una de éstas a su vez formada por pocas
vorece la dispersión de las esporas. Respecto de las esporas, células. En el esporófito, los caracteres vegetativos se redu-
hay dos aspectos a considerar. Por un lado, los tipos de es- cen a las formas de las hojas, cuya variación actual se regis-
poras según la forma y la apertura, y por otro lado la produc- tra ya en las especies más antiguas y extintas, al igual que sus
ción o no de esporas diferenciadas. En cuanto al primer formas de crecimiento, arbóreos, herbáceos, trepadores y
aspecto, hay dos tipos fundamentales: esporas con simetría epífitos, estaban ya desarrollados en el paleozoico. Otros ca-
radial, globosas o tetraédricas, con lesura trirradiada, espo- racteres que pueden indicar la variación serían, por ejemplo,
ras triletas, y esporas con simetría bilateral, más o menos los pelos, de simples en los más primitivos a la formación de
elípticas, con una lesura lineal, esporas monoletas. Las es- escamas en los más desarrollados, así como los haces vascu-
poras triletas son características de los linajes más primiti- lares de las hojas, que aumentan en número, o la nerviación
vos, aunque también aparecen en algunas familias de las hojas, de dicótoma y abierta, a pinnada y reticulada.
avanzadas. Las esporas monoletas son derivadas de las tri- Aparte de los sistemas de apertura de los esporangios, co-
letas y probablemente han aparecido en varios linajes dife- mentados anteriormente, también hay caracteres de los espo-
rentes. En cuanto al segundo aspecto, la mayoría de los rangios utilizados en estos análisis, como son el grosor y la
helechos producen un solo tipo de esporas, son homospó- longitud del pedúnculo esporangial, la situación de los soros,
ricos, pero también los hay que producen esporas grandes, la presencia de un indusio protector o la secuencia de des-
megásporas, que darán lugar al gametófito femenino, y es- arrollo de los esporangios. También, por último, caracteres
poras pequeñas, micrósporas, que darán lugar al gametófito de las esporas: aparte de la homosporia o heterosporia, ya
masculino, heterospóricos. La heterosporia es una modifi- comentadas, se observa una tendencia a la reducción del nú-
cación que ha aparecido más de una vez en la historia evo- mero de capas del exosporio. En general, todo esto referido
lutiva de las plantas. Este sistema de reproducción, que al grupo de los helechos leptosporangiados, que representan
asegura la fecundación cruzada a costa de perder eficacia más del 95% de las especies actuales.
en la dispersión, es más favorable, o menos desfavorable, en
las plantas acuáticas, exceptuando naturalmente aquellas Biogeografía y biodiversidad
con flores que ‘supieron’ sacar partido de este método de
otra forma bien distinta. En el grupo de los helechos leptos- Desde el punto de vista geográfico, resulta imposible re-
porangiados también aparece la heterosporia, y la presentan construir el origen de los monilófitos, originados hace más
los salviniales, que sólo incluyen especies acuáticas. de 340 millones de años. Entre otras cuestiones, los conti-
nentes entonces tenían una configuración bien diferente de
la actual. Seguramente comenzarían su desarrollo en Gond-
Tendencias evolutivas wana, cuyos restos están repartidos hoy en varios continen-
En un grupo formado por organismos más o menos simples, tes. En cualquier caso, salvo por la excepción de los
el esporófito está constituido básicamente por hojas, y el ga- equisetos, la mayor diversidad en todos los grupos se en-
metófito, en la mayoría de los casos, se reduce a una pequeña cuentra en las zonas tropicales, tanto en el Neotrópico como
lámina; es muy difícil encontrar caracteres diferenciales cla- en el Paleotrópico. Entre los linajes principales, algunos,
ros y fácilmente observables, sobre todo en comparación con además entre los basales, son exclusivamente tropicales,
las flores de las angiospermas. Además, hasta hace poco como es el caso de los helechos marattioides, centrados fun-
tampoco existían filogenias con suficiente apoyo, que hayan damentalmente en el sudeste asiático, y sólo dos géneros
permitido relacionar la variación de los caracteres a lo largo son neotropicales, con uno de ellos, Danaea, endémico. Del
104 Cap. 10, Helechos
linaje psilotoide, una familia se extiende por todo el mundo, continua sobre una gran diversidad de formas, lo que lleva
Ophioglossaceae, mientras que la otra, Psilotaceae, es tro- a la supervivencia de ciertos linajes y a la extinción de
pical, a excepción de las poblaciones del sur de España otros. Al cabo del tiempo la descendencia difiere tanto del
(Cádiz). En el grupo mayoritario de los helechos leptospo- antepasado común que se produce un aislamiento inde-
rangiados, y sobre todo entre los que forman el núcleo de finido en el intercambio de genes, lo que conduce a la
éstos, hay una mayoría de familias y géneros representados formación de nuevas especies. La divergencia entre po-
exclusivamente en los trópicos, viejos y nuevos, e incluso blaciones diploides para formar nuevas especies, la espe-
en las familias y géneros representados en las zonas tem- ciación primaria, parece seguir dos ritmos diferentes en
pladas y frías suele haber un número mayor de especies tro- los helechos. En regiones donde la amplitud ecológica es
picales. Los equisetos son un grupo algo diferente, muy baja, tales como las regiones templadas o incluso las zonas
diversificado y extendido antiguamente; hoy día es un bajas tropicales, la tasa de especiación es baja. Esto puede
grupo muy pequeño, de tan sólo unas quince especies, la explicarse por las propias características genéticas de los
mayoría de las cuales se extienden por las zonas templadas helechos, ya que carecen de los mecanismos genéticos,
del globo, sobre todo en el hemisferio norte. como factores de incompatibilidad, variaciones cromosó-
micas, etc., que se han encontrado en las angiospermas.
Si no se produjeran barreras ecológicas al intercambio de
Diferenciación y especiación genes, los helechos tendrían que especiarse por acumula-
Según Charles Darwin, en la génesis de las especies es ne- ción de mutaciones que producirían niveles muy altos de
cesario que se produzca una variación paulatina de carac- divergencia genética. La facilidad de dispersión de las es-
teres. Así, la selección natural puede operar de manera poras, junto a la ausencia de mecanismos que impidan la
Santiago Pajarón y Emilia Pangua 105
Árbol de coníferas donde se muestran las relaciones filogenéticas de las seis familias (en recuadros de colores) y 71 géneros.
Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde
indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las foto-
grafías representan grandes linajes (números en recuadros).
Coníferas
David S. Gernandt y Alejandra Vázquez Lobo
11
Resumen: Las coníferas (los pinófitos) son árboles o arbustos leñosos con hojas simples y estructuras reproductivas dispues-
tas en conos simples o compuestos. Tienen un papel dominante en la diversidad de los biomas terrestres en seis de los siete
continentes, y han dejado registro fósil en la Antártida. Se estima que su diversidad actual es de seis familias, c. 71 géneros y
664 especies. El registro fósil de las coníferas comienza en el carbonífero e indica que la mayor parte de la diversidad de este
grupo se ha extinguido. Pinus, el género viviente más diverso, con c. 115 especies, se distribuye por el hemisferio norte, mien-
tras que Podocarpus, que es el segundo género más grande, con más de cien especies, se distribuye por el hemisferio sur y los
trópicos. Las inferencias filogenéticas basadas tanto en caracteres morfológicos como en secuencias de DNA son congruentes
en cuanto a las relaciones de las familias; sin embargo, se requiere mucho trabajo para fortalecer y esclarecer las relaciones en
todos los demás niveles jerárquicos. Dos asuntos pendientes relevantes son si las coníferas son monofiléticas o deben incluir
a las gnetofitas, y cuáles son las relaciones genéricas de las podocarpáceas. Algunas contribuciones importantes del enfoque fi-
logenético incluyen la demostración de que las taxáceas son coníferas cuyos órganos reproductivos ovulados representan co-
nos altamente reducidos, y el uso del criterio de monofilia para reducir el número de familias de coníferas a seis. Cuestiones
evolutivas concretas, tales como las modificaciones paralelas de forma y estructura de las hojas asociadas a la supervivencia en
ambientes fríos y secos frecuentes en condiciones de luz intensa, se han abordado para las coníferas; también se han estudiado
las modificaciones de los conos ovulados y de las semillas para diferentes medios de dispersión, y las diferencias en patrones
de herencia de orgánulos citoplásmicos.
Summary: Conifers are woody trees or shrubs with simple leaves and their reproductive structures arranged in compound or
simple cones. They play a dominant role in a diversity of terrestrial biomes on six of the seven continents, and left a fossil record
in Antarctica. The modern diversity of conifers is estimated at six families, 71 genera, and 664 species. The fossil record of conifers
begins in the Carboniferous and indicates that an even greater diversity existed in the past. Pinus is the largest extant genus with
approximately 115 species distributed throughout the northern hemisphere; the second largest genus is Podocarpus, with more
than 100 species distributed in the southern hemisphere and the tropics. Phylogenetic studies based on both morphology and DNA
have mainly agreed in the relationships among the families, and much more work is underway to clarify and strengthen hypotheses
of relationships at all hierarchical levels. Two outstanding questions are whether the conifers are monophyletic or should include
gnetophytes, and the generic relationships within Podocarpaceae. Important contributions of phylogenetic approaches include the
demonstration that Taxaceae are conifers and that their ovulate reproductive organs are highly reduced cones, and the use of
monophyly as a criterion for reducing the number of conifer families to six. Evolutionary themes in the group include variability in
leaf form and structure for survival in dry environments, modifications of the ovulate cones and seeds, often related to different
modes of dispersal, and differences in patterns of sexual inheritance of cytoplasmic organelles.
A
pesar de su dominancia en muchos paisajes, las xilema compacto (madera secundaria), compuesto princi-
coníferas conforman únicamente menos del 3% palmente por grandes traqueidas con poros uniseriados —
de la diversidad de especies de las plantas con se- ocasionalmente multiseriados— en las paredes verticales
milla. Se agrupan en seis familias con c. 71 géneros (véase y radios estrechos (madera picnoxílica). En general po-
Árbol de Coníferas) y 664 especies unidas por caracteres seen hojas simples que son típicamente aciculares, linea-
morfológicos y embriológicos (Recuadros 1 y 2). En sen- les o de tipo escama, y que en ocasiones pueden ser
tido estricto, caracteres como las hojas simples y presen- anchas, dispuestas en hélice o en verticilos a lo largo de
cia de cono no son considerados sinapomorfías para este ramas usualmente dimórficas. Los conos unisexuales po-
grupo porque se encuentran también en otras gimnosper- línicos u ovulados nacen de forma separada en el mismo
mas. Las coníferas se caracterizan por la presencia de un individuo (monoicos) o en individuos diferentes (dioicos).
107
108 Cap. 11, Coníferas
A B C
Figura 1. El género Pinus tiene especies distribuidas por todo el hemisferio norte, si bien es en América del Norte donde se en-
cuentra la mayor diversidad, con unas 80 especies, frente a la docena de especies europeas. A: P. pinaster (Europa). B: P. sylvestris (Eu-
ropa). C: P. lambertiana (América).
110 Cap. 11, Coníferas
A B C D
Figura 3. Algunas estructuras de una conífera (Pinus spp.). A: polen. B: semilla alada. C: cono polínico. D: cono ovulado.
David S. Gernandt y Alejandra Vázquez Lobo 111
de Podocarpaceae está compuesto por dos óvulos sostenidos planta (monoicas) como en diferentes plantas (dioicas).
cada uno por una estructura alargada y frecuentemente colo- La dioecia es característica de la familia Taxaceae, pero
rida, denominada epimacio, que es una escama ovulífera mo- también se han reportado poblaciones dioicas en espe-
dificada. En ocasiones, los óvulos están rodeados por brácteas cies de todas las familias (excepto en Sciadopityaceae).
carnosas que pueden ser coloridas. Excepcionalmente, un gé- Sin embargo este dioicismo es virtual, ya que a diferen-
nero de esta familia, Prumnopitys, presenta hasta 15 comple- tes edades o en ciertas condiciones ambientales, los árbo-
jos portadores de óvulos por cono. En Taxaceae, el eje les inicialmente dioicos pueden producir ambos tipos de
compuesto se encuentra reducido a un eje con una semilla ter- conos. Además, en ocasiones se observan conos biespo-
minal cubierta por un arilo llamativo. El óvulo terminal y el rangiados en todas las familias menos Taxaceae, lo cual
arilo se desarrollan en un eje secundario corto subtendido por sugiere que los conos unisexuales representan un estado
brácteas (Taxus) o en un eje primario (Torreya). En Juniperus derivado.
(Cupressaceae), las escamas del cono son carnosas y se en-
cuentran fusionadas en una estructura ‘tipo baya’ que es dis-
persada por las aves (Fig. 4). En muchos linajes de Pinus Tendencias evolutivas
(Pinaceae), los conos presentan relativamente pocas escamas
y semillas grandes (sin alas funcionales) que son dispersadas Genética molecular
por las aves. A menudo, una de las dos semillas que se des- Algunas características que promueven la diversidad ge-
arrollan en cada escama aborta, lo que permite un crecimiento nética de las coníferas son los tamaños de población gran-
más amplio de la semilla sobreviviente. des, los tiempos de generación largos, y la dispersión a
larga distancia del polen y ocasionalmente de las semillas
Sistemas reproductivos por el viento. La depresión por endogamia es común en
Las estructuras reproudctivas de las coníferas son unise- las coníferas; sin embargo, los conos unisexuales ayudan
xuales, con conos ovulados y polínicos tanto en la misma a evitar la autofecundación y a promover grados de hete-
112 Cap. 11, Coníferas
rocigosidad elevados. En las especies monoicas, los conos giospermas deciduas de invierno. Un ejemplo destacado de
ovulados y los conos polínicos tienden a estar separados este último ambiente ocurre en el oeste de América del
temporal y espacialmente, por el desarrollo tanto de conos Norte, donde se encuentran los árboles más altos del mundo
polínicos en las ramas bajas y de conos ovulados en las (Sequoia, Sequoiadendron, Picea, Pinus y Pseudotsuga).
ramas elevadas, como de conos polínicos en las ramas me- Las hojas de las coníferas poseen modificaciones que permi-
dias y de conos ovulados en las partes terminales. Tam- ten reducir la pérdida de agua mientras se lleva a cabo la fo-
bién se ha hipotetizado que existe un sistema de selección tosíntesis bajo condiciones de luz intensa. Dichas hojas son
gamética que evita la autofecundación, y un sistema letal típicamente tipo aguja (Pinaceae y Taxaceae) o tipo escama
sobredominante que reduce la viabilidad de los embrio- (Cupressaceae). Muchas especies tienen hojas redondeadas,
nes producto de la autofecundación. lo cual maximiza la difusión del calor, y cutículas engrosa-
das que cubren la epidermis. Además, los estomas se en-
Madera cuentran sumergidos en la epidermis y generalmente se
El gran tamaño de muchas coníferas se debe en parte a la distribuyen en la superficie ventral de las hojas.
fortaleza de su madera (xilema secundario), la cual, como
en otras gimnospermas, está compuesta por traqueidas de Formas del polen y orientación de los óvulos
paredes gruesas con poros areolados. Además de transpor- Los granos de polen de Pinaceae y Podocarpaceae poseen tí-
tar agua y nutrientes, estas células proveen más soporte picamente sacos aéreos o alas (Fig. 3). La presencia de alas
mecánico que otras células del parénquima con paredes en el polen facilita su dispersión por el viento, aunque se ha
delgadas. El tipo de poro, junto con la disposición hori- argumentado que la función primaria de las alas es permitir
zontal de los radios, son caracteres diagnósticos de las fa- que los granos de polen floten en las gotas polinizadoras
milias de coníferas. Los radios horizontales muestran exudadas en los micrópilos del cono ovulado. En muchas
cierto grado de especialización, desde parénquimas homo- coníferas, la fertilización se facilita por la absorción de la
géneos con paredes delgadas, como se observan en Cyca- gota polinizadora, que lleva al polen hasta la nucela. La pre-
dales, Ginkgoales y la madera de coníferas fósiles sencia de gotas polinizadoras podría haber favorecido la
similares a Araucariaceae y Podocarpaceae modernas, evolución convergente de la inversión del óvulo en linajes
hasta heterogéneos como los que se encuentran en dos li- independientes de coníferas. En general, en las familias que
najes separados, Cupressaceae (únicamente en algunos gé- presentan polen en sacos polínicos, los óvulos se encuen-
neros como Sequoia y Metasequoia) y Pinaceae. tran invertidos durante la polinización, mientras que en las
familias cuyo polen no se presenta en sacos polínicos los
Adaptaciones para la vida en ambientes terrestres óvulos se encuentran erectos durante la polinización.
extremos
A pesar de estar generalmente ausentes en los desiertos, es Herencia uniparental de los orgánulos
frecuente encontrar coníferas en ambientes que les produ- citoplasmáticos
cen un elevado estrés por evaporación, como en los bosques En contraste con otras plantas con semilla, en todas las co-
boreales y en el límite de la vegetación arbórea, caracteriza- níferas estudiadas es el esperma, y no el huevo, el que
dos por su alta luminosidad y bajas temperaturas; también se dona los cloroplastos (herencia paternal). La herencia mi-
presentan en bosques abiertos semidesérticos con alta lumi- tocondrial es materna en Pinaceae, Taxaceae (excepto Ce-
nosidad y altas temperaturas (particularmente juníperos y pi- phalotaxus) y el resto de las plantas con semilla, mientras
ñoneros), o en ambientes templados con sequías en verano que en Araucariaceae y Cupressaceae es paterna. La
y lluvias en invierno, donde además compiten con las an- herencia uniparental de orgánulos citoplasmáticos hace
que Pinaceae y Taxaceae sean grupos clave para probar
teorías relativas a la evolución sexual y de flujo genético
materno (movimiento de semillas), en contraste con el pa-
terno (movimiento de polen).
Biogeografía y biodiversidad
Las coníferas forman vastos bosques boreales o templados
de montaña, y también se encuentran en bosques secos
abiertos y bosques tropicales y subtropicales. Las regiones
del mundo con mayor diversidad de especies de coníferas
son California, México, las provincias chinas de Sichuan y
Yunnan, así como el este del Himalaya, Japón, Taiwan y
Nueva Caledonia. La familia Pinaceae, el grupo hermano
Figura 4. Algunas coníferas han modificado sus conos femeni- del resto de las familias de coníferas, que comprende 11 gé-
nos con escamas carnosas hasta conseguir falsos frutos carno- neros y 233 especies, se encuentra distribuida por Eurasia,
sos. En la fotografía Juniperus oxycedrus, árbol característico de África del Norte, el Himalaya y América Central y del
la cuenca del Mediterráneo. Norte. Pinus, con aproximadamente 115 especies, es el gé-
David S. Gernandt y Alejandra Vázquez Lobo 113
nero más diverso (Fig. 1). Una sola especie, Pinus merku- nos al río Yangtze condujeron al descubrimiento de una
sii, se distribuye naturalmente en el hemisferio sur, con una población de miles de individuos; en 1948 el árbol fue
distribución que cruza el ecuador en Sumatra. Podocarpa- nombrado Metasequoia glyptostroboides. Un caso pare-
ceae, con aproximadamente 19 géneros y 190 especies, y cido es el de Wollemia nobilis (Araucariaceae), fósil vi-
Araucariaceae con 3 géneros y aproximadamente 41 espe- viente descubierto aún más recientemente. Este taxon
cies, son familias hermanas que se distribuyen principal- representa un género viviente desconocido para la ciencia
mente en el hemisferio sur y los trópicos. Podocarpaceae se hasta 1994, cuando se encontraron poblaciones pequeñas
encuentra principalmente en África, América del Sur, Aus- aproximadamente a 150 km al norte de Sidney, Australia.
tralia, el sur y el este de Asia, Indonesia y varias islas del Este género presenta similitudes con hojas fósiles del Ju-
Pacífico Sur. Algunas especies se encuentran al norte del rásico, lo cual sugiere que desde entonces ha permanecido
ecuador, en el este de África, Japón, China, América Cen- sin cambios morfológicos.
tral y México. Podocarpus, con c. 107 especies, es el gé- Aunque muchas coníferas han mantenido un aspecto
nero más diverso de esta familia y posiblemente podría muy similar al de hace millones de años, otras como Juni-
tener más especies descritas que Pinus, una vez se haya es- perus, Pinus y Abies parecen haber especiado en tiempos
tudiado en profundidad. Araucariaceae se encuentra en recientes. Independientemente de si los procesos de dife-
América del Sur, el sur y el este de Asia, Australia y en las renciación son recientes o antiguos, la especiación alopá-
islas del Pacífico Sur. Los géneros más amplios son Aga- trida y peripátrida parece ser la predominante para este
this (c. 21 especies) y Araucaria (19 especies). La familia grupo. Algunos géneros han conseguido colonizar y espe-
monotípica Sciadopityaceae es endémica del sur de Japón. ciaron en archipiélagos oceánicos remotos, como las Islas
Taxaceae (6 géneros con 34 especies) se encuentra princi- Canarias, que albergan una especie de pino (Pinus cana-
palmente en el hemisferio norte, en América del Norte y riensis) y dos especies de Juniperus endémicas. En otros
Central, Eurasia y el Himalaya. Sin embargo, Taxus suma- casos la especiación parece haber estado ligada a la poli-
trana se encuentra al sur del ecuador, y el género monotí- ploidía, como en Sequoia sempervirens, que se trata de una
pico Austrotaxus es endémico de Nueva Caledonia. Los especie con seis complementos de cromosomas (6x). En
géneros más diversos son Cephalataxus y Taxus, cada uno definitiva, las coníferas presentan patrones de diferencia-
con c. 10 especies. Cupressaceae (aproximadamente 31 gé- ción similares a los de las demás plantas vasculares geográ-
neros y 165 especies), con un gran número de géneros mo- ficos, poliploidía), si bien es muy notable la comprobación
notípicos, se encuentra en todos los continentes excepto la de muchos casos de estasis evolutiva en comparación con
Antártida. De esta familia, Juniperus es el género más di- las angiospermas.
verso, con al menos 55 especies (Fig. 4).
El registro fósil de las coníferas muestra que las familias Principales cuestiones pendientes
y los géneros modernos tuvieron una distribución más am-
• ¿Deben incluirse las Gnetales en las coníferas?
plia en el pasado, por lo que la extinción ha sido un factor
importante en su historia evolutiva. Existen registros de co- • ¿Cómo son las relaciones intergenéricas en Podocar-
níferas relacionadas con Podocarpaceae y Araucariaceae en paceae?
la Antártida durante el mesozoico, y aunque Araucariaceae • ¿Cuáles son los mecanismos genéticos del desarrollo
actualmente presenta una distribución austral, durante el que subyacen a la evolución de las estructuras repro-
mesozoico tuvo una distribución muy amplia en Eurasia y ductivas y las hojas?
América del Norte. Géneros como Metasequoia (Cupres-
• ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas entre las coní-
saceae) y Pseudolarix (Pinaceae) se encuentran hoy restrin-
feras fósiles y las vivientes?
gidos a China, pero su registro fósil indica una distribución
pasada más amplia, a lo largo de Eurasia y América del • Al ser Pinaceae el grupo hermano del resto de las co-
Norte. níferas, ¿por qué su registro fósil parece comenzar tar-
díamente?
Diferenciación y especiación
Muchas especies de coníferas pertenecen a géneros poco
Bibliografía básica
diversos y son morfológicamente indistinguibles de las – Eckenwalder, J. E. 2009. Conifers of the world: the complete refer-
observadas en el registro fósil desde el terciario hasta el ence. 1st ed. Portland: Timber Press.
cretácico. Este fenómeno llamado ‘estasis evolutiva’ se ha – Hart, J.A. 1987. A cladistic analysis of conifers: preliminary results. J
Arnold Arbor 68: 269-307.
podido constatar en linajes antiguos de plantas que tienen
estructuras fosilizables, como ocurre en las coníferas. Un – Quinn, C.J., Price, R.A., Gadek, P.A. 2002. Familial concepts and re-
lationships in the conifers based on rbcL and matK sequence compar-
caso espectacular es el de Metasequoia, que fue descrita isons. Kew Bull 57: 513-531.
en 1941 basándose en abundantes fósiles de Corea y – Rai, H., Reeves, P., Peakall, P. 2008. Inference of higher-order conifer
Japón. En 1944, un guardia forestal en la provincia china relationships from a multi-locus plastid data set. Botany 86: 658-669.
de Sichuan recolectó hojas de un árbol alrededor del cual – Tomlinson, P.B., Takaso, T. 2002. Seed cone structure in conifers in
se había construido un templo. El material coincidía con relation to development and pollination: a biological approach. Can J
los fósiles, y exploraciones posteriores en los valles cerca- Bot 80: 1250-1273.
1
Annonaceae (chirimoyos) 1
Eupomatiaceae
Magnoliaceae (magnolios) 2
2
Degeneriaceae
Himantandraceae
Calycanthaceae 3
Siparunaceae (limoncillos)
Atherospermataceae (sasafrás del sur)
Gomortegaceae (queule) 4
Hernandiaceae (magás)
Monimiaceae
Lauraceae (laureles) 3
5
Aristolochiaceae (aristoloquias) 4
Hydnoraceae
Lactoridaceae (lactoris)
6
Piperaceae (pimenteros)
Saururaceae
Chloranthaceae 5 CHLORANTALES
13 Monocotyledoneae (monocotiledóneas) 6
14 Eudicotiledoneas 7 8
Ceratophyllaceae 8 CERATOPHYLLALES
Austrobaileyaceae
Trimeniaceae 9
Illiciaceae (anís estrellado)
9 Schisandraceae
Hydatellaceae
NYMPHAEALES 10
Nymphaeaceae (nenúfares) 9
Amborellaceae 10
Árbol de Angiospermas donde se muestran las relaciones filogenéticas de los grupos más significativos. Los recuadros de colores
indican órdenes taxonómicos. Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados.
Los números en círculo verde indican el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades
de los mismos. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Angiospermas
Pablo Vargas
12
Resumen: Las filogenias de las angiospermas (plantas con flores completas que producen frutos) basadas en secuencias nucle-
otídicas son, en numerosas ocasiones, congruentes con las clasificaciones previas basadas en caracteres morfológicos. Los nue-
vos resultados filogenéticos han servido, además, para resolver problemas históricos en la clasificación de especies en gruposna-
turales y para descubrir algunas relaciones de parentesco rara vez vislumbradas, si bien otras relaciones siguen reflejando complejos
procesos evolutivos. Al igual que las clasificaciones tradicionales en clases, órdenes y familias intentaban mostrar relacionesde
parentesco, los sistemáticos siguen proponiendo nuevas clasificaciones conciliadoras entre la taxonomía linneana y las hipótesis
filogeneticas más sólidas. Los relojes moleculares y los fósiles indican una incipiente aparición de las angiospermas en el triásico,
para producirse después una amplia diferenciación en el cretácico inferior. Las reconstrucciones filogenéticas también ayudan a
interpretar notables modificaciones en los grandes grupos de angiospermas. Entre ellas destacan los compuestos de defensa (glu-
cosinolatos) y las simbiosis específicas con bacterias para la fijación del nitrógeno, que parecen haber aparecido en prácticamente
un solo linaje a lo largo de la evolución, si bien los genes adquiridos parecen haberse mantenido funcionales o desactivados du-
rante millones de años. Por el contrario, otros notables mecanismos de adaptación, como los metabolismos C4 y CAM, el para-
sitismo y el carnivorismo, son fruto de una evolución independiente en varios linajes. A diferencia de lo que ocurre en otros or-
ganismos del árbol de la vida, los mecanismos de especiación más exitosos en las angiospermas son la hibridación y la poliploidía,
de manera que no se considera que haya ningún linaje de plantas que haya estado exento de alguno de ellos en algún momento
de su historia evolutiva. En este capítulo se realiza un breve recorrido sobre la evolución y la clasificación de las angiospermas,
que constan de unas 450 familias, unos 13 000 géneros y más de 250 000 especies repartidas por todos los continentes.
Summary: The phylogenetic hypothesis of angiosperm (flowering plants) evolution based on DNA sequences is basically congruent with
previous classifications based on morphological characters. Numerous historical problems in angiosperm classification are now er solved,
some phylogenetic relationships reflect complexity in evolutionary processes and some others illustrate unexpected relationships seldom
envisaged. As traditional classifications including taxonomic classes, orders and families intended to show evolutionary relationships, the
systematists pursue new classifications to conciliate Linnean taxonomy and new phylogenetic evidence. Fossils and molecular clocks
indicate a Triassic origin of the angiosperms, followed by a broad, morphological differentiation in Lower Cretaceous. Phylogenetic
reconstructions help interpret that remarkable evolutionary changes, such as predisposition to some defensive compounds (glusinolates)
and symbiosis with nitrogen-fixing bacteria, appear to have originated only once in a major group of angiosperms as a result ofgenes
remaining functional or deactivated over millions of years. On the contrary, striking adaptive characters, such as CAM and C4
photosynthesis, parasitism and carnivory, are the result of parallel or convergent evolution. The most significant evolutionarymechanisms
are, in contrast to a majority of organisms of the tree of life, hybridization and polyploidy in a way that there is basicallyno angiosperm
lineage unaffected by them in the course of evolution. As reviewed in this chapter, evolution and classification of angiospermsis summarised
to interpret historical diversity of about 450 families, 13 000 genera and over 250 000 species distributed in all continents.
L
as especies de angiospermas suponen un 90% del ganización de los continentes, frecuentes variaciones cli-
total de las plantas terrestres, muchas de ellas de máticas y una activa interacción de las angiospermas con
gran importancia económica como alimentos, medi- otros organismos (simbiontes, polinizadores, etc.). Precisa-
camentos, recursos madereros, etc. El éxito de las angios- mente la interacción con agentes dispersantes de los fru-
permas en la conquista del medio terrestre, ya iniciada tos, y sobre todo polinizantes de las flores, se ha postulado
mucho tiempo antes por las plantas vasculares, fue defini- históricamente como el motor del cambio morfológico de
tivamente logrado cuando se protegió la ovocélula en el las estructuras reproductoras. Dos fuentes de datos permi-
interior del ovario de la flor. Desde su origen en el jurásico ten reconstruir el pasado: las filogenias y el registro fósil.
y su amplia diversificación en el cretácico se han produ- Las estructuras florales son difícilmente fosilizables y, ade-
cido numerosos procesos de diferenciación durante la reor- más, la escasez de otros datos paleobotánicos produce un
115
116 Cap. 12, Angiospermas
Términos básicos
Actinomorfa: Forma de la flor con dos o más planos de si- Heterostilia: Exposición de los estilos a distintas alturas (en
metría. diferentes individuos de una misma población) asociada a una
Aneuploidía: Proceso citogenético por el cual se produce disposición inversamente recíproca de los estambres de la
pérdida o ganancia de uno o unos pocos cromosomas. misma flor.
Autocompatibilidad: Mecanismo que permite la viabilidad Metabolismo C4: Modificación histológica del mesófilo
de las flores polinizadas con el propio polen de la planta. que permite acumular metabolitos de la fotosíntesis con
Columela: Estructura polínica de la capa externa de la cuatro átomos de carbono (C4 ) en lugar de los habituales
exina que forma una varilla entre su cabezuela (tectum) y la metabolitos con tres átomos de carbono (C3).
capa interna (nexina). Metabolismo CAM (Crassulacean Acid Metabolism):
Dioecia: Separación de los dos sexos en diferentes indivi- Conjunto de fenómenos físico-químicos que precisan mo-
duos (machos y hembras). dificaciones fisiológicas e histológicas para acumular en
Evolución concertada: Proceso evolutivo de homogenei- grandes vacuolas el CO2 asimilado en forma de ácido má-
zación en el núcleo que consiste en la formación de una lico durante la noche, y de este modo poder abrir los es-
sola secuencia nucleotídica a partir de múltiples copias de tomas sólo por la noche para minimizar la transpiración.
un mismo gen. Ovocélula: Célula sexual femenina comprendida en el pri-
Eudicotiledóneas: Grupo monofilético no basal de angios- mordio seminal.
permas.
“Paleohierba”: Cualquier grupo de hierbas de los linajes
Fanerógama: Término en desuso que designa al conjunto
basales de las angiospermas. Grupo no monofilético.
de plantas con órganos sexuales bien visibles (en contrapo-
sición al antiguo término criptógama). Primordio seminal: Rudimento seminal u órgano gene-
ralmente ovoide compuesto por la ovocélula y varias célu-
Flor: Estructura sexual formada básicamente por hojas
las circundantes, que puede ser recto (ortótropo) o girado
transformadas en gineceo o pistilo (parte femenina) que
180º (anátropo).
encierran los óvulos y primordios seminales. Además, sue-
len desarrollar un androceo o estambres (parte masculina) Tubo polínico: Célula vegetativa tubular que se desarro-
y un perianto (pétalos o tépalos y sépalos) bien desarrolla- lla en el estigma y permite al polen llegar a la ovocélula.
dos. Zigomorfa: Flor con un solo plano de simetría.
118 Cap. 12, Angiospermas
monocotiledóneas son en realidad un grupo de “dicotile- • La mayor parte de las “dicotiledóneas” (eudicotiledó-
dóneas”. neas, 75% de las angiospermas) aparecieron después de
• Los linajes vivos más basales de las angiospermas son las “dicotiledóneas” más antiguas (“paleohierbas”) y
Amborella trichopoda (Nueva Caledonia), las ninfáceas después de la divergencia de las monocotiledóneas.
(nenúfares de todo el mundo) y otras familias pequeñas • El género Ceratophyllum constituye el grupo de “dico-
hoy agrupadas bajo el nombre de “paleohierbas”. tiledóneas” más próximo a las monocotiledóneas.
Pablo Vargas 119
Tabla 1. Clasificación histórica de 27 familias taxonómicas a la luz de los resultados filogenéticos más sólidos. Un grupo interna-
cional de especialistas (APG, del inglés Angiosperm Phylogeny Group) van publicando las conclusiones más notables en la investigación
sobre la filogenia de angiospermas. La última actualización se denomina APGIII (http://en.wikipedia.org/wiki/APG_III_system).
Familia Clasificación de Cronquist (1981) Clasificación de Takhtajan (1997) Nombre aceptado (APGIII)
Aloaceae Aloeaceae Aloaceae Xanthorrhoeaceae
Alliaceae Liliaceae Alliaceae Amaryllidaceae
Asclepiadaceae Asclepiadaceae Apocynaceae Apocynaceae
Bombacaceae Bombacaceae Bombacaceae Malvaceae
Caesalpinaceae Caesalpinaceae Leguminosae Leguminosae
Callitrichaceae Callitrichaceae Callitrichaceae Plantaginaceae
Capparaceae Capparaceae Capparaceae Brassicaceae
Chenopodiaceae Chenopodiaceae Chenopodiaceae Amaranthaceae
Empetraceae Empetraceae Empetraceae Ericaceae
Flacourtiaceae Flacourtiaceae Flacourtiaceae Salicaceae
Globulariaceae Globulariaceae Globulariaceae Plantaginaceae
Hippocastanaceae Hippocastanaceae Hippocastanaceae Sapindaceae
Hydrocotylaceae Umbelliferae Hydrocotylaceae Araliaceae
Lemnaceae Lemnaceae Lemnaceae Araceae
Mimosaceae Mimosaceae Leguminosae Leguminosae
Myoporaceae Myoporaceae Myoporaceae Scrophulariaceae
Najadaceae Najadaceae Najadaceae Hydrocaritaceae
Orobanchaceae Orobanchaceae Scrophulariaceae Orobanchaceae
Punicaceae Punicaceae Punicaceae Lythraceae
Pyrolaceae Pyrolaceae Ericaceae Ericaceae
Sambucaceae Caprifoliaceae Sambucaceae Adoxaceae
Salicorniaceae Chenopodiaceae Chenopodiaceae Amaranthaceae
Sterculiaceae Sterculiaceae Sterculiaceae Malvaceae
Tiliaceae Tiliaceae Tiliaceae Malvaceae
Trapaceae Trapaceae Trapaceae Lythraceae
Vallisneriaceae Hydrocharitaceae Hydrocharitaceae Hydrocharitaceae
Zannichelliaceae Zannichelliaceae Zannichelliaceae Potamogetonaceae
120 Cap. 12, Angiospermas
Escrofulariáceas (Scrophulariaceae):
la difícil conciliación entre taxonomía y filogenia
La clasificación de géneros y especies en esta familia ha sido históricamente ambigua y los tratamientos taxonómicos basa-
dos en caracteres morfológicos incongruentes (véase Tabla 1). Al igual que otras familias de angiospermas (Saxifragaceae,
Boraginaceae, Liliaceae), las escrofulariáceas se han considerado un cajón de sastre para acumular géneros muy dispares
con caracteres transicionales. Este grupo de eucotiledóneas es uno de los más afectados en la sistemática de las angiosper-
mas. Las nuevas filogenias no hacen más que reflejar este problema y establecer estrechas relaciones de parentesco de al-
gunos géneros de escrofulariáceas con otros de distintas familias: Plantaginaceae, Globulariaceae, Myoporaceae, Loganiaceae
(véase árbol adjunto). El código que regula los nombres científicos (nomenclatura) obliga a designar un solo género carac-
terístico (tipo) de una familia. Por ello, Scrophulariaceae incluiría al menos aScrophularia, mientras que Plantaginaceae a Plan-
tago, Globulariaceae a Globularia, Myoporaceae a Myoporum, Buddlejaceae a Buddleja, etc. No hay problema para reconocer
que unos 40 géneros afines a Scrophularia sigan formando la familia de las escrofulariáceas (Verbascum, Selago, Manuela, Li-
mosella, Alonsoa, etc.). Sin embargo, se han descubierto lejanas relaciones de parentesco de otros géneros (Antirrhinum, Co-
llinsia, Penstemon, Digitalis, Gratiola) incluidos en el pasado en esta familia y ahora más próximos a otras según filogenias de
confianza. ¿Qué pasaría entonces con estos géneros previamente incluidos en las escrofulariáceas y afines a otras familias?
Ante esta circunstancia, los sistemáticos pueden optar por dos soluciones extremas para ajustar una taxonomía lineana a
las filogenias, y por tanto a su evolución. Una solución sintética agruparía todos los géneros de las familias afectadas en una
sola familia (Scrophulariaceae), y nombres como Globulariaceae, Myoporaceae y Loganiaceae desaparecerían. Esta solución
es muy poco práctica y descompensada con la clasificación de otras familias de angiospermas, pues supondría el manejo de
cientos de géneros y miles de especies, con una gran diversidad de formas florales, reunidas en una sola familia. Además,
no habría ni un solo carácter morfológico único (sinapomorfía). Una solución analítica reconocería la independencia de todas
estas familias afectadas, que incluirían únicamente el género tipo y algunos otros géneros afines. Esta solución necesitaría,
además, la creación de un elevadísimo número de nuevas familias, que sería inmanejable y también desproporcionado con
la clasificación de las angiospermas en conjunto. Una tercera posibilidad sería elegir una clasificación previa y establecerla
como válida. Sin embargo, las filogenias indican que esta solución sería incompatible con una clasificación que refleje la evo-
lución (sistemática), y por otra parte, ¿qué clasificación previa se podría elegir si no hay consenso entre ellas? (véase Tabla
1). En la actualidad se está trabajando en una solución intermedia, que reconozca el mayor número de familias anteriores,
que cree el menor número de familias nuevas, que las familias tengan sus propias sinapomorfías y que conjugue los trata-
mientos taxonómicos más reconocidos con las hipótesis filogenéticas más sólidas como consecuencia del análisis de un
mayor número de familias, géneros y especies. Independientemente del consenso final, las siguientes familias afines a las es-
crofulariáceas están suficientemente definidas: Tetrachondraceae, Calceolariaceae, Gesneriaceae, Plantaginaceae, Stilba-
ceae, Acanthaceae, Orobanchaceae y Phrymaceae. Por el contrario, ciertas familias tradicionalmente consideradas presentan
dificultades en su circunscripción, como Myoporaceae, Labiatae, Globulariaceae, Haloragidaceae y Callitrichaceae.
Tetrachondraceae
Calceolariaceae
Gesneriaceae
Plantaginaceae 1
Scrophulariaceae 2
Stilbaceae 1 2 3
Linderniaceae
Acanthaceae
Bignoniaceae
Lentibulariaceae
Lamiacae 3
Martyniaceae
Orobanchaceae 4
Y OTRAS FAMILIAS MÁS… 4
Filogenia de las antiguas escrofulariáceas reconstruida basándose en secuencias plastidiales. Se observan las relaciones de pa-
rentesco entre familias afines a las escrofulariáceas tal como se restringen hoy día. El resultado más notable en comparación
con otras angiospermas ha sido la desintegración de esta familia según el concepto antiguo, que está llevando a la considera-
ción de numerosas familias más pequeñas. En la actualidad sigue siendo objeto de estudio.
duración del ciclo biológico, tipo de inflorescencia, planos Los biólogos evolutivos han prestado especial aten-
de simetría floral (actinomorfa frente a zigomorfa), fusión ción a las partes de la planta donde el cambio evolutivo se
de pétalos, número de verticilos de estambres, autocom- produce con rapidez. En líneas generales, la especiación
patibilidad del esporófito y tipos de frutos. produce cambios evolutivos manifestados en el indu-
Pablo Vargas 121
mento, las formas foliares y los rasgos florales. Debido a titución del número diploide (diploidización). La pérdida o
las importantes consecuencias microevolutivas, los espe- la ganancia de cromosomas asociada o no a poliploidía es
cialistas se han centrado en la variación floral producida muy común en todos los grupos de angiospermas.
por dioecia, heterostilia, autocompatibilidad, coloración • Frecuente hibridación entre especies a lo largo de su
y diferenciación morfológica. La interacción de flor y po- historia evolutiva, hecho que ha producido que familias
linizador ha sido, desde Charles Darwin, una de las disci- lejanamente relacionadas empleen la hibridación como
plinas más desarrolladas por los biólogos evolutivos. principal mecanismo evolutivo.
Mediterranean
climate
Pleistocene
(C)
1-2 My
6 4 2 0
Time before present (My)
Figura 3. Se han descubierto numerosas radiaciones evolutivas en angiospermas. Una de las más espectaculares fue analizada por L.
Valente y colaboradores para las clavelinas (especies del género Dianthus) en la que más de 100 especies europeas y sus respectivos li-
najes se diferenciaron en tan solo 1-2 millones de años (My). (A) Árbol filogenético datado de Dianthus; la estrella roja indica el evento
de radiación. (B) Log-lineage-through-time plot análisis para Dianthus; la banda vertical rosada indica el rango temporal en el cual se pro-
dujo la gran radiación evolutiva, que coincide con los cambios climáticos del pleistoceno. (C) Fotografías de flores de algunas especies
(de izquierda a derecha y de arriba a abajo): D. charidemi (SE España); D. hyssopifolius (Francia); D. zonatus (W Turquía); D. lusitanus (Es-
paña); D. brachyanthus (España); D. legionensis (España).
Figura 4. Las filogenias permiten reconstruir procesos evolutivos responsables de eventos poliploides. En la filogenia de las hiedras (gé-
nero Hedera) se pueden observar las relaciones de parentesco de sus 12 especies, que en su mayoría son diploides (2x) con 48 cromo-
somas (2n= 48). Se han descrito especies tetraploides (4x), hexaploides (6x) y octoploides (8x) que se habrían originado de manera in-
dependiente, es decir la poliploidía se habría originado varias veces a partir de diploides de distintos clados.(A) Filogenia de una publicación
de Vargas y colaboradores en la que se indica un clado principalmente diploide y otro poliploide, así como los niveles de ploidía (2x, 4x,
6x, 8x), la distribución de las especies (A, Asia; AM, Asia Menor; Af, África; M, Macaronesia; E, Europa) y el tipo de pelos foliares de cada
especie (Y, *, V). (B) Detalles fotográficos de los pelos foliares obtenidos por V. Valcárcel y colaboradores al microscopio electrónico
de barrido: de arriba abajo, ramificado (Y, tipo H. helix), escamoso (*, tipo H. maroccana) e intermedio (V, tipo H. hibernica). Este último
tipo y su ubicación en la filogenia ha permitido describir procesos de hibridación seguidos de poliploidía (alopoliploidía).
Pablo Vargas 123
Árbol de monocotiledóneas donde se muestran las relaciones filogenéticas de las familias más representativas. Las familias
se agrupan a su vez en órdenes. Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apo-
yados. El número en círculo verde indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y
las edades de los mismos. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Monocotiledóneas
Modesto Luceño y Santiago Martín Bravo
13
Resumen: Las monocotiledóneas constituyen uno de los principales linajes de las angiospermas. Este grupo monofilético está bien de-
limitado por una serie de caracteres morfológicos (un cotiledón, haces vasculares atactostélicos, ausencia de crecimiento secundario
típico) y moleculares (identificados con diversos marcadores plastidiales y, en menor medida, nucleares y mitocondriales). Lasrecien-
tes filogenias halladas a partir de secuencias nucleotídicas revelan importantes incongruencias con las clasificaciones anteriores a 1985,
año de publicación del exhaustivo estudio filogenético morfológico y taxonómico de Dahlgren y colaboradores. Estos autores, basán-
dose en caracteres fitoquímicos y morfológicos analizados con el método cladístico revolucionaron las clasificaciones anteriores. Un
buen ejemplo de ello es el concepto de la familia Liliaceae. Tanto los resultados de Dahlgren y colaboradores como los de las iloge- f
nias moleculares indican el carácter altamente heterogéneo de dicha familia, que quedaría reducida a unos 16 géneros, mientras que
los tratamientos clásicos admitían hasta 250 que ahora se distribuyen en otras familias. Una parte de estos 250 géneros se agrupan hoy
en el orden Asparagales, y los restantes en Liliales. Aunque aún sigue habiendo problemas para encuadrar algunos géneros (el ende-
mismo mediterráneo Aphyllantes es uno de ellos), se dispone ya de un esquema taxonómico de familia, y sobre todo de orden, razo-
nablemente coherente. En este capítulo se muestran las relaciones de parentesco de estos táxones. Los relojes moleculares indican
que las monocotiledóneas surgieron a comienzos del cretácico, hace aproximadamente 125 millones de años, mientras que los prime-
ros fósiles (polen excluido) datan del cretácico superior. Según se deduce de las reconstrucciones filogenéticas, el orden Acorales, con
su único género Acorus, constituye el grupo hermano del resto de las monocotiledóneas. Al igual que en la mayoría de las angiosper-
mas, en las monocotiledóneas son frecuentes los procesos de hibridación, poliploidías ydisploidías, si bien otros modos de evolu-
ción citogenética, como los derivados de la presencia de cromosomas holocéntricos (agmatoploidía y simploidía), parecen estar más
extendidos en este grupo. En este capítulo se exponen las principales líneas evolutivas y un esquema taxonómico de las monocotile-
dóneas, que cuentan con 12 órdenes y aproximadamente 80 familias, 2700 géneros y 55 000 especies.
Summary: Monocotyledons constitute one of the main angiosperm lineages. This natural group is well-defined by several
morphological (one cotyledon, atactostelic vascular system, lack of typical secondary growth, etc) and molecular characters (obtained
from numerous plastid and, to a lesser extent, nuclear and mitochondrial markers). Recent phylogenies based on DNA sequences
reveal important incongruences with traditional classifications previous to 1985, date of publication of the exhaustive phylogenetic
and taxonomic study of Dalghren and collaborators. These authors, who analyzed phytochemical and morphological characters with
cladistic methods, revolutionized classic taxonomic treatments. An illustrative example is the concept of Liliaceae family. Both
Dahlgren and collaborators. and molecular phylogenies point out the high heterogeneity of Liliaceae, which would be reduced to
some 16 genera, while classic treatments admitted as far as 250, some of which should be now included in order Asparagales and
the rest in Liliales. Despite problems in the systematic placement of some genera (like the Mediterranean endemic Aphyllanthes),
we have today at our disposal a reasonably solid taxonomic treatment at the familiar and especially ordinal level. Molecular clocks
indicate that monocotyledons arose at the beginning of Cretaceous, approximately 135 million years ago, although the first fossils
–excluding pollen– date back from half Cretaceous. As inferred from phylogenetic reconstructions, order Acorales, with the single
genus Acorus, constitutes the sister group to the rest of monocotyledons. As for the rest of angiosperm, hybridization, polyploidy
and disploidy are frecuent processes in monocotyledons, even though other cytogenetic evolutionary trends, like those derived from
the presence of holocentric chromosomes (agmatoploidy and simploidy), seem to be more common in this group. In the present
chapter we expose the main evolutionary lineages and a taxonomic outline of the monocotyledons, which are composed of 12 orders
and approximately 80 families, 2700 genera and 55 000 species.
L
as monocotiledóneas representan aproximadamente caracteres macro y micromorfológicos (Recuadro 1) y pre-
el 22% de las angiospermas y constituyen un linaje dominan en extensos ecosistemas, como las praderas y los
que apareció en las primeras etapas de la diversifica- humedales. Su importancia económica estriba principal-
ción de éstas. Están muy bien definidas por un conjunto de mente en sus usos alimenticios, aunque numerosas especies
125
126 Cap. 13, Monocotiledóneas
son medicinales y otras muchas se cultivan como ornamen- Características de sus genomas
tales. Desde su origen, hace unos 134 millones de años, se
han producido numerosos procesos de diferenciación que Los genes de las monocotilédoneas, como los del resto de
han conducido a la aparición, en linajes independientes, de las angiospermas, se heredan por vía biparental (genoma
muchas adaptaciones morfológicas y fisiológicas, entre las nuclear) o exclusivamente maternal (genomas plastidial y
que se cuentan el parasitismo (Burmmania, Triuris, ciertas mitocondrial). Para la mayoría de las reconstrucciones fi-
orquídeas), el carnivorismo (Brocchinia, Paepalanthus), los logéneticas de monocotiledóneas basadas en marcadores
metabolismos C4 y CAM (en ciertas gramíneas, bromeliá- moleculares se han usado principalmente regiones plasti-
ceas, ciperáceas, etc.), la anemofilia secundaria (ciperáceas, diales, dentro de las cuales han tenido mayor peso los genes
juncáceas, gramíneas, etc.), el porte arbóreo (palmeras,Pan- rbcL, atpB, matK y ndhF. Estos marcadores han demos-
danus, etc.) o sofisticadas formas florales ligadas a polini- trado ser efectivos para la resolución de relaciones filogené-
zadores muy específicos (por ejemplo en Ophrys; veáse el ticas en las categorías taxonómicas superiores (orden y
recuadro Mecanismos de polinización en orquídeas medite- familia). Más recientemente ha aumentado notablemente la
rráneas...). proporción de genoma plastidial muestreado, con lo que se
A pesar de que los primeros fósiles de órganos clara- ha extendido el número de pares de nucleótidos analizados
mente atribuibles a monocotiledóneas datan del periodo hasta cerca de 16 000. Por su parte, las únicas regiones nu-
de transición entre el cretácico superior e inferior (hace cleares empleadas con más o menos éxito han sido las pro-
unos 90 millones de años), los primeros registros de polen cedentes del DNA ribosómico (subunidades 18S y 26S).
fósil tienen una antigüedad de unos 125 millones de años. No obstante, con la utilización de estos marcadores por se-
Estos datos, junto con el espectacular avance de los estu- parado no se han conseguido ramas con fuertes apoyos, por
dios de filogenia molecular en los últimos 15 años, han lo que han debido combinarse con los plastidiales para
permitido tener una idea cada vez más coherente de la evo- incrementar la resolución. Los genes nucleares de copia
lución de las monocotiledóneas, así como datar con cierta simple, cuyo uso para filogenias moleculares de “dicotile-
aproximación las distintas etapas de su diversificación. dóneas” está en auge (aunque no exento de numerosos
Como consecuencia de todo ello, los esquemas taxonómi- problemas), apenas se han empleado en las monocotiledó-
cos actuales comienzan a ser razonablemente coherentes neas. Por último, y como dato novedoso en el campo de la
con los datos evolutivos (Tabla 1) y este hecho es lo que sistemática molecular de las angiospermas, hay que desta-
se pretende mostrar en este capítulo.
Recuadro 2. Las monocotiledóneas en cifras.
Tabla 1. Clasificación de 20 familias representativas de monocotiledóneas según tres tratamientos taxonómicos distintos. El
esquema seguido en este capítulo es el basado en las filogenias moleculares modernas (véase Árbol de Monocotiledóneas) y
aparece en la columna central (APG III). Obsérvense los cambios ordinales de muchas familias en los distintos tratamientos,
así como el carácter altamente polifilético de los esquemas clásicos (por ejemplo Liliaceae y Amaryllidaceae en Stebbins, 1974)
en comparación con el árbol de monocotiledóneas.
• El orden Asparagales incluye una buena parte de los gé- como Hyacinthaceae, Agavaceae y Aphyllanthaceae, aun-
neros que previamente se clasificaron dentro de la familia que esta última presenta ciertos problemas de ubicación.
Liliaceae, quizás el mayor cajón de sastre en la historia de Por otro lado, Alliaceae agruparía familias con inflores-
la taxonomía. Una de las conclusiones más patentes que se cencias umbeliformes, como Amaryllidaceae, Alliaceae
derivan de los estudios moleculares es la posición de las s.s. y Agapanthaceae. Por último, Xanthorrhoeaceae com-
orquídeas como grupo hermano del resto de las familias prendería, entre otras, las familias Asphodelaceae y He-
del orden. Por otra parte, el número de familias de Aspa- merocallidaceae. Es interesante destacar que el orden
ragales varía mucho según se adopte un criterio sintético Asparagales contiene una buena parte de las monocotile-
o analítico. El primero parece más aconsejable a la luz de dóneas arborescentes (Agave, Cordyline, Yucca, Dra-
los últimos trabajos moleculares, por lo que la tendencia caena y Aloe), cuyo porte consiguen gracias al
de la mayoría de los autores actuales es la de reunir algu- denominado ‘crecimiento secundario anómalo’ (véase el
nas de las familias del orden, que fueron aceptadas por apartado Evolución de los caracteres).
Dahlgren y colaboradores (1985) y APG I (1998), en un • El grupo hermano de Asparagales es un gran clado for-
concepto amplio (Tabla 1). Así, Asparagaceae sensu lato mado por las denominadas Commelinidae. En este caso,
incluiría familias que muestran inflorescencias racemosas los datos moleculares consolidan una agrupación admi-
Modesto Luceño y Santiago Martín Bravo 129
La familia de las orquídeas es la que cuenta con más especies (unas 20.000) entre todas las monocotiledóneas y la segunda
entre todas las angiospermas. Estas plantas han desarrollado complejos mecanismos orientados a asegurar la transmisión
de sus genes. Las estrategias polinizadoras abarcan recompensas que van, desde los clásicos ofrecimientos de néctar, hasta
las promesas de gratificantes placeres sexuales o de cobijo ante las inclemencias meteorológicas.
Las flores ‘abeja’ (especies del género Ophrys), que tiene su centro de diversidad en la cuenca mediterránea, muestran
uno de los más sorprendentes casos de evolución conjunta entre plantas y animales, y muestran uno de los más sofistica-
dos engaños que se pueden encontrar en la naturaleza. Las especies de este género, conocidas popularmente como ‘flo-
res abeja’ o ‘flores mosca’, han especializado sus formas florales transformando los tépalos internos (especialmente el
central o labelo) para imitar el cuerpo de las hembras de diferentes especies de insectos. Ello llamó poderosamente la aten-
ción de Darwin y otros naturalistas como Pouyanne, quien sugirió por primera vez que se trataba de una estrategia de estas
orquídeas para ser polinizadas por los machos de ciertas especies, especialmente machos de abejas, avispas y abejorros. A
este mecanismo de polinización el autor francés le dio el nombre de ‘pseudocopulación’. Los machos de estas especies sur-
gen en primavera aproximadamente un mes antes que las hembras, por lo que son fácilmente engañadas por estas flores.
Hace tiempo que fue demostrado que el mecanismo de seducción no se limita a los estímulos visuales, sino que los ma-
chos son también atraídos por las sensaciones táctiles que les proporcionan los pelos o las pequeñas protuberancias de las
flores, una vez que se posan en ellas, y por las olfativas, mediante la secreción de sustancias que emiten olores similares a
los de las feromonas que producen las hembras de la especie. Recientemente se han aislado algunos de estos perfumes amo-
rosos en la mediterránea O. speculum (Foto A), que únicamente recibe visitas de los machos de la avispa Campsoscolia ci-
liata. Las flores producen entre 100 y 150 compuestos volátiles distintos, de los cuales sólo una decena generan estímulos
nerviosos en las antenas de los machos que les inducen a iniciar las maniobras de copulación. Es por tanto, una explosiva
combinación de encantos carnales la que seduce a los necesitados machos, quienes, al descubrir el engaño, agitan nervio-
samente las alas e incluso golpean con el cuerpo el labelo de la flor. El engaño funciona una y otra vez sobre el incauto in-
secto que se lleva los paquetes de polen (polinios) en su cuerpo, de manera que el insecto traslada el polen de una flor de
una orquídea a otra de la misma especie.
En la mayoría de los casos, existe una elevada especificidad de una determinada especie deOphrys por su correspondiente
insecto, de manera que la frecuencia de híbridos naturales entre las especies de este género es muy baja, lo que les ayuda
a mantenerse evolutivamente aisladas.
A B C D E F
Flores ‘abeja’ de A. Ophrys speculum, B. Ophrys bombyliflora, C. Ophrys apifera, D. Ophrys scolopax, E. Ophrys fusca, F. Ophrys
tenthredinifera.
tida históricamente. Aunque todos los órdenes están bien arborescente, cuyo desarrollo leñoso es el resultado de un
apoyados, la posición relativa de Dasypogonales y Are- ‘gigantismo primario’ (numerosas pandanales) o del lla-
cales permanece aún incierta. En contrapartida, Zingibe- mado crecimiento secundario anómalo (algunas especies
rales y Commelinales son claramente grupos hermanos. de Dioscorea), muy distinto del crecimiento secundario
• El orden Liliales aparece como hermano del gran clado típico de las “dicotiledóneas” (véase el apartado Evolu-
formado por Asparagales y Commelinidae, y está cons- ción de los caracteres). Uno de los aspectos dignos de re-
tituido por un grupo de familias cuyo posicionamiento saltar en el orden Dioscoreales es la inclusión en él del
es aún incierto, si bien algunos resultados ya son bas- género Narthecium (Nartheciaceae), que las filogenias ba-
tante coherentes, por ejemplo la agrupación de las fami- sadas exclusivamente en caracteres morfológicos situaban
lias Luzuriagaceae y Alstroemeriaceae en un clado en lugares tan dispares como Melanthiaceae.
hermano de Colchicaceae. Como puede deducirse de lo expuesto, el conocimiento
• El grupo hermano del clado formado por el orden Liliales filogenético de las monocotiledóneas es bastante amplio y,
y el conjunto de las Asparagales-Commelinidae está for- aunque en muchos casos hay importantes congruencias con
mado por los órdenes hermanos Pandanales y Dioscorea- los resultados de la ‘era presecuenciación’, en otros muchos
les. Estos órdenes contienen numerosas especies de porte han aparecido disensiones importantes que se deben en gran
130 Cap. 13, Monocotiledóneas
medida a las apariciones y desapariciones recurrentes de mayoría de las monocotiledóneas sean plantas herbáceas.
una gran cantidad de caracteres morfológicos. No obstante, Sin embargo, a lo largo de la evolución de este grupo han
aún queda un largo camino hasta ubicar definitivamente al- aparecido formas arborescentes con tejidos lignificados.
gunas familias, así como para poder resolver las relaciones Esta lignificación tiene lugar por dos mecanismos com-
entre géneros en el seno de buena parte de ellas. pletamente diferentes entre sí y, desde luego, distintos del
crecimiento secundario típico de las “dicotiledóneas”. El
primero de estos dos procesos, conocido como ‘gigan-
Evolución de los caracteres
tismo primario’, consiste en el reforzamiento de las pare-
Como ya se dijo, la edad estimada por los relojes molecu- des celulares con lignina, lo que permite un desarrollo
lares para el origen de las monocotiledóneas es de unos 134 notable de la planta para formar las que se han denomi-
millones de años, algo anterior al primer registro fósil de nado ‘hierbas sobrecrecidas’, con tallos primariamente le-
polen de este grupo, que data del cretácico inferior (c. 125 ñosos. Este mecanismo de lignificación ocurre al menos
millones de años). Sin embargo, los primeros macrofósiles en tres linajes independientes: palmeras, bananeras y pan-
(palmeras, aráceas, triuridáceas y zingiberáceas) datan del danales. El segundo mecanismo, conocido como ‘creci-
cretácico superior. La ausencia de macrofósiles en el cretá- miento secundario anómalo’, consiste en el desarrollo de
cico inferior se ha explicado por la mala conservación de un cambium con crecimiento unifacial, es decir, que sólo
los tejidos blandos típicos del probable carácter herbáceo genera xilema secundario unidireccionalmente. Como di-
de las monocotiledóneas primitivas. En cualquier caso, jimos, este último proceso es el que se observa en las As-
tanto los datos fósiles como los relojes moleculares pare- paragales leñosas y en algunas especies de Dioscorea.
cen indicar que la gran diversificación de las monocotiledó- Otro carácter que, aunque poco común en las monoco-
neas se produjo en aquel periodo. tiledóneas, ha surgido varias veces a lo largo de la evolu-
Como ya se ha dicho, Acorales, a pesar de ser el ción, es la nerviación reticulada de las hojas. Se cree que
grupo hermano del resto de las monocotiledóneas, pre- las numerosas adaptaciones independientes al medio fo-
senta numerosos caracteres propios (autoapomorfías) que restal han conducido a la aparición de nerviación reticu-
no apoyan la hipótesis de que las monocotiledóneas pri- lada en 26 linajes distintos. Lo mismo se puede decir de
mitivas hubieran tenido formas similares a las especies los frutos carnosos, que han surgido al menos en 22 oca-
actuales de Acorus. La mayoría de los autores defienden siones y también en estrecha relación con la adaptación a
que las monocotiledóneas vivas más parecidas a las pri- ecosistemas forestales.
mitivas hay que buscarlas en el orden Alismatales. Pro- La anemofilia ha aparecido también en varias ocasio-
bablemente, las primeras monocotiledóneas debían ser nes, aunque con un éxito generalizado en ciertos linajes
plantas herbáceas, acuáticas, con flores trímeras de pe- (por ejemplo en el orden Poales). Esto también es válido
rianto muy desarrollado, entomófilas, con polen mono- para la zigomorfía floral, generalizada en ciertos grupos
colpado, haces vasculares atactostélicos y, quizás, como las orquídeas.
ovario apocárpico. El parasitismo se ha originado también en linajes muy
Una de las sinapomorfías más significativas de las mo- diferentes, como en las orquídeas, Burmanniaceae y Triu-
nocotiledóneas es la disposición atactostélica de los haces ridaceae, en este último grupo muy tempranamente.
vasculares, lo que impide el crecimiento secundario bifa- Aunque la trimería floral fue considerada una carac-
cial típico de las “dicotiledóneas” y hace que la inmensa terística única (sinapomorfía) de las monocotiledóneas, ac-
tualmente se cree que es un carácter anterior a la formación
de este grupo (de hecho está presente en numerosas “dico-
tiledóneas” basales). Además, en el recorrido evolutivo de
las monocotiledóneas este carácter se ha perdido en no
pocos linajes independientes (Paris, Potamogeton, etc.).
Otras importantes características, como los metabolis-
mos CAM y C4 o la dioecia, han aparecido en numerosí-
simas ocasiones.
Tendencias evolutivas
Entre las tendencias evolutivas de las angiospermas (véase
el Cap. 12, Angiospermas) se citan dos mecanismos funda-
mentales y muchas veces ligados entre sí: la hibridación y
la poliploidía. La hibridación está ampliamente extendida
entre las monocotiledóneas, y son bien conocidos los com-
Figura 1. Cromosomas durante la metafase I de la meiosis de plejos híbridos en linajes filogenéticamente tan alejados
Carex fischeri (Cyperaceae), una especie con cromosomas holo- como Iris y Carex. Por otra parte, el 70% de las angiosper-
céntricos. Obsérvense 36 bivalentes. mas son poliploides y, aunque algunas estimaciones seña-
Modesto Luceño y Santiago Martín Bravo 131
lan que este fenómeno es más común entre las monocoti- mero de cromosomas por sucesivo incremento en el nivel
ledóneas, el elevado número de especies de las cuales no se de ploidía hace inviables los núcleos celulares. Un fenó-
conoce siquiera el número cromosomático hace que dicha meno citogenético repartido en grupos dispares de seres
estimación deba tomarse con cautela. Alternativamente, vivos (desde algunos lepidópteros y escorpiones hasta cier-
cada vez adquiere mayor solidez la hipótesis de la actua- tos grupos de plantas, como Drosera, Carex, Cuscuta y Lu-
ción de procesos de diploidización cuando el elevado nú- zula) es la presencia de cromosomas holocéntricos (véase
CYPERACEAE
Poaceae, y la séptima si se considera Dulicheae
el conjunto de las angiospermas. Scirpeae (parte)
Cyperoideae
Scirpeae (parte) [foto B]
Desde hace tiempo se considera que Cariceae [foto C,D]
las ciperáceas son un grupo monofi- Rynchosporeae [foto E]
Chryptangieae
lético morfológicamente bien defi- Bisboeckelereae
nido. Aunque sus especies pueden Sclerieae
Schoeneae (parte)
ocupar prácticamente cualquier tipo Schoeneae (parte)
Trilepideae
de hábitat, desde el punto de vista Chrysitricheae
ecológico predominan, con mucho, Hypolytreae [foto F] Mapaniodeae
A B C D E F
Diversidad en el árbol de las Ciperáceas: Foto A. Cyperus sphaerocephalus (Cypereae); Foto B. Eriophorum latifolium (Scirpeae); Foto C. Ca-
rex lainzii (Cariceae); Foto D. Schoenoxiphium rufum (Cariceae); Foto E. Rhynchospora rigida (Rhynchosporeae); Foto F. Mapania sylvatica
(Hypolytreae).
Figura 1), caracterizados por poseer numerosos puntos de distribuidas principalmente por las regiones templadas (por
unión al huso acromático (placas cinetocóricas) repartidos ejemplo Poaceae), mientras que otras presentan mayor di-
a lo largo de toda la longitud del cromosoma. Esta peculia- versidad en las regiones intertropicales (Araceae, Areca-
ridad permite que los productos de fisión o fusión de los ceae, Bromeliaceae, Orchidaceae). Las monocotiledóneas
cromosomas sean viables, y que se generen, como conse- dominan ciertos hábitats, como praderas, sabanas, turbe-
cuencia, series de números cromosomáticos. Los procesos ras y humedales. Se ha dicho que las gramíneas suponen
de formación de dichas series se denominan, respectiva- aproximadamente el 25% de la biomasa vegetal terrestre.
mente, agmatoploidía (por fisión) y simploidía (por fu- Diversas investigaciones recientes han intentado es-
sión). Una de las razones de la importancia evolutiva de clarecer el origen geográfico de algunos grupos importan-
estos procesos estriba en la modificación de los grupos de tes de monocotiledóneas. Según estas investigaciones, el
ligamiento génico. Se sabe que este carácter ha surgido, de orden Liliales habría surgido en el cretácico inferior (>100
forma independiente, al menos dos veces en las monocoti- millones de años) y los linajes actualmente existentes ha-
ledóneas: por una parte, dentro del orden Poales, el centró- brían divergido en el cretácico superior (c. 82 millones de
mero difuso (con centrómeros a lo largo del cromosoma) es años). Aunque la distribución ancestral del orden es in-
una sinapomorfía del linaje formado por juncáceas, turniá- cierta, parece que las primitivas Liliales habrían existido
ceas y ciperáceas, que agrupa cerca de 6000 especies; por cuando América del Sur y África estaban unidas a Aus-
otra, se conocen también especies con este tipo de cromo- tralia a través de la Antártida durante el cretácico (Gond-
somas en la familia Melanthiaceae (Chionographis), del wana). La posterior separación de los distintos continentes
orden Liliales, aunque, como ocurre con las “dicotiledó- y la consecuente vicarianza son congruentes con la distri-
neas” droseráceas o cuscutáceas, este tipo de cromosomas bución intercontinental en el hemisferio sur de muchas fa-
los poseen únicamente algunas especies de la familia. Por milias de Liliales.
otra parte, se sabe desde hace tiempo que las especies bul- Por su parte, el origen del orden Poales se remonta al
bosas presentan los genomas de mayor tamaño entre las menos al cretácico inferior (hace unos 115 millones de
angiospermas (sobre todo los del género Fritillaria), lo que años), y podría haber tenido lugar en Sudamérica. Esta hi-
podría explicar el sentido de su floración precoz (a comien- pótesis está apoyada por el hecho de que las familias
zos de la estación favorable), dado que debido a los prolon- situadas en posiciones basales dentro del orden, como
gados ciclos mitóticos se necesita bastante tiempo (el resto Bromeliaceae o Rapataceae, están casi exclusivamente
de la estación favorable) para la formación de los órganos distribuidas en el nuevo mundo y muestran su mayor di-
(hipótesis nucleotípica). Otra curiosidad citogenética, no versidad en Sudamérica. Curiosamente, ambas familias
comprendida hasta el día de hoy, es la abundancia de cario- cuentan con una sola especie nativa en África, suponiendo
tipos bimodales (presencia de sólo dos tipos de cromoso- ambos casos ejemplos de dispersión a larga distancia. La
mas: pequeños y grandes) entre las monocotiledóneas, en excepción es Typhaceae, familia prácticamente cosmopo-
contraste con su rareza en las “dicotiledóneas”. lita, compuesta por plantas acuáticas de fácil dispersión,
por lo que no es adecuada para explicar distribuciones an-
cestrales. Los dos principales linajes del orden, el grami-
Biogeografía y biodiversidad
noide y el ciperoide, podrían haber surgido en Australia y
Las monocotiledóneas tienen una distribución cosmopo- en Sudamérica o África, respectivamente.
lita, con representantes desde los trópicos hasta las regio- La familia Orchidaceae ha sido objeto de notable con-
nes polares. Algunas de las mayores familias están troversia en cuanto a su origen y diversificación. Ciertos ca-
Modesto Luceño y Santiago Martín Bravo 133
racteres aparentemente derivados, como mecanismos de po- cidad de dicha asociación es el principal mecanismo de ais-
linización muy especializados, abundancia de especies epí- lamiento reproductivo entre las orquídeas. En el género
fitas y el escasísimo registro fósil, han sido citados como Ophrys se ha postulado que la composición química que
indicios de que las orquídeas son un grupo relativamente determina el olor floral puede ser un elemento importante en
reciente. Por el contrario, su distribución cosmopolita y su la especiación, ya que distintos olores atraen a distintos po-
posición fuertemente apoyada en las filogenias molecula- linizadores y, como consecuencia, dan lugar a aislamiento
res más actuales como hermana del resto del orden Aspara- reproductivo. Sin embargo, el hecho de que la hibridación
gales parecen indicar lo contrario; contradicción que se sea un fenómeno frecuente y bien documentado en muchas
acentúa considerando los resultados de los relojes molecu- orquídeas ha llevado a cuestionar en ciertos casos la efica-
lares, que han obtenido estimaciones tan dispares como 26 cia de la presunta especialización de la asociación con el
o 110 millones de años. No obstante, investigaciones muy polinizador. Recientemente se ha comprobado que la dife-
recientes, basadas en el descubrimiento del polinario fósil renciación cariotípica entre orquídeas también puede des-
más antiguo inequívocamente atribuible a orquídeas (mio- empeñar un papel importante como mecanismo de
ceno, 15-20 millones de años), han estimado que el antepa- aislamiento reproductivo.
sado común de las orquídeas se remonta, por lo menos, al Un último ejemplo curioso es el de especiación de mo-
cretácico superior (76-84 millones de años). Los cinco lina- nocotiledóneas asociado a coevolución con aves. El dimor-
jes principales correspondientes a las subfamilias ya habrían fismo sexual de Eulampis jugularis, un colibrí del Caribe,
existido antes del final del cretácico (65 millones de años), ha influido de modo decisivo en la diversificación de dos es-
y su diversificación se habría producido a principios del ter- pecies del género Heliconia. Una de ellas ha adaptado sus
ciario. Ello iría en contra de las teorías que presentan a las flores al pico de los machos, corto y apenas curvado, mien-
orquídeas como un grupo de aparición más reciente. Ade- tras que la otra sólo puede ser polinizada por las hembras,
más, la hipótesis de su mayor antigüedad es más congruente que poseen un pico largo y curvado.
con las disyunciones pantropicales observadas en la distri-
bución de las subfamilias.
Principales cuestiones pendientes
Diferenciación y especiación • ¿Podría el uso de marcadores moleculares mitocondria-
les y nucleares de copia simple adicionales confirmar o
Como ya se dijo en el Capítulo 12 (Angiospermas), el tipo alterar la topología de la reconstrucción filogénetica de
de especiación más común es alopátrida; la especiación las monocotiledóneas?
simpátrida, aunque existente, está peor documentada. Se • ¿Es la extremada especialización flor-polinizador un fac-
ha demostrado, mediante estudios filogenéticos y datacio- tor determinante de la enorme biodiversidad de algunas
nes moleculares, el origen simpátrido de dos especies de familias como las orquídeas?
palmera (género Howea: H. forsteriana y H. belmoreana) • ¿Son los cariotipos bimodales de las monocotiledóneas
en la pequeña y remota isla subtropical de Lord Howe, si- meros estados evolutivos intermedios?
tuada 580 kilómetros al este de Australia. Ambas se origi- • ¿Son esperables grandes modificaciones en la ubicación
naron posteriormente a la formación de la isla filogenética de las monocotiledóneas aclorofílicas (Bur-
(6,9 millones de años) y su divergencia parece deberse a mannia, Triuris), una vez disponibles los marcadores
una disyunción en el periodo de floración que está aso- adecuados, dada la ausencia o la alta divergencia de los
ciada al diferente sustrato sobre el que crecen. Las dos es- marcadores plastidiales?
pecies son diploides, por lo que la especiación simpátrida
por poliploidía quedaría descartada. Sin embargo, este es-
tudio todavía es congruente con hipótesis alternativas, por Bibliografía básica
lo que ha sido fuertemente criticado. – APG III. 2009. An update of the angiosperm phylogeny group classi-
Otro ejemplo de especiación ecológica relacionada con fication for the orders and families of flowering plants. Botanical Jour-
el sustrato se encuentra en Carex curvula, una especie que nal of the Linnean Society 161: 105-121.
habita las cumbres de las altas montañas europeas. Se ha – Chase MW, et al. 2007. Multigene analyses of monocot relationships:
a summary. Aliso 22:63-75.
demostrado una fuerte correlación entre la variación eco-
lógica y la diferenciación genética en esta planta alpina. – Dahlgren RMT, Clifford HT, Yeo PF. 1985. The families of the mono-
cotyledons. Structure, evolution and taxonomy. Berlin, Heidelberg,
La extraordinaria diversidad floral y de sistemas de po- New York, Tokyo: Springer-Verlag.
linización existente en las orquídeas es indicativa de la gran
– Graham SW, et al. 2007. Robust inference of monocot deep phylogeny
importancia de la asociación planta-polinizador para la evo- using an expanded multigene plastid data set. Aliso 22:3-21.
lución y la especiación en esta familia (véase el recuadro – Muasya, AM., et al. 2009. Phylogeny of Cyperaceae based on DNA se-
Mecanismos de polinización en orquídeas mediterrá- quence data: current progress and future prospects. Botanical Review
neas...). Generalmente se ha propuesto que la alta especifi- 75: 2-21.
1
Dipsacales (madreselvas, saucos)
Paracryphiales
Apiales (zanahoria, ginseng)
Brunniales
c.100 Ma Escalloniales (chachacomos, valdivias) 2
Asterales (girasoles, margaritas) 1
Aquifoliales (acebos, yerba mate)
Gentianales (cafetos, quinos)
Solanales (tomateras, cantutas)
Boraginaceae (viboreras, muyuyos) 3
Lamiales (olivos, Antirrhinum) 2
Vahliaceae
Oncothecaceae
c.107 Ma
Icacinaceae 4
Garryales (zapotillos, ovitanos)
Ericales (brezos, primaveras)
Cornales (cornejos, hortensias)
Caryophyllales (claveles, cactos) 3
Berberidopsidales (michays, voquis) 5
Santalales (sándalos, muérdagos)
Dilleniales (bejucos tome, bejucos de agua)
Malvales (jaras, algodones)
Brassicales (coles, Arabidopsis) 4
6
Huerteales
Sapindales (cítricos, pistachos)
Picramniaceae (agueditas)
Crossosomatales (palos verdes)
Myrtales (eucaliptos, guayabos) 7
Geraniales (ñames, capuchinas)
Fagales (encinos, hayas)
Cucurbitales (pepinos, calabazas)
Rosales (olmos, moreras) 5
8
Fabales (guisantes, fréjoles)
c.115 Ma
Malpighiales (violetas, sauces)
Oxalidales (vinagrillos, carambolos)
Celastrales (maitenes, boneteros)
Zygophyllales (abrojos, guayacanes) 9
Vitales (vides)
Saxifragales (grosellas, peonías) 6
Gunnerales (pangue, ruibarbo gigante) 7
Buxales (bojes) 8
10
Trochodendrales
12
Proteales (flores de loto, plátanos) 9
c.125 Ma
Sabiales
Ranunculales (amapolas, calafates) 10
Árbol de Eudicotiledóneas donde se muestran las relaciones filogenéticas de 37 de sus órdenes taxonómicos más importan-
tes. Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo
verde indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las
fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Eudicotiledóneas
Susana Magallón y Pablo Vargas
14
Resumen: Las filogenias derivadas de caracteres morfológicos, así como de secuencias de DNA, han reconocido un grupo
dentro de las angiospermas (plantas con flores) que incluye a todas las especies que desarrollan granos de polen con tres aber-
turas longitudinales (polen tricolpado). Este grupo, denominado eudicotiledóneas (Eudicotyledoneae), incluye aproximadamente
198 000 especies distribuidas en unos 10 400 géneros, 336 familias y 51 órdenes, que representan más del 73% de la riqueza
viviente de las angiospermas. Las eudicotiledóneas forman un grupo monofilético fuertemente apoyado en todas las recons-
trucciones filogenéticas. Análisis recientes sugieren que sus parientes más cercanos son los Ceratophyllales (un pequeño grupo
de plantas acuáticas) y las monocotiledóneas. El árbol de eudicotiledóneas muestra seis linajes tempranamente divergentes y
un clado principal, llamado Pentapetalae, que incluye a la gran mayoría de las especies. A su vez, el amplio grupo Pentapetalae
se compone de ocho linajes con relaciones de parentesco aún no descifradas con absoluta certeza. La mayoría de los miem-
bros de Pentapetalae poseen un plan de estructura floral caracterizado por un perianto conformado por cáliz y corola (bipar-
tito), y un número más o menos fijo de piezas en cada verticilo: cinco en el perianto, cinco en el androceo y dos (en ocasio-
nes tres) en el gineceo. Los estudios filogenéticos de genes neutrales y reguladores han documentado un alto número de
duplicaciones génicas aparentemente asociadas a Pentapetalae, y posiblemente una temprana duplicación completa del genoma.
Entre los genes duplicados se cuentan los de la familia MADS-box, que regulan una diversidad de funciones importantes y que
posiblemente estuvieron muy involucrados en la evolución del perianto bipartito. El registro fósil y las estimaciones del reloj
molecular señalan que la diversificación de las eudicotiledóneas se inició en el cretácico temprano (barremiano-aptiano, hace
125 millones de años), mientras que la amplia diversificación de Pentapetalae se habría iniciado en el cenomaniano (cretácico
tardío, 100-93,5 millones de años).
Summary: Phylogenies derived from morphological characters and from DNA sequence data have consistently recognized a
clade within angiosperms that includes all species with pollen grains showing three longitudinal apertures (tricolpate pollen). This
group, named the eudicots (Eudicotyledoneae), comprises approximately 198,000 species distributed in 10,400 genera, 336
families and 51 orders, corresponding to over 73% of living angiosperm species. Eudicots are strongly supported as a monophyletic
group, and recent studies suggest that Ceratophyllales (a small group of aquatic plants) and monocots are their closest relatives.
Eudicots consists of six early diverging lineages and a large core clade named Pentapetalae, which includes the vast majority of
species. Members of Pentapetalae are distributed in eight distinct lineages, but relationships among them have not been securely
resolved. Most members of Pentapetalae display a floral structural plan characterized by a bipartite perianth formed by calyx
and corolla, and (usually) a fixed number of organs in each whorl: five in the perianth and androecium, and two (or three) in the
gynoecium. Phylogenetic studies of neutral and regulatory genes have documented numerous duplications possibly associated
with Pentapetalae, and possibly, a whole-genome duplication in early times. Among duplicated genes are members of the MADS-
box family, which regulate various key functions, and were probably involved in the evolution of the bipartite perianth. The fossil
record and molecular clock estimates indicate that the onset of eudicot diversification took place during the Early Cretaceous
(Barremian-Aptian, 125 million years before the present), and the diversification of Pentapetalae in the Cenomanian (Late
Cretaceous, 100-93.5 million years).
L
as eudicotiledóneas constituyen un grupo monofi- moleculares, tanto del genoma plastidial como del nuclear.
lético que incluye más del 73% de las angiospermas Las eudicotiledóneas se caracterizan inequívocamente por
(plantas con flores) vivientes. El reconocimiento la presencia de anteras que desarrollan granos de polen
inicial de las eudicotiledóneas se produjo en un estudio con tres aberturas longitudinales (polen tricolpado) (Fig.
filogenético morfológico entre táxones superiores de an- 1), o derivados de esta condición. El polen tricolpado
giospermas, y su existencia ha sido varias veces confir- evolucionó en el linaje del cual derivaron todas las eudi-
mada y sólidamente apoyada en estudios filogenéticos cotiledóneas vivientes, y representa un caso singular
135
136 Cap. 14, Eudicotiledóneas
Tabla 1. Distribución de las subclases taxonómicas de Takhtajan (1997) en los clados de eudicotiledóneas.
Subclase Algunos ejemplos de miembros de la subclase Clados de las subclases de eudicotiledóneas
Nelumbonidae Loto sagrado Proteales
Ranunculidae Ranúnculo, opio Ranunculales
Caryophyllidae Espinacas, amaranto, remolacha, cactos Caryophyllales
Hamamelididae Hayas, encinos Ranunculales, Trochodendrales, Buxales, Gunnerales y Rósidas
(Rosales, Fagales)
Dilleniidae Sauces, plantas carnívoras, violetas, begonias, Dilleniales, Rósidas (Malpighiales, Cucurbitales, Rosales, Brassicales,
euforbias, olmos Malvales) y Astéridas (Ericales)
Rosidae Saxífragas, rosales, eucaliptos, leguminosas, naranjos, Proteales, Gunnerales, Saxifragales, Vitales, Rósidas (Zygophyllales,
mirra, geranios, muérdago, vid Celastrales, Malpighiales, Fabales, Rosales, Geraniales, Crossosoma-
tales, Sapindales) y Astéridas (Ericales, Aquifoliales)
Cornidae Hidrángeas, zanahoria, viburno, valeriana Astéridas (Cornales, Ericales, Garryales, Apiales, Dipsacales)
Asteridae Girasol, lobelia Astéridas (Asterales)
Lamiidae Genciana, papas, café, hierbabuena, acanto Astéridas (Cornales, Ericales, Gentianales, Lamiales, Solanales)
Susana Magallón y Pablo Vargas 137
Actinomorfía: Propiedad de las flores de tener dos o más • Número de especies: aproximadamente 198 000
planos de simetría (regular, simetría radial).
• Número de géneros: aproximadamente 10 400
Androceo: Conjunto de órganos reproductivos masculi-
• Número de familias: 334
nos (formadores del polen) en una flor.
Antera: Parte del estambre que porta los sacos polínicos. • Géneros con mayor número de especies: Senecio
(1250 especies; Asteraceae) y Astragalus (1000 espe-
Colpo: Abertura en la pared externa de un grano de polen,
cies; Fabaceae).
orientada como si fuera un meridiano. En las eudicotiledó-
neas usualmente hay tres colpos en cada grano de polen. • Familias con mayor número de especies: Asteraceae
Eudicotiledónea: Miembro de un grupo monofilético de
(23 600 especies), Fabaceae (19 400 especies) y Rubia-
las angiospermas que se caracteriza morfológicamente por ceae (11 150 especies).
la presencia de polen tricolpado, o derivado de esta con- • Fósiles más antiguos: granos de polen tricolpados del
dición. barremiano-aptiano (cretácico temprano).
Gineceo: Conjunto de órganos reproductivos femeninos • Edad según el reloj molecular: 144-147 millones de
(carpelos) de una flor. años; 125 millones de años; 80-90 millones de años).
Hábito: Aspecto general de la parte vegetativa de una
planta.
MADS-box: Motivo conservado de aproximadamente en Pentapetalae, posiblemente tras sufrir un evento de du-
168 a 180 pares de bases que se encuentra en una familia plicación total del genoma.
de factores de transcripción implicados en la fisiología de Entre los genes duplicados en Pentapetalae se cuentan
eucariotas. los de la familia MADS-box, que regulan una diversidad
Meristemo: Tejido de crecimiento con células que tiene de funciones claves, como es el desarrollo floral. Los es-
una activa división celular, además de sus precursores y tudios filogenéticos y funcionales de los genes MADS-
sus derivados. box en las angiospermas sugieren que sus duplicaciones
Patrón merístico: Número de órganos en cada verticilo han ido seguidas de divergencias y diferentes grados de
floral. selección positiva, que han conferido nuevas funciones a
Pelórica: ‘Monstruosidad’ que consiste en una inusual los linajes resultantes. Al poseer dos copias de un mismo
irregularidad en la forma de una flor que normalmente es gen, una puede ser liberada de las restricciones impuestas
regular. por la selección natural y adquirir funciones enteramente
Pentámero: Presencia de cinco órganos en un verticilio nuevas. Alternativamente, las funciones del gen original
floral. pueden distribuirse en las copias duplicadas. La adquisi-
Perianto bipartito: Perianto conformado estrictamente ción de nuevas funciones como resultado de la duplica-
por dos verticilos florales: el cáliz y la corola. ción de genes reguladores aparentemente ha desempeñado
Polen tricolpado: Polen con tres aberturas externas lon- un papel determinante en la evolución y la diversificación
gitudinales dispuestas paralelamente al eje polar de cada de Pentapetalae.
grano. Los estudios funcionales de los linajes de genes regu-
Polen tricolporado: Polen tricolpado que en cada aber- ladores en Pentapetalae señalan una variedad de mecanis-
tura longitudinal tiene a su vez otra abertura circular interna. mos mediante los cuales los genes duplicados confieren
Síndrome floral: Conjunto de caracteres de las flores nuevas formas, estructuras y funciones fenotípicas. Por
destinados a atraer a un tipo particular de polinizador. ejemplo, las copias parálogas del linaje SEPALLATA es-
Verticilo: Cada uno de los círculos concéntricos que pecifican funciones diferentes, como la identidad de los
constituyen el nivel de inserción de los órganos florales. meristemos florales, la regulación del desarrollo de la in-
Zigomorfía: Propiedad de las flores de tener un solo
florescencia o la maduración del fruto, en numerosas es-
plano de simetría. pecies. Los miembros del linaje AGAMOUS (AG) han
intercambiado funciones o se han diferenciado para adqui-
rir nuevos papeles, por ejemplo la especificación de iden-
tidad de los estambres o carpelos es llevada a cabo por una
Características de sus genomas u otra de las copias parálogas en diferentes especies.
Antes de que las angiospermas evolucionaran ocurrieron Tres linajes génicos estrechamente relacionados con el
numerosos eventos de duplicación de genomas comple- desarrollo floral, APETALA1 (AP1), APETALA3 (AP3)
tos, así como de genes reguladores, y también en muchos y AG, muestran duplicaciones asociadas al origen y la di-
de los linajes que las conforman. Aunque en la rama de la versificación temprana de Pentapetalae. El linaje AP1 re-
cual evolucionaron las eudicotiledóneas se han documen- sultó de una duplicación posiblemente anterior al origen
tado pocos eventos de duplicación génica, en las Ranun- de las angiospermas, y su linaje parálogo incluye al gen
culales ocurrieron numerosas duplicaciones, y sobre todo FRUITFULL (FUL). La historia evolutiva del linaje
138 Cap. 14, Eudicotiledóneas
• El linaje más ancestral de las eudicotiledóneas es Ra- culales), y varios linajes de Pentapetalae, el polen tri-
nunculales, que corresponde aproximadamente a la colpado ancestral evolucionó independientemente
subclase “Ranunculidae” de Takhtajan. Las Ranuncu- hacia tipos de polen con características más complejas.
lales tienen distribución mundial, diversas formas ve- • La evolución de una organización floral compleja y es-
getativas y reproductivas y más de 4000 especies. table, formada por cáliz y corola (perianto bipartito), y
• Los linajes que divergen a continuación son grupos in- un número fijo de órganos en cada verticilo del pe-
dependientes pertenecientes a cinco órdenes taxonómi- rianto, el androceo (generalmente con cinco) y el gine-
cos que aparecen de forma más o menos escalonada: ceo (generalmente con dos o tres), representó una
Proteales-Sabiales, después Trochodendrales, Buxales innovación estructural fundamental que posibilitó la
y Gunnerales. elaboración subsecuente en la forma, la disposición y
• La mayor parte de las eudicotiledóneas pertenecen al la asociación de los órganos florales. La presencia de
clado Pentapetalae, que incluye a casi todos los miem- flores con cáliz y corola de cinco piezas (pentámeras)
bros de las subclases taxonómicas Caryophyllidae, Ha- caracteriza al clado Pentapetalae (Fig. 2). Sin embargo,
mamelididae, Dilleniidae, Rosidae, Cornidae, Asteridae se desconoce precisamente en qué rama o ramas del
y Lamiidae (sensu Takhtajan). árbol filogenético ocurrió la evolución de este plan es-
tructural floral, así como la secuencia de aparición de
• Las subclases “Ranunculidae” y “Caryophyllidae”
sus componentes.
están básicamente formadas por uno de los grandes cla-
dos de eudicotiledóneas: Ranunculales y Caryophylla- • La fijación del nitrógeno mediante la asociación con
les, respectivamente. Sin embargo, estas subclases no simbiontes alojados en las raíces es un atributo que
son monofiléticas, pues contienen miembros de otras evolucionó de forma significativa en un clado confor-
subclases taxonómicas. Hay una correspondencia sus- mado por Fabales, Rosales, Cucurbitales y Fagales
tancial entre la diversidad de la subclase “Asteridae” y (véase Árbol de Eudicotiledóneas), que es pertene-
la del clado Asterales. Los miembros de la subclase ciente a las Fábidas (Rosidae sensu Cantino). Los
“Lamiidae” pertenecen en su mayoría al clado Lamia- miembros de Fabaceae (leguminosas) forman asocia-
les, pero algunos se encuentran distribuidos en otros ciones con bacterias gramnegativas de Rhizobium y gé-
clados como el de Gentianidae. Las subclases “Hama- neros afines, mientras que el resto de las familias se
melididae”, “Dilleniidae” y “Rosidae”, tal como las de- asocian generalmente con bacterias miceliales gram-
fine Takhtajan, carecen de correspondencia alguna con positivas pertenecientes a Frankia.
la circunscripción filogenética. Sus miembros están • La síntesis química de glucosinolatos que contienen
ampliamente dispersos en numerosos linajes tanto de azufre, cuyos productos dan el sabor característico a la
eudicotiledóneas tempranamente divergentes como de mostaza, los rábanos y las alcaparras, caracteriza a los
Pentapetalae (Tabla 1). miembros de Brassicales (Málvidas, Rosidae sensu
Cantino). En los miembros de Brassicales aparece tam-
Evolución de los caracteres bién una enzima hidrolítica particular, la mirosinasa,
Las eudicotiledóneas abarcan una vasta diversidad morfo- en general ubicada en compartimentos celulares espe-
lógica vegetativa y reproductiva, así como fisiológica y me- cializados. Los glucosinolatos y la enzima parecen fun-
tabólica. Por ejemplo, ciertas innovaciones en la estructura cionar conjuntamente formando un sistema de defensa
floral han posibilitado una inmensa variación morfológica, químico. Este sistema evolucionó sólo dos veces en las
que a su vez ha resultado en diversas y complejas interac- angiospermas: una vez en la rama de la cual derivaron
ciones con el medio ambiente biótico y abiótico. Al ser la las Brassicales y otra en (al menos) un género pertene-
diversidad morfológica extensa, se han descubierto frecuen- ciente a Malpighiales (Fábidas, Rosidae sensu Can-
temente convergencias evolutivas. Sin embargo, algunos li- tino).
najes han adquirido atributos distintivos que han • La vida parasítica ha evolucionado repetidamente en
evolucionado una o muy pocas veces. Algunos de estos atri- las angiospermas y en las eudicotiledóneas. Sin em-
butos han permitido la especialización en ambientes o for- bargo, una característica del clado Santalales es que la
mas de vida particulares, o bien han promovido una mayoría de sus miembros son de hábito semiparasí-
complejidad morfológica subsecuente que probablemente tico. Son plantas que viven sobre árboles y obtienen
posibilitó una alta diversificación. A continuación se pre- agua y algunos nutrientes de sus hospedadores. Sin em-
sentan algunos ejemplos de la evolución de atributos dis- bargo, realizan fotosíntesis durante al menos una parte
tintivos en clados particulares de eudicotiledóneas: de su ciclo vital.
• El polen tricolpado evolucionó en la rama de la cual • La evolución del plan floral pentámero y con perianto
derivaron todas las eudicotiledóneas vivientes. El tipo bipartito proporcionó una estabilidad estructural que
ancestral de polen tricolpado se encuentra entre los posibilitó la asociación entre diferentes órganos flora-
linajes más tempranamente divergentes. En muchos li- les, por ejemplo la fusión de los pétalos para formar
najes, como las de Sabiales y Menispermaceae (Ranun- flores en forma de tubo o copa (Fig. 3). La fusión de los
140 Cap. 14, Eudicotiledóneas
El origen de las eudicotiledóneas supuso el inicio de una diversificación que culminó en la mayor acumulación de especies
de todo el reino vegetal. Tanto el registro fósil como el reloj molecular señalan una rápida diversificación que se inició en
el cretácico inferior, durante la cual los linajes tempranamente divergentes se diferenciaron notablemente. La diferencia-
ción de los linajes mayores de Pentapetalae aparentemente ocurrió unos millones de años más tarde (véase figura adjunta).
Sin embargo, las diversificaciones que derivaron en la riqueza de especies vivientes parece que ocurrieron posteriormente,
a lo largo de cada linaje en el terciario.
El registro fósil documenta inequívocamente una edad mínima de aproximadamente 125 millones de años para las eudi-
cotiledóneas, tal y como revela la aparición de polen tricolpado en sedimentos del barremiano-aptiano (cretácico inferior).
Puesto que el polen tricolpado representa una característica inequívoca y exclusiva de las eudicotiledóneas (es resistente
al desgaste físico y químico, y es producido en gran abundancia), hay una alta probabilidad de que su primer registro fósil
sea cercano al origen del grupo. El reloj molecular señala, sin embargo, edades más antiguas (144 a 147 millones de años),
similares (125 millones de años) o más jóvenes (98-111 millones de años) que la aparición de las eudicotiledóneas en el re-
gistro fósil.
Las eudicotiledóneas fósiles más antiguas que pueden ser asignadas a grupos vivientes pertenecen a los linajes tempra-
namente divergentes. Las Ranunculales tienen una larga historia evolutiva que se inicia en el aptiano tardío o el albiano
temprano. El reloj molecular señala que su diversificación se inició hace 114 a 121 millones de años. Las Proteales están in-
equívocamente representadas en el registro fósil por restos de Platanaceae y Nelumbonaceae. El registro fósil de Platana-
ceae es uno de los mejores entre las angiospermas, y se inicia en el albiano temprano o medio. El reloj molecular indica
una edad de 116 a 117 millones de años para Proteales. Aunque el registro fósil de Buxales es escaso, este linaje está re-
presentado en el albiano tardío. El reloj molecular le asigna una edad de 100-120 millones de años.
El origen de Pentapetalae y la diferenciación de sus linajes principales ocurrieron en un tiempo corto después del origen
de las eudicotiledóneas. Una flor pentámera y con perianto bipartito del cenomaniano temprano señala que la diversifica-
ción de Pentapetalae se había iniciado al menos hace 95 millones de años, pero el reloj molecular indica una edad de in-
cluso mayor (entre 117 y 121 millones de años). Las Saxifragales están documentadas en el turoniano, y el reloj molecular
indica una edad de alrededor de 105 millones de años para el inicio de su diversificación. Vitales aparece en el registro fósil
en el Paleoceno tardío, y el reloj molecular proporciona un espectro de 58 a 83 millones de años para el inicio de su di-
versificación. El registro fósil indica la presencia de Rosidae en el cenomaniano medio, por la presencia de un tipo especial
de polen, llamado Normapolles, que caracteriza a Fagales (Fábidas). Puesto que Fagales tiene una posición filogenética al-
tamente anidada, es posible que la edad de Rosidae sea considerablemente mayor. Esto lo confirma el reloj molecular, que
indica una edad de 108 a 113 millones de años para el inicio de su diversificación. Santalales tiene un registro fósil escaso
que se inicia en el eoceno temprano, mientras que el reloj molecular indica una edad de 89 a 92 millones de años. Los fó-
siles de Caryophyllales son escasos y su
Ranunculales registro más antiguo parece ser del
Proteales campaniano; el reloj molecular sugiere
Buxales que la diversificación de este clado se
Gunnerales inició hace 93-94 millones de años. El
Saxifragales registro fósil más antiguo de Asteridae
Vitales es del turoniano, y el reloj molecular se-
Rosidas ñala una edad de 106-111 millones de
Santalales años para el inicio de su diversificación.
Caryophyllales La distribución desigual de la riqueza de
Astéridas especies entre los linajes de eudicotile-
Inferior Superior Pg Ec Og Mi Pi dóneas, y el hecho de que los grupos
Cretácico Paleógeno Neógeno más ricos son relativamente jóvenes,
120 100 80 60 40 20 0 MA sugieren que una proporción sustancial
Árbol que muestra los tiempos de diferenciación de algunos linajes de las eudicotiledóneas. de la diversidad viviente es resultado de
Los puntos azules representan el momento en que se inició la diversificación que dio origen radiaciones que ocurrieron en una se-
a las numerosas especies vivientes de cada linaje (dato no disponible para Gunnerales). Nó- gunda fase de la historia evolutiva de
tese que los linajes principales de eudicotiledóneas se diferenciaron en el cretácico inferior. ciertos grupos de angiospermas.
dispersión: hidrocoria (por agua), anemocoria (por que son la duplicación de ciertos genes y la duplicación
viento), ornitocoria (por pájaros), mirmetocoria (por de genomas completos (poliploidía). La poliploidía ha
hormigas), etc. aparecido recurrentemente en todas las plantas terres-
• Duplicación de genes: dos mecanismos diferentes se tres (véase Cap. 9, Traqueófitos), y a su vez el éxito de
han producido varias veces a lo largo de la evolución, las eudicotiledóneas parece haber estado además rela-
142 Cap. 14, Eudicotiledóneas
A B C
Figura 4. Las corolas simples, es decir, con pétalos libres como los que se encuentran en especies de los linajes antiguos de euco-
dicotiledóneas, también aparecen en linajes más modernos, como en Rosales (A: Rosa canina), Saxifragales (B: Saxifraga granulata) y
Brassicales (C: Brassica barrelieri) (véase Árbol de Eucodicotiledóneas).
cionado con la facilidad de duplicación de genes claves tico y regiones próximas a la Antártida (p. ej., especies de
en el desarrollo de nuevas formas. Saxifraga, Carex, Empetrum). Las colonizaciones favoreci-
das por el ser humano en los últimos siglos impiden en mu-
chos casos una correcta asignación biogeográfica de
Biogeografía y biodiversidad
especies nativas e introducidas en floras locales, y por tanto
El elevado número de especies de eudicotiledóneas y su una correcta reconstrucción biogeográfica de los patrones
éxito evolutivo han permitido colonizar prácticamente de distribución más recientes.
todos los ambientes de la Tierra. No en vano una de las
dos plantas con flores nativas de la Antártida es una eudi- Diferenciación y especiación
cotiledónea cariofilácea (Colobanthus quitensis), especies
de asteráceas y ranunculáceas alcanzan las cotas más altas Los mecanismos de especiación más importantes en angios-
del Himalaya, y numerosas familias tienen especies adap- permas ya se han descrito en el Capítulo 12. Los procesos
tadas a los adversos ambientes hipersalinos. No obstante, de diferenciación determinados por las condiciones geográ-
la mayor diversidad en número de linajes y especies se en- ficas (aislamiento geográfico) se comparten no sólo con el
cuentra en las regiones intertropicales de todos los conti- resto de las angiospermas, sino también con los demás gran-
nentes. Como regla general, no exenta de excepciones, se des grupos de seres vivos. Por tanto, la especiación geográ-
observa una mayor riqueza taxonómica (especies, géne- fica se considera predominante también aquí.
ros) en las zonas intertropicales de América y Asia, mien- Gracias al interés científico y económico de numerosas
tras que hay un empobrecimiento en África. Precisamente especies de eucotiledóneas se van recopilando ejemplos
en estas ricas regiones se han observado los mayores índi- muy bien documentados sobre procesos microevolutivos
ces de diversidad en cuanto a número de especies por ki- y macroevolutivos. Precisamente pertenecen a las eudico-
lómetro cuadrado. Sin embargo, la mayor diversidad en tiledóneas dos especies europeas que se consideran mode-
número de especies por metro cuadrado se ha encontrado los de diferenciación: Arabidopsis thaliana (Brassicaceae)
en regiones florísticas temperadas donde la biomasa es y Antirrhinum majus (Antirrhinaceae). El estudio adicional
menor, como el Mediterráneo y sobre todo en la región de de los táxones más próximos a cada una de estas dos espe-
El Cabo (Sudáfrica). cies permite reconstruir sus procesos de especiación. Ara-
Los biogeógrafos propusieron durante la mayor parte bidopsis es mundialmente conocida porque fue la primera
del siglo XX que la deriva de placas terrestres explicaría ma- planta de la cual se secuenció el genoma completo en 2000
yormente la composición florística de los continentes (véase (véase Fig. 1 del Cap. 12, Angiospermas). Si bien A. tha-
Cap. 45, Biogeografía). Entre los ejemplos más notables liana es relativamente simple por su limitada diferencia-
están algunas familias prácticamente endémicas de ciertos ción, estudios genéticos y ecológicos están sirviendo de
continentes, como son las cactáceas y las bromeliáceas en base para conocer en detalle los procesos de especiación
América. No obstante, estudios filogenéticos y filogeográ- en angiospermas. Por otro lado, se ha descrito que las es-
ficos están esclareciendo los orígenes de numerosas disyun- pecies de Antirrhinum han tenido procesos recientes (pleis-
ciones y enigmas biogeográficos planteados durante siglos. toceno) de especiación geográfica principalmente en el este
Puesto que las islas volcánicas situadas en mitad de los océ- de la Península Ibérica, en los cuales los polinizadores es-
anos necesitan recibir plantas del continente para formar su pecializados (abejas) han tenido un papel relevante en la
flora, desde tiempos de Alexander von Humboldt (1769- diferenciación que ahora se observa. No en vano su espe-
1859) se reconocieron importantes procesos de coloniza- cialización se debe a que es en una de las flores de angios-
ción a larga distancia a islas oceánicas como Canarias o permas más herméticas (corola ocluida o personada) (Fig.
Hawai. Los notables síndromes de dispersión a larga dis- 5). También a esta familia pertenece el género Linaria (Fig.
tancia desarrollados en los diversos frutos de las eudicotile- 6), del que se describió por primera vez la influencia de los
dóneas han permitido superar distancias intercontinentales, variantes epigenéticos en el cambio brusco (macroevolu-
e incluso conectar poblaciones de la misma especie del Ár- tivo) de la forma floral (las flores anormales pelóricas de
Susana Magallón y Pablo Vargas 143
Orbiliomycetes
Sacharomycetes (levaduras fermentadoras) 3
Pneumocystidomycetes (hongos de la neumonía atípica)
4
Neolectomycetes
Taphrinomycetes (abolladuras de los frutales) 4
Schizosaccharomycetes (levaduras africanas)
Microbotryomycetes
5
500-650 Ma Cryptomycocolacomycetes
Classiculomycetes
Mixiomycetes (mixias)
Agaricostilbomycetes (estilboides)
6
Atractiellomycetes
Cystobasidiomycetes
Puccioniomycetes (royas) 5
Tremellomycetes (tremelas) 6
7
Agaricomycetes (setas comunes) 7
Dacrymycetes (hongos gelatinosos)
Ustilaginomycetes (tizones) 8
Exobasidiomycetes 8
Glomeromycetes (microrrizas vesículo-arbusculares) 9
Mucoromycetes (mohos del pan) 10
Entomophthoromycetes
Kickxellomycetes 9
Zoopagomycetes
Blastocladiomycetes
4 Neocallimastigomycetes
Monoblepharidomycetes 10
Chytridiomycetes
Microsporidia
Rozella
Árbol de Hongos donde se muestran las relaciones filogenéticas de todos los grupos en su concepción actual. Las ramas con lí-
neas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo
donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representangran-
des linajes (números en recuadros).
Hongos
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch
15
Resumen: La sistemática de la mayoría de los grupos de hongos ha sido variable y controvertida. Los datos moleculares han tenido un fuerte
impacto en los conocimientos sobre la evolución de los hongos. Se confirma la monofilia de un grupo central de hongos en el quese reconocen
tres divisiones,Ascomycota, Basidiomycota y Glomeromycota, y otros grupos como Mucoromycetes que es basal a estas tres divisiones. Se han
reconocido otros grupos basales cuyas relaciones son aún desconocidas.Asimismo, los estudios moleculares han excluido de los hongos a orga-
nismos que antes se consideraban tales y que ahora se sabe que forman parte de otras grandes ramas del árbol de la vida. Éste hasido el caso de
los hongos plasmodiales o mucilaginosos (antiguos mixomicetes) y también el de los Oomycota, incluidos hoy entre los estramenópilos (o Hete-
rokonta). Igualmente los Eccrinales, previamente incluidos en Trichomycetes, han resultado ser Opisthokonta, no hongos. Los estudiosmolecula-
res han revelado que también son hongos algunos grupos de seres vivos de gran interés; por ejemplo losMicrosporidia, un grupo de endoparási-
tos obligados con genomas y morfología reducidos. Igualmente, el parásitoPneumocystis, frecuente causa de muerte en personas inmunodeficientes
(por ejemplo por el SIDA), se ha visto que pertenece a Ascomycota y no a los “protistas” como se creía. La relación entre Ascomycota y Basi-
diomycota, que han confirmado los estudios filogenéticos, así como la idea de que ambos constituían un grupo derivado, ya se postulaba en todas
las sistemáticas clásicas; sin embargo, ha sido una novedad la fuerte relación que éstos parecen guardar con Glomeromycota. Esta nueva división,
que ha surgido precisamente como consecuencia de los datos moleculares, está constituida por hongos edáficos que forman las micorrizas vesi-
culoarbusculares. En el seno de los macromicetes, concretamente en Ascomycota y Basidiomycota, los estudios filogenéticos han puesto de ma-
nifiesto que se había sobrestimado el peso de ciertos caracteres que se utilizaban para establecer las unidades taxonómicas derango medio y alto;
así ha ocurrido con los cuerpos fructíferos o el desarrollo y tipo de meiosporangios. Como consecuencia, la clasificación actualen estos grupos
ha cambiado notablemente, pero donde el cambio de la sistemática ha sido más profundo es en lo que afecta a los linajes supuestamente basales
(véase Árbol de Hongos). En lugar de los dos grupos que se reconocían (“Chytridiomycota” y “Zygomycota”), la clasificación actualdistingue nueve
clados, la mayoría de los cuales se han propuesto con rango de subdivisión (subfilos). Se ha demostrado que, desde antepasados acuáticos, la pér-
dida de flagelos ha ocurrido en los hongos varias veces independientemente como una adaptación a los hábitats terrestres. Las estimaciones en
cuanto a la edad de los hongos, dependiendo de si se basan en datos moleculares o en los escasos fósiles conocidos, continúan siendo extrema-
damente inciertas, tanto que oscilan entre 450 y 1500 millones de años. El reino Fungi es megadiverso e incluye en torno a sietedivisiones (filos),
diez subdivisiones (subfilos), 35 clases, 129 órdenes y una estimación, indudablemente modesta, de 1,5 millones de especies.
Summary: Due to the difficulties in the interpretation of scarce characters and complex life forms, the systematics of major groups of fungi has
been controversial. Our understanding of the evolution of Fungi has been revolutionized by molecular data.The monophyly of a core group of fungi
has been supported, which includes a major crown group consisting of three divisions Ascomycota, Basidiomycota and Glomeromycota,and other
groups, such as Mucoromycetes that is basal lineage to this crown. Further basal groups have also been recognized with currentlyunknown relationships
among those. Moreover, the fungal life forms and other organisms that were earlier considered as fungi, has now been transferred to other major
clade of life.This was the case of mucilaginous fungi (myxomycetes) and Oomycota, which are now included in Stramenopiles (Heterokonta). Similarly
Eccrinales, previously included in Trichomycetes, were shown to belong to Opisthokonta no fungi. On the contrary molecular studiesshowed that
microsporidia, a group of obligately endoparasitic organisms with reduced genomes and morphology, belong to Fungi and are not among the earliest
diverging lineages of eukaryotes. Further, parasitic genus Pneumocystis, which is a common cause of death in patients with immune deficits (such
as AIDS), was shown to belong to Ascomycota and that is not a "protist". The relationship between Ascomycota and Basidomycota and their
consideration as derived group, which is deduced by molecular studies, has also been suggested by classical taxonomists. However, ht e new finding
of recent molecular study was the narrow relationship with Glomeromycota. This new division includes soil-inhabiting fungi that form
vesiculoarbusculares mycorrhiza.Within Ascomycota and Basidiomycota, the results of phylogenetic studies have shown that characters used for
higher-level classification, such as fruiting body-types and development and types of meiosporangia were overestimated. Consequently, the classification
within these phyla changed dramatically. Molecular studies revealed an even more radical change in our understanding of the basal lineages of fungi.
Instead of two groups (“Chytridiomycota” and “Zygomycota”), the current classification distinguishes nine (sub-)phyla of basal fungi. It has been
shown that the loss of flagellae occurred several times independently in fungi as an adaptation to terrestrial habitats from ancestral aquatic organisms.
The estimates for the age of Fungi remains uncertain based on different interpretations of available fossils ranging between 450 million and 1.5
billion years.The kingdom Fungi is megadiverse and includes about seven phyla, ten subphyla, 35 classes, 129 orders and at least 1.5 million species.
145
146 Cap. 15, Hongos
¿Qué es un hongo?
Los hongos (del latín fungus) son organismos numerosísimos (los más abundantes de eucariotas después de los insectos);
pueden presentar formas desde unicelulares como las levaduras, hasta filamentosas (entonces las células son alargadas y
se llaman hifas), constituyendo micelios muy sencillos estructuralmente, como en los mohos, o relativamente complejos
y grandes como en las setas y en muchos líquenes. Pese a su diversidad morfológica, todos los grupos proceden de un an-
tepasado común eucariota heterotrófico, por lo que forman un conjunto comparable evolutivamente al de los animales.
En todo caso, están más próximos filogenéticamente a los animales que a las plantas. Su principal función ecológica en el
planeta es descomponer cualquier tipo de materia orgánica, aunque también es importante su papel como parásitos y como
simbiontes. Son importantes productores de enfermedades en el hombre, los animales y las plantas. Son causa de degra-
dación de productos alimentarios y de cualquier otro producto que interese almacenar.Tienen una forma de nutrición ca-
racterística (osmotrófica) que consiste en una especie de digestión externa de los alimentos orgánicos.También disponen
de un eficiente proceso de transporte intercelular y son de rápido crecimiento. Generalmente son organismos haploides,
con una gran variedad de ciclos biológicos. Las células pueden presentar uno o varios (a veces muchos) núcleos, siempre
muy pequeños. Lo más común es que presenten meiosis zigótica. En los grupos que parecen más diversificados hay fases
dicarióticas (con dos núcleos de distinta procedencia parental) más o menos largas. La célula fúngica tiene típicamente una
pared que posee quitina o β-glucanos, o ambos, y las crestas mitocondriales tienen forma de plato llano (aplanadas), dife-
rentes de las de las plantas (tubulares). Los hongos ancestrales debieron de ser acuáticos. Se ignoran las relaciones filo-
genéticas entre la mayoría de los grandes grupos actuales de ellos.
L
os hongos representan uno de los tres grupos prin- o plasmodios cenocíticos no es exclusivo de los hongos,
cipales de seres vivos terrestres eucariotas, junto como tampoco el de tener reproducción sexual por fusión
con los animales y las plantas verdes. Los tres des- gametangial, y en fin, varios otros que se creían inequívoca-
cienden de organismos unicelulares, acuáticos, que con- mente fúngicos han demostrado no serlo de manera exclu-
quistaron con éxito el hábitat terrestre. Los hongos están siva. Algo así ha ocurrido, por ejemplo, con los llamados
más próximos evolutivamente a los animales que a las hongos plasmodiales mucilaginosos o con los Oomycota.
plantas; de hecho, los animales (incluyendo los Choano- Los “hongos” plasmodiales o mucilaginosos (en parte los
flagellata) y los hongos son grupos hermanos. Sin em- mixomicetes), cuyas características intermedias les hicieron
bargo, por razones históricas, los investigadores que bailar entre “algas”, animales y hongos, filogenéticamente
estudian hongos trabajan generalmente en departamentos han resultado pertenecer a otros linajes de eucariotas tem-
de botánica, y la micología forma parte de carreras, planes pranamente divergentes, lejanos de los hongos. Asimismo,
de estudios y temarios de botánica. En este capítulo se em- los citados Oomycota tienen algunas características que les
plea el término ‘hongo’ para denominar a organismos acercan a los hongos, como los micelios filamentosos y
eucariotas, heterótrofos, osmotróficos, ampliamente hete- otras, a la vez que rasgos nada fúngicos, como la frecuente
rogéneos en su aspecto y en su ecología, que incluyen presencia de paredes celulares de celulosa; pues bien, estos
tanto setas, yescas, trufas y morillas, como royas, tizones, organismos han resultado pertenecer a los estramenópilos
mohos y levaduras y otros tipos biológicos, entre los que (Heterokonta; véase Cap. 5 “Protistas”), y están estrecha-
se encuentra un gran número de especies unicelulares y mente relacionados con las algas pardas.
también organismos simbiontes como líquenes y micorri- En la actualidad, a la luz de las hipótesis filogenéticas,
zas (Fig. 1). pueden encontrarse algunos caracteres (apomórficos),
Pero ni son hongos todos los que estaban entre los hon- muy escasos, que ciertamente definen a los hongos y ex-
gos, ni estaban dentro de los hongos todos los que realmente cluyen de ellos a otros organismos que, al menos en parte,
son hongos. Los datos moleculares indican que algunos or- parecían hongos sin serlo.
ganismos que presentan caracteres morfológicos o fisiológi- Los verdaderos hongos son, pues, organismos eucario-
cos que les definirían como hongos no se ubican tas, desprovistos de clorofila, que producen esporas y po-
filogenéticamente entre éstos. Y es así porque, entre los ca- seen paredes celulares de quitina y beta-glucanos. Su
racteres que definen el concepto habitual de hongo, varios aparato vegetativo puede ser unicelular o filamentoso, con
no aparecen exclusivamente en los hongos sino también, y filamentos que pueden ser tanto pluricelulares como ce-
de forma evolutivamente independiente, en otros linajes de nocíticos, y con células que están provistas de mitocon-
seres vivos que nada tienen que ver con los verdaderos hon- drias con crestas en forma de plato y de aparato de Golgi
gos. A los caracteres con este tipo de comportamiento evo- (o cisternas individuales). Carecen de plastos y frecuen-
lutivo, que podría considerarse ‘engañoso’, se les define temente también de flagelos, aunque si tienen flagelos
como homoplásicos; así ha resultado, por ejemplo, que el éstos nunca son barbulados. Los linajes basales, es decir,
hecho de tener un aparato vegetativo constituido por hifas los supuestamente más primitivos, incluyen formas ame-
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch 147
boides y también flageladas; al contrario, los linajes deri- edad que se infiere está en torno a 800 millones de años.
vados carecen de formas flageladas. Poseen tanto repro- Si se apoyan en datos de genes que codifican proteínas, la
ducción sexual como asexual, y presentan complejos estimación es de 1500 millones de años. Sea como fuere,
ciclos biológicos, no siempre bien conocidos. la raíz de la discrepancia se halla muy probablemente en
La edad de los hongos es poco menos que una incóg- el hecho de que el registro fósil es muy exiguo. Los dos fó-
nita, y las estimaciones oscilan mucho según estén basa- siles conocidos más antiguos se han encontrado sobre
das en el registro fósil o en el reloj molecular. Utilizando plantas vasculares primitivas del tipo de los helechos, y
la datación fósil se estima que el origen de los hongos son un Glomeromycete llamado Paleomyces (sobre una
puede situarse hace 400 a 460 millones de años. Sin em- especie de helecho del género Rhynia), de 460 millones
bargo, mediante cálculos basados en variaciones molecu- de años, y un Ascomycete llamado Paleopyrenomycites
lares, el origen sería mucho más antiguo. Cuando las devonicus que fue hallado sobre otro helecho denominado
estimaciones moleculares se basan en los datos de la subu- Asteroxylon, datado en unos 400 millones de años. Cabe
nidad pequeña del DNA ribosómico nuclear, entonces la añadir, además, que los datos moleculares estiman que la
Términos básicos
Apotecio: Ascoma en forma de disco (también de plato, taza Levadura: Hongos cuya forma estructural (biotipo) es uni-
o copa) en el cual el himenio queda expuesto en la madurez. celular. Generalmente es elipsoidal o semiesférica, y se divide
Asco: Utrículo que contiene cierto número de esporas de por gemación. Hay también levaduras esporógenas que se
origen sexual (meiosis), propio de los hongos ascomicetos. portan como ascos.
Ascoma (en plural ascomata): Aparato esporífero con Liquen: Asociación simbiótica estable y permanente entre
ascos. micobionte y fotobionte, con estrategia nutricional autótrofa,
Ascóspora: Tipo de espora de origen sexual propio de los que en sistemática es un hongo. Los hongos que liquenizan
hongos ascomicetos que se forma en el interior del asco. son principalmente los ascomicotas y, en menor grado, los
Basidio: Célula especial característica de los hongos basi- basidiomicotas. Los fotobiontes pueden ser cianobacterias o
diomicetos en la cual se engengran los núcleos de las espo- sobre todo algas verdes, principalmente de la clase Trebu-
ras de origen sexual (meiosis) llamadas basidiósporas, que a xiophyceae.
su vez se forman en el exterior del basidio, sostenidas por los Micelio: En los hongos así estructurados, conjunto o masa de
esterigmas. hifas que constituyen el talo o cuerpo vegetativo.
Basidioma (en plural basidiomata): Aparato esporífero Micobionte: Componente fúngico en los líquenes.
con basidios. Micorrizas vesiculoarbusculares: Asociación endosimbió-
Basidióspora: Tipo de espora de origen sexual propio de tica de un hongo que forma ramas haustoriales y vesículas en
los hongos basidiomicetos que se forma a expensas del basi- la raíz de una planta. Es la más frecuente de las micorrizas y
dio y se desarrolla y madura en el exterior de éste. se da en la gran mayoría de las plantas.
Cenócito (hifas o células cenocíticas): Células que con- Peritecio: Ascoma en forma de frasca o de urna en el cual
sisten en un protoplasma multinucleado. Micelio cenocítico es los ascos o el himenio, si aparecen, quedan protegidos, abrién-
un micelio multinucleado en el cual no aparecen tabiques in- dose al exterior en la madurez por un poro.
tercelulares en las hifas.
Plasmodio: Masa de protoplasma que resulta de la reunión
Cleistotecio: Ascoma en forma esférica en el cual los ascos
de las células ameboides (típico de los falsos hongos que se
o el himenio, si aparece, quedan protegidos, y permanece ce-
incluían en mixomicetes).
rrado hasta la madurez de aquéllos.
Roya: En fitopatología es el nombre genérico de ciertas en-
Conidio: Espora asexual no móvil que se forma por diversos
fermedades de plantas provocadas por hongos. Presentan el
procedimientos.
aspecto de pequeñas manchas o excrecencias pulverulentas
Dicarion (fase dicariótica): En algunos hongos (ascomice-
(debido a las masas de basidios), por lo general circulares, de
tos y basidiomicetos) es una fase del ciclo biológico caracte-
color rojizo, que se forman en el envés de las hojas del hos-
rizada por la presencia de dos núcleos, sexualmente
pedador.
complementarios, en cada célula. En algunos basidiomicetos
es la fase biológica dominante. Tizones o carbones: En fitopatología es el nombre genérico
de ciertas enfermedades de plantas provocadas por hongos.
Fotobionte: Simbionte fotosintético en líquenes. Puede ser
Presentan el aspecto de manchas informes, finamente pulve-
un “alga” eucariótica (con frecuencia de la clase Trebouxiofi-
rulentas, sobre el tallo y las hojas del hospedador.
ceas) o una cianobacteria.
Zigóspora: Célula reproductiva de resistencia que resulta
Hifa: En los hongos propiamente dichos cada uno de los ele-
mentos filamentosos que constituyen el micelio (cuerpo ve- de la fusión de dos gametangios cenocíticos. Se da en varios
getativo). grupos de hongos y es característica de Mucoromycetes.
148 Cap. 15, Hongos
A B C
D E F
G H I
Figura 1. Formas características de los hongos. A: Peziza (Ascomycota, Pezizomycetes). B: Bejines (Basidiomycota,Agaricomycetes).
C: Yesca (Basidiomycota,Agaricomycetes).D: Moho (Mucoromycota, Mucoromycotina).E:Tremella (Basidiomycota,Tremellomycetes).
F: Liquen (Ascomycota, Eurotiomycetes). G: Liquen (Ascomycota, Lecanoromycetes). H: Micorriza (Glomeromycota). I: Moho de pe-
nicilinas (Ascomycota, Eurotiomycetes).
divergencia entre Ascomycota y Basidiomycota, los dos gos por reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Para
grandes grupos y los mejor conocidos, se pudo haber pro- otros rangos taxonómicos superiores a género, los prime-
ducido hace unos 600 millones de años. ros estudios moleculares usaban casi exclusivamente se-
cuencias de fragmentos cortos de SSU del DNA
ribosómico nuclear, pero recientemente también se ha ge-
Características de sus genomas neralizado el uso de fragmentos de LSU. Además de los
La mayoría de los hongos, con pocas excepciones, tienen ITS, los estudios infraespecíficos también utilizan a me-
dos genomas: uno nuclear y otro mitocondrial. El genoma nudo como diana la región IGS (espaciador intergénico
mitocondrial tiene tasas evolutivas más rápidas que el nu- situado entre los tándem del DNA ribosómico). Actual-
clear, aunque las diferencias entre ellos, en velocidad de mente, en las filogenias de diferentes grupos de hongos se
evolución, son menores que lo habitual en los animales. están utilizando profusamente genes que codifican proteí-
Para investigar las relaciones filogenéticas de los hongos nas, entre ellos con más frecuencia RPB1, RPB2 y EF-
se usan algunos segmentos de genes de ambos genomas. 1alpha o beta-tubulina.
Del genoma mitocondrial, el gen más utilizado es la subu- Parece oportuno señalar aquí algo que resulta un rasgo
nidad pequeña (SSU) del DNA ribosómico, aunque tam- interesante de la región del DNA favorita de los filogene-
bién se usan la subunidad grande (LSU) y algunos genes tistas. El DNA ribosómico nuclear de los hongos (y tam-
de los que codifican proteínas, como es el de la citocromo bién el mitocondrial, aunque se conozca peor) presenta
oxidasa I o el del ATP6. con alta frecuencia diferentes tipos de intrones. Poseer in-
No obstante, los marcadores más frecuentes son los trones en el DNA ribosómico no es una característica sin-
nucleares. Para comparar entre muestras que se presumen gular de los hongos, pero parece que es un rasgo
no muy distantes genéticamente (niveles taxonómicos especialmente común en ellos. De hecho, se ha investi-
bajos), el marcador más utilizado es la región ITS del gado la posibilidad de que algunos tipos de intrones se
DNA ribosómico, incluyendo casi siempre ITS1, 5.8S e puedan relacionar con los hongos parásitos o simbióticos,
ITS2. De hecho, la muy popular región ITS se empezó a y se ha investigado también la posibilidad de transferen-
utilizar en plantas y animales gracias a unos primeros ini- cia de estos fragmentos de DNA entre hospedador y pará-
ciadores (cebadores) que se diseñaron para amplificar hon- sito o entre los simbiontes liquénicos. Destacan dos tipos
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch 149
de grupos monofiléticos, intrones homólogos pueden pre- puesta se basa en un amplio estudio molecular multigé-
sentarse en posiciones ligeramente distintas; es decir, que en nico, distingue siete divisiones (filos), diez subdivisiones
esos intrones se ha debido producir evolutivamente un des- (subfilos) y 35 clases (Tabla 2).
plazamiento de una a otra posición. No obstante, ni el meca- En las clasificaciones previas señaladas, tanto en As-
nismo ni el origen de la inserción (¿infección?), ni tampoco comycota como en Basidiomycota, para distinguir los prin-
la forma del desplazamiento, están claros. cipales grupos se utilizaron caracteres morfológicos de los
Por último, en relación con los intrones ribosómicos cuerpos fructíferos (ascomata y basidiomata, respectiva-
de los hongos, aunque se han investigado las posibles re- mente) y de los meiosporangios (ascos y basidios). En Ba-
laciones filogenéticas entre los intrones de parásito y hos- sidiomycota se usaron como criterios el tipo de basidio y la
pedador, o de los foto y micobiontes liquénicos, no se han presencia o ausencia de tabiques (septos) en él: si estaban
obtenido resultados concluyentes al respecto. septados, Fragmobasidiomycetes; si no lo estaban, Holoba-
sidiomycetes. En el seno de los Holobasidiomycetes los
grupos se basaban en la forma del basidioma (himenio ex-
Resultados filogenéticos contrastados
puesto: Aphyllophorales; himenio protegido en los esta-
con clasificaciones previas dios juveniles y provistos de pie: Agaricales; himenio
Los datos moleculares han obligado a recomponer la vi- permaneciendo protegido: Gasteromycetes).
sión sistemática que se tenía de muchos de los grupos tra- De manera semejante, los táxones principales en As-
dicionalmente considerados hongos (Fig. 2), por ejemplo comycota se distinguieron en función de los tipos de as-
de los ya mencionados hongos plasmodiales o mucilagino- coma (abierto: apotecio; en forma de vasija: peritecio;
sos (Myxomycota) y de los Oomycota (hongos acuáticos, permanentemente cerrado: cleistotecio), que eran carac-
royas blancas y mildius), que debido a la interpretación de teres diferenciales de los táxones a nivel de clase. Tam-
estos nuevos datos hoy se alejan drásticamente de los hon- bién los tipos de asco se utilizaron para circunscribir los
gos y están siendo reubicados atendiendo a sus auténticas táxones de rango alto, incluyendo el de familia.
relaciones filogenéticas. Entre este conjunto de organis- El conocimiento actual sobre la evolución de los ca-
mos importantes que se han movido en las clasificaciones racteres ha hecho que no resulte sorprendente que estas
se incluyen también los Eccrinales, un grupo de hospeda- clasificaciones tan esquemáticas no hayan encontrado
dores internos de los artrópodos, aparentemente no pará- respaldo total en los estudios moleculares. Hoy se sabe
sitos, que viven adheridos a su tracto intestinal. Estos seres que es muy frecuente que algunos caracteres, incluso de
estuvieron situados entre los Trichomycetes (Zygomycota) los que se consideraban ‘importantes’, puedan aparecer
hasta que las pruebas moleculares mostraron que real- en un clado y desaparecer en alguna de las ramas termi-
mente se trataba de un grupo de opistocontos no relacio- nales de ese clado; también hay muchos casos de carac-
nados con los hongos. Y al contrario, otros organismos de teres que aparecen independientemente en clados lejanos
extrema reducción morfológica resultaron ser hongos, entre sí. Justo esto es lo que ocurrió con los enumerados
como fue el caso de Microsporidia, un patógeno humano, más arriba como discriminantes en la sistemática de As-
endoparásito obligado de diversos animales (reciente- comycota y Basidiomycota; resultaron ser homoplásicos,
mente localizado en las heces de palomas urbanas), que es decir, no eran inequívocamente propios y exclusivos
había sido clasificado entre los “protistas” y ahora en un de cada uno de los grupos a los que se creía que caracte-
nuevo emplazamiento como hongo, del cual todavía se rizaban. Por ejemplo, el basidioma cerrado de los anti-
desconocen sus relaciones filogenéticas ya que queda ais- guos Gasteromycetes evolucionó en numerosos clados de
lado como único miembro de un clado entre los que ahora los basidiomicetes y surgieron varias veces independien-
se consideran basales (véase Árbol de Hongos y Tabla 1). temente. En conclusión, las formas de los cuerpos fructí-
También se ha revelado como perteneciente a los hon- feros, como otros caracteres ya comentados, ha resultado
gos el género Pneumocystis, que igualmente incluye endo- tener un escaso valor como carácter predictivo de rela-
parásitos, en este caso de mamíferos, uno de los cuales se ciones filogenéticas de rango alto. La actual clasificación
encuentra entre los principales agentes causantes de neu-
monía en los pacientes con SIDA. De hecho, este pató-
geno se consideraba un “protista” y se le trataba como tal, A B
hasta que los datos moleculares demostraron que era un
hongo y que pertenecía a uno de los clados basales de As-
comycota (Pneumocystidomycotina).
Lo que ha cambiado la sistemática de los hongos en
los últimos años resulta evidente cuando se compara la
clasificación más reciente con dos clasificaciones de las
más usadas hace unos 10 años (Tabla 2). Mientras que Figura 2. A: Fotografía de Parmelia adaugescens que muestra los
Hawksworth y colaboradores (1995) y Alexopolulos y co- cuerpos fructíferos (apotecios). B: Sección microscópica (400x)
laboradores (1996) aceptaban cuatro divisiones (filos) con donde se aprecia el escípulo cupulado característico de la fami-
cinco clases, Hibbet y colaboradores (2007), cuya pro- lia de los parmeliáceos.
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch 151
es más compleja e incluye un mayor número de subgru- valor sistemático de los caracteres sexuales del hongo.
pos (Tabla 1). Esto ha ocurrido incluso en aquellos grupos cuyo desarro-
Asimismo, también los datos moleculares han ayudado llo vegetativo complejo había sido erróneamente interpre-
a identificar la posición filogenética de los hongos lique- tado como una pauta evolutiva liquénica propia.
nizados. Puesto que el micobionte sólo rara vez se conoce Se han descrito formas liquenizadas más o menos in-
en estado no simbiótico, la taxonomía tradicional consi- cipientes en distintos grupos de hongos, pero los líquenes
deró a los líquenes como un grupo separado. Aunque hace habituales son basidiomicotas y con mucha más frecuen-
unos 140 años que se sabe que los líquenes son organis- cia ascomicotas. En referencia a éstos, desde el año 1995
mos simbióticos, la integración de los hongos liquenizados los análisis filogenéticos basados en la SSU del DNA ri-
en la sistemática de los hongos, propiamente dicha, no se bosómico nuclear mostraron que el proceso de liqueniza-
realizó hasta los años 1950. Desde entonces, un liquen es ción se ha producido de manera independiente y paralela
un hongo. Naturalmente, un hongo con características fi- en diferentes grupos de Basidiomycota y de Ascomycota.
siológicas, ecológicas y morfológicas extraordinariamente La mayoría de los líquenes se incluyen en varias clases
peculiares y muy anómalas. La razón por la cual los líque- del grupo más complejo y diverso de los Ascomycota (Pe-
nes se consideran hongos y no “algas”, es que el “alga” (o zizomycotina), sobre todo entre los Lecanoromycetes. Los
la cianobacteria) simbionte puede ser la misma en dife- Lichinomycetes, una clase de nueva creación constituida
rentes líquenes y a veces una misma especie de liquen en su totalidad por hongos liquenizados, tiene una posi-
puede tener como fotobionte diferentes especies de “alga” ción aparentemente basal en relación con el grupo her-
(o cianobacterias), probablemente en función de la opor- mano formado por Lecanoromycetes, en el cual todos son
tunidad; parece que el hongo atrapa ‘la que esté más a líquenes, y con Eurotiomycetes, que incluye formas lique-
mano’, dentro de un cierto margen de variabilidad. Ade- nizadas y no liquenizadas.
más, mientras que el “alga” (o la cianobacteria) fotobionte Además de la presencia de formas simbiontes, Ascomy-
no tiene capacidad de reproducción sexual, el micobionte cota y Basidiomycota tienen también en común que los cla-
sí la tiene pese a que numerosas especies no la practiquen dos tempranamente divergentes incluyen numerosas formas
en absoluto y otras lo hagan raramente. Las filogenias co- parásitas y también levaduras o grupos que, al menos, pre-
nocidas de distintos táxones liquénicos han respaldado el sentan una fase de levadura en su ciclo biológico.
152 Cap. 15, Hongos
Tabla 2. Clasificación recientes de los principales grupos de mayoritariamente formas con micelio que son parásitos de
hongos. plantas y que producen diversas malformaciones en los te-
Hawksworth y Alexopoulos y Hibbett y jidos vegetales.
colaboradores colaboradores colaboradores En relación con las levaduras, recientes muestreos si-
(1995) (1996) (2007) guiendo planteamientos ecológicos, analizados con técni-
— — Microsporidia cas moleculares, han demostrado que la diversidad de las
“Chytridiomycota” “Chytridiomycota” Chytridiomycota levaduras está muy subestimada; en el momento actual se
Chytridiomycetes Chytridiomycetes están describiendo numerosas especies y géneros nuevos,
Monoblepharidomycetes en especial en hábitats muy especializados como son, por
Blastocladiomycota
Neocallimastigomycota
ejemplo, los tractos intestinales de los insectos. Este as-
pecto pone de relieve el impacto que está teniendo la bio-
“Zygomycota” “Zygomycota” Entomophthoromycotina
Trichomycetes Trichomycetes Glomeromycota
logía molecular en el discernimiento y la identificación de
Zygomycetes Zygomycetes Kickxellomycotina especies en hongos (especies a veces ‘crípticas’), sobre
Mucoromycotina todo en aquellos con escasos caracteres morfológicos o
Zoopagomycotina químicos, pero también en los que presentan fuertes con-
Ascomycota Ascomycota Ascomycota vergencias adaptativas.
Ascomycetes Taphrinomycotina Numerosos otros ascomicetos han sido reubicados en
Neolectomycetes
Pneumocystidomycetes
los nuevos táxones, entre ellos algunos patógenos y otros
Schizosaccharomycetes de interés industrial. Por ejemplo, el antiguo pirenomicete
Taphrinomycetes fitopatógeno Claviceps purpurea (cornezuelo del centeno),
Saccharomycotina productor del ergotismo y fuente de numerosas drogas, se
Pezizomycotina ha ubicado filogenéticamente entre los Sordariomycetes
Arthoniomycetes
Dothideomycetes
(Hypocreomycetidae, Hypocreales).
Eurotiomycetes Entre los basidiomicotas, los “Pucciniomycotina”
Laboulbeniomycetes (royas) son un grupo muy diversificado de parásitos de
Lecanoromycetes plantas, animales y hongos, que resultan de importancia
Leotiomycetes económica por incluir fitopatógenos que a menudo pre-
Lichinomycetes
Orbiliomycetes
sentan ciclos biológicos complicados. Aquí los datos mo-
Pezizomycetes leculares han mostrado que el antiguo grupo de royas y
Sordariomycetes carbones o tizones es polifilético. A partir de estos datos se
Basidiomycota Basidiomycota Basidiomycota admite que hay un grupo de tizones (Microbotryomyce-
Basidiomycetes Basidiomycetes Agaricomycotina tes) que está relacionado con las royas (Pucciniomycetes)
Teliomycetes Agaricomycetes y no con otros tizones (Ustilaginomycetes).
Ustomycetes Dacrymycetes
También en relación con los grupos derivados de hon-
Tremellomycetes
Pucciniomycotina
gos, merece un cometario el encaje filogenético del prin-
Agaricostilbomycetes cipal grupo de micorrizas. Aunque las pruebas
Atractiellomycetes filogenéticas entre los grupos derivados solamente habían
Classiculomycetes respaldado la presencia de Ascomycota y Basidiomycota
Cryptomycocolacomycetes
como grupos hermanos, estudios recientes han revelado
Cystobasidiomycetes
Microbotryomycetes
la presencia de un tercer grupo (Glomeromycota), aparen-
Mixiomycetes temente basal en relación con ellos, y que está constituido
Pucciniomycetes precisamente por estos simbiontes. Los Glomeromycota
Ustilaginomycotina incluyen los hongos que forman las micorrizas vesiculo-
Exobasidiomycetes
arbusculares; en este mismo grupo se incluyen también
Ustilaginomycetes
algunas especies que forman simbiosis con cianobacterias.
Los actuales Glomeromycota formaban parte del anti-
Los Ascomycota basales (Taphrinomycotina) incluyen guo grupo “Zygomycota”, que han resultado ser un con-
patógenos de animales o plantas, o bien saprobios que a junto polifilético. El grupo se caracterizaba por la
menudo tienen una fase saprobiótica de levadura y una presencia, en el ciclo biológico, de las llamadas zigóspo-
fase infecciosa parasítica constituida por hifas (o micelio). ras, como producto de la gametangiogamia. Al igual que
Los datos moleculares han puesto de manifiesto que el gé- ha ocurrido en otros grupos, el carácter que definía el
nero de levaduras Schizosaccharomyces (S. pombe es de grupo resultó ser homoplásico. Los datos moleculares for-
especial interés por tratarse de un organismo modelo en zaron a desmembrar la antigua división en la nueva divi-
biología molecular y celular) no está relacionado con otros sión Glomeromycota y en varias subdivisiones no
ascomicetos que tienen forma de levaduras (Saccharomy- relacionadas con ella (Enthomophtoromycotina, Kickxe-
cotina), sino que pertenecen precisamente a los también llomycotina, Mucoromycotina y Zoopagomycotina). Estas
ascomicetes Taphrinomycotina, entre los que se incluyen subdivisiones, con relaciones mal conocidas, en el futuro
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch 153
todavía serán objeto de reubicación. Buena parte de los papel en los primeros grupos que divergieron (todos los
antiguos representantes de la división “Zygomycota”, los táxones parásitos actuales que han sido analizados apare-
que se podrían considerar su núcleo, estarían situados cen basales en sus respectivas ramas). Por otro lado, aun-
ahora en Mucoromycotina. que se da por cierto que el primer antepasado común era
Se ha podido apreciar que los datos moleculares han acuático, no está claro si era o no marino. Esto es lo mismo
impuesto una serie notable de cambios en la interpreta- que decir que el paso del agua a la tierra se efectuó inde-
ción de la filogenia y la sistemática de los grandes grupos pendientemente en diversos linajes, y que no apareció un
periféricos o derivados de los hongos. Sin embargo, primer y único hongo que conquistara la tierra. Estudios
mucho mayores han sido los cambios conceptuales que ha recientes sugieren que esta pérdida de la capacidad nata-
habido que introducir en los grupos basales de los hongos. toria ha ocurrido al menos cuatro veces.
En éstos, se ha establecido una taxonomía completamente En cuanto a las formas de tipo levadura, en los grupos
nueva. más modernos (Ascomycota y Basidiomycota) los linajes
La división “Chitridiomycota” se caracterizaba por la basales contienen formas que son levaduras, por ejemplo
presencia de flagelos, rasgo que ha resultado plesiomór- Saccharomycetes. Sin embargo, también aparecen leva-
fico. La polifilia que se ha apreciado en la antigua división duras en las ramas terminales de estos grupos modernos,
ha conducido a una nueva propuesta sistemática que com- por ejemplo Schizosaccharomycetes (véase Árbol de
prende tres divisiones (Tabla 2); más aún, algunos táxones Hongos). En cuanto a un rasgo tan peculiar en los hongos
previamente ubicados aquí, están más relacionados conMi- como es la variación en el número de núcleos que pueden
crosporidia (caso de Rozella) o con Entomophthoromyco- presentar las células o los cenócitos, puede apreciarse una
tina (caso de Olpidium). Por el momento, ambos táxones cierta tendencia. En Ascomycota y Basidiomycota, los
genéricos no se atribuyen a ninguna división en tanto no más modernos, no hay células cenocíticas excepto en re-
se haya profundizado en el estudio, incrementando el ta- lación con la reproducción, y son los únicos grupos que
maño de la muestra analizada. presentan fases dicarióticas de persistencia variable
(Tabla 1).
El proceso de la liquenización de los diversos grupos
Evolución de los caracteres
de hongos se ha abordado en varios trabajos recientes ba-
Los análisis filogenéticos basados en datos moleculares sados en datos moleculares. Ya en 1995 se identificaron
han proporcionado un marco de referencia para estudiar múltiples orígenes para la simbiosis liquénica, y posterior-
la evolución de los caracteres y para inferir el tipo de ca- mente se ha sugerido que algunos grupos de hongos, entre
racterísticas del organismo que debió dar origen al pri- los cuales se encuentran varios de singular importancia,
mer hongo. Además, se ha puesto de manifiesto que las como Eurotiomycetes (que incluye el género Penicillium),
pérdidas de flagelo están en relación con la aparición de son derivados de antepasados liquenizados. Más aún, los
innovaciones en cuanto a producción y dispersión de es- mismos autores sugieren como probable que la pérdida de
poras. Por ejemplo, la aparición de microsporas anemó- la liquenización sea algo más frecuente en la evolución
coras en los hongos terrestres, o la descarga de conidios que la ganancia de este carácter. En consecuencia, conclu-
en Enthomophthoromycotina. Los grupos considerados yen que la simbiosis liquénica debió haber ocurrido en la
periféricos o derivados evolutivamente (Ascomycota, Ba- evolución más tempranamente de lo que se suponía.
sidiomycota y Glomeromycota) carecen de formas o cé-
lulas flageladas. Además, hay consenso en un estado Biogeografía y biodiversidad
inicial ameboide, o al menos que apareciera una fase ini-
cial ameboide en su ciclo biológico, que diera origen a Se admite que el número de especies de hongos es, des-
otras formas. Por otro lado, numerosos linajes basales in- pués de las de insectos y arañas, el mayor entre los organis-
cluyen especies flageladas, y las reconstrucciones filoge- mos vivos eucariotas. Es difícil hacer conjeturas en cuanto
néticas sugieren, además, que la pérdida de flagelos a la biogeografía de los hongos cuando se da la circunstan-
acaeció varias veces independientemente en la evolución cia de que, en un cálculo no pesimista, se conocen menos
de los hongos. del 10% de las especies estimadas. Sin embargo, parece
evidente que los hongos se encuentran en todas las regio-
nes del planeta y en todos los tipos de hábitat, incluyendo
Tendencias evolutivas
los acuáticos; además, están fuertemente condicionados
Con la reconstrucción de los caracteres ancestrales me- por la domesticidad, porque un alto número de ellos se
diante análisis de máxima verosimilitud se ha sugerido la transportan y distribuyen en relación con actividades hu-
hipótesis de que los antepasados comunes a Basidiomy- manas (agrícolas, industriales, sociosanitarias, etc.). Mu-
cota fueron formas parásitas, y que las formas saprobias chos grupos de hongos saprobios tienen sus máximos de
resultaron de la evolución de aquéllas. La reconstrucción diversidad en lugares sombríos, húmedos y cálidos, pero
del antepasado común a todos los hongos es difícil y la esto no excluye la presencia de un impredecible número
ausencia de fósiles no ayuda a este respecto. En cualquier de especies en hábitats especializados, como muchos ni-
caso, parece que el parasitismo desempeñó un importante chos parásitos (insectos y otros animales) e hiperparásitos.
154 Cap. 15, Hongos
Uno de los grupos de líquenes mejor conocidos por su tamaño, visibilidad y uso como bioindicadores son las parmeliáceas.
La familia (incluida en los Lecanorales, Lecanoromycetes, Pezizomycotina,Ascomycota) es cosmopolita y está extensamente
distribuida en los ambientes árticos, templados y tropicales, siempre que las precipitaciones o la humedad relativa del aire
no sean muy bajas. Con unas 2300 especies, es la familia más amplia de hongos liquenizados e incluye líquenes con un as-
coma de desarrollo característico, provisto de un escípulo que, por su anatomía, se ha definido como cupulado. Aunque
la familia es una de las mejor estudiadas, se desconocen todavía aspectos muy básicos de su filogenia y sus tendencias evo-
lutivas. Los caracteres moleculares han confirmado la monofilia de la familia a pesar de su gran variedad de formas biológi-
cas, ya que incluye grupos fruticulosos de especies usneoides (colgantes con médula compacta) y alectorioides (colgantes
sin médula compacta), junto con los foliáceos con rizinas (los llamados parmelioides) y sin rizinas (hypogymnioides), e in-
cluso algunas especies crustáceas (véase la figura). La familia se originó en el Cretácico hace unos 75 millones de años.
A B C D
Diferentes formas biológicas de líquenes parmeliáceos. A: Xanthoparmelia (foliáceo). B: Cetraria (subfruticuloso). C: Usnea (fruticuloso). D: Karo-
owia (crustáceo).
Aunque el concepto de familia también se ha debatido, la mayor atención científica dedicada a los parmeliáceos se ha cen-
trado en el concepto de género, especialmente focalizada en el género Parmelia entre quienes mantenían un amplísimo con-
cepto de él, comprendiendo 1500 especies, y quienes reconocían su segregación en unos 50 géneros. Otro foco de atención
en la familia, éste mucho más reciente, está en el concepto de especie: estudios modernos apuntan una aparente discrepan-
cia entre el concepto filogenético y el concepto morfológico de especie en un buen número de parmeliáceas, algunas de
ellas muy comunes.
Los géneros que se habían segregado de Parmelia en sentido amplio (s. lat.) se basaban en la combinación de caracteres
morfológicos vegetativos y también químicos; los caracteres sexuales, de mayor calidad en la sistemática fúngica, habían sido
en parte orillados debido a la frecuente ausencia de sus cuerpos fructíferos (ascomata) en estos líquenes. Los primeros aná-
lisis moleculares efectuados con secuencias de DNA ribosómico nuclear (las regiones ITS y 5.8S) produjeron filogenias in-
congruentes, tanto por la heterogeneidad y parquedad de los muestreos utilizados como por la dificultad de alineamiento
de las secuencias obtenidas, que resultaron ser demasiado variables. Con el aumento de las muestras y de los marcadores
(se usó primero la SSU del DNA ribosómico mitocondrial y luego un tercer gen ribosómico, el de la LSU nuclear) se pro-
dujo una reconstrucción filogenética sólida (véase la figura de la página siguiente) que puso de relieve la presencia de un
número de linajes que coincidían, en buena parte, con los conceptos de género definidos por procedimientos clásicos (mor-
fológicos y químicos).
En algunos casos, como en el género Parmelia en sentido estricto (s. s.), o en Parmelina y otros muchos, el estudio mole-
cular ha confirmado el sentido filogenético de los géneros (véase la figura). En otras ocasiones, como en el clado de Parmo-
trema o en el de Xanthoparmelia (700 especies), la topología resultante del análisis molecular combinado que se muestra en
el esquema de la figura ha permitido agrupar los linajes en grandes géneros, rechazando varios de los previamente descri-
tos como independientes que no resultaron monofiléticos. Además, en Xanthoparmelia se han encontrado nuevos caracte-
res morfológicos (rasgos del aparato vacuolar consistente en una gran vacuola parcialmente estrangulada, y de las paredes
de las ascósporas) y químicos, que resultaron constantes en el clado y que se han considerado típicos del nuevo concepto
de Xanthoparmelia. En un tercer grupo de casos se puso de manifiesto que las unidades genéricas descritas se referían a gru-
pos polifiléticos; así, por ejemplo, el género Melanelia, del cual se segregaron varios géneros (Melanelixia y Melanohalea en la
figura). En el momento actual, por la amplitud en el número y la dispersión de las especies, quedan algunas unidades gené-
ricas todavía sin describir. Sin embargo, la nueva sistemática, basada en la filogenia, ha sido aceptada de forma general incluso
en aquellos casos en que los caracteres morfológicos de los nuevos géneros no son evidentes.
En relación con el estudio molecular de las especies en los parmeliáceos, como en otros grupos de hongos, ha aparecido
un cierto número de especies filogenéticas en el seno de especies morfológicas de gran área. El estudio de la variabilidad
genética de numerosos individuos a lo largo y ancho de las áreas de las grandes especies ha mostrado que muchas de ellas
Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y Thorsten Lumbsch 155
son polifiléticas. Especies comunes consideradas cosmopolitas o de gran área, comoParmelia saxatilis, P. sulcata, Parmelina quer-
cina, Parmotrema reticulatum, Usnea acromelana, U. perpusilla, U. sphacelata y otras, han resultado ser conjuntos de distintos
grupos parafiléticos o polifiléticos, morfológicamente convergentes. En ciertos casos se ha observado que, en estos com-
plejos, algunas de las especies crípticas presentan áreas todavía muy amplias, pero ocupando nichos de características eco-
lógicas muy precisas. Por ejemplo, la morfoespecie Parmelia saxatilis s. lat.resultó estar constituida por un grupo de no menos
de cuatro especies filogenéticas, entre las cuales se encuentra una (P. saxatilis s. s.) cuya área se extiende de polo a polo, si-
guiendo las costas atlánticas, en estaciones de clima templado muy oceánico. Las restantes criptoespecies del complejo
morfológico P. saxatilis muestran áreas aparentemente más restringidas, y parcialmente simpátridas con P. saxatilis s. s.
Ambos aspectos, el relativo a la difícil caracterización del concepto de género y el de la presencia muy común de especies
crípticas, son ejemplos de un fenómeno que parece frecuente en los hongos y que tiene importantes repercusiones taxonó-
micas. Se aprecia que la identificación por caracteres morfológicos de los táxones de rango menor (alfa-taxonomía), como gé-
neros y sobre todo especies, puede ser difícil, e incluso muchas veces tal vez imposible. Probablemente ello se deba a que los
caracteres fenotípicos en los hongos son escasos, o a que los disponibles no presentan grados de complejidad que permitan
mayores agrupaciones. Sea por la razón que fuere, las consecuencias nomenclaturales de estos hechos merecen especial aten-
ción. Algunos autores dan nombre y describen las especies crípticas; otros no lo hacen y simplemente las detectan. Asimismo,
en algunos casos, para clados monofiléticos se definen géneros nuevos aunque los caracteres morfológicos sean escasos, y en
otros no; en especial esto es así cuando están apoyados por rasgos filogeográficos. Por el momento, en cuanto a las decisio-
nes nomenclaturales o taxonómicas, ninguna postura tiene el suficiente consenso y los diferentes estudios proponen solucio-
nes divergentes. Puede decirse que la polémica está servida.
Parmotrema
Canoparmelia p.p
Flavoparmelia
Canoparmelia p.p
Punctelia
Flavopunctelia
Canoparmelia
Xanthoparmelia
Karoowia saxeti
Cetrelia
Myelochroa
Parmelina
Bulbothrix
Parmelinella
Hypotrachyna p.p.
Hypotrachyna s. str.
Everniastrum
Parmeliopsis
Melanohalea
Melanelixia
Melanelia disjuncta
Pleurosticta
Parmelia
Relicinasubnigra
Usnea
Imshaugia
Platismatia
Oropogon
Sulcaria
Pseudephebe
Alectoria
Menegazzia
Psiloparmelia
Everniopsis
Arctocetraria
Flavocetraria
Tuckermanopsis
Cetreliopsis
Vulpicida
Cetraria
Cetrariella
Parmeliaceae Melanelia
Bryoria
Anzia
Protousnea
Pannoparmelia
Hypogymnia Cornicularia
Pseudevernia
Arctoparmelia
Brodoa
Allantoparmelia
Evernia p.p.
Evernia Letharia
Lethariella
Protoparmelia
Lecanora 0.1
Cladonia rangiferina
Filogenia de líquenes de la familia Parmeliaceae. Se representan los géneros actualmente reconocidos en la familia y las relaciones filogenéticas in-
feridas entre ellos. Este filograma se ha obtenido a partir del análisis bayesiano de de secuencias ITS, LSU, mt-SSU, rpb1.
156 Cap. 15, Hongos
Rhizopus es un moho saprofíticos que causa grandes pérdidas en frutas y verduras almacenadas y tienen micelios ceno-
cíticos multinucleados y sin tabiques intercelulares. Se incluye entre los zigomicotas del orden Mucorales (300 especies)
donde, por cierto, se ubican géneros que se utilizan como modelos de laboratorio de gran utilidad (Pilobolus, Phycomyces).
En este orden también hay gran cantidad de los microbios más comunes que se encuentran en desechos orgánicos y es-
tiércol al igual que en el suelo y en el aire que se respira. Por lo general se reproducen activamente por vía asexual y pro-
ducen esporangios con muchas o escasas mitósporas, según las especies. En las fases sexuales son preferentemente
autoincompatibles (heterotálicas) y forman órganos de resistencia llamados zigósporas. Unas pocas especies son biotrófi-
cas facultativas, necrotróficas y patógenas de plantas y animales, y además se encuentran especies que producen infeccio-
nes graves en humanos con deficiencias inmunológicas.
Aspergillus es un ejem-
plo de Ascomicota del
orden Eurotiales (200 es-
pecies), donde también se
incluye el género Penici-
llium. En el orden se agru-
pan especialmente mohos
saprofíticos y también algu-
Rhizopus Aspergillus Phylactinia
nos parásitos con micelios
ampliamente difusos con
hifas con tabiques (hifas septadas). Generalmente se reproducen muy eficientemente por vía asexual y dan lugar a proge-
nies clónicas. Cuando tienen reproducción sexual forman órganos globosos cerrados llamados cleistotecios, que contienen
los ascos donde se produce la meiosis para formar las ascósporas. La mayoría son saprotróficos y se cuentan entre los mi-
croorganismos más diversos catabólica y anabólicamente.Algunas especies de eurotiales son capaces de crecer en medios
extraordinariamente secos, tanto en muy bajas como muy altas temperaturas. Estas propiedades, combinadas con una gran
capacidad para producir muchos y muy diferentes metabolitos secundarios tóxicos como aflatoxinas, ocratoxinas y patuli-
nas, hacen de ellos importantísimos agentes destructores de los alimentos almacenados o frescos. Sin embargo producen
también otros metabolitos de la mayor importancia farmacéutica como los antibióticos del tipo de las penicilinas o los an-
ticolesterolemicos como la lovastatina.
Las setas más conocidas son las que se incluyen entre los Basidiomicotas del orden Agaricales (9000 especies). Consti-
tuyen grandes micelios de los que emergen las setas propiamente dichas, que son cuerpos fructíferos formados por un
denso tejido de largas hifas que contienen dos núcleos en cada célula (dicarióticas). En las laminillas (Lactarius) o poros (Sui-
llus) bajo las alas sombrerillo, se protegen los tejidos fértiles (himenios) que contienen basidios en los cuales se realizan las
fusiones nucleares y luego las meiosis. Mientras muchos de sus parientes cercanos (Ustilagomicetes) o algo más lejanos (Puc-
ciomicetes) son temibles patógenos de plantas, de otros hongos e incluso de animales, los Agaricales, sin embargo son ge-
neralmente setas, saprofíticas que se desarrollan fuertemente incardinados en la trama trófica de los ecosistemas forestales.
Curiosamente también se asocian en simbiosis como micorrizas a las raíces de las plantas, tanto hierbas como árboles fa-
cilitándoles la captación de nutrientes secundarios. Los Agaricales, como casi todos los hongos fabrican múltiples y abun-
dantes metabolitos secundarios de tal manera que pueden resultar alimentos exquisitos pero también ser venenos mortales.
Poseer una gran plasticidad ecológica no implica que son bien conocidos. El paso del medio acuático al terres-
los hongos no muestren modelos característicos de distri- tre estuvo acompañado de una fuerte radiación evolutiva,
bución. Incluso en los linajes que se han denominado ba- que tuvo como consecuencia una diversidad que hoy al-
sales en el Árbol de Hongos aparecen táxones con canza aproximadamente 1,5 millones de especies de sa-
distribuciones típicas. En los grandes Basidiomycota y en probios, parásitos y simbiontes, que se encuentran en
hongos liquenizados parece más fácil estudiar los mode- prácticamente todos los ecosistemas y en todos los con-
los de distribución. El elemento endémico es raro en los tinentes.
hongos, al menos según el concepto aplicable a las plan-
tas. Por el contrario, se conoce un gran número de especies
Principales cuestiones pendientes
cosmopolitas o de áreas muy extensas. Sin embargo, a este
respecto cabe señalar que estudios recientes han puesto de • ¿Cuáles son las relaciones y pautas evolutivas más im-
manifiesto que, en varios grupos de hongos y especial- portantes entre los linajes basales de los hongos?
mente en los liquenizados, especies ampliamente distri- • ¿Cuándo se puede datar la aparición de los hongos?
buidas y morfológicamente bien definidas han resultado
• ¿En qué momentos fueron ocurriendo las principales
ser complejos de varias especies más o menos crípticas.
divergencias entre los distintos grupos?
Tales especies filogenéticas pueden encontrarse tanto en
áreas muy amplias en condiciones ecológicas muy preci- • ¿Fueron los hongos liquenizados (asociados a fotobion-
sas como estar restringidas a territorios más precisos. tes) los que dieron lugar a las primeras radiaciones evo-
Como consecuencia, ante esta perspectiva probablemente lutivas?
se reconsiderarán los modelos de distribución y los tipos • ¿Qué causas directas provocaron las primeras radiacio-
de áreas. nes?
En todo caso, la diversidad de las especies parásitas se • ¿Será posible encontrar caracteres fenotípicos que re-
relaciona forzosamente con la de sus hospedadores. Asi- flejen las diferencias genéticas entre las especies y los
mismo, los saprófitos también están condicionados por la géneros? O dicho en otras palabras, ¿se podrá conci-
diversidad de otros grupos biológicos. Sin embargo, puede liar la taxonomía clásica (especialmente la alfa-taxo-
destacarse que, en el caso de los líquenes, los máximos re- nomía) con la filogenia basada en secuencias de DNA
lativos de diversidad, en varias familias, están donde otros y en los procesos evolutivos?
organismos competidores hacen crisis debido a lo extremo
de las condiciones ecológicas; es el caso de las regiones
polares o las de alta montaña. Asimismo, los climas oce- Bibliografía básica
ánicos y los de alta humedad del aire favorecen la presen- – Alexopoulos, A., Mims, C., Blackwell, M 1996. Introductory Mycology
cia de grandes biomasas de líquenes, y muchas veces (4th Ed.). John Wiley y Sons, New York, USA.
también de un gran número de especies. Sudáfrica es pro- – Crespo, A., Lumbsch, H.T., Mattsson, J.E, Blanco, O., Divakar, P.K.,
bablemente el territorio donde se puede encontrar la mayor Articus, K., et al. 2007. Testing morphology-based hypotheses of
phylogenetic relationships in Parmeliaceae (Ascomycota) using three
diversidad liquénica.
ribosomal markers and the nuclear RPB-1 gene. Molecular Phylogene-
tics and Evolution. 44: 818-824.
Diferenciación y especiación – Hibbett, D.S., Binder, M., Bischoff, J.F., Blackwell, M., Cannon, P.F.,
Eriksson, O., et al. 2007. A higher-level phylogenetic classification of
Aunque la diferenciación de los hongos en cuanto a tipos
the fungi. Mycol Res 111: 509-547.
de vida (excluyendo los líquenes) o formas espectacula-
– James, T.Y., Kauff, F., Schoch, C., Matheny, P.B., Hofstetter, V., Cox,
res en tamaño no es notable, las formas más conocidas
C.J., et al. 2006. Reconstructing the early evolution of the fungi using
por todos, que van de mohos muchas veces microscópi- a six gene phylogeny. Nature 443: 818-822.
cos a setas de considerable tamaño, no dejan de indicar un
– Lutzoni, F., Kauff, F., Cox, C.J., McLaughlin, D., Celio, G., Dentinger,
largo proceso de diferenciación de cientos de millones de B., et al. 2004. Where are we in assembling the fungal tree of life, clas-
años. El número de especies sí indica activos procesos de sifying the fungi, and understanding the evolution of their subcellular
especiación, aunque los mecanismos predominantes no traits. Am J Bot 91: 1446-1480.
Hadromerida 1 1
Poecilosclerida 2
Halichondrida [Halichondridae]
Halichondrida [Axinellidae] 2
Agelasida 3
Astrophorida
Spirophorida 3
Haplosclerida [Spongilina]
Chondrosida 5 4
Halisarcida
Verongida 6
Dictyoceratida 7 5
Dendroceratida
Lyssacinosida
Sceptrulophora
6
Amphidiscophora
540-650 Ma Lychniscosida
Aulocalyocoida
7
Sycettida
Leucosolenida
Lithonida
8
4 Baerida
Murrayonida
Clathrinida 8
9
Leucettida
Homosclerophorida 9
Placozoa 10
10
Cnidaria (medusas, corales)
580-990 Ma Ctenophora 17
18 Bilateria (bilaterados)
Árbol de Metazoos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas in-
dican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Metazoos
Manuel Maldonado
16
Resumen: El origen de los animales (metazoos) y las relaciones filogenéticas entre sus clados basales (poríferos, placozoos,
cnidarios y ctenophoros) plantean cuestiones evolutivas de gran controversia. Se ha propuesto que los animales surgieron hace
entre 1200 y 700 millones de años, probablemente a partir de un antepasado unicelular común con los coanoflagelados mo-
dernos. Estudios recientes han demostrado que varios de los sistemas génicos que tradicionalmente se habían asumido como
innovaciones de los animales estaban ya esbozados en el genoma de los organismos unicelulares o en el del antepasado común
a coanoflagelados y metazoos, o en ambos, y por tanto anteceden a la multicelularidad animal. El principal obstáculo para dilu-
cidar definitivamente el camino evolutivo que siguieron los animales en sus orígenes es el hecho de que diferentes regiones del
genoma parecen haber experimentado historias evolutivas notablemente distintas y, por ello, producen señales filogenéticas
que entran en conflicto. La cuestión más relevante versa en torno a si el filo basal son los poríferos, como sugieren los análi-
sis clásicos de la información morfológica y los recientes análisis filogenómicos, o si por el contrario son los placozoos, como
sugiere la señal filogenética del DNA mitocondrial. También hay controversia sobre las relaciones entre ctenophoros y cnida-
rios, y sobre cuál de estos grupos compartió un antepasado común con los animales bilaterados. Diversas fuentes de datos su-
gieren que en la filogenia más probable se encontrarían los poríferos de aparición temprana y después placozoos, cnidarios, cte-
nophoros y, por último, los bilaterados. Sin embargo, la resolución definitiva del camino evolutivo trazado por los animales en
sus orígenes probablemente requerirá la reconstrucción de caracteres y análisis comparativos que impliquen grandes coleccio-
nes de genes o genomas completos.
Summary: The origin of animals (metazoans) and the relationship between their basal clades (poriferans, placozoans, cnidarians,
and ctenophorans) remain controversial evolutionary issues. Animals have been estimated to emerge sometime between 1200 and
700 million years ago, probably from a unicellular ancestor shared with modern choanoflagellates. Recent studies have shown that
several of the gene systems traditionally assumed as innovations of modern animals were already outlined in the genome of
unicellular organisms and/or in that of the ancestor shared by choanoflagellates and animals, therefore, predating the emergence
of animal multicellularity. The main obstacle to definitively elucidate the evolutionary pathway traced by the early animals results
from different regions of the genome having experienced substantially different evolutionary stories, therefore, yielding conflicting
phylogenetic signals. The most relevant question revolves around whether the most basal animal group is Porifera, as suggested by
classical morphological studies and recent phylogenomic approaches, or Placozoa, as suggested by the mtDNA phylogenetic signals.
Controversy also persists regarding the relationship between Cnidaria and Ctenophora, and about which of them shared its oldest
ancestor with Bilateria. Although several data source suggest that the most probable phylogeny may be Porifera, Placozoa, Cnidaria,
Ctenophora, and Bilateria. The definitive elucidation of the pathway traced by the early animals will probably demand character
mapping and comparative analyses based on either very large gene collections or complete genomes.
L
a transición evolutiva desde un estado unicelular desarrollar características diferentes (especialización celu-
hasta el estado multicelular que caracteriza a los ani- lar) y a agruparse en unidades supracelulares funcionales o
males modernos o metazoos (Recuadros 1 y 2) cons- tejidos. La estructuración de los tejidos de un animal se es-
tituye una apasionante cuestión científica que sólo se ha boza ya durante las etapas tempranas del desarrollo em-
resuelto parcialmente. Una serie de innovaciones genéti- brionario, mediante un proceso de reorganización y
cas y citológicas facilitó el incremento del número de cé- diferenciación de las células embrionarias conocido como
lulas que formaban el cuerpo de los organismos. Más gastrulación. Esta primera reorganización celular da lugar
importante aún, los organismos comenzaron a ser capaces a un embrión que puede ser diblástico, formado por una
de desempeñar simultáneamente diversas funciones vita- capa celular externa o ectodermo y otra interna o endo-
les complejas, porque sus diferentes células, a pesar de po- dermo, o bien triblástico, constituido por un ectodermo, un
seer idéntica información genética, comenzaron a endodermo y una capa celular intermedia, denominada me-
159
160 Cap. 16, Metazoos
¿Qué es un metazoo?
El origen conceptual del taxon Metazoa (del griego meta [entre, después, ‘avanzado’] y zoo [animal]), nombre propuesto
por Haeckel en 1874 para designar a los miembros del reino animal, llega hasta el Systema Naturae de Linneo (1735), en
donde se estableció un reino Animalia (organismos heterotrófos conocidos en aquel tiempo) en contraposición al reino
Plantae (organismos autótrofos). En la actualidad, el filo Metazoa (animales) acoge un conjunto de organismos multicelu-
lares constituidos por células eucariotas carentes de pared celular y cloroplastos, y capaces de organizarse en grupos fun-
cionales (tejidos) para desarrollar tareas específicas.
“Radiados” y bilaterados
Los términos “Radiata” y Bilateria sirven para
designar a los táxones que contienen animales di-
blásticos y triblásticos, respectivamente, y se re- Nematoda
fieren a que los arquetipos anatómicos de los Nematomorpha
Priapulida
cnidarios y los ctenóforos presentan simetría ra- Loricifera
dial respecto de un eje oral-aboral, mientras que Ecdysozoa
Kinorhyncha
los de los triblásticos presentan simetría bilateral, Onychophora
con un eje anteroposterior y otro dorsoventral. Tardigrada
Los radiados forman un grupo parafilético con Arthropoda
respecto a los bilaterados (véase Arbol de Meta- Chaetognatha
Annelida
zoos). Los bilaterados comprenden al menos tres Mollusca
grandes clados bien fundamentados por datos Nemertea Protostomia
morfológicos y moleculares (véase la figura). Phoronidea
Estos clados se corresponden con: Brachiopoda
1. Deuterostomia: animales en que el blastóporo Bryozoa Spiralia
Cycliophora
embrionario forma el ano del adulto, mientras Gastrotricha
que la boca aparece como una neoformación. Gnathostomulida
2. Ecdysozoa: animales que mudan su tegumento Micrognathozoa
(por ejemplo, artrópodos, nematodos, tardí- Rotifera
grados, priapúlidos) y en algunos casos pre- Entoprocta
sentan un cerebro en anillo alrededor de la Platyhelminthes
Nemetodertmatida
faringe (= Cycloneuralia). Acoela
3. Spiralia: animales que se alimentan mediante Xenoturbellida
una estructura denominada lofóforo (por Hemichordata
Echinodermata Deuterostomia
ejemplo, braquiópodos, briozoos, foronídeos)
o poseen una segmentación espiral y larva tro- Chordata
cófora (por ejemplo, anélidos, moluscos,
equiúridos, sipuncúlidos, nemertinos, platel- Agrupaciones de Bilateria. En este libro se describen los clados: Deuterostomia y Pro-
mintos, etc.), junto con varios otros grupos tostomia (Spiralia o Lophotrochozoa + Ecdysozoa).
que no poseen ni lofóforo ni trocófora, pero
cuya agrupación con los anteriores cuenta con
sólidos apoyos moleculares.
Los miembros de los clados 2 y 3 se consideran Protostomia o animales en que el blastóporo embrionario forma la boca
del adulto.
Aunque hasta la fecha no se ha secuenciado ningún ge- mospongiae, dependiendo de la especie. Por otra parte, en
noma mitocondrial completo de un ctenóforo ni de una es- el mtDNA de algunos ‘invertebrados basales’ hay genes
ponja de la clase Calcarea, los que se conocen de otras adicionales de tRNA que no aparecen en Bilateria. Ade-
esponjas, placozoos y cnidarios indican que el genoma mi- más, hay intrones de tipo I y la traducción (excepto en las
tocondrial de los ‘invertebrados basales’ presenta impor- esponjas hexactinélidas) emplea un código mínimamente
tantes desviaciones respecto del patrón estándar en modificado, que es idéntico al de algunos hongos y al del
Bilateria. En los ‘invertebrados basales’ hay una menor único coanoflagelado secuenciado hasta la fecha. Es tam-
compactación, con varias regiones intergénicas relativa- bién interesante destacar que los cnidarios del clado Medu-
mente grandes que hacen que la cantidad total de mtDNA sozoa (Cubozoa, Scyphozoa, Hidrozoa) tienen genomas
sea comparativamente mayor, con un promedio de 18,2 mitocondriales lineales, a diferencia de los restantes inver-
Kbp en Cnidaria, 19 en Hexactinellida, 20,6 en Demospon- tebrados inferiores estudiados y la mayor parte de Bilate-
giae y 37 en Placozoa. Además, estos grupos presentan una ria, que son moléculas circulares. Por tanto, parece claro
enorme variabilidad génica intragrupo y pueden contener que el paso del estado diblástico al triblástico implicó una
genes que no existen en Bilateria. Por ejemplo, varios cni- compactación y una estabilización del genoma mitocon-
darios contiene el gen MutSK, probablemente transferido drial, así como la especialización de su código genético.
desde el núcleo, que codifica una proteína reparadora de
mutaciones ‘mismatch’. Asimismo, las demosponjas y las Resultados filogenéticos contrastados
hexactinélidas incluyen el gen atp9, que codifica la subu-
nidad 9 de la ATP sintetasa. También hay diferencias sus- con clasificaciones previas
tanciales en la dotación de tRNA, de modo que de los 22 Las relaciones filogenéticas entre los metazoos basales
genes que codifican tRNA en Bilateria tan sólo dos, como aún no han sido esclarecidas de modo definitivo. El pa-
mucho, aparecen en Cnidaria, y entre cinco y 15 en De- trón de relaciones varía dependiendo de si la filogenia se
Manuel Maldonado 163
Poríferos
Porifera es un filo que incluye aproximadamente unas 7000 especies vivas, mayoritariamente marinas. Se ha subdividido tra-
dicionalmente en tres clases (Calcarea, Hexactinellida y Demospongiae), cuyas relaciones filogenéticas son objeto de intenso
debate. Las demosponjas representan alrededor de un 85% de las esponjas vivas, las hexactinélidas un 10% y las calcáreas un
5%. Las esponjas de la clase Hexactinellida muestran una organización sincitial, mientras que Demospongiae y Calcarea tie-
nen una estructura celular convencional. El arquetipo anatómico de una esponja es el de un animal sésil filtrador, con un
cuerpo vasiforme o subesférico atravesado por un sistema de canales que se comunican con el exterior en ambos extremos
y por el cual fluye una corriente de agua ambiente. Esta corriente transporta bacterioplancton y compuestos disueltos que
nutren a la esponja, pero también proporciona oxígeno y elimina los productos de la excreción y la digestión, y sirve a la vez
de vehículo de entrada y salida de gametos y embriones. El arquetipo histológico de una esponja consiste en dos capas ce-
lulares de tipo epitelial (pinacocitos), una externa que forma la pared del cuerpo y otra interna que forma la pared de los ca-
nales acuíferos. Los canales presentan expansiones en forma de cámaras, cuyas paredes están revestidas por células
pseudocilíndricas provistas en su polo distal de un flagelo rodeado de un collar de microvellosidades. Estás células, denomi-
nadas coanocitos, fagocitan las bacterias del agua que circula por las cámaras y constituyen el rasgo más distintivo del filo
Porifera. Entre el epitelio de los canales y el externo existe un mesénquima (llamado mesoglea en Demospongiae y Calca-
rea, y mesolamela en Hexactinellida) rico en colágeno y poblado por diversos tipos de células ameboideas que deambulan
en baja densidad con funciones tales como la producción y el mantenimiento del medio intercelular, la defensa y la ‘respuesta
inmunitaria’, el transporte de alimento y gametos, la producción y el ensamblado de materiales esqueléticos, el reemplazo
de células envejecidas, etc. Esta organización arquetípica está ligeramente modificada en la clase Hexactinellida, en la cual os
l
epitelios son sincitiales, y también en algunos géneros de demosponjas carnívoras que han perdido el sistema acuífero y los
coanocitos, a favor de mecanismos de alimentación basados no en el filtrado de bacterias en suspensión sino en la captura
de microinvertebrados, que son digeridos extracelularmente con la cooperación de bacterias simbiontes. Las esponjas se re-
producen asexualmente, mediante fragmentación, gemación o formación de cuerpos de resistencia, y sexualmente mediante
gametos con fecundación externa o interna. Los espermatozoides son generalmente de tipo primitivo, carentes de acrosoma.
No obstante, recientemente se han descrito en el grupo espermatozoides altamente modificados y provistos de un complejo
acrosomal con perforatorio. El zigoto, de desarrollo externo o interno, sufre segmentación total (igual o desigual, según el
grupo), y mediante un desarrollo embrionario (variable según los grupos; véase Fig. 6) da lugar a unalarva lecitótrofa.
infiere a partir de información derivada de estudios cito- zoos con frecuencia se han situado como si fueran un
lógicos y ultraestructurales, de genes de rDNA, de geno- grupo hermano de los cnidarios, o incluso dentro de ellos
mas mitocondriales o de familias de genes nucleares (próximos a Medusozoa), sugiriendo que este filo podría
proteínicos (por ejemplo, Hsp70, Hsp90, α-tubulina y β- haber surgido de la simplificación del estado de medusa de
tubulina, factores de elongación, proteínas de señaliza- un escifozoo ancestral. Algunos de estos análisis de
ción, proteínas de adhesión, genes de diversas rDNA, dependiendo del número de táxones considerados
superfamilias de factores de transcripción del desarrollo, y de las secuencias elegidas, han sugerido también que los
colecciones de EST, etc.). placozoos podrían ser un clado hermano de todos los Bi-
La hipótesis más representada en las filogenias citoló- lateria, o bien de Cnidaria + Bilateria. En la actualidad hay
gico-morfológicas de las dos últimas décadas propone que ciertas dudas sobre la fiabilidad del rDNA para resolver
las esponjas constituyen el grupo basal de los metazoos por sí mismo la derivación de los nodos más profundos de
(Fig. 1), y que los placozoos son el grupo hermano de los los metazoos. Entre otros problemas, se ha detectado que
eumetazoos (cnidarios, ctenóforos + triblásticos). La po- la señal filogenética de las cadenas de rRNA en la subu-
sición basal de Porifera se ha fundamentado en la creen- nidad grande (LSU) y la pequeña (SSU) entran en con-
cia de que las esponjas carecen de: 1) ectodermo y flicto, de modo que las filogenias inferidas varían
endodermo embrionarios homologables a los de los res- dependiendo de si el árbol se obtiene a partir de secuencias
tantes animales, 2) verdaderos epitelios sellantes, y 3) ca- SSU (Fig. 2 C), LSU (Fig. 2 D) o de la combinación de
pacidad de elaborar respuestas de comportamiento en ambas.
consonancia con la ausencia de células musculares (efec- En el momento de elaborar este capítulo, el análisis de
toras), sensoriales y nerviosas. Los placozoos también ca- genomas mitocondriales completos, que es cronológica-
recen de células musculares y nerviosas, así como de mente posterior a la mayoría de los estudios de genes
membrana basal en sus epitelios, pero a diferencia de Po- ribosómicos, sugiere unas relaciones filogenéticas dife-
rifera presentan uniones sellantes entre las células de los rentes de las propuestas por los análisis de rDNA y tam-
epitelios externos. bién de las inferidas a partir de datos morfológicos. La
La posición basal de las esponjas en el árbol de los me- mayor parte de los árboles filogenéticos basados en se-
tazoos fue corroborada por las primeras filogenias mole- cuencias de aminoácidos de genomas mitocondriales han
culares basadas en RNA ribosómico (mayoritariamente coincidido en situar a los placozoos (y no a las esponjas)
rRNA 18S). Sin embargo, tales filogenias producían re- en la base del árbol de los metazoos (Fig. 3 A). No obs-
sultados controvertidos respecto a la posición de otros gru- tante, aunque todavía no se ha podido secuenciar los ge-
pos, situando a Ctenophora como grupo hermano de nomas completos de las esponjas calcáreas y de los
Cnidaria + Bilateria (Fig. 2, A y B). Además, los placo- ctenóforos, la validez de la señal filogenética del mtDNA
164 Cap. 16, Metazoos
Placozoos
Placozoa es un filo erigido en 1971 para albergar dos únicas especies animales: Trichoplax adhaerens (Schulze, 1883) y Tetro-
plax reptans (Monticelli, 1893). Un estudio de 31 ejemplares de T. adhaerens revela una notable variación interindividual en
el DNA ribosómico y sugiere la presencia de al menos seis especies crípticas. Los placozoos son organismos de 0,5 a 3 mm
de diámetro, comprimidos en el plano del sustrato, de aspecto ameboide, sin ejes de simetría reconocibles, que reptan sin
dirección preferente de locomoción, y se alimentan de protozoos y diatomeas bentónicas. Estructuralmente son los meta-
zoos más sencillos, ya que están constituidos por sólo cuatro o cinco tipos celulares organizados en tres ‘capas’: 1) un epi-
telio superior (‘dorsal’) formado exclusivamente por células monociliadas en forma de T, con uniones intercelulares selladas
por desmosomas septados; 2) un epitelio inferior (‘ventral’) constituido por una combinación de células ‘glandulares’ no ci-
liadas y repletas de vacuolas que secretan enzimas digestivas sobre el sustrato, y células ‘cilíndricas’ monociliadas capaces de
incorporar los productos de la digestión externa; y 3) un retículo de células ‘fibrosas’ sincitiales de naturaleza tetraploideque
ocupa la zona interepitelial, aunque pueden emitir pseudópodos entre las células epiteliales que llegan al exterior. Este sin-
citio contiene fibras de actina y tiene una gran capacidad de contracción, por lo que probablemente sea el causante de los
rápidos cambios de forma del cuerpo y de la naturaleza ameboide del desplazamiento. Las expansiones del sincitio están co-
nectadas mediante estructuras discoidales electrón-densas, que podrían ser temporales, pero que en algunos casos se ase-
mejan a placas perforadas (plug) intracelulares similares a las descritas en la estructura sincitial de las esponjas hexactinélidas.
Algunos autores sugieren que estas células intermedias son protomusculares y protoneurornales, porque tienen capacidad
de contracción y de conducción de estímulos; otros consideran que no se han encontrado pruebas convincentes de células
musculares ni de transmisión de impulsos nerviosos en los placozoos. Sin embargo, un marcaje con anticuerpos ha mostrado
que algunas células aún sin identificar (que podrían ser un quinto tipo celular) situadas cerca del margen del cuerpo contie-
nen RF-amida, un neuropéptido característico de las células nerviosas y de la sinapsis en los eumetazoos. Esta región corpo-
ral intermedia, que parece equivalente de la mesoglea de esponjas y cnidarios, carece de una matriz extracelular evidente.
Durante la mayor parte del tiempo, estos organismos se reproducen asexualmente mediante fisión binaria del cuerpo o por
gemación, o mediante ambos. No obstante, el elevado grado de polimorfismo detectado en el DNA deT. adherens sugiere
que las poblaciones se mantienen a largo plazo por procesos de reproducción sexual. En el laboratorio se ha visto que si au-
menta la densidad de los ejemplares y las condiciones del medio comienzan a degenerar, los individuos producen oocitos a
partir de células del epitelio ventral y éstos quedan libres cuando el tejido se degrada. No se han visto espermatozoos, pero
se ha propuesto que unas pequeñas células redondas y aflageladas que aparecen en la capa intermedia podrían ser gametos
masculinos. Se ha observado que óvulos supuestamente fecundados forman una membrana similar a la membrana de ferti-
lización de otros metazoos e inician los primeros estadios de la segmentación, para luego degenerar.
para resolver por sí misma las relaciones de los metazoos mano de Bilateria (Fig. 3 B). No obstante, el escenario que
basales también está actualmente en entredicho, debido a proporciona el mtDNA es aún más complicado, porque el
la enorme variabilidad intragrupo que se está revelando genoma mitocondrial de todas las demosponjas y las he-
en los ‘invertebrados basales’. Por ejemplo, las esponjas xactinélidas secuenciadas hasta la fecha contiene una ca-
hexactinélidas presentan características en su mtDNA sor- racterística común, el gen atp9, que no aparece en ningún
prendentemente diferentes no sólo de las de las restantes otro grupo de metazoos y emerge como una importante si-
esponjas conocidas, sino también de los otros ‘invertebra- napomorfía de Porifera, debilitando los argumentos a
dos basales’, y son muy afines a las de Bilateria. Las es- favor de una posible polifilia del grupo. En la demosponja
ponjas hexactinélidas y Bilateria comparten la casi Amphimedon queenslandica este gen parece haber sido
totalidad de los genes codificadores de proteínas, la pre- transferido al núcleo recientemente; transferencia que po-
sencia de una única región de control no codificadora de dría contener una importante señal filogenética, si final-
gran tamaño, una modificación similar del código gené- mente se demuestra que el gen ha sido heredado por
tico para la síntesis de proteínas mitocondriales y estruc- Cnidaria y los restantes animales. Para hacer aun más
turas génicas altamente derivadas para los tRNA y rRNA, compleja la situación, la escasa evidencia disponible su-
incluyendo una estructura secundaria característica para giere que el genoma mitocondrial de esponjas calcáreas
uno de los tRNA de la serina. A primera vista, las simili- posee también varias características únicas, tales como un
tudes entre el mtDNA de las esponjas hexactinélidas y de código genético con codones especiales para la traducción
Bilateria podrían sugerir que las esponjas son un filo po- de las proteínas mitocondriales y que, además, contiene
lifilético (Fig. 3 B). El hecho de que ninguno de los genes los genes rRNA fragmentados.
mitocondriales de tRNA presentes en las demosponjas y En conjunto, la información disponible del genoma mi-
los placozoos se encuentre en las hexactinélidas, que por tocondrial de los ‘invertebrados basales’ sugiere la exis-
añadidura sólo poseen aquellos conocidos de Bilateria, tencia de una variabilidad génica acelerada en estos grupos
junto con el hecho de que las demosponjas, los placozoos respecto de Bilateria. Por ejemplo, es destacable que en dos
y los cnidarios poseen tRNA convencionales, en vez de esponjas de una misma familia (Plakinidae) una de las es-
derivados, también apoyarían una posible polifilia de Po- pecies (Oscarella carmella) contiene el mayor número de
rifera, apuntando a Hexactinellida como posible clado her- genes (44) conocido en un genoma mitocondrial animal,
Manuel Maldonado 165
Cnidarios
Cnidaria es un filo que cuenta con unas 10 000 especies vivas, mayoritariamente marinas. Los cnidarios se dividen en dos
clases, una caracterizada por formas con un ciclo vital en el cual se suceden un estado pólipo y un estado medusa (Medu-
sozoa: Scyphozoa + Cubozoa + Hydrozoa), y otra que comprende formas con sólo estado pólipo (Anthozoa). La organi-
zación morfológica del cnidario arquetípico adulto es vasiforme, con un epitelio externo protectivo y un epitelio de tipo
digestivo que tapiza la cavidad interna. El orificio de comunicación de la cavidad interna con el exterior, derivado del blas-
tóporo embrionario, funciona en el adulto como ano y boca, y define el eje oral-aboral sobre el cual se define la simetría
radial básica del grupo. Los cnidarios se caracterizan por poseer en sus epitelios cnidocitos, unas células que producen y
alojan un orgánulo denominado nematocisto conectado a un mecanocilio (cnidocilio). El nematocisto es una cápsula car-
gada de fluido tóxico y con parte de su pared invaginada en forma de filamento hueco, arrollado en espiral dentro de la
cápsula. El contacto de un organismo extraño (típicamente una presa o un agresor) con el cnidocilio hace que el filamento
se desenvagine violentamente para clavarse e inocular el veneno. Los nematocistos representan el rasgo más distintivo del
grupo. A diferencia de las esponjas, los epitelios de los cnidarios están caracterizados por presentar uniones sellantes (sep-
tadas y desmosomas en cinturón) entre sus células, así como una membrana basal conspicua. Entre el epitelio externo y el
interno se localiza una mesoglea muy delgada en la cual se sitúan células epiteliomusculares, así como células musculares
lisas y estriadas en el estado medusa de algunos grupos. Los cnidarios poseen células sensoriales que constituyen órganos
tales como ocelos y estatocistos, y poseen también células nerviosas organizadas en plexos, tanto en la larva como en los
estados pólipo y medusa del adulto. El sistema nervioso es intraepitelial, formado por redes de neuronas que pueden con-
densarse en ciertos puntos formando anillos y ganglios. Las neuronas también se pueden fusionar para formar neurosinci-
tios. Las uniones interneuronales y neuromusculares están provistas de uniones gap formadas por innexinas para establecer
sinapsis eléctricas en adición a las químicas mediadas por neurotransmisores (amida FMRF, serotonina y noradrenalina), y
pueden ser tanto de tipo bidireccional como unidireccional. Se ha detectado acelticolina en el grupo, pero no en relación
con la sinapsis. Los cnidarios se reproducen asexualmente por gemación del pólipo o de la medusa. A veces, las yemas no
se liberan y permanecen unidas al progenitor, formando estructuras coloniales. La fecundación es típicamente externa,
pero en ocasiones hay desarrollo interno. La segmentación produce una blástula hueca o sólida, dependiendo del grupo.
El embrión se desarrolla mediante un proceso de gastrulación variable (embolia, inmigración, deslaminación), dependiendo
del grupo y de la blástula, para formar una larva ciliada que puede ser planctótrofa o lecitótrofa, pero que siempre con-
tiene los esbozos del ectodermo, el endodermo y la cavidad gástrica del adulto.
Ctenóforos
Ctenophora es un filo exclusivamente marino que cuenta con sólo unas 80 especies vivas. Son organismos carnívoros, bá-
sicamente planctónicos, que se mueven mediante batiendo ocho hileras de células multiciliadas (peines ciliares) distribui-
das en la superficie del cuerpo. Presentan una organización general similar a la de los cnidarios, con un epitelio externo de
origen ectodérmico que incluye células glandulares y mucosas, y un epitelio gástrico endodérmico que forma un saco ciego
comunicado con el exterior por un orificio único que funciona como boca y ano. Se asume que el plan corporal arquetí-
pico es una forma subesférica con dos tentáculos provistos de células adhesivas y caracterizado por una simetría birradial,
en el plano oral-aboral y en el plano tentacular. No obstante, aparecen formas bentónicas aplanadas e incluso una especie
sésil que se alejan completamente de este arquetipo. Entre ambos epitelios, que constan de células con uniones fuertes (sep-
tadas y gap) y membranas basales, se localiza una mesoglea, células musculares organizadas en una musculatura parietal su-
bepitelial, así como fascículos de células musculares sincitiales estriadas embutidas en la mesoglea. Una red poligonal de
células nerviosas inerva los epitelios, los peines ciliares y las células musculares de la mesoglea, y conecta con un ganglio
apical situado inmediatamente debajo de un órgano sensorial de tipo estatocisto. Las células nerviosas son de tipo primi-
tivo (isopolares), en las cuales cualquier parte de la membrana puede establecer una sinapsis con otra neurona o un efec-
tor. No obstante, aunque se ha detectado amida RF, las sinapsis parecen funcionar fundamentalmente con aceltilcolina,
como típicamente en los triblásticos. También se han observado uniones interneuronales y neuromusculares de tipo gap.
Los ctenóforos son típicamente hermafroditas, con gónadas bien diferenciadas formadas a partir del endodermo y que se
abren al exterior por gonoporos. En algunos casos, los órganos reproductores se complican y se diferencian cavidades ac-
cesorias tales como cámaras incubadoras y receptáculos seminales. El espermatozoide, aunque de cabeza redondeada,
posee un verdadero acrosoma con perforatorio. La fertilización es externa, con poliespermia. La segmetación es total,
pero desigual, formando un embrión con macrómeros y micrómeros, que tienen un destino predeterminado en el
adulto. La gastrulación se produce típicamente por embolia y al final los micrómeros dan lugar al ectodermo y a células glan-
dulares asociadas, el órgano sensorial apical, las células nerviosas, las células musculares y parte de la mesoglea, mientras
que los macrómeros dan lugar a la cavidad gástrica y las estructuras asociadas.
166 Cap. 16, Metazoos
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Mesodermo;
simetría bilateral
Figura 1. Filogenia tradicionalmente más aceptada para ilustrar las relaciones de parentesco entre los metazoos basales, inferidas
según caracteres morfológicos. El grupo externo Choanoflagellata se refiere sólo a miembros de una de las cinco clases que compo-
nen el filo parafilético “Choanozoa”.
mientras que la otra (Plakortis angulospiculatum) contiene merosos filos animales (tanto basales como derivados), e
menos de la mitad (20 genes). Tal variabilidad entre géne- incluso en coanoflagelados y otros opistocontos relativa-
ros hermanos también aconseja precaución a la hora de em- mente emparentados con los metazoos. Tales hallazgos in-
plear algunas de las características de los genomas dican que los componentes de diversas familias génicas
mitocondriales en la inferencia de la filogenia de los nodos que se asumían como ‘innovaciones evolutivas’ de los me-
más profundos de los metazoos. El tamaño del mtDNA y tazoos son anteriores a la divergencia del metazoo moderno
su contenido génico también emergen como menos infor- más basal, e incluso a la emergencia de la multicelularidad
mativos de lo esperado inicialmente, ya que algunas evi- animal, y carecen de poder explicativo para resolver la fi-
dencias apuntan a que se han producido pérdidas de genes logenia de los ‘invertebrados basales’.
en paralelo (homoplasia) en grupos bien distantes. Ante Hasta la fecha, la señal filogenética más sólida y cohe-
estas consideraciones generales (y a falta de datos sobre rente parece derivarse de un estudio filogenómico reciente
las esponjas calcáreas y los ctenóforos), un análisis filoge- del grupo de Hervé Philippe en el cual se analizaron se-
nético conservador del genoma mitocondrial sólo puede cuencias parciales (EST) de 128 genes proteínicos nuclea-
traducirse en un árbol politómico, incapaz de resolver las res. En la filogenia inferida, que se muestra notablemente
relaciones entre los ‘invertebrados inferiores’ (Fig. 3 C). congruente con la hipótesis clásica derivada de los datos
Los problemas derivados del empleo de rDNA y morfológicos (Fig. 4A), las esponjas aparecen como el pri-
mtDNA han llevado a la convicción de que la reconstruc- mer grupo que diverge del tronco de los metazoos, seguido
ción de las relaciones filogenéticas entre clados con diver- por los placozoos. Los cnidarios y los ctenóforos habrían
gencias tan profundas como las de los “invertebrados surgido posteriormente, pero como una subunidad que se
basales” (aproximadamente más de 600 millones de años) correspondería con el concepto clásico de “celentéreos”.
se podría resolver más eficientemente comparando genes Desde esta perspectiva, los cnidarios y los ctenóforos que-
nucleares que estén altamente conservados y que pueden darían relacionados filogenéticamente al mismo nivel res-
ser claramente identificados como ortólogos. A este fin, al- pecto de Bilateria.
gunos autores han explorado familias génicas codificado-
ras de factores de transcripción y diversas proteínas básicas Evolución de los caracteres
para el funcionamiento de la multicelularidad animal, tales
como las proteínas de las principales vías de señalización Epitelización, neuralización y otros rasgos derivados
intercelular, de adhesión, de estrés, de elaboración de la Las esponjas y los placozoos, a diferencia de los cnidarios
matriz intercelular, etc. En la mayoría de los casos se han y los ctenóforos, no parecen tener células nerviosas ni
encontrado componentes de tales familias génicas en nu- musculares, por lo que estos grupos se consideran estruc-
Manuel Maldonado 167
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Figura 2. A: Filogenia de metazoos más comúnmente propuesta por los primeros estudios de DNA ribosómico con suficiente re-
presentatividad de táxones y secuencias. B: Filogenia más comúnmente propuesta por los primeros estudios de DNA ribosómico en
la cual se detectó la relación parafilética detectada entre las clases del filo Porifera. En ambos árboles el grupo externo “Choanozoa”
representa a las cinco clases que integran este filo (Choanoflagellata, Mesomycetozoea, Ministeriida, Corallochytrea y Cristicoidea). C-
D: Diferencias en el patrón de relaciones filogenéticas inferidas en base a genes de las unidades ribosómicas pequeñas(C) y grandes
(D). En estos análisis no se consideró el filo Placozoa, pero se incluyeron Fungi y dos clases de “Choanozoa” como grupo externo.
turalmente más simples y evolutivamente más antiguos des altamente modificados provistos de un complejo acro-
que los restantes. No obstante, recientes estudios ultraes- somal con perforatorio, cromatina condensada en espiral
tructurales están poniendo de manifiesto la presencia, en y largas raíces ciliares estriadas (Fig. 5 D a F). También se
las esponjas y los placozoos, de un mosaico de caracterís- ha descrito un variado patrón de migraciones y reorgani-
ticas en donde rasgos simples (que representarían la con- zaciones celulares durante la embriogénesis de los diver-
dición primitiva de caracteres de los metazoos) coexisten sos grupos de esponjas (Figs. 6 y 7), que se cree que es un
con otros relativamente complejos (condición derivada) y proceso claramente homólogo de la gastrulación de los
que tradicionalmente se habían asumido como ausentes restantes animales. Asímismo, en las esponjas y los placo-
del filo. En las esponjas, por ejemplo, no sólo se han ha- zoos hay elementos celulares y compuestos típicamente
llado membranas basales (Fig. 5 A) y uniones septadas en relacionados con los sistemas neuromusculares de los ani-
algunos epitelios (Fig. 5 B), sino también epitelios larva- males superiores. Por ejemplo, diversos tipos celulares de
rios de células multiciliadas, células epiteliales larvarias esponjas muestran una relativa capacidad contráctil y con-
fotorreceptoras, epitelios capaces de secretar elementos tienen miosina o citoesqueletos de filamentos de actina, o
esqueléticos (Fig. 5 C), etc. Muchos de los caracteres de- ambos. En algunas de estas células se ha detectado acetil-
rivados más sorprendentes se han encontrado en relación colina y colinesterasa. También se ha encontrado seroto-
con el proceso reproductivo de las esponjas, como por nina en larvas y juveniles. No obstante, hasta la fecha no
ejemplo la presencia en algunos grupos de espermatozoi- hay ninguna evidencia de que estas sustancias, que operan
168 Cap. 16, Metazoos
BILATERIA
3 3
Figura 3. A: Esquema de un árbol de máxima verosimilitud obtenido en el año 2006 a partir de secuencias de aminoácidos de ge-
nomas mitocondriales completos para varios metazoos basales, entre los cuales sólo una de las tres clases de Porifera proporcionó
datos analizables. Nótese también la ausencia de datos analizables para Ctenophora. B: Esquema de un árbol de máxima verosimili-
tud obtenido en el año 2007 a partir de secuencias de aminoácidos de genomas mitocondriales completos para varios metazoos ba-
sales en los cuales se incluyeron por primera vez dos esponjas de la clase Hexactinellida. Nótese que Hexactinellida aparece como un
clado completamente aislado de los restantes poríferos y hermano de los bilaterados. Persiste la ausencia de datos analizables para
las esponjas de la clase Calcarea y para Ctenophoros. C: Árbol filogenético más fiable derivado de un análisis de la información dis-
ponible hasta la fecha sobre la evolución del mtDNA en Metazoa. Nótese que, a falta de datos para las esponjas calcáreas y los cte-
nóforos, y sin nuevos métodos de inferencia filogenética, la señal filogenética contenida en el DNA mitocondrial no permite resolver
las relaciones entre los ‘invertebrados basales’.
como neurotransmisores en otros metazoos, intervengan mato. En estas células se ha clonado una proteína recep-
en procesos de comunicación intercelular de tipo nervioso tora bastante similar al receptor del glutamato metabó-
en las esponjas. Se ha demostrado que los epitelios sinci- tropo y al receptor B del ácido gamma aminobutírico
tiales de las esponjas hexactinélidas tienen la capacidad (GABA), que son dos neurotransmisores empleados en la
de conducir impulsos eléctricos en ausencia de sinapsis. excitación y la inhibición neuronal en los animales supe-
Esta conducción ‘preneural’ es mucho más lenta que la riores. En el genoma de las demosponjas también se han
que típicamente se realiza entre las células nerviosas de encontrado genes ‘postsinápticos’, similares a los que co-
otros animales, probablemente porque la transmisión pa- difican elementos asociados a las membranas celulares si-
rece realizarse empleando canales de calcio, como ocurre nápticas en los animales neuralizados. Algunos de estos
en las plantas, y no de sodio, como sucede típicamente en genes parecen expresarse en unas células con formas piri-
las neuronas. Es interesante que algunas células de demos- formes, monociliadas distalmente y con abundancia de ve-
ponjas reaccionan modificando las concentraciones de cal- sículas proximalmente, que aparecen en el epitelio larvario
cio intracelular ante el aminoácido excitante glutamato y y que podrían ser precursores evolutivos de las neuronas
ante agonistas de los receptores metabótropos del gluta- o de células neurosensoriales.
Manuel Maldonado 169
A B C
D E F
Figura 5. A: Epitelio de coanocitos (ch) de la demosponja homosclerofórida Corticium candelabrum, donde se observa una membrana
basal subepitelial. Nótese que los coanocitos, cortados longitudinalmente, muestran su núcleo (n), el cilio (c) y el collar de microve-
llosidades (mv). B: Detalle del epitelio de la larva de C. candelabrum, donde se aprecia un oscurecimiento de la membrana plasmática
(mp) en la zona de contacto entre dos células epiteliales adyacentes. Nótese que el espacio intercelular en la zona de contacto entre
las membranas contiene material en forma de septos (st). Los epitelios externos septados se habían considerado tradicionalmente una
adquisición evolutiva posterior a la aparición de los poríferos (Fig. 1). C: Vista de las células del epitelio (ce) externo de un adulto de
C. candelabrum, donde se observan espículas intraepiteliales (ei). D-F: Detalles de un espermatozoide (D-E) y de una espermátida
(F) de la demosponja Crambe crambe. Nótese que un flagelo (f) con su cuerpo basal (cb) se inserta en la zona anterior del esperma-
tozoide, junto al complejo acrosomal (ac). El complejo acrosomal consta de un acrosoma (a) y un perforatorio (pr). El núcleo (n) es
alargado y junto a la membrana nuclear (mn) corren largas raíces ciliares estriadas (rc). La cromatina está condensada en espiral en el
espermatozoide maduro (D), y es granular (cr) en el estado previo de espermátida. El acrosoma con perforatorio y la compactación
helicoidal de la cromatina se habían considerado tradicionalmente adquisiciones evolutivas posteriores a la aparición de poríferos, pla-
cozoos y cnidarios (F).
algunos de los ‘utensilios’ básicos de la ‘epitelización’, la las esponjas pudiera derivar de procesos de simplificación
‘neuralización’ y el funcionamiento multicelular de los eu- secundaria.
metazoos ya estaban presentes en estados evolutivos ante-
riores, en los cuales se empleaban para otros fines. De otro Genética del desarrollo embrionario
modo, resultaría muy complicado explicar cómo las es- La embriogénesis, un proceso ausente previamente,
ponjas y los placoozoos, que carecen de sistema nervioso, emerge como una indiscutible innovación de los meta-
presentan en sus genomas genes ortólogos de los que co- zoos. Los estudios realizados en Bilateria han demostrado
difican proteínas postsinápticas y componentes de vías de que los genes de numerosas vías de señalización y de fac-
señalización que típicamente participan en el ensamblado tores de transcripción que conforman las redes regulatorias
de circuitos neuronales en los animales superiores. Alter- de la expresión de los genes del desarrollo embrionario
nativamente se ha sugerido que, en el caso de Placozoa, están bien conservados y son de ortología fácilmente iden-
estos componentes genómicos del sistema nervioso po- tificable, por lo que podrían resultar de utilidad a la hora
drían ser restos de un proceso de simplificación morfoló- de inferir el patrón de relaciones entre los ‘invertebrados
gica secundaria desde un verdadero estado eumetazoo, o inferiores’. En las esponjas, los placozoos y los cnidarios,
bien estar codificando mecanismos que sólo están opera- se han descrito recientemente ortólogos (totales o parcia-
tivos en estados del ciclo vital que aún se desconocen. les) de genes que originalmente se creían exclusivos de
También se ha propuesto la posibilidad de que al menos Bilateria (por ejemplo, hélice-bucle-hélice, Mef2, Fox,
una parte de la simplicidad citológica y arquitectural de Sox, T-box, ETS, REl/NF-κB, bZIP, Smad, y varias cla-
Manuel Maldonado 171
Halisarcida
embolia
Homosclerophorida
DISPHERULA
migración
g
centrífuga CINCTOBLASTULA
Astrophorida
(Alectonidae)
DE MOS PONG IA E
HOPLITOMELLA
Hadromerida
S pirophorida
Astrophorida
Chondrosida
Axinellidae
desarrollo
directo
ESPONJA CLAVABLASTULA reptante
JUVENIL
CLAVABLASTULA nadadora
Dendroceratida
Halichondridae
P oecilosclerida
Dictyoceratida
Haplosclerida
migración centrífuga
selectiva PARENQUÍMULA
HE XACTINE LLIDA
delaminación TRICHIMELLA
Ingresión
multipolar
Calcinea
CALCARE A
CALCIBLASTULA
Calcaronea
ANFIBLASTULA epibolia
Figura 6. Esquema de los diferentes tipos de reorganizaciones celulares detectadas durante el desarrollo embrionario en los diver-
sos órdenes taxonómicos de las tres clases de esponjas (Demospongiae, Calcarea y Hexactinellida). Las reorganizaciones embriona-
rias descritas se proponen como equivalentes de los principales tipos de gastrulación (nomenclatura en negrita) conocidos en los res-
tantes animales.
172 Cap. 16, Metazoos
A B C
D E F
Figura 7. A-E: Secciones histológicas donde se observa la gastrulación de un embrión de esponja homosclerofórida en el cual una
mórula sólida (esteroblástula) se convierte en una blástula hueca (celoblástula), mediante un proceso de migración de los blastó-
meros interiores hacia la periferia del embrión para formar una cavidad interna o blastocele (cc), tal y como se esquematiza en la
Figura 6. F: Parte posterior de una larva de la demosponja Ircinia oros en la cual se muestra el conjunto de células fotorreceptoras (cf)
pigmentadas y organizadas en un órgano fotorreceptor anular que controla el movimiento de los cilios larvarios del polo posterior
(ci) en función de la iluminación, y que sirve de timón a la larva. La barra de escala representa una longitud de 100 µ m .
ses de genes homeobox, incluyendo ANTP, Prd-like, Pax, los metazoos antes de la divergencia de Porifera, mientras
POU, LIM-HD, Six y TALE), y estos hallazgos sugieren que los genes Hox (presentes en los cnidarios y los placo-
que muchos de los mecanismos que se activan durante el zoos, pero ausentes en las esponjas y los ctenóforos)
desarrollo de los animales bilaterados para producir la re- habrían surgido posteriormente en la evolución de los me-
querida diversidad celular y establecer los principales ejes tazoos inferiores. Según esta interpretación, el pequeño
de la arquitectura corporal estaban ya presentes en el ge- número de genes Hox y NK presentes en Placozoa re-
noma del último antepasado común de los metazoos. presentaría un estado inicial en la complicación del sis-
Algunos trabajos que han explorado la señal filoge- tema homeobox ocurrida tras la divergencia de las
nética contenida en cuatro subclases de genes homeobox esponjas. No obstante, algunos recientes análisis en base
de la clase Antennapedia (ANTP), tales como los genes tanto a genomas mitocondriales completos como a apro-
Hox, Parahox, EHGbox y NK, que contribuyen de modo ximaciones filogenómicas sugieren (no sin controversia)
decisivo a establecer la organización principal del cuerpo que los placozoa podrían estar en la base de los meta-
en los animales triblásticos (Bilateria), indican que estas zoos, y haber surgido antes de la divergencia entre Pori-
subclases de genes parecen haber surgido evolutivamente fera y los restantes animales (Fig. 3 A y B). Si esto fuera
en los metazoos por procesos de cis-duplicación. En con- así, la ausencia de genes Hox en las esponjas y los cte-
sonancia con el patrón observado en otras superfamilias nóforos tendría que explicarse como una pérdida secun-
de genes, el contenido de genes homeobox en la única es- daria, ya que al menos un gen Hox debería estar presente
ponja cuyo genoma completo se conoce (A. queenslan- en el metazoo ancestral para poder explicar la presencia
dica) es notablemente inferior a los descritos en Cnidaria de genes Hox en los placozoos actuales. Es interesante
y Bilateria. La esponja posee genes NK, pero no genes destacar que los datos disponibles para Cnidaria y Eu-
Hox, Parahox ni EHGbox. El grupo NK, que ya se había metazoa sugieren que el metazoo inmediatamente ances-
detectado con anterioridad en otras esponjas, forma un tral a la divergencia entre estos dos filos debería contar
paquete de cinco genes con una organización similar a la con una dotación de 56 a 58 genes homeobox. Sin em-
que se observa en los triblásticos, lo que sugiere que tal bargo, la dotación encontrada en la única esponja secuen-
paquete génico debía estar presente en el antepasado de ciada hasta la fecha, con sólo 31 genes, supone menos
Manuel Maldonado 173
de la mitad de tal predicción. Por ello, algunos autores pactación del genoma mitocondrial (Fig. 3 C), con una
han propuesto que este escaso número de genes podría drástica reducción de intrones y regiones intergénicas no
haber resultado de una pérdida de varios genes de la fa- codificadoras, así como una pérdida de unos 10 genes con
milia NK y al menos uno de la Hox. respecto al promedio del número presente en los animales
También se ha demostrado recientemente que ortólo- no bilaterados. El mtDNA de M. brevicollis tiene un ta-
gos de varios otros factores de transcripción que operan en maño de 76,7 Kbp (unas 3,8 veces el promedio en Pori-
Bilateria (Pax, PO, LIM-HD Sox, receptor nuclear, For- fera) y contiene 1,5 veces más genes que el promedio en
khead, T-box, Mef2 y ETS) se expresan durante la embrio- los metazoos, codifica moléculas de rRNA y tRNA poco
génesis de la demosponja A. queenslandica, en adición a modificadas y similares a las de bacterias, y emplea un có-
los genes ANTP. Un análisis filogenético detallado de la digo genético sólo mínimamente modificado. La informa-
superfamilia génica hélice-bucle-hélice, presente también ción disponible hasta la fecha indica que el mtDNA de los
en los hongos y las plantas aunque no con funciones de coanoflagelados carece de un conjunto de inserciones o
control embrionario, ha revelado que la mayoría de los deleciones (indels) en diferentes genes codificadores de
genes presentes en Bilateria cuentan con ortólogos en Cni- proteínas que, por el contrario, aparece bien conservado
daria, mientras que sólo unas pocas familias están presen- en los principales grupos de metazoos. La ausencia en los
tes en la esponja A. queenslandica; los ctenóforos y los coanoflagelados de estos indels característicos de los me-
placozoos no han sido estudiados. De nuevo, el número de tazoos (Fig. 3 C), junto con la ausencia del gen ATP9
genes de esta superfamilia que aparecen en la esponja es (hasta la fecha sólo conocido en Porifera), excluye la po-
notablemente menor que el esperado, según los datos dis- sibilidad de que los coanoflagelados puedan ser interpre-
ponibles de Cnidaria. Los cnidarios, o al menos algunos de tados como esponjas reducidas al estado unicelular por un
los antozoos mejor estudiados, como Nematostella vecten- proceso de simplificación secundaria.
sis, no son organismos sencillos desde el punto de vista de La secuenciación del genoma nuclear completo de los
la regulación del desarrollo embrionario. El contenido gé- coanoflagelados han puesto de manifiesto que el salto a la
nico de factores de transcripción de N. vectensis (Cnida- multicelularidad animal implicó diversas modificaciones
ria) es muy similar al de Bilateria, y entre dos y tres veces genéticas con respecto al estado unicelular inicial, y son
mayor que el conocido para las esponjas (A. queenslan- especialmente destacables dos aspectos: 1) la aparición de
dica) y los placozoos (T. adherens). El antozoo N. vecten- nuevos y más complejos sistemas de regulación de la ex-
sis posee entre 130 y 139 genes homeobox, incluyendo presión génica (por ejemplo, nuevas familias de factores
siete genes Hox, 14 Sox, 15 Fox, 12 WNT, 6 TGF-b y nu- de transcripción, micro-RNA, etc.) que, controlando en el
merosos antagonistas de éstos. Para varias familias géni- tiempo y en el espacio la expresión de genes que codifican
cas, Nematostella presenta más genes que los que poseen directamente características fenotípicas, permiten que cé-
otros invertebrados notablemente más sofisticados, tales lulas con idénticos genotipos desarrollen diferentes carac-
como el insecto Drosophila melanogaster o el nematodo terísticas y se especialicen para formar tejidos; y 2) la
Caenorhabditis elegans. aparición de nuevos mecanismos de adhesión y comunica-
Por tanto, a falta de información suficiente sobre los ción intercelular (por ejemplo, proteínas de adhesión, nue-
placozoos, los ctenóforos y varias clases de Porifera, re- vas vías de señalización intercelular, etc.) que permiten
sulta muy complicado retrazar el posible camino evolutivo mejorar la unión física y la delimitación de un medio inter-
que las familias génicas implicadas en el control del des- celular interno, así como la coordinación entre las células
arrollo embrionario han realizado en los ‘invertebrados de un tejido y la integración funcional de los diferentes te-
basales’. Además, hay argumentos razonables que no per- jidos. Sorprendentemente, parte del material génico que
miten descartar la hipótesis de que algunos grupos (Pori- permitió tales innovaciones en los metazoos estaba ya dis-
fera, Placozoa) podrían haber experimentado un extenso ponible en el genoma del antepasado común de los meta-
proceso de simplificación génica en sus orígenes, mientras zoos y los coanoflagelados modernos. El único
que otros (Cnidaria) podrían haber tenido una expansión. coanoflagelado secuenciado hasta la fecha (M. brevicollis)
posee un genoma de 49,6 Mb, es decir, del orden de 103
Tendencias evolutivas pb menor que el de los ‘invertebrados basales’. Se trata de
un genoma relativamente rico en genes (9200) e intrones,
El salto a la multicelularidad animal que a pesar de pertenecer a un organismo unicelular codi-
Varias fuentes de datos sugieren que el metazoo ancestral fica un sorprendente arsenal de dominios proteínicos re-
y los coanoflagelados actuales (una de las cinco clases de lacionados con la adhesión celular y la elaboración del
organismos unicelulares del filo Choanozoa) derivaron de medio intercelular en los animales. Sin embargo, apenas
un antepasado común. Esta relación filogenética entre co- codifica elementos de las principales vías de señalización
anoflagelados y metazoos, que inicialmente fue formulada intercelular conocidas en los animales (con excepción de
basándose en el extraordinario parecido en la citología de las tirosina quinasa). En el genoma de los coanoflagelados
coanoflagelados y coanocitos de esponjas (Fig. 5 A), es la tampoco se han encontrado micro-RNA ni componentes
más aceptada en la actualidad, aunque se han propuesto relevantes de los diversos factores de transcripción que
varias alternativas de menor aceptación (que no se comen- conforman el entramado regulador del desarrollo
tan en este capítulo). embrionario en los animales. Es interesante destacar que
La comparación del genoma mitocondrial del coano- los placozoos también parecen carecer de micro-RNA (en-
flagelado Monosiga brevicollis con los que se conocen de cargados de controlar la represión postrasnscripcional de
esponjas, placozoos y cnidarios indica que la adquisición los mRNA), mientras que tales moléculas reguladoras, que
de la multicelularidad animal implicó un proceso de com- se suponen un avance evolutivo, aparecen en Porifera y
174 Cap. 16, Metazoos
Cnidaria. La ausencia de micro-RNA en Placozoa podría continuidad del carácter en Porifera y una única pérdida
ser el resultado de una pérdida secundaria, similar a la que posterior en el tronco de los metazoos. No obstante, una
se ha propuesto para otros componentes de su genoma. reconstrucción fiable de la filogenia dentro de Porifera,
En el estado actual de conocimiento resulta difícil de- que en la actualidad aún no se ha conseguido (Figs. 2 B,
cidir si el antepasado común de los coanoflagelados y los 3 B, 4 B y 8), es un requisito fundamental para refinar la
metazoos carecía realmente de los componentes necesa- inferencia de las características del metazoo ancestral y de
rios para una incipiente señalización intercelular y una re- cómo se pudo producir la pérdida de los coanocitos en el
gulación de la transcripción, o si estos elementos estaban tronco de los metazoos. En la actualidad hay un intenso
presentes en el origen y se perdieron secundariamente en debate sobre si las esponjas son un grupo monofilético,
los coanoflagelados modernos. En conjunto, la informa- parafilético o polifilético. Dadas las enormes diferencias
ción disponible sugiere que la puesta en marcha de los sis- entre las esponjas de la clase Hexactinellida y las de la
temas génicos (nucleares y mitocondriales) que facilitaron clase Demospongiae en cuanto a la organización y el con-
el establecimiento de la multicelularidad en los animales tenido del genoma mitocondrial, la práctica totalidad de
implicó probablemente una diversidad de procesos en el los análisis basados en el mtDNA muestran a las esponjas
material génico preexistente que afectó de modo diferente como un grupo polifilético, en el cual las hexactinélidas
a diversas regiones del genoma, incluyendo expansiones serían el clado hermano de Bilateria (Fig. 3 B). Incluso a
génicas (duplicaciones, etc.) en unos casos y compacta- falta de datos mitocondriales para la esponjas de la clase
ciones en otros. Parece que se dieron, además, procesos Calcarea, la propuesta de polifilia del mtDNA resulta muy
de creación de nuevos genes. Sin embargo, permanecen poco convincente, debido a la existencia en las esponjas de
sin aclararse tanto los mecanismos de ‘invención’ de nue- varias sólidas sinapomorfías morfológicas y moleculares
vos genes como los que facilitaron la integración de éstos (incluyendo el gen mitocondrial atp9), que prácticamente
en la creciente red de sistemas de señalización y de regu- descartan la posibilidad de una polifilia. Más problemáti-
lación transcripcional que caracterizó a la emergencia de cas son las propuestas realizadas basándose en algunos
la multicelularidad animal. análisis de rDNA y de algunas familias de genes constitu-
tivos (housekeeping), en los cuales se sugiere que las es-
El salto del metazoo ancestral a los metazoos ponjas podrían ser un grupo parafilético (Figs. 2 B y 4 B)
basales modernos con la clase Calcarea y un orden desgajado de la clase De-
mospongiae (orden Homosclerophorida), y estar más rela-
Para poder entender la transición entre el metazoo ances-
cionados con otros ‘invertebrados basales’ que con las
tral y el grupo más basal de los metazoos modernos es ne-
restantes esponjas. En la actualidad, la evidencia molecu-
cesario resolver definitivamente cuál es el grupo basal de
lar y citológica en favor de la idea de que las esponjas ho-
los metazoos: ¿las esponjas o los placozoos? Este punto
mosclerofóridas podrían representar una cuarta ‘clase’
sigue debatiéndose debido a que la señal filogenética del
taxonómica dentro del filo Porifera (Fig. 4b, 8A) es cada
genoma mitocondrial y otros caracteres (por ejemplo, la
vez mayor.
ausencia de micro-RNA, la ausencia de matriz extracelu-
lar en la mesoglea, la reducida diversidad celular, etc.)
apoyan una posición de los placozoos en la base del árbol El salto del estado diblástico al triblástico
de los metazoos, previamente a la divergencia entre las es- Desde el punto de vista del mtDNA, el origen de los Bila-
ponjas y los restantes animales (Fig. 3). Con tal esquema teria se corresponde con una notable reorganización del ge-
evolutivo resultaría complicado explicar cómo el antepa- noma mitocondrial de sus predecesores (los ‘invertebrados
sado común de los coanoflagelados y los metazoos, que basales’), que ha implicado múltiples cambios en el código
se supone provisto de células coanocitarias, habría podido genético, pérdida de genes tRNA, algunas innovaciones
dar lugar a los placozoos, que carecen de células tipo co- genéticas y una aceleración de la tasa de evolución de
anocito. Para explicar la distribución de este carácter (pre- secuencia.
sencia/ausencia de células de tipo coanocito) en el árbol No obstante, los resultados de algunos estudios de ex-
filogenético habría que proponer pérdidas paralelas inde- presión génica han debilitado el concepto tradicional de
pendientes del carácter en los placozoos y en otros grupos organismo diblástico, planteando serias dudas sobre si los
de invertebrados de divergencia posterior a las esponjas, o cnidarios y los ctenóforos tienen o no las células homólo-
alternativamente asumir la pérdida en el metazoo ancestral gas del mesodermo que caracterizan a los Bilateria (tri-
y una reaparición de las células coanocitarias en la base blásticos). El estado medusa de algunos cnidarios posee
de la rama evolutiva de las esponjas. Tales esquemas re- células de músculo liso y estriado, formadas a partir de
sultan muy poco parsimoniosos. Además, si los placozoos una pequeña masa celular (entocodón) que se diferencia
fueran basales, el metazoo ancestral podría proponerse del ectodermo durante la embriogénesis. Durante la dife-
bajo la teoría de la plácula, es decir, como un predador renciación de estas células musculares en la fase medusa
reptante, micrófago, carente de coanocitos, pero provisto del hidrozoo Podocoryne se ha detectado la expresión de
de células digestivas y nerviosas. genes ortólogos de las familias Brachyury, Mef2 y
No obstante, la secuenciación del genoma nuclear snail/slug, así como de un homólogo de MyoD. La expre-
completo de Trichoplax adhaerens contradice la señal fi- sión de estos genes, típicamente asociada a la formación
logenética del genoma mitocondrial y apoya la idea de que de derivados mesodérmicos en los organismos triblásti-
los placozoos divergieron con posterioridad a las esponjas. cos, sugiere homología entre los cnidarios y los triblásti-
Si las esponjas, y no los placozoos, estuvieran en la base cos en la construcción del sistema muscular, que es un
del árbol de los metazoos, la distribución del carácter ‘cé- tejido típicamente mesodérmico. Del mismo modo, los
lulas coanocitarias’ se explicaría mediante una sencilla ctenóforos presentan no sólo células epiteliomusculares,
Manuel Maldonado 175
A Lithistida ? B
Lyssacinosida
Hadromerida
Sceptrulophora
Poecilosclerida
Amphidiscophora
Halichondrida ( Halichondridae)
Lychniscosida
Halichondrida ( Axinellidae)
Aulocalycoida
Agelasida
Astrophorida
Spirophorida
Haplosclerida ( dulceacuículas)
C
Haplosclerida (marinos) Leucosolenida
+
Chondrosida
Lithonida
Halisarcida
Baerida
Verongida
Dictyoceratida
Murrayonida
Dendroceratida +
Clathrinida
Homosclerophorida
Figura 8. Filogenias moleculares de esponjas. A: Topología resumen de las relaciones más probables entre los órdenes de espon-
jas de la clase Demospongiae. Nótese que el controvertido y presuntamente polifilético taxon “Lithistida” raramente se ha incluido
en filogenias moleculares. La posición de los Homosclerophorida que se indica en el árbol es la inferida basándose en el DNA mito-
condrial, pero cuando se utilizan otras fuentes de datos (DNA ribosómico o algunas familias de genes nucleares), este grupo queda
situado fuera de la clase Demospongiae y relativamente emparentado con la clase Calcarea, pudiendo constituir una cuarta clase den-
tro del filo Porifera. B: Resumen de las relaciones filogenéticas entre los principales grupos de esponjas de la clase Hexactinellida, in-
feridas mediante análisis de DNA ribosómico. Nótese que las dificultades para recolectar esponjas de esta clase, que típicamente apa-
recen en hábitats batiales y abisales, han favorecido que en los análisis filogenéticos nunca se hayan incluido representantes de varios
órdenes. C: Las filogenias moleculares de esponjas de la clase Calcarea todavía están muy poco desarrolladas. El principal problema
consiste en que, mientras las subclases (Calcinea y Calcaronea) encuentran notable apoyo molecular, la mayoría de los ordenes taxo-
nómicos tradicionales son reconocidos como unidades polifiléticas por los estudios de DNA ribosómico.
sino verdaderas células musculares que parecen formarse dose posteriormente en la boca del pólipo adulto). Este
a partir de micrómeros diferenciados del ectodermo du- hecho sugiere que el origen de la simetría bilateral podría
rante la gastrulación, en un proceso similar al que se co- anteceder a la divergencia entre Cnidaria y Bilateria. Al-
noce en muchos triblásticos. Estos hallazgos recientes han gunos estudios de expresión génica en Cnidaria y Cte-
demostrado que los elementos básicos de la triploblastía nophora han sugerido también una posible homología
habrían entrado en funcionamiento previamente a la apa- entre el eje oral-aboral de “Radiata” y el dorso-ventral
rición de los animales triblásticos. Incluso algunos autores de Bilateria.
han propuesto que el estado medusa de numerosos cnida-
rios y los ctenóforos podrían ser en realidad organismos Relojes moleculares frente a registro fósil
triblásticos. Sin embargo, en tejidos de ctenóforos de na- Varias estimaciones independientes basadas en tasas ca-
turaleza presuntamente mesodérmica no se ha detectado libradas de divergencia de secuencias moleculares sugie-
la expresión de genes NKL, típicamente asociados con el ren, no sin controversia, que el origen de los metazoos no
desarrollo del mesodermo y el neuroectodermo en los tri- sería posterior a 1200 millones de años, mientras que
blásticos. Esta falta de expresión podría indicar tanto la la aparición de los Bilateria se data, con importantes
ausencia de un verdadero mesodermo como la existencia desavenencias entre autores y métodos empleados, entre
de un mesodermo que no sería estrictamente homólogo los 1200 y los 600 millones de años. Según diversos
del de los restantes animales. autores, los restos de los metazoos más antiguos están
La expresión de otras familias de genes, tales como el representados por esponjas, bien fósiles moleculares co-
sistema decapentapléjico (dpp) implicado en la especifi- rrespondientes a esteroles de 30 carbonos que atestiguan
cación del eje dorso-ventral del cuerpo en los invertebra- que algún miembro de las demosponjas podría haber es-
dos superiores y los vertebrados, también sugiere que la tado presente hace 630 millones de años, bien espículas
frontera entre la organización diblástica y triblástica es de demosponjas datadas en torno a 580 a 599 millones de
relativamente difusa. Durante la embriogénesis del cni- años, o bien restos inequívocamente atribuibles a una es-
dario Acropora se expresa un gen de esta familia en la ponja hexactinélida descrita como Paleophragmodictya
hoja ectodérmica cerca del extremo en que se abre el reticulata y con una edad estimada entre 650 y 543 mi-
blastóporo (orificio que se forma por invaginación del llones de años. Por tanto, los eventos evolutivos ocurri-
epitelio de la blástula para originar el endodermo diges- dos en los aproximadamente 600 millones de años
tivo del embrión y sirve de boca embrionaria, convirtién- transcurridos entre el supuesto origen de los metazoos y
176 Cap. 16, Metazoos
los primeros restos de esponjas permanecen sin registro el cámbrico inferior; y 3) rastros de desplazamiento de ani-
fósil. No obstante, algunos autores han descrito, no sin males bilaterados datados siempre con posterioridad a 555
controversia, que durante tal periodo no sólo hay rastros millones de años. Bajo esta interpretación, el registro fósil
de metazoos fósiles, sino que éstos corresponden a or- apoyaría que los primeros metazoos con restos fósiles fue-
ganismos arquitecturalmente más complejos que las ron las esponjas y posteriormente habrían aparecido, de
esponjas. Por ejemplo, se han descrito restos fósiles modo secuencial, los cnidarios, los ctenóforos y los bila-
constituidos por un estolón de hasta 30 cm de longitud terados.
sobre el que se disponen regularmente conos que podrían
haber albergado zooides. Estos fósiles, abundantes en el
oeste de Australia, en China y en Montana (Estados Uni- Biogeografía y biodiversidad
dos) en rocas siliciclásticas de una antigüedad de 1500 La idea más aceptada es que los metazoos vivos (no fósi-
millones de años, originalmente se interpretaron como el les) se distribuyen entre 35 y 37 filos, según los autores.
primer metazoo colonial bentónico (Horodyskia monili- Además, hay diversas propuestas para subdividir filos que
formis), aunque también han sido reinterpretados por podrían ser polifiléticos (Bryozoa, Platyhelminthes, etc.) o
otros autores como posibles “protistas” coloniales rela- fusionar otros que son afines. Por ejemplo, los acantocéfa-
cionados con los foraminíferos. Asimismo, en estratos los pueden ser considerados un filo independiente o
de yacimientos rusos datados en 1000 millones de años incluido en Rotifera; los pterobranquios y los enteropneus-
se han recolectado 80 fósiles de 6 cm de largo y 2,5 cm tos pueden considerarse filos separados o incluirse en He-
de diámetro provistos de marcas de segmentación. Tales michordata. Asimismo, hay diversos filos con escasos
restos fueron interpretados en principio como un antepa- representantes y pobremente estudiados, tales como gna-
sado de los anélidos (Parmia), pero algunos autores han tostomúlidos, ciclióforos, xenoturbellarios, micrognato-
sugerido que podrían corresponder a “algas”. En general, zoos, etc., cuya consideración como filos independientes
la mayoría de los fósiles neoproterozoicos (más de 540 puede cambiar en función del resultado de estudios futuros.
millones de años) son huellas o moldes bastante senci- En la actualidad, el número de especies de metazoos
llos, que en todos los casos resultan difíciles de interpre- vivos (no fósiles) catalogadas es de unas 1 162 000, de las
tar sin recurrir a especulaciones que frecuentemente dan cuales más de un millón (aproximadamente el 86%) son
lugar a intensos debates científicos. artrópodos. Los cordados (= vertebrados, ascidias, anfio-
La formación de fosforitas de Doushantou (sur de xos, etc.) están representados por sólo unas 45 000 espe-
China), datada entre 580 y 599 millones de años, donde cies (3,8 %). Además, está escasa representatividad de los
los fósiles neoproterozoicos se han preservado con sumo cordados está sobrestimada, ya que para muchos filos de
detalle, tampoco ha facilitado la inferencia del patrón evo- invertebrados hay una notable diferencia entre el número
lutivo de los animales basales. En estratos de práctica- de especies catalogadas hasta la fecha y las que realmente
mente idéntica edad han aparecido los restos de espículas existen. Los nematodos constituyen uno de los casos en
de demosponjas más antiguos conocidos, pero también que la diferencia entre lo catalogado y lo existente es más
embriones y huevos fosilizados que podrían pertenecer a notable: cuentan con unas 15 000 especies descritas y se
cnidarios y organismos triblásticos, así como restos de estima que unas 100 000 aún están por describir.
Vernanimalcula guizhouena, probablemente el primer or- Los metazoos probablemente tuvieron un origen ma-
ganismo bilaterado conocido. Estos últimos restos consis- rino y, de modo similar, los cuatro grupos de metazoos más
ten en 10 fósiles de entre 100 y 200 µm de tamaño que basales (Porifera, Placozoa, Cnidaria y Ctenofora) también
parecen pertenecer a un organismo con organización tri- parecen haber surgido en el océano. Sólo Porifera y Cnida-
blástica, provisto de celoma, tubo digestivo, ano y pares de ria cuentan con representantes de agua dulce, pero en
fosas que podrían albergar órganos sensoriales alrededor ambos casos éstos están representados por sólo unos pocos
de una boca. El hallazgo de estos minúsculos triblásticos géneros y un registro fósil que sugiere una colonización de
sugiere que la radiación inicial de los invertebrados basa- las aguas continentales a partir de formas marinas ancestra-
les se podría haber producido antes de que éstos alcanza- les. Los metazoos, tras su radiación, han colonizado prác-
ran siquiera un tamaño macroscópico. ticamente todos los hábitats del planeta, desde las
No obstante, algunos autores han sugerido la posibili- profundidades marinas abisales hasta las grandes cumbres
dad de que los restos interpretados como embriones de y desde las latitudes ecuatoriales a las polares. Algunos
cnidarios y triblásticos fueran en realidad bacterias colo- grupos o especies han experimentando adaptaciones sor-
niales del azufre del tipo Thiomargarita. También se ha prendentes que les han permitido vivir en hábitats extre-
sugerido que las huellas de órganos que indican simetría mos, tales como gránulos de polvo atmosférico, cuevas y
bilateral en V. guizhouena podrían ser en realidad marcas simas sin intercambio sustancial con el medio externo, sur-
artificiales formadas durante el proceso de fosilización. Si gencias termales de agua dulce, surgencias hidrotermales
se descartan los restos de cnidarios y triblásticos del yaci- marinas, chimeneas de metano y azufre en la corteza oce-
miento de Doushantou, la secuencia posterior de restos de ánica, así como en condición de parásitos de otros
metazoos sería: 1) un organismo globular pedunculado da- metazoos o de plantas. Algunas especies de diversos gru-
tado entre 550 y 543 millones de años e interpretado como pos, como tardígrados, peces actinopterigios, anfibios, etc.,
cnidario (Namacalathus hermanastes); 2) restos de ‘ven- incluso han desarrollado la capacidad de criptobiosis, sus-
dobiontes’, organismos en forma de hojas y provistos de pendiendo temporalmente los procesos metabólicos
unas ramas ciliadas que parecen representar la forma an- cuando las condiciones medioambientales llegan a ser ex-
cestral de los peines ciliares de los ctenóforos, datados en tremas.
Manuel Maldonado 177
Beroida 1 2
Cydippida
Cestida
3
Thalassocalycida 2
Lobata
4
Cydippida 3
16
Platyctenida
Cydippida 5
7
Coronatae 7
Limnomedusae 9
Narcomedusae
9
Trachymedusae
Leptothecata
10
Siphonophora (carabelas portuguesas) 10
Anthoathecata
Árbol de eumetazoos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos. El número en círculos verdes indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los
principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Eumetazoos
André C. Morandini y Mónica Medina
17
Resumen: Las filogenias basales de eumetazoos (animales que presentan tejidos verdaderos, boca y cavidad digestiva perma-
nente) basadas en secuencias nucleotídicas son, en algunas ocasiones, incongruentes con las clasificaciones previas basadas en
caracteres morfológicos. Estas relaciones son interesantes para quienes estudian la evolución animal y tratan de reconstruir el
animal ancestral que dio origen a todos los planes corporales en Metazoa. Dos filos son considerados los eumetazoos más ba-
sales: Cnidaria y Ctenophora. Los cnidarios incluyen cerca de 11 000 especies que presentan orgánulos celulares (cnidas) capa-
ces de inocular toxinas en sus presas. Se pueden reconocer dos formas corporales: pólipo y medusa. Los pólipos son bentóni-
cos y las medusas son animales gelatinosos del plancton. En los ctenóforos (unas 100-150 especies) se verifica la presencia de
ocho filas de ctenos o placas ciliares (encargadas de la locomoción). Son también animales planctónicos de cuerpo gelatinoso.
Ambos grupos son importantes en las redes tróficas marinas. Se han postulado diversas hipótesis filogenéticas (tanto molecu-
lares como morfológicas) acerca de las relaciones de parentesco entre los eumetazoos. La posición de Cnidaria y Ctenophora
como grupos basales es relativamente firme en la mayoría de ellas. Sin embargo, aún no está claro cuál de estos dos linajes di-
vergió primero. En el presente capítulo se tratan en detalle los grupos de cnidarios y ctenóforos.
Summary: The basal phylogenies of eumetazoans (animals with true tissues, permanent mouth opening and gastric cavity) based
on molecular data are sometimes incongruent with previous classifications based on morphological data.The relationships of these
groups are important for the study of animal evolution and the reconstruction of the ancestral metazoan that gave rise to the
different animal body plans.Two phyla are considered the most basal eumetazoans: Cnidaria and Ctenophora.The cnidarians include
close to 11,000 species, which exhibit cnidae on their tissues (cell organelles capable of injecting toxins into prey). It is possible to
recognize two body plans: polyp and medusa.The polyps are benthic and the medusae are gelatinous animals of the plankton.The
ctenophores (approximately 100-150 species) are characterized by the presence of eight tracks of ctenes or ciliated plates
(responsible for locomotion).They are also planktonic animals with gelatinous body. Both groups are important in marine trophic
webs.There are some phylogenetic hypothesis (both morphological and molecular) regarding the relationship of eumetazoans.The
position of Cnidaria and Ctenophora as basal groups is confirmed in most of them. But there is no consensus of which of these two
lineages first diverged. In the present chapter details of cnidarians and ctenophores will be discussed.
U
na de las cuestiones más interesantes para quienes La monofilia de varios clados de Metazoa, como Bila-
estudian la evolución animal es en qué orden evo- teria, Protostomia (incluyendo Spiralia y Ecdysozoa) y
lucionó el animal ancestral que dio origen a todos Deuterostomia, está apoyada por resultados tanto molecu-
los planes corporales en Metazoa. La relevancia de una fi- lares como morfológicos. Los bilaterados o animales tri-
logenia animal resuelta se hace evidente cuando se quiere ploblásticos incluyen todos los filos que tienen desarrollo
trazar la evolución de la complejidad que originó el primer embrionario con tres capas germinales (ectodermo, meso-
organismo multicelular, al igual que las transiciones que dan dermo y endodermo). Los cnidarios y los ctenóforos per-
origen a los animales bilaterales. Elucidar estas transiciones tenecen al grupo parafilético de los “animales
es clave para el entendimiento de la aparición de cada plan diploblásticos”, que son aquellos organismos que sólo tie-
corporal en la radiación del cámbrico. Igualmente impor- nen dos capas germinales durante los estadios embriona-
tante es la necesidad básica de una hipótesis filogenética rios. El orden de ramificación de estos táxones basales es
para cualquier estudio de biología comparativa. En los últi- todavía incierto. Varias hipótesis recientes, generadas prin-
mos años del siglo XX hubo un renacimiento de un esquema cipalmente por estudios de sistemática molecular, no coin-
comparativo en campos tan diversos como la biología del ciden con la posición exacta de los cnidarios y los
desarollo, la neurobiología y la genómica, entre otros, en los ctenóforos en el árbol animal reconstruido en base a la
cuales se empezaron a utilizar nuevamente estos métodos morfología. Los resultados moleculares tampoco dan
para entender la biología de organismos modelo. apoyo a la hipótesis ‘Coelenterata’, en la cual cnidarios y
179
180 Cap. 17, Eumetazoos
¿Qué es un eumetazoo?
El término ‘Eumetazoa’ (del griego eu [verdadero] + meta [ulterior] + zoön [animal]) significa ‘animales verdaderos’, en con-
traste con el grupo parafilético “Parazoa” (del griego para [próximo] + zoön [animal]) (Porifera y Placozoa), que serían los
animales sin tejidos o con tejidos poco definidos. Los eumetazoos son los animales que presentan tejidos verdaderos, boca
y cavidad digestiva permanente, nervios y músculos. Evolutivamente, después del nivel de diversificación de las esponjas
aparece la lámina basal (camada de matriz extracelular secretada por las células y que les sirve de apoyo), que es com-
partida por diferentes grupos de animales: cnidarios (animales portadores de cnidas), ctenóforos (animales portadores de
ocho ctenos), protóstomos (animales triploblásticos con el blastóporo que origina la boca) y deuteróstomos (animales
triploblásticos con el blastóporo que origina el ano). En los protóstomos y deuteróstomos, diversos filos han sufrido una
gran diversificación (por ejemplo Arthropoda, Mollusca, Echinodermata, Chordata). En otros capítulos se tratan con de-
talle los protóstomos (Cap. 19) y los deuteróstomos (Cap. 35).
se limitó a nueve animales y los ctenóforos estaban ausen- En la clase Anthozoa los genomas mitocondriales son cir-
tes. En un futuro cercano se dispondrá de nueva informa- culares, con un tamaño de aproximadamente 20 Kb. Po-
ción de los distintos proyectos de secuenciación genómica seen intrones en los genes cox1 y nad5 (este intrón está
a distintas escalas y en distintos organismos, gracias al rá- presente sólo en Hexacorallia).
pido avance de las técnicas de secuenciación, que están re- En la actualidad únicamente hay un genoma nuclear
duciendo considerablemente los costes para expandir este completo publicado de cnidario, el de la anémona de aguas
tipo de estudios a grandes escalas de biodiversidad. Esto estuarias Nematostella vectensis. En un principio se escogió
facilitará un mejor entendimiento de la filogenia temprana esta especie para ser secuenciada por su utilidad para el es-
de los animales diploblásticos. tudio de la evolución del desarrollo embrionario en los ani-
males basales y para complementar los estudios realizados
en biología del desarrollo con Hydra magnipapillata. El ge-
Características de sus genomas noma de esta especie es de los más pequeños hasta ahora
Durante la fase medusoide los Cnidaria Medusozoa pre- comunicados para Cnidarios (aproximadamente 350 Mb), y
sentan el DNA mitocondrial lineal, a diferencia de todos reveló sorpresas respecto al genoma ancestral de los eume-
los otros grupos animales (DNA mitocondrial circular). tazoos. En resumen, N. vectensis es mucho más similar en
Términos básicos
Alternancia de generaciones: Alternancia entre las gene- Hipostomio: Pequeña elevación de la región oral con la
raciones polipoide y medusoide. boca localizada centralmente y rodeada por tentáculos.
“Animales diploblásticos”: Animales que sólo tienen Lámina basal: Matriz extracelular densa y fibrosa secretada
dos capas germinales durante los estadios embrionarios por las células epiteliales; es el apoyo para la capa de células.
(ectodermo y endodermo), como los cnidarios y los cte- Medusa: Tipo estructural de vida libre (natatorio). Tiene
nóforos. Forman un grupo parafilético. forma de campana. El extremo aboral es la exumbrela. El
Animales triploblásticos: Animales que tienen desarrollo extremo oral es la subumbrela, donde se encuentran la boca
embrionario con tres capas germinales (ectodermo, meso- y los tentáculos.
dermo y endodermo). Mesenterios: Véase septos.
Cavidad gastrovascular: Cavidad corpórea con una aber- Mesoglea: Camada corporal fibrosa o gelatinosa ubicada
tura única (boca). entre la epidermis y la gastrodermis de un cnidario o cte-
Células epiteliomusculares: Elemento celular fundamen- nóforo.Varía en grosor y por lo general es acelular.
tal de la epidermis y de la gastrodermis de un cnidario. Son Metagénesis: En el ciclo de vida de un cnidario, alternan-
básicamente células de revestimiento con capacidad de con- cia de generaciones polipoide y medusoide.
tracción. Pedalios: Proyecciones del margen de la umbrela en las cu-
Cnidas: Orgánulos celulares evaginables característicos de bomedusas, donde se fijan los tentáculos.
un cnidario presentes en los cnidocitos, capaces de inocu- Plánula: Estadio larval ciliado y de simetría bilateral típico
lar toxinas en sus presas o depredadores. Compuestas de de los cnidarios. En esta larva normalmente se observa pos-
una cápsula proteica operculada y un filamento devanado gástrula y preasentamiento.
en su interior (pueden o no tener espinas). Podocistos: Estadios de resistencia producidos en la base
Colocitos: Células exclusivas de los ctenóforos, localizadas de los pólipos de Scyphozoa.
en la epidermis, que sirven para adherir presas. Polimorfismo: Diferentes formas corporales y funciones
Ctenos: Filas o placas ciliares en el cuerpo de los ctenóforos. en los pólipos de Hydrozoa.
Disco oral: Expansión de la región oral con la boca locali- Pólipo: Tipo estructural de hábito sésil. El extremo aboral
zada centralmente y rodeada por tentáculos. está fijo en el sustrato, mientras que en el extremo oral están
Epidermis: Capa externa de la pared corporal, compuesta la boca y los téntaculos. Está presente en todas las clases de
por cinco tipos principales de células: epiteliomusculares, cnidarios y es el estado típico de la clase Anthozoa.
intersticiales, cnidocitos, secretoras de moco y células ner- Ropalio: Estructura de concentración de los órganos sen-
viosas. soriales en las medusas Cubozoa y Scyphozoa.
Estrobilización: Proceso de formación de pequeñas medu- Septos: Plegamientos de la gastrodermis y la mesoglea
sas, en la porción distal de los pólipos de Scyphozoa. hacia el interior de la cavidad gastrovascular.
Faringe: Invaginación del epitelio del disco oral que se co- Sifonoglifo: Surco ciliado que dirige el flujo de agua en la
necta con la cavidad gastrovascular. cavidad gastrovascular.
Filamento mesentérico: Región que concentra grandes Velario: Plegamiento del tejido de la epidermis de la exum-
cantidades de nematocistos y células glandulares. brela y de la subumbrela que participa en la locomoción en
Gastrodermis: Capa interna de la pared corporal com- las cubomedusas.
puesta por células musculonutritivas, intersticiales, cnidoci- Velo: Plegamiento del tejido de la epidermis que participa
tos, secretoras de moco y células nerviosas. en la locomoción en las hidromedusas.
182 Cap. 17, Eumetazoos
A B Protóstomos C Protóstomos
Protóstomos Bilaterados
Bilaterados Deuteróstomos Deuteróstomos
Deuteróstomos
Esponjas hexactinélidas Cntóforos
Cnidarios
....? Placozoos Cnidarios Cnidarios
Ctenóforos ....? Ctenóforos
Demoesponjas Poríferos
Esponjas
Placozoos Placozoos
Coanoflagelados
Coanoflagelados Coanoflagelados
Figura 1. Filogenias basales de Metazoa.A: Filogenia molecular en base a secuencias 18S y 28S. B: Filogenia molecular en base a ge-
nomas mitocondriales completos. C: Consenso de las filogenias moleculares.
nos de Scyphozoa (Coronatae) (Fig. 11). La presencia de canales gastrovasculares (Hydrozoa, Limnomedusae y
un exoesqueleto se considera una característica que favo- Leptothecata, Scyphozoa, Semaeostomeae y Rhizosto-
rece el crecimiento de ciertas especies y garantiza una meae), así como también la pérdida de una boca central
mayor protección. Este carácter se pierde y reaparece en funcional (Scyphozoa, Rhizostomeae).
numerosos grupos (Hydrozoa, Anthoathecata y Leptothe- Claramente se observan dos tendencias planctónicas y
cata, Scyphozoa y Anthozoa). Si se consideran solamente bentónicas en los ctenóforos. La gran mayoría de las especies
las medusas, es posible reconocer un patrón de aumento de presenta un patrón corporal gelatinoso, y sus adaptaciones
A A
B B
Beroida
Cydippida
(fam. Haeckeliidae)
Cestida
Thalassocalycida
Lobata
Cydippida
(fam. Pleurobrachiidae)
Ctenophora Platyctenida
Cydippida
(fam. Mertensiidae)
Figura 8. Representante de la clase Staurozoa, Haliclystus an- Figura 10. Hydrozoa, Anthoathecatae, pólipo de Cladonema
tarcticus (Pfeffer, 1889). radiatum.
André C. Morandini y Mónica Medina 187
A B C D E F
Figura 12. Diversidad de formas en los dos filos basales de eumetazoos (Cnidaria y Ctenophora).A: Aurelia B: Cladonema radiatum.
C: Clava. D: Condylactis. E: Hydra. F: Mussismilia.
1
37 Chordata (cordados) 1
Kinorhyncha
3
Loricifera
24 Nematoda (nematodos) 3
Nematomorpha
4
Tardigrada
Onychophora
23
26 Chelicerata (quelicerados) 4
5
27 Mandibulata (mandibulados) 5 25
Bryozoa 6
Cycliophora
6
22 Platyhelminthes (platelmintos) 7
Gastrotricha
Gnathostomulida
7
19
Micrognathozoa
Rotifera 8
Entoprocta 20 8
21 Mollusca (moluscos) 9
Annelida (lombrices)
16
Nemertea 9
Phoronidea 10
Brachiopoda
Chaetognata 10
Nemertodermatida
Acoela
Árbol de Bilaterados donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Bilaterados
Marta Riutort, Jordi Paps e Iñaki Ruiz-Trillo
18
Resumen: Los bilaterados constituyen, sin duda, un linaje de gran importancia biológica. No sólo comprende la mayor parte
de los animales más conocidos y estudiados, sino que el conocimiento de su origen resulta clave para entender algunos de los
procesos evolutivos más relevantes, incluyendo los mecanismos genéticos que permitieron su increíble radiación. Tanto la ad-
quisición de la simetría bilateral como la formación de una tercera capa embrionaria, denominada mesodermo, fueron dos in-
novaciones vitales para su gran éxito evolutivo. Actualmente los bilaterados se dividen en cinco clados: dos primeras ramas cons-
tituidas por organismos muy simples (acelos y nemertodermátidos) y tres grandes grupos en los cuales se encuentran a la vez
organismos de estructura simple y otros altamente complejos (deuteróstomos, ecdisozoos, espiralados y quetognatos). Este
esquema filogenético permite hipotetizar que los primeros organismos bilaterados fueron pequeños y de organización simple,
y que la adquisición de la mayoría de los caracteres complejos probablemente fue paulatina y de forma independiente en los
diferentes clados. Este capítulo esquematiza la gran diversidad de formas corporales dentro de cada grupo, resume los nuevos
avances y sintetiza las controversias en cuanto a las relaciones filogenéticas entre los diferentes linajes de bilaterados.
Summary: The bilaterians, or Bilateria, represent a clade of a fundamental biological importance. They comprises most well-
known and studied animals, and the elucidation of their origin may shed light into several evolutionary processes. For example, it
remains to be elucidated the genetic mechanisms involved in bilaterian origins and their posterior and explosive radiation. Both
bilaterian symmetry and the acquisition of a third germ layer, the mesoderm, appear to be crucial evolutionary innovations to
bilaterian successful radiation. Bilateria are now, and based on molecular data, being divided into five groups: two early branches
constituted by simple animals (acoels and nemertodermatids) and three main groups constituted simultaneously by simple and
complex organisms (deuterostomes, ecdysozoans, spiralians and chaetognaths). This phylogenetic scenario points to the first
bilaterians being small and simple, most complex traits would have appeared gradually and independently in the different clades.
This chapter glimpses into the diversity within each of those groups, and discusses current advances and controversies regarding
the phylogenetics relationships among bilaterians.
L
a inmensa mayoría de los animales, y seguramente mente, la gran mayoría de los bilaterados presentan una
los más conocidos, son aquellos que presentan sime- concentración de órganos sensoriales y células nerviosas en
tría bilateral. Precisamente en el grupo de los bilate- la región anterior (cefalización). En comparación con las
rados se encuentran subgrupos tan diversos como los esponjas, los cnidarios y los ctenóforos (animales diploblás-
moluscos, los artrópodos, los platelmintos y los vertebra- ticos y de simetría radial), los bilaterados presentan una di-
dos, por nombrar unos pocos. En cualquier caso, todos com- versidad sin par debido a su gran éxito evolutivo. El 98% de
parten una característica fundamental: su simetría bilateral los metazoos muestran simetría bilateral (27 de los 31 filos
en estado adulto o larvario. Todos los bilaterados son, ade- de metazoos; Tabla 1), aunque esta cifra varía según los au-
más, triploblásticos, es decir, presentan tres capas embrio- tores. Gran parte del éxito se puede atribuir a las caracterís-
narias: el ectodermo o capa externa, el endodermo o capa ticas básicas descritas y que les confieren ventajas tales
interna, y el mesodermo que se encuentra entre las otras como la posibilidad de desarrollar apéndices motores, o de
dos. Por el contrario, los diploblásticos presentan única- desplazarse en una dirección con todos sus órganos senso-
mente dos capas embrionarias: el ectodermo y el endo- riales en la parte frontal, entre otras.
dermo. De hecho, es gracias al mesodermo que los
bilaterados pueden formar verdaderos órganos, pues de él
derivan la musculatura y la mayor parte de los órganos in-
Características de sus genomas
ternos. En función de la presencia y del tipo de cavidades in- La diversidad de planes corporales dentro de los bilatera-
ternas, los bilaterados presentan tres tipos de organización: dos implica también una gran diversidad en la composi-
acelomados, pseudocelomados y celomados (Fig. 1). Final- ción genómica. El abaratamiento de la secuenciación
189
190 Cap. 18, Bilaterados
¿Qué es un bilaterado?
El término bilaterado (del latín bi- [dos] y -latus [lado]) hace referencia a una de las características principales de estos or-
ganismos: la simetría bilateral o dos lados simétricos. Estos animales presentan dos ejes de polaridad (anteroposterior y
dorsoventral) y un único plano de simetría que divide el cuerpo en dos partes simétricamentre opuestas. El eje anteropos-
terior es paralelo al sentido de la locomoción y al de desplazamiento de los alimentos en el tracto digestivo. En general,
los bilaterados presentan un tracto digestivo con dos aperturas, boca y ano, y es el blastóporo de la gástrula el que da lugar
al menos a uno de estos dos orificios en el adulto. Se caracterizan también por la presencia de una tercera capa embrio-
naria, el mesodermo, que en algunos grupos se encuentra recubriendo las cavidades celómicas. Todos presentan órganos
excretores y un ‘cerebro’, que puede ser desde una simple concentración de neuronas en el extremo anterior hasta es-
tructuras mucho más complejas, y cordones nerviosos. Las sinapsis son unidireccionales y presentan un sistema acetil-
colina/acetilcolinesterasa. Finalmente, los bilaterados, mediante un proceso denominado cefalización, concentran alrededor
de la boca los órganos sensoriales y de prensión.
Tabla 1. Listado de los principales filos de bilaterados aceptados actualmente, junto con algunas de sus características.
Filo Tipo de cavidad Segmentación en Tubo digestivo Segmentación
el desarrollo con boca y ano corporal
Cordados Celomado Radial ! !
(excepto Urocordados)
Hemicordados Celomado Radial !
Equinodermos Celomado Radial ! -
Artrópodos Celomado Idiosincrática ! !
Onicóforos Celomado Idiosincrática ! !
Tardígrados Acelomado Idiosincrática ! !
Loricíferos Pseudocelomado Desconocida ! -
Quinorrincos Pseudocelomado muy reducido Desconocida ! Segmentación dudosa
Priapúlidos Pseudocelomado o celomado Radial ! -
Nematodos Pseudocelomado Bilateral ! -
Nematomorfos Pseudocelomado Idiosincrática ! -
Quetognatos Celomado Radial ! -
Foronídeos Celomado Radial ! -
Braquiópodos Celomado Birradial ! -
Moluscos Celomado Espiral ! -
Anélidos, incluye Celomado Espiral ! !
Sipuncula, Echiura (vestimentífera: bilateral) (excepto Sipuncula;
Vestimentifera, Pogonophora dudosa en Echiura)
y Myzostomida
Nemertinos Celomado Espiral ! -
Briozoos Pseudocelomado Birradial ! -
Ciclióforos Acelomado o desconocido Desconocida ! -
Entoproctos Acelomado Espiral ! -
Platelmintos Acelomado Algunos con espiral (Archoophora) - -
Micrognatozoos Desconocido Desconocida ! -
Acantocéfalos Pseudocelomado Espiral modificada ! -
Rotíferos Pseudocelomado Espiral modificada ! -
Gastrotricos Acelomado Bilateral o birradial ! -
Gnatostomúlidos Acelomado Espiral - -
Acelomorfos Acelomado Espiral en duetos - -
cámbrico. Otra característica importante de los bilatera- consiste en la repetición seriada de elementos corporales,
dos es la presencia de la tercera capa embrionaria o meso- y ha favorecido enormemente la adquisición de nuevos ca-
dermo, que como hemos visto se halla entre el ectodermo racteres. De hecho, es una modificación del celoma y per-
y el endodermo. Así, el mesodermo, combinado con el ec- mite la especialización de regiones corporales, y por tanto
todermo o con el endodermo, puede dar lugar a una gran una mayor variedad de estructuras corporales de alimen-
variedad de nuevos tejidos y órganos que no se encuen- tación y defensa.
tran en los organismos radiales.
Otro carácter importante aparecido en los bilaterados Tendencias evolutivas
son las cavidades celómicas/pseudocelómicas (Fig. 1) y La mayoría de los autores están de acuerdo en considerar
la segmentación presente en diversos filos (Tabla 1). La que los bilaterados evolucionaron a partir de organismos
presencia de una cavidad llena de fluido tiene la ventaja de de simetría radial, semejantes a los actuales cnidarios o
actuar como un esqueleto hidrostático (permite a los orga- ctenóforos. Éstos no presentan mesodermo (son diploblás-
nismos sin esqueleto perforar los sustratos), como un sis- ticos) y además tienen una red nerviosa descentralizada y
tema de transporte y almacenamiento interno, y como un aparato digestivo en forma de saco (sin ano). Para ex-
estructura encargada de conferir independencia y protec- plicar el paso de un animal tan simple a la actual diversi-
ción a los órganos internos. La forma en que se origina el dad de organismos bilaterados se ha formulado un gran
celoma durante el desarrollo en los organismos celoma- número de hipótesis, que se pueden resumir en dos gran-
dos verdaderos varía. En los deuteróstomos, el celoma se des grupos. El primer conjunto de propuestas englobaría
origina con la formación de unas bolsas a partir de la ca- las teorías del arquicelomado y similares, según las cuales
vidad digestiva (enterocelia), mientras que en la mayoría el antepasado de los bilaterados habría adquirido
de los protóstomos se debe a la proliferación de unas cé- simultáneamente la simetría bilateral, el mesodermo y
lulas que se encuentran en el punto de unión entre el ecto- otros caracteres más avanzados, como el celoma y la seg-
dermo y el endodermo (esquizocelia). La segmentación mentación. Según estas teorías, el organismo a partir del
Marta Riutort, Jordi Paps e Iñaki Ruiz-Trillo 193
Plano de simetría
Diferenciación y especiación
Uno de los grandes problemas por resolver es el momento
de la aparición y la diferenciación de los filos de bilatera-
dos. El primer fósil atribuible inequívocamente a este
grupo (Kimberella) aparece hace unos 555 millones de
años (precámbrico), pero es a partir de los depósitos cám-
bricos (543 millones de años), y en un periodo de tiempo
relativamente corto (más o menos unos 40 millones de
Figura 2. Los organismos bilaterados presentan un solo plano años), que aparecen la práctica totalidad de los filos de los
de simetría que los divide en dos mitades iguales. Además, sus bilaterados actuales. En los depósitos anteriores a esta
estructuras corporales se disponen a lo largo de dos ejes: el eje
fecha se observa una fauna fósil difícil de asimilar a ningún
anteroposterior (AP), que va desde la parte más anterior (ca-
organismo existente hoy en día, aunque parece ser que se
beza) a la más posterior (abdomen o cola), y el eje dorsoven-
tral (DV), ortogonal al primero, que va desde la superficie supe- trata de organismos de simetría radial. Son las faunas de
rior (dorsal) a la inferior (ventral). Ediacara, que reciben este nombre por la región al sur de
Australia donde se encontraron por primera vez. Esta apa-
rición repentina de los organismos bilaterados en el regis-
que derivan todos los Bilateria (también conocido como
tro fósil llevó a la hipótesis de la explosión cámbrica: los
urbilateria) sería un organismo complejo. El otro conjunto
bilaterados habrían sufrido una rápida diversificación, in-
de teorías, las de la plánula aceloide, presentan un escena-
mediata a su aparición, probablemente promovida por las
rio evolutivo más gradual. A partir de organismos de re-
grandes ventajas que representaban las innovaciones mor-
producción sexual pelágicos, semejantes a la larva plánula
fológicas adquiridas. Esta hipótesis se ha puesto en entre-
de los cnidarios actuales (de simetría bilateral), se habrían
dicho por las dataciones moleculares, que muestran, por
originado los primeros bilaterados, sin celoma, segmentos
ejemplo, que la divergencia entre dípteros (filo artrópodos)
ni ano, que aparecerían en etapas evolutivas posteriores.
y vertebrados (filo cordados) sería de 900 millones de años
¿Qué conjunto de teorías es apoyado por el nuevo
(muy anterior a la aparición en el registro fósil). Sin em-
marco filogenético creado a partir de las filogenias mole-
bargo, nuevas dataciones moleculares con métodos más
culares? Pues el de las teorías de la plánula aceloide,
fiables de calibración han proporcionado estimaciones más
puesto que en la base del árbol encontramos dos grupos
próximas a las derivadas del registro fósil, situando dicha
(los acelos y los nemertodermátidos) de estructura corpo-
divergencia (Drosophila/vertebrados) en unos 570 millo-
ral muy simple, sin celoma ni segmentos ni ano. Cabe re-
nes de años y la diversificación de bilaterados y cnidarios
calcar que dentro de los tres grandes grupos (ecdisozoos,
entre 600 y 630 millones de años. Así, aunque las prime-
espiralados y deuteróstomos) encontramos tanto filos de
ras dataciones moleculares llevaron a plantear la hipótisis
estructuras corporales sencillas (como acelomados o pseu-
de que la diferenciación de los bilaterados habría sido en
docelomados) como organismos con estructuras corpora-
realidad un proceso paulatino iniciado mucho antes de la
les altamente complejas. Este nuevo esquema filogenético
‘explosión cámbrica’, las nuevas dataciones parecen des-
de los bilaterados tiene como consecuencia que estructu-
mentirlo. Sin embargo, tomando el valor promedio (≈ 615
ras que se habían utilizado como caracteres para estable-
millones de años) de estas últimas, este valor todavía está
cer agrupaciones, como son el celoma, los tipos de
alrededor de unos 65 millones de años por encima de la
desarrollo embrionario (radial/espiral) y la segmentación,
edad de la primera aparición de estos animales en el regis-
realmente han aparecido en más de una ocasión en la evo-
tro fósil. Tal discrepancia puede deberse al hecho de que
lución y la radiación de los bilaterados (véase el recuadro
los primeros bilaterados fuesen organismos pequeños (mi-
Planes corporales...).
crobilaterados), poco abundantes y con poca capacidad
para dejar trazas fósiles. La formación de fósiles tendría
Biogeografía y biodiversidad que esperar a la aparición de numerosos clados de anima-
Dentro de los bilaterados encontramos una gran diversi- les de estructuras que permitiesen un aumento del tamaño
dad, tanto en cuanto a planes corporales como de estilos de corporal cerca del neoproterozoico. No deja de sorprender
vida (parásitos, simbiontes, depredadores, etc.) y tamaño que desde el origen de la vida transcurrieran 3000 millones
(desde grupos microscópicos que viven entre los granos de años con organismos relativamente pequeños (del orden
de arena, o como parásitos intracelulares, hasta las balle- de milímetros o inferiores) y de estructura muy sencilla.
nas). Su distribución es mundial; han colonizado todos los Varios reinos precedieron a la aparición de los animales
medios y regiones ecológicas, e incluso algunos primates (bacterias, arqueas, “protistas” y hongos); las plantas te-
se han empezado a desplazar por el espacio exterior a la rrestres fueron posteriores, aunque sus hermanas las algas
194 Cap. 18, Bilaterados
(N
Eu phro
sólido que una a los organismos ra-
e
bil zo
Me eria
Bil eria )
at a
at
89
taz
diados y a los bilaterados, y que clari-
oa
Espiralados
fique las relaciones internas de estos
últimos, es un aspecto clave para infe-
56 789 Ecdisozoos rir cómo surgieron los planes corpo-
12
89 rales y cómo se produjo la transición
1 2 3 4
Deuteróstomos de radial a bilateral. En el nuevo es-
10 11 quema filogenético surgido de los es-
89
tudios moleculares, los grupos de
“Acelomorfos”
organismos acelomados y pseudoce-
Cnidarios lomados no aparecen como grupos
naturales basales al resto de Bilateria,
Ctenóforos
sino como grupos derivados distribui-
Esponjas dos dentro de los ecdisozoos y los
Placozoos espiralados, con la única excepción de
los “Acoelomorpha”, taxon parafilé-
Choanoflagelados
tico formado por Acoela y Nemerto-
1: EJes D-V y A-P 7: Digestivo con boca y ano dermatida. Estos dos grupos, que
2: Simetría bilateral 8: Cavidades celómicas presentan características muy simples
3: Mesodermo 9: Segmentación corporal
4: Células nerviosas agrupadas 10: Cola post-anal
(acelomados, sin ano, sin sistema ex-
5: Cerebro y cordones nerviosos asimétricos (SNC) 11: Hendiduras branquiales cretor, sin verdadero cerebro), clási-
6: Sistema excretor (protonefridios) 12: Ecdisis camente habían sido considerados
Los caracteres 8 y 9 podrían haber aparecido en el ancestro de los Eubilateria y haber desaparecido parte del filo platelmintos, pero diver-
secundariamente en algunos grupos de espiralados, ecdisozoos y deuteróstomos, o bien haber
aparecido de forma independiente en cada uno de estos tres grandes grupos (Lophotrochozoa = Spiralia).
sos estudios moleculares apoyan su
no pertenencia a dicho linaje y su apa-
rición mucho más antigua (véase el
Árbol de Bilaterados). Aunque todavía hay cierta controversia sobre la situación de los Acoela y los Nemertodermatida,
la mayoría de los datos acumulados hasta el momento apoyan el árbol mostrado, y se han propuesto un par de nombres
para el grupo de los bilaterados sin incluir a los “acelomorfos”: Eubilateria y Nephrozoa.
Si consideramos el esquema presentado en el Árbol de Bilaterados como válido, podemos hacer algunas inferencias en
cuanto a la aparición de ciertas características básicas de los bilaterados. La adquisición de la bilateralidad (ejes y simetría),
el mesodermo y la incipiente cefalización se habrían producido en el antepasado de todos los bilaterados. Este antepasado
habría dado lugar a dos líneas, una que lleva a los actuales acelomorfos, que a pesar de haber evolucionado en muchos as-
pectos presentan todavía algunos caracteres en común con dicho antepasado (falta de celoma), y otra de la cual derivaría
la gran diversidad de planes corporales que hoy conocemos. En el antepasado de esta segunda línea debieron aparecer cla-
ramente el sistema nervioso central (SNC) y el sistema excretor, y posiblemente el digestivo con boca y ano. Sin embargo,
el origen de las cavidades internas y de la segmentación corporal no queda tan claro. Tanto en los ecdisozoos como en los
espiralados (véase Árbol de Bilaterados y Tabla 1) y en los deuteróstomos (caso de Xenoturbella, no mostrado en la figura)
encontramos como grupos más basales linajes acelomados o pseudocelomados, en algún caso sin ano, y sin segmentación
corporal. Esta situación puede hacer pensar que el antepasado de cada uno de los tres grandes grupos y el común de todos
ellos (antepasado de los Eubilateria) podía presentar estas características (falta de celoma y de segmentación). De ser así,
el celoma, el pseudoceloma y la segmentación habrían aparecido de forma independiente en cada uno de los tres grandes
grupos. Por el contrario, cabe la posibilidad de que el antepasado común de los Eubilateria ya presentase cavidades celó-
micas y segmentos, y que estas estructuras se hayan perdido secundariamente en aquellos grupos que no los presentan
(como los platelmintos y los nematodos). Por otro lado, vemos que tanto los deuteróstomos como los ecdisozoos pre-
sentan características morfológicas que avalan la monofilia de dichos grupos (caracteres 10-12 en el esquema), mientras que
para los espiralados no se ha encontrado ningún carácter morfológico común a todos sus integrantes.
verdes aparecieron antes que los animales. A finales del explicar la aparición de organismos mayores y más com-
precámbrico (entre 600 y 570 millones de años atrás), el plejos en ese momento. Algunas de ellas proponen expli-
tamaño y las formas de vida empezaron a cambiar, primero caciones extrínsecas, como un gran cambio climático
con la fauna de Ediacara y finalmente con la aparición de global (aumento del oxígeno, final de una gran glaciación),
los bilaterados. Se han propuesto diversas hipótesis para y otras se centran en causas intrínsecas, como la evolución
Marta Riutort, Jordi Paps e Iñaki Ruiz-Trillo 195
de los genes necesarios para construir los nuevos planes • Puesto que los antozoos presentan algunas caracterís-
corporales. Por desgracia, como ocurre con todos los even- ticas de simetría bilateral, recientemente se ha plante-
tos históricos, es relativamente fácil proponer teorías, pero ado la cuestión de si los cnidarios podrían pertenecer a
muy complejo comprobarlas. los bilaterados.
Kinorhyncha 1
Loricifera 2
24 Nematoda (nematodos) 2
Nematomorpha
3
Tardigrada
23
Onychophora 3
4
26 Chelicerata (quelicerados) 4
25
27 Mandibulata (mandibulados) 5
Bryozoa 6 5
Cycliophora
Platyhelminthes 7 22
6
Gastrotricha
18
Gnathostomulida
7
Micrognathozoa
Rotifera 8
20
Entoprocta 8
Mollusca (moluscos) 9 21
Annelida (lombrices) 9
Nemertea
Phoronidea 10
10
Brachiopoda
Chaetognata
Árbol de Protóstomos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Protóstomos
Gonzalo Giribet
19
Resumen: Tras la incorporación, primero, de datos moleculares de genes seleccionados, y más recientemente de datos filo-
genómicos, se ha llegado a perfilar un árbol filogenético de las relaciones entre los animales protóstomos. Este clado es difícil
de diagnosticar morfológicamente, pero agrupa a una serie de filos con un tipo de desarrollo embrionario en el cual el blastó-
poro da lugar a la boca. Actualmente se utiliza un criterio filogenético para definir a los animales protóstomos, la mayoría de
los cuales presentan un tipo especial de sistema nervioso central con un centro nervioso apical (cerebro) conectado alrede-
dor del esófago con un par de cordones nerviosos longitudinales en posición ventral. Los protóstomos se dividen en dos gru-
pos principales: los espiralados y los ecdisozoos.
Summary: After the incorporation of molecular data for target genes first, and of phylogenomic data later, we are able to define
an approximate phylogenetic tree of the relationships of protostome animals. The clade is difficult to diagnose morphologically, but
in general it includes a series of phyla with animals with a embryonic development where the blastopore gives origin to the mouth.
Currently protostomes are defined phylogenetically, although most of them do present a central nervous system with an apical
nervous center (brain) connected circumesophageally with a pair of longitudinal ventral nervous chords. Protostomes are divided
into two main clades: Spiralia and Ecdysozoa.
U
na de las divisiones fundamentales en el árbol de clado de animales pseudocelomados y celomados, con o
la vida animal es la que separa a los animales tri- sin segmentación (véase cap. 23, Ecdisozoos).
ploblásticos (o bilaterados) en dos grandes líneas: Los espiralados son un conjunto de animales princi-
la de los deuteróstomos y la de los protóstomos (Fig. 1). palmente con un modo de desarrollo embrionario espiral
Este capítulo trata exclusivamente los animales protósto- (un tipo de desarrollo estereotipado con un programa y
mos, mientras que los capítulos 35 a 43 cubren la diversi- destinos celulares muy conservados). Muchos animales
dad de los deuteróstomos. espiralados poseen, además, una larva trocófora (véase
Los animales protóstomos incluyen los dos filos ani- cap. 20, Espiralados). Éstos incluyen a Annelida (hoy en
males con el mayor número de especies vivientes descri- día se considera a Echiura, Sipuncula y Vestimentifera
tas: los artrópodos (aproximadamente 1,1 millones; como parte de los anélidos), Brachiopoda, Bryozoa,
véanse caps. 25 a 28) y los moluscos (más de 100 000; Cycliophora, Entoprocta, Gastrotricha, Gnathostomulida,
véase cap. 21, Moluscos); aparte de otros muy diversos: Micrognathozoa, Mollusca, Nemertea, Phoronida, Platy-
nematodos (25 000; véase cap. 24, Nematodos), platel- helminthes y Rotifera (Acanthocephala forma parte de los
mintos (25 000; véase cap. 22, Platelmintos) y anélidos rotíferos). Los espiralados incluyen tanto animales celo-
(17 000). En total, los protóstomos constituyen el 95% de mados como acelomados, así como animales segmenta-
la diversidad animal viviente. De éstos, los artrópodos dos (anélidos) y no segmentados (casi la totalidad del
constituyen el 87%. resto de los filos). Diversos linajes de anélidos han per-
Filogenéticamente (véase Árbol de Protóstomos) los dido la segmentación. Si los moluscos constituyen un
animales protóstomos incluyen 22 filos: 8 en el clado de grupo primitivamente segmentado o no, aún es un tema
los ecdisozoos (véase cap. 23, Ecdisozoos), 13 en el clado controvertido.
de los espiralados (Lophotrochozoa, Trochozoa; véase
cap. 20, Espiralados), más el filo Chaetognatha, de posi-
ción aún incierta. Los ecdisozoos incluyen a Arthropoda,
Características de sus genomas
Kinorhyncha, Loricifera, Nematoda, Nematomorpha, Caracterizar los genomas de un grupo como Protostomia,
Onychophora, Priapulida y Tardigrada, constituyendo un con 22 filos y más de un millón de especies descritas, re-
197
198 Cap. 19, Protóstomos
¿Qué es un protóstomo?
El término ‘protóstomo’ (del griego proto- [delante, primero] y -stomia [boca]) también se ha utilizado en español como
‘protostomado’ y se refiere a un tipo de desarrollo embrionario en el cual el blastóporo da lugar a la boca, normal-
mente mediante fusión de los labios laterales. En muchos casos también da origen al ano durante el desarrollo embrio-
nario. Este tipo de desarrollo contrasta con el típico de los animales deuteróstomos (deuterostomados, Deuterostomia),
en los cuales sólo el ano se origina a partir del blastóporo, mientras que la boca tiene un origen independiente. De todos
modos, este tipo de desarrollo de los protóstomos ha sufrido numerosas modificaciones en distintos grupos animales, y
es difícil utilizar dicho criterio embriológico, desconocido para la gran mayoría de las especies animales. Actualmente se
utiliza un criterio filogenético para definir a los animales protóstomos, la mayoría de los cuales sí que presentan un tipo
especial de sistema nervioso central, con un centro nervioso apical (cerebro) conectado alrededor del esófago por un
par de cordones nerviosos longitudinales en posición ventral.
sulta inabarcable. Por ejemplo, el genoma animal más pe- Resultados filogenéticos contrastados
queño conocido se encuentra en un nematodo parásito de
con clasificaciones previas
plantas (Platylenchus coffeae, con un valor C de 0,02,
mientras que el anfípodo Ampelisca macrocephala tiene Aunque actualmente más o menos se haya llegado a un
un valor C de 64,62). En la actualidad están secuenciados consenso sobre la composición de los protóstomos y los
los genomas completos de varios grupos de protóstomos, deuteróstomos, principalmente basado en diversos análi-
incluso los espiralados tratados en el capítulo 20 y un nú- sis de datos moleculares, combinados o no con datos mor-
mero considerable de artrópodos y nematodos, así como el fológicos, tradicionalmente los braquiópodos y los
de un priapúlido. foronídeos (y a veces los briozoos) se habían considerado
Aunque empiece a haber una cantidad no desprecia- como deuteróstomos (Figura 1). Los miembros de estos
ble de genomas completos de protóstomos, el avance tres filos no comparten el modo de desarrollo embrionario
más importante ha sido la secuenciación de ESTs (Ex- clásico de muchos otros protóstomos, y carecen de la tí-
presed Sequence Tags) de casi la totalidad de los filos pica larva trocófora tan frecuente en el clado de los espi-
con la finalidad de utilizarlos para estudios filogenéti- ralados, al cual pertenecen.
cos. Las relaciones de varios miembros de protóstomos son
especialmente difíciles de resolver, tanto con técnicas mo-
leculares como con análisis morfológicos. Quizás los más
Nematoda
Nematomorpha
Priapulida
Cycloneuralia
Kinorhyncha
Loricifera Ecdysozoa
Gastrotricha*
Tardigrada
Onychophora
Protostomia Arthropoda
Chaetognatha
Mollusca Protostomia
Annelida
Entoprocta
Spiralia Nemertea
Platyhelminthes
Rotifera
Spiralia
Gnathostomulida
Micrognathozoa
Cycliophora
Bryozoa
Phoronida
Brachiopoda
Hemichordata
Echinodermata
Urochordata
Deuterostomia Cephalochordata Deuterostomia
Vertebrata
y el tamaño de los nematodos, o la presencia de una con- los tardígrados, los platelmintos, unos pocos nemertinos
cha protectora en los moluscos). (13 especies terrestres conocidas) y los onicóforos. Este
último grupo constituye además el único filo viviente en-
Biogeografía y biodiversidad teramente de hábitos terrestres, sin ninguna especie co-
nocida en aguas dulces ni marinas, aunque el filo está
El origen de los protóstomos data del cámbrico, cuando
restringido a zonas tropicales o subtropicales con elevada
aparece una enorme diversidad animal que incluye una
humedad. La colonización del medio terrestre también
gran parte de los filos de los animales que aun viven hoy
se ha llevado a cabo con éxito en el filo cordados, entre
en día. Un repaso del registro fósil muestra que gran parte
los deuteróstomos.
de los ecdisozoos y los espiralados abundaban en los
La adaptación a la vida terrestre se ha llevado a cabo
mares del cámbrico. Tal es el caso de los priapúlidos, los
en varias ocasiones en los artrópodos (en los quelicera-
tardígrados, los onicóforos y los artrópodos, entre los ec-
dos, los miriápodos y diversos linajes de “crustáceos”, in-
disozoos, y de los anélidos (incluyendo los sipuncúlidos),
cluidos los hexápodos). En algunos de estos grupos se ha
los moluscos, los braquiópodos y los foronídeos entre los
mantenido un ciclo vital con fases dulceacuícolas y te-
espiralados. El registro fósil de los briozoos data del ordo-
rrestres, especialmente entre los insectos. Los ácaros han
vícico. En cambio, hay un gran vacío en cuanto a algunos
recolonizado diversos ambientes, incluido el marino (ha-
animales de pequeño tamaño, además de los no tan peque-
lacáridos).
ños nemertinos y platelmintos. Esta laguna en el registro
La colonización del medio terrestre ha desempeñado
fósil incluye a todos los miembros del supuesto clado
un papel importantísimo en el desarrollo de los ecosiste-
Platyzoa.
mas, y se han dado numerosos casos de coevolución entre
El descubrimiento de yacimientos fosilíferos del cám-
plantas e insectos que parecen haber sido fundamentales
brico con condiciones de preservación extraordinarias (in-
para su mutua diversificación.
cluidos algunos famosos Lagerstätte), como por ejemplo
Biogeográficamente, los protóstomos se encuentran en
los de Chengjiang (China), Burgess Shale (Canadá) o Si-
todos los medios y ecosistemas, desde las profundidades
rius Passet (Groenlandia), ha permitido el estudio detallado
hadales hasta los puntos más altos de la atmósfera, donde
de numerosos grupos animales que ayudan a completar las
se pueden encontrar especies de ácaros o tardígrados. Se
relaciones entre los protóstomos que viven hoy en día, por
encuentran también en todas las latitudes, ya que diversos
incorporar novedosas combinaciones de caracteres. Dichos
grupos pueden suspender su metabolismo y pasar largos
fósiles han sido, hasta cierto punto, integrados en la nueva
periodos en condiciones adversas o generar formas de re-
filogenia animal. Dentro de los animales protóstomos des-
sistencia. Tal es el caso de los tardígrados, los rotíferos y
tacan diversos fósiles que han ayudado a reinterpretar la
los nematodos. Además, varios grupos de protóstomos
segmentación en la base de los ecdisozoos, embriones cám-
constituyen una gran fracción de la biomasa terrestre (in-
bricos que muestran el modo de desarrollo de los ecdiso-
sectos) y marina (krill).
zoos (del grupo de los llamados Cycloneuralia, grupo cuya
monofilia está por confirmar) y varios grupos con un escle-
ritoma (conjunto de escleritos que pueden estar represen- Diferenciación y especiación
tados por conchas, placas o espículas) que ayudan a Los patrones de diferenciación y especiación son muy dis-
interpretar la base del árbol de los trocozoos (moluscos, tintos en los diferentes grupos de protóstomos. En ellos se
braquiópodos, anélidos, etc.; véase Árbol de Protóstomos). encuentran numerosos patrones reproductivos, y éstos a
Como se ha dicho, todos los protóstomos tienen su menudo dictan los modos de especiación. Como norma,
origen en el mar, posiblemente durante el cámbrico o aunque debería contrastarse con datos más detallados, los
poco después. Aunque numerosos linajes permanecen animales marinos con rangos de distribución más restrin-
aún restringidos al medio acuático marino (Chaetogna- gidos y fases larvarias con poca capacidad de dispersión
tha, Loricifera, Kinorhyncha, Priapulida, Gnathostomu- suelen mostrar más estructura geográfica, y por lo tanto
lida, Micrognathozoa, Cycliophora, Entoprocta, mayor facilidad para acelerar los procesos de especiación.
Brachiopoda, Phoronida), no son pocos lo que han colo- En los protóstomos continentales, los patrones geológicos
nizado los medios dulceacuícolas y terrestres (el resto de pueden determinar los procesos de diferenciación y espe-
los filos). Sin embargo, el éxito en el medio terrestre no ciación de forma más marcada que en el medio marino.
deja de ser concreto y restringido a unos pocos linajes.
Por ejemplo, de las ocho clases de moluscos, únicamente Principales cuestiones pendientes
los bivalvos y los gasterópodos han colonizado el medio
dulceacuícola, y tan solo los gasterópodos han coloni- • ¿Podrán resolverse las incertidumbres filogenéticas
zado el medio terrestre. Lo mismo ocurre con los anéli- mediante la incorporación de nuevos datos del registro
dos, cuyos linajes son mayoritariamente marinos y un fósil, morfología y nuevos métodos microscópicos para
grupo de clitelados ha colonizado con éxito el medio te- estudiar el desarrollo embrionario?
rrestre. Curiosamente, de todos los filos de protóstomos,
• ¿Se deben las irresoluciones filogenéticas internas a
el medio terrestre ha sido colonizado por los dos ya men-
una compresión en el tiempo de las diversificaciones?
cionados, además de por los artrópodos, los nematodos,
Gonzalo Giribet 201
• La reciente resolución obtenida al utilizar casi 1500 – Dunn, C.W., Hejnol,A., Matus, D.Q., Pang, K., Browne, W.E., Smith,
genes para representantes de prácticamente todos los S.A., et al. 2008. Broad taxon sampling improves resolution of the an-
imal tree of life. Nature 452: 745-749.
filos animales podrá mostrar no sólo las relaciones
– Giribet, G. 2008. Assembling the lophotrochozoan (=spiralian) tree of
entre los animales, sino que su genoma aún contiene la
life. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological Sci-
señal que permite reconstruir sus relaciones evolutivas, ences 363: 1513-1522.
aunque no se sabe hasta qué punto. – Giribet, G., Dunn, C.W., Edgecombe, G.D., Rouse, G.W. 2007. A
modern look at the animal tree of life. En: Zhang, Z.-Q., Shear, W.A.
(Eds.). Linnaeus tercentenary: progress in invertebrate taxonomy.
Bibliografía básica Magnolia Press, Auckland. pp. 61-79.
– Brusca, R.C., Brusca, G.J. 2003. Invertebrates. Sinauer Associates, – Nielsen, C. 2001. Animal evolution, interrelationships of the living
Sunderland. phyla. 2nd ed. Oxford University Press, Oxford.
1
Bryozoa 1
Cycliophora 2 2
22 Platyhelminthes (platelmintos) 3
3
Gastrotricha 4
4
Gnathostomulida 5
19
Micrognathozoa 5
540-870 Ma
Rotifera 6
6
Entoprocta
21 Mollusca (moluscos) 7
8
Annelida (lombrices) 8
9
Nemertea 9
Phoronidea 10
10
Brachiopoda
Árbol de Espiralados donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas indican
clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde se une la rama.
El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Espiralados
Gonzalo Giribet
20
Resumen: Tras la incorporación de datos moleculares de genes preseleccionados, primero, y de datos filogenómicos más
recientemente, se ha llegado a perfilar un árbol filogenético de las relaciones entre los animales que pertenecen al clado Spi-
ralia (o Lophotrochozoa). Dicho clado es difícil de diagnosticar morfológicamente, pero agrupa a una serie de filos que presen-
tan un tipo de desarrollo del huevo fecundado altamente estereotipado, denominado desarrollo espiral, en el cual la célula 4d
da origen al mesodermo del individuo adulto. Los espiralados se dividen en dos grupos principales, uno que incluye animales
grandes y celomados (Trochozoa: anélidos, braquiópodos, foronídeos, moluscos, nemertinos) y otro que agrupa a una serie
de filos de animales de talla en general más pequeña, acelomados o pseudocelomados (Platyzoa: gastrotricos, gnatostomúlidos,
platelmintos [excluyendo a los “acelomorfos”] y rotíferos). Para conocer la posición de los acelomados entoproctos, cicliófo-
ros, micrognatozoos y mizostómidos, se necesitan aún más datos, aunque los primeros suelen asociarse a Trochozoa, mien-
tras que el resto a menudo se asocian a Platyzoa. Sin embargo, nuevos datos filogenómicos sugieren una relación entre ciclió-
foros y, entoproctos y briozoos. Trochozoa presenta un rico registro fósil del paleozoico, mientras que no se conoce ningún
fósil paleozoico perteneciente a Platyzoa.
Summary: Following the addition of molecular data for candidate genes, first, and for phylogenomic data more recently, we
now have shaped the phylogenetic tree depicting the relationships of those animals belonging to the clade Spiralia (or
Lophotrochozoa). Such clade is hard to diagnose morphologically, although it encompasses a number of phyla with a highly
stereotyped egg cleavage pattern, the spiral development. In this mode of development, the 4d cell gives raise to the adult
mesoderm. Spiralia can be divided in two clades, one that includes mostly large coelomate animals (Trochozoa: annelids,
brachiopods, molluscs, nemerteans, phoronids) and another lineage that groups a series of small-sized animals, acoelomate or
pseudocoelomate (Platyzoa: gastrotrichs, gnathostomulids, platyhelminths [excluding “acoelomorphs”], rotifers). Establishing the
position of the acoleomate entoprocts, cycliophorans, micrognathozoans and myzostomids still requires additional data, although
entoprocts tend to group with trochozoans while the latter phyla tend to be associated to platyzoans and bryozoans. However,
new phylogenomic data suggest a relationship of cicliophorans to entoprocts. Trochozoa has a rich Paleozoic fossil record, while
the paleozoic fossil record of Platyzoa remains undiscovered
D
entro de los animales protóstomos (véase Cap. 19, táculos; los platelmintos ejemplifican a los animales triplo-
Protóstomos), el clado Spiralia (también frecuente- blásticos (con tres capas de tejidos embrionarios) aceloma-
mente denominado Lophotrochozoa) incluye una dos, con una gran diversidad de formas parasíticas; y los
gran diversidad de grupos (Fig. 1) con enorme disparidad rotíferos forman un ejemplo de animales pseudocelomados,
morfológica. Entre los grupos mejor conocidos están los es decir, con una cavidad celómica no bordeada por muscu-
anélidos (‘gusanos’, lombrices, sanguijuelas; Fig. 1A), los latura. Los braquiópodos, representados por apenas 300 es-
moluscos (caracoles, mejillones, pulpos, etc.; Fig. 1B; véa- pecies vivientes, fueron muchísimo más frecuentes durante
se Cap. 21, Moluscos), los platelmintos (planarias, tenias, el paleozoico, y se conocen más de 12 000 especies fósiles.
fasciolas; Fig. 1C; véase Cap. 22, Platelmintos) y los rotífe-
ros (Fig. 1D). Estos grupos ejemplifican parte de la enorme
disparidad actual de Spiralia: los anélidos constituyen el ar-
Características de sus genomas
quetipo de gusanos celomados (con una cavidad bordeada Intentar caracterizar los genomas de un grupo como Spi-
por la musculatura) segmentados; los moluscos representan ralia, con 12 o 13 filos y casi 140 000 especies descritas,
la complejidad morfológica en forma de conchas y escleri- resulta difícil. Por ejemplo, el molusco gasterópodo Lot-
tos, y una increíble variación en masa corporal, desde las di- tia gigantea tiene un genoma pequeño comparado con el
minutas especies de menos de 1 mm al calamar gigante con de otros moluscos, de 500 Mpb (valor C de 0,43). Ade-
más de 10 m desde el ápice del manto al extremo de los ten- más de moluscos, se ha secuenciado el genoma completo
203
204 Cap. 20, Espiralados
¿Qué es un espiralado?
Los espiralados (del latín medieval spiralis, y éste del latín spira [vuelta, rollo]), también llamados lofotrocozoos (contracción
de los términos Lophophorata y Trochozoa) constituyen un conjunto de animales protóstomos imposibles de caracterizar
hoy día basándose en ningún carácter que no presente homoplasia o ambigüedad. De todos modos, parece ser que un tipo
de desarrollo embrionario específico y altamente estereotipado debió evolucionar en el antepasado común de todos los -
Spiralia actuales –el modo de desarrollo espiral. Este tipo de desarrollo se caracteriza por una determinación de los ejes del
embrión y del adulto durante la primera división celular. Las dos primeras divisiones ocurren a lo largo del eje principal, di-
vidiendo el embrión en cuatro cuadrantes: A y C (izquierdo y derecho, respectivamente), B y D (anteroventral y postero-
dorsal, respectivamente). El típico desarrollo espiral se sucede con una alternancia en la orientación de los husos acromáticos
durante las divisiones celulares. Además, consta de cuatro cuartetos de micrómeros y el mesodermo se origina a partir de
la célula 4d. Este tipo de desarrollo embrionario se ha caracterizado en anélidos (incluidos los sipuncúlidos), moluscos, ne-
mertinos (gusanos cinta), entoproctos y platelmintos. Además, hay indicios de la presencia de desarrollo espiral en gnatos-
tomúlidos. Pero no todos los miembros del clado Spiralia, que actualmente se define utilizando resultados filogenéticos y no
caracteres morfológicos, presentan este exclusivo tipo de desarrollo. El desarrollo de gastrotricos, rotíferos, braquiópodos
y foronídeos nada tiene que ver con el modo de desarrollo espiral, y el de micrognatozoos y ciclióforos se desconoce.
Otros posibles miembros de este clado, como son los briozoos, tampoco presentan desarrollo espiral.
A B C D
Figura 1. Espiralados. A: El anélido Spirobranchus sp. del Caribe. B: El molusco poliplacóforo Leptochiton cf. giganteus, fotografiado en
la costa de California (Estados Unidos). C: La planaria terrestre del género Bipalium fotografiada en Java (Indonesia). D: El rotífero Mi-
crocodides chlaena.
Gonzalo Giribet 205
Biogeografía y biodiversidad
Aunque la gran mayoría de los filos de Trochozoa, al igual
que el resto de los protóstomos, tienen un más o menos
amplio registro fósil que data del cámbrico, la distribución
filogenética de los fósiles está claramente sesgada. De
Trochozoa hay un buen registro fósil del cámbrico de ané-
Figura 2. Estados iniciales del desarrollo espiral del molusco
lidos (y sipuncúlidos), braquiópodos, foronídeos y molus-
aplacóforo Epimenia babai. cos, pero no de entoproctos ni de nemertinos, ya sea por su
pequeño tamaño o por la falta de estructuras duras fácil-
mente fosilizables. A este clado pertenecen también mis-
Tendencias evolutivas teriosos animales como los Halwaxiida (halkiéridos y
Está claro que una de las innovaciones más importantes wiwaxiidos, entre otros), de condiciones intermedias entre
del clado Spiralia es la aparición de un modo de desa- moluscos, anélidos y braquiópodos.
rrollo embrionario altamente estereotipado, denominado Por el contrario, ninguno de los miembros del clado
desarrollo espiral (Fig. 2), que se ha discutido anterior- Platyzoa presenta registro fósil paleozoico alguno, a
mente. Relacionado con este modo de desarrollo espiral
se encuentra una larva ciliada denominada trocófora
(Fig. 3). Aunque hay una diversidad de definiciones, la
larva trocófora se entiende hoy día como un tipo de larva
ciliada con una banda de cilios denominada prototroca.
Este tipo larvario sirve para diagnosticar el clado Trocho-
zoa. Aunque muchos nemertinos tienen desarrollo di-
recto, los heteronemertinos suelen presentar una larva
pilidium, pero algunos paleonemertinos pueden tener otro
tipo de larva, actualmente considerada una trocófora, aun-
que ciertamente modificada, ya que presenta una banda
de células más grandes que las de alrededor (división se-
cuestrada), típica de la prototroca. Sin embargo, en los
nemertinos la ciliación de la prototroca no destaca sobre
el resto de la ciliación superficial. La larva trocófora se Figura 3. Ejemplos de larvas trocóforas de diversas especies
encontraría, por tanto, en el clado Trochozoa, pero no en de Trochozoa.
Gonzalo Giribet 207
pesar de la presencia de piezas bucales fosilizables en platelmintos y rotíferos, las especies parásitas han sufrido
los gnatostomúlidos, rotíferos y microgantozoos (de di- también importantes procesos de diversificación explosi-
minuto tamaño), y del tamaño de algunas especies de vos. Por ejemplo, de las casi 3000 especies de rotíferos,
platelmintos. Tampoco hay un registro de trazos fósiles unas 1100 son acantocéfalos, que actualmente se conside-
confirmado para ninguno de estos miembros, aunque los ran rotíferos parásitos.
hallados en rocas de la transición del neoproterozoico Aun así, la máxima diversidad filogenética sigue en-
al paleozoico se han asignado a la actividad de organis- contrándose en el mar, como es el caso de los moluscos, en
mos como platelmintos o de un grado de complejidad los cuales sólo dos de las ocho clases han conseguido co-
similar. lonizar el medio dulceacuícola (bivalvos y gasterópodos),
El origen de los Spiralia se reconstruye en el mar, aun- y sólo los gasterópodos han pasado al medio terrestre.
que varios grupos han conseguido colonizar el medio
dulceacuícola (anélidos, briozoos, gastrotricos, microgna-
tozoos, moluscos, nemertinos, platelmintos y rotíferos) y
Diferenciación y especiación
unos pocos de éstos han colonizado el medio terrestre A juzgar por el número de especies vivientes, moluscos
(anélidos, moluscos, nemertinos y platelmintos). En va- primero, y platelmintos y anélidos después, constituyen
rios casos se considera que la colonización del medio te- los grupos más importantes de protóstomos espiralados.
rrestre pasa por un estadio dulceacuícola, como por Sin embargo, esto no ha sido siempre así, y un grupo hoy
ejemplo en las planarias terrestres. Sin embargo, la colo- minoritario, el de los braquiópodos, del cual el 99% de las
nización del medio terrestre por parte de los nemertinos especies conocidas son fósiles, fue muy abundante hasta
no necesariamente incluye un antecesor dulceacuícola. La su reemplazamiento por los moluscos bivalvos después de
colonización del medio terrestre por moluscos ha ocurrido la extinción del pérmico y durante el mesozoico.
numerosas veces, parece que a través del medio dulcea- La gran diferencia en el número de especies conoci-
cuícola, aunque sólo en gasterópodos, mientras que los bi- das (por ejemplo 100 000 especies vivientes de moluscos
valvos constituyen el otro único linaje de moluscos que frente a las dos especies conocidas de micrognatozoos, o
ha conseguido colonizar el medio dulceacuícola, también las cinco especies conocidas de ciclióforos) puede expli-
en muchas ocasiones. carse únicamente por la gran diferencia en las tasas de es-
Entre los grupos que han colonizado medios no mari- peciación y de extinción en los diferentes linajes de
nos, algunos lo han hecho con pocas especies (nemertinos) espiralados. En el caso de los braquiópodos, a lo largo del
mientras que otros se han diversificado enormemente, tiempo la tasa de extinción ha igualado prácticamente a la
como es el caso de los gasterópodos “pulmonados”. En los de especiación.
1
Bryozoa 1
Cycliophora 2 2
Entoprocta
22 Platyhelminthes (platelmintos) 3
4
Gastrotricha 4
19 Gnathostomulida 5 5
Micrognathozoa
6
Rotifera 6
21 Mollusca (moluscos) 7
8
Annelida (lombrices) 8
Nemertea 9 9
Phoronidea 10
10
Brachiopoda
Árbol de Espiralados más reciente basado en secuencias de ESTs (Edgecombe y colaboradores), en el cual se muestran las relaciones filo-
genéticas de los grupos más importantes. Los números en círculos verdes indican los capítulos donde se unen las ramas. Las fotografías re-
presentan grandes linajes (números en recuadros).
Gonzalo Giribet 209
Principales cuestiones pendientes –Giribet, G. 2008. Assembling the lophotrochozoan (=spiralian) tree of
life. Philosophical Transactions of the Royal Society B: Biological
• ¿Están los Entoprocta relacionados con Bryozoa o con Sciences 363: 745-749.
otros Spiralia, como indicaría su tipo de desarrollo em- –Maslakova, S.A., Martindale, M.Q. y Norenburg, J.L. 2004. Funda-
brionario? mental properties of the spiralian developmental program are displa-
yed by the basal nemertean Carinoma tremaphoros (Palaeonemertea,
• ¿Cuál es la posición precisa de otros grupos como los Nemertea). Dev. Biol. 267: 342-360.
gastrotricos, gnatostomúlidos, mizostómidos, rotíferos
–Nielsen, C. 2001. Animal evolution, interrelationships of the living
o micrognatozoos? phyla. Second Edition. Oxford University Press, Oxford.
• ¿Cómo se relacionan los briozoos con respecto a otros –Hejnol, A., Obst, M., Stamatakis, A., M., O., Rouse, G. W., Edge-
Spiralia? combe, G. D., Martinez, P., Baguñà, J., Bailly, X., Jondelius, U., Wiens,
M., Müller, W. E. G., Seaver, E., Wheeler, W. C., Martindale, M. Q.,
Bibliografía básica Giribet, G., Dunn, C. W. 2009. Assessing the root of bilaterian animals
with scalable phylogenomic methods. Proceedings B: Biological Scien-
–Dunn, C.W., Hejnol, A., Matus, D.Q., Pang, K., Browne, W.E., Smith, ces 276: 4261-4270.
S.A., et al. 2008. Broad taxon sampling improves resolution of the Ani-
mal Tree of Life. Nature 452: 745-749.
Neomeniomorpha 1 1
Chaetodermomorpha 2
Lepidopleurida
2
Chitonina 3
Acanthochitonina
Monoplacophora 4
3
Nautiloidea
20
Cirroteuthidae
Opisthoteuthidae
4
Octopoda (pulpos)
Vampyromorpha
Dentaliida 6
Patellogastropoda (lapas) 7 6
Vetigastropoda (orejas, peonzas de mar)
Lepetelloidea
Neomphalina 7
Cocculinoidea
Neritopsina
Pleurotomarioidea 8
Nuculoidea
Nuculanoidea
10
Pteriomorphia (ostras, mejillones)
Árbol de Moluscos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas indican
clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde se une la rama.
El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Moluscos
Cristina Grande y Rafael Zardoya
21
Resumen: El éxito evolutivo de los moluscos queda patente en la gran cantidad de especies vivas existentes (son el segundo
filo de metazoos más diverso), así como en su abundancia y en su capacidad de colonizar casi cualquier hábitat. Los moluscos
representan una parte importantísima de la biomasa marina, pero también se han adaptado de manera exitosa al medio terres-
tre y al dulceacuícola. Se caracterizan por la presencia de 1) rádula, un órgano especializado para la alimentación; 2) manto, un
epitelio especializado situado en la zona dorsal del cuerpo que cubre la masa visceral, capaz de segregar espículas o conchas;
y 3) un pie ciliado ventralmente. Actualmente se reconocen ocho grandes grupos de moluscos: Neomeniomorpha, Chaetoder-
momorpha, Polyplacophora, Monoplacophora, Bivalvia, Scaphopoda, Cephalopoda y Gastropoda. A pesar de que la monofilia
de cada uno de estos linajes está apoyada por datos morfológicos y moleculares, sus relaciones evolutivas son un tema de de-
bate y un reto para la era de la genómica, que apenas comienza en los moluscos. Las hipótesis morfológicas sitúan a Neome-
niomorpha, Chaetodermomorpha y poliplacóforos como los linajes de moluscos más basales, y dejan al resto en una posición
más derivada, agrupados bajo el nombre de Conchifera, un grupo caracterizado por la presencia de una concha en una única
pieza. Recientemente se han inferido las relaciones filogenéticas entre estos grupos basándose en datos moleculares. Los re-
sultados iniciales en base a pocos genes fueron poco concluyentes pero dos trabajos recientes en base a datos procedentes de
transcriptomas apoyan la hipótesis Conchifera, la relación cercana de poliplacóforos, neomeniomorfos y chaetodermomorfos
(hipótesis Aculifera) y que neomeniomorfos y chaetodermomorfos son grupos hermanos (hipótesis Aplacophora). Dentro de
Conchifera, los cefalópodos y los monoplacóforos serían el grupo hermano de gasterópodos, bivalvos y escafópodos.
Summary: Evidence for the evolutionary success of mollusks can be found not only in the impressive number of species (they
are the second most diverse phylum of metazoans) but also in the abundance of many of them, and their capacity to colonize
almost every habitat. Mollusks represent an important portion of the marine biomass although they have also successfully adapted
both to terrestrial and freshwater habitats. Their main features are the presence of 1) radula, a specialized organ of the digestive
system, 2) mantle, an specialized epithelium on the dorsal side of the body that covers the visceral mass, and secretes sclerites
and the shell, and 3) a ventrally ciliated foot. Eight main lineages of mollusks are currently recognized: Neomeniomorpha,
Chaetodermomorpha, Polyplacophora, Monoplacophora, Bivalvia, Scaphopoda, Cephalopoda, and Gastropoda. Although the
monophyly of these lineages seems to be supported by both morphological and molecular data, their inter-relationships are under
debate, and constitute a major challenge for the genomic era, which is still in its beginnings in mollusks. Morphological hypotheses
consider Neomeniomorpha, Chaetodermomorpha, and Polyplacophora as the most basal lineages of mollusks, while all remaining
molluscan lineages (grouped as the Conchifera) are considered to be more derived, and characterized by the presence of a single
shell. Recently, phylogenetic relationships among these groups were inferred based on molecular data. Initial results based on few
genes were inconclusive but two recent studies based on transcriptome data support the Conchifera hypothesis, the close
relationship of polyplacophorans, neomeniomorphans and chaetodermomorphans (Aculifera hypothesis) and that
neomeniomorphans and chaetodermomorphans are sister groups (Aplacophora hypothesis). Within Conchifera, cephalopods and
monoplacophorans would be sister group of gastropods, bivalves and scaphopods.
L
os moluscos son el segundo filo más numeroso del maños, ciclos vitales y ambientes en que se encuentran,
reino animal, después de los artrópodos. Las for- estos grupos mantienen una organización básica corporal
mas actuales se dividen en ocho grupos, bien dife- en la cual se distinguen la región cefalo-visceral y el pie.
renciados morfológicamente, con una marcada diversidad La región cefálica está poco diferenciada, pero contiene
en planes corporales que abarcan desde formas microscó- un órgano con función digestiva exclusivo de los molus-
picas intersticiales hasta calamares gigantes bentónicos cos, la rádula. Se trata de una cinta de dientes quitinosos
(Fig. 1). Sin embargo, a pesar de su variedad de formas, ta- curvados que actúa como órgano raspador durante la ali-
211
212 Cap. 21, Moluscos
¿Qué es un molusco?
Los moluscos (del latín molluscus [blando]) constituyen uno de los filos más numerosos del reino animal, con cerca de
100 000 especies vivas. Destacan por su asombrosa diversidad morfológica, así como por su extrema variación de planes
corporales, y engloban organismos tan diferentes como almejas, caracoles, pulpos o quitones. Habitan ambientes tanto
terrestres como acuáticos (marinos y de agua dulce), e incluso hay especies que viven en condiciones extremas, como
por ejemplo en fuentes de aguas termales o a gran profundidad. Muchas especies de moluscos, como los mejillones, las
ostras y los calamares, son una importante fuente alimenticia y tienen gran relevancia económica. Otras especies actúan
como vectores en enfermedades infecciosas humanas ocasionadas por parásitos, o causan graves daños en infraestruc-
turas o en la agricultura al comportarse como plagas. Los moluscos han sido objeto de estudio desde los comienzos de
la zoología y de la historia natural, en parte por la belleza y la espectacularidad de algunos grupos, como los caracoles,
que los han hecho muy populares también para coleccionistas y aficionados.
Los escafópodos son un grupo de moluscos exclusi- gasterópodo, Lottia gigantea, que supone una valiosa
vamente marinos y excavadores que viven tanto en la zona fuente de información para análisis genéticos y evoluti-
intermareal como a grandes profundidades. Actualmente vos. Además, otras tres especies de moluscos (dos gaste-
hay más de 800 especies descritas y más de 500 extintas. rópodos y un bivalvo) están siendo secuenciadas en varios
Estos moluscos constan de una concha en forma de tubo laboratorios y es previsible que el número siga en au-
alargado y cilíndrico abierto por los dos extremos. En uno mento. Sin embargo, el tamaño del genoma ha supuesto
de los extremos se encuentra la región cefálica, y en el hasta el momento una limitación a la hora de elegir las
otro, el pie; ambos tienen forma cónica, lo que facilita su especies a secuenciar (el de Lottia gigantea es de 0,42 Gb
enterramiento. Al no poseer branquias, el intercambio ga- y el del bivalvo Mytilus californianus de 1,8 Gb) (véase
seoso se hace a través de la epidermis gracias a la corriente http://www.genomesize.com).
de agua que entra y sale por la parte posterior del animal. Desde comienzos del siglo XIX, el número y la estruc-
Se alimentan de foraminíferos y otros organismos inters- tura cromosómica se usaron para establecer relaciones
ticiales. Aunque localmente son abundantes, los pocos entre los diferentes grupos de moluscos, lo que ha propor-
datos ecológicos disponibles hasta el momento no indican cionado una gran cantidad de estudios citogenéticos en
que estén ampliamente distribuidos por todos los ecosis- moluscos. Sin embargo, se ha comprobado que estos ca-
temas marinos. racteres son homoplásicos y, por tanto, no pueden utili-
Los cefalópodos incluyen moluscos principalmente zarse para inferir la historia evolutiva del grupo. Los datos
pelágicos, aunque también hay representantes bentónicos. disponibles hasta el momento indican que hay una varia-
A este grupo pertenecen los nautilos, los calamares y los ción en el número cromosómico diploide en los moluscos
pulpos. Hay más de 600 especies descritas y se conocen (por ejemplo, gasterópodos 2n = 62, bivalvos 2n = 20), y
más de 7500 fósiles. Estos moluscos han alargado su que aunque la poliploidía no es frecuente entre los molus-
cuerpo en el eje dorsoventral, y sus hábitos de natación cos, hay algunos grupos de gasterópodos y bivalvos de
hacen que la parte ventral actúe como la parte anterior y agua dulce en los cuales es común.
la zona dorsal quede en una posición posterior. Por tanto, Los genomas mitocondriales, por su parte, han sido
los tentáculos que rodean la cabeza y que son homólogos ampliamente estudiados en los moluscos. Actualmente se
a la parte anterior del pie de otros moluscos están ahora si- han secuenciado los genomas mitocondriales de 74 espe-
tuados en una posición anterior. La concha externa sólo cies: 26 bivalvos, 14 cefalópodos, 31 gasterópodos, un po-
se mantiene en los representantes del género Nautilus, liplacóforo y dos escafópodos. Aunque aún falta
mientras que en el resto de los grupos está reducida y se información sobre algunos grupos, los datos disponibles
ha internalizado o se ha perdido completamente. El manto hasta el momento indican una gran variabilidad en ta-
está intensamente muscularizado y sus contracciones, ex- maño, contenido y organización del genoma entre diver-
pulsando chorros de agua que ha entrado en la cavidad del sos grupos de moluscos. En primer lugar, el tamaño del
manto, permiten una eficaz natación que les habilita para genoma varía ampliamente según los diferentes grupos
ser activos depredadores o escapar a su vez de ataques de (desde 42 Kb en los bivalvos hasta 13 Kb en los escafó-
otros depredadores. podos). Los bivalvos y los cefalópodos son los que tienen
Los gasterópodos son el grupo de moluscos más nu- los genomas más grandes, aunque por distintas razones.
meroso con diferencia, ya que hay más de 60 000 espe- Los bivalvos cuentan con grandes regiones no codifica-
cies descritas, aunque se estima que puede haber cerca de doras en el genoma, mientras que los cefalópodos, ade-
150 000. La mayoría de los gasterópodos poseen una más de poseer grandes regiones no codificadoras, cuentan
única concha enrollada a modo de espiral, en la cual puede también con duplicaciones de fragmentos que contienen
incluirse por completo el organismo y tapar la entrada con genes estructurales completos. Por otra parte, los escafó-
una estructura quitinosa llamada opérculo. En otras espe- podos y los gasterópodos han reducido al máximo las
cies la concha se ha reducido e internalizado, y finalmente zonas del genoma no codificadoras y no se han detectado
en otras ha desaparecido completamente (Fig. 2). Su evi- duplicaciones génicas, y por tanto el tamaño de sus geno-
dente éxito evolutivo les ha permitido colonizar todos los mas mitocondriales es muy reducido.
ambientes, tanto acuáticos como terrestres. Las zonas no codificadoras más largas contienen se-
ñales para la replicación y la transcripción de los geno-
Características de sus genomas mas mitocondriales, y se ha sugerido que la presencia de
múltiples zonas largas no codificadoras en los genomas
El aumento de la información genómica es imparable, de- de los moluscos puede proporcionar diversos sitios de re-
bido en parte a los grandes avances tecnológicos de los plicación y, por ello, tener implicaciones en la ordenación
últimos años. Aunque hay un claro desequilibrio en de los genes en los genomas mitocondriales. De ser cierto,
cuanto a la información disponible entre diferentes grupos la variación en los tamaños de las zonas no codificadoras
de animales, los moluscos empiezan a tener un papel entre diferentes grupos de moluscos podría contener in-
relevante gracias a su interés en medicina y la industria formación filogenética relevante.
alimentaria. Recientemente se ha completado la secuen- Los genomas mitocondriales de los moluscos bivalvos
ciación y el ensamblado del genoma de una especie de tienen un interés añadido, ya que constituyen uno de los
Cristina Grande y Rafael Zardoya 215
A B C D
Foto A. Concha levógira (izquierda) y dextrógira (derecha) de Amphidromus perversus. Foto B. Segmentación en embriones levógiros (sinistral)
y dextrógiros (dextral). En los levógiros, la tercera división va en sentido contrario a las agujas del reloj, y en los dextrógiros va en sentido horario. Foto C.
a y b: expresión del gen nodal en el lado derecho (R) en la especie dextrógira Lottia gigantea (flechas verdes); c y d: expresión del gen nodal en el
lado izquierdo (L) en la especie levógira Biomphalaria glabrata (flechas verdes). Las fechas azules indican una tinción inespecífica en la concha. Es-
cala: 50 µm.Foto D. a: espécimen control de la especie levógira B. glabrata; d: espécimen tratado con la droga SB-431542, que bloquea la cas-
cada genética activada por el gen nodal. Los adultos tienen conchas simétricas.
La concha de un gasterópodo típico tiene una forma cónica que gira dando vueltas alrededor de un eje central (columela).
La mayoría de las conchas de los caracoles giran en el sentido de las agujas del reloj y se denominan dextrógiras, aunque
en algunos casos pueden hacerlo en sentido antihorario y entonces se denominan levógiras. Esta propiedad de girar en uno
u otro sentido se denomina quiralidad. La quiralidad también se refleja en la anatomía interna, puesto que el empaque-
tamiento de los órganos internos difiere entre ambas formas, de modo que las formas dextrógiras tienen reducidos los ór-
ganos del lado derecho y las levógiras los del lado izquierdo. Estas asimetrías corporales han fascinado a los malacólogos
durante siglos, pero los mecanismos por los cuales se han generado apenas comienzan a desvelarse.
Las diferencias en la quiralidad de los caracoles se detectan en las primeras divisiones del desarrollo larvario, en concreto
en la tercera división, cuando el embrión pasa de cuatro a ocho células. Los moluscos tienen una segmentación en espiral,
lo que significa que los planos de división celular están orientados de manera oblicua con respecto al eje polar del oocito.
En los caracoles dextrógiros, el plano de división de las cuatro células que se forman en la tercera división está orientado
en el sentido de las agujas del reloj. En los levógiros, el plano de división se orienta en sentido contrario a las agujas del
reloj. Trabajos clásicos han demostrado que hay un factor de herencia materna que controla esta orientación en el plano
de división, aunque se desconoce la naturaleza de este factor o los mecanismos por los cuales opera. Una vez definidos los
planos de orientación en las divisiones tempranas de los embriones, las futuras asimetrías corporales ya están determina-
das y el adulto que resulta de esos embriones será dextrógiro o levógiro dependiendo del modo de división temprana.
Recientemente se han descrito genes que se expresan exclusivamente en un lado del cuerpo de los caracoles y que de-
terminan algunas de sus asimetrías. Cabe destacar que estos genes (nodal y pitx) son los mismos que actúan en los verte-
brados y en otros deuteróstomos (equinodermos, tunicados, etc.) controlando también el desarrollo de las asimetrías
corporales. Por tanto, parece muy probable que la cascada de genes nodal-pitx estuviera ya presente en el antepasado
común de los moluscos y los deuteróstomos, y que fuera ya entonces la encargada de establecer las asimetrías corpora-
les. Por tanto, los caracoles y los humanos usan algunos genes de la misma manera para establecer asimetrías.
Sin embargo, otro hecho sorprendente es que el lado del cuerpo de los caracoles que expresa estos genes es depen-
diente de la quiralidad, es decir, estos genes se expresan en el lado derecho del cuerpo en los caracoles dextrógiros y en
el izquierdo en los levógiros; su expresión estaría relacionada con la formación de células productoras de concha a ambos
lados del eje de simetría bilateral en la zona dorsal del manto. De este modo, la concha es segregada de manera desigual a
ambos lados del eje de simetría: a mayor ritmo en el lado derecho en los caracoles dextrógiros y en el lado izquierdo en
los levógiros. Si se anula la actuación asimétrica de estos genes, se obtienen conchas completamente simétricas.
Aún quedan muchos puntos por aclarar, como por ejemplo cuál es ese factor de herencia materna que controla la qui-
ralidad de los gasterópodos y cuál es su relación con las diferencias observadas en el citoesqueleto y la orientación del huso
acromático, que se sabe tienen gran relevancia en la orientación de los planos de las primeras divisiones embrionarias. Se
desconoce también qué ocurre desde el momento en que se define el plano de la tercera división embrionaria y por tanto
la quiralidad del embrión, y la activación de la cascada nodal-pitx en el correspondiente lado del cuerpo. Estudios futuros
de genes que controlan el desarrollo embrionario ayudarán a entender qué mecanismos controlan la definición de los pla-
nes corporales en los caracoles y en otros moluscos.
Cristina Grande y Rafael Zardoya 217
construcciones filogenéticas. Por ejemplo, las tasas de mu- los escafópodos son grupo hermano de gasterópodos ex-
tación y la composición nucleotídica son muy variables cluyendo a los bivalvos. En este trabajo, los monoplacófo-
entre los diversos grupos analizados hasta el momento, lo ros aparecen como grupo hermano de los cefalópodos,
cual introduce sesgos en los análisis filogenéticos. Por otra rechazando la hipótesis “Serialia” (monoplacóforos + po-
parte, es difícil encontrar genes con las tasas evolutivas liplacóforos) recientemente apoyada por datos molecula-
necesarias para resolver las cuestiones filogenéticas plan- res parciales.
teadas. En concreto, los análisis de las subunidades ribo- Sin duda, futuros análisis filogenéticos que incluyan
sómicas nucleares y de los genomas mitocondriales un mayor número de táxones y matrices de datos más
completos de representantes de los principales grupos de completas, así como nuevas secuencias genómicas, van a
moluscos han demostrado que estos datos moleculares contribuir al conocimiento de la historia evolutiva del
pueden tener suficiente resolución para establecer las re- grupo.
laciones dentro de cada uno de los principales grupos de
moluscos (por ejemplo, dentro de los gasterópodos más Evolución de los caracteres
derivados parece confirmarse la monofilia de los grupos
Heterobranchia y Euthyneura, pero no la de “Heterostro- Una de las sinapomorfías más claras de los moluscos es la
pha” y “Pulmonata”), aunque no para inferir las relaciones presencia de la rádula, una cinta membranosa situada en
entre grupos. Sin embargo, hay una excepción, ya que la una lengüeta cartilaginosa (el odontóforo) y rodeada de
relación entre escafópodos y cefalópodos sí que parece músculos que contiene filas de dientes de tamaño y dispo-
contar con apoyo estadístico en estos estudios y consti- sición variables. La rádula se forma en la parte profunda de
tuye un clado estable. De ser confirmada, esta relación en- la cavidad bucal, en el llamado saco de la rádula, y actúa
traría en controversia con las descripciones morfológicas como órgano raspador al tener los dientes curvados. Cons-
tradicionales, que consideraban a escafópodos y bivalvos tantemente se están produciendo dientes nuevos en la parte
como grupos hermanos, pero recientes revisiones morfo- posterior de la rádula, que sustituyen a los de la parte an-
lógicas también podrían apoyar un origen común para es- terior que se van desgastando por el uso continuado. Los
cafópodos y cefalópodos. dientes pueden ser de forma y tamaño variable, aserrados,
Otro problema de los estudios moleculares de los mo- lisos, etc., y estar dispuestos en filas de número también
luscos es la dificultad de incluir representantes de los neo- variable. Estos caracteres son comúnmente utilizados en la
meniomorfos y chaetodermomorfos y los monoplacóforos, sistemática de los principales grupos de moluscos.
así como la necesidad de representar adecuadamente la di- La parte visceral de los moluscos está cubierta por una
versidad de los grupos más derivados (cefalópodos, bival- capa de epitelio, llamado manto, de gran relevancia ya
vos y gasterópodos). Además, todo ello implica poder que es el que va a segregar la concha o las espículas. La
amplificar y secuenciar genes ortólogos en especies alta- concha de los moluscos varía enormemente entre los di-
mente divergentes. Los pocos estudios que incluían todos ferentes grupos, de manera que puede ser en espiral (gas-
los grupos de moluscos y que se basaban en el análisis con- terópodos y cefalópodos), de forma cónica (cefalópodos),
junto de fragmentos de las dos subunidades ribosómicas, en forma de ocho placas imbricadas (poliplacóforos), una
de la histona H3 y de dos genes mitocondriales (cox1 y única placa aplanada (monoplacóforos), dos valvas per-
rrnL) llegaron a resultados poco concluyentes. Dos traba- fectamente acopladas (bivalvos) o en forma de tubo
jos de 2011 han reconstruido las filogenia de moluscos en abierto por ambos lados (escafópodos).
base a datos genómicos nucleares. Uno de ellos incluye La cavidad del manto contiene varias estructuras ca-
308 genes ortólogos pero un 75% de datos ausentes en las racterísticas de los moluscos: osfradio, ctenidio y las
matrices. Incluye representantes de todos los grandes gru- glándulas hipobranquiales. El osfradio es una pequeña
pos de moluscos excepto Monoplacophora. El otro incluye área de epitelio sensorial localizada en el margen posterior
datos nuevos del transcriptoma de 14 especies de moluscos de la membrana ventral que sostiene a las branquias y que
y analiza entre 301-1185 genes, si bien hay que constatar tiene funciones quimiorreceptoras. El osfradio también de-
que el porcentaje de datos ausentes en las matrices es alto tecta la cantidad de partículas presentes en las corrientes
(73-79%). En este trabajo si hay un representante de Mo- de agua que entran en la cavidad del manto. Por otra parte,
noplacophora (Laevipilina hyalina). el ctenidio es la branquia especializada de los moluscos,
Ambos trabajos recuperan árboles bien apoyados en los que consta de un largo eje aplanado que sobresale desde la
que existe un grupo en el que están poliplacóforos, neome- pared anterior de la cavidad del manto y en cuyo interior
niomorfos y chaetodermomorfos (hipótesis Aculifera) que hay vasos sanguíneos, músculos y nervios. Adheridos a
es hermano de los Conchifera (resto de moluscos). Dentro este eje se encuentran una serie de filamentos triangulares
de Aculifera, neomeniomorfos y chaetodermomorfos son y aplanados dispuestos de modo alterno en ambos lados
grupos hermanos, validando el clado Aplacophora. Dentro del eje (bipectinadas) o exclusivamente a un lado (mono-
de Conchifera, los cefalópodos aparecen basales a un grupo pectinadas). Estos filamentos contienen cilios que facilitan
formado por escafópodos, bivalvos y gasterópodos. En el movimiento del agua dentro de la cavidad del manto.
uno de los trabajos los escafópodos se recuperan basales a El agua entra en la cavidad del manto por la parte poste-
un grupo formado por bivalvos y gasterópodos y en el otro rior, fluye hacia arriba y atraviesa las branquias, y después
218 Cap. 21, Moluscos
E ndemic
C. iberogermanicus Boavista
vicarianza asociados a
C. salreiensis
cambios eustáticos en **
C. crotchii
el nivel del mar durante C. evorai
el plio-pleistoceno, y C. felitae
** C. fontonae
con un patrón biogeo- ** ** C. mordeirae
gráfico distintivo. Hace C. cuneolus
Sal
4,6 millones de años, el * ** C. serranegrae
C. pseudocuneolus
ancestro de los conos C. regonae
**
endémicos de mayor C. antoniomonteiroi
tamaño llegó a las islas * C. longilineus
C. miruchae
y divergió al disponer C. raulsilvai Maio
de nichos vacíos. De ** C. borgesi
** C. josephinae Boavista
nuevo, la especiación ** C. infinitus Maio
siguió el mismo patrón C. xicoi Angola
biogeográfico, lo que ** C. mercator Senegal
**
** C. guanche Canary Is.
indica que los mismos **
West. Sahara
C. guanche
condicionantes (no dis- C. ventricosus Algarve
persión larvaria y cone- ** C. genuanus J. Valente
** C. sp 1
xión entre islas durante
** C. venulatus Boavista
los máximos glaciales) C. venulatus “nivifer”
E ndemic
vuelve hacia atrás para salir de la cavidad. Las partículas Los moluscos con fertilización externa eliminan los
del sedimento que penetran en la cavidad del manto con gametos a la cavidad del manto y de ahí saldrán a la co-
estas corrientes de agua quedan atrapadas en el moco que rriente de agua. Sin embargo, los grupos con fertilización
recubre las branquias y que es segregado por las glándu- interna desarrollaron sistemas glandulares especializados
las hipobranquiales. Estas partículas son transportadas por para la producción de coberturas que protegen a los em-
los cilios y eliminadas posteriormente con la corriente ex- briones de la desecación.
halante. La hipótesis evolutiva recientemente recuperada en
La mayoría de los moluscos son dioicos y tienen fe- base a datos de transcriptomas apoya la aparición de la
cundación externa, interna o por medio de espermatófo- concha en una única pieza en el antepasado del grupo de-
ros. Algunos son hermafroditas. Los moluscos en general nominado Conchifera (monoplacóforos, bivalvos, escafó-
presentan dos estadios larvarios: todos tienen una larva podos, gasterópodos y cefalópodos). Además, al recuperar
nadadora trocófora y algunos una larva veliger más des- la hipótesis Aplacophora, apoya que el antepasado de neo-
arrollada que tiene pie y concha. Posteriormente, algunas meniomorfos y chaetodermomorfos presentaba un epitelio
larvas veliger deben sufrir metamorfosis para dar lugar al con espículas.
adulto. Otra consecuencia de esta hipótesis evolutiva afecta
a la ultraestructura de los cilios locomotores. Reciente-
mente se ha comprobado que los neomeniomorfos, los
Tendencias evolutivas chaetodermomorfos y los poliplacóforos tienen dos gru-
Los moluscos menos derivados se caracterizan por un pos ciliares con una orientación de casi 90º entre sí y sin
epitelio protegido por espículas, pero durante la historia un centriolo accesorio, carácter que es considerado ple-
evolutiva del grupo apareció la concha, que ha supuesto siomórfico al estar presente también en otros metazoos.
sin duda grandes ventajas evolutivas a los moluscos al Por el contrario, en los monoplacoforos, los bivalvos, los
proporcionales protección. Sin embargo, esta estructura gasterópodos, los escafópodos y los cefalópodos hay una
se ha reducido o desaparecido de manera secundaria e in- única raíz ciliar. Este escenario evolutivo estaría de
dependiente en varios linajes de moluscos, como por acuerdo con la hipótesis Aculifera recuperada.
ejemplo en los cefalópodos y en algunos gasterópodos. Finalmente, la hipótesis evolutiva recuperada tiene im-
La pérdida recurrente en diversos grupos de esta estruc- plicaciones con respecto a la evolución del metamerismo
tura protectora ha sido subsanada por otros métodos de- en moluscos. Los poliplacóforos tienen el cuerpo cubierto
fensivos, como la producción de sustancias tóxicas, por ocho placas imbricadas y un sistema muscular com-
válidas para el camuflaje o para distraer la atención de plejo con ocho series de músculos pareados dispuestos
posibles depredadores. dorsoventralmente. También los monoplacóforos tienen
La cavidad del manto también ha sufrido modificacio- algunas estructuras seriadas, como los músculos de la con-
nes en diversos grupos. Por ejemplo, a pesar de que en la cha, los ctenidios, los nefridios o los cordones conectivos
mayoría de los moluscos se sitúa en la parte posterior del lateropedales. Estudios recientes de microanatomía de los
cuerpo, en los gasterópodos se localiza en una posición monoplacóforos, de miogénesis de los poliplacóforos y de
anterior debido a la torsión, un fenómeno que ocurre du- neurogénesis apoyan la hipótesis de un molusco ancestral
rante el desarrollo larvario y que consiste en un movi- no segmentado. Según estos estudios, los monoplacófo-
miento de rotación de la cabeza y el pie con respecto a la ros cuentan con series repetidas sólo en algunos órganos,
parte visceral. Además, la cavidad del manto se ha redu- pero no en todos con características exclusivas, lo que
cido en algunos grupos como los monoplacóforos y los constituirían apomorfías para el grupo. El árbol en base a
poliplacóforos, y las branquias se sitúan entonces en unos datos de transcriptomas recupera poliplacóforos y mono-
surcos en el manto. Otros grupos, como los solenogastros, placóforos en clados separados indicando un origen doble
carecen de branquias y el intercambio gaseoso se realiza de la metamería de acuerdo con las evidencias morfológi-
en unos surcos respiratorios. La colonización del medio cas. En cambio, la hipótesis “Serialia” sugiere que mono-
terrestre ha supuesto modificaciones en los sistemas res- placóforos y poliplacóforos compartirían un antepasado
piratorios, de manera que, por ejemplo, los gasterópodos común segmentado, y que por tanto ése sería el carácter
llamados pulmonados han fusionado los bordes de la ca- ancestral para los moluscos. Sin embargo, carece de fun-
vidad del manto, han dejado un único orificio de entrada damento desde el punto de vista morfológico.
de aire llamado pneumostoma, han eliminado las bran-
quias y a cambio han vascularizado enormemente el techo Biogeografía y biodiversidad
de la cavidad paleal, por donde se produce el intercambio
gaseoso. Como ya se ha indicado, los moluscos son el segundo
La rádula se ha reducido secundariamente en los bi- grupo de metazoos más diverso después de los artrópo-
valvos, grupo que se alimenta por filtración. El tubo di- dos. La diversificación en los moluscos actuales es rápida
gestivo ha ido diferenciándose, de manera que diferentes especialmente en los trópicos, y es sorprendente la gran
zonas se han especializado para la selección de la ingesta, diversificación producida en los ambientes acuáticos. La
la digestión y el transporte. mayoría de los grupos habitan exclusivamente medios ma-
rinos, aunque algunos, como los gasterópodos, se han
220 Cap. 21, Moluscos
A B C
Figura 3. Larvas de los moluscos. La eclosión de los huevos de los moluscos da lugar normalmente a una larva ciliada de vida libre
denominada trocófora (a) (aunque en muchos gasterópodos ha desaparecido), que en algunos grupos continúa con una fase plantó-
nica denominada veliger (b), que finalmente da lugar mediante metamorfosis al juvenil. En algunos bivalvos, la larva veliger es parásita
y se denomina gloquidio (c).
Cristina Grande y Rafael Zardoya 221
asemejan más a los moluscos actuales, pero que apenas so- bitos depredadores. También la especialización del sis-
brevivieron a la gran extinción del pérmico (hace 299 mi- tema nervioso y visual de los cefalópodos, el desarrollo
llones de años). En el mesozoico (hace 251-65 millones de de mecanismos para controlar de manera eficaz la nata-
años) se produjo la diversificación y extinción de los amo- ción, y el camuflaje, habrían aumentado su capacidad
nites, y es a partir del paleoceno (hace 65 millones de años) para colonizar nuevos hábitats y su eficacia en la depre-
cuando comienza la diversificación de los grupos actuales. dación, contribuyendo a su diversificación.
Los grupos de moluscos actuales con mayor número
de especies son los bivalvos y los gasterópodos, que jun- Principales cuestiones pendientes
tos tienen un peso crítico en los ecosistemas marinos. Para
algunos autores, la aparición del biso, los filamentos que • ¿Cuándo aparecieron exactamente los moluscos y cada
fijan a los bivalvos a superficies como las rocas, supuso un uno de sus linajes principales, y qué complejidad mor-
momento clave para la diversificación de los bivalvos, ya fológica tenía el molusco ancestral?
que esto les permitió colonizar nuevos nichos, como zonas • ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas entre y dentro
con corrientes fuertes, y una mayor resistencia a los de- de los principales linajes de moluscos?
predadores. Por otra parte, se ha sugerido que la diversi- • ¿Es la gran diversidad morfológica que se observa en
ficación en la dieta de los gasterópodos tuvo importantes el grupo resultado de procesos ontogenéticos o adapta-
consecuencias en la diversificación de este grupo, que se tivos?
acompañó de cambios morfológicos. Mientras que algu- • ¿Son las tasas de mutación variables entre linajes una
nos gasterópodos se alimentan de animales coloniales, característica general de los genomas?
otros grupos se alimentan de presas nadadoras, otros son
• ¿A qué se debe la alta tasa de reorganización de los ge-
filtradores y otros son capaces de perforar la concha de
nomas mitocondriales de los moluscos y cuáles son sus
otros moluscos. Además de la diversificación en la dieta,
implicaciones?
los gasterópodos también modificaron la disposición de
las corrientes de agua en la cavidad del manto mediante la • ¿Cómo es y qué genes están implicados en el desarro-
torsión, lo que mejora la efectividad del osfradio y con llo embrionario de linajes como los neomeniomorfos,
ello la respuesta ante depredadores o posibles parejas para los chaetodermomorfos, los monoplacóforos y los bi-
la reproducción. valvos?
Los neomeniomorfos y chaetodermomorfos son for-
mas que están limitadas a zonas profundas, que viven en Bibliografía básica
el sedimento o en zonas tranquilas del sublitoral. Se ha
sugerido que su especialización a estos hábitats someros – Kocot, K.M., Cannon, J.T., Todt, C., Citarella, M.R., Kohn, A.B., Me-
yer, A., Santos, S.R., Schander, C., Moroz, L.L., Lieb, B. y Halanych,
puede deberse a su tegumento con espículas, que les pro- K.M. 2011. Phylogenomics reveals deep molluscan relationships. Na-
tegería ante depredadores pero no de los impactos produ- ture 477: 452-456.
cidos por fuertes corrientes o el movimiento de las – Lydeard, C. y Lindberg, D.R. 2003. Molecular systematics and phylo-
mareas. Sin embargo, los poliplacóforos están bien pro- geography of mollusks. Smithsonian books, Washington.
tegidos por las placas dorsales y tienen un pie muy mus- – Passamaneck, Y.J., Schander, C. y Halanych, K.M. 2004. Investigation
cularizado, perfecto para resistir en zonas de rocas donde of molluscan phylogeny using large-subunit and small-subunit nuclear
hay fuertes movimientos de agua por oleajes y corrien- rRNA sequences. Molecular Phylogenetics and Evolution 32: 25-38.
tes. En cuanto a los cefalópodos, algunos autores han su- – Ponder, W.F. y Lindberg, D.R. 2008. Phylogeny and evolution of the
gerido que la concha externa tipo nautiloide no ofrecía Mollusca. University of California Press, Berkeley.
una protección efectiva frente a los depredadores, y por – Smith, S.A., Wilson, N.G., Goetz, F.E., Feehery, C., Andrade, S.C.S.,
Rouse, G.W., Giribet, G. y Dunn, C.W. 2011. Resolving the evolutio-
tanto estas formas fueron reemplazadas poco a poco por
nary relationships of molluscs with phylogenomic tools. Nature 480:
los cefalópodos que habían reducido la concha y con há- 364-367.
Monogenea 1 1
Trematoda (tenias)
2
Cestoda (duelas) 2
Ichtyophoga
3
Notentera
3
Urastoma
Kronborgiae
3
Prolecithophora
4
Tricladida (planarias) 3
Rhabdocoela 4
4
Proseriata 5
Lecithoepitheliata 5
Polycladida
6
20 Haplopharyngida
Macrostomida 6 7
Catenulida 7
Árbol de Platelmintos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde
se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en
recuadros).
Platelmintos
Marta Riutort León
22
Resumen: El filo de los platelmintos (Platyhelminthes) incluye unas 26 500 especies, de las cuales la mayoría son de vida pa-
rásita. Algunos grupos, como las tenias y las duelas, son muy conocidas por casi toda la gente. Solamente una cuarta parte de
las especies son de vida libre y ocupan mayoritariamente hábitats marinos. Su extremada simplicidad morfológica ha dificultado
mucho su análisis, tanto filogenético como taxonómico, por la falta de caracteres que permitan diferenciar táxones o definir
agrupaciones en este filo. La incorporación de datos moleculares a la inferencia filogenética ha resultado muy exitosa, pues ha
permitido redefinir el filo, actualmente constituido por catenulados y rabditóforos, mientras que Acoela y Nemertodermatida
han pasado a la base de los bilaterados. Sin embargo, la aplicación de estas metodologías todavía es escasa, salvo algunas ex-
cepciones, por lo que el conocimiento de la filogenia interna en niveles inferiores a orden es muy deficiente y, en consecuen-
cia, su taxonomía terriblemente compleja. No ha sido posible datar su antigüedad mediante restos fósiles, pero su ubicación
en el árbol filogenético de los metazoos parece indicar un origen muy antiguo, cercano a la radiación original de los organis-
mos bilaterados a principios del cámbrico. Esta ubicación permite deducir también que la simplicidad morfológica del grupo es
un carácter ancestral y no se debe a una pérdida secundaria de caracteres tan complejos como el celoma o la segmentación.
Sin embargo, dentro del grupo se encuentra una tendencia a la vida parásita, adquirida en más de una ocasión en el filo, que
hace que los organismos que la adoptan hayan reducido muy significativamente sus órganos (p. ej., sistema digestivo) y hayan
conseguido adaptaciones muy específicas a dicho tipo de vida.
Summary: The Platyhelminthes include some 26,500 species being most of them parasitic, groups as known to all of us as
tapeworms and flukes. Only one fourth of the species are free living, mostly known from marine habitats. Their extreme
morphological simplicity makes their taxonomical and phylogenetic analyses extremely difficult, due to the lack of clear characters
that allow the determination of taxa and their grouping in higher ranked clades. The use of molecular data in the phylogenetic
inference has been quite successful, allowing the redefinition of the phylum, now constituted only by Catenulida and Rhabditophora,
while the Acoela and Nemertodermatida are now positioned at the base of all bilaterians. However, these techniques have not been
extensively applied to the whole group, with some exceptions, as a results the phylogenetic knowledge below the Order level is still
scanty and, in consequence, the taxonomy terribly complex. It has not been possible to date their origin basing on the fossil record,
but their position within the metazoan tree seems to point to a very ancient origin, close to the original radiation of bilateral animals
in the Cambrian. This situation also indicates that the morphological simplicity of the group is an ancestral character and is not
due to a secondary loses of complex characters as the coelom or the segmentation. However, within the group there is a tendency
to parasitic life styles, acquired in more than one occasion in the phylum, which takes organisms to a maximum reduction of
internal organs (even including the digestive) and to the acquisition of very specific adaptations to this type of life.
L
os platelmintos (en sentido literal, gusanos planos) En la clasificación tradicional, los Platyhelminthes se
son gusanos no segmentados, triblásticos de simetría dividían en dos grandes grupos, los de vida libre o clase
bilateral y cuerpo blando, en general aplanados dor- Turbellaria, y los parásitos que incluyen tres clases (Tre-
soventralmente (Recuadro 1). En general son pequeños, pero matoda, Cestoda y Monogenea). Los platelmintos de
su tamaño es muy variable: desde las formas microscópicas vida libre comprenden una enorme diversidad de espe-
de los microturbelarios que habitan los espacios intersticia- cies mayoritariamente acuáticas (tanto de agua dulce
les en el fondo marino hasta las extremadamente largas te- como marina), aunque hay algunas especies terrestres.
nias de las ballenas azules (que pueden alcanzar más de 10 Entre los platelmintos parásitos se encuentran los más
m). Se han descrito unas 26 500 especies (Recuadro 2), pero comúnmente conocidos como tenias (Cestoda) y duelas
se estima que debe haber más de 100 000 teniendo en cuenta (Trematoda). Pueden ser parásitos tanto externos como
la cantidad de hospedadores y hábitats todavía por explorar. internos, de una gran variedad de organismos, y algunos
223
224 Cap. 22, Platelmintos
¿Qué es un platelminto?
Un platelminto (del griego platy [plano] y helminth [gusano]) es un gusano plano, aunque los más pequeños presentan sec-
ciones cilíndricas, con aparato digestivo de una única abertura ventral que cumple la función de boca y ano (excepto las
tenias que no tienen boca ni saco digestivo). Los platelmintos (Platyhelminthes) presentan simetría bilateral y una cabeza
levemente diferenciada (excepto en algunos parásitos), con algunos órganos sensoriales muy sencillos, como ojos que tan
sólo les permiten detectar la presencia o ausencia de luz. Su tamaño puede variar desde organismos microscópicos, de
menos de un milímetro, a varios metros en el caso de algunos parásitos. Presentan tres capas embrionarias (triploblásti-
cos), pero no tienen celoma. Tienen un sistema nervioso sencillo, constituido por un ganglio cerebral y dos cordones lon-
gitudinales, y sistema excretor formado por protonefridios. De sus sistemas orgánicos, el reproductor suele ser el
más complejo, y habitualmente son hermafroditas. No tienen sistema circulatorio ni sistema respiratorio; los gases y los
nutrientes llegan a las células por difusión, lo que explica su necesidad de ser pequeños o extremadamente planos cuando
alcanzan tamaños superiores. Algunos grupos parásitos tienen órganos de fijación externos, ventosas o ganchos, que les
permiten anclarse a sus hospedadores. Los platelmintos de vida libre pueden encontrarse tanto en ambientes marinos
como dulceacuícolas. Los monogéneos son parásitos externos y tienen un único hospedador vertebrado; los tremato-
dos y los cestodos son parásitos internos de vertebrados con un ciclo de vida muy complejo, con varios estadios en hos-
pedadores invertebrados.
A B C
Representantes de tricládidos (A) marinos (Cercyra hastata), (B) terrestres (Notogynaphalia sp.) y (C) de agua dulce (Dugesia subtentaculata).
Los tricládidos son pequeños gusanos de vida libre muy fáciles de encontrar bajo piedras en los ríos y que reciben el nom-
bre común de planarias. Buena parte de su popularidad se debe a su capacidad de regeneración: divididas por la mitad (o
en varios trozos), cada pedazo es capaz de regenerar un nuevo individuo completo. Seguramente esta misma popularidad
es la que ha hecho que se trate del grupo de pla-
A telmintos de vida libre más estudiado en sistemá-
O. SERIATA
tica. Estos estudios desvelaron unas relaciones
S.O. Proseriata S.O. Tricladida
internas totalmente inesperadas, que han podido
I.O. Maricola I.O. Terricola I.O. Paludicola confirmarse gracias a la presencia de una sinapo-
Dugesiidae Planariidae Dendrocoelidae morfía molecular, convirtiéndose así las planarias
12 13 en un ejemplo de cómo ciertos cambios genómi-
1 10
11 9 cos raros (RGC, del inglés Rare Genomic Changes)
8
7 pueden ayudar a resolver relaciones filogenéticas.
6 La taxonomía clásica del grupo los dividía en
5
4 tres subórdenes atendiendo a su hábitat: Maricola,
3 Paludicola y Terricola. El estudio filogenético más
2
exhaustivo basado en datos morfológicos mostraba
la monofilia de los tres subórdenes y una relación
más próxima entre las planarias terrestres (Figs. 2
y 3) y las de agua dulce (véase A en la figura), con
las planarias marinas como grupo basal. Los prime-
B ros análisis moleculares mostraron una situación
O. Prolecithophora O. Tricladida
sorprendentemente distinta, ya que las planarias
I.O. Maricola I.O. Continenticola
terrestres no resultaban ser el grupo hermano de
Planariidae Dendrocoelidae Dugesiidae Terricola todos los paludícola, sino exclusivamente de la fa-
10 milia Dugesiidae (véase B en la figura). Esta rela-
12
9
1 11 ción, que podría creerse consecuencia de algún
8 14 artefacto de los métodos de inferencia, se pudo
13 demostrar que era cierta gracias a la presencia de
4 una duplicación del cluster de genes ribosómicos en
3
2 la familia Dugesiidae que no compartía el grupo Pla-
narioidea. Diversos análisis permitieron demostrar
que las planarias terrestres compartían la presen-
cia de esta duplicación con las planarias de la fami-
lia Dugesiidae. Así, un cambio genómico poco
A: Esquema filogenético propuesto por Sluys (1989) basado en datos morfológicos. frecuente, en este caso la duplicación de una parte
B: Nuevo esquema resultante del análisis de los datos moleculares y de la presen- del genoma, suministraba una sinapomorfía mole-
cia de una sinapomorfía molecular. Los círculos indican la presencia de un carác- cular que demostraba de forma definitiva las rela-
ter definitorio del grupo. El carácter número 14 es un carácter molecular: la ciones encontradas con la inferencia a partir de las
presencia de una duplicación del cluster de genes ribosómicos (que se define como secuencias, y a la vez pasaba a formar parte de las
un RGC). Las abreviaturas indican orden (O.), suborden (S.O.) e infraorden (I.O.). características diagnósticas del nuevo linaje.
Marta Riutort León 227
Tabla 1. A: Algunos de los grupos taxonómicos clásicos del filo Platyhelminthes; entre comillas se indican los grupos que actual-
mente se consideran parafiléticos o polifiléticos. B: Agrupaciones basadas en los resultados de la filogenia molecular. Las abreviatu-
ras indican clase (Cl.) y orden (O.).
A. Filo Platyhelminthes B. Filo Platyhelminthes
Catenulida
Cl. “Turbellaria”
O. Catenulida
Catenulida Graff, 1905
Rhabditophora
O. Catenulida
O. Macrostomida
“Acoelomorpha” Ehlers, 1985
O. Polycladida
O. Acoela Uljanin, 1870
O. Lecithoepitheliata
O. Nemertodermatida Karling, 1940
O. Proseriata
Rhabditophora Ehlers (1984)
O. Prolecithophora
“Arcoophorans”
O. Tricladida
O. Macrostomida Karling 1974
INUK
O. Haplopharyngida Karling 1974
O. Rhabdocoela
O. Polycladida Lang, 1881
Dalytyphloplanida
“Neoophorans”
Kalyptorhynchia
O. Lecithoepitheliata Reisinger, 1924
Neodermata
O. Prolecithophora, Karling, 1940
Cl. Monogenea
O. Rhabdocoela Meixner, 1925
Cl. Trematoda
“Dalyellioida” Bresslau, 1923
Cl. Cestoda
Temnocephalida Blanchard, 1849
“Typhloplanoida” Bresslau, 1923
O. “Seriata” Bresslau, 1933
Proseriata Meixner, 1938
Tricladida Lang, 1884
Neodermata
Cl. Monogenea
Cl. Trematoda
Cl. Cestoda
A B C
Figura 3. Las planarias terrestres tropicales, probablemente transportadas con la tierra de plantas, se pueden encontrar en jardines
europeos. En la fotografía de la izquierda (A) se aprecia un individuo del género Geoplana (especie sin determinar) originario de Amé-
rica del Sur, pero encontrado en un jardín en el Alt Empordà (Cataluña, España). Los puntos negros en el borde del animal son los
ocelos. También se observa en la fotografía central (B) un individuo que porta en su interior una estructura reproductiva esférica con
una cubierta rígida que contiene un número variable de embriones (cocón) . De estos cocones nacen varios individuos diminutos. En
la fotografía de la derecha (C) se muestra un cocón aumentado de la planaria terrestres europea Microplana terrestris.
• La agrupación de una serie de especies pertenecientes • La aparición de un linaje constituido por rabdocelos,
a los grupos Fecampiida y Urastomidae (todas ellas de INUK, tricládidos y prolecitoforados. Aunque este
difícil ubicación con los datos morfológicos) en un clado recibe un alto apoyo de los datos moleculares,
nuevo clado que todavía no ha recibido un nombre for- sus relaciones internas no quedan bien resueltas.
mal, pero que informalmente ha sido bautizado como • Los Neodermata dejan de ser un grupo dentro de los
INUK (Ichtyophaga, Notentera, Urastoma y Kronbor- Rhabdocelos para pasar a ser el grupo hermano del li-
gia). Todas estas especies comparten la característica naje anterior (rabdocelos + INUK + tricládidos + pro-
de ser parásitas. lecitoforados).
Phatyheminthes
Catenulida Euplatyhelminthes
Acoelomorpha Rhabditophora
Nemertodermatida Macrostormida Trepaxonemata
Acoela
Polyciadida Neoophora
Seriata Rhabdocoeia
“Typhioplanoida” Dolopharyngiophora
“Dalyelloida” Neodermata
Trematoda Cercomeromorpha
Asp. Digenea Monogene Cestoda
“ARCOOPHORA”
“TURBELLARIA”
Figura 4. Esquema filogenético basado en caracteres morfológicos propuesto por Ehlers y colaboradores.
Marta Riutort León 229
Los neodermados presentan diversas modalidades de parasitismo. Los monogéneos (Fig. 5) son principalmente ectopará-
sitos de una amplia variedad de vertebrados acuáticos; los trematodos y los cestodos son ambos endoparásitos, con unos
ciclos de vida complejos que incluyen uno o más hospedadores intermedios invertebrados (moluscos para los trematodos
y “crustáceos” para los cestodos) y un hospedador final vertebrado. El origen evolutivo de estos ciclos de vida complejos
y del endoparasitismo y ectoparasitismo hospedador es objeto de debate. El grupo hermano de los Neodermata no ha su-
ministrado ninguna pista sobre las características del antepasado de este grupo (véase el texto), y por tanto los investiga-
dores dependen totalmente de su filogenia interna para intentar deducir la evolución de estos ciclos vitales.
La posición de los monogéneos resulta crítica para decidir el orden de aparición de las distintas formas de parasitismo.
Los Monogenea (al principio un orden de los trematodos) se consideran actualmente, según su anatomía y los resultados
del gen ribosómico 18S, más próximos a los cestodos, constituyendo el clado Cercomeromorphae (véase la figura). Sin em-
bargo, los más recientes estudios moleculares ofrecen un resultado totalmente distinto, situando a los Monogea como
grupo basal dentro de los Neodermata, hermano de un linaje constituido por trematodos y cestodos (véase la figura). En
las filogenias clásicas, el patrón de vida endoparásito aparece como primitivo para el grupo. Sin embargo, los parasitólogos
suelen considerar que los grupos parásitos con ciclos de vida sencillos y mayor especificidad por su grupo hospedador son
más primitivos que aquellos grupos con ciclos de vida más complejos. El árbol actual, que sitúa a los Monogenea en la base
de los Neodermata, corroboraría la idea de que el ectoparasitismo apareció primero en la filogenia de los neodermata, y
el endoparasitismo se habría adquirido secundariamente en los cestodos y los trematodos.
En cuanto al debate sobre el orden de adquisición de los hospedadores en los ciclos complejos, la filogenia clásica había
dado lugar a diversas hipótesis que pueden resumirse en dos teorías: ‘vertebrado primero’ frente a ‘molusco primero’, según
hipotetizasen que el ciclo complejo habría evolucionado a partir de un ciclo sencillo por la adquisición secundaria de un
hospedador intermedio (molusco), o bien del hospedador final (vertebrado). Si la nueva filogenia molecular es correcta, pa-
rece más parsimonioso proponer que el antepasado común más reciente de los Neodermata adoptó una forma de vida ec-
toparásita sobre vertebrados, y que los hospedadores intermedios de los trematodos (moluscos) y de los cestodos
(“crustáceos”) se añadieron luego en los ciclos endoparásitos de estos grupos, después de que su antepasado común di-
vergiera de los monogéneos. En este escenario, la hipótesis ‘vertebrados primero’ resulta totalmente apoyada.
En resumen, la vida ectoparásita habría sido un paso previo a la adquisición del endoparasitismo, que se habría dado una
única vez, y los ciclos complejos de vida habrían aparecido también en un evento único por la adición de hospedadores in-
termedios invertebrados en el ancestro de los trematodos y los cestodos. Sin embargo, aunque esta hipótesis resulta atrac-
tivamente simple, todavía es necesario conseguir más datos que confirmen las relaciones filogenéticas en que se basa.
A B moluscos C
moluscos vertebrados
Trematoda Trematoda Monogenea
vertebrados 2 1 2 vertebrados
moluscos
Monogenea 3 Monogenea Trematoda
1
crustáceos
crustáceos crustáceos
Cestoda vertebrados Cestoda Cestoda
3 4
Diferentes visiones en la interpretación de la adopción de hospedadores en la evolución del parasitismo en los Neodermata. La secuencia
relativa de la adquisición de los hospedadores invertebrado/vertebrado se ha ilustrado con números. Los cladogramas en A y B correspon-
den a la filogenia clásica. A: Hipótesis ‘vertebrado primero’. B: Hipótesis ‘molusco primero’. C: Interpretación sobre la filogenia actual.
Kinorhyncha 2
Loricifera 3
19 24 Nematoda (nematodos) 4
540-870 Ma 5
Nematomorpha 5
6
Tardigrada 6 7
8
Onychophora 7
500-810 Ma
26 Chelicerata (quelicerados) 8 25
10
27 Mandibulata (mandibulados) 9 10
Árbol de Ecdisozoos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas in-
dican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Ecdisozoos
Noemí Guil y Gonzalo Giribet
23
Resumen: La teoría clásica para entender la evolución dentro del reino animal, que agrupaba panartrópodos y anélidos dentro
de “Articulata”, ya no se puede sostener a la luz de los nuevos resultados morfológicos y moleculares. A partir de secuencias de
DNA y de los resultados filogenéticos ha surgido una nueva hipótesis de grupo natural: los Ecdysozoa (o ecdisozoos). Este grupo
no sólo cuenta con un amplio apoyo molecular, sino también con un extenso, aunque controvertido, apoyo morfológico. Los ec-
disozoos son aquellos animales que mudan la cutícula al menos una vez en su ciclo vital. El apoyo morfológico de Ecdysozoa se
encuentra principalmente a nivel ultraestructural y en los mecanismos implicados en el proceso de la muda. El superfilo Ecdyso-
zoa incluye cuatro filos de animales segmentados (Kinorhyncha, Tardigrada, Onychophora y Arthropoda) y cuatro filos de anima-
les no segmentados, tanto acelomados (algunos Nematoda y Loricifera) como pseudocelomados (otros Nematoda, Nematomor-
pha y la mayoría de los Priapulida) o celomados (algunos Priapulida). Sin embargo, las relaciones filogenéticas entre estos filos
continúan sin resolverse con claridad. Recientes estudios filogenómicos proponen a Onycophora como grupo hermano de Arth-
ropoda; a Nematoda y Nematomorpha en un mismo superfilo (Nematoida) como grupos hermanos; y a Priapulida y Kinorhyn-
cha dentro de un mismo clado. Las relaciones filogenéticas de Loricifera respecto a otros filos continúan sin resolverse, y elfilo
Tardigrada aparece como grupo hermano de Onycophora + Arthropoda, formando el superfilo Panarthropoda. Los ecdisozoos
tienen su origen en los mares del cámbrico, donde ya aparece una enorme diversidad de priapúlidos, artrópodos y lobopodios.
Posteriormente colonizaron el medio terrestre numerosas veces, especialmente los artrópodos (también en muchas ocasiones),
los nematodos, los tardígrados y los onicóforos. Estos últimos forman el único filo de vida exclusivamente terrestre.
Summary: New molecular and morphological results reject the classical hypothesis uniting panarthropods to annelids in a
clade named “Articulata”. Instead, a new hypothesis of natural group has been proposed based on DNA sequences: the so-called
Ecdysozoa (or ecdysozoans). This group not only has ample molecular support but also extensive, although controversial,
morphological support. The ecdysozoans include metazoans that molt their cuticle, at least once during their life cycle.
Morphological support for Ecdysozoa is mostly found in the ultrastructure and molting mechanism of their cuticle. Ecdysozoa
comprises four phyla of segmented animals (Kinorhyncha, Tardigrada, Onychophora and Arthropoda) and four phyla of
unsegmented animals that can be acoelomate (some Nematoda, and Loricifera), pseudocoelomate (remaining Nematoda,
Nematomorpha, and most Priapulida) or coelomate (some Priapulida). Relationships among these phyla have remained obscure,
although recent phylogenomic analyses suggest that Onychophora constitute the sister group of Arthropoda; Nematoda and
Nematomorpha are sister groups (forming the clade Nematoida); and Priapulida and Kinorhyncha also form a clade. The position
of Loricifera with respect to these (or other) phyla, remain unresolved. Tardigrada is placed with Onychophora + Arthropoda,
forming Panarthropoda. Ecdysozoa have their origins in the Cambrian seas where an important diversity of priapulans, arthropods,
and lobopodians already existed. Subsequent colonization of terrestrial habitats occurred multiple times, especially within
arthropods (with multiple independent colonizations), nematodes, tardigrades and onychophorans, the latter constituting the only
animal phylum strictly terrestrial.
L
a incorporación de los análisis moleculares al estu- más clásicas, sustentadas en el desarrollo del celoma y en
dio de la evolución de los eucariotas ha supuesto la segmentación de los animales, han dado paso a hipóte-
un cambio radical en la interpretación de su filoge- sis basadas en otras características, como por ejemplo la
nia, o al menos ha generado suficiente polémica como capacidad de mudar cíclicamente, o a dar más valor a otros
para traer de nuevo este tema a la discusión más actual. datos embriológicos como el tipo de segmentación tem-
Un ejemplo es la creación del superfilo Ecdysozoa, revo- prana del óvulo fecundado. La filogenia tradicional de los
lucionaria e inevitablemente controvertida desde el prin- metazoos (Fig. 1), antes de los análisis cladísticos, que aún
cipio, ya que se basó sobre todo en el análisis molecular de predomina en muchos libros de texto, se ha atribuido a
la secuencia de un solo gen, el 18S rRNA. Las hipótesis Lybbie Hyman, aunque ella nunca propuso un árbol filo-
233
234 Cap. 23, Ecdisozoos
¿Qué es un ecdisozoo?
Los ecdisozoos (del griego ecdysis [muda] y zoon [animales]) son un grupo de animales protóstomos (véase Cap. 19, Pro-
tóstomos) con capacidad para mudar la cutícula al menos una vez durante su ciclo vital, y en algunos casos periódicamente.
Dicho proceso está regulado por hormonas de tipo ecdisteroides. Este taxon supone el 84% de la diversidad de las es-
pecies del reino animal descritas hasta la fecha. La mayoría de dicha diversidad se encuentra en Pancrustacea, repartida
entre “crustáceos” y hexápodos (insectos y otros grupos afines, véase Cap. 28, Hexápodos), y constituyendo el 76% de
la diversidad animal. Ecdysozoa está compuesto por ocho filos desde su creación: Nematoda (nematodos), Nematomor-
pha (gordiáceos), Priapulida (priapúlidos), Kinorhyncha (quinorrincos), Loricifera (loricíferos), Tardigrada (tardígrados, osi-
tos de agua), Onycophora (onicóforos) y Arthropoda (incluye insectos, “crustáceos”, quelicerados y miriápodos). A pesar
de que en algunos análisis se hayan considerado otros tres (Chaetognata, Gastrotricha y Gnatostomulida) como ecdiso-
zoos, en la actualidad estas propuestas no se han visto respaldadas.
genético. Esta clasificación interpreta la evolución animal Sequence Tags). A este respecto, los defensores de la hipó-
según la formación del celoma, dividiendo a los organis- tesis “Coelomata” argumentan que, de la misma forma que
mos en acelomados, pseudocelomados y celomados, en- al incluir nematodos de tasa evolutiva rápida (como lo es
tendiéndola como una serie de transformaciones Caeonorhabditis elegans) se favorece la obtención del
evolutivas (Fig. 1). La hipótesis Ecdysozoa contó con nu- clado “Coelomata”, su exclusión favorece, a priori, el
merosos detractores por las implicaciones morfológicas apoyo al clado Ecdysozoa en el estudio de otros genes.
derivadas de su aceptación, a pesar de que el reconoci-
miento del superfilo “Articulata” ya había sido criticado
Resultados filogenéticos contrastados
con anterioridad mediante análisis tanto morfológicos
como paleontológicos. con clasificaciones previas
Según qué hipótesis se estudie, se encontrarán unas u otras
Características de sus genomas relaciones entre los filos que componen Ecdysozoa, pues
El enorme número de especies que constituye el grupo de cada hipótesis otorga más importancia a unos u otros ca-
los ecdisozoos, junto con una gran diversificación de li- racteres. Esto influye en la visión general que se tendrá de
najes formados por organismos con marcada diferencia- la evolución de caracteres, como por ejemplo de la forma-
ción morfológica, están relacionados con una amplia ción del celoma.
variedad en las características de sus genomas. En capítu-
los posteriores (véanse Caps. 24 a 34) se indican las carac-
terísticas de los genomas de los ecdisozoos en 11 grupos Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de los
de organismos, que constituyen algunos de los componen- ecdisozoos.
tes más importantes de la diversidad animal.
La utilización de datos de genomas casi completos ha 1. Presentan una cutícula con tres capas que puede ser
revitalizado hipótesis mutuamente excluyentes con Ecdy- mudada, al menos una vez durante su ciclo vital; pro-
sozoa, como “Coelomata”, aunque se ha demostrado que ceso, además, regulado por hormonas tipo ecdisteo-
dichos resultados se deben a diversos errores filogenéticos, rides.
especialmente por el deficiente muestreo taxonómico. De 2. La cutícula consta de exocutícula proteínica y endo-
hecho, la mayoría de los trabajos no llegan a la docena de cutícula quitinosa con formación de la epicutícula a
táxones para representar toda la diversidad animal, si bien partir de la zona apical de las microvellosidades epi-
se han empleado diferentes marcadores moleculares (pro- dérmicas.
teínas ortólogas, genes homeobox, proteínas de genes de 3. Carecen de ciliación con función locomotora.
copia única, ESTs). En este punto es interesante apuntar 4. Ausencia de una ‘larva primaria’ o larva ciliada, aun-
que actualmente se ha cuantificado en unos 30 filos la di- que el desarrollo directo se ha modificado sustancial-
versidad de animales bilaterales. Aparentemente, los aná- mente en algunos artrópodos, y formas juveniles con
lisis moleculares que apoyan la hipótesis “Coelomata” se estructuras accesorias que existen en loricíferos, pria-
mantienen al aumentar en varios cientos el número de púlidos y nematomorfos, además de varios grupos de
genes analizados, e incluso hasta varios miles de genes, Pancrustacea de desarrollo indirecto.
pero no así al aumentar el número y la variedad de táxones 5. Inmunorreactividad a la glucoproteína peroxidasa del
analizados, pues entonces es la hipótesis de Ecdysozoa la rábano en el sistema nervioso de Arthropoda, Onyco-
que se sustenta. Por otro lado, hay autores que consideran phora, Priapulida, Nematoda y Nematomorpha, no en-
que la hipótesis Ecdysozoa pudiera ser un efecto de la contrada en otros protóstomos, en deuteróstomos ni
atracción de ramas largas (long branch attraction; LBA), en cnidarios.
principalmente basándose en análisis de ESTs (Expressed
Noemí Guil y Gonzalo Giribet 235
lomados (por ejemplo, platelmintos) y otros pseudocelo- mentar que los caracteres morfológicos que apoyan “Arti-
mados (rotíferos) se agruparían con el resto de los protos- culata” (la segmentación en sí, la formación del segmento
tomados con celoma (por ejemplo, moluscos y anélidos) y el sistema hemal) son de mayor complejidad que los que
en el clado Spiralia (véase Cap. 20, Espiralados). apoyan Ecdysozoa. Esto no es defendible filosóficamente
– En un intento por reconciliar las hipótesis “Articulata” ya que es muy subjetivo, y la falta de complejidad, o la dis-
y Ecdysozoa, Nielsen propuso Ecdysozoa como grupo tinción entre ‘buenos’ y ‘malos’ caracteres morfológicos,
hermano de Annelida dentro de “Articulata”, interpre- se podría argumentar en ambos sentidos, según la hipóte-
tando la ausencia de segmentación en Nematoda y sis que se quisiera defender. Schmidt-Rhaesa y colaborado-
Priapulida como una pérdida secundaria, y la segmen- res realizaron una amplia discusión sobre los caracteres
tación en Kinorhyncha como ‘reducida’, lo que dio morfológicos de Ecdysozoa y “Articulata”, y con ello ini-
lugar a una extensa discusión sobre la interpretación ciaron un largo debate sobre el tema, al concluir que, a
de los caracteres morfológicos. Sin embargo, ningún pesar de las críticas vertidas sobre Ecdysozoa, este taxon
análisis filogenético, molecular ni morfológico, apoya no sólo cuenta con apoyo morfológico, sino que, a diferen-
esta hipótesis. cia de “Articulata”, cuenta también con apoyo molecular.
El proceso de muda implica complejos mecanismos
Evolución de los caracteres bioquímicos y conductuales, así como la expresión coor-
La mayor crítica a la validez del superfilo Ecdysozoa es dinada de numerosos genes, lo mismo que la segmenta-
que su más importante apoyo morfológico es la capacidad ción en los animales.
de mudar, lo cual podría ser producto de una convergencia En cuanto al apoyo molecular del clado Ecdysozoa, es
adaptativa y no un carácter homólogo surgido en un ante- amplio y variado: secuencia del gen 18S RNA, combina-
cesor común de los ecdisozoos. Una tendencia a la hora de ción de datos morfológicos y secuencia de genes ribosó-
criticar el reconocimiento de los ecdisozoos es la de argu- micos, genes hox, combinación de la secuencia de los
Noemí Guil y Gonzalo Giribet 237
genes 18S rRNA y 28S rRNA, β-timosina, cadena pesada siguen sin resolverse durante mucho tiempo, y se han
de la miosina de tipo II, análisis multigénicos, ganancia y obtenido todas las combinaciones posibles. Los datos
pérdida de intrones, ESTs y ESTs en combinación con se- genómicos, sin embargo, sugieren que onicóforos y ar-
cuencias mitocondriales. trópodos son grupos hermanos.
Los resultados obtenidos también varían según los • Un problema con los tardígrados es que en muchas oca-
grupos externos elegidos. Así, la inclusión de grupos ex- siones resulta difícil determinar qué caracteres están au-
ternos más cercanos aumenta la resolución del superfilo sentes como consecuencia de su tamaño microscópico
Ecdysozoa, mientras que grupos externos más lejanos y cuáles están ausentes por herencia de un antepasado.
afectan al resultado final. Spiralia, grupo hermano de Por ejemplo, la ausencia de sistema vascular en los tar-
Ecdysozoa, no presenta un apoyo tan claro como Ecdyso- dígrados se puede considerar una sinapomorfía con
zoa, y parece que los filos Mollusca y Annelida son los Cycloneuralia, o una consecuencia de su pequeño ta-
más problemáticos en este sentido, aunque Trochozoa sí es maño. El mismo razonamiento se podría aplicar a la
monofilético en algunos análisis moleculares (18S rRNA falta de metanefridios y de celoma. Otro carácter pro-
y 28S rRNA). blemático es su musculatura, que se encuentra dentro
de la cavidad corporal y difiere de la de animales de
Tendencias evolutivas mayor tamaño como los artrópodos. Según qué caracte-
Aunque la monofilia de Ecdysozoa parece ganar apoyo a rísticas morfológicas se consideren, los tardígrados se
medida que se añaden nuevos datos, muchas de las rela- unen a unos u otros filos (Tabla 1), aunque algunas po-
ciones dentro de Ecdysozoa continúan sin resolverse, ni drían considerarse convergencias adaptativas por habi-
siquiera en grupos en que, aparentemente, las relaciones tar nichos similares, como ocurre con la criptobiosis.
estaban más o menos consolidadas. Por supuesto, en diversos análisis se han considerado
panartrópodos (véase Árbol de Ecdisozoos).
• Cycloneuralia, es decir, Kinorhyncha, Loricifera, Pria-
pulida, Nematoda y Nematomorpha, ha resultado ser el • Tradicionalmente el filo Nematoda se ha considerado
grupo hermano de Panarthropoda dentro de Ecdysozoa basal respecto a otros triploblásticos, con el apoyo de
en algunos análisis morfológicos y moleculares, aunque análisis moleculares de nematodos rhabdítidos (con altas
en otros ha resultado ser parafilético. Existen algunas crí- tasas de sustitución). Posteriormente se le consideró den-
ticas por no haber encontrado aún una sinapomorfía mor- tro de los protostomados, ubicación que es coherente con
fológica que unifique los componentes de este superfilo. ambas hipótesis: “Articulata” y Ecdysozoa. Asimismo,
Sin embargo, sus componentes presentan un órgano in- nematodos y nematomorfos se han incluido en un mismo
troverto, detalles histológicos del sistema nervioso cen- clado denominado Nematoida (véase Árbol de Ecdiso-
tral anterior comunes y un anillo cerebral circumfaríngeo zoos), ya que comparten un tipo de esperma sin flagelo,
sin ganglios anterodorsales. De hecho, Budd propuso un cloaca en ambos sexos y similitudes dorsales y ventrales
teórico antecesor de Ecdysozoa de tipo agusanado, de en el cordón epidérmico y neuronal.
gran tamaño, anulado y con probóscide, similar a los • Otro clado que aparece resuelto en varios análisis mor-
priapúlidos. fológicos y moleculares es el que une Priapulida y Ki-
• Tardígrados, artrópodos y onicóforos (véase el recua- Tabla 1. Relación de algunas características que los tardígra-
dro Onicóforos y tardígrados…), generalmente cono- dos comparten con otros grupos animales.
cidos como Panarthropoda (véase Cap. 25, Característica presente Otros grupos animales
Panartrópodos), comparten un celoma reducido, un he- en los tardígrados que lo presentan
mocele, la falta de cilios, el crecimiento mediante ec- Bulbo faríngeo mioepitelial Loricíferos, nematodos,
disis, la pérdida de un sistema circulatorio cerrado (en trirradiado briozoos, gastrotricos,
los tardígrados no hay sistema circulatorio) y la pre- sanguijuelas, priapúlidos,
sencia de apéndices en la región ventrolateral del quinorrincos, picnogónidos
cuerpo. Además, se han propuesto supuestas homolo- Musculatura Quinorrincos
gías entre tardígrados y onicóforos en el cono bucal, la Sistema nervioso metamérico Quinorrincos
inervación y los receptores sensoriales, pero también Placas cuticulares Quinorrincos
entre los cerebros de tardígrados y de artrópodos, aun- Tubo bucal flexible y anulado Loricíferos
que estas homologías han sido refutadas en estudios ul- Cono bucal telescópico Loricíferos
traestructurales. Este clado ha recibido apoyo de Tres filas de placoides en la faringe Loricíferos
diversos análisis combinados de genes ribosómicos nu- Estructura de la faringe y el esófago Nematodos, nematomorfos
cleares, y de la combinación de datos morfológicos y Reducción del celoma Nematodos, nematomorfos
moleculares. Sin embargo, diversos análisis filogenó- Ausencia de sistema circulatorio Nematodos, nematomorfos
micos han sugerido una relación entre tardígrados y ne- Ausencia de ó de intercambio
matodos, un resultado dependiente del modelo gaseosos Nematodos, nematomorfos
evolutivo utilizado para inferir las relaciones filogené- Criptobiosis Nematodos, nematomorfos,
ticas. Por otro lado, las relaciones entre panartrópodos rotíferos
238 Cap. 23, Ecdisozoos
Caenorhabditis elegans (genoma secuenciado en 1998) y Drosophila melanogaster (genoma secuenciado en 2000) son los dos
ecdisozoos más famosos, ya que han sido utilizados como organismos modelo en innumerables estudios tanto de genética
como de biología del desarrollo. Esto se debe en parte a que es fácil criarlos en laboratorio, y por otro lado, a que pre-
sentan un ciclo vital corto, lo que facilita el diseño de experimentos. En ambos casos su genoma fue de los primeros en
haber sido completamente secuenciado para metazoos. Además, el nematodo Caenorhabditis elegans presenta la ventaja de
que puede ser congelado, lo que permite su mantenimiento a largo plazo y de que se conoce su linaje celular completo. El
artrópodo Drosophila melanogaster, por su parte, presenta cromosomas gigantes en las larvas maduras, tiene sólo cuatro
pares de cromosomas y los machos carecen de división meiótica. Todas estas características han permitido que se hayan
realizado numerosos y variados experimentos dirigidos a conocer desde mecanismos neuronales de quimiotaxis o termo-
taxis, hasta mecanismos de inmunidad, diabetes o cáncer. El bien conocido genoma de estos dos animales ha fomentado
también su uso en el estudio filogenético dentro del reino animal y, más en concreto, en la controversia creada en torno
a la existencia del taxon Ecdysozoa. Sin embargo, muchos de estos trabajos han utilizado un reducido número de táxones,
lo que limita en gran medida las conclusiones y extrapolaciones que se puedan hacer. El uso deCaenorhabditis elegans, y otros
nematodos rhabdítidos, como representantes de nematodos en estudios filogenéticos, puede estar afectado por la elevada
tasa evolutiva de estos invertebrados, lo cual a veces resulta en errores sistemáticos. Una de las consecuencias prácticas
más importantes con la creación del superfilo Ecdysozoa es que Caenorhabditis elegans y Drosophila melanogaster pertene-
cen al mismo superfilo (e independientes de Deuterostomia) y, por lo tanto, los mecanismos y resultados que se obten-
gan con estos dos organismos ya no son extrapolables a humanos (como se había sugerido inicialmente), puesto que bajo
la hipótesis de Ecdysozoa, nematodos y artrópodos comparten un antepasado común, independiente del de los humanos
(cuyo genoma se terminó de secuenciar en 2003).
norhyncha, aunque la mayoría de los análisis no consi- ñado un papel muy importante en la diversidad de los
deran Loricifera, que puede asociarse a estos dos filos grupos de ecdisozoos que han sabido aprovecharlos.
en distintas configuraciones. Biogeográficamente, los ecdisozoos se encuentran
en todos los medios y ecosistemas, desde las profundida-
Biogeografía y biodiversidad des hadales hasta los puntos más altos de la atmósfera,
donde se pueden encontrar especies de ácaros o tardígra-
Un repaso del registro fósil muestra que una gran parte de dos. Se encuentran también en todas las latitudes, ya
los ecdisozoos, como tantos otros metazoos, abundaban en que diversos grupos pueden suspender su metabolismo y
los mares del cámbrico (véase Cap. 19, Protóstomos). Tal pasar largos periodos en condiciones adversas o generar
es el caso de priapúlidos, tardígrados, onicóforos y artrópo- formas de resistencia, como es el caso de los tardígrados
dos. El descubrimiento de yacimientos fosilíferos del cám- y los nematodos. Además, varios grupos de artrópodos
brico con condiciones de preservación extraordinarias constituyen una gran fracción de la biomasa terrestre
(incluidos algunos famosos Lagerstätte), como por ejem- (varios grupos de insectos) y marina (krill). Es por ello
plo los de Chengjiang (China), Burgess Shale (Canadá) y que se han utilizado muchos ecdisozoos, especialmente
Sirius Passet (Groenlandia), ha permitido el estudio deta- artrópodos, en estudios biogeográficos tanto marinos
llado de numerosos grupos animales que ayudan a com- como terrestres.
pletar las relaciones entre los ecdisozoos de hoy en día, al
incorporar novedosas combinaciones de caracteres. Di-
chos fósiles han sido, hasta cierto punto, integrados en la
Diferenciación y especiación
nueva filogenia animal. Algunos destacan por haber ayu- La interpretación sobre cómo se diferenciaron ciertos ca-
dado a reinterpretar la segmentación en la base de Ecdyso- racteres morfológicos ha de cambiarse al aceptar la hipóte-
zoa, embriones cámbricos que muestran el modo de sis Ecdysozoa. La posibilidad de explicar la evolución de un
desarrollo en Ecdysozoa (del grupo de los llamados Cyclo- ancestro celomado mediante un escenario donde se habría
neuralia). ido ganando complejidad debe abandonarse a la luz de estos
Dada su antigüedad, diversidad, disparidad y ubicui- nuevos resultados. Por ejemplo, la hipótesis de un antece-
dad, es difícil generalizar en aspectos biogeográficos y de sor de tipo acelomado que progresivamente habría ido ad-
biodiversidad de los ecdisozoos. Algunos episodios clave quiriendo un celoma, diferenciándose órganos internos,
de este grupo, como la colonización del medio terrestre segmentos, etc., no tiene cabida con la hipótesis Ecdyso-
por algunos de ellos (artrópodos, nematodos, nematomor- zoa. Por otro lado, la aparición del clado Ecdysozoa varía
fos, tardígrados u onicóforos) o el origen del vuelo en in- las relaciones entre distintos filos. Esto implica, por ejem-
sectos, se han tratado ya en el Capítulo 19 (protóstomos). plo, que los mecanismos evolutivos obtenidos en los expe-
La explotación de dichos nichos parece haber desempe- rimentos con nematodos (principalmente Caenorhabditis
Noemí Guil y Gonzalo Giribet 239
elegans) y la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) de resolver las relaciones filogenéticas de los filos de
(véase el recuadro sobre estas dos especies) no tienen por Ecdysozoa?
qué ser los mismos que los de los humanos. Las hipótesis • Determinar la influencia de los distintos análisis que se
que los sitúan en superfilos distintos con un antepasado utilizan en la actualidad sobre los resultados finales,
común que también lo sería de los cordados, y por tanto de como ocurre por ejemplo con la ubicación de los tardí-
los humanos, implicaba que mecanismos evolutivos comu- grados respecto a los otros panartrópodos y a Nema-
nes entre el nematodo y el insecto tenían que haber apare- toida.
cido en un antepasado común a ellos y a los cordados, y por • ¿Será posible determinar la posición de Loricifera den-
tanto dichos resultados podían ser extrapolables a los hu- tro de Ecdysozoa, a pesar del tamaño microscópico y
manos. Al aceptar que ambos son ecdisozoos, su antepa- de la dificultad de mantenerlos vivos? Loricifera es un
sado común más inmediato no lo es de cordados. Es ahora, filo que, morfológicamente, se ha considerado empa-
que la hipótesis Ecdysozoa está aceptada y asentada mayo- rentado con los quinorrincos, los nematodos y los
ritariamente, cuando habrá que replantearse cómo se ha pro- nematomorfos, con los priapúlidos y los quinorrincos,
ducido la evolución de los animales, especialmente con y con los tardígrados (véase el recuadro Onicóforos y
relación al origen de la segmentación que aparece en los tardígrados…). Molecularmente la posición de Lori-
quinorrincos, los tardígrados, los onicóforos y los artrópo- cifera se ha estudiado en base a un único gen (18S
dos, posiblemente adquirida de forma independiente res- RNAr), y ha resultado inestable.
pecto a la segmentación en los anélidos. Más allá de la
Por todo ello, parece que con las últimas tendencias se
divergencia de los ecdisozoos, explicada por la capacidad
trataría de secuenciar ESTs en una mayor diversidad animal,
de mudar, habrá que explicar, a la luz de estos nuevos resul-
e incluso analizar qué táxones se van a incorporar, puesto que
tados y de los que se están obteniendo día a día, qué cam-
analizar todos los filos y su diversidad es una tarea poco
bios morfológicos se han ido sucediendo en el tiempo y qué
menos que imposible. Ahora se trata, pues, de afianzar esta
características han promovido la diferenciación animal que
prometedora hipótesis de los animales que mudan, y explicar
se observa a nuestro alrededor.
y desarrollar una teoría sobre cómo evolucionaron estos ani-
males, a partir de los resultados obtenidos.
Principales cuestiones pendientes
• ¿Cómo se podría resolver la filogenia interna del clado Bibliografía básica
Ecdysozoa, probablemente producida por los conflictos
– Aguinaldo, A.M.A., Turbeville, J.M., Lindford, L.S., Rivera, M.C., Ga-
entre caracteres morfológicos o el sesgo en los datos rey, J.R., Raff, R.A. & Lake, J.A. 1997. Evidence for a clade of nema-
moleculares? todes, arthropods and other moulting animals. Nature 387: 489-493.
• ¿Se encontrará algún carácter morfológico o molecular – Dunn, C.W., Hejnol, A., Matus, D.Q., Pang, K., Browne, W.E., Smith,
capaz de proporcionar mayor resolución tanto para la S.A. et al. 2008. Broad taxon sampling improves resolution of the Ani-
monofilia de Ecdysozoa como para la resolución in- mal Tree of Life. Nature, 452: 745-749.
terna del clado? Por ejemplo, los análisis de datos ge- – Giribet, G. 2003. Molecules, development and fossils in the study of
nómicos, principalmente basados en ESTs, demuestran metazoan evolution; Articulata versus Ecdysozoa revisited. Zoology
106: 303-326.
la monofilia del grupo, así como diversas relaciones no
– Nielsen, C. 2001. Animal evolution, interrelationships of the living
resueltas anteriormente.
phyla. Second Edition. Oxford University Press, Oxford.
• ¿Están las secuencias de proteínas ribosómicas sufi- – Schmidt-Rhaesa, A., Bartolomaeus, T., Lemburg, C., Ehlers, U. y Ga-
cientemente conservadas en eucariotas de manera que rey, J.R. 1998. The position of the Arthropoda in the phylogenetic
puedan proporcionar marcadores de confianza a la hora system. Journal of Morphology 238: 263-285.
1
Bunonematomorpha
Diplogasteromorpha Rhabditina
Rhabditomorpha 1
Brevibuccidae
Tylenchomorpha 2 2
Cephalomorpha
Panagrolaimomorpha
Drilonematomorpha
Myolaimidae Myolaimina
c.540 Ma
Ascaridomorpha (anisakis) 3 4 3
Spiruromorpha
Rhigonematomorpha
Oxyuridomorpha
Gnathostomatomorpha
Dracunculoidea 4
Teratocephalidae
Chambersiellidae
Plectida 5
Araeolaimida
Monhysterida 5
Desmoscolecida
Desmodorida
Chromodorida
Tripylina
23 6
Tobrilina
Diphterophorina (nematodo transmisor de virus vegetales) 6
Oncholaimina
Tripyloidina
Enoplina 7 7
Trefusiina
Alaimina
Ironina
Campydorina
Isolaimida 8
Muspiceida
Marimermithida
Dioctophimatida
Trichinellida (triquina) 8
Dorylaimoidea 9
9
Belondiridea
Tylencholaimoidea
Xiphinema
Longidorus 10
Nygolimina
Mermithida
Bathyodontina
Mononchina 10
Árbol de Nematodos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Nematodos
Alfonso Navas
24
Resumen: Los nematodos son un grupo muy importante de metazoos en los cuales la sencillez de su soma enmascara una
gran diversidad. Se considera que el número de especies vivas podría rondar las 100 000, y algunos autores afirman que esta
cifra puede ser incluso mucho mayor. La carencia de un registro fósil junto con las numerosas dudas sobre sus relaciones de
parentesco con otros filos han dificultado el desarrollo de investigaciones que cimentaran la evolución morfológica de los ne-
matodos. En un siglo y medio de desarrollo de la nematología se han planteado cuatro diferentes sistemas de clasificación,
todos ellos de reconocida importancia, pero la sistemática y la filogenia de los nematodos siempre ha sido tema de debate.
La inclinación histórica de los nematólogos al estudio de los grupos parásitos, por su importancia económica, dificultó la in-
corporación de nuevas investigaciones desde la perspectiva zoológica global. Los estudios moleculares no han sido compo-
nentes esenciales de la taxonomía y la sistemática de los nematodos hasta muy recientemente. Y aun así, reconocer o iden-
tificar una especie de nematodo e incluirla en un estudio filogenético constituye todavía un problema. Dada la dificultad de
obtener una representación fiable de los grandes taxones, los enfoques moleculares a la filogenia de los nematodos se inicia-
ron buscando pruebas diagnósticas, y por tanto su uso filogenético o evolutivo suele estar confinado a niveles taxonómicos
muy bajos (género, especie, metapoblación, etc.). Por ello, poco a poco se va completando el conocimiento molecular de la
diversidad nematológica, y se ha incorporado definitivamente la biología molecular a la inferencia filogenética y evolutiva de
los grandes grupos taxonómicos del filo Nematoda.
Summary: Nematodes are a very important group of meatzoa with a basic morphology masking their great diversity. About
100 000 species have been estimated, although number could be higher according to some authors. Lack of fossil records added
to unclarified phylogenetic position together other phyla avoid the development of research focused to ground the morphological
evolution of nematodes. During one and half century, in which nematology become developed, four acknowledged different systems
of classification were widely used, but systematic and phylogeny of nematodes were always a subject of debate. The own origin of
this discipline linked to solve economical problems because of the importance of nematodes as animal and plant parasites
overweighed taxonomy studies on parasitic nematodes out of the zoological perspective. Molecular studies have not been relevant
for systematic and taxonomy into nematology until recently. However, recognition of nematode’s species and include it in a
phylogenetic study is now day still one problem of Nematology. Due the difficulty of getting a reliable sampling of big taxa, the
molecular approach to nematode phylogeny were based on diagnostic tests and by this reason the use as phylogenetic or evolutionary
molecular markers are mainly restricted to the lower taxonomical levels (genus, species, metapopulation, etc.). Because of that,
the knowledge of the molecular diversity of nematodes is going on incorporating molecular results to the phylogenetic and
evolutionary inference into the big taxa of the phylum Nematoda.
L
os nematodos son un grupo muy diverso desde el del suelo y actúan de reservorio de carbono. Gracias a estas
punto de vista taxonómico, ecológico y geográfico. funciones son buenos indicadores de las condiciones edáfi-
Son invertebrados de gran diversidad trófica (al cas. Una minoría de especies son parásitos de animales y
menos se distinguen cinco grupos tróficos) presentes en plantas, con una gran variedad de especies hospedadoras, y
todo tipo de ambiente. Hay nematodos de vida libre (mari- están entre los organismos de mayor trascendencia econó-
nos y terrestres) que son depredadores, omnívoros o se ali- mica dada su importancia fitopatógena y parasitaria animal.
mentan de “algas”, bacterias u hongos. Su función en el No obstante, algunas especies de nematodos tienen im-
suelo es relativamente bien conocida dado que constituyen portancia como agentes de control biológico de enfermeda-
una gran parte de su biomasa (la mayor de todos los meta- des y plagas, tanto de animales como de vegetales. El ciclo
zoos) y a que contribuyen a la mineralización y aireación vital de la mayoría de las especies, como norma, incluye un
241
242 Cap. 24, Nematodos
¿Qué es un nematodo?
Cualquier nematodo (del griego nema [hilo]) tiene un cuerpo no articulado, alargado o filiforme (Fig. 1), circular en sec-
ción transversal, con una longitud entre 0,1 mm y 10,0 metros y anillo nervioso visible. Dentro de los metazoos, los
nematodos ocupan el tercer lugar en cuanto a número de especies, tras los artrópodos y los moluscos. Sin embargo, su
número (abundancia) parece muy superior al de cualquier otro organismo multicelular. Son extraordinariamente versá-
tiles (parásitos de animales, de plantas y del ser humano, marinos y terrestres) y ocupan todos los nichos de cualquier
ecosistema del planeta. La frontera tradicional entre la helmintología (estudio de los parásitos animales) y la nematología
(estudio únicamente de los nematodos) se basa en razones históricas y actualmente no tiene razón de ser.
huevo, cuatro estadios juveniles y un estadio adulto (en los El espacio génico se traduce en multitud de duplica-
zooparásitos son frecuentes cinco o seis estadios juveni- ciones o multicopias que facilitan su gran adaptabilidad a
les). Su reproducción puede ser sexual o partenogenética. todo tipo de ambientes, así como su variabilidad parasita-
Son organismos muy complejos desde el punto de vista ge- ria o patogénica. No se deduce una relación evolutiva de
nético: la diversificación racial, la distinción de patotipos los nematodos sobre la base de la citogenética, pues den-
y las variantes geográficas son muy comunes, así como la tro del mismo género el número de cromosomas varía e
variabilidad morfológica. Mientras la mayoría de los ne- incluso es muy común la variación dentro de la misma es-
matodos están todavía por estudiar, el genoma de uno de pecie (por ejemplo, Meloidogyne arenaria presenta entre
ellos (Caenorhabditis elegans) fue el primero en ser se- 30 y 38 cromosomas). El número de cromosomas, en los
cuenciado completamente. Probablemente este nematodo táxones conocidos, varía entre cinco (Brugia malayi) y 56
es el organismo multicelular mejor conocido y constituye (Meloidogyne querciana). Sin embargo, el número de
un modelo clásico para la biología del desarrollo. genes parece ser que se mantiene entre 18 000 y 20 000. El
dos, nematomorfos, tardígrados, onicóforos y artrópodos; relaciones filogenéticas, por lo que hoy día se consideran
véase cap. 23, Ecdisozoos). Otros autores refuerzan esta caracteres homoplásicos. El análisis molecular de la filo-
hipótesis al emplear secuencias LSU rRNA (large-subunit genia de los nematodos está prácticamente empezando, y
rRNA). el conjunto de datos es muy pequeño en comparación con
La mayoría de los órdenes propuestos por Filipjev las expectativas que se derivan de la diversidad y la abun-
están vigentes, aunque con cambios en su contenido o re- dancia de los nematodos. Aunque un simple gen proba-
ajuste jerárquico. Blaxter y colaboradores demostraron en blemente no resuelva por completo la filogenia, algunas
sus filogenias con secuencias 18S que algunos miembros de las publicadas en los últimos años basadas en otras se-
de la clase “Adenophorea” estaban filogenéticamente in- cuencias de DNA son más que cuestionables.
cluidos dentro de la clase Secernentea, y que alguno de De Ley y Blaxter propusieron un sistema taxonómico
los más importantes caracteres de valor diagnóstico han que se basa principalmente en una filogenia apoyada en
aparecido repetidamente a lo largo de la evolución. La si- las secuencias 18S, pero incorporando caracteres ontogé-
militud de estos caracteres se deduce por la inferencia de nicos, biológicos y morfológicos. La nueva clasificación
Alfonso Navas 245
(Tabla 2) combina algunos elementos de los anteriores sis- Hodda propone una nueva clasificación aún más equi-
temas (Tabla 1) e introduce el uso del infraorden para librada desde el punto de vista jerárquico. Este autor, ba-
agrupar clados de nematodos parásitos. Aunque ciertos sándose en criterios de similitud morfológica y
clados de la filogenia molecular pueden aparecer oscure- embriológicos, así como en la musculatura de las espícu-
cidos por la falta de secuencias suficientemente represen- las, logra situar taxonómicamente aquellos grupos de los
tativas de su gran diversidad, el sistema propuesto por De cuales no hay datos moleculares, definiendo un total de
Ley y Blaxter es muy robusto y hasta la fecha apoya la in- 36 órdenes distintos para acomodar la gran diversidad del
clusión de nuevos táxones. filo. No obstante, hasta la fecha no hay datos moleculares
En este sistema se distinguen claramente tres linajes más completos dentro de los grupos taxonómicos de
que generalmente corresponden a las tres subclases Hodda que permitan elaborar una filogenia más robusta
(Chromodoria, Enoplia y Dorylaimia) de Inglis. Este autor que la actualmente publicada. Este autor ofrece sólidos ar-
había equiparado la clase Secernentea a clase Rhabditea, gumentos, como son: a) algunos clados están representa-
que en el nuevo sistema se integra dentro de la clase Chro- dos por especies individuales, razas o cepas más que una
modorea, pero redefinida como un enorme orden Rhabdi- selección de las especies más conocidas; b) necesidad de
tida. La monofilia de Chromodorea queda por confirmar, un muestreo equilibrado de especies dentro del filo; c) los
mientras que Enoplia y Dorylaimia juntos con otros gru- subórdenes Rhabditina (fácilmente cultivables), Spirurina
pos menores forman parte del grupo natural Enoplea. (zooparásitos) y Tylenchina (fitoparásitos) están sobrerre-
246 Cap. 24, Nematodos
presentados porque son de importancia económica o fá- xones (géneros y familias) de sus subclases (Torquentia y
cilmente cultivables en laboratorio o invernadero; d) sólo Penetrantia) se recogían dentro de las subclases Chromo-
se ha utilizado una región génica (18S); y e) pérdida de doria y Enoplia del sistema taxonómico de Maggenti, De
eficiencia de los algoritmos computacionales según se van Conink y otros. Lorenzen propugnó un sistema de clasifi-
incorporando nuevas especies al árbol. cación natural basado en táxones monofiléticos en el sen-
Sin embargo, la clasificación sensu De Ley y Blaxter tido estricto de Hennig. Este autor demostró la falta de
parece lo suficientemente flexible como para ubicar gru- apoyo para la clase “Adenophorea” como grupo monofilé-
pos taxonómicos actuales o futuros dentro de un árbol fi- tico, pero no encontró una resolución alternativa. El estilete
logenético, hasta que se disponga de muchos más datos de los fitoparásitos, considerado de singular importancia
moleculares que permitan la redefinición. Por eso, el árbol en la filogenia de los nematodos, aparece como un carác-
hoy disponible es fundamental en una reconstrucción ini- ter análogo, al igual que otro carácter que tradicionalmente
cial de la filogenia del filo Nematoda. fue considerado homólogo, como es el ectoparasitismo o
endoparasitismo. Los dos modos de interacción con la
planta (ecto o endo) sugieren que es un carácter homoplá-
Evolución de los caracteres
sico, dado su paralelismo en los distintos grupos taxonómi-
La clasificación tradicional de los nematodos, después de cos. El estilete es una modificación de la faringe, que es
la división en clases “Aphasmidia” y Phasmidia, se basaba mucho menos diversa en la clase Enoplea que en la clase
generalmente en la forma del esófago y del estoma, en la Chromodorea. Dentro de la clase Enoplea (onquioestilo en
forma y la disposición de los órganos sensoriales (anfi- Trichodoridos, odontostilo en Dorylaimidos), parece ser
dios), región labial, en la diferencia en los órganos repro- que tiene un origen distinto para ambos grupos, mientras
ductores de los machos o hembras, en sus ciclos vitales, que dentro de la clase Chromodorea (etomatostilo) el esti-
trofía y ecología, en los tamaños y la forma del cuerpo, en lete de los Aphelenchidos (superfamilia Aphelenchoidea,
los tipos de transmisión (directa o vía vectores) al parasi- fungívoros) se ha originado en los Tylenchidos (superfami-
tismo, etc. Todos ellos son caracteres bastantes subjetivos lia Tylenchoidea, fitoparásitos o herbívoros).
y complicados desde una visión filogenetista o natural de
la clasificación taxonómica. Las relaciones evolutivas plan- Tendencias evolutivas
teadas por distintos autores están en desacuerdo sobre la
posición de los órdenes, e incluso se hacen desaparecer En una clasificación tradicionalmente ‘lógica’, el parasi-
grupos completos de nematodos. La primera filogenia de tismo fue considerado como derivado de formas de vida
los nematodos consideraba el estoma, y la presencia o au- libre siguiendo su evolución a lo largo del árbol filogené-
sencia de dientes y estiletes, como definitorios de las rela- tico. Sin embargo, si se tiene en cuenta el nuevo marco
ciones evolutivas entre 76 géneros de los conocidos en la molecular, parece que ha habido al menos tres eventos in-
época. Los nematodos con fasmidios (sistema de Chit- dependientes que originaron el parasitismo de los nemato-
wood-Goodey) compartían además otros muchos caracte- dos.
res y fueron considerados una unidad filogenética La combinación en el uso de filogenias y clasificaciones
coherente, agrupando a la mayoría de los parásitos de ani- basadas en caracteres morfológicos y fisiológicos permite
males y plantas. Ya que por principio se suponía un origen inferir tendencias evolutivas. Los parásitos vegetales se si-
monofilético para la clase Phasmidia (= Secernentea), el túan en tres subórdenes muy alejados: Tylenchina (infraor-
resto de los nematodos se agrupó por exclusión sin necesi- den Tylenchomorpha, endo/ectoparásitos), Diphterophorina
dad de que se encontraran caracteres unificadores. Mag- (familia Trichodoridae, ectoparásitos) y Dorylaimina (fami-
genti considera la faringe ‘cilíndrica’ como un carácter lia Longidoridae, ectoparásitos), pertenecientes el primero a
ancestral, y en su proposición de relaciones filogenéticas la clase Chromodorea y los otros dos a la clase Enoplea.
los enóplidos y los monhistéridos son más antiguos que los Dentro del infraorden Tylenchomorpha, que agrupa a la ma-
areolaimidos (pléctidos), los cromodóridos y los rhabdíti- yoría de los fitoparásitos (endo y ecto), se sitúa la superfami-
dos, cuyo origen (y el de todos los de la clase Secernentea) lia Aphelenchoidea, que comprende un grupo homogéneo
sitúa próximo a los cromodóridos, pero estos últimos apo- de nematodos micófagos especializados además en el endo-
yados por una muy débil hipótesis de relación evolutiva. parasitismo de las partes del tallo y las hojas.
La dicotomía “Adenophorea”-Secernentea se mante- Los parásitos animales pueden serlo tanto de vertebra-
nía, pero se reconocía la falta de homogeneidad (o mono- dos como de invertebrados, o de ambos, tanto oportunistas
filia) de la clase “Adenophorea” comparada con la clase como obligados. Al igual que sucede con los fitoparásitos,
Secernentea. De Coninck promovió el uso de las subcla- las líneas evolutivas en que aparecen zooparásitos son pa-
ses Enoplia y Chromodoria dentro de “Adenophorea”, y a ralelas (órdenes Rhabditida y Dorylaimida). Dentro del
su vez Andrassy las subclases Torquentia y Penetrantia, in- orden Rhabditida se da el parasitismo en los tres subórde-
tentando resolver la taxonomía del grupo, pues como tal nes, con una clara especialización para los invertebrados en
grupo la clase “Adenophorea” era apoyado sólo por cuatro el infraorden Diplogasteromorpha. El parasitismo de los in-
caracteres permanentes, mientras que la clase Secernentea vertebrados en los infraórdenes Rhabditomorpha, Rhigone-
lo era al menos por 17. El marco filogenético de Andrassy, matomorpha y Oxyuridomorpha, aunque no está estudiado
no obstante, seguía a Maggenti hasta tal punto que los tá- en profundidad, parece asociado a mecanismos foréticos (se
Alfonso Navas 247
desplazan sobre el cuerpo de otros animales) o de refugio, Las relaciones dentro de los órdenes o familias de la
siendo considerado intermediario a su parasitismo sobre los nueva clasificación llegarán a clarificarse gracias a los es-
vertebrados. En el infraorden Tylenchomorpha, no obstante, tudios filogenéticos. Sin embargo, los registros biogeográ-
el género Hexatylus de la familia Neotylenchidae es pará- ficos son muy incompletos y claramente asociados a los
sito único de los insectos. El parasitismo en los insectos ad- países desarrollados, por lo que actualmente no es posible
quiere una peculiar especialización en el orden Mermithida un análisis riguroso de la distribución de las especies y de
(subclase Dorylaimia), puesto que los primeros tres esta- los procesos históricos que la sustentaron. En algunos gru-
dios juveniles son parásitos de insectos antes de adquirir pos de nematodos terrestres y en niveles taxonómicos
vida libre en el suelo en su estadio adulto. bajos (superfamilia Leptonchoidea, género Hoplolaimus
El parasitismo exclusivo sobre los vertebrados aparece y familia Longidoridae) se han detectado patrones vica-
dentro de la clase Enoplea en dos grupos hermanos (órde- riantes frente a otros dispersivos. Los nematodos marinos
nes Trichinellida y Dioctophimatida), y paralelamente en están presentes en los sedimentos de los fondos litorales y
el orden Rhabditida, a su vez en cinco grupos taxonómi- tienen una gran ubiquidad en las costas de todo el mundo,
cos diferentes de los subórdenes Tylenchina (infraorden por lo que se ha propuesto a la deriva continental como
Panagrolaimomorpha) y Spirurina (infraórdenes Ascari- un método dispersivo.
domorpha, Spiruromorpha, Gnatostomorpha y Dracuncu- Con métodos comparables a otros filos, Lambshead
loidea). No obstante, el suborden Spirurina es un grupo estima en un millón las especies de nematodos. Esto
monofilético que comprende sólo parásitos animales, pero quiere decir que queda aproximadamente el 97% por des-
con un parasitismo de extrema variación en modos y for- cribir, muchas de ellas dentro de lo que se ha dado en lla-
mas que hace que en el infraorden Spiruromorpha (agrupa mar ‘complejo de especies’ que realmente enmascara la
entre otros los clásicos camallanidos, espiruridos y fila- biogeografía y el rango ambiental de cada especie verda-
rias) se incluyan como hospedadores intermediarios las dera. Al contrario de lo que ocurre en otros filos, los ne-
moscas y los quelicerados del medio terrestre y los “crus- matodos de origen edáfico son poco abundantes y
táceos” de agua dulce o marinos. diversos en los trópicos. Los suelos de estas latitudes son
La subclase Dorylaimia es un grupo de gran diversidad muy pobres en materia orgánica (‘suelos esqueléticos’),
que no aparece en el medio marino, por lo que se hipote- puesto que ésta es inmediatamente mineralizada y puesta
tiza que fueron los primeros nematodos en conquistar los a disposición de la masa forestal, con lo que la función
hábitats terrestres y dulceacuícolas. Aparte de los ya co- intermediaria de los nematodos en la cadena trófica la
mentados fitoparásitos y zooparásitos, esta clase com- cumplen muy pocas especies. Por el contrario, los suelos
prende numerosos táxones depredadores y omnívoros. La subtropicales y mediterráneos (suelos de labor) presen-
subclase Enoplia es un grupo muy diverso en el medio ma- tan una mayor diversidad y abundancia de nematodos
rino, pero también presente en agua dulce y en suelos en- edáficos.
charcados. Si se excluye a los trichodóridos (suborden
Diphterophorina), esta subclase comprende grandes de- Diferenciación y especiación
predadores.
En la subclase Chromodoria (= clase Chromodorea), Los nematodos presentan una gran dominancia y una gran
especialmente los taxones de vida libre son mucho más diversidad de especies, incluso localmente. La gran varia-
pequeños que los de las subclases Dorylaimia y Enoplia, ción morfológica encontrada, así como la diversidad mole-
y tienen una tasa de reproducción explosiva (r- estrate- cular del filo, plantean la tesis de que hay una diversidad
gas), mientras que los nematodos de estas ultimas subcla- críptica (criptoespecies) que enmascara la auténtica natura-
ses son ecológicamente persistentes (k-estrategas). Su leza de lo que ahora se resuelve como una especie cosmo-
grupo parafilético basal (desde los órdenes Chromodo- polita. El proceso de especiación alopátrida, considerando
rida-Desmodorida hasta la familia Teratocephalidae) son su diversidad y su especialización ecológica y trófica, se
todos nematodos bacterióvoros o microbívoros, la mayo- acepta como la hipótesis más plausible a pesar de no haber
ría de sedimentos marinos y menos de agua dulce o de encontrado por el momento patrones vicariantes.
suelos encharcados. Pero más allá de estos supuestos, parece cierto que se
está iniciando el debate sobre qué es una especie de ne-
matodo. Hay razonables argumentos que indican que los
Biogeografía y biodiversidad
métodos morfométricos no son capaces de aportar el
Los nematodos, tanto terrestres como marinos, son general- grado de resolución necesario para identificar todas las es-
mente cosmopolitas, y los endemismos de grandes grupos pecies crípticas en las 216-226 familias hasta ahora reco-
son desconocidos, lo que da una idea de su éxito coloniza- nocidas. Dicha hipótesis se apoya en la extremadamente
dor antiquísimo. Incluso de aquellos nematodos más seden- diferente composición de especies de los distintos órde-
tarios, que pueden arrojar luz sobre su historia biogeográfica, nes y en el hecho de que no se detecten diferencias en los
como son los nematodos de agua dulce en los lagos antiguos caracteres de valor diagnóstico entre poblaciones de la
(reconocidos por su importancia biogeográfica como cen- misma especie que presentan diferencias fisiológicas, ca-
tros de biodiversidad), el conocimiento es muy escaso. riotípicas, reproductivas y parasíticas.
Alfonso Navas 249
Tabla 2. Nuevo sistema de clasificación del filo Nematoda (De Ley y Blaxter, 2002; 2004). Los superíndices son notas a la nueva
clasificación.*
Clase Chromodorea
Subclase Chromodoria
Orden Rhabditida Ichthyocephalidae Myolamina
Incertae sedis: Teratocephalidae(6), Ransomnematoidea Myolaimoidea
Chambersiellidae(7), Brevibuccidae(7) Ransomnematidae Myolaimidae
Rhabditina Carnoyidae Tylenchina
Bunonematomorpha Hethidae Panagrolaimomorpha(14)
Bunonematoidea(10) Spiruromorpha Panagrolaimoidea
Bunonematidae Camallanoidea Panagrolaimidae
Pterygorhabditidae Camallanidae Strongyloidoidea
Diplogasteromorpha Physalopteroidea Steinernematidae
Cilindrocorporoidea(10) Physalopteridae Strongyloididae
Cylindrocorporidae Rictularoidea Rhabdiasidae
Odoontopharyngoidea(10) Rictulariidae Cephalomorpha
Odontopharyngidae Thelazoidea Cephaloboidea
Diplogasteroidea Thelaziidae Cephalobidae
Pseudodiplogasteroididae Rhabdochonidae Elaphonematidae
Diplogasteroididae Pneumospiruridae Osstellidae
Diplogasteridae Spiruroidea Alirhabditiade
Neodiplogasteridae Gongylonematidae Bicirronematidae
Mehdinematidae Spiruridae Tylenchomorpha
Cephalobidae Spirocercidae Aphelenchoidea
Rhabditomorpha Hartertiidae Aphelenchidae
Incertae sedis: Habronematoidea Aphelenchoididae
Carabonematidae(8); Agfidae(11) Hedruridae Criconematoidea
Mesorhabditoidea(12) Habronematidae Criconematidae
Mesorhabditidae Tetrameridae Hemycycliophoridae
Peloderidae Cystidicolidae Tylenchulidae
Rhabditoidea Acuarioidea Sphaerularioidea
Diploscapteridae Acuariidae Anguinidae
Rhabditidae Filarioidea Sphaerulariidae
Strongyloidea(13) Filariidae Neotylenchidae
Heterorhabditidae Onchocercidae Iotonchidae
Strongylidae Aproctoidea Tylenchoidea
Ancylostomatidae Aproctidae Hoplolaimidae
Trichostrongylidae Desmidocercidae Meloidogynidae
Metastrongylidae Diplotriaenoidea Tylenchidae
Spirurina Diplotriaenidae Belonolaimidae
Incertae sedis: Dracunculoidea(9) Oswaldofilariidae Pratylenchidae
Dracunculidae Ascaridomorpha Myenchoidea
Philometridae Ascaridoidea Myenchidae
Phlyctainophoridae Heterocheilidae Drilonematomorpha(15)
Skrjabillanidae Ascarididae Drilonematoidea
Anguillicolidae Raphidascarididae Drilonematidae
Guyanemidae Anisakidae Ungellidae
Micropleuridae Cosmocercoidea Homungellidae
Gnathostomorpha Cosmocercidae Pharyngonematidae
Gnathostomatoidea Atractidae Creagorcercidae
Gnathostomatidae Kathlaniidae Orden Desmocolecida(16)
Oxyuridomorpha Heterakoidea Desmoscolecina
Thelastomatoidea Heterakidae Desmoscolecoidea
Thelastomatidae Aspidoderidae Desmoscolecidae
Travassosinematidae Ascariididae Meyliidae
Hystrignathidae Subuloroidea Cyartonematidae
Protrelloididae Subuloridae Orden Chromodorida(3)
Oxyuroidea Maupasinidae Chromodorina
Oxyuridae Seuratoidea Chromodoroidea
Pharyngodonidae Seuratidae Chromodoridae
Heteroxynematidae Cucullanidae Ethmolaimidae
Rhigonematomorpha Quimperiidae Neothonchidae
Rhigonematoidea Chitwoodchabaudiidae Achromadoridae
Rhigonematidae Schneidernematidae Cyatholaimidae
Continúa
250 Cap. 24, Nematodos
Tabla 2. (continuación)
Orden Desmodorida(4) Linhomoeina Ohridiidae
Desmodorina Siphonolaimoidea Bastianiidae
Desmodoroidea Siphonolaimidae Odontolaimidae
Desmodoridae Linhomoeidae Rhabdolaimidae
Epsilonematidae Orden Araeolaimida Ceramonematoidea
Draconematidae Axonolaimoidea Tarvaiidae
Microlaimoidea Axonolaimidae Ceramonematidae
Microlaimidae Comesomatidae Tubolaimoididae
Aponchiidae Diplopeltidae Plectoidea
Monoposthiidae Coninckiidae Plectidae
Orden Monhysterida Orden Plectida Chronogasteridae
Monhysterina Leptolaimoidea Metateratocephalidae
Monhysteroidea Leptolaimidae Haliplectoidea
Monhysteridae Rhadinematidae Peresianidae
Sphaerolaimimoidea Aegialoalaimidae Haliplectidae
Sphaerolaimidae Diplopeltoididae Aulolaimidae(5)
Xyalidae Paramicrolaimidae
Clase Enoplea(17)
Subclase Enoplia
Orden Enoplida Ironina Orden Triplonchida
Incertae sedis: Andrassidae(18) Ironoidea Diphterophorina
Enoplina Ironidae Diphterophoroidea
Enoploidea Leptosomatidae Diphterophoridae
Enoplidae Oxystominidae Trichodoridae
Thoracostomopsidae Campydorina(2) Tobrilina
Anaplostomatidae Campydoroidea Tobriloidea
Phanodermatidae Campydoridae Tobrilidae
Anticomidae Tripyloidina Triodontolaimidae
Trefusiina(1) Tripyloidoidea Rhabdodemaniidae
Trefusioidea Tripyloididae Pandolaimidae
Simpleconematidae Alaimina Prismatolaimoidea
Trefusiidae Alaimoidea Prismatolaimidae
Laurathonematidae Alaimidae Tripylina
Xenellidae Tripyloidea
Oncholaimina Tripylidae
Oncholaimoidea Onchulidae
Oncholaimidae
Enchelidiidae
Clase Enoplea(17)
Subclase Dorylaimia
Orden Dorylaimida Nygolaimellidae Orden Muspiceida
Dorylaimina Orden Mononchida Muspiceina
Dorylaimoidea Bathyodontina Muspiceidae
Dorylaimidae Cryptoncoidea Robertdollfusiidae
Aporcelaimidae Bathydiontodidae Orden Marimermithida
Qudsianematidae Cryptonchidae Marimermithidae
Nordiidae Mononchuloidea Orden Mermithida
Longidoridae Mononchulidae Mermithina
Actinolaimidae Mononchina Mermithoidea
Belondiridea Anatonchoidea Mermithidae
Belondiridae Anatonchidae Tetradonematidae
Tylencholaimoidea Mononchoidea Orden Trichinellida
Tylencholaimidae Mononchidae Trichinelloidea
Leptonchidae Mylonchulidae Anatrichosomatidae
Aulolaimoididae Orden Isolaimida Capillariidae
Mydonomidae Isolaimoidea Cystoopsidae
Nygolaimina Isolaimiidae Trichinellidae
Nygolaimoidea Orden Dioctophymatida Trichosomoididae
Nygolaimidae Dioctophymatina Trichuridae
Nygellidae Dioctophymatidae
Aetholaimidae Soboliphymatidae
Continúa
Alfonso Navas 251
La fuente fundamental de diversidad es su variabilidad parasitarios que ayude en los estudios epidemiológi-
genética, presente incluso en aquellos que presentan repro- cos?
ducción partenogenética. Aunque la condición reproduc- • ¿Podrán los datos filogenomicos resolver definitiva-
tiva ancestral de los nematodos es la sexual, en muchos mente las relaciones entre los grandes grupos de ne-
nematodos fitoparásitos es frecuente una combinación de matodos?
procesos asociados a la reproducción asexual y mecanis-
mos citogenéticos (poliploidía, polisomía, aneuploidía e Bibliografía básica
hibridación), dando lugar a la duplicación de genes o geno-
mas. Por ello, el mismo gen puede variar (sometido a acti- – Blaxter M.L., De Ley P., Garey J.R., Liu L.X., Scheldeman A., Viers-
traete A., et al. 1998. A molecular evolutiorary framework for the
vación o mutación) en cromosomas homólogos. phylum Nematoda. Nature 392: 71-75.
– De Ley, P. y Blaxter, M.L. 2002. Systematic position and phylogeny.
Principales cuestiones pendientes En: Lee, D.L. (ed.). The Biology of Nematodes. Taylor and Francis,
London, 2002. pp. 1-30.
• ¿Existen caracteres morfológicos no homoplásicos que
– De Ley, P. y Blaxter, M.L. 2004. A new system for Nematoda: combi-
ayuden a resolver la filogenia de los nematodos?
ning morphological characters with molecular trees, and translating cla-
• ¿Es la clase Chromodorea monofilética? des into ranks and taxa. En: Cook, R.C. y Hunt D.J. (eds.). Nematology
monographs and perspectives, 2. Brill, Leiden-Boston. pp. 633-653.
• ¿Cómo de cosmopolitas son las especies de nematodos?
¿cuantas especies crípticas existen? – Hodda, M. 2007. Phylum Nematoda. Zootaxa 1668: 265-293.
• ¿Se puede conseguir una buena resolución de las re- – Maggenti, A.R. 1981. General nematology. Springer Verlag, New
York.
laciones filogenéticas de los grupos fitopatógenos y
1
Pancrustacea 1 2 3
27 3
Myriapoda 4 5
Euchelicerata 6 7 5
26
Pycnogonida 8
7
23
500-810 Ma
Onychophora 9
9
10
Tardigrada 10
Árbol de Panartrópodos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulodonde
se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en
recuadros).
Panartrópodos
Gustavo Hormiga
25
Resumen: Los panartrópodos son extraordinariamente diversos, tanto en número de especies como por la gran variedad
de planes estructurales que presentan sus múltiples linajes. El desarrollo metamérico de los artrópodos y su organización ana-
tómica en unidades somáticas funcionales que comprenden varios segmentos (tagmas) han desempeñado un papel fundamen-
tal en su diversificación, en un largo y complejo proceso de que comenzó hace más de 500 millones de años. La hipótesis so-
bre un origen único (monofilético) para el linaje compuesto por artrópodos, tardígrados y onicóforos es relativamente robusta
y está apoyada por caracteres morfológicos, así como por numerosos marcadores genéticos. Las relaciones filogenéticas de
los grandes grupos de artrópodos (quelicerados, miriápodos, hexápodos y “crustáceos”) han sido objeto de numerosos es-
tudios bajo diferentes enfoques (anatómicos y ultraestructurales, embriológicos, genéticos, etc.), pero las relaciones de pa-
rentesco no han llegado a resolverse de manera concluyente. Aun así queda claro que los artrópodos forman un sólido grupo,
y que los onicóforos y los tardígrados forman grupos igualmente basales. Queda por resolver satisfactoriamente cuál de esos
dos grupos es el linaje hermano de los artrópodos (la respuesta varía según los datos). La presencia de un linaje dentro de
los artrópodos compuesto por miriápodos y pancrustáceos, denominado Mandibulata (debido a la presencia de mandíbulas),
está apoyada por numerosos datos, incluyendo análisis que combinan caracteres morfológicos y secuencias de varios genes.
Sobre la base de estos mismos datos parece que Hexapoda es un grupo dentro de “Crustacea”. De forma inclusiva, la mo-
nofilia de Arthropoda, de Pycnogonida + Euchelicerata, de Pancrustacea o Tetraconata (“crustáceos” más hexápodos), de Myria-
poda y de Hexapoda está apoyada por múltiples fuentes de datos y es relativamente insensible a diversas variaciones analíti-
cas. Aunque los “crustáceos” se recobran como un grupo monofilético bajo algunas condiciones analíticas, su monofilia no
puede considerase robusta ya que en la mayoría de los análisis recientes los “crustáceos” no forman un grupo natural. Hasta
el momento se han descrito numerosos grupos de fósiles panartrópodos; su estudio e interpretación son fundamentales para
reconstruir la evolución del grupo.
Summary: The monophyly of a clade that includes arthropods, tardigrades and onychophorans is relatively robust and it derives
its support from morphological characters and a diversity of genetic markers. Panarthropoda is extraordinarily diverse, both in
terms of numbers of species and in the disparity of groundplans. The metameric development of arthropods and their anatomical
organization into functional body units composed of several segments (tagmata) have played a major role in their diversification.
This evolutionary process has been both long and complex and it dates back more than 500 million years. Although the
phylogenetic relationships among the main groups of arthropods (chelicerates, myriapods, hexapods and “crustaceans”) have been
extensively studied from a great diversity of approaches (anatomy and ultrastructure, development, genetic, etc.) we still lack a
robust answer to this question. Onychophorans and tardigrades are outgroups to Arthropoda, although which one of these two
phyla is closest remains to be satisfactorily settled (the answer varies depending on the type of data considered). Several lines of
evidence, including morphology and sequence data from several genes, support the monophyly of a clade that includes myriapods
and pancrustaceans, usually known as Mandibulata (due to the shared presence of mandibles). Analyses combining morphology
and sequence data also suggest that Hexapoda is a clade within the “crustaceans”. The monophyly of Arthropoda, Pycnogonida
+ Euchelicerata, Pancrustacea or Tetraconata (“crustaceans” plus hexapods), Myriapoda and Hexapoda is supported by multiple
lines of evidence and is relatively robust to variations in analytical parameters. Although “crustaceans” are recovered as
monophyletic under some analytical conditions, their monophyly cannot be considered robust and most recent analysis do not
recover “crustacean” monophyly. Many different fossil groups of panarthropods have been described; the study and interpretation
of these fossils is critical to reconstruct the evolution and diversification of panarthropods.
253
254 Cap. 25, Panartrópodos
¿Qué es un panartrópodo?
Cualquier panartrópodo (del griego pan- [totalidad], arteros [articulación] y podos [pie]) se caracteriza por tener una cutí-
cula con alfa-quitina y proteína, pero sin colágeno, que funciona como exoesqueleto en la mayoría de los grupos. Este es-
queleto externo requiere que el crecimiento se efectúe mediante mudas (ecdisis). Los panartrópodos poseen apéndices
pareados provistos de musculatura intrínseca y al menos una uña terminal, un corazón dorsal con un par de ostíolos por
segmento, metanefridios modificados (con sáculo) y órganos sensoriales característicos (sensila). Durante el desarrollo
embrionario los sacos celómicos desaparecen, de manera que la cavidad somática, denominada hemocele, es una combi-
nación de blastocele y de las cavidades celómicas. El término panartrópodo fue acuñado en 1995 por el zoólogo danés Claus
Nielsen, al añadir el tradicional prefijo griego ‘παν-’ (pan-), que significa totalidad, a la palabra artrópodo.
L
os panartrópodos constituyen el linaje más diverso
dentro de los ecdisozoos (véase Cap. 23, Ecdiso-
zoos). Éstos incluyen el clado de los artrópodos
(quelicerados, miriápodos, hexápodos y “crustáceos”), de-
nominado también euartrópodos por algunos autores, así
como a sus grupos próximos, los onicóforos y los tardígra-
dos (Figs. 1 a 6). Hay también numerosos grupos de pa-
nartrópodos exclusivamente fósiles, entre los cuales uno
de los más conspicuos es el de los trilobites. El presente
capítulo trata de las características generales de los panar-
trópodos, así como de las relaciones filogenéticas entre sus
principales clados. Los distintos grupos de panartrópodos
se presentan más detalladamente en los capítulos 26 a 34.
Términos básicos
“Articulata”: Grupo no monofilético compuesto por los
anélidos y los panartrópodos.
Celoma: Cavidad general del cuerpo que hay entre la
pared del cuerpo y los órganos internos de los metazoos
celomados. Su origen es mesodérmico.
Chelicerata: Clado compuesto por Pycnogonida y Euche-
licerata.
Criptobiosis: Estado de suspensión de los procesos me-
tabólicos bajo condiciones medioambientales extremas,
característico de algunos invertebrados, como por ejem-
plo los tardígrados.
Cutícula: Cubierta de material extracelular secretada por
la región apical de las células ectodérmicas. En los panar-
trópodos la cutícula está compuesta por alfa-quitina (un
polisacárido nitrogenado).
Euchelicerata: Clado compuesto por Arachnida, Xipho-
sura y Eurypterida (este último es un grupo extinto).
Exoesqueleto: Cubierta cuticular externa que protege
del medio ambiente y actúa como sostén externo.
Mandibulata: Clado compuesto por los artrópodos con
mandíbulas (“crustáceos”, miriápodos y hexápodos).
Metamerismo: División del cuerpo de ciertos animales
celomados con simetría bilateral en segmentos repetitivos
(metámeros), cada cual con una cavidad celómica separada.
Metanefridio: Glándula excretora tubular de ciertos gru-
pos de invertebrados.
“Paradoxopoda” (= “Myriochelata”): Grupo com-
puesto por los quelicerados y los miriápodos. Figura 3. Los tardígrados son diminutos (menores de 2 mm),
Sensilo: Órgano sensorial básico de los artrópodos, gene- por lo que se utiliza el microscopio electrónico de barrido para
ralmente en forma de espina o ‘pelo’, aunque la estructura estudiar sus caracteres. En la fotografía se observa un tardígrado
cuticular externa presenta una gran diversidad morfoló- (Dactylobiotus sp.) de la familia Macrobiotidae, Maryland (Estados
Unidos de América).
gica. Está compuesto por una o varias células nerviosas re-
ceptoras cuyas dendritas se extienden hasta el interior de
la espina o estructura cuticular. durante la mayor parte del siglo XX. Sin embargo, este pa-
Tagma: Región del cuerpo de un artrópodo formada por radigma comenzó a cambiar con el estudio de las secuen-
la fusión de somitos mesodérmicos (metámeros) y dotada cias del gen ribosómico 18S, que sugieren que los
de una función especializada (por ejemplo, los tagmas de panartrópodos forman parte de un clado, para el cual se
los arácnidos son el prosoma y el opistosoma). acuñó el nombre de Ecdysozoa, que incluye a todos los
Tetraconata (= Pancrustacea): Clado compuesto por metazoos que mudan su cutícula (artrópodos, nematodos
los “crustáceos” y los hexápodos. y priapúlidos, entre otros; véase Cap. 23, Ecdisozoos).
“Tracheata” (= “Atelocerata”): Grupo compuesto por Posteriormente, las secuencias de otros genes (28S rRNA,
los hexápodos y los miriápodos. Hox, cadena pesada II de la miosina), la ordenación de los
genes mitocondriales, la presencia de inmunorreacción a
ciertas glucoproteínas, así como las reinterpretaciones de
mismo, la monofilia del grupo inmediatamente superior los datos anatómicos y morfológicos, han corroborado la
(el de los panartrópodos) ha sido corroborada mediante la monofilia de los ecdisozoos. Bajo esta hipótesis sobre la
adición de secuencias nucleotídicas (en especial genes ri- filogenia de los protóstomos, los anélidos formarían parte
bosómicos), tanto en análisis filogenéticos separados del clado Spiralia (o Lophotrochozoa) y por consiguiente
como en combinación con los datos morfológicos y ana- serían parientes lejanos de los panartrópodos (véase
tómicos. Tradicionalmente, basándose en datos anatómi- Cap. 20, Espiralados). El origen monofilético de los ecdi-
cos, se consideraba que los panartrópodos y los anélidos sozoos implica que los caracteres compartidos entre los
eran grupos hermanos, que en conjunto se conocen con el panartrópodos y los anélidos obedecen a retenciones an-
nombre de “Articulata”. La hipótesis de “Articulata” fue cestrales (plesiomorfías) para los protóstomos, o bien han
la teoría dominante sobre el origen de los panartrópodos evolucionado en paralelo en estos dos grupos.
256 Cap. 25, Panartrópodos
combinan datos de múltiples genes con caracteres morfo- parámetros y su efecto en las relaciones filogenéticas que
lógicos recuperan consistentemente la monofilia de implican son a menudo complejas. Ninguna monofilia de
Myriapoda. Más controvertida resulta la monofilia de los grupos tratados en este capítulo es completamente in-
“Crustacea”, así como sus relaciones internas. Uno de los mune a variaciones en los criterios analíticos anterior-
análisis más recientes sobre relaciones de artrópodos mente citados. Sin embargo, se puede decir que la
(datos morfológicos y secuencias de nueve genes) corro- monofilia de Arthropoda, de Pycnogonida + Euchelice-
bora la hipótesis de que Hexapoda es un clado dentro de rata, de Pancrustacea, de Myriapoda y de Hexapoda es
“Crustacea” (y por tanto Pancrustacea es monofilético), relativamente insensible a diversas variaciones analíticas.
haciendo a los “crustáceos” parafiléticos con respecto a Los “crustáceos” se recuperan como grupos monofiléti-
los hexápodos. La estructura y la disposición del genoma cos bajo varias condiciones analíticas, pero su monofilia
mitocondrial sugieren también que Pancrustacea es un no puede considerase concluyente. La monofilia de “Para-
grupo natural. El estudio de los grupos fósiles de panartró- doxopoda” es raramente apoyada, y la hipótesis de que
podos es esencial para reconstruir la historia evolutiva del Pycnogonida es el grupo hermano del resto de los artrópo-
grupo. La inclusión de fósiles en los análisis puede tener dos se recupera marginalmente. La sistemática actual-
profundas repercusiones filogenéticas. Se ha sugerido que mente aceptada (Tabla 1) aunque conjuga los resultados
el problema de las relaciones filogenéticas de los grupos filogenéticos y la taxonomía de artrópodos requiere acep-
de artrópodos se puede enfocar esencialmente como una tar la parafilia de "Crustacea" y la validez de Pancrustacea.
serie de enraizamientos alternativos de una red cladística
común (Fig. 7). Es frecuente que variaciones en los carac- Evolución de los caracteres
teres utilizados en el análisis (morfológicos, moleculares,
etc.), en la naturaleza del muestreo taxonómico utilizado Hay rasgos propios de los panartrópodos que les caracte-
(por ejemplo, la inclusión o no de táxones fósiles o la den- rizan: 1) cutícula con alfa-quitina y proteína, pero sin co-
sidad de representantes de un determinado taxon) o en las lágeno (exoesqueleto); 2) apéndices pareados provistos
distintas metodologías (tanto en los criterios de alineación
de secuencias como en los enfoques analíticos) den como
resultado respuestas diferentes. Las interacciones de estos Tabla 1. Clasificación aceptada de Panarthropoda (pendiente
de revisión; ver grupos con comillas).
PANARTHROPODA
A
Euchelicerata “Crustacea” Phylum Onychophora
Phylum Tardigrada
2 3 Phylum Arthropoda
Subphylum Marellomorpha †
Pycnogonida Hexapoda Subphylum Aracnomorpha
Infraphylum Trilobita †
1 Infraphylum Cheliceriformes
Superclase Chelicerata
Myriapoda Epiclase Pycnogonida
Epiclase Euchelicerata
B Clase Xiphosura
Tardigrada Clase Eurypterida †
Onychophora Clase Arachnida
Panarthropoda Pycnogonida
Subphylum Mandibulata
Euchelicerata Infraphylum “Crustaceomorpha”
Arthropoda Myriapoda Superclase “Crustacea”
Ostracoda: Podocopa Epiclase Eucrustacea
Ostracoda: Myodocopa
Clase Branchipoda
Mandibulata Clase Remipedia
Branchiura
Clase Cephalocarida
Malacostraca Clase Maxillopoda
Tetraconata
(= Pancrustacea) Thecostraca “Crustacea” Clase Ostracoda
Copepoda Clase Malacostraca
Branchiopoda Infraphylum “Atelocerata” (= “Tracheata”)
Cephalocarida Superclase Myriapoda
Clase Chilopoda
Remipedia
Clase Symphyla
Hexapoda
Epiclase Dignatha
Clase Pauropoda
Figura 7. Relaciones filogenéticas de los grupos de Panarthro- Clase Diplopoda
poda. A: Red cladística de los distintos grupos con tres opcio- Superclase Panhexapoda
Epiclase Hexapoda
nes alternativas de enraizamiento. B: Filogenia de los panartró-
Clase Entognatha
podos basada en la opción de enraizamiento número 2. Clase Insecta (Ectognatha)
258 Cap. 25, Panartrópodos
de al menos una uña terminal; 3) corazón dorsal con un panartrópodos, lo cual ya quedaba reflejado en las recons-
par de ostíolos por segmento; 4) metanefridios modifica- trucciones basadas en caracteres morfológicos. De hecho,
dos (con sáculo) y órganos sensoriales característicos varias características fundamentales de los artrópodos y
(sensilos); 5) el alimento se obtiene con la ayuda de apén- los onicóforos son compartidas de manera inconsistente
dices locomotores modificados a tal efecto y situados en desde el punto de vista evolutivo, pues no forman carac-
la región anterior; 6) los sacos celómicos desaparecen du- teres sólo compartidos por estos dos grupos. Entre los ca-
rante el desarrollo embrionario, de manera que la cavi- racteres más importantes destacan las gónadas y los
dad somática (hemocele) es una combinación de órganos excretores dentro de tejido celomático verda-
blastocele y de las cavidades celómicas (Recuadro 1). No dero, el sistema sanguíneo con un corazón tubular situado
obstante, las filogenias más recientes siguen sin poder re- en la parte posterior, la cavidad abdominal dividida en
solver las relaciones de parentesco entre los tres grupos de cavidades pericárdica y perivisceral, la respiración inde-
pendiente por medio de tráqueas, el desarrollo embriona-
rio similar, la segmentación con dos apéndices corporales
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de por segmento y el sistema nervioso en forma de escalera
los panartrópodos. de mano. En concreto, algunos de estos caracteres han
sido retenidos desde un antepasado primitivo (plesiomór-
• Cutícula con alfa-quitina y proteína. ficos), mientras que otros son convergentes. Además, al-
• Apéndices pareados provistos de al menos una uña gunas de estas inconsistencias se deben a una aparente
terminal. falta de homología en otros caracteres, tales como las an-
• Corazón dorsal con un par de ostíolos por segmento. tenas, las mandíbulas y las papilas bucales. E incluso al-
• Metanefridios modificados (con sáculo) y órganos sen- gunas características esenciales se encuentran también en
soriales característicos (sensilos). los anélidos, a pesar de no ser grupos hermanos como se
• El alimento se obtiene con la ayuda de apéndices loco- consideraba antiguamente, por lo que los siguientes ca-
motores modificados a tal efecto y situados en la re- racteres se pueden considerar homoplásicos: cuerpo en
gión anterior. forma de gusano, piel externa fina y flexible, muscula-
• Los sacos celómicos desaparecen durante el desarro- tura por capas, órganos excretores en pares, cerebro de
llo embrionario. estructura simple y ojos simples.
Gustavo Hormiga 259
Tendencias evolutivas
Recuadro 2. Los panartrópodos en cifras.
La irresolución basal impide reconstruir las tendencias
evolutivas de los primeros panartrópodos. Dado que los • Número de especies descritas: aproximadamente
onicóforos y los tardígrados parecen ser fósiles vivientes 1 098 199 (panartrópodos).
por su limitada diferenciación y diversidad, las tendencias • Número de especies descritas: aproximadamente
evolutivas de los artrópodos han sido sin duda las más exi- 1 097 289 (artrópodos).
tosas. El desarrollo metamérico (es decir, la repetición • Especie de mayor tamaño: el “crustáceo” Macrocheira
serial de segmentos somáticos y de apéndices articulados) kaempferi (una especie japonesa de centollo) llega a
y su tagmosis u organización anatómica en tagmas (es pesar 20 kg, tiene un cuerpo de 60 cm y sus patas tie-
decir, unidades somáticas funcionales que comprenden va- nen un envergadura total de casi 4 m.
rios segmentos), han desempeñado un papel fundamental • Especie de menor tamaño: los adultos de algunas es-
en la génesis de la multitud de planes estructurales de los pecies de tardígrados no sobrepasan los 0,1 mm (las
artrópodos. En los distintos grupos de artrópodos se ob- larvas son aún de menor longitud).
serva una visión cada vez más desarrollada, si bien ya • Fósiles más antiguos: 580 millones de años (trilobites
había aparecido una compleja visión en los trilobites con del cámbrico).
ojos compuestos por múltiples lentes, como los actuales
“crustáceos” e insectos. Sin duda, su larga existencia (200
millones de años) ha permitido numerosas tendencias evo- evolutiva de este grupo. Yacimientos cámbricos como los
lutivas que quizá hayan quedado registradas como fósiles de Burgess Shale (Canadá), Sirius Passet (Groenlandia),
antes de su extinción (finales del pérmico). La conquista Chengjiang (China) y Orsten (Suecia), entre otros, de-
de la tierra firme con certeza se produjo en el linaje de mi- muestran la antigüedad de las radiaciones de los artrópo-
riápodos desde el silúrico o devónico, si bien se supone dos. Por tanto, la interpretación de las formas de los
que hubo algunos intentos anteriores por otros grupos que organismos extintos, tales como los lobópodos marinos
no fueron tan exitosos. La conquista del medio aéreo llegó Aysheia o Hallucigenia, es esencial para reconstruir la his-
más tarde y de la mano de los insectos. Hay testimonios toria evolutiva de los artrópodos. Uno de los linajes más
fósiles de enormes libélulas encontradas en estratos del diversos de artrópodos extintos es el de los trilobites, un
carbonífero que pudieron alcanzar hasta 70 cm gracias a grupo marino que apareció a principios del cámbrico y que
las altas concentraciones de oxígeno. Se interpreta una a pesar de su importancia durante el paleozoico (se han
temprana tendencia evolutiva de insectos a otros mecanis- descrito unas 15 000 especies de trilobites en más de 5000
mos alternativos de vuelo relacionados con una menor géneros) desapareció por completo durante las extincio-
concentración de oxígeno. nes en masa del pérmico-triásico. En concreto, los trilobi-
tes forman parte de un clado denominado Arachnomorpha
Biogeografía y biodiversidad (o Arachnata), que incluye otros grupos fósiles así como
a los quelicerados.
La formidable diversidad de los panartrópodos se debe no
sólo a su extraordinaria riqueza en especies sino también
a la gran variedad de planes estructurales que presentan
Diferenciación y especiación
sus múltiples linajes, que son el resultado de una larga y Dada la extraordinaria diversidad y riqueza de especies de
compleja historia evolutiva. Ningún otro grupo animal se los panartrópodos es difícil generalizar sobre sus patrones
aproxima siquiera a los artrópodos en cuanto a número de de especiación. En cualquier caso, la repetición serial de
especies: más de un millón descritas hasta el momento (lo segmentos somáticos y de apéndices articulados fue el
cual supone más del 86% de la diversidad animal), y aún proceso de diferenciación más importante desde su apari-
quedan muchísimas más por descubrir y describir, hasta el ción. Además, este desarrollo metamérico fue un proceso
punto de que las estimaciones sobre del número total de de diversificación muy exitoso desde que comenzó, hace
especies de artrópodos por describir varían entre 3 y 100 más de 500 millones de años (cámbrico). A continuación
millones. Los artrópodos han colonizado la inmensa ma- se comentan algunos aspectos sobre la diversificación de
yoría de los ecosistemas de la Tierra, tanto terrestres como sus principales grupos: quelicerados, mandibulados, oni-
acuáticos, y durante su evolución han adoptado una amplia cóforos y tardígrados.
diversidad de estilos de vida, variando en tamaño desde Los quelicerados (Euchelicerata) incluyen a los xifosu-
una fracción de milímetro (por ejemplo, numerosas espe- ros (Xiphosura), los euriptéridos (Eurypterida, un grupo
cies de ácaros y de “crustáceos”) hasta cerca de cuatro me- extinto) y los arácnidos (Arachnida). El orden Xiphosura
tros de envergadura y casi 20 kg de peso (esta distinción incluye numerosas especies fósiles, pero sólo cinco espe-
corresponde a un “crustáceo”, el centollo japonés Macro- cies vivientes, clasificadas en tres géneros (como por
cheira kaempferi). ejemplo la cacerola de las Molucas, Limulus polyphemus).
El estudio de los fósiles de panartrópodos resulta im- Los euriptéridos, conocidos comúnmente como escorpio-
prescindible para entender la diversificación y la historia nes marinos, fueron muy diversos durante el paleozoico e
260 Cap. 25, Panartrópodos
incluyen algunos de los artrópodos más grandes que se co- pecies no rebasan los 5 cm. Los onicóforos viven en am-
nocen (llegando algunas especies a casi 3 metros de en- bientes húmedos en las regiones tropicales de América,
vergadura). Los euriptéridos desaparecieron durante las África y Asia, así como en las regiones templadas del he-
extinciones en masa del pérmico-triásico. El grupo más misferio sur. La monofilia de Onychophora está bien apo-
diverso dentro de los quelicerados es el clado de los arác- yada por caracteres anatómicos: presencia de
nidos, que contiene 11 órdenes vivientes (ácaros, arañas, ‘mandíbulas’, glándulas viscosas y glándulas salivales, y
opiliones y escorpiones, entre otros). La monofilia de los la estructura del sistema nervioso. La filogenia de Ony-
quelicerados está bien apoyada, tanto por caracteres mor- chophora se ha estudiado utilizando caracteres morfoló-
fológicos como por caracteres moleculares. Más ambigua gicos. Los fósiles lobopodianos del cámbrico (como
resulta la posición filogenética de Pycnogonida (las arañas Hallucigenia o Aysheaia) se agrupan en dos clados que,
de mar), que se consideradan o bien el grupo hermano del junto con el linaje de los onicóforos vivientes, forman un
resto de los quelicerados o bien el grupo hermano del resto grupo monofilético. Hay una hipótesis filogenética para
de los artrópodos (véase Cap. 26, Quelicerados). las relaciones dentro de familia Peripatopsidae, basada en
Como su nombre indica, los mandibulados (Mandibu- el análisis de secuencias mitocondriales de 15 géneros de
lata) contienen los clados de euartrópodos dotados de Australasia. Han sido relativamente pocas las especies de
mandíbulas: miriápodos, hexápodos y “crustáceos”. La onicóforos secuenciadas. A pesar de la importancia de los
monofilia de Mandibulata está apoyada por numerosos onicóforos para entender la filogenia de los artrópodos, no
datos, tanto morfológicos como genómicos, aunque algu- se ha publicado ningún trabajo que haya utilizado un aná-
nos análisis moleculares apoyan el clado denominado “Pa- lisis cladístico con una muestra taxonómica amplia y que
radoxopoda” (miriápodos más quelicerados). Cuando se combine caracteres morfológicos y secuencias de varios
introducen los fósiles, las relaciones de parentesco y por genes. Recientemente se han utilizado secuencias EST
tanto la clasificación de los mandibulados se complican. (Expressed Sequence Tags) obtenidas de librerías de
La mayoría de los neontólogos apoyan la hipótesis de que cDNA para resolver la posición filogenética de los onicó-
los “crustáceos”, junto con los miriápodos y los insectos, foros. Los resultados de estos estudios sugieren que Ony-
forman el clado de Mandibulata (véase Cap. 27, mandi- chophora es el grupo hermano de Arthropoda. Además,
bulados). Los paleontólogos sugieren que los “crustáceos” estos resultados, así como los del análisis de secuencias
son el grupo hermano de los aracnomorfos (trilobites más de genes ribosómicos, rechazan de plano la posición in-
quelicerados), siendo este último grupo el denominado termedia de los onicóforos entre los anélidos y los artró-
“Schizoramia” (“crustáceos” y aracnomorfos). podos.
Los onicóforos (filo Onychophora) son uno de los li- Los tardígrados (filo Tardigrada) son presumiblemente
najes más antiguos de los panartrópodos, con representan- uno de los grupos basales de Panarthropoda. Los fósiles
tes fósiles que datan al menos del principio del cámbrico. más antiguos datan del cámbrico medio. Las característi-
Aunque los primeros onicóforos eran marinos, las espe- cas morfológicas de los tardígrados les hacen fácilmente
cies actuales son exclusivamente terrestres. La transición reconocibles. Su cuerpo está dividido en cinco segmen-
de hábitats marinos a ecosistemas terrestres ocurrió du- tos, el primero de ellos diferenciado en una región cefá-
rante el ordovícico. Debido a que sus formas somáticas lica. Los cuatro segmentos del tronco están provistos de un
han cambiado poco en 500 millones de años, a veces se par de patas ventrolaterales articuladas, dotadas apical-
les considera como ‘fósiles vivientes’. Se conocen unas mente de ventosas o uñas y con musculatura intrínseca. El
180 especies vivientes de onicóforos (aunque aún quedan cuerpo es dorsalmente convexo y ventralmente aplanado,
muchas por describir), clasificadas en dos familias y 17 y está cubierto de una cutícula quitinosa, fuertemente es-
géneros. Con su cuerpo cilíndrico y anulado (carecen de clerotizada en algunos grupos (por tanto, mudan periódi-
segmentación exterior clara), los onicóforos tienen una camente). Los tardígrados carecen de metanefridios y de
cierta apariencia de orugas. Su cutícula, de naturaleza qui- corazón. Al igual que en los artrópodos y los onicóforos,
tinosa (aunque no rígida), está cubierta de pequeñas esca- su cavidad celómica está muy reducida, quedando confi-
mas y tubérculos sensoriales que le dan un aspecto nada a las cavidades de las gónadas. La cavidad somática
aterciopelado. Los segmentos están provistos de un par de principal es un hemocele que contiene un líquido incoloro
apéndices no articulados (‘patas’ o lobópodos), con inser- que baña directamente los órganos internos y la muscula-
ciones musculares extrínsecas. Cada lobópodo posee api- tura. Se conocen unas 930 especies de tardígrados (aunque
calmente una uña terminal y una superficie transversa todavía quedan muchas por descubrir y describir), agru-
apicovental a modo de cojín. La región anterior presenta padas en tres clases: Eutardigrada, Mesotardigrada y He-
un par de antenas, un par de pequeños ojos, un par de terotardigrada. Mesotardigrada está basado en una única
apéndices orales dotados de uñas apicales (a veces deno- especie de una fuente termal cercana a Nagasaki (Japón)
minadas ‘mandíbulas’) y un par de glándulas que produ- que fue destruida durante un terremoto, y los únicos ejem-
cen una sustancia viscosa que pueden proyectar a gran plares conocidos también fueron destruidos. El tamaño de
distancia para capturar sus presas o defenderse de sus po- los tardígrados varía entre 80 µm y 1,2 mm. Los tardígra-
sibles depredadores. Algunos onicóforos pueden llegar a dos viven en todo tipo de ambientes que puedan ser húme-
alcanzar 20 cm de longitud, aunque la mayoría de las es- dos en algún momento, así como en ecosistemas
Gustavo Hormiga 261
acuáticos, y tienen la capacidad de entrar en un estado de nado proceso de miniaturización. La hipótesis de la mi-
animación suspendida cuando las condiciones ambienta- niaturización sería aplicable en el caso de que los tardí-
les les son desfavorables (criptobiosis y anhidrobiosis). grados sean el grupo hermano de los artrópodos, pero no
La monofilia de Tardigrada esta corroborada tanto por ca- lo sería tanto si los tardígrados son el grupo hermano de
racteres morfológicos como moleculares (18S rRNA). Al los onicóforos más los artrópodos, ni si son el grupo her-
menos cuatro sinapomorfías morfológicas sugieren que mano de Nematoidea.
Tardigrada es un grupo natural: la estructura del sistema
nervioso y de los ojos, la ausencia de sistema circulatorio Principales cuestiones pendientes
y nefridios, y la modificación en estiletes de las uñas del
par anterior de patas. La filogenia interna de Tardigrada • ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas entre los cua-
está todavía poco estudiada, aunque varios trabajos han tro linajes basales de los artrópodos: quelicerados, pic-
utilizado caracteres morfológicos y secuencias del gen ri- nogónidos, miriápodos y Tetraconata o Pancrustacea
bosómico 18S para analizar sus relaciones (basándose en (“crustáceos” e insectos)?
muestreos taxonómicos relativamente modestos). Las se-
• ¿Cuál es la posición más robusta de los tardígrados:
cuencias de 18S rRNA sugieren que tanto Eutardigrada
grupo hermano de onicóforos + artrópodos o grupo
como Heterotardigrada, grupos delimitados originalmente
hermano de Nematoidea?
basándose en caracteres morfológicos, son monofiléticos.
La posición de los tardígrados dentro Ecdysozoa es más • ¿Cual es la posición de los picnogónidos: quelicerados
controvertida. Los datos morfológicos sugieren que son el basales o grupo hermano del resto de los artrópodos?
grupo hermano de Arthropoda o de Onychophora. Los • ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas dentro de Te-
datos moleculares más recientes sugieren o bien una posi- traconata (Pancrustacea)? ¿Son monofiléticos los diver-
ción basal en Panarthropoda o bien una posición como sos grupos de “crustáceos”?
grupo hermano de Nematoidea (Nematoda + Nematomor- • ¿Cuáles son los grupos externos de Hexapoda y cuál es
pha). Esta última ubicación filogenética de los tardígra- el origen de los insectos?
dos también se obtiene en el análisis de secuencias de
clones al azar mediante EST. De ser correcta, esta última
hipótesis implicaría que los caracteres compartidos por los Bibliografía básica
tardígrados y los artrópodos (segmentación somática, – Edgecombe, G.D. (ed.). 1998. Arthropod fossils and phylogeny. Co-
apéndices articulados, estructura del sistema nervioso) se- lumbia University Press, New York.
rían plesiomórficos en Ecdysozoa. El registro fósil sugiere – Giribet, G., Richter, S., Edgecombe, G.D. y Wheeler, W.C. 2005. The
que ancestralmente los tardígrados eran marinos y que la position of crustaceans within the Arthropoda — evidence from nine
característica miniaturización de las especies actuales data molecular loci and morphology. Crustacean Issues 16: 307-352.
al menos del cámbrico medio. Algunos investigadores – Grimaldi, D. y Engel, M. 2005 Evolution of the Insects. Cambridge
consideran que no va a ser tarea fácil encontrar el antepa- University Press, New York.
sado común de los tardígrados previo al proceso evolutivo – Regier, J.C., Shultz, J.W., Ganley, A., Hussey, A., Shi, D., Ball, B., et
de miniaturización, debido a que la mayoría de los carac- al. 2008. Resolving arthropod phylogeny: exploring phylogenetic sig-
nal within 41 kb of protein-coding nuclear gene sequence. Systematic
teres que se consideran apomórficos en este filo son his-
Biology 57: 920-938.
tológicos y no se pueden observar en fósiles. También es
– Wheeler, W.C., Giribet, G. y Edgecombe, G.D. 2004. Arthropod
posible que la miniaturización de los tardígrados sea an- systematics. The comparative study of genomic, anatomical, and pa-
cestral en este linaje. Varios de los caracteres típicos de leontological information. En: Cracraft, J. y Donoghue, M.J. (eds.).
los tardígrados, así como la ausencia de corazón y de me- Assembling the tree of life. Oxford University Press, New York; pp.
tanefridios, parecen estar correlacionados con el mencio- 281-295.
1
Amblypygi (tendarapos)
Schizomida
2
Uropygi (vinagrillos) 1
Araneae (arañas) 3
Palpigradi 2
4
Parasitiformes (garrapatas) 3
Opilioacarida 5
Sarcoptiformes (ácaros)
6
Trombidiformes (ácaros)
Ricinulei 4
7
Opiliones 5
8
Scorpiones (escorpiones, alacranes) 6
Solifugae 7
25 9
Pseudoscorpiones 8
Árbol de Quelicerados donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas
indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde
se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en
recuadros).
Quelicerados
Miquel A. Arnedo y Carles Ribera
26
Resumen: Los quelicerados (subfilo Chelicerata Heymons, 1901) se caracterizan por la presencia de un par de apéndices ter-
minados en una pinza, los quelíceros, homólogos a las antenas del resto de los artrópodos. Se reconocen actualmente cuatro
clases: Pycnogonida (arañas de mar), Xiphosura (cacerola de las Molucas), Eurypterida (escorpiones marinos, extintos) y Arach-
nida. Ésta última es la más diversa y la única que ha colonizado el medio terrestre, e incluye entre otros organismos a las ara-
ñas, los escorpiones y las garrapatas. Los quelicerados son uno de los grupos más antiguos y diversos del planeta, presentes ya
en las faunas cámbricas, aunque estimaciones moleculares sugieren un origen precámbrico. En el silúrico superior ya habían co-
lonizado el medio terrestre. Actualmente hay más de 100 000 especies, agrupadas en 11 500 géneros y 771 familias, y destaca
de entre los grupos megadiversos por ser el grupo depredador no vertebrado dominante en la mayoría de los ecosistemas te-
rrestres. Además, los quelicerados tienen una gran relevancia médica y económica; algunos han desarrollado potentes vene-
nos, mientras que otros han diversificado enormemente sus hábitos alimenticios y se han convertido en parásitos vectores de
enfermedades y plagas de cultivos. Aunque los estudios más recientes han incorporado tanto metodología cladística como da-
tos moleculares, la filogenia entre órdenes dista mucho de estar totalmente consensuada. En este sentido, cabe destacar la es-
casa relevancia que la inclusión de datos moleculares ha tenido para clarificar las relaciones filogenéticas más profundas delgrupo.
El hito evolutivo más importante en la historia de los quelicerados fue la colonización del medio terrestre, que supuso la apa-
rición de numerosos caracteres, como la respiración aérea, la alimentación por fluidos, la excreción por tubos de Malphigi o
la fecundación interna. La aparición de la tela de seda para la captura de presas en las arañas y la elevada plasticidad trófica de
los ácaros han desempeñado un papel clave en la diversificación de estos grupos, que constituyen el 80% de la diversidad de
los quelicerados.
Summary: The chelicerates (subphylum Chelicerata Heymons, 1901) are characterized by the presence of a pair of preoral
appendages, the chelicerae, homologous to the antennae of the remaining arthropods. They are usually divided into four classes:
Pycnogonida (sea spiders), Xiphosura (horseshoe crabs), Eurypterida (sea scorpions, extinct), and Arachnida. The last class, which
includes organisms like the spiders, the scorpions, the mites and thicks, is the most species rich and the only one to colonize
terrestrial ecosystems. Chelicerates are one of the oldest and most diverse animal groups on Earth, they were already present in
the Cambrian, although molecular estimates suggest a Precambrian origin, and by the upper Silurian they had invaded land. There
are presently more than 100 000 extant species grouped in 11 500 genera and 771 families. They stand out among mega-
diverse taxa because of their ecological importance as the dominant non-vertebrate predators in most terrestrial ecosystems. In
addition, chelicerates have major medical and economical relevance, some species have evolved powerful venoms while others
have greately diversified their feeding habits and have become disease vectors or agricultural pests. The incorporation of cladistic
methodology as well as molecular data in recent studies has not yielded a fully resolved interordinal hypotesis of chelicerate
relationships. Especially worrisome is the marginal contribution of molecular characters to resolve major problems in chelicerate
phylogeny. Adaptation to terrestrial environments triggered the evolution of many morphological and ecological characters including
air respiration, fluid feeding, excretion through malphigian tubes or internal fertilization. The evolution of web building in spiders
and trophic plasticity in mites, among other features, played a key role in the remarkable diversification of these two groups, which
account for near 80% of chelicerate diversity.
L
os quelicerados (Chelicerata Heymons, 1901) son y cuentan entre sus filas con algunos de los artrópodos de
uno de los grupos más antiguos y diversos del pla- mayor tamaño y también algunos de los más pequeños. Los
neta, e incluyen entre otros organismos a las arañas, quelicerados constituyen, junto a los miriápodos, los “crus-
los escorpiones, las garrapatas y los cangrejos cacerola. táceos” y los hexápodos, el filo Arthropoda, aunque las re-
Muestran una gran variedad de formas de vida, que inclu- laciones filogenéticas entre estos grupos son controvertidas
yen desde depredadores marinos hasta parásitos dérmicos, (véase Cap. 25, Panartrópodos). A diferencia del resto de
263
264 Cap. 26, Quelicerados
¿Qué es un quelicerado?
Los quelicerados (Chelicerata, del griego khelé [pinzas de cangrejo] y kératos [cuerno, antena de insecto]) son artrópo-
dos con un primer par de apéndices en forma de pinza o uña, en lugar de antenas. El cuerpo está dividido en dos regio-
nes (prosoma y opistosoma), pero algunos grupos muestran una división adicional y otros han sufrido transformaciones
secundarias. Salvo contadas excepciones son depredadores y, aunque hay formas acuáticas, la mayor diversidad del grupo
se localiza en los ecosistemas terrestres.
los artrópodos, los quelicerados no presentan antenas ni protoninfa de picnogónido. Sin embargo, algunas estima-
mandíbulas. El primer par de apéndices prosómicos son ciones basadas en datos moleculares sitúan el inicio de la
los quelíceros, formados por dos o tres artejos en forma divergencia del linaje de los quelicerados en el precám-
de pinza o navaja (por ejemplo, las arañas) y con una fun- brico (642 ± 63 millones de años). En este sentido, se ha
ción principalmente alimentaria. El deutocerebro, la parte propuesto que formas cámbricas como Santacaris y el
intermedia de las tres que forman el cerebro artropodiano, grupo fósil conocido como Aglaspida, que desaparecieron
coincide con el segmento queliceral, lo que sugiere que los durante el silúrico, constituyen linajes troncales de los que-
quelíceros y las antenas de los “crustáceos”, los hexápo- licerados.
dos y los miriápodos son homólogos. Generalmente el
cuerpo de los quelicerados está dividido en dos partes (Fig.
1). La anterior, el prosoma, suele estar recubierto por un Recuadro 2. Los quelicerados en cifras.
único caparazón dorsal, resultado de la fusión de los tergui-
tos metamerales que lo componen, y limitado ventralmente • Número de especies: 97 255 ; Pycnogonida: 1202 es-
pecies en 89 géneros; Xiphosura: 4 especies en 3 gé-
por las coxas de seis pares de apéndices y de esternitos. La
neros; Arachnida: 97 251 en 11 488 géneros.
parte posterior, el opistosoma, está compuesto por un nú-
mero de segmentos y apéndices variable (12 o menos). Los • Número de órdenes: 13 a 16; 1 orden Pycnogonida,
1 orden Xiphosura, 11 o 14 órdenes de Arachnida,
pedipalpos son el segundo par de apéndices y tienen seis
según se considere Acari un orden o una subclase, res-
artejos, a diferencia de los restantes apéndices prosómicos,
pectivamente.
que tienen siete y en general son locomotores. Entre los
quelicerados vivientes se reconocen tres linajes evolutivos • Número de familias: 771; 10 familias Pycnogonida, 1
familia Xipohosura, 760 familias Arachnida.
principales, a los que normalmente se otorga categoría de
clase (véase Árbol de Quelicerados y Tabla 1). Los Pycno- • Familias con mayor número de especies: Salticidae (Ara-
gonida, o arañas de mar, y los Xiphosura, conocidos po- neae, 5088 especies), Linyphiidae (Araneae, 4323 espe-
cies) y Eriophyidae (Trombidiformes, 3126 especies).
pularmente como cangrejos de herradura o cacerolas de las
Molucas, son exclusivamente marinos. Los Arachnida, que • Origen: ordovícico (488-443 millones de años), proba-
constituyen el 90% de la diversidad del grupo, son el único blemente presentes en el cámbrico tardío (unos 510
linaje que ha colonizado el medio terrestre. Los arácnidos millones de años).
se dividen a su vez en 11 órdenes actuales, aunque algunos • Fósil más antiguo: una larva protoninfa de picnogónido
autores consideran a los Acari una subclase que incluiría del cámbrico superior, de Örsten.
diversos órdenes (Tabla 1). Los Eurypterida, o escorpio- • El quelicerado más grande: los 2,5 m de longitud del
nes marinos, son un cuarto linaje fósil de quelicerados que euriptérido recientemente descubierto Jaekelopterus
poblaron las aguas someras cálidas de mares y estuarios rhenaniae lo convierten en el mayor artrópodo que
del paleozoico. El testimonio más antiguo de la existencia jamás ha existido.
de un quelicerado es un fósil del yacimiento Örsten del • El quelicerado más pequeño: los ácaros gallícolas de la
cámbrico superior que se ha interpretado como una larva familia Eriophyiidae son los metazoos terrestres más
pequeños, con longitudes en los adultos de 0,07 mm.
• El quelicerado a mayor profundidad: algunas especies
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de de picnogónidos habitan los fondos marinos abisales y
los quelicerados. han sido recolectados a más de 7000 m de profundidad.
• El quelicerado a mayor altitud: la araña encontrada a
• Cuerpo dividido en dos tagmas: prosoma y opisto- mayor altitud es un saltícido capturado en el monte
soma. Everest. Sin embargo, el récord de altura seguramente
• El primer par de apéndices son los quelíceros, com- corresponda a algún juvenil de araña o a un ácaro te-
puestos por dos o tres artejos, en forma de pinza o na- traníquidos, ambos frecuentes en el plancton aéreo, o
vaja. a algún pseudoescorpión, ya que éstos practican la fo-
• Cuatro pares de patas locomotoras. resis y se encuentran a menudo sobre aves y murcié-
• Presencia de un tubérculo ocular medio. lagos.
Miquel A. Arnedo y Carles Ribera 265
Términos básicos
Arañas enteleginas: Uno de los dos linajes principales de Esternito: Esclerito metamérico de posición ventral. Sinó-
arañas araneomorfas, caracterizadas por la presencia de nimos: esterno y placa esternal.
bulbos copuladores complejos en los machos y la presen- Filotráqueas (pulmones en libro): Estructura respirato-
cia de conductos copuladores externos (epigino) en las ria primaria, que representa morfológicamente una pata
hembras. branquial involucionada. Está constituida por una multitud
Arañas haploginas: Uno de los dos linajes principales de de laminillas que separan dos cámaras, una aérea en relación
arañas araneomorfas, caracterizadas por la presencia de con el exterior por un estigma y otra hemática en relación
bulbos copuladores simples en los machos y la ausencia de con un seno venoso; externamente se detectan por la pre-
conductos copuladores externos en las hembras. sencia de una placa ligeramente más esclerosada y el orifi-
Artejo: Cada uno de los segmentos articulados en que se cio respiratorio correspondiente (espiráculo).
dividen los apéndices de los artrópodos. Larva protoninfa: Uno de los estadios larvarios de la clase
Bulbo copulador: Estructura típica de los machos adultos Pycnogonida, parecido a una larva nauplius de “crustáceo”
de las arañas, situada en el extremo de los pedipalpos y que pero con probóscide, quelíforos y dos pares de apéndices
sirven de elemento transmisor del esperma durante la cópula. locomotores.
Catoicogenia: Estructura parecida a una placenta presente Mitogenómica: Estudio de los genomas de las mitocon-
en algunos escorpiones y formada por conexiones especia- drias de las células de los organismos.
les entre los ciegos digestivos de la madre y el embrión. Ovígeros: Par de apéndices típico de los picnogónidos si-
Coxa: Artejo basal de un apéndice. Se articula con la zona tuado en la zona ventral del céfalon. Son propios de los ma-
pleural y suele ser corta, robusta y troncocónica. Su movi- chos, si bien las hembras de algunas especies también los
lidad condiciona la de todo el apéndice. poseen, aunque menos desarrollados; en los machos sirven
Cromosomas acrocéntricos: Cromosomas cuyo centró- para transportar las bolas de huevos, y en ambos sexos para
mero distingue un brazo muy corto y el otro largo. la autolimpieza.
Cromosomas holocéntricos: Cromosomas con centró- Pectinas (peines): Apéndices exclusivos de los escorpio-
meros difusos, en los cuales las propiedades de éstos se ex- nes situados en la parte anterior ventral del mesosoma. Tie-
tienden a lo largo de todo el cromosoma. nen función táctil y quimiorreceptora.
Cromosomas metacéntricos: Cromosomas cuyos cen- Quelíforo: Cada uno de los dos primeros apéndices del
trómeros se encuentra en la mitad del cromosoma, dando cuerpo (primer par) de los picnogónidos de función pren-
lugar a brazos de igual longitud. sora; son equivalentes a los quelíceros de otros grupos de
Cromosomas monocéntricos: Cromosomas de centró- artrópodos.
mero único. Sensilo: Unidades sensoriales básicas de los artrópodos,
Cromosomas subcéntricos: Cromosomas en los cuales generalmente en forma de espina, pelo, placa, bastón, cono
el centrómero se ubica de tal manera que un brazo es lige- o clavo, compuestas por una o pocas células con conexión
ramente más corto que el otro. nerviosa.
Dendrotráquea: Sistema respiratorio cerrado compuesto Simpatría: Concordancia geográfica en la presencia de in-
de espiráculos, tráqueas y traqueolas para transportar los dividuos, poblaciones o especies distintas.
gases metabólicos desde y hacia los tejidos. Tergitos: Esclerito metamérico primario, de posición dor-
Especiación parapátrida: Evolución del aislamiento re- sal. Sinónimos: tergo, placa tergal.
productivo en poblaciones distribuidas continuamente en Vicarianza: Proceso de diferenciación que ocurre como
el espacio, pero entre las cuales el intercambio o flujo ge- resultado de la separación y subsiguiente aislamiento de
nético es modesto. porciones de una amplia población original.
coxa trocánter
fémur
Resultados relevantes filogenéticos
con clasificaciones previas
patella
pedipalpo bulbo copulador Hay una cierta tendencia a presentar la filogenia interor-
uña dinal de los quelicerados como conflictiva y poco resuelta
quelíceros
lámina
tibia
(véase Árbol de Quelicerados), resultado de considerar
como desacuerdos formulaciones realizadas en un con-
maxilar
ojos
pata I labio
texto precladista o no cuantitativo. Los resultados de
prosoma
pata II
escudo esternón
análisis cladísticos morfológicos muestran, en general,
pata III
dorsal
metatarso una congruencia aceptable. Por otra parte, los datos mo-
pataIV leculares han aportado poca o nula información para el
pedicelo tarso
esclarecimiento de dichas relaciones. Entre los principa-
uña
pulmones en libro les puntos de consenso destacan (véase Árbol de Queli-
(filotraqueas)
cerados):
opsitosoma
espiráculo dendrotraqueal
Tabla 1. Resumen de las clasificaciones más importantes de quelicerados. La primera columna corresponde a la clasificación de Van
der Hammen (1989) y se ilustra como curiosidad histórica (asumía el difiletismo de los ácaros). La segunda columna corresponde a
la clasificación más consensuada actualmente e incluye categorías fósiles. La tercera es la utilizada en este capítulo y se basa principal-
mente en Shultz (2007) y Coddington y colaboradores (2004).
Pycnogonida Superclase Chelicerata Subfilo Chelicerata
Subfilo Chelicerata Heymons, 1901 Epiclase Pycnogonida Clase Pycnogonida
Superclase Rostrostomata Epiclase †Aglaspidida Clase Xiphosura
Clase Coxisternata Epiclase Euchelicerata Clase Eurypterida
Subclase Epimerata (Van der Hammen, 1977a) Clase Xiphosura Clase Arachnida
Superorden Palpigradi (Thorell, 1888) Clase †Eurypterida Clado Dromopoda
Superorden Actinotrichida (Grandjean en Van der Hammen, 1961) Clase Arachnida (Cuvier, 1812) Clado Stomothecata
Subclase Apatellata (Van der Hammen, 1977a) Orden Uropygi Orden Scorpiones
Superorden Solifugae (Sundevall, 1833) Orden Amblypygi Orden Opiliones
Superorden Pseudoscorpionida (Latreille, 1817) Orden Solpugida Clado Haplocnemata
Clase Neosternata (Van der Hammen, 1989) Subclase Micrura Orden Pseudoscorpiones
Subclase Cryptognomae (Van der Hammen, 1977a) Orden Palpigradi Orden Solifugae
Superorden Anactinotrichida (Grandjean en Van der Hammen, 1961) Orden †Haptopoda Clado Micrura
Superorden Ricinulei (Thorell, 1892) Orden †Trigonotarbida (Petrunkevitch, 1949) Clado Acaromorpha
Subclase Arachnida (Lamarck, 1801) Orden Araneae (Clerck, 1757) Orden Trombidiformes
Superorden Uropygi Orden Amblypygida Orden Sarcoptiformes
Superorder Araneomorphae (Van der Hammen, 1989) Orden Uropygida Orden Opilioacariformes
Orden Araneida Orden Schizomida Orden Parasitiformes
Orden Amblypygi Orden Ricinulei Orden Ricinulei
Superclase Myliosomata (Van der Hammen, 1985) Subclase Acari (Leach, 1817) Clado Megoperculata
Superorden Opilionida (Sundevall, 1833) Superorden Acariformes (Zakhvatkin, 1952) Orden Palpigradi
Superorden Scorpionida (Ñatreille, 1917) Superorden Opilioacariformes Clado Tetrapulmonata
Superorden Xiphosura (Laterille, 1802) Superorden Parasitiformes (Reuter, 1909) Orden Araneae
Orden †Architarbida Clado Pedipalpi
Orden †Anthracomartida (Karsch, 1882) Orden Schizomida
Subclase Dromopoda Orden Uropygi
Orden †Phalangiotarbida Orden Amblypygi
Orden Opiliones (Sundevall, 1833)
Orden Scorpiones (Koch, 1837)
Orden Pseudoscorpionida
Orden Solfugida
similitudes del opistosoma y en la presencia de ojos com- pos (gnatosoma), articulados a través de las coxas fusio-
puestos en los escorpiones acuáticos fósiles. Sin embargo, nadas de los pedipalpos al resto del cuerpo (idiosoma).
la práctica totalidad de los análisis cuantitativos rechaza En los pedipalpos de los machos de arañas aparece una es-
está relación. Estudios cladísticos basados en caracteres tructura copuladora secundaria, el bulbo, de gran valor ta-
morfológicos sitúan a los escorpiones como grupo her- xonómico. Se ha sugerido que la rápida evolución de la ge-
mano de los opiliones (Stomothecata), con los cuales com- nitalia masculina es el resultado del conflicto evolutivo
parte la presencia de una cámara preoral, mientras que aná- macho-hembra. Sin embargo, en las arañas los datos sugie-
lisis combinados de caracteres morfologicos y secuencias ren la acción de la selección sexual mediante la elección
ribosómicas favorecen su relación con Haplonecmata femenina. Los picnogónidos exhiben un curioso primer par
(clado Novogenuata). de patas, los ovígeros, presentes en los machos y a veces
en las hembras, situados en posición ventral y que se uti-
Evolución de los caracteres lizan para transportar los huevos. Puede haber, además, pa-
res de patas supranumerarias, o faltar algunos de los apén-
En los picnogónidos, los ácaros acariformes, los solífugos dices anteriores. El número, la forma y la función de los
y los palpigrados, la división principal del cuerpo no se apéndices del opistosoma de los quelicerados son muy va-
ajusta al patrón general, sino que se encuentra entre el se- riables. Así, en los picnogónidos el opistosoma está muy
gundo y el tercer par de apéndices prosómicos, condición reducido y carece de apéndices, mientras que en los xifo-
que se ha interpretado como ancestral en los euartrópodos. suros hay siete pares de apéndices, algunos birrámeos. En
Por otra parte, en los escorpiones y los euriptéridos el algunos grupos el opistosoma presenta estructuras termi-
opistosoma está subdividido en mesosoma y metasoma, di- nales no metaméricas (telson), como por ejemplo la estruc-
visión que se ha sugerido sería el estado plesimórfico en tura en forma de espada que da nombre a los xifosuros, el
los quelicerados, y por tanto de utilidad para asignar gru- aguijón del veneno de los escorpiones o el flagelo de los
pos fósiles troncales. Los ácaros muestran una división cor- palpígrados, los uropigios y los esquizómidos. La presen-
poral secundaria que incluye los quelíceros y los pedipal- cia de hileras, apéndices opistosómicos terminales a través
268 Cap. 26, Quelicerados
de los cuales se segrega la seda, es un carácter exclusivo opistosoma de las formas actuales. Una tendencia similar
de las arañas, aunque aparecen glándulas de la seda en los se puede observar en los euriptéridos, entre los cuales se
quelíceros de los pseudoescorpiones, los pedipalpos de al- halla el artrópodo de mayor tamaño conocido (Recuadro
gunos acariformes y en la parte ventral del opistosoma de 1). La adquisición de la vida terrestre en los quelicerados
los palpigrados. La seda de las arañas tiene una gran va- ha resultado en la tendencia opuesta, la disminución del
riedad de funciones, que incluyen la construcción de nidos tamaño, principalmente entre los grupos de respiración
y sacos de huevos, la comunicación intraespecífica y la traqueal. La mayoría de los ácaros, así como los esquizó-
captura de presas. La presencia de estadios larvarios hexá- midos y los palpígrados, son intersticiales, con tamaños
podos en ácaros y ricinúlidos se ha considerado un estado que oscilan entre 1 y 2,4 mm en los palpígrados y que ape-
ancestral, ya que la larva protoninfa de los picnogónidos nas superan los 5 mm de longitud en los ácaros y los es-
es también hexápoda. Los escorpiones son los únicos que- quizómidos. Algo parecido ocurre con los ricinúlidos,
licerados ovovivíparos, y la mayor parte de los represen- casi todos los opiliones y los pseudoescorpiones, grupos
tantes de la superfamilia Scorpionoidea son los únicos in- estrechamente relacionados con el medio edáfico o epie-
vertebrados que proporcionan alimento al embrión a través dáfico que generalmente no sobrepasan los 10 mm de en-
de unas conexiones especiales con los ciegos digestivos de vergadura. Por el contrario, los escorpiones incluyen las
la madre (catoicogenia). formas terrestres de mayor tamaño; algunas especies de
Pandinus y Heterometrus pueden alcanzar los 18 cm de
envergadura, aunque la media del grupo es de 5 a 8 cm.
Tendencias evolutivas
Lo mismo ocurre con los uropigios y los solífugos, cuyo
La evolución de los arácnidos ha estado fuertemente con- tamaño medio oscila entre 4 y 6 cm, aunque algunas es-
dicionada por la adquisición de la vida terrestre (por ejem- pecies pueden sobrepasar los 8 y 12 cm, respectivamente.
plo la aparición de la digestión extraintestinal, la excreción En las arañas se ha encontrado una variabilidad que oscila
por tubos de Malphigi endodérmicos, la fragmentación de entre 0,4 cm y algo más de 9 cm.
los ojos compuestos o la aparición de sensilos). El sistema
respiratorio constituye un claro ejemplo. Los pulmones en Biogeografía y biodiversidad
libro (filotráqueas) de algunos grupos de arácnidos son ho-
mólogos a las branquias de los apéndices birrámeos de los Los picnogónidos constituyen el grupo actual de quelice-
xifosuros. El distinto número y la posición de los pulmo- rados marinos más abundante e incluyen cerca de 1200 es-
nes de los escorpiones (segmentos opistomales 4 a 7) y los pecies, repartidas desde la zona litoral hasta las profundi-
de los tetrapulmonados (segmentos 2 y 3) se ha utilizado dades abisales de todos los mares del planeta (Recuadro 1).
como prueba de una colonización independiente del me- Su distribución está relacionada con la presencia de algu-
dio terrestre. Sin embargo, la ultraestructura de los pulmo- nos grupos de invertebrados, como los cnidarios, los brio-
nes de los arácnidos apoya su origen común. En este sen- zoos y las esponjas, que constituyen su principal fuente de
tido, la interpretación de las pectinas, apéndices alimentación. En las zonas polares, principalmente en el
sensoriales de los escorpiones, como parte del segundo Antártico, hay una gran diversidad y abundan las formas
segmento opistomal indica que los pulmones de los escor- bentónicas de gran tamaño. Los xifosuros, aunque abun-
piones y los tetrapulmonados coinciden al menos en un dantes en los mares cálidos de épocas remotas, actualmente
segmento. En los opiliones, los solífugos, los pseudoescor- incluyen sólo cuatro especies repartidas por las costas
piones, los ricinúlidos y algunos ácaros, la respiración se americanas, desde el Golfo de México hasta el Atlántico
realiza a través de dendrotráqueas, aunque la homología Norte de Estados Unidos, y la costa indopacífica, desde Ja-
de este carácter es discutible ya que la posición de las aper- pón hasta Indonesia y la India. Los arácnidos son muy
turas traqueales (estigmas) varía según el grupo. Por otra abundantes en casi todos los ecosistemas terrestres. Los ri-
parte, muchos grupos de araneomórfos han transformado cinúlidos, los esquizómidos, los uropigios y los amblipi-
los pulmones posteriores en dendrotráqueas. gios son grupos típicamente pantropicales y escasamente
Hay una tendencia clara en los quelicerados al incre- diversificados, que no sobrepasan las 200 especies, la ma-
mento o la disminución del tamaño corporal en función yoría de ellas estrechamente relacionadas con la hojarasca
del hábitat. Así, las formas marinas muestran un aumento de los bosques tropicales húmedos. Como los grupos an-
considerable de su tamaño a lo largo de la evolución. Por teriores, los palpígrados incluyen un número reducido de
ejemplo, en sus inicios proterozoicos los xifosúridos fue- especies descritas, unas 80. Se trata de un grupo de distri-
ron de pequeño tamaño, entre 1 y 3 cm de longitud, aun- bución mundial en las regiones situadas entre los parale-
que algunos, como las especies del género Mesolimulus, los 48º N y 40º S, pero son más abundantes en Europa y
alcanzaron los 13 cm. Durante el mesozoico y el Ceno- África. Los solífugos y los escorpiones son grupos de di-
zoico aumentaron su tamaño corporal hasta la actualidad, versidad moderada, alrededor de 1000 especies, y su dis-
en que las escasas especies vivientes pueden conside- tribución abarca las zonas tropicales y el sur de las áreas
rarse como gigantes si se comparan con sus antecesoras templadas del planeta. Los primeros son típicos de áreas
(Limulus polyphemus alcanza los 60 cm de longitud). desérticas y son especialmente abundantes en el conti-
Esta tendencia se acompaña de la fusión de los tergitos nente africano, donde alcanzan su mayor tamaño corporal,
opistosómicos hasta formar la placa dorsal que cubre el y colonizan también las zonas áridas del Mediterráneo. Los
270 Cap. 26, Quelicerados
segundos, aunque diversos también en las regiones desér- convertido en cazadores merodeadores. Algunos de estos
ticas, cuentan con especies adaptadas a ambientes húme- grupos presentan comportamientos de cortejo complejos,
dos y pueden colonizar latitudes más altas. Los pseudoes- como por ejemplo las arañas lobo (Lycosidae), los saltíci-
corpiones y los opiliones son grupos notablemente más dos (Salticidae) y los loxoscélidos (Sicariidae). En este
diversos que los anteriores, pues sobrepasa las 3200 espe- sentido, se ha demostrado que la selección sexual ha pro-
cies el primero y alcanza las 6100 el segundo. Su distribu- movido la especiación en el género norteamericano de sal-
ción abarca todo el mundo, con excepción de las zonas po- tícidos Habronattus. Las estructuras genitales femeninas in-
lares, aunque es en las zonas tropicales donde presentan ternas de ciertos grupos de haploginos, la mayoría de los
una mayor diversidad. cuales viven entre la hojarasca u otros hábitats edáficos, son
extraordinariamente complejas y hay indicios de que se uti-
lizan en la elección femenina poscópula. En otros casos, la
Diferenciación y especiación
especiación puede estar relacionada con cambios evoluti-
Las arañas (40 000 especies) y los ácaros (más de 48 000 vos en otro tipo de caracteres. En el género Dysdera, uno
especies) constituyen entre los dos el 80% de la diversidad de los más diversos en la cuenca Mediterránea, se observa
actual de los quelicerados. La diversificación de las arañas la evolución independiente de distintas formas de quelíce-
está correlacionada con cambios evolutivos en el uso de la ros asociadas a estrategias alternativas de captura de onis-
seda. Así, la presencia de telas para la captura de presas es cídeos (véase el recuadro Radiación y adaptación al medio
una característica del suborden Araneomorphae que in- subterráneo del género de arañas Dysdera...). Los ácaros
cluye el 90% de las especies actuales del orden, mientras muestran un grado de diversidad específica similar al de las
que el resto de las arañas (subórdenes Mesothele y Myga- arañas, aunque se sospecha que apenas se ha descrito el 5%
lomorphae, por ejemplo las tarántulas americanas y las de su diversidad. Sin embargo, su ubicuidad y plasticidad
avicularias) utilizan la seda preferentemente para la cons- ecológica superan ampliamente las de cualquier otro que-
trucción de galerías. Por otra parte, la aparición de la tela licerado o, probablemente, grupo de artrópodos. La diver-
orbicular vertical y adhesiva representó una innovación sidad de regímenes alimenticios y la evolución indepen-
evolutiva fundamental para la gran diversificación de los diente del parasitismo en diferentes grupos han
Araneoideos (arañas de jardín, viuda negra y similares). Sin desempeñado un papel fundamental en la diversificación
embargo, muchos grupos de araneomorfos han abandonado del grupo. En este sentido cabe destacar a los Parasitengona,
de forma independiente la construcción de telas y se han que incluye cerca de 7000 especies y se caracteriza por la
Quelicerados peligrosos
A causa de su veneno, las arañas y los escorpiones se han convertido en quelicerados de especial relevancia médica. Entre
las arañas más venenosas destacan Atrax robustus y Hadronyche cerberea (Hexathelidae), restringidas al estado australiano
de New South Wales, que poseen un potente veneno neurotóxico. Otras especies peligrosas incluyen las viudas negras L( a-
trodectus, Theridiidae), con más de 30 especies de distribución mundial; Loxosceles (Sicariidae), cuyo veneno es necrótico,
que incluye varias especies, aunque los efectos médicos más destacables se han descrito en L. reclusa de Estados Unidos y
Phoneutria (Ctenidae), con especies de distribución neotropical. Aunque todos los escorpiones son capaces de inocular ve-
neno, las especies más peligrosas para el ser humano se restringen a la familia Buthidae, cuyo veneno es neurotóxico.
Un elevado número de ácaros son parásitos y pueden constituir plagas de plantas (por ejemplo las familias Tetranychi-
dae, Tarsonemidae y Eriophyidae) o animales (por ejemplo, Varroa destructor es un ectoparásito de las abejas que está diez-
mando sus poblaciones). Los ácaros ectoparásitos pueden actuar también como vectores de diferentes enfermedades
virales o bacterianas en humanos, como la enfermedad de la garrapata de Colorado o la enfermedad de Lyme.
A B C
A. Araña violín (Loxosceles rufescens, Araneae): su veneno puede producir heridas necróticas. B. Escorpión común o amarillo (Buthus
occitanus, Scorpiones): escorpión mediterráneo de picadura dolorosa. C. Araña roja (Tetranychus urticae, Acariforme): una de las
principales plagas hortícolas en el sur y levante ibéricos.
Miquel A. Arnedo y Carles Ribera 271
presencia de un ciclo de vida complejo, en el cual las lar- vorecen el clado Mandibulata (Myriapoda + “Crusta-
vas son parásitas de artrópodos o vertebrados, mientras que cea” + Hexapoda)?
los adultos son depredadores activos. Por otra parte, se ha • ¿Cuál es la posición de los picnogónidos: quelicerados
apuntado a la citogenética inusual de los ácaros como uno basales o grupo hermano del resto de los artrópodos?
de los factores implicados en su gran éxito evolutivo. Final- • ¿Cuáles son las interrelaciones de escorpiones, opilio-
mente comentaremos que la familia Cyphophthalmidae nes, solífugos y pseudoscorpiones
constituye un caso destacable de diversificación por vica-
rianza. Este grupo de pequeños opiniones de la hojarasca • ¿Son los ácaros y sus principales linajes evolutivos
y con dispersión restringida se distribuye en todas las ma- monofiléticos?
sas continentales terrestres excepto la Antártica. Se ha de-
mostrado que su origen precedió a la fragmentación de Pan- Bibliografía básica
gea y que su diversificación está estrechamente – Coddington, J., Giribet, G., Harvey, M., Prendini, L. y Walter, D.
correlacionada con la subsiguiente deriva continental. 2004. Arachnida. Assembling the tree of life. Oxford University Press,
New York; pp. 296-318.
– Dunlop, J.A. 1999. Pasando revista a la evolución de los Quelicerados.
Principales cuestiones pendientes Bol Soc Entomol Arag 26: 255-272.
– Dunlop, J.A. y Alberti, G. 2008. The affinities of mites and ticks: a re-
• ¿Pueden los análisis filogenómicos resolver las relacio- view. J Zool System Evol Res 46: 1-18.
nes filogenéticas de los quelicerados a nivel de orden? – Giribet, G., Edgecombe, G.D., Wheeler, W.C. y Babbitt, C. 2002.
• ¿Se puede resolver el conflicto existente entre los re- Phylogeny and systematic position of Opiliones: a combined analysis
sultados a partir de datos moleculares que apoyan a los of chelicerate relationships using morphological and molecular data.
Cladistics 18: 5-70.
miriápodos como grupo hermano de quelicerados y los
– Shultz, J.W. 2007. A phylogenetic analysis of the arachnid orders ba-
resultados a partir de caracteres morfológicos que fa- sed on morphological characters. Zool J Linn Soc 150: 221-266.
1
28 Hexapoda (insectos, colémbolos) 1
Remipedia
2
Cephalocarida
Malacostraca 3
(cangrejos, cochinillas de la humedad)
4
Copepoda 4
Pentastomida
6
Branchiura
Mystacocarida
25 7
Ostracoda 7 8
Chilognatha 9 8
Polyxenida
9
Symphyla
Pauropoda 10
Árbol de Mandibulados donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo
donde se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (nú-
meros en recuadros).
Mandibulados
Marcos Pérez-Losada
27
Resumen: El filo Mandibulata (principal grupo de artrópodos) incluye los invertebrados que se caracterizan por poseer un par
de mandíbulas a ambos lados de la boca, exoesqueleto articulado de quitina, cuerpo segmentado y ojos compuestos. Los man-
dibulados constituyen el filo evolutivamente más exitoso dentro del reino animal, con más de un millón de especies reconoci-
das y posiblemente otras tantas por descubrir. Su filogenia y clasificación han sido tema de discusión durante casi dos siglos,
aunque hoy en día la mayoría de los investigadores aceptan que el filo está compuesto exclusivamente por hexápodos (insec-
tos y otros grupos pequeños), miriápodos (milpiés y ciempiés) y “crustáceos” (cangrejos). Recientemente, la aplicación de téc-
nicas moleculares ha permitido avances significativos en el estudio de sus relaciones evolutivas, tanto a niveles basales (los he-
xápodos se incluyen dentro de los “crustáceos” haciéndolos parafiléticos) como dentro de cada subfilo [filogenia de quilópodos
(ciempiés)]. Además, el uso de estas técnicas en combinación con datos fósiles y nuevos métodos de análisis filogenético han
permitido situar el origen de los mandibulados en el precámbrico tardío (hace al menos 700 millones de años). En este capí-
tulo se comentan brevemente sus tendencias evolutivas y se describen su biología, diversidad y taxonomía.
Summary: The phylum Mandibulata (main group of arthropods) includes all the invertebrates showing a pair of mandibles at both
sides of the mouth, chitinous articulated exoskeleton, segmented body and compound eyes. The mandibulates constitute the most
successful phylum within the animal kingdom with more than a million of recognized species and possibly as many waiting to be
discovered. Their phylogeny and classification has been a matter of discussion for almost two centuries, although nowadays most
researches accept that the phylum is exclusively comprised of hexapods (e.g., insects), myriapods (e.g., millipedes and centipedes) and
“crustaceans” (e.g., crabs). Recently, the application of molecular techniques has allowed significant progress in the study of their
evolutionary relationships, both at basal levels (e.g., hexapods are nested within “crustaceans” rendering this group paraphyletic) and
within subphylums [e.g., chilopods (centipedes) phylogeny]. Moreover, the combination of molecular data and fossils and the application
of new analytical methods of phylogenetic analysis have placed the origin of the group in the Late Precambrian (at least 700 million
years ago). This chapter briefly discusses their evolutionary trends and describes their biology, diversity and taxonomy.
l filo Mandibulata (principal grupo de artrópodos) cretores. La circulación es abierta, con un corazón dorsal.
¿Qué es un mandibulado?
Un mandibulado (del latín mandibula) es cualquier invertebrado artrópodo que posea dos piezas bucales útiles para mor-
der o triturar. Además, los mandibulados también presentan un cuerpo metamerizado, exoesqueleto quitinoso y ojos com-
puestos. Dentro de los mandibulados se incluyen tres grupos: hexápodos (insectos), miriápodos (milpiés y ciempiés) y
“crustáceos” (cangrejos, langostas y percebes). Los hexápodos son el grupo animal más abundante, con más de un millón
de especies descritas. Su cuerpo está dividido en cabeza, tórax y abdomen, y poseen seis patas. Los miriápodos poseen
un cuerpo alargado y dividido en cabeza y tronco, el cual consta de un elevado número de segmentos (hasta 191) con
uno o dos pares de patas. Los “crustáceos” son un grupo parafilético de artrópodos morfológicamente muy diverso. Su
cuerpo generalmente está dividido en cabeza, tórax y abdomen, aunque la última parte puede estar ausente, y poseen un
número variable de apéndices. Los hexápodos forman un linaje dentro de los “crustáceos”, por lo que se ha tenido que
nombrar un nuevo grupo monofilético: pancrustáceos.
que todavía suscitan una gran controversia. Tradicional- bargo, indican que las mandíbulas de los insectos han evo-
mente Hexapoda y Myriapoda se han agrupado juntos lucionado a partir de un segmento basal y por tanto son
(“Tracheata” o “Atelocerata”), pero análisis filogenéticos similares a las mandíbulas de los “crustáceos”.
más recientes agrupan “Crustacea” y Hexapoda (Tetraco- El origen del exoesqueleto de los mandibulados es una
nata o Pancrustacea). Esta segunda clasificación está res- cuestión muy debatida, aunque la mayoría de los investi-
paldada principalmente por datos moleculares de secuencias gadores aceptan que surgió como sistema de protección y
de DNA y numerosos caracteres morfológicos neurológi- de inserción de la musculatura. En cualquier caso, su apa-
cos. Los dos análisis filogenéticos más extensos realizados rición es clave para explicar la enorme radiación evolu-
hasta la fecha, que incluyeron nueve genes y cientos de ca- tiva de la que goza el grupo. Un exoesqueleto articulado
racteres morfológicos y 62 genes nucleares, han confirmado compuesto por zonas de diferente dureza no sólo permite
la monofilia de los miriápodos y los hexápodos, pero no la a los mandibulados mover los diferentes segmentos del
de los “crustáceos”, que forman un grupo parafilético con cuerpo de forma independiente, sino que además provocó
los hexápodos (véase Árbol de Mandibulados). Curiosa- la evolución de otras estructuras. Así, por ejemplo, la apa-
mente, los “crustáceos” sí forman un clado cuando los datos rición de la cutícula dio lugar a la transformación de las
morfológicos son analizados por separado, lo que confirma capas cutáneas continuas de fibra lisa supuestamente exis-
la visión tradicional. Sin embargo, el análisis de los datos tentes en los mandibulados ancestrales, y similares a las
moleculares exclusivamente confirma las relaciones mos- existentes en los anélidos, en masas musculares de fibra
tradas en el Árbol de Mandibulados de este capítulo. estriada. Además, dio lugar a la aparición de superficies de
Dejando al margen los insectos, las relaciones evoluti- inserción para los músculos (el equivalente de un esque-
vas entre los miriápodos también han sido tema de discu- leto interno) y al desarrollo de un sistema nervioso más
sión. Algunos autores argumentan que este grupo es eficaz y complejo para mover la nueva musculatura.
parafilético, pero el estudio más exhaustivo realizado hasta Tradicionalmente, el mandibulado ancestral se considera
la fecha confirma estudios morfológicos previos y agrupa que estaba formado por un número elevado de segmentos si-
Diplopoda, Pauropoda, Symphyla y Chilopoda según las milares, lo cual de nuevo sugiere una estrecha conexión con
relaciones evolutivas indicadas en el Árbol de Mandibula- los anélidos. Sin embargo, esta hipótesis ha sido cuestionada
dos. recientemente basándose en los resultados de algunos análi-
Respecto a las seis clases de “crustáceos” descritas, se sis filogenéticos moleculares realizados en artrópodos. Estos
acepta que Remipedia y Cephalocarida forman grupos análisis sugieren que el antepasado de los mandibulados po-
monofiléticos, como sugieren sus peculiares formas. Estu- dría presentar características comunes de los actuales artró-
dios morfológicos y moleculares también parecen confir- podos y los onicóforos (gusanos de terciopelo; véase Cap.
mar la monofilia de Branchiopoda y Malacostraca, pero 25, Panartrópodos). Dicho intermediario constaría entonces
no así la de Maxillopoda y Ostracoda. Las relaciones entre de un tronco relativamente corto, con pocos segmentos. Ello
estos grupos todavía están pendientes de resolución, aun- implicaría que el elevado número de segmentos presentes en
que se han propuesto varias opciones. algunos “crustáceos” y miriápodos sería un carácter deri-
Según lo expuesto, se puede concluir que la clasifica- vado, lo cual se ve apoyado por el hecho de que en los mi-
ción definitiva y detallada de los mandibulados aún dista riápodos los órdenes con mayor y más variable número de
mucho de estar terminada. En la Tabla 1 se presenta un segmentos son también los más evolucionados.
compendio de las últimas clasificaciones publicadas hasta La ultraestructura del cono cristalino del ojo com-
el nivel de orden o superorden (niveles inferiores se pue- puesto de los mandibulados es única dentro de los artró-
den encontrar en la bibliografía referenciada o en otros ca- podos, pero su evolución sigue siendo un tema discutible.
pítulos de este libro). Ciertos aspectos de la estructura y la formación del ojo
son idénticos entre los “crustáceos” y los hexápodos, y
claramente diferentes en los miriápodos. Así, por ejem-
Evolución de los caracteres
plo, los “crustáceos” y los hexápodos presentan omati-
Entre los caracteres anatómicos que caracterizan a los dios compuestos de un número constante y pequeño de
mandibulados, el estudio comparativo de las mandíbulas, células, mientras que los miriápodos poseen omatidios
el exoesqueleto quitinoso, los patrones de segmentación compuestos de cientos de células. Debido a ello, tradicio-
y los ojos ha sido fundamental para entender sus relacio- nalmente se ha considerado que los ojos multicelulares de
nes evolutivas. La presencia de mandíbulas los diferencia los miriápodos representan el estado derivado, y los ojos
de los artrópodos con pinzas (quelicerados). No obstante, más simples de los “crustáceos” e insectos el estado ances-
la evolución de este carácter dentro de los mandibulados tral. Sin embargo, la última revisión del tema propone que
no está clara. Basándose en los caracteres morfológicos la hipótesis más parsimoniosa es justamente la contraria.
funcionales, algunos autores mantienen que las mandíbu-
las de los miriápodos y los insectos evolucionaron a par- Tendencias evolutivas
tir de un apéndice completo, mientras que la mandíbula
de los “crustáceos” lo hizo a partir de un segmento basal La evolución de los mandibulados se ha caracterizado por
de dicho apéndice. Datos de expresión génica, sin em- la rápida aparición de múltiples linajes primitivos (explo-
Marcos Pérez-Losada 277
Tabla 1.
Clasificación
Phylum Mandibulata Subclase Pleurostigmophora Infraclase Progymnoplea
Subphylum Myriapoda Orden Craterostigmomorpha Orden Platycopioida
Clase Diplopoda Orden Geophilomorpha Infraclase Neocopepoda
Subclase Penicillata Orden Lithobiomorpha Orden Calanoidea
Orden Polyxenida Orden Scolopendromorpha Orden Cyclopoida
Subclase Chilognatha Subphylum “Crustacea” Orden Gelyelloida
Orden Callipodida Clase Branchiopoda Orden Harpacticoida
Orden Chordeumatida Orden Anostraca Orden Misophrioida
Orden Glomerida Orden Notostraca Orden Monstrilloida
Orden Glomeridesmida Orden Diplostraca Orden Mormonilloida
Orden Julida Clase Remipedia Orden Poecilostomatoida
Orden Platydesmida Clase Cephalocarida Orden Siphonostomatoida
Orden Polydesmida Clase Maxillopoda Clase Ostracoda
Orden Polyzoniida Subclase Thecostraca Superorden Myodocopa
Orden Siphonophorida Infraclase Faceotecta Superorden Podocopa
Orden Siphoniulida Infraclase Ascothoracida Clase Malacostraca
Orden Sphaerotheriida Infraclase Cirripedia Subclase Phyllocarida
Orden Spirobolida Superorden Acrothoracica Orden Leptostraca
Orden Spirostreptida Superorden Rhizocephala Subclase Eumalacostraca
Orden Stemmiulida Superorden Thoracica Superorden Hoplocarida
Clase Pauropoda Subclase Tantulocarida Superorden Syncarida
Clase Symphyla Subclase Branchiura Superorden Eucarida
Clase Chilopoda Subclase Pentastomida Superorden Peracarida
Subclase Notostigmophora Subclase Mystacocarida Subphylum Hexapoda (véase Cap. 28, Hexá-
Orden Scutigemorpha Subclase Copepoda podos)
sión cámbrica) seguida por un largo periodo de evolución nían de varios segmentos con un par de apéndices por me-
independiente de esos linajes, durante el cual muchos de támero, articulados en el primero y soldados en el segundo.
ellos terminaron extinguiéndose. No se han encontrado fó- Además de los trilobites se han encontrado otros fósi-
siles que revelen claramente los orígenes y la filogenia de les de mandibulados, tales como los Euthycarcinoidea,
los mandibulados, aunque estudios de comparación morfo- que eran similares a los “crustáceos” o los miriápodos ac-
lógica y de desarrollo, así como datos moleculares, sugie- tuales y que presentaban un par de antenas y numerosos
ren para todos los artrópodos (mandibulados y arácnidos) pares de patas. Sin embargo, muchos de los grupos encon-
una estrecha relación con los anélidos. Importantes caracte- trados en el registro fósil son únicos y difíciles de asignar
rísticas y estructuras anatómicas tales como su plan de seg- a los grupos actuales. Asumiendo que todos los mandibu-
mentación y crecimiento, su sistema nervioso y sus lados tienen un origen común, se puede concluir que su
apéndices, respaldan esta conexión (véase el apartado Evo- diseño corporal básico surgió en el precámbrico y sufrió
lución de los caracteres), pero todavía es incierto si los ané- numerosas variaciones durante el cámbrico, de las cuales
lidos dieron lugar a los artrópodos o ambos evolucionaron sólo unas pocas se mantuvieron y dieron lugar a los trilo-
de un antepasado común. En cualquier caso, es de esperar bites y los subfilos actuales.
que los mandibulados primitivos estuvieran segmentados, y
que cada segmento constase de un par de apéndices de Biogeografía y biodiversidad
forma y tamaño similares. Este plan corporal es caracterís-
tico de unos de los artrópodos fósiles más carismáticos, los Los mandibulados han experimentado una increíble radia-
trilobites (Arthropoda: Trilobita). Debido a ello, estudios ción y actualmente se pueden encontrar en prácticamente
morfológico-comparativos han sugerido que Trilobita es el todos los ambientes conocidos, explotando todos los tipos
grupo hermano de Mandibulata. Los trilobites fueron muy posibles de vida. Su biodiversidad no tiene rival: constitu-
abundantes durante el paleozoico y alcanzaron su máximo yen más del 80% de todas las especies animales descritas,
esplendor durante el cámbrico y el ordovícico con más de ya sea en medios terrestres (insectos y ácaros) o marinos
10 000 especies descritas. Su cuerpo ya estaba dividido en (“crustáceos”). Los hexápodos son fundamentalmente te-
tres regiones: cefalón, tórax y pigidio. El cefalón estaba cu- rrestres, aunque los insectos realmente son ubicuos, lle-
bierto por un caparazón con dos ojos compuestos. Además, gando a colonizar cualquier hábitat concebible, incluso el
poseían dos antenas sensoriales homólogas como las que aéreo. Además, no son sólo muy diversos sino también in-
actualmente poseen los insectos y los “crustáceos”. Detrás creíblemente abundantes, pues por cada ser humano se es-
de la boca tenían otros apéndices con diferente forma y fun- tima que hay 200 millones de insectos. Todos los
ciones, que en algunas especies podrían haber operado miriápodos actuales son terrestres. Son el grupo menos di-
como mandíbulas. El tórax y el pigidio también se compo- verso y abundante de mandibulados. Los “crustáceos” ex-
278 Cap. 27, Mandibulados
Los “crustáceos” del orden Decapoda (cangrejos, langostas, langostinos, camarones y cigalas) constituyen el grupo más di-
verso y numeroso de “crustáceos”, y además incluyen a los representantes más conocidos por el público en general. Se
han descrito más de 15 000 especies que se agrupan en aproximadamente 161 familias (en torno al 20% del total de las fa-
milias de “crustáceos” descritas), una enorme clasificación que ha sido considerada el pináculo de la evolución en los “crus-
táceos”. Además, el registro fósil del grupo es excepcional, con 64 familias actuales y 27 extinguidas. Los decápodos ocupan
una gran variedad de nichos ecológicos, incluyendo aguas y fondos oceánicos, estuarios, cuevas, sistemas dulceacuícolas y
terrestres. El grupo ha sido objeto de más estudios y ha generado más controversia que todos los otros “crustáceos” jun-
tos. Ello se debe en parte a su riqueza específica, su importancia económica y ecológica, y su diversidad morfológica. De
hecho, los decápodos han servido como organismo modelo en estudios fisiológicos, de desarrollo, de comportamiento y
morfológicos durante más de un siglo.
Los decápodos están claramente diferenciados dentro de la clase Malacostraca, y por ello se les considera un grupo na-
tural. Se suelen dividir en dos subórdenes: Dendrobranchiata, que incluye siete familias, y Pleocyemata, con siete infraór-
denes denominados Caridea (37 familias), Stenopodidea (2 familias), Achelata (5 familias), Astacidea (7 familias), Thalassinidea
(12 familias), Anomala (16 familias) y Brachyura (75 familias). No obstante, al igual que en otros grupos de “crustáceos”, su
clasificación y la distribución de sus familias dentro de los dos subórdenes propuestos no están resueltas. De hecho, se han
planteado tantas hipótesis sobre sus relaciones de parentesco como expertos hay en el tema, y hasta la fecha no parece
que haya acuerdo entre ellos. Ello se debe, al menos en parte, a que la mayoría de estos estudios se basan en caracteres
morfológicos, que debido a la enorme homoplasia del grupo resultan difíciles de comparar. Sorprendentemente, hay pocos
estudios filogenéticos moleculares que hayan tratado de resolver las relaciones evolutivas entre los grupos principales. A
modo de ejemplo, en el estudio más extenso realizado hasta la fecha (Porter y colaboradores, 2005) se incluyeron todos
los infraórdenes de decápodos descritos y datos de tres genes nucleares (RNA 18S y 28S, histona 3) y uno mitocondrial
(rrnL). Estos datos se analizaron luego usando métodos de reconstrucción filogenética de máxima verosimilitud y bayesia-
nos. Además, los árboles obtenidos fueron calibrados usando siete decápodos fósiles y un evento geológico, y se estima-
ron los tiempos de divergencia de los clados principales. Los resultados de este estudio demuestran que tanto los dos
subórdenes como los siete infraórdenes de Pleocyemata son monofiléticos, y que sus relaciones evolutivas han seguido el
patrón mostrado en el árbol de la figura. El análisis de tiempos de divergencia indica que Dendrobranchiata y Pleocyemata
surgieron en el silúrico temprano, hace aproximadamente 437 millones de años (lo cual implica que el orden es aún más
antiguo), y que después sufrieron una rápida radiación que dio lugar a todos los infraórdenes actuales.
Astacus astacus
Pacifastacus leniusculus
Cambaroides japonicus
Cambarus maculatus
Orconectes virilis
Cambarellus shufeldtii
Astacopsis gouldi
Cherax glaber Astacidea
Homarus americanus
Homarus gammarus
Nephrops norvegicus
Nephropsis aculeata
Acanthacaris caeca
Lepidophthalmus louisianensis
Sergio mericeae
Callichirus major
Biffarius arenosus Thalassinidea
Callianassa subterranea
Panulirus regius
Scyllarus arctus
Jasus edwardsii Achelata
Munida subrugosa
Uroptychus parvulus
Lithodes santolla
Aegla abtao Anomala
Lomis hirta
Emerita brasiliensis
Geothelphusa sp.
Pachygrapsus marmoratus
Cancer pagurus
Carcinus maenas
Macropipus puber Brachyura
Necora puber
Maja squinado
Macrobrachium sp.
Macrobrachium potiuna
Cryphiops caementarius
Creaseria morleyi
Palaemonetes paludosus Caridea
Palaemon elegans
Lysmata debelius
Lysmata wurdemanni
Atyoida bisulcata
Typhlatya pearsei
Stenopus hispidus Stenopodidea
Penaeus semisulcatus Dendrobranchiata
hiben una increíble diversidad en forma, tamaño y estilo de moscas de las fruta; Daphnia: pulgas de agua) de algunos
vida. Se pueden encontrar en medios marinos a cualquier mandibulados, también se han creado nuevas especies por
profundidad, salobres o dulceacuícolas, y algunos han lle- selección artificial. Otros modelos de especiación menos
gado a colonizar la tierra (por ejemplo, las cochinillas). Son frecuentes, como la hibridación entre especies o la espe-
los organismos marinos más abundantes, llegando en algu- ciación poliploide (especiación por alteraciones cromosó-
nos casos, como el del krill antártico, a una biomasa de 500 micas en la meiosis), también se han descrito en mariposas
millones de toneladas. Los mandibulados pueden ser herbí- y escarabajos, aunque parecen ser relativamente comunes
voros o carnívoros, de vida libre, parasitaria (endoparásitos en otros insectos y algunos “crustáceos” (por ejemplo, las
y ectoparásitos de vertebrados principalmente), solitaria o pulgas de agua y los camarones).
social, depredadores, detritívoros o filtradores. ¿A qué se debe el éxito evolutivo de los mandibulados?
La historia geológica de los mandibulados se inicia en Posiblemente a varias razones: 1) los mandibulados son un
el cámbrico temprano, hace 520 millones de años, con la grupo muy antiguo; 2) su enorme diversidad de tamaño,
aparición de linajes hoy extinguidos, como los trilobites. especialmente entre los más pequeños, les ha permitido
Han sufrido varios ciclos de extinción y diversificación, adaptarse a una gran variedad de nichos ecológicos; 3) su
principalmente durante el paleozoico, al final del ordoví- metamerización, que supone un excelente diseño para el
cico y en la transición del pérmico al triásico. Durante el desarrollo evolutivo de nuevas estructuras corporales; 4) su
cámbrico y el ordovícico, la mayor parte de los fósiles son coevolución con las plantas en los medios terrestres y con
exclusivamente marinos. Los primeros mandibulados te- las “algas” en los medios marinos les ha permitido diver-
rrestres (miriápodos) aparecen en el registro fósil en el si- gir enormemente; 5) su habilidad para volar (insectos), lo
lúrico tardío, hace 400 millones de años. Los primeros que les ha permitido colonizar nichos inaccesibles a otros
insectos aparecen en el devónico medio (390 millones de grupos; y 6) el potencial de generar grandes cambios en
años), y ya en el paleozoico medio (<360 millones de sus planes corporales por medio de variaciones genéticas
años) estaban representados todos los subfilos y habían en genes reguladores (por ejemplo, Hox).
empezado a diversificarse. El análisis filogenético de estos
fósiles en combinación con datos moleculares sugiere, sin Principales cuestiones pendientes
embargo, un origen más antiguo para el grupo: los mandi-
bulados habrían surgido en el precámbrico tardío (hace al • ¿Cuáles y cuántos marcadores moleculares se necesitan
menos 700 millones de años), y los diferentes subfilos se para resolver las relaciones evolutivas de los mandibu-
habrían originado 100 millones de años después. lados?
• ¿Cómo se pueden integrar mejor métodos filogenéticos
Diferenciación y especiación de datación y fósiles para estimar con más precisión la
radiación de los grupos principales de mandibulados?
Como ya se ha indicado, los mandibulados son el grupo de • ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas entre los órde-
metazoos evolutivamente más exitoso en número y diver- nes y las familias de hexápodos y “crustáceos”?
sidad. Algunos grupos, como los insectos, poseen una in-
creíble capacidad de especiación, como los escarabajos, • ¿Cómo se puede establecer un consenso en la clasifica-
con más de 350 000 especies descritas. También son par- ción de los mandibulados que refleje su filogenia?
ticularmente llamativos los grillos hawaianos del género
Laupala, que se caracterizan por poseer la mayor tasa de Bibliografía básica
especiación hasta ahora descrita entre los artrópodos: – Giribet, G., Richter, S., Edgecombe, G.D. y Wheeler, Q.D. 2005. The
4,17 especies por millón de años. Esta tasa es más de un position of crustaceans within the Arthropoda: evidence from nine
orden de magnitud mayor que la tasa media de especia- molecular loci and morphology. En: Crustacean Issues 16: Crustacea
ción estimada para los artrópodos (0,16 especies por mi- and Arthropoda relationships. Festschrift for Frederick R. Schram.
llón de años) y sólo es superada por los cíclidos africanos. Taylor y Francis, Boca Raton, FL; pp. 307-352.
Así mismo, los mandibulados poseen una gran plasticidad – Martin, J.W. y Davis, G.E. 2001. An updated classification of the re-
cent Crustacea. Nat Hist Mus Los Angeles Cy Sci Ser 39: 1-124.
adaptativa, como se ve reflejada en la diversidad morfoló-
gica de algunos grupos de “crustáceos” (por ejemplo, los – Porter, M.L., Pérez-Losada, M. y Crandall, K.A. 2005. Model based
multi-locus estimation of decapod phylogeny and divergence times.
balanos). Debido a que los mandibulados presentan una
Mol Phylogenet Evol 37: 355-369.
amplia distribución y han colonizado todos los ambientes
– Regier, J.C., Shultz, J.W., Ganley, A.R., Hussey, A., Shi, D., Ball, B.
conocidos, se han documentado numerosos ejemplos de
et al. 2008. Resolving arthropod phylogeny: exploring phylogenetic sig-
especiación parapátrida, simpátrida y alopátrida dentro del nal within 41 kb of protein-coding nuclear gene sequence. Syst Biol 57:
grupo, e incluso dentro de una misma especie es común 920-938.
observar varios tipos de especiación (por ejemplo, los díp- – Scholtz, G. y Edgecombe, G.D. 2006. The evolution of arthropod he-
teros). Además, debido a la importancia económica (abe- ads: reconciling morphological, developmental and palaeontological
jas) y científica como organismos modelo (Drosophila: evidence. Dev Genes Evol 216: 395-415.
1
Árbol de Hexápodos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas indican
clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde se une la rama.
Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan grandes linajes (números en
recuadros).
Hexápodos
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel
28
Resumen: Los hexápodos (insectos y grupos afines) incluyen a los grupos más diversos de los metazoos, con un total de apro-
ximadamente un millón de especies descritas. Actualmente se acepta que su origen evolutivo está dentro de los Mandibulados,
donde forman un grupo monofilético con dos clases de “crustáceos” (Malacostraca y Remipedia). El conjunto de los dos gru-
pos (“crustáceos” + hexápodos) forma los llamados pancrustáceos. Los hexápodos incluyen a los insectos (Ectognatha) y tres
órdenes relativamente menores, Collembola, Protura y Diplura, los dos primeros forman Ellipura. Se han encontrado fósiles
de colémbolos y otros hexápodos primitivos desde el devónico, hace más de 400 millones de años. Las relaciones basales de
los hexápodos son todavía controvertidas, aunque se acepta que los llamados “Paleoptera” (libélulas y efímeras) son parafilé-
ticos con respecto a los Neoptera, o insectos que pueden plegar las alas a lo largo del cuerpo. Dentro de Neoptera se reco-
nocen tres clados principales y dos grupos de afinidad incierta (Plecoptera, las ‘perlas’, y Zoraptera). Los tres clados son Para-
neoptera (chinches, piojos, cigarras), Endopterygota (u Holometabola, insectos con metamorfosis completa, como las moscas,
los mosquitos, los escarabajos, las mariposas, las abejas y las hormigas) y los órdenes próximos a los ortópteros (saltamontes,
mantis, cucarachas, tijeretas o insectos palo). Las dos principales innovaciones que posibilitaron la gran diversidad de los hexá-
podos son, al parecer, la aparición de alas y el desarrollo de las primeras formas de metamorfosis. La persistencia de los prin-
cipales linajes de insectos desde el devónico, y su enorme versatilidad ecológica y morfológica, han contribuido sin duda a ha-
cer de los hexápodos el grupo de metazoos dominante en los ecosistemas terrestres actuales, tanto en número de especies
como en biomasa y diversidad funcional.
Summary: The Hexapoda (insects and related orders) include the most diverse groups among the metazoa, with approximately
one million described species. The most accepted hypothesis is that Hexapoda originated within the traditional “Crustacea”, and
form a monophyletic group with Malacostraca and Remipedia. The entire lineage is referred to as Pancrustacea or Tetraconata.
Hexapoda includes insects (Ectognatha) plus three relatively minor orders (Collembola, Protura and Diplura), the first two forming
the Ellipura. There are known fossils of Collembola and other primitive Hexapoda since the Devonian, more than 400 MY ago.
The relationships among the basal Hexapoda are still controversial, although it is generally accepted that the former “Paleoptera”
(dragonflies and mayflies) are paraphyletic with respect to Neoptera, or insects able to fold the winds along the body axis. Within
Neoptera there are three generally recognised clades plus two orders of uncertain relationships (Plecoptera, stoneflies, and
Zoraptera). The tree clades are Paraneoptera (bugs, lice, cicadas), Endopterygota (or Holometabola, insects with complete
metamorphosis such as flies, mosquitoes, beetles, butterflies, bees, ants) and the orders close to Orthoptera (grasshoppers, preying
mantis, roaches, earwigs, stick insects). The two main innovations that triggered the enormous diversification of Hexapoda seem
to have been the development of wings and the appearance of the first forms of metamorphosis. The persistence of the main
lineages of insects since the Devonian and their ecological and morphological versatility have without doubt contributed to make
Hexapoda the dominant group in extant terrestrial ecosystems, both in number of species and in biomass and functional diversity.
E
l término hexápodos se considera en ocasiones de un millón de especies descritas y una estimación del
equivalente a insectos, aunque Insecta se ha apli- número real de especies de 1,5 a 30 millones, aunque las
cado inconsistentemente. Linneo lo aplicó a buena más aceptadas sugieren en torno a 5 millones. Este enorme
parte de los artrópodos, pero en la actualidad se aplica ge- número de especies se debe en su mayor parte a algunos
neralmente sólo a Ectognatha, es decir, a los grupos en grupos extraordinariamente diversos de insectos holome-
que las piezas bucales son externas, no incluidas en un re- tábolos (Endopterygota): lepidópteros (mariposas y poli-
ceptáculo en la cápsula cefálica, como en los Entognatha llas), dípteros (moscas y mosquitos), himenópteros
(Diplura, Protura y Collembola). Los hexápodos son el (abejas, avispas, hormigas) y coleópteros (escarabajos)
grupo más diverso de todos los conocidos, con alrededor (véanse Caps. 31 a 34).
281
282 Cap. 28, Hexápodos
¿Qué es un hexápodo?
Los hexápodos (del griego hexa [seis] y poda [pata]) son el grupo más diverso de los artrópodos, con más de un millón
de especies conocidas. Se caracterizan por tener el cuerpo articulado en tres zonas bien diferenciadas: la cabeza, el tórax
(con tres pares de patas) y el abdomen. Los hexápodos constituyen una epiclase de los artrópodos, e incluyen a los in-
sectos (o ectognatos) y tres grupos sin alas relativamente poco diversificados, aunque muy abundantes en la fauna del suelo
y del humus: los colémbolos, los proturos y los dipluros, tradicionalmente agrupados bajo el nombre de ‘endognatos’. Los
hexápodos tienen mandíbulas y otras piezas bucales que pueden estar expuestas (en los ectognatos o insectos) o cubier-
tas en la cápsula cefálica (‘endognatos’). El tórax tiene tres segmentos, con los tres pares de patas unirrámeas, y con dos
pares de alas membranosas en la mayoría de los grupos. El abdomen está compuesto por un número variable de segmen-
tos, aunque el número ancestral en los insectos es 11. En muchos grupos aparecen apéndices articulados en los segmen-
tos terminales del abdomen (cercos), que también incluyen los órganos genitales. La fecundación es interna en la mayoría
de los casos, con mecanismos de ‘llave y cerradura’ en la genitalia masculina y femenina. Los hexápoda tienen una gran
variedad de formas de desarrollo, aunque en general son ovíparos y con alguna forma de desarrollo larvario, bien sea con
metamorfosis simple o incompleta (“insectos hemimetábolos”) o con metamorfosis completa (insectos holometábolos).
El origen de los hexápodos es controvertido: tradicio- gen tiene que ser anterior. Se conocen mandíbulas dicón-
nalmente se han considerado próximos a los quilópodos, dilas del devónico, lo que implicaría un posible origen de
los milípedos y los grupos afines, con los cuales comparte los hexápodos terrestres en el silúrico.
un elevado número de caracteres morfológicos relaciona-
dos en general con las adaptaciones al medio terrestre, Características de sus genomas
como la presencia de tubos de Malpigio o de tráqueas
(de ahí el nombre “Tracheata” con que se conoce este po- En los hexápodos, y en particular entre los insectos holome-
sible clado). La hipótesis alternativa, apoyada inicialmente tábolos, se incluyen algunos de los organismos modelo más
por datos moleculares, pero también por algunos caracte- utilizados en genética y evolución, como las moscas del vi-
res morfológicos (sobre todo de la estructura de los oma- nagre del género Drosophila (Diptera), las abejas (Apis,
tidios y del sistema nervioso central), es que son deriva- Hymenoptera), algunos mosquitos transmisores de enferme-
dos dentro de los “crustáceos”, probablemente próximos a dades (Anopheles, Aedes, Diptera) o el escarabajo de la ha-
los malacostráceos y los remipedios. El grupo formado por rina (Tribolium, Coleoptera). El estudio detallado de algu-
los “crustáceos” más los hexápodos se conocería como nos de estos organismos modelo ha servido para desarrollar
Pancrustacea o Tetraconata, y es la hipótesis más aceptada el conocimiento de procesos genéticos y evolutivos genera-
en la actualidad.
La monofilia de los hexápodos está generalmente acep-
tada, aunque se ha cuestionado sobre la base de algunos da- Recuadro 2. Los hexápodos en cifras.
tos moleculares. Los hexápodos son ancestralmente ápte-
ros, con el cuerpo divido en tres tagmas (cabeza, tórax con • Número de especies: descritas c. 1 000 000; estima-
los únicos apéndices locomotores y abdomen de 11 seg- das entre 1,5 y 30 millones, aunque probablemente
mentos) y seis patas con seis segmentos cada una. Los fó- c. 5 000 000.
siles más antiguos son del devónico temprano (c. 400 mi- • Número de órdenes: 40
llones de años), claramente pertenecientes a los colémbolos • Fósiles más antiguos: Rhyniella praecursor (Collembola)
y con algunas de las estructuras más complejas caracterís- y Rhyniognatha hirsti (Dycondila), del devónico, en Es-
ticas del grupo totalmente formadas, de modo que su ori- cocia, unos 400 millones de años.
• Especie más grande: algunas especies de ‘insectos palo’
(Phasmida) tropicales pueden llegar a medir casi 25 cm
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de (Pharnacia, Phobaeticus).
los hexápodos. • Especie más pequeña: algunas avispas parásitas (Hyme-
noptera), con c. 0,2 mm (familia Myrmaridae).
• Cuerpo dividido en tres tagmas, cabeza (con un par • Vida adulta más corta: algunas efímeras (Ephemerop-
de antenas) y cuerpo poscefálico, dividido a su vez en tera) viven en estado adulto solo unas horas o incluso
tórax (formado por tres segmentos con apéndices lo- minutos (por ejemplo, algunas especies del género Do-
comotores) y abdomen con 10 u 11 segmentos. lania).
• Presencia de un cuerpo graso grande y compacto. • Ciclo de vida más largo: algunas cigarras periódicas del
• Fusión completa (Symphyla) de las segundas maxilas género Magicicada tienen el desarrollo en condiciones
para formar el labium. normales más largo conocido, 17 años.
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 283
Términos básicos
Arolium: Almohadillas adhesivas entre las uñas del tarso. Microtriquia: Espículas o pelos cuticulares, generalmente
Axonema: Conjunto de microtúbulos que forma la parte densos y de muy pequeño tamaño.
central de un cilio o un flagelo. Mola: Superficie rugosa o carenada de la mandíbula, utili-
Cercos: Apéndices pares, generalmente sensoriales, en los zada para triturar o machacar.
últimos segmentos de algunos artrópodos. Neoténicas: Que conservan características juveniles en el
Desarrollo anamórfico: Forma de desarrollo en la cual estado adulto.
se van añadiendo segmentos abdominales con las mudas su- Ocelos: Ojos simples de los artrópodos.
cesivas. Omatidio: Cada uno de los elementos del ojo compuesto.
Desarrollo epimórfico: Forma de desarrollo en la cual
Ooteca: Conjunto de huevos, generalmente de una única
los juveniles emergen con el número completo de segmen-
puesta, agrupados mediante una secreción formada habi-
tos abdominales.
tualmente por glándulas accesorias de la hembra.
Dicóndila: Mandíbula con un punto de articulación (cón-
Órgano de Johnston: Conjunto de células sensoriales en
dilo) secundario.
el pedicelo de la antena de los insectos, utilizado para de-
Escapo: Artejo basal de las antenas, que se articula con la
tectar el movimiento de la antena.
cápsula cefálica.
Órgano de Tömösvary: Órganos sensoriales pares en
Espermatóforo: Cápsula que contiene los espermatozoi-
Ellipura y Myriapoda, situados en la base de las antenas, cuya
des y que se introduce en el órgano sexual femenino du-
función exacta se desconoce.
rante la cópula.
Paraglosa: Apéndices pares de la lígula o el labio de algu-
Estigmas traqueales: Espiráculos o poros que conectan
nos insectos.
las tráqueas con el exterior.
Euplantulae: Almohadillas adhesivas en la parte ventral de Pedicelo: El segundo artejo de la antena, que une el es-
los tarsómeros. capo al flagelo.
Eusocialidad: Grado más alto de organización social, que Puente del tentorio: Parte media del tentorio, que une
incluye división del trabajo y de las tareas reproductivas, so- los brazos anteriores y los posteriores. El tentorio es una
lapamiento de generaciones y cuidado conjunto de las crías. estructura esquelética habitualmente en forma de H en el
Exaptación: Carácter originado por selección natural para
interior de la capsula cefálica, que provee puntos de suje-
una función precisa, que posteriormente se utiliza para otra ción para la musculatura de las piezas bucales.
diferente. Retináculo: En los colémbolos, diminuto par de apéndices
Furca: En los colémbolos, apéndice bifurcado en el ex- del tercer segmento abdominal, fusionados en la base, que
tremo del abdomen, que se sujeta bajo éste por el retiná- se utilizan para retener a la furca en posición.
culo, catapultando al individuo cuando se libera. Subimago: En Ephemeroptera, estadio de desarrollo entre
Glosa: Lóbulo medio distal del labio de los insectos. la ninfa y el adulto. Morfológicamente es como un adulto,
Halterios: Alas transformadas en estructuras claviformes pero sin órganos reproductores funcionales.
utilizadas como contrapesos durante el vuelo, el segundo Tegmina: Plural de tegmen. En los órdenes “Ortopteroi-
par en Diptera y el primero en Strepsiptera. des” de Polyneoptera, ala anterior, coriácea o parcialmente
“Hemimetábolos”: Insectos que desarrollan metamorfosis esclerotizada, habitualmente con una venación reducida.
incompleta que incluye tres etapas: huevo, ninfa y adulto o Tráqueas: Elementos respiratorios en los artrópodos te-
imago. La ninfa a menudo se parece al adulto, con ojos com- rrestres, formados por invaginaciones cuticulares.
puestos, patas desarrolladas y alas parcialmente desarrolladas. Tubos de Malpigio: Órganos excretores en los hexápo-
Lacinia: Lóbulo interior de la maxila, articulado en la base dos, considerados como una adaptación a la vida terrestre,
(al estipe) y en general con sedas o espinas. formados por túbulos ciegos originados en el intestino.
les, comunes a todos (o gran parte) de los organismos vivos versificación entre especies próximas. Los genomas mito-
(véanse Caps. 31 a 34). Desde que T.H. Morgan eligiese condriales de los hexápodos son en general bastante conser-
Drosophila melanogaster como organismo modelo para vados, con relativamente pocas alteraciones del orden de los
sus estudios genéticos a principios del siglo xx, miles de la- genes respecto al plan general de los artrópodos, y concen-
boratorios de todo el mundo han basado sus investigaciones tradas sobre todo en los tRNA. Las principales diferencias
en esta mosca (o en alguna especie próxima), de modo que se dan en las zonas no codificadoras, que pueden ser de lon-
se puede decir que es el metazoo más estudiado y del que gitud muy variable, y en la posición de los tRNA. En el
más se sabe de su fisiología, genética y desarrollo. Más re- único genoma mitocondrial conocido de un efemeróptero se
cientemente, la posibilidad de estudiar los genomas comple- ha encontrado un gen adicional, un trnM extra, que podría
tos de una amplia representación de hexápodos ha permitido, ser una particularidad del grupo. Un caso especial podría ser
por primera vez, el estudio comparativo de la evolución del Strepsiptera, de los cuales sólo hay datos parciales, pero que
genoma en una de las grandes ramas del árbol de la vida, así parecen incluir un gran número de peculiaridades (véase el
como estudios más detallados de evolución del genoma y di- recuadro El problema de Strepsiptera).
284 Cap. 28, Hexápodos
El problema de Strepsiptera
Los Strepsiptera (c. 600 especies conocidas) son un grupo de insectos cosmopolitas en los cuales las hembras sonneoté-
nicas y en su gran mayoría endoparásitas de otros insectos, y los machos alados no se alimentan y viven sólo unas horas.
Sus formas extremadamente modificadas (con larvas miniaturizadas, de 200 µm) y su complejo ciclo de vida han intrigado a
los investigadores desde hace más de 200 años. Las primeras descripciones de machos de Strepsiptera los identificaron
como himenópteros próximos a los ichneumónidos, que también tienen larvas endoparásitas de otros insectos. Sin em-
bargo, tras el descubrimiento de las hembras larviformes se co-
locaron alternativamente próximos a los dípteros (por tener los
machos el primer par de alas transformado en halterios) o a
los lepidópteros, o dentro de los coleópteros, como una familia
(Stylopidae) próxima a otros grupos con larvas parásitas. Más re-
cientemente se ha dudado incluso de su pertenencia a Holome-
tabola, debido fundamentalmente a la aparición de ojos
compuestos, segmento abdominal XI y cercos en las larvas pri-
marias, y esbozos alares en fases iniciales del desarrollo. El uso
de técnicas moleculares no ha aportado una solución definitiva:
los resultados iniciales (con genes ribosómicos) los situaron pró-
ximos a los dípteros, pero se ha sugerido que esto podría de-
berse a un artefacto del análisis (atracción de ramas largas), lo
cual ha desatado una serie de estudios y contraestudios apo-
yando una u otra posición. El análisis reciente de nuevas regio-
nes de DNA (el tipo de receptor de la hormona ecdisona)
parece excluir la pertenencia de Strepsiptera a Mecopterida,
Macho adulto de Xenos vesparum en visión lateral. Fotografía al mi- acercándolos a Coleoptera. Aunque se conoce un genoma mito-
croscopio electrónico de barrido con colores artificiales. Caracteres des- condrial de Strepsiptera casi completo, no se ha publicado nin-
tacables son las antenas birrámeas, el primer par de alas transfor- gún análisis filogenético que lo incluya. En definitiva, el tema está
mado en halterios, y la estructura de los ojos compuestos y las alas. lejos de resolverse de modo satisfactorio.
Resultados filogenéticos contrastados final del abdomen, normalmente replegada bajo el cuerpo
y sujeta por el retináculo. La liberación súbita de la furca
con clasificaciones previas
produce el catapultamiento del individuo a gran velocidad.
Son de pequeño tamaño (menos de 6 mm), a veces muy
Órdenes basales: Ellipura, Diplura, Archaeognatha abundantes en la hojarasca del bosque y en el humus. Son
y Zygentoma en general detritívoros y desempeñan un papel fundamen-
Tradicionalmente los hexápodos se separaban en “Entog- tal en la formación del suelo, con densidades estimadas de
natha” y Ectognatha (o Insecta), aunque actualmente la hi- hasta 100 000 ejemplares por metro cúbico. Es de los gru-
pótesis más aceptada rechaza la monofilia de “Entognatha” pos con una distribución más amplia, y está presente en el
y los separa en Ellipura y Diplura, siendo estos últimos el suelo a latitudes extremas (tanto árticas como antárticas).
grupo hermano de Ectognatha. Los Ellipura estarían for- Los Protura son insectos de pequeño tamaño (menos de
mados por Collembola (con unas 6000 especies) y Protura 2 mm), ciegos y normalmente depigmentados, que han per-
(c. 500 especies), y su posición como grupo hermano del dido secundariamente las antenas. Son únicos en presen-
resto de los hexápodos (Diplura + Ectognatha) está bien tar un tipo de desarrollo anamórfico, en el cual se van
apoyada por algunos datos moleculares y sobre todo mor- añadiendo segmentos abdominales con las primeras mu-
fológicos, por la ausencia en Ellipura de estilos abdomina- das. Se desconocen muchos aspectos de su biología y eco-
les y de estigmas traqueales, la estructura de la cabeza y logía, aunque en ocasiones pueden ser una parte fundamen-
el cuello, las mandíbulas y las estructuras asociadas, y la tal de la fauna del suelo y del humus.
presencia del órgano de Tömösvary (en común con algu- La monofilia de Diplura + Ectognatha se apoya en ca-
nos grupos de Myriapoda). Otros trabajos moleculares racteres como la presencia de cercos abdominales (= Cer-
apoyan la monofilia de “Entognatha”, o sitúan a los Co- cophora), el tipo de uñas en los tarsos, el patrón de micro-
llembola más cerca de algunos grupos de “crustáceos” túbulos en el axonema del esperma, el modo en que
que de los hexápodos, aunque seguramente debido a arte- realizan la muda, y posiblemente el desarrollo epimórfico
factos del análisis. (esto es, que los juveniles emergen con el número com-
Los colémbolos son un grupo muy antiguo (con fósiles pleto de segmentos abdominales, contrario al carácter an-
desde el devónico temprano), y morfológicamente deri- cestral, anamorfosis, en el cual emergen con menos y los
vado, con autapomorfías como la presencia de una furca al últimos segmentos se desarrollan posteriormente). Los di-
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 285
pluros (unas 800 especies conocidas) son en general de pe- Los Dicondylia están formados por los Zygentoma (ti-
queño tamaño, aunque algunos japígidos pueden llegar a sanuros o ‘pececillos de plata’) y los Pterygota, o insectos
los 5 cm. Son ciegos y en su mayoría despigmentados, y con alas. Recientemente se ha sugerido la parafilia de
también forman parte de la fauna del suelo o del medio Zygentoma, con la posibilidad de que la familia Lepidotri-
subterráneo. Normalmente tienen antenas y cercos largos, chidae sea hermana de Zygentoma o bien de Zygentoma
que pueden estar modificados formando un par de pinzas s.str. más Pterygota, basándose en datos morfológicos y mo-
similares a las de los Dermaptera en los japígidos. Al leculares. Lepidotrichidae se describió en ámbar báltico, y
igual que en los grupos anteriores, la fertilización es ex- posteriormente se descubrió una especie viva en California,
terna (el macho deposita un espermatóforo en el suelo, Tricholepidion gertschi, que puede resultar ser la única re-
que posteriormente es recogido por la hembra). presentante del linaje hermano de Pterygota y Zygentoma,
La monofilia de Ectognatha (= Insecta) nunca se ha el grupo más diverso de todos los existentes, con más de un
puesto en duda, dado el elevado número de sinapomorfías millón de especies conocidas. Los Zygentoma en sentido es-
que lo caracteriza, como por ejemplo antena con un flagelo tricto (‘pececillos de plata’, unas 400 especies) son habitan-
largo, sin músculos excepto en el escapo, y con órgano de tes familiares de las casas, con el cuerpo recubierto de es-
Johnston en el pedicelo, hembras con ovopositor formado camas de tonalidades metalizadas. Se encuentran en la fauna
por los apéndices de los segmentos abdominales 8 y 9, la es- del suelo o del medio subterráneo, y se alimentan de detrito
tructura de los vasos sanguíneos, el puente del tentorio, la y material vegetal. La fecundación también es externa.
segmentación de los tarsos en tarsómeros, y la presencia de
un filamento terminal. Dentro de Ectognatha, Archaeogna- Pterygota, o insectos con alas: grupos basales
tha (c. 390 especies, ‘pececillos de bronce’) es hermano del La monofilia de Pterygota está apoyada por un gran nú-
resto, los Dicondylia, llamados así por presentar una articu- mero de sinapomorfías, fundamentalmente la presencia de
lación primaria con el cóndilo en la mandíbula y otra secun- dos pares de alas en el mesotórax y el metatórax, y toda una
daria con el cóndilo en la cápsula cefálica. Los Archeogna- serie de estructuras asociadas. A pesar de la controversia
tha tienen una distribución cosmopolita, y pueden todavía existente en cuanto al origen del vuelo y de las alas
encontrarse, como los colémbolos, en las regiones árticas. (véase el apartado Tendencias evolutivas), su origen único
Se alimentan de material vegetal en diversos grados de des- en Pterygota está ampliamente aceptado. Las clasifica-
composición, y son de aspecto general muy parecido a los ciones tradicionales separaban los Pterygota en “Palaeop-
tisanuros (también están recubiertos de escamas). tera” (Odonata, libélulas y Ephemeroptera, efímeras), que
no pueden replegar las alas sobre el cuerpo, y los Neoptera pueden vivir en alturas de hasta 5000 m), y son predado-
(el resto de los insectos) que sí pueden plegarlas. Algunos ras o detritívoras. Los adultos son de vida corta y apenas
datos moleculares parecen apoyar la existencia de “Pa- se alimentan.
laeoptera”, aunque los datos morfológicos, los análisis Los Dermaptera (tijeretas, unas 1800 especies) se ca-
combinados y los genomas mitocondriales apoyan la pa- racterizan por los cercos abdominales modificados en
rafilia del grupo, con Odonata hermano de Neoptera. Po- forma de pinza, y por el complejo sistema de plegamiento
sibles sinapomorfías de Odonata + Neoptera son la trans- en forma de abanico de las alas funcionales (segundo par)
formación del segundo cóndilo mandibular en una debajo del primer par de alas, que es de tamaño reducido
articulación en cápsula cerrada (con la consiguiente trans- y modificado para ofrecer protección en reposo. En algu-
formación de la musculatura), la aparición de mecanismos nas especies las hembras presentan formas especializadas
activos para cerrar los espiráculos, conexiones adicionales de cuidado parental.
en el sistema traqueal torácico y la pérdida del filamento Los Embioptera son un pequeño grupo (unas 300 es-
abdominal terminal. pecies) de distribución básicamente tropical. Las hembras
Los efemerópteros (unas 2500 especies) son insectos son ápteras y en general los machos poseen dos pares de
de larvas acuáticas y adultos voladores. El desarrollo de las alas de forma y tamaño similar. Segregan una seda con es-
fases acuáticas inmaduras (ninfas) puede durar de varios tructuras especializadas de las patas delanteras, que utili-
meses a más de 1 año, pero los adultos, que no se alimen- zan para tejer galerías o refugios donde viven formando co-
tan, son de vida corta (en algunos casos tan sólo unas ho- lonias, en las cuales las hembras también presentan formas
ras, el tiempo suficiente para aparearse y que las hembras de cuidado parental.
pongan huevos; de ahí el nombre común, efímeras). La Los Zoraptera son insectos de pequeño tamaño (menos
emergencia de las especies en que los adultos son de vida de 5 mm), poco diversificados (unas 40 especies en un
corta está sincronizada, formando enjambres de miles o mi- único género actual, Zorotypus, y otro género conocido
llones de individuos, sobre todo en las especies de lagunas únicamente en ámbar cretácico). Son parte de la fauna del
o lagos. Los estadios inmaduros poseen varios pares de suelo o de la materia vegetal en distintos grados de des-
branquias dorsales en el abdomen, que tienen largos cer- composición, muchas veces ciegos, despigmentados y áp-
cos y un filamento terminal. Son los únicos entre los Ptery- teros, aunque hay especies dimórficas, con individuos ala-
gota que presentan una muda adicional después de desarro- dos y bien pigmentados. Son en general gregarios, aunque
llar las alas funcionales, lo que probablemente se ha se desconocen los detalles de su posible organización so-
perdido en Odonata y Neoptera. Este estadio intermedio, cial. La posición de Zoraptera es controvertida. Su posible
o subimago, normalmente es de corta duración y durante relación con Embioptera se apoyaría en estructuras simi-
él los ejemplares son muy vulnerables a los predadores. lares en la base del ala, pero comparten algunos caracte-
Uno de los sucesos más importantes en la evolución de res derivados con Paraneoptera, como un número de tar-
los insectos fue la aparición de Neoptera, con la posibili- sómeros reducido, la reducción en el número de túbulos de
dad de plegar las alas sobre el abdomen en lugar de man- Malpigio, la fusión de los ganglios abdominales y la laci-
tenerlas rígidas a ambos lados del tórax, como sucede en nia en forma de estilete, sin espinas.
los grupos anteriores, los “Palaeoptera”. Esto hace posible El resto de los órdenes de Polyneoptera se agrupaban
que se refugien en espacios reducidos, y probablemente fue tradicionalmente en un linaje Ortopteroide, pero su mono-
clave en su posterior éxito evolutivo. Las relaciones entre filia no está bien establecida. Dentro de este grupo se pue-
los principales órdenes de Neoptera es uno de los mayo- den distinguir tres líneas principales: los Ortópteros (Cae-
res problemas filogenéticos por resolver, especialmente si lifera y Ensifera, saltamontes y langostas), los Dictyoptera
se considera que entre ellos se encuentra la gran mayoría (Mantodea o mantis religiosas, Isoptera o termitas, y Blat-
de los organismos conocidos. Las dos grandes incógnitas todea o cucarachas) y los fasmodea (Phasmatodea o insec-
son, por un lado, las relaciones basales de Neoptera, y por tos palo e insectos hoja, Mantophasmatodea o insectos gla-
otro las relaciones basales de Holometabola. Tradicional- diadores, y Grylloblattodea). Todos estos grupos
mente, los órdenes de Neoptera se agrupaban en Polyne- comparten alas anteriores parcialmente escletorizadas o
optera, Paraneoptera y Holometabola. La monofilia de tegmina, la estructura del segmento anal y la presencia de
Paraneoptera y Holometabola está bien apoyada tanto por euplantulae típicos.
datos morfológicos como moleculares, pero la de Polyne- La monofilia de los Dictyoptera está apoyada por sina-
optera no. Hay un cierto número de grupos cuyas relacio- pomorfías morfológicas (como presencia de ooteca para
nes inciertas: Plecoptera, Dermaptera, Embioptera y Zo- proteger los huevos y la estructura del tentorio) y por da-
raptera, que se han agrupado de forma diferente según el tos moleculares, aunque las relaciones entre los órdenes no
tipo de los datos analizados. son bien conocidas. Los Blattaria (cucarachas, unas 4000
Los Plecoptera (‘perlas’, unas 1700 especies) tienen especies) son uno de los grupos de insectos más conocidos
adultos terrestres y fases inmaduras acuáticas. Como todos por la gente, aunque tan sólo tres o cuatro especies tienen
los Neoptera, los adultos pueden doblar las alas sobre el ab- distribución prácticamente cosmopolita y están asociadas
domen, aunque son malos voladores. En su mayor parte las al ser humano: la mayoría de las especies conocidas son
ninfas habitan aguas corrientes frías (algunas especies tropicales, de hábitos más o menos inconspicuos. Análisis
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 287
recientes tanto morfológicos como moleculares sitúan a las especializado. Los Psocoptera se alimentan de sustancias
termitas (Isoptera) como un grupo derivado dentro de los vegetales en distintos grados de descomposición, y se
Blattodea: las termitas no serían más que un grupo de cu- encuentran frecuentemente asociadas a productos almace-
carachas que han desarrollado eusocialidad, y en la actua- nados o a libros. Los Thysanoptera (trips, unas 5000 es-
lidad se consideran una epifamilia (Termitoidae) dentro del pecies) son pequeños insectos voladores con apéndices
orden Blattodea, con casi 3000 especies descritas en siete bucales muy asimétricos, que pueden constituir plagas
familias. Se alimentan de materia vegetal muerta, frecuen- agrícolas de cierta importancia.
temente madera, por lo que tienen una gran importancia
económica, en especial en las zonas cálidas tropicales, Holometabola (= Endopterygota)
donde son más frecuentes y diversas. Viven en colonias La monofilia de Holometabola está bien establecida, al
que pueden llegar a tener millones de ejemplares y cons- contrario de su posición filogenética. La hipótesis más
tituir elementos predominantes del paisaje, y han desarro- aceptada es la relación de grupo hermano con Paraneóp-
llado un sistema de castas con diferentes especializaciones tera, con la inclusión de Zoraptera en el grupo hermano en
morfológicas y de comportamiento. algunos análisis morfológicos. Sin embargo, tanto el apoyo
Los Mantodea (mantis religiosas o santateresas, unas molecular como el morfológico es limitado, y algunos de
2300 especies descritas) son un grupo de predadores, con los caracteres utilizados no se han estudiado en todos los
patas anteriores muy modificadas para capturar a sus pre- grupos.
sas, de distribución principalmente tropical o en zonas La característica más prominente de los Holometa-
templadas. bola es la metamorfosis completa, que permite disociar el
Los fasmodea incluyen a los Phasmatodea (insectos modo de vida y el hábitat de las fases inmaduras y los adul-
palo e insectos hoja), los Grylloblattodea y los Mantophas- tos. La interpretación evolutiva del origen de la metamor-
matodea (gladiadores). Los dos últimos son pequeños ór- fosis no es sencilla (véase el apartado Tendencias evolu-
denes de descubrimiento reciente, a principios de los siglos tivas), pero su origen único es indiscutible. Otras posibles
XX y XXI, respectivamente. Los Grylloblattodea (unas sinapomorfías del grupo son la ausencia de ocelos en las
25 especies conocidas) tienen una distribución restringida larvas, la ausencia de músculos en los artejos de las ante-
a zonas frías o de montaña del hemisferio norte. Los Man- nas larvales y la posición de las ‘protoalas’ de los estadios
tophasmatodea, el último de los órdenes de insectos en ser prepupales bajo la cutícula (de ahí el nombre Endoptery-
descubierto, son un grupo pequeño (menos de 20 especies) gota) (excepto en una familia de Strepsiptera).
de distribución actual restringida a África del sur, pero co- Dentro de Endopterygota se aceptan tres clados fun-
nocidos en ámbar báltico (véase el recuadro Mantophas- damentales: Hymenoptera (hormigas, abejas), Coleop-
matodea, los insectos gladiadores). Los Phasmatodea tera (escarabajos) más Neuropterida (crisopas), y Panor-
(unas 3000 especies) son insectos generalmente de gran ta- pida (o Mecopterida), formado este último por
maño, de distribución fundamentalmente tropical. Son Lepidoptera (mariposas y polillas) más Trichoptera (Am-
ejemplos paradigmáticos de mimetismo: tanto los insectos phiesmenoptera) por un lado y Diptera (moscas, mosqui-
palo como los insectos hoja han desarrollado una serie de tos), Mecoptera y Siphonaptera (pulgas) por otro (An-
modificaciones morfológicas y de comportamiento que los tliophora). Las relaciones entre estos tres clados son
asemejan extraordinariamente a ramitas u hojas de la ve- más controvertidas, así como la posición filogenética del
getación en que viven. La monofilia de los tres órdenes de orden restante, Strepsiptera (véase el recuadro El pro-
fasmoideos está bien apoyada por datos moleculares, tanto blema de Strepsiptera). Únicamente el análisis de geno-
de genomas mitocondriales completos como de una selec- mas mitocondriales completos sitúa a Lepidoptera más
ción de genes nucleares. La posición de Mantophasmato- próximo a Coleoptera que a Diptera, aunque el muestreo
dea está todavía poco clara: comparten con Grylloblatto- de Holometabola en este estudio es muy limitado y los
dea la reducción completa de las alas y la ausencia de mola resultados no tienen ningún apoyo morfológico. La po-
en las mandíbulas, y con Phasmatodea el gran desarrollo sición más aceptada de Hymenoptera según datos mole-
de estructuras similares en los tarsos para aumentar la ca- culares es como grupo hermano del resto de Endoptery-
pacidad de adhesión (el arolium y las euplantulae, cubier- gota (con la salvedad de la incertidumbre de las
tos ambos de microtriquia). relaciones de Strepsiptera), aunque en algunos análisis
Los Paraneoptera incluyen a los órdenes Thysanop- aparece como grupo hermano de Mecopteroidea. La pri-
tera, Psocoptera, Phthiraptera y los tradicionales Hemip- mera hipótesis (Hymenotera + resto Endopterygota) está
tera (Heteroptera o chinches de campo, Auchenorrhyncha apoyada por datos derivados de genomas completos y de
o cigarras, y Sternorrhyncha o pulgones; véase Cap. 30, genes ribosómicos, así como por la presencia de un ovo-
Hemípteros), y su monofilia está bien apoyada tanto por positor bien desarrollado, de glosa y paraglosa, y de un
datos moleculares como morfológicos. Los Phthiraptera número elevado de túbulos de Malpigio, caracteres muy
(piojos, unas 3000 especies) y Psocoptera (piojos de los plesiomórficos dentro de Endopterygota. Por el contra-
libros, unas 5500 especies) son grupos hermanos. Los pri- rio, la relación entre Hymenoptera y Mecopteroidea es-
meros son ectoparásitos de mamíferos y aves, con nume- taría apoyada por datos morfológicos, por un análisis
rosas modificaciones morfológicas para su modo de vida combinado con datos morfológicos y diversos genes
288 Cap. 28, Hexápodos
En el número del 24 de mayo de 2002 de la revista Science, Klass y colaboradores describían un nuevo orden de insectos (el
primero desde hacía casi un siglo), los Mantophasmatodea o insectos gladiadores (también llamadosheelwalkers o rock crawlers).
El trabajo original estaba basado sólo en tres ejemplares: dos africanos conserva-
dos en museos desde hacía más de medio siglo, considerados como inmaduros
de algún orden ortopteroide, aunque con un aspecto un tanto ‘raro’, y un ejem-
plar fósil conservado en ámbar báltico, estudiado por Arillo et al. y calificado de
‘enigmático’, posteriormente descrito por Zompro como Rhaptophasma ‘incertae
sedis’ y finalmente redescrito como Adicophasma grylloblattoides por Arillo y Engel.
La descripción original del orden utiliza caracteres diagnóstico para excluir la per-
tenencia de las especies de Mantophasmatodea a cualquier orden conocido, sin
una filogenia formal. Los hábitos predadores, la cabeza hipognata, la ausencia de
glándulas protorácicas y la genitalia femenina sin opérculo (entre otros caracte-
res) lo diferencian de Phasmatodea, mientras que la presencia de musculatura
para cerrar los espiráculos abdominales, la ausencia de metaspina y la ausencia de
sacos membranosos en el primer segmento abdominal lo excluyen de Grylloblat-
todea. Klass ey colaboradores ya mencionaron el hallazgo de ejemplares vivos en
Namibia. En sucesivos trabajos se describieron con más detalle sus caracteres
morfológicos y aparecieron los primeros datos genéticos, incluyendo un genoma
mitocondrial. Actualmente se reconocen una docena de especies en tres familias
con ocho géneros vivos, más tres géneros fósiles de posición incierta. Tanto los
datos morfológicos como los moleculares coinciden en situar a los Mantophas-
matodea en un clado monofilético junto a Phasmatodea y Grylloblattodea, tal
como sugieren Klas y colaboradores en su trabajo inicial, pero las relaciones entre
Mantophasmatodea fue el último orden de insec-
tos en ser descubierto, en el año 2002. Su aspecto estos órdenes no están bien resueltas. El genoma mitocondrial apoya la relación
les asemeja a estadios inmaduros de algunos in- con Phasmatodea, mientras que los genes nucleares y algunos caracteres morfo-
sectos ortopteroideos, y quizá por ello pasaron lógicos apoyan una relación más próxima a Grylloblattodea, lo que ha llevado a
desapercibidos hasta su descubrimiento en el des- algunos autores (quizá un tanto prematuramente) a considerarlos, junto con
ierto de Namibia. Grylloblattodea, como dos subórdenes de un nuevo orden, Notoptera.
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 289
tera (crisopas y hormigas león) más Megaloptera, apoyando la enorme fascinación que ha despertado desde antiguo el
hipótesis morfológicas previas. La presencia de larvas acuá- vuelo de los insectos, hasta hace poco no se entendía su ae-
ticas en Neuroptera y Megaloptera apoyaría esta interpreta- rodinámica (bajo el modelo clásico era imposible que un
ción, aunque utilizando la unidad ribosómica pequeña (SSU) insecto como la abeja común volase), y tanto el origen ana-
Raphidioptera aparece como hermano de Megaloptera, lo tómico de las alas como el desarrollo evolutivo de la ca-
que se vería apoyado por la forma de la cabeza. Los Raphi- pacidad de vuelo son todavía motivo de controversia. Tra-
dioptera (unas 220 especies) se caracterizan por tener el pro- dicionalmente se consideraba que las alas de los Pterygota
tórax y la cabeza alargados y estrechos (de ahí su nombre se desarrollaron a partir de expansiones inmóviles del tó-
vulgar en inglés, snake flies), aunque las patas delanteras no rax, inicialmente utilizadas como planeadoras y que final-
están modificadas como en Mantispidae (una familia de mente dieron lugar a las alas articuladas de los insectos ac-
Neuroptera). Tanto larvas como adultos son predadores, y tuales, capaces de sostener un vuelo activo. Si se acepta
están presentes en el hemisferio norte, en las zonas templa- que los hexápodos tienen un origen próximo a algunos gru-
das con bosque. Los Megaloptera (unas 300 especies) tie- pos de “crustáceos”, y que los Pterygota ancestrales tenían
nen larvas acuáticas predadoras, aunque en muchas especies fases inmaduras acuáticas, una hipótesis alternativa es que
los adultos no se alimentan y son de vida corta. Pueden al- las alas se originaron a partir de branquias articuladas. Las
canzar un tamaño considerable (hasta casi 10 cm). Los formas primitivas no serían planeadoras, como se suponía,
Neuroptera (crisopas, hormigas león, matíspidos y afines, sino ‘patinadoras’. De ser así, las protoalas constituirían un
unas 4 000 especies) tienen larvas con una estructura suc- carácter exaptativo, ya que levantando las protoalas los in-
cionadora única, formada por las mandíbulas y las maxilas. sectos primitivos podrían desplazarse por la superficie del
Algunas de ellas son acuáticas (Nevrorthidae, Sisyridae), agua arrastrados por el viento. El perfeccionamiento del
aunque la mayoría son terrestres. Los adultos presentan una sistema conduciría primero a la posibilidad de locomoción
gran diversidad de formas, con grupos parecidos a las ma- activa mediante el batido de las alas, y finalmente a la con-
riposas, los odonatos, o incluso mantodea. secución del vuelo aéreo libre. Esta hipótesis se ve apoyada
por la existencia de especies actuales de plecópteros que
Evolución de los caracteres utilizan las alas como velas para desplazarse por la super-
ficie del agua, con especies que presentan todos los grados
Dada la enorme diversidad morfológica de los hexápodos, intermedios hasta el vuelo activo bien desarrollado. Una
han aparecido numerosos conjuntos de caracteres con una vez bien establecida la capacidad de vuelo libre, los distin-
evolución muy compleja dentro del grupo, desde adaptacio- tos órdenes de insectos han desarrollado una gran variedad
nes morfológicas a ambientes específicos (arborícola, sub- de estructuras y mecanismos adaptados a los distintos ti-
terráneo, acuático), dimorfismo sexual extremo, adaptacio- pos de vuelo, desde las alas de las mariposas, de gran su-
nes a la vida parasítica o mimetismo químico. Los perficie y movimiento relativamente lento, a las de los díp-
apéndices corporales seguramente son uno de los órganos teros o himenópteros, con frecuencias de batido de hasta
más variables y modificados, tanto los locomotores (patas mil ciclos por segundo y una gran precisión de movimien-
y alas) como los sensoriales (antenas, cercos) y las piezas tos.
bucales (mandíbulas, maxilas, labio). De modo indepen-
diente, en muchos grupos se han desarrollado patas foso- Origen de la metamorfosis
riales para excavar (en los ortópteros y los coleópteros), pa- La metamorfosis es una de las estrategias más comunes
tas adaptadas a la natación (en la mayoría de los grupos con del reino animal para diversificar el uso de recursos y del
especies acuáticas), prensoras (de pelo o plumas en grupos espacio, posibilitando que estadios inmaduros y adultos de
ectoparásitos, de plantas en grupos fitófagos, de presas en una misma especie no compitan directamente al tener re-
predadores) o formas ápodas, tanto larvas como algunos querimientos ecológicos y fisiológicos muy distintos. En
adultos de vida parásita. Del mismo modo, hay grupos en los insectos se dan distintos tipos de metamorfosis, desde
que las piezas bucales están modificadas para perforar (he- variaciones mínimas entre los estadios inmaduros y adul-
mípteros, dípteros, sifonápteros), masticar (ortópteros, co- tos (por ejemplo en algunos grupos de insectos ortopteroi-
leópteros, himenópteros), lamer (dípteros, himenópteros) o dos) hasta la transformación completa en algunos holome-
succionar (dípteros, lapidópteros), o simplemente han de- tábolos. El enorme éxito de los insectos se ha asociado en
generado y no son funcionales (efemerópteros, tricópteros). ocasiones a la aparición de una metamorfosis completa en
los Endopterygota, que incluyen más del 80% de las es-
Tendencias evolutivas pecies.
Se han formulado diversas hipótesis para explicar el
Origen del vuelo en Pterygota origen evolutivo de la metamorfosis en los insectos Endop-
Una de las razones que habitualmente se invocan para ex- terygota. Tradicionalmente, los estadios larvales de Endop-
plicar el enorme éxito evolutivo de los insectos Pterygota terygota se consideraban homólogos de los estadios ninfa-
es su capacidad de volar. El vuelo está particularmente des- les de los insectos “hemimetábolos”. Alternativamente,
arrollado en los grupos más diversificados, como los prin- los estadios larvales de holometabola se pueden conside-
cipales órdenes de Holometabola. Sin embargo, a pesar de rar homólogos de la protoninfa de los “hemimetábolos”,
290 Cap. 28, Hexápodos
Biogeografía y biodiversidad
Los hexápodos están presentes en todos los biomas terres-
tres, y son tanto en número de especies como en biomasa
uno de los elementos dominantes de la biosfera, con la
única excepción del mar abierto. Con toda certeza, el fun-
Figura 1. La fase de pupa, entre la larva y el adulto, es una de cionamiento de prácticamente todos los ecosistemas te-
las mayores innovaciones de los insectos holometábolos. En esta rrestres actuales depende en gran medida de los hexápo-
fase se regeneran completamente los tejidos del individuo adulto dos, sobre todo por su papel en la polinización de una
a partir de grupos de células que han permanecido indiferencia- gran cantidad de especies de angiospermas y por el reci-
das durante las fases larvarias. En la foto, pupa de Xenos vespa- clado de la materia orgánica muerta, tanto vegetal como
rum, el estrepsíptero representado en el recuadro El problema animal. Con un millón de especies descritas, y un cálculo
de Strepsiptera. conservador del número total de especies en torno a los
cinco millones, los insectos constituyen casi el 60% de to-
con lo cual las larvas serían ‘embriones de vida libre’. La das las especies conocidas y más del 75% de los meta-
pupa de los holometabola sería equivalente a los diferen- zoos. La ausencia casi total de hexápodos en mar abierto
tes estadios ninfales de los hemimetábolos. Esta última in- (con las únicas excepciones de algunos mosquitos y un
terpretación parece ser la que cuenta con mayor apoyo fi- género de zapateros, Halobates) ha sido objeto de espe-
siológico (control hormonal) y anatómico, y es la más culaciones desde antiguo, y se han dado toda clase de ex-
aceptada en la actualidad. plicaciones poco convincentes, generalmente basadas en
limitaciones fisiológicas o en la competencia con los
Evolución de la eusocialidad “crustáceos”. Una posibilidad recientemente propuesta es
En muchos grupos de animales se da alguna forma de la limitación que impone el sistema de respiración me-
cuidado parental o de estructura social, pero es en los he- diante tráqueas, que al colapsarse por el aumento de la
xápodos donde estas organizaciones sociales han evolucio- presión hidrostática no permitiría las migraciones diarias
nado hasta formas extremas, la eusocialidad. En sentido es- típicas del zooplancton marino. Al estar permanente-
tricto, la eusocialidad requiere que haya una división del mente confinados a las capas superficiales, bien ilumina-
trabajo (generalmente con castas estériles), que haya cui- das, los insectos serían presa fácil de los peces actinop-
dado parental y que los grupos estén formados por indivi- terigios u otros predadores.
duos de diferentes generaciones. Las formas más extremas Entre los hexápodos hay especies de distribución cos-
de eusocialidad se dan en las termitas (Isoptera) y en diver- mopolita, tanto de forma natural como mediada por el
sos grupos de himenópteros, en los cuales ha aparecido de hombre, pero también una gran cantidad de especies y gru-
forma independiente en varias ocasiones (hormigas, abe- pos con distribuciones restringidas, que en muchos casos
jas, algunas avispas), pero hay otros grupos en que se han forman parte de la base sobre la cual se sustentan hipóte-
desarrollado por lo menos algunas de las características tí- sis biogeográficas o geológicas (como la teoría de la deriva
picas de las eusocialidad: áfidos (Sternorrhyncha), trips de los continentes de Wegener, o las ideas biogeográficas
(Thysanoptera) y ciertos grupos de coleópteros (véase de Wallace). Su enorme diversidad y variedad ecológica
Cap. 31, Coleópteros). La existencia de individuos estéri- los hacen especialmente apropiados para todo tipo de es-
les o con una baja fertilidad, que en apariencia sacrifican tudios de distribución de la diversidad, pero la falta de co-
su posibilidad de reproducción en beneficio del grupo, es nocimiento detallado de la taxonomía y la clasificación de
difícil de explicar evolutivamente. Darwin, en El origen de muchos grupos (o la dificultad en obtener la información)
las especies (1859), sugirió la posibilidad de que en estos hace que habitualmente se vean desplazados por grupos
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 291
menos adecuados, pero para los cuales la información es Principales cuestiones pendientes
fácilmente accesible, como son ciertos grupos de vertebra-
dos o plantas. Hay multitud de incertidumbres en torno al origen y la evo-
lución de un grupo tan diverso y complejo como los hexá-
podos, pero de modo resumido se pueden destacar:
Diferenciación y especiación
• ¿Cuál es el grupo hermano de los hexápodos dentro de
La abrumadora diversidad de los insectos plantea de los “crustáceos”, y qué caracteres tenía el antepasado
forma inmediata la cuestión de su origen: ¿por qué tantas común a ambos?
especies? Para ir más allá de respuestas anecdóticas, lo • ¿Cuál es la posición filogenética de Diplura?
primero es identificar qué clados son significativamente
más diversos que el resto o, lo que es lo mismo, en qué • ¿Son los Zygentoma monofiléticos? Esto es, ¿es Tri-
momento de la evolución del grupo ha habido cambios en cholepidion un Zygentoma?
las tasas de diversificación, y a qué factores se pueden aso- • ¿Cuáles son las relaciones entre los grupos basales de
ciar estos cambios. La incertidumbre tanto sobre la esti- Neoptera?
mación de la diversidad actual de los distintos grupos • ¿Cuál es la posición filogenética de Zoraptera y Strepsip-
como sobre sus relaciones filogenéticas hace que los re- tera? ¿Son los Strepsiptera realmente holometábolos?
sultados de este análisis se deban tomar con precaución,
pero parece que los cambios fundamentales en la tasa de
diversificación de los hexápodos posiblemente se puedan
Bibliografía básica
asociar a la aparición de las alas y las primeras formas de – Beutel, R.G. y Pohl, H. 2006. Endopterygote systematics — where do
metamorfosis. La gran diversidad de algunos grupos (por we stand and what is the goal (Hexapoda, Arthropoda)? Syst Entomol
ejemplo, los escarabajos o los coleópteros) también parece 31: 202-219.
asociada a su antigüedad y persistencia, más que a tasas – Grimaldi, D. y Engel, M.S. 2005. Evolution of the insects. Cambridge
excepcionales de diversificación. Otros factores que ha- University Press, Cambridge.
bitualmente se asocian a la gran diversidad de los insec- – Kjer, K.M., Carle, F.L, Litman, J. y Ware, J. 2006. A molecular phylo-
tos son su versatilidad ecológica y morfológica, la coevo- geny of Hexapoda. Arthrop Syst Phyl 64: 35-44.
lución con las plantas vasculares y la presencia – Savard, J., Tautz, D., Richards, S., Weinstock, G.M., Gibbs, R.A., We-
generalizada de selección sexual. El conjunto de datos en rren, J.H., et al. 2006. Phylogenomic analysis reveals bees and wasps
estos casos es más equívoco, y aunque puedan haber des- (Hymenoptera) at the base of the radiation of Holometabolous insects.
empeñado algún papel fundamental en algunos grupos, no Genome Research 16: 1334-1338.
siempre están asociados a un aumento en las tasas de di- – Wheeler, W.C., Whiting, M., Wheeler, Q.D. y Carpenter, J.M. 2001.
versificación. The phylogeny of the extant hexapod orders. Cladistics 17: 113-169.
Coenagrionoidea 1 1
Protoneuridae
Platycnemididae 2
Megapodagrionidae 2
Polythoridae
3
Amphiterygidae
Calopterygidae 3
Rimanellidae 4
Dicteriadidae
Chlorocyphidae
Platystictidae 5
Lestidae 4
Chorismagrionidae
6
Synlestidae
Perilestidae
Hemiphlebiidae 7
28 Corduliidae
c.360 Ma Macromiidae 5
8
Libellulidae 6
Petaluridae 7
Chlorogomphidae
9
Cordulegastridae
Aeshnidae 8
10
Austropetaliidae
Gomphidae 9
Epiophlebiidae 10 Epiophlebioptera
Árbol de Odonatos donde se muestran las relaciones filogenéticas de famílias taxonómicas. Las ramas con líneas gruesas indican cla-
dos robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde se une la rama. El
círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Odonatos
Olalla Lorenzo Carballa y Adolfo Cordero Rivera
29
Resumen: Los odonatos (libélulas y caballitos del diablo) agrupan en la actualidad unas 30 familias y unas 6000 especies, distribui-
das por todos los continentes excepto en la Antártida. Las relaciones de parentesco entre las familias basadas en datos molecula-
res han resultado ser, en la mayoría de los casos, incongruentes con las clasificaciones previas basadas en caracteres morfológicos.
Los resultados de los análisis filogenéticos más recientes, basados en secuencias nucleotídicas y caracteres morfológicos, han ser-
vido para clarificar algunas de estas relaciones, si bien sigue habiendo controversia acerca de la posición de algunos grupos, como
los Epiophlebioptera. Los fósiles indican la aparición de los odonatos en el carbonífero superior, con una amplia diversificación en
el pérmico y finalmente la evolución de los grupos actuales en el jurásico y el cretácico. Su plan corporal parece haber cambiado
poco desde entonces, así como ciertos modos de vida que se observan aún en las especies actuales. Presentan características mor-
fológicas únicas entre los insectos, de las cuales la más notable es la presencia de la genitalia masculina secundaria separada de los
testículos, lo que determina un comportamiento reproductor único, con un doble contacto entre macho y hembra durante la có-
pula, y los convierte en un grupo muy apropiado para probar las nuevas teorías sobre conflicto sexual. Una cuestión debatida es
si los policromatismos que se observan en muchas especies constituyen un carácter ancestral, lo que se resolverá con el desarro-
llo de filogenias robustas. Entre los mecanismos de especiación más exitosos en este grupo se encuentran los relacionados con las
presiones de selección por actinopterigios depredadores, con ejemplos muy notables en algunos géneros.
Summary: The extant Odonates are a group with 30 families and with about 6000 species described in all the continents, except in
the Antarctica. The relationships among different odonate groups based on molecular data have turned out to be in most of the cases
incongruent with previous classifications based on morphological data. Results of the most recent phylogenetic analyses, based on DNA
sequences as well as morphological characters have been useful to clarify some of these relationships, although there is still controversy
about the position of some groups, like the Epiophlebioptera. Fossils indicate the origin of these insects in the Upper Carboniferous, with
a wide diversification in the Permian and finally the evolution of current odonate groups in the Jurassic and the Cretaceous. Morphologically
odonates have changed slightly since then, and they maintain similar life styles. They have unique morphological features among the
insects, of which the most remarkable is the presence of the male secondary genitalia separated from the testes. This feature determines
a unique reproductive behaviour, which makes them the target group to test the new theories about sexual conflict. A debated question
is if the polychromatisms that are observed in many species constitute an ancestral character, a question that will be solved with the
development of robust phylogenies. Among the most successful mechanisms of speciation in this group are those related to the presence
of actynopterygian predators, with very remarkable examples in some groups.
l orden Odonata incluye actualmente un número El orden está constituido por tres subórdenes: los
293
294 Cap. 29, Odonatos
¿Qué es un odonato?
Los odonatos (del griego odontos, ‘diente’) son un orden de insectos con unas 6000 especies descritas que incluye formas
tan conocidas como las libélulas y los caballitos del diablo. Un odonato adulto es depredador y posee grandes ojos com-
puestos, patas fuertes y espinosas que utiliza para capturar insectos al vuelo y alas membranosas, largas y estrechas, con
una nerviación compleja y reticulada, y una mancha característica cerca del ápice (pterostigma). En los machos el órgano
copulador se encuentra en el segundo segmento abdominal, característica que los diferencia del resto de los insectos y que
determina un comportamiento reproductor único, en el que el macho tiene que doblar el abdomen durante el apareamiento
para poder alcanzar el orificio genital de la hembra. Los odonatos se encuentran asociados a ambientes acuáticos, necesa-
rios para el desarrollo de su etapa larvaria (denominadas ninfas o larvas). No presentan fase de pupa y por tanto son in-
sectos con metamorfosis incompleta (“hemimetábolos”). Junto con los efemerópteros formaban el grupo (ahora
parafilético) de los “paleópteros” (del griego palaeos, ‘antiguo’, y pteron, ‘ala’), insectos alados más primitivos, que se carac-
terizan por no poder plegar las alas sobre el abdomen, característica exclusiva de los neópteros (resto de insectos alados).
Epiprocta
de las familias de este grupo reconocidas tradicionalmente, An is op te ra (P e ta lu rid a e )
y mostraron que Ephioplebia superstes, una de las 4 úni- An is op te ra
cas especies de Epiophlebioptera vivas, es grupo hermano A. R e h n (2 0 0 3 )
de los Anisoptera. Un estudio preliminar del orden utili- L e s tid a e
zando el gen rrnS (mitocondrial) sugirió la agrupación de Ae s h n id a e
los Lestidae (una familia tradicionalmente incluida en el
Anisoptera
Cord u le g a s trid a e
suborden Zygoptera) con los Anisoptera. Los Zygoptera
L ib e llu lid a e
serían, según este trabajo, un grupo parafilético. Sin em-
bargo, dadas las limitaciones del estudio, en el cual se ana- Gom p h id a e
lizaron únicamente 24 especies de 16 géneros en siete fa- Coe n a g rion id a e
milias, todas ellas de Norteamérica, estas conclusiones
Ca lop te ry g id a e
deben considerarse preliminares. B. S a u x e t a l. (2 0 0 3 )
En un trabajo más reciente que analiza el gen rrnL (mi- Zy g op te ra (Coe n a g rion oid e a )
tocondrial) y el rADN 28S (nuclear) se concluye de nuevo
Zy g op te ra (Ca lop te ry g oid e a )
que los Zygoptera son parafiléticos (al estar las familias Les-
tidae y Calopterygidae formando clados dentro de los Ani- Zy g op te ra (L e s tid a e )
soptera), y los Epiophlebioptera formarían un grupo mono- E p iop h le b iid a e
Epiprocta
filético junto con los Anisoptera (suborden Epiprocta), si An is op te ra (P e ta lu rid a e )
bien no se resuelve la posición de Epiopheblia, que se sitúa An is op te ra
como un grupo intermedio entre Zygoptera y Anisoptera si C. Ha s e g a wa y Ka s u y a (2 0 0 6 )
se usa la información del gen 28S, pero con la información
derivada del gen rrnL aparece como el grupo hermano de Figura 1. Esquema de las diferentes hipótesis acerca de las re-
Tanypterix (un anisóptero), aunque con un apoyo bajo. laciones entre familias de Odonatos basadas en estudios mor-
Esta falta de congruencia entre los estudios morfológi- fológicos (A) y moleculares (B y C).
cos, o entre diferentes estudios moleculares, indica clara-
mente la necesidad de combinar ambos tipos de datos para • El suborden Zygoptera, al contrario de lo obtenido en tra-
obtener una buena resolución y clarificar las relaciones fi- bajos previos, sería monofilético, con las familias de
logenéticas existentes dentro del orden (Fig. 1). En este sen- Lestoidea (Perilestidae, Synlestidae, Chorismagrionidae
tido, el estudio más completo hasta la fecha se ha llevado y Lestidae) formando un grupo hermano del resto de los
a cabo mediante el análisis de 29 familias y 108 especies de Zygoptera, mientras que las filogenias anteriores basadas
otros tantos géneros, basándose en la secuenciación de seis únicamente en uno o dos marcadores moleculares los ha-
genes: rrnS, rrnL y la subunidad II de la citocromo oxidasa bían situado más próximos a los Epiprocta.
(cox2), todos ellos mitocondriales, y los genes nucleares
El número de familias reconocidas actualmente es
Histona 3, rADN 18S y rADN 28S. Además, se analizaron
aproximadamente 30. La única obra que revisa la fauna
datos morfológicos de grupos extintos y actuales. Los re-
mundial de odonatos cita 29 familias, la revisión taxonó-
sultados obtenidos confirman que el suborden Zygoptera es
mica de Rehn reconoce 28 familias, y la lista de odonatos
monofilético y corroboran la existencia del suborden Epi-
del mundo, mantenida por Schorr, Lindeboom y Paulson
procta (Anisoptera + Epiophlebioptera), que había sido re-
(http://www.ups.edu/x6140.xml), agrupa las especies en 33
conocido anteriormente (véase Árbol de Odonatos). La in-
familias. En la Tabla 1 se indican las diferentes clasifica-
clusión de los fósiles no fue crucial para obtener una
ciones tradicionalmente aceptadas, así como las recomen-
filogenia robusta, pero sí para resolver la evolución de al-
daciones para la clasificación de los odonatos según las fi-
gunos caracteres asociados con el vuelo. Las conclusiones
logenias más recientes.
principales de este trabajo serían:
• Se apoya la propuesta de la creación del suborden Epi-
procta (Anisoptera + Epiophlebioptera).
Evolución de los caracteres
• Las familias de Anisoptera tradicionalmente reconocidas La inmensa mayoría de los odonatos actuales poseen un ci-
en la literatura y representadas por múltiples táxones, clo vital complejo, con estados larvarios acuáticos, de
excepto la familia Corduliidae, serían monofiléticas (Aes- vida relativamente larga (de unos meses a 4 o 5 años), y es-
hnidae, Petaluridae, Gomphidae, Synthemistidae y Libe- tados adultos voladores. No se sabe si los Protodonata po-
llulidae). De las familias Austropetaliidae, Chlorogom- seían también estados larvarios acuáticos, pero existen
phidae, Cordulegastridae, Macromiidae y Epiphlebiidae numerosos fósiles de larvas de odonatos que indican que
se analizó un único taxon, por lo que no se ha podido pro- esta característica acompaña al grupo desde sus orígenes.
bar si son monofiléticas o no. La evolución hacia un modo de vida secundariamente te-
Olalla Lorenzo Carballa y Adolfo Cordero Rivera 297
Tabla 1. Clasificaciones comúnmente aceptadas y modificaciones propuestas basadas en los análisis filogenéticos. La clasifi-
cación de Bybee y colaboradores reúne varias de las familias anteriores.
Clasificación de Schorr, Lindeboom Clasificación de Silsby Clasificación de Bybee y colaboradores
y Paulson (caracteres morfológicos) (caracteres morfológicos) (caracteres morfológicos +
(http://www.ups.edu/x6140.xml) secuencias de DNA)
Suborden Zygoptera Suborden Zygoptera Suborden Zygoptera
• Superfamilia Calopterygoidea • Superfamilia Calopterygoidea • Superfamilia Calopterygoidea
- Amphipterygidae - Amphipterygidae - Amphipterygidae
- Calopterygidae - Calopterygidae - Calopterygidae
- Chlorocyphidae - Chlorocyphidae - Chlorocyphidae
- Dicteriadidae - Dicteriadidae - Dicteriadidae
- Euphaeidae - Euphaeidae - Euphaeidae
- Polythoridae - Polythoridae - Polythoridae
• Superfamilia Lestoidea • Superfamilia Lestoidea • Superfamilia Lestoidea
- Lestoideidae - Lestoideidae - Lestoideidae
- Synlestidae - Synlestidae - Synlestidae
- Lestidae - Lestidae - Lestidae
- Perilestidae - Perilestidae - Perilestidae
- Megapodagrionidae - Megapodagrionidae - Megapodagrionidae
- Chorismagrionidae - Synlestidae - Synlestidae
- Diphlebiidae - Lestodeidae - Lestodeidae
- Thaumatoneuridae - Megapodagrionidae - Megapodagrionidae
• Superfamilia Hemiphlebioidea • Superfamilia Hemiphlebioidea • Superfamilia Hemiphlebioidea
- Hemiphlebiidae - Hemiphlebiidae - Hemiphlebiidae
• Superfamilia Coenagrionoidea • Superfamilia Coenagrionoidea • Superfamilia Coenagrionoidea
- Coenagrionidae - Coenagrionidae - Coenagrionidae
- Isostictidae - Isostictidae - Isostictidae
- Platycnemididae - Platycnemididae - Platycnemididae
- Platystictidae - Platystictidae - Platystictidae
- Protoneuridae - Protoneuridae - Protoneuridae
- Pseudostigmatidae - Pseudostigmatidae - Pseudostigmatidae
Suborden “Anisozygoptera” Suborden “Anisozygoptera” Suborden Epiprocta
• Superfamilia Epiophlebioidea • Superfamilia Epiophlebioidea • Superfamilia Epiophlebioidea
- Epiophlebiidae - Epiophlebiidae - Epiophlebiidae
Suborden Anisoptera Suborden Anisoptera • Superfamilia Aeshnoidea
• Superfamilia Aeshnoidea • Superfamilia Aeshnoidea
- Aeshnidae - Aeshnidae - Aeshnidae
- Neopetaliidae - Neopetaliidae - Neopetaliidae
- Petaluridae - Petaluridae - Petaluridae
- Austropetaliidae - Neopetaliidae - Neopetaliidae
• Superfamilia Gomphoidea
- Gomphidae - Gomphidae - Gomphidae
• Superfamilia Cordulegastroidea • Superfamilia Cordulegastroidea • Superfamilia Cordulegastroidea
- Cordulegastridae - Cordulegastridae - Cordulegastridae
• Superfamilia Libelluloidea • Superfamilia Libelluloidea • Superfamilia Libelluloidea
- Chlorogomphidae - Chlorogomphidae - Chlorogomphidae
- Corduliidae - Corduliidae - Corduliidae
- Libellulidae - Libellulidae - Libellulidae
- Macromiidae - Macromiidae - Corduliidae
- Synthemistidae - Synthemistidae - Corduliidae
rrestre en los estados larvarios sólo se conoce en unas po- pecies se encuentra el mayor odonato conocido, el caballito
cas especies de zigópteros de Nueva Zelanda y de anisóp- del diablo Megaloprepus coerulatus (Pseudostigmatidae).
teros de Australia. No obstante, la mayoría de las larvas de Este modo de vida y el gigantismo se han descrito también
odonatos pueden sobrevivir largos periodos fuera del agua, en una especie de caballito del diablo africano (Corypha-
siempre que puedan refugiarse en la hojarasca o bajo pie- grion grandis), durante mucho tiempo de clasificación in-
dras (Fig. 2). En zonas tropicales, algunas especies se han cierta. Un reciente estudio filogenético ha demostrado que
adaptado a completar su ciclo larvario en el agua acumu- no se trata de una evolución convergente, y por ello se ha
lada en las plantas (notablemente las bromeliáceas) o en sugerido que esta especie es también un pseudostigmátido,
huecos en los árboles (Phytotelmata), por lo que se han in- y un relicto de Gondwana, cuando Sudamérica y la costa
dependizado de los ecosistemas acuáticos. Entre estas es- oeste africana se encontraban unidas.
298 Cap. 29, Odonatos
néticas de I. hastata se desconoce. En Árbol elaborado a partir de las distancias genéticas entre cuatro poblaciones sexuales (línea verde)
Norteamérica se trata de una especie y cinco poblaciones partenogenéticas (naranja) de Ischnura hastata basado en nueve loci mi-
muy común, principalmente distribuida a crosatélites.
lo largo de la costa Este de Estados Uni-
dos, pero también se encuentra en México y Sudamérica, el Caribe y las islas Galápagos, lo que demuestra su habilidad para
colonizar islas relativamente alejadas del continente. Su capacidad de dispersión se ha demostrado al capturarlas con redes
montadas en aeroplanos a 300 m de altitud. Todo ello sugiere que esta especie ha podido colonizar las Azores de forma es-
pontánea, si bien otra posibilidad es que haya sido introducida accidentalmente junto con animales o plantas exóticas, o in-
cluso que haya sido transportada en tanques de agua por los antiguos balleneros.
El análisis de la estructura genética de las poblaciones de Azores y de México y Florida mediante microsatélites ha revelado
que la diferenciación genética entre poblaciones sexuales y partenogenéticas es significativa, como demuestra el árbol que se-
para a ambas poblaciones. La escasa diferenciación genética hallada en las poblaciones sexuales sugiere la existencia de flujo
génico entre ellas, lo que es congruente con la elevada capacidad de dispersión que posee la especie. Por otra parte, los mi-
crosatélites han revelado la estructura clonal de las poblaciones partenogenéticas, lo que sugiere la existencia de un solo
evento de colonización.
No existen evidencias de reproducción partenogenética en las poblaciones americanas, por lo que la partenogénesis puede
haber sido secundaria a la colonización de las islas. Otra posibilidad es que exista partenogénesis accidental en las
poblaciones sexuales, que se vería favorecida en ambientes donde encontrar una pareja sea difícil o imposible, como puede
ser el caso de una hembra de I. hastata que colonizase fortuitamente las islas Azores.
Estas poblaciones partenogenéticas son una rara excepción dentro los odonatos, y poseen un gran valor intrínseco en
cuanto a conservación. La aparición de una línea asexual a partir de las poblaciones sexuales conduce inmediatamente a la in-
dependencia evolutiva. Si a ello se une el hecho de la existencia de aislamiento geográfico, se estaría ante un caso de especia-
ción dentro de este grupo de insectos
Tabla 2. Distribución de la riqueza de odonatos pecies a partir de las tres originales, en su mayor parte me-
en diferentes regiones. diante la especialización en lagos con actinopterigios. Tam-
bién se dan casos de especies que se han originado por la
Número Especies/
País o región colonización de hábitats sin peces actinopterigios, pero
de especies 10 000 km2
donde las larvas de anisópteros son abundantes. El otro
África 880 0,3 clado sólo ha conseguido adaptarse a las aguas donde los
Mesoamérica-Caribe 500 1,9 peces actinopterigios son los depredadores principales, y ha
Estados Unidos de Norteamérica 511 0,5 evolucionado mucho más lentamente.
Europa 120 0,1 La formación de nuevas especies no siempre se acom-
Canadá-Alaska 51 0,04
paña de un buen aislamiento reproductor. Tradicional-
Louisiana 128 9,5
Arkansas 136 9,9
mente se ha creído que el doble mecanismo de contacto du-
Oklahoma 135 7,5 rante la cópula asegura un buen aislamiento mecánico, ya
California 108 2,6 que las hembras aparentemente sólo aceptan aparearse si
Florida 130 7,6 los machos estimulan zonas apropiadas de su protórax o
Texas 223 3,2 cabeza con sus apéndices anales. Sin embargo, incluso
Nuevo México 124 3,9 aunque los apéndices anales divergen mucho entre espe-
Georgia (EE.UU.) 150 9,7 cies similares, los apareamientos interespecíficos son re-
Costa Rica 300 58,7 lativamente frecuentes, incluso entre especies de diferen-
Suecia 55 1,2 tes géneros. En el norte de España se está produciendo
Dinamarca 53 12,3 actualmente un fenómeno de hibridación unidireccional
Irlanda 32 3,8
entre los machos de Ischnura elegans y las hembras de Is-
Gran Bretaña 38 1,6
Holanda 70 16,9
chnura graellsii, que parece producir la sustitución de
Francia 100 1,5 esta última especie, absorbida genéticamente por la pri-
España 76 1,5 mera. Este fenómeno tiene lugar incluso aunque ambas es-
Marruecos 58 1,3 pecies muestran un aislamiento mecánico evidente (de
Palestina-Israel 82 37,0 hecho, los apareamientos en la dirección opuesta no pare-
Congo 323 1,2 cen ocurrir prácticamente nunca).
Namibia 130 1,6
Sudán 103 0,4 Principales cuestiones pendientes
Sudáfrica 161 1,3
Madagascar 174 3,0 • ¿Cuándo se originó el sistema de apareamiento ‘anó-
Japón 128 3,4 malo’ de los odonatos, con la genitalia secundaria mas-
Sri Lanka 117 17,8 culina al principio del abdomen?
Malasia-Singapur 230 7,0
Borneo 300 4,0
• ¿Por qué los protoodonatos eran gigantes en comparación
Thailandia 300 5,8 con las formas actuales?
Hong Kong 112 1025,6 • ¿Son los Epiophlebioptera un grupo monofilético, de la
Taiwan 139 38,9 misma entidad que los Zygoptera y los Anisoptera?
Australia 300 0,4
• ¿Cuáles son los mecanismos que originan y mantienen
Nueva Zelanda 17 0,6
los polimorfismos de color restringidos a un solo sexo?
Pentatomorpha 1
(chinches de las crucíferas)
Cimicomorpha 2 3 2
(chinches asesinas, tigres de los plátanos)
Leptopodomorpha
Aradimorpha 3
Nepomorpha
c.230 Ma
4
Gerromorpha
Dipsocoromorpha
c.252 Ma 5
Enicocephalomorpha
Peloridiidae - Coleorrhyncha
6
Membracoidea 4
c.275 Ma
c.240 Ma Myerslopoidea
7
Cercopoidea
Cicadoidea (cigarras) 5
28 8
Árbol de Hemípteros donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Hemípteros
Dora Aguin Pombo y Thierry Bourgoin
30
Resumen: Las filogenias de los hemípteros (pulgones, moscas blancas, cochinillas, psílidos, fulgoroideos, cigarras, cercópidos,
cicadélidos, membrácidos y chinches) en base a secuencias nucleotídicas son, muchas veces, congruentes con las clasificacio-
nes en base a caracteres morfológicos. Los nuevos resultados obtenidos mediante filogenias moleculares han permitido resol-
ver problemas largamente debatidos, como la parafilia de los Homoptera, el grupo hermano de los Coleorhyncha, y también
sugerir nuevas hipótesis, como la posible parafilia de los Auchenorrhyncha. Los hemípteros probablemente surgieron en el car-
bonífero (300-310 Ma) pero su diversificación se inició en el pérmico y tuvo amplio éxito en el cretácico, juntamente con las
angiospermas. Las filogenias han permitido señalar importantes modificaciones que probablemente han estado relacionadas con
la diversificación de los hemípteros, como son el tipo de alimento utilizado, los hábitats ocupados y las asociaciones con hor-
migas o con endosimbiontes, que parecen haber surgido hace millones de años. Los estudios moleculares sugieren la especia-
ción alopátrida por vicarianza y dispersión como el modo de especiación más plausible; no obstante, datos ecológicos y de com-
portamiento indican que algunas especies de este grupo también pueden haber surgido por procesos de especiación simpátrida.
Probablemente, la organización cromosómica y las señales acústicas han tenido un papel importante en su diversificación. En
este capítulo se hace un resumen de la clasificación y la evolución de los hemípteros, que agrupan más de 80 000 especies dis-
tribuidas actualmente en 153 familias, de las cuales una gran parte son de distribución mundial.
Summary: The phylogeny of hemiptera (aphids, whiteflies, coccids, psyllids, planthoppers, cicadas, spittlebugs, leafhoppers, treehoppers
and other bugs) based on nucleotidic sequences are often in agreement with classifications based on morphological characters. The new
results obtained through molecular phylogenies have allowed to solve problems of long debate like the paraphyly of Homoptera, the sister
group of Coleorhyncha and to suggest also new hypothesis as the possible paraphyly of Auchenorrhyncha. Hemiptera have probably
evolved at the Carboniferous (300-310 Ma) but its diversification began in the Permian having wide success in the Cretaceous together
with angiosperms. The phylogenies have allowed interpreting important modifications that have been probably related with the
diversification of hemipterans as the type of food used, habitats, and associations with ants or with endosymbionts that seem ot have arisen
millions of years ago. Molecular studies suggest that allopatric speciation through vicariance and dispersion is the predominant mode of
speciation in this group; nevertheless, ecological and behavioural data suggest that sympatric speciation is also possible in some species
of this group. The organization of chromosomes and acoustic signals may have had an important role in the diversification of Hemiptera.
In this chapter a summary is provided on the classification and the evolution of hemipterans, which contain more than 80 000 species
grouped currently in 153 families, most of them worldwide distributed.
L
os hemípteros constituyen el grupo más diverso de (hematófagos) o alimentarse de hongos de otros insectos
todos los insectos con metamorfosis incompleta (predadores) (Fig. 1). Los hemípteros se diversificaron am-
(“hemimetábolos”). Destacan porque son capaces pliamente en el cretácico, coincidiendo con la diversifica-
de habitar en todos los climas y ocupar la mayoría de los ción de las angiospermas. Sus estructuras bucales son, sin
hábitats terrestres y de agua dulce; además, es el único duda, la causa del éxito alcanzado, por permitirles aprove-
orden de insectos que incluye especies verdaderamente ma- char el alimento que las plantas ofrecían, aunque es proba-
rinas: los zapateros o chinches de agua (Halobates). El tér- ble que otras adaptaciones, como la asociación con
mino Hemiptera hace referencia a que la parte basal de las microorganismos (endosimbiosis), también hayan contri-
alas anteriores es más gruesa que la distal, que es membra- buido a su gran diversificación. En la reconstrucción de su
nosa (hemiélitros), carácter solo observable en las chin- historia evolutiva, tradicionalmente se han utilizado datos
ches. No obstante, la característica que los distingue como morfológicos y paleontológicos; sin embargo, en muchos
grupo monofilético es el hecho de poseer piezas bucales casos estos datos no han permitido obtener filogenias de
modificadas que pueden servir para perforar y succionar consenso. En los últimos años, los marcadores moleculares
savia de las plantas (fitófagos), chupar sangre de animales han ayudado a precisar la filogenia del grupo y resolver
303
304 Cap. 30, Hemípteros
¿Qué es un hemíptero?
Los hemípteros (del griego hemi [medio] y pteron [ala]) son insectos hemimetábolos (sin metamorfosis completa) que se
caracterizan por poseer piezas bucales modificadas en forma de pico (rostro) adaptado para perforar y succionar líquidos
de plantas y animales. Filogenéticamente están próximos de los tisanópteros, los psocópteros y los phthirápteros, for-
mando en conjunto el grupo de los Paraneoptera.
cuados para establecer relaciones entre linajes lejanos. En xones más próximos. Debido a ello, han sido muchos los
especial, la subunidad pequeña del RNA ribosómico (18S) genes de mtDNA empleados en los estudios filogenéticos
ha sido muy útil para inferir relaciones filogenéticas de (cox1, cox3, cob, rrnL y rrnS). Sin embargo, se ha cues-
eventos evolutivos relativamente antiguos (>100 millones tionado su utilidad como marcadores de la historia del ge-
de años) de los linajes principales de hemípteros. A pesar noma de los insectos, puesto que se cree que pueden sufrir
de ser genes conservados, hay ciertas regiones que mues- selección indirecta debido a la frecuente presencia de mi-
tran tiempos de sustitución variables, por lo que también croorganismos endosimbiontes que se transmiten por las
pueden ser útiles para resolver las filiaciones de taxones hembras a sus descendientes (transmisión vertical). Por
estrechamente relacionados que hayan divergido en una este motivo, se ha sugerido que se utilicen más genes nu-
época reciente (<10 millones de años). De esta forma, las cleares en sistemática de insectos, pero son todavía pocos
tasas evolutivas heterogéneas pueden utilizarse para re- los marcadores nucleares disponibles (Wg, H3 y EF-1α).
construir las relaciones a varios niveles taxonómicos. En general, la mitocondria se hereda de la madre, por lo
El DNA mitocondrial tiene una tasa evolutiva elevada que todos estos genes sirven para reconstruir las filoge-
y se utiliza ampliamente para estimar relaciones entre tá- nias del linaje materno.
Términos básicos
Agallas: Estructuras vegetales inducidas por insectos y américa, África, Australia, el Indostán, Madagascar y la An-
otros artrópodos, nematodos, hongos o bacterias que re- tártida.
sultan del crecimiento anómalo del tejido vegetal que in- Gregario: Animal que vive en grupos formados por indivi-
tenta aislar el ataque o infección. duos de la misma especie.
Alternancia de plantas hospedadoras: Utilización de Haplodiploide: Especie en la cual el sexo se determina por
plantas hospedadoras taxonómicamente diferentes en altu- el número de juegos o complementos cromosómicos, con
ras diferentes del año. los machos haploides (n) y las hembras diploides (2n).
Brocosomas: Estructuras microscópicas hidrófobas pro- Hemiélitros: Primer par de alas de los hemípteros con la
ducidas en el intestino de la mayoría de los cicadélidos, y parte proximal rígida y la distal membranosa.
que aplican sobre el tegumento formando una cobertura. “Hemimetábolos”: Insectos con metamorfosis incom-
Cámara filtro: Sistema complejo de filtración del aparato pleta; los inmaduros llegan a la forma adulta gradualmente,
digestivo de algunos hemípteros, que permite eliminar rá- mediante sucesivas mudas.
pidamente el exceso de agua ingerido. Micetocitos o bacteriocitos: Células especializadas de in-
Coespeciación: o cocladogénesis. Se trata de especiación de- sectos que alojan microorganismos simbióticos o comensales
pendiente y recíproca en dos o más linajes de organismos dis- intracelulares. Si albergan bacterias se llaman bacteriocitos.
pares. Está causada por las interacciones de las especies, como Micetoma o bacterioma: Órgano o tejido compuesto de
hospedador y parásito, en que cada evento de especiación en células llamadas micetocitos o bacteriocitos.
un linaje resulta en un evento de especiación en el otro linaje. Mirmecomorfia: Parecido a las hormigas en su forma,
Cromosomas holocéntricos u holocinéticos: Cromo- comportamiento, caracteres químicos o textura.
somas sin centrómero localizado; también llamados holoci- Pronoto o pronotum: Parte dorsal del segmento torácico
néticos porque durante la anafase mitótica cualquier punto anterior.
del cromosoma actúa como centrómero y, por tanto, la Rostro: Prolongación de la cabeza en forma de pico por-
unión del huso mitótico no está localizada. tador de las piezas bucales.
Cuidados parentales o comportamiento subsocial: Sexo heterogamético: Aquel que produce gametos con
Cuidados proporcionados a la prole por el macho, la hem- dos o más constituciones cromosómicas diferentes que de-
bra o ambos, con el fin de aumentar su supervivencia, cre- finen el sexo.
cimiento y desarrollo. Sexo homogamético: Aquel que produce un solo tipo de
Dimorfismo sexual: Especies en las cuales machos y hem- gametos en cuanto a la constitución de los cromosomas
bras tienen características físicas propias e independientes que definen el sexo.
de los órganos sexuales. Telitoquia: Tipo de partenogénesis en la cual se producen
Endosimbiosis: Organismo que vive en el interior del exclusivamente hembras.
cuerpo o células de otro organismo. Trofobiosis: Relaciones mutualistas y convergentes entre
Especiación alocrónica: Proceso de formación de espe- hormigas y algunos grupos de hemípteros, en que uno pro-
cies por aislamiento temporal. tege al otro a cambio de algún tipo de alimento.
Estructura estridulante: Órgano productor de sonidos. Troglomórfico: Caracteres morfológicos (pérdida de pig-
Gondwana: Antiguo supercontinente del hemisferio sur mentos, ojos reducidos o ausentes, etc.)que surgen como
que hace 200 millones de años incluía la mayor parte de adaptaciones especiales a ambientes de oscuridad perpetua
tierra firme que constituyen hoy los continentes de Sud- como el interior de las cuevas.
306 Cap. 30, Hemípteros
HEMIPTERA
A B C D
Especies de hemípteros de importancia económica. A: cochinilla del carmín (Dactylopius coccus, Dactylopiidae); B: chinche besucona (Rhod-
nius prolixus, Reduviidae); C: pulgón del rosal (Macrosiphum rosae, Aphididae); D: cochinilla de los pinos (Anamaspis loewi, Diaspididae).
nadoras para obtener los jugos de las plantas, tener un tubo segmento de la antena (pedicelo) en Fulgoromorpha; y una
digestivo con cámara filtro para separar los componentes estructura distintiva en el interior de la cabeza para el so-
nutritivos de un alimento pobre, o la adquisición de endo- porte de los músculos de ésta, en particular de aquellos
simbiosis para sintetizar nutrientes esenciales. asociados a las piezas bucales (tentorium).
Al analizar las características morfológicas y fisiológi- Algunas características parecen haber surgido de forma
cas aparecidas a lo largo de la evolución, hay pocas que paralela y convergente sólo en varios linajes. Por ejemplo,
hayan aparecido una sola vez y se hayan mantenido en el éste parece ser el caso del desarrollo exagerado de ciertas
mismo linaje. Por otro lado, la diversidad del grupo sólo estructuras corporales, como los procesos posteriores del
permite enumerar con cierta cautela aquellas característi- pronoto en los membrácidos (Membracidae), o los trazos
cas consideradas más estables, entre las que se pueden del pronoto y hemiélitros de los tíngidos o chinches de en-
mencionar los cromosomas holocéntricos presentes en caje (Tingidae). Por el contrario, otras características pare-
todos los hemípteros; una cámara filtro más o menos des- cen haber surgido numerosas veces en muchos linajes a la
arrollada en el intestino para la absorción de nutrientes vez, como la facultad de inducir la formación de agallas en
(Sternorrhyncha, Cicadomorpha); células (micetocitos o plantas (Sternorrhyncha); la presencia de estructuras es-
bacteriocitos) y órganos (micetomas) especiales para al- tridulantes utilizadas en la transmisión de sonidos o vi-
bergar microorganismos simbiontes (Sternorrhyncha, Ci- braciones en casi todos los linajes,diferentes tipos de
cadomorpha, Fulgoroidea, Heteroptera); presencia de mimetismo con hormigas (mirmecomorfia, varias fami-
brocosomas (“Cicadellidae”); un órgano sensorial espe- lias de Heteroptera); asociaciones mutualistas con hormi-
cializado (órgano de Bourgoin) en la base del segundo gas (trofobiosis) presentes en los linajes principales
Dora Aguin Pombo y Thierry Bourgoin 309
(Cicadomorpha, Fulgoromorpha, Sternorrhyncha, Heterop- torias han permitido a los hemípteros explorar nuevos
tera); hábitos gregarios (Aphidoidea, Coccoidea, Euryme- nichos y diversificarse.
lidae y Membracidae); adaptaciones morfológicas • Entre los hemípteros, a pesar de ser insectos terrestres,
(troglomórficas) en especies cavernícolas de varias fami- varios grupos de chinches (Heteropteros) han conse-
lias de Fulgoromorpha (Cixiidae, Delphacidae, Hypoch- guido colonizar repetidas veces hábitats acuáticos de
thonellidae, Kinnaridae y Meenoplidae) y de Heteroptera aguas dulces, salobres y ambientes marinos. La adapta-
(Nepidae y Veliidae); y desarrollo de cuidados parentales ción a los ambientes acuáticos ha comportado varias mo-
(14 familias de Heteroptera, Membracidae y “Cicadelli- dificaciones morfológicas del cuerpo, necesarias para
dae”). Además, hay algunas características que surgen y facilitar la movilidad sobre la superficie del agua, pero
desaparecen varias veces en unos pocos linajes, como la también adaptaciones respiratorias, diversidad de ciclos
pérdida de la capacidad de vuelo (Aphidoidea, Coccoidea), biológicos y complejos comportamientos de cortejo.
la partenogénesis (Aphidoidea, Coccoidea), el dimorfismo
sexual acentuado (Aphidoidea, Coccoidea) o la alternan-
Biogeografía y biodiversidad
cia de plantas hospedadoras (Aphidoidea).
A diferencia de los caracteres que han surgido y se han Los hemípteros se diversificaron durante el mesozoico,
mantenido más estables, otros se han modificado mucho a pero ya se encontraban ampliamente representados en las
lo largo de la evolución, como las modificaciones en las entomofaunas desde el pérmico temprano. Durante el pér-
estructuras genitales, la venación de las alas y los diversos mico tardío sufrieron una diversificación rápida, y entre
tipos de hábitos alimentarios. el pérmico y el triásico una extinción considerable. En este
periodo se extinguieron casi la mitad de las familias y apa-
Tendencias evolutivas recieron otras nuevas. Los registros fósiles sugieren que
los principales linajes de hemípteros se diversificaron con
La rápida diversificación de los hemípteros está relacionada las primeras angiospermas en el jurásico, hace unos 150
con la capacidad de colonizar nuevos hábitats y con la adqui- millones de años.
sición de estructuras especiales. Estas estructuras les han per- El suborden ancestral es Paleorrhyncha, que se cree
mitido sacar provecho del alimento disponible y explotar descendiente del orden Hypoperlida del paleozoico. Los
nuevos grupos de plantas que han ido surgiendo a lo largo de ejemplares más antiguos de Paleorrhyncha, actualmente
la evolución. Así, a medida que han evolucionado, los he- incluidos en su única familia, Archescytinidae, han sido
mípteros han presentado una enorme diversidad de formas, citados de Obara (República Checa). Esta familia, aunque
comportamientos, ciclos de vida, etc., que hacen difícil indi- tiene una venación uniforme, presenta ya una llamativa
car tendencias evolutivas generales. No obstante, se pueden diversidad en las estructuras de la cabeza. El material fósil
señalar algunas de las más significativas: disponible sugiere que los hemípteros se originaron proba-
• El primitivo sistema de determinación sexual es consi- blemente en la zona ecuatorial, y que de manera gradual
derado XO/XX, con el macho como sexo heterogamé- colonizaron latitudes más altas; ya estaban ampliamente
tico (XO) y la hembra como sexo homogamético distribuidos en el pérmico, momento en que surge la pri-
(XX), aunque en algunos grupos han evolucionado sis- mera radiación. A excepción de algunos grupos que están
temas XY/ XX. más diversificados en las zonas templadas, las áreas de
mayor diversidad actual, aunque todavía poco estudiadas,
• Los sistemas genéticos han marcado la evolución en
son las regiones tropicales. Estudios recientes sugieren
varios grupos de hemípteros, especialmente en Ster-
que, sólo de los Cicadomorpha, falta por describir más del
norrhyncha, con reproducción sexual determinada por
90% de las especies tropicales.
sistemas genéticos haplodiploides, partenogénesis (te-
Desde su origen, los hemípteros han estado estrecha-
litoquia) o sistemas mixtos con alternancia regular o
mente asociados a plantas, probablemente gimnospermas,
irregular de reproducción sexual o asexual.
pues su estructura bucal es muy adecuada para la succión de
• La fitofagia está presente en la mayoría de los linajes, jugos vegetales. Ya en el triásico aparecieron caracteres
y se asume que los linajes de hemípteros más antiguos ecológicos nuevos, como la alimentación de xilema y las
surgieron de un ancestro fitófago con una tendencia se- primeras formas acuáticas de hemípteros. La mayoría de las
cundaria para la predación. familias de hemípteros tienen distribución mundial, y sólo
• Las filogenias son congruentes entre hemípteros fitófa- a niveles inferiores, de subfamilia, tribu o más bajos, se pue-
gos (Sternorrhyncha, Cicadomorpha) y sus endosim- den explicar los patrones de endemicidad. La distribución a
biontes, y muestran que estas asociaciones mutualistas niveles superiores puede tener orígenes complejos, aunque
actuales surgieron hace millones de años. Parece que entre las causas que los originaron ha tenido sin duda un
se produjo una única infección en el antepasado común, papel importante el desplazamiento global de las masas
y esta exitosa estrategia se ha manteniendo desde en- continentales (deriva continental). Hay pocos estudios que
tonces mediante transmisión vertical de los simbion- ilustren la biografía de niveles superiores, pero un estudio
tes, resultando en una coespeciación o cocladogénesis. reciente sobre la familia Lophopidae puede servir de ejem-
Se cree que este tipo de relaciones simbióticas obliga- plo. Esta familia, representada por cuatro grupos monofílé-
310 Cap. 30, Hemípteros
Los Membracoidea están agrupados en cinco familias, tres de las cuales (Membracidae, Aetalionidae y Melizoderidae) cons-
tituyen los membrácidos sensu lato, otra agrupa los “cicadélidos” (“Cicadellidae”) y otra los Ulopidae (algunos autores los
incluyen dentro de los cicadélidos). Los membrácidos (Membracidae) y los “cicadélidos”, con unas 25 000 especies en con-
junto, son las familias más diversificadas de los insectos que se alimentan de savia. Sólo de “cicadélidos” hay más especies
de que de mamíferos, saurópsidos y anfibios juntos. A diferencia de los “cicadélidos”, que están ampliamente distribuidos,
los membrácidos son un grupo predominantemente tropical, aunque también están presentes en las regiones templadas de
América del Norte y del Sur, Australia, África y Asia. Los membrácidos (Membracidae) están representados en Europa sólo
por cuatro especies, de las cuales una, el membracido búfalo, ha sido introducida accidentalmente desde América del Norte.
Las clasificaciones de “cicadélidos” y membrácidos han sido objeto de debate en base esencialmente a criterios morfo-
lógicos, y como resultado se han propuesto varias, con un número variable de familias según los autores. Los recientes aná-
lisis filogenéticos en base a datos moleculares y morfológicos han permitido identificar como grupos monofiléticos los
membrácidos sensu lato (Melizoderidae + Aetalionidae + Membracidae), mientras que los “cicadélidos” (“Cicadellidae”)
quedarían como grupo parafilético en relación a los tres últimos. Aunque las relaciones entre estos linajes principales están
sin resolver, los análisis filogenéticos muestran que los membrácidos son un linaje especializado de los “cicadélidos”. Su di-
vergencia inicial coincide con la pérdida de la capacidad saltadora en las ninfas y la pérdida de la secreción de brocosomas,
caracteres considerados plesiomórficos presentes en otros Cicadomorpha. Los datos filogenéticos, en consonancia con los
registros fósiles, sugieren que la familia Membracidae se originó y diversificó en América del Sur después del aislamiento
de ese continente, y más tarde ocurrieron colonizaciones múltiples del Viejo Mundo.
Aunque la filogenia de los “cicadélidos” es poco conocida, a esta familia se la considera parafilética en relación a Aeto-
lionidae, Membracidae y Melizoridae. Los datos indican que se necesitarán cambios importantes para adecuar la clasifica-
ción taxonómica tradicional a la filogenia. Por otra parte, los datos filogenéticos han podido explicar el origen evolutivo de
varias características morfológicas, ecológicas y de comportamiento de los membrácidos, como los mutualismos con hor-
migas, los cuidados parentales y las relaciones con sus plantas hospedadoras y su hábitat. Esta falta de información había
impedido comprender el papel que representaba la adquisición (o pérdida) de estos caracteres en su diversificación. Así,
mediante la filogenia más reciente basada en caracteres morfológicos y moleculares, se ha podido aclarar que una de las
características más llamativas de los membrácidos, como son los adornos situados en la parte anterior del tórax (pronoto)
en forma de espinas, cuernos o estructuras complejas, han surgido múltiples veces durante la evolución de este grupo. Ade-
más, se ha podido probar que las relaciones mutualistas con hormigas y las conductas presociales (cuidados maternales,
agregación, etc.) evolucionaron de forma independiente en múltiples linajes.
Cicadoidea
A C
Cercopoidea
Myerslopioidea
Cicadellidae
Cicadomorpha délidos” + Ulopidae
“Cica
B Membracoidea os” D
ácid Melizoderidae
mbr
“Me
Membracidae
Aetalinoidae
Relaciones de parentesco entre los grupos principales de membracoideos. Basándose en datos moleculares y morfológicos, los cicadélidos se han
reconocido como grupo parafilético. En la actualidad este grupo sigue siendo objeto de estudio. A: Umbelligerus peruviensis (Membracidae); B:
Petalocephala gonazalesi (“Cicadellidae”); C: Membrácido (Membracidae); D: Cigarra (Cicadidae).
ticos y 130 especies conocidas, se distribuye por una vasta La combinación de datos filogenéticos y geotectónicos
área que incluye Sudamérica, África, India, el Sudoeste apoya que la distribución vicariante actual sea el resultado
Asiático y Australia. Aunque esta distribución parece coin- de procesos complejos que incluyen factores bióticos, tales
cidir con los eventos tectónicos ocurridos hace 100 millo- como migración y dispersión, y factores abióticos tales
nes de años (Gondwana), filogenéticamente se considera como alteraciones climáticas (aridez, glaciaciones, altera-
que tiene un origen más reciente (<65 millones de años). ciones del nivel del mar) y procesos de deriva continental.
Dora Aguin Pombo y Thierry Bourgoin 311
Summary: The Coleoptera (beetles) are the most diverse order among the extant Metazoa, with ca. 170 families and almost 400 000
described species, and many more to be discovered. They are found on all continents except Antarctica (although they are present in sub-
Antarctic islands), and in an enormous variety of environments and ecological niches. Beetles are divided in four main groups or suborders,
two of them very species poor (Archostemata and Myxophaga, with less than 200 species between both of them), and two highly diverse
(Adephaga and Polyphaga). The relationships among suborders, and among the main lineages within the two most diverse ones, are still
largely controversial, despite the effort invested in their study with both morphological and molecular characters. Coleoptera are one of
the oldest groups of Holometabola, with fossils since the lower Permian (†Tshecardocoleidae) more than 250 MY ago. The suborders or
Coleoptera (with the possible exception of Myxophaga) were present in the Triassic, and the main lineages of extant beetles were present
in the Jurassic, predating the origin and radiation of the angiosperms. The enormous extant diversity of beetles seems to be related to the
longevity and stability of the main lineages and their ability to adapt to a very wide range of habitats and food resources, including the
co-evolution of phytophagous lineages with angiosperms.
L
os escarabajos (coleópteros) forman el grupo más coleópteros actuales contaban con un cuerpo más compacto,
numeroso de los insectos: dos de cada cinco espe- más esclerotizado y con menos superficies membranosas.
cies son escarabajos, lo que supone aproximada- Estos caracteres se consideran una adaptación a espacios
mente una cuarta parte de todos los animales conocidos. más reducidos y para facilitar la penetración bajo la corteza
Ocupan casi todos los ecosistemas excepto el mar abierto, de los árboles, el humus o los instersticios del suelo. Ade-
desde cuevas y medios endógeos hasta alturas superiores a más, el cuerpo más compacto reduciría el riesgo de preda-
los 5000 m, y su diversidad morfológica y ecológica es ex- ción y desecación, y dificultaría el ataque de hongos y otros
traordinaria. Desde antiguo los coleópteros han sido objeto patógenos. El primer par de alas se esclerotizó fuertemente,
predilecto de entomólogos profesionales y aficionados, y formando los élitros, que protegen al segundo par, mem-
algunos grupos se cuentan (junto con las mariposas y las li- branoso, que es el que se utiliza para el vuelo. La creación
bélulas) entre los más conocidos desde el punto de vista ta- de una cámara compacta formada por élitros y abdomen po-
xonómico y faunístico, especialmente en Europa Occidental sibilitó la invasión del medio acuático, al facilitar la crea-
y América del Norte. Los coleópteros aparecieron con toda ción de cámaras de aire estancas. Los coleópteros actuales
probabilidad en el paleozoico, durante el periodo car- se caracterizan por una larga serie de caracteres únicos (Re-
bonífero (de 360 a 290 millones de años), a partir de un an- cuadro 1), entre los cuales el más importante es la transfor-
cestro común con Neuropterida. Los antepasados de los mación del primer par de alas en élitros esclerotizados.
313
314 Cap. 31, Coleópteros
¿Qué es un coleóptero?
Los coleópteros (del griego koleos [funda] y pteron [ala]) pertenecen al grupo de insectos de metamorfosis completa u ho-
lometábolos, con una fase de pupa entre la larva y el adulto. Constituyen un orden de insectos (Coleoptera) con unas
350 000 a 400 000 especies descritas, y sin duda muchas más por descubrir. Incluyen algunos de los insectos más comunes
y familiares, como los escarabajos peloteros y las mariquitas, pero también de los más perjudiciales, como el escarabajo de
la patata, los gorgojos y los escarabajos sanjuaneros. Generalmente tienen el cuerpo compacto, con las alas anteriores (éli-
tros) esclerotizadas cubriendo y protegiendo a las alas posteriores membranosas. Son el grupo de animales con más espe-
cies conocidas y una enorme diversidad ecológica y morfológica, pues han colonizado prácticamente todos los ambientes
habitables del planeta excepto el mar abierto y las zonas más inhóspitas de los polos y la alta montaña. Los coleópteros for-
man parte de los grupos de holometábolos más antiguos, con fósiles conocidos desde el pérmico temprano, hace 250 mi-
llones de años, y es en parte a esta antigüedad, y a su persistencia evolutiva, a lo que deben su enorme diversidad actual.
sición basal de Archostemata y el clado Myxophaga + cientemente descubierta Sikhotealinia zhiltzovae, la única
Polyphaga, el análisis de secuencias nucleares el clado especie actual de una familia conocida como fósil desde el
Polyphaga + Adephaga, y los de genomas mitocondriales cretácico (Jurodidae).
completos el clado Myxophaga + Adephaga (apoyado
también por caracteres de la venación de las alas). Myxophaga
Los Myxophaga incluyen especies de tamaño pequeño y
Archostemata aspecto inconspicuo, ligadas a ambientes de agua dulce de
A pesar de que tradicionalmente algunos fósiles del pér- prácticamente todos los continentes. Actualmente se reco-
mico se incluían entre los Archostemata, en la actualidad nocen cuatro familias: Lepiceridae, con un único género
todos los fósiles del pérmico y algunos del triásico se in- (Lepicerus) neotropical y el grupo hermano del resto del
cluyen en la línea ancestral del conjunto de Coleoptera, no subórden; Torridincolidae, con siete géneros con distribu-
en Archostemata. Las formas actuales se distribuyen fun- ción neotropical, etiópica y paleártica oriental; Hydrosca-
damentalmente en el hemisferio sur, con una única espe- phidae, con tres géneros (neártica, paleártica, neotropical
cie europea (Crowsoniella relicta) conocida solo de los y etiópica); y Sphaeriusidae, con un único género (Sphae-
ejemplares tipo italianos y que no se ha vuelto a encontrar, rius, neártico, neotropical, paleártico, etiópico y austra-
pese al esfuerzo de numerosos coleopterólogos. Una espe- liano). Los datos moleculares que se tienen son muy esca-
cie de origen norteamericano (Micromalthus debilis, Mi- sos, de modo que la filogenia presentada se basa sólo en
cromalthidae) ha extendido su distribución asociada al datos morfológicos.
transporte de la madera muerta de que se alimenta. Esta es-
pecie posee uno de los ciclos de vida más complejos de los Adephaga
coleópteros (y posiblemente de todos los insectos), com- El suborden Adephaga (cicindelas, carabus, escribanos del
binando pedogénesis en diferentes tipos de larvas (unas vi- agua, escarabajos buceadores) incluye un grupo de familias
víparas y otras ovovivíparas), larvas que devoran a la ma- de hábitos predadores, en su mayoría acuáticas. Sólo tres fa-
dre, y otras formas larvarias que dan lugar a hembras milias son terrestres (Trachypachidae, Rhysodidae y Cara-
diploides y machos haploides. En los Archostemata se bidae, incluyendo esta última los Cicindelinae), aunque en
encuentran además algunos fósiles vivientes, como la re- número de especies los más numerosos son los Carabidae.
Términos básicos
Arborícola: Que vive en los árboles. Mirmecófilo: Que vive asociado a hormigas, bien como
Cavernícola: Que vive en el medio subterráneo profundo parásito o como comensal.
(cuevas, cavidades o instersticios). Necrófago: Que se alimenta de cadáveres.
Celda pupal: Cavidad formada en el suelo o construida Neoténico: Que retiene caracteres propios de los esta-
con materia vegetal o detrito, en la cual la larva forma la dios larvales en el adulto.
pupa. Ovovivíparo: Que se reproduce mediante huevos que
Coprófago: Que se alimenta de excrementos. eclosionan cuando están todavía en el tracto genital de la
Criptonefridio: Túbulo de Malpigio cuyo extremo distal hembra o inmediatamente después de haber sido puestos.
se encuentra adosado al recto, y se utiliza en general para Pedogénesis: Desarrollo de los órganos sexuales y de la
reciclar el agua y evitar su pérdida. capacidad de reproducción en los estadios larvales.
Edeago: Pieza copuladora del aparato genital masculino, Queratina: Proteína que constituye el elemento principal
resultante de la fusión de los últimos segmentos abdomi- de la capa externa de la epidermis de algunos vertebrados,
nales. y que puede formar elementos externos asociados (pelo,
Élitro: Alas mesosternales de los coleópteros, general- plumas, escamas, cuernos o pezuñas).
mente esclerotizadas y rígidas, que cubren el resto del Ripario: Que vive asociado a las orillas de cuerpos de agua,
tórax y el abdomen. generalmente sin sumergirse.
Endógeo: Que vive en horizontes profundos del suelo. Saprófago: Que se alimenta de material vegetal en des-
Esclerito pleural: Pieza quitinizada situada en la pleura o composición.
la parte lateral del cuerpo. Termitófilo: Que vive asociado a termitas, bien como pa-
Esclerotizado: Endurecido por esclerotización, o endure- rásito o como comensal.
cimiento de la cutícula mediante la formación de conexio- Túbulos de Malpigio: Órganos excretores que consisten
nes entre las proteínas que la forman. en tubos ciegos originados a partir del intestino. Pueden
Fitófago: Que se alimenta de materia vegetal viva o muerta tener otras funciones de síntesis o reguladoras.
(pero no en avanzado estado de descomposición). Vivíparo: Que se reproduce mediante larvas o crías que
Florícola: Que se alimenta de flores. nacen vivas.
Micófago: Que se alimenta de hongos. Xilófago: Que se alimenta de madera.
316 Cap. 31, Coleópteros
Una de las características principales de los Adephaga es la Tabla 1. Clasificación del orden Coleoptera, según Law-
aparición de linajes altamente especializados, muy diver- rence y Newton (1995) y actualizada por Beutel y Leschen
gentes de los caracteres plesiomórficos del suborden, cuyas (2005). Se indica el número de familias y el número estimado
relaciones filogenéticas son difíciles de establecer. Así, de especies (Hunt y colaboradores, 2007, aproximado).
entre las familias acuáticas, la posición de Gyrinidae (los Orden Coleoptera (171 ff / 380 000 spp)
‘escribanos del agua’) y Haliplidae es clave para determi- Suborden Archostemata (5 ff / 40 spp)
nar si se ha producido una única transición al medio acuá-
Suborden Myxophaga (4 ff / 94 spp)
tico o varias. Los caracteres morfológicos apoyan la se-
gunda hipótesis, con al menos dos invasiones (Gyrinidae y Suborden Adephaga (11 ff / 41 000 spp)
Dytiscoidea más Haliplidae), pero los escasos datos mole- Suborden Polyphaga (151 ff / 350 000 spp)
culares disponibles sugieren un único origen (“Hydrade- Series Staphyliniformia (11 ff / 67 000 spp)
phaga”). Cuatro de las seis familias de Dytiscoidea tienen Superfamilia Hydrophiloidea (4 ff / 7000 spp)
un único género con pocas especies, pero distribuciones Superfamilia Staphylinoidea (7 ff / 60 000 spp)
muy disjuntas (Hygrobiidae, Amphizoidae, Aspidytidae y Series Scarabaeiformia (14 ff / 35 000 spp)
Meruidae). Dentro de las familias terrestres, la posición de Superfamilia Scarabaeoidea (14 ff / 35 000 spp)
Paussinae (muchos de ellos mirmecófilos) y Cicindelinae
Series Elateriformia (37 ff / 42 000 spp)
(las ‘cicindelas’) dentro de Carabidae, y sobre todo la de la Superfamilia Scirtoidea (4 ff / 800 spp)
familia Rhysodidae (que se alimentan de mixomicetos en Superfamilia Dascilloidea (2 ff / 180 spp)
madera muerta), por el momento es prácticamente desco- Superfamilia Buprestoidea (1 f / 14 000 spp)
nocida, y ni los datos moleculares ni los morfológicos dis- Superfamilia Byrrhoidea (12 ff / 3800 spp)
ponibles ofrecen hipótesis fundamentadas. Superfamilia Elateroidea (16 ff / 23 000 spp)
Series Bostrichiformia (7 ff / 4500 spp)
Polyphaga Superfamilia Derodontoidea (1 f / 30 spp)
El suborden Polyphaga (escarabajos peloteros, mariquitas, Superfamilia Bostrichoidea (5 ff / 4500 spp)
aceiteras, gorgojos, etc.) es el más rico en especies y el que Series Cucujiformia (82 ff / 195 000 spp)
tiene más diversidad tanto morfológica como ecológica. Se Superfamilia Lymexyloidea (1 f / 50 spp)
ha especulado con que el antepasado de este suborden Superfamilia Cleroidea (8 ff / 9900 ff)
podría ser un escarabajo de pequeño tamaño (no más de 5 Superfamilia Cucujoidea (31 ff / 20 000 spp)
mm), terrestre, probablemente habitante de hojarasca y de- Superfamilia Tenebrionoidea (27 ff / 35 000 spp)
Superfamilia Chrysomeloidea (7 ff / 58 000 spp)
trito vegetal de suelos de bosque húmedos, y de hábitos ali-
Superfamilia Curculionoidea (8 ff / 70 000 spp)
mentarios saprófagos. Tradicionalmente los Polyphaga se
separan en cinco grandes ‘series’, cada una de ellas con va-
rias superfamilias (Tabla 1). Las relaciones entre algunas ferenciado en el segundo segmento abdominal. Sin em-
de las series, y su misma monofilia, están lejos de ser co- bargo, hay pocas pruebas moleculares que apoyen la mo-
nocidas con un mínimo de fiabilidad. Los datos molecu- nofilia de Staphyliniformia, o la de Staphyliniformia más
lares más recientes sugieren que en la base de todo el sub- Scarabaeiformia.
orden, como grupo hermano del resto de Polyphaga, Los Staphyliniformia incluyen algunas de las familias
podrían situarse dos superfamilias relativamente pobres en más diversas de coleópteros (y vale decir de todo el reino
especies, los Scirtoidea y los Derodontoidea (Tabla 1). Las animal), en particular los Staphylinidae, con unas 40 000 es-
cinco series son Staphyliniformia (escarabajos enterrado- pecies descritas y seguramente otras tantas por describir. En
res, entre otros), Scarabaeiformia (escarabajos peloteros), general son de pequeño tamaño (incluyen los escarabajos
Elateriformia (luciérnagas, gusanos de luz, gusanos de más pequeños que se conocen, algunos Ptiliidae de aproxi-
alambre), Bostrichiformia (carcomas) y Cucujiformia (pi- madamente 0,35 mm de largo), aunque hay formas de gran
cudos, gorgojos, escarabajos de la patata, mariquitas). tamaño entre los Hydrophilidae (con especies de hasta 45
mm) y los Silphidae (los escarabajos enterradores). La ma-
Staphyliniformia yoría son especies que habitan en el suelo, en ambientes hú-
Las series Staphyliniformia y Scarabaeiformia parecen medos, aunque la diversidad ecológica es enorme: termi-
estar relacionadas, quizá la segunda subordinada a la pri- tófilos, arborícolas, cavernícolas, acuáticos, riparios,
mera (relacionada con Hydrophiloidea), y ambas parecen ectoparásitos de mamíferos, etc. Caracteres comunes al
ser hermanas del resto de las series de Polyphaga (Elate- grupo son el tipo de mecanismo de plegamiento del ala, y
riformia, Bostrichiformia y Cucujiformia). De confirmarse, algunos caracteres larvarios. Las dos grandes divisiones
esta división fundamental en Polyphaga (ignorando la po- dentro del grupo incluyen, por un lado, los Hydrophilidae
sición de Scirtoidea y Derodontoidea) se correspondería en y los Histeridae, y por otro a los Hydraenidae y los Staphy-
gran medida con la clasificación en Haplogastra y linidae (junto a una serie de familias de diversidad más re-
Symphiogastra de los autores clásicos, basada en la presen- ducida; véase Árbol de Coleópteros). Las especies de
cia o ausencia, respectivamente, de un esclerito pleural di- Hydrophilidae son en su mayoría acuáticas, con larvas pre-
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 317
dadoras y adultos saprófagos o coprófagos, aunque cuen- teriformia, uno está formado por una serie de familias liga-
tan con los que posiblemente sean los únicos coleópteros das en distinto grado al medio acuático, los tradicionales
filtradores en estado adulto, los Spercheinae. Muchas for- Dryopoidea, más dos familias terrestres, Buprestidae (‘es-
mas son secundariamente terrestres, adaptadas a alimen- carabajos joya’, Fig. 1) y Byrrhidae. La posible monofilia
tarse en microambientes con abundancia de fluidos (estiér- de los Dryopoidea no tiene mucho apoyo con los datos ac-
col, sustancias vegetales descompuestas). Los Histeridae tuales, y es posible plantear numerosas posibilidades, in-
son terrestres y casi todos depredadores, algunos con hábi- cluida la transición secundaria a un medio totalmente terres-
tos mirmecófilos, con adaptaciones morfológicas y fisioló- tre tanto de Buprestidae como de Byrrhidae.
gicas extremas para evitar el ataque de las hormigas. El segundo gran linaje, los Elateroidea, incluye Elate-
La composición de la familia Staphylinidae no está bien ridae (‘gusanos de alambre’, cucuyos y grupos afines),
establecida, y es muy probable que incluya como subordi- Lampyridae (luciérnagas) y Cantharidae como principales
nadas otras familias del grupo (Silphidae y Scydmaenidae). familias. Uno de los aspectos más interesantes en este
En general son especies habitantes del suelo o de hojarasca, grupo es la presencia de muchos linajes con hembras de as-
de tamaño pequeño, depredadores activos. Muchas especies pecto larviforme, con caracteres neoténicos, y también la
presentan adaptaciones al medio subterráneo, ya sea horizon- aparición de muchos grupos en los cuales alguno o los dos
tes de suelo más profundos, ambientes intersticiales o cavi- sexos tienen la capacidad de producir luz.
dades (cuevas). Mención aparte merecen los escarabajos
enterradores (Silphidae y Agyrtidae), de hábitosnecrófagos Bostrichiformia
y que presentan comportamientos muy sofisticados de cui- La exclusión de Derodontoidea y Nosodendridae (inclui-
dado parental y colaboración entre machos y hembras. dos en Bostrichiformia según algunos autores, pero exclui-
El grupo hermano de los Staphylinidae sensu lato pa- dos tanto por datos moleculares como morfológicos, según
rece ser un grupo de familias relativamente poco diversas, otros) hace que la serie quede compuesta únicamente por
entre las que dominan las especies saprófagas o necrófa- la superfamilia Bostrichoidea (con Bostrichidae, Dermes-
gas en hojarasca o humus. Muchas de ellas han desarro- tidae, Anobidae y otras familias menores) y Jacobsoniidae,
llado también adaptaciones al medio subterráneo, muy un pequeño grupo de distribución indopacífica y austra-
notablemente la tribu Leptodirini de la familia Leiodidae, liana de posición filogenética muy incierta. En general son
de distribución sobre todo mediterránea, entre los que se especies adaptadas a alimentarse de sustancias orgánicas
encuentran algunos de los ejemplos de adaptaciones más muertas con un bajo grado de humedad (madera, piel,
espectaculares al medio cavernícola. Dentro de este grupo queratina). Incluye las especies de carcoma (Anobidae) y
está también la familia Hydraenidae, de larvas y adultos en algunas de las pestes más comunes de productos almace-
su mayoría acuáticos. nados (Dermestidae), entre ellas las colecciones entomo-
lógicas o de pieles. Todas ellas poseen túbulos de Malpi-
Scarabaeiformia gio con criptonefridios, y muy probablemente deban
La serie Scarabaeiformia incluye a los Scarabaeidae y fa- incluirse como subordinadas dentro de Cucujiformia.
milias afines (escarabajos peloteros, cetonias, sanjuaneros,
ciervos volantes, etc.). Son especies en general de gran ta- Cucujiformia
maño, con algunos de los gigantes del grupo (como losDi- Cucujiformia es la serie más numerosa de los coleópteros,
nastes neotropicales y los escarabajos Goliat africanos). con más de la mitad de los géneros y especies descritos.
Las formas ancestrales parecen ser humícolas o fungíco-
las, de las que derivaron las formas actuales, con una di-
versidad trófica mayor (en muchos casos coprófagas, pero
también necrófagas, florícolas, xilófagas o saprófagas).
Hay formas que presentan diversos grados de cuidado pa-
rental, y algunos Passalidae tienen estructuras familiares
semisociales, con cooperación de los adultos en la cría de
las larvas y en la construcción de las celdas pupales. Hay
muchas especies de interés comercial, sobre todo en la sub-
familia Melolonthinae de Scarabaeidae (los escarabajos
sanjuaneros y formas afines).
Elateriformia
Con la exclusión de Scirtoidea, la serie Elateriformia queda
compuesta por tres linajes principales, de los cuales única- Figura 1. Entre los coleópteros se encuentran algunas de las
mente la inclusión de Dascilloidea (un grupo inconspicuo ‘joyas’ del mundo animal, con especies espectaculares tanto
pobre en especies, aunque con modos de vida muy diver- por sus formas extravagantes como por su colorido. Aquí se
sos) es problemática, aunque está apoyada por recientes da- muestra Belionota sumptuosa (Buprestidae, 23 mm), especie de
tos moleculares. De los dos grupos fundamentales de Ela- las islas Molucas.
318 Cap. 31, Coleópteros
viva como muerta, y también tienen una gran importancia Tendencias evolutivas
económica, como es el caso del picudo de la palma (recien-
temente introducido en la Península Ibérica) y de algunas La enorme diversidad, tanto taxonómica como ecológica, de
especies de barrenillos de la madera (Curculionidae; Scoly- los coleópteros, hace que sea difícil resumir las tendencias
tinae y Platypodinae). evolutivas del grupo en su conjunto. Algunas tendencias se
aprecian mediante especializaciones que se han originado de
forma independiente en numerosas ocasiones. Muchas de
Evolución de los caracteres ellas están asociadas a una transición o cambio, ya sea de há-
La evolución de los caracteres en los coleópteros está li- bitat o de recursos tróficos (o de ambos). Entre las transicio-
gada en general a cambios ecológicos o de modo de vida, nes de hábitat más frecuentes se encuentran el paso del me-
bien sea por transiciones de hábitat (por ejemplo del me- dio terrestre al acuático y del medio superficial al
dio terrestre al acuático o de la superficie al medio subte- subterráneo. Entre los cambios de recurso trófico se encuen-
rráneo) o por cambio de recursos tróficos. Otra posible tran el uso de angiospermas (véase el apartado Biogeogra-
fuente de variación son los cambios asociados a la selec- fía y biodiversidad) y la mirmecofilia o termitofilia.
ción sexual, bien sea en caracteres morfológicos externos Hay muchas familias de coleópteros en las cuales la ma-
(forma, color) o en la forma de los segmentos genitales in- yoría de las especies están ligadas al medio acuático en al-
ternos. En muchos grupos de coleópteros las especies son guna de las fases de su ciclo de vida (generalmente larvas
prácticamente indistinguibles por sus formas externas, y la o adultos), pero el número exacto de transiciones aún se
separación (validada en numerosos casos por datos gené- desconoce. De los cuatro subórdenes, sólo Archostemata no
ticos) sólo es posible mediante el examen del edeago, que tiene especies acuáticas, en Myxophaga todas las familias
puede alcanzar un grado de complejidad asombroso. En es- están más o menos ligadas al medio acuático (normal-
tas circunstancias se supone que hay un fuerte componente mente en ambientes riparios o lapidícolas), y en los dos su-
de selección sexual, aunque se dispone de pocos datos fia- bórdenes más diversos aparecen varios linajes en que la ma-
bles que apoyen tal hipótesis. yoría de las especies son acuáticas. En Adephaga, la
Las transiciones de hábitat o de modo de vida se sue- monofilia de las familias acuáticas todavía está en discu-
len acompañar de una serie de cambios morfológicos que sión, pero en Polyphaga aparecen como mínimo siete tran-
en ocasiones se repiten de modo independiente en nume- siciones independientes importantes: las familias de Scir-
rosos linajes. Uno de los casos más espectaculares es el de toidea (con larvas acuáticas y adultos terrestres),
la transición al medio subterráneo (véase el apartado si- Hydraenidae e Hydrophiloidea (respectivamente monofilé-
guiente). En general esta transición se acompaña de una se- ticos, pero no relacionados) en Staphyliniformia; las de
rie de cambios morfológicos bien definidos: reducción e Dryopoidea, de monofilia controvertida, en Elateriformia;
incluso pérdida de los ojos, reducción de la pigmenta- y dos o tres transiciones independientes en diferentes Phyto-
ción, reducción del grado de esclerotización del cuerpo, y phaga (en Curculionidae y Chrysomelidae).
cambios en la forma y la proporción de los apéndices; en Las transiciones al mundo subterráneo son todavía más
especies que viven en cavidades o en intersticios amplios, numerosas y variadas. En prácticamente todos los subórde-
estilización del cuerpo y elongación de los apéndices (Fig.
2); y en las que habitan en medio endógeo o en intersticios
muy angostos, reducción del tamaño del cuerpo, que se
hace además más compacto, y reducción de los apéndices
(patas y antenas), que se hacen más robustos. En los casos
de adaptación más extrema, los cambios se extienden a la
fisiología y el metabolismo de las grasas, y al ciclo de vida:
de la situación ancestral, con hembras que ponen muchos
huevos de pequeño tamaño de los cuales salen larvas ac-
tivas que pasarán por tres estadios antes de pupar, se pasa
a especies con hembras que en cada puesta ponen un único
huevo de gran tamaño, del cual emerge una larva que no
se alimenta y pasa directamente al estado de pupa.
Hay otros muchos ejemplos de evolución concertada de Figura 2. Uno de los grupos de coleópteros más interesante
desde un punto de vista evolutivo, fisiológico, ecológico y
lo que se podrían llamar síndromes evolutivos, como las
biogeográfico, son los habitantes especializados de cuevas. Aun-
modificaciones que se producen en las especies que habi-
que habitualmente con formas y hábitos crípticos, los coleópte-
tan el humus y la hojarasca de los bosques, las especies ros trogloditas han atraído la atención de entomólogos y biólo-
subcorticales, de ambientes riparios, o las formas miméti- gos evolutivos desde hace casi doscientos años. En la figura
cas de avispas. Para todos estos casos hay ejemplos de es- puede verse a Ildobates neboti (Carabidae, 8-9 mm), una de las
pecies de familias diversas que han convergido en una se- especies más emblemáticas de coleópteros cavernícolas de la Pe-
rie de caracteres comunes aparentemente adaptativos. nínsula Ibérica, exclusivo de cuatro o cinco cuevas muy próxi-
mas entre sí en el litoral mediterráneo.
320 Cap. 31, Coleópteros
Mimetismo en escarabajos
El término ‘mimetismo’ se refiere a la imitación por un organismo (el mimético) de otro (el modelo) para confundir a un
tercero (el incauto, u objetivo). Las diferentes combinaciones de estos tres elementos resultan en los distintos tipos de mi-
metismo. Así, cuando los organismos pertenecen a tres especies distintas y un mimético inofensivo imita a un modelo pe-
ligroso para evitar ser depredado por el incauto se habla de mimetismo batesiano (en honor de Henry Bates, que lo
reconoció por primera vez en varios grupos de insectos del Amazonas). Cuando tanto el mimético como el modelo son
peligrosos, y se imitan unos a otros para reforzar la señal al incauto, se habla de mimetismo mulleriano. La relación puede
darse también entre sólo dos especies, como cuando el objetivo del mimético es hacerse pasar por un individuo de otra
especie, que sería tanto el modelo como el incauto; o incluso dentro de una única especie, si por ejemplo un macho (mi-
mético) se hace pasar por una hembra (modelo) para engañar a otro macho (el incauto) y acceder más fácilmente a otras
hembras. El tipo de señal para perpetrar el engaño puede ser de muchos tipos, dependiendo de las características del sis-
tema de reconocimiento del incauto: visual, acústica, química, de comportamiento, etc.
En Coleoptera hay numerosos ejemplos de cualquiera de los tipos imaginables de mimetismo, entre ellos algunas de las
formas de engaño más sofisticadas del mundo animal. Dentro del mimetismo batesiano clásico, hay especies de cerambíci-
dos o elatéridos que imitan la forma, el color y el vuelo de abejas o avispas hasta el punto de confundir a entomólogos ex-
perimentados, que sólo pueden reconocerlos una vez capturados. En varias familias hay ejemplos de especies que imitan
la forma y el movimiento de hormigas con aguijón para evitar la predación de pájaros (como en la familia Anthicidae, cuyo
nombre hace referencia a esta semejanza), o imitan otras especies tóxicas de Hemiptera o Coleoptera. Se da también el
caso de otros grupos que imitan especies de Coleoptera, bien por ser peligrosas (como el de una lagartija africana, Eremias
lugubris, que en su fase juvenil imita la coloración y la forma de caminar de escarabajos Anthia, de gran tamaño y con secre-
ciones tóxicas), bien para pasar por inofensivas (como algunas arañas de la familia Salticidae, que pretenden ser escaraba-
jos inocuos para no alertar a sus víctimas). Entre los ejemplos más espectaculares de mimetismo mulleriano están los de
algunos grupos de Lycidae tropicales, con docenas de especies tóxicas con la misma apariencia y patrones de coloración.
Los casos de mimetismo más sofisticado se dan entre las especies parásitas o comensales de insectos sociales. Algunos
escarabajos de la familia Staphylinidae pueden sintetizar los mismos compuestos químicos que utilizan especies de termi-
tas para reconocerse entre sí. Si un ejemplar se coloca en una colonia de otra especie es inmediatamente devorado, pero
puede introducirse en las colonias de la especie modelo sin ser molestado y depredar a placer entre huevos y larvas. Otras
especies que no pueden sintetizar estos compuestos simplemente los toman de las especies que parasitan, de modo que
los ejemplares pueden adoptar distintos camuflajes dependiendo de a quién estén depredando. El escarabajo nitidúlido Ae-
thina tumida es un parásito de la abeja de la miel que adopta el comportamiento típico de las obreras al solicitar alimento,
de modo que a pesar de que la apariencia de Aethina es la de un escarabajo típico, acaba obteniendo miel de otros indivi-
duos que aparentemente lo toman por una abeja más de la colonia. Finalmente, es notable el caso del meloido Meloe fran-
ciscana, cuyas larvas, se apelotonan en el extremo de los tallos aparentando ser una hembra de la especie de abeja que pa-
rasitan, de modo que cuando el macho intentar aparearse con la masa de larvas estas se le suben encima y son así trans-
portadas a la colonia.
nes, series y superfamilias hay algún linaje adaptado al me- próximas a las utilizadas por las hormigas, o atrayentes para
dio subterráneo, bien sea al suelo profundo o el medio in- cautivarlas; y conductual, con comportamientos especiali-
tersticial, bien a cavidades profundas (cuevas). En la ma- zados para introducirse en los nidos, o para evitar el ataque
yoría de los casos estas transiciones se acompañan de toda directo de los hospedadores (véase el recuadro Mimetismo
una serie de modificaciones morfológicas que se repiten de en escarabajos). Los ejemplos más espectaculares se dan
manera independiente en múltiples linajes (véanse el apar- en las familias Histeridae y Staphylinidae, aunque hay
tado anterior y la Fig. 2). ejemplos en Carabidae, Scydmaenidae, Tenebrionidae, Pti-
Las transiciones a un modo de vida termitófilo o mir- liidae y otras familias.
mecófilo son menos numerosas, pero si cabe más interesan-
tes por los profundos cambios morfológicos, fisiológicos y Biogeografía y biodiversidad
etológicos que requieren. En muchas familias de coleópte-
ros hay linajes de especies que viven como comensales o Se desconoce el número exacto de especies descritas de co-
como predadores (parásitos) en nidos de hormigas y termi- leópteros. Linneo describió originalmente 654 especies, su
tas. Esto requiere como mínimo el desarrollo de mecanis- discípulo Fabricius otras 4112 entre 1775 y 1801, los catá-
mos de protección frente al ataque de los hospedadores, logos del tercio final del siglo XIX incluyen aproximadamente
pero en muchos casos ha conducido al desarrollo de sofis- 77 000 especies, y el último intento de catalogar todas las es-
ticados sistemas de ‘camuflaje’ morfológico, imitando la pecies, el Coleopterorum Catalogus de Junk y Schenkling,
forma y el movimiento de las hormigas; bioquímico y fisio- publicado entre 1910 y 1940, incluía unas 221 500 especies.
lógico, desarrollando feromonas y sustancias químicas muy Desde entonces, el número de especies descritas no ha de-
Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel 321
jado de crecer, y las estimaciones actuales varían entre alimentan de plantas, y recientes datos moleculares apoyan
300 000 y 400 000, entre las cuales se incluyen un número una alternativa más prosaica: lo que explicaría la enorme
desconocido de sinonimias por descubrir. En los últimos diversidad de Coleoptera es su antigüedad y su capacidad
años se están desarrollando numerosas iniciativas para inten- de supervivencia. Las tasas de diversificación de los gran-
tar catalogar las especies conocidas de Coleoptera, y entre des grupos son comparables, o inferiores, a las de otros
ellas destaca el catálogo Paleártico, del que ya se han publi- grupos de animales o plantas, pero se han mantenido por
cado varios volúmenes. Si la estimación del número de es- más tiempo y en un número mayor de linajes que han per-
pecies descritas es difícil, la de especies reales (incluidas las sistido desde antes del cretácico, cuando aparecieron las
aún no descritas) lo es todavía más: las cifras varían entre uno angiospermas.
y más de diez millones. La gran mayoría de las especies se
concentran en ocho grandes familias: Carabidae, Staphilini- Principales cuestiones pendientes
dae, Buprestidae, Scarabaeidae, Tenebrionidae, Chrysome-
A pesar del considerable volumen de información dispo-
lidae, Cerambicidae y Cuculionidae.
nible, tanto molecular como morfológica, todavía hay nu-
Los coleópteros ocupan todas las zonas geográficas
merosas incertidumbres en la filogenia de Coleoptera. De
excepto el mar abierto y las regiones de clima más extremo
forma esquemática, se podrían plantear las siguientes cues-
en los polos y la alta montaña. Hay numerosas especies in-
tiones principales:
termareales, que se muestran activas en periodos de marea
baja y sobreviven sumergidas durante la pleamar, y se en- • ¿Cuál es la relación entre subórdenes?
cuentran entre las especies más resistentes a los climas ex- • ¿Cuáles son las relaciones de la familias Gyrinidae y
tremos, tanto en las islas subantárticas como en alturas de Haliplidae?
más de 5000 m en el Himalaya o en los desiertos más ári- • ¿Cuáles son las familias basales de Polyphaga?
dos. La mayoría de las familias, e incluso de las tribus, es-
• ¿Son Staphyliniformia y Elateriformia monofiléticos?
tán distribuidas en más de una zona biogeográfica, producto
en parte de su antigüedad evolutiva y de su capacidad de
dispersión. Los patrones biogeográficos se ponen de mani- Bibliografía básica
fiesto bien a niveles taxonómicos más bajos (géneros, al- – Beutel, R.G. y Leschen, R.A.B. 2005. Handbook of Zoology, 38.
gunas tribus) o en grupos poco diversificados que han per- Coleoptera, Beetles. Vol. 1. Morphology and Systematics. Walter de
manecido confinados en ámbitos geográficos reducidos. Gruyter, Berlin.
– Crowson, R.A. 1981. The biology of the Coleoptera. Academic Press,
London.
Diferenciación y especiación – Hunt, T., Bergsten, J., Levkanicova, Z., Papadopoulou, A., St John, O.,
Se han propuesto numerosas hipótesis para explicar la ex- Wild, R., et al. 2007. A comprehensive phylogeny of beetles reveals the
traordinaria diversidad de Coleoptera, sobre todo la posi- evolutionary origins of a super-radiation. Science, 318: 1913-1916.
bilidad de utilizar a las angiospermas como alimento, con – Lawrence, J.F. y Newton, A.F. 1995. Families and subfamilies of
Coleoptera (with selected genera, notes, references and data on family-
la subsecuente proliferación y diversificación de especies ´’
group names). En: Pakaluk J. ySlipiński, S.A. (eds.). Biology, phylogeny,
ocupando la multitud de nichos disponibles. Esta explica- and classification of coleoptera: papers celebrating the 80th birthay of Roy
ción no es aplicable por lo menos a cuatro de las grandes A. Crowson. Museum i Instytut Zoologii PAN, Varsovia.
familias (Carabidae, Staphylinidae, Scarabaeidae y Tene- – Löbl, I. y Smetana, S. 2003, 2004, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011. Cata-
brionidae), en las cuales la mayoría de las especies no se logue of Palaearctic Coleoptera, Vols. 1-17. Apollo Books, Steenstrup,
Dinamarca.
Ichneumonidae 1
Ichneumonoidea
Braconidae 1
Ceraphronoidea
Gasteruptidae
Evaniidae 2
Vespidae (avispas) 3 2
Scoliidae
Formicidae (hormigas)
Bradynobaenidae
Rhopalosomatidae
Mutillidae 4 3
Sapygidae
Pompilidae
Tiphiidae
Sierolomorphidae
Apidae (abejas) 5 4
Sphecidae (avispas esfécidas)
Plumariidae
c.160 Ma
Scolebythidae
Bethylidae 6
Chrysididae
Sclerogibbidae 5
Embolemidae
Dryinidae
Stephanidae
Megalyridae
Trigonalyidae 6
Heloridae
Vanhorniidae
Proctotrupidae
Monomachidae
Maamingidae 7
Diapriidae 7
Chalcidoidea 8
Pelecinidae
Roproniidae
Platygastroidea 8
Cynipoidea 9
Orussidae
Xiphydriidae
Siricidae
Anaxyelidae 9
Cephidae
Megalodontidae
Pamphiliidae Megalodontoidea
Cimbicidae
Tenthredinidae 10
10
Pterygophoridae
28 Argidae
Blasticotomidae
c.220 Ma
Macroxyelinae
Xyelinae
Árbol de Himenópteros donde se muestran las relaciones filogenéticas de las 52 familias más importantes. Las ramas con lí-
neas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el ca-
pítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías
representan grandes linajes (números en recuadros).
Himenópteros
José Luis Nieves-Aldrey y Mike Sharkey
32
Resumen: Hymenoptera es uno de los órdenes de insectos más diversos, característico y morfológicamente bien definido, y
se considera que es indudablemente un grupo natural. Aunque no existe un nombre común que aplique a todo el orden, los
miembros suelen denominarse: abejas, avispas y hormigas, que de hecho representan tan solo tres de los grupos más distinti-
vos del orden. Las filogenias de alto nivel taxonómico de los himenópteros proporcionan un sólido marco para los estudios de
sistemática, morfología comparada y evolución del grupo, a la vez que constituyen una base sólida sobre la que apoyar clasifi-
caciones estables. Durante mucho tiempo los estudios filogenéticos de los niveles taxonómicos superiores del orden Hyme-
noptera han sido escasos, pero en la última década la publicación de estudios filogenéticos de este grupo de insectos, primero
basados en detallados caracteres morfológicos y más tarde en datos moleculares, se ha visto incrementada. Como resultado
ha habido un avance notable en nuestro entendimiento de las relaciones filogenéticas y la evolución de los Hymenoptera, pero
aún quedan muchas ramas del árbol evolutivo sin resolver, y los resultados de los datos moleculares y morfológicos a menudo
entran en conflicto. El origen de los himenópteros se remonta al menos hasta los 220 millones de años, fecha de datación de
los fósiles más antiguos que se conocen inequívocamente atribuibles a este orden de insectos, encontrados en rocas del triá-
sico medio de Asia central, que corresponden a “Symphyta” ancestrales atribuibles a la familia actual Xyelidae. La fecha de apa-
rición del orden es anterior a la aparición de los primeros dinosaurios, mamíferos o dípteros, y más de 100 millones de años
anterior a la aparición de las primeras plantas con flores. En este capítulo se realiza un breve recorrido sobre la evolución y la
clasificación de los himenópteros, grupo de insectos que consta de 90 familias y más de 115 000 especies repartidas por los
cinco continentes.
Summary: The Hymenoptera is one of the most distinctive orders of insects and is undoubtedly monophyletic. Although there
is not a common name that applies to the entire order members are often referred to as the bees, wasps and ants, which actually
represent just three of the more distinctive groups in the order. Results of higher level phylogenetic studies of the Hymenoptera
provide a solid framework for research on the systematics, comparative morphology and evolution of the taxon, while forming a
stable foundation to support taxonomic classification. For a long time higher level taxonomic studies of the Hymenoptera were
few but the last decade has seen the publication of important phylogenetic research, first based on morphology and more recently
based on molecular data. As a result there has been a notable advance in our understanding of the phylogenetic relationships
and evolution of the Hymenoptera, but there remain many branches of the evolutionary tree that are unresolved, and the results
of molecular and morphological data often conflict. The origin of the Hymenoptera occurred at least 220 million years ago, the
estimated age of the oldest hymenopteran fossils found in mid-Triassic rocks from central Asia, which correspond to ancestral
“Symphyta” attributed to the extant family Xyelidae. This origin predates the appearance of the first dinosaurs, mammals, and
Diptera, and the first flowering plants did not appear until more than 100 million years later. This chapter contains a brief review
of the evolution and classification of the Hymenoptera, a group of insects consisting of 90 families and more than 115 000
described species distributed among the five continents.
L
as especies de himenópteros integran, junto con los nómico, su importancia para el ser humano supera a la de
coleópteros, los dípteros y los lepidópteros, uno de cualquier otro grupo de insectos. En este sentido, algunos
los cuatro grupos hiperdiversos de insectos. Si des- aspectos positivos de interés que se pueden destacar son la
tacan por su gran riqueza de especies, son también sobre- polinización de plantas silvestres y cultivadas, el control
salientes por la extraordinaria diversidad de sus modos de biológico por parte de himenópteros parasitoides de plagas
vida, que van desde la fitofagia a la depredación, pasando agrícolas y forestales, y la producción de productos co-
por el parasitismo o la inducción de agallas, y desde el merciales como la miel y la cera. No menos importante
comportamiento solitario hasta el mutualismo o la forma- para el ser humano es su valor medioambiental, ya que se
ción de sociedades complejas. Desde el punto de vista eco- trata de un grupo de insectos que no sólo forma un com-
323
324 Cap. 32, Himenópteros
¿Qué es un himenóptero?
Cualquier himenóptero (del griego hymenos [membrana] y pteron [ala]) es un insecto con dos pares de alas membrano-
sas. Los himenópteros también tienen mandíbulas para la masticación, generalmente lengua o probóscide succionadoras,
tres ocelos y ojos compuestos. El término fue acuñado por Linneo en 1748. Tradicionalmente se ha considerado que hay
dos subórdenes de himenópteros: “Symphyta” y Apocrita. Los “sínfitos” (avispas portasierra) han resultado ser parafilé-
ticos, ya que los apócritos (hormigas, abejas, verdaderas avispas) parecen tener un antepasado común con una familia de
“sínfitos” (Orussidae).
ponente principal de la biodiversidad por sí mismo (están positan los huevos), la diversificación de la dieta larval y
presentes en la mayoría de los ecosistemas terrestres), sino la determinación haplodiploide del sexo. El conjunto de
que también son vitales en el mantenimiento de la diver- estos mecanismos biológicos ha determinado una gran va-
sidad de otros grupos. riedad de estrategias y ciclos de vida, que incluyen el pa-
El éxito de los himenópteros en la conquista del medio rasitismo, la inducción de agallas, el consumo de semillas,
terrestre se explica por la evolución de cuatro caracteres o la polinización de plantas, la depredación y la formación
rasgos de comportamiento biológico que han sido crucia- de sociedades complejas.
les en su éxito evolutivo: el mecanismo de oviposición Como resultado de las más recientes reconstrucciones
(usado tanto para la puesta como para la inyección de ve- filogenéticas, el conocimiento sobre las relaciones de pa-
neno), la provisión parental de la larva (localización de rentesco y evolución de los himenópteros ha experimen-
fuente de alimento sobre o en el interior de la cual se de- tado un avance muy notable, pero aún quedan muchas
incógnitas en distintas ramas de su árbol evolutivo, a la
vez que se observan conflictos entre las inferencias sus-
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de tentadas en caracteres morfológicos y en marcadores mo-
los himenópteros. leculares. En este capítulo se presentan los resultados
filogenéticos más concluyentes, aquellos que permiten
• Presencia de dos pares de alas membranosas, un par ubicar en el tiempo los sucesos de divergencia de los ma-
posterior más pequeño articulado al primero por uno yores linajes de los himenópteros. En concreto, se repro-
o más pequeños ganchos o hamuli. ducirá la síntesis más reciente publicada sobre filogenia
• Espolón apical de las tibias anteriores modificado en del orden Hymenoptera.
el ‘calcar’ (estructura utilizada en la limpieza de las an-
tenas).
• Mecanismo de determinación del sexo haplodiploide Características de sus genomas
(machos haploides, hembras diploides). El genoma nuclear está repartido en un número variable de
Otros caracteres autapomórficos del grupo que se pue- cromosomas no sólo entre grandes grupos de himenópte-
den señalar son: ros, sino también dentro de un mismo género (por ejem-
• Clípeo en parte esclerotizado
• Complejo labiomaxilar único Recuadro 2. Los himenópteros en cifras.
• Músculos notocoxales posteriores ausentes
• Prefemur (trochantellus) pesente • Número de especies: más de 115 000
• Venas anales del ala anterior que no alcanzan el mar- • Número de géneros: unos 7300
gen alar • Géneros con mayor número de especies: Aprostocetus,
• Presencia de brazos mesofurcales anteriores Formica, Apis
• Primer terguito abdominal fusionado con el metapos- • Número de familias: 90
tnotum • Familias con mayor número de especies: Ichneumoni-
• Terguitos abdominales superpuestos a los esternitos dae, Braconidae, Formicidae.
• Espiráculos abdominales rodeados por cutícula escle- • Origen: pérmico.
rotizada • Fósil más antiguo: Xyelidae, 220 millones de años.
• En la genitala masculina están presentes un anillo basal • Especie más longeva: reinas de hormigas cortadoras
y volsellae de hojas, 20 años (récord de longevidad en insectos).
• Presencia de articulación basal y músculos asociados • Especie de menor tamaño: 0,11 mm (familia Mymari-
en el ovipositor dae).
• Presencia de apodemas cordados en el noveno ter- • Especie de mayor tamaño: 10 cm, varias especies del
guito abdominal de las hembras género Pepsis (familia Pompilidae).
José Luis Nieves-Aldrey y Mike Sharkey 325
El hábito de la abeja común o melífera representa el modelo morfológico y anatómico típico de los himenópteros, que es
muy constante y reconocible en las más de 100 000 especies actuales del orden.
El primer artejo de los tarsos de las patas posteriores de las abejas, como se muestra en la figura, está deprimido, aplas-
tado y cubierto de setas ramificadas, formando una estructura adaptada a la recolección de polen.
La abeja común es, junto al mosquito transmisor de la
malaria (Anopheles gambiae) y varias moscas de la fruta (Droso-
phila spp.), uno de los tres grupos de insectos cuyo genoma ha
sido secuenciado completamente. Las abejas representan uno
de los puntos culminantes del comportamiento social y del des-
arrollo de sociedades complejas en los insectos, y se espera
que el descifrado de su DNA dé las claves fundamentales para
interpretar cómo se ha producido la evolución de estos rasgos
biológicos. Se ha encontrado, por ejemplo, que las abejas de la
miel tienen muchos más genes asociados al olfato, en compa-
ración con la mosca de las frutas y el mosquito, pero muchos
menos asociados al gusto. En una especie de tan alta importan-
cia económica, la información genética ahora disponible se es-
pera que permita identificar marcadores genéticos para
Dibujo de abeja de la miel (Apis mellifera) en el cual se obser- acelerar la cría de abejas, afinar la polinización y mejorar su su-
van las estructuras más importantes para su clasificación taxo- pervivencia, así como para controlar mejor las interacciones
nómica. con sus patógenos.
cerebrales y el comportamiento. Poco después, en el año primitivos (plesiomórficos), compartidos por todos los hi-
2009, se consiguió secuenciar el genoma completo de una menópteros, y por la ausencia de los caracteres especiali-
avispa parasitoide (Nasonia vitripennis) sobre moscas. La zados de los apócritos. Dichos estudios apoyan la
secuenciación completa de ambos genomas está permi- monofilia de los Xyelidae y les sitúa como el linaje más
tiendo el acceso a numerosas regiones de DNA con la va- basal de Hymenoptera, y lo reconocen como el grupo her-
riabilidad genética necesaria para resolver relaciones de mano del resto de los himenópteros. Los mismos trabajos
parentesco a niveles taxonómicos tanto bajos (especies) reconocen la monofilia de Tenthredinoidea, y todas las re-
como más altos (familias). construcciones filogenéticas señalan a Blasticotomidae
como grupo basal de dicha superfamilia. De las restantes
Resultados filogenéticos contrastados familias de “sínfitos”, los panfílidos (Pamphiliidae) apare-
cen como monofiléticos, mientras que los orúsidos (Orus-
con clasificaciones previas sidae) son el linaje “sínfito” más derivado y el grupo
Las relaciones filogenéticas del orden Hymenoptera con el hermano de los Apocrita (véase Árbol de Himenópteros).
resto de los insectos han sido objeto de mucho debate. Sin A diferencia de los “sínfitos”, la filogenia de los grupos de
embargo, tanto los análisis morfológicos como los mole- apócritos ha sido reconstruida en años recientes por medio
culares más recientes coinciden en situar a los himenópte- de datos morfológicos, marcadores moleculares y análisis
ros dentro del clado de los Endopterigota, como grupo simultáneo de los dos tipos de datos. El grupo de los acu-
hermano del resto de los insectos holometábolos. leados (Aculeata), conocido tradicionalmente como hime-
El orden Hymenoptera se ha dividido tradicionalmente nópteros superiores porque agrupan a los himenópteros
en dos subórdenes: “Symphyta” y Apocrita. A su vez, este que muestran el típico estrechamiento entre tórax y
último se subdivide en dos grupos, con categoría de in- abdomen (cintura de avispa) y hábito generalmente para-
fraorden o sección dependiendo de los autores, denomi- sitoide o predador, aparece en todas las reconstrucciones
nados “Parasitica” (o “Terebrantes”) y Aculeata. Los como un grupo monofilético. Éste no es el caso de la sec-
estudios filogenéticos recientes, basados en caracteres ción “Parasitica” de los apócritos, a la que todos los estu-
morfológicos (véase Árbol de Himenópteros) demuestran dios de filogenia efectuados señalan como un conjunto
inequívocamente que el grupo de los “sínfitos”, que artificial parafilético y no debe ser utilizado en las clasifi-
agrupa a las avispas porta-sierra, reconocibles fácilmente caciones formales de los himenópteros. En un reciente
(por carecer de la típica cintura o estrechamiento entre el análisis molecular, el amplio infraorden de los proctotru-
tórax y el abdomen) del resto de los himenópteros y por pomorfos (Proctotrupomorpha), que incluye la mayor
sus hábitos fitófagos, es un conjunto parafilético. Esta si- parte de los linajes endoparasitoides de himenópteros, apa-
tuación se ha producido porque los “sínfitos” se caracte- rece como monofilético en todos los análisis, y el amplio
rizan por presentar en conjunto una serie de caracteres grupo de los calcidoideos (familia Chalcidoidea) se recu-
José Luis Nieves-Aldrey y Mike Sharkey 327
peró en casi todos los análisis como el grupo hermano de Tabla 1. Nueva clasificación de las superfamilias y las familias de
un conjunto dispar de familias, tradicionalmente engloba- himenópteros a la luz de los resultados filogenéticos más sólidos.
das en los proctotrupoideos (familia Proctotrupoidea). Por XYELOIDEA Figitidae “Tetracampidae”
su parte, Ichneumonomorpha y Vespomorpha (Aculeata) Xyelidae Ibaliidae “Torymidae”
son grupos hermanos monofiléticos. Por último, todas las TENTHREDINOIDEA Liopteridae Trichogrammatidae
Argidae PROCTOTRUPOIDEA ICHNEUMONOIDEA
reconstrucciones reconocen como linajes monofiléticos a
Blasticotomidae Austroniidae Braconidae
las superfamilias de Aculeata: Chrysidoidea, Vespoidea y Cimbicidae “Diapriidae” Ichneumonidae
Apoidea. Diprionidae Heloridae CHRYSIDOIDEA
Del total de las 90 familias de himenópteros reconoci- Pergidae Maamingidae Bethylidae
das actualmente, 20 son dudosamente monofiléticas (pa- Tenthredinidae Monomachidae Chrysididae
rafiléticas o incluso polifiléticas): “Agaonidae”, PAMPHILIOIDEA Pelecinidae Dryinidae
“Aphelinidae”, “Diapriidae”, “Megaspilidae”, “Scelioni- Megalodontesidae Peradeniidae Embolemidae
Pamphiliidae Proctotrupidae Plumariidae
dae”, “Tenthredinidae” y “Torymidae” (Tabla 1). Asi-
CEPHOIDEA Renyxidae Sclerogibbidae
mismo, la familia “Pteromalidae” es un auténtico cajón de Cephidae Roproniidae Scolebythidae
sastre dentro de los Chalcidoidea, con más de 700 géneros SIRICOIDEA Vanhorniidae VESPOIDEA
y 33 a 35 subfamilias, que se agrupan basándose en sim- Anaxyelidae PLATYGASTROIDEA Bradynobaenidae
plesiomorfías morfológicas, y representa uno de los pro- Siricidae Platygastridae Formicidae
blemas taxonómicos más complicados dentro de los XIPHYDRIOIDEA “Scelionidae” Mutillidae
himenópteros. Xiphydriidae MYMARONMATOIDEA Pompilidae
ORUSSOIDEA Mymaronmatidae Rhopalosomatidae
Una recapitulación de las numerosas propuestas refe-
Orussidae CHALCIDOIDEA Sapygidae
rentes a las relaciones filogenéticas de los himenópteros STEPHANOIDEA “Agaonidae” Scoliidae
muestra que se han producido notables avances, pero que- Stephanidae “Aphelinidae” Sierolomorphidae
dan también muchos problemas por resolver. Debido a que TRIGONALYOIDEA Chalcididae Tiphiidae
el grupo es altamente autoapomórfico, es particularmente Trigonalyidae Encyrtidae Vespidae
difícil encontrar buenos caracteres que arrojen luz sobre la MEGALYROIDEA Eucharitidae APOIDEA
posición de algunos grupos basales en conflicto (como Megalyridae Eulophidae Heterogynaidae
EVANIOIDEA Eupelmidae Ampulicidae
Anaxelidae). A pesar del gran número de trabajos apoya-
Aulacidae Eurytomidae Crabronidae
dos en la cladística de caracteres morfológicos y en mar- Evaniidae Leucospidae Sphecidae
cadores moleculares, hay poca concordancia entre las Gasteruptiidae Mymaridae Apidae
diferentes propuestas de los autores. Por esta razón, en CERAPHRONOIDEA Ormyridae Andrenidae
cuanto a clasificación, grandes grupos como Aculeata, Ceraphronidae Perilampidae Colletidae
Ichneumonoidea, Ceraphronoidea y otros cambian de un “Megaspilidae” “Pteromalidae” Halictidae
lugar a otro de la filogenia de Hymenoptera, en algunos CYNIPOIDEA Rotoitidae Megachilidae
Austrocynipidae Signiphoridae Melittidae
casos con notable contraste dependiendo de la propuesta.
Cynipidae Tanaostigmatidae Stenotritidae
Uno de los grandes grupos en que está pendiente el escla-
recimiento de sus relaciones filogenéticas es la superfa-
milia Chalcidoidea, que agrupa 20 familias, algunas de las cluso castas de una misma especie pueden presentar alas
cuales no son, claramente, monofiléticas. Algunos auto- (como las reinas y los machos de las hormigas), mien-
res abrigan la esperanza de que el nuevo megaproyecto en tras que otras no (como las obreras de las hormigas). El
marcha de filogenia morfológica y molecular de este aguijón, uno de los caracteres más importantes que apa-
grupo de insectos (con más de 500 caracteres morfológi- reció a partir de la estructura del aparato ovopositor,
cos y secuencias de cinco genes) pueda ofrecer en próxi- sigue siendo un aspecto clave en la evolución de los hi-
mos años una nueva y robusta filogenia de los menópteros. Aunque los dípteros y ciertos neópteros
himenópteros, y permita también responder a algunas de (Rhaphidioptera) tienen un aparato de puesta que re-
las cuestiones aquí planteadas. cuerda al de los himenópteros, éstos son los únicos que
desarrollaron un aparato ovopositor propiamente dicho.
Una vez que los apócritos desarrollaron el aguijón, ya
Evolución de los caracteres nunca más revertiría este carácter para la puesta con
Numerosos caracteres morfológicos de himenópteros aparato ovopositor. Por último, hay un carácter estruc-
aparecieron concomitantemente con la formación del tural que apenas se ha modificado desde el antepasado
grupo (Recuadro 1). A partir de entonces, estos caracte- de los himenópteros vivos: la fusión del primer seg-
res únicos generalmente se han mantenido presentes, mento del abdomen con el último segmento del tórax.
aunque han desaparecido de forma derivada en ciertas Posteriormente derivaría a una constricción (cintura de
especies. Por ejemplo, el par de alas membranosas con avispa) en los aculeados en la cual la constricción más
venación simple que caracteriza a los himenópteros pronunciada no separa el tórax del abdomen, sino el pri-
(principalmente a los más primitivos) ha desaparecido mer segmento abdominal (mesosoma) del resto del ab-
o se mantienen rudimentarias en algunas especies. In- domen (metasoma).
328 Cap. 32, Himenópteros
A B C D
Figura 1. Aunque las formas cefálicas de los himenópteros son bastante uniformes, algunos grupos de hormigas tropicales muestran
una notable diversidad. En las fotografías tomadas al microscopio electrónico de barrido se muestran los géneros Atta (A), Daceton
(B), Odontomachus (C) y Paraponera (D).
Es frecuente que algunos insectos y plantas evolucionen conjuntamente. Un caso extremo de coevolución se da cuando in-
sectos que producen agallas tumorales en plantas establecen una interacción tan estrecha con el hospedador que afecta a
la especiación y la adaptación de ambos. Las agallas son estructuras morfológicas constituidas por tejidos de la planta, pero
en parte están controladas por los genes del insecto que induce su formación para habitarla y utilizarla en su propio bene-
ficio. Hasta tal punto es así que la agalla de cada especie puede con-
siderarse como una verdadera extensión del fenotipo del insecto.
La fitofagia especializada que supone la inducción de agallas ha evo-
lucionado varias veces de forma independiente en muchos grupos
de insectos, pero es en algunos himenópteros donde esta interac-
ción ha alcanzado el mayor grado de sofisticación y complejidad, en
cuanto a los ciclos biológicos de los insectos inductores y a la va-
riedad y la complejidad estructural de las agallas producidas. Uno de
los grupos de himenópteros basales que alcanzaron más pronto en
el proceso evolutivo la capacidad de inducción de agallas es el de los
“sínfitos” de la familia Tenthredinidae, que han experimentado una
gran radiación evolutiva, especialmente con árboles del género Salix.
Una radiación más reciente está representada por los cinípidos o
Las especies de agallas provocan una reacción muy carac- avispas de las agallas (familia Cynipidae), uno de los grupos de insec-
terística en cada planta hospedadora. En la fotografía se tos cecidógenos más importantes con más de 1400 especies en
ven agallas del cinípido Andricus quercustozae en ramitas todo el mundo, asociadas preferentemente a fagáceas del género
de Quercus faginea del sureste de Madrid (España). Quercus.
complejo, que hizo posible los métodos especializados la existencia de castas) pasa por distintas fases previas de-
depredadores de los aculeados carnívoros, que se diversi- nominadas parasocial y subsocial, que suponen la adquisi-
ficaron junto al grupo de parásitos (sección “Parasitica”) ción gradual de la organización más compleja o eusocial.
en el cretácico y finalmente condujo al comportamiento
eusocial. Biogeografía y biodiversidad
La culminación de un comportamiento social está
representada por las complejas sociedades de abejas y hor- El origen de los himenópteros se remonta al menos a
migas, sin parangón en todo el reino animal. Los pompíli- 220 millones de años atrás por los fósiles encontrados en
dos, los véspidos y los formícidos construyen nidos rocas del triásico medio en Asia central. Aunque hay re-
complejos, y en los dos últimos hay verdaderas socieda- gistros anteriores, esta datación proporciona la edad más
des. El desarrollo evolutivo de las sociedades tiene su ori- antigua de fósiles inequívocamente atribuibles a este orden
gen en la adopción de un nido comunal por parte de varias de insectos. Dichos fósiles corresponden a “sínfitos” an-
hembras fértiles de especies solitarias. El desarrollo de ver- cestrales atribuibles a la familia actual Xyelidae. Las fe-
daderas sociedades (definidas por la división del trabajo y chas de aparición del orden son anteriores a la aparición de
A B
Figura 2. Dos de las tendencias evolutivas más importantes de los himenópteros son el parasitimos y la formación de sociedades.
Las fotografias ilustran el largo ovipositor indicativo del parasitismo de un Gasteruptidae (A) y la formación de sociedades complejas
de los Vespidae (B).
330 Cap. 32, Himenópteros
IBALIIDAE
LIOPTERIDAE
Pediaspidini
Diplolepidini
Eschatocerini
Synergini
CYNIPIDAE
Aylacini
Synergini
Aylacini
Synergini
Aylacini
Cynipini
Parnipinae
Thrasorinae
Anacharitinae
FIGITIDAE
Figitinae
Aspicerinae
Charipinae
Emargininae
Eucoilinae
Relaciones de parentesco de las familias de Cynipoidea basadas en el análisis combinado de caracteres morfológicos del adulto y en
marcadores moleculares (28S-D2 y D3, cox1, y 18S-E17-35). La tendencia evolutiva general de los figítidos ha sido la transición desde
el parasitismo de insectos inductores de agallas hasta atacar hospedadores expuestos como pulgones y dípteros. Las relaciones filoge-
néticas de las tribus de Cynipidae, reconstruidas en el análisis combinado de Nylander, se han incluido también en el árbol de la figura.
Nótese que las tribus Aylacini y Synergini de Cynipidae no son monofiléticas. Los estudios filogenéticos de los Cynipoidea de Ronquist
encuentran caracteres que apoyan la monofilia del grupo; por otra parte, está de acuerdo con Rasnitsyn en considerar a los Diaprii-
dae (Proctotrupoidea) como el grupo de himenópteros que muestra mayor similitud estructural con los Cynipoidea.
José Luis Nieves-Aldrey y Mike Sharkey 331
Tabla 2 Resumen comparativo de las clasificaciones más recientes de la superfamilia Cynipoidea. No se incluyen las subfamilias de
Liopteridae, las subfamilias fósiles del sistema de Kovalev ni las subfamilias de Eucoilidae que contempla este autor.
Weld (1952) Quinlan (1979) Nordlander (1982) Kovalev (1994) Fergusson (1995) Ronquist (1999)
IBALIIDAE IBALIIDAE CYNIPIDAE AUSTROCYNIPIDAE CYNIPIDAE AUSTROCYNIPIDAE
LIOPTERIDAE LIOPTERIDAE Austrocynipinae THRASORUSIDAE Cynipinae IBALIIDAE
FIGITIDAE EUCOILIDAE Cynipinae IBALIIDAE Aulacideini LIOPTERIDAE
Aspicerinae FIGITIDAE (Pycnostigmatinae) LIOPTERIDAE Rhoditini CYNIPIDAE
Anacharitinae Aspicerinae (Himalocynipinae) CHARIPIDAE Synergini Synergini
Figitinae Figitinae IBALIIDAE Alloxystinae Cynipini “Aylacini”
CYNIPIDAE Anacharitinae LIOPTERIDAE Charipinae IBALIIDAE Diplolepidini
Eucoilinae Himalocynipinae ANACHARITIDAE Lytoxystinae Austrocynipinae Eschatocerini
Charipinae CYNIPIDAE FIGITIDAE ANACHARITIDAE Ibaliinae Pediaspidini
(Alloxystinae) Austrocynipinae Figitinae CYNIPIDAE Ibaliini Cynipini
Pycnostigmatinae Pycnostigmatinae Aspiceratidae Cynipinae Liopterini FIGITIDAE
Cynipinae Charipinae EUCOILIDAE Aylacinae FIGITIDAE Parnipinae
(Alloxystinae) Alloxystinae Himalocynipinae Anacharitinae Thrasorinae
Cynipinae Charipinae PYCNOSTIGMATIDAE Aspicerinae Charipinae
FIGITIDAE Figitinae Anacharitinae
Aspicerinae Charipini “Figitinae”
Figitinae Eucoilini Aspicerinae
EMARGINIDAE Figitini Emargininae
EUCOILIDAE HIMALOCYNIPIDAE Pycnostigminae
Eucoilinae
los primeros dinosaurios, mamíferos o dípteros, y más de cimientos de fósiles en ámbar encontrados en Siberia y
100 millones de años antes de la aparición de las primeras Norteamérica. Las abejas aparecen como un grupo diverso
plantas con flores. en el registro fósil del ámbar báltico, en el oligoceno su-
Los primeros registros fósiles de apócritos (y quizás perior (hace unos 30 millones de años). También están
el primer signo de comportamiento parasitoide en insec- presentes en el ámbar báltico del cenozoico prácticamente
tos) datan del jurásico inferior. Hace unos 160 millones todos los grupos modernos de hormigas, con excepción
de años, en el jurásico superior, están ya presentes todas de alguna subfamilia tropical.
las superfamilias y algunas familias modernas de “sínfi- En la actualidad, el orden Hymenoptera se distribuye
tos” y dos notables linajes (Proctotrupomorpha y Evanio- en los ecosistemas terrestres de los cinco continentes,
morpha). Hace unos 95 millones de años, en el cretácico desde las zonas circumpolares a las tropicales. Con res-
superior, se encuentran ya representadas todas las super- pecto a su distribución en las distintas regiones zoogeo-
familias de himenópteros actuales. La entomofauna de gráficas, el mayor porcentaje de las más de 115 000
himenópteros parasitoides de aquella época ya es sorpren- especies de himenópteros descritas pertenece a las regio-
dentemente moderna, como lo prueban los excelentes ya- nes templadas, pero se estima que, con algunas excepcio-
En la evolución de los himenópteros ha tenido una importancia crucial el parasitismo. Los himenópteros parásitos reciben
el término especial de parasitoides, que se refiere a un comportamiento que está a medio camino entre la depredación y el
parasitismo en sentido estricto. Los parasitoides, a diferencia de los verdaderos parásitos, matan invariablemente a su anfi-
trión, pero se diferencian de los predadores en que por regla general sólo necesitan una presa individual para completar su
desarrollo. Las estrategias y los comportamientos de los himenópteros parasitoides son muy variadas, incluyendo el ecto-
parasitismo y el endoparasitismo, el parasitismo solitario o gregario, la estrategia idiobionte o cenobionte, el clep-
toparasitismo y el hiperparasitismo. Los parasitoides han desarrollado adaptaciones asombrosas para localizar a sus
víctimas, incluso si éstas viven en el interior de galerías excavadas en troncos de madera. Por ejemplo, las hembras del ic-
neumónido Ephialtes tienen un oviscapto o taladro de casi 6 cm de longitud. Muchos parasitoides inoculan virus en sus hos-
pedadores con el fin de destruir su sistema inmunitario. Las comunidades de parasitoides se cuentan entre las más
importantes desde el punto de vista ecológico, ya que integran algunos de los grupos de organismos terrestres con mayor
riqueza en especies. Hawkins y Lawton observaron que las cadenas nutricias que comprenden las plantas verdes, los insec-
tos herbívoros (de los que forman parte muchos himenópteros fitófagos y formadores de agallas) y los insectos parasitoi-
des (casi todos himenópteros) incluyen la mitad de todas las especies conocidas de metazoos. Por otra parte, los parasitoides
se encargan de regular las poblaciones de los hospedadores, por lo que el conocimiento de la estructura de las comunida-
des de parasitoides y el de los factores que determinan su riqueza es esencial para la comprensión de la diversidad de las
comunidades terrestres, para la conservación de los ecosistemas y para la regeneración de ambientes alterados.
332 Cap. 32, Himenópteros
nes, la mayor diversidad de los principales grupos de hi- de los linajes basales del orden. Como ya se ha comen-
menópteros se encuentra en las zonas tropicales, especial- tado, la radiación adaptativa de los himenópteros ances-
mente en las regiones neotropical, oriental y afrotropical. trales, “sínfitos” fitófagos similares a la actual familia
Sin embargo, una importante fracción de la riqueza esti- Xyelidae, es muy antigua y se remonta al principio del
mada de himenópteros de las regiones tropicales aún no ha paleozoico
sido descubierta ni estudiada. Los himenópteros son tam- Hace unos 135 a 200 millones de años, en el jurá-
bién muy ricos en especies en las zonas templadas, espe- sico, la fauna de himenópteros estaba dominada por es-
cialmente algunos grupos hiperdiversos como pecies de las superfamilias Xyeloidea, Siricoidea y
Ichneumonidae, Apidae y Pteromalidae, que presentan Megalodontoidea, todas ellas fitófagas, que probable-
anómalos gradientes latitudinales de riqueza. Los países mente estaban asociadas con helechos, gimnospermas y
con mayor número conocido de especies de himenópte- otros grupos de plantas no vasculares que formaban
ros, aunque estas cifras son en parte un reflejo de la inten- parte de la vegetación dominante de aquel tiempo. Mu-
sidad del estudio histórico, son Estados Unidos, Canadá, chos de los representantes actuales de dichos grupos de
Australia y las Islas Británicas. Para dar una idea de la “sínfitos” viven actualmente en las regiones templadas-
gran riqueza local de especies que habitualmente presen- frías del globo asociadas con coníferas. También se ha
tan los himenópteros, basta citar las más de 1700 especies propuesto que en los últimos 100 millones de años se
censadas en un único punto de muestreo de la sierra de han acelerado la divergencia y la especiación conjuntas
Guadarrama (Madrid, España). en las angiospermas y la abejas gracias a las interaccio-
nes simbióticas de la polinización (véase Cap. 12, An-
giospermas).
Diferenciación y especiación
Aunque el mecanismo de especiación alopátrida es
No se conoce nada de los hábitos tróficos de los precur- predominante, como en la mayor parte de los organismos,
sores de los himenópteros del pérmico, y es muy difícil también se ha descrito especiación simpátrida. La espe-
determinar el tipo de alimentación de la larva ancestral ciación simpátrida parece documentarse más fácilmente
de los himenópteros dada la diversidad de modos de vida en casos de parasitismo (véase Cap. 44, Especiación).
Polinización
En su largo camino de coevolución con las plantas, los insectos han sido motores de cambio en el proceso de la evolución
de la reproducción sexual cruzada de las plantas angiospermas. De este modo han participado directamente en la apari-
ción y el desarrollo de muchos tipos de flores, las cuales han desarrollado sistemas para atraer a los insectos y así facilitar
la polinización, como corolas llamativas, aromas penetrantes y néctar con el cual recompensar la visita del insecto (véase
Cap. 12, Angiospermas). Los himenópteros son actualmente el grupo de insectos polinizadores más importante, en con-
creto las avispas y sobre todo las abejas. La mayor parte de las especies de las siete familias de abejas son polinizadoras.
Estas familias de abejas cuentan con más de 20 000 especies en todo el mundo. Las abejas se ocupan de la polinización de
una ingente variedad de plantas con flores, tanto silvestres como cultivadas por el ser humano. La abeja común (familia Api-
dae), utilizada por el ser humano desde la antigüedad para la producción de miel y cera, es el ejemplo más típico de insecto
polinizador y es particularmente importante por el volumen de flores que poliniza. Muchas plantas económicamente im-
portantes (alfalfa, guisantes, frutales, tomates, patatas) son polinizadas por himenópteros, sobre todo abejas de tamaños me-
diano y pequeño, y abejorros.
Uno de los casos más notables de vinculación íntima y obligada entre la planta y sus insectos polinizadores es el de los
agaónidos, diminutos microhimenópteros de la superfamilia Chalcidoidea, y las higueras silvestres y cultivadas del género
Ficus. En uno de los más extraordinarios ejemplos de radiación coevolutiva entre insectos y plantas anfitrionas que existen,
unas 800 especies de Ficus en el mundo, repartidas
especialmente en zonas cálidas y tropicales, nece- A B
sitan una avispita de la familia Agaonidae específica
para poder ser polinizadas. Estos insectos pene-
tran en la inflorescencia (que permanece siempre
cerrada) y polinizan las pequeñas flores femeninas
que darán lugar a la infrutescencia o higo. Una de
las especies de agaónidos más conocidas es Blasto-
phaga psenes, que poliniza la higuera común en la
región Mediterránea, el cual se muestra en la foto-
grafia junto a su parasitoide específico Philotrypesis
caricae, provisto de un largo ovipositor (Foto A).
El insecto forma una agalla característica en el in-
erior del higo (Foto B).
José Luis Nieves-Aldrey y Mike Sharkey 333
Dado que el parasitismo está muy extendido en los hime- • ¿Cuáles son los caracteres morfológicos y los marcado-
nópteros, se han propuesto casos de especiación simpá- res moleculares que permiten una mejor reconstrucción
trida en avispas y abejas. Por ejemplo, tres especies de de las relaciones evolutivas de los himenópteros?
avispas del género Megarhyssa distribuidas en Norteamé- • ¿Se podrán conciliar la taxonomía y la clasificación tra-
rica viven sobre la misma planta hospedadora, pero cada dicional del grupo con los nuevos conocimientos de la
una se ha diferenciado gracias a la especialización en dis- filogenia y la evolución de los himenópteros?
tintos recursos alimenticios. Algunos autores han ido un
poco más lejos y proponen tres tipos de genes que favore- • ¿Se podrán esclarecer las relaciones filogenéticas de la
cen la especiación simpátrida: preferencia del hábitat, em- familia Chalcidoidea y conciliarlas con una clasifica-
parejamiento selectivo y eficacia biológica relacionada ción más natural del grupo?
con el hábitat. Hay otros procesos de especiación relacio- • ¿Cuáles han sido exactamente los determinantes gené-
nados con el comportamiento social de los himenópteros. ticos y biológicos que han modelado la evolución de los
Se ha propuesto una rápida especiación en el grupo de la rasgos clave del comportamiento de los himenópteros,
europea hormiga roja (Formica rufa), con seis especies como el parasitismo, la polinización de las plantas con
que son producto de una diferenciación promovida en so- flores y la formación de sociedades complejas?
ciedades poliginas (numerosas reinas en un solo nido). Es
difícil sintentizar los distintos mecanismos evolutivos de
los himenópteros en este capítulo. Sin embargo, no hay Bibliografía básica
que olvidar que los casos de coevolución son muy difíci-
les de documentar, y que entre los himenópteros se en- – Gauld, I. y Bolton, B. 1988. The hymenoptera. British Museum (Na-
cuentra uno de los casos más espectaculares por la tural History), London.
radiación adaptativa que generó numerosas especies de – Goulet, H. y Huber, J.T. 1993. Hymenoptera of the world: an identifi-
avispillas (familia Agaonidae) y las 800 especies de hi- cation guide to families. Centre for Land and Biological Resources Re-
search, Ottawa, Ontario.
gueras (véase el recuadro Polinización).
– LaSalle, J. y Gauld, I.D. (eds.). 1993. Hymenoptera and biodiversity.
C.A.B. International. Wallingford.
Principales cuestiones pendientes – Fernández, F. y Sharkey, M.J. 2006. Introducción a los Hymenoptera
de la región neotropical. Sociedad Colombiana de Entomología y Uni-
• ¿Cuáles son las relaciones filogenéticas de los grupos versidad Nacional de Colombia, Bogotá DC.
basales de los himenópteros y de éstos con otros gru- – Grimaldi, D. y Engel, M.S. 2005. Evolution of the insects. Cambridge
pos de hexápodos? University Press.
1
Acalyptrata 1
(moscas de la fruta, Drosophila)
Hippoboscoidea
(moscas piojos, moscas tse tse)
2
Muscoidea (moscas domésticas) 2
Empidoidea 4
5
Asiloidea (bombílidos) 5
Nemestrinoidea
6
Xylophagomorpha 7 7
Tabanomorpha (tábanos) 8
9
Bibionomorpha (moscas del agua) 9
28 Blephariceromorpha
10
Ptychopteromorpha
Árbol de Dípteros donde se muestran las relaciones filogenéticas de las familias e infraórdenes taxonómicos. Las ramas con
líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el ca-
pítulo donde se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes
(números en recuadros).
Dípteros
David Yeates y Dalton de Souza Amorim
33
Resumen: Los dípteros (Diptera), es decir, moscas verdaderas (mosquitos, jejenes y moscas domésticas), conforman entre
el 12% y el 15% del total de las especies animales. Además, constituyen el orden de insectos más diverso desde el punto de
vista ecológico, ya que sus roles ecológicos incluyen tanto especies detritívoras como hematófagas sobre vertebrados y mina-
doras de hojas. Los dípteros, según numerosos caracteres morfológicos y moleculares, son un grupo monofilético, y los prin-
cipales linajes que lo conforman están actualmente muy bien establecidos. En cambio, las relaciones entre las ramas más anti-
guas no están del todo claras. Los Brachycera son claramente monofiléticos y las relaciones entre los linajes dentro de este
grupo están bien determinadas. El fósil más antiguo que se conoce de Diptera data de principios del triásico, hace unos 240
millones de años, pero el orden probablemente surgió en el pérmico tardío. Por su parte, los fósiles más antiguos de Brachy-
cera datan de finales del triásico y principios del jurásico, aunque la diversificación de Cyclorrhapha, el linaje más diverso, de-
bió ocurrir mucho más tarde (finales del cretácico o durante el terciario). La mayoría de las especializaciones ecológicas, como
son el fungivorismo, la creación de agallas, la hematofagia sobre vertebrados, el parasitismo y la depredación, han aparecido nu-
merosas veces durante la evolución de las moscas. El éxito evolutivo de los dípteros puede atribuirse a las implacables repre-
salias de las distintas combinaciones de adaptaciones ecológicas relacionadas con los diferentes estadios de la vida de la mos-
cas desde principios del mesozoico.
Summary: The Diptera, i. e. true flies (mosquitoes, gnats, and house flies) comprise 12-15% of animal species, and are the
most ecologically diverse order of insects, spanning ecological roles from detritivory to vertebrate blood feeding and leaf mining.
The monophyly of the order is supported by numerous morphological and biological characters and molecular data sets. The major
lineages within the order are well established. Relationships between the earliest branching lineages of flies are not well understood.
The Brachycera is clearly monophyletic, and the relationships between most major brachyceran lineages are well established. The
earliest known fossil Diptera are from the early Triassic 240 mya, and the order probably arose in the late Permian. The earliest
brachyceran fossils are found in the late Triassic and earliest Jurassic but the diversification of the Cyclorrhapha, the most species-
rich lineage, seems to have occurred much later in the Late Cretaceous or in the Tertiary. Most ecological specializations, such
as fungivory, gall forming, vertebrate blood feeding, parasitism and predation, have arisen numerous times during fly evolution.
The evolutionary success of flies can be attributed to the relentless reprisal of various combinations of ecological adaptations
involving different life stages since the earliest Mesozoic.
V
ivimos en un mundo compuesto principalmente se han descrito aproximadamente 153 000 especies de díp-
por bacterias, hongos, plantas con flores, nemato- teros, pero se estima que el número de especies pendien-
dos y un puñado de grupos de insectos clave desde tes de descripción es varias veces mayor. Actualmente el
un punto de vista ecológico. Uno de estos grupos de in- orden Diptera está clasificado en 10 000 géneros, 150 fa-
sectos son los dípteros (moscas verdaderas o moscas de milias, 22-32 superfamilias y 8-10 infraórdenes.
dos alas), que probablemente representen entre el 12% y La monofilia del orden Diptera está muy bien estable-
el 15% del total de las especies animales conocidas. Las cida. Hennig recopiló 378 autoapomorfías, de las cuales
moscas presentan una variedad enorme de especializacio- algunas conforman estructuras morfológicas complejas,
nes, tanto biológicas como anatómicas, y es posible que como es el caso de las partes especializadas de la boca.
sean el grupo ecológicamente más diverso de los cuatro Seguramente la autoapomorfía mejor conocida sea la
grupos más diversos de insectos (Fig. 1). Las moscas tie- transformación de las alas posteriores en pequeños halte-
nen una gran importancia para el ser humano por ser los rios con forma de maza (Fig. 2). Durante el vuelo, estos
vectores de transmisión de enfermedades como la malaria halterios giran en círculo para dotar de estabilidad en las
y el dengue; además, el campo de la genética se ha de- tres dimensiones. En general las moscas se alimentan de
sarrollado durante el último siglo basándose en el genoma líquidos y, por tanto, no suelen presentar mandíbulas aptas
de la mosca Drosophila melanogaster. Hasta el momento para masticar. De hecho, la mayoría de las moscas carecen
335
336 Cap. 32, Dípteros
¿Qué es un díptero?
Los dípteros (del griego di [dos] y ptero [ala]) son un orden de insectos caracterizados por la presencia de sólo dos alas
como resultado de una reducción del segundo par de alas (halterios). Los halterios sirven como balancín para la estabili-
zación y la dirección del vuelo, que es propulsado por el primer par de alas. Además, se caracterizan por una transforma-
ción de las piezas bucales en un aparato bucal succionador muy exitoso, ya que les ha permitido explotar numerosos
recursos alimenticios al ser fitófagos, carnívoros, parásitos o saprófagos. También se observa que ha habido otras reduc-
ciones, como la ausencia de patas en las larvas, que en la mayoría de los insectos suelen estar presentes y son articuladas.
totalmente de mandíbula, aunque algunos grupos hemató- para vivir en una gran variedad de nichos (terrestres, acuá-
fagos presentan mandíbulas adaptadas que utilizan como ticos, parasíticos, etc.).
cuchillos para cortar o lancetas para perforar. El palpo la- El grupo hermano de Diptera aún no se conoce. Los
bial está modificado en un par de lóbulos carnosos que fun- datos morfológicos apuntan a que podrían ser los neópte-
cionan como una esponja para absorber líquidos (Fig. 2). ros, en concreto los mecópteros (o sólo una parte de ellos),
Cuando el alimento se presenta en forma sólida, las mos- los sifonápteros o un clado con ambos grupos.También,
cas deben regurgitar saliva sobre él para licuarlo y así los datos moleculares apuntan a que un grupo de neópte-
poder ingerirlo. En el caso de las larvas, todas carecen de ros, en concreto los estrepsípteros (insectos de alas torci-
patas articuladas, pero esta característica es común a las das), pudieran ser el grupo hermano. El mecóptero más
larvas de otros insectos. Las larvas de mosca también pre- antiguo que se conoce es un fósil del pérmico, por lo que
sentan partes especializadas en la boca, en la cápsula de la Diptera podría tener la misma antigüedad; en cambio, el
cabeza y en el sistema traqueal, de modo que en estas es- grupo más antiguo de dípteros data sólo del triásico.
tructuras se pueden encontrar modificaciones adaptadas
Características de sus genomas
A B El conocimiento sobre el genoma de los dípteros ha su-
frido una verdadera revolución al haberse completado la
secuenciación del genoma de numerosas especies del gé-
nero de moscas Drosophila (Drosophilidae), así como el
de algunas especies de mosquitos (Culicidae). El tamaño
de un genoma haploide de díptero varía desde 90 millones
C D hasta 1900 millones de pares de bases. En el caso de Dro-
sophila melanogaster, su genoma se compone de 175 mi-
llones de pares de bases, mientras que el de Anopheles
gambiae tiene 260 millones de pares de bases. El genoma
mitocondrial es mucho más pequeño y se compone de
unos 13 000 a 19 000 pares de bases. El número haploide
E F de cromosomas suele variar entre 2 y 6, mientras que las
poliploidías son bastante raras.
Se estima que hay unas 13 000 a 15 000 proteínas
nucleares codificadas en los genomas de Drosophila y
Anopheles. Por otra parte, el genoma mitocondrial ha po-
sibilitado desarrollar muchos marcadores genéticos para
estudios filogenéticos y evolutivos, así como para estable-
G H
cer los límites entre distintas especies, como es el caso de
Términos básicos
Apodema: Parte del exoesqueleto que sobresale hacia
dentro y donde se insertan los músculos.
Caliptras: Lóbulos posterobasales en las alas.
Fisura ptilinial: Estructura que resulta de la transforma-
ción del ptilium (saco membranoso de la cabeza en estado
de pupa) cuando el adulto ha emergido por uno de los ex-
tremos del pupario.
Halterios: Estructuras claviformes que resultan de la mo-
dificación de las alas posteriores.
Ínstar larval: Periodo del desarrollo entre una y otra
muda en las larvas.
Pupario: Estructura formada por la última piel larval.
Culicomorpha
pha, pero como ninguno de sus trabajos se basó en con-
Ptychopteromorpha juntos de datos explícitos, los resultados difieren mucho.
Blephariceromorpha
1
Bibionomorpha
Para Cyclorrhapha es necesario llevar a cabo urgente-
2
Psychodomorpha mente estudios con nuevos sistemas de caracteres, como
3 Tipulomorpha las formas de los huevos y de las larvas, la genitalia feme-
4 Stratiomyomorpha
Xylophagomorpha nina, las estructuras internas y las secuencias de nucleó-
Brachycera 5 Tabanomorpha tidos. Actualmente se han hecho hipótesis contrarias
Nemestrinoidea
Muscomorpha 6
Asiloidea sobre las relaciones de las primeras ramas del grupo, aun-
7
Eremoneura 8
Empidoidea que Syrphoidea se acepta generalmente como el grupo
Platypezoidea
Cyclorrhapha
9
Phoroidea
hermano de Schizophora.
Syrphoidea El grupo monofilético Schizophora (Fig. 3, nodo 10)
Calyptrata Hippoboscoidea
Muscoidea
está compuesto por al menos 80 familias. Los Schizo-
Schizophora 11 Oestroidea phora adultos desarrollan unos sacos dentro de la cabeza,
10
Acalyptrata denominados ptilinium, que están revertidos y palpitan
con hemolinfa, y que les permite abrir el pupario y emer-
Figura 3. Árbol filogenético de Diptera simplificado a nivel ger. Después de emerger, el saco se retrae dejando una fi-
de infraorden/superfamilia resultante de un análisis de supe-
sura ptilinal. Los principales trabajos que han revisado
rárbol de las familias de moscas. El análisis está basado en una
la filogenia de Schizophora son los de Griffiths y McAl-
matriz codificada MRP creada con 12 árboles primarios como
fuente, incluidos Griffiths, Hennig, McAlpine, Oosterbroek y pine. El primero describió y valoró detalladamente los
Courtney y Yeates. Para obtener más información sobre los caracteres genitales de los machos junto con otros carac-
análisis véase www.inhs.uiuc.edu/cee/FLYTREE/. Las ramas teres morfológicos, mientras que el segundo resolvió
destacadas con trazo grueso son las que se consideran más ro- completamente sus filogenias basándose tanto en siste-
bustas basándose en los sistemas de caracteres utilizados. Por mas de caracteres morfológicos como en la biología de
el contrario, el resto de los nodos se consideran inestables. las moscas.
La numeración de los nodos es la utilizada a lo largo del La forma de las caliptras que cubren los halterios se
texto. ha utilizado tradicionalmente como base para dividir los
Schyzophora entre Acalyptrata y Calyptratae, pero en la
najes más antiguos de Brachycera ha sido extensamente actualidad se acepta que las caliptras son demasiado va-
estudiada en los últimos 15 años. Un análisis reciente que riables en ambos grupos como para poder proporcionar
considera caracteres morfológicos ha intentando resumir un conjunto de caracteres fiables. Por su parte, la mono-
y sintetizar todas las investigaciones que se han llevado a filia del grupo Acalyptratae sigue siendo objeto de gran
cabo, y ha revelado la monofilia del clado que incluye discusión.
Xylophagomorpha, Stratiomyomorpha y Tabanomorpha. McAlpine divide el grupo Acalyptrata en 10 superfa-
El primer linaje de Brachycera en la Figura 3 contiene milias: Nerioidea, Diopsoidea, Conopoidea, Tephritoidea,
Stratiomyomorpha + (Xylophagomorpha + Tabanomor- Lauxanioidea, Sciomyzoidea, Opomyzoidea, Sphaeroce-
pha). roidea, Carnoidea y Ephydroidea. De éstas, sólo unas
Eremoneura (Fig. 3, nodo 8) es un linaje de Musco- pocas son estables (por ejemplo, Ephydroidea, Tephritoi-
morpha compuesto por Empidoidea y Cyclorrhapha, y es dea), mientras que la mayoría de ellas previsiblemente su-
uno de los clados más estables de los clados superiores de frirán grandes reestructuraciones una vez sean sometidas
Brachycera. Un trabajo reciente basado en caracteres mor- a análisis filogenéticos detallados. A pesar de no presen-
fológicos ha puesto énfasis en el uso de la genitalia mas- tar autoapomorfías morfológicas complejas, los Calyptra-
culina para reconstruir la filogenia de Eremoneura, aunque tae (Fig. 3, nodo 11) parecen ser monofiléticos según datos
también se están empezando a realizar algunos estudios morfológicos y moleculares. Respecto a las tres superfa-
moleculares. Hay importantes pruebas, tanto morfológi- milias de Calyptratae, los Hippoboscoidea son monofilé-
cas como moleculares, que apuntan a la monofilia de Em- ticos, los Oestroidea puede que lo sean y los Muscoidea
pidoidea. probablemente son parafiléticos.
La monofilia del suborden Cyclorrhapha está muy Una clasificación estable de nivel superior de las 170
bien apoyada con caracteres como la invaginación de la familias de dípteros depende del desarrollo y el grado de
cápsula cefálica en las larvas, las modificaciones de las comprensión de las relaciones que existen entre ellas. La
piezas bucales de las larvas y la pupación dentro de la piel clasificación tradicional en dos subórdenes no es acepta-
en el último estadio (ínstar) larval, el pupario. La cáp- ble porque los “Nematocera” son parafiléticos. Amorin y
sula cefálica en las larvas de Cyclorrhapha ha desapare- Yeates propusieron recientemente una relación filogéne-
cido, y los únicos elementos escleróticos que aparecen tica que se muestra aquí con pequeños cambios para ha-
son apodemas internos que se denominan esqueleto ce- cerla coincidir con el análisis de superárbol (Fig. 3). Los
falofaríngeo. En los últimos 40 años, sólo tres investiga- infraórdenes de los dípteros inferiores que aparecían en
dores han intentado sintetizar de forma coherente los las clasificaciones tradicionales han ascendido a la catego-
resultados filogenéticos de las relaciones en Cyclorrha- ría de suborden, en relación con los Brachycera.
David Yeates 339
Tabla 1. Clasificación taxonómica de los dípteros Lucilia cuprina (Fig. 1), y las moscardas (todas de la fami-
Orden Diptera: lia Calliphoridae), que se alimentan de tejido animal vivo y
causan el proceso conocido como miasis, que supone pér-
- Suborden Ptychopteromorpha
- Suborden Culicomorpha
didas millonarias para la ganadería en todo el mundo. Algu-
- Suborden Blephariceromorpha nas especies australianas del género Batrachomyia
- Suborden Bibionomorpha (Chloropidae) viven dentro de ranas y se alimentan de los
- Suborden Psychomorpha tejidos que hay bajo la piel de la espalda, sin que lleguen a
- Suborden Tipulomorpha matar al hospedador al emerger de la pupación.
- Suborden Brachycera Los dípteros han desarrollado también muchos otros
Infraorden Tabanomorpha
comportamientos y procesos bioquímicos poco comunes.
Infraorden Xylophagomorpha
Infraorden Stratiomyomorpha
Las larvas de algunas especies de mosca de la familia Ke-
Infraorden Muscomorpha roplatidae (Mycetophilidea) son conocidas como gusanos
Sección Nemestrinoidea luminosos porque han desarrollado la capacidad de emitir
Sección Asiloidea luz a través de sus túbulos de Malipigio modificados. Las
Sección Eremoneura larvas de las especies del género Arachnocampa viven en
Subsección Empidoidea cuevas y zarandean un hilo de seda cargado de gotas pe-
Subsección Cyclorrhapha
gajosas, y se alimentan de los insectos que son atraídos
Serie Phoroidea
Serie Syrphoidea
por el brillo de sus luces en la oscuridad. Al menos han
Serie Schizophora evolucionado otros cuatro casos más de bioluminiscencia,
al parecer de forma independiente en la familia e impli-
cando diferentes tipos de luciferasas. Algunas moscas (es-
Evolución de caracteres pecialmente Mycetophilidae y Sciaridae) forman parte de
Muchos de los dípteros de linajes basales tienen larvas acuá- sistemas de polinización en los cuales los machos son en-
ticas, y algunos grupos, como las familias Chironomidae y gañados para pseudocopular con orquídeas, de forma que
Tipulidae, se utilizan como indicadores biológicos de la el polen se deposite en la mosca.
salud de los ecosistemas acuáticos. El comportamiento he-
matófago sobre vertebrados es un carácter que ha evolucio-
nado independientemente en los dípteros al menos en diez
Tendencias evolutivas
ocasiones: Culicidae (Fig. 1A), Ceratopogonidae, Psycho- Las larvas de muchas de las ramas más primitivas de los
didae, Rhagionidae, Tabanidae, Carnidae, Muscidae, Glos- dípteros (Fig. 1 A y B) se encuentran en ambientes acuá-
sinidae, Calliphoridae e Hippoboscoidea. Debido a ello, los ticos, lo que es una plesiomorfía heredada de niveles más
dípteros se han convertido en vectores de transmisión de va- tempranos de la evolución de Mecopteridea. Algunos gru-
rias enfermedades que afectan a otros animales y a los seres pos son totalmente terrestres, o bien se alimentan de las
humanos, como la malaria, el dengue y la fiebre amarilla. hifas de los hongos o de materia orgánica en descomposi-
Además, también pueden ser hospedadores de infecciones
virales. Muchas de las larvas de dípteros son fitófagas, pero
destaca Tephritidae, que contiene muchas especies que son
plagas dañinas para la horticultura, como por ejemplo la
mosca mediterránea de la fruta, Ceratitis capitata. Otras fa-
milias, como Agromyzidae y Cecidomyiidae, producen aga-
llas en las plantas, y además contienen también especies que
constituyen plagas altamente invasivas.
Después de las abejas y las avispas, las moscas son
el grupo más importante en el proceso de polinización
(Fig. 4). En concreto, algunos grupos como Syrphidae y
Mycetophiliforma están involucrados en procesos de poli-
nización muy específicos. Un ejemplo interesante es el del
árbol del cacao (Theobroma cacao), que es polinizado por
unas moscas diminutas de la familia Ceratopogonidae.
Otras moscas depredadoras o parásitas de las familias Asi-
Figura 4. Sólo los bombílidos y los sírfidos son considerados
loidea, Phoridae y Tachinidae consumen vorazmente espe-
dípteros efectivos en la polinización de las angiospermas. Los fó-
címenes de Lepidoptera y Coleoptera, y por tanto cumplen siles más antiguos de bombílidos se han datado en el jurásico me-
un papel muy importante en el control de las poblaciones de dio, aproximadamente cuando aparecieron las flores completas
estos insectos. También hay especies de fóridos (Phoridae) (véase Cap. 12, Angiospermas). En la fotografía se observa po-
que son en gran parte las encargadas de degradar los cadá- len transportado en la estructura bucal de un bombílido (Bomby-
veres de muchos vertebrados, incluidos los seres humanos, liinae) después de recolectarlo de una flor de espolón largo (Li-
y otras especies como la mosca del estiércol de las ovejas, naria elegans) (Sierra de Guadarrama, España).
340 Cap. 32, Dípteros
Summary: Amateurs and professionals alike, driven by the beauty and allure of the Lepidoptera (butterflies and moths), have
accumulated an immense quantity of data on the life history, taxonomy and distribution of these insects. Despite such detailedknow-
ledge, comparable to that on vertebrates, only recently we start to have a somewhat clear view of the lepidopteran branch of the
tree of life. The enormous diversity of this group, which, with 180 thousand described species is one of the four most diverse orders
in the planet and represents the largest lineage of primarily phytophagous organisms, poses many problems for the study of its
evolution. The scarcity of available fossils is an added difficulty for the understanding of the morphological character evolution, as
well as for calibrating molecular clocks. The results from phylogenetic studies based on DNA sequences generally match those based
on morphology. In fact, both methodologies advance in parallel, and the results tend to coincide provided enough characters are
used. The first ‘total evidence’ phylogenies have been published, based in a combination of morphological and molecular data, which,
as is the case for the Rhopalocera, have been able to resolve some relationships thanks to a synergistic effect. Taxonomy is little
by little adapting to new phylogenetic results, as long as these get confirmed in multiple independent studies. At present, thegeneral
structure of the tree and, especially, the most basal relationships, are reasonably well supported. The tree topology, together with
the fossil evidence, shows that the Lepidoptera appeared in the Triassic or early Jurassic from a trichopteran-like ancestor, first as
mandibulated microlepidoptera, then developing the proboscis and many other features along one of the lineages, which ultimately
led to the Ditrysia radiation. The majority of relationships within the Ditrysia have not yet being satisfactorily resolved, due in part
to the rapid diversification experimented by this group. The ongoing projects in many laboratories (phylogeny of the order based
on morphological and molecular data, multiple phylogenies at the family level and below, etc.) will no doubt yield exciting results
and help clarifying the phylogeny and evolution of the Lepidoptera.
343
344 Cap. 34, Lepidópteros
¿Qué es un lepidóptero?
Un lepidóptero (del griego lepis [escama] y ptero [ala]) es un insecto holometábolo (con metamorfosis completa),
cuyas larvas, llamadas orugas, son herbívoras salvo en raras excepciones, y tienen seis patas verdaderas y múltiples patas
falsas dotadas de diminutos ganchos. Los adultos desarrollan dos pares de alas con una densa cobertura de escamas, que
contienen pigmentos y microestructuras con propiedades ópticas, hecho que les confiere una enorme plasticidad en los
patrones de coloración. El orden Lepidoptera, uno de los más diversos del planeta, es el clado hermano de los tricópte-
ros o frigáneas (Trichoptera), y juntos forman el superorden Amphiesmenoptera.
C
on unas 180 000 especies descritas, los lepidópte- A B
ros constituyen, junto con los coleópteros, himenóp-
teros y dípteros, uno de los órdenes más diversos
del planeta. Su atractivo ha despertado el interés de aficiona-
dos y científicos, y el conocimiento acumulado sobre su bio-
logía, taxonomía y distribución es el más extenso para un
grupo de tamaña biodiversidad. Su éxito evolutivo se basa,
al menos en parte, en su condición de holometábolos, lo que C
les permite una gran especialización en sus diferentes fases
vitales (véase Fig. 1). También es clave su aparato bucal es-
pecializado en libar líquidos (probóscide o espiritrompa),
que les permite libar el néctar de las plantas con flor (angios- Figura 2. Plebicula atlantica, el metazoo estudiado con el ma-
permas). Los lepidópteros constituyen el mayor linaje de or- yor número de cromosomas. A: Macho adulto. B: Hembra
ganismos fitófagos que existe, ya que sus larvas se alimentan adulta. C: Imagen microscópica del núcleo de un gameto mas-
mayoritariamente de plantas, sobre todo de angiospermas. culino en formación (metafase I) (n = c. 223).
La evolución de estos dos grupos ha sido, por lo tanto, muy
estrecha, y no es sorprendente que la radiación explosiva de ción de datos morfológicos y moleculares. En este capítulo
las angiospermas (véase Cap. 12, Angiospermas) coincida se describe la filogenia y la evolución de los lepidópteros,
con la de las mariposas y polillas, así como con la de otros haciendo especial referencia a los resultados más recientes.
insectos polinizadores como las abejas (véase Cap. 32, Hi-
menópteros). Otra característica muy importante en el Características de sus genomas
equipo básico de los lepidópteros es una densa cobertura de
escamas en las alas, con funciones en el vuelo y la termorre- El conocimiento actual sobre la citogenética de los lepi-
gulación, y que además les confiere una plasticidad enorme dópteros, así como sobre la de los tricópteros, con los que
en los patrones de coloración, con profundas implicaciones comparten las características que a continuación se descri-
en las relaciones intra e interespecíficas. ben, es limitado. Su sistema de determinación del sexo es
El conocimiento que se tiene del árbol evolutivo de los del tipo ZW (hembras heterogaméticas). Los cromosomas
lepidópteros es aún parcial (véase Árbol de Lepidópteros), y son de tipo holocéntrico, con apariencia casi circular du-
hasta hace poco se basaba sólo en los caracteres morfológi- rante la metafase, y generalmente pequeños y numerosos.
cos. Más recientemente han aparecido estudios que utilizan Los lepidópteros presentan el mayor intervalo de número
técnicas modernas de reconstrucción filogenética, así como de cromosomas entre los animales, de 7 a c. 223. El nú-
estudios basados en secuencias de DNA o en una combina- mero haploide modal de los lepidópteros es 30-31, inusual-
mente elevado entre los insectos. Aunque la mayoría de las
especies presentan este número cromosómico, hay noto-
A B rias excepciones. Por ejemplo, la familia de mariposas
diurnas Lycaenidae tiene un número modal de 23-24. En
algunos géneros, la variabilidad en el número cromosó-
mico es enorme: en tan sólo unos tres millones de años, el
C género Agrodiaetus (Papilionoidea, Lycaenidae) ha ra-
diado en más de cien especies, con números cromosómicos
entre 10 y 134. Plebicula atlantica (Fig. 2), también un li-
cénido, es el metazoo que presenta el mayor número de
cromosomas: su número haploide es c. 223. Otra curiosi-
dad de la citogenética de los lepidópteros es que presentan
ovogénesis aquiasmática, es decir, no se produce recom-
Figura I. Estadios postembrionarios de un insecto holometá- binación meiótica del material genético materno. El cono-
bolo, el lepidóptero Melitaea didyma (Papilionoidea: Nymphali- cimiento sobre la evolución cromosómica de este grupo,
dae). A: Larva. B: Pupa. C: Adulto. el tipo de reordenaciones y los motivos por los cuales ocu-
Roger Vila 345
rren, es prácticamente nulo. Parece que los cambios en los táxones poco divergentes, pero la saturación los hace poco
cariotipos se dan por fusiones y fragmentaciones, dado que útiles para esclarecer las relaciones más profundas. La tasa
la cantidad total de material genético es aparentemente de sustitución en los marcadores nucleares es bastante va-
constante entre especies relacionadas (véase también el riable, y algunos además combinan regiones conservadas
Cap. 12, Angiospermas). El contenido en DNA (valor C) y variables. Los marcadores no codificadores presentan
se ha determinado para 60 especies de lepidópteros, con inserciones y deleciones que hacen difícil la alineación de
un valor promedio de 0,66 ± 0,04 pg, desde un mínimo de las secuencias entre táxones a nivel de tribu o superior
0,29 a un máximo de 1,9 pg. para ITS-2 y a nivel de familia para 28S.
Los marcadores más frecuentemente usados en filoge-
nias incluyen genes mitocondriales (cox1, cox2, nad1 y Resultados filogenéticos contrastados
nad5) y nucleares de copia única (CAD, EF-1a, H3, wg, con clasificaciones previas
etc.), además de regiones ribosómicas (subunidades 18S
y 28S) y no codificadoras, como los espaciadores (ITS-2) Las filogenias moleculares están aportando gran cantidad
del genoma nuclear. Los marcadores mitocondriales tie- de nuevos datos en referencia al origen de los lepidópte-
nen una tasa de sustitución mayor que los nucleares, por ros y sus relaciones evolutivas. La valiosa información del
lo que son muy adecuados para estudiar la relación entre archivo fósil, tanto para entender la evolución de los carac-
Términos básicos
Apodema: Invaginación del tegumento (exoesqueleto) que cepto tiene gran interés en el estudio de hábitats fragmenta-
sirve de punto de inserción para la musculatura. dos y en conservación.
Aquiasmático: Sin formación de quiasmas. El quiasma es la Microlepidóptero: Perteneciente a una de las 36 superfa-
zona donde se cruzan los filamentos de cromátidas no herma- milias no Macrolepidoptera. Se trata de un grupo no monofi-
nas durante la recombinación genética. lético fomado generalmente por especies de pequeño tamaño
Cerci (en singular cercus): Par de apéndices en el segmento (Fig. 4).
terminal del abdomen de muchos artrópodos. Mirmecofilia: Capacidad de vivir en asociación con hormigas.
Coloración aposemática: Coloración contrastada, típica- En los lepidópteros, la mirmecofilia es muy habitual en las lar-
mente amarilla y negra, o roja y negra, que llama la atención vas y pupas de las familias Lycaenidae y Riodinidae.
a los posibles depredadores y sirve de indicación de toxicidad Oviporo: Orificio ovopositor femenino.
o peligro. Polifenismo: Expresión de fenotipos diferentes por parte de
Epífisis: Cada uno de los extremos de un hueso o artejo un mismo genotipo en función de las condiciones ambientales.
largo. Probóscide: Apéndice alargado en la cabeza de un animal.
Espiritrompa: Aparato bucal de la gran mayoría de los lepi- Retinaculum: Gancho o pliegue en la base del ala anterior en
dópteros que consiste en las maxilas modificadas en un largo el cual se inserta un pelo rígido (frenulum) situado en la base
tubo que se mantiene enrollado en espiral cuando no se usa. del ala posterior. Forma parte del sistema de unión entre las
Estadios preimaginales: Estadios de un insecto anteriores alas anteriores y posteriores de la mayoría de los lepidópte-
al adulto (imago): huevo, larva y pupa (algunos de ellos mos- ros Heteroneura.
trados en Fig. 1). Ropalócero: Perteneciente a los Rhopalocera, nombre usado
Esternita: Cada una de las placas ventrales que forman tradicionalmente para designar el clado formado por las ma-
parte del revestimiento cuticular de los segmentos de los riposas diurnas (superfamilias Hesperioidea + Papilionoidea).
artrópodos. Más recientemente, la superfamilia Hedyloidea, que incluye
Frenulum: Pelo rígido situado en la base del ala posterior que un solo género con aspecto y hábitos de mariposa nocturna,
se inserta en un gancho o pliegue (retinaculum) de la base del también ha sido incluida en este grupo.
ala anterior. Forma parte del sistema de unión entre las alas Setae: Pelo rígido en cualquier parte de un organismo.
anteriores y posteriores de la mayoría de los lepidópteros Sistema de determinación del sexo ZW: Sistema en el
Heteroneura. cual el sexo de la descendencia es determinado por el óvulo,
Galeae (en singular galea): Lóbulos externos de la maxila de no por el espermatozoide. Los machos son el sexo homoga-
un insecto que, en el caso de los lepidópteros, se han modi- mético (ZZ) y las hembras el heterogamético (ZW). Éste
ficado para formar la espiritrompa. también es el sistema utilizado, por ejemplo, por las aves y al-
Gonoporo: Orificio genital copulador. gunos peces actinopterigios.
Holometábolo: Insecto con metamorfosis completa que in- Terguita: Cada una de las placas dorsales que forman parte del
cluye las fases postembrionarias de larva, pupa y adulto (Fig. 1). revestimiento cuticular de los segmentos de los artrópodos.
Macrolepidóptero: Perteneciente a una de las 11 superfami- Valor C: Cantidad de DNA contenido en un núcleo haploide
lias que forman el grupo monofilético de reciente aparición de de un organismo eucariota.
los Macrolepidoptera. Se trata generalmente de especies de Venas M: Venas centrales de las alas de los insectos que par-
tamaño mediano y grande. ten de la celda y desembocan en el termen o margen externo.
Metapoblación: Grupo de poblaciones locales inestables que Venas Rs: Venas de las alas de los insectos que parten de la
están conectadas entre sí por procesos migratorios. Este con- celda y desembocan en el ápex o zona apical.
346 Cap. 34, Lepidópteros
A B C Hesperiidae Hesperioidea D F G
Papilionidae
Pieridae
Nymphalidae Papilionoidea
Lycaenidae
Riodinidae
Relaciones de parentesco basadas en la combinación de datos morfológicos y moleculares entre las familias de Hesperioidea y Papilionoi-
dea. Fotos de representantes adultos de cada una de las familias del árbol. A: Hesperiidae. B: Papilionidae. C: Pieridae. D: Nymphalidae. E:
Lycaenidae. F: Riodinidae.
Tendencias evolutivas trastan con las 11 500 de tricópteros descritas. Esta dife-
rencia, de más de un orden de magnitud, podría estar re-
Si se comparan los lepidópteros con otros órdenes, espe- lacionada con la adaptación de las mariposas y polillas a
cialmente su orden hermano, se pueden definir tendencias medios diversos, a la elevada especialización de muchas
evolutivas propias de las mariposas y las polillas. Una de especies y a la importancia de la selección sexual en este
las más evidentes es que los lepidópteros se han especia- orden. Sin embargo, dentro de los lepidópteros hay linajes
lizado en la vida larvaria terrestre, mientras que las frigá- que cuentan con muy pocas especies actuales. Tres de los
neas han hecho lo propio en el medio acuático. Sólo unos cuatro subórdenes (Zeugloptera, Aglossata y Heterobath-
pocos lepidópteros tienen larvas acuáticas, y sólo unos miina) comprenden sólo unas 250 especies conocidas. Si-
pocos tricópteros tienen larvas terrestres, aunque siempre tuando los fósiles y los caracteres morfológicos en el árbol
ligadas a la hojarasca húmeda. Otra característica evolu- evolutivo se puede deducir que estos linajes retienen mu-
tiva de las mariposas y polillas es su altísima tasa de diver- chos caracteres ancestrales y se han mantenido casi sin
sificación. A pesar de tratarse de un orden relativamente cambios durante muchos millones de años (estasis evolu-
joven, los lepidópteros se han diversificado mucho desde tiva). Estas especies son superficialmente similares a los
su origen, sobre todo en comparación con los tricópteros. tricópteros más pequeños y probablemente parecidos al
Las casi 180 000 especies de lepidópteros conocidas con- ancestro común de todos los lepidópteros. Los adultos
Roger Vila 349
A B C D
Lepidópteros usados como organismo modelo. A: Mariposa monarca (Danaus plexippus). B: Polilla de la seda (Bombyx mori). C: Helico-
nios (Actinote sp.). D: Mariposa hormiguera (Maculinea alcon).
Roger Vila 351
El género Macrosoma Hübner, con racteres sinapomórficos para las tres su-
Calliduloidea perfamilias. De hecho, la apariencia de
cerca de 40 especies descritas, todas Axioidea
restringidas a los bosques neotropica- Drepanoidea los estadios inmaduros es sorprenden-
les, es el único representante conocido Geometroidea temente similar a la de varios grupos de
de la familia Hedylidae. Su apariencia ex- Hedyloidea mariposas diurnas. El primer investiga-
Hesperioidea Rhopalocera dor que estudió el desarrollo de Macro-
terna es típica de las polillas del gupo de
Papilionoidea
los geo-métridos (Geometroidea: Geo- soma escribió: «Pensé que las larvas
A podían pertenecer a una especie de satí-
metridae) (foto). No es de extrañar,
por tanto, que el grupo fuese descrito rido [Papilionoidea: Nymphalidae], pero
en 1857 como perteneciente a Geome- cuando la primera larva pupó estuve se-
tridae, lugar taxonómico que han ocu- guro de que era un piérido [Papilionoi-
pado hasta 1986, año en que Scoble dea: Pieridae]. El primer adulto que
publicó su revisión del grupo. La conclu- emergió fue una sorpresa absoluta». Dos
sión de Scoble fue sorprendente: a B estudios independientes, uno basado en
pesar de su aspecto y de sus hábitos datos moleculares y otro en una com-
principalmente nocturnos, los Hedyli- binación de datos moleculares y mor-
dae son ropalóceros. La insólita hipóte- fológicos, han corroborado que los
sis situó a Macrosoma como el único Hedylidae pertenecen a los Rhopalocera.
género viviente de una tercera superfa- La posición relativa entre las tres super-
mila de ropalóceros, junto con Hespe- Posición de la superfamilia Hedyloidea (Ma- familias también ha sido fuertemente de-
rioidea y Papilionoidea, las familiares crosoma) como hermana de las mariposas batida. Los análisis más recientes
mariposas diurnas. Un análisis detallado diurnas Hesperioidea y Papilionoidea. Fotos de sugieren que Hedyloidea es el clado her-
revela un buen número de posibles ca- Macrosoma tipulata. A: Adulto. B: Larva. mano de Hesperioidea + Papilionoidea.
diferenciación de los colores de los machos entre especies • ¿Se puede datar el origen de los lepidópteros con mayor
nacientes en contacto geográfico secundario, y su selección precisión calibrando el reloj molecular a partir del regis-
por parte de las hembras de la misma especie, de forma que tro fósil?
se evita la creación de híbridos infértiles. En el proceso de • ¿Cúal es el origen biogeográfico del orden?
especiación de este género es habitual la fragmentación y la
• ¿Se puede continuar actualizando la taxonomía de
fusión de cromosomas. Con unas 120 especies producidas
acuerdo con los nuevos descubrimientos sobre la evolu-
en unos tres millones de años, su tasa de especiación es una
ción del grupo?
de las mayores conocidas, probablemente debido a su gran
inestabilidad cromosómica. Los estudios realizados hasta • ¿Permitirá el árbol filogenético del orden entender el
el momento indican que la especiación alopátrida es la más origen y la evolución de las especializaciones ecológicas,
común en los lepidópteros, aunque también se ha encon- como cambios en la dieta, mirmecofilia, vida diurna,
trado especiación parapátrida en algunos casos. vida acuática de los estadios preimaginales, etc., así
A pesar de la estrecha relación entre lepidópteros y como sus efectos en la generación de biodiversidad y su
plantas nutricias, y entre hormigas y larvas de algunas ma- correlación con adaptaciones morfológicas?
riposas, prácticamente no se han documentado casos de
coevolución. El patrón evolutivo habitual es que las plan- Bibliografía básica
tas y las hormigas actúan como un marco en el cual los le-
– Grimaldi, D. y Engel, M.S. 2005. Evolution of the insects. Cambridge
pidópteros se diversifican. El famoso caso de coevolución University Press, New York, USA.
de las polillas de la yuca (Incurvarioidea: Prodoxidae) con – Kristensen, N.P., (ed.) 1999. Handbook of zoology IV. Arthropoda: In-
su planta hospedadora es una notable excepción. secta, Part 35: Lepidoptera, moths and butterflies. Volume 1: Evolution,
systematics and biogeography. Walter de Gruyter, Berlin y New York.
Principales cuestiones pendientes – Kristensen, N.P., (ed.) 2003. Handbook of zoology IV. Arthropoda: In-
secta, Part 36: Lepidoptera, moths and butterflies. Volume 2: Morphol-
• ¿Se puede resolver definitivamente la topología del árbol ogy, physiology and development. Walter de Gruyter, Berlin y New
de los lepidópteros y conseguir establecer sólidas relacio- York.
nes entre las 47 superfamilias? Ello permitiría investigar las – Wahlberg, N., Braby, M.F., Brower, A.V.Z, De Jong. R., Lee M.M.,
relaciones entre las aproximadamente 130 familias recono- Nylin, S., et al. 2005. Synergistic effects of combining morphological
and molecular data in resolving the phylogeny of butterflies and skip-
cidas en la actualidad.
pers. Proc Royal Society Series B Biological Sciences 272:1577-1586.
• ¿Es posible crear una matriz completa de caracteres mor- – Wiegmann, B.M., Regier, J.C. y Mitter, C. 2002. Combined molecu-
fológicos que englobe todo el orden y combinarla con los lar and morphological evidence on the phylogeny of the earliest lepi-
datos moleculares? dopteran lineages. Zoologica Scripta 31:67-81.
1
Ptychoderidae 1
Spengeliidae 2
2
Torquaratoridae
3
Saxipendiidae
Harrimaniidae 3
5
Atubaridae
c.800Ma
Rhabdopleuridae 4
6
Cephalodiscidae 5
7
Echinodermata - ECHINODERMATA 6
(estrellas de mar, erizos de mar) 36
8
18 Xenoturbellida - XENOTURBELLIDA 7
9
Cephalochordata (anfioxos) 8
37
Urochordata (ascidias, salpas) 10
Árbol de deuteróstomos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulodonde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Deuteróstomos
José Castresana
35
Resumen: Los deuteróstomos están formados por cuatro filos: Chordata, Hemichordata, Echinodermata y Xenoturbellida.
La principal característica morfológica que habitualmente los agrupaba era la formación del ano a partir del blastóporo durante
la embriogénesis temprana, y la posterior formación de la boca como una apertura secundaria. Sin embargo, se ha compro-
bado que este carácter no es una clara sinapomorfía de este grupo. Así, por un lado, algunos animales que tradicionalmente se
incluían en los deuteróstomos, como los quetognatos y los grupos de lofoforados, se clasifican ahora dentro de distintos gru-
pos protóstomos, por lo que probablemente el destino posterior del blastóporo sea un carácter primitivo de los metazoos bi-
laterales. Por otro lado, los xenoturbélidos, un grupo de tan sólo dos especies conocidas con una organización morfológica muy
simple, tienen un tipo de desarrollo embrionario de difícil interpretación, y no ha sido hasta hace muy poco tiempo que las se-
cuencias nucleotídicas han sugerido su afinidad con los deuteróstomos. En la actualidad, la relación filogenética entre los tres
principales filos de deuteróstomos (Chordata, Echinodermata y Hemichordata) es bien conocida y puede considerarse bastante
robusta. Así, aunque durante décadas se pensó que los hemicordados constituían el grupo hermano de los cordados, distintos
tipos de caracteres moleculares y morfológicos sitúan claramente a los hemicordados junto a los equinodermos, formando el
denominado grupo Ambulacraria. En cuanto a los xenoturbélidos, su posición filogenética es aún dudosa, aunque los últimos
estudios lo sitúan como grupo hermano de Ambulacraria. En este capítulo, además de analizar las relaciones entre los filos deu-
teróstomos, se examina con detalle la filogenia dentro de los hemicordados, un grupo del cual se conocen unas 106 especies.
Las relaciones filogenéticas dentro de los equinodermos y de los cordados se discuten en otros capítulos del libro.
Summary: Deuterostomes are formed by four phyla: Chordata, Hemichordata, Echinodermata and Xenoturbellida. The main
morphological feature used to group deuterostomes was the development of the anus from the blastopore during early
embryogenesis, and the formation of the mouth as a secondary opening. However, it has been shown that this character is not
a clear synapomorphy of deuterostomes. On the one hand, some animals traditionally considered deuterostomes, such as
chaetognaths and the lophophorate groups, are now classified within protostomes. Therefore, the posterior fate of the blastopore
is probably a primitive character of bilaterian metazoans. On the other hand, xenoturbellids, a group of only two known species
with a very simple morphological organization, have an embryological development of difficult interpretation, and only very recently
molecular sequences have suggested their deuterostome affinities. Currently, the phylogenetic relationship among the three main
phyla of deuterostomes, Chordata, Echinodermata and Hemichordata, is well known and can be considered quite robust. Although
hemichordates have been classically considered the sister group of chordates, different molecular and morphological data clearly
place them with echinoderms, forming the group Ambulacraria. The phylogenetic position of xenoturbellids is still doubtful, although
recent studies place them as the sister group of Ambulacraria. In this chapter, we will examine the relationships among the main
deuterostome phyla as well as the phylogeny within hemichordates, a group that includes around 106 species. Phylogenetic
relationships within echinoderms and within chordates are discussed in other chapters of the book.
D
ebido a que los deuteróstomos incluyen a los cor- complejo debido, fundamentalmente, a que los distintos
dados y, por tanto, a los vertebrados, este grupo filos integrantes de este grupo presentan patrones corpo-
de metazoos ha sido objeto de numerosos estu- rales muy diferentes. Así, junto al filo de los cordados se
dios encaminados a esclarecer los distintos pasos evolu- encuentran los equinodermos, con simetría pentarradial
tivos que dieron lugar a los vertebrados a partir de los (en sus representantes actuales); los xenoturbélidos, que
invertebrados. Sin embargo, el análisis de la evolución tienen un cuerpo extremadamente simplificado, sin ape-
morfológica de los deuteróstomos es particularmente nas órganos diferenciados; y a los hemicordados, que pre-
353
354 Cap. 35, Deuteróstomos
¿Qué es un deuteróstomo?
Los deuteróstomos (del griego deuteros [segunda] y stoma [boca]) son un grupo monofilético de metazoos que incluyen
a los cordados, los hemicordados, los equinodermos y los xenoturbélidos. Se trata, por tanto, de un grupo de organis-
mos con muy distintos patrones corporales, que abarcan desde la simetría bilateral a la radial. La principal característica
morfológica que habitualmente agrupaba a los deuteróstomos era la formación del ano a partir del blastóporo durante
la embriogénesis temprana, aunque posteriormente se ha comprobado que este carácter no es exclusivo de los deute-
róstomos. Sin embargo, las filogenias moleculares son muy consistentes en el agrupamiento y la monofilia de este grupo
de organismos, así como en su encuadre filogenético como grupo hermano de los protóstomos.
Las características del deuteróstomo ancestral se han teróstomo ancestral. Estas hendiduras branquiales se ha-
discutido ampliamente y se han planteado diversas hipó- brían perdido en los equinodermos actuales y en algunos
tesis sobre cómo habría sido su aspecto. Gracias a las nue- grupos de pterobranquios. El deuteróstomo ancestral ha-
vas filogenias de deuteróstomos, se puede trazar con bría tenido, además, grupos de células vacuoladas que
objetividad la dirección de las distintas transiciones evo- después darían lugar, de manera independiente, a la noto-
lutivas que se han dado en los deuteróstomos. Una de las corda de los cordados y a la estomocorda de los hemicor-
cuestiones clave aportadas por estas filogenias es que dados. Tampoco es difícil suponer que este deuteróstomo
ahora se sabe con bastante certeza que los hemicordados precámbrico sería un animal vermiforme bentónico con
se encuentran agrupados con los equinodermos, y no con boca y ano terminales, y con un plexo nervioso sin mucha
los cordados. Por tanto, las características homólogas que regionalización, no muy diferente al de los enteropneus-
comparten hemicordados y cordados deberían haber es- tos actuales. Habría tenido un desarrollo directo, de modo
tado presentes en el deuteróstomo ancestral más reciente. que la larva tipo tornaria habría aparecido posteriormente,
Entre los rasgos comunes a estos dos linajes se encuen- en el antepasado común de Ambulacraria. A partir del
tran las hendiduras branquiales, que además se ha confir- deuteróstomo ancestral, algunos linajes habrían sufrido
mado por sus patrones de expresión génica que son grandes transformaciones, como los equinodermos, que
homólogas. Es interesante que estas estructuras branquia- habrían adquirido la simetría pentamérica, o los ptero-
les también se han encontrado en algunos fósiles de deu- branquios, que se habrían adaptado a una vida sésil. El li-
teróstomos. La afiliación de estos fósiles es muy naje de los xenoturbélidos habría perdido casi todos los
controvertida y podrían pertenecer a urocordados basales órganos ancestrales durante su evolución reductiva. Los
o bien a equinodermos basales. En cualquier caso, la pre- vertebrados, por otro lado, habrían adquirido muchas es-
sencia de las hendiduras branquiales en los dos linajes ac- tructuras completamente nuevas; sin embargo, para otros
tuales de deuteróstomos más divergentes favorece rasgos, como las hendiduras branquiales o los grupos de
claramente la interpretación sobre su existencia en el deu- células vacuoladas que dieron lugar a la notocorda, se
Tabla 1. Propuesta taxonómica más reciente de los hemicordados a nivel de género, de acuerdo con C.B. Cameron (Universidad
de Montreal). Aquí se incluye la Clase Planktosphaeroidea. Esta Clase no se incluye en el Árbol de Deuteróstomos debido al gran des-
conocimiento que existe sobre ella, ya que sólo se conocen sus larvas. En lo que va de siglo ya se han descrito tres especies nuevas
de hemicordados: Harrimania planktophilus, Glandiceps qingdaoensis y Torquarator bullocki. Sin duda, deben existir muchas especies aún
desconocidas de hemicordados, pero en la actualidad trabajan muy pocos investigadores en este grupo. Debido a la enorme impor-
tancia evolutiva de este pequeño grupo de especies, deberían dedicarse muchos más esfuerzos a estudiar su sistemática y otros as-
pectos de su biología.
puede trazar su evolución desde el deuteróstomo primor- pecies muy escaso. Así, los hemicordados constan de unas
dial. Por tanto, gracias a la nueva filogenia de los deute- 106 especies. Todas ellas se distribuyen por todos los océ-
róstomos se puede ver cómo cada filo ha seguido rutas anos del mundo. Por ejemplo, el pterobranquio Cephalo-
evolutivas completamente distintas, e incluso contrarias a discus gracilis se descubrió en la parte más austral de
algunas concepciones previas. Sudamérica, pero desde entonces se ha encontrado en dis-
tintos lugares de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.
El pterobranquio Rhabdopleura normani se distribuye por
Tendencias evolutivas las aguas del mar Mediterráneo y por los océanos Atlán-
Una de las tendencias evolutivas más reseñables dentro de tico y Ártico. El enteropneusto Saccoglossus kowalevskii
los deuteróstomos es la que afectó al linaje de los corda- tiene una amplia distribución por el Atlántico Norte, tanto
dos. La tendencia a elaborar un sistema nervioso central en la costa europea como en la americana. Por otro lado,
permitió una sofisticación de órganos sensoriales asocia- en algunos lugares de la costa de Estados Unidos se ha
dos, que fueron cada vez más especializados para coloni- constatado la progresiva rarefacción de algunos enterop-
zar distintos ambientes. De hecho, la aparición de la cresta neustos. Además, se han descubierto muchos enteropneus-
neural en los vertebrados es un paso evolutivo más una tos en zonas abisales y en respiraderos hidrotermales. Por
vez adquirido un sistema nervioso central. En concreto, la ejemplo, Saxipendium coronatum se ha encontrado en res-
cresta neural permitió la cefalización en los vertebrados, piraderos hidrotermales a 2500 metros de profundidad, en
carácter que posibilitó la gran evolución y la expansión una fosa cercana a las islas Galápagos. Otro organismo
del filo de los vertebrados. Como quiera que todos los fó- particularmente interesante es el enteropneusto Torquara-
siles de cordados del cámbrico, todos los cordados inver- tor bullocki, descubierto a 1900 metros de profundidad en
tebrados actuales y los primeros vertebrados son animales el Pacífico. En el único espécimen analizado hasta ahora
acuáticos, se supone que a partir de este plan corporal se se pudieron determinar sus claras afinidades con los ente-
inició la conquista definitiva de tierra firme por este filo. ropneustos, a pesar de tener un collar desproporcionada-
Los vertebrados marcan el paso definitivo de la vida acuá- mente grande y una apariencia externa muy diferente a la
tica a la vida terrestre, que ha permitido que los cordados de otros enteropneustos. Sin embargo, todavía no se han
sean uno de los grupos más exitosos en la colonización de podido obtener muestras para realizar filogenias basadas
numerosos hábitats en todos los continentes de la Tierra. en secuencias nucleotídicas y conocer su posición filoge-
nética con mayor precisión.
También se considera dentro de los hemicordados a la
Biogeografía y biodiversidad
clase Planctosphaeroidea, de la que sólo se conoce una es-
Como ya se ha indicado, los dos filos que se discuten con pecie por su larva tornaria similar a la de los enteropneus-
mayor amplitud en este capítulo tienen un número de es- tos, pero no se conoce el animal adulto ni su posición
José Castresana 359
35
450-550 Ma
8
Ophiuroidea (ofiuras) 7 8
10
Árbol de Equinodermos donde se muestran las relaciones filogenéticas de las cinco clases taxonómicas. Las ramas con líneas
gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo
donde se une la rama. El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (núme-
ros en recuadros).
Equinodermos
Samuel Zamora, Patricio Domínguez y Pablo Vargas
36
Resumen: Los equinodermos actuales se clasifican según cinco clados principales, que históricamente han recibido rango de
clase: Crinoidea (lirios de mar), Asteroidea (estrellas de mar), Ophiuroidea (ofiuras), Holothuroidea (pepinos de mar) y Echi-
noidea (erizos de mar). El origen de los equinodermos se remonta al cámbrico inferior (al menos 520 millones de años), aun-
que los grupos actuales no surgen hasta el ordovícico. Gracias a su esqueleto de calcita, los fósiles de equinodermos son muy
comunes en el registro geológico, por lo que su historia evolutiva está relativamente bien documentada. No obstante, las re-
laciones entre los grandes grupos –tanto actuales como extintos– no se conocen bien y siguen siendo objeto de discusión. Una
de las características más notables de los equinodermos es la bilateralidad de las larvas y su desarrollo hacia un adulto radiado.
Estudios embriológicos han mostrado que hay una intensa convergencia entre los diferentes tipos de larvas, en especial entre
las que tienen un desarrollo directo, por lo que los caracteres larvales son de poca utilidad para las reconstrucciones filogené-
ticas. Los estudios genéticos y filogenéticos basados en el DNA son congruentes con los morfológicos para algunas relaciones
de parentesco: Crinoidea es el clado más basal, y Holothuroidea y Echinoidea (Echinozoa) son grupos hermanos. Las relacio-
nes de Asteroidea y Ophiuroidea son problemáticas.
Summary: Recent living echinoderms fall into five of the well-defined clades traditionally ranked as Classes: Crinoidea (sea lilies),
Asteroidea (star fishes), Ophiuroidea (brittle stars), Holothuroidea (sea cucumbers) and Echinoidea (sea urchins). The origin of
echinoderms began in the lower Cambrian but stem-group members of recent clades originated in the Ordovician. Because of their
resistant calcitic skeleton fossil echinoderms are common in the geological record and provide important data to reconstruct the
evolution of the group. Besides this well documented history, the phylogenetic relationships between recent and extinct groups are
problematic. One of the most remarkable characteristics of echinoderms is their bilateral larvae and its transition to a pentarradial
adult body plan. Embriological studies prove that the different larval types of echinoderms have evolved convergently and provide
little information for phylogenetic reconstructions. Phylogenetic and genetic studies based on DNA sequences agree in part with
morphological phylogenies. The most robust phylogenies suggest that Crinoidea is basal regarding to the other classes, and
Holothuroidea and Echinoidea are sister groups.The position of Asteroidea and Ophiuroidea is more problematic.
L
os equinodermos son un grupo de metazoos deute- mente poseen pies ambulacrales o podios (Fig. 2). Este
róstomos fácil de reconocer por su endoesqueleto sistema es característico del filo y condiciona completa-
de calcita y por su plan corporal pentarradiado, que mente su biología.
es de adquisición secundaria. De hecho, las larvas de todos Los equinodermos resultan especialmente interesantes
los grupos, e incluso algunos grupos antiguos de fósiles por su extenso registro fósil, que muestra un plan corporal
(Ctenocistoidea), son bilaterales (Fig. 1). Este plan corpo- pentarradiado (con planes asimétricos intermedios), una
ral simétrico surge tras la metamorfosis de las larvas, en un gran variedad de patrones morfológicos, inusuales propie-
proceso extremo que implica una gran reabsorción de te- dades biomecánicas y gran diversidad en los medios mari-
jidos y la transformación radical de un plan corporal bila- nos. Debido a su abundante registro fósil se reconocen,
teral (larvas) a uno radiado (adultos), pasando por un según autores, en torno a 20-25 clases. Las formas pospa-
estadio asimétrico. Los embriones son manipulables ex- leozoicas son las que pueden observarse en la actualidad y
perimentalmente, por lo que resultan muy interesantes se clasifican en cinco clases (Crinoidea, Asteroidea, Ophiu-
para estudios de desarrollo. Los equinodermos se carac- roidea, Holothuroidea y Echinoidea) (Tabla 1), mientras
terizan por la especialización de una de las cavidades ce- que el resto de las clases son paleozoicas (Figs. 3 y 4). Las
lómicas, que se transforma en el sistema vascular acuífero, relaciones filogenéticas de las clases fósiles basadas en ca-
también llamado sistema ambulacral, formado por un ani- racteres morfológicos son objeto de gran debate. Fósiles
llo periesofágico y cinco canales radiales que normal- incuestionables de equinodermos (Gogia, Camptostroma)
361
362 Cap. 36, Equinodermos
¿Qué es un equinodermo?
Los equinodermos (del griego equino [espina, erizo] y dermo [piel]) son animales deuteróstomos con la piel cubierta de
tubérculos y espinas (de ahí su nombre), simetría radial (pentarradial) derivada en los adultos y esqueleto interno formado
por osículos calcáreos o placas calcáreas. Además, presentan un sistema de canales y tubos derivados del celoma (sistema
vascular acuífero) que se abre al exterior por una serie de aberturas que dejan salir los pies ambulacrales, permitiendo al
organismo estar en contacto con el medio que le rodea. El sistema vascular acuífero es el encargado de realizar las fun-
ciones básicas, como la recolección y el transporte de alimentos, la locomoción y la respiración, además de concentrar
neuronas sensitivas en los extremos de los pies. Los equinodermos son exclusivamente marinos y viven desde la línea de
costa hasta las profundidades abisales.
Figura 2. Sistema vascular acuífero en equinodermos. A: Estrella de mar actual, con las extensiones del sistema vascular acuífero
a modo de pies ambulacrales. B: Esquema del sistema vascular acuífero con sus partes diferenciadas; el número 5 indica su simetría
pentarradial.
364 Cap. 36, Equinodermos
A B C D E
Figura 3. Afortunadamente aún se pueden observar representantes de equinodermos que alcanzaron los planes corporales actua-
les hace cientos de millones de años (cámbrico). Las cinco clases de equinodermos actuales son: Crinoidea o lirios de mar (A: Tro-
piometra carinata), Asteroidea o estrellas de mar (B: Isostichopus badionotus), Ophiuroidea u ofiuras (C: Ophionereis reticulata), Holo-
thuroidea o pepinos de mar (D: Isostichopus badionotus) y Echinoidea o erizos de mar (E: Echinometra lucunter).
ya en el cámbrico inferior. Aunque la biología molecular clases de equinodermos vivos. Otro resultado de la mayor
fuera capaz de reconstruir las relaciones filogenéticas parte de los análisis es la posición basal del clado de los li-
entre los grupos actuales, seguirían faltando datos de los rios de mar (Crinoidea), que resulta ser hermano del resto
50 millones de años que preceden al origen de los clados de los equinodermos. Esto es congruente con las clasifica-
recientes. ciones tradicionales basadas en caracteres morfológicos,
El resultado más consistente que se obtiene de los aná- en las cuales los lirios de mar serían los únicos represen-
lisis filogenéticos basados en marcadores moleculares es tantes vivos del subfilo Pelmatozoa; las otras cuatro clases
la monofilia de los representantes analizados de las cinco vivas forman el otro subfilo de los equinodermos (Eleuthe-
Figura 4. Grupos extintos de equinodermos. A: Helicoplacoideo (cámbrico): posee tres ambulacros que giran en forma helicoidal.
B: Rombífero (ordovícico): grupo de pelmatozoos extincto con estructuras respiratorias en forma de rombo. C: Eocrinoideo (cám-
brico): representante de los pelmatozoos más antiguo que se conoce, con poros entre placas para respirar.D: Estilóforo (ordovícico):
carpoideo muy asimétrico con un solo apéndice difícil de interpretar. E: Ctenocistoideo (cámbrico): carpoideo con simetría bilateral
casi perfecta. F: Blastoideo (devónico): pelmatozoo derivado, aunque con caracteres más ancestrales que los de los crinoideos y con
simetría radial casi perfecta. G: Edrioasteroideo (ordovícico): únicos eleuterozos de vida fija y con simetrías de tipo 2-1-2. H: Cincta
(cámbrico): carpoideo asimétrico con cola posterior.
Samuel Zamora, Patricio Domínguez y Pablo Vargas 365
Ophiuroidea (ofiuras)
• Cuerpo: en forma de disco, con cinco brazos ambulacrales ramifica-
dos o no. Los brazos son largos, muy flexibles y se distinguen clara-
mente del disco. Los brazos están formados por una fila de osículos
vertebrales y un conjunto de placas accesorias y espinas que lo en-
vuelven. Sin pedúnculo.
• Ambulacros: surcos ambulacrales ocultos en el interior de los brazos.
Los tubos ambulacrales tienen ampollas internas.
• Boca: se encuentra en la cara inferior y se abre a un gran tubo diges-
tivo ciego. El madreporito se sitúa en la cara ventral.
• Ano: ausente.
• Origen: ordovícico inferior.
Holothuroidea (holoturias)
• Cuerpo: blando, alargado, con simetría bilateral secundaria. Esque-
leto muy reducido, con frecuencia consistente sólo en un anillo pe-
rioral. Placas tegumentarias reducidas a osículos microscópicos. Sin
pedúnculo.
• Ambulacros: surcos ambulacrales cerrados con un círculo de tentá-
culos alimentarios alrededor de la boca.
• Boca: situada en el extremo anterior y rodeada de tentáculos.
• Ano: apertura en el extremo posterior.
• Origen: ordovícico superior.
rozoa). Una relación de grupo hermano que se ha encon- bargo tienen formas que se alejan mucho de las estructu-
trado en análisis nucleares y mitocondriales, aunque con ras de los grupos radiados actuales.
pocas muestras, es la de Holothuroidea y Echinoidea El desarrollo ontogenético de las larvas de equino-
(Echinozoa), relación también considerada en sistemática dermos es también único del filo. Todos los grupos de deu-
tradicional. Sin embargo, no están claras las relaciones de teróstomos tienen larvas bilaterales (véase Cap. 35,
parentesco entre Ophiuroidea, Asteroidea y estas dos cla- Deuteróstomos). En los hemicordados y cordados, éstas
ses con las demás. crecen para formar adultos bilaterales, pero en el caso de
Por último, la clasificación de dos especies de marga- los equinodermos las larvas sufren cambios importantes y
ritas de mar (Xyloplax medusiformis, Xyloplax turnerae) una compleja metamorfosis para construir un adulto radial.
descubiertas en 1986 sigue siendo un enigma, por lo que En los primeros estadios son bilaterales, con sus ejes bien
se ha descrito una nueva clase taxonómica (Concentricy- definidos, y presentan celomas pareados (fase bilateral).
cloidea) para ellas. Si hay que incluirlas dentro de alguna En un momento dado la larva sufre una metamorfosis muy
de las cinco clases taxonómicas tradicionales, entonces la brusca (fase asimétrica), se produce el atrofiamiento del
mayoría de los autores se inclinan por hacerlo en Asteroi- lado derecho y empieza a formarse un adulto a partir del
dea, y en concreto junto al orden Valvatida. Su posición fi- lado izquierdo. Como las larvas de crinoideos se ven obli-
logenética se establecerá cuando se consiga analizar las gadas a fijarse, en este grupo se ha producido una presión
secuencias de un gran número de representantes de las evolutiva hacia recolocar la boca en una posición más prác-
cinco clases de equinodermos. tica para la alimentación, produciendo la rotación de los
La inclusión de los fósiles complica de manera notable órganos principales. En la última etapa de la metamorfosis
las filogenias. Dependiendo de qué táxones se utilicen aparece el adulto pentarradiado (fase pentarradiada).
para enraizar las filogenias se obtienen resultados muy dis- No hay consenso sobre cómo sería el plan corporal de
pares. Otro problema importante es la dificultad de encon- los primeros equinodermos a partir del cual derivaron todos
trar estructuras homólogas entre los diferentes grupos de los otros clados. Algunos investigadores plantean que la si-
equinodermos más antiguos, lo que ha impedido, hasta el metría radial pentámera ya estaba presente en los primeros
momento, obtener filogenias suficientemente robustas. estadios, pero otros consideran que el equinodermo primi-
genio sería bilateral. El hecho de que las larvas de los equi-
nodermos pasen de un estadio bilateral a otro asimétrico
Evolución de los caracteres
para finalmente construir un adulto pentarradiado, y de que
Hay tres características propias de los equinodermos todos los otros deuterostomos (hemicordados y cordados)
adultos que los hacen fácilmente distinguibles de otros
animales:
• El esqueleto de calcita, formado por osículos o placas
ensambladas entre sí, que tiene una microestructura
formada por un enrejado de fibras de calcita cuyos
huecos están ocupados en vida por tejidos, y que se co-
noce como estereoma (Fig. 5).
• El sistema vascular acuífero (o sistema ambulacral), que
tiene su origen en el celoma y su expresión morfológica
más evidente son los ambulacros, estructuras en forma
de surcos que se encargan de canalizar el alimento.
• La simetría radial, que permite trazar múltiples planos
de simetría en los organismos adultos, y obedece a un
patrón repetitivo de estructuras de cinco en cinco (pen-
tarradial).
Estas características son fáciles de observar tanto en
los grupos actuales como en los fósiles, ya que se tiene un
buen registro de su evolución a lo largo del tiempo.
El esqueleto de calcita estereómica es la principal ca-
racterística de los equinodermos. Los genes implicados en
su formación son únicos de este grupo entre todos los filos
de deuteróstomos. Aunque los genes reguladores de la
construcción de esqueletos son comunes en todos los deu-
teróstomos, la microestructura y la composición especí-
fica en los equinodermos es única. Este mismo tipo de
esqueleto no solo se observa en los equinodermos actua-
les, sino también en fósiles como los carpoideos, sin em- Figura 5. Placas de calcita con estereoma vistas al microsco-
pio electrónico de barrido.
Samuel Zamora, Patricio Domínguez y Pablo Vargas 367
Los carpoideos fueron descubiertos a finales de la década de 1850 por el paleontólogo canadiense Elkanah Billings y el geó-
logo francés Joachim Barrande. Son un grupo de deuterostomos que vivieron en los fondos marinos durante la era prima-
ria o paleozoica. También se conocen como homalozoos o calcicordados; la variedad de nombres se debe a la tremenda
confusión que ha habido en el estudio de estos fósiles, que se conocen desde el cámbrico hasta el carbonífero, y proceden
de rocas de todo el mundo. Hay cuatro grupos de carpoideos que son tremendamente extraños: los ctenocistoideos, los
cinctas, los solutos y los estilóforos. Todos tienen esqueleto de calcita y ninguno muestra simetría radial, algunos son bila-
terales y otros asimétricos. El debate es tal, que características tan fundamentales como la posición de la boca, el ano o la
orientación del cuerpo no están claras y se discuten entre los paleontólogos. Nadie se plantea problemas tan básicos en
otros grupos extintos, como los trilobites o los dinosaurios, en los cuales la orientación anatómica es muy evidente.
Los Ctenocistoidea (Fig. 4 E) son muy pequeños, aplanados y con una estructura alimentaria anterior (conocida como
ctenoide) en forma de peine. Los Cincta (cámbrico medio) (Fig. 4 H) tienen forma de raqueta de tenis y su cuerpo, tam-
bién aplanado, termina en un apéndice puntiagudo. Son simétricos bilaterales en su contorno, pero asimétricos en la posi-
ción de sus partes anatómicas, y de ahí que la boca, por ejemplo, se sitúe a la derecha. Los Soluta (cámbrico medio-devónico
inferior) son muy asimétricos y presentan dos apéndices, uno en cada extremo del cuerpo. El apéndice anterior se utiliza
en la alimentación y el posterior para estabilizarse. Los Stylophora (cámbrico medio-carbonífero superior) (Fig. 4 D) son
totalmente asimétricos o con simetría bilateral. Tienen un apéndice largo en uno de los extremos del cuerpo, que se ha
interpretado como un brazo dedicado a la alimentación, como una cola musculosa con notocorda interna o simplemente
como un apéndice implicado en el movimiento.
Actualmente se consideran tres modelos de clasificación para los carpoideos, lo que indica el poco consenso que hay entre
los investigadores y las dificultades a la hora de interpretar las formas de estos fósiles.
El modelo del calcicordado
Según el modelo de Jefferies y sus colaboradores, los carpoideos serían antepasados directos de varios grupos de corda-
dos y hemicordados (Figura A). Presentarían características comunes, como las hendiduras branquiales o un complejo sis-
tema nervioso. El esqueleto de calcita sería una condición ancestral para todos los deuterostomos. Los vertebrados lo
perdieron en su evolución y fue sustituido por un esqueleto de fosfato cálcico, como el nuestro.
Equinodermos primigenios (modelo equinodermo I)
Este modelo sugiere que los carpoideos fueron equinodermos muy antiguos y que representan un paso previo a la adquisi-
ción de la simetría radial. Se encontrarían en las ramas más basales del árbol evolutivo de los equinodermos (Figura B). De-
bido a su divergencia temprana, se encontrarían mucho más alejados de los equinodermos actuales que de los cordados más
antiguos, y por ello son tan diferentes. Las hendiduras branquiales o la ausencia de simetría radial serían características an-
cestrales. La presencia de calcita en sus caparazones los uniría a los equinodermos actuales, como la estrella de mar.
Equinodermos modificados (modelo equinodermo II)
En este caso, los carpoideos son considerados como un grupo artificial cuyo origen es independiente para cada uno de los
distintos linajes. Todos tendrían ambulacros y estarían incluidos en los Crinozoos o los Blastozoos (Figura C). Los estiló-
foros, por ejemplo, serían un grupo muy relacionado con los crinoideos. Este modelo rechaza que los carpoideos posean
hendiduras branquiales y que su asimetría o simetría bilateral sean condiciones ancestrales. Para este modelo, la ausencia
de características típicas de los equinodermos actuales, como la radialidad, se debe a las modificaciones que los carpoideos
han sufrido desde su origen a partir de un ancestro radial.
Hipótesis evolutivas con la posición filogenética de los carpoideos. Stylophora (pars) indica diferentes partes (grupos) de Stylophora
368 Cap. 36, Equinodermos
Más tarde algunos equinodermos pasarían a ser de vida Tabla 1. Clasificación de subfilos, clases y órdenes de equinoder-
libre, como las estrellas de mar, los pepinos de mar, los mos actuales basada principalmente en Brusca y Brusca (2005).
erizos de mar y las ofiuras, pero manteniendo su simetría Subfilo Pelmatozoa: organismos adultos inmóviles
radial. En algunos, esta simetría fue modificada a favor de Clase Crinoidea: lirios de mar, c. 700 especies
una simetría bilateral secundaria debido a un modo de vida Orden Comatulida
vágil activo o endobentónico (p. ej., erizos irregulares). Orden Cyrtocrinida
Grupos muy extraños, como los carpoideos, que carecen Orden Isocrinida
de simetría radial, siguen planteando problemas de inter- Orden Millericrinida
pretación importantes (véase el recuadro La compleja cla- Subfilo Eleuterozoa: organismos adultos móviles
Clase Asteroidea: estrellas de mar, c. 1600 especies
sificación de los carpoideos).
Orden Brisingida
Algunos zoólogos van más allá e interpretan que el an- Orden Forcipulatida
tepasado de los equinodermos debió ser un animal bilate- Orden Notomyotida
ral de cuerpo blando (sin endoesqueleto) que se arrastraba Orden Paxillosida
lentamente por el suelo. La tendencia evolutiva siguiente Orden Spinulosida
llevaría a la adquisición de un endoesqueleto de osículos Orden Valvatida
(y placas) y del sistema vascular acuífero con una función Orden Velatida
inicial de alimentación. Un buen número de zoólogos Clase Ophiuroidea: ofiuras, c. 2000 especies
piensa que el origen del endoesqueleto es anterior a la apa- Orden Phyrynophiurida
Orden Ophiomyxida
rición del pentamerismo, aunque alguno mantiene que el
Orden Ophiurida
endoesqueleto es un antiguo carácter retenido (plesiomor- Clase Echinoidea: erizos de mar, c. 1000 especies
fía) de los deuterostomos. Una hipótesis alternativa plan- Orden Cidaroida
tea que los primeros equinodermos serían bilaterales, y su Orden Echinothurioida
aspecto más parecido al de un hemicordado que al de un Orden Diadematoida
equinodermo radial actual. Algunos tendrían una cola pos- Orden Pedinoida
tanal musculosa y hendiduras branquiales faríngeas. El re- Orden Salenioida
gistro fósil indica que los primeros equinodermos adultos Orden Phymosomatoida
eran radiales, pero hay que señalar que sus fósiles son muy Orden Arbacioida
Orden Temnopleuroida
raros y su registro tremendamente incompleto.
Orden Echinoida
Por tanto, los equinodermos ensayaron nuevas estruc- Orden Holectypoida
turas radiales, ya que organismos radiados de otros gru- Orden Clypeasteroida
pos de metazoos (medusas, esponjas) ya habían aparecido Orden Laganina
en medios acuáticos. Los animales bilaterales tienen la Orden Scutellina
ventaja de desplazarse en una dirección definida, mientras Orden Rotulina
que los animales radiados son más competitivos en am- Orden Cassiduloida
bientes como los marinos, donde el medio se recibe por Orden Holasteroida
todos los lados, y por ello se obtendría la adquisición de Orden Spatangoida
Orden Neolampadoida
esta característica en animales precisamente marinos. Esta
Clase Holothuroidea: pepinos de mar, c. 1.400 especies
tendencia evolutiva a la radialidad dio sus frutos, ya que Orden Apodida
los equinodermos fueron un grupo muy exitoso en número Orden Aspidochirotida
de especies y linajes durante el cámbrico, pero los avata- Orden Dactylochirotida
res históricos llevaron a un profundo empobrecimiento en Orden Dendrochirotida
comparación con otros deuterostomos, particularmente a Orden Molpadida
favor de los cordados.
Por desgracia, la infinidad de linajes iniciales de equi- ofiuras con c. 2000, erizos de mar con c. 1000 y pepinos
nodermos se ha extinguido y las cinco clases supervivien- de mar con c. 1400. Ello permite deducir que los procesos
tes no permiten reconstruir los sucesos más notables de de extinción y diversificación han producido similar varie-
hace tantos millones de años, por lo que una detallada in- dad dentro de cada clase, por lo menos en número de es-
terpretación de las tendencias evolutivas supone un reto pecies. En cualquier caso, los procesos de extinción han
difícil de alcanzar en este grupo de organismos. sido muy acusados en los primeros linajes y en los equi-
nodermos en conjunto. Para dar una idea de su empobre-
Biogeografía y biodiversidad cimiento, basta decir que se conocen más de 13 000
La mayor parte de los equinodermos actuales son del sub- especies fósiles frente a 6700 vivas, dato que lógicamente
filo Eleuterozoa (erizos, ofiuras, estrellas de mar y holo- no tiene en cuenta el gran número de especies fósiles aún
turias) (Tabla 1). El subfilo Pelmatozoa (lirios de mar) por descubrir. La clase que ha padecido más estos proce-
cuenta con un número mucho menor (unas 700 especies). sos de extinción es la de los lirios de mar (Crinoidea), ya
Dentro de Eleuterozoa hay una cantidad de especies no que hay muchas menos especies vivas (700) que fósiles
muy diferente entre clases: estrellas de mar con c. 1600, (unas 5000).
370 Cap. 36, Equinodermos
Reconstruir los grandes sucesos biogeográficos acon- las condiciones ambientales donde se originaron. No obs-
tecidos desde el origen de los equinodermos es suma- tante, algunas especies concretas de asteroideos y ofiuroi-
mente difícil. Los dos factores que más dificultan la deos habitan zonas de rompientes, algunas especies de
reconstrucción son la antigüedad del grupo (cámbrico) y holoturias son pelágicas, unas pocas especies de ofiuras
la fácil dispersión de las larvas. Aunque siempre ha ha- toleran los ambientes hipersalobres de los estuarios y se
bido barreras terrestres entre mares y océanos, en bioge- conoce una especie comensal en peces abisales. Aun así,
ografía se ha descrito un bajo aislamiento de organismos ello supone una escasa especialización para ser un grupo
marinos en su conjunto y una amplia distribución de es- tan amplio, por lo que puede interpretarse que la diferen-
pecies marinas (esponjas, corales, “peces”, tortugas, etc.). ciación de los equinodermos se debe a una innovación de
La deriva de placas produjo el movimiento y la reordena- caracteres más que a la especialización en nuevos ambien-
ción de barreras terrestres que debieron producir el aisla- tes formados en los océanos.
miento en aguas más o menos cerradas, como el Golfo de Se observa una cierta especialización alimentaria entre
California o el mar Mediterráneo. En tiempos más recien- las cinco clases de equinodermos y dentro de ellas, por lo
tes, sucesos históricos como el cerramiento (7 millones que ciertas estructuras morfológicas se han debido ir dife-
de años) y la apertura (5,3 millones de años) del Estrecho renciando de forma pareja a la adaptación a ciertos ali-
de Gibraltar supusieron un aislamiento genético y una di- mentos. Los lirios de mar son filtradores, por lo general
ferenciación genética de linajes que se han detectado en pasivos (Isocrinida) y abren sus brazos en corrientes de
estudios filogeográficos del erizo de mar (Paracentrotus agua, aunque algunos pueden ser parcialmente activos
lividus) en el Mediterráneo, seguidos de rápidos proce- (Comatulida) y agitar los brazos. La mayor parte de las
sos de expansión. De todos modos, la mayor o menor bio- estrellas de mar son predadoras o carroñeras que ingieren
diversidad siempre ha debido depender de la proximidad el alimento por eversión del estómago fuera de la pared
de las aguas a los polos (menor diversidad) o al ecuador corporal, aunque unas pocas son suspensívoras. Las ofiu-
(mayor diversidad), y de hecho hoy día se observa un ras (Ophiuroidea) son suspensívoras infaunales, predado-
claro gradiente latitudinal. ras o sedimentívoras. La mayoría de los erizos de mar
En cualquier caso, no todos los grupos de equinoder- son sedimentívoros o herbívoros, pero también hay carní-
mos muestran grados de diversidad parecidos en todos los voros, carroñeros y filtradores. Las holoturias son filtrado-
mares. Por ejemplo, los lirios de mar son muy frecuentes ras o sedimentívoras. En conjunto y debido a sus múltiples
en las aguas cálidas de la región Indo-Pacífica, donde pue- estrategias, los equinodermos forman una parte muy im-
den encontrarse arrecifes que albergan hasta 50 especies. portante del funcionamiento de los ecosistemas marinos,
En las aguas frías de la Antártida las ofiuras son el grupo en especial en los mares profundos, donde pueden llegar
más abundante entre todos los equinodermos. Sin em- a formar el 90% de la biomasa. Por tanto, se reconoce la
bargo, no todos los mares se han estudiado con el mismo importancia de los hábitos alimentarios en la evolución y
detalle, por lo que ha habido un cierto sesgo al considerar la diferenciación de sus características.
algunas áreas marinas como las más abundantes y diver- Aunque en los equinodermos se hayan producido pro-
sas: costa colombiana del Pacífico, océano Índico, Islas cesos rápidos de diferenciación (radiaciones, innovación
Galápagos, oeste del Pacífico tropical, costa de Alaska e de nuevos caracteres) que han producido una diferencia-
islas Británicas. Estudios recientes señalan otros puntos ción más profunda (macroevolución), los largos procesos
calientes de diversidad de equinodermos, como por ejem- de mutación seguidos por selección natural y aislamiento
plo el Caribe. En definitiva, parece que son más determi- (microevolución) parecen haber sido más importantes en
nantes las condiciones regionales que la latitud para su especiación, al igual que en la mayor parte de los seres
señalar las áreas marinas más diversas en especies de equi- vivos. La disposición de los continentes y los océanos en
nodermos. Otro enfoque complementario dentro de una la actualidad supone una separación de las poblaciones y
misma área es la profundidad de las aguas habitadas. De el mantenimiento de barreras de importancia en tiempos
hecho, muchos estudios ecológicos de equinodermos dis- recientes. Se ha descrito especiación geográfica (alopá-
tinguen especies que viven por encima o por debajo de trida) en estrellas de mar (Asterias sp.) entre las costas nor-
200 metros. teamericana y europea del Atlántico acontecida en los
últimos 3,5 millones de años. Aunque se ha observado hi-
bridación entre algunas especies, las barreras prezigóticas
Diferenciación y especiación
en la penetración del espermatozoide en el óvulo (reac-
Los equinodermos forman una parte importante de los ción acrosómica) parecen ser fundamentales en el aisla-
ecosistemas marinos, principalmente de los hábitats ben- miento de las estrellas de mar. Este mecanismo explica la
tónicos, y han colonizado todos los océanos, desde zonas convivencia de especies sin hibridación en simpatría
intertidales hasta las abisales. No hay especies puramente (véase Cap. 44, Especiación), y por tanto sin pérdida de su
terrestres ni de agua dulce, debido a la poca tolerancia de identidad. Otros mecanismos evolutivos más crípticos se
los equinodermos a los cambios de salinidad. Todo ello han descrito en lirios de mar, tal como la coespeciación o
sugiere que los linajes de equinodermos siempre han te- especiación conjunta con gusanos marinos (anélidos del
nido disponibles medios ecológicos marinos similares a grupo Myzostomida), y se han observado procesos simi-
Samuel Zamora, Patricio Domínguez y Pablo Vargas 371
lares de coevolución con bacterias, que están alojadas bajo • ¿Cuáles son las bases genéticas y evolutivas del cam-
la cutícula (posición subcuticular) en más de la mitad de bio de bilateralidad (larvas) a radialidad (adultos)?
las especies de equinodermos. • ¿Cuál es el origen del sistema nervioso y ambulacral de
A partir de las filogenias de las cinco clases de equino- los adultos?
dermos es difícil interpretar cómo se produjeron los prime-
ros procesos de diferenciación. Puesto que un buen • ¿Podrán resolver los estudios de evolución y desarro-
número de especies de lirios de mar viven en zonas abisa- llo (evo-devo) las supuestas homologías de osículos y
les y que este grupo es de divergencia temprana en los esqueletos?
equinodermos, podría interpretarse como una especializa- • ¿Cómo era el plan corporal del primer equinodermo, ra-
ción en profundidades desde los primeros equinodermos o dial o bilateral?
simplemente como que éstos han sobrevivido mejor en
• ¿Qué equivalencias hay entre los ejes del cuerpo de los
aguas abisales y más tarde evolucionaron en aguas pro-
cordados y hemicordados y los que presentan los equi-
fundas. El registro fósil aporta una información más só-
nodermos adultos?
lida a este respecto. El desarrollo de largos pedúnculos
permitió aprovechar las profundas columnas de agua y la
estratificación trófica del hábitat, así como nuevas estrate-
gias sedimentívoras tanto en la superficie del sedimento Bibliografía básica
como en profundidad. Además, se desarrollaron comple- – Brusca, R.C. y Brusca, G.J. 2005. Invertebrados, 2ª ed. McGraw-Hill-
jos y muy diferentes sistemas respiratorios que permitían Interamericana, Madrid.
la explotación de medios de diverso contenido en oxígeno. – Jefferies, R. 1986. The ancestry of the vertebrates. British Museum (Na-
Así, se pasó de un aprovechamiento de los diez primeros tural History), London.
centímetros de la columna de agua más cercanos al sus- – Moore, R.C. (ed.). 1966-1978. Treatise on invertebrate paleontology.
trato durante el cámbrico inferior a casi un metro durante Parts S-U. Echinodermata. Geological Society of America and Univer-
el ordovícico y varios metros en el carbonífero. sity of Kansas, Kansas.
– Paul, C.R.C. y Smith, A.B. 1984. The early radiation and phylogeny of
Principales cuestiones pendientes echinoderms. Biological Reviews 59: 443-481.
• ¿Podrán resolverse las relaciones de grupo hermano en- – Smith, A.B., Peterson, K.J., Wray, G. y Littlewood D.T.J. 2004. From
bilateral symmetry to pentaradiality: the phylogeny of hemichordates
tre las cuatro clases de Eleuterozoa? and echinoderms. En: Cracraft, J. y Donoghue, M.J. (eds.). Assembling
• ¿Forman una relación sólida de grupo hermano las es- the tree of life. Oxford University Press, New York. Chapter 22; pp.
trellas y las ofiuras? 365-383.
1
40 Amphibia (anfibios) 1
42 Sauropsida (saurópsidos) 2
2
416-430 Ma
41 Mammalia (mamíferos) 3
3
400-455 Ma 39
Dipnoi (peces pulmonados)
38 Actinopterygii (actinopterigios) 4 4
435-523 Ma
Holocephali (quimeras)
5
Rajomorphii (rayas) 5
470-645 Ma
6
Selachimorpha (tiburones) 6
Hyperoartia (lampreas) 7 7
Hyperotreti (mixinas)
Larvacea = Apendicularia 8
35
9
Thaliacea (salpas)
Ascidiacea (ascidias) 9
10
Cephalochordata (anfioxo) 10
Árbol de Cordados donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas gruesas in-
dican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Cordados
Stéphanie Bertrand y Héctor Escrivà
37
Resumen: Los cordados (anfioxos, ascidias y vertebrados), con aproximadamente unas 60 000 especies, son probablemente
uno de los grupos de metazoos más complejos. El ser humano pertenece al filo de los cordados (Vertebrata), lo cual ha hecho
que éste sea uno de los grupos más estudiados en biología. Sin embargo, avances recientes, basados en el aumento incesante
de datos provenientes de los proyectos de secuenciación de genomas completos y en el desarrollo de técnicas adecuadas apli-
cadas a nuevos modelos animales como el anfioxo o las ascidias, han cambiado nuestra visión de las relaciones filogenéticas en-
tre los filos que componen el grupo de los cordados, así como de los mecanismos moleculares que han originado la compleji-
dad morfológica de los vertebrados. En este capítulo se revisan estos últimos avances y se esbozan los puntos en que los
investigadores del campo de la evolución del filo Chordata centrarán sus estudios en los próximos años.
Summary: Chordates (amphioxus, ascidians and vertebrates), with broadly 60 000 species, are probably one of the more
complex metazoan groups. Since humans are members of the phylum Chordata (subphylum Vertebrata), they have devoted
considerable efforts to study this taxonomic group. However, recent advances, mainly based on the increasing available data
produced in several whole genome sequence projects, as well as new technical approaches applied on nascent animal models such
as amphioxus and tunicates, have changed our classical view of the phylogenetical relationships between the different chordate
subphyla and the molecular mechanisms implicated in the origin and evolution of the vertebrate bodyplan. In this book chapter we
will try to review these last advances and we will draw the most important points in which researchers of the field will concentrate
their efforts in the next years.
L
os vertebrados son probablemente el grupo de ani- ras branquiales y la cola que se extiende posteriormente
males más estudiado en biología. La razón es simple, más allá del ano (Fig. 1).
pues siendo el hombre un vertebrado siempre ha ha- El filo de los cordados está constituido por tres subfi-
bido tendencia a situar este grupo en un lugar muy impor- los: los cefalocordados (anfioxos), los urocordados (tuni-
tante en los estudios biológicos. Sin embargo, los cados) y los vertebrados.
vertebrados (por ejemplo lampreas, condrictios, actinopte- Los cefalocordados o anfioxos son un grupo de corda-
rigios, anfibios, saurópsidos, mamíferos) pertenecen al filo dos reducido, de unas 30 especies agrupadas en tres géne-
de los cordados (Chordata), el cual, aparte de los vertebra- ros (Branchiostoma, Epigonichthys y Asymmetron, aunque
dos, también incluye otros grupos menos conocidos (véase ciertos autores consideran que Epigonichthys y Asymme-
Árbol de Cordados). Según algunos autores, los vertebra- tron forman un solo género), que se caracterizan por poseer
dos, junto con las mixinas, forman el grupo de los Cra- una notocorda que llega hasta la parte anterior del cuerpo
niata, aunque para otros autores las mixinas y las lampreas (lo recorre dorsalmente en sentido longitudinal), por en-
forman un grupo monofilético (Ciclostomi) dentro de los cima de la cual se halla un cordón nervioso que finaliza en
vertebrados. A éstos se unen los cordados más basales, los un abultamiento o vesícula cerebral. Viven en los mares
tunicados (Urochordata), y los anfioxos (Cephalochordata). templados y cálidos, enterrados en la arena de los fondos
Aparte de las características comunes a todos los meta- poco profundos, de donde asoma al exterior solamente la
zoos deuteróstomos (en los cuales el ano se forma antes parte anterior del cuerpo. Los cefalocordados son de redu-
que la boca), los cordados comparten una serie de caracte- cido tamaño (no más de 8 cm), alargados, transparentes,
rísticas morfológicas que definen el grupo y que debieron lateralmente comprimidos y afilados en sus dos extremos
estar presentes en el antepasado común del filo (Recuadro (con forma lanceolada). La boca está rodeada de cirros mó-
1). Las características más importantes son la notocorda, viles. La reproducción es por sexos separados, con fecun-
que da nombre al grupo, un tubo nervioso dorsal, hendidu- dación externa. En el género Branchiostoma, las larvas,
373
374 Cap. 37, Cordados
¿Qué es un cordado?
Los cordados (del latín chorda [cuerda]) deben su nombre a la presencia, al menos durante algún momento del desarrollo
embrionario, de una estructura de función mayoritariamente esquelética llamada notocorda. Junto a la notocorda, tres es-
tructuras más (un tubo neural dorsal y hueco, hendiduras branquiales y una cola que se extiende más allá del ano) son com-
partidas por todos los cordados y son definitorias de este grupo. Los cordados, junto a otros tres filos (los equinodermos,
los hemicordados y los xenoturbélidos) forman los deuteróstomos, entre los cuales representan el grupo con mayor nú-
mero de especies, aproximadamente unas 60 000 (30 de cefalocordados, unas 3000 de urocordados y casi 58 000 de ver-
tebrados). Los cordados incluyen muchas especies de gran utilidad e importancia económica para el hombre. Casi toda la
carne y el pescado que ingieren los seres humanos proviene de otros vertebrados, es decir, proviene del mismo grupo al
que pertenecen. Los cordados se encuentran en los cinco continentes, donde han colonizado todos los ecosistemas, ya sean
acuáticos (anfioxos, ascidias, condrictios, actinopterigios, mamíferos marinos, etc.), terrestres (anfibios, mamíferos, lepido-
saurios, testudines, crocodilios, etc.) o aéreos (aves, mamíferos, etc.). Finalmente, este grupo presenta métodos de repro-
ducción muy diferentes, como los de los animales ovíparos (con fecundación externa o interna), ovovivíparos y vivíparos.
Hox, mientras que los mamíferos contienen cuatro, pro- terísticas típicas de los tunicados e inexistentes en los an-
ducto de las dos duplicaciones del genoma. fioxos (un corazón formado por músculo estriado y la
Cabe señalar que estos eventos de duplicación com- presencia de células migratorias similares a las células de
pleta del genoma no son casos aislados, sino que son muy la cresta neural) serían innovaciones del ancestro común
frecuentes durante la evolución de los organismos. Así de urocordados y vertebrados, y no casos de evolución
pues, dentro de la línea evolutiva de los vertebrados, los convergente. La localización del anfioxo en la base del
peces teleósteos sufrieron un evento de duplicación com- árbol de los cordados tiene otras implicaciones, como por
pleta de genoma suplementario, lo cual les ha dotado de un ejemplo que los cordados debieron evolucionar a partir
contenido génico muy superior al del resto de los verte- de un antepasado segmentado, o que la presencia de mus-
brados. culatura a lo largo de todo el cuerpo es también un carác-
ter ancestral (la pérdida de la musculatura en la parte
anterior del cuerpo de los tunicados sería entonces un ca-
Resultados relevantes contrastados rácter derivado).
con clasificaciones previas
Aunque la monofilia de los cordados es algo práctica- A B
mente aceptado por todos los científicos, no ocurre lo Cefalocordados Urocordados
Cordados Cordados
mismo con la posición relativa que los urocordados y los Urocordados Cefalocordados
cefalocordados adoptan respecto a los vertebrados, ni con
la posición relativa de las mixinas y las lampreas dentro de C oD C oD
los vertebrados. Así, algunos autores consideran a las mi-
xinas como el grupo hermano de los vertebrados, con el
cual formarían el grupo Craniata. Sin embargo, la mayo- C D
Mixina Mixina
ría de los autores considera a mixinas y lampreas como un Craniata
grupo monofilético dentro de los vertebrados (Fig. 2). Lamprea
La representación clásica de las relaciones filogené- Lamprea
ticas entre los tres grupos de cordados emplazaba a los Gnatóstomos Gnatóstomos
urocordados como el grupo basal respecto al grupo cefa-
locordados + vertebrados (Fig. 2). Sin embargo, datos Figura 2. Hipótesis filogenéticas de los grupos clave de cordados.
recientes basados en análisis de un gran número de se- Los árboles A y B muestran una representación esquemática de las
cuencias nucleotídicas demuestran que el grupo basal de relaciones filogenéticas entre los diferentes filos de cordados. A:
los cordados es el de los cefalocordados, que divergió Representación actual en la cual el filo basal de los cordados es el
antes del grupo urocordados + vertebrados. de los cefalocordados (anfioxo) y el grupo más próximo a los ver-
tebrados es el de los urocordados. B: Representación clásica en
La posición relativa de cada grupo dentro del árbol fi-
la cual el grupo basal de los cordados son los urocordados. Los ár-
logenético de los cordados tiene una gran importancia.
boles C y D muestran las dos hipótesis sobre las relaciones entre
En función de ella y de la presencia o ausencia de un ca- los grupos de vertebrados. C: Hipótesis que excluye a las mixinas
rácter determinado podemos inferir el momento de la apa- del grupo de los vertebrados. Mixinas y vertebrados (lampreas y
rición y la evolución posterior de ese carácter. Así, por gnatóstomos) forman el grupo de los Craniata. D: Hipótesis que
ejemplo, el cambio relativo de la posición filogenética propone que las mixinas y las lampreas forman un grupo monofi-
entre los anfioxos y los tunicados implica que dos carac- lético dentro del grupo de los vertebrados (ciclóstomos).
Stéphanie Bertrand y Héctor Escrivà 377
Evolución de los caracteres ‘nueva cabeza’ debió producirse por un cambio ecológico
desde un modo de alimentación por filtración a una alimen-
En los años 1980, Gans y Northcutt postularon la hipótesis tación por predación activa. Esta evolución ecológica faci-
de que la mayoría de las diferencias entre los prevertebra- litó la aparición de estructuras necesarias para la predación,
dos y los vertebrados se localizan en la cabeza (los vertebra- como son las mandíbulas o sistemas sensoriales más des-
dos tienen un cerebro mucho más complejo, han acumulado arrollados. En los vertebrados, estas estructuras derivan de
órganos sensoriales externos, con músculos segmentados la cresta neural, es decir, que fue probablemente la aparición
en la faringe y un soporte esquelético), y sugirieron que la de la cresta neural lo que debió estar en el origen de lo que
aparición de los vertebrados debió estar íntimamente ligada Gans y Northcutt llamaron una ‘nueva cabeza’, y en el ori-
a la aparición de una ‘nueva cabeza’. La evolución de esta gen evolutivo de los vertebrados.
Recientemente, algunos estudios comparativos sobre Teniendo en cuenta los datos del registro fósil y los datos
el desarrollo embrionario realizados en los grupos de cor- de genómica comparativa, se pueden definir tres tenden-
dados invertebrados (por ejemplo, anfioxo y tunicados) cias evolutivas dentro del superfilo de los cordados:
han proporcionado datos importantes sobre el origen evo- • Según la genómica, los cordados han evolucionado a
lutivo de la cresta neural. Así, aunque en el anfioxo no se través de varias series de duplicación completa del ge-
han descubierto células con características similares a las noma, dos duplicaciones entre los cordados invertebra-
de las células de la cresta neural de los vertebrados (como dos y los vertebrados, y una duplicación adicional en los
la capacidad de migrar y de formar células pigmentarias), peces teleósteos.
sí se han hallado en el tunicado Ecteinascidia turbinate y
en otras especies de ascidias. Este descubrimiento sugiere • Anatómicamente, la tendencia ha sido la elaboración
que el origen evolutivo de la cresta neural en los cordados del sistema nervioso central y de los órganos sensoria-
puede ser anterior a la aparición de los vertebrados. les asociados. De hecho, la aparición de la cresta neu-
Puesto que hoy sabemos que el anfioxo es un cordado ral en los vertebrados, de la cual derivan la mayoría de
basal que no posee cresta neural, ésta debió aparecer tras las estructuras de la cabeza de éstos, posibilitó la evo-
la divergencia evolutiva cefalocordado/(urocordado + lución y la expansión del filo de los vertebrados.
vertebrado). • En cuanto a la ecología, todos los fósiles de cordados
del cámbrico, todos los cordados invertebrados actua-
Tendencias evolutivas les, así como los primeros vertebrados, son animales
acuáticos. Desde la aparición de los vertebrados, y con
Hay varias hipótesis sobre el origen de los cordados basa-
el paso de la vida acuática a la terrestre, los cordados
das en el registro fósil. La más desarrollada, aunque muy
han colonizado todos los hábitats en todos los continen-
discutida, es la teoría del calcicordado, según la cual los
tes del globo.
cordados habrían aparecido a partir de antepasados dota-
dos de un esqueleto externo cálcico. Otra teoría plantea el
origen de los cordados a partir de un ancestro del tipo del Biogeografía y biodiversidad
fósil Vetulicola, pero la clasificación de este tipo de fósi-
Los cordados, o más bien los vertebrados, son un grupo
les como un cordado o como un deuteróstomo basal sigue
que se distribuye en todos los hábitats de los cinco conti-
siendo discutida. Lo que sí parece hoy bastante claro, de-
nentes. Sin embargo, esta distribución no refleja los oríge-
bido a la presencia indiscutible de fósiles, es que los pri-
nes biogeográficos del superfilo. Así pues, los primeros
meros tunicados y vertebrados debieron aparecer en el
cordados que aparecieron durante el cámbrico tan sólo se
cámbrico inferior.
han encontrado en dos yacimientos, en Canadá y en China,
En general hay tres tipos de fósil de gran importan-
pero los primeros fósiles de verdaderos vertebrados (de la
cia cuando nos interesamos por el origen y la evolución
clase Arandaspis), que datan de finales del cámbrico y del
de los cordados. Estos fósiles son los de Pikaia (del ya-
ordovícico, se han encontrado en la provincia del ‘Gond-
cimiento de Burguess Shale en Canadá), los euconodon-
wana Endemic Assemblage’ (GEA), en América del Sur y
tes y los fósiles del yacimiento de Chengjiang en China
en Australia, y algunos fósiles de condrictios se han encon-
(Yunanozoon, Haikouella, Haikouichthys y Myllokun-
trado en la provincia este del Gondwana, Mongolia y sur de
mingia):
China. En América del Norte también se han encontrado
• Pikaia tiene una morfología bastante similar a la de un fósiles del ordovícico de vertebrados (pteraspidomorfos,
anfioxo, pero en este fósil no se puede observar ninguna algunos de tipo gnatóstomo y condrictios/placodermos).
de las características que definen a los cordados. Así Sin embargo, esta distribución parece no ser estable porque
pues, la clasificación de Pikaia es algo muy discutido los fósiles de vertebrados del Gondwana desaparecen du-
hoy día en la comunidad de paleontólogos. rante un tiempo, y sólo reaparecen en esta región a partir
• Los euconodontes presentan claramente característi- del silúrico tardío. Estos datos demuestran que, al menos
cas de cordados y se sitúan en una posición filogené- para los vertebrados, su distribución geográfica, aunque
tica intermedia entre los vertebrados sin mandíbulas y probablemente haya cambiado a los largo de los últimos
el resto de los vertebrados con esqueleto mineralizado. 500 millones de años, se puede considerar que relativa-
• Entre los fósiles de Chengjiang en China, las caracte- mente abarca todo el globo desde sus orígenes.
rísticas de Yunanozoon y Haikouella los sitúan en una La riqueza de especies del superfilo de los cordados es
posición basal de los vertebrados, es decir, que proba- algo muy difícil de estimar debido a su distribución por
blemente divergieron poco después que los cefalocor- los cinco continentes y a la cantidad de especies que con-
dados y los urocordados, pero antes de la línea evolu- tiene. Globalmente, se calcula que en el mundo hay unas
tiva de las mixinas. Los fósiles Haikouichthys y 30 especies de anfioxos, 1500 especies de ascidias, 26 000
Myllokunmingia sí pueden clasificarse sin ninguna especies de condrictios y actinopterigios, 4000 de anfi-
duda como vertebrados. Haikouichthys se ha ganado el bios, 7000 de lepidosaurios, testudines y crocodilios, 9700
título del vertebrado más antiguo, desplazando a los eu- de aves y 4300 de mamíferos. El número de especies de
conodontes. vertebrados censadas en España en 1992 fue de 635, con
Stéphanie Bertrand y Héctor Escrivà 379
68 especies de condrictios y actinopterigios, 25 de anfi- obtenidos en los estudios de especiación de cíclidos po-
bios, 56 de lepidosaurios y testudines, 368 de aves y 118 drán ser extrapolados a otros sistemas de vertebrados,
de mamíferos. De ellas, aproximadamente un 5% son es- puesto que ya se está comenzando a obtener resultados
pecies introducidas y cerca del 30% son especies raras o importantes sobre la base de la genética de la adaptación.
en peligro de extinción. Estos datos provienen del censo Gracias al éxito evolutivo de estos cíclidos, nuevas técni-
de biodiversidad que se realizó a instancias del Ministerio cas genómicas y el desarrollo de métodos filogenómicos
del Medio Ambiente de España en 1992, el mismo año permitirán descifrar en detalle los complejos procesos de
que la ONU desarrolló el concepto de Biodiversidad en la diferenciación y especiación en cordados.
Conferencia sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en
Río de Janeiro. Principales cuestiones pendientes
• ¿Las lampreas y mixinas forman un grupo monofilé-
Diferenciación y especiación tico?
Como se ha visto en el apartado anterior, teniendo en • ¿Podremos en un futuro próximo estudiar un fósil de ce-
cuenta el número de especies vivas, el grupo más exitoso falocordado?
de los cordados son los vertebrados, y dentro de éstos los • ¿El aumento de genes del genoma del vertebrado ances-
peces. En la literatura podemos encontrar numerosos estu- tral pudo facilitar la aparición de nuevas estructuras?
dios y análisis de métodos de especiación en los vertebra-
• ¿Qué tipo de cambios funcionales ocurrieron a lo largo
dos, pero aquí nos gustaría destacar, por su importancia y
de la evolución para que las células de la cresta neural
profundidad, los estudios de especiación realizados sobre
adquirieran la capacidad de migrar y poder formar esa
un grupo específico de peces actinopterigios: los cíclidos.
‘nueva cabeza’ de los vertebrados?
En los Grandes Lagos del este de África, en un pasado
evolutivo muy reciente, se han desarrollado casi 2000 es-
pecies de cíclidos (véase Cap. 38, Actinopterigios). El ele- Bibliografía básica
vado número de especies aparecidas en tan solo 1-10
– Gans, C. y Northcutt, R.G. 1983. Neural crest and the origin of verte-
millones de años (radiación evolutiva) supone una enorme brates: a new head. Science 120: 268-274.
fuente de variación fenotípica que puede utilizarse para
– Janvier, P. 1996. Early vertebrates. Oxford Monographs on Geology
realizar estudios sobre especiación y adaptación mediante and Geophysics-33. Oxford University Press, New York.
los muchos mutantes naturales existentes. Estos mutantes – Holland, N.D. y Chen, J. 2001. Origin and early evolution of the ver-
pueden usarse en análisis genéticos, ya que muchas de tebrates: new insights from advances in molecular biology, anatomy,
estas especies son capaces de reproducirse entre ellas en el and palaeontology. Bioessays 23: 142-151.
laboratorio. Por otra parte, la gran cantidad de especies – Holland, N.D. 2005. Chordates. Curr Biol 15: R911-914.
presentes en estos lagos posibilita la observación del pro- – Ohno, S. 1970. Evolution by gene duplication. Springer-Verlag, Hei-
ceso de especiación paso a paso. A priori, los resultados delberg.
Ophidiiformes (brótulas) 1
Perciformes-1 (cirujanos)
Perciformes-2 (peces angel)
Perciformes-3 (peces mariposa)
Perciformes-4 (bailas, lubinas)
Perciformes-5
Scorpaeniformes-1 ( peces escorpión, garneo)
94-99 Ma 2
Scorpaeniformes-2 (cavilat) 1
Gasterosteiformes-1 (espinosos)
Perciformes-6 (espinosos de marea) 2
Perciformes-7 (maragotas, peces loro)
Perciformes-8 (doradas, besugos)
Tetraodontiformes (peces globo, pez luna)
Zeiformes (ochavos) 3
Lophiiformes (rapes)
Perciformes-9 (góbidos, chanquetes) 3
Scorpaeniformes-3 (alones)
Perciformes-10 (atunes, caballas)
Perciformes-11 (jureles)
Pleuronectiformes (peces planos) 4 4
Batrachoidiformes (peces sapo)
Synbranchiformes (falsas anguilas)
Gasterosteiformes-2 (espinoso, armado)
Mugiliformes (mugiles, lisas) 5
Perciformes-12 (tilapias, chanchito)
Gobiesociformes (cucharitas)
Perciformes-13 (rabosas, frailes) 5
Atheriniformes (pejerreyes, peces plateados) 6
Cyprinodontiformes (gupis, espadas)
Beloniformes (agujones, peces voladores)
c.166 Ma Beryciformes (candiles, alfonsinos)
Stephanoberyciformes (melánfidos)
Zeiformes (peces de San Pedro) 6
Gadiformes (bacalao, merluza)
Percopsiformes (trucho-percas)
Polymixiiformes (barbudos)
Lampridiformes (listoncillos, peces fleco)
Myctophiformes (linternillas)
Ateleopodiformes (patas de pulpo)
Aulopiformes (lanzones, peces telescopio)
7
Stomiiformes (peces luminosos, peces demonio)
Osmeriformes-1 (capellanes, argentinas)
147-151 Ma
Esociformes (lucios) 7
Salmoniformes (salmones, truchas) 8
Clupeiformes (sardinas, arenques)
197-343 Ma
Osmeriformes-2 (talismanes) 8
Gonorhynchiformes (sabalotes)
Cypriniformes (carpas, barbos) 9
Characiformes (pirañas)
Gymnotiformes (anguilas eléctricas)
Siluriformes (peces gato)
Saccopharyngiformes (peces pelicano, becadas) 9
Anguilliformes (anguilas) 10
Notacanthiformes (anguilas espinosas, halosaurios)
Albuliformes (peces hueso)
Elopiformes (tarpones)
Hiodontiformes (peces ojos de luna)
37
Osteoglossiformes (arapaima) 10
Lepisosteiformes (pejelagartos)
Acipenseriformes (esturiones)
Amiiformes (amia)
Polypteriformes (bichir)
Árbol de Actinopterigios donde se muestran las relaciones filogenéticas de los principales grupos. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Actinopterigios
Ignacio Doadrio y Omar Domínguez-Domínguez
38
Resumen: Los actinopterigios son un grupo monofilético que incluye la mayor parte de los animales denominados común-
mente “peces”. Definidos de una manera general, se trata de los “peces” que tienen radios en sus aletas, por lo que se exclu-
yen las lampreas, los mixines, los condrictios, los celacantos y los dipnoos. Por su importancia como recurso económico limi-
tado, se han realizado numerosos estudios sobre su taxonomía, biología y ecología que han posibilitado el conocimiento de los
límites de su explotación pesquera y su cultivo. Sin embargo, su enorme diversidad, con cerca de 30 000 especies, lo que cons-
tituye el grupo más diverso de vertebrados, y sus numerosas adaptaciones morfológicas, han dificultado el establecimiento de
relaciones filogenéticas robustas. La multitud de homoplasias encontradas y la existencia de un material fósil incompleto han
limitado el establecimiento de sus relaciones filogenéticas. Durante mucho tiempo, los caracteres morfológicos, por el número
de convergencias, paralelismo y reversiones, y por las dificultades en la polarización de los caracteres, así como por la falta de
un adecuado tratamiento metodológico, fueron insuficientes para resolver los nodos más profundos de la filogenia de los ac-
tinopterigios. El escaso estudio de la variación intraespecífica en los caracteres morfológicos también ha dificultado el estable-
cimiento de relaciones de parentesco en las ramas terminales del árbol de la vida de los actinopterigios. El uso de marcadores
moleculares, ampliamente generalizado en los últimos años, para el establecimiento de relaciones filogenéticas, no siempre ha
sido congruente con los datos morfológicos y también ha mostrado incongruencias entre árboles realizados con genes dife-
rentes. Sin embargo, el avance de la mitogenómica en el estudio evolutivo, posibilitado por una metodología más precisa para
el estudio de la multitud de árboles y caracteres generados, ha dado lugar a árboles mejor apoyados. Además, se han resuelto
muchas de las consideradas politomías duras que se consideraban irresolubles, ya que se asociaban a procesos extraordinaria-
mente rápidos de diversificación. El uso de caracteres producidos por genomas nucleares para la reconstrucción filogenética,
debe suponer un avance en el conocimiento del árbol de la vida, pero su uso en los actinopterigios presenta la dificultad de la
frecuente poliploidización del genoma y la hibridación. En este capítulo se revisa el estado actual de los conocimientos sobre
este grupo, el más diverso y ampliamente extendido de todos los vertebrados.
Summary: The ray-finned fishes (Actinopterygii) constitute a monophyletic group that includes most of the animals that are
commonly called “fish”. In a general definition, they are “fish” that have rays in their fins, which means that coelacanths, dipnoans,
lampreys, hagfish, and Chondrichthyes are excluded. Because of its importance as economic resource and its finite nature, they
have been subjected to numerous studies on its taxonomy, biology and ecology that have allowed the understanding of the limits
of fisheries exploitation and fish culture. However, its enormous diversity, with about 30,000 species, being the most diverse group
of vertebrates, and their numerous morphological adaptations have hindered the establishment of a robust phylogeny. The large
number of homoplasies found, along with the existence of an incomplete fossil record has limited the establishment of their
phylogenetic relationships. For a long time, morphological traits, due to convergence, parallelism and reversals, and difficulties in
character polarization, as well as the lack of an adequate methodological approach, were insufficient to resolve the deepest nodes
within the actinopterygian phylogeny. The poor study of intraspecific variation in morphological characters also hampered the
knowledge of the relationships in the terminal branches of the actinopterygian tree of life. The use of molecular markers, widely
used in recent years to infer phylogenetic relationships, has not always shown congruence with morphological data, and has also
revealed inconsistencies between trees obtained with different genes. However, the advance of mitogenomics in evolutionary studies,
allowed by a more precise methodology for the study of the many generated trees and characters, has resulted in well-supported
trees. In addition, mitogenomics has solved many of those hard polytomies that were previously considered unsolvable because they
were associated with extremely rapid processes of diversification. The use of characters produced by the nuclear genomes for
phylogenetic reconstruction, should produce improvement in our knowledge of the tree of life, but its use in actinopterygians si difficult
because of frequent genome polyploidization and hybridization. This chapter reviews the current state of knowledge about this group,
the most diverse and widespread of all vertebrates.
381
382 Cap. 38, Actinopterigios
¿Qué es un actinopterigio?
Los actinopterigios (del griego aktinos [radio] y pterygion [aleta]) son una clase de vertebrados que agrupa los “peces” óseos
provistos de radios en las aletas e incluye a la mayoría de lo que se conoce comúnmente como “peces”. La piel de los
actinopterigios está cubierta por escamas formadas por ganoína, tejido óseo esponjoso y tejido óseo laminar. Los acti-
nopterigios más basales, como los bichires (Polypterus) y los esturiones (Acipenser), presentan escamas ganoideas, que por
lo general son de forma romboidal y duras, con la capa inferior compuesta de isopedina o hueso lameloso. Sin embargo,
en los “peces” más derivados como los teleósteos, las capas de ganoína, isopedina y tejido óseo esponjoso se reducen.
En éstos, las escamas están compuestas únicamente de tejido óseo laminar y se clasifican en dos tipos: cicloideas y cte-
noideas. Las escamas cicloideas son de forma redondeada y a veces dispuestas de manera irregular. Las escamas ctenoi-
deas se caracterizan por la presencia de pequeñas espínulas dirigidas hacia atrás. Los actinopterigeos presentan además
un cráneo cartilaginoso (en parte calcificado) recubierto por huesos dérmicos, con presencia de maxilar y premaxilar, y
un solo par de aberturas branquiales, las cuales están cubiertas por un opérculo óseo en la mayoría de las especies. Su
respiración se realiza principalmente mediante branquias ubicadas en hendiduras de la faringe. Sin embargo, hay algu-
nas especies, como los saltarines del fango (Periophthalmus spp.), de vida anfibia.
L
os actinopterigios representan más del 99% de todas ferentes sistemas sensoriales que pueden ser desde la vi-
las especies conocidas de “peces” y constituyen la sión y el oído hasta los quimiorreceptores, electrorrecepto-
clase más numerosa de los vertebrados, con cerca res y receptores de la línea lateral. Aproximadamente el
de 30 000 especies, que se agrupan en 47 órdenes y más de 40% de los actinopterigios viven en agua dulce y el 60% en
430 familias. Son "peces" óseos de aletas radiadas y por mares o aguas salobres. La gran mayoría de las especies
tanto se excluye de este grupo a los celacantos y los dip- marinas viven en la zona litoral (en torno al 75%), y la
noos, que son “peces” óseos de aletas lobuladas (véase mayor diversidad de especies de agua dulce se concentra en
Cap. 39, Sarcopterigios). Los actinopterigios presentan una los trópicos, aunque las distribuciones varían de manera
incomparable explosión de biodiversidad, que se ve refle- significativa con relación a otros factores como la geología
jado en su diversidad morfológica, ecológica y de compor- de la región y la historia natural de las especies.
tamiento, así como en muchos otros aspectos de su Los actinopterigios incluyen cinco grandes linajes: los
biología. Son ubicuos y cosmopolitas, pues se encuentran bichires (Polypteriformes), los esturiones (Acipenseri-
en prácticamente cualquier lugar donde haya agua, ya sea
dulce, salada o salobre. Se han adaptado a la vida en los
abruptos ríos de alta montaña del Himalaya y de los Andes, Recuadro 2. Los actinopterigios en cifras.
los caudalosos ríos de las selvas tropicales, las profundi-
dades marinas o lacustres, las congeladas aguas cercanas a • Número de especies: más de 30 000
los polos, los pantanos someros, los productivos mangla- • Número de géneros: más de 4500
res, los oasis del desierto y hasta en cavernas subterráneas. • Géneros con mayor número de especies: Barbus (341)
Son capaces de consumir cualquier tipo de materia orgá- y Haplochromis (218).
nica y vivir en salinidades de 0 a 90 partes por mil, pH de • Número de familias: c. 450
4 a 9 y temperaturas desde –1,8 ºC hasta 40 ºC. Tienen di- • Familias con mayor número de especies: Cyprinidae
(2785), Cichlidae (1611), Gobiidae (1590) y Characi-
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de dae (1165 especies).
los actinopterigios. • Origen: silúrico, al menos 420 millones de años.
• Fósil más antiguo: 420 millones de años, Andreolepis
• Radios branquiostegos y hueso interopercular. hedei (silúrico).
• Vejiga natatoria reducida en tamaño y usada princi- • Especie más longeva: 60 años, la platija (Plathichthys fles-
palmente como órgano hidrostático. sus).
• Estructura mandibular característica, maxilar y prema- • Especie más grande: Regalecus glesne, aproximada-
xilar, generalmente sin dientes y desconectada del es- mente 11 m de largo
queleto. • Especie más pequeña: Paedocypris progenetica, de 7,9 mm
• Aleta caudal homocerca. • Especie más pesada: Mola mola, 2300 kg
• Escamas ganoideas con proceso anterodorsal. • Especie que vive a mayor elevación: Triplophysa stolicz-
• Dientes recubiertos por acrodina. kai, 5200 m (Tibet)
• Aletas radiadas. • Especie que vive a mayor profundidad: Abyssobrotula
• Palatocuadrado no fusionado al cráneo. galatheae, 8372 m.
Ignacio Doadrio y Omar Domínguez-Domínguez 383
tei, siguiendo la clasificación de Cope, que aluden a la gra- morpha formando el grupo Otocephala, que es grupo her-
dual osificación del esqueleto. En general se acepta que mano de los Euteleostei. Y dentro de este grupo, los Pro-
los actinopterigios ancestrales son los pertenecientes a los tacanthopterygii serían grupo hermano de los
“condrósteos” y los “holósteos”, con un esqueleto menos Neoteleostei. Dentro de estos últimos, Stomiiformes y
osificado y escamas ganoideas, y que los teleósteos son Aulopiformes divergieron sucesivamente, y en posicio-
más derivados. Los “condrósteos”, con el esqueleto menos nes más derivadas se apoyaría la monofilia de los Euryp-
osificado, agrupaban los órdenes polipteriformes y acipen- terygii.
siformes; los “holósteos” incluían amiformes y lepisostei- Sin embargo, no todo son coincidencias; se encontra-
formes; y por último, los teleósteos (con el esqueleto más ron algunas diferencias importantes con relación a filoge-
osificado) agrupaban el resto de los órdenes. Sin embargo, nias previas. Así, hay diferencias en relación con los
en las clasificaciones actuales basadas en métodos cladis- límites y las relaciones filogenéticas de los Ateleopodifor-
tas, y en su gran mayoría utilizando caracteres morfológi- mes, que se ubican como grupo hermano de Lampridifor-
cos, se reconoce solo a Teleostei como monofilético y se mes y no en una politomía basal de los Neoteleostei con
propone que los “holósteos” (“Holostei”) y los “condrós- Stomiiformes. Otras diferencias encontradas son el re-
teos” (“Chondrostei”) son grupos parafiléticos. chazo de la monofilia de “Zeiformes”, “Gasterosteifor-
Las relaciones filogenéticas en la base de los actinop- mes” y “Scorpaeniformes”, así como del superorden
terigios son controvertidas, lo cual puede atribuirse al uso “Paracanthopterygii” (Batrachoidiformes, Gadiformes,
de diferentes caracteres para su resolución. Se han pro- Lophiiformes, Ophidiiformes, Percopsiformes), y destaca
puesto al menos ocho hipótesis filogenéticas con diferen- en especial el carácter polifilético de los “Perciformes”,
tes caracteres, tanto moleculares como morfológicos. La que está formado por grupos que aparecen a lo largo de
más reciente de ellas, realizada con secuencias de todo el toda la filogenia de los Neoteleostei.
DNA mitocondrial, es la base de la filogenia presentada en
este capítulo. Según esta filogenia, los “condrósteos” no Evolución de los caracteres
son monofiléticos porque los acipenseriformes (esturiones)
se incluyen dentro de los “holósteos” (amias y pejelagar- En los actinopterigios primitivos las aletas eran rígidas, y
tos), ocupando los polipteriformes (bichires) una posición tenían escamas pesadas, mandíbulas poco flexibles y colas
basal respecto a ambos (véase Árbol de los Actinopteri- asimétricas. Estas características fueron evolucionando a
gios). La posición basal de los polipteriformes vendría apo- estructuras que permitieran una mayor movilidad y des-
yada en los estudios morfológicos por la presencia de treza para cazar y escapar de los depredadores, para lo cual
algunos caracteres compartidos (considerados plesiomor- las aletas y las mandíbulas se volvieron más flexibles hasta
fías) con los “peces” sarcopterigios o de aletas lobuladas. alcanzar la movilidad de los “peces” modernos. Las pesa-
Dentro de los actinopterigios, los teleósteos, por su di- das escamas se convirtieron en delgadas, flexibles y de
versidad, con aproximadamente 30 000 especies, son los
que más problemas de relaciones de parentesco presentan,
y las discusiones sobre su filogenia se remontan a la apari-
ción de la teoría cladista. Se ha sugerido que la filogenia de
los Teleostei tiene una politomía basal, que agrupa los su-
perórdenes Clupeomorpha (sardinas), Ostariophysi (carpas,
pirañas y peces gato), Elopomorpha (anguilas) (Fig. 1) y
Osteoglossomorpha (pirarucús y arowanas). Los teleósteos
más derivados formarían el grupo de los Euteleostei, en el
cual los Protacanthopterygii (lucios y salmones) serían
grupo hermano de los Neoteleostei. Dentro de estos últimos
estarían los Eurypterygii, cuyo grupo más grande sería el
de los Acanthomorpha, que incluiría a los Percomorpha,
cuyas relaciones internas también forman una politomía.
Debido a la falta de resolución en la filogenia de los teleós-
teos utilizando datos morfológicos, se sugirió que los datos Figura 1. Ciclo de migraciones en los “peces”. Las larvas de
de secuencias eran más adecuados para resolver estas rela- las anguilas (Anguilla anguilla) surgen de los huevos depositados
en el Mar de los Sargazos (al norte del Caribe) y se dejan arras-
ciones, porque dan lugar a un mayor número de caracteres
trar por las corrientes marinas a grandes distancias. Al acer-
con menos homoplasias.
carse a las costas de Norteamérica después de 1 año y a las eu-
Los estudios más recientes usando información mito- ropeas después de 3 años se transforman en angulas, que
genómica encuentran congruencia con las hipótesis mor- penetran a millares en los ríos, donde continúan creciendo
fológicas y resuelven la politomía basal de los teleósteos hasta convertirse en anguilas. Cuando la anguila tiene 14 o 15
al proponer que Osteoglossomorpha y Elopomorpha son años cambia su coloración de gris verdoso (foto) a plateado y
grupos hermanos y forman el linaje más basal de los te- emprende el largo viaje de regreso al Mar de los Sargazos,
leósteos. A continuación estarían Ostariophysi y Clupeo- donde se reproduce y muere.
Ignacio Doadrio y Omar Domínguez-Domínguez 385
¿Son los “peces” de agua dulce buenos modelos para el estudio de procesos
históricos? Refutando las hipótesis biogeográficas del Caribe
Es conocido que la dispersión en los “peces” estrictamente dulceacuícolas es muy limitada. De hecho, suele estar restrin-
gida a su cuenca fluvial. Incluso, en algunos casos, procesos históricos o ecológicos limitan su dispersión a pequeñas áreas
dentro de la cuenca fluvial. Con estos límites a su dispersión, los “peces” de agua dulce se han utilizado como modelos ade-
cuados para inferir relaciones pasadas entre áreas. De esta manera se han postulado nuevas hipótesis sobre la paleohidro-
logía de muchas regiones que han sido estudiadas desde la geología, y viceversa, es decir, los “peces” de agua dulce también
han servido para probar modelos geológicos previamente establecidos. Algunos de los avances más significativos en bioge-
ografía histórica se han debido a ictiólogos, y son de sobra conocidos los importantes avances en biogeografía que supusie-
ron los trabajos de Rosen estudiando los “peces” de las islas del Caribe. Durante años la biogeografía se ha movido entre
las explicaciones narrativas de grandes migraciones a través de centros de origen, promovidas por ornitólogos y mastozo-
ólogos, y las estrictamente vicariantes de ictiólogos y algunos cladistas que aplican el criterio de falsación en las hipótesiscien-
tíficas. En la actualidad, con el advenimiento de la genética de poblaciones, esta demarcación entre dispersalistas y vicariantes
ha sido revisada y aflora una nueva biogeografía en la cual pueden integrarse ambos modelos (véase Cap. 45, Biogeografía).
Las islas del Caribe siempre han sido un buen campo de estudio por su antigüedad (al menos cretácica), su fragmentación
y unión entre ellas, y el continuo movimiento debido al empuje de las placas tectónicas. La principal teoría de Rosen es que
la presencia de los poecílidos, unos pequeños “peces” vivíparos, en las primitivas protoislas, tiene un origen muy antiguo,
seguramente en el cretácico (144-65 millones de años), y la explicación para su presencia en las diferentes islas es vicariante.
Sin embargo, la teoría vicariante de Rosen fue rechazada cuando se conoció el impacto que tuvo sobre la fauna del Caribe
la colisión del meteorito de Chicxulub, en el borde de Yucatán, durante el cretácico. Este impacto fue de tal envergadura
que a él se achaca la desaparición de los dinosaurios por la falta de luz que produjo y los maremotos a que dio lugar, que
debieron barrer por completo la vida en las islas del
Caribe. Se aceptan dos explicaciones para la nueva
Eoceno/Oligoceno colonización de la vida en las Antillas: la primera se
basa en la colonización mediante las balsas de vege-
∼ 30-35 Ma
tación que se mueven a través de las corrientes, y
la segunda a través de un puente intercontinental
que conectara las grandes Antillas con América del
Sur en el eoceno/oligoceno, hace 30 a 35 millones
de años. Para contrastar estas hipótesis se estudia-
ron molecularmente unos pequeños actinopterigios,
de la tribu de los Girardinini, a los cuales se aplicó
un reloj molecular calibrado siguiendo una de las
predicciones del modelo de GAArlandia, que estima
la separación de las islas de Cuba y La Española en
A el mioceno, hace 14 a 17 millones de años. Este es-
tudio demostró que los “peces” de Cuba se encuen-
tran al menos desde hace 62 millones de años, y que
Cretácico
el impacto de Chicxulub no debió extinguir la tota-
∼ 65 Ma lidad de la fauna de las Antillas y, por tanto, ninguna
de las dos hipótesis dispersalistas concebidas para
Chicxulub explicar la nueva colonización de las Antillas explica
impacto la presencia de ictiofauna más antigua. Este argu-
mento debería ser suficiente para refutar las hipó-
tesis basadas en la extinción de la fauna en las
Antillas durante 30 millones de años y la ausencia
de conexión entre Cuba y Yucatán. Sin embargo,
también se puede plantear que los “peces” de agua
dulce no son un modelo tan adecuado para la bio-
geografía, y que los mecanismos de dispersión son
B
insuficientemente conocidos o ha habido un nú-
Las dos grandes hipótesis para explicar la colonización de las islas del Caribe. mero tan grande de extinciones que los árboles de
A.- Hipótesis de colonización propuesta por Rosen. B.- Escenario biogeográ- la vida con especies actuales no sirven para realizar
fico propuesto por Iturralde-Vinent y McPhee. adecuadas hipótesis predictivas.
386 Cap. 38, Actinopterigios
forma hidrodinámica, y la cola se volvió simétrica, con ló- aparecen los dos grupos de aletas pareadas, las pectorales
bulos de igual longitud. Junto con lo anterior, se desarro- y las pélvicas, mientras que los primitivos sacos aéreos
llaron estructuras que hacían más eficaces la estabilidad, evolucionaron a una sola vejiga natatoria, situada por en-
la flotabilidad y la movilidad de los actinopterigios. Así, cima de la garganta y conectada a ella en la mayoría de
a b c
Diversificación de las especies de cíclidos en función del hábitat (rocoso [a]), de la especialización trófica (piscívoro, Dimidiochromis com-
pressiceps [b]) y de la divergencia en el color de los machos (Lithochromis spp. [c]).
los actinopterigios. La vejiga funciona como un disposi- superior. En el triásico los “peces” adquieren como inno-
tivo de flotación independiente. La movilidad y la versa- vación unos huesos denominados uroneurales, que suje-
tilidad adquiridas en el proceso evolutivo requerían un tan los radios y dan firmeza al lado dorsal de la cola, lo que
mayor gasto energético y consumo de oxígeno, para lo permite una mejora de la capacidad natatoria que va acom-
cual las cámaras de las agallas, situadas por detrás de las pañada de la diversificación de las formas corporales. Se
mandíbulas, se volvieron expansibles para permitir el paso origina así el grupo de los teleósteos con escamas más del-
de un mayor volumen de agua. gadas, colas simétricas y mandíbulas y aletas sumamente
móviles. El grupo más exitoso de teleósteos es el de los
Acantomorpha, que se caracterizan por tener los huesos
Tendencias evolutivas
epibranquiales alargados, lo que les permite que sus man-
Los "peces" óseos u osteictios constituyen más del 99% díbulas sean protuberantes y mejorar considerablemente
de los “peces” vivos. Se dividen en dos grupos monofilé- la capacidad prensil de la boca.
ticos: los actinopterigios y los sarcopterigios, que inclu-
yen a los tetrápodos (véase Cap. 39, Sarcopterigios). Los Biogeografía y biodiversidad
osteictios (tanto actinopterigios como sarcopterigios) apa-
recen a finales del silúrico, aproximadamente hace unos La biogeografía de los “peces” es extremadamente com-
420 millones de años, posiblemente a partir de los acanto- pleja, tanto como el número de especies y sus formas, así
dios (tiburones de radios espinosos), con los que compar- como las diversas adaptaciones que presentan a diferen-
ten una estructura craneal muy similar. Los fósiles más tes ambientes. La mayoría de los actinopterigios desarro-
antiguos conocidos de actinopterigios son Andreolepis llan todo su ciclo de vida en agua dulce o agua salada,
hedei y Lophosteus superbus. A comienzos del devónico, pero hay alrededor de 200 especies diádromas que pasan
hace unos 400 millones de años, ya se encontraban am- parte de su ciclo tanto en agua dulce como en agua sa-
pliamente diversificados y en el registro fósil aparecen gé- lada. La mayoría de las especies diádromas realizan su
neros como Dialipina, Cheirolepis y Howqualepis. Los ciclo vital en los océanos y sólo penetran en agua dulce
primitivos actinopterigios del silúrico tenían escamas muy para llevar a cabo su ciclo reproductivo (son las especies
osificadas, aletas rígidas y colas asimétricas. Andreolepis anádromas, como el salmón atlántico). Se conocen, aun-
y Lophosteus presentan una mandíbula típica de los os- que son menos frecuentes, especies como la anguila, que
teictios, pero carecen de su serie de dientes largos y cóni- pasan la mayor parte de su vida en agua dulce pero regre-
cos característicos; en sus mandíbulas hay varias filas de san a los océanos para reproducirse (son las llamadas es-
dientes y los nuevos se agregan sin perder los antiguos, pecies catádromas).Algunas especies difícilmente pueden
como ocurre en los tiburones más primitivos. Durante el clasificarse como exclusivas de agua dulce, agua salada,
devónico, la tendencia evolutiva es a acortar la apertura diádromas o estuarinas, y esta clasificación debe tomarse
de la boca, alargar los huesos operculares, estabilizar la como muy general.
parte superior del cráneo y adquirir escamas romboidales. Desde una perspectiva ecológica, el medio acuático
Los bichires, Polypterus y Calamoichthys, son supervi- suele regionalizarse en medio dulceacuícola y medio ma-
vientes actuales de esta primera diversificación de los ac- rino, y este último se subdivide en sistema nerítico (encima
tinopterigios. Durante el carbonífero y el pérmico de la plataforma continental) y sistema oceánico (sin fondo
aparecen hasta 40 familias, de las cuales hoy quedan como a muchos metros). La mayoría de las especies de actinop-
representantes vivos los esturiones (Acipenseridae) y los terigios (más de 11 500) viven en los sistemas neríticos.
pejelagartos (Polyodontidae). Estos “peces” se caracteri- El sistema nerítico ha sido regionalizado según las
zan, con respecto a los grupos mencionados anterior- temperaturas, la posición de los continentes y las corrien-
mente, por la fusión de los huesos de la mandíbula tes marinas. Hay tres grandes grupos de regiones neríti-
388 Cap. 38, Actinopterigios
cas: 1) la región tropical y subtropical, ubicada entre las actinopterigios bentónicos como los Cottidae o Bleniidae.
isotermas de los 20 ºC, donde además se encuentran los A pesar de que en la actualidad hay una fuerte controver-
arrecifes de coral y las zonas de manglares; y 2) la región sia sobre los modos de especiación de los actinopterigios,
templada, con variaciones importantes de temperatura, por y aunque se reconoce que éstos no siguen los mismos pro-
lo que se suele ubicar entre las isotermas de los 5-6° y los cesos geobióticos que los organismos terrestres, de forma
18-20°C, que presenta una menor diversidad que las re- general se les suele agrupar en las mismas regiones bioge-
giones tropicales. Todo ello permite predecir una diversi- ográficas que a los animales terrestres: neártica, neotropi-
dad de especies y grupos taxonómicos según en la cal, africana, paleártica y australiana. Otros autores
temperatura del agua, de manera que la biodiversidad se incluyen una región patagónica y una región etiópica. Los
va reduciendo a medida que la distancia al ecuador au- actinopterigios tienen su mayor diversidad en las zonas tro-
menta. picales de África, el este de Asia y el Amazonas. El río
En el sistema oceánico el fondo se encuentra a más de Amazonas es el más diverso de todos los ríos del mundo,
200 metros de profundidad. Debido a que la temperatura pero curiosamente muchas de las especies viven en los pe-
en aguas profundas es muy similar independientemente de queños arroyos de su cuenca y no en el cauce principal. En
la latitud, las regiones han sido clasificadas según su pro- cambio, es de destacar la radiación de los cíclidos en los
fundidad: región epipelágica hasta los 200 m, mesopelá- grandes lagos del este de África (Victoria, Tanganica, Ma-
gica de 200 a 1000 m, batipelágica entre 1000 y 6000 m, lawi), donde se han descrito más de 1000 especies endémi-
abisopelágica más de 6000 m y hadopelágica las fosas cas. Por otro lado, se conocen distribuciones vicariantes
oceánicas. Debido a las condiciones más limitantes para la sorprendentes que están más relacionadas con explicacio-
vida a grandes profundidades, la diversidad de especies y nes históricas de los paleoterritorios que con la dispersión
grupos taxonómicos se va reduciendo a medida que la dis- de los organismos. Ejemplos de grandes eventos vicarian-
tancia a la superficie aumenta. tes son los carácidos que viven en África y América del
Por su parte, las aguas continentales, a pesar de cubrir Sur, o los galáxidos que viven en Australia, Nueva Zelanda
tan sólo el 0,0093% de la superficie de la Tierra, contie- y América del Sur.
nen el 41% de las especies de actinopterigios conocidas, la Los actinopterigios de agua dulce, por lo general, tie-
mayoría de ellas concentradas en los trópicos. La biogeo- nen un mayor número de endemismos, con especies res-
grafía de estos grupos es igualmente compleja: hay espe- tringidas a pequeñas áreas, que las especies marinas que
cies eurihalinas (que viven en áreas con salinidades entre pueden ocupar vastos territorios (Fig. 2). Así, hay alrede-
agua dulce y agua salada) y dulceacuícolas obligatorias, dor de 160 especies marinas que se distribuyen alrededor
pudiendo ser primarias y secundarias. Hay otra categoría, de todo el mundo. Esto se debe a la forma de dispersión de
la de los actinopterigios marinos adaptados a agua dulce, las larvas, que en el caso de muchas especies marinas son
que son especies que viven en agua dulce pero pertenecen planctónicas y pueden dispersarse por las corrientes mari-
a familias típicamente marinas, como es el caso de algunos nas a muchos kilómetros de distancia. En los actinopteri-
gios de agua dulce no son frecuentes las larvas
planctónicas, que sólo se observan en especies de origen
marino, encontrándose áreas con gran cantidad de ende-
mismos. Por ejemplo, la Península Ibérica tiene un grado
de endemismo en actinopterigios, estrictamente de agua
dulce, cercano al 80%.
Diferenciación y especiación
La especiación por alopatría es el proceso más común de
diversificación en los vertebrados y también en los acti-
nopterigios de agua dulce. La alopatría predice que la
presencia de una barrera y la ausencia de flujo entre dos
poblaciones debe provocar diferenciación. Se han pro-
ducido grandes vicarianzas a toda la escala temporal en
la historia evolutiva de los actinopterigios, desde la ro-
tura de la Pangea entre el cretácico y el jurásico hasta se-
Figura 2. Hay un enorme contraste entre la limitada capacidad
paraciones mioceno-plioceno, como la apertura del
de dispersión de los actinopterigios de agua dulce que viven en
Estrecho de Gibraltar. La especiación de grandes grupos
lagos y ríos y la fácil colonización de los actinopterigios marinos,
particularmente los de aguas tropicales. Incluso algunas especies de carácidos y cíclidos en África y América, o de dife-
marinas que dependen de otros organismos, como el pez payaso rentes especies de ciprínidos y cobítidos, se ha explicado
(Amphiprion ocellaris) de la fotografía y las anémonas sésiles de las sobre la base de la alopatría provocada por estas grandes
cuales depende para su defensa, se distribuyen por regiones tan vicarianzas. Sin embargo, aunque la especiación por vi-
amplias como los océanos Índico y Pacífico y Oceanía. carianza y alopatría puede ser común en los actinopteri-
Ignacio Doadrio y Omar Domínguez-Domínguez 389
Reconstrucción filogenética de la estructura de transferencia de nutrientes y sustancias de deshecho entre la madre y el embrión (trofotenia) basada
en caracteres moleculares. Nótese que formas parecidas de trofotenia han aparecido varias veces a lo largo de la evolución de los goodeidos.
390 Cap. 38, Actinopterigios
• ¿Cómo ha ocurrido la evolución hacia la diadromía en – Near, T.J. y Miya, M. 2009. Ray finned fishes (Actinopterygii). En:
los “peces”? Hedges, S.B. y Kumar, S. (eds.). Timetree of life. Oxford University
Press, Oxford; pp. 328-331.
• ¿Cuál es la importancia real de la evolución reticulada
– Nelson, J.S. 2006. Fishes of the world. 4th ed. John Wiley and Sons,
en los “peces”? New York.
– Wiley, E.O., Johnson, D.G. y Dimmick, W.W. 2000. The interrelations-
hips of acanthomorph fishes: a total evidence approach using molecu-
Bibliografía básica lar and morphological data. Biochem Biochem Syst Ecol 28: 319-350.
– Miya, M., Kawaguchi, A. y Nishida, M. 2001. Mitogenomic explora- – Yamanoue, Y., Miya, M., Matsuura, K., Yagishita, N., Mabuchi, K., Sa-
tion of higher teleostean phylogenies: a case study for moderate-scale kai, H., et al. 2007. Phylogenetic position of tetraodontiform fishes wi-
evolutionary genomics with 38 newly determined complete mitochon- thin the higher teleosts: Bayesian inferences based on 44 whole mito-
drial DNA sequences. Mol Biol Evol 18: 1993-2009. chondrial genome sequences. Mol Phylogenet Evol 45: 89-101.
1
Eutheria (erizos, monos) 1
Marsupialia 2
(canguros, zarigüeyas) 2
Monotremata
(ornitorrincos)
3
43 Aves 3
(avestruces, águilas)
Crocodilia
(cocodrilos, caimanes) 4
Testudines (tortugas) 4
5
360-370 Ma Squamata 5
(lagartos, serpientes) 42
Sphenodontia (tuátaras)
6
7
Caudata 7
(salamandras, tritones)
Gymnophiona 8 40
(cecilias) 8
Protopterus 9
37 9
Lepidosiren
Neoceratodus
10
COELACANTHIMORPHA
Latimeria 10 (celacantos)
Árbol de Sarcopterigios donde se muestran las relaciones filogenéticas de las clases taxonómicas. Las ramas con líneas grue-
sas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculos verdes indica el capítulodonde
se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan gran-
des linajes (números en recuadros).
Sarcopterigios
Rafael Zardoya
39
Resumen: Los sarcopterigios son, junto con los actinopterigios, el grupo más exitoso de vertebrados desde el punto de vista
evolutivo. El origen del grupo es acuático y consistió en una radiación de “peces” con aletas lobuladas en el devónico inferior
(hace 400 millones de años). De la radiación original, la mayoría de los linajes se han extinguido y sólo han sobrevivido dos: los
peces pulmonados y los celacantos. Sin embargo, otro linaje de estos “peces” conquistó el medio terrestre en el devónico su-
perior (hace 360 millones de años) y se convirtió en el antepasado de los primeros tetrápodos. Este grupo se diversificó y ocupó
los nichos vacíos del medio terrestre y aéreo, y dio lugar a las más de 20 000 especies actuales de anfibios, saurópsidos y ma-
míferos. Los estudios filogenéticos moleculares sitúan a los peces pulmonados como el grupo hermano vivo más cercano de
los tetrápodos y rechazan esta posibilidad para los celacantos, pero no pueden descartar la hipótesis de que celacantos y pe-
ces pulmonados puedan ser grupos hermanos y estén, por lo tanto, igualmente distanciados de los tetrápodos. Dentro de los
tetrápodos, los anfibios son el grupo hermano de los amniotas, que incluyen a los mamíferos y a los saurópsidos.
Summary: Sarcopterygians are, together with actynopterygian fish, the most successful group of vertebrates from an evolutionary
point of view. The origin of the group was aquatic, and consisted of a radiation of lobe-finned “fishes” in the Lower Devonian (400
million years ago). From the original radiation, most lineages went extinct, and only two have survived, the lungfishes and the
coelacanths. However, another lineage of these “fishes” conquered the land in the Late Devonian (360 million years ago) and
became the ancestor of the earliest tetrapods. This group diversified occupying the empty terrestrial and aerial niches, and has
evolved more than 20 000 living species of amphibians, sauropsids, and mammals. Molecular phylogenetic studies support the
lungfishes as the closest living sister group of tetrapods and reject that possibility for coelacanths, but cannot discard thatcoelacanths
and tetrapods may be sister groups, and hence they would be both equally distantly related to tetrapods. Within tetrapods,
amphibians are the sister group of amniota, which include mammals and sauropsids.
U
na de las transiciones evolutivas más importantes annectens, P. aethiopicus, P. dolloi y P. amphibius. Los
en la historia de los vertebrados consistió en el celacantos son grandes “peces” marinos, con una longitud
abandono del medio acuático para adaptarse al de 1,20 a 1,30 metros, de un color gris azulado caracterís-
medio terrestre, hace 360 millones de años, en el devónico tico en el caso de la especie L. chalumnae y dorado en L.
superior. Los protagonistas de esta transición fueron los menadoensis. Viven en aguas profundas, entre los 150 y
“peces” de aletas lobuladas o sarcopterigios, de entre los los 250 metros de profundidad. Durante el día se resguar-
cuales surgió el antepasado de los vertebrados terrestres o dan en cuevas submarinas de los acantilados volcánicos y
tetrápodos. Puesto que en capítulos posteriores se tratarán por la noche suben hacia la superficie en busca de los
con detalle los principales grupos de tetrápodos, aquí sólo “peces” de arrecife que constituyen su alimento. De su ana-
se comentarán las principales características evolutivas de tomía externa destacan los pares de aletas lobuladas, con
los “peces” sarcopterigios. Aunque fueron muy diversos, gran capacidad de rotación, y una cola simétrica con un tí-
en la actualidad los “peces” sarcopterigios cuentan única- pico lóbulo apical. De su anatomía interna destaca una ve-
mente con dos linajes vivos: los celacantos (géneroLatime- jiga natatoria que contiene aceite y le permite su inmersión
ria) y los peces pulmonados (géneros Neoceratodus, a grandes profundidades. Las hembras de celacanto ponen
Lepidosiren y Protopterus). Los celacantos tienen dos es- huevos de gran tamaño (hasta 9 cm de diámetro y 300 g de
pecies vivas: Latimeria chalumnae y L. menadoensis. Dos peso), que son fecundados internamente y se desarrollan
de los géneros de peces pulmonados son monoespecíficos, en el útero de las hembras. Los peces pulmonados, que ori-
Neoceratodus forsteri y Lepidosiren paradoxa, mientras ginalmente fueron descritos como anfibios por su parecido
que el tercero tiene descritas cuatro especies: Protopterus externo, están confinados a las aguas dulces y presentan
393
394 Cap. 39, Sarcopterigios
¿Qué es un sarcopterigio?
Los sarcopterigios (del griego sarx [carnoso] y pteryx [aleta]) incluyen dos grupos de “peces” vivos, los celacantos (gé-
nero Latimeria) y los peces pulmonados (géneros Neoceratodus, Lepidosiren y Protopterus), así como todos los vertebrados
terrestres o tetrápodos. Los sarcopterigios son “peces” con aletas lobuladas, en contraposición a los “peces” con aletas
radiadas o actinopterigios. La mayoría de los grupos de “peces” sarcopterigios están extintos y alcanzaron su máxima di-
versidad en el devónico. Los sarcopterigios forman el grupo de “peces” involucrado en la transición de los vertebrados
de la vida en el agua a la vida en tierra firme. En la actualidad, el grupo más diversificado de sarcopterigios es el de los
vertebrados terrestres, que incluye a los anfibios, los saurópsidos y los mamíferos.
Uno de los grandes problemas con que se encontró en su tiempo Darwin a la hora de probar su teoría de la evolución fue-
ron los numerosos huecos en el registro fósil y, por lo tanto, la dificultad de encontrar eslabones perdidos entre ancestros
y descendientes. Los progresos de la paleontología han cerrado muchos de estos huecos, y una de las transiciones evoluti-
vas que mejor se conoce y con más detalle es la de los “peces” sarcopterigios a los primeros anfibios. El abandono del medio
acuático para conquistar el medio terrestre ocurrió hace entre 385 y 360 millones de años. La especie de “pez” sarcopteri-
gio más derivada conocida es Pandericthys, del devónico superior, en Letonia. Este “pez” estaba adaptado a la vida en aguas
someras y presentaba aletas lobuladas y un espiráculo para aspirar agua por la cabeza. Una forma transicional entre “peces”
y anfibios es Tiktaalik, del devónico superior en la Isla Ellesmere, en Canadá. Este sarcopterigio presenta branquias y escamas,
pero ya tiene huesos más sólidos en las extremidades, una articulación de muñeca funcional, un cuello móvil y pulmones. Otra
forma intermedia algo posterior es Ventastega, en Lituania. La primera especie reconocida como anfibio es Acanthostega, en
Groenlandia. Esta especie, aunque respira a través de pulmones, mantenía branquias internas, tenía pies palmeados con ocho
dedos y sus extremidades aún no podían soportar el peso del cuerpo, todo lo cual indica que todavía no había abandonado
el medio acuático. Formas posteriores de anfibios, como Icthyostega en Groenlandia o Tulerpeton en la región de Tula en
Rusia, poseen ya únicamente pulmones y extremidades fuertes que les permitieron aventurarse en el medio terrestre.
Durante el devónico debieron de existir numerosos grupos de sarcopterigios ya con el plan corporal de tetrápodo. En las
imágenes se muestran reconstrucciones del aspecto que debieron tener fósiles encontrados de dicho periodo geológico.
jes conocidos actualmente. El registro fósil indica que el estar basados en secuencias parciales de genes. Así, las
género Neoceratodus apenas ha cambiado morfológica- cadenas α y β de la hemoglobina de varios “peces” y an-
mente en los últimos 245 millones de años si se compara fibios parecían confirmar que el celacanto es el pariente
con su grupo hermano, el género Ceratodus. vivo más cercano de los tetrápodos. En cambio, los genes
Los análisis filogenéticos a partir de los datos paleon- mitocondriales para los RNA ribosómicos 12S y 16S, y
tológicos han permitido determinar con exactitud que fue para el citocromo b, apoyaban a los peces pulmonados
un grupo de elpistostegidos el que dio origen a los primi- como el grupo hermano vivo de los tetrápodos. Final-
tivos anfibios como Acanthostega (véase el recuadro El mente, el análisis del gen mitocondrial cox1 indicaba una
origen de los tetrápodos). Morfológicamente no está tan relación más estrecha entre el celacanto y los peces pulmo-
claro, sin embargo, cuáles son las relaciones de los nados, estando ambos grupos igualmente alejados de los
“peces” sarcopterigios vivos con el grupo elpistostegidos tetrápodos. Posteriormente se analizaron las relaciones fi-
+ tetrápodos. Hay tres hipótesis posibles: que el celacanto logenéticas de los sarcopterigios utilizando datos de se-
sea el grupo vivo más cercano filogenéticamente a los te- cuencia de genomas mitocondriales completos, así como
trápodos (como sugeriría la hipótesis “Crossopterygii”), alineamientos concatenados de hasta 44 genes nucleares.
que los peces pulmonados sean el grupo vivo más cercano La hipótesis más favorecida en la mayoría de los análisis
filogenéticamente a los tetrápodos, o que ambos (cela- filogenéticos es que los peces pulmonados son el grupo
canto y peces pulmonados) estén igualmente distanciados vivo más cercano a los tetrápodos. Sin embargo, a pesar de
de los tetrápodos. Al haber representantes vivos de los tres la gran cantidad de datos de secuencia analizados, no se
grupos se ha podido contrastar estas tres hipótesis alter- puede descartar la posibilidad de que celacantos y peces
nativas basándose en datos de secuencia. Los primeros pulmonados estén igualmente distanciados de los verte-
datos moleculares dieron lugar a resultados ambiguos al brados terrestres. Los datos de secuencia sí rechazan de
Rafael Zardoya 397
Tendencias evolutivas
Los “peces” sarcopterigios vivos son supervivientes que
retienen numerosas características morfológicas de sus
antepasados del devónico, pero que además presentan
formas muy especializadas. Así, los peces pulmonados
están adaptados a la vida en aguas someras que en la
época del estío pueden llegar a desecarse, mientras que
Figura 4. Evolución de los modos de reproducción. Las sala-
los celacantos se han adaptado a la vida en cuevas de
mandras (Salamandra salamandra) del noroeste de la Península
acantilados volcánicos marinos a grandes profundida-
Ibérica muestran poblaciones ovíparas (como la mayoría de las
des. salamandras en el resto de su distribución), pero además han
El rasgo que marca la tendencia evolutiva de los te- evolucionado poblaciones ovovivíparas (a) y poblaciones vivípa-
trápodos es la adaptación a la vida terrestre. Los prime- ras (b).
398 Cap. 39, Sarcopterigios
sido relacionado tanto con los extintos temnospondílidos • ¿Por qué los peces pulmonados tienen los genomas
como con los lepospondílidos, pero que difiere enorme- más grandes de todos los animales?
mente de ambos en sus formas. En cualquier caso, los tem- • ¿Presentan los genomas de los “peces” sarcopterigios
nospondílidos y los lepospondílidos que tuvieron su mayor características intermedias entre los de los actinopteri-
diversidad entre el carbonífero y el triásico eran a su vez gios y los de los tetrápodos?
muy diferentes morfológicamente de los anfibios iniciales
del devónico, los labirintodóntidos. De la misma manera,
las aves son muy diferentes morfológicamente de sus an- Bibliografía básica
cestros más primitivos, los diferentes linajes de dinosau- – Ahlberg, P.E., Clack, J.A., Luksevics, E., Blom, H. y Zupins, I. 2008.
rios, y los mamíferos son también muy diferentes de los Ventastega curonica and the origin of tetrapod morphology. Nature 453:
grupos más primitivos de sus antepasados, los sinápsidos. 1199-1204.
– Clack, J.A. 2002. Gaining ground: the origin and evolution of tetra-
pods. Indiana University Press, Bloomington, Indiana, Estados Uni-
Principales cuestiones pendientes dos.
– Downs, J.P., Daeschler, E.B., Jenkins, F.A. y Shubin, N.H. 2008. The
• ¿Se puede descartar que los peces pulmonados y los ce- cranial endoskeleton of Tiktaalik roseae. Nature 455: 925-929.
lacantos sean linajes basales de “peces” sarcopterigios – Schultze, H.P. y Trueb, L. 1991. Origins of the major groups of tetra-
igualmente distantes de los tetrápodos? pods: controversies and consensus. Cornell University Press, Ithaca,
NY, Estados Unidos.
• ¿Son los dedos una invención evolutiva de los sarcop- – Zardoya, R. y Meyer, A. 2003. Recent advances in the (molecular)
terigios o de los tetrápodos? phylogeny of vertebrates. Ann Rev Ecol System 34: 311-338.
1
Ranidae (ranas verdaderas) 1
Rhacophoridae
Mantellidae
Microhylidae
Hemisotidae
2
Brevicipitidae
Hyperoliidae
Arthroleptidae
Nasikabatrachidae
Sooglossidae (ranas de las Seychelles)
3
Bufonidae 2
Dendrobatidae (ranas veneno de flecha)
Aromobatidae
Leptodactylidae
Brachycephalidae
4
Hylidae (ranas arborícolas) 3
Centrolenidae (ranas de cristal)
Rhinodermatidae
Batrachophrynidae
Limnodynastidae
Myobatrachidae 5
Heleophrynidae (ranas fantasmas)
Pelodytidae (ranas perejil)
Megophryidae
Pelobatidae (sapos de espuelas) 4
Scaphiopodidae 6
Rhinophrynidae
c.206 Ma
Pipidae
Bombinatoridae (sapos de vientre de fuego) 5
Discoglossidae (sapillos pintojos)
Alytidae (sapos parteros) 7
Ascaphidae
Leiopelmatidae
c.290 Ma
Rhyacotritonidae
Plethodontidae (salamandras sin pulmones) 6
Amphiumidae 8
Proteidae
Salamandridae (salamandras europeas)
c.191 Ma
Ambystomatidae 7
39 Dicamptodontidae
Sirenidae 9
Hynobiidae 8
Cryptobranchidae (salamandras gigantes)
Typhlonectidae (cecilias acuáticas)
Caeciliidae (cecilias comunes)
Scolecomorphidae 9
c.212 Ma
Uraeotyphlidae
Ichthyophiidae
Rhinatrematidae
Árbol de Anfibios donde se muestran las relaciones filogenéticas de las familias taxonómicas. Las ramas con líneas gruesas in-
dican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde se
une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las fotografías representan grandes
linajes (números en recuadros).
Anfibios
Diego San Mauro
40
Resumen: Los anfibios son un grupo muy diverso de vertebrados que cuenta en la actualidad con tres órdenes taxonómicos
modernos de formas y modos de vida muy diferentes: las cecilias (Gymnophiona) tienen cuerpos alargados, sin patas, y son de
hábitos cavadores; las salamandras (Caudata) tienen cuerpos esbeltos, con extremidades proporcionadas y cola larga; y las ra-
nas y sapos (Anura) tienen cuerpo corto sin cola y con largas patas posteriores, fundamentalmente adaptadas al salto. Las rela-
ciones filogenéticas de los anfibios han sido objeto de gran debate y controversia durante mucho tiempo. Los estudios morfo-
lógicos a menudo estaban limitados por la ambigüedad en la interpretación y la polarización de caracteres, y por la aparición de
procesos de convergencia adaptativa. En los últimos años, el uso de marcadores moleculares y de nuevas metodologías de re-
construcción filogenética ha servido para resolver muchas de las cuestiones más problemáticas, así como para establecer hipó-
tesis robustas sobre la evolución de este grupo de vertebrados. Los recientes estudios han apoyado la relación de grupo her-
mano entre salamandras y ranas y sapos (hipótesis Batrachia), y en general han resuelto las relaciones filogenéticas entre los
principales linajes de anfibios modernos. Salvo algunos puntos conflictivos, las filogenias moleculares recientes son mayormente
congruentes con las hipótesis filogenéticas basadas en datos morfológicos. Tanto el registro fósil como las estimaciones de eda-
des basadas en datos moleculares sugieren un origen de los anfibios modernos a finales del paleozoico (carbonífero); los fósiles
más antiguos se encuentran a principios del pérmico. Aunque no está claro qué grupo de tetrápodos paleozoicos pudieron ser
los antepasados de los anfibios modernos, la mayoría de los estudios apuntan a los Temnospondyli. En este capítulo se revisa el
estado actual del conocimiento de la filogenia y la evolución de los anfibios modernos, que cuentan con unas 50 familias reco-
nocidas, divididas en cerca de 500 géneros y más de 6500 especies distribuidas por todos los continentes excepto la Antártida.
Summary: Amphibians are a very diversified group of vertebrates comprising three modern orders of markedly distinct morphologies
and life styles: caecilians (Gymnophiona) have elongated, limbless bodies, and are adapted for burrowing; salamanders (Caudata)
have slender bodies with proportionally paired limbs, and well developed tails; and frogs and toads (Anura) have short, tailless bodies
with long, powerful hind limbs mainly adapted for jumping locomotion. Phylogenetic relationships of amphibians have long been hotly
debated. Morphological studies were often hindered by the ambiguity in character state interpretation and polarization, as wellas
by the existence of processes of adaptative convergence. In recent years, the use of molecular markers and state-of-the-art methods
of phylogenetic reconstructions has allowed tackling and resolving many of the controversial issues, and has provided support of r novel
hypotheses on the evolution of this group of vertebrates. Recent studies have supported that salamanders are the sister group of
frogs and toads (the Batrachia hypothesis), and, in general, have resolved the phylogenetic relationships among the major lineages
of modern amphibians. Recent molecular phylogenies are largely congruent with those based on morphology, although there are still
some discrepancies. Both the fossil record and molecular-based age estimates suggest an Upper Palaeozoic (Carboniferous) origin
of modern amphibians, the earliest known fossils being from the Lower Permian. Although it is still unclear which of the extinct
groups of Palaeozoic tetrapods are the ancestors of modern amphibians, most recent studies point to the Temnospondyli. This
chapter aims to review the state-of-knowledge of the phylogeny and evolution of modern amphibians, of which there are about 50
recognized families divided into 500 genera, and over 6500 species distributed in all continents except Antarctica.
L
os anfibios (Amphibia) constituyen un grupo alta- depredadores. En general, se trata de animales asociados
mente diversificado de vertebrados que incluye a ambientes húmedos, que ponen huevos sin cáscara ni
más de 6500 especies actualmente reconocidas dis- membranas extraembrionarias, y cuyas formas adultas son
tribuidas por la mayoría de las regiones templadas y tro- fundamentalmente depredadores de pequeños invertebra-
picales del planeta. La piel de los anfibios modernos dos. Se dividen en tres órdenes con formas y biología mar-
(Lissamphibia) tienen glándulas mucosas, que mantienen cadamente diferentes: Gymnophiona (cecilias), Caudata
la humedad, y glándulas venenosas, que producen sustan- (salamandras y tritones) y Anura (ranas y sapos) (véase
cias tóxicas (o al menos desagradables) para los posibles Árbol de Anfibios).
401
402 Cap. 40, Anfibios
¿Qué es un anfibio?
Los anfibios (del griego amphi [ambos, doble] y bios [vida]) son un grupo de vertebrados asociados a ambientes húmedos,
con glándulas mucosas y venenosas en la piel, y que ponen huevos sin cáscara ni membranas extraembrionarias. Constitu-
yen una clase de vertebrados con unas 6500 especies descritas, que comprende tres órdenes modernos: las cecilias (con
cuerpo alargado, sin patas y de hábitos cavadores), las salamandras (de cuerpos esbeltos, con extremidades proporciona-
das y cola larga), y las ranas y sapos (de cuerpo corto, sin cola, y con patas posteriores largas adaptadas al salto). La ma-
yoría de los anfibios tienen una fase larvaria de vida fundamentalmente acuática. Esta forma larvaria puede sufrir una gran
transformación durante su desarrollo (metamorfosis) para llegar al estadio adulto. Los anfibios modernos (cecilias, salaman-
dras, ranas y sapos) se denominan “lisanfibios” (Lissamphibia, del griego lissos [liso, suave] y amphibia [anfibio]), mientras
que el término “anfibio” hace referencia a todos los grupos de anfibios, tanto modernos (lisanfibios) como extintos.
Las cecilias (Gymnophiona) constituyen el orden menos ranas y sapos es la poliploidía, que en los anfibios normal-
conocido de los anfibios modernos. Se distinguen de ranas mente es el resultado de la hibridación entre dos o más es-
y salamandras por su cuerpo alargado y anillado, sin patas, pecies (alopoliploidía), como es el caso de los complejos
y con tentáculos extensibles a ambos lados del hocico. Tie- Ambystoma jeffersonianum (que presenta reproducción por
nen hábitos principalmente cavadores, si bien los miembros ginogénesis) y Rana esculenta (que presenta reproducción
de la famila Typhlonectidae son acuáticos. Las salamandras por hibridogénesis), y suele dar lugar a poliploides con
(Caudata) son un grupo de anfibios caracterizado por tener número impar de copias (especialmente triploides). Los po-
el cuerpo más o menos esbelto, con extremidades propor- liploides con número par de copias (tetraploides, hexaploi-
cionadas y cola bien desarrollada. Las ranas y los sapos des, etc.), como es el caso del género Xenopus, suelen
(Anura) son anfibios sin cola (salvo el género Ascaphus) y resultar en poblaciones bisexuales y nuevas especies.
con patas traseras largas y fuertes adaptadas al salto en la En general, el genoma de los anfibios tiene una alta es-
mayoría de las especies. piralización del DNA y es muy variable en cuanto a ta-
maño entre los distintos grupos y especies, con un rango
que va desde aproximadamente 1 pg en la rana Limnody-
Características de sus genomas
nastes hasta los más de 120 pg de las salamandras del gé-
La cariología de los anfibios modernos se ha estudiado nero Necturus. La secuencia y la estructura del genoma
con relativo detalle en los órdenes Caudata y Anura, pero nuclear de los anfibios son poco conocidas, aunque recien-
para Gymnophiona los datos son más escasos. En las ce- temente se ha completado la secuenciación del genoma
cilias, el número haploide de cromosomas varía entre 21 nuclear completo de Silurana tropicalis. Por el contrario,
(género Ichthyophis) y 10 (género Chthonerpeton), con sí se encuentra bastante información acerca de la secuen-
bastante variación entre los distintos géneros estudiados. cia y la estructura del genoma mitocondrial de muchos
En las salamandras, el número oscila entre 33 en Crypto- grupos de anfibios, lo que ha sido de gran utilidad para es-
branchoidea y 11 en algunos géneros de la familia Sala- tudios de sistemática y evolución molecular (véase el re-
mandridae, siendo 12 y 14 los números más frecuentes. cuadro Reordenaciones de genes…).
En las ranas y los sapos, el número básico haploide de cro- Inicialmente, los estudios filogenéticos moleculares de
mosomas parece ser 13, aunque se observan variaciones anfibios se basaron sobre todo en secuencias parciales de
desde los 9 de algunas especies del género Leioplema genes ribosómicos, en especial mitocondriales (12S y 16S).
hasta los 18 de algunos Xenopus. Estudios más recientes incorporaron el uso de genes mito-
La mayoría de las cecilias y salamandras estudiadas po-
seen microcromosomas, pero su número y distribución de-
penden mucho de la especie. En Anura sólo se han descrito Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de
supuestos microcromosomas en algunas de las familias los anfibios.
más basales (Leiopelmatidae, Ascaphidae, Discoglossi-
dae), y en algunos casos se ha sugerido que podría tratarse • Dientes pedicelados y multicúspide (bicúspide).
de cromosomas supernumerarios. • Complejo opérculo-columnela que transmite el sonido
En los anfibios no hay un tipo uniforme de determina- al oído interno.
ción genética del sexo. En algunas especies de salamandras • Papilla amphiborium (área especializada en la pared del
y ranas se han identificado cromosomas sexuales (tanto sis- sáculo del oído interno sensible a frecuencias inferio-
tema XY/XX como ZW/ZZ), pero no en las cecilias (salvo res a 1000 Hz).
quizá el caso de Gegeneophis ramaswamii). Esto lleva a • Cuerpos grasos característicos asociados a las gónadas.
pensar que es posible que la heterogamia cromosómica no • Estructura de la piel característica con glándulas granu-
sea el mecanismo normal de determinación sexual en la ma- lares (tóxicas) y mucosas (que la mantienen húmeda
yoría de las especies de anfibios modernos. Una caracterís- para facilitar el intercambio gaseoso a través de ella).
tica de los genomas de algunas especies de salamandras,
Diego San Mauro 403
Siphonops
annulatus
Otras cecilias
“superiores”
Reconstrucción de los cambios que produjeron el orden de genes mitocondriales derivado en la región WANCY de los gé-
neros de cecilias Siphonops y Luetkenotyphlus. Los tRNAs están abreviados según el correspondiente código de una le-
tra, y los genes codificados por la cadena ligera están subrayados. OL indica origen de replicación de la cadena ligera, y
ψ indica pseudogén.
Cryptobranchidae e Hynobiidae como grupos hermanos familias (Amphiumidae y Plethodontidae) fueran basales
(véase Árbol de Anfibios). Los estudios moleculares más respecto a las demás salamandras; no obstante, los estu-
recientes apoyan que el clado Crytobranchidae + Hynobii- dios más recientes sitúan estas familias como un clado más
dae es el grupo hermano de todas las demás salamandras, derivado, grupo hermano de Rhyacotritonidae (véase Árbol
y la posición de Sirenidae es más incierta, sin poder descar- de Anfibios). Estos estudios recientes apoyan además la
tarse incluso que fuese éste el grupo más basal. Sólo algu- existencia de un clado formado por Salamandridae como
nos estudios moleculares iniciales apoyaron que otras dos grupo hermano de Ambystomatidae + Dicamptodontidae,
Diego San Mauro 405
pero queda aún bastante incertidumbre respecto a la posi- entre las distintas familias e incluso a nivel de especie. Los
ción de Proteidae (véase Árbol de Anfibios). grupos más basales de los tres órdenes de anfibios moder-
El orden Anura se ha dividido tradicionalmente en los nos se reproducen poniendo huevos (oviparismo) en el
subórdenes “Archaeobatrachia” (sapos ‘primitivos’, que agua o en ambientes húmedos cercanos al agua, de los que
incluyen las superfamilias Leiopelmatoidea [Ascaphidae salen larvas exotróficas de vida acuática libre que poste-
+ Leiopelmatidae], Discoglossoidea [Bombinatoridae + riormente sufren metamorfosis y se convierten en adultos
Alytidae + Discoglossidae], Pipoidea [Rhinophrynidae + de vida terrestre. Por tanto, los huevos y las larvas acuáti-
Pipidae] y Pelobatoidea [Megophryidae + Scaphiopodidae cas son características plesiomórficas del ciclo vital de los
+ Pelodytidae +Pelobatidae]) y Neobatrachia (ranas y anfibios modernos, y de ellos derivan todos los demás
sapos ‘avanzados’, que incluyen todas las demás familias) modos de reproducción que presentan los anfibios. Entre
(véase Árbol de Anfibios). Posteriormente se propuso un estos modos se encontrarían la puesta de huevos en el
tercer suborden, “Mesobatrachia”, que separaba Pipoidea medio terrestre, el desarrollo directo con ausencia de larva
y Pelobatoidea (dos superfamilias consideradas formas ‘in- de vida libre, el ovoviviparismo, el viviparismo (poco fre-
termedias’) del resto de “Archaeobatrachia”. Sin embargo, cuente en las salamandras, las ranas y los sapos, pero
el apoyo para este clado “Mesobatrachia” ha sido bastante común en los grupos derivados de cecilias), así como dis-
escaso. Por otro lado, sólo unos pocos estudios iniciales tintas formas de cuidado parental.
basados en secuencias parciales de genes ribosómicos en- Los tres grupos de anfibios modernos han tenido una
contraron apoyo para la monofilia de “Archaeobatrachia”. diferenciación y especialización morfológica muy grandes
En general, los estudios filogenéticos basados en caracte- desde relativamente temprano en su historia evolutiva. En
res morfológicos y la mayoría de los estudios moleculares las cecilias, el cuerpo alargado es un rasgo ya presente en
indican que “Archaeobatrachia” es parafilético con res- el fósil más antiguo descrito como posible ancestro del
pecto a Neobatrachia (véase Árbol de Anfibios), con los grupo (Eocaecilia micropodia, del jurásico inferior, de Ari-
Pelobatoidea como grupo hermano de estos últimos. Prác- zona). Este fósil presenta además reducción de patas y cin-
ticamente todos los estudios apoyan que Leiopelmatoidea turas, totalmente ausentes en los representantes actuales.
(Amphicoela) es el grupo hermano de todos los demás li- Otros caracteres destacados en la historia evolutiva de las
najes de ranas y sapos modernos, mientras que la posición cecilias son los tentáculos extensibles sentitivos a ambos
de Discoglossoidea y Pipoidea es más incierta (véase Árbol lados del hocico, así como la fertilización interna (los ma-
de Anfibios), aunque probablemente aparecieron en este chos poseen un órgano copulador), presentes también en
orden. En contra de lo que ocurre con “Archaeobatrachia”, todas las familias modernas.
la monofilia de Neobatrachia es apoyada con robustez por Desde los representantes iniciales del grupo (Karaurus
prácticamente todos los estudios. Dentro de este clado, se sharovi, del jurásico superior, de Kazajstan) hasta los gru-
distinguen dos superfamilias principales, Hyloidea y Ra- pos modernos, las salamandras se caracterizan por poseer
noidea, ambas con una alta diversidad de especies (más de cuerpos esbeltos, colas bien desarrolladas y patas propor-
la mitad de las especies de anfibios pertenecen a una de cionadas, que suponen de hecho la forma corporal más si-
estas dos superfamilias), muy diversas en su morfología y milar a las formas ancestrales de los tetrápodos. Tres
ecología, y que contienen muchas familias (véase Árbol de familias de salamandras (Cryptobranchidae, Hynobiidae y
Anfibios). La mayoría de los estudios moleculares apoyan Sirenidae) presentan fertilización externa, si bien en el resto
con robustez la monofilia de estas dos superfamilias y sus de las familias (más derivadas) la fertilización es interna (el
relaciones filogenéticas internas se han estudiado usando macho produce un espermatóforo que recoge la hembra).
tanto datos moleculares como morfológicos, aunque que- Un rasgo destacado de las salamandras es la pedomorfosis,
dan aún muchos puntos controvertidos (especialmente en que parece haber evolucionado independientemente en los
Hyloidea y también respecto a Microhylidae y Ranidae) representantes de ocho de las diez familias, y algunas fami-
(véase Árbol de anfibios). lias son exclusivamente pedomórficas. La condición basal
Aparte de Hyloidea y Ranoidea, hay otras familias de de Sirenidae y Cryptobranchidae indicaría que el estilo de
Neobatrachia que corresponden a linajes menos diversos vida pedomórfico (casi exclusivo de las salamandras entre
y de distribución más localizada. De ellos, los más recien- los anfibios) ya estaba presente en la historia evolutiva tem-
tes estudios indican que Heleophrynidae es basal a los Ne- prana de las salamandras.
obatrachia, y que las otras familias parecen agruparse en La especializada estructura morfológica de las ranas
dos clados que serían, respectivamente, grupo hermano de y los sapos está relacionada fundamentalmente con la
Ranoidea (Sooglossidae + Nasikabatrachidae) o de Hyloi- adaptación al salto y la evolución del urostilo. Dichas
dea (Batrachophrynidae y Myobatrachidae + Limnody- formas ya empiezan a hacerse patentes en el fósil más
nastidae) (véase Árbol de Anfibios). antiguo conocido del grupo antepasado de Anura (Tria-
dobatrachus massinotii, del triásico inferior, de Mada-
gascar, que probablemente aún no era capaz de saltar),
Evolución de los caracteres
y queda claramente definida en el fósil más antiguo de
El ciclo vital básico de los anfibios modernos es relativa- un Anura ‘moderno’ (Prosalirus bitis, del jurásico infe-
mente complejo, y además existen numerosas variaciones rior, de Arizona). La fertilización es externa en todas las
406 Cap. 40, Anfibios
especies de ranas y sapos (excepto en el género Asca- tro fósil de algunos linajes principales de anfibios es rela-
phus, que usa su cola vestigial como órgano copulador), tivamente pobre, lo cual ha dejado importantes puntos
y se realiza mediante una postura característica del sin resolver respecto a su origen y evolución inicial. En
orden (amplexo). Un rasgo fundamental de la historia general, los anfibios modernos se consideran un grupo
evolutiva de ranas y sapos es su forma larvaria. Ésta, monofilético que surgió de un único linaje de tetrápodos
llamada comúnmente renacuajo, difiere drásticamente paleozoicos. Se han propuesto varias hipótesis alternati-
del adulto en su forma (sin patas y con una cola bien vas acerca del grupo que más probablemente es antepa-
desarrollada) y modo de vida (son acuáticos y general- sado de los anfibios modernos, bien dentro de los
mente se alimentan de “algas” que raspan de la superfi- Temnospondyli o los Lepospondyli, pero con mayor acep-
cie de las rocas), lo que evita la competencia de nicho tación para los Temnospondyli. Algunos autores han de-
ecológico. En general, el estadio larvario de las ranas y fendido incluso una naturaleza difilética de los anfibios
salamandras es típicamente corto, y tras él, el renacuajo modernos, según la cual las ranas y las salamandras deri-
sufre un cambio radical progresivo (metamorfosis) que van de los Temnospondyli y las cecilias de los Lepos-
lo convierte en adulto. pondyli. Los recientes estudios moleculares que han
aportado estimaciones del origen de los anfibios modernos
Tendencias evolutivas (tiempo de la divergencia entre los ancestros de cecilias y
Batrachia) lo sitúan alrededor de 368 millones de años (en
Desde su aparición en el carbonífero, los anfibios moder-
los estudios basados en genes nucleares o en la combina-
nos han tenido una gran especialización morfológica. Se
ción de genes mitocondriales y nucleares) o 337 millones
observa una tendencia a la reducción del tamaño corpo-
de años (basándose en genomas mitocondriales). La sepa-
ral medio en los tres órdenes de anfibios modernos, si
ración entre los antepasados de Caudata y Anura se produ-
bien algunas de las especies más grandes pertenecen a fa-
ciría poco después (357 o 308 millones de años,
milias derivadas (como la rana Goliat, Conraua goliath,
dependiendo del estudio). Es muy probable que todas estas
que es la más grande del mundo y pertenece a la famila
dataciones moleculares estén sobreestimadas, pero, en
Ranidae). En las cecilias, algunos autores han sugerido
cualquier caso, parece claro que la separación de los an-
que su filogenia familiar (véase Árbol de Anfibios) po-
cestros de los tres órdenes de anfibios modernos se pro-
dría reflejar el complejo proceso de especialización evo-
dujo a finales del paleozoico (carbonífero-pérmico), y
lutiva de sus caracteres morfológicos (reforzamiento del
ocurrió relativamente rápido tras el salto a la tierra de los
cráneo, reducción de ojos, pérdida de la cola), debido a su
“peces” sarcopterigios (hace más de 360 millones de
adaptación a hábitos cavadores. En general, en los anfi-
años), tal y como han propuesto algunos autores. Sin em-
bios modernos también se observa una tendencia a una
bargo, los intervalos de confianza de estas estimaciones
mayor complejidad en la biología reproductiva (paso de
moleculares son aún relativamente grandes (entre 50 y 100
fertilización externa a interna en las salamandras, de ovi-
millones de años), lo que limita su utilidad para el pro-
parismo y larva acuática a desarrollo directo y vivipa-
blema de la posible ancestría de los anfibios modernos.
rismo en las cecilias).
En general, considerando el amplio solapamiento de los
En cuanto a la citogenética, en los tres órdenes de an-
rangos estratigráficos de Temnospondyli y Lepospondyli,
fibios modernos hay una tendencia a una reducción del
determinar cuál de estos dos grupos extintos (o si ambos)
número de cromosomas, a un incremento en la cantidad
son los antepasados de los anfibios modernos es básica-
de DNA nuclear (sobre todo en las salamandras, y en es-
mente una empresa paleontológica.
pecial en las especies pedomórficas) y a una variabilidad
Las cecilias modernas se dividen en seis familias
interespecífica grande en el tamaño del genoma, incluso
(véase Árbol de Anfibios) distribuidas hoy día por hábitats
entre especies relacionadas que tienen cariotipos morfo-
tropicales de África, India, Sudeste Asiático y América
lógicamente similares. Asimismo, en los grupos más de-
Central y del Sur (Fig. 1). Hay casi 200 especies recono-
rivados de cada uno de los tres órdenes de anfibios
cidas de cecilias, y su distribución actual es congruente
modernos tiende a haber mayor número de reordenaciones
con un origen del orden en Gondwana, posiblemente antes
de genes en el genoma mitocondrial (véase el recuadro
de la fragmentación de Pangea, con posteriores dispersio-
Reordenaciones de genes…).
nes hacia el Sudeste Asiático y América Central.
Las salamandras son un grupo más diversificado que
Biogeografía y biodiversidad las cecilias, con unas 600 especies actualmente reconoci-
Los anfibios modernos tienen una larga historia evolutiva, das agrupadas en diez familias, distribuidas sobre todo en
que se extiende al menos hasta el pérmico, o incluso el de- tierras derivadas de Laurasia (Asia, Europa y Norteamé-
vónico-carbonífero, según las distintas interpretaciones rica) (Fig. 1) y con grupos tanto acuáticos como terrestres
del registro fósil y los recientes estudios de tiempos de di- (si bien íntimamente ligados a la presencia de agua). A
vergencia basados en datos moleculares. El fósil más an- pesar de que la filogenia de las salamandras todavía es
tiguo (no exento de debate) de un anfibio moderno es controvertida, parece claro que todas las familias de sala-
Gerobatrachus hottoni, del pérmico inferior, de Texas, y mandras tuvieron su origen en Laurasia. Algunos autores
correspondería a un Temnospondyli del grupo ancestral han sugerido que las salamandras (Laurasia) y las cecilias
del que surgiría Batrachia. Desafortunadamente, el regis- (Gondwana) surgieron de un ancestro común por vica-
Diego San Mauro 407
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Figura 1. Distribución actual de cada uno de los tres órdenes de 2005. Initial diversification of living amphibians predated the breakup
anfibios modernos (en rojo). of Pangaea. Am Nat. 165:590-599.
Chiroptera (murciélagos) 1 1
Proboscidea (elefantes) 6 6
Sirenia (mantíes, dugongo)
39
Peramelemorphia (bandicutes)
9
Diprotodontia (canguros, koala) 9
Árbol de Mamíferos donde se muestran las relaciones filogenéticas de los órdenes taxonómicos y grupos superiores. Las
ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde
indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los mismos. Las foto-
grafías representan grandes linajes (números en recuadros).
Mamíferos
Pablo Vargas
41
Resumen: Los mamíferos constituyen un grupo natural compuesto por tres principales clados de especies vivas: monotre-
mas (ovíparos), metaterios (vivíparos marsupiales) y euterios (vivíparos placentarios). Desde el punto de vista sistemático, los
mamíferos actuales se subdividen en 28 órdenes y 134 familias desequilibradamente distribuidas en monotremas (1 orden/2 fa-
milias), marsupiales (7/19) y placentarios (20/113). Los placentarios se dividen a su vez en tres clados principales (afroterios,
xenartros y boreoterios), con difícil resolución de relaciones de parentesco entre los tres. Un fuerte componente geográfico
permite una precisa reconstrucción biogeográfica de los grupos más antiguos de mamíferos distribuidos principalmente en Aus-
tralia (monotremas, marsupiales), África (afroterios), Sudamérica (marsupiales, xenartros), Norteamérica (marsupiales, boreo-
terios) y Eurasia (boreoterios). También la filogenia de los mamíferos permite señalar cinco caracteres únicos (hueso denta-
rio, articulación de la mandíbula sin huesos intermedios, tres huesos en el oído medio, desarrollo de pelo y producción de leche)
y una tendencia a un parto de crías cada vez más formadas, unos orificios digestivo y urogenital cada vez más separados y unas
costillas restringidas a la región torácica. Aunque históricamente los caracteres morfológicos y fisiológicos han proporcionado
la base para una clasificación natural que reflejara la evolución de los mamíferos, hay otros caracteres convergentes que no han
facilitado una sistemática en ciertos grupos, entre los que se puede destacar una placenta epiteliocorial derivada, la presencia
de pezuñas (antiguos “ungulados”) o el desarrollo de una dentición relacionada con el tipo de alimentación (antiguos “insectí-
voros”). En este capítulo se actualiza la sistemática supraespecífica de las 5200 especies vivas a la luz de todos los datos, y se
comentan los grupos de tetrápodos extintos más importantes en la línea evolutiva de los mamíferos. El origen todavía enigmá-
tico de los elefantes y las ballenas y la evolución de Homo sapiens también se abordan detalladamente en este capítulo.
Summary: Mammals are a natural group (monophyletic) formed by three main clades of living species: Monotremata (oviparous
mammals), Metatheria (viviparous marsupial mammals) y Eutheria (viviparous placental mammals). From a systematic
perspective, current mammals are divided in 28 orders and 134 families of unbalanced distribution in Monotremata (1 order/2
families), Metatheria (7/19) and placental mammals or Eutheria (20/113). Placentals are clearly subdivided in three main clades
(Afrotheria, Xenarthra and Boreotheria), although relationships between them still remain elusive. Geography has been consistent
in mammal differenciation and biogeographic reconstructions indicating that anciant groups are still distributed primarily in the
continent of early differentiation: Australia (Monotremata, Metatheria), Africa (Afrotheria), South America (Metatheria, Xenarthra),
Europe (Boreotheria) and North America (Metatheria, Boreotheria). Phylogenetics also supports five unique characters (dentary
bone, jaw joint, middle ear, hair development and milk production) and progress towards birth of a more and more well-developed
offspring with separated anus and urogenital ducts and ribs restricted to the upper part of the body. Although most morphological
and physiological characters have historically facilitated a natural classification, some other characters turned out to be convergent
and limited to propose a classification reflecting the evolutionary history of the mammals. Characters appearing multiple times
are hoofs as considered in the former “ungulates”, plesiomorphic features in mouth related to nutrition retained in the former
“insectivores” and epitheliochorial placenta evolving at least three times. Supraspecific systematics of the 5200 living species is
proposed based on all sources of data, as well as of those tetrapods most closely related to the mammal lineage. The enigmatic
origins of elephants and whales and evolution of Homo sapiens are also discussed in detail in this chapter.
S
in lugar a dudas, los mamíferos son los seres vivos ratón), se ha podido conocer sus procesos evolutivos en
mejor conocidos a pesar de su gran complejidad or- detalle. Por si esto fuera poco, el interesante registro fósil
gánica. Gracias al interés de los seres humanos en dejado principalmente por los huesos de los mamíferos
conocerse a sí mismos y al intenso estudio de las especies permite realizar una reconstrucción histórica bien docu-
relacionadas filogenéticamente (monos, chimpancés) o de mentada, aunque no exenta de lagunas. Se considera que
utilidad comercial (vaca, cabra, oveja) o médica (rata, los mamíferos son uno de los grupos dominantes de la Tie-
409
410 Cap. 41, Mamíferos
¿Qué es un mamífero?
Los mamíferos (del latín mamma [teta]) son vertebrados de temperatura constante, tienen pelos, un neocórtex ce-
rebral, y, sobre todo, las hembras desarrollan glándulas mamarias que producen leche con la que alimentan a sus crías.
Todos los mamíferos actuales descienden de un antepasado común que se remonta al triásico tardío, hace más de 200
millones de años. En concreto, los mamíferos actuales descienden de los sinápsidos primitivos (tetrápodos amniotas) que
aparecieron a principios del pérmico. Se han descrito varias radiaciones de los mamíferos ocurridas en los últimos 65 mi-
llones de años, tras la extinción masiva de los dinosaurios. A partir de entonces se diversificaron en múltiples especies y
linajes adaptados a los medios terrestre, acuático y aéreo.
Figura 1. Sin duda la clasificación de mamíferos publicada por Simpson (1945) fue la más importante durante gran parte del siglo XX.
Este paleontólogo, cofundador de la teoría sintética de la evolución, actualizó todos los datos de especies vivas y fósiles. Habría que
esperar más de 50 años para que McKenna y Bell (1997) publicaran una obra de similares características. En la figura se muestra una
propuesta taxonómica muy sintetizada de los mamíferos (actuales y extintos) basada en la obra de estos últimos autores, que incluye
5000 especies vivas y fósiles, así como un tratamiento taxonómico supraespecífico de 425 familias y 46 órdenes. (†, grupo extinto).
caz en la duplicación de genes es la poliploidía, aunque que la secuenciación del genoma completo incluye hasta
tiene mucha menor importancia que en otros organismos, la fecha las siguientes especies: ser humano (Homo sa-
como las plantas (véase Cap. 12, Angiospermas). Por piens), chimpacé (Pan troglodytes), toro (Bos taurus) (Fig.
ejemplo, se ha descrito un número poliploide (tetraploide) 2), perro (Canis lupus familiaris), caballo (Equus caba-
concretamente en una vizcacha argentina (Tympanoctomy llus), macaco rhesus (Macaca mulatta), rata (Rattus nor-
barrerae), que es un roedor adaptado al desierto. Así se vegicus) y ratón (Mus musculus). El genoma humano tiene
ha alcanzado el número más alto de cromosomas (2n = algo más de 20 000 genes codificadores, cuya secuencia-
102) conocido en los mamíferos. Se ha hallado una corre- ción ha permitido constatar que es un número muy pe-
lación entre el número de cromosomas y las característi- queño de genes para explicar la diversidad organísmica
cas vitales de los mamíferos, en concreto entre un mayor observada. El paradigma ‘un gen, una enzima’ que do-
tamaño del genoma y una evolución hacia una menor tasa minó la mayor parte del siglo XX es tan sumamente sim-
de metabolismo basal y un mayor tamaño celular, princi- ple que ha habido que recurrir a explicaciones alternativas,
palmente de los eritrocitos. como la compleja interacción de los genes, para entender
Gracias a la presencia del Homo sapiens en el grupo de la gran diversidad en el desarrollo morfológico y fisioló-
los vertebrados en general, y de los mamíferos en particu- gico de los mamíferos.
lar, se ha cuantificado el genoma (cantidad de DNA o El nivel de conocimiento de los mamíferos en cuanto
valor 2C) de numerosos placentarios (657 especies hasta a reconstrucciones filogenéticas es superior al de la mayo-
el año 2009; véanse actualizaciones en www.genome- ría de los grandes grupos de seres vivos. A principios del
size.com). También se dispone a día de hoy de mitocon- siglo XX se buscaron relaciones de parentesco basadas en
drias totalmente secuenciadas (c. 17 000 pares de bases) tests de inmunidad de la sangre. En los años 1980 se rea-
de casi 700 especies de mamíferos (véanse actualizaciones lizaron reconstrucciones filogenéticas propiamente dichas
en www.ncbi.nlm.nih.gov). Por otro lado, hay muchos basadas en polipéptidos (Miyamoto y Goodman, en 1986,
proyectos en marcha que han proporcionado ya la secuen- secuenciaron ocho polipéptidos para 107 especies). En la
ciación incompleta de genomas (draft genomes), mientras década de 1990 se empleó el citocromo b para un buen
Pablo Vargas 413
El antepasado común más reciente del elefante africano (Loxodonta africana, izquierda) y del elefante asiático (Elephas maximus, centro) diver-
gió hace más de 6 millones de años. El pequeño damán de El Cabo (Procavia capensis, derecha) es, sorprendentemente, uno de los parientes vivos
más próximos a los elefantes.
(Continúa en la página siguiente)
Pablo Vargas 415
interpretar si los tres caracteres óseos podrían haber es- falta una verdadera placenta). Sin duda el carácter más
tado presentes en mamíferos extinguidos, la presencia de notable es el marsupio, que se trata de un pliegue de la
pelo, y sobre todo de glándulas mamarias, es más difícil piel que recubre las mamas y forma una bolsa epidér-
de reconstruir por su difícil fosilización. Asimismo, otro mica que funciona a modo de cámara incubadora (Fig.
carácter de suma importancia que no fosiliza con facili- 3). Las crías nacen muy poco formadas y se tienen que
dad es el viviparismo. Basándose únicamente en la filo- arrastrar al nacer desde la vagina hasta el marsupio,
genia de los mamíferos (véase Árbol de Mamíferos), la donde lactarán hasta completar su desarrollo. Por último,
presencia del oviparismo únicamente en el linaje más los placentarios se caracterizan porque las crías son rete-
basal (monotremas) permite afirmar que el viviparismo nidas en el útero materno durante largo tiempo y son ali-
apareció muy pronto en la evolución de los mamíferos y mentadas por una placenta alantoica (de procedencia
ya no desapareció durante toda su diversificación. Los extraembrionaria, originada como una extensión o eva-
marsupiales pertenecen al grupo de los terios junto a los ginación del tubo digestivo primitivo del endodermo del
placentarios, aunque aún comparten algún carácter an- embrión). Por tanto, los placentarios consiguieron una
cestral con los monotremas (el recto y el aparato uroge- placenta que unía al feto y a la madre de forma muy ín-
nital se abren conjuntamente en una cloaca común, y tima, característica que confirió a las crías una clara ven-
416 Cap. 41, Mamíferos
Evolución humana
El estudio de la evolución humana (hominización) tiene como punto de partida la separación del linaje de los chimpancés
(Pan troglodytes) y bonobos (Pan paniscus) del linaje que dio lugar al género Homo hace 7-5 millones de años. La línea evo-
lutiva que incluye Homo sufrió la extinción de numerosos linajes de homininos. Precisamente los homininos constituyen una
subtribu de homínidos erguidos que comprende géneros con el siguiente orden de aparición: Sahelanthropus hace 7-5 mi-
llones de años, Orrorin hace unos 6 millones de años, Ardipithecus hace 5,5-4,5 millones de años, Australopithecus hace 4 mi-
llones de años y Paranthropus entre 2,6 y 1,1 millones de años. El registro fósil indica que se produjo una notable
diferenciación de estos homínidos en los últimos 7 millones de años gracias a su exitosa adaptación al bipedismo en las sa-
banas africanas, para después sufrir una importante extinción de géneros y especies hace unos 2,8 millones de años a causa
de una progresiva desertificación de África. Hay múltiples características que atienden a aspectos cruciales en el éxito evo-
lutivo de los homininos: capacidad craneal, columna vertebral rectilínea, ensanchamiento de la pelvis, oposición del pulgar,
visión aguda, dentición poco especializada, anatomía especializada de la fonación, piernas adaptadas a la bipedestación y com-
portamiento social. Todos estos caracteres residen en un porcentaje bajísimo de genes que suponen sólo un 0,23% de las
diferencias entre los genomas del bonobo y del ser humano. De hecho, cuando se consiguió secuenciar el genoma com-
pleto del Homo sapiens en 2003, el paradigma ‘un gen, una enzima’, que había imperado durante la mayor parte del siglo
XX, cayó por tierra a favor de una explicación de la diversidad morfológica y fisiológica relacionada con las interacciones
de genes.
Parece ser que la aparición de Homo está ligada al carnivorismo desde el predominante herbivorismo de formas como
Paranthropus. Gracias a los esfuerzos paleontológicos de los últimos 50 años han ido apareciendo numerosos restos de unas
12 especies de Homo que aparecieron y desaparecieron en la siguiente serie: H. habilis (2,5-1,4 millones de años en África
oriental), H. erectus (2-0,3 millones de años en África y Eurasia), H. rudolfensis (1,9 millones de años en Kenya), H. ergaster
(1,9-1,25 millones de años en África oriental), H. georgicus (1,8-1,6 millones de años en Georgia), H. cepranensis (0,8 millo-
nes de años en Italia), H. antecessor (0,8-0,35 millones de años en el oeste de Europa), H. heidelbergensis (0,6-0,25 millones
de años en Europa y África), H. rhodesiensis (0,3-0,12 millones de años en Zambia), H. neanderthalensis (0,23-0,024 millones
de años en Europa y oeste de Asia), H. floresiensis (0,10-0,012 millones de años en Indonesia) y H. sapiens (0,25 millones de
años hasta el presente en todo el mundo). Dado que H. sapiens es la única especie viva del género, la reconstrucción de
las relaciones de parentesco entre especies queda en manos de los paleontólogos. Por el contario, las reconstrucciones
de los linajes de H. sapiens son abordadas principalmente con métodos que van desde la antropología física hasta la lingüís-
tica, pasando por la genética, la filogenómica, la biogeografía y la filogeografía, entre otras disciplinas. En concreto, la filo-
geografía ha influido de forma decisiva durante los últimos 25 años en el grado de conocimiento de la historia evolutiva de
los linajes de H. sapiens. Esta disciplina permite reconstruir los diferentes linajes en un marco geográfico basándose en ha-
plotipos genéticos (véase cap. 53, Análisis de la variabilidad genética). Gracias a las características genéticas de los mamífe-
ros en general, y de H. sapiens en particular, se puede reconstruir con cierta independencia el linaje exclusivamente materno
con regiones de DNA mitocondriales (la mitocondria se hereda por la madre), el linaje paterno (cromosoma Y humano)
y el linaje biparental (genoma nuclear). En cualquier caso, la confrontación entre análisis antropológicos, genéticos, filoge-
ográficos y lingüísticos ha dado los resultados de mayor interés. En un estudio ya clásico, Cavalli-Sforza y colaboradores
(1988) enfrentaron un árbol cladístico de lenguas de todo el mundo con una reconstrucción de genes de etnias de todo el
(Continúa en la página siguiente)
418 Cap. 41, Mamíferos
La errónea definición de ‘razas humanas’ estaba interpretada sobre la base de caracteres morfológicos que son el resultado de unos pocos genes
(color de los ojos, piel, pelo, etc.). Por ello sorprendió a algunos que las etnias africanas alberguen mayor diversidad genética que el resto.
En las fotografías, de izquierda a derecha, niños de etnias bubi-anobón, oromo, mediterránea, centroeuropea y china.
pequeños invertebrados. Se considera que son el producto pacidad homeotérmica, ya alcanzada mucho antes por
de la retención de rasgos ancestrales (plesiomórficos), otros antepasados de vertebrados como en el linaje de las
puesto que tales caracteres han sido los más exitosos du- aves, junto a la presencia de pelo, les sirve para colonizar
rante largos periodos evolutivos. Por tanto, se han alcan- con éxito los medios ecológicos más fríos. También el per-
zado unas mismas características a lo largo de la evolución feccionamiento del ojo, no sólo en el medio terrestre sino
de numerosos linajes de mamíferos. también en el acuático, desencadenó una carrera adapta-
tiva entre los predadores y las presas de los mamíferos, así
Tendencias evolutivas como entre los mamíferos y las aves, que son los anima-
les más competitivos en tierra y aire. En general se ob-
Los mamíferos deben su éxito a ciertas tendencias evolu- serva una considerable reducción del número de huesos
tivas que les han permitido ser muy competitivos. La ca- (con respecto a los antiguos saurios), pero muestran una
Pablo Vargas 419
mayor cavidad encefálica. No obstante, los huesos marti- senta los grupos más antiguos (monotremas y marsupia-
llo y yunque del oído medio son propios de los mamíferos, les), cinco órdenes y 18 familias de marsupiales endémi-
mientras que el estribo estaba ya presente en los tetrápo- cos, el número de órdenes y familias es comparativamente
dos. La presencia de una mandíbula constituida única- bajo, ya que hay pocos placentarios terrestres nativos (Fig.
mente por el hueso dentario sirve para identificar un fósil 5). Por el contrario, hay una distribución más o menos
de vertebrado como mamífero o no. De hecho, en este equilibrada de grandes grupos de placentarios en los otros
punto evolutivo los huesos intermediarios entre la mandí- cuatro continentes. La Región Neártica (Norteamérica) al-
bula y el cráneo presentes en otros tetrápodos pasan a for- berga 10 órdenes, pero tan sólo dos familias endémicas. La
mar parte del oído en los mamíferos. Los tejidos Región Neotropical (Centroamérica y Sudamérica) tiene
tegumentarios próximos al hueso dentario dan origen a la 12 órdenes, de los cuales tres y 22 familias son endémicos.
dentición, que se fue especializando según la dieta y otras La Región Paleártica (Europa, gran parte de Asia y norte
funciones, hasta el punto de llegar a estructuras como los de África) es sin duda la más extensa y tiene 14 órdenes,
caninos de los tigres dientes de sable o los colmillos de pero sólo dos familias endémicas. La Región Etiópica
los elefantes. (casi toda África, Madagascar y Arabia) es mucho más
Sin embargo, el suceso de mayor importancia evolu- rica, no tanto por el número de órdenes (15) sino por la
tiva ocurrido en los mamíferos es la aparición de la elevada endemicidad mostrada por dos órdenes y 17 fa-
placenta. Si bien no hay duda de su carácter único (sina- milias (Fig. 6). Por último, la Región Oriental (sureste
pomórfico) en este grupo de vertebrados, los dos tipos de asiático e islas próximas) alberga 13 órdenes nativos (dos
placenta no parecen tener un único origen. En concreto, endémicos) y cinco familias endémicas. Sin lugar a dudas,
las placentas epiteliocorial (superficial) y hemocorial las cuatro últimas glaciaciones han determinado la distri-
(íntima) han aparecido y desaparecido muchas veces a lo bución de los mamíferos, particularmente en las regiones
largo de la historia evolutiva de los mamíferos. Si se su- Neártica y Paleártica.
pone una placenta ancestral de tipo epiteliocorial, ya que Esta estructuración geográfica de linajes apoya bioló-
está presente en los marsupiales, entonces se produjo un gicamente la deriva de placas; se produjo una profunda di-
cambio a placenta hemocorial en los linajes más basales de versificación de los mamíferos a partir de un antepasado
los placentarios, para después aparecer una placenta epi- común de los placentarios distribuido por el superconti-
teliocorial en grupos independientes como los lemurifor- nente Pangea, territorio que empezó a fragmentarse du-
mes (lemures) y los topos de América del Norte rante el jurásico. La filogenia de los grupos de órdenes
(Scalopus), o en el amplio grupo que comprende a los ce- taxonómicos coincide, con pequeñas excepciones, con una
táceos, los hipopótamos, los rumiantes, los cerdos y los divergencia de linajes propios de cada uno de los cuatro
perisodáctilos. Por tanto, se trata de una convergencia (pa- principales continentes. Primeramente, en el cretácico se
ralelismo) que se ha producido al menos tres veces en la separaron los mamíferos Boreoeutheria (Laurasiatheria +
evolución de los mamíferos. Se interpreta que ha habido Euarchontoglires) en Laurasia y los mamíferos Atlanto-
una fuerte tendencia evolutiva hacia la aparición de una genata (Afrotheria + Xenarthra) en Gondwana (aunque
placenta epiteliocorial secundaria más eficiente. En con- véase Árbol de Mamíferos). A finales del cretácico hubo
creto, el contacto entre el epitelio del útero y el trofo- una posterior separación de continentes y de grupos de
blasto sigue siendo de tipo primario; sin embargo, este mamíferos en Laurasia con Laurasiatheria (Eurasia) y
estado no va seguido por una fase invasiva y, por tanto, es Euarchontoglires (Norte América). En el hemisferio sur
más superficial. El hecho de que no sea un contacto tan se produjo una separación paralela con Xenarthra (Sud-
íntimo como en la placenta hemocorial da una mayor efi- américa) y Afrotheria (África). Análisis filogenómicos
ciencia a la función alimenticia de la placenta. más recientes sugieren una separación simultánea de Bo-
Otras tendencias evolutivas de importancia que se de- reoeutheria, Xenarthra y Afrotheria hace unos 120 millo-
ducen por las relaciones de parentesco de los monotremas, nes de años, para después separarse Boreoeutheria en
los marsupiales y los placentarios son las siguientes: el Laurasiatheria y Euarchontoglires unos millones de años
parto de crías cada vez más formadas, los orificios diges- más tarde.
tivo y urogenital bien separados, y las costillas cada vez Se han documentado pequeñas, pero interesantes, ex-
más restringidas a la región torácica. cepciones a este patrón de vicarianza generalizado. Por
ejemplo, un aislamiento geográfico predominante se ha
Biogeografía y biodiversidad producido en las musarañas (Crocidura), con especies
distribuidas fundamentalmente en Europa y Asia, frente
Muchos biogeógrafos de mamíferos consideran que la al grupo de las especies africanas. Se ha propuesto que
mayor parte de los organismos terrestres de cierto tamaño Asia ha sido colonizada en varias ocasiones de forma in-
se mantienen en los territorios donde se originaron. Esto dependiente desde el oeste en los últimos 7 millones de
ha sido cierto en especial para los grandes grupos de ma- años, aprovechando la proximidad entre los tres conti-
míferos, que se distribuyen principalmente en continentes nentes. Asimismo, los efectos de las últimas glaciacio-
concretos. En la Tabla 1 se muestra la principal distribu- nes, particularmente la más importante hace unos 12 000
ción de los 28 órdenes. Aunque la Región Australiana pre- años, ha forzado a algunas especies a dispersarse con ra-
420 Cap. 41, Mamíferos
pidez. Por ejemplo, la amplia distribución de algunas es- posteriores periodos geológicos en casi todos los grupos
pecies que conectan las regiones Neártica y Paleártica, más importantes de mamíferos. Un ejemplo entre los mar-
tales como el lobo (Canis lupus) o el oso pardo (Ursus supiales lo constituyen las zarigüeyas americanas (marsu-
arctos), se interpreta como conexiones terrestres muy re- piales), que se diversificaron en más de 40 especies
cientes tras las últimas glaciaciones. Algunos linajes de adaptadas a distintos medios ecológicos de Centroamérica
mamíferos terrestres han conseguido salvar las barreras desde el oligoceno. Los cetáceos (ballenas, delfines) expe-
marinas por dispersiones a larga distancia que siguen rimentaron una radiación hace 55-37 millones de años (eo-
siendo un misterio. De hecho, la colonización de mamí- ceno), cuando se formaron seis familias taxonómicas y se
feros terrestres en las islas oceánicas es muy infrecuente. fijó el plan corporal que se observa hoy día. La diferencia-
La musaraña canaria (Crocidura canariensis) fue descu- ción de las más de 1000 especies de murciélagos en los
bierta en 1984 y se ha propuesto que su presencia en me- últimos 60 millones de años indica un claro éxito en la
dios semidesiertos se debe a una dispersión reciente a conquista del medio aéreo por los mamíferos. En perio-
larga distancia desde África hasta alcanzar las islas occi- dos mucho más recientes (<7 millones de años), las musa-
dentales de Canarias. El récord en dispersión a larga dis- rañas del Viejo Mundo del género Crocidura se
tancia lo constituye un grupo de ocho especies de ratas diferenciaron en más de 50 especies, lo que supone uno
del arroz (géneros Oryzomys, Nesoryzomis, Megaory- de los géneros de mamíferos con más especies vivas.
zomys) endémicas en las islas Galápagos, cuyo antepa- Los mecanismos para semejante éxito evolutivo están
sado tuvo que superar una distancia de casi 1000 km relacionados con las características de los genomas, la ad-
desde el continente más próximo, que está en el sur de quisición de la placenta y la capacidad de cambio evolutivo
América (véase cap. 46, Evolución en islas). cuando las condiciones ambientales varían. Para los ma-
míferos, como para muchos otros grupos de organismos,
la acumulación de cambios genéticos en dos poblaciones
Diferenciación y especiación
aisladas puede resultar en el aislamiento genético de dos o
La diferenciación de los mamíferos en especies es cierta- mas especies. Los autores que defienden este concepto ge-
mente impresionante, aunque menor que en otros grupos nético de especie prosiguen con el argumento de que el
de vertebrados como las aves (c. 10 000 especies). El re- punto clave es la cantidad de tiempo necesario para que se
gistro fósil ofrece una gran acumulación de huesos de ma- acumulen suficientes cambios genéticos. Algunos autores
míferos desde el principio del terciario. Una de las curiosamente afinan un poco más después de realizar cál-
extinciones masivas más importantes de todos los tiem- culos estadísticos. Se ha propusto que cuando las secuen-
pos (cretácico) fue paradójicamente un aliado que permi- cias del citocromo b exceden un 5% entre dos grupos
tió la expansión de los mamíferos al sobrevivir algunos de monofiléticos de poblaciones se puede medir un evento de
sus linajes, para después iniciar procesos de radiación especiación en mamíferos; no quiere decir que este gen
adaptativa. Este desencadenamiento de un activo proceso tenga efecto directo en la especiación, sino que sirve de in-
de divergencia y especiación ecológica en un corto lapso dicador evolutivo. Se argumenta que no siempre el cam-
de tiempo (radiación adaptativa) también se produjo en bio genético va acompañado de cambio morfológico, por
A B
Figura 5. Los walabíes (Macropus parma, izquierda) y el koala (Phascolarctos cinereus, derecha) pertenecen al mismo orden de mar-
supiales (Diprotodontia).
Pablo Vargas 421
Tabla 1. Propuesta taxonómica más reciente a nivel supragenérico de 134 familias y 28 órdenes que circunscriben las 5200 especies vivasde
mamíferos (véase la correspondencia con el Árbol de Mamíferos). Se indica la distribución geográfica de grupos superiores cuando es restringida.
Subclase Prototheria Familia Castoridae (verdaderos castores)
Familia Geomyidae (tuzas, taltuzas, gophers)
Orden Monotremata (Australia, Nueva Guinea)
Familia Heteromyidae (ratas canguro)
Familia Tachyglossidae (equidnas)
Familia Dipodidae (jerbillos)
Familia Ornithorhynchidae (ornitorrinco)
Familia Muridae (ratas, ratones, topillos)
Subclase Theria Familia Anomaluridae (falsas ardillas voladoras)
Infraclase Metatheria (marsupiales) Familia Pedetidae (liebre de El Cabo)
Orden Didelphimorphia (América) Familia Ctenodactylidae (gundis)
Familia Didelphidae (zarigüellas) Familia Gliridae (lirones)
Orden Paucituberculata (América) Familia Bathyergidae (ratas topo)
Familia Caenolestidae (ratones runchos, zarigüella-mu- Familia Hystricidae (puercoespines del Viejo Mundo)
saraña, paucituberculados) Familia Petromuridae (rata dassie)
Orden Microbiotheria (América) Familia Thryonomyidae (ratas de cañaveral)
Familia Microbiotheriidae (monito del monte) Familia Erethizontidae (puercoespines del Nuevo
Orden Diprotodontia (Australasia) Mundo)
Familia Phascolarctidae (koalas) Familia Chinchillidae (chinchillas, vizcachas)
Familia Vombatidae (wombats) Familia Dinomyidae (pacaranas)
Familia Phalangeridae (cuscuses y los opósumes cola de Familia Caviidae (conejillos de indias)
cepillo) Familia Hydrochaeridae (capibaras)
Familia Potoroidae (betongs, potoroos y ratas-canguro) Familia Dasyproctidae (agutíes)
Familia Macropodidae (canguros y walabíes) Familia Agoutidae (pacas)
Familia Burramyidae (opósumes pigmeos) Familia Ctenomyidae (tuco-tucos)
Familia Pseudocheiridae (zarigüellas de cola anillada) Familia Octodontidae (degúes)
Familia Petauridae (opósumes y planeadores marsupia- Familia Abrocomidae (ratas chinchilla)
les) Familia Echimyidae (ratas espinosas, punaré, torós)
Familia Tarsipedidae (opósum de la miel) Familia Capromyidae (jutias)
Familia Acrobatidae (acróbata pigmeo y opósum de Familia Myocastoridae (coipo)
cola plumosa) Orden Scandentia (Asia)
Orden Peramelemorphia (Australia y Nueva Guinea) Familia Tupaiidae (tupayas, ardillas bambú)
Familia Peramelidae (bandicutes) Orden Dermoptera (Asia suroriental)
Familia Peroryctidae (bandicutes espinosos) Familia Cynocephalidae (colugos, ‘lemures voladores’)
Orden Dasyuromorphia (Australia) Orden Primates
Familia Thylacinidae (tigre de Tasmania †) Familia Daubentoniidae (aye-aye)
Familia Myrmecobiidae (numbat) Familia Lemuridae (verdaderos lemures)
Familia Dasyuridae (diablo de Tasmania, gatos marsu- Familia Lepilemuridae (lepilemures)
piales, ratones marsupiales, ratas marsupiales) Familia Galagidae (gálagos)
Orden Notoryctemorphia (Australia) Familia Lorisidae (lorís)
Familia Notoryctidae (topos marsupiales) Familia Cheirogaleidae (lemures enanos, lemures ratones)
Infraclase Eutheria (placentarios) Familia Indriidae (lemures de cola anillada, lemures lano-
Orden Macroscelidea (África) sos)
Familia Macroscelididae (musarañas elefante) Familia Tarsiidae (tarseros, monos fantasma)
Orden Afrosoricida (África) Familia Cercopithecidae (monos del Viejo Mundo)
Familia Tenrecidae (tenrec) Familia Hominidae (homínidos)
Familia Chrysochloridae (topo dorado) Familia Hylobatidae (gibones)
Orden Tubulidentata (África) Familia Callitrichidae (titíes, tamarinos)
Familia Orycteropodidae (cerdos hormigueros) Familia Cebidae (marmosetas, monos capuchinos)
Orden Hyracoidea (África) Orden Soricomorpha
Familia Procaviidae (damanes) Familia Soricidae (musarañas)
Orden Sirenia Familia Talpidae (topos, desmanes)
Familia Dugongidae (dugones) Familia Solenodontidae (almiquíes, solenodontes)
Familia Trichechidae (manatíes) Orden Erinaceomorpha (Europa, Asia, África)
Orden Proboscidea (África, Asia) Familia Erinaceidae (erizos)
Familia Elephantidae (elefantes) Orden Cetacea
Orden Xenarthra (América) Familia Balaenopteridae (rorcual azul, yubarta)
Familia Bradypodidae (perezoso de tres dedos) Familia Eschrichtiidae (ballena gris)
Familia Megalonychidae (perezoso de dos dedos) Familia Balaenidae (ballenas francas y de Groenlandia)
Familia Dasypodidae (armadillos) Familia Neobalaenidae (ballena pigmea)
Familia Myrmecophagidae (oso hormiguero) Familia Physeteridae (cachalotes)
Orden Lagomorpha Familia Ziphiidae (zifios)
Familia Ochotonidae (pikas) Familia Platanistidae (delfines del Ganges e Indo)
Familia Leporidae (conejos, liebres) Familia Delphinidae (delfines)
Orden Rodentia Familia Monodontidae (narval, beluga)
Familia Aplodontiidae (castor de montaña) Familia Phocoenidae (marsopas)
Familia Sciuridae (ardillas) Orden Artiodactyla
(Continúa en la página siguiente)
422 Cap. 41, Mamíferos
Tabla 1. (Continuación)
Familia Suidae (cerdos, jabalíes) Familia Equidae (asnos, cebras)
Familia Tayassuidae (pecaris, chanchos) Familia Tapiridae (tapires)
Familia Hippopotamidae (hipopótamos) Familia Rhinocerotidae (rinocerontes)
Familia Camelidae (camellos, llamas) Orden Chiroptera
Familia Tragulidae (ciervos ratón) Familia Pteropodidae (zorros voladores, murciélagos de
Familia Giraffidae (jirafa, okapi) la fruta)
Familia Moschidae (ciervos almizcleros) Familia Emballonuridae (murciélagos)
Familia Cervidae (ciervos, venados) Familia Craseonycteridae (murciélago abejorro)
Familia Antilocapridae (berrendos) Familia Rhinopomatidae (murciélago cola de ratón)
Familia Bovidae (cabras, antílopes) Familia Nycteridae (murciélagos de rostro hendido)
Orden Pholidota (África, Asia)
Familia Megadermatidae (falsos vampiros)
Familia Manidae (pangolines)
Familia Rhinolophidae (murciélagos de herradura)
Orden Carnivora
Familia Phyllostomidae (murciélagos nariz de hoja)
Familia Felidae (gatos, linces)
Familia Viverridae (ginetas, civetas) Familia Mormoopidae (murciélagos lomo pelón, mur-
Familia Herpestidae (mangostas, meloncillos) ciélagos bigotudos)
Familia Hyaenidae (hienas, lobo de tierra) Familia Noctilionidae (murciélagos pescadores)
Familia Canidae (lobos, zorros) Familia Mystacinidae (murciélagos de cola corta)
Familia Ursidae (osos) Familia Molossidae (murciélagos rabudos)
Familia Otariidae (lobos marinos, leones marinos) Familia Myzopodidae (murciélagos chupones)
Familia Phocidae (focas, elefantes marinos) Familia Thyropteridae (murciélagos de ventosas)
Familia Odobenidae (morsa) Familia Furipteridae (murciélago ahumado, murciélago
Familia Mustelidae (nutrias, martas) sin pulgar)
Familia Procyonidae (mapaches, coatíes) Familia Natalidae (murciélagos orejudos)
Orden Perissodactyla Familia Vespertilionidae (murciélagos ratoneros)
lo que en estos casos los taxónomos no pueden observar descritas y añadidas a las 5200 especies que se reconocen
que se ha producido una nueva especie. Estas especies de en la actualidad. Por tanto, la separación genética entre po-
difícil detección morfológica se llaman criptoespecies. Está blaciones sería la fuerza de la especiación, ya sea obser-
claro que este reconocimiento entra en conflicto con la ta- vada morfológicamente por el ser humano (taxónomos) o
xonomía tradicional de los mamíferos. Se ha calculado que no. Este concepto genético de especie se contrapone al con-
más de 2000 criptoespecies de mamíferos tendrían que ser cepto biológico que ha imperado durante la mayor parte
del siglo XX para los vertebrados, según el cual el aisla-
miento predominante sería reproductivo.
En contra de lo que muchos biólogos piensan, los ma-
míferos también hibridan. No sólo en cuanto a los casos
anecdóticos ya clásicos de los híbridos entre caballos y
burros (mulos) o entre tigres y leones (tigrones), que ade-
más son estériles. Hay que tener en cuenta que hasta que
no se interrumpa la hibridación entre poblaciones, el pro-
ceso de especiación es más difícil de alcanzar. ¿Pero cómo Principales cuestiones pendientes
pueden detectarse estos procesos en el árbol evolutivo de
los mamíferos? Si se tiene en cuenta que los mecanismos • ¿Es el grupo Xenarthra (armadillos, perezosos, osos
que actúan en el presente también también pueden haber hormigueros) hermano de Afrotheria o Boreotheria?
actuado en el pasado, se puede llegar a entender algunos • ¿Comparten las ballenas un antepasado más reciente co-
conflictos filogenéticos. Muchos autores empiezan a vis- mún con los hipopótamos?
lumbrar una imposible resolución de las relaciones entre • ¿Cuál es el pariente vivo más próximo de los elefantes?
los tres grandes clados de placentarios (Afrotheria, Xe-
narthra y Boreotheria), aunque se siga ampliando aún más
el muestreo de genes y especies. Ya se han alcanzado más Bibliografía básica
de 30 megabases para la reconstrucción filogenómica de
– Benton, M.J. y Harper, D.A.T. 2009. Introduction to Paleobiology and
los mamíferos. Sin embargo, las relaciones de parentesco the Fossil Record. Wiley-Blackwell, Oxford, Reino Unido.
entre los tres clados siguen sin resolverse. Esto se ha inter-
– Hallström, B.M. y Janke, A. 2008. Resolution among major placen-
pretado como una irresolución de carácter biológico, más tal mammal interordinal relationships with genome data imply that spe-
que como una falta de caracteres moleculares con señal ciation influenced their earliest radiations. BMC Evolutionary Biology
filogenética. En concreto, se interpreta que en un grupo 8: e162.
de placentarios primitivos ocurrió un rápido proceso de – Kemp, T. S. 2005. The Origin and Evolution of Mammals. Oxford Uni-
especiación en 2-4 millones de años. Especies incipientes versity Press, Oxford, Reino Unido.
sin importantes barreras genéticas podrían haber conti- – Murphy, W.J. y Eizirik, E. 2009. Placental mammals (Eutheria). In
nuado hibridando durante este corto tiempo (hace unos Hedges, S.B. y Kumar, S. 2009. The timetree of life. Oxford Univer-
sity Press, Oxford, Reino Unido.
100 millones de años) sin conseguir aislarse genética-
mente, lo que dificulta la reconstrucción de un proceso – Rose, K. D. 2006. The beginning of the Age of Mammals. The Johns
Hopkins University Press, Baltimore, Maryland, USA.
cladogenético a niveles profundos de los placentarios.
Amphisbaenidae 1
Trogonophidae
Bipedidae Amphisbaenia
Blanidae (culebrillas ciegas)
Cadeidae
Rhineuridae
Lacertidae (lagartos, lagartijas) 1
Gymnophthalmidae
Teiidae 2
Xenosauridae
Helodermatidae (monstruo de Gila)
Anguidae (luciones) 2
Anniellidae
Diploglossidae
Shinisauridae (lagarto cocodrilo chino)
Lanthanotidae (lagarto monitor sin orejas)
Varanidae (varanos, dragón de Komodo) 3
Iguanidae (iguanas) 3
Chamaeleonidae (camaleones) Iguania
Agamidae (agamas, lagartos de fuego)
Elapidae (cobras, serpientes corales)
Lamprophiidae
Pseudoxenodontidae
Dipsadidae 4
Colubridae (culebras, serpientes) 4
Natricidae (culebras de agua, culebras terrestres)
Homalopsidae
Viperidae (víboras)
Pareatidae
Xenodermatidae
Acrochordidae
Bolyeriidae (boas de Round island) 5
Xenophidiidae
Uropeltidae
Cylindrophiidae
Anomochilidae
Boidae (boas constrictiras, anacondas)
Calabariidae
Xenopeltidae
Pythonidae (pitones) 6
Loxocemidae
Aniliidae
Tropidophiidae (boas enanas)
Anomalepididae
Leptotyphlopidae
Typhlopidae
Xantusiidae (lagartos nocturnos)
Cordylidae 7
Gerrhosauridae (lagartos plateados)
c.240 Ma Scincidae (eslizones) 5
Phyllodactylidae
Gekkonidae (cuijas, salamanquesas) 6
Sphaerodactylidae
Eublepharidae
Pygopodidae 8
Carphodactylidae
Diplodactylidae
Dibamidae
39 Sphenodontidae (tuátaras) 7
Gavialidae (gaviales)
c.150 Ma Crocodylidae (cocodrilos) 8
Alligatoridae (aligátores, caimanes) 9
43 Aves 9
c.270 Ma Chelidae
Pelomedusidae
Trionychidae (tortugas de caparazón blanco)
Carettochelyidae (tortuga de concha blanda de Papúa)
Chelydridae (tortugas mordedoras)
Cheloniidae (tortugas marinas)
Dermochelidae (tortuga laud) 10
Dermatemydidae (tortuga blanca)
Kinosternidae (tortugas de ciénaga)
Platysternidae (tortuga macrocéfala)
Emydidae (tortuga pintada, galápago europeo)
Geoemydidae (galápago leproso, tortuga de bosque) 10
Testudinidae (tortugas terrestres)
Árbol de Saurópsidos donde se muestran las relaciones filogenéticas de las familias taxonómicas de los antiguos “reptiles”
(no en aves). Las ramas con líneas gruesas indican clados robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número
en círculos verdes indica el capítulo donde se une la rama. Los círculos naranjas marcan los principales nodos y las edades de los
mismos. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Saurópsidos
Salvador Carranza
42
Resumen: Los resultados de las filogenias de los saurópsidos (aves, cocodrilos, tortugas, tuataras y escamosos) basadas en
secuencias nucleotídicas han cambiado en gran medida las clasificaciones previas basadas en caracteres morfológicos. Los nue-
vos resultados filogenéticos indican que los “reptiles” no constituyen un grupo natural, como ya indicaban antiguos análisis cla-
dísticos con caracteres morfológicos. Además, apoyan que las tortugas no son un grupo de saurópsidos basales, sino que es-
tán más relacionadas con Archosauria (aves y cocodrilos). Dentro de los escamosos, los iguánidos no ocupan una posición basal,
sino que se agrupan, junto con anguimorfos y serpientes, en un clado denominado Toxicofera. Estudios recientes han demos-
trado que todos los integrantes de este clado analizados hasta el momento poseen toxinas venenosas, lo que demuestra que
el sistema de veneno de los saurópsidos se originó de forma única hace aproximadamente 200 millones de años. Las nuevas
relaciones filogenéticas también obligan a reinterpretar toda una serie de caracteres que se habían considerado claves en la evo-
lución de los escamosos, como por ejemplo la utilización de la lengua o las mandíbulas en la alimentación, y que habían llevado
a la definición del clado “Scleroglossa”. En este capítulo se resumen de las relaciones evolutivas y la clasificación de los sauróp-
sidos a la luz de las nuevas hipótesis filogenéticas. Este ejercicio ayuda a entender mejor un grupo de vertebrados fascinante,
que consta de unas 268 familias, unos 2870 géneros y más de 16 850 especies repartidas por los cinco continentes y que han
conquistado los medios acuático, aéreo y, sobre todo, terrestre.
Summary: The results of the recent phylogenetic analyses of sauropsids (birds, crocodiles, turtles, tuataras and esquamates) based
on DNA sequences have changed drastically the previous classifications based on morphological characters. The new phylogenetic
hypotheses indicate that turtles are closely related to Archosauria (birds and crocodiles) instead of being the most basal sauropsid
as had been suggested by morphology. Within esquamates, the iguanids are not basal but instead they form a monophyletic group
together with anguimorphs and snakes named Toxicofera. Recent studies have reported the presence of venom toxins in all the
members of this group, demonstrating a single early (200 million years ago) origin of the venom system in esquamates. The new
phylogenetic relationships also show that the clade “Scleroglossa” is paraphyletic. Therefore, similarities in tongue morphology and
prey-prehension technique between iguanians and tuataras are probably the result of homoplasy. In this chapter, I review the
evolutionary relationships and classification of sauropsids in the light of the new phylogenetic hypothesis. The sauropsids are a
fascinating vertebrate group, which contains approximately 268 families, 2,870 genera and more than 16,850 species that are
found in all five continents and that have conquered the terrestrial, marine and aerial environments.
L
os saurópsidos incluyen actualmente un número termo) y porque muchas especies poseen veneno. Por
cercano a las 16 850 especies, lo que corresponde ejemplo, las serpientes causan cada año más de un millón
al 79% de todos los amniotas actuales. Su enorme de envenenamientos graves por mordeduras, de los cua-
diversidad ecológica, morfológica, etológica y fisiológica les más de 100 000 son mortales. Esto genera serios pro-
les ha permitido conquistar los medios terrestre, aéreo y blemas de salud pública en algunas zonas concretas de
acuático, y distribuirse ampliamente por los cinco conti- Sudamérica, el Sudeste Asiático, India y África.
nentes. Además, uno de los grupos de saurópsidos que se Los saurópsidos actuales constan de cinco grupos prin-
tratan específicamente en otro capítulo, las aves, tienen cipales:
una gran importancia económica. En general, y con la 1. Las tortugas o quelonios, pertenecientes al orden Chelo-
única excepción de las aves, la mayor parte de los grupos nia, incluyen aproximadamente 307 especies. Son uno
de saurópsidos nunca han gozado de una gran aceptación de los grupos de saurópsidos más fáciles de reconocer
social debido a su aspecto externo recubierto de escamas, debido a que todos sus representantes poseen un capara-
su tacto más bien frío (por su metabolismo poiquilo- zón formado por dos piezas, el plastron ventral y el es-
425
426 Cap. 42, Saurópsidos
¿Qué es un saurópsido?
Cualquier saurópsido (del latín saurus [lagarto] y opsido [de aspecto]) es un tetrápodo del linaje que apareció en el car-
bonífero (hace unos 300 millones de años) y que incluye los animales tradicionalmente clasificados como “reptiles” y
también las aves. Los saurópsidos actuales se caracterizan por poseer escamas o plumas. Este grupo fue muy diverso du-
rante el mesozoico, época en que aparecieron los dinosaurios, los pterosaurios (“reptiles” voladores) y los ictiosaurios
(“reptiles” marinos). Gran parte de la diversidad de los saurópsidos desapareció a consecuencia de la extinción masiva
ocurrida en el cretácico-terciario, hace 65 millones de años.
Tabla 1. Nueva clasificación de los escamosos basada en los resultados filogenéticos más robustos.
Clasificación de Estes et al. (1998) Clasificación de Vidal y Hedges (2005)
SQUAMATA SQUAMATA
Iguania Dibamia
Iguanidae Bifuracata
Acrodonta Gekkota
Agamidae Pygopodidae
Chamaeleonidae Carphodactylidae
“Scleroglossa” Diplodactylidae
Incerta sedis: Eublepharidae
Dibamidae Sphaerodactylidae
Amphisbaenia Gekkonidae
Serpentes Phyllodactylidae
Gekkonidae Unidentata
Autarchoglossa Scincoformata
Scincomorpha Scincidae
Lacertoidea Cordylidae
Xantusiidae Xantusiidae
“Lacertiformes” Episquamata
Lacertidae Toxicofera
Teioidea Serpentes
Teiidae Anguimorpha
Gymnophthalmidae Xenosauridae
Scincoidea Anguidae
Scincidae Helodermatidae
Cordylidae Varanidae
Anguimorpha Shinisauridae
Anguidae Iguania
Xenosauridae Iguanidae
Varanoidea Acrodonta
Helodermatidae Chamaeleonidae
Varanidae Agamidae
Laterata
Teiformata
Teiidae
Gymnophthalmidae
Lacertibaenia
Lacertiformata
Lacertidae
Amphisbaenia
Rhineuridae
Bipedidae
Trogonophidae
Amphisbaenidae
lingual sea un carácter ancestral de los escamosos. Las im- ción de las presas. Es decir, según este modelo, gracias al
plicaciones que tiene la reinterpretación de la evolución desarrollo de los sistemas de detección químicos, los
del sistema de alimentación de los escamosos van más allá “Scleroglossa” pudieron acceder a toda una serie de re-
de la mera reconstrucción de caracteres. El cambio de ali- cursos alimenticios que, en gran medida, fueron la causa
mentación del tipo lingual al tipo mandibular se había uti- de su gran diversificación en comparación con los iguáni-
lizado como un ejemplo de cómo la biodiversidad y la dos. Sin embargo, las nuevas relaciones evolutivas indican
ecología actuales de un grupo determinado de organismos que los iguánidos no representan un estadio ancestral de la
pueden estar influidas por un acontecimiento evolutivo evolución de los escamosos. Todo lo contrario, los iguá-
que ocurrió en el triásico-jurásico. Diversos autores, de- nidos son un linaje derivado muy rico en especies que
bido a la utilización de filogenias incorrectas, asumieron ha desarrollado secundariamente la habilidad de utilizar
que el éxito evolutivo de “Scleroglossa” (6000 especies) la lengua y señales visuales para la captura de presas de
respecto a su supuesto grupo hermano Iguania (Iguanidae, bajo contenido energético y con defensas químicas, como
Chamaeleonidae y Agamidae; 1400 especies) (Fig. 3) se por ejemplo hormigas, himenópteros y escarabajos. Cu-
debió a la liberación de la lengua de sus funciones de cap- riosamente, los otros grupos de escamosos que utilizan se-
tura y manipulación de los alimentos en los “Sclero- ñales químicas para detectar el alimento tienden a evitar
glossa”, lo cual permitió su especialización en la captación este tipo de presas, ya que tienen un alto contenido en al-
de señales químicas para la localización y la discrimina- caloides.
430 Cap. 42, Saurópsidos
Tendencias evolutivas
Los saurópsidos incluyen un grupo muy diverso de verte-
brados fósiles y actuales que varían en tamaño, desde di-
Figura 3. Los iguánidos son saurópsidos escamosos del nuevo minutos gecos hasta dinosaurios saurópodos, los animales
mundo. Esta familia comprende numerosas subfamilias y géne- terrestres más grandes que habitaron el planeta. Es por ello
ros, pero muy pocas de las especies dependen del mar para sub- que las tendencias evolutivas dentro de un grupo tan enor-
sistir. En la fotografía, iguana marina de las islas Galápagos memente diverso son muchas y muy diferentes depen-
(Amblyrhyncus cristatus), especie de comportamiento anfibio. diendo de los linajes. A continuación se citan algunos
ejemplos:
Se conocen tan sólo dos grupos de saurópsidos que han • A lo largo de la evolución de los saurópsidos puede ob-
desarrollado sistemas de inoculación de veneno: las ser- servarse una tendencia general hacia la disminución del
pientes avanzadas (clado Caenophidia) y los miembros de tamaño del cuerpo en la mayoría de órdenes, los cuales
la familia Helodermatidae. Por este motivo, siempre se tienen representantes extintos de mayores dimensiones.
había considerado que éstos habían adquirido dichos sis- • Durante más de 340 millones de años desde la aparición
temas en una época relativamente reciente y de forma in- de los primeros saurópsidos, diversos linajes han inva-
dependiente. Los nuevos resultados filogenéticos, cuyo dido repetidamente y de forma independiente el medio
resumen se presenta en el Árbol de Saurópsidos, ligados marino, lo que denota una clara tendencia evolutiva.
con un estudio en profundidad de los compuestos secreta- Con posterioridad a la gran extinción ocurrida al final
dos por las glándulas orales de los varánidos y los iguáni- del cretácico, la mayor parte de los grandes saurópsidos
dos, indican claramente que el origen del sistema de marinos desaparecieron y hoy día tan sólo subsisten al-
producción del veneno en los escamosos es único y mucho gunas especies de aves, tortugas, serpientes, cocodrilos
más antiguo de lo que se creía. Según la reconstrucción y una especie de iguana.
de caracteres, el antepasado del clado Toxicofera ya po- • Dentro de la gran radiación de los arcosaurios, algunos
seía nueve tipos de toxinas diferentes, a los cuales luego grupos han desarrollado plumas y pelos a partir de es-
se añadieron 16 tipos exclusivos de serpientes y dos tipos camas, lo que les ha permitido aislar el cuerpo del am-
exclusivos de helodermátidos. Esta nueva interpretación biente y desarrollar homeotermia. Se cree que esto po-
de la evolución de los sistemas de veneno en los escamo-
sos y el registro fósil indican que esta función apareció
hace unos 200 millones de años, aproximadamente unos
100 millones de años antes de lo que se había deducido
sobre la base en un origen independiente para los sistemas
de veneno de serpientes y helodermátidos. Los resultados
filogenéticos también indican que el origen único del ve-
neno en el ancestro de Toxicofera podría haber sido una de
las causas de la enorme diversificación de este clado que,
con aproximadamente 4600 especies, representa alrede-
dor del 58% del total de la diversidad de los escamosos.
La pérdida de las extremidades y la elongación del
cuerpo han permitido a muchos grupos de escamosos ex-
plotar ciertos nichos ecológicos de forma más eficiente
que aquellos que han conservado las extremidades. Los
análisis filogenéticos demuestran que la evolución de for-
mas serpentiformes en los escamosos ha ocurrido inde- Figura 4. El género Anolis es uno de los más prolíficos de los
pendientemente un mínimo de veinticinco veces. El saurópsidos. Tanta diferenciación morfológica y etológica se ha
estudio de la evolución de la forma serpentiforme indica explicado por procesos de radiación adaptativa, especialmente
que el aislamiento geográfico ha sido uno de los factores en el Caribe. En la fotografía, Anolis porcatus (Cuba).
Salvador Carranza 431
El género Chalcides Laurenti (1768) incluye aproximadamente 30 especies de escíndidos, la mayoría de las cuales se encuen-
tran en Marruecos y áreas colindantes, aunque cuatro de ellas están en el sur de Europa y algunas se extienden hacia el
este y llegan hasta Pakistán. La taxonomía de Chalcides siempre ha sido muy complicada porque incluye más de 12 especies
de forma serpentiforme que presentan modificaciones morfológicas similares, entre las que destacan un mayor número de
vértebras, la reducción de las extremidades y el menor número de dedos. Además, dependiendo del tipo de hábitat donde
viven, pueden tener el pabellón auditivo tapado y un morro en forma de cuña con el labio superior recubriendo el inferior
(hábitat arenoso), o bien un pabellón auditivo visible y un morro no modificado (hábitat de prados con mucha vegetación)
(Foto A). Las formas que viven en sitios arenosos suelen esconderse e incluso desplazarse por debajo de la arena, mien-
tras que las formas que viven en sitios con vegetación alta se han acostumbrado a desplazarse a gran velocidad entre las
hierbas. Como es de imaginar, cualquier filogenia inferida utilizando caracteres morfológicos tenderá a agrupar todas las
formas serpentiformes juntas y, dentro de éstas, a las que comparten un mismo hábitat. Es justamente en estos casos,
cuando los táxones muestran unas adaptaciones extremas al medio en que viven, que los datos moleculares son de mayor
utilidad. En este ejemplo, las filogenias moleculares indican que, contrariamente a lo que se podía imaginar, la forma ser-
pentiforme se ha originado un mínimo de cuatro veces en Chalcides (Foto B). Además, mientras que las formas que viven
en un hábitat arenoso se han originado independientemente un mínimo de cuatro veces (Foto C), todas las que han adqui-
rido una forma serpentiforme para desplazarse entre la vegetación constituyen un grupo monofilético y, por tanto, tienen
un origen único (Foto D). Es decir, en el caso de Chalcides, gracias a la filogenia molecular se han podido reconstruir las re-
laciones filogenéticas de un grupo muy difícil de abordar utilizando caracteres morfológicos, y a su vez se ha podido estu-
diar cómo se han originado y han evolucionado las diferentes formas en relación a su adaptación.
C. coeruleopunctatus
C. coeruleopunctatus
C. chalcides/vittatus
C. sphenopsiformis
C. pseudostriatus
C. m. trifasciatus
C. m. mionecton
C. mauritanicus
C. sexlineatus
C. boulengeri
C. polylepis /
C. montanus
C. sepsoides
C. parellelus
C. guentheri
C. bedriagai
C. viridanus
C. mertensi
C. ocellatus
C. minutus
C. minutus
C. manueli
C. simonyi
C. striatus
C. lanzai
C. colosii
cuerpo no alargado
cuerpo alargado (serpentiforme)
A B 0/1
reconstrucción equívoca
C. coeruleopunctatus
C. coeruleopunctatus
C. coeruleopunctatus
C. coeruleopunctatus
C. chalcides/vittatus
C. chalcides/vittatus
C. sphenopsiformis
C. sphenopsiformis
C. pseudostriatus
C. pseudostriatus
C. m. trifasciatus
C. m. mionecton
C. m. trifasciatus
C. mauritanicus
C. m. mionecton
C. mauritanicus
C. sexlineatus
C. boulengeri
C. sexlineatus
C. polylepis /
C. montanus
C. boulengeri
C. sepsoides
C. parellelus
C. guentheri
C. polylepis /
C. montanus
C. bedriagai
C. viridanus
C. sepsoides
C. parellelus
C. guentheri
C. mertensi
C. bedriagai
C. ocellatus
C. viridanus
C. mertensi
C. ocellatus
C. minutus
C. minutus
C. manueli
C. simonyi
C. minutus
C. minutus
C. manueli
C. striatus
C. simonyi
C. striatus
C. lanzai
C. colosii
C. lanzai
C. colosii
Ejemplo de la interpretación de filogenias para la reconstrucción de la evolución de la forma serpentiforme en los escíncidos del género
Chalcides. A: Descripción de las tres formas típicas de Chalcides. Arriba, ejemplo de especie (C. sphenopsiformis) adaptada a la vida
en hábitats arenosos, en el centro un ejemplo de una especie (C. striatus) adaptada a la vida en medios con vegetación elevada, y abajo
una especie (C. ocellatus) de la forma típica sin aumento del número de vértebras ni reducción del número de dedos y extremidades.
B: Reconstrucción del carácter elongación del cuerpo en Chalcides. C: Reconstrucción de aquellas especies que presentan adaptaciones
para desplazarse por debajo de la arena (nadador de arena). D: Evolución de aquellas especies que presentan adaptaciones para des-
plazarse entre la hierba alta (nadador de hierba).
432 Cap. 42, Saurópsidos
dría haber facilitado el vuelo en los dos únicos linajes sico, después de la separación de Pangea en Gondwana y
de saurópsidos voladores: pterosaurios y aves. Laurasia, y por tanto se esperaría observar más patrones
• Los escamosos presentan algunas tendencias evolutivas geográficos en sus distribuciones históricas. De todos
propias, como por ejemplo la tendencia (discutida en el modos, el hecho de que algunos grupos de saurópsidos se
apartado anterior) a perder las extremidades y adquirir dispersen muy bien complica enormemente cualquier in-
una forma serpentiforme. Del mismo modo, el vivipa- ferencia biogeográfica, en especial porque cada vez más
rismo es otro carácter que sólo se ha desarrollado en los se demuestra que los supuestos patrones vicariantes se
escamosos. El paso del oviparismo al viviparismo ha deben, en realidad, a fenómenos de dispersión. Por ejem-
ocurrido en más de cien ocasiones de forma indepen- plo, un estudio reciente sobre la biogeografía de los coco-
diente en este grupo de saurópsidos, y en todos los ca- drilos del género Cocodrylus demuestra que, tan sólo en
sos se ha pasado de una forma ovípara a una vivípara, este género, han ocurrido entre cinco y seis fenómenos
nunca al revés. de dispersión, dos o tres de ellos transoceánicos. Lo
mismo ocurre con los anfisbénidos, un grupo de escamo-
• La hibridación entre dos especies para producir una ter-
sos fosoriales que estudios recientes demostraron que
cera especie partenogenética es un mecanismo evolu-
atravesaron el Océano Atlántico independientemente en
tivo que se presenta en diversos grupos de escamosos.
dos ocasiones. Esto da una idea de la necesidad de un
Este fenómeno aumenta la diversidad específica y al
mayor conocimiento sobre las relaciones filogenéticas y
mismo tiempo la capacidad colonizadora de la nueva
las edades de los diferentes clados de los saurópsidos para
especie.
determinar su biogeografía.
Biogeografía y biodiversidad
Diferenciación y especiación
Cualquier discusión sobre la evolución y la diversifica-
ción de los escamosos conlleva inevitablemente cuestio- Estudios recientes que han utilizado métodos de análisis
nes relacionadas con centros de origen de los clados de diversificación de clados sobre la nueva filogenia ob-
principales, y con patrones y tiempos de colonización de tenida de los escamosos han arrojado luz sobre los proce-
las diferentes masas terrestres. Hasta hace poco, estas in- sos de especiación en este grupo. Estos resultados,
ferencias eran limitadas por la abundancia y la calidad del comparados con los de otro linaje, los pájaros paserifor-
registro fósil, especialmente para Gondwana, y por los mes, permiten tener una idea mucho más clara sobre los
problemas de identificación de los especímenes (sobre patrones que gobiernan el balance entre el origen y la ex-
todo para los táxones del triásico tardío y el jurásico). Es tinción de las especies en dos de los grupos con más espe-
más, se ha visto que la discusión sobre la biogeografía de cies de saurópsidos. En general, la especiación en los
los escamosos basada en el registro fósil está muy afec- escamosos y los paseriformes no parece relacionada con la
tada por el sesgo en el registro fósil hacia los continentes edad de los clados. Esto es comprensible porque el regis-
del hemisferio norte, lo cual dice más sobre la distribu- tro fósil indica que, en muchos casos, los grupos de sau-
ción geográfica de los paleontólogos que de los escamo- rópsidos no aumentan en número de especies a una tasa
sos. En cualquier caso, el hecho de que las hipótesis constante durante mucho tiempo, sino que normalmente
filogenéticas de este grupo hayan cambiado tanto en los crecen y luego sufren un declive y muchas de ellas acaban
últimos años, hace que cualquier intento de explicar la desapareciendo. Este caso es patente en el grupo hermano
biogeografía basándose en filogenias anteriores sea erró- de los escamosos, que proliferó extensamente durante el
neo. Las nuevas y robustas hipótesis filogenéticas, junto triásico pero que en la actualidad está constituido sólo por
con la disponibilidad de fechas aproximadas para la di- dos especies muy cercanas pertenecientes al género Sphe-
vergencia de la mayor parte de los clados principales de nodon. Otro aspecto considerado es que, tanto en los esca-
los escamosos, inferidas de los análisis moleculares, pro- mosos como en los paseriformes, sólo se han detectado
porcionan un mejor conocimiento sobre la biogeografía unos pocos clados con un gran número de especies (por
histórica de este grupo. Los nuevos datos filogenéticos ejemplo, el clado de serpientes Alethinophidia). Si este
indican que el triásico y el jurásico (entre 250 y 150 mi- hecho está relacionado con su distribución geográfica o
llones de años) fueron épocas muy importantes para la con la evolución de algún rasgo morfológico determinado
evolución y la diversificación de los escamosos. Por está todavía por investigar. Tampoco parece que el tamaño
ejemplo, la divergencia inicial entre los grandes grupos del clado esté relacionado con la filogenia, lo que indica-
(Dibamia/Bifurcata, Gekkota/Unidentata, Scincofor- ría que las tasas de diversificación no estarían relaciona-
mata/Episquamata) tuvo lugar mayoritariamente durante das con adaptaciones morfológicas que aparecieron en el
el triásico, en un tiempo en que todos los continentes es- origen de los escamosos o los paseriformes. Lo que sí pa-
taban juntos formando el supercontinente Pangea. Por rece estar muy relacionado es el tamaño del clado con el
consiguiente, no se debería esperar una gran influencia tamaño del área geográfica donde dicho clado ha diversi-
geográfica en la distribución ancestral de estos grupos. ficado. Asimismo, se ha visto que los grupos de zonas tro-
Sin embargo, la mayoría de los clados dentro de Episqua- picales incluyen más especies que los de zonas templadas.
mata contienen linajes que divergieron durante el jurá- Por otra parte, tanto en los escamosos como en los pase-
Salvador Carranza 433
riformes hay un gran número de clados (más de los espe- • ¿Por qué hay tantas especies de serpientes?
rables por el azar) que contienen un número excepcional- • ¿Cuáles son los principales patrones biogeográficos de
mente bajo de especies, aunque por ahora no se ha escamosos?
propuesto ninguna hipótesis que pueda explicar este fenó-
meno. Finalmente, parece ser que las tasas de especiación
y extinción en los escamosos y los paseriformes son muy Bibliografía básica
similares, e indican que la extinción ha sido un fenómeno – Benton, M.J. 2005. Vertebrate palaeontology. Blackwell Publishing,
muy frecuente en la historia evolutiva de los dos grupos Oxford, UK.
con más especies de saurópsidos. – Bonin, F., Devaux, B. y Dupré, A. 2006. Tortugas del mundo. Lynx
Editions, Barcelona, España.
Principales cuestiones pendientes – Greene, H. 1997. Snakes: the evolution of mystery in nature. Univer-
sity of California Press, California, USA.
• ¿Hasta qué punto las nuevas hipótesis sobre la filoge- – Pianka, E. y Vitt, L. 2003. Lizards: windows to the evolution of diver-
nia de escamosos van a mantenerse estables con la adi- sity. University of California Press, California, USA.
ción de nuevos táxones y secuencias? – Pough, F.H., Andrews, R.M., Cadle, J.E., Crump, M.L., Savitzky,
• ¿Cuál es la posición filogenética estable de las tortugas? A.H. y Wells, K.D. 2001. Herpetology. Prentice Hall, Upper Saddle Ri-
ver, New Jersey, USA.
• ¿La serpientes tienen un origen marino o terrestre?
Trochilidae (colibríes, hermitas) 1
Hemiprocnidae (vencejos arborícolas)
Apodidae (vencejos)
Aegothelidae
Podargidae
Nyctibiidae (urutaúes)
Steatornithidae (guácharos)
Caprimulgidae (chotacabras)
Eurypygidae (pavito de agua)
Rhynochetidae (kagúes)
Mesitornithidae 2
Podicipidae (zampullines, macáes)
Phoenicopteridae (flamencos) 1
Phaetonidae (rabijuncos)
Opisthocomidae (hoacín)
Pteroclididae (gangas)
Columbidae (palomas) 2
Todidae (cartacubas)
Momotidae (guardabarrancos)
Alcedinidae (martines pescadores) 3
Meropidae (abejarucos)
Coraciidae (carracas)
Brachypteraciidae
Bucconidae (bucos)
Galbulidae (yacamarás)
Indicatoridae (indicadores)
Picidae (picapinos, carpinteros) 3
Megalaimidae (barbudos asiáticos)
Ramphastidae (tucanes) 4
Bucerotidae (cálaos)
Rhinopomastidae
Upupidae (abubillas)
Trogonidae (trogones)
Coliidae (cólidos)
Strigidae (rapaces nocturnas)
Tytonidae (rapaces nocturnas)
Leptosomidae
Sagittariidae (secretarios)
Pandionidae (águila pescadora)
5
Accipitridae (rapaces diurnas) 4
Cathartidae (buitres Nuevo Mundo)
Falconidae (halcones)
Cariamidae (chuñas)
Passeridae (paseriformes)
Tyrannidae (gauchos, mosquiteros)
Cacatuidae (cacatúas)
Psittacidae (loros, papagayos)
Sulidae (alcatraces, piqueros) 5 6
Phalacrocoracidae (cormoranes) 6
Anhingidae (anhinga)
Fregatidae (fragatas)
Ciconiidae (cigüeñas)
Spheniscidae (pingüinos)
Ardeidae (garzas)
Theskiornithidae (ibis, espátulas)
Pelecanidae (pelícanos) 7
Scopidae (ave martillo) 7
Balaenicepidae
Hydrobatidae (paíños)
Pelecanoididae (potoyuncos)
Procellariidae (pardelas, petreles)
Diomedeidae (albatros) 8
Gaviidae (colimbos)
Rallidae (gallinetas, rascones)
Heliornithidae (ave de sol)
Psophiidae (tentes) 8
Gruidae (grullas)
Aramidae (caraú)
Musophagidae (turacos)
Cuculidae (cucos, correcaminos)
42 Otididae (avutardas, sisones)
Jacanidae (jacanas)
Turnicidae
Rynchopidae (rayadores)
Charadriidae (chorlitejos) 9
Anhimidae (aruco, cajá)
Anseranatidae (ganso urraca)
Anatidae (patos, gansos) 9
Phasianidae (faisanes, perdices)
Tetraonidae (urogallos, lagópodos)
Meleagrididae
Numididae (gallinas de Guinea)
Odontophoridae (codornices del Nuevo Mundo)
Cracidae (paujiles) 10
Megapodidae (megápodos)
Casuaridae (casuarios)
Dromaedidae (emú)
Rheidae (ñandúes)
Struthionidae (avestruz) PALEOGNATHAE
Apterygidae (kiwis) 10
Tinamidae (tinamúes, inambúes)
Árbol de Aves donde se muestran las relaciones filogenéticas de 91 familias taxonómicas. Las ramas con líneas gruesas indican cla-
dos robustos y las ramas con líneas finas clados poco apoyados. El número en círculo verde indica el capítulo donde se une la rama.
El círculo naranja marca el nodo más interno y su edad. Las fotografías representan grandes linajes (números en recuadros).
Aves
Per G. P. Ericson
43
Resumen: Este capítulo resume el estado actual del conocimiento sobre la diversificación y la evolución de las aves. Las nue-
vas investigaciones han proporcionado datos de dos disciplinas fundamentalmente diferentes, pero complementarias: los nu-
merosos fósiles mesozoicos de aves descubiertos recientemente (paleontología) y la riqueza de los análisis filogenéticos de las
aves vivientes a diferentes niveles taxonómicos (filogenia). Las aves evolucionaron a partir de dinosaurios terópodos, con los
que comparten algunos caracteres morfológicos. La temprana historia evolutiva del grupo (jurásico) está caracterizada por un
origen probablemente en Gondwana, por las extinciones de muchos clados principales al final del cretácico, y por un notable
resurgimiento de las aves tras la extinción de los demás dinosaurios (cretácico-terciario) y gracias a activos procesos de espe-
ciación y radiación a principios del terciario. En los últimos años se ha producido un mayor consenso sobre las relaciones en-
tre las aves vivientes a altos niveles taxonómicos, por lo menos tal como se deduce de los resultados basados en datos filoge-
néticos. Si bien ya a finales de los años 1990 se alcanzó un conocimiento general de los grupos más basales del árbol
filogenético (Palaeoagnathae, Galloanserae, Neoaves), las relaciones dentro de estos clados están siendo más difíciles de resol-
ver. No obstante, un número significativo de filogenias permiten ya reconstruir con confianza la historia evolutiva de muchos
grupos de aves.
Summary: The paper summarizes the current understanding of the diversification and evolution of birds. New insights into this
field have mainly come from two fundamentally different, but complementary sources of information: the many newly discovered
Mesozoic bird fossil (palaeontology) and the wealth of phylogenetic analyses of living birds at various taxonomic levels
(phylogenetics). The birds have evolved from theropod dinosaurs with which they share some morphological characters. The early
evolutionary history of the group is characterized by the extinctions of many major clades by the end of the Cretaceous, and by
several periods of radiations and speciation. Recent years have seen a growing consensus about the higher-level relationships
among living birds, at least as can be deduced from results based on phylogenetic data. Despite that the relationships among the
basal-most groups (Palaeoagnathae, Galloanserae, Neoaves) became understood already in the 1990’s, the phylogenetic
relationships at high taxonomic levels within these clades are more difficult to resolve. Nevertheless, a significant number of
phylogenies currently allow reconstructing the evolutionary history of many groups of birds.
L
as aves forman un grupo definido que en este capí- encontrado en 1861 en depósitos del jurásico tardío en
tulo se define como el clado menos inclusivo que Alemania (Solnhofen). Durante un largo periodo de
contiene a todas las aves vivas y a su antepasado tiempo, Archaeopteryx fue considerado el fósil más anti-
fósil Archaeopteryx con todos sus descendientes. Filoge- guo (60-70 millones de años) con relación a todas las aves
néticamente hablando, las aves son un grupo de dinosau- vivientes, si bien numerosos especímenes mesozoicos re-
rios terópodos; en concreto, los terópodos dromasaúridos colectados en las últimas décadas en China, Argentina,
son sus parientes más cercanos. Aunque las aves tienen España y otros lugares ocupan un registro intermedio.
numerosas sinapomorfías en comparación con otros ani- Todas las aves vivientes pertenecen a los neornites, grupo
males vivos, muchos de estos caracteres se encuentran del cual se han encontrado los fósiles más antiguos en el
también en los dinosaurios terópodos. Un ejemplo claro cretácico tardío. Las radiaciones (rápidas diversificacio-
son las plumas, que aparecieron también en varios dino- nes) más importantes de aves fósiles (no neornites) del
saurios carnívoros y que suponen un carácter ancestral mesozoico incluyen los géneros Confuciusornis y Enan-
(plesiomórfico) en las aves. De hecho, para las aves sólo tiornithes. Este último grupo fue especialmente im-
se han propuesto tres sinapomorfías, si bien la monofilia portante, ya que muestra numerosas adaptaciones y
del grupo nunca se ha cuestionado (Recuadro 1). aparecieron en diferentes hábitats de todo el mundo. A
El registro fósil de las aves es rico debido a la fre- pesar de la gran diversidad de los grupos más grandes du-
cuente preservación de su esqueleto en sedimentos geoló- rante el mesozoico, sólo los neornites sobrevivieron a las
gicos. El fósil más antiguo (Archaeopteryx litografica) fue extinciones masivas al final del cretácico. El registro fósil
435
436 Cap. 43, Aves
¿Qué es un ave?
Un ave (del latin avis [ave]) es un vertebrado, ovíparo, con sangre de temperatura constante, cuerpo recubierto de plumas,
dos patas, dos alas (normalmente aptas para el vuelo) y un pico sin dientes (excepto en ciertas aves extintas). Descienden
evolutivamente de los dinosaurios, junto con los cuales y con los cocodrilos actuales conforman, el grupo de los arcosau-
rios. A su vez, los arcosaurios, junto con las tortugas, las tuátaras y los escamosos (lagartos, serpientes, etc.), forman el
grupo de los saurópsidos (véase el Cap. 42, Saurópsidos). Las aves también se denominan ‘pájaros’ (del castellano antiguo
pássaro y a su vez del latín passer [gorrión, pardillo]), aunque esta palabra suele emplearse para aves de pequeño tamaño.
de los neornites aumenta considerablemente en el tercia- neral sobre las relaciones en rangos taxonómicos supe-
rio temprano en Laurasia, pero aún se discute si esto re- riores dentro de los órdenes. En los Galliformes, los aus-
fleja una verdadera radiación del grupo o bien se debe a un tralianos megápodos (Megapodiidae) forman un grupo
sesgo geográfico en las localidades de recolección. En hermano de los cosmopolitas faisanes, urogallos y pa-
cualquier caso, estimaciones paleontológicas, biogeográ- rientes próximos (Phasianidae en sentido amplio), y de
ficas y filogenéticas con relojes moleculares indican que los paujiles (Cracidae) neotropicales. En los Anserifor-
probablemente las aves surgieron en el jurásico y que los mes, el grupo de los neotropicales arucos, chajás y cha-
grandes linajes de las aves moraban en Gondwana y re- varrís (Anhimidae) es hermano de los cosmopolitas
surgieron con fuerza tras la extinción de los demás dino- patos, gansos y cisnes (Anatidae), y de los australianos
saurios (cretácico-terciario). gansos urraca (Anseranatidae).
Los análisis filogenéticos más recientes arrojan unos Si bien a finales de los años 1990 se alcanzó un cono-
resultados muy coherentes cuando se estudian datos mor- cimiento general de los grupos más basales del árbol filo-
fológicos y moleculares, mientras que otros resultados genético, las relaciones de las Neoaves a niveles más altos
no lo son tanto. De los análisis de datos moleculares han están siendo más difíciles de resolver. En los últimos años
resultado tres clados principales, que son ampliamente se han realizado numerosos intentos infructuosos con
congruentes con hipótesis históricas basadas en caracte- datos moleculares y de otros tipos. En 2004 se realizó y
res morfológicos. Un primer clado de neornites produjo publicó un descubrimiento de gran relevancia: la división
una primera diversificación en Paleognathae (rátidas e de Neoaves en Coronaves y Metaves. Este inesperado re-
inambúes) y Neognathae (demás aves) (véase Árbol de sultado fue cuestionado porque el estudio se basaba en una
Aves). Entre los paleoagnatos, los sudamericanos inam- sola región del DNA (el intrón 7 situado en el gen nuclear
búes (también llamados yutos, tinamúes, perdices sud- beta-fibrinógeno), y el apoyo estadístico para esta subdi-
americanas o en inglés tinamous), que tienen un aspecto visión era débil.
similar al de las perdices del Viejo Mundo, son un grupo En 2006, un estudio con cinco genes nucleares ya pro-
hermano de las rátidas (también llamadas aves corredo- porcionó la primera hipótesis filogenética bien fundamen-
ras, Rehiformes, Rheidae o en inglés ratites), que son tada para las relaciones basales de las Neoaves. Este
aves sin posibilidad de vuelo, como las avestruces, los estudio incluía representantes de todas las familias de Ne-
casuarios, los ñandúes, los emúes y los kiwis. Los neo- oaves; algunos órdenes muy bien estudiados, como los pa-
agnatos se dividen a su vez en dos grupos: uno formado seriformes y los limícolas, estaban representados por unas
por Galloanserae, con Galliformes (p. ej., faisanes, co- pocas familias para reducir el impacto del diferente ta-
dornices norteamericanas, o en inglés quails, y paujiles) maño muestral. A diferencia de lo que ocurría en anterio-
y Anseriformes (p. ej., patos, gansos, cisnes), y otro lla- res estudios de Neoaves, muchas divergencias basales
mado Neoaves que incluye al resto. Los Galloanserae (tempranas) estuvieron apoyadas. En concreto, se identi-
están relativamente bien estudiados y hay consenso ge- ficaron seis linajes principales:
1. Aves terrestres, con tres subclados: (i) rapaces accipítri-
Recuadro 1. Caracteres morfológicos únicos de las das diurnas, águilas pescadoras y secretarios; (ii) canario
aves. roller y parientes próximos, pájaros carpinteros, trogo-
nes, pájaros ratón y búhos; (iii) buitres del Nuevo Mundo.
1. Margen caudal del naris que aproximadamente alcanza 2. Aves terrestres, con dos subclados: (i) loros y paseri-
o supera el límite rostral de la fosa anterorbital. En formes; (ii) halcones y chuñas (también llamadas serie-
su condición primitiva, el margen caudal del naris va mas o pájaros serpentarios).
más allá del límite rostral de la fosa anterorbital.
3. Grupo de las aves acuáticas y semiacuáticas: pelícanos,
2. Escápula con un prominente acromion.
cormoranes, garzas, cigüeñas, grullas, rascones, colim-
3. Procesos postacetabulares de la pelvis puntiagudos y
bos, pingüinos, albatros, cucos, sisones.
someros en menos del 50% de la profundidad del la-
teral preacetabular del acetábulo. 4. Grupo de pájaros marinos y parientes próximos: gavio-
tas, araos, alcas, frailecillos, torillos.
Per Ericson 437
estudiadas con números de 2n = 74-86, mientras que la en la mayoría de los aspectos. En 1867 se propuso una
mayor parte del resto tienen 2n = 66-74. El cariotipo aviar primera división de las aves basada en la estructura pa-
tiene dos formas según el sexo del individuo (heterogamé- latal, cuando Thomas Huxley describió por primera vez
tico), con cromosomas sexuales Z/W en las hembras y Z/Z los caracteres de cuatro tipos palatales: dromaegnathous,
en los machos. No obstante, no se sabe exactamente si la aegithognathous, desmognathous y schizognathous. Más
determinación sexual está basada en el papel dominante del tarde se reconoció el valor de estos caracteres, pero se
cromosoma W de las hembras, o bien se trata de un meca- denominó paleoagnatos a las aves con el primer tipo (rá-
nismo de ‘dosis’; es decir, que el sexo de cada individuo tidas) y neoagnatos a las aves con los otros tres tipos. En
deba ser determinado por la proporción de Z cromosomas cualquier caso, esta división no ha sido universalmente
y autocromosomas. aceptada, y en particular se ha cuestionado la monofilia
de las rátidas (aves no voladoras del grupo del avestruz,
Resultados filogenéticos contrastados el ñandú, el casuario, el emú, el kiwi y los inambúes,
además de los extintos moas y pájaros elefante). Se sabe
con clasificaciones previas
que la falta de vuelo puede llevar a gigantismo y neote-
El conocimiento actual sobre sistemática de las aves es nia, y se supone que esto conlleva similitudes morfoló-
congruente con las hipótesis previas, ya que concuerda gicas de evolución convergente. Aunque la monofilia o
Las aves muestran una notable variabilidad morfológica, especialmente la relacionada con los caracteres directamente impli-
cados en la locomoción y la alimentación. Ejemplos de ello pueden encontrarse en la extraordinaria diversificación de adap-
taciones para obtener alimento observadas en los mieleros hawaiianos (véase Fig. 15, Cap. 46, Evolución en islas) y los
pinzones de Darwin (véase el recuadro Evolución de los pinzones de Galápagos). En estos casos, las similitudes morfológicas
pueden ser engañosas cuando se emplean para reconstruir relaciones filogenéticas. Los árboles filogenéticos ilustran dos hi-
pótesis sobre la evolución de los trepadores (Dendrocolaptinae) de Sudamérica. Nótense las notables diferencias de rela-
ciones de parentesco cuando se emplean caracteres moleculares (A) o caracteres morfológicos del músculo de la pata (B).
Los trepadores suben por los troncos de los árboles con distintas estrategias, por lo que un análisis basado en datos proce-
dentes de una estructura muy especializada, como es la musculatura de la pata, lleva aDrymornis a una posición de grupo her-
mano del resto de los trepadores. Los otros miembros de la familia no merodean tanto tiempo por el suelo como las
especies de Drymornis. Este hábito terrestre, a diferencia de las numerosas adaptaciones a la escalada de los demás trepado-
res, ha debido ser determinante para una reconstrucción filogenética errónea. Los datos de DNA indican queDrymornis es
un grupo derivado que ha perdido su hábito escalador, y por tanto los numerosos caracteres relacionados con la escalada.
El árbol basado en datos de DNA (A) también sitúa a los trepadores de pico pequeño en posición basal (en este caso ‘tran-
sicional’), lo que se ajusta mejor a los resultados que apuntan a que los trepadores son el grupo hermano de los horneros
Furnariinae, en inglés ovenbirds), que tienen pico fino.
Hipótesis filogenéticas para los trepadores de Sudamérica (Dendrocolaptinae) basadas en caracteres moleculares (A) y morfológicos del músculo de
la pata (B). En ambos casos se usaron los horneros (ovenbirds) como grupo externo.
Per Ericson 439
no de las rátidas no sirve para rechazar esto último, la Evolución de los caracteres
explicación más parsimoniosa supone una evolución
hacia la pérdida de vuelo en su antepasado común (véase Debido a las limitaciones impuestas por el vuelo, los ca-
Árbol de Aves). racteres anatómicos aviares son conservados y más bien
Los datos morfológicos y de otras fuentes publicados uniformes entre táxones. La escasa variación anatómica
en los últimos 50 años apoyan la monofilia de las gallifor- en las aves recientes se debe probablemente a cuellos de
mes y las anseriformes. No obstante, no ha habido pruebas botella morfológicos, incluso en sus inicios evolutivos. A
convincentes que apoyaran el clado Galloanserae hasta la pesar de que una radiación de las aves en el mesozoico
publicación de los análisis de DNA nuclear en las dos dé- produjo una gran diversidad morfológica, todas las aves
cadas a caballo entre el siglo pasado y este. actuales derivaron de un solo antepasado que debió vivir
En ornitología, la categoría taxonómica familia hace en el cretácico medio. La mayoría de las diferencias mor-
referencia principalmente a las aves cuyas relaciones de fológicas entre los grupos de aves vivientes se encuentran
parentesco más próximas son reconocibles con facilidad. en partes del cuerpo que están directamente relacionadas
Por ejemplo, todos los somormujos se ubican en la fami- con la alimentación y la locomoción.
lia Podicipedidae, todos los martines pescadores en Alce- En cuanto a la resolución final en seis linajes, tal y
dinidae, todos los pájaros carpinteros en Picidae, y así como se ha descrito anteriormente, queda claro que las
sucesivamente. Las familias de aves son, pues, fácilmente Neoaves ofrecen muchos ejemplos de evolución paralela
reconocibles, y además muchas de ellas han resultado ser en cuanto a adaptaciones a la locomoción y la alimenta-
grupos monofiléticos en los análisis más recientes, lo que ción. Algunas adaptaciones comunes pueden reconocerse
confirman previas clasificaciones. Sólo las familias del comparando las características ecomorfológicas de algu-
orden Passeriformes no resultan ser monofiléticas debido nos grupos de Coronaves y Metaves, por ejemplo entre
a la aparición extendida de una evolución convergente somormujos y zambullines, entre colibríes y suimangas,
dentro de este orden. A menudo, las clasificaciones de los o entre rabijuncos y alcatraces. Casos similares se pue-
paseriformes son objeto de cambios taxonómicos después den encontrar al comparar los grupos principales dentro
del análisis de los datos moleculares. del clado terrestre de las Coronaves. Por ejemplo, las dos
Mientras que las familias de aves forman con frecuen- radiaciones de “rapaces” diurnas pertenecen a linajes se-
cia grupos naturales, clasificarlas en categorías superio- parados dentro de las Coronaves: halcones frente a azo-
res, tales como órdenes, está siendo una tarea muy ardua. res, águilas, busardos y parientes próximos (“rapaces”
Esto está ocurriendo independientemente de los datos ana- diurnas). El grupo hermano a estos últimos es un pequeño
lizados. En 2006, la filogenia basada en secuencias del grupo de “rapaces” corredoras adaptadas a ambientes
DNA nuclear sugería relaciones filogenéticas diferentes abiertos (seriemas y secretarios) (véase Árbol de Aves).
de las reflejadas por las clasificaciones tradicionales. Entre
otras cosas, este análisis rechazó la monofilia de algunos Tendencias evolutivas
órdenes tales como “Pelecaniformes”, “Ciconiiformes”, En la escala geológica, las aves se beneficiaron amplia-
“Falconiformes”, “Gruiformes”, “Coraciiformes” y “Ca- mente de la extinción de los dinosaurios y los pterosau-
primulgiformes”. Tampoco la clasificación jerárquica de rios, con los que competían por el alimento. La radiación
las aves por encima del nivel de orden ha sido apoyada ro- de las aves según distintos nichos ecológicos, que habrían
bustamente (excepto la división paleoagnatos/neoagna- quedado disponibles tras su extinción en el cretácico-ter-
tos). Por tanto, no se puede hacer una comparación ciario, seguramente tuvo un marcado incremento durante
taxonómica relevante con los subgrupos de Neoaves suge- los primeros millones de años del paleoceno. Esto sería
ridos recientemente. cierto si algunos grupos hubieran estado presentes justo
Es de interés señalar que la clasificación de las aves antes del final del cretácico.
publicada por Charles Sibley y Jon Ahlquist en 1990 ha La alimentación basada en insectos está ampliamente
sido muy seguida, aunque se ha criticado severamente ya distribuida entre las aves y probablemente lo estuvo ini-
que se basa en el anticuado método de hibridación de cialmente en la dieta de muchos de los grupos (o de casi
DNA-DNA, de manera que los árboles construidos son todos). La mayoría de los especializados en comer semillas
cuestionables debido al análisis fenético por métodos pro- pertenecen a unos pocos linajes evolutivos. De hecho, los
fundamente subjetivos. Estos métodos deficientes han pájaros más exitosos en número de especies son los gorrio-
dado lugar a un escepticismo respecto a la clasificación nes (Emberizidae) y los pinzones (Fringillidae). Ambas fa-
resultante, si bien algunos resultados interesantes han sido milias de paseriformes radiaron más bien tarde, pero han
confirmados por otras técnicas y otros métodos. Científi- dado origen a numerosas especies (unas 420). Lo más pro-
camente hablando, quizá el resultado más significativo del bable es que la radiación de los pájaros comedores de se-
estudio de hibridación de DNA-DNA fue que promovió millas esté relacionada con la amplia diversidad de las
considerablemente la posterior investigación de la siste- angiospermas, que proporcionaron diferentes frutos y se-
mática de las aves (aunque, en cambio, ha podido llegar a millas durante el terciario (véase Cap. 12, Angiospermas).
ser en ocasiones un problema para los estudios compara- En la actualidad los factores más importantes que in-
tivos que la han asumido). fluyen en la vida de las aves, como ocurre con otros orga-
440 Cap. 43, Aves
A B C
Representantes de los buitres del Viejo Mundo, de las cigüeñas y de los buitres del Nuevo Mundo. A: buitre leonado G
( yps fulvus). B: cigüeña común
(Ciconia ciconia). C: zopilote (Cathartes aura).
En fechas más recientes, las cigüeñas se han relegado a una posición filogenética alejada de los buitres del Nuevo Mundo
principalmente en base al DNA nuclear. Estos resultados sugieren una irresolución que afecta a estos tres grupos al for-
mar un clado sin resolver en forma de tricotomía (politomía con tres clados). También es destacable señalar que otro de
los clados de la tricotomía consiste en los azores, las águilas, los busardos y otras “rapaces” diurnas (excepto los halco-
nes), junto con las águilas pescadoras y los secretarios. Además, estos resultados sitúan a los buitres del Nuevo Mundo pró-
ximos al grupo de las “rapaces” accipítridas, de las cuales los buitres del Viejo Mundo forman parte. Por tanto, la discusión
científica sobre las relaciones de parentesco entre distintos tipos de buitres no ha hecho más que empezar.
nismos, están relacionados con las actividades humanas la distribución geográfica de las especies, parece claro que
en general y con la destrucción de los hábitats en particu- grupos como las rátidas, los galliformes y los anseriformes
lar. Sin embargo, estos factores varían en una escala tem- empezaron a diversificar en el sur del continente de Gond-
poral que es demasiado rápida para permitir a las aves wana. No obstante, otros grupos también muestran claros
adaptarse mediante selección natural. Como consecuen- signos de su presencia en Gondwana, como por ejemplo los
cia, según recientes estimaciones, cerca del 20% de las es- paseriformes (véase el recuadro Gondwana y las principa-
pecies de aves están amenazadas de extinción. les rutas migratorias...) y los caprimulgiformes (guácharos,
podargos, chotacabras, etc.). Sucesivos análisis biogeográfi-
cos de las Neoaves indican que el amplio clado de aves te-
Biogeografía y biodiversidad rrestres compuesto por rapaces diurnas, martines pescadores,
El mayor número de especies de aves se encuentra en las re- pájaros roller, pájaros carpinteros, trogones, pájaros ratón y
giones tropicales, donde también se halla la mayor diversi- búhos, debieron originarse en el África tropical. Es probable
dad en número de familias. Se ha defendido que en las aves que sus antepasados llegaran a África desde una antigua An-
no son esperables patrones geográficos debido a su extraor- tártida por medio de una dispersión de tipo ‘puentes sucesi-
dinaria habilidad para el vuelo, pero se ha demostrado em- vos’ (stepping stone) a través de la actualmente sumergida
píricamente que esta afirmación no es correcta. De hecho, meseta Kerguelen y Madagascar. Dentro del otro gran clado
para la mayor parte de los grupos y especies se ha podido de aves terrestres y arbóreas, los halcones y los seriemas se
reconstruir su historia biogeográfica a partir de análisis filo- diversificaron en Sudamérica, y los paseriformes y loros en
genéticos. Hoy día la mayoría de los investigadores conside- Australasia (véase Árbol de Aves). Los antepasados de todos
ran que la primera radiación de los neornites empezó en el estos grupos se distribuyeron en su día por Gondwana, para
cretácico. Sobre la base de las relaciones de parentesco y de quedar más tarde aislados en diferentes continentes durante
Per Ericson 441
el cretácico tardío. Aún queda por investigar qué importan- portante lo proporciona la separación entre África y Eu-
cia tuvo la fragmentación de Gondwana en la diversifica- ropa por el estrecho de Gibraltar. Esta pequeña barrera, de
ción de otros grupos. Una prueba indirecta de la separación algo más de 14 km, en combinación con las limitaciones
prolongada entre grupos de aves la constituye el hecho de en el tipo de hábitat que necesitan ciertas especies, ha su-
que haya muchos casos de convergencias morfológicas que puesto un interesante aislamiento en aves terrestres no mi-
evolucionaron ante similares estilos de vida en diferentes gratorias. Muchas especies de aves también muestran
grupos de aves, tal como se ha indicado antes. Se puede asu- patrones biogeográficos (filogeográficos) que se observan
mir de manera razonable que estas adaptaciones surgieron entre poblaciones, y los marcadores moleculares han re-
durante periodos largos de aislamiento, y por tanto en dife- sultado insustituibles para descubrir sus características.
rentes continentes e incluso hemisferios. Tales patrones también se observan con frecuencia en es-
Los eventos geológicos más importantes también ex- pecies que nidifican en latitudes altas, incluso en casos de
plican otros patrones de distribución de las aves. Por ejem- voladores de largas distancias. En las áreas más estables
plo, las avifaunas de Asia y Australia están separadas por del mundo desde el punto de vista ecológico, como son
la llamada línea de Wallace, que cruza entre Borneo y Su- los trópicos, se ha demostrado que la filogeografía de un
lawesi (Célebes) y atraviesa el estrecho de Lombok. Este grupo a menudo coincide con la de otros. Ello sugiere que
patrón biogeográfico refleja la historia geológica de la re- grandes migraciones de aves podrían atribuirse principal-
gión, que tiene como acontecimientos más importantes la mente a cambios geológicos o climáticos a gran escala.
tectónica de placas y las fluctuaciones antiguas en el nivel
de los mares. No deja de sorprender que pocas especies se
hayan dispersado a través de la línea de Wallace, cuando
Diferenciación y especiación
la mayor parte de estos acontecimientos geológicos ocu- Las aves son, sin duda alguna, el organismo modelo más
rrieron hace millones de años. Otro ejemplo menos im- estudiado en especiación por aislamiento reproductivo.
La posición basal de los chochines de Nueva Zelanda (familia Acanthisitidae; en ingléswrens) es coherente con un aislamiento des-
pués de la separación entre esta isla y la Antártida, hace 82-85 millones de años. Esta familia forma grupo hermano con los osci-
nos (c. 4000 especies en varias familias) y suboscinos (c. 1000 especies en varias familias). Los oscinos parecen haber radiadoen
Australia y migrado hacia el norte una vez la placa tectónica de Australia-Papúa se acercó a la placa del sureste asiático, loque
facilitó la dispersión de grupos de oscinos por todo el mundo. Representantes de la radiación del diverso grupo de los paseri-
formes alcanzaron posteriormente América, probablemente a través del puente terrestre formado por el estrecho de Bering,
disponible desde el cretácico tardío. Anteriormente, al final del eoceno los paseriformes también podrían haber usado Groen-
landia para dispersarse desde Europa a Norteamérica. El antepasado de los suboscinos del Nuevo Mundo probablemente alcanzó
Sudamérica antes de que este continente se separara de la placa de la Antártida hace unos 40 millones de años. Posteriormente
se debieron producir dis-
persiones de los subosci-
nos a Centroamérica y
? Paseriformes Norteamérica, en el mio-
ceno, a través de la placa
de las Proto-Antillas, o
después de la formación
del istmo de Panamá (c. 3
15 Ma o antes millones de años). La tem-
3-5 Ma
“córvidos” 3-5 Ma prana separación de Sud-
“córvidos” américa y África (hace 90
anterior
Suboscinos
a 80 Ma
millones de años) hace
del Nuevo que sea improbable que
Suboscinos Oscinos 34 Ma o
Mundo antes los paseriformes usaran
del Viejo 82-85 Ma
anterior a 40 Ma Mundo esta ruta para dispersarse.
Wren de En cambio, los suboscinos
Nueva Zelanda del Viejo Mundo debieron
expandirse desde Gond-
Gondwana wana hasta África/Asia a
través de la meseta ahora
Los paseriformes están o han estado distribuidos en todos los continentes. Diferentes grupos de este orden taxo-
nómico han empleado distintas rutas geográficas desde su origen en Gondwana hace unos 85 millones de años. sumergida de Kerguelen,
Los datos filogenéticos y biogeográficos apuntan a oleadas de dispersión más que a eventos de vicarianza. El ta- que estuvo conectada a
maño y el trazado de las flechas indican su éxito en la colonización. Las comillas para los “córvidos” indican la pa- Madagascar y a la placa de
rafilia de este grupo (tomado de Ericson y colaboradores). la India.
442 Cap. 43, Aves
A B
Las semillas del abrojo (Tribulus terrestris, Tribulus cistoides) son críticas para la
supervivencia de los pinzones en Galápagos. De hecho, durante la sequía de 1977
sólo los pinzones con pico más grueso fueron capaces de abrir los frutos de estas
El pinzón cantor o trinador de Galápagos (Certhidea oli- plantas para comer sus semillas y sobrevivir en la isla de Dafne Mayor. En la foto-
vacea) se distribuye por la islas principales de Galápagos grafía se observa una flor y un fruto completo de Tribulus cistoides (A) y cuatro par-
y su dieta insectívora está directamente relacionada con tes de frutos (B) horadados por los pinzones para la extracción de las semillas que
la forma y función de su pico. contienen.
Per Ericson 443
puede decir que en Galápagos los cambios climáticos bruscos provocan variaciones bruscas en la calidad y cantidad de las se-
millas y, como consecuencia, cambios rápidos en la selección natural sobre el tipo de pico en poblaciones de una misma espe-
cie. Incluso diferentes especies son forzadas a llegar a una misma solución desarrollando similares grosores de picos según el
régimen de lluvias. Estas últimas conclusiones son el resultado del impresionante estudio ecológico, con un seguimiento de más
de 35 años, que aun están llevando a cabo los doctores Grant (Universidad de Princetown) y sus colaboradores. En compara-
ción con los cambios evolutivos en el continente, los cambios morfológicos son mucho más rápidos en las islas oceánicas; cam-
bios que afortunadamente se han podido registrar en la isla de Dafne Mayor gracias a uno de los experimentos de selección
natural más prolongados de la historia (véanse fotos adjuntas). Una vez más, la combinación de resultados ecológicos y filoge-
néticos han dado unos excelentes resultados evolutivos con los que Charles Darwin seguramente disfrutaría.
Pablo Vargas
A B
El pinzón de cactus (Geospiza scandens) (fotografía de
la izquierda) poliniza las especies de chumberas o tunas
(Opuntia spp.), donde además nidifica. En la fotografía
de la derecha se aprecia la isla de Dafne Mayor, territorio
inhabitado por humanos donde los doctores Grant siguen
investigando las comunidades de pinzones.
Ernst Mayr propuso una hipótesis de especiación alopátrida Sin duda, la selección sexual es crucial en la evolución
basándose en las observaciones realizadas sobre la diversi- de muchas especies de aves. De hecho, en numerosas oca-
dad de aves en las islas asiáticas del suroeste del Pacífico. siones los dos sexos muestran un extraordinario dimorfismo
Tan influyentes fueron estas observaciones que actualmente sexual, en particular en las características del plumaje y de
se sigue considerando alopátrida la especiación predomi- comportamiento. Esta gran fuerza selectiva ha llevado al
nante en las aves, es decir, que su aislamiento reproductivo desarrollo de plumajes espectaculares, e incluso en algunos
origina dos o más especies como consecuencias de la frag- grupos como en los quetzales y los pavos reales el poseedor
mentación de la distribución original en dos o más áreas por de tan atractivo atuendo se expone a un riesgo excesivo.
barrreras geográficas. De hecho, la especiación sin barre-
ras geográficas al flujo génico (especiación simpátrida) es Principales cuestiones pendientes
poco frecuente en los vertebrados. No obstante, se han des-
• ¿Son las Coronaves y Metaves grupos monofiléticos
crito algunos casos de especiación simpátrida. Por ejemplo,
estables?
hay algunos pocos casos documentados en aves que impli-
• ¿Están los buitres del Nuevo Mundo (Cathartidae) es-
can especies parásitas de progenies en las cuales la especia-
trechamente emparentados con rapaces o con cigüeñas?
ción se inició por un cambio inicial en el hospedador. Como
se supone que el parasitismo de progenies (brood parasi- • ¿Cuáles son las posiciones sistemáticas de ciertas fa-
tism) ha evolucionado sólo unas cuantas veces en las aves milias de paseriformes, como los Petroicidae (petirro-
jos australianos) y Picathartidae (pavos calvos), con
(p. ej., cucos, indicadores o guiamieles, y pájaros vaque-
respecto a otros paseriformes?
ros), este modo de especiación parece haber sido infre-
cuente. También se ha documentado frecuente especiación • ¿Es estable la relación de grupo hermano entre paseri-
formes y loros?
o diferenciacion por el comportamiento. Por ejemplo, un
mecanismo que debe haber llevado a la especiación simpá- • ¿Son las rátidas monofiléticas? ¿Se produjo en las rátidas
trida es la alocronía (separación de poblaciones por distin- una única pérdida o numerosas del vuelo?
tos periodos de cría). Esto sólo se ha descrito en algunas
especies de aves marinas. Bibliografía básica
Análisis filogenéticos de aves tropicales han demostrado – Ericson, P.G.P., Anderson, C.L., Britton, T., Elzanowski, A., Johansson,
que hay un gran número de especies antiguas en las zonas U.S., Källersjö, M., et al. 2006. Diversification of Neoaves: integration
bajas, mientras que especies más recientes son más comu- of molecular sequence data and fossils. Biology Letters 2:. 543-547.
nes en las áreas montañosas. En las regiones templadas se – Hackett, S.J., Kimball, R.T., Reddy, S., Bowie, R.C.K., Braun, E.L.,
Braun, M.J., et al. 2008. A phylogenomic study of birds reveals their
asume comúnmente que la especiación y la variación den- evolutionary history. Science 320: 1763-1768.
tro de una especie sigue un patrón de contracciones y expan- – Irestedt, M., Fjeldså, J. y Ericson, P.G.P. 2004. Phylogenetic relation-
siones de rangos distribucionales durante los periodos ships of woodcreepers (Aves: Dendrocolaptinae) - incongruence be-
glaciares y periglaciares. Esta hipótesis ha sido rebatida por tween molecular and morphological data. Journal of Avian Biology
los resultados de algunos análisis filogenéticos que han 35: 280-288.
hecho patente que muchas especies parecen haberse origi- – Mindell, D.P. 1992. Review: DNA-DNA hybridization and avian phy-
logeny. Systematic Biology 41: 126-134.
nado mucho antes del inicio del pleistoceno, y por tanto de
– Sibley, C.G. y Ahlquist, J. 1990. Phylogeny and Classification of Birds.
las últimas glaciaciones. Yale University Press, New Haven, Conn.
Especiación
Antonio Fontdevila
44
Resumen: El pensamiento darwinista enterró el concepto tipológico de especie y lo sustituyó por el concepto biológico-
poblacional, según el cual la variación genética específica es el verdadero sustrato evolutivo de la especie. El origen de las es-
pecies, la especiación, es el resultado de un proceso poblacional de divergencia. Sin embargo, este proceso, gradual y conti-
nuo según la teoría darwinista, ha planteado el problema de definir las especies como unidades discontinuas cohesivas. El papel
predominante del aislamiento reproductivo en la especiación, adscrito al concepto biológico de especie (CBE), pareció re-
solver esta dificultad y el concepto fue adoptado por amplios sectores de evolucionistas. Fruto de la necesidad de interrup-
ción del flujo génico para la especiación, el aislamiento geográfico ha sido considerado durante décadas como el mecanismo
fundamental, y prácticamente ubicuo, de especiación para los promotores del CBE. Esta premisa ad hoc llevó a adoptar como
exclusivo el modelo biogeográfico de especiación alopátrida, que ha sido confirmado en muchos casos, pero no en todos. Pa-
ralelamente, las filogenias moleculares y la genómica comparada, junto con estudios genético-ecológicos detallados, han de-
mostrado la factibilidad de otros modelos alternativos que, como la especiación simpátrida, no requieren una barrera geo-
gráfica al flujo génico. La observación de que la interrupción absoluta del flujo génico entre especies no es necesaria para el
origen y el mantenimiento de las especies ha puesto en duda el papel causal del aislamiento reproductivo en la especiación,
y ha llevado a considerar este aislamiento como un producto más que como un proceso. Estos mismos estudios han demos-
trado que la hibridación interespecífica, considerada como excepcional por los defensores del CBE, no sólo permite flujo gé-
nico a través de híbridos con aptitud semejante, o incluso superior, a las especies progenitoras, sino que constituye un me-
canismo importante de especiación sin necesidad de duplicar el genoma (especiación homoploide). Además, la inestabilidad
genómica inducida por transposición, que sigue a la hibridación, favorece la especiación híbrida. Dado que el criterio del ais-
lamiento reproductivo no es aplicable en muchos casos de especiación, parece razonable adoptar criterios integradores frente
a los diferenciadores. El concepto cohesivo de especie como linaje evolutivo definido por fuerzas microevolutivas básicas, como
el flujo génico, la selección natural y la deriva genética, aporta un enfoque más general y, sobre todo, restituye el papel prin-
cipal de la selección natural en la especiación, ya postulado por el mismo Darwin.
Summary: Darwinian thinking replaced the typological concept of species by the population-biological concept in which genetic
variation is the true evolutionary substrate of the species. Thus, the origin of species, i.e. speciation, is the outcome of a population
process of divergence. Yet, this process, gradual and continuous in the Darwinian theory, challenged the definition of species as
discontinuous, cohesive units. The prevalent role of reproductive isolation in speciation, embedded in the concept of biological
species (CBS), seemed to solve for this problem and this concept was widely adopted by evolutionists. Since gene flow must be
interrupted to generate new species, geographic isolation has been considered for decades as the primary, ubiquitous in practice,
mechanism of speciation by proponents of the CBS. This ‘ad hoc’ premise led to the exclusive adoption of the biogeographic model
of allopatric speciation, which has been confirmed in many instances, but not always. Concomitantly, molecular phylogeny and
comparative genomics together with detailed ecological and genetic studies have shown that other models, such as sympatric
speciation, that do not require a geographic barrier to gene flow are equally reliable. The assessment that absolute interruption of
gene flow is not necessary to the origin and maintenance of species casts serious doubts on the causal role of reproductive isolation
in speciation, viewing this isolation more like a product than as a process. These studies revealed also that species hybridization,
considered by defenders of the CBS as exceptional, is not an oddity and allows not only gene flow across hybrids with similar, and
even superior, fitness to their parental species, but also provides an important mechanism of speciation without the need to genome
duplication (homoploid speciation). Moreover, the transposition-induced genome instability that follows hybridisation, contributes
to hybrid speciation. Since the reproductive isolation test is unreliable in many speciation cases, it seems wise to adopt integrative
versus differentiating criteria. The cohesive species concept as an evolutionary lineage bound by microevolutionary basic forces
such as gene flow, natural selection and genetic drift incorporates a more comprehensive view of species origin and maintenance
and, most important, restores the prime role of natural selection, already advanced by Darwin, in speciation.
445
446 Cap. 44, Especiación
E
l advenimiento del pensamiento evolutivo, sobre especie biológica: «Las especies son grupos de poblacio-
todo con el darwinismo, trastocó doblemente el nes naturales que se cruzan, de manera real o potencial,
concepto de especie. Primero, al proponer relacio- entre sí, aisladas reproductivamente de otros grupos aná-
nes evolutivas (filogenéticas) entre las especies, la expli- logos» (Mayr, 1942). Dobzhansky inició todo un pensa-
cación de la discontinuidad entre éstas dejó de ser una miento poblacional aislacionista con el concepto biológico
obviedad ontológica para convertirse en un razonamiento de especie, que desarrolló ampliamente en su magna obra
que debía formularse en términos de continuidad evolu- Genetics and the Origin of Species (1937), donde concluye
tiva; en segundo lugar, los elementos (organismos) de que: «Las poblaciones mendelianas se han integrado en
cada especie estaban relacionados reproductivamente (al conjuntos, dentro de los cuales es posible la hibridación,
menos en los organismos sexuales), y su variabilidad pero entre los cuales se limita o se elimina por completo.
debía redefinirse, dentro de dicha comunidad reproduc- Estos complejos son las especies biológicas». Es impor-
tiva, no como meras desviaciones del tipo ideal, sino como tante observar el papel predominante del aislamiento repro-
fruto del intercambio genético y la herencia. ductivo en estas definiciones.
Actualmente, el concepto tipológico, basado funda- En mi opinión, existen algunos errores conceptuales al
mentalmente en la morfología, ha sido sustituido por el considerar el papel de los mecanismos de aislamiento re-
concepto biológico basado en el pensamiento poblacional productivo. En primer lugar, es preciso distinguir entre el
darwinista, en el cual la especie no representa un tipo, sino proceso (la especiación) y el producto del proceso (el ais-
un grupo de organismos que comparten un acervo genético lamiento reproductivo), que genera un patrón determinado.
único mediante relaciones poblacionales. Algunos autores, En algunos textos se adivina cierta interpretación teleoló-
como Sober, califican este cambio conceptual como la gica que atribuye a los mecanismos de aislamiento un papel
muerte del esencialismo de la especie, según el cual la va- director de la especiación. Hay que aclarar que, salvo en
riación específica era la expresión de meras interferencias contadas y dudosas excepciones, como los mecanismos de
ontogenéticas de la esencia de la especie. El concepto po- reforzamiento del aislamiento reproductivo en simpa-
blacional eleva estas ‘interferencias’ al rango de verdadero tría, estos supuestos mecanismos de aislamiento no son el
sustrato evolutivo de la especie, su variabilidad genética, blanco de un proceso adaptativo generador de especies,
que sometida a las leyes de la evolución (selección natu- sino el subproducto de un proceso divergente, adaptativo o
ral, mutación y deriva genética, principalmente) permite no. Por eso algunos autores, Coyne y Orr (2004) entre
entender el verdadero significado de la especie y también ellos, sustituyen el término ‘mecanismo’ por el de ‘ba-
su origen. rrera’. Esto plantea la duda de si el aislamiento reproduc-
Es en el origen de las especies donde muchos autores, en- tivo es necesario para la aparición de una especie. La
tre ellos el mismo Darwin, han encontrado y encuentran las mayoría de los evolucionistas de ‘línea dura’, como Mayr
mayores dificultades. Darwin (1859), parafraseando a Hers- y Dobzhansky, no aceptan que la cohesión específica
chel, un físico de la época, califica el origen de las especies pueda mantenerse sin barreras al flujo génico entre espe-
(la especiación) como ‘el misterio de los misterios’ en el pri- cies, aunque gradualmente el número de disidentes va
mer párrafo de El origen de las especies. Otros autores, como siendo mayor. Incluso los ‘duros’ aceptan ya un cierto flujo
Mayr, reconocen el papel primordial de la especiación en la génico y modifican la definición de la especie biológica
teoría evolutiva. Sin embargo, históricamente no ha sido fá- admitiendo que «las especies distintas se caracterizan por
cil compaginar la definición de la especie como una realidad un aislamiento reproductivo amplio, aunque no necesaria-
natural discontinua con el proceso poblacional conducente mente completo» (Coyne y Orr, 2004). El número de deser-
a la formación de especies, de naturaleza gradual y continua tores del aislamiento reproductivo completo no hace más
según la teoría darwinista. Mayr planteó este dilema, que ha que aumentar a medida que se van obteniendo más pruebas
enfrentado a los biólogos durante más de 150 años después empíricas de flujo génico interespecífico en la naturaleza,
de Linneo, diciendo que «la falacia de suponer que la cons- obligando a una reevaluación del papel de las barreras de
tancia y la definición precisa de las especies están estrecha- aislamiento frente a los procesos evolutivos poblacionales
mente correlacionadas ha obligado a elegir entre creer en en la formación de las especies. En resumen, en muchas
la evolución (la inconstancia de las especies) y tener enton- ocasiones, las barreras reproductivas serían un resultado
ces que negar la existencia de las especies, excepto como fic- de la especiación y no su causa.
ciones de la imaginación, puramente subjetivas y arbitra-
rias, o creer en la delimitación precisa de las especies como ¿Son necesarias las barreras geográficas?
han hecho la mayoría de los antiguos naturalistas, conven-
cidos de que esto negaba necesariamente la evolución».
La especiación simpátrida
La especiación alopátrida, que postula la necesidad de una
barrera geográfica entre dos poblaciones para que lleguen a
La especie biológica: el aislamiento
diferenciarse en dos nuevas especies, fue propuesta en 1889
reproductivo como producto por el naturalista Moritz Wagner, pero tuvo que esperar más
La posición más estricta de concebir la especie como un li- de 50 años para que la genialidad de Ernst Mayr la hiciera
naje reproductivo aislado está en la definición clásica de popular en el mundo de la ciencia evolutiva. El aislamiento
Antonio Fontdevila 447
dadora, se favorece la preferencia en el apareamiento entre Durante mucho tiempo, el caso de Rhagoletis (véase el
individuos relacionados genéticamente (homogamia), lo recuadro Ejemplos de especiación simpátrida por salto
cual genera individuos genéticamente cada vez más adap- de hospedador) ha constituido el paradigma de estudio de
tados al nuevo hábitat en contra de los individuos híbridos, los estadios incipientes de una especiación simpátrida. Re-
cuya adaptación a cualquier hábitat de sus progenitores es cientemente, la historia de la especiación de Rhagoletis
menor. Una vez que la selección diversificadora establece un se está completando mediante investigaciones filogeo-
polimorfismo en nichos múltiples, aparecen efectos pleio- gráficas y filogenéticas del complejo Rhagoletis, que
trópicos que refuerzan los apareamientos homogámicos, comprende seis o más especies sinmórficas distribuidas
como la alocronía en las épocas de cría y la divergencia se- desde el altiplano mexicano hasta el nordeste de Estados
xual. En general, las frecuentes radiaciones filogenéticas de Unidos. Los árboles génicos obtenidos con marcadores
los insectos fitófagos apoyan la especiación simpátrida como moleculares revelan una dicotomía en la diferenciación
mecanismo fundamental. Por ejemplo, cada una de las más génica entre las poblaciones mexicanas y estadouniden-
de 750 especies de avispas que colonizan higos cría princi- ses, dependiente de la asociación génica con el polimor-
palmente en una sola especie de higuera. En Gran Bretaña se fismo cromosómico de inversiones. Este resultado, junto
sabe que de las 300 especies de dípteros de la familia Agro- con la observación de que a su vez estas inversiones están
mizidae, que son taladradoras de hojas, un 70% se alimenta asociadas con genes de diapausa, un carácter implicado
de una sola especie vegetal. Es difícil explicar estas radiacio- en el salto de hospedador de Rhagoletis, se ha interpre-
nes monófagas de otro modo que no sea mediante saltos tado como el resultado de un antiguo suceso de aisla-
hacia especies próximas de hospedador en condiciones de miento en México, hace 1,57 millones de años, que separó
simpatría. en dos, norte y sur, la población original, seguido de un
largo periodo de contacto (0,5-1 millones de años) que fundación, lo cual eleva la tasa de especiación ¡a una espe-
permitió la introgresión de las poblaciones septentriona- cie cada 30 años! La especiación de los cíclidos en los lagos
les por inversiones del sur, formando clinas geográficas africanos representa uno de los ejemplos más claros de es-
adaptativas asociadas a la diapausa. Estas clinas podrían peciación rápida con formación de grandes grupos de espe-
haber facilitado a las moscas de Estados Unidos el salto de cies estrechamente emparentadas, denominados enjambres
hospedador hacia plantas con diferentes periodos de fruc- o bandadas de especies (species swarms o flocks en inglés).
tificación. La historia se completa con una serie de episo- Las causas de esta explosión de especies son una combina-
dios adicionales de aislamiento y contactos secundarios, ción de sucesos fundadores extremos (muchas veces de un
relacionados posiblemente con las glaciaciones pleistocé- solo fundador), seguidos de periodos de regresión lacustre
nicas. Según esto, la especiación de Rhagoletis pomone- que propician el aislamiento vicariante (Tabla 1) en peque-
lla sería el resultado final de un largo proceso combinado ñas cuencas, favoreciendo los cambios divergentes por efec-
de eventos alopátridas y simpátridas. tos fundadores y selección de hábitat. En este proceso, la
Los cíclidos, una familia de peces actinopterigios de las selección sexual habría tenido también un papel preponde-
cuales unas 1500 son endémicas de los grandes lagos del rante. Dado que muchos cíclidos difieren mucho más en la
Rift de África oriental, constituyen otro ejemplo de que es coloración de los machos que en la morfología, se ha suge-
posible que se hayan intercalado procesos alopátridas y sim- rido repetidamente que la selección sexual diversificadora
pátridas en su especiación. La historia de su génesis está habría promovido en simpatría un aislamiento precigótico.
documentada como un caso de especiación explosiva. El Sin embargo, la complejidad de hábitat de estos grandes
lago Victoria se secó completamente y volvió a inundarse lagos, su compleja historia geológica y la dificultad de es-
hace sólo unos 15 000 años, y desde entonces se han origi- tablecer relaciones filogenéticas claras que permitan com-
nado unas 500 especies posiblemente a partir de una sola probar si las especies hermanas de reciente formación
presentan distribuciones con un mayor solapamiento que interespecífica en el mundo vegetal. Sin embargo, puesto
las especies hermanas más antiguas, hacen difícil descartar que la inviabilidad y la esterilidad híbridas se consideran
la incidencia de sucesos alopátridas. Afortunadamente, los como la prueba final de la integridad específica bajo el
pequeños lagos de los cráteres volcánicos permiten supe- concepto biológico de especie, la hibridación interespe-
rar, por su menor complejidad histórica y biogeográfica, al- cífica se ha considerado como algo excepcional por los
gunas de estas dificultades. Los estudios con cíclidos que defensores de dicho concepto. Contrariamente, hace ya
habitan lagos de este tipo en Camerún y en Nicaragua mues- más de una década que los trabajos de genómica compa-
tran que, probablemente, la selección ecológica diversifica- rada están aportando nuevos datos que no sólo confir-
dora, relacionada con el hábitat alimentario, ha sido la man el flujo génico fruto de hibridaciones en plantas,
fuerza primordial de especiación en simpatría. Estos estu- sino que también revelan en animales casos de hibrida-
dios no están exentos de críticas, sobre todo en lo referente ción natural, especialmente antiguos (Arnold, 2006).
a la posibilidad de más de un único evento de fundación y Estos resultados ponen en entredicho el rígido aisla-
posterior introgresión, pero sugieren firmemente que la es- miento reproductivo supuestamente necesario para man-
peciación simpátrida es posible. tener la cohesión específica.
¿Qué se puede concluir de todo lo dicho sobre la natu- Tales observaciones dan sentido a plantearse cómo los
raleza alopátrida o simpátrida de la especiación? Primero, híbridos, debido a sus barreras intrínsecas de aislamiento
que la especiación alopátrida está bien fundamentada en mu- reproductivo, permiten tanto flujo génico. A medida que
chos casos, pero no en todos. Por otra parte, la especiación los estudios sobre los componentes de aptitud se han
simpátrida, negada rotundamente por muchos evolucio- hecho más detallados, se ha podido documentar que mu-
nistas, parece la explicación más plausible en casos de dife- chos híbridos no muestran una aptitud inferior a las es-
renciación por salto adaptativo de hospedador (insectos pecies progenitoras (Tabla 2). La aptitud de los genotipos
monófagos) y posiblemente también en otros grupos por híbridos (F1 o retrocruzamientos introgresantes) pre-
adaptación ecológica (cíclidos) (véase el recuadro Un caso senta, en general, una gran variación que suele ser depen-
de especiación ecológica simpátrida en un caracol marino). diente del ambiente (Arnold, 2006). Es frecuente detectar
En segundo lugar, el uso de marcadores moleculares en es- en la naturaleza caracteres introgresantes que son adapta-
tudios filogenéticos y filogeográficos ha revelado que la es- tivos en los híbridos, y no son raros los casos en que los
peciación es a menudo un proceso combinado, en el cual se híbridos prosperan e incluso invaden nuevos hábitats, es-
intercalan episodios de simpatría y alopatría. Finalmente, tal pecialmente en plantas como los girasoles (Heliantus),
y como Mallet indica, «las pruebas empíricas y teóricas fa- los lirios (Iris) o los cenizos (Senecio), por citar algunos
vorecen actualmente una visión más pluralista del modelo ejemplos bien documentados (Fig. 1). A veces, el compo-
geográfico de especiación, y ciertamente una en la que ésta nente de aptitud decisivo para explicar la capacidad com-
pudiera ocurrir sin el concurso exclusivo de la alopatría». petitiva híbrida es difícil de detectar, como en los híbridos
Aunque las barreras geográficas puedan desempeñar de Carpobrotus, en que la superioridad en el recluta-
un papel en la especiación incluso en los casos en que la miento híbrido se debe en gran parte a la mayor resisten-
simpatría esté bien establecida, el papel crítico de la alo- cia de las semillas híbridas al paso a través del canal
patría, defendido con furor por los ‘alopatriotas’, es discu- digestivo de los mamíferos herbívoros que se alimentan
tible. Sólo un conocimiento detallado del peso relativo del de esta planta.
flujo génico y la selección natural en el escenario geo- El potencial evolutivo de la hibridación no se limita a
gráfico permitirá ilustrar el concepto de especiación. Pero, posibilitar el flujo génico, sino que también puede condu-
en todo caso, creo que el argumento simpátrida ha desa- cir a la formación de nuevas especies. La especiación hí-
fiado el papel secundario de la selección natural en el ori- brida por alopoliploidía (en la cual el híbrido, en general
gen de las especies, sensu Mayr, lo cual permite total o parcialmente estéril, duplica el número de com-
retrotraerse a un concepto darwinista más plural de la es- plementos cromosómicos, restablece una meiosis correcta
peciación y rescata una amplia valoración del protago- y consigue alcanzar una fertilidad normal) está recono-
nismo de la selección natural. cida como un proceso especiógeno muy común, especial-
mente en las plantas. Pero la especiación híbrida
Redes frente a árboles de la vida: homoploide (sin duplicación cromosómica) es también
un proceso importante documentado en plantas y anima-
la especiación híbrida les (Tabla 1). Por ejemplo, la planta Iris nelsonii (Fig. 1)
Desde la formulación del concepto biológico de especie, es una especie híbrida fruto de cruzamientos y retrocru-
amplios sectores de evolucionistas han mostrado cierto zamientos entre tres especies progenitoras: I. fulva, I. he-
escepticismo ante la eficacia de las barreras de aisla- xagona e I. brevicaulis. Es muy probable que su éxito se
miento como mecanismo exclusivo defensor de la inte- deba a la elevada aptitud que muestra en los nuevos há-
gridad específica. Es innegable que han sido los bitats transicionales (ecotonos) a causa de la alta viabili-
botánicos evolucionistas unos de los más reacios a acep- dad de la fase final del desarrollo de sus semillas y de
tar la especie biológica. La razón básica de esta postura otros componentes de aptitud en dicho ambiente. Muchos
es la observación secular de la capacidad de hibridación experimentos con híbridos de Iris han mostrado barreras
Antonio Fontdevila 451
La dificultad en la reconstrucción de la mayoría de los sucesos de especiación simpátrida se debe a que no puede inferirse
la distribución geográfica en el momento de la especiación a partir de la distribución actual, y a que no se conocen sufi-
cientemente las causas ecológicas de la divergencia ni de la base del aislamiento reproductivo, ni mucho menos de cómo
ambos componentes están relacionados genéticamente. Esta dificultad sólo se puede superar observando sucesos de es-
peciación en marcha, donde los componentes reproductivos y selectivos puedan abordarse experimentalmente. Estos es-
tudios inclusivos son raros, pero el caso de Littorina saxatilis podría ser uno de ellos.
Este gasterópodo marino de baja dispersión presenta un gran dimor-
fismo asociado a los microhábitats de la zona intermareal de las costas
de Galicia, Noroeste de España. Rolán-Álvarez y sus colaboradores sos-
tienen que la morfología de cada ecotipo, con una base genética impor-
tante, está adaptada a las presiones selectivas de cada zona intermareal.
Así, la forma que ocupa la zona inferior presenta una concha pequeña,
lisa, sin bandas, con un pie grande (SU) que le permite soportar el fuerte
oleaje, mientras que la forma de la zona superior, con su concha grande,
rugosa y con bandas (RB), puede resistir los cambios bruscos de salini-
dad, la alta exposición solar y la depredación por cangrejos, caracterís-
ticas de esta zona.
Numerosos estudios de marcaje-recaptura y de trasplante en la naturaleza apoyan esta relación entre adaptación
ecológica y distribución ecotípica. Pero Rolán-Álvarez sostiene además que la diferenciación se ha producido en simpa-
tría basándose principalmente en dos resultados: el origen in situ de un aislamiento reproductivo precigótico y el agrupa-
miento local monofilético que se observa en los árboles filogenéticos moleculares. La selección de microhábitat en las
zonas superior e inferior promueve un eficaz aislamiento ecológico que se rompe en la zona intermedia híbrida, donde
ambos ecotipos coinciden, se aparean y producen híbridos. Sin embargo, el estudio del apareamiento en la naturaleza de-
muestra que los cruzamientos no son al azar, con un 70% de aislamiento sexual (intervalo 50% a 100%). Este aislamiento
reproductivo incompleto que to-
davía genera un alto flujo génico
entre ecotipos puede deducirse
también de la diferenciación mole-
cular entre ecotipos en simpatría,
que no existe para los mismos eco-
tipos entre poblaciones separadas
por distancias microgeográficas si-
milares. En resumen, lo más proba-
ble es que la selección divergente
de hábitat haya promovido indirec-
tamente un apareamiento prefe-
rencial por el tamaño.
Sin embargo, el patrón geográ-
fico actual de la variación genética
es incapaz de distinguir entre esce-
narios presentes y pasados. Pero,
afortunadamente, las filogenias ob- A: Filogenia bayesiana utilizando secuencias del DNA mitocondrial. Los valores indican probabilidades a
tenidas usando marcadores molecu- posteriori. B: Mapa de localidades muestreadas en el NO de España (Galicia)
lares a partir de cuatro poblaciones
aisladas sólo son compatibles con un modelo simpátrida paralelo de especiación. En concreto, los árboles génicos mues-
tran sistemáticamente un origen monofilético de ambos haplotipos (RB y SU) en cada localidad, un resultado totalmente
incompatible con un modelo alopátrida. Si se combinan todos los datos, el caso de Littorina aporta pruebas determinantes
de que se está ante un proceso en marcha de especiación simpátrida. Tal y como Quesada y sus colaboradores exponen:
«la distribución simpátrida de los ecotipos RB y SU, el alto flujo génico estimado entre ecotipos, la evidencia de aislamiento repro-
ductivo, la monofilia dentro de regiones y el rechazo de un escenario alopátrida, satisfacen todos los criterios requeridos para dedu-
cir un origen simpátrida múltiple de ambos ecotipos».
pospolinización que explican la rareza de los híbridos F1. cerse y excluir competitivamente a las especies progeni-
Sin embargo, algunos de estos raros híbridos tienen una toras.
alta aptitud en ciertos ambientes, donde pueden estable- El número de casos descritos compatibles con una es-
452 Cap. 44, Especiación
Tabla 2. Algunas especies híbridas homoploides, modo de divergencia ecológica de las especies parentales y aptitud híbrida
respecto a las especies parentales.
como resultado de la introgresión pueden ser igualmente dro Especiación vía transposición). En resumen, esta ca-
importantes para la adaptación». Además se tienen prue- pacidad de hibridación entre especies posibilita introgre-
bas de que la introgresión induce nuevas reordenaciones siones y cambios genómicos que producen árboles
genómicas a través de procesos de transposición que con- reticulados y discordancias (véase el recuadro Algunos
tribuyen a la adaptación y la especiación (véase el recua- casos de especiación híbrida homoploide) en forma de te-
454 Cap. 44, Especiación
Desde hace mucho tiempo se conoce que las especies de origen híbrido muestran nuevas reordenaciones cromosómicas
y mutaciones génicas no presentes en las especies parentales. Estas inestabilidades híbridas fueron observadas por Barbara
McClintock a principios de los años 1940 en sus estudios con el maíz. McClintock, premio Nobel en 1984, propuso que
los cambios genómicos en los híbridos no eran más que un caso particular de las «respuestas de un genoma a diversos im-
pactos (shocks)», entre ellos la confrontación de dos genomas extraños en el híbrido. La visión premonitoria de McClintock
de la respuesta del genoma a situaciones de estrés, ha sido confirmada ampliamente.
Pero, la verdadera genialidad de McClintock fue relacionar las inestabilidades híbridas con la movilización (transposición)
de secuencias de DNA. Estas secuencias, denominadas elementos transponibles (ETs) y descubiertas por McClintock, cons-
tituyen una amplia fracción de la mayoría de genomas, más del 50% en humanos y hasta un 90 % en algunas plantas. Du-
rante los últimos 50 años su estudio ha demostrado que, a pesar de su carácter parásito a corto plazo, el genoma contiene
innumerables trazas de su contribución a la evolución de nuevas funciones, desde patrones reguladores hasta reestructu-
raciones de genes o cromosomas.
La inestabilidad híbrida tiene una larga historia. Las primeras observaciones cuantitativas de un aumento de mutaciones
datan de experimentos con Drosophila en los años 1930. Más adelante se cuantificaron aumentos de reordenaciones cro-
mosómicas en híbridos, tales como entre especies de los géneros de tabaco (Nicotiana), saltamontes (Caledia) y Chirono-
mus. La relación entre hibridación y aumento de transposición ha resultado más difícil de demostrar. En Drosophila hay
resultados indirectos en este sentido, pero existen menos casos de relación directa. Uno de los casos más claros de ob-
servación directa es el obtenido por mi equipo con híbridos entre D. buzzatii y D. koepferae. Utilizando métodos citológi-
cos directos para detectar nuevas inserciones del ET Osvaldo, Mariano Labrador, un antiguo doctorando del autor, cuantificó
una tasa de transposición en estos híbridos introgresantes (10-2 por lugar y generación) de un orden de magnitud supe-
rior a la de sus especies progenitoras (10-3). Otro experimento que relaciona directamente explosiones de transposición
y cambios cromosómicos heterocromáticos promovidos por un ET, ha sido realizado con híbridos de canguros por el
equipo de Rachel O’Neill.
En plantas se han documentado casos análogos. Por ejemplo, en líneas consanguíneas de arroz introgresadas con DNA
de arroz silvestre se ha detectado la movilización de ETs. En alopoliploides, como Spartina, se han observado cambios en
el estado de metilación del DNA o aumentos de transcripción de ETs. Experimentalmente ha sido posible reconstruir el
alopoliploide natural Arabidopsis suecica cruzando las dos especies progenitoras. Este neoalopoliploide ha mostrado una
reactivación de transcripción e inserción de ETs coincidente con cambios en la estructura cromosómica. Recientemente,
se han estudiado las especies híbridas homoploides del girasol (Helianthus). Éstas presentan un incremento de al menos
un 50% de DNA respecto de sus especies parentales, lo cual se explica en gran parte por un aumento de copias de se-
cuencias de ETs.
A pesar de estos resultados, la relación entre especiación y transposición causada por el estrés híbrido ha sido motivo
de controversia. McClintock en 1980 expuso por primera vez que «puesto que los tipos de reestructuración inducidos por di-
chos elementos (ETs) conocen pocas limitaciones, su liberación generalizada, seguida por su estabilización, podría originar nuevas
especies o incluso nuevos géneros». Desde entonces la aceptación de esta idea ha sufrido continuos altibajos. Actualmente es
difícil negar el efecto de la hibridación en la reactivación de los ETs, aunque su contribución a la aptitud híbrida está menos
probada. Sin embargo, estas pruebas se están produciendo de modo acelerado. En Arabidopsis, por ejemplo, se ha demos-
trado recientemente que el grado de reactivación híbrida de un ET heterocromático, y también de otros genes, está rela-
cionado directamente con la inviabilidad de las semillas. Aparte de estas incidencias directas sobre la aptitud híbrida, los
ETs inducen reorganizaciones genómicas que, como las reordenaciones cromosómicas, facilitan la divergencia y el aisla-
miento reproductivo. Algunos autores han sugerido escenarios poblacionales para la evolución de la divergencia que tie-
nen en cuenta el efecto dinamizador de los ETs en la reestructuración genómica y el papel antirrecombinacón de algunas
reordenaciones cromosómicas, como las inversiones. Estos modelos, junto con las pruebas experimentales, apoyan el
papel de la transposición en la especiación.
filogenético, están basados en el linaje evolutivo como establecen relaciones genéticas estrechas para los loci
universal biológico en vez de en la comunidad reproduc- afectados. Pero, además, las necesidades ecológicas de
tiva. Con ello pretenden que sean aplicables tanto a grupos nicho de los organismos y la disponibilidad de hábitats
extintos como actuales, y a todos los organismos indepen- para satisfacerlas son determinantes para el desplaza-
dientemente de su sistema de reproducción. Aunque estos miento de la descendencia de un organismo por la de otro.
conceptos ponen de relieve que el flujo génico no es el Un aspecto diferenciador fundamental entre los con-
mecanismo exclusivo de cohesión, sino que hay otros ceptos cohesivo y biológico de especie se refiere al papel
procesos cohesivos importantes de tipo cromosómico, de la selección natural. Aunque Mayr apoya la idea de
ecológico o del desarrollo, no proporcionan ningún cri- que las especies tienen un nicho ecológico diferenciado y
terio sobre los caracteres definitorios de mayor signifi- de que esta distinción es ‘clave en la evolución’, porque
cado evolutivo de una especie ni sobre cuáles son las es la base de la radiación adaptativa y del progreso evo-
fronteras a la diversidad permitida dentro de un linaje. El lutivo, sigue defendiendo que la selección no desempeña
diagnóstico específico realizado por los investigadores se un papel directo en la especiación y que ésta se limita a
limita a conjuntos de caracteres no presentes en otras es- preservar la integridad específica a través del subproducto
pecies, excluyendo los compartidos en caso de intercam- de los mecanismos de aislamiento. Esta visión niega de
bio genético, con lo que éste se relega únicamente al nivel entrada la posibilidad de la especiación simpátrida, algo
subespecífico. Además, y no menos importante, no esta- natural en el razonamiento de Mayr, aunque actualmente
blecen qué mecanismos evolutivos son causa de la cohe- se sabe que dicha especiación es posible. Por el contrario,
sión específica. el concepto cohesivo otorga un papel principal a la selec-
La insatisfacción inherente a la larga historia del con- ción natural y posibilita la especiación en simpatría. Ade-
cepto de especie puede resumirse en la dualidad de definir más, y no menos importante, define a la especie por los
la especie por criterios diferenciadores o integradores. Ya factores que confieren a ésta un significado evolutivo,
se ha justificado que el criterio del aislamiento reproduc- tales como la adaptación, a diferencia del concepto bioló-
tivo no es aplicable en muchos casos para entender y dife- gico, en el cual dichos factores no intervienen.
renciar las especies. Por esta razón, parece que los criterios Cuando se considera el papel de la ecología y del flujo
integradores serían los más definitorios y de ámbito gene- génico en la especie cohesiva, la imagen reticulada de las
ral. El concepto cohesivo de especie, propuesto por Tem- relaciones específicas parece menos conflictiva para en-
pleton, define una especie como «un linaje evolutivo tender el árbol de la vida. Bajo este modelo, los linajes es-
mediante mecanismos que limitan los bordes poblaciona- pecíficos pueden mantener su estatus frente al intercambio
les por acción de fuerzas microevolutivas básicas tales genético con tal de que el intercambio demográfico esté
como el flujo génico, la selección natural y la deriva gené- actuando. Así, la hibridación ya no constituye un pro-
tica». Aparte de su aplicabilidad general, la ventaja de este blema; más bien es una nueva fuente de variabilidad sobre
concepto es que no considera exclusivo el flujo génico la que actúa la selección natural. En resumen, algo que ha
como la base del linaje evolutivo. La distribución de va- quedado claro en este capítulo es que los estudios filoge-
riantes genéticas en un linaje depende del flujo génico me-
diante procesos de intercambio genético vía reproducción
sexual, pero no exclusivamente, porque el intercambio de-
mográfico de genotipos propiciado por la selección natural
y la deriva genética es también un mecanismo determi-
nante de la identidad genética de dicho linaje. Este inter-
cambio demográfico prevalece en aquellos linajes en que
la reproducción sexual no es predominante, pero también
tiene un papel importante en cualquier sistema de repro-
ducción sexual. De hecho, en muchos modelos de ecología
de poblaciones sólo se considera este tipo de intercambio
demográfico para caracterizar las poblaciones que ocupan
un nicho definido, por lo que el concepto cohesivo, a dife-
rencia del concepto biológico, asigna un papel fundamen-
tal a la ecología en la definición de especie (Fig. 2).
Templeton y otros investigadores distinguen dos tipos
de intercambio demográfico, independientes del intercam-
Figura 2. Importancia relativa de los intercambios genético y
bio genético. En el primer tipo, la deriva genética reem- demográfico a través del continuo reproductivo. El área marcada
plaza al azar alelos (o haplotipos) dentro de un linaje, de con líneas verticales indica la importancia del intercambio gené-
modo que al final todos los alelos descienden de un solo tico, y la marcada con líneas horizontales la importancia del in-
alelo en el pasado primigenio. En el segundo tipo de inter- tercambio demográfico, siendo su amplitud vertical una repre-
cambio demográfico, la selección natural promueve la co- sentación del papel de cada intercambio en cada taxon, según su
hesión mediante la fijación de alelos, que inevitablemente frecuencia de hibridación.
456 Cap. 44, Especiación
néticos y de genómica comparada, junto con los trabajos Quizá ahora Darwin hubiera añadido que dichos brotes no
de genética y ecología de poblaciones, permiten reivindi- sólo se ramifican, sino que también son capaces de injer-
car el papel principal de la selección natural en el origen tarse para generar una esplendorosa Red de la Vida en el
de las especies y su mantenimiento, sea cual sea la natu- planeta Tierra.
raleza de la especie, como ya dijera Darwin. Ahora los
evolucionistas del siglo XXI tienen cada vez más el privi-
legio de ponderar los distintos mecanismos que intervie-
Bibliografía básica
nen en el proceso de especiación, en particular el papel de – Arnold ML. 2006. Evolution through genetic exchange. New York: Ox-
las barreras de aislamiento frente a las fuerzas adaptativas ford University Press.
(por ejemplo la selección natural) y no adaptativas (por – Coyne JA, Orr HA. 2004. Speciation. Sunderland, Massachusetts: Si-
ejemplo la deriva genética), y lo que también es muy im- nauer Associates.
portante, distinguir entre los procesos (la especiación en sí – Darwin CR. 1859. On the origin of species by means of natural selec-
misma) y sus productos, que generan un determinado pa- tion, or the preservation of favoured races in the struggle for life. Lon-
don: John Murray.
trón (por ejemplo el aislamiento reproductivo).
– Dobzhansky Th. 1955. Genetics and the origin of species. New York:
Darwin plasmó magistralmente su metáfora del árbol
Columbia University Press; 1937. Existe una edición en español (tra-
de la vida diciendo: «Al igual que los brotes originan al ducción de Faustino Cordón): Genética y el origen de las especies. Ma-
crecer nuevos brotes, y éstos, si son vigorosos, ramifican y drid: Revista de Occidente.
cubren las ramas más débiles, del mismo modo ha suce- – Fontdevila A, Moya A. 2003. Evolución: origen, adaptación y diver-
dido, creo, por generación, con el gran Árbol de la Vida, el sificación de las especies. Madrid: Síntesis.
cual llena con sus ramas muertas y rotas la corteza de la – Mayr E. 1942. Systematics and the origin of species. New York: Co-
tierra y cubre su superficie con sus hermosas ramificacio- lumbia University Press.
nes en continuo desarrollo» (Darwin, The Origin, 1859).
Biogeografía
Isabel Sanmartín
45
Resumen: La biogeografía es la disciplina de la biología comparada que se encarga de estudiar los procesos causales –histó-
ricos y ecológicos– que determinan la distribución espacial de los organismos. Tradicionalmente se ha dividido esta disciplina
en dos enfoques: la biogeografía ecológica, que estudia los procesos que actúan sobre la distribución espacial de los organis-
mos a escala local, y la biogeografía histórica, cuyo objetivo es explicar la distribución geográfica de los seres vivos en térmi-
nos de su historia evolutiva. Esta última se considera como una disciplina directamente emparentada con la sistemática, y es el
objetivo de este capítulo. La distribución geográfica de la diversidad biológica se explica por dos procesos históricos alternati-
vos: la fragmentación de una distribución ancestral por la aparición de una nueva barrera geográfica (vicarianza), o la coloniza-
ción de un área cruzando una barrera preexistente (dispersión). Hasta finales del siglo XX predominó una biogeografía narra-
tiva basada en escenarios de dispersión y centros de origen. La fusión de la teoría de la tectónica de placas con la metodología
cladista introdujo el concepto de vicarianza y permitió el desarrollo de métodos analíticos de reconstrucción biogeográfica. Sin
embargo, la reciente introducción de marcadores moleculares en la estimación de relaciones evolutivas y tiempos de divergen-
cia entre linajes (‘reloj molecular’) ha vuelto a poner de manifiesto el papel de la dispersión en la distribución espacial de la di-
versidad biológica. A pesar de que vicarianza y dispersión se han considerado tradicionalmente como procesos excluyentes,
en este capítulo se mostrará cómo el desarrollo de nuevas herramientas analíticas en inferencia biogeográfica y el uso de evi-
dencia alternativa (reloj molecular, registro fósil e información paleogeográfica) han permitido por primera vez examinar la in-
fluencia relativa de estos dos procesos dentro de un riguroso marco evolutivo e inferencial.
Summary: Biogeography is the discipline of comparative biology studying the causal processes –historical and ecological– that
have shaped the spatial distribution of organisms through time. It is is usually divided into two approaches: ecological biogeography
–the study of environmental factors shaping the distribution of organisms at local spatial scale– and historical biogeography,
which aims to explain the geographic distribution of organisms in terms of their evolutionary history. The latter is considered as
an evolutionary discipline and it is the subject of this chapter. Biogeographers explain the spatial distribution of biological diversity
by two alternative historical processes: the colonization of a new area by crossing a pre-existing barrier (dispersal) and the
fragmentation of a widespread ancestral distribution by the formation of a new geographic barrier (vicariance). Until the mid XX
century, dispersal-based biogeographic scenarios were the dominant explanation, supported by an immobile view of life and
earth. The fusion of the theory of plate tectonics with the cladistic method to reconstruct phylogenetic relationships led to the
concept of vicariance and to the development of a more analytical approach to historical biogeography. Recently, the introduction
of molecular markers in the estimation of evolutionary relationships and divergence times between lineages (‘the molecular clock’)
has given back to dispersal a primary role in explaining contemporary distribution patterns. Although dispersal and vicariance are
usually considered alternative processes, we show in this chapter how recent developments in the field of analytical biogeography,
and the use of other sources of evidence (e.g., molecular clock, fossil record, palaeogeographic information) allow us for the first
time to examine the relative role played by these two processes within a rigorous inference framework.
L
a biogeografía histórica es la disciplina evolutiva versas que otras, cómo y cuándo se originó la diversidad
que busca reconstruir los patrones o modelos de actual de un continente, o por qué organismos evolutiva-
distribución de la diversidad biológica e inferir los mente próximos se encuentran ahora separados por gran-
procesos o mecanismos implicados, utilizando como base des barreras geográficas como cuencas marinas o cadenas
las relaciones de parentesco entre los organismos y su dis- montañosas. Se trata de una disciplina sintética, que aúna
tribución geográfica. Aborda cuestiones tan fascinantes los conocimientos de campos tan diversos como la siste-
cómo por qué algunas regiones geográficas son más di- mática, la paleontología, la geología y la geografía.
457
458 Cap. 45, Biogeografía
Desde antiguo, los científicos se han sentido intrigados tos de división geográfica fue seguido de especiación
por el origen de distribuciones disyuntas como la del alopátrida de la población ancestral, de forma que cada
grupo austral, que se muestra en la Figura 1A, en la cual descendiente es ahora endémico de un continente.
los miembros de un mismo taxon habitan localidades ais-
El resultado final de ambos procesos, dispersión y vica-
ladas entre las que no existe continuidad geográfica.
rianza, es el aislamiento espacial de una población por una
¿Cómo explicar el origen de estas distribuciones disyun-
barrera geográfica y la consiguiente diferenciación de un
tas que se extienden a través de distintos continentes y
nuevo taxon por especiación alopátrida. Sin embargo,
cuencas oceánicas? Tradicionalmente se han propuesto
mientras que en la explicación dispersionista la barrera es
dos procesos o mecanismos históricos considerados como
más antigua que la disyunción geográfica, en la vicariante
opuestos:
la aparición de la barrera geográfica es la causa de la dis-
1. Dispersión: el antepasado del grupo se originó en un yunción y la subsiguiente especiación, por lo que no puede
área ancestral o ‘centro de origen’, desde donde se dis- ser más antigua que ésta.
persó a otras áreas cruzando sucesivas barreras geográ- Como puede adivinarse, ambos procesos son compa-
ficas (por ejemplo, cuencas marinas en la Fig. 1B). tibles y no necesariamente excluyentes. Por ejemplo, la
Cada uno de estos eventos de dispersión puede condu- apertura del Estrecho de Gibraltar, a finales del mioceno
cir a especiación alopátrida, al imposibilitarse el flujo (5,5 millones de años), supuso un evento de vicarianza o
génico entre la población original y la dispersora por la division biótica para las faunas y floras del Norte de África
presencia de la barrera y el llamado ‘efecto fundador’. y la Península Ibérica, pero al mismo tiempo proporcionó
2. Vicarianza: el ancestro del grupo ocupaba un área an- una ruta de dispersion (conexión biótica) para la biota ma-
cestral que entonces abarcaba toda su distribución ac- rina, al conectar el Mar Mediterráneo con el Océano
tual, y que se dividió por la aparición sucesiva de Atlántico. Otros ejemplos de barreras geográficas que han
barreras geográficas (por ejemplo, la división del super- actuado también como rutas de dispersión son el cierre del
continente mesozoico de Gondwana por la formación de Istmo de Panamá a finales del cenozoico (3,5 millones de
nuevos océanos en la Fig. 1C). Cada uno de estos even- años), que posibilitó el llamado ‘gran intercambio faunís-
AF R
AFR
NZ AFR
SSA
SSA SSA
AUS
AUS NZ AUS
NZ
B C
DISPERSIÓN
VICARIANZA
Figura 1. Explicaciones alternativas en biogeografía histórica. A: Grupo monofilético con una distribución disyunta en el cual cada miem-
bro se distribuye en continentes distintos del hemisferio sur separados actualmente por cuencas oceánicas.B: Explicación dispersalista:
el antepasado del grupo se originó en un área reducida, y desde ésta colonizó el resto de áreas por dispersión superando sucesivas ba-
rreras geográficas. C: Explicación vicariante: el ancestro del grupo se originó en un área ancestral (por ejemplo, el antiguo superconti-
nente de Gondwana) que entonces abarcaba todas las áreas y que se dividió por la aparición secuencial de nuevas cuencas oceánicas.
Isabel Sanmartín 459
Términos básicos
Área de endemismo: Unidad de análisis en biogeografía y el dispersada, por lo que se produce especiación por aisla-
equivalente de una homología biótica en análisis filogenético. Se miento o especiación alopátrida.
trata de una unidad de análisis comparable para todos los gru- Distribución disyunta: Distribución espacialmente discon-
pos estudiados, cuyas relaciones con otras unidades o áreas de tinua, separada por barreras geográficas o climáticas.
endemismo reflejan la historia de una conexión biótica. Duplicación: Proceso biogeográfico que implica la división
Biogeografía reticulada: Escenario biogeográfico en el de una especie sin que intervenga una barrera geográfica, por
cual las áreas y sus biotas se fragmentan, fusionan, y fragmen- ejemplo por especiación simpátrida dentro de su rango ac-
tan de nuevo en ciclos repetidos de dispersión y vicarianza a tual de distribución. Alternativamente, la duplicación puede
medida que las barreras geográficas se forman y destruyen en ser el resultado de una especiación alopátrida en respuesta
el tiempo. a una barrera geográfica temporal; a diferencia de la vica-
Bioma: Unidad geográfica definida por la existencia de una rianza, esta barrera aparentemente sólo afectó a ese linaje y
misma ‘forma de vida’ o fisionomía (hábitat) como resultado no hay trazas de ella en el presente.
de la adaptación a unas mismas condiciones bióticas (por Endémico: Un taxon es endémico de un área o región
ejemplo, suelo, clima, humedad), pero en la cual los organis- cuando sólo se encuentra allí y en ningún otro sitio. Se suele
mos que la habitan no comparten necesariamente la misma diferenciar entre paleoendémico (especies relictas remanen-
historia evolutiva. tes de especies que en el pasado tenían una distribución
Cadena de Markov: En biogeografía se emplean cadenas de mayor) y neoendémico (nuevas especies que no han tenido
Markov ‘estacionarias’ u ‘homogéneas’ en las que las probabi- tiempo suficiente para dispersarse más allá de su región o
lidades de cambio entre estados están gobernadas por una ‘ma- centro de origen).
triz de probabilidades de transición’, que se mantiene constante Efecto fundador: En genética de poblaciones, se refiere al
en el tiempo y es independiente de las probabilidades iniciales resultado de la formación de una nueva población a partir de
del sistema. Las cadenas de Markov son muy útiles en proce- un número muy reducido de individuos. Un ejemplo es la
sos de inferencia histórica, como biogeografía, en los que los dispersión a larga distancia en islas oceánicas donde sólo unos
estados observados en el presente son el resultado de un pro- pocos individuos colonizan la isla. Al presentar una diversidad
ceso estocástico que evoluciona a lo largo del tiempo. Véase genética distinta a la de la especie original, suele derivar en la
Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos. formación de una nueva especie.
Centro de origen: Área geográfica donde una especie se Extinción: Proceso biogeográfico que implica la desaparición
origina y desde donde se dispersa hacia otras áreas. No de un organismo de parte (extinción local o ‘extirpación’) o
confundir con centro de diversificación. de todo (‘extinción global’) su rango de distribución.
Cladograma de áreas (TAC): Cladograma representando Pseudocongruencia biogeográfica: Fenómeno por el
las relaciones filogenéticas entre un grupo de organismos, en cual dos o más grupos de organismos muestran en su filoge-
el cual se reemplaza el nombre de las especies por las áreas nia el mismo patrón biogeográfico (congruencia topológica),
que éstas ocupan. Reflejaría la historia de conexiones bióti- pero se habrían originado en épocas geológicas distintas (in-
cas entre las áreas para el grupo analizado. congruencia temporal).
Cladograma general de áreas (GAC): Cladograma repre- Superciclo tectónico: Mecanismo geológico para explicar
sentando un patrón general de relaciones biogeográficas entre el movimiento de los continentes. El movimiento de los
áreas de endemismo para varios grupos monofiléticos que ha- continentes se produce por la formación de nueva corteza
bitan una misma región. Se interpreta como el resultado de oceánica en puntos del océano, llamados ‘dorsales oceáni-
eventos de vicarianza que dividieron una biota ancestral. cas’, tales como la línea donde las placas Norteamericana y
Difusión o geodispersión: Proceso biogeográfico que im- Eurasiática se alejan una de la otra al expandirse el Océano
plica la extensión del rango geográfico de una especie por la Atlántico. Donde dos placas continentales colisionan se
desaparición de una barrera geográfica, por ejemplo la des- forma una nueva cadena montañosa (por ejemplo, la Ca-
aparición del mar epicontinental (Estrecho de Turgai) entre dena del Himalaya).
Europa y Asia hace 30 millones de años. Vicarianza: Proceso biogeográfico que implica la división
Dispersión: Proceso biogeográfico que implica la extensión del rango geográfico ancestral de una especie en dos o más
del rango geográfico de una especie al atravesar una barrera fragmentos por la formación de una barrera climática o geo-
geográfica preexistente (por ejemplo, una montaña). La ba- gráfica (por ejemplo, la apertura de una nueva cuenca ma-
rrera impide el flujo génico entre la población original y la rina), seguido de especiación alopátrida.
tico’ de marsupiales y placentados entre Sudamérica y sur para familias de plantas que procedentes de Nortea-
Norteamérica. Otro ejemplo es el levantamiento de los mérica colonizaron los nuevos nichos ecológicos en las
Andes del Norte a finales del mioceno (13-10 millones de faldas y laderas de las montañas.
años), que supuso un evento de vicarianza para las biotas Resulta interesante que a pesar de tratarse de dos pro-
al este y oeste de la cadena montañosa (cis/trans Andean), cesos complementarios, la evolución de la biogeografía
pero también proporcionó una ruta de dispersión hacia el como disciplina científica puede entenderse como la his-
460 Cap. 45, Biogeografía
toria de un debate entre estos dos enfoques: dispersión por cuencas oceánicas? (véase el recuadro Regiones bio-
frente a vicarianza. En este capítulo se trazará la evolu- geográficas y áreas de endemismo).
ción de dicho debate y cómo el desarrollo reciente de nue- Hasta la segunda mitad del siglo XX, el dispersionismo
vos métodos de análisis biogeográfico ha permitido por fue la explicación dominante, apoyada por una visión ‘es-
primera vez examinar la influencia relativa de ambos pro- tática’ de la Tierra y de la vida. Al igual que sus coetá-
cesos dentro de un riguroso marco evolutivo e inferencial. neos, Carl Linneo (1707-1778) creía que todas las especies
se originaron por un acto de creación divina en un área re-
Dispersionismo y centros de origen ducida (el Paraíso o Jardín del Edén), desde donde se ha-
brían dispersado y colonizado otras áreas según sus
El interés científico por explicar la distribución actual de preferencias ecológicas. Cada especie sería entonces el re-
animales y plantas data de antiguo (véanse las interesantes sultado de un acto individual de creación, inmutable y sin
reflexiones biogeográficas del Padre José de Acosta [1680- relación alguna con otras especies. La teoría de la evolu-
1789]). Los antiguos naturalistas, como Alexander von ción de Darwin (1859) y Wallace (1876) cambió esta
Humboldt (1805), se sentían intrigados por la idea de que visión ‘inmovilista’ de la vida al plantear que los organis-
regiones con climas similares, como la Cuenca Mediterrá- mos se originaban en un ‘centro de origen’, a partir del
nea y Sudamérica (Chile), compartían organismos de fi- cual algunos individuos se dispersaban hacia nuevas áreas
sionomía (forma de vida) muy similar, pero las especies por azar y posteriormente evolucionaban como conse-
que las habitaban eran distintas (véase bioma). Por otro cuencia de la selección natural. La distribución actual de
lado, observaron que regiones biogeográficas como África los organismos sería, por tanto, el resultado de una evolu-
y Sudamérica, separadas por grandes barreras geográficas ción en el espacio y en el tiempo. Darwin y sus coetáneos,
como el Océano Atlántico, presentaban una biota de com- sin embargo, creían en la idea de la ‘estabilidad geográ-
posición más similar. ¿Cómo explicar la existencia de estas fica’, según la cual el tamaño y la posición de los continen-
biotas distribuidas en regiones que ahora están separadas tes no habrían variado a lo largo del tiempo.
Por otro lado, el término ‘dispersión’ engloba mecanis- sentido de que las barreras geográficas evolucionan junto
mos o procesos que no implican necesariamente atravesar con las biotas y por tanto deben estudiarse juntas. Esta es-
una barrera geográfica, como en el caso de la dispersión cuela defiende que la distribución geográfica de los organis-
‘por salto’ (jump dispersal). Los más citados son: mos puede explicarse por la fragmentación de un área
ancestral por la formación de sucesivas barreras dispersivas
• Pasillos o corredores de tierra (land corridors): una co-
(geográficas o climáticas). Consiste en representar en un
nexión de tierra que une dos continentes y que no im-
mapa las áreas de distribución de un taxon y conectarlas con
plica filtros ecológicos, por lo que cualquier organismo
líneas o ‘trazos’ de acuerdo con su proximidad geográfica.
puede cruzarla, como por ejemplo el Istmo de Panamá
Si existe congruencia entre los trazos individuales de distin-
entre Norteamérica y Sudamérica.
tos organismos (‘trazo generalizado’) se infiere que éstos
• Corredores filtro (filter corridors): una conexión bió- formaban parte de una biota ancestral que se dividió por la
tica más selectiva, de modo que sólo aquellos organis- aparición de sucesivas barreras de vicarianza. La panbioge-
mos con la tolerancia ecológica adecuada pueden ografía se ha criticado por no utilizar información filogené-
cruzarla. Por ejemplo, el Estrecho de Bering actuó tica en la derivación de los trazos, y porque en su
como un corredor filtro durante el pleistoceno (3-2 mi- formulación primitiva rechaza la idea de la tectónica de pla-
llones de años), permitiendo la migración entre Eura- cas. Sin embargo, goza todavía de gran aceptación en el
sia y Sudamérica de animales árticos y de tundra, pero Cono Sur, donde una nueva generación de biogeógrafos neo-
constituyó una eficaz barrera dispersiva para organis- zelandeses y sudamericanos utilizan métodos panbiogeográ-
mos adaptados a ecosistemas boreales y templados. ficos para explicar distribuciones disyuntas entre
• Dispersión ocasional o rutas de azar (sweepstakes dis- continentes, a veces basándose en modelos geológicos alter-
persal): una conexión biótica no permanente que nativos a la tectónica de placas (por ejemplo, la teoría de la
supone una barrera entre dos áreas, pero que ocasional- ‘Tierra en expansión’).
mente puede ser cruzada. Un ejemplo es la dispersión de En la década de 1970, la fusión de la metodología cla-
animales y plantas entre Sudamérica y Australia des- dista de Hennig con la vicarianza de Croizat y la teoría de
pués de la apertura del Estrecho de Drake (30 millones la tectónica de placas propició el nacimiento de una nueva
de años), en la cual las islas subantárticas actuaron pro- escuela biogeográfica, la ‘Biogeografía cladista o vica-
bablemente como ruta intermedia (stepping-stones). riante’, que se convirtió en la escuela dominante durante
la segunda mitad del siglo XX. Esta escuela biogeográfica
utiliza la metodología cladista de Hennig para construir
Vicarianza y biogeografía cladista
cladogramas de áreas o estructuras jerárquicas en los cua-
En la segunda mitad del siglo XX, dos grandes innovacio- les las áreas se agrupan según la existencia de táxones en-
nes metodológicas contribuyeron a la aparición de un démicos compartidos. En el caso de varios agrupamientos
nuevo paradigma en biogeografía histórica: el concepto alternativos se prefiere el que postula el menor número de
biogeográfico de vicarianza*. Por un lado, el método cla- pasos o ‘asunciones ad hoc’ –principio de máxima parsi-
dista de reconstrucción filogenética proporcionó una rigu- monia (véase Cap. 52, Reconstrucción de árboles filoge-
rosa herramienta de análisis con la que reconstruir las néticos). Al igual que la panbiogeografía, la biogeografía
relaciones evolutivas de los organismos sin necesidad de cladista se basa en el modelo vicariante (véanse el recua-
recurrir al escaso registro fósil. Por otro, el desarrollo en dro Biogeografía cladista y la Fig. 2) y propugna la evo-
esta época de la ‘teoría de la tectónica de placas’ propor- lución conjunta de organismos y áreas. Asume que la
cionó el mecanismo geológico necesario para explicar la congruencia en las relaciones biogeográficas entre grupos
existencia de distribuciones disyuntas sin recurrir a puen- de organismos distintos indica que éstos comparten una
tes de tierra ni continentes fantasma. El meteorólogo ale- historia biogeográfica común, es decir, que sus patrones de
mán Alfred Wegener fue el primero en proponer el distribución actual se han generado como respuesta a un
concepto de deriva continental, pero no fue hasta la dé- mismo proceso o mecanismo histórico. Éste sería la frag-
cada de 1960 cuando el descubrimiento de la composición mentación de un área ancestral por sucesivos fenómenos
geofísica de la Tierra y el mecanismo del superciclo tec- de vicarianza (Fig. 2A), que habrían aislado a cada uno de
tónico proporcionaron el motor necesario para entender los linajes individuales en un área geográfica, por ejemplo
la evolución geológica de nuestro planeta. En vez de ser la secuencia de fragmentación geológica de Gondwana en
los organismos los que se desplazan sobre una geografía la Figura 1C. Sin embargo, la escuela cladista se diferen-
estática, son las placas litosféricas y los continentes los cia de la panbiogeografía en que adopta la idea de Hennig
que se mueven, llevando sobre ellos a los organismos. de que las relaciones filogenéticas entre organismos con-
La primera escuela biogeográfica en adoptar el concepto tienen información sobre su historia biogeográfica. La di-
de la vicarianza biogeográfica fue la ‘Panbiogeografía’, fun- visión por vicarianza de una antigua distribución ancestral
dada por el botánico italiano León Croizat y resumida en su resultaría en especies hermanas con un mismo patrón de
célebre frase «La Tierra y la Vida evolucionan juntas», en el distribución disyunta (Fig. 2B).
*El concepto de especies ‘vicarias’ es más antiguo, y define especies relacionadas taxonómicamente que ocupan un nicho ecológico y un hábitat simi-
lar, pero en regiones alejadas geográficamente.
Isabel Sanmartín 463
Biogeografía cladista
La Figura 2 muestra el modelo vicariante o modelo nulo en biogeografía cladista, en el cual un grupo de organismos habita
un área ancestral de amplia distribución (ABC), que se divide sucesivamente por la aparición secuencial de barreras geo-
gráficas (A/BC; A/B/C). Cada una de estas divisiones geográficas va seguidada de una especiación alopátrida de la especie
ancestral, lo que se refleja en la filogenia en forma de cladogénesis (Fig. 2A). Por tanto, es posible reconstruir la secuencia
de fenómenos de vicarianza a partir de la secuencia de eventos de especiación o cladogénesis en la filogenia. El resultado
es una estructura jerárquica, el cladograma de áreas, que refleja la historia de conexiones bióticas entre las áreas ana-
lizadas para ese grupo de organismos (Fig. 2A). Un análisis biogeográfico cladista (Fig. 2B) comienza con la construcción del
cladograma de áreas para cada grupo de organismos (Taxon Area Cladogram, TAC), reemplazando el nombre de los táxo-
nes terminales en la filogenia por las áreas de endemismo que éstos ocupan. Comparando los cladogramas de áreas entre
distintos grupos de organismos que habitan una misma región geográfica (Fig. 2B), se puede encontrar un patron biogeo-
gráfico general, el llamado cladograma general de áreas (GAC), que reflejaría la historia de conexiones bióticas
entre las áreas compartida por los distintos grupos. Por ejemplo, en la Figura 2, las áreas B y C han compartido un vínculo
biótico más reciente que entre éstas áreas y el área A.
La obtención de cladogramas de áreas es muy simple si cada taxon es endémico de un área y cada área alberga un solo
taxon. Sin embargo, es común encontrar casos que no cumplen esta regla (Fig. 2C): táxones que ocupan más de un área
de distribución (‘táxones de amplia distribución’), áreas habitadas por más de un taxon (‘distribuciones redundantes’) o áreas
donde alguno de los grupos analizados no presenta ningún miembro (‘áreas ausentes’). Estas excepciones al modelo vica-
riante introducen ambigüedad a la hora de inferir el patrón común de relaciones entre áreas. Para solucionar este problema,
en biogeografía cladista se emplean distintas soluciones algorítmicas (‘asunciones 0, 1 y 2’) que permiten obtener cladogra-
mas de áreas resueltos en los cuales cada área alberga un solo taxon y cada taxon habita una sola área (RAC), y utilizan di-
versos métodos de análisis para derivar el cladograma general de áreas a partir de los RAC. Los más conocidos son el
método de ‘análisis de componentes’, la ‘parsimonia de Brooks’, los ‘árboles de reconciliación’ y los ‘árboles libres de pa-
ralogía’ (véase Crisci y colaboradores 2003 para una explicación más detallada). Todos estos métodos tienen como obje-
tivo encontrar un patrón general de relaciones entre áreas, el cladograma general de áreas, que se interpreta como una
secuencia de fenómenos de vicarianza que habría dividido una biota ancestral (Fig. 2B). Cualquier desviación entre el cla-
dograma general de áreas y las filogenias individuales se explica por procesos no vicariantes, como dispersión o extinción,
que se consideran específicos de cada linaje. Otro método cladista muy popular es el ‘análisis de parsimonia de endemis-
mos’ (PAE), que busca clasificar áreas de distribución basadas en la presencia de táxones compartidos, utilizando el crite-
rio de máxima parsimonia para elegir entre clasificaciones alternativas. A diferencia de otros métodos cladistas, el PAE no
requiere una hipótesis filogenética previa, por lo que sus resultados pueden ser interpretados tanto desde un punto de vista
ecológico como histórico. Este método también puede utilizarse en la delimitación de áreas de endemismo.
Para la biogeografía cladista, las hipótesis vicariantes tórica, centrado no tanto en reconstruir la evolución en el
pueden ser refutadas examinando la congruencia entre el tiempo y el espacio de grupos monofiléticos (‘biogeogra-
cladograma general de áreas y los cladogramas individua- fía de linajes’, por ejemplo la biogeografía filogenética de
les. En cambio, considera la dispersión como ‘ruido evo- Hennig y Brundin) como en descubrir las relaciones bió-
lutivo’, u ‘homoplasia’ en términos cladistas, porque se ticas entre áreas de endemismo (‘biogeografía de áreas’).
trata de un proceso específico de cada linaje que puede en- Por ejemplo, la comparación de cladogramas de áreas
mascarar en el cladograma de áreas la señal de congruen- entre distintos organismos de Sudamérica permitió reco-
cia biogeográfica producida por la vicarianza. Así, para la nocer la existencia de dos regiones biogeográficas dife-
biogeografía cladista (y la panbiogeografía) la dispersión renciadas: la región neotropical al norte, relacionada
es un fenómeno aleatorio que afecta a linajes individuales, biogeográficamente con la región Holártica, y la región
pero que no permite explicar la existencia de congruencia templada al sur, que presenta sus vínculos más cercanos
entre patrones de distribución de organismos distintos. Re- con la región Austral.
sulta improbable que diferentes grupos de organismos se
dispersen al unísono en el espacio y en el tiempo, por lo Críticas a la biogeografía cladista
que la dispersión no podría generar patrones generales de Como se ha dicho, la escuela cladista o vicariante impulsó
distribución. la transformación de la biogeografía en una disciplina
La biogeografía cladista supuso un extraordinario científica, dándole un cuerpo propio de asunciones teóri-
avance frente a las narraciones inductivo-dispersionistas cas y metodológicas, y fue la escuela dominante durante
que habían dominado la biogeografía hasta entonces, por- la segunda mitad del siglo XX. En la última década, sin
que proporcionó por primera vez un marco analítico con embargo, esta escuela ha sido criticada por sus limitacio-
el que investigar la historia biogegráfica de los organis- nes a la hora de analizar escenarios biogeográficos que se
mos mediante la comparación entre cladogramas de áreas. apartan del modelo vicariante. Tres argumentos se esgri-
Introdujo además un nuevo enfoque en biogeografía his- men para ello:
464 Cap. 45, Biogeografía
A
dispersión, extinción y duplicación se consideran sólo a
A B C A B C posteriori para explicar casos de incongruencia entre el
cladograma general de áreas y las filogenias individua-
BC A B C les. Sin embargo, un mismo patrón de relaciones entre
áreas puede ser explicado por distintas combinaciones
ABC A B C de procesos. Por ejemplo, en la Figura 3, el patrón bio-
geográfico A(BC) –la mayor similitud biótica entre las
Cladograma de áreas Escenario biogeográfico TIEMPO áreas B y C que entre éstas y el área A– puede expli-
B
carse por la fragmentación sucesiva de un área ances-
1 2 3 A B C
tral por vicarianza (Fig. 3A), pero también por un evento
GAC de dispersión desde el área B hacia el área C posterior a
la primera vicarianza (Fig. 3B), o por una duplicación
A B C
inicial del área ancestral seguida de extinción en algunas
4 5 6 A B C
areas (Fig. 3C). Dado que la inferencia del cladograma
BC
de áreas se hace sin tener en cuenta los procesos subya-
ABC centes, y que cada caso de incongruencia puede expli-
7 8 9 A B C carse por distintas combinaciones de procesos (Fig. 3),
Cladograma general de áreas
es tarea del investigador decidir qué procesos han gene-
rado lo patrones de distribución observados. Esto hace
Filogenias TACs que los resultados de un análisis biogeográfico cladista
sean difíciles de comparar y no se puedan atribuir con
C
confianza a ningún proceso en concreto.
AB C D A B C D B A C D
• Pseudocongruencia biogeográfica: otra de las limita-
ciones de la biogeografía cladista es que no tiene en
a) b) c) cuenta la ‘dimensión temporal’ en la inferencia del
cladograma de áreas. Esto contrasta con la definición
Figura 2. Biogeografía cladista. A: Escenario vicariante cladista del paradigma vicariante, que tiene un claro compo-
en el cual un área ancestral se divide sucesivamente en áreas más nente temporal además de espacial: predice que los
pequeñas por la aparición secuencial de barreras geográficas. linajes con distribuciones disyuntas deben ser más an-
Cada división geográfica es seguida por una especiación alopátrida tiguos que la barrera que los separa o que fragmenta
de la biota original, lo que se refleja en la filogenia de los grupos su rango geográfico. La explicación dispersionista, en
que la componen en forma de cladogénesis. B: Estructura de un cambio, predice que la barrera geográfica es más an-
análisis biogeográfico cladista. Tres grupos monofiléticos (por tigua que la cladogénesis biológica (Fig. 1B). Por
ejemplo, géneros) distribuidos en una misma región geográfica; tanto, comparando la edad de la barrera dispersiva
se reemplaza el nombre de los táxones en la filogenia por las
con la edad de la cladogénesis entre los linajes, es po-
áreas que éstos ocupan para obtener los cladogramas de áreas
sible discriminar entre procesos biogeográficos como
(TAC); finalmente, se comparan los cladogramas individuales
para obtener un patrón común de relaciones entre áreas, el cla- dispersión y vicarianza. Por ejemplo, en la Figura 3B,
dograma general de áreas (GAC). C: Tres tipos de cladogramas el grupo es más joven que el primer evento de vica-
de áreas que indican relaciones conflictivas entre áreas e intro- rianza, por lo que no pudo haberse visto afectado por
ducen ambigüedad a la hora de derivar el cladograma general de éste, y su distribución actual en C sólo puede expli-
áreas en biogeografía cladista: a) táxones de amplia distribución; carse por dispersión. Al ignorar la dimensión tempo-
b) distribuciones redundantes; c) áreas ausentes. ral en el análisis biogeográfico, las reconstrucciones
cladistas pueden caer en el fenómeno de la pseudo-
• No considera los procesos biogeográficos (Fig. 3): ade- congruencia biogeográfica. Las barreras geográfi-
más de la vicarianza (Fig. 1C) y la dispersión (Fig. 1B), cas son en muchos casos cíclicas y el mismo patrón de
de las que ya se ha hablado, existen otros dos procesos relaciones entre áreas pudo haberse formado en épo-
biogeográficos que permiten explicar patrones de distri- cas geológicas distintas, en cuyo caso no puede atri-
bución geográfica en organismos: la extinción, es decir, buirse a la misma causa histórica. En la Figura 3C el
la desaparición de un linaje de toda o parte (extirpación) grupo es más antiguo que la barrera y la primera es-
de su área de distribución, y la duplicación, que en bio- peciación se produce antes de la primera vicarianza,
geografía se interpreta como el resultado de la especia- de manera que los dos descendientes ocupan la misma
ción de un linaje en ausencia de división geográfica área ancestral ABC (duplicación). La extinción pos-
(véase Fig. 3C). La biogeografía cladista tiene como ob- terior de algunos linajes en las áreas A, B y C da lugar
jetivo encontrar un patrón general de relaciones entre a un patrón biogeográfico idéntico al producido por
áreas que se interpreta como el resultado de una secuen- una secuencia de eventos de vicarianza (Fig. 3A).
cia de fenómenos de vicarianza que fragmentó una biota Para que se pueda hablar de congruencia biogeográ-
ancestral (Fig. 2B). Procesos biogeográficos como la fica, por tanto, es necesario que exista ‘congruencia
Isabel Sanmartín 465
topológica’ en la relación entre áreas de endemismo contrario que un árbol filogenético– las áreas no están
(TAC, Fig. 2B), pero también ‘congruencia temporal’ necesariamente sujetas a una cladogénesis jerárquica.
entre los eventos de especiación producidos por la di- Así, regiones como la cuenca Mediterránea o la Región
visión geográfica. Por ejemplo, la existencia de dos Holártica presentan una paleogeografía compleja, en la
grupos de organismos mediterráneos con especies cual las áreas se han dividido, colisionado y fragmen-
hermanas a ambos lados del Estrecho de Gibraltar no tado a lo largo del tiempo. A medida que las barreras se
indica necesariamente una historia biogeográfica forman y destruyen, la alternancia en el tiempo de dis-
común para estos grupos. La Península Ibérica y el persión y vicarianza tectónica da lugar a un patrón re-
norte de África estuvieron conectados en distintos pe- ticulado de relaciones entre áreas –biogeografía
riodos geológicos a medida que las placas tectónicas reticulada– que no puede representarse por un clado-
que forman la Región Mediterránea se fragmentaron, grama de áreas bifurcado como en el escenario vica-
abriendo nuevas cuencas marinas. Por tanto, un riante (Fig. 3A). Por ejemplo, en la Figura 3D, la
mismo patrón de relaciones biogeográficas entre fragmentación entre las áreas C(BA) y la posterior fu-
ambos lados del Estrecho pudo haberse formado en sión entre las áreas C y B da lugar a un patrón reticu-
épocas geológicas distintas. lado de ‘hibridación entre áreas’. En esta clase de
• Biogeografía reticulada: otro problema al que se en- escenarios interviene otro tipo de proceso biogeográ-
frenta la biogeografía cladista es el hecho de que –al fico, que se conoce como geodispersión, dispersión
A A C B B C
B A
1 2 3 1 2 3
especiación II
(2,1)
3 Dispersión
2
vicarianza II especiación II vicarianza II especiación I
(B,C) (2,3) (B,C) (3,(2,1))
A B C A B C
vicarianza I
especiación I (A,(B,C))
vicarianza I (1,(2,3))
(A,(B,C))
C B A
3 2 1
B A C D
C
1 2 3 especiación II
Expansión rango (2,1)
extinción II
extinción III
vicarianza II C B
(B,C) extinción I especiación II
(2,3)
vicarianza II especiación I
(B,C) (3,(2,1))
A B C C B A A B C
especiación I
vicarianza I (1,(2,3))
(A,(B,C))
duplicación
Figura 3. Limitaciones de la biogeografía cladista. Distintas combinaciones de procesos pueden dar lugar a un mismo patrón de re-
laciones jerárquicas entre áreas (A,(BC), recuadro). A: Vicarianza: fragmentación de un área ancestral ‘ABC’ por dos eventos sucesi-
vos de vicarianza (I y II), seguido de especiación alopátrida, dan lugar al patrón de relaciones jerárquico A(BC). B: Vicarianza + dis-
persión: un evento de dispersión de B a C posterior al primer evento de vicarianza da lugar al mismo patrón de relaciones entreáreas.
C: Duplicación + extinción: un evento de duplicación o especiación simpátrica dentro del área ancestral ABC (anterior al primer evento
de vicarianza) y la extinción posterior en ciertas áreas produce idéntico patrón jerárquico. D: Reticulación: la división por vicarianza
entre C y AB, y la posterior unión (‘hibridación’) entre las áreas B y C (seguida de extensión del rango o difusión entre sus biotas) da
lugar al mismo patrón bifurcado que en la Figura 3A. Al no incorporar los procesos a la inferencia del cladograma de áreas, la bioge-
ografía cladista no permite discriminar entre estas explicaciones alternativas. En B y C se muestra además la importancia de incorpo-
rar la dimensión temporal a la inferencia biogeográfica: el grupo es más jóven (B) o más antiguo (C) que la primera barrera vicariante.
En D se ofrece un ejemplo de biogeografía reticulada que no puede representarse por un único cladograma de áreas: la relación en-
tre áreas cambia en el tiempo.
466 Cap. 45, Biogeografía
geológica, o difusión, y que se define como el resul- sibilidad es maximizar el número de eventos de vica-
tado de la expansión del rango geográfico entre dos rianza (‘historia compartida’) inferidos por la reconstruc-
grupos de organismos al desaparecer la barrera geográ- ción biogeográfica. Otra alternativa, adoptada por
fica que impedía la dispersión. Por ejemplo, la colisión métodos como DIVA o TREEFITTER, es asignar costes que
entre las placas continentales de la India y Eurasia en maximicen la probabilidad de detectar patrones de distri-
el eoceno a al cierre del Estrecho de Turgai entre Eu- bución ‘filogenéticamente conservados’. Imagínese que
ropa y Asia hace 30 millones de años permitieron a las se quiere diferenciar entre patrones de distribución que
biotas de los dos continentes extender su distribución a están determinados por relaciones evolutivas ‘antepasa-
ambos lados de la barrera. A diferencia de la disper- doo-descendiente’, es decir, por la topología de la filoge-
sión, que se considera como un evento específico de nia del organismo, frente a patrones de distribución
cada linaje, la geodispersión, al igual que la vicarianza, debidos al azar. Se pueden permutar de forma aleatoria
afecta simultáneamente a toda la biota de una región. las distribuciones de los táxones en la filogenia y compa-
Por tanto, al igual que ésta, puede generar patrones de rar el coste de la reconstrucción biogeográfica original
distribución congruentes entre organismos con ecolo- (las distribuciones observadas) con el coste de las recons-
gía y capacidad de dispersión distintas. Este tipo de pa- trucciones al azar. Si el coste observado para los datos re-
trón reticulado no puede representarse por un único ales es más bajo que el coste calculado para el 95% de las
cladograma de áreas (Fig. 3D) y requiere métodos de permutaciones al azar, se puede rechazar la hipótesis nula
análisis biogeográfico que no estén limitados por la es- de que las distribuciones no están filogenéticamente con-
tructura bifurcada y jerárquica de un cladograma de servadas y aceptar la hipótesis alternativa de que existe
áreas (véase abajo). una asociación entre la relación filogenética de las espe-
cies y las áreas que habitan. Utilizando simulaciones de
Biogeografía basada en procesos costes, Ronquist demostró que para distinguir entre pa-
trones de distribución al azar y patrones filogenética-
En la última década del siglo XX se desarrolló una nueva
mente conservados (por ejemplo, determinados por
generación de métodos de inferencia biogeográfica basa-
relaciones evolutivas ‘antepasado-descendiente’), los pro-
dos en modelos de procesos cuyo objetivo era superar las
cesos de dispersión y extinción deben tener un coste más
limitaciones de la biogeografía cladista antes menciona-
alto que los procesos de duplicación y vicarianza. La razón
das. Esta nueva escuela biogeográfica, denominada ‘bio-
está en que estos dos últimos procesos generan patrones de
geografía de procesos’ (event-based biogeography) y
distribución filogenéticamente conservados, en los cuales
formalizada por el biogeógrafo sueco Fredrik Ronquist,
los descendientes ‘heredan’ el rango geográfico ancestral.
propugna incorporar de forma explícita los procesos al
En la duplicación (Fig. 4A), cada uno de los dos descen-
análisis biogeográfico mediante modelos deterministas en
dientes hereda todo el rango ancestral, mientras que en la
los cuales cada proceso –dispersión, vicarianza, duplica-
vicarianza éste se divide en dos partes excluyentes de
ción y extinción (Fig. 4A)– recibe un coste fijo según su
modo que la suma de la distribución de los dos descen-
probabilidad. El análisis biogeográfico consiste en encon-
dientes equivale al rango ancestral (Fig. 4A). En cambio,
trar la reconstrucción biogeográfica más parsimoniosa:
los procesos de dispersión y extinción destruyen la rela-
aquella que minimiza el coste total de los eventos que
ción biogeográfica entre ancestro y descendientes, bien
deben inferirse para explicar la distribución actual del or-
porque uno de los descendientes desaparece de parte del
ganismo según el cladograma de áreas (Fig. 4B). Por
área ancestral –extinción (Fig. 4A, Fig. 3C)– o bien por-
tanto, la biogeografía de procesos, al igual que la biogeo-
que coloniza un área distinta que no formaba parte del área
grafía cladista, utiliza el principio de máxima parsimonia
ancestral –dispersión (Fig. 4A, Fig. 3B)–. Por tanto, se
como criterio de optimización en la inferencia del escena-
puede decir que estos procesos generan rangos geográfi-
rio biogeográfico. A diferencia de ésta, sin embargo, no
cos filogenéticamente no conservados.
sólo reconstruye el patrón general de relaciones entre áreas
La biogeografía basada en procesos supuso una serie
de endemismo (GAC), sino también la secuencia de pro-
de avances frente a la biogeografía cladista:
cesos biogeográficos que han generado ese patrón de dis-
tribución (Fig. 4B y Fig. 5). Es más, al hacer explícita la • Introdujo un criterio estadístico con el cual distinguir
conexión entre los patrones de distribución observados y entre reconstrucciones biogeográficas alternativas, por
los procesos subyacentes, los métodos ‘basados en even- ejemplo comparando el coste entre cladogramas de
tos’ permiten comparar escenarios biogeográficos alter- áreas y examinando su significación estadística me-
nativos. Por ejemplo, en la Figura 3, cada uno de los diante tests de permutación.
escenarios biogeográficos alternativos tendría un coste • Permite por primera vez formular hipótesis sobre dis-
distinto en términos de procesos, por lo que aunque el pa- persión y vicarianza (frecuencia relativa, dirección de
trón biogeográfico resultante sea el mismo sería posible dispersión, etc.) contrastables estadísticamente, por
discriminar entre ellos. ejemplo en relación con los valores esperados si las dis-
Encontrar el coste óptimo para cada proceso es la tribuciones no estuvieran filogenéticamente conserva-
principal dificultad en biogeografía de procesos. Una po- das (Fig. 5).
Isabel Sanmartín 467
A B
Filogenia Cladograma de áreas
1 A
B 2 C3 23 2 B
3
áreas áreas
C
organismos organismos 4
5 D
1 6 E
A A 1
7 F
vicarianza duplicación
Eventos
Vicarianza (v)
1
Duplicación (d)
2A
B1 C 2 3 Extinción (e)
7B Dispersión (i)
áreas organismos áreas organismos
3C
1 1 4D
A B A
extinción dispersión 5E
Reconstrucción
6F biogeográfica
Figura 4. Biogeografía de procesos. A: Cuatro tipos de procesos considerados en un análisis biogeográfico de Biogeografía de Pro-
cesos: vicarianza, dispersión, extinción y duplicación. Nótese que los dos primeros procesos dan lugar a distribuciones en que los
descendientes ‘heredan’ en parte o en su totalidad el rango de distribución del antepasado; la dispersión y la extinción, en cambio,
rompen la relación geográfica entre ancestro y descendientes, porque uno de los descendientes viene a ocupar un área distinta de
la del antepasado (dispersión) o porque es extirpado de parte del área ancestral (extinción). B: Ejemplo de análisis biogeográfico en
biogeografía de procesos: a la derecha se muestra la filogenia de un grupo monofilético con siete especies distribuidas en seis áreas
de endemismo, y a la izquierda un cladograma de áreas representando la secuencia de fragmentación geológica entre las áreas de
endemismo. Para reconstruir la historia biogeográfica del grupo se mapea la filogenia sobre el cladograma de áreas, de manera que
se minimice el coste de aquellos procesos que deben ser inferidos para poder explicar la distribución actual de las especies en la fi-
logenia según el cladograma de áreas. En este caso, el coste sería 4v + 1d + 1i + 1e. Generalmente, el cladograma de áreas se des-
conoce y puede obtenerse por enumeración o búsqueda heurística de todos los cladogramas posibles: el que implique el menor coste
en términos de procesos es la solución más parsimoniosa. Nótese que, a diferencia de la biogeografía cladista (Fig. 3), la biogeogra-
fía de procesos muestra no sólo las distribuciones ancestrales, sino también los procesos biogeográficos que las originaron, inclu-
yendo la dirección de dispersión. (Adaptada de Sanmartín y Ronquist.)
NG
NZ
NG
NG
NZ
NC
NC
NC
NG
NZ
NZ
SSA
SSA
SSA
SSA
SSA
SSA
SSA
SSA
SSA
A US
cun n in g h a m ii A US
A US
codon a n dra
m en ziesii
a lessa n drii
betuloides
a n ta rctica
ba la n sa e
discoidea
dom beyi
trun ca ta
sola n dri
resin osa
p u m ilio
obliqua
g ra n dis
m oorei
g la uca
g u n n ii
a lp in a
bra ssii
perryi
n itida
f usca
+ NZ 40 AUS 38 SSA 34 NZ 31 SSA 30 SSA 26 NG 24 NC
NG
[40-14 Ma] 41 NG 39 SSA 35 32 SSA 27 NG 25
NZ NC
A US
+ NZ
36
L ophozonia 42 SSA- A US-NG [37-13 Ma] 33 SSA 28 NG
Notohofagus +NC
[30 Ma] 37 SSA- A US-NG 29
Brassospora
F uscospora
[45-30 Ma] 43 SSA- A US-NG
[42-3 Ma]
44 SSA- A US-NG
[45-30 Ma]
45 SSA- A US-NG
[66-45 Ma]
Figura 5. Reconstrucción de la historia biogeográfica del género de plantas Nothofagus (hayas del Sur) utilizando un método de bio-
geografía de procesos (TREEFITTER). El cladograma está basado en la filogenia molecular de Swenson y colaboradores. Para los nodos
más relevantes se muestran estimaciones de divergencia temporal basadas en relojes moleculares (véase el recuadro Dispersión y vi-
carianza). El resultado final aporta una nueva visión biogeográfica: complejo escenario de vicarianza seguido por múltiples dispersio-
nes. Nótese que aunque la biogeografía de procesos no incorpora información temporal directamente a la divergencia, la compara-
ción entre el cladograma de áreas y el cladograma geológico permite inferir la secuencia relativa temporal de eventos: la dispersión
del linaje australiano a Nueva Zelanda tuvo lugar después de la vicarianza entre los linajes sudamericanos y australianos. (Símbolos de
procesos como en Fig. 4.) (Adaptada de Sanmartín y colaboradores). A: Hoja perenne de Nothofagus pumilio. B: Porte de la especie
de hoja caduca Nothofagus betuloides.
la vicarianza. Por otro lado, la concepción de la disper- siva han sido capaces de migrar y atravesar barreras
sión en biogeografía cladista como un proceso al azar oceánicas (por ejemplo las hayas del sur, género No-
e impredecible se ha visto recientemente cuestionada thofagus; véanse el recuadro Dispersión y vicarianza y
por estudios que demuestran que la dispersión, si está la Fig. 5). Otro ejemplo son los camaleones endémicos
dirigida por factores abióticos como vientos o corrien- de Madagascar, que aparentemente descienden de li-
tes oceánicas, puede convertirse en un fenómeno no najes africanos que se dispersaron a Madagascar hace
aleatorio, capaz de producir patrones biogeográficos si- 30 millones de años, mucho tiempo después de la sepa-
milares en organismos de ecología y capacidad disper- ración de estos dos continentes por el Estrecho de Mo-
siva distintas (‘dispersión concertada’). Por ejemplo, zambique. Esto sugiere que, en términos de tiempo
en un metaanálisis biogeográfico de la flora y la fauna geológico, incluso eventos altamente improbables
australes, Sanmartín y Ronquist (2004) mostraron que como la dispersión transoceánica a larga distancia, pue-
la flora neozelandesa presenta sus vínculos bióticos den llegar a producirse.
más cercanos con la flora australiana, y lo atribuyen a • Probablemente el factor más importante en el resurgi-
dispersión transoceánica favorecida por la Corriente miento de la dispersión como proceso en biogeografía
Antártica, que mueve aguas y vientos de oeste a este fue la introducción de métodos moleculares en la reso-
alrededor de la Antártida (West Wind Drift). lución de relaciones filogenéticas. La mayoría de las
• Estudios recientes demuestran que grupos considera- mutaciones en la molécula de DNA son neutrales desde
dos tradicionalmente como de baja capacidad disper- el punto de vista de la selección natural (no confieren
Isabel Sanmartín 469
ninguna ventaja selectiva al portador), y por tanto tien- lidad es que originalmente fueran aves voladoras que
den a acumularse a lo largo del tiempo. Esto significa perdieron la capacidad de volar como adaptación al
que el grado de diferencia entre las secuencias de DNA nuevo medio insular. Otra explicación es que hubiera
de dos organismos puede utilizarse para inferir el existido una conexión terrestre entre Nueva Zelanda y
tiempo transcurrido desde su cladogénesis o separación Australia posterior a su separación de Gondwana, por
evolutiva, el llamado ‘reloj molecular’. Por ello, las fi- ejemplo a través de puentes continentales ahora sumer-
logenias basadas en secuencias de DNA calibradas con gidos, como Norfolk Ridge o Lord Howe Rise. Otro
registro fósil permiten obtener estimaciones de la edad ejemplo del cambio de paradigma en el debate entre dis-
de divergencia entre linajes, lo que permite contrastar persión y vicarianza es la flora de Nueva Zelanda. Esta
hipótesis biogeográficas alternativas: dispersión frente flora, rica en endemismos, se ha considerado tradicio-
a vicarianza (la barrera es de la misma edad que la di- nalmente como un remanente (‘relicto’) de la antigua
vergencia). Esto ha demostrado que la dispersión ha flora de Gondwana, que se quedó aislada cuando Nueva
desempeñado un papel fundamental en la historia bio- Zelanda se separó del resto del supercontinente hace 80
geográfica de muchos organismos, demasiado jóvenes millones de años. Recientemente se ha cuestionado esta
para haberse visto afectados por episodios de vicarianza teoría por la aparición de nuevas filogenias moleculares
tectónica. Por ejemplo, estudios de DNA antiguo mues- que sugieren que muchos linajes de plantas endémicas
tran que los kiwis y los extintos moas de Nueva Zelanda de Nueva Zelanda se originaron en el mioceno (véase el
–aves pertenecientes al orden de los Ratites (avestruces recuadro Dispersión y vicarianza). Asimismo, el regis-
y demás parientes)– no son grupos hermanos, sino que tro fósil sugiere que la flora neozelandesa del cretácico
los kiwis estarían más cercanos a los emúes de Austra- era muy distinta de la actual, mientras que la flora fósil
lia y los casuarios de Nueva Guinea. Por otro lado, es- del mioceno comparte numerosas especies con la flora
timas basadas en reloj molecular sugieren que los moas australiana del mismo periodo. Esto ha llevado al pale-
se originaron hace 70 millones de años, cuando Nueva obotánico australiano Mike Pole a sugerir que la flora
Zelanda aún formaba parte de Gondwana, mientras que original de Nueva Zelanda, de origen gondwánico, se
los kiwis son de origen más reciente (40 millones de habría extinguido durante las sucesivas transgresiones
años), por lo que su presencia en Nueva Zelanda sólo marinas del paleogeno que sumergieron hasta el 80%
puede explicarse por dispersión transoceánica desde de la isla, mientras que la flora actual es en su mayor
Australia. Esto plantea una interesante disyuntiva, ya parte descendiente de linajes australianos que se habrían
que las rátidas son aves primitivas que carecen de la ca- dispersado a Nueva Zelanda en tiempos recientes.
pacidad de volar (superorden Paleognatha). Una posibi-
Ningún grupo de animales o plantas ha sido más estudiado en biogeografía que las hayas del sur, género Nothofagus (Fa-
gaceae), con 35 especies, cada una de ellas endémica de un continente austral. Su distribución actual abarca casi todo el
hemisferio sur (ausente en India y Africa) y se extiende a través de miles de kilómetros cruzando barreras oceánicas (Fig.
5). Su curiosa distribución ha atraído a biogeógrafos y naturalistas desde los tiempos de Darwin. John Dalton Hooker
(1844-1860), por ejempo, utilizó la distribución de Nothofagus para sugerir la existencia de conexiones terrestres entre
los continentes australes, mientras que Tajahktan definió su Reino Floral Antártico utilizando Nothofagus como modelo.
Desde entonces, Nothofagus se ha analizado en incontables ocasiones y su patrón de distribución ha sido considerado al-
ternativamente como un ejemplo de vicarianza gondwánica o de dispersión transoceánica. Estudios recientes utilizando
marcadores moleculares y métodos de coste de procesos sugieren una historia biogeográfica que combina un escenario
inicial de vicarianza –la fragmentación de Gondwana– con sucesivos eventos de extinción y dispersión más recientes
(Fig. 5). Según estas reconstrucciones, Nothofagus se habría originado en el supercontinente de Gondwana probablemente
a finales del cretácico (65 millones de años), antes de la separación de Sudamérica y Australia (30 millones de años). La
diversificación inicial que dio lugar a los subgéneros Lophozonia, Fuscospora, Nothofagus y Brassospora también habría te-
nido lugar antes de esa primera vicarianza. Por el contrario, la presencia actual en Nueva Zelanda de las especies de los
subgéneros Lophozonia (N. menziesii) y Fuscospora (N. solandri, N. fusca y N. truncata) sería el resultado de una dispersión
reciente a partir de linajes australianos (Fig. 5), posterior a la separación de Nueva Zealanda de Gondwana (80 millones
de años). Por otro lado, el registro fósil indica que Nothofagus estaba presente en Nueva Zelanda al menos desde comien-
zos del terciario (paleoceno). Es posible, por tanto, que el género estuviera originalmente en Nueva Zelanda antes de su
separación de Gondwana, pero que se hubiera extinguido tras la transgresión marina que sumergió hasta el 80% de este
continente en el oligoceno. Posteriormente, linajes australianos habrían recolonizado Nueva Zelanda por dispersión tran-
soceánica, como en el caso de otras plantas endémicas de Nueva Zelanda. Nothofagus es, por tanto, un buen ejemplo para
ilustrar el debate entre dispersión y vicarianza, porque muestra que la investigación biogeográfica debe estar libre de
ideas predefinidas y abierta a la posibilidad de múltiples procesos a la hora de explicar la distribución actual de un grupo
de organismos.
470 Cap. 45, Biogeografía
Esta aproximación ‘molecular’ a la biogeografía ha sido la clase de datos o de evidencia que puede utilizarse en
duramente criticada por biogeógrafos cladistas y panbio- la inferencia biogeográfica. La historia biogeográfica
geógrafos, porque las calibraciones basadas en el registro del organismo se infiere solamente a partir del árbol de
fósil sólo pueden proporcionar edades mínimas de la di- relaciones filogenéticas y de la distribución geográfica
vergencia entre linajes; el registro fósil está incompleto, de las especies actuales (Figs. 2 y 4). Otro tipo de evi-
por lo que el origen del taxon puede ser más antiguo que dencia, como estimaciones moleculares de la edad de
lo indicado por éste. Por otro lado, la tasa de mutación o divergencia entre linajes, el registro fósil o informa-
evolución molecular raramente es constante entre linajes ción paleogeográfica sobre la distribución de áreas en
o incluso dentro de un mismo linaje, lo cual viola la prin- el pasado, sólo pueden incorporase de manera indirecta
cipal asunción del reloj molecular. No obstante, actual- a la reconstrucción. Por ejemplo, en la Figura 5 se com-
mente existen métodos de ‘reloj molecular relajado’ que para el cladograma de áreas de Nothofagus con un cla-
permiten estimar los tiempos de divergencia entre linajes dograma geológico sobre la fragmentación de
sin asumir un reloj molecular estricto. Además, en gene- Gondwana, se puede inferir la secuencia relativa de
ral se utilizan criterios muy conservadores a la hora de re- eventos biogeográficos, incluidas la extinción y la dis-
chazar la hipótesis de vicarianza, es decir, la divergencia persión transoceánica.
temporal entre los linajes disyuntos debe ser ‘considera-
blemente’ más reciente que la edad de la barrera para
aceptar la hipótesis de dispersión. Biogeografía probabilista o paramétrica
En los últimos dos años ha surgido un nuevo enfoque en
Críticas a la biogeografía de procesos biogeografía que propugna la utilización de modelos ma-
Aunque en muchos aspectos la biogeografía basada en temáticos probabilistas paramétricos en inferencia biogeo-
procesos supuso un importante avance sobre la biogeogra- gráfica: la escuela biogeográfíca probabilista o basada en
fía cladista, presenta también sus limitaciones. Por ejem- modelos paramétricos (model-based). En analogía con la
plo, el coste de los procesos (la probabilidad de ocurrencia evolución de un carácter en un árbol filogenético, los mé-
de un evento) no puede estimarse a partir de los datos sino todos paramétricos modelan la evolución biogeográfica
que debe fijarse a priori utilizando criterios de optimiza- de un linaje –el cambio en el rango geográfico de antepa-
ción ad hoc, como por ejemplo la conservación filogené- sado a descendientes– como un proceso estocástico con
tica del rango geográfico (véase arriba). No obstante, la un número finito de estados discretos (rangos geográfi-
limitación más importante de la biogeografía de procesos cos) que evoluciona a lo largo de las ramas de la filogenia
–y de la biogeografía cladista– es el uso del ‘principio de de acuerdo con un modelo probabilista. Los estados del
máxima parsimonia’ como criterio de optimización en proceso son las áreas que forman el rango de distribución
análisis biogeográfico. La ‘parsimonia biogeográfica’ del grupo estudiado (A y B en la Fig. 6A). La probabili-
plantea varios problemas: dad de cambio o transición entre los estados del sistema se
• Puesto que se utiliza un ‘criterio de minimización’ en modela como un proceso estocástico denominado cadena
la inferencia biogeográfica –la explicación más parsi- de Markov, gobernado por una matriz de probabilidades
moniosa es aquella que implica el menor número de de transición, (Q), que determina la tasa de cambio ins-
cambios en el rango geográfico entre ancestro y des- tantánea (en una unidad infinitesimal de tiempo) entre las
cendientes– se tiende a infraestimar la frecuencia de áreas que forman el rango geográfico (Fig. 6A). Los pará-
eventos tales como dispersión y extinción que, como metros de esta matriz son procesos biogeográficos, como
ya se ha dicho, generan rangos geográficos filogenéti- por ejemplo la dispersión, extinción, o difusión, que deter-
camente menos conservados. Por tanto, se les asigna a minan la tasa de evolución del rango biogeográfico
priori un coste o probabilidad de ocurrencia más bajo, (mediante salto (jump), contracción, y expansión, respec-
por lo que su frecuencia necesariamente se infraestima tivamente) de ancestro a descendientes a lo largo de la fi-
en la reconstrucción. logenia (Fig. 6B). Las probabilidades de cambio entre
estados se obtienen exponenciando la matriz de cambio
• Se ignora el error o varianza estocástica en la recons-
instantánea Q como una función de la longitud de la rama:
trucción biogeográfica, ya que sólo se evalúan aque-
P = eQv, o en función del tiempo P = eQt.
llas reconstrucciones con el mínimo coste en términos
De esta forma, dado un modelo de Markov de evolu-
de eventos, cuando puede haber otros escenarios igual-
ción biogeográfica, un árbol con longitudes de rama pro-
mente probables. También se ignora el error en la infe-
porcionales al grado de divergencia evolutiva, y la
rencia filogenética, ya que la historia biogeográfica se
distribución geográfica de las especies (Fig. 6A), es posi-
reconstruye sobre una topología fija (el árbol de má-
ble utilizar métodos estadísticos de inferencia filogenética
xima parsimonia), asumiendo que ésta representa a la
tales como el análisis de máxima verosimilitud o la inferen-
verdadera filogenia cuando puede haber otras topolo-
cia bayesiana (véase Cap. 52, Reconstrucción de árboles
gías que son sólo ligeramente menos parsimoniosas.
filogenéticos) para estimar la probabilidad relativa de ran-
• Sin embargo, probablemente la desventaja más impor- gos ancestrales en cada nodo de la filogenia y la tasa de
tante de la parsimonia en biogeografía es que restringe cambio en parámetros como la extinción o la dispersión.
Isabel Sanmartín 471
A B AB
A _ 0 D AB
B 0 _
D BA
Taxón1
EB EA _
AB
Taxón2
Taxón3 Matriz de probabilidades de transición
(modelo DEC)
Taxón4
C
0 P = eQv= eQt
50
Árbol filogenético con longitudes de rama Tiempo
Figura 6. Biogeografía paramétrica o probabilista. A: La evolución biogeográfica de un linaje –el cambio en el rango geográfico de
antepasado a descendientes– se modela como un proceso estocástico, denominado modelo de Markov, con estados discretos (los
rangos geográficos A y B), que evoluciona a lo largo de las ramas de la filogenia de acuerdo con una matriz de probabilidades de tran-
sición (Q). Los parámetros de esta matriz son procesos biogeográficos como la dispersión, la extinción o la difusión, que determinan
la probabilidad de cambio del rango biogeográfico de ancestro a descendientes como una función del tiempo (por ejemplo, p: tasa de
dispersión de A a B). Nótese que cuanto mayor es la longitud de la rama, mayor es la probabilidad de ocurrencia del evento estocás-
tico y mayor la incertidumbre a la hora de inferir el estado ancestral, el rango geográfico del antepasado: ha habido más tiempo para
que se hayan producido eventos geográficos aunque el resultado final sea el mismo. B: Un modelo paramétrico alternativo en el cual
la evolución biogeográfica se modela como el resultado de la expansión del rango geográfico o difusión (DAB) y extinción posterior
(EA). Este modelo paramétrico sería apropiado en el caso de escenarios continentales en los cuales los linajes expanden su rango de
distribución al eliminarse una barrera y luego especian por vicarianza, mientras que el modelo presentado en A sería más apropiado
para áreas aisladas por barreras geográficas que dificultan o impiden la dispersión. C: Las probabilidades de cambio entre estados (o
la tasa de los parámetros) se obtienen exponenciando la matriz de transición como una función de la longitud de rama (divergencia
evolutiva) o en función del tiempo.
Una de las ventajas de los modelos de Markov es su de áreas, de modo que para tres áreas habría siete estados
flexibilidad. Es posible generar escenarios biogeográfi- (A, B, C, AB, AC, BC y ABC), para cuatro áreas habría
cos alternativos modificando la matriz de transición, por 15 estados, etc. Para evitar este problema, es posible in-
ejemplo introduciendo nuevos parámetros o restringiendo troducir restricciones en los estados o rangos geográfi-
los estados (rangos geográficos) permitidos en la matriz. cos aceptados en la matriz de transición, de acuerdo con
Por ejemplo, en un sistema de islas como las Hawai, algún criterio biológico, geográfico o geológico. Por
donde la secuencia de colonización ha seguido el orden ejemplo, se podrían restringir los rangos de amplia dis-
de aparición de las islas, es posible restringir la probabi- tribución –formados por más de un área– a aquellas com-
lidad de dispersión en la matriz de transición de manera binaciones que sólo incluyan áreas adyacentes
que la tasa de dispersión entre islas no adyacentes en la geográficamente. La idea es que el resto de los rangos in-
cadena sea igual a cero. En el caso de escenarios bioge- cluiría áreas separadas entre sí por un área intermedia o
ográficos continentales, en los cuales las áreas no están por barreras geográficas (por ejemplo un océano), y por
aisladas por barreras oceánicas como en un sistema de tanto la transición entre estos rangos geográficos reque-
islas, puede resultar interesante introducir estados o ran- riría un evento adicional de extinción en el área interme-
gos geográficos formados por más de una unidad de área dia o de dispersión transoceánica.
(por ejemplo, A, B, AB (Fig. 6B)). El problema de este En comparación con el enfoque tradicional basado en
tipo de escenarios es que el tamaño de la matriz de tran- la parsimonia, los modelos paramétricos en biogeografía
sición aumenta exponencialmente con el número inicial presentan varias ventajas:
472 Cap. 45, Biogeografía
• Se considera el grado de divergencia evolutiva entre li- probabilidad de extinción y dispersión entre áreas y la pro-
najes, representado por las longitudes de rama en la fi- babilidad de escenarios alternativos de transmisión del
logenia, a la hora de estimar la probabilidad de cambio rango geográfico de antepasado a descendientes en una fi-
entre estados ancestrales; por ejemplo, la probabilidad logenia. El segundo método (Fig. 6A) permite estimar
de cambio es mayor en las ramas más largas que en las tasas de dispersión o migración biótica entre áreas geo-
cortas (Fig. 6A). Puesto que las longitudes de rama re- gráficamente aisladas (por ejemplo, islas oceánicas), así
presentan tanto la cantidad de cambio observado como como su capacidad de carga (por ejemplo el número de
el esperado según el modelo paramétrico, a diferencia especies que pueden coexistir en condiciones de equili-
de la biogeografía de parsimonia, estos métodos no in- brio), utilizando la inferencia bayesiana sobre una matriz
fraestiman la probabilidad de procesos estocásticos de secuencias de DNA y datos de distribución geográfica
como la dispersión o la extinción. de varios organismos. El modelo DEC (Fig. 6B) resulta
apropiado para reconstruir la historia biogeográfica de un
• Si las longitudes de rama son proporcionales al tiempo
linaje, mientras que el método bayesiano (Fig. 6A) puede
transcurrido desde la cladogénesis entre linajes (como
utilizarse entre grupos que difieren en su edad de origen o
en un árbol ultramétrico), los métodos paramétricos
su capacidad dispersiva, ya que la estimación de paráme-
permiten integrar la dimensión temporal directamente
tros como la tasa de dispersión se integra sobre la proba-
en el análisis biogeográfico. El tiempo puede estar me-
bilidad posterior de la filogenia y el modelo de evolución
dido tanto en unidades relativas como en absolutas, por
molecular de cada uno de los grupos.
ejemplo si el árbol ultramétrico se calibra con la ayuda
del registro fósil.
Filogeografía
• Se incorpora el error asociado a la reconstrucción bio-
geográfica, ya que la probabilidad relativa de rangos an- La creciente facilidad para obtener datos moleculares (se-
cestrales en cada nodo de especiación se estima cuencias de DNA) de distintos individuos, incluso dentro
integrando sobre todos los posibles rangos y escenarios de una misma especie o una misma población, ha favore-
biogeográficos en el resto de los nodos. En el caso de la cido que el enfoque de los estudios biogeográficos se haya
inferencia bayesiana se incorpora también el error aso- trasladado de las filogenias supraespecíficas a estudios fi-
ciado a la reconstrucción filogenética, ya que la proba- logenéticos a nivel de poblaciones o de especies muy cer-
bilidad posterior de los parámetros se integra sobre el canas. La filogeografía es una escuela biogeográfica,
resto de los parámetros en el modelo, incluyendo el árbol originalmente propuesta y formalizada por el biogeógrafo
filogenético. El resultado son ‘estimaciones marginales’, norteamericano John Avise, que busca reconstruir los pa-
en las cuales la probabilidad de parámetros biogeográfi- trones y procesos biogeográficos que gobiernan la distri-
cos como la tasa de dispersión entre áreas no depende bución espacial de linajes genealógicos a nivel
de una topología ni de longitudes de rama fijas. intraespecífico utilizando marcadores moleculares. Gene-
ralmente se trata de secuencias de DNA citoplásmico, no
• Puesto que cada escenario biogeográfico está descrito
recombinante, como DNA cloroplástico o mitocondrial,
en función de parámetros, la identificación del escena-
que se transmite sólo por línea materna. La transmisión
rio biogeográfico que mejor se ajusta a los datos (por
asexual de estos marcadores permite inferir las relaciones
ejemplo, utilizando pruebas estadísticas como LTR o
genealógicas entre los genotipos matrilineales (haploti-
Bayes Factors; véase Cap. 52, Reconstrucción de ár-
pos) directamente a partir de las secuencias de DNA. La
boles filogenéticos) permite identificar aquellos proce-
filogeografía busca interpretar estos árboles genealógicos
sos o mecanismos evolutivos que mejor explican la
en un contexto espacial que incluye tanto procesos histó-
historia biogeográfica del grupo.
ricos como actuales (ecológicos).
• Finalmente, estos métodos permiten integrar directa- Los límites entre biogeografía y filogeografía tien-
mente otro tipo de evidencia al análisis biogeográfico, den a confundirse y algunos autores consideran la filo-
como la presencia de registro fósil, la existencia de co- geografía como una parte de la biogeografía que se
nexiones geológicas o corredores de dispersión entre ocupa de estudiar los procesos y patrones biogeográfi-
áreas, etc. Esta información puede introducirse en el mo- cos a escalas temporales más recientes (por ejemplo, los
delo como nuevos parámetros en la matriz de transición patrones de colonización desde refugios climáticos
o en forma de ‘escalares’, que modifican la tasa global pleistocénicos). Sin embargo, la filogeografía se dife-
de dispersión o extinción según la distancia geográfica, renciaría de la biogeografía supraespecífica tradicional
la información geológica, etc. en tres aspectos:
Actualmente hay dos métodos paramétricos de inferencia • Las relaciones genealógicas no son necesariamente bi-
biogeográfica: el primero se basa en un modelo de disper- furcadas como en la cladogénesis filogenética, sino que
sión-extinción-cladogénesis (DEC) (Fig. 6B) que, dado un pueden ser reticuladas; resultado de procesos como re-
modelo que define las áreas del sistema, un árbol con lon- combinación o hibridación. Esto incumple la asunción
gitudes de rama y las distribuciones terminales de los tá- básica de los métodos de reconstrucción filogenética,
xones, permite estimar por máxima verosimilitud la que asumen relaciones bifurcadas o jerárquicas.
Isabel Sanmartín 473
• Mientras que en biogeografía se considera que sólo Los estudios filogeográficos han servido para mostrar
existe una única hipótesis de relaciones filogenéticas la existencia de linajes crípticos (‘filogrupos’) dentro de
entre las especies, la verdadera filogenia, en filogeo- las especies. Se trata de poblaciones coespecíficas que for-
grafía puede haber múltiples árboles genealógicos con- man grupos genética y espacialmente aislados de otros
tenidos dentro de un mismo árbol filogenético (véase filogrupos, y cuyo origen puede ligarse a eventos biogeo-
Cap. 53, Análisis de la variabilidad genética...). gráficos pasados (por ejemplo, refugios pleistocénicos) o
• Esta discordancia entre el árbol de genes y el árbol de presentes (agentes ecológicos). La filogeografía se com-
especies es importante a la hora de estimar la divergen- paró en un principio con la biogeografía filogenética de
cia temporal entre poblaciones, puesto que, debido a fe- Hennig por su enfoque ‘dispersionista’; su objetivo es es-
nómenos de coalescencia ancestral (Cap. 53, Análisis de tudiar la secuencia de colonización, diversificación y extin-
la variabilidad genética...), la divergencia entre dos lina- ción de linajes génicos. Sin embargo, recientemente ha
jes génicos precede en general a la divergencia entre po- surgido un nuevo enfoque, la ‘filogeografía comparada’,
blaciones o especies. Esta diferencia es más importante que permite comparar la historia filogeográfica de distin-
cuanto más reciente ha sido el evento de divergencia (por tos grupos de organismos dentro de una misma biota para
ejemplo en el pleistoceno). Por tanto, dos especies con identificar fenómenos de vicarianza o aislamiento genético
patrones filogeográficos similares, pero con estimacio- comunes.
nes de divergencia temporal distintas, pueden interpre-
tarse como un caso de ‘pseudocongruencia’ (véase Nuevas perspectivas: integración con
arriba), pero también podrían explicarse por la varianza
en la divergencia temporal entre los genes estudiados.
la biogeografía ecológica
Ésta, a su vez, podría reflejar la diferencia en el tamaño Uno de los mayores retos o desafíos actuales en biogeo-
poblacional ancestral entre las dos especies. grafía es integrar el componente histórico y ecológico en
La ‘teoría de la coalescencia’ (véase Cap. 53, Análisis de la explicación de los patrones de distribución de la biodi-
la variabilidad genética...) proporciona un riguroso marco versidad, por ejemplo mediante la incorporación de pará-
matemático-estadístico con que interpretar los árboles ge- metros ecológicos en la inferencia biogeográfica. Estos
nealógicos en términos de la historia demográfica de las dos enfoques han estado tradicionalmente separados, pero
poblaciones, aunando así la genética de poblaciones con la la disponibilidad creciente de grandes bases de datos sobre
filogenia y permitiendo discriminar entre hipótesis filoge- la distribución de animales y plantas, y el desarrollo de
ográficas alternativas. Esto ha dado lugar al nacimiento métodos matemáticos y tecnológicos cada vez más sofis-
de un campo en expansión en filogeografía: la ‘filogeo- ticados (por ejemplo, métodos de información geográfica,
grafía estadística’. Los métodos de filogeografía estadís- GIS), permiten ahora reconstruir la distribución espacial
tica utilizan simulaciones de coalescencia para generar y de la biodiversidad cada vez con mayor detalle.
contrastar estadísticamente hipótesis alternativas sobre la Uno de los grandes avances en este sentido ha sido el
historia demográfica y biogeográfica de las poblaciones: desarrollo de métodos de modelización del nicho ecoló-
cuellos de botella, migración, aislamiento genético, ex- gico (Ecological Niche Modelling, ENM). Los métodos
pansión poblacional, vicarianza, etc. Para ello se compa- ENM utilizan la distribución espacial actual de un grupo de
ran los valores de parámetros demográficos obtenidos a organismos, así como información climática, para modelar
partir del árbol genealógico original, tales como el tamaño su tolerancia ecológica y predecir cuál sería su ‘nicho eco-
efectivo poblacional, la tasa de migración o el grado de lógico potencial o ancestral’, es decir, el conjunto de con-
polimorfismo molecular, con una distribución de valores diciones bióticas y abióticas en que una especie puede
esperados obtenidos bajo distintos escenarios demográfi- existir y mantener poblaciones viables. De esta forma se
cos generados por coalescencia. Si los valores observados puede predecir cuál sería la ‘distribución potencial’ de una
difieren significativamente de los esperados, se rechaza la especie, es decir, el rango geográfico que debería ocupar de
hipótesis nula postulada por el escenario biogeográfico. acuerdo con su su nicho ecológico potencial. Éste no tiene
La filogeografía se adelantó a la biogeografía en el des- que coincidir necesariamente con su distribución actual,
arrollo de métodos paramétrico-probabilistas basados en porque otros factores como la competición entre especies,
modelos de procesos, con el fin de estimar parámetros demo- la actividad humana o la extinción catastrófica pueden ha-
gráficos tales como la tasa de migración entre poblaciones o berlo reducido o modificado. Por ejemplo, una de las apli-
el tamaño efectivo poblacional. Estos métodos utilizan el caciones más comunes de los métodos ENM es predecir el
análisis de máxima verosimilitud o la inferencia bayesiana efecto del cambio climático actual en la distribución geo-
para estimar los parámetros de un modelo demográfico más gráfica de un grupo de organismos.
o menos complejo a partir de secuencias de DNA no recom- Estos métodos también pueden tener interesantes apli-
binante e integrando sobre una distribución de árboles ge- caciones en biogeografía histórica. Por ejemplo, con los
nealógicos generados por coalescencia. De esta forma, tales métodos actuales de inferencia biogeográfica sólo se con-
métodos, al igual que los modelos paramétrico-biogeográfi- sideran como posibles distribuciones ancestrales aquellas
cos, permiten integrar el error filogenético en las estimacio- áreas que forman parte del rango de distribución actual del
nes de los parámetros del modelo demográfico. organismo (A, B y C en la Fig. 6). Sin embargo, es muy
474 Cap. 45, Biogeografía
probable que las condiciones climáticas fueran distintas en portante en la conservación de la biodiversidad. Por ejem-
el pasado. Por tanto, áreas que actualmente se consideran plo, las reconstrucciones biogeográficas pueden ser de uti-
inhóspitas para el organismo pudieron estar dentro del lidad en la identificación de biotas relictas de conservación
nicho ecológico potencial y formar parte del rango de dis- prioritaria, o en el desarrollo de modelos predictivos que
tribución geográfico de esa especie en el pasado. En un es- permitan predecir la respuesta de floras y faunas a los
tudio pionero, Yelsson y Culham proponen utilizar efectos del cambio climático.
métodos ENM e información paleoclimática para poder Cuando Isaac Newton afirmó que «se había subido a
proyectar hacia atrás en el tiempo el nicho ecológico poten- los hombros de gigantes» para desarrollar su teoría de la
cial de una especie, y así inferir aquellas áreas que estaban gravitación universal, aludía al conocimiento acumulado
dentro del rango de tolerancia ecológica de la especie en el durante siglos por otros grandes científicos y pensadores.
pasado pero que ahora son inhabitables. Otra posible apli- Tras 200 años de recopilación de datos biogeográficos de
cación de los métodos ENM es la detección y la predicción animales y plantas, y con los nuevos avances técnicos y
de posibles rutas de dispersión entre áreas disyuntas. Como metodológicos de la última década, se puede decir que la
se ha mencionado, no basta con disponer de una conexión biogeografía se encuentra en un momento cumbre para
geológica o puente de tierra para que un organismo se dis- una nueva síntesis. Los nuevos retos estarán en: a) inte-
perse, sino que además es necesario que las condiciones grar los dos enfoques ecológico e histórico de la disci-
ambientales a lo largo de la ruta estén dentro del rango de plina; b) incorporar el registro fósil y la dimensión
tolerancia ecológica del organismo que se dispersa (por temporal a la reconstrucción biogeográfica; y c) aumentar
ejemplo, el Estrecho de Bering durante el pleistoceno). Me- el conocimiento en campos tan poco estudiados como la
diante métodos de modelización de nicho y su integración biogeografía microbiana o la marina.
de métodos de inferencia biogeográfica es posible deducir Epílogo: Los métodos biogeográficos avanzan a tal
la presencia de rutas de dispersión entre áreas inhóspitas velocidad que durante el tiempo que ha llevado la edición
que no son aparentes con los datos geográficos actuales. de este capítulo se han realizado extraordinarios avances.
Esta información puede utilizarse luego para modelar la Entre ellos destacan la integración de la dimensión tempo-
probabilidad de dispersión entre áreas en modelos biogeo- ral y el enfoque ecológico (métodos ENM) en la biogeo-
gráficos. Curiosamente, la filogeografía se ha adelantado a grafía paramétrica, y el desarrollo de métodos
la biogeografía en la integración del enfoque ecológico en espacialmente explícitos en filogeografía. Véase Ronquist
inferencia biogeográfica. Así, Richards y colaboradores y Sanmartín para una mirada a estos futuros avances en
proponen un nuevo enfoque que integra modelización del biogeografía.
nicho ecológico, reconstrucciones paleoclimáticas y méto-
dos de filogeografía estadística (simulaciones de coales- Bibliografía básica
cencia) en el estudio de los patrones geográficos que
– Crisci, J., Katinas, L. y Posadas, P. 2003. Historical Biogeography: An
estructuran el componente genético de la diversidad. Introduction. Harvard University Press, Cambridge, USA.
– Cox, C.B. y Moore, P.D. 2010. Biogeography: An Ecological and Evo-
Conclusiones lutionary Approach, 8th Edition. Wiley, Hoboken, N.J., U.S.A.
La disponibilidad de grandes bases de datos biogeográfi- – Lomolino, M.V., Riddle, B.R. y Brown, J.H. 2005. Biogeography. 3rd
edition. Sinauer Associates Inc., Massachusets, USA.
cos, el uso de marcadores moleculares en la resolución de
– Myers, A.A. y Giller, P.S. 1995. Analytical biogeography: an inte-
relaciones filogenéticas y el desarrollo de nuevos méto-
grated approach to the study of animal and plant distributions. Chap-
dos estocásticos de inferencia biogeográfica han transfor- man and Hall.
mado la biogeografía, que ha pasado de ser una disciplina – Ronquist, F. y Sanmartín, I. 2011. Phylogenetic methods in biogeog-
fundamentalmente descriptiva a ser una ciencia con capa- raphy. Annual Review of Ecology, Evolution, and Systematics 42:
cidad de predicción, que puede desempeñar un papel im- 441-464.
Evolución en islas
Pablo Vargas
46
Resumen: Las islas oceánicas son consideradas laboratorios vivos para el estudio de la evolución debido a que en ellas las po-
blaciones están acotadas en el espacio y el tiempo. Según su origen geológico, hay dos tipos de islas completamente diferen-
tes: continentales y oceánicas. Este capítulo se centra en las últimas, ya que al permitir una reconstrucción más precisa de la
evolución se han estudiado, históricamente, con mayor detalle. Todos los archipiélagos oceánicos han compartido a lo largo
del tiempo características similares (aislamiento al flujo génico, alto número de endemismos, mayor cambio morfológico que
genético, gigantismo, entre otras), que se hacen más patentes cuanto más propicias son las condiciones para el desarrollo de
una diversidad exclusiva (lejanía del continente, localización entre los trópicos, numerosos medios ecológicos debido a dife-
rencias altitudinales, entre otras). Tres archipiélagos tiene un especial interés científico porque en ellos los investigadores en-
contraron el estímulo para reconstruir numerosos procesos evolutivos: islas Canarias, Hawái y Galápagos. En este capítulo se
les dedica un apartado a cada uno de ellos, en los cuales se resumen, primero, sus características evolutivas más notables y, a
continuación, se muestra un caso de estudio vegetal y otro animal. Con ello se pretende ilustrar por qué las islas oceánicas son
especialmente importantes en los estudios evolutivos.
Summary: Oceanic islands are considered to be living laboratories for evolution because they furnish clear-cut spatial and
temporal limits. There are two types of islands based on their geological origin: continental and oceanic. In this chapter, we focused
on oceanic islands because they have been historically studied in great detail because they facilitate precise evolutionary
reconstructions. Oceanic archipelagoes have shared similar characteristics (gene flow isolation, high number of endemics, higher
morphological than genetic changes, gigantism, among others). This is even more marked when island conditions are optimal to
promote exclusive diversity (distance from the continent, inter-tropical location, numerous environments as a result of altitude
differences, among others). Three sections of this chapter are devoted to three archipelagoes of particular scientific interest(Canary
Islands, Hawaii and Galapagos) because they have encouraged analysis of multiple evolutionary processes. The most remarkable
evolutionary features are summarized for each archipelago, and then animal and plant study cases are also described in order to
illustrate the reasons for considering oceanic islands of special evolutionary interest.
E
n las islas generalmente no hay una mayor biodi- trado en las islas un auténtico laboratorio natural donde
versidad que en los continentes. Prácticamente poder estudiar estos procesos de rápida diferenciación.
todas las comparaciones entre islas y sus continen- En este capítulo se hace un recorrido por las islas de
tes más cercanos siempre indican un empobrecimiento en mayor interés evolutivo que han ayudado a formular la teo-
cuanto a número de especies en las primeras. Además, en ría de la evolución.
ellas no aparecen grandes grupos de organismos, princi-
palmente porque tienen mecanismos de dispersión limita- Apuntes históricos sobre el estudio
dos. Entonces, ¿cuál es el interés del estudio en las islas?
Si bien presentan menor riqueza en biodiversidad, las islas
evolutivo en islas
proporcionan un marco bien acotado en el cual las varia- El estudio de islas se remonta a las más antiguas civiliza-
bles evolutivas están simplificadas y las reconstrucciones ciones, y está particularmente bien documentado en los
de los procesos evolutivos suelen ser más fáciles de inter- pueblos del Mediterráneo. Ya en la Edad Moderna, el
pretar. Los lentos procesos evolutivos se ven acelerados en punto de partida lo marca Alexander von Humboldt, quien
las islas volcánicas, probablemente por la escasez de flujo es considerado por muchos el padre de la biogeografía
génico que implica el aislamiento y la menor competencia (véase Cap. 45, Biogeografía). Humboldt visitó las islas
con otras especies. Los científicos, por tanto, han encon- Canarias en 1799, donde advirtió que la vegetación estaba
estructurada en franjas altitudinales (pisos de vegetación).
475
476 Cap. 46, Evolución en islas
Precisamente en montañas tan aisladas y elevadas de la isla islas volcánicas por su abundancia, aunque los atolones y
de Tenerife (Teide, 3718 m) pudo observar esos pisos de las montañas orogénicas marinas también surgieron ini-
vegetación con facilidad. Pero sin duda alguna, Charles cialmente como tierras desiertas de vida. Por tanto, la gé-
Darwin es considerado por muchos el pionero del estudio nesis de una isla es de suma importancia para reconstruir
evolutivo en islas, no sólo por su teoría de la evolución, los orígenes de la vida insular. En este capítulo se aborda
sino también por sus hipótesis explícitas sobre el origen de la biodiversidad terrestre, dado que hay menor aisla-
ciertas islas oceánicas tras su viaje en 1835 al archipiélago miento y el concepto de isla se desvanece para los orga-
de Galápagos y ciertos atolones. A partir de entonces, todos nismos marinos.
los organismos de una isla se catalogaban mediante un ca-
tálogo básico de flora y fauna, y después se ampliaban los Islas continentales: retazos
listados con faunas y floras completas por archipiélagos.
Esto fue especialmente fructífero entre mediados del siglo
de los continentes
XIX y el siglo XX. Algunas floras completas obtenidas du- Además de la relación directa entre la vida de las islas
rante ese periodo son, por ejemplo: P.B. Webb y S. Ber- continentales y la vida del continente al cual estuvieron
thelot (1835-1850) para Canarias, R. Lowe (1857-1872) unidas, la propia definición de ‘isla’ se hace muy difícil
para Madeira, W. Hillebrand (1888) para Hawái y J.D. Ho- debido a las diferencias en tamaño de los océanos. Por
oker (1847) para Galápagos. Entre tanto, Wallace publicó ejemplo, nadie duda que las Baleares, Córcega o Cerdeña
en 1880 un interesante libro sobre la evolución de floras y son islas fácilmente reconocibles, pero la condición de
faunas en islas. Ya en el siglo XX destaca la teoría biogeo- isla es menos patente si se consideran Groenlandia, Ma-
gráfica de las islas de R.H. MacArthur y E.O. Wilson dagascar o la Antártida; y, siguiendo con el mismo razo-
(1967), que empieza a sentar las bases de una teoría gene- namiento, se podría considerar que América misma está
ral sobre la evolución en islas que hoy día siguen anali- formada, desde el punto de vista histórico, por dos islas
zando numerosos estudiosos. En concreto, estudios gigantes (América del norte y América del Sur) unidas
florísticos, taxonómicos, filogenéticos y filogeográficos, por el istmo de Panamá desde hace sólo dos o tres millo-
acompañados con la datación molecular de procesos evo- nes de años (véase Cap. 45, Biogeografía). Por tanto, hay
lutivos, están permitiendo una reconstrucción completa de dos problemas que impiden sintetizar en este capítulo los
cómo las islas se han ido poblando sucesivamente por in- estudios evolutivos en islas continentales: el tamaño del
migrantes de muy distinta índole. territorio y el origen de la vida en territorios tan antiguos
como los continentes al cual estuvieron unidas. Resu-
miendo, puede considerarse que estas islas siempre han
Islas continentales e islas oceánicas tenido vida al ser una pequeña parte de un continente.
Para poder reconstruir los procesos evolutivos terrestres y Puesto que las islas continentales no permiten reconstruir
marinos de cualquier isla es imprescindible un conoci- con facilidad la historia evolutiva de los organismos den-
miento geológico previo. Algunas características generales tro de un marco espacio-temporal, este capítulo se cen-
condicionan a priori la biodiversidad de un archipiélago. trará en las islas oceánicas, que están mejor definidas en
Así, no es lo mismo que una isla se haya formado hace el espacio y en el tiempo.
cinco o veinte millones de años, que haya estado siempre
aislada o unida a otras islas por conexiones terrestres, que Islas oceánicas: tierras inicialmente
haya estado intermitentemente unida al continente o
desiertas de vida
siempre aislada, que haya perdido o ganado parte de su
masa terrestre, que siempre haya tenido plataforma ma- La vida en cualquier isla oceánica parte de un inicio (punto
rina o sea de reciente formación, que le lleguen una o va- 0) a partir del cual se origina por procesos de colonización.
rias corrientes marinas, etc. Son tantas las variables que Dichos procesos, a los que le siguen otros más complejos
intervienen que, para simplificar, las islas se dividen en de establecimiento y supervivencia, han dado origen a las
continentales y oceánicas atendiendo a su origen geoló- floras y faunas que hoy día se pueden observar. En con-
gico. Las primeras tienen un origen continental, por lo creto, los organismos de todas las islas oceánicas están
que en algún momento de su historia estuvieron ligadas al marcados por un mismo proceso evolutivo con el siguiente
continente. Un caso muy notable está representado por la orden cronológico: dispersión → colonización → estable-
mayoría de las islas del Mediterráneo, que fueron montes cimiento → extinción o evolución. Considerar estas carac-
cuando la cuenca carecía de agua y después pasaron a ser terísticas fundamentales en la génesis biológica de
islas cuando la cuenca se llenó de agua como consecuen- cualquier isla oceánica permite valorar otras variables com-
cia de la apertura del estrecho de Gibraltar hace unos plejas fundamentales para cada archipiélago en estudio:
cinco millones de años. Por el contrario, las islas oceáni- edad, tamaño, altitud, latitud, clima, suelos, etc. (véase el
cas tienen un origen oceánico, es decir, nunca formaron recuadro Características que condicionan la evolución te-
parte de un continente, sino que aparecieron a la superfi- rrestre en islas oceánicas).
cie de la ‘nada’, como consecuencia de la elevación de Es bien conocido que hay muchas formas de evaluar la
masas terrestres sumergidas. En este grupo destacan las riqueza de cualquier archipiélago. Por ejemplo, si un ar-
Pablo Vargas 477
A continuación se indican las características que han permitido a ciertos archipiélagos ser más ricos que otros en cuanto
a número de especies. Se entiende que un mayor número de características idóneas para la vida supone una mayor riqueza
biológica de un archipiélago.
Características abióticas:
1. Antigüedad (tiempo) desde la aparición de las primeras masas terrestres.
2. Tamaño de las islas.
3. Climas compatibles con la vida.
4. Distancia entre islas y a continentes.
5. Conexiones terrestres entre islas y del archipiélago con los continentes en el pasado.
6. Actividad geológica una vez formadas las islas (vulcanismo).
7. Diversidad de barreras geográficas y microclimas dentro de cada isla por orientación del terreno y altitud.
8. Influencia de las corrientes marinas y aéreas (vientos).
Características bióticas:
1. Diversidad de ambientes biológicos (biomas) por heterogeneidad de altitudes.
2. Conexiones con floras y faunas continentales más próximas (fuente de colonización).
3. Tasas de inmigración, especiación y extinción.
4. Disponibilidad de hábitats dependiendo del número de linajes que han colonizado previamente.
478 Cap. 46, Evolución en islas
Aunque cada grupo de organismos ha empleado distintas estrategias de supervivencia y evolución, los especialistas en islas
oceánicas han encontrado una serie de características comunes a todos los archipiélagos oceánicos. A continuación se
citan las tendencias evolutivas más significativas:
1. Menor biodiversidad en las islas que en el continente.
2. Rápida especiación y elevado número de endemismos por superficie.
3. Radiaciones adaptativas y geográficas.
4. Grupos con numerosas especies han seguido dos patrones ecológicos principales: (i) especiación en distintos ambien-
tes de una isla, seguida por colonización de los mismos ambientes en otras islas, o (ii) colonización entre islas en un solo
ambiente para después especiar en distintos ambientes en cada isla.
5. Relajación en el desarrollo de caracteres morfológicos ‘prohibidos’ por selección natural en el continente.
6. Gigantismo (leñosidad, tamaños corporales).
7. Baja diversidad genética, pero elevada diversidad fenotípica.
8. Animales, principalmente vertebrados, con menor tasa de reproducción y mayor amplitud de ocupación de hábitats.
9. Tendencia a la pérdida de mecanismos de dispersión a larga distancia una vez residentes en las islas.
10. Plantas con largos periodos reproductivos.
11. Plantas con tendencia a la separación de órganos sexuales, lo que aumenta la diversidad genética.
12. Pérdida de defensas (mansedumbre animal, plantas inermes).
13. Amplitud de nicho trófico y reestructuración ecológica de interacciones mutualistas.
Las islas Canarias de la era cristiana por etnias africanas bereberes (que pa-
saron a llamarse genéricamente ‘guanches’), los primeros
• Islas: Tenerife, Fuerteventura, Gran Canaria, Lanzarote, escritos sobre ellas se deben al mito creado por fenicios,
La Palma, La Gomera y El Hierro (ordenadas por ta- griegos y romanos al relacionarlas con un jardín de gran
maño) (Fig. 1). riqueza. Los castellanos encontraron en estas islas una
• Superficie del archipiélago y elevación máxima: nueva fuente recursos, que fueron paulatinamente coloni-
7500 km2; Tenerife (Teide, 3718 metros sobre el ni- zando entre los siglos XIV y XV. La diversidad de recur-
vel del mar). sos biológicos fue comprobada científicamente con
• Localización: subtropical, 28-29º N, a 96 km de la posterioridad. De hecho, el conjunto de organismos que
costa africana. habitan las islas Canarias forma parte de una región flo-
rística propia y más amplia: Macaronesia. Este término
• Origen: vulcanismo oceánico intraplaca de tipo alca-
fue usado inicialmente en el siglo XIX por el botánico in-
lino; materiales emergidos más antiguos 20,5 millones
glés Philip B. Webb para describir las características flo-
de años (Fuerteventura).
rísticas comunes al conjunto de islas formadas por los
Las llamadas Islas Afortunadas (islas Canarias) han sus- archipiélagos de Azores, Madeira, Canarias, Salvajes y
citado una gran atracción a naturalistas, historiadores y Cabo Verde. Algunos elementos florísticos y faunísticos
geógrafos desde la historia antigua hasta el día de hoy. macaronésicos se han encontrado en el continente afri-
Si bien las Canarias fueron conocidas y colonizadas antes cano frente a las islas Canarias, por lo que ciertos fitoge-
ógrafos incluyen un pequeño territorio africano en la
misma región florística.
Las islas Canarias se sitúan en latitudes próximas al
trópico de Cáncer, donde las condiciones climatológicas
de luz, temperatura y humedad son adecuadas para alber-
gar una elevada diversidad de especies. La influencia cli-
mática, predominantemente sahariana en las tres islas
Canarias más orientales (Gran Canaria, Fuerteventura y
Lanzarote), y principalmente oceánica en las cuatro más
occidentales (El Hierro, La Palma, La Gomera y Tene-
rife), proporciona a las plantas ambientes climáticos bien
contrastados donde diferenciarse. Las condiciones locales
que aparecen por el acusado contraste altitudinal –desde el
nivel del mar hasta cimas como la del Teide en Tenerife
(3718 m) (Fig. 2) y el Roque de los Muchachos en La
Figura 1. Distribución relativa de las islas del archipiélago ca- Palma (2423 m)– proporcionan a los organismos numero-
nario. sos hábitats susceptibles a ser colonizados. Además, el ori-
Pablo Vargas 479
A B C D E
Figura 3. La flora de Canarias no sólo procede de colonizadores con síndromes de dispersión a larga distancia. Se ilustran especies
con los tipos de diáspora más reconocidos: endozoocoria en Olea europaea subsp. guanchica (A), hidrocoria en Euphorbia canariensis
(B); epizoocoria en Geranium canariense (C); anemocoria en Senecio kleinia (D), y cápsulas y semillas sin mecanismo específico de dis-
persión a larga distancia en Cistus symphytifolius (E).
A B
Figura 4. El tajinaste rojo (Echium wildpreti) forma una columna repleta de flores en primavera y alcanza portes de más de 3 m. Se
trata de una especie endémica del Parque Nacional del Teide. En las fotografias se muestra el porte (A) y un detalle de las flores (B).
Pablo Vargas 481
E tenue (ECH)
3,5 E. giganteum (GIG)
E. virescens (VIR)
3 10 E. candicans (VIR)
E. leucaphaeum (GIG)
Acumulación de linajes
Figura 5. Filogenia datada en la cual se observan las dos radiaciones de Echium (dos flechas y ! y ") del linaje macaronésico (Ma-
deira, Canarias y Cabo Verde), según investigaciones de García-Maroto y colaboradores).
de Macaronesia (Canarias, Cabo verde y Madeira) y la otra que la leñosidad en los tajinastes se consiguió hace muchos
mitad se distribuye en el Viejo Mundo, en especial por todo millones de años (ya estaba presente hace unos siete mi-
el Mediterráneo. Los tajinastes de las islas Canarias son llones de años). También en los tajinastes se ha documen-
muy representativas de la flora canaria, ya que se distribu- tado una reversión evolutiva desde el estado leñoso al
yen en todas las islas y en casi todos los habitats. Todas las estado anual (hierbas con ciclo de vida de un solo año) por
filogenias concuerdan con una sola colonización de un an- primera vez entre las plantas de islas oceánicas.
tepasado a Macaronesia, y en concreto a las islas Canarias
(Fig. 5). Desde el archipiélago canario, sucesivas coloniza- Evolución de los animales canarios
ciones produjeron procesos de especiación alopátrida, ini- Entre los numerosos grupos de metazoos de las islas Ca-
cialmente a Cabo Verde (linaje de cinco especies) y narias, algunos invertebrados (arañas, escarabajos, dipló-
después a Madeira (dos especies). A su vez, la primera co- podos) destacan por el gran número de especies. Se estima
lonización fue seguida por sucesivas colonizaciones a las que de las 6000 especies de la fauna nativa al menos 3000
siete islas Canarias y por procesos activos de especiación. son endémicas. A pesar de este alto número, no hay estu-
Se ha estimado que dicho antepasado llegó a las islas hace dios que reconstruyan la historia evolutiva de numerosos
más de siete millones de años, aunque no se sabe bien grupos. Se han investigado en profundidad las relaciones
cuándo. Sin embargo, sí se ha podido documentar una cu- de parentesco de géneros de arañas (Pholcus, Spermopho-
riosa radiación dentro de una radiación ya existente, que rides, Dysdera; véase Cap. 26, Quelicerados), mariposas
ha sido responsable de la mayor parte de las especies cana- (Gonepteryx), ortópteros (Calliphona, Arminda) y cole-
rias. Se ha propuesto que ambas radiaciones son conse- ópteros (Pimelia, Hegeter, Nesotes, Calathus, Trechus,
cuencia de cambios climáticos en Canarias, primero Tarphius, Brachyderes, entre otros). Entre los invertebra-
durante el plioceno (c. 4 millones de años) y después du- dos, aún sin estudiar evolutivamente en detalle, destacan
rante el pleistoceno (c. 1,8 millones de años). Semejante tres géneros de gasterópodos por su endemicidad: Na-
diversificación en especies fue produciéndose a la vez que paeus, Canariella y Hemicycla) (Fig. 6).
se explotaban distintos ambientes (radiación adaptativa). Como suele ocurrir, los vertebrados terrestres presen-
Uno de los caracteres más comunes y espectaculares de los tan en general mucha menos diversificación. Las nume-
tajinastes es su leñosidad, que ha permitido a 24 de las es- rosas especies de aves nidificantes (unas 75) han sufrido
pecies alcanzar portes arbustivos e incluso arbóreos única- fenómenos de especiación limitados (seis especies endé-
mente en los tres archipiélagos macaronésicos. micas de distintas familias), si bien se ha descrito una
Reconstrucciones filogenéticas indican inequívocamente treintena de subespecies endémicas (Fig. 7). Los rápidos
482 Cap. 46, Evolución en islas
Figura 6. Ciertos grupos de caracoles presentan un buen nú- Figura 7. A pesar del efectivo mimetismo de los pollos y los
mero de endemismos distribuidos en numerosos medios eco- adultos de la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae),
lógicos de las Islas Canarias. En la fotografía Napaeus rupicola, las poblaciones de esta subespecie endémica de Lanzarote y
especie catalogada como vulnerable y que se encuentra exclu- Fuerteventura aún tienen un estado de conservación delicado,
sivamente en el norte de La Gomera. al quedar tan solo unos 800 individuos.
Figura 8. Uno de los lagartos de Canarias es Gallotia galloti, que Figura 9. Filogenia de Gallotia, en la cual se ilustran las relacio-
se distribuye en Tenerife y La Palma. Los machos pueden alcan- nes de parentesco no sólo de las siete especies vivas, sino tam-
zar 30 cm de longitud. bién de una especie extinta (G. goliath, con cruz).
Pablo Vargas 483
Kaua’i N
N
O‘ahu
Moloka’i
Maui
Lana’i
40 km
California
Hawai’i
50 km
Figura 14. Filogenia de los silverswords hawaianos en la cual se aprecia una primera divergencia del género Argyroxiphium, mientras que
Wilkesia habría evolucionado en el seno de Dubautia. Las flechas señalan los hábitos de las especies y las islas donde habitan. Los soles in-
dican ambientes áridos y las nubes disponibilidad hídrica alta (no necesariamente precipitación). Resultados tomados de B. Baldwin y co-
laboradores.
486 Cap. 46, Evolución en islas
can que entre 10 y 5 millones de años atrás los bosques fluctúan. Sin duda, la disponibilidad de agua es el factor li-
eran escasos en Hawái, y por tanto había una limitación mitante para la vida: una sequía estacional de más de la
en la diversidad de hábitas a ser explotados por Droso- mitad del año afecta directamente a la supervivencia de
phila. De hecho, las filogenias datadas indican un pro- las especies y su evolución. Aunque hay diferencias climá-
ceso de intensa radiación adaptativa desde hace 5 ticas entre las islas emergidas, las diferencias más impor-
millones de años, cuando la diversidad de medios ecoló- tantes se presentan bajo el agua porque las cinco corrientes
gicos era mayor. Por ello, la mayor parte de las especies principales que llegan a las islas Galápagos condicionan
actuales han especiado en unos pocos millones de años fuertemente la vida submarina. Además, las diferencias de
como consecuencia de adaptaciones asociadas a la gran altitud no son muy acusadas, por lo que los medios ecoló-
diversidad de hábitats de Hawái. gicos terrestres son menos diversos que en Canarias o
Hawái (Fig. 18). Otra característica que también ha limi-
tado una gran diversidad de organismos terrestres es la ju-
Las islas Galápagos ventud del archipiélago (menos de 6 millones de años).
• Islas mayores: Isabela, Santa Cruz, Fernandina, San- No hay pruebas geológicas que indiquen una gran anti-
tiago, San Cristóbal, Floreana, Marchena y Española güedad de las islas emergidas actuales (como sí ocurre en
(ordenadas por tamaño) (Fig. 17). Canarias) ni una aparición muy antigua de islas ahora su-
mergidas (como sí ocurre en Hawái). Al parecer, en los
• Superficie del archipiélago y elevación máxima: 7870
últimos millones de años no ha habido grandes cambios
km2; Isabela (Volcán Wolf, 1707 metros sobre el nivel
climáticos que hayan producido una mayor diferenciación
del mar).
de los organismos terrestres. Ahora bien, los fenómenos
• Localización: ecuatorial, 2º N-2º S, a 960 km de la costa climáticos interanuales de El Niño (periodo cálido y llu-
americana. vioso) y La Niña (periodo frío y seco) disminuyen la efec-
• Origen: vulcanismo de punto caliente, materiales emer- tividad de procesos de diferenciación. La condición
gidos más antiguos de unos 5 millones de años. predecible de cualquier fenómeno facilita los procesos de
Los primeros seres humanos que pisaron las Islas Galápa- evolución y adaptación en ambientes esperables. La corta
gos fueron comandados por el obispo de Panamá (Fray secuencia histórica disponible actualmente indica fluctua-
Tomás de Berlanga) en búsqueda desesperada de agua, ciones de 2 a 7 años en estos ciclos climáticos, lo que re-
una vez perdido su rumbo hacia Perú en 1535. A pesar de fleja una gran impredecibilidad. Debido a que en las islas
las condiciones de prolongada sequía durante gran parte Galápagos se dan interesantes procesos evolutivos, se está
del año, este archipiélago ecuatorial fue denominado pos- investigando con precisión cómo afectan estos dos pulsos
teriormente por los españoles ‘Islas Encantadas’ debido a climáticos y las adaptaciones a las condiciones tan únicas
los bancos de niebla (garúa) que se retienen en las monta- de estas islas. Por otra parte, el aislamiento del archipié-
ñas de mayo a octubre, produciendo cierta precipitación lago por la distancia es muy notable, aunque menos que el
horizontal y un aspecto misterioso. Desde su anexión a la de las islas de Hawái, y además no hay grandes conexio-
República de Ecuador (1832) pasaron a llamarse oficial- nes geográficas con otras islas (como la isla de Cocos,
mente ‘Archipiélago de Colón’. Costa Rica) que están a más de 600 km. En definitiva, las
Las Islas Galápagos se sitúan en el mismo Ecuador, islas Galápagos tienen cuatro ambientes climáticos princi-
por lo que las condiciones de luz y temperatura apenas pales (sólo en Isabela los cuatro) caracterizados por so-
A B C D E
Figura 19. La flora de Galápagos no sólo procede de colonizadores con síndromes de dispersión a larga distancia. Se ilustran espe-
cies con los tipos de diáspora más reconocidos: endozoocoria en Miconia robinsoniana (A); hidrocoria en Conocarpus erecta (B); epi-
zoocoria en Plumbago scandens (C); anemocoria en Gossypium barbadense var. darwinii (D); y sin mecanismo específico de dispersión
en Calandrinia galapagosa (E).
portar una fuerte limitación climática debido a una sequía las angiospermas. Algunas de estas especies han alcan-
estacional de tipo ecuatorial. zado portes arborescentes (gigantismo) en las islas, donde
Las características generales de las Islas Galápagos son la escasez de árboles es patente. Una de ellas (S. pedun-
los relictos acantonados en las islas más antiguas (Espa- culata, Fig. 20) forma la vegetación clímax en el piso de
ñola, Floreana, Santiago), los mayores medios ecológicos vegetación entre los 200 y 500 m de altitud en Santa Cruz,
en las islas más recientes por su mayor altitud (Isabela, San Cristóbal, Floreana y Santiago, mientras que en Isa-
Fernandina) y los fenómenos de especiación ecológicos bela y Fernandina son S. cordata y S. microcephala las
y, sobre todo, geográficos. que desempeñan el mismo papel ecológico. Desafortuna-
damente, el género Scalesia no está tan estudiado desde el
Evolución de las plantas galapagueñas punto de vista evolutivo como otros. Por ejemplo, el gru-
Las especies que se encuentran en las islas Galápagos tie- po de cactos o chumberas arborescentes (Opuntia spp.) es
nen mayoritariamente un componente americano, tal como otro grupo de gran diversidad en número de táxones (6 es-
ya publicó Hooker en 1846 por encargo de Darwin. Esto
permitió a Darwin aventurarse sobre el poder de las coloni-
zaciones y sobre la dificultad de mantener la idea de que las
especies eran inmutables en el espacio y el tiempo. Precisa-
mente la simplicidad de la flora de Galápagos permitió lle-
gar a esta conclusión con cierta rapidez. Se han catalogado
unas 600 especies y menos de 350 géneros nativos, lo que
indica per se una baja diversidad y unos procesos de espe-
ciación limitados en comparación con otros archipiélagos
y continentes. Por ejemplo, el pequeño Ecuador continen-
tal tiene 25 000 especies, por lo que se le considera un punto
caliente de diversidad en el mundo. A pesar del alto por-
centaje de endemismos, las islas Galápagos no constituyen
un punto caliente de biodiversidad. Sin duda, la juventud
del archipiélago (menos de 6 millones de años), las condi-
ciones de severas sequías y los medios ecológicos tan poco
diversos son los causantes de estos datos florísticos. Al igual
que en los demás archipiélagos, la pregunta es si fueron más
exitosas las plantas que presentaban ciertos mecanismos de
dispersión (síndromes) a larga distancia. Las estimaciones,
basadas en datos florísticos, taxonómicos y filogenéticos,
arrojan el siguiente balance de síndromes de los primeros
colonizadores: 13,3% anemocoria, 15,7% epizoocoria,
16,4% endozoocoria y 18,6% hidrocoria; el resto (36,0 %)
habrían llegado sin un síndrome de dispersión a larga dis-
tancia (Fig. 19). Figura 20. Scallesia pedunculata puede alcanzar hasta 10 m y
Sin lugar a dudas, el género Scalesia (Compuestas), formar bosques, por lo que tiene un papel ecológico de máximo
con 15 especies, es el mejor ejemplo de radiación entre interés.
Pablo Vargas 489
A B C
Figura 21. Las flores de las especies de Galvezia del continente muestran un fuerte síndrome ornitófilo (polinización por pájaros),
mientras que la especie de Galápagos presenta caracteres más propios de un síndrome melitófilo (polinización por abejas). A: Galve-
zia fruticosa (Perú). B: Galvezia lanceolata (Ecuador continental). C: Galvezia leucantha subsp. pubescens (Galápagos, isla Rábida).
pecies y 14 variedades), se sabe que llegaron a Galápa- polinización. Se ha comprobado que las plantas que llegan
gos hace relativamente poco tiempo (menos de 1-2 millo- a archipiélagos alejados tienen una limitada variabilidad ge-
nes de años), que pueden hibridar con facilidad y que se nética (efecto fundador), ya que las diásporas llegan en
produce un activo flujo génico por semillas y polen (los cantidades muy limitadas. La falta de polinizadores produ-
pinzones y la abeja carpintera son sus principales polini- ciría un restringido intercambio de genes, poca diversidad
zadores). Los estudios filogenéticos también han permi- genética y la extinción por falta de alelos competitivos. En
tido saber que un género dedicado a Charles Darwin la actualidad, las tres subespecies de dragoncillos de Galá-
(Darwiniothamus) tiene poco valor porque tiene dos orí- pagos se distribuyen por pocas islas: pubescens en Rábida,
genes independientes, es decir, las tres especies endémi- porphyrantha en Santiago y leucantha en Fernandina e Isa-
cas de Galápagos son producto de dos colonizaciones bela. Ya se ha constatado la pobreza genética de las pobla-
independientes desde América. Otros géneros con nume- ciones de G. leucantha en su conjunto. Sin embargo,
rosas especies endémicas, tales como como Alternanthera también se ha observado un cambio evolutivo en la flor
(5 especies), Amaranthus (4), Aristida (4), Borreria (6), hacia corolas más cortas y blanquecinas (subsp. leucantha)
Chamaesyce (7), Coldenia (4) y Mollugo (4) están aun a en las islas más recientes, frente al color rojo desvaído y el
la espera de un estudio evolutivo detallado que permita tubo algo más largo en las otras dos subespecies de las islas
conocer los patrones que han generado dicha diversidad. más antiguas. Por ello, no parece casual que los caracteres
florales alcanzados en último lugar (corolas blanquecinas,
Los dragoncillos de Galápagos (Galvezia leucantha) tubos cortos) coincidan con los rasgos que más atraen a la
abeja carpintera (Xylocopa darwinii), que es uno de los po-
Hay numerosas especies de plantas amenazadas por distin- linizadores más importantes (Fig. 24) para toda la flora de
tas causas. Muchas han sufrido la competencia con otras las islas Galápagos.
plantas introducidas por el hombre y un intenso herbivo-
rismo de los animales domésticos (ovejas, cabras, burros,
cerdos) que se han escapado y convertido en animales cima- Evolución de los animales galapagueños
rrones, principalmente en las islas mayores. En el caso de Si se descarta la cantidad de insectos nocivos que han ido
los dragoncillos de Galápagos (G. leucantha sspp. leucan- invadiendo poco a poco este frágil archipiélago por culpa
tha, porphyrantha y pubescens) este último factor parece de la actividad humana, la escasez de especies de inverte-
haber sido determinante, dado que habitan en la franja des- brados es sorprendente. Quizá sean los lepidópteros los
értica de las islas, donde las especies vegetales invasoras mejor representados, con casi 300 especies, tanto de ma-
tienen menor impacto. Antes de esta amenaza, el antepa- riposas (12 endémicas, subendémicas y nativas) como de
sado que dio lugar a los dragoncillos actuales, hace aproxi- polillas (30% endémicas). Un género endémico de micro-
madamente un millón de años, tuvo que enfrentarse a un lepidópteros (Galagete) llegó a las islas hace unos 3 millo-
riesgo evolutivo diferente. Las tres especies de Galvezia del nes de años y se diversificó en las actuales 12 especies en
continente están adaptadas a una polinización por colibríes, los últimos 2 millones de años. Hay numerosos endemis-
como se puede apreciar por el síndrome floral definido por mos de himenópteros (hormigas, tábanos), escarabajos
el color rojo y los tubos largos de las corolas (Fig. 21). (mariquitas), neópteros (cucarachas), ortópteros (grillos,
Ahora bien, en las islas Galápagos no hay colibríes, por lo langostas), arácnidos (viuda negra, escorpiones no vene-
que los descendientes de dicha colonización inicial de Gal- nosos; Fig. 22), miriápodos (ciempiés) y moluscos (cara-
vezia tuvieron que modificar su estructura floral para atraer coles terrestres). Hay otros invertebrados que no se han
a otros polinizadores, si no hubieran perecido por falta de diferenciado de las poblaciones del continente ecuatoriano
Cap. 46, Evolución en islas
490
C. porteri S.CRUZ
C. chatamensis S.CRISTÓBAL
C. hoodensis ESPAÑOLA
C. abingdoni PINTA
C. vandenburghi ISABELA
C. vicina ISABELA
C. guntheri ISABELA
C. microphyes ISABELA
C. elephantopus FLOREANA
C. porteri S.CRUZ
C. ephippium PINZÓN
Figura 26. Hay tres iguanas de tierra (Conolophus spp.) que im-
presionan por su tamaño (más de medio metro) y su mansedum- C. becki ISABELA
bre. En la fotografía, Conolophus subcristatus comiendo palas de C. darwini SANTIAGO
opuntias a pesar de las hirientes espinas. C. chilensis SUDAMERICA
prende que no haya salido con éxito del archipiélago ga- Figura 27. Filogenia de los galápagos (Chelonoidis spp.) en la cual
lapagueño. El otro implica una de las dispersiones a larga se observa que algunas islas (Isabela, Santa Cruz) han sido colo-
distancia de mamíferos terrestres más importantes del nizadas más de una vez. Las líneas verticales indican poblaciones
mundo, con cuatro especies endémicas de ratas del arroz entremezcladas. El linaje de Floreana se ha obtenido a partir de
muestras de museo de la especie (C. elephantopus), extinguida en-
pertenecientes a tres géneros (Oryzomis, Nesoryzomys,
tre el siglo XIX y principios del XX.
Megaoryzomis) y otras tantas extinguidas por la invasión
de ratas domésticas.
Posiblemente debido a las condiciones desérticas pre-
dominantes, algunos lagartos están muy bien representa- dos especies del grupo (C. carbonaria y C. denticulata) de
dos. El grupo con mayor número de táxones (de siete a mayor tamaño, pero no más relacionadas filogenéticamente.
nueve especies según autores) son las lagartijas de lava Por tanto, de forma independiente se ha producido un fenó-
(Microlophus), que, en contra de lo supuesto histórica- meno de gigantismo muy notable en las islas Galápagos
mente, son el resultado de dos colonizaciones indepen- (Fig. 28). También se ha documentado que en este archipié-
dientes a islas actualmente sumergidas. También las siete lago sólo se produjo una colonización exitosa hace unos 2 o
especies de gecos (Phyllodactylus) son el resultado de dos 3 millones de años. Se especula sobre la buena flotabilidad
colonizaciones independientes, aunque debe confirmarse. de los galápagos, que junto a los largos periodos de supervi-
Asimismo sorprende que la gran distancia al continente vencia sin comer pudieran haber sido las claves de su lle-
no haya impedido la llegada y diversificación de las tres gada al archipiélago una vez arrastrados los primeros
especies endémicas de serpientes pertenecientes a tres gé- colonizadores tras crecidas fluviales del continente. Este an-
neros (Philodryas, Antillophis, Alsophis). Las iguanas tepasado dio origen a una inusual radiación entre los quelo-
(tres especies terrestres y una marina) sorprenden por per- nios. De 15 táxones reconocidos (por algunos autores a nivel
tenecer a dos géneros (Amblyrhynchus y Conolophus; Fig. de especie y por otros a nivel de subespecie), cuatro han sido
26), por haber llegado a Galápagos antes de que las islas extinguidos por las masacres del ser humano en el sigloXIX.
actuales estuvieran emergidas y por no haberse diferen- En cualquier caso, son táxones difíciles de distinguir dado
ciado en numerosas especies. Por último, los saurópsidos que el carácter más interesante (caparazón en forma de mon-
más espectaculares son los galápagos (Chelonoidis), por tura o en cúpula) parece obedecer al régimen alimenticio y
sus enormes tamaños y formas de vida. hábitats. Los estudios evolutivos más recientes indican que
la dispersión de los galápagos entre las islas ha sido muy ac-
Los galápagos (especies de Chelonoidis) tiva, de manera que en una misma isla hay linajes más rela-
Durante mucho tiempo se creyó que los galápagos gigantes cionados con los de otras islas que con los de la misma isla.
(hasta de 400 kg) de tres archipiélagos del Océano Pacífico En cualquier caso, se ha detectado que la colonización pre-
(Galápagos, Mascarenas y Seychelles) estaban relacionados dominante va de las islas más antiguas a las más modernas,
entre sí debido a su gigantismo, a pesar de su separación ge- incluida la colonización reciente de los volcanes aun acti-
ográfica. Estudios filogenéticos recientes señalan que esta vos. Curiosamente, Isabela, aun siendo una de las islas más
hipótesis no es plausible y que el linaje de las islas Galápa- recientes (menos de 1 millón de años), alberga la mitad de
gos (Fig. 27) tiene como grupo hermano una especie suda- las especies (aisladas en los principales volcanes). Todas las
mericana (Chelonoidis chilensis, de aproximadamente un especies se cruzan con relativa facilidad en cautividad; cru-
palmo de longitud). Curiosamente, en Sudamérica hay otras zamientos que se han debido producir numerosas veces de
492 Cap. 46, Evolución en islas
Figura 28. El gigantismo de los galápagos sorprende no sólo por el tamaño (con frecuencia más de 400 kg), sino también porque
proceden de galápagos sudamericanos muy pequeños. Todos los táxones se subordinaban a Geochelone nigra, aunque algunos autores
empiezan a considerar 15 especies independientes. Si se tiene en cuenta esta clasificación, la especie de la izquierda sería Chelonoidis
porteri con caparazón en cúpula (isla de Santa Cruz). A la derecha, fotografía tomada en el centro de recuperación de la Fundación
Charles Darwin.
forma natural a lo largo de la evolución, ya que la compar- – Gillespie, R.G. y Clague, D.A. 2009. Encyclopaedia of Islands. Uni-
tición de numerosos genes indica un escaso aislamiento ge- versity of California Press, Berkeley, USA.
nético de los 15 táxones. – Jackson, M.H. 1997. Galápagos: una historia natural. University of Cal-
gari Press, Calgary, Canadá.
– MacArthur, R.H. y Wilson, E.O. 1967. The theory of island biogeo-
Bibliografía básica graphy. Princeton University Press, Princeton, USA.
– Culliney, J.L. 2006. Islands in a far sea: the fate of nature in Hawai’i.
University of Hawaii Press, Honolulu, USA.
– Fernández Palacios, J.M. y Martín Esquivel, J.L. 2001. Naturaleza de
las Islas Canarias. Ecología y conservación. Editorial Turquesa, Santa
Cruz de Tenerife, España.
Ecología evolutiva
Patrick S. Fitze
47
Resumen: El conocimiento de la filogenia es la base para muchos estudios encuadrados en el campo de la ecología evolutiva,
que investiga cómo afectan los factores ecológicos a la variabilidad a nivel de especie y de población. Aunque hay estudios com-
parativos desde hace mucho tiempo, los métodos para llevar a cabo análisis que tengan en cuenta la filogenia y que sean esta-
dísticamente correctos datan de los años 1980-1990. En la actualidad, los métodos que más se aplican en ecología evolutiva y
que requieren el conocimiento de la filogenia son el método comparativo, el meta-análisis y el estudio del origen de las estra-
tegias vitales. También es de interés fundamental en el estudio de la evolución adaptativa. En este capítulo se exponen primero
los mecanismos evolutivos, como la selección natural y la deriva génica. Luego se comentan los métodos y conceptos filoge-
néticos y moleculares más usados en ecología evolutiva, como el método comparativo, los métodos para determinar la selec-
ción a nivel molecular y la detección de radiaciones adaptativas. Por último, se expone la importancia de la filogenia para la eco-
logía evolutiva, y viceversa.
Summary: Phylogenetic knowledge is of crucial importance for many studies conducted in the field of evolutionary ecology.
Evolutionary ecology typically investigates how ecological factors affect diversity, morphology and life history strategies. A frequently
used approximation is the so-called comparative method. Also comparative analyses have been conducted since a long time,
statistically correct methods reliably controlling for phylogenetic effects have been developed quite recently. Studies in the field of
evolutionary ecology that require phylogenetic knowledge include comparative studies, meta-analyses, studies investigating the
origin of life history strategies and adaptive evolution. In this chapter I first introduce the evolutionary mechanisms leading to
biodiversity, including natural selection and genetic drift. Thereafter I discuss the phylogenetic and molecular methods and concepts
that are predominantly used in evolutionary ecology, which include the comparative method, methods used for detecting selection
on the molecular level, and the concept of adaptive radiations. I also discuss the importance of phylogenetic knowledge for
evolutionary ecology, and viceversa.
L
a base de la ecología evolutiva moderna se origina derna. Además, fue Darwin quien describió por primera
en el siglo XIX, cuando se propuso el concepto de vez la selección sexual en su libro The Descent of Man,
evolución. Fue Charles Darwin (1809-1882) quien and Selection in Relation to Sex. La teoría de Darwin
inició de forma importante los pensamientos evolutivos. sobre la evolución gradual por descendencia con modifi-
Sus ideas estaban influenciadas, sin duda, por las procla- cación de un ancestro común fue aceptada rápidamente,
maciones del biólogo francés Jean-Baptiste Lamarck pero el mecanismo de la selección natural era descono-
(1744-1829), quien postuló que todas las especies se trans- cido. Fue Gregor Mendel (1822-1884), el ‘padre de la ge-
formaban en otras especies mediante una evolución gra- nética moderna’, quien descubrió con experimentos en
dual. Darwin fue el primero en proclamar el concepto de plantas y animales que los rasgos pueden pasar de los pa-
selección natural y de evolución por descendencia con dres a los hijos y que son heredables. Como consecuen-
modificación de un ancestro común, publicado en el fa- cia de ello describió el concepto de gen, que era la clave
moso libro titulado On the Origin of Species by Means of para comprender los mecanismos de la selección natural.
Natural Selection. Al mismo tiempo, Alfred Russel Wa- Sin embargo, sus descubrimientos fueron ignorados du-
llace (1823-1913) había desarrollado la misma teoría. Wa- rante largo tiempo. Pero esta situación cambió en 1900,
llace envió el manuscrito a Darwin, y éste se vio forzado cuando la publicación primigenia de Mendel de 1866 se
a publicar su libro rápidamente. La teoría de Darwin es- redescubrió, lo que dio lugar al desarrollo moderno de la
taba más elaborada y, por lo tanto, se habla principalmente genética de poblaciones. Sin embargo, aún pasaron más
de Darwin como el fundador de la biología evolutiva mo- años hasta que fue aceptada y se comprendió su enorme
493
494 Cap. 47, Ecología evolutiva
importancia. La teoría evolutiva moderna (el neodarwi- den influir en la evolución de un organismo de forma im-
nismo) sentó sus bases entre 1937 y 1947, y abordó tanto portante a través de la adaptación (véase el recuadro
los fenómenos evolutivos como sus bases genéticas, la sis- Adaptación). La base de la evolución es la genética, y los
temática y la paleontología. Sus fundadores más conoci- cambios que llevan a la evolución están asociados a la fre-
dos son los genéticos Theodosius Dobzhansky, John B.S. cuencia alélica poblacional. Como consecuencia, la evolu-
Haldane, Sewall Wright, Ronald A. Fisher, el paleontó- ción es más o menos gradual y se conoce como
logo George G. Simpson, los zoólogos Ernst Mayr y Ju- microevolución. Históricamente se ha creído que sólo la
lian Huxley y el botánico G. Ledyard Stebbins. microevolución puede resultar en especiación. Sin em-
Aunque con frecuencia se cita a Darwin como el pri- bargo, se considera que existen los mecanismos macroe-
mer ecólogo evolutivo, y a los investigadores antes men- volutivos se diferencian de los microevolutivos que
cionados como esenciales en el establecimiento de la principalmente en escala y tiempo. Gran parte de los pro-
ecología evolutiva, la andadura de esta disciplina se inicia- cesos macroevolutivos se explican por una evolución gra-
ría de manera paralela. Se considera que la ecología evo- dual a lo largo de grandes periodos de tiempo, pero
lutiva nació en los años 1930 a 1950, cuando Lotka y también incluyen fenómenos no graduales que contrastan
Volterra publicaron sus modelos matemáticos sobre pro- fuertemente con los microevolutivos. Nuevas pruebas evo-
cesos ecológicos, como la dinámica de poblaciones, la de- lutivas indican que la evolución no gradual podría ser bas-
predación y los efectos de la competencia. Sin duda, dos tante importante y explicar la ausencia de especies
de los investigadores más importantes son el biólogo evo- intermedias en el registro fósil. Posibles mecanismos de la
lutivo y ornitólogo David Lambert Lack (1910-1973) y el macroevolución son la duplicación del genoma, el inter-
ecólogo Robert Helmer MacArthur (1930-1972). Los dos cambio horizontal de genes y la hibridación (por ejemplo,
intentaron enfocar temas ecológicos de manera evolutiva, la transferencia larvaria). Aunque se han propuesto muchas
lo que era radicalmente diferente a la ecología clásica, que hipótesis, no está muy claro cómo actúa la evolución no
se dedicaba a describir características presentes sin nin- gradual, si está favorecida en ciertos grupos (por ejemplo,
gún enfoque evolutivo. Intentaron describir matemática- poliploidía en las plantas vasculares), y aún menos su re-
mente cuestiones centrales de la ecología evolutiva, como levancia. Por ello, este capítulo se centra en la microevo-
por ejemplo los sex ratios, las estrategias alimentarias, la lución, que es un proceso que afecta a todos los seres vivos.
regulación poblacional y la diversidad de las comunida- A continuación se explican los diferentes mecanismos que
des. Fue en los años 1960-1970 cuando el ecólogo y ma- llevan a un cambio de la frecuencia alélica poblacional y
temático Richard Levins (1968, adaptación en ambientes que pueden ser la causa de la evolución de diferentes cla-
variables), el ecólogo del comportamiento John Merritt dos y especies. También se comentan los diferentes tipos
Emlen (1966, estrategias alimentarias), el ecólogo y orni- selectivos que pueden llevar a adaptaciones.
tólogo Gordon Howell Orians (1969, evolución de los sis-
temas de apareamiento) y los ecólogos Robert H. Mecanismos que modifican
MacArthur y Edward Osborne Wilson (1967, biogeogra- la frecuencia alélica
fía de islas) hicieron importantes avances. Mostraron que La selección natural
podía haber diferencias en la organización social interes-
La selección natural es un mecanismo primordial que deter-
pecífica e intraespecífica gracias a respuestas evolutivas
mina los cambios alélicos. Hace que individuos con rasgos
frente a condiciones ecológicas y sociales. Todos estos tra-
desfavorables mueran o tengan una menor reproducción, y
bajos contribuyeron decisivamente a desarrollar la ecolo-
que individuos con rasgos favorables sobrevivan o tengan
gía evolutiva que se ha establecido desde los años 1970.
mayor reproducción (eficacia biológica, véase el recuadro
Otra persona muy influyente fue el genético y biólogo
Eficacia biológica Darwiniana). Si estos rasgos están deter-
evolutivo John Maynard Smith (1920-2004), quien esta-
minados genéticamente, la frecuencia de los alelos que son
bleció el principio de las estrategias evolutivamente esta-
favorables aumentará en el tiempo, y la frecuencia de los
bles (ESS), uno de los fundamentos matemáticos más
alelos desfavorables descenderá. La velocidad de este cam-
importantes de la ecología evolutiva y el concepto básico
bio está determinada por la fuerza de la selección natural.
de la teoría de juegos.
Por ejemplo, un alelo que tiene un efecto tan negativo que
impida reproducirse al individuo que lo posea, desapare-
Mecanismos evolutivos cerá en seguida (en menos de una generación). En este caso
Hay varios mecanismos que conducen a un cambio feno- actuará una selección muy fuerte sobre este alelo. Por otro
típico. Los cambios fenotípicos pueden estar determina- lado, la selección natural tendrá un efecto menor si un alelo
dos por cambios genéticos o asociados a condiciones sólo afecta ligeramente a la reproducción, por ejemplo si la
ambientales. Sólo los cambios que están determinados ge- selección natural afecta a la reproducción a partir de una
néticamente pueden resultar en especiación, mientras que temperatura extrema o de una cierta edad.
los cambios que están determinados ambientalmente (epi- Es importante reconocer que todos los procesos selec-
genéticos) no se transmiten de manera directa a la siguiente tivos actúan sobre los alelos mediante los fenotipos, que
generación. Sin embargo, las condiciones ambientales pue- están determinados por el conjunto de todos los alelos de
Patrick S. Fitze 495
Adaptación
• Inversiones: cambian el orden de una secuencia y La selección y la migración forman parte de la biolo-
normalmente incluyen fragmentos largos. gía evolutiva, mientras que el estudio de las mutaciones
es parte de la genética. Análogamente, la deriva génica
La deriva génica forma parte de la genética de poblaciones. Sin embargo, es
La deriva génica se refiere a cambios al azar (estocásti- importante tener en cuenta que la mutación es la base para
cos) en la frecuencia de los alelos. Se basa en la idea de la selección, y por lo tanto es muy importante para com-
que algunos alelos se transmiten a la siguiente generación prender la biología evolutiva. Por tanto, un cambio de fre-
mientras que otros no, y que aquellos que se transmiten cuencias alélicas puede estar provocado por la selección y
dependen únicamente del azar. Al parecer este proceso también por la deriva génica.
tiene una especial importancia en las poblaciones peque-
ñas, y se supone que puede causar cambios alélicos en el Tipos de selección natural
tiempo y con ello a un cambio evolutivo. Hoy en día se
supone que tiene una gran importancia para la evolución Fue Darwin quien describió el proceso de la selección y lo
biológica, aunque pertenezca a procesos de evolución neu- denominó selección natural, y más tarde describió también
tral. Una característica importante de la evolución neutral la selección sexual. Darwin distinguía entre estos dos tipos
es que no conduce a una adaptación, sino a cambios aléli- de selección diciendo que la selección natural actúa sobre
cos e incluso a la fijación de alelos (toda la población tiene la supervivencia y la fecundidad de un individuo, mientras
el mismo alelo). que la selección sexual actúa sobre el suceso de aparea-
miento. En la actualidad se considera que hay varios tipos
Patrick S. Fitze 497
Está definición es válida para distribuciones de edades discretas (cuando hay clases de edades distinguibles). El ERV de-
pende de la probabilidad de sobrevivir (lx) hasta la edad x y del número de hijos producidos a la edad x (mx). El producto
establece el número de hijos producidos a la edad x, y la suma del número de hijos producidos a cada edad es el ERV. Por
ejemplo, si la probabilidad de sobrevivir hasta la edad 1 es del 100% (matemáticamente es igual a 1, ya que la probabilidad
se mide de 0 a 1) y se producen cinco hijos (l1m1 = 5), y si la probabilidad de sobrevivir a la edad de 2 es cero (l2m2 = 0),
el ERV será cinco (5 + 0 = 5) cuando se reproduce por primera vez a la edad de 1 año y cuando sólo se reproduce una
vez al año.
El ERV se acerca bastante a la eficacia biológica, pero parte de la predicción de que el tamaño de la población es esta-
ble. La definición general de la eficacia biológica incluye que las poblaciones crecen, y para distribuciones de edades discre-
tas se define como:
∞
∑ e− rx l x mx =1
x =1
La diferencia entre la eficacia biológica y el ERV es el termino e–rx, que se refiere al crecimiento exponencial de pobla-
ciones con la tasa r a la edad x. En otras palabras, un nacimiento a la edad x contribuye con e–rx hijos, relativo a un recién
nacido a la edad 0. Con este parámetro se tiene en cuenta que las poblaciones crecen, y por lo tanto la eficacia biológica
es un concepto relativo respecto a una población. En caso de que la población sea estable (r = 0) resultaría que e–rx = 1 y,
por lo tanto, la eficacia biológica se definirá como el ERV.
Hamilton amplió la teoría sobre la eficacia biológica darwiniana con su teoría sobre la eficacia biológica inclusiva (inclu-
sive fitness). Descubrió que la eficacia biológica de un individuo depende de dos componentes: la eficacia biológica directa
(o darwiniana), y la eficacia biológica indirecta (IV). La eficacia biológica indirecta de un individuo se refiere a la reproduc-
ción de parientes gracias a la ayuda de ese individuo. En otras palabras, se refiere al incremento de la frecuencia de alelos
que comparte con sus parientes gracias a su ayuda (véase en el apartado sobre tipos de selección y selección de parien-
tes). La eficacia biológica inclusiva viene definida por:
IV = ∑ rvi ibi
i
donde ri se refiere al parentesco entre el actor (el individuo cuya eficacia biológica inclusiva se quiere medir) y el indivi-
duo i; vi se refiere al valor del individuo i en transmitir genes a futuras generaciones; y bi a los beneficios que tiene el in-
dividuo i gracias a la ayuda del actor. La eficacia biológica inclusiva es la suma de todos los individuos a los cuales ha
ayudado el actor.
498 Ecología evolutiva
chos tendrán más hijos que los machos de cola corta, y por
Selección natural
lo tanto los alelos que codifican el carácter cola larga au-
mentarán en frecuencia, lo que con el tiempo llevará a un
Selección natural Selección Selección Selección de ?
(sentido estricto) sexual de parientes no parientes dimorfismo sexual en la longitud de la cola. Aunque este
ejemplo parece muy claro, muchas veces no es fácil dis-
factores abióticos, intrasexual, selección por beneficios mutuos, tinguir entre selección sexual y selección natural, porque
depredadores,
enfermedades,
intersexual parentesco,
selección por
altruismo recíproco
la selección natural también puede provocar dimorfismos
parásitos distancia genética sexuales. Por ejemplo, si la supervivencia depende del
color, puede ser que la selección natural favorezca un
Figura 1. Tipos de selección y rasgos sobre los cuales actúan.
color críptico en las hembras, porque durante la cría son
menos visibles para los depredadores. Por otro lado, puede
de selección (Fig. 1) y se usa el concepto de ‘selección na-
favorecerse otro color en los machos porque éstos se en-
tural’ principalmente para el proceso que agrupa a todos
cuentran expuestos a otras presiones selectivas, por ejem-
los tipos de selección, aunque Endler proponía que sería
plo si se alimentan en otro tipo de hábitat donde otro color
más fácil usar el término ‘selección orgánica’ para todos
les haría más crípticos.
los tipos de selección y ‘selección natural’ para cuando no
La selección intrasexual se produce cuando miembros
se incluye la selección sexual. Según esta definición, la se-
del mismo sexo compiten entre sí y la jerarquía resultante
lección natural incluiría la selección natural en sentido es-
determina el suceso reproductor de los individuos. Este
tricto (selección inducida por factores abióticos, depreda-
tipo de selección podría explicar la evolución de arma-
dores, enfermedades, parásitos, etc.) y la selección de
mentos en los machos, cuando éste determina el rango en
parientes y de no parientes, pero ello no estructura mejor
la jerarquía (por ejemplo, en los ciervos y los escaraba-
los diferentes tipos de selección. En este capítulo se usa la
jos).
definición original (en sentido amplio) de la selección na-
En la mayoría de los casos la selección sexual se re-
tural, como el proceso selectivo que lleva a cambios de la
fiere a la selección de parejas no aleatoria entre dos sexos,
frecuencia alélica.
pero también incluye la selección no aleatoria entre dos
parientes que pertenezcan al mismo sexo (por ejemplo, en
La selección natural en sentido estricto los caracoles), siempre y cuando haya reproducción se-
La selección natural en sentido estricto se refiere a un tipo xual. La selección sexual tiene implicaciones importan-
de selección muy concreta cuya definición no es fácil. En tes, ya que puede ser la causa del dimorfismo sexual, por
vez de describir lo que incluye, es más fácil describir qué diferentes estrategias vitales entre sexos y por una multi-
presiones selectivas no forman parte de la selección natu- tud de comportamientos.
ral en sentido estricto: la selección sexual, la selección de
parientes y la selección de no parientes. En concreto, se Selección de parientes
refiere a las presiones impuestas por factores abióticos (la
geología, la abundancia del agua, la salinidad, la exposi- El término ‘selección de parientes’ (kin selection) fue acu-
ción, etc.) y por factores bióticos que no tienen que ver ñado por John Maynard Smith, pero el concepto fue des-
con la competencia por la fecundación, con la selección crito por Haldane y Hamilton. La selección de parientes
de parientes ni con la selección de no parientes. Los fac- actúa sobre individuos que comparten alelos y por lo tanto
tores bióticos que imponen una selección natural son, tienen parentesco genético (genetic relatedness). Esta de-
entre otros, la abundancia del alimento o de nutrientes, los finición incluye tanto parentesco genético directo (dos in-
depredadores, los parásitos, las enfermedades y los con- dividuos que pertenecen a la misma familia) como
flictos por los recursos. parentesco genético por otras razones (por ejemplo, por-
que tienen la misma mutación). La selección de parientes
favorece comportamientos cooperativos que no tienen un
La selección sexual
beneficio directo para un individuo, pero que sí lo tienen
La selección sexual actúa sobre el suceso de fecundación. para el individuo a quien ayudan y, por lo tanto, los alelos
Incluye diferencias tanto en el acceso a parejas como de que comparten suponen un beneficio. Por ejemplo, en va-
fertilización en relación con un rasgo. Se conocen dos cla- rias especies de aves se ha observado que los individuos
ses de selección sexual: intersexual e intrasexual. jóvenes que no tienen la posibilidad de reproducirse ayu-
La selección intersexual se refiere a la elección de pa- dan a sus padres a criar a los hijos. Este comportamiento
rejas, óvulos o espermas. Se produce siempre que un sexo tiene una ventaja, puesto que así es mayor la probabilidad
elige al otro sexo por un rasgo. En otras palabras, cuando de que sus alelos aumenten en frecuencia y no se trata de
el acoplamiento entre sexos no es aleatorio, sino determi- un comportamiento altruista.
nado por las preferencias del otro sexo. Por ejemplo, si las En casos extremos puede ser que un individuo ayude
hembras prefieren machos con colas largas, como en el a otro individuo a reproducirse, pero que él mismo no se
caso de la golondrina (Hirundo rustica), éstas se aparea- reproduzca. Por ejemplo, en las especies de himenópteros
rán preferentemente con machos de cola larga. Estos ma- cuyos machos son haploides y sus hembras diploides re-
Patrick S. Fitze 499
sulta más rentable que una trabajadora ayude a criar a sus su vida, y que no la limitan por el bien del grupo. Sobre
hermanos en vez de producir sus propios hijos. Esto se todo, John Maynard Smith encontró cómo podía expli-
debe a que las hermanas heredan el genoma completo del carse que individuos de un mismo grupo colaboraran
padre, que forma la mitad de su genoma, y heredan la entre ellos. Descubrió que la selección no actúa sobre el
mitad del genoma de la madre, que forma la otra mitad. grupo, sino sobre el individuo, y que la colaboración
Por eso, la probabilidad de que dos hermanas compartan entre individuos conduce a una mayor eficacia biológica.
los mismos alelos es (1 × 0,5) + (0,5 × 0,5) = 0,75. Como Esto demostraba que la selección de grupos no es tal
sus hijas heredan sólo el 50% de su genoma, es evolutiva- (aunque todavía se oye con frecuencia que un individuo
mente más rentable desde el punto de vista de la recom- hace algo por el bien de su especie, es totalmente falso)
binación de genes ayudar a la madre que producir sus y que todos los fenómenos se explican por la selección
propios hijos. individual, y por lo tanto por la selección de parientes o
La selección de parientes no esta limitada a los anima- la selección de no parientes.
les y también en las plantas desempeña un papel impor-
tante. Por ejemplo, recientemente se ha demostrado que Importancia de la filogenia para la ecología
en presencia de parientes, el rábano de mar americano
(Cakile edentula) invierte menos recursos en las raíces que
evolutiva y viceversa
en presencia de no parientes. Como las raíces más grandes Comparaciones entre especies
incrementan la competitividad de la planta y reducen el La comprensión de fenómenos generales requiere con fre-
éxito de las otras plantas, estos resultados muestran que cuencia el análisis de rasgos en diferentes especies. Por
colaboran más con sus parientes que con los no parientes, ejemplo, para comprender si la selección sexual influye
lo que lleva a una mayor frecuencia de sus genes. sobre los efectos maternos se realizan generalmente dos
planteamientos. Se podría manipular y medir la selección
Selección de no parientes sexual en varias hembras de la misma especie e investigar
si los efectos maternos dependen de la selección sexual. Y
La selección de no parientes se refiere a la selección que el otro planteamiento es el análisis comparativo, en el cual
puede actuar mediante relaciones entre individuos de la podrían medirse los efectos maternos y la intensidad de la
misma especie que no tienen relaciones genéticas y que selección sexual en diferentes especies e investigar si hay
son del mismo sexo. Fue Trivers quien describió por pri- una asociación entre ambas. Gil y colaboradores eligieron
mera vez que las interacciones recíprocas podrían favore- este último planteamiento. Recogieron huevos de 101 es-
cer la cooperación entre individuos no relacionados. pecies, midieron los efectos maternos (el contenido en tes-
Mostraba que esto puede ser beneficioso si individuos no tosterona) y cuantificaron un rasgo relacionado con la
relacionados ayudan a otros individuos que les han ayu- selección sexual (el dicromatismo sexual). En un primer
dado en el pasado, y entonces la cooperación recíproca es análisis encontraron que los efectos maternos eran mayo-
favorable. Por ejemplo, si un individuo ayuda a otro in- res en las especies con mayor selección sexual, pero
dividuo, éste tiene mayor eficacia biológica y puede ser cuando tenían en cuenta las relaciones filogenéticas usando
beneficioso para el primer individuo si el segundo le de- el método comparativo este efecto desaparecía. Ello su-
vuelve la ayuda en el futuro, y así incrementa su eficacia giere que la selección sexual no influye sobre los efectos
biológica. Hay muchos mecanismos diferentes que favo- maternos de manera general, y que otros mecanismos,
recen la cooperación entre individuos no emparentados y como las imposiciones filogenéticas, suelen ser los causan-
que pueden influir en la frecuencia alélica futura. tes de la varianza encontrada en este rasgo.
El meta-análisis
Selección de grupos
El meta-análisis es una herramienta ampliamente usada en
La teoría sobre la selección de grupos fue desarrollada por ciencias, pues permite integrar resultados de diferentes es-
Wynne-Edwards. Según esta teoría, los grupos de indivi- tudios y llegar a conclusiones más robustas. En ecología
duos egoístas que intentan reproducirse al máximo con- evolutiva, el meta-análisis no sólo permite analizar resul-
sumirán rápidamente todos los recursos y se extinguirán, tados de diferentes estudios realizados en una misma es-
mientras que los grupos de individuos cooperativos que pecie, sino que también permite investigar patrones
reducen su número de hijos por el bien de todos no sobre- válidos para varias especies. Puesto que diferentes espe-
explotarán los recursos y por lo tanto no se extinguirán. cies no reflejan unidades estadísticamente independientes,
Concluye que la selección favorece a los grupos de indi- y como incluso dentro de una misma especie existen pa-
viduos cooperativos que se preocupan primero por el bien trones filogenéticos diferentes, estos análisis requieren la
del grupo y en segundo lugar por el suyo propio. inclusión de la filogenia, lo que se puede lograr combi-
Poco después de haberla publicado ya quedó claro nando el meta-análisis con el método comparativo. A di-
que esta teoría no era correcta. Tanto los modelos evolu- ferencia del método comparativo, en el meta-análisis sólo
tivos como los trabajos empíricos demostraron que los se incluyen los tamaños del efecto y la varianza de cada
individuos maximizan su reproducción a lo largo de toda estudio, y no se incluyen los datos originales.
500 Cap. 47, Ecología evolutiva
Un ejemplo ilustrativo son los análisis de la ley de los cambios de colores, también se ha demostrado por
Bergmann. Según ésta, muchos organismos son más gran- medio de métodos filogenéticos que se producen cambios
des en climas fríos, porque el mayor tamaño facilita la ter- morfológicos en los síndromes florales asociados al tipo
morregulación reduciendo la pérdida de calor. Muchos de polinizadores. Los polinizadores parecen ser el motor
estudios correlacionaron el tamaño corporal con el clima. principal para que se produzcan cambios morfológicos en
Por ejemplo, en mamíferos, Ashton y colaboradores com- las flores, como por ejemplo el cambio del dimorfismo es-
pilaron datos de 110 especies y encontraron, al aplicar el tilar a la diestilia en los narcisos y otras plantas con flores,
método comparativo, que el tamaño corporal aumenta con tal y como ya estudiara Darwin. Otro ejemplo es el cam-
la latitud, lo que apoya la ley de Bergmann. Adams reana- bio de la longitud del espolón en las aguileñas americanas
lizó los datos de Asthon y colaboradores aplicando el (Aquilegia), que está asociado a un cambio de polinizador
meta-análisis, y confirmó sus resultados. Sin embargo, que va de abejas (Apoidea) a polillas esfinges (Sphingi-
cuando incluyó las relaciones filogenéticas esta relación dae), pasando por un estado intermedio que sería la poli-
desapareció. Así, concluyó que la asociación positiva entre nización por colibríes (Trochilidae). Al igual que los
el tamaño de los mamíferos y la latitud se debe a la histo- cambios en las flores (síndromes de polinización), tam-
ria evolutiva (a las relaciones filogenéticas), y que no es bién se descubrieron síndromes de dispersión de frutos que
causa de otros mecanismos como la ley de Bergmann. incluyen cambios de su color, forma, tamaño y presenta-
Este ejemplo muestra claramente que es necesario ción a animales dispersantes, asociados a cambios del sis-
tener en cuenta tanto el meta-análisis como los patrones fi- tema de dispersión.
logenéticos cuando se hacen comparaciones entre espe- De una manera similar a las interacciones de plantas y
cies utilizando resultados de otros estudios. animales, se producen una multitud de otras interacciones
(véase Cap. 48, Evolución del comportamiento). Estudiar
Origen e interacciones de las especies el origen de estas interacciones es un reto para los futuros
Tanto en las plantas como en los animales, los caracteres investigadores en biología evolutiva, que requiere un co-
de la reproducción son rasgos de las estrategias vitales. nocimiento filogenético, ecológico y del comportamiento,
Son muy importantes porque afectan directamente a pro- y por tanto una aproximación multidisciplinaria.
cesos microevolutivos y macroevolutivos. Se han pro-
puesto varias hipótesis que explican las diferentes Evolución adaptativa
estrategias reproductivas. Por ejemplo, se supone que en Como ya se ha descrito, se producen varios mecanismos
las plantas con flores las interacciones de éstas con dife- microevolutivos, y la comprensión de cuál de ellos es el
rentes especies de animales podrían ser la causa de la di- causante de la variabilidad observada es uno de los retos
versidad observada. Comprender la evolución de los principales. Mientras Darwin hablaba sobre todo de una
síndromes florales (el conjunto de características que pre- evolución gradual a causa de la selección natural, también
senta una planta para atraer a un determinado agente po- se conoce desde antiguo que aparecen fósiles que persis-
linizador) es especialmente complicado, y encontrar una ten casi sin ningún cambio durante muchos millones de
respuesta válida requiere el uso de métodos filogenéticos años. Estos periodos sin mayores cambios (estasis) van se-
y comparativos. Se sabe que la polinización influye de ma- guidos de periodos cortos en los cuales hay cambios rápi-
nera importante en el éxito reproductor de una planta, y dos que con frecuencia se asocian a especiaciones rápidas.
que depende de manera directa de su estrategia vital. Así, Es evidente que los patrones macroevolutivos están deter-
una planta tiene que repartir sus recursos de manera ade- minados de manera importante por la microevolución. Por
cuada entre las diferentes funciones. Las plantas con flo- ejemplo, los cambios rápidos pueden deberse a la selec-
res muestran corolas y modos de reproducción muy ción natural (mediante la adaptación), pero son más difí-
diversos. Además, hay mucha diversidad en los modos de ciles de explicar por la deriva génica y la migración. La
reproducción (sexual, asexual), en las estrategias de los comprensión de los mecanismos macroevolutivos requiere
sexos y en los sistemas de polinización en especies cerca- análisis sofisticados. Puede medirse a nivel molecular si se
nas. Aunque el estudio de los modos de reproducción es produce selección positiva, lo que sugeriría que la selec-
antiguo y data de antes de Darwin, son relativamente re- ción natural podría ser la causa de la evolución del rasgo
cientes los estudios que permiten concluir cómo evolucio- analizado, mientras que la ausencia de selección molecu-
naron los diferentes modos de reproducción. Esto se debe lar favorecería la hipótesis de la deriva génica. Yuri y co-
a que hoy es posible incluir la filogenia, lo cual permite re- laboradores encontraron una duplicación del gen que
construir el historial evolutivo y comprender si los diferen- codifica la hormona del crecimiento en los paseriformes,
tes modos de reproducción evolucionaron numerosas y hallaron que este gen está evolucionando diez veces más
veces y si realmente especies cercanas tienen estrategias rápido en este grupo que en las aves no paseriformes más
vitales distintas. Por ejemplo, se descubrió que en los mí- cercanas. Esto indica que se ha producido una selección
mulos (Mimulus) el cambio de color de la flor al color rojo positiva, y por lo tanto una adaptación, y sugiere que la
ocurría varias veces, y que ese cambio se asociaba a cam- duplicación podría ser la causa de la explosiva diversifica-
bios en los principales polinizadores que, en este caso, pa- ción (radiación) de los paseriformes y de un cambio ma-
saban de himenópteros a colibríes. Del mismo modo que croevolutivo (véase Cap. 43, Aves). Sin embargo, la
Patrick S. Fitze 501
(indicadas en cursiva en la Tabla 1). Las ramas que resul- pendientes y que los resultados no pueden explicarse por
tan en caracteres X1 e Y1 se originan de tres tipos de tran- ancestros comunes.
siciones (X0 cambiando a X1, Y0 cambiando a Y1 o X0 El método de Ridley sirve para determinar si los esta-
cambiando a X1 e Y0 cambiando a Y1 ). El método de Ri- dos finales están correlacionados. Las deficiencias de este
dley sólo tiene en cuenta el estado final y, por lo tanto, los método son que no considera el origen y no tiene en cuenta
tres tipos de transiciones son iguales. Así se compactará la la dirección del cambio, el orden de los cambios ni la lon-
Tabla 1 de manera que sólo importa el estado final. En gitud de las ramas. Otro problema es que excluye las ramas
este ejemplo se suman las frecuencias observadas en la que no conducen a un cambio. Esto reduce de la informa-
Tabla 1 de las tres posibles transiciones (X0 cambiando a ción, pero aún más problemático es que se supone que la
X1 e Y1 sin cambio [= 1, línea 2, columna 4, de la Tabla longitud de las ramas excluidas es 0, algo que en recons-
1]; Y0 cambiando a Y1 y X1 sigue sin cambio [= 1, línea trucciones filogenéticas suele ser falso.
4, columna 2, de la Tabla 1]; y los dos cambiando de 0 a El test de Maddison va un poco más allá, pues tiene en
1 [= 0, línea 2, columna 2, de la Tabla 1]), y se obtiene cuenta la dirección del cambio evolutivo. Este test cuenta el
como resultado el valor 2 (Tabla 2, fila 2, columna 2). número de posibilidades de que X1 haya evolucionado ante
El resultado es una tabla de contingencia de dimensión la presencia de Y1 y el número de posibilidades en el caso
2 por 2. Para comprender si los cambios en X e Y son in- de que Y no se considere. Si X1 e Y1 evolucionaron inde-
dependientes se aplicará la prueba de chi al cuadrado (χ2) pendientemente, la razón entre las dos posibilidades será de
o el test exacto de Fisher. En el caso de la Tabla 2, resulta aproximadamente 1. Cuanto más cerca esté de 0, más pro-
que el test de Fisher no es significativo (p > 0,05). Esto bable es que X1 haya evolucionado en correlación con Y1.
indica que las transiciones de los dos caracteres son inde- Este método tampoco tiene en cuenta la longitud de las
ramas, lo cual es problemático porque la probabilidad de
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 un cambio es más alta en una rama larga que en una rama
x 0 0 1 1 1 0 0 1 corta, y por ello no se considera la velocidad de un cambio
y 0 0 0 0 0 0 1 1 evolutivo. Los dos métodos citados se usan cuando no se
dispone de las longitudes de las ramas. Harvey y Pagel fue-
N4 N5 N6 N7 ron más allá y desarrollaron un método que tiene en cuenta
0 1 0 0 la longitud de las ramas. Aunque es el más apropiado, tam-
0 1 0 1
bién tiene sus limitaciones, pues al igual que los anteriores
N2 N3 requiere el conocimiento de los estados ancestrales de
1
0
0 todos los nodos, algo que raramente ocurre. Los tres méto-
1
dos se basan en estados ancestrales reconstruidos y, por lo
tanto, hay un cierto error asociado. Esto es especialmente
N1
0 preocupante en el caso de ramas largas, cuando ha podido
0
haber diversos cambios. Otra predicción es que las proba-
Figura 3. Árbol filogenético de ocho especies (E1-8). Se indi- bilidades de transición son constantes a lo largo del árbol,
can los estados de dos variables discretas (X, Y) para cada es- lo cual no necesariamente se corresponde con la realidad.
pecie (1= presente, 0 = ausente) y para los antepasados. El ár-
bol consiste en siete nodos (N1-7). La longitud de las ramas es Análisis comparativo de datos continuos
idéntica. Muchos rasgos estudiados en ecología evolutiva, como
rasgos morfológicos, fisiológicos, de las estrategias vita-
Tabla 1. Frecuencia de los diferentes tipos de transiciones a les y de comportamiento, no siguen un patrón discreto,
lo largo del árbol mostrado en la Figura 3. Las transiciones en
sino continuo. Esto complica el análisis comparativo, pues
cursiva se excluyen para el método de Ridley.
dicotomizar la variable supone una pérdida de informa-
transiciones del carácter Y ción importante. En ecología evolutiva esta situación
transiciones afecta sobre todo al análisis de rasgos continuos. Por ejem-
del carácter X 0→0 0→1 1→0 1→1 plo, para comprender si el tamaño de los mamíferos de-
0→0 3 1 1 2 pende de la altitud (ley de Bergmann) hay que establecer
0→1 2 0 0 1 una correlación de dos variables continuas: el tamaño y la
1→0 1 0 0 0
altitud. Si no se tiene en cuenta este hecho, podrían inter-
1→1 0 1 1 1
pretarse patrones ecológicos que no son tales, como en el
caso que se presenta en la Figura 4 y el recuadro Ejemplo
Tabla 2. Contribución de las transiciones de la tabla 1 a los es- de la importancia de la corrección filogenética. Para este
tados observados según el método de Ridley. tipo de análisis, Felsenstein elaboró un método que per-
Y0 Y1 mite hacer contrastes independientes y que garantiza la in-
dependencia de los datos. Este método tiene en cuenta las
X0 1,1,0 = 2 1,0,0 = 1
X1 2,0,1 = 3 0,1,1 = 2 relaciones filogenéticas y la longitud de las ramas. No re-
quiere el conocimiento de los estados ancestrales y por
Patrick S. Fitze 503
Figura 5. Las jaras (especies del género Cistus) de flor blanca suponen el primer ejemplo de radiación adaptativa documentado en la
cuenca del mar Mediterráneo. En tan solo 1-2 millones de años se han formado varios linajes (en total 12 especies) desde un antepa-
sado más reciente común, lo que supone una radiación acaecida tras el establecimiento del actual clima mediterráneo (c. 3 millones
de años). La diversidad de formas foliares se asocia a las condiciones ambientales donde viven las especies y cada forma proporciona
ventajas en las condiciones ambientales donde habitan (adaptación). El color de los cuadros de cada fotografia indica el hábitat de cada
especie: rojo, matorral con alta insolación; azul, claros de bosques sobre suelos secos; morado, claros de bosques sobre suelos hú-
medos; verde, claros de abetales; amarillo, claros de bosques de montaña; negro, varios hábitats.
la independencia de las especies y permite comprender para todos los miembros de la radiación adaptativa, algo
si las correlaciones reflejan la adaptación a los ambien- que resulta muy difícil. De hecho, no se conoce ningún
tes y no son consecuencia de la filogenia (Fig. 4). caso en que se haya realizado una experimentación lo
• Para comprobar que las diferencias fenotípicas son suficientemente profunda como para concluir que este
adaptaciones es necesario demostrar que llevan a una cuarto requisito está demostrada.
ventaja en el ambiente donde vive la especie y a una Hay pruebas de que no todos los eventos de especiación
desventaja en otro ambiente. Con otras palabras, hace rápida y de divergencia fenotípica están causados por la
falta demostrar que los nuevos carácteres incrementan radiación adaptativa, lo cual requiere la comprobación de
la efiacia biológica. Esto ya es mucho más complicado una predicción adicional. Según la teoría, la radiación
de conseguir, puesto que es necesario hacer experi- adaptativa implica la evolución desde un antepasado gene-
mentos recíprocos en los cuales se trasloquen indivi- ral a descendientes especializados. Así, es necesario medir
duos de los ambientes que habitan a ambientes donde el grado de la especialización de las diferentes especies de
se encuentran otras especies, y viceversa. Para concluir la radiación. Esto es, claramente, el reto más complicado,
que se trata de una radiación adaptativa es imprescin- pues la especialización (por ejemplo, la amplitud del nicho
dible demostrar que los rasgos asociados a ciertos am- ocupado [niche breadth]) no se fosiliza y por lo tanto hay
bientes incrementan constantemente la eficacia bioló- que apoyarse en una reconstrucción filogenética para
gica en estos mismos ambientes, pero no en otros. comprobar esta hipótesis. Además, también hay otros pro-
Además no es suficiente demostrar que incrementan la blemas muy importantes, como la estimación de la espe-
efiacia biológica en un grupo de linajes o especies sino cialización en sí misma.
Patrick S. Fitze 505
El método comparativo de contrastes independientes permite analizar rasgos de manera comparativa evitando el problema
de que las observaciones no sean independientes. Se basa en la predicción de que sólo en los linajes que evolucionaron in-
dependientemente, como los mostrados en la Figura 2A, es seguro que no hay un problema de independencia estadística.
Esto significa que en la Figura 3, por ejemplo, las especies E1 y E2 son independientes, pero que las comparaciones entre
la especie E1 y las especies E3, E4, E5, E6, E7 y E8 no son independientes (también son independientes las comparaciones
entre las especies E3 y E4, E5 y E6, y E7 y E8). Este método utiliza contrastes y funciona de la siguiente manera. Primero
se buscan especies cercanas i y j (las especies independientes en la Figura 3, por ejemplo E1 y E2) que tienen un antepa-
sado común denominado k (nodo N4 de la Figura 3). Segundo, se calcula el contraste entre el rasgo X de la especie i y j: Xi
– Xj (en el ejemplo XE1 – XE2). Este contraste tiene un valor esperado de cero y una varianza que es proporcional a la lon-
gitud (v) de las dos ramas, y entonces una varianza que es proporcional a vi + vj (v E1 + vE2). Tercero, se eliminan las dos
ramas terminales del árbol dejando el ancestro k (en el ejemplo de arriba el nodo N4), que ahora es la rama terminal. Se
le asigna el valor del carácter según la siguiente formula:
i
(1 / v i )X i + (1 / v J )X J
XK =
1 / vi + 1 / v J
que corresponde a la media ponderada y que es proporcional al inverso de la varianza vi + vj. Cuarto, se incrementa la rama
debajo del nodo k según la siguiente fórmula:
v k + v iv j l ( v i + v j )
Una vez hecho esto, se repiten los pasos 1 a 4 hasta que quede sólo una rama del árbol. Para n especies, este método pro-
duce n – 1 contrastes independientes
y reconstruir los estados de los ancestros xi y xk según el recuadro Método comparativo de contrastes independientes:
(1 / 0,325)x g + (1 / 0,65)x c 2 1 21 3 1 1 1 1
xi = = x + x = xa + xb + xc = xa + xb + xc
1 / 0,325 + 1 / 0,65 3 g 3 c 3 4 4 3 6 2 3
(1 / 0,3)x h + (1 / 0,1)x f 1 3 11 1 3 1 1 3
xk = = x + x = xd + xe + x f = xd + xe + x f
1 / 0,3 + 1 / 0,1 4 h 4 f 42 2 4 8 8 4
v gv c 0,325 × 0,65
v i = v abc + = 0, 2 + = 0, 417
v g + vc 0,325 + 0,65
v hv f 0,3 × 0,1
v k = v def + = 0,5 + = 0,575
vh + vf 0,3 + 0,1
1 1 1 1 1 3
y5 = xi − xk = x + xb + xc − xd − xe − x f
6 a 2 3 8 8 4
donde la varianza es proporcional a:
v i + v k = 0, 417 + 0,575 = 0,992
Patrick S. Fitze 507
rasgo 2
C 20 5 6
D 25 8 5
E 30 7
4
F 35 9
3
Sin tener en cuenta la filogenia (recuadro Ejemplo del uso de los métodos 5 10 15 20 25 30 35 40
comparativos) de estas seis especies se correlacionarán los dos rasgos rasgo 1
usando un modelo de regresión sencillo, suponiendo que todas las espe-
cies son independientes. Con esta aproximación se encuentra que hay una fuerte relación entre los dos rasgos (F1,4 =
12,437, P = 0,024, R2 = 0,757, relación estimada: y = 2,219 + 0,183x).
Para hacer un análisis independiente se calculan primero los contrastes como ya se ha indicado en los recuadros anteriores.
1 3
Luego se calculan tanto el rasgo 1 como el rasgo 2 por cada contraste, por ejemplo y 2 = × 10 + × 15 − 20 = −6, 25 para
4 4
−6, 25
el rasgo 1. Se escala por la varianza Y2 = = −9,882 y estos valores de contrastes pueden usarse para investigar la relación
0, 4
entre el rasgo 1 y el rasgo 2, puesto que reflejan datos independientes.
Contraste Valor contraste rasgo 1 Valor contraste rasgo 2 2
Y1 –7,91 1,58 1
Y2 –6,33 –0,76 0
Y3 –1,58 1,58 –1
rasgo 2
Y4 –3,95 –2,37
–2
Y5 –15,60 –4,14
–3
En el ejemplo de esta figura se pierde la relación entre el rasgo 1 y el rasgo 2 des-
–4
pués de incorporar el componente filogenético (F1,3 = 2,207, p = 0,234, R2 = 0,424).
Para no tener que hacer estos cálculos a mano pueden usarse los programas del –5
–18 –16 –14 –12 –10 –8 –6 –4 –2 0
paquete CAIC (véase el recuadro Programas para el método comparativo), que cal- rasgo 1
cula los contrastes para luego ser usados en cualquier programa estadístico.
Hay una amplia gama de programas que pueden usarse para el método comparativo:
Programa PC/MAC Link
CAIC MAC (Purvis y Rambaut 1995)
http://www.bio.ic.ac.uk/evolve/software/caic/index.html
R PC/MAC/Linux (Paradis 2004)
http://www.r-project.org/
los métodos comparativos se encuentran en ape y ade4 paquete
http://pbil.univ-lyon1.fr/library/ape/
http://pbil.univ-lyon1.fr/ADE-4/home.php?lang=eng
Mesquite PC/MAC/Linux http://mesquiteproject.org
PDAPE http://mesquiteproject.org/pdap_mesquite/index.html
Una buena sinopsis sobre los diferentes programas tanto para el método comparativo como para todas las reconstruccio-
nes filogenéticas se encuentra en la página web de J. Felsenstein (http://evolution.genetics.washington.edu/phylip/software.html).
508 Cap. 47, Ecología evolutiva
positiva o negativa), un valor D positivo indica que hay la media sobre todas las secuencias ancestrales posibles en
evolución adaptativa que mantiene las mutaciones, mien- cada nodo interior del árbol, y porque ponderan las medias
tras que un valor D negativo significa que hay selección ne- por sus frecuencias. Tienen ventajas importantes, ya que
gativa y que las mutaciones negativas se eliminan. Pero se basan en modelos más realistas de la evolución de las se-
estos efectos también podrían estar provocados por cam- cuencias. Varios métodos de ML están implementados en
bios del tamaño poblacional. Por ejemplo, una reducción el programa PAML. Últimamente se han hecho muchos
del tamaño poblacional puede generar un valor D positivo, progresos; en concreto, los métodos bayesianos proporcio-
y un incremento poblacional durante el cual se acumulan nan la mejor manera de abordar el error filogenético, y ade-
muchas mutaciones nuevas podría conducir a uno negativo. más sirven para dar respuesta a hipótesis concretas
Algunos métodos estadísticos que tienen en cuenta la filo- (reconstrucción de caracteres). Aquí no se describen todos
genia y permiten investigar la selección positiva, negativa los métodos en detalle, pero pueden encontrarse en otros li-
o neutral, son la D de Fu y Li, la H de Fay y Wu, el test de bros y artículos. La diversidad de métodos para estudiar la
McDonald-Kreitman y el test de Hudson-Kreitman- evolución molecular, y también su novedad, demuestran a
Aguadé, que pueden consultarse en otros lugares. la par el interés general entre los biólogos evolutivos. Aun-
A menudo es interesante saber si hay adaptación en un que aún es reciente, está claro que comprender la evolu-
cierto linaje. En primer lugar, puede investigarse en cada ción molecular es de interés fundamental para la ecología
rama del árbol la ω de Yang para saber si la selección es evolutiva.
positiva. Este enfoque es problemático porque se aplica-
rán numerosos tests. Es mucho mejor usar métodos de má- Bibliografía básica
xima verisimilitud (ML, maximum likelihood) basados en
– Bulmer, M. 1994. Theoretical Evolutionary Ecology. Sinauer Associa-
sustituciones nucleotídicas en codones. Estos modelos per- tes, Inc, Sunderland, Mariland, USA.
miten comprender si ω varía entre diferentes linajes, si ω – de Jong, T. y Klinkhamer, P. 2005. Evolutionary ecology of plant re-
es diferente en ciertos linajes de interés respecto a otros li- productive strategies. Cambridge University Press, New York, USA.
najes de la filogenia, y si hay selección positiva o negativa. – Fox C.W., Roff D.A. y Fairbairn D.J. 2001. Evolutionary ecology: con-
El análisis mediante métodos de ML es más riguroso que cepts and case studies. Oxford University Press, New York, USA.
la reconstrucción de los estados ancestrales usando parsi- – Lewin, R. 1997. Patterns in evolution: the new molecular view. Scien-
monia, puesto que las secuencias reconstruidas por parsi- tific American Library, New York, USA.
monia contienen un error aleatorio y sesgos sistemáticos. – Pianka, E.R. 2000. Evolutionary ecology. 6th ed. Benjamin Cum-
Los métodos de ML son mucho mejores, porque calculan mings, Addison-Wesley-Longman, San Francisco, California, USA.
Evolución del
comportamiento
Patrick S. Fitze
48
Resumen: El conocimiento filogenético es indispensable para el estudio de la evolución y la coevolución del comportamiento.
El conocimiento filogenético tiene gran importancia también cuando se estudian las diferencias entre especies y cuando se in-
vestiga el origen y la transmisión de enfermedades. El capítulo se inicia con la definición y clasificación del comportamiento y
la importancia de las aproximaciones experimentales para los estudios del comportamiento. A continuación se discuten las cues-
tiones principales que se plantean en los estudios de comportamiento y que requieren un conocimiento filogenético. De forma
general, existen estudios que intentan responder las cuestiones arriba mencionadas, pero todavía hay pocos estudios que in-
cluyan datos filogenéticos fiables y menos estudios aún que usen métodos estadísticos rigurosos. Una de las razones principa-
les para la escasez de estudios rigurosos es la falta general de conocimiento filogenético y de comportamiento simultáneo para
cada especie incluida en los análisis. El capítulo termina enfatizando la importancia de estudiar el comportamiento para estu-
dios sobre patrones filogenéticos y biogeográficos y para entender procesos de especiación.
Summary: Phylogenetic knowledge is indispensable for the study of the evolution and coevolution of behaviour. Phylogenetic
knowledge is also of great importance when studying differences between species and when investigating the origin and
transmission of disease. This chapter starts with the definition and classification of behaviour and the importance of experimental
approaches for behavioural studies. The principal questions asked in behavioural studies that require phylogenetic knowledge are
discussed. Generally, there exist studies trying to respond the above-mentioned questions, but still few studies include reliable
phylogenetic data and even less studies use rigorous statistical methods. One of the main reasons for the rarity of rigorous studies
is the general lack of both phylogenetic and behavioural knowledge for each species included in the analyses. The chapter ends
by emphasizing the importance of studying behaviour for the study of phylogenetic and phylogeografic patterns and for
understanding speciation.
E
l estudio del comportamiento animal tiene como estudios se centran en la investigación del valor adapta-
objeto entender las relaciones que tienen los ani- tivo del comportamiento. Estos estudios intentan averi-
males entre sí, con otros seres vivos y con el am- guar si comportarse de una manera tiene una ventaja sobre
biente (véase el recuadro Tipos de comportamiento otro tipo de comportamiento, lo que puede explicar por
animal). El comportamiento puede ser consciente o in- qué ha evolucionado y por qué existe todavía. Por ejem-
consciente, voluntario o involuntario. Normalmente está plo, varias especies de la familia Corvidae esconden co-
controlado por el sistema endocrino y el sistema nervioso, mida en otoño, y luego, en invierno, la buscan a veces
lo que determina su complejidad. En general, los organis- debajo de hasta un metro de nieve. Gracias a este compor-
mos con un sistema nervioso más evolucionado tienen una tamiento, estos córvidos sobreviven durante el periodo
mayor capacidad de aprendizaje, son capaces de de adap- más duro del año. Un animal que no haya escondido co-
tarse mejor y por lo tanto tienen un comportamiento más mida, o no esconda la suficiente, no sobrevivirá al in-
complejo (véase el recuadro Definición de comporta- vierno, y por lo tanto se habla de comportamiento
miento animal). adaptativo porque le confiere una ventaja importante.
Históricamente se ha investigado principalmente los Aunque en este ejemplo la ventaja de esconder comida es
tipos de comportamientos que hay, debido a que faltaba evidente, en otros casos las ventajas son mucho menos ob-
información sobre el comportamiento de la mayoría de las vias y más complicadas de comprender.
especies. Hoy día se conocen los comportamientos de mu- En los estudios del comportamiento, clásicamente se
chas especies, y aunque queda mucho por descubrir, esta observa un comportamiento, se recogen datos de una serie
información permite investigar por qué un animal se com- de variables y se correlaciona el comportamiento con esas
porta de una manera y no de otra. En la actualidad, muchos variables para comprender cómo afecta el comportamiento
509
510 Cap. 48, Comportamiento
a las mismas. Esta aproximación suele ser de bajo coste una tercera variable; véase el recuadro Diseño de un expe-
económico, pero no permite comprender si el comporta- rimento). La solución para este problema la ofrece la ex-
miento ha influido en la variable, si es la variable la que ha perimentación. Si es el comportamiento el que afecta a la
influido en el comportamiento, o si la correlación existe variable, entonces se predice que un cambio del compor-
por otras interacciones más complejas (por ejemplo, con tamiento inducido por un experimento controlado tiene
Patrick S. Fitze 511
Osphronemidae
Macropodus opercularis (1)
Mac ropodus spechti
Pseudosphromenus dayi (1)
Pseudosphromenus cupanus (2)
Malpulutta kretseri (3)
Trichopsis pumila (2)
Trichopsis schalleri
Trichopsis vittata (4) (3)
Parosphromenus deissneri (5)
Parosphromenus anjunganensis A
Pa rosphromenus paludicola (4)
Pa rosphromenus ornaticauda
Betta coccina
Betta foerschi
Betta dimidiata (5)
Betta albimarginata
Betta splendens (6)
Betta unimaculata
Betta macrostoma (6)
Trichogaster pectoralis
Trichogaster trichopterus
Trichogaster microlepis
Trichogaster leerii (7)
Colisa labiosa (7)
Colisa lalia
Colisa chuna (8)
Colisa fasciata
Ctenops nobilis (9) B
(8)
Parasphaerichthys ocellatus
Parasphaerichthys lineatus (9)
Sphaerichthys osphromenoides (10)
Sphaerichthys selatanensis
Sphaerichthys vaillanti (10)
Sphaerichthys acrostoma
Luciocephalus sp.
Luciocephalus pulcher (11)
Osphronemus goramy (12) (11)
Helostomatidae
Osph ronemus septemfasciatus
(12)
C
Osph romenus exodon
Belontia signata
Belontia hasselti (13) (13)
D
Helostoma temminkii (14)
Anabas testudineus (15) E
Sandelia capensis (16) (14)
Ctenopoma pellegrini
Ctenopoma nigropannosum
Ctenopoma muriei (15)
Ctenopoma ocellatum
Ctenopoma acutirostre (16)
F
Anabantidae
Ctenopoma petherici (17)
Ctenopoma kingsleyae
Ctenopoma nebulosum
(17)
Microctenopoma fasciolatum (18)
Microctenopoma ansorgii
Microctenopoma nanum (18)
Microctenopoma sp. Mai Ndombe
Microctenopoma damasi
Channa bleheri (19) (19)
Channa marulia
Parachanna obscura (20)
(20)
Figura 1. La evolución del cuidado parental en los peces laberinto (Anabantoides). Verde: construcción de nidos en plantas sumer-
gidas; violeta: nidificación en burbuja; rojo: cría en la boca; amarillo: desove en sustrato; negro: guardianes de huevos flotantes (grupo
externo); blanco: comportamiento desconocido; gris: reconstrucción discutible; línea discontinua: táxones de los cuales se desconoce
el comportamiento. El número entre paréntesis después de las especies se corresponde con el número en los dibujos de las diferen-
tes especies.
yen análisis de tiempos de divergencia, es posible com- comprender en qué circunstancias ha evolucionado un de-
prender cuándo evolucionaron los diferentes comporta- terminado comportamiento, para lo cual es necesario
mientos. hacer comparaciones incluyendo muchas especies e in-
vestigar diferencias entre las que lo muestran y las que no.
Comparaciones entre especies Mientras en el pasado se han hecho análisis simples, hoy
Ciertos comportamientos, como por ejemplo esconder co- se sabe que hace falta tener en cuenta las relaciones filo-
mida, se observan en muchas especies. Es interesante genéticas. Las especies filogenéticamente próximas tie-
Patrick S. Fitze 513
Diseño de un experimento
El primer paso para diseñar un experimento es tener una buena hipótesis de partida. Según la fábula de que las cigüeñas
traen los niños, se podría predecir que cuando más cigüeñas hay más niños nacen. Un método para comprender si esta hi-
pótesis es correcta es visitar un cierto número de pueblos, contar el número de nidos de cigüeñas y el número de niños
que nacen. En caso de que se encontrara una correlación positiva entre el número de nidos de cigüeñas y la natalidad se
podría concluir que es correcto que las cigüeñas traen a los niños. En este ejemplo es evidente que la correlación no es
causal, y hay varias explicaciones. Por ejemplo, ya que las cigüeñas usan los tejados de las casas para construir sus nidos,
es evidente que un mayor número de seres humanos, y por tanto de casas, ofrece más posibilidades para construir nidos.
Si los parámetros que limitan la reproducción de las cigüeñas es el alimento y los sitios en que pueden criar, cuando el ali-
mento es abundante habrá una correlación importante entre el número de casas y el número de cigüeñas. Cómo el nú-
mero de casas refleja el número de habitantes, que a su vez está correlacionado con el número de recién nacidos, existirá
una correlación entre el número de casas y la natalidad humana, y, como consecuencia, una correlación positiva entre el
número de cigüeñas y el número de bebés.
Otra explicación posible es el alimento. Se sabe que las mujeres subalimentadas no son fértiles y por lo tanto no pueden tener
niños. Si los pueblos viven de su propia producción de comida, y si ésta depende de la fertilidad de las tierras que rodean alpue-
blo, existirá una correlación entre la productividad de las tierras y el número de niños que nacen. Como el número de cigüe-
ñas también depende de la fertilidad de las tierras, habrá más cigüeñas en los pueblos con tierras más fértiles y existirá una
correlación positiva entre el número de cigüeñas y el número de recién nacidos. Las dos explicaciones alternativas sugieren que
la correlación inicial podría ser causada por una tercera variable que afecta tanto a las cigüeñas como a los humanos.
El método para comprender cuál es la causa y cuál la consecuencia es la experimentación. En este caso habría que selec-
cionar un número adecuado de pueblos. Lo ideal sería seleccionar por lo menos 12 pueblos con el mismo número de casas,
el mismo número de cigüeñas, el mismo número de habitantes, el mismo número de mujeres, el mismo número de parejas
y la misma estructura de edades de mujeres y hombres. Es decir, lo ideal sería seleccionar 12 pueblos que fueran iguales en
todas las características. En un segundo paso se atribuirían dos tipos de tratamientos y un control de manera aleatoria a cada
pueblo. Esto resultaría en cuatro pueblos que servirían como control, cuatro pueblos en los cuales se quita un 25% de ci-
güeñas y cuatro pueblos en los cuales se añade un 25% de cigüeñas. Si no se pudieran conseguir 12 pueblos idénticos, habría
que aplicar los tratamientos de manera aleatoria a cada pueblo y sería prudente comprobar que no hay diferencias en las va-
riables que puedan influir en los resultados. Esto es especialmente importante dado que en el 5% de las aplicaciones aleato-
rias de los tratatmientos, los pueblos no están aleatorias los pueblos no están asignados de manera aleatoria a los tres tipos
de tratamiento. Una vez que se han aplicado los tratamientos, se contabiliza el número de bebés a lo largo de algunos años
y se analiza si el tratamiento tuvo efecto. Si la natalidad depende realmente del número de cigüeñas, se encontrará que en
los pueblos con más cigüeñas nacieron más niños que en los pueblos control, y en los pueblos en que se quitaban cigüeñas
menos que en los pueblos control. En este experimento es importante tener en cuenta que las cigüeñas pueden volar, y que
a lo mejor no se quedan en los pueblos, y que la comida podría tener un papel importante. Para evitar estos problemas, que
podrían causar errores y diluir los efectos buscados o provocar otros efectos, es necesario modificar el diseño experimen-
tal de manera que no puedan influir. Por ejemplo, se podría encerrar a las cigüeñas en jaulas y alimentarlas a todas por igual,
lo que aseguraría que el número de cigüeñas no cambia a lo largo del experimento y que el alimento no influye en los aná-
lisis. Hay una serie de problemas importantes que tienen que considerarse cuando se hacen experimentos, como son el di-
seño experimental y el tamaño muestral que determina el poder de los análisis estadísticos. En este ejemplo es obvio que
aplicando un diseño perfecto se encontrará que el número de cigüeñas no tiene efecto sobre la natalidad de los humanos,
pero si el diseño no es perfecto es posible encontrar que sí tiene un efecto, lo que indica que el diseño de los experimen-
tos es primordial para obtener resultados trascendentales desde el punto de vista biológico.
nen más similitudes entre sí que otras especies, porque han Este método se conoce como ‘método comparativo’, y se
heredado rasgos de un ancestro común, lo que tiene como describe con detalle en el Cap. 47, Ecología evolutiva.
consecuencia que podríamos encontrar una correlación El estudio de la complejidad de los nidos de los pergo-
entre un rasgo y un comportamiento simplemente porque leros (familia: Ptilonorhynchidae) ilustra muy bien este
tanto el rasgo como el comportamiento son heredados, y problema. Los machos construyen pérgolas elaboradísi-
por lo tanto no son observaciones estadísticamente inde- mas con ramitas y objetos de colores brillantes para atraer
pendientes. La solución a este problema es la inclusión de a las hembras, que son muy selectivas y se aparean sólo
las relaciones filogenéticas en el análisis, lo que garantiza con aquellos machos que construyen pérgolas muy elabo-
la independencia y permite una correcta interpretación de radas. Como la construcción de una pérgola es muy com-
las correlaciones. Si teniendo en cuenta las relaciones fi- pleja y requiere experiencia, aprendizaje y práctica, se
logenéticas la correlación se mantiene, se puede argumen- supuso que el tamaño del cerebro podría influir en las ca-
tar que independientemente de las relaciones filogenéticas pacidades de los machos para construir pérgolas comple-
existe una relación entre el comportamiento y el rasgo. jas. Se encontró que había una correlación entre el tamaño
514 Cap. 48, Comportamiento
del cerebro y la complejidad de la pérgola, y que esta co- mismo lugar que los gorilas y que funcionaba como reser-
rrelación persistía teniendo en cuenta las relaciones filoge- vorio, infectando de vez en cuando a los gorilas y éstos
néticas. Esto demuestra que la correlación no se debe al posteriormente a los humanos. Para localizar al hospedador
parentesco, lo que sugiere que el tamaño del cerebro in- y los posibles reservorios capturaron muchos animales,
fluye en la complejidad de la pérgola. También permite entre ellos aves y murciélagos, y comprobaron si mostra-
concluir que las preferencias de las hembras por pérgolas ban respuesta inmunitaria contra el virus Ébola y si estaban
elaboradas y la selección intersexual es la razón de que los infectados. Encontraron que tres especies de murciélagos
machos evolucionen con cerebros más grandes. de la fruta tenían anticuerpos contra el Ébola, lo que indi-
caba que estos animales estaban infectados, sobrevivían a
El origen de las enfermedades y sus modos la infección y podían servir como reservorios del virus. El
de transmisión análisis filogenético mostraba que eran infectados por la
misma cepa que había provocado la muerte de los gorilas
El estudio de la filogenia también desempeña un papel im- en esa zona. Por otro lado, se sabía que las infecciones de
portante en la comprensión de los modos de transmisión animales eran más importantes en temporadas de sequía.
de las enfermedades y los parásitos. Con frecuencia no se Durante las sequías, la fruta que comen tanto los murcié-
sabe cómo se transmiten diversas enfermedades, y aún es lagos como los gorilas es un recurso limitado, lo que muy
menos conocido su origen. Un ejemplo clásico es la fiebre probablemente aumenta la probabilidad de interacciones
hemorrágica que aparecía varias veces en los humanos en de murciélagos y gorilas, y por lo tanto la probabilidad de
Gabón y en la República del Congo. En paralelo a las in- la transmisión del Ébola desde los murciélagos a los gori-
fecciones humanas, se observó que las poblaciones de go- las y otros animales.
rilas y chimpancés disminuían rápidamente, lo que sugería Este ejemplo muestra que hay dos comportamientos
que estas especies podían haber infectado a los humanos. principales que hacen posible la transmisión del virus
En estos últimos, los brotes de enfermedad por virus Ébola Ébola: en primer lugar, la competencia por recursos esca-
normalmente ocurrían con gran rapidez, a partir de una sos (fruta) entre los murciélagos y los gorilas, y en segundo
fuente desconocida, y en muy poco tiempo muchas perso- lugar la infección de los humanos por exposición a anima-
nas quedaban afectadas. Esto sugería que la enfermedad se les muertos. Es obvio que sin los métodos filogenéticos no
transmitía de persona a persona. Para estudiar esta hipóte- se hubiera podido saber que son los murciélagos los que
sis era necesario saber, en primer lugar, qué cepas infecta- actúan como reservorio del Ébola, que los murciélagos in-
ban a los humanos y qué relaciones de parentesco tenían fectan a los gorilas, que los humanos se infectaron tocando
éstos entre ellos. Se pudo demostrar que los virus que se animales muertos, que los humanos se infectan entre ellos,
transmitían los humanos en un brote eran de la misma cepa, y que fueron infectados por diferentes cepas. Esto es un
pero que las cepas de diferentes brotes eran distintas. Estos ejemplo, entre muchos, que claramente demuestra la im-
datos también indicaron que el virus se transmitía de per- portancia de la filogenia para la comprensión del origen de
sona a persona. Por otro lado, la aparición del virus Ébola ciertas enfermedades y sus modos de transmisión. Tam-
fue muy estocástica y no se sabe dónde se originó. Se die- bién enseña que tanto el comportamiento como la filogenia
ron cuenta de que primero morían cazadores, y que la solos no sirven para comprender estas complejas interac-
muerte se producía después de estar en contacto con anima- ciones, y que únicamente la combinación de ambas per-
les muertos (gorilas y chimpancés). Esto indicaba que qui- mite comprender el fenómeno en su totalidad.
zás el virus Ébola hubiera podido transmitirse desde el
gorila al humano. Tomaron muestras de los cadáveres y Coevolución de estrategias
hallaron que los gorilas estaban infectados con Ébola, y La depredación, el parasitismo y el mutualismo son inter-
además con la misma cepa que había infectado a los hu- acciones interespecíficas muy frecuentes en la naturaleza.
manos fallecidos. Esto sugiere que la hipótesis era correcta, Cuando se impone una selección sobre estas relaciones, y
es decir, que las personas se infectaban tocando el cadáver cuando dos o más especies se adaptan una a la otra, ocu-
del animal y que luego infectaban a la gente de su grupo so- rre una coevolución. La coevolución puede llevar a com-
cial. También demostraron que, como ocurre en el hom- portamientos muy especiales, cuya comprensión requiere
bre, estos animales no tenían tiempo de producir una un análisis filogenético que permita conocer su origen y
respuesta inmunitaria antes de morir, lo cual significaba cuándo y cómo evolucionaron las especies conjuntamente.
que también fueron ‘sorprendidos’ por el Ébola y que ellos También permite comprender la complejidad de ciertos
mismos no podían funcionar cómo reservorio para este comportamientos coevolucionados. En la actualidad ya se
virus, por lo que entonces otro animal tenía que ser la sabe bastante sobre las interacciones de parásitos y hospe-
fuente que había provocado las diversas epidemias de dadores. Un ejemplo ilustrativo muy conocido es del crí-
Ébola. Esta hipótesis fue apoyada por análisis filogenéticos alo (Clamator glandarius) que parasita a la urraca (Pica
que indicaban que las diferentes cepas divergieron hace pica). Éste pone un huevo en el nido de la urraca y, a di-
miles de años, y que no se dispersaban rápidamente de una ferencia de lo que hace el cuco (Cuculus canorus), el
región a otra. Esto demostraba que había múltiples infec- joven críalo convive con las crías de las urracas. Algunas
ciones desde un hospedador no conocido que vivía en el urracas pueden distinguir los huevos de los críalos y qui-
Patrick S. Fitze 515
tarlos de su nido, y esto supone que hay una coevolución las familias. Aunque se han realizado muchos estudios,
muy fina entre las dos especies. Dado que la eliminación muy pocos han encontrado patrones importantes que ex-
del huevo del críalo reduce de manera drástica su éxito re- pliquen gran parte del desequilibrio existente. Una de las
productor, este comportamiento es muy desfavorable para razones de este hecho es que no incluyeron el comporta-
él. Y como el comportamiento de la urraca es una fuerza miento, o que no incluyeron el comportamiento y las re-
selectiva muy importante, esto ha favorecido la evolución laciones filogenéticas a la vez. Por ejemplo, en un estudio
de un nuevo comportamiento del críalo para evitar la pér- la inclusión de un solo comportamiento, la tasa de dis-
dida de su éxito reproductor. Este nuevo comportamiento persión, permitía explicar el 50% de la variación de la tasa
consiste en que los críalos controlan los nidos de las urra- de diversificación entre grupos monofiléticos.
cas donde han puesto su huevo y, en el caso de que su Además de aumentar la fuerza predictiva, el compor-
huevo falte, destruyen el nido de la urraca. Así deselec- tamiento también es importante para comprender la tasa
cionan a las urracas que saben distinguir entre los dos tipos de especiación. Mientras la especiación simpátrida indu-
de huevos, lo que tiene como consecuencia que haya una cida por un comportamiento (por ejemplo, por la selec-
elevada probabilidad de que sus huevos sean aceptados. ción sexual) puede provocar una rápida especiación, la
Hay bastantes especies de aves parásitas, y los análisis fi- especiación alopátrida suele ser más lenta. Incluyendo el
logenéticos han encontrado que en varios casos estos com- comportamiento en la investigación de la distribución de
portamientos tienen un origen evolutivo común, y que los las especies y el origen filogenético y filogeográfico, se
hospedadores evolucionaron comportamientos parecidos a pueden conocer las razones evolutivas de la filogenética y
los descritos en el caso de la urraca y el críalo. la filogeografía actual. Por ejemplo, las montañas tropi-
Hay bastantes estudios sobre la coevolución de dos es- cales son las regiones con más biodiversidad del mundo,
pecies, pero son muy pocos o inexistentes los que inves- y una hipótesis propone que estas montañas presentan una
tigan la coevolución del comportamiento de manera tasa de especiación superior a otras regiones. Pero esta
comparada, incluyéndola en un contexto filogenético. La gran biodiversidad también podría explicarse por una acu-
razón de esta escasez de estudios puede estar en que se re- mulación de especies que evolucionaron en otra parte y
quieren amplios conocimientos del comportamiento de las luego migraron a las montañas. Por un lado, la filogenia y
especies que interaccionan, así como del conocimiento de la filogeografía permiten investigar el origen de las espe-
su filogenia. Por otro lado, se trata de una rama de inves- cies, pero en ocasiones sólo la inclusión del comporta-
tigación relativamente moderna en la que aún se están des- miento puede explicar por qué algunas especies son
arrollando los métodos estadísticos. Otra posibilidad endémicas y otras especies próximas tienen una distribu-
podría ser que como el comportamiento es evolutivamente ción más amplia. Esto indica claramente que la combina-
bastante lábil, no se ha encontrado una correlación filoge- ción de la filogenia, la filogeografía y el comportamiento
nética entre comportamientos coevolucionados y los re- permite responder preguntas mucho más complejas, que
sultados negativos no se han publicado o simplemente que además hacen posible comprender los mecanismos que
pocos investigadores se han atrevido a estudiar estas rela- condujeron a los patrones observados.
ciones, aunque ello permitiría comprender el potencial
adaptativo y su grado de flexibilidad.
Bibliografía básica
La importancia del comportamiento para – Blomberg SP, Garland T, Ives AR 2003 Testing for phylogenetic sig-
nal in comparative data: Behavioral traits are more labile. Evolution
la filogenia, la filogeografía y la comprensión 57:717-745
de la especiación – Brooks DR, McLennan DA 1991 Phylogeny, Ecology, and Behavior:
A research program in comparative biology. University of Chicago
El comportamiento desempeña un papel importante en la Press, Chicago
comprensión de la especiación, la filogeografía y la filo-
– Harvey PH, Pagel MD 1991 The Comparative Method in Evolutionary
genia, dado que es uno de los mecanismos básicos para Biology. Oxford University Press, Oxford
explicar los patrones que se pueden observar hoy en día. – Krebs JR, Davies NB 1993 An Introduction to Behavioural Ecology.
El desequilibrio de los árboles filogenéticos (linajes Blackwell Scientific Publications, Oxford
filogenéticos distintos contienen un número de especies – Milinski M 1997 How To Avoid Seven Deadly Sins in the Study of Be-
diferente) es algo universal que se observa en casi todas havior. 26:159-180
Filogenias y evolución
del desarrollo
Ehab Abouheif
49
Resumen: La biología evolutiva del desarrollo es una nueva disciplina que promete resolver el vacío existente entre la evolución
del fenotipo y la evolución del genotipo. Las filogenias de genes y organismo han tenido un papel fundamental ayudando a esta
disciplina a alcanzar su objetivo.. En este capítulo se utilizan varios ejemplos para mostrar cómo las filogenias han sido
fundamentales para realizar inferencias sobre los estados ancestrales del desarrollo y los modos evolutivos de cambio del
desarrollo, así como para distinguir entre homologías y convergencias de procesos de desarrollo. Finalmente, se argumenta la
importancia de las filogenias para seleccionar posibles sistemas modelo que en el futuro sirvan para realizar estudios sobre la
evolución del desarrollo.
Summary: The new field of Evolutionary Developmental Biology promises to resolve the black box that lies between evolution
of the phenotype and evolution of the genotype. Phylogenies have played a central role in helping evolutionary developmental
biology achieve this goal. In this chapter, I draw on several examples in the field to show how phylogenies have been important
for drawing inferences on ancestral states of development, evolutionary modes of developmental change, and for distinguishing
between homology and convergence of developmental processes. Finally, I discuss the importance of phylogenies in selecting
potential model systems for future evolutionary developmental studies.
L
a biología evolutiva del desarrollo es una disci- de mamíferos era una prueba de que los “peces” eran los
plina moderna y a la vez antigua, cuyo origen antepasados de los mamíferos. Esta idea se resumió en la
puede remontarse la época de Aristóteles. El des- famosa frase «la ontogenia recapitula la filogenia». A
cubrimiento relativamente reciente de que todos los ani- pesar de que este enfoque puede ser útil para la recons-
males comparten un juego de genes reguladores del trucción de filogenias, y de hecho se sigue utilizando, fue
desarrollo (factores de transcripción y moléculas señali- la convicción de Haeckel de que la filogenia era la causa
zadoras) ha dado lugar en las últimas décadas al renaci- mecánica de la ontogenia lo que posiblemente llevó al di-
miento de la biología evolutiva del desarrollo, y la ha vorcio entre la biología del desarrollo y la biología evo-
colocado en la mejor posición para cumplir el compro- lutiva durante más de 70 años. Sólo en tiempos recientes
miso de dilucidar el vacío existente entre la evolución del las filogenias han vuelto a ocupar una posición central y
genotipo y la evolución del fenotipo, así como para com- positiva en la biología evolutiva del desarrollo, aunque
prender cómo evolucionan los genes y los procesos evo- en esta ocasión no como causa mecánica del desarrollo,
lutivos del desarrollo. Las filogenias siempre han jugado sino como herramienta fundamental para llegar a esbozar
un papel fundamental en la biología evolutiva del des- interpretaciones importantes de la historia y de la evolu-
arrollo, y en general este papel siempre ha sido positivo. ción de los programas de desarrollo.
Sin embargo, en algunos casos históricos su impacto ha El objetivo de este capítulo es describir brevemente los
sido negativo para el progreso de la biología evolutiva del modos en que las filogenias han tenido y pueden seguir
desarrollo. El caso más famoso es el del renombrado bió- teniendo un impacto positivo sobre los estudios modernos
logo evolutivo del desarrollo Ernst Haeckel, que, de de biología evolutiva del desarrollo. Se comentará cómo
hecho, fue quien acuñó el término ‘filogenia’. Haeckel las filogenias han sido fundamentales para inferir los es-
fue el primero en utilizar caracteres ancestrales de adul- tados ancestrales y los modos evolutivos de desarrollo, así
tos que aparecían durante los estados embrionarios o ju- como para distinguir homologías frente a convergencias
veniles en sus descendientes para inferir la historia en los procesos de desarrollo. Por último se incluye una
evolutiva de innumerables organismos. Por ejemplo, ar- breve discusión sobre el muestreo filogenético y la elec-
gumentó que la aparición de arcos branquiales durante ción de modelos apropiados para estudios de biología evo-
los estados tempranos de la ontogenia en los embriones lutiva del desarrollo.
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518 Cap. 49, Filogenias y evolución del desarrollo
Las filogenias son importantes para inferir son reguladas por AP3 y P1, o bien a través de la evolu-
ción de sus interacciones con sus proteínas de unión. Por
los estados ancestrales del desarrollo
tanto el perianto (el cáliz, o conjunto de sépalos, más la
durante la evolución corola, o conjunto de pétalos o tépalos), no tendría un solo
Inferir los estados ancestrales de los procesos o de los origen en el conjunto de angiospermas, por lo que no sería
genes del desarrollo es fundamental para comprender una estructura homóloga. Ahora bien, dado que los mis-
cómo ha evolucionado la complejidad en los animales mos conjuntos de genes se han reciclado muchas veces a
y las plantas. Los análisis filogenéticos sobre una clase lo largo de la evolución, se considera que el perianto cum-
importante de genes reguladores conocidos como genes ple los criterios de homología profunda (deep homology)
homeobox demuestran que estos genes aparecen con an- (véase Fig. 2).
terioridad a la separación de plantas, hongos y animales. Reconstruir los estados ancestrales de los genes ho-
Los biólogos evolutivos del desarrollo, por tanto, han in- meobox también es fundamental para entender si desde
vertido mucho tiempo y esfuerzo en la comprensión de su origen antiguo se ha producido un aumento gradual
cómo el origen tan antiguo de los genes homeobox ha en su número, y si ese aumento está asociado a la corres-
afectado a la diversidad morfológica que actualmente se pondiente mayor complejidad morfológica de animales
observa en animales, hongos y plantas. Una de las conse- y plantas. El trabajo inicial con una clase importante de
cuencias del origen tan antiguo de los genes homeobox es genes homeobox conocidos como genes Hox (véase el
que se han conservado evolutivamente y se han reutilizado recuadro Genes Hox) apuntaba a que éste ha sido el caso.
en diferentes combinaciones para dar lugar a fenotipos si- Dada la notable capacidad que tienen los genes Hox para
milares, tanto en grupos estrechamente emparentados transformar el plan corporal de las plantas y de los ani-
como en grupos distantes. Irish ofrece un buen ejemplo al males (Fig. 1), se planteó la hipótesis de que el número
discutir la base genética del desarrollo que subyace a la de clusters Hox se correlaciona con la complejidad mor-
evolución independiente de los pétalos en diferentes gru- fológica dentro de grupos taxonómicos como los corda-
pos de plantas con flores (angiospermas). Los criterios dos. La hipótesis se basa en la llamativa observación de
morfológicos y genéticos indican que, dentro de las an- que el amfioxo, el cordado vivo más basal, posee un
giospermas, la evolución independiente de la corola muy único cluster de genes Hox en su genoma, mientras que
probablemente ocurrió a través del reclutamiento de un los agnatos (lampreas y mixines) poseen dos y los mamí-
juego de genes de control del desarrollo, incluyendo APE- feros cuatro. En general, esta correlación implica que el
TALA3 (AP3) y PISTILLATA1 (P1), que en las plantas ancestro de todos los metazoos poseía unos pocos com-
son un tipo de genes homeobox conocidos como genes plementos simplificados de Hox y de otros genes del des-
MADS-box. La evolución de los diferentes tipos de péta- arrollo. Sin embargo, desde este descubrimiento inicial,
los se debe a reclutamientos ligeramente diferentes de AP3 el muestreo filogenético de los diversos clusters de Hox
y P1 en cada invención independiente del pétalo. Por en diferentes animales apuntan a que la correlación di-
ejemplo, se sabe que tanto AP3 como P1 están implica- recta entre número de genes del desarrollo y compleji-
dos en el desarrollo de ‘pétalos’ en las eudicotiledóneas dad morfológica no es tal. Los cangrejos de herradura,
derivadas, como Arabidopsis thaliana, pero también en por ejemplo, son quelicerados considerados fósiles vi-
estructuras análogas (tépalos) de monocotiledóneas her- vientes porque forman un grupo que no ha llegado a ra-
báceas, como el arroz (véase Cap. 14, Eudicotiledóneas, diar y muestra muchos caracteres ancestrales. Cartwright
‘Característica de sus genomas’). Sin embargo, se cree que y colaboradores demostraron que los cangrejos de herra-
las diferencias entre estos tipos de pétalos se deben bien a dura tienen tres clusters de Hox, que son más que los es-
la evolución de diferencias en los genes dianas que están perados con respecto a los linajes supuestamente ‘más
por debajo en la jerarquía (hierarchy target genes), que complejos’ de los cordados. Otro ejemplo es el pez cebra
Genes Hox
En la mayoría de los animales, los genes Hox están posicionados en los cromosomas en un orden de expresión que se man-
tiene a lo largo del eje principal del cuerpo. Los cambios evolutivos en el número o la expresión de los genes Hox tienen
una fuerte influencia sobre las formas de los adultos. Los cambios en la expresión de los genes Hox a lo largo del eje an-
tero-posterior producen cambios en la identidad de las regiones corporales. Estos cambios se denominan transformacio-
nes homeóticas. En uno de los ejemplos más famosos de transformación homeótica, Lewis demostró que las mutaciones
(Ultrabithorax) en uno de los genes Hox cambia la identidad o destino del tercer segmento torácico de Drosophila y lo con-
vierte en el segundo. El tercer segmento torácico posee un par de órganos balanceadores llamados halterios, mientras que
el segundo segmento posee un par de alas funcionales. Al cambiar la identidad del tercer segmento en segundo segmento,
las moscas adultas mutantes desarrollan un par de alas en lugar de halterios, de manera que el mutante transformado tiene
dos pares de alas en lugar de uno solo (Fig. 1).
Ehab Abouheif 519
nas, mientras que los embriones y los adultos permanecen grandes retrasos en la regulación de la expresión de
relativamente conservados. Combinando el registro fósil msp130 (10 a 20 horas) se asocian de manera significa-
con los análisis filogenéticos, argumentó que estas larvas tiva con las especies que de forma independiente han evo-
pueden haber evolucionado siguiendo un modelo de cam- lucionado un cambio de larvas comedoras a larvas no
bio evolutivo de equilibrio puntuado. comedoras. De forma inversa, pequeños retrasos en la re-
En trabajos recientes sobre la vulva de los nematodos gulación de la expresión de msp130 no muestran una aso-
se encuentra otro ejemplo. La vulva es un órgano sexual ciación significativa con ninguna historia de vida larval o
fundamental en los nematodos adultos, y es un carácter adulta, por lo que es probable que estos cambios hayan
homólogo altamente conservado en las especies. Sin em- evolucionado de forma neutral.
bargo, con independencia de su naturaleza conservada en
los adultos, el proceso de desarrollo que lleva a su forma- Las filogenias son importantes para
ción es sustancialmente variable entre especies. Por ejem-
plo, las señales inductoras (recibidas de las células
distinguir homologías de convergencias
circundantes) y el tamaño del grupo equivalente (las célu- en genes y procesos del desarrollo
las que son competentes para recibir las señales) que pos- Distinguir entre homología y convergencia es fundamen-
teriormente darán lugar a la vulva en los adultos, han tal para cualquier disciplina de la biología que utilice la
evolucionado entre dos especies de nematodos muy em- filogenia como herramienta de inferencia. Para los biólo-
parentados, Caenorhabditis elegans y Pristionchus paci- gos sistemáticos, la motivación principal para diferenciar
ficus. Este fenómeno se ha denominado ‘deriva del homología de convergencia se debe al hecho simple de
sistema de desarrollo’. Así, se ha propuesto la hipótesis que la homología es la base de la construcción de las filo-
de que la deriva del sistema de desarrollo que origina la genias. Por lo tanto, cuando un sistemático intenta recrear
vulva adulta de los nematodos ha evolucionado de forma la historia evolutiva de un grupo, los caracteres homólo-
neutral. Sin embargo, cuando usaron 40 caracteres del gos son considerados las señales y los caracteres conver-
desarrollo de la vulva en análisis filogenéticos de más de gentes son el ruido. Por el contrario, para un biólogo
52 especies, encontraron que la mayoría no evoluciona de comparativo, la diferenciación entre caracteres homólo-
forma neutral sino que presentan un sesgo, que probable- gos y convergentes obedece a la necesidad de entender
mente se deba a la selección sobre estos caracteres del cómo han aparecido los caracteres convergentes en cada
desarrollo. Tal descubrimiento es coherente con un estu- una de las especies. El énfasis en las convergencias se basa
dio en el que se construyó un modelo matemático y se rea- en la creencia de que estos caracteres son réplicas de ex-
lizaron simulaciones de las redes de genes que están perimentos naturales de la evolución de un carácter me-
detrás del desarrollo de las alas en las castas de hormigas diante selección natural. El hallazgo de que grandes
con y sin alas. Sus resultados sugieren que la deriva del retrasos en el inicio de la expresión del gen msp130 se co-
sistema de desarrollo para las redes de genes puede ser rrelacionan con tres especies que de forma independiente
consecuencia de una combinación de selección y de pro- evolucionaron cambios de larvas comedoras a larvas no
cesos neutrales. comedoras, es un buen ejemplo del énfasis y de la bús-
Finalmente, las filogenias pueden utilizarse específi- queda de una prueba de que la selección natural es la base
camente como una herramienta para inferir cuantitativa- de la aparición de caracteres convergentes.
mente el modo de evolución de la expresión génica. Por Sin embargo, para los biólogos evolutivos del desarro-
ejemplo, mediante una aproximación de máxima verosi- llo, la motivación principal para diferenciar entre homolo-
militud se ha podido inferir que la expresión génica en las gías y convergencias se encuentra en que no sólo hay que
levaduras ha evolucionado siguiendo un modelo no filoge- identificar los factores selectivos que han conducido a la
nético. Es decir, que no es más probable que los genes em- evolución de los genes del desarrollo y sus procesos, sino
parentados compartan un patrón de expresión similar que que también hay que entender cómo estos genes del des-
los genes más lejanos. Esto significa que la expresión gé- arrollo han evolucionado con respecto a otros niveles de
nica en las levaduras evoluciona tan deprisa que cualquier organización biológica. Así pues, el biólogo evolutivo del
señal histórica en la expresión génica ha desaparecido. desarrollo debe buscar asociaciones o disociaciones evo-
También pueden identificarse factores de la historia natu- lutivas entre diferentes niveles biológicos, como la em-
ral o factores ecológicos que guían los cambios evoluti- briología, los genes, la expresión génica y las redes de
vos en la expresión génica. El análisis de la regulación de genes que producen el desarrollo de los caracteres morfo-
la expresión de un gen llamado msp130, que codifica una lógicos. Se dispone ya de muchos ejemplos llamativos de
proteína que forma parte de la cobertura derivada del me- estas asociaciones y disociaciones, y continuamente apa-
sodermo que rodea el endoesqueleto de los equinodermos, recen otros nuevos en la bibliografía. Uno de ellos es el
demostró que en diferentes especies de equinodermos es desarrollo de la vulva de los nematodos ya comentado,
posible encontrar una gran variabilidad en la regulación pues la vulva es homóloga entre varias especies de nema-
de la expresión de msp130. Utilizando el test de cambios todos, pero el proceso que lleva a su desarrollo no lo es. La
concentrados, basado en la parsimonia, se demostró que mejor forma de identificar asociaciones y disociaciones es
Ehab Abouheif 521
base del desarrollo común, mientras que el paralelismo se especie o un grupo de especies en particular como siste-
define como la evolución independiente de caracteres en mas modelo de estudio requiere realizar una fuerte inver-
especies emparentadas cercanas que sí comparten una sión de recursos para, por ejemplo, conseguir las
misma base del desarrollo. En este marco, los escenarios herramientas genéticas necesarias y obtener la secuencia
3 y 2 sólo difieren en el grado de tiempo evolutivo. El es- genómica de la especie de interés. Así pues, ¿cómo se se-
cenario 2 tiene lugar entre especies con un parentesco le- lecciona el sistema modelo? ¿Debería esta elección ba-
jano, y los caracteres morfológicos y los orígenes sarse en la posición filogenética de la especie dentro de
embrionarios son realmente convergentes, mientras que un grupo taxonómico mayor, o bien en su facilidad de ma-
los genes y las redes de genes de los que se derivan son ho- nipulación experimental y genética? Evidentemente, hay
mólogos (aunque a veces divergen de forma considerable que conseguir un equilibrio entre ambos extremos, pero
en sus secuencias y en sus reguladores secuencia arriba, y las consideraciones filogenéticas para la selección de un
en sus objetivos secuencia abajo). En el escenario 3, por el organismo modelo deberían ser tanto o más importantes
contrario, las especies tienen un parentesco lejano, las for- que su facilidad de uso en el laboratorio. Dentro de las an-
mas y los orígenes embrionarios son llamativamente si- giospermas (las plantas con flores), el sistema modelo para
milares, y los genes homólogos implicados se han el estudio de la genética del desarrollo es la pequeña cru-
diferenciado sólo en su regulación cis. A nivel morfoló- cífera Arabidopsis thaliana. Aunque Arabidopsis ha reve-
gico, los cambios inherentes al escenario 2, como es el lado arquitecturas genéticas fundamentales, pertenece al
caso de la evolución independiente de las extremidades y grupo de las eudicotiledóneas y además se considera una
de los ojos en las moscas y los vertebrados, se considera- angiosperma derivada. Para entender la base genética de la
rían realmente como convergencias antes de descubrir que gran variabilidad de las formas florales, sería necesario es-
además son caracteres codificados por genes homólogos. tudiar una especie más basal. Algunos autores eligieron la
Así pues, se cuestiona la definición tradicional de conver- adormidera (Papaver somniferum), que pertenece al orden
gencia y paralelismo porque ambos procesos comparten Ranunculales, estrechamente emparentado con las eudi-
bases genéticas homólogas, pero a distinta escala. cotiledóneas, pero no perteneciente al grupo, por lo que
Esta ambigüedad ha dado lugar a un desacuerdo gene- ocupa una posición filogenética clave para intentar enten-
ralizado en cuanto a cómo definir o clasificar los paralelis- der si las rutas genéticas que controlan la especificación de
mos. Arendt y Reznick han argumentado que el término los pétalos están conservadas en los táxones de angiosper-
‘paralelismo’ debería ser sustituido por ‘convergencia’, mas más distantes, o bien si las rutas genéticas son diver-
mientras que Gould sugiere que ‘convergencia’ debe susti- gentes. Así, se ha descubierto que los genes MADS-box
tuirse por ‘paralelismo’. Finalmente, algún autor incluso ha experimentaron una duplicación y divergieron en su fun-
llegado a clasificar el paralelismo como un tipo de homolo- ción con respecto a algunas eudicotiledóneas. Desde el
gía. En nuestra opinión, en lugar de intentar clasificar esta punto de vista experimental y de manipulación genética
zona gris intermedia que diferenciaría un término de otro, es en el laboratorio, establecer la adormidera como un sis-
mucho más relevante destacar que corresponde a una fase tema modelo es un desafío, pues produce pocas flores por
muy importante del proceso evolutivo que aún está por des- planta y sólo recientemente se han podido establecer sis-
cribir. Se ha argumentado que el paralelismo (escenario 3) temas de transformación estables. Además, los eventos de
representa una fase mesoevolutiva que une la macroevolu- duplicación génica hacen que sea difícil estimar la fun-
ción con la microevolución. Aunque explorar con detalle la ción de los genes en relación con las eudicotiledóneas. De
importancia de esta zona gris para la teoría de la evolución cualquier manera, está claro que como el objetivo es en-
va más allá de la intención de este capítulo, esta discusión tender la variabilidad floral, la posición filogenética de la
indica lo mucho que aún hay que aprender de las deduccio- adormidera la convierte en una prioridad de estudio.
nes jerárquicas, así como el tremendo potencial de mapear En el ejemplo anterior, el desafío de encontrar un equi-
en un árbol filogenético los diferentes niveles de la organi- librio entre la posición filogenética y la facilidad de mani-
zación biológica de forma simultánea. pulación experimental al elegir un sistema modelo va más
allá de intentar establecer tan sólo uno o dos sistemas mo-
Las filogenias son importantes para elegir delo alternativos como la adormidera. Considerando que
el taxon de estudio en biología evolutiva se han descubierto unas 250 000 especies de plantas con
flor, la pregunta fundamental es cuán amplio debe ser el
del desarrollo muestreo de especies dentro de un grupo, frente a cuán de-
Por último, es necesario considerar el papel que las filoge- tallado debe ser el muestreo dentro de cada especie. El
nias tienen para elegir el taxon experimental en los estu- campo de la sistemática filogenética ha tratado un pro-
dios de biología evolutiva del desarrollo. Hay dos factores blema análogo. Se ha debatido mucho sobre si la resolu-
fundamentales a considerar: el primero es cómo se elige ción filogenética y la exactitud aumentan con la
un sistema modelo para un estudio de biología evolutiva secuenciación de más genes de menos táxones, o de menos
del desarrollo, y segundo, si es mejor muestrear muchas genes de más táxones. Está claro que ambas característi-
especies y analizarlas más superficialmente o seleccionar cas serían deseables, pero la limitación de los recursos
unas pocas y estudiarlas en profundidad. Seleccionar una obliga a elegir una de las dos estrategias. Mientras que aña-
Ehab Abouheif 523
dir un taxon en particular puede romper las ramas largas medida que los datos de desarrollo dentro de una especie
de una filogenia, de manera que se eviten topologías inco- y entre especies vayan aumentando, y las herramientas
rrectas, la secuenciación de menos genes en más táxones analíticas vayan siendo más sofisticadas, las filogenias
(que sería una aproximación filogenómica) ha demostrado continuarán teniendo un papel positivo esencial dentro de
que aumenta la resolución filogenética. La biología evolu- la biología evolutiva del desarrollo.
tiva del desarrollo se enfrenta ahora a una situación simi-
lar. Es obvio que no se dispone de suficientes recursos para Bibliografía básica
desarrollar un sistema modelo de cada especie, pero a la – Abouheif, E. 1999. Establishing homology criteria for regulatory gene
vez es muy importante evaluar las tendencias evolutivas networks: prospects and challenges. En: Bock, G.R. y Cardew, G.
más amplias de los procesos de desarrollo a través de los tá- (eds.) Homology. John Wiley y Sons Ltd., Chichester. pp. 207-225.
xones. Aunque no hay una solución clara a este dilema, se – Arendt, J. y Reznick, D. 2008. Convergence and parallelism reconsi-
ha sugerido crear táxones ancla que proporcionen un buen dered: what have we learned about the genetics of adaptation? Trends
Ecol Evol 23: 26-32.
equilibrio entre ocupar posiciones filogenéticas clave y ser
– Carroll, S.B., Grenier, J.K. y Weatherbee, S.D. 2005. From DNA to di-
razonablemente fáciles de manipular en el laboratorio. versity: molecular genetics and the evolution of animal design. Black-
En definitiva, las filogenias han tenido un impacto fun- well Publishing, Malden.
damental en los estudios de biología evolutiva del desarro- – Gould, S.J. 2002. The structure of evolutionary theory. Harvard Uni-
llo. Todos los ejemplos citados demuestran una fracción versity Press, Cambridge.
de este potencial del uso de las filogenias como herra- – Wilkins, A.S. 2002. The evolution of developmental pathways. Sinauer
mienta de inferencias sobre la evolución y el desarrollo. A Associates, Inc., Sunderland.
Simbiosis
Andrés Moya y Amparo Latorre
50
Resumen: Muchas bacterias han tenido éxito en la conquista del hábitat intracelular de la célula eucariótica, estableciendo una
simbiosis con ella. A largo plazo prevalecen dos estrategias evolutivas: parasitismo y mutualismo. La primera afecta negativa-
mente la eficacia biológica del hospedador eucariota y entre ambos miembros se establece una carrera armamentista. Por el
contrario, las asociaciones mutualistas son, en general, beneficiosas para los miembros de la asociación, y suelen ayudar a la di-
versificación y la explotación de nuevos nichos ecológicos por parte del hospedador eucariota. La biología de la simbiosis ha
ganado interés en la última década. En este capítulo se repasa su distribución, se muestra las fases por que atraviesa, y se for-
mulan modelos e hipótesis sobre cómo puede evolucionar
Summary: Many bacteria have succeeded in conquering the intracellular habitat of eukaryotic cells. In the long term, two
evolutionary strategies prevail among invaders: parasitism and mutualism. The former is harmful to host fitness and consequently
results in a prolonged evolutionary arms race. On the contrary, mutualistic associations are overall beneficial to both partners. They
may drive diversification and the exploitation of new ecological niches by the eukaryotic host. The biology of symbiosis has gained
much interest in the past decade. Here we review the distribution of symbiosis, the steps followed toward its establishment and
formulate models and hypothesis on how it evolves.
L
as arqueas y las bacterias están ampliamente distri- organismos, generalmente especies, que intervienen en la
buidas, desde los sedimentos profundos del subsuelo asociación, y que pueden ser neutrales, beneficiosos o per-
hasta alturas considerables en la atmósfera, pasando judiciales. Bajo tal definición, la simbiosis podría cubrir el
por los benignos y eutróficos lagos de agua dulce, los sue- espectro canónico de todas las asociaciones físicas posi-
los de las selvas tropicales y el intestino de los mamíferos. bles entre organismos. No obstante, por los efectos sobre
También aparecen en ecosistemas tan particulares como las la eficacia biológica de los miembros de la asociación, la
chimeneas hidrotermales del océano profundo, en los ríos simbiosis se puede clasificar en tres tipos: mutualismo,
ácidos, los suelos desérticos y el casquete polar antártico. comensalismo y parasitismo. Los parásitos que tienen
Pero no es sólo que se encuentran en todas partes, sino que claros efectos negativos sobre la eficacia biológica del
también alcanzan cifras astronómicas. Dadas su ubicuidad hospedador se denominan patógenos. Este capítulo se cen-
ecológica y su abundancia, no debería resultar sorprendente tra, principalmente, en las simbiosis establecidas entre eu-
encontrar muchas especies de arqueas y bacterias en íntima cariotas y bacterias, la más extendidas en la naturaleza.
asociación física con especies eucariotas de casi cualquier No obstante, también es posible la simbiosis entre eucario-
tipo. Entre ellas, y particularmente abundantes, además de tas y arqueas, y aparecen otras simbiosis exclusivamente
ser de las más estudiadas, se encuentran las asociaciones entre eucariotas, que son de especial relevancia en los eu-
entre bacterias e insectos, el grupo de animales que más se cariotas unicelulares, los líquenes, los platelmintos, los ne-
ha especiado y que serán objeto preferente de este capítulo. matodos, las avispas parasitoides, etc. Del mismo modo
Uno de los mayores problemas para comprender la re- que los estudios genómicos de las bacterias simbiontes
levancia biológica de la simbiosis ha sido la imposibili- están haciendo una gran contribución al campo de la sim-
dad, en general, de cultivar las bacterias simbiontes. Sólo biosis, se espera que en un futuro no muy lejano sean po-
el advenimiento de las técnicas de biología molecular apli- sibles estudios similares de los simbiontes eucariotas, con
cadas al estudio y la identificación de estas bacterias, y genomas mucho más complejos.
más recientemente la genómica, han permitido establecer Una forma particular de simbiosis es la endosimbiosis,
su importancia funcional en las correspondientes asocia- que puede ser intracelular (endocitosis) o extracelular (exo-
ciones simbióticas. citosis). Asimismo, atendiendo al grado de interdependencia
La simbiosis se define como ‘vivir juntos’, sin tener para la supervivencia entre los miembros de la asociación,
en cuenta los efectos sobre la eficacia biológica de los dos las simbiosis se pueden dividir en simbiosis obligadas y
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526 Cap. 50, Simbiosis
simbiosis facultativas. Muchos simbiontes han alcanzado tabólicas, de las cuales algunas son específicamente uti-
una etapa de completa interdependencia (mutualismo obli- lizadas por el hospedador, como en el caso de los insec-
gado) o completa dependencia de un miembro de la asocia- tos chupadores de floema, de xilema o de sangre, e
ción respecto del otro (parasitismo obligado). Finalmente, incluso de los omnívoros, que les permiten ocupar nuevos
un factor clave en la evolución de las simbiosis es el modo nichos ecológicos. También hay que considerar la patoge-
en que los simbiontes bacterianos se transmiten de una ge- nicidad, ya que la patogénesis se ha propuesto como una
neración a la siguiente, sea por transmisión vertical u ho- fuerza motriz importante para la evolución de la inmuni-
rizontal. dad en los eucariotas superiores, y, en el contexto de la
Si la simbiosis es una asociación establecida entre dos simbiosis, se la podría considerar como un proceso evo-
organismos, la simbiogénesis es el proceso evolutivo de lutivo hacia la explotación especializada de los hospeda-
su establecimiento. No parece haber grandes dudas sobre la dores invadidos. La Figura 1 muestra, en buena medida,
relevancia de este proceso en la evolución temprana de la la ubicuidad de las asociaciones simbióticas. La Tabla 1
vida en la Tierra. La mitocondria y los plastos de los euca- detalla algunos ejemplos de simbiosis e indica el carácter
riotas modernos indudablemente son producto de sucesos patógeno o mutualista, así como su efecto específico en el
simbiogénicos entre bacterias y primitivos eucariotas, que hospedador. Obsérvese el caso de Wolbachia, una bacte-
tuvieron lugar hace 2000 y 1000 millones de años, respec- ria que puede ser patógena en un hospedador y mutua-
tivamente. La simbiogénesis podría tener, también, un co- lista en otro.
metido importante en el origen de la propia célula Son habituales las simbiosis que involucran bacterias
eucariótica por medio de la simbiosis entre alguna bacteria con eucariotas unicelulares. Muchos de estos eucariotas
y alguna arquea. Tres factores parecen haber tenido un unicelulares se alimentan de bacterias, que son engullidas
papel clave en la evolución y el establecimiento de estas por fagocitosis. Una vez dentro de la célula, algunas bac-
simbiosis primordiales: terias podrían resultar más beneficiosas para el hospeda-
• Además de una pérdida de genes masiva, la transmi- dor permaneciendo metabólicamente activas que siendo
sión unidireccional de la información genética del sim- digeridas. Se cree que ésta pudo ser la manera en que se
bionte al genoma nuclear del hospedador. inició la simbiosis eucariota con las mitocondrias y los clo-
• Como proceso compensatorio, en el simbionte debió roplastos. Las mitocondrias fueron bacterias púrpuras (al-
evolucionar una maquinaria de importación de proteí- faprotobacterias) de vida libre que confirieron al
nas que le permitiera obtener los productos proteicos hospedador la respiración y, con ella, eficiente energía me-
de aquellos genes que fueron transferidos, o que se per- tabólica, mientras que los cloroplastos, una vez cianobac-
dieron, y que poseían un papel metabólico esencial. terias de vida libre, brindaron a sus hospedadores la
capacidad de realizar la fotosíntesis. Un importante ejem-
• Finalmente, debió evolucionar un mecanismo que ase-
plo de simbiosis con eucariotas unicelulares es la asocia-
gurase de forma eficiente la transmisión vertical de
ción de arqueas y bacterias metanógenas con eucariotas
simbiontes del hospedador hacia su progenie.
unicelulares anaerobios. Tales eucariotas unicelulares, a su
Por ejemplo, cuando se observa el comportamiento de vez, tienen un papel simbiótico relevante en los tractos in-
los orgánulos de la célula eucariótica, sorprende la pér- testinales de muchos animales herbívoros, desde las termi-
dida de la capacidad de controlar sus propios procesos ce- tas hasta los mamíferos.
lulares, rindiendo su autonomía de antiguas entidades Las simbiosis mutualistas con microorganismos se en-
replicadoras a una nueva entidad de orden superior. En cuentran ampliamente distribuidas en el reino de las plan-
cualquier caso, esto parece ser una constante en buena tas, y son de destacar las asociaciones localizadas en los
parte de las grandes transiciones que se han producido en tejidos de las raíces, tanto con bacterias fijadoras del nitró-
la historia de la vida. geno como con micorrizas. Entre las simbiosis más estu-
diadas se encuentra la asociación de plantas leguminosas
con bacterias del grupo Rhizobiae. La infección de las ra-
Distribución de la simbiosis
íces de estas plantas con Rhizobium conlleva la formación
La genómica aplicada a la verificación, la confirmación y de nódulos en las raíces. Las bacterias encuentran cobijo
el estudio de las asociaciones simbióticas pone de mani- en estos tejidos, a cambio de ser específicamente induci-
fiesto que la simbiogénesis es un proceso de mucha más das al importante proceso de fijación del nitrógeno. La
enjundia y trascendencia para la evolución de lo que se planta hospedadora se beneficia de esta fertilización na-
sospechaba hace apenas unos años. Mas allá de estar im- tural, teniendo una ventaja selectiva sobre las otras espe-
plicada en el origen y la evolución de la célula eucariótica cies de plantas en suelos deficientes en nitrógeno.
primitiva, la simbiogénesis ha continuado desempeñando Otra forma conocida de simbiosis en el reino de los
un papel relevante en la evolución de la vida. Las inter- hongos son los líquenes. Éstos son hongos que se asocian
acciones mutualistas subyacen en la diversificación eco- con hasta 40 géneros de "algas" y cianobacterias (véase
lógica y evolutiva de muchos grupos taxonómicos (Fig. Cap. 15, Hongos). Los líquenes son un ejemplo relevante
1). Los simbiontes bacterianos, en particular, traen de su de mutualismo facultativo: la mayoría de las especies de
vida libre previa una amplia variedad de capacidades me- hongos, “algas” y bacterias involucradas en la formación
Andrés Moya y Amparo Latorre 527
de líquenes son capaces de llevar una vida libre. Algunas Establecimiento de las simbiosis:
condiciones ambientales, tales como la temperatura, la hu-
análisis funcional de la interacción
medad y la disponibilidad de nutrientes, inducen su aso-
ciación o disolución, y la primera se ve favorecida cuando hospedador-simbionte
tales condiciones son más duras. Mientras que los estudios teóricos sobre la simbiosis con-
Además de los artrópodos, especialmente los insectos, sideraban mutualismo y parasitismo como dos caras de
en los cuales las simbiosis microbianas son particular- una misma moneda, la investigación experimental en bac-
mente abundantes, muchos otros filos animales presentan terias patógenas y mutualistas ha permanecido largo
grupos que sostienen asociaciones mutualísticas con bac- tiempo en campos separados. No obstante, se están ha-
terias. Es el caso de los poríferos (esponjas), los cnidarios ciendo progresos importantes que muestran las caracterís-
(medusas, anémonas, corales, etc.), los nematodos, los ticas comunes de los mecanismos genéticos y moleculares
anélidos, los moluscos (caracoles, almejas, calamares, que subyacen a estos dos tipos de simbiosis. El parasi-
etc.) y los vertebrados. Las simbiosis entre dinoflagelados tismo y el mutualismo son diferentes resultados de un pro-
(Symbiodinium) y muchos invertebrados bénticos son de ceso evolutivo que comienza con una situación inicial
gran relevancia ecológica, incluyendo las anémonas y los similar, en la cual bacterias de vida libre tratan de adap-
corales. De forma similar a la función de las bacterias fi- tarse a la vida celular del eucariota hospedador. Antes de
jadoras del nitrógeno en las plantas, los dinoflagelados fo- haber tomado alguno de los dos caminos, los hospedado-
tosintéticos Symbiodinium proveen nutrientes a sus res son infectados. La infección por parte de cualquier
hospedadores y posibilitan, por ejemplo, la formación de simbionte significa que tiene que entrar sucesivamente en
arrecifes por parte de los corales en las aguas tropicales el cuerpo del hospedador, acceder a los tejidos y a las cé-
pobres en nutrientes. lulas, vencer los mecanismos de defensa de éstos y, final-
mente, asegurarse el mantenimiento y la multiplicación.
Términos básicos
Bacteriocito: Célula especializada del simbionte eucariota Parasitismo obligado: Simbiosis obligada en la cual un
que aloja endosimbiontes “procariotas”. miembro de la asociación se beneficia, en términos de efi-
Comensalismo: Relación simbiótica en la cual no está de- cacia biológica, del otro miembro.
terminada la existencia de un efecto beneficioso o perjudi- Peroxisoma: Orgánulo citoplasmático eucariótico en
cial, en términos de eficacia biológica, para alguno de los forma de vesícula que contiene oxidasas y catalasas; tienen
dos miembros de la asociación. funciones de destoxificación celular.
Eficacia biológica (o aptitud biológica): Contribución dife- Simbiogénesis: Proceso evolutivo de establecimiento de
rencial de los descendientes de un genotipo con respecto una asociación simbiótica.
a otros, que refleja su probabilidad de supervivencia y su Simbionte primario: Simbionte permanente, obligado y
éxito reproductivo. generalmente mutualista.
Endocitosis: Endosimbiosis en la cual la bacteria se aloja Simbionte secundario: Simbionte facultativo que coexiste
dentro de células del hospedador. con simbiontes primarios u obligados.
Endosimbiosis: Simbiosis en la cual un miembro de la aso- Simbiosis: Asociación entre dos organismos en estrecho
ciación, normalmente “procariota”, está localizado en el in- contacto físico durante todo o la mayor parte de su ciclo
terior del cuerpo del otro miembro. vital.
Exocitosis: Endosimbiosis en la cual la bacteria se ubica Simbiosis facultativa: Simbiosis en la cual los miembros
extracelularmente en el hospedador. de la asociación pueden sobrevivir sin la presencia del otro.
Factores de virulencia: Componentes genéticos utiliza- Simbiosis obligada: Simbiosis en la cual ambos miembros
dos por un simbionte, patógeno o no, que le permiten ac- se necesitan para la supervivencia.
ceder a la célula del hospedador. Transmisión horizontal: La progenie del hospedador, ge-
Hidrogenosoma: Orgánulo limitado por membranas encon- neralmente simbionte eucariota, es infectada de novo, desde
trado en las células de algunos eucariotas, como Ciliophora, el exterior del cuerpo del progenitor, por parte del sim-
Trichomonas y Fungi. Produce hidrógeno molecular y ATP. bionte bacteriano.
Mutualismo: Relación beneficiosa, en términos de eficacia Transmisión vertical: Los simbiontes bacterianos se
biológica, entre los dos miembros que componen la simbiosis. transfieren de padres a descendientes mediante la infección
Mutualismo obligado: Simbiosis obligada en la cual ambos de huevos o embriones dentro del cuerpo de la madre,
miembros de la asociación obtienen un beneficio en térmi- normalmente simbionte eucariota.
nos de eficacia biológica. Transposón: Cualquier tipo de secuencia de DNA que
Parasitismo: Relación simbiótica en la cual la eficacia bio- puede insertarse en una nueva posición del genoma.
lógica de un miembro de la asociación se ve favorecida, nor- Virulencia: Capacidad de un patógeno para invadir el tejido
malmente a costa de la del otro. del hospedador y reproducirse; grado de patogenicidad.
528 Cap. 50, Simbiosis
y
aC
Rhizaria
zo
a
er
rco
a
Cy, α, β, γ, δ, M nt nif
ko mi
Ce
Excavata a tero ra
Fi , S, M a t Fo ia
ol He lar
Metamonada ve dio
Cy, β Euglenozoa, Al Ra
M Heterolobosea
Viridiplantae A, Cy, α, β, γ
Malawimonas
Amoebozoa Rhodophyta
Plantae
Discosea E Oxymonada
Glaucophyta
A, B, Ch, Fi, α, β, γ, ε Variosea Jakobidae
Ch, γ cloroplasto
Lobosea
Mycetozoa
Cryptophyta
M Archamoebae
Opisthokonta Cristidiscoidea Haptophyta
B, F, Fi, γ, M Cy Fungi Centrohelid Heliozoa
Vertebrata
Cy, γ Urochordata Choanozoa Apusozoa
Cephalochordata
Animalia
mitocondria
Echinodermata Eukaryotes
Hemichordata
“Prokaryotes”
Xenoturbellida
Priapulida
α*, γ Nematoda Archaea
Arthropoda Methanobacteria M
A, B, Fu, S, α, β, γ*, δ, ε, M Thermoprotei T
B, α, γ, δ, ε, S Annelida
γ Ectoprocta Bacteria
Sipunculida Nitrospira N
Acidobacteria Ac
γ*, ε Mollusca Actinobacteria A α-Proteobacteria α
Rotifera Bacteroidetes B β-Proteobacteria β
Chlamydiae Ch γ-Proteobacteria γ
Platyhelminthes Chloroflexi Cl δ-Proteobacteria δ
Cyanobacteria Cy ε-Proteobacteria ε
Ctenophora Fibrobacteres F Spirochaetes S
Firmicutes Fi Verrucomicrobia V
Cy, α, β Cnidaria Fusobacteria Fu Ca. Endomicrobia E
Gemmatimonadetes G Ca. Poribacteria P
Porifera
Ac, A, Cl, Cy, Fi, G, N, α, β, γ, δ, S,V, P, T
Figura 1. Distribución filogenética de la simbiosis entre hospedadores eucariotas y “procariotas”. Se muestra la diversidad filogené-
tica de la simbiosis, concretamente las asociaciones de bacterias y arqueas con hospedadores eucariotas. En buena medida la distribu-
ción refleja los intereses y las motivaciones de la comunidad científica. Los últimos avances en genómica han tenido un gran impacto en
el estudio de las simbiosis microbianas con interés biotecnológico (“procariotas” asociados a esponjas), agrícola (bacterias fijadoras del
nitrógeno en las plantas) o biomédico (microbioma del intestino humano). Los métodos metagenómicos han permitido aumentar sus-
tancialmente el conocimiento sobre la biodiversidad de las bacterias no cultivables que viven en consorcios simbióticos. Es asícomo
han llegado a describirse los Endomicrobia y los Poribacteria como nuevos candidatos a filos. También se hace referencia a losoríge-
nes evolutivos de orgánulos celulares tales como mitocondrias y plastos. La longitud de las ramas en el árbol no está a escala.
Con independencia de la regulación ejercida por parte el sistema utilizado por Sodalis glossinidius, una gamma-
del hospedador sobre el simbionte bacteriano, la consecu- proteobacteria, simbionte secundario de la mosca tse-
ción exitosa de un ciclo infeccioso requiere la disponibili- tse. Se sabe que la unión y la invasión de las células del
dad por parte del invasor de un cierto potencial genético. hospedador por parte de Sodalis requiere componentes
Estudios comparados de cepas patógenas y no patógenas funcionales de un sistema de secreción conocido como
de bacterias han permitido identificar y caracterizar genes de tipo III. Se ha podido demostrar que tal sistema está
u otros componentes genéticos, conocidos como factores compuesto por una serie de genes homólogos a los de las
de virulencia, que se encargan de llevar a cabo tal opera- bacterias patógenas Salmonella y Yersinia. Las proteínas
ción. Éstos incluyen una diversa lista de genes relacionados del sistema de secreción de tipo III constituyen una fami-
con la producción de componentes de la superficie celular, lia de transportadores bacterianos que se utilizan para ex-
sistemas de secreción, sideróforos y toxinas, o con la re- portar proteínas y enviar toxinas o efectores a las células
gulación de su expresión. Asimismo, se ha demostrado que hospedadoras, y que en las bacterias patógenas se encuen-
los factores de virulencia son particularmente proclives a la tran organizados en islas de patogenicidad. Este sistema
transferencia horizontal de genes. A menudo se encuentran de secreción que es utilizado para la infección por una
en asociación con elementos genéticos que median este amplia variedad de bacterias patógenas de animales y
proceso, tales como plásmidos, transposones o fagos. plantas, es también el que utiliza Sodalis y otras bacte-
Un ejemplo fascinante de infección utilizado por dife- rias simbiontes para transmitirse verticalmente, aunque
rentes tipos de simbiontes, parasíticos o mutualistas, es su efecto no es patógeno. Lo mismo ocurre con el sistema
Andrés Moya y Amparo Latorre 529
Tabla 1. Algunos ejemplos de simbiosis con indicación del carácter patógeno o mutualista de la simbiosis y el efecto espe-
cífico que produce sobre el hospedador.
Huésped Simbionte Tipo de simbiosis Daño/beneficio propuesto
“Protistas”
Amoeba proteus X-bacterias Patógena Muerte celular del hospedador
Acanthamoeba palestine nsis Legionella pneumophila Patógena Lisis celular del hospedador
Dictyostelium discoideum Legionella pneumophila Patógena Lisis celular del hospedador
Amebas ambientales Diversas bacterias Mutualista Desconocido
Radiolarios, foraminíferos Zooxhantelas Mutualista Fuente energética
Animales
Esponjas Diversas bacterias, arqueas Mutualista Defensa química
Corales, otros cnidarios Symbiodinium spp. Mutualista Nutrientes basados en metabolismo biosintético
Nematodos Xenorhabdus nematophilus Mutualista Digestión de larvas de insectos parasitadas
Nematodos filariales Wolbachia Mutualista Influencia en la respuesta inmunitaria inflamatoria
Sanguijuelas Aeromonas veronii Mutualista Digestión de la sangre
Pulgones Buchnera aphidicola Mutualista Aminoácidos esenciales, vitaminas
Hormigas carpintero Blochmannia floridanus Mutualista Reciclaje del nitrógeno
Muchos insectos Wolbachia Patógena Diversos síndromes que producen alteraciones
sexuales
Calamares Vibrio fischeri Mutualista Bioluminiscencia
Gusanos tubícolas Varias bacterias Mutualista Nutrientes basados en metabolismo quimioautótrofo
Almejas Ruthia magnifica Mutualista Nutrientes basados en metabolismo quimioautótrofo
Mamíferos rumiantes Bacterias, hongos “Zygomycota” Mutualista Aprovechamiento de la celulosa y el almidón
y “protistas” ciliados
Humanos, otros mamíferos Bacterias entéricas Patógena Infecciones gastrointestinales y del tracto urinario,
cólera
Pseudomonas aeruginosa Patógena Infecciones oportunistas asociadas con heridas
Bordetella pertussis Patógena Tos ferina
Legionella pneumophila Patógena Legionelosis
Plantas
Leguminosas Rhizobium spp. Mutualista Fijación del N2 atmosférico
Varias plantas Agrobacterium tumefaciens Patógena Tumores de la agalla de la corona
Erwinia spp. Patógena Enfermedad de la podredumbre blanda
Pseudomonas syringae Patógena Enfermedad de la mancha bacteriana
Phytoplasma Patógena Enfermedad de la hoja amarilla
Pimiento, tomate Xantomonas campestris Patógena Lesiones necróticas
Hongos
Ascomicetos, basidiomicetos “Algas”, cianobacterias Mutualista Nutrientes basados en metabolismo biosintético
530 Cap. 50, Simbiosis
ceptibilidad del hospedador a sufrir una infección y las cir- de las defensas del hospedador eucariota; y en sistemas en
cunstancias ecológicas van a ser determinantes a la hora que las defensas del hospedador son débiles y los simbion-
de establecer las diferencias en eficacia durante la infec- tes bacterianos se transmiten horizontalmente, pero presen-
ción. Así ha podido establecerse, al menos en teoría, que la tan variabilidad genética reducida. En este esquema, la
evolución hacia el parasitismo frente a la simbiosis mutua- defensa del hospedador puede ser intrínsecamente débil, de-
lista se ve favorecida en aquellas asociaciones en que las bido a la ausencia o la escasez de mecanismos celulares de
defensas del hospedador son débiles y el simbionte se defensa específicos, pero donde el simbionte invasor incre-
transmite exitosamente de forma horizontal, pero además menta la salud del hospedador, por ejemplo al permitirle la
hay variación genéticamente amplia para este último en su resistencia frente a otros patógenos, o porque le nutre con
acceso al hospedador; y débilmente favorecida cuando las productos que no puede obtener en su dieta regular.
defensas del hospedador son fuertes y la transmisión es ho- El modelo que aquí se presenta es compatible con la
rizontal, con independencia de la variabilidad genética de noción de que los simbiontes mutualistas son en realidad
los simbiontes por acceder al hospedador. parásitos atenuados, pero no tanto con la idea de que una
Por su parte, la asociación puede evolucionar hacia una bacteria patógena, en última instancia, evolucione hacia
situación de cooperación entre ambas en casos de transmi- la cooperación benigna. Una pregunta crucial al respecto
sión vertical del simbionte bacteriano, con independencia del modelo planteado sobre la evolución hacia la simbio-
Andrés Moya y Amparo Latorre 531
A
Filamento Cabeza
FliC FliD
FlgK, FlgL
Gancho
FlgA
El esquema A de la figura muestra la estructura y la composición genética del flagelo bacteriano de E. coli, mientras que el B muestra lo que queda
del aparato flagelar y los genes asociados correspondientes en B. aphidicola BCc.
sis mutualista es la siguiente: ¿qué factores influyen en la queño número de parásitos genéticamente homogéneos
evolución de los mecanismos de transmisión vertical? Pa- evolucione hacia simbiosis mutualistas.
recen obvios los beneficios de la transmisión vertical sobre Un caso particularmente bien estudiado es el de los in-
la horizontal en los simbiontes que están evolucionando sectos, que ya contienen poblaciones de bacteriocitos sim-
hacia el mutualismo, e incrementando su interdependencia biontes que se transmiten verticalmente. El mecanismo de
con el hospedador eucariota, ya que es más beneficioso transmisión de las bacterias simbiontes primarias contenidas
para éstos el transmitirse hereditariamente, asegurando así en tales bacteriocitos puede ser un buen sistema para futu-
los productos que aporta, que el tener que depender de la ras incorporaciones de nuevos simbiontes, secundarios. La
adquisición de éstos de novo cada nueva generación. La simbiosis mutualista basada en la transmisión horizontal no
transmisión horizontal es más efectiva para un parásito vi- es frecuente en los insectos. Por el contrario, muchos insec-
rulento si el hospedador es explotado hasta el punto de que tos, así como los mamíferos, adquieren recurrentemente y
los recursos se agotan, lo que conlleva la infección y la de forma horizontal una microflora intestinal por medio del
extensión a hospedadores nuevos y sanos. Sin embargo, intercambio y el consumo de alimentos infectados. Se sabe,
el modelo descrito arriba predice que la transmisión ver- por ejemplo, que las abejas de la miel inoculan Bacillus
tical disminuirá la virulencia de un parásito. Por lo tanto, spp., que desempeña un papel en la maduración y la preser-
es probable que la infección de hospedadores por un pe- vación del alimento almacenado en su colmena. Un ejem-
532 Cap. 50, Simbiosis
plo de adquisición horizontal de simbiontes es el caso de dosimbiontes de los insectos, presentan los menores geno-
las bacterias luminiscentes del género Vibrio que habitan mas bacterianos conocidos. Parece que la reducción genó-
en el órgano de luz del calamar marino Euprymna. Estas mica es un proceso a largo plazo, cuya velocidad varía
bacterias son tomadas del ambiente diariamente. Su biolu- dependiendo de diversos factores relacionados con la eco-
miniscencia es importante para facilitar la alimentación del logía de la interacción y la forma de transmisión del sim-
hospedador en la oscuridad. El fracaso en la adquisición de bionte. Se ha postulado, además, que los simbiontes
las bacterias durante las etapas tempranas del desarrollo obligados y mutualistas, altamente especializados, que apa-
provoca la formación deficiente del órgano de luz, lo cual recen en los bacteriocitos de los insectos, podrían ser reem-
reduce la esperanza de vida de los calamares. plazados por simbiontes secundarios, que representan casos
de simbiosis más recientes. Tampoco puede excluirse, al
Reducción genómica, reemplazamiento menos temporalmente, que haya una cooperación entre
ambos simbiontes, de forma que ya no se trataría solamente
y complementación de una simbiosis entre dos, eucariota y bacteria, sino de un
Durante las últimas décadas se ha podido abordar la secuen- consorcio simbiótico entre un eucariota y un conjunto de
ciación de algunos genomas de bacterias endosimbiontes, y bacterias en fases diferentes de su integración con el hospe-
se ha comprobado que la adaptación a la nueva forma de dador y consecuente reducción genómica. El simbionte se-
vida ha comportado, entre muchas otras cosas, la reducción cundario que viene al consorcio puede ir perdiendo
de sus genomas. Surge al respecto la doble pregunta de cuán progresivamente su autonomía celular, pero lo cierto es que
extensa es la simbiosis a lo largo de la historia evolutiva y el simbionte primario ya la tiene mucho más perdida. El
si la reducción es un fenómeno universalmente válido para caso es que el hospedador eucariota, al objeto de mante-
todos los casos de simbiosis mutualistas. Y como corolario nerse en su nicho o incluso invadir nuevos, bien pudiera be-
también es posible plantear si la reducción genómica con- neficiarse de la entrada de nuevos miembros al consorcio.
lleva la extinción del simbionte bacteriano y, por lo tanto, En tales circunstancias, daría la impresión de que es el pro-
su eventual reemplazamiento. Si se considera el caso de al- pio hospedador el parásito definitivo.
gunos orgánulos celulares, se encuentra un cierto número de
ejemplos en que los orgánulos, o más bien sus genomas, Bibliografía básica
parecen haberse extinguido o haberse reducido a un tamaño
– Bourtzis, K. y Miller, T.A. 2006. Insect symbiosis. Vol. 2. Taylor and
extremadamente pequeño. Es el caso de los orgánulos de Francis, Boca Raton.
células eucariotas como los peroxisomas, o la mayor parte
– Douglas, A. 1994. Symbiotic interactions. Oxford University Press,
de los hidrogenosomas y las mitocondrias de ciertos “pro- Oxford.
tistas” anaerobios. Excepto para las plantas con flores, los – Margulis, L. 1992. Symbiosis in cell evolution. W.H. Freeman, San
genomas mitocondriales tienen en general un tamaño ex- Francisco.
tremadamente reducido, y han llegado a alcanzar las 6 kb en – Paracer, S. y Ahmadjian, V. 2000. Symbiosis: an introduction to bio-
el plasmodio (Plasmodium falciparum), parásito causante logical associations. Oxford University Press, Oxford.
de la malaria humana, contando tan sólo con cinco genes. – Sapp, J. 1994. Evolution by association. Oxford University Press, Ox-
Mycoplasma genitalium, un parásito de los humanos, Car- ford.
sonella rudii, Sulcia muelleri y Buchnera aphidicola, en-
Técnicas y marcadores
filogenéticos
Pilar Catalán y Fernando González-Candelas
51
Resumen: Los avances tecnológicos de la secuenciación de los genomas están proporcionando un número cada vez mayor
de genomas completos de distintos organismos, especialmente de “procariotas”, pero también de diversos grupos de eucario-
tas. Estos avances están propiciando el desarrollo de la filogenómica, o análisis evolutivo comparado de distintos grupos fi-
léticos basado en la comparación de la distribución, la estructuración y la mutación de todos, o de una fracción relevante, de
los genes de sus genomas. Pese a ello, la mayor parte de las filogenias que han proporcionado la visión global que se tiene ac-
tualmente del árbol de la vida se han basado en análisis de genes individuales o de conjuntos de genes. En este capítulo se hace
un repaso de los diferentes métodos empleados en las reconstrucciones evolutivas de los seres vivos basadas en análisis inde-
pendientes y combinados con genes bacterianos, y de genes nucleares y organulares de eucariotas. Se pone especial atención
en la búsqueda de la señal filogenética, transmitida verticalmente, en los genes seleccionados para el análisis del grupo en es-
tudio, y en los posibles problemas derivados de fenómenos de paralogía, reparto de linajes y genes, reticulación y transferen-
cia horizontal de genes. Se comenta igualmente el valor de marcadores moleculares más variables en la reconstrucción de ge-
nealogías infraespecíficas por coalescencia y en estudios de filogeografía y genética de poblaciones. Finalmente se comentan
técnicas de análisis metagenómico y de polimorfismos individuales que pueden llegar a extenderse en un futuro próximo.
Summary: Recent technological advances acquired genome sequencing have resulted in an ever-growing number of complete
organismic genomes secuences, most of them from prokaryotes, but some also from eukaryotes. These advances have contributed
to the development of the field of phylogenomics, the evolutionary analysis of different phyletic groups based on the comparisons
of the distribution, structure and mutation rates of their genomic sets. Despite these advances, most phylogenetic trees, and indeed
the overall picture of the tree of life we have today, are based on phylogenetic analyses of one or a few genes. In this chapter we
summarize the different approaches to evolutionary reconstructions of living organisms based on independent and combined
analyses of bacterial haplotypic genes and of eukaryotic nuclear and organelle genes. We pay especial attention to analysis of
vertically inherited phylogenetic characters across selected groups of genes for the analysis of a particular group of organisms, and
the potential problems derived from paralogy, lineage sorting, reticulation and horizontal gene transfer. We also discuss the value
of highly variable molecular markers in the reconstruction of infraspecific genealogies through coalescence methods and in
phylogeographic and population-genetic studies. Finally, we comment on some of the technical analytical methods of metagenomics
and individual polymorphisms that will likely be employed more commonly in the near future.
E
n El origen de las especies Charles Darwin anticipó construcciones obtenidas con datos morfológicos y las
que algún día sería posible reconstruir las relaciones derivadas de datos moleculares han eclipsado la abru-
filogenéticas entre todos los seres vivos que habitan madora coherencia obtenida en otros muchos grupos, y
la Tierra, si bien él no viviría para verlo. Darwin, como en sólo se han ido resolviendo a medida que se han incor-
tantas otras ocasiones, acertó en ambos pronósticos, pues porado nuevos genes a los análisis y se han perfeccio-
es ahora, a inicios del siglo XXI, cuando es posible obtener nado los métodos empleados en éstos. Cada vez son más
un árbol de la vida completo, o casi completo. La utilización los casos conocidos en que la filogenia de un gen no
de genes homólogos de distribución universal en los tres coincide con la de las especies que lo contienen, pero in-
dominios de la vida ha permitido la reconstrucción de árbo- cluso estas discrepancias permiten comprender cada vez
les filogenéticos integrales, poniendo de manifiesto la in- mejor el proceso evolutivo en su conjunto. La creciente
creíble variación genética subyacente a la amplia disponibilidad de la secuencia de genomas completos de
variabilidad morfológica, fisiológica y bioquímica que los más diversos organismos, datos que irán en aumento
había servido, hasta hace apenas 20 años, para realizar las en el futuro inmediato, permitirá poner de manifiesto no
reconstrucciones filogenéticas de algunos subgrupos. sólo la historia evolutiva de las especies, sino los deta-
Estos logros no están exentos de dificultades y polé- lles de los numerosos procesos que alteran la visión ini-
micas. Las ocasionales faltas de congruencia entre re- cial de Darwin de una evolución mediada por la herencia
533
534 Cap. 51, Técnicas y marcadores filogenéticos
· ·
la falta de apoyo claro a ninguno de ellos) y tres zonas laterales (A12, A13 y
A23, en las cuales una alternativa es descartada, pero las otras dos reciben
·
un apoyo semejante). A13 A* A23
La baja proporción de cuartetos con coordenadas en las zonas A*, A12,
A13 y A23 indica que hay una señal filogenética adecuada en el alineamiento,
mientras que si su valor conjunto supera el 15% a 20% de los casos es in- A1 A12
· · ·
A2
dicio de que carece de ella y de que las conclusiones derivadas, en general, T1 T2
deben tomarse con extrema precaución.
información sobre genes concretos, muchos de ellos con sucesos de hibridación interespecie. A estas causas se
distribución universal, que pueden emplearse de forma in- puede añadir una tercera, presente sólo en los extremos de
dividual o en conjunto para el análisis de la evolución del las ramas de las reconstrucciones filogenéticas, represen-
genoma. Suelen ser genes muy conservados, con baja tasa tada por la segregación alélica previa y no coincidente con
de transferencia horizontal (se les asigna un carácter de la separación posterior de linajes (separación o reparto
núcleo o core genómico), implicados en funciones de linajes, véase Cap. 53, Análisis de la variabilidad ge-
informativas básicas como la replicación del DNA o la nética y filogenias intraespecíficas).
traducción del mRNA a proteína, si bien no siempre pro- Para hacer frente a estos artefactos se han desarrollado
porcionan filogenias completamente congruentes cuando dos estrategias principales. Una utiliza la concatenación de
se utilizan por separado. Esto puede deberse a dos razones los datos originales, generando un gran alineamiento múl-
principales: la falta de señal filogenética en los marcado- tiple con todos los genes ortólogos comunes a los organis-
res empleados, lo que impide una correcta resolución de mos, que puede analizarse con diferentes métodos de
muchos nodos, y la presencia de casos de herencia no ver- reconstrucción filogenética (véase 52, Reconstrucción de
tical, normalmente por transferencia horizontal entre tá- árboles filogenéticos). La otra estrategia emplea los árboles
xones más o menos alejados filogenéticamente, pudiendo filogenéticos obtenidos con los genes individuales para
llegar a observarse transferencias entre dominios, y por construir los llamados superárboles o árboles consenso que
Términos básicos
Coalescencia: Teoría genético-poblacional que analiza las Haplotípico: Referido a la constitución genética de un cro-
propiedades actuales de una población e infiere los aconte- mosoma individual. El haplotipo es una combinación de ale-
cimientos pasados que han llevado a ella a partir de las ge- los ligados a múltiples loci que se transmiten juntos.
nealogías de genes. Dícese también del proceso que lleva al Polimorfismo: Estado de un locus cuando en él aparecen
antepasado común de todos los alelos muestreados en dos o más variantes alélicas en cierta población.
cierto locus en una población. Pruebas de congruencia: Pruebas que determinan si dos
DNA antiguo o fósil: DNA procedente de restos orgáni- o más conjuntos de datos recobran las mismas relaciones
cos históricos bien preservados, correspondiente a espe- filogenéticas para un determinado grupo de organismos.
cies extintas o aún presentes. Prueba de heterogeneidad (ILD, Incongruente Length
Evolución concertada: Coincidencia en las secuencias de Difference test): Pruebas que determinan si dos o más
los distintos alelos presentes en los diferentes genes de una bases de datos son significativamente heterogéneas o no.
familia multigénica mediada, principalmente, por procesos Algunos autores la han aplicado como medida de la combi-
de conversión génica. nabilidad de bases de datos.
Filogenómica: Análisis de los procesos de evolución acon- Prueba de pesos de verosimilitudes esperadas (ELW,
tecidos en una especie o grupo de ellas basados en las re- Expected Likelihood Weight): Prueba de hipótesis topoló-
construcciones filogenéticas de todos, o gran parte, de los gicas sobre un grupo de árboles utilizando pesos de vero-
genes de genomas completos. similitudes esperadas.
Filogeografía: Estudio de los procesos históricos, tempo- Prueba de Shimodaira-Hasegawa: Prueba para contras-
rales y espaciales, causantes de la distribución geográfica ac- tar si un árbol es significativamente mejor que otro bajo el
tual de los individuos y las poblaciones de una especie a criterio de máxima verosimilitud.
partir del análisis de la secuencia de genes nucleares o de Regiones exónicas (exones): Regiones de un gen codifi-
genes o genomas organulares. cadoras de aminoácidos.
Genes de copia única o baja copia: Genes con una única Regiones intrónicas (intrones): Regiones de un gen no
copia o un bajo número de ellas (hasta cinco) en el genoma. codificadoras de aminoácidos intercaladas entre regiones
A este grupo pertenecen la mayor parte de los genes do- exónicas.
mésticos o universales de los eucariotas. Separación o reparto de linajes (lineage sorting): Di-
Genes multicopia: Genes con un elevado número de copias vergencias rápidas de linajes en tiempos evolutivos cortos
en el genoma. Las copias suelen ser repetitivas y estar dis- que no son coincidentes con las divergencias de las copias
puestas en tándem. A este grupo pertenecen, por ejemplo, alélicas utilizadas para establecer sus relaciones de paren-
las familias de genes ribosómicos nucleares de los eucariotas. tesco.
Genes ortólogos: Copias de un gen que proceden de una Superárboles: Método para reconstruir árboles integra-
misma copia ancestral y que han variado por procesos de les a partir de filogenias parciales multigénicas de un deter-
especiación de los organismos portadores. minado grupo de organismos. Utiliza métodos basados en
Genes parálogos: Copias de un gen que proceden de la du- reconstrucciones por parsimonia.
plicación de la copia ancestral del gen y que han experimentado Transferencia horizontal de genes: Herencia génica que
distintas historias evolutivas en los organismos portadores. no se produce por descendencia directa del progenitor o
Grupo filético: Conjunto de organismos que desciende de ancestro más próximo sino por incorporación de material
un mismo antepasado. hereditario de otro linaje no relacionado.
536 Cap. 51, Técnicas y marcadores filogenéticos
Tabla 1. Grupos de organismos con genomas completos secuenciados (26 de abril de 2011). N: número de genomas secuenciados.
Dominio Géneros N Dominio Géneros N
• Reino representativos • Reino representativos
- Grupo - Grupo
Bacterias Bacterias (continuación)
• Acidobacteria Acidobacterium 6 • Spirochaetes Borrelia 28
• Actinobacteria Bifidobacterium 134 Leptospira
Corynebacterium Treponema
Frankia • Thermi Thermus 4
Mycobacterium
• Thermotogae Thermotoga 11
Streptomyces
• Aquificae Aquifex 10 • Verrucomicrobia Methylacidiphilum 2
Opitutus
• Bacteroidetes Bacteroides 53
Flavobacterium Arqueas
Salinibacter • Crenarchaeota Nitrosopumilus 36
• Chlamydiae Chlamydia 30 Sulfolobus
Chlamydophila Caldivirga
• Chlorobi Chlorobium 9 Ignicoccus
• Chloroflexi Chloroflexus 15 Metallosphaera
Herpetosiphon Thermoproteus
• Cyanobacteria Anabaena 41 • Euryarchaeota Methanocella 65
Microcystis Archaeoglobus
Nostoc Halobacterium
Prochlorococcus Natronomonas
Synechococcus Methanothermobacter
• Deinococcus-Thermus Deinococcus 13 Methanococcus
• Firmicutes Bacillus 368 Methanococcoides
Clostridium Methanospirillum
Desulfitobacterium Methanopyrus
Heliobacterium
Thermococcus
Lactobacillus
Mycoplasma Thermoplasma
Staphylococcus • Korarchaea Candidatus Korarchaeum 1
Streptococcus • Nanoarchaeota Nanoarchaeum 1
• Fusobacteria Fusobacterium 5 Eucariotas
• Planctomycetes Rhodopirellula 5 • “Protistas”
• Proteobacterias-alfa Agrobacterium 148 - Alveolata Paramecium 2
Brucella - Apicomplexa Cryptosporidium 36
Methylobacterium Plasmodium
Nitrobacter - Bacillariophyta Thalassiosira 1
Rhizobium - Cryptophyta Guillardia 1
Rickettsia - Diplomonadida Giardia 3
Rhodobacter - Entamoebidae Entamoeba 3
Rhodospirillum - Euglenozoa Leishmania 7
• Proteobacterias-beta Burkholderia 100 Trypanosoma
Neisseria - Mycetozoa Dictyostelium 9
Nitrosomonas - Rhodophyta Cyanidioschyzon 1
Polynucleobacter - Stramenopiles Phytophthora 2
• Proteobacterias-delta Desulfococcus 44 • Animales
Desulfovibrio - Invertebrados
Geobacter Arthropoda Aedes 47
Anopheles
• Proteobacterias-epsilon Arcobacter 52 Apis
Campylobacter Bombix
Helicobacter Drosophila
• Proteobacterias-gamma Aeromonas 333 Nematoda Brugia 20
Escherichia Caenorhabditis
Haemophilus - Cordados
Buchnera Ciona 17
Legionella Peces actinopterigios Danio
Pseudomonas Takifugu
Salmonella Tetraodon
Vibrio Aves Gallus 3
Xanthomonas (Continúa)
Pilar Catalán y Fernando González-Candelas 537
das en reconstrucciones supraorganísmicas o en estudios sólo en un número reducido de especies. Los estudios evo-
evolutivos funcionales. lutivos basados en algunos genes ribosómicos y de la ca-
Los genomas de los orgánulos (mitocondrias y plastos) dena respiratoria (por ejemplo atp1, matR, nad2) han
han constituido, junto con los genes ribosómicos nucleares, permitido la reconstrucción filogenética de los grandes li-
las principales fuentes de información filogenética en los eu- najes de plantas terrestres, pese a los posibles problemas
cariotas. Además de su origen endosimbiótico, los genomas derivados de la aparente labor editora de los mRNA. No
mitocondriales y plastídicos muestran patrones de evolución obstante, estudios basados en regiones genómicas mitocon-
altamente correlacionados con los de los organismos porta- driales han detectado inesperados sucesos de transferencia
dores, lo que facilita la reconstrucción evolutiva de éstos. La horizontal de genes entre linajes de plantas lejanamente
secuenciación completa de genomas organulares ha aumen- emparentadas, difíciles de explicar por fenómenos de intro-
tado notablemente, y ya se dispone de más de dos millares gresión, probablemente causados por parasitismo, por po-
de genomas mitocondriales y más de doscientos genomas linización ilegítima, o por mecanismos aún desconocidos.
plastídicos representativos de distintos niveles taxonómicos Estos casos ponen de manifiesto la divergencia entre las
de eucariotas superiores (NCBI, genomas organulares: filogenias de especies y las filogenias génicas, y la necesi-
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/genomes/static/ euk_o.html), dad de seleccionar aquellos genes que muestren una rela-
lo que ha auspiciado el desarrollo de la filogenómica orga- ción sistémica, de herencia vertical, con el grupo de
nular. organismos en estudio, si bien otros genes sometidos a
En los animales y los hongos, el genoma mitocondrial, transferencia horizontal pueden contribuir a detectar otros
de tamaño relativamente pequeño y estructuralmente con- mecanismos evolutivos en los seres vivos.
servado, ya que típicamente presenta 37 genes, 22 codifica-
dores de tRNA, 13 de proteínas y dos de rRNA, ha Marcadores hipervariables
suministrado una importante fuente de datos para recons- Aunque las secuencias nucleotídicas del DNA propor-
trucciones filogenéticas a nivel de clase, orden, familia y cionan a priori el mayor número de caracteres indepen-
género en los genes ribosómicos, y de proteínas de la ca- dientes potencialmente informativos y útiles para las
dena respiratoria oxidativa (por ejemplo cob, cyt b, cox 1, reconstrucciones filogenéticas y filogeográficas, el toda-
cox 2, atp 6, atp 8). Por otra parte, la región control (D- vía elevado coste de esta técnica, junto con el desarrollo
loop) ha proporcionado polimorfismos a nivel de población de otras tecnologías paralelas de escrutinio aleatorio de
e individual (heteroplasmia), que han servido tanto para la los genomas, propiciaron que apareciera una amplia
reconstrucción de filogenias infragenéricas como para estu- gama de marcadores moleculares hipervariables, espe-
dios genealógicos, filogeográficos, genético-poblacionales cialmente útiles en los estudios genético-poblacionales,
y análisis de herencia materna. que también se han aplicado en inferencias filogeográfi-
Un papel semejante al del genoma mitocondrial lo ha cas e incluso filogenéticas. Al gran auge inicial de los
tenido el genoma plastídico en las plantas, donde la dispo- marcadores codominantes isoenzimáticos siguió la apa-
sición relativamente estable de sus alrededor de 150 genes rición de numerosas técnicas de análisis de marcadores
(por ejemplo, en Nicotiana, 104 codifican proteínas, 38 del DNA de naturaleza dominante o codominante basa-
tRNA y 6 rRNA) y la variabilidad de sus tasas de evolu- das en los principios de la reacción en cadena de la poli-
ción han permitido desde la reconstrucción de la historia merasa (PCR) (por ejemplo RAPD, ISSR) o en
evolutiva de las plantas terrestres y de diversos grupos de combinación con técnicas de restricción enzimática (por
angiospermas, con genes más conservados (por ejemplo ejemplo AFLP, CAPS y PCR-RFLP), y más reciente-
rbcL, matK, atpB, psbB, ndhF, rpoA), hasta el desarrollo mente la amplificación de regiones repetitivas de locus
de análisis filogeográficos infraespecie mediante filoge- único (microsatélites o SSR). De todas ellas, las más am-
nias y redes haplotípicas anidadas, para lo cual se utilizan pliamente utilizadas por sus características de repetibili-
regiones no codificadoras espaciadoras e intrónicas de he- dad y fiabilidad han sido los polimorfismos de longitud
rencia uniparental (véase Cap. 53, Análisis de la variabi- de fragmentos amplificados (AFLP) y los microsatélites
lidad genética y filogenias intraespecíficas). (SSR). Los marcadores AFLP han demostrado su capa-
Los análisis filogenéticos comparativos basados en cidad para resolver relaciones de parentesco entre táxo-
genes nucleares y en genes mitocondriales o plastídicos nes próximamente emparentados y para detectar eventos
han permitido detectar fenómenos de hibridación y trans- crípticos de hibridación, en especial cuando las secuen-
ferencia horizontal de genes en los cuales las incongruen- cias de DNA disponibles no son suficientemente infor-
cias entre filogenias organulares y nucleares se han mativas. Pese a su naturaleza dominante, los AFLP se
atribuido a fenómenos antiguos o recientes de reticulación, han empleado en análisis de variabilidad y estructura ge-
muy frecuentes en el reino vegetal. A diferencia del ge- nética de las poblaciones actuales, y de inferencia de pa-
noma plastídico, el genoma mitocondrial de las plantas trones históricos espacio-temporales de dispersión, en un
tiene mayor tamaño y elevadas tasas de recombinación, du- elevado número de organismos, mediante cálculos geno-
plicación, pérdida de genes, transferencia de éstos al nú- típicos basados en aproximaciones bayesianas en diploi-
cleo y formaciones quiméricas, todo lo cual ha dificultado des, o mediante el análisis de los componentes haploides
su utilización en estudios comparativos y se ha secuenciado en poliploides.
Pilar Catalán y Fernando González-Candelas 539
La naturaleza codominante y altamente variable de los genes candidatos, o un estudio detallado de la señal filoge-
microsatélites nucleares ha potenciado el empleo de las nética. Para esta última opción se puede utilizar el procedi-
variantes alélicas de estas regiones como marcadores óp- miento de mapeo de verosimilitudes, en el cual se evalúa el
timos en estudios evolutivos intraespecíficos. La mayor número de ocasiones en que es posible discriminar entre
laboriosidad técnica requerida por estos marcadores, que los tres árboles sin raíz posibles para cada cuarteto formado
en un principio restringió su uso generalizado, se ha visto con secuencias de las incluidas en el problema. La discri-
contrarrestada por los avances tecnológicos y por la posi- minación entre las tres topologías alternativas se realiza por
bilidad de transferencia de estos marcadores entre espe- comparación de las verosimilitudes correspondientes
cies próximas. Los análisis de marcadores microsatélite (véase el recuadro Análisis de la señal filogenética).
se han extendido a otros genomas organulares, como en Otro aspecto a considerar cuando se elige un único gen
el caso de los microsatélites plastídicos (cpSSR), donde para el análisis es la posibilidad de que su filogenia no se co-
el diseño de cebadores universales para regiones poli-A o rresponda con la de las especies de las cuales ha sido aislado
poli-T ha permitido incrementar el análisis de la variabi- y secuenciado. Además de por transferencia horizontal,
lidad haplotípica materna en un elevado número de plan- común en bacterias y arqueas, y en general menos relevante
tas. No obstante, la hipervariabilidad de los marcadores en la reconstrucción de filogenias de eucariotas, hay varios
obtenidos por ambas técnicas puede llegar a generar altos fenómenos que pueden desacoplar la filogenia de un gen y
grados de homoplasia que dificultan su empleo en estu- la filogenia de las especies correspondientes. En primer
dios evolutivos a nivel supraespecífico. lugar, es imprescindible trabajar con genes ortólogos, es
decir, genes en que las diferencias observables entre los
Consideraciones sobre miembros de una misma clase de homología se correspon-
den con sucesos de especiación, y no con genes parálogos,
el uso de marcadores moleculares en los cuales las duplicaciones en un antepasado llevaron a
La selección de un marcador molecular apropiado para un la aparición de dos o más copias de un gen que han podido
análisis filogenético o genético poblacional debe realizarse seguir historias evolutivas diferentes. Estos fenómenos son
considerando los objetivos planteados, la naturaleza de los especialmente relevantes cuando en el estudio se incluyen
organismos a analizar y la información previa con que se especies en las cuales las duplicaciones genómicas ances-
cuenta, además de las disponibilidades técnicas y económi- trales son conocidas, como en los vertebrados, las levaduras
cas del laboratorio. No hay un marcador universal óptimo y las angiospermas, y en las que distintos linajes han man-
para todo tipo de problemas, ni siquiera se tiene un marca- tenido distintas copias de los parálogos generados.
dor universalmente válido para un rango taxonómico con- Si la escala evolutiva considerada es más próxima, por
creto. Los recientes proyectos internacionales de ‘código de ejemplo especies de divergencia relativamente reciente,
barras de la vida’ (barcoding of life; http://barcoding.si.edu/) entonces hay que tener en cuenta la posibilidad de que la
o de grupos de organismos concretos basados en la secuen- variación observada corresponda a la segregación aleato-
ciación nucleotídica de regiones seleccionadas, si bien han ria de polimorfismos ancestrales, y no a la divergencia de
mostrado una enorme utilidad en análisis forenses y en la linajes resultante tras los sucesos de separación o especia-
identificación de especies de muestras actuales, de restos ción (reparto de linajes o lineage sorting), un problema
momificados o preservados en permafrost o en hielo, o de las difícil de resolver salvo que se estudie más de un gen.
dietas herbívoras de algunos mamíferos, no han sido aplica- Hoy en día, casi es obligado el empleo de varios genes
dos a la reconstrucción filogenética. o conjuntos de marcadores en la reconstrucción de las re-
Si se está interesado en la reconstrucción filogenética, laciones filogenéticas entre especies. La utilización de más
seguramente se optará por emplear datos de secuencias nu- de un gen suele justificarse por la ganancia en señal filoge-
cleotídicas, o en ocasiones aminoacídicas, y son escasos nética derivada del mayor número de posiciones informa-
los análisis de este tipo que emplean otro tipo de datos. La tivas sobre las que basar las inferencias evolutivas, y como
elección de un único marcador implica tener que valorar una forma de detectar posibles eventos de hibridación ana-
algunos aspectos importantes. En primer lugar, hay que lizando comparativamente las filogenias obtenidas de genes
considerar si el gen en cuestión tiene señal filogenética su- nucleares y genes organulares. Sin embargo, antes de pro-
ficiente para resolver el problema planteado. La señal filo- ceder a la concatenación de las correspondientes secuen-
genética es el resultado de la tasa de evolución del gen y de cias en un alineamiento único que puede analizarse
la escala de tiempo evolutivo implicada en el problema. Por conjuntamente, es necesario comprobar que las señales fi-
tanto, no se puede decir que hay genes buenos o malos para logenéticas de los diferentes genes son congruentes. Las
el análisis filogenético considerando sólo su tasa de evolu- pruebas de congruencia se introdujeron a mediados de los
ción, sino que lo serán en función de los táxones a los que años 1990, cuando se popularizó la prueba de heteroge-
haya que aplicarlos. En muchas ocasiones no se tiene infor- neidad o de incongruencia de matrices de datos y topolo-
mación previa suficiente para decidir si cierto gen es ade- gías (ILD, Incongruence Length Difference). Sin embargo,
cuado o no, y entonces caben varias opciones, entre las esta prueba ha sufrido numerosas y serias críticas, y no es
cuales son aconsejables una revisión previa de las tasas aconsejable emplearla como factor decisorio sobre la com-
evolutivas del grupo o de grupos próximos y de las de los binación de matrices. Alternativamente pueden utilizarse
540 Cap. 51, Técnicas y marcadores filogenéticos
Tabla 3. Tabla resumen de las características de diversas técnicas moleculares y sus utilidades para abordar cuestiones
evolutivas. Esta tabla intenta reflejar las preferencias actuales en el uso de marcadores moleculares (abril 2011).
Técnica Datos/ Nivel Universa- Niveles de Costes* Dominancia Nivel de Principales
Tipo de taxonómico/ lidad variación de los homo- cuestiones
caracteres Uso alelos plasia evolutivas
Secuenciación Secuencia Especies y Media Medios Altos, Codominantes Nula Filogenia,
de genes nucleotídica/ poblaciones/Muy pero (mediante filogeografía
ACGT extendido (desde a la baja clonación)
los años 1990)
Secuenciación Nucleótidos Universal/ Alta Muy altos Muy altos, Codominantes, Nula Reconstrucción
genómica orden y com- Escaso, en en pero es difícil de relaciones
comparada posición de aumento dismi- inferir evolutivas a
genes/Varios, nución haplotipos cualquier nivel,
en función del en función de los
dato empleado datos disponibles
Fragmentos Fragmentos Especies y Alta Altos Bajos Dominantes Media- Filogenia
de (fenotipo poblaciones/En -medios alta Diferenciación de
restricción inferido)/ declive (véanse poblaciones y
(RFLP) Binarios años 1980-2000) especies próximas
(Restriction Detección de híbri-
Fragment dos, filogeografía
Length
Polymorphism)
Sitios de Fragmentos Especies y Alta Altos Medios Dominantes Media- Filogenia
restricción (genotipo poblaciones/En -medios alta Diferenciación de
inferido)/ declive (véanse poblaciones y
Binarios años 1980-2000) especies próximas
Detección de híbri-
dos, filogeografía
Alozimas Proteínas Poblaciones, Alta, pero Medios- Medios Codominantes Media- Diferenciación
(genotipo infe- microespecies/ requiere bajos alta de poblaciones,
rido)/Alelos Bajo (véanse ajustes paternidad,
discretos (movi- años 1990) específicos híbridación
lidad relativa)
AFLP Fragmentos Intraespecífico/ Alta Altos Medios Dominantes Media- Diferenciación
(Amplified (fenotipo)/ Muy extendido alta de poblaciones
Fragment Binarios (véanse Detección de
Length años 2000) híbridos
Polymorphism) Filogeografía,
conservación
SSR Tamaño Poblaciones/ Muy baja Altos Altos Codominantes Media- Diferenciación de
(Simple fragmentos Muy extendido baja poblaciones, flujo
Sequence (genotipo (véanse génico, paternidad,
Repeat) inferido)/ años 2000) hibridación,
(microsatélites Alelos filogeografía,
nucleares) múltiples conservación
Microsatélites Tamaño Poblaciones/ Media Medios Medios No aplicable Media- Flujo génico,
organulares fragmentos Extendido (genoma baja fitogeografía
(mitocondrias, (haplotipo)/ (véanse años haploide)
plastos) Alelos múltiples 2000)
RAPD Tamaño de Poblaciones/ Alta Medios Bajos Dominantes Media- Diferenciación
(Random fragmentos Bajo y en alta de poblaciones,
Amplified (fenotipo)/ desuso (véanse filogeografía,
Polymorphic Binarios años 1990) conservación
DNA)
ISSR Tamaño Poblaciones/ Alta Medios Bajos Dominantes Media- Diferenciación
(Inter-Simple fragmentos Bajo alta de poblaciones,
Sequence (fenotipo)/ (véanse años filogeografía,
Repeat) Binarios 1990-2000) conservación
SNP Nucleótidos Poblaciones/ Muy baja Altos Altos Codominantes Baja Diferenciación
(Single (genotipo)/ Bajo para la poblacional,
Nucleotide Binarios reconstrucción paternidad
Polymorphism) (alelos filogenética
alternativos) (años 2000)
* Sin información previa y empleando protocolos resolutivos (geles de poliacrilamida, secuenciadores).
Pilar Catalán y Fernando González-Candelas 541
contrastes recíprocos de topologías mediante las pruebas variabilidad genética y filogenias intraespecíficas). Para ello
de Shimodaira-Hasegawa o de pesos de verosimilitudes se utilizan preferentemente secuencias de genes de copia
esperadas (ELW, Expected Likelihood Weight) en con- única que puedan ser concatenados o no en matrices más
junción con pruebas de señal filogenética (véase más amplias y potencialmente más polimórficas. Además de los
arriba), para descartar que las discrepancias entre los genes datos de secuencias nucleotídicas, todavía escasos por su
se deban a la falta de señal y no a diferentes historias evo- considerable coste a escala poblacional, aunque cada vez
lutivas, en cuyo caso la concatenación no resolvería, sino más extendidos dado el auge de los sistemas de secuencia-
que agravaría, el problema a resolver. Pese a ello, es prác- ción de nueva generación (Next Generation Sequencing)
ticamente inevitable encontrar incongruencias filogenéti- otros marcadores utilizables son los marcadores hipervaria-
cas cuando se analiza un alto número de genes debido al bles de locus único SSR y SNP (véase el apartado siguiente)
aumento de la probabilidad de hallar barajeos incompletos en los organismos diploides. En cualquier caso, hay que con-
de linajes entre ellos; en estos casos es necesario que al siderar el tipo de herencia del marcador. Por ejemplo, es po-
menos un número mayoritario de genes recobre una misma sible discriminar entre las diferentes historias evolutivas,
historia evolutiva. demográficas o ecológicas de las hembras y de los machos
Las filogenias obtenidas de genes individuales o com- de una especie utilizando marcadores ligados a cada sexo si
binados se han utilizado para el mapeo de diversos carac- éstos permiten el genotipificado de los individuos, ya que
teres taxonómicos, reproductores, ecológicos, etológicos o un marcador con herencia intermedia o codominante faci-
biogeográficos sobre las ramas de los árboles como mé- lita el estudio de la endogamia o el equilibrio de Hardy-
todo de inferencia de la evolución de aquellos a lo largo de Weinberg y puede emplearse en estudios de ligamiento.
los distintos linajes, y para comprender los procesos de se- Un problema adicional de los estudios evolutivos po-
lección y evolución neutral. Más recientemente se han em- blacionales es el grado de ploidía de los organismos. En
pleado las filogenias para estimar los tiempos de algunos grupos, como las plantas, donde predominan las
divergencia de los linajes mediante aproximaciones basa- especies poliploides, el problema se agudiza por la dificul-
das en el reloj molecular, métodos semiparamétricos, o en tad añadida de conocer la naturaleza autopoliploide o alo-
el reloj molecular relajado, calibrando preferentemente la poliploide de los individuos y de codificar correctamente
datación de los nodos internos del árbol con restos fósiles, sus genotipos. En las especies tetraploides, la naturaleza
y para estudios biogeográficos basados en análisis de vica- de la poliploidía se puede desvelar mediante pruebas de
rianza-dispersion o vicarianza-dispersión-extinción. Estas herencia de marcadores codominantes en cruzamientos di-
aproximaciones han permitido acotar con mayor precisión rigidos de progenitores y en sus progenies resultantes, o
los tiempos históricos de origen y radiación de distintos mediante análisis estadísticos sobre muestreos poblaciona-
grupos de organismos y sus patrones de colonización. les amplios. El tratamiento de los loci duplicados como loci
Otras fuentes nucleotídicas de datos filogenéticos las diploides independientes en especies alopoliploides per-
constituyen los elementos cortos repetitivos entremez- mite el desarrollo de análisis genético-poblacionales clási-
clados (SINE, Short Interspersed repetitive Elements) cos, si bien son escasos los programas de análisis
procedentes de tRNA, transposones o retrotransposones adecuados para autopoliploides, que se limitan fundamen-
dispersos a lo largo del genoma nuclear, que han mostrado talmente a los casos de especies autotetraploides.
señal filogenética en ciertos grupos de organismos, como
los vertebrados, algunos invertebrados y las plantas. Los Nuevos marcadores para el análisis evolutivo
estudios basados en DNA antiguo o fósil se hallan en la in- Si bien los avances en la secuenciación de genomas com-
terfase entre los estudios filogenéticos y los estudios gené- pletos han proporcionado, y continuarán haciéndolo en el
tico-poblacionales, y permiten resolver las relaciones de futuro, un caudal de datos de gran calidad para el análisis
parentesco entre especies ya extinguidas y otras aún exis- de las relaciones evolutivas, no todas las cuestiones intere-
tentes, así como estimar la diversidad genética de las pobla- santes en la resolución del árbol de la vida suceden a esca-
ciones naturales a lo largo del tiempo. En estas las temporales en las cuales esos datos son útiles. Por
investigaciones se analizan los efectos de los cambios cli- ejemplo, la reconstrucción de la historia reciente de la es-
máticos sobre esa diversidad y se plantean hipótesis relati- pecie humana no parece que pueda esperar a la disponibi-
vas a la evolución, la filogeografía, la conservación y la lidad de unos cuantos centenares o miles de genomas
domesticación de las especies, especialmente de los gran- completamente secuenciados con la calidad suficiente para
des mamíferos durante el pleistoceno y el holoceno. tener certeza de que las variables observadas son reales y
La aplicación de marcadores moleculares a la recons- no debidas a artefactos del proceso de secuenciación. Más
trucción de la historia evolutiva de las poblaciones de una es- aún, son muchas las especies en las que puede ser intere-
pecie debe hacerse teniendo en cuenta algunos procesos que, sante resolver su historia a ese mismo nivel y no se cuenta
si bien operan en toda la escala evolutiva, son especialmente para ello con datos tan abundantes, a este nivel genómico,
relevantes a este nivel de estudio. En tal caso es imprescin- como los que algún día se tendrán de la especie humana.
dible el uso de marcadores capaces de registrar la divergen- La aplicación de técnicas de alto rendimiento al estu-
cia evolutiva, pues además de permitir el análisis dio de la variación genética entre los individuos de la
genético-poblacional clásico también facilitan la aplicación misma especie, o en ocasiones de especies estrechamente
de la teoría de coalescencia (véase Cap. 53, Análisis de la emparentadas, adquirirá un gran protagonismo en el fu-
542 Cap. 51, Técnicas y marcadores filogenéticos
turo inmediato (véase el recuadro Métodos alternativos de proporcionan los grados adecuados de variabilidad (véase
reconstrucción filogenómica). Entre ellas hay dos que ya el apartado anterior). En este contexto, la incorporación
se están empleando en algunos grupos: el análisis de SNP paulatina de equipos y tecnologías de secuenciación con
y diversas técnicas de resecuenciación. gran capacidad (pirosecuenciación, etc.) puede ser de gran
Los SNP, o polimorfismos de nucleótidos sencillos, utilidad, dado que pueden proporcionar información sobre
permiten el genotipado rápido y eficiente en un gran nú- una extensión amplia del genoma de un gran número de
mero de posiciones nucleotídicas identificadas previa- muestras en poco tiempo. Resulta necesario un conoci-
mente como variables en un determinado genoma, a partir miento previo de la variación existente para poder diseñar
de cantidades reducidas de material biológico de partida, estrategias óptimas considerando el número de muestras a
gracias al empleo de la PCR. La gran cantidad de informa- analizar y los recursos económicos disponibles.
ción recopilada de cada individuo permite compensar, para En el otro extremo de la escala se halla el desarrollo de
el análisis evolutivo, el desconocimiento de la fase de liga- estrategias más eficientes para obtener datos a escala ge-
miento entre las variantes detectadas en heterocigosis. Sin nómica completa. El análisis de esta información a partir
embargo, el problema sigue persistiendo en los organismos de un volumen creciente de datos requerirá el desarrollo de
poliploides, al no poder codificarse con confianza sus ge- nuevos procedimientos de reconstrucción filogenética y
notipos. Por el momento apenas se dispone de microblo- la optimización de los ya existentes. Naturalmente, los
ques de sondas (arrays) con SNP utilizables para el análisis nuevos avances en distintas áreas de la informática tam-
poblacional de especies distintas a la humana, pero se están bién tendrán su reflejo en la bioinformática evolutiva.
desarrollando especialmente para especies implicadas en
enfermedades infecciosas o de valor económico, aunque el
interés se ha centrado hasta el momento en la identifica-
Bibliografía básica
ción y el diagnóstico de estos organismos y no tanto en la – Avise, J.C. 2004. Molecular Markers, Natural History, and Evolution.
caracterización de su variabilidad genética. Sinauer. Sunderland, MA.
No es necesario disponer de toda la información ge- – Bininda-Emonds, O.R.P. 2004. Phylogenetic supertrees: Combining
nética para estudiar con precisión las relaciones evolutivas information to reveal the Tree of Life. Kluwer Academic Publishers.
entre organismos, por próximo que sea su parentesco. En Dordrecht, The Netherlands.
principio, un mínimo de caracteres informativos sin pro- – Cracraft, J. y Donoghue, M.J. 2004. Assembling the Tree of Life. Ox-
blemas de homoplasias puede proporcionar una señal filo- ford University Press. New York.
genética equivalente a la señal de genomas completos. De – Felsenstein, J. 2004. Inferring phylogenies. Sinauer. Sunderland, MA.
hecho, una estrategia alternativa y eficiente consiste en la – Nei, M. y Kumar, S. 2000. Molecular Evolution and Phylogenetics.
resecuenciación de aquellas porciones del genoma que Oxford University Press. New York.
Reconstrucción
de árboles filogenéticos
David Posada
52
Resumen: Este capítulo pretende ser una introducción elemental a los métodos de reconstrucción filogenética. El recono-
cimiento de caracteres homólogos es una condición sine qua non de la inferencia filogenética, que en el caso de los caracte-
res moleculares (DNA y proteínas) implica el alineamiento de las secuencias. A partir de aquí, todos los métodos de inferen-
cia filogenética aceptan de alguna manera un modelo de evolución de caracteres. Cuando estos modelos son explícitos, se
puede justificar apropiadamente su elección mediante diferentes procedimientos estadísticos. Los métodos para la estimación
de árboles filogenéticos se basan en caracteres (máxima parsimonia, máxima verosimilitud e inferencia bayesiana) o en dis-
tancias (mínimos cuadrados, mínima evolución y unión al vecino o neighbor-joining). Salvo el método neighbor-joining, que uti-
liza un rápido y eficiente algoritmo, el resto realizan una búsqueda del mejor árbol posible dado su criterio de optimalidad.
Una vez que se ha construido un árbol filogenético, es necesario estimar su fiabilidad de alguna manera, por ejemplo mediante
el cálculo de los valores de bootstrap o de las probabilidades posteriores de los diferentes clados. El árbol filogenético a me-
nudo es el principio del análisis evolutivo, y constituye el marco necesario para el contraste de diferentes hipótesis biológi-
cas, mediante la comparación de topologías, la reconstrucción de caracteres ancestrales o la estimación de tiempos de diver-
gencia, entre otras aplicaciones.
Summary: This chapter pretends to be a basic introduction to phylogenetic reconstruction. The establishment of homology is a
fundamental requirement for phylogenetic inference, and in the case of molecular characters it implies a sequence alignment. All
phylogenetic methods assume some model of character evolution. When this model is explicit, it can be justified using statistical
methods. There are several methods for the estimation of phylogenetic trees, which can be classified as character-based (maximum
parsimony, maximum likelihood and Bayesian inference) and distance methods (least squares, minimum evolution and neighbor-
joining). Except neighbor-joining, that uses a fast and efficient algorithm, the other methods search for the best tree according to
an optimality criterion. Once a phylogenetic tree has been constructed, it is necessary to estimate its reliability, for example
calculating bootstrap values or posterior probabilities for every clade. A phylogenetic tree is often the beginning of the evolutionary
analysis, becoming the necessary framework for testing different biological hypotheses, through the comparison of topologies, the
reconstruction of ancestral characters or the estimation of divergence times, among other applications.
E
n su concepción más básica, los métodos de recons- de DNA y aminoácidos) relanzó el interés por las filoge-
trucción filogenética tratan de inferir las relaciones nias. Hoy en día, la reconstrucción filogenética es a menudo
evolutivas entre las distintas especies, proporcio- el primer paso del análisis evolutivo, y no el último, como
nando así el marco estructural sobre el que se asienta el mé- solía ocurrir con la sistemática más tradicional. En otras pa-
todo comparativo en biología, y suministrando una guía labras, la inferencia filogenética moderna va mucho más
imprescindible para el estudio de la evolución de los carac- allá de la mera clasificación de las especies y encuentra apli-
teres biológicos. En general, las relaciones filogenéticas se cación en campos tan diversos como la epidemiología, el
visualizan mediante árboles filogenéticos, que tienen un análisis forense, la genómica funcional y la ecología.
componente básico, de forma o topología, y un componente
de cantidad de cambio expresado como longitudes de rama. Caracteres filogenéticos
Si bien desde los tiempos de Darwin los sistématas
han ‘construido’ filogenias a partir de datos morfológicos, Alineamiento y homología
no fue hasta mediados del siglo xx cuando se dieron a co- La inferencia filogenética se basa en las similitudes y di-
nocer los primeros criterios formales para la reconstrucción ferencias de estado para distintos caracteres entre los or-
de árboles filogenéticos. Un par de décadas después, el uso ganismos o genes de interés. Cuando la similitud de estado
de caracteres moleculares (fundamentalmente de secuencias viene dada por la herencia compartida a partir de un ante-
543
544 Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos
pasado común se habla de homología, mientras que si esta una cadena de Markov, en la cual la probabilidad de ob-
similitud se ha adquirido de forma independiente se habla servar un estado determinado para un carácter (por ejemplo,
de homoplasia. Las homologías y las homoplasias ocurren G en la posición 323) depende únicamente del estado inme-
tanto a nivel morfológico como molecular, pero eviden- diatamente anterior en el tiempo para ese carácter (A, C, G
temente sólo las primeras son válidas para el estableci- o T en la posición 323). Para especificar estas probabilida-
miento de las relaciones evolutivas. Por lo tanto, la des es conveniente definir primero una matriz 4 × 4 de
capacidad para desentrañar homoplasias y homologías es tasas de sustitución instantáneas entre los cuatro nucleó-
clave para la reconstrucción filogenética, y constituye el tidos (véase la Fig. 1), que indica la cantidad de sustitucio-
primer paso del análisis (véase el recuadro Ejemplo de nes esperadas en un intervalo de tiempo infinitesimal.
análisis filogenético). Los elementos de esta matriz dependen de varios pa-
Aunque los estados moleculares suelen ser menos am- rámetros: la tasa media de sustitución (µ), las tasas relati-
biguos que los estados morfológicos (por ejemplo, una ade- vas de cambio entre los distintos nucleótidos (rij) y las
nina es siempre una adenina, mientras que la coloración del frecuencias de los nucleótidos (π). Por conveniencia se
pelo puede parecer igual a simple vista, pero estar produ- suele suponer que el proceso de sustitución es reversible,
cida por pigmentos diferentes), el establecimiento de la ho- de forma que no es necesario considerar si los estados ob-
mología en general es más complicado a nivel molecular servados son ancestrales o derivados. El modelo más ge-
que morfológico. Por ejemplo, a nivel molecular los esta- neral de tiempo reversible (GTR o REV) considera seis
dos homólogos pueden surgir por duplicación (paralogía) tasas relativas de sustitución diferentes y cuatro frecuen-
además de por especiación (ortología). Pero sobre todo a cias nucleotídicas distintas. A partir de la matriz GTR es
partir de ciertos grados de divergencia el alineamiento fácil obtener el resto de los modelos, sencillamente limi-
múltiple de secuencias de DNA y aminoácidos no es sen- tando los valores que los distintos parámetros pueden
cillo, y a menudo resulta difícil distinguir la corresponden- tomar. Por ejemplo, si por un lado se supone que todas las
cia entre sitios en diferentes secuencias. Afortunadamente, transiciones tienen la misma tasa y, por otro, lo mismo
el alineamiento de secuencias moleculares ha sido objeto de para las transversiones, se obtiene el modelo HKY. Si ade-
intensa investigación, y hoy se dispone de algoritmos y he- más se supone que las frecuencias de los nucleótidos en el
rramientas bastante fiables. En cualquier caso, es impor- equilibrio son iguales se obtendrá el modelo F81, y si ade-
tante revisar con detalle los alineamientos antes de más se fuerza que la tasa de transición sea igual a la de
continuar, y si algunas regiones son demasiado ambiguas se transversión se consigue el modelo JC, el más simple de
deben eliminar antes de proseguir con el análisis. todos. A partir de estas matrices de sustitución se pueden
calcular las distintas probabilidades Pij de cambio entre
Modelos de evolución de caracteres estados, que dependerán de manera indistinguible del
Todos los métodos de reconstrucción filogenética se basan tiempo transcurrido y de la tasa del cambio, es decir, de la
en algún modelo de evolución de caracteres, ya sea de longitud de la rama (µ × t) que conecta los nodos del árbol
manera implícita o explícita. Los modelos de evolución que se están comparando. Así:
de caracteres permiten calcular las probabilidades de cam- Qij µ t
Pij = e
bio entre estados a lo largo de las ramas del árbol filoge-
nético. La mayoría de estos modelos suponen que los Algunas de las premisas más restrictivas de estos mo-
caracteres son independientes y que el proceso de evolu- delos se han ido relajando poco a poco. Por ejemplo, para
ción es constante a lo largo del tiempo y en los distintos li- reflejar el hecho de que algunos caracteres no cambian a
najes. Estas premisas, que no parecen demasiado creíbles lo largo del tiempo, se puede estimar la proporción de si-
desde el punto de vista biológico, son el producto de mo- tios invariables (p-inv, +I), que son aquellos sitios que en
delizar los cambios de estado de los caracteres como un ningún momento han cambiado*. Por otro lado, para in-
proceso estocástico. Sin embargo, esta simplificación del corporar de una forma más flexible la variación de las
proceso evolutivo no implica necesariamente que las infe- tasas de sustitución entre sitios se puede suponer que la
rencias derivadas sean erróneas.
Los modelos probabilísticos de evolución de caracteres * Esta proporción será siempre menor o igual que la proporción de si-
se han estudiado mucho más a nivel molecular que morfo- tios invariantes, que son aquellos sitios que muestran el mismo estado
lógico, principalmente porque a nivel molecular el proceso para todos los táxones o secuencias. Estos sitios parece que nunca han
evolutivo parece más fácil de representar. Por ejemplo, el cambiado, pero lo pudieron haber hecho en algún momento (por ejem-
proceso de sustitución nucleotídica se describe mediante plo A → T → A).
David Posada 545
Términos básicos
Alineamiento múltiple: Alineamiento de tres o más se- Métodos con criterio de optimalidad: Conjunto de mé-
cuencias de DNA o aminoácidos en el cual cada columna todos de reconstrucción filogenética que asignan un valor
contiene los estados homólogos para cada sitio. determinado a los posibles árboles. Aquí se incluyen méto-
Asignación más parsimoniosa: Método de reconstrucción dos como MP, ME, ML y BI.
de caracteres ancestrales basado en el método de máxima Métodos de distancias: Conjunto de métodos de recons-
parsimonia. trucción filogenética que parten de una matriz de distancias
Atracción de las ramas largas: Fenómeno por el cual los calculada a partir de la matriz de estados. Aquí se incluyen
linajes separados, pero con tasas de evolución elevadas, se in- métodos como ME y NJ.
terpretan de manera espuria como linajes relacionados. Métodos en base a caracteres: Conjunto de métodos de
Bootstrap: Técnica de remuestreo que permite el cálculo reconstrucción filogenética que utilizan directamente la matriz
aproximado de la varianza de un estimador. En filogenética se de estados. Aquí se incluyen métodos como MP, ML y BI.
usa para establecer el nivel de confianza en un nodo o clado Modelo de evolución de caracteres: Modelo matemático
particular. que permite el cálculo de las probabilidades de cambio entre
Búsqueda heurística: Búsqueda de árboles cuyo resultado los distintos estados de un carácter.
no garantiza la obtención del mejor árbol posible dado un Neighbor-joining (NJ): Método de reconstrucción filoge-
criterio de optimalidad. nética que utiliza un algoritmo particular para la rápida re-
Cadena de Markov: Serie estocástica de eventos en la cual construcción de un árbol a partir de una matriz de distancias.
la probabilidad de un evento depende solamente del estado Ortología: Homología resultante de la especiación.
inmediatamente anterior. Paralogía: Homología resultante de una duplicación génica.
Criterio de información bayesiano (BIC): Medida del
Probabilidad a priori: Probabilidad de una hipótesis con-
ajuste de un modelo a un conjunto de datos determinados,
creta antes de observar los datos.
que tiene en cuenta la verosimilitud y el número de paráme-
Probabilidad a posteriori: Probabilidad de una hipótesis
tros del modelo, más el tamaño muestral (en general, el nú-
concreta dado un conjunto de datos. En filogenética es la
mero de caracteres). El modelo con el BIC más bajo es el
probabilidad de un árbol dados la matriz de estados y un mo-
modelo óptimo.
delo de evolución de caracteres.
Criterio de información de Akaike (AIC): Medida del
Proporción de sitios invariables: Parámetro de los mode-
ajuste de un modelo a un conjunto de datos determinados,
los de sustitución que describe la proporción de sitios que
que tiene en cuenta tanto la verosimilitud como el número
han permanecido en el mismo estado a lo largo del árbol
de parámetros del modelo. El modelo con el AIC más bajo
considerado.
es el modelo óptimo.
Reloj molecular: Modelo de evolución molecular bajo el
Distribución gamma: Distribución estadística de probabi-
lidad utilizada comúnmente en evolución molecular para asig- cual los cambios se acumulan de forma constante a lo largo
nar diferentes tasas de evolución a los distintos caracteres o del tiempo.
sitios. Cuanto más pequeño sea el parámetro de forma de Reloj relajado: Modelo de evolución molecular en el cual las
esta distribución (0 < α < ∞), mayor heterogeneidad de tasas. tasas de evolución pueden cambiar, pero con ciertas restric-
Inferencia bayesiana: Método de reconstrucción filogené- ciones.
tica basado en la probablidad posterior de los árboles dados Tasas de sustitución instantáneas: Parámetros de los
los datos. modelos de sustitución que describen la cantidad de cambio
Markov Chain Monte Carlo (MCMC): Técnica de compu- desde un nucléotido/aminoácido a otro nucleótido/amino-
tación que permite la toma de muestras de una función de ácido en un intervalo infinitesimal de tiempo.
probabilidad altamente dimensional y difícilmente integrable. Test de Kishino-Hasegawa: Test de comparación de to-
En filogenética se utiliza para aproximar la probabilidad pos- pologías basado en un test-t. Se puede aplicar tanto en el
terior de un árbol. marco de la parsimonia como en el de la verosimilitud. Sólo
Máxima parsimonia (MP): Método de reconstrucción filo- aplicable a árboles obtenidos a priori.
genética que elige como mejor solución el árbol o los árbo- Test de la razón de verosimilitudes (LRT): Test esta-
les que implican un menor número de cambios evolutivos. dístico que compara la diferencia en verosimilitud entre dos
Máxima verosimilitud (ML): Método de reconstrucción modelos o hipótesis. Este estadístico se distribuye como
filogenética que elige como mejor solución el árbol o los ár- una ji-cuadrado con d grados de libertad, donde d es la di-
boles que maximizan la probabilidad de observar los datos. ferencia entre el número de parámetros libres (estimables)
Método de mínima evolución (ME): Método de recons- de los modelos considerados.
trucción filogenética que elige como mejor solución el árbol Test de Shimodaira-Hasegawa: Test de comparación
o los árboles con menor suma de las longitudes de rama que de topologías basado en la diferencia en verosimilitud entre
minimizan la diferencia entre las distancias observadas y las los distintos árboles que se comparan. Aplicable a árboles
implicadas por el árbol. obtenidos a priori y a posteriori.
Métodos algorítmicos: Conjunto de métodos de recons- Verosimilitud: Probabilidad de los datos dados un modelo
trucción filogenética que infieren directamente un árbol filo- o hipótesis concreto. En filogenética es la probabilidad de
genético mediante el uso de un algoritmo. Aquí se incluyen la matriz de estados dados un árbol filogenético y un mo-
métodos como NJ y UPGMA. delo de evolución de caracteres.
546 Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos
probabilidad de que un sitio particular evolucione con una ubicación posterior de los cambios en el árbol. Alternati-
tasa de sustitución determinada se rige por una distribu- vamente, si se consideran los pasos de la reconstrucción,
ción gamma (Γ) de media 1, con un parámetro de forma los métodos con criterio de optimalidad asignan pun-
(α) que varía entre poco más de 0 (tasas muy diferentes) tuaciones particulares a cada una de las soluciones (árbo-
e infinito (la misma tasa para todos los caracteres). En ge- les) posibles, y el problema pasa a ser encontrar la mejor
neral se suele utilizar una distribución gamma discreta con solución posible. Por el contrario, los métodos algorítmi-
cuatro categorías. Así, el modelo de sustitución nucleotí- cos no consideran las diferentes soluciones posibles, sino
dica más complejo generalmente utilizado en la recons- que directamente construyen un árbol, por lo que son
trucción filogenética es GTR+I+Γ. mucho más rápidos. Por otro lado, al ofrecer una única so-
lución no permiten conocer si hay otros árboles que sean
Selección de modelos ligeramente peores que el mejor.
Dada la gran variedad de modelos de evolución de ca-
racteres posibles, el uso de uno u otro debe justificarse. Métodos basados en caracteres
En principio, los modelos más complejos (con más pará- Dentro de este tipo de métodos se incluyen máxima par-
metros) explicarán mejor los datos, pero al mismo simonia (maximum parsimony, MP), máxima verosimi-
tiempo la estimación de estos parámetros será un poco litud (maximum likelihood, ML) e inferencia bayesiana
más variable, y al fin y al cabo, el tamaño de la matriz de (Bayesian inference, BI). Además, los tres son métodos de
datos es constante, independientemente del número de optimalidad, por lo que deben encontrar el mejor árbol po-
parámetros del modelo. Para justificar la selección del sible mediante búsquedas filogenéticas. Es importante
modelo de evolución más apropiado se dispone de una darse cuenta de que esta búsqueda no es trivial. Para 20 tá-
serie de métodos estadísticos, los cuales han sido más xones hay cerca de 10 árboles posibles; para 50 el número
explotados a nivel molecular debido a una mayor diver- de soluciones se acerca al número de partículas del uni-
sidad de modelos. verso (!). Tanto MP como ML realizan búsquedas de
El ajuste de un modelo a una matriz de datos se mide forma parecida, si bien MP es bastante más rápido. Cuando
generalmente mediante la verosimilitud, que es la proba- la búsqueda garantiza que se encontrará el mejor árbol po-
bilidad de los datos dado el modelo. El ajuste relativo de sible (el óptimo global) se denomina ‘exacta’, y se realiza
dos modelos se puede comparar fácilmente mediante un evaluando todos los árboles posibles (búsqueda exhaus-
test de razón de verosimilitudes (likelihood ratio test, tiva) o sólo una parte de ellos, de manera que se sabe que
LRT), cuyo estadístico es dos veces la diferencia entre los no se deja de evaluar el árbol óptimo (por ejemplo, bús-
logaritmos de las verosimilitudes de los dos modelos, y se queda branch and bound). Sin embargo, este tipo de bús-
distribuye como una ji-cuadrado (χ2) cuando el modelo quedas únicamente es factible cuando el número de táxo-
más sencillo es un caso especial del modelo más complejo nes es pequeño (una docena o menos). Lo más frecuente
(modelos anidados). Para elegir el modelo que mejor se es determinar árboles mediante búsquedas heurísticas, lo
ajusta a los datos entre docenas de candidatos, los LRT se cual quiere decir que no se garantiza haber encontrado el
pueden realizar de forma secuencial, de manera que lo que árbol óptimo global. Para maximizar las probabilidades de
en realidad se pregunta es si estadísticamente vale la pena éxito se suelen hacer varias búsquedas independientes,
añadir o eliminar ciertos parámetros. Más sencillo puede cuantas más mejor. Si todas las réplicas encuentran el
ser comparar todos los modelos de forma simultánea por mismo árbol, se trata de una buena señal, aunque no defi-
medio del criterio de información de Akaike (AIC) o el nitiva, de que se ha encontrado el árbol óptimo. Como se
criterio de información bayesiano (BIC), que consideran verá más adelante, el método de BI no realiza búsquedas
el balance entre la verosimilitud, el número de parámetros en el mismo sentido que MP y ML. De hecho, BI utiliza
y el tamaño muestral, que generalmente es la longitud del un algoritmo especial para tomar muestras de la distribu-
alineamiento (número de sitios o columnas). Los mode- ción de puntuaciones de los árboles, y para ello supone que
los seleccionados son aquellos con el menor AIC o BIC. los árboles que no aparecen en esta muestra es porque tie-
Estos dos criterios permiten, además, comparar modelos nen puntuaciones demasiado bajas y por lo tanto son des-
no anidados. cartables, y viceversa.
árbol o árboles de MP. Las longitudes de rama únicamente Método de máxima verosimilitud (ML)
se obtienen cuando se realiza una segunda pasada desde la El método ML elige el árbol más verosímil. La verosimilitud
raíz hacia las puntas del árbol, en la cual se asignan los di- (L) es la probabilidad de los datos dado un árbol (topologíaτ
ferentes cambios a las distintas ramas (‘mapeo de caracte- y ramas ν) y un modelo de evolución (θ) determinados:
res’). Ya que el método MP no considera la longitud de las
L = P( D | θ , τ , ν )
ramas a la hora de evaluar árboles, se trata de un método
muy sensible al fenómeno de atracción de las ramas lar- El cálculo de verosimilitud implica considerar absoluta-
gas (long branch attraction, LBA) (véase el recuadro mente todas las posibles combinaciones de estados de los
Atracción de las ramas largas). Por otro lado, una de las nodos internos del árbol, aunque por supuesto no todas las
grandes ventajas del método MP es su versatilidad para in- combinaciones contribuyen a la verosimilitud en la misma
corporar análisis de diversos tipos de datos, por ejemplo medida. La puntuación final de un árbol determinada bajo
morfológicos y moleculares. el criterio de ML es la verosimilitud obtenida tras la opti-
>A
CGAATATAACGGAGCCAGTACTCAGACGCACT . . . 8 206
>B
CGAATATAACGAAGCCAGTATTCAGACGCACT . . .
A
B
CGAATATAACGGAGCCAGTACTCAGACGCATGCCAACCCAGCGAAGCC . . .
CGAATATAACGAAGCCAGTATTCAGACGCATGCTAACCCAGCGGAGCC . . .
Selección del modelo
>C
CGAATATAACAAAGCCAGTACTCGGACGCACT . . . Alineamiento C
D
CGAATATAACAAAGCCAGTACTCGGACGCACTACCAACCCAGCGGAGCC . . .
GAA- - - -TACAACGCCAGTATTCAGACGCACTGCCAACCCAACAGAGAC . . .
según AIC
>D
GAATACAACGCCAGTATTCAGACGCACTGCCA . . .
E
F
CGAATACAACAAAGCCAGTATTCAGACGCACTGCCAACCCAGCAGAGAC . . .
CGAATACAACAAAGCCAGTATTCAGACGCACTGCCAACCCAGCAGAGAC . . .
Modelo TPM2uf+Gl
>A
CGAATACAACAAAGCCAGTATTCAGACGCACT . . .
MAFFT
G
H
- - - - - - - - - CAAAGCCAATATT - - - - - - GACTGCCAACCCAGCAGAGAC . . .
- - - - - - - - - - - AAGCCAATATT - - - - - - GACTGCCAACCCGGCAGAGAC . . .
jMODEL TEST
>A
CGAATACAACAAAGCCAGTATTCAGACGCACT . . .
>A
CAAAGCCAATATTGACTGCCAACCCAGCAGAG . . .
>A
AAGCCAATATTGACTGCCAACCCGGCAGAGAC . . .
Reconstrucción ML PHYML
Hipótesis 1
A
D
97
91 G
B
H
49 C
72
Enraizamiento F 91
49
91 E
91
F FIGTREE E
97
D
72 H A
C
G 0.3
0.3
Hipótesis 2
test SH No significativo
G
(p = 0,1120)
H TREE-PUZZLE
D
A
B
C
E
F
548 Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos
mización numérica de los parámetros del modelo de evo- El denominador del teorema de Bayes indica que la ob-
lución y de la longitud de las ramas: tención de la probabilidad posterior de un árbol implica, en
principio, tener en cuenta todos los árboles posibles (topolo-
! = ln P( D | θˆ, τˆ, νˆ )
gías y longitudes de rama), así como todos los valores posi-
De esta manera, el método ML tiene en cuenta las longitu- bles de los parámetros del modelo de evolución. En el
des de las ramas a la hora de seleccionar los mejores árbo- método ML no ocurría así, sino que se optimizaba cada uno
les, y considera de forma explícita un modelo probabilístico de los parámetros del modelo (inferencia conjunta [ML]
de evolución de caracteres. La consecuencia de esta sofis- frente a inferencia marginal [BI]). Afortunadamente, es po-
ticación matemático-estadística es que se trata de un mé- sible tomar muestras de la distribución posterior del árbol
todo bastante más lento que el MP y que los métodos de sin tener en cuenta todas las posibles hipótesis filogenéticas,
distancias. gracias a la técnica de MCMC (Markov Chain Monte
Carlo), cuya descripción detallada está fuera del alcance de
Método de inferencia bayesiana (BI) este capítulo. La idea es que si la mayoría de las muestras
La inferencia bayesiana también es un método probabilís- que se toman de la distribución posterior de los árboles con-
tico, que trata el árbol como una variable aleatoria. En este tienen un clado determinado, entonces la probabilidad de ese
caso, el mejor árbol es el que tiene la mayor probabili- clado es alta. Sin embargo, el problema plantea es asegurar
dad a posteriori o posterior, que es la probabilidad de un que las muestras que se toman procedan realmente de la dis-
árbol dado un modelo de evolución determinado y los tribución de interés, lo cual no siempre es fácil.
datos observados. El teorema de Bayes precisamente de- Una de las grandes ventajas del método bayesiano es
muestra que la probabilidad posterior de un árbol τ de- que permite acomodar la incertidumbre filogenética. De
pende de la verosimilitud o probabilidad de los datos dado hecho, el resultado del análisis bayesiano que se suele pre-
ese árbol y de su probabilidad a priori: sentar no es el árbol con mayor probabilidad posterior,
Probabilidad sino la distribución de las diferentes probabilidades poste-
Verosimilitud Probabilidad
posterior a priori riores de los árboles. Generalmente esta distribución se re-
sume a modo de árbol consenso. Así, si a partir de la
distribución posterior de los árboles se construye el árbol
P( D | τ ) P(τ ) consenso del 50% de la mayoría, se obtendrá además las
P(τ | D ) = probabilidades posteriores de los clados, que son una me-
∑ P( D | τ ) P(τ ) dida de apoyo filogenético.
donde la verosimilitud es:
Métodos de distancias
P( D | τ ) = P( D | θ , υ , τ ) P(θ ) P(υ )
Como su propio nombre indica, estos métodos reconstru-
En el método bayesiano, las probabilidades a priori especi- yen filogenias a partir de matrices de distancias entre todas
fican la ‘creencia’ que se tiene sobre los diferentes valores las parejas posibles de táxones. Estas distancias se pueden
que puede tomar una variable aleatoria antes de observar los calcular con datos morfológicos o moleculares utilizando
datos. Las variables aleatorias pueden ser la topología, las distintos coeficientes. Por ejemplo, los modelos probabi-
longitudes de rama o la tasa de transición/transversión. En lísticos de sustitución nucleotídica vistos anteriormente se
muchos casos (por ejemplo para las topologías) estas distri- utilizan con frecuencia para calcular distancias ‘corregi-
buciones a priori son uniformes, lo que significa que todos das’, es decir, teniendo en cuenta la posibilidad de cam-
los valores posibles tienen en principio la misma probabili- bios múltiples, reversiones o paralelismos. Los métodos de
dad. La clave es entonces calcular cómo los datos modifican distancias incluyen tanto métodos de optimalidad como
las creencias iniciales (desde a priori hasta a posteriori). métodos algorítmicos. Dentro de los métodos con criterio
David Posada 549
de optimalidad se encuentran el método de mínimos cua- das por distintos árboles. Antes de contestar hay que tener
drados de Fitch y Margoliash, y otros relacionados. Este claro si los árboles que se quieren comparar se han obte-
tipo de métodos calculan la puntuación de un árbol según nido con los mismos datos que se van a utilizar en la com-
la discrepancia entre las distancias observadas entre cada paración, ya que entonces hay una razón a priori para
par de táxones a partir de la matriz de datos y las distancias considerar que un árbol es mejor que otro (ya se conoce su
que separan a esos mismos táxones en el árbol en cuestión. longitud y verosimilitud), y las hipótesis a contrastar serán
El método de mínima evolución (ME) utiliza un criterio a posteriori. Por el contrario, si estos árboles no se han ob-
de bondad para la topología basado en la suma de las lon- tenido con los mismos datos que se van a contrastar ahora
gitudes de rama optimizadas de acuerdo con el criterio de (por ejemplo, de una figura de un artículo publicado por
mínimos cuadrados. Por otro lado, los métodos algorítmi- otro investigador), las hipótesis son a priori. El primer caso
cos son todos métodos de distancias, y el más popular de es, con mucho, el más común en la práctica, y sin embargo
ellos es el método de unión del vecino (neighbor-joining, es el más complicado desde el punto de vista estadístico.
NJ). El algoritmo de NJ agrupa los táxones más cercanos De hecho, varias de estas pruebas se aplican a menudo de
de manera sucesiva, comenzando con un árbol en forma forma incorrecta. El popular test de Kishino-Hasegawa
de estrella en el cual todos los táxones están unidos a un sólo es correcto si las hipótesis son a priori. Este test es bá-
único nodo central. El método de NJ es muy superior al sicamente un test-t pareado en el cual las observaciones
restrictivo UPGMA (Unweighted Pair Group Method with son las puntuaciones (MP, ML) que recibe cada carácter
Arithmetic mean), que supone un reloj molecular (‘el en los distintos árboles, en este caso dos. El test de Shi-
cambio es proporcional al tiempo’) y que en realidad fue modaira-Hasegawa es apropiado para comparar hipóte-
diseñado para reconocer similitudes y no para estimar re- sis a posteriori, y se basa en la diferencia en verosimilitud
laciones evolutivas. Como todos saben, lo más similar no entre el árbol ML y el resto de los árboles (pueden ser más
siempre es lo más relacionado. de dos). La distribución nula de este estadístico se obtiene
mediante la técnica de bootstrap, aunque no hay que con-
Fiabilidad filogenética fundirse y pensar que los valores de apoyo filogenético de
bootstrap antes comentados son realmente una forma de
Una vez que se ha construido un árbol filogenético, es ne- comparación estadística de hipótesis filogenéticas (véase
cesario estimar su fiabilidad de alguna manera. Dos de las el recuadro Ejemplo de análisis filogenético).
medidas de apoyo filogenético más utilizadas son el boot-
strap (MP, ML, distancias) y las probabilidades posterio-
res (BI) vistas en la sección anterior.
Usos de los árboles filogenéticos
El bootstrap es una técnica de remuestreo que permite Los árboles filogenéticos representan un marco evolutivo
medir la variabilidad de una estimación obteniendo nuevas bajo el cual se pueden contrastar multitud de hipótesis bio-
muestras a partir de la muestra original. Para aplicar la téc- lógicas. Las filogenias tienen numerosas aplicaciones,
nica bootstrap en el contexto filogenético, lo primero que que van desde la sistemática a la predicción de la función
hay que hacer es muestrear con reemplazamiento los ca- génica, pasando por la evolución de caracteres, el método
racteres a partir de la matriz original de datos. Las muestras comparativo, la epidemiología, la datación o la biogeogra-
resultantes (réplicas de bootstrap) tendrán el mismo tamaño fía. A continuación se comentan dos de los usos más po-
que la muestra original, pero a menudo contendrán carac- pulares: la reconstrucción de caracteres ancestrales y la da-
teres repetidos y otros faltarán. A partir de cada réplica se tación molecular.
estima de nuevo un árbol utilizando el método que se haya
elegido (MP, ML, NJ, etc.), y con esta colección de árbo- Reconstrucción de caracteres ancestrales
les bootstrap se puede construir un árbol consenso (en ge- Una vez que se ha obtenido el árbol filogenético de una
neral del 50% de la mayoría) que indicará cuántas veces serie de táxones, pertenecientes o no a la misma especie,
aparece un determinado grupo en las réplicas de bootstrap, es posible reconstruir la evolución de cualquier carácter
es decir, el valor de bootstrap para cada grupo. Estos valo- biológico de interés (por ejemplo el color del pelo, la pre-
res se representan, idealmente, sobre las ramas del árbol fi- sencia de alas o el tipo de dieta), partiendo de los estados
logenético estimado según la matriz de datos original. observados en las puntas del árbol para ese carácter. Los
Valores próximos al 100% serán los de mayor confianza. caracteres que se suelen reconstruir o ‘mapear’ en los ár-
boles filogenéticos son generalmente discretos, pero tam-
Comparación de árboles bién es posible hacerlo con caracteres continuos.
A menudo interesa saber si el árbol obtenido con un con- Uno de los métodos más intuitivos para reconstruir
junto de datos propios se parece al árbol propuesto por otro los estados ancestrales de un carácter en los nodos inter-
investigador, al árbol que implicaría una hipótesis bioló- nos de un árbol filogenético es la asignación de estados
gica concreta o al árbol resultante del análisis de otro con- que minimicen el número total de cambios para ese carác-
junto independiente de datos. Por supuesto, no se trata de ter, es decir, la asignación más parsimoniosa (most-par-
una comparación visual, sino estadística. La pregunta que simonious reconstruction, MPR) (véase el recuadro
se plantea ahora es si los datos utilizados apoyan de la Reconstrucción de caracteres ancestrales). En este caso,
misma manera diferentes hipótesis evolutivas representa- el resultado final no implica necesariamente la asignación
550 Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos
de un único estado a cada nodo, sino que a menudo apa- tacular de esta estrategia es que permite estimar mediante
recen ambigüedades. Además, normalmente hay varias simulación en qué momento a lo largo de las ramas se
MPR posibles. producen los cambios (véase el recuadro Reconstrucción
El problema fundamental de la reconstrucción ances- de caracteres ancestrales).
tral por parsimonia es que supone que sólo es posible un
cambio por rama, independientemente de la longitud de Datación filogenética y relojes moleculares
ésta. Para relajar este supuesto se pueden usar métodos Sin duda, una de las aplicaciones más atractivas de los ár-
probabilísticos como el de máxima verosimilitud o la in- boles filogenéticos es la estimación de los tiempos de di-
ferencia bayesiana, en cuyo caso se usa un modelo explí- vergencia o datación. Para ello a menudo es conveniente
cito de evolución de caracteres que tiene en cuenta la suponer un tasa constante de evolución para todos los li-
distribución de los caracteres en las puntas del árbol, la najes, o reloj molecular, que generalmente se calibra me-
tasa de evolución del carácter y la longitud de las ramas. diante fósiles de edad conocida. Por ejemplo, si para una
A diferencia de la parsimonia, estos métodos estiman la región del genoma determinada la distancia filogenética
probabilidad de cada uno de los estados posibles en cada estimada entre dos táxones es del 12%, y se dispone de un
nodo. Así, a menudo los estados más parsimoniosos no fósil del antepasado común de estos dos táxones datado
son los más verosímiles (véase el recuadro Reconstruc- en seis millones de años (edad mínima), el reloj molecu-
ción de caracteres ancestrales). Por otro lado, los mo- lar avanza a un ritmo del 2% de divergencia por millón de
delos probabilísticos de evolución de caracteres años. Si ahora se comparan otros dos táxones que en el
moleculares están mucho más desarrollados que los mo- mismo árbol se separan con un 3% de divergencia, se
delos de cambio de caracteres morfológicos, que se en- puede extrapolar y deducir que su ancestro común existió
cuentran en su infancia. Uno de los métodos al menos hace 1,5 millones de años.
probabilísticos más recientes y sofisticados para la re- Sin embargo, el uso de un reloj molecular estricto es,
construcción ancestral de caracteres discretos es el de- como poco, discutible en la mayoría de los casos, y en ge-
nominado ‘mapeo mutacional estocástico’, que se neral se trata de una hipótesis abandonada en favor de un
enmarca dentro de un enfoque bayesiano y tiene en modelo sin restricciones que supone que cada rama del
cuenta la incertidumbre filogenética, es decir, no supone árbol filogenético tiene una tasa de evolución indepen-
que una única topología dada sea la correcta. Lo espec- diente, y que ha sido la base de la inferencia filogenética
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nes de un carácter ancestral binario con dos esta-
dos, representados como blanco y negro, realizadas
con el programa Mesquite. A: Para llevar a cabo las
reconstrucciones más parsimoniosas (most parsimo-
nious reconstruction, MPR) se realizan dos pasadas
por el árbol, desde las puntas hasta la raíz, y al revés.
La primera pasada en la MPR es la única necesaria A Reconstrucción MP
para calcular el número mínimo de cambios. En
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El tratamiento de la heterogeneidad de las tasas de evolución en un árbol filogenético se puede observar como un continuo
entre una única tasa de evolución (reloj global o estricto) y tasas de evolución completamente independientes en cada rama
(sin reloj). Entre estos dos extremos se sitúan los relojes relajados, que permiten diferentes tasas de evolución, pero con
ciertas restricciones. Algunos de estos modelos describen el cambio de la tasa de evolución como un proceso autocorrela-
cionado de manera continua o escalonada, o simplemente suponiendo que las diferentes tasas de evolución varían alrede-
dor de un valor medio, pero sin correlaciones entre ellas. El programa BEAST implementa varios de estos modelos.
Reloj global Reloj local Reloj relajado Reloj relajado Sin reloj
autocorrelacionado no autocorrelacionado
moderna. Desafortunadamente, con este modelo, que siem- reloj molecular y el modelo sin restricciones, denominadas
pre resulta en árboles desenraízados, no se puede separar la conjuntamente ‘relojes relajados’. Estos modelos, ade-
tasa de cambio del tiempo transcurrido, y por lo tanto no se más de proporcionar una estimación de la raíz sin necesi-
pueden estimar tiempos de divergencia. dad de usar un grupo externo, son capaces de estimar
Para solucionar este problema, durante los últimos tiempos de divergencia si se dispone de calibraciones
años se han propuesto alternativas intermedias entre el (véase el recuadro Relojes moleculares relajados).
Resumen: Los métodos genealógicos permiten representar la variabilidad nucleotídica intraespecífica mediante árboles (ge-
nealogías intraespecíficas), de una manera parecida a la de los métodos filogenéticos. Un árbol genealógico intraespecífico mues-
tra, para una región específica de DNA, las relaciones genealógicas de individuos de la misma especie. En este capítulo se des-
criben los principales métodos y estadísticos para el análisis de las genealogías de genes y de los polimorfismos de DNA en
su uso para la inferencia de procesos evolutivos, como la migración o la selección natural. En este contexto, la teoría de la
coalescencia tiene un papel fundamental: por un lado, permite explicar algunas de las incongruencias observadas entre el ár-
bol de genes y el árbol de especies; por otro, proporciona métodos potentes para estimar parámetros poblacionales (tamaño
efectivo poblacional, flujo génico, selección, mutación, etc.) y para la realización de inferencias evolutivas. En definitiva, la te-
oría de la coalescencia proporciona los métodos fundamentales para interpretar datos moleculares en disciplinas como la ge-
nética de poblaciones, la genética de la conservación, la filogeografía o la epidemiología de las enfermedades infecciosas.
Summary: Genealogical methods allows representing intraspecific nucleotide variation by trees (intraspecific genealogies), in a
similar way than phylogenetic methods. An intraspecific genealogical tree shows, for a specific DNA region, the genealogical
relationships of within-species individual samples. In this chapter, the main methods and statistics to infer evolutionary processes,
as migration or natural selection, from gene genealogies and DNA polymorphism data, are described. In this context, the coalescent
theory acquires a fundamental role. On the one hand, it allows explaining some incongruences observed between the gene tree
and the species tree. On the other hand, it provides powerful methods to estimate population parameters (effective population size,
gene flow, selection, migration, etc.) and to conduct evolutionary inferences. In summary, the coalescent theory provides the
fundamental methods to interpret molecular data in diverse disciplines as population genetics, conservation genetics, phylogeography
or in the epidemiology of infectious diseases.
L
os métodos filogenéticos se emplean fundamental- ferencias interespecíficas. Consecuentemente, tanto los ár-
mente para inferir las relaciones evolutivas de las boles de genes intraespecíficos como interespecíficos
especies. Normalmente se analiza una única se- muestran las relaciones evolutivas de genes o de especies;
cuencia de DNA (o proteica) por especie, y los resultados esta representación, no obstante, se produce en diferente
se suelen representar en forma de un árbol filogenético escala temporal.
(Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos). Así se A pesar de que los métodos filogenéticos y genealó-
proporciona un árbol de genes que se interpreta como el gicos analizan árboles, y comparten técnicas de análisis,
árbol de especies. Cuando, por el contrario, se analiza la difieren esencialmente en cuanto a sus objetivos. Mien-
secuencia de varios individuos de la misma especie, la in- tras los métodos filogenéticos se han desarrollado para
formación que se obtiene es genealógica y se puede repre- inferir las relaciones evolutivas de las especies, los genea-
sentar también en forma de árbol (árbol genealógico), que lógicos son herramientas para estimar parámetros pobla-
representa las relaciones evolutivas de los alelos de los cionales tales como las tasas de mutación, migración o
genes. A pesar de que ambos conceptos puedan parecer selección. Además, los métodos genealógicos utilizan un
desacoplados, no lo están. Las mutaciones se originan ini- modelo explícito de generación y pérdida de linajes géni-
cialmente dentro de las poblaciones de las especies, y se cos, y los métodos filogenéticos no suelen utilizar mode-
pueden perder o fijar de forma diferencial en distintas po- los explícitos de generación y extinción de especies.
blaciones o especies por la acción de las diversas fuerzas Ambos métodos, sin embargo, comparten una similar
evolutivas que operan en la genética poblacional. Esta ac- aproximación experimental (como la extracción y secuen-
ción diferencial es la que justifica la aparición de las di- ciación de DNA) y de preparación de los datos (como el
553
554 Cap. 53, Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraespecíficas
alineamiento múltiple de secuencias), y son muy útiles en genes o marcadores moleculares (Cap. 51, Técnicas y
el análisis comparativo de secuencias homólogas de DNA marcadores filogenéticos) podrían, también, generar di-
y proteínas. ferentes árboles genealógicos. Por lo tanto, es muy im-
portante determinar y cuantificar los aspectos más
críticos del proceso, para lo cual se utilizan los métodos
Árbol de genes y árbol de especies
que proporciona la teoría de la coalescencia.
Es importante diferenciar los conceptos de árbol de genes
y árbol de especies. Los métodos filogenéticos convencio-
nales (Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos) Teoría de la coalescencia
en realidad estiman las relaciones evolutivas de los genes Esta teoría es una extensión de la teoría clásica de la ge-
(el árbol de genes), que se suponen equivalentes a las de nética de poblaciones que describe las propiedades esta-
las especies. En muchos casos, este supuesto es de sobra dísticas de los árboles de genes intraespecíficos, es decir,
justificado. Pero hay situaciones en las que el árbol de las propiedades de los árboles de alelos. A pesar de su ju-
genes puede no reflejar el árbol filogenético real de las es- ventud (fue desarrollada en los años 1980), actualmente
pecies en estudio. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando es el principal marco teórico para el análisis de los poli-
en el análisis filogenético de genes duplicados se compa- morfismos de DNA (véase el recuadro Cuantificación de
ran genes parálogos en vez de ortólogos, debido a la hibri- la variación genética). Así, la teoría de la coalescencia
dación interespecífica, o por sucesos de transferencia proporciona métodos que permiten estimar parámetros po-
horizontal de genes. blacionales, como el tamaño efectivo poblacional, flujo
Asimismo, incluso cuando se utilizan correctamente génico, selección natural, mutación, etc. Esta teoría tiene
genes ortólogos, la topología del árbol de genes puede varias ventajas sobre los métodos clásicos de genética de
no reflejar el de las especies si se produce una separa- poblaciones:
ción incompleta de linajes o una retención de polimor- • Permite un uso óptimo de la información acumulada en
fismos ancestrales (Fig. 1). Esencialmente se pueden los polimorfismos de DNA; de hecho, la mayoría de los
generar dos situaciones: 1) la topología del árbol de tests del neutralismo están basados en la teoría de la
genes es distinta a la del de las especies, y en este caso coalescencia.
el patrón de ramificación de las especies no se corres-
• Proporciona métodos de simulación por ordenador muy
pondería con el real; y 2) las topologías de los árboles de
eficientes para probar hipótesis nulas.
genes y de especies coinciden, pero en algunas ramas del
árbol la divergencia de los genes es considerablemente • Se pueden realizar inferencias estadísticas por métodos
mayor que la de las especies, y en este caso se sobrees- de máxima verosimilitud y bayesianos.
timarían los tiempos reales de divergencia de las espe- En definitiva, es el marco adecuado para la realización
cies. Por consiguiente (Fig. 1), distintos individuos de de inferencias evolutivas (inferencias sobre la historia de
una misma población o especie pueden presentar dife- los procesos que han llevado a las poblaciones a la situa-
rentes árboles de genes; y muy importante, diferentes ción actual), usando datos de polimorfismos de DNA.
Pasado A
B C D
MRCA A
Especiación
MRCA C
MRCA B
Especiación
12
3 4 1 23 4 1 2 3 4
Presente Especie A Especie B Especie C A4 B1 C2 A3 B4 C4 A1 B2 C3
Figura 1. A: Esquema de un árbol filogenético de tres especies (A, B y C); dentro de cada especie se han representado los linajes géni-
cos de cuatro individuos (1, 2, 3, 4). El MRCA (del inglés most recent common ancestor) para A (MRCA A), B (MRCA B) y C (MRCA C) in-
dica la situación del ancestro común más reciente en las especies A, B y C. Los gráficos de la derecha (B, C, D) muestran los árboles de los
genes inferidos al utilizar diferentes individuos de una misma especie en tres muestreos diferentes.B: El árbol de los genes se corresponde
con el árbol de las especies. C: El árbol de los genes refleja el árbol de las especies, pero el antepasado común de los linajes entre las espe-
cies A y B es más antiguo que el tiempo de divergencia entre estas especies.D: La topología del árbol de los genes no coincide con la del
de las especies.
Julio Rozas 555
Términos básicos
Árbol de coalescencia: Árbol hipotético que muestra las Red de haplotipos: Diagrama que muestra las relaciones
relaciones genealógicas entre una muestra de individuos de evolutivas entre haplotipos. A diferencia de un árbol con
una población. bifurcaciones, las redes pueden presentar reticulaciones.
Árbol de especies: Árbol filogenético que representa las Selección balanceadora (o equilibradora): Tipo de se-
relaciones evolutivas entre las especies. lección natural que puede mantener (en vez de eliminar)
Árbol de genes: Árbol que representa las relaciones evo- variación genética en las poblaciones. La ventaja del hetero-
lutivas de un gen. zigoto y la selección dependiente de frecuencias son tipos
Barrido selectivo: Pérdida de la variación genética en específicos de selección balanceadora.
posiciones cercanas a donde se ha originado una muta- Selección débil: Tipo de selección que actúa en mutaciones
ción favorable. En su camino a la fijación, esta mutación que afectan muy débilmente a la eficacia biológica (tanto muta-
favorable elimina parte de la variación genética que pu- ciones beneficiosas como perjudiciales). El destino evolutivo de
diera existir en sus proximidades (proceso de selección estas mutaciones puede estar gobernado por la deriva genética.
positiva). Selección negativa (o purificadora): Proceso en el cual una
Estadísticos descriptivos: Valores numéricos que sirven mutación confiere desventaja en la eficacia biológica, y por lo
para resumir la información de los datos de la muestra. tanto su destino evolutivo será su eliminación de la población.
Genética de poblaciones: Rama de la genética que estu- Selección positiva (o adaptativa): Proceso en el cual una
dia los procesos que determinan las frecuencias génicas mutación confiere ventaja en la eficacia biológica (mutación fa-
dentro de las poblaciones. vorable), y por lo tanto su frecuencia en la población tenderá
Haplotipo: Secuencia de DNA que difiere de otras secuen- a aumentar.
cias homólogas en una o más posiciones nucleotídicas (con- Teoría de la coalescencia: Modelo de genética de pobla-
cepto análogo al de alelo). ciones que describe las propiedades estadísticas del pro-
Mutación neutra: Mutación que no tiene efecto (o que es ceso genealógico de una muestra de genes.
insignificante) en la eficacia biológica de los individuos. Teoría neutralista de la evolución molecular: Teoría de
Ortólogos: Genes, o regiones genómicas homólogas, de la genética de poblaciones que sostiene que la mayoría de las
diferentes especies, que han evolucionado a partir de un mutaciones son neutras y evolucionan fundamentalmente por
gen ancestral presente en su antepasado común por espe- deriva genética.
ciación. Tests del neutralismo: Pruebas especialmente diseñadas
Polimorfismo: Presencia en la población de dos (o más) para contrastar la teoría neutralista mediante datos mole-
formas alternativas de un gen o marcador genético. culares (típicamente secuencias de DNA).
La teoría de la coalescencia proporciona las ecuacio- vergencia de las especies son mucho mayores que los de
nes que describen la distribución de los tiempos de coales- coalescencia. Por lo tanto, la diferente topología entre el
cencia (tiempos de coexistencia de un determinado número árbol de los genes y el de las especies puede ser un pro-
de linajes) en una genealogía intraespecífica. Así, en su for- blema serio en la inferencia de las relaciones evolutivas
mulación más sencilla (evolución neutra en una población de especies filogenéticamente próximas. En estos casos,
haploide de tamaño constante y sin recombinación), el la reconstrucción filogenética se debería realizar usando
tiempo medio de coalescencia (t, en generaciones) reque-
rido para que j linajes presenten coalescencia en j – 1 co-
A B C
pias, es decir, para que dos de los j linajes se encuentren en
su ancestro común y persistan, por tanto, j – 1 linajes, es:
E(ti) = 2N/[j(j – 1)]
donde N es el tamaño de la población (número total de
genes o secuencias de DNA).
Y el tiempo medio para que n secuencias se encuentren
en el antepasado común más reciente (en inglés MRCA,
de most recent common ancestor) es:
E(T) = 2N [1 – (1/n)]
Figura 2. Árboles genealógicos (árboles de coalescencia)
Así pues, el tiempo medio para alcanzar el MRCA es
de una muestra de cinco secuencias de individuos de una misma
directamente proporcional a N. Hay que tener en cuenta especie para tres genes diferentes. Los tres árboles se genera-
que estas ecuaciones, que indican los tiempos medios, pre- ron utilizando el mismo modelo de coalescencia, el de evolución
sentan una importante varianza (Fig. 2). Igualmente, el neutra en una población de tamaño constante. Las mutaciones
problema de la diferente topología entre el árbol de genes acaecidas a lo largo de los diferentes linajes se indican con pe-
y el de especies será menos relevante si los tiempos de di- queños rectángulos (en negro).
556 Cap. 53, Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraespecíficas
Los investigadores disponen de varios estadísticos descriptivos para cuantificar el grado y el patrón de polimor-
fismo nucleotídico presente en las poblaciones. Esto estadísticos, que además reflejan las relaciones evolutivas entre li-
najes de una genealogía (los sucesos de coalescencia), son fundamentales para determinar la importancia relativa de los
diferentes procesos evolutivos (como la selección natural o ciertos acontecimientos demográficos) que afectaron a las
secuencias de DNA.
De ellos, el más sencillo es el número de sitios segregantes (S), o número de sitios polimórficos para sustituciones nu-
cleotídicas en una muestra dada. Así, por ejemplo, en el conjunto de las ocho secuencias de DNA mostradas en la Fig. 4,
S = 10.
La diversidad nucleotídica (π) es una de las medidas más usadas en los análisis poblacionales de secuencias de DNA. Este
parámetr. π es la proporción media de sustituciones nucleotídicas entre dos secuencias de DNA, y se puede estimar comoπ
= k / m, siendo k el número medio de diferencias nucleotídicas entre dos secuencias de DNA:
2
k=
n(n – 1)
∑d i <j
ij
donde n es el tamaño muestral, dij es el número de diferencias nucleotídicas entre la secuencia i y la secuencia j, y m es el
número de posiciones nucleotídicas (excluyendo las posiciones con gaps). Para el conjunto de datos anterior: n = 8, k = 3,82,
m = 53 (55-2) y π = 0,0721.
La diversidad haplotípica (H), o heterozigosidad alélica esperada, representa la probabilidad de que dos secuencias esco-
gidas al azar sean diferentes, y se define como:
h
H =
n
n – 1 (
1 −∑ p2i
i=1
)
donde h es el número de haplotipos (alelos o secuencias de DNA distintas en la región de estudio) y pi es la frecuencia
relativa del haplotipo i. Con los datos del ejemplo: n = 8, h = 6 y H = 0,929.
El parámetro de mutación poblacional θ se define como θ = 4Nµ (para regiones autosómicas en individuos diploides),
donde N es el tamaño efectivo poblacional y µ es la tasa de mutación neutra por nucleótido y generación. En el caso del
DNA mitocondrial (mtDNA), plastidial (cpDNA) o en regiones haploides, el parámetro θ se define como θ = 2Nµ; en este
caso, N es el tamaño efectivo de las hembras en la población. El parámetro θ es fundamental, ya que describe la variación
nucleotídica esperada en regiones selectivamente neutras, y se utiliza en la mayoría de los tests del neutralismo (véase el
recuadro Tests del neutralismo).
El parámetro θ se puede estimar de la siguiente forma:
S
θ =a m
n
donde
n−1
1
an = ∑
i=1 i
Esta estimación de θ basada en S se suele representar por θW. Para algunos análisis puede ser conveniente expresar el
parámetro θ por gen (o secuencia de DNA) en vez de por par de bases; para obtener esta nueva estimación basta multi-
plicar el valor de θ (por nucleótido) por el número de posiciones analizadas (m). También se puede estimar θ a partir de
k (para regiones selectivamente neutras θ = k), y esta estimación de θ se suele representar como θk. En el ejemplo ante-
rior: n = 8, m = 53, S = 10, an = 2,59, θW (por nucleótido) = 0,0728, θW (por secuencia de DNA) = 0,0728 * 53 = 3,86 y
θk (por secuencia de DNA) = 3,82.
Los intervalos de confianza de varios estadísticos se pueden obtener mediante simulaciones de coalescencia. Por ejem-
plo, para determinar si la diversidad haplotípica estimada en los datos (H = 0,929) es compatible con la de una región neu-
tra en una población de tamaño constante, se generarían por ordenador mil genealogías de ocho secuencias cada una, con
una variabilidad de θ = 3,82 (se acepta que la región en estudio no presenta recombinación). En cada genealogía estimaría
el estadístico descriptivo de interés (H en este caso). Con el conjunto de los mil valores de H se obtendría la distribución
de H, que se compararía con el valor de H observado. Al realizar este procedimiento se obtiene que el 95% de la distribu-
ción de H (intervalo de confianza) se encuentra entre los valores HL = 0,429 y HU = 0,964. Como el valor observado (H
= 0,929) se encuentra dentro del intervalo de esta distribución, es completamente compatible con la hipótesis nula (evo-
lución neutral en una población de tamaño constante).
A pesar de que los métodos de cuantificación de la variabilidad nucleotídica y los de coalescencia son complejos desde
el punto de vista matemático y estadístico, hoy día se dispone de varios programas de ordenador que facilitan mucho el
proceso de cálculo, como por ejemplo DnaSP y Arlequin.
Julio Rozas 557
En los últimos años se han desarrollado varios tests estadísticos basados en la teoría de la coalescencia para contrastar si
la distribución de mutaciones observada en un conjunto de secuencias de DNA difiere significativamente de lo esperado
bajo la teoría neutralista de la evolución molecular; es decir, para contrastar si las mutaciones son estricta-
mente neutras. Estos tests pueden utilizarse tanto para inferir la acción de la selección natural sobre las secuencias de
DNA y determinar el tipo de selección subyacente (selección positiva, selección negativa, selección débil),
como para detectar sucesos demográficos (expansiones o contracciones poblacionales, cuellos de botella, mezclas pobla-
cionales, etc.).
El test de Tajima fue de los primeros que se desarrollaron y se basa en el hecho de que, bajo la hipótesis neutralista, los
valores esperados de (E[k] = θk) y θw son iguales:
E[k] = θk θw = S/an
El test estadístico D de Tajima se define como:
k – S /a n
D=
V a r ( k – S /a n)
La distribución empírica de D se puede obtener mediante simulaciones de coalescencia basadas en los métodos de Monte
Carlo. Un valor de D significativamente distinto de cero indicaría que el patrón mutacional observado es diferente del es-
perado bajo la teoría neutralista (la hipótesis nula). La observación de valores negativos de D significativamente distintos
de cero podría ser coherente, por ejemplo, con la acción de la selección negativa o con una expansión poblacional, mien-
tras que valores positivos de D estadísticamente significativos podrían revelar el efecto de la selección balanceadora.
Actualmente hay varios estadísticos y métodos diseñados especialmente para contrastar hipótesis demográficas o selec-
tivas, y que utilizan datos de una única población o de varias. Con estos métodos se pueden estimar, por ejemplo, la tasa
de migración entre poblaciones, y por lo tanto son fundamentales en el análisis filogeográfico.
558 Cap. 53, Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraespecíficas
variación no es neutra (barridos selectivos o selección lescencia hace predicciones precisas sobre la forma de los
balanceadora) (Fig. 3). Precisamente, el conocimiento de árboles genealógicos en diferentes situaciones evolutivas,
las relaciones genealógicas en diferentes situaciones evo- la representación gráfica en forma de árboles resulta muy
lutivas es la base del desarrollo de los denominados tests adecuada. En ausencia de recombinación intragénica, la
del neutralismo (véase el recuadro Tests del neutralismo). reconstrucción del árbol de los genes se podría estimar de
forma similar a como se realiza en filogenia molecular
Polimorfismo de DNA: (Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos). En
análisis e interpretación de datos presencia de recombinación, sin embargo, es mucho más
útil la representación mediante redes de haplotipos (grá-
Actualmente se dispone de métodos muy potentes para el ficos con estructuras reticulares [ciclos o loops]) (véase el
análisis y la interpretación del polimorfismo del DNA en recuadro Redes de haplotipos; Figs. 4 a 6). Estos gráficos
las poblaciones y las especies (véase el recuadro Cuanti- son muy adecuados para visualizar sucesos de recombi-
ficación de la variación genética). Por un lado, los deno- nación, de hibridación, de transferencia horizontal o de
minados ‘estadísticos descriptivos’ sirven para cuantificar homoplasias.
el nivel y el patrón de polimorfismo nucleotídico; algunos
de estos estadísticos también permiten determinar las re-
laciones evolutivas entre los linajes de la genealogía (los Inferencias evolutivas
sucesos de coalescencia). Los tests del neutralismo (véase
Una de las aplicaciones más importantes de la teoría de la
el recuadro) son muy útiles para contrastar diferentes si-
coalescencia es para la realización de inferencias biológi-
tuaciones evolutivas, como por ejemplo expansiones o
cas y evolutivas; de hecho, la teoría de la coalescencia pro-
mezclas poblacionales, cuellos de botella, etc. (véase el
porciona métodos fundamentales para la interpretación de
recuadro Análisis de la variación genética en Drosophila
datos moleculares en disciplinas como la genética de po-
simulans). Para ello se utilizan las denominadas simula-
blaciones, la genética de la conservación, la filogeografía
ciones de coalescencia. Así se pueden generar, y de forma
o la epidemiología de las enfermedades infecciosas. Como
muy eficiente, muestras (secuencias de DNA) bajo un mo-
ya se ha comentado, las simulaciones por ordenador basa-
delo estrictamente neutro (Fig. 2), asumiendo diferentes
das en los métodos de coalescencia son muy útiles para
situaciones evolutivas (Fig. 3) y considerando o no el
contrastar si los datos empíricos se ajustan o no a ciertos
efecto de la recombinación.
modelos evolutivos. Sin embargo, la teoría de la coales-
La representación gráfica de los datos, además de ser
cencia permite, además, estimar parámetros de los mode-
adecuada para describirlos y resumirlos, es de gran ayuda
los. Así, por ejemplo, dada una muestra (un conjunto de
para interpretar la información. Como la teoría de la coa-
secuencias de DNA de individuos de una misma pobla-
El género Drosophila es uno de los mejor estudiados, tanto en evolución molecular como en genética de poblaciones mo-
lecular. Para ilustrar la utilización de los métodos descritos anteriormente, a continuación se presentan los resultados de
un estudio efectuado en D. simulans. Se analizó la región genómica de los genes que codifican para proteínas de unión a odo-
rantes OS-E y OS-F, en ~4 kb de una población europea (n = 11 líneas). Se analizaron 3927 posiciones nucleotídicas (m) y
se identificaron 96 sitios polimórficos (S). La estimación del valor de la diversidad nucleotídica para este conjunto de datos
(π = 0,009) puede considerarse como un valor normal para esta especie. Este valor indicaría que, por término medio, dos
de estas 11 secuencias diferirán en nueve de cada 1000 posiciones; es decir, dos secuencias cualesquiera diferirán en unas
35 posiciones. Para esta población, el valor del estadístico D de Tajima (D = 0,1108) no es significativo (p > 0,1), y por lo
tanto el patrón de distribución de la frecuencia de los polimorfismos nucleotídicos es congruente con el esperado para mu-
taciones selectivamente neutras.
Es sorprendente que cuatro de estas 11 secuencias son idénticas, y representan, pues, el mismo haplotipo; además, otras
dos secuencias difieren de estas cuatro en tan sólo una sustitución nucleotídica. La población europea, por lo tanto, está muy
estructurada: seis secuencias presentan un único sitio polimórfico, mientras que las cinco restantes exhiben los otros 95 po-
limorfismos. Así, el número de haplotipos (h = 6) y la estimación de la diversidad haplotípica (H = 0,855) son relativamente
reducidos dado el gran número de sitios polimórficos (S = 96) identificados en la muestra (n = 11). Como se ha comentado,
la varianza asociada a estas estimaciones es muy alta, y pudiera ocurrir que estos valores fueran compatibles con los espe-
rados para mutaciones selectivamente neutras. Para conocer si estos valores eran o no estadísticamente significativos se rea-
lizaron simulaciones de Monte Carlo basadas en los métodos de coalescencia. En particular, se determinó la distribución de
la diversidad haplotípica esperada para un conjunto de 11 secuencias nucleotídicas con 96 sitios polimórficos. Los resulta-
dos (p < 0,001) indican claramente que la distribución haplotípica observada no es compatible con el modelo neutro (hipó-
tesis nula), y por lo tanto se debería considerar alguna otra hipótesis (por ejemplo una mezcla de dos poblaciones
genéticamente diferenciadas) para explicar el atípico patrón de distribución de los polimorfismos observado en la muestra.
Julio Rozas 559
Redes de haplotipos
La representación de las relaciones evolutivas entre secuencias mediante redes (grafos con reticulaciones o ciclos) es útil tanto
a nivel interespecífico como intraespecífico; sin embargo, en el último caso tiene una mayor importancia. En ausencia de re-
combinación, las relaciones evolutivas entre secuencias de una misma especie también se podrían representar mediante ár-
boles con bifurcaciones o multifurcaciones. Cuando las relaciones evolutivas entre organismos incluyen sucesos como la
recombinación intragénica, la conversión génica, la hibridación o la pérdida de genes en familias multigénicas, la representa-
ción mediante redes puede ser mucho más apropiada que la representación en forma de árbol.
Disponemos de varios métodos para la reconstrucción de redes basándose en la información haplotípica. Entre los más
populares destacan la reconstrucción por el método de parsimonia estadística implementado en el programa TCS, y el ba-
sado en el algoritmo de median-joining network implementado en NETWORK.
Los pasos fundamentales para la reconstrucción de redes se ilustrarán con los datos de la Fig. 4. La reconstrucción se ba-
sará en el modelo de sitios infinitos (donde cada mutación ocurre en un sitio nuevo de la secuencia de DNA, y por lo tanto
se excluye la aparición de sustituciones múltiples que conducen a homoplasia) y se eliminan del análisis las posiciones donde
existan gaps de alineamiento (véase el concepto de reloj molecular en el Cap. 52, Reconstrucción de árboles filogenéticos).
Primer paso: identificación de los haplotipos presentes en la muestra
En el conjunto de las ocho secuencias de DNA de la Fig. 4 se pueden identificar seis secuencias o haplotipos distintos
(véase el recuadro Cuantificación de la variación genética), que se indican en la parte derecha de la figura.
Segundo paso: cálculo de la distancia (número de cambios nucleotídicos) entre todas las parejas de
haplotipos, d(i,j)
Se comparan las secuencias dos a dos y se contabiliza el número de sustituciones nucleotídicas. Por ejemplo: d(1,2) = 4 o
d(3,4) = 1.
Tercer paso: identificación de los posibles sucesos de recombinación
Las redes de haplotipos no siempre presentan conexiones con bifurcaciones totalmente resueltas, debido, entre otras
cosas, a la recombinación. La detección de los posibles sucesos de recombinación es el paso más complejo en la construc-
ción de las redes. Se han descrito varios métodos. Esencialmente se dispone de dos fuentes de información para detectar
sucesos de recombinación: el análisis de los ciclos generados al conectar haplotipos con d(i,j) = 1, y el análisis de las pare-
jas de sitios polimórficos que presentan las cuatro fases gaméticas (parejas de sitios polimórficos con las cuatro combina-
ciones nucleotídicas posibles). Con los datos del ejemplo no se genera ningún ciclo al conectar los haplotipos con d(i,j) =
1. No obstante, se puede identificar una pareja de sitios (el 15 y el 22) que presentan las cuatro fases gaméticas (AA, GC,
AC y GA). El análisis de esta información permitirá la construcción de los ciclos que presentará el gráfico final (Fig. 5).
Cuarto paso: conexión de los haplotipos
Éste es otro punto crítico en la construcción de la red. La mayoría de los métodos tratan de identificar las conexiones que
requieran el menor número de sustituciones con el menor número de ciclos. La construcción de la red de haplotipos se
inicia conectando los haplotipos que difieren en una única sustitución, d(i,j) = 1, después los de dos, d(i,j) = 2, posterior-
mente los de tres, d(i,j) = 3, etc., hasta que todos los haplotipos queden conectados en un único gráfico (Fig. 5). Para de-
cidir las conexiones se tienen en cuenta los haplotipos y los sitios implicados en sucesos de recombinación. Ciertas
predicciones de la teoría de la coalescencia también podrían utilizarse para determinar la conexión más plausible.
En el gráfico final (Fig. 5), cada círculo (los nodos) representa un haplotipo cuya superficie es aproximadamente propor-
cional a su frecuencia en la población. El gráfico muestra un haplotipo intermedio (Hap_X); un haplotipo no identificado
en la población, pero que representa un nodo necesario para las conexiones de la red. Se trata de un haplotipo no identi-
ficado (no muestreado o extinto), pero que tiene que haber existido. Asimismo, también se requieren otros haplotipos in-
termedios (no representados en la figura) que justificarían la conexión entre dos (o más) sitios variables (por ejemplo,
debería haber existido un haplotipo intermedio entre Hap_4 y Hap_6). En caso de construir una red de haplotipos con in-
formación de varias poblaciones, cada población se suele representar con un color diferente (Fig. 6).
ción o especie) se pueden estimar, entre otros, el paráme- blaciones de una especie o de especies cercanas. Para estos
tro de mutación poblacional (véase el recuadro Cuantifi- estudios la filogeografía combina información de varios
cación de la variación genética), el de migración y el de campos, como la biología y la genética de poblaciones, la
recombinación. filogenética, la evolución molecular, la paleontología, la
Considere como ejemplo el campo de la filogeografía, paleoclimatología y la biogeografia. El papel central de las
disciplina que estudia los principios y procesos evolutivos, genealogías intraespecíficas en el análisis filogeográfico
demográficos y biogeográficos que determinan la distribu- hace que la teoría y los métodos de coalescencia sean fun-
ción espacial de las genealogías de genes en diferentes po- damentales para la correcta interpretación de los datos, y en
560 Cap. 53, Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraespecíficas
Figura 4. Ejemplo hipotético de un conjunto de ocho secuencias de DNA extraídas de individuos de una misma especie. Entre corchetes
(a la derecha del conjunto de secuencias de DNA) se indica la identificación de cada uno de los seis haplotipos presentes en lamuestra.
mentales para que la filogeografía haya pasado de una fase maneras, los procesos evolutivos que no dejan una huella
descriptiva a una más cuantitativa y predictiva. Aunque característica en el patrón de polimorfismo o en el árbol
no exentos de dificultades, los métodos actuales de la fi- genealógico, no podrán inferirse.
logeografía pueden proporcionar información muy valiosa
sobre la historia de las especies, incluyendo la estructura
poblacional, la especiación y la divergencia entre espe-
Bibliografía básica
cies. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la histo- – Avise, J.C. 2000. Phylogeography: the history and formation of species.
ria evolutiva de las especies puede ser muy compleja, pues Harvard University Press, Cambridge.
además de intervenir numerosos procesos evolutivos (mi- – Felsenstein, J. 2004. Inferring phylogenies. Sinauer Associates; Sun-
gración, mezcla de poblaciones, cuellos de botella, aisla- derland, MA.
miento por distancia, expansiones poblacionales, – Hein, J., Schierup, M.H. y Wiuf, C. 2005. Gene genealogies, variation
and evolution: a primer in coalescent theory. Oxford University Press,
vicarianza, efectos fundadores, selección natural, etc.),
New York, USA.
éstos pueden ocurrir de forma simultánea o en periodos
– Hudson, R.R. 1990. Gene genealogies and the coalescent process. En:
de tiempo muy concretos. En consecuencia, para contras- Antonovics, J., Futuyma, D., (eds.). 1990. Oxford surveys in evolution-
tar historias evolutivas complejas es necesario disponer de ary biology, Vol. 7. Oxford University Press, Oxford.
una gran cantidad de datos (análisis de más individuos o – Rosenberg, N.A. y Nordborg, M. 2002. Genealogical trees, coalescent
de más genes) o de información de varias fuentes (como theory and the analysis of genetic polymorphisms. Nature Rev
paleoecológica, bioclimática o biogeográfica). De todas Genetics. 3:380-390.
Glosario
A Alopoliploide: Organismo que presenta más de dos
juegos de cromosomas, derivados de dos o más especies
Acelomados: Animales que carecen de cavidades cor- por hibridación.
porales aparte de la cavidad digestiva. Alternancia de generaciones: Alternancia entre las
Acetábulo: Concavidad de la pelvis donde se aloja el generaciones polipoide y medusoide.
fémur. Alternancia de plantas hospedadoras: Utiliza-
“Acrocárpico”: En musgos, se dice de aquellos organis- ción de plantas hospedadoras taxonómicamente diferen-
mos que presentan los arquegonios en el extremo supe- tes en alturas diferentes del año.
rior de los ‘caulidios’. No han resultado ser monofiléticos. Altruismo: Se refiere a una acción que incrementa el
Acromion: Tope óseo en la espina escapular, que tiene éxito reproductor de un individuo y que impone costes
forma de gancho. sobre el propio éxito reproductor.
Actinomorfía: Propiedad de las flores de tener dos o Altruismo recíproco: Se refiere a un comporta-
más planos de simetría (regular, simetría radial). miento altruista, que es devuelto por el receptor en el fu-
Aculeado: Himenóptero caracterizado por tener el ovi- turo.
positor modificado funcionalmente como aguijón.A este Amphibia: Clase de vertebrados que incluye cecilias,
grupo pertenecen las avispas, las abejas y las hormigas. salamandras, ranas y sapos, así como los linajes ancestra-
Adaptación: Se refiere a un rasgo que incrementa la les (ya extintos) de los cuales derivan.
eficacia biológica de su poseedor. Amplexo: Modo de acoplamiento entre el macho y la
Agalla: Estructura morfológica anormal de una planta hembra de ranas y sapos durante el apareamiento.
causada por un agente inductor, frecuentemente un in- Androceo: Conjunto de órganos reproductivos mascu-
secto.También se denomina cecidia. linos (formadores del polen) en una flor.
Agmatoploidía: Tipo de ploidía consistente en el au- Anemocoria: Mecanismo de dispersión que se des-
mento del número de cromosomas algo por encima del cribe por el conjunto de caracteres que favorecen la dis-
nivel euploide, sin que haya una variación significativa de persión de diásporas por el viento.
la cantidad de DNA, como consecuencia de la rotura por Aneuploidía: Proceso citogenético por el cual se pro-
uno o más puntos de un cromosoma holocéntrico. duce pérdida o ganancia de uno o unos pocos cromoso-
Agnatos: Nombre común de los vertebrados sin man- mas.
díbulas. El término científico que designa a este grupo es Anfidios: Estructuras quimiorreceptoras situadas cerca
el de ciclóstomos. de la región oral del animal. La forma de su apertura tiene
“Algas”: Eucariotas fotosinteticos no monofiléticos dis- valor taxonómico.
tintos de las plantas terrestres que han resultado ser po- Anfioxo: Nombre común de los cefalocordados. Este
lifiléticos. nombre significa puntiagudo por ambos lados, del latín anfi
“Algas” primarias: Eucariotas con plastos rodeados (dos) y oxo (en punta).
por dos membranas (glaucófitas, rodófitas y clorobion- Anillo esclerótico: Círculo de placas óseas que rodea
tes). Grupo parafiletico debido a que las plantas terrestres el ojo y lo mantiene rígido.
forman parte de los clorobiontes. Anillo nervioso: Es la parte más evidente del sistema
Alineamiento múltiple: Alineamiento de tres o más nervioso de los nematodos y bordea la parte anterior del
secuencias de DNA o aminoácidos en el cual cada co- esófago.
lumna contiene los estados homólogos para cada sitio. “Animales diploblásticos”: Animales que sólo tie-
Almidón florideano: Polímero de glucosa ramificado nen dos capas germinales durante los estadios embriona-
similar al glicógeno y que se encuentra como material de rios (ectodermo y endodermo), como los cnidarios y los
reserva en las algas rojas. ctenóforos. Forman un grupo parafilético.
563
564 Glosario
Animales triploblásticos: Animales que tienen des- Arilo: Tejido carnoso, frecuentemente de color brillante,
arrollo embrionario con tres capas germinales (ecto- originado en la base de los óvulos en Taxaceae y Podocar-
dermo, mesodermo y endodermo). paceae (Phyllocladus).
Antepasado común más reciente (MCRA): Aquel Arolium: Almohadillas adhesivas entre las uñas del
antepasado más próximo a la divergencia de dos clados. tarso.
Antera: Parte del estambre que porta los sacos polínicos. Arquegonio: Gametangio, presente en la fase gameto-
Anteridio: Gametangio, u órgano pluricelular de la fase fítica en musgos, hepáticas, antoceros, licofitos, equisetos,
gametofítica en algunos grupos de embriófitos, que pro- helechos y algunas gimnospermas, que contiene un único
duce gametos flagelados o anterozoides. gameto no flagelado u ovocélula.
Anteridiógeno: Feromona producida por gametófitos Arquegonióforo: Estructura pedunculada, propia de
femeninos que inducen a la formación precoz de anteri- las hepáticas de talo complejo, que lleva los gametangios
dios en gametófitos inmaduros situados cerca del protalo femeninos.
que los produce. Artejo: Cada uno de los segmentos articulados en que
Apicoplasto: Orgánulo presente en los organismos del se dividen los apéndices de los artrópodos.
grupo Apicomplexa homólogo al cloroplasto de las plan- “Articulata”: Grupo no monofilético compuesto por
tas. Al igual que este último, posee su propio genoma y los anélidos y los panartrópodos.
maquinaria transcripcional. Sus funciones exactas son des- Asco: Utrículo que contiene cierto número de esporas de
conocidas, pero se sospecha que está implicado en el me- origen sexual (meiosis), propio de los hongos ascomicetos.
tabolismo de los lípidos. Ascoma (en plural ascomata): Aparato esporífero
Apodema: Invaginación del tegumento (exoesqueleto) con ascos.
que sirve de punto de inserción para la musculatura. Ascóspora: Tipo de espora de origen sexual propio de
Apotecio: Ascoma en forma de disco (también de los hongos ascomicetos que se forma en el interior del asco.
plato, taza o copa) en el cual el himenio queda expuesto Asignación más parsimoniosa: Método de recons-
en la madurez. trucción de caracteres ancestrales basado en el método
Aptitud biológica: o eficacia biológica (en inglés, fit- de máxima parsimonia.
ness). Dícese de la capacidad reproductiva de un indivi- “Asquelmintos”: Grupo taxonómico polifilético que
duo relativa a los demás individuos de la población. incluye diversos grupos de animales pseudocelomados,
Depende de muchos factores del ciclo vital, como viabili- como nematodos, priapúlidos, quinorrincos, rotíferos y
dad, fertilidad, capacidad de apareamiento, etc. tardígrados.
Aquiasmático: Sin formación de quiasmas. El quiasma Atactostélica: Dícese de la distribución dispersa de
es la zona donde se cruzan los filamentos de cromátidas los haces vasculares en la sección del tallo, sin formar ani-
no hermanas durante la recombinación genética. llos concéntricos.
Arañas enteleginas: Uno de los dos linajes principa- Atracción de las ramas largas: Fenómeno por el
les de arañas araneomorfas, caracterizadas por la presen- cual los linajes separados, pero con tasas de evolución ele-
cia de bulbos copuladores complejos en los machos y la vadas, se interpretan de manera espuria como linajes re-
presencia de conductos copuladores externos (epigino) lacionados.
en las hembras. Auricularia: Tipo de la larva característica de las holo-
Arañas haploginas: Uno de los dos linajes principales turias, los crinoideos y los asteroideos.
de arañas araneomorfas, caracterizadas por la presencia Autoapomorfía: Característica exclusiva de un solo
de bulbos copuladores simples en los machos y la ausen- organismo (terminal).
cia de conductos copuladores externos en las hembras. Autocompatibilidad: Mecanismo que permite la via-
Árbol de coalescencia: Árbol hipotético que mues- bilidad de las flores polinizadas con su propio polen.
tra las relaciones genealógicas entre una muestra de indi- Autopodio: Segmento distal de la extremidad que con-
viduos de una población. tiene los dedos y sus articulaciones.
Árbol de especies: Árbol filogenético que representa Autopoliploidía: Duplicación cromosómica originada
las relaciones evolutivas entre las especies. por la formación de diplósporas o esporas no reducidas,
Árbol de genes: Árbol que representa las relaciones que darán lugar a organismos poliploides.
evolutivas de un gen. Axonema: Estructura interna de los flagelos en los eu-
Arborícola: Que vive en los árboles. cariotas, constituida por un par de microtúbulos centra-
Área de endemismo: Unidad de análisis en biogeo- les y nueve pares alrededor de ellos.
grafía y el equivalente de una homología biótica en análi-
B
sis filogenético. Se trata de una unidad de análisis
comparable para todos los grupos estudiados, cuyas rela-
ciones con otras unidades o áreas de endemismo reflejan Bacteriocito: Célula especializada del simbionte euca-
la historia de una conexión biótica. riota que aloja endosimbiontes “procariotas”.
Glosario 565
Barrido selectivo: Pérdida de la variación genética en palpos y que sirven de elemento transmisor del esperma
posiciones cercanas a donde se ha originado una muta- durante la cópula.
ción favorable. En su camino a la fijación, esta mutación Búsqueda heurística: Búsqueda de árboles cuyo re-
favorable elimina parte de la variación genética que pu- sultado no garantiza la obtención del mejor árbol posible
diera existir en sus proximidades (proceso de selección dado un criterio de optimalidad.
positiva).
C
Basidio: Célula especial característica de los hongos ba-
sidiomicetos en la cual se engengran los núcleos de las
esporas de origen sexual (meiosis) llamadas basidióspo- Cadena de Markov: Serie estocástica de eventos en
ras, que a su vez se forman en el exterior del basidio, sos- la cual la probabilidad de un evento depende solamente
tenidas por los esterigmas. del estado inmediatamente anterior.
Basidioma (en plural basidiomata): Aparato es- Caliptra: 1. Parte del arquegonio que protege al espo-
porífero con basidios. rofito en sus fases iniciales del desarrollo. 2. Lóbulo pos-
Basidióspora: Tipo de espora de origen sexual propio terobasal en las alas.
de los hongos basidiomicetos que se forma a expensas del Cámara filtro: Sistema complejo de filtración del apa-
basidio y se desarrolla y madura en el exterior de éste. rato digestivo de algunos hemípteros, que permite elimi-
Batrachia: Clado que incluye salamandras y ranas y nar rápidamente el exceso de agua ingerido.
sapos. Cápsula: Estructura producida durante la fase esporo-
Bentónico: Organismo que se encuentra relacionado fítica en musgos, hepáticas y antoceros, que contiene las
con el fondo de un lago, río o mar. esporas producidas por divisiones meióticas.
Biogeografía reticulada: Escenario biogeográfico en Carboxisomas: Inclusiones semicristalinas de la en-
el cual las áreas y sus biotas se fragmentan, fusionan, y zima RuBisCO presentes en el citoplasma de algunas bac-
fragmentan de nuevo en ciclos repetidos de dispersión y terias autótrofas y en el estroma de los plástidos de las
vicarianza a medida que las barreras geográficas se for- glaucófitas.
man y destruyen en el tiempo. “Carófitas”: Antiguo grupo de “algas” próximo a las
Biología evolutiva: Estudio del origen de las especies clorófitas y que forma un grupo no natural ya que algunos
y de su procedencia, así como de su cambio, multiplicación miembros están más próximos a las plantas terrestres.
y diversidad en el tiempo. Incluye la paleontología, la mi- Catoicogenia: Estructura parecida a una placenta pre-
crobiología, la zoología, la botánica, etc. sente en algunos escorpiones y formada por conexiones es-
Bioma: Unidad geográfica definida por la existencia de peciales entre los ciegos digestivos de la madre y el embrión.
una misma ‘forma de vida’ o fisionomía (hábitat) como re- Caulidio: En musgos y hepáticas foliosas, eje principal
sultado de la adaptación a unas mismas condiciones bió- del gametófito que crece por medio de una sola célula
ticas (por ejemplo, suelo, clima, humedad), pero en la cual apical y no presenta diferenciación de tejidos.
los organismos que la habitan no comparten necesaria- Cavernícola: Que vive en el medio subterráneo pro-
mente la misma historia evolutiva. fundo (cuevas, cavidades o instersticios).
Blastómero: Célula embrionaria indiferenciada que Cavidad celomática: Cavidad general secundaria del
forma el cuerpo de los primeros estadios embrionarios cuerpo de los animales celomados. Se dice que es general
de los animales. porque no comunica con el medio exterior y se dice que
Blastóporo: Apertura al exterior del gastrocele (cavi- es secundaria porque, como tal cavidad general, es la se-
dad embrionaria que prefigura la futura luz del tubo diges- gunda en aparecer a lo largo del desarrollo embrionario.
tivo) durante la fase de gastrulación. Cavidad del manto: Cámara localizada entre el borde
Bootstrap: Técnica de remuestreo que permite el cál- del manto y el resto del cuerpo de los moluscos que con-
culo aproximado de la varianza de un estimador. En filo- tiene los ctenidios, las glándulas hipobranquiales y los os-
genética se usa para establecer el nivel de confianza en fradios.
un nodo o clado particular. Cavidad gastrovascular: Cavidad corpórea con una
Branquias: Órganos característicos de la respiración abertura única (boca).
de los “peces”. Se clasifican en branquias internas, presen- Cecidógeno: Organismo inductor de agallas o cecidias
tes en los adultos de todos los “peces”, y branquias exter- en las plantas.
nas propias de las larvas de algunos “peces”. Cefalización: Concentración del sistema nervioso cen-
Brocosomas: Estructuras microscópicas hidrófobas tral en la parte anterior del animal para controlar los ór-
producidas en el intestino de la mayoría de los cicadélidos, ganos sensoriales, de manera que se origina la cabeza y
y que aplican sobre el tegumento formando una cober- una diferenciación antero-posterior.
tura. Celda pupal: Cavidad formada en el suelo o construida
Bulbo copulador: Estructura típica de los machos con materia vegetal o detrito, en la cual la larva forma la
adultos de las arañas, situada en el extremo de los pedi- pupa.
566 Glosario
“Celentéreo”: Término empleado clásicamente en zo- para la fijación del carbono ambiental (CO2) en compues-
ología para designar conjuntamente a cnidarios y ctenó- tos orgánicos.
foros, bajo el argumento de que ambos grupos presentan Ciclóstomos: Grupo de vertebrados sin mandíbulas.
un cuerpo estructurado alrededor de una gran cavidad Su monofilia sigue siendo discutida por ciertos investiga-
interna (celénteron) y formado por sólo dos capas celu- dores. Comprenden los mixinos y las lampreas como re-
lares. La capa externa constituye la pared de protección presentantes actuales.
de la superficie del cuerpo y la interna tapiza el celénte- Cinetoplasto: Red de DNA localizada en la mitocondria
ron, que funciona como cavidad digestiva y se comunica de algunos miembros de los Euglenozoa, los cinetoplásti-
con el exterior por un único orificio, que hace las funcio- dos, formada por la concatenación de dos clases de molé-
nes de boca y ano. culas de DNA: los maxicírculos y los minicírculos. Los
Celoma: Cavidad corporal rellena de fluido, delimitada primeros contienen la información para codificar RNA men-
por un epitelio auténtico. Esta cavidad no se forma a par- sajero, ribosomal y de transferencia, y los segundos para co-
tir de una cavidad del embrión, sino que aparece de novo, dificar RNA pequeños que participan en el procesamiento
generalmente a partir del mesodermo. El epitelio permite por edición de los RNA mensajeros mitocondriales.
una mejor permeabilidad y regulación de la distribución Citocinesis: Separación del citoplasma y de la mem-
de los elementos que la matriz extracelular de los pseu- brana de una célula eucariota posterior a la división nu-
docelomados. clear y que origina dos células hijas distintas.
Celomados: Animales con una cavidad corporal rode- Clado: rama o linaje formado por un conjunto de orga-
ada enteramente por una capa muscular que tiene origen nismos emparentados y que comparten un antepasado
mesodérmico. común más reciente en una filogenia.
Célula 4d: Mesentoblasto. Cladograma de áreas (TAC): Cladograma repre-
Células epiteliomusculares: Elemento celular fun- sentando las relaciones filogenéticas entre un grupo de
damental de la epidermis y de la gastrodermis de un cni- organismos, en el cual se reemplaza el nombre de las es-
dario. Son básicamente células de revestimiento con pecies por las áreas que éstas ocupan. Reflejaría la histo-
capacidad de contracción. ria de conexiones bióticas entre las áreas para el grupo
Cenobionte (koinobionte): Estrategia por la cual un analizado.
parasitoide permite que su hospedador continúe vivo por Cladograma general de áreas (GAC): Clado-
un tiempo mientras lo va consumiendo, antes de matarlo grama representando un patrón general de relaciones bio-
definitivamente. geográficas entre áreas de endemismo. Para varios grupos
Cenócito (sifón): Masa protoplasmática multinucleada monofiléticos que habitan una misma región. Se interpreta
como consecuencia de divisiones celulares no seguidas como el resultado de eventos de vicarianza que dividieron
de divisiones citoplasmáticas. En un micelio cenocítico no una biota ancestral.
aparecen tabiques intercelulares en las hifas. Cleistotecio: Ascoma en forma esférica en el cual los
Centríolo: Estructura celular eucariota formada por mi- ascos o el himenio, si aparece, quedan protegidos, y per-
crotúbulos proteicos. Los centríolos son importantes du- manece cerrado hasta la madurez de aquéllos.
rante los procesos de división celular, meiosis y mitosis. Cleptoparásito: En himenópteros, un organismo pará-
Centro de origen: Área geográfica donde una especie sito que vive a expensas del alimento acumulado por otra
se origina y desde donde se dispersa hacia otras áreas. especie de himenóptero.
No confundir con centro de diversificación. Cloroplasto: Orgánulo (plastidio) de doble membrana
Cerci (en singular cercus): Cercos,par de apéndices en encargado de realizar la fotosíntesis en las células vegeta-
el segmento terminal del abdomen de muchos artrópodos. les. Deriva de una bacteria del grupo de las cianofíceas.
Chelicerata: Clado compuesto por Pycnogonida y Eu- Cnidas: Orgánulos celulares evaginables característicos
chelicerata. de un cnidario presentes en los cnidocitos, capaces de
Chlorobionta (Viridiplantae, Chloroplastida): inocular toxinas en sus presas o depredadores. Compues-
Grupo biológico que comprende las algas verdes y las tas de una cápsula proteica operculada y un filamento de-
plantas terrestres. vanado en su interior (pueden o no tener espinas).
Cianelo: Nombre histórico asignado al plasto de las Coalescencia: Teoría genético-poblacional que analiza
algas glaucófitas por su parecido morfológico con las cia- las propiedades actuales de una población e infiere los
nobacterias. acontecimientos pasados que han llevado a ella a partir
Cianobacterias: El único grupo de “procariotas” con de las genealogías de genes. Dícese también del proceso
metabolismo fotosintético que liberan oxígeno molecu- que lleva al antepasado común de todos los alelos mues-
lar como subproducto. treados en cierto locus en una población.
Ciclo de Calvin: Serie de reacciones químicas catali- Coana: Pasaje que conecta la parte posterior de las
zadas por once enzimas diferentes del estroma plastídico fosas nasales con la garganta.
Glosario 567
Coespeciación: o cocladogénesis. Se trata de especia- los caracteres convergentes no comparten una base
ción dependiente y recíproca en dos o más linajes de or- común de desarrollo. Define grupos polifiléticos.
ganismos dispares. Está causada por las interacciones de Coprófago: Que se alimenta de excrementos.
las especies, como hospedador y parásito, en que cada Coxa: Artejo basal de un apéndice. Se articula con la
evento de especiación en un linaje resulta en un evento de zona pleural y suele ser corta, robusta y troncocónica. Su
especiación en el otro linaje. movilidad condiciona la de todo el apéndice.
Coevolución: La influencia evolutiva mutua de dos o más Craniata: Grupo discutido de cordados que para los
especies. Cada especie impone presiones selectivas sobre autores que consideran a las mixinas como invertebrados
la o las otras especies, e influye en la evolución de ellas. agrupa a mixinos y vertebrados (que en este caso incluye
Colénquima: Tejido especializado en funciones mecá- únicamente a lampreas y gnatóstomos).
nicas de soporte, caracterizado por presentar células con Cresta neural: Conjunto de células de origen ectodér-
paredes primarias engrosadas y ricas en pectinas. Presente mico situadas entre el tubo neural y la epidermis del em-
en muchos traqueófitos. brión que se diferencian en neuronas y glía, entre otros.
Colocitos: Células exclusivas de los ctenóforos, locali- Criptobiosis: Estado de suspensión de los procesos
zadas en la epidermis, que sirven para adherir presas. metabólicos bajo condiciones medioambientales extre-
Colonia: Número definido de células que se mantienen mas, característico de algunos invertebrados, como por
juntas, con formas diferenciadas, y que por lo general po- ejemplo los tardígrados.
seen sectores especializados en alguna función, por ejem- Criptonefridio: Túbulo de Malpigio cuyo extremo dis-
plo la reproducción. tal se encuentra adosado al recto, y se utiliza en general
Coloración aposemática: Coloración contrastada, para reciclar el agua y evitar su pérdida.
típicamente amarilla y negra, o roja y negra, que llama la Criterio de información bayesiano (BIC): Me-
atención a los posibles depredadores y sirve de indica- dida del ajuste de un modelo a un conjunto de datos de-
ción de toxicidad o peligro. terminados, que tiene en cuenta la verosimilitud y el
Colpo: Abertura en la pared externa de un grano de polen, número de parámetros del modelo, más el tamaño mues-
orientada como si fuera un meridiano. En las eudicotiledó- tral (en general, el número de caracteres). El modelo con
neas usualmente hay tres colpos en cada grano de polen. el BIC más bajo es el modelo óptimo.
Columela: Estructura polínica de la capa externa de la Criterio de información de Akaike (AIC): Me-
exina que forma una varilla entre su cabezuela (tectum) y dida del ajuste de un modelo a un conjunto de datos de-
la capa interna (nexina). terminados, que tiene en cuenta tanto la verosimilitud
Comensalismo: Relación simbiótica en la cual no está como el número de parámetros del modelo. El modelo
determinada la existencia de un efecto beneficioso o per- con el AIC más bajo es el modelo óptimo.
judicial, en términos de eficacia biológica, para alguno de Cromosoma acrocéntrico: Cromosoma cuyo cen-
los dos miembros de la asociación. trómero distingue un brazo muy corto y el otro largo.
Comportamiento adaptativo: Comportamiento Cromosoma B: Cromosomas supernumerarios pres-
que lleva a un beneficio máximo que normalmente se cindibles, que no son homólogos de ningún miembro del
mide en unidades de eficacia biológica. complemento básico A, y que muestran sistemas de he-
Concha: Cobertura rígida externa que protege a ciertos rencia irregulares y no mendelianos. Se dan tanto en ani-
moluscos, compuesta por conquiolina, calcita y carbonato males como en plantas.
cálcico. En algunas especies la concha se ha internalizado. Cromosoma holocéntrico u holocinético: Cro-
Condrictios: Vertebrados de esqueleto cartilaginoso. mosoma con centrómeros difusos, en los cuales las pro-
Los representantes actuales de este grupo comprenden piedades de éstos se extienden a lo largo de todo el
tiburones, rayas y quimeras. cromosoma, pudiéndose encontrar numerosas placas ci-
Conductos resiníferos: Tubo intercelular delineado netocóricas a lo largo de toda su longitud; también llama-
por células que secretan resina. dos holocinéticos porque durante la anafase mitótica
Conflicto sexual: Divergencia entre los intereses re- cualquier punto del cromosoma actúa como centrómero
productores de machos y hembras, que se manifiesta a y, por tanto, la unión del huso mitótico no está localizada.
menudo de forma conspicua, pero que también puede ser Cromosoma metacéntrico: Cromosoma cuyo cen-
muy sutil. Se trata de un mecanismo de selección sexual. trómero se encuentra en la mitad del cromosoma, dando
Conidio: Espora asexual no móvil que se forma por di- lugar a brazos de igual longitud.
versos procedimientos. Cromosomas monocéntrico: Cromosoma de cen-
Convergencia: Carácter que ha evolucionado de ma- trómero único.
nera independiente en dos linajes. Es decir, el carácter no Cromosomas subcéntrico: Cromosoma en el cual
estaba presente en el ancestro común más reciente de el centrómero se ubica de tal manera que un brazo es li-
estos dos linajes.Tradicionalmente se ha considerado que geramente más corto que el otro.
568 Glosario
Ctenidio: Es la branquia típica de los moluscos. Consta Dicotomía: En filogenia, este término se refiere a una
de un largo eje aplanado longitudinal en cuyo interior hay rama que se bifurca para representar dos taxones herma-
nervios, vasos sanguíneos y músculos.Tiene adheridos una nos que comparten un antepasado común.
serie de filamentos triangulares dispuestos a ambos lado Difusión o geodispersión: Proceso biogeográfico
del eje (y entonces se denomina bipectinado) o a un solo que implica la extensión del rango geográfico de una es-
lado del eje (monopectinado). pecie por la desaparición de una barrera geográfica, por
Ctenos: Filas o placas ciliares en el cuerpo de los ctenó- ejemplo la desaparición del mar epicontinental (Estrecho
foros. de Turgai) entre Europa y Asia hace 30 millones de años.
Cuidado parental o comportamiento subso- Dimorfismo sexual: Especies en las cuales machos y
cial: Todo tipo de comportamiento de los padres que hembras tienen características físicas propias e indepen-
aumenta la eficacia biológica de sus hijos. dientes de los órganos sexuales.
Cutícula: Cubierta de material extracelular secretada Dinocarión: Núcleo característico de los dinoflagela-
por la región apical de las células ectodérmicas. En los pa- dos en el cual los cromosomas, pese a carecer de histo-
nartrópodos la cutícula está compuesta por alfa-quitina nas, permanecen fuertemente condensados a lo largo de
(un polisacárido nitrogenado). todo el ciclo celular y están fijos a la membrana nuclear.
Cycloneuralia: Todos los miembros no panartrópodos Dioecia: Separación de los dos sexos en diferentes in-
de Ecdysozoa (Kinorhyncha,Loricifera,Nematoda,Nemato- dividuos (machos y hembras).
morpha y Priapulida). Su monofilia no está confirmada aún. Diplohaplóntica: Historia de vida en la cual los esta-
dios diploides y haploides se alternan como organismos
D
dominantes de vida libre.
Diplóntica: Historia de vida en la cual los organismos
DDH (DNA-DNA hybridization): Técnica usada en de la fase dominante son diploides (2n).
la circunscripción de especies de arqueas y bacterias. Disco oral: Expansión de la región oral con la boca lo-
Decusado: En pares opuestos, con el par sucesivo per- calizada centralmente y rodeada por tentáculos.
pendicular. Dispersión: Proceso biogeográfico que implica la ex-
Dendrotráquea: Sistema respiratorio cerrado com- tensión del rango geográfico de una especie al atravesar
puesto de espiráculos, tráqueas y traqueolas para trans- una barrera geográfica preexistente (por ejemplo, una
portar los gases metabólicos desde y hacia los tejidos. montaña). La barrera impide el flujo génico entre la pobla-
Desarrollo anamórfico: Forma de desarrollo en la ción original y la dispersada, por lo que se produce espe-
cual se van añadiendo segmentos abdominales con las ciación por aislamiento o especiación alopátrida.
mudas sucesivas. Disploidía: Tipo de ploidía consistente en un aumento
Desarrollo epimórfico: Forma de desarrollo en la o disminución del número de cromosomas algo por en-
cual los juveniles emergen con el número completo de cima o por debajo del nivel euploide, sin que haya una va-
segmentos abdominales. riación sustancial en la cantidad de DNA. El tipo de
Desequilibrio de los árboles filogenéticos: Li- mutación cromosomática que la genera, a diferencia de la
najes filogenéticos distintos contienen un número de es- agmatoploidía y la simploidía, puede aparecer en cualquier
pecies diferente. tipo de cromosomas, holocéntricos o no. La mayoría de
Deuteróstomos: Metazoos en los cuales, durante el los fenómenos de disploidía se producen por transloca-
desarrollo embrionario, el ano se forma antes que la boca. ciones recíprocas y fusiones o fisiones céntricas.
Diádroma: Especie que migra entre mares y ríos du- Distribución disyunta: Distribución espacialmente
rante su ciclo vital. discontinua, separada por barreras geográficas o climáticas.
Dicarion (fase dicariótica): En algunos hongos (as- Distribución gamma: Distribución estadística de
comicetos y basidiomicetos) es una fase del ciclo bioló- probabilidad utilizada comúnmente en evolución molecu-
gico caracterizada por la presencia de dos núcleos, lar para asignar diferentes tasas de evolución a los distin-
sexualmente complementarios, en cada célula. En algunos tos caracteres o sitios. Cuanto más pequeño sea el
basidiomicetos es la fase biológica dominante. parámetro de forma de esta distribución (0 < α < ∞),
Dicóndila: Mandíbula con un punto de articulación mayor heterogeneidad de tasas.
(cóndilo) secundario. Diversidad organísmica: Conjunto de organismos
“Dicotiledóneo”: 1. Que posee dos cotiledones u (y sus formas) que caracterizan un territorio o linaje.
hojas embrionarias. 2.Tipo de formación de la pared de la DNA antiguo o fósil: DNA procedente de restos or-
antera en el cual la capa parietal interna de la antera joven gánicos históricos bien preservados, correspondiente a
produce directamente el tapete (capa interna rica en sus- especies extintas o aún presentes.
tancias nutritivas que sirve de alimento a las células espo- Dominio proteínico: Parte de la secuencia y estruc-
rógenas). Estado de caracter parafilético en angiospermas. tura de una proteína que puede evolucionar, funcionar y
Glosario 569
existir independientemente del resto de la cadena pro- ción de una nueva población de individuos a partir de un
teica. número muy reducido de diásporas.
Dominio de la vida: Cada uno de los tres grandes Efecto pleiotrópico: Efecto producido por un gen
grupos monofiléticos de organismos identificables en ár- cuya expresión afecta a más de un carácter.
boles filogenéticos basados en marcadores conservados Eficacia biológica: También aptitud biológica o fitness.
presentes en todas las especies (como el RNA ribosó- Contribución diferencial de los descendientes de un ge-
mico 16S/18S). Hay un dominio eucariota (Eucarya) y dos notipo con respecto a otros, que refleja su probabilidad
dominios “procariotas” (Bacteria y Archaea). de supervivencia y su éxito reproductivo.
Duplicación: Proceso biogeográfico que implica la divi- Elección femenina críptica: Mecanismo de selec-
sión de una especie sin que intervenga una barrera geo- ción sexual postcópula, según el cual las hembras altera-
gráfica, por ejemplo por especiación simpátrida dentro de rían la proporción de descendencia producida con cada
su rango actual de distribución.Alternativamente, la dupli- macho, lo que determina que la paternidad de diferentes
cación puede ser el resultado de una especiación alopá- machos no sea directamente proporcional a su éxito co-
trida en respuesta a una barrera geográfica temporal; a pulador ni a los mecanismos de competencia espermá-
diferencia de la vicarianza, esta barrera aparentemente tica.
sólo afectó a ese linaje y no hay trazas de ella en el pre- Élitro: Alas mesosternales de los coleópteros, general-
sente. mente esclerotizadas y rígidas, que cubren el resto del
tórax y el abdomen.
E
Embrión: Estructura pluricelular producida en las eta-
pas iniciales de la fase esporofítica, como resultado de la
Ecología: Estudio de los organismos vivos entre sí y con fertilización de una ovocélula, que se encuentra en el in-
su ambiente. El ambiente incluye factores abióticos (pro- terior de los arquegonios o semillas.
piedades físicas, como insolación, clima, geología, etc.) y Emparejamiento selectivo: Tendencia de un sujeto
factores bióticos. Niveles de organización ecológica: po- a emparejarse con otros individuos que se asemejan a él
blación (grupo de individuos de la misma especie en la en algún aspecto.
misma región geográfica); comunidad / metapoblación Endémico: Taxón que sólo se encuentra en una región
(dos o más poblaciones de diferentes especies que están o área y en ningún otro sitio. Se suele diferenciar entre
relacionadas y ocupan la misma región); ecosistema (co- taxón paleoendémico (especies relictas remanentes de
munidad más factores abióticos) biosfera (la parte de la especies que en el pasado tenían una distribución mayor)
Tierra que contiene especies vivas, y también incluye los y neoendémico (nuevas especies que no han tenido
factores abióticos). tiempo suficiente para dispersarse más allá de su región
Ecología evolutiva: Estudio de la ecología con una o centro de origen).
perspectiva evolutiva.Trata de investigar la historia evolu- Endocitosis: Endosimbiosis en la cual la bacteria se
tiva de las especies y las interacciones de ellas y el am- aloja dentro de células del huésped.
biente. Temas más estudiados: evolución de estrategias Endodermis: Capa cilíndrica formada por células que
vitales, evolución de interacciones inter e intraespecíficas, contienen lignina o suberina (banda de Caspary). Está pre-
evolución de las poblaciones, comunidades y ecosistemas. sente en todas las raíces y en algunos tallos subterráneos
Mientras que el objeto de la ecología es saber cómo están de las plantas vasculares.
las relaciones, la biología evolutiva se pregunta cómo han Endógeo: Que vive en horizontes profundos del suelo.
evolucionado, y la ecología evolutiva intenta descubrir por Endomembrana: Cualquiera de las membranas inter-
qué han evolucionado las relaciones observadas. nas de una célula eucariota, tales como el retículo endo-
Ecotono: Zona de transición entre dos comunidades o plásmico, el aparato de Golgi o la envoltura nuclear.
biomas adyacentes. Endosimbiosis: Asociación interespecífica en la cual
Ectodermo multiciliado: Capa epidérmica consti- uno de los simbiontes reside en el interior (endosim-
tuida por células ciliadas. bionte) del otro (hospedador).
Ectodermo sincitial: Capa epidérmica constituida Endosimbiosis secundaria: Proceso mediante el cual
por células con múltiples núcleos, es decir, que han su- un eucariota no fotosintético adquiere un plasto por en-
frido numerosas divisiones del núcleo sin que se haya pro- dosimbiosis de otro eucariota que ya contiene un plasto.
ducido ninguna división celular. Endozoocoria: Mecanismo de dispersión que se des-
Edeago: Pieza copuladora del aparato genital masculino, cribe por el conjunto de caracteres que favorecen la in-
resultante de la fusión de los últimos segmentos abdomi- gestión de frutos y movilización de semillas por animales.
nales. Ensiforme: Con forma de espada.
Efecto fundador: Consecuencias biológicas (genéti- Epidermis: Capa externa de la pared corporal, com-
cas, morfológicas, distribucionales) derivadas de la forma- puesta por cinco tipos principales de células: epiteliomus-
570 Glosario
culares, intersticiales, cnidocitos, secretoras de moco y Especie híbrida alopoliploide: Especie formada por
células nerviosas. hibridación entre miembros de linajes evolutivos amplia-
Epífisis: Cada uno de los extremos de un hueso o artejo mente diferenciados seguida de la duplicación de sus cro-
largo. mosomas.
Epimacio: Estructura variable que se interpreta como Especie híbrida homoploide: Especie producto de
una escama ovulífera modificada que cubre el óvulo en una hibridación sin duplicación de sus cromosomas que
Podocarpaceae. está por lo menos parcialmente aislada reproductiva-
Epizoocoria: Mecanismo de dispersión que se describe mente de las especies progenitoras.
por el conjunto de caracteres que favorecen la moviliza- Espermatóforo: Cápsula que contiene los esperma-
ción de diásporas por adhesión externa a los animales. tozoides y que se introduce en el órgano sexual femenino
Escama ovulífera: Estructura que se desarrolla en la durante la cópula.
axila de una bráctea y que porta lateralmente uno o más Espiráculo: Orificio respiratorio que comunica el sis-
óvulos. tema respiratorio interno con el exterior. Se localiza en la
Escapo: Artejo basal de las antenas, que se articula con parte superior del cuerpo, generalmente detrás de los
la cápsula cefálica. ojos.
Escápula u omóplato: Hueso proporcionalmente Espiritrompa: Aparato bucal de la gran mayoría de los
ancho, casi plano, situado en posición dorsal, en el cual se lepidópteros que consiste en las maxilas modificadas en
articulan los húmeros y las clavículas. En las aves volado- un largo tubo que se mantiene enrollado en espiral
ras, el ángulo descrito por la posición de la escápula y el cuando no se usa.
coracoides (hueso de la cintura pectoral) es claramente EST: Abreviatura de Expressed Sequence Tag, que alude a
mayor que en las aves no voladoras. un fragmento corto de DNA derivado unívocamente de
Esclereida: Célula endurecida que no sea de tipo pro- una librería DNAc y, por tanto, de una secuencia que ha
senquimático y que participa en el sistema mecánico. sido transcrita en algún tejido o durante algún proceso
Esclerénquima: Tejido constituido por células de del desarrollo embrionario, y que puede ser mapeada
membrana totalmente engrosada y lignificada, propio de hasta su posición en el genoma, sirviendo para identificar
los órganos completamente maduros. Está compuesto el locus de ese gen.
por células esclerenquimáticas y fibras esclerenquimáti- Estadios preimaginales: Estadios de un insecto an-
cas. teriores al adulto (imago): huevo, larva y pupa.
Esclerito pleural: Pieza quitinizada situada en la pleura Estadísticos descriptivos: Valores numéricos que
o la parte lateral del cuerpo. sirven para resumir la información de los datos de la
Esclerotizado: Endurecido por esclerotización, o en- muestra.
durecimiento de la cutícula mediante la formación de co- Estereoma: Fase mineral de los elementos esqueléticos
nexiones entre las proteínas que la forman. (osículos y placas), formada por diminutos cristales de
Esmalte: Cubierta de hidroxiapatita que recubre la co- carbonato cálcico orientados según el mismo eje crista-
rona de los dientes y les confiere dureza. lográfico y por lo tanto de comportamiento óptico simi-
Especiación alocrónica: Proceso de formación de lar.
especies por aislamiento temporal. Esternito: Cada una de las placas ventrales o escleritos
Especiación alopátrida: Formación de dos o más es- metaméricos que forman parte del revestimiento cuticu-
pecies en zonas separadas geográficamente de una misma lar de los segmentos de los artrópodos.
especie ancestral. Estigmas traqueales: Espiráculos o poros que co-
Especiación parapátrida: Evolución del aislamiento nectan las tráqueas con el exterior.
reproductivo en poblaciones distribuidas continuamente Estilete: Especialización de la cavidad del estoma en los
en el espacio, pero entre las cuales el intercambio o flujo nematodos fitoparásitos. Sirve para alimentarse de las cé-
genético es modesto. lulas vegetales.
Especiación simpátrida: Modelo de especiación que Estilopodio: Parte proximal de la extremidad formada
se inicia con el establecimiento de un polimorfismo esta- por un único hueso robusto.
ble por selección ecológica diversificadora dentro de una Estípula: Apéndice escamoso o folioso a cada lado de
población. Un genotipo seleccionado a favor en un am- la base del pecíolo de la hoja.
biente ecológico está cada vez más aislado de los demás, Estoma: Invaginación de la cutícula exterior para cons-
llegando a constituir primero una raza ecológica y final- tituir el inicio del esófago.
mente una nueva especie en simpatría. Estomocorda: Divertículo bucal de los hemicordados
Especie biológica: Grupo de poblaciones naturales que se extiende desde la boca hasta la probóscide. Con-
cuyos individuos son capaces de cruzarse entre sí, aislados tiene células vacuoladas grandes como la notocorda de
reproductivamente de otros grupos análogos. los cordados.
Glosario 571
Estrategia vital: La historia de los cambios que pasan Exocitosis: Endosimbiosis en la cual la bacteria se ubica
a lo largo de la vida de un organismo, empezando con la fe- extracelularmente en el huésped.
cundación y acabando con su muerte. Influye directamente Exoesqueleto: Esqueleto externo continuo que recu-
en la eficacia biológica, que a su vez está determinada por bre toda la superficie de los artrópodos. Cumple una fun-
la edad en que se alcanza la madurez; la fecundidad; y la ción protectora y otra mecánica, proporcionando el
supervivencia. sostén necesario para la eficacia del aparato muscular.
Estrobilización: Proceso de formación de pequeñas Exosporio: Capa de esporopolenina interna respecto
medusas, en la porción distal de los pólipos de Scyphozoa. al perisporio en la pared de las esporas.
Estróbilo: Conjunto de esporófilos dispuestos sobre Extinción: Proceso biogeográfico que implica la des-
un eje. aparición de un organismo de parte (extinción local o “ex-
Estróbilo compuesto: Sistema de brotes determina- tirpación”) o de todo (“extinción global”) su rango de
dos y sostenidos por brácteas, que constan de un solo eje distribución.
que porta esporófilas (un cono). Extremófilo: Organismos de vida libre que toleran, o
Estroma: Compartimento limitado por la membrana in- requieren, condiciones ambientales de temperatura, sali-
terna del plasto. nidad, acidez, osmolaridad, etc., en las cuales la mayoría de
Estructura estridulante: Órgano productor de so- los demás organismos difícilmente subsisten. Son ejem-
nidos. plos las bacterias hipertermotolerantes que viven a más
de 80 ºC o halotolerantes que pueden vivir en concentra-
Estructura palatal: Forma premaxilar que se ha em-
ciones salinas de más de 2 moles por litro.
pleado históricamente para clasificar grandes grupos de
aves. Los diferentes procesos palatales en Palaeognathae
(poco desarrollados) y Neognathae (más especializados)
han servido para clasificar las aves en estos dos grupos.
F
Eucariota: Organismo cuyas células poseen un núcleo Factores de virulencia: Componentes genéticos uti-
que delimita el DNA. lizados por un simbionte, patógeno o no, que le permiten
acceder a la célula del huésped.
Euchelicerata: Clado compuesto por Arachnida, Xi-
Fanerógama: Término en desuso que designa al con-
phosura y Eurypterida (este último es un grupo extinto).
junto de plantas con órganos sexuales bien visibles (en
Eudicotiledónea: Miembro de un grupo monofilético
contraposición al antiguo término “criptógama”).
derivado de las angiospermas que se caracteriza morfo-
Faringe: Invaginación del epitelio del disco oral que se
lógicamente por la presencia de polen tricolpado, o deri-
conecta con la cavidad gastrovascular.
vado de esta condición.
Fase gametofítica: Véase gametófito.
Eúfilos (o megáfilos): Hojas vascularizadas cuyo ras-
Fasmidios: Órganos sensoriales (presentes o ausentes)
tro deja un intersticio foliar, y con meristema marginal o situados en la región caudal de los nematodos.
apical. Fenotipo: Característica observable de un organismo.
Euplantulae: Almohadillas adhesivas en la parte ven- A diferencia del genotipo, que está determinado por los
tral de los tarsómeros. genes, el fenotipo puede estar determinado por cualquier
Eusocialidad: Grado más alto de organización social, mecanismo.
que incluye división del trabajo y de las tareas reproduc- Ficobilisomas: Estructuras hemisféricas o discoidales
tivas, solapamiento de generaciones y cuidado conjunto dispuestas en la superficie de los tilacoides constituidos por
de las crías. proteínas y ficobilinas involucrados en la captación de luz
Eusporangio: Esporangio originado a partir de varias para el fotosistema II. Los ficobilisomas están presentes en
células iniciales; sus paredes tienen varias células de espe- los tilacoides de cianobacterias, glaucófitas y algas rojas.
sor; sin mecanismo específico de apertura. Ficoplasto: Estructura citológica típica de las algas ver-
Evaginación: Protuberancia o saliente hueco de un des en la que, durante la mitosis, los microtúbulos se dis-
conducto o cavidad orgánicos. tribuyen de manera paralela al plano de la citocinesis, lo
Evo-devo: Nueva disciplina científica cuyo objetivo es cual servirá de orientación a la formación de la pared que
comprender la forma actual de los animales y plantas me- separará a las dos células hijas.
diante el estudio de los mecanismos de evolución que han Filamento mesentérico: Región que concentra
intervenido en el desarrollo embrionario. grandes cantidades de nematocistos y células glandulares.
Evolución concertada: Coincidencia en las secuen- Filidio: En los musgos y las hepáticas foliosas, órgano de
cias de los distintos alelos presentes en los diferentes la fase gametofítica, generalmente laminar y fotosintético,
genes de una familia multigénica mediada, principalmente, que se inserta sobre los caulidios.
por procesos de conversión génica. Filogenómica: Disciplina que estudia de las relaciones
Exaptación: Utilización de un carácter para una fun- filogenéticas por medio de una fracción significativa del
ción distinta de la original. genoma de un organismo.
572 Glosario
Filogeografía: Estudio de los procesos históricos, tem- la base del ala anterior. Forma parte del sistema de unión
porales y espaciales, causantes de la distribución geográ- entre las alas anteriores y posteriores de la mayoría de
fica actual de los individuos y las poblaciones de una los lepidópteros Heteroneura.
especie a partir del análisis de la secuencia de genes nu- Furca: En los colémbolos, apéndice bifurcado en el ex-
cleares o de genes o genomas organulares. tremo del abdomen, que se sujeta bajo éste por el retiná-
Filotráqueas (pulmones en libro): Estructura res- culo, catapultando al individuo cuando se libera.
piratoria primaria, que representa morfológicamente una
G
pata branquial involucionada. Está constituida por una
multitud de laminillas que separan dos cámaras, una aérea
en relación con el exterior por un estigma y otra hemá- Galeae (en singular galea): Lóbulos externos de la
tica en relación con un seno venoso; externamente se de- maxila de un insecto que, en el caso de los lepidópteros,
tectan por la presencia de una placa ligeramente más se han modificado para formar la espiritrompa.
esclerosada y el orificio respiratorio correspondiente (es- Gametangio: En embrófitos, órgano de la fase gameto-
piráculo). fítica encargado de la producción de gametos por divisio-
FISH (Fluorescence In Situ Hybridization): Téc- nes mitóticas.
nica de microscopía óptica que combina el uso de fluoro- Gametófito: Individuo que produce gametos, protalo
cromos que se intercalan en el DNA y sondas portador de anteridios y arquegonios.
filogenéticas fluorescentes dirigidas al RNA ribosómico. Gametos estefanocontos: Aquellos que tienen nu-
Esta técnica se usa para revelar la estructura de las comu- merosos flagelos dispuestos en forma de corona.
nidades microbianas naturales. Gastrodermis: Capa interna de la pared corporal.
Fisura ptilinial: Estructura que resulta de la transfor- Compuesta de células musculonutritivas, intersticiales, cni-
mación del ptilium (saco membranoso de la cabeza en es- docitos, secretoras de moco y células nerviosas.
tado de pupa) cuando el adulto ha emergido por uno de Genes de copia única o baja copia: Genes con una
los extremos del pupario. única copia o un bajo número de ellas (hasta cinco) en el
Fitness: Véase aptitud biológica o eficacia biológica. genoma. A este grupo pertenecen la mayor parte de los
Fitófago: Organismo que se alimenta exclusivamente genes domésticos o universales de los eucariotas.
de materia vegetal. Genes Homeobox: Genes que contienen un tramo
Flor: Estructura sexual formada básicamente por hojas conservado de 60 aminoácidos que son importantes para
transformadas en gineceo o pistilo (parte femenina) que regular el desarrollo mediante la unión de factores de
encierran los óvulos y primordios seminales.Además, sue- transcripción.
len desarrollar un androceo o estambres (parte mascu- Genes housekeeping: Genes que se expresan a un
lina) y un perianto (pétalos o tépalos y sépalos) bien nivel relativamente constante en las células de los meta-
desarrollados. zoos, porque sus productos son fundamentales para el
Florícola: Que se alimenta de flores. mantenimiento del ciclo celular.
Fosa anterorbital: Pequeña depresión en el cráneo, Genes Hox: Genes que codifican factores de transcrip-
junto al ojo, que se considera una regresión del orificio ción que controlan la identidad y el destino de las dife-
denominado fenestra anterorbital. rentes regiones a lo largo del eje antero-posterior en un
Fosas temporales: Las fosas o fenestras temporales embrión. Generalmente aparecen en grupos (cada grupo,
son aberturas del cráneo situadas detrás de las órbitas de también llamado cluster, suele estar compuesto por nueve
los ojos de muchos vertebrados amniotas. genes Hox) dentro del genoma.
Fotobionte: Simbionte fotosintético en líquenes. Puede Genes MADS-Box: Genes que codifican factores de
ser un “alga” eucariótica (con frecuencia de la clase Tre- transcripción que contienen un dominio de unión del
bouxioficeas) o una cianobacteria. DNA muy conservado, llamado «dominio MADS». Estos
Fotopigmentos: Compuestos coloreados que en pre- genes desempeñan un papel importante en el control de
sencia de energía luminosa sufren modificaciones fisico- la identidad o del destino de las diferentes regiones en
químicas. Los fotopigmentos involucrados en la fotosíntesis flores y plantas.
son las clorofilas, los carotenos y las ficobilinas. Genes multicopia: Genes con un elevado número de
Fragmoplasto: Estructura citológica en la que durante copias en el genoma. Las copias suelen ser repetitivas y
la mitosis los microtúbulos se disponen de manera per- estar dispuestas en tándem.A este grupo pertenecen, por
pendicular al plano de la citocinesis, que servirá de orien- ejemplo, las familias de genes ribosómicos nucleares de
tación a la formación de una pared que separará a las dos los eucariotas.
células hijas. Genes ortólogos: Copias de un gen que proceden de
Frenulum: Pelo rígido situado en la base del ala poste- una misma copia ancestral y que han variado por proce-
rior que se inserta en un gancho o pliegue (retinaculum) de sos de especiación de los organismos portadores.
Glosario 573
Genes parálogos: Copias de un gen que proceden de bien sus miembros comparten además un carácter mor-
la duplicación de la copia ancestral del gen y que han ex- fológico.
perimentado distintas historias evolutivas en los organis- Grupo parafilético: Grupo no monofilético (sin un
mos portadores. solo origen) que incluye a todos los organismos conside-
Genes reguladores: Genes que codifican factores de rados a priori (antes de realizar un análisis filogenético) en
transcripción, o moléculas señalizadoras que desempeñan el grupo interno, más algún otro organismo del grupo ex-
una función importante en la regulación de la expresión terno.
de otros genes durante el proceso de desarrollo. Grupo polifilético: grupo no monofilético (sin un solo
Genética de poblaciones: Rama de la genética que origen) que incluye a algunos organismos considerados a
estudia los procesos que determinan las frecuencias géni- priori (antes de realizar un análisis filogenético) en el
cas dentro de las poblaciones. grupo interno, más algún otro organismo del grupo ex-
Gineceo: Conjunto de órganos reproductivos femeni- terno.
nos (carpelos) de una flor. Grupo terminal: Aquel que resulta de la divergencia
Ginogénesis: Forma de reproducción asexual en la cual final.
las células sexuales femeninas se reproducen por con- Grupos tróficos: Bacterióvoros, depredadores, fungí-
tacto con el esperma, que estimula el proceso de división voros, omnívoros, parásitos (de animales y plantas).
celular, pero sin que haya fecundación. No hay reducción
H
cromosómica ni recombinación genética, y la descenden-
cia es idéntica.
Glándulas coxales: Órganos excretores de los artró- Hábito: Aspecto general de la parte vegetativa de una
podos que desembocan en la base de las patas. planta.
Glándulas hipobranquiales: Glándulas especializadas Halterios: Alas transformadas en estructuras clavifor-
de los moluscos que segregan el moco que recubre las mes utilizadas como contrapesos durante el vuelo, el se-
branquias y permite atrapar partículas suspendidas en la gundo par en Diptera y el primero en Strepsiptera.
corriente de agua inhalante para su posterior eliminación. Haplodiploide: Mecanismo de determinación del sexo
Glándula nefrítica: Órgano excretor de invertebra- por el cual los huevos fertilizados diploides normalmente
dos que funciona a modo de riñón. dan lugar a hembras(2n), mientras que los huevos haploi-
Glosa: Lóbulo medio distal del labio de los insectos. des no fecundados dan lugar a machos (n).
Gnatóstomos: Vertebrados con mandíbulas articuladas. Haplóntica: Historia de vida en la cual los organismos
Gondwana: Antiguo supercontinente del hemisferio de la fase dominante son haploides (n).
sur que hace 200 millones de años incluía la mayor parte Haplotípico: Referido a la constitución genética de un
de tierra firme que constituyen hoy los continentes de cromosoma individual. El haplotipo es una combinación
Sudamérica, África,Australia, el Indostán, Madagascar y la de alelos ligados a múltiples loci que se transmiten juntos.
Antártida. Haptonema: Apéndice anterior filiforme característico
Gonoporo: Orificio genital copulador. de los haptófitos que suele estar entre los flagelos y que
Gregario: Animal que vive en grupos formados por in- se usa para capturar presas o adherirse al sustrato.
dividuos de la misma especie.Tipo de parasitismo que im- Hemiélitros: Primer par de alas de los hemípteros con
plica el desarrollo de más de una larva parasitoide por la parte proximal rígida y la distal membranosa.
hospedador. Se contrapone a solitario. “Hemimetábolos”: Insectos que desarrollan meta-
Grupo basal: Aquel perteneciente a una rama de di- morfosis incompleta que incluye tres etapas: huevo, ninfa
vergencia temprana, es decir interna en la filogenia. y adulto o imago. La ninfa a menudo se parece al adulto,
Grupo externo: Grupo considerado a priori (antes de con ojos compuestos, patas desarrolladas y alas parcial-
realizar un análisis filogenético), que es ajeno al grupo de mente desarrolladas.
estudio. Hemipenes: Son los dos órganos copuladores de los
Grupo filético: Conjunto de organismos que des- saurópsidos escamosos macho.
ciende de un mismo antepasado. Hendiduras branquiales: Aperturas en forma de U
Grupo hermano: Grupo que ha compartido con otro en la faringe que se comunican con el exterior mediante
grupo el último antepasado común más reciente. poros branquiales y a través de las cuales sale el agua. Se
Grupo interno: Grupo de estudio que se considera a encuentran por pares y puede haber desde unas pocas a
priori (antes de realizar un análisis filogenético) sobre la más de 100.
base de información previa taxonómica y/o filogenética. Heredable: Un rasgo es heredable cuando se transmite
Grupo natural: Grupo de organismos que descienden de los padres a los hijos, debido a la herencia genética.
de un solo antepasado y que comparten un determinado Heterospóricos: Individuos que producen dos tipos de
carácter.Viene a ser sinónimo de grupo monofilético, si esporas, micrósporas y megásporas. Se dan en helechos.
574 Glosario
Larva: Embrión de vida independiente y autosuficiente Lórica: Exoesqueleto presente en diversos grupos de
que sufre metamorfosis para convertirse en adulto. “protistas”. Puede ser de naturaleza orgánica, con o sin
Larva lecitótrofa: Larva de metazoo incapaz de cap- mineralización secundaria, o formado por acreción de
turar alimento, generalmente carente de boca o de tubo partículas detríticas.
digestivo, o de ambos, que se nutre a partir de las reser-
M
vas acumuladas en su interior en forma de vitelo durante
el desarrollo embrionario.
Larva protoninfa: Uno de los estadios larvarios de la Macaronesia: Región formada por archipiélagos del
clase Pycnogonida, parecido a una larva nauplius de “crus- Océano Atlántico (Azores, Madeira, Salvajes, Canarias y
táceo” pero con probóscide, quelíforos y dos pares de Cabo Verde) que comparten elementos florísticos y fau-
apéndices locomotores. nísticos. Algunos autores añaden una pequeña franja del
Larva tornaria: Larva típica de los enteropneustos. Es continente africano junto a las islas Canarias.
planctónica y tiene unas bandas ciliares que la hacen muy Macrolepidóptero: Perteneciente a una de las 11 su-
parecida a la de los equinodermos. En sus estadios tar- perfamilias que forman el grupo monofilético de reciente
díos, la larva adquiere las tres partes bien diferenciadas tí- aparición de los Macrolepidoptera. Se trata generalmente
picas de los hemicordados. de especies de tamaño mediano y grande.
Larva trocófora: Larva ciliada de algunos invertebra- Macrómero: Blastómero o célula embrionaria indife-
dos que presenta al menos una banda ciliada denominada renciada de mayor tamaño que las restantes y general-
prototroca. mente con un ritmo de división más lento.
Larva veliger: Larva típica de la mayoría de los molus- Macróspora: Espora produclida en los macroesporan-
cos; tiene estructuras desarrolladas, como el pie y la con- gios que desarrolla un gametófito femenino.
cha, y posee dos lóbulos ciliados que constituyen el velo, MADS-box: Motivo conservado de aproximadamente
utilizado para nadar y capturar alimentos. 168 a 180 pares de bases que se encuentra en una fami-
Lissamphibia: Subclase de anfibios que incluye todas lia de factores de transcripción implicados en la fisiología
las formas modernas en los órdenes Anura, Caudata y de eucariotas.
Gymnophiona. Mandibulata: Clado compuesto por los artrópodos
Leptosporangio: Esporangio originado de una sola cé- con mandíbulas (“crustáceos”, miriápodos y hexápodos).
lula inicial; sus paredes tienen una sola célula de grosor; Manto: Parte dorsal de la pared que cubre la masa vis-
suelen tener anillo. ceral de los moluscos. Sus células producen las espículas
Lesura: Línea de dehiscencia de una espora. o la concha. En algunos grupos, como los cefalópodos, se
Leucoplasto: Orgánulo característico de las células ve- ha muscularizado intensamente y se ha especializado para
getales que almacena sustancias incoloras (ácidos grasos, la natación.
almidón, proteínas). Markov Chain Monte Carlo (MCMC): Técnica de
Levadura: Hongos cuya forma estructural (biotipo) es computación que permite la toma de muestras de una
unicelular. Generalmente es elipsoidal o semiesférica, y se función de probabilidad altamente dimensional y difícil-
divide por gemación. Encontramos también levaduras es- mente integrable. En filogenética se utiliza para aproximar
porógenas que se portan como ascos. la probabilidad posterior de un árbol.
Licófilos (o micrófilos): Hojas sin intersticio foliar Máxima parsimonia (MP): Método de reconstruc-
asociado a la traza, y con un meristema intercalar. ción filogenética que elige como mejor solución el árbol
Lignina: Polímero de compuestos fenólicos que forma o los árboles que implican un menor número de cambios
parte de las células especializadas en el transporte de evolutivos.
agua y nutrientes, así como en las células especializadas Máxima verosimilitud (ML): Método de recons-
en funciones de soporte. Se sitúa como una segunda trucción filogenética que elige como mejor solución el
capa en las paredes celulares y proporciona rigidez y árbol o los árboles que maximizan la probabilidad de ob-
fuerza. servar los datos.
Liquen: Asociación simbiótica estable y permanente Medusa: Tipo estructural de vida libre (natatorio).Tiene
entre micobionte y fotobionte, con estrategia nutricional forma de campana. El extremo aboral es la exumbrela. El
autótrofa, que en sistemática es un hongo. Los hongos que extremo oral es la subumbrela, donde se encuentran la
liquenizan son principalmente los ascomicotas y, en menor boca y los tentáculos.
grado, los basidiomicota. Los fotobiontes pueden ser cia- Megáfilo: Tipo de hoja de traqueófitos definida por un
nobacterias o sobre todo algas verdes, principalmente de tipo de vascularización múltiple, crecimiento determinado,
la clase Trebuxiophyceae. simetría bilateral y filotaxis (en oposición a micrófilo).Tra-
Lobópodos: Pseudópodos con forma de dedo de dicionalmente se consideraba un carácter único de los
guante formado por ectoplasma y endoplasma. eufilófitos.
576 Glosario
Meristemo: Tejido de crecimiento con células que árbol filogenético mediante el uso de un algoritmo. Aquí
tiene una activa división celular, además de sus precurso- se incluyen métodos como neighbor-joining y UPGMA.
res y sus derivados. Métodos en base a caracteres: Conjunto de mé-
Mesarco: Modo de diferenciación del xilema primario, todos de reconstrucción filogenética que utilizan directa-
en el cual el metaxilema se desarrolla tanto de forma cen- mente la matriz de estados. Aquí se incluyen métodos
trífuga como centrípeta, con respecto al protoxilema. como
Mesenterios: Ver septos. Métodos con criterio de optimalidad: Conjunto
Mesentoblasto: Célula especial, derivada de un micró- de métodos de reconstrucción filogenética que asignan
mero durante el desarrollo embrionario de un animal, que un valor determinado a los posibles árboles.Aquí se inclu-
da origen al mesodermo. yen métodos como máxima parsimonia, evolución mí-
Mesocele: Cavidad celomática de la región intermedia nima, máxima verosimilitud e inferencia Bayesiana.
(mesosoma) que es independiente de las otras dos cavi- Métodos de distancias: Conjunto de métodos de
dades (procele de la región del prosoma y metacele de la reconstrucción filogenética que parten de una matriz de
región del metasoma) en la organización trímera del distancias calculada a partir de la matriz de estados.Aquí
soma. se incluyen métodos como evolución mínima y neighbor-
Mesófilo: Organismo que habita entre los 20º y 40 ºC. joining.
Mesoglea: Camada corporal fibrosa o gelatinosa ubi- Métodos morfométricos: Son aquellos que se basan
cada entre la epidermis y la gastrodermis de un cnidario en un conjunto de índices que relacionan distintas medi-
o ctenóforo.Varía en grosor y por lo general es acelular. das corporales. Los índices de Man son ampliamente usa-
Mesomareal: En la costa, zona entre los límites má- dos.
ximo y mínimo de la marea. Micelio: En los hongos así estructurados, conjunto o
Metabolismo C4: Modificación histológica del mesó- masa de hifas que constituyen el talo o cuerpo vegetativo.
filo que permite acumular metabolitos de la fotosíntesis Micetocitos o bacteriocitos: Células especializadas
con cuatro átomos de carbono (C4 ) en lugar de los ha- de insectos que alojan microorganismos simbióticos o co-
bituales metabolitos con tres átomos de carbono (C3). mensales intracelulares. Si albergan bacterias se llaman
Metabolismo CAM (Crassulacean Acid Metabo- bacteriocitos.
lism): Conjunto de fenómenos físico-químicos que pre- Micetoma o bacterioma: Órgano o tejido com-
cisan modificaciones fisiológicas e histológicas para puesto de células llamadas micetocitos o bacteriocitos.
acumular en grandes vacuolas el CO2 asimilado en forma Micobionte: Componente fúngico en los líquenes.
de ácido málico durante la noche, y de este modo poder Micófago: Que se alimenta de hongos.
abrir los estomas sólo por la noche para minimizar la Micorrizas vesiculoarbusculares: Asociación en-
transpiración. dosimbiótica de un hongo que forma ramas haustoriales
Metagénesis: En el ciclo de vida de un cnidario, alter- y vesículas en la raíz de una planta. Es la más frecuente de
nancia de generaciones polipoide y medusoide. las micorrizas y se da en la gran mayoría de las plantas.
Metamerismo: División del cuerpo de ciertos anima- Micro-RNA: RNA monocatenario de corta longitud
les celomados con simetría bilateral en segmentos repe- (entre 21 y 25 nucleótidos) que tiene la capacidad de re-
titivos (metámeros), cada cual con una cavidad celómica gular la expresión de otros genes mediante diversos pro-
separada. cesos.
Metanefridio: Glándula excretora tubular de ciertos Microcromosomas: Cromosomas con un comporta-
grupos de invertebrados. miento diferente a los autosomas y los cromosomas se-
Metapoblación: Grupo de poblaciones locales inesta- xuales durante la meiosis.
bles que están conectadas entre sí por procesos migrato- Micrófago: Organismo que se alimenta de material par-
rios. Este concepto tiene gran interés en el estudio de ticulado de muy pequeño tamaño (aproximadamente 1
hábitats fragmentados y en conservación. µm).
Metasoma: Parte posterior del cuerpo de los artrópo- Micrófilo: Tipo de hoja caracterizada por una vascula-
dos, mientras que la partes media y anterior se llaman rización no ramificada (en oposición a megáfilo).Tradicio-
mesosoma y cabeza. nalmente se consideraba único de las Licopodiofitina.
Método de mínima evolución (ME): Método de Microlepidóptero: Perteneciente a una de las 36 su-
reconstrucción filogenética que elige como mejor solu- perfamilias no Macrolepidoptera. Se trata de un grupo no
ción el árbol o los árboles con menor suma de las longi- monofilético fomado generalmente por especies de pe-
tudes de rama que minimizan la diferencia entre las queño tamaño.
distancias observadas y las implicadas por el árbol. Micrómero: Blastómero o célula embrionaria indife-
Métodos algorítmicos: Conjunto de métodos de re- renciada de menor tamaño que las restantes y general-
construcción filogenética que infieren directamente un mente con un ritmo de división más rápido.
Glosario 577
Micróspora: Espora producida en los microesporan- Muda: Los nematodos mudan un mínimo de cuatro
gios que desarrolla un gametófito masculino. veces antes de alcanzar la fase adulta.
Microtriquia: Espículas o pelos cuticulares, general- Mutación neutra: Mutación que no tiene efecto (o
mente densos y de muy pequeño tamaño. que es insignificante) en la eficacia biológica de los indivi-
Mirmecofilia: Capacidad de vivir en asociación con duos.
hormigas bien como parásito o como comensal. En los le- Mutualismo: Relación beneficiosa, en términos de efi-
pidópteros, la mirmecofilia es muy habitual en las larvas y cacia biológica, entre los dos miembros que componen la
pupas de las familias Lycaenidae y Riodinidae. simbiosis.
Mirmecomorfia: Parecido a las hormigas en su forma, Mutualismo obligado: Simbiosis obligada en la cual
comportamiento, caracteres químicos o textura. ambos miembros de la asociación obtienen un beneficio
Mitocondria: Orgánulo de doble membrana que se en- en términos de eficacia biológica.
carga de suministrar energía a la célula eucariótica, me-
N
diante fosforilación oxidativa. Contiene su propio genoma
que deriva de una proteobacteria.
Mitogenómica: Estudio de los genomas de las mito- Naris (plural nares): Orificio nasal por encima del
condrias de las células de los organismos. pico.
Mitosoma: Orgánulo de doble membrana derivado de Necrófago: Que se alimenta de cadáveres.
una mitocondria. No realiza fosforilación oxidativa y su Neighbor-joining (NJ): Método de reconstrucción fi-
función no está clara. Se encuentra básicamente en los logenética que utiliza un algoritmo particular para la rá-
eucariotas de ambientes anaerobios. pida reconstrucción de un árbol a partir de una matriz de
Mixohalino: Ambiente donde se han mezclado aguas distancias.
salinas y dulces. Neoblastos: Células de tipo embrionario, con capaci-
MLSA (Multilocus sequence analysis): También co- dad para dar lugar a cualquier tipo celular diferenciado,
nocido como MLST (multilocus sequencing typing). Sistema que están presentes en los platelmintos adultos. Esta cé-
de comparación entre distintas cepas o especies basado lulas son las únicas con capacidad de división por mitosis
en el análisis de las secuencias de varios genes esenciales, y son responsables de la capacidad de regeneración de al-
normalmente un mínimo de siete. gunas de sus especies.
Modelo de evolución de caracteres: Modelo Neocórtex cerebral: Capa neuronal que recubre el
matemático que permite el cálculo de las probabilida- lóbulo prefrontal y está desarrollada en las áreas más evo-
des de cambio entre los distintos estados de un carác- lucionadas del córtex de los mamíferos. Estas áreas están
ter. estrechamente relacionadas con la memoria y la inteligen-
Modularidad: Propiedad de un organismo de funcionar cia.
por la unión de varias partes (módulos) que interactúan Neotenia: Maduración (llegada a un estado sexual con
independientemente entre sí para alcanzar un objetivo capacidad de reproducción) de un organismo en estados
común. larvarios, lo que implica la pérdida de estructuras típicas
Mola: Superficie rugosa o carenada de la mandíbula, uti- del adulto, como puede ser la presencia de cavidades (ce-
lizada para triturar o machacar. loma) o de segmentación.
Moniliforme: Estructura con estrechamientos distri- Neoténico: Que retiene caracteres propios de los es-
buidos regularmente que le dan un aspecto de ristra de tadios larvales en el adulto.
salchichas. Nodo: 1. Punto de divergencia de dos clados y que re-
Monocolpado: Dícese del polen con un solo colpo o fleja el momento de divergencia del antepasado común. 2.
abertura. Punto de inflexión en el borde anterior de las alas de los
Monocotiledóneo: 1. Que posee un solo cotiledón odonatos, situado hacia la mitad de su longitud.Tiene im-
u hoja embrionaria. 2. Tipo de formación de la pared portantes consecuencias aerodinámicas.
de la antera en el cual la capa parietal externa de la an- Northern blot: Técnica que combina el uso de extrac-
tera joven produce directamente el endotecio (capa tos de RNA ligados a un soporte físico con la hibridación
externa compuesta por células con paredes engrosa- con sondas específicas marcadas.
das que interviene en la apertura o dehiscencia de la Notocorda: Cuerpo flexible derivado a partir del
antera). mesodermo con forma de vara y que se encuentra en
Monofilético: Grupo de un solo origen, es decir que los embriones de todos los cordados. En los urocorda-
incluye todos y solo todos los organismos considerados dos y los cefalocordados se mantiene en el adulto y es
a priori (antes de realizar un análisis filogenético). el apoyo axial del cuerpo, mientras que en los verte-
Monoletas: Esporas con una línea de deshiscencia o le- brados es sustituido por la columna vertebral en el
sura simple. adulto.
578 Glosario
Q
neralmente en una región donde el órgano está creciendo
en longitud.
Prueba de heterogeneidad (ILD, Incongruente Quelíceros: Piezas bucales de los quelicerados (arañas)
Length Difference test): Pruebas que determinan si que ocupan una posición anatómica preoral, terminan en
dos o más bases de datos son significativamente hetero- punta y se usan para agarrar el alimento. En los araneidos
géneas o no. Algunos autores la han aplicado como me- están asociados a una glándula venenosa y se utilizan para
dida de la combinabilidad de bases de datos. inocular veneno en la presa o como mecanismo defen-
Prueba de pesos de verosimilitudes esperadas sivo.
(ELW, Expected Likelihood Weight): Prueba de hi- Quelíforo: Cada uno de los dos primeros apéndices del
pótesis topológicas sobre un grupo de árboles utilizando cuerpo (primer par) de los picnogónidos de función pren-
pesos de verosimilitudes esperadas. sora; son equivalentes a los quelíceros de otros grupos
Prueba de Shimodaira-Hasegawa: Prueba para de artrópodos.
contrastar si un árbol es significativamente mejor que Queratina: Proteína que constituye el elemento princi-
otro bajo el criterio de máxima verosimilitud. pal de la capa externa de la epidermis de algunos verte-
Pruebas de congruencia: Pruebas que determinan si brados, y que puede formar elementos externos
dos o más conjuntos de datos recobran las mismas relacio- asociados (pelo, plumas, escamas, cuernos o pezuñas).
nes filogenéticas para un determinado grupo de organismos. Quiralidad: Propiedad por la cual la concha de los gas-
Pruinosidad: Presencia de ceras con aspecto pulveru- terópodos puede tener la espiral a izquierdas (levógira) o
lento sobre la superficie corporal, que cambian la aparien- a derechas (dextrógira).
cia y el color de los odonatos cuando maduran sexual-
mente, en especial cuando envejecen. Existen datos que
indican que estas ceras reflejan la luz UV.
Pseudoceloma: Cavidad corporal rellena de fluido que
R
Radiación adaptativa: Evolución de la diversidad
rodea al endodermo, separándolo del mesodermo, deli- ecológica y fenotípica dentro de un linaje que se multi-
mitada por matriz extracelular. Generalmente aparece en plica rápidamente. Ocurre cuando un único ancestro di-
las primeras fases del desarrollo y deriva del blastocelo o verge en varias especies que ocupan una variedad de
aparece por cavitación del mesodermo. ambientes y que difieren en los rasgos característicos que
Pseudocongruencia biogeográfica: Fenómeno se necesitan para vivir en esos ambientes.
por el cual dos o más grupos de organismos muestran en Radios: Estructuras de origen dérmico, en forma de va-
su filogenia el mismo patrón biogeográfico (congruencia rilla, dispuestas en serie y provistas de músculos en su
topológica), pero se habrían originado en épocas geológi- base.
cas distintas (incongruencia temporal). Rádula: Cinta de dientes quitinosos curvados situada
Pseudoendosporio: Capa de esporopolenina situada en la cavidad bucal de los moluscos; actúa como órgano
entre el exosporio y el endosporio en la pared de las es- raspador durante la alimentación.
poras.
Glosario 581
RAPD (Randomly Amplified Polymorphic DNA): fenómenos como la transferencia horizontal de genes o la
Técnica de amplificación por PCR que usa cebadores ge- formación de especies híbridas.
nerados al azar. En general, los patrones de bandas que se Reticulópodos: Pseudópodos ectoplasmáticos ramifi-
obtienen son característicos de un solo genoma y permi- cados que se unen a modo de malla.
ten la identificación de variantes clonales. Retinaculum o Retináculo: 1. En los lepidópteros
Red de haplotipos: Diagrama que muestra las rela- Heteroneura, gancho o pliegue en la base del ala anterior
ciones evolutivas entre haplotipos. A diferencia de un en el cual se inserta un pelo rígido (frenulum) situado en
árbol con bifurcaciones, las redes pueden presentar reti- la base del ala posterior. Forma parte del sistema de unión
culaciones. entre las alas anteriores y posteriores. 2. En los colémbo-
Reforzamiento del aislamiento reproductivo: los, diminuto par de apéndices del tercer segmento ab-
Fase del modelo completo de especiación alopátrida que dominal, fusionados en la base, que se utilizan para retener
postula el aumento del aislamiento reproductivo precigó- a la furca en posición.
tico en el contacto secundario entre dos especies inci- Retrocruzamientos introgresantes: Introgresión
pientes debido a selección en contra de sus híbridos. de genes de una especie a otra mediante cruzamientos
Región labial: Parte anterior que rodea la apertura de los híbridos con una especie parental.
oral y que tiene valor taxonómico. Reversión evolutiva: Cuando un carácter de un or-
Regiones exónicas (exones): Regiones de un gen ganismo vuelve a un estado ancestral.
codificadoras de aminoácidos. Ripario: Que vive asociado a las orillas de cuerpos de
Regiones intrónicas (intrones): Regiones de un agua, generalmente sin sumergirse.
gen no codificadoras de aminoácidos intercaladas entre Rizoide: En hepáticas, antoceros y musgos, órganos uni-
regiones exónicas. celulares o pluricelulares, hialinos o coloreados, que fija
Reino: Categoría taxonómica de alto rango cuya ampli- (a modo una pequeña raíz) la parte basal de la fase game-
tud puede variar en función de los códigos taxonómicos tofítica al sustrato.
empleados para cada grupo de seres vivos. Así, mientras Rizoma: Tallo más o menos horizontal que produce ra-
en las arqueas se reconocen dos reinos (Crenarchaeota y íces y frondes.
Euryarchaeota), las bacterias se dividen en varias decenas Ropalio: Estructura de concentración de los órganos
de grandes grupos denominados ‘divisiones’. En los euca- sensoriales en las medusas Cubozoa y Scyphozoa.
riotas, tradicionalmente se han reconocido cuatro reinos, Ropalócero: Perteneciente a los Rhopalocera, nombre
“hongos”, plantas, animales y “protistas”, aunque actual- usado tradicionalmente para designar el clado formado por
mente está probado que los “protistas” no forman un las mariposas diurnas (superfamilias Hesperioidea + Papilio-
grupo monofilético y los hongos han sido redefinidos noidea). Más recientemente, la superfamilia Hedyloidea, que
como un grupo monofilético. incluye un solo género con aspecto y hábitos de mariposa
Reloj molecular: Modelo de evolución molecular bajo nocturna, también ha sido incluida en este grupo.
el cual los cambios se acumulan de forma constante a lo Rostro: Prolongación de la cabeza en forma de pico
largo del tiempo. portador de las piezas bucales.
Reloj relajado: Modelo de evolución molecular en el Roya: En fitopatología, es el nombre genérico de ciertas
cual las tasas de evolución pueden cambiar, pero con cier- enfermedades de plantas provocadas por hongos. Presen-
tas restricciones. tan el aspecto de pequeñas manchas o excrecencias pul-
Renacuajo: Nombre común de las formas larvarias de verulentas (debido a las masas de basidios), por lo general
ranas y sapos. circulares, de color rojizo, que se forman en el envés de
Reproducción asexual por fisión: Este tipo de re- las hojas del hospedador.
producción es muy poco frecuente en los metazoos y RuBisCo (= RubisCO): Acrónimo de ribulosa-1,5-bis-
sólo puede darse en animales extremadamente sencillos. fosfato carboxilasa/oxidasa (rbc), una de las enzimas clave
El animal sufre una constricción de su cuerpo aproxima- en el ciclo de Calvin para la fijación de CO2 durante las
damente en el tercio posterior, hasta que llega a fisionarse reacciones oscuras de la fotosíntesis. La subunidad más
en dos fragmentos. A continuación, las dos heridas son conocida en filogenias es la grande (rbcL).
cubiertas por la epidermis y se inicia un proceso de rege-
S
neración en el cual la parte posterior vuelve a generar
todas las estructuras perdidas (faringe, cabeza, etc.) y la
anterior regenera las posteriores. Una vez recuperadas Saprófago: Que se alimenta de material vegetal en des-
las estructuras, los dos animales resultantes se alimentan composición.
y crecen hasta recuperar el tamaño inicial. Sedimentívoros: Animales que se alimentan del sedi-
Reticulación: En filogenia, este término se refiere a la mento captando las partículas nutritivas y expulsando los
aparición de ramas que se entrecruzan, lo cual se debe a desechos (p. ej., las lombrices).
582 Glosario
Segmentación corporal o metamería: Es la re- Señal filogenética: El hecho de que dos organismos
petición seriada de unidades corporales a lo largo del eje relacionados se parezcan en muchos aspectos por des-
longitudinal de un organismo. Se trata de una modifica- cender de un ancestro común.
ción del celoma y permite la especialización de regiones Separación o reparto de linajes (lineage sor-
corporales.Algunos organismos presentan falsos segmen- ting): Divergencias rápidas de linajes en tiempos evolu-
tos (pseudometamería); tienen un aspecto similar a los tivos cortos que no son coincidentes con las divergencias
segmentados, pero no son derivados del celoma ni se re- de las copias alélicas utilizadas para establecer sus rela-
piten todos los órganos, o se trata sencillamente de una ciones de parentesco.
anillación superficial del ectodermo (algunos platelmintos Septos: Plegamientos de la gastrodermis y la mesoglea
parásitos, como las tenias). hacia el interior de la cavidad gastrovascular.
Segmentación en el desarrollo: Primeras divisio- Seta: Parte del esporofito que en su extremo sustenta
nes celulares que sufre la célula huevo para dar lugar al la cápsula.
embrión (no confundir con la segmentación corporal del Setae: Pelo rígido en cualquier parte de un organismo.
adulto). La segmentación embrionaria puede ser de diver- Sexo heterogamético: Aquel que produce gametos
sos tipos dependiendo de la orientación que toman las con dos o más constituciones cromosómicas diferentes
células durante las sucesivas divisiones mitóticas. Las dos que definen el sexo.
formas más comunes son la radial y la espiral, pero mu- Sexo homogamético: Aquel que produce un solo
chos organismos presentan segmentaciones que no se tipo de gametos en cuanto a la constitución de los cromo-
ajustan ni a una ni a otra, y reciben el nombre de segmen- somas que definen el sexo.
tación idiosincrática. Shikimato: Precursor biosintético del triptófano y los
Selección balanceadora (o equilibradora): Tipo aminoácidos aromáticos.
de selección natural que puede mantener (en vez de eli- Sifonoglifo: Surco ciliado que dirige el flujo de agua en
minar) variación genética en las poblaciones. La ventaja la cavidad gastrovascular.
del heterozigoto y la selección dependiente de frecuen- Sifonostela: Tipo de estela que contiene un cilindro
cias son tipos específicos de selección balanceadora. hueco de tejido vascular rodeando una médula parenqui-
Selección débil: Tipo de selección que actúa en muta- mática.
ciones que afectan muy débilmente a la eficacia biológica Simbiogénesis: Proceso evolutivo de establecimiento
(tanto mutaciones beneficiosas como perjudiciales). El de una asociación simbiótica.
destino evolutivo de estas mutaciones puede estar gober- Simbionte primario: Simbionte permanente, obligado
nado por la deriva genética. y generalmente mutualista.
Selección diversificadora (o disruptiva): Selec- Simbionte secundario: Simbionte facultativo que co-
ción a favor de ambos homocigotos, en detrimento de los existe con simbiontes primarios u obligados.
heterocigotos, que genera una distribución bimodal po- Simbiosis: Asociación entre dos organismos en estre-
blacional y en determinadas circunstancias puede llegar a cho contacto físico durante todo o la mayor parte de su
dividir la población en dos especies incipientes. ciclo vital.
Selección negativa (o purificadora): Proceso en Simbiosis facultativa: Simbiosis en la cual los miem-
el cual una mutación confiere desventaja en la eficacia bio- bros de la asociación pueden sobrevivir sin la presencia
lógica, y por lo tanto su destino evolutivo será su elimina- del otro.
ción de la población. Simbiosis obligada: Simbiosis en la cual ambos miem-
Selección positiva (o adaptativa): Proceso en el bros se necesitan para la supervivencia.
cual una mutación confiere ventaja en la eficacia biológica Simpatría: Concordancia geográfica en la presencia de
(mutación favorable), y por lo tanto su frecuencia en la individuos, poblaciones o especies distintas.
población tenderá a aumentar. Simploidía: Tipo de ploidía consistente en la disminu-
Selección sexual postcópula: Tipo de selección in- ción del número de cromosomas algo por debajo del nivel
tersexual, que incluye todos los mecanismos fisiológicos- euploide, sin que haya una variación significativa de la can-
conductuales que tienen lugar desde el inicio del tidad de DNA, como consecuencia de la fusión de dos o
apareamiento, y que determinan qué individuos son exi- más cromosomas holocéntricos.
tosos a la hora de tener descendencia. Sinangio: Grupo de esporangios fusionados.
Sensilo: Órgano sensorial básico de los artrópodos, ge- Sinapomorfía: Característica que ha aparecido una
neralmente en forma de espina o “pelo”, aunque la estruc- sola vez en el grupo de estudio y que comparten los or-
tura cuticular externa presenta una gran diversidad ganismo resultantes de un mismo antepasado común más
morfológica. Está compuesto por una o varias células ner- reciente. Define grupos monofiléticos.
viosas receptoras cuyas dendritas se extienden hasta el Sinápsidos: Tetrápodos que forman el grupo de los ma-
interior de la espina o estructura cuticular. míferos y de otros grupos de mamiferoides extintos.
Glosario 583
tud entre los distintos árboles que se comparan.Aplicable Trofoblasto: Conjunto de células desarrolladas como
a árboles obtenidos a priori y a posteriori. parte fundamental de la placenta, que forma la capa ex-
Tests del neutralismo: Pruebas especialmente dise- terna del blastocito y provee nutrientes al embrión.
ñadas para contrastar la teoría neutralista mediante datos Trofotenia (Trophotaeniae): Estructuras en forma
moleculares (típicamente secuencias de DNA). de roseta o alistonadas que se proyectan desde la región
Tetraconata (= Pancrustacea): Clado compuesto perianal del embrión hasta el fluido intraovárico. Su fun-
por los “crustáceos” y los hexápodos. ción es servir de transferencia de nutrientes y sustancias
Tilacoides: Vesículas discoidales o aplanadas derivadas de deshecho entre la madre y el embrión.
de la membrana interna del plasto, donde se disponen los Troglomórfico: Caracteres morfológicos (pérdida de
complejos de proteínas y fotopigmentos encargados de pigmentos, ojos reducidos o ausentes, etc.)que surgen
las reacciones luminosas de la fotosíntesis. como adaptaciones especiales a ambientes de oscuridad
Tizones o carbones: En fitopatología, es el nombre perpetua como el interior de las cuevas.
genérico de ciertas enfermedades de plantas provocadas Tubo polínico: Célula vegetativa tubular que se des-
por hongos. Presentan el aspecto de manchas informes, fi- arrolla en el estigma y llega a la ovocélula.
namente pulverulentas, sobre el tallo y las hojas del hos- Tubos o túbulos de Malpighi o Malpigio: Órga-
pedador. nos excretores en los hexápodos, considerados como una
“Tracheata” (= “Atelocerata”): Grupo compuesto adaptación a la vida terrestre, formados por túbulos cie-
por los hexápodos y los miriápodos. gos originados en el intestino. Pueden tener otras funcio-
Transmisión horizontal: La progenie del huésped, nes de síntesis o reguladoras.
generalmente simbionte eucariota, es infectada de novo,
U
desde el exterior del cuerpo del progenitor, por parte del
simbionte bacteriano.
Transferencia horizontal de genes: Herencia gé- “Ungulados”: Mamíferos caracterizados por la presen-
nica que no se produce por descendencia directa del pro- cia de pezuña. Los “ungulados” han resultado ser polifilé-
genitor o ancestro más próximo sino por incorporación ticos por la difusa definición de pezuña y por la
de material hereditario de otro linaje no relacionado. convergencia del carácter.Antiguamente se consideraban
Transmisión vertical: Los simbiontes bacterianos se “ungulados” los siguientes órdenes: Hyracoidea, Sirenia,
transfieren de padres a descendientes mediante la infec- Proboscidea, Perissodactyla, Artiodactyla, Cetaceae y, en
ción de huevos o embriones dentro del cuerpo de la ocasiones,Tubilidentata.
madre, normalmente simbionte bacteriano. Urostilo: Hueso con forma de barra en la parte poste-
Transposón: Cualquier tipo de secuencia de DNA que rior de la columna vertebral de ranas y sapos. Es el resul-
puede insertarse en una nueva posición del genoma. tado de la fusión de las vértebras caudales y sirve como
Tráquea: 1. Tipo de vaso abierto, constituido por una punto de inserción de los músculos que se usan para el
serie de largas células tubulares (¡a veces se cuentan por salto.
metros en especies leñosas!) dispuestas en fila, cuyos ta-
biques de separación fueron reabsorbidos casi por com-
pleto, por lo que solo quedan rebordes marginales de
lignina. Su función es de transporte de sustancias. 2. Ele-
V
Valor adaptativo: El grado en que un rasgo ayuda a un
mento respiratorio en los artrópodos terrestres, forma- organismo a sobrevivir y reproducirse, o el grado en que
dos por invaginaciones cuticulares. un rasgo influye de manera positiva en la eficacia biológica
Traqueida: Tipo de vaso muy corto y cerrado con los de un organismo en su ambiente.
tabiques transversales discontinuos por numerosas pun- Valor C: Cantidad de DNA contenido en un núcleo ha-
teaduras. ploide de un organismo eucariota.
Traqueofitos: Plantas provistas de un sistema vascular Velario: Plegamiento del tejido de la epidermis de la
desarrollado. exumbrela y de la subumbrela que participa en la loco-
Triletas: Esporas tetraédricas o globosas con una le- moción en las cubomedusas.
sura trirradiada. Velo: Plegamiento del tejido de la epidermis que parti-
Triploblásticos: Animales con tres capas embriona- cipa en la locomoción en las hidromedusas.
rias básicas (endodermo, mesodermo y ectodermo). Venas M: Venas centrales de las alas de los insectos que
Tritón: Nombre común de los miembros del género Tri- parten de la celda y desembocan en el termen o margen
turus de salamandras. externo.
Trofobiosis: Relaciones mutualistas y convergentes Venas Rs: Venas de las alas de los insectos que parten
entre hormigas y algunos grupos de hemípteros, en que de la celda y desembocan en el ápex o zona apical.
uno protege al otro a cambio de algún tipo de alimento.
Glosario 585
Verosimilitud: Probabilidad de los datos dados un mo- tráqueas o ambas, parénquima y, en algunas ocasiones, es-
delo o hipótesis concreto. En filogenética es la probabili- clerénquima.
dad de la matriz de estados dados un árbol filogenético y Xilófago: Que se alimenta de madera.
un modelo de evolución de caracteres.
Z
Verticilo: Cada uno de los círculos concéntricos que
forman los órganos florales.
Vicarianza: Proceso biogeográfico que implica la divi- Zeugopodio: Parte intermedia de la extremidad for-
sión del rango geográfico ancestral de una población o mada por dos huesos en paralelo.
especie original en dos o más fragmentos por la forma- Zigomorfa: Flor con un solo plano de simetría.
ción de una barrera climática o geográfica (por ejemplo, Zigóspora: Célula reproductiva de resistencia que re-
la apertura de una nueva cuenca marina), seguido de es- sulta de la fusión de dos gametangios cenocíticos. Se da en
peciación alopátrida. varios grupos de hongos y es característica de Muco-
Virulencia: Capacidad de un patógeno para invadir el romycetes.
tejido del huésped y reproducirse; grado de patogenicidad Zoocoria: Mecanismo de dispersión que se describe
Viviparismo: El embrión se desarrolla en el útero de la por el conjunto de caracteres que favorecen la moviliza-
hembra en una estructura especializada, donde recibirá el ción de diásporas por los animales.
alimento y el oxígeno necesarios. Se da en algunos grupos Zooide: Cada uno de los individuos únicos que forman
de peces actinopterigios, anfibios y esquamados, y en los parte de una colonia de animales.
mamíferos placentados.
X
Xilema: Tejido especializado en funciones de transporte
de sustancias (agua y nutrientes), formado por traqueidas,
Créditos y
agradecimientos
Las figuras y fotografías son obra de los autores de cada capítulo, excepto las que se indican a continuación.
Árbol portada Créditos fotografías: Anfibio (M. García-París), Molusco Capítulo 6 Plantas (Adrian Reyes-Prieto) Créditos: fotos del recuadro
(Fauna Ibérica), Odonato (A. Cordero), Platelminto (F. Carbayo), Biodiversidad oculta en los eucariotas extremófilos(V. Reeb, Univer-
Amebozoo (I. Ruiz-Trillo), Bacteria (M. Suárez), Monocotiledónea sidad de Iowa, EE. UU.).
(M. Luceño), Díptero, Coleóptero, Lepidóptero, Hemíptero, Helecho, Capítulo 7 Clorobiontes (Francisco F. Pedroche) Créditos: fotos del
Conífera y Eudicotiledónea (P. Vargas). árbol 1 Volvox sp. (C. Solari, University of Arizona, USA;
Introducción Agradecimientos: B. Guzmán y V. Valcárcel por la lectura http://www.unbf.ca/vip/photos.htm<http://plantphys.info/plant_bio-
crítica del texto. logy/labaids/chlorophyta.shtm), 2 Oedogonium sp. (C. Mandoza, Ins-
Capítulo 1 Sistemática: reconstruir el árbol de la vida (Fredrik Ron- tituto Politécnico Nacional, México), 3 Ulva sp. (A. Sentíes,
quist) Agradecimientos: A. Sánchez Meseguer y J. L. Blanco por la Universidad Autónoma Metropolitana, México.), 4 Leptosira sp. (Y.
lectura crítica del texto. Tsukii, Hosei University, Japón, http://protist.i.hosei.ac.jp/PDB3/PCD
0012/D/17.jpg), 5 Mesostigma sp. (Y. Tsukii, Hosei University, Japón,
Capítulo 2 Los grandes dominios (David Moreira).
http://protist.i.hosei.ac.jp/PDB/Images/Chlorophyta/Mesostigma/sp_0
Capítulo 3 “Procariotas”: arqueas y bacterias (Ramón Rosselló y Jo- 1), 6 Chara sp. (S. Cirujano, Real Jardín Botánico de Madrid, España),
sefa Antón) Créditos: Fig. 1 Las gráficas han sido amablemente cedi- 7 Tolypella sp. (S. Cirujano, Real Jardín Botánico de Madrid, España),
das por K. Konstantinidis (Curr Opin Microbiol. 2007, Oct.10(5): 8. Coleochaete sp. (C. Delwiche, University of Maryland, USA,
504-9). Tabla 2: Datos tomados de Bull y Stach, 2004. Agradecimien- http://www.life.umd.edu/labs/delwiche/Strp/Chlorophyta/charophy-
tos: proyectos de investigación del Plan Nacional Español ceae/charophyceae.html), 9 Closterium sp. (A. Sentíes, Universidad
CLG2009_12651-C02-01 y 02, de Acciones Complementarias de Autónoma Metropolitana, México) y 10 Pinus sylvestris (P. Vargas,
mantenimiento de la Red de Invesitigadores sobre Microorganismos Real Jardín Botánico de Madrid, España).
Extremófilos BIO2011-12879-E, y del Consolider Ingenio 2010 CE-
Capítulo 8 Embriófitos (Josep A. Rosselló) Agradecimientos: Joan Pe-
CSD2007-0005; todos subvencionados por el Ministerio de Econo-
ricás y Josep Miravet contribuyeron desinteresadamente con las imá-
mía y Competitividad (y fondos FEDER).
genes incorporadas en el capitulo y acompañaron al autor en busca de
Capítulo 4 Eucariotas (Iñaki Ruiz-Trillo) Créditos: fotos del árbol 1 diversas especies a lo largo de la elaboración del manuscrito y a los
Sphaeroeca (D.H. Zanette), 2 (véase Cap. Lepidópteros), 3 (véase proyectos de investigación CGL2007-60550/BOS, CGL2010-22347-
Cap. Hongos), 4 Dyctiostelium discoideum (Bruno in Columbus), 5 C02-01 y 2009 SGR 608.
(véase Cap. Coníferas), 6 Toxoplasma gondii (Ke Hu, John Murray),
Capítulo 9 Traqueófitos (Virginia Valcárcel y Pablo Vargas) Créditos:
7 Surinela sublinearis (Environmental Protection Agency del US Fed-
eral Government), 8 Foraminifera (J.W. Spear, del US Geological Ser- fotos del árbol 1, 2, 6, 8, 9 y 10 (M. Luceño); foto de Gnetum gnemon
en el recuadro Grandes disyunciones geográficas en los espermatófi-
vice), 9 Euglena sp. (Environmental Protection Agency, US Federal
tos). Agradecimientos: D. S. Gernandt por sus comentarios sobre el ca-
Government), 10 Giardia lamblia (CDC/ J. Carr). Árbol basado en
pítulo.
Simpson y Roger 2004; Keeling 2007. Agradecimientos: autores de
las fotos del árbol (A. Sebé-Pedrós, M. J. Barberà, L. Wegener Parfrey, Capítulo 10 Helechos (Santiago Pajarón y Emilia Pangua) Créditos:
L. Katz y C. Lane). fotos del árbol 3 y 10 (P. Vargas).
Capítulo 5 “Protistas”: Amoebozoa, Rhizaria, Excavata, Cryptophyta, Capítulo 11 Coníferas (David S. Gernandt y Alejandra Vázquez Lobo)
Haptophyta, Heterokonta y Alveolata (Naiara Rodríguez-Ezpeleta, Créditos: foto del árbol 4 (P. Vargas); fotos Fig. 1A (M. Luceño), Fig.
David Moreira e Iñaki Ruiz-Trillo) Créditos: fotos de los árboles de 1B (P. Vargas), Fig. 2 (P. Vargas), Fig. 4 (P. Vargas).
Amebozoa, Dyctiostelium discoideum (de Bruno in Columbus), de Capítulo 12 Angiospermas (Pablo Vargas) Créditos: fotos del árbol 2 y
Rhizaria; Foraminifera (J.W. Spear, US Geological Service); Excavata, 4 (M. Luceño), 6 (A. Antonelli), 8 (S. Cirujano), 10 (Wikipedia); Fig.
Euglena (Environmental Protection Agency, US Federal Government); 1 (M. Luceño), Fig. 2A (S. Cirujano), Fig. 2B (M. Luceño).
Heterokonta, Chrysophiceae (Gaudalier); Alveolata,Toxoplasma gondii Capítulo 13 Monocotiledóneas (Modesto Luceño y Santiago Martín-
(K. Hu, John Murray); Hacrobia, Coccolithus pelagicus (R. Lampitt, J. Bravo).
Young, The Natural History Museum, London); Fig. 1A, B, C, E y F (J. Capítulo 14 Eudicotiledóneas (Susana Magallón y Pablo Vargas).
Pawlowski, Université de Genève, Suiza), Fig. 1D (D. Bass, Natural
Capítulo 15 Hongos (Ana Crespo, Pradeep K. Divakar y H. Thorsten
History Museum of London, Inglaterra), Fig. 2A, B y C (A.G. Simpson,
Lumbsch).
Dalhousie University, Canadá), Fig. 2D (J. Roy y G. Burger, Université
de Montréal, Canadá), Fig. 3A (F. Gómez, Instituto Cavanilles de Bio- Capítulo 16 Metazoos (Manuel Maldonado). Créditos: fotos del árbol
diversidad y Biología Evolutiva, Universidad de Valencia), Fig. 3B y C 2 (placozoo, Dr. Craig. M Young, Oregon Institute of Marine Biology,
(B. Leander, University of British Columbia, Canadá), Fig. 3D (D. Mor- University of Oregon, Oregón, USA), 4 (ctenoforo tentaculado, Dr.
eira, Université Paris-Sud, Francia). Tabla 1 según Simpson (2003). S. Haddock, Monterey Bay Aquarium Research Institute, California,
587
588 Créditos y agradecimientos
USA); Fig. 5E y 5F (Riesgo y Maldonado, 2009, Biological Journal (M. Boulard); fotos del recuadro La importancia económica de los
of the Linnean Society 97:413-426), Fig. 7A-E (Maldonado y Riesgo. hemípteros 8A, 10B (P. Oromí), 8B-8D, 10D (M. Boulard) y 10A,
2008, Marine Ecology 29: 298-316). 10C (P. Landmann).
Capítulo 17 Eumetazoos (André C. Morandini y Mónica Medina) Cré- Capítulo 31 Coleópteros (Ignacio Ribera y Rolf G. Beutel) Créditos:
ditos: fotos del árbol: 1 (O.M.P. Oliveira), 2 y 3 (S. Haddock), 6 y 9 fotos del árbol 1,2,4,5 y7 (F. Ciampor Jr.), 3,6,8 y 10 (W. Zelenka), 9
(A.E. Migotto), 7 (S.N. Stampar), 8 (F.L. da Silveira); figura del re- (C.H.S. Watts); fotos de Fig. 2 (S. Montagud). Agradecimientos: a F.
cuadro Generalidades a cerca de los cnidarios (F.C. Massaro), figura Ciampor Jr., S. Montagud y C.H.S. Watts por la cesión de fotografías
del recuadro Generalidades acerca de los ctenóforos (A.E. Migotto), para ilustrar este capítulo, y a M.A. Jäch el permiso para utilizar ilus-
Fig. 4A (C.B. Castro), Fig. 5 y 6B (A.E. Migotto), Fig. 11, 12A, 12B, traciones de W. Zelenka.
12C, 12D, 12E y 12F (S.N. Stampar). Capítulo 32 Himenópteros (Jose L. Nieves Aldrey y Mike Sharkey).
Capítulo 18 Bilaterados (Marta Riutort, Jordi Paps e Iñaki Rúiz-Trillo). Capítulo 33 Dípteros (David Yeates y Dalton de Souza Amorim).
Capítulo 19 Protóstomos (Gonzalo Giribet) Créditos: fotografías de los Capítulo 34 Lepidópteros (Roger Vila). Fig. 1C: V. Dinca. Fig. 2C di-
capítulos 19, 20 y 22 (M. Sørensen, K. Worsaae, P. Funch y A. bujo basado en los resultados de H. de Lesse. Fig. 3: A, B y C: N. Bo-
Schmidt-Rhaesa). Agradecimientos: Ministerio de Educación y Cien- nada. D: V. Dinca. Figura recuadro 2: R. Vila. Figuras recuadro Las
cia de España por estancia del sabático de G. Giribet en el Centre mariposas diurnas: V. Dinca y R. Vila. Fig. 4: A: D. C. Lees. B: E. J.
d’Estudis Avançats de Blanes (CSIC); I. Uriz su hospitalidad y recur- van Nieukerken. Figura recuadro Los lepidópteros como organismos
sos durante esta estancia; financiación National Science Foundation modelo: A: A. Berry. B: Modificado de Cetoine en Wikimedia Com-
de los EE.UU. (proyectos número: 0334932 y 0531757) para el pro- mons. C: R. Vila. D: V. Dinca. Figura recuadro Macrosoma: el esla-
grama Assembling the Tree of Life; M. Sørensen, K. Worsaae, P. bón perdido: A: F. F. X. Filho. B: G. Lourido. Agradecimientos: Estoy
Funch y A. Schmidt-Rhaesa por proporcionar varias imágenes de los agradecido a todos los investigadores que han aportado fotografías y
capítulos 19, 20 y 22. a C. Múrria por ponerme en contacto con especialistas que disponían
Capítulo 20 Espiralados (Gonzalo Giribet) Créditos: Fig. 2 y 3 (A. de fotografías. J. Baixeras ha aportado comentarios que han mejorado
Okusu). Además, véanse créditos y agradecimientos en el capítulo 19. el capítulo y C. Mitter me ha puesto al corriente de los últimos avan-
Capítulo 21 Moluscos (Cristina Grande y Rafa Zardoya) Créditos: fotos ces del proyecto LepTree. A. Becerril ha realizado la corrección lin-
del árbol 1 Ananemia gorgonophila, 2 Prochetoderma sp; 3 Chiton güística.
corallinus; 4 Laevipilina cachuchensis, 5 Tellina donacina, 6 Patella Capítulo 35 Deuteróstomos (José Castresana) C. B. Cameron: Fotos 1,
nigra, 7 Buccinum undatum, 8 Helix aspersa, 9 Antalis vulgaris, 10 2, 3, 4, 5; G. Giribet: Foto 7; H. Escrivá: Fotos 6, 8, 10; P. Vargas:
Histioteuthis corona (Fauna Ibérica, Museo Nacional de Ciencias Na- Foto 9.
turales-CSIC excepto 8 de R. Zardoya); foto (Servicio de Fotografía Capítulo 36 Equinodermos (Samuel Zamora, Patricio Domínguez y
del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC) y árbol (R.Cunha) Pablo Vargas) Créditos: fotos del árbol (Servicio de Fotografía del
de recuadro Patrones biogeográficos recurrentes en conos de Cabo Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC). Figs. 1 (Dr. A. Hey-
Verde; Fig. 1 (mediateca del Museo Nacional de Ciencias Naturales- land, University of Guelph), 3 (Servicio de Fotografía del Museo Na-
CSIC), Fig. 2 Chromodoris luteorosa (Fauna Ibérica), Fig. 3A y 3B cional de Ciencias Naturales-CSIC) y 5 (Dr. A. B. Smith, Natural
(M. Calvo) y Fig. 3C (R. Araujo). History Museum, Londres). Agradecimientos: I. Pérez (Universidad
Capítulo 22 Platelmintos (Marta Riutort) Créditos: fotos del árbol 1 La- de Zaragoza) por la maquetación de todas las figuras y el Ministerio
genivaginopseudobenedenia (J.L. Justine), 2 Callitetrarhynchus graci- de Ciencia e Innovación financió un proyecto de investigación
lis y Scomberomorus commerson (J.L. Justine), 3 Geoplana cf. (CGL2006-12975/BTE) y contrato postdoctoral (EX2009-0815) a S.
vaginuloides (F. Carbayo), 3 Luteostriata sp. y Pseudogeoplana there- Zamora.
sopolitana (F. Carbayo), 4 Temnocephala sp. (C. Damborenea), 4 Capítulo 37 Cordados (Stéphanie Bertrand y Héctor Escrivá).
Gyratrix hermaphroditus (C. Noreña), 5 Xenotoplana acus (M. Cu-
Capítulo 38 Actinopterigios Créditos: Fotos del Recuadro La radiación
rini), 6 Macrostomum lignatum, 7 Stenostomum; foto B del recuadro La
adaptativa de los cíclidos… de L. Rüber.
utilidad de los cambios genómicos… (F. Carbayo); fotos Fig. 1 (J.L.
Justine), Fig. 2 (J.L. Justine), Fig. 3 (F. Carbayo), Fig. 4 (E. Mateos). Capítulo 39 Sarcopterigios Créditos: fotos del árbol 2 y 10 (Servicio de
Fotografía del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC) y 8
Capítulo 23 Ecdisozoos (Noemí Guil y Gonzalo Giribet) Véanse crédi-
(David Gower); 1 Loxodonta africana, 2 Thylacinus cynocephalus, 3
tos y agradecimientos en el capítulo 19.
Amazona auropalliata, 4 Chelonia mydas, 5 Cordylus cordylus, 6 Bufo
Capítulo 24 Nematodos (Alfonso Navas). bufo, 7 Lyciasalamandra atifi, 8 Caecilia gracilis, 9 Protopterus ae-
Capítulo 25 Panartrópodos (Gustavo Hormiga) Créditos: Fig. 3 (D. thiopicus, 10 Latimeria chalumnae; fotos de Fig. 1 (Servicio de Foto-
Lipscomb) y Fig. 5 (G. Giribet). grafía del MNCN-CSIC), Fig. 2 (R. Blakey, http://jan.ucc.nau.edu/
Capítulo 26 Quelicerados (Miquel Arnedo). C. Ávila (Xiphosura), J. Ho- ~rcb7/), Fig. 3 Blanus cinereus (E. Albert), Fig. 4 (D. Buckley); dibu-
lopainen (Araña roja, foto publicada bajo licencia de Creative Com- jos del recuadro El origen de los tetrápodos (N. Tamura, excepto Tu-
mons), G. Hormiga (Amblypygi, Heterophrynus sp. Tobago), E. Mateos lerpeton que es de D. Bogdanov); figura en el recuadro ¿Surgió la
(Pycnogonida, Pseudoscorpiones, Scorpiones Buthus occitanus, Opi- diversidad de los sarcopterigios mediante radiaciones? inspirada en
liones Phalangium opilio, Parasitiformes Ixodes), J. Miñano (Solifu- la figura 1 de Alfaro et al. (2009) PNAS 106: 13410-13414.
gae, Gluvia dorsalis), E. Nunes (Palpigradi Eukoenenia sp.), P. Oromí Capítulo 40 Anfibios (Diego San Mauro). Créditos: fotos del árbol 1, 2,
(Schizomida y Dysdera unguimmanis, Tenerife) y E. Planas (Loxosce- 4, 7 y 8 (I. Martínez-Solano), 3, 5 y 6 (M. García-París) y 9 (D.J.
les rufescens). Gower). Agradecimientos: Ainhoa Agorreta.
Capítulo 27 Mandibulados (Marcos Pérez-Losada) Agradecimientos: Capítulo 41 Mamíferos (Pablo Vargas) Créditos: fotos del árbol 1 (J.
S. Morse, D. Pentcheff, G. Giribet y M. Port. Juste), 3 (Isaac), 4 (F. Alda), 5 (M.A. Rodríguez), 8 (I.Liberal), 9 (J.L.
Capítulo 28 Hexápodos (Ignacio Ribera) Créditos: figura del recuadro Blanco), 10 (M. Fernández-Mazuecos); fotos del recuadro Evolución
Mantophasmatodea, los insectos ‘gladiadores’ (R. Predel); Fig. 1 (H. humana (J.J. Aldasoro, M. Alarcón, E.Vargas y M. Esteban), Fig 4A
Pohl). Agradecimientos: H. Pohl y R. Predel por la cesión de fotogra- (M. Fernández-Mazuecos), Fig. 7 (J. Juste). Agradecimientos: Pablo
fías. Peláez por aportar bibliografía y José Castresana por su lectura crí-
Capítulo 29 Odonatos (Adolfo Cordero). Agradecimientos: proyecto tica del capítulo.
CGL2008-02799 Capítulo 42 Saurópsidos (Salvador Carranza).
Capítulo 30 Hemípteros (Dora Aguin Pombo y Thierry Bourgoin) Cré- Capítulo 43 Aves (Per G. P. Ericson) Créditos: todas las fotos del árbol
ditos: fotos del árbol 1,7 (P. Oromí), 2-6, 8 y 10 (M. Franquinho) y 9 (P. Vargas), excepto foto 3 (M. Hasegawa). Agradecimientos: Pablo
Créditos y agradecimientos 589
Vargas por la traducción del inglés al español y por el recuadro Evo- genetics and Evolutionary Diversification of Labyrinth Fishes (Per-
lución de los pinzones de Galápagos. ciformes: Anabantoidei) Syst. Biol. 55(3):374-397.
Capítulo 44 Especiación Créditos: Fig. 1 y Tabla 2 modificados de M.L. Capítulo 49 Filogenias y evolución del desarrollo (Ehab Abouheif).
Arnold (Evolution through genetic exchange. Oxford University Press, Capítulo 50 Simbiosis (Andrés Moya y Amparo Latorre) Agradecimien-
2006) y de B.L. Gross y L.H. Rieseberg (The ecological genetics of tos: trabajo financiaciado con las ayudas BFU2009-12895-C02-01 y
homoploid hybrid speciation. Journal of Heredity 2005; 96: 241-52), SAF2009-13032-C02-01 del Ministerio de Ciencia e Innovación de
donde se encuentran las referencias concretas para cada taxon. España y Prometeo 92/2009 de la Generalitat Valenciana.
Capítulo 45 Biogeografía (Isabel Sanmartín) Créditos: fotografías Fig. Capítulo 51 Técnicas y marcadores filogenéticos (Pilar Catalán y Fer-
5 Nothofagus (M. Luceño). nando González-Candelas) Agradecimientos: P. Vargas por elaborar la
Capítulo 46 Evolución en islas (Pablo Vargas) Créditos: Fig. 1, 10 y 17 Tabla 3; proyectos de investigación del MICINN (CGL2009-12955-
(Wikipedia); Fig. 4 (F. García Maroto); Fig. 6 (P. Oromí); Fig. 7 (J.M. Ca- C02-01 a P. Catalán), del Gobierno de Aragón-UE (grupo investigación
rrascal); Fig. 8 (P. Oromí); Fig. 14 (B. Baldwin); Fig. 15 (J. Olesen); Fig. consolidado Bioflora a P. Catalán) y del MICINN (BFU2008-03000 a
16 (M. J. Vargas); Fig. 21c (W. Simbaña); Fig. 28 (O. Gómez). Agrade- F. González-Candelas).
cimientos: M. Nogales y B. Rumeu por su crítica lectura del capítulo. Capítulo 52 Reconstrucción de árboles filogenéticos (David Posada).
Capítulo 47 Ecología evolutiva (Patrick S. Fitze). Capítulo 53 Análisis de la variabilidad genética y filogenias intraes-
Capítulo 48 Evolución del comportamiento (Patrick S. Fitze). Crédi- pecíficas (Julio Rozas). Créditos: Fig. 6 (B. Milá).
tos. Fig 1: árbol modificado de Rüber et al. (2006) Molecular Phylo-
Índice alfabético
En azul se indican las páginas donde aparecen descripciones de los términos, en romana donde se tratan los términos en
detalle y en negrita donde se encuentran las ilustraciones.
acelomados (bilaterados) .................................................. 205, 211, 190 arañas enteleginas .................................................................... 265, 266
acetábulo .................................................................................. 437, 436 arañas haploginas .................................................................... 265, 266
“acrocárpico” ........................................................................ 77, 75, 80 árbol de coalescencia .............................................................. 555, 555
acromion .................................................................................. 437, 436 árbol de especies .................................................................. 555, 8, 553
Actinobacteria (bacterias) .................................................................. 32 árbol de genes .......................................................................... 555, 553
actinomorfía ............................................................ 117, 137, 120, 143 árboles filogenéticos ............................................................................ 4
actinopterigios .................................................................. 382, 382, 380 árboles génicos .................................................................................... 8
adaptación ........................................................ 495, 496, 494, 496, 496 arborícola ................................................................................ 315, 316
agalla ................................................................ 305, 325, 308, 323, 329 Archezoa (eucariotas) ........................................................................ 38
agmatoploidía .......................................................................... 127, 132 áreas de endemismo ................................................................ 459, 460
agnatos (cordados) .................................................................. 375, 375 arilo .......................................................................................... 109, 108
“algas” ................................................................................................ 58 arolium .................................................................................... 283, 287
algas pardas (heterocontos) .......................................................... 58, 51 Arqueamebas (amebozoos) ................................................................ 45
“algas” primarias .......................................................................... 59, 61 arquegonio .................................................................................. 77, 76
algas rojas (= rodófitas) ........................................................ 68, 57, 61 arquegonióforo ...................................................................... 81, 81, 81
alineamiento múltiple .............................................................. 545, 544 artejo ........................................................................................ 265, 264
almidón florideano ...................................................................... 59, 60 “Articulata” (ecdisozoos) ................................ 206, 255, 206, 233, 255
alopoliploide .............................................................. 99, 447, 105, 449 asco .......................................................................................... 147, 150
alternancia de generaciones .............................................. 181, 182, 72 ascoma .................................................................................... 147, 154
alternancia de plantas hospedadoras ........................................ 305, 309 ascóspora .................................................................................. 147, 154
altruismo .................................................................................. 511, 510 asignación más parsimoniosa .................................................. 545, 549
altruismo recíproco .................................................................. 511, 510 “asquelmintos” ........................................................................ 235, 235
Alveolata (eucariotas) ........................................................................ 52 atactostélica .............................................................................. 127, 130
Amoebozoa (eucariotas) .............................................................. 37, 43 “Atelocerata” .......................................................................... 255, 256
Amphibia (anfibios) ........................................................ 402, 403, 401 atracción de las ramas largas .................................... 245, 548, 247, 548
amplexo .................................................................................... 403, 406 auricularia ................................................................................ 363, 368
análisis filogenético ........................................................................ 547 autocompatibilidad .................................................................. 117, 120
androceo .......................................................................... 137, 139, 138 autopodio ................................................................................ 395, 394
anemocoria ...................................................... 477, 479, 480, 484, 488 autopoliploidía .......................................................................... 99, 105
aneuploidía .............................................................................. 117, 123 aves .................................................................................. 436, 435, 434
anfibios ............................................................................ 402, 401, 399 axonema ...................................................................... 69, 283, 69, 284
anfibios, reordenaciones mitocondriales .......................................... 404 bacteriocito .............................................................................. 305, 308
anfidios .................................................................................... 243, 244 Bacteroidetes (bacterias) .................................................................... 30
anfioxo .................................................... 374, 375, 377, 373, 376, 377 ballena, orígen .................................................................................. 414
anfioxo, modelo evo-devo .............................................................. 377 basidio ...................................................................................... 147, 150
angiospermas .................................................................... 116, 115, 114 basidioma ................................................................................ 147, 150
anillo esclerótico ...................................................................... 395, 394 basidióspora ............................................................................ 147, 151
anillo nervioso .......................................................................... 243, 242 Batrachia (aves) ...................................................................... 403, 403
animales diploblásticos ............................................................ 181, 179 bentónico ...................................................................................... 69, 71
animales triploblásticos ............................................................ 205, 203 bicontos (eucariotas) .......................................................................... 39
Anisakis (nematodos) ...................................................................... 247 Bigyra (= heterocontos) .................................................................... 51
antera .............................................................................. 137, 135, 138 Bilaterados ...................................................................... 162, 189, 188
anteridio .......................................................................... 77, 99, 98, 98 biogeografía ............................................................................ 457, 458
anteridiógeno ............................................................................ 99, 102 biogeografía cladista ........................................................................ 463
Apicomplexa (cromalveolados) ...................................... 53, 37, 52, 52 biogeografía reticulada .................................................... 459, 465, 465
apicoplasto .................................................................................. 45, 53 biología evolutiva .................................................................... 495, 493
Apis mellifera (himenópteros), modelo .......................................... 326 bioma ...................................................................................... 459, 460
apotecio .................................................................................. 147, 150, blastómero ........................................................................ 161, 172, 172
aptitud biológica (= fitness) .................................................... 447, 447 blastóporo ........................................................ 199, 355, 198, 354, 356
aquiasmático ............................................................................ 345, 344 bootstrap .......................................................................... 545, 549, 530
591
592 Índice alfabético
branquias .......................................................................... 383, 382, 231 coloración aposemática ............................................................ 345, 350
“briófitos” (embriófitos) ........................................................ 76, 77, 77 colpo ........................................................................................ 137, 136
briozoos (espiralados) .............................................................. 208, 208 columela .................................................................................. 117, 119
brocosomas .............................................................................. 305, 308 comensalismo .......................................................................... 527, 525
Buchnera aphidicola (bacteria), genoma ........................................ 530 comportamiento ...................................................... 305, 509, 510, 298
buitres del Viejo Mundo, clasificación ............................................ 440 comportamiento adaptativo ...................................................... 511, 509
bulbo copulador .............................................................. 265, 267, 266 comportamiento animal .................................................................. 510
búsqueda heurística .......................................................... 545, 546, 467 comportamiento subsocial .............................................................. 305
cadena de markov ............................................ 459, 545, 470, 544, 471 concha .............................................................. 213, 205, 212, 215, 216
Caenorhabditis elegans (nematodos) ...................................... 238, 247 condrictios ................................................................................ 375, 375
caliptra ........................................................................ 77, 337, 82, 338 conductos resiníferos .............................................................. 109, 108
cámara filtro ............................................................................ 305, 308 conflicto sexual ........................................................................ 298, 295
cambios genómicos poco frecuentes ................................................ 226 conidio .................................................................................... 147, 153
cápsula ........................................................................................ 77, 80 coníferas .......................................................................... 108, 106, 112
caracteres ancestrales, reconstructión .............................................. 550 conos (moluscos), Cabo Verde ........................................................ 218
carboxisomas .............................................................................. 59, 59 contrastes independientes ................................................................ 505
“carófitas” (clorobiontes) ............................................................ 69, 69 convergencia ............................................................ 519, 517, 520, 416
carpoideos (equinodermos), clasificación ........................................ 367 coprófago ................................................................................ 315, 317
catoicogenia ............................................................................ 265, 269 cordados .......................................................... 374, 372, 373, 375, 376
caulidio ........................................................................................ 77, 78 coxa .................................................................................. 265, 264, 266
cavernícola ...................................................................... 315, 316, 268 Craniata (cordados) .......................................................... 375, 373, 376
cavidad celomática .................................................................. 275, 273 cresta neural .................................................................... 355, 358, 375
cavidad del manto .................................................................... 213, 212 criptobiosis .............................................................................. 255, 261
cavidad gastrovascular ............................................................ 181, 182 “criptógama” .................................................................................... 117
cecidógeno .............................................................................. 325, 329 criptonefridio .......................................................................... 315, 317
cefalización .............................................................................. 355, 358 criterio de información bayesiano ............................................ 545, 546
celda pupal .............................................................................. 315, 317 criterio de información de akaike ............................................ 545, 546
celoma ...................................................................... 362, 191, 190, 190 cromalveolados (eucariotas), origen .................................................. 54
celomados (bilaterados) .................................................. 205, 255, 203 cromosoma acrocéntrico .......................................................... 265, 266
célula 4d .................................................................................. 205, 204 cromosoma B .......................................................................... 225, 225
célula eucariota, origen ...................................................................... 49 cromosoma holocéntrico u holocinético .. 127, 265, 305, 131, 266, 304
células epiteliomusculares ...................................................... 181, 182 cromosoma metacéntrico ........................................................ 265, 266
cenobionte ................................................................................ 325, 331 cromosomas ................................................ 36, 41, 117, 122, 130, 344
cenócito ........................................................................ 69, 147, 73, 153 cromosomas monocéntrico ...................................................... 265, 266
centríolo ...................................................................................... 59, 60 cromosomas subcéntrico .......................................................... 265, 266
centro de origen ...................................................................... 459, 458 “crustáceos” (mandibulados) .................................. 234, 274, 278, 230
Cercozoa (rizarios) ............................................................................ 48 ctenidio .................................................................................... 213, 217
cercus, cerci ............................................................................ 345, 346 ctenóforos ........................................................................................ 165
Chalcides (saurópsidos), origen .............................................. 431, 431 ctenóforos, generalidades ................................................................ 185
Chlorobi (bacterias) .......................................................................... 30 ctenos ...................................................................................... 181, 185
Chlorobionta (= Viridiplantae, Chloroplastida) .................... 59, 57, 67 cuidado parental ...................................................... 305, 511, 511, 512
Chromalveolata (eucariotas) .............................................................. 37 Cupressaceae (coníferas), ampliación .............................................. 111
cianelo .......................................................................................... 59, 59 cutícula .................................................... 234, 243, 255, 243, 255, 243
cianobacterias .............................................................................. 59, 58 cyanobacteria (bacterias) .................................................................. 30
cicadópsidas (traqueófitos), disyunciones ........................................ 94 Cycloneuralia (ecdisozoos) ...................................................... 235, 237
cíclidos (actinopterigios), radiación adaptativa .............................. 386 Cynipoidea (himenópteros), filogenia ............................................ 330
ciclo de Calvin ............................................................................ 59, 62 decápodos (mandibulados), filogenia .............................................. 278
ciclóstomos (cordados) ............................................................ 375, 375 decusado .................................................................................. 109, 111
Ciliophora (alveolados) .......................................................... 55, 52, 53 Dendrocolaptinae (aves), caracteres adaptativos ............................ 438
cinetoplasto .................................................................................. 45, 49 dendrotráquea .................................................................. 265, 269, 266
ciperáceas (monocotiledóneas), homoplasias .......................... 131, 132 desarrollo anamórfico ............................................................ 283, 284,
citocinesis .................................................................................... 59, 62 desarrollo embrionario, eumetazoos ................................................ 184
clado ............................................................................................ 4, 4, 4 desarrollo epimórfico .............................................................. 283, 284
cladograma .................................................................................. 4, 4, 4 desequilibrio de los árboles filogenéticos ................................ 511, 515
cladograma de áreas ................................................ 459, 463, 464, 467 deuteróstomos .................................................................. 354, 353, 352
cladograma general de áreas ............................................ 459, 463, 464 diádroma .................................................................................. 383, 387
cleistotecio .............................................................................. 147, 150 dicarion (fase dicariótica) ................................................ 146, 147, 153
cleptoparásito .......................................................................... 325, 328 dicóndila .................................................................................. 283, 282
clorobiontes ............................................................................ 59, 57, 67 “dicotiledóneas” (angiospermas) .................................... 127, 117, 132
cloroplasto ............................................................................ 37, 37, 528 dicotomía .............................................................................. 15, 13, 14
cnidarios (eumetazoos) .................................................................... 165 difusión geográfica (= geodispersión) .................... 459, 466, 465, 471
cnidarios, generalidades .................................................................. 182 dimorfismo sexual .................................................................... 305, 309
cnidas ...................................................................................... 181, 182 dinocarión .................................................................................... 45, 52
coalescencia .................................................... 535, 541, 554, 555, 557 Dinoflagellata (cromalveolados) ........................................................ 52
coana ........................................................................................ 395, 397 dioecia ...................................................................................... 117, 121
cocladogénesis (coespeciación) .............................................. 305, 309 diplohaplóntica ...................................................................... 69, 72, 72
coespeciación (cocladogénesis) .............................................. 305, 309 diplóntica .............................................................................. 69, 72, 72
coevolución .............................................................. 511, 118, 514, 329 dípteros ...................................................... 336, 335, 11, 334, 336, 337
colénquima .................................................................................. 87, 86 disco oral .................................................................................. 181, 182
coleópteros (hexápodos) .................................................. 314, 313, 312 dispersión ........................................ 459, 458, 462, 469, 388, 458, 465
colocitos .................................................................................. 181, 182 disploidía .................................................................................. 127, 125
colonia .......................................................................................... 69, 68 distribución disyunta ................................................................ 459, 458
Índice alfabético 593
distribución gamma .................................................................. 545, 546 estilete ...................................................................... 243, 246, 243, 304
diversidad organísmica ............................................................ 411, 412 estilopodio ................................................................................ 395, 394
DNA antiguo o fósil ................................................................ 435, 541 estípula ........................................................................................ 99, 98
dominio proteínico .................................................................. 161, 173 estoma ................................................................................ 243, 246, 80
dominios de los seres vivos ............................................ 15, 15, 17, 12 estomocorda ............................................................................ 355, 355
Drosophila melanogaster (dípteros) ................................................ 238 estrategia vital .......................................................... 495, 511, 497, 511
Drosophila simulans (dípteros), variación genética ........................ 558 estrobilización .......................................................................... 184, 181
duplicación .............................................. 459, 464, 464, 495, 465, 467 estróbilo ...................................................................................... 99, 98
Dysdera (quelicerados), Islas Canarias .................................... 268, 266 estróbilo compuesto ................................................................ 109, 108
ecdisozoos ........................................................................ 234, 233, 232 estroma ........................................................................................ 59, 59
ecología evolutiva ............................................................................ 493 estructura estridulante .............................................................. 305, 308
ecotono ............................................................................ 447, 450, 452 estructura palatal ...................................................................... 437, 438
ectodermo multiciliado ............................................................ 225, 229 eucariotas extremófilos ...................................................................... 63
ectodermo sincitial .................................................................. 225, 229 eucariotas (= eucariontes) .......................................... 36, 37, 35, 34, 38
edeago .............................................................................. 315, 318, 298 Euchelicerata (panartrópodos) ........................................ 255, 257, 257
efecto fundador ........................................................ 459, 477, 458, 489 eudicotiledóneas ...................................... 117, 136, 118, 135, 134, 136
efecto pleiotrópico .................................................................. 447, 448, eúfilos (o megáfilos) .............................................................. 98, 99, 97
eficacia biológica (= fitness) ............................ 511, 527, 497, 510, 525 eumetazoos .............................................................. 180, 179, 178, 187
eficacia biológica darwiniana .......................................................... 497 euplantulae .............................................................................. 283, 286
elección femenina críptica ...................................................... 295, 298 eusocialidad .................................................................... 283, 287, 290
elefantes (mamíferos), origen .......................................................... 414 eusporangio ................................................................................ 99, 103
élitro ........................................................................................ 315, 313 evaginación .............................................................................. 411, 415
embriófitos ............................................................................ 76, 75, 74 evo-devo .................................................................................. 375, 377
embrión .................................................................................. 76, 77, 76 evolución concertada ................................................ 117, 535, 116, 537
emparejamiento selectivo ........................................................ 325, 333 exaptación .............................................................. 283, 395 , 289, 397
endémico .......................................................................... 459, 458, 428 Excavata (eucariotas) .................................................................. 38, 48
endocitosis .............................................................................. 527, 425 exocitosis ................................................................................ 527, 525
endodermis ...................................................................... 87, 99, 86, 98 exoesqueleto ............................................................ 255, 275, 258, 273
endógeo .................................................................................... 315, 313 exones ...................................................................................... 535, 537
endomembrana ............................................................................ 59, 62 exosporio .................................................................................... 99, 103
endosimbiosis ...................................................................... 59, 57, 530 experimentos (comportamiento) ...................................................... 513
endosimbiosis secundaria .................................................... 45, 46, 194 Expressed Sequence Tag (EST) .............................................. 161, 163
endozoocoria .................................. 477, 479, 484, 488 , 480, 484, 488 extinción .......................................................................... 459, 464, 465
ensiforme ................................................................................ 127, 127 extremófilo .................................................................................. 59, 63
epidermis .................................................................................. 181, 185 factores de virulencia .............................................................. 527, 528
epífisis ...................................................................................... 345, 346 fanerógama (angiospermas) .................................................... 116, 117
epimacio .................................................................................. 109, 108 faringe ...................................................................................... 181, 184
epizoocoria ...................................... 477, 479, 484, 488, 480, 484, 488 fase gametofítica .................................................................... 99, 98, 99
equinodermos .................................................................. 363, 361, 360 fasmidios .................................................................................. 243, 246
equinodermos, características .......................................................... 365 fenotipo .................................................................................... 495, 494
escama ovulífera ...................................................................... 109, 110 ficobilisomas .................................................................... 59, 69, 59, 70
escapo ...................................................................................... 283, 285 ficoplasto ................................................................................ 69, 70, 70
escápula u omóplato ................................................................ 437, 436 filamento mesentérico .............................................................. 181, 184
escarabajos (hexápodos), mimetismo .............................................. 320 filidio ............................................................................................ 77, 81
esclereida .................................................................................... 87, 86 filogenómica .......................................................................... 161, 535,
esclerénquima .............................................................................. 87, 86 .................................................................................. 538, 542, 169, 398
esclerito pleural ........................................................................ 315, 316 filogeografía .................................................................... 535, 472, 541
escleritos y conchas ........................................................................ 205 filotráqueas (pulmones en libro) ...................................... 265, 266, 266
esclerotizado ............................................................................ 315, 313 Firmicutes (bacterias) ........................................................................ 30
esmalte .................................................................................... 395, 394 FISH (fluorescence in situ hybridization) ........................ 24, 32, 28, 29
especiación ...................................................................................... 445 fisura ptilinial .......................................................................... 337, 338
especiación alocrónica ............................................................ 305, 311 fitness .............................................................................................. 497
especiación alopátrida .......................................... 59, 447, 65, 446, 447 fitófago ...................................................................... 325, 315, 326, 11
especiación híbrida .......................................................................... 453 flor .................................................................................... 118, 115, 116
especiación parapátrida ............................................................ 265, 268 florícola .................................................................................... 315, 317
especiación simpátrida .................................................... 447, 447, 448 Foraminifera (rizarios) ........................................................ 47, 46, 528
especiación vía transposón .............................................................. 454 fosa anterorbital ...................................................................... 437, 436
especie biológica ...................................................................... 447, 446 fosas temporales ...................................................................... 427, 426
especie híbrida alopoliploide .................................................. 447, 450 fósiles y relojes moleculares ............................................................ 141
especie híbrida homoploide .................................................... 447, 450 fotobionte ................................................................................ 147, 151
especie, concepto ................................................................................ 7 fotopigmentos .............................................................................. 60, 59
espermatófitos (traqueófitos) ............................................................ 90 fragmoplasto .......................................................................... 70, 69, 70
espermatóforo .......................................................... 283, 403, 285, 405 frenulum .................................................................................. 345, 347
espiráculo ........................................................................ 275, 274, 266 furca ........................................................................................ 283, 284
espiralados (= Spiralia) .................................................... 204, 203, 202 galeae (en singular galea) ........................................................ 345, 347
espiralados, filogenómica ................................................................ 207 gametangio .................................................................................. 77, 76
espiritrompa ............................................................................ 345, 344 gametófito ........................................................................ 99, 98, 83, 98
estadios preimaginales ............................................................ 345, 351 gametos estefanocontos .............................................................. 69, 73
estadísticos descriptivos .......................................................... 555, 556 gasterópodos, quiralidad .................................................................. 216
estereoma ........................................................................ 363, 366, 366 gastrodermis ............................................................................ 185, 181
esternito .................................................................................... 265, 264 genealogías .............................................................................. 533, 553
estigmas traqueales .................................................................. 384, 383 genes de copia única o baja copia ............................................ 535, 537
594 Índice alfabético
genes Hox ........................................................................................ 518 infaunales ................................................................................ 363, 370
genes multicopia ...................................................................... 535, 537 inferencia bayesiana ........................................................ 545, 546, 548
genes ortólogos .................................................................. 535, 535, 25 ingroup (= grupo interno) ................................................................ 4, 4
genes parálogos ........................................................................ 535, 539 inquilino .................................................................................. 325, 330
genes reguladores ............................................................ 519, 517, 521 “insectívoros” (mamíferos) ...................................................... 411, 413
genética de poblaciones .......................................................... 555, 554 insectos (hexápodos) ................................................ 281, 285, 288, 281
gimnospermas (traqueófitos) .................................................... 108, 116 insectos, origen ................................................................................ 258
gineceo ............................................................................ 137, 139, 138 ínstar larval .............................................................................. 337, 338
ginogénesis .............................................................. 283, 403, 290, 402 intrones .................................................................................... 535, 537
glándula nefrítica .................................................................... 275, 274 Ischnura hastata (odonatos), Azores .............................................. 299
glándulas coxales .................................................................... 275, 273 islas .................................................................................................. 475
glándulas hipobranquiales ........................................................ 213, 217 islas continentales .................................................................... 477, 476
glaucófitos .................................................................................... 44, 37 islas oceánicas .......................................................................... 477, 476
glosa ........................................................................................ 283, 287 islas oceánicas, características evolutivas ........................................ 477
gnatóstomos (cordados) .......................................................... 375, 375 islas oceánicas, respuestas evolutivas .............................................. 478
Gondwana (biogeografía) ................................ 305, 310, 441, 395, 441 isosporia ............................................................ (= homosporia) 77, 76,
gonoporo .................................................................................. 345, 347 ITS (Internal Transcribed Spacer) ............................................ 24, 155
goodeidos (actinopterigios), viviparidad ........................................ 389 labium (= labio inferior) .......................................................... 275, 274
gregario .................................................................... 305, 325, 309, 331 labrum (= labio superior) ........................................................ 275, 274
grupo externo (= outgroup) .............................................. 4, 4, 438, 512 lacinia ...................................................................................... 283, 286
grupo filético ............................................................................ 535, 533 lagerstätte (geología) .............................................................. 199, 200
grupo interno (= ingroup) ................................................................ 4, 4 lámina basal ............................................................................ 181, 180
grupo natural ................................................................ 136, 2, 136, 278 larva ........................................ 403, 405, 170, 172, 220, 224, 298, 337,
grupo parafilético ........................................................................ 59, 58 344, 346, 349, 351, 362
grupo polifilético .......................................................... 59, 4, 57, 4, 175 larva lecitótrofa ................................................................ 161, 163, 218
grupos tróficos ........................................................................ 243, 241 larva protoninfa ........................................................................ 265, 264
hábito ...................................................................................... 137, 139 larva tornaria ............................................................................ 355, 355
Hacrobia (eucariotas) ........................................................................ 50 larva trocófora .......................................................... 205, 204, 206, 206
halterios ............................................ 283, 337, 284,335, 336, 284, 337 larva veliger ............................................................................ 213, 219
haplodiploide .......................................................... 305, 325, 309, 324 lepidópteros ...................................................................... 344, 343, 342
haplóntica .............................................................................. 69, 72, 72 lepidópteros, organismo modelo ...................................................... 350
haplotípico ...................................................................................... 535 leptosporangio .............................................................................. 99, 99
haptonema .................................................................................... 45, 51 lesura .......................................................................................... 99, 103
helechos .......................................................................... 98, 99, 97, 96 leucoplasto .............................................................................. 127, 126,
hemicordados (deuteróstomos) ........................................................ 357 levadura (hongos) .................................................................... 147, 146
hemiélitros .............................................................................. 305, 303 licófilos ........................................................................................ 99, 97
hemimetábolo .................................. 283, 285, 294, 305, 289, 303, 304 lignina .......................................................................................... 87, 86
hemipenes ................................................................................ 427, 426 lineage sorting ........................................................................ 535, 535
hemípteros ........................................................................ 304, 303, 302 liquen (hongos) ........................................................................ 147, 146
hemípteros, importancia económica ................................................ 308 líquenes parmeliáceos ...................................................................... 154
hemípteros, polinización .................................................................. 332 Lissamphibia (anfibios) .................................................. 402, 403, 401
hendiduras branquiales ............................................ 355, 355, 194, 377 Littorina (moluscos), especiación simpátrida .................................. 451
heredable .................................................................................. 495, 493 lobópodos .................................................................................... 45, 44
Heterokonta (= eucariotas) ................................................................ 51 Loboseos (amebozoos) ...................................................................... 44
heterospóricos ................................................................ 87, 99, 88, 100 lofocotrozoos (= espiralados) .......................................... 204, 203, 202
heterostilia ................................................................................ 117, 121 Lophotrochozoa (= Spiralia) ............................................ 204, 203, 202
heterozigosidad ........................................................................ 225, 225 lórica ............................................................................................ 45, 52
hexápodos ........................................................................ 280, 281, 282 Macaronesia (biogeografía) ............................................ 477, 478, 122
hibridación de DNA ........................................................................ 439 macrolepidóptero (lepidópteros) .............................................. 345, 348
hibridogénesis .......................................................... 383, 403, 390, 402 macrómero .............................................................................. 161, 165
hidrocoria ........................................................ 477, 479, 480, 484, 488 Macrosoma (lepidópteros), eslabón perdido .................................... 351
hidrogenosoma ...................................................... 37, 527, 36, 532, 38 macróspora .................................................................................. 77, 76
hifa ............................................................................ 146, 147, 146, 26 MADS-Box .............................................................. 137, 519, 137, 518
himenópteros .................................................................... 324, 323, 322 mamíferos ........................................................................ 410, 409, 408
himenópteros y agallas vegetales .................................................... 329 mandibulados .................................................................. 274, 273, 272
hiperparasitoide ........................................................................ 325, 331 Mandibulata (= mandibulados) ................................................ 255, 256
hipostomio .............................................................................. 181, 182 manto ...................................................................................... 213, 212,
holometábolo .................................................. 345, 314, 344, 290, 344 Mantophasmatodea (hexápodos), gladiadores ................................ 288
homeobox (véanse genes reguladores) .................................... 519, 518 marcadores moleculares .................................................................. 533
homeotermia ............................................................................ 427, 430 Markov Chain Monte Carlo (MCMC) .................................... 545, 548
homogamia .............................................................................. 447, 448 máxima parsimonia .................................................................. 545, 546
homología .................................................. 519, 517, 520, 543, 548, 50 máxima verosimilitud .............................................................. 545, 546
homospórico (= isosporeo) ...................................... 87, 99, 88, 103, 98 medusa ............................................................ 181, 182, 185, 186, 187
hongos .............................................................................. 146, 145, 144 megáfilo ................................................................................ 87, 99, 91
hongos importantes .......................................................................... 156 Membracoidea (hemípteros), succionadores de savia .................... 310
housekeeping .................................................................... 161, 174, 169 meristemo ................................................................................ 137, 137
Hox .......................................................................................... 519, 518 mesarco ........................................................................................ 99, 98
humanos (mamíferos), evolución .................................................... 417 mesenterios .............................................................................. 181, 181
idiobionte ................................................................................ 325, 331 mesentoblasto .......................................................................... 205, 206
indusio ........................................................................................ 99, 103 mesocele .................................................................................. 355, 356
Índice alfabético 595