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y del Espíritu. pues sin Espíritu Santo, no pueden manifestarse los dones del Espíritu
Santo.
1)Palabra de ciencia
2) Palabra de sabiduría
3) Discernimiento de espíritu
Este don de ciencia se trata de una revelación de información divina a alguien que no lo
conoce por medios naturales. Aunque otra persona pueda conocerlo, el receptor lo obtiene
del Espíritu. Como la palabra de sabiduría, la palabra de “ciencia” no significa el todo de la
ciencia de Dios, sino una porción de la ciencia de Dios.
“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo
del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los
apóstoles. Y dijo Pedro: Ananías, ¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al
Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿No se te quedaba
a ti? y vendida, ¿No estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios.
Al oír Ananías estas palabras . . . Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su
mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿Vendisteis
en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo:
¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los
que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y
expiró.”
Aunque, Ananías y Safira su mujer, tenían derecho de guardar una parte o todo el dinero,
ellos pecaron por mentir a la iglesia, y Dios le reveló la verdad a Pedro. Después que
Ananías murió, Dios le reveló a Pedro que Safira recibiría el mismo juicio, todo esto por
medio del don de ciencia.
La única manera que Pedro pudiera conocer todo lo anterior, sobre la heredad vendida por
Ananías y Safira es por medio de la revelación del Espíritu de Dios, esto es el don de
palabra de ciencia operando por medio del apóstol Pedro.
Es de uno de los dones de revelación, los cuales tratan de una concesión directa de
percepción o comprensión de la mente de Dios hacia nosotros
Basado en las palabras de 1Corintios 12:8 tanto como el texto entero de los capítulos 12 al
14 de 1Corintios, podemos definir la palabra de sabiduría como el don sobrenatural de
una porción divina de perspicacia, juicio, o dirección para una necesidad en
particular.
Podemos hallar un ejemplo de la palabra de sabiduría en la historia del viaje a Roma del
apóstol Pablo como prisionero. Aunque Pablo no era un marinero profesional, el Señor le
reveló que no era aconsejable seguir el viaje, y él comunicó este mensaje al centurión
romano quien estaba a cargo de él, al piloto, y al patrón de la nave.
“Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado
ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser
con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de
nuestras personas.” (Hechos 27:9-10)
Sin embargo, los profesionales concluyeron que no había peligro, y un viento suave
comenzó a soplar del sur, aparentemente confirmando la opinión de ellos. Ellos ignoraron
las palabras de Pablo y zarparon. Pronto encontraron una violenta tempestad en la cual
perdieron tanto la carga como la nave. Habrían perdido sus vidas también si no hubiera
sido por la intervención de Dios y más consejos de Pablo.
SIGNIFICADO DE DISCERNIMIENTO
Hay tres posibles fuentes de una actividad espiritual: Dios y Sus ángeles, el diablo y sus
demonios, o el espíritu humano. Por medio del don de discernimiento de espíritus podemos
comprender cual de ellos ha motivado una cierta acción.
Pablo pudo discernir que esta muchacha era endemoniada. Si no hubiera percibido la
verdad acerca de ella, quizás habría aceptado sus halagos. Pero si los hubiera aceptado,
habría asociado el mensaje del evangelio con la actividad demoníaca y habría sido
desacreditado en los ojos del pueblo; sin embargo, el don de discernimiento de espíritus
operó en el apóstol Pablo y pudo reprender y hacer salir el espíritu de aquella muchacha.
En el primer viaje misionero de Bernabé y Pablo, se encontraron con un falso
profeta llamado Elimas en la ciudad de Pafos en la isla de Chipre. Cuando ellos le
testificaron al procónsul romano, Elimas trató de despistar al hombre de la verdad. Pero
“Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos,
dijo: ¡Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda
justicia! ¿No cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la
mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E
inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien
le condujese de la mano” (Hechos 13:9-11).
Por medio del don de discernimiento de espíritus Pablo percibió el intento maligno y
la obra de este falso profeta, y por medio de la palabra de ciencia él sabía que pronto el
juicio de Dios caería sobre él. Como resultado de estos dones del Espíritu, el procónsul
llegó a ser creyente.
Por ejemplo, supongamos que una persona trata de hablar a la iglesia en lenguas,
interpretación, o profecía, pero el líder del culto se da cuenta, por medio del don de
discernimiento de espíritus, que las palabras no son de Dios. Si son inspiradas por un
espíritu maligno, Él debe tomar el control absoluto sobre el culto y debe reprender al
espíritu maligno.
Por otro lado, puede ser que las palabras vienen del celo humano de un cristiano sincero
pero mal encaminado. En tal caso, sería mejor hacer una transición suave a la adoración o a
la oración e instruir al cristiano mal encaminado. Si el líder actúa demasiado bruscamente,
puede herir innecesariamente a la persona sincera, o a otros en el culto. El don
discernimiento de espíritus es valioso en tales casos.
Otros ejemplos:
En Jackson, Mississippi, un varón se acercó al altar para orar y pronto comenzó a brincar,
patear, y moverse como una culebra, como si fuera endemoniado. Varios hermanos
comenzaron a orar con él, a restringirle, y a reprender al diablo. Nada parecía ayudar. Por
fin, el pastor se le acercó y habló en susurros en su oído. Inmediatamente el hombre cesó su
comportamiento tumultuoso y salió de la iglesia.
En una iglesia en Houston, Texas, una mujer se paró de repente y comenzó a hablar en
lenguas en medio de un culto que yo asistí. El pastor discernió, por medio del don de
discernimiento de espíritus, que ella fue motivada por un espíritu maligno. Él
inmediatamente dijo, “Siéntate. Eso no es de Dios,” entonces continúo con el culto como si
nada hubiera sucedido. La congregación reconoció que su acción era correcta, y el culto
progresó en una manera positiva. Si el pastor hubiera permitido que la mujer siguiera
hablando, o si hubiera permitido que el demonio le distrajera, por medio de una
confrontación prolongada con la mujer, el culto habría sufrido, y el propósito de Dios no se
habría logrado.
RESUMEN
Como todos los dones sobrenaturales, los dones de revelación son potencialmente
disponibles a cada creyente lleno del Espíritu Santo. En momentos de decisión, necesidad
urgente, o crisis, cada uno de nosotros debe clamar al Señor para que nos concediese los
dones sobrenaturales de sabiduría, ciencia, o don de discernimiento de espíritus
Los tres dones de revelación, siendo uno de ellos el don de discernimiento de espíritus,
están relacionados íntimamente. Una persona puede interpretar una cierta operación
como la manifestación de uno de los dones mientras otra persona quizás considere que fue
la operación de otro don
Como se habló en el capítulo 2, los dones de revelación son sobrenaturales, pero ellos
tienen su igual en la vida diaria natural y espiritual. Todos, aun los inconversos, pueden
gozarse de sabiduría, ciencia, y discernimiento terrenales. Además, cada cristiano puede y
debe lograr obtener sabiduría, ciencia y discernimiento.
Sin embargo, además de estos dos niveles, hay los dones sobrenaturales de la palabra de
sabiduría, la palabra de ciencia, y discernimiento de espíritus; estos son los dones que
operan en tiempos de necesidad espiritual. Para poder funcionar como Dios quiere y para
frustrar las estratagemas de Satanás, la iglesia necesita la operación de estos dones hoy en
día.